Revista 66 - Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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^AlISTt^60
REVISTA
DE LA P O N T I F I C I A
U N I V E R S I D A D CATÓLICA
DEL E C U A D O R
C E N T R O DE
PUBLICACIONES
poMinaA tMvmiDAn CATÓIJO otL KCIADOR
PONTIFICIA UNIVERSIDAD
CATÓLICA DEL ECUADOR
Dr. José Ribadeneira Espinosa, S.J.
RECTOR
Dr. Manuel Corrales Pascual, S.J.
VICERRECTOR
Ing. Galo Cevallos Ricaurte
DIRECTOR GENERAL ACADÉMICO
Ledo. Jesús Aguinaga Zumárraga
DIRECTOR DEL CENTRO DE PUBLICACIONES
MIEMBROS DEL COMITÉ EJECUTIVO
DEL CENTRO DE PUBLICACIONES
Ledo. Jesús Aguinaga Zumárraga
PRESIDENTE
Dr. Hugo Reinoso Luna
Dr. Fernando Miño-Garcés
Ing. José Chacón Toral
Ing. Guillermo Espinosa Bravomalo
VOCALES
ISSN N 0 1013-89-X
Registro de derecho autoral N 0 010645
Apartado N 0 17-01-2184
Quito - Ecuador
Corrección de estilo y ortografía: Dra. Elizabeth Crow J.
Los artículos firmados son de responsabilidad exclusiva de sus autores
DISEÑO, DIAGRAMACIÓN E IMPRESIÓN:
PRODUCTORES GRÁFICOS Telf.: 655 573 - Quito
ÍNDICE
A NUESTROS LECTORES
7
NUEVAS AUTORIDADES
Q
Posesión de las nuevas autoridades
Mons. Antonio González Z.
11
ü
En la toma de posesión del rectorado
Dr. José Riba deneira Espinosa , S.J.
15
APORTES INVESTIGATIVOS
□
□
Apuntes básicos para el análisis epistemológico de la
genética humana
César Paz y Miño
Síndrome de Angelman
Galo Pesa ntez Cuesta , Mónica Ríos de Pesa ntez, Da niela
Bernardo Da lla Berna rdina
21
35
Bettioy
□
Uso racional de Antibióticos en Neonatología
Carmen Mármol G., Fernando Mármol G.
43
□
Replicabilidad de los factores de 2 o orden del cuestionario de
personalidad 16 PF en una muestra de estudiantes ecuatorianos..57
Jaime Moreno Villega s
□
Género Corades Hewitson, 1849 en el Museo QCAZ (PUCE)­
Ecuador (Lepidoptera, Nymphalidae, Satyrinae)
Francisco Pina s, Pa ola Ca rrera
75
6
Q
ÍNDICE
Ocho nuevas especies del grupo tripunctata. Género Drosophila
(Díptera, Drosophilidae), y el registro de Drosophila
paraguayensis en el bosque protector Pasochoa,
Pichincha- Ecuador
92
Dorís Vela, Violeta Rafael
LITERATURA Y COMUNICACIÓN
Q
Poesía Hispanoamericana Contemporánea
Ciclo Doctoral de Literatura
123
A nuestros lectores
La revista de la PUCE saluda y pone a consideración de sus distinguidos lectores, los artículos con que contribuyeron los señores catedráticos y
demás colaboradores de este número 66; éstos son de exclusiva responsabilidad de sus autores, a los que les expresamos nuestro reconocimiento
por sus valiosos aportes.
Por otra parte, esta revista, luego de agradecer la valiosa gestión del
Dr. Hernán Andrade Tobar, S.J., ex rector de la PUCE, se honra en saludar a
las nuevas autoridades de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
que, con motivo del cambio estatutario de administración fueron posesionadas el 19 de julio del pasado año; ellas son: como Rector, el Dr. José
Ribadeneira Espinosa, S.J., y como Vicerrector, el Dr. Manuel Corrales
Pascual, S.J., distinguidos catedráticos universitarios, eruditos, escritores,
humanistas, hombres sinceros, bondadosos y justos, y ante todo, sacerdotes íntegros, educadores auténticos.
Para ellos, con el más profundo afecto, nuestro deseo de que el Señor
los bendiga y les conceda la sabiduría y valor necesarios para conducir los
destinos de la PUCE, conforme a la voluntad divina, a las aspiraciones de
nuestro país y a las exigencias de una universidad coherente, moderna y
católica. Igualmente, con similar aprecio les deseamos a todos y a cada
uno de los señores Directores Generales y demás autoridades recientemente posesionadas, el mejor de los éxitos en sus delicadas funciones. A
nuestros distinguidos lectores, les invitamos a que disfruten del contenido
de esta revista, y les pedimos que colaboren en los próximos números.
A los padres Rector y Vicerrector, gracias por su decidido apoyo al
Centro de Publicaciones de la PUCE.
A Dios y a la Virgen Dolorosa, gracias por lo que nos dan cada día.
Ledo. Jesús Aguinaga Z.
DIRECTOR
^
^
NUEVAS
AUTORIDADES
POSESIÓN DE LAS NUEVAS AUTORIDADES
Discurso pronunciado por Mons. Antonio J. González Zumárraga,
Arzobispo de Quito y Gran Canciller de la PUCE, eldía 19 de julio del 2000.
P. Alian Mendoza, S.J., Superior Provincial de la Compañía de Jesús
en el Ecuador, Vice-Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador; Dr. Hernán Andrade Tobar, S.J., Rector saliente de la PUCE; Dr.
José Ribadeneira Espinosa, S.J., Dr. Manuel Corrales Pascual, S.J., nuevas
autoridades de la PUCE; Directores, Decanos y demás integrantes de la
Comunidad Universitaria:
En este mes de julio del año 2000 ha concluido el período para el que
fue designado Rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador el
padre Dr. Hernán Andrade Tobar, S.J., desde julio de 1995.
Cuando llegamos a la conclusión de su rectorado, ejercido por
segunda vez con la experiencia y competencia de un anterior rectorado, en
nombre de la Iglesia particular de Quito y en nombre y representación de la
Comunidad Universitaria de la PUCE, en mi condición de Gran Canciller,
tributo al Padre Dr. Hernán Andrade Tobar, S.J. una cordial y sentida acción
de gracias por el valioso servicio prestado a la Comunidad Universitaria de
la PUCE, a la Educación Superior y a la cultura del país con el ejercicio del
Rectorado de esta "Alma Matter", en este período de finales de este siglo
veinte y de finales de este segundo milenio de la era cristiana, período que
no ha sido fácil ni tranquilo, sino que ha representado sus problemas y
dificultades especialmente por la crisis moral, económica, social y política
que ha conmocionado a nuestro pueblo.
El Rectorado del Dr. Hernán Andrade Tobar, con la colaboración de los
Consejos Superior y Académico, con la cooperación de las autoridades
académicas, ha conducido a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
por un sendero de funcionamiento y desarrollo normales: ha crecido conside-
12
MONSEÑOR ANTONIO J. GONZÁLEZ ZUMÁRRAGA
rablemente el número de docentes; se han desarrollado y consolidado las
nuevas Facultades de Medicina y Arquitectura; el Centro Cultural de la PUCE
ha tenido una rica actividad intelectual en este auditorio y se han organizado
importantes exposiciones de trascendencia cultural y artística.
En este período del Rectorado del Dr. Hernán Andrade se celebró
también el quincuagésimo aniversario de la fundación de la Universidad
Católica del Ecuador, acontecimiento llevado a cabo en 1946. En este
período del Rectorado del Dr. Hernán Andrade miles de estudiantes
universitarios han obtenido su grado académico en las diversas unidades
académicas y se han incorporado al ejercicio de una profesión, en las
numerosas promociones que periódicamente se han realizado en el
coliseo.
Por este servicio de valor incalculable prestado a la PUCE y a la
cultura y educación superior del país, reciba, estimado Padre Dr. Andrade
Tobar, un expreso testimonio de gratitud de la Iglesia y de la Patria.
Para la designación de las nuevas autoridades de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador, se ha procedido de acuerdo con el
nuevo Estatuto de la PUCE, Estatuto que ha sido renovado en este año y ha
obtenido la aprobación del CONUEP.
La nueva disposición estatutaria para la elección del Rector y
Vicerrector de la PUCE toma muy en cuenta la identidad y característica
propia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. La PUCE es desde
su fundación, hace 54 años, una Universidad de la Iglesia. Fue fundada
como Universidad Católica de la Iglesia Arquidiocesana de Quito para
todo el Ecuador. Luego la autoridad eclesiástica confió, mediante convenio, la dirección y administración de la Universidad Católica del Ecuador a
la Compañía de Jesús y concretamente a la Provincia de la Compañía de
Jesús en el Ecuador. Por esta razón el Rector de la Universidad Católica es
un Padre Jesuíta y fue el primer rector el sabio Padre Aurelio Espinosa Pólit.
Posteriormente la Santa Sede elevó a la Universidad Católica del
Ecuador al rango de Pontificia Universidad Católica y reservó a la
Congregación de Educación Católica la aprobación del Estatuto de la PUCE
y el nombramiento de quien fuese designado Rector.
POSESIÓN DE LAS NUEVAS AUTORIDADES
13
Porque la dirección y administración de la PUCE está confiada a la
Compañía de Jesús, el Superior Provincial de la Compañía en el Ecuador
es el Vice-Gran Canciller.
Según el nuevo estatuto de la PUCE, para la designación del Rector,
ya no se procede a la elección por parte de la Asamblea Universitaria de
candidatos presentados por el Provincial de la Compañía de Jesús. Ya que
la Compañía de Jesús es la responsable de la dirección y administración
de la Universidad, el Superior Provincial de la Compañía en el Ecuador,
previa una consulta que hace a los diversos sectores de la Comunidad
Universitaria, designa a los Jesuítas que serán el Rector y el Vicerrector de
la PUCE. Los nombres de los designados son presentados al Gran
Canciller, quien a su vez, presenta a los designados a la Congregación de
Educación Católica de la Santa Sede para que este dicasterio extienda el
nombramiento del nuevo Rector para un período de cinco años.
De acuerdo con el trámite previsto en el nuevo estatuto, el P. Alian
Mendoza, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús y Vice-Gran Canciller
de la PUCE, ha designado al P. Dr. José Ribadeneira, S.J. Rector de la PUCE,
y al P. Dr. Manuel Corrales Pascual, S.J. Vicerrector.
En virtud de la autorización concedida por el CONUEP, procedemos
a esta toma de posesión de sus nuevos cargos por parte del Rector y
Vicerrector de la PUCE para atender a la expectativa de la Comunidad
Universitaria y por la urgencia de planificar con la debida anticipación el
nuevo año académico.
Al darles la posesión de sus nuevos cargos, estimados Rector y
Vicerrector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en nombre
de toda la Comunidad Universitaria les presento una cordial congratulación por su promoción a estos cargos de autoridad. Imploro a Dios las
luces y la fortaleza necesaria para que puedan desempeñar con eficacia y
competencia sus cargos para el bien común y para el desarrollo de la
Comunidad Universitaria.
Que su servicio en el rectorado de la Universidad contribuya eficazmente a la formación de los futuros servidores del pueblo ecuatoriano,
servidores que conduzcan a nuestro pueblo por senderos de solución de
sus crisis económica, social y política y de promoción humana y social,
que nos conduzcan a mejores días.
EN LA TOMA DE POSESIÓN DEL RECTORADO
19dejuliodel2000
Dr. José Ribadeneira Espinosa, S.J.
Para comenzar, saludo a todos los miembros de la Comunidad
Universitaria, y a los ilustres invitados a este acto solemne.
Ante todo quiero expresar mi personal gratitud al Dr. Hernán Andrade
Tobar por su generosa y eficaz gestión al frente de la Universidad durante estos
cinco últimos años. La mejor manera de mostrar la sinceridad de mi agradecimiento, será continuar animando el desairollo y crecimiento de la institución
en el período que ahora comenzamos.
Debo mencionar, como especial razón de mi gratitud, que fue el Dr.
Andrade Tobar quien impulsó la revisión y reforma del Estatuto de la
Universidad, documento básico al que toda la familia universitaria, y particularmente los directivos, han de acudir para repasar y asimilar cada día con
mayor hondura el espíritu y el estilo de este centro de educación superior.
Una característica medular de esta casa de estudios está en su origen y
en las fuerzas que la impulsan: fundada por la Iglesia, y encomendada para
su administración y dirección a la Compañía de Jesús, la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador quiere ofrecer al país una alternativa, un
modo diferente de hacer y ser universidad. En efecto, recoge nuestro Estatuto
el motivo conductor que aparece en toda la doctrina pontificia acerca de la
educación superior. Una universidad católica, ha de ser ante todo universidad. Y como tal "una comunidad académica que, de modo riguroso y
crítico contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la
herencia cultural mediante la investigación, la docencia y los diversos
servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales".
Las palabras que acabo de citar, tomadas de la Constitución Apostólica Ex
corde Ecclesioe, las recoge nuestro Estatuto en su título II. Y a ellas hemos de
16
JOSÉ RIBADENEIRA ESPINOSA
remitimos para tomar el pulso a lo que cada día hacemos y soñamos como
universitarios.
Quiero detenerme brevemente en el aspecto que considero más
característico. Es evidente que una universidad, si lo es de veras, se ha de
caracterizar por ese modo riguroso y crítico de escrutar las realidades que
más directa, y con frecuencia dolorosamente, afectan a los seres humanos.
Es decir que su actividad característica es la científica. Actividad que
entraña rigor y examen implacable de cualquier propuesta. Pero esto, con
ser consustancial al ser y al quehacer universitario, no es lo más importante. Lo más importante es que todo ese ser y quehacer tienen como centro,
destino y horizonte al ser humano, a su dignidad y a su perfeccionamiento.
A modo de ejemplo de este afán por realizar u n ideal universitario que
pone como centro a la persona, cito el título de la revista que edita nuestro
Instituto de Investigaciones Económicas: Economía y
humanismo.
Tratamos de abordar el cuidadoso análisis de este importante tema, no de
un modo lecnocrálico descarnado y ajeno a quien es su razón de ser, sino
de un modo humano; cómo hacer que la calidad de vida de los ecuatorianos sea, a pesar de la fenomenal crisis que todos sufrimos, más digna de los
hijos de Dios.
Considero que esta dimensión humanística no solo ha de impregnar la
actividad científica y académica, sino también el ambiente, el clima en que
tal actividad debe desarrollarse e incrementarse. Quiero decir que mi
personal preocupación es que las relaciones humanas entre todos los
miembros de esta comunidad universitaria han de ser eso: humanas. Y
pondré todo mi esfuerzo en que la calidad de esas relaciones se acreciente a
lo largo del período que ahora comenzamos.
Las crisis que los pueblos padecen a lo largo de su historia, si son
asumidas correctamente, pueden ser un incentivo para el desarrollo de la
Imaginación creadora, para la búsqueda de nuevas soluciones a problemas
viejos y nuevos. Considero que es precisamente la crisis que actualmente
padece el Ecuador, un desafío para nuestra Universidad: no podemos
contentarnos con que buena parte del financiamiento del presupuesto se
base en el aporte de los estudiantes. Es ya un imperativo ineludible el que
busquemos sistemas nuevos de autogestión, de eso que ya es típico en la
jerga financiera y comercial: la venta de productos y servicios. Se trata de un
E N LA TOMA DE POSESIÓN DEL RECTORADO
17
ámbito en el que nuestra Universidad, y en general las Universidades
Ecuatorianas tienen aún casi todo el camino por recorrer.
Por otra parte, el principal producto y servicio que una universidad
puede y debe ofrecer es, no solamente los profesionales que cada año
concluyen sus estudios y obtienen su grado, sino verdaderos bienes y
servicios culturales, científicos, tecnológicos, artísticos. El Centro Cultural
de nuestra Universidad, que en su breve existencia cuenta ya con tan
brillantes realizaciones, debe ser un catalizador de todas las iniciativas que
sLirjan en las diversas unidades académicas.
Una innovación importante en la estructura institucional es la que
concierne a las diversas sedes de la Universidad. Como ustedes saben, la
PUCE, además de la sede matriz, cuenta con las de Ibarra, Ambato,
Esmeraldas, Manabí y Santo Domingo de los Colorados. La innovación
estructural a la que me refiero consiste en que estas sedes no son estrellas
errantes, aisladas unas de otras, sino que forman una sola institución, con
única personería jurídica. Es lo que en el Estatuto se denomina el "Sistema
Nacional PUCE" (SINAPUCE), cuyo desarrollo y consolidación deseo
impulsar con todas mis fuerzas. Además de fortalecer la presencia de la
Institución en diversas regiones del país, pretende el sistema ofrecer
nuevas formas de gestión y proyección universitaria. Por ejemplo, no hace
muchas semanas, el Consejo Académico aprobó la creación de una
Facultad Nacional de Hotelería y Turismo, aprovechando para ello los
recursos de infraestructura que ya existen en varias de sus sedes.
Es importante subrayar que la presencia e influjo de nuestras sedes no
se circunscribe en las ciudades donde se encuentran, sino que tienen un
radio de influencia mucho más amplio. La sede de Ibarra, por ejemplo,
proyecta su acción a la vecina provincia del Carchi y al norte de
Esmeraldas. La de Ambato tiene mucho que aportar a la región central del
país y a una buena parcela de las provincias orientales. La sede de Manabí
ha comenzado haciéndose presente en tres puntos claves de aquella
provincia: Portoviejo, Chone y Bahía. Igualmente las sedes de Esmeraldas y
Santo Domingo de los Colorados se crearon para que la presencia de la
PUCE se tradujese en servicios a esas prometedoras regiones.
Todo esto resultaría una quimera si aquellos que conformamos la
Comunidad Universitaria no nos sinliéramos real y sinceramente identifica-
s
18
J O S É RIBADENEIRA ESPINOSA
dos con ella. Cada uno de nosotros, desde su puesto y función específica,
tiene que asumir como empresa propia los ideales a que he aludido. La
Universidad no es la planta física, ni los laboratorios e instrumentos de
trabajo: la Universidad somos nosotros, los universitarios. La calidad de
una universidad y del compromiso que la obliga con la sociedad a que
pertenece, se mide por la calidad y entrega de las personas que la forman.
Por eso quiero subrayar la necesidad de un crecimiento y mejoramiento del dinamismo en las relaciones entre las autoridades y los administradores de las unidades académicas, en concreto los decanos: la fluidez
de esas relaciones, la permanente comunicación y el discernimiento
participado, son condiciones de posibilidad de una gestión cada vez más
eficiente y eficaz.
¿Qué sería de nuestra Universidad sin los estudiantes? Cuando se
terminan los cursos y llega el tiempo de vacaciones, el campus es u n
desierto. Este pedazo de la juventud ecuatoriana que ha puesto en nuestras
manos su formación humana y profesional es nuestra gran responsabilidad. Sería gravísima culpa nuestra defraudar sus expectativas.
Finalmente, debo mencionar al cuerpo de administrativos y trabajadores. No es preciso subrayar la importancia de su labor en la Universidad.
No son meros asalariados que cumplen una tarea y reciben por ello u n
sueldo. Son parte viva de la comunidad, de la familia universitaria. Por ello
en la nueva formulación del Estatuto, se dice: "El personal administrativo y
de servicios debe promover el desarrollo constante de la Universidad y de
la comunidad universitaria, mediante una esmerada gestión de servicio. La
dedicación y testimonio del personal no académico son indispensables
para la identidad y la vida de la Universidad".
Por ello, quiero concluir esta alocución agradeciendo a todos los
miembros del claustro académico, a los estudiantes y a todos los administrativos de la Universidad, por lo que hasta ahora han hecho en bien de
ella, que es en bien de sí mismos. Y animarlos y exhortarlos a continuar con
generosidad y alegría lo que a cada uno toca en la misión común.
Y a todas y a todos ustedes, señoras y señores, muchas gracias.
Quito, 19 de julio del 2000
APORTES
INVESTIGATIVOS
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS
EPISTEMOLÓGICO DE LA GENÉTICA HUMANA
César Paz y Miño'1
"¡Hay tanta distancia entre el libro
impreso y el libro leído, entre el libro
leído y el libro comprendido,
asimilado, retenido!
Hasta en un espíritu claro,
hay zonas obscuras, cavernas en las que
aún residen las sombras"
(Gaston Bachelard)
INTRODUCCIÓN
La epistemología, la ciencia de la ciencia, se ocupa del estudio de la
investigación científica y su producto: el conocimiento, su estructuración,
sus bases filosóficas. La función última de la ciencia es aportar evidencia
para resolver el o los problemas más generales del hombre y sus cuestionamientos: esencia de la vida, la materia, el espíritu. La filosofía se encargará
de reunir las evidencias más relevantes para resolver los problemas claves,
la filosofía estudia las generalidades, mientras que la epistemología estudia
las particularidades del conocimiento; aunque a la epistemología al
encargarse del conocimiento en sí también le interesa llegar a generalizaciones (teorías científicas).
Para los investigadores es común hablar de Dialéctica de la Naturaleza,
esta es una forma de interpretación filosófica del mundo, que consiste en
analizar los fenómenos como parte de un todo en el que los hechos se dan
t
Laboratorio de Genética Molecular y Citogenética Humana. Departamento de
Ciencias Biológicas. Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
E-MAIL: cpazyminoíír puceuio.puce.edu.ee
11
CÉSAR PAZ Y MIÑO
por fuerzas naturales que pueden ser más o menos claras para el investigador. El éxito de una investigación radica en descifrar las leyes que rigen los
acontecimientos. Como se anotó, la disciplina que estudia las interpretaciones filosóficas de la ciencia 3' al mismo tiempo se encarga de estudiar el
método de investigación, interrelaciona conocimientos de las ciencias y crea
teorías generales o propuestas racionales es la epistemología. Por lo que toda
ciencia, incluida la Genética, puede ser vista con ojos epistemoló
gicos. Bajo esta visión, la Genética es una ciencia que con sus investigaciones pretende adentrarse en la explicación molecular de los procesos de la
vida: nacimiento, reproducción, crecimiento, enfermedad, muerte; la
Epistemología Genética estudia la vida misma y su fundamento.
El quehacer científico está comandado por muchas ideas: unas, las
menos, son válidas, porque han sido probadas o repetidas y otras, la
mayoría, cuestionables por la misma esencia del conocimiento científico:
nada es eterno ni constante. Los científicos, como todos los seres humanos,
están sujetos a problemas: prejuicios del conocimiento, validez, experiencia, etc. La función de la ciencia es romper los conocimientos mal adquiridos y en muchos casos rehacerlos o rehacer la mente de los científicos.
Lastimosamente, los científicos no escapan a problemas iniciales en sus
investigaciones. Se empieza por anteponer los conocimientos que son más
válidos y útiles más frecuentemente o adquiridos por experiencia, ante los
conocimientos que deberían ser los que comanden las investigaciones, esto
es, el metanálisis, o sea la reflexión constante, crítica y fundamentada de la
propia productividad científica de un área del saber. El científico por lo
tanto no puede escapar de la actualización informativa y de la propia
investigación diaria. El científico tiene una sola demanda: formarse
oponiéndose a los conocimientos conservativos.
GENÉTICA EN BASE A EVIDENCIAS
Actualmente, la tendencia en la investigación científica en general y
la Genética en particular, están orientadas a lo que se podría llamar la
Genética en Base a Evidencias; es decir, la utilización de los conocimientos
científicos en forma sistematizada, racional, congruente, coordinada e
integradora, para lograr los mejores resultados tanto a nivel de conocimientos como en las propias investigaciones.
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO DE LA GENÉTICA HUMANA
23
El esquema de análisis del conocimiento en este punto, es básicamen­
te el de todo acto investigativo profundo, que se puede resumir en tres
actos de conocimiento, progresivamente complejos.
□
Percepción del fenómeno y recreación cultural del mismo. Es un nivel
en el que existe una curiosidad en el saber, aunque muchos no termi­
nen interesándose por él.
□
Representación del fenómeno en base a hipótesis de investigación.
Esto demanda que se planifique la investigación, se profundice en los
antecedentes, la metodología, y las conclusiones. El éxito en alcanzar el
conocimiento será la perseverancia en la investigación.
□
Creatividad de conocimientos y fenómenos nuevos que son el produc­
to del análisis y formulación de generalidades y particularidades del
sistema del saber sobre el que se trabaje. Recuérdese que las grandes
generalizaciones 3' los generalistas son uno de los obstáculos al conoci­
miento en sí, no se puede comparar el conocimiento especializado al
general. Para la creatividad, ante todo debe primar la crítica sistemática
a los propios conocimientos y la especialización sobre los mismos.
EL ORGANISMO, UN CAPRICHO DEL ADN
Una de las cuestiones fundamentales de la Genética moderna es el
entender y descifrar los complicados pasos que se dan entre una molécula
diminuta, el ADN, cargado de innumerables posibilidades de combinación
informativa basada en componentes químicos y bioquímicos, hasta lograr
conformar un organismo complejo o, mejor dicho, reproducir y perpetuar
la vida. Los científicos están de acuerdo en que el problema esencial del
estudio de la vida es la evolución de lo inorgánico a lo orgánico y la propia
evolución de éste. Como muchos tratadistas han planteado, para entender
lo que somos en tanto que seres vivientes, hay que dirigirse al cromosoma,
al gen, a la molécula ADN. El estudio bioquímico y genético del prion, del
virus, de la bacteria, es el inicio del conocimiento de uno mismo como ser
viviente, por lo tanto, nada nos impide considerar a los organismos como
un mensaje, en que el mensaje hereditario es la información reproducida
por autocopia del ADN, entonces, tal vez somos solo un capricho del ADN.
24
CÉSAR P A Z Y M I Ñ O
IMPORTANCIA DE LA DEMOSTRACIÓN MATEMÁTICA
La información en Genética está basada en probabilidades y proposiciones, partiendo de que los genes son elementos "objetivos", por lo que
sus manifestaciones pueden ser cuantificables
Cualquier formulación teórica en Genética, y en la ciencia en general,
exige la demostración matemática o la corroboración estadística. Esto
permite la repetitividad de un experimento y la validación de los conocimientos informados. Preferiblemente, interesa al validar conocimientos,
que la demostración matemática esté respaldada por el análisis de variables
cualitativas o cuantitativas: probabilidad, riesgo (probabilidad de que ocurra
un fenómeno en un tiempo determinado), riesgo medio (probabilidad de
que ocurra un fenómeno en la población de expuestos comparada con los no
expuestos), especificidad, sensibilidad, eficiencia y eficacia, entre otras.
Algunos problemas genéticos sujetos a estrictas evaluaciones matemáticas que podrían ser abordados por la epistemología son: validez o no de los
conocimientos adquiridos por esta ciencia, tratamiento de la información,
análisis y cuestionamientos del método y de las teorías generadas, el
problema de la superficialidad o profundidad de los estudios y aspectos
bioéticos, como la neutralidad o no de la genética o la ciencia.
Con este antecedente, los estudios en Genética Humana deberían
tender a realizar metanálisis, es decir integrar la mayoría de los conocimientos de un tema, dando preferencia a las investigaciones con resultados más
grandes, por esto la necesidad de hacer redes investigativas y de cooperación. Al no ser la especie humana, instrumento de experimentación,
muchos de sus datos se los obtiene por inferencia, comparación y extrapolación, o inevitablemente se fundamentan en la experiencia, por lo tanto,
aunque la experiencia es un limitante del conocimiento, la biomedicina
humana no tiene más remedio que legitimarla con mucha precaución, de
ahí la importancia de acumular datos poblacionales para análisis globales
(epidemiología clásica y epidemiología molecular]
El metanálisis es clave en genética al momento de validar decisiones
que involucren acciones biomédicas: emergencias genéticas, bioseguridad
genética, estudios no concluyentes o contradictorios y al momento de
asignar causas de origen genético. La Genética como toda ciencia tendrá
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO OE LA GENÉTICA HUMANA
25
su función en la filosofía, contribuirá a resolver el problema fundamental
de ella: la relación entre la materia y el espíritu.
EL PROBLEMA DE LAS FUENTES DE INFORMACIÓN Y
TIPO DE ESTUDIOS
Uno de los problemas básicos en la investigación es el acceso al conocimiento. En principio, la búsqueda de información constante debe hacerse en
forma crítica para no desperdiciar tiempo. La mejor información es la que
viene de primera mano, es decir artículos científicos de investigaciones
originales (revistas especializadas); información de segunda mano, o sea los
artículos de información realizados por expertos que tienen trayectoria de
investigación en el tema tratado y libros especializados de autores expertos
(ocurre frecuentemente en algunos medios, que los menos calificados en
hacer revisiones las hacen en nombre de actualizar temas, convirtiendo el
trabajo de revisión especializada en meras monografías sin respaldo serio de
investigación); información de tercera mano, que corresponde a libros de
texto de una disciplina. Toda información extra debería ser manejada con
cautela (periódicos, internet no especializado, revistas de divulgación, etc.).
Las investigaciones que ofrecen datos para el avance de la ciencia y el
conocimiento suelen enmarcarse en estudios experimentales, ensa3fos
biomédicos y estudios de seguimiento. En éstos se incluyen análisis estadísticos rigurosos. Una investigación terminada es validada si se la publica en
revistas especializadas con estrictos controles: referís, pruebas indexadas,
con índices de impacto y cita. Toda investigación promocionada tan solo
como impactante en la noticia es digna de sospecha en su esencia y logros.
Afortunadamente» la ciencia se legitima en sus propias normas y requisitos
progresivos: comunicaciones personales, presentación en seminarios o
congresos internacionales y publicaciones indexadas.
La Genética se enfrenta como toda ciencia a problemas semánticos, no
solo en el vocabulario, sino en sus proposiciones. La Genética Molecular ha
escudriñado tanto en el gen, que el propio concepto de éste ha cambiado:
antes el gen se lo asociaba a una proteína, hoy con el descubrimiento del
ensamble alternativo (alternative splicing) inter exones, inter intrones, inter
exón-intrón, de porciones de exones 3' de lectura alternativa de cadena, el
gen produce una o más proteínas, el gen ya no es más indivisible. Los genes,
26
CÉSAR P A Z Y M I Ñ O
al manejar procesos de información, involucran aspectos esenciales del
proceso informativo:
1.
Emisor de información, que sería el ADN (cien mil genes) que tienen
que crear un organismo tridimensional perfecto, esta molécula tiene la
capacidad de auto perpetuarse o replicarse. La propiedad de auto
perpetuarse, nos lleva directamente al concepto de organismo,
Epistemológicamente hablando, los organismos son biosistemas
basados en quimiosistemas semiabiertos y auto controlados, que toman
del medio la materia y la energía que intervienen en sus reacciones, que
sintetizan todos sus componentes y se reproducen, mutan (probabilidad de equivocar su información) y evolucionan. La muerte, no
incluida, no es en esencia un problema de los organismos, tan solo
coparticipa con la vida, es intrínseca, por lo que la muerte garantiza la
variedad y la perpetuidad de algo superior: la especie. Por lo tanto y solo
desde el punto de vista biológico, la muerte de un individuo no altera el
curso natural de la especie, es intrascendente. Todo lo contrario, la
muerte produce variedad y renovación. La Genética actual ha mostrado
que la vida y la muerte posiblemente se deban a programaciones
moleculares comandadas genéticamente. Las células viven "jóvenes"
por un período determinado, por ejemplo, en el laboratorio en un
cultivo celular viven hasta unas 200 divisiones continuas, luego de eso
con todos los cuidados posibles, las células envejecen y mueren, por lo
tanto, parece que una serie de genes, muchos ya encontrados, son los
responsables de este envejecimiento y muerte. El cáncer es la mejor
evidencia de la "inmortalidad celular".
2.
Vía o medio de la información, que serían todos los ARNs (mensajero
ribosómico 3' de transferencia), que a través de la transcripción comandarían la producción de las sustancias vitales. El organismo al ser u n
sistema (biosistema) está compuesto por subsistemas, cada uno de los
cuales cumple una función y al mismo tiempo comparten una unidad
interrelacionada 3' coparticipativa, algo más que la suma de las partes.
La tendencia al analizar biosistemas es no asignarles "metas", más bien
se orienta la discusión a "necesidades implícitas", es decir que la
estructura de una molécula determina una función, la que solo ella
puede realizar y no otra, en un tiempo determinado y bajo circunstancias específicas: momento. La propia evolución las seleccionó por
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO DE LA GENÉTICA HUMANA
27
prueba-error (mutaciones neutras y deletéreas) y las imprimió en un
lenguaje químico: el código genético. Al igual que el ADN, los ARN son
moléculas que pueden mutar, interfiriendo en el resultado final útil
para la célula y el organismo.
3.
Receptor, que sería el sitio de acción de los productos generados por el
ADN y mediados por el ARN, es decir las proteínas. Alteraciones de las
sustancias generadas por la traducción de la información genética,
regulaciones postranscripcionales, regulaciones génicas, interacciones
químicas, entre otras, pueden terminar con el ensamblaje normal del
organismo. Aunque la visión genocéntrica podría ser una visión
reduccionista del proceso vital del organismo, se entenderá
que existen otros muchos acontecimientos celulares y orgánicos que
necesitan de la coparticipación de procesos fisiológicos, toma por lo
tanto valor nuevamente el concepto de biosistema, sin embargo, parece
ser que el ADN es la molécula protagonista.
