Aplicaciones nitrogenadas de rescate

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APLICACIONES NITROGENADAS DE RESCATE EN MAÍZ
CONOCIMIENTOS AGRÍCOLAS
RESUMEN:
INTRODUCCIÓN
• El clima muy húmedo en septiembre,
octubre y noviembre a menudo da como
resultado pérdidas de nitrógeno(N)
en grandes extensiones maiceras del
área agrícola.
• Determinar las pérdidas de nitrógeno
por medio de análisis de suelos, sensores ópticos o por estimación puede
ayudar a los productores a calcular
necesidades adicionales de N
• Investigaciones demostraron que la
suplementación con N colabora a mantener los rendimientos de maíz luego
de fuertes lluvias.
• Las aplicaciones de rescate se deben
hacer tan pronto como sea posible, y
resultan más efectivas previas a la
aparición de los estigmas.
• Los métodos comunes para cubrir las
deficiencias de N incluyen aplicaciones
en banda de UAN o urea entre los
surcos, usando un aplicador de alto
despeje o aplicaciones al voleo de urea
con inhibidor de la ureasa.
El Nitrogeno (N) es esencial para el crecimiento de la
planta. Al ser un componente de las proteínas, es
fundamental en las funciones críticas de la planta,
desde la germinación hasta la senescencia. Como
componente de la molécula de clorofila, el nitrógeno
tiene un papel primordial en la fotosíntesis y por lo
tanto en la acumulación de materia seca.
Por desgracia, este nutriente crítico puede perderse fácilmente del suelo por lixiviación o desnitrificación cuando ocurren lluvias en exceso. (Figura 1)
Figura 1. La combinación de exceso de lluvias y
zonas bajas en lotes pueden dar lugar a pérdidas de
N por desnitrificación.
Cuando se dan pérdidas tempranas de Nitrógeno, o
condiciones de alta humedad nos impiden la aplicación oportuna del fertilizante, las aplicaciones de
rescate pueden ser un remedio efectivo para los productores de maíz. Otro beneficio de las aplicaciones
tardías es que reducen el riesgo de pérdidas de N y
aumentan la probabilidad de que el mismo esté disponible cuando la planta más lo necesita. Este artículo
tratará sobre cómo evaluar las pérdidas de N, las
mejores prácticas para las aplicaciones de rescate y
la respuesta esperada del maíz.
APLICACIONES TARDÍAS DE NITRÓGENO
Las condiciones de humedad excesiva de octubre y
noviembre pueden retrasar las aplicaciones de N planificadas como también promover pérdidas de N si se
lo aplicó con anterioridad. Cuando esto ocurre, los productores deben evaluar y decidir si una aplicación adicional de N se justifica para evitar el riesgo de perder
Conocimientos Agrícolas
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rendimiento. Las primaveras húmedas y las reducciones
de rendimiento nos recuerdan la importancia de tomar la
decisión correcta.
Al determinar si se procede o no a aplicar N adicional,
los productores deberían evaluar la cantidad de N que
permanece en el suelo, y decidir si será suficiente para
satisfacer los requerimientos del cultivo. Si no, una aplicación de rescate de N puede ser necesaria.
EVALUACIÓN DE PÉRDIDAS DE NITRÓGENO
Hay varias maneras de evaluar las pérdidas de N después
de lluvias excesivas:
• realizar análisis de suelo
• utilizar sensores de cultivos
• recopilar otro tipo de información para hacer una
buena estimación
ANÁLISIS DE SUELO – Los análisis de suelo constituyen
una herramienta útil para ayudar a determinar las necesidades adicionales de N en la primavera, aunque el valor predictivo final se verá afectado por las condiciones climáticas que afectan las pérdidas de N y la mineralización.
Las condiciones locales, incluyendo el tipo de suelo, las
características del drenaje, la temperatura media y
las precipitaciones afectan en gran medida la pérdida de
N potencial.
Cuando se muestrea el suelo para conocer el nivel de N,
es importante que se tomen muestras a una profundidad
de al menos 30 cm. Esto se debe a que las fuertes lluvias
pueden mover más profundo el nitrato en el perfil del
suelo. Realizar un muestreo a una profundidad superior a
30 centímetros proporcionará una mejor idea de la cantidad
de nitrato que permanece en la zona de la raíz. Después de
recoger las muestras, deberían ser congeladas o ventiladas
antes de ser enviadas a un laboratorio de suelos.
