Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) DOMINGO DE PASCUA 31 DE MARZO DE 2013 Invocación del Espíritu Santo por medio de un canto, una oración que ayuden a entrar en un ambiente de recogimiento y reflexión. Empezar hacer la Lectio Divina por el Evangelio ayuda a comprender mejor el pensamiento que nos ofrece la Palabra de Dios en los textos bíblicos de cada domínica. No es el único, pero orienta hacer la lectura orante de la palabra desde el mismo Jesucristo, Verbo Divino. (Cfr. Preludio Evangelio de San Juan). Es necesario tener bien presente los cuatro pasos, si se comprende el sentido y significado de cada texto, se puede encontrar el mensaje que quiere dar el Señor hoy con esta Palabra. Las preguntas ayudan a descubrir las experiencias humanas y su relación con la experiencia de fe. 1. Lectio: Lectura, ¿Qué dice la Palabra de Dios? Lectio o lectura: Escuchamos a Dios: Dios habla en la Sagrada Escritura. Nos fijamos en el mensaje que el texto bíblico contiene. Teniendo presente que este mensaje es palabra “viva y eficaz, más cortante que una espada de dos filos” que discierne “los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4,12) por eso, es el momento de la lectura atenta del texto bíblico. Pueden ayudarme preguntas como: ¿Qué dice este pasaje bíblico? ¿Quién habla? ¿Qué temas o argumentos trata? ¿Cuáles son los personajes allí implicados? ¿Cuál es el contexto: persecución, sufrimiento, alegría, esperanza, desprendimiento, felicidad…? ¿Cuáles son los sentimientos y actitudes de los actores? Leer de una vez, e ir descubriendo el tema central de la Palabra : Primera lectura: Hechos 10,34a.37-43 Salmo: 118(117),1-2.15c. 16a-17.22-23 Segunda lectura: Colosenses 3,1-4 Evangelio: San Juan 20,1-9 Contexto bíblico: Los relatos de la resurrección de Jesús y de las apariciones, que nos traen los evangelios, es necesario leerlos e interpretarlos como experiencia de fe; pues son relatos de fe, reflexionados y vividos por las comunidades cristianas, más allá de momentos puramente históricos. Ellos se hacen historia de salvación para cada cristiano. El evangelio de hoy relata el inicio de la fe cristiana; en concreto, cómo unos 1 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) aterrados discípulos de Jesús se convirtieron en creyentes cristianos el día de Pascua. La versión que Juan presenta de lo ocurrido al amanecer del día de la Resurrección se distancia un tanto de los relatos sinópticos (Cfr Mateo 28,1-8; Marcos 16,1-8; Lucas 24,1-11): no sólo le guían otros intereses (Juan 20,31), tiene también diversos personajes, como son o a María Magdalena, Pedro y al discípulo amado por Jesús, donde cada uno es protagonista según su experiencia de fe que perciben de Jesús. El texto: Tres escenas: Primera escena: Juan 20,1 ¿Qué podemos decir de la composición de lugar? ¿Cuáles son los personajes? ¿Cuáles son los verbos de la acciones del personaje? ¿Qué sentido tiene la oscuridad en relación con la madrugada? Segunda escena: Juan 20,2 ¿Cuáles son los personajes? ¿Cuáles son los verbos y que acciones que generan? ¿De qué mensaje es potadora María Magdalena? ¿A quiénes va dirigido el mensaje? Tercera escena: Juan 20, 3-8 ¿Cuál es la respuesta de quienes reciben el mensaje? ¿De quién son las acciones según el v 5? ¿Qué hace y ve Pedro? ¿Qué hace y ve el “otro discípulo”? ¿Cuáles son los verbos que necesariamente tienen que ver con el proceso de fe? (Cfr. V.8). Conclusión: Juan 20,9 ¿Cuál es el sentido y significado de comprender? ¿Qué diferencia hay entre entender y comprender? ¿Cómo me ayuda la comprensión del hecho de la Resurrección de Jesús para la vida de fe? ¿Qué se sobre la Resurrección? ¿Qué relación encuentro entre la Pascua y Resurrección de Jesús? Según la primera lectura de Hechos 10,34.37-43. ¿Cómo experimenta Pedro la Resurrección de Jesús en su vida? ¿Cuáles son las partes significativos del Kerigma (anuncio) que predica aquí Pedro? Relación con la segunda lectura de Colosenses 3,1-4. ¿Cuáles son las actitudes propias de quien experimenta la resurrección con Cristo? ¿A qué me invita el Salmo 117? Juan 20, 1-10. Los relatos evangélicos sobre la experiencia pascual están encaminados a visualizar la vida de conversión y de fe entre búsquedas y encuentros. En este texto se destaca: la tumba vacía, los actos de María Magdalena y las reacciones de los dos discípulos, Pedro y el “otro discípulo” Estos sucesos tienen lugar en el primer día de la semana, de madrugada, cuando se deja la oscuridad atrás. 