desarrollo del lenguaje en un niño paralítico cerebral

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Rev. Logop. Fonoaud., vol. IV, n.º 2 (103-113), 1984.
CASO CLÍNICO
DESARROLLO DEL LENGUAJE
EN UN NIÑO PARALÍTICO CEREBRAL
OBJETIVOS Y PROGRAMAS
Por Isabel Rey Bayón
Educadora. Nadís. S.C.C.L.
caso que se presenta a continuación trata de
explicar cómo se ha llevado a cabo el tratamiento de lenguaje y comunicación de un niño
con un trastorno motor grave y con las consecuentes
dificultades para la expresión oral e incluso gestual.
Este niño acudió al centro educativo en el que
hemos llevado a cabo el tratamiento que se expondrá a continuación, con el diagnóstico clínico (correspondiente a una exploración realizada a los 3 años
de edad) de «Parálisis Cerebral tipo Tetraplejía distónica con mayor afectación del lado izquierdo» y
«estructuras psicóticas». Este diagnóstico, afirmando
la existencia de estructuras psicóticas, despertó nuestro escepticismo así como la angustia de la familia.
La situación de aprendizaje tuvo lugar en un centro de parálisis cerebral, en un contexto de grupo
(de 5 a 6 niños), donde se trataban distintas áreas,
dedicando un periodo de tiempo (aproximadamente
una hora diaria) específicamente a la de lenguaje.
El motivo que nos indujo a poner tanto énfasis en
este área fue que, a pesar del diagnóstico y de los
graves problemas iniciales de adaptación (negativismo, inhibición, rabietas, etc.) y a sus dificultades motoras, el niño poseía una buena disposición para captar todo lo que le rodeaba, lo que podía favorecer
la interrelación y, en consecuencia, el aprendizaje.
El procedimiento que se ha seguido en este caso
está basado en las teorías del comportamiento humano y los resultados se analizan desde un punto de
E
L
vista conductual. No obstante, la dificultad de controlar todas las variables que intervienen en un proceso de aprendizaje prolongado, especialmente cuando se trabaja en una situación de aula, sin disponer
de más recursos humanos y materiales que los imprescindibles para desarrollar un trabajo puramente
asistencial (imposibilidad, por ejemplo, de disponer
de un observador además de la propia persona que
lleva a cabo el tratamiento, etc.), impide llegar a
conclusiones definitivas a partir de los datos acumulados que, por otra parte, y debido a la situación
antes mencionada, tampoco han sido recogidos de
forma totalmente sistemática. A pesar de ello, creemos que el conjunto de procedimientos y los resultados obtenidos son un buen exponente de las dificultades y las posibilidades que existen en la práctica
educativa.
Por tanto, el caso se ha de contemplar como un
ejemplo ilustrativo que posibilite, en el futuro, la
sistematización del trabajo educacional.
EL SUJETO
Se trata de un niño de 4 años y 7 meses de edad
en el momento de la primera entrevista. Hijo de una
familia de clase social baja que cuenta con otra hija
de 3 años. Con anterioridad a esta visita, el niño
había seguido un tratamiento ambulatorio de fisio-
Correspondencia: Isabel Rey Bayón. Centro Nadís, S.C.C.L. c/. Canarias, n.º 1. 08017 Barcelona.
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ORIGINALES
terapia, pero no había acudido a ninguna guardería
ni a ningún centro en régimen de escolaridad.
El historial médico realizado a los 3 años y 3 meses de edad, presenta un diagnóstico de tetraplejía
distónica y estructuras psicóticas. En el momento de
nacer presentó un Apgar de 2. En el periodo posnatal no se cogió al pecho, tenía el reflejo de succión
muy débil y tuvo que ser alimentado con sonda durante varios días; posteriormente aceptó el biberón.
Empezó a masticar pequeñas porciones de alimento
a los 2 años y 6 meses. A la misma edad decía
«papá» y «mamá». A los 7 meses no conocía a los
padres. En la fecha de este informe médico toma el
alimento triturado y pronuncia de 4 a 6 palabras.
Exploración de entrada: datos
Las observaciones realizadas directamente con el
niño en el Centro, a los 4 años y 7 meses fueron, en
resumen, las siguientes:
- CONTROL POSTURAL: debido a su dificultad motora es
el aspecto más deficiente.
Existe un intenso reflejo de hiperextensión.
No bipedestación sin apoyo.
Consigue bipedestación con apoyo pero con flexo de rodillas y equinismo.
No deambula.
No se desplaza para coger objetos.
