NOTA DE COYUNTURA CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES GILBERTO BOSQUES Senado de la República, 18 de junio de 2014 JUAN MANUEL SANTOS ES REELECTO PRESIDENTE EN COLOMBIA: LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL Y LAS NEGOCIACIONES DE PAZ Segunda nota de coyuntura en seguimiento a: - “Las elecciones presidenciales en Colombia: análisis del proceso electoral y perspectivas para la segunda vuelta” (2 de junio de 2014). Santos gana las elecciones en Colombia segunda vuelta Fuente: El País, “La paz de Santos gana en Colombia”, 15 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/15/actualidad/1402863965_991117.html 1 Introducción El domingo 15 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial en Colombia en la que el actual presidente, Juan Manuel Santos, derrotó al uribista, Óscar Iván Zuluaga, a pesar de que este último había triunfado en la primera vuelta. Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, Santos obtuvo 7,816,986 sufragios (50.95%), mientras que Zuluaga alcanzó 6,905,001 (45%)1. Como fue señalado en la nota de coyuntura Las elecciones presidenciales en Colombia: análisis del proceso electoral y perspectivas para la segunda vuelta2 publicada el 2 de junio por este Centro de Estudios Internacionales, tres factores tenían el potencial de convertirse en elementos decisivos para determinar el resultado electoral definitivo saber: 1) las alianzas que ambos candidatos lograran tejer, con los partidos políticos de los tres contendientes que fueron eliminados en la primera vuelta; 2) el enfoque que ambos candidatos proponían para tratar con los grupos insurgentes; y, 3) una mayor participación electoral que redujera la alta cifra de abstencionismo. El primer factor contribuyó a mantener las encuestas previas en empate técnico, pues las candidatas del Partido Conservador Colombiano (Martha Lucía Ramírez) y de la coalición Polo Democrático AlternativoUnión Patriótica (Clara López), que habían obtenido un porcentaje similar en la primera vuelta, apoyaron a Zuluaga y Santos, respectivamente, mientras que el candidato del Partido Alianza Verde (Enrique Peñalosa), no se pronunció al respecto. El segundo factor, en opinión de analistas internacionales, fue el que más incidió en las votaciones, pues Santos prometía continuar con las negociaciones de paz, mientras que Zuluaga se inclinaba por la confrontación directa con los grupos insurgentes. Finalmente, el tercer factor también fue decisivo, pues mientras que en la primera ronda el abstencionismo alcanzó el 60% y el voto en blanco3 6%, para esta vuelta se redujeron a 52.13% y 3.9%, respectivamente4. El objetivo de esta nota de coyuntura es analizar los factores que incidieron en que Juan Manuel Santos revirtiera la tendencia de votos que favoreció a Zuluaga en la primera ronda, así como plantear algunas implicaciones de esta victoria para el futuro de las negociaciones de paz con los grupos insurgentes que se emprendieron en 2012 y que actualmente se llevan a cabo en La Habana, Cuba. Finalmente, se esbozará un panorama general sobre los principales retos de Santos en su segunda administración, retomando los análisis y opiniones de algunos expertos en la materia. La segunda vuelta electoral Al igual que en la primera vuelta, las elecciones transcurrieron con normalidad y sin ninguna clase de incidentes siendo, de hecho, calificadas por organismos internacionales como las más pacíficas de la historia contemporánea de Colombia. De hecho, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, informó que en las elecciones presidenciales de 2010, se registraron 70 hechos contra el proceso electoral y en estas elecciones únicamente se contabilizaron 19, de los cuales la mayoría fueron esclarecidos. Además, el gobierno desplegó a 437 mil policías y militares para garantizar la 1 Registraduría Nacional del Estado Civil, “Elección presidente y vicepresidente. Segunda vuelta”, 16 de junio de 2014. Consultado misma fecha en: http://www.registraduria.gov.co/99PR2/DPR9999999_L1.htm 2 Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de la República, “Las elecciones presidenciales en Colombia: análisis del proceso electoral y perspectivas para la segunda vuelta”, 2 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://centrogilbertobosques.senado.gob.mx/docs/0206COL.pdf 3 El voto en blanco es considerado como una expresión del disenso a través del cual se promueve la protección de la libertad del elector. En la normativa electoral colombiana, el voto en blanco es una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos. Incluso, la Constitución establece que en caso de que el voto en blanco alcance la mayoría la elección deberá realizarse de nuevo con otros postulantes. Registraduría Nacional del Estado Civil, “Preguntas frecuentes del voto en blanco”, [s.f.]. Consultado el 30 de mayo de 2014 en: http://www.registraduria.gov.co/-Voto-en-blanco-.html 4 EuropaPress, “La abstención en la segunda vuelta de las presidenciales alcanza el 52.13%, inferior al de la primera ronda”, 16 de junio de 2014. Consultado misma fecha en: http://www.europapress.es/internacional/noticia-abstencion-segunda-vueltapresidenciales-alcanza-5213-inferior-primera-ronda-20140616014229.html 2 seguridad durante la jornada electoral. 