josé leonidas bustos martínez número de proceso

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RELEVANTE
SALA DE CASACIÓN PENAL
: JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ
M. PONENTE
: 38716
NÚMERO DE PROCESO
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP9805-2015
: CASACIÓN
CLASE DE ACTUACIÓN
: SENTENCIA
TIPO DE PROVIDENCIA
: 29/07/2015
FECHA
: Celestino Jaimes Daza
PROCESADO
: Actos sexuales con menor de catorce años
DELITOS
: Constitución Política de Colombia de 1991 art. 44
FUENTE FORMAL
/ Ley 1098 de 2000 art. 18 / •Convención
Americana sobre Derechos Humanos. art. 12, 19
/ Ley 599 de 2000 art. 31, 61, 63, 209 / Ley 600
de 2000 art. 381 / Ley 906 de 2004 art. 184,381
ASUNTO:
Establecer si en la sentencia recurrida el Tribunal resolvió los puntos de
inconformidad planteados por los apelantes frente al fallo absolutorio del juez de
conocimiento, relacionados con el análisis y valoración del material probatorio
recaudado en el juicio, y si el juzgador ad quem incurrió en errores de hecho
relevantes que hubieren derivado en la transgresión de la ley sustancial convocada
a resolver el caso.
TEMA: SENTENCIA - Motivación: garantiza el debido proceso / CASACIÓN Principio de inescindibilidad: sentencias de primera y segunda instancia, unidad
jurídica
« La motivación de las providencias judiciales es un deber constitucional de los
juzgadores, que propende por salvaguardar el derecho de los ciudadanos a obtener
respuestas razonadas de la administración de justicia y, por esa vía, tener la
posibilidad de impugnarlas en la medida que afecten sus intereses. El juzgador
tiene por deber expresar, como lo ha señalado la Sala en diversas oportunidades,
las razones fácticas, jurídicas y probatorias que sustentan el sentido del
pronunciamiento (CSJ, SP - Jul. 30 de 2014, Rad. 40055). “Toda decisión judicial,
sea principal o accesoria (penas, subrogados, libertades, indemnización de
perjuicios) -como se advirtió en CSJ SP - Ago. 3 de 2006, Rad. 22485- debe estar
satisfactoriamente explicada, no sólo desde el punto de vista probatorio, sino desde
la cita precisa de las disposiciones legales que regulan la materia y de por qué (sic)
se aplica una y no otra, en especial las pedidas por las partes”.
La Corte ha sido persistente en recordar que la adecuada motivación de las
providencias judiciales es una garantía que integra el debido proceso. Les permite
a los sujetos procesales, a favor de quienes se encuentra instituida, conocer las
razones probatorias y jurídicas que condujeron al juez a decidir en determinado
sentido. Sólo así es posible la contradicción, que es propia del derecho de defensa
y se ejerce a través de los recursos previstos en la ley (CSJ, SP 25 Mar. 2015 Rad.
42600).
La motivación judicial, en suma, “comporta una garantía contra la arbitrariedad y
el despotismo de los funcionarios, a la vez que se erige en elemento de certeza y
seguridad para efecto de ejercitar el derecho de impugnación” (CSJ, SP - Mar. 19
de 2014, Rad. 40733). Esto en el plano procesal. En el político, garantiza el control
del poder judicial por parte de la ciudadanía (CSJ, SP 25 Mar. 2015 Rad. 42600).
De acuerdo con estos postulados, resulta evidente que la sentencia examinada,
cumple los estándares argumentativos requeridos para considerar a salvo los
derechos de defensa y contradicción inherentes a la garantía fundamental del
debido proceso, pues, sin duda, exhibe las razones de orden fáctico, jurídico y
probatorio que dan contenido a la absolución impugnada.
Al punto, recuérdese que para efectos del recurso extraordinario de casación, los
fallos de primera y segunda instancia conforman una unidad jurídica en los aspectos
no modificados en la alzada, y que en virtud de esta circunstancia, debe
demostrarse que el error atribuido a la sentencia del Tribunal se extiende a la de
primer grado.
