Einstein en la pintura del siglo XX Por: M. A. Gomez Einstein ha sido uno de los científicos más famosos de la historia y, probablemente, el más citado entre las personas sin cultura científica o con un conocimiento científico elemental. Pero Einstein también representó un fenómeno social en el siglo XX y sus teorías no sólo cambiaron la imagen que la ciencia tenía del mundo sino que también ayudaron y animaron a contemplar ese mundo desde otras perspectivas. De esta forma, también influyó en al arte del siglo XX y su imagen fue utilizada en múltiples representaciones. En este artículo vamos a ver algunas pinturas en las que se recoge su imagen y un cuadro muy utilizado para ilustrar libros de física relacionados con el trabajo de Einstein. En primer lugar queremos hacer referencia a dos murales de una misma época en los que la figura de Einstein queda ligada al fenómeno de la emigración y la necesidad de huir de la Alemania nazi para establecerse en Estados Unidos. Diego Rivera Barbarie nazi (1933). Nueva York, International Ladies Garment Workers Union Se trata de un fresco del célebre muralista mexicano Diego Rivera (1886-1957), realizado para el International Ladies Garment Workers Union e instalado para poder ser trasladado fácilmente de un sitio a otro. En él, bajo la figura de Hitler lanzando proclamas a las masas entre banderas nazis, puede verse a Einstein y una mujer con un cartel al cuello en el que se lee "I have given myself to a Jew" (me he entregado a un judío). Hace referencia a la necesidad de emigrar que tuvo Einstein, dado su origen judío, para huir de la barbarie nazi. De la misma época es la obra Albert Einstein y otros emigrantes, un detalle de un mural más amplio en el Jersey Homestead Center (en la actualidad se ha convertido en la Roosevelt Public School) pintado por B. Shahn (1898-1969), un pintor y fotógrafo de origen ruso, nacionalizado norteamericano, que en los años 30 del siglo XX practicó un realismo social. En esta parte del mural se muestra a los inmigrantes llegando a la isla de Ellis. Entre otras cosas, pueden verse los féretros con los anarquistas ejecutados Sacco y Vanzetti, el "Hall" de la isla y a Einstein, como judío emigrante, llegando a Estados Unidos, acompañado por la madre del pintor. 1 Albert Einstein y otros emigrantes B. Shahn (New Jersey, 1936) Otra obra que recoge la imagen de Einstein es un grabado de Salvador Dalí. 2 Por último, una obra de la pintora surrealista española Remedios Varó (1908-1963). Se trata de "Fenómeno de ingravidez" (1963) que fue utilizada como ilustración para la portada para un libro de P. Bergmann, dedicado a Einstein, en el que se introducen las teorías físicas sobre el espacio y tiempo. Al igual que la teoría de Einstein modifica los conceptos de espacio y tiempo, el científico que aparece en la pintura aparece con sus pies situados en diferentes espacios, en una situación semejante a alguna de las representaciones habituales de los ejes espaciotiempo con que se explica la teoría de la relatividad. Fenómeno de ingravidez Remedios Varó (1963) 3 El billar elíptico de Gabriel Orozco Por: M. A. Gómez La obra de Gabriel Orozco Oval con Péndulo se presentó por primera vez, en 1996, en el Empty Club de Londres, un antiguo casino y club victoriano, y en 2005 en el Palacio de Cristal de Madrid en la exposición organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). Consiste en una mesa de billar elíptica (ovalada), con dos bolas blancas que pueden moverse libremente bajo el impulso del taco y rebotan en las bandas siguiendo las reglas que impone su forma elíptica. También aparece una bola roja colgada de un hilo sobre el centro de la mesa que puede oscilar como un péndulo ante cualquier impulso de las otras dos bolas. Mesa de billar elíptica: Palacio de Cristal (Madrid, 2005) Gabriel Orozco (Jalapa, México, 1962) es un artista de honda raíz conceptual que transforma numerosos objetos que conocemos o creemos conocer en esculturas e instalaciones que cambian su significado original y su comportamiento físico. Instaló por primera vez su "Oval con péndulo" en una elegante sala (Empty Club) con paredes recubiertas de seda, en la que una mesa de billar en apariencia encajaba perfectamente. Sin embargo, se alteró el espacio y se quitaron todos los muebles, quedando la mesa en medio de una gran sala vacía, a la vez que el diseño elíptico de la mesa y la bola roja colgada, en forma de péndulo, alteraba las reglas del juego y la percepción que de él tenemos. Las propiedades físicas y matemáticas de la elipse restringen los movimientos de las bolas blancas al chocar con la banda (en este caso una sola banda continua) a la vez que la bola roja