246 mil elementos fueron directamente asignados a las casillas electorales, por tanto, por primera vez en la historia, fuerzas gubernamentales tuvieron presencia física en el 99.9% de las mesas de votación, lo cual constituye la mayor cobertura que se haya dado a unas elecciones en Colombia. Cabe señalar que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) respetaron el alto al fuego unilateral vigente del 9 al 30 de junio, mientras que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla en importancia después de las FARC, si bien no declaró el alto al fuego, se comprometió a no interferir en los comicios5. Fue en ese contexto que por la noche, el candidato del Centro Democrático Mano Firme Corazón Grande, Óscar Iván Zuluaga, aceptó su derrota y felicitó al presidente Santos, mientras daba un discurso a sus seguidores en Bogotá. Además, apuntó que su movimiento político asumió la derrota “con altura y entereza” y que continuará la lucha política en reconocimiento los siete millones de colombianos que votaron por él.” Huelga recalcar que también expresó su gratitud al ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), el líder indiscutible de la coalición política que Zuluaga encabezó6. En contraste, Santos pronunció un discurso en el que afirmó que millones de compatriotas votaron por la ilusión de cambiar el miedo por la esperanza y que lo que estaba en juego no era el nombre de un candidato, sino el rumbo del país. Además, destacó que muchos colombianos que no simpatizaban con su gobierno, se movilizaron a favor de la causa de la paz7. Los analistas políticos estiman que los votos que favorecieron a Santos fueron aportados principalmente por seguidores de la ex candidata de la coalición Polo Democrático AlternativoUnión Patriótica, Clara López, quien de hecho se adhirió a su campaña a pesar que su partido prefería mantenerse neutral8. Al respecto, el exmagistrado de la Corte Constitucional de Colombia, Eduardo Cifuentes, y el ex viceministro de Justicia, Rafael Guarín, coincidieron en que si bien cada uno de los candidatos hizo lo propio en materia de alianzas, Santos capitalizó sectores de la izquierda que terminaron apoyándolo por las negociaciones con las FARC. Otras personalidades que aportaron votos a Santos durante la segunda vuelta, fueron varios políticos bogotanos, incluido el alcalde Gustavo Petro, pues durante la primera vuelta, Santos obtuvo 441,005 votos en Bogotá, mientras que para la segunda ronda alcanzó alrededor de 1,338,0009. El futuro de las negociaciones de paz El presidente Juan Manuel Santos no calculó que las FARC retardarían tanto el proceso de negociación que inició en octubre de 2012, ni que éstas se empalmarían con la elección presidencial, aspecto coyuntural que terminó siendo determinante como eje principal de su campaña electoral. Tampoco estimó que la opinión pública se polarizaría alrededor del tema al grado de que los electores terminarían dividiéndose entre los que respaldaron las negociaciones y los que preferían una confrontación armada. De hecho, el año pasado la agenda de la negociación del gobierno apuntaba a que en noviembre del 2013, antes de concluir el plazo para el registro de candidatos, se llegaría a un acuerdo final con las FARC. Así, a final de año, tan sólo con un acuerdo parcial en el primer punto de la agenda de 5 EFE, “Elecciones presidenciales transcurren con normalidad y sin incidentes”, 16 de junio de 2014. Consultado en misma fecha en: http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2014-06-15/elecciones-presidenciales-transcurren-con-normalidad-y-sinincidentes_287904/ 6 El Espectador, “Zuluaga reconoce su derrota”, 15 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://www.elespectador.com/noticias/politica/zuluaga-reconoce-su-derrota-articulo-498495 7 Infobae, “Elecciones en Colombia: ganó Santos”, 15 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://www.infobae.com/2014/06/15/1573131-elecciones-colombia-gano-santos 8 Salud Hernández-Mora, “Juan Manuel Santos gana las elecciones en Colombia”, El Mundo, 15 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://www.elmundo.es/internacional/2014/06/15/539d325fca474117648b456e.html 9 El País (Colombia), “Elecciones presidenciales: ¿por qué ganó Santos y por qué perdió Zuluaga?”, 16 de junio de 2014. Consultado en misma fecha en: http://www.elpais.com.co/elpais/elecciones/noticias/elecciones-presidenciales-por-gano-santos-y-por-perdiozuluaga 3 negociación (el tema agrario), Santos decidió aspirar a un segundo periodo de gobierno, y el proceso de paz fue precisamente su estandarte de campaña, mostrando los avances de la negociación como un logro político atribuible a su gobierno10. Por tanto, durante las semanas previas a la segunda vuelta electoral, la campaña de Santos se enfocó en generar en la opinión pública un clima de confianza y certidumbre con respecto a las negociaciones de paz y, con ellas el término definitivo de un largo periodo de violencia derivada de la confrontación con las FARC. En contraste, Zuluaga orientó su campaña electoral a criticar la complacencia del gobierno para, en sus palabras, “negociar con