LA BIOSFERA Y SUS ECOSISTEMAS UNA INTRODUCCIÓN A LA ECOLOGÍA JUAN PABLO LEWIS Este libro se puede leer en Internet en la dirección: http://es.calameo.com/read/0000208755e72081ffc8b Se puede descargar en formato “pdf” (requiere suscripción gratuita a calameo), desde la dirección: http://es.calameo.com/books/0000208755e72081ffc8b También se puede descargar en formato “doc” desde la dirección: Lewis, Juan Pablo. La biosfera y sus ecosistemas. Una introducción a la ecología. Rosario, ECOSUR, c1995. (Serie Publicaciones Técnicas, 2). 210p. 1.- BIOSFERA. 2.- ECOSISTEMAS. 3.- ECOLOGÍA. I.- Lewis, Juan Pablo. II.- Serie. Editado e impreso en Rosario, Argentina. Fecha de la segunda reimpresión Marzo 1995 Editor: Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente, ECOSUR. www.ecosur.org.ar Serie Técnica. Publicación N° 2. Registro de la Propiedad Intelectual de la Publicación N° 2 = 357961 Impreso por Tecnigráfica. Edición digital [email protected] Juan Pablo Lewis. [email protected] Todos los derechos reservados. . Permitida su reproducción con fines académicos no comerciales. En todo otro caso, prohibida su reproducción total o parcial y también su almacenaje y/o distribución por cualquier medio, incluyendo el procesamiento digital, sin previo consentimiento por escrito del autor. Foto de tapa: "El mundo del Aguilucho". Marcelo Romano. Dos Aguiluchos Colorados observando el atardecer desde un Algarrobo en el límite de la Cuña Boscosa y los Bajos Submeridionales al Noreste de la provincia de Santa Fe. T A B L A D E C O N T E N I D O S T A B L A D E C O N T E N I D O S ----------------------------------------------- 5 PROLOGO ------------------------------------------------------------------------------- 9 INTRODUCCIÓN -------------------------------------------------------------------- 11 1. EL ECOSISTEMA ----------------------------------------------------------------- 15 1.1. ESTRUCTURA DE LOS ECOSISTEMAS ------------------------------ 15 1.1.1. Componentes del ecosistema 15 1.1.2. Cadenas alimentarias 17 1.1.3. Estructura piramidal del ecosistema 20 1.1.4. Redes tróficas 21 1.2. DINÁMICA DEL ECOSISTEMA ----------------------------------------- 22 1.2.1. Ciclo del Carbono 23 1.2.2. Ciclo del Nitrógeno 25 1.2.3. Ciclo del Fósforo 28 1.2.4. Ciclo del Azufre 31 1.2.5. Circulación del oxígeno y el agua 33 1.2.6. Circulación de otros elementos 33 1.2.7. Flujo de energía 34 1.3. HÁBITAT, NICHO Y DIVERSIDAD ------------------------------------ 38 1.3.1. El Hábitat 38 1.3.2. El nicho ecológico 39 1.3.3. Gremios 41 1.3.4. Diversidad, riqueza y equitatividad 41 1.4. REGULACIÓN Y ESTABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ------- 42 1.4.1. Diversidad y estabilidad 42 1.4.2. Retroalimentación y regulación del ecosistema 43 1.4.3. El estado estable 45 1.5. DISTINTOS TIPOS DE ECOSISTEMAS-------------------------------- 45 1.5.1. Los biociclos 45 1.5.2. Ecosistemas prístinos y antrópicos 46 2. LA BIOTA -------------------------------------------------------------------------- 47 2.1. POBLACIONES-------------------------------------------------------------- 47 2.1.1. El individuo 47 2.1.2. Formación y desarrollo del grupo 48 2.1.3. Crecimiento de la población 49 2.1.4. Estructura de la población 55 2.1.5. Distribución espacial de las poblaciones 56 2.1.6. Territorialidad 59 2.1.7. Efecto de la densidad 60 2.2. DISPERSIÓN Y MIGRACIÓN DE LAS ESPECIES------------------- 60 2.2.1. Propágulos 60 2.2.2. Dispersión 61 2.2.3. Écesis 63 2.2.4. Significado de la dispersión 64 2.2.5. Especies endémicas y especies epibióticas 64 2.2.6. Áreas continuas y áreas discontinuas 64 2.2.7. Especies vicariantes y especies de sustitución 65 2.3. INTEGRACIÓN BIOCENOTICA ----------------------------------------- 66 2.3.1. Neutralismo 66 2.3.2. Relaciones positivas 66 2.3.3. Antagonismos 68 2.4. LA COMUNIDAD BIÓTICA ---------------------------------------------- 73 3. ECOSISTEMAS MARINOS ------------------------------------------------------ 75 3.1. EL MEDIO MARINO-------------------------------------------------------- 75 3.1.1. Composición del agua de mar 75 3.1.2. Movimiento del agua de mar 77 3.1.3. El sustrato 78 3.2. ZONACIÓN DEL MAR ----------------------------------------------------- 78 3.2.1. La zona bentónica 78 3.2.2. La zona pelágica 79 3.3. EL AMBIENTE MARINO -------------------------------------------------- 79 3.3.1. Radiación y Luz 79 3.3.2. Temperatura 80 3.3.3. Presión 81 3.4. LA BIOTA MARINA -------------------------------------------------------- 81 3.4.1. Flora y fauna del mar 81 3.4.2. Formas de vida marina 83 3.4.3. Ecosistemas y cadenas tróficas marinas 84 4. ECOSISTEMAS DE AGUA DULCE -------------------------------------------- 87 4.1. ECOSISTEMAS LENTICOS O LENÍTICOS---------------------------- 87 4.1.1. Distintos tipos de lagos 88 4.1.2. Lagunas 89 4.1.3. Lagos y lagunas salinas 89 4.1.4. Zonación perilacunar 91 4.1.5. Eutrofización de los lagos 94 4.2. ECOSISTEMAS LÓTICOS ------------------------------------------------- 94 4.2.1. Régimen hidrológico 95 4.2.2. Zonación de los ríos 97 4.2.3. El ambiente dentro del río 98 4.2.4. Llanuras de inundación 99 4.2.5. Deltas y estuarios 101 4.2.6. Paleocauces 102 4.2.7. Esteros 103 4.2.8. La biota de los ríos 103 4.2.9. Zonación riparia de la vegetación 106 5. ECOSISTEMAS TERRESTRES ------------------------------------------------ 109 5.1. EL AMBIENTE DE LOS ECOSISTEMAS TERRESTRES ----------109 5.1.1. El aire 110 5.1.2. El viento 114 5.1.3. El suelo 117 5.1.4. El agua 125 5.1.5. Radiación y luz 128 5.1.6. La temperatura 134 5.1.7. El disturbio 136 5.2. LA BIOTA TERRESTRE --------------------------------------------------138 5.2.1. Formas de crecimiento y formas de vida vegetal 138 5.2.2. Estructura de la comunidad 140 6 5.2.3. Variación continua y unidades discretas de vegetación 5.2.4. Zonación de la vegetación terrestre 5.2.5. Dinámica de la vegetación 148 151 155 6. LOS BIOMAS TERRESTRES--------------------------------------------------- 167 6.1. EL BOSQUE ----------------------------------------------------------------- 169 6.1.1. Distintos tipos de bosques 169 6.1.2. Las comunidades de animales de los bosques 178 6.1.3. Cadenas tróficas de los bosques 178 6.2. LA SABANA ---------------------------------------------------------------- 180 6.2.1. Distintos tipos de sabanas 180 6.3. EL PASTIZAL --------------------------------------------------------------- 184 6.3.1. Distintos tipos de pastizales 184 6.3.2. Comunidades animales de las sabanas y pastizales 188 6.3.3. Cadenas tróficas de sabanas y pastizales 189 6.4. EL DESIERTO--------------------------------------------------------------- 189 6.4.1. Distintos tipos de desiertos 190 6.4.2. Los desiertos del mundo 191 6.4.3. Ambientes de desierto 193 6.4.4. Comunidades animales del desierto 194 6.5. LOS BIOMAS CIRCUMPOLARES ------------------------------------- 195 BIBLIOGRAFÍA --------------------------------------------------------------------- 197 ÍNDICE ANAL Í TICO --------------------------------------------------------------- 201 7 PROLOGO Una necesidad de la estirpe humana es conservar la biosfera, que es el ambiente donde vive y que le provee de abrigo y sustento. La biosfera se encuentra en equilibrio dinámico, por lo que dentro de ella constantemente se producen cambios. El ser humano, como ser inteligente, puede modelar, dentro de ciertos límites, la biosfera desplazando el equilibrio hacia uno u otro lado, lo que le permite aprovechar mejor sus recursos, o deteriorar su ambiente convirtiéndolo en inhóspito e incluso, su actividad puede llevarlo a ser excluído de su lugar en la biosfera. Los cambios constantes, ya sean cíclicos, unidireccionales o erráticos que se producen en la biosfera, son el resultado de las interacciones que existen entre los distintos factores del ambiente, entre los individuos dentro de su especie, entre las especies y entre los factores del ambiente y los seres vivos que alli se encuentran. El análisis de todas estas interacciones es el trabajo de los ecólogos. Un ecólogo no es un ecologista. Un ecólogo es un científico que describe, analiza, mide y trata de explicar estas interacciones. Un ecologista es un activista que parte de una ideología y pretende organizar el mundo de acuerdo a ella. Aunque algunos grupos ecologistas desarrollan una actividad encomiable, con frecuencia la ideología que los sustenta tiene poco o ningún fundamento ecológico por lo que, lamentablemente, a veces llevan a confusión y en ese caso es más el daño que el beneficio que producen. La ecología provee el fundamento teórico científico de las técnicas de conservación de la biosfera o de sus ecosistemas particulares. Cuanto mejor es la descripción de un ecosistema y más se conzoca sobre su dinámica, más eficaz es la técnica de manejo y conservación que se puede utilizar en ese ecosistema. La biosfera aún no se conoce en todos sus aspectos, ni todas las relaciones que existen entre sus componentes físicos y sus seres vivos son absolutamente claras. Todavía queda mucho trabajo que hacer para los ecólogos y las técnicas de conservación en algunos casos son eficaces, pero en otros son groseras o poco refinadas y no producen los resultados que se esperan. Sin embargo el progreso es constante y se han logrado resolver y evitar problemas ecológicos gravísimos. Los ecologistas tremendistas o apocalípticos nos anuncian insistentemente la proximidad del fin de la vida o la desaparición de la estirpe humana de la faz de la tierra. Un ecólogo, aún con lo imperfecto que son sus conocimientos, sabe que eso está muy alejado de la realidad. Para conservar la biosfera es necesario conocerla y cuanto más personas conozcan la biosfera más segura será su conservación. Existen muchos trabajos sobre distintos aspectos de los ecosistemas que forman la biosfera, o de sus componentes, que no son accesibles para el vulgo. También hay muy buenos textos generales de Ecología y constantemente se escriben nuevos, más completos y mejores, pero que exceden las necesidades de la mayor parte de las personas. Este libro que presento ha sido planeado para satisfacer las necesidades del hombre medio ilustrado. No es más que una descripción elemental de los distintos tipos de ecosistemas de la biosfera y de su dinámica, accesible, así espero, para todos aquellos interesados en los fundamentos de la ecología, pero que no sean, ni 9 pretendan ser, especialistas en esta disciplina o ciencias relacionadas. Puede usarse como texto elemental de ecología en cursos introductorios de nivel terciario y como fuente de información para los maestros de biología de las escuelas primarias y secundarias. Debido a que la mayor parte de los lectores tiene más contacto con ecosistemas terrestres que con ecosistemas acuáticos, he puesto más énfasis en ellos y he tratado en forma más superficial a los ecosistemas marinos y de agua dulce. Para escribir este libro he usado la información de textos más profundos, parte de la información provista en los trabajos de muchos ecológos y mi propia experiencia, obtenida en trabajos de investigación que he hecho y en cursos que he dictado. En la bibliografía reúno las fuentes generales que he usado y las fuentes originales únicamente cuando las he citado en el texto. Por lo tanto estoy en deuda con muchos colegas que han contribuído a mi acerbo y experiencia y que no menciono en la bibliografía. Debo agradecer especialmente a los autores y a las siguientes editoriales por haberme permitido reproducir material publicado por ellas o sus subsidiarias: Academic Press, figura 3; Blackwell Scientific Publications, figuras 29, 50 y 53 y la tabla 8; Chapman & Hall, figura 25; Ecological Society of America, figura 3; Ecosur, figuras 28 y 31; Kluwer Academic Publishers, figura 24, Soil Science Society of America, Figura 41; Springer Verlag, figura 30 y tablas 6 y 7; The University of Chicago Press, tabla 1 y Williams & Wilkins, los datos de las tablas 6 y 7. Quiero agradecer a mis colegas, especialmente a G.W.Marengo, E.A.Franceschi, S.L.Stofella, O.D.Romagnoli y E.F.Pire, que han leído partes del manuscrito y me han hecho valiosas críticas y sugerencias, a J.R.Fernández y a mi alumno Esteban Brnich que me ayudaron en la preparación final del manuscrito. Por último, y no menos, agradezco a Beatriz, mi esposa, por el aliento y el apoyo que me brindó mientras escribía este libro. Juan Pablo Lewis Octubre de 1993 10 INTRODUCCIÓN La biosfera es la envoltura de nuestro planeta donde se desarrolla la vida. Comprende los mares desde sus partes más profundas con el cieno y sedimentos de su fondo hasta su superficie; la capa superficial de la corteza terrestre, el suelo, con sus lagos y ríos; y las primeras capas de la atmósfera. La distinta ubicación geográfica, unida a variaciones topográficas y movimientos de masas de aire, crea varios climas que junto a distinta calidad del sustrato producen una enorme heterogeneidad dentro de la biosfera, que está ocupada por diversas formas de vida y diferentes agrupamientos de individuos y especies. Esto hace que en distintos lugares encontremos ecosistemas diferentes, cada uno de los cuales constituye una unidad funcional que, si bien está relacionada con otros, es en gran medida autónoma. Para comprender la biosfera es necesario conocer como está organizada la vida. Existen varios niveles de organización de la vida y cada uno de ellos tiene un grado de complejidad mayor que el precedente. Las características y propiedades de un nivel de organización derivan en gran medida de las características y propiedades de los niveles anteriores, pero no son únicamente la sumatoria de las características de sus componentes, sino que además tienen propiedades integrativas o emergentes que no están implícitas en los componentes de ese nivel particular. La siguiente lista ordena los principales niveles de organización desde el más simple, en orden creciente de complejidad, hasta la biosfera que es el nivel mayor de organización: Molecular Celular Tisular Individuo Población Comunidad Ecosistema Biosfera El nivel de organización más simple es el nivel molecular. Existen grandes moléculas muy complejas que regulan toda la actividad vital. Estas macromoléculas son las proteínas que constituyen las enzimas o fermentos que regulan la actividad metabólica y los ácidos nucleicos que determinan la estructura y, por lo tanto, las propiedades de las proteínas. Uno de ellos, el ácido desoxirribonucleico, tiene la propiedad de autoduplicarse, por lo tanto de perpetuarse. Las moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN) forman la memoria de toda la creación y su evolución y tienen la capacidad de transmitirla a su descendencia. Los ácidos nucleicos y proteínas relativamente simples, las histonas, forman las nucleoproteínas que constituyen la estructura de los genes, que son quienes regulan la síntesis de las proteínas de un organismo, por lo tanto en última instancia regulan su metabolismo y todas sus características, y transmiten sus propiedades a los descendientes de ese 11 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología organismo. Los organismos más simples, los virus, están organizados únicamente a nivel molecular y están constituidos por un conjunto muy pequeño de genes. Los genes están encerrados en los cromosomas y otros ácidos nucleicos constituyen los ribosomas. Las proteínas unidas a lípidos forman membranas que constituyen distintos orgánulos. Los cromosomas, ribosomas y orgánulos están reunidos en células que constituyen un nivel de organización más complejo que el nivel molecular. Las propiedades y características de una célula derivan de las de sus ácidos nucleicos y proteínas, pero tienen propiedades integrativas que las convierte en una unidad funcional. Las bacterias, las algas, los protozoarios y otros organismos inferiores están organizados únicamente a nivel celular. Las células se diferencian entre sí mediante un proceso que bloquea o libera parte de la información codificada en los genes de sus cromosomas y las células que se han diferenciado en la misma forma se reúnen constituyendo tejidos que cumplen una función específica, distinta de otros tejidos formados por células de otro tipo. Las características de un tejido dependen de las células que lo componen, pero las interrelaciones de sus células condicionan en gran medida las funciones que cumple. Este nivel de organización es el nivel tisular, y algunos organismos como los platelmintos o gusanos chatos tienen solamente un nivel tisular de organización. Así como se puede distinguir un nivel tisular, podría distinguirse una organización a nivel de órgano, de aparato y de sistema en orden creciente de complejidad hasta llegar al nivel de organismo o individuo. Los individuos son unidades funcionales autónomas que cumplen todas sus funciones metabólicas, crecen, se reproducen y transmiten a su descendencia sus características. Los individuos de distintas especies tienen distinto grado de complejidad y su organización puede ser simplemente molecular o celular, o pueden ser sumamente complejos. Cuando dejan de funcionar como una unidad sobreviene la muerte del individuo y éste se descompone y desintegra. Si bien las características del individuo están determinadas y codificadas en las macromoléculas de sus genes, sus células y tejidos interactúan entre sí como así también sus órganos y sistemas regulando e integrando sus funciones en forma no implícita en sus órganos, tejidos, células y genes, ya que los procesos de diferenciación e integración dependen de factores intrínsecos y también extrínsecos que los disparan. Un conjunto de individuos es una población. Cuando los individuos pertenecen a la misma especie, es decir, que son interfértiles, forman una población específica. En general el estudio de poblaciones se refiere a las poblaciones específicas y dentro de cada una de ellas se puede considerar como tal al total de individuos de la misma especie de todo el planeta, o solamente a aquellos individuos que se encuentran en un lugar determinado. Estos últimos constituyen una población local; la especie o población total está formada por todas las poblaciones locales de ellos. Si bien los individuos de una población específica son interfértiles y parecidos entre sí, no son necesariamente idénticos. Además ellos interactúan entre sí y la población crece debido a la reproducción de sus individuos. Además, el ambiente regula el crecimiento de las poblaciones y permite el desarrollo de individuos de ciertas características y no de otras, contribuyendo así a la evolución de la población en uno u otro sentido o a la disrupción de la misma en dos o más poblaciones específicas distintas y aisladas entre sí. De la misma manera que una población crece, por causas intrínsecas o extrínsecas a ella puede decaer e incluso extinguirse. 12 Introducción Los factores que afectan a un individuo pueden afectar a toda la población y ésta se comporta como una unidad funcional integrada, ya sea a escala local o a escala global. Los distintos individuos y poblaciones que conviven en un lugar forman una comunidad y mutuamente se limitan e interactúan entre ellos, de modo que la presencia y el crecimiento de los individuos y poblaciones está condicionada por la presencia de otros individuos y otras poblaciones. Aunque algunos lo han considerado así, la comunidad no es un organismo, pero tiene una estructura y dinámica que le es propia y que condiciona el funcionamiento armónico de todas sus poblaciones e individuos en forma integrada y organizada. La comunidad está en un ambiente determinado y ella en conjunto, o sus poblaciones y los individuos de éstas interactúan con los distintos factores del ambiente, constituyendo ambos, la comunidad y el ambiente, un sistema integrado. Este sistema es el ecosistema del lugar. El ecosistema tiene una organización en el espacio y en el tiempo que le permiten funcionar como una unidad en equilibrio meta estable y dinámico y que tiene la capacidad de autorregularse. Los ecosistemas funcionan como unidades autónomas, pero están relacionados entre sí, produciéndose migraciones de individuos y poblaciones y traslado de materia y energía de unos a otros. Si bien es cierto que se puede concebir un ecosistema cerrado y auto suficiente, la mayoría, si es que no todos los ecosistemas de la tierra, guardan alguna relación entre ellos y en conjunto están integrados en un nivel superior: la biosfera, que es el nivel más alto de organización de la vida que conocemos. 13 1. EL ECOSISTEMA El ecosistema se puede definir como el conjunto de seres vivos, ya sean vegetales, animales y microorganismos, y de factores ambientales, climáticos y del sustrato que se encuentran en un lugar y que directa o indirectamente interactúan entre sí. El ecosistema es una unidad funcional que se auto rregula y se encuentra en equilibrio; cualquier modificación que se produzca en uno de sus componentes afectará a todo el ecosistema, donde se producirán todos los cambios necesarios para mantener la condición de equilibrio. Es posible imaginar un ecosistema cerrado, es decir con límites definidos, como puede ser un acuario al que se le han provisto todos los elementos esenciales que componen un ecosistema y que mientras reciba energía, funcione en forma completamente independiente de lo que se encuentra a su alrededor. Sin embargo, en la realidad, lo común es que los límites de los ecosistemas sean muy difusos, o mas bien arbitrarios y artificiales. Todo lo que se encuentra fuera del ecosistema, o de lo que se ha definido como un ecosistema particular, es el contorno. El ecosistema mantiene ciertas relaciones con el contorno, por un lado hay inmigraciones de seres vivos desde el contorno al ecosistema y emigraciones de éste al contorno, y por otro el ecosistema exporta e importa materia hacia y desde el contorno. El ecosistema es autónomo, ya que tiene mecanismos de autorregulación que le permiten mantenerse en una condición de equilibrio, pero no es absolutamente independiente, ya que los distintos ecosistemas influyen recíprocamente entre sí, constituyendo en conjunto la biosfera. Como los límites de los ecosistemas son difusos e imprecisos, o incluso arbitrarios, establecidos artificialmente para facilitar su estudio o su manejo, toda la biosfera pueda ser considerada un solo gran ecosistema de alto grado de diversidad y complejidad. Cada ecosistema tiene su propia estructura y dinámica, pero es posible hacer generalizaciones universalmente válidas para todos los ecosistemas. 1.1. ESTRUCTURA DE LOS ECOSISTEMAS Los ecosistemas tienen dos tipos de componentes: 1) componentes vivos que son los factores bióticos del sistema y 2) componentes desprovistos de vida que son los factores abióticos del mismo. 1.1.1. Componentes del ecosistema Los componentes bióticos son las plantas verdes, los animales y las bacterias y microorganismos que en conjunto constituyen la biota o comunidad biótica del ecosistema. Los factores abióticos son, por un lado, el dióxido de carbono (CO 2 ), el oxígeno (O 2 ), agua (H 2 O) y los elementos y sales minerales y, por otro lado, la energía que es provista como energía radiante por el sol. Los factores abióticos, junto 15 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 1. Componentes del ecosistema y sus relaciones. con los factores climáticos y características del sustrato constituyen el hábitat o ambiente del ecosistema. Estos factores están ordenados funcionalmente como se representa en la figura 1. Todos los ecosistemas son distintos en cuanto a los componentes específicos de su biota, la concentración relativa de los factores abióticos y factores del hábitat; pero el modelo de la figura 1 tiene validez universal y se puede aplicar a cualquier ecosistema. Las plantas verdes absorben la energía radiante del sol y asimilan el dióxido de carbono, agua y minerales; transformando en el proceso de fotosíntesis la energía radiante en energía química y las substancias minerales en materia orgánica. Esta materia orgánica sintetizada por las plantas verdes es la fuente de energía y materia de todos los otros componentes de la biota. Aunque una pequeña parte de la materia orgánica es sintetizada a partir de substancias minerales por bacterias autótrofas, la mayor parte es producida por las plantas verdes que por esta razón se las denomina productores del ecosistema. 16 1. El Ecosistema Todos los otros seres vivos del ecosistema que dependen de la materia orgánica sintetizada por las plantas verdes para su sustento, se denominan consumidores. El primer nivel de consumidores es el de los organismos que se alimentan directamente de las plantas, es decir, los herbívoros. Los herbívoros son el alimento de los carnívoros, pero también hay carnívoros que se alimentan de otros carnívoros, por lo tanto éstos se pueden dividir en distintos niveles: los carnívoros primarios que se alimentan de herbívoros, los carnívoros secundarios, que se alimentan de carnívoros primarios y así sucesivamente hasta llegar al carnívoro o carnívoros superiores del ecosistema. Las plantas pueden morir sin ser consumidas por herbívoros y éstos pueden morir sin ser consumidos por carnívoros. Cuando las plantas o animales mueren sin ser consumidos, su materia orgánica se degrada. Una serie de animales, vegetales inferiores y bacterias descomponen las complejas estructuras orgánicas en moléculas orgánicas simples y luego hay bacterias que mineralizan estas moléculas orgánicas simples, devolviendo al medio los elementos y sales minerales, como así también dióxido de carbono que serán reutilizados por las plantas en el proceso de fotosíntesis y asimilación. Estos organismos que descomponen la materia orgánica son consumidores que no se alimentan de seres vivos sino de materia orgánica muerta, es decir, son saprobos y en conjunto se denominan descomponedores y los que mineralizan la materia orgánica se denominan transformadores. Los descomponedores y transformadores se denominan degradadores y son indispensables para que el ecosistema funcione. De esta manera, el dióxido de carbono, el agua y los minerales son convertidos en materia orgánica por los productores que es consumida por los distintos niveles de consumidores y finalmente es mineralizada por los degradadores y nuevamente utilizada por los productores, repitiéndose el ciclo. Por lo tanto la materia circula constantemente dentro del ecosistema. No ocurre lo mismo con la energía. La mayor parte de la energía radiante que llega al ecosistema es disipada en forma de calor latente de vaporización del agua en la transpiración de las plantas y evaporación de agua del suelo o de otras maneras y solamente una pequeña parte es utilizada en el proceso de fotosíntesis. Los herbívoros no aprovechan toda la materia orgánica sintetizada por los productores, en el proceso de asimilación y reelaboración de materia orgánica disipan gran cantidad de energía que no puede ser aprovechada por los carnívoros y así sucesivamente, de modo que la energía no puede ser reutilizada por los productores. Debido a esta gran disipación de energía, el flujo de energía dentro del ecosistema es unidireccional, por lo que constantemente el ecosistema debe ser provisto de ella. La radiación que llega del sol es quien provee este suministro de energía a todos los ecosistemas de la tierra. 1.1.2. Cadenas alimentarias Los productores, los herbívoros, los carnívoros y los degradadores forman una cadena por la que circulan los alimentos del ecosistema. Esta cadena se denomina cadena alimentaria o cadena trófica del ecosistema. Cada eslabón de la cadena es un nivel trófico y el primer nivel es el más cercano a la fuente de energía. Este nivel es el de los productores. El segundo nivel trófico es el de los herbívoros, el tercero, el de los carnívoros primarios y así sucesivamente. Podríamos imaginar un número infinito de eslabones en la cadena alimentaria, pero debido a la gran disipación de energía que se produce al pasar de un eslabón a otro, su número es muy reducido y en general las cadenas tróficas son muy cortas. 17 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Los hábitos alimentarios de los consumidores son muy diversos. Los herbívoros pueden comer trozos de vegetales como lo hacen los fitófagos, o alimentarse de sus jugos o dentro de sus células como los parásitos. Los carnívoros pueden cazar las presas que constituyen su alimento como lo hacen los depredadores, vivir sobre o dentro de su huésped parasitándolo o alimentarse de cadáveres como lo hacen los carroñeros. Los degradadores son saprobos, es decir, se alimentan de materia orgánica muerta. Esta diversidad de hábitos alimentarios hace que haya muchos tipos distintos de cadenas alimentarias dentro de un mismo ecosistema. Aunque es una simplificación del problema, se pueden distinguir tres tipos fundamentales de cadenas alimentarias: 1) cadenas predatorias, 2) cadenas parasitarias y 3) cadenas saprofíticas. En la cadena predatoria los individuos del consumidor por lo general son de mayor tamaño que los individuos de su recurso alimentario. En otras palabras, el fuerte se alimenta del débil. En los pastizales y sabanas hay grandes mamíferos herbívoros que son atacados y consumidos por grandes mamíferos carnívoros. Un ejemplo típico de estas cadenas es el de las cadenas alimentarias de la sabana africana donde las cebras se alimentan de pastos y éstas a su vez son el recurso alimentario de los leones. Hay otros herbívoros más pequeños, como los cuises (Cavia aperea pamparum) de los pastizales pampeanos que son depredados por zorros u otros carnívoros de tamaño mayor que ellos. Por el hecho de que este tipo de cadenas sea común en estos ecosistemas, con frecuencia se las denomina cadenas de los pastizales. En realidad desde el momento que la depredación de mamíferos herbívoros por mamíferos carnívoros de relativamente gran tamaño implique ver la presa a gran distancia y luego realizar una carrera para capturarla, los pastizales y sabanas facilitan este hábito alimentario. Sin embargo este tipo de cadenas existe también en bosques; los jaguares y leopardos que habitan ecosistemas poblados por densas selvas, se alimentan depredando las poblaciones de otros mamíferos herbívoros o carnívoros. Además hay cadenas predatorias donde el tamaño de los consumidores es más pequeño que el de los grandes mamíferos; muchos insectos se alimentan depredando larvas de otros insectos que pueden ser fitófagos, o a su vez depredadores de otros insectos más pequeños. También los sapos, muchos reptiles y aves forman parte de cadenas predatorias en el papel de depredadores o presas. En la cadena parasitaria los individuos del consumidor son de mucho menor tamaño que los individuos de su recurso alimentario; o sea que el débil se alimenta del fuerte. Estas cadenas son mucho menos espectaculares que las cadenas predatorias, pero son tan o más frecuentes que aquellas en todo tipo de ecosistemas. Los vegetales son parasitados por numerosas especies de áfidos y cochinillas y éstos con frecuencia son parasitados por microhimenópteros u otros insectos, o también por hongos y bacterias. De la misma manera los grandes herbívoros y carnívoros con gran frecuencia son parasitados por ecto o endoparásitos que pueden ser animales, hongos, bacterias, etc. En las cadenas saprofíticas los consumidores son saprobos que se alimentan de materia orgánica muerta, a la que descomponen. La mayor parte de los consumidores son bacterias, hongos o animales muy pequeños. Estas cadenas son muy numerosas dentro del suelo donde vive una abundante microflora y microfauna detritívora. En los bosques la mayor parte de la materia orgánica sintetizada por las plantas y la energía circulan a través de cadenas saprofíticas, pero de ninguna manera estas cadenas son privativas de estos ecosistemas, ya que se encuentran y son indispensables en todos los ecosistemas. Hay cadenas cuyo primer eslabón esta formado por animales superiores detritívoros que se alimentan de materia orgánica muerta importada desde el contorno 18 1. El Ecosistema o formada por los despojos de las presas que abandonan los depredadores. Conceptualmente estas cadenas son similares a las saprofíticas, pero el detritívoro o el carroñero suele ser a su vez el recurso alimentario de un carnívoro de orden superior. Muchas cadenas alimentarias tienen tramos de cadenas predatorias, seguidas de tramos parasitarios o viceversa y todas invariablemente están encadenadas a cadenas saprofíticas. Aunque no es frecuente, algunas cadenas saprofíticas pueden ser seguidas de tramos predatorios y parasitarios. Un ejemplo de esto último es el caso de las hormigas podadoras: éstas pertenecen, entre otros, a los géneros Acromyrmex y Atta, y recogen partes de vegetales que llevan a sus nidos, pero no se alimentan de ellos sino que los utilizan como sustrato de un hongo que cultivan. El hongo es un saprófito que crece sobre materia muerta y es el recurso alimentario de las hormigas, que a su vez son presa de depredadores de tamaño mucho mayor que ellas. 19 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 2. Pirámides ecológicas. a) Pirámide de los números cuando predominan las cadenas predatorias y b) cuando predominan las cadenas parasitarias. c) Pirámide de la biomasa. d) Pirámide de la energía. Las barras horizontales representan número de individuos por unidad de espacio en a y b; gramos por unidad de superficie o volumen en c y materia orgánica asimilada por unidad de superficie o volumen en la unidad de tiempo en d. 1.1.3. Estructura piramidal del ecosistema Si se cuentan los individuos por unidad de área de una cadena predatoria; un número grande de plantas alimentará a un número menor de individuos herbívoros, que a su vez serán el alimento de un número aún menor de carnívoros. Entonces si predominan las cadenas predatorias y se cuentan los individuos en cada nivel trófico, a medida que se avanza en la cadena alimentaria, el número de individuos en cada nivel será menor. Si el número de individuos se representa por una barra horizontal y 20 1. El Ecosistema las barras de los distintos niveles se superponen y centran, se obtiene un gráfico como el de la figura 2 a; por lo tanto, en cuanto a los números de individuos, la estructura del ecosistema es piramidal. Sin embargo esto no es el caso general; una planta puede hospedar un número muy grande de parásitos y a su vez cada uno de ellos puede ser parasitado por varios individuos; por lo tanto en el caso de las cadenas parasitarias la pirámide de los números se invierte, aumentando el número de individuos a medida que se eleva el nivel trófico (figura 2 b). Si en lugar de tomar el número de individuos por unidad de área de cada nivel trófico se mide la biomasa de ellos, es decir, su peso seco por unidad de área o volumen, y se construye un gráfico de barras de la misma manera cualquiera sea el tipo de cadenas alimentarias que predominan en el ecosistema, la estructura del mismo será piramidal (figura 2 c); es decir, la biomasa de los niveles tróficos superiores es menor que la de los niveles tróficos inferiores. Esto se mantiene en la inmensa mayoría de los ecosistemas; sin embargo en casos excepcionales, la pirámide de la biomasa puede invertirse. La que nunca se invierte es la pirámide de la energía (figura 2 d). Si se computa la energía por unidad de tiempo por unidad de superficie o de volumen de cualquier ecosistema, siempre será mayor en los niveles tróficos inferiores y disminuirá a medida que se asciende de nivel trófico. 1.1.4. Redes tróficas En cualquier ecosistema hay varias cadenas tróficas y dentro de ellas las plantas siempre forman el primer eslabón. Los animales y los otros organismos pueden tener un recurso alimentario específico o según las circunstancias pueden variar el mismo. Esta variación en el recurso alimentario puede o no significar un cambio en el nivel trófico del individuo. Algunos, en los estadíos larvales están en un nivel trófico y cuando son adultos en otro; otros se alimentan preferencialmente de un recurso, pero si éste escasea recurren a otro, variando si es necesario de nivel trófico. Los omnívoros, es decir, aquellos que se alimentan de una amplia gama de recursos, ocupan simultáneamente varios niveles tróficos distintos. Los vegetales constituyen el primer eslabón de todas las cadenas alimentarias; pero mientras algunas especies son ingeridas por un solo fitófago, la mayoría constituyen el alimento de varias especies de fitófagos, por lo que son el primer eslabón de varias cadenas tróficas. Lo mismo ocurre con los consumidores de distinto nivel respecto a los consumidores superiores y también respecto a sus recursos alimentarios. Algunos herbívoros se alimentan de una sola especie vegetal, como es el caso de los gusanos de seda que solamente se alimentan de hojas de morera, pero la mayoría de los herbívoros se alimentan de varias especies vegetales en forma simultánea, con lo que algunas cadenas tróficas tienen varios primeros eslabones. A su vez los carnívoros primarios pueden alimentarse de un solo herbívoro o de varias especies distintas de herbívoros. 21 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 3. Red trófica de un pastizal (según Carpenter, 1940; Lewis, 1969). De esta manera, las cadenas alimentarias de un ecosistema se ramifican, se entrecruzan y se entrelazan. Las cadenas completamente independientes son más bien la excepción que la regla. Todo este conjunto de cadenas entrelazadas como la urdimbre y la trama de un tejido constituye la red trófica del ecosistema; que en algunos de ellos puede ser muy compleja (figura 3). 1.2. DINÁMICA DEL ECOSISTEMA El ecosistema se encuentra en equilibrio dinámico y su funcionamiento implica constantes cambios. La materia circula describiendo ciclos que se repiten continuamente, por lo que si no hay exportación de materia hacia el contorno, el ecosistema podría funcionar indefinidamente sin necesidad de recibir nuevos aportes 22 1. El Ecosistema de materia. La energía en cambio, fluye unidireccionalmente y en cada transformación que sufre, parte de ésta se disipa y no puede ser utilizada nuevamente. Por lo tanto, es necesario un aporte continuo de energía, de lo contrario el ecosistema dejaría de funcionar. Los ciclos de los distintos elementos no son iguales. Algunos circulan muy rápidamente, mientras que otros lo hacen en forma muy lenta y permanecen inmovilizados por largos períodos. Hay un depósito o reservorio para cada elemento, de donde el ecosistema lo extrae y luego de ser utilizado es nuevamente devuelto al mismo. Si en el reservorio el elemento se encuentra en estado gaseoso, su ciclo es muy rápido y muy raramente se producen deficiencias del mismo en el ecosistema. A los ciclos de estos elementos se los denominan ciclos gaseosos y en general se los considera perfectos. El reservorio de otros elementos se encuentra en los sedimentos profundos, donde pueden permanecer inmovilizados por millones de años, por lo que pueden ocurrir deficiencias temporarias de estos elementos en los seres vivos. Los elementos que tienen ciclos sedimentarios circulan mucho más lentamente que los elementos de ciclo gaseoso, por lo tanto son ciclos menos perfectos. En realidad el ciclo de la materia tiene una fase gaseosa y una fase sedimentaria. La rapidez de circulación de la misma depende de cual de las dos fases sea más importante en la dinámica del ecosistema. El nitrógeno tiene un ciclo fundamentalmente gaseoso, por lo que circula muy rápidamente, en cambio el ciclo del fósforo no tiene fase gaseosa por lo que circula lentamente. Si bien el carbono tiene una fase sedimentaria importante su fase gaseosa es suficiente para permitir una rápida circulación del mismo dentro del ecosistema. En los ecosistemas poco evolucionados los minerales se encuentran en el medio físico, mientras que en los ecosistemas maduros y estables la mayor parte de los nutrientes minerales disponibles se encuentran retenidos formando parte de la biota. 1.2.1. Ciclo del Carbono En la figura 4 se representa esquemáticamente el ciclo del carbono. En el aire el carbono se encuentra como dióxido de carbono (CO 2 ) en una concentración de 0.03 por ciento. Las plantas absorben el dióxido de carbono y a través del proceso de fotosíntesis sintetizan su materia orgánica, parte de la cual es utilizada en la respiración que devuelve dióxido de carbono al aire. La materia orgánica sintetizada por las plantas es ingerida por los animales y parte de ésta es consumida en el proceso de respiración de ellos que devuelve dióxido de carbono al aire. Los residuos de los vegetales y animales son descompuestos por los microorganismos. Uno de los aportes más importantes de dióxido de carbono a la atmósfera proviene de la respiración del suelo, que es el resultado de las fermentaciones y respiración de la microflora y la microfauna del suelo que degradan la materia orgánica vegetal y animal que se incorpora al suelo cuando éstos mueren. 23 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología De esta Figura 4. Representación esquemática del ciclo del carbono en manera el carbono la naturaleza. circula muy rápidamente dentro del ecosistema y aunque la concentración de dióxido de carbono del aire es muy pequeña es suficiente para mantener la vida de la biosfera en las condiciones actuales. No toda la materia orgánica que se incorpora al suelo es descompuesta. Parte de ella, sobre todo en condiciones de anaerobiosis, o sea en suelos o en ambientes donde el oxígeno es escaso, como es en los pantanos o lagos profundos, no se descompone y el carbono forma compuestos reducidos. Este proceso a través de las eras geológicas ha formado grandes depósitos de carbono elemental e hidrocarburos, como son los yacimientos de antracita, hulla, lignito, gas y petróleo. La explotación de estos yacimientos y la combustión del carbón y los hidrocarburos ha devuelto parte del carbono inmovilizado a la atmósfera en forma de dióxido de carbono. Además, parte del dióxido de carbono liberado en la respiración de las plantas acuáticas ha precipitado como carbonato de calcio, y muchas estructuras animales, como las conchas de los moluscos, están formadas por carbonato de calcio, que se ha acumulado a lo largo de las eras geológicas para formar enormes depósitos de piedra caliza y distintos tipos de mármol. En los hornos de fabricación de cal el carbonato de calcio se descompone liberándose dióxido de carbono hacia la atmósfera. La concentración de dióxido de carbono de la atmósfera fluctúa a lo largo del día y a lo largo del año, pero no llega a valores muy altos debido a que es asimilado por las plantas y parte de él se combina con los metales alcalinos y alcalino-térreos, sobre todo calcio, del mar y precipita formando sedimentos que se disuelven en el mar o entran a enriquecer los depósitos de carbonato de calcio. De esta manera el mar actúa como regulador de la concentración de dióxido de carbono en el aire. Sin embargo en los últimos años la concentración de dióxido de carbono en el aire a aumentado debido a la gran cantidad de combustibles fósiles que se han quemado y en cierta medida se ha superado la capacidad reguladora del mar. Este 24 1. El Ecosistema aumento de la concentración de dióxido de carbono en el aire tiene un efecto muy importante sobre el clima global de la tierra. 1.2.2. Ciclo del Nitrógeno El diagrama de la figura 5 muestra esquemáticamente nitrógeno en la naturaleza. el ciclo del El gran reservorio del nitrógeno es la atmósfera ya que 78% de la misma está compuesta de nitrógeno molecular. El nitrógeno molecular es un gas muy poco reactivo que difícilmente se combina con otros elementos, pero en la atmósfera hay una pequeña cantidad de óxidos de nitrógeno y amoníaco que provienen de la combustión y descomposición de sustancias nitrogenadas en la tierra o que se sintetizan debido a las descargas eléctricas que ocurren en la atmósfera. Estos compuestos nitrogenados de la atmósfera son arrastrados hacia el suelo por las lluvias. Sin embargo este aporte de nitrógeno es relativamente poco importante y la mayor parte del nitrógeno que se incorpora al suelo proviene de la actividad microbiana del mismo, que fija el nitrógeno del aire que circula por los poros del suelo. Los microorganismos que fijan el nitrógeno atmosférico en el suelo son todos organismos procariotas, esto es, sin un núcleo definido, ya sean bacterias o algas verde-azuladas (Cianofíceas). Entre los fijadores de nitrógeno hay microorganismos libres o muy poco asociados a las plantas y además un grupo muy interesante de microorganismos que está asociado simbióticamente a vegetales superiores. Los denominados microorganismos fijadores libres viven de la materia orgánica presente en el suelo, pero muchos de ellos se encuentran en la rizosfera, es decir donde están las raíces de las plantas superiores, donde encuentran las condiciones favorables para su desarrollo e incluso algunos necesitan exudados de las raíces circundantes, de modo que si bien no son simbióticos, existe una asociación o relación de protocooperación entre las plantas y algunas bacterias fijadoras de nitrógeno supuestamente libres. Entre las bacterias fijadoras libres se encuentran distintas bacterias de los géneros Azotobacter y Beijerinckia que aparentemente son absolutamente libres, Derxia, Azomonas, etc., todas ellas organismos aerobios. Las especies de los géneros Azospirillum y Klebsiella, bacterias anaeróbicas facultativas, son fijadoras de nitrógeno que forman asociaciones muy estrechas con la rizosfera. Algunas bacterias fijadoras son anaerobias como el Clostridium pasteurianum u otras bacterias del género y algunas bacterias del azufre. Entre las algas verde-azuladas que fijan nitrógeno se encuentran varias especies de los géneros Anabaena, Nostoc, Calothrix, etc., que pueden ser importantes en la fijación de nitrógeno en suelos anegados o poco aireados. La importancia relativa de las distintas especies fijadoras libres no ha sido establecida y el hecho de que las especies de Azotobacter hayan sido muy estudiadas no quiere decir que sean necesariamente las más importantes en la naturaleza. Sin embargo Azotobacter chroococcum es una especie muy frecuente de los suelos de las regiones templadas y las especies de Beijerinckia crecen bien en suelos muy ácidos y son comunes en los suelos tropicales. La eficiencia de estos organismos como fijadores de nitrógeno es variable y está muy afectada por las condiciones del medio, sin embargo en el laboratorio las especies de Azotobacter, como 25 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 5. Representación esquemática del ciclo del nitrógeno en la naturaleza. Azotobacter vinelandii han demostrado ser mucho más eficientes que especies de otros géneros. Entre las bacterias fijadoras de nitrógeno simbióticas el grupo más importante es el de algunas especies de Rhizobium que viven en simbiosis con las leguminosas. Estas especies infectan las raíces de las leguminosas y forman nódulos en ellas. La leguminosa provee materia orgánica y esqueletos carbonados a los Rhizobia y éstos proveen substancias nitrogenadas a las plantas, de modo que estas últimas son muy económicas en el uso del nitrógeno del suelo y además hay una excreción de substancias nitrogenadas desde las raíces al suelo. No todas las especies de Rhizobium son capaces de infectar las raíces de las leguminosas, ni todas las razas de una misma especie son igualmente eficaces en la fijación de nitrógeno. Se han distinguido seis especies, Rhizobium meliloti, Rhizobium trifolii, Rhizobium leguminosarum, Rhizobium phaseoli, Rhizobium lupini y Rhizobium japonicum que preferentemente inoculan ciertos grupos de leguminosas, pero hay muchas especies de leguminosas que no se sabe si realmente son inoculadas por algún Rhizobia, o se desconoce que especie de este género puede formar nódulos en sus raíces. Posiblemente existan otras especies de Rhizobium distintas de estas seis. Otras angiospermas pueden tener nódulos formados por bacterias fijadoras de nitrógeno en sus raíces. En especies de los géneros Alnus, Myrica, Eleagnus, Discaria, Casuarina, etc. se han observado nódulos de este tipo. Las especies de 26 1. El Ecosistema Rhizobium no son capaces de inocular a estas especies; pero los microorganismos de los nódulos de algunas de estas especies de angiospermas son capaces de inocular las raíces de otras, por lo que la especie de microorganismo que produce los nódulos en varias de estas angiospermas probablemente sea la misma o alguna muy similar. Una de las especies que ha podido ser detectada tiene una estructura filamentosa típica de las Actinomicetas y ha sido ubicada en el género Frankia. Los microorganismos fijadores de nitrógeno excretan substancias nitrogenadas al medio, o cuando mueren se descomponen y como resultado queda incorporado nitrógeno al suelo bajo la forma de amonio (NH 4 + ). Las plantas pueden absorber este nitrógeno e incorporarlo a su materia orgánica, pero en condiciones aerobias normales la mayor parte del amonio se oxida a nitrato (NO 3 - ). Solamente las plantas que viven en suelos anegados como el arroz u otras plantas palustres absorben cantidades importantes de nitrógeno amoniacal. El proceso de oxidación del amonio a nitrato se denomina nitrificación y éste es realizado por la actividad microbiana del suelo en dos etapas. Primero el amonio es oxidado a nitrito (NO 2 - ) que no se acumula en el suelo sino que es rápidamente oxidado a nitrato (NO 3 - ). Las bacterias nitrificantes son bacterias quimiótrofas, es decir, que obtienen la energía que utilizan en la síntesis de materia orgánica de la oxidación del nitrógeno. La nitritación, o sea la oxidación del amonio a nitrito es realizada por bacterias de los géneros Nitrosomonas, Nitrosobacter, Nitrosovibrio, Nitrosolobus y otros. Aparentemente los nitritadores más importantes del hemisferio norte pertenecen al género Nitrosomonas, y dentro de él sólo la especie Nitrosomonas europea es frecuente, mientras que en los suelos de la pampa en la República Argentina, el género más importante de nitritadores es Nitrosolobus. La oxidación de nitrito a nitrato es el resultado de la actividad de bacterias del género Nitrobacter, dentro del cual Nitrobacter winogradsky parece ser el más frecuente. Hasta ahora no se han encontrado otras especies que realicen la oxidación de nitrito a nitrato. El nitrato es la fuente cuantitativamente más importante de nitrógeno de las plantas. Estas lo absorben por las raíces, lo reducen a amonio en las raíces o en las hojas y lo incorporan a los ácidos orgánicos sintetizando aminoácidos que forman la estructura primaria de sus proteínas. También sintetizan bases nitrogenadas que forman parte de los nucleótidos, que son cofactores y coenzimas importantes de los vegetales y animales. Cinco bases nitrogenadas, Adenina, Timina, Citocina, Guanina y Uracilo son constituyentes fundamentales de los ácidos nucleicos. Además dentro de las plantas y los animales hay una gran cantidad de otros compuestos nitrogenados que forman parte de sus estructuras o su metabolismo. Los animales consumen las plantas y a partir de las proteínas vegetales reelaboran las proteínas animales y todos los otros compuestos nitrogenados que le son esenciales. En el proceso de combustión de las plantas y animales parte del nitrógeno es devuelto a la atmósfera, pero la mayor parte es devuelto al suelo como orina, heces y los despojos que quedan cuando éstos mueren. Los microorganismos degradadores descomponen la materia orgánica y finalmente las bacterias de la putrefacción degradan las proteínas y aminoácidos devolviendo amonio al suelo que es absorbido por las raíces de las plantas u oxidado nuevamente a nitrato y una pequeña parte se volatiliza y escapa a la atmósfera. Una parte del nitrato que se acumula en el suelo, que puede ser relativamente importante, es reducida a nitrógeno molecular y devuelta al aire. Este proceso de desnitrificación es producido por bacterias de los géneros Pseudomonas, Bacillus, 27 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Thiobacillus y Paracoccus. Las especies de Bacillus si bien numerosas y abundantes raramente son importantes. Paracoccus denitrificans es una especie importante en la desnitrificación como así también una bacteria del azufre, Thiobacillus denitrificans, y ocasionalmente algunas otras bacterias. Estas bacterias en general pueden prosperar en ausencia de nitrato, sin embargo en condiciones de anaerobiosis necesitan nitrato como fuente de oxígeno, y en esas condiciones es cuando se produce la mayor parte de la desnitrificación. Las sales de nitrato son en general muy solubles, por lo tanto, si el nitrato no es absorbido por las plantas o reducido por las bacterias desnitrificantes, es fácilmente lixiviado del suelo, arrastrado por el agua hacia los sedimentos superficiales y de allí a los sedimentos profundos donde se acumula principalmente como nitrato de sodio o nitrato de Chile (NaNO 3 ). Los nitratos acumulados se disuelven y vuelven al suelo y los sedimentos profundos por la actividad tectónica y volcánica lentamente son devueltos al ecosistema. La cantidad de nitrógeno que se encuentra en los depósitos profundos es insignificante en relación con la que se encuentra en el gran reservorio que es el aire, de allí que el ciclo del nitrógeno es un ciclo gaseoso prácticamente perfecto, donde la circulación es muy rápida. En los ecosistemas prístinos nunca se producen deficiencias de nitrógeno y su ciclo está perfectamente cerrado; pero en los ecosistemas antrópicos, es decir, donde actúa el hombre, como el nitrógeno es uno de los principales componentes de la materia seca de las cosechas; a pesar de su circulación rápida y constante incorporación desde la atmósfera, se producen graves deficiencias de este elemento en el suelo. Este problema se resuelve fácilmente agregando fertilizantes nitrogenados como nitrato de Chile, sales de amonio o urea, o mejor aún mediante adecuadas labores culturales y barbechos, crear condiciones que favorezcan la fijación de nitrógeno y evitar las pérdidas por desnitrificación y lixiviación. Una buena práctica en este sentido es incluir leguminosas en la rotación de cultivos que por tener nódulos con bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno, como ya se dijo, son muy económicas en el uso del nitrógeno del suelo y además aportan substancias nitrogenadas al mismo. 1.2.3. Ciclo del Fósforo Contrariamente a lo que ocurre con el nitrógeno, el ciclo del fósforo no tiene una fase gaseosa y su reservorio más importante se encuentra en los sedimentos profundos. En conjunto circula muy lentamente en la biosfera; pero la cantidad que se encuentra en la biota y en las rocas y materia orgánica del suelo es suficiente para el mantenimiento sostenido de la vida. En la figura 6 se presenta un diagrama del ciclo del fósforo en la biosfera. La apatita volcánica, huesos fósiles y las deyecciones y restos de aves marinas proveen al suelo de fosfatos insolubles. El fósforo se encuentra en el suelo en forma insoluble como ortofosfato tricálcico [Ca 3 (PO 4 ) 2 ], fosfatos férricos y de aluminio, que no pueden ser absorbidos por las plantas. Muchos microorganismos; distintas especies de bacterias de los géneros Pseudomonas, Mycobacterium, Micrococcus, Bacillus, etc. y hongos de los géneros Penicillum, Fusarium y Aspergillus entre otros, solubilizan los fosfatos insolubles en cantidades mayores a las que necesitan para su nutrición, por lo cual proveen al suelo de fosfato monocálcico, Ca(H 2 PO 4 ) 2 y otros fosfatos solubles. La producción de ácidos en el suelo, como la de ácido sulfúrico que se produce por la oxidación del azufre por las bacterias del 28 1. El Ecosistema género Thiobacillus o como producto de la oxidación del amonio también produce una solubilización del fósforo, como asimismo la reducción del hierro que ocurre en los pantanos solubiliza los fosfatos férricos. En los suelos muy alcalinos el fósforo precipita y es inmovilizado como fosfato tricálcico y en suelos muy ácidos es inmovilizado como fosfatos de hierro y aluminio. Las plantas absorben el fosfato soluble, fundamentalmente como fosfato monocálcico. Muchos hongos viven en simbiosis con las plantas superiores, formando micorrizas en sus raíces, que desempeñan un papel muy importante en la solubilización del fósforo y su absorción por las plantas. El fosfato absorbido por las plantas no es reducido, sino que permanece como ortofosfato y así es incorporado a la materia orgánica. Es muy importante en el metabolismo energético de todos los seres vivos, ya que las reacciones de intercambio de energía dependen de la fosforilación y desfosforilación del ácido adenílico. Este es un nucleótido, adenosin-monofosfato (AMP) que se fosforila incorporando ácido ortofosfórico dando adenosin-difosfato (ADP) y adenosin-trifosfato (ATP). Además el ácido ortofosfórico es integrante de todos los nucleótidos, que son cofactores y coenzimas que regulan las reacciones metabólicas, y largas cadenas de cinco de esos nucleótidos constituyen los ácidos nucleicos que son fundamentales en la síntesis de proteínas y la transmisión de los caracteres hereditarios a la descendencia. También el ácido ortofosfórico se encuentra formando fosfolípidos y otras substancias de gran importancia estructural y metabólica dentro de los seres vivos. Una parte importante del fósforo es inmovilizado en las plantas como ácido fítico o fitato de calcio, que es un éster de ácido ortofosfórico e inositol. Los animales obtienen su fósforo de las plantas y tampoco es reducido dentro de ellos, donde como ácido ortofosfórico forma parte de las mismas moléculas o moléculas similares a las de los vegetales, que desempeñan el mismo papel metabólico o estructural. En los vertebrados una gran cantidad de fósforo es inmovilizado como fosfato tricálcico en los huesos. Los restos vegetales y animales incorporados al suelo son descompuestos rápidamente y el fosfato es liberado por una serie de enzimas, las fosfatasas. La actividad de estas enzimas, que actúan sobre distintos sustratos, es muy alta en los suelos ya que hay muchas bacterias, actinomicetas y hongos que son capaces de sintetizarlas. La hidrólisis de los fosfatos se produce a bajo y alto pH, designándose a unas y otras enzimas, fosfatasa ácida y fosfatasa alcalina respectivamente. La mineralización y solubilización del fósforo orgánico de los residuos vegetales y animales es un proceso rápido; pero la solubilización del fosfato tricálcico de los huesos puede ser muy lenta y éstos permanecen en el suelo sin degradarse por largo tiempo, constituyendo una de las reservas de fósforo del suelo. El fosfato soluble que no es nuevamente inmovilizado o absorbido por las plantas o los microorganismos es lixiviado del suelo y arrastrado por el agua hacia el mar donde se deposita y se pierde hacia los sedimentos profundos, desde donde puede tardar millones de años en volver al suelo. Parte del fosfato de los sedimentos marinos superficiales se disuelve y circula por las redes tróficas del mar. Las aves marinas se alimentan de peces y anidan en grandes cantidades en las rocas próximas al mar o en islas costeras, donde a través de los años se han acumulado sus deyecciones y restos, formando el guano que es sumamente rico en fósforo. Son particularmente ricos los depósitos de las islas guanarias frente a la costa del Perú. El guano ha sido muy utilizado como fertilizante fosfatado en los cultivos. 29 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología En los ecosistemas antrópicos hay una constante exportación de fósforo, ya sea en los granos de las cosechas, o más importante aún en los huesos del ganado. Además, el fósforo acumulado en los huesos humanos es sustraído de los ecosistemas e inmovilizado en los cementerios, hecho que se agrava con la costumbre de encerrar los muertos en monumentos funerarios en lugar de inhumarlos. Esta exportación de fósforo, unido a la lentitud de retorno del mismo al ecosistema original ha producido con frecuencia deficiencias de fósforo en el suelo que solamente pueden ser reparadas recurriendo a la fertilización fosfatada. Como fertilizantes fosfatados se han usado huesos triturados o guano, que tardan un cierto tiempo en ser solubilizados e incorporado a los vegetales, pero tienen la ventaja de ser lixiviados muy lentamente del suelo. También se usan los "superfosfatos" que se obtienen solubilizando el fósforo del fosfato tricálcico con ácido sulfúrico. Figura 6. Representación esquemática del ciclo del fósforo en la naturaleza. 