sólo puede oscilar en los planos que impone su movimiento pendular. En palabras del autor: Si el espacio se altera, hay que adaptarse a él y esto puede resultar tedioso. Esta alteración física genera una reconsideración del paisaje, del cuerpo, de la geometría de un espacio conocido. Puede encontrarse más información sobre el comportamiento de un billar elíptico en: Billar elíptico Empty Club, 1996 4 Ciencia y Caridad (Picasso) Por: Antonio del Moral En vísperas de 1898, un año trágico para la historia de España, pues se certificaba la definitiva pérdida de los territorios americanos y asiáticos tras una dura guerra contra los Estados Unidos, un joven pintor malagueño conseguía una mención en la Exposición Nacional de Bellas Artes con el lienzo Ciencia y Caridad. Ese estudiante, que ya creaba como un maestro, se llamaba Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), y era el hijo mayor de José Ruiz Blasco, profesor de dibujo en Málaga, que le había iniciado en tierras gallegas en la pintura a la temprana edad de diez años. En 1895, el adolescente Pablo fue admitido en los cursos superiores de pintura al natural en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja de Barcelona. Con el tiempo llegaría a ser uno de los grandes pintores españoles del siglo XX. El lienzo, actualmente en el museo Picasso de Barcelona, representa, dentro aún de una corriente academicista, a un médico y a una monja con un niño, personajes que rodean a una mujer enferma –se supone que la madre de la criatura- que se encuentra acostada en una cama. El médico, dibujado sentado mientras toma el pulso a la mujer observando su reloj de bolsillo, encarna la Ciencia y la monja, cuya presencia en los hospitales solía ser habitual, a la Caridad. La unión simbólica de las mismas –que origina el título- resulta enternecedora hasta nuestros días, y motiva a reflexionar sobre la necesidad de unir tanto la ayuda científica a los enfermos como la espiritual y afectiva. La figura de la Caridad humaniza a la Ciencia, y ésta debe situarse al lado de aquella: idea que parece desprenderse de la visión del cuadro. El siglo XIX fue la centuria de la Medicina, la época de mayor desarrollo de esta ciencia en toda su historia moderna, que puso las bases de su extraordinaria difusión y progreso en el siglo XX. El médico representó mejor que ningún otro la figura del científico, a ojos de la mayor parte de la sociedad, al estar en contacto con todas las capas sociales. Si bien importante y definitivo para la revolución industrial, el trabajo de los físicos, químicos e ingenieros parecía demasiado lejano para las clases medias y populares, frente a la cotidianeidad del médico, del "doctor". Y es precisamente ese médico de cabecera –la cabecera de la cama- el que aparece en este cuadro, junto a la monja. Numerosas órdenes religiosas femeninas, de acuerdo con su idea de asistencia y dedicación a la sociedad, se especializaron en el trabajo en hospitales y dispensarios. La simpática figura de la monjita en los pasillos y galerías hospitalarias relajaba el carácter sumamente científico y serio de los médicos, y a ambos unían –o debía unir- un sincero humanitarismo y caridad. Hoy en día, el término de caridad resulta estar muy mal entendido, y se prefiere el de "justicia social" aunque, en el fondo, coincidan en algunos aspectos, aunque en otros le supera: la caridad debe ser solidaridad, entrega generosa, desinteresada y total hacia los demás, hacia todos los hombres, ayudándoles directamente, yendo más allá de los justos límites. Por eso pienso que el título de esta obra no debe cambiar, no puede "actualizarse", pues su mensaje continua siendo fundamental para que la Ciencia nunca abandone su misión como actividad siempre en beneficio y entrega sincera, total y generosa a la mejora de la Humanidad. Sitio Web Ciencia y Arte Consultado 10/11/2011 http://centros5.pntic.mec.es/ies.victoria.kent/Rincon-C/Arte/Picasso/p.htm 5 El hombre de Vitrubio Por: Manuel E. Iribarren El hombre de Vitrubio Leonardo da Vinci Real Academia de Venecia En su Studio (Real Academia de Venecia), también conocido como El hombre de Vitrubio, Leonardo da Vinci realiza una visión del hombre como centro del Universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado. El cuadrado es la base de lo clásico: el módulo del cuadrado se emplea en toda la arquitectura clásica, el uso del ángulo de 90º y la simetría son bases grecolatinas de la arquitectura. En él se realiza un estudio anatómico buscando la proporcionalidad del cuerpo humano, el canon clásico o ideal de belleza. Sigue los estudios del arquitecto Vitrubio (Marcus Vitruvius Pollio ) arquitecto romano del siglo I a.c. a