Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Grupo de trabajo sobre participación política Subgrupo sobre participación social en el parlamento Índice 1. Fundamento jurídico y marco teórico................................................................................... 2 2. Tendencias internacionales a favor de la participación en un parlamento abierto ............. 4 3. Propuestas operativas ........................................................................................................... 5 1. Impulso de foros deliberativos ......................................................................................... 5 2. Mejora de la Iniciativa Legislativa Popular ........................................................................ 5 3. Reformulación del “Derecho de Petición” hacia un modelo más cercano a la “pregunta ciudadana” ................................................................................................................................ 6 4. Mejoras en las comparecencias y audiencias parlamentarias .......................................... 6 5. Presencia en redes sociales e parlamentos y parlamentarios mediante el impulso de guías de uso o plataformas de interacción en redes sociales con parlamentarios................... 7 6. Impulso de la reutilización de la información parlamentaria en formatos abiertos (open data) para fomentar la participación, la transparencia y la colaboración con las organizaciones interesadas en difundir los trabajos parlamentarios. ...................................... 8 7. Colaboración estable con las organizaciones de monitorización parlamentaria bajo la fórmula de acuerdos de colaboración o formación .................................................................. 8 4. 8. Regulación de los intergrupos ........................................................................................... 9 9. Elaboración de un plan de comunicación sobre las acciones de participación .............. 10 Anexo. Composición del grupo de trabajo .......................................................................... 10 Resumen ejecutivo: Hay base constitucional para facilitar la participación social en el parlamento. La utilización de nuevas herramientas basadas en las TIC y una revisión de las instituciones existentes (Iniciativa Legislativa Popular, Derecho de Petición, audiencias y comparecencias, entre otras) lejos de ser una amenaza, es una oportunidad para recobrar la confianza y la proximidad de la ciudadanía hacia el Parlamento. La tendencia internacional, respaldada por organismos internacionales, es la de explorar nuevas formas de participación ciudadana y de colaboración con la sociedad civil, incluso en la tramitación de iniciativas legislativas. El concepto de “parlamento abierto”, basado en la transparencia, la colaboración y la participación, da base teórica para las propuestas planteadas por el grupo: impulso de los foros deliberativos y participativos; revisión del tradicional “derecho de petición”; mejoras en las comparecencias y audiencias parlamentarias; presencia en redes sociales mediante el impulso de guías de uso o plataformas de interacción en redes sociales con parlamentarios; impulso de la reutilización de la información parlamentaria a través de formatos abiertos; colaboración con las organizaciones de monitorización parlamentaria; mejora en la visualización del trabajo de los intergrupos y elaboración de un plan de comunicación, de carácter divulgativo y pedagógico, sobre las acciones de participación. 1. Fundamento jurídico y marco teórico. - Participación política con un fuerte fundamento constitucional El derecho de participación política tiene su fundamento constitucional en el art. 23.2 CE que establece el derecho de los ciudadanos a “participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes”. A partir de aquí la participación se produce por medio de la representación; así el art. 6 CE lo canaliza a través de los partidos políticos como instrumento fundamental, aunque no exclusivo; el art. 9.2 CE faculta a los poderes públicos para facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política y se completa con los artículos 68.1 y 69.2 CE (para Congreso y Senado), 140 CE para los municipios y 152 para las CCAA. Por tanto, el constituyente siguió la línea de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 proclamando un genérico derecho de participación que se extiende también a través de las instituciones clásicas de democracia directa como el referéndum (art. 92 CE), la Iniciativa Legislativa popular (art. 97.3 CE) o el derecho de petición individual y colectiva (art. 29 CE) y de petición ante las cámaras (art. 77 CE) La participación se levanta así sobre el fundamento combinado de la