30 1. El Ecosistema 1.2.4. Ciclo del Azufre El ciclo del azufre en la naturaleza (figura 7) en alguna forma es parecido al ciclo del nitrógeno, aunque la cantidad que de éste se encuentra en la atmósfera es insignificante comparada con la de nitrógeno y la mineralización del azufre con frecuencia es relativamente lenta. Se encuentra en los sedimentos como sulfuros (piritas) y sulfatos, como impureza en la hulla y en regiones volcánicas como azufre elemental. Por erosión y temperización de las rocas se incorpora al suelo donde los sulfuros son oxidados químicamente, aunque en mayor proporción biológicamente, a sulfatos. Los sulfatos pueden ser lixiviados hacia los sedimentos profundos o absorbidos por las plantas, bacterias y otros microorganismos. Las plantas absorben del suelo sulfatos y también pequeñas cantidades de compuestos orgánicos de azufre. En las plantas el azufre es reducido e incorporado a los aminoácidos cisteína, cistina y methionina y así forman parte de las proteínas. La cistina es fundamental en la estructura secundaria de las proteínas y la cisteína en ciertas enzimas que actúan en procesos de oxi-reducción cuyos centros activos son los grupos sulfhidrilo de este aminoácido. Otros compuestos orgánicos del azufre, como la vitamina B, biotina y ácido lipoico son biológicamente importantes. Los animales toman el azufre de la materia orgánica vegetal. Los residuos vegetales y animales son descompuestos por la microfauna y microflora del suelo, y el azufre es mineralizado a sulfato si las condiciones son aeróbicas; pero en condiciones anaeróbicas, sobre todo cuando se produce la putrefacción de las proteínas, se libera sulfuro de hidrógeno (H 2 S). Hay un grupo muy numeroso de bacterias que descomponen la materia orgánica y son capaces de liberar sulfuro de hidrógeno. El sulfuro de hidrógeno es oxidado a sulfito y sulfato químicamente en muy baja proporción. La mayor parte de la oxidación del sulfuro, azufre elemental y otros compuestos inorgánicos, a sulfato es el resultado de la actividad microbiana. Algunas bacterias son autótrofas y obtienen su energía de estas reacciones. Las bacterias autótrofas del azufre pertenecen a los géneros Thiobacillus y Sulfolobus, aunque las últimas son poco importantes ya que son bacterias de fuentes termales. Las distintas bacterias del género Thiobacillus actúan a distintos pH y utilizan distintos sustratos. Thiobacillus thioxidans y Thiobacillus ferroxidans crecen en medios ácidos, mientras que y Thiobacillus thioparus, Thiobacillus denitrificans Thiobacillus novellus crecen en medios neutros o algo alcalinos. De todas estas especies, salvo son autótrofos obligados, y Thiobacillus novellus, Thiobacillus perometabolis si bien es heterótrofo se beneficia con la oxidación de compuestos inorgánicos de azufre a sulfato. El Thiobacillus ferroxidans puede obtener su energía indistintamente de la oxidación de sulfuros o compuestos ferrosos de hierro. Todos son aerobios, salvo Thiobacillus denitrificans que en condiciones anaerobias obtiene el oxígeno de la reducción de nitratos. También hay bacterias heterótrofas, actinomicetas y hongos de los géneros Arthrobacter, Bacillus, Pseudomonas, Streptomyces, Aspergillus y Penicillum que pueden oxidar compuestos del azufre a sulfato, algunos de los cuales pueden ser incluso más importantes que las bacterias autótrofas. En condiciones anaerobias, como las de los suelos anegados, el sulfato es reducido a sulfuro de hidrógeno. Esta reducción es llevada a cabo por bacterias del 31 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 7. Representación esquemática del ciclo del azufre en la naturaleza. género Desulfovibrio, sobre todo Desulfovibrio desulfuricans y en menor grado por otras bacterias. Estas bacterias son anaerobias pero no prosperan en pantanos muy ácidos. Aunque son aparentemente poco importantes, especies de los géneros Bacillus, Pseudomonas y Saccharomyces también reducen el sulfato. Otros compuestos de azufre menos oxidados pueden ser reducidos a sulfuro por muchas bacterias, actinomicetas y hongos. La combustión de hulla y restos animales y vegetales liberan a la atmósfera cantidades apreciables de dióxido de azufre, como así también la actividad volcánica y las fumarolas. Sin embargo, parece que la cantidad de azufre volatilizado como sulfuro de hidrógeno por la actividad microbiana de los pantanos es apreciablemente mayor, ya sea por descomposición de la materia orgánica o por reducción microbiana de los sulfatos. El sulfuro de hidrógeno volatilizado se oxida en el aire a dióxido de azufre (SO 2 ) y de allí a sulfato que se disuelve en el vapor de 32 1. El Ecosistema agua y retorna al suelo arrastrado por el agua de lluvia. La cantidad de azufre que vuelve de esta manera al suelo varía entre 1 kg. y 100 kg. por hectárea por año. En regiones altamente industrializadas la cantidad de sulfatos disuelta en el agua de lluvia puede ser muy alta, dando lugar a las lluvias ácidas que pueden ser muy dañinas para la vegetación. 1.2.5. Circulación del oxígeno y el agua Más del 20% del aire está constituido por oxígeno y es el elemento más abundante de la corteza terrestre donde se encuentra como óxidos y sales. La oxidación de los distintos elementos y combustión del carbono inorgánico u orgánico implican una fijación del oxígeno como dióxido de carbono o distintos óxidos. El oxígeno es indispensable para la respiración de los seres vivos, proceso en el cual se produce la oxidación de la materia orgánica. Debido a las oxidaciones, combustión y respiración hay un constante consumo de oxígeno, sin embargo su concentración en el aire no varía apreciablemente salvo en lugares muy cerrados y poco ventilados. El proceso más importante por el cual se libera oxígeno que se restituye a la atmósfera es la fotosíntesis que realiza toda la vegetación de la biosfera. Si bien toda la vegetación libera oxígeno durante el día son particularmente muy importantes las grandes masas boscosas, sobre todo las amazónicas, para la economía de este elemento en la biosfera. También se ha señalado la importancia que puede tener la reducción del sulfato en los pantanos para la restitución del oxígeno a la atmósfera; sin embargo este proceso es muy secundario en relación con la cantidad de oxígeno devuelta por la fotosíntesis. El agua es fundamental en el mantenimiento de la vida, ya que más del 75% del peso de los seres vivos está constituido por agua. El agua es el reactivo de la fotosíntesis y de la hidrólisis de los distintos compuestos orgánicos y ésta se libera en el proceso de respiración. Sin embargo la cantidad de agua que interviene como reactivo en los procesos metabólicos es insignificante en relación a la cantidad de agua presente y que circula dentro de los seres vivos. Tanto los vegetales como los animales absorben grandes cantidades de agua que evaporan a la atmósfera en el proceso de transpiración. Además constantemente se produce evaporación de agua desde los océanos, lagos y ríos y desde la superficie misma del suelo. El agua evaporada y liberada a la atmósfera por la respiración y combustiones, se condensa en la atmósfera y precipita bajo la forma de lluvia, nieve, niebla o granizo hacia la superficie de la tierra. Los vientos distribuyen en forma irregular el agua atmosférica y aquella precipitada hacia la tierra se escurre superficialmente o drena y circula por las napas subterráneas y ríos hacia los mares. Una pequeña cantidad de agua es constantemente fijada como agua de cristalización de diversas sales, que a veces es liberada por acción del calor. De esta manera el agua constantemente circula y se redistribuye en la biosfera. La distribución desuniforme del agua sobre la tierra es uno de los principales determinantes de la gran diversidad de ecosistemas que se encuentra en el planeta. 1.2.6. Circulación de otros elementos Todos los otros elementos que componen la tierra circulan de alguna manera por los ecosistemas; pero no se conoce con todo detalle como lo hace cada uno de ellos. La circulación de algunos elementos es poco importante para la vida y solamente unos pocos son indispensables para los vegetales, los animales y los microorganismos; otros, no sólo no son indispensables, sino que son tóxicos como el 33 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología mercurio, otros metales pesados y el arsénico. Hay algunos elementos que si bien son indispensables en muy bajas concentraciones, en concentraciones mayores pueden ser muy tóxicos. La cantidad de elementos solubles en el suelo en muchos casos depende de la reacción del suelo y de la presencia de otros elementos. Así, por ejemplo, el molibdeno que es indispensable para la fijación de nitrógeno y reducción de nitratos se inmoviliza en medios ácidos y se solubiliza en medios alcalinos. El hierro se encuentra en cantidades suficientes dentro del suelo, pero en medios alcalinos o en presencia de calcio se inmoviliza y no es absorbido por las plantas, hecho que se puede observar por las deficiencias de hierro que se produce en las hortensias cultivadas próximas a muros encalados. La acción microbiana libera muchos elementos en forma directa por descomposición de la materia orgánica, o indirectamente por producción de ácidos que disuelven los minerales del suelo. Además, sobre todo algunos metales como el manganeso y el hierro solamente son absorbidos por las plantas si se encuentran en sus formas reducidas. En el suelo pueden oxidarse a sus formas mangánica o férrica si la reacción del suelo es alcalina, aunque el hierro también es oxidado a su forma férrica en suelos muy ácidos por la bacteria del azufre Thiobacillus ferroxidans. Muchas oxidaciones y reducciones de distintos elementos son microbianas, por lo tanto la disponibilidad de algunos elementos depende de la actividad de la microflora del suelo. Por último, los elementos o sus sales solubles deben ser retenidos por el suelo, de lo contrario son lixiviados y arrastrados a sedimentos profundos, de donde vuelven a la corteza terrestre después de mucho tiempo por procesos orogénicos o vulcanismo. 1.2.7. Flujo de energía Energía es la capacidad de producir trabajo. Hay distintas formas energía que se pueden transformar unas en otras y todas pueden ser transformadas calor, que es una forma de energía. De acuerdo con el primer principio de termodinámica, en la naturaleza la energía no se crea ni se destruye sino que transforma. de en la se La síntesis de materia orgánica, la reconversión de la misma, el crecimiento y el movimiento de los individuos, la mineralización de la materia orgánica, etc. son trabajos para los cuales se requiere energía. La energía almacenada dentro de los distintos compuestos de la materia es la entalpía o cantidad de calor de los mismos, que depende de su composición, concentración y estado. Cada transformación es un trabajo y la energía que puede ser utilizada en realizar ese trabajo es la energía libre. Una transformación metabólica se realiza espontáneamente si hay un descenso de energía libre; si no la energía libre necesaria debe ser provista por otra reacción metabólica. La energía que se transforma en calor se traduce en movimiento de las partículas, movimiento que es más caótico cuanto más alta es la temperatura del sistema. Es decir, que cuanto más se calienta el sistema mayor es el desorden dentro del mismo. La medida del desorden está dada por la entropía, que es una forma degradada de energía, ya que no puede ser usada en trabajo útil. El segundo principio de la termodinámica establece que en cada transformación de la energía hay una 34 1. El Ecosistema degradación de la misma en forma de entropía, que es disipada, por lo tanto que el sistema pierde. El orden dentro del sistema se logra disipando grandes cantidades de energía en forma de calor. Es decir, se produce un descenso de energía libre con un concomitante aumento de entropía. El ecosistema recibe la energía del sol. En el sol se liberan grandes cantidades de energía en reacciones nucleares como las que ocurren en las bombas de hidrógeno. Esta energía se libera en partículas denominadas fotones, que se propagan como ondas electromagnéticas por el espacio y parte llega a la tierra. Prácticamente toda la energía que se intercambia en la tierra proviene en última instancia del sol; solamente la energía liberada en las reacciones termonucleares es nativa de la tierra. La energía que llega del sol como ondas electromagnéticas es la radiación solar y aquella fracción que es detectada por el ojo humano se denomina luz visible. Parte de esa radiación es reflejada hacia el espacio por las altas capas de la atmósfera y parte es absorbida por el ozono, el vapor de agua, el dióxido de carbono y otros gases y partículas suspendidas en el aire, por lo que solamente una fracción de ella llega a la superficie de la tierra. La superficie terrestre y su vegetación reflejan parte de la radiación que reciben y al absorber ésta se calientan y reirradian energía que devuelven al espacio. Las plantas no absorben toda la radiación incidente. La radiación solar es una forma muy dispersa de energía que las plantas concentran y convierten en energía química bajo la forma de hidratos de carbono y otros compuestos orgánicos, mediante el proceso de fotosíntesis. Muchas de las reacciones metabólicas de las plantas requieren energía que proviene de la liberación de energía que se produce en el proceso de respiración. Un tercio, o más, de la energía almacenada en la fotosíntesis es liberada en la respiración. La concentración de energía en un depósito significa un trabajo que ordena el sistema. La energía así almacenada es de mayor calidad y queda disponible para los consumidores. Sin embargo para realizar este trabajo fue necesario hacer una inversión muy grande de energía. Al absorber energía radiante el suelo y las plantas se calientan, reirradian una parte importante de la energía que absorbieron y disipan la mayor parte del calor calentando el aire circundante y sobre todo evaporando agua. De esta manera, de la energía recibida una parte pequeña queda almacenada, el resto es reirradiada o disipada como calor al calentar el aire, evaporar agua y en la respiración. Si se computase la energía incidente y la energía disipada de distintas maneras, se vería que solamente 0.1% de la energía recibida es almacenada por los productores. El depósito de energía creado por los productores, o sea las plantas verdes se divide en dos, por un lado el depósito de alimentos de los herbívoros y por otro el depósito de materia orgánica muerta, que es en realidad parte del depósito de alimentos de los degradadores. Los herbívoros consumen la energía química que proveen los vegetales, pero no asimilan toda, ya que una parte la pierden en las heces y enriquece el depósito de materia orgánica muerta. De la energía que asimilan, una parte la liberan en el proceso respiratorio y es utilizada en todos los procesos metabólicos del animal, en el crecimiento, en el movimiento y en todas las otras funciones que cumple el herbívoro y finalmente se disipa como calor. De la energía libre que existía en el depósito de alimentos de los herbívoros solamente una parte llega y es almacenada en el depósito creado por ellos, el resto se disipa aumentando la entropía. 35 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología El depósito almacenado por los herbívoros se divide en el depósito de alimentos de los carnívoros, donde se encuentra energía concentrada de muy alta calidad y el resto engrosa el depósito de materia orgánica muerta. Lo mismo ocurre en los siguientes niveles tróficos y algo parecido pasa con el depósito de materia orgánica muerta. La microfauna y microflora detritívora descomponen la materia orgánica disminuyendo la energía libre y aumentando la entropía que se disipa en el calor generado en la descomposición. Una parte no se descompone y allí la energía queda bloqueada en forma muy concentrada en los depósitos de combustibles fósiles, que puede ser liberada millones de años después cuando se produce la combustión de los mismos. La energía de la materia orgánica que se descompone y que no es disipada se almacena en pequeños depósitos parciales. El proceso de mineralización subsiguiente implica una gran disipación de energía y descenso de energía libre. Las plantas verdes no podrían resintetizar la materia orgánica con la energía residual que queda en los depósitos de materia mineralizada. Este proceso de reordenamiento requiere un gran aporte de energía que proviene del sol bajo la forma de energía radiante. La energía disipada y degradada como resultado del funcionamiento de la biosfera y de toda la tierra en conjunto como así también de todo el universo, va al sumidero universal de energía degradada que no es un lugar físico concreto, o por lo menos no se conoce tal. En el esquema de la figura 8 se muestra el destino de la energía radiante que llega al ecosistema y su flujo a través de él. Hemos considerado un ecosistema cerrado, donde no hay aportes externos de materia orgánica ni exportación de la misma. Sin embargo en muchos ecosistemas parte de la energía que reciben llega como energía química en materia orgánica que proviene de otros ecosistemas y parte es exportada a otros ecosistemas de la misma forma. Si bien es cierto que en la mayor parte de los ecosistemas hay una pequeña importación de energía como materia orgánica hay tres tipos de ecosistemas, los estuarios, las ciudades y el fondo del mar, donde la entrada de energía como materia orgánica es substancial y no podrían funcionar como lo hacen sin este aporte. A los ecosistemas estuarinos llega gran cantidad de energía en forma de materia orgánica que fue sintetizada por productores de ecosistemas fluviales situados aguas arriba o arrastrada por el agua de escorrentía desde ecosistemas terrestres. Debido a ésto en el estuario hay mayor número y biomasa de consumidores que lo que permitirían los productores allí existentes y un número importante de cadenas tróficas se inician con peces y otros organismos detritívoros que se alimentan de la materia orgánica importada. 36 1. El Ecosistema Figura 8. Flujo de energía a través del ecosistema. P, productores; C, consumidores; MO, materia orgánica muerta; M, minerales. Los círculos representan cantidad de energía por unidad de superficie. Una ciudad puede considerarse un ecosistema, pero su biota es muy peculiar. Los productores son muy escasos y están confinados en parques, plazas, jardines y baldíos. Estos productores contribuyen a la circulación del oxígeno y proveen energía y alimento a muy pocas poblaciones de consumidores; y la contribución que ofrecen para la alimentación de la población más importante es insignificante. Por lo tanto la ciudad depende de la importación de materia orgánica desde el contorno, o aún más lejos, incluso allende los mares, para satisfacer sus necesidades energéticas. Esta materia orgánica no solamente es el sustento de la población humana de la ciudad, sino también de otras poblaciones de consumidores que conviven con los 37 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología humanos y que cumplen una función muy importante en la degradación de la materia orgánica no aprovechada por el hombre. Además de importar materia orgánica, la ciudad exporta energía ya sea como energía eléctrica, productos manufacturados y mucho más cantidad como materia orgánica en los desperdicios que no aprovecha la población humana. Es así que alrededor de las ciudades hay una gran variedad de ecosistemas subsidiarios que por un lado las proveen de materia orgánica y por otro degradan la que no es utilizada dentro de la ciudad. Un ecosistema sin productores no se podría concebir. Sin embargo en los océanos la luz no penetra más allá de los 200 m de profundidad y en algunos lugares la profundidad supera varios miles de metros, pero el fondo del mar está habitado. En las profundidades del océano como no hay luz no se realiza la fotosíntesis por lo tanto no hay productores. Estos ecosistemas de fondo de mar sin productores se proveen de energía bajo la forma de materia orgánica que fue sintetizada por los ecosistemas superficiales del mar. Los desechos y animales muertos de los ecosistemas superficiales se hunden y se convierten en el alimento de los consumidores de los ecosistemas más profundos. Estos ecosistemas en que la materia orgánica importada es una fracción importante, o incluso la totalidad de la energía que utilizan, no son ecosistemas autónomos y su delimitación como tales es muy arbitraria, ya que en realidad formarían un único ecosistema con aquellos que los proveen de energía. 1.3. HÁBITAT, NICHO Y DIVERSIDAD El hábitat es el lugar donde viven las especies y el nicho ecológico es la posición que ocupan dentro del ecosistema. Un ecosistema tiene más diversidad cuanto mayor sea la diferenciación del hábitat y mayor sea el número de nichos disponibles. La estabilidad de un ecosistema está correlacionada con su diversidad aunque no es función directa de ésta. 1.3.1. El Hábitat El hábitat está caracterizado por el medio donde viven las especies y el estado de éste. El primer nivel de diferenciación del hábitat está dado por la densidad del medio; ya que son muy distintos el hábitat del océano, donde el medio es muy denso y el de los ecosistemas terrestres donde el medio, el aire, es muy tenue. La temperatura y la presión diferencian zonas distintas tanto en los mares como sobre la tierra, lo que provoca movimientos de masas de aire o de agua que crean distintos ambientes. La luz penetra en los cuerpos de agua hasta distintas profundidades, dependiendo ésto de la transparencia que es una función de la biota y substancias en suspensión. El mar es muy transparente, por lo que la luz penetra hasta alrededor de 200 m de profundidad, mientras que en algunos lagos de biota muy rica o con muchos sedimentos en suspensión, la luz penetra hasta muy pocos metros de profundidad. En los ecosistemas terrestres la cantidad de luz que llega a la biota depende fundamentalmente de la latitud y la penetración de la luz dentro de la comunidad biótica está condicionada por la densidad y estructura de la vegetación. 38 1. El Ecosistema Estas diferencias en iluminación, presión y temperatura crea distintos climas y las condiciones climáticas regionales, el macroclima, crea ambientes distintos sobre la superficie de la tierra. La altura topográfica o la profundidad en los cuerpos de agua produce una diferenciación del hábitat dentro de una región con un clima más o menos uniforme. Otros factores de tipo fisiográficos o bióticos producen una partición del clima general en microclimas donde el hábitat es distinto. Además de los factores de tipo climático, el hábitat está caracterizado por los factores intrínsecos del sustrato, o los factores edáficos en los ecosistemas terrestres. En el fondo del mar el hábitat es distinto si éste es rocoso, arenoso, o está formado por lodos; lo mismo que en el suelo, el hábitat varía con el tipo de suelo, si está bien drenado, si hay afloramientos rocosos, depresiones anegables, etc. En conjunto el hábitat puede ser muy homogéneo a través de grandes áreas, o ser muy heterogéneo; pero siempre presenta una cierta heterogeneidad vertical dada por la penetración diferencial de la luz y una heterogeneidad horizontal dada entre otros factores por la heterogeneidad propia del sustrato. Esto hace que el hábitat esté diferenciado en una gran cantidad de fracciones, las más pequeñas de las cuales se denominan biotopos. Lugares muy expuestos a la luz y lugares sombreados están en biotopos distintos; fondos de barro, de arena y afloramientos rocosos también constituyen biotopos distintos. Si se tiene en cuenta toda la variación de los distintos factores ambientales dentro de un ecosistema es posible diferenciar un número relativamente grande de biotopos que serán ocupados por distintas especies. Por lo tanto cuanto mayor sea la diferenciación de biotopos, mayor será el número de especies que compondrá la biota del ecosistema y éste será más diverso. No se debe confundir hábitat con localidad. La localidad está definida por las coordenadas geográficas, mientras que el hábitat está definido por los factores del ambiente, por lo tanto en una misma localidad se pueden encontrar hábitats muy diferentes. 1.3.2. El nicho ecológico El concepto de nicho ecológico ha evolucionado con el tiempo y se puede definir como la posición que las especies ocupan dentro del ecosistema, o sea el papel o función que desempeñan dentro de él. Entre los primeros en usar el término se encuentra Grinell (1917), que lo definió como la última unidad de distribución de las especies, dando por lo tanto un concepto espacial del mismo que no difiere mucho del concepto de biotopo definido en la sección anterior. Fue Elton (1927) quien lo definió como la posición funcional de un organismo dentro de su comunidad y destacó las relaciones alimentarias que guardan entre sí las distintas especies. El concepto de nicho está estrechamente relacionado con el concepto de competencia y de acuerdo con el principio de exclusión competitiva de Gause dos especies no pueden coexistir si ocupan el mismo nicho. Aunque algunos ecólogos no aceptan completamente este principio, en general la mayoría de los zoólogos si lo aceptan. En muchos casos se encontraron especies que aparentemente convivían dentro de un mismo nicho, pero a medida que el nicho se caracterizó con más precisión se observó que nichos que parecían idénticos en realidad eran distintos. El nicho puede definirse como un hipervolumen o como un espacio de n dimensiones y 39 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología Figura 9. Representación gráfica de la riqueza, equitatividad y diversidad en tres ecosistemas. Las barras representan biomasa y a, b, c, d y e las distintas especies. El ecosistema A tiene baja riqueza, por lo tanto baja diversidad; el ecosistema B tiene alta riqueza, pero baja equitatividad, por lo tanto poca diversidad y el ecosistema C tiene alta riqueza y equitatividad, por lo tanto alta diversidad. los nichos de dos especies pueden ser idénticos en más de una dimensión, pero diferir en otras. La posición trófica es una dimensión del nicho; los herbívoros se encuentran en distinto nicho que los carnívoros, pero no todos los herbívoros se encuentran exactamente en el mismo nicho. Los herbívoros que utilizan distintos recursos, es decir, que se alimentan de especies vegetales distintas, están en nichos diferentes y aún si se alimentan de la misma especie tienen nichos distintos si se alimentan de distintas partes de la misma. Pero aún así, si los nichos son idénticos en estas tres dimensiones, pueden diferir en otras dimensiones: una especie puede ser invernal y otra estival; una diurna y la otra nocturna, etc. El nicho de una especie animal es relativamente fácil de caracterizar, ya que teniendo en cuenta únicamente sus necesidades alimentarias, para un millón de especies animales hay 300.000 especies vegetales que a su vez tienen distintos órganos: hojas, tallos, raíces, flores, frutos, etc.; y existen tres o cuatro niveles de carnívoros y a todo esto hay que sumarle la estacionalidad y los hábitos circadianos, es decir, la actividad a lo largo de los ciclos diurnos. Por lo tanto es fácil imaginar un enorme número de nichos distintos para todas las especies animales. El nicho de las plantas verdes es mucho más difícil de caracterizar ya que todas las plantas están en el primer nivel trófico y necesitan los mismos nutrientes, agua, dióxido de carbono y luz. Grubb (1977) caracteriza el nicho de las plantas con cuatro ejes: 1) el primer eje es el Nicho Habitacional, que incluye los límites de tolerancia de una planta madura a los distintos factores físicos y químicos y sus fluctuaciones; 2) el segundo, la Forma de Vida, que expresa el tamaño y productividad de los individuos y su estructura tridimensional; 3) el Nicho Fenológico, o sea la estacionalidad y 4) el Nicho Regeneracional que indica los requerimientos necesarios para reemplazar con éxito un individuo maduro por otro individuo maduro en la generación siguiente. El nicho habitacional es equivalente al biotopo, pero el biotopo como ha sido definido en la sección precedente no caracteriza totalmente al nicho, sino solamente alguna de sus dimensiones. Si una especie se encuentra sola, su nicho tiene un tamaño, y a éste se lo denomina α-nicho, nicho fundamental, virtual o precompetitivo; mientras que si se encuentra con otras especies de características ecológicas similares, su nicho se contrae. La fracción del nicho fundamental de una especie que queda después de haberse contraído por encontrarse con otras especies de nicho similar es el ß-nicho, nicho realizado o post-competitivo. Cuanto más parecido sea el nicho de dos especies, esto es, cuanto más se superpongan, mayor será la competencia entre ellas cuando se encuentren juntas. La 40 1. El Ecosistema competencia puede ser directa, como es la competencia por el espacio físico; o explotacional, como es el caso de la competencia por el uso de un recurso que se encuentra en cantidades limitantes. La superposición de nichos puede ser una condición necesaria, pero no es suficiente para que dos especies que conviven en un lugar entren en competencia explotacional, ya que si la disponibilidad del recurso requerido por las dos especies es más que suficientes para satisfacer las necesidades de ambas, éstas no entrarán en competencia. Si dos especies tienen nichos idénticos, cuando se encuentren juntas competirán y tenderán a excluirse mutuamente y puede ocurrir que una logre excluir a la otra. Sin embargo a veces el efecto de la competencia es la reducción del número de individuos o de la biomasa de una de las especies hasta un cierto nivel, es decir, la rarificación de esa especie pero no la exclusión total de la misma. 1.3.3. Gremios Las especies de un lugar cuyos nichos comparten algunas características forman un gremio. La definición más estricta del gremio es todas las especies que ocuparían el mismo nicho en un lugar. Sin embargo se definen gremios teniendo en cuenta solamente una o algunas dimensiones de los respectivos nichos. Por ejemplo: en un lugar determinado las especies vegetales se pueden reunir en gremios estacionales; algunas forman un gremio que florece y fructifica en la primavera, otras un gremio que lo hace en el otoño y podría haber otros gremios estacionales. También, las aves de un ecosistema podrían reunirse en gremios según el tipo de recurso que utilicen; el gremio de las frugívoras, el de las granívoras, el de las insectívoras, etc. A su vez cada uno de estos gremios se puede dividir en gremios o subgremios según otras características de sus respectivos nichos. 1.3.4. Diversidad, riqueza y equitatividad Cuanto mayor es el número de biotopos distintos mayor es el número de especies que pueden habitar en un lugar y cuanto más grande es la cantidad de nichos disponibles, más grande es el número de especies que pueden convivir en un ecosistema. Un ecosistema que tiene muchas especies es un ecosistema muy rico, si el número de especies vegetales es grande la riqueza florística es grande y si tiene un gran número de especies animales su riqueza faunística es grande. Cuanto mayor sean la riqueza florística y la riqueza faunística probablemente la diversidad del ecosistema sea mayor, pero ésto no siempre es cierto. Un ecosistema puede tener mayor diversidad que otro cuya riqueza florística y faunística sea más grande; y dos ecosistemas con el mismo número de especies pueden tener distinta diversidad. Si dos ecosistemas tienen el mismo número de especies, el ecosistema de mayor diversidad será aquel en que la biomasa esté mejor distribuida entre sus especies. En la figura 9 se representan por barras el 100% de la biomasa de los ecosistemas A, B y C. El ecosistema A tiene una sola especie y los ecosistemas B y C tienen cinco especies cada uno, por lo tanto sus riquezas son idénticas y son más ricos y diversos que el ecosistema A. Pero el ecosistema C tiene mayor diversidad que el ecosistema B, ya que sus cinco especies contribuyen en forma aproximadamente igual a la biomasa total del mismo, mientras que en B una especie es muy importante y aporta la mayor parte de la biomasa del ecosistema, en cambio las otras especies son insignificantes. 41 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología La distribución de la biomasa, o importancia, entre las distintas especies del ecosistema se denomina equitatividad. La equitatividad se puede expresar con cualquier medida de importancia relativa de las especies, ya sea la biomasa, el número de individuos, la cobertura, etc. Cuando hay una especie fuertemente dominante la equitatividad del ecosistema es muy baja, en cambio si no hay especies claramente dominantes y muchas de ellas son importantes la equitatividad es muy alta. Por lo tanto la diversidad tiene dos componentes, la riqueza específica y la equitatividad. Con frecuencia la segunda es más importante que la primera en la determinación de la diversidad de los ecosistemas. Se han elaborado varios índices para expresar la diversidad de un ecosistema, o más propiamente de su comunidad biótica. Entre otros uno de ellos es el índice de Simpson (1949): D = 1− s 1 ∑ ni (ni − 1) N ( N − 1) i =1 y otro es la entropía de Shannon (Shannon & Weaver, 1963): s H = N log N − ∑ ni log ni i =1 donde N es el total de individuos de todas las especie, S el número total de especies y n i el número de individuos de la especie i. 1.4. REGULACIÓN Y ESTABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS El ecosistema funciona como una unidad en forma armónica. Cualquier alteración que afecte a una de sus partes provoca cambios en el resto del ecosistema de modo que el mismo se mantiene en equilibrio. El equilibrio del ecosistema no es estático sino dinámico y tiende a un estado estable. Dentro del estado estable el ecosistema se autorregula y si sufre una perturbación muy grande y sostenida, ésta puede llevar al mismo a una condición de equilibrio dentro de un nuevo estado estable. Cuando esta perturbación cesa, el ecosistema revierte a su condición primitiva de equilibrio. 1.4.1. Diversidad y estabilidad En general cuanto mayor es la diversidad de un ecosistema éste es más estable, ya que cualquier cambio que se produzca en él será compensado con mayor facilidad. Pero hay ecosistemas con muy alta diversidad que son muy inestables. La estabilidad del ecosistema aumenta con su diversidad si también hay una gran conectancia dentro del mismo. La conectancia depende de las interrelaciones que existen entre las especies. Un ecosistema formado por muchas especies poco relacionadas entre sí, lejos de ser estable puede ser muy inestable. Por ejemplo, si un ecosistema tiene varias cadenas tróficas completamente independientes, al alterarse o desaparecer un eslabón de una de las cadenas, toda esa cadena estará comprometida y 42 1. El Ecosistema el ecosistema cambiará su condición de equilibrio. En cambio, si las cadenas están interconectadas entre sí, la desaparición de una especie en una cadena no afectará mayormente a la misma, ya que el flujo de materia y energía a través de esa cadena tendrá otras vías alternativas, por lo que la variación en el equilibrio será insignificante. En realidad es difícil concebir un ecosistema formado por cadenas alimentarias independientes y comúnmente un aumento de la diversidad está acompañado de un aumento de la conectancia. Sin embargo en algunas circunstancias se produce un aumento muy grande de la diversidad pero el ecosistema lejos de ser más estable se torna muy inestable. La conectancia es mayor cuanto más grande sea el número de relaciones positivas entre las especies; por lo tanto si aumenta el número de especies con requerimientos similares, se establece entre ellas relaciones muy negativas, es decir competencia, y las especies tienden a excluirse mutuamente, por lo cual la estabilidad del ecosistema es muy baja. Al producirse una perturbación muy grande como cuando ocurre una catástrofe, v.gr. una gran inundación, una conflagración, o la destrucción de la vegetación por un huracán; se reduce drásticamente la diversidad. Muy poco tiempo después se instala una comunidad biótica compuesta de muchas especies, en que no solamente la riqueza específica es alta sino también la equitatividad, por lo que el ecosistema tiene una diversidad muy grande. Este ecosistema, si bien muy diverso, es muy inestable ya que las relaciones de competencia entre las especies son muy fuertes. A medida que la biota evoluciona, las especies que compiten tienden a excluirse y se reducen hasta llegar a un estado de equilibrio, y concomitantemente comienzan a desarrollarse relaciones de simbiosis, que son las relaciones más positivas, y relaciones de dependencia entre las especies que perduran o que se introducen posteriormente. Después de esa primera etapa, donde la diversidad es alta pero la conectancia es baja, la diversidad disminuye y aumenta la conectancia hasta llegar a una situación de equilibrio en que el ecosistema adquiere máxima estabilidad. La conectancia dentro del ecosistema aumenta a medida que aumentan las relaciones interespecíficas positivas y disminuyen las relaciones interespecíficas negativas, entre las cuales la competencia es la más negativa. 1.4.2. Retroalimentación y regulación del ecosistema Muchos mecanismos de regulación de los ecosistemas son mecanismos de retroalimentación. En la figura 10 se muestra un diagrama del mecanismo de regulación automática de una caldera de calefacción que es un buen ejemplo de mecanismo de retroalimentación. Cuando se calienta el agua de la caldera (1), en el termostato (3) se dilata el mercurio que hay en un tubo. Al dilatarse el mercurio obstruye el paso de gas por la llave (2), por lo cual el fuego de los quemadores de gas (4) se apaga y el agua de la caldera se enfría. Al enfriarse el agua, se contrae el mercurio del termostato, por lo que se abre nuevamente la llave de gas y se enciende el fuego de los quemadores que calienta el agua de la caldera. El ciclo se repite sucesivamente y de esa manera la temperatura del agua se mantiene automáticamente dentro de un rango constante muy estrecho. Hay dos clase de mecanismos de retroalimentación. Los mecanismos negativos, donde la alteración contrarresta el cambio de estado, como en el caso del mecanismo de autorregulación de la caldera; y los mecanismos positivos donde la alteración amplifica el cambio de estado. En la mayoría de los ecosistemas operan los dos tipos de mecanismos. 43 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología 11. Esquema Mecanismos de regulación de un ecosistema. 1 - Sistema 1de- Caldera, retroalimentaFigura 10. de una caldera regulada por retroalimentación. 2llave positivo, ción de gas, 32- ytermostato, 3 - sistemas 4 -dequemadores retroalimentación de gas. negativos. En el diagrama de la figura 11 se representa un ecosistema y se señalan distintos mecanismos de retroalimentación que lo regulan. Si la población de herbívoros es pequeña, la biomasa vegetal crece y aumenta la materia orgánica muerta incorporada al suelo provocando una mayor fertilidad del mismo, que resulta en un aumento de la biomasa vegetal y su calidad forrajera (sistema I). Este es un mecanismo positivo de retroalimentación que crea un círculo vicioso; ya que al aumentar la biomasa vegetal, más materia orgánica vegetal ingresará al suelo, lo que significa un aumento progresivo de la fertilidad del suelo y concomitantemente un incremento progresivo de la biomasa vegetal y su calidad forrajera. Entonces un incremento de la biomasa vegetal resulta en un mayor incremento de la misma. Pero al aumentar la cantidad de biomasa vegetal y su calidad forrajera, aumenta el número de herbívoros porque tienen más y mejor alimento; al aumentar el número de herbívoros hay mayor consumo de vegetales, por lo tanto su biomasa se reduce y habrá menor incorporación de materia orgánica al suelo (sistema II). Este es un mecanismo de retroalimentación negativo. Al disminuir la biomasa vegetal la cantidad de alimento para los herbívoros se reduce, por lo que su población decrece, y al consumir menos, la biomasa vegetal comienza a aumentar nuevamente. A su vez, cuando el número de herbívoros aumenta, los depredadores que se alimentan de ellos se multiplican, lo que significa un mayor consumo de herbívoros, por lo tanto una reducción de su población que provoca entonces escasez de alimento para los depredadores. Al no tener alimento suficiente la población de depredadores se reduce (sistema III). De esta forma la biomasa de vegetales, el número de herbívoros y carnívoros depredadores y la materia orgánica del suelo fluctúan alrededor de una media manteniéndose más o menos constantes y en equilibrio. En los ecosistemas reales hay muchos más bucles que autorregulan el ecosistema, algunos de los cuales amplifican el estado de los compartimentos que atraviesan y otros que lo contrarrestan. La regulación es mayor y más perfecta cuanto mayor sea el número de bucles. El número de bucles aumenta con la diversidad y cada uno de ellos representa un aumento de la conectancia dentro del ecosistema. 44 1. El Ecosistema 1.4.3. El estado estable Cuando no se producen cambios significativos en los componentes bióticos y abióticos del ecosistema sus mecanismos de autorregulación funcionan de tal manera que el ecosistema se mantiene en equilibrio estable, esto es, se encuentra en el estado estable. En el estado estable las poblaciones vegetales, animales y de microorganismos fluctúan alrededor de una media sin desviarse mucho de ella; la composición florística y faunística se mantiene más o menos constante y cuando el número de individuos de una especie crece, provocará cambios en otra especie que limitará su crecimiento y de esa manera se mantiene el equilibrio. A lo largo del año debido a los cambios estacionales se producen variaciones en las cantidades de individuos de las distintas poblaciones, en la disponibilidad de los recursos y en los factores ambientales en general; pero estas variaciones son cíclicas y la media se mantiene dentro de un rango estrecho para cada estación a lo largo de los años. Si se produce un cambio brusco en los componentes del ecosistema, ya sea cualitativo o cuantitativo, por introducción o supresión de una especie o recurso, el ecosistema se aparta del estado estable. En este caso se producen una serie de cambios en la condición de equilibrio y el ecosistema tiende a revertir por sí mismo a su condición de estado estable primitivo. Cuando el cambio ha sido muy grande como puede ser la inmigración de una especie de mayor capacidad adaptativa, la extinción de una especie importante dentro del ecosistema, un cambio climático, o haya sufrido una perturbación severa, los sistemas de autorregulación pueden dejar de funcionar o ser inoperantes; pero se desarrollarán otros mecanismos de autorregulación que llevarán al ecosistema a una condición de equilibrio distinta y se alcanzará un nuevo estado estable diferente del estado estable original. 1.5. DISTINTOS TIPOS DE ECOSISTEMAS Toda la biosfera podría considerarse un único gran ecosistema ya que de alguna manera, sea directa o indirectamente todos los ecosistemas de la tierra están interrelacionados y conectados entre sí. Sin embargo se pueden definir y aún delimitar unidades ecológicas que funcionan como sistemas autónomos. Estos sistemas, si bien conceptualmente son similares, presentan diferencias muy notables entre sí. Podría decirse que no hay dos ecosistemas idénticos, aunque hay ecosistemas que se parecen a otros y cuyas estructuras y componentes son muy similares. Los ecosistemas se pueden agrupar por su similitud y la primera diferencia entre los grupos de mayor jerarquía está dada por la densidad del medio en que vive la comunidad biótica. Estos grupos son los grandes biociclos. 1.5.1. Los biociclos El biociclo de medio más denso es el Biociclo Marino, ya que la biota se desarrolla dentro del agua de mar que es una solución relativamente concentrada de sales. Los ecosistemas fluviales y lacustres forman el Biociclo de Agua Dulce donde el medio es menos denso que en el biociclo marino, ya que la concentración salina del agua, salvo raras excepciones, es muy inferior a la del agua de mar. Los sistemas de 45 La biosfera y sus ecosistemas: Una Introducción a la Ecología este biociclo se pueden subdividir en sistemas lénticos o leníticos, donde el agua está estancada y no corre, como en los lagos y lagunas; y sistemas lóticos, que son los ríos y arroyos, donde el agua corre. Por último los ecosistemas donde los seres vivos se desarrollan en un medio muy tenue, el aire, constituyen el Biociclo Terrestre. 1.5.2. Ecosistemas prístinos y antrópicos El ser humano ocupa un nicho muy especial debido a su inteligencia y capacidad de elección. El es el modulador del ecosistema donde vive y puede manejar dentro de ciertos límites la condición de equilibrio y crear estados estables distintos al que encontró antes de su entrada al mismo. Los ecosistemas que no han sufrido la acción del hombre son los ecosistemas prístinos y aquellos en que él ha actuado son los ecosistemas antrópicos. La diferencia más notable entre los ecosistemas prístinos y los antrópicos es la diversidad. Los ecosistemas prístinos tienen por lo general una alta diversidad, son muy complejos y con el correr del tiempo las mayoría de sus especies han alcanzado un equilibrio competitivo y se han desarrollado relaciones de simbiosis importantes, por lo que su conectancia también es grande. Todo ésto hace que los ecosistemas prístinos sean muy estables. En cambio, los ecosistemas antrópicos son más simples y su equilibrio es más lábil. La acción antrópica tiende a simplificar los ecosistemas y el grado de simplificación depende del tiempo que ha durado la acción del hombre y el nivel cultural del mismo. El hombre cazador, perteneciente a culturas muy poco desarrolladas, modificó y simplificó ligeramente los ecosistemas en que vivió, pero el impacto del hombre urbano, perteneciente a civilizaciones desarrolladas, es muy grande. Sin considerar las ciudades que son ecosistemas muy particulares, los cultivos son ecosistemas antrópicos muy simples, ya que tienen una especie vegetal de escasa variabilidad genética fuertemente dominante (la especie cultivada), algunos individuos de especies de malezas, que el hombre trata de suprimir, que compiten con la especie cultivada y muy pocas poblaciones en niveles tróficos superiores que en su mayoría el hombre también trata de suprimir. La estabilidad de este ecosistema depende de la suerte que corra la especie cultivada y de los cuidados que el agricultor le dispense. En la actualidad quedan pocas áreas del mundo con ecosistemas absolutamente prístinos. También los desiertos donde la población humana es muy baja han sufrido algún grado de antropización, que incluso en algunos lugares puede ser muy severa. Pero a pesar de que es difícil concebir ecosistemas que no hayan sido perturbados por el ser humano, hay muchos ecosistemas en que la acción antrópica ha sido muy débil y no son muy diferentes de los ecosistemas prístinos. 46 2. LA BIOTA Todos los seres vivos del ecosistema, plantas, animales y microorganismos forman la biota o comunidad biótica del ecosistema. La biota está compuesta por una comunidad vegetal o fitocenosis, superimpuesta a ésta una comunidad animal o zoocenosis y una comunidad de microorganismos. Las comunidades vegetal, animal y de microorganismos del ecosistema no son independientes una de otra, sino mutuamente limitantes y dependientes. Cada una de las comunidades está formada por una serie de poblaciones ordenadas espacialmente que guardan entre sí una serie de relaciones sociales distintas. Cada población, si bien está limitada por otras poblaciones, tiene su propia organización y dinámica. 2.1. POBLACIONES Las poblaciones son conjuntos de individuos y al referirnos a éstas en los ecosistemas, nos referimos a las poblaciones específicas locales. Las poblaciones específicas están formadas por individuos de la misma especie y las poblaciones locales son aquellos individuos que ocupan un área delimitada; es decir, una población específica local es una fracción de la población específica total que es todo el conjunto de individuos de una misma especie dentro de la biosfera. Al analizar una población el primer problema que se presenta es definir al individuo. 2.1.1. El individuo Una oruga es una oruga y un ratón es un ratón; un roble y un pino son un roble y un pino. En esos casos no hay dificultad en definir al individuo; cada uno es un ser autónomo y perfectamente delimitado. Pero, ¿qué es una planta de gramilla rastrera (Cynodon dactylon)? ¿Lo que denominamos individuo es en realidad un individuo, o un conjunto de individuos, o un conjunto de partes semejantes? Definir al individuo de organismos unicelulares es muy sencillo y tampoco se presentan problemas en los animales, salvo raras excepciones entre los animales inferiores y quizá en los insectos sociales, como las termitas, hormigas y abejas, en que se puedan establecer dos niveles de organización poblacional; la población de colonias por un lado (termitarios, hormigueros y colmenas) y la población de insectos de cada colonia por otro. Muy distinto y mucho más complejo es el problema en las plantas. Una planta anual que germina, crece, se desarrolla, florece y produce semillas es un individuo. Una gramínea perenne, germina, macolla, forma una mata, cuando la mata se desarrolla los macollos más o menos se independizan y en este caso ¿cual es el individuo? ¿la mata entera o cada uno de sus macollos? En las plantas estoloníferas, una semilla germina y la planta se desarrolla, emite estolones con raíces adventicias en cada nudo, con el tiempo los trozos de estolones con raíces adventicias se separan 47 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología e independizan de la planta madre, entonces, ¿cual es el individuo? ¿Todo el conjunto que proviene de la semilla, cada trozo independiente de estolón o cada nudo con sus raíces adventicias y hojas? Las plantas están formadas por módulos autónomos que se repiten y que pueden generar una planta entera. Cada uno de estos módulos es un individuo que Harper (1977) denominó ramet y el individuo que proviene de un embrión o un zigoto, formado por uno o muchos ramets forma un genet. Entonces en las plantas debemos considerar que hay dos niveles de organización poblacional. Un conjunto de genets forma una población y a su vez cada genet es una población de ramets y un conjunto de ramets, pertenezcan o no a un mismo genet es también una población. Un árbol es un individuo (genet); pero a su vez es una población de ramets (hojas con sus yemas axilares) que nacen, crecen y mueren. 2.1.2. Formación y desarrollo del grupo Una población puede originarse por el proceso de especiación in situ; esto es, que la especie se haya originado en esa localidad. Sin embargo lo más común es que las especies se hayan originado en algún lugar, quizá muy remoto y el grupo local se inicia con la llegada de un inmigrante o de un propágulo. Los propágulos, diásporos o disemínulos son los órganos de dispersión de las plantas y el propágulo por antonomasia es el embrión con todas sus envolturas, esto es, la semilla, o el fruto, etc.; aunque otros órganos como estolones, rizomas o la planta entera pueden ser un propágulo. Si el inmigrante o el propágulo encuentra condiciones favorables, crece y se reproduce en ese lugar, es decir, realiza la écesis, que significa hacerse a la casa; para lo cual debe estar adaptado o adaptarse a las condiciones medias del lugar y soportar con éxito las limitaciones impuestas por las otras poblaciones presentes. Si eso ocurre la población aumenta de tamaño, por lo tanto crece. El tamaño del grupo aumenta debido a los nacimientos que se producen más el aporte de nuevos inmigrantes; pero concomitantemente puede disminuir el tamaño debido a las muertes de individuos y a los individuos que emigran. Si no hay nuevas inmigraciones y emigraciones el crecimiento de la población, esto es, el aumento del número de individuos (N) está dado por el número de nacimientos menos el número de muertes ∆N = n−m ∆t tanto la natalidad n como la mortalidad m se representan en porcentaje con relación al número de individuos de la población para poder comparar poblaciones de distinto tamaño. El porcentaje de nacimientos por unidad de tiempo es la tasa de natalidad de la población y el de muertes la tasa de mortalidad. Si no hubiese condiciones limitantes, de modo que todos los individuos se reprodujesen, todas las uniones fuesen fértiles en el caso de reproducción sexual, no abortase ningún individuo y no hubiese depredación de huevos o semillas, la tasa de natalidad (natalidad potencial) sería mayor que la tasa de natalidad en condiciones normales (natalidad actual o real). De la misma manera, si todos los individuos muriesen al terminar su ciclo de vida, es decir, que muriesen por decrepitud después de haber superado su etapa reproductiva, la tasa de mortalidad (mortalidad potencial) sería menor que la tasa de mortalidad en condiciones normales (mortalidad actual o real). En condiciones nor48 2. La Biota males debido a accidentes, enfermedades, depredación y otras causas muchos individuos mueren en las etapas juveniles, durante el período reproductivo o en cualquier otra etapa antes de cumplir su ciclo y solamente algunos individuos alcanzan la edad máxima y mueren por decrepitud. 2.1.3. Crecimiento de la población Si la natalidad es mayor que la mortalidad (no habiendo inmigraciones y emigraciones) la población crece; en caso contrario la población decrece. Ahora bien, tanto una como otra son función de la densidad de la población. Si la densidad es muy baja, la dificultad de que se produzcan apareamientos (si la reproducción es sexual) y la desprotección frente al medio hacen que la tasa de natalidad sea muy baja. Un crecimiento de la población implica mayor protección y mayores oportunidades de apareamientos fértiles, por lo tanto la natalidad aumenta; pero por encima de una cierta densidad, el número elevado de individuos hace que aumente el número de interacciones negativas entre individuos y la tasa de natalidad disminuye. Esto no se puede explicar de una forma simple; pero la escasez de alimentos debido al aumento de individuos, hace que las hembras no entren en celo y la competencia entre machos puede ser tan grande que impide o dificulte los apareamientos. Cuando la densidad es baja la mortalidad es baja, pero al aumentar la densidad aumentan las interacciones negativas; competencia por alimentos, mayor morbidad, deterioro del ambiente, etc.; por lo tanto la mortalidad aumenta (figura 12). Hay una densidad óptima, en que la natalidad es muy cercana a la máxima posible y la mortalidad no es muy grande. Figura 12. Curvas de natalidad y mortalidad en relación con la densidad de la población. DO, densidad óptima. 49 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología La tasa de crecimiento de la población es el resultado del balance entre los nacimientos y las muertes y es dN = rN dt Figura 13. Curva de crecimiento de una población en J (a) y su transformación logarítmica (b). N, número de individuos; N o , número inicial de individuos; tg, tasa de crecimiento. ó r= 1 dN N dt donde r es la tasa de crecimiento y N el número inicial de individuos. Si los nacimientos son más numerosos que las muertes, la tasa de crecimiento es positiva y si ocurre lo contrario es negativa. Con una tasa de crecimiento positiva constante la población crece en forma exponencial siguiendo aproximadamente la ley de interés compuesto. Entonces el número de individuos en un tiempo determinado N t es N t = N 0e (rt) donde N o es el número inicial de individuos (el capital), r la tasa de crecimiento (tasa de interés) y e la base de los logaritmos naturales (figura 13a). Si se transforman los valores cambiando el número de individuos por su logaritmo natural se obtiene una recta cuya pendiente (tg α) es la tasa de crecimiento de la población y la ordenada en el origen es el número inicial de individuos (figura 13b). Si el número de individuos en función del tiempo fuese una curva exponencial, es decir en forma de J, con una tasa de crecimiento constante, la población crecería en forma indefinida hasta que el número de 50 2. La Biota Figura 14. Curva logística de crecimiento de una población (trazo continuo) y tasa de crecimiento (trazo discontinuo). K, capacidad de porte; N t , número de individuos. individuos fuese igual o tendiese a infinito. Pero eso no ocurre ya que cuando el número de individuos es muy grande pueden agotarse los recursos o deteriorarse el medio, por lo que el crecimiento se detiene y la población sufre un colapso. En Australia se hicieron setos vivos con nopal (Opuntia nopalea) que es una cactácea mexicana. El nopal se escapó del cultivo y se convirtió en una plaga. Para combatirla se importó una polilla argentina (Cactoblastis cactorum) que se alimenta de cactáceas. La población de polillas creció en forma exponencial hasta que su número fue tan grande que los nopales fueron exterminados. En ese momento la mortandad de polillas fue enorme debido a inanición por falta del recurso alimentario que era el nopal, por lo que su número se redujo drásticamente. Cabría suponer que tanto el nopal como la polilla habrían desaparecido; pero no fue así, ya que al morir las polillas, las pocas plantas sobrevivientes de nopal se reprodujeron libremente y esto permitió que la escasa población remanente de polillas creciese nuevamente en forma exponencial cuando su recurso alimentario fue nuevamente abundante y así se repitió el ciclo. Hay que señalar, sin embargo, que la natalidad y la mortalidad son función de la densidad de la población. Entonces si éstas varían con la densidad de la población, también lo hará la tasa de crecimiento de la misma. Cuando la población es muy pequeña el incremento del número de individuos es insignificante. A medida que aumenta el número de individuos, los incrementos son cada vez mayores hasta que la población alcanza un número K de individuos en que las interacciones entre ellos son tan grandes que el incremento de individuos se vuelve nulo. A este número K se lo denomina capacidad de porte del ecosistema. Entonces el número de individuos se estabiliza alrededor de una media igual a K (figura 14). El incremento del número de individuos por unidad de tiempo será igual a cero cuando el número de individuos sea cero o esté por debajo de un umbral mínimo o cuando el número de individuos haya alcanzado la capacidad de porte y el 51 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología incremento será máximo cuando el crecimiento de la población sea exponencial. En otras palabras, el crecimiento será prácticamente nulo o muy pequeño al principio cuando se forma el grupo; luego se producirá un crecimiento exponencial, que será rápido y en algún momento comenzará a declinar hasta que nuevamente será prácticamente nulo cuando el volumen de la población sea igual a la capacidad de porte del ecosistema. Esta forma de crecimiento de las poblaciones es la que se denomina curva logística de crecimiento (figura 14) cuya ecuación es dN = rN K − N K dt Para que la ecuación logística se mantenga se deben dar las siguientes condiciones: - Cada individuo debe ser equivalente a cualquiera de los individuos de la población. - El tiempo de reacción (o sea, el retraso de la respuesta de la tasa de crecimiento a los cambios ambientales) debe ser insignificante. - La capacidad de porte K y la tasa media de crecimiento r deben ser constantes. - Ningún fenómeno limitante debe estar unido a la respuesta al aproximarse el volumen de la población a la capacidad de porte. Es muy raro que todas estas condiciones se den en las poblaciones naturales (Mc Naughton & Wolf, 1984), por lo tanto se han propuesto modificaciones a la ecuación logística para adaptarla a distintas situaciones. Si cuando el volumen de la población se acerca a la capacidad de porte algún factor, v. gr.: la disponibilidad de recursos, se vuelve limitante, el crecimiento de la población no solamente se detiene, sino que la población puede declinar. Si antes de llegar a la capacidad de porte ese factor muy rápidamente se torna muy crítico, la población puede sufrir un colapso y su curva de crecimiento se apartará de la curva logística y en muchos casos el crecimiento será en forma de J. Sin embargo muchas poblaciones tienen un crecimiento muy aproximado al que indica la ecuación logística. Esto es verdad en las poblaciones animales, en las de bacterias y algas unicelulares, pero no ocurre lo mismo con las plantas superiores salvo en algunos casos excepcionales como es el de las especies flotantes libres. Los helechos de agua de los géneros Azolla y Salvinia, lemnáceas y otras monocotiledóneas como los camalotes (Eichhornia crassipes y Eichhornia azurea), repollos de agua (Pistia stratiotes), etc. se multiplican vegetativamente, inicialmente en forma muy lenta, luego exponencialmente y finalmente la población se estabiliza cuando se cubre todo el espejo libre del estanque o charca que habitan. Esto ha sido demostrado experimentalmente inoculando vasos de cultivo con frondes de Lemna sp y Salvinia natans. En las poblaciones cuyo crecimiento sigue aproximadamente la curva logística, una vez que se alcanza la capacidad de porte el número de individuos fluctúa alrededor de una media equivalente a ésta. Sin embargo en la mayoría de las poblaciones el número máximo de individuos no se mantiene constante alrededor de la capacidad de porte, sino que se producen grandes fluctuaciones alrededor de ella (figura 15). Un caso común es que se produzcan variaciones cíclicas como en las poblaciones cuyo tamaño está regulado por la presencia de un depredador, o las que dependen de un recurso fijo. Otro caso es el de las fluctuaciones eruptivas, que ocurren cuando esporádicamente se producen cambios bruscos en el ambiente 52 2. La Biota Figura 15. Fluctuaciones en el número de individuos de las poblaciones a través del tiempo. favorables a la especie, produciendo por lo tanto, un aumento explosivo pero no sostenido del número de individuos. Si existiera una población de roedores que fuese el recurso alimentario de un depredador, cuando la población de roedores es pequeña hay poco alimento disponible para los depredadores, por lo que su población también es pequeña. Al haber pocos depredadores la presión sobre los roedores es baja, lo que permite que su población crezca y se expanda. Al multiplicarse el número de roedores hay más alimento disponible para los depredadores, entonces su población también se expande y como consecuencia de ésto aumenta la presión depredadora sobre los roedores, cuya población comienza a ser diezmada. Debido a la reducción del número de roedores, el alimento de los depredadores se torna escaso, por lo tanto su población comienza a contraerse debido a que la falta de alimento produce un aumento de la mortalidad por hambre o debilidad, se reduce la tasa de natalidad y además puede provocar la emigración de muchos individuos hacia lugares con mayor disponibilidad de alimento. Cuando la población de depredadores, debido a la escasez de alimento se reduce nuevamente y es lo suficientemente pequeña, como la presión depredadora que ejerce sobre los roedores es baja, la población de roedores comienza a expandirse nuevamente y después de ésto ocurrirá lo mismo con la población de depredadores, repitiéndose el ciclo. De este modo, la curva del número de depredadores a lo largo del tiempo, sigue con retraso a la curva del número de presas y ambas fluctúan cíclicamente alrededor de su media. La regulación del tamaño de las poblaciones de presas por la población de un depredador o viceversa, es un hecho común en la 53 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 16. Curvas de supervivencia de una cohorte de distintas poblaciones. a, la mayor parte de los individuos muere sincrónicamente al terminar su ciclo; b, la mayor parte de los individuos muere en las etapas juveniles; c, los individuos mueren a distintas edades a lo largo del ciclo. naturaleza y es uno de los ejemplos más claros de regulación por retroalimentación negativa que existe en los ecosistemas. Este ejemplo es parecido al ejemplo del nopal y la polilla que regula su población, pero en este último caso la población de nopal se reduce drásticamente antes de llegar a la capacidad de porte del ecosistema debido al rápido crecimiento de la población de Cactoblastis cactorum, de allí que la curva de crecimiento de estas poblaciones sea en J y no siga la ecuación logística. En este caso al crecer exponencialmente la población de polillas, tanto la presión depredadora de ellas sobre el nopal, como la disponibilidad del recurso alimentario de la población de Cactoblastis cactorum se vuelven limitantes en forma abrupta y ambas poblaciones sufren un colapso. Hace veinte o treinta años, en la región pampeana de América del Sur la población de chinches verdes (Nezara viridula) era relativamente pequeña. Al introducirse y expandirse rápidamente el cultivo de soja, las chinches encontraron un recurso alimentario muy abundante, por lo que se produjo una explosión de su población. Esto causó una gran preocupación en los agricultores, ya que las chinches provocaban una reducción del rendimiento en grano de la soja, comprometiendo el éxito del cultivo. Pero también había pequeñas poblaciones de varias especies de coleópteros, himenópteros y dípteros cuyas larvas se alimentaban de huevos, ninfas y adultos de chinches y otros insectos. Al producirse la expansión eruptiva de la población de Nezara viridula, las poblaciones de algunos de estos insectos también sufrieron una expansión eruptiva lo que resultó en la reducción paulatina, hasta niveles cercanos a los normales, de chinches verdes. De allí en más las poblaciones de chinches y sus enemigos naturales, sobre todo el díptero Trachopoda giacomelli que es prácticamente específico de Nezara viridula (Liljesthrom, 1991), fluctuaron alrededor de una media como en el caso de los zorros y roedores. La flor morada (Echium plantagineum) era una maleza poco importante de los cultivos de trigo de algunas regiones. Muchas crucíferas (entre otras, Brassica campestris) eran malezas del trigo mucho más importantes que competían con la flor morada impidiendo la expansión de su población. Al introducirse el uso masivo de los primeros herbicidas selectivos (2-4-D), frente a los cuales las crucíferas eran muy sensibles, sus poblaciones se redujeron hasta casi desaparecer, pero 54 2. La Biota Echium plantagineum es poco sensible a estos herbicidas. El herbicida, al eliminar las especies competidoras de la flor morada, permitió una rápida expansión de su población, por lo que se produjo una explosión de esta maleza. Con el tiempo, otros mecanismos de regulación entraron en operación y la población de Echium plantagineum se redujo nuevamente a los niveles previos al uso masivo de herbicidas. En el manejo de cultivos se ha tratado de usar estos mecanismos reguladores para el control de plagas. Pero son muchos los mecanismos de control biológico que operan simultáneamente dentro de los ecosistemas y con frecuencia unos mecanismos producen el efecto contrario al de otros, por lo que el manejo de los mismos no es tan sencillo como parecieran sugerir los ejemplos mostrados. Esto ha hecho que muchas veces se haya tenido muy poco éxito en el control de una maleza o una plaga utilizando uno de sus enemigos naturales. La tasa de crecimiento es la resultante de la natalidad y la mortalidad de la población. En algunas poblaciones los nacimientos se producen continuamente, mientras que en otras éstos pueden producirse sincrónicamente, es decir, al mismo tiempo. La supervivencia de los individuos de una población es variable, algunos mueren muy jóvenes antes de llegar a la madurez, otros mueren decrépitos a la edad máxima posible de la especie. Si se analiza una cohorte, o sea los individuos nacidos en un momento o un período determinado, puede ocurrir que todos los individuos mueran sincrónicamente a la misma edad (figura 16 a), como es el caso de las especies vegetales anuales y monocárpicas que fructifican y mueren o de especies animales uníparas, que una vez que han depositado los huevos, todos los miembros de la cohorte mueren. En realidad esto ocurre en casos muy ideales y solamente se ha logrado este tipo de curva de supervivencia en condiciones experimentales controladas. Lo opuesto a ésto es que la mayor parte de los individuos mueran muy jóvenes y solamente algunos pocos lleguen al estado adulto o reproductivo (figura 16 b). Esta situación es muy frecuente en la naturaleza y ocurre en aquellas especies que producen un gran número de descendientes que no están protegidos del ambiente. Muchas especies animales producen una gran cantidad de huevos, la mayoría de los cuales son depredados al igual que las larvas muy jóvenes, o en las especies vegetales que producen muchas semillas, de las cuales una proporción muy alta no encuentran condiciones adecuadas para germinar o para que sus plántulas crezcan y se desarrollen. Una tercera situación es aquella en que los individuos de una cohorte mueren en una proporción más o menos constante en todas las edades (figura 16 c), como es el caso de las especies heteróparas y policárpicas (las especies que producen descendencia o fructifican varias veces a lo largo de su ciclo). 