(...)
No se trata la decisión recurrida de una cosa arcana e inexplicable en su contenido,
pues en ella se expresan de manera clara las razones de orden fáctico, probatorio
y jurídico, sobre las cuales el Tribunal fundamentó la absolución del acusado. En
consecuencia, si los argumentos de la apelación se dirigían a censurar la existencia
de la duda anunciada por el juez de conocimiento y el superior funcional, en orden
a resolver el recurso, realizó un nuevo examen de las pruebas recopiladas en el
juicio asignándole el mérito que a cada una correspondía y arribó a similar
conclusión, no puede afirmarse como se proclama en la censura, que la sentencia
contiene una motivación deficiente por no contestar en forma precisa las razones
de la alzada, no puntualizar los elementos de juicio que sustentan la decisión y
omitir el mérito conferido para arribar a la absolución del acusado.
En ese orden de ideas el cargo no prospera».
TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria,
sana crítica / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales, apreciación
probatoria, valoración en conjunto con los demás medios probatorios
/ TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales, puede bastar como
prueba de cargo
«La Corporación, de manera reiterada, ha señalado que los testimonios de los niños
víctimas de abuso sexual no deben ser desestimados ex ante por el simple hecho
de provenir de personas menores de edad, sin que ello signifique, claro está, que
esa clase de relatos deban ser valorados como verdaderos y creíbles siempre y en
todos sus aspectos (Cfr. CSJ., SP 26 Ene. 2006 Rad. 23706, SP 07 Dic. 2011 Rad.
37044, SP 12 Sep. 2012 Rad. 32396, SP 10 Jul. 2013 Rad. 40876, SP 08 Ago. 2013
Rad. 41136, SP 16 Abr. 2015 Rad 43262, SP 06 May. 2015 Rad. 43880).
“En efecto, aunque el testimonio del niño víctima de abuso ostenta alta confiabilidad
y tiene la capacidad de otorgar importantes elementos de juicio sobre la
materialidad de los hechos y la responsabilidad del procesado, como cualquier otro
medio de convicción debe ser ponderado bajo los parámetros de la sana crítica. En
tal contexto, las circunstancias que rodean la declaración, así como el cotejo con
los otros medios de convicción recaudados, adquieren especial relevancia.”
Por su parte, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que,
“Cuando se trata de la investigación de delitos sexuales contra menores, adquiera
además relevancia la prueba indiciaria. En efecto, dadas las circunstancias en las
que estas infracciones suelen producirse, con víctima y autor solos en un espacio
sustraído a la observación por parte de testigos, debe procederse en muchos casos
a una prueba de indicios en al que adquiere una relevancia muy especial la
declaración de la víctima. Considera la Sala que, en los casos en los cuales sean
menores las víctimas de la violencia sexual, estos principios adquieren una mayor
relevancia y aplicación, es decir, la declaración de la víctima constituye una prueba
esencial en estos casos y como tal tiene un enorme valor probatorio al momento
de ser analizas en conjunto con las demás que reposan en el expediente(...)".
(...)
Se tiene establecido, entonces, el imperativo de valorar cuidadosamente el
testimonio del menor agredido sexualmente. Y aun cuando ello no le impone al
juzgador la obligación de otorgarle siempre credibilidad, en tanto la estructura de
nuestro ordenamiento procesal se funda en el postulado de la persuasión racional
o sana crítica, no en el sistema de tarifa legal, de todos modos la valoración de ese
medio probatorio debe garantizar el pleno respeto de los derechos de los niños
víctimas y testigos de delitos, atendiendo al interés superior que desde la Carta se
les prodiga
Recuérdese, a propósito, que el artículo 44 de la Constitución establece la
obligación de la familia, la sociedad y el Estado de asistir y proteger a los niños,
para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus
derechos. En ampliación de este mandato, el legislador ha establecido una serie de
derechos más específicos y deberes concretos que deben ser garantizados por el
Estado y que vinculan primordialmente a los jueces, garantes de los derechos
fundamentales.
