Publicacion Oficial - Diario Oficial El Peruano

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AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y DEL COMPROMISO CLIMÁTICO
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Año X / Nº 1818
48819
PODER JUDICIAL
PROCESO DE HÁBEAS CORPUS
JUZGADO MIXTO DE VILLA EL SALVADOR
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA SUR
PODER JUDICIAL
EXPEDIENTE No. 76-2012-PE
Demandado : Walter Cristian Cuadra Vera
Centro Casa de la Juventud
Beneficiario : Julio Cesar Cuadra Vera
Asunto
: Hábeas Corpus
SENTENCIA
RESOLUCIÓN No. DOS
Villa el Salvador, veintitrés de enero del año dos mil doce.VISTOS: Fluye de la demanda de folios uno al cinco, que la
señora Rosa Maria Alarcón Amoros interpone acción de garantías de
Hábeas Corpus, la misma que la dirige contra Walter Cristian Cuadra
Vera y contra el Centro de la Casa de la juventud, por mantener
privado de su libertad a la persona de Julio Cesar Cuadra Vera, su
enamorado, y por ende peticiona su inmediata libertad, aduciendo
que con fecha ocho de enero del año dos mil doce, luego de retornar
de una reunión de amigos y dejarlo en el domicilio del beneficiario
con quien mantiene una relación sentimental de hace cuatro años, el
demandado Walter Cristian Cuadra Vera, hermano de su novio en
compañía de otras tres personas ño identificadas, ingresaron al
domicilio del beneficiario ubicado en el primer piso de la Manzana H,
Lote 40 de la Urbanización Papa Juan XXIII de San Borja y contra la
voluntad de éste lo trasladaron al Centro de Rehabilitación de la
Casa de la Juventud aduciendo que el demandado Walter Cristian
Cuadra Vera manifestó que el beneficiario era adicto a las drogas
pero que en sí el único propósito es el interés económico ya que el
beneficiario y su madre Lily Esther Vera Rojas viuda de Cuadra son
coherederos del inmueble en la cual residen en unión del demandado
ya mencionado y que éste tiene interés en vender dicho predio para
quedarse con el dinero producto de la venta y para ello requiere de
declaración de interdicción del beneficiario y la de su señora madre
argumentando incapacidad total y que el imputado tienen una
personalidad narcisista y que se aprovecha de Ios demás para
conseguir sus propios fines, personales que fácilmente es irritable y
que busca llamar la atención y que su comportamiento humilla a las
demás personas violando
sus
derechos
y
sentimientos
teniendo una personalidad de rasgos histriónicos como así lo prueba
con una examen de pericia psicológica. Ante este hecho es que
acudió a la Policía para los efectos de dar cuenta sobre la desaparición
de su novio y se dio con la sorpresa de que el beneficiario había sido
trasladado al Centro de Rehabilitación y que al momento que acudió
a dicho centro se le prohibido ver a su novio aduciendo que no se
podía por espacio de cuarenta y cinco días salvo autorización del
demandado Walter Cristian Cuadra Vera; ante estos hechos el
Juzgado Mixto de Villa El Salvador emitió la resolución numero uno
de fecha diecisiete de enero del año dos mil doce disponiendo admitir
a tramite la demanda de Habeas Corpus a favor de Julio Cesar
Cuadra Vera en contra de Walter Cristian Cuadra Vera y el Centro
Casa de la Juventud y en aplicación de lo dispuesto en el artículo
treinta del Código Procesal Constitucional se dispuso que el personal
del Juzgado se constituya al centro de la Casa de la Juventud fin de
realizar la toma de dicho del beneficiario y la del Director del
establecimiento en mención, diligencia que se realizo como es de
verse del acta que obra en autos, por lo que el proceso ese encuentra
para emitir sentencia; I, CONSIDERANDO: Primero.- Que, el
proceso de Hábeas Corpus, es una garantía constitucional, que a
tenor de lo dispuesto en los artículos dos del Código Procesal
Constitucional, Ley veintiocho mil doscientos treinta y siete, procede
ante el hecho u omisión por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos, siendo básicamente la finalidad de este
proceso reponer las cosas al estado anterior a la violación o amenaza
de violación de un derecho constitucional; Segundo.- Que, en el
presente caso se aprecia que la ciudadana Rosa Maria Alarcón
Amoros ha interpuesto demanda de Hábeas Corpus a favor del
ciudadano Julio Cesar Cuadra Vera, dirigiendo la misma contra
Walter Cristian Cuadra Vera y contra el Centro Casa de la Juventud
aduciendo que se habría violentado el derecho constitucional a la
libertad individual de aquel, por cuanto, señala que su internamiento
ha sido sin su consentimiento en el centro de salud afectando su
libertad individual; Tercero.- Que, del acta de toma de dicho del
beneficiado que obra a folios cincuenta y ocho se observa que éste el
día siete de enero del año dos mil siete salió con su enamorada a un
Pub para los efectos de divertirse la misma que duró desde las ocho
de la noche hasta la tres de la mañana del día ocho del mismo mes y
año, hora en que el beneficiado dejó a su enamorada en su domicilio
y luego se dirigió a su domicilio a descansar y como a una cuadra
antes de llegar a su casa observo la presencia de un vehículo Station
Wagón y al llegar a su domicilio pudo observar a su hermano, el
demandado, quien se encontraba en la puerta de acceso a su domicilio
y le pregunto donde se encontraba los documentos de su madre
contestándole que no sabía y fue en esos instantes es que entre tres
o cuatro personas bajaron del vehículo antes mencionado lo tomaron
y lo ingresaron a ella para luego trasladarlo al Centro de rehabilitación
demandada y fue internado, hecho que sucedía a las cuatro de la
mañana, internamiento que fue contra su voluntad y aprovechando
que aún se encontraba medio ebrio y que todos estos hechos han sido
observados y planeados por su hermano con la intención de que
desocupe el predio para poder vender la casa, de lo cual se colige que
el beneficiado ha sido internado contra su voluntad aprovechando su
estado de ebriedad en que se encontraba; Cuarto.-Que, recabada el
dicho del señor Renzo Bascuri Ames representante de la casa Centro
de Rehabilitación Casa de la juventud, la misma que obra a folios
sesenta y uno quien manifestó que el día ocho de enero del año dos
mil doce siendo las cinco de la mañana aproximadamente el
ciudadano Walter Cristian Cuadra Vera procedió a internar a su
hermano, el beneficiado, quien fue llevado por tres personas para su
internamiento sin que éste haya ofrecido resistencia alguna, y que en
el proceso de internamiento no solo intervino el señor Walter Cristian
sino también la señora Arminda Isabel Vera Rojas y que su función
solo se ha limitado a dar ingreso al beneficiado; Quinto.- Que, con los
documentos de folios veintinueve, treinta y uno, treinta y dos, treinta y
cinco, treinta y seis, treinta y siete, cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta
y tres, cuarenta y cuatro, cuarenta y siete , cuarenta y nueve, cincuenta
y cincuenta y tres se ha llegado a probar que el beneficiario ha sido
internado en la Casa de la Juventud, no por su propia voluntad sino
que éstos hechos ha sido planificado por el demandado quien en
unión de otras tres personas lo han capturado y lo han conducido a
la casa de rehabilitación en referencia cuando aquel se encontraba
aún con los rezagos del consumo del licor ingerido en unión de la
demandante; Sexto.- Que, en la audiencia de la toma de dicho se ha
acreditado que el beneficiario a demostrado ecuanimidad en su
narración y no habiéndose denotado que éste no se encontraba en
estado de desesperación por la falta de consumo de drogas o licor, y
que además se determino que Julio Cesar Cuadra Vera en ningún
momento
aceptó
haber ingresado al establecimiento de
recuperación por su propia voluntad es que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo treinta del Código Procesal Constitucional se
ordeno su inmediata libertad; Séptimo.- Que, la casa de la Juventud
representada por el ciudadano Renzo Basauri Ames no tendría
responsabilidad sobre la detención arbitraria en atención a que ha
obrado como sujeto pasivo y solo se ha limitado a recepcionar al
beneficiario por disposición del demandado por los fundamentos
expuesto, el Juzgado Mixto de Villa el Salvador, administrando justicia
a nombre del pueblo del cual emana su voluntad FALLA: Declarando
INFUNDADA la demanda de Hábeas Corpus interpuesta por Rosa
Maria Alarcón Amores contra el Centro Casa de la Juventud, en el
extremo que alega vulneración a su libertad individual del ciudadano
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48820
Julio Cesar
Cuadra Vera por haber dado ingreso a dicho
establecimiento sin su propia voluntad; y FUNDADA la demanda de
Hábeas Corpus interpuesta por doña Rosa María Alarcón Amoros a
favor de Julio Cesar Cuadra Vera contra Walter Cristian Cuadra Vera
en el extremo que peticiona la inmediata libertad de Julio Cesar
Cuadra Vera, disponiéndose la libertad inmediata del ciudadano Julio
Cesar Cuadra Vera, notificándose al ciudadano Walter Cristian Cuadra
Vera para que se abstenga de realizar estos actos que atenían con la
libertad individual del beneficiado, debiéndose publicar la presente
sentencia, una vez sea consentida, en el diario oficial como así lo
dispone la cuarta disposición finalidad de la Ley 28237, notificándose
a las partes procesales
ANDRÉS CÉSAR ESPINOZA PALOMINO
Juez Titular
Juzgado Mixto de Villa El Salvador
Corte Superior de Justicia de Lima Sur
Poder Judicial
ROBERTO BOCANEGRA GOMEZ
Secretario Penal
Juzgado Mixto de Villa El Salvador
Corte Superior de Justicia de Lima Sur
Poder Judicial
JUZGADO MIXTO - Sede Villa El Salvador
EXPEDIENTE
: 00076-2012-0-3004-JM-PE-01
ESPECIALISTA : ROBERTO BOCANEGRA GÓMEZ
BENEFICIARIO : CUADRA VERA, JULIO CESAR
DEMANDADO : CENTRO CASA DE LA JUVENTUD ,
: CUADRA VERA, WALTER CRISTIAN
SOLICITANTE : ALARCON AMOROS, ROSA MARÍA
RESOLUCIÓN N° TRES
Villa El Salvador, dos de.-diciembre del año dos mil trece.AUTOS Y VISTOS.- Puestos a despacho el presente
expediente conforme a su estado; y ATENDIENDO: Primero:
Que, estando a lo dispuesto por el artículo ciento veintitrés del
Código Procesal Civil de aplicación supletoria, señala: "una
resolución adquiere la calidad de cosa juzgada cuando... las
partes renuncian expresamente a interponer medios impugnatorio
o dejan transcurrir los plazos sin formularlos... "; Segundo: Que,
de los cargos de notificación que corre en autos se aprecia que
los sujetos procesales han sido debidamente notificados con
la resolución número dos de fecha veintitrés de enero del año
dos mil doce, no habiendo interpuesto recurso impugnatorio
alguno contra la misma; por estas consideraciones y conforme
a la normatividad acotada, se DECLARA: CONSENTIDA la
RESOLUCIÓN NÚMERO DOS de fecha veintitrés de enero
del año dos mil doce; debiendo precederse conforme esta
ordenado en la parte in fine de la precitada resolución; asimismo
dispone que el señor Secretario cursor rubrique la resolución
número dos, al no haberlo realizado en su oportunidad el
anterior Secretario reemplazado; oficiándose notificándose;
avocándose al conocimiento del presente proceso el señor
Magistrado que suscribe por disposición Superior y el Secretario
que da cuenta.GIOVANNI FELIX PALMA
Juez Supernumerario
Juzgado Mixto
Villa El Salvador
Corte Superior de Justicia de Lima Sur
Poder Judicial
ROBERTO BOCANEGRA GOMEZ
Secretario Penal
Juzgado Mixto de Villa El Salvador
Corte Superior de Justicia de Lima Sur
Poder Judicial
1067421-1
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. N° 4485 - 2011
LAMBAYEQUE
Lima, veintiocho de junio del dos mil doce.
