ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell 4. INTERACCCIÓN LUZ-MATERIA Cuando un haz de luz incide sobre un medio puede ser transmitido (refractado), reflejado, difundido (sobre una superficie rugosa o por pequeñas partículas), absorbido o puede provocar la emisión de luz (normalmente en una frecuencia distinta). El color y el brillo son algunas de las sensaciones que resultan de estos fenómenos en el rango de frecuencias del espectro visible, pero existe instrumentación para estudiarlos en un amplio margen del espectro electromagnético. De estos fenómenos, la refracción, la reflexión y la difusión pueden explicarse mediante el modelo ondulatorio de la luz y su geometría se ha estudiado en un capítulo anterior. Por su parte, la emisión y la absorción implican transferencia de energía entre la radiación electromagnética y el medio afectado, y precisan de una explicación algo más compleja. 4.1. Refracción y reflexión Cuando un haz luminoso llega a la superficie que separa dos medios distintos, parte del mismo es reflejado hacia el medio de procedencia, y parte refractado hacia el otro medio. Si la superficie que separa ambos completamente medios plana y es sin rugosidades, los fenómenos tienen lugar Figura 1. La luz que incide sobre una superficie irregular sufre reflexión y refracción en cada punto, de tal manera que los rayos reflejados (en azul) y transmitidos (en naranja) siguen caminos irregulares. Es lo que se conoce como reflexión y transmisión difusas. siguiendo la geometría prevista en las leyes de Descartes. Si la superficie entre los dos medios es rugosa, los fenómenos -85- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell que tienen lugar son exactamente los mismos, aunque a escala macroscópica no siguen la geometría prevista debido a las reflexiones y refracciones que tienen lugar en las rugosidades, como se ilustra en la Figura 1. A la escala macroscópica de observación la luz se dispersa siguiendo diversos caminos de forma aleatoria, lo que se conoce como reflexión y trasmisión difusas. 4.2. Difusión por pequeñas partículas El fenómeno de la difusión (scattering, en inglés) ocurre cuando un frente de ondas alcanza una partícula de tamaño igual o inferior a la longitud de onda de la radiación incidente. Para comprender el fenómeno imagínese un frente de ondas planas de longitud de onda igual a la separación entre las líneas que marcan los sucesivos frentes de ondas de la Figura 2. Este frente alcanza la partícula 1, que se ha dibujado de geometria plana para una mejor comprensión del proceso, y cuya dimensión es netamente superior a la longitud de onda incidente. Aplicando la Figure 2 construcción de Huygens para la reflexión sobre la superficie de la partícula, se genera una onda plana siguiendo las leyes clásicas de la reflexión, aunque sus bordes son poco definidos debido a los procesos de difracción que tienen lugar en los extremos de la partícula: en la figura se ha representado como ondas curvadas asociadas a los extremos de la onda plana reflejada. En este caso se ha producido una reflexión sobre la superfície de la partícula. Cuando el frente de onda alcanza la partícula 2, a causa de su pequeño tamaño, la onda reflejada no llega a tener una -86- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell superficie plana, y se propaga casi como una onda esférica. Este fenómeno, que se conoce como difusión de la luz, fué estudiado para el espectro visible por lord Rayleight , quien demostró que la intensidad difundida es inversamente proporcional a la cuarta potencia de la longitud de onda de la luz indicente: I s = I0 ⋅ k λ4 donde Is es la intensidad difundida, I0 la incidente, k una constante, y l la longitud de onda de la radiación incidente. La distribución espectral de esta intensidad en el visible se ha representado en la Figura 3, en la que se puede apreciar que la intensidad difundida en la zona azul del espectro es más elevada que en la roja. Figura 3 Este proceso tiene lugar debido a la presencia de partículas en suspensión en un medio transparente (el caso del humo