De esa manera, el artículo 18 de la Ley 1098 de 2000, de Infancia y Adolescencia,
señala que los niños deben ser protegidos contra todas las acciones o conductas
que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. En especial,
tienen derecho a la protección contra el maltrato y los abusos de toda índole por
parte de sus padres, de sus representantes legales, de las personas responsables
de su cuidado y de los miembros de su grupo familiar, escolar y comunitario.
El artículo 20 de la misma codificación, establece el derecho de protección de los
niños contra agresiones como “4.- La violación, la inducción, el estímulo y el
constreñimiento a la prostitución; la explotación sexual, la pornografía y cualquier
otra conducta que atente contra la libertad, integridad y formación sexuales de la
persona menor de edad.”
El Derecho Internacional se ocupa igualmente de asegurar la protección debida a
las personas menores de 18 años, en instrumentos como la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, la cual establece (Art. 19), que “Todo niño tiene derecho
a las medidas de protección que su condición de menor requiere por parte de la
familia, de la sociedad y el Estado”; y la Convención sobre los Derechos del Niño,
cuyo Preámbulo, aparte de recordar los principios fundamentales de las Naciones
Unidas y las disposiciones pertinentes de algunos tratados y declaraciones relativos
a los derechos del hombre reafirma la necesidad de proporcionar a los niños
cuidado y asistencia especiales en razón de su vulnerabilidad, destaca la
responsabilidad primordial de la familia respecto de la protección y la asistencia, la
necesidad de una protección jurídica y no jurídica del niño antes y después del
nacimiento, la importancia del respeto de los valores culturales de la comunidad
del menor de edad y el papel decisivo de la cooperación internacional para que los
derechos del niño se hagan realidad.
En ese contexto, el artículo 12 de la Convención establece el derecho de opinión.
(...)
Y, en el artículo siguiente, el derecho a la libre expresión.
(...)
En el escenario del proceso penal, los derechos referidos (opinión y libertad de
expresión), se actualizan y deben observarse cuando los niños declaren ante los
diversos profesionales que en el curso de la actuación entren en contacto con ellos.
En esta labor, constituye referente obligado las Directrices sobre Justicia para los
Niños Víctimas y Testigos de Delitos, redactadas por la Oficina Internacional de los
Derechos del Niño, las cuales precisan, entre otros aspectos, que “Los niños
víctimas y testigos se deben tratar con tacto y sensibilidad a todo lo largo del
proceso de justicia, tomando en cuenta su situación personal, necesidades
inmediatas, edad, género, discapacidad y nivel de madurez y respetando
plenamente su integridad física, mental y moral”. De igual modo que “Cada niño se
debe tratar como un individuo con sus propias necesidades, deseos y sentimientos
personales. Los profesionales no deben tratar a ningún niño como el típico niño de
su edad o como una típica víctima o testigo de cierto delito”; además, que “La edad
no debe representar un impedimento al derecho del niño a participar plenamente
en el proceso de justicia. Cada niño tiene derecho a que se le trate como un testigo
capaz, y a que su testimonio se presuma válido y creíble hasta que se demuestre
lo contrario, siempre y cuando su edad y madurez permita que proporcione
testimonio comprensible, con y sin el uso de ayudas de comunicación u otro tipo
de asistencia.”; por último, recuerdan “que se debe garantizar justicia para los
niños víctimas y testigos de los delitos al mismo tiempo que se salvaguarden los
derechos del acusado y de los delincuentes condenados, incluyendo a los niños en
conflicto con la ley, como lo mencionan las Reglas de Beijin.”