2 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) Detalles que anuncian un cambio radical cuando se busca al Señor (Kýrios), el Dios de la gloria (Jn 20,13). María Magdalena, como muchos…está animada por una fe viva y encarna así, a los discípulos cuando reconocen en el crucificado al Hijo de Dios y viven para Él. María Magdalena, aunque no comprende todavía el acontecimiento, es potadora de una nueva noticia a dos discípulos que tienen cierto prestigio dentro de la comunidad, los cuales se impresionan con la noticia y se ponen en movimiento. El discípulo que “corre” más de prisa, el que tiene experiencia del amor de Jesús, que ha sido testigo del fruto de la cruz (Cfr. Juan 19, 35. Cfr. Vs. 25-27.), ve los signos de la resurrección (vio las vendas en el suelo), espera para poder entrar después de Pedro 1 Las actitudes de los dos discípulos son diferentes; Pedro ve y se detiene en el detalle del sudario, el cadáver del Maestro no fue robado, se ha liberado por sí mismo de los lienzos, el “otro discípulo”, el amado entra: ve y cree. Detrás de este telón de fondo es posible hablar de una comunidad desorientada, desamparada por la muerte de Jesús. Buscan un Señor en la cruz, nueve veces se repite la palabra “sepulcro”. Expresión a resaltar de María Magdalena “no sabemos” anuncio comunitario. El discípulo amado: vio y creyó, dos signos de fe. Vale la pena resaltar el versículo 9: “pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar entre los muertos” sutilmente dicho por Jesús:”dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer” (Cfr. Juan 16,16) Tres discípulos –María Magdalena, Pedro y el discípulo amado- buscan al Señor, a Jesús muerto en la cruz por amor, pero resucitado entre los muertos. ¿Qué ve cada uno de ellos? La tumba vacía, ausencia del “Señor”, “no sabemos dónde lo han puesto”, el sudario está en un lugar aparte y los lienzos se encuentran en el lugar, “vio y creyó” ¿Y tú? Contexto litúrgico: La fe en el Resucitado no es privilegio del que corre más sino del que más ama, no son las capacidades humanas las que mejor sitúan ante el misterio le cede el paso a Pedro; este es a quien Jesús llamó “Kefas” (es decir Cefas: Roca; Jn 1,42), personaje con actitudes características dentro del grupo de los discípulos: confiesa su fe, dialoga con Jesús en la Cena y a quien se le conceda una misión especial. (cfr. Jn 6,68-69; Jn 13, 6-10.36-38; Jn 21,15-17). 1 3 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) sino el saberse implicado en él. En el origen de la fe está el amor, no el del creyente sino el del Creído, de Jesús Resucitado. Creer es difícil sólo para quien no se siente amado. Hoy, como ayer, el creyente necesita saberse amado para poder seguir creyendo. Creyó primero quien se creía amado. La fe cristiana no es un esfuerzo por ver lo que nadie ve, por afirmar lo que nadie comprende; la fe en Cristo nace del agradecimiento de quien se siente querido, amado por Él. Por eso, el discípulo que mejor cree es siempre quien más amado se cree. El primer creyente en el Resucitado fue su amante mejor; pues el amor entraña una peculiar y profunda forma de reconocimiento, sólo quien ama entre los discípulos es capaz de ver sin pruebas o, mejor, de creer en la vida de su Señor no sólo cuando ve sus mortajas. Para creer, tanto hoy como aquel día, no hará falta ver, sólo creerse querido: el amor es fe que logra ver, donde todos los demás palpan vacío; el amor es fe que afirma la existencia del amante, aunque no logre verlo y tocarlo, sólo porque lo siente y se siente agradecido; quien se siente amado presiente la presencia de su amante, la adivina, porque, aunque no lo vea, no puede negar sus sentimientos. Hay una forma de creer, pues, la más segura, la mejor probada, que se basa no en cuanto puede verse sino en lo que se está experimentando; de que Cristo vive porque no puede, ni quiere, dudar del amor que le tiene; es la fe que no necesita pruebas de la existencia del amante, porque vive probando su amor. Es la fe del primer