de un cigarrillo, por ejemplo), o por vibraciones de las moléculas que forman el propio medio, en cuyo caso la intensidad de la radiación difundida depende de las interacciones de estas moléculas entre ellas, y por tanto el fenómeno suele ser de mayor intensidad en gases que en sólidos. Ésta es la causa del color azul del cielo durante el día: la difusión de la luz por las moléculas de los componentes de la atmósfera, y también en parte, por las partículas en suspensión, de acuerdo con la fórmula de Raylieght, la difusión es más intensa en el azul que en la zona de longitudes de onda largas (rojo), por lo tanto, observando el cielo con el sol a la espalda se ve azul. Por este mismo motivo, la ausencia de atmósfera es la causa de que en las fotografías obtenidas en la Luna, el cielo aparezca de color negro. Igualmente es posible explicar el color rojo de la zona de -87- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell cielo cercana al sol durante el amanecer y la puesta del sol: la radiació visible del sol es difundida mayoritariamente en el azul, por tanto la transmisión de la región espectral de longitudes de onda largas (rojo) es mayor, y el cielo se ve rojo alrededor del sol. 4.3. Absorción La absorción de las ondas electromagnéticas requiere considerar que los electrones ocupan orbitales con niveles discretos de energía, separados entre ellos por cantidades discretas de energía. El principio de exclusión de Pauli limita el número de electrones que puede ocupar cada orbital, por tanto, existen orbitales parcialmente ocupados, así como niveles de energía permitidos sin ningún electrón porque están por encima de los niveles ocupados por el átomo en reposo. Los electrones sólo pueden ocupar los niveles de energía permitidos, los niveles intermedios representan zonas prohibidas. Cuando un medio es alcanzado por una onda electromagnética formada por radiaciones de diversas energías, alguna de ellas puede coincidir con la de uno de los saltos energéticos posibles entre un nivel completamente ocupado por electrones y uno vacío o parcialmente ocupado, entonces un electrón es excitado al nivel energético superior y la energía de la frecuencia correspondiente, absorbida. Las radiaciones de energías superiores o inferiores a los saltos energéticos permitidos no son absorbidas y, por tanto, atraviesan el medio. La presencia en un medio de átomos con electrones potencialmente excitables, o defectos cristalinos que actúen como trampas energéticas, provocan que éste se comporte como un filtro que absorbe selectivamente algunas de las radiaciones. Si esta absorción ocurre en rango visible del espectro, el medio aparece coloreado. -88- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell Existen, además, otras causas que dan lugar a la absorción selectiva de ciertas frecuencias del espectro electromagnético, como vibraciones de la estructura, vibraciones moleculares, defectos cristalinos (electrones atrapados en vacancias), transferencia de carga entre cationes, etc. En algunos elementos y compuestos la superposición de niveles energéticos asociados a la banda de valencia, produce una banda de energías prácticamente continua. Ésto ocurre típicamente en los enlaces entre metales, así como en algunos sulfuros y óxidos. En estos casos, gran parte de las energías de las frecuencias del espectro visible pueden ser casi completamente absorbidas por los electrones de esta banda continua de energías, que se conoce como banda de conducción. Estos cuerpos son fuertemente absorbentes y de modo práctico, son opacos. La explicación del comportamiento óptico de los materiales absorbentes requiere una teoría óptica algo más compleja, en la cual los materiales transparentes pueden Figura 4. Espectros de absorción de la esmeralda y del rubí ser considerados como un caso particular de absorción despreciable, como se verá más adelante. 