Esta línea de pensamiento, como ya se indicó, se encuentra inmersa en la
jurisprudencia nacional, en tanto precisa que si bien el testimonio del niño víctima
de abuso ostenta alta confiabilidad y tiene capacidad de otorgar importantes
elementos de juicio sobre la materialidad de los hechos y la responsabilidad del
agente, como cualquier otro medio de convicción debe ser ponderado bajo los
parámetros de la sana crítica, en conjunto con los restantes medios de
demostración allegados a la actuación, y sin desconocer el precedente
constitucional que fija la regla según la cual en los casos de abuso de menores, el
testimonio de la víctima puede bastar como prueba de cargo.
(...)
Es cierto, como ya se indicó en esta providencia, que en el escenario del proceso
penal las pruebas deben ser apreciadas en conjunto de acuerdo con las reglas de
la sana crítica, exigencia a la cual se somete, claro está, el testimonio de la víctima,
incluso cuando se trata de menores agredidos sexualmente, pero lo es igualmente
que en esos específicos casos, su declaración puede bastar como prueba de cargo,
en tanto se ofrezca coherente, sólida, creíble y veraz.
En el presente caso las aseveraciones a través de las cuales el afectado sindica al
acusado JD de haberlo abusado sexualmente, aparecen registradas en la
declaración que rindió en el juicio y también en las manifestaciones efectuadas por
él al médico legista y a la psicóloga que lo valoraron con posterioridad a los hechos.
(...)
A la psicóloga de la Comisaría de Familia de (...), el menor le relató los tres
episodios en que fue asaltado sexualmente por el acusado, precisando las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron.
Los mismos sucesos fueron narrados por la víctima en la declaración que ofreció
en el juicio, en la cual precisó los lugares, los días y horas aproximados en que
ocurrieron.
(...)
En todas sus narraciones el menor fue contundente, preciso y claro al sostener que
CJD, en tres oportunidades, le bajó los pantalones y le restregó el miembro en el
ano en ademán de penetrarlo.
De esa manera, la conclusión de los sentenciadores de instancia, según la cual, no
obran elementos de juicio que corroboren las sindicaciones que el ofendido realizó
en contra del acusado, se sustenta en dos yerros fundamentales: i) no corresponde
con lo establecido en el debate probatorio del juicio y, ii) desconoce la posibilidad
jurídica de que el testimonio de los niños víctimas de delitos de connotación sexual,
puede bastar como prueba de cargo para condenar, regla que desatendieron para
darle paso a una situación de duda inexistente».
FALSO JUICIO DE IDENTIDAD - Por supresión: se configura / TESTIMONIO Del menor: víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica
/ TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria,
valoración en conjunto con los demás medios probatorios
«A diferencia de lo planteado por el censor quien alega la violación indirecta de la
ley mediante falso juicio de existencia, los yerros mencionados tienen origen en el
cercenamiento de diversos medios de demostración, de manera que los juzgadores
incurrieron en falso juicio de identidad, el cual los condujo a aplicar de manera
indebida la norma correspondiente al in dubio pro reo, tal como lo proclama en su
demanda el delegado de la Fiscalía General de la Nación.
De manera inicial, el error se advierte en los dictámenes médico y psicológico
practicados a la víctima, pues desconocieron el relato que hizo el menor acerca de
las conductas ilícitas que le atribuye a CJD.
Según el Tribunal, dada la naturaleza de los ilícitos atribuidos al acusado, el
dictamen médico legal no dice nada acerca de su realización, ya que el perito
estableció que el examinado no presenta huellas externas recientes o antiguas de
trauma extragenital o paragenital. Sin embargo, también concluyó el experto que
los hallazgos negativos a nivel genital o anal “no permiten descartar ni confirmar
maniobras sexuales”, aspecto que omitió contemplar el ad quem junto con la
narración directa que de los hechos le hizo el menor al médico, en la cual le
manifestó con contundencia que el acusado le bajaba los pantalones, le restregaba
el miembro en el ano e intentaba penetrarlo.
En relación con la experticia psicológica el juez de conocimiento se desgastó en
escudriñar si se trataba de una valoración o de una entrevista. Concluyó que era
una entrevista y tomó de ese medio probatorio únicamente la parte final, en la cual
la perito concluyó que la víctima y su familia requieren acompañamiento
psicológico, según el a quo “sin ahondar en las razones para tal sentencia, ni
mencionar la relación que tiene con lo contado por el niño.”