VARIABILIDAD GENÉTICA Y FENOTÍPICA
Como se conoce a nivel genético, el emisor, la vía y el receptor, podrían
interconectarse o imbricarse en actividades y funciones, lo que es típico de
un biosistema semiabierto y auto controlado. Un asunto implícito en el
manejo de la información es el relacionado a la codificación y decodificación
de la información química. Existen unos 100 mil genes humanos que
contienen unos dos billones de información química almacenada en una
secuencia de cuatro bases (Adenina, Timina, Guanina y Citocina), la
combinación de éstas crea el ser humano y a sus funciones. La información
almacenada en el ADN es tan impresionante que un solo cromosoma tiene 5
mil millones de pares de bases químicas (1 X 10 9 ), en unos 2.000 genes, lo
que significan 20 mil millones de bits de información, equivalentes a 500
millones de palabras (5 X 1 0 1 ), es decir míos 4 mil volúmenes de quinientas
páginas, recuérdese que los seres humanos tienen 46 cromosomas, entonces,
la información almacenada es abrumadora. Reduciendo a su mínima
expresión la información de los seres humanos, se puede validar la fórmula:
Fenotipo = Genotipo + Ambiente
El fenotipo sería el biosistema, el genotipo sería el conjunto de biosistemas semi abiertos y el ambiente es su lugar de desempeño e interacción.
28
CÉSAR PAZ Y MIÑO
LA MUTACIÓN, UNA NECESIDAD
La mutación es en última instancia una necesidad intrínseca de un
biosistema semiabierto. La posibilidad de transmisión fiel de la información
no es total, el riesgo de cambio es medible, así para los gametos humanos, la
tasa de mutación espontánea por gameto y por generación de gametos es
1X10 ' 8 ; lo que significa el aparecimiento esporádico de enfermedades, unas
más frecuentes que otras. La enfermedad genética más frecuente, la Fibrosis
Quística del Páncreas, tiene una incidencia empírica de 1/2.000 nacidos
vivos, su mutación más frecuente, la deleción de un codón en el exón 10 del
gen, produce una proteína alterada (CTRF) que termina con la vida del
individuo. Pero como los individuos son sistemas semiabiertos, esta mutación no es la única, existen más de 700 mutaciones que posiblemente
involucren interrelaciones ambientales especiales o bases genéticas diferentes para las diversas poblaciones. De hecho, una mutación diferente a la delta
508, produce sintomatología diferente y en muchos casos mejores perspectivas de vida. Las mutaciones de este gen, en heterocigosis, se han asociado a
una prevalencia alta de enfermedad diarreica producida por el cólera en los
siglos pasados, y su consiguiente selección a favor del heterocigoto más apto.
Aunque en esencia el cambio es en el ADN, la interrelación ambiental
produjo las diversas mutaciones, F = G + A.
LA REGULACIÓN GÉNICA, UN EJEMPLO DE CONTRARIOS
Es común interpretar los fenómenos como interrelación de contrarios
el Sí y el No, lo blanco y lo negro, la vida y la muerte, lo positivo y lo negativo.
El código de la herencia al parecer funciona en forma similar. Existen genes
que promueven ciertas actividades y conviven con otros genes que reprimen
las mismas actividades. Los genetistas hablamos de genes y antigenes.
En el transcurrir de la Genética los genes (positivo) han sido estudiados en forma más intensa que los antigenes (negativo), simplemente
porque es más fácil ver lo que los genes producen que detectar lo que los
reprime.
Los primeros genetistas moleculares advirtieron pronto que los genes
útiles para el funcionamiento de la célula eran una parte muy pequeña en
comparación con los genes que realmente tiene la célula. De los 100 mil
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO DE LA GENÉTICA HUMANA
29
genes humanos, solo un 10 a 20% son necesarios para la vida celular. Los
genes no activos están reprimidos por algún fenómeno subcelular. Cuando
la bacteria necesita funcionar, ella crea por comando genético los productos
necesarios; una vez acumulados en la bacteria estos mismos pueden
convertirse en el autorrepresor.
La célula tiene otros mecanismos para regular la activación génica, uno
de ellos es la metilación, es decir introducir en el ADN un grupo metilo, esta
sola acción deja sin efecto al 80% de genes y ocurre en épocas muy tempranas del desarrollo embrionario.
GENES DEL CÁNCER Y ANTICÁNCER
Se ha descubierto que la célula tiene funcionando genes que le permiten crecer y dividirse normalmente, pero si por alguna razón estos genes se
alteran se produce un crecimiento descontrolado de la célula y se inicia el
cáncer, estos genes se llaman oncogenes. Por el criterio epistemológico de los
contrarios, se investigó genes que repriman a estos oncogenes y se descubrieron los llamados antioncogenes o genes supresores de tumores, estos
genes tendrían la función contraria, es decir bloquear las actividades de
división y crecimiento celular propias del cáncer. Los antioncogenes serían
verdaderos represores de la actividad de los oncogenes.
GENÉTICA TEÓRICA O APLICADA
La genética es hoy una ciencia compleja que estudia una serie de
fenómenos que se presentan en los seres vivos, desde los más simples como
son los microorganismos hasta los mamíferos y el hombre. Muchas características de estos seres vivos aún son inexplicables y confusas: los avances de
la genética han sido un método de explicación de acontecimientos y líneas
de acción para actuar sobre ellos.
Lo que a la genética le interesa es tener un mejor conocimiento y
comprensión de lo que ella estudia: tipos de herencia, genes productores de
cáncer, malformaciones congénitas, efecto de los tóxicos ambientales,
producir vacunas, diagnosticar enfermedades y curarlas. Para esto la
genética ha creado sofisticadas técnicas, como la manipulación de genes, los
estudios cromosómicos, etc., que le permiten cada vez más, el uso racional,
30
CÉSAR PAZ Y MIÑO
seguro, económico y cómodo de sus propios conocimientos. La genética,
entonces, persigue el provecho social, busca destruir mitos y supersticiones
y evitar el sufrimiento y la enfermedad.
Actualmente se discute y se ha afirmado que para alcanzar los fines de
la genética hay dos caminos aparentemente divergentes: Uno que está
preocupado por encontrar "verdades científicas" más allá de su inmediata
aplicación. Ésta es, entonces la genética teórica, fundamental, académica,
una ciencia básica o pura que le interesa conocer todo: desde los detalles del
desarrollo embrionario, hasta los complicados aspectos del comando
genético del cerebro o del control genético del comportamiento. Quienes se
dedican a la genética básica, como verdad absoluta, no muestran interés en la
aplicabilidad de los descubrimientos.
Frente a la genética pura está la genética aplicada, que pretende
establecer un "sistema de recetas infalibles": producción genética de
hormonas, vacunas, terapia de genes por reemplazo, etc.
En resumen la genética pura tendería a la explicación real, mientras
que la genética aplicada ejercería su acción sobre lo real. La pura sería
"desinteresada". La aplicada "dominada" por intereses sociales y económicos. En la disputa de la razón , la genética pura sería un juego gratuito sin
utilidad y la aplicada se reduciría al estudio de casos particulares y de
controles técnicos.
Por fortuna, nada es tan extremo y tanto la genética pura como la
aplicada se compenetran: una depende de la otra, pues lo que interesa al
genetista es el por qué 3' el cómo de los fenómenos. En consecuencia, una y
otra son válidas.
Si se duda de la interacción, no se podría explicar por ejemplo, que del
descubrimiento del número de cromosomas humanos -por la genética
básica en 1956- se haya pasado al diagnóstico cromosómico de leucemias,
síndrome de Down, diagnóstico prenatal de enfermedades genéticas, de la
genética aplicada. Tampoco se entendería cómo partiendo de conocimientos básicos como la producción de material hereditario de u n óvulo, se pase
a la aplicación práctica de la fertilización in vitro o de la clonación de
individuos.
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO OE LA GENÉTICA HUMANA
31
Tomar partido por la genética pura o por la aplicada es oponerse a la
esencia misma del conocimiento. Conocer más y mejor de cualquier tema,
permite explicar misterios y desembocar en nuevas necesidades de conocimiento y eso a su vez, abre las puertas a nuevas aplicaciones y prácticas,
nuevos métodos preventivos y más avanzados tratamientos de enfermedades.
La genética no se separa en pura y aplicada, y una no se subordina a la
otra. La genética y sus descubrimientos no son puramente utilitarios ni
puramente filosóficos. Un mismo aspecto puede ser enfocado desde los dos
puntos de vista.
El desarrollo histórico de la Genética muestra que es más eficiente el
enfoque conjunto de los problemas. Por ejemplo, buscar los genes del cáncer
para encontrar una vacuna contra el mismo o conocer el comportamiento
del síndrome de Down para poder curarlo o prevenirlo.
Pero no todo científico puede adoptar simultáneamente los dos
enfoques para resolver un problema, aunque esto sería lo ideal.
Lamentablemente, ocurre en casos excepcionales. Lo bondadoso de la
investigación genética es que un descubrimiento básico podrá ser aplicado
por un individuo o una sociedad necesitada.
Cada vez son más numerosos los equipos de investigación que, por
enriquecer el conocimiento más rápidamente, dividen el trabajo teórico del
práctico. Incluso cada grupo por separado logra importantes avances. Pero
solo la teoría 3' la práctica juntas logran el paso ascendente definitivo.
Una experiencia práctica tiene siempre un fundamento teórico, una
teoría se transforma en verdad con la práctica. Pero también la aplicación de
ciertos conocimientos solo llega con el tiempo, cuando las condiciones del
desarrollo científico y tecnológico lo permiten. De nada sirve pedir frutos si
el árbol no está maduro. No habrían técnicas de hibridación de ADN
(genética aplicada) si antes no se hubieran descubierto los anticuerpos
monoclonales, por una necesidad teórica de entender los mecanismos de la
inmunidad (genética básica). No se pensaría en el reemplazo de genes de la
fibrosis quística del páncreas si antes no se hubiera descubierto la localización cromosómica de ésta, que es la más frecuente enfermedad en los
caucásicos.
32
CÉSAR PAZ Y MIÑO
LUGAR DE LAS ESPECIES EN EL "GENOMA UNIVERSAL"
Una cuestión trascendente en el análisis genético es el sitio que las
especies tienen en la globalidad de la Tierra y del universo. La esencia misma
de la vida y su función. La ecogenética al introducirse en estos aspectos
plantea discusiones filosóficas claves.
Es sabido que el ADN es el mismo para todas las especies conocidas, la
complejidad en la organización en cada especie es extremadamente asombrosa y en principio ninguna especie se podría decir que es mejor que la otra.
La posición de los seres humanos en la evolución le hace tener un lugar
autoprivilegiado y etnocéntrico, pero su función en la naturaleza es compleja y muchas veces se pone en peligro. La destrucción de la capa de ozono, la
contaminación ambiental, la invasión de todo nicho ecológico, hace al
hombre depredador de la reproducción de su genoma 3' al parecer también es
una especie en peligro de extinción. Cómo entender entonces el lugar que las
especies ocupan en lo que llamaré el genoma universal. Un ejemplo de la
filosofía clásica a3mda. Para Hegel, los organismos, los objetos y los fenómenos pueden ser conocidos en tres niveles: el objetivo, el subjetivo 3' el
absoluto. El nivel objetivo es el conocimiento común, general, primario, por
ejemplo, la mosca: insecto fastidioso. El nivel subjetivo está dado por el
conocimiento científico: la mosca es un insecto de la familia tal, sus características anatómicas, fisiológicas 3^ genéticas son tales, su reproducción es de
tal manera, etc. El concepto absoluto se lo entenderá con una anécdota: se
cuenta que en China durante la revolución de Mao Tse Tung, aparecieron
enfermedades endémicas que no se las podía relacionar con acontecimiento
alguno, hasta que se entendió el concepto de lo absoluto de la mosca,
durante una invasión de moscas que fastidiaban la vida de mil millones de
Chinos. Para librarse de las moscas, se ordenó que mil millones de chinos
maten moscas todo un día determinado; al poco tiempo, las moscas 3^ no
molestaban, pero las consecuencias fueron el aparecimiento de raras
enfermedades, entonces los sabios comprendieron al fin el concepto de lo
absoluto de la mosca. Para nuestros fines, todas las especies cumplimos
algún papel en el universo del genoma y el alterar anárquicamente su
equilibrio, como lo hacen los humanos, repercutirá en su propia vida. La
ecogenética entonces cumple un papel crucial en este entendimiento.
APUNTES BÁSICOS PARA EL ANÁLISIS EPISTEMOLÓGICO OE LA GENÉTICA HUMANA
33
OFERTA Y DEMANDA
Un fenómeno paralelo, que afecta al dilema de la genética, es la ley de la
oferta y la demanda, que no siempre invade las investigaciones genéticas.
Así, hoy se patentan los descubrimientos de los genes raros, para luego ser
almacenados en bancos de genes (genotecas) y posteriormente comercializarlos.
Al respecto, existen aspectos éticos sobre la verdadera propiedad de los
recursos genéticos (biodiversidad). Hay pueblos que saquean muestras
biológicas de otros y luego se las venden a ellos mismos como productos
altamente sofisticados y elaborados. Basta recordar que un tipo de algodón
de colores variados, cuyas semillas naturales fueron encontradas en un país
latinoamericano, pasó a ser parte de una genoteca de patentes y dicho país
jamás podrá exportar su algodón natural de colores porque la patente
genética lo prohibe. Otro caso es el saqueo de plantas de la amazonia
ecuatoriana para producir fármacos patentados.
El hombre no siempre está consciente de SLIS necesidades y es presa
fácil de la aplicabilidad o de la utilidad indiscriminada de conocimientos.
La responsabilidad del genetista de hoy y de los científicos está en descubrir
y explicar fenómenos, para que su aplicabilidad sea en beneficio de toda la
humanidad y así contribuir a su mejor vida.
NOTA FINAL
Volviendo al problema de la semántica en Genética, el ejemplo de la
Fibrosis Quística nos conduce a plantear temas de discusión en la investigación, entre éstos: los conceptos de referencia para la ciencia y la disciplina en
cuestión, la representación de su estado en el contexto mundial y humano,
los contenidos de las investigaciones y los resultados, las interpretaciones
del conocimiento, los estudios de particularidades o globalizaciones, los
estudios de los fenómenos vitales aislados o en conjunto, la utilización de los
hallazgos y la veracidad de los descubrimientos o teorías.
Los problemas extras que se desprenden del estudio de los genes
podrían resumirse en algunos puntos: las bases genéticas de la auto agregación y desarrollo embrionario, el problema de las mutaciones 3' de la recom-
34
CÉSAR P A Z Y M I Ñ O
binación, con sus consecuentes fenómenos: selección, acumulación
cuantitativa y cambios cualitativos de la identidad genética, la especiación y
la evolución, la herencia versus la adaptabilidad, el estudio de los genomas
grandes o pequeños, la biodiversidad y la interacción fenotipo-genotipoambiente. La lista de temas epistemológicos y la discusión de estas temáticas
permanecen abiertos.
SÍNDROME DE ANGELMAN
Detección temprana a través del electroencefalograma
Galo Pesantez Cuesta, Mónica Ríos de Pesantez1,
Daniela Bettio2 y Bernardo Dalla Bernardina^
El Síndrome de Angelman (SA) es un desorden genético causado por
una delección del cromosoma 15 í1) descrito inicialmente por Harry
Angelman en 1965 (2). Se caracteriza por la presencia de retardo mental
severo, epilepsia y risa paroxística, ausencia casi total del lenguaje, hiperactividad, ataxia y algunas particularidades morfológicas: microcefalia,
braquicefalia, boca exageradamente amplia, excesiva separación de los
dientes, protrución lingual y prognatismo (3). Crisis epilépticas están
presentes en el 90% de los casos, siendo predominantes las mioclónicas y se
exacerban durante ciertos períodos, asociándose un reducido desnivel de
vigilancia. Esto podría corresponder a un "transitorio status epilepticus
mioclónico"(4). Otros tipos de crisis también ocurren.
El diagnóstico puede ser difícil en niños pequeños, cuando las principales características del síndrome están ausentes, pero el electroencefalograma puede ser de gran ayuda en su temprana detección. En el caso que
estamos presentando, el análisis del patrón electroencefalográfico nos ayudó
a establecer tempranamente el diagnóstico (3,5 meses de edad).
Nosotros hemos reconocido en la mayoría de los casos, desde los
primeros meses de vida, alteraciones de la actividad eléctrica cerebral,
inusuales para esta edad. Esta es caracterizada por la presencia de actividad
1
2
3
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Psicología.
E-MAIL:^ [email protected]. Centro Nacional de Epilepsia
(Ecuador)
htlp: //Cenepilepsia.tripod.com/
Laboratorio de Citogenética - Instituto Auxológico Italiano.
Cattedra e Servizio di Neuropsichiatria Infantile dell' Universitá, Verona.
36
G A L O PESANTEZ, MONICA Ríos, DANIELA BETTIO, BERNARDO D A L L A
theta alto voltaje, mezclada con prolongadas secuencias de ondas delta
anguladas, pudiendo además parecer puntas pequeñas (5).
Reporte del caso
La paciente, es la segunda hija de una mujer gestante de 36 años,
quien tuvo tres embarazos, dos hijos vivos y un aborto. Su historia familiar
es negativa para problemas del sistema nervioso.
El embarazo fue complicado por amenaza de aborto a las 16 semanas
de gestación por lo que requirió reposo en cama. La madre recibió ácido
fólico y vitaminas durante el embarazo.
Parto espontáneo a las 40 semanas de gestación, céfalo-vaginal. El
líquido amniótico mostraba presencia de meconio. Apgar de 7/9 al 1 y 5
minutos respectivamente. El peso al nacimiento fue de 3kg (percentil 2550), longitud 48 cm (25-50 percentil), circunferencia cefálica 34 cm
(percentil 50).
Su desarrollo fue lento desde el inicio. Su madre describía a la niña
como muy quieta, muy pacífica. Ella empezó a sonreír a los dos meses de
edad, pero no existió sonrisa social sino sobre los 3 meses de edad. A los
tres y medio meses de edad, coincidiendo con un desorden respiratorio
infeccioso, la niña presentó un episodio de hipotonía asociado con nausea
y vómito de una duración de 30 segundos. No existieron características
físicas especiales.
El electroencefalograma en vigilia realizado a este tiempo mostró una
actividad inhabitual, caracterizada por la presencia de elementos lentos de
alto voltaje localizados predominantemente sobre las regiones posteriores
de los dos hemisferios (Fig. la). Durante el sueño no-REM existió una
escasa representación de las figuras paroxísticas fisiológicas así como un
incremento de los componentes theta delta asociados a puntas de pequeña
amplitud (Fig. lb); estos hallazgos hicieron que planteáramos el diagnóstico de Síndrome de Angelman.
SÍNDROME DE ANGELMAN
37
Fig. la
•v\^\fU\
[^^\Mlfp^
[rVv^rv^Ar*v^Ar*UvV\¡\/W^
Fig. Ib
FP1-F7
w j ^ ^ ^
F7-T3
T3-TS
T5-01
FZ-CZ
CZ-PZ
FP2-F8
F8-T4
T4-T6
T6-02
l sec
Fig. 2
EEC efectuado al 11/2 años de edad, en estado de vigilia, donde es posible ver una
actividad difusa, subcontínua, polimorfa de ondas lentas de gran amplitud.
SÍNDROME DE ANGELMAN
39
La tomografía computarizada de cerebro mostró una discreta
prominencia de la cisura interhemisférica y de los valles silvianos. Los
estudios hematológicos, hormonales y de aminoácidos fueron normales,
así como el primer estudio genético.
A los 6 meses de edad, la niña empezó a presentar constantes
sacudidas musculares erráticas en los brazos.
A los 11 meses de edad un segundo estudio genético fue reportado
normal.
Subsecuentes estudios electroencefalográficos también sugerían el
diagnóstico (fig. 2)
Finalmente un estudio citogenético realizado a los 3 años de edad, a
través de la técnica de hibridación In situ Fluorescente (FISH) nos
permitió hacer el diagnóstico, cuando fue posible determinar la presencia
de una microdelección intersticial 15qllql3 (fig, 3). Los tres estudios
genéticos fueron realizados en laboratorios de diferentes países.
A este tiempo la niña tiene 4 años y 8 meses de edad y tiene las
características físicas y psicológicas del Síndrome de Angelman.
40
G A L O PESANTEZ. MONICA Ríos, DANIELA BETTIO, BERNARDO D A L L A
Fig. 3.- FISH con sonda cosmidica específica para el locus D15S10, que
marca dentro de la región crítica para el Síndrome de Angelman, y para el
locus de control PML que permite la identificación del cromosoma 15. El
cromosoma 15 normal presenta, además, las señales de hibridación
mientras la ausencia de la señal de hibridación a nivel de la región proximal del brazo largo de un cromosoma 15 permite establecer la delección
dentro de la región 15ql Iql 3 (flecha).
S Í N D R O M E DE A N G E L M A N
41
Discusión
Las características morfológicas 3' clínicas del Síndrome de
Angelman se tornan evidentes luego de los tres años de edad
Movimientos:
Morfológicas:
Rígidos y temblorosos
Microcefalia
Braquicefalia
Marcha atáxica
Amplia apertura bucal
Protrución lingual
Prognatismo mandibular
Dientes ampliamente separados
Funciones superiores
Retardo mental
Falta de desarrollo del lenguaje
Comportamiento:
Disposición feliz
Hiperactividad
Actividad paroxística:
Paroxismos de risa
Epilepsia
Disturbios del sueño:
Es deseable establecer un temprano diagnóstico ya que el desorden
tiene un pronóstico desfavorable y puede repetirse en la misma familia,
pues este desorden es transmitido por un gen autosómico dominante í6).
El electroencefalograma es un valioso instrumento en el seguimiento
del Síndrome de Angelman, y es confiable en su temprano diagnóstico.
Éste es quizás más sensitivo que el estudio genético ya que, en 40% de los
casos del Síndrome de Angelman, no es posible detectar anormalidades a
nivel cromosómico.
Conclusión
Los niños con el Síndrome de Angelman, aparte de las características
morfológicas 5' clínicas, también presentan un cuadro electroclínico
peculiar, representado por frecuentes ausencias atípicas acompañadas por
mioclonías asimétricas, bilaterales y rítmicas que en el electroencefalogra-
42
G A L O PESANTEZ, MONICA Ríos, DANIELA BETTIO, BERNARDO DALLA
ma están representadas por una actividad difusa, subcontínua, polimorfa
con ondas lentas delta de gran amplitud, pobremente reactivas a la
apertura de los ojos. Además de esta actividad, es posible ver en épocas
tempranas, brotes de elementos de onda lenta delta de 1,5 a 3 ciclos por
segundo asociados a puntas, de duración variable 3' asimétrica distribución en los dos hemisferios especialmente sobre las regiones centroparietales. Esta condición puede aparecer en un contexto seudo rítmico de
variable duración, que va de segundos a meses (7i.
En el caso que describimos, las características y la evolución del
electroencefalograma muestran un patrón particular que puede tipificar
este síndrome.
Bibliografía
(1) AKIKO Matsumoto. et al., "Epilepsy in Angelman Síndrome Associated
with Chromosome 15q Delection". Epilepsia, Vol 33, N 0 6: 19831990,1992.
(2) ANGELMAN H., "«Puppet» children. A report of three cases". Dev Med
ChildNeurol; 7:681-688,1965.
(3) INGE M. B. et al., "Clinical Profile on Angelman Syndrome at Different
Ages". American Journal of Medical Genetics 56:176-183,1995.
(4) VIANI F. et al., "La síndrome di Angelman. Correlacioni Cliniche e
Neurofisiológiche". Volumi degli Abstract del Congrosso Nazionale
della SocietáItaliana diNeuropediatria, 33,1993.
(5) DALLA Bernardina B., Zullini E., Fontana E., Colamaria V., Cappellaro O.,
Avesani E., "Síndrome de Angelman: estudio EEG-poligrá
fice de 8 casos". Boll Lega It Epil 79/80: 257-259,1992.
(6) SUGIMOTO T. et al., Angelman Syndrome in three Siblings:
Characteristic Epileptic Seizures and EEG abnomalities.
(7) DALLA Bernardina B. et al. "Angelman Syndrome: electroclinical features
often personal cases". Gaslini, Vol. 27, (suppl 1 al n 2) ^8-78,1995.
USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS
EN NEONATOLOGÍA
Carmen Mármol G.1
Femando Mármol G.2
RESUMEN
Una de las entidades más frecuentes con las que debe tratar el
médico cuando tiene bajo su cuidado a un recién nacido, es la infección
bacteriana. Los autores pretenden a través de esta revisión bibliográfica
dar algunas pautas básicas para el uso racional de los antibióticos en estos
pequeños pacientes, quienes por las características propias de su edad
deben ser tratados con la delicadeza de un cristal.
Es necesario recordar que en el momento de instaLirar un tratamiento
antibiótico no sólo se está manejando el presente sino también el futuro de
este niño, puesto que las consecuencias a largo plazo del uso inadecuado,
el abuso o los efectos secundarios de ios fármacos pueden provocar
incapacidad, en diferentes grados.
Considerando los fundamentos de la farmacología, se hace especial
hincapié en las características generales de los fármacos, su farmacocinética, la selección del fármaco, las condiciones especiales del paciente, que
deben conjugarse frente a cada caso con la habilidad del médico para
hallar el mejor esquema de tratamiento.
El fundamento de este trabajo es permitir la aplicabilidad de los
principios de la bioética al permitir "tratar al enfermo y no la enfermedad".
1
2
Médica Familiar. Profesora de la Facultad de Medicina. Pontificia Universidad
Católica del Ecuador. E-MAIL: [email protected]
Médico Pediatra Neonatólogo. Especialidad realizada en el Postgrado de
Pediatría, H, Metropolitano, U, N. de Loja,
44
CARMEN MÁRMOL G. - FERNANDO M Á R M O L G.
La selección de la antibióticoterapia en los recién nacidos depende de:
□
La experiencia histórica general con las infecciones en la sala de
neonatología.
□
La susceptibilidad de los patógenos bacterianos hallados comúnmente.
□
La familiaridad del médico con la farmacocinética de los antibióticos
en los recién nacidos.
Q
El conocimiento del médico de las infecciones maternas, la evolución
del trabajo de parto y el tratamiento antibiótico administrado a la
madre.
□
Valoración, diagnóstico y manejo de las infecciones neonatos. 1
1.
La experiencia histórica general en las Infecciones en la sala de
neonatología.
En este punto es importante considerar la experiencia que a través
de la historia adquiere el personal que labora en una sala de neonatología
en lo que se refiere al tratamiento de las infecciones, lo que sin duda ha
permitido incrementar la supervivencia de los recién nacidos en los
últimos años. Cabe recordar que antes de la utilización de los antibióti­
cos la mortalidad neonatal por sepsis alcanzaba el 100%. 1
La sepsis neonatal contribuye significativamente al aumento de la
morbimortalidad, especialmente en el grupo de RN de bajo peso y
prematuros. Se acepta en el mundo desarrollado u n a incidencia de 1 por
mil vivos en neonatos a término y de 4 por mil en prematuros. La
incidencia se incrementa hasta 300 por mil en niños de muy bajo peso al
nacer, hospitalizados prolongadamente. En el Ecuador lamentablemente
no existen datos estadísticos que nos indiquen la situación actual. 2
Un estudio realizado en el HCAM desde el 1 de julio de 1986 hasta el
31 de diciembre de 1995 indica que ocurrieron 48.637 nacimientos de los
cuales el 98,19% fueron nacidos vivos. La mortalidad fue de 10,05 por mil,
Uso RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
45
incluyendo a los malformados e inmaduros, siendo mayor en los recién
nacidos de menor peso y edad gestacional. 2
Estos datos constituyen un ejemplo de los servicios de neonatología
del país y pueden orientar al lector sobre la gran experiencia que esta
unidad en particular tiene en el tratamiento de infecciones.
2.
La susceptibilidad de los patógenos bacterianos hallados
comúnmente
Sobre este aspecto se deben considerar las interacciones entre el
huésped, el germen y el agente antimicrobiano, que pueden semejar un
triángulo y cualquier alteración en uno de los lados afectará inevitablemen­
te a los otros dos.
El énfasis que se debe poner está en las interacciones de los agentes
antimicrobianos con los gérmenes y con el huésped humano.
Paul Ehrlich (Premio Nobel en 1908), resaltó la importancia de la
interacción molecular como base de todas las funciones biológicas; eso se
resume en su famosa máxima corpora non a gunt nisi fixa ta (Las cosas no
interaccionan a menos que estén en contacto). 3
Esta máxima permite comprender la importancia de las interrelacio­
nes moleculares que existen entre los gérmenes y los agentes antimicrobia­
nos.
Clasificación.­ Pueden ser clasificados de diferente manera:
Q
Acción bactericida o bacteriostática, es decir, matan a las bacterias o
inhiben su crecimiento.
O
Zona diana o lugar de acción antibacteriana:
• síntesis de la pared celular, betalactámicos, glucopéptidos
• síntesis de proteínas, aminoglucócidos, tetraciclina, cloranfenicol
• síntesis de ácidos nucleicos, trimetopim sulfametoxazol
• función de la membrana celular, polimixina
□
Estructura química, posiblemente es la más utilizada.
46
CARMEN MÁRMOL G. - FERNANDO MÁRMOL G.
Resistencia a los agentes antibacterianos
William Shakespeare dijo ya: "algunos hombres nacen grandes, otros
se hacen grandes y algunos hacen que el mundo los consideren grandes".
Lo mismo puede suceder con las bacterias.
Se considera que u n organismo es resistente cuando no resulta
inhibido o muerto por un agente antibacteriano, a las concentraciones
obtenibles en los pacientes tras la administración de dosis normales.
Algunas bacterias nacen resistentes y otras se hacen resistentes.
Se ha demostrado que el uso juicioso de los antibióticos en las salas
de recién nacidos limita la aparición y la diseminación de bacterias
resistentes. 1
3.
La familiaridad del médico con la farmacocinética de los antibióticos
de los recién nacidos
Se debe en primer lugar considerar la madurez y la edad del recién
nacido de las cuales dependerán:
Q
La absorción
G
La distribución
Q
El metabolismo
Q
La excreción
La absorción.- Al nacimiento, el pH gástrico usualmente está entre 6
y 8, pero desciende rápidamente a 1,5 a 3,0 luego de varias horas; sin
embargo, este descenso es variable y aparece independiente del peso al
nacimiento 3' edad gestacional. En el infante prematuro, el ácido clorhídrico raramente está presente antes de las 32 semanas de edad gestacional, y
en el transcurso del tiempo la producción de ácido puede estar relacionada
con el inicio de la alimentación enteral. 1
La fracción de vaciado gástrico es un determinante importante del
exceso en la absorción de una droga. La fracción de vaciado gástrico es
variable durante el período neonatal y se ve afectada por la madurez gestacional, la edad postnatal y el tipo de alimentación. Además, las condiciones
Uso RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
47
neonatales de reflujo gastroesofágico, síndrome de dificultad respiratoria y
cardiopatías congénitas retardan el vaciado gástrico. 1
La ontogenia o desarrollo de la formación de sales biliares y la
colonización de flora bacteriana en el tracto gastrointestinal piiede ser un
determinante en la absorción de drogas y nutrientes. La absorción de
algunas drogas puede verse afectada por estados patológicos en el neona­
to. 1
Los agentes químicos aplicados a la piel de u n infante prematuro
pueden resultar en u n envenenamiento inadvertido. Por ejemplo, la
intoxicación por drogas se reporta por absorción percutánea de tales
agentes como hexaclorofeno, detergentes que contienen pentaclorofenol,
hidrocortisona y soluciones desinfectantes que contienen anilinas. Debe
practicarse una extrema prudencia al utilizar terapia tópica en los recién
nacidos. 1
Distribución.­ La afinidad por la albúmina de drogas y concentración
de proteínas plasmáticas se incrementa desde el nacimiento hasta la
infancia temprana. Esto no alcanza el valor normal de u n adulto sino hasta
los 10 a 12 meses de edad. Además, a pesar de que las concentraciones de
albúmina plasmática pueden alcanzar los valores del adulto rápidamente
después del nacimiento, la concentración de albúmina en sangre es
directamente proporcional a la edad gestacional, el transporte placentario
y la síntesis fetal. 1,4
Se pueden observar diferentes grados en los cuales se realiza la unión
de las drogas a las proteínas entre los recién nacidos a diferencia de los
adultos. Los siguientes cuatro mecanismos se han propuesto para explicar
las diferencias en la unión de las proteínas a las drogas entre los recién
nacidos y adultos:
□
□
□
□
Desplazamiento de drogas desde los sitios de unión por bilirrubina en
el plasma.
Diferentes propiedades en la ligadura de la albúmina del RN y del
adulto.
Diferentes características en las ligaduras de globulinas.
Disminución de las características en la unión de albúminas como
resultado de la interacción con globulinas en los recién nacidos.
48
CARMEN MÁRMOL G. - FERNANDO MÁRMOL G.
La bilirrubina indirecta se une a la albúmina y esta asociación es
reversible. Esta afinidad por unirse a la albúmina al nacimiento, es
independiente de la edad gestacional 3' es menor para el recién nacido en
comparación con el adulto. La afinidad de la bilirrubina por la albúmina
se incrementa con la edad y alcanza la del suero del adulto aproximadamente a los 5 meses de edad. La baja afinidad que existe en el neonato es
un factor que contribuye a la susceptibilidad por parte del neonato para el
kernicterus.
Otros factores como la hipotermia, acidosis, hipoglicemia, hipoxia,
sepsis, asfixia al nacimiento y la hipercapnea tienen efecto sobre la
permeabilidad de la barrera hematoencefálica y sobre la unión de la
bilirrubina a la albúmina, que deben ser tomados en cuenta. 1 ' 3
En resumen, parece existir una reducción en la unión de drogas a las
proteínas plasmáticas durante el período neonatal.