4.4. Emisión La emisión de luz por parte de un medio puede ocurrir si cierta energía es absorbida por los electrones de los átomos del medio considerado, de modo que algunos de éstos son promovidos a niveles superiores y dejan un hueco en su posición original. En estas condiciones la configuración del átomo es inestable y electrones de niveles energéticos superiores pasan a ocupar el hueco, liberando parte de su energía en forma de radiación electromagnética de la energía correspondiente al salto -89- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell efectuado. El fenómeno recibe diversos nombres según la fuente de excitación y la frecuencia emitida. Si se excita con radiación electromagnética de energía elevada (ultravioleta o rayos X, por ejemplo) y se emite en el rango del visible, se denomina fotoluminiscencia (fluorescencia si la emisión cesa en el momento que cesa la excitación, o fosforescencia si persiste tras cesar la excitación), catodoluminiscencia si la excitación se produce mediante un haz acelerado de electrones, termoluminiscencia si se produce por calor, etc. Figura 5 saltos energéticos permitidos. 4.5. Velocidad de la luz en un medio Cuando la luz atraviesa un medio transparente, se desplaza a una velocidad inferior a la del vacío, la relación entre ambas velocidades es una constante del medioI el índice de refracción n = cv Para explicar esta disminución de la velocidad consideremos los átomos del medio atravesado como un núcleo rodeado por una distribución esférica de electrones. Si se aplica un campo eléctrico, los electrones de desplazan, es decir, se polarizan. Si el campo eléctrico aplicado es variable y está asociado a una radiación electromagnética, provoca la oscilación de los electrones con su misma frecuencia (Figura 6). El núcleo, a pesar Figura 6. Cuando una nube electrònica (circular, para simplificar) es alcanzada por una onda se produce un desplazamiento de la misma debido al campo eléctrico variable asociado a la onda. de estar eléctricamente cargado, no participa de esta oscilación debido a su elevada masa, que llega a alcanzar el -90- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell 99.9997% de la masa total del átomo. Los electrones, al vibrar, se convierten en un dipolo generador de ondas electromagnéticas de la misma frecuencia que la radiación primaria, cuya emisión está ligeramente desfasada respecto de la primaria a causa de la inercia debida a la masa del electrón. Cada electrón emite ondas de muy baja amplitud (e intensidad) en todas direcciones, pero sólo pueden interferir las que se propagan en su misma dirección Figura 7. La onda producida por los átomos (en gris) interfiere con la primaria para dar lugar a una onda (en naranja) ligeramente desfasada respecto de la primaria, La onda producida por los osciladores como se puede apreciar en las zonas marcadas con círculos. La amplitud de la onda gris se ha exagerado para mejor del átomo está ligeramente desfasada debido comprensión. a la inercia de la masa del electrón, por lo que la onda resultante de la composición de ambas también tiene cierto desfase respecto de la primaria (Figura 7). La radiación alcanza el siguiente átomo con ese desfase y el proceso se repite, y como esto tiene lugar para cada uno de los átomos alcanzados, el resultado final es que la onda resultante de las sucesivas interferencias está desfasada respecto de la primaria, es decir, que se ha propagado a menor velocidad que en un medio sin átomos (el vacío). De manera intuitiva, en una primera aproximación, parece lógico que la luz viaje a menor velocidad en un medio con más átomos (más denso) que en un medio menos denso. Por eso en muchos textos se asocia índice de refracción con densidad, aunque no es más que una aproximación muy simple y poco aplicable a cualquier tipo de compuestos. Otra suposición intuitiva es que este proceso no puede ser idéntico para distintas frecuencias, y que éstas deben tener un comportamiento diferencial entre sí. Del mismo modo, es fácil -91- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell imaginar que las frecuencias más elevadas implican mayor inercia en la emisión secundaria de los electrones, de forma que la luz de "retrasa" más para las frecuencias elevadas que para las bajas. Es decir, el índice de refracción de frecuencias elevadas (longitudes de onda pequeñas) debe ser mayor que para frecuencias bajas (longitudes de onda largas). Ésto es verdad para ciertos tramos del espectro electromagnético, y es lo que se conoce como dispersión "normal" del índice de refracción. Y aún es posible obtener otra conclusión de este fenómeno: si la distribución de los átomos en una estructura cristalina es anisótropa, también lo debe ser la velocidad de propagación de la luz. Es decir, en el interior de un cristal, la luz no se propaga con igual velocidad en distintas direcciones. 