2.1.4. Estructura de la población Si dentro de una población se producen nacimientos y muertes en forma más o menos continua y la supervivencia de los individuos no es una constante, la población será muy hetrogénea en cuanto a su estructura por edades y de esta estructura se pueden inferir una serie de características de la población, de su historia y de su dinámica futura. Se puede dividir la población en clases de edad, fundamentalmente en prereproductores, reproductores y post-reproductores, o en clases con intervalos regulares apropiados. Si el número de individuos por clase se representa mediante un gráfico de barras horizontales y éstas se centran, hacia un lado se hace que el segmento de la barra represente los individuos de un sexo y hacia el otro los individuos del sexo opuesto, se obtienen gráficos de distintas formas según cuales sean las características de la población (figura 17). Una población con muchos 55 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 17. Estructura por edades de distintas poblaciones. a, individuos en estado post-reproductor; b, individuos en estado reproductor y c, individuos en estado pre-reproductor. A, población en expansión; B, población estabilizada y C, población en decadencia. individuos pre-reproductores y reproductores (figura 17 a) aumentará continuamente de tamaño, o lo que es lo mismo, estará en expansión. Si los individuos en su mayor parte son post-reproductores y muy pocos se encuentran en edad pre-reproductora, su estructura tendrá forma de hucha o urna (figura 17 c) y disminuirá constantemente de tamaño, lo que significa que es una población en decadencia. En una población estable hay un equilibrio entre los individuos en edad pre-reproductora y reproductora (figura 17 b). Pocas poblaciones responden exactamente a estos modelos. Analizando su estructura es posible deducir una serie de situaciones históricas y las cosas que están ocurriendo u ocurrieron en esa población. Por ejemplo, si hay un estrechamiento en el número de individuos de una clase, significa que ha ocurrido algún evento catastrófico en algún momento. También una población puede haber estado en decadencia o bajo condiciones adversas que implicaban una reducción de su tamaño y luego esas condiciones desaparecieron y la población se recuperó. 2.1.5. Distribución espacial de las poblaciones Los individuos de las poblaciones no se distribuyen siempre de la misma forma sobre el espacio que ocupan. Existen tres formas de distribución (figura 18); uniforme, al azar y agrupada o contagiosa. La densidad puede ser constante en toda el área, pero la distancia entre los individuos puede ser o no ser constante. En el primer caso la distribución es uniforme, en el segundo caso es al azar. Si la densidad dentro del área es variable, los individuos forman grupos dentro de ella, por lo tanto la distribución es agrupada o contagiosa. El nivel de contagio o de agrupamiento puede darse a distintas escalas; esto es, a una escala los individuos pueden estar agrupados, pero los grupos pueden estar distribuidos al azar o formando grupos de grupos. De la misma manera, los individuos pueden estar agrupados, pero dentro de los grupos pueden estar distribuidos al azar, o agrupados a una escala menor. 56 2. La Biota Dentro de las poblaciones vegetales, en los cultivos la distribución de los individuos es aproximadamente uniforme, sobre todo en los huertos de frutales en que los árboles se plantan al tresbolillo, que es la forma de distribución uniforme perfecta. Esta distribución de los individuos dentro de los cultivos es artificial, pero contrariamente a lo que se podría suponer, las distribuciones uniformes, o que tienden a ser uniformes, no son tan raras en la naturaleza. En los semidesiertos la distribución de los arbustos es muy cercana a una distribución uniforme, debido a que la aridez del medio hace que la cantidad de agua que necesita cada individuo esté contenida en una superficie más o menos constante; por lo tanto, la competencia entre los individuos por el agua induce este tipo de distribución. En cambio, las distribuciones al azar son más raras de lo que podría suponerse. Para que la distribución fuese al azar, el medio debiera ser uniforme en todos sus aspectos, de modo que la probabilidad de todos los puntos del espacio de ser ocupados por un individuo, debe ser idéntica y la presencia de un individuo en un punto, no debiera afectar la ubicación de otros individuos. El tipo de distribución más frecuente es la distribución contagiosa. El contagio puede deberse a diversos factores, algunos propios de las características etológicas de los individuos y otros son el resultado de la heterogeneidad ambiental. En las especies animales el hábito gregario hace que los individuos se agrupen, lo que significa una serie de ventajas, debido al aumento de la densidad dentro del grupo o los grupos que se formen. Muchas poblaciones animales se agrupan durante la noche, lo que permite una mayor defensa frente al ataque de depredadores. Otras se alimentan en forma gregaria y también hay grupos de tipo reproductivo, v.gr.: cada león tiene un harén formado por varias hembras y en muchas especies hay manadas capitaneadas por un macho o una hembra de mayor jerarquía dentro del grupo. También existen grupos familiares, como las hembras que protegen su prole durante los primeros estadios de vida de ésta. Además existen animales sociales, entre los cuales se encuentran los himenópteros como las hormigas y las abejas que viven en colonias. En los animales la tendencia al agrupamiento se denomina gregarismo y a los individuos de especies gregarias se los denomina sociales. En las plantas el agrupamiento se denomina sociabilidad y cuanto más sociable es una especie mayor será la tendencia de sus individuos a formar grupos. En los vegetales el agrupamiento, en algunos casos, es una consecuencia del hábito reproductivo de la especie; así es que una especie estolonífera o rizomatosa se distribuirá formando grupos, lo mismo que en las especies cuyos propágulos no tienen un rango de dispersión muy grande, al caer dentro de un área restringida y germinar o brotar harán que la población forme un grupo alrededor de la planta madre. Dentro del grupo los individuos están más protegidos frente al ambiente, de modo que el agrupamiento es una ventaja adaptativa. Cuando se examina la vegetación de un lugar, el grado de agrupamiento o contagio dentro de las especies da una idea del grado de madurez de la comunidad, ya que el grado de agregación suele ser mayor en las primeras etapas de la evolución de la misma, tendiendo los individuos de las especies a estar distribuidos al azar a medida que la vegetación madura. Si el ambiente es uniforme la distribución tiende a ser al azar, pero si es heterogéneo, el agrupamiento dentro de sus poblaciones es mayor y a una escala que refleja la escala de heterogeneidad del ambiente. Esto se debe a que si el ambiente es heterogéneo, los individuos no encuentran condiciones propicias para prosperar en todos los puntos del área, por lo tanto sus individuos solamente crecen en aquellos puntos donde las condiciones les son favorables y están ausentes en el resto del área, 57 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 18. Distribución espacial de los individuos en distintas poblaciones. a, distribución uniforme; b, distribución al azar; c, distribución agrupada o contagiosa; d, distribución agrupada a dos escalas distintas (los individuos forman grupos que a su vez están agrupados). dando como resultado una distribución agrupada. Por ejemplo; si un área más o menos llana y bien drenada está salpicada de pequeñas hondonadas donde se acumula el agua de escorrentía, los individuos de las especies más higrófilas estarán agrupados dentro de esas hondonadas y muy raramente se encontrará alguno fuera de ellas; lo contrario ocurrirá con los individuos de las especies menos higrófilas. El grado y la escala de agrupamiento de las distintas poblaciones confieren a la comunidad lo que se denomina diseño. Toda comunidad presenta algún grado de diseño o amosaicamiento y se pueden encontrar diseños fijos que son el resultado de las características fisiográficas o edáficas del ambiente y diseños móviles que son un reflejo de la dinámica de la comunidad. Si la superficie no es regular, el agua y las sales no se distribuirán uniformemente; de la misma manera si hay afloramientos rocosos, la profundidad del suelo será variable en toda la superficie. En ambos casos, la densidad de individuos de las distintas especies será variable dentro del área y la comunidad estará formada por un 58 2. La Biota mosaico de distintos agrupamientos de especies, que reflejará la irregularidad de la superficie o del suelo. La comunidad se tornaría más homogénea si se nivelara la superficie o se disgregaran los afloramientos rocosos; pero ambos procesos, si es que ocurren, son sumamente lentos, por lo tanto el diseño se mantiene fijo durante mucho tiempo. Pero también, la distribución de los individuos de muchas especies está condicionada a la distribución de los individuos de otras especies. Por ejemplo, si a un lugar llegan propágulos de especies arbóreas y éstos se desarrollan, desalojan a los individuos de algunas especies y ofrecen abrigo a individuos de otras especies, imponiendo un diseño a la comunidad, que irá variando con el desarrollo de los árboles. Cuando un árbol llega a su máxima edad y decae y muere, o si muere prematuramente por alguna otra causa, los individuos de las especies protegidas por el árbol ceden lugar a individuos de otras especies que habían sido desalojados por la presencia de éste, por lo tanto el diseño de la comunidad cambia. La mayor parte de los bosques y también las comunidades herbáceas, están formadas por mosaicos de distinta composición florística, dinámicamente relacionados entre sí que resultan del desarrollo de los individuos de las distintas especies que componen la comunidad. 2.1.6. Territorialidad El gregarismo y la sociabilidad son hechos fáciles de comprobar y los ejemplos son muy numerosos. Pero también se da el caso contrario de aislamiento en contraposición al agrupamiento, especialmente en las poblaciones de animales superiores. Es frecuente que individuos, parejas o grupos familiares de animales se encuentren aislados unos de otros, quedando distribuidos al azar o en forma uniforme. Este aislamiento se debe a la competencia intraespecífica, es decir, la competencia entre los individuos de la misma especie, o al mutuo antagonismo. La actividad de estos animales está restringida a una porción del área, donde no se encuentran otros individuos de la misma especie y esta porción del área es el terreno habitacional o doméstico del individuo, que si es defendido activamente se denomina territorio. La territorialidad puede ser trófica, reproductiva, etc., es decir, algunas especies tienen territorios que defienden solamente para algunas de sus actividades. Es muy común que muchos herbívoros y carnívoros pasten o cacen en un área donde lo hacen otros individuos de la misma especie; pero en la estación de celo los machos marcan un territorio con sus heces, orina, secreciones de glándulas especiales, o de alguna otra manera, al que no permiten el ingreso de otros machos de la misma especie en estado reproductivo. Si entra otro macho se produce un enfrentamiento que puede ser violento y uno de ellos, generalmente el intruso, es expulsado del territorio. Los enfrentamientos por lo general son rituales y rara vez llegan a la muerte; cuando uno de los antagonistas resulta vencido hace un acto de sumisión o huye y el vencedor respeta su vida y no continúa atacándolo. La territorialidad reproductiva no es permanente, sino que está restringida a la estación de reproducción de la especie. La territorialidad reproductiva puede ser un mecanismo de regulación del tamaño de la población. El área queda dividida en territorios capaces de sostener a sus propietarios y su posible progenie. Los individuos que no puedan conquistar o defender un territorio permanecerán "solteros" y no se reproducirán, por lo que la población no crecerá más allá de la capacidad de porte del ecosistema. La territorialidad puede ser social o individual. Es social cuando el territorio pertenece a una manada o a un clan, como en el caso de los licaones africanos 59 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología (Lycaon pictus) y muchas otras especies e individual cuando pertenece a un individuo o pareja, como ocurre con los zorros (Vulpes sp., Pseudalopex sp.), que son animales muy solitarios. Hay casos intermedios y en algunas especies la territorialidad es social para algunas actividades e individual para otras. 2.1.7. Efecto de la densidad A medida que una población crece aumenta su densidad, que como se señaló en secciones anteriores, influye sobre la tasa de natalidad y mortalidad de la misma. El aumento de la densidad de la población significa una serie de ventajas y desventajas para la población y sus individuos. Al aumentar la densidad aumenta la posibilidad de apareamientos, lo que implica un aumento de la tasa de natalidad; además aumenta la protección del grupo y hay mayores posibilidades de selección dentro del mismo. Por otro lado la eficiencia de la población es mayor, ya que puede haber distribución del trabajo y especialización dentro de la misma, mientras que si la densidad es muy baja todos los individuos son funcionalmente idénticos, por lo tanto menos eficaces. Pero al aumentar la densidad, aumenta la demanda de recursos hasta llegar a comprometer el suministro de los mismos, lo que resulta una desventaja. Además cuando la densidad aumenta, aumenta concomitantemente el número de detritos y productos de desecho, con lo que el ambiente de la población se deteriora. Asimismo, aumenta la interacción entre los individuos y no solamente las interacciones positivas sino también las negativas. Debido a la escasez creciente de recursos aumenta la competencia, lo que influye en la selección de los individuos; y por ésto y otras causas se selecciona agresividad, que resulta perjudicial y puede llegar a destruir la población. 2.2. DISPERSIÓN Y MIGRACIÓN DE LAS ESPECIES Las especies se originan en algún lugar de la tierra y por sucesivas migraciones alcanzan a ocupar su área potencial, que está delimitada por barreras de tipo geográfico (mares, ríos, istmos, cordones montañosos, etc.) o ecológico. El lugar donde se origina una especie es su centro de origen y según como se haya originado, puede tener un centro único o varios centros de origen. Para conquistar y ocupar toda su área potencial, una especie debe migrar desde el centro de origen hacia la periferia del área potencial. Para que se realice la migración primero debe dispersarse, lo que le permite llegar a un punto cualquiera y luego realizar la écesis. Realizada la écesis, la especie ya ha conquistado el lugar a donde había llegado y puede quedarse permanentemente en ese punto y de allí dispersarse nuevamente a otro punto aún más alejado. Si una especie se dispersa a gran distancia, pero no logra realizar la écesis en ese punto, no habrá migrado a esa distancia. 2.2.1. Propágulos Como se señaló anteriormente los propágulos, disemínulos o diásporos son los órganos de dispersión de las especies vegetales y el propágulo por antonomasia es 60 2. La Biota el embrión, pero en las especies inferiores no solamente se dispersan embriones, sino también esporas que no son necesariamente embriones y trozos de micelio en los hongos. En las plantas superiores el propágulo está formado por el embrión y todas sus coberturas, las semillas y aun el fruto entero con sus estructuras anexas. En algunos casos, la planta entera, como en los camalotes (Eichhornia crassipes), es el propágulo y en muchas especies una parte de la planta, v.gr.: una panoja entera, actúa como propágulo. En las plantas estoloníferas y rizomatosas, sus estolones y rizomas constituyen sus órganos de dispersión. 2.2.2. Dispersión El proceso por el cual un propágulo se aleja de su planta madre es la dispersión. El lugar desde donde se dispersan las plantas es el centro de dispersión de la especie y su centro primario de dispersión es su centro de origen. La distancia a la que puede llegar un propágulo depende de su movilidad, que es la facilidad con la que se dispersa, o su motilidad, si puede moverse activamente por sus propios medios y del agente de dispersión que colabora en el movimiento de los disemínulos. Las especies cuyo agente de dispersión es el viento se denominan especies anemócoras. Existen varios tipos de especies anemócoras; algunas tienen propágulos con estructuras anexas que facilitan la acción del viento, por ejemplo, frutos (aquenios) con papus, que son cerdas plumosas, como en muchas especies de la familia de las compuestas; semillas aladas, como en los quebrachos blancos (Aspidosperma quebracho-blanco), jacarandá (Jacaranda sp.) y otras especies de la familia de las bignoniáceas y otras familias; frutos alados, como las sámaras de los fresnos (Fraxinus sp.), arces (Acer sp.), tipas (Tipuana tipu), etc. (fig. 19). Otras especies tienen panojas muy gráciles que se desprenden enteras de la planta madre (Panicum bergii), o la planta entera se secciona a la altura de la corona y es arrastrada por el viento, que la hace rodar y en su camino libera las semilla, como ocurre con el cardo ruso (Salsola kali). Los propágulos de algunas anemócoras se dispersan simplemente porque el viento sacude sus ramas y este movimiento provoca la dispersión de los disemínulos. Las especies dispersadas por el agua son las especies hidrócoras. Los disemínulos pueden o no, tener estructuras que les permiten flotar y ser arrastrados por el agua. En muchos casos la planta entera actúa como propágulo de especies hidrócoras como es el caso de las especies flotantes libres. Las gotas de lluvia dispersan propágulos al golpearlos y en otras especies provocan la dehiscencia de su frutos con lo cual los disemínulos son expulsados de la planta madre. 61 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 19. Propágulos de especies anemócoras. 1 - Aquenios con papus: a, Cynara cardunculus (Cardo de Castilla); b, Carduus acanthoides (Cardo); c, Taraxacum officinalis (Diente de León). 2 - Semillas aladas: d, Aspidosperma quebracho-blanco (Quebracho blanco); e, Jacaranda mimosifolia (Jacarandá); f, Pithecoctenium cynanchoides (Peine de mono). 3 - Frutos alados: g, Sámaras de Fraxinus americana (Fresno); h, de Schinopsis lorentzii (Quebracho colorado); i, de Tipuana tipu (Tipa); 4 - Inflorescencia tenue y articulada: j, Panoja de Panicum bergii. 62 2. La Biota Si el agente de dispersión es un animal la especie se denomina zoócora y puede ser exozoócora, si el propágulo es dispersado adhiriéndose a la parte externa del animal que la transporta, o endozoócora, si es ingerido por el animal y luego depositado con las heces del mismo. Con frecuencia los disemínulos de muchas endozoócoras necesitan pasar por el tracto digestivo para que las semillas puedan germinar. Los propágulos de las exozoócoras tienen estructuras, gloquidios, aguijones etc., que le permiten adherirse a los animales. Las endozoócoras suelen tener frutos atractivos (frutos carnosos), que atraen a los animales que las dispersan. Las semillas de las especies mirmecócoras (especies dispersadas por hormigas) tienen elaiosomas, que son estructuras que contienen grasas que las hormigas utilizan como alimento. Al llevar las semillas a sus nidos para comer sus elaiosomas, transportan las semillas lejos de la planta madre, pero no dañan al embrión. Las especies antropócoras son aquellas que el hombre dispersa involuntariamente, de la misma manera que los animales transportan las especies zoócoras, o que accidentalmente dispersan con sus máquinas de labranza. Los propágulos de las especies autócoras son dispersados por la misma planta madre. Las especies estoloníferas o rizomatosas son ejemplos de especies autócoras, pero también pueden dispersar los propágulos mediante dehiscencia elástica de sus frutos y otros mecanismos. Si los disemínulos se dispersan por su propio peso, como es el caso de las bellotas de los robles (Quercus sp.), la especie se denomina barácora. Además de los agentes de dispersión mencionados existen otros. Algunas especies pueden ser dispersadas por varios agentes distintos, es decir que pueden ser anemócoras e hidrócoras, zoócoras y anemócoras, etc. al mismo tiempo. 2.2.3. Écesis Écesis es el proceso por el cual un propágulo de una especie se adapta a un nuevo lugar al que ha llegado. Si ningún propágulo de una población que ha llegado a un lugar es capaz de crecer, reproducirse y perpetuarse en ese lugar, no se habrá realizado la écesis, por lo tanto no se habrá producido la migración de la especie a ese lugar. El proceso de écesis consta de la germinación o brotación del propágulo e instalación en el lugar, el crecimiento de los individuos y su reproducción y perpetuación. La llegada de los propágulos es un proceso en gran medida aleatorio, restringido por las características propias del propágulo y los agentes de dispersión. El lugar al que llegan los disemínulos debe tener características que se encuentren dentro de los límites de tolerancia propios de la especie y la llegada debe ocurrir en el momento oportuno. Sin embargo, existen mecanismos por los cuales los propágulos que llegan permanecen en estado de latencia o dormición hasta que reciban una señal que les permita germinar o brotar en el momento adecuado. Una vez que hayan germinado o brotado, deben ser capaces de vencer las resistencias del medio y la competencia de las otras especies presentes y crecer hasta su madurez y reproducirse. Su descendencia debe ser viable, es decir, no solamente deben producir propágulos fértiles en el nuevo lugar, sino que éstos deben vencer las mismas resistencias que sus progenitores y el grupo o población debe expandirse. Cuando el grupo crece y la especie se perpetúa en el lugar a través de varias generaciones, se ha realizado la écesis, por lo tanto la especie ha conquistado ese lugar. 63 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 2.2.4. Significado de la dispersión La dispersión de los propágulos es indispensable para la migración de las especies, ya que si éstos no llegan a un lugar, no tienen ninguna probabilidad de ocuparlo. Sin embargo, el significado ecológico de la dispersión no está restringido exclusivamente a su papel en la migración de las especies. Con frecuencia los propágulos de muchas especies no encuentran condiciones propicias para su instalación y desarrollo en la vecindad de la planta madre, debido, entre otras cosas, a que la competencia que ésta ejerce sobre los individuos juveniles de su misma especie es muy fuerte y no puede ser vencida por ellos. La competencia de individuos conespecíficos disminuye con la distancia, por lo tanto, lejos de la planta madre, los propágulos pueden encontrar mejores condiciones para su desarrollo. Entonces, en muchos casos un mecanismo de dispersión eficaz aleja a los propágulos de la planta madre, posibilitando su desarrollo ulterior. Esto hace que en muchas especies el significado de la dispersión sea mayor como mecanismo de escape de la progenie a las condiciones adversas creadas por los progenitores, que como mecanismo de posible migración. 2.2.5. Especies endémicas y especies epibióticas Las especies confinadas a un área, es decir que se encuentran solamente en una porción del globo terráqueo se denominan especies endémicas de esa área o región. Lo contrario son especies cosmopolitas. El Cynodon dactylon en la actualidad es una especie cosmopolita ya que se lo encuentra en cualquier parte del mundo; en cambio, Schinopsis balansae que solamente se lo encuentra en el Chaco Oriental de América del Sur, Araucaria angustifolia en el planalto brasileño, Quercus palustris y Acer saccharum en los bosques de la zona nemoral de América del Norte y la mayoría de las especies, son endémicas de un área. Existen endemismos de orden taxonómico superior, por ejemplo el género Eucalyptus es endémico de Australia y la familia de las cactáceas es endémica del continente americano. Una especie puede ser endémica de un lugar porque solamente en ese lugar encuentra las condiciones adecuadas para desarrollarse, o porque es una especie joven que aún no ha logrado migrar y ocupar todo el mundo y convertirse en una especie cosmopolita. También puede ser endémica porque es una especie epibiótica. Se denominan especies epibióticas a aquellas especies cuya área se está contrayendo. Una especie epibiótica frecuentemente está amenazada con la extinción. Los fragmentos del área donde se encuentran las especies epibióticas se denominan relictos y se encuentran en refugios donde la especie se encuentra protegida. Si las condiciones cambian y vuelven a ser favorables para la especie, ésta puede reconquistar su área original, dispersándose a partir de los relictos, que se convierten en centros secundarios de dispersión, por lo tanto deja de ser epibiótica. Las especies epibióticas constituyen los paleoendemismos de las regiones donde se encuentran. 2.2.6. Áreas continuas y áreas discontinuas Cuando dentro del área de distribución de una especie, los individuos, o más precisamente, los grupos de individuos más alejados, se encuentran a una distancia que no supera la distancia máxima de dispersión de sus propágulos, el área de la especie es continua. Pero si se encuentran grupos de individuos separados por 64 2. La Biota distancias que superan la distancia máxima de dispersión, el área es discontinua. Un ejemplo notable de área discontinua de distribución es la de Larrea divaricata, un arbusto que se encuentra en los desiertos de Sonora y Arizona en América del Norte y también en la región del Monte Occidental de América del Sur. Ambos desiertos están separados por varios miles de kilómetros, pero los propágulos de esta especie producidos en uno de ellos de ninguna manera podrían dispersarse y alcanzar el otro desierto. El origen de las áreas discontinuas no es claro. Se podrían haber originado por migración esporádica a gran distancia en el pasado remoto, pero ésto es altamente improbable. Algunas especies, sobre todo las que se originaron por hibridación y polyploidía, es posible que tengan dos o más centros de origen independientes y alejados y que cada uno de ellos haya generado una de las porciones del área, por lo que el área total resulta discontinua; pero ésto tampoco es muy probable. El área de las especies epibióticas, o que alguna vez lo fueron, con frecuencia es discontinua y las distintas porciones del área muy alejadas entre sí no son otra cosa que los relictos de un área otrora mucho más extensa y continua. Muchas especies parece que tienen áreas discontinuas. Sin embargo en algunos casos se encontraron grupos o colonias de individuos entre las supuestas porciones alejadas, de modo que se puede determinar la ruta de migración de la especie desde uno de sus centros de dispersión hasta el otro que parece muy alejado. Es posible que éste sea el caso de muchas especies que actualmente se consideran de área discontinua. 2.2.7. Especies vicariantes y especies de sustitución Se denominan vicariantes a dos especies emparentadas que ocupan nichos similares en sus ecosistemas, pero sus áreas son mutuamente excluyentes. En los bosques del Chaco Oriental se encuentra Schinopsis balansae y en el Chaco Occidental su lugar lo toma Schinopsis lorentzii. El área de distribución de ambas especies se superpone en una faja muy estrecha, de modo que la mayor parte de las mismas es mutuamente excluyente. Otro ejemplo es el de las especies de Spartina que forman densos pastizales en pantanos salinos interiores de la llanura chaco-pampeana; al sur del paralelo 33 º S estos pastizales son de Spartina densiflora mientras que al norte del mismo son de Spartina argentinensis y muy raramente se encuentran ambas especies juntas. Los ejemplos de especies vicariantes son muy numerosos y como en el caso de estos ejemplos que pertenecen al mismo género, son especies taxonómicamente muy cercanas, ya sean del mismo género, de géneros muy parecidos o de la misma familia. Pero en algunas áreas las especies que ocupan nichos similares en sus comunidades y que mutuamente se excluyen no son especies emparentadas. En los desiertos americanos hay cactáceas, en cambio en los desiertos africanos donde no hay cactáceas, ya que son endémicas de América, su lugar lo toman algunas especies de euforbiáceas cactiformes, que si bien en su forma y aspecto son muy similares, son familias taxonómicamente alejadas. Estas especies no emparentadas, que mutuamente se excluyen de sus áreas, pero que ocupan nichos similares en sus respectivas comunidades se denominan especies de substitución. 65 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 2.3. INTEGRACIÓN BIOCENOTICA Las poblaciones que componen la biota interactúan entre sí y están limitadas o promovidas unas por otras. Las relaciones que existen entre ellas pueden ser directas o indirectas y positivas o negativas, si la relación implica un beneficio o un perjuicio para una de las poblaciones. En las comunidades bióticas poco evolucionadas predominan las relaciones negativas, o éstas son muy importantes; en cambio a medida que las comunidades evolucionan aumentan las relaciones positivas. Cuanto mayor es el número de relaciones positivas mayor es la conectancia dentro de la comunidad, por lo tanto el equilibrio es más estable; en cambio si las relaciones son negativas, el equilibrio tenderá a desplazarse en una dirección en que se reduzcan estas interacciones. Muchas relaciones son tróficas, es decir, alimentarias, cuando una población es el recurso alimentario de otra, o cuando dos o más poblaciones comparten un mismo recurso alimentario. Pero además de las relaciones tróficas, hay relaciones que implican cualquier recurso del ecosistema distinto de los recursos alimentarios, como son el espacio, abrigo, etc. Además las relaciones interespecíficas no necesariamente son constantes a través de todo el ciclo de vida de los individuos de cada población, ni a lo largo del desarrollo evolutivo de la biocenosis. Una relación positiva puede volverse negativa y viceversa. Reunir las distintas relaciones interespecíficas es un tanto difícil y si se pretende clasificarlas en forma estricta, muchas de las relaciones reales serían ambiguas y podrían incluirse en una u otra clase según las circunstancias. Por otro lado, al clasificarlas de una u otra manera, habría una serie de relaciones teóricas que en la naturaleza son muy raras, o no se conocen casos concretos de ellas. 2.3.1. Neutralismo Una relación es neutral cuando dos poblaciones conviven en un lugar sin perjudicarse o beneficiarse entre sí. Las relaciones neutrales son directas, es decir, no hay interacción primaria entre las dos poblaciones; pero es difícil concebir una relación absolutamente neutral, ya que si una de ellas tiene relaciones con otra población, que a su vez interactúa con el otro neutral, indirectamente ambas poblaciones están relacionadas y esa relación puede ser positiva o negativa. 2.3.2. Relaciones positivas Las relaciones positivas son aquellas en las que cuando dos especies interactúan, por lo menos una es beneficiada y ninguna se perjudica. A las relaciones positivas se las denomina sinergismos. 2.3.2.1. Comensalismo La relación positiva más simple es aquella en que cuando interactúan dos especies, una resulta beneficiada sin beneficio ni perjuicio para la otra. Esta relación 66 2. La Biota se denomina comensalismo y la especie que se beneficia es el comensal y la otra el huésped. El comensal es un compañero de mesa, en las relaciones tróficas se alimenta de las sobras que deja su huésped como es el caso de las especies carroñeras, cuyo alimento son los restos de las presas que dejan los depredadores. Con frecuencia las relaciones de comensalismo son obligatorias para el comensal, quien en ausencia del huésped se perjudica. Hay relaciones comensales no tróficas, como la relación que existe entre las aves y los árboles donde anidan, ya que las primeras se benefician, e incluso necesitan de los árboles para anidar y los nidos no ocasionan perjuicio o beneficio al árbol. Muchas de las relaciones de epibiósis, esto es el que una especie viva sobre un huésped, son relaciones de comensalismo. Los epífitos viven sobre especies vegetales. Los claveles del aire, Tillandsia sp., viven sobre una gran cantidad de especies arbóreas sin ocasionarles perjuicio; Scirpus cubensis vive sobre Eichhornia crassipes, Pistia stratiotes u otras especies flotantes sin causarles ningún daño y no podrían vivir en lagunas o ríos si no existiesen estos huéspedes. Pero con frecuencia los epífitos se convierten en competidores y aún parásitos de sus huéspedes. Una liana o enredadera no perjudica al árbol donde se apoya, pero si crece mucho puede cubrirlo totalmente y quitarle toda la luz, ocasionando finalmente su muerte, como es el caso de los agarrapalos o matapalos (Ficus sp.) de las selvas tropicales y subtropicales, que se apoyan sobre otros árboles y terminan matándolos. La epizootia es muy parecida a la epifitia, pero el huésped es una especie animal. Los caparazones de las tortugas y las conchas de muchos moluscos se cubren de algas y otros organismos que los necesitan como punto de apoyo sin ocasionarles beneficio o perjuicio, aunque a veces la presencia de estas algas protegen a sus huéspedes enmascarándolos y ocultándolos de sus enemigos naturales. La tanatocresis es una relación parecida a la relación de comensalismo, en que un organismo utiliza restos de otro o su cadáver no como alimento, como los cangrejos ermitaños que viven dentro de las conchas de moluscos que han muerto. La foresis es otra relación similar al comensalismo, en la que los individuos de una especie utilizan a los de otra para su traslado, como las rémoras que se adhieren a los tiburones para su transporte, sin ocasionarles ningún perjuicio. Son innumerables los ejemplos de animales que transportan el polen o las semillas de las plantas, favoreciendo la fecundación o la dispersión de las especies, aunque con frecuencia la especie animal también se beneficia, alimentándose del polen, de parte de la semilla o de los frutos que las encierran. 2.3.2.2. Protocooperación Cuando las dos especies se benefician, sin que la relación sea obligatoria para ambas, como es el caso de los animales que se alimentan de polen favoreciendo la polinización de las plantas, o las aves frugívoras que dispersan las semillas de las especies cuyos frutos comen; la relación se denomina protocooperación y ambas especies son cooperadores. Existen muchos ejemplos de protocooperación; hay hormigas que protegen y diseminan áfidos y luego se alimentan de secreciones de éstos; muchos fijadores libres de nitrógeno viven en la rizosfera, beneficiándose por el ambiente creado por las raíces y sus exudados y proveyendo a las raíces de esas plantas de un tenor adecuado de nitrógeno; etc. 67 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 2.3.2.3. Mutualismo Cuando la relación es mutuamente beneficiosa y obligatoria para dos especies, lo que significa que si ellas no se encuentran juntas ambas se perjudican, la relación se denomina mutualismo y ambas especies son socios o simbiontes. El caso más estricto de mutualismo es el de los líquenes que están formados por un hongo, generalmente una ascomiceta que ofrece protección y humedad a un alga, que le provee de materia orgánica. Otros ejemplos de mutualismo son las micorrizas, que son hongos que crecen sobre o dentro de las raíces de ciertas especies vegetales, facilitando la absorción de nutrientes por parte de los vegetales y recibiendo a cambio materia orgánica como alimento. Las leguminosas tienen en sus raíces nódulos, formados por bacterias del género Rhizobium, que fijan nitrógeno atmosférico que es utilizado por la planta y ésta provee de materia orgánica a las bacterias. En la panza o rumen de los rumiantes viven bacterias que descomponen la celulosa. Los rumiantes mastican el pasto y proveen a las bacterias de su caldo de cultivo y éstas al descomponer la celulosa permiten la asimilación de la mayor parte de la biomasa ingerida, que de otro modo se perdería en las heces. En el intestino de los animales hay una rica microflora que allí encuentra abrigo y alimento adecuado y son indispensables para la digestión y asimilación de los alimentos por parte del huésped. Los ejemplos de mutualismo son muy numerosos entre plantas, entre plantas y animales y entre animales. El límite entre estos tipos de relación no siempre es fácil de determinar. Las algas que cubren los caparazones de las tortugas son comensales, sin embargo, el hecho que protejan ocultando a las tortugas, convertiría a la relación de comensalismo en una relación de protocooperación. Muchas de las relaciones de protocooperación son difíciles de distinguir de las relaciones mutualistas. A todos los sinergismos en conjunto se las denominan simbiosis, pero con frecuencia el uso del término se restringe a la relación de mutualismo. 2.3.3. Antagonismos Los antagonismos son las relaciones negativas, en que si dos poblaciones interactúan entre sí, por lo menos una de ellas resulta perjudicada. 2.3.3.1. Amensalismo Hay especies que inhiben el crecimiento de otras, sin que ésto signifique una ventaja para ellas. Esta relación se denomina amensalismo; la especie perjudicada es el amensal y la especie que la perjudica se denomina inhibidor. En las especies vegetales la sombra que producen los árboles grandes inhibe el crecimiento de las hierbas a no ser que éstas estén adaptadas a vivir en condiciones de baja iluminación. Esta es una de las relaciones amensales más simple. Muchas relaciones comensales, como el epifitismo, a medida que se desarrolla el epífito suelen volverse amensales. Muchas especies secretan substancias tóxicas que inhiben el crecimiento de otras especies, sin un beneficio aparente; esta relación de antibiosis o alelopatía es uno de los casos más difundidos de amensalismo. Un ejemplo de ésto es la secreción de penicilina por mohos del género Penicillum, que inhibe el crecimiento de bacterias. Se han encontrado muchos hongos y actinomicetas que secretan antibióticos que producen el mismo efecto y cuyo valor terapéutico es conocido por todos. 68 2. La Biota La secreción de substancias alelopáticas no es privativa de los mohos, muchas plantas superiores secretan substancias que impiden el crecimiento de otras especies alrededor de ellas. Las raíces de Agropyron repens secretan substancias que inhiben el crecimiento de otras especies, pero se ha observado que los exudados de raíces de muchas otras especies tienen un efecto similar. Las partes aéreas también secretan substancias que inhiben el crecimiento de otras especies, o estas substancias pueden encontrarse en sus detritos. Debajo de los bosques de Eucalyptus sp. el crecimiento de hierbas es muy pobre, a pesar de que la penetración de luz es grande y ésto se debe a las resinas y aceites que secretan las hojas. 2.3.3.2. Explotación Muchas especies viven a expensas de otras; esta relación significa un perjuicio para una de las especies y un beneficio para la otra y con frecuencia es obligatoria para la especie beneficiada. A esta relación se la denomina explotación y las relaciones de este tipo más comunes son tróficas, aunque hay relaciones de explotación no tróficas como es el caso de la esclavización de hormigas del género Formica por especies del género Polyergus. Estas últimas hormigas incursionan en hormigueros de las primeras y secuestran larvas que luego crían y obligan a realizar las tareas de su hormiguero. La herbivoría o fitofagia es la explotación de un vegetal por un animal fitófago. Las plantas constituyen el recurso del fitófago. Cuando el socio débil se alimenta del socio fuerte, la relación se denomina parasitismo. La especie perjudicada es el huésped y la beneficiada el parásito. Cuando el socio fuerte se alimenta del débil, la relación se denomina depredación y el primero es el depredador y el segundo la presa. En el primer caso el parásito se alimenta del huésped sin matarlo, aunque eventualmente el huésped puede debilitarse y morir, o el parásito puede secretar toxinas que terminan matándolo; mientras que en el segundo caso el depredador mata o mutila a su presa. Hay parásitos vegetales sobre huéspedes vegetales, como son las especies de Cuscuta, y las diversas royas (Puccinia sp. y Melampsora sp.), carbones (Ustilago sp.), etc.; parásitos animales sobre huéspedes vegetales como los áfidos (pulgones) y coccinélidos (cochinillas); vegetales sobre animales, de los cuales los ejemplos son innumerables; y parásitos animales sobre animales de los que se podría hacer una lista muy larga. Un caso particular de parasitismo es el de muchas aves que no anidan, como los tordos, en que las hembras ponen sus huevos en nidos de otras especies y luego los polluelos son alimentados por sus padres adoptivos, en detrimento de los verdaderos hijos de éstos. La depredación es una relación dramática en el caso de los grandes carnívoros, como los leones que cazan a las cebras; pero existen innumerables ejemplos de depredación menos dramáticas como es el de muchos insectos que depredan larvas o adultos de otros insectos. Si vamos al caso, la fitofagia es un caso de depredación de vegetales por animales. La depredación de animales por vegetales es una relación poco frecuente, pero existen algunas especies vegetales carnívoras, entre ellas las especies de los géneros Sarracenia y Drossera. Tanto los parásitos como los depredadores y fitófagos pueden depender de un solo recurso, es decir, que son específicos de un huésped o una presa; en cambio otros atacan o se alimentan de un grupo a veces restringido y otras veces muy amplio 69 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología de especies. Las larvas de Bombix mori (gusano de seda) se alimentan exclusivamente de hojas de Morus alba (morera); las larvas de isocas (Colias lesbias) se alimentan de leguminosas; en cambio las langostas (Schistocerca sp.) se alimentan de cualquier especie vegetal que encuentren, salvo algunas pocas que no atacan (Melia azederach y Delphinium sp.). La selectividad del recurso de muchos depredadores está restringida incluso a un órgano determinado de la presa. Algunas relaciones de explotación pueden significar un beneficio para la especie explotada. Las aves frugívoras y muchos insectos fitófagos contribuyen o son indispensables en la polinización y dispersión de sus recursos, en cuyo caso la relación de explotación se convierte en una relación de protocooperación. Menos aparente es el beneficio de los depredadores sobre la población de sus presas. Si la población de depredadores es muy grande puede eliminar la población de presas. En todo caso el efecto del depredador sobre la presa individual es negativo, ya que significa su muerte o mutilación. Sin embargo la población de depredadores regula el tamaño de la población de presas. Al desaparecer un depredador, las presas aumentarían de tal forma que agotarían sus recursos alimentarios con el consecuente efecto negativo sobre la población. Pero la presencia del depredador impide el crecimiento exagerado de ésta con lo cual se mantendría un volumen suficiente de su recurso. Al expandirse la población de depredadores, la población de presas disminuye, pero al disminuir el número de presas que se vuelven escasas, automáticamente produce una disminución en el número de depredadores, ya que éstos no encuentran alimento suficiente. De modo que la relación depredadorpresa, si bien es muy negativa para los individuos, es beneficiosa para el conjunto de la población. Además puede significar un beneficio adicional de tipo selectivo. Con frecuencia las primeras víctimas de los depredadores son los individuos defectuosos o menos adaptados, por lo que la presencia de depredadores mejoraría la calidad dentro de la población de presas. Hay relaciones de explotación que no implican un perjuicio para el recurso sino mas bien una ventaja. Los carroñeros y saprobos se alimentan de restos o individuos muertos no por su actividad, sino por otras causas. El saprobo depende de su recurso, pero la población del recurso no es afectada negativamente por el saprobo. Todo lo contrario, la eliminación de detritos y recirculación de la materia es indispensable para la población del recurso y también para todo el ecosistema. 2.3.3.3. Competencia Cuando dos poblaciones que interactúan entre sí son mutuamente limitantes, es decir que la relación es negativa para las dos especies, se está en presencia de una relación de competencia y ambas especies son competidoras. Dos especies pueden competir por nutrientes, por luz, por espacio o por cualquier otro recurso del ambiente. La intensidad de la competencia será mayor cuanto más parecidos sean los requerimientos de ambas especies, o dicho de otra manera, cuanto más grande sea la superposición de sus nichos ecológicos. Por lo tanto es de suponer que la competencia entre individuos de una especie es potencialmente mayor que la competencia que puede haber entre individuos de distinta especie. La superposición de nichos es una condición necesaria, pero no suficiente, para que dos individuos compitan. En primer lugar es necesario también que los individuos coexistan, o que tengan la posibilidad de interactuar. El hecho que dos especies o dos individuos se encuentren en un área y que sus nichos se superpongan, no necesariamente significa que se establecerá una relación de competencia, ya que éstos deben estar lo suficientemente próximos para que la relación se establezca, 70 2. La Biota porque la competencia se establece primariamente entre vecinos. También es necesario que por lo menos uno de los recursos se encuentre en niveles insuficientes para mantener a ambas poblaciones o individuos. Si el nivel de los recursos es mayor que las necesidades de las dos poblaciones, las dos poblaciones podrán coexistir en equilibrio sin perjuicio mutuo. Como la competencia es potencialmente mayor entre los individuos de una misma especie, es conveniente primero analizar el problema intraespecífico. Por las razones expuestas en el párrafo anterior, la competencia intraespecífica es proporcional a la densidad de la población. Dentro de una población se aplica la ley de los 3/2 de White y Harper (1970) que se puede expresar de la siguiente manera: log W = log K - 3 log p 2 donde W es el peso del individuo medio, K el tamaño máximo al que puede llegar un individuo y p la densidad de supervivientes. Esta ley se ha verificado en numerosas especies vegetales en que se ha visto que una población se autorralea; es decir, de los individuos que nacen, a medida que transcurre el tiempo muchos mueren y el tamaño al que finalmente lleguen los individuos de la población será función del número de sobrevivientes. En el caso de que se encuentren dos poblaciones (1 y 2) y éstas compitan, el efecto de la segunda sobre la primera se puede expresar por medio de la ecuación de Lotka-Volterra: K − N1 − α1, 2 N 2 dN1 = rm1 N1 1 K1 dt donde N 1 y N 2 es el número de individuos de ambas especies, K 1 la capacidad de porte o número máximo de individuos de la especie 1, r m1 la tasa máxima de crecimiento de la población de la especie 1 y α 1,2 un coeficiente de competencia que describe el efecto de un individuo de la especie 2 sobre la tasa de crecimiento de la especie 1. Esta ecuación se puede generalizar para cuando se encuentren s especies compitiendo y el efecto de la especie j sobre la especie i será s − − K i N i ∑α i , j N j dN i j = r mi N i dt Ki Si dos especies compiten indefinidamente, una de ellas terminará por eliminar a la otra, hecho que se conoce como el principio de exclusión competitiva de Gause. Sin embargo se debe tener en cuenta que dos competidores potenciales no necesariamente competirán entre ellos cuando se encuentren juntos. En el caso de que ambas especies compitan y una desaloje a la otra, ¿cual será la especie que perdurará y cual será desalojada? En el caso que dos especies ocupasen el mismo nicho y compitieran, Hardin (1960) postuló que la especie que creciera más rápidamente desalojaría a la que lo hiciese más lentamente. Poco después, Mac Arthur (1962) señaló que ésto no es necesariamente cierto y que las especies han sido seleccionadas de acuerdo a dos estrategias competitivas. Por un lado, aquellas que tienen una tasa de reproducción 71 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología muy alta, denominadas estrategas de la r y por otro lado, las denominadas estrategas de la K, que son más eficientes en el uso de los recursos. Entonces según cuales sean las circunstancias, unas u otras ganarán la batalla de la competencia: en comunidades inmaduras o perturbadas las primeras ocuparán el terreno mientras que en comunidades más evolucionadas y estables las estrategas de la K mantendrán su posición frente a las otras especies. Cuando se destruye una comunidad vegetal el terreno es ocupado por especies de ciclo corto y una alta capacidad reproductiva. A estas especies se las denominó fugitivas porque se mantienen en el lugar por un período relativamente breve y después cuando llegan especies de ciclo más largo y menor tasa reproductiva, pero más eficaces en el uso de los recursos, son desalojadas y desaparecen de la comunidad. Un análisis de los procesos que ocurren en una comunidad mostraría que las especies tienen mecanismos o estrategias competitivas muy distintivas. Grime (1977, 1979) considera que existen tres estrategias básicas, y que la estrategia particular de cada especie vegetal es una combinación de estas tres. La evolución de las tres estrategias está relacionada con el nivel de disturbio e intensidad de la penuria que deben soportar las especies y pueden reunirse como se muestra en la tabla 1 Tabla 1 Estrategias competitivas (Grime 1977) Intensidad del disturbio Intensidad de la penuria Bajo Baja Competidoras (C) Alto Ruderales (R) Alta Tolerantes de penuria (S) No existe esta estrategia Las ruderales invierten gran parte de sus recursos en la producción de semillas y son de ciclo corto. Las otras especies son de ciclo más largo, sobre todo las tolerantes a la penuria, y no producen grandes cantidades de semillas. El crecimiento de las competidoras y de las ruderales es rápido, no así el de las tolerantes a la penuria, además estas últimas con frecuencia son pequeñas y humildes en contraste con las competidoras que suelen ser robustas. En general puede decirse que las competidoras invierten sus recursos en crecimiento vegetativo, las ruderales en un gran esfuerzo reproductivo y las tolerantes a la penuria ahorran recursos. Cuando dos especies compiten, si bien una especie tiende a excluir a la otra y a veces lo logra, el principio de exclusión competitiva de Gause no siempre se cumple, ya que algunas especies se vuelven raras por efecto de la competencia, pero no desaparecen completamente. Es posible que dentro de los ß-nichos existan refugios competitivos (Pickett & Bazzaz, 1978), donde estas especies que se han rarificado estén protegidas de la interacción negativa de las competidoras abundantes. Más aún, algunas especies son competidoras débiles cuando son abundantes, pero cuando son escasas son competidoras fuertes, es decir, crecen mejor cuando son raras (Rabinowitz et al. 1984). Entonces el resultado de la competencia en lugar de provocar la extinción local de algunas especies provoca su rarificación y estas especies raras defienden tenazmente su último bastión. 72 2. La Biota 2.4. LA COMUNIDAD BIÓTICA El resultado de las distintas relaciones intra e interespecíficas es que en un ambiente determinado los individuos y poblaciones se excluyan, se limiten o se promuevan mutuamente o unidireccionalmente y la comunidad biótica tendrá una estructura y composición específica particular que le es propia. La composición específica y la estructura de la comunidad es distinta en las distintas comunidades y varía según como sea el ambiente particular del ecosistema. Pero en todas las comunidades hay especies que son más frecuentes que otras, tienen más individuos u ocupan más lugar; estas especies forman la matriz de la comunidad y las otras especies son más raras o escasas y ocupan poco lugar. Dentro de la matriz puede haber una especie que controle el ambiente y condicione la presencia de las otras especies. Esta especie es la dominante de la comunidad y las otras son las especies subordinadas. Cuando la dominancia es compartida por más de una especie, se las denominan codominantes. Con frecuencia la especie que ocupa más lugar es la especie dominante; sin embargo ésto no siempre es cierto, por lo que a ésta especie se la denomina dominante fisonómica, sea o no la verdadera dominante de la comunidad. La relación espacial entre los distintos individuos y distintas especies le da una estructura a la comunidad que le confiere su fisonomía. En distintos lugares comunidades con fisonomía parecida pueden tener composiciones específicas distintas. En ambientes similares, dentro de una misma región, es de esperar que tanto la fisonomía como la composición específica de la comunidad biótica sea también similar. Por lo tanto, es posible hacer una abstracción y considerar que hay comunidades definidas en cuanto a su composición florística y su fauna y que se pueden correlacionar con un ambiente determinado. Las especies que aparecen en todos los lugares donde se encuentra una comunidad determinada se denominan especies constantes de esa comunidad y las especies que son propias de la comunidad y no aparecen en otras comunidades son las especies fieles a la misma. Lógicamente es posible establecer grados de constancia y de fidelidad y una especie puede ser más o menos fiel a una comunidad, como así también puede ser más o menos constante. Las especies constantes y más aún las especies fieles caracterizan una comunidad y estas últimas son indicadoras del tipo de ambiente en que se encuentra esa comunidad. 73 3. ECOSISTEMAS MARINOS Los ecosistemas de los océanos y mares de la tierra forman el biociclo marino. La característica fundamental de estos ecosistemas es que el medio es muy denso, es agua con una alta concentración de sales disueltas y aunque ésto parezca muy trivial, le da características muy particulares. La superficie que ocupan y su diversidad es mayor que la de los ecosistemas terrestres. Existe una faja de transición entre los ecosistemas marinos y terrestres y algunos elementos de la flora y sobre todo de la fauna son anfibios, esto es, parte de su vida está asociada a los ecosistemas marinos y parte a los ecosistemas terrestres. La circulación de la materia dentro de la biosfera se canaliza en parte por el mar. Las sales del suelo de los ecosistemas terrestres son disueltas por el agua, que percola y por las napas, son arrastradas hacia los ríos y de allí al mar donde ingresan a los sedimentos marinos superficiales y luego a los sedimentos profundos, o son rescatados del mar y vueltos a la tierra. El mar regula la concentración de dióxido de carbono y humedad de la atmósfera, como así también los distintos factores del clima; los centros anticiclónicos, que son los centros de alta presión, en lugar de formar fajas continuas paralelas al ecuador se encuentran sobre los mares. 3.1. EL MEDIO MARINO El agua, que constituye el medio marino, es una substancia de propiedades muy especiales. Su densidad es máxima a 4 º C, por lo tanto al solidificarse, el hielo, menos denso que el agua líquida, flota en la superficie. Sus puntos de congelación y ebullición son anormalmente altos para una substancia de su naturaleza. Es la substancia de mayor calor específico conocida, excepto el amonio líquido; su calor latente de fusión (80 cal gr. -1 ) está entre los más altos y el calor latente de vaporización (540 cal gr. -1 a 100ºC) es más alto que el de cualquier otra substancia. Su densidad es muy alta, como así también su tensión superficial que es excedida solamente por la del mercurio. Su transparencia a la luz visible es relativamente grande. Es el solvente universal, es decir, la mayor parte de los electrolitos y de otras substancias como los azúcares, se disuelven en ella. Todas estas propiedades en conjunto, que son muy singulares, le confieren las características que la hacen biológicamente tan importante. El medio marino es una solución acuosa, relativamente concentrada, de sales y además, de algunos gases fisiológicamente importantes. También lleva en suspensión partículas del sustrato, aunque éstas están en mucho menor cantidad que en las aguas de los ríos y lagunas. 