Metabolismo.- El primer paso en el metabolismo de las drogas es el
relacionado con el metabolismo celular. La ligandina o proteína Y es una
proteína básica que une la bilirrubina y aniones orgánicos incluyendo
algunas drogas. Esta proteína está presente en el hepatocito, así como en
las células del túbulo proximal en el riñon y en células de la mucosa del
intestino delgado. La concentración de ligandinas en el feto y en el recién
nacido es menor pero aparece al madurar durante los primeros 5 a 10 días
de la vida postnatal. Entonces es probable que el metabolismo hepático de
las drogas esté limitado en su capacidad de manera inferior en los neonatos que en los niños de mayor edad. 1 - 3
Durante la vida fetal las enzimas que metabolizan las drogas están
presentes en 30 a 50% de la actividad del adulto. Sin embargo, después el
hígado adquiere la capacidad de actuar similar al de u n adulto. El aparecimiento de estas enzimas se correlaciona con el desarrollo del retículo
endoplasmático rugoso y sugiere que estos sistemas enzimáticos incrementan cuando el retículo endoplasmático liso desarrolla. El incremento
de la actividad de la monooxigenasa observado en el primer trimestre se
estabiliza durante el segundo trimestre. 1 ' 3
La conjugación glucorónica requiere la actividad coordinada de la
UPD glucosa deshidrogenasa y la UPD glucoroniltransferasa. La primera
Uso RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
49
enzima está presente con un 25% de la actividad del adulto en el hígado
fetal a las 8 a 18 semanas de gestación. Como resultado, al nacimiento, los
compuestos que requieren glucoronidación para su eliminación pueden
tener tiempos de vida marcadamente prolongados o son conjugados por
vías diferentes en comparación con los niños mayores y adultos.1.3
Excreción.- El flujo sanguíneo renal se incrementa con la edad como
resultado del aumento de la capacidad cardíaca y reducción de la resistencia vascular periférica. El riñon en u n RN recibe sólo el 5 a 6% del gasto
cardíaco comparado con el 15 a 25% de los adultos. El flujo sanguíneo
renal de alrededor de 12 ml/min al nacimiento, se incrementa a 140
ml/mín al año de edad. El incremento en la proporción parece relacionarse
con el desarrollo de los túbulos renales. 1 . 3 ^
Al nacimiento, la fracción de filtración glomerular (GRF) es directamente proporcional a la edad gestacional. Esta relación se da después de
las 34 semanas de gestación, puesto que antes de este tiempo no existe esta
relación y al parecer la explicación se debe al desarrollo y organización
funcional de los glomérulos. La GRF para un neonato a término al momento del nacimiento tiene rangos de 2 a 4 ml/min. En los primeros 2 a 3 días
de vida postnatal existe un incremento marcado de 8 a 20 ml/min en
comparación con neonatos de menos de 34 semanas con 2 a 3 ml/min. El
incremento de la GFR después del nacimiento depende de la edad postconcepcional y no de la edad postnatal. Los valores del adulto se alcanzan
entre los 2 1/2 a 5 meses de edad. Un ejemplo de estas implicaciones
clínicas de la maduración de la GFR es la disminución de la vida media
para la gentamicina con incremento de la edad gestacional en niños
menores de 7 días de edad. La gentamicina es eliminada casi completamente por la filtración glomerular. 1 ' 3 ' 4
4.
El conocimiento del médico de las infecciones maternas, la evolución del trabajo del parto y el tratamiento antibiótico administrado a
la madre
La transmisión vertical de microorganismos de la madre al feto
también se debe tener en cuenta en la selección de los antibióticos. 1 ' 5 ' fi
50
CARMEN M Á R M O L G. - FERNANDO M Á R M O L G.
Durante todo el embarazo el feto suele estar protegido de las infeccio­
nes bacterianas por las membranas coriamnióticas, la placenta y factores
antibacterianos poco conocidos.
En circunstancias normales en el parto, y durante el período neonatal
inmediato, el recién nacido está expu.esto a muchos microorganismos
como bacterias aerobias y anaerobias, virus, hongos y protozoos. Este
encuentro inicia la colonización de los tractos respiratorio y gastrointesti­
nal. La mayoría de los neonatos establecen su flora microbiana sin inci­
dentes; sin embargo, ocasionalmente algunos desarrollan enfermedad
causada por uno de estos microorganismos, i.7.8
Se han encontrado trastornos que aumentan el riesgo de infección
bacteriana sistémica en los recién nacidos durante los 7 días de vida. 1 ­ 9
Mecanismos de transmisión.­ Existen cuatro mecanismos por los
cuales las bacterias alcanzan al feto o al recién nacido para producir
infección:
□
Desde el torrente sanguíneo materno con infección trasplacentaria
(como el T r e p o n e m a P a l l i d u m , Listeria M o n o c y t o g e n e s y
M3',cobacterium Tuberculosis)
□
Desde la vagina o el cérvix a través de las membranas rotas o intactas
que conducen a amnionitis, neumonitis y parto prematuro (estrepto­
cocos del grupo B). El 5 a 30% de las mujeres embarazadas tienen
colonización vaginal o rectal con este agente. De éstas el 50% de sus
hijos también estarán colonizados.
□
Durante el pasaje a través del canal del parto, parece ser la más
frecuente (escherichia coli).
□
Postparto desde el medio ambiente que rodea al niño, sea en la sala de
neonatología o en el hogar.
Los microorganismos más comunes en los recién nacidos a término
en los primeros 28 días de vida son el estreptococo del grupo B y E. Coli.
Estos dos gérmenes constituyen alrededor del 70% de las enfermedades
bacterianas neonatales sistémicas.1.9,10
Dentro de los gérmenes que se deben considerar durante los primeros
2H días oslan:
Uso RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
Estreptococo grupo B
Klebsiella
Citrobacter
Estreptococo pneumoniae
Haemophylus influenzae
Clostridium Bacteroides
Ureaplasmaurealiticum
Estafilococo epidermidis
Cándida albicans
51
E. Coli
Enterobacter, Proteus, Enterococo
Listeria monoc^ogenes
Estreptococo del grupo A
Neisseria gonorreae
Clamydia tracomatis
Estafilococo aureus
Serratia
Sin duda aquellos responsables de infecciones congénitas deben
entrar en el diagnóstico diferencial porque su forma de presentación
insidiosa puede llevar a confusión y que no requieren sino tratamiento de
soporte y de las complicaciones posteriores. 1 ' 3 ' 9 ' 1 1 ' 1 2
5.
La valoración, el diagnóstico y el manejo de las Infecciones en
neonatos
La valoración inicia con la sospecha cuando el pequeño paciente
presenta actitudes o reacciones que no son las encontradas habitualmente
en todos los niños a esa edad cronológica o gestacional.
Debe incluir la historia clínica 3' dentro de ella buscar factores
predisponentes que puedan relacionarse directamente a la madre como
son:
Q
Ruptura de membranas más de 24 horas.
□ F iebre materna superior a 38 grados centígrados antes o después del
parto.
□
Olor fétido de líquido amniótico u otros signos de corioamniotis.
□
Infección urinaria o gastrointestinal actual.
ü
Colonización vaginal por estreptococo del grupo B.
Q
Q
□
□
Q
O pueden relacionarse con el recién nacido como son:
Parto prematuro sin causa obstétrica conocida.
Parto traumático.
Expulsivo prolongado.
Bajo peso al nacer.
Reanimación neonatal agresiva.
52
Q
Q
Q
□
□
□
Q
□
CARMEN M Á R M O L G. - FERNANDO MÁRMOL G.
Hipoxia fetal 3' acidosis por sufrimiento fetal importante.
Anomalías metabólicas.
Defectos inmunológicos.
Defectos en la integridad déla piel y mucosas.
Malformaciones congénitas.
Asplenia
Procedimientos invasivos o instrumentación neonatal.
Uso indiscriminado de antibióticos en la unidad de cuidado neonatal.
Se debe considerar que los neonatos son particularmente suscepti­
bles a desarrollar infecciones en relación directa con sus mecanismos de
defensa disminuidos, es igualmente necesario determinar en qué momen­
to de su vida se realizó la exposición a la infección, y así establecer si se
presenta: 1 ­ 5 ' 6 ' 8 , 9 ' 1 3
□
Q
□
□
Q
O
Infección congenita
Infección neonatal
Infección superficial
Infecciones sistémicas
Otras infecciones virales
Infecciones micóticas
Definitivamente al considerar el manejo de los antibióticos en las
infecciones de neonatos es obligatorio señalar particularidades para cada
caso: sin embargo, con el objetivo de obtener una idea práctica del manejo
se revisarán los principios de tratamiento recomendados. 1 ' 5 ' 6 ' 8 . 9 . 1 3
Antes de iniciar el tratamiento antibiótico debe existir la seguridad
de estar frente a un cuadro infeccioso, que puede ser confundido con otras
patologías, en razón de su forma de presentación clínica, para lo cual se
recomienda realizar un diagnóstico diferencial y tomar en cuenta, entre
otras, las siguientes entidades: 1 ' 2 ' 5 ' 6 ­ 8 ' 9 ' 1 2 ' 1 3
□
Q
Q
□
□
Q
Enfriamiento
Sobrecalentamiento
Enfermedad de membrana hialina
Síndrome de aspiración
Reflujo gastroesofágico
Trastornos metabólicos
USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
□
□
53
Enfermedades congénitas
Hemorragia intraventricular
USO DE ANTIBIÓTICOS
En general se debe usar la menor cantidad posible de antibióticos
para tratar las infecciones individuales y siempre que sea posible se debe
emplear un tratamiento con droga única. No obstante, con frecuencia la
combinación de dos fármacos es una buena práctica médica sobre todo al
inicio del tratamiento, antes de contar con los datos del cultivo y la
sensibilidad, para cubrir la amplia gama de probables especies bacteria­
nas que producen sepsis neonatal, o, a veces, una vez identificado el
microorganismo, para sacar ventaja de la sinergia antibiótica en las
infecciones difusas y graves por bacterias difíciles de eliminar con una
droga única. 1 ' 5 ' 6 ­ 7 ­ 9 ­ 1 1
Con frecuencia se sospecha la sepsis bacteriana en los recién nacidos
por síntomas y signos inespecíficos. Por lo general se toman cultivos y se
administran ios antibióticos solo para poner de manifiesto, después de 48
a 72 horas, que los cultivos son estériles. No es frecuente que el niño
mejore durante este intervalo. En este momento el médico debe utilizar el
juicio clínico. Si los cultivos se obtuvieron de los sitios apropiados, en la
forma correcta y si el laboratorio microbiológico particular utilizado es
confiable, suele ser prudente suspender los antibióticos en este punto y
volver a evaluar al niño a intervalos frecuentes después. Sin embargo, si la
madre de un niño nacido fue tratada con antibióticos y el niño tiene
evidencia clínica de infección, es prudente continuar los antibióticos
como mínimo durante siete días. 1 ' 6 ' 8 ' 9 'io,ii
A veces es difícil interpretar los resultados de los cultivos (por
ejemplo, estafilococo epidermidis de un hemocultivo; microorganismos
gramnegativos de un aspirado traqueal en u n neonato con internación
prolongada en la sala de recién nacidos). En estos casos un conocimiento
de la patogenicidad de estos microorganismos en los recién nacidos se
debe combinar con la información sobre el aspecto clínico del niño y otros
datos de laboratorio para poder desarrollar un plan que minimice el uso de
antibióticos.i.8, 9 ,ii
54
CARMEN M Á R M O L G. - FERNANDO MÁRMOL G.
Si bien es común utilizar antibióticos para prevenir la infección de
los recién nacidos, la eficacia de este enfoque está limitada a algunas
circunstancias bien definidas. 1 , 6 • 9 ' 1 0
Un buen ejemplo de ello es el uso de nitrato de plata al 1% tópico,
tetraciclina o eritromicina para prevenir la oftalmía neonatal. Sin embargo,
cuando los antibióticos se utilizan como "cobertura amplia", contra
muchos patógenos potenciales por intervalos prolongados, pocas veces
son eficaces. Este tipo de quimioprofilaxis estimula la aparición de cepas
resistentes entre las bacterias antes susceptibles y produce la alteración de
la flora normal de los tractos gastrointestinal y respiratorio. 1 . 5 ' 9 ' 1 3
A continuación u n resumen de las principales drogas y su aplicación
bacteriológica. 1 ' 5 ' 9 ' 1 3
ANTIBACTERIANOS DE ELECCIÓN
E. coli
Cefalosporina
Gentamicina
Klebsiella
Cefalosporina
Gentamicina
Pseudomona
Betalactámico
Gentamicina
Neisseria g.
Cefalosporina
Penicilina
Estreptococo(B)
Ampicilina
Cefalosporina
Estrept. Pyogenes
Penicilina
Cefalosporina
Estafilococo a.
Penicilina
Cefalosporina
RECOMENDACIONES
Es necesario modificar estos esquemas considerando:
□
□
□
Q
□
La edad gestacional y cronológica del niño.
El agente infeccioso específico que se sospecha o documenta.
El tipo de infección a tratar
El estado de la función excretora hepática o renal del neonato
Su estabilidad cardiopulmonar.
USO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS EN NEONATOLOGÍA
55
BIBLIOGRAFÍA
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Aires, Médica Panamericana, 1993.
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Hospital Metropolitano, 1998.
13. MENEGHELLO, J., et al.. Pediatría, 5a. ed., Santiago de Chile, Mediterráneo,
1995.
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE
26o. ORDEN DEL CUESTIONARIO DE
PERSONALIDAD 16PF EN UNA MUESTRA
DE ESTUDIANTES ECUATORIANOS
Jaime Moreno Villegas'1
1. ANTECEDENTES
En los últimos años los enfoques de la personalidad basados en la
teoría del rasgo, han experimentado un cambio de curso al recalcar la
importancia de los factores de segundo orden en la descripción de la
personalidad (Kline, 1993). Los factores de segundo orden son aquellos
que describen la personalidad humana en los más altos niveles do generalidad. También se les conoce con el nombre de tipos psicológicos (E3'sonck &
Eysenck, 1987).
La razón fundamental para este cambio de curso, han sido los
resultados de multitud de estudios sobre la estructura factorial de diversos
cuestionarios de personalidad. En esencia, estos estudios tienden a
converger en una misma conclusión: los factores secundarios se replican
mejor que los factores primarios. La replicabilidad es la propiedad de
encontrar los mismos factores en diversos estudios, conducidos nor varios
investigadores en diferentes muestras. Mientras más replicable es un
factor, más robusto es su significado psicológico.
Si bien los factores secundarios son más replicables, esto no significa
que los rasgos que los componen se repliquen. En otras palabras, se pueden
encontrar los mismos factores secundarios en dos muestras separadas, pero
1
Doctor en Psicología Industrial. Profesor principal de la Facultad de Psicología.
Pontificia Universidad Católica de] Ecuador.
E-MAIL: jmorenoía; pucetiio.puce.ijdu.ee
58
J A I M E MORENO VILLEGAS
eso no implica que los factores primarios que los conforman sean los
mismos.
El estado actual de la teoría del rasgo sugiere que tanto los factores
primarios cuanto los secundarios, deben ser "descubiertos" para una
población determinada. La teoría afirma que es probable replicar los
factores secundarios en esa población, pero que la configuración de los
factores primarios componenciales variará.
2.
OBJETIVO DEL ESTUDIO
El presente estudio busca establecer cuáles son los factores secundarios que surgen en la muestra analizada al igual que sus factores primarios
componenciales.
3.
MUESTRA
1.042 sujetos. 545 mujeres y 497 hombres. La mayoría son estudiantes universitarios quienes tomaron el 16PF (cuestionario factorial de
personalidad) en situación de selección (ingreso a la Universidad). La edad
promedio de las mujeres es 21 años y los hombres 22.
4.
TÉCNICA ANALÍTICA
Continuando la tradición de las teorías de rasgos, se aplicará el
análisis factorial exploratorio (Kline, 1994) a fin de establecer los factores
primarios componenciales. Las siguientes son las características del
análisis factorial empleado:
Modelo factorial: componentes principales.
Método de extracción: prueba de sedimentación.
Método de rotación: rotación ortogonal Varimax.
A fin de aumentar la significación psicológica de los factores se
condujo el análisis factorial separadamente por sexos (Matesanz, 1997).
5.
RESULTADOS
Las siguientes tablas muestran las matrices factoriales rotadas.
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO 1 BPF
59
TABLA 1
Matriz factorial Rotada - Varimax - Mujeres
Factor 1
A
C
Factor 2
Factor 3
75
63
F
67
G
69
51
62
I
75
L
M
74
32
N
0
Factor 5
62
E
H
Factor 4
-62
34
55
52
-78
45
Qi
Q2
-70
Q3
51
Q4
-74
52
Nota: Se ha omitido el punto decimal. Solo se indican valores > = 30
N = 545
-34
60
JAIME MORENO VILLEGAS
TABLA 2
Matriz factorial Rotada - Varimax - Hombres
Factor 1
Factor 2
A
C
ícictor5
Factor 4
60
36
77
E
67
F
61
G
54
H
63
-36
32
41
-34
I
64
L
76
74
M
N
0
Factor 5
-55
-73
53
Qi
Q2
-49
-71
Q3
61
Q4
-77
-42
Nota: Se ha omitido el punto decimal. Soto se indican valores > = ',{0
N = 497
6.
IDENTIFICACIÓN DE LOS FACTORES
Las siguientes tablas identifican los factores encontrados indicando
los rasgos componenciales, ordenados decrecientemente según su peso
factorial.
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO IBPF
61
Factores 2 d o o r d e n e n c o n t r a d o s : mujeres
Factor 1: Estabilidad emocional
Rasgos
componenciales
Peso factorial
-78
Alta autoestima (O-)
75
Fuerza del yo (C+)
-74
Relajada (Q4-)
Emprendedora (H-I-)
51
Perfeccionista (Q3 +)
51
Percepción intuitiva (M+)
32
Descripción: Las mujeres emocionalmente estables de la muestra
tienen un buen nivel de autoestima (Ü-), capacidad adaptativa (C-I-), sin
tensiones ni impulsos (Q4-), entusiastas (H-I-), preocupadas por su imagen
social (Q3+) e imaginativas (M-f-).
Factor 2: Extraversión
Rasgos
componenciales
Apegadas al grupo (Q2-)
Peso factorial
-70
Espontánea (F+)
67
Afectuosa (A+)
62
Emprendedora (H-h)
62
Descripción: las extrovertidas se caracterizan por tener orientación
afiliativa (Q2-), espontáneas (F-I-), abiertas en la expresión de su afectividad (A+) 3' de naturaleza entusiasta (H+).
62
JAIME MORENO VILLEGAS
Factor 3: Socialización (o autocontrol)
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Fuerza del superyo (G+)
Percepción sensorial (M-)
69
-62
Diplomacia social (N+)
55
Perfeccionista (Q3-(-)
52
Descripción: escrupulosa (G+), sensitiva a los hechos, práctica (M-),
cuidadosa en el trato social (N-I-) y perfeccionista (Q3 + ).
Factor 4: Independencia
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Asertiva (E+)
74
Espontánea (F+)
63
Liberal (Q1+)
45
Descripción: carácter asertivo (E-I-). espontánea en sus manifestaciones (F-I-) y abierta al cambio (Ql+).
Factor 5: Sensibilidad (o subjetivismo)
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Subjetiva (I+)
75
Diplomática (N + )
52
Percepción intuitiva (M+)
52
Conservadora (Q1-)
-34
Descripción: subjetiva y sentimental (I + ), discreta en el trato social
(N + ), guiada por sus intuiciones o impresiones (M + ], apegada a lo Iradicional(Ql-).
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO ISPF
63
Factores 2 d o o r d e n e n c o n t r a d o s : h o m b r e s
Factor 1 : Estabilidad emocional
Rasgos
componenciales
Relajado (Q4-)
Peso factorial
-77
77
Fuerza del yo (C+)
Alta autoestima (0-)
-73
Emprendedor (H+)
63
Perfeccionista (Q3-I-)
61
Fuerza del superyo (G-h)
54
Descripción: Los varones emocionalmente estables son relajados
(Q4), buena capacidad adaptativa (C-h), elevada autoestima (O-), emprendedores (H+), cuidadosos con su imagen social (Q3+) y guiados por el
deber (G+).
Factor 2: Independencia
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Asertivo (E+)
67
Espontáneo (F-I-)
61
Directo en el trato (N-)
-55
Liberal (Q1+)
53
Cómodo (Q3-)
-42
Despreocupado (G-)
-36
Objetivo (I-)
61
Descripción: Dominante (E+), gusta ser el centro de la atención (F+),
directo en el trato (N-), abierto al cambio (Ql+), guiado por sus necesidades (Q3-), descuidado y voluble (G-) racionalista y poco sentimental (I-).
64
JAIME MORENO VILLEGAS
Factor 3: Extraversión
Rasgos
componenciales
Apegado al grupo (Q2-)
Afectuoso (A+)
Conservador (Ql-)
Entusiasta (H-I-)
Peso factorial
-71
60
-49
41
Descripción: orientado al grupo, afiliativo (Q2-), afectuoso (A-I-), de
costumbres y creencias tradicionales (Q1-), emprendedor y arriesgado
(H+).
Factor 4: Desconfianza (rigidez o poca empatia)
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Suspicaz (L-h)
76
Afectuoso (A+)
36
Escrupuloso (G+)
32
Descripción: desconfiado, escéptico (L+), emocional (A+), guardián
de la ley (G+).
Factor 5: Sensibilidad (subjetivismo)
Rasgos
componenciales
Peso factorial
Percepción intuitiva (M+)
74
Subjetiva (1+)
64
Descripción: intuitivo, guiado por sus ideas (M + ), sentimental y
subjetivo (1+).
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO 16PF
65
Afoía. Cabe indicar que los factores globales son bipolares, es decir, la
inversión de los rasgos componenciales describe el polo opuesto del
factor. Por ejemplo, la extraversión en los varones está compuesta por Q2­,
A+, Ql­I­ y H­I­. La introversión, por tanto, se definiría como su opuesto,
estoesQ2­l­,A­,Ql­yH­.
7.
ECU ACIONES PARA EL CÁLCU LO DE LOS FACTORES DE
SEGUNDO ORDEN DEL 16PF, ADAPTACIÓN ECUATORIANA
O
Las siguientes ecuaciones se derivaron con el método de la regresión
lineal.
Q
Los valores requeridos en las escalas son decatipos y no puntuaciones
directas.
□
Los valores extremos superiores a 10 ó inferiores a 1, deben ser fijados
en estos límites.
1. ÍNDICES MUJERES
1.
Ansiedad / estabilidad emocional (EE)
□
EE = C * (0.32) ­ A * (0.04) + E * (0.02) ­ F * (0.05) 4­ G * (0.02) + H *
(0.12) ­1 * (0.03) ­ L * (0.07) + M * (0.23) ­ N * (0.03) ­ O * (0.34) + Ql *
(0.10) + Q2 * (0.15) + Q3 * (0.20) ­ Q4 * (0.29) + 3.82
2.
Intraversión / extraversión (EX)
□
EX = A * (0.37) ­ C * (0.04) + E * (0.03) + F * (0.35) + G * (0.03) + H *
(0.26) + I * (0.11) ­ L * (0.04) ­ M * (0.12) ­ N * (0.03) + Q4 * (0.01) ­ Ql
* (0.13) ­ Q2 * (0.46) ­ Q3 * (0.15) + O * (0.10) + 3.87
3.
Baja / alta socialización (autocontrol] (SOC)
□
SüC = A * (0.06) ­ C * (0.10) + E * (0.007) ­ F * (0.08) + G * (0.43) + H
* (0.07) ­1 * (0.12) + L * (0.13) ­ M * (0.45) + N* (0.36) + O * (0.05) ­ Ql
* (0.06) ­ Q2 * (0.06) + Q3 * (0.27) ­ Q4 * (0.01) + 2.77
66
JAIME MORENO VILLEGAS
4.
Dependencia / independencia (IND)
□
IND = A * (0.05) + C * (0.03) + E * (0.41) + F * (0.08) + G * (0.03) + H
* (0.11) ­1 * (0.05) + L * (0.56) + M * (0.05) + N * (0.14) ­ O * (0.07) +
Q l * (0.31) + Q2 * (0.33) ­ Q3 * (0.005) + Q4 * (0.09) ­ 5.78
5.
Bajo / alto subjetivismo (sensibilidad) (SUB)
□
SUB = A * (0.28) ­ C * (0.08) ­ E * (0.12) + F * (0.03) ­ G * (0.02) + H *
(0.03) + I * (0.59) + L * (0.21) + M * (0.26) + N * (0.39) ­ O * (0.002) +
Q2 * (0.13) ­Ql * (0.23) ­ Q3 * (0.01) ­ Q4 * (0.009) ­ 2.54
2. ÍNDICES HOMBRES
1.
Ansiedad / estabilidad emocional (EE)
□
EE = C * (0.27) ­ A * (0.001) ­ E * (0.0004) ­ F * (0.003) + G * (0.17) + H
* (0.16) ­1 * (0.06) ­ L * (0.07) + M * (0.10) + N * (0.02) ­ O * (0.25) + Ql
* (0.12) + Q2 * (0.07) + Q3 * (0.22) ­ Q4 * (0.27) + 2.91
2.
Dependencia / independencia (espontaneidad (IND)
□
IND = C * (0.10) ­ A * (0.03) + E * (0.31) + F * (0.29) ­ G * (0.22) + H *
(0.11) ­1 * (0.15) + L * (0.01) + M * (0.08) ­ N * (0.29) ­ O * (0.07) + Q l *
(0.24) ­ Q2 * (0.08) ­ Q3 * (0.23) + Q4 * (0.04) + 4.89
3.
Intraversión / extraversión (EX)
□
EX = A * (0.39) ­ C * (0.09) + E * (0.04) + F * (0.19) ­ G * (0.006) + H *
(0.20) + I * (0.15) ­ L * (0.06) ­ M * (0.14) + N * (0.03) + O * (0.04) ­ Q l *
(0.40) ­ Q2 * (0.52) ­ Q3 * (0.11) + Q4 * (0.04) + 6.88
4.
Empatia / desconfianza (EMP)
□
EMP = A * (0.28) ­ C * (0.12) + E * (0.19) + F * (0.05) + G * (0.30) + H *
(0.12) + I * (0.09) + L * (0.66) + M * (0.02) + N * (0.19) + O * (0.14) +
Ql * (0.17) + Q2 * (0.22) + Q3 * (0.20) + Q4 * (0.13) ­ 9.03
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO iePF
67
5.
Baja / alta sensibilidad (SEN)
O
SEN = A * (0.09) + C * (0.03) ­ E * (0.006) + F * (0.02) ­ G * (0.21) + H *
(0.001) ­1­1 * (0.55) + L * (0.07) + M * (0.64) + N * (0.03) ­ O * (0.14) +
Q2 * (0.10) ­ Ql * (0.09) ­ Q3 * (0.20) ­ Q4 * (0.09) + 1.14
ÍNDICES CRTTERIALES COMUNES
Los siguientes índices son ecuaciones ajustadas de las originales. Se
utilizó el criterio de la media aritmética para ajusfar el peso de las constantes.
1.
ÍNDICES OCUPACIONALES
1.
D
LI = B * (0.12) + C * (0.12) + E * (0.05) + F * (0.24) + G * (0.24) + H *
(0.24) + N * (0.05) ­1 * (0.12) ­ M * (0.12) ­ O * (0.24) + Q3 * (0.24) ­ Q4 *
(0.12) + 1.65
2.
□
(LE)
CREATIVIDAD
(CR)
CR = 0.99 ­ A * (0.33) + B * (0.33) + E * (0.17) ­ F * (0.33) + H * (0.16) +
I * (0.33) + M * (0.16) ­N * (0.16) + Ql * (0.16) + Q2 * (0.33)
4.
Q
CAPACIDAD DEUDERAZGO
LE = A * (0.33) + B * (0.68) ­ C * (0.52) + E * (0.1) ­ F * (0.05) + G *
(0.07) + H * (0.65) + I * (0.01) + L * (0.05) ­ M * (0.16) + O * (0.64) ­ Ql
* (0.31) + Q2 * (0.18) + Q3 * (0.14) ­ Q4 * (1.01) + 1.18
3.
□
BÚSQUEDA DEUDERAZGO (LI)
RENDIMIENTO ACADÉMICO
(RE)
RE = A * (0.08) + B * (0.42) ­ C * (0.16) + E * (0.22) ­ F * (0.09) + G *
(0.35) ­ H * (0.17) + I * (0.09) ­ L * (0.08) + M * (0.35) ­ N * (0.11) ­ O *
(0.16) + Q2 * (0.34) ­ Q l * (0.06) + Q3 * (0.33) ­Q4 * (0.20) ­0.88
68
J A I M E M O R E N O VILLEGAS
5.
□
(TA)
TA = B * (0.12) + C * (0.18) ­ E * (0.12) ­ F * (0.12) + G * (0.3) + Q3 *
(0.18) ­ M * (0.3) ­ O * (0.18) ­ Q4 * (0.18) + 7.15
6.
□
TENDENCIA A ACCIDENTES
PERFIL DE VENTAS
(PV)
PV = A * (0.44) ­ B * (0.11) + C * (0.11) ­ E * (0.22) + F * (0.11) ­ G *
(0.11) + H * (0.22) ­ L * (0.33) ­ M * (0.11) + N * (0.11) + O * (0.11) +
Q2 * (0.44) + Q3 * (0.22) ­ Q4 * (0.22) + 1.87
7.
EFECTIVIDAD EN LAS VENTAS
(EV)
D
EV = A * (0.21) + B * (0.1) + C * (0.1) + E * (0.1) + F * (0.21) + G *
(0.1) ­ L * (0.1) ­ M * (0.31) + N * (0.21) ­ Q2 * (0.31) + Q3 * (0.21) ­ Q4 *
(0.21) + 3.8
2.
ÍNDICES CLÍNICOS
1.
□
NEUROTICISMO (NU)
NU = H * (0.10) + I * (0.22) + O * (0.26) ­ B * (0.07) ­ C * (0.26) ­ E *
(0.17) + Q4 * (0.35) ­ F * (0.38) ­G * (0.10) ­Ql * (0.09) + 6.27
2.
PSICOTICISMO (PS)
□
PS = 5.2 ­ A * (0.2) ­ B * (0.2) + C * (0.1) ­ F * (0.4) + G * (0.1) + I * (0.2)
­L * (0.3) + M * (0.4) + N * (0.1) ­ O * (0.1) + Ql * (0.1) ­ Q2 * (0.1) ­Q3
* (0.4) + Q4 * (0.7) + 0.22
8.
COMENTARIOS
La siguiente tabla compara los factores encontrados con los factores
globales de la 5ta edición del 16PF (Russell & Karol, 1994) y con los
factores teóricos del modelo pentafactorial (Colom, 1995).
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO 1 BPF
69
TABLA 3
Comparación de factores de diversos cuestionarios
Mujeres *
Hombres *
16PF-5
Big Five
Estabilidad
emocional
Estabilidad
emocional
Ansiedad
Estabilidad
emocional
Extraversión
Extraversión
Extraversión
Extraversión
Independencia
Independencia
Independencia
Afabilidad
Autocontrol
Rigidez
Rigidez
Apertura
Sensibilidad
Sensibilidad
Autocontrol
Responsabilidad
* Factores del 16PF hallados en el estudio.
Como se observará existe mucha similitud entre los factores globales
del 16PF. La diferencia más notable es la ausencia del factor "sensibilidad"
en el modelo 16PF-5. No obstante, este factor sí aparece en los factores
secundarios del 16PF español. A este respecto Seisdedos (1990) afirma:
"Es la dimensión menos clara y no ha aparecido en todos los análisis; exige
una mejor confirmación. Parece referirse al subjetivismo de los sujetos
imaginativos y sensibles (afectados por los sentimientos)" (p. 20). No hay
que olvidar que el presente estudio, al igual que el estudio español, se hizo,
principalmente con estudiantes universitarios. Parece que en este grupo,
el sentimentalismo o sensibilidad es u n rasgo distintivo.
La comparación con el modelo pentafactorial, demuestra que los
factores "estabilidad emocional y extraversión" son los más replicables y
robustos en términos psicológicos. También están presentes en el modelo
de Eysenck (1987) donde se denominan neuroticismo y extraversión,
respectivamente. Sin embargo, los últimos tres factores no son claramente
emparejables: El factor "apertura" pudiera ser el polo opuesto de "rigidez"
y, responsabilidad, también llamado concienticidad, se asemeja a "autocontrol o socialización controlada". De manera similar, "afabilidad" tiene
cierto eco con "sensibilidad".
A continuación se presentan comparativamente los rasgos componenciales de los factores globales del 16PF entre mujeres, hombres y el 16PF-5.
70
JAIME MORENO VILLEGAS
TABLA 4
Comparación de factores de segundo orden
Estabilidad
emocional
Mujeres
0-, C-l-, Q4-, H + , Q3 + , M+
Hombres
Q4-,C + ,0-,H-l-,Q3 + ,G+
16PF-5
C + ,L-,Ü-,Q4Extraversión
Mujeres
Q2-,F-1-,A+,H+
Hombres
Q2-,A+,Q1-,H+
16PF-5
A + , F + ,H + ,N-,Q2-
1
Independencia
Mujeres
E+ ,F+,Q1 +
Hombres
16PF-5
E + ,F+,N-,Q1+,Q3-,G-,IE+,H+,L+,Q1 +
Autocontrol
Mujeres
G+,M-,N4-,Q3 +
Hombres
No encontrado
16PF-5
F + , G + , M - , Q3 +
Rigidez
Mujeres
No encontrado
Hombres
L+,A+,G-I-
16PF-5
A-, I-, M-, Ql
Sensibilidad
Mujeres
I + ,N + ,M + , Q 1 -
Hombres
M+,I+
16PF-5*
I+,M+,G-,L+
16PF-5 español
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO 16PF
9.