4.6. Estructura cristalina y propiedades ópticas Supongamos una estructura cristalina muy simple constituída por una fila de átomos iguales, que es atravesada perpendicularmente por una onda electromagnética (Figura 8a). El vector eléctrico asociado a la onda es paralelo a la dirección de la fila, y la polarización de los átomos, a los que se supone una distribución esférica de los electrones, se hace como muestra la Figura 8a. En estas condiciones (polos de signo opuesto cercanos), la polarización se ve favorecida por la atracción electrostática entre cargas de signo contrario. Figura 8.Polarización electrónica de una fila Si la propagación de la radiación ocurre en la de átomos alcanzada por una onda que viaja (a) perpendicular a ella y (b) paralela a la fila dirección de la fila (Figura 8b), y por tanto con el vector eléctrico perpendicular a la misma, la polarización tiene lugar como se indica en la figura. Los polos de igual signo están más cercanos que en el caso a), y esta situación no favorece la polarización de los átomos. -92- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell Consecuentemente, la velocidad de la luz es menor en el primer caso que en el segundo, debido a la mayor polarización eléctrica. Es decir, la velocidad de la luz no es igual en todas las direcciones y, por tanto, la estructura es anisótropa frente a sus propiedades ópticas. Se puede intuir que una mayor distancia entre átomos reduce la polarización de éstos, y la velocidad de la luz es mayor. Es posible complicar algo más la situación y suponer un cristal formado por capas de átomos iguales con una distancia entre ellos pequeña y una separación entre las capas mucho mayor (Figura 9), como ocurre en las estructuras de los filosilicatos, por ejemplo. Consideremos tres direcciones de los vectores eléctricos asociados a radiaciones electromagnéticas E 1, E 2 y E 3. Para E 1, dirigido perpendicularmente a las capas estructurales separadas por una distancia relativamente grande, la polarización es pequeña, y la luz disminuye poco su velocidad respecto del vacío (n 1 será pequeño). Por el contrario, los vectores eléctricos E 2 y E3 están en las direcciones en que las distancias entre átomos son pequeñas, se favorece la polarización, la luz Figura 9. Posición de los vectores eléctricos asociados a tres ondas que atraviesan la estructura en direcciones ortogonales. Las ondas que viajen en las direcciones paralelas a las capas, cuyos vectores eléctricos estarán en la dirección de E1 polarazán poco los orbitales de los átomos, y por tanto la velocidad de la luz será poco disminuida respecto de la del vacio. Las ondas que se desplacen perpendicularmente a las capas (vectores eléctricos paralelos a las capas) verán facilitada la polarización electrónica de los átomos, y por tanto la velocidad de la luz disminuirá significativamente. viaja a menor velocidad y los índices de refracción n 2 y n 3 serán mayores que n 1. Cabe remarcar que la mayor o menor polarizabilidad de la estructura depende de la dirección del vector eléctrico asociado a la radiación, que es perpendicular a la dirección de propagación y, por tanto, se trata de un fenómeno transversal respecto de la dirección de -93- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell propagación. Conviene tener en cuenta esta circunstancia para interpretar y entender otros fenómenos, en que la transversalidad de la polarización eléctrica y óptica volverá a aparecer. Se puede intuir que la anisotropía óptica es mayor en estructuras cristalinas fuertemente anisótropas y que es menos acusada en estructuras con una distribución más homogénea de los átomos. Es decir, sin profundizar más en este aspecto, a la luz de lo expuesto hasta ahora, parece lógico que los tectosilicatos tengan birrefringencias bajas, mientras que los filosilicatos, o los carbonatos presenten una fuerte anisotropía óptica. 