El cercenamiento de esta prueba resulta igualmente evidente. La conclusión que el
sentenciador entendió vacía de contenido, está antecedida del análisis que realizó
la experta en interacción con el niño examinado, a través del cual escudriñó sobre
sus relaciones familiares, apariencia física, presentación personal, actitud verbal,
escolaridad, la capacidad de interacción social y conocimiento sobre sexualidad;
procedimiento que empleó para lograr que el menor le relatara los acontecimientos,
tópico sobre el cual precisó que “El niño recuerda y escribe en detalle y con
seguridad los hechos, dando fe de hora y lugar en que ocurrieron”. De igual modo,
que el ofendido precisó la frecuencia de los ataques (las tres oportunidades
narradas), su duración e intensidad (se concretó en el frotamiento de los genitales
del adulto en las nalgas del menor), y la reacción de la víctima, sobre la que anotó:
“en los hechos sucedidos por primera vez el día sábado [la reacción del niño] fue
guardar silencio, después de la segunda y tercera vez ocurridos el día viernes, le
comenta a su mamá lo que estaba sucediendo.”
Según lo anterior, los sentenciadores omitieron también de esta prueba, el
apartado donde el menor relató los abusos a los que lo sometió el acusado, los
cuales describió con precisión en detalles como la hora y el lugar donde se
ejecutaron.
El mismo error que viene de describirse, afecta por igual la declaración de la
denunciante A, pues de esta prueba los juzgadores tuvieron únicamente en cuenta
el hecho de haber reconocido las diferencias prestacionales surgidas a raíz de la
salida de la finca en donde laboraba para el acusado, soslayando los apartes en los
que manifestó que la salida de la finca sucedió por el problema con el niño, y
aquellos en los que describió las circunstancias en que su hijo le comentó los abusos
a los que fue sometido, el resentimiento que expresó en contra de CJ y su deseo
de matarlo como reacción a esos tormentos.
El falso juicio de identidad también se evidencia respecto del testimonio de MFPO,
padrastro del ofendido, ya que el sentenciador lo utilizó para corroborar el conflicto
laboral que se suscitó con el acusado, pero no tuvo en cuenta la parte de la
declaración en donde informó que el hermano de C, CJJD, le hizo un ofrecimiento
por lo del problema con el niño: los becerros o el dinero en efectivo.
Por otra parte, el fallo desatiende apartes importantes de los testimonios de la
defensa, teniendo en cuenta que el Tribunal, con generalidad asombrosa, se limitó
a concretar que “LMCJ, AGI, JJCO y JRA - testigos de la defensa - no informaron
nada acerca de los hechos que nos ocupan.”
No obstante, la testigo AG, declaró que antes de los hechos objeto de juzgamiento
no existió enemistad o disgusto entre CJ y A.
LMC, vecina de la vereda (...), informó que conoce desde hace más de 20
años a la denunciante. Aunque la describió como una persona beligerante
con quien incluso tuvo problemas, también mencionó que supo del
problema de C con el niño y que con ocasión de ese suceso presenció
cuando A dijo que ‘lo demandaría por lo de su hijo, sólo por ese motivo’.
Como bien puede observarse, el panorama probatorio es diferente y más amplio
que el expuesto por los falladores en las instancias. Su valoración conjunta genera,
además, conclusiones contrarias a las consignadas en el fallo recurrido.
Dejan en claro que la sindicación realizada por el menor agredido en contra del
acusado, además de ofrecerse sólida y coherente por virtud de la exposición precisa
que hizo de los lugares, momentos y forma de realización de los asaltos libidinosos,
cobran capacidad persuasiva en otros medios de demostración, como quiera que la
denunciante y los profesionales de la salud que valoraron al niño víctima de los
ilícitos, trasmitieron la información que les suministró de haber sido abusado
sexualmente en diversas ocasiones por CJD.
