Sentencia 4074/2003, de 21 de mayo de 2007, del Tribunal

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TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo
Contencioso-Administrativo
Sección: SEXTA
SENTENCIA
Fecha de Sentencia: 21/05/2007
RECURSO CASACION
Recurso Núm.: 4074/2003
Fallo/Acuerdo:
Votación:
10/05/2007
Procedencia: AUDIENCIA NACIONAL
Ponente: Excma. Sra. Dª. Margarita Robles Fernández
Secretaría de Sala: Ilmo. Sr. D. Gonzalo Núñez Ispa
Escrito por: MMV
Denegación concesión de la nacionalidad española.
RECURSO CASACION Num.: 4074/2003
Votación: 10/05/2007
Ponente Excma. Sra. Dª.: Margarita Robles Fernández
Secretaría Sr./Sra.: Ilmo. Sr. D. Gonzalo Núñez Ispa
SENTENCIA
TRIBUNAL SUPREMO.
SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
SECCIÓN: SEXTA
Excmos. Sres.:
Presidente:
D. José Manuel Sieira Míguez
Magistrados:
D.Nicolás Antonio Maurandi Guillén
D.Pablo Mª Lucas Murillo de la Cueva
D.Agustín Puente Prieto
Dña.Margarita Robles Fernández.
En la Villa de Madrid, a veintiuno de Mayo de dos mil siete.
Visto por la Sala Tercera, Sección Sexta del Tribunal Supremo constituida
por los señores al margen anotados el presente recurso de casación con el
número 4074/03 que ante la misma pende de resolución interpuesto por el
Abogado del Estado contra sentencia de fecha 1 de Abril de 2.003 dictada en el
recurso 145/02 por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia
Nacional. Siendo parte recurrida la representación procesal de D. O.D.T..
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La sentencia recurrida contiene la parte dispositiva del
siguiente tenor: "FALLAMOS.- Estimar el presente recurso nº 145/02 interpuesto
por la Procuradora Sra. Martín de Vidales, en nombre y representación de O.D.T.,
contra las Resoluciones del Ministerio de Justicia de 2 de Julio y de 17 de
Octubre de 2.001, descritas en el primer Fundamento de Derecho, que se anulan
por ser contrarias a derecho."
SEGUNDO.- Notificada la anterior sentencia la representación del
Abogado del Estado, presentó escrito ante la Audiencia Nacional de preparando
el recurso de casación contra la misma. Por Providencia la Sala tuvo por
preparado en tiempo y forma el recurso de casación, emplazando a las partes
para que comparecieran ante el Tribunal Supremo.
TERCERO.- Recibidas las actuaciones ante este Tribunal, la parte
recurrente, se personó ante esta Sala e interpuso el anunciado recurso de
casación articulado en un único motivo al amparo de lo dispuesto en el art.
88.1.d) de la Ley Jurisdiccional, por entender que se ha infringido el art. 22.4 CC.
Solicitando finalmente sentencia estimatoria, que case la recurrida
resolviendo en los términos interesados en el recurso.
CUARTO.- Teniendo por interpuesto y admitido el recurso de casación
por esta Sala, se emplaza a la parte recurrida para que en el plazo de treinta
días, formalice escrito de oposición.
QUINTO.- Evacuado el trámite de oposición conferido al recurrido, se
dieron por conclusas las actuaciones, señalándose para votación y fallo la
audiencia el día 10 de Mayo de 2.007, en cuyo acto tuvo lugar, habiéndose
observado las formalidades legales referentes al procedimiento.
Siendo Ponente la Excma.
FERNÁNDEZ, Magistrada de la Sala.
Sra.
Dª.
MARGARITA
ROBLES
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Por el Abogado del Estado se interpone recurso de casación
contra Sentencia dictada el 1 de Abril de 2.003 por la Sección Tercera de la Sala
de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional en la que se estima el
recurso contencioso administrativo interpuesto en nombre de D. O.D.T. contra
Resoluciones del Ministerio de Justicia de 2 de Julio y 17 de Octubre de 2.001 y
se declara el derecho de este a obtener la nacionalidad española con la siguiente
argumentación:
"En el presente caso, de los datos que figuran en el expediente
administrativo resulta que el solicitante de la nacionalidad española fue detenido
en la época que se dice en la demanda, por tenencia de drogas, lo que dio lugar
a procedimientos penales que terminaron uno por sentencia absolutoria dictada
por la Audiencia Provincial de Madrid en 20 de Julio de 1994 y otros dos
libremente sobreseidos en 1987 y 1990 por los Juzgados de Instrucción de San
Sebastián que conocieron de las denuncias; se trata, por tanto, de hechos
antiguos que no dieron lugar a condena penal alguna y, por el contrario consta
en el expediente que el recurrente reside en España desde 1986, donde se ha
casado y donde trabaja como músico de rock elementos que son suficientes para
entender que, de acuerdo con las normas y doctrina jurisprudencial antes
mencionadas, el recurrente sí cumplía el requisito examinado, como son el
desarrollo de su vida familiar en la misma localidad desde hace años, donde tiene
un trabajo, lo que no sería compatible con la observancia de una conducta
anómala o irregular o inadaptada al medio en que vive, todo lo cual viene
corroborado por la audiencia reservada del interesado ante el Encargado del
Registro civil, quien en su informe estimó acreditado este requisito."