VISTOS; Con los acompañados; por sus fundamentos
pertinentes; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, por definición el amparo es una acción de
garantía constitucional, que tiene por finalidad asegurar a los
ciudadanos el goce efectivo de sus derechos constitucionales,
protegiéndolos de toda restricción o amenaza ilegal o arbitraria.
En ese sentido, nuestro ordenamiento jurídico procesal
constitucional en vigencia considera a la acción de amparo
como un instrumento de seguridad jurídica, y lo concibe como
un último remedio para luchar contra la arbitrariedad.
SEGUNDO: Que, mediante escrito de fojas mil sesenta y
uno, la Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad
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Jueves 1 de mayo de 2014
del Norte – ELECTRONORTE Sociedad Anónima, demanda
en sede constitucional se deje sin efecto todo lo actuado en el
proceso laboral signado con el Nº 2005-251-JL03/PJ, seguido
por don Luis Franklin Zúñiga Anaya y otros contra la Dirección
Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Lambayeque,
sobre obligación de hacer; en consecuencia, se disponga que
se le notifique con dicha demanda a fin de ejercer su derecho
de defensa.
TERCERO: Que, la entidad demandante sustenta su
pretensión en la vulneración de sus derechos constitucionales
a la tutela procesal efectiva y al debido proceso, en su
manifestación del derecho de defensa y acceso a los órganos
de administración de justicia, argumentando que no obstante
que en el proceso cuestionado, la pretensión estaba orientada a
la elaboración de una liquidación que debe ser abonada por la
actora, los Jueces demandados no han cumplido con emplazarla
con dicha acción, impidiéndole que pueda formular oposición a
que se practique una nueva liquidación, pues la misma además
de haber sido efectuada por la Autoridad Administrativa de
Trabajo, se encuentra debidamente cancelada, resultando
evidente su condición de litis consorte necesario, y no la
de “tercero con interés” que se le ha asignado en el referido
proceso, con sujeción al estado en que éste se encontraba, en la
medida que la decisión que se adopte en definitiva va a afectar
directamente sus intereses.
CUARTO: Que aparece de las pruebas actuadas aparejadas
al escrito de demanda de fojas mil sesenta y uno, que según
instrumental de fojas ochocientos veintiocho su fecha doce de
Mayo del dos mil cuatro, don Luis Franklin Zúñiga Anaya, en
su condición de apoderado común, interpone ante el Juez del
Juzgado Laboral de Turno de Chiclayo, demanda de ejecución
de obligaciones, contra la Dirección Regional de Trabajo y
Promoción del Empleo de Lambayeque, a fin de que la entidad
demandada cumpla con las siguientes obligaciones: a) separar
el expediente administrativo original Nº 623-99-CTAR-LAM/
D-RTPS-SDNCI, y el expediente en copias Nº 437-86-DI-SD/
CHIC; b) terminar con las liquidaciones de los ejecutantes
apersonados en el Expediente Nº 623-99-CTAR-LAMB/DRTPSSDNCI; c) no admitir a trámite ningún recurso o petición a la
ejecutada que cuestione la ejecución del derecho reconocido;
d) practicar las liquidaciones actualizándolas con aplicación del
sistema de actualización normado por el Pleno Jurisdiccional del
Cusco del año mil novecientos noventa y siete, y por todo el
periodo de presentado el incumplimiento del Convenio Colectivo
del reajuste automático que abarca del uno de Enero de mil
novecientos ochenta y cuatro hasta el treinta y uno de Julio de
mil novecientos noventa; y e) remitir el Expediente Nº 623-99CTAR-LAMB/DRTPS-SDNCI, junto con las sumas líquidas al
Juzgado para su ejecución forzada.
QUINTO.- Tal como aparece a fojas mil cuarenta y nueve,
mediante resolución número setenta del uno de Setiembre del
dos mil seis, se declaró fundada la oposición formulada por
el Procurador Público de los Asuntos Judiciales del Ministerio
de Trabajo y por ende, se tuvo por cumplida la obligación de
practicar las obligaciones respectivas, al haberse acreditado
su cumplimiento por parte de la Dirección Regional de Trabajo
de Chiclayo, dejando a salvo el derecho de los actores para
cuestionar dicho acto administrativo en la forma y modo que
establece la ley; asimismo, se declaró inejecutable la obligación
de separar el expediente administrativo Nº 623-99-CTAR-LAMB/
DRTPS-SDNCI y el expediente en copias Nº 437-86-DI-SD/
CHIC, por ser jurídicamente imposible, debido a la existencia
de una resolución administrativa firme que dispone que no se
desacumulen por tratarse de un solo expediente. No conforme
con dicha decisión, la parte demandante interpone recurso de
apelación, motivando la expedición de la resolución de vista
número ochenta y dos, del veintisiete de Octubre del dos mil
seis, obrante a fojas mil cincuenta y siete, que revocando la
resolución número setenta, declaró infundada la oposición
formulada por el Procurador Público de los asuntos judiciales
del Ministerio de Trabajo, disponiendo que se continúe con la
prosecución del proceso según su estado.
SEXTO.- Mediante escrito de fecha veinte de Noviembre
del dos mil seis, obrante a fojas ochocientos setenta, la
Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad del Norte
– ELECTRONORTE Sociedad Anónima, se apersona al referido
proceso, invocando su calidad de litis consorte necesario,
conforme a lo previsto en el artículo 93 del Código Procesal
Civil, y deduce la nulidad de todo lo actuado, alegando su falta
de emplazamiento, en la medida que en el proceso de obligación
de hacer, la Dirección Regional de Trabajo de Lambayeque
debía realizar una nueva liquidación, la misma que deberá
ser cancelada por Empresa Regional de Servicio Público de
Electricidad del Norte – ELECTRONORTE Sociedad Anónima.
SÉTIMO.- Mediante resolución número ochenta y nueve, del
cinco de Enero del dos mil siete, obrante a fojas novecientos
uno, se tuvo por apersonada a la ahora demandante en
calidad de “tercero con interés”, disponiendo su incorporación
al proceso en el estado en que se encontraba, tras considerar
que la única obligada al cumplimiento de la obligación de hacer
es la Dirección Regional de Trabajo de Chiclayo; esto es,
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Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
practicar las liquidaciones que en su oportunidad la empresa
deberá cancelar en el marco del Expediente Administrativo
Nº 437-86-DI-SD/CHIC recompuesto con el Nº 623-99-CTARLAMB/DRTPS-SDNCI, cuya defensa ha sido asumida por la
Procuraduría correspondiente, fundamentos que también han
servido de base para desestimar el pedido de nulidad de todo
lo actuado; decisión que al ser apelada ha sido confirmada por
la Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
a través de la resolución número ciento dos, de fecha dieciocho
de Abril del dos mil siete, obrante a fojas novecientos setenta
y siete, y que al haberse deducido la nulidad de la precitada
resolución, la misma ha sido desestimada por resolución número
ciento seis del siete de Junio del dos mil siete, obrante a fojas
mil diez; de donde se puede extraer como conclusión que, al
formar parte la demandante en la relación jurídica material que
da lugar al referido proceso de obligación de hacer, la Dirección
Regional de Trabajo de Lambayeque debe efectuar una serie
de liquidaciones, lo que se determine en ellas, va a ser honrado
por Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad del
Norte –ELECTRONORTE Sociedad Anónima, dada su calidad
de empleadora frente a los trabajadores, por ende, surge un real
y legítimo interés en el resultado del proceso, lo que a su vez
determina su condición o calidad de litis consorte necesario en
el mencionado proceso, puesto que conviene a su parte hacer
uso de todos los mecanismos procesales que a su defensa
conviene, por ende, la demandante no tenía la condición de
tercero con interés, dado que era evidente que la decisión final
iba a afectar directamente sus intereses; coligiéndose que al
no ser notificada con dicha demanda se le ha restringido su
derecho a la defensa.
OCTAVO.- Que, el derecho a la defensa es un derecho
fundamental que constituye una de la expresiones del debido
proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, que a su vez comprende el
derecho de ser emplazado válidamente, pues es lógico que
sólo quien ha sido debidamente notificado tendrá a su alcance
todas las herramientas jurídicas procesales que le otorga el
ordenamiento en vigencia para expresar los argumentos que a
su defensa conviene.
NOVENO.- Cabe precisar que el litis consorte necesario es
aquel que al formar parte de la relación jurídica material, debe
necesariamente participar en el proceso, a diferencia del tercero,
que viene a ser el sujeto procesal eventual no necesario
para la prestación de la actividad jurisdiccional, supuesto que
no se advierte en la intervención de la ahora demandante
Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad del Norte
– ELECTRONORTE Sociedad Anónima, pues siendo la entidad
que debe asumir la obligación que se determinará luego de
efectuada la liquidación en el proceso cuestionado, es indudable
que su participación en el referido proceso, debe ser en calidad
de litis consorte necesario, a fin de que pueda ejercer a plenitud
su derecho de defensa.
DÉCIMO: Que, siendo ello así, se arriba a la conclusión que
en el decurso del proceso materia de amparo, se ha producido
una grave infracción de los derechos constitucionales a la tutela
procesal efectiva y al debido proceso, en su manifestación del
derecho de defensa y acceso a los órganos de administración de
justicia, de la demandante Empresa Regional de Servicio Público
de Electricidad del Norte – ELECTRONORTE Sociedad Anónima,
no enervando lo antes expuesto los argumentos contenidos en
el recurso de apelación interpuesto por el Procurador Público
encargado de los asuntos judiciales del Poder Judicial obrante a
fojas cuatro mil quinientos seis. Finalmente, para la eficacia del
fallo deben reponerse las cosas al estado anterior a la violación
de tales derechos constitucionales, declarándose la nulidad
de las resoluciones que han impedido el ejercicio de estos
derechos, ordenándose con precisión la conducta a cumplirse
con el fin de hacer efectiva la sentencia conforme al artículo 55
del Código Procesal Constitucional.