- COORDINACIÓN OCULOMOTRIZ: dirige la mano hacia el
objeto o lugar adecuado, pero la dificultad en la prensión
impide la realización de cualquier tarea.
- LENGUAJE: su lenguaje productivo se limita, al igual
que en el informe médico anterior, a unas 4 o 6 palabras.
Normalmente se hace entender por gestos.
Babea continuamente.
El lenguaje comprensivo es relativamente más amplio:
identifica objetos, partes de la habitación y partes del cuerpo.
Discrimina tamaños y tiene una ligera noción de posesión.
- SOCIABILIDAD: la actitud social del niño durante la observación es de negativismo y apatía: llora continuamente,
negándose también a cualquier tipo de interacción que le
proponga el terapeuta.
Según la madre, existe una buena comunicación
entre el niño y el resto de la familia.
Coopera en el vestir, recoge sus juguetes, etc.
Tiene bastantes dificultades en la masticación y
deglución de alimentos.
Empieza a controlar esfínteres.
104
De la entrevista mantenida con los padres y de la
observación realizada con el niño, se desprende que
existe una marcada sobreprotección por parte de toda
la familia sobre éste. El niño se muestra muy apegado
a la madre y llora sistemáticamente cuando se produce cualquier separación de ella.
Aunque resulta evidente que existe un retraso psicomotor global bastante pronunciado, no ha sido
posible evaluarlo de forma cuantitativa a causa de
su grave retraso motor y su poca disposición para
colaborar con el terapeuta.
Los resultados parciales obtenidos en las pruebas
de desarrollo lo sitúan aproximadamente a un nivel
correspondiente a la edad de un año.
En consecuencia, se llega a la conclusión de que
el niño necesita un tratamiento continuado, tanto a
nivel físico como desde el punto de vista de la adquisición de repertorios básicos adaptados, por lo
cual se decide su inclusión en el Centro.
En octubre de 1977 el niño empieza a asistir al
Centro, donde se inicia un tratamiento global de
todas las áreas exploradas de las cuales nos interesa
exponer aquí la de lenguaje.
OBJETIVOS EDUCATIVOS
El objetivo general que nos propusimos, en un
principio, fue conseguir que el niño se comunicara
oralmente con todas las personas que le rodeaban
y, al mismo tiempo, mejorar la dicción de forma que
fuera comprendido lo mejor posible.
Para ello se partió de varias premisas:
a) facilitar al niño las situaciones de interacción con
los compañeros, maestros y resto del personal
del Centro;
b) enseñar aquellas palabras que resultaran más fáciles de articular por el niño;
c) considerar, sobre todo, la funcionalidad de las
palabras que se le enseñaban.
Para ello se tuvieron en cuenta las pocas palabras
que el niño emitía y, a partir de las mismas, se fueron introduciendo las que parecieron pertinentes en
cada momento.
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El nivel de exigencia se graduó en pequeños pasos
de forma que el niño fuera obteniendo pequeños logros inmediatos. En un principio no se pretendió la
perfecta articulación de las palabras que se le enseñaban, sino la inteligibilidad de las mismas.
Las sesiones se realizaron en grupo, pero en algunos casos se organizaron de forma que el educador
podía llevar a cabo el tratamiento con el niño individualmente, para incorporarse después al grupo donde se fomentaba la interacción y la generalización de
lo que había aprendido.
También se hicieron algunas sesiones completamente individuales, por ejemplo, aquellas en las que
había que tratar algún problema articulatorio muy
específico.
Situación inicial
Vocales que el niño emitía: a - o correctamente;
e - i sonido aproximado; u precedida por un ligero
soplo. Además el niño usaba algunas palabras funcionales como: «papá», «mamá», «yaya», «tata»,
«agua», si bien su articulación no era correcta.
Registros
El propio educador registraba las sesiones periódicamente de forma global.
Estos registros resultaron muy útiles para controlar y reorientar de forma continuada la marcha del
tratamiento. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, no se recogieron de forma suficientemente
sistemática para proporcionar conclusiones detalladas
sobre los resultados del tratamiento.
Se utilizaron registros de sistema simple de doble
entrada con las fechas de control y las respuestas
emitidas por el niño.
Las anotaciones se diversificaron en: + (positivo);
- (negativo); a (aproximaciones); + s (con soporte).