participación directa y la participación a través de los representantes, y, en la doctrina actual se sitúa, conceptualmente, dentro del paradigma del parlamento abierto. - Dentro del marco teórico del parlamento abierto Partimos de una definición de “parlamento abierto”, trabajada de forma colaborativa en la red social Novagob1, que lo describe como “aquel que comunica toda la actividad parlamentaria y la información sobre la institución y sus miembros de forma transparente y en formatos abiertos y entendibles por la ciudadanía; que abre espacios de participación y colaboración con los ciudadanos y con los funcionarios; que, en forma de conversación permanente, tiene cauces que incluyen a las redes sociales, para escuchar activamente lo que la ciudadanía necesita al abrir foros deliberativos y otros instrumentos de participación en los procedimientos parlamentarios con capacidad de influir en la agenda política” En un contexto de crisis económica, política y social como el actual, el Parlamento se ha encontrado en el punto de mira de todas las críticas. Las expresiones de descontento ciudadano se han dirigido, asimismo, hacia el sistema político en su conjunto. El barómetro del CIS muestra la progresiva pérdida de confianza en las instituciones representativas, quizás por entender la ciudadanía que la representación política se encuentra lejos sus preocupaciones reales, donde en una escala de o 10 la confianza ha pasado de una 4,01 en 2010 a un 2,53 en marzo de 2013. 1 http://www.novagob.org/discussion/view/13072/definicion-de-parlamento-abierto 2 La escala en el gráfico es de 0 a 10 en la que 0 significa que no se tiene ninguna confianza y 10 que se tiene mucha confianza Por ello, una propuesta de regeneración democrática y apertura del parlamento necesita vías formales de participación. La propuesta plantea unos cauces de participación, ante los cuales el Estado y sus instituciones pueden dar una respuesta, que sirvan para avanzar en la reforma y en la mejora de nuestro sistema democrático, facilitando la comunicación de la ciudadanía con las instituciones parlamentarias. Es el momento de pasar de las protestas a las propuestas concretas y articuladas. Las propuestas están dirigidas, por un lado, a favorecer el control y la fiscalización por parte de los ciudadanos (acceso a datos, posibilidad de tomar parte, etc.) y, por otro, y no menos importante, a recuperar la confianza de la ciudadanía en el parlamento. Es decir, la idea de parlamento abierto, que sustenta este marco teórico, debe verse como un paso en el fortalecimiento de la democracia. - Con el apoyo de la tecnología y las redes para mejorar la democracia La sucesión de diferentes herramientas tecnológicas a partir, sobre todo, de la web 2.0 ha dejado claro que el foco del parlamento no está en la implantación de las tecnologías sin una estrategia, sino en la información y en los flujos de comunicación que éstas permiten, con miras a aumentar la transparencia informativa del parlamento, la rendición de cuentas de los parlamentarios y la participación ciudadana contribuyendo a recuperar la confianza de los ciudadanos. Junto al acceso a la información y la creación de canales de colaboración interna, interinstitucional y con la sociedad, las TIC facilitan la apertura de canales de participación ciudadana a través de los que el ciudadano puede ser parte “activa en la toma de las decisiones que se tomen por y para su gobierno” La tecnología debe introducirse en el Parlamento del siglo XXI, en beneficio de los ciudadanos y de la democracia no para lesionar, ni mucho menos para sustituir o eliminar, la 3 función parlamentaria del representante individual y su mandato de los electores o de los grupos parlamentarios, sino para actualizarla, potenciarla y acercarla al ciudadano. 2. Tendencias internacionales a favor de la participación en un parlamento abierto En las recomendaciones y acciones de diversos organismos internacionales podemos encontrar apoyo y estímulo para avanzar más allá de las acciones actuales de participación social en el parlamento. A través de la Alianza para el Gobierno Abierto2, más de 60 países, entre los que se cuenta España, han colaborado con la sociedad civil para que los gobiernos rindan cuentas, sean más abiertos y mejorasen su capacidad de respuesta hacia sus ciudadanos. Dentro de este marco, varios parlamentos nacionales, como el de Chile por ejemplo, participarán en el Legislative Openness Working Group3 del próximo 31 de octubre en apoyo de estos principios. En el Informe Mundial de 2012 sobre Parlamento electrónico4, realizado por el Global Center for ICT in Parliament, se recuerda a los parlamentos que: “el uso de nuevas herramientas de comunicación puede ayudar a los parlamentos a enfocarse menos en hablar