delincuentes” y “entregarle el país a la guerrilla o al castrochavismo”.11 No obstante, si Santos no consigue llegar a un acuerdo de paz con las FARC en el corto plazo, la confianza de los electores se irá minando. Otro aspecto relevante a tomar en cuenta es que aunque la población respalda una salida negociada al conflicto, la mayoría rechaza que los autores de los crímenes de lesa humanidad gocen de amnistía y puedan participar políticamente, por lo que en caso de que las FARC obtengan consideraciones de ese tipo, el descontento popular podría incrementarse vertiginosamente y volcarse contra el propio presidente electo. En la historia reciente de Colombia hay registro de múltiples intentos fallidos de negociación con las FARC, el grupo rebelde activo más antiguo de América Latina, y con el ELN, una guerrilla asociada a la teología de liberación y bajo la ideología marxista-cristiana acuñada por el sacerdote Camilo Torres Restrepo. Desde el surgimiento de ambas organizaciones a mediados de los años sesenta, el gobierno colombiano ha fluctuado entre estrategias confrontacionales y de negociación sin resultados definitivos. De ahí la trascendencia histórica de un acuerdo integral que les desmovilice y les integre a la vida política colombiana. Conclusión y prospectiva El presidente Santos tendrá cuatro años más para intentar consolidar las negociaciones de paz con los grupos insurgentes, lo cual no consiguió durante su primera administración. En las semanas previas a la segunda vuelta, el principal eje político de su campaña fueron las negociaciones con la guerrilla, lo cual le garantizó el apoyo de algunos sectores políticos de izquierda que estando a favor del proceso de paz y siendo críticos férreos del uribismo, se han manifestado en contra de la política económica de Santos. Por lo tanto, la relación de Santos con ciertos sectores de la izquierda se presenta ya como un arma de dos filos, pues estos no serán sus aliados en ninguna cuestión distinta a las negociaciones de paz. No obstante, cabe destacar que Santos contará con respaldo de la mayoría legislativa en el Congreso consolidándose como su principal opositor el actual senador y ex presidente Álvaro Uribe y su partido, el Centro Democrático Mano Firme Corazón Grande. El politólogo del la universidad ICESI de Colombia, Juan Carlos Gómez, afirma que es preocupante que la campaña se haya centrado en la paz, cuando existen múltiples temas importantes que se dejaron a un lado, tales como el crecimiento económico, el desempleo y la educación. Incluso, el analista Óscar Duque, profesor de la Universidad Autónoma de Occidente, recuerda que en el año 2010, cuando Santos llegó a la presidencia, el tema no era la paz sino la guerra y ganó proponiendo precisamente una línea dura contra las FARC como la que defendió durante su periodo como Ministro de Defensa del gobierno de Uribe. Cuatro años después, advierte Duque, “el tema importante es la paz y lo que se discutió durante la campaña fue el modelo a seguir para desarticular a la insurgencia”12. 10 Luiyith Melo García, “La paz, tema que se convirtió en el derrotero de la campaña”, El País (Colombia), 14 de junio de 2014. Consultado el 16 de junio de 2014 en: http://www.elpais.com.co/elpais/elecciones/noticias/paz-tema-convirtio-derrotero-campana 11 Ídem. 12 Ídem. 4 El analista político colombiano Ancizar Marroquín considera que con la reelección de Santos y el respaldo de los colombianos para arribar a acuerdos concretos con las FARC en La Habana, es muy probable que en menos de un año, los ciudadanos acudan nuevamente a las urnas para refrendar los pactos de paz: “el país quedó listo para que se emprenda un proceso electoral que no tardará más de un año y es la convocatoria para el referendo de la paz”13. Lo anterior se deriva de la advertencia que recientemente hiciera Santos sobre la necesidad de poner el acuerdo firmado con la guerrilla a consideración de los colombianos en un refrendo popular, una eventualidad que está considerada en la ley colombiana.14 A este respecto, un reto adicional de la segunda administración de Santos, de acuerdo con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, tiene que ver con la indemnización a más de seis millones de víctimas afectadas por el conflicto armado, y la restitución de 3 millones de hectáreas despojadas por la violencia, una titánica tarea que exige una estrecha colaboración con instituciones y autoridades de los tres niveles de gobierno15. En cualquier caso, el siempre difícil equilibrio entre la justicia y la reconciliación será una preocupación preponderante en la instrumentación del eventual proceso de paz. 13 El País, op. cit. Noticias Terra, “Congreso colombiano aprueba reforma para refrendar acuerdos con FARC”, 23 de octubre de 2013, consultado el 16 de junio de 2014 en: http://noticias.terra.com.co/elecciones/2011/congreso-colombiano-aprueba-reforma-para-refrendar-acuerdoscon-farc,c9c3be73d11e1410VgnCLD2000000dc6eb0aRCRD.html 15 El País y ColPrensa, “Estos son los retos del presidente Santos para su segundo tiempo”, 16 de junio de 2014. Consultado en misma fecha en: http://www.elpais.com.co/elpais/elecciones/noticias/estos-son-retos-presidente-santos-para-su-segundo-tiempo 14 5