DÉCIMO PRIMERO.- Finalmente, en cuanto al recurso de
apelación interpuesto por don Luis Franklin Zúñiga Anaya y
otros, contra la resolución número setenta y seis, su fecha diez
de Octubre del dos mil once, que declara infundada la nulidad
deducida contra la sentencia que es materia de grado, debe
precisarse que de conformidad con lo dispuesto en el artículo
358 del Código Procesal Civil, el impugnante debe adecuar el
medio que utiliza al acto procesal que impugna, razón por la cual
debe confirmarse la precitada resolución.
Por tales consideraciones y de conformidad con los artículos
37, numeral 16, y 55 del Código Procesal Constitucional:
A) CONFIRMARON la sentencia obrante a fojas cuatro mil
cuatrocientos dieciocho, su fecha dieciséis de Agosto del dos mil
once, que declara FUNDADA la demanda de amparo interpuesta
por Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad del
Norte – ELECTRONORTE Sociedad Anónima , en consecuencia,
NULO lo actuado en el Expediente Nº 251-2005-JL03/PJ, que
motiva el presente proceso constitucional, con los demás que
contiene; y B) CONFIRMARON la resolución número setenta y
seis de fecha diez de Octubre del dos mil once, obrante a fojas
cuatro mil quinientos ochenta, que declara IMPROCEDENTE la
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nulidad deducida por don Luis Franklin Zúñiga Anaya; en los
seguidos contra la Sala Especializada en Derecho Constitucional
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque y otros;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano” conforme a ley; y los devolvieron.Juez Supremo Ponente: Chumpitaz Rivera.
S.S.
CHUMPITAZ RIVERA
YRIVARREN FALLAQUE
MAC RAE THAYS
MORALES GONZALEZ
CHAVES ZAPATER
W-1076637-13
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P. A. N° 443 - 2012
AREQUIPA
Lima, veinte de setiembre de dos mil doce.VISTOS; con los acompañados; por sus fundamentos; y
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Es materia de apelación la sentencia de fecha
veintiséis de octubre de dos mil once, obrante a fojas quinientos
veintiuno, que declara Infundada la demanda de amparo interpuesta
por doña Karina Noelia Torres Polanco contra el Poder Judicial y
otros.
SEGUNDO: Según se advierte a fojas veinticuatro, a través
de su demanda, doña Karina Noelia Torres Polanco pretende que
el órgano jurisdiccional: i) declare sin efecto alguno e inaplicable
respecto a ella la sentencia N° 08-1999 de fecha ocho de agosto
de mil novecientos noventa y nueve, seguido por el Banco de
Crédito del Perú sobre ejecución de garantías; ii) declare nula
su integración al proceso como tercera litisconsorte; y iii) anule
la transferencia de su propiedad a tercera persona, ordenada en
dicho proceso.
TERCERO: Para sustentar este petitorio, la demandante
señala que en el Cuarto Juzgado Civil de Arequipa se ha
tramitado el Expediente N° 2044-1999, referido al proceso de
ejecución de garantías iniciado por el Banco de Crédito del Perú,
respecto al inmueble ubicado en la Mz. H – Lt. 19, Urbanización
La Encalada, Distrito José Luis Bustamante y Rivero, inscrito en la
ficha N° 550188 del Registro de Propiedad Inmueble de Arequipa.
Estando este proceso de ejecución de garantías sentenciado
y en etapa de remate, el Banco de Crédito, ahora demandado,
presenta al Juez de la causa la ficha registral actualizada del bien
inmueble objeto de la ejecución, en la que aparece registrado el
derecho de propiedad que ella tenía sobre el mismo desde antes
del inicio del proceso; razón por la cual el magistrado dispone su
integración como tercero litisconsorte. Estos hechos configuran
para la accionante que el proceso judicial objeto de comentario
se convierta en irregular, dado que ha sido incorporada al mismo
cuando éste se encontraba sentenciado y ya contaba con cosa
juzgada en etapa de ejecución, vulnerando de este modo su
derecho al debido proceso.
CUARTO: La demanda ha sido declarada infundada por el Aquo, al considerar que la incorporación de la ahora demandante
al proceso tramitado en el Expediente N° 2044-1999, se dio
bajo los alcances de lo dispuesto en los artículos 101 y 690 del
Código Procesal Civil y, en esa medida, su intervención debía
sujetarse al estado en que se encontraba el proceso. Además,
el artículo 1117 del Código Civil dispone que el acreedor puede
exigir el pago al deudor, por la acción personal; o al tercer
adquirente del bien hipotecado, usando de la acción real y que
el ejercicio de una de estas acciones no excluye el de la otra, ni
el hecho de dirigirla contra el deudor, impide se ejecute el bien
que esté en poder de un tercero, salvo disposición diferente de
la ley. Finalmente, la demandante adquirió el bien cuando ya
estaba inscrita la hipoteca y, además, es hija de los ejecutados;
sin embargo, no se apersonó al proceso, demostrando un actuar
temerario y una clara intención de entorpecer el proceso de
ejecución de garantías.
QUINTO: De acuerdo a lo preceptuado por el artículo 1 del
Código Procesal Constitucional, los procesos constitucionales
tienen por finalidad “(…) proteger los derechos constitucionales,
reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza
de violación de un derecho constitucional, o disponiendo el
cumplimiento de un mandato legal o de un acto administrativo”;
mientras que, en atención a lo dispuesto por el artículo 4 del mismo
cuerpo legal, “el amparo procede respecto de resoluciones judiciales
firmes dictadas con manifiesto agravio a la tutela procesal efectiva,
que comprende el acceso a la justicia y el debido proceso. Es
improcedente cuando el agraviado dejó consentir la resolución que
dice afectarlo (…) Se entiende por tutela procesal efectiva aquella
situación jurídica de una persona en la que se respetan, de modo
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El Peruano
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional,
a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el
proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni
sometido a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a
la obtención de una resolución fundada en derecho, a acceder a
los medios impugnatorios regulados, a la imposibilidad de revivir
procesos fenecidos, a la actuación adecuada y temporalmente
oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del
principio de legalidad procesal penal”.
SEXTO: En relación al derecho constitucional al debido
proceso, nuestra jurisprudencia constitucional ha declarado en
reiteradas ocasiones que “el debido proceso está concebido
como el cumplimiento de todas las garantías y normas de orden
público que deban aplicarse a todos los casos y procedimientos
existentes en el Derecho”1; y que éste implica “(…) el cumplimiento
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público
que deben observarse en las instancias procesales de todos los
procedimientos, incluidos los administrativos, a fin de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus
derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos
(…)”2.
SÉTIMO: En el presente caso, la demandante sostiene
que la vulneración a su derecho al debido proceso ha ocurrido
debido a que ha sido incorporada en el proceso judicial de
ejecución de garantías N° 2044-1999, el cual se encontraba
referido a un bien de su propiedad, recién en la etapa de
ejecución de sentencia, cuando la litis ya se encontraba
sentenciada y, por tanto, existía un pronunciamiento judicial
con calidad de cosa juzgada que ordenaba el remate del predio
objeto de la ejecución; situación que, a su criterio, vulnera
su derecho constitucional a la defensa por no habérsele
permitido participar en el proceso desde el inicio, a fin de ser
adecuadamente emplazada con la demanda.
OCTAVO: En relación a este asunto, es oportuno mencionar
que la participación de terceros que pudieran verse afectados
con el proceso de ejecución de garantías se encontraba
normada, al momento en que ocurrieron los hechos que
motivan este proceso, por el segundo párrafo del artículo 690
del Código Procesal Civil, según el cual “cuando la ejecución
pueda afectar derecho de tercero, se debe notificar a éste con
el mandato ejecutivo o de ejecución. La intervención del tercero
se sujetará a lo dispuesto en el Artículo 101”. Esta norma regula
expresamente el tratamiento por el que debe optar el Juez en
los supuestos en los que la ejecución pueda afectar derecho
de tercero, disponiendo que en estos casos, debe posibilitarse
al tercero el conocimiento del proceso, a fin de que pueda
ejercer su derecho en el modo que estime adecuado, sujetando
las características de su intervención a lo preceptuado por el
artículo 101 del Código Procesal Civil.
NOVENO: Por su parte, el artículo 101 del Código Procesal
Civil, al cual deriva el artículo 690 del mismo cuerpo normativo,
ha reseñado para la determinación de las reglas que regirán
la intervención del tercero que pudiera verse afectado con al
ejecución, textualmente declara: “Los terceros deben invocar
interés legítimo. La solicitud tendrá la formalidad prevista para
la demanda, en lo que fuera aplicable, debiendo acompañarse
los medios probatorios correspondientes. El Juez declarará la
procedencia o denegará de plano el pedido de intervención. En
el primer caso, dará curso a las peticiones del tercero legitimado.
Sólo es apelable la resolución que deniega la intervención. Los
intervinientes se incorporan al proceso en el estado en que este
se halle al momento de su intervención”. En este contexto, se
concluye que la regla establecida por el legislador, al regular la
intervención del tercero posiblemente afectado con la decisión
a adoptarse en un proceso de ejecución, en el tiempo en que
ocurrieron los hechos, consiste en permitir su intervención, pero
sujetándola al estado en que se halle el proceso al momento de
su intervención.
DÉCIMO: En este contexto, esta Sala Suprema no advierte
vulneración alguna al derecho al debido proceso de la apelante
en el trámite del Expediente N° 2044-1999, pues el que esta
haya sido incorporada al proceso por el Juzgador en la etapa
de ejecución, al tomar conocimiento de la calidad de propietaria
registral que tenía sobre el inmueble afectado, no colisiona
de ningún modo con el marco normativo antes desarrollado,
sino más bien se encuentra en armonía con los lineamientos
que dicho marco establece para la actuación judicial en estos
supuestos.
DÉCIMO PRIMERO: Ahora bien, no debe perderse de
vista la función que atribuye el artículo 1 del Código Procesal
Constitucional al proceso de amparo –de la mano con el
hábeas corpus, hábeas data y cumplimiento–, como medio para
proteger los derechos constitucionales, reponiendo las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza de violación de alguno
de ellos, puesto que si se reconoce que el diseño del amparo,
en general, responde necesariamente al cumplimiento de esta
finalidad, no puede desligarse al amparo contra resoluciones
judiciales de este mismo propósito. Con mucha propiedad, el
Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de precisar y hacer
énfasis en su jurisprudencia3 a la necesidad de que exista un
agravio actual que justifique el uso del amparo contra resolución
judicial, dado que en atención a lo prescrito por el artículo 4 del
Código Procesal Constitucional, “el amparo procede respecto de
resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto agravio a
la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la justicia
y el debido proceso”.
DÉCIMO SEGUNDO: En efecto, el objeto del proceso
de amparo contra resolución judicial no radica en cautelar la
pulcritud procedimental propia de cada proceso ordinario, o el
apego a las normas legales que gobiernan el procedimiento,
sino más bien, en la tutela de los derechos consagrados en
la Carta Política, de tal suerte que sus efectos restitutivos no
se despliegan ante la inobservancia de algún formalismo en el
trámite del proceso, valorado en sí mismo, sino solo cuando
ello provoque un agravio efectivo en la esfera jurídica de quien
acude al amparo. De este modo, no toda falencia formal en el
proceso judicial tiene la capacidad de perjudicar efectivamente
el derecho de las partes, ya que existen ocasiones en las que
la omisión de ellas no tiene repercusión alguna de este tipo; y
tan cierto es ello, que el propio legislador impone al juzgador, en
el último párrafo del artículo IX del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, la obligación de dejar de lado las formalidades
procedimentales cuando ello sea necesario para priorizar los
fines del proceso.
