La libertad de expresin es una exteriorizacin de la libertad del

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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-4303/08)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
Su profunda preocupación; y asimismo, un enérgico repudio ante los
actos ocurridos el día martes 25 de noviembre en las plantas
impresoras de “La Nación” y “Clarín y en otros centro de distribución
de diarios y revistas que impidieron la normal circulación de los medios
de comunicación frustrando el derecho humano a la libertad de
expresión en el mas amplio de los sentidos que incluye el derecho a
difundir y recibir información.
Guillermo R. Jenefes.FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La libertad de expresión es el derecho de hacer público, a transmitir, a
difundir, y a exteriorizar un conjunto de hechos, ideas, opiniones,
críticas, creencias, a través de cualquier medio, ya sea oralmente o en
forma escrita.
La Constitución Nacional, asegura (art.14 y 32) a todos los habitantes
el derecho de publicar las ideas por la prensa sin censura previa, y
asimismo dispone que el Congreso Nacional no dictará normas que
restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella jurisdicción
federal.
Más allá de los artículos específicos de nuestra Carta Magna, no
debemos olvidar, que la libertad de expresión forma parte de Derechos
Humanos que se
exteriorizan en múltiples convenciones
internacionales, que la República Argentina ha adherido, siendo este
un derecho supranacional.
La Declaración Universal de Derechos humanos establece en su
artículo 19: “Todo individuo tiene derecho a la libertad e opinión y de
expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus
opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de
expresión.” Asimismo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos dispone en el articulo 19 inc. 2: “Toda persona tiene derecho
a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones de ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma
impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.”
En la misma orientación, el Pacto de San José de Costa Rica
reconoce el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión en su
artículo 13. Según su texto, tal derecho “comprende la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras. Ya sea oralmente, por escrito, o en forma
impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”.
Completando de esta manera al artículo 14 de nuestra Constitución
Nacional y la amplía en cuanto prevé la libertad de expresión sin
determinación del medio o instrumento.
Así la Corte Interamericana, en la Opinión Consultiva OC-5/85 ha
dicho, que: "...cuando se restringe ilegalmente la libertad de expresión
de un individuo, no sólo es el derecho de ese individuo el que está
siendo violado, sino también el derecho de todos a "recibir"
informaciones e ideas; ... Se ponen así de manifiesto las dos
dimensiones de la libertad de expresión. En efecto, ésta requiere, por
un lado, que nadie sea arbitrariamente menoscabado o impedido de
manifestar su propio pensamiento y representa, por tanto, un derecho
de cada individuo; pero implica también, por otro lado, un derecho
colectivo a recibir cualquier información y a conocer la expresión del
pensamiento ajeno".
Obviamente este derecho supranacional tiene una relevancia
significativa en nuestro ordenamiento jurídico por cuanto por imperio
del artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional, los mencionados
revisten no sólo una jerarquía superior a las leyes sino que gozan de
jerarquía constitucional.
Todo estas garantías constitucionales han sido afectadas por los
hechos ocurridos el día martes 25 de noviembre en las plantas
impresoras de “La Nación” y “Clarín y en otros centro de distribución
de diarios y revistas que impidieron la normal circulación de los medios
de comunicación.
Bajo el pretexto de un reclamo, un grupo de sindicalistas del gremio de
los camioneros han llevado a cabo actos de fuerza, frustrando, de ese
modo, el derecho humano a la libertad de expresión en el más amplio
de los sentidos que incluye el derecho a difundir y recibir información.
Los reclamos laborales, como todas las reivindicaciones, deben ser
canalizadas por las vías institucionales.
Nuestro país ha recorrido un largo camino con relación a los progresos
de las garantías jurídicas e institucionales para el ejercicio pleno de la
libertad de expresión, por ello actos como los ocurridos deben ser
repudiados.
Por los motivos expuestos solcito el voto afirmativo de mis pares al
presente proyecto.
Guillermo R. Jenefes.-
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