a los ciudadanos y más en escucharlos e involucrarlos en un diálogo productivo que promueva la participación ciudadana en el proceso político”. Para ayudar a los parlamentos a realizar avances en la participación, más de 135 organizaciones de la sociedad civil de monitorización del trabajo parlamentario de todo el mundo han avalado la “Declaración sobre la Transparencia Parlamentaria5” que ha sido asumida por organismos tales como la Asamblea parlamentaria de la Commonwealth6, la Asamblea Parlamentaria para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)7 en su XXII sesión anual en Estambul de julio de 2013, parlamentos nacionales como el Senado de México y un creciente número de asambleas legislativas como el Parlamento de Andalucía8. Uno de los principios de la “Declaración” establece que: “El Parlamento tiene el deber de comunicar y vincular activamente a los ciudadanos y a la sociedad civil en los procesos parlamentarios y la toma de decisiones, con el fin de representar activamente a los ciudadanos y hacer efectivo el derecho de petición de los ciudadanos a sus gobernantes” 2 http://www.opengovpartnership.org/es http://www.opengovpartnership.org/get-involved/london-summit-2013/agenda/session/legislativeopenness-working-group 4 http://www.ictparliament.org/WePReport2012 5 http://openingparliament.s3.amazonaws.com/docs/declaration/1.0/spanish.pdf 6 http://www.cpahq.org/cpahq/cpadocs/Benchmarking%202.pdf 7 http://blog.openingparliament.org/post/57413843963/osce-pa-time-for-parliaments-to-commit-toopenness 8 Declaración institucional de 13 de diciembre de 2012 http://www.parlamentodeandalucia.es/webdinamica/portal-webparlamento/actualidad/comunicadosdeprensa.do?id=74453 3 4 Un ejemplo muy reciente es el de la Asamblea Legislativa de México D.F. que ha suscrito el “Decálogo de principios del Parlamento Abierto”9 elaborado en junio de 2013 por Transparencia Mexicana (Capítulo Nacional de Transparencia Internacional) cuyo postulado octavo declara: “Los parlamentos abiertos aseguran una participación ciudadana inclusiva en los proyectos legislativos” 3. Propuestas operativas Estas propuestas parten de un doble convencimiento: la necesidad, por un lado, de mantener el modelo de la democracia representativa y el parlamentarismo; pero, por otro lado, el también necesario perfeccionamiento del modelo, desde presupuestos democráticos y participativos adaptado a nuestro tiempo. 1. Impulso de foros deliberativos Se propone la creación de foros de deliberación política entre ciudadanos y entre estos y sus representantes; con carácter público; con exigentes mecanismos de identificación personal; abiertos; dependientes de las instituciones públicas, fundamentalmente, de los Parlamentos; en los que los ciudadanos participasen en términos de igualdad y en los que se diesen las condiciones necesarias para la discusión razonada, cuyo curso y, en su caso, cuyas conclusiones pudieran conocerse por parte de los representantes políticos y cargos públicos. De esta manera, podrían minimizarse problemas tales como las insuficiencias deliberativas de la representación, las deficiencias en el control político y en la rendición de cuentas y la insuficiente receptividad por parte de los representantes. 2. Mejora de la Iniciativa Legislativa Popular Con carácter general y a nivel estatal, deben abordarse dos tipos de reformas. La primera sería la relativa al número de firmas exigido para su ejercicio, tomando como referencia los requisitos de la iniciativa ciudadana europea. La segunda debería partir del replanteamiento de las materias excluidas de la iniciativa popular, enumeradas en los arts. 87.3 y 166 de la C.E., manteniendo sólo las que resulten hoy procedentes. Una vez abordadas estas reformas en las Cortes Generales, las CC.AA. deberían ajustar el número de firmas exigido en sus Leyes de iniciativa popular a la reducción operada en el ámbito estatal, así como revisar las materias excluidas en las mismas y, en su caso, en los Estatutos de Autonomía. En uno y otro ámbito, deben desaparecer las causas de inadmisión que no estén estrictamente justificadas, así como facilitar la solicitud de retirada de la iniciativa cuando tras la fase de enmiendas los promotores consideren que haya podido quedar desvirtuada (hay pendiente ante el TC un recurso sobre el modo en que se ha 9 http://www.tm.org.mx/parlamento-abierto-firma-del-acuerdo-de-colaboracion-entre-la-aldf-y-tm/ 5 desnaturalizado la ILP sobre desahucios en su tramitación por el Congreso); y ha de generalizarse la audiencia a los miembros de la Comisión Promotora y su participación a lo largo del procedimiento legislativo. Finalmente, en las CC.AA. debe favorecerse el que las iniciativas populares inadmisibles por razones sustantivas o competenciales puedan transformarse en iniciativas legislativas de los Parlamentos autonómicos ante el Congreso de los Diputados ex art. 87.2 de la C.E.; la posibilidad de presentar iniciativas conjuntas o mixtas, popular y de los Ayuntamientos; o la adopción de medios telemáticos, con la promoción del uso de la firma electrónica. 