71
EVIDENCIAS DE LA VALIDEZ DE CONSTRUCTO DE LOS FACTORES
Una vez establecidos los factores de segundo orden y sus rasgos
componenciales, procede explorar la validez de constructo de estos
factores. Específicamente, se trata de determinar si los factores de segundo
orden del 16PF correlacionan con otros factores de segundo orden de otros
cuestionarios.
Pineiros & Vásquez (1999) realizaron una tesis donde factorizaron el
EPQ (cuestionario de personalidad de Eysenck) y lo adaptaron a la
población ecuatoriana. La importancia de este estudio radica no solo en la
adaptación del cuestionario sino también en el establecimiento de
variables marcadoras (Kline, 1994). Las variables marcadoras son constructos medidos con cuestionarios que han demostrado su fiabilidad y
validez. Dicho con otras palabras: son mediciones altamente confiables de
ciertos constructos psicológicos.
Los autores de la mencionada disertación aplicaron a un grupo de 34
estudiantes el 16PF y el EPQ a fin de conocer las correlaciones de los
factores del 16PF con los factores marcadores del EPQ. La siguiente tabla
presenta los resultados.
J A I M E MORENO VILLEGAS
TABLA 5
Correlaciones del 16PF con el EPQ
FACTORES EPQ
Factores 16 PF
Reservado/afectuoso
Pens, concreto/abstracto
Inestable/estable
Sumiso/dominante
Inhibido/impulsivo
Despreocupado/escrupuloso
Cohibido/emprendedor
Objetivo/subjetivo
Confiado/suspicaz
Realisla/imaginalivo
Sencillo/calculador
Sereno/preocupado
Conservador/liberal
Menos/más autosuficiente
Poca/mucha autoimagen
Relajado/ tenso
Distorsión motivacional
1 NeRación
A
B
C
E
F
G
H
I
L
M
N
O
Ql
Q2
Q3
Q4
DM
NG
Sinceridad
-0.117
-0.123
-0.439**
0.250
-0.104
-0.260
-0.092
-0.137
0.121
-0.036
-0.275
0.137
0.034
0.072
-0.255
0.307
-0.334
-0.132
Neuroticismo
-0.198
-0.136
-0.469**
-0.137
0.222
0.032
-0.338
0.011
-0.041
-0.258
0.055
0.729**
0.001
-0.042
-0.271
0.760**
-0.598**
0.220
Extraversión
0.596**
0.133
0.257
0.360*
0.554**
-0.131
0.759**
-0.107
0.065
0.120
0.165
-0.046
-0.150
-0.563**
0.085
-0.056
0.417*
-0.060
Factores de segundo arde n
1+ Baja/alta ansiedad
VI
V2
|+ Introvertido/extrovertido
| + Sometimiento/independencia V3
1+ Socialización
V4
1 + Subjetivismo
V5
[+ + Estabilidad emocional
V6
V7
+ + Intraversión/extraversión
1 + + Socialización
V8
1 + + Dependencia/independencia V9
{ + + Baja/alta sensibilidad
VIO
0.320
0.001
-0.106
-0.255
0.050
-0.338
0.061
-0.231
0.147
0.021
0.715**
-0.046
-0.173
-0.015
-0.85
-0.717**
-0.039
0.139
-0.018
0.077
En negritas todos aquellos valores < .01
N = 34.
** p < .01
* p < .05.
+ Factores de segundo orden originales.
+ + Factores do segundo orden para la población ecuatoriana.
-0.277
0.650**
0.149
-0.290
-0.423*
0.166
0.715**
0.307
0.244
-0.024
REPLICABILIDAD DE LOS FACTORES DE 2DO. ORDEN DEL CUESTIONARIO 1 BPF
73
Los factores marcadores del EPQ son: Sinceridad, Neuroticismo y
Extraversión. Estos factores encabezan las columnas de la tabla.
Los factores que están en la primera columna son las escalas del 16PF.
En la primera parte aparecen los factores primarios del 16PF y en la
segunda los factores secundarios. Los factores secundarios del presente
estudio aparecen resaltados en negritas.
Se observa que la estabilidad emocional correlaciona (-0.72) con el
factor neuroticismo del EPQ. Esto implica: (a) mientras más alto el neuroticismo, más baja la estabilidad emocional (relación inversa) y (b) la magnitud de la correlación es considerable. Esto significa que, efectivamente, el
factor estabilidad emocional está midiendo el polo bajo del neuroticismo
del EPQ. Este resultado tiene sentido conceptual.
El factor secundario extraversión del 16PF correlaciona (0.71) con el
factor marcador extraversión del EPQ. Dada la magnitud de la correlación
y su nivel de significación se concluye que la extraversión del 16PF está
efectivamente midiendo este constructo.
Los demás factores secundarios del 16PF , socialización, independencia, sensibilidad y desconfianza, no presentan correlaciones con
ninguna de las tres escalas del EPQ. Esto se interpreta así: (a) la no correlación de estos factores con los factores neuroticismo y extraversión del EPQ
es evidencia de que estos factores miden constructos diferentes, (b)
Debido a que no se encontraron correlaciones con las escalas del EPQ no se
puede determinar la validez de constructo de estas escalas. Es necesario,
entonces, conducir estudios específicos destinados a probar la validez de
constructo de estas escalas.
10.
CONCLUSIONES
El análisis factorial de las escalas primarias del 16PF arrojó los
siguientes factores secundarios:
74
JAIME MORENO VILLEGAS
TABLAS
Factores secundarios del 16PF
Mu/eres
Hombres
Estabilidad emocional
Estabilidad emocional
Extraversión
Independencia
Sociabilidad
Extraversión
Independencia
Poca empatia
Sensibilidad
Sensibilidad
Adicionalmente, mediante un estudio de validez factorial, se encontraron evidencias que sugieren la validez de constructo de los factores de
estabilidad emocional y extraversión, tanto en hombres como en mujeres.
11.
REFERENCIAS
COLOM, Roberto, Tests, inteligencia y personalidad, Madrid, Pirámide,
1995.
EYSENCK, H.J. & E3^senck, M.W., Personalidad y diferencias individuales,
Madrid: Pirámide, 1987.
KLINE, Raul, Personality: The psychometric view, London, Routledge, 1993.
MATEZANS, Agripino, Evaluación estructurada de la personalidad,
Madrid, Pirámide, 1997.
PINEIROS, A., & Vásquez, M., Análisis factorial replicatorio del cuestionario
de personalidad EPQ-A., Disertación de grado no publicada. Facultad de
Psicología. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 1999.
RUSSELL, M. & Karol, D., Administrator's manual: 16PF, 5a ed., Champaign,
Illinois, Institute for personality and ability testing, 1994.
SEISDEDOS, Nicolás, 16PF Monografía técnica, Madrid, Tea, 1990.
GÉNERO CORADES HEWITSON, 1849
EN EL MUSEO QCAZ (PUCE)-ECUADOR
(Lepidoptera, Nymphalidae, Satyrinae)
Francisco Piños 1
Paola Carrera 2
Sumario: Se presentan las especies C. peruviana, C. chelonis, C.
enyo. C. pannonia, C. medeba, C. cistene y C. ulema que se encuentran en
la colección QCAZ de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Detallamos los lugares de colección, su comportamiento general, y las
diferencias reconocibles entre una y otra especie.
Summary: We present de following species: C. peruviana, C. chelonis, C. enyo, C. pannonia. C. Medeba, C. cistene and C. ulema that can be
found in the QCAZ museum collection, at the Pontificia Universidad
Católica del Ecuador. We put in some detail the locations of collection,
their general behaviour an the distinguishable differences between the
species.
Palabras clave: Nymphalidae, Satyrinae, Corades, Ecuador, distribución.
INTRODUCCIÓN
Este género fue descrito por Hewitson en 1849, y ha sido estudiado
desde entonces por Butler (1866, 1868, 1870, 1873), Herrich-Sháffer
(1850), Staudinger (1884, 1894), Thieme (1907), Watkins (1939), Weymer
(1912) y Weymer y Maassen (1890).
1
2
Departamento de Química, Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Departamento de Biología (estudiante) Pontificia Universidad Católica del
Ecuador.
76
FRANCISCO RIÑAS - PAOLA CARRERA
El género Corades comprende 15 especies de mariposas de tamaño
medio, fácilmente reconocibles por tener unas colas al final de las alas
inferiores, que son bastante largas en algunas especies. Su distribución es
exclusivamente neotropical y sólo se encuentran en Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y el Norte de Argentina.
Además se encuentran únicamente entre 1800 a 3000 m. de altura
sobre el nivel del mar (en Ecuador), lo que las hace características de zonas
de altura.
Permanecen posadas sobre superficies oscuras durante el día,
evitando ser vistas gracias al color de sus alas (negros, pardos y rojizos) y
levantan el vuelo únicamente ante una presencia amenazante. Son de
vuelo lento y pausado, a ras de tierra (por lo general), escondiéndose entre
las malezas 3^ arbustos dentro del bosque.
Se desconocen los estadios tempranos del desarrollo de los individuos de este género.
Según DAbrera (1988), las especies del género Corades son las
siguientes: Corades iduna, Hewitson, 1850; C. peruviana, Butler, 1873; C.
chelonis, Hewitson, 1863; C. pax, Watkins, 1939; C. enyo, Hewitson, 1849;
C. pannonia, Hewitson, 1850; C. albomaculata, Staudinger, 1888; C.
argentata, Butler, 1868; C. cybele, Butler, 1866; C. melaina, Staudinger.
1894; C. sareba, Hewitson, 1850; C. medeba, Hewitson, 1850; C. cistene,
Hewitson, 1863; y C. chirone, Hewitson, 1863 y C. ulema, Hewitson,
1850.
En la lista realizada por Francisco Campos (1927) de los Ropalóceros
del Ecuador, constan las siguientes especies: Corades enyo, Hewitson; C.
boliviana Butler; C. laminata, Butler; C chelonis, Hewitson; C. cistene,
Hewitson; C. medeba, Hewitson; C. albomaculata, Staudinger y C cybele,
Butler. Algunas de ellas son nombres sinónimos de las anteriores.
En la relación de especies de Ecuador del libro de M. Moreno. X.
Silva et al. (1997) se presentan 8 géneros. De éstos, C. cybele no ha sido
todavía colectado por nosotros. Siete especies se encuentran actualmente
en la colección QCAZ del museo de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador, y son las que a continuación pasamos a detallar y cuyas fotografías se encuentran al final de este artículo.
GÉNERO CORADES HEWITSON, 1849 EN EL MUSEO QCAZ (PUCE) - ECUADOR
Especies y distribución
C. peruviana Butler, 1863 (figuras 1 y 2)
Se caracterizan por tener las alas superiores de coloración negra, con
dos manchas blancas apicales y una discal hacia la parte superior externa
del ala, y las alas inferiores de color anaranjado con variaciones en la
totalidad (de oscuro a claro), vistas al derecho. En el reverso, se observa la
misma coloración para las alas superiores, salvo que tienen u n borde de
tonalidad plateada hacia el área apical del ala, y las alas inferiores son de
tonalidad plateada uniforme.
Lugares de colección: Azuay, Urchuloma, 3.000 m., 3 ej.; y Azuay,
Girón, 2.100 m., 2 ej.
C. chelonis Hewitson, 1863 (figuras 3 y 4)
Se distingue de la anterior ya que las tres manchas en las alas
superiores no son blancas sino de color anaranjado, siendo la mancha del
área limbal más grande que las otras dos. Las alas inferiores son idénticas
a las de C. peruviana. Al reverso, las alas inferiores (de colores marrones y
tonalidades plateadas) tienen una línea de color café obscuro, que atraviesa por la mitad del ala hasta unirse con sus prolongaciones básales.
Lugares de colección: Pichincha, Calacalí, 2.500 m.,1 ej. y Cotopaxi,
Los Libres, 2.100 m., 1 ej.
C. enyo Hewitson, 1849 (figuras 5,6 y 7)
Esta especie comprende individuos con algunas variaciones, por lo
que algunos pueden representar diferentes subespecies que no tomamos
en cuenta por falta de material. Por lo general, las alas superiores tienen en
el área apical tres manchas anaranjado-amarillentas casi unidas entre
ellas formando un arco de tamaño bastante variable de un individuo a otro
(de 2 a 6 mm de diámetro) y una mancha doble u n tanto más grande del
mismo color en el área limbal. Además, existe una pequeña mancha
similar en el margen del extremo inferior. Tanto las alas superiores como
las inferiores son de color café rojizo. Al reverso, las alas tienen una línea
78
FRANCISCO PINAS - PAOLA CARRERA
vertical semejante a la de C. chelonis y una semejante paralela en el área
basal que no llega hasta el margen anal.
Lugares de colección: Cotopaxi, Tandapi, 1.550 m., 3 ej.: Cotopaxi,
Tandayapa, 1.700 m., 2 ej.; Azuay, San Fernando, 2.000 m., 4 ej.;
Pichincha, Mindo, 1.600 m., 2 ej.; Tungurahua, Baños, 1.820 m., 1 ej.;
Pichincha, vía La Virgen-Tandapi, 2.000 m., 3 ej. 3' Cotopaxi, Otonga, 2.000
m., 4ej.
C. pannonia, Hewitson, 1850 (figuras 8 y 9)
Por el anverso es completamente negra salvo unas manchas blancas
difuminadas en la zona apical. Las colas de sus alas posteriores son más
largas que la C. medeba. Por el reverso tiene tonalidades blanco, negras y
diversas tonalidades de gris. Se distingue claramente una línea vertical
que divide casi por la mitad las alas posteriores, quedando al interior una
zona gris oscura y al exterior una zona blanco sucia.
Lugares de colección: Loja, Parque Podocarpus, 1.800 m., 5 ej.
C. medeba Hewitson, 1850 (figuras 10,11,12 y 13)
Es fácil distinguir esta especie por la coloración casi negra en todo su
cuerpo y alas (en los machos). Las hembras son ligeramente más claras y
se pueden apreciar difusamente en sus alas algunas manchas cafés.
Además, las alas inferiores tienen colas más cortas y anchas que las demás
especies de este género. Al reverso, las alas superiores tienen 5 manchas
anaranjadas: una alargada como cometa en el área basal, una circular
grande en el área discal, y tres en línea vertical en el área lumbar, la última
de ellas pequeña como una punta de alfiler. Las alas inferiores están
salpicadas de manchas negras y plateadas.
Lugares de colección: Pichincha, Tandapi, 1.500 m., 3 ej.; Pichincha,
vía La Virgen-Tandapi, 2.000 m., 4 ej.; Pichincha, Pululahua, 2.900 m., 3
ej.; Ñapo, Baeza, 2.000 m., 2ej. y Tungurahua, Río Machay, 1.700 m., 1 ej.
C. cistene Hewitson, 1863 (figuras 14 y 15)
Por lo general las alas son de color pardo oscuro, con 7 manchas
ovaladas de color naranja en las áreas subapical y submarginal de las alas
GÉNERO CORADES HEWITSON, 1849 EN EL MUSEO QCAZ (PUCE) - ECUADOR
79
superiores y 5 manchas del mismo color en el área limbal de las alas
inferiores, la última de ellas mu3' alargada. Al reverso poseen una mancha
naranja lanceolada en el área basal de las alas superiores. Las alas inferiores presentan una banda engrosada y vertical de color café que divide cada
ala en una región blanquecina hacia el interior y pigmentada hacia el
exterior.
Lugares de colección: Azuay, Barabón, 3.000 m., 2 ej. y Azuay,
Sayausí, 3.000 m., 1 ej.
C. ulema Hewitson 1850 (figuras 16 y 17)
Esta especie, al anverso, es oscura y de color café negruzco casi
uniforme, con tonalidades más obscuras en los márgenes de las alas
superiores e inferiores. Al reverso, se caracteriza por tener 4 manchas
amarillo pálido a manera de tejas en el área limbal de las alas superiores.
Las alas inferiores poseen una banda ancha y vertical por toda el área
limbal del ala además de una banda más delgada y blanquecina hacia el
interior.
Lugar de colección: Zamora Chinchipe, Valladolid, 1.600 m., 1 ej.
Agradecimientos: Al Dr. Giovanni Onore por su colaboración en la
colección de muchos ejemplares, a la Compañía de Jesús y a la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador.
80
FRANCISCO PINAS - PAOLA CARRERA
Figura 1: C. peruviana Butler, 1863, Ecuador, Azuajf, Urchuloma, 3.000 m., 25-Dic1994, F. Pinas, anverso.
Figura 2: ídem, anverso.
Figura 3; C. chelonis Hewitson, 1863, Ecuador, Pichincha, Calacalí, 2.500 m., 3-Nov1995, F. Pinas, anverso.
Figura 4: ídem, anverso.
Figura 5: C. enyo, Hewitson, 1849, Ecuador, Pichincha, Tandayapa, 1.700 m., 6-Dic1995, F. Pinas, anverso.
Figura 6: C. enyo, Hewitson, 1849, Ecuador, Ñapo, Baeza, 2.000 m., 10-Oct-1995, F.
Pinas, anverso.
Figura 7: C. enyo, Hewitson, 1849, Ecuador, Azuay, San Fernando, 2.000 m., 22-Sept1994, F. Pinas, reverso.
Figura 8: C. pannonia Hewitson, 1859, Ecuador, Loja, P. Podocarpus, 1.800 m., 1-May1999, M. Kling, anverso.
Figura 9: ídem, reverso.
Figura 10: C. medeba Hewitson, 1850, Ecuador, Tungurahua, Río Machay, 1.700 m.,
4-Jul-1993, J. Hall, anverso, macho.
Figura 11: ídem, reverso, macho.
Figura 12: C. medeba Hewitson, 1850, Ecuador, Pichincha, Tandapi, 1.550 m., 11Ma3í-1996, F. Pinas, anverso, hembra.
Figura 13; ídem, reverso, hembra.
Figura 14: C. cistene Hewitson, 1863, Ecuador, Azuay, Barabón, 3.000 m., 24-May1994, F. Pinas, anverso.
Figura 15: ídem, reverso.
Figura 16: C. ulema Hewitson, 1850, Ecuador, Zamora Chinchipe, Valladolid, 1.600
m., 18- May-1994, J.P. W. Hall, anverso.
Figura 17; ídem, reverso.
GENERO CORADES HEWITSON
figura 1
figura 2
62
FRANCISCO PINAS Y PAOLA C ARRERA
figura 3
figura 4
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GÉNERO CORADES HEWITSON
figura 5
figura 6
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FRANCISCO PINAS Y PAOLA CARRERA
figura 7
figura 8
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GÉNERO CORADES HEWITSON
figura 9
figura 10
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FRANCISCO PINAS Y PAOLA CARRERA
figura 11
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GENERO CORADES HEWITSON
figura 13
figura 14
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FRANCISCO PINAS Y PAOLA CARRERA
figura 15
figura 16
GÉNERO CORADES HEWITSON, 1849 EN EL MUSEO QCAZ (PUCE) - ECUADOR
Fig. 17
89
90
FRANCISCO PINAS- PAOLA CARRERA
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= 182 pp, 1890.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO tripunctata,
GÉNERO Drosophila (DÍPTERA, DROSOPHILIDAE),
Y EL REGISTRO DE Drosophila paraguayensis
EN EL BOSQUE PROTECTOR PASOCHOA,
PICHINCHA-ECUADOR
Dorís Vela ^ y Violeta Rafael
2
RESUMEN
En el Bosque Protector Pasochoa, en la Provincia de Pichincha,
Ecuador, durante 1996 y 1997 se llevaron a cabo recolecciones de moscas
del género Drosophila encontrándose nueve especies pertenecientes al
grupo tripunctata, una de ellas ha sido identificada como una población de
D. paraguayensis, las ocho restantes son especies nuevas para la ciencia y
se describen en el presente trabajo.
ABSTRACT
In the protected forest "Pasochoa", located in the province of
Pichincha, Ecuador, a fly survey on the genus Drosophila was carried out
during 1996 and 1997. We found nine species that belong to the group
tripunctata, one of them identified as D. paraguayensis. The remaining
eight species, which are described in this work, are new to science.
1
2
[email protected]
vrafael(aJpuceuio.puce.cdu.ec
Laboratorio de Genética Evolutiva, Departamento de Ciencias Biológicas,
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Apartado 17-01-2184,
Quito-Ecuador
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
93
INTRODUCCIÓN
El grupo tripunctata propuesto por Sturtevant (1942), agrupa a
especies endémicas del Neotrópico, este grupo predomina en los bosques
lluviosos neotropicales (Vuela y Val, 1985); la única especie conocida en la
región Neártica es D. tripunctata, mientras que en la Región Neotropical es
el segundo grupo con mayor número de especies, superado solo por el
grupo repleta (Vuela, 1992). Vuela y Val (1985) reportan la existencia de 55
especies del grupo tripunctata, ubicadas en cuatro subgrupos (I, II, III, IV) y
6 especies adicionales que aún no han sido incluidas en ningún subgrupo.
Frota-Pessoa (1954) realizó un extenso estudio de las especies del
grupo tripunctata y determinó que el subgrupo I presenta similitudes con
el grupo guaraní, y tal vez este subgrupo I del grupo tripunctata estaría
cerca a las formas ancestrales que dividen al grupo guaraní (subgrupos
guaraní y guaramunu); en cambio el subgrupo II y algunas species de
subgrupo III del grupo tripunctata muestran similitud con el grupo
cardini; así pues el grupo tripunctata estaría relacionado con los grupos
cardini, guaraní, y algunas especies de grupo calloptera, por la semejanza
de la genitalia externa.
MATERIALES Y MÉTODOS
El volcán Pasochoa está localizado en la Provincia de Pichincha,
Ecuador, 35 km al sur de la ciudad de Quito (0°28' S, 78029' O). El Bosque
Protector Pasochoa está situado en una de las laderas del volcán Pasochoa,
el clima del bosque es muy húmedo subtemperado, la vegetación pertenece a una formación vegetal de bosque muy húmedo montano o subpáramo
muy húmedo. Este tipo de formaciones vegetales se caracterizan por tener
precipitación media anual de 1.000 a 2.000 mm (Cañadas, 1983) y la
temperatura varía de 9 a 150C en el día.
Durante 1996 y 1997 se realizó la recolección de moscas del género
Drosophila en una hectárea de bosque en las laderas del volcán Pasochoa.
El cuadrante de una hectárea (100 x 100 m) de superficie donde se recolectaron los especímenes está ubicado entre los 3.260 y 3.310 msnm en un
remanente de bosque dentro de una hondonada de poca accesibilidad,
dicho cuadrante fue determinado por Valencia y Jorgensen (1992) para
realizar estudios botánicos de especies arbóreas 3' posteriormente de
94
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
herbáceas (Quintana, 1998). Dentro del área del cuadrante se encontraron
microhábitats como: quebradas, bosques de Chasquea (zonas donde
predominan esta Poaceae), pendientes y claros de bosque.
Las moscas fueron capturadas en trampas que contenían plátano
fermentado como cebo y fueron trasladadas al laboratorio en tubos con
medio de cultivo gelatina-banano (Rafael eí al., 2000a, 2000b). En el
laboratorio se sembraron isolíneas las mismas que no prosperaron, por lo
tanto, estos especímenes fueron guardados en alcohol al 70% para el
análisis de la morfología externa así como la morfología de la genitalia
externa usando técnicas convencionales (Rafael y Suyo, 1978). Se obtuvo
el índice fálico en los machos (Vilela, 1983) y de las espermatecas en las
hembras (Rafael y Arcos, 1988). Las fotografías fueron tomadas en el
microscopio Zeiss Axioskop con cámara fotográfica Zeiss MG80 DX, en
aumento de lOx. Los datos que aparecen entre paréntesis en las descripciones de las nuevas especies corresponden a los rangos observados en
toda la muestra.
Los tipos y paratipos se conservan en el Museo QCAZ de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador.
RESULTADOS
En el Bosque Protector Pasochoa se encontraron nueve especies
pertenecientes al grupo tripunctata. Se registra por primera vez en el
Ecuador,, la presencia de D. paraguayensis y se describe ocho especies
nuevas [Drosophila sp. 27, Drosophila sp. 30, Drosophila sp. 32,
Drosophila sp. 34, Drosophila sp. 36, Drosophila sp. 37, Drosophila sp. 38 y
Drosophila sp. 40) (Vela, 1999).
Se encontraron dos nuevas especies para el subgrupo II [Drosophila
tomasi n. sp., Drosophila machachensis n. sp.) así como para el subgrupo
III [Drosophila pasochoensis n. sp. y Drosophila carlosvilelai n. sp.) tres
nuevas especies dentro del subgrupo IV [Drosophila fontdevilai n. sp.,
Drosophila valenciai n. sp. y Drosophila arcosae n. sp.) y una especie
[Drosophila pilaresae n.sp.) no fue ubicada en ningún subgrupo. No se
encontraron especies pertenecientes al subgrupo I.
Especies del subgrupo II: Drosophila tomasi n. sp., Drosophila
machachensis n, sp. y Drosophila paraguayensis.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
95
Drosophila tomasi n. sp.
(Fig.
lylüa)
Material examinado: Holotipo y 22 paratipos machos colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador y depositados en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. tomasi/Pas E, #
76 Drosophila sp. 34 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie amarilla, longitud total 5.1 mm, cabeza
de color marrón, cerda orbital media 1/4 del tamaño de la cerda orbital
anterior, la cerda orbital anterior ubicada ligeramente más hacia el interior
de la frente, la orbital media y posterior más cercanas al ojo, ojos de color
marrón claro, carina prominente no surcada arista con 4 ramas dorsales y 2
ramas ventrales más la bifurcación terminal, una cerda oral prominente.
Alas: longitud de ala 2.1 mm, alas ligeramente ensombrecidas. índice
costal 2.61.
Tórax marrón claro con 5 bandas longitudinales ligeramente más
oscuras que se fusionan en la parte inferior del tórax, las cerdas dorsocentrales anteriores son 1/4 del tamaño de las dorsocentrales posteriores y
éstas son tan largas o más que el escutelo. Cerdas escutelares anteriores
convergentes (Fig. la).
Abdomen amarillo, línea media dorsal del primer tergito al quinto,
bandas marginales en forma de triángulos que se extienden lateralmente
sobre cada tergito, en el sexto tergito una mancha de forma semicircular
(Fig. Ib).
Esta especie fue colectada en los meses de julio y agosto de 1997.
Genitalia: Placa anal micropubescente no fusionada. Hipandrio de
igual tamaño que epandrío. Surestilo no micropubescente con 8 (7-9)
dientes primarios a la derecha y 10 a la izquierda, sin dientes secundarios
y 8 (7-12) cerdas marginales; en la parte baja del epandrío 3 (3-4) cerdas
(Fig. le).
índice fálico 1.18. Falo quitinizado, en vista frontal se distingue a cada
lado una protuberancia quitinizada; en vista lateral el borde subapical es
ligeramente aserrado, en vista dorsal presenta dos pro3'ecciones membra-
96
DORIS VELA - VIOLETA RAFAEL
nosas de forma triangular en el ápice, en la parte media del falo se observa
una estructura muy quitinizada en forma de gancho; gonopodio ausente
(Fig. Id, e, f).
Drosophila tomasi n. sp. ha sido ubicada en el grupo tripunctata,
presenta una estrecha relación con D. facialba (subgrupo II). Tanto la
morfología del falo como la del arco genital de estas dos especies presentan
grandes similitudes excepto por el menor número de cerdas marginales en
Drosophila tomasi n. sp.
La población de Drosophila tomasi n. sp. presenta u n polimorfismo a
nivel de la morfología del falo, pues se observó la presencia de una o dos
protuberancias laterales en la cabeza de los falos e incluso en algunos
individuos se observó asimetría, presentándose una protuberancia en un
lado y dos en el otro. Estas variaciones dentro de la población aumentan el
interés en el estudio de Drosophila tomasi n. sp. cercanamente relacionada a D. facialba.
Etimología: esta especie está dedicada a Tomás Moran, estudiante
tesista enamorado de las drosófilas.
Drosophila machachensis n. sp.
(Fig. 2 y 10b)
Material examinado: Holotipo y 2 paratipos machos, colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador y depositados en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. machachensis[Pus E # 171 Drosophila sp. 38 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie amarilla, cabeza de color marrón claro,
una cerda oral prominente, carina prominente y ligeramente surcada.
Tórax amarillo polinoso, sin manchas, seis filas de pelos acrosticales
entre las dorsocentrales. Cerdas escutelares anteriores ligeramente
divergentes (Fig. 2a).
Abdomen amarillo, del primer tergito al tercero la pigmentación es en
forma de una pirámide trunca en la parte central de cada tergito, del cuarto
tergito al sexto presenta línea media dorsal que separa las bandas margina-
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
97
les de forma triangular que se adelgazan lateralmente en cada tergito (Fig.
2b).
Esta especie fue colectada en el mes de julio de 1996.
Genitalia: Placa anal fusionada. Surestilo micropubescente con 16
dientes primarios a la derecha y 15 a la izquierda, 18 dientes secundarios,
10 cerdas marginales a la derecha y 9 a la izquierda; en la parte baja del
epandrío 13 cerdas y 2 en la parte media (Fig. 2c).
índice fálico 0.64. Falo quitinizado la parte distal del falo tiene forma
de cuchara con los bordes ondulados en la zona subapical y aserrados en la
zona inferior, en la parte lateral media se presenta excrecencias a manera
de vellosidades, gonopodio ausente (Fig. 2d, e, f).
Drosophila machachensis n. sp. presenta similitud a nivel de la
morfología del falo con D. medíodelta (subgrupo II); sin embargo, las
características del arco genital difieren, ya que Drosophila machachensis
n. sp. presenta mayor número de dientes primarios y cerdas marginales,
por el momento es posible suponer el parentesco de Drosophila machachensis n. sp. conD. medíodelta.
Etimología: el nombre de esta especie hace referencia a la parroquia
de Machachi, muy cercana al volcán Pasochoa.
Drosophila paraguayensis
(Fig. 3 y 10c)
Material examinado: 37 paratipos machos colectados en el Bosque
Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, depositados en el
QCAZ-PUCE y etiquetados como D. paraguayensislDrosophila sp. 6 (Vela,
1999).
Morfología externa: cuerpo de color amarillo, longitud total 6.0 mm
(5.5 mm), cabeza de color marrón claro, la cerda orbital media es un tercio
de la longitud de la anterior, una cerda oral prominente, la segunda cerda
oral es 1/3 de la longitud de la primera, carina prominente no surcada
arista con 6 ó 7 ramas dorsales y 3 ramas ventrales más la bifurcación
terminal.
98
DORIS VELA - VIOLETA RAFAEL
Ala: longitud del ala 4.5 mm con una mancha en la segunda vena
transversal. índice costal 4.1.
Tórax marrón claro, sin manchas, seis filas de pelos acrosticales
entre las cerdas dorsocentrales; dorsocentrales anteriores dos tercios de la
longitud de las dorsocentrales posteriores; dorsocentrales posteriores tan
larga o más que el escutelo. Cerdas escutelares anteriores convergentes
(Fig. 3a).
Abdomen amarillo, no hay línea media dorsal, pigmentación en
forma de dos triángulos centrales en el primero y segundo tergitos, en
forma de una torre en el tercero, cuarto y quinto tergitos, y totalmente
pigmentado el sexto tergito (Fig. 3b).
Esta especie fue colectada en arbustos durante los meses de junio y
julio de 1996 y 1997.
Genitalia: Placa anal no fusionada. Hipandrio más grande que
epandrío. Surestilo no micropubescente, con 10 (8-10) dientes primarios,
no hay dientes secundarios y 13 (11-15) cerdas marginales; en la parte baja
del epandrio 1 (1-2) cerda no quitinizada (Fig. 3c, d).
índice fálico 1.08. Falo medianamente quitinizado, cabeza del falo
con bordes aserrados, presenta micropubescencia en las zonas más
quitinizadas, gonopodio ausente. En algunos individuos es más evidente
la presencia de micropubescencia (Fig. 3e, f, g).
Los datos presentados por Vela (1999) para Drosophila paraguayensis muestran un aumento del número de dientes primarios y cerdas
marginales con relación a la redescripción de la misma especie hecha por
Vilela y Báchli (1990); sin embargo, las características morfológicas del
falo coinciden totalmente.
Por tanto, se registra la presencia de una población de D. paraguayensis en el Bosque Protector Pasochoa.
Especies del subgrupo III: Drosophila
Drosophila carlosvilelai n. sp.
pasochoensis
n. sp. y
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
99
Drosophila pasochoensis n. sp.
(Fig.
4yl0d)
Material examinado: Holotipo y 45 paratipos machos colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, y depositados en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. pasochoensis/
Pas N # 63 Drosophila sp. 27 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie oscura, longitud total 4.5 mm (4.53 mm),
cabeza de color marrón oscuro, ojos marrón oscuro, la cerca orbital media
es 2/3 de la longitud de la anterior, carina prominente ligeramente surcada,
una cerda oral prominente, arista con 4 ramas dorsales y 2 ramas ventrales
más la bifurcación terminal.
Ala: longitud del ala 3.1 mm, alas transparentes. índice costal 4.0.
Tórax de color casi negro polinoso, con zonas ligeramente más claras
en posición simétrica, 6 ó 7 filas de pelos acrosticales, la última fila de
pelos acrosticales es más gruesa, las cerdas dorsocentrales anteriores son
1/3 de la longitud de las dorsocentrales posteriores, las cerdas dorsocentrales posteriores son tan largas como el escutelo. Cerdas escutelares anteriores convergentes (Fig. 4a).
Abdomen negro, del primer tergito al tercero casi totalmente negro,
sólo el límite superior es ligeramente más claro, del cuarto tergito al sexto
se reduce a la mitad el área de pigmentación (Fig. 4b).