De esa manera, la declaración del niño apuntalada a otras pruebas, demuestran la
teoría del caso expuesta por la Fiscalía, por cuanto acreditan que el menor J.J.A.C.,
fue agredido sexualmente en diversas ocasiones por el procesado, en los términos
referidos en el escrito de acusación.
(...)
Así las cosas, le asiste razón al demandante al señalar que la sentencia se
estructura sobre los errores de hecho destacados, los cuales, según se acredita son
además trascendentes, pues analizado el conjunto probatorio y el contenido íntegro
de los diversos elementos de juicio que lo conforman, en la actuación no se develan
circunstancias que generen duda en cuanto a la materialidad de las conductas
ilícitas atribuidas al acusado, las cuales se demuestran, por sí mismas, con la
declaración de la víctima y se corroboran con los restantes elementos de juicio
antes relacionados».
ACTOS SEXUALES ABUSIVOS CON MENOR DE 14 AÑOS - Dolo
«En el análisis del reproche referido quedó establecido que se estructura el
concurso de ilícitos atribuido al acusado desde el punto de vista de la tipicidad
objetiva. El aspecto subjetivo, resulta igualmente predicable, teniendo en cuenta
que CJD obró dolosamente, pues a pesar de conocer el carácter ilícito de los
comportamientos, determinó su ejecución estando en condiciones de obrar
conforme a derecho.
Para corroborar lo anterior, baste reiterar que los ataques se presentaron en
momentos en que el menor quedaba fuera de la vista de sus parientes, cuando
realizaban las actividades propias de su trabajo en la finca, oportunidades que
aprovechó el acusado para llamar la atención del menor convidándolo a realizar
alguna labor, tomarlo por la fuerza y llevarlo a lugares apartados o a su propia
habitación, como sucedió en uno de los eventos, y ejecutar en él los actos
libidinosos que se le reprochan
El dolo en el comportamiento del procesado se deduce, igualmente, de las
manifestaciones que le hacía a la víctima en el sentido de que no le contara nada
a la mamá, pues con insistencia le decía que de hacerlo se iban a pelear. De igual
modo, del ofrecimiento y entrega de dinero ($2.000) para la realización del primer
evento, y de la actitud posterior a los hechos, descrita con elocuencia por la víctima,
quien refirió que cuando la mamá le reclamó a C por los abusos ejecutados, él vino
todo asustado (y) sabía por qué se le hacía el reclamo».
ACTOS SEXUALES CON MENOR DE 14 AÑOS - Antijuridicidad / ACTOS
SEXUALES CON MENOR DE 14 AÑOS - Culpabilidad
«El carácter antijurídico de los ilícitos es claro, pues sin que mediara causa alguna
que lo justificara, como difícilmente puede haberla en estos casos, realizó sobre el
niño J.J.A.C., en las tres oportunidades señaladas en esta decisión, los actos de
contenido erótico que se le imputan, con lo cual, a no dudarlo, afectó el bien jurídico
de la libertad, integridad y formación sexuales del cual es titular el menor, quien,
además, reveló en su comportamiento algunas consecuencias que le generaron los
actos a los que fue sometido, aspecto sobre el cual declararon la denunciante quien
percibió el sentimiento de rabia que expresaba su hijo en contra del empleador, el
padre del ofendido cuando afirmó haberlo visto distante, y el propio agredido en
cuanto manifestó que tenía una buena relación con el acusado, le daba buen trato
y jugaban ‘hasta que comenzó a abusar de mí, abusó de mi confianza’.
Bajo estas condiciones, puede, entonces, predicarse igualmente la culpabilidad del
agente, quien consciente de la antijuridicidad, de manera voluntaria y libre, ejecutó
los comportamientos.