4.7. Polarización y campo eléctrico Hasta aquí se ha supuesto una distribución electrónica esférica alrededor del núcleo atómico, lo cual no se ajusta a la realidad porque muchos de los orbitales poseen una distribución de la probabilidad radial de forma lobular. En la distribución esférica considerada, el vector que determina la polarización eléctrica siempre coincide con la dirección del vector eléctrico E, sin embargo, ésto no es así en Figura 10. Esquema de un orbital lobular con el campo eléctrico asociado a la onda electromagnética en todos los casos y direcciones. diversas posiciones respecto de la zona de mayor probabilidad electrónica del orbital (esquematizada con Imaginemos un orbital aislado de una linie negra). En el caso c) la polarización D tiene lugar en una dirección intermedia entre el campo distribución lobular como en la Figura 10, aplicado E i y la dirección de mayor probabilidad en el que la zona de máxima probabilidad de electrónica. -94- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell encontrar un electrón corresponde al segmento negro, alargado en la dirección del lóbulo. Aplicando un campo eléctrico en la dirección del orbital (caso a), los electrones se polarizan en la dirección de zona de mayor probabilidad, el vector de la polarización D es paralelo a E. Si el campo eléctrico asociado a la radiación es perpendicular al orbital (caso b), la polarización es menor, pero también paralela a E. Pero si el vector E forma cierto ángulo con la dirección de alargamiento del orbital (caso c), se induce una polarización de los electrones del orbital, de modo que vibran en una dirección situada entre la zona de mayor probabilidad y E. En este caso, la polarización D no coincide con E. Se puede introducir una nueva dirección, asociada al producto vectorial entre D y el vector magnético H de la radiación electromagnética, distinta del vector de Pointing antes considerado: r s= r S= r D× r E× r H r H normal de onda (propagación de la fase) rayo (propagación de la energía) En este ejemplo se ha considerado un orbital aislado, pero en un átomo hay que considerar la resultante de la polarización de todos los orbitales que constituyen sus cubiertas electrónicas, y en una estructura, la resultante de la polarización de sus átomos, así como las posibles interacciones debido al tipo de enlace y al poliedro de coordinación. En resumen, hay que tener en cuenta que, para ciertas direcciones, la polarización no tiene porqué ser paralela al vector eléctrico. 4.8. Dispersión -95- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell Dispersión es la variación de las propiedades ópticas con la frecuencia. Normalmente se considera la variación del índice de refracción, y en el visible la dispersión se evalua como la diferencia entre los índices correspondientes a las frecuencias de las líneas B y G del espectro de Fraunhofer (longitudes de onda 687.7nm y 430.8nm, respectivamente). En esta sección se considera la dispersión en un amplio margen del espectro electromagnético. Aunque la hipótesis de Maxwell trata la materia como un medio continuo donde la respuesta a los campos eléctrico y magnético está condicionada por la constante dieléctrica y la permeabilidad magnética (en cuya hipótesis no varían con la frecuencia), la experiencia y lo que se intuye de lo visto hasta ahora, indican que la luz de distintas frecuencias se propaga a velocidades distintas. Para tratar de justificar la dispersión hay que introducir la naturaleza atómica de la materia y explotar algunos de sus aspectos que dependen de la frecuencia. Como se ha visto, cuando un material dieléctrico (aislante) se somete a un campo eléctrico, la distribución de la