3. Reformulación del “Derecho de Petición” hacia un modelo más cercano a la “pregunta ciudadana” Partimos del contexto de descrédito de la política como vehículo de resolución de problemas y en un escenario en que la tecnología ha empoderado a los ciudadanos hasta el punto de que es posible distribuir la decisión política entre muchos más que los representantes políticos o las instituciones. Además, diversas organizaciones ciudadanas han creado mecanismos de petición y respuesta para los organismos públicos y administraciones dando lugar a prácticas de desintermediación en que los flujos de información o de decisión se hacen de forma mucho más directa. Así, el tradicional derecho de petición tiene hoy en día un carácter más residual que efectivo y más relacionado con el “derecho de gracia” que con la participación ciudadana. Políticamente, resulta de un fuerte simbolismo fortalecer este derecho y este mecanismo en aras de su utilidad real y por su efecto de aproximación del ciudadano a sus instituciones. Por ello, la propuesta en este punto es la de reformular el proceso para acortar los plazos establecidos, actuar con transparencia y publicidad activa; con la ayuda del uso de plataformas tecnológicas que así lo permiten. Se propone introducir la posibilidad de presentación de peticiones a través de medios telemáticos añadiendo la opción de que el ciudadano pueda autorizar, para respetar la normativa de protección de datos personales, la publicación de su petición en la página web del Cámara. De igual forma, para peticiones públicas se puede habilitar la opción de información pública sobre el cauce dato a las mismas. Se propone modificar los reglamentos parlamentarios para incorporar materialmente la posibilidad introducida en la disposición adicional primera Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, reguladora del Derecho de Petición de “convocar en audiencia especial a los peticionarios, si así se considerara oportuno”, posibilidad que se ha utilizado esporádicamente en el Senado. 4. Mejoras en las comparecencias y audiencias parlamentarias Las recomendaciones internacionales señalan que los parlamentos deben introducir procedimientos que permitan al público comunicar sus preocupaciones al parlamento y a sus representantes, y a influir realmente en la agenda del parlamento. Un ejemplo, sería la celebración de audiencias parlamentarias con ciudadanos, encuestas y foros con el público, haciendo que los resultados de estas conversaciones, en la medida de lo posible, fuesen 6 públicos, así como también que se incluyen la realización de encuestas a los ciudadanos para verificar que sus expectativas se ven cumplidas, y publicar sus resultados. Desde la legislatura constituyente se han registrado y celebrado, sólo en el Congreso de los Diputados, varios miles de comparecencias de personalidades y expertos en comisiones públicas y también en subcomisiones y ponencias a puerta cerrada que han aportado valiosos conocimientos para el objeto de estudio. Es cierto que tiene valor un cierto espacio de reserva en las reuniones “a puerta cerrada” de subcomisiones y ponencias ya que eso permite al compareciente expresar sus puntos de vista con mucha más libertad. Sin embargo, se puede explorar la posibilidad, para el compareciente que así lo quiera y autorice, a que se publique en la página web del parlamento un resumen de la presentación aportado por el propio compareciente así como, para los casos donde sea posible, la elaboración de un resumen de las aportaciones sin tener que esperar al informe final de la subcomisión o ponencia donde, efectivamente, se suele incluir lo básico de dichas aportaciones. Una posibilidad que requeriría también una modificación reglamentaria es que, adicionalmente al procedimiento de propuesta por los grupos, fueran las entidades cívicas las que pudieran solicitar comparecer, para favorecer el debate público; este hecho ya se da de facto ya que muchas entidades privadas piden ser oídas ante las Cámaras, lo que a veces se canaliza por los grupos o por las comisiones, aunque no haya obligación reglamentaria. En este campo (aunque dirigido a la definición de las políticas públicas, y no tanto a la vida parlamentaria) puede ser un ejemplo de buenas prácticas la ley de participación de la Región de Toscana (Legge regionale 2 agosto 2013, n. 46, Dibattito pubblico regionale e promozione della partecipazione alla elaborazione delle politiche regionali e locali10). 