De esa manera, en criterio de la Sala, atendiendo lo previsto por el artículo 381 del
Código de Procedimiento Penal, en esta especie se cuenta con los presupuestos
para condenar, teniendo en cuenta que las pruebas allegadas al juicio transmiten
el conocimiento, más allá de toda duda, acerca de la materialidad de los delitos y
de la responsabilidad que en ellos le asiste al acusado CJD».
ACTOS SEXUALES CON MENOR DE 14 AÑOS - Dosificación punitiva
«El delito de actos sexuales abusivos por el cual se encuentra responsable al
acusado JD, acarrea como sanción, la prisión por un término de 9 a 13 años,
conforme lo establece el artículo 209 del Código Penal, modificado por el 5º de la
Ley 1236 de 2008, extremos punitivos que en esta caso no están sometidos a
modificaciones, al no haberse deducido en la acusación causales de agravación que
los afecten.
Individualización de la pena. Atendiendo los parámetros del artículo 61 de esa
codificación, en atención a que tampoco se dedujeron motivos genéricos de mayor
punibilidad y, en cambio, obra en beneficio del acusado la ausencia de antecedentes
penales, el castigo por cada una de las conductas que se le imputan en la modalidad
de concurso, debe fijarse dentro del cuarto mínimo de punibilidad, el cual oscila
entre 108 y 120 meses de prisión.
Teniendo en cuenta que se trata de un concurso de delitos, la individualización de
la pena debe guiarse por los parámetros establecidos por el artículo 31 del Código
Penal, esto es, seleccionando la que corresponda al punible más grave según su
naturaleza, aumentándola hasta en otro tanto sin superar la suma aritmética de
las sanciones individualmente consideradas.
Tomando como delito base cualquiera de los tres eventos de actos sexuales
abusivos imputados al acusado, la Sala no advierte motivos que justifiquen
separarse del mínimo de la pena prevista para el primer cuarto de movilidad, razón
por la cual tomará como base de la sanción 108 meses de prisión, los cuales
incrementará, con ocasión de las dos conductas concurrentes, en 36 meses más,
es decir, la tercera parte de aquella, para un total de 144 meses de prisión. Lo
anterior, teniendo en cuenta que si bien toda agresión sexual contra menores de
edad resulta especialmente grave, producen por lo regular daños físicos o psíquicos
en la víctima, y corresponden, por supuesto a comportamientos de exclusiva
ejecución dolosa, tales conceptos subyacen a la tipificación de la conducta ilícita y
fueron considerados al momento de establecer la responsabilidad del procesado,
sin que surjan datos adicionales que permitan predicar mayor gravedad o superior
daño ocasionado a la víctima, o una intensidad superior en el dolo con el que obró
el procesado.
Por el mismo lapso de la pena principal establecida, se le condenará a la accesoria
de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas».
JURISPRUDENCIA RELACIONADA:
Rad: 40055 | Fecha: 30/07/2014 | Tema: SENTENCIA - Motivación: garantiza el
debido proceso
Rad: 42600 | Fecha: 25/03/2015 | Tema: SENTENCIA - Motivación: garantiza el
debido proceso
Rad: 40733 | Fecha: 19/03/2014 | Tema: SENTENCIA - Motivación: garantiza el
debido proceso
Rad: 23706 | Fecha: 26/01/2006 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
Rad: 37044 | Fecha: 07/12/2011 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
Rad: 32396 | Fecha: 12/09/2012 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
Rad: 40876 | Tema: 10/07/2013 / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos
sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor: víctima
de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los demás
medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales, puede
bastar como prueba de cargo
Rad: 41136 | Fecha: 08/08/2013 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
Rad: 43262 | Fecha: 16/04/2015 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
Rad: 43880 | Fecha: 06/05/2015 | Tema: TESTIMONIO - Del menor: víctima de
delitos sexuales, apreciación probatoria, sana crítica / TESTIMONIO - Del menor:
víctima de delitos sexuales, apreciación probatoria, valoración en conjunto con los
demás medios probatorios / TESTIMONIO - Del menor: víctima de delitos sexuales,
puede bastar como prueba de cargo
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