SEGUNDO.- Por el Abogado del Estado se formula un único motivo de
recurso, al amparo del art. 88.1.d) de la Ley Jurisdiccional, por supuesta
vulneración del art. 22.4 C.Civil, en el que después de razones en abstracto sobre
la concesión de la nacionalidad española y el requisito exigido en aquel precepto
de "buena conducta cívica", entiende que no cabe apreciar esa buena conducta
en quien en varios procedimientos penales fue imputado por tenencia de drogas.
Esta Sala en reiteradísimas sentencias, se ha pronunciado sobre el
requisito de la buena conducta cívica exigido en el art. 22.4 del C.Civil para la
concesión de la nacionalidad española, por todas citaremos sentencias de 6 de
febrero de 2.007 (Rec.5072/2002) y 23 de Noviembre de 2.005 (Rec. 7214/01)
donde se dice:
"La concesión de la nacionalidad por residencia es un acto que constituye
una de las más plenas manifestaciones de la soberanía de un Estado que
conlleva el otorgamiento de una cualidad que lleva implícita un conjunto de
derechos y obligaciones, otorgamiento en todo caso condicionado al
cumplimiento por el solicitante de unos determinados requisitos, y que, conforme
al artículo 21 del Código Civil, puede ser denegado por motivos de orden público
o interés nacional. [párrafo quinto]. Además, el artículo 22 del Código Civil
establece como uno de esos requisitos que el solicitante acredite positivamente la
observancia de buena conducta cívica, es decir, no basta que no exista
constancia
en
los
registros
públicos
de
actividades
merecedoras
de
consecuencias sancionadoras penales o administrativas que "per se" impliquen
mala conducta, lo que el art. 22 del Código Civil exige es que el solicitante
justifique positivamente que su conducta, durante el tiempo de residencia en
España y aun antes, ha sido conforme a las normas de convivencia cívica, no
sólo no infringiendo las prohibiciones impuestas por el ordenamiento jurídico
penal o administrativo, sino cumpliendo los deberes cívicos razonablemente
exigibles, sin que la no existencia de antecedentes penales sea elemento
suficiente para entender justificada la buena conducta cívica, tal y como
establece la sentencia del Tribunal Constitucional 114/87. [párrafo sexto]. El
concepto "buena conducta cívica" se integra por la apreciación singular del
interés público conforme a unos criterios, preferentemente políticos marcados
explícita o implícitamente por el legislador, siendo exigible al sujeto solicitante, a
consecuencia del "plus" que contiene el acto de su otorgamiento enmarcable
dentro de los "actos favorables al administrado", un comportamiento o conducta
que ni siquiera por vía indiciaria pudiera cuestionar el concepto de bondad que el
precepto salvaguarda, como exigencia específica determinante de la concesión
de la nacionalidad española.
Nada tiene que ver pues el concepto jurídico indeterminado "buena
conducta cívica" a que se refiere el artículo 22.4 del Código Civil, con la carencia
de antecedentes penales, ya que la
"buena conducta cívica" (además de
suficiente grado de integración en la sociedad española) (artículo 22.4 del Código
Civil), constituye un requisito adicional sobre la mera observancia de una
conducta de no transgresión de las normas penales o administrativas
sancionadoras, impuesto por el ordenamiento jurídico en razón del carácter
excepcional que supone el reconocimiento de la nacionalidad por residencia y,
por ende envuelve aspectos que trascienden los de orden penal y ha de ser
valorada atendiendo a la conducta del solicitante durante un largo periodo de
tiempo de permanencia en España y no puede identificarse sin más con la
ausencia de antecedentes penales o policiales. De otra parte, al ser la
nacionalidad española el sustrato y fundamento necesario para el ejercicio pleno
de los derechos políticos (sentencia del Tribunal Supremo de 8 de Febrero de
1.999) es exigible al solicitante de aquélla, a consecuencia del plus que contiene
el acto de su otorgamiento enmarcable dentro de los actos favorables al
administrado, un comportamiento o conducta que ni siquiera por vía indiciaria
pudiera poner en cuestión el concepto de buena conducta que el precepto
salvaguarda como exigencia determinante de la concesión de la nacionalidad
española, pues el otorgamiento de ésta en modo alguno puede ser considerado
como un derecho del particular, sino, como antes hemos dicho, como el
otorgamiento de una condición, la de nacional, que constituye una de las más
plenas manifestaciones de la soberanía de un Estado, no en vano la nacionalidad
constituye la base misma de aquél, que conlleva el reconocimiento de una serie
de derechos y obligaciones y que en todo caso puede ser denegado por razones
de orden público o interés nacional."