DÉCIMO TERCERO: En el presente caso, cabe recordar
que el proceso de ejecución de garantías comparte con todos
los demás procesos ejecutivos la característica de no ser un
juicio de cognición, en el sentido de no constituir un proceso
dirigido a la dilucidación de la existencia de un derecho,
pues en él se parte de la premisa de certeza en relación a la
existencia del derecho reclamado. En este sentido, las causales
para contradecir un mandato de ejecución, en un proceso de
ejecución de garantías, se encontraban limitadas al momento
en que ocurrieron lo hechos, a la alegación de nulidad formal
del título, inexigibilidad, extinción o prescripción de la obligación,
sin que la emplazada haya alegado ni en este proceso, ni en el
primigenio, la presencia de alguna de estas circunstancias que
evidencia un agravio real producido por su falta de participación;
sobre todo si el medio de liberar al bien que permite el proceso
de ejecución de garantías, constituido por el pago de la deuda,
se encuentra latente hasta el momento de la realización del
remate.
DÉCIMO CUARTO: Siendo ello así, se advierte que más allá
de las alegaciones referidas a la infracción de las formalidades
procedimentales en el proceso de ejecución de garantías tramitado
en el Expediente N° 2044-1999, la actora no cuenta con un agravio
real que justifique su demanda de amparo; y tanto más si se presta
atención a circunstancias como i) el hecho que la ahora accionante
haya adquirido el bien cuando ya se encontraba afectado
por la hipoteca y que ii) a pesar de ser hija de los emplazados
originariamente en el proceso de ejecución de garantías nunca
se haya apersonado al proceso, o que iii) obre a fojas mil ciento
setenta y uno del tomo II del expediente acompañado, un contrato
de promesa de compraventa del bien afectado por parte de la
demandante a favor de Carlos Perdomo Santa Cruz y su esposa,
quienes también piden intervenir en el proceso pidiendo la nulidad
por falta de notificación; todo lo cual evidencia una actuación
extraña y poco irregular en el modo como se ha conducido la
demandante, que crea serias dudas en cuanto a la buena fe con
que haya actuado.
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
de fecha veintiséis de octubre de dos mil once, obrante a fojas
quinientos veintiuno, que declaró INFUNDADA la demanda de
amparo; en los seguidos por doña Karina Noelia Torres Polanco
contra el Poder Judicial y otros; ORDENARON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, conforme a
ley; y los devolvieron. Vocal Ponente: Vinatea Medina.S.S.
CHUMPITAZ RIVERA
VINATEA MEDINA
TORRES VEGA
CHAVES ZAPATER
SANTA MARÍA MORILLO
1
2
3
STC N° 1150-2004-AA/TC.
STC N° 2508-2004-AA/TC.
STC N° 00839-2010-PA/TC, F.J. 3.
W-1076637-1
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. N° 659 – 2012
LIMA
Lima, catorce de agosto del dos mil doce.
VISTOS;
por
CONSIDERANDO:
sus
fundamentos
pertinentes;
y
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
PRIMERO: Que, el amparo es una acción de garantía
constitucional, que tiene por finalidad asegurar a los ciudadanos el
goce efectivo de sus derechos constitucionales, protegiéndolos de
toda restricción o amenaza ilegal o arbitraria, conforme al artículo
200 inciso 2 de la Constitución Política del Perú, en concordancia
con el artículo 1 del Código Procesal Constitucional; sin embargo,
esta misma norma ha previsto que no procede demanda de amparo
contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas
de un procedimiento regular; coherente con lo establecido
en la norma constitucional el artículo 4 del Código Procesal
Constitucional, ha precisado que el amparo procede respecto de
resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto agravio a la
tutela procesal efectiva, la cual comprende el acceso a la justicia y
el debido proceso.
SEGUNDO: Que, mediante escrito de fojas veintisiete, don
Angel Alfonso Troncoso Mejía y María Liliana Heros Aguilar de
Troncoso, interponen en sede constitucional, demanda de amparo
solicitando se declare nula y sin efecto legal la resolución judicial
del catorce de Mayo del dos mil siete, que declara infundado su
recurso de casación signado con el Nº 3234-2006, interpuesto
contra la sentencia de vista expedida con fecha veintiocho de
Junio del dos mil seis, en el proceso que sobre obligación de dar
suma de dinero le sigue el Banco Nuevo Mundo en Liquidación y,
por ende, se declare la nulidad de todo lo actuado en el referido
proceso civil.
TERCERO: Que, sustentan la acción de amparo, en la
vulneración de derechos constitucionales al debido proceso,
a la tutela jurisdiccional efectiva y a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales, pues los Magistrados demandados han
aplicado una norma legal derogada, como es la Ley de Títulos
Valores Nº 16587; no se ha tenido en cuenta que el apoderado
que interpuso la demanda civil no contaba con la facultad para
promover dicha acción en representación del Banco Nuevo
Mundo en Liquidación; no se ha considerado la existencia de una
medida cautelar que suspende el proceso liquidatorio de la referida
entidad bancaria; y tampoco se ha analizado la resolución dictada
por la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores –
CONASEV, que aprueba los formatos estandarizados de las letras
de cambio.
CUARTO: Que, del análisis de los actuados judiciales relativos
al proceso que motiva la presente acción de amparo, aparece
que el Banco Nuevo Mundo En Liquidación interpuso demanda
contra Angel Alfonso Troncoso Mejía y María Liliana Heros Aguilar
de Troncoso y el Grupo de Empresas Constructoras Sociedad
Anónima Gremco, para que se ordene que los referidos ejecutados
paguen en forma solidaria la suma de cincuenta y cuatro mil
quinientos once dólares americanos con treinta y ocho centavos de
dólar (US$.54,511.38), más intereses compensatorios y moratorios;
que por sentencia de primera instancia de fojas diecinueve,
el Cuadragésimo Primer Juzgado Civil de Lima, declarando
infundada la contradicción formulada en autos, y fundada la
demanda, ordena que se lleve adelante la ejecución hasta que
los ejecutados, cumplan con pagar al citado ejecutante, la suma
de cincuenta y cuatro mil quinientos once dólares americanos con
treinta y ocho centavos de dólar (US$.54,511.38), más intereses
compensatorios y moratorios; decisión que fue confirmada por
sentencia de segunda instancia de fecha veintiocho de Junio
del dos mil seis, conforme se aprecia de la instrumental de fojas
veintitrés, disgregando la referida suma, de la siguiente manera: i)
Angel Alfonso Troncoso Mejía y María Liliana Heros Aguilar, deben
abonar solidariamente al ejecutante el monto de dieciocho mil
ciento setenta dólares americanos con cuarenta y seis centavos de
dólar (US$.18,170.46), y; ii) Angel Alfonso Troncoso Mejía, María
Liliana Heros Aguilar y Grupo de Empresas Constructoras Sociedad
Anónima Gremco, deben abonar solidariamente al ejecutante la
suma de treinta y seis mil trescientos cuarenta dólares con noventa
y dos centavos de dólares americanos (US$ 36,340.92); en ambos
casos más intereses compensatorios y moratorios.
QUINTO: Que interpuesto el recurso de casación por los co
ejecutados Angel Alfonso Troncoso Mejía y María Liliana Heros
Aguilar de Troncoso, la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia declarando infundado el mencionado recurso, resuelve
no casar la sentencia de vista del veintiocho de Junio del dos
mil seis, expedida por la Primera Sala Superior Civil de la Corte
Superior de Lima, Sub Especialidad en materia Comercial,
concluyendo en torno a la causal sustentada en la interpretación
errónea del artículo 61 inciso 8) de la Ley Nº 16587, que a la luz
del texto expreso e inequívoco del dispositivo legal en mención,
que establece que la letra de cambio debe contener, entre otros,
el nombre y la firma de quien emite la letra (girador o librador),
sin la concurrencia de otros requisitos especiales, no puede
exigirse que, en el caso de personas jurídicas, el representante
que suscriba debe hacerlo indicando expresamente su nombre,
cargo y documento de identidad, por lo que no se puede hacer
mayores distinciones donde la ley no las hace; en todo caso,
la determinación del cargo que ocupa la persona natural que
suscribe en nombre de la empresa giradora, así como la presunta
ausencia de facultades para representarla en esta clase de títulos,
corresponde ser probada por la parte que lo alega en el proceso,
a tenor de lo dispuesto en el artículo 196 del Código Procesal
Civil; a lo que se añade que los cuestionamientos en torno a las
facultades del representante constituyen argumentos de defensa
que no fue alegado al formular contradicción, sino recién en la
etapa impugnatoria; de donde se evidencia que contrariamente a lo
denunciado en el escrito de demanda, dichos fundamentos en los
que se han sustentado los Magistrados demandados, satisfacen la
exigencia prevista en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
48823
Política del Estado, habiéndose ceñido rígidamente a la denuncia
casatoria propuesta en el recurso impugnatorio de los ahora
demandantes, y que por lo demás, los argumentos expuestos en el
escrito de demanda, evidencian un claro propósito de que el Juez
Constitucional, mediante el presente proceso de amparo, realice
un nuevo análisis de los hechos que solo le corresponde al Juez
natural; máxime aún, si se tiene en cuenta que las resoluciones
judiciales contra las que se dirige el presente amparo han sido
expedidas dentro de un proceso regular en el cual se ha permitido
a los recurrentes ejercitar los recursos que la ley faculta, no
observándose vulneración a derecho constitucional alguno.
SEXTO: Que en consecuencia, del análisis de las resoluciones
judiciales cuestionadas, no se advierte vulneración de los derechos
constitucionales al debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva,
y menos a la motivación escrita de las resoluciones judiciales,
conforme lo alega el accionante en su escrito de demanda de
fojas veintisiete, deviniendo por ende en infundada la demanda
al no haber acreditado los demandantes los fundamentos de
su pretensión, en atención a lo dispuesto por el artículo 200 del
Código Procesal Civil.
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
apelada obrante a fojas novecientos noventa y siete, su fecha
veintiséis de setiembre del dos mil once, que declara INFUNDADA
la demanda de amparo interpuesta por don Angel Alfonso Troncoso
Mejía y doña María Liliana Heros Aguilar de Troncoso, contra los
Vocales de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
y otros; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley; y los devolvieron.Juez Supremo Ponente: Chumpitaz Rivera.
S.S.