Procedimientos
Los procedimientos y técnicas empleados, descritos por diferentes autores (Ribes Iñesta, 1976; Kozloff, 1980; Galindo y cols., 1981), fueron los siguientes:
a) Imitación: dado que el niño poseía un repertorio
imitativo motor considerable, se utilizó esta técnica para enseñarle a pronunciar sílabas.
b) Encadenamiento hacia atrás: mediante este procedimiento, y a partir de las sílabas que el niño
aprendía por imitación, se fue aumentando el repertorio de palabras funcionales.
c) Reforzamiento: únicamente se utilizó refuerzo
social.
d) Generalización: ya que nuestro objetivo principal
era conseguir que el niño se comunicara lo más
rápidamente posible, el proceso de generalización
estuvo presente desde el principio del tratamiento. Es decir, que si al niño se le estaba enseñando, por ejemplo, la palabra «pelota» y en
ese momento sólo decía «ota», esta palabra era
utilizada por el niño en el contexto adecuado,
para interaccionar con otros niños y personas
del Centro. Además, para hacer extensible la generalización a otros contextos, se explicaba a los
padres los avances que el niño iba realizando
para que ellos le instaran en casa a utilizar las
palabras que aprendía en el Centro.
Modelo de registro
I
I
BOTA
I
i
COCA
I
I
PIPA
SOPA
OBSERVACIONES
105
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ORIGINALES
RESULTADOS
1977/1978
Durante todo el curso se inicia la imitación de
vocales y silabas directas con la intención de formar
palabras nuevas.
Se tratan los fonemas P y B con todas las vocales.
Aprende unas 10 palabras nuevas como: «sí»,
«nena», «casa», «pato», «caca», «pito», «vaso»,
«boca», el nombre de la educadora y el de sus compañeros.
Si bien la articulación no es correcta, se consigue
que sea lo bastante inteligible para que las personas
que le rodean le entiendan, con lo que aumenta su
deseo de comunicación.
1978/1979
Pronuncia correctamente todas las vocales, si bien
persiste una distorsión fonética en la U.
Las sílabas que emite adecuadamente son las siguientes: Pa, Po, Pu, Ma, Ta, Te, Ti, Na, Za, Ce, Ci.
Empieza a encadenar sílabas aunque le cuesta incorporar sonidos nuevos.
Al finalizar el curso tiene superada la fase de encadenamiento y empieza a formar palabras nuevas
que usa en el contexto adecuado. Pronuncia y usa
algunas palabras de tres silabas como: pelota, cocina,
zapato...
También construye algunas frases muy sencillas
del tipo: «Nene agua»; «Vamos calle»; «Papá,
coche».
Insistimos en que la articulación no es correcta
pero sí inteligible.
Su actitud ha evolucionado favorablemente. Se
muestra más contento, colaborador e interesado.
1979/1980
Durante este curso empieza a unir vocales (diptongos). Persiste el soplo en la U.
Las sílabas que pronuncia correctamente son las
siguientes: B, con todas las vocales. L, con todas
las vocales. GU, con todas las vocales. M, con to106
das las vocales. N, con todas las vocales. P, con todas
las vocales excepto la i. T, con todas las vocales excepto la u. D, con las vocales e y o.
Emite cadenas de tres sílabas.
Pronuncia unas 50 palabras de las que usa unas
30 en el contexto adecuado.
Sigue manteniendo una sociabilidad muy infantil
por la constante sobreprotección familiar que le impide madurar y hacer frente a las interrelaciones
sociales. Éstas son cada vez más complejas y mejor
captadas por el niño. La familia tiende a solucionarle
cualquier problema físico, social, afectivo, etc., con
lo que, cuando inevitablemente se encuentra ante
situaciones frustrantes, no tiene los elementos necesarios para enfrentarse a ellas.
En este curso se inicia el aprendizaje de la lectura
global y funcional. Se le enseñan solamente algunas
palabras globales como: «papá», «mamá», su nombre y el de sus compañeros de grupo.
1980/1981
Deja de trabajarse la articulación de forma específica. El tratamiento se realiza a partir de conversaciones sobre imágenes, cuentos y hechos cotidianos.
El nivel de comunicación que es capaz de mantener el niño ha aumentado considerablemente aunque
persiste una tendencia introvertida, sobre todo ante
personas extrañas.
A partir de este momento, el niño empezó a demostrar un interés extraordinario por la lectura y
decidimos poner el énfasis del tratamiento en el
aprendizaje de la misma. Pensamos que a medida
que el niño progresara en esta habilidad, iría necesitando expresarse con una articulación más precisa
y que, por tanto, el contexto de aprendizaje de la
lectura sería el más adecuado para ir perfeccionando
la articulación.