carga de sus átomos se ve afectada y se polariza. El momento dipolar resultante por unidad de volumen vale: P = (∈ − ∈ 0 ) E donde ∈ y ∈0 son la permitividad eléctrica del medio y del vacío, respectivamente. Se puede aproximar que la polarización puede tener lugar, básicamente, mediante dos mecanismos: - en las moléculas con enlaces polares la distribución de cargas de enlace no es uniforme, y cuando se aplica un campo eléctrico, los dipolos se orientan sobre sí mismos y -96- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell se produce una polarización preferentemente orientada en la dirección del enlace, normalmente covalente. - en los átomos y moléculas no polares, la aplicación del campo eléctrico provoca una polarización condicionada por la dirección de E, pero sin coincidir necesariamente con ella. La polarización afecta a átomos (los electrones de los átomos) y/o moléculas o grupos iónicos (enlaces entre moléculas y/o átomos). Normalmente las moléculas y los grupos iónicos tienen una masa grande y, por lo tanto, una elevada inercia y sólo pueden polarizarse si la frecuencia del campo eléctrico es muy baja (longitudes de onda largas). Mientras que para frecuencias elevadas, sólo los electrones (con muy poca masa e inercia) pueden seguir las oscilaciones del campo eléctrico, de modo que éstos aún contribuyen a los valores de la constante dieléctrica para frecuencias en que ya no lo hacen las moléculas. Por lo tanto, la variación del índice de refracción con la frecuencia en función de varios mecanismos de polarización eléctrica. Se puede deducir pues una expresión para n=f(w) considerando lo que ocurre en un medio a nivel atómico. Se puede imaginar cada orbital como una nube electrónica en equilibrio alrededor del núcleo. Si se desplaza respecto del mismo, debe existir una fuerza que restaure el equilibrio. Suponiendo un desplazamiento a lo largo del eje x, la fuerza ha de ser de la forma F=-kx, de manera que, en la posición de equilibrio, F = 0. Además, sin la influencia de ningún campo eléctrico externo, la nube electrónica oscila alrededor de la posición de equilibrio con una frecuencia natural (o resonante) w 0. -97- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell k ω0 = me 1 2 donde m e es la masa del electrón Se puede imaginar un medio material como un conjunto de átomos polarizables de pequeño tamaño en relación a la longitud de onda de la radiación incidente. Cuando en este medio incide luz, cada átomo se comporta como un oscilador controlado por el campo eléctrico que varía en función del tiempo E(t). La fuerza ejercida por este campo sobre un electrón de carga q e es FE = qe E (t ) = qe E0 cos ωt la segunda ley de Newton permite deducir la ecuación del movimiento (la suma de fuerzas es igual al producto de la masa por la aceleración): d2x qe E0 cosωt − meω x = me 2 dt 2 0 (fuerza que conduce la oscilación) – (fuerza que restaura el equilibrio) = = (masas electrón) ·( aceleración) donde x es el desplazamiento [ -- x ha de ser una función cuya segunda derivada no sea muy distinta de la propia x --] El electrón oscila con la misma frecuencia que E(t), por tanto se puede proponer la siguiente expresión de su oscilación x (t ) = x0 cosωt , (x o es la amplitud de la oscilación) substituyendo x en la expresión anterior es posible calcular la amplitud del oscilador, x o d 2 ( x0 cosωt ) qe E0 cosωt − meω ( x0 cosωt ) = me dt 2 2 0 de donde se deduce -98- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell qe x (t ) = qe me me E0 cosωt = E (t ) 2 2 (ω − ω ) (ω0 − ω 2 ) 2 0 que es el desplazamiento relativo entre la nube electrónica y el núcleo positivo. Por tanto, de esta expresión es posible derivar que: - sin un campo eléctrico externo (w=0), el oscilador vibra a su frecuencia de resonancia w 0. S cuando incide una radiación de frecuencia menor que w o, E(t) y x(t) tienen el mismo signo, lo que significa que el oscilador sigue la frecuencia del campo aplicado (están en fase) S si la radiación incidente tiene w>w o, el desplazamiento x(t) se hace en dirección opuesta a la fuerza aplicada q