creyente, que viendo una tumba vacía no pensó en desapariciones de cadáveres sino en la vida nueva de la persona querida. Necesitamos de esta fe, que nace del saberse amado, para convencer al mundo que no es un sepulcro vacío de Dios. Necesitamos de creyentes que se sepan amados por quien todavía no ven, pero que ya lo sienten. El evangelista anota – y es revelador - que ni la misma Escritura les ayudó en esos momentos a creer en la resurrección, aunque en ella estuviera ya predicha. Y es que no son los ojos de la razón los que descubren si somos amados, sino los ojos del corazón. Quien se sabe querido, amado, sabe que vive quien le quiere. Todo lo demás, como tumbas, sudarios, escrituras santas y testimonio apostólico, tiene sentido si se añade a la experiencia del amor: digan lo que nos digan los ojos y la mente, el mundo y nuestras experiencias, si nuestro corazón se siente amado, no podrá negarle vida y existencia a su amor. Y si en ello consiste la fe, en creerse amados, ¿por qué se nos está haciendo tan difícil creerle a Dios que nos ama sobre toda medida, creer en Cristo que nos amó hasta la muerte? Pues, Jesucristo es el Señor de la resurrección, de la vida también hoy. 4 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) 2. Meditatio: Meditación. ¿Qué me dice esta Palabra? Meditatio o la meditación: Dios habla para la vida: su mensaje nos interpela, nos ilumina nuestra vida y nos muestra el camino a seguir. La Palabra que encuentra en el texto bíblico penetra en el corazón. ¿Qué me dice el texto bíblico? Aquí el orante profundiza. Interioriza el sentido de las palabras, las escenas, los personajes, la expresión más impactante, busca la expresión más diciente, la que toca la vida de fe. Relacionando así la vida de fe con las experiencias de las situaciones, realidades y personajes del texto bíblico. ¿Cuáles son las actitudes de cambio, fruto de la experiencia pascual? ¿Qué actitudes necesito tener para hacerme testigo de la Resurrección ante mis hermanos? ¿Cómo me ayuda la celebración de la Semana Mayor para el crecimiento de la vida de fe? ¿Qué signos he experimentado para dar testimonio de que la Pascua de este 2013, es una Nueva Pascua? ¿Cómo me ayuda la actitud del Papa Francisco I:"Soy un gran pecador. Confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios, en el sufrimiento, acepto, para vivir esta nueva Pascua? 3. Oratio: Oración. ¿Qué me hace decir esta Palabra? Oratio o el momento para la oración: incluye el momento en el cual se ora con el texto. Con la oración se responde a Dios, es un diálogo con Dios a su invitación a cambiar de actitud, de afianzar las actitudes evangélicas. Para orar lo mejor es responder a la pregunta ¿Qué me hace decir este texto. Se expresan los sentimientos, las decisiones, la confrontación hecha por la palabra de Dios que se encuentra en el texto bíblico para mi mente y mi corazón. La vida se ofrece a Dios: desde la vida iluminada por la Palabra, dialogamos con Dios y como persona o comunidad orante, celebramos nuestra fe, alabando, bendiciendo, glorificando, dando gracias, pidiendo… ¿Cómo responde mi corazón al Señor? Ponte en posición orante (por ejemplo: de rodillas, o con las manos abiertas hacia arriba sobre las rodillas…) lo imprescindible es sentir la presencia de Jesucristo. Señor aquí estoy ante tu presencia. ¡Grande es tu amor y misericordia! Gracias por tu maravillosa obra de salvación dada en tu Hijo Jesucristo. Hoy tengo mi 5 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) corazón lleno de esperanza. Tú lo llenas todo en mi vida y haces mi Pascua más intensa. Por ello hoy es Pascua en mi interior. ¡Señor mío y Dios mío! ¡Mi Dios y Salvador! ¡Glorificado seas Señor Jesús! ¡Alabado seas Jesús! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! Padrenuestro. 