Esta especie fue colectada en una quebrada durante los meses de julio
y agosto de 1996 y 1997.
Genitalia: Placa anal fusionada. Surestilo con 12 dientes primarios
(9-13), sin dientes secundarios, 20 cerdas marginales a la derecha y 17 a la
izquierda (13-23); en la parte baja del epandrio de 15 a 20 cerdas (Fig. 4c).
índice fálico 1.03. Falo quitinizado, parte distal del falo de forma
triangular, con dos proyecciones en el ápice, frontalniente membranoso y
micropubescente, gonopodio ausente (fig. 4d, e, f).
Drosophila pasochoensis n. sp. ha sido ubicada en el grupo íiipunctata. la especie más relacionada con ésta es D. bandeirantorum (subgrupo III),
ICO
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
con la cual se observan semejanzas a nivel de la morfología de la genitalia
externa. D. bandeirantorum pertenece al subgrupo III, por lo tanto
Drosophila pasochoensis n. sp. también está incluida en este subgrupo del
grupo tripunctata.
Etimología: el nombre de esta especie hace referencia al lugar de
colecta, el volcán Pasochoa.
Drosophila carlosvilelai n. sp.
(Fig.
5yl0e)
Material examinado: Holotipo y 26 paratipos machos colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, y depositados
en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. carlosvilelai/Pas G #
255 Drosophila sp. 32 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie amarilla, longitud total 4.0 mm (4.8 mm),
cabeza de color marrón claro, ojos rojos, la cerda orbital media es 1/3 de la
longitud de la orbital anterior, carina prominente no surcada, dos cerdas
orales casi de igual tamaño, arista con 3 ramas dorsales y 2 ramas ventrales
más la bifurcación terminal.
Alas: longitud del ala 4.0 mm, con una mancha alrededor de la
segunda vena transversal. índice costal 3.89.
Tórax de color marrón claro, brillante, con 6 filas acrosticales, las
cerdas dorsocentrales anteriores con 2/3 de la longitud de las dorsocentrales posteriores, las cerdas dorsocentrales posteriores son más largas que el
escutelo. Cerdas escutelares anteriores convergentes (Fig. 5a).
Abdomen amarillo, línea media dorsal transparente del primer tergito
al quinto, en el primero y segundo tergitos las bandas marginales son
entrecortadas, del tercer tergito al quinto las bandas marginales son de
forma triangular, en el sexto tergito una mancha de forma semicircular en
la mitad inferior del tergito (Fig. 5b).
Esta especie fue colectada en zonas de Chasquea y quebrada en los
meses de julio y agosto de 1996 y junio y julio de 1997.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
101
Genitalia: Placa anal micropubescente no fusionada. Surestilo
micropubescente con 11 dientes primarios a la derecha y 10 a la izquierda
(9-12), sin dientes secundarios, 8 cerdas marginales a la derecha y 9 a la
izquierda (6-11); en la parte baja del epandrio 2 (2-3) cerdas (Fig. 5c).
índice fálico 1.25 (1.17). Falo quitinizado y delgado, la parte distal es
de forma cilindrica y ensanchada, en la región superior dorsal presenta dos
protuberancias quitinizadas; la parte superior ventral es membranosa y
presenta microproyecciones quitinizadas, gonopodio ausente (Fig. 5d, e, f).
Drosophila carlosvilelai n. sp. ha sido ubicada en el grupo tripunctata,
esta especie presenta relación con D. divisa (subgrupo III). Los arcos de
ambas especies presentan el mismo número de dientes primarios y cerdas
marginales y la ausencia de dientes secundarios, éstas junto a las características morfológicas del falo permiten establecer que existe una relación
de parentesco entre estas especies.
Etimología: esta especie está dedicada a nuestro grato amigo el Dr.
Carlos Ribeiro Vilela de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.
Especies del subgrupo IV: Drosophila fontdevilai
valenciai n. sp. y Drosophila arcosae n. sp.
n. sp., Drosophila
Drosophila fontdevilai n. sp.
(Fig.BylOf)
Material examinado: Holotipo y 11 paratipos machos colectados en el
Bosque Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, y depositados en el
QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. fontdevilai/Pas F # 217
Drosophila sp. 30 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie amarilla, longitud total 5.1 mm, cabeza
de color marrón claro, ojos anaranjados, la cerda orbital media es 1/2 de la
longitud de la orbital anterior, carina prominente no surcada, una cerda
oral prominente, arista con 5 ramas dorsales y 2 ramas ventrales más la
bifurcación terminal.
Ala: longitud del ala 3.9 mm, alas transparentes. índice costal 4.31.
102
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
Tórax de color marrón claro, seis filas de pelos acrosticales, cerdas
dorsocentrales anteriores 2/3 de la longitud de las dorsocentrales posteriores, cerdas dorsocentrales posteriores tan largas como el escutelo. Cerdas
escutelares anteriores paralelas (Fig. 6 a).
Abdomen amarillo, del primer tergito al cuarto la línea media dorsal
es transparente, en el primero y segundo tergitos las bandas marginales
son tenues, en el tercer tergito y cuarto las bandas marginales tienen forma
de L separadas por la línea media dorsal, en el quinto y sexto tergito una
mancha en forma de globo (Fig. 6b). Esta especie fue colectada en el mes de
julio de 1996.
Genitalia: Placa anal no fusionada. Surestilo no micropubescente,
con 10 dientes primarios a la derecha y 11 a la izquierda (9-12), sin dientes
secundarios y 14 (10-14) cerdas marginales; en la parte baja del epandrio 2
(2-3) cerdas (Fig. 6c).
índice fálico 1.01. Falo quitinizado, la parte distal de forma ovalada
y membranosa, en la parte ventral a cada lado se presenta una pequeña
protuberancia con el borde posterior aserrado, gonopodio ausente,
apodema poco quitinizado (Fig. 6d, e, f, g).
Drosophila fontdevilai n. sp. ha sido ubicada en el grupo tripunctata,
es una especie con características intermedias entre D. albirostris (subgrupo IV) y D. hansonioides (no ubicada en ningún subgrupo), con las
cuales comparte características morfológicas a nivel del falo y arco
genital. Con D. hansonioides se relaciona por las características del arco
genital en las que coinciden el número de dientes primarios, cerdas
marginales y la ausencia de dientes secundarios. Con D. albirostris en
cambio la similitud está a nivel de la morfología del falo pues ambas
especies presentan protuberancias ventrales que en el caso de Drosophila
fontdevilai n. sp. son reducidas y de borde aserrado. Por tanto Drosophila
fontdevilai n. sp. parece encontrarse en un punto intermedio entre D.
hansonioides y D. albirostris.
Etimología: esta especie está dedicada a nuestro dilecto amigo el Dr.
Antonio Fontdevila de la Universidad Autónoma de Barcelona.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
\ 03
Drosophila valenciai n. sp.
(Fig.7yl0g)
Material examinado: Holotipo y 1 paratipo machos colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, y depositados en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. va/encioi/Pas #
396 Drosophila sp. 37 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie oscura, longitud total 4,8 mm, cabeza de
color marrón, ojos rojos, carina prominente no surcada, una cerda oral
prominente, arista con 4 ramas dorsales y 2 ramas ventrales más la bifurcación terminal.
Ala: longitud del ala 3.2 mm, alas transparentes. índice costal 5.08.
Tórax de color marrón oscuro, las cerdas dorsocentrales anteriores
son 2/3 de las dorsocentrales posteriores, las cerdas dorsocentrales
posteriores, son tan largas como el escutelo. Cerdas escutelares anteriores
divergentes (Fig. 7a).
Abdomen grisáceo, del primer tergito al quinto la línea media dorsal
es transparente y separa a las bandas marginales de forma rectangular, el
sexto tergito es totalmente pigmentado (Fig. 7b).
Esta especie fue colectada en el mes de julio de 1997.
Genitalia: Placa anal no fusionada. Surestilo no micropubescente con
10 dientes primarios, sin dientes secundarios y 13 cerdas marginales; en la
parte baja del epandrio 3 cerdas (Fig. 7c).
índice fálico: 1.61. Falo medianamente quitinizado, presenta una
pequeña invaginación en el ápice, la parte distal es membranosa y de
forma alargada, dos proyecciones laterales a manera de alas ligeramente
quitinizadas con borde aserrado; en vista lateral se observa microproyecciones en la parte apical (Fig. 7d, e, f).
Drosophila valenciai n. sp. es miembro del grupo tripunctata. Las
características del falo y arco genital indican que es una especie intermedia entre D. albirostris (subgrupo IV) y D. medioparva (subgrupo IV),
104
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
pues presenta características compartidas tanto de D. albirostris como de
D. medioparva. En el arco genital difiere de ambas especies en el número
de dientes primarios y cerdas marginales, las tres especies no. poseen
dientes secundarios.
Etimología: especie dedicada a nuestro amigo y colega Dr. Renato
Valencia, Director del Herbario QCA-PUCE.
Drosophila arcosae n. sp.
(Fig. 8ylOh)
Material examinado: Holotipo macho colectado en el Bosque
Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, depositado en el
QCAZ-PUCE y etiquetado como D. orcosae/Pas E # 161 Drosophila sp. 40
(Vela, 1999).
Morfología externa: especie marrón claro, longitud total 6.0 mm,
cabeza de color marrón, dos cerdas orales de tamaño mediano, ojos rojos,
cerda orbital media 1/2 de la longitud de la orbital anterior, arista con 5
ramas dorsales y 2 ramas ventrales más la bifurcación terminal.
Alas: longitud del ala 4.5 mm, alas transparentes. índice costal 5.17.
Tórax de color marrón claro, seis filas irregulares de pelos acrosticales entre las cerdas dorsocentrales. Cerdas escutelares anteriores convergentes (Fig. 8a).
Abdomen amarillo, del tercer tergito al quinto la línea media dorsal
es transparente, en el primero y segundo tergitos ha}' una banda marginal
oscura y delgada, del tercer tergito al quinto las bandas marginales son de
forma triangular y en el sexto tergito una mancha de forma semicircular
en el centro del tergito (Fig. 8b). Esta especie fue colectada en el mes de
julio de 1996.
Genitalia: Placa anal micropubescente no fusionada. Surestio no
micropubescente con 10 (10-11) dientes primarios, sin dientes secundarios y 15 cerdas marginales; en la parte baja del epandrio 3 cerdas
(Fig. 8c).
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
105
índice fálico 1.08. Falo quitinizado, la parte apical medianamente
quitinizada, en la parte ventral media proyecciones laterales quitinizadas en forma de pequeñas alas con bordes aserrados, en la parte inferior
ventral otras dos proyecciones de mayor tamaño y menor quitinización
con bordes enteros, la parte superior es membranosa y presentan microproyecciones, gonopolio ausente (Fig. 8d, e, f, g).
Drosophila arcosae n. sp. es u n miembro del grupo tripunctata,
probablemente es una especie intermedia entre D. albirostris (subgrupo
FV) y D. tristriata (subgrupo IV). En cuanto a la morfología del falo,
Drosophila arcosae n. sp. comparte características con D. albirostris y D.
tristriata, sin embargo, las protuberancias laterales a nivel del falo en
Drosophila arcosae n. sp. y D. tristriata son más quitinizadas; en cuanto al
arco genital Drosophila arcosae n. sp. presenta mayor número de dientes
primarios y cerdas; las tres especies no presentan dientes secundarios. Por
las características de la genitalia externa de estas tres especies se deduce
que podrían formar u n complejo de especies.
Etimología: esta especie lleva el nombre de la Dra. Laura Arcos Terán,
ex-decana de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Directora del
Departamento de Ciencias Biológicas de la PUCE.
Drosophila pilaresae n. sp.
(Fig. 9yl0i)
Material examinado: Holotipo y 3 paratipos machos colectados en el
Bosque Protector Pasochoa, Provincia de Pichincha, Ecuador, y depositados en el QCAZ-PUCE. El holotipo está etiquetado como D. püaresaefPas
O # 362 Drosophila sp. 36 (Vela, 1999).
Morfología externa: especie amarilla, longitud total 5.0 mm, cabeza
de color marrón, ojos rojos, cerda orbital media 1/2 de la orbital anterior,
carina prominente no surcada, dos cerdas orales casi de igual tamaño,
arista con 5 ramas dorsales y 2 ramas ventrales más la bifurcació
n terminal.
Ala: longitud del ala 3.0 mm, una mancha alrededor de la segunda
vena transversal. índice costal 3.7.
106
DORIS VELA - VIOLETA RAFAEL
Tórax de color marrón claro polinoso, con franjas longitudinales
ligeramente más oscuras, la franja del centro es más ancha, las cerdas
dorsocentrales posteriores más largas que el escutelo. Cerdas escutelares
anteriores paralelas (Fig. 9a).
Abdomen amarillo en el primer tergito hay una banda marginal en el
centro que no llega a las zonas laterales, la línea media dorsal del segundo
tergito al quinto es transparente separando a las bandas marginales de
forma triangular que se extienden lateralmente, y en el sexto tergito una
mancha de forma semicircular en la parte inferior del tergito (Fig. 9b).
Esta especie fue colectada en el mes de julio de 1997.
Genitalia: Placa anal micropubescente no fusionada. Surestilo no
micropubescente con 9 dientes primarios a la derecha y 8 a la izquierda (910), sin dientes secundarios y 10 cerdas marginales; en la parte baja del
epandrio 2 cerdas a la derecha y 3 a la izquierda (2-3) y 3 cerdas en la parte
media (Fig. 9c).
índice fálico 1.25. Falo medianamente quitinizado de forma
aplanada, en vista lateral se observa la parte apical de forma casi cuadrada, en la parte superior hay una estructura pequeña quitinizada de forma
triangular, en la parte media hay micropubescencias, gonopodio ausente
(Fig.9d,e,f).
Hasta el momento Drosophila pilaresae n. sp. no ha sido ubicada en
ningún subgrupo del grupo tripunctata.
Etimología: esta especie está dedicada a la amiga y maestra Dra. Luisa
Pilares, distinguida drosofilista peruana.
DISCUSIÓN
Frota-Pessoa (1954) realizó un extenso análisis de las especies del
grupo tripunctata y estableció relaciones filogenéticas basándose en
comparaciones a nivel de la morfología externa del adulto y la genitalia
externa del macho. En 1962, Throckmorton hace un amplio estudio
filogenético de todas las especies del género Drosophila, su trabajo se basa
en el análisis minucioso de diversas estructuras de la genitalia externa e
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
107
interna del macho y la hembra. Las relaciones filogenéticas establecidas
en base a estos estudios están aún vigentes y en muchos de los casos han
sido confirmadas por estudios genéticos y moleculares, por lo tanto estos
parámetros morfológicos son muy confiables en estudios de sistemática de
DrosopAz7a.
En las regiones del Ecuador donde se ha estudiado al género
Drosophila se ha encontrado una gran diversidad de especies (Rafael eí al.,
2000a, 2000b), sin embargo, no estaba previsto que en un bosque andino
sobre los 3.000 m, la diversidad de especies del género fuese aún superior
a la registrada en zonas de menor altitud y mejores condiciones ambientales. Este hecho es muy interesante e importante no solo para el género
Drosophila, sino también para el conocimiento de la entomofauna del
Ecuador, pues da un indicio de la cantidad de especies que pueden
hallarse ocultas en zonas que aún no han sido estudiadas.
Hasta el momento, el Bosque Protector Pasochoa es el único bosque
andino en el Ecuador que ha sido estudiado, donde se ha registrado el
ma3'or número de especies del género Drosophila, y lo más interesante
es que estas especies son nuevas. Las nueve especies del grupo tripunctata encontradas en el Bosque Protector Pasochoa nos indican que es el
más abundante en dicha zona y además ratifican el predominio del
grupo tripunctata en los bosques lluviosos neotropicales (Vilela y Val
1985).
Las especies D. carlosvilelai n. sp., D. fontdevilai n. sp., D. valenciai n.
sp., D. arcosae n. sp. y D. pilaresae n. sp. muestran características muy
similares en la morfología externa del adulto y la morfología de la genitalia
externa del macho. Las relaciones que se han establecido en el presente
trabajo preludian futuros estudios que permitirán profundizar en la
filogenia del grupo tripunctata y del género Drosophila pues aún existen
dudas respecto a las relaciones entre las especies de los diversos grupos
del género.
De igual manera es notable el hallazgo de D. paraguayensis en el
Ecuador. D. paraguayensis había sido localizada únicamente en Paraguay
y Brasil, su registro en el Bosque Protector Pasochoa es un dato importante
ya que se amplía el área de distribución geográfica de esta especie, así
108
DORIS VELA - VIOLETA RAFAEL
mismo se incrementa el conocimiento de la biodiversidad entomológica
del Ecuador.
AGRADECIMIENTO
Nuestros sinceros agradecimientos al Dr. Renato Valencia y a la Leda.
Catalina Quintana por su valioso apoyo. A la Leda. Ana Maña por sus
acertados consejos y sus sugerencias oportunas que enriquecieron este
trabajo. A la Dra. Laura Arcos Terán, Directora del Departamento de
Ciencias Biológicas, al Ledo. Hugo Romero por su apreciada ayuda y
paciencia. A Tomás Moran por sus entusiastas críticas. Al Dr. Alberto
Rengifo por su ayuda en la revisión de este trabajo. Y a todas las compañera que forman el equipo de trabajo del laboratorio de Genética y Evolución.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
109
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Fig. 1.- Drosophila tomasi n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral.
110
D O R I S V E L A - VIOLETA RAFAEL
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Fig. 2.- Drosophila machachensi n.sp.; a) pigmentación del tórax, b] pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral,
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
111
Fig. 3.- Drosophila paraguayensi: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) hipandrio, e) falo vista frontal, f) falo vista posterior, g) falo
vista lateral.
112
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
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Fig. 4.- Drosophila pasochoensi n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
113
Fig. 5.- Drosophila carlosvilelai n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral.
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DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
Fig. 6.- Drosophila fontdevilai n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
115
Fig. 7.- Drosophila valenciai n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista posterior, f) falo vista lateral.
116
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
Fig. 8.- Drosophila arocosae n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e) falo vista lateroposterior, f) falo vista
lateral.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA, GÉNERO DROSOPHILA
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Fig. 9.- Drosophila pilaresae n.sp.: a) pigmentación del tórax, b) pigmentación del
abdomen, c) arco genital, d) falo vista frontal, e] falo vista posterior, f) falo vista lateral.
118
D O R I S V E L A - VIOLETA RAFAEL
Fig. 10.- Falos de las especies del grupo tripunctata:
a) D. tomasi n.sp., b) D. machachensi n.sp., c) D. paraguayensis, d] D. pasochoensis
n.sp., e) D. carlosvilelai n.sp.: í] D. fontdevilelai n.sp., g) D. valenciai n.sp., h]D. arcosae
n.sp.. i) D pilaresae n.sp.
OCHO NUEVAS ESPECIES DEL GRUPO TRIPUNCTATA. GÉNERO DROSOPHILA
119
LITERATURA CITADA
CAÑADAS, L., El Mapa Bioclimático y Ecológico del Ecuador, Quito,
Ecuador, Banco Central del Ecuador, 1983.
FROTA-PESSOA, O., "Revision of the tripunctata group of Drosophila with
description of fifteen new species (Drosophilidae, Díptera)", Arquivos
do museu paranaense Curitiba 10:253-304), 1954.
QUINTANA, C, Ecología de las herbáceas terrestres en un bosque altoandino del Ecuador, Tesis de Licenciatura. Pontifica Universidad
Católica del Ecuador. Quito, Ecuador, 1998.
RAFAEL, V y M. Suyo, "Genitalia Extema de dos poblaciones de Drosophila
ananasseae y de tres poblaciones de D. hkkawai", Revista Peruana de
Entomología 21 (1): 83-87,1978.
RAFAEL, V y G. Arcos, "Drosophila guayllabambae n. sp., un nuevo miembro del grupo repleta, subgrupo hydei (Díptera, Drosophilidae",
Evolución Biológica 2:167-176,1988.
RAFAEL, V, G. Arcos, y L. Arcos, "Ecología y distribución del Género
Drosophila en Guayllabamba y El Quinche Provincia de PichinchaEcuador", Revista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
N065:156-175,2000a.
THROCKMORTON, L., The problem of philogeny in the genus Drosophila,
Univ. Texas Publ. 6205:207-343,1962.
VALENCIA, R. y P. M. Jorgensen, "Composition and structure of a humid
montane forest on the Pasochoa volcano, Ecuador", Nordie journal of
Botany 12:239-247,1992.
VELA, D., Descripción taxonómica de las especies del género Drosophila
(Díptera, Drosophilidae) en una hectárea del Bosque Protector
Pasochoa, Tesis de Licenciatura Pontificia Universidad Católica del
Ecuador, Quito, Ecuador, 1999.
120
DORIS V E L A - VIOLETA RAFAEL
VILELA, C.R., "A revision of the Drosophila repleta species group (Díptera.
Drosophilidae)", Revista Brasileira de Entomología, 27 (1): 1-114),
1983.
"Notes on the holotypes of four neotropical species of the genus
Drosophila (Díptera, Drosophilidae)" described by A. H. Sturtevant.
Revista Brasileira de Entomología, 28 (3): 245-256,1984 c.
"On t h e Drosophila
tripunctata
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Drosophilidae)". Revista Brasileira de Entomología 36 (1): 197-221,
1992.
VILELA, CR. y G. Báchli, "Taxonomie studies on Neotropical species of
seven genera of Drosophilidae (Díptera)", Bulletin de la Société
Entomologique Suisse 64:1-332,1990.
VILELA, CR. y M. A. Pereira, "On the male genitalia of five species of the
tripunctata group of Drosophila (Díptera. Drosophilidae)", Revista
Brasileira de Entolomología, 29 (3-4): 453-461,1985b.
VILELA, CR. y F. Val., "The male genitalia of types of six members of the
Drosophila tripunctata species group (Díptera, Drosophilidae)", Revista
Brasileira de Entomología 29 (3-4): 503-513,1985.
#
LITERATURA Y
COMUNICACIÓN
DE VUELTA A CASA:
SIETE ENSAYOS SOBRE POESÍA
HISPANOAMERICANA CONTEMPORÁNEA
INTRODUCCIÓN
Los ensayos que en esta ocasión se presentan son el resultado del
SEMINARIO DE POESÍA HISPANOAMERICANA CONTEMPORÁNEA,
dictado a los estudiantes del Ciclo Doctoral de Literatura, durante el
semestre comprendido entre septiembre del 99 y marzo del 2000. El
propósito que lo animó fue el de "reconquistar" el territorio del lector, con
frecuencia amenazado con los excesos teóricos o las apreciaciones meramente impresionistas.
Quizá la palabra que mejor defina este propósito sea la de reconstruir
los sentidos de un poema con la ayuda de la estilística y el aporte de la
experiencia lectora. A estos "instrumentos" descriptivo-interpretativos, se
añade otro requerimiento no menos importante: leer ateniéndose a la
"letra" del texto, es decir, a la configuración del lenguaje, a su organización
expresiva y a su composición estética.
A cada participante se le encomendó la lectura de un poema y la
elaboración de un ensayo, en torno a dicho texto; para ello debía conocer,
además, la crítica existente y la obra poética del autor escogido. La selección de autores comprende, tanto a los grandes poetas hispanoamericanos
del siglo XX (Borges, Vallejo y Cernuda) como aquellos poco difundidos,
especialmente en nuestro medio (Blanca Várela, Jorge Teillier y Elíseo
Diego).
Cada participante enfrenta el reto de la lectura, de los poemas DE
VUELTA A CASA, desde su propia óptica y con su estilo. Así Juan F. Cobo
124
VICENTE ROBALINO
desarrolla el tema del peregrinaje, en Cernuda; Ana Cristina Córdova
plantea el juego dialéctico entre tiempo, eternidad y memoria, en "Adrogué", de Borges; Susana Dávila muestra la violencia y pesadumbre en la
expresión de Blanca Várela; Fabiola Díaz se refiere a la nostalgia del
retorno, a través de la reflexión ensimismada, en un poema de Vallejo;
Esteban Ponce descubre la "epicidad" en el lirismo de Jorge Teillier; y, Rut
Román propone la transparencia de u n tiempo edénico, en "Otros Aires" de
Cernuda. Espero que el esfuerzo y entusiasmo puestos en el seminario, se
vean reflejados en estos siete ensayos.
Finalmente, deseo expresar mi reconocimiento al Dr. Alberto Paredes,
profesor de Estilística de la Poesía Hispanoamericana Contemporánea, de
la Universidad Nacional Autónoma de México, a quien le corresponde el
diseño original de este seminario. Al Ledo. Jesús Aguinaga, Director del
Centro de Publicaciones, quien ha brindado, de manera espontánea, este
espacio en la Revista de la PUCE, a los estudiantes del Ciclo Doctoral de
Literatura por haber acogido esta propuesta.
Vicente Robalino C.
Departamento de Lengua y Literatura
125
NEGACIÓN DE LA NOSTALGIA
PEREGRINO1
5
¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia,
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.
Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
10 Sin ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
15 Tus ojos frente alo antes nunca visto.
NEGACIÓN DE LA NOSTALGIA
Juan Femando Cobo
Peregrino es uno de los textos incluidos en el libro Desolación de la
Quimera, con él termina el ciclo poético cernudiano. Pero es, esencialmente, un desafío a la nostalgia, quizás su negación. "Mas, ¿tú? ¿Volver?
Regresar no piensas", dice la voz poética que descarta cualquier posibilidad de sucumbir a la tentación de la añoranza, para situarnos frente a un
íntimo llamado a la aventura de la vida, a mirar hacia el frente, donde no
está la codicia por el bien perdido, sino la riqueza de lo nunca visto, la
inmanente riqueza del camino.
Luis Cernuda, Anío/og/a. Madrid, Cátedra, 1997, p.338.
126
JUAN FERNANDO COBO
La palabra Peregrino, supone transitoriedad, fugacidad, paso.
Implica estar como no estar, y de alguna forma, ser como no ser. Peregrino
es quien se ha ido, tanto como quien se irá. Pero es también quien vuelve.
Peregrino es entonces Ulises que regresa, cansado del camino y codicioso
de su tierra, su casa, sus amigos.
Peregrino es, igualmente, quien va, quien sigue adelante, obsecuente
del destino, disponible, sin hijo, sin tierra, sin Penélope.
Nos encontramos así, frente a dos formas de peregrinar, o mejor, frente
a dos actitudes distintas de cara a la peregrinación. Volver o seguir nos
parece entonces el dilema sobre el que se desarrolla el discurso poético:
"¿Volver? Vuelva el que tenga,/.. .Mas ?tú? ¿Volver? Regresar no piensas,/
Sino seguir libre adelante,/... Sigue, sigue adelante y no regreses,/".
Volver o seguir son las dos posibilidades en apariencia opuestas, que
obligan, sin embargo, por igual a un peregrinaje que tendrá como resultado el encuentro inexorable con el destino. Un peregrinaje que es, en sí
mismo, destino: "No eches de menos un destino más fácil'. Pero hay en la
voz poética una intencionada carga axiológica que marca la diferencia.
Volver supone cansancio, codicia, servidumbre; seguir implica libertad,
fidelidad al camino y a la vida. El sujeto poemático, asumida esta distinción valorativa, declara SLI vocación por seguir y se resuelve sin vacilación
por la aventura de lo desconocido: 'Tus píes sobre la tierra antes no
hollada,/ Tus ojos frente a lo antes nunca visto".
Pero el dilema se expresa mediante un entramado verbal que fluye
con notable transparencia. El abuso retórico ha sido desterrado en
beneficio del símbolo y la imagen. Así por ejemplo la idea formulada por
la voz lírica en la primera estrofa va al encuentro de los personajes míticos
que la representan en los dos últimos versos de la segunda estrofa. De este
modo: "Tras largos años, tras un largo viaje,/ Cansancio del camino..." se
torna imagen en Ulises, y por asociación con ésta surgen las demás: su
tierra, su casa, sus amigos, se concretan en ítaca y, el amor que al regreso
fiel le espere, en Penélope, símbolo por antonomasia de la fidelidad.
Pero esta fidelidad encarnada en el mito, encontrará nueva expresión
en la fidelidad existencial que declara el sujeto poemático en el duodécimo verso: "Fiel hasta el fin del camino y tu vida". Asimismo la tierra
NEGACIÓN DE LA NOSTALGIA
127
codiciada del cuarto verso, que es la tierra del pasado, la tierra de la
nostalgia, hallará nueva forma en la tierra siempre nueva; la tierra antes no
hollada, del penúltimo verso.
La imagen del camino es consustancial al peregrinaje, así el sustantivo camino también se repite: "Cansancio del camino... / Fiel hasta el fin del
camino", pero su posición en el texto le confiere distinto significado. En el
primer caso es el camino de regreso, aquel que el cansancio y la codicia
dejan trunco. En el segundo es el camino de la liberación, el camino sin
opción al retorno, y al que hay que guardar fidelidad.
Pero el camino es, además, una forma de señalar el tiempo, y son
también señales suyas las preposiciones tras el segundo verso que se
enlazan con los adverbios adelante, reiterados en el séptimo y el undécimo
versos, y los adverbios antes de los dos versos finales. Señales de un
tiempo indeterminado, que a veces, parecería ser eterno: "Disponible por
siempre, mozo o viejo". Un tiempo de ida y vuelta, cuya finitud sugiere,
sin embargo, el sujeto poemático: ..."hasta el fin del camino y tu vida".
Palabras como largos años, viaje, siempre, nunca, mozo, viejo y vida, se
juntan para situarnos en ese tiempo extraño y desafiante: el tiempo de la
peregrinación.
En el decurso de estas correspondencias semánticas mediante las
cuales se va forjando el poema, la voz lírica se expresa con matices
diferentes. Hay u n cambio de tono que se hace más apreciable si contrastamos cada una de las tres estrofas que, compuestas por cinco versos,
constituyen el poema. Se diría, inclusive, que la división estrófica deriva
de tal cambio.
"¿Volver?" es la pregunta impersonal que origina la primera estrofa y
la respuesta viene a través de una idea formulada a modo de máxima o
sentencia, en la que los encabalgamientos constituyen un rasgo característico, así el primer verso; "¿Volver? Vuelva el que tenga,/" completa su
sentido recién llegado el tercero: "Cansancio del camino y la codicia/" que a
su vez se encabalga en el siguiente: "De su tierra, su casa, sus amigos", cuya
enumeración queda suspendida hasta llegar el quinto verso: "Del
amor..../". De este modo la frase que por su naturaleza proverbial, podría
resultar ceremoniosa, adquiere naturalidad y nos lleva más bien a percibirla como una pausada reflexión.
128
JUAN FERNANDO COBO
En contraste con el impersonal enunciado del comienzo, el poema
toma un cariz abiertamente personal mediante el apostrofe que da inicio a
la segunda estrofa: "Mas," ¿tú? ¿Volver?.../." Las interrogaciones del
pronombre y el verbo formuladas por separado obligan a unas pausas que
dan a estas dos palabras inmensa carga expresiva. Ese ¿tó? interrogado, ese
otro yo mediante el cual la voz poética se dirige a sí misma, delata una
clara toma de posición. Se trata de un tú que sugiere una forma de ver el
mundo y nos presenta, por sí mismo, un modo de pensar y de sentir. Un tú
que anticipa la imposible, la absurda idea expresada a continuación por el
infinitivo también en forma de pregunta: "¿Volver?" Los versos que complementan esta estrofa constituyen una serie de afirmaciones que corroboran
y amplían la idea tácitamente contenida por las interrogaciones: "Regresar
no piensas,/ Sino seguir libre adelante,/ Disponible por siempre,.../"
Si hemos dicho que cada estrofa está singularizada, inclusive
definida, por una distinta actitud lírica, señalaremos que la identidad de la
tercera reside en la vehemencia con que nos lleva hacia la intimidad del yo
lírico. Los encabalgamientos desaparecen y los versos constituyen frases
que guardan autonomía sintáctica, sin que ninguna alusión extraña al yo
-al tú que la encubre-, nos distraiga de la apremiante exhortación con que
el sujeto poemático intenta conjurar cualquier duda: "Sigue, sigue adelante
y no regreses." La repetición anafórica del verbo en el verso trascrito, como
más tarde la del pronombre posesivo en los versos finales: "Tuspies.../ Tus
ojos../', nos llevan hacia la interioridad del sujeto poemático. La impersonalidad ha quedado atrás y la emotividad del poema se ha ido intensificando. Pero cabe puntualizar que, además, en las imágenes extremas de los
pies y los ojos encontramos convocada la totalidad del ser. Así, el yo lírico
expresa su decisión de entregarse íntegramente y sin mirar atrás a los
designios del destino.
Volver y seguir no son solamente dos posibilidades propias del
hombre, dos conceptos. Son, además, sonoridades que invitan a otras
sonoridades, y constituyen la base de una serie de equivalencias fonéticas
sobre las cuales también se encadena el discurso poético. Así, por ejemplo,
el uso de la aliteración en Peregrino es ostensible y nos sitúa en un poema
dicho en voz baja. La susurrante reiteración de la consonante "s" invita a la
confidencia. Es, decirlo así, el sonido del silencio. Transcribir las palabras
aliteradas es, por su abundancia, casi equivalente a transcribir el poema:
NEGACIÓN DE LA NOSTALGIA
129
Tras, largos, años, tras, cansancio, codicia, su, casa, sus amigos, regreso,
espere, mas, regresar, piensas, sino, seguir, disponible, siempre, mozo, sin,
busque, Ulises, sin, sin, sigue, sigue, regreses, hasta, eches, menos,
destino, más, fácil, tus pies, sobre, antes, tus ojos, antes, visto. En todo
momento se mantiene el tono íntimo de quien habla hacia adentro. La voz
lírica, que se dirige a sí misma, está más cerca de la meditación que del
diálogo.