eE(t) (están en oposición de fase) El momento del dipolo es la carga (q e) por su desplazamiento, y si hay N electrones por unidad de volumen, la polarización (es decir la densidad de los momentos de los dipolos vale P = qe xN que substituido en la anterior ecuación queda qe2 NE P= me (ω − ω 2 ) 2 0 expresión que substituida en P = (∈ − ∈0 ) E , da qe2 N ∈ = ∈0 + P(t ) me = ∈0 + 2 E (t ) (ω 0 − ω 2 ) -99- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell y como n= ε = ∈ ∈0 se puede escribir la ecuación que describe la dispersión de n en función de la frecuencia w Nqe2 1 n (ω ) = 1 + 2 ∈0 me ω o − ω 2 2 - Según esta expresión, para frecuencias crecientes, superiores a la de resonancia (w o2-w 2)<0, el oscilador oscila en oposición de fase con la fuerza que lo produce. En estas condiciones (w o2-w 2)<0 el segundo término de la expresión de la dispersión es negativo y el índice de refracción es menor que la unidad - Para frecuencias inferiores a w o (w o2-w 2)>0 la polarización eléctrica está en fase con la fuerza que la produce, y por tanto n>1. De hecho, lo que realmente ocurre es que cada compuesto tiene varias de estas transiciones de n<1 a n>1 para frecuencias crecientes, por tanto, en lugar de una única frecuencia de resonancia w o, deben existir varias, y consecuentemente, parece lógico generalizar la expresión suponiendo que en un medio que contiene N unidades de fórmula por unidad de volumen, cada una con f j osciladores que tienen frecuencias de resonancia w oj (donde j =1, 2, 3, 4...) fj Nqe2 n (ω ) = 1 + ∑ ∈0 me j ω oj2 − ω 2 2 Esta expresión es similar a la que se obtendría mediante la mecánica cuántica, pero hay que interpretar algunos de los términos -100- ÓPTICA CRISTALINA S Mario Vendrell w oj deben ser frecuencias características a las cuales un átomo puede absorber o emitir radiación S fj son términos en que ∑f j = 1 por tanto, son factores de j proporcionalidad Es de notar, además, que cuando w=w oj, n es discontinuo (se produce un término con un cero en el denominador), y para valores muy cercanos a w oj, n adopta un valor casi infinito (Figura 11). Este hecho es contrario a los datos experimentales, para los que n aumenta para frecuencias w=w oj, pero no se hace infinito, ni discontinuo Ello se debe a que no se ha Figura 11. El valor de n se hace discontinuo para ω0i, aunque en realidad adquiere la forma de la curva gris. La anomalía corresponde a lo que se conoce como una banda de absorción. considerado el efecto de amortiguación del oscilador debido a la proximidad de otros átomos, cuya presencia implica cierta fricción que provoca que parte de la energía se convierta en calor. La fuerza de amortiguación debe incluirse en el denominador del segundo término de la ecuación, y si se considera proporcional a la velocidad y a la masa (m e · dx/dt), la ecuación queda fj Nqe2 n (ω ) = 1 + ∑ ∈0 me j ω oj2 − ω 2 + iγ jω 2 expresión en la cual del denominador no llega a ser nunca cero, aunque w oj=w Figura 12. Curva de dispersión en el espectro visible calculada a partir de constantes A, B, C.. arbitrarias en la ecuación de Cauchy. Entre las zonas donde w oj=w, para w crecientes, mientras se acerca a w oj, el término (w oj2-w 2) decrece, y por tanto n -101- ÓPTICA CRISTALINA Mario Vendrell crece gradualmente de forma continua con la frecuencia. Es lo que de denomina dispersión normal Para un compuesto transparente en el visible, el índice de refracción sigue una curva como la que se muestra en la Figura 12. Existe una ecuación empírica (ecuación de Cauchy) que expresa esta variación con una serie n = A+ - B C D + + ... λ2 λ4 λ6 Cuando w se acerca a una frecuencia de resonancia w oj, los osciladores entran en resonancia, sus amplitudes crecen significativamente y esto se traduce en una amortiguación de la radiación incidente y una fuerte absorción de la misma. Para w=w oj el factor de amortiguación es claramente dominante, por esto a las regiones del espectro cercanas a w oj se les llama bandas de absorción. Es la llamada dispersión anómala, por contraposición a la que se ha denominado normal. -102-