LAS REGALÍAS EN LA VALORACIÓN ADUANERA, DE

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LAS REGALÍAS EN LA VALORACIÓN ADUANERA, DE ACUERDO CON LA
OMC
Oscar Vásquez Nieva
Senior del Área de Aduanas de Tax de la Firma Ernst & Young
Secretario del Centro de Estudios de Comercio Internacional y Derecho Aduanero –
CENECI
LA DETERMINACION DEL VALOR FOB
Según lo establecido por el articulo 1º del Reglamento para la Valoración OMC
en Aduanas, la determinación del valor FOB, para efectos de calcular el pago
de los aranceles a la importación (cuya base imponible es CIF), se efectúa
aplicando las normas del acuerdo relativo a la aplicación del articulo VII del
Acuerdo de Valor de la OMC, las cuales establecen la aplicación en forma
sucesiva y excluyente de seis métodos de valoración.
En este sentido, el numeral 1º del articulo 1º del Acuerdo de Valor de la OMC,
establece que el valor en Aduana de las mercancías importadas será el precio
realmente pagado o por pagar por las mercancías, es decir, el valor de
transacción, cuando estas se venden para su exportación al país de
importación, ajustando de conformidad con lo dispuesto en el articulo 8º,
cuando concurran las circunstancias descritas en dicho articulo 1º1.
CONCEPTO DE REGALIAS
De acuerdo con el inciso c del articulo 8 del Acuerdo de Valor de la OMC, los
cánones y derechos de licencia (Regalías) que deberán considerarse en el
calculo de la valoración serán únicamente aquellos relacionados con la
mercancía (se entiende directamente con la mercancía, es decir, que tengan
origen en la transacción) y que, además, representen pagos que el comprador
efectúe como condición de venta. Asimismo, se indica en la Nota al Artículo 8,
párrafo 3, contenida en el Anexo Nº 1, de las Notas Interpretativas de dicho
Acuerdo. Es decir que no todo tipo de regalías, cánones o licencias deben
considerarse como parte de la base imponible para el cálculo de los aranceles,
solo aquellos que cumplan con las condiciones mencionadas.
Sin embargo, como quiera que el texto del Acuerdo de Valor de la OMC no
brinda mayor información respecto de lo que debe entenderse por condición de
venta, conviene tener presente los textos de las Opiniones Consultivas del
Comité Técnico de Valoración en Aduanas de la OMC, así como el lenguaje
jurídico.
Sobre el particular, cabe indicar, en primer lugar, que los textos de las
Opiniones Consultivas del Comité Técnico de Valoración en Aduanas hacen
referencia siempre a “Condiciones de venta para la exportación”, o
“Condiciones de venta para la importación”, o condiciones de venta “según
instrucciones del vendedor”, por lo que no cabe duda que se trata de una
1
Ver Acuerdo de Valoración Aduanera de acuerdo a la OMC.
condición de venta relativa al contrato de compraventa internacional2. Por
tanto, debe quedar claro que se descarta que dicha condición este referida a la
venta que se hará al consumidor final en el mercado interno.
Importa ahora determinar de que tipo de condición estamos hablando. Para
ello, nos remitimos al Diccionario de Derecho Usual, el cual señala que en el
ámbito jurídico el término “condición” se emplea en distintas y variadas
acepciones, muchas de ellas ajenas a la esfera de los contratos o negocios
jurídicos3. No obstante, entre las que interesan para el propósito del presente
trabajo se encuentran: (i) “cualquiera de las circunstancias, calidades o
requisitos que están unidos a la substancia de algún hecho, acto o contrato”, (ii)
“La cláusula particular puesta en un negocio jurídico para extender o modificar
sus efectos ordinarios”; y, (iii) La cláusula inserta en algún contrato o
disposición de ultima voluntad, para que su validez dependa de un
acontecimiento futuro o incierto”4
Las dos primeras acepciones antes señaladas se refieren a conceptos muy
similares, en los que el termino condición es equiparado a las cláusulas del
acto jurídico. En efecto, no sorprende que en el lenguaje comercial se use la
palabra condición como un sinónimo de cláusula. Tan es así que en la
Enciclopedia Jurídica Omeba5 se advierte al lector de la habitual confusión que
suele presentarse respecto de estos términos, lo que se corrobora, por
ejemplo, cuando se habla de condiciones de la póliza, cuando se hace
referencia a las cláusulas de los contratos de seguro.