3.1.1. Composición del agua de mar En realidad debiera denominarse solución marina y no agua de mar. En la tabla 2 se da la concentración de los distintos cationes y aniones en el agua de mar. 75 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Tabla 2 Composición del agua de mar (gr. l -1 ) Densidad Cationes Sodio Potasio Calcio Magnesio Aniones Cloro Sulfato Bicarbonato Carbonato 1.028 10.70 0.39 0.42 1.31 19.30 2.69 0.10 0.007 Su densidad es similar a la del protoplasma y entre las sales, los cloruros y las sales de sodio son las más importantes. La concentración es más o menos uniforme, siendo la salinidad alrededor de 35 partes por mil en casi todos los mares de la tierra, aunque en el Mediterráneo y sobre todo en el Mar Rojo, debido a la alta evaporación, es algo más alta (40 o/oo) y en el Mar Báltico, por el gran influjo de agua dulce debido a la fusión de los hielos, es mucho más baja (8 o/oo). La reacción es en general alcalina, el pH en superficie oscila entre 8.0 y 8.4, aunque es algo menor en profundidad. También hay disuelta una cierta cantidad de oxígeno, que es fundamental en la respiración de las plantas y animales que viven en el mar. La cantidad de oxígeno presente depende de la temperatura, salinidad y presión y proviene del oxígeno del aire que se disuelve en la superficie. En condiciones de equilibrio, la cantidad de oxígeno presente cerca de la superficie, es de alrededor de 6 cm. 3 por litro y por debajo, depende de la turbulencia con que se mezcla el agua, los aportes de oxígeno debidos a la fotosíntesis del fitoplancton y el consumo del mismo en la respiración y descomposición de la materia orgánica. Otro gas disuelto en el agua es el dióxido de carbono que es esencial para la fotosíntesis y nutrición de las plantas y por lo tanto de todos los organismos que viven en el mar. El dióxido de carbono que se disuelve en el mar reacciona con el agua dando ácido carbónico, que se disocia en bicarbonato y carbonato: CO 2 + H 2 O ⇔ H 2 CO 3 ⇔ H + + HCO 3_ ⇔ 2H + + CO =3 En pH bajos es mayor la concentración relativa de CO 2 libre y en pH altos la de carbonato, mientras que cuando el pH es cercano a la neutralidad, el porcentaje de bicarbonato es más alto que el de CO 2 libre y de carbonato. El CO 2 libre, bicarbonato y carbonato proveen de suficiente CO 2 para la fotosíntesis que se realiza en el mar. Parte del carbonato precipita como carbonato de calcio, sobre todo en aguas calientes, en gran parte debido a la actividad de ciertos organismos. Una gran cantidad de organismos, Protozoarios, Celenterados, Crustáceos y Moluscos utilizan el calcio y el carbonato en la construcción de sus exoesqueletos y conchas, que cuando mueren forman depósitos calcáreos en el fondo del mar. Particularmente notables como estructuras formadas por carbonato de calcio son los arrecifes coralinos, que se forman en las costas de aguas cálidas. El carbonato de calcio se disuelve y disocia proveyendo de CO 2 a los organismos fotosintetizantes, de modo que el carbonato de calcio y el CO 2 libre se 76 3. Ecosistemas marinos Figura 20. Zonación en el mar. encuentran en equilibrio en el agua de mar. Esta precipitación y disolución del carbonato es muy importante en la regulación de la concentración de CO 2 en la biosfera. 3.1.2. Movimiento del agua de mar El agua de mar no está quieta sino que se mueve siguiendo las grandes corrientes oceánicas. Las corrientes ecuatoriales y sus derivadas son calientes, mientras que las polares son frías. El efecto de estas corrientes sobre el clima es notable. También, muchos organismos flotan o están suspendidos en el mar y son transportados por las corrientes, que contribuyen de esa manera a su dispersión. En general el transporte por las corrientes es una ventaja, sin embargo, en algunos casos los organismos son arrastrados hacia aguas más frías o más calientes que las adecuadas para su crecimiento y desarrollo o aún para su vida, lo que puede provocar la mortandad de innumerable cantidad de individuos. El viento produce un movimiento ondulatorio del mar, las olas, pero el agua no se mueve en dirección de las ondas, sino que permanece quieta; pero cerca de la costa donde la profundidad es pequeña, las olas no pueden sustentarse y rompen, entonces el agua es lanzada hacia la costa a gran velocidad y luego se produce el reflujo de la misma. El efecto de la rompiente es remover el fondo y agitar partículas de gravas y arenas que tienen un fuerte poder abrasivo sobre los organismos que viven en esa zona y además, los mismos organismos son movidos violentamente hacia la orilla o hacia las rocas que se encuentran allí. Estos hechos combinados producen la 77 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología rotura y muerte de muchos individuos y los organismos adaptados para vivir en esa zona tienen fuertes protecciones, como escamas endurecidas, que les permiten soportar esas condiciones. 3.1.3. El sustrato Las paredes y fondo del mar constituyen el sustrato marino. Este no es homogéneo, en algunos lugares es rocoso, en otros está formado por guijarros o arenas de distinto calibre y también hay limos y barros. Esta heterogeneidad del sustrato permite el asentamiento de distintas especies. Algunas secretan substancias cementantes que les permiten asentarse en las rocas. Otras se entierran en las arenas o barros, pero la estabilidad de ambos es distinta, como así también otras características, por lo cual los organismos que viven en uno u otro tipo de sustrato son distintos. 3.2. ZONACIÓN DEL MAR En el mar se distinguen dos zonas cuyas características y formas de vida son completamente distintas. Una, la zona bentónica, son las paredes y el fondo, o sea el continente del mar; la otra, la zona pelágica, es el contenido del mar, su parte líquida. A su vez cada una de estas zonas se puede dividir en subzonas con características ambientales y biota distintas. En la figura 20 se muestra un esquema de las zonas y subzonas del mar. El fondo del mar no es liso como el de una taza de porcelana, sino que presenta grandes irregularidades fisiográficas: cordilleras, valles, cañones, etc. y distintas calidades de sustrato: fondos de arena, limos, rocas, etc.; de modo que el ambiente está fraccionado en gran cantidad de biotopos, que constituyen el hábitat de distintas especies y formas de vida. 3.2.1. La zona bentónica Hasta los 200 m de profundidad, que es hasta donde generalmente llega la plataforma continental, es el litoral del mar; más allá, se encuentra el talud oceánico y es la zona abisal. La parte del litoral que queda descubierta por el agua durante la bajamar es el área entremareas o intermareas, a veces denominada con el barbarismo "intertidal", que alberga ecosistemas de transición entre el biociclo marino y el biociclo terrestre. La parte siempre cubierta por el agua hasta alrededor de 50 m de profundidad es el eulitoral y a más profundidad hasta la zona abisal, es el sublitoral. El eulitoral, por lo menos en su parte menos profunda, tiene una biota con ciertas semejanzas a la biota del área intermareas. Inmediatamente por encima del área entre mareas se encuentra el área supramareas que si bien tiene ecosistemas terrestres, éstos están muy influidos por el mar. La parte superior de la zona abisal es el área archibentónica y la parte más profunda la abisal-bentónica o abisobentónica. 78 3. Ecosistemas marinos 3.2.2. La zona pelágica La zona pelágica se divide en dos grandes subzonas: la subzona nerítica y la subzona oceánica. La primera se encuentra sobre la plataforma continental, o sea sobre el litoral. Se caracteriza por la gran interrelación que existe entre su biota y la biota bentónica. La subzona oceánica está más alejada de la costa y por lo tanto es más profunda, por lo que la relación que existe entre su biota y la biota bentónica es muy pequeña o nula. La subzona oceánica, según la profundidad, se puede dividir en tres o cuatro espacios distintos. El espacio superficial, hasta donde puede llegar la luz, por lo tanto hasta donde se puede realizar la fotosíntesis y pueden existir los productores, es el eufótico. Debajo del eufótico hasta los 2.000 m es el batial y a mayor profundidad el abisal-pelágico o abisopelágico. En algunos lugares hay fosas o grietas de más de 6.000 m de profundidad, que en conjunto se las denomina el Hades, como al infierno griego, por lo que a este espacio se lo denomina hadal. El ambiente en las distintas zonas y subzonas es muy distinto, como así también la biota, por lo que cada una de ellas está ocupada por ecosistemas muy distintos entre sí, aunque entre ellos guardan relaciones muy estrechas. 3.3. EL AMBIENTE MARINO Cada una de las zonas y subzonas del mar tiene un ambiente propio, que es el resultado de las características del medio y del sustrato marino, la posición relativa de cada una de ellas y su ubicación geográfica. Cada uno de los factores del ambiente varía con la profundidad y por efecto del clima y el movimiento de las grandes corrientes también varían en forma horizontal. 3.3.1. Radiación y Luz El agua de mar es muy transparente, por lo tanto la luz del sol penetra a grandes profundidades, permitiendo la vida en el mar, ya que es indispensable para una serie de procesos fotofisiológicos. La luz provee la energía necesaria para la fotosíntesis que realizan las algas bentónicas y del plancton; además es necesaria en la pigmentación, visión y ciertos ritmos diurnos de los vegetales y animales. A pesar de la gran transparencia del agua de mar, la intensidad luminosa se reduce con la profundidad por absorción y dispersión. Debido a que la absorción de luz por el agua misma y por las substancias y organismos que se encuentran dentro de ella varía en las distintas longitudes de onda, con la profundidad varía la composición espectral de la misma, por lo tanto su color. En la superficie se pierde alrededor de 10% de la luz incidente por reflexión; pero esta cantidad depende de la inclinación de los rayos solares, por lo tanto varía con la latitud, estación dentro del año y hora del día, como así también de las características propias del agua en un lugar determinado. La absorción de la luz por el agua depende de las substancias que tenga disueltas o en suspensión; pero en general el agua de mar absorbe muy poco más luz 79 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología que el agua destilada; aunque varía en los distintos mares y debido a que el plancton es más denso, la absorción es mayor cerca de las costas o sobre la plataforma continental que en el mar profundo. La intensidad de la luz disminuye en forma exponencial con la profundidad y más allá de los 60 - 120 m de profundidad, la intensidad luminosa es inferior al 1% de la intensidad de la luz incidente. Hasta donde penetra la luz es posible la fotosíntesis, por lo tanto la transparencia del agua delimita la zona eufótica. El agua es más transparente a la luz azul que a la luz roja. A poco más de 4 m de profundidad, prácticamente toda la luz roja de la luz blanca incidente ha sido absorbida, en cambio la luz azul penetra mucho más allá de los 100 m de profundidad. Esta es la razón por la cual el mar tiene color azul intenso. 3.3.2. Temperatura Una consecuencia de la absorción de la luz solar por el agua de mar es su calentamiento y por conducción y convección se calienta toda la masa del mar. Por lo tanto el mar se calienta durante el día y se enfría durante la noche. Sin embargo, debido al calor específico del agua, el mar se calienta y se enfría mucho más lentamente que la tierra y las fluctuaciones diurnas de la temperatura del mar, raramente exceden los 4 º C entre la máxima y la mínima. También como consecuencia de ésto, los extremos de temperatura a lo largo del año son menores en el mar que en la tierra. La temperatura del mar varía con la profundidad. El calentamiento se debe a la absorción de la luz del sol que se produce en las capas superficiales del mar y el enfriamiento se produce por reirradiación de calor, pérdida de calor por evaporación del agua o fusión del hielo; procesos que ocurren en la superficie. La conducción de calor por el agua es muy lenta, por lo tanto las variaciones diurnas y estacionales de la temperatura solamente se producen en las capas superiores. A medida que aumenta la profundidad la temperatura disminuye, y donde no penetra la luz y tampoco se producen movimientos que mezclan el agua, se produce un brusco descenso de la temperatura hasta que a profundidades mayores de 1.800 a 2.000 m, la temperatura se mantiene constante alrededor de los 4 º C. El punto donde se produce el descenso brusco de temperatura es la termoclina permanente del mar. Más cerca de la superficie, en las áreas costeras, la temperatura durante el invierno es más o menos uniforme en toda la profundidad, pero en primavera la superficie se calienta, llegando a su máxima temperatura a fines del verano y próximo a la superficie se produce un rápido descenso de la temperatura con la profundidad, produciéndose una termoclina estacional. En el otoño la termoclina estacional se encuentra a mayor profundidad, o debido al mezclado del agua, ésta desaparece y ya en el invierno la temperatura es uniforme en toda la profundidad. Las corrientes marinas llevan aguas calientes desde los trópicos a latitudes mayores y aguas frías desde los polos hacia latitudes menores. Esto tiene un gran efecto sobre el clima en general; pero estas corrientes son más o menos estables. Sin embargo, la corriente fría de Humboldt que baña las costas de Chile y Perú a veces se mueve mar adentro y la costa es bañada por una contracorriente caliente, la corriente de "El Niño", que produce un calentamiento del agua de más de 5 º C por encima de lo normal, ocasionando una gran mortandad de plancton y peces adaptados a temperaturas más frías, además de producir toda una serie de efectos colaterales de carácter catastrófico. 80 3. Ecosistemas marinos De todas maneras las temperaturas en el mar fluctúan mucho menos que en la tierra y en alta mar, nunca son inferiores al punto de congelación ni mayores de 36 º C en los mares más cálidos de la tierra. En los mares polares la superficie se congela, pero como el hielo es menos denso que el agua a mayor temperatura, flota e impide el mezclado de las aguas debajo de él por acción del viento o cambios de densidades, por lo que la temperatura se mantiene constante en profundidad y a lo largo del tiempo hasta que se produzca la fusión del hielo. 3.3.3. Presión La presión aumenta aproximadamente una atmósfera cada 10 m de profundidad, por lo tanto en las grandes profundidades del océano la presión es enorme. Esto no es una limitante para la vida y se encuentran seres vivos aún en la zona hadal. Los organismos que viven en las grandes profundidades están adaptados para soportar esas presiones; pero lo más importante es la adaptación de los organismos a cambios de presión que se producen cuando cambian de profundidad. Muchos de ellos solamente viven dentro de un rango de profundidades y no pueden vivir por encima o por debajo de ese rango. Muchos peces tienen vejigas natatorias llenas de aire. Estos peces no pueden vivir en las grandes profundidades y de hecho los peces de grandes profundidades no tienen este órgano. En los peces que tienen vejigas natatorias los cambios bruscos de presión pueden ser deletéreos; si se mueven hacia la superficie al disminuir la presión el aire se expande y es extraído de ella. Si el cambio de presión es muy rápido, la vejiga puede estallar provocando la muerte del individuo. En los mamíferos acuáticos; pinnípedos, sirenios y cetáceos, que se sumergen, cuando aumenta la presión sus pulmones son comprimidos, por lo que no pueden ir a profundidades mayores de un cierto nivel. Los cambios bruscos de presión son peligrosos no solamente por el efecto sobre los pulmones, sino también porque la descompresión hace que se formen burbujas de aire en la sangre, que producen embolias en el sistema circulatorio, con la consiguiente falta de irrigación sanguínea de partes vitales del organismo. 3.4. LA BIOTA MARINA La biota marina es muy rica y es muy distinta de la biota terrestre, aunque en las partes menos profundas del litoral y en la zona intermareas, ambas tienen elementos comunes y muchas semejanzas entre sí. Además hay muchos organismos de vida anfibia, es decir que parte de su vida la realizan en el mar y parte en tierra firme. También hay zonas de transición, las barras y estuarios, donde se confunden los biociclos marino y de agua dulce y hay muchos organismos que cumplen una parte de su ciclo en uno de ellos y otra parte en el otro. 3.4.1. Flora y fauna del mar La flora del mar, aunque muy rica en especies, salvo en las partes menos profundas del litoral en que hay algunas plantas vasculares, está constituida por un 81 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología solo grupo, las algas, por lo que comparada con la flora terrestre o de agua dulce es muy pobre. En las partes menos profundas del litoral, el área intermareas y el área supramareas está cubierta de vegetación terrestre, pero de características muy particulares. Las distintas especies y comunidades vegetales que se encuentran allí están condicionadas por el clima y las características del sustrato; además hay una zonación de las comunidades a lo largo de gradientes ambientales determinados por la presencia del mar, la profundidad relativa, el régimen de mareas, etc. En los sustratos rocosos las comunidades son de algas, musgos y líquenes; las plantas vasculares aparecen solamente en fisuras de la roca, o donde se acumulan sustratos más finos. En las playas de arena, y más aún en las de guijarros, la vegetación es pobre, las especies son halófitas y además, aunque parezca paradójico, están adaptadas a soportar sequía o tienen mecanismos para eludirla. El piso de arena no es lo suficientemente firme como para proveer un buen anclaje a las especies arraigadas, el mar al remover la arena tiende a desarraigarlas; además al quedar descubierto por el agua, el viento arrastra el sustrato y las condiciones pueden ser de una aridez extrema. Una adaptación a esta situación es la presencia de rizomas o estolones; el vástago madre se encuentra en lugares donde tiene un sustrato que le provee buen anclaje y provisión más o menos permanente de agua y los estolones se extienden y medran sobre la arena, arraigando en sus nudos y consolidando de esta manera el sustrato. En el litoral atlántico sudamericano Spartina ciliata e Hydrocotyle bonariensis son ejemplos de plantas rizomatosas y estoloníferas que colonizan dunas costeras. La flora vascular más rica se encuentra en playas de barro o pantanos, como los que se encuentran en la bahía de Samborombón o la Bahía Blanca del Atlántico sur. La flora de esos lugares es marcadamente halófila. En los pantanos marítimos del Atlántico hay densos espartillares de varias especies del género Spartina; predominando Spartina alterniflora en las costas americanas y Spartina maritima en las europeas. Aunque en este contexto es anecdótico, Spartina alterniflora fue llevada a los pantanos costeros de Europa, donde se cruzó con la especie autóctona dando origen al híbrido estéril Spartina x townsendii, que luego duplicó su número de cromosomas originando Spartina anglica, que está desplazando de su hábitat a Spartina maritima. En algunos pantanos costeros del Brasil, el Caribe y otros mares cálidos hay manglares de Rhizophora mangle, que es un árbol cuyas raíces en forma de arbotante favorecen la acumulación de sedimentos finos y limos, que crean el ambiente donde se instala una comunidad muy rica de organismos marinos. Contrariamente a lo que ocurre con la flora, la fauna del mar comparada con la fauna terrestre es extremadamente rica ya que prácticamente todos los Phylla están representados y algunos de ellos tienen solamente representantes marinos. Muchos invertebrados marinos son sésiles, es decir que no se mueven del lugar donde se encuentran y otros lo hacen muy lentamente. La provisión de alimento de estas especies se realiza en gran medida gracias al movimiento del agua del mar que arrastra hacia ellos nutrientes y los organismos que constituyen su recurso alimentario. Otros invertebrados crean su propio sustrato. Hay moluscos que no pueden vivir sobre sustratos arenosos no consolidados, entonces lo hacen sobre restos de otros moluscos y al morir dejan sus conchas, que sirven de sustrato para individuos de la misma u otras especies, formándose con las sucesivas generaciones enormes bancos de conchilla. En este aspecto son particularmente notables las madreporas que 82 3. Ecosistemas marinos excretan carbonato de calcio, con lo que se construyen los arrecifes y atolones coralinos de los mares cálidos. Estos arrecifes y atolones coralinos albergan comunidades bióticas que se encuentran entre las más ricas de la biosfera. Cuando los corales emergen sobre la superficie del mar se forman verdaderas islas donde se instalan comunidades terrestres. Dentro de los invertebrados las especies marinas son mucho más numerosas que las especies terrestres, aunque los insectos marinos son muy escasos en comparación con los insectos terrestres y con frecuencia los insectos del mar son de vida anfibia. Entre los vertebrados todos los peces son acuáticos, ya sean marinos o de agua dulce; en cambio, hay muy pocos mamíferos marinos, ya que fuera de los cetáceos, los pinnípedos y los sirenios son muy pocas las especies que realizan parte de su vida en el mar. El ser humano obtiene alimentos del mar, se transporta sobre él y muchas de sus actividades lúdicas las realiza en el mar, pero de ninguna manera puede considerarse una especie marina. Hay muchas aves marinas que para su alimento dependen exclusivamente del mar, pero su vida es anfibia, ya que si bien nadan y bucean en el mar para proveerse de alimento, la mayor parte de su vida social y la anidación la realizan en tierra firme. 3.4.2. Formas de vida marina Las formas de vida de la zona bentónica son los bentos y el perifiton. Los primeros son los organismos que viven adheridos o deambulan sobre el sustrato o dentro de él. El perifiton son los organismos, en su mayoría animales que deambulan, nadan o se encuentran, como su nombre lo indica alrededor de los vegetales sobre la zona bentónica, especialmente en el área entremareas o en las partes menos profundas del eulitoral. Los vegetales bentónicos son las algas arraigadas, algunas de enorme tamaño y las que se encuentran adheridas a las rocas; en las partes menos profundas del litoral, sobre todo en el área entremareas, hay musgos, líquenes y algunas plantas vasculares. Los animales bentónicos son muy diversos; hay gran cantidad de moluscos filtradores: almejas, ostras, mejillones, berberechos, etc. de vida sésil o casi sésil, que viven adheridos a las rocas o enterrados en el sustrato; cada especie necesita un sustrato determinado y se encuentra dentro de un rango de profundidades determinado. Hay infinidad de otros organismos animales adheridos al sustrato como las anémonas de mar, la generación sésil de las aguas vivas (medusas), algunos erizos de mar, corales, poríferos (esponjas), etc. Otros como algunos artrópodos (cangrejos y langostas), deambulan sobre el sustrato lo mismo que las estrellas de mar, aunque el movimiento de éstas es sumamente lento. Las formas de vida de la zona pelágica son el plancton, el necton, el neuston y el pleuston. El plancton está formado por el fitoplancton y el zooplancton, que son los organismos vegetales y animales que están suspendidos en el agua del mar y derivan dentro del mar, arrastrados por las corrientes. El fitoplancton o plancton vegetal está formado fundamentalmente por algas unicelulares, dentro de las cuales las diatomeas y los dinoflagelados son las especies dominantes. Las especies del fitoplancton son los únicos productores de la zona oceánica, pero también son muy importantes en la zona nerítica, aunque allí pueden ser importantes como productores las algas bentónicas multicelulares. Aunque algunas diatomeas se hunden por debajo de donde penetra la luz, prácticamente todo el plancton se encuentra hasta donde ésta penetra y 83 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología se puede realizar la fotosíntesis; por lo tanto las partes profundas de la zona oceánica no tienen productores. Cerca de las costas o en los mares poco profundos, en la primavera se produce una explosión del crecimiento de las diatomeas, debido a que durante el invierno el agua lentamente se ha mezclado y la concentración de nutrientes en las partes superficiales es máxima. Por lo tanto al penetrar mayor cantidad de luz y haber una buena provisión de nutrientes la densidad de las diatomeas aumenta. Luego debido a la estratificación de la temperatura que se produce a lo largo de la primavera y verano, el agua no se mezcla y los nutrientes de las capas superficiales se agotan, lo que sumado al consumo de algas por los herbívoros, hace que la densidad del fitoplancton disminuya constantemente a lo largo del verano. En el otoño se produce un pequeño aumento de la densidad del fitoplancton, que luego disminuye y alcanza sus niveles más bajos en el invierno. El zooplancton está formado por los animales planctónicos. Este puede ser herbívoro o carnívoro; entre los herbívoros los más importantes son los copépodos que son microcrustáceos de vida planctónica. Dentro del zooplancton además de los copépodos hay gran cantidad de protozoarios, moluscos y otros organismos. En el oceánico, los organismos del zooplancton son permanentes, es decir, todo su ciclo lo realizan en forma planctónica por lo que se lo denomina holoplancton; mientras que en el zooplancton del nerítico hay gran cantidad de formas larvales de los bentos o del necton, que cuando llegan al estado adulto se hunden y fijan al sustrato, o nadan por sus propios medios; a este plancton temporario se lo denomina meroplancton. El necton se mueve impulsado por su propia actividad motora, es decir, nadan dentro del mar. Los peces, muchos crustáceos (langostinos, camarones), moluscos (calamares), y muchos otros animales componen el necton. Todos son consumidores, en el oceánico la mayoría son carnívoros aunque muchos de ellos son detritívoros, debido a que los organismos del fitoplancton son demasiado pequeños para que puedan ser consumidos directamente por ellos; pero en el nerítico hay muchas especies herbívoras que se alimentan de las algas bentónicas. Cada una de las especies que componen el necton tiene un rango de profundidades, que puede ser muy amplio o muy estrecho, donde habitan. Los peces de las zonas profundas del oceánico están adaptadas a soportar grandes presiones y muchos tienen órganos luminiscentes que le permiten establecer contacto con otros individuos de la misma especie o atrapar las presas que le sirven de alimento. En el nerítico algunos peces como los lenguados y platijas viven en el fondo del mar y a veces se entierran en el sustrato como medida de protección, o para depredar bancos de bentos que les sirven de alimento. El neuston está formado por los organismos que flotan y nadan sobre la superficie del mar. La mayor parte del neuston son las aves marinas, cuyas patas están adaptadas a funcionar como remos y su plumaje tiene ceras que impiden que se moje, lo que favorece la flotabilidad. El pleuston son vegetales y animales en parte expuestos al aire y en parte sumergidos que se encuentran en las partes menos profundas del mar, próximas a las orillas. El pleuston marino es muy escaso y solamente se encuentra en lugares resguardados del oleaje y las corrientes que lo dispersarían y destruirían. 3.4.3. Ecosistemas y cadenas tróficas marinas Los ecosistemas de las zonas entremareas y supramareas son similares a los ecosistemas terrestres, aunque tienen organismos marinos, sobre todo consumidores. Hay una zonación de comunidades vegetales en relación con la frecuencia y duración del tiempo que permanece inundado. También hay una zonación 84 3. Ecosistemas marinos en las poblaciones animales correlacionada con los mismos factores y con la presencia de las comunidades vegetales. Ya se ha hecho referencia a los pajonales de Spartina sp. de los pantanos marinos y los manglares; pero en estas zonas también hay otras comunidades que tienen características diferentes a las de estas comunidades. En el litoral las comunidades son muy ricas y las cadenas tróficas son muy complejas. Una característica de esta parte del mar es la estrecha relación que existe entre la vida bentónica y la pelágica. Los productores son las algas planctónicas (Diatomeas y Dinoflagelados) y las algas bentónicas: Chlorofíceas, Feofíceas y Rhodofíceas (algas verdes, marrones y rojas), cuya coloración depende de los pigmentos que tengan y que en algunos lugares forman verdaderos "bosques". Entre los bentos hay numerosos moluscos bivalvos que viven adheridos o se entierran en el sustrato y se alimentan de plancton (moluscos filtradores); hay cangrejos y otros crustáceos, algunos que forman cuevas; poliquetos, etc. que se alimentan de plancton, detritos o algas bentónicas. También abundan las estrellas de mar y otros equinodermos de vida muy sedentaria, que depredan los animales bentónicos. El zooplancton, donde predominan los copépodos, es permanente (holoplancton) o temporario (meroplancton). Los peces y otros organismos nadadores se alimentan de plancton (fundamentalmente de zooplancton), algas bentónicas o del mismo necton, aunque algunos peces como las rayas, corvinas y lenguados depredan la fauna bentónica. Los peces de las distintas especies se distribuyen espacialmente según la profundidad; las anchoas y merluzas son peces de superficie; los bacalaos se encuentran a mayor profundidad y los lenguados y rayas son peces de fondo. Hay que agregar a estas comunidades las aves marinas, que si bien anidan en la tierra, su alimentación depende del mar. En los ecosistemas costeros, sobre todo en latitudes altas, muchos de los carnívoros superiores son mamíferos de vida anfibia, pinnípedos (focas, lobos y leones marinos), y en el Ártico éstos a su vez son el recurso alimentario de los osos polares. Los descomponedores, en su mayor parte bacterias, se encuentran en el sustrato y suspendidas en el agua donde su densidad fluctúa con la densidad del plancton, pero también hay una importante microfauna planctónica y bentónica detritívora. En estos ecosistemas se realiza la mayor parte de la pesca marina. En la figura 21 se muestra un esquema simplificado de la red trófica del Atlántico sur. Unos ecosistemas muy peculiares y de gran diversidad de esta zona en los mares cálidos son los arrecifes coralinos que ya se han mencionado. Los ecosistemas oceánicos son menos conocidos que los del litoral y allí hay que distinguir el ecosistema del eufótico del ecosistema de las zonas más profundas. En el eufótico no hay relación entre los organismos bentónicos y pelágicos, los productores son exclusivamente planctónicos, el zooplancton es permanente (holoplancton) y no existe meroplancton. La densidad del plancton es menor que en el nerítico, por lo tanto la luz penetra hasta más profundidad. Aparte del zooplancton hay consumidores que forman el necton y algunas aves oceánicas en algunas partes de los mares. Las aves marinas del oceánico son más independientes de la tierra que las del litoral, aunque también anidan en la tierra. Además en el oceánico viven los grandes cetáceos (ballenas) que son los únicos mamíferos completamente independientes de la tierra, de las que algunas especies se alimentan de plancton y otras de organismos del necton. 85 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 21. Red trófica simplificada del Atlántico Sur. Los ecosistemas de las zonas batial y abisal se caracterizan por no tener productores, por lo que dependen de la importación de materia orgánica desde el eufótico. Por esta razón, en estos ecosistemas abundan los organismos detritívoros, que se alimentan de otros organismos muertos que caen desde el eufótico, o de materia orgánica suspendida en el agua. Una característica muy frecuente de las especies de peces del mar profundo es el enorme aparato bucal que les facilita atrapar sus presas y la presencia de órganos que producen luminiscencia. Aún en los mares más profundos hay bentos: gusanos (poliquetos), estrellas de mar, etc. A pesar de la gran riqueza en especies y diversidad de ambientes y comunidades bióticas, la densidad de las poblaciones marinas es baja, por lo que el mar, sobre todo el oceánico, se asemeja a un gran desierto. 86 4. ECOSISTEMAS DE AGUA DULCE Los lagos, lagunas, ríos y arroyos forman el biociclo de agua dulce, dentro del cual se pueden diferenciar dos tipos fundamentales de sistemas: los sistemas lénticos o leníticos y los sistemas lóticos. En los primeros el agua permanece quieta, no corre, como es el caso de los lagos y lagunas; mientras que en los ecosistemas lóticos el agua corre a mayor o menor velocidad, como es el caso de los ríos y arroyos. Existen ambientes que son temporariamente lénticos, que en ciertas épocas se convierten en lóticos, como ocurre con algunas lagunas internas de los deltas, donde las aguas permanecen estancadas durante las bajantes y circulan al producirse las avenidad de los ríos. También habría que considerar algunos ambiente "semilénticos", como es el caso de los sacos de las llanuras de inundación, que aunque estén comunicados con los riachos y brazos del río al cual pertenece la llanura, la corriente dentro de ellos es imperceptible por lo que se comportan como sistemas lénticos. Los ecosistemas de agua dulce tienen en conjunto, mucho más relación con los ecosistemas terrestres, que los ecosistemas marinos. Algunos de ellos tienden a convertirse con el tiempo en ecosistemas terrestres. 4.1. ECOSISTEMAS LENTICOS O LENÍTICOS Hay una gran variedad de lagos y lagunas y cada tipo tiene sus propias características y distinta biota; sin embargo como en el biociclo marino, en todos los lagos y lagunas hay una zonación que puede ser más o menos marcada según el tipo de lago, pero que nunca es tan definida como en el mar. La zona bentónica del lago próxima a su orilla es el litoral del mismo. Más allá del litoral se encuentra la zona profunda, aunque en lagos poco profundos el litoral se extiende sobre toda la superficie. El contenido del lago, hasta donde la intensidad de la luz que penetra está por encima del punto de compensación de la fotosíntesis, es la zona limnótica y por debajo de ésta se encuentra la zona profunda. La profundidad de la zona limnótica depende de la turbidez del agua, que está correlacionada con la cantidad de sedimentos en suspensión que contenga y la vegetación del mismo. Las características del ambiente varían mucho con el tipo de lago o laguna. El agua puede tener disueltas mayor o menor cantidad de sales y pueden tener una cantidad muy variable de sedimentos inorgánicos y materia orgánica en suspensión. La cantidad de sedimentos y materia orgánica en suspensión permitirá mayor o menor penetración de la luz, por lo que el clima lumínico y la temperatura del agua variará con la concentración de éstos. El agua de los lagos está quieta, es decir, no hay corrientes, pero de ninguna manera está inmóvil, ya que circula horizontalmente y verticalmente como resultado del viento y de los cambios de temperatura. En general dentro de los lagos hay una estratificación de la temperatura, 87 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología esto es, se forman capas que tienen distintas temperaturas. En algunos lagos la superficie se hiela en el invierno y la temperatura aumenta con la profundidad hasta llegar a 4 º C. En la primavera cuando se produce el deshielo la parte superior se calienta y a medida que se desciende, el agua es gradualmente más fría; pero inmediatamente debajo del plano hasta donde llega la luz, se produce un brusco descenso de la temperatura formándose lo que se denomina la termoclina. La termoclina aísla la parte superior, que se denomina epilimnion, de la parte inferior, que se denomina hipolimnion. El epilimnion tiene agua caliente que circula y por lo tanto está bien aireada, mientras que el hipolimnion tiene agua más fría que está quieta y poco aireada. Las formas de vida que se encuentran en los lagos son similares a las de los ecosistemas marinos: bentos y perifiton; plancton, necton y neuston y además, sobre todo en algunos tipos de lagos, hay un importante pleuston que puede llegar a formar un tapiz que cubre toda la superficie del lago. Los sistemas lénticos con una superficie relativamente estable y límites más o menos definidos son los lagos. Las lagunas en cambio, tienen una superficie muy variable y límites muy poco definidos; en años o estaciones húmedas su superficie se expande, mientras que en años o estaciones secas, la superficie se contrae. En algunos casos si la estación seca se prolonga por mucho tiempo se secan completamente, volviéndose a llenar su cubeta cuando se reinician las lluvias. Los sistemas lénticos más pequeños son las charcas, que suelen ser muy inestables, ya que la cubeta se llena después de una lluvia y luego, en el período entre dos lluvias, con frecuencia se seca completamente. 4.1.1. Distintos tipos de lagos Según cuales sean las características ambientales y la biota, los lagos pueden agruparse en tres tipos fundamentales: oligotróficos, eutróficos y distróficos. Los lagos oligotróficos (que significa con poco alimento) son lagos geológicamente jóvenes, muy profundos, con paredes rocosas, pocos sedimentos y escasa concentración de sales disueltas en el agua. Los lagos finlandeses, escandinavos, canadienses, los lagos alpinos y los de los Andes del sur son lagos oligotróficos. La estratificación térmica no es marcada y el hipolimnion es muy profundo, pero tiene algo de aire disuelto porque sus poblaciones de animales son pequeñas. En sus bordes hay vegetación, pero es poco abundante y el agua es clara y transparente debido al escaso plancton que contiene. La escasez de plancton se debe a la baja concentración salina del agua y como consecuencia de ésto y de la pobreza de la vegetación bentónica, las poblaciones de consumidores son también pequeñas. En conjunto, la flora y la fauna de estos lagos son muy pobres. Los lagos eutróficos (que significa con buen alimento) por lo general son menos profundos que los lagos oligotróficos. Tienen gran cantidad de sedimentos y partículas en suspensión en el agua y su plancton es muy rico y abundante, por lo tanto el agua es muy turbia y poco transparente. Esto provoca una marcada estratificación térmica, sobre todo en el verano, que aísla el fondo impidiendo su aireación. La flora y la fauna de estos lagos son muy ricas. La vegetación bentónica de sus bordes puede ser muy abundante, aunque florísticamente pobre y se encuentran abundantes macrófitas sumergidas como Elodea sp, Vallisneria sp, Ceratophyllum demersum, Myriophyllum brasiliense, etc.; el plancton es abundante y hay un rico pleuston, que a veces cubre toda la superficie, formado por pteridófitas flotantes (Azolla sp, lemnáceas y otras monocotiledóneas Salvinia sp), 88 4. Ecosistemas de agua dulce (Pistia stratiotes, Eichhornia crassipes, etc.). Como resultado de la abundante vegetación, las poblaciones animales suelen ser importantes, tanto de vertebrados como invertebrados. Debido a la escasa aireación del fondo, allí se encuentra una abundante fauna invertebrada anaerobia detritívora. En el litoral de estos lagos hay una marcada zonación de la vegetación y el lago es el refugio o lugar de anidación de una variada avifauna. Los lagos distróficos (que significa alimento alterado) son lagos senescentes, donde al depositarse gran cantidad de materia orgánica sobre su fondo, que no se descompone totalmente por estar en un ambiente anaerobio, contienen gran cantidad de materia orgánica disuelta o en suspensión en el agua, que la hacen muy turbia y de color marrón. Con el tiempo estos lagos se transforman en pantanos ácidos o en turberas, de acuerdo a como sea el macroclima de la región donde se encuentren. 4.1.2. Lagunas En general las lagunas son más pequeñas y menos profundas que los lagos y su superficie fluctúa según el régimen de lluvias, por lo tanto su borde está poco definido. Son áreas cóncavas de origen muy variado, donde se acumula el agua de lluvia de un área muy limitada. En algunos casos donde el relieve es ligeramente ondulado, el agua de escurrimiento de las zonas altas se acumula en las zonas bajas; en otros, se producen áreas de deflación, donde el viento arrastra el material del sustrato formándose la cubeta, o el material del suelo puede ser disuelto y arrastrado por el agua de drenaje provocando el hundimiento de la superficie; también algunas pequeñas cubetas pueden haberse originado como resultado de la actividad de ciertos animales. Algunos ríos que han envejecido se fragmentan dando origen a una serie de cubetas o pequeñas lagunas dispuestas en rosario. Las características de las lagunas son parecidas a las de los lagos eutróficos, pero debido a su tamaño reducido y escasa profundidad, tanto su flora como su fauna pueden ser relativamente pobres. Un tipo de laguna son las pequeñas lagunas y charcas temporarias, las cuales durante la estación seca, o si el verano es muy caluroso, el agua se evapora totalmente y la laguna se seca. La vegetación y la fauna de estas lagunas está adaptada a soportar estos períodos de sequía o a eludirlos permaneciendo en dormición o estado de latencia hasta que la cubeta se llene nuevamente después de las lluvias. 4.1.3. Lagos y lagunas salinas Aparte de los tipos generales de lagos y lagunas ya descritos existen otros, algunos de los cuales son muy comunes. Uno de ellos son los lagos y lagunas salinas y alcalinas, de los cuales la Mar Chiquita de la provincia de Córdoba, Argentina, o el Salt Lake de Utah en los Estados Unidos de Norte América son dos de los ejemplos más notables, pero no son los únicos ya que hay innumerables lagos y lagunas salinas en todo el mundo. El Mar Caspio en realidad es un lago salino, pero su tamaño es muy grande y el Mar Muerto cuyo tamaño es pequeño, aún inferior al de muchos otros lagos, tiene una concentración salina superior a la de los grandes mares y océanos de la tierra. 89 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 22. Salina de Ambargasta, Argentina. En los lagos interiores de las cuencas endorreicas se acumulan gran cantidad de sales de sodio, ya que al ser muy solubles, los ríos las arrastran hacia ellos. Si el clima es más o menos cálido y luminoso, se produce una gran evaporación que determina un aumento de la concentración salina del agua. Esta alta concentración salina del agua hace que precipiten las arcillas y otras partículas en suspensión, por lo que las aguas son muy claras. El plancton no es tan abundante como en los lagos eutróficos y está constituido por algas que pueden habitar en esos lagos o lagunas; la coloración rojiza que tiene el agua de algunas de estas lagunas se debe a estas algas y a la presencia de halobacterias. El pleuston y el fitoneuston son muy pobres por lo que el espejo queda libre, lo que favorece una gran evaporación. La precipitación de los limos y arcillas por el exceso de sales hace que el fondo sea de barro y cuando éste emerge, al haber gran evaporación se acumulan sales sobre la superficie. Sobre los suelos que emergen cuando se colmatan y secan estas lagunas, se desarrolla una vegetación halófila característica, donde abundan las quenopodiáceas carnosas, esto es, especies de los géneros Allenrolfea, Salicornia, Heterostachys, Suaeda, Atriplex, etc.; luego aparecen céspedes de Paspalum vaginatum, Distichlis spicata, y en algunos lugares se instalan cactáceas columnares (v.gr.: Stetsonia coryne). Los lagos y lagunas salinas con el tiempo se convierten en salinas como las Salinas Grandes, la de Ambargasta (figura 22) y el bolsón de Pipanaco en la Argentina o los lagos Eyre, Torrens y Frome en Australia, que no son otra cosa que grandes depósitos planos de sal, con mayor o menor cantidad de arcilla. 90 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 23. Zonación perilacunar de la vegetación. 1 - Espejo libre sin vegetación o vegetación suspendida. 2 - Espejo libre con vegetación sumergida. 3 - Flotantes libres. 4 - Flotantes arraigadas. 5 - Comunidades de helófitas. 6 - Céspedes y praderas húmedas. 7 - Vegetación terrestre de la región. 4.1.4. Zonación perilacunar Alrededor de los lagos y sobre todo de las lagunas, en sus bordes, o si son poco profundos en toda su superficie, hay una marcada zonación de la vegetación que es un reflejo de su dinámica, que tiende a convertir la laguna en un sistema terrestre. Las comunidades vegetales, algunas de las cuales son poblaciones casi puras, se disponen en anillos concéntricos alrededor del centro de la laguna (figura 23). La composición florística de estas comunidades varía en las distintas regiones del mundo, pero los tipos de especies que se encuentran en ellas son muy semejantes. En el centro, si la laguna es relativamente profunda la comunidad es planctónica, constituida por algas, y el espejo está libre de pleuston. Hacia el borde aparecen sucesivamente comunidades de macrófitas sumergidas (Ceratophyllum demersum, Myriophyllum brasiliense, Elodea sp., etc.); flotantes libre como camalotes (Eichhornia crassipes), repollos de agua (Pistia stratiotes) o un pleuston formado por diversas especies que pueden llegar a cubrir todo el espejo. Donde es menos profundo aparecen flotantes arraigadas (Nymphoides humboldtiana, Nymphaea sp., Nelumbo sp.) y ya cerca del borde donde la profundidad es escasa las helófitas, que son plantas arraigadas en el barro pero con tallos aéreos a veces muy altos. Las helófitas de las partes relativamente más profundas son los juncos (Scirpus californicus, Scirpus validus, Scirpus robustus, Cyperus giganteus, Androtrichum trigynum, etc.), que pueden formar juncales muy densos y puros, que a medida que la laguna se hace menos profunda son menos densos y pueden estar acompañados de totorales o espadañales de Typha sp. Si la profundidad no es muy grande, los juncales y espadañales son poco densos y son penetrados o reemplazados totalmente por Sagittaria sp, Echinodorus sp o especies similares y hacia el borde hay comunidades de Ludwigia peploides, Polygonum hydropiperoides, Polygonum punctatum, Polygonum persicarioides, Alternanthera phyloxeroides, etc. o gramíneas acuáticas. Ya donde el agua no cubre el suelo, pero éste es muy húmedo, hay céspedes bajos de gramíneas estoloníferas, como Paspalum distichum o 91 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Paspalum vaginatum, que forman parte de los ecosistemas terrestres que rodean a la laguna. Como hemos dicho anteriormente, las distintas comunidades perilacunares y su composición florística varía en las distintas regiones del mundo y aún también dentro de una misma región. En la figura 24 se muestran esquemas que representan la vegetación alrededor de tres tipos de lagunas temporarias de la región pampeana de América del Sur, pero aún allí pueden encontrarse lagunas que tengan otras comunidades y la zonación de la vegetación sea algo distinta a cualquiera de las que se muestran en la figura. A medida que las lagunas se colmatan por deposición de materia orgánica y arrastre de sedimentos desde el borde hacia el centro, las comunidades más externas penetran e invaden las más internas desalojándolas y finalmente reemplazándolas. Además a medida que disminuye la profundidad del agua la vegetación es más densa y la evaporación es mayor, por lo que la laguna, si no es muy grande, termina secándose y el sistema léntico es reemplazado por un sistema terrestre. Cuando las lagunas temporarias se secan, las especies del interior desaparecen de la superficie y son invadidas por los céspedes periféricos. Sin embargo, los individuos de esas especies no mueren, sino que sus órganos subterráneos permanecen en estado de latencia. Al llenarse las cubetas debido a las lluvias, las plantas del interior rebrotan y se expanden; si son estoloníferas, los estolones se alargan acompañando al aumento del nivel de agua, pero si el llenado de la cubeta es rápido, son superadas por la altura del agua, quedando un espejo libre en el que se desarrolla un pleuston de Azolla sp., Salvinia sp., etc. que se multiplican muy rápidamente y con frecuencia llegan a cubrir todo el espejo de agua. El resultado es que a medida que la cubeta se llena y aumenta la profundidad, las comunidades más internas invaden y desalojan a las más externas, en cambio cuando ocurre lo contrario, las externas invaden y desplazan a las internas. Si el secado de la laguna es muy rápido el fondo queda descubierto y si la estación es muy seca el suelo puede permanecer desnudo hasta que se produzcan las primeras lluvias. 92 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 24. Vegetación perilacunar en tres tipos distintos de lagunas temporarias de la región pampeana. a) Grandes lagunas o áreas deprimidas; b) lagunas más pequeñas cuyo fondo se está colmatando; c) lagunas muy pequeñas. 1 Scirpus californicus, 2 - Eleocharis macrostachya, 3 - Sagittaria montevidensis, 4 - Echinochloa helodes, 5 - Ludwigia peploides, 6 - Luziola peruviana, 7 Paspalum distichum. (según Lewis et al. 1985). 93 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 4.1.5. Eutrofización de los lagos Los lagos oligotróficos con el tiempo se eutrofizan. Los ríos y arroyos que desembocan en ellos aportan sedimentos finos que se depositan en su fondo, disminuyendo la profundidad de los mismos, y sales disueltas que aumentan la concentración de las mismas en el agua del lago. Esto provoca la proliferación del plancton y el avance de la flora bentónica desde los bordes hacia el centro del lago, con el consiguiente enriquecimiento de su fauna. El proceso de eutrofización o envejecimiento del lago es más rápido cuanto menos profundo sea éste y mayor sea la temperatura ambiente. Algunos lagos eutróficos evolucionan y se convierten en lagos distróficos, o se colmatan convirtiéndose en pantanos. En condiciones naturales el proceso de eutrofización es muy lento y solamente ocurre con cierta rapidez en lagunas pequeñas de regiones cálidas y también, en lagos poco profundos de regiones frías donde se acumula materia orgánica que no se descompone, o lo hace parcialmente, dando origen a las turberas. Los lagos próximos a grandes ciudades sufren un proceso de eutrofización, a veces excesivamente rápido, debido a la descarga de aguas servidas en ellos. Las redes cloacales de las ciudades aportan una gran cantidad de nutrientes a los lagos, que provocan un rápido florecimiento de la flora planctónica y un enriquecimiento de toda la biota del lago. Uno de los factores limitantes para el crecimiento de la vegetación en los lagos oligotróficos es la escasez de fósforo. En las últimas décadas, la utilización de detergentes fosforados y su descarga en los lagos ha acelerado en forma alarmante la eutrofización de algunos de ellos. En cuanto a la vida dentro de los lagos, este proceso significa un mayor crecimiento de las poblaciones vegetales y animales y un aumento de la diversidad florística y faunística. Pero esta multiplicación de los vegetales y animales no es necesariamente una ventaja para la población humana que vive a la orilla del lago. El enriquecimiento del lago hace que el agua sea más turbia y menos adecuada para el consumo humano; además los procesos biológicos y metabólicos que se desencadenan en el lago producen substancias que le confieren sabor desagradable al agua o que son tóxicas. La descomposición de la gran cantidad de materia orgánica producida por efecto de la eutrofización con frecuencia es acompañada por la emanación de gases (metano, ácido sulfhídrico) de olor nauseabundo. Como síntesis, el resultado de la rápida eutrofización es la conversión del ambiente lacustre y sus alrededores, en un ambiente desagradable, inhóspito e inadecuado para la población humana. 4.2. ECOSISTEMAS LÓTICOS Su nombre deriva de loción (que corre) y dentro de este grupo se incluyen todos los torrentes, ríos y arroyos. Con frecuencia se hacen modelos universales de ríos que en realidad no son de validez universal: son muy distintos los ríos que nacen en montañas de aquellos que nacen en las llanuras. Un caso muy particular de sistemas lóticos es el de los llamados "esteros" de la región chaqueña de América del Sur. 94 4. Ecosistemas de agua dulce Todos los ríos tienen una cuenca de captación que recoge las aguas pluviales o de deshielo que formarán el río y una red de drenaje o avenamiento que es el río propiamente dicho. Si el río pierde su cuenca de captación, como a veces ocurre en los ríos de llanura, el río muere, sucesivamente se fragmenta en lagunas dispuestas en rosario y finalmente desaparece. La red de drenaje está dividida en segmentos de distinto orden. Un segmento de primer orden es aquel que no tiene tributarios; uno de segundo orden se forma por la unión de dos o más segmentos de primer orden y la unión de segmentos de segundo orden originan segmentos de tercer orden y así sucesivamente. La edad de un río se mide por la distancia a su cuenca de captación: nace donde aún no están definidas sus vías de drenaje y es viejo en su desembocadura en el mar o lago donde éste muere. Algunos ríos no llegan al mar o a algún lago, sino que desaparecen de la superficie y sus aguas, si es que no se evaporan, drenan en profundidad y fluyen por las napas subterráneas. 4.2.1. Régimen hidrológico El agua dentro de los ríos y sus cuencas hidrológicas circula describiendo un ciclo abierto, que es parte del ciclo general del agua en la biosfera. Los aportes o entradas de agua en la cuenca se realiza por las precipitaciones pluviales, que son la condensación del agua evaporada. En aquellos ríos que nacen en altas montañas el agua que se condensa se solidifica y permanece almacenada en las altas cumbres, como nieve o hielo, hasta la estación de deshielo, en que fluye hacia la red de avenamiento. Las pérdidas o salidas de agua se producen por evapotranspiración y por el flujo en profundidad o por la corriente por los canales de desagüe. La evapotranspiración es el agua que se evapora del suelo y de la superficie del agua, más el agua que se pierde por la transpiración de las plantas. El agua de lluvia es interceptada por la vegetación y se acumula en la superficie de las hojas y ramas, de donde es evaporada o es canalizada hacia el suelo por tallos y ramas o por goteo de las hojas. El agua que llega al suelo se infiltra en él o se acumula en la superficie, desde donde es evaporada o se escurre superficialmente hacia la red de avenamiento. El agua que se infiltra en el suelo lo hace a través de los microporos y macroporos del mismo o es retenida alrededor de las partículas coloidales del suelo. Por acción de la gravedad el agua de los macroporos percola y drena en profundidad hasta encontrar capas impermeables, sobre las cuales se forman las napas de agua. El agua retenida por el suelo es absorbida por las plantas y evaporada en el proceso de transpiración o se evapora por la superficie del suelo. Una parte del agua fluye a través del suelo hacia los canales de la red de avenamiento. El agua de las napas fluye lateralmente hacia los canales de desagüe y en algunos lugares penetra y drena en profundidad, o asciende por los microporos a medida que el suelo se seca y se evapora en su superficie. El agua transferida a los canales de avenamiento es la que forma la corriente del río. Este ciclo hidrológico se representa esquemáticamente en la figura 25. El régimen hidrológico del río depende de como y cuando se producen los aportes y del flujo de la corriente. Como los aportes varían a lo largo del año de acuerdo al régimen de lluvias, hay períodos en que el caudal y altura del agua de los canales es muy grande y otros en que el caudal es muy pequeño. Cuando el aporte de agua es muy grande y rápido, los canales se llenan de agua y la altura de la misma supera la profundidad del canal, entonces el agua se derrama e inunda el valle por donde 95 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 25. Ciclo hidrológico dentro de una cuenca hídrica. (Según More, 1969, en Beaumont, 1975). circula el canal. Cuando no hay aportes de agua y la evaporación es muy grande la altura del agua en el canal es pequeña e incluso puede llegar a secarse. 96 4. Ecosistemas de agua dulce Cuando la altura del agua en los canales es grande se denomina creciente o avenida, que se inicia donde se producen los aportes y se transmite a todo el río aguas abajo como una onda. Cuando la altura es pequeña se denomina bajante. Como en muchos ríos las bajantes se producen en verano debido a la alta evaporación, a veces las bajantes máximas se denominan estiaje. Durante los períodos secos en que no hay aportes de agua de lluvia, la corriente de los canales depende del flujo basal producida por el movimiento lateral del agua de las napas, por lo que es mínima. Al producirse las lluvias o el deshielo, el escurrimiento superficial aporta gran cantidad de agua a los canales produciéndose las avenidas. Algunos ríos entre dos lluvias se secan y después de las lluvias se producen grandes crecientes; el régimen de estos ríos es irregular. Otros ríos tienen una avenida anual que coincide con la estación lluviosa de la cuenca de captación o con el deshielo y luego tienen una bajante anual. Pueden tener dos avenidas anuales seguidas de dos bajantes. Pero en ambos casos el régimen es regular y pulsátil, lo que le confiere características muy particulares a su biota. En los ríos de régimen regular las crecientes y bajantes se producen en determinadas épocas del año y las alturas máximas y mínimas son relativamente constantes. Sin embargo, en ciclos plurianuales se producen crecientes y bajantes extraordinarias en que la altura del agua supera la máxima anual y la mínima es mucho menor que el promedio. Una o dos veces en cada siglo se producen crecientes catastróficas en que el agua llega a grandes alturas y permanece por encima de lo normal por un período muy largo. Este hecho, como se explicará después, es fundamental en la vida de los ríos. 4.2.2. Zonación de los ríos En la figura 26 se muestran las distintas partes del río. Donde nace hay una gran cantidad de pequeñas vías de Figura 26. Zonación en los ríos. drenaje que canalizan el agua de toda la cuenca de captación; es el Crenon, donde el río se encuentra en su infancia. Estas vías de avenamiento se unen en vías mayores mejor definidas, el Rhitron, que finalmente se unen en una única vía jerarquizada de avenamiento, el Potamon, que lentamente se eutrofiza y envejece. A veces es difícil determinar las zonas dentro del río. Una forma de hacerlo es mediante el análisis del agua; en el crenon el agua es clara, fría, con pocos sedimentos en suspensión y baja concentración de sales disueltas, mientras que en el potamon el agua es más turbia, más caliente y con más 97 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología cantidad de sales disueltas y sedimentos en suspensión. En los ríos que nacen en montañas el crenon está formado por una serie de torrentes con cascadas donde la corriente es muy fuerte. Al llegar al potamon la corriente es menos fuerte y si alcanza la llanura donde la energía del relieve es muy baja, su deambular es muy lento. El potamon circula dentro de un valle y si un obstáculo interrumpe el valle se forma un lago. Cuando la presión que ejerce el río sobre el obstáculo es muy grande, éste se puede cortar en el punto de menor resistencia y el río circula encajonado hasta encontrar otro valle que le marque su derrota. Si la presión no es suficiente para cortar el obstáculo, el lago será muy grande; este lago con los ríos que mueren en él constituyen una cuenca endorreica. En los ríos que nacen en llanuras, el agua circula en forma de manto sobre la cuenca de captación y se acumula en ollas o áreas deprimidas. Estas ollas pueden ser hoyas tectónicas u hoyas de deflación eólica; o un desnivel tectónico por imperceptible que sea puede formar una especie de dique de contención que hace que el agua se acumule contra él. Cuando la acumulación de agua es suficiente, ésta se derrama hacia uno de los imperceptibles valles de la llanura, formándose el colector que actúa como vía de avenamiento. Puede ser que el desnivel que actúa como dique de contención no sea superado por la altura del agua, por lo que el agua no se derrama hacia un valle por encima de él, sino que la presión que ejerce contra el desnivel lo corta y así puede alcanzar un colector. En estas áreas deprimidas donde nacen los ríos de llanura, el ambiente se parece más al de un sistema léntico que al de un sistema lótico, ya que la corriente es muy lenta y prácticamente imperceptible. 4.2.3. El ambiente dentro del río El ambiente no solamente es distinto en ríos diferentes, sino también varía dentro de un mismo río. En el crenon el ambiente es muy distinto al ambiente del potamon y aún dentro de estos varía de aguas arriba hacia aguas abajo. En el crenon o las nacientes de los ríos el agua es fría, sobre todo si proviene de deshielo; en el rhitron y más aún en el potamon el agua es generalmente más cálida. La concentración de sales en los ríos generalmente es muy baja en toda su extensión, sin embargo es relativamente mucho menor en el crenon que en el potamon. La concentración y la composición de las sales disueltas en el agua está muy relacionada por donde corre el río; si lo hace por sobre rocas ígneas el agua es clara y la concentración de sales es muy baja, en cambio si corre sobre otros tipos de rocas o tiene fondo de barro la concentración de sales es mayor. De la misma manera, los sedimentos en suspensión varían a lo largo del río y también dependen de por donde circule el río. Aguas arriba el río erosiona el sustrato y arrastra los sedimentos que constituyen la carga del río aguas abajo. La textura de los sedimentos que puede arrastrar el río dependen de la velocidad de la corriente y de la concentración de sales disueltas. Cuando disminuye la velocidad de la corriente los sedimentos de textura gruesa (gravas y arenas) se depositan y el río solamente puede arrastrar sedimentos muy finos, sobre todo limos y arcillas. Estos últimos se depositan cuando la corriente es muy lenta o quedan atrapados por la vegetación de las márgenes del río. Al llegar al mar, o mucho antes si el río lleva una alta concentración de sales, las arcillas floculan y se depositan en el fondo del río; en la desembocadura de los ríos en el mar, ésto es lo que origina los deltas. 98 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 27. Formación de meandros y madrejones. La cantidad de luz que penetra, o sea la transparencia del agua, es función de la cantidad de sedimentos en suspensión. En el crenon, sobre todo en los ríos de montaña, en que la carga del agua es nula, o muy pequeña, el agua es muy transparente, mientras que en el potamon, donde la cantidad de sedimentos en suspensión es muy alta, el agua es turbia y si el canal es muy profundo, la cantidad de luz que llega al fondo es muy pequeña. 