ACEVEDO MENA
CHUMPITAZ RIVERA
VINATEA MEDINA
YRIVARREN FALLAQUE
TORRES VEGA
W-1076637-2
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. N° 733 – 2012
LIMA
Lima, catorce de agosto del dos mil doce.VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, por definición el amparo es una acción de
garantía constitucional, que tiene por finalidad asegurar a los
ciudadanos el goce efectivo de sus derechos constitucionales,
protegiéndolos de toda restricción o amenaza ilegal o arbitraria. En
ese sentido, nuestro ordenamiento jurídico procesal constitucional
en vigencia considera a la acción de amparo como un instrumento
de seguridad jurídica, y lo concibe como un último remedio para
luchar contra la arbitrariedad.
SEGUNDO: Mediante escrito de fojas cuarenta y siete, don
Jorge Ernesto Freyre Espinosa, en su condición de Procurador
Público del Ministerio de Economía y Finanzas, demandado junto
con la Procuraduría Pública del Poder Judicial por don Rodolfo
Eduardo Ricaldi Hinostroza en la acción de cumplimiento signada
con el Nº 2893-2005, interpone demanda de amparo para que se
declare la nulidad e ineficacia de la sentencia de vista del dos de
Mayo de dos mil siete, en el extremo que revocando la apelada
declara infundada la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa deducida por la entidad actora.
TERCERO: Que, el actor sustenta su pretensión en la
vulneración de su derecho al debido proceso, argumentando que a
pesar que la Procuraduría Pública del Poder Judicial no impugnó el
extremo de la sentencia de primera instancia que declaró fundada
la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa y, por
ende, improcedente la demanda, los Magistrados demandados
revocando el mismo declararon infundada dicha excepción,
incurriendo en un fallo extra petita, sin tener en cuenta además
que la mencionada Procuraduría carecía de legítimo interés para
cuestionar dicho pronunciamiento.
CUARTO: Que analizados los actuados judiciales que en copia
se acompañan a la demanda, aparece que por escrito de fojas
cinco, don Rodolfo Eduardo Ricaldi Hinostroza interpone acción de
cumplimiento contra el Poder Judicial y el Ministerio de Economía y
Finanzas, para que se ordene se dé cumplimiento a la Resolución
de Gerencia de Personal y Escalafón Judicial Nº 1786-2002-DPEJGG-PJ del tres de Noviembre del dos mil dos, precisada por la
Resolución Nº 2008-2002-GPEJ-GG-PJ de la misma fecha, que
entre otros, fija su pensión de cesantía y establece un saldo a su
favor por tal concepto.
QUINTO.- Que admitida a trámite la referida acción de
cumplimiento y tramitada conforme a su naturaleza, por sentencia
de fojas treinta y dos, el Primer Juzgado Especializado en lo Civil
48824
PROCESOS CONSTITUCIONALES
de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró: i) infundada
la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado
deducida por la Procuraduría Pública del Ministerio de Economía
y Finanzas; ii) fundada la excepción de falta de agotamiento de la
vía administrativa deducida por la referida Procuraduría y por ende,
improcedente la demanda respecto de dicho sujeto procesal,
tras considerarse que el actor únicamente ha cumplido con
remitir la carta notarial al Poder Judicial y no a la mencionada
entidad, y; iii) fundada la demanda, ordenando que el Presidente
de la Corte Suprema y del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial
y el Gerente de Personal y Escalafón del Poder Judicial, en
cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 2º de la Resolución
de la Gerencia de Personal y Escalafón Judicial Nº 1766-2002GPEJ-GG-PJ del ocho de Noviembre del dos mil dos, paguen a
don Rodolfo Eduardo Ricaldi Hinostroza, su pensión nivelada en la
suma de cinco mil ciento noventa y siete nuevos soles con noventa
y dos céntimos (S/.5,197.92) y los devengados de su pensión
mensual de cesantía ascendente a dos mil novecientos treinta y
siete nuevos soles con treinta y seis céntimos (2,937.36) a partir
del veintinueve de Agosto del dos mil dos.
SEXTO: Que, contra la sentencia en mención, únicamente
la Procuraduría Pública del Poder Judicial interpuso recurso
de apelación mediante escrito fechado el tres de Marzo del dos
mil cinco, que en copia obra a fojas treinta y ocho, expresando
como únicos agravios: a) que no cuenta con la aprobación o
autorización de los recursos financieros, por lo que no puede
atender a la pretensión del actor; y b) que no se ha evaluado las
comunicaciones cursadas por el Poder Judicial al Ministerio de
Economía y Finanzas, en las que se gestionaba la autorización
presupuestaria correspondiente.
SÉTIMO: No obstante ello, por sentencia de vista de fecha dos
de Mayo del dos mil siete obrante a fojas cuarenta y cinco, los
Magistrados demandados integrantes de la Quinta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, revocaron la apelada en el
extremo que declara fundada la excepción de falta de agotamiento
de la vía administrativa y, por ende, improcedente la demanda
respecto del Ministerio de Economía y Finanzas; y reformándolo
declararon infundada dicha excepción.
OCTAVO: Que, la garantía del debido proceso a la que hace
referencia el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado, implica el respeto dentro del proceso de los derechos
y garantías mínimas con que debe contar todo justiciable, para
que una causa pueda tramitarse y resolverse en justicia, dentro de
ellos, el respecto a la autoridad de la cosa juzgada por la que se
garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las
resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser
recurridas mediante medios impugnatorios, ya sea porque éstos han
sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y,
en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan
adquirido tal condición por no haber sido impugnadas, no puedan
ser dejadas sin efecto ni modificadas, sea por actos de otros
poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos
jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó.
NOVENO: Que asimismo, el artículo 364 del Código Procesal
Civil establece que el recurso de apelación tiene por objeto que
el órgano jurisdiccional superior examine a solicitud de parte o de
tercero legitimado, la resolución que le produzca agravio, con el
propósito de que sea anulada o revocada total o parcialmente;
es decir, la competencia del Juez Superior está presidida por un
postulado que limita su conocimiento, recogido por el aforismo
tantum appellatum, quantum devolutum, en virtud del cual el
superior en grado solamente puede conocer mediante la apelación
de los agravios que afecten al impugnante.
DÉCIMO: Que, en ese sentido, al no haber interpuesto el
demandante don Rodolfo Eduardo Ricaldi Hinostroza recurso
de apelación y por tanto haber adquirido la autoridad de la cosa
juzgada, el extremo de la sentencia que declaró fundada la
excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa y, en
consecuencia improcedente la demanda respecto al Ministerio
de Economía y Finanzas, no se encuentra arreglado a derecho
modificar la decisión de la resolución apelada en perjuicio de la
parte favorecida con dicho pronunciamiento, esto es, el Ministerio
en mención, pues ello atentaría contra el derecho al debido
proceso, así como a la autoridad de la cosa juzgada.
DÉCIMO PRIMERO: Que en consecuencia, de acuerdo al
dispositivo legal glosado y a lo actuado, no cabe duda que los
Magistrados demandados debieron pronunciarse únicamente
respecto a los agravios contenidos en el recurso de apelación
de la Procuraduría Pública del Poder Judicial obrante en copia a
fojas treinta y ocho, los mismos que se encontraban orientados a
cuestionar el pronunciamiento de fondo de la litis constitucional;
es decir, al pago de la pensión nivelada del actor y el saldo por
tal concepto; habiendo incurrido en la vulneración del derecho al
debido proceso, en la medida que al revocar y declarar infundada
la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa
propuesta por la Procuraduría Pública del Ministerio de Economía
y Finanzas, se está emitiendo pronunciamiento respecto de un
extremo que ya había quedado consentido.
DÉCIMO SEGUNDO: Que, en tales linderos de razonabilidad,
se arriba a la conclusión que la resolución cuestionada con la
presente demanda, (sentencia de vista de fojas cuarenta y cinco),
se ha emitido con grave infracción de las normas procesales de
obligatorio cumplimiento, tal como se ha expuesto precedentemente,
debiendo restablecerse al agraviado en el ejercicio de sus
derechos constitucionales afectados. Finalmente, para la eficacia
del fallo, deben reponerse las cosas al estado anterior a la violación
de tales derechos constitucionales, declarándose la nulidad de
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
la resolución que ha impedido el ejercicio de estos derechos,
ordenándose con precisión la conducta a cumplirse con el fin de
hacer efectiva la sentencia conforme al artículo 55 del Código
Procesal Constitucional.
Por tales consideraciones: REVOCARON la sentencia obrante
a fojas doscientos veintidós, su fecha veintiocho de Abril del dos
mil once, que declara infundada la demanda de amparo incoada
por el Procurador Público encargado de los asuntos judiciales del
Ministerio de Economía y Finanzas; Reformándola la declararon
FUNDADA; en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fecha
dos de Mayo del dos mil siete, recaída en el Expediente Nº 289305, que motiva el presente proceso constitucional; DISPUSIERON
que la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
expida nuevo fallo con arreglo a las consideraciones expuestas
de manera precedente; en los seguidos contra los Magistrados
de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima y
otros: DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, conforme a ley; y los devolvieron.- Juez
Supremo Ponente: Chumpitaz Rivera.
S.S.
ACEVEDO MENA
CHUMPITAZ RIVERA
VINATEA MEDINA
YRIVARREN FALLAQUE
TORRES VEGA
W-1076637-3
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. N° 1211 - 2011
AREQUIPA
Lima, ocho de marzo del dos mil doce.VISTOS; Por sus fundamentos, y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Es materia de apelación, la sentencia de fojas
trescientos ocho, su fecha veintidós de febrero del dos mil once,
expedida por la Sala Mixta de Vacaciones de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que resuelve declarar improcedente la
demanda de amparo interpuesta a fojas sesenta y cuatro, por doña
Ana María Cano Camones de Condori contra el Juez del Quinto
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa.
SEGUNDO: Por escrito de fojas sesenta y cuatro, la recurrente
doña Ana María Cano Camones de Condori, alegando la
vulneración de sus derechos constitucionales a la propiedad y
al debido proceso, interpone acción de amparo a efecto que se
declare la nulidad de todo lo actuado en el proceso seguido por
Lima Sudameris Holding Sociedad Anónima, contra Distribuidora
Alimentaria Sociedad Anónima y otro, sobre Ejecución de
Garantías, debiendo reponerse la causa al estado de notificársele
con la demanda, dejándose sin efecto el mandato que pretende
inscribir el inmueble sub litis a favor de Scotiabank Perú, y el
consecuente lanzamiento.
TERCERO: Sustenta su pretensión en el hecho de no habérsele
considerado parte en el referido proceso de ejecución de garantías,
pese a su apersonamiento efectuado mediante escritos de fojas
cuatrocientos doce y cuatrocientos setenta y siete del mencionado
proceso, así como haber acreditado su calidad de cónyuge del co
ejecutado don Roger Juvenal Condori Carita, y en consecuencia
propietaria de las construcciones que se han edificado en el
inmueble materia de ejecución; agrega que sin haber sido citada,
el Juez demandado ha dispuesto la entrega de su propiedad, bajo
apercibimiento de ser lanzada, mandato que sólo resulta aplicable
a los terceros que hubiesen sido notificados con el mandato de
ejecución.