El procedimiento más recomendado para el análisis de
suelos para N, es el análisis de Nitrato hacia fines de la
primavera (Camberato y Nielsen, 2010). Sin embargo,
esta prueba también tiene limitaciones y aplicaciones
específicas, por lo que puede requerir un ajuste de los
datos. El análisis fue diseñado originalmente para estimar la cantidad de N disponible en los campos donde se
aplicó estiércol o se incorporó un abono verde. En estas
situaciones, el análisis es un indicador de la cantidad de
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N que está actualmente disponible y la cantidad que se
espera que sea liberado.
SENSORES ÓPTICOS – Los nuevos sensores ópticos sirven
para evaluar la deficiencia de N y la cantidad necesaria
para optimizar la respuesta del cultivo (Shanahan, 2010).
Los sensores de cultivos, montados en equipos de aplicación de N, trabajan emitiendo luz modulada de longitud de
onda apropiada sobre las plantas, midiendo después la
cantidad de luz que se refleja de vuelta al sensor. Esta
medida de “verdor de cultivos” se correlaciona con el
contenido de clorofila de plantas. Estimando el contenido
de clorofila también se estipula el nivel de N, ya que los
dos están estrechamente ligados.
Los procesos de detección y aplicación comienzan por
calibrar el sensor usando una franja de cultivo lo suficientemente fertilizado, para tener una referencia. En primer
lugar, las lecturas de los sensores se obtienen de la zona
bien fertilizada y los valores se registran en una computadora de a bordo. Luego, al seguir avanzando por el
lote, tanto el monitoreo, el cálculo de dosis y la aplicación ocurren en simultáneo.
Además de los sensores de los cultivos, las imágenes
aéreas y los medidores de clorofila son buenas herramientas para la evaluación de las necesidades de N de
un cultivo de maíz en crecimiento.
ESTIMACIÓN DE PÉRDIDAS DE N
En lugar de realizar análisis de suelo o usar sensores de
cultivos, las pérdidas de nitrógeno pueden ser estimadas.
Este cálculo se utiliza como base para decidir si debe aplicarse o no más nitrógeno. Cuando se realiza este ejercicio, las
preguntas claves a responder son:
• ¿Cuándo fue aplicado el N?
• ¿De qué forma se aplicó?
• ¿Cuánto se aplicó?
• ¿Cuáles fueron las condiciones de
campo luego de la aplicación?
Grandes cantidades de fertilizante nitrogenado se convierten en nitrato con el paso del tiempo y el aumento de
las temperaturas del suelo. Saber cuando se aplicó el N y
qué fertilizante fue utilizado, permite estimar la cantidad
de N que se encontraba en forma de nitrato cuando se
produjo la precipitación (Tabla 2)
Tabla 2. Cantidad de fertilizante nitrogenado en forma de
nitrato, 0, 3 y 6 semanas despues de la aplicación.
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Otra manera de estimar si una aplicación de rescate con
N es necesaria, es usar la Tabla de Pérdida de Nitrógeno
desarrollada en la Universidad de Missouri (Scharf, 2008).
Después de calcular la cantidad de nitrato perdido por
cualquiera de los métodos anteriormente citados, será
posible reconocer si es necesaria una aplicación de rescate
con N y la dosis requerida.
Adaptado de Lee et al., 2007.
MÉTODOS DE APLICACIONES DE RESCATES CON N
Las opciones de aplicación de rescate de N son limitadas
en comparación con la aplicación de N a principios de
campaña. La disponibilidad de equipos y fuente de N son
los dos factores más importantes a considerar al decidir
qué forma de N utilizar. Otros componentes que deben ser
considerados son el riesgo de lesiones a las hojas y el
potencial de volatilización de NH3 a partir de la aplicación
de urea.