Por otro lado, hay que mencionar que en opinión de algunos juristas, lo que
hasta ahora hemos explicado sobre condición no califica, en estricto lenguaje
jurídico, como tal. Para este grupo, el concepto de condición se ajusta a la
tercera acepción a la que hemos hecho referencia líneas arriba, donde aquella
es definida como una modalidad del acto jurídico “que consiste en la
supeditación de las consecuencias de un acto jurídico a un acontecimiento
incierto y futuro6”. Así, la estipulación de una condición al interior de un contrato
supone que las consecuencias del acto jurídico (adquisición, modificación o
extinción de derechos y/o obligaciones, o la resolución del acto mismo)
operaran únicamente cuando se verifique la existencia del hecho condicional
(el evento incierto y futuro).
Si bien es cierto que la condición es un elemento accidental del acto jurídico,
en tanto no todos se encuentran condicionados, debe tenerse presente que,
una vez pactada, “la condición integra el acto jurídico, es parte interior de él,
pertenece a su objeto”7. Esta afirmación se sustenta en que la eficacia del acto
2
3
Opiniones Consultivas 4.1 a 4.13
Nos referimos a aquellas acepciones que entienden a la palabra condición “cual sinonimia de estado
civil de las personas”, “para expresar la calidad con que se hace alguna cosa”, entre otras
4
Cabanellas, Guillermo. Diccionario de Derecho Usual, Tomo I, 11º Edición. Editorial Heliasta, Buenos
Aires. 1976. Págs. 456
5
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo III. Driskill, Buenos Aires. 1993. Pág. 678
6
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo III. Driskill, Buenos Aires. 1993. Pág. 675
7
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo III. Driskill, Buenos Aires. 1993. Pág. 676
jurídico o su resolución se supedita o, si se quiere, depende del acontecimiento
incierto y futuro pactado por las partes para cumplir tal finalidad.
Ahora bien, sostener que el pago de las regalías constituye condición del
contrato de compraventa internacional en los términos antes señalados,
importaría afirmar que los efectos de este dependen de la ocurrencia del pago
por dicho concepto, es decir, que el contrato de compraventa internacional
surtirá efectos, siempre y cuando se verifique el pago por concepto de regalías.
En otras palabras, este pago constituiría el hecho condicional que dota de
eficacia al referido contrato, lo que contrario sensu importa que el cumplimiento
en la pago por conceptos de regalías, debería acarrear necesariamente el
nacimiento del derecho del vendedor a accionar la rescisión o resolución del
contrato de compraventa internacional.
Hasta aquí podemos establecer que para que el pago por regalías forme parte
del valor FOB, deberá tratarse de una condición de venta, ya sea (i) porque
dicho concepto se entenderá incluido en el precio pactado en el contrato de
compraventa, o sea (ii) porque la eficacia del contrato de compraventa este
supeditada al pago de las regalías.
Otra cuestión importante es entender que no debe confundirse el origen de un
derecho de pago como el de las regalías, con el modo de convertirlo en
determinable. Por ejemplo, el origen de la obligación de pago de regalías
puede ser un contrato de licencia, totalmente independiente del contrato de
compraventa, y singular, aunque el modo arbitrariamente acordado en que se
determina dicha prestación sea sobre la base de un monto porcentual del total
de las ventas anuales de los productos importados a los consumidores finales
(que no solo podría incluir a los productos importados sino también a los
fabricados por el importador) porque igual pudo acordarse de que el pago se
calcule de acuerdo con las utilidades totales de la empresa o con los costos
laborales, etc.
Por tanto, queda claro que la regalías pagadas por un importador que no tienen
origen en el contrato de compraventa de los productos que se importan, ni
están relacionados con él, ni son un addendum del contrato, menos aun son
una condición de su venta. Entender que estos pagos, ajenos totalmente a la
venta, debieran ser añadidos al precio, a efectos de calcular la base imponible
para el cobro de los aranceles, implicaría pensar necesariamente que los
demás pagos establecidos en los contratos de licencia de uso, por ejemplo,
también debieran formar parte del precio, por ejemplo, los que resultasen del
caso en que el importador deba pagar alguna indemnización por
incumplimiento, del compromiso de confidencialidad, que suelen incorporarse a
los contratos de licencia, cosa a todas luces insostenible.
En: Suplemento del Diario Oficial El Peruano "Jurídica", No. 46, 10 de mayo de
2005
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