CUARTO: El inciso 3 del artículo 5 del Código Procesal
Constitucional, establece que no procede los procesos
constitucionales cuando el agraviado haya recurrido previamente
a otro proceso judicial para pedir tutela respecto de su derecho
constitucional.
QUINTO: Del expediente acompañado N° 6750-2002 aparece
que doña Ana María Cano Camones de Condori interpone
demanda de tercería a efecto que se deje sin efecto el remate de
las construcciones existentes en el inmueble dado en garantía por
su cónyuge don Roger Juvenal Condori Carita, suspendiéndose
la ejecución del proceso signado bajo el número 9782-2000,
seguido por Lima Sudameris Holding Sociedad Anónima contra
Distribuidora Alimentaria Sociedad Anónima y otro sobre ejecución
de garantías, el mismo se encontraba en la etapa de ejecución;
como consecuencia de haberse declarado improcedente el
recurso de casación a través del auto calificatorio del recurso de
fecha veintidós de julio del dos mil dos, de fojas ciento noventa
y tres del expediente acompañado formulado contra el auto de
vista que confirmando la resolución apelada declara infundada la
contradicción.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
SEXTO: Al haberse admitido a trámite la demanda de tercería
en mención, por resolución de fecha ocho de enero del dos mil tres
corriente a fojas treinta y seis del proceso de tercería, el Quinto
Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa dispuso
la suspensión de la ejecución del remate; no obstante al haber
dejado que el proceso permanezca paralizado por más de cuatro
meses sin que se realice acto procesal que lo impulse, mediante
resolución N° 03 del ocho de julio del dos mil tres corriente a
fojas cuarenta, se declaró el abandono del proceso de tercería de
propiedad.
SÉTIMO: Si bien el auto de abandono fue apelado a través del
recurso de apelación de fojas setenta, que motivó el auto de vista de
fojas ciento dos, el mismo que impugnado a través del recurso de
casación de fojas ciento diez, ameritó la expedición de la Ejecutoria
Suprema de fojas ciento veinticuatro que declarando infundado
dicho recurso extraordinario decidió no casar la resolución de
vista; no menos cierto es que al haber adquirido dicha declaración
de abandono la calidad de cosa juzgada, es evidente que toda
discusión en torno a la desidia procesal en la que incurrió la ahora
demandante al dejar que su pretensión cayera en abandono, ha
quedado zanjada, por lo que no puede alegar como lo pretende en
su recurso de apelación, no haber sido notificada con el mandato
de ejecución y que en consecuencia no pudo ejercer el derecho de
defensa que podría haber ejercido.
OCTAVO: Del mismo modo, la conclusión de haber recurrido la
propia actora previamente a otro proceso judicial para pedir la tutela
respecto de su derecho constitucional; además de encontrarse
debidamente sustentada tanto fáctica como jurídicamente pues
la recurrente haciendo uso de su derecho de acción interpuso
demanda de tercería para suspender el remate a dictarse en el
proceso de ejecución de garantías, no resiste el análisis al cual
pretende someter la recurrente a través del argumento impugnatorio
expuesto en su recurso de apelación, en virtud al cual el proceso
de tercería es distinto a las acciones de garantía, en la medida
que el análisis del supuesto de hecho contenido en el inciso 3
del artículo 5 del Código Procesal Constitucional, no pasa por
establecer si entre un proceso judicial ordinario y una acción de
garantías deba de existir identidad, sino más bien si pudiéndose
obtener la tutela procesal efectiva de algún derecho constitucional
a través de un proceso ordinario, como es el caso del derecho a la
propiedad en las acciones de tercería fundada en la propiedad de
los bienes afectados con garantías reales, la demandante recurrió
previamente a éste, caso en el cual la demanda de amparo deviene
en improcedente.
NOVENO: Además de lo expuesto, se tiene que en relación a
los escritos presentados por la actora en el trámite del proceso de
ejecución de garantías a fojas cuatrocientos doce y cuatrocientos
setenta y siete, el Quinto Juzgado Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, estableció a través de las resoluciones de
fojas cuatrocientos quince y cuatrocientos setenta y nueve que
“no siendo parte procesal en el presente proceso: no ha lugar a lo
solicitado”; resoluciones judiciales que al no haber sido impugnadas
han sido consentidas por la ahora demandante, configurándose de
ese modo el supuesto de hecho previsto en el artículo 4 del Código
Procesal Constitucional, que establece que la acción de amparo
es improcedente cuando el agraviado dejó consentir la resolución
que dice afectarlo.
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
apelada de fojas trescientos ocho, su fecha veintidós de febrero
del dos mil once, que declara IMPROCEDENTE la demanda de
amparo promovida por doña Ana María Cano Camones de Condori
a fojas sesenticuatro; en los seguidos contra el Juez del Quinto
Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa y otros;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley, y los devolvieron.- Vocal
ponente: Vásquez Cortez.
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
ACEVEDO MENA
YRIVARREN FALLAQUE
MORALES GONZALEZ
CHAVES ZAPATER
W-1076637-4
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. 1550 - 2011
LIMA
Lima, veinte de marzo del dos mil doce.VISTOS; Por sus fundamentos, y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el amparo es una acción de garantía
constitucional, que tiene por finalidad asegurar a los ciudadanos el
goce efectivo de sus derechos constitucionales, protegiéndolos de
toda restricción o amenaza ilegal o arbitraria, conforme al artículo
48825
200 inciso 2 de la Constitución Política del Perú, en concordancia
con el artículo 1 del Código Procesal Constitucional.
SEGUNDO: Mediante escrito de fojas sesenta y nueve, la
Universidad de San Martín de Porres, interpone acción de amparo
a efecto que se declaren inaplicables y sin efecto las siguientes
resoluciones judiciales: a) Resolución de Vista, corriente en
copia a fojas siete, su fecha dos de mayo del dos mil siete, que
revocando la apelada declara improcedente su observación al
Informe Pericial ratificado en los Informes N° 081-2006-PJ-ML2MGO y N° 125-006-PJ-ML2-MGP, y b) Resolución de primera
instancia, signada con el número 39, obrante a fojas nueve, que
declara infundada su observación al Informe Pericial ratificado
en los mencionados Informes Periciales, que tiene por aprobado
la suma de S/. 223,814.47 (DOSCIENTOS VEINTITRES MIL
OCHOCIENTOS CATORCE Y 47/100 NUEVOS SOLES) a favor
del demandante, en el proceso laboral que le sigue don Gerardo
Ortega Herrada sobre pago de remuneraciones.
TERCERO: Sustenta su pretensión en la vulneración
de su derecho constitucional al debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, argumentando que la sentencia materia
de ejecución ordena la homologación de la remuneración básica
del demandante con la de un docente ordinario auxiliar a
tiempo completo, sin embargo los Informes Periciales ratificados
contienen cálculos considerando como homólogo a un docente
ordinario asociado a tiempo completo y no a un docente ordinario
auxiliar a tiempo completo, tal como lo dispone la sentencia;
precisa que si bien el artículo 78 de la Ley Procesal del Trabajo
posibilita la observación de la liquidación describiendo que debe
sustentarse en liquidación de similar naturaleza, en el presente
caso la parte vencedora no presenta liquidación sino que solicita
al perito comisionado un Informe, por lo que dicha norma debe ser
interpretada conjuntamente con el artículo 37 del mismo cuerpo
legal, que establece la posibilidad de observar el Informe Pericial
acompañando de ser pertinente pericia de parte.
CUARTO: De los actuados judiciales que motivan la presente
acción de amparo, aparece que mediante sentencia de fojas doce,
el 17º Juzgado Laboral de Lima, al declarar fundada en parte la
demanda, ordenó que la demandada cumpla con homologar la
remuneración básica del demandante con la de un docente
ordinario auxiliar a tiempo completo y proceda al pago de S/.
3,753.02 (TRES MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y TRES Y
02/100 NUEVOS SOLES) por reintegro de remuneraciones, más
los reintegros que se devenguen hasta la ejecución de la sentencia
e intereses legales, costas y costos, decisión que al ser impugnada
motivó la expedición de la sentencia de segunda instancia, que
a su vez motivó la Ejecutoria Suprema corriente en copia a fojas
ciento cuarenta y siete, su fecha veinte de julio del dos mil cuatro,
que declarando infundado el recurso de casación resolvió no casar
la sentencia de vista.
QUINTO: Encontrándose el proceso en la etapa de ejecución,
el Juez del 17º Juzgado Laboral de Lima, dispuso requerir a
la Universidad de San Martín de Porres a fin que dentro del
quinto día de notificado cumpla con homologar la remuneración
básica del demandante don Gerardo Ortega Herrada con la de
un docente auxiliar a tiempo completo y se le abone la suma de
S/. 3,753.02 (TRES MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y TRES Y
02/100 NUEVOS SOLES), por reintegro de remuneraciones, bajo
apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada.
SEXTO: Del análisis de los escritos de observación a la pericia
que obran a fojas treinta y seis y cuarenta y uno, así como del
recurso de apelación corriente a fojas doscientos, formulados por
la Universidad recurrente, no aparece reparo alguno por parte de
dicha casa de estudios en cuanto a lo que ahora cuestiona a través
del amparo, esto es que los Informes Periciales ratificados contienen
cálculos considerando como homólogo a un docente ordinario
asociado a tiempo completo y no a un docente ordinario auxiliar
a tiempo completo, tal como lo dispone la sentencia, de donde
se evidencia que en lo referente a este extremo de la demanda,
debe estar a lo dispuesto en la última parte del primer párrafo del
artículo 4 del Código Procesal Constitucional, en el sentido que
es improcedente el amparo cuando el agraviado dejó consentir la
resolución que dice afectarlo, habida cuenta que si la observación
al Informe Pericial no formulaba cuestionamiento alguno en
cuanto a la homologación del docente ordinario auxiliar, el órgano
jurisdiccional no podía acoger dicho argumento en atención al
Principio de Congruencia Procesal previsto en el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil.
SETIMO: Aún cuando de lo dispuesto por el artículo 37 de la
Ley N° 26636, Ley Procesal del Trabajo, aparezca que el Informe
Pericial puede ser observada, acompañando pericias de parte, en
caso de ser pertinente, es menester destacar que dicha disposición
se encuentra prevista en el Sub Capítulo IV, del Capítulo I del Título
II de dicha Ley, referida a la Actividad Procesal, que recoge las
disposiciones generales de los medios probatorios, en este caso
de la pericia; de tal manera que no puede pretenderse que el
supuesto de hecho antes descrito prevalezca sobre la premisa
fáctica contenida en el artículo 78 de la misma norma procesal,
que al regular el supuesto específico del cálculo de los derechos
accesorios, exige que la parte que observe la liquidación debe
sustentarla en una liquidación de similar naturaleza, habida
cuenta que al encontrarse regulado este último dispositivo legal en
el Título II de los Procesos Especiales de Ejecución, es evidente
que dicha norma es específica para regular el caso concreto que
se presenta en autos, por lo que la interpretación efectuada en la
resolución de vista materia de amparo, se encuentra arreglada a
derecho, en atención además al Principio General del Derecho, en
cuya virtud la norma especial prevalece sobre la norma general.