El programa de lectura se compuso de dos etapas
distintas. Describiremos a continuación, para cada
una:
a) Los objetivos.
b) Las tareas.
c) El criterio de adquisición.
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PRIMERA ETAPA
Definición de objetivos. Leer de forma global
50 palabras y frases con las letras P M N C S T D,
más las 5 vocales identificando su significado. La
letra C sólo apareció combinada con las vocales a,
o, u.
a) Las palabras escogidas incluían sílabas directas e inversas, formadas por C V C y diptongos.
b) Se tuvo en cuenta la inclusión de algunos grupos de palabras que se diferenciaban sólo por una
letra, por ejemplo:
«Casa» «Pipa» «Copa»
«Cama» «Pipi» «Coca»
con el fin de que el niño captara estos detalles diferenciadores de forma que fuera realizando la discriminación y así ir favoreciendo el terreno hacia la
posterior lectura silábica.
Definición de tareas.- Señalar entre varias palabras escritas en tarjetas la palabra que el educador
nombraba.
- Aparejar la palabra escrita con el dibujo correspondiente, seleccionando entre varios dibujos.
- Leer la palabra escrita y explicar su significado.
- Copiar las palabras escritas componiéndolas a
partir de letras: se le daban al niño cartoncitos con
las letras que formaban la palabra que tenía que
copiar y las iba componiendo con el modelo presentado.
- Cuando el niño ya era capaz de leer 20 palabras, se empezó a introducir la lectura de frases
formadas por las mismas palabras y algunas nuevas
como artículos, etc., necesarios para formar frases
sintácticamente completas.
- Tareas de generalización: cuando el niño ya
dominaba algunas palabras a partir de las tareas básicas anteriormente descritas, se le iban proponiendo
tareas similares pero utilizando otro tipo de materiales y contextos. Por ejemplo, en lugar de utilizar
las tarjetas con palabras, para realizar las actividades de discriminación se utilizaba una hoja entera
de papel con ejercicios que el niño resolvía con el
lápiz, como unir la palabra y el dibujo correspondiente con una línea, o redondear todas las palabras
iguales a la muestra, etc.
Criterio de adquisición. Se consideró que el objetivo de esta primera etapa estaría superado cuando
el niño fuera capaz de leer de forma global las 50 palabras seleccionadas y las frases creadas con ellas,
sin ningún error, durante dos sesiones consecutivas.
Ejemplo de frases utilizadas: «La cama es mía».
«La mamá pesca». «Pepe seca la copa». «El niño
nada». «Julián se peina». «Laura come sopa».
... 32 aproximadamente.
Recuérdese que los nombres de los compañeros
de clase se habían introducido con independencia de
que las letras que los formaban se ciñeran o no a
las estrictas del programa (P M N C S T D).
SEGUNDA ETAPA
Definición de objetivos. El objetivo final de esta
etapa consiste en la posibilidad de lectura de palabras y frases nuevas (no memorizadas previamente)
con las mismas consonantes de la primera etapa.
Para conseguir este objetivo final se introdujo un
objetivo parcial: la lectura de sílabas directas con
las consonantes del programa y la lectura de sílabas
inversas con las consonantes N S.
Definición de tareas. - «Ascensor» de sílabas directas e inversas (Lleonart, 1982). Véase la figura 1.
- Lectura de tarjetas con sílabas directas e inversas: a partir de la tarea anterior se introdujeron
tarjetas con una sílaba en cada una. Se incluyeron
todas las sílabas programadas.
- Introducción, sin enseñanza previa, del significado de cada palabra, de palabras y frases nuevas,
con el fin de que el niño aprendiera a leerlas analizando las silabas de que estaban compuestas. Para
ello se presentaba una palabra o frase nueva y se le
pedía que la leyera sin otra instrucción previa. En
caso de que tuviera dificultades, se le hacía leer sílaba a silaba para que fuera aprendiendo a analizar
las palabras en cada uno de sus elementos principales.
- Introducción de palabras en plural: nombres
y verbos.
- Repaso continuo de las palabras y frases ya
aprendidas.
- Composición de palabras de memoria: se mostraba al niño una tarjeta con la palabra escrita, la
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ORIGINALES
e
FIG. 1. - Ejemplo de ascensor.
En este ejercicio el educador desplaza la consonante hacia arriba o hacia abajo como si fuera un «ascensor» y el
niño va leyendo la sílaba formada en cada parada.
En esta tarea se hace muy evidente para el niño la discriminación entre sílabas directas e inversas.
leía y a continuación se retiraba. En este momento
el niño debía componerla a partir de las letras sueltas.