Así, el viejo tema de la peregrinación por la vida ha sido remozado.
Ha encontrado nueva forma y, con ella, nuevo sentido. Producto del
destino, de la voluntad o de ambas fuerzas, el hombre, el hombre es por
excelencia un peregrino confrontado, en su transitoriedad, a la lucha
permanente e ineludible entre la Realidad y el Deseo.
Bibliografía
GAOS, Vicente, Antología del grupo poético de 1927, Madrid, Cátedra,
1983.
CERNUDA, Luis, Poesía Completa, Madrid, Símela, 1993.
POZUELO Ivancos, José María, "Estructura y pragmática del texto lírico", en
La teoría del lenguaje literario, Madrid, Cátedra, 1989.
TALENS, Jenaro, El espacio y las máscaras, Barcelona, Anagrama, 1975.
CERNUDA, Luis, Poesía y Literatura I y U, Barcelona, Sebe Barral, 1975.
130
SUSANA DÁVILA
PUERTO SUPE
5
2
Está mi infancia en esta costa,
bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto, oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.
Junto a la gran morada sin ventanas,
junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.
i Oh, mar de todos los días,
10 mar montaña,
boca lluviosa de la costa fría!
Allí destruyo con brillantes piedras
la casa de mis padres,
allí destruyo la jaula de las aves pequeñas,
15 destapo las botellas y un humo negro escapa
y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.
Están mis horas junto al río seco,
entre el polvo y sus hojas palpitantes,
en los ojos ardientes de esta tierra
20 adonde lanza el mar su blanco dardo.
Una sola estación, un mismo tiempo
de chorreantes dedos y aliento de pescado.
Toda una larga noche entre la arena.
Amo la costa, ese espejo muerto
25 en donde el aire gira como loco,
esa ola de fuego que arrastra corredores,
círculos de sombra y cristales perfectos.
•¿
Blaca Várela, Cunto Villano, México, F.C.E., 1996, p.p. 43,44
131
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
Aquí en la costa escalo un negro pozo,
voy de la noche hacia la noche honda,
30 voy hacia el viento que recorre ciego
pupilas luminosas y vacías,
o habito el interior de un fruto muerto,
esa asfixiante seda, ese pesado espacio
poblado de agua y pálidas corolas.
35 En esa costa soy el que despierta
entre el follaje de alas pardas,
el que ocupa esa rama vacía,
el que no quiere ver la noche.
Aquí en la costa tengo raíces,
40 manos imperfectas,
Un lecho ardiente en donde lloro a solas.
PUERTO SUPE, VIOLENCIA V PESADUMBRE
Susana Dávila
La poesía de Blanca Várela nace de la brecha poética que iniciaron los
poetas de la Modernidad y del Vanguardismo de segundo momento. Su
lírica viene impregnada por el magma del surrealismo, no solamente como
propuesta estética y del lenguaje, sino como una visión del mundo, una
acción, un estilo de vida.
Puerto supe, desde su primera línea, se convierte en desafío hermenéutico para el lector, por la premeditada voluntad estética de trazar un
poema enigmático. Es un poema cargado de ironía y hasta de perversidad,
en el cual la desesperación se codifica y transforma en postura, en desorden. El tema, la evocación del paisaje o de la morada de la infancia, no es
original en sí, y en Várela cumple otro objetivo. Todos los elementos de la
ironía literaria parecerían ponerse de acuerdo para degradar el espacio
evocado en forma abrupta y violenta. La deshumanización del ser y la
animación de lo inerte entran en juego para darnos un mundo distorsiona-
132
SUSANA DÁVILA
do, dislocado por un dinamismo sin frenos, un espacio deformado y a
veces monstruoso.
El poema, a primera vista, tiene un aire confidencial, aparentemente
nostálgico: "Está mí infancia en esta costa,".
Pero de inmediato el texto poético se convierte en una propuesta
disoñante que se traduce en una descripción dramática y agresiva de la
zona:
Bajo el cíelo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto, oscuro torbellino de alas,
Enlaza luego una condición de desesperanza, que no solo hace sentir
inseguro al lector, sino también alarmado:
Están mis horas junto al río seco,
en tre el polvo y sus hojas palpitan tes,
en los ojos ardientes de esta tierra
adonde lanza el mar su blanco dardo.
Una sola estación, un mismo tiempo
de chorreantes dedos y aliento depescado.
Toda una larga noche entre la arena.
El poema articula un mundo configurado por la violencia de todo
orden; las mediaciones han sido también distorsionadas. El lenguaje
poético surge irónico, irracional y violento. Es solo una de las facetas del
dolor que se convierte en el leit motiv de la angustia existencial y que, en
forma patética, da al discurso poético un tono grave.
No se trata en Puerto Supe de una lírica de exaltación o, menos aún,
fruto de una embriaguez del corazón3, que intenta evocar el lugar de la
infancia. A pesar de que algunos de sus versos hablan cíe amor: "Amo la
costa"; de sufrimiento: "habito el interior de un fruto muerto, /esa asfixiante
seda, ese pesado espacio; de soledad: entre el follaje de alas pardas, /el que
ocupa esa rama vacía/ Un lecho ardiente en donde lloro a solas". Todo el
3
Fórmula acuñada por Baudelaire: 77)e intoxication of the heart. Cit. en
Estructura delalírica
Moderna...
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
13 3
resto del poema discurre irisado por una mirada irónica, bizarra, sobre el
paisaje. Paralelamente el discurso poético transita como u n chorro verbal
que fluye violento, al que se insertan una serie de imágenes de destrucción
y fantasía desenfrenada:
Amo io cosía, ese espejo muerto
en donde el aire gira como loco,
esa ola de fuego que arrastra
corredores,
círculos de sombra y cristales
perfectos
Sorprende, igualmente, el estilo que trata de dislocar cuanto sea
posible la correspondencia de signos con lo designado:
Junto a la gran morada sin ventanas
junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.
Esta deformación de la realidad, la manera peculiar e irónica de
concebir el mundo, se expresa mediante u n lenguaje también original,
deformado:
Una sola estación, un mismo tiempo
de chorreantes dedos y aliento de pescado.
Toda una larga noche entre la arena.
El poema se constituye, entonces, como u n juego de palabras y
enfrentamientos entre el sonido y el sentimiento. Lo feo aparece como
imagen de lo incompleto y de lo inarmónico:
o habito el interior de un fruto muerto,
esa asfixiante seda, ese pesado espacio
poblado de agua y pálidas corolas.
El climax de la descripción se alcanza en la sexta estrofa, en la que el
yo-poétieo emplea la gradación de acciones para aludir un mundo desencantado:
Aquí en la costa escalo un pozo negro,
voy de la noche hacia la noche honda;
voy hacia el viento que recorre ciego,
o habito el interior de un fruto muerto.
134
SUSANA D Á V I L A
Al descomponer la apariencia de paisaje evocada: la costa, la casa de
los padres, el río seco, el espacio asfixiante, obliga a que éste sea perceptible
fragmentariamente. En el poema, el puerto de la infancia no parece u n
puerto "real", sino uno de sueño, construido en forma deliberada, a través de
imágenes bruscas, en las que se destierra lo vegetal; solo habitan cielos
altos, nubes de espanto, mar montaña: aire caliente en constante movimiento; abismos negros como pozos; piedras preciosas que sirven para destruir.
Los elementos evocados subyacen sin vida, carentes de sol y de estrellas,
circunstancias que acentúan la negrura del paisaje, que brilla por sí misma.
La descripción se completa al degradar la naturaleza hasta el caos (el viento
gira como loco) y la impureza (aliento de pescado). Llama la atención que
este espacio descrito figure sin otro ser viviente que el yo-poétieo.
El poema es tiempo y espacio en su forma más pura. El espacio está
representado por la geografía del recuerdo de la infancia: Puerto Supe;
mientras que el tiempo es estático: u n ayer actualizado. La reminiscencia,
aparentemente nostálgica del paisaje de la niñez, está plasmada en la
descripción de las cosas y de la naturaleza, pero no vistas de una cierta edad,
sino como una mirada sucesiva de las diferentes etapas que constituyen la
vida. Este modo de evocar el paisaje es una forma de contemplar la realidad.
El poema no es una evocación nostálgica del paisaje infantil ni intenta exaltar
el tiempo, por el contrario, tiempo y espacio se encuentran desfigurados; más
que una evocación parecería ser u n intento por destruir el recuerdo.
Toda la imagen del puerto pasa ante los ojos de la voz poética y se
queda como una irrupción contenida. Adquiere un tono propio, por el
empleo de una estructura rigurosa, que puede definirse por el juego de
categorías negativas y contrapuestas.
En efecto, en el poema no es difícil hallar, por ejemplo, el uso de ideas
antagónicas que procura expresarlas a través de figuras complejas como el
oxímoron; "esto costa/bajo el cielo tan alto", versos en los cuales ha unido
dos conceptos opuestos del espacio en una figura que nos eleva y nos
precipita vertiginosamente en la amplitud del universo descrito.
En los versos 15 y 16 se dice un "humo negro escapa/ y tiñe tiernamente el aire y sus jardines". La sensación del olvido crea una imagen llamativa
que se acrecienta y convierte en asombro. Pues, a pesar de ser u n humo
negro, quizás mortífero, cubre en forma sutil, -aquí incorpora un adverbio
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
135
que sorprende: tiernamente- el aire y sus jardines. Y desconcierta, pues
Várela imprime u n movimiento de violencia y reconciliación inmediata: el
aire escapa en forma abrupta, pero luego cubre delicadamente el espacio.
Sin embargo los elementos del poema no solo son antagónicos sino
que, algunos, gigantes, como señala la hipérbole siguiente: "Oh, mar de
todos los días, mar montaña, que produce asombro por su estremecedor
efectismo. La descripción del puerto se convierte entonces en u n verdadero juego de palabras, de apariencias y realidades, que se da en ese engañoso
mundo evocado: el espacio descrito está junto a una morada sin ventanas;
a las vacas ciegas, a la oscuridad: a un mar que asemeja un líquido turbio
donde habita u n pájaro de malagüero. Toda la descripción de este paisaje,
denota u n sabor pesimista que subyace en las concepciones grises,
violentas e irónicas de la voz poética. El poema entonces sabe a desolación.
Estructuralmente, Puerto Supe es una combinación métrica de 41
versos, articulados en ocho estrofas abiertas 4 de diverso número de versos,
en el sentido del verslibrisme francés5. La poeta renuncia de manera
consciente a las consonancias gastadas y fáciles de encontrar, opta por las
combinaciones asonánticas. El poema entonces se caracteriza por una
variedad métrica y una sutil rima asonántica que deja escuchar ciertas
resonancias, como se puede evidenciar en los versos 4 y 5 (alas y ventanas),
9 y 11 (días y fría).
El tono de violencia que no se advierte en el ámbito semántico, se
articula también con la estructura rítmica de los versos, pues no permite
establecer un patrón armónico, sino que produce cambios cuando el lector
menos espera. Es posible apreciar, por ejemplo, en la primera estrofa, cómo el
primer verso ingresa con un acento, que varía posteriormente en el segundo,
y se mantiene así hasta la siguiente estrofa, en la cual vuelve de repente.
4
5
Rudolf Baehr; Manual de Versificación Española, Madrid, Credos, 1973, p.p.
203-225.
Hay que distinguir, tanto por su asunto como por la terminología, los versos
sueltos clásicos, de los versos libres en el sentido del versilibrisme francés,
según se introdujo a finales del siglo XIX en la poesía hispánica. Para
reconocer este nuevo sentido de libertad en el verso antes indicado, no es
necesario fijarse tanto en la ausencia de rima como en la variedad métrica de
los versos, y también en el aprecio superior que tiene por la asonancia frente
ala consonancia.
136
SUSANA DÁVILA
Extraña sobre manera que este poema sea pródigo en pausas, lo que
contradice toda la poesía de Várela. En Puerto Supe abundan las pausas
dentro de la línea versal, como se puede apreciar en los versos tres, cuatro,
diez. Este recurso no solo imprime morosidad al verso, sino que intensifica
el significado de lo enunciado. Las pausas finales permanecen en el oído
del lector y actúan como u n estribillo.
De u n modo semejante, los ocho encabalgamientos que se producen
en diversos versos, contribuyen con el ritmo y la significación. Várela
parecería apelar a este recurso estilístico, no solo para dar más elasticidad
al verso, o para romper la monotonía de las pausas versales, sino y, sobretodo, para acrecentar la descripción del objeto, de manera que adquiera
máxima significación y llegue a impresionar al lector:
Allí destruyo con brillantes
piedras
la casa de mis padres.
destapo las botellas y un humo negro escapa
y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.
en los ojos ardientes de esta tierra
adonde lanza el mar su blanco dardo
Si prestamos atención a los versos anotados, se puede percibir, en la
distribución de los sintagmas, una sensación de fluir de u n eterno río, no
en forma de paralelismo, sino de cruce, que acerca las palabras claves:
"destruyo con brillantes piedras/ la casa de mis padres", para enmarcarlas
como centro de fuerzas encontradas, entre el verbo y objeto de significación antitética. Por ejemplo, destruir con piedras. Con piedras, normalmente se construye, pero en este caso se destruye. Por otra parte se habla
de ciertas piedras que no son comunes, sino brillantes, preciosas. He ahí la
ironía. De esta manera la expresión se vuelve violenta, dolorosa, dramática, a veces parecería colindar con lo burlesco.
Contribuye a esta descripción gris del puerto, la repetición de varios
sonidos consonanticos en los distintos versos, como la combinación st- en el
primero, que es como un par de notas que refuerzan el tono grave de lo que
se enuncia. En los versos 20 y 21, "Una so7a estación, un mismo tiempo/ de
chorreantes dedos y aliento a pescado", nos sorprende no solo la aliteración
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
137
de la consonante-s, sino también, la incorporación de la palabra chorreantes, cuyos sonidos chocantes -ch y -rr nos suenan como a tormenta.
Refuerza la intención de reprimir gravedad al poema una serie de
reiteraciones a nivel de la palabra. Por ejemplo, la palabra "cielo" parecería
querer remarcar la unicidad del espacio grande y sombreado por nubes que
producen espanto por sus tonalidades:
Bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.
También está la reiteración del mar de su adolescencia, el del mundo
cotidiano, el gran mar que, en su remembranza, parece una montaña: "¡Oh,
mar de todos los días,/mar montaña"
Junto a la gran morada sin ventanas,
junto a las vacas ciegas,
junto al turbio licor y al pájaro carnívoro.
En los versos citados, se emplea el adverbio junto y a continuación
frases que nos remiten a la idea de objetos oscuros y sombríos. Es un caso
de paralelismo de sorprendentes efectos en el ánimo del lector, pues se ha
usado el recurso de repeticiones anafóricas, que no sólo contribuye a
marcar el ritmo, sino también a resaltar el significado. Se trata de hacer una
descripción morosa, para ello, se ve en la necesidad de anclarse en un
punto: no hay luz en la casa, por ende no hay vida; los animales viven en la
oscuridad; el licor es adulterado y hay un pájaro que avizora la muerte:
todos los elementos enumerados imprimen angustia.
Las siguientes anáforas nos reseñan el deambular del yo-poético hacia
la noche, en dirección del viento. El verbo empleado, ir, otorga un efecto
dinámico a los versos; la articulación de los epítetos "honda" y "ciego", se
"enciende" de connotaciones: un andar sombrío y tenebroso:
Voy de la noche hacia la noche honda
voy hacia el viento que recorre ciego
138
SUSANA D Á V I L A
Y por último, el sujeto de la enunciación, desde una voz masculina,
nos permite conocer su soledad, sobre la rama vacía, y su negación para
mirar la oscuridad:
El que ocupa esa rama vacía,
el que no quiere verla noche.
En el juego de oposiciones se puede percibir la incorporación de otro
recurso poético, como es la presencia o ausencia de artículos y adjetivos
posesivos, para identificar los objetos a los que se aluden. El uso de este
recurso permite que el lector establezca elementos propios y extraños al
sujeto de la enunciación. Nótese que en la primera estrofa se emplea el
adjetivo posesivo "mi", para enfatizar el hecho que se trata de evocar; la
infancia del hablante; lo mismo acontece con "esta costa". Várela presenta
algunos objetos como elementos ya conocidos, mediante el empleo del
artículo determinado: "en e7 cielo, el horizonte, la gran morada, las vacas,
el turbio licor, el pájaro"; en tanto que la ausencia de ellos, en otros versos,
provoca, sin duda, una sensación de distanciamiento: "nubes de espanto,
oscuro torbellino de alas; morada sin ventanas; mar de todos los días".
La poeta intenta la descripción de una realidad, mas no desde el
objeto verdadero de ésta sino del objeto en mí, es decir, la consistente y
fluida impresión que el objeto ha dejado en la perspectiva de la voz
poética. Entonces se acude al empleo del adjetivo caracterizador.
Indudablemente, el adjetivo en diversas posiciones, en el traslado de
cierta atribución o cualidad sensible al objeto, sorprende al lector, debido
a la presencia de una imagen irreal, violenta y desfigurada. Los adjetivos
que preceden al sustantivo, o que van después de él, se articulan en
algunos versos como dos miembros que proporcionan la idea de una larga
cadena enumerativa de elementos negativos o grises: "sombra veloz;
oscuro torbellino", que ofrecen la imagen de un cielo tormentoso. Otros
como "turbio licor, blanco dardo, sola estación, negro pozo, asfixiante seda,
vacas ciegas; pájaro carnívoro; boca lluviosa" y muchos más6; se levantan
como olas agitadas y producen un movimiento semántico desbordante.
6
Costa fría, humo negro, río seco, hojas palpitantes, ojos ardientes, espejo
muerto, cristales perfectos, noclie honda, pupilas luminosas y vacías, fruto
muerto, pesado espacio, pálidas corolas, alas pardas, rama vacia, manos
imperfectas, lecho ardiente.
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
139
En el estilo de Várela resaltan las descripciones cromáticas y muestran su predilección por los colores bajos y apagados, la alejan de lo claro y
luminoso. Nótese los colores articulados: "azules de la casa, humo negro,
blancos dardos, negro pozo", con los matices oscuros de los pájaros;
"pálidas corolas, alas pardas, turbio licor; pupilas luminosas".
Pocas son las prosopopeyas a las que Várela recurre. A partir del verso
veinte, por ejemplo, tanto el mar como el aire se personifican y dan cuenta
de una imagen especialmente violenta y destructiva: "adonde lanza el
mar su blanco dardo; en donde el aire gira como loco, esa ola de fuego
que arrastra corredores". Luego de este torrente juego de imágenes
alucinadas, el sujeto de la enunciación declara "amar esa costa", el lector
entonces duda, pues no sabe, si el yo-poético trata de seguir en el juego de
oposiciones, si es una contradicción, o una simple ironía.
Por acumulación de sustantivos 5' elisión del verbo principal, algunas
estrofas se caracterizan por ser especialmente nominales, recursos que
imprimen un extraño acento confidencial. Cuando el yo-poético describe,
por ejemplo, el entorno, la ausencia de verbos da la impresión de que solo
tiene ánimo para nombrarlos; contribuye de esta manera a crear un tono
gris. El único verbo, en tiempo presente, es el estar, que da lugar a una larga
descripción cuasi objetiva del espacio.
La segunda estrofa se caracteriza por la total ausencia de verbos, igual
que la tercera, entonces es necesario remitirse al verbo del último verso,
con el fin de encontrar el significado. Esta es otra forma de agudizar el tono
del poema. A partir de la cuarta estrofa, los hechos corresponden al 3^0
poemático, pero las acciones se diferencian; pues unas son dinámicas,
como aquellas en las que se insertan los verbos destruir, destapar, ir
(estrofas 4 y 7), que imprimen dinamismo al poema. En tanto que las
acciones de la estrofas 4, 6, parte de la 7 e incluida la 8, a través de los
verbos estar, amar, habitar, ser y llorar, dan la idea más bien de pasividad.
Sigue así el juego de contrastes.
Várela acude a la colaboración de imágenes sugerentes para descubrir
otros objetos de su cuadro: "pájaro carnívoro, vivo en el interior de un
fruto muerto", siempre con el intento de conservar el tono dramático.
Incorpora, asimismo, metáforas herméticas, irracionales, dos realidades
posibles, que objetiva y lógicamente no deberían unirse: "vacas ciegas,
chorreantes dedos, turbio licor, pupilas luminosas y vacías, fruto muerto",
140
SUSANA DÁVILA
etc. De esta manera, por el afán de lograr unas formas sonoras 3' unas
curvas de intensidad que limiten con lo violento, libres de significado,
consigue que esta parte del poema se vuelva especialmente hermético. Las
imágenes emocionan, pero desafían nuestro entendimiento. Las representaciones resultan ser percibidas, no en el ámbito lógico sino en el emotivo,
puesto que el verdadero contenido reside en la dramática tensión de las
fuerzas formales, lo mismo interiores que exteriores.
La poeta ha usado múltiples recursos para describir el paisaje, desde
su visión desencantada del mundo. Su poesía como la apunta Octavio Paz,
"es una suerte de exorcismo, de conjuros, (Paz, 10) contra el desierto". Ella
confía en la palabra, en el poder del signo para evocar sus sueños; el
lenguaje se convierte así en la morada de su memoria.
El tono da cuenta del gesto alucinado, de la impostura, de la ciega
pasividad, del ansia de infinito, de la desolación del amor, muestra
además, una gran descarga de violencia y cólera que va imprimiendo en
cada elemento nombrado y sobre el que pasa su mirada escrutadora. El
poema está labrado en una suerte de trabajo de orfebre, en el que la
preocupación no es solo la condensación conceptual, la preferencia por
los juegos cromáticos de luz y oscuridad y de opuestos de violencia y
reconciliación, sino también la fuerza arrebatadora de su afectividad.
En sus versos hemos encontrado una ruptura de lo sensible y lo
racional, de ahí, la construcción de los paralelismos con imágenes irracionales. Apunta Bousoño 7 , que ese intento para aproximar elementos
disímiles, en nuestra racionalidad, o de dar atribuciones, cualidades o
funciones imposibles a un objeto, hacen que el texto se resista a una
lectura superficial. Dado que desde su inicio, el discurso poético se
configura como un producto refinadamente intelectualizado, necesita
entonces un tiempo lento de lectura. Asistimos entonces a un poema que
intenta eliminar toda lógica; se constituye en un desdén, en una irreverencia, pues con sorpresa miramos cómo el yo-poemático destruye la casa de
sus padres, el nido de las aves pequeñas, destapa las botellas cerradas... A
través de ese abrupto juego de palabras, el tono taciturno y sombrío; su
7
Carlos Buosoño, Teoría de la Expresión Poética, Madrid, Credos, 1987, p. 233.
PUERTO SUPE, VIOLENCIA Y PESADUMBRE
141
predilección por los colores bajos y apagados; emerge la cosmovisión del
mundo desgarrado en el que habita y construye su identidad. Allí, en ese
lugar inhóspito, el yo-poético hace un reconocimiento de su soledad.
El poema articula un agudo intelectualismo en un rotundo lenguaje.
Todo parece apuntar a una poesía del desengaño, en ella la voz poética
tiene un dejo amargo de desilusión, al descubrir la inanidad del mundo
oculto tras la brillante apariencia de las cosas.
La supuesta futilidad del motivo, es decir, la evocación del paisaje de
la infancia, se conjuga con el más arrebatado movimiento estilístico, para
desembocar en u n intento de borrar de la memoria ese mundo desgarrado.
Puerto Supe es el límite y el microcosmos: clausura 3' exilio.
Bibliografía
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143
ADROGUÉ
ADROGUÉ
8
Nadie en la noche indescifrable tema
que yo me pierda entre las negras flores
del parque, donde tejen su sistema
propicio a los nostálgicos amores.
5
O al ocio de las tardes, la secreta
ave que siempre un mismo canto afina,
el agua circular y la glorieta.
la vaga estatua 3' la dudosa ruina.
Hueca en la hueca sombra, la cochera
10 marea (lo sé) los trémulos confines
de este mundo de polvo y de jazmines,
grato a Verlaine y grato a Julio Herrera.
Su olor medicinal dan a la sombra
los eucaliptos: ese olor antiguo
15 que, más allá del tiempo y del ambiguo
lenguaje, el tiempo de las quintas nombra.
Mi paso busca y halla el esperado
umbral. Su oscuro borde la azotea
define y en el patio ajedrezado
20 la canilla periódica gotea.
Duermen del otro lado de las puertas
aquellos que por obra de los sueños
son en la sombra visionaria dueños
del vasto ayer y de las cosas muertas.
8
Jorge Luis Borges, Obra Poética, Madrid, Alianza, 1979, p. 159.
A N A CRISTINA CÓRDOVA
25
Cada objeto conozco de este viejo
edificio: las láminas de mica
sobre esa piedra gris que se duplica
continuamente en el borroso espejo.
Y la cabeza de león que muerde
30 una argolla y los vidrios de colores
que revelan al niño los primores
de un mundo rojo y de otro mundo verde
Más allá del azar y de la muerte
duran, y cada cual tiene su historia,
35 pero todo esto ocurre en esa suerte
de cuarta dimensión, que es la memoria.
En ella y sólo en ella están ahora
los patios y jardines. El pasado
los guarda en ese círculo vedado
40 que a u n tiempo abarca el véspero y la aurora.
¿Cómo puede perder aquel preciso
orden de humildes y queridas cosas,
inaccesibles hoy como las rosas
que dio al primer Adán el Paraíso?
45 El antiguo estupor de la elegía
Me abruma cuando pienso en esa casa
y no comprendo cómo el tiempo pasa,
yo, que soy el tiempo y sangre y agonía.
ADROGUÉ
ADROGUÉ
Ana Cristina Córdova
La voz poética tiende a mostrarlo todo en sus opuestos, sumerge al
lector en el caos y en la perplejidad que, en una primera impresión,
aparece sin sentido. Muestra u n mundo cerrado en el cual se pueden
encontrar simetrías, repeticiones, concomitancias que revelan u n sentido
de juego. Es decir, crea la disolución, pero también propone u n nuevo
orden, u n nuevo mundo en el cual, el desorden no queda anulado sino
superado dentro de u n esquema imaginario. Este mundo creado, en un
primer momento es incognoscible, se presenta como extraño, pero poco a
poco se va accediendo a él, al comprender sus enigmas.
El poema "Adrogué" tiene u n soporte conceptual que conforma la
estructura en la que se apoyan los problemas metafísicos. Esta estructura
subyacente se presenta como u n sutil juego dialéctico en el que los
opuestos siempre se anulan, sin llegar a una síntesis definitiva. Es u n "no
saber a qué atenerse". Su estilo es del desorden y el orden en unidad.
En efecto, dentro del mundo cerrado que constituye este poema,
están presentes oposiciones funcionales: TIEMPO / ETERNIDAD,
DIVERSIDAD / UNICIDAD, a las cuales se suman otras como OLVIDO /
MEMORIA, que se unen a los anteriores por una relación de analogía que
nace después de la oposición de las primeras.
El poema está compuesto de algunos momentos: acercamiento a la
realidad externa, límites y postulación de otra realidad (la muerte), la
memoria como dimensión abarcadora de lo real y, finalmente, la mirada de
la propia conciencia individual.
Existe una realidad fuera de la conciencia personal de la voz lírica el
mundo de la diversidad. Este mundo se manifiesta en imágenes: "Nadie en
la noche indescifrable tema que yo me pierda entre las negras flores/ del
parque, donde tejen su sistema/ propicios a los nostálgicos amores/ o al
ocio de las tardes, la secreta/ ave que siempre un mismo canto afina/, el
agua circular y la glorieta/, la vaga estatua y la dudosa ruina". Esta multiplicidad se presenta sin remedio dentro del tiempo por lo que, en ciertas
146
A N A CRISTINA CÓRDOVA
metáforas son palpables polarizaciones entre fugacidad y eternidad,
muerte y trascendencia en la memoria: "...El pasado /los guarda en ese
círculo vedado que a un tiempo abarca el véspero y la aurora". Y en la
última estrofa: "El antiguo estupor de la elegía/ me abruma cuando pienso
en esa casa / y no comprendo cómo el tiempo pasa. /Yo que soy tiempo y
sangre y agonía".
El tiempo en el poema constituye no solo la condición necesaria
donde se eslabonan todos los hechos, sino que va más allá, y el sujeto
poemático siente que su esencia es temporal; el tiempo radica en el
hombre mismo, no fuera de él: "Yo, que soy tiempo y sangre y agonía".
Atraviesa al sujeto poemático marcando su destino final, la muerte. Este
último verso, contiene la conclusión 3' resume dentro de él todo el poema.
Es la toma de conciencia del sujeto poemático como realidad absolutamente temporal; el camino que se escoge para este resultado es la observación de lo cotidiano en la memoria.
La voz poética se hunde en el presente por la atención de lo que está a
su alrededor, y en ella se cumple la memoria de las cosas pasadas, tan
identificadas con el presente, que anulan el tiempo y hallan la eternidad:
"Cada objeto conozco de este viejo/edificio: las láminas de m i c a / (...) más
allá del azar y de la muerte / duran, y cada cual tiene su historia / pero todo
esto ocurre en esta suerte / de cuarta dimensión, que es la memoria". Aquí
podemos notar que el 3'o lírico relaciona simultáneamente lo temporal,
con lo diverso y lo intemporal, con la vivencia estremecida de lo uno, en la
memoria.
La muerte es concebida como completa quietud, porque guarda
relación con el sueño: "Duermen del otro lado de las puertas/ aquellos que
por obra de los sueños / son en la sombra visionaria dueños/ del vasto ayer y
de las cosas muertas". La muerte es completa quietud porque el movimiento
es propio de la diversidad en el tiempo 3', por eso mismo, el movimiento se
convierte en calma dentro de otra dimensión: la eternidad en la memoria.
El desenlace de la vida es tomado con admirable serenidad, porque
nace del presentimiento de lo irreparable. También se puede notar en una
bella imagen y en el énfasis del polisíndeton, la triste desesperanza que se
origina del reconocimiento de esa verdad; "Yo quo soy tiempo y sangre y
agonía'.
ADROGUÉ
147
La progresiva vivencia de la muerte en el sujeto poemático, lo vuelve
más cálido hacia el mundo. Por esa razón, su meditación se detiene en lo
que le fue familiar y luego se aleja. De pronto se ve en las inmediaciones de
lo conocido, en su infancia, y siente nostalgia de lo que se ha ido.
Conocer es recordar, dejar que salga a luz algo que dormía en nosotros
desde que nacimos, pensaba Platón. Las presencias concretas en torno a
nosotros nos recuerdan, es decir, nos hacen intuir que hay en algún
espacio intangible unas formas puras y exactas. Vemos triángulos aproximativos e intuimos lo que es el triángulo en sí. Las ideas estarían en un
mundo "sobrecelestial" donde vivieron nuestras almas antes de caer en la
cárcel del cuerpo. En "Adrogué" la voz poemática también postula que las
ideas puras o arquetipos están en otra dimensión, en la memoria. Todo lo
conocido recobra su original nitidez en sorprendentes epítetos: el agua
circular 3^ la glorieta, la vaga estatua, la ruina, los eucaliptos, el viejo
edificio, la cabeza de león , los vidrios de colores, el mundo verde, y el
mundo, rojo. Por lo tanto, no es un vano recuerdo, sino que el parque es
parque en sí, y el edificio es edificio en sí, cada cosa toma un carácter de
eterno y sublime, la experiencia con lo diverso inserta al sujeto poemático
en una vivencia más trascendente, en una suerte de memoria afectiva, en
la cual, la realidad persiste al paso del tiempo.
El yo lírico contempla los arquetipos dentro de la memoria. Desde
esta situación especial la diversidad sólo es un instrumento para llegar a la
idea de la cosa en sí. El sujeto poemático se libera de la representación del
mundo como caos dentro del tiempo, y se pone en contacto con la esencia
del mundo y su objetivación adecuada: las ideas. Es decir, la diversidad, al
tener arquetipos, se soluciona en la unidad de lo eterno en la memoria. El
mundo de la diversidad es recogido por el yo poemático dentro de la
memoria y, por lo tanto, ordenado en un marco trascendente. Se crea un
nuevo mundo que es armonía y perennidad total. De esto se puede concluir que la dimensión de la memoria es la más reveladora de la realidad.
En la memoria: "En ella y sólo en ella están los patios y jardines. El pasado
los guarda en ese círculo vedado que a un tiempo abarca el véspero y la
aurora". Sólo en la memoria se puede contemplar la diversidad en un
estado perfecto, ya que el tiempo no la afecta de ninguna manera. El
recuerdo, por consiguiente, es el camino para llegar a lo real.
148
ANA CRISTINA CÓRDOVA
La existencia humana en el mundo del poema es siempre idéntica,
una misma representación, aunque los personajes y sus vestimentas
cambien: "...la secreta ave que siempre u n mismo canto afina..." Los
momentos se repiten continuamente como en la sinécdoque: "Mi paso
busca y halla el esperado umbral. Su oscuro borde la azotea/ define y el
patio ajedrezado la canilla periódica gotea". Se puede notar u n orden en
"ajedrezado": el juego siempre es el mismo, único y ordenado, y la caída del
agua siempre es "periódica". Todo se repite de manera organizada hasta lo
infinito. El yo poemático está dentro de un tiempo repetitivo, en que nada
es nuevo ni diferente: "Cada objeto conozco de este viejo /edificio: las
láminas de mica/ sobre esa piedra gris que se duplica/ continuamente en el
borroso espejo". Posiblemente este espejo doble o triple que produce la
ilusión de multiplicar los objetos hasta el infinito.