quien Julio Cesar encarga la construcción de máquinas de guerra. En época de Augusto escribió los diez tomos de su obra De architectura, que trata de la construcción hidráulica, de cuadrantes solares, de mecánica y de sus aplicaciones en arquitectura civil e ingeniería militar. Vitrubio tuvo escasa influencia en su época pero no así en el renacimiento ya que fue el punto de partida de sus intentos y la justificación de sus teorías. Su obra fue publicada en Roma en 1486 realizándose numerosas ediciones como la de Fra Giocondo en 1511, Venecia o la de Cesare Cesarino en 1521, Milán, dedicada a Francisco I. Parece indudable que Leonardo se inspiró en el arquitecto romano. El hombre de Vitrubio es un claro ejemplo del enfoque globalizador de Leonardo que se desarrolló muy rápidamente durante la segunda mitad de la década de 1480. Trataba de vincular la arquitectura y el cuerpo humano, un aspecto de su interpretación de la naturaleza y del lugar de la humanidad en el "plan global de las cosas". En este dibujo representa las proporciones que podían establecerse en el cuerpo humano (por ejemplo, la proporción áurea). Para Leonardo, el hombre era el modelo del universo y lo más importante era vincular lo que descubría en el interior del cuerpo humano con lo que observaba en la naturaleza. Sitio Web Ciencia y Arte Consultado 10/11/2011 http://centros5.pntic.mec.es/ies.victoria.kent/Rincon-C/Arte/Arte.htm 6 M.C. ESCHER Por: M. A. Gómez M.C. Escher fue un artista holandés (1898-1972) que estudió arquitectura y diseño. Su estilo se caracteriza por la representación de imágenes en las que percibe con gran facilidad las leyes y formas matemáticas del mundo en que vivimos. Sus obras principales representan figuras imposibles, con la proyección en el plano del espacio tridimensional, y muestran una profunda comprensión de los conceptos geométricos y de la división del palmo en figuras iguales y complementarias. Cuando murió, a los 73 años, era mundialmente conocido entre matemáticos y científicos. Hoy día, su fama se ha acrecentado y es fácil encontrar sus imágenes imposibles en todas partes: posters, cubiertas de libros, camisetas, libros de matemáticas, etc. Entre sus obras podemos encontrar algunas representaciones de imágenes reflejadas en espejos esféricos. Quizás la obra de este tipo más conocida sea su litografía "Mano con globo reflectante" Mano con globo reflectante. Litografía (1935) En el grabado se ve al propio Escher contemplando su imagen reflejada en una esfera que sujeta con la mano. El cristal refleja, además de su imagen, el entorno en que se encuentra, la habitación, los sillones, la ventana, los libros, etc. El espejo esférico refleja una imagen panorámica, pero la deforma y la comprime en un círculo perfecto. Se mueva como se mueva la esfera o se desplace como se desplace, el autor siempre verá su imagen, más grande o más pequeña, pero siempre estará él. Las propiedades de los espejos esféricos hacen que el punto medio entre los ojos quede siempre situado en el centro del círculo. Se puede desplazar la esfera, se movera la imagen reflejada, pero los ojos y la imagen del observador no pueden escapar nunca. El propio Escher dice: "No se puede salir de ese punto central". Otras obras pueden ser su "Naturaleza muerta con esfera reflectante", en la que sustituye la esfera poe una botella, también esférica, tumbada y apoyada sobre el cuello. Volvemos a ver la habitación reflejada, junto con los objetos que componen la naturaleza muerta y en el centro al artista dibujando. Naturaleza muerta con esfera reflectante. Litografía (1934) 7 En otra litografía representa tres esferas de igual tamaño sobre una mesa. La de la izquierda es de vidrio, deja pasar la luz y aumenta la estructura de la mesa, a la vez refleja la propia mesa y una ventana situada a la izquierda. La del centro es totalmente reflectante y nos muestra otra vez al artista trabajando, con los ojos en el centro de la esfera, y refleja también a las otras dos esferas. La tercera es opaca y no refleja nada, pero nos permite ver los juegos de sombras que provoca la luz. Tres esferas. Litografía (1946) Sitio Web Ciencia y Arte Consultado el 24/12/2011 http://centros5.pntic.mec.es/ies.victoria.kent/Rincon-C/Arte/Escher/escher.htm 8 VENTAYOL, JUAN Nace en Montevideo el 15 de noviembre de 1911. Estudió en el Círculo de Bellas Artes (1933/38). Es fundador de los grupos artísticos “Paul Cézanne” y “Carlos Federico Sáez” (1938 y 1950 respectivamente) y de la revista de arte “Perseo”. Realiza exposiciones en el exterior: Roma, Porto Alegre, San Pablo y Río de Janeiro entre 1964 y 1967. En Uruguay: Círculo de Bellas Artes, Amigos del Arte, Galería Río de la Plata , Galería Bandi Binder, Punta del Este, Estudio 2 – Salto, Dep. Cultural Banco la Caja Obrera ; entre los años 1937 y 1967. Colectivas en el exterior: Salón de Primavera de Reggio, Cien años de Pintura Uruguaya: Galería Corcoran – Washington, Instituto de Idiomas Yazaji – Porto Alegre. En Uruguay realiza también numerosas exposiciones colectivas en capital y el interior, entre los años 1939 y 1967. Concurrió a certámenes internacionales en San Pablo, México, Punta del Este, Córdoba, Espoleto-Italia, Lima, Colombia, Perú. Obtuvo, entre muchos otros, los siguientes premios: mención especial por su óleo “Paisaje” (1940); mención por su óleo “Naturaleza muerta” (1941), Gran premio de Retrato, Medalla de Oro por su óleo “Autorretrato” (1943), Med. de Br. por su óleo “Tiempo” (XXIV S., 1960); Pr. Cámara de Rep. – Med. de Br. por su óleo combinado “Espacial”; Medalla de Oro por su combinado “Presencia” ( XXVI S., 1962); Gran Pr. Medalla de Oro pro su óleo “La ciencia en marcha” (XXIX S., 1965). La ciencia en marcha Autor: Juan Ventayol (1911-1971) Realizado: 1965 Técnica: Oleo sobre tela Medidas: 200 x 132 cm Ventayol estudió en el Círculo de Bellas con Guillermo Laborde en 1933. Fue integrante por corto tiempo de los grupos Paul Cézanne (Nicolás Urta, 1939) y Carlos F. Sáez (Barcala, Espínola Gómez, Solari, 1949). Recibió premios en salones nacionales, municipales e internacionales, fue representante uruguayo en la Bienal de Venecia de 1962 y en la VI Bienal de San Pablo recibió el premio al mejor artista latinoamericano. La obra de Ventayol traduce al ámbito local las tendencias internacionales del informalismo abstracto. En este tipo de propuesta, la particular forma de usar el material pictórico sobre la tela le da una carga expresiva propia que es identificada con el nombre de informalismo de tipo matérico. A través de empastes generosos y riqueza de texturas logradas con el uso de materiales no tradicionales como arena, yeso, cemento, alquitrán u otros elementos, el artista logra dar un determinado fondo anímico a la abstracción. En La ciencia en marcha, vemos elementos figurativos en una propuesta abstracta: la cabeza y brazo que están contextualizados en un entorno de cierto maquinismo. Este trabajo podría considerarse una obra puente hacia nuevas formulaciones plásticas neofigurativas que, sin embargo, mantiene remanentes de cargas matéricas y abstractas anteriores. Sitio Web Museo Nacional de Artes Visuales Consultado 24/12/2011 http://m.mnav.gub.uy/cms.php?o=2093 9 HANS HOLBEIN el Joven El cuadro de "Los Embajadores" fue pintado por Hans Holbein el Joven en 1533 y se encuentra en la National Gallery en Londres. Los personajes del cuadro son Jean de Dinteville y Georges de Selve. Jean de Dinteville era Embajador en Inglaterra el año en el que fue retratado por Holbein y Jean de Selve era obispo de Lavaur. Ambos son jóvenes y están retratados rodeados de objetos lujosos y telas y vestidos suntuosos. El suelo recuerda un mosaico medieval de la Abadía de Westminster. Representando la acción, Dinteville empuña una daga . De Selve, contemplativo, se apoya sobre un libro . En ambos objetos pone la edad de cada uno de ellos: Dinteville tenía 29 años y De Selve 25. La inscripción de la daga es "AET. SV Æ/ 29" y la del libro es "AETAT/IS SV Æ 25". Las figuras verticales de los retratados están equilibradas con dos zonas horizontales formadas por los dos estantes del mueble sobre el que se apoyan. El estante superior parece representar el mundo celeste y el inferior el mundo terrenal. En el estante superior hay varios instrumentos astronómicos, incluído un globo celeste. En el inferior hay un globo terráqueo, un laúd, libros, instrumentos de geometría. Todos estos objetos podemos considerarlos como relacionados con el conocimiento y el estudio del Quadrivium, las cuatro ciencias matemáticas de las siete artes liberales: Aritmética, Geometría, Música y Astronomía. Algunos detalles contrastan con este ambiente de riqueza, poder y conocimiento: El más llamativo es la mancha que aparece en el medio del suelo que es una deformación (anamorfosis) de una calavera. El cuadro se pintó para ser colocado en una escalera, de modo que al subir por ella, en un determinado punto, se viera la calavera. Es probable, como se defiende en el libro "El conocimiento secreto" de David Hockney, que Holbein usara una lente para proyectar los diferentes objetos y calcar las formas proyectadas. La deformación de la calavera sería entonces una proyectividad. En la animación usamos una transformación algo más sencilla pues es una afinidad. Sitio Web: matemáticas visuales Consultado 4/02/2012 http://www.matematicasvisuales.com/index.html 10