Figura 2. El amoníaco anhidro aplicado justo antes de los períodos
de saturación prolongada del suelo es menos propenso a la desnitrificación que la urea o el UAN. Foto cortesía de Deere & Company
El hecho de que el N haya estado en forma de nitrato no
implica que todo se haya perdido. La temperatura del suelo
y la duración de la saturación del suelo son dos factores
clave que afectan a la desnitrificación. A suelos más cálidos y períodos de saturacion más largos, las pérdidas por
desnitrificación aumentan. (Tabla 3).
Tabla 3. Estimación de las pérdidas por desnitrificación
influenciadas por temperatura del suelo y días con saturación
Si se dispone de equipos con alto despeje, las aplicaciones
en bandas de UAN son una alternativa interesante. Asegúrese de que el pulverizador está equipado con mangueras de bajada pesadas de modo que se arrastren por
el suelo. Esto ayudará a evitar que las mangueras se suban
en las hojas, provocando salpicaduras y quemaduras en
el área foliar. Una aplicación en bandas también ayudará
a minimizar la hidrólisis de la urea y volatilización.
Si la decisión es aplicar N al voleo, la urea es el producto
a elegir. Esto se debe a que otras fuentes de N - nitrato de
amonio (NH4NO3) y UAN – provocan el quemado de las
hojas (Figura 3). Los estudios demostraron que las lesiones
en las hojas traen como consecuencia una pérdida de
rendimiento. La urea es mucho más segura para aplicar,
con un muy bajo potencial de daño al cultivo. Ver la Figura
3 (Nelson et al., 2011).
No obstante, la urea está sujeta a volatilización de NH3. El
uso de NBPT (N-(n-butil) triamida tiofosfórico), un inhibidor
de ureasa, ayuda a disminuir la hidrólisis de la urea y la
volatilización posterior de NH3. Las aplicaciones en bandas
también ayudarán a minimizar la pérdida de N. Mientras
que las aplicaciones tardías de urea de liberación controlada no se recomiendan, debido a la demora entre la aplicación y el tiempo en que el N será liberado y estará
disponible para el maíz.
Fuente: Bremner and Shaw, 1958.
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Cuanto mayor sea la deficiencia de N y más se tarde en
corregirla, mayor será el potencial de merma de rendimiento. Cuanto antes se aplique el N, más sensible será el
maíz a la respuesta. Un estrés por falta de N en los primeros
estadíos podría desembocar en una pérdida de rendimiento irreversible.(Binder et al., 2000). Esto es debido, en
parte, a una reducción en el número de hileras de granos
por espiga, que se determina cuando los primordios de
la espiga se establecen, generalmente entre V5 y V8
(Strachan, 2004). Si la deficiencia no se corrige en el momento adecuado la pérdida de rendimiento es inevitable.
Las aplicaciones de N antes de la floración revelaron ser
eficaces en la recuperación de rendimiento.
Figura 3. Daño en hoja causado por aplicación al voleo de
diferentes fuentes nitrogenadas a maíces con distintas
alturas de planta. Fuente: Nelson et al., 2010.
LA RESPUESTA DEL MAÍZ A LAS APLICACIONES
DURANTE LA CAMPAÑA
Cuando se realizan aplicaciones de rescate de nitrógeno
es importante recordar que, en muchas situaciones donde
la pérdida de N se produjo por una saturación prolongada
del suelo y/o anegamiento, es probable que haya bajado
el potencial de rendimiento del maíz. En consecuencia ya
no serían necesarias dosis altas de N. Además, debido a
que las pérdidas de N fueron probablemente mayor en las
zonas bajas del campo, la aplicación de una misma dosis
en todo el lote quizá no se justifique. Aplicar N adicional a
las áreas que no lo necesitan sólo se traducirá en un aumento de tiempo y costos operativos y un leve incremento
del rendimiento.
Figura 4. Vista aérea de un campo de maíz que muestra
zonas con graves deficiencias de N, debido a las lluvias
excesivas y la lixiviación de nitrógeno.
4 Conocimientos Agrícolas
Diversos estudios aportan las siguientes conclusiones:
• Russelle et al. (1983) encontró que 67 kg de N / ha
aplicado a las plantas con retraso en el crecimiento y cloróticas resultó en rendimientos superiores a los obtenidos cuando 67 kg de N / ha se aplicaron a la siembra. Sin
embargo, no fue suficiente para equiparar rendimientos
obtenidos con 133 kg de N / ha aplicados al momento de
la siembra.
