ENEMIGOS del Aprendizaje: Una Visión inicial del Coaching y la Vida Por: Sole Larrea V. -­‐ Consultora y Coordinadora de Proyectos Empresariales, Escuela de Empresas USFQ. Coach y Profesora. Uno de los primeros temas que estudiamos los coaches es aquel denominado “Enemigos del Aprendizaje”. Nos referimos a éste como todas aquellas excusas que encontramos para no aprender y no abrirnos a nuevas perspectivas y visiones. Es decir, es una forma cómoda de mantenerme en mi posición actual y seguir así. Y, suele suceder, que mientras más “subimos” en la escala de éxito, perdemos más fácilmente el sentido de aprendizaje constante y de dar valor al conocimiento o riqueza de intercambio de aprendizajes con quienes nos rodean. No estoy hablando de un aprendizaje netamente académico sino un aprendizaje que genere una verdadera sabiduría de vida que puede resultar de una experiencia, de un razonamiento o de la misma observación. Un aprendizaje que nos vaya transformando en mejores seres humanos y que permee a todos los ámbitos de convivencia. Como lo define Julio Olalla[1], considerado uno de los iniciadores del Coaching Ontológico por la ICF (International Coaching Federation): “el Aprendizaje Transformacional ocurre cuando nos ponemos a nosotros mismos como sujetos activos del aprendizaje y lo hacemos desde varias dimensiones que nos constituyen: nuestra biología, corporalidad y movimiento; nuestra capacidad de articular experiencias usando el lenguaje, nuestras emociones y estados de ánimo que nos predisponen de diferentes maneras de acción”. ENEMIGOS OCULTOS DEL APRENDIZAJE Existen enemigos ocultos detrás de las excusas que generamos cuando escuchamos algún término relacionado con el aprender o incluso el escuchar nuevos puntos de vista. Veamos algunos ejemplos: “no tengo tiempo”, soy una persona tan ocupada que no tengo tiempo ni para mi familia, peor voy a tener tiempo de aprender algo nuevo. Yo ya estudié todo lo que necesito saber…¿qué me pueden enseñar a mi? Y bueno, si algún gerente o dueño de empresa piensa que lo sabe todo y que no puede aprender más acerca del negocio o de otro tema que no esté directamente relacionado a su negocio, ya es un indicio de una gran deficiencia interna. “No tengo capacidad para aprender sobre temas nuevos”… “ya soy mayor como para aprender algo” (enemigo oculto: la resignación), “¿Algo nuevo? ¿A mi edad para qué?”... “¿qué me puede enseñar esa persona?” (no dar autoridad a otra persona para que me enseñe), “Qué pérdida de tiempo cuando tengo tanto que hacer”, “las cosas ya funcionan así, ¿para qué cambiarlas?” (incapacidad de desaprender), “fulanito y menganito deberían aprender esto no yo”…”para qué estudiar si lo que tengo que hacer es generar más ingresos”…La lista se vuelve interminable. Quizá uno de los peores enemigos es la incapacidad para aceptar que simplemente no sé algo. Éste viene acompañado de la famosa frase “eso ya lo sé” o la actitud de adelantarme a decir que ya se lo que me van a decir, generando así un cierre inmediato a la posibilidad de escuchar nuevas visiones y posibilidades. Éstos enemigos vienen disfrazados de varias actitudes que no van de la mano de la transformación, de la innovación, del emprendimiento si dejamos que nos dominen. Veamos algunas de ellas: la desconfianza, el temor, la soberbia, la comodidad, la timidez, la intolerancia, la angustia, la apatía… Es normal sentirlas pero no dejarlas estancadas sino moverlas para seguir generando el deseado cambio. Éstas frases son únicamente ejemplos de la infinidad de frases y excusas que salen de los Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec enemigos de aprendizaje que se nos presentan. La finalidad de éstos es minar, de alguna forma, experiencias transformacionales personales y empresariales para uno mismo y para una empresa entera. ENEMIGOS OCULTOS EMPRESARIALES Y EDUCATIVOS Éstos enemigos pueden estar inmersos no solo en la gente sino en la misma cultura organizacional de una empresa y se los conoce como convencionalismos, excesiva formalidad y jerarquías obsoletas que taponan cambios evidentes y que no impulsan un aprendizaje transformacional individual o colectivo. Lo que se vive dentro de las empresas es fruto de la actual condición humana. Existe una gran capacidad técnica, sin embargo son las habilidades humanas las que se nos hacen cada vez más difíciles de realizar como es el manejo de las relaciones humanas, el saber trabajar en equipo, el manejo de una comunicación efectiva y de conflictos personales o incluso del stress, y ahora, incluso, el trabajo con el autoestima personal. Esta dificultad viene desde el propio sistema educativo que manejamos en América y en otros países del mundo donde el sistema ya no está acorde al mundo en que vivimos. Es un sistema que no promueve un pensamiento propio e innovador sino uno de rutina donde las ideas e iniciativas son atascadas justamente por enemigos del aprendizaje ocultos en los profesores que no ven sabios en sus alumnos. “Vienen a aprender de mí… no a enseñarme”. Es por esto que las empresas son las que mayor inversión realizan en su gente para reeducar a sus técnicos en habilidades humanas que debieron haber