El yo lírico presenta el crepúsculo como punto de partida del movimiento cíclico temporal relacionándolo con el momento inicial del día
hebreo. El día hebreo empieza al anochecer y dura hasta el siguiente
anochecer: "El pasado los guarda en ese círculo vedado que a u n tiempo
abarca el véspero y la aurora". En conclusión, las acciones se repiten
continuamente, porque el yo poemático vive dentro de u n tiempo circular
e idéntico. Este tiempo del eterno retorno comienza y termina en el
"véspero", en la oscuridad: "Nadie en la noche indescifrable tema/ que yo
me pierda entre las negras flores".
La memoria contiene los arquetipos y las vivencias que superan este
tiempo circular. El tiempo es ciega sucesión, pero se vuelve lucidez en la
conciencia del hombre. Todo, absolutamente todo, queda "en esa suerte de
cuarta dimensión, que es la memoria (...) que a u n tiempo abarca el véspero
3^ la aurora. Al decir a UN TIEMPO se refiere a la eternidad, que es EL
TIEMPO por excelencia. La eternidad, aunque es lo opuesto del tiempo, lo
abarca de alguna manera. En la memoria están todas las cosas. El mundo
del poema se polariza entre tiempo y eternidad, pero no se elude ninguno
de los dos términos. Ambos se oponen y se trascienden incesantemente; el
recuerdo se inclina a lo temporal y en la memoria llega a la eternidad.
Esta aprehensión de la realidad, en el mundo de la multiplicidad y el
tiempo, no se produce de forma clara. La voz poética siempre se encuentra
en peligro de captar la irrealidad de lo real. La realidad desborda al
ADROGUÉ
149
lenguaje y la materia del mundo escapa del conocimiento por la variedad
misma: "Su olor medicinal dan a la sombra los eucaliptos: ese olor antiguo
que, más allá del tiempo y del ambiguo lenguaje, el tiempo de las quintas
nombra"
También, muchas de sus imágenes tienden a acentuar el aspecto
misterioso de lo real en el tiempo: "Nadie en la noche indescifrable tema/
que yo me pierda entre las negras flores/ del parque, donde tejen su
sistema/ propicio a los nostálgicos amores".
El YO "es tiempo y sangre 3' agonía"; mientras más vive, más cerca está
de la muerte 3^ de la nada. Existir, de alguna manera, es caminar hacia la
muerte, y definitivamente ella, aunque sea un camino posible hacia la
r^ada, es también presencia de la cual se tiene conciencia. Es tan real que
tiene unos límites precisos, en un lugar cotidiano del aquí y del ahora:
"Hueca en la hueca sombra, la cochera/ marca (lo sé) los trémulos confines/
de este mundo de polvo y de jazmines..." Utiliza u n sitio cotidiano como
límite entre la vida y la muerte, que está en el destino del yo poemático, y
por esa razón, su límite está dentro del mundo. La toma de conciencia del
yo poético cuando dice: "(lo sé)" hace más estremecedora esta realidad.
La reiteración "hueca en la hueca sombra" evoca la imagen de un
lugar mal iluminado, en el cual nunca se llega al fondo. El 3^0 lírico expresa
el límite entre la vida y la muerte como un lugar profundamente oscuro,
para explicar lo desconocido. El límite es cotidiano: "la cochera", aunque la
muerte es una situación cierta para todo hombre, es desconocida al mismo
tiempo.
Podemos notar que en el poema ha3' la intención del yo poético de
buscar la permanencia; de encontrar una dimensión en la que lo simultáneo y lo perenne subsistan juntos. Tiempo y eternidad se resuelven en la
memoria, pero a la memoria también la acecha su contrapuesto, el olvido,
que es encarnado por la muerte. Desde esta perspectiva, vivir es sobretodo
rememorarse: "Duermen del otro lado de las puertas/ aquellos que por obra
de los sueños/ son en la sombra visionaria dueños/ del vasto ayer y de las
cosas muertas".
La muerte tiene dos lados: el negativo que sería llegar al olvido, un
final desalentador, la nada. Y otro positivo, rememorarse, que es una
ISO
ANA CRISTINA CÓRDOVA
dimensión real y eterna. El yo lírico, si bien está hecho de sustancia
temporal, también tiene la oportunidad de la victoria sobre el tiempo al
traspasar la muerte, en la memoria.
La muerte es la oportunidad de vivir en plenitud, en el sentido de que
en la memoria se puede ser eterno; por este motivo, el yo lírico no siente
angustia en el poema, acepta la muerte con resignación, como una oportunidad de trascendencia, como una manera más auténtica de ser.
La inmortalidad que propone la voz poemática, en Adrogué, es una
inmortalidad en la tierra es una trascendencia en el mundo. La memoria no
es u n lugar celeste, sino que está presente en el hombre. Esta meditación
sobre la finitud se convierte en una exigencia de infinitud, en un testimonio del espíritu humano que no consiente acabar en la nada. Es necesario
superar el olvido, y esa necesidad también se puede notar en Fervor de
Buenos Aires "Inscripción sepulcral". Se trata de nueve versos dedicados al
coronel don Isidoro Suárez, donde después de encomiar las glorias del
caballero de la espada, vencedor de Junín, acaba así: "Murió cercado de un
destierro implacable./ Hoy es orilla de tanta gloria el olvido" 9 .
El yo lírico propone la despersonalización del sujeto para enfrentar la
realidad de la muerte. El sujeto poemático se nombra a si mismo como "yo"
y como "nadie", porque es todos y ninguno. El "yo" es la generalización del
sujeto que no puede pretender la existencia singular de uno de tantos. El
"yo", en general, es tiempo y agonía, es decir, todos estamos determinados
como seres temporales que caminamos ineludiblemente hacia la muerte.
En este sentido ser único y diferente es imposible. La voz poemática, por
tanto, posee una naturaleza multitudinaria y anónima.
La conciencia del "yo" está presente en la meditación profunda, en la
nostalgia de los recuerdos del pasado. El yo lírico se asombra frente a lo
intactas que se ven las cosas en la memoria y no entiende como el tiempo
pasa y el "yo", es otro ahora. El parque, el edificio, las láminas de mica, todo
está igual en la memoria: "Más allá del azar 3' de la muerte duran". Sólo este
"yo" esencialmente temporal es diferente. En la "Nueva refutación del
tiempo" Borges repite esta misma idea: "El tiempo es la sustancia de que
9
..Ahid.Feivor deBuenos Aires, p. 256
ADROGUÉ
15!
estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un
tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume,
pero yo soy el fuego. El mundo desgraciadamente es real; yo, desgraciadamente, soy Borges" 10 .
La conciencia del tiempo 3^ la certeza de la muerte es la conclusión
del poema. Pero existe una esperanza: la muerte como ausencia no es
negatividad absoluta, sino que es un camino hacia la plenitud y hacia lo
absoluto en la eternidad de la memoria.
"Adrogué" es una elegía intensa, y esta intensidad nace de la oposición: la angustia de verse cambiar, mientras el mundo de la casa familiar
permanece intacto. Los versos del poema son profundos; sentimos un
estremecimiento nuevo, ante el hecho común 3' evidente de que nuestra
vida puede concluir en cualquier momento. Nos despierta a la realidad
dramática de que la existencia es una permanente despedida, un adiós
posible de todos los momentos. Sentimos la muerte como cotidiana y
contemplamos la vida desde una muerte latente, cuando el tiempo y las
cosas pueden ser solo recuerdo.
La fuerza poética de "Adrogué", está en su sincero acatamiento a la
realidad humildemente frecuentada; lo asombroso de este poema no está
en pasmarnos con novedades sino decirnos que lo mismo es siempre lo
otro. En presentarnos la vida 3' la muerte como trama permanente que
corresponde a lo real. Lo que vemos en nuestro entorno sólo son meros
reflejos de esta trama: se nos presenta con diferente forma, pero en lo
profundo es siempre idéntico.
Este poema, metáfora inusual, constituye un campo de continuas
relaciones y correspondencias. El tiempo es cíclico 3' todas las acciones y
cosas se repiten continuamente en el mundo de la diversidad. En la memoria
las cosas son eternas porque son arquetipos. El sujeto lírico tiene la oportunidad de vivir bajo esta dimensión especial, después de la muerte. Por lo tanto
el tiempo está en el mundo de la multiplicidad 3' queda también asumido
dentro de la eternidad. Los dos pares de opuestos se resuelven en la memoria. La memoria constituye en el poema el verdadero centro, el absoluto
donde las contradicciones se anulan y los opuestos se complementan.
10
... Ibid, Otras inquisiciones, p. 256.
152
A N A CRISTINA CÓRDOVA
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L A NOSTALGIA DEL REGRESO
LXV 1 1
Madre, me voy mañana a Santiago,
a mojarme en tu bendición y en tu llanto.
Acomodando estoy mis desengaños y el rosado
de llaga de mis falsos trajines.
5
Me esperará tu arco de asombro,
las tonsurados columnas de tus ansias
que se acaban la vida. Me esperará el patio,
el corredor de abajo con sus toldos y repulgos
de fiesta. Me esperará mi sillón ayo,
10 aquel buen quijarudo trasto de dinástico
cuero, que para nomás rezongado a las nalgas
tataranietos, de correa o correhuela.
Estoy cribando mis cariños más puros.
Estoy ejeando ¿no oyes jadear la sonda?
15
¿no oyes tascar dianas ?
estoyplasmando tu fórmula de amor
para todos los huecos de este suelo
Oh si se dispusieran los tácitos volantes
para todas las cintas más distantes,
20 para todas las citas más distintas.
Así, muerta inmortal. Así
Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde
hay que pasar tan de puntillas, que hasta mí padre
para irpor allí,
25 humildóse hasta menos de la mitad del hombre,
hasta ser el primer pequeño que tuviste.
11
César Vallejo, Trilce. Madrid. Castalia, 1991, p.p. 147-149
154
FABIOLA DÍAZ
Así, muerta inmortal.
Entre la columna de tus huesos
que no puede caer ni a lloros,
30 ya cuyo lado ni el Destino pudo entrometer
ni un solo dedo suyo.
Así, muerta
Así.
inmortal,
NOSTALGIA DEL REGRESO
Fabiola Díaz
Salir de casa para ser otro, el que no fuimos en la infancia. Salir de
casa para volver a ella algún día en una piel distinta que solo conserva el
esqueleto antiguo. Regresar no solo en carne y hueso, regresar sin tiempo
ni espacio es recordar lo que dejamos, volver la vista atrás 3' revivir lo
amado. El poema LXV de Trilce, nos comunica este sentimiento nostálgico
del regreso a casa. Mediante imágenes, léxico coloquial, figuras de
repetición y coordinación sintáctica; el Yo lírico logra transmitirnos su
tristeza a lo largo de las tres partes que se pueden distinguir en las seis
estrofas del poema y sus treinta y tres versos asimétricos.
En la primera (Ira. y 2da. estrofas, los doce primeros versos), encontramos u n apostrofe, el Yo lírico establece u n diálogo con u n interlocutor
pasivo,'su madre, quien parece escucharlo: "Madre me voy mañana a
Santiago". Los adjetivos posesivos utilizados demuestran aquella presencia: tu bendición...«tu llanto... tu arco. La imagen es clara, pero hay
distanciamientos, reflexiones que se alejan del aparente diálogo - "aparente", por cuanto la voz poética no espera respuestas, habla sola-, y aquellas
que se quedan en el Yo lírico como prendedores de nostalgia: "Oh si se
dispusieran los.táfiiíos volantes...". Esta nostalgia invade al poema, no solo
del ser maternal, sino de las cosas, que se transforman en seres a los que se
los nombra COEL ternura, compañeros de infancia acariciados por recuerdos: "Me esperará el patio/el corredor de abajo.../ Me esperará mi sillón
ayo", 3' las reiteraciones iniciadas en la mitad de los versos, dan lugar a un
coloquio familiar en el cual la repetición sintáctica pone énfasis en el
sentimiento: "me esperará... me esperará... me esperará...". Como un eco
L A NOSTALGIA DEL REGRESO
155
reflexivo, la voz poética va reiterando sus recuerdos.
Al recordar (segunda estrofa), el Yo lírico recrea imágenes, como si
apoyado en el umbral de su casa observara con serena tristeza lo que dejó
atrás: el patio, el corredor, el sillón ayo; y las evocaciones van más allá:
recuerda sucesos que determinan y hacen de aquellas cosas, "seres
vivos": "...buen quijarudo trasto de dinástico/cuero, que para no más
rezongando a las nalgas/ tataranietas...". Las pausas versales que en otros
versos señalarían espacios fonéticos indispensables para formalizar lo
semántico, en esta estrofa no son necesarias, los encabalgamientos van
ligando los versos para cerrar imágenes: "las tonsuradas columnas de tus
ansias/ que se acaban la vida". Hay un sentido religioso en este epíteto
tonsuradas columnas. La ansiedad maternal, que la voz poética observa,
tiene un carácter religioso, en el límite de lo sagrado. Un segundo
encabalgamiento nos crea una imagen más completa: "el corredor de
abajo con sus tongos y repulgos/de fiesta". El tercer encabalgamiento de
la estrofa nos describe al sillón ayo: "aquel buen quijarudo trasto de
dinástico/cuero". Este sillón lo cuidó en su infancia, observó sus juegos y
sus castigos, es un personaje de quijadas abultadas. En estos versos ha
reconstruido un cuadro del pasado, la voz poética se ha ubicado, el
espacio de su nostalgia ha sido definido.
La segunda parte (2da. estrofa, desde el verso 13 al 20) se inicia: la voz
poética hace un silencio, las anáforas contribuyen a enfatizar su nostalgia;
"Estoy cribando...estoy ejeando...estoy plasmando". El gerundio como habla
coloquial, sirve apropiadamente para este "diálogo" familiar, y las interrogaciones reiterativas de los versos trece y catorce, "¿no oyes jadear la sonda?
/¿no oyes tascar dianas?" contribuyen a amplificar el sentimiento. El Yo lírico
parece poner su mano en el hombro de su interlocutor y con la voz más
delicada (pues no en vano 7ia cribado sus cariños más puros), trata de hacerle
escuchar las notas de su melancolía, lejanas, agujas: "¿no oyes jadear la
sonda? / ¿no oyes tascarlas dianas?" y los términos deben crearse para que
precisen el sentimiento, y los sonidos o los juegos sintácticos son nuevos:
"ejear... tascar dianas... jadear la sonda". Este momento se paraliza, la voz
poética ensimismada en su tristeza se aleja de su interlocutor y reflexiona:
"Oh sí se dispusieran los tácitos volantes...". La anáfora de los versos diecinueve y veinte da lugar a una cadencia rítmica, "para íot/as 7as cintas más
distantes,/ para todas las citas más distintas", el juego semántico de los
156
FABIOLA DÍAZ
términos contribuye al ritmo. ¿Cuál será la fórmula de amor que la voz
poética extraña? La extraña con angustia, a tal punto que desea plasmarla
-formarla, crearla, figurarla- en todos los huecos de este suelo. El Yo lírico se
cuestiona, se aleja un instante, mira hacia adentro de su tristeza, hay vacíos
y oquedades para siempre, aquella fórmula de amor no los alcanzará. La
nostalgia se enreda en las palabras, recuerda encuentros lejanos en el tiempo
y el espacio. No podemos dejar de escuchar aquel eco que producen las
reiteraciones; "estoy... estoy... estoy... para todos... para todas... para todas"...
Sonidos que van rimando su tristeza. "Distantes... distintas"...De nuevo
parece que la voz poética se detiene, respira profundo recordando lo que
dejó atrás, lo que al observar a través de sus sentimientos, ya no es ...el
silencio se instala de nuevo. Cada cesura ha ido mareando los espacios
fonéticos, con toda suavidad los sonidos se detienen y dan paso a breves
espacios temporales: "estoy plasmando/ tu fórmula de amor// estoy cribando/mis cariños más puros// Oh si se dispusieran/los tácitos volantes/f. Es el
instante preciso, suavemente vuelve la mirada a su callado interlocutor.
"Así muerta inmortal. Así'. Se inicia la tercera parte del poema,
comprende las tres estrofas finales, trece versos. La reiteración "Así...
Así..." nos Amelve a recordar la reflexión interior que sostiene el Yo lírico en
este momento se detiene: ha observado a su madre, incrementa su angustia, se sirve del oxímoron y la reiteración enfatiza su dolor, y por medio de
encabalgamientos. Una sola pincelada explica el porqué de esta nueva
expresión: "Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde/hay que pasar de
puntillas que hasta mi padre/". El verbo pasar nos crea la imagen de una
puerta, de una entrada. ¿Es la madre, el paso, el camino, la posibilidad de
ir hacia io inmortal?. En esa apertura trascendental, en la que aquella se
convierte, reside su fortaleza. El padre, para alcanzarla, "humildóse hasta
menos de la mitad del hombre". El verso veintitrés nos presenta una frase
coloquial "pasar tan de puntillas" así expresa con precisión la delicadeza
que tiene el Yo poético para dirigirse al interlocutor: casi sin hacer ruido,
debemos acercarnos a ella con suavidad, la respetamos, su dimensión
rebasa nuestra humanidad para ir por allí. La figura del padre se acorta, se
adelgaza, y así empequeñecido se incorpora a esa puerta definitiva, para
transformarse, quizá diluyéndose en la maternal inmortalidad. Se siente
una ligera aliteración de S, nos está preparando para hacer silencio, será
necesario al final:
LA NOSTALGIA DEL REGRESO
157
"así... así... dobles... arcos... sangre... pasar... puntillas
hasta... humildóse... hasta... menos... hasta... ser... tuviste".
Un espacio, u n silencio y la quinta estrofa reitera inicialmente el
oxímoron: "Asi, muerta inmortaF'. Y los encabalgamientos transforman a
los versos 29, 30, 31 y 32 en un solo lamento: "Entre la columnata de tus
huesos/ que no puede caer ni a lloros/y a cuyo lado el destino pudo entrometer/ ni un solo dedo suyo". El Yo lírico ha llegado a su reflexión final. Las
dos imágenes se han presentado en medio de sus encabalgamientos "Entre
la columnata de tus huesos/que no puede caer ni a lloros". Se refuerza la
imagen de su muerta inmortal: sus huesos son columnata, sostienen
fuertemente al Yo lírico. El llanto no la va a derrumbar. Esta imagen es
intensa, pero no es suficiente. Semánticamente se intensifica gracias a los
dos versos encabalgados al final de la estrofa: "y a cuyo lado ni el destino
pudo entrometer/ ni un solo dedo suyo". El Destino, personificado, con
mayúscula, es una fuerza en sí mismo, no podemos evadirnos de él, nos
sujeta con sus lazos más poderosos; sin embargo ni el Destino pudo
entrometer u n solo dedo suyo en su muerta inmortal.
El ritmo anafórico de los dos últimos versos nos llama a la quietud, al
silencio. "Así muerta inmortal/Así". Una reflexión ensimismada que lo
hace volver sobre a la tristeza infinita de su soledad. La voz poética sabe
que son otros los seres del pasado, nunca regresamos realmente, esta es la
triste esencia de su nostalgia. Ahora puede hacer silencio indefinidamente, así... así... el descanso se ha instalado para siempre.
Bibliografía
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1997.
LÓPEZ Alcaraz, María de Lourdes, Manual de Investigaciones Literarias,
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1997.
158
M A R Í A ISABEL HAYEK
LA QUINTA12
5
10
15
20
25
30
12
En u n tiempo mis padres socavaron el tedio voraz del color
bianco
valiéndose de gárgolas lunáticas que prodigaban por juego las
tinieblas,
y aquellos hipogrifos de cemento que lograron a fuerza
de paciencia consagradora pátina
callando conseguían disimular sus bromas y extender
la penumbra con un vago terror hacia la noche.
Más importante aún era el negrito a quien hacía tanta gracia
lanada
sentado junto a las escaleras que siempre pretendieron ser unos
saltos de agua
y a quien acompañaba no sé si por su gusto el silencioso gato
sobre la tapia intenso, contal' la tarde rojo, enigma pobre,
conmovedor que será de mi barrio.
Las japonesas cuevas, escasas y profundas con la profundidad
de una noche pintada en una tabla,
y aquellas fuentes ciegas, y las acequias hondas por
las fragantes tardes paseadas
Escribo todo esto con la melancolía de quien redacta u n
documento.
Como quien ve la ruina, la intemperie funesta contemplando
el raído interior del griego.
Digo cómo debían ser el ocio tan suave y el paso regio
y la ternura graciosa del paseo.
Cuando volvían a casa despacio entre las aguas limpias
de la fuente, mirados por las criaturas extáticas del parque
cuando la noche no siempre comenzaba en la caída, sino
que también era la tiniebla lustrosa del inútil recodo
socavando el tedio de la cal, el horror de la pared como vacío
deslumbrante.
ElisnoDiego.£'íiíní/oDjc/!aj-/oT;nieWa,Mcxico,F.C.E.,1993,p. 38.
MEMORIA Y NOSTALGIA EN "LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
159
Aquel negrito, aquellos hipogrifos que gustaban magistralmente
de la lluvia
saboreando las gotas y el color gris como si el frío fuese de verde
35
parte de sus almas,
y el nombre de la quinta, que las filosas enredaderas trenzaban
con variadas flores de reluciente hierro,
los gobernados arroyuelos de piedra por donde navegaban
los bergantines dorados de las hojas
40 sin saber el tamaño menudo y deleitoso de su aventura
ni el agradable olvido de aquel sombrío puerto,
el jardín de la quinta donde termina la Calzada y comienza
el nacimiento silencioso del campo y de la noche,
raído por el sol lo miro, melancólicamente desolado como
45
el feo pensamiento de u n idiota.
Digo estas cosas con la tristeza de quien a solas dice cuántos años
y deja caer la inútil mano sobre la frescura del mimbre
y en su comodidad encuentra algún consuelo.
MEMORIA Y NOSTALGIA EN
"LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
María Isabel Hayek
"La Quinta" forma parte de En la Calzada de Jesús del Monte (1949), el
primer poemario de Elíseo Diego (La Habana - Cuba, 1920-1992), en el que
se advierte una indagación en el mundo de la niñez: la familia, la escuela,
los vecinos, la casa quinta...
El poema se presenta como un juego fascinante de la mirada y la
memoria: ambas se unen para penetrar y recrear este espacio íntimo de la
voz lírica, mediante una serie de artificios lúdicos en los que la plasticidad
de las imágenes provoca una tensión entre aquello que es, a la vez, permanencia y fugacidad.
Apenas se ingresa al poema, se toma conciencia de que para mirarlo,
ha3' que seguir los pasos del yo lírico, que avanza lenta 3' acompasadamen-
160
MARÍA ISABEL HAYEK
te mientras retorna al pasado. El ritmo de las evocaciones se torna elástico:
avanza, se detiene, de repente prosigue una vez más: "En un tiempo mis
padres socavaron el tedio voraz del color/blanco/valiéndose de gárgolas
lunáticas que prodigaban por juego las tinieblas..."
El poema se va tejiendo a través de cuarenta 3' ocho líneas poéticas que
oscilan entre veinte y dos y dos sílabas métricas. Esta irregularidad en la
extensión de las líneas hace que el ritmo se ajuste a las constantes y variadas
evocaciones del yo lírico, quien deja fluir las más sugerentes asociaciones. Es
como si cada línea desatara una determinada intencionalidad expresiva,
ligada a los sentimientos del hablante. Esto se advierte desde las primeras
líneas del poema: la voz lírica recuerda y mira, y su mirada busca reconstruir
el mundo de la Quinta, desde el presente y al hacerlo examina su conciencia,
su relación con ese entorno {"Escribo todo esto con la melancolía de quien
redacta un/ documento./ Como quien ve la ruina, la intemperie funesta
contemplando/ el raído interior del griego.)". Se siente una observación
reflexiva que busca trascender. Para ello deja fluir el pensamiento y el
recuerdo, 3^ a su vez, lo detiene para que la memoria agregue aquello que es
imposible recuperar de las vivencias de la infancia. Esto cobra sentido
cuando se ve la constante alternativa de líneas extensas (de doce sílabas en
adelante), breves (hasta seis sílabas) y medias (entre siete y doce sílabas). Las
líneas largas terminan siempre en un encabalgamiento, de modo que en la
siguiente concluye, desde el punto de vista sintáctico, el sentido.
Las rupturas repentinas, al finalizar las líneas extensas, obligan a una
pausa inesperada que genera una tensión conceptual, en la medida en que
se interrumpe el orden sintáctico regular y su conclusión llega a manera de
sorpresa, condensada a veces en imágenes, otras en sustantivos o sintagmas reveladores, en los que la voz lírica va completando paulatinamente
sus recuerdos "(y aquellos hipogrifos de cemento que lograron a fuerza/ de
paciencia consagradora pátina/callando conseguían disimular sus bromas
y extender/ la penumbra en un vago terror hacia la noche)". Esto se mantiene de principio a fin. Las líneas encabalgadas nos permiten descubrir las
asociaciones particulares e irrepetibles del mundo personal del yo lírico
"(Las japonesas cuevas, escasas y profundas con la profundidad/ de una
noche pintada en una tabla..,/ y aquellas fuentes ciegas, y las acequias
hondas por/ las ft-aganíes tardes paseadas)". Además, en el ritmo del poema
hay también una regular distribución de los acentos [la sexta sílaba está
MEMORIA Y NOSTALGIA EN -LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
161
casi permanentemente acentuada en las líneas externas, apoyada por
acentos en la segunda y cuarta sílabas y en la novena o décima); esto se da
a lo largo de todo el texto y provoca una simetría rítmica que sorprende en
medio de la heterometría de las líneas poéticas.
En el proceso de recuperación en el espacio evocado, la mirada del
yo lírico repara en elementos o personajes que la memoria sitúa y
organiza en determinadas "escenas", en las que se reconstruyen experiencias de la niñez. Así, la escena inicial gira en torno a la pared y los
ornamentos que han conseguido socavar el tedio del color blanco. La
segunda, se refiere al negrito y a los objetos y personajes con los que se
relaciona. Sigue la que habla de las cuevas, las fuentes y las acequias.
Pero, de repente, en la cuarta, la quinta y la sexta, la enunciación cambia:
el yo poético vuelve al presente, reconoce su melancolía al recordar el
ayer.
Así prosigue el poema con otras escenas que completan las primeras
imágenes y que oscilan entre los dos momentos de la enunciación ya
señalados: el de la descripción del mundo de la Quinta, ambientada en el
pasado, por tanto, aquel en que la voz poética evoca ese pasado, para darle
forma con la memoria y la mirada desde el presente, y admite que le ha
invadido la pena al hacerlo: "Escribo todo esto con la melancolía de quien
redacta / un documento".
"La Quinta" se inicia con un enunciado que suscita curiosidad: "En un
tiempo mis padres socavaron el tedio del color/blanco". El verbo "socavaron", que se repetirá más adelante, en la línea poética número treinta "socavando el tedio de la cal"-, remite a una realidad oculta que debe salir a
la luz, y la sorpresa viene cuando se percibe que esa realidad oculta, es el
tedio voraz, una situación anímica extrema, provocada por el color blanco.
A pesar de la impresión temporal parece que, para la voz lírica, ese
tiempo tiene resonancias interiores, se trata de un tiempo que está en su
conciencia y permanece estrechamente ligado a la imagen de sus padres;
se podría entender que ver, recordar y añorar la Quinta es también añorar a
los padres. Aunque el yo lírico no vuelve a nombrarlos directamente, se
intuye que en la línea poética veintiséis, se refiere a ellos: "Cuando volvían
a la casa despacio entre las aguas limpias..."
162
MARÍA ISABEL HAYEK
La presencia de los padres hace pensar en lo originario, en las
raíces... De modo que al volver a la "Quinta", es decir, a la infancia, se está
volviendo a ellos, a su insustituible presencia. Sin embargo, unida a los
padres hay una expresión que perturba: "socavaron el tedio voraz del
color/blanco" ¿el de los padres? ¿el de todos? el del yo lírico? El adjetivo
voraz le otorga a este tedio una connotación de desmesura, pues la
voracidad destruye, consume. El particular contenido que adquieren para
la voz lírica el color blanco de la pared, la cal, unida al tedio, el horror de la
pared como vacío, presentes al inicio del poema, van siendo desplazados,
paulatinamente, gracias al modo en que la voz lírica los enfrenta, desde la
perspectiva opuesta: la del detalle, la de los espacios llenos y vitales. El
tedio, el vacío y el horror serán vencidos progresivamente a lo largo del
poema, gracias a la imaginación desbordante del yo lírico, que irá recuperando un sinnúmero de elementos, de objetos, de rincones, que harán de
"La Quinta" un espacio de recreación. Surgen una tras otra las imágenes
que permiten visualizar un mundo animado, en el que todo se comunica
con la voz lírica, con su interior: "Más importante aún era el negrito a
quien, hacía tanta gracia/ la nada/ sentado junto a las escaleras que
siempre pretendieron ser unos/ saltos de agua..."
También están los efectos sonoros; se nota la frecuencia del sonido
/g- /en las primeras escenas del poema; "gárgolas, prodigaban, juego,
hipogrifos, lograron, consagradora, conseguían, vago, gato, gracia, agua,
gusto, enigma".
La repetición de este sonido gutural refuerza el juego de evocaciones
del yo lírico y da mayor intensidad a lo evocado.
Los innumerables detalles de la Quinta aparecen reconstruidos de
manera prodigiosa: "las gárgaras lunáticas, los hipogrifos de cemento, la
consagradora pátina, el negrito, las escaleras, el silencioso gato, la tapia, el
barrio, las japonesas cuevas, las fuentes ciegas, las acequias hondas, las
aguas limpias de la fuente, las criaturas extáticas del parque, las filosas
enredaderas, las variadas flores, los arroyuelos de piedra, el jardín de la
Quinta..." Todos estos objetos y lugares se refieren a u n jardín criollo
cubano, de evidente estilo manierista en el que la juguetona mirada del yo
lírico, da vida y función a cada objeto; baste pensar, por ejemplo, en la
extraña mezcla de los hipogrifos y las gárgolas con el negrito y las japonesas cuevas...
MEMORIA Y NOSTALGIA EN "LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
163
El frecuente uso de los demostrativos que señalan, aquél, aquéllos,
aquéllas, nos aproxima a los objetos observados por el hablante; los
miramos junto a él y así entendemos cómo lo imaginativo está unido
estrechamente a lo afectivo. Una especie de inventario brota de su interior:
va sacando a luz una serie de imágenes, las acumula y las va ubicando para
volverlas a contemplar:
Aquel negrito, aquellos hipogrifos que gustaban magistralmente/ de la
lluvia saboreando las gotas y el color gris como si el frío fuese de verde/parte
de sus almas.
El afán del yo lírico por no dejar nada en el olvido, ni aquellas sensaciones de tedio ni las singularísimas figuraciones que su memoria reconstruye, al
ver los hipogrifos de cemento o la tiniebla lustrosa del inútil recodo, se
traduce en el frecuente uso de la conjunción copulativa "y" al inicio de
muchos versos y en las enumeraciones; "y aquellas fuentes ciegas, y las
acequias hondas por/ las fragantes tardes paseadas... y la ternura graciosa del
paseo,/... y el color gris como si el frío fuese de verde/ parte de sus almas". Al
caracterizar la poesía de Elíseo Diego, Julio Ortega dice que se diferencia de la
de Lezama Lima y de la de Vitier "por su regusto en los detalles y peripecias
del paisaje cotidiano, por su minimalismo contemplativo y su escenario
gozoso y solitario"13, lo cual se percibe claramente en "La Quinta".
Entre los recuerdos de la voz lírica se halla éste: "Más importante aún
era el negrito a quien hacía tanta gracia/ la nada/ sentado junto a las
escaleras que siempre pretendieron ser unos/ saltos de agua/ y a quien
acompañaba no sé si por su gusto el silencioso gato/ sobre la tapia intenso,
contarla tarde rojo, enigma pobre,/ conmovedor qué será de mi barrio". Esta
escena, recreada, a partir de imágenes y expresiones elípticas que intensifican el sentido, encierra un conjunto de elementos muy sugestivos: la
presencia del negrito para quien no había apremio alguno; el juego al
asociar las escaleras con saltos de agua; la del gato silencioso, cuya figura
se torna poderosa, gracias a la adjetivación y, gracias también, a que el
hablants lírico se identifica con él al verlo mirar el pueblo desde la tapia.
Aquí se produce un cambio repentino en el plano de la enunciación: la voz
del poema deja que aflore su emotividad y su nostalgia; surge, de pronto,
13
Julio Ortega, Antología de la Poesía Hispanoamericana Actual, México, Siglo
XXI, 1987, p. 209.
164
MARÍA ISABEL HAYEK
una expresión coloquial, íntima... espontánea: "qué será de mi barrio". Lo
mismo ocurrirá cerca de finalizar el poema: "Digo estas cosas con la tristeza
de quien a solas dice cuántos años". El qué y el cuántos, enfáticos, expresan
la profundidad de la nostalgia de la voz lírica.
El juego con lo cromático es otro aspecto de las imágenes del poema
que merece ser comentado. A juicio de Diego García Elio 14 , un rasgo
distintivo de la poesía de Elíseo Diego es la presencia de la luz. En "La
Quinta" vemos que la mirada de la voz lírica -y detrás de ella probablemente la mirada del poeta- se dirige particularmente a los juegos de la luz y de
las sombras, a los colores, a los momentos del día y a la noche: "ei coior
blanco, las tinieblas, la penumbra, la noche, la tarde, la tarde rojo, las
cuevas profundas como la noche, la tarde, la tiniebla, lustrosa, el vacío
deslumbrante, el color gris, flores de reluciente hierro, bergantines dorados,
sombrío puerto, el nacimiento de la noche, el jardín raído por el sol." La
relación entre los objetos de La Quinta y los juegos de luz, oscuridad y
color, crea en ella una clara conciencia de oposiciones y contrastes,
emparentada con aquello que Omar Calabrese y otros estudiosos denominan el "neobarroco"l5 y alimentada también por la adjetivación, que es
clave para descubrir las resonancias afectivas que el mundo de la Quinta
tiene en el yo lírico.