• Un estudio realizado en Illinois encontró que 44 Kg / ha
de N suplementario aplicado a un área inundada intencionalmente fue suficiente para lograr rendimientos similares a los de las parcelas que no habían sufrido exceso
de agua (Torbert et al., 1993).
• Nitrógeno aplicado en enero a un maíz con severas deficiencias de N resultó en rendimientos iguales a las parcelas
que no se sometieron a estrés de N (Miller, 1975).
• En un estudio realizado en Indiana, aplicaciones de nitrógeno de 62 kg de N / ha en V13 arrojó una respuesta
económica (Emmert, 2009).
• El rendimiento de grano del maíz que recibió N en V15 no
difirió significativamente al rendimiento de un maíz que
recibió 178 kg de N / ha a la siembra en el noroeste de
Indiana en 2010 (Nielsen et al., 2011).
• Estudios realizados en Missouri probaron que el rendimiento se puede recuperar con aplicaciones de N tardías,
realizadas aún cercanas al período de floración.
Estos estudios muestran claramente que las aplicaciones
de rescate durante las etapas vegetativas tardías pueden
traducirse en un aumento del rendimiento y la rentabilidad económica. Empero, es importante recordar que las
condiciones de baja humedad después de la aplicación
de N podrían limitar la eficacia del N adicional porque el agua es necesaria para mover el N dentro de la
zona radicular.
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Por último, las aplicaciones de nitrógeno después de R1
(floración femenina) no son aconsejables, ya que algunos
estudios señalaron que la respuesta económica de la fertilización nitrogenada rara vez se produce después de la
polinización. Sin embargo, bajo severa deficiencia de N,
se puede producir algún tipo de respuesta a las aplicaciones
de bajas dosis de N (27 a 53 kilos) hasta tres semanas
después de la polinización (Thomison, 2010).
PRÁCTICAS DE MANEJO - RESUMEN
• Si en la primavera se producen pérdidas de N, sugerimos
evaluar la cantidad de N que se perdió y cuanto queda de
remanente. Si la cantidad resultante es insuficiente para
satisfacer las necesidades del cultivo, considere la posibilidad de realizar aplicaciones de rescate que, a través
de numerosos estudios, está demostrado que incrementan
el rendimiento.
• Es probable que las pérdidas de N no sean las mismas
en todas las partes del lote (por ejemplo, la desnitrificación
es mayor en las zonas bajas). En estos casos, se aplica N
sólo cuando sea necesario para evitar gastos innecesarios
y posibles pérdidas futuras de exceso de N.
• Los aplicadores de alto despeje son los equipos más
usados para aplicar UAN por goteo. Mediante mangueras
que llegan al suelo se ayuda a minimizar el contacto del
fertilizante con las hojas de las plantas y, por ende, se
limita el daño en sus tejidos.
• Cuando el uso de equipos terrestres se ve impedido por
las condiciones de falta de piso, la aplicación aérea de
urea es todavía una opción. El uso de un inhibidor de la
ureasa puede ayudar a prevenir la hidrólisis de la urea y
la volatilización de NH3 posterior.
• Para evitar un daño severo del tejido maíz no se recomienda usar UAN, nitrato de amonio o sulfato de amonio
en aplicaciones aéreas.
• Tener un plan preventivo que permita efectuar una aplicación de rescate con N. Esto podría incluir la búsqueda
de un proveedor de servicios para aplicaciones aéreas
o un equipo con alto despeje. Una rápida acción para
corregir el estrés por deficiencia de N, es clave para
minimizar la pérdida de rendimiento.
• Por lo general, las aplicaciones de rescate deben ser
completadas previo a la etapa de floración femenina. Sin
embargo, bajo severa deficiencia de N, algún beneficio
económico se puede obtener a partir de la aplicación de
N (27 a 53 kg) hechas como máximo hasta tres semanas
después de floración femenina.
R TM SM
, , son servicios y marcas registradas de Pioneer.
El Logo Oval de DuPont es marca registrada de Dupont. c 2012 PHII.
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