5. Presencia en redes sociales e parlamentos y parlamentarios mediante el impulso de guías de uso o plataformas de interacción en redes sociales con parlamentarios. Las redes sociales son utilizadas por millones de ciudadanos diariamente no sólo para actividades de ocio sino para participar en diversos procesos que tienen incidencia pública. Son influyentes sobre medios de comunicación, sobre la reputación pública de marcas comerciales, sobre la calidad de los servicios públicos como por ejemplo el de la policía. Aunque la presencia y actividad en las redes sociales por parte de los parlamentos a nivel institucional y los parlamentarios a título individual se ha ido generalizando en los últimos años, diferentes investigaciones vienen subrayando que este uso está todavía lejos de alcanzar niveles óptimos y verdaderamente representativos, puesto que está muy ligado en ocasiones a periodos electorales tendiendo a disiparse, o incluso prácticamente a desaparecer, durante el transcurso de las legislaturas. La generalización de los "parlamentos abiertos" sólo podrá ser posible si los parlamentarios adquieren el compromiso de escuchar a los ciudadanos, interactuar con ellos y ser más transparentes con respecto a la labor que llevan a cabo y a cómo adoptan sus decisiones, viendo en las redes sociales una herramienta de interacción y no simplemente una vía para lanzar mensajes de forma unidireccional, sin tener en cuenta la voz de los 10 http://www.comune.carrara.ms.it/Allegati/900_635145005041730000.pdf 7 representados. Esto es especialmente importante en el contexto actual de creciente desafección ciudadana hacia los representantes públicos, ya que las redes sociales pueden ser una vía más (aunque, indudablemente, no la única) para favorecer el acercamiento de la opinión pública a los parlamentos. El grupo propone que se impulse desde las cámaras la planificación de la actuación en redes sociales para potenciar la participación y la confección de cursos de formación, guías de uso u otras herramientas dirigidas a los parlamentarios con recomendaciones de buenas prácticas acerca de cómo participar con los ciudadanos en las redes. 6. Impulso de la reutilización de la información parlamentaria en formatos abiertos (open data) para fomentar la participación, la transparencia y la colaboración con las organizaciones interesadas en difundir los trabajos parlamentarios. El fomento efectivo de la transparencia parlamentaria y la participación ciudadana implica la publicación proactiva por parte de los parlamentos de información completa, adecuada y detallada -tanto en todo lo referido a la institución, su actividad y su funcionamiento, como el conjunto de documentos empleados y generados en el proceso legislativo-. La información parlamentaria ha de facilitarse de manera estructurada, en formatos accesibles y reutilizables, proporcionando elementos complementarios precisos para su comprensión y procesamiento automatizado. Asimismo, es necesario favorecer la identificación, búsqueda y recuperación de los documentos disponibles para su reutilización mediante listados, bases de datos o catálogos específicos. El desarrollo de vínculos de colaboración con las organizaciones de la sociedad civil en esta línea contribuirá a ampliar las posibilidades de análisis, difusión y reutilización de la información parlamentaria. 7. Colaboración estable con las organizaciones de monitorización parlamentaria bajo la fórmula de acuerdos de colaboración o formación Las Organizaciones de Monitorización Parlamentaria (PMO por sus siglas en inglés) son cada vez más reconocidas por hacer más accesible la información parlamentaria a la ciudadanía. Dado el grado de especialización e independencia de éstas, un Gobierno colaborativo que desee comprometer e implicar a los ciudadanos debería tomar la actividad de las PMO como garante del buen desempeño de las políticas públicas de difusión de la información parlamentaria. Así, mediante un esfuerzo coordinado entre Parlamento y PMOs podría hacer converger los intereses de cada cual y forjar relaciones de inter-dependencia. Este acuerdo de colaboración debería contemplar: 1.- Institucionalización de un grupo de trabajo formado por un representante del Parlamento y miembros de las PMO 2.- La misión del grupo sería elaborar un plan de trabajo para mejorar la transparencia parlamentaria en el sentido de la Declaración sobre la transparencia parlamentaria 3.- Las tareas del grupo incluirían: 3.a) Definición de las necesidades de información de las PMO sobre actividad parlamentaria para alcanzar una monitorización efectiva. 8 3.b) Establecer un conjunto de estándares tecnológicos para la publicación de la información en Internet que facilite la reutilización. 