Tambien decimos en la primera de las sentencias que hemos citado, que
constando en el expediente informe del Juez encargado del Registro Civil,
apreciando buena conducta cívica, se impone a la Administración la carga de
probar la no concurrencia de esa buena conducta, para con base en ello poder
denegar la concesión de la nacionalidad española.
TERCERO.- D. O.D.T., solicita la concesión de la nacionalidad española
el 24 de Junio de 1.998; reside en España desde 1.986, teniendo por probado la
Sala de instancia que el actor se ha casado en España, residiendo
permanentemente en San Sebastián, donde tiene un trabajo estable.
En la
tramitación del expediente de concesión de la nacionalidad, el juez encargado del
Registro Civil en Auto de 12 de Junio de 1.998 tuvo por acreditada su buena
conducta.
Ante estos hechos el Abogado del Estado para desvirtuar esa buena
conducta tenida en cuenta por el Tribunal sentenciador y por tanto considerar
vulnerado el art. 22.4 del Código Civil, alega la incoación de tres procedimientos
penales contra el mismo por delitos contra la salud pública. La tramitación de
esos procedimientos penales que aduce el Abogado del Estado, sirven para dar
cumplimiento a la exigencia de que la Administración pruebe la ausencia de
buena conducta cívica, cuando como ha ocurrido en el caso de autos, hay
informe del Juez del Registro Civil apreciando en el solicitante la buena conducta
cívica.
De los citados procedimientos penales, uno terminó por sentencia
absolutoria dictada por la audiencia de Madrid el 20 de Julio de 1.994 y los otros
dos fueron sobreseidos libremente en 1.987 y 1.990.
La Sentencia de 20 de Julio de 1.994 tiene por probado que el 5 de Junio
de 1.986 el Sr. O.D.T. fue detenido ocupándole 0,4 gramos de heroína,
distribuidas en ocho papelinas que portaba bajo el cinturón, pero se le absolvió al
no haber quedado acreditado que tuviera dichas papelinas destinadas a la venta.
En cuanto a las otras dos detenciones tuvieron lugar el 8 de Mayo de 1.987 y 18
de Noviembre de 1.989, habiendo sobreseido libremente los procedimientos
penales al reputar los respectivos jueces que los hechos que habían dado lugar a
la detención no eran constitutivos de infracción penal.
Consta igualmente
documentado que el 27 de febrero de 1.989 se le incoa expediente de expulsión,
revocándose la orden de expulsión el 4 de Mayo de 1.994.
La tenencia por parte del actor de sustancias estupefacientes, de forma
reiterada en el tiempo, aun cuando no haya terminado con pronunciamiento
condenatorio, es claramente expresiva de una ausencia de buena conducta
cívica y de una falta de adaptación a las reglas sociales y de normal convivencia,
carencia de adaptación que no puede considerarse subsanada por el hecho, en
el que básicamente se funda la sentencia de instancia, de que el actor tenga un
trabajo estable.
Quien tiene en su poder sustancias estupefacientes de manera reiterada,
aun cuando no se prueba que las destinaba al tráfico a terceros, no evidencia una
conducta en la que puedan apreciarse aquellas circunstancias antes expuestas a
que la jurisprudencia de esta Sala se ha referido en múltiples ocasiones para
apreciar el presupuesto de buena conducta cívica exigida por el art. 22.4 del
C.Civil.
Por todas estas razones el motivo de recurso formulado por el Abogado
del Estado debe ser estimado, apreciándose una vulneración de dicho precepto y
consiguientemente faltando tal presupuesto al efecto exigido para la concesión de
la nacionalidad española, procede la denegación de la misma.
CUARTO.- La estimación del motivo de recurso determina, en aplicación
del art. 139 de la Ley Jurisdiccional, que no proceda un especial
pronunciamiento, ni en cuanto a las costas causadas en la instancia, ni en la
tramitación del recurso de casación.
FALLAMOS
Haber lugar al recurso de casación interpuesto por el Abogado del Estado
contra Sentencia dictada el 1 de Abril de 2.003 por la Sección Tercera de la Sala
de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional que casamos y
anulamos.
En su lugar debemos desestimar el recurso contencioso administrativo
interpuesto por D. O.D.T. contra Resoluciones del Ministerio de Justicia de 2 de
Julio y 17 de Octubre de 2.001 que le deniegan la concesión de la nacionalidad
española, confirmando las mismas por ser ajustadas a derecho. Todo ello sin
hacer pronunciamiento ni en cuanto a las costas causadas en la instancia, ni en
la tramitación del recurso de casación.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos
PUBLICACION.- Leída y publicada ha sido la anterior Sentencia en el día de la
fecha por la Excma.Sra.Ponente Dña.Margarita Robles Fernández, estando la
Sala reunida en audiencia pública, de lo que como Secretario, certifico.
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