4. Contemplación: ¿Cómo me ayuda esta Palabra a encontrarme con Jesús? ¿Qué actitudes y vivencias cristianas? Contemplatio o sea la contemplación: La Palabra se contempla para vivirla, es el momento del enamoramiento de la Palabra. Me permite llevar los ecos, las resonancias y las decisiones de la oración. Me ayudan preguntas como ¿Qué decisión me sugiere el texto? ¿Qué cambio necesito asumir? ¿Qué acciones sugiere? Es necesario formular las vivencias y actitudes que despiertan este encuentro con el Señor y que me impulsan a revisar mi vida de fe, mi encuentro con Jesucristo. Por ejemplo, ¿Cuáles actitudes voy a vivir durante la semana? Es dejarse permear por el pensamiento de Dios. Son las actitudes cristinas que suscitan este encuentro. Me impacta y causa profunda admiración: Jesús radiante y lleno de vida, que te invita a entrar en su ámbito de vida y resurrección. La resurrección de Jesús me habilita para levantarme y acudir a la casa del Padre y sentir su “Hesed”, sus entrañas de misericordia (Cfr. Salmo 117), sentirme perdonada(o), amada(o) y poder hacerlo al estilo de Jesús con mis semejantes. Estar resucitados es vivir la experiencia de la cruz gloriosa iluminada por la acción de Jesús en nuestra vida por los caminos de la fe. La resurrección de Jesús nos contagia de gestos generosos de amor gozoso y apasionado, que impulsan a tener los signos de la Nueva Pascua vivida: ¡la paz y la alegría! A mi misma (o) cuando puedo decir: El mundo cristiano celebra tu resurrección Señor y yo en particular festejo que te haya encontrado en mi vida, vivo siempre con esta alegría que hace que me considere bendecida(o), porque contigo lo puedo todo, lo soporto todo. Por eso hoy también abro el sepulcro que cerraba mi vida a la luz de tu ser y te veo irradiando tu gracia hacia mí. Repetiré: ¡Jesucristo me resucitó! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! La Lectura orante de la Sagrada Escritura es mi apoyo. ¿Y tú? 5. Escríbelo… te ayuda bastante. 6 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero Experiencia Grupo Bíblico “Por el camino de Emaús” Parroquia La Inmaculada. La Floresta. Medellín, Colombia .Lectio Divina, Palabra para la Liturgia Dominical. Año 2013 “Por el camino nos explicas las Escrituras y partes para nosotros el pan” (Cfr Lc. 24,13-32) “Saludemos con júbilo este nuevo día” “En este Domingo de Pascua gritamos con todas nuestras fuerzas y desde lo más profundo de nuestro corazón: “¡Cristo ha resucitado de entre los muertos dándonos a todos la vida!”. Este es el Domingo que le da sentido a todos los domingos en el que, con la ayuda del Espíritu Santo, queremos hacer una proclamación de júbilo y de victoria que sea capaz asumir nuestros dolores y los transforme en esperanza, que nos convenza de una vez por todas que la muerte no es la última palabra en nuestra existencia. A la luz de esta certeza hoy brota lo mejor de nosotros mismos e irradia con todo su esplendor nuestra fe como discípulos de Jesús. Efectivamente, somos cristianos porque creemos que Jesús ha resucitado de la muerte, está vivo, está en medio de nosotros, está presente en nuestro caminar histórico, es manantial de vida nueva y primicia de nuestra participación en la naturaleza divina, de nuestro fundirnos como una pequeña gota de agua en el inmenso mar del corazón de Dios. Y nos levantamos con una nueva mirada sobre el mundo porque la resurrección de Jesús tiene un significado y una fuerza que vale para toda la humanidad, para el cosmos entero y, de manera particular, para los dolorosos acontecimientos que afligen a la humanidad. La Buena Nueva de la Resurrección de Jesús es palabra poderosa que impulsa nuestra vida. Por eso en este Tiempo de Pascua que estamos comenzando tenemos que abrirle un surco en nuestro corazón a la Palabra, para que la fuerza de vida que ella contiene sea savia que corra por todas la dimensiones de nuestra existencia y se transforme en frutos de vida nueva. Es así como la Buena Noticia de que Cristo ha resucitado cala hondo: se entreteje con nuestras dudas, con nuestro ensimismamiento en la tristeza, delatando nuestra pobre visión de la vida y mostrándonos el gran horizonte de Dios desde donde podemos comprender el sentido y el valor de todas las cosas. Cristo resucitado se hunde en nuestro corazón y desata una gran batalla interior entre la vida y la muerte, entre la esperanza y la desesperación, entre la resignación y la consolación. San Gregorio Nacianceno, predicando en un día como hoy decía: “Ha aparecido otra generación, otra vida, otra manera de vivir, un cambio en nuestra misma naturaleza”. ¡Esa es hoy nuestra seguridad!” P. Fidel Oñoro C., cjm Centro Bíblico del CELAM 7 Coordina Gilma Inés Jaramillo de Escudero