3.c) Planificar un conjunto de paquetes de trabajo que el Parlamento pueda acometer iterativamente para satisfacer 3.a y 3.b. 3.d) Diseñar un panel de indicadores (KPI) para poder hacer una auditoría ciudadana sobre el nivel de cumplimiento de 3.c a lo largo del tiempo. 3.e) Elaboración de un protocolo de buenas prácticas y recomendaciones en la contratación pública relativos las posibles licitaciones para la apertura de datos en las páginas web parlamentarias para satisfacer 3.c. 8. Regulación de los intergrupos Los intergrupos son grupos informales de diputados y senadores pertenecientes a distintos grupos parlamentarios, que de manera informal y sin reconocimiento de las cámaras se han convertido de hecho en un punto de contacto entre grupos, expertos y parlamentarios. Estas instituciones, activas en países como USA, UK o el Parlamento Europeo, desde hace tiempo son muy activas en algunos temas y funcionan como verdadera correa de transmisión de las opiniones y solicitudes de las organizaciones. Otorgan a determinados temas visibilidad, identifican personas de referencia y aportan formatos de relación que superan las rigideces propias del reglamento parlamentario, evitando a su vez el secretismo que acompaña en ocasiones este tipo de reuniones informales. En algunos países permiten pertenecer a estos grupos a personas ajenas al Parlamento. A la hora de su reconocimiento sería necesario evitar cualquier confusión con los órganos oficiales de la institución, pero se puede aportar visibilidad y operatividad a estos grupos que contribuirán a dar mayor visibilidad a la relación parlamento- ciudadanía. La inclusión en el reglamento de la cámara puede suponer la introducción de rigideces que tales como el bloqueo de un grupo para su creación; si se le considera órgano parlamentario habría que determinar quién convoca, quién decide sobre el orden del día y sobre lo que habla, cuál es el procedimiento para transformar lo hablado en iniciativas con problemas acerca de si sería necesario introducir voto ponderado en los mismos y el tratamiento de las unanimidades. Por lo expuesto en el párrafo anterior, el grupo propone mantener esa informalidad pero instar a definición de reglamento interno aprobado por los órganos de Gobierno de las Cámaras (Mesa y Portavoces) que incluya, al menos, los requisitos y procedimiento de creación, formulario, modelo de organización, requisitos para ser miembro, posibilidad de disponer de recursos de los grupos u obtener financiación externa para su funcionamiento, utilización de los recursos de las cámaras como salas, entre otras posibilidades. 9 9. Elaboración de un plan de comunicación sobre las acciones de participación Las cámaras ya elaboran acciones de comunicación y editan publicaciones de carácter divulgativo a través de sus departamentos de publicaciones, enfocados a las visitas a las cámaras. Como conclusión y última propuesta es necesario avanzar en esa política para elaborar un plan de comunicación integral que incluya una labor pedagógica y divulgativa de todas estas propuestas de acciones porque no basta tener un buen planteamiento operativo sino que es necesario que se transmita y que llegue al conjunto de la ciudadanía y no sólo a los segmentos de la sociedad mejor preparados que la media de la población. La participación no es algo sea efectiva desde el primer momento, sino que se entrena a través de la propia experiencia de participación; por ello, el plan de comunicación debe incidir en que las acciones sean comprendidas como reales y comprometidas y que no sean tomadas como una simple mejora estética y lejos de la deseada profundización de la regeneración democrática. 4. Anexo. Composición del grupo de trabajo - - - Imma Aguilar, Asesora de comunicación del Grupo Parlamentario de la Entesa en el Senado David Álvarez, Analista y consultor en Social Media Eva Campos, Profesora de Comunicación en la Universidad de Valladolid (UVa) y autora del libro La ciberdemocracia en el Congreso de los Diputados. Enrique Cebrián, Profesor de Derecho Constitucional (Universidad de Zaragoza) Miguel Ángel Gonzalo, webmaster de congreso.es Esteban Greciet, Letrado de la Asamblea de Madrid Pablo Nuevo, Director del Departamento de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abat Oliba CEU José Félix Ontañón, Consultor TIC Ciudadanía Digital y miembro fundador de @openkratio Irene Ramos, Doctora en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Responsable del Área Política, Ciudadanía e Igualdad en la Fundación Ideas. Roberto Rodríguez Andrés, Director de Comunicación del GrupoAMMA, profesor asociado de la Universidad Pontificia Comillas y de la Universidad de Navarra e investigador sobre comunicación política, Rafael Rubio. Profesor de Derecho Constitucional y socio de Dog Comunicación 10