4.2.4. Llanuras de inundación El potamon no modela la llanura en conjunto, como a veces erróneamente se supone, sino que circula por un valle formado tectónicamente. El agua puede cubrir todo el valle, o si éste es muy ancho, el río divaga dentro de ese valle por el camino de menor pérdida de energía libre, por lo que su derrota es sinuosa y cada vuelta constituye un meandro. Como se señaló más arriba, cuando se produce la estación de las lluvias en la cuenca de captación, se produce la avenida o creciente del río, que se transmite 99 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología como una onda a lo largo del mismo hasta su desembocadura. En la estación seca se produce la bajante o estiaje del río. La circulación sinuosa dentro del valle unido a las avenidas y bajantes, hace que el río modele el valle y se forme una llanura aluvial o llanura de inundación. El río erosiona la parte cóncava de los meandros y deposita sedimentos en la parte convexa de los mismos (figura 27 a). Esto hace que las concavidades de dos meandros alternos se aproximen (figura 27 b) y finalmente se unan (figura 27 c) cambiando la derrota del río y formándose un nuevo meandro. Los viejos meandros quedan aislados y se transforman en lagunas semilunares que en algunos lugares se denominan madrejones. Los madrejones son sistemas lénticos o semilénticos que se eutrofizan muy rápidamente. Cuando se producen las crecientes, todo el valle puede quedar cubierto de agua, y la corriente es más rápida por lo que se produce una gran erosión. Los sedimentos finos son arrastrados y donde la corriente es más lenta se depositan arenas. Al producirse las bajantes, la corriente es más lenta, el río tiene menos capacidad de arrastre y se depositan arenas finas y limos, o el agua queda atrapada en madrejones o lagunas donde percola o se evapora depositándose allí los limos y floculando las arcillas. Los brazos principales del río están conectados por riachos. La corriente en los brazos es más fuerte que en los riachos, por lo tanto en la boca de éstos se depositan sedimentos, en primera instancia gruesos (arenas). Estos sedimentos obstruyen la entrada de agua, por lo que la corriente dentro del riacho se hace más lenta aún y comienzan a depositarse sedimentos en su salida. La boca de entrada termina por cerrarse, por lo que la corriente es prácticamente nula, el sistema se transforma en semiléntico y se eutrofiza rápidamente. El riacho se ha convertido en un saco. Al no haber corriente, la salida también se cierra y la vegetación ribereña penetra en el riacho facilitando la deposición de sedimentos. Finalmente el saco se fragmenta en una serie de lagunas dispuestas en rosario que sufren un rápido proceso de eutrofización (figura 28). Estos procesos y muchos otros que ocurren en las llanuras de inundación, hacen que éstas sean muy complejas y existan muchos ambientes distintos. Cada una de las fracciones más pequeñas del ambiente es un biotopo, que con frecuencia constituyen el nicho habitacional de una especie vegetal. Los biotopos están caracterizados por los sedimentos (fondo de barro, fondo de arena), velocidad de la corriente, profundidad del agua, etc. 100 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 28. Evolución de la vegetación sobre un riacho de la llanura de inundación del Río Paraná (Según Lewis & Franceschi, 1979). 4.2.5. Deltas y estuarios Las aguas, según cual sea la energía del relieve y el caudal del río asociados con el ancho de su valle, arrastran mayor o menor cantidad de sedimentos, cuya textura y calidad depende además, de las regiones que atraviese el río. Los 101 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología sedimentos gruesos (gravas y arenas) se depositan con mayor facilidad que los sedimentos finos (arcillas) que tienden a mantenerse en suspensión. Si la corriente es rápida y los sedimentos finos son escasos, al llegar al mar éstos floculan y se depositan en el fondo, pero no son suficientes como para formar islas. El río es menos hondo, por lo tanto más ancho y forma lo que se denomina un estuario. En los estuarios el ambiente es distinto que en el potamon, ya que al mezclarse el agua del río con la del mar la concentración salina es mayor y ésto hace precipitar los sedimentos finos, por lo que el agua es más clara que en el potamon, aunque no sea tan transparente como el agua de mar. En ríos de poco caudal y cortos que desembocan en el mar, su boca suele ser obstruída por la arena que las mareas y el viento arrastran hacia la playa. Este dique de contención es la barra del río. Al no desaguar el río en el mar su nivel crece, puede formar un lago, y finalmente, sobre todo después de grandes lluvias, la presión del agua sobre la barra es lo suficientemente grande como para romperla, provocando una rápida salida del agua del lago hacia el mar, que hacen bajar el nivel del río y su caudal, lo que permite la reconstitución de la barra. Este ciclo de cierre y apertura es muy importante para algunas especies que tienen una vida anfibia entre el mar y el ecosistema de agua dulce. Cuando los ríos de corriente lenta que llevan en suspensión gran cantidad de sedimentos finos llegan al mar; la salinidad del agua de mar provoca la floculación de las arcillas y materia orgánica en suspensión. Al flocular las arcillas y la materia orgánica se depositan en el fondo. Esta deposición de sedimentos hace que finalmente emerjan sobre la superficie del agua, formándose islas que constituyen un delta. Los deltas tienen aspectos parecidos a las llanuras de inundación, pero son distintos en cuanto a su origen. De cualquier manera, tienen muchos ambientes distintos, por lo tanto gran número de biotopos y están en constante remodelación como las llanuras aluviales. El Nilo, el Mississipi, el Níger, el Indo y muchos de los grandes ríos del mundo forman deltas en su desembocadura en el mar. El río Paraná, principal afluente del Río de la Plata es un caso muy particular. Desde que recibe al río Paraguay hasta su desembocadura en el Río de la Plata tiene aspecto deltaico, pero en realidad es una gran llanura aluvial de más de 900 km. de longitud y solamente desde la ciudad de Diamante hasta el Río de la Plata se podría considerar un delta, ya que hubo una ingresión marina que pudo haber dado origen a esas islas. Sin embargo solamente la última porción del mismo, el delta cisplatino, se asemeja a un verdadero delta, pero a continuación de él está el Plata que es un gran estuario de 200 km. de longitud. 4.2.6. Paleocauces El proceso de eutrofización del potamon y la concomitante sedimentación de las arenas, limos y arcillas que arrastra el río, pueden colmatar totalmente el valle. Cuando esto último ocurre, el río se derrama y abandona su cauce original, tomando otra vía de avenamiento por otro valle. A veces el abandono de un cauce por su río es producido por movimientos ascendentes y descendentes del basamento cristalino que sostiene los sedimentos de la llanura. Cuando el río abandona un cauce, éste se transforma en un paleocauce, que queda jalonado por lagunas o madrejones viejos y senescentes. El sistema lótico se transforma en una serie de sistemas lénticos que se eutrofizan relativamente rápido. Debido a la evaporación sin los aportes de agua que realizaba el río, se secan, por lo cual las lagunas finalmente desaparecen y son ocupadas por ecosistemas no acuáticos. 102 4. Ecosistemas de agua dulce En algunas llanuras muy planas los paleocauces suelen ser imperceptibles sobre el terreno para un observador, pero es relativamente fácil detectarlos en fotografías aéreas. 4.2.7. Esteros Los esteros son ambientes semiacuáticos propios de la región chaqueña de América del Sur. Son vías de avenamiento o ríos senescentes. Los ríos tienen un drenaje muy perezoso debido a la escasa energía del relieve, por lo tanto en la estación de las lluvias el cauce se llena y se derrama por encima de sus bordes. Al derramarse, los bordes se descabezan y cuando las aguas ceden, gran cantidad de sedimentos de los bordes son arrastrados hacia el cauce. De esta manera con el correr del tiempo el río se hace más ancho y menos profundo. Al ser menos profundo es invadido por una abundante vegetación helófita y de flotantes libres o arraigadas. La escasa pendiente, poca profundidad y la proliferación de vegetación dificultan la circulación del agua, por lo que fuera de la estación de las lluvias la corriente es imperceptible o el agua se estanca, favoreciendo la eutrofización del sistema. El río se transforma en un enorme pantano, que se parece más a un ambiente léntico que a un sistema lótico, que termina rellenándose y desapareciendo como río. Los esteros más grandes son los del Iberá en el norte de la Argentina y el Pantanal del sur del Brasil, donde nace el río Paraguay. 4.2.8. La biota de los ríos La biota de los ríos es muy variada y está muy influida por la velocidad de la corriente. Si la corriente es muy rápida, tanto la vegetación como la fauna son muy pobres, en cambio cuando es lenta ambas son muy ricas. Cualquier obstáculo que provoque una disminución de la velocidad de la corriente, promueve el desarrollo de la flora planctónica y la vegetación herbácea arraigada, con el concomitante crecimiento de las poblaciones animales; en otras palabras, promueve la eutrofización del río. En los torrentes y cascadas del crenon de los ríos de montaña la corriente es muy rápida. El agua es muy clara, la vegetación es muy pobre, prácticamente no hay algas planctónicas y las algas bentónicas son epilíticas, es decir, están sobre las rocas, y existen muy pocas plantas superiores, arraigadas en las rocas o en sus fisuras. El pleuston está ausente, ya que sería arrastrado por la corriente. Esto hace que las poblaciones animales sean pequeñas y haya una baja diversidad faunística. El necton está adaptado a las grandes corrientes; los peces son rheófilos, es decir, que como adultos pueden vivir en corrientes rápidas de agua con gran cantidad de oxígeno disuelto; son angostos y nadan paralelamente a la corriente ya sea aguas arriba o aguas abajo pero no transversalmente, de modo que además de tener una gran habilidad natatoria oponen la menor resistencia posible a la corriente. En el potamon la velocidad de la corriente es menor y si corre por una llanura su deambular es muy lento, de modo que el ambiente tiene ciertas semejanzas con los ambiente lénticos. El fitoplancton es relativamente abundante, como así también las algas bentónicas que pueden ser epilíticas si están arraigadas sobre rocas o epipélicas si están sobre limos. También puede haber una abundante flora macrofítica sumergida, acompañada de algas epifíticas y en las orillas se desarrolla una importante flora helófita y de flotantes arraigadas que impiden que el fitopleuston sea arrastrado por la corriente. Por lo tanto las poblaciones de consumidores son mucho más grandes que en el río joven. Los peces son limnófilos, es decir, nadan más lentamente que los rheófilos y están adaptados a vivir en aguas más calientes y con menor cantidad de oxígeno disuelto que en el crenon. En el fondo se deposita materia 103 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 29. Sección esquemática a través del valle del bajo Amazonas (Según Sioli, 1975). orgánica, por lo que aparecen organismos y peces de fondo detritívoros, como las rayas y los lenguados, que inician otras cadenas alimentarias que aumentan la diversidad y complejidad de la red trófica del río. Muchos de los consumidores de los ríos son de vida anfibia, ya que se alimentan de vegetales acuáticos, peces y otros animales de vida estrictamente acuática, pero viven y realizan sus actividades sociales fuera del agua, como es el caso de muchos vertebrados, sobre todo aves y algunos mamíferos, aunque también hay invertebrados de vida anfibia. Incluso hay animales que se alimentan indistintamente de hierbas y animales acuáticos y terrestres. Parte de la materia orgánica producida es arrastrada por la corriente y se deposita aguas abajo de donde es producida. Al llegar al estuario, la creciente salinidad del agua provoca la precipitación de la materia orgánica importada de aguas arriba que se suma a la que es sintetizada en el mismo estuario. Este hecho hace que en los estuarios las poblaciones de consumidores sean relativamente grandes y mucho mayores que las que permitirían las poblaciones de productores locales. En las áreas inundadas donde nacen los arroyos de llanura, la corriente es extremadamente lenta y con frecuencia toda la superficie se cubre de un abundante fitopleuston. Si la profundidad no es muy grande es invadida por vegetación helófita que en algunos casos puede ser muy densa. En estas depresiones el ambiente es prácticamente léntico y muy similar al de las lagunas eutróficas y a veces a los pantanos. Las llanuras aluviales y los deltas, si bien se originan en ambientes lóticos, tienen sacos, madrejones y lagunas, donde el ambiente, por lo menos durante el estiaje, es léntico y el agua con gran cantidad de sedimentos es propicia para el desarrollo de abundante vegetación. Con el tiempo, por la deposición de sedimentos y la gran productividad vegetal, las cubetas de los madrejones y lagunas se colmatan; ésto asociado a la formación de bancos de sedimentos sobre el cauce hace que la profundidad disminuya y el suelo emerja por sobre la superficie del agua permitiendo la instalación de ecosistemas terrestres. Todo esto convierte a la llanura aluvial en un complejo mosaico de ecosistemas lóticos, lénticos y terrestres que albergan una vegetación y una fauna de gran diversidad. En las figuras 29 y 30 se presentan 104 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 30. Perfil esquemático del valle del Río Paraná medio (Según Bonetto, 1975). diagramas de vegetación de los valles del Amazonas y del Paraná. Si bien las especies son distintas la estructura de la vegetación es muy parecida en ambos. En los albardones, o partes elevadas del contorno de las islas se instalan bosques o selvas en galería y en los pantanos y lagunas internas vegetación herbácea flotante o arraigada. En las llanuras aluviales y en los deltas hay una evolución de los ambientes, por lo tanto de la flora, vegetación y fauna; de lótico a léntico, y de léntico a terrestre. La consecuencia lógica de ésto es que el río con el tiempo desaparezca. En algunos casos cuando se colmata el valle, el río se derrama sobre la llanura circunvecina hasta encontrar otro valle por donde se encauza y abandona su viejo curso dejando un paleocauce. Sin embargo muchos ríos permanecen dentro de sus cauces y no desaparecen. La mayoría tiene regímenes pulsátiles con ciclos anuales de crecientes y bajantes, ciclos plurianuales con crecientes mayores que las normales y esporádicamente hay crecientes catastróficas en que el agua llega a niveles muy altos y la inundación permanece por períodos largos. Durante las crecientes aumenta la velocidad de la corriente y se produce mayor erosión y tanto el plancton como el pleuston son arrastrados aguas abajo. Durante las bajantes la sedimentación y eutrofización se acelera compensando la erosión y el arrastre de la vegetación durante la creciente. Cuando se produce una creciente catastrófica, los procesos que ocurren durante las crecientes normales se multiplican, por lo que el río es rejuvenecido y tarda muchos años en volver a las condiciones previas a la inundación catastrófica. Este hecho ha sido registrado en el río Paraná (Lewis et al., 1987), pero es probable que ocurra en todos los grandes ríos, ya que así parecen señalarlo registros que se han tomado desde los albores de las grandes civilizaciones. 105 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 4.2.9. Zonación riparia de la vegetación De la misma manera que en el litoral del mar y en la orilla de los lagos, en las márgenes de los ríos se produce una zonación de la vegetación correlacionada con el gradiente de humedad y la profundidad del agua. Esta zonación es un reflejo de la sucesión vegetal, aunque no siempre es consecuencia de ésto. En muchos aspectos la zonación riparia es muy parecida a la de los lagos y lagunas eutróficas poco profundas. En las llanuras aluviales la zonación alrededor de los cuerpos de agua es muy distinta según cual sea la calidad de los sedimentos que forman el fondo, la profundidad del cuerpo de agua y la velocidad de la corriente. En la figura 31 se muestra tres tipos frecuentes de zonación en la llanura aluvial del río Paraná. Las comunidades riparias forman una cenoclina, es decir, una cadena de comunidades que se ordenan a lo largo del gradiente de humedad, donde en un extremo se encuentran comunidades estrictamente acuáticas y en el otro comunidades del biociclo terrestre; las intermedias son comunidades de transición entre ambos biociclos 106 4. Ecosistemas de agua dulce Figura 31. Zonación riparia de la vegetación en el valle del Río Paraná. a) En bancos de arena. b) En grandes lagunas y sacos. c) En lagunas de aguas someras. (Según Franceschi & Lewis, 1979). 107 5. ECOSISTEMAS TERRESTRES El biociclo terrestre incluye a todos los ecosistemas que se encuentran sobre la tierra firme, por lo que su biota se encuentra dentro de un medio mucho menos denso que la biota de otros biociclos, que es el aire. Parte de la biota, la mayor parte de los detritívoros y descomponedores, se encuentran en el suelo, pero por los poros del suelo circula aire, que es esencial para el mantenimiento de la vida de la microflora, microfauna y raíces que se encuentran en él. Sin embargo, cuando los poros se llenan de agua, ésta desaloja al aire y si el suelo no está bien drenado la provisión de oxígeno puede ser limitante y solamente es posible la vida anaerobia. Como fue señalado en secciones anteriores, en la zona entre mareas del mar, en el litoral menos profundo de los lagos y en las orillas de los ríos hay comunidades de transición entre los ecosistemas acuáticos y los terrestres; por lo tanto, los límites entre ecosistemas acuáticos y terrestres no son muy precisos. Además hay una estrecha relación entre todos los biociclos y un constante fluir y reciclar de elementos de la tierra a los ríos y por ellos al mar y nuevamente a la tierra. Lo mismo ocurre con muchas especies que cumplen parte de su vida en el agua y parte en la tierra, o que realizan algunas actividades en el mar y los ríos y otras en la tierra. 5.1. EL AMBIENTE DE LOS ECOSISTEMAS TERRESTRES El ambiente general varía con la latitud, altitud, topografía, proximidad al mar, etc.; que provocan desplazamientos de masas de aire haciendo variar las condiciones climáticas. Esto hace que la tierra pueda dividirse en áreas climáticas, cada una de ellas con un clima uniforme y que albergan una serie de comunidades que les son propias. Dentro de un área climática el ambiente no es homogéneo, ya que las variaciones en la topografía y el relieve, como diferencias en el material original del sustrato, determinan que haya distintos tipos de suelos, que permiten el establecimiento de comunidades diferentes. Pero aún dentro de un sitio determinado el ambiente tampoco es uniforme. El clima por encima de la comunidad vegetal es distinto al clima dentro de la comunidad vegetal. Los vegetales que componen la comunidad vegetal tienen distintas formas de crecimiento (árboles, arbustos, hierbas altas, hierbas bajas, musgos, etc.) por lo que alcanzan distintas alturas. Los árboles proyectan sombra, por lo tanto, debajo de ellos la carga calórica es menor; asimismo, de la luz que penetra a través de los árboles más altos, una fracción es interceptada por los árboles más bajos, luego por los arbustos y más cerca del suelo por las hierbas. Como resultado de ésto, el ambiente se fracciona en capas horizontales superpuestas, cada una de las cuales tiene condiciones climáticas (luz, temperatura, humedad, etc.) distintas (figura 32). Cada una de estas capas se denomina sinusia. Los árboles más altos llegan hasta la sinusia superior y forman un estrato; habrá árboles más bajos, arbustos, hierbas que 109 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 32. Fragmentación vertical del ambiente en sinusias (A, B, C y D). alcanzan sinusias más bajas formando estratos arbóreos bajos, estratos arbustivos, estratos herbáceos, etc. No sólo hay una heterogeneidad vertical del ambiente, que queda fraccionado en sinusias, sino también una heterogeneidad horizontal. El suelo no es completamente uniforme, puede haber afloramientos de roca, depresiones más húmedas, acumulación de arenas, etc. y además, debajo de los árboles, el suelo es más fresco que donde no hay árboles. Estos factores y muchos otros que sería difícil enumerar, hacen que el ambiente se fraccione aún más. Por lo tanto cada sinusia está dividida en fracciones distintas entre sí en cuanto a sus factores ambientales (figura 33). Las fracciones más pequeñas del ambiente se denominan biotopos y cada biotopo constituye el nicho habitacional de una o varias especies vegetales que lo ocupan. Los factores del ambiente varían en cada sinusia y en cada biotopo. Estos factores son el aire y los factores climáticos, los factores edáficos o del suelo y otros como el fuego, las interacciones bióticas, catástrofes (inundaciones, huracanes, etc.), que en conjunto se las denominan disturbio. La biota está condicionada por todos estos factores y por la forma como estos varían espacialmente y temporalmente. 5.1.1. El aire Es importante considerar no solamente el aire por encima del suelo, sino también el aire dentro del suelo. El aire es una mezcla de gases y partículas en suspensión cuya composición por encima del suelo se muestra en la tabla 3. Además tiene gases raros (argón, xenón, kriptón, neón), cantidades variables de vapor de agua, polvo, humo, residuos industriales, esporas, semillas, etc. Con la altura disminuye la proporción de oxígeno y dióxido de carbono y en las altas capas de la atmósfera se encuentra una capa de ozono (O 3 ) que es muy importante para la vida terrestre, ya que filtra la luz y absorbe la mayor parte de los rayos ultravioletas, que de otro modo destruirían a los seres vivos. 110 5. Ecosistemas Terrestres Figura 33. Fragmentación del ambiente terrestre en biotopos. 5.1.1.1. Oxígeno El oxígeno es indispensable en la respiración y una falta o disminución de su concentración produce asfixia. Esto no ocurre en espacios abiertos por encima de la superficie del suelo en las capas inferiores de la atmósfera. En las altas montañas la presión de oxígeno es baja y se convierte en un factor limitante para la vida. La concentración de oxígeno puede ser crítica dentro del suelo, produciéndose trastornos fisiológicos serios. La escasez de oxígeno en el suelo se produce por la respiración de las raíces y de la microflora y microfauna del suelo, que consumen a éste y liberan dióxido de carbono, y a la dificultad con que difunde o circula el oxígeno dentro suelo. La aireación del suelo y por lo tanto su oxigenación, depende de la cantidad de poros que tenga el suelo y de su drenaje. El espacio de poros que tenga el suelo está correlacionado con la textura y estructura del mismo. Los suelos sin estructura tendrán más espacio de poros cuanto más gruesa sea su textura, pero en realidad los suelos de textura más fina, en general son más porosos, debido a que tienen mayor agregación y por lo tanto mejor estructura. Los suelos cuando se compactan, debido al exceso de pisoteo o a que pierden su estructura por exceso de labranza, tienen una aireación pobre. La aireación del suelo es mayor en suelos bien drenados y es nula en los suelos anegados. El drenaje depende de la textura, de allí que los suelos arenosos si bien tienen menos poros que los suelos arcillosos, pueden estar mejor aireados, Tabla 3 Composición del aire Nitrógeno Oxígeno Dióxido de Carbono 78 % 21 % 0.03% 111 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 34. Perfil de dióxido de carbono dentro de la comunidad vegetal. 1), a la mañana temprano; 2), media mañana; 3), media tarde con viento; 4), media tarde sin viento; 5), al atardecer. debido a que los suelos arcillosos retienen más agua. 5.1.1.2. Nitrógeno El nitrógeno es el componente más abundante del aire y es un gas muy poco reactante. El nitrógeno atmosférico es el reservorio de nitrógeno del ecosistema y al circular por los poros del suelo es fijado en el mismo por bacterias y otros microorganismos. Además el nitrógeno de la atmósfera actúa como diluyente del oxígeno. La vida es imposible en una atmósfera de oxígeno puro, ya que en ese caso la oxidación sería muy activa y la materia orgánica entraría en combustión espontáneamente, hecho que no ocurre, debido a la gran cantidad de nitrógeno presente. 5.1.1.3. Dióxido de carbono El dióxido de carbono es el reactivo más importante de la fotosíntesis y por lo tanto de la productividad primaria, que es la provisión de materia orgánica de los ecosistemas. La concentración de CO 2 en la atmósfera es baja, pero en eras geológicas anteriores, sobre todo en el carbonífero, era mayor. Si la concentración de CO 2 llega a 10% se vuelve tóxico y a 30 - 50% es letal. El exceso de CO 2 es letal fundamentalmente porque impide la respiración, es decir, produce asfixia, pero por encima del suelo la concentración de este gas en espacios abiertos nunca es excesiva, aunque lo puede ser en el aire dentro del suelo. Un aumento de la concentración de CO 2 en el aire no demasiado grande sin embargo, puede causar ciertos trastornos a la biota debido a su efecto sobre la luz y el ambiente térmico. El CO 2 de la atmósfera proviene de la respiración y combustión y su concentración varía ligeramente con la concentración humana y su actividad industrial. Durante el día disminuye la cantidad de CO 2 del aire, porque es consumido en la foto112 5. Ecosistemas Terrestres síntesis y durante la noche aumenta, debido a que no se produce fotosíntesis, pero la respiración continúa. En el hemisferio norte, sobre todo en las áreas muy pobladas, la concentración de CO 2 aumenta en el invierno, debido a la gran cantidad de carbono que se quema para calefacción. Sin embargo las fluctuaciones estacionales son pequeñas, fundamentalmente debido a la acción reguladora del mar. Debido a que el CO 2 absorbe la radiación infrarroja y la tierra al calentarse emite este tipo de radiación; al aumentar la concentración de este gas en la atmósfera impide que la radiación de la tierra escape al espacio, lo que provoca un calentamiento de la atmósfera. Esto se denomina efecto invernáculo. La excesiva tala de masas boscosas y una gran liberación de CO 2 al quemar combustibles fósiles y materia orgánica, podría ocasionar que se supere la capacidad reguladora del mar. El resultado sería un cambio global en el clima, cuyas consecuencias son difíciles de predecir. En la campaña, el CO 2 utilizado por las plantas proviene del aire y de lo que se denomina respiración del suelo, que en realidad es el producto de la descomposición de la materia orgánica y la respiración de los microorganismos y raíces que viven en él. Dentro de la comunidad vegetal la concentración de este gas varía con la altura y a distintas horas del día (figura 34). La concentración es máxima al fin de la noche y mínima al mediodía y es mayor cerca del suelo, debido a la constante provisión de CO 2 por la respiración del suelo. Dentro de la comunidad vegetal su concentración es mínima, sobre todo al mediodía de días muy luminosos y sin viento, circunstancias que pueden volver limitante la provisión de CO 2 para la fotosíntesis. La cantidad de CO 2 de la atmósfera no es limitante para la fotosíntesis actual, pero la provisión del mismo puede estar limitada por la lentitud de su difusión. La difusión de CO 2 se produce desde donde hay mayor concentración, hacia donde hay menor concentración de este gas. El flujo de CO 2 está dado por esta diferencia de concentración y las resistencias que debe vencer éste en su movimiento: Flujo de CO 2 = diferencia de concentración resistencias Las resistencias que debe vencer el CO 2 están: 1) dentro de la hoja y varían según cual sea la estructura de ésta, que depende de la especie y los factores que afectan su crecimiento; 2) en el estoma, que es por donde entra a la hoja y es mayor cuanto mayor sea el déficit hídrico, ya que la penuria hídrica provoca el cierre de los estomas y 3) en el aire. En el aire la difusión puede ser libre o laminar cuando no hay viento o turbulenta si hay viento. La resistencia que ofrece el aire al movimiento de CO 2 está dada por: ( ) log z−d 2 e z0 Resistenciadelaire = µk 2 donde z es la altura, z o el parámetro de rugosidad, d el plano de desplazamiento nulo, µ la velocidad del viento y k la constante de von Karman (la explicación de estos términos se hará en la sección siguiente). Por lo tanto cuanto mayor sea la velocidad del viento, menor será la resistencia del aire y mayor el flujo de CO 2 . 5.1.1.4. Vapor de agua La cantidad de vapor de agua que tiene el aire es muy variable y proviene de la evaporación que se produce en la superficie de los mares, lagos y ríos y del suelo y de la transpiración de la biota. La cantidad de vapor de agua que puede 113 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología contener el aire depende de su temperatura; cuanto mayor sea la temperatura mayor es la cantidad de vapor de agua que puede contener; de modo que si el aire se enfría, llegará un momento en que éste se saturará de vapor y se producirá su condensación. La temperatura en que se produce la condensación del vapor de agua se denomina punto de rocío, que es muy baja cuando el aire está muy seco. 5.1.1.5. Otros gases Los gases raros (argón, xenón, kriptón, neón), como su nombre lo indica, se encuentran en muy baja concentración, pero además no son reactivos, por lo que su importancia biológica es insignificante. Como producto de la descomposición de la materia orgánica y la digestión de los animales, se libera una cierta cantidad de sulfuro de hidrógeno (SH 2 ) y metano (CH 4 ). El primero se oxida en el aire y es devuelto a la tierra por las lluvias. El segundo tiene un efecto similar al dióxido de carbono sobre el ambiente térmico, por lo que un aumento importante de su concentración puede provocar un calentamiento de la atmósfera. 5.1.1.6. Contaminantes En las industrias y motores se queman combustibles fósiles, tales como la hulla, el petróleo y sus derivados. Si la combustión fuera completa se liberaría únicamente CO 2 y H 2 O, lo que no ocasionaría ningún problema importante, aparte del posible efecto invernáculo. Pero la combustión no es completa, sobre todo en los motores de combustión interna, donde se produce monóxido de carbono (CO), que es tóxico porque bloquea las enzimas respiratorias, y otros compuestos de carbono que pueden afectar las vías respiratorias. El humo, además de tener productos de combustión incompleta del carbono, tiene productos de la combustión de impurezas de los combustibles; entre otros, las hullas contienen cierta cantidad de azufre, que al quemarse produce dióxido de azufre (SO 2 ), que en el aire se oxida y combina con el vapor de agua, produciendo las lluvias ácidas que ocasionan grandes daños a la vegetación. En las fundiciones se libera fluoruro de hidrógeno (F 2 H 2 ) que también contamina el aire y es perjudicial para los seres vivos. 5.1.1.7. Partículas en suspensión Además de estos gases el aire contiene partículas en suspensión; polvo, arena, etc., que por acción del viento pueden tener un efecto abrasivo que daña la epidermis de los vegetales y animales. 5.1.2. El viento El viento es el aire en movimiento. El aire se mueve por la diferencia de presión atmosférica entre dos puntos; desde un centro de alta presión o centro anticiclónico, hacia un centro de baja presión o centro ciclónico. Los vientos más importantes son los alisos que se mueven de centros anticiclónicos que se encuentran sobre los océanos, en fajas paralelas a ambos lados del ecuador, hacia centros de baja presión que se encuentran sobre las masas continentales. La rotación de la tierra y los accidentes geográficos producen desviaciones de los vientos alisos. Además hay otros vientos que se producen por diferencias de presión entre otros centros anticiclónicos y ciclónicos que son particulares de ciertas regiones de la tierra. Los vientos producen el movimiento de grandes masas de aire de distintas temperaturas y humedad, de modo que son un factor muy importante en la determinación del clima de una región. 114 5. Ecosistemas Terrestres 36. Perfil del viento cerca del suelo sobre vegetación corta alta (a) Figura 35. (a)y ysusutransformatransformación logarítmica. a escala logarítmica z, altura;(b). z o ,z,parámetro altura; z ode , parámetro rugosidad, ded,rugosidad. plano de desplazamiento nulo. La velocidad del viento es muy variable. Hay vientos suaves, las brisas, y vientos muy fuertes cuya velocidad excede los 100 km./hr, los huracanes, que producen perturbaciones catastróficas en los ecosistemas. El régimen de velocidad del viento depende de la diferencia de presión entre el centro de alta y el de baja presión. 5.1.2.1. Perfil del viento A una cierta altura del suelo la velocidad del viento es la que corresponde a su régimen y es independiente de la superficie sobre la que se mueve la masa de aire; pero al acercarse al suelo la fricción que produce el suelo sobre la masa de aire la retarda y frena, hasta que en un plano próximo al suelo el aire permanece quieto. La relación entre la velocidad del viento (µ) y la altura (z) está dada por la siguiente ecuación: µ= z 1 τ log e k ρ z0 donde k es la constante de von Karman (k = 0.4), τ es la fuerza de fricción por unidad de área en la dirección del viento, ρ la densidad del aire, z o el parámetro de rugosidad. La expresión τ caracteriza un régimen de viento particular por encima ρ de la vegetación y el parámetro de rugosidad es la altura hasta la cual el aire permanece quieto y depende de las características de la superficie sobre la que corre el viento. El parámetro de rugosidad del hielo es 0, el de la arena 0.1 cm. y el de los pastos cortos varía entre 0.6 y 6 cm. Entonces el perfil de velocidad del viento, si la ecuación es correcta, es como se indica en la figura 35 a y si en lugar de expresar la velocidad del viento en relación a la altura, se la expresa en relación al logaritmo natural de ésta, se obtendría una recta que intercepta la ordenada en el logaritmo del parámetro de rugosidad (figura 35 b). 115 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Esta ecuación es correcta si la superficie sobre la que se mueve el aire está desnuda o cubierta de vegetación corta; pero si la vegetación es alta debe ser corregida de la siguiente manera: µ= z−d 1 τ log e k ρ z0 donde d es el plano de desplazamiento nulo, que indica, aproximadamente, el espesor de la masa de aire atrapada por la comunidad vegetal. Entonces el perfil de velocidad de viento estaría indicado por la figura 36 a, o si se utiliza escala logarítmica para la altura, por la figura 36 b. Si el viento mece la vegetación tanto el plano de desplazamiento nulo como el parámetro de rugosidad varían considerablemente. 5.1.2.2. Efecto del viento sobre la biota Aparte de los efectos generales del viento sobre el clima, el viento afecta a la biota de varias maneras. Por un lado influye sobre el movimiento de gases, sobre todo CO 2 y vapor de agua, y por otro lado tiene una acción mecánica. Ambas cosas afectan a los seres vivos. En la sección anterior se señaló que las resistencias del aire al movimiento de CO 2 dependen de las características del viento, por lo tanto, al aumentar su velocidad hasta cierto punto aumenta la velocidad de difusión de éste, con el consiguiente aumento de la fotosíntesis. Sin embargo, el viento también afecta el movimiento de vapor de agua provocando un aumento de la evaporación del suelo y la transpiración de las plantas, lo que puede producir un déficit de agua en las plantas que hace que se cierren los estomas, entonces la resistencia estomática impide la entrada de CO 2 y la fotosíntesis cesa completamente. Las plantas expuestas a altas velocidades del viento tienen hábito xerófilo, fundamentalmente debido a su efecto sobre la evapotranspiración. En el aire quieto la transpiración es un fenómeno de difusión, pero cuando hay viento se produce movimiento turbulento y la velocidad de la evaporación aumenta en forma proporcional a la raíz cuadrada de la velocidad del viento. Este aumento de la transpiración produce la desecación de las plantas. El viento produce el achaparramiento de las plantas, ya que los pequeños brotes son sometidos a desecación y muchas veces mueren, lo que hace que se desarrollen las yemas laterales, cuyos ápices también se desecan y mueren, provocando el desarrollo de nuevas yemas laterales. De esta manera árboles que normalmente llegan a alturas considerables, en las altas montañas, donde están sometidos a fuertes vientos, se vuelven achaparrados. El achaparramiento es una estrategia adaptativa, ya que dentro de la mata se crea una atmósfera más húmeda que permite sobrevivir a la planta, que de otra manera moriría por desecación si su hábito fuese erecto. En algunos casos el viento no produce achaparramiento pero sí notables deformaciones. Si un árbol es sometido a fuertes vientos en una dirección, las ramas y yemas a barlovento se secan y solamente pueden desarrollarse las ramas del lado de sotavento, por lo que el árbol adquiere la forma de una bandera. Los vientos suaves prácticamente no tienen efectos mecánicos sobre la vegetación, pero los vientos fuertes producen el vuelco de los pastos y la rotura de ramas o el desarraigo y caída de los individuos de especies leñosas. Además, el viento arrastra partículas que tienen un efecto abrasivo sobre los seres vivos o pueden sepultar la vegetación. Cuando el viento se desplaza sobre un área desnuda, y más aún si el sustrato no está consolidado, erosiona el suelo, arrastrando las partículas superficiales, que luego deposita en otro lugar, cuando su velocidad disminuye o cuando encuentra un obstáculo. 116 5. Ecosistemas Terrestres También el viento arrastra el polen, facilitando la polinización y reproducción de las especies vegetales, esporas, semillas u otros propágulos, contribuyendo a la dispersión de las especies. De la misma manera muchos animales dependen del viento para su dispersión y éste afecta el vuelo de insectos y aves. 5.1.3. El suelo El suelo es la capa externa de la corteza terrestre, que mide desde unos pocos centímetros de espesor en suelos superficiales, hasta algo menos de dos metros en suelos profundos. Es el soporte de las plantas y dentro de él crecen sus raíces. Además es el hábitat de una importante microflora y microfauna que descompone la materia orgánica. También provee de agua y nutrientes minerales a las plantas y materia orgánica a los microorganismos que viven dentro de él. 5.1.3.1. Génesis del suelo El suelo se forma a partir del material madre, que son las rocas que componen la corteza terrestre (Granitos, Gneiss, Basaltos, Cenizas volcánicas, Esquistos, Loess, Areniscas, Calizas, etc.). Por acción de los factores climáticos, cambios de temperatura, lluvias, etc. las rocas se disgregan, proceso que se denomina temperización y se forma la regolita. La regolita es la roca o material madre disgregado. Con el tiempo por acción del clima y de la vegetación y organismos que se instalan sobre y dentro de ella, la regolita evoluciona y se desarrolla el perfil hasta que el suelo madura. En la génesis del suelo y por lo tanto en las características y propiedades del suelo, influyen el material madre, el clima, los factores bióticos, la topografía del terreno y el tiempo. El desarrollo del suelo puede ser impedido o detenido y un suelo maduro se puede degradar y erosionar. También, los sedimentos arrastrados por el agua o por el viento pueden sepultar al suelo preexistente y sobre estos puede desarrollarse un suelo nuevo. El material madre está compuesto por sílice; aluminosilicatos de potasio, sodio y metales alcalino-térreos; minerales de hierro; carbonato y sulfato de calcio; etc. Al disgregarse se forman partículas de distinto tamaño. El material del suelo puede ser lixiviado por el agua de lluvia, es decir, arrastrado desde las capas superficiales hacia capas más profundas. Además la materia orgánica que se deposita en la superficie (restos vegetales y animales) es descompuesta por los microorganismos y se incorpora al suelo formando el humus. 5.1.3.2. Textura del suelo La textura del suelo está dada por el tamaño de las partículas que lo componen. El tamaño de las partículas depende del material madre y grado de temperización del mismo, que es una función del tiempo, y de los factores climáticos de la región. Tabla 4 Tamaño de las partículas del suelo Gravas Arenas gruesas Arenas medianas Arenas finas Limos Arcillas 1 0.5 0.25 0.05 > < 1 0.5 0.25 0.05 0.005 0.005 mm. mm. mm. mm. mm. mm. 117 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Tabla 5 Distintos tipos de estructura de suelos Tipo de estructura 1 Escasa dimensión vertical y dimensiones horizontales mucho mayores Laminar 2 Dimensiones horizontales menores que la vertical 2.1 Agregados con su parte superior no redondeada 2.2 Agregados con su parte superior redondeada Prismática Columnar 3 Las tres dimensiones similares 3.1 Conglomerados polihédricos 3.1.1 Caras planas. Aristas y vértices filosos 3.1.2 Caras planas o ligeramente redondeadas. Aristas y vértices no filosos 3.2 Conglomerados esferoidales 3.2.1 Conglomerados no porosos 3.2.2 Conglomerados porosos Bloques angulares Bloques subangulares Granular Migajosa Por su tamaño las partículas de suelo pueden clasificarse como se indica en la tabla 4. Según cual sea el tamaño predominante de las partículas que componen el suelo varía su textura. En los suelos de textura gruesa hay una proporción alta de arenas y en los de textura fina predominan las arcillas. En los suelos francos la proporción de arenas y arcillas está equilibrada. Muchas de las propiedades del suelo son una consecuencia de su textura. Las arcillas se encuentran en estado coloidal y adsorben agua y cationes sobre su superficie, no así los limos y las arenas. Por lo tanto los suelos arcillosos retienen mucho más agua y nutrientes que los suelos arenosos. 5.1.3.3. Estructura del suelo La fracción coloidal del suelo, que está formada por las arcillas y el humus, producen la agregación de las partículas de suelo, formando conglomerados. El tipo de estructura del suelo depende de la forma que tengan los conglomerados y se puede clasificar como en la tabla 5. La estructura es muy fina si los conglomerados son menores de 1 mm., fina si varían entre 1 y 2 mm., mediana entre 2 y 5 mm., gruesa entre 5 y 10 mm. y muy gruesa si son mayores de 10 mm. El grado de estructuración del suelo está dado por la fuerza con la que están unidas las partículas en los agregados; es débil si los conglomerados se pueden observar en el perfil, pero se disgregan al ser sacados del suelo; es moderada si se pueden sacar del suelo, pero se disgregan al ser apretados en las manos y es fuerte si los conglomerados son rígidos. Si no se han formado conglomerados, el suelo no tiene estructura y eso es propio de suelos muy jóvenes o inmaduros. Si los conglomerados son muy grandes e irregulares, la estructura es terronosa y si las partículas se adhieren unas a otras, pero no forman conglomerados separados por planos de fractura, la estructura es masiva. 118 5. Ecosistemas Terrestres Cuando el suelo está muy húmedo la estructura no se puede observar, pero cuando está seco es fácilmente observable rompiendo un trozo de suelo y analizando la forma, tamaño y tenacidad de los fragmentos. 5.1.3.4. Perfil del suelo Si se observa un corte de suelo en la pared de una zanja o en un pozo, se distinguen capas horizontales de distinto color, textura y estructura. Cada una de estas capas es un horizonte y el conjunto de horizontes forman el perfil del suelo. Con frecuencia se distinguen tres horizontes que se denominan A, B y C respectivamente, siendo A el más superficial y C el más profundo. En el horizonte A o eluvial se acumula materia orgánica y el agua de lluvia lixivia material fino, que se deposita en el horizonte B o iluvial. El horizonte C, que no tiene estructura, está formado por material madre disgregado o regolita. La profundidad de los distintos horizontes varía en los distintos tipos de suelo y en algunos perfiles puede faltar el horizonte B o el horizonte A y en otros perfiles, cada uno de estos horizontes se puede subdividir. Con frecuencia el horizonte A se subdivide en un A 1 adyacente a la superficie donde se acumula materia orgánica y un A 2 que sufre la pérdida de arcillas, hierro o aluminio. Sobre los horizontes minerales del suelo se depositan restos vegetales y animales que se descomponen parcialmente, pero en la mayoría de los casos, o por lo menos en la parte más alta, se pueden distinguir qué estructuras u órganos vegetales o animales los componen. Estos depósitos de restos orgánicos y mantillo que no tienen componentes minerales forman un horizonte que se designa O, que en algunos casos también puede dividirse de acuerdo al grado de descomposición que haya sufrido la materia orgánica. 5.1.3.5. Tipos de suelos Los distintos tipos de suelos se caracterizan por su perfil. Las primeras descripciones de perfiles y clasificación de suelos las realizaron los pedólogos rusos del siglo pasado. En América del Norte, Marbut (1935) dividió a los suelos en Pedalfers y Pedocales, según la cantidad de hierro o material calcáreo que se encontrase en su perfil. Desde entonces se han elaborado varios sistemas de clasificación de suelos, como el de Kubiëna (1948), para los suelos de Europa, y la 7 a aproximación del Servicio de Suelos de Estados Unidos, que es un sistema muy detallado y preciso (Soil Survey Staff, 1960). Hay una gran cantidad de tipos de suelos y cada tipo tiene distintas variantes. En los párrafos que siguen solamente se describirán algunos tipos importantes de suelos. Dentro de una región, los suelos cuyas características dependen fundamentalmente del clima, son los suelos zonales y aquellos ligados a particularidades del lugar, se denominan suelos intrazonales. Los suelos intrazonales de una región pueden ser suelos zonales en otra región. Los suelos poco desarrollados se denominan suelos azonales. En regiones relativamente secas el calcio se redistribuye en el perfil y material calcáreo (carbonato de calcio y magnesio) se acumula en el horizonte B. Estos son los suelos Chernozémicos y el Chernozem común es el suelo característico de las estepas de Ucrania y Rusia. Se encuentran fundamentalmente en regiones continentales subhúmedas o semiáridas, con precipitaciones que fluctúan entre los 400 y 500 mm. anuales, con invierno muy frío. El perfil de estos suelos se muestra 119 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología esquemáticamente en la figura 37 a. Tienen un horizonte A 1 de color negro muy profundo (alrededor de 60 cm. de espesor), con 5 a 6 % de materia orgánica y de estructura migajosa. No presentan horizonte B y el material calcáreo se acumula inmediatamente debajo del horizonte A, sobre el horizonte C. Donde el clima es más húmedo el horizonte A es más profundo con 8 - 9 % de materia orgánica, el material calcáreo se encuentra a mayor profundidad y entre éste y el horizonte A, tienen un horizonte B de estructura en bloques (Chernozem humífero). Este tipo de suelos además de encontrarse en la estepa rusa, se encuentra en algunas partes de Canadá (Manitoba) y Estados Unidos de Norte América. En climas más húmedos, como en la región de las praderas norteamericanas y la Pampa argentina, se encuentran Brunizems, que son parecidos a los Chernozems. El Brunizem tiene un horizonte A menos profundo que el Chernozem y la materia orgánica desaparece más rápidamente en profundidad. Debajo del horizonte A hay un horizonte B textural con gran contenido de arcilla y estructura en bloques fuertes. El material calcáreo no se acumula o se acumula a gran profundidad (figura 37 b). 120 5. Ecosistemas Terrestres Figura 37. Perfiles de distintos tipos de suelos. a, Chernozem; b, Brunizem; c, Podzol; d, Suelo laterítico; e, Suelo Gley; f, Solonetz solodizado. A medida que el clima es más árido disminuye la cantidad de materia orgánica y el espesor del horizonte A, el material calcáreo se deposita a menor profundidad, apareciendo sucesivamente los suelos castaños, los suelos pardos y los suelos grises de semidesierto (Sierozem). Estos últimos se encuentran donde las precipitaciones son inferiores a 200 mm. por año y el horizonte A, muy poco profundo, no tiene más de 1 % de materia orgánica. En algunos lugares relativamente cálidos se encuentran los Vertizoles cuyo perfil de 80 a 100 cm. de profundidad es muy homogéneo, de color oscuro y con gran cantidad de arcillas expansibles. El horizonte B tiene estructura prismática fuerte 121 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología y prácticamente no se diferencia del horizonte A. Algunas veces se acumula material calcáreo sobre el horizonte C, inmediatamente debajo del horizonte B. En lugares fríos y húmedos, como en la región de los bosques caducifolios y de coníferas del hemisferio boreal, los suelos son podzólicos. El perfil del Podzol típico se muestra en la figura 37 c. Sobre el suelo hay un horizonte A o de 0 a 10 cm. de espesor, completamente orgánico, formado por hojarasca semidescompuesta. El horizonte A 1 de 2 a 5 cm. de espesor es rico en materia orgánica, muy ácido y de estructura granular fina. La característica más sobresaliente de estos suelos es el horizonte A 2 , de color blanco ceniciento, que se produce por el agua muy ácida que percola por el material orgánico de los horizontes A o y A 1 y arrastra el material arcilloso del horizonte A 2 , dejando material cuarzoso muy fino y sin estructura. Debajo hay un horizonte B h , de pocos centímetros de profundidad, color negro debido a la acumulación de materia orgánica y de estructura granular y debajo de éste un horizonte B s de 5 a 15 cm. de profundidad, de color herrumbre, de estructura laminar o granular, donde se acumulan hidróxidos de hierro y aluminio. En los climas cálidos y húmedos de las regiones tropicales y subtropicales todos los materiales se hidrolizan completamente, liberando óxidos de hierro y aluminio, sílice y bases. La sílice y las bases son arrastradas por el agua, quedando los óxidos de hierro y aluminio, que le confieren al suelo un color rojo ladrillo característico. Estos son los suelos lateríticos o ferralíticos (figura 37 d), que son suelos muy ácidos y con poca materia orgánica debido a que, por la alta temperatura, ésta se descompone muy rápidamente. El horizonte A es muy poco profundo y tiene muy poca arcilla. El horizonte B es muy pobre en materia orgánica, color rojo con muchos óxidos y sesquióxidos de hierro y estructura en bloques débiles y friables. Debajo se encuentran las arenas plásticas o saprolita (horizonte ZT) de varios metros de profundidad, muy ácida (pH 5), con manchas irregulares color blanco, ocre o rojo, sin estructura. Debajo de la saprolita hay una zona de alteración con fragmentos de rocas. En los suelos sometidos a inundaciones o con napas freáticas superficiales, sobre todo en climas relativamente fríos o muy fríos, se produce la gleización. En los suelos hidromórficos o Gley el hierro se reduce y los compuestos ferrosos le confieren una coloración azul característica. El perfil de un suelo Gley (figura 37 e) tiene un horizonte A orgánico mineral de color pardo oscuro o negro, de 20 - 30 cm. de espesor, con más de 8 % de materia orgánica, con estructura granular y aireado en la parte superior y estructura masiva, plástico y anaerobio en la parte inferior. Debajo hay un horizonte G o (Gley oxidado) de alrededor de 70 cm. de profundidad, por donde oscila la napa freática, con estructura en bloques o prismática con manchas de herrumbre y luego un horizonte G r (Gley reducido) constantemente inundado, sin estructura y color azul o verdoso azulado. En áreas deprimidas con una napa freática salina próxima a la superficie y clima relativamente cálido, la evaporación hace ascender las sales provocando rasgos de halomorfismo en el suelo. Los principales suelos halomórficos son los Solontchacks, que se caracterizan por la acumulación de cloruros y sulfatos de sodio en la superficie, los Solonetz y los Solots. Los Solonetz son suelos alcalinos con carbonato y bicarbonato de sodio. Su perfil (figura 37 f) tiene un horizonte A 2 de poco espesor, limoso, decolorado y sin estructura. A medida que se solodiza, por encima del horizonte A 2 se desarrolla un horizonte A 1 , de estructura laminar, de pocos centímetros de espesor y con muy poca materia orgánica. El horizonte B textural, es muy arcilloso, tiene una alta concentración de sodio y una estructura columnar característica. Los Solots son suelos alcalinos degradados. 122 5. Ecosistemas Terrestres En las laderas empinadas de las montañas entre las rocas y piedras se forman suelos que tienen gran cantidad de piedras y material madre poco disgregado. A estos suelos se los denomina Litosoles. Los suelos inmaduros tienen un perfil poco desarrollado, sin horizontes o con horizontes mal definidos, y gran cantidad de material madre disgregado y poco estructurado. Estos suelos se denominan Regosoles. En los desiertos, sobre todo en los tropicales y subtropicales, los suelos no se desarrollan y el sustrato está constituido por rocas, arenas y conglomerados disgregados. 5.1.3.6. El suelo como soporte El suelo es el soporte de los vegetales que crecen en él. Su capacidad como soporte está correlacionada con sus propiedades mecánicas. La impedancia es la resistencia que opone el suelo a la emergencia de las plantas y a la penetración de las raíces. En general los suelos de textura fina tienen mayor impedancia que los de textura gruesa y en los primeros es menor cuanto más estructurado se encuentre. La impedancia también es una función de la compactación y en los suelos muy compactados la impedancia puede ser muy alta. Si la impedancia de un suelo es muy grande, cuando las semillas germinan, las plántulas no pueden emerger por encima de la superficie y sus raíces no se desarrollan, limitándose de esta manera el suministro de agua a la planta. El laboreo excesivo rompe los agregados del suelo, por lo que su estructura se destruye y se compactan. En estos suelos se forma una capa dura, impermeable y de gran impedancia debajo de hasta donde llegan las herramientas de labranza, que se denomina "pie de arado". En estas condiciones las plantas no se desarrollan normalmente, por lo que es necesario romper el pie de arado, para lo cual se utilizan subsoladores, y permitir que se recupere la estructura evitando el laboreo. Si bien una impedancia muy grande impide el desarrollo normal de las plantas, una impedancia muy baja provee mal soporte y no permite un anclaje adecuado de ellas, que por lo tanto son fácilmente desarraigadas por los vientos o el pastoreo. Esto ocurre particularmente en los suelos arenosos con poca materia orgánica y por lo tanto mal estructurados. 5.1.3.7. El agua y los nutrientes en el suelo Dentro del suelo el agua se encuentra en los poros y adsorbida por las partículas coloidales (arcillas y materia orgánica). El agua de los macroporos fluye verticalmente hacia las napas, atraida por la fuerza de gravedad. En los microporos el agua es retenida y puede ascender por ellos si se produce evaporación en la superficie. Los coloides están rodeados de una capa de agua, el agua de solvatación, que es retenida con mayor o menor fuerza según cual sea su espesor. Entonces el agua del suelo puede dividirse en tres fracciones; 1) el agua gravitacional, 2) el agua capilar y 3) el agua higroscópica. Después de una lluvia el agua gravitacional drena en profundidad y cuando el suelo ha escurrido totalmente, solamente queda el agua de los capilares (microporos) y el agua de solvatación (higroscópica). En esas condiciones el suelo está en "capacidad de campo". El agua gravitacional no puede ser aprovechada eficazmente por las plantas, ya que escurre o drena rápidamente. El agua capilar y parte del agua higroscópica es la que pueden utilizar las plantas; pero a medida que extraen agua del suelo, el agua remanente de los coloides es retenida con más fuerza, hasta que en un punto la fuerza de retención es mayor que la fuerza de succión de las raíces y al no poder absorber agua las plantas se marchitan. En estas condiciones el suelo se encuentra en el "punto de marchitez". 123 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Los suelos arenosos, como tienen pocas arcillas, retienen poca agua, son suelos secos. En cambio los suelos arcillosos retienen mucha agua, pero si no están bien estructurados, el agua circula con dificultad a través de ellos y además el agua es retenida con mucha fuerza por los coloides. La aireación del suelo es inversamente proporcional al contenido de agua del suelo, ya que el aire es desalojado de los poros cuando estos se llenan de agua. Un suelo de textura equilibrada y bien estructurado tiene una adecuada proporción de poros llenos de agua y de aire. Cuando los suelos se anegan, el agua desaloja al aire de los microporos y macroporos, lo que ocasiona serios trastornos a la flora y fauna microbiana y a las raíces de las plantas vasculares. Los nutrientes están disueltos en el agua del suelo formando la solución del suelo, o están adsorbidos por la fracción coloidal. Existe un equilibrio entre los minerales disueltos en la solución del suelo y los que están adsorbidos por los coloides; a medida que se diluye la solución del suelo, minerales adsorbidos por los coloides pasan a la solución del suelo y viceversa. Los nutrientes minerales de la solución y del complejo coloidal del suelo se encuentran disponibles en forma inmediata para las plantas y los microorganismos. También hay nutrientes, que no están disponibles, en el material del suelo y en la materia orgánica. A medida que el material madre se temperiza, o que la materia orgánica se descompone, se liberan nutrientes que se incorporan a la solución del suelo o son adsorbidos por las fases de intercambio de los coloides. Tabla 6 Composición de la solución del suelo de cuatro suelos distintos (en miliequivalentes por litro). Datos de Reitemeier y Richards (1944), tomados de Wiklander (1958). Humedad Suelo (%) Ca 1 Arcilloso muy 27.2 786.2 salino 2 Arcilloso no 28.9 23.6 salino 3 Franco no salino 13.6 13.6 4 Arenoso no salino 10.4 18.2 Mg Na 319.0 563.8 K 2.9 HCO 3 SO 4 3.8 19.4 Cl NO3 155.4 89.0 6.0 22.7 1.0 3.8 26.1 15.2 6.8 4.0 1.3 3.3 0.24 5.4 1.7 3.5 1.3 2.9 3.1 3.3 17.6 La concentración de la solución del suelo es muy variable. En primer lugar depende del tipo de suelo (Tabla 6). En los suelos salinos puede ser muy concentrada y en los suelos arcillosos es más concentrada que en los suelos arenosos. También influye el contenido de agua; después de las lluvias la concentración es menor que en períodos secos. En suelos de textura gruesa y con poca materia orgánica, en que hay poca retención de agua y nutrientes, las lluvias disuelven gran cantidad de nutrientes que son arrastrados hacia las capas más profundas y por lo tanto quedan fuera del alcance de los vegetales y microorganismos. Al final de la estación de crecimiento o de cultivo, la solución del suelo es más diluida que al principio de ésta, debido al consumo de nutrientes por parte de los vegetales (Tabla 7). Pero después de un período de descanso o barbecho, su concentración aumenta, debido al escaso consumo y a la incorporación de nutrientes que se produce fundamentalmente por la descomposición microbiana de la materia orgánica y en menor medida por la solubilización de los minerales del suelo. 124 5. Ecosistemas Terrestres Tabla 7 Composición de la solución de un suelo californiano (en miliequivalentes por litro) al principio, al final y al principio de la siguiente estación de crecimiento. Humedad 18.7%. Datos de Burd y Martin (1924), tomados de Wiklander (1958). Fecha 30 de abril 1923 4 de sept. 1923 28 de abril 1924 Ca 6.75 4.00 8.45 Mg 3.70 1.89 4.52 K 1.10 0.59 1.26 Na 2.35 1.13 2.39 HCO 3 1.75 2.88 2.33 SO 4 7.10 4.36 9.56 PO 4 0.05 0.008 0.04 NO 3 2.28 0.21 2.71 La cantidad de nutrientes adsorbidos por el suelo depende de sus fases de intercambio, que están formados por los coloides del suelo. Los coloides son las arcillas y la materia orgánica incorporada al suelo. Debido a ésto, los suelos con mayor cantidad de materia orgánica son más fértiles que los suelos pobres en humus y los suelos arenosos son menos fértiles que los suelos arcillosos. La reacción del suelo, es decir, su acidez o alcalinidad, es muy importante para la disponibilidad de nutrientes. El pH influye tanto en la solubilidad de los distintos nutrientes como sobre las fases de intercambio. Por ejemplo, el fósforo es más soluble en pH neutro que en suelos ácidos, donde precipita como fosfato de hierro o aluminio y en suelos alcalinos, donde precipita como fosfato tricálcico insoluble. La mayor parte de los metales se solubilizan más en suelos ácidos que en suelos alcalinos y en suelos muy ácidos pueden liberarse metales pesados, como el plomo, que son tóxicos para las plantas y microorganismos. Una excepción es el molibdeno, que se solubiliza más en suelos alcalinos que en suelos ácidos. Al agregar materia orgánica al suelo se agrega sustrato a la microflora bacteriana, que entonces prolifera y retiene gran parte de los nutrientes, produciéndose una deficiencia temporaria de ellos en el suelo. Pero cuando las bacterias descomponen la materia orgánica agotan su sustrato y mueren provocándose una gran liberación de nutrientes, que aumenta la fertilidad del suelo. 5.1.4. El agua El agua es uno de los factores críticos más importantes de los ecosistemas terrestres y en algunos casos es el factor determinante de la vegetación de un lugar; la vegetación de los suelos anegados permanentemente o la de los desiertos está determinada por el exceso o el déficit de agua. El que el agua sea un factor crítico se debe a que todos los procesos fisiológicos de las plantas y de los animales están afectados, en mayor o menor grado, por la disponibilidad de agua. Entre el 70 y 90 % del peso fresco de los seres vivos está constituido por agua, aunque ésto es variable, ya que hay tejidos que tienen mayor proporción de agua, y otros, como los dientes y huesos de los vertebrados y los tejidos de reserva de las semillas de los vegetales, que tienen muy bajo porcentaje de agua. Las plantas absorben los nutrientes minerales del suelo disueltos en agua y los nutrientes orgánicos e inorgánicos dentro de los vegetales y los animales se mueven en solución acuosa. El agua cumple un papel fundamental en la regulación térmica de los seres vivos y en el balance energético de los ecosistemas terrestres. Es el reactivo de la hidrólisis en todos los organismos; junto con el dióxido de carbono es uno de los reactivos de la fotosíntesis de las plantas verdes y es el producto final de la respiración de las plantas y los animales. Sin embargo, solamente una pequeña parte 125 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología del agua absorbida por los seres vivos es utilizada en su metabolismo. La importancia del agua en los seres vivos deriva de sus extraordinarias propiedades físicas que ya fueron discutidas al describir los ecosistemas marinos. 