Test final. Se consideró que el objetivo de la segunda etapa estaría superado cuando el niño fuese
capaz de realizar todas las tareas propuestas y además leer doce palabras y doce frases totalmente nuevas sin ningún error.
Estas 12 palabras y frases, formadas con las mismas consonantes del programa, se seleccionaron antes de empezar la primera etapa del mismo y en
ningún caso formaron parte de ninguna de las tareas
propuestas.
Ejemplo de algunas de las frases que formaron
parte del test: «El dedo toca la mesa». «Toma dos
pipas». «Justo se come toda la sopa». «Dame más
pan».
1981/1982
En el programa de lectura que se inició el curso
pasado, el niño ha seguido una evolución muy favo108
rable. Ha superado totalmente el primer objetivo y
ha iniciado el aprendizaje del segundo.
Todas las correcciones referentes al lenguaje oral
se han efectuado a partir de dicho programa. A pesar de que la articulación no ha sido tratada de forma
específica, el niño ha introducido en su repertorio
los fonemas J F D S con todas las vocales.
El número de palabras que pronuncia sigue un
aumento considerable. También ha progresado en
cuanto a la calidad del lenguaje ya que articula palabras de hasta cuatro sílabas.
Así mismo, ha avanzado en lo referente a conversaciones con los demás. Inicia él mismo la conversación espontáneamente, es decir, que su conversación
no se limita a contestar a las preguntas que se le
dirigen, sino que llama a las personas para expresar
algún deseo, explicar algún hecho o, incluso, formular preguntas. Y todo ello no sólo con las personas
de su entorno inmediato sino con aquellas que ve
esporádicamente o por primera vez, como el médico
o alguien que viene a visitar el Centro.
Se ha solucionado prácticamente el problema de
sobreprotección familiar y esto, unido a la cantidad
de aprendizajes que ha adquirido, ha dado al niño
una seguridad en sí mismo que le ha facilitado la
comunicación con los demás.
Persisten algunos problemas específicos de articulación, habla demasiado deprisa y aún babea, aunque de forma esporádica.
1982/1983
Durante este curso el niño ha superado el segundo objetivo de lectura. A partir de este momento se
introduce un método de amplia utilización (Poquito
a poco) con el fin de enseñarle todas las letras del
abecedario. Este método consta de 16 libritos de
cuentos muy sencillos, donde, a partir de las vocales, se van introduciendo gradualmente todas las letras. Además, con este método se introduce también
la lectura de textos más amplios y complejos que las
frases que el niño leía en el programa anterior.
Al mismo tiempo, y pensando ya en un sistema
de escritura alternativa, seguimos insistiendo en la
composición de palabras, a partir de letras escritas
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en cartoncitos, tanto de aquellas que el niño pronuncia de forma correcta y por tanto tiene mas facilidad de componer de memoria, como de las palabras que aún no articula bien. En este caso la
composición la realiza ante el modelo de la palabra
que ha de copiar. Este modelo es retirado gradualmente hasta conseguir que el niño la memorice. De
esta forma se amplía el repertorio de palabras que
el niño compone de memoria sólo con el estímulo
auditivo.
Las correcciones referentes a la articulación se han
seguido realizando a través de la lectura, pero al
mismo tiempo y con el fin de ampliar el vocabulario
del niño, se han incluido algunos ejercicios con materiales específicos que incluyen gran número de conceptos; esto es, relaciones, opuestos, seriación y otros.
Estos materiales están compuestos por tarjetas de
dibujos, en unos casos de uso generalizado (L. D. A.,
Vocabulaire en images) y, en otros, confeccionadas
por nosotros mismos.
Con el fin de ilustrar el tipo de conversación que
el niño es capaz de mantener, presentamos la transcripción de una grabación realizada al inicio de este
curso:
El niño y el educador están solos en una sala pequeña
grabando una serie de palabras, con el fin de conocer la
forma exacta en que el niño las articula. La conversación
surge espontáneamente.
E. ¿Descansamos un poco?
N. Descanchamo.
E. ¿Quieres que hablemos de otras cosas?
N. Sí.
E. ¿De qué quieres hablar?
N. (No hay respuesta.)
E. ¿De la excursión de mañana?
N. Sí.
E. Vale, ¿dónde vamos mañana?
N. Paquegüei.
E. Al Parque Güell, y ¿cómo vamos?
N. Ota made.
E. Digo que cómo vamos.
N. Micobú.
E. Oye, ¿cómo te las has arreglado para venir?, porque el
otro día dijiste que no podías.