recibido en sus primeros años. Los cursos giran alrededor de comunicación efectiva, motivación, liderazgo, habilidades humanas y entramos a temas básicos como la ética. Y si vamos más allá hacia analizar las consecuencias de esta falencia vemos que las enfermedades que nos aquejan en estos tiempos tienen justamente que ver con lo que hablamos arriba: stress, depresión, cáncer, diabetes. Es un no saber cómo vivir. Sabemos muy bien cómo trabajar pero no cómo vivir. NUEVOS RETOS Entonces, ¿cuál es el reto? Consideraría que el primero es identificar ¿cuál o cuáles ENEMIGOS DEL APRENDIZAJE MANEJAMOS CADA UNO DE NOSOTROS? ¿Qué nos impide aprender más? Y si me respondes para qué aprender, pues puedo decirte que todavía falta mucho que mejorar en nuestras empresas, en nuestros colegios e instituciones de todo nivel. Y volvamos a uno de los conceptos básicos de todo negocio y es la importancia del cliente. Todavía nos cuesta manejar la totalidad del término “servir”. No solo contrato gente para que sirva. Servimos todos…principalmente el gerente y el dueño de la empresa. Ustedes señores son los primeros servidores. En cuanto se olviden de esto, veremos los índices de rotación laboral aumentar, veremos empleados que pierden su norte y no encuentran satisfacción en su trabajo. Encontraremos un deficiente servicio al cliente, una calidad de producto que deja mucho por decir y no pidan innovación porque si esa experiencia se genera en ámbitos donde las gerencias saben aprender y servir. Son los que más deben servir. Sirven a sus empleados, porque incluso el hecho de compartir con ellos les ayuda a mantener sus pies sobre la tierra y recordar que así empezaron y que todos se merecen un buen trato, que todas las personas estamos para servir. Servir a mi familia, servir a mi gente, servir a mi comunidad, servir a mi país, servir. Escuchen bien…servir. Servir como esa disposición de dar lo mejor de uno…dar tiempo, conocimiento, transmitir experiencias, entregar dinero a quien lo necesita. Cada uno puede ser Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec suficientemente creativo para definir qué puede y debe entregar. Debe ser un servir que nos genere ILUSIÓN. Esa ilusión que hace falta para automotivarse y para motivar al resto. Esa ilusión para trabajar y para vivir. Esa ilusión que es la energía del alma. Se podría decir que servir y aprender están directamente conectados el uno con el otro. Incluso, podríamos decir que los dos están tan unidos que generan otro término que últimamente ha caído en el olvido…ESCUCHAR. Y nos viene bien recordar qué es escuchar y además recordar que los demás, sea quién sea puede ser un gran maestro para nosotros. Tantas veces escucho que lo que falta en las empresas es la “comunicación efectiva”… ¿podemos estudiar todas las teorías de la comunicación pero sabemos ESCUCHAR?? ¿Qué es escuchar? Qué tal te suena estar abierto a dar a tu hijo, a tu esposa, al subordinado, al jardinero, al taxista, al que vende periódicos, y por qué no al cliente lo siguiente: tiempo de calidad para escucharlo (Aunque éste sea 5 minutos o una carrera en el taxi), apertura de mente para estar abierto a nuevas ideas y criterios (no todos tienen que darme la razón). Y no olvidemos una gran cualidad básica del gran ser humano que somos que es el ser agradecidos y saber agradecer a los demás por lo que nos dan: una sonrisa, su tiempo y sus ideas. APRENDER CONSTANTEMENTE El aprender ¿para qué? Para compartir, para crecer, para disfrutar, para SER. Nadie dijo que aprender, servir, y escuchar sea fácil puesto que implica un cierto grado de sencillez y humildad. Sin embargo recordemos el gran impacto que podemos generar en todo ámbito: empresa, sociedad, país, y, lo más importante, en nuestras familias. Y si estamos en la búsqueda de soluciones y nuevas maneras de innovar, recuerden estar ávidos de aprender (destruyendo los enemigos ocultos del aprendizaje) y generando un nuevo observador y una transformación personal. Entonces…si el aprender me hace más humano, más solidario, más persona, un ser más íntegro, más conocedor de los órdenes de éste mundo y de mayor contribución al país y al mundo en sí…. Dejo que tú te respondas… ¿Quiero o no seguir aprendiendo? ¿Cuáles son tus enemigos del aprendizaje? ¿Cómo los vas a derrotar? Te reto a que sigas eliminando los enemigos del aprendizaje y que te embarques en nuevas aventuras y transformaciones y que seas parte del cambio positivo. Sólo la aceptación de que no vemos ni sabemos todo nos abre las puertas hacia un nuevo observador y una transformación de vida. Porque el aprendizaje no debe terminar nunca. Como diría un gran líder que vivió lo que predicaba: “Vive como si fueras a morir mañana. APRENDE como si fueras a vivir para siempre”, Gandhi. *Con agradecimiento a mi familia y a mi coach/maestro Julio Olalla. Seguiremos hablando del Coaching Ontológico… Me encantaría escuchar sobre tus retos y cambios transformacionales. Escríbeme a: [email protected] Escuela de Empresas USFQ / Diego de Robles S/N y Av. Interoceánica / Edificio Casa Blanca / Cumbayá-Quito / Telf. 02 2971-707 / Celular 0998-343-218 / [email protected] www.escueladeempresas.com.ec