5.1.4.1. Balance hídrico La economía del agua de los ecosistemas se puede expresar con la siguiente ecuación; P - O - U - E + ∆W = 0 donde P es la precipitación, O el escurrimiento superficial, U el drenaje profundo o percolación, E la evapotranspiración y ∆W el agua almacenada en el suelo (diferencia entre el agua en el suelo antes y después del período de medición). La precipitación es el principal aporte de agua y puede ser en forma de lluvia, nieve, granizo, niebla o rocío. En general la más importante es la primera, aunque en altas montañas y altas latitudes el aporte de agua como nieve puede ser mayor que el aporte como lluvia. El aporte de agua como granizo es poco importante, pero la precipitación bajo esta forma puede provocar serios daños a la vegetación. El aporte de agua como niebla es muy importante en algunos ecosistemas, como los bosques y selvas montañas. El valor del rocío en el balance hídrico es insignificante. El tipo de vegetación de un ecosistema está estrechamente correlacionado con la cantidad de precipitación anual y con la distribución de ésta dentro del año. En los ecosistemas de riego hay que introducir un término que indique el aporte de agua que se realiza bajo esta forma. Cuando llueve, el agua se infiltra en el suelo y a medida que éste se satura, disminuye la velocidad de infiltración. Cuando la intensidad de la lluvia supera la velocidad de infiltración, el agua se acumula en la superficie y escurre lateralmente. La cantidad y velocidad del escurrimiento superficial depende de la topografía, el microrrelieve y la cobertura del suelo. En las partes más altas hay una pérdida de agua por escurrimiento, que significa un aporte a las partes más bajas, y cuanto mayor sea la pendiente mayor será la velocidad de escurrimiento. El microrrelieve, o sea las irregularidades de la superficie, y la vegetación dificultan el escurrimiento, lo que contribuye a una mayor retención de agua. Si la velocidad de escurrimiento es muy alta, sobre todo si el suelo no está protegido por vegetación, el agua arrastra material del suelo provocando su erosión. La percolación o drenaje profundo depende del nivel de saturación de agua del suelo y de la conductividad hidráulica del mismo, que está correlacionada con su textura y estructura. Los suelos de textura gruesa o los que tienen buena estructura tienen mayor conductividad hidráulica que los suelos de textura fina o los suelos no estructurados o de estructura masiva, por lo tanto tienen mejor drenaje. La evapotranspiración es la pérdida de agua por evaporación del suelo y transpiración de las plantas. Entre dos lluvias, una vez que la superficie ha escurrido y el agua gravitacional ha drenado totalmente, las únicas pérdidas de agua se producen por evapotranspiración. La cantidad de agua que retiene el suelo está correlacionada con su textura, su estructura y el contenido de materia orgánica. El agua gravitacional drena en profundidad y el suelo retiene agua en los microporos y capilares o es adsorbida por la fracción coloidal (arcillas y materia orgánica) del mismo. Parte del agua retenida por el suelo se pierde por evaporación o es absorbida por las plantas; pero una parte es retenida con mucha fuerza por las partículas coloidales y no puede ser absorbida por los seres vivos. En el balance hídrico del ecosistema habría que incluir 126 5. Ecosistemas Terrestres un término para el agua retenida por los seres vivos, pero en el balance total el valor de ésta es insignificante, por lo tanto se puede despreciar. 5.1.4.2. Evapotranspiración La evapotranspiración potencial, es decir, la que se produciría en un suelo cubierto por vegetación corta y con un suministro ilimitado de agua es función de la radiación que recibe el suelo. La evapotranspiración potencial no es igual a la evaporación que se produciría en la superficie de un espejo libre de agua, ya que por un lado, la superficie evaporante del suelo y de la vegetación es mayor y por otro, el movimiento de agua desde el suelo o las plantas hacia el aire se ve obstaculizado por una serie de barreras que no existen en un espejo libre. La evapotranspiración real, es decir, la que se produce en circunstancias concretas determinadas, es igual o muy cercana a la evapotranspiración potencial cuando el suelo se encuentra en capacidad de campo. A medida que el suelo se seca la evapotranspiración real se aparta de la evapotranspiración potencial y cuando el suelo llega al punto de marchitez es nula. 5.1.4.3. Absorción de agua por las plantas El agua del suelo es absorbida por las raíces. El movimiento de agua en el suelo, del suelo a las raíces y dentro de la planta se realiza siguiendo gradientes de potencial agua. El potencial agua está determinado por el potencial osmótico, el potencial mátrico y la presión hidrostática o presión de turgencia. Entonces el potencial agua, Ψ , puede expresarse por la siguiente ecuación: Ψ= H−π−µ donde H es la presión hidrostática o la presión de turgencia, π el potencial osmótico y µ es el potencial mátrico. El agua se mueve desde donde Ψ es mayor hacia donde es menor. El potencial osmótico, π, es función de la cantidad de solutos disueltos y el potencial mátrico, µ, de la cantidad de coloides presentes. La presión hidrostática es la que ejerce una columna de agua y la presión de turgencia es la que ejercen las paredes celulares sobre el agua. En el suelo el valor absoluto del potencial mátrico es muy alto sobre todo en los suelos arcillosos y el potencial osmótico es muy variable. La presión hidrostática en el suelo es nula. En los suelos salinos el potencial osmótico es muy alto, por lo tanto el potencial agua es muy bajo, aunque el contenido de agua sea relativamente alto, por lo tanto son suelos fisiológicamente secos. El potencial mátrico en las plantas es relativamente pequeño y la magnitud del potencial osmótico varía con el contenido de sales y azúcares solubles de las células vegetales. Cuando las plantas no sufren déficit hídrico la presión de turgencia es muy grande, pero ésta disminuye cuando pierden agua y es mínima cuando se marchitan. La transpiración produce pérdidas de agua que provocan una disminución del potencial agua dentro de las plantas. Este déficit de agua se transmite de las hojas a las raíces, lo que determina que éstas absorban agua del suelo. 127 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 5.1.5. Radiación y luz La radiación solar es la fuente de energía de la cual dependen todos los ecosistemas. La energía es la capacidad de realizar trabajo, el calor es una forma de energía y todas las otras formas de energía se pueden transformar en calor, de allí que la cantidad de energía se mide en calorías. El calor se transmite por conducción, por convección y por radiación. La radiación es el calor que se propaga como ondas electromagnéticas a través del espacio, independientemente del medio por el cual se propaga, a la velocidad de la luz. A su vez, la radiación se emite en unidades discretas, los fotones, que son corpúsculos que contienen un quantum de energía. 5.1.5.1. Características de la radiación La radiación se caracteriza por su longitud de onda, (λ). La cantidad de energía de un quantum es mayor cuanto menor sea su longitud de onda. La luz es la radiación que impresiona la retina y su longitud de onda es de 400 a 750 mµ. La longitud de onda confiere el color a la luz; la de onda más corta es la luz violeta, cuya longitud de onda es de 400 a 435 mµ. De 435 a 490 es azul, de 490 a 574 verde, de 574 a 595 amarillo, de 595 a 626 anaranjado y de 626 a 750 mµ es roja. La radiación de onda menor de 400 milimicrones de longitud de onda es la radiación ultravioleta y la que tiene mayor longitud de onda que 750 milimicrones es la radiación infrarroja. Esta última produce sensación térmica. El tipo y proporción de cada radiación es el espectro de radiación. En la figura 38 se muestra el espectro de radiación solar que recibe la tierra. La longitud de onda en que emite un cuerpo radiante es función de la cuarta potencia de su temperatura absoluta y todo cuerpo cuya temperatura sea superior a 0 º absoluto es capaz de emitir radiación. El sol emite radiación de onda muy corta; la tierra cuando se calienta irradia calor, pero dado que su temperatura es relativamente baja emite radiación infrarroja. La intensidad de la radiación está dada por el número de fotones que atraviesan la unidad de superficie en la unidad de tiempo. La intensidad de la radiación solar que llega a las altas capas de la atmósfera es de 2 calorías por cm. 2 por minuto en el ecuador y a nivel del mar llegan 1.2 calorías por cm. 2 por minuto. Debido a la inclinación de los rayos en altas latitudes la intensidad de la radiación que llega a la tierra es menor que en el ecuador. 128 5. Ecosistemas Terrestres Figura 38. Espectro de radiación solar. 1), en las altas capas de la atmósfera y 2), en la superficie del suelo. La atmósfera es muy transparente, pero en las altas capas de ella, el ozono absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta y en las capas bajas el vapor de agua y el dióxido de carbono absorben una cierta cantidad de radiación infrarroja. Además las partículas del aire dispersan la luz, de modo que parte de la radiación llega en forma directa a la superficie de la tierra y parte es dispersada y llega como luz difusa. Parte de la radiación que llega a la tierra es reflejada hacia la atmósfera, ésto es lo que se denomina el albedo terrestre y otra parte es absorbida por la tierra. La tierra al absorber radiación se calienta y emite radiación infrarroja. La radiación total que llega a la tierra, menos la que ésta refleja y reirradia es la radiación neta. Si hay vapor de agua en el aire, éste refleja e irradia hacia la tierra radiación de onda larga (infrarroja). 129 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología El clima lumínico de un lugar está caracterizado por la intensidad de la radiación, la calidad (longitud de onda) de la misma y el fotoperíodo, que es la duración relativa del día y la noche. 5.1.5.2. El clima lumínico dentro de la comunidad vegetal El clima lumínico dentro de la comunidad vegetal es distinto del clima lumínico por encima de ella. En el interior de la comunidad la intensidad de la luz es una función exponencial de la altura y también varía el espectro o la calidad de la luz dentro de ella. Una parte de la luz que incide sobre el dosel de la comunidad penetra directamente por los huecos que quedan entre las hojas y otra parte es interceptada por el follaje. La luz interceptada es absorbida, reflejada o transmitida por las hojas. La intensidad luminosa en un punto cualquiera dentro de la comunidad depende de la cantidad que pueda penetrar o ser transmitida por las hojas y ésto varía a lo largo del día, pero a cualquier hora siempre es menor cuanto más cerca se esté del suelo. En las primeras y últimas horas del día llega menor cantidad de luz al suelo que en las horas próximas al mediodía debido a que los rayos inciden en forma más oblicua, por lo tanto es menor la cantidad que puede penetrar directamente por los huecos del dosel que quedan entre las hojas (Tabla 8). La cantidad de luz absorbida por las plantas depende del número de hojas que atraviese la luz y la capacidad de absorción que tengan ellas y la que puede penetrar depende de la disposición espacial de las hojas, o sea de la arquitectura foliar de las plantas. Como cuanto más cerca del suelo más hojas ha debido atravesar la luz, su intensidad decrece exponencialmente con la altura desde el dosel hacia el suelo, pero ésto variará según como estén dispuestas las hojas. Si las hojas se disponen como capas paralelas al suelo en la parte superior de las plantas, la mayor parte de la luz será absorbida en la parte superior de la comunidad y muy poca luz llegará a nivel del suelo; en cambio, si las hojas están dispuestas en forma oblicua con respecto al plano Figura 39. Perfil de luz dentro de comunidades vegetales con distinta arquitectura foliar. 130 5. Ecosistemas Terrestres Tabla 8 Porcentaje del total de luz recibida en campo abierto en un día claro que llega a distintas alturas dentro de un cultivo de girasol (Helianthus annus) a distintas horas del día (Anderson, 1966) Altura en cm. Horas desde el mediodía 1 2 3 4 5 6 7 Promedio del día 0 25 50 75 100 125 35.0 13.7 10.5 10.0 8.3 8.0 7.0 16.0 42.0 27.0 18.0 12.0 10.0 9.8 7.1 27.1 62.0 36.1 27.1 25.6 12.0 9.9 8.8 32.7 81.2 57.5 49.1 36.1 31.7 29.4 23.4 68.2 96.3 91.0 69.9 68.8 69.1 60.0 52.1 78.1 97.8 87.6 72.4 70.2 67.7 62.1 61.8 87.2 del suelo y están distribuidas a lo largo de todo el perfil de la comunidad, mayor cantidad de luz podrá penetrar hasta la parte inferior de las plantas (figura 39). La intensidad luminosa en un punto cualquiera dentro de la comunidad es entonces más una función exponencial del índice de área foliar por encima de ese punto y de como estén dispuestas las hojas, que de la altura a que se encuentre ese punto. Monsi & Saeki (1953) aplicaron la ley de Beer de extinción de la luz a las comunidades vegetales, por lo que la intensidad luminosa dentro de ellas se puede expresar de la siguiente manera: I = I o exp(-KF) ó log e I = − KF I0 donde I es la intensidad en un punto, I o la intensidad de la luz que incide sobre el dosel, F el índice de área foliar sobre ese punto y K el coeficiente de extinción de la luz propio de cada comunidad (Figura 40). El índice de área foliar (LAI) es la relación que existe entre el área de la hojas (L A ) y el área de terreno (A) que cubren: LAI = LA A Si su valor es igual a 1, las hojas desprendidas de la planta formarían una capa continua sobre el suelo y si fuera 2, 3 ó 4 formarían 2, 3 ó 4 capas continuas respectivamente. F es la fracción del índice de área foliar total (LAI) que se encuentra por encima de un punto cualquiera dentro de la comunidad. Pero dentro de la comunidad las hojas no forman capas homogéneas y continuas, sino que dejan huecos entre ellas, la orientación de las mismas respecto al suelo es variable como así también el grado de superposición de unas sobre otras y la concentración de pigmentos de cada hoja. Entonces la proporción de luz incidente que atraviesa una comunidad en relación al índice de área foliar no es constante para todas las comunidades. Una comunidad formada por plantas con hojas erectas u oblicuas con 131 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 40. Relación entre el área foliar y la intensidad lumínica relativa dentro de la comunidad vegetal. I, intensidad luminosa dentro de la comunidad vegetal; I o , intensidad lumínica sobre el dosel de la comunidad vegetal; tgα, coeficiente de extinción de la luz. respecto al suelo y poco superpuestas entre sí, como pueden ser los pastos, permiten una mayor penetración de luz que otra comunidad que tenga el mismo índice de área foliar, formada por plantas en que sus hojas estén dispuestas como capas horizontales muy superpuestas, como en el caso de las poblaciones de trébol. La primera de estas comunidades tiene un coeficiente de extinción de la luz (K) menor que la segunda. El coeficiente de extinción de la luz K es igual a la tangente del ángulo α en la figura 40. Los pigmentos foliares no absorben en la misma proporción la radiación de distintas longitudes de onda. El pigmento más abundante de las hojas es la clorofila, que absorbe la luz azul y la luz roja y refleja, o es atravesada, por radiaciones de otras longitudes de onda. Por lo tanto las hojas permiten atravesar mayor proporción de luz verde y son prácticamente transparentes a la radiación infrarroja cercana (la porción de radiación infrarroja de menor longitud de onda). Entonces desde el dosel hacia el suelo varía el espectro de la radiación, disminuyendo la proporción de luz roja y azul y aumentando la proporción de luz verde y radiación infrarroja cercana. 5.1.5.3. Efecto de la luz sobre los seres vivos La radiación solar es la fuente de energía de los ecosistemas y es transformada en energía química, bajo la forma de compuestos orgánicos, en el proceso de fotosíntesis que realizan las plantas. Esta materia orgánica fotosintetizada por las plantas es la fuente de alimento y energía de todos los consumidores del ecosistema. Pero si bien, la mayor parte de la radiación absorbida y no disipada por las plantas es utilizada en la fotosíntesis, hay muchos otros procesos fotofisiológicos tanto en las plantas como en los animales. Entre estos procesos se encuentran la pigmentación, visión, síntesis de vitamina D, germinación, morfogénesis y floración de las plantas, 132 5. Ecosistemas Terrestres etc. Cada uno de estos procesos necesita radiación de una determinada longitud de onda, que es absorbida por pigmentos específicos que median cada uno de ellos. 5.1.5.4. Balance energético La energía que utiliza el ecosistema es la radiación neta (Rn) que proviene del sol, de la cual aprovecha solamente una pequeña fracción, que las plantas convierten en energía química en el proceso fotosintético; el resto es disipado en forma de calor. La cantidad de radiación utilizada Figura 41. Cambios diurnos de los componentes del baen otros procesos lance energético sobre una pastura en un día claro. fotofisiológicos es tan inR n , Radiación neta; H, calor sensible intercambiado significante, que práctipor el suelo y las plantas con el aire; G, calor sensicamente no influye en el ble conducido hacia el interior de la tierra; lE, calor balance energético del disipado como calor latente de vaporización del ecosistema. agua en el proceso de evapotranspiración. (Según Tanner, 1960). La radiación neta (Rn) es la radiación que recibe la tierra menos la que refleja (albedo terrestre) y la que reirradia. La tierra recibe radiación de onda corta (luz) directamente o como luz difusa del sol y una pequeña cantidad de radiación de onda larga (infrarroja) que es contrareírradiada hacia la tierra por el vapor de agua y el dióxido de carbono de la atmósfera. La energía queda almacenada en las uniones químicas de los compuestos orgánicos, sintetizados en primera instancia en la fotosíntesis, y son la fuente de energía y materia que pueden usar los consumidores. La energía almacenada por las plantas (aA) es igual a los gramos de materia orgánica fotosintetizados en la fotosíntesis (A) multiplicados por un coeficiente (a) equivalente a 3.600 calorías por gramo. La mayor parte de la radiación neta es transformada y disipada en forma de calor; calor sensible, esto es, calor que se transmite por conducción en el suelo y las plantas o por convección en el aire y calor latente de vaporización del agua en el proceso de evapotranspiración. 133 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología El balance energético está dado entonces por la siguiente ecuación: Rn + H + G + lE + aA = 0 donde H es el calor sensible intercambiado por el suelo y las plantas con el aire, G el calor sensible conducido al interior de la tierra y lE el calor disipado en el proceso de evapotranspiración, que es igual a los gramos de agua evaporados (E) por el calor latente de vaporización del agua (l) (600 calorías por gramo). El valor de G es muy pequeño, por lo tanto la mayor parte del calor se disipa como calor latente de vaporización del agua o como calor sensible entre el suelo y la vegetación hacia el aire. La radiación neta, el calor sensible y el calor disipado en la evapotranspiración varían según las condiciones ambientales, a lo largo del año y a lo largo del día (figura 41). Durante la noche, la radiación neta es negativa, ya que la tierra reirradia, pero no recibe radiación del sol; pero el suelo no pierde calor como calor sensible o como calor latente de vaporización del agua durante la noche. La cantidad de calor disipada como calor latente de vaporización del agua depende de la cantidad de agua evaporada y ésta es función de la diferencia de presión de vapor que exista entre el suelo y el aire. La cantidad de calor que se disipa como calor sensible es función de la diferencia de temperatura que exista entre el suelo y el aire. Entonces, en regiones húmedas la mayor parte del calor se disipa en el proceso de evapotranspiración, pero en zonas áridas en que la evapotranspiración real es escasa, la cantidad de calor disipada hacia el aire como calor sensible puede ser relativamente muy grande. 5.1.6. La temperatura La ley de Van't Hoff establece que todos los procesos químicos duplican su velocidad cada 10 º C de aumento de temperatura y como el metabolismo de los vegetales y animales es un conjunto de reacciones químicas, la temperatura en que ellos se encuentren es fundamental en la regulación de su metabolismo. Esto debe ser tomado con dos limitaciones; por un lado, existen mecanismos de regulación térmica, sobre todo en aves y mamíferos, de modo que la temperatura en que realmente se realizan las reacciones metabólicas puede ser distinta de la temperatura del ambiente en que se encuentran los organismos. Por otro lado, existen límites, variables según las especies, de temperaturas por encima y por debajo de las cuales no existe la posibilidad de la vida. En general el rango de temperaturas en que es posible la vida varía entre 0 º C y 50 º C, aunque hay algas y bacterias que viven a temperaturas muy inferiores al punto de congelación del agua y otras que viven en aguas termales con temperaturas superiores a 70 º C. 5.1.6.1. El clima térmico La temperatura ambiente es una consecuencia de la radiación que recibe la tierra. La radiación que llega al suelo es absorbida en parte y transformada en calor. El suelo reirradia gran parte de la radiación que recibe y debido a que irradia radiación infrarroja, calienta el aire circundante y por convección libre o forzada, se calienta toda la masa de aire que rodea la tierra. La materia orgánica en descomposición y la compresión interna de la tierra generan calor, que es conducido a la superficie del suelo, pero salvo en casos muy aislados, este calor es insignificante comparado con el efecto de la radiación del sol. Como consecuencia del calentamiento del suelo, la masa adyacente de aire se calienta por conducción y reirradiación y luego esta capa asciende y calienta por convección toda la masa circundante de aire. El aire caliente se expande y es menos denso, por lo tanto se eleva y al ser esta expansión adiabática (sin cambio de energía), 134 5. Ecosistemas Terrestres la temperatura decrece con la altura. Como promedio se puede establecer que el descenso adiabático de temperatura es de 0.5 º C cada 100 m. Este gradiente de temperatura prácticamente no varía con la latitud. Cuando el aire está húmedo la disminución de la temperatura con la altura es menor que cuando está seco. Cuando el suelo pierde por irradiación gran cantidad de calor, la masa de aire adyacente tiene mayor temperatura que el suelo y le cede calor a éste, por lo que se enfría, por lo tanto las capas inferiores de aire son más frías que las que están por encima. Este fenómeno se denomina inversión térmica y es frecuente al fin de las noches largas con cielo sin nubes, aire seco y sin viento. La temperatura del suelo es tan importante como la temperatura del aire, ya que dentro de él viven los microorganismos degradadores y las raíces de las plantas. La temperatura del suelo no es uniforme y el perfil de temperatura depende del calor específico del suelo y de su conductividad térmica. Tanto el calor específico como la conductividad térmica del suelo son función de las características propias de cada suelo y de su estado. El calor específico difiere muy poco entre los suelos minerales y el humus tiene un calor específico algo mayor que el doble del de los suelos minerales. Pero como el calor específico del agua es alrededor de cinco veces mayor que el de las partículas de suelo, la temperatura del suelo está muy influida por su contenido de humedad. La temperatura a que llega el suelo es función de la cantidad de radiación que pueda absorber, por lo tanto depende de su exposición, del color y del contenido de humedad. Los suelos de textura gruesa pueden llegar a temperaturas muy superiores a los suelos de textura fina, pero ésto no se debe a diferencias en el calor específico de ellos, sino a que los suelos de textura fina retienen mayor cantidad de humedad. La temperatura del aire y del suelo varían a lo largo del día y a lo largo del año como consecuencia de las variaciones de radiación que reciben, pero además influyen otros factores, como son los movimientos de masas de aires, efectos orográficos, etc. 5.1.6.2. Calentamiento global Además de las fluctuaciones de temperaturas diurnas y anuales, la temperatura media anual varía a lo largo de los años. En el transcurso de las eras geológicas ha habido grandes variaciones en las temperaturas medias de la tierra. En el Cuaternario se han sucedido períodos fríos, en que la temperatura ha sido muy baja y los hielos polares han avanzado hacia latitudes menores y períodos en que la temperatura ha aumentado gradualmente y los hielos han retrocedido. Los períodos más fríos son las glaciaciones; en la actualidad estamos saliendo de la última glaciación y las temperaturas medias están muy próximas a las temperaturas más altas alcanzadas en los períodos interglaciares. El calentamiento global de la atmósfera se ha acelerado en los últimos años. Esto se atribuye al aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, debido por un lado, a la gran emisión de este gas y por otro, a la menor asimilación del mismo. La mayor emisión de dióxido de carbono se debe al aumento del uso de combustibles fósiles (hulla, hidrocarburos y sus derivados) en la creciente industrialización del planeta y a la enorme combustión de materia orgánica en prácticas agrícolas y de desmonte. La menor asimilación de dióxido de carbono es debida a la devastación de grandes áreas boscosas, hecha con el objeto de ampliar la superficie destinada a la agricultura. Además el incremento del número de grandes herbívoros domésticos, sobre todo rumiantes (bovinos y ovinos), produce un aumento 135 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología de la concentración de metano, que se libera como resultado de la digestión de los vegetales por estos animales. El dióxido de carbono, el metano y otros gases reflejan e irradian hacia la tierra la radiación infrarroja caliente que emite la tierra, provocando el calentamiento global de la atmósfera. El efecto de estos gases sobre el clima térmico como ya se ha dicho, se denomina efecto invernáculo. Aún las estimaciones del aumento de temperatura y la tendencia futura no son precisas; pero es un hecho cierto que está ocurriendo. Las consecuencias de este calentamiento global son impredecibles. Por un lado, se está produciendo un receso de los hielos polares con el consiguiente aumento del nivel de agua en los mares, lo que puede significar un aumento de las precipitaciones en ciertas regiones; pero por otro lado, al aumentar la temperatura, puede aumentar la evapotranspiración en otras regiones, con la consecuente desertificación de las mismas. Si los cambios fuesen muy lentos, la biota evolucionaría paralelamente a las modificaciones del clima y sus consecuencias no serían graves; pero si los cambios son rápidos podrían crearse grandes desajustes ecológicos. Este es uno de los problemas ecológicos más fascinantes de la actualidad y que es necesario analizar con más cuidado; ya sea para desarrollar técnicas que desaceleren este aumento de la temperatura, o predecir acertadamente los cambios que el calentamiento global producirá en la biota y obrar en consecuencia. Las predicciones alarmistas y no debidamente fundadas de algunos movimientos ecologistas poco científicos son totalmente inconducentes, ya que no contribuyen a conocer y evaluar debidamente el problema ni a elaborar soluciones al mismo que sean viables y plausibles. 5.1.7. El disturbio Disturbio es todo aquel factor que provoca la destrucción de la biomasa de los seres vivos. Muchas veces el disturbio es consecuencia de las interacciones que se producen entre ellos. Todo ecosistema está sometido a un régimen particular de disturbio, que está definido por el tipo o agente que provoca el disturbio, la intensidad, o sea el grado o área disturbada y la frecuencia con que se produzca el disturbio. Un disturbio puede ser en fase, si todos los puntos son perturbados simultáneamente o desfasado, si los puntos son perturbados en distintos momentos. La caída de una rama o un árbol, la predación, el fuego, etc. son disturbios y estos pueden ocurrir con o sin la perturbación simultánea del suelo. Un mismo agente o perturbador puede provocar distintos tipos de disturbio; por ejemplo, un herbívoro pastorea y destruye biomasa, pero también hoza y escarba, no solamente destruyendo biomasa, sino también perturbando el suelo. 5.1.7.1. El fuego Al producirse un incendio se destruye la biota del ecosistema. Al quemarse la vegetación se puede quemar también la materia orgánica del suelo y se incorporan a éste cenizas por lo que varía el pH y la fertilidad del mismo. El suelo queda descubierto, por lo que recibe mayor insolación y se modifica su temperatura y el grado de humedad. Al producirse lluvias, hay mayor escurrimiento lateral y como el suelo no está protegido aumenta el riesgo de erosión hídrica. Las plantas y los 136 5. Ecosistemas Terrestres Figura 42. Efecto del sobrepastoreo sobre la cobertura de distintos tipos de especies vegetales. microorganismos se han destruido, pero se han creado condiciones para que el área sea invadida por otros organismos. Algunas especies vegetales solamente germinan si el fuego destruye los tegumentos de sus semillas o sus yemas brotan si se queman sus escamas protectoras. Por lo tanto inmediatamente después de un incendio se instala una comunidad distinta a la que existía previamente. Las especies adaptadas a resistir el efecto del fuego o que son estimuladas por los incendios se denominan pirófitas. 5.1.7.2. El pastoreo Los herbívoros se alimentan selectivamente de los vegetales. Si aumenta la población de un herbívoro, la biomasa de los vegetales con los que se alimenta, disminuye. Si el herbívoro puede alimentarse de varias especies vegetales, en primer lugar utiliza las más palatables; entonces éstas tenderán a desaparecer y su lugar será ocupado por especies menos afectadas por el pastoreo. La cobertura de las primeras disminuye, por lo que se las denomina "decrecientes" y la de las segundas aumenta, por lo que se las denomina "crecientes" (figura 42). Las crecientes reemplazarán a las decrecientes, que con el tiempo desaparecerán de la comunidad. Al desaparecer las primeras, los herbívoros recurrirán a las crecientes, por lo que su población comenzará a disminuir, permitiendo la expansión de especies muy poco palatables. Estas especies muy poco palatables, que se denominan invasoras, con el tiempo reemplazarán totalmente a las crecientes si no disminuye la presión de pastoreo. Por lo tanto, la calidad forrajera de la comunidad disminuye a medida que desaparecen primero las crecientes y luego las decrecientes y cuando finalmente predominan las invasoras es mínima. Una adaptación de las plantas al pastoreo es la presencia de espinas, por lo que en muchos campos que han sido sobrepastoreados, es frecuente encontrar una gran cantidad de individuos de especies espinosas. Otra adaptación a este disturbio es la ubicación de las yemas de renuevo muy cerca del suelo, por lo tanto inaccesibles y protegidas del pastoreo. 137 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 5.1.7.3. Huracanes e inundaciones Los vientos fuertes producen la rotura y caída de ramas y troncos o desarraigan y voltean los árboles. Esto produce aperturas en el dosel de la vegetación que permiten una mayor penetración localizada de luz, que modifica consecuentemente otras características del ambiente. La apertura de estos claros puede ir acompañada de la remoción y perturbación del suelo si los árboles no se quiebran y son arrancados. El efecto de la apertura de claros en el dosel por los vientos fuertes, o por cualquier otra causa, es fundamental en la dinámica de las comunidades vegetales y las poblaciones animales que las acompañan. Al modificarse en ellos el ambiente, permite la regeneración de muchas especies arbóreas que no lo podrían hacer si el dosel estuviese completamente cerrado. Con frecuencia los huracanes abren fajas dentro de los bosques, que provocan su rejuvenecimiento al permitir la regeneración de muchos individuos de distintas especies en el lugar que antes estaba ocupado por árboles maduros o decrépitos. Las inundaciones pueden provocar la muerte de algunos o todos los individuos de varias poblaciones y si ésta es muy severa, o el agua permanece por mucho tiempo cubriendo el suelo, puede destruir toda la comunidad. Además de la destrucción de los seres vivos otro efecto de la inundación es la deposición de sedimentos que modifican las características del suelo. La muerte de los individuos y la alteración del suelo producen cambios muy importantes en la biota. 5.2. LA BIOTA TERRESTRE La comunidad biótica o biota es la parte viva del ecosistema. La biota terrestre es muy distinta a la de los ecosistemas acuáticos en su composición específica y en su estructura. La flora terrestre es mucho más rica y variada que la flora acuática y la mayor parte de los grupos taxonómicos vegetales, solamente tienen representantes terrestres. Las algas, que son los vegetales más importantes de los ecosistemas acuáticos, sobre todo marinos, si bien están representados en la flora terrestre, son cuantitativamente menos importantes en estos ecosistemas. En cambio la mayoría de las macrófitas son terrestres y en los ecosistemas acuáticos solamente se las encuentra en el litoral o en los ecosistemas de agua dulce poco profundos. Lo contrario ocurre con la fauna, en que la mayor parte de los grandes grupos taxonómicos, solamente tienen representantes acuáticos. Solamente los insectos y los vertebrados superiores son en su mayoría terrestres. 5.2.1. Formas de crecimiento y formas de vida vegetal Hasta hace no muchos años formas de vida y formas de crecimiento se utilizaban como sinónimos. Actualmente cada vez más, se distingue entre uno y otro concepto; las formas de crecimiento se refieren al tamaño o a la altura que alcanzan los vegetales y nada más que eso, en cambio formas de vida implica una adaptación ecológica a distintas condiciones adversas. 138 5. Ecosistemas Terrestres Por su forma de crecimiento los vegetales se pueden clasificar en árboles, arbustos, hierbas y brioides. Los primeros son individuos que cuando están maduros son altos y con un tronco principal. A su vez se pueden dividir en árboles de 1 a , 2 a y 3 a magnitud según el tamaño que adquieren en la madurez. Los arbustos son individuos menores, aunque algunos pueden llegar a la altura de los árboles de 3 a magnitud. Se caracterizan porque la ramificación se produce prácticamente desde la base. De la misma manera que los árboles, se los puede dividir según su tamaño, en arbustos altos y arbustos bajos. Las hierbas se caracterizan por no tener tallos lignificados; sin embargo los sufrútices son hierbas en que la base del tallo está lignificada. Las hierbas, se pueden clasificar por su altura en hierbas altas, medianas y bajas e incluir una clase de hierbas rastreras o estoloníferas, para aquellas cuyos tallos crecen en forma paralela al suelo. También se las clasifica en anuales y perennes, según si cumplen su ciclo en un año y mueren, o viven varios años. Las brioides son fundamentalmente los musgos, aunque a veces se incluyen en ellas, muy impropiamente, líquenes, algunas algas y también algún helecho. La clasificación más precisa de las formas de vida fue realizada por Raunkiaer (1934) y está basada en la posición de las yemas de renuevo. Las yemas de renuevo son las que reinician la vegetación después de una estación adversa. La clasificación de Raunkiaer es muy completa y compleja; sus principales clases de formas de vida son las fanerófitas, caméfitas, hemicriptófitas, geófitas y terófitas. 5.2.1.1. Fanerófitas (P) Tienen sus yemas de renuevo a gran altura. De acuerdo a la altura en que se encuentran se las divide en subclases: 1) Megafanerófitas, con las yemas de renuevo a más de 25 m de altura; 2) Mesofanerófitas, con las yemas de entre 10 y 25 m de altura; 3) Microfanerófitas, entre 2 y 10 m de altura y 4) Nanofanerófitas, entre 0.5 y 2 m. Además, cada una de las subclases puede dividirse según tengan o no protegidas sus yemas. Las fanerófitas abundan en climas húmedos o relativamente húmedos, cálidos o fríos, aunque también pueden encontrarse en climas subhúmedos. 5.2.1.2. Caméfitas (Ch) Son plantas herbáceas o leñosas que tienen sus yemas de renuevo entre el nivel del suelo y 0.5 m de altura. Son los pequeños arbustos y hierbas sufruticosas. Son muy abundantes en climas semiáridos y áridos y en climas muy fríos. 5.2.1.3. Hemicriptófitas (H) Cuando sobreviene la época adversa, la parte aérea de estas plantas se seca y muere y las yemas de renuevo están protegidas en la corona, a ras del suelo. Son características de climas húmedos con una marcada estación fría. 5.2.1.4. Geófitas (G) Las yemas de renuevo de las geófitas se encuentran enterradas en el suelo en bulbos, tubérculos y rizomas. Son características de climas con un invierno muy riguroso. Aquellas especies en que las yemas de renuevo están enterradas en el barro se denominan helófitas. 5.2.1.5. Terófitas (Th) Son las plantas anuales o efímeras cuyas yemas de renuevo se encuentran encerradas en las semillas. Son características de los climas muy áridos y también de los ecosistemas muy perturbados, como son los ecosistemas agrícolas. 139 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 5.2.1.6. Espectro biológico de la comunidad El porcentaje de especies de cada una de las distintas formas de vida constituye el espectro biológico de la biota. El espectro biológico de la vegetación de un lugar, no solamente indica que tipo de vegetación cubre el lugar, sino que también, a partir de él se puede inferir en que tipo de ambiente se encuentra. Por ejemplo, en el espectro biológico de zonas desérticas predominan las terófitas y las caméfitas, en cambio en zonas muy húmedas predominan las fanerófitas y en regiones de climas con una marcada estación fría, las geófitas y hemicriptófitas. 5.2.2. Estructura de la comunidad La comunidad biótica está formada por la fitocenosis o comunidad vegetal, la zoocenosis o comunidad animal y la comunidad microbiana que en su mayor parte se encuentra dentro del suelo en la rizosfera, esto es, alrededor de las raíces de las plantas. Las tres están íntimamente relacionadas y funcionalmente no se las puede separar. El término comunidad es muy laxo y en su sentido más amplio sólo significa el conjunto de individuos y poblaciones vegetales, animales y microbianas que habitan en un lugar. En algunos casos la comunidad constituye una unidad definida que se puede caracterizar por las especies que la componen o por su fisonomía. La fisonomía es la estructura espacial de la comunidad. Ciertas agrupaciones de especies o fisonomías se repiten en el espacio y dentro de áreas de ambiente semejante la fisonomía o la composición específica es más o menos homogénea y constante. Una comunidad de composición específica definida tiene también una fisonomía definida, pero no todas las comunidades que tienen una fisonomía semejante tienen la misma composición específica. 5.2.2.1. Asociación y Formación La fisonomía es una característica de la comunidad vegetal y las comunidades vegetales que tienen una fisonomía definida se denominan Formaciones. Una formación alberga una comunidad animal y al conjunto compuesto por una formación vegetal y la comunidad animal que alberga, con frecuencia se lo denomina Bioma. Una comunidad vegetal de composición florística definida es una asociación. El término asociación es una abstracción y comunidades de composición florística similar se pueden encontrar en distintas localidades. Cada uno de los lugares concretos cubiertos por vegetación cuya composición florística es similar y que tienen límites dentro del espacio es un stand de vegetación. La asociación está compuesta por todos los stands de vegetación similares. Cuando se estudian las comunidades vegetales, aquellos caracteres que se analizan en cada stand se denominan caracteres analíticos de la comunidad. Los que surgen de comparar varios stands y por lo tanto, caracterizan a las asociaciones, se los denominan caracteres sintéticos. Los primeros son los que indican la fisonomía del stand y la importancia y comportamiento de las especies dentro de él. Los caracteres sintéticos son la fidelidad y la constancia. 140 5. Ecosistemas Terrestres 5.2.2.2. Dominancia No todas las especies que componen la comunidad tienen la misma importancia. Algunas son muy abundantes, es decir, sus poblaciones están formadas por muchos individuos, mientras que otras son escasas. De la misma manera, algunas especies, independientemente del número de individuos, ocupan mucho espacio o tienen una biomasa muy grande, mientras que otras ocupan poco espacio y su biomasa es insignificante. Dentro de la comunidad vegetal es común que haya unas pocas especies importantes en términos de abundancia (número de individuos), cobertura (espacio que ocupan) o biomasa y la mayor parte de las especies según cualquiera de estos parámetros son poco importantes. Las primeras forman la matriz de la comunidad y las últimas son las especies escasas, a veces denominadas intersticiales, ya que ocupan el poco espacio que queda entre los individuos de la matriz. La matriz está formada por pocas especies y algunas veces por una sola especie. Si hay una especie que ocupa mucho más espacio que las otras se denomina dominante y las otras especies subordinadas. En el caso que haya dos especies muy importantes se las puede considerar codominantes. En las selvas tropicales es difícil reconocer una dominante, ya que la matriz está formada por un número relativamente grande de especies, de las cuales se encuentran el mismo número de individuos o no difieren mayormente en este aspecto. Pero en los bosques caducifolios o de coníferas, con frecuencia el estrato arbóreo está formado por una sola especie y los individuos de otras especies son muy escasos, por lo tanto la dominante se reconoce fácilmente. En realidad la especie más abundante o que ocupa más espacio es la dominante fisonómica de la comunidad. La verdadera dominante es aquella que controla el ambiente y condiciona la presencia de las otras especies. Con frecuencia la dominante fisonómica es la verdadera dominante, aunque no necesariamente en todos los casos ésto es así; pero como no es fácil determinar cual es la verdadera dominante, el término se aplica a la especie de mayor cobertura del estrato superior, lo que crea una ambigüedad. 5.2.2.3. Medida de la importancia de las especies dentro de la comunidad En el ítem anterior se discutió la importancia relativa de las distintas especies dentro de cada comunidad y distintos criterios para evaluarla. La importancia de las especies se puede determinar por la abundancia, la cobertura y el área basal, el índice de área foliar, la biomasa y la frecuencia. La abundancia de una especie está dada por el número de individuos por unidad de superficie de esa especie dentro del stand que se está estudiando. La cobertura de una especie está dada por la superficie relativa del suelo que ocupa la proyección ortogonal de sus copas o canopeo. Si se suma la cobertura individual de todas las especies en comunidades muy exuberantes, probablemente el resultado sea mayor de 100 % ya que las copas de muchas especies se superponen. El área basal es la superficie relativa del suelo que ocupa la proyección de las coronas de los individuos de cada especie. Cuando se analiza comunidades arbóreas, en lugar del área basal se utiliza el diámetro a la altura del pecho. La cobertura general de cada especie, obviamente es mayor que su área basal. Debido a que medir exactamente la abundancia y la cobertura puede ser muy engorroso y consumir mucho tiempo, se han hecho escalas estimativas que pueden ser usadas con mucha eficacia. Cuando los individuos de todas las especies tienen muy poca cobertura, la abundancia es una mejor medida de la importancia de 141 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Tabla 9 Escalas de abundancia y cobertura Braun-Blanquet Domin-Krajina 5.- Cualquier número, que cubran entre 75% y 100% del suelo 10.- Cualquier número, cobertura aproximadamente 100% 4.- Cualquier número, que cubran entre 50% y 75% del suelo 9.- Cualquier número, cobertura mayor de 75% y menor de 100% 3.- Cualquier número, que cubran entre 25% y 50% del suelo 2.- Abundante, que cubran por lo menos 5% del suelo 1.- Abundante, pero cobertura insignificante +.- Poco abundante, cobertura insignificante 8.- Cualquier número, cobertura entre 50% y 75% 7.- Cualquier número, cobertura entre 33% y 50% 6.- Cobertura entre 25% y 33% 5.- Cobertura entre 10% y 25% r.- Muy rara 4.- Cualquier número, cobertura entre 5% y 10% (+).- Presente en la comunidad, fuera de las muestras 3.- Escasa, cobertura menor de 5% 2.- Muy escasa, cobertura menor de 1% 1.- Rara, cobertura insignificante +.- Solitaria una especie dentro de la comunidad, pero en caso contrario es preferible usar la cobertura como medida de importancia, ya que especies muy importantes, que ocupan mucho espacio dentro de la comunidad, posiblemente tengan menos individuos que especies poco importantes cuyos individuos son pequeños. Para evitar la ambigüedad que significa usar una u otra medida de importancia, frecuentemente se usan escalas combinadas de abundancia y cobertura como las de Braun-Blanquet (1979) o de Domin-Krajina (Krajina 1933) que se muestran en la tabla 9. El índice de área foliar es una medida más detallada de la cobertura, ya que es un índice sin dimensiones, que indica cuantas capas de hojas cubrirían el suelo, si éstas se cortasen y desplegasen sobre el terreno que ocupan. Como se señaló al referirnos al clima lumínico dentro de la comunidad vegetal, el índice de área foliar se calcula de la siguiente manera: LAI = LA A donde L A es el área foliar y A es la superficie del suelo que se usa como muestra. El índice de área foliar da una idea del tamaño del área fotosintetizante de la comunidad o de las poblaciones individuales, por eso se usa mucho en estudios de productividad. También, si en lugar de medir el índice de área foliar total de la comunidad, se lo mide en capas superpuestas, se puede lograr un conocimiento bastante ajustado de la arquitectura o del follaje de la comunidad. 142 5. Ecosistemas Terrestres La biomasa como medida de la importancia de las especies, además de tener la ventaja de ser muy precisa y relativamente fácil de medir, da una idea de la cantidad de información que cada especie aporta al ecosistema al que pertenece. No es otra cosa que el peso seco de materia vegetal (discriminado por especies) por unidad de superficie. También, simultáneamente se logra una medida que puede usarse en análisis de la productividad. Con frecuencia se toma solamente la biomasa aérea y se ignora la biomasa de las raíces, que representaría más de un 30 % de la biomasa total, debido a que es muy difícil extraer todo el sistema radical; que si bien introduce un error, como es más o menos equivalente para todas las especies, no es muy grave. La frecuencia es el número de veces que una especie aparece en un conjunto de muestras que se han tomado en un stand de vegetación. Cuanto más pequeña es la superficie de las unidades muestrales, más se parece el concepto de frecuencia ecológica al de frecuencia estadística. La frecuencia se expresa en porcentaje y si se tiene el número de especie que hay en cada clase de frecuencia, se puede hacer un diagrama de frecuencia de la comunidad. Comúnmente en una comunidad hay un núcleo de especies muy frecuentes, las de la matriz, muchas especies muy raras, es decir, en la clase más baja (de 1 a 10 % de frecuencia) y muy pocas especies en las clases intermedias de frecuencia. Generalmente las especies abundantes de una comunidad son también frecuentes, pero no necesariamente es así, ya que si la distribución de una especie abundante es agrupada, o está confinada a un sector del área, es posible que su frecuencia sea baja. Por otro lado, el que una especie sea frecuente no necesariamente significa que sea abundante, ya que puede estar muy bien distribuida, pero haber pocos individuos de ella. 5.2.2.4. Fisonomía y estratificación Las especies vegetales de la biota tienen distinta forma de crecimiento. Hay especies leñosas que alcanzan gran altura, otras herbáceas de pequeña altura y los musgos alcanzan solamente unos pocos centímetros de altura. Esto produce una heterogeneidad vertical en la estructura de la vegetación y los individuos de las especies que alcanzan una misma altura forman un estrato. Se pueden distinguir estratos arbóreos, arbustivos, herbáceos y en algunas comunidades un estrato muscinal (figura 43). No todas las comunidades tienen estos estratos; por ejemplo, en los pastizales el estrato arbóreo está ausente y en otras comunidades se pueden distinguir más de un estrato arbóreo o herbáceo. En las selvas tropicales se puede distinguir un estrato arbóreo alto, uno medio y otro bajo e incluso puede haber un cuarto estrato arbóreo, formado por individuos aislados, que superan en altura a los árboles del estrato alto; a éste se lo denomina estrato emergente. En las praderas de pastos altos se pueden distinguir un estrato herbáceo alto, un estrato herbáceo bajo y a veces un estrato herbáceo medio. Los estratos no siempre se pueden distinguir con facilidad. El estrato arbustivo se puede confundir con un estrato arbóreo bajo y en algunas comunidades de estructura compleja varios estratos pueden estar confundidos entre sí. Cuando los estratos se pueden distinguir fácilmente se dice que están sobrepuestos, mientras que cuando no se pueden distinguir y se confunden se dice que están unidos (figura 44). Los individuos de un estrato pueden estar unos al lado de los otros, cubriendo totalmente el espacio horizontal. En ese caso el estrato es continuo; pero si los individuos dejan espacios entre ellos, el estrato es discontinuo. El grado de discontinuidad de un estrato es muy variable: desde un estrato discontinuo muy espaciado, un estrato discontinuo agrupado, hasta un estrato continuo denso (figura 45). 143 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 43. Estratificación de la comunidad vegetal. También hay una estratificación de las raíces. Si se examina el perfil del suelo se puede distinguir un estrato superficial y varios estratos de raíces más profundas. Dentro de cada estrato el ambiente tiene características propias y es ocupado por algunas especies de la comunidad. El ambiente de cada estrato es una sinusia y las especies que lo ocupan constituyen una unión. Si bien aquí distinguimos la sinusia como fracción ambiental, la unión como fracción de la biota y al estrato como el conjunto formado por la sinusia y la unión, los tres términos con frecuencia se utilizan como sinónimos. Algunas poblaciones animales de la biota están confinadas a un estrato determinado, mientras que otras se mueven libremente entre los estratos. Lo mismo ocurre con los microorganismos, sobre todos con aquellos que tienen un alto grado de asociación con la rizosfera que ocupan un espacio determinado dentro del suelo. Figura 44. Estratificación: a) estratos sobrepuestos; b) estratos unidos. 144 5. Ecosistemas Terrestres Figura 45. Cobertura de los estratos: a) estrato continuo, b) estrato discontinuo agrupado, c) estrato discontinuo disperso, d) estrato discontinuo muy disperso. La estratificación es el carácter estructural que define la fisonomía de la vegetación de un lugar y es una consecuencia directa de las formas de vida y de crecimiento que ocupan ese lugar. 145 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 5.2.2.5. Diseño y mosaicos La comunidad vegetal puede ser homogénea, en el sentido de que su composición florística es más o menos constante en toda el área que ocupa y los individuos de todas sus poblaciones están distribuidos al azar. Esto que parecería ser lo más común, rara vez es cierto. Lo más común es que por lo menos algunas de sus poblaciones estén distribuidos en forma agrupada, lo que le imprime a la comunidad un diseño que le es propio. La misma comunidad puede tener distintos diseños a distintas escalas y en una escala determinada puede tener un diseño imperceptible o el diseño puede ser muy notorio, hasta el punto de que distintas agrupaciones de especies aparezcan en distintos lugares dispuestas como teselas de un mosaico. El diseño es una consecuencia de la heterogeneidad del ambiente, que hace que unas especies encuentren sitios favorables donde pueden desarrollarse y en otros sitios donde no pueden prosperar lo hagan otras especies. La heterogeneidad horizontal del ambiente puede ser el resultado de variaciones fisiográficas, microtopográficas o edáficas, o puede ser el resultado del desarrollo de la comunidad misma y también efecto del disturbio. Si la superficie del suelo no es completamente llana, las partes más elevadas estarán mejor drenadas y por lo tanto serán más secas que las hondonadas más bajas, donde se acumula más humedad. Las partes más altas serán ocupadas por las especies menos higrófilas de la comunidad, mientras que las especies más higrófilas estarán confinadas en las hondonadas. También puede ocurrir que al desarrollarse la matriz, se acumule material dentro de las matas de sus individuos, elevando el terreno en ese punto, que se convierte en un micrositio favorable para el desarrollo de ciertas especies que no podrían crecer entre las matas de la matriz. El diseño de la comunidad vegetal impone un diseño a la comunidad microbiana que convive con ella, pero a su vez algunas poblaciones animales determinan el diseño de la comunidad vegetal. Un ejemplo de ésto es el efecto de los termitarios o nidos de termites que crean una serie de micrositios donde se instalan distintas especies vegetales. Un efecto parecido lo producen nidos de hormigas en forma de túmulos como son los nidos de la hormiga amarilla (Lasius flavus) de las praderas de suelos gredosos de Inglaterra o de la hormiga Camponotus punctulatus en las áreas deprimidas de la región chaqueña de América del Sur (Grubb et al. 1969, Lewis et al. 1990, 1991, Pire et al. 1991). 5.2.2.6. Vitalidad y vigor Son otros dos caracteres analíticos de las comunidades vegetales que con frecuencia se consideran sinónimos, pero pueden significar cosas muy distintas. La vitalidad es la capacidad que tiene una especie de reproducirse y perpetuarse dentro de la comunidad en que se encuentra. Se han establecido grados de vitalidad (Daubenmire 1968): Vi 1. plantas que germinan, pero mueren prontamente sin reproducirse Vi 2. plantas que germinan y sobreviven, pero no se reproducen Vi 3. plantas que se reproducen solo vegetativamente Vi 4. plantas que se reproducen débilmente en forma sexual Vi 5. plantas que se reproducen normalmente en forma sexual 146 5. Ecosistemas Terrestres Las especies cuyo grado de vitalidad es 1 ó 2 son especies extrañas de la comunidad, que por alguna razón fortuita, algún propágulo cayó y germinó, pero no logró realizar la écesis y por lo tanto, perpetuarse dentro de esa comunidad. El vigor es el grado de salud y tamaño relativo que alcanzan los individuos dentro de una comunidad. Algunas especies en unas comunidades crecen muy vigorosamente y en otras, en las que también se las encuentra, su crecimiento es muy limitado, pero no necesariamente mueren. En algunas comunidades hay especies que a pesar de crecer muy vigorosamente, no se reproducen, por lo que tienen muy baja vitalidad en esa comunidad. Los Eucalyptus que son originarios de Australia, en muchos lugares del mundo, como en la región pampeana de la Argentina, crecen tan o más vigorosamente que en su lugar de origen, pero no se reproducen espontáneamente y su perpetuación depende de los cuidados que le prodigue el hombre. También existen especies que en algunos lugares crecen con muy poco vigor, pero a pesar de ésto, logran reproducirse en forma sexual perfectamente bien. 5.2.2.7. Periodicidad En los climas muy húmedos del trópico, en que la temperatura, humedad y fotoperíodo no varían a lo largo del año, la comunidad presenta siempre el mismo aspecto. Pero en latitudes más altas, en que varía el fotoperíodo y el invierno es más frío que el verano, el aspecto que la comunidad presenta en el verano es distinto del que presenta en el invierno. Los individuos de muchas especies reverdecen, florecen, fructifican y pierden sus hojas sincrónicamente en una misma época del año, por lo que en las distintas estaciones la misma comunidad parece diferente. Las variaciones estacionales de la comunidad vegetal no solamente se manifiestan por las distintas etapas fenológicas en que se encuentran las especies, sino también por la composición florística, ya que hay gremios de especies que vegetan en cada una de las estaciones y no aparecen en las otras estaciones. También hay variaciones estacionales en la comunidad animal que obedecen a las variaciones de la comunidad vegetal y del clima. Estas variaciones que se producen dentro de la comunidad a lo largo del año y más o menos regulares a través de los años se denomina periodicidad y la composición florística, estados fenológicos y composición faunística que la comunidad presenta en cada estación se denomina aspecto estacional. La periodicidad de la biota obedece a una periodicidad ambiental o estacionalidad producida por variaciones térmicas, variaciones en la humedad o régimen de lluvias y variaciones en el fotoperíodo. Cuanto más marcada es la estacionalidad, mayor es la periodicidad de la biota y mayor el número de aspectos estacionales que ésta presenta. Pero si bien en los trópicos húmedos la periodicidad es prácticamente imperceptible, los individuos de algunas especies varían sincrónicamente a lo largo del año y regularmente presentan un determinado estado fenológico (floración, fructificación, etc.) en la misma época de años sucesivos. Esta periodicidad que muestran las selvas tropicales, que no está correlacionada con periodicidad en el clima del lugar, es posible que esté correlacionada con el paso de aves migratorias, que ocurre en la misma época todos los años. 5.2.2.8. Constancia y fidelidad Los distintos stands de una comunidad tienen una composición específica similar, pero de ninguna manera son idénticos. Hay algunas especies que se encuentran en todos los stands y otras que solamente se encuentran en algunos o en 147 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología muy pocos de ellos. Las especies que aparecen en todos, o por lo menos en la mayoría de los stands, son las especies constantes de la comunidad. Además de la constancia, a veces se determina la presencia de las especies, que sería otro carácter sintético de la comunidad. La presencia es a la comunidad lo que la frecuencia es a un stand. Una especie que tiene alta presencia en una comunidad, es aquella que aparece en un porcentaje alto de muestras tomadas dentro de esa comunidad. Si se han tomado muchas muestras en varios stands, una especie constante es aquella que aparece en por lo menos una muestra de la mayoría de los stands. Entonces, hay especies que si bien son constantes, su presencia es muy baja; pero también hay especies que aún teniendo una alta presencia, son poco constantes, ya que pueden ser muy frecuentes en algunos stands y estar completamente ausentes en otros. En la práctica, la mayoría de las veces, constancia y presencia significan lo mismo, ya que cuando se analiza la vegetación, comúnmente se toman una serie de muestras sin discriminar si pertenecen o no a distintos stands, por lo tanto, no hay forma de distinguir estos dos caracteres. Algunas especies se encuentran en cualquier comunidad o en varias comunidades distintas, mientras que otras especies, solamente aparecen en una determinada comunidad. Las especies que aparecen en una determinada comunidad y no en otra, son las especies fieles a esa comunidad y las que aparecen indistintamente en varias comunidades son las especies indiferentes. Braun-Blanquet (1979) estableció varios grados de fidelidad de las especies a una determinada comunidad: Fi 5. Exclusivas: Total o casi totalmente confinadas a esa comunidad. Fi 4. Selectivas: Poco común en otras comunidades comparado con esa comunidad. Fi 3. Preferentes: Mejor representada en esa comunidad, aunque puede ser abundante en otras comunidades. Fi 2. Indiferentes: Especies de esa comunidad que crecen indistintamente en muchas otras comunidades. Fi 1. Extrañas: Raras en esa comunidad, pero que puede ser común en otras comunidades. Las especies exclusivas, selectivas y preferentes son las especies características de esa comunidad; las indiferentes, que aparecen en varias comunidades con aproximadamente el mismo grado de abundancia y constancia, son las especies compañeras de la comunidad y las extrañas son accidentales, que con frecuencia crecen poco vigorosamente en esa comunidad y pueden considerarse intrusas, que posiblemente pertenezcan a otra comunidad Las especies constantes de una comunidad no necesariamente son fieles a esa comunidad y con frecuencia las especies más fieles de una comunidad, no son las que tienen el grado más alto de constancia dentro de su comunidad, pero las especies de muy baja constancia frecuentemente son intrusas. 5.2.3. Variación continua y unidades discretas de vegetación En un área es posible que se puedan distinguir una o varias comunidades distintas, de composición específica definida, aunque cada una de ellas tenga un marcado diseño. Pero en otras áreas, también es posible que todos los puntos de las mismas tengan distintas agrupaciones de especies y no sea posible distinguir comunidades definidas. 