N. No ti entendo.
E. Te pregunto qué le has dicho a tu mamá para que viniera a la excursión, porque al principio no venía.
N. Mamá, voy, maña, mama mañana quiero ir, el jueve
quiro ir, voy y la Titina també va.
E. ¿Adónde?
N. A ecuschión.
E. Y después de la excursión, cuando volvamos al colegio,
¿qué haremos?
N. Comé.
E. ¿Dónde?
N. Aqui.
E . ¿Aquí? ¿dónde?
N. Abajo.
E. ¡Ah! y ¿quiénes vamos a comer?
N. Las mamás.
E. Todas.
N. Si y las niñas también.
E. Oye, ¿y qué le pasaba a tu mamá que no podía venir?
N. No te entendo.
E. Digo que por qué no podía venir la mamá a la excursión.
N. Hayé.
E. Sí.
N. Poque la Elena tene moco, la Quistina, la mamá tene
un cayo.
E. ¿Un que?
N. Un cayo.
E. ¿Dónde?
N. En pé.
E. ¡Ah!
N. Detá de o dedito, detas.
E. Detrás de los deditos, ¿y ahora ya no lo tiene?
N. Si tene pa po va.
E. ¿Qué?
N. Po va, si tene po va.
E. Sí, tiene pero va.
N. Si.
1983/1984
Pasaremos a exponer a continuación los objetivos
generales y algunas de las tareas propuestas para
este curso ya que, por no haber fìnalizado, no se
pueden exponer los resultados. Estos objetivos se refieren concretamente a dos áreas:
1) Lectura.
2) Escritura a máquina.
No se han programado tareas específicas relacionadas con la articulación, si bien este aspecto del
lenguaje se continuará tratando a partir de las tareas
propuestas en los objetivos de las áreas mencionadas.
Los objetivos en cuanto a la lectura están enfocados en dos sentidos:
a) Expansión del contenido de la lectura:
Para ello se presentarán textos más amplios que
los contenidos en el método Poquito a poco,
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que el niño ya ha superado, y también palabras
con mayor dificultad gráfica; por ejemplo, sinfones, palabras de cuatro sílabas, etc.
b) Comprensión lectora a varios niveles:
- Palabras.
- Frases.
- Textos.
Algunas de las tareas propuestas para la consecución de este objetivo son las siguientes:
- Seguimiento de instrucciones escritas: por una
parte se entregará al niño una hoja de papel donde
aparece escrita la tarea que ha de realizar. Por ejemplo: «Pinta el gorro de todos los niños que están
sentados, o «Haz una raya a las niñas que llevan
botas y un círculo a las que llevan zapatos», etcétera.
Otra tarea propuesta consiste en entregar al niño
una hoja de papel donde aparecen varios dibujos y
varias frases relacionadas con cada uno de ellos. El
ejercicio que el niño ha de realizar consiste en unir
cada frase con el dibujo correspondiente.
Por ejemplo:
Aquí hay un sol y una silla.
Aquí hay una pelota y una mesa.
- Otro tipo de tareas presentadas son aquellas
en las que el niño ha de realizar una acción que se
le ha dado por escrito. Por ejemplo: «Mira el calendario y di que día es». «Pregunta a Laura si ha terminado su tarea». «Mira la venta y di qué tiempo
hace».
- También se han programado tareas de aparejamiento según el significado de la palabra. Para ello
se entrega al niño una hoja de papel donde aparecen varios dibujos y varias palabras que ha de unir
según corresponda. En este caso la instrucción de
la tarea que el niño ha de realizar se da oralmente
y no por escrito, ya que aquello que nos interesa
constatar es si el niño conoce el significado de la
palabra, y el hecho de aparecer la instrucción escrita
podría llevarnos a una valoración equívoca. En caso
de error del niño, no quedaría claro si el fallo es
debido al desconocimiento del significado de la palabra, o bien a que no ha entendido la instrucción
escrita.
En cuanto a la escritura a máquina, el objetivo
terminal que nos hemos propuesto es conseguir que
el niño escriba con plena autonomía (excepto en la
colocación del papel):
a) Todas las palabras que ya sabe leer y componer.
b) La fecha y su nombre en el lugar adecuado
del papel.
c) Algunos textos sencillos.