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48826
DECISION:
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
apelada de fojas trescientos cuarenta, su fecha dieciocho de
agosto del dos mil diez, que declara INFUNDADA la demanda de
amparo promovida por la Universidad San Martín de Porres en
contra de la Segunda Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia
de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley, y los devolvieron.Vocal ponente: Vásquez Cortez.
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
VINATEA MEDINA
TORRES VEGA
MORALES GONZALEZ
CHAVES ZAPATER
W-1076637-5
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. 2775 - 2011
LIMA
Lima, catorce de junio del dos mil doce.VISTOS;
Por
CONSIDERANDO:
sus
fundamentos
pertinentes;
y
PRIMERO: Mediante escrito de fojas veinte, Euro Luz Sociedad
Anónima Cerrada, demanda en sede constitucional, se declare
la nulidad de la resolución de vista de fojas diecisiete, su fecha
doce de Julio del dos mil seis, que revocando el auto de primera
instancia que en copia obra a fojas siete, su fecha tres de Mayo del
dos mil cuatro, declara fundada la solicitud de levantamiento de la
suspensión presentada por el Banco de Crédito del Perú, dejando
sin efecto la suspensión ordenada mediante resolución número
veintiuno del quince de Agosto del dos mil dos, disponiendo la
continuación del proceso seguido por la referida entidad bancaria,
contra Nor Pacific Trading Sociedad Anónima sobre ejecución de
garantías.
SEGUNDO: Que, la actora sustenta su pretensión, en la
vulneración de sus derechos constitucionales: a) al debido proceso,
pues la entrada en vigencia y la aplicación de la Ley Nº 27809, no
debe ser considerado como un hecho nuevo; b) a la inmutabilidad
de la cosa juzgada y al principio de preclusión procesal, por cuanto
al no haberse impugnado la resolución de vista de fecha doce de
Diciembre del dos mil tres, que ordena la suspensión del proceso
de ejecución de garantías, la misma ha adquirido la calidad de cosa
juzgada; c) a la irretroactividad de la ley previsto en el artículo 103
de la Constitución, dado que cuando una nueva norma entra en
vigencia no puede ser aplicada con efecto retroactivo; y d) a la
motivación de las resoluciones judiciales recogida en el inciso 5
del artículo 139 de la Constitución, concordante con el inciso 4 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, al no haberse pronunciado
los Magistrados demandados sobre la autoridad de la cosa juzgada
que ha sido considerada por el A quo en la resolución número
treinta y ocho.
TERCERO: El inciso 2 del artículo 200 de la Constitución
Política del Estado, prevé que la acción de amparo procede contra
el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos
por la Constitución, no procede contra normas legales ni contra
resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular. En
concordancia con la norma constitucional descrita, el artículo 4 del
Código Procesal Constitucional establece que el amparo procede
respecto de resoluciones judiciales firmes dictadas con manifiesto
agravio a la tutela procesal efectiva, que comprende el acceso a la
justicia y el debido proceso.
CUARTO: Que, haciendo un examen de los actuados judiciales
relativos al proceso de ejecución de garantías que motiva la
interposición de la presente demanda, se advierte que por
resolución número veintiuno de fecha quince de Agosto del dos mil
dos, obrante a fojas tres, el Juez del Cuadragésimo Primer Juzgado
Civil de Lima resuelve suspender la ejecución del bien hipotecado
materia del referido proceso; decisión que fuera confirmada por
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante resolución de vista de fecha doce de diciembre del dos
mil tres, obrante a fojas cuatro.
QUINTO.- Que, mediante escrito de fecha once de Marzo del
dos mil cuatro, obrante a fojas ciento cincuenta y seis, el Banco
de Crédito del Perú solicita se deje sin efecto la suspensión
de la ejecución decretada a través de la resolución número
veintiuno, argumentando que con la entrada en vigencia de la
Ley General del Sistema Concursal Nº 27809 publicada el ocho
de Agosto del dos mil dos, existe un nuevo hecho, y que resulta
aplicable al caso concreto, en virtud de lo dispuesto en la Primera
Disposición Transitoria, el inciso 67.5 del artículo 67 de dicha Ley,
que establece que el Plan de Reestructuración aprobado no surte
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
efectos sobre bienes del deudor que garanticen obligaciones de
terceros, contraídas con anterioridad a la fecha de difusión del
procedimiento concursal; pedido que motivara la expedición
de la resolución número treinta y ocho del tres de Mayo del dos
mil cuatro, que declaró improcedente la referida solicitud, tras
considerar que no resulta viable la aplicación retroactiva de la Ley
General del Sistema Concursal y que, por el principio de la cosa
juzgada, no pueden revisarse nuevamente hechos que ya fueron
materia de análisis.
SEXTO.- No conforme con dicho pronunciamiento, el Banco de
Crédito del Perú interpuso recurso de apelación tal como aparece
a fojas ciento setenta, motivando la emisión de la resolución de
vista del doce de Julio del dos mil seis, que revocando la precitada
resolución número treinta y ocho, dejó sin efecto la suspensión
ordenada mediante resolución número veintiuno de fecha quince
de Agosto del dos mil dos, por estimar que la resolución de vista
de fecha doce de Diciembre del dos mil tres, fue expedida en base
al marco jurídico existente al momento de emitirse el auto apelado
número veintiuno, y no por lo dispuesto en la Ley Nº 27809, que
resulta aplicable al caso, en virtud de su Primera Disposición
Transitoria, por encontrarse en trámite el procedimiento concursal
de Euro Luz Sociedad Anónima, empresa que adquirió el dominio
del inmueble sub litis mediante escritura pública del dieciséis
de Agosto del dos mil, asumiendo por ende la hipoteca que ha
sido otorgada con la finalidad de garantizar las obligaciones de
la codemandada Compañía de Servicios de Transportes Nasa
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada; vale decir, que
dicha hipoteca garantiza obligaciones de terceros, contraídas con
anterioridad a la fecha de difusión del procedimiento concursal,
resultando por consiguiente, de aplicación lo previsto en los
artículos 18 inciso 6, y 67 inciso 5 de la Ley Nº 27809.
SÉTIMO: Que el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, establece como principio y derecho de la
función jurisdiccional, la observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, comprendiendo entre otros, el derecho a ser
juzgado por un Juez competente, de ser emplazado válidamente,
de poder contradecir en un plazo razonable, de ser procesado en
base a un procedimiento previamente establecido legalmente,
de poder probar sus afirmaciones o de impugnar las decisiones
que no lo conforme. Del mismo modo el inciso 5 del artículo 139
de nuestra Carta Magna, acoge a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales como una garantía, en virtud a la cual el
Juez da cuenta por escrito de las razones por la que ha llegado a
su fallo, permitiéndosele a las partes conocer la ratio decidendi de
su resolución.
OCTAVO: Que, analizados los actuados procesales materia de
cuestionamiento, no se advierte vulneración alguna al derecho de
la accionante al debido proceso ni a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales, apreciándose de la resolución de vista del
doce de Julio del dos mil seis, materia de amparo, que la decisión de
los Magistrados demandados se encuentra debidamente motivada
conforme al mérito de lo actuado y al derecho, en la medida que
se ha expresado que la resolución de vista del doce de Diciembre
del dos mil tres, fue expedida en base a la norma existente al
momento en que se emitió la resolución número veintiuno del
quince de Agosto del dos mil dos, esto es, el Decreto Supremo Nº
014-99-ITINCI, que en su artículo 17 establecía que a partir de la
publicación en el Diario Oficial “El Peruano” se suspenderán todos
los procesos judiciales pendientes que se siga contra el insolvente y
que tenga como objeto la ejecución de garantías reales, embargos
o cualquier otra medida ordenada sobre los bienes, sin considerar
el marco jurídico contenido en la Ley Nº 27809; circunstancia que
al constituir un hecho nuevo exige otro pronunciamiento por parte
del órgano jurisdiccional en aras de garantizar el debido proceso,
por tanto es evidente que la aplicación del principio de la cosa
juzgada considerada por el Juez de la causa en la emisión de su
resolución número treinta y ocho, obrante a fojas siete, ha quedado
desvirtuada.
NOVENO: Que, con relación al argumento expuesto por
la demandante según el cual, se ha vulnerado el derecho a la
inmutabilidad de la cosa juzgada y el principio de preclusión, debe
precisarse que para que se pueda considerar la existencia de cosa
juzgada, debe concurrir una triple identidad: en las partes, petitorio
y causa o motivo, presupuesto último que no concurre en el caso
concreto al tratarse de distintos motivos que sustentaron la emisión
de las resoluciones de vista del doce de Diciembre del dos mil
tres y la que ahora es cuestionada de fecha doce de Julio del dos
mil seis; más aún si la primera de las nombradas ha considerado
como norma aplicable el Decreto Supremo Nº 014-99-ITINCI, que
sirvió de base para la emisión de la resolución apelada número
veintiuno, en tanto que la segunda ha estimado la plena vigencia de
la Ley General del Sistema Concursal Nº 27809. Asimismo, debe
indicarse que la resolución de vista del doce de Diciembre del dos
mil tres, no pudo ser impugnada vía recurso de casación, a tenor
de lo previsto en el inciso 2 del artículo 385 del Código Procesal
Civil, por tratarse justamente de un incidente surgido al interior del
proceso de ejecución de garantías y, como tal, conserva su eficacia
en tanto se mantenga la situación fáctica que la sustenta, por ende,
tampoco resulta de aplicación el principio de preclusión procesal.
DÉCIMO: Que en lo concerniente a la alegada vulneración
al derecho a la irretroactividad de la ley, cabe destacarse que
la Primera Disposición Transitoria de la Ley Nº 27809 del ocho
de Agosto del dos mil dos, establece que dicha Ley se aplicará
a los procedimientos en trámite bajo la Ley de Reestructuración
Patrimonial en la etapa que se encuentren, por lo que al haberse
precisado en la resolución impugnada que el procedimiento
concursal de la demandante se encuentra en trámite, resultan
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
aplicables las normas contenidas en la precitada Ley, no
advirtiéndose vulneración alguna a la irrectroactividad de la ley
previsto en el artículo 103 de la Constitución.
DÉCIMO PRIMERO.- En consecuencia, no habiendo acreditado
el demandante ninguno de los extremos de su demanda, ésta
deviene en infundada por improbanza de la pretensión conforme
al artículo 200 del Código Procesal Civil, no enervando la decisión
adoptada, los fundamentos expuestos por la demandante en su
recurso de apelación de fojas doscientos noventa y uno.
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
apelada obrante a fojas doscientos setenta y nueve, su fecha uno
de Abril del dos mil once, que declara INFUNDADA la demanda de
amparo incoada por Euro Luz Sociedad Anónima Cerrada; en los
seguidos contra los Vocales de la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima y otros; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, conforme
a ley; y los devolvieron.- Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.
S.S.