148 5. Ecosistemas Terrestres 5.2.3.1. Unidades de vegetación Esas agrupaciones vegetales distintas pueden ser fácilmente distinguibles entre sí y estar bien delimitadas, de modo que cada una tenga una entidad definida y forma una unidad de vegetación: una asociación u otra unidad de mayor o de menor jerarquía. Entre dos stands contiguos de dos asociaciones diferentes, la variación florística o fisonómica es más o menos abrupta, es decir que hay una discontinuidad manifiesta en la vegetación. Esta variación abrupta en la vegetación obedece a una variación, también abrupta, del ambiente, es decir que en ese punto se produce una discontinuidad en el ambiente. Un caso evidente de variación discontinua se puede dar si existe un barranco, en que sobre él, el suelo está bien drenado y es ocupado por una agrupación o unidad de vegetación definida y debajo de él, el suelo puede ser mucho más húmedo o salino, por lo que estará cubierto por especies más higrófilas o más halófilas que las que están encima del barranco. En cada uno de los dos lugares se encontrarán stands de asociaciones distintas. 5.2.3.2. El continuum Pero también es posible que las agrupaciones vegetales distintas no puedan distinguirse, o no tengan una entidad definida y todos los puntos del área tengan una composición florística distinta. Cuando los cambios en el espacio son graduales de modo que solamente puedan distinguirse los extremos, pero entre ellos existen todas las agrupaciones intermedias posibles, la variación de la vegetación es continua y esta distribución de las especies es el resultado de que también es continua la variación del ambiente. Es decir, el ambiente o algún factor ambiental varía en forma de gradiente. Estos gradientes ambientales que se reflejan sobre la vegetación son muy comunes en la naturaleza. Aunque no necesariamente, con frecuencia los gradientes están asociados a la topografía del terreno. A lo largo de una pendiente un factor, v.gr.: la humedad, puede variar en forma continua, de modo que hacia arriba aparecen gradualmente especies más xerófilas y hacia abajo especies más higrófilas. Aunque la variación continua o discontinua, que obedece a cambios graduales o abruptos de factores ambientales asociados a la topografía, ofrecen ejemplos evidentes de uno u otro tipo de variación, de ninguna manera son los únicos casos. Si en un punto el suelo o el sustrato varía bruscamente porque hay un afloramiento rocoso, la vegetación también variará bruscamente. Del mismo modo, si la superficie y las características del suelo no varían substancialmente, pero en una dirección varía la temperatura o las precipitaciones es de esperar que la vegetación variará en forma continua y gradualmente a lo largo de esos gradientes de temperatura o precipitación. 149 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 46. Cenoclina perpendicular a un arroyo del Chaco Oriental: 1) pajonal de Panicum prionitis, 2) palmares de Copernicia australis, 3) algarrobales de Prosopis nigra var. ragonesei, 4) quebrachal de Schinopsis balansae, 5) bosque fuerte chaqueño. 150 5. Ecosistemas Terrestres 5.2.3.3. Cenoclinas También es común que stands de vegetación bien definidos, se distribuyan en el espacio siguiendo algún gradiente ambiental (figuras 46 y 47). Esas comunidades que se distribuyen a lo largo de un gradiente forman lo que se denomina una cenoclina. 5.2.3.4. Ecotonos Aun en los casos en que la variación sea discontinua, es muy raro que se pueda trazar una línea que separe a dos comunidades distintas contiguas. Lo más frecuente es que exista una faja en que la vegetación comparta características con las dos comunidades vecinas (figura 48). Esta zona de transición entre las dos comunidades, que no tiene identidad propia, sino que presenta similitudes con las comunidades vecinas, se denomina ecotono. La amplitud del ecotono depende de cuan bruscamente varíen las condiciones ambientales entre dos comunidades definidas contiguas. 5.2.4. Zonación de la vegetación terrestre En un área homogénea es de esperar que la vegetación también lo sea, pero lo común es que las áreas tengan un cierto grado de heterogeneidad, que puede ser evidente a distintas escalas. Si no hay un orden en esa heterogeneidad las comunidades vegetales o sus variantes formarán un mosaico. Cuando la heterogeneidad está ordenada a lo largo de un gradiente se producirá un continuum de variación, o las comunidades se ordenarán formando una cenoclina a lo largo de él. Por lo tanto el gradiente se divide en segmentos o zonas de distinta vegetación. Con frecuencia, estas zonas de vegetación están correlacionadas con gradientes de altura topográfica, a la que están asociados gradientes de distintos factores ambientales climáticos o edáficos. En el capítulos 3 y 4 se describieron la zonación de la vegetación terrestre y acuática en el litoral, en las márgenes de los ríos y alrededor de los cuerpos de agua o zonación perilacunar. 5.2.4.1. Pisos de vegetación En las regiones montañosas, la altura determina variaciones climáticas, que producen una zonación de la vegetación en las laderas. Los distintos tipos de vegetación que se encuentran a diferentes alturas se denominan pisos de vegetación. Si bien cada sistema montañoso tiene sus propios pisos de vegetación, determinados por la ubicación geográfica, el clima de la región, la altura, rumbo del cordón montañoso, exposición de la ladera, dirección de los vientos, características del sustrato, etc., es posible hacer una generalización y realizar un esquema como el de la figura 49. En la llanura vecina o tierra baja se encuentra la vegetación propia que corresponde al clima de la región. En la llanura próxima al cordón montañoso, o en sus primeras estribaciones bajas, el pedemonte, el clima suele ser más húmedo debido a las lluvias orográficas. Los vientos arrastran masas de aire que pierden gradualmente su humedad al alejarse del mar, por lo cual el clima de la llanura vecina al cordón puede ser relativamente árido, pero al llegar a las montañas se elevan y el resto de humedad que contienen se condensa provocando copiosas lluvias. Por lo tanto la vegetación del pedemonte es más higrófila, florísticamente más rica y de estructura más compleja que la de la tierra baja. 151 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología A medida que se sube por la ladera, el clima es más húmedo y más fresco, ya que al elevarse el aire se enfría y su humedad se condensa. Por encima del pedemonte se encuentra el piso montano. En climas cálidos se puede dividir en un piso montano inferior, de clima nuboso muy húmedo, donde se encuentra la selva montana o selva nublada, de gran riqueza florística y complejidad estructural, y un piso montano superior de clima húmedo, aunque no tanto como el inferior, y más frío, donde se encuentran los bosques montanos caducifolios y los pinares de altura. Sobre el piso montano el clima es más frío, brillante y más seco, los árboles son escasos si es que los hay y la vegetación es un pastizal; este piso se denomina prealpino. En muchos casos se lo puede dividir también en un piso prealpino inferior y otro superior más frío; en el primero hay pastizales de altura, a veces salpicados de árboles aislados y en el segundo se encuentran los prados alpinos, que forman un césped bajo y continuo y no se encuentran árboles. Más arriba el clima es muy frío y el período de vegetación durante el año es relativamente breve; este piso, el piso alpino, tiene vegetación bastante pobre, formada por plantas en cojín o achaparrada, con algunos prados y desiertos de líquenes. Si las montañas son muy altas, el piso más alto, que está sobre el piso alpino, es el nival, donde las nieves son perpetuas y prácticamente no hay vegetación, salvo algunas algas criófilas que viven en la nieve. Con frecuencia las laderas expuestas hacia un punto cardinal tienen pisos de vegetación distintos a las expuestas en sentido opuesto. Por ejemplo en las montañas preandinas del noroeste argentino, las laderas expuestas hacia el este son muy húmedas y están cubiertas de selvas y bosques y las laderas expuestas al oeste son semidesiertos o desiertos. En las laderas orientales la selva pedemontana tiene Phyllostylon rhamnoides, Calycophyllum multiflorum, Tipuana tipu, Cedrela angustifolia, etc.; por encima de ella la humedad es muy alta y se encuentra una selva montana muy exuberante de Blepharocalyx gigantea y Phoebe porphyria que llega hasta 1.500 m de altura sobre el nivel del mar; luego están los bosques caducifolios de aliso (Alnus jorulensis) y los bosques de pino (Podocarpus parlatorei) y por encima de los 2.500 m s. n. m. están los pastizales serranos. Las masas de aire pierden la mayor parte de la humedad sobre las laderas orientales y al atravesar el cordón montañoso, ya secas, descienden y se calientan llegando a temperaturas muy altas. La vegetación de las laderas occidentales es muy xerófila ya que el clima es muy árido. En los valles bajos y pedemonte se encuentra el monte occidental, que es un desierto cubierto por una estepa arbustiva de Larrea divaricata, Larrea cuneifolia, Larrea nitida, Bulnesia retama, etc. Los arbustos se encuentran muy espaciados y una proporción muy alta del suelo está desnudo. A 2.000 m de altura sobre el nivel del mar el monte es desplazado por la prepuna, cuya vegetación es una estepa arbustiva de acompañada de cactáceas columnares Gochnatia glutinosa, (Trichocereus pasacanas), preferentemente en los conos de deyección. Sobre la prepuna, entre los 3.000 y 4.000 m de altura, está la puna que es un desierto con estepas de tolilla (Fabiana densa), Psila boliviensis, Adesmia horridiuscula, etc. 152 5. Ecosistemas Terrestres Figura 47. Cenoclina perpendicular a un estero del Chaco Oriental: 1) comunidades higrófilas sobre el lecho del estero, 2) pajonal de Spartina argentinensis, 3) algarrobal de Prosopis nigra var. ragonesei, 4) quebrachal de Schinopsis balansae, 5) bosque fuerte chaqueño. 153 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 48. Representación esquemática del perfil de dos comunidades (bosque y pastizal) y el ecotono entre ambas. La altura hasta donde llegan los distintos pisos de vegetación y la línea hasta donde crecen árboles depende de la latitud. Hacia el ecuador los pisos y la linea de árboles están a mucho mayor altura sobre el nivel del mar que en las altas latitudes. 5.2.4.2. Alternancia de la vegetación Cuando las condiciones ambientales varían en fases, que se repiten sucesivamente a lo largo de una distancia, se produce el fenómeno de alternancia de la vegetación. Por ejemplo, si el suelo es ondulado, los valles serán más húmedos que las crestas de las ondulaciones y los declives que miran hacia el ecuador recibirán mayor radiación y serán más calientes que los que miran hacia los polos. La vegetación de cada ambiente es distinta a la de los otros ambientes y cada una de las comunidades que ocupa una fase determinada se repetirá en el espacio cada vez que aparezca esa fase. Figura 49. Pisos de vegetación. 154 5. Ecosistemas Terrestres 5.2.5. Dinámica de la vegetación La vegetación constantemente sufre cambios ya sea en su composición florística o en la abundancia relativa, constancia o frecuencia de sus especies. Estos cambios pueden ser pequeños o grandes y pueden llegar incluso a modificar la estructura y fisonomía de la vegetación de un lugar. A lo largo del año el cambio de las estaciones impone cambios en la comunidad, dando lugar a tantos aspectos distintos de la misma como estaciones se sucedan en el año. Estos cambios son más o menos regulares a través de los años, por lo que en una estación determinada la composición específica y estructura del aspecto correspondiente no difiere substancialmente de un año a otro, o fluctúa alrededor de una media a lo largo de los años. La introducción o desaparición local de una especie o un evento catastrófico, como una inundación extraordinaria o una conflagración, provoca cambios mucho más profundos en la estructura de la comunidad. El desarrollo mismo de la comunidad, de sus poblaciones o de los individuos de ellas, también produce cambios que pueden ser muy notables. La aparición de un área desnuda nueva, como es la formación de un banco de arena en un río, o la denudación de un área cualquiera por erosión o cualquier otra causa, crea condiciones para que se instale una comunidad vegetal distinta de la vegetación de la región, que evolucionará con el tiempo hasta alcanzar un cierto equilibrio. Los cambios que se producen en la vegetación desencadenados por cualquier causa pueden presentar una tendencia unidireccional o pueden describir ciclos repetitivos a lo largo del tiempo. Los cambios unidireccionales dentro de la vegetación, que tienden hacia una condición de equilibrio o estable, se denominan sucesión vegetal, que puede ser primaria, si ocurre a partir de la colonización de un área desnuda, que nunca ha tenido vegetación, o secundaria, si ocurre en un área que previamente ha tenido vegetación en equilibrio más o menos estable. 5.2.5.1. Sucesión primaria Un área desnuda que previamente no ha tenido vegetación se puede originar por el afloramiento de un manto rocoso, la formación de un banco de arena, el llenado de agua de una cubeta, etc. El ambiente de cualquiera de estas áreas desnudas es hostil para la vegetación ya que las condiciones son extremas: aridez extrema o exceso de agua, sustrato compacto e impenetrable (rocas) o disgregado que no ofrece soporte (arenas y gravas), exceso de insolación, temperaturas extremas, etc. Los propágulos de la mayoría de las especies que llegan al lugar no pueden instalarse, porque no encuentran condiciones mínimas para su crecimiento y desarrollo. Muy pocas especies están adaptadas para soportar estas condiciones y el área es colonizada por pocos individuos muy esparcidos de algunas especies, con frecuencia una sola especie, adaptada a esta adversidad extrema. Se inicia así la etapa pionera de la sucesión. La interacción entre los individuos es muy pequeña o nula durante esta etapa, pero hay una fuerte interacción entre ellos y el ambiente físico. El dióxido de carbono liberado por las plantas y el agua retenida por ellas, o substancias que secretan, disgregan el sustrato impenetrable, o la materia orgánica sintetizada produce la agregación de las partícula sueltas de sustratos disgregados. De esta manera se crea un ambiente favorable para la 155 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología instalación de individuos de otras especies menos tolerantes a condiciones extremas, que lentamente invaden el área y cubren toda su superficie. A medida que la superficie se cubre de vegetación aumenta la interacción entre los individuos y las especies que llegan después que las pioneras, desalojan a los primeros inmigrantes. De esta manera culmina la etapa pionera y comienza la etapa de consolidación. El sustrato adquiere un estado de agregación adecuado para mayor número de especies, hay una creciente solubilización y liberación de nutrientes, y comienza a desarrollarse el perfil del suelo. Las condiciones son menos extremas, lo que permite que prosperen mayor número de propágulos de un número creciente de especies. Al cubrirse la superficie de vegetación, aumenta la competencia entre los individuos dentro de una especie y entre las especies. En estas etapas tempranas predominan las estrategas r, es decir, aquellas especies que producen una gran cantidad de propágulos, de los cuales, una proporción relativamente pequeña llega a completar su ciclo. La llegada e instalación de una especie implica la apertura de nuevos nichos, que permiten la instalación de nuevas especies y el cierre de otros que produce como resultado, la desaparición o extinción local de otras especies que estaban antes. Una vez consolidada, la vegetación sigue evolucionando. Las especies que se instalan sucesivamente modifican el ambiente, que se vuelve desfavorable para las especies que llegaron en etapas previas, pero permite la instalación de nuevas especies, de modo que a lo largo del tiempo se produce el reemplazo de una comunidad por otra. Cuando los cambios del ambiente que provocan la sucesión, son inducidos por la vegetación, da lugar a sucesiones autogénicas. Pero puede ocurrir que los cambios ambientales se deban a la modificación independiente de los factores físicos, como es el caso de la deposición de sedimentos en ambientes acuáticos, o aún terrestre por efecto del agua o del viento. Esto da lugar a las sucesiones alogénicas. En realidad es muy improbable que una sucesión sea exclusivamente autogénica o alogénica y ambos procesos, aunque uno puede ser más importante que el otro, es posible que ocurran simultáneamente. La sucesión culmina cuando se llega a una etapa en que la vegetación está en equilibrio con el clima y no se producen cambios substanciales en la composición o fisonomía de la vegetación. Esta etapa final de la sucesión se denomina clímax. El conjunto de etapas que constituyen una sucesión se denomina sere y cada una de las sucesivas comunidades que se instalan hasta llegar a la clímax es una etapa seral. Las sucesiones que se inician en áreas desnudas con deficiencia de agua se denominan xeroseres y las que se inician en lugares donde hay un exceso de agua se denominan hidroseres. Las etapas concretas son distintas a las que ocurren según cual sea el tipo de área distintas. De cualquier modo es los distintos tipos de sucesión. y específicas de la sucesión vegetal de una localidad en otra localidad y asimismo dentro de una región, desnuda inicial, las etapas serales pueden ser muy posible hacer modelos sucesionales que respondan a 5.2.5.1.1. Xeroseres Estas se desarrollan en áreas en que la etapa inicial se caracteriza por la escasez de agua, como es el caso de la sucesión sobre roca desnuda (litosere), gravas o guijarros, dunas o arenales (psamoseres), etc. En una roca desnuda la aridez es extrema y debido a su exposición al sol, las temperatura llega a ser muy alta durante el día. Solamente líquenes pueden 156 5. Ecosistemas Terrestres instalarse en este ambiente. Los primeros líquenes que se instalan están adheridos a la roca en varios puntos y forman una costra, lo que impide que el viento los arranque. Esta es la etapa de los líquenes costrosos. Estos líquenes soportan largos períodos de deshidratación y muy lentamente, debido al dióxido de carbono que produce su respiración y al agua que se acumula en ellos, la roca se disgrega. La materia orgánica sintetizada y el material rocoso disgregado y retenido en el lugar, crea condiciones para que se instalen otros líquenes, que se adhieren al sustrato en menos puntos que los líquenes costrosos. Así se suceden una etapa de líquenes ramificados y luego otra, de líquenes foliosos o arborescentes que están adheridos en sólo un punto a la roca. Estos líquenes están más expuestos y sintetizan mayor cantidad de materia orgánica, cubren a los líquenes costrosos y ramificados, haciéndoles sombra, por lo que terminan desalojándolos. La mayor cantidad de materia orgánica y material disgregado permite que se instalen musgos que son capaces de retener más agua. El material disgregado, con la materia orgánica acumulada por los líquenes de las etapas previas y los musgos, forman un ambiente favorable para la germinación de semillas de hierbas, primero anuales, luego plurianuales y perennes. La etapa de musgos es reemplazada por una etapa herbácea. Las raíces de las hierbas penetran las grietas que se forman en la roca y la producción de biomasa es mayor que en las etapas anteriores. Los detritos vegetales y roca disgregada que se acumulan permiten que se desarrolle el suelo que puede llegar a ser apto para la instalación de arbustos y finalmente de otras leñosas, hasta llegar a la clímax. En estas litoseres las etapas de líquenes y de musgos pueden durar muchísimo tiempo, hasta miles de años. Una vez que se ha llegado a la etapa herbácea, la sucesión procede con mucho más rapidez. En las psamoseres son las sucesiones sobre dunas de arena, las especies pioneras con frecuencia son suculentas, que acumulan agua en sus hojas carnosas, lo que les permite soportar largos períodos de sequía ocasionados por la escasa capacidad de retención de agua que tiene la arena. Otras pioneras son especies rizomatosas y estoloníferas, que por un lado sus tallos se alargan rápidamente a medida que son enterrados por la arena que se acumula sobre ellas, y por otro, muchas de sus raíces se encuentran alejadas de la duna, en lugares con una provisión adecuada de agua. 5.2.5.1.2. Hidroseres Las hidroseres ocurren en lagos y lagunas, en las márgenes de los ríos y bancos de arena y en el litoral marítimo. Cuando se acumulan sedimentos en el fondo de los lagos, su profundidad disminuye y permite que se instalen plantas sumergidas como Elodea sp., Vallisneria sp., Potamogeton sp., etc. Estas plantas forman una intrincada red que favorece la acumulación de sedimentos y sintetizan gran cantidad de materia orgánica, que se descompone sólo parcialmente debido al ambiente anaerobio en que se encuentra. Esta acumulación de sedimentos y materia orgánica en el fondo, produce una rápida disminución de la profundidad del lago y las condiciones entonces, son propicias para que se instalen plantas arraigadas en el fondo, pero con hojas que flotan en la superficie, v.gr.: Nelumbo nucifera, Nymphaea lotus, Nymphaea odorata, Victoria cruziana, Nymphoides humbodtianum, etc. y en algunos lugares, gramíneas estoloníferas flotantes, como Panicum elephantipes, Hymenachne amplexicaulis, Echinochloa helodes, etc. Estas especies cubren la superficie e impiden que la luz penetre en el agua, por lo que desalojan a las especies de la etapa sumergida y además, al estar expuestas al aire sintetizan mayor cantidad de materia orgánica y evaporan gran cantidad de agua. De esta manera el ambiente se vuelve muy poco 157 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología profundo y apto para que se instalen especies helófitas, esto es, especies cuyas raíces están en el barro, pero sus tallos y hojas emergen por sobre la superficie del agua v.gr.: Scirpus californicus, Cyperus giganteus, Typha angustifolia, Typha latifolia, Zizaniopsis sp., Juncus sp., etc. En la sucesión de muchos lagos y lagunas hay varias etapas distintas de flotantes y de helófitas y algunas veces las etapas de helófitas son seguidas por etapas de flotantes. Las helófitas alcanzan mayor altura que muchas flotantes, ya que algunas flotantes tienen hojas que flotan como platos sobre la superficie del agua, en cambio los juncos, las espadañas y las totoras pueden superar fácilmente uno o dos metros sobre la superficie del agua. Las helófitas crean entonces un ambiente desfavorable para las especies flotantes, además producen mayor evaporación de agua y materia orgánica, que hace que el sustrato emerja por encima de la superficie del agua. Cuando el sustrato emerge por encima de la superficie del agua o el lago se seca, es invadido sucesivamente por gramíneas rizomatosas, hierbas, leñosas y finalmente se llega a la clímax. La zonación de la vegetación perilacunar con frecuencia es un reflejo de la sucesión vegetal que allí está ocurriendo, pero no siempre la zonación es una consecuencia de la sucesión. Un caso especial de hidroseres son las haloseres que ocurren en lagos salinos o pantanos costeros. Cuando el sustrato emerge por encima del agua, o donde la profundidad es pequeña, suele instalarse una comunidad de quenopodiáceas halófilas, con frecuencia suculentas: Salicornia sp., Suaeda sp., Atriplex sp., seguida de una etapa de espartillares de (Spartina alterniflora, Spartina sp. Spartina maritima, Spartina anglica, Spartina densiflora) y céspedes de gramíneas halófilas rizomatosas (Distichlis sp.). 5.2.5.2. La clímax La etapa final de la sucesión es la clímax, que se define como una comunidad estable que de no mediar algún disturbio, no sufrirá cambios posteriores en su composición específica y estructura, en equilibrio con el clima de la región y que aprovecha en forma óptima todos los recursos del ambiente. De ésto se desprende que el clima de la región determinará el tipo y características de la comunidad que constituye la clímax. Sin embargo ésto no siempre es así. En muchos casos la sucesión se detiene antes de que la vegetación llegue a la comunidad en perfecto equilibrio con el clima o clímax climática, debido a una serie de factores. Si el factor que determina que no se establezca la clímax climática es alguna característica del suelo, la comunidad en que culmina la sucesión se denomina clímax edáfica. Cuando incendios recurrentes impiden que se instale la clímax, la comunidad que ocupa su lugar y está en equilibrio con el ambiente y los incendios sucesivos se denomina clímax pirófita. Si algún disturbio no permite la evolución de la vegetación hacia la clímax o modifica ésta una vez que se ha instalado, la comunidad que se desarrolla es una disclimax o clímax alterada, que evolucionará hacia la clímax cuando cese el disturbio que la mantiene. El que una sucesión termine en la clímax climática, o clímax verdadera, es la excepción y para cada una de las etapas finales de la sucesión que se instalan en lugar de la clímax bajo distintas condiciones se ha acuñado un término ad hoc. Es necesario hacer notar que durante la sucesión vegetal, concomitantemente con la evolución de la vegetación y desarrollo del suelo, 158 5. Ecosistemas Terrestres Tabla 10 Principales diferencias entre las etapas serales y las etapas finales de la sucesión. Odum (1969). Etapas serales Productividad neta alta Biomasa baja Nutrientes en el ambiente físico Estructura y estratificación poco desarrollada Riqueza florística baja Baja diversidad Especies de ciclo corto Relaciones interespecíficas negativas (Competencia) Inestable Etapas finales Productividad neta baja Biomasa alta Nutrientes en la biota Estructura y estratificación muy desarrollada Riqueza florística alta Alta diversidad Especies de ciclo largo Relaciones interespecíficas positivas (Simbiosis) Estable evolucionan la comunidad animal y microbiana que componen la biota, ya que al introducirse una especie vegetal se crean nichos para las especies animales que se alimentan o reciben abrigo y protección de ella. De la misma manera cuando una especie vegetal es desalojada de la comunidad, las especies animales que dependen de ella corren la misma suerte, a no ser que encuentren algún sustituto. Aparte de los cambios que se producen en la composición florística y la comunidad animal y microbiana durante la sucesión, hay diferencias notables entre las características y propiedades de las comunidades serales y la etapa final de la sucesión. Algunas de estas diferencias se dan en la tabla 10, pero existen excepciones y algunas etapas finales de la sucesión no se caracterizan precisamente por su complejidad estructural o su riqueza florística. 5.2.5.3. Regeneración después del disturbio Cuando la vegetación es destruida por un disturbio o catástrofe, se alteran las condiciones ambientales y poco tiempo después se instala una comunidad muy distinta a la que existía antes de que el disturbio se produjera. Esta comunidad sufre cambios, evoluciona y con el tiempo, si no han variado las condiciones generales, se regenera la comunidad que existía antes de la catástrofe. Las etapas desde la instalación de la primera comunidad después del disturbio hasta la regeneración y estabilización de la vegetación, se suceden con mucha más rapidez que las sucesiones primarias, ya que en este caso la primera comunidad se instala sobre un sustrato favorable, o sea suelo ya desarrollado. A las sucesivas etapas desde el disturbio hasta la regeneración de la vegetación original y a los cambios que se producen en la vegetación por la eliminación de un disturbio, corrientemente se las denomina sucesiones secundarias, sin embargo, ambos procesos son distintos. La agricultura, los incendios, inundaciones catastróficas, son algunos de los disturbios que pueden destruir completamente la vegetación. Al destruirse la vegetación mayor cantidad de luz llega al suelo y por lo tanto la temperatura de éste aumenta, pero también al no estar cubierto por vegetación se enfría más rápido durante la noche; también varía la evaporación, lo que modifica el régimen hídrico. Esta variación del ambiente permite que se instalen especies que antes del disturbio 159 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología no estaban en condiciones de competir con las especies que formaban el dosel de la vegetación. Las especies que se instalan provienen en parte de la germinación o brotación de propágulos enterrados en el suelo, que se encontraban en estado de dormición, y que al variar las condiciones ambientales, captan señales que provocan la ruptura de la dormición y germinan. Otras provienen de áreas circunvecinas, ya que el acceso de propágulos es facilitado por la desaparición de la vegetación. El resultado es que se instala una comunidad muy heterogénea y de gran riqueza florística y diversidad. Las especies que la componen son de ciclo corto, con frecuencia anuales, y con relativamente alta capacidad de dispersión. Si se examina la composición florística de esta comunidad, se observará que muchas de las especies relativamente abundantes, son las malezas que acompañaban a los cultivos que se hicieron después de destruirse la vegetación, las especies que eran raras o muy poco frecuentes en la comunidad que se encontraba antes del disturbio y especies de áreas vecinas. Esta comunidad es muy fugaz, ya que en dos o tres años es reemplazada por otra comunidad y las especies que la componen y que desaparecen tan rápidamente o se vuelven raras se denominan fugitivas. Después de esta comunidad fugaz se instala otra comunidad, con frecuencia de pastos anuales, relativamente fugaz, luego comienzan a aparecer las especies perennes de ciclo más largo y el proceso termina con la regeneración de la comunidad que existía antes de que el disturbio destruyese la vegetación. Las especies leñosas o importantes de la etapa final con frecuencia se instalan en las primeras etapas del proceso de regeneración, pero pasan inadvertidas ya que tardan un tiempo más o menos largo en desarrollarse y ocupar un espacio apreciable. Durante todo el proceso, a medida que se desarrolla la matriz de la comunidad estable, disminuye la riqueza florística y diversidad, debido a que las dominantes interceptan la luz, compiten por nutrientes, secretan substancias alelopáticas, o interfieren de cualquier otra manera eficaz con las plantas fugitivas. Al estabilizarse la vegetación, las especies abundantes y frecuentes en la comunidad que se instaló inmediatamente después del disturbio desaparecen o se convierten en rarezas, confinadas a micrositios o intersticios dentro de la matriz de la comunidad. 5.2.5.4. Resistencia y Resiliencia Frente a un disturbio una comunidad puede ser completamente alterada y destruida, o solamente sufrir pequeños cambios en su estructura y composición específica. En el caso de que la comunidad permanezca inalterada o sufra cambios muy pequeños frente a un disturbio, esta comunidad es resistente a ese tipo de disturbio. El grado de resistencia está dado por la magnitud de los cambios provocados por el disturbio y muchas comunidades están adaptadas a resistir un tipo particular de disturbio, o lo que es más, su estructura está modelada por ese disturbio. Si la comunidad es muy alterada o destruida por el disturbio, puede desaparecer totalmente y ser reemplazada por otra comunidad estable, o puede regenerarse y recobrar las características que tenía antes del disturbio. En el segundo caso, la comunidad se denomina resiliente frente a ese tipo de disturbio. La rapidez con la cual la comunidad se regenera después de un tipo de disturbio se denomina elasticidad y el umbral de disturbio que puede soportar una comunidad, más allá del cual su regeneración es imposible, es la amplitud. Cuanto mayor sea la amplitud y la elasticidad de una comunidad frente a un disturbio determinado, mayor es su resiliencia. 160 5. Ecosistemas Terrestres Cuando un disturbio destruye una comunidad, aunque ésta sea muy resiliente frente a ese disturbio, cabe esperar que en el estado estable que se alcance después del proceso de regeneración, sus características, estructura y composición específica, no sean exactamente iguales a las de la comunidad estable que existía antes del disturbio. La diferencia entre las características del estado estable previo al disturbio y el que se alcance después de la regeneración de la comunidad es la maleabilidad de esa comunidad. 5.2.5.5. Bancos de semillas y propágulos La dinámica de una comunidad y su regeneración dependen mucho de los bancos de propágulos o semillas. Al denudarse un área, la recolonización de la misma por vegetación depende en primer término de la disponibilidad de propágulos de las especies colonizadoras. Estos pueden provenir de áreas vecinas o pueden ya encontrarse en el lugar, almacenados en el banco de propágulos. A lo largo de los años, se acumulan dentro del suelo semillas u otro tipo de propágulos nativos del área, o dispersados desde áreas vecinas. Estos propágulos o semillas, no necesariamente encuentran las condiciones adecuadas para germinar o brotar cuando llegan y permanecen en estado de latencia o dormición. Cualquier alteración del medio, períodos de bajas temperaturas, remoción de la vegetación que implica una mayor insolación del suelo y aumento de su temperatura, remoción y perturbación del suelo que implica desenterrar semillas y exponerlas a la luz, etc. proveen a los propágulos señales que provocan la ruptura de la dormición y su consiguiente germinación o brotación. El banco de propágulos no es estático, ya que constantemente se están incorporando semillas y otras se pierden por depredación por roedores, insectos y otros animales, germinación y también pérdida de viabilidad y muerte por envejecimiento. Además las semillas y los otros tipos de propágulos, no permanecen en el mismo lugar donde originalmente se depositaron, sino que se mueven en distintas direcciones, por los movimientos que se producen en el suelo, o por efecto de ciertas estructuras como aristas, pelos, etc. que tienen los mismos propágulos y que se mueven por cambios en el contenido de humedad u otros factores. Los movimientos de los propágulos dentro del suelo, los pueden llevar de condiciones que inducen su dormición, a condiciones que provoquen su brotación. El reclutamiento de individuos en la comunidad representa una fracción muy pequeña del banco, ya que las señales que deben recibir para su brotación suelen ser muy precisas y alcanzan a muy pocos propágulos. Si el banco de propágulos de una especie se agota o su volumen se contrae por debajo de un cierto nivel, posiblemente esa especie desaparezca de la comunidad, o no se encuentre entre las colonizadoras, cuando se den las condiciones adecuadas para que pueda desarrollarse. En algunos casos los propágulos permanecen durante largos períodos retenidos por la planta madre y son liberados cuando se dan ciertas condiciones. Existen muchas especies cuyos adultos retienen las semillas encerrados en sus frutos hasta tanto se produzcan incendios (Lamont et al. 1991). Esta característica de formar bancos de semillas retenidos por la planta madre, se denomina serotinia. En algunos bosques las semillas de muchas especies germinan inmediatamente después de llegar al suelo y no se acumulan en el banco de semillas. Sin embargo las plántulas no se desarrollan y su crecimiento queda detenido hasta que algún factor produzca su desinhibición y alargamiento del tallo. En este caso, esas especies no forman bancos de semillas, sino bancos de juveniles y esas plántulas cuyo 161 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 50. Representación diagramática de las fases mostrando cambios en la vegetación y micrositios (Según Watt, 1947). crecimiento queda detenido por largo tiempo, constituyen la reserva que permitirá el reemplazo de ejemplares viejos y caducos por ejemplares jóvenes. 5.2.5.6. Fases En ciertos lugares la vegetación varía en forma cíclica debido a su propio desarrollo, pero como no toda el área varía sincrónicamente, la comunidad se presenta como un mosaico de parches que se encuentran en distintas fases del ciclo (Watt, 1947). En algunos pastizales de Inglaterra se instala Festuca ovina. Las plantas crecen, macollan y forman matas dentro de las cuales se acumula material orgánico e inorgánico; es la fase de construcción. Cuando se alcanza la fase madura el suelo es más alto, los macollos se independizan y se fracciona la mata, que comienza a decaer permitiendo la instalación de otras especies. Se inicia la fase de degeneración; durante la etapa temprana de esta fase, Festuca ovina muere, el suelo se erosiona hasta que finalmente se alcanza la fase hueca. Durante esta fase las condiciones son nuevamente favorables para la instalación de Festuca ovina y de esa manera se reinicia el ciclo (figura 50). En suelos salinos de ambas Américas se instalan céspedes de Distichlis spicata y dentro de la matriz de esta comunidad se forman pequeñas depresiones, que se anegan cuando llueve, mientras que entre lluvias, el suelo es muy seco. El suelo de estas depresiones se alcaliniza, desaparece Distichlis spicata y se instala una comunidad de muy baja cobertura ("peladal"), cuya dominante es Sporobolus pyramidatus. Alrededor del peladal el suelo se erosiona y la depresión se agranda y con el tiempo, varias depresiones terminan por coalescer. Cuando coalescen varios peladales la profundidad de la depresión disminuye, después de las lluvias el agua escurre superficialmente con mayor facilidad y el peladal es invadido por Distichlis spicata, pero se forman pequeñas depresiones en otros lugares donde se instalan nuevos peladales. Entonces la vegetación se presenta como un césped de con pequeños manchones de baja cobertura con Distichlis spicata Sporobolus pyramidatus, que con el tiempo cambian de lugar. Ejemplos como estos son muy comunes, aunque en muchos casos son poco evidentes, ya que los parches o son muy pequeños o tienen estructura muy similar. 162 5. Ecosistemas Terrestres Los bosques y las selvas tropicales y subtropicales también presentan fases que forman un complicado mosaico de parches con distintas especies. Estas fases son en un extremo la fase hueca y en el otro la fase madura, precedida de una fase de construcción o regeneración. Cuando se alcanza la fase madura, puede sobrevenir una fase de degeneración, que crea nuevos huecos, donde se instalan distintas especies de árboles. Los huecos pueden ser creados por el decaimiento y muerte de los árboles, o porque algún disturbio, como puede ser un huracán o viento fuerte, los quiebra, los desarraiga o quiebra alguna de sus ramas. El tamaño de los huecos es muy variable, desde unos pocos metros cuadrados hasta más de una hectárea. En cada tipo de hueco (caracterizado por tamaño, forma y origen) se instalan especies distintas. Las especies que se instalan en huecos o parches grandes por lo general no toleran la sombra de otros árboles y se los denomina pioneros; en cambio los que se instalan en parches pequeños, o aún debajo del dosel cerrado, toleran la sombra de otros árboles y se los denomina especies climáxicas (Whitmore, 1989). Los parches se cierran por el crecimiento de los individuos que se instalaron en él, o por la expansión de las copas de los árboles vecinos, si es que el hueco es lo suficientemente pequeño. Cuando se cierra un hueco, el crecimiento de los árboles que no han alcanzado el dosel es suprimido, y esos árboles con el tiempo pueden morir, o si se abre nuevamente un hueco por encima de ellos, su crecimiento se reinicia, hasta que el hueco se cierre nuevamente, o el árbol alcance el dosel. Algunos árboles requieren varios episodios de apertura del dosel por encima de ellos para completar su crecimiento y unirse al estrato superior de la comunidad (Canham, 1985). 5.2.5.7. Facilitamiento, tolerancia e inhibición Cuando se denuda un área y ésta es recolonizada por la vegetación, es posible que en las primeras etapas se instalen todas las especies de la comunidad madura y que los cambios en la vegetación se deban a la diferente tasa de crecimiento de las distintas especies. De modo que con el tiempo varía la cobertura relativa de cada una de ellas y las distintas especies a medida que maduran y decaen desaparecen sucesivamente, hasta que solamente quedan las especies de la comunidad estable final. Pero también es posible que las distintas especies se instalen en distintas etapas, de modo que sucesivamente unas reemplazan a las otras, hasta que la vegetación alcanza su equilibrio estable y no sufre nuevos cambios. La instalación de las primeras especies después de la denudación del área, puede facilitar o inhibir la colonización de ella por otras especies (Conell & Slatyer, 1977). Si las primeras especies que se instalan modifican el ambiente de tal manera que se vuelve hostil para ellas o para nuevos individuos de las especies pioneras, pero es más apto para el reclutamiento de las especies de etapas tardías, el mecanismo es de facilitamiento. Pero si las especies pioneras modifican el ambiente de modo que impide la instalación de cualquier individuo, ya sea de su misma especie o de otras especies, el mecanismo es de inhibición. En este caso, cuando la vegetación se estabilice, estará formada por individuos maduros de las especies que se instalaron en la primera etapa y solamente se instalarán nuevos individuos, si alguno de los individuos pioneros muere o es volteado por algún disturbio y se produce un hueco en el dosel. Pero puede ocurrir que los primeros ocupantes modifiquen el ambiente e impidan la instalación de nuevos individuos de su especie, pero que no influyan, positivamente ni negativamente, sobre la instalación de nuevos individuos de otras especies. Estos individuos de nuevos inmigrantes crecerán hasta madurar, aún en 163 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología presencia de los individuos maduros de las especies pioneras, que desaparecerán a medida que sus individuos decaigan y mueran y no sean reemplazados por individuos de su misma especie. Este mecanismo de dinámica de la vegetación, intermedio entre el facilitamiento y la inhibición, se denomina tolerancia. En algunos casos, una especie solamente puede instalarse si previamente se instala otra especie determinada. Es muy posible que las especies ornitócoras (dispersadas por aves frugívoras) no se instalen en un lugar, si previamente no se instalan arbustos o especies leñosas, donde las aves se puedan posar y dispersar a la especie. En este caso el mecanismo sería de habilitación (Grubb & Hopkins, 1986), ya que la especie leñosa no sólo facilita, sino que es indispensable, para la instalación de la especie ornitócora. 5.2.5.8. La comunidad en estado estable Una vez que el suelo se ha desarrollado, o la vegetación se ha regenerado después de un disturbio catastrófico, de no mediar otra catástrofe, la vegetación evoluciona hasta alcanzar el estado estable, en que la comunidad vegetal no sufre cambios apreciables con el tiempo y conserva indefinidamente su estructura. La comunidad vegetal en estado estable, no es necesariamente la clímax como ésta ha sido definida, pero se mantiene en el lugar por mucho tiempo, mientras no cambien las circunstancias medias reinantes. La comunidad estable está en equilibrio con el clima, el suelo y también con el régimen particular de disturbio que exista en el área. Es muy difícil que exista un área completamente libre de disturbio y el régimen de disturbio es sumamente importante en el modelado de la estructura de la comunidad estable. Tanto la estructura como la composición específica de todos los puntos de la comunidad estable no son estáticas y rígidas, sino que fluctúan alrededor de una media. Los individuos que componen la comunidad, aún los más longevos, no son eternos y eventualmente mueren. Además cambia la estructura del individuo a medida que madura; es muy común que el centro de los arbustos o de las matas de pastos decaiga y se forme un hueco, como una tonsura de monje, donde se instalan individuos de otras especies. Además, vientos fuertes, pastoreo diferencial de distintos puntos, incendios localizados, etc. crean espacios o huecos, donde también se instalan individuos de especies que no podían crecer debido a la interferencia que sobre ellos ejercían los individuos que estaban. Entonces una serie de procesos alogénicos y autogénicos, producen constantemente cambios dentro de la comunidad, cuya resultante es el mantenimiento del estado estable. La comunidad es en definitiva un mosaico de pequeños parches en distinto estado de evolución. Cuando el tamaño de los parches es muy grande se pueden notar las distintas fases como se describió en secciones anteriores y si se produce un disturbio muy grande la comunidad puede ser destruida, pero después de ese disturbio la comunidad se regenerará en mayor o menor tiempo, alcanzando el estado estable. 5.2.5.9. Modificación del estado estable La comunidad en estado estable es en parte modelada por el régimen particular de disturbio que caracteriza a ese estado estable. Si el nivel de disturbio aumenta, se producen cambios notables o la comunidad se destruye en forma irreversible, si se supera la amplitud de la misma. Pero si el nivel de disturbio 164 5. Ecosistemas Terrestres disminuye, la comunidad también sufre cambios, decae y es reemplazada por otra comunidad más o menos distinta. Por lo tanto es necesario que se mantenga un cierto nivel intermedio de disturbio, de lo contrario la comunidad perderá su estabilidad. La supresión de un disturbio propio de un estado estable particular, es un disturbio en sí mismo. Si el régimen de disturbio de un área cambia, se alterará la vegetación de ese lugar y se sucederán una serie de etapas o comunidades distintas, hasta que se instale una comunidad en equilibrio con el nuevo régimen de disturbio. A estos cambios que se producen en la vegetación y por consiguiente en toda la comunidad biótica, como consecuencia de la alteración del régimen de disturbio y que terminan en una comunidad estable distinta, también se los incluye dentro de las sucesiones secundarias, pero es necesario señalar que este proceso es distinto al proceso de regeneración de la vegetación después de un disturbio catastrófico. 165 6. LOS BIOMAS TERRESTRES Las comunidades vegetales caracterizadas por sus especies dominantes son los Tipos de Dominancia (Whittaker, 1978). Los distintos tipos de dominancia que presentan una misma fisonomía se reúnen en formaciones y una formación, con su zoocenosis y comunidad microbiana, constituye un bioma. Con frecuencia se utilizan los términos bioma y formación como sinónimos. Cada bioma puede considerarse un tipo de ecosistema. Se ha intentado clasificar los biomas, con mayor o menor éxito, de varias maneras. Entre las distintas clasificaciones están la de Schimper y Faber (1935), la de Dansereau (1957), basada fundamentalmente en la anterior y la de Ellenberg y Mueller-Dombois (1967), esta última sumamente detallada y compleja. Dansereau reúne a los distintos biomas terrestres, en cuatro grandes biocoros o unidades corológicas: el Bosque, la Sabana, el Pastizal y el Desierto. El bosque se caracteriza por tener un estrato arbóreo continuo, en la sabana el estrato arbóreo es discontinuo y en el pastizal está ausente. En los desiertos la vegetación es escasa o nula y una proporción muy grande del suelo está desnudo. A veces es muy difícil ubicar una determinada formación de una región, dentro de una categoría de cualquiera de las clasificaciones que se han propuesto y con frecuencia la acepción que los distintos ecólogos dan a cada término, suele ser un tanto personal. En lineas generales la fisonomía de la vegetación y por lo tanto los grandes biocoros y sus biomas, son una respuesta al clima. Es por ésto que la biosfera se ha dividido en grandes áreas climáticas, cuya vegetación tiene una fisonomía particular. En los climas húmedos se instalan bosques y donde la aridez es extrema, los desiertos. Sin embargo el suelo, o algún otro factor, puede impedir que se establezca un determinado tipo de vegetación en climas que podrían sostenerla. En las regiones ecuatoriales húmedas los climas son equilibrados, es decir, no presentan estacionalidad, debido a que no tienen periodicidad térmica y las lluvias están distribuidas más o menos uniformemente a lo largo del año. Al aumentar la latitud aumenta la periodicidad térmica y disminuye la temperatura media anual. El extremo ocurre en las altas latitudes que tienen climas polares. La precipitación media anual varía según las regiones y las lluvias pueden estar concentradas en una estación determinada, por lo que se presenta una estación seca. Si la estación seca coincide con la estación más fría, el clima es de tipo monsónico y si coincide con la estación más calurosa, es de tipo mediterráneo. La estación seca puede ser más o menos larga y si es muy larga y la precipitación anual es escasa, el clima es semiárido o árido. Los climas muy áridos, con lluvias esporádicas, ya sean calurosos o fríos, son los climas desérticos. Los climas marítimos o de las regiones próximas al mar, suelen ser moderados, ya que no hay gran oscilación entre la temperatura del mes más cálido y el mes más frío. El rango de variación aumenta con la distancia al mar dando lugar a los climas continentales. Los biomas se distribuyen de acuerdo a los climas, siguiendo gradientes geográficos de variación térmica y precipitación. Debido a los accidentes geográficos también se produce una variación de la vegetación con la altura, como se señaló en el capítulo anterior. La vegetación de la llanura vecina al sistema orográfico es la que corresponde al área climática de la región y sobre las laderas de las montañas se distribuyen distintos biomas, siguiendo gradientes de altura. 167 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 51. Distintos tipos de bosques en relación a la temperatura y el régimen de lluvias. La cenoclina que resulta del gradiente de altura, se parece en cierta medida, a las cenoclinas que se producen siguiendo los gradientes geográficos. La respuesta de la biota a una mayor altitud es similar a la respuesta a una mayor latitud. Los suelos se forman a partir de la roca madre, pero su desarrollo está fuertemente influido por el clima y la vegetación. Por esta razón los distintos biomas están asociados a determinados tipos de suelo. Los bosques de climas cálidos tienen suelos lateríticos y los de climas fríos están asociados a suelos podzólicos; los suelos chernozémicos son suelos de pastizales y en los desiertos el suelo está poco desarrollado, o es simplemente el material madre más o menos disgregado. Disturbios recurrentes modelan la estructura de la vegetación y algunos biomas deben su existencia al régimen particular de disturbio del área en que se encuentran. Muchas sabanas existen debido a que incendios recurrentes impiden que se desarrolle completamente el estrato arbóreo y el área sea ocupada por el bosque. 168 6. Los Biomas Terrestres 6.1. EL BOSQUE Los bosques se caracterizan por tener por lo menos un estrato arbóreo continuo y su estructura es más o menos compleja según el tipo de bosque de que se trate. El estrato herbáceo suele ser pobre y en algunos bosques está ausente. Los climas en que se encuentran los bosques, por lo general son húmedos, pero pueden tener una estación seca y son cálidos, templados o fríos. La complejidad estructural de los bosques y su diversidad aumenta Figura 52. Selva tropical en el este de América Central. con la temperatura y humedad. El suelo de los bosques tropicales y subtropicales, por lo general es laterítico y el de los climas templados y templado-fríos es podzólico, pero hay otros tipos de suelos forestales. 6.1.1. Distintos tipos de bosques Los principales tipos de bosques se muestran en el diagrama de la figura 51, en el que se puede apreciar claramente la cenoclina determinada por el gradiente de temperatura. Los gradientes de humedad son más difíciles de ver, ya que la estación seca puede coincidir con el verano o con el invierno y pueden darse a distintos niveles de temperatura. Además hay otros tipos de bosques, cuya presencia se debe a la altura en regiones montañosas, o a condiciones edáficas. 6.1.1.1. Selva tropical Las selvas tropicales (figura 52) se encuentran en climas equilibrados, cálido-húmedos, sin periodicidad térmica o hídrica. Los suelos suelen ser lateríticos, con muy poca materia orgánica y los nutrientes en su mayor parte, están almacenados en la vegetación. Si la cubierta vegetal se destruye, los suelos son fácilmente erosionados y pierden rápidamente su fertilidad. 169 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología En estas selvas, la flora es muy rica y es difícil distinguir una especie dominante, por lo que se denominan selvas mixtas. La estructura de la vegetación es muy compleja. Hay varios estratos arbóreos, el más alto, a veces superior a 30 m de altura es discontinuo, son los árboles emergentes cuya copa suele ser aplanada o en forma de sombrilla; debajo de éste hay un estrato arbóreo de 20 m o más de altura, más o menos continuo con árboles de copa globosa y luego un estrato arbóreo, en general continuo y frecuentemente más denso que los anteriores, de 10 a 15 m de altura con árboles de copa cónica o elongada hacia arriba (figura 53). Por debajo de los estratos arbóreos hay un estrato de leñosas y algunas hierbas altas, pero entre las leñosas muy pocas son arbustivas, la mayoría son renovales de los árboles de los estratos superiores. En el sotobosque hay un estrato herbáceo relativamente pobre. En todo el perfil de la selva son muy abundantes los epífitos y las lianas. Los estratos arbóreos con frecuencia están unidos y suele ser difícil distinguirlos. Los estratos tienen sus especies características, pero salvo en los más altos, puede haber especies de otros estratos que aún no han alcanzado su altura máxima. El plano que une la parte inferior de las copas del segundo estrato comenzando desde arriba, es sinuoso y separa la zona "eufótica" por encima de él, de la zona "oligofótica" por debajo. En la zona eufótica los árboles están más o menos expuestos a la luz solar, por lo que es la parte de mayor productividad de la selva; el aire se mueve y las flores y los frutos proveen alimento abundante a la fauna herbívora que habita o vuela en esa zona. La zona oligofótica es más sombreada, el aire está quieto, la temperatura y humedad son más constantes que en la zona superior y las flores y frutos son relativamente escasos. Debido a la falta de estacionalidad del clima, la vegetación no presenta periodicidad y los árboles son siempreverdes de hojas anchas. Sin embargo, a pesar de que la estacionalidad está muy poco marcada o es imperceptible, a veces, los individuos de algunas especies florecen sincrónicamente en una época determinada del año, que en muchos casos suele coincidir con el paso de aves migratorias. Esto último puede ser debido a que esas aves favorecen la polinización, o son indispensables en algún otro aspecto de la biología reproductiva de las especies vegetales. Las selvas tropicales más importantes son las de Amazonia en América, pero también se encuentran en el este de América Central, en la cuenca del Congo en África y en Bengala y Malasia en Asia. 170 6. Los Biomas Terrestres Figura 53. Diagrama del perfil de una selva tropical mixta en la Guayana Británica (según Davis & Richards, 1934). 171 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 6.1.1.2. Selva subtropical Se encuentran en las regiones subtropicales húmedas, donde el clima es cálido o templado-cálido, pero con periodicidad térmica notable y a veces una moderada periodicidad hídrica (figura 54). Los suelos con frecuencia también son lateríticos. La flora de estas selvas es muy rica, aunque más pobre que en las selvas tropicales y con frecuencia no hay especies dominantes, por lo que también son selvas mixtas. La estructura de la vegetación es compleja como en las selvas tropicales, con abundantes epífitos y lianas. La periodicidad de la vegetación es notable, las distintas especies florecen en determinadas épocas del año y si bien la mayoría de las especies de árboles son siempreverdes y de hoja ancha, hay algunas especies caducifolias. Estas selvas son muy comunes en el sur de Brasil hasta el Paraguay y noreste argentino. También se las encuentra en África, en el sureste asiático e islas del Pacífico. Figura 54. Selva subtropical del NE Argentino y Sur del Brasil en la estación fría (agosto). Algunos árboles han perdido sus hojas. 172 6. Los Biomas Terrestres 6.1.1.3. Selva templada Se las encuentra en climas húmedos con inviernos relativamente fríos. Los suelos no son lateríticos ni podzólicos, sino suelos forestales de otro tipo. La flora es mucho más pobre que en las selvas tropicales y subtropicales y se distingue una especie dominante. La estructura de la vegetación es más simple, el estrato arbóreo es muy alto, las especies en su mayoría son siempreverdes, aunque hay algunos árboles deciduos. Los epífitos y lianas son poco abundantes La periodicidad de la vegetación es notable. Los ejemplos más importantes de este bioma son las selvas de y Agathis australis Notophagus sp. de Nueva Zelanda y la Selva Valdiviana de Notophagus dombeyii en el sur de Chile y Argentina (figura 55). Figura 55. Selva Valdiviana en los Andes Australes. La especie dominante es Notophagus dombeyii (Cohiue). 6.1.1.4. Bosque deciduo Se encuentran en climas húmedos con invierno marcado, no demasiado largo, con frecuentes nevadas. Los suelos son profundos humíferos. La flora es relativamente pobre, tienen un estrato arbóreo alto continuo, donde se distingue una especie dominante y a veces es prácticamente uniespecífico. Los árboles son deciduos de hojas anchas, no hay lianas y epífitos. El estrato herbáceo está formado por geófitas (plantas con bulbos y rizomas), que se desarrollan antes de que los árboles estén cubiertos de hojas, florecen y antes del verano muere su parte aérea y son reemplazados por hemicriptófitas esciófilas (hierbas perennes sombrívagas), cuya parte aérea muere al final del verano. La periodicidad de estos bosques es muy marcada y el hecho más saliente es la caída de las hojas de los árboles en el otoño y la desaparición del estrato herbáceo en el invierno. Estos bosques son propios de la zona nemoral del hemisferio norte, donde las especies dominantes son Acer saccharum, Fagus grandiflora, Quercus sp., 173 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 56. Bosque tropical caducifolio (tipo monzónico) en el oeste de Nicaragua, durante la estación seca (febrero). Betula sp., etc. que se encuentran en el este de América del Norte, centro-norte de Europa hasta más allá de los Urales y este de Asia. En el hemisferio sur prácticamente no existen, aunque hay algunos bosques caducifolios de Notophagus sp. en el sur de Chile y Argentina. 6.1.1.5. Bosque de coníferas Se encuentran en climas húmedos de invierno riguroso y prolongado. El suelo es el podzol típico, con una capa superficial de abundante mantillo. El estrato arbóreo con frecuencia es muy alto y uniespecífico, de coníferas que son siempreverdes y sus hojas son aciculares. El estrato herbáceo es muy pobre, pero suele haber un importante estrato de musgos y líquenes. La capa de abundante mantillo que cubre y protege al suelo está formado por las hojas caídas de los árboles, que se descomponen lentamente debido a las bajas temperaturas. Este mantillo, asociado a la baja intensidad luminosa a nivel del suelo, impide el desarrollo de un estrato herbáceo importante. Aunque los árboles son siempreverdes, la periodicidad de la vegetación es muy marcada. La permanencia de las hojas durante el invierno es una adaptación a la brevedad del período de vegetación. En la primavera la fotosíntesis es activa cuando aún no se han desarrollado las hojas nuevas. En ese momento hay un gran desarrollo del follaje y a fin del otoño las hojas viejas caen, pero queda una importante masa foliar, que podrá aprovechar inmediatamente las condiciones favorables para la fotosíntesis cuando aumente la temperatura e iluminación en la próxima primavera. Estos son los bosques de Picea glauca, Picea mariana, Picea abies, Abies balsamea, Abies lasiocarpa, Abies sibirica, Larix laricina, Larix sibirica, 174 6. Los Biomas Terrestres Tsuga heterophylla, Pinus sylvestris, Pinus cembra, etc. del Canadá, norte de Europa y Siberia. 6.1.1.6. Bosque monsónico Aparecen en climas cálidos o templado-cálidos húmedos de las regiones tropicales o subtropicales, pero que tienen una estación seca que coincide con la estación más fría del año. Los suelos de estos bosques con frecuencia son lateríticos, pero también se encuentran otros tipos de suelos. Su flora es rica y la estructura es similar a la de las selvas tropicales y subtropicales, con lianas y epífitos, pero los árboles son más bajos y la vegetación no es tan lujuriosa. La característica más sobresaliente de estos bosques es que la mayoría de los árboles pierden las hojas en la estación seca y sobre todo al final de ella, se encuentran desnudos. Reverdecen al iniciarse la estación lluviosa. Solamente conservan las hojas los árboles que están a lo largo de los cursos de agua. Se los encuentra en la India, sureste asiático (Burma e Indochina), en África rodeando en casi todo su perímetro a las selvas tropicales y en el oeste de América central (figura 56). 6.1.1.7. Bosque xerofítico Aparecen en climas cálidos o templado-cálidos más secos que los de los bosques monzónicos, con una estación seca prolongada que coincide con la estación fría (figura 57). Los suelos pueden ser lateríticos, pero también hay otros tipos de suelos, con frecuencia con rasgos de halomorfismo. La flora es más pobre que la de las selvas y bosques monzónicos y la estructura es más simple. Los estratos arbóreos suelen ser menos densos que en los bosques anteriores, con árboles espinosos y con frecuencia de hojas pequeñas. Tienen epífitos, pero menor cantidad de lianas que las selvas. Pueden tener un estrato arbustivo importante. En la estación seca la mayoría Figura 57. Bosque xerofítico de Schinopsis balansae (Quebracho colorado) en el Chaco Austral. 175 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología de los árboles pierden sus hojas y los que la conservan tienen hojas coriáceas. Durante la estación seca también se reduce sensiblemente el estrato herbáceo, que en algunos casos desaparece totalmente. Se los encuentra en la región chaqueña de América del Sur y en algunos lugares del África. Se los puede considerar como el extremo seco de los bosques monzónicos o como una transición entre éstos y los espinales. 