Es significativo, por ejemplo, que hacia el final del poema, cuando la
voz poética vuelve a su presente, diga: "el jardín déla quinta donde termina
la Calzada y comienza/ el nacimiento silencioso del campo y de la noche,/
raído por el sol lo miro, melancólicamente desolado como/ el feo pensamiento de un idiota." Al mirar el jardín desde el presente, el yo lírico
percibe que se ha perdido la luminosidad y la vitalidad de antaño: raído y
desolado expresa deterioro. Por eso la compara con "el feo pensamiento de
un idiota." ¿Es que la mirada a través del tiempo desdibuja las imágenes?
¿Es que todo ha perdido nitidez? ¿Es un presente en decadencia? Aquí es
necesario volver al momento en el que el yo lírico alude, por segunda
ocasión, a "aquel negrito, aquellos hipogrifos de cemento que gustaban
14
15
Ibid.
El "neobarroco" puede ser entendido como un fenómeno cultural cuyas formas
evocan el barroco histórico. Calabrese y Dorfles de la tendencia contemporánea
del neobarroco: profusión, la asimetría e inarmonía. Eso es lo que se encuentra
en "La Quinta" de E. Diego.
MEMORIA Y NOSTALGIA EN "LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
165
magistralmente de la lluvia", porque se identifica con ellos y reconoce que,
en aquel entonces no sabían cuál sería el destino de sus inocentes juegos.
Ese destino no es otro que el "agradable olvido de aquel sombrío puerto",
ante el cual él se encuentra.
Los recuerdos de la Quinta están asociados con la luz 3' las tinieblas,
pero ambas se hallan repartidas entre seres, objetos, sensaciones y momentos para los que se emplea una adjetivación con efectos 3^ sentidos inusuales:
"ei tedio voraz, las gárgolas lunáticas, la consagradora pátina, el vago terror,
la tarde roja, la intemperie funesta, el oficio tan suave, la tiniebla lustrosa, el
inútil recodo, el vacío deslumbrante..." En muchas de estas expresiones hay
un juego de oposiciones donde predominan las sensaciones de movimiento
y de inestabilidad: de lo que se ve y de lo que no se ve, de lo que está 3' de lo
que no está, de lo que fue y no fue... Esa es la visión de retorno a la niñez
desde la edad adulta. Esto remite a otro poema de Eliseo Diego en el que se
lee: "Sin quererlo/el niño distraídamente solitario empuja/ la domada furia de
las cosas, olvidando/el oscuro esplendor que me ciega y él desdeña"1^. En
estos contrastes, propios del neobarroco, la mirada está ligada al tiempo.
Desde la primera línea se advierte, cuando la voz lírica nos traslada directamente a su pasado y al de su familia. Y poco a poco se va descubriendo que
esa mirada testimonia dos mundos o, si se quiere, dos momentos: el pasado y
el presente. El pasado poblado de seres y objetos llega como una realidad que
parecía duradera: "prodigaban, conseguía, acompañaba, volvían..." Pero esa
realidad es mirada desde el ahora y entonces surge una doble transformación: la que produce lo evocado por la memoria, que reconstruye el pasado
con una finalidad... diríase, relativo, pero no puede copiarlo o traerlo intacto
al presente, 3' derivado de esto, la nostalgia que brota irremediablemente
porque el presente es una suma de años menos: "escribo todo esto con la
melancolía de quien redacta un/ documento./ Como quien ve la ruina, la
intemperie funesta contemplando/ el raído interior del griego... Digo estas
cosas con la tristeza de quien a solas dice cuantos años/ y deja caer la inútil
mano sobre la frescura del mimbre/ y en su comodidad encuentra algún
consuelo". Años más tarde de la publicación de En la Calzada de Jesús del
Monte, se leerán otros poemas de Eliseo Diego donde la voz poética mantie-
16
Eliseo Diego, de "El Oscuro Esplendor", en La Sed de lo Perdido, Siruela, 1993, p.
91.
166
MARÍA ISABEL HAYEK
ne las mismas preocupaciones: "Pues ia memoria es un rumor apenas/ que
roza con sus alas inocentes/ la paz inmensa en el silencio justo"'17; o bien
estos versos en los que se condensa el recorrido por "La Quinta": "Huyese el
tiempo y al dejamos hiela/ su no estar extraño, tan humano. Se nos cae la
penumbra de la mano/gruñe el silencio como un perro en vela."18
En estas palabras se encuentra la certeza de que el tiempo ha pasado y
con él algo se ha perdido. Esa es la realidad de la nostalgia y de la memoria:
deseo e insatisfacción, presencia y ausencia, posibilidad de reconstrucción y evanescencia, movimiento, devenir, cambio. Esa es también la
realidad del espíritu barroco: la del juego de sombras y luces, la del
espacio lleno 3^ el vacío. Eso es lo que ha ocurrido en La Quinta: la mirada
y la memoria han enfrentado el color blanco de la pared, la cal, el tedio, el
horror de la pared como vacío, al juego de los detalles y los espacios llenos
y vitales y, al hacerlo se ha puesto en juego no sólo la reconstrucción de un
mundo lejano, lleno de detalles, sino que -y ahí radica la paradoja- la
mirada ha fundido los tiempos hasta mostrar que el regreso al ayer es
posible únicamente en la memoria... Aun así, parece un regreso necesario:
reconstruir la infancia significa consolidar el presente. Pero entre el
pasado de travesuras y el presente teñido de nostalgia, raído 3' casi sin
consuelo, hay un desequilibrio que es la ley en la vida humana: permanentemente devenir sin retorno o retorno posible desde la memoria y sus
eventuales trampas.
17
18
Ibid
Ibid,
MEMORIA Y NOSTALGIA EN "LA QUINTA" DE ELÍSEO DIEGO
167
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169
L A MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
LOS DOMINIOS PERDIDOS"»
A Alaín-Fournier
5
Estrellas rojas y blancas nacían en tus manos.
Era en 189.. en la Chapelle d' Anguillon,
eran las estrellas eternas
del cielo de la adolescencia.
En la noche apagaste las lámparas
para que halláramos los caminos perdidos
que nos llevan hacia u n laúd roto y trajes de otra
época
hacia una caballeriza ruinosa y un granero de
10
fiesta
en donde se reúnen muchachas y ancianas que lo
perdonan todo.
Pues lo que importa no es la luz que encendemos
día a día,
15 sino la que alguna vez apagamos
para guardar la memoria secreta de la luz.
Lo que importa no es la casa de todos los días.
sino aquella oculta en un recodo de los sueños.
Lo que importa no es el carruaje
20 sino sus huellas descubiertas por azar en el barro.
Lo que importa no es la lluvia
sino sus recuerdos tras los ventanales del pleno
verano.
25
19
Te encontramos en la última calle de una aldea
sureña.
Eras un vagabundo de barba crecida con una niña
en brazos
Jorge Teillier, Los Dominios Perdidos, México, EC.E. 1992, p.p. 45-46.
170
ESTEBAN
PONCE
era tu sombra -la sombra del desaparecido en 1914
que se detenía a mirar a los niños jugar a los
30
bandidos,
perseguir gansos bajo una desganada llovizna,
o a3mdar a sus madres a desvainar arvejas
mientras las nubes pasaban como una desconocida,
la única que de verdad nos hubiese amado.
Anochece.
Y al tañido de una campana llamando a la fiesta
se rompe la dura corteza de las apariencias.
Aparecen la casa vigilada por glicinas, una muchacha
leyendo en la glorieta bajo el piar de gorriones,
40 el ruido de las ruedas de un barco lejano.
La realidad secreta brillaba como u n fruto maduro.
Empezaron a encender las luces del pueblo.
Los niños entraron a sus casas. Oímos el silbido del
titiriteo que te llamaba.
45 Tú desapareciste diciéndonos: "No hay casa, ni
padres, ni amor: solo hay compañeros
de juego"
Y apagaste todas las luces
para que encendiéramos
50 para siempre las estrellas de la adolescencia
que nacieron de tus manos en u n atardecer de mil
ochocientos
noventa y tantos.
LA MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
171
LA MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
Esteban Ponce
Versos extensos que, con frecuencia deben descolgarse sobre el
siguiente para cerrar su sentido, sugieren al lector la apariencia de u n viejo
y ambiguo canto épico que renunció a los adornos de la asimetría, la rima y
el ritmo marcado por los acentos, y optó por la aparentemente descuidada
extensión de las ideas, de los recuerdos.
La extensión de los versos no es el único elemento que induce a
pensar Los Dominios Perdidos como un canto épico, es, sobre todo, el
carácter narrativo con que se evocan las "hazañas" de este héroe atípico que
hacía nacer, "estrellas rojas y blancas" en sus manos, que apagaba 7as
lámparas y desaparecía después de anunciar extrañas verdades: "No hay
casa, ni padres, ni amor: solo hay compañeros de juego". Son también el
tiempo y el espacio que sostienen tal evocación.
El héroe es el escritor francés Alain Fournier, autor de la novela El
Gran Meaulnes fallecido en 1914. A él se dirige la voz poética en la
dedicatoria y a él aluden varios rasgos biográficos. El héroe es Agustín
Meaulnes, personaje central de la novela de Fournier, en quien se condensan los elementos anecdóticos 3' las palabras de una novela que, en su
totalidad es la figuración de una juventud arrolladora por la fuerza de sus
sueños, por el deseo de aventuras y por la pasión derrochada en el modo de
ejecutar cada acto.
El héroe de Los Dominios Perdidos, es poseedor de esos mismos
atributos, y en virtud de ello ha sido mitificado. Todo el poema se construye sobre la relación de u n "tú", el héroe; y u n "nosotros", una colectividad
representada por la voz poética, que asume las acciones del héroe como
modelo de vida, como enseñanza. Las acciones del "tú" tienen a lo largo de
todo el poema, una repercusión directa en el "nosotros". Así la voz poética
participa del juego de espejos que ella misma ha creado: Meaulnes como
figura especular de Fournier y el "nosotros" como figura especular de
ambos, pues ella se autoasigna el papel de pupilo-peregrino, siempre en
actitud de aprendizaje ante su modelo.
172
ESTEBAN PONCE
Por sus atributos, el "tú" complejo (Meaulnes-Fournier) ha logrado
acceder a un misterioso segmento de la realidad: tiempo, objetividad y
racionalidad han sido vencidos por él. "Lo realidad secreta brillaba como
un fruto maduro" él ha entrado en ella y no solo la ha descubierto sino que
ha logrado preservarla del tiempo y de la ausencia. Accedió al mundo del
sueño y la conservó en el ánfora casi sagrada de la memoria. Es por esta
fortaleza intimista que el personaje de Los Dominios Perdidos es elevado
a la categoría de héroe.
En esta parcela oculta de la realidad, la fuerza del deseo (y entiéndase éste en su forma más amplia) puede acercar el sujeto anhelante al objeto
de su anhelo, y así, enlazados, confundidos sus límites en la cercanía, los
deja colgados en un brazo de la eternidad. Allí lo fugaz alcanza trascendencia y los artificios de pólvora devienen símbolos eternos de la edad de
los sueños y el deseo:
Estrellas rojas y blancas nacían de tus manos
(...)
eran las estrellas eternas
del cielo de la adolescencia.
La voz poética canta al héroe porque éste ha logrado trastrocar el orden
de lo habitual. Mientras las rigurosas coordenadas de la realidad se difuminan como fracciones de u n espejismo en la corriente del deseo, los "delicados" fragmentos de la memoria se constituyen en referentes incuestionables
del nuevo orden: "lo real" es lo que se conserva en la memoria. Las señales
semánticas que en el poema aluden a la "realidad objetiva" se presentan
como un marco frágil y casi irrelevante: el tiempo y el espacio objetivos se
deconstruyen para dar paso a la configuración de un mundo enteramente
ligado a lo íntimo, y, en consecuencia, carente de comprobación.
Las tres veces en que se alude al tiempo "preciso" cuando sucedieron
los hechos, los recursos de los que se sirve la voz poética terminan por
relativizar la importancia del tiempo. En el primer caso, una fecha
inconclusa, escrita en números; u n año incompleto al que suceden puntos
SLispensivos qLie constituyen la cuarta cifra; Era en 189... ¿Importa
realmente el año?.
En el segundo caso, la relativización se refuerza al referirse al año
con palabras y no con números. Para ello se usan tres versos y se reempla-
LA MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
173
zan los puntos suspensivos por la expresión noventa y tantos. Así la
objetividad, la precisión, la pretendida exactitud de los números, se
disuelve en tres versos que resignifican la temporalidad, desde la ambigüedad natural de las palabras y su negativa corresponden de manera simplista a un referente extratextual:
Y apagaste todas las luces
para que encendiéramos
para siempre las estrellas de la adolescencia
que nacieron de tus manos en un atardecer de mil
ochocientos
noventa y tantos
El marco temporal se ha disuelto, las señales del tiempo han perdido
su rigor hasta casi dejar de significar; como las semillas volátiles con las
que se pide un deseo y al soplarlas ya se han desvanecido; se han consumido como aquellos juegos artificiales que se encendieron en las manos
del héroe y que para la voz poética, inversamente, se han engarzado en la
eternidad. El tiempo, con su peso monolítico como dimensión organizadora de lo "real", ha sido vencido por la memoria y el deseo de ensoñación ha
sido vencido por el cariz subjetivo y lirista que anima al héroe y del que
procura apropiarse la voz poética.
El tercer verso, en el que se menciona un año, es el que hace referencia al de la muerte de Fournier:
Te encontramos en la última calle de una aldea
sureña
Eras un vagabundo de barba crecida con una niña
en brazos,
era tu sombra -la sombra del desaparecido en 1914
que se detenía a mirar a los niños jugar a los
bandidos,
o perseguir gansos bajo una desganada llovizna,
o ayudar a sus madres a desvainar arvejas
Así, la voz poética vincula al héroe-autor (Fournier, muerto en 1914)
con el héroe personaje (El Gran Meaulnes, dice: Llegó a nuestra casa un
domingo de noviembre de 189... En la realidad interna del texto, realidad y
ficción quedan ligadas como hechos que se conjugan y complementan.
174
ESTEBAN PONCE
Nuevamente la voz poética ha jugado con los espejos y construye un
sistema de significados, a partir de la ausencia de sentido. Los años y sus
referentes externos carecen de valor en la construcción del poema; lo que
importa es lo poco significativo que para el héroe resulta la fijación del
tiempo y de la voz poética que la canta: "Lo que importa no es la casa de
todos los días / sino aquella oculta en un recodo de los sueños". No importan los objetos que están prisioneros en el tiempo, sino aquellos que han
escapado de él al eternizarse en la memoria.
En la misma estrofa se señalan dos elementos narrativos que, en su
estructura interna, tienden cuando menos, a producir otras tantas tensiones: primero, el tiempo y el espacio como realidades relativas, supeditadas al deseo. Segundo, los hechos cotidianos como elementos configuradores de la historia del héroe; no hay acontecimientos de trascendencia
colectiva, mucho menos universal, sino hechos que configuran al individuo. Es en ese esfuerzo de individuación donde radica la esencia del valor
heroico del personaje protagonista del poema.
En cuanto al espacio, tras la simulada exactitud de la ubicación, se
oculta la mirada irónica de la voz poética que descree de la realidad.
Señala un lugar específico (la última calle), dentro de un espacio indefinido "(de una aldea sureña)". Ya en los primeros versos había jugado de
manera semejante con el nombre de la aldea en one nació Fournier, y
también en ese caso el referente espacial está ligado al referente temporal.
La mención de la Chapelle d Anguillon es también un guiño al lector,
más que un tributo al lugar de origen de Fournier. Con su alusión se
pretende ligar el nombre al proceso de valoración significativa de aquello
que, aparentemente, carece de encanto o grandeza.
En el proceso de construcción de esta apariencia de epicidad, la voz
poética ha echado mano de los recursos necesarios para rebatir la concepción de lo esencial dentro de lo heroico. Tiempo y espacio se han relativizado, no importa tanto dónde y cuando sucedieron los acontecimientos
heroicos. El epifonema obvio debería ser entonces, que lo importante son
solo los hechos, pero aún en esto la voz poética quiere desautomatizar la
representación de los contornos del héroe.
Los acontecimientos son relevantes solo para él, y más todavía,
quizás solo lo sean para su aedo, o para quien, con mirada soñadora y voz
LA MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
175
sedienta de individualización, exalta hechos carentes de valor comunitario pero llenos de significación individual. El héroe, entonces, no lo es por
haber prodigado un bien concreto a los suyos, ni por haber asumido
sacrificios en beneficio de otros; la intensidad con que se lanza a la
búsqueda de su propio yo, abrir un camino para encontrarse a sí mismo,
tener una mirada intimista para las cosas.
En la búsqueda, héroe y voz poética toman distancia de la razón y se
sumergen en las vías de la irracionalidad. No se busca la luz, sino la
obscuridad. El esplendor es engañoso, para acceder a "ia realidad secreta
que brilla como un fruto maduro" es necesario desprenderse de las luces
que encandilan y buscan las sendas oscuras en las que cada uno puede
guiarse por su propia luz:
En la noche apagaste las lámparas
para que halláramos los caminos perdidos
que nos llevan hacia un laúd roto y trajes de otra
época,
hacia una caballeriza ruinosa y un granero de
fiesta
en donde se reúnen muchachas y ancianas que lo
perdonan todo.
El momento de búsqueda es la noche, propicia para la develación de
lo secreto: el día nos hace creer que todo es tan evidente, en tanto que la
noche nos confunde y ofrece mayores márgenes para la duda. La noche es
el tiempo propicio para el sueño, claro que en el campo de significaciones
que ha construido la voz poética, el sueño ha de entenderse como la
capacidad consciente para asumir deseos y el ejercicio voluntario para
alcanzarlos.
Irracional es también la búsqueda y lugares que carecen de belleza
aparente, pero en los que se oculta la promesa del bien deseado. Fijémonos
cómo los sustantivos están acompañados de adjetivos y complementos de
nombre que evidencian una carga negativa: "roto, de oíra época, ruinosa".
Pero la voz poética sabe que esa negatividad está solo a nivel de la apariencia, todos aquellos objetos ocultan la magia de lo anhelado.
176
ESTEBAN PONCE
Finalmente, la búsqueda es irracional porque no pretende un
acercamiento a los seres en su realidad objetiva, sino acceder a ellos por la
vía de la memoria individual. Se niega la importancia del modo de ser
inminente de los seres y se exalta la aproximación subjetiva a la realidad.
Los hechos, todos los seres, los mismos recuerdos dejan de organizarse en
torno a su valor objetivo; es la memoria que de ellos se tiene la que ha de
reubicarles en el nuevo orden de cosas:
Pues io que importa no es la luz que encendemos
día a día
sino la que alguna vez apegamos
para guardarla memoria secreta de la luz.
Lo que importa no es la casa de todos los días
sino aquella oculta en un recodo de los sueños
Lo que importa no es el carruaje
sino sus huellas descubiertas por azar en el barro.
Lo que importa no es la lluvia
sino sus recuerdos tras los ventanales del pleno
verano.
Así, el valor de los seres ha de ordenarse en torno a su capacidad para
desencadenar afectos, emociones o deseos. El héroe del poema de Teillier
es un incansable aventurero de las posibilidades del "yo" y la voz poética
que lo configura es un reflejo del mismo anhelo. Saberse uno diferente,
único, es el bien superior que ha descubierto en su búsqueda; parafraseando a uno de los personajes de El Gran Meaulnes, la voz poética afirmará:
"no hay casa, ni/ padres, ni amor; solo hay compañeros/ de juego". Y el
juego de Los Dominios Perdidos consiste en lograr una perspectiva
individual del mundo.
El simulado canto poético a ese extraño héroe, acaba convirtiéndose
en apología de la subjetividad. El homenaje a Fournier, el culto a su
personaje Meaulnes y el fervor de la voz poética por la memoria individual, configuran y sostienen el juego poético de Los Dominios Perdidos
que, por cierto, son perdidos, solamente en el nivel de 7a d u r a corteza de
las apariencias, pues los tres: Fournier, Meaulnes y la voz poética conocen íntimamente la ruta por la que han de acceder a ellos.
El texto lírico de Teillier, oculto en un ropaje de epicidad, se autoerige
como materialización de aquello que proclama. Su lenguaje, sus figuras,
LA MEMORIA SECRETA DE LA LUZ
177
su tono, aluden a una poética de la sencillez profunda. La apariencia dice
poco de las cosas, su mundo oculto es el que desencadena evocaciones. La
contradicción aparente de esta sencillez profunda, se materializa en el
poema con la paradoja de las luces que han de apagarse para poder encontrar los caminos, O en las oposiciones constantes de pasado y presente con
las que se crea tensión entre el tiempo que se vive y el que se recuerda, y,
entre esa línea de tiempo que se tiende entre lo acontecido y lo que se
añora, se erige el país de nunca jamás20 y, allí, la posibilidad de recuperar
lo perdido y de perderse en lo pasado.
Así, con esa urdimbre de ocultamientos y evidencias se construye Los
Dominios Perdidos como una bella metáfora extendida al ámbito de la
intimidad. El juego de sus reflejos y sus distorsiones capturan al lector y lo
hacen, finalmente, cómplice y compañero de juego.
Bibliografía
FOURNIER, Alain, El Gran Meaulnes, Buenos Aires, Orion, 1977.
NÓMEZ, Naín, Poesía Chilena Contemporánea, México. Fondo de Cultura
Económica, 1992.
TEILLIER, Jorge, Los Dominios Perdidos, México, Fondo de Cultura
Económica, 1992.
20
El título del poemario al que corresponde Los Dominios Perdidos, es "Poemas
del País Nunca Jam ás".
178
ESTEBAN PONCE
Otros Aires
A Concha de Albornoz
5
"¿Cómo serán los árboles aquellos?",
Preguntaste. Ahilos tienes:
Aún desnudos, ya hermosos,
Bajo el cielo vasto, por el llano y colinas
Que ves a la ventana,
Amigos nuevos en espera
De tu salida para andar contigo.
Allá por el sendero
Ala orilla del lago, en una fila,
10 Álamos, arces, abedules,
Contra las nubes claras
Y libres, pueblan un horizonte
Acogedor desde el primer instante.
En este fin de invierno hacia la primavera.
15 Extrañ o nada es, sino propicio
Y familiar, aunque reciente
Seas aquí; y entre esos troncos
Hallas tu mundo fiel, que pide
Confianza y amor de parte tuya
20 Y ofrece de la suya
Luz nueva y soledad inspiradora.
No mires atrás y sigue
Hasta cuando permita el sino,
Ahora que por los aires
25 Una promesa ¿oyes?,
Acaso está sonando con las hojas nacientes,
Su existencia, cómalo tuya,
En música escondida y revelada.
21
Luis Cernuda, Poesía Completa, Madrid, Siruela, 1993, p. 416.
OTROS AIRES: HACIA LA UNIDAD DEL TIEMPO
179
OTROS AIRES: HACIA LA UNIDAD DEL TIEMPO
Rut Román
Un sendero bordeado de árboles, junto a la quietud del lago, es el
lugar propicio: el lector ingresa a Oíros Aires. Miremos en derredor: la
superficie de agua reposada, semejante a la transparente película que
cubre u n estanque insondable, es frágil. El fondo, si bien traslúcido,
profundo. Este es u n paisaje prometedor, dotado de cualidades que
favorecen el advenimiento de algo cuya esencia se intuye.
Vemos cómo, en cada acercamiento a la quietud de estas aguas,
encontramos indicios, que una vez entretejidos, constituyen el universo
poético que nos permitirá dar un paso hacia la inmovilidad del tiempo.
Desde la primera estrofa encontramos proposiciones y adverbios:
"ahí los tienes: aún desnudos, ya hermosos", indicios que, aparentemente,
señalan un lugar dado y relaciones espaciales dentro del paisaje. Pero más
allá de estas señales se inicia un juego entre tiempo y espacio: se interroga
desde un pasado: "Preguntaste" y se establece distanciamiento con
"aquellos". Así mismo, la respuesta conserva distancia con el objeto
señalado: "ahí los tienes", que mantiene a los árboles pendientes, aguardando el ingreso del lector. El "aún" constata el presente invernal y
anuncia el tiempo del florecimiento. Así, desde esta primera estrofa, se
insiste en el ciclo inexorable de las estaciones, cuyo anuncio y presencia
logran impregnar al poema de una tensión temporal, que desea resolverse
en simultaneidad ("aún desnudos, ya hermosos"). Es decir, el paisaje
dibujado es u n espacio-tiempo en el que, por efecto de este giro perpetuo
de las estaciones en la naturaleza, logra la anulación de un tiempo lineal.
Sigamos la ruta espacio-temporal que propone el poema y salgamos a
escuchar por entre sus versos lo que sus voces nos sugieren.
El paisaje sigue consumiéndose con los elementos de la naturaleza,
que la voz poética ubica en este tiempo-espacio. Así vemos a los "hermosos
árboles bajo el cielo", al igual que el hombre, enmascarados en un espacio
cu3'0 límite es la bóveda celeste y también, -al igual que el hombre-, constreñidos en el tiempo de la espera, dispuestos a salir para andar con él.
180
RUT ROMÁN
Una vez afuera, sorteado el obstáculo de la ventana, nuestros ojos
siguen la dirección del "Aiiá por ei sendero" (verso 8 ): invitación a la
exploración y revelación; ofrecimiento de un más allá y de un mañana,
esto nos conduce a u n remanso apacible. Un lago custodiado por el orden
amable de "álamos, arce y abedules", contrasta y separa verticalmente los
ámbitos de lo terreno y lo celeste. Y son esos árboles, habitantes del
horizonte, los que "desde ei primer instante" se presentan como una
revelación inmediata, -no intelectiva- que nos reafirma el siguiente paso
en el tiempo-espacio de "este fin de invierno hacia la primavera".
En la transformación del invierno en primavera, la naturaleza
grávida está en las dos estaciones a la vez. El caminante que ingresa,
pronto reconocerá en, esta unidad, su parentesco inmemorial con la
naturaleza y entonces le será "familiar aunque reciente" esta comunión
"entre esos troncos"; se reconocerá uno con esta fuerza perdurable.
La caminata está por concluir y hace falta no desfallecer. La voz
poética nuevamente nos ubica en el espacio-tiempo: "no mires oirás"
(verso 22); no regreses la mirada hacia la medida humana del tiempo o
hacia las distancias ya superadas, debes seguir, avanzar, obedecer el
mandato de la naturaleza. Ella guarda una promesa para quien se atreve a
ir más allá de los límites: "Aiiora" (verso 24); en la intensidad del presente
es cuando la revelación será susurrada: "esíá soñando con las hojas
nacientes". Ese es el lugar hacia donde dirige sus pasos la voz poética.
En este poema la naturaleza domina como imagen; sin embargo
cumple un propósito más allá del escénico: es el espacio de la sabia
quietud, el lugar propicio para que un tiempo "oíro" se instaure. Esos
amigos nuevos, por cuyo devenir se pregunta la voz poética, son algo más
que álamos, arces o abedules.
Los árboles al oficiar de marco 3^ límite al agua reposada; al dibujar el
sendero que conduce los pasos del caminante; al enfrentar el contraste
con los cielos y las nubes; al realizar todas estas ceremonias, se han
convertido en símbolo del oficiante de un ritual.
El ascetismo retórico del poema es aparente; pues vemos en los
versos seis y siete una metáfora personificadora "Amigos nuevos", listos
para "andar contigo"; la contraparte literal de esta metáfora es casi transpa-
OTROS AIRES: HACIA LA UNIDAD DEL TIEMPO
181
rente, está en aquellos árboles por cuyo fruto se preguntaba. Ya hemos
visto de qué manera aquellos árboles guardan significados bajo sus
cortezas. Los versos ocho, nueve y diez se abren con resonante aliteración:
"Aiiá, A la orilla. Álamos, arces, abedules". La resonancia en eco del sonido
allá-ala-ala-arce-abe proyecta un efecto sonoro que invita a la quietud
contemplativa. Una nueva personificación referida a los árboles hallamos
en el verso doce, cuando se dice que estos amigos vegetales -los árboles"pueblan un horizonte"; nótese que tres de las cuatro personificaciones
están referidas a elementos de la naturaleza. La cuarta y última alude, en el
verso veinte y tres, a un "sino" que concede o niega el tiempo del hombre. A
continuación, en los versos dieciocho y veinte, sabemos de "un mundo fiel'
que, en significativo intercambio, trastoca la dimensión humana y promete
"7uz nueva".
En el reiterado uso de la personificación, dirigida a elementos de la
naturaleza, se adivina una intención por dotar a lo terrestre de protagonismo. Son ellos: los árboles, el sendero, las nubes, el lago, los que provocan
la manifestación de una verdad oculta.
Fijémonos ahora cómo la voz poética cernudiana se desdobla y
manifiesta su alteridad poemática: aquel interlocutor que le servirá para el
"monólogo" con el yo. Nuevo indicio de una binariedad fusionada en el
uno; al igual que el invierno en la primavera o el "aún" en el "ya" y todas las
otras correspondencias. El yo y el tú se presentan como complementarios y
finalmente uno. Así como aquellos elementos definieron el tiempoespacio, también la voz poética, al fundir la primera y la segunda personas
en una sola, al distanciarse de sí, logra la unicidad. Esta voz se dirige a un
interlocutor que es él mismo y, "sin embargo" otro: también el que interroga
antes era uno distinto al que responde hoy, y, aun así el mismo que se
interroga y responde.
Así la voz poética parece intuir que la naturaleza, ajena a los límites
temporales o a las fronteras físicas, auna etapas, espacios y ciclos de vida
para disfrutar sabiamente de un tiempo primigenio. Los árboles, las nubes,
el lago, en su desmemoria temporal, exhalan los atributos del Edén:
inocencia e intemporalidad. El mundo natural se presenta como la posibilidad de un tiempo único, trascendente hacia el cual la voz poética pretende retornar.
182
R U T ROMÁN
Una vez expulsado del tiempo edénico, el hombre deambula en busca
de las huellas que le permitan retornar hacia aquellas brumas inmemoriales que constituyen para él el tiempo mítico. En este laborioso intento de
reconciliación con la temporalidad parece radicar uno de los motivos de su
tragedia. Tragedia que, por definición, sigue su curso inapelable -al igual
que el tiempo-, sin detenerse jamás.
La emoción de este poema proviene del aliento temporal que sugieren
sus primeros versos: "¿Cómo serán los árboles aquellos?" se interrogaba la
voz en un presente evocado, gracias al uso de un pasado que nos evoca en
la historia; la interrogación que abre dudas y especulaciones. El diálogo
continúa con el JLiego cronológico al precisar, en pasado perfecto: "Preguntaste"; ese tiempo cerrado es inexorable; tan irrefutable como el presente de
la evidencia incuestionable que lo sigue: "Ahilos tienes:/Aún desnudos, ya
hermosos". Cabe insistir en la suscitadora incongruencia que provocan: el
tiempo de aún (la tilde cumpliría una función semejante a la de un alfiler
que sujeta y detiene) que difícilmente se contiene porque desea ser pasado,
en esta tensión temporal se ünpone el irrefutable "ya".
En el verso veinte y dos: "No mires atrás y sigue", el adverbio "atrás" se
sobrepone al tiempo y espacio lineal -nuevamente los recursos morfológicos logran el nivel figurativo de un tiempo pasado por el no mires "atrás"
"iVo mires atrás y sigue"; a pesar de su aparente trivialidad, anuncia el final
irrevocable de algo y el advenimiento de ese tiempo otro. La voz poética
deja atrás este tiempo humano y va hacia la trascendencia.
El trastrueque del orden sintáctico de los versos quince, "Extraño
nada es, sino propicio" y veinte y cinco "una promesa ¿oyes?" representa un
corte, una subversión del orden lineal; con ello se consigue un efecto de
síntesis y concisión; además del cuestionamiento sobre la sucesión y la
linealidad. Asimismo, la cadencia sugestiva que logra, hace resaltar
aquello que es esencial: la idea de que lo extraño -dentro de las limitaciones humanas- le es favorable.
Finalmente, resalta la idea del tiempo nuevo con el "Aiiora" del verso
veinte y cuatro, en el que se señala el tiempo propicio y se manifiesta esa
promesa, fin último de este mensaje trascendente.
OTROS AIRES: HACIA LA UNIDAD DEL TIEMPO
183
Como evidencia de ese advenimiento, percibimos "7as hoyas nacientes", que están sonando -nótese el gerundio que extiende su acción, a
manera de epifonema, que recoge y concluye todo lo anteriormente
expuesto; el símil del penúltimo verso: "su existencia como la tuya",
aniquila diferencias y, tras conciliar formas o apariencias del ser, los
unifica en una sola esencia. En la trascendencia -donde las oposiciones se
anulan- el antes, el hoy, el mañana se funden en un ahora; así también se
manifiesta la existencia vegetal y humana en un solo ser y en un solo
tiempo: el instante estático. La promesa se ha cumplido, la luz nueva se
presenta en el oxímoron final como música escondida y revelada. Con la
emanación de Otros Aires un tiempo distinto ha sido develado.
Bibliografía
ALONSO, Dámaso, Poesía Española, Madrid, Credos, 1987.
CERNUDA, Luis, Poesía Completa, Madrid, Siruela, 1993.
ELIOT, T.S., Función de la poesía y función de la crítica, Barcelona, Seix
Barral, 1993.
SILVER, Philip, W, Luis Cernuda: El poeta en su leyenda, Madrid, Castalia,
1996.
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