Para conseguir este objetivo se han programado
las tareas que se describen a continuación:
Tareas con un tablero
Una variedad de este ejercicio puede ser:
A partir de un tablero que se ha confeccionado
siguiendo el esquema del teclado de la máquina, y
donde aparecen todas las letras del alfabeto en mayúsculas, el niño ha de realizar el ejercicio siguiente:
se le entregan cartoncitos con las letras del alfabeto
en minúsculas, que son las que el niño conoce, y las
ha de aparejar con las correspondientes en el tablero.
Otra tarea consiste en señalar en el tablero las
palabras que el niño ya conoce. De esta forma aprende la situación de cada letra en la máquina y por
tanto las teclas correspondientes a cada una de
ellas.
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Tareas con la máquina de escribir
Las palabras que el niño ya sabe pronunciar correctamente las escribirá sólo con soporte auditivo;
es decir, cuando el educador se las dicte.
Las palabras que el niño aún tiene dificultad para
pronunciar, las escribirá copiándolas. Para ello se le
dará una tarjeta con la palabra escrita tal como la ha
de copiar.
Para la introducción sistemática de todas las letras
del alfabeto, tanto en posición inicial como intermedia, se ha programado el siguiente ejercicio: se
presenta al niño una imagen con la palabra correspondiente escrita. El niño la lee y la copia en la máquina. Una vez superado este paso, se retira la palabra y el niño la escribirá con la sola presencia del
dibujo. Si presenta dificultades en la realización de
esta tarea, se le dará soporte auditivo deletreándole
la palabra que ha de escribir.
Para dar funcionalidad al proceso de aprendizaje
de la escritura, también se han programado tareas
mediante las cuales el niño escribe a máquina frases
o textos sencillos que él mismo elabora.
Estas tareas, que el niño y el educador elaboran
conjuntamente, se realizan de la forma siguiente: el
niño expresa oralmente aquello que desea escribir,
por ejemplo: «Amparo ¿qué piensas en la cocina»,
o bien «Rut, tú eres mi amiga», etc. El educador las
escribe correctamente en un papel y el niño las copia
a máquina añadiendo la fecha en la parte superior
y firmando con su nombre. Además el niño escribe
en un sobre el nombre de la persona a quien va
dirigido el mensaje. La nota se guarda dentro del
sobre y se deja en un lugar estratégico para que
dicha persona lo encuentre y es como si hubiese recibido una carta. De esta forma el niño aprende que
la escritura, en este caso a máquina, no es una tarea
puramente mecánica sino que puede servirle para
«decir cosas» a personas que no están con él en ese
momento.
Sirviéndonos de este tipo de tareas, se enseña al
niño el mecanismo específico de las diferentes teclas
de la máquina: corrección, separación, mayúsculas,
etcétera. Paralelamente, y también en este contexto,
el niño va iniciando el aprendizaje de la construcción de frases sencillas sintácticamente bien escritas
El modelo de máquina de escribir utilizado es eléctrico y de tipo portátil (pesa medio kilogramo). Puede
funcionar con pilas, lo cual confiere al usuario mayor independencia. Dispone de una pequeña pantalla
con capacidad para 16 caracteres y permite seleccionar un programa de escritura en el cual se imprime en el papel la primera letra de la pantalla en
el momento en que el niño escribe la que hace 17.
Con ello, es posible corregir errores antes de que
queden impresos en el papel y utilizando para ello
tan sólo el propio teclado de la máquina.
DISCUSIÓN
Lo que nos interesa llevar a discusión es, en primer lugar, la validez o no de un programa de lenguaje tan largo como el que aquí se ha expuesto.
Precisamente debido al periodo de tiempo en que se
ha llevado a cabo el tratamiento, han podido intervenir infinidad de variables no controladas que impiden
argumentar de forma concluyente sobre la eficacia
del programa. Posiblemente si éste se hubiera organizado de forma más artificial, siempre en situación
individual totalmente estructurada, eso habría facilitado la sistematización y se podrían haber obtenido
resultados similares en un periodo de tiempo menor.
Sin embargo, existen en nuestra opinión diversas
razones para defender un programa de lenguaje integrado en el contexto real del niño, es decir, en el
que muchas de las situaciones de aprendizaje del
habla se organizan a partir de las actividades propias
de un día en la escuela y, en muchos casos, conjuntamente con otros niños. Estas razones se basan
en el hecho de que el aprendizaje en el contexto real
facilita enormemente la generalización de los resultados obtenidos, aunque inicialmente se obtengan
más lentamente.