6.1.1.8. Bosque mediterráneo Estos bosques se encuentran en climas templados con verano seco e invierno moderado húmedo (clima mediterráneo). Los suelos cubiertos de mantillo, tienen un horizonte humífero oscuro y debajo, un horizonte profundo rojizo calcáreo arcilloso (Rendzina). La flora de los bosques mediterráneos del viejo mundo no es muy rica, pero en los de California es relativamente más rica. La estructura de estos bosques es bastante simple, tienen un estrato arbóreo denso de poca altura (15 - 20 m), de árboles siempre verdes de hojas coriáceas pequeñas, a veces uniespecífico; un estrato arbustivo que forma un matorral y un estrato herbáceo poco denso. La periodicidad es muy marcada. Tienen dos estaciones de reposo, una invernal debido al frío y otra estival provocada por la sequía. La época de crecimiento y floración más importante es la primavera, pero con las lluvias otoñales se produce otra estación de crecimiento menos importante que la de primavera. Los bosques mediterráneos están ubicados, de allí su nombre, alrededor del mar Mediterráneo y el ejemplo típico es el encinar de Quercus ilex, pero hay otros bosque mediterráneos cuyas dominantes son Quercus suber (alcornoque), Olea oleaster (olivo silvestre), Quercus coccifera, etc. También existen bosques de este tipo en California. Cuando estos bosques se degradan son reemplazados por un matorral de arbustos espinosos, como el maquis o la garigue del mediodía francés. Una formación parecida a éstas es el chaparral de California, que es el resultado de un clima más seco e incendios repetidos. 6.1.1.9. Bosque australiano Los bosques australianos están en climas de régimen hídrico similar al mediterráneo, esto es, con lluvias invernales pero algo más secos y sobre suelos muy pobres. Debido a la insularidad de Australia tienen una flora muy particular. El estrato arbóreo es alto y su dominante es alguna especie del género Eucalyptus, que tienen hojas coriáceas perennes. 6.1.1.10. Bosques de altura Como se señaló en la primera sección de este capítulo, la cenoclina que se produce por el gradiente de altura, es muy parecida a la debida al gradiente geográfico; por lo tanto, existen variantes de los biomas descritos que aparecen en las laderas de las montañas. Si un sistema montañoso se encuentra en un clima de bosques, con frecuencia el bosque pedemontano es más húmedo, florísticamente más rico y con estructura algo más compleja que el bosque de la llanura circunvecina. Sobre la ladera aparecen bosques distintos debido al gradiente de temperatura y de humedad que genera el gradiente de altura. También es distinto el bosque que se instala en una meseta al de la llanura cercana, ya que aunque las precipitaciones no varíen, la temperatura es menor. Los suelos de las laderas son suelos poco desarrollados, con detritos y afloramientos rocosos y acumulación de agua y humus en bolsillos que resultan de las irregularidades de la superficie. Además los suelos de las 176 6. Los Biomas Terrestres laderas están sujetos a una constante erosión hídrica, por lo que continuamente se producen procesos de destrucción y construcción del suelo. 6.1.1.10.1. Selva montana En las laderas bajas el clima es más húmedo y frío que en el pedemonte y gran parte de la precipitación se produce como neblina, de allí que se la denomine selva nublada. Su estructura es muy parecida a la de las selvas tropicales y subtropicales aunque su flora puede ser más pobre y suele distinguirse una especie dominante o más abundante que las otras. Las laderas orientales de las sierras preandinas y los Andes de Bolivia hasta Tucumán (Argentina) están cubiertos por este tipo de selvas. 6.1.1.10.2. Bosque montano Si las montañas son suficientemente altas, por encima de la selva montana el clima es frío y los bosques son caducifolios con un estrato arbóreo donde predomina una especie. 6.1.1.10.3. Pinares de altura Se los encuentran en climas cálidos o fríos, pero siempre son más fríos que el pedemonte. Tienen un estrato uniespecífico, o florísticamente muy pobre, de coníferas. Ejemplo de estos bosques son los pinares de Pinus ocotea, Pinus caribaea, Pinus radiata, etc. de las montañas centroamericanas, los bosques de Araucaria angustifolia del planalto brasileño y los de Abies alba de los Alpes. 6.1.1.11. Bosques en galería Estos son bosques o selvas estrechas, que se extienden a lo largo de las márgenes de los ríos. Son más higrófilos que los vecinos debido a la alta humedad edáfica. Las selvas en galería se encuentran sobre suelos poco desarrollados, de textura fina y con abundante materia orgánica, en climas cálidos o templado-cálidos. Comparten especies con las selvas o bosques vecinos, pero tienen especies propias que no se encuentran en aquellos. Por lo general los árboles son perenifolios de hoja ancha. Los bosques en galería son más simples que las selvas y con frecuencia constituyen una etapa seral previa a las selvas en galería; están en suelos no desarrollados o sobre sedimentos de textura gruesa. Tienen un estrato arbóreo, a veces de una sola especie y sus individuos son coetáneos. La presencia de lianas y enredaderas suele ser un signo de decadencia de estos bosques, que se produce cuando se acumulan sedimentos finos sobre el sustrato. Los sauzales de Salix humboldtiana, Salix babilonica, etc. son ejemplos de este tipo de bosque. 6.1.1.12. Manglares En realidad éste es un bioma del biociclo marino, ya que se encuentran en la zona entremareas de las costas de los mares tropicales. Las especies que los caracterizan tienen raíces con neumatóforos, que les permiten tomar aire por encima de la superficie del agua. Las especies dominantes más importantes pertenecen a los géneros (Rhizophora mangle, Rhizophora Rhizophora mucronata, Rhizophora conjugata) y Avicennia. 177 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 6.1.2. Las comunidades de animales de los bosques Cada uno de los biomas tiene su propia comunidad animal y las especies son distintas en las distintas regiones del mundo, pero se pueden hacer algunas generalizaciones. Además muchas poblaciones animales se mueven de un bioma a otro según la disponibilidad de alimento o en distintas estaciones. En los bosques y selvas tropicales y subtropicales son muy escasos o no existen los grandes mamíferos herbívoros. En esos bosques los vertebrados herbívoros más importantes son arborícolas: monos y aves que se alimentan de frutos y que desempeñan un papel muy importante en la dispersión de propágulos de las especies arbóreas; pero también hay algunos mamíferos como las corzuelas (Mazama sp.) en los bosques sudamericanos y varias especies del género Cephalophus en los bosques húmedos y selvas africanas, tapires, suidos, roedores y otros pequeños mamíferos que deambulan por el suelo. Los grandes carnívoros tampoco son muy abundantes en estos bosques, pero hay gran cantidad de aves insectívoras; sin embargo en las selvas hay algunos grandes felinos, como el jaguar (Panthera onca) de las selvas sudamericanas, el tigre (Panthera tigris) de las selvas del sur de Asia y algunos otros gatos salvajes y carnívoros menores. Son muy diversas y abundantes las poblaciones de insectos que se alimentan de hojas, frutos, semillas, néctar, etc. y de otros insectos y arañas que depredan a insectos. En los bosques deciduos y de coníferas los principales mamíferos herbívoros son los ciervos (muchas especies de la familia de los cérvidos), otros ungulados y algunos roedores de hábito terrestre y arborícola, entre los que se destacan las ardillas (Sciurus vulgaris), aunque también hay otras especies. Entre los mamíferos carnívoros están los lobos (Canis lupus), aunque las manadas de esta especie también visitan otros biomas, algunos zorros, mustélidos y otros carnívoros menores. Los osos que habitan bosques, como el oso pardo (Ursus arctos), el oso grizzly (Ursus horribilis), el oso tibetano (Ursus tibetanus) y otras especies o subespecies, si bien pertenecen al orden taxonómico de los carnívoros y a veces depredan otros animales o comen carroña, tienen una dieta en su mayor parte vegetariana. También son importantes los insectos, pero no son tan abundantes como en los bosques y selvas tropicales. 6.1.3. Cadenas tróficas de los bosques Las cadenas tróficas de los bosques son muy cortas y son relativamente escasas las cadenas predatorias, sobre todo en las selvas tropicales donde son raros los grandes herbívoros. Las cadenas parasitarias son más importantes que las cadenas predatorias, pero la mayor parte de la energía fluye por cadenas saprofíticas, que descomponen la gran cantidad de biomasa vegetal muerta que se acumula sobre el suelo. En las selvas, la descomposición de la materia orgánica es muy rápida, en cambio en bosques de coníferas es muy lenta, por lo que como ya se ha dicho, sobre el suelo se acumula una importante capa de mantillo que inhibe el crecimiento de las hierbas. 178 6. Los Biomas Terrestres Figura 58. Diagramas de perfil y en planta de sabanas y pajonales. 179 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 6.2. LA SABANA La sabana se caracteriza por tener un estrato arbóreo discontinuo, a veces muy disperso y un estrato herbáceo formado con frecuencia por gramíneas de alto porte. La mayoría de las sabanas se encuentran en suelos tropicales o subtropicales con una estación seca prolongada, pero también hay formaciones que pueden considerarse sabanas, en climas más fríos. Muchas sabanas, como los pajonales chaqueños o las sabanas de Trachypogon de Venezuela, deben su existencia en gran medida a factores edáficos o a afloramientos rocosos en el sustrato. Con frecuencia los incendios recurrentes no permiten que se desarrolle el estrato arbóreo, por lo que este disturbio, asociado al pastoreo modela la estructura de muchas sabanas. 6.2.1. Distintos tipos de sabanas Debido a que las sabanas tienen una estructura intermedia entre el bosque y el pastizal algunas formaciones podrían considerarse bosques o sabanas, mientras que otras sabanas se asemejan a pastizales; así es que Walter (1977) considera que muchas sabanas debieran denominarse praderas tropicales. Por lo tanto la clasificación de muchos biomas entre las sabanas está sujeta al criterio personal. ¿Cuándo una formación es un bosque abierto o una sabana cerrada? o ¿cuándo un pastizal tropical debe considerarse una sabana?; la respuesta a ambas preguntas es muy subjetiva. Algunas formaciones que aquí consideramos sabanas, forman una cenoclina a lo largo de un gradiente de humedad con los bosques tropicales o subtropicales de lluvias estivales. Otras veces el ordenamiento se puede hacer a lo largo de un gradiente edáfico como se muestra en la figura 58. En un extremo las condiciones son muy rigurosas para el crecimiento de los árboles, mientras que en el otro, permiten un buen desarrollo de los mismos y el estrato herbáceo es más o menos similar en las formaciones contiguas, aunque alrededor de los árboles, debido en parte a la sombra que proyectan, pero más a que debajo de ellos se congrega el ganado, la composición del estrato herbáceo varía mucho. 6.2.1.1. Sabana arbolada o parque Se encuentra en climas cálidos o templado-cálidos húmedos o subhúmedos, con una estación seca de duración variable según los años, aunque posiblemente el suelo y los incendios sean las causas determinantes de la existencia de esta formación. En climas cálidos y húmedos pueden estar sobre suelos lateríticos, pero en climas más secos los suelos pueden ser de otro tipo. Además en muchos casos la falta de escurrimiento o drenaje impedido, induce el desarrollo de suelos halohidromórficos. La flora arbórea es pobre, los árboles no son muy altos, de hoja ancha o pequeña, en su mayoría deciduos. El estrato arbóreo es discontinuo y agrupado. Aunque puede haber árboles aislados, a veces éstos forman densos bosquetes (figura 59). El estrato arbustivo puede ser importante y el estrato herbáceo está formado por gramíneas de alto porte (de un metro o más de altura), denso y con frecuencia con una 180 6. Los Biomas Terrestres Figura 59. Sabana arbolada de la región chaqueña. especie fuertemente dominante. Podrían considerarse como un mosaico formado por bosques y pastizales o pajonales. Este bioma se lo encuentra en todos los trópicos. Las sabanas del sur de Brasil y NE de la Argentina y los aibales (sabanas de Elyonurus muticus y Prosopis sp.) de la región chaqueña son ejemplos de estos parques. 6.2.1.2. Sabana propiamente dicha Se las encuentra en las regiones tropicales y subtropicales, con climas húmedos o subhúmedos con estación seca prolongada. Los suelos son lateríticos o halo-hidromórficos y los incendios son frecuentes. El estrato arbóreo es muy disperso con árboles bajos de hoja ancha o pequeña, a veces espinosos y con frecuencia deciduos. También puede haber palmeras. De la misma manera que en los parques, el estrato herbáceo está constituido por gramíneas de alto porte, generalmente con una especie fuertemente dominante. El ejemplo típico de este bioma es la sabana africana, pero se la encuentra en todas la regiones tropicales del viejo y del nuevo mundo. 6.2.1.3. Pajonal Se los encuentra en las regiones tropicales y subtropicales, en climas húmedos o subhúmedos, con lluvias estivales que provocan la inundación de los suelos al fin del verano y luego se produce una severa sequía invernal de duración variable. Los suelos son de textura fina, halo-hidromórficos con escurrimiento deficiente. Los incendios son frecuentes y pueden ocurrir hasta dos y tres veces por año. 181 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 60. Pajonal de Spartina argentinensis en los Bajos Submeridionales del Chaco Austral. El estrato arbóreo está ausente o es muy disperso, de árboles bajos a menudo espinosos y caducifolios. El estrato herbáceo está constituido por gramíneas que forman matas de alto porte. Cuando la dominante es muy densa el pajonal tiende a ser uniespecífico, pero si es poco densa, la intermata puede estar desnuda o cubierta por un estrato bajo de gramíneas u otras especies (figura 60). Los espartillares de Spartina argentinensis y los pajonales Panicum prionitis de la región chaqueña son buenos ejemplos de pajonales. de 6.2.1.4. Espinal Se encuentra en climas tropicales o subtropicales, subhúmedos o semiáridos, con una sequía invernal prolongada. Los suelos son castaños o a veces con fuertes rasgos de halomorfismo. La flora arbórea es pobre, con frecuencia predominan las mimosoideas espinosas y la estructura es muy parecida a la de los bosques xerofíticos, con los cuales es fácil confundirlo. El estrato arbóreo es bajo discontinuo, a veces agrupado y la mayoría de los árboles tienen hojas pequeñas caducas. Pueden tener muchas suculentas y a veces un importante estrato arbustivo. Parecen bosques abiertos, pero el estrato arbóreo permite la penetración de un alto porcentaje de luz, por lo que en el verano, la estación lluviosa, hay un importante estrato herbáceo de gramíneas hemicriptófitas y hierbas anuales que se secan en el invierno. Son buenos ejemplos de espinales algunas formaciones de la Caatinga del NE del Brasil y el Espinal Periestépico que rodea a la región de la Pampa, en la Argentina, donde el estrato arbóreo está formado por distintas especies de Prosopis (Prosopis caldenia, Prosopis flexuosa, Prosopis alba, Prosopis nigra) y otras mimosoideas del género Acacia. 182 6. Los Biomas Terrestres Figura 61. Palmar de Copernicia australis en un suelo deprimido salino del Chaco Austral. 6.2.1.5. Sabana de pastos cortos A veces denominadas estepas arboladas, se las encuentra en climas templados, semiáridos, con una prolongada estación seca. El estrato arbóreo es disperso y el estrato herbáceo está formado por pastos cortos y especies anuales. Constituyen una transición entre biomas de bosque y formaciones esteparias o semidesiertos en el sur de Estados Unidos y de Europa oriental. 6.2.1.6. Palmares Son formaciones de climas tropicales o subtropicales cuya presencia se debe a características del suelo, que pueden ser arenosos o halo-hidromórficos. Tienen un estrato, que puede ser más o menos denso, de una especie de palmeras (Copernicia australis, Copernicia tectorum, Syagrus yatay, etc.). El estrato herbáceo es denso y se quema con frecuencia. Las palmeras que no tienen crecimiento secundario, por lo tanto carecen de cambium y su meristema apical está protegido por las hojas jóvenes, resisten al fuego, no así las otras especies arbóreas que podrían crecer en el área (figura 61). 6.2.1.7. Brezal Se encuentra en climas templados o templado-fríos, húmedos, con suelos poco profundos y sometidos a incendios recurrentes. Tienen un estrato arbustivo denso, con muy pocos árboles pequeños y a veces un importante estrato de musgos. Los brezales típicos son los páramos británicos de Calluna vulgaris. 183 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 6.3. EL PASTIZAL El pastizal se caracteriza por la ausencia de árboles y tener uno o más, estratos herbáceos de cobertura variable, en que predominan las gramíneas. Se encuentran en climas templados, subhúmedos o semiáridos, con un invierno que puede ser riguroso. Los suelos son calcáreos, con un horizonte humífero gris oscuro o negro; chernozémicos o castaños de acuerdo a la cantidad y régimen de precipitaciones. 6.3.1. Distintos tipos de pastizales Algunas sabanas podrían clasificarse entre los pastizales, ya que muchas de ellas, no son otra cosa que los pastizales tropicales y subtropicales. Los distintos tipos de pastizales de los climas templados están condicionados por el nivel de precipitaciones y se distinguen por su estratificación y cobertura, aunque algunos tipos responden a factores edáficos. La ausencia de árboles es una respuesta a la relativa aridez, sin embargo, hay regiones de pastizales donde podrían crecer éstos. Esto ha llevado a suponer que los árboles no crecen espontáneamente por varias causas distintas del clima; una de ellas podrían ser los incendios recurrentes, que impiden que se instalen los árboles, sin embargo esta hipótesis con frecuencia es difícil de sostener. Otra causa que podría impedir la instalación de árboles son los factores edáficos y una tercera, es la fuerte competencia que sobre ellos ejercen las gramíneas, sobre todo por el agua de los horizontes superficiales del suelo. La mayor parte de los pastizales del mundo han sido destruidos y su área se ha dedicado a la agricultura. Figura 62. Pradera de Bothriochloa laguroides y Stipa neesiana en la región pampeana. 184 6. Los Biomas Terrestres 6.3.1.1. Praderas Se encuentran en climas relativamente húmedos, con precipitaciones anuales que varían entre algo más de 500 mm. a 1.000 mm. Las lluvias son primaveroestivales o estivales con una estación seca, que se produce al fin del verano o durante el invierno. Los suelos tienen un horizonte negro profundo, de estructura migajosa o granular y abundante materia orgánica. La riqueza florística de las praderas es muy alta y tienen una o varias dominantes. Tienen un estrato alto que puede llegar a superar holgadamente 1 m de altura y la cobertura general es grande, llegando con frecuencia a 100 % del suelo (figura 62). Pueden tener un estrato bajo y a veces un estrato intermedio. La periodicidad es notable; comienza a rebrotar en primavera y florecen desde fin de la primavera hasta el otoño. En algunas praderas hay un pulso de floración primaveral y otro otoñal. Al fin del verano o en el otoño, el crecimiento se detiene y en el invierno la parte aérea se seca casi completamente debido al frío. Se encuentran praderas en el oeste central de América del Norte, desde Canadá hasta el golfo de Méjico; en la región pampeana de la Argentina y en Otago (Nueva Zelanda). En el hemisferio sur las especies dominantes con frecuencia pertenecen al género Stipa (Stipa charruana, Stipa neesiana, Stipa hyalina, Stipa brachychaeta, Stipa filiculmis, etc.) acompañadas de Bothriochloa laguroides, Sporobolus indicus, Panicum milioides, Panicum bergii, Eragrostis lugens, diversas especies de Carex y muchas dicotiledóneas, sobre todo compuestas. En América del Norte distinguen las praderas de pastos altos y las praderas mixtas. Las especies de Stipa son menos importantes que en el América del Sur, pero se encuentran Stipa spartea, Stipa leucotrica, Stipa comata, y adquieren más importancia algunas andropogóneas, como Andropogon scoparius, Andropogon gerardi, Bothriochloa saccharoides, Sorghastrum nutans y en algunas praderas Andropogon smithii. Estas especies están acompañadas de Sporobolus asper, Sporobolus cryptandrus, Koeleria cristata, etc., varias especies de Carex y muchas dicotiledóneas. 6.3.1.2. Estepas Están en climas más secos con inviernos más rigurosos que donde se encuentran las praderas. Las lluvias son primaverales e invernales. La estación seca se produce a mediados o fines del verano y suele haber nevadas en invierno. Los suelos son negros (chernozem) o castaños en las zonas más secas. El estrato herbáceo es de menor porte y cobertura que en las praderas y la periodicidad es más marcada. Con frecuencia las especies dominantes pertenecen al género Stipa, pero también son importantes varias especies de Festuca, Poa, etc. Las estepas más importantes son las de Europa oriental, entre cuyas especies se encuentran Stipa joannis, Stipa capillata, Bromus riparius, Carex humilis, etc. También hay estepas en el Sahel, situado al sur del Sahara en África. En los Estados Unidos hay estepas de Stipa pulchra en el Pacífico y hacia el oeste de las praderas hay estepas, que localmente denominan praderas de pastos cortos, cuyas especies más importantes son Buchlöe dactyloides y Bouteloua gracilis. En el hemisferio sur hay estepas en el oeste de la Patagonia, cuyas especies más importantes son Stipa humilis, Stipa neaei, Stipa speciosa, Festuca pallescens, Poa ligularis, etc. 185 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Figura 63. Césped de Distichlis spicata en un suelo salino de la región pampeana. Figura 64. Césped de Luziola peruviana en una depresión inundable de la región pampeana. 186 6. Los Biomas Terrestres 6.3.1.3. Estepas arbustivas Tienen un estrato arbustivo no muy alto, de densidad variable y estrato herbáceo a veces muy pobre. Por lo general se las encuentra en los semidesiertos y algunos desiertos, como se señala más adelante, pero también se encuentra este tipo de vegetación, en lugares de pastizales y aún sabanas arboladas y bosques fuertemente perturbados; pero en estos casos, dependiendo de la humedad del clima, el estrato arbustivo es más denso y el estrato herbáceo puede ser muy conspicuo, a veces formado por céspedes que cubren la mayor parte del suelo. 6.3.1.4. Céspedes Se encuentran en distintos climas y su existencia se debe a factores edáficos: salinidad, excesiva humedad del suelo, inundaciones periódicas y algunos son inducidos por el sobrepastoreo. Tienen escasa altura, rara vez superan 0.30 m de altura, por lo general son uniestratificados y su cobertura es variable, pero puede ser muy alta. Florísticamente son pobres y las dominantes suelen ser gramíneas rizomatosas y estoloníferas. La especie dominante de los céspedes salinos de ambas Américas con frecuencia es Distichlis spicata (figura 63), acompañada de quenopodiáceas suculentas (Salicornia sp) y otras halófitas. En los céspedes húmedos las dominantes pueden ser Paspalum distichum, Leersia sp, Luziola sp, etc. (figura 64 Figura 65. Detalle del césped de Luziola peruviana. 187 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología y 65). Algunos céspedes como los gramillares de Cynodon dactylon son inducidos por el sobrepastoreo. 6.3.1.5. Pastizales de altura En las regiones montañosas y mesetas, por encima de los bosques caducifolios, se encuentran los pastizales de altura (figura 66) y los páramos. El clima es frío con inviernos rigurosos y la humedad con frecuencia es escasa. En general se pueden distinguir las estepas y los prados alpinos. Entre las primeras están las estepas altoandinas de Festuca orthophylla y Stipa frigida, que florísticamente son muy pobres y de escasa altura. Los prados alpinos están en ambientes más húmedos que las estepas y son céspedes cortos en cojín, que con la altura se hacen gradualmente más discontinuos y por último dejan lugar a los páramos de altura, donde la vegetación es muy escasa.. Figura 66. Pastizal del altura en la Sierra de Ancasti a aproximadamente 1.800 m.s.n.m. 6.3.2. Comunidades animales de las sabanas y pastizales Las sabanas africanas se caracterizan por la enorme variedad de grandes herbívoros: cebras (Equus zebra), búfalos (Syncerus caffer), ñues (Connochaetes sp.), elands (Taurotragus sp.), impalas (Aepycerus melampus), otros antílopes (Kobus sp., Redunca sp., Gazella sp. etc.), Jirafas (Giraffa camelopardalis) etc., a los que hay que sumar roedores y otros pequeños mamíferos, aves y las comunidades de insectos que son muy ricas en especies. Un ave muy llamativa de algunas sabanas africanas es el avestruz (Struthio camelus), que no vuela, pero está adaptada para correr a grandes velocidades; su dieta es fundamentalmente vegetariana, aunque ingieren cualquier cosa que les llame la atención, incluso piedras que contribuyen a la trituración de alimentos duros. Sus patas son muy fuertes con las que se defienden propinando 188 6. Los Biomas Terrestres patadas a sus atacantes, lo que las convierte en presas difíciles para los depredadores, pero algunos de éstos se alimentan de sus polluelos o huevos. Los pastizales americanos en este sentido son mucho más pobres; en América del Norte el mamífero herbívoro más importante era el búfalo (Bison bison) y también había ciervos (Cervus canadensis) y antílopes (Antilocapra americana) y otros pequeños mamíferos. En las sabanas y praderas de América del Sur los grandes herbívoros eran poco numerosos, los guanacos (Lama guanaco) y los venados de las pampas eran escasos, pero algunos roedores como el cuis (Cavia aperea pamparum) eran y aún son importantes. Aparentemente en América del Sur el papel de los grandes herbívoros es desempeñado por las hormigas podadoras, que son muy abundantes (Acromyrmex heyerii, Acromyrmex lundi, Atta sexdens, etc.). En las sabanas y pastizales sudamericanos, los equivalentes a los avestruces del África son los ñandúes (Rhea americana), pero son de menor talla. Estas aves tienen fama de estúpidas porque para ocultarse esconden únicamente la cabeza, quedando expuesto su cuerpo; sin embargo, de esta manera dada su forma y la librea gris que los cubre, se mimetizan en el paisaje, confundiéndose con grandes hormigueros y termitarios. En la actualidad los grandes herbívoros han sido reemplazados en su mayor parte por el ganado vacuno y ovino. Consecuentemente los grandes mamíferos carnívoros también son poco numerosos en América; entre ellos están el puma (Felis concolor) en ambas Américas, el tejón (Taxidea taxus) y el coyote (Canis latrans) en América del Norte y algunos zorros (Duscyon sp.) en América del Sur. En cambio en África los grandes carnívoros son muy numerosos: leones (Panthera leo), leopardos (Panthera pardus), chitas (Acinonyx jubatus), licaones (Lycaon pictus), hienas, (Hyaena hyaena, Hyaena brunnea y Crocuta crocuta) etc., a los que hay que agregar otros mamíferos más pequeños, reptiles, y las numerosas especies de insectos y otros artrópodos carnívoros. 6.3.3. Cadenas tróficas de sabanas y pastizales Las cadenas predatorias que son relativamente escasas en los bosques, son muy importantes en los pastizales, sobre todo en las sabanas africanas. En los pastizales de América del Sur donde las cadenas tróficas de grandes mamíferos son poco numerosas, gran cantidad de energía fluye por cadenas que inician las hormigas podadoras, que cortan vegetales que utilizan como sustrato para cultivar hongos, de los cuales se alimentan. La degradación de materia orgánica en los pastizales es mucho más lenta que en las selvas tropicales y gran cantidad de humus se acumula en el horizonte superior del suelo que por eso adquiere un color oscuro. 6.4. EL DESIERTO La vegetación de los desiertos es escasa y en algunos lugares inexistente. Las especies que viven en los desiertos están adaptadas a la aridez extrema, aunque posiblemente la mayoría no resistan a la sequía, sino que la eluden. La plantas típicas de los desiertos son los arbustos xerófilos (Artemisia sp., Atriplex sp., Tamarix sp., Nitraria sp., Larrea sp.), algunos de hojas caducas y otros de hojas esclerófilas. A menudo, en los desiertos son frecuentes las especies halófilas, debido a la gran 189 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología acumulación de sales en los horizontes superiores del suelo. Otras plantas son suculentas, es decir acumulan agua en sus tallos (cactáceas en los desiertos americanos, euforbiáceas cactiformes en los desiertos africanos) o en sus hojas (Agave sp.). También son comunes las efímeras, que son plantas que germinan, crecen florecen y fructifican en un período muy breve en que el suelo está húmedo, después de una lluvia torrencial; las semillas de estas plantas tienen gran cantidad de inhibidores, que impiden que germinen cuando la humedad es muy baja, pero al producirse lluvias torrenciales se lavan y pueden germinar y cumplir su ciclo en el corto período en que el suelo se mantiene húmedo. Los climas de desierto son extremadamente áridos, las precipitaciones anuales están por debajo de 250 mm. y hay años en que no llueve. Las lluvias son esporádicas a menudo torrenciales; aunque hay algunos desiertos que tienen una estación relativamente más húmeda. El desierto costero chileno-peruano y el de Namib, en la costa SO de África, reciben aportes de humedad bajo la forma de niebla y en otros desiertos es importante el aporte de agua que baja de las montañas o que circula por las napas freáticas. Los desiertos pueden ser cálidos o fríos, pero por lo general, en todos la amplitud térmica diaria es muy grande, ya que durante el día la temperatura puede ser muy alta y en la noche muy baja. 6.4.1. Distintos tipos de desiertos La aridez es la constante de todos los desiertos, pero el nivel de aridez es variable; en algunos desiertos o en ciertos lugares de ellos, la precipitación anual puede llegar a 250 mm. y aún a veces, superar este límite y en otros, la precipitación no supera los 10 mm. anuales, o no se han registrado lluvias durante varios años. Además los desiertos están en climas que tienen distintas temperaturas medias y cuanto mayor es la temperatura, mayor es la evapotranspiración potencial; por lo tanto cuanto más cálido es el clima, más árido es el ambiente. Dentro de un mismo desierto la humedad y el sustrato son variables, por lo tanto se encuentran ambientes distintos que albergan comunidades y formaciones distintas. 6.4.1.1. Semidesiertos Se encuentran por lo general en la periferia de los grandes desiertos, con climas templados áridos y a veces semiáridos, con lluvias que pueden superar los 250 mm. anuales, aunque impredecibles y frecuentemente invernales. Los suelos tienen mayor desarrollo que en los otros desiertos; los más desarrollados son pardos o grises de desierto y a veces son suelos salinos. El estrato arbóreo es escaso o nulo, tienen un estrato arbustivo de densidad variable, a veces disperso, de especies que pierden las hojas en la estación seca o con hojas coriáceas y un estrato herbáceo de baja cobertura, compuesto por gramíneas anuales y especies efímeras. Con frecuencia a estas formaciones se las denomina sabanas o estepas arbustivas. Los elementos leñosos de las estepas arbustivas están muy dispersos y regularmente distribuidos en las parte más secas, y se vuelven más numerosos y densos donde aumenta la humedad, para ser reemplazados por estepas graminosas secas, donde la humedad es relativamente alta. 6.4.1.2. Desiertos cálidos En estos desiertos las precipitaciones son muy bajas y las temperaturas son muy altas, por lo tanto la aridez es extrema. La vegetación es muy escasa, o a veces nula. Puede haber estepas arbustivas muy dispersas y comunidades de efímeras. 190 6. Los Biomas Terrestres Figura 67. Estepa arbustiva de Larrea cuneifolia del desierto del Monte Occidental en el valle Calchaquí, Argentina. 6.4.1.3. Desiertos fríos En estos desiertos las lluvias son muy escasas y a veces nulas, las temperaturas medias son bajas y las mínimas pueden llegar a -30 º C. En algunos de estos desiertos no hay vegetación o la vegetación es escasa, formando estepas arbustivas muy dispersas. No incluimos aquí los desiertos helados circumpolares. 6.4.2. Los desiertos del mundo El desierto más extenso es el Sahara, desierto cálido del norte de África, que se continúa hacia el este con el desierto de Arabia y más hacia el oriente con el desierto iranio y los desiertos con invierno frío de Asia central. Hacia el sur se continúa con el Sahel, que es más húmedo y con lluvias estivales, que permiten la instalación de las estepas graminosas del Sudán. En el SO de África está el desierto de Namib, cuyo borde occidental es un desierto neblinoso y hacia el oriente, en Botswana, se encuentra el desierto de Kalahari, que se distingue por la presencia de las grandes euforbiáceas suculentas. En Asia central están los grandes desiertos de la depresión que se encuentra entre el mar Caspio y el mar Aral, en Kazahstan y Dzungaria. El clima de estos desiertos es templado-fríos, con inviernos fríos y las lluvias decrecen de oeste a este. La vegetación es muy pobre. Son muy comunes las comunidades de efímeras, que viven menos de dos meses cuando en la primavera el suelo está húmedo, mientras que durante el resto del año, carece totalmente de vegetación. En Asia oriental está el gran desierto frío de Gobi, en la Mongolia Exterior, que en algunas partes no tiene vegetación y en otras partes, ésta es escasa, 191 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología con estepas arbustivas, que hacia el norte son reemplazadas por estepas graminosas de Stipa. Al sur del desierto de Gobi están los desiertos, fundamentalmente desiertos de arena, de Ordos, que se extiende hasta la gran muralla china, Ala-Chan, Bei-Chan y Takha Makan, cuyos inviernos son sumamente rigurosos y sus temperaturas medias no llegan a 10 º C. Algunas partes de estos desiertos carecen totalmente de vegetación y en otros la vegetación es escasa, formada por matorrales y estepas secas. Al sur de estos desiertos está la altiplanicie del Tíbet, que es un desierto frío muy riguroso. Todo el centro de Australia es una zona desértica, en parte sin vegetación, o con matorrales y vegetación arbustiva sin suculentas. Allí se encuentran el gran Desierto de Arena, el de Victoria y los de Gibson y de Simpson. En partes muy áridas están las planicies salinas, como el lago Eyre y el lago Torrens, que tienen comunidades de quenopodiáceas halófilas (Atriplex vesicaria y Kochia sedifolia). En América, el desierto más importante es de área discontinua y distribución anfitrópica. Su segmento austral se extiende desde el Atlántico, al norte de la Patagonia, penetra como cuña hacia el NO de la Argentina, hasta el valle Calchaquí y se denomina Monte Occidental (figura 67). Su segmento septentrional es el desierto de Sonora y Arizona. El clima es templado-cálido; la vegetación es el arbustal o estepa arbustiva de creosota (en América del Norte) o jarilla (en América del Sur), que es Larrea divaricata y otras especies del mismo género (Larrea mexicana en el hemisferio norte y Larrea cuneifolia y Larrea nitida en el hemisferio sur). En muchos lugares hay cactáceas columnares y en las partes más frescas, o menos áridas, es un semidesierto con una estepa arbustiva relativamente densa. En América del Norte además del desierto de Sonora-Arizona, están los desiertos o semidesiertos de Artemisia tridentata, que se extienden desde el este de California y norte de Arizona, hasta la Columbia Británica. Su clima es templado en el sur y templado-frío en el norte, con lluvias que varían entre 125 y 250 mm. anuales. En América del Sur, también se encuentra el desierto costero Chilenoperuano, que carece totalmente de lluvias, pero recibe aportes de humedad como niebla; su vegetación no tiene especies leñosas y son frecuentes las especies de Tillandsia, que obtienen el agua de la niebla. Además, al sur del Monte Occidental Argentino, se encuentra el desierto o estepa patogónica, que se extiende desde el Atlántico hasta cerca de los Andes australes. En su parte central es una meseta, donde las lluvias son inferiores a 200 mm. anuales y la región está sometida a frecuentes vientos fuertes. La vegetación es una estepa arbustiva de muy baja cobertura (Figura 68), cuyas especies más frecuentes son (neneo), Mulinum spinosum Trevoa patagonica (malaspina), Chuquiraga sp., etc., y protegidas por las matas de estas plantas, vegetan algunas gramíneas de los géneros Poa, Festuca y Stipa. Hacia el oeste, próximo a los Andes, la humedad es mayor, por lo que hay una estrecha faja que se extiende de norte a sur, de estepas graminosas, denominadas localmente "coironales", cuyas especies dominantes son Festuca pallescens, Festuca gracillima, Stipa humilis, Stipa speciosa, Poa sp., etc. 192 6. Los Biomas Terrestres Figura 68. Estepa de neneo (Mulinum spinosum) en el desierto patagónico. 6.4.3. Ambientes de desierto El sustrato de los desiertos está formado por el material madre, que puede no estar disgregado, o al disgregarse, en su mayor parte es arrastrado por el viento. Según cual sea la calidad del sustrato, acumula mayor o menor cantidad de agua, lo que permite o limita el crecimiento de las plantas. En la mayor parte de las áreas desérticas el suelo no se desarrolla, pero en las partes más húmedas puede haber algún desarrollo del perfil, dando lugar a los suelos grises de desierto (sierozem), o a suelos pardos en los que hay una pequeña acumulación de materia orgánica en el horizonte superficial. 6.4.3.1. Desierto de piedra Se encuentra sobre las montañas tabulares. No tienen suelo ni se acumula material disgregado. El ambiente es completamente hostil para el crecimiento vegetal, por lo que no tienen vegetación, aunque en las grietas se desarrollan algunas efímeras. Son los desiertos de yeso de Kazahstan y los Hamada del Sahara: el Hamada El Hamra en Tripolitania, el Hamada de Dra al sur del Anti Atlas y el Hamada de Tademarit que se encuentra entre los grandes ergs occidental y oriental. 6.4.3.2. Desierto de guijarros Se encuentra en lugares en que la roca madre está formada por conglomerados, que por erosión del cemento se desintegran y son arrastrados por el agua. Debajo de los guijarros se acumula agua que permite el crecimiento de algunas xerófitas. En el Sahara se los denominan Serir, como el Serir de Kalanshu en Libia. 193 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología 6.4.3.3. Desierto de arena Son muy comunes en los desiertos africanos, asiáticos y australianos y menos frecuentes en los desiertos americanos. El viento arrastra la arena formando dunas que cambian de posición, dunas vivas, las cuales no están cubiertas por vegetación. El agua se infiltra rápidamente y muy poca se evapora, por lo que se acumula relativamente mucha agua debajo de la arena. Las especies arbustivas que se arraigan, fijan las dunas, creando un ambiente relativamente favorable para el crecimiento vegetal y después de las lluvias crecen comunidades bastante densas de efímeras. En el Sahara y por extensión en otros desiertos, se los denomina Ergs, como el gran erg occidental y el gran erg oriental, que se encuentran al sur de Touggourt en Argelia. 6.4.3.4. Desiertos salinos En algunas depresiones de casi todos los desiertos, el agua arrastra sedimentos finos y la fuerte evaporación produce salinificación del sustrato y acumulación de sales en la superficie. En estos ambientes se desarrollan comunidades de halófitas compuestas por especies de los géneros Atriplex, Salicornia, Haloxylon, Kochia, Allenrolfea, etc. 6.4.3.5. Llanuras arcillosas En algunas planicies se acumulan sedimentos finos, que al evaporarse el agua quedan totalmente secos y desprovistos de vegetación, pero cuando se producen las lluvias se inundan y se desarrolla una vegetación formada por algas y en las partes más secas por líquenes. En el desierto de Kazahstan a estos ambientes se los denomina Takiris. 6.4.3.6. Cauces secos En los desiertos hay vías de desagüe que permanecen secas la mayor parte del tiempo; los wadis del norte de África, los huaicos o huaiquerías del desierto de Larrea divaricata en la Argentina, o a veces, denominados "mal país". El agua erosiona las márgenes y arrastra detritos, piedras, guijarros y arena que se acumulan en el cauce. Debajo de estos detritos se acumula agua, pero el centro del cauce carece de vegetación debido a que en las crecientes que se producen después de las lluvias, el agua arrastra el sustrato y las plantas que hayan crecido. En las márgenes, que están protegidas de las grandes corrientes esporádicas de agua y donde no se produce remoción del sustrato, crecen arbustos e incluso árboles (Salix sp.) que pueden formar bosques en galería bastante densos. 6.4.3.7. Oasis Se encuentran en lugares donde aflora a la superficie el agua de napas freáticas no salobres. La vegetación de los oasis es exuberante y a menudo se encuentran muchas especies higrófilas. Como la mayor parte de los asentamientos humanos dentro del desierto están sobre los oasis, con frecuencia su vegetación está muy modificada o reemplazada por cultivos hortícolas. 6.4.4. Comunidades animales del desierto Las poblaciones animales del desierto son tan escasas como la vegetación y las especies están adaptadas a la fuerte escasez de agua. Con frecuencia desarrollan su actividad durante la noche en que la temperatura es más baja y por lo tanto la 194 6. Los Biomas Terrestres pérdida de agua es menor. Entre los mamíferos herbívoros hay pequeños roedores; los grandes herbívoros prácticamente no existen. Las poblaciones de rumiantes de los desiertos y semidesiertos del norte de África y Medio Oriente, como los órices (varias subespecies de Orix gazella), son muy pequeñas y corren el riesgo de extinguirse, al igual que el antílope adax (Addax masomaculatus), que en el pasado se encontraba en todo el Sahara. Las gacelas (Gazella dorcas y Gazella leptoceros) y las cabras de las montañas del norte de África (Ammotragus lervia) también son escasas en la actualidad y están en peligro de extinguirse. Algunas subespecies de avestruces (Struthio camelus) penetran en los desiertos, pero sus poblaciones son muy reducidas. Hay también especies de insectos, como las langostas (Schistocerca gregaria), que en ciertos períodos forman enormes mangas que tienen efectos devastadores sobre la vegetación. Los mamíferos carnívoros también son muy escasos. Son relativamente abundantes los reptiles y hay numerosas especies de lagartos y lagartijas desertícolas. Las cadenas tróficas de los desiertos son muy cortas, debido a la baja concentración de energía en forma de biomasa vegetal. 6.5. LOS BIOMAS CIRCUMPOLARES En el hemisferio norte alrededor del Ártico, más allá de los bosques de coníferas, se encuentra la Tundra. El clima es extremadamente frío, con un período de vegetación inferior a cuatro meses, ya que la temperatura media supera 0 º C sólo entre dos y seis meses y la temperatura mínima puede llegar a -30º C, o aún inferior a -60 º C. Las precipitaciones son escasas, a veces inferiores a 200 mm. anuales, pero la evapotranspiración potencial también es baja. Debido a que el suelo está permanentemente helado (permafrost), el agua no se infiltra y el suelo se encharca. Hay fuertes nevadas y la nieve se acumula sobre el suelo en forma irregular debido al viento. En las zonas oceánicas (Suecia) el clima es relativamente moderado, pero en las zonas continentales (Alaska y Siberia), es más riguroso, con una gran amplitud térmica debido a que las temperaturas mínimas son extremadamente bajas. Los bosques más septentrionales de Siberia se denominan Taigá, donde predominan los abetos rojos (Picea abies) sobre suelos podzólicos y los pinares de Pinus sylvestris que tienen un estrato arbustivo de brezos (Calluna vulgaris), un estrato herbáceo y un denso estrato de musgos y líquenes. En los suelos húmedos están las turberas de Sphagnum. En América los bosques son de Picea glauca y Larix laricina y al extremo norte solamente llega Picea mariana. Hacia el norte debido al frío más riguroso y a la escasez de agua, el estrato arbóreo es menos denso y los árboles son más bajos. En las zonas oceánicas se encuentran abedules (Betula papyrifera) y en las zonas continentales los abetos (Picea abies y Picea mariana). El estrato arbustivo es relativamente importante y hay un estrato denso de musgos (Cladonia) y líquenes. El suelo es gley poco desarrollado. Esta es la tundra arbolada, que por analogía podríamos denominar sabana fría. Muy al norte los árboles desaparecen. En los suelos húmedos se encuentran los pastizales de tundra, que tienen un estrato herbáceo de Eriophorum sp. y Carex (Carex rigida, Carex rupestris, Carex incurva), debajo del cual hay un denso estrato muscinal de Cladonia sp. y otros musgos. En los suelos secos, los páramos árticos, que no están protegidos por nieve, está la tundra de líquenes, con algunos 195 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología musgos en las partes más húmedas. En el extremo norte, al borde de la capa de hielo está el desierto helado que prácticamente no tiene vegetación. Las comunidades animales de los biomas circumpolares del norte son muy pobres. Entre los grandes herbívoros de la Taigá se encuentra el alce (Alces andersoni), que no penetra en la Tundra. En la tundra el herbívoro más importante es el reno (Rangifer tarandus), que en invierno la abandona junto con la mayoría de las poblaciones animales y se dirige más al sur en busca de alimento. Solamente los lemings (Lemmus sp., Dicrotomyx sp.) permanecen en la Tundra todo el año. En el extremo norte del continente americano se encuentran manadas de bueyes almizcleros (Ovibos moschatus). Entre los mamíferos carnívoros están el zorro del ártico (Alopex lagopus), el lobo (Canis lupus) y el oso polar (Thalaractos maritimus), aunque éste es de vida anfibia y se alimenta de animales acuáticos, fundamentalmente focas (Pusa hispida, Phoca velutina, Pagophilus groenlandicus), peces y aves marinas. Entre las aves está la lechuza blanca (Nyctea scandica), que se alimenta de roedores, sobre todo lemings, pero durante el invierno abandona la tundra en busca de alimento. No hay muchas especies de insectos, pero en el verano son muy abundantes las moscas y los mosquitos. En el hemisferio sur, la Antártida es un desierto helado, en su mayor parte cubierto de hielo y nieve. La vegetación es prácticamente nula, formada por algas, líquenes y algunos musgos. Solamente se han registrado tres especies de plantas vasculares. Hay muy pocas especies animales. Dentro de los vertebrados los más comunes son los pingüinos o pájaros bobos (Aptenodytes forsteri, Aptenodytes patagonica, Eudyptes robustus, E. chrysolophus, Pygosceli adeliae, Pygosceli papua, Spheniscus demersus) cuyas poblaciones pueden ser muy grandes; pero son de vida anfibia, se alimentan en el mar y anidan sobre la tierra. En tierra firme los pingüinos no tienen enemigos, pero en el agua son depredados por las focas (Hydrurga leptonyx). 196 BIBLIOGRAFÍA Anderson, M. C. 1966. Some problems of simple characterization of light climate in plant communities. En: Bainbridge, R; Evans, G. C. & Rackham, O. 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Springer Verlag, Berlin. 199 ÍNDICE ANAL Í TICO A Abies A.alba, 179 A.balsamea, 176 A.lasiocarpa, 176 A.sibirica, 176 abisal, 80 Acacia, 184 Acer, 63 A.saccharum, 66, 175, 199 ácido adenílico, 29 ácidos nucleicos, 27 ácidos nucleicos, 11, 29 Acinonyx jubatus, 191 Acromyrmex, 19 A.heyerii, 191 A.lundi, 191 Addax masomaculatus, 197 Adesmia horridiuscula, 155 Aepycerus melampus, 190 Agathis australis, 175 Agave, 192 Agropyron repens, 71 agrupamiento, 59, 146, 182 agua, 33, 125, 129 agua, 17, 33, 77, 89, 97, 127 aire, 112 Alces andersoni, 198 alelopatía, 70 Allenrolfea, 92, 196 Alnus, 26 A.jorulensis, 155 Alopex lagopus, 198 alpino, 155 alternancia de la vegetación, 157 Alternanthera phyloxeroides, 93 ambiente, 39 ambiente, 13, 16, 81, 89, 100, 111, 195 amensal, 70 Ammotragus lervia, 197 Anabaena, 25 Andropogon A.gerardi, 187 A.scoparius, 187 A.smithii, 187 Androtrichum trigynum, 93 anemócora, 63 antibiosis, 70 antibiosis, 70 Antilocapra americana, 191 antropócora, 65 Aptenodytes A.forsteri, 198 A.patagonica, 198 Araucaria angustifolia, 66, 179 archibentónica, 81 área continua, 66 de las especies, 66 discontinua, 66 vicariante, 67 arroyos, 96 Artemisia, 191 A.tridentata, 194 Arthrobacter, 31 asociación, 142 asociación, 152 Aspergillus, 28, 32 Aspidosperma quebracho-blanco, 63 Atriplex, 92, 161, 191, 196 A.vesicaria, 194 Atta, 19 A.sexdens, 191 autócora, 65 Avicennia, 179 Azolla, 54, 91, 94 Azomonas, 25 Azospirillum, 25 Azotobacter, 25 A.chroococcum, 25 A.vinelandii, 26 B Bacillus, 28, 31, 32 bacterias, 12, 18 del azufre, 31 del azufreU, 28 descomponedoras, 17 desnitrificadoras, 28 fijadoras de nitrógeno, 25, 26 fosfatantes, 29 nitrificantes, 27 bacterias, 17 balance energético, 35, 135 hídrico, 128 banco de semillas, 163 banco de semillas, 164 barácora, 65 Beijerinckia, 25 bentos, 85, 90 Betula, 175 B.papyrifera, 197 bicarbonato, 78, 124 biociclos, 46 biocoros, 169 bioma, 142, 169 biota, 49, 118 biota, 15, 68, 83, 105, 140 biotopo, 39 biotopo, 39, 112 Bison bison, 191 Blepharocalyx gigantea, 155 Bombix mori, 72 bosque, 169 australiano, 178 de coníferas, 176 deciduo, 175 en galería, 179 mediterráneo, 178 monsónico, 177 montano, 179 subtropical, 174 templado, 175 tropical caducifolio, 177 tropical húmedo, 171 xerofítico, 177 BOSQUE, 171 Bothriochloa B.laguroides, 186, 187 B.saccharoides, 187 Bouteloua gracilis, 187 201 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Brassica campestris, 56 brezal, 185 Bromus riparius, 187 Brunizems, 122 Buchlöe dactyloides, 187 Bulnesia retama, 155 C Cactoblastis cactorum, 53, 56 cadena alimentaria, 17 parasitaria, 18 predatoria, 18 saprofítica, 18 trófica, 17 trófica, 180 trófica, 87, 191, 197 calentamiento global, 24, 137 Calluna vulgaris, 185, 197 calor, 35, 82, 130 Calothrix, 25 Calycophyllum multiflorum, 155 caméfitas, 141 Camponotus punctulatus, 149 Canis C.latrans, 191 C.lupus, 180, 198 capacidad de porte, 54 carbonato, 78 carbonato, 24, 124 carbono, 23 Carex, 187, 197 C.humilis, 187 C.incurva, 197 C.rigida, 197 C.rupestris, 197 carnívoros, 17 carnívoros, 17, 87, 180, 191, 197 carroñeros, 18 Casuarina, 27 Cavia aperea pamparum, 18, 191 Cedrela angustifolia, 155 cenoclina, 108, 154 cenoclina, 154, 170, 171, 178, 182 Cephalophus, 180 Ceratophyllum demersum, 90, 93 Cervus canadensis, 191 céspedes, 189 chernozem, 187 Chuquiraga, 194 ciclo, 23 de los materiales, 23 del azufre, 31 del carbono, 23 del fosforo, 28 del nitrógeno, 25 ciudad, 37 Cladonia, 197, 198 clima, 132, 136, 169 clima, 111 clímax, 161 Clostridium pasteurianum, 25 Colias lesbias, 72 comensal, 69 comensalismo, 68 competencia, 43, 62, 72 competencia, 41, 43, 66 competidoras, 72 competidoras, 74 componentes abióticos, 15 202 componentes bióticos, 15 comunidad, 11, 142 animal, 142 BIÓTICA, 75 biótica, 15, 140 biótica, 142 de microorganismos, 18 de microorganismos, 18 dinámica de la, 158 estado estable, 167 estructura de la, 142 vegetal, 132 vegetal, 169 vegetal, 142 comunidad, 140 conectancia, 43 Connochaetes, 190 consolidación, 159 constancia, 150 constancia, 75 consumidores, 87, 180, 191, 197, 198 consumidores, 18, 106 contaminantes, 116 continuum, 152 continuum, 154 contorno, 15 cooperadores, 69 Copernicia C.australis, 153, 185 C.tectorum, 185 corrientes marinas, 79 Crenon, 99 Crocuta crocuta, 191 Cuscuta, 71 Cynara cardunculus, 64 Cynodon dactylon, 49, 66, 190 Cyperus giganteus, 93, 161 D degradadores, 17, 27 Delphinium, 72 deltas, 103 densidad, 62 densidad, 73 depredación, 18 depredación, 18, 71 depredador, 71 depredadores, 18, 180, 191 depredadores, 55 depredados, 198 Derxia, 25 descomponedores, 87, 111 descomponedores, 17 desierto, 169, 195, 196 DESIERTO, 191 desnitrificación, 28 Desulfovibrio, 32 D.desulfuricans, 32 detritívoros, 18, 88, 106 detritívoros, 111 diásporos, 50, 63 diatomeas, 86 Dicrotomyx, 198 diferenciación, 12 dinámica de la comunidad, 158 dinámica de la población, 50 dinoflagelados, 86 dióxido de carbono, 114 dióxido de carbono, 15, 23, 112 Discaria, 27 Índice Analítico disemínulos, 50, 63 diseño, 60, 149 dispersión, 62, 63 Distichlis, 161 D.spicata, 92, 165, 166, 188, 189 distribución, 58 disturbio, 162 disturbio, 138, 161, 163, 168 diversidad, 41, 43, 162 diversidad, 38 dominancia, 143 dominancia, 75, 169 dormición, 164 drenaje, 128 Drossera, 72 Duscyon, 191 E écesis, 50, 62 écesis, 150 Echinochloa helodes, 95, 161 Echinodorus, 93 Echium plantagineum, 56, 57 ecosistema, 11, 16 ecosistema, 15, 46 ecosistemas antrópicos, 47 LENÍTICOS, 89 LENTICOS, 89 LÓTICOS, 96 marínos, 77 prístinos, 47 regulación de los, 44 TERRESTRES, 111 ecotonos, 154 ecuación de Lotka-Volterra, 73 ecuación logística, 54 Eichhornia E.azurea, 54 E.crassipes, 54, 63, 69, 91, 93 Eleagnus, 26 Eleocharis macrostachya, 95 Elodea E.sp, 90 Elyonurus muticus, 183 endozoócora, 65 energía, 20 energía, 15, 34, 81, 130 epífitas, 69 epilimnion, 90 equitatividad, 41 Equus zebra, 190 Eragrostis lugens, 187 erg, 196 Eriophorum, 197 esclavización, 71 escurrimiento superficial, 128 escurrimiento superficial, 128 especie, 12 endémica, 66 epibiótica, 66 especie, 49 especies área de las, 66 de sustitución, 67 vicariantes, 67 espinal, 184 estabilidad, 42 estado estable, 45, 167, 168 estepas, 187 arbustivas, 189 esteros, 105 estrategias competitivas, 74 estratificación, 112, 145 estructura de la comunidad, 142 de la población, 57 del suelo, 120 estuarios, 103 Eucalyptus, 66, 71, 150, 178 Eudiptes chrysolophus, 198 Eudyptes robustus, 198 eutrofización, 96, 105 evapotranspiración, 129 evapotranspiración, 97, 128 exozoócora, 65 explotación, 71 F Fabiana densa, 155 facilitamiento, 166 Fagus grandiflora, 175 Fanerófitas, 141 fases, 165 Felis concolor, 191 ferralíticos, 124 Festuca, 187, 194 F.gracillima, 194 F.orthophylla, 190 F.ovina, 165 F.pallescens, 187, 194 Ficus, 69 fidelidad, 150 fidelidad, 75 fijación del nitrógeno, 25 fisonomía, 145 fisonomía, 142, 169 fitofagia, 71 fitoplancton, 85, 90, 105 foresis, 69 formación, 142 formación, 169 formas de crecimiento, 140 de vida, 90 de vida, 140 de vida marina, 85 Formica, 71 fosfatasas, 29 fosfatos, 28 fósforo, 28 Frankia, 27 Fraxinus, 63 F.americana, 64 fuego, 138 Fusarium, 28 G Gazella, 190 G.dorcas, 197 G.leptoceros, 197 genes, 11 genet, 50 geófitas, 141 Giraffa camelopardalis, 190 Gochnatia glutinosa, 155 203 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología gregarismo, 59 gremios, 41 H habilitación, 167 hábitat, 16, 38 hadal, 81 Haloxylon, 196 Hamada, 195 helófitas, 141 hemicriptófitas, 141 herbivoría, 71, 139 herbívoros, 17, 86, 180, 190 herbívoros, 139, 180, 197, 198 Heterostachys, 92 hidrócoras, 63 hidroseres, 160 hipolimnion, 90 holoplancton, 87 huaicos, 196 huésped, 69 huésped, 71 huracanes, 140 Hyaena H.brunnea, 191 H.hyaena, 191 Hydrocotyle bonariensis, 84 Hydrurga leptonyx, 198 Hymenachne amplexicaulis, 160 I impedancia, 125 individuo, 11, 49 inhibición, 166 inundaciones, 140 inundaciones, 124 J Jacaranda, 63 Juncus, 161 K Klebsiella, 25 Kobus, 190 Kochia, 196 K.sedifolia, 194 Koeleria cristata, 187 L lagos distróficos, 91 eutróficos, 90 oligotróficos, 90 zonación, 93 lagos, 89, 91 lagunas, 89, 91 204 Lama guanaco, 191 Larix L.laricina, 176, 197 L.sibirica, 176 Larrea, 191 L.cuneifolia, 155, 193, 194 L.divaricata, 67, 155, 194, 196 L.mexicana, 194 L.nitida, 155, 194 Lasius flavus, 149 lateríticos, 171, 174, 177 lateríticos, 124 Leersia, 189 Lemmus, 198 Lemna, 54 litoral, 80 litosere, 159 litoseres, 160 Litosoles, 125 llanura, 100 llanura, 154 llanuras de inundación, 101 Lotka-Volterra, 73 Ludwigia peploides, 93, 95 luz, 134 luz, 35, 38, 39, 81, 101, 130, 132 Luziola, 189 L.peruviana, 95, 188, 189 Lycaon pictus, 62, 191 M mal país, 196 mamíferos, 180, 197 manglares, 179 manglares, 84 mar, 77 Mazama, 180 Megafanerófitas, 141 Melampsora, 71 Melia azederach, 72 meroplancton, 87 Micrococcus, 28 Microfanerófitas, 141 mirmecócoras, 65 mortalidad, 50 Morus alba, 72 mosaicos, 149 Mulinum spinosum, 194, 195 mutualismo, 70 Mycobacterium, 28 Myrica, 26 Myriophyllum brasiliense, 90, 93 N Nanofanerófitas, 141 natalidad, 50 necton, 86, 90, 105 Nelumbo, 93 N.nucifera, 160 nerítica, 81 neuston, 86, 90 neutralismo, 68 Nezara viridula, 56, 200 nicho ecológico, 38, 39 Nitraria, 191 nitrificación, 27 Índice Analítico Nitrobacter, 27 N.winogradsky, 27 nitrógeno, 114 nitrógeno, 25 Nitrosobacter, 27 Nitrosolobus, 27 Nitrosomonas, 27 N.europea, 27 Nitrosovibrio, 27 niveles de organización, 11 Nostoc, 25 Notophagus, 175, 176 N.dombeyii, 175 Nyctea scandica, 198 Nymphaea, 93 N.lotus, 160 N.odorata, 160 Nymphoides N.humbodtianum, 160 N.humboldtiana, 93 O oasis, 196 océanos, 77 Olea oleaster, 178 Opuntia nopalea, 53 Orix gazella, 197 ornitócoras, 167 Ovibos moschatus, 198 oxígeno, 78, 113 oxígeno, 15, 33, 105 P Pagophilus groenlandicus, 198 pajonal, 183 paleocauces, 104 palmares, 185 Panicum P.bergii, 63, 64, 187 P.elephantipes, 160 P.milioides, 187 P.prionitis, 153, 184 Panthera P.leo, 191 P.onca, 180 P.pardus, 191 P.tigris, 180 Paracoccus, 28 P.denitrificans, 28 parámetro de rugosidad, 115, 117 parasitismo, 71 parásito, 18, 71 parásito, 18 Paspalum P.distichum, 94, 95, 189 P.vaginatum, 92, 94 pastizal de altura, 155, 190 pastizal, 169, 186 pastoreo, 139 pedemonte, 154 pelágica, 81 Penicillum, 28, 32, 71 percolación, 128 percolación, 128 perfil del suelo, 121 perifiton, 85, 90 periodicidad, 150 periodicidad, 169, 174, 175, 176, 178, 187 Phoca velutina, 198 Phoebe porphyria, 155 Phylla, 84 Phyllostylon rhamnoides, 155 Picea P.abies, 176, 197 P.glauca, 176, 197 P.mariana, 176, 197 pinares de altura, 155, 179 Pinus P.caribaea, 179 P.cembra, 176 P.ocotea, 179 P.radiata, 179 P.sylvestris, 176, 197 pionera, 166 pionera, 158 pirámides ecológicas, 20 pisos de vegetación, 154 Pistia stratiotes, 54, 69, 91, 93 Pithecoctenium cynanchoides, 64 plancton, 90 plancton, 85, 90 plano de desplazamiento nulo, 115, 118 pleuston, 86, 90, 105 Poa, 187, 194 P.ligularis, 187 población, 11 crecimiento de la, 51 dinámica de la, 50 distribución espacial, 58 estructura de la, 57 población, 49 Podocarpus parlatorei, 155 podzol, 176 Podzol, 124 Polyergus, 71 Polygonum P.hydropiperoides, 93 P.persicarioides, 93 P.punctatum, 93 Potamogeton, 160 Potamon, 99 praderas, 187 precipitación, 33, 128 precipitación, 97, 169 presas, 55, 71 presas, 18 presión, 38, 83 productores, 16, 87 propágulos, 50, 63, 164 propágulos, 158, 163 Prosopis, 183, 184 P.alba, 184 P.caldenia, 184 P.flexuosa, 184 P.nigra, 153, 156, 184 proteínas, 27, 31 proteínas, 11, 29 protocooperación, 69 protocooperación, 25 psamoseres, 159 Pseudalopex, 62 Pseudomonas, 28, 32 Psila boliviensis, 155 Puccinia, 71 Pusa hispida, 198 Pygosceli P.adeliae, 198 P.papua, 198 205 La biosfera y sus ecosistemas: Una introducción a la Ecología Q Quercus, 65, 175 Q.coccifera, 178 Q.ilex, 178 Q.palustris, 66 Q.suber, 178 R radiación, 130 radiación, 16, 35, 81, 130 ramet, 50 Rangifer tarandus, 198 red trófica, 21 red trófica, 87 Redunca, 190 regeneración, 162 regeneración, 164 régimen hidrológico, 97 Regosoles, 125 regulación, 42 regulación de los ecosistemas, 44 Rendzina, 178 resiliencia, 163 resistencia, 163 retroalimentación, 44 Rhea americana, 191 Rhitron, 99 Rhizobium, 26, 27, 70 R.japonicum, 26 R.leguminosarum, 26 R.lupini, 26 R.meliloti, 26 R.phaseoli, 26 R.trifolii, 26 Rhizophora, 179 R.conjugata, 179 R.mangle, 84, 179 R.mucronata, 179 ríos zonación de los, 108 ríos, 96 riqueza faunística, 42 florística, 42 ruderales, 74 rugosidad, 115, 117 S sabana, 169 arbolada, 182 de pastos cortos, 185 propiamente dicha, 183 SABANA, 182 Saccharomyces, 32 Sagittaria, 93 S.montevidensis, 95 Salicornia, 92, 161, 189, 196 salinas, 91 Salix, 196 S.babilonica, 179 S.humboldtiana, 179 Salsola kali, 63 Salvinia, 54, 91, 94 206 S.natans, 54 saprobos, 18 saprófitos, 18 Sarracenia, 72 Schinopsis S.balansae, 66, 67, 153, 156, 177 S.lorentzii, 64, 67 Schistocerca, 72 S.gregaria, 197 Scirpus S.californicus, 93, 95, 161 S.cubensis, 69 S.robustus, 93 S.validus, 93 Sciurus S.vulgaris, 180 selva en galería, 179 montana, 179 montana, 155 subtropical, 174 templada, 175 tropical, 171 semidesiertos, 192 sere, 159 Serir, 195 Sierozem, 123 simbiontes, 70 simbiosis, 70 simbiosis, 26, 29 sinusia, 112 sinusia, 147 sociabilidad, 59 Solonetz, 124 Solontchacks, 124 Solots, 124 Sorghastrum nutans, 187 Spartina, 67, 84, 87, 161 S.alterniflora, 84, 161 S.anglica, 84, 161 S.argentinensis, 67, 156, 184 S.ciliata, 84 S.densiflora, 67, 161 S.maritima, 84, 161 Spartina x townsendii, 84 Sphagnum, 197 Spheniscus demersus, 198 Sporobolus S.asper, 187 S.cryptandrus, 187 S.indicus, 187 S.pyramidatus, 165, 166 Stetsonia coryne, 92 Stipa, 187, 194 S.brachychaeta, 187 S.capillata, 187 S.charruana, 187 S.comata, 187 S.filiculmis, 187 S.frigida, 190 S.humilis, 187, 194 S.hyalina, 187 S.joannis, 187 S.leucotrica, 187 S.neaei, 187 S.neesiana, 186, 187 S.pulchra, 187 S.spartea, 187 S.speciosa, 187, 194 Streptomyces, 32 Struthio camelus, 190, 197 Suaeda, 92, 161 sucesión Índice Analítico primaria, 158 secundaria, 162, 168 sucesión, 158 suelo, 119, 120, 125 suelo, 119 suelos castaños, 187 castaños, 123 forestales, 175 Gley, 124 grises, 123, 192 pardos, 123, 192 Sulfolobus, 31 superfosfatos, 31 supervivencia, 57 sustrato, 80 Syagrus yatay, 185 Syncerus caffer, 190 T Taigá, 197 Takiris, 196 Tamarix, 191 tanatocresis, 69 Taraxacum officinalis, 64 Taurotragus, 190 Taxidea taxus, 191 temperatura, 38, 82, 89, 136 terófitas, 142 territorio, 61 textura, 120 Thalaractos maritimus, 198 Thiobacillus, 28, 29, 31 T.denitrificans, 28, 31 T.ferroxidans, 31, 34 T.novellus, 31 T.perometabolis, 31 T.thioparus, 31 T.thioxidans, 31 Tillandsia, 69, 194 Tipuana tipu, 63, 155 tolerancia, 166 tolerantes a la penuria, 74 Trachopoda giacomelli, 56 Trachypogon, 182 transformadores, 17 Trevoa patagonica, 194 Trichocereus pasacanas, 155 Trichopoda giacomellii, 200 Tsuga heterophylla, 176 Tundra, 197 Typha, 93 T.angustifolia, 161 T.latifolia, 161 V Vallisneria, 90, 160 vapor de agua, 116 vegetación alternancia de la, 157 zonación de la, 108, 154 Vertizoles, 123 Victoria cruziana, 160 viento, 116, 117, 118 virus, 12 Vulpes, 62 W wadis, 196 X xeroseres, 159 Z Zizaniopsis, 161 ZONACIÓN de la vegetación, 108, 154 de los ríos, 108 de los ríos, 99 DEL MAR, 80 zoócora, 65 zooplancton, 85 zooplancton, 86 U unión, 147 Ursus U.arctos, 180 U.horribilis, 180 U.tibetanus, 180 Ustilago, 71 207