Esta orientación contextual, incluyendo el aprendizaje en pequeños grupos, no significa en absoluto
que se haya abandonado el enfoque conductual en
el que se ha basado el tratamiento, sino todo lo contrario. Precisamente las tendencias actuales seguidas
en el campo de la modificación del comportamiento,
según exponen Musselwite y St. Louis (1982) recogiendo la opinión de diversos autores, recomiendan
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ORIGINALES
seguir las estrategias antes expuestas, en contraposición con la tendencia más tradicional seguida en esta
disciplina que recomendaba preferentemente las sesiones individuales, muy estructuradas y organizadas
en periodos de tiempo muy cortos.
Es importante anotar también que la evolución
del lenguaje del niño no fue debida solamente al tratamiento específico del habla, sino también a los
progresos que fue realizando en muchos otros aspectos también tratados, y que le llevaron a una ampliación de su campo de necesidades y su nivel de
exigencias comunicativas. Es decir, otra de las ventajas de tratar el lenguaje en relación con las demás
áreas de aprendizaje es que el progreso global del
niño le crea la necesidad de elaborar un lenguaje que
le sirva para denominar los aspectos nuevos que se
van introduciendo en su campo de conocimiento.
En segundo lugar, y aunque ello no tenga una
implicación directa con el tratamiento expuesto, quisiéramos llevar también a discusión, desde nuestra
postura totalmente pragmática y con absoluto respeto hacia las personas implicadas, la ligereza profesional con que en algunos casos se utilizan denominaciones diagnósticas tan alarmantes como pueden
ser el hecho de atribuir a un niño «estructuras psicóticas».
Nos mueve a exponer y discutir esta cuestión, el
hecho de que no es este, ni mucho menos, el único
caso que ha llegado al Centro diagnosticado sin fundamento con esta «etiqueta», con la consecuente
preocupación y angustia familiar que ello implica.
Entendemos la dificultad que representa diagnosticar sobre un sujeto que, en principio, no puede
hacer ni decir prácticamente nada. Sin embargo, tal
como se ha mostrado en este caso, sólo se trataba de
conocer y aplicar los métodos adecuados para conseguir que el niño demostrara su capacidad para
aprender y comunicarse. Naturalmente nuestro propósito, al iniciar el tratamiento, no fue en absoluto
rebatir la «etiqueta» con que nos llegó este niño, pero
sí hemos creído oportuno llamar la atención de aquellas personas que, basándose en no sabemos qué
comprobaciones, se arriesgan a emitir unos juicios
tan erróneos como poco científicos.
De todas formas, y para que no se interprete nuestra opinión como una crítica puramente destructiva,
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proponemos que cualquier tipo de diagnóstico, en
especial cuando el niño presenta graves dificultades
de expresión, tanto corporales como vocales, debidas
a un trastorno físico evidente, sólo se emita después
de una observación objetiva e incluso después de un
periodo de intervención propiamente dicha, de modo
que no se evalúe solamente lo que el niño es capaz
de hacer en un momento dado, sino también como
reacción al tratamiento que se le propone. Sobre todo
proponemos que dicho diagnóstico no se limite a
exponer lo que el sujeto «es» o «tiene» sino que se
haga extensible a proponer enfoques o pautas de intervención que posibiliten al «diagnosticado» la superación de los supuestos déficit.
CONCLUSIÓN
El estudio de este caso nos ha llevado a un planteamiento más sistemático en la organización de
nuestra práctica educativa. Es decir, a intentar compaginar el tratamiento en grupo con una recogida de
datos mas sistemática que nos permita hacer una
valoración de los resultados de forma mas fiable que
en el caso presentado.
Así mismo hemos llegado a la conclusión que los
diagnósticos sólo pueden considerarse válidos si han
sido emitidos desde una perspectiva científicamente
objetiva y que, aun así, nuestro tratamiento irá precedido siempre por una observación sistemática de
los comportamientos del sujeto a tratar.
RESUMEN
El artículo recoge el caso de un niño diagnosticado
de Parálisis Cerebral tipo Tetraplejía Distónica con
estructuras psicóticas. Se expone el periodo de tratamiento de lenguaje en grupo e individualmente,
comprendido desde el inicio del niño en un centro
de PC el año 1977 hasta el 1984. Durante este periodo el niño pasa de emitir unas 10-12 palabras a
la adquisición de un lenguaje interaccional y conversacional muy adaptado, consistente en frases completas aunque con algunos déficit articulatorios.
El tratamiento que exponemos incluye también la
iniciación de este niño en la lectoescritura.
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Recibido: 17 de julio de 1984.
OTORRINOLARINGOLOGÍA
MICHEL PORTMANN
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