VINATEA MEDINA
YRIVARREN FALLAQUE
TORRES VEGA
MORALES GONZALEZ
CHAVES ZAPATER
W-1076637-6
PROCESO DE AMPARO
SENTENCIA
P.A. 3224 - 2011
LIMA
Lima, diecisiete de abril del dos mil doce.VISTOS; Con el acompañado, y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, por definición el amparo es una acción de
garantía constitucional, que tiene por finalidad asegurar a los
ciudadanos el goce efectivo de sus derechos constitucionales,
protegiéndolos de toda restricción o amenaza ilegal o arbitraria. En
ese sentido nuestro ordenamiento jurídico procesal constitucional
en vigencia considera a la acción de amparo como un instrumento
de seguridad jurídica, y lo concibe como un último remedio para
luchar contra la arbitrariedad.
SEGUNDO: Por escrito de fojas cuatro, la Municipalidad Distrital
de Chorrillos, interpone acción de amparo con la finalidad de que
se declare inaplicable la Resolución N° 109, corriente a fojas mil
seiscientos veinte del expediente acompañado que se tiene a la
vista, su fecha veintisiete de enero del dos mil nueve, que resuelve
requerir a la demandada Municipalidad Distrital de Chorrillos,
para que cumpla con pagar al demandante en dicho proceso, la
suma de S/. 10,000.00 (DIEZ MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES), por
concepto de costos procesales, más el 5% destinado al Colegio
de Abogados de Lima, decisión judicial que ha sido dictada en el
marco del proceso de ejecución de la sentencia recaída en los
seguidos por don Isidro Maucaylle Alhuay contra la mencionada
Municipalidad sobre obligación de dar suma de dinero.
TERCERO: Que la entidad edil demandante, sustenta su
demanda, en la vulneración de su derecho constitucional a la
tutela procesal efectiva, argumentando que los magistrados
demandados han vulnerado el artículo 47 de la Constitución Política
del Estado, ya que mediante resolución N° 106, del dieciséis de
junio del dos mil ocho, corriente a fojas mil quinientos noventa y
cinco del expediente acompañado que se tiene a la vista, el 22º
Juzgado Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lima, resolvió
aprobar los costos del proceso en la suma de S/. 10,000.00 (DIEZ
MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES), pese a que conforme al artículo
413 del Código Procesal Civil, los gobiernos locales, entre otros,
están exentos de la condena de costas y costos; decisión judicial
que tras ser confirmada por la Tercera Sala Laboral de la Corte
Superior de Justicia de Lima mediante auto de vista del nueve de
diciembre del dos mil ocho, ameritó la expedición de la resolución
N° 109, contra la que se interpone la presente acción de amparo,
a través de la cual se le requiere el pago de los costos procesales,
más el 5% destinado al Colegio de Abogados de Lima.
CUARTO: Fluye de la revisión de los actuados judiciales
que motivan la presente acción de amparo y que en calidad
de acompañados se tienen a la vista, que por escrito de fojas
veintinueve, don Isidro Maucaylle Alhuay interpone demanda contra
la ahora demandante Municipalidad Distrital de Chorrillos, a efecto
de que cumpla con pagarle la suma de S/. 87,877.52 (OCHENTA
Y SIETE MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y SIETE Y 52/100
NUEVOS SOLES), conforme a la liquidación de adeudos producto
de convenios colectivos y sus complementarias, suscritos entre la
organización sindical y la Municipalidad en el año mil novecientos
ochenta y nueve, disponiéndose a través de la Resolución N°
3 de fojas cincuenta y tres, que en mérito al Informe Pericial N°
2070-98- PJ-EL-JN de fojas cincuenta y dos, y en el marco de la
ejecución de la sentencia emitida por la Segunda Sala del Tribunal
48827
de Servicio Civil N° 1305-91-TNSC del trece de noviembre de mil
novecientos noventa y uno y la sentencia expedida por la Primera
Sala Laboral en lo Contencioso Administrativo del expediente N°
062-92-ACA, se requiera a la Municipalidad demandada para
que al término del tercer día de notificado cumpla con consignar
a favor del demandante la suma de S/. 31,584.21 (TREINTA Y
UN MIL QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO Y 21/100 NUEVOS
SOLES), por racionamiento, movilidad, gratificaciones, asignación
vacacional, más intereses, costas y costos, bajo apercibimiento de
afectar sus bienes en la forma que señale el demandante; decisión
judicial que al ser impugnada según escrito de fojas ciento dos,
ameritó la expedición del auto de vista de fojas ciento treinta y cinco,
que confirmando la apelada dispuso se requiera a la demandada
para que cumpla con consignar a favor del demandante la suma
de S/. 31,584.21 (TREINTA Y UN MIL QUINIENTOS OCHENTA
Y CUATRO Y 21/100 NUEVOS SOLES), con lo demás que
contiene.
QUINTO: Del mismo modo, aparece que por resolución N°
106, su fecha dieciséis de junio del dos mil ocho, corriente a fojas
mil quinientos noventa y cinco de los mencionados actuados
judiciales, el 22º Juzgado Laboral de la Corte Superior de Justicia
de Lima, resolvió aprobar por concepto de costos del proceso la
suma de S/. 10,000.00 (DIEZ MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES),
más el 5% destinado al Colegio de Abogados de Lima, para su
Fondo Mutual para cubrir los honorarios de los abogados en los
casos de auxilio judicial; ordenando que la demandada cumpla
con el pago de dicha suma de dinero; que interpuesto recurso
de apelación por la Municipalidad Distrital de Chorrillos a través
del escrito de fojas mil quinientos noventa y seis, la Tercera Sala
Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante auto de
vista de fojas mil seiscientos dieciocho, confirmó el auto apelado,
ameritando la expedición de la resolución N° 109, impugnada a
través de la presente acción de amparo que resuelve requerir a la
demandada Municipalidad Distrital de Chorrillos para que cumpla
con pagar al demandante la suma aprobada por concepto de
costos procesales.
SEXTO: De los fundamentos de la sentencia apelada, se
desprende que para declarar infundada la demanda, la Sexta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, acogiendo los
fundamentos del auto de vista de fojas mil seiscientos dieciocho,
su fecha nueve de diciembre del dos mil ocho del expediente
acompañado, que aprueba el pago de costos en la suma de S/.
10,000.00 (DIEZ MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES), ha concluido
que “si bien es cierto, conforme lo dispone el artículo 413 del
Código Procesal Civil, están exonerados del pago de costos
entre otros los gobiernos regionales locales, no menos cierto es
que en el caso de autos a través de la resolución de vista del
veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y ocho de fojas
ciento treinta y cinco, se ha resuelto confirmar la resolución N° 03
de fecha nueve de junio de mil novecientos noventa y ocho
de fojas cincuenta y tres, que ordenó entre otros el pago de
costos del proceso, lo que constituye cosa juzgada de carácter
inmutable prevista en el artículo 123 del Código Procesal Civil”.
SETIMO: Sin embargo, del análisis de los actuados judiciales
a los que alude la recurrida, aparece que por resolución N° 03 de
fojas cincuenta y tres, su fecha nueve de junio de mil novecientos
noventa y ocho, el Quinto Juzgado de Trabajo de Lima, en mérito
al Informe Pericial N° 207098-PJ-EL-JN, solicitado por resolución
N° 2 de fojas cuarenta y cinco, y en ejecución de la sentencia
expedida por la Primera Sala Laboral de Lima en la Acción
Contenciosa Administrativa en el expediente N° 062-92-ACA, del
doce de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro, resuelve
requerir a la demandada para que al término del tercer día de
notificado cumpla con consignar a favor del demandante la suma
de S/. 31,584.21 (TREINTA Y UN MIL QUINIENTOS OCHENTA Y
CUATRO Y 21/100 NUEVOS SOLES), por racionamiento, movilidad,
gratificaciones, asignación vacacional; más intereses, costas y
costos, bajo apercibimiento de afectar sus bienes en la forma que
señale el demandante; ameritando tal decisión la interposición del
recurso de apelación de fojas ciento dos, de cuyos fundamentos
no aparece argumentación alguna en torno a la condena
de costos, habiéndose centrado la pretensión impugnatoria
al cuestionamiento de la suma aprobada por los conceptos de
racionamiento, movilidad, gratificaciones y asignación vacacional,
motivo por el cual, de los fundamentos del auto de vista de fojas
ciento treinta y cinco, tampoco aparece discernimiento alguno
por parte de la Tercera Sala Laboral de la Corte Superior de
Justicia de Lima en relación a la mencionada condena de costos,
aún cuando de su fallo aparezca que se confirma la resolución N°
03, que requiere a la demandada cumpla con consignar a favor
del demandante la suma de S/. 31,584.21 (TREINTA Y UN MIL
QUINIENTOS OCHENTA Y CUATRO Y 21/100 NUEVOS SOLES),
“con lo demás que contiene”; consecuentemente, al no haberse
dilucidado acerca de la condena de costos, sino únicamente de
los conceptos demandados, es evidente que no estamos frente
al supuesto invocado en la sentencia apelada, en la medida que
por definición, la Cosa Juzgada va a determinar que, dentro de
los límites fijados en pronunciamiento anterior no quepa volver a
conocer sobre aquello que ya fue objeto de resolución, dado
que sólo en el caso de haberse discernido sobre determinada
materia litigiosa, se producirán las características de
irrevocabilidad e inmutabilidad.
OCTAVO: Del mismo modo, cabe destacar que a través de
la sentencia apelada, la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, bajo el único argumento de haberse producido
la autoridad de cosa juzgada, pretende dejar incólume la decisión
impugnada a través del amparo a mediante la cual requiere a la
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48828
Municipalidad Distrital de Chorrillos el pago de una determinada
suma de dinero por concepto de costos, pese a que por mandato
legal previsto en el artículo 413 del Código Procesal Civil, los
gobiernos locales están exentos de la condena en costas y
costos, prefiriendo de ese modo la inaplicación de la Ley ante un
supuesto de cosa juzgada, que como se ha advertido anteriormente
tampoco se ha producido.
NOVENO: En consecuencia, es evidente que al condenarse a
la Municipalidad demandante, al pago de costos, se ha afectado
su derecho constitucional a la tutela procesal efectiva, pues pese
a haber denunciado la vulneración de lo dispuesto en los artículos
413 del Código Procesal Civil y 47 de la Constitución Política del
Estado, a través de su recurso de apelación de fojas mil quinientos
noventa y seis del cuaderno acompañado, las resoluciones de fojas
mil seiscientos dieciocho y mil seiscientos veinte, inobservando la
exención de los gobiernos locales al pago de costos, disponen su
aprobación y requieren a la recurrente al cumplimiento de dicho
pago.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
veintisiete de enero del dos mil nueve del expediente acompañado,
que requiere a la demandada Municipalidad Distrital de Chorrillos
para que cumpla con pagar a la demandante la suma de S/.
10,000.00 (DIEZ MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES) por concepto de
costos procesales más el 5% destinado al Colegio de Abogados
de Lima, ORDENARON que los magistrados demandados
expidan nueva resolución con arreglo a Ley; en los seguidos por
la Municipalidad Distrital de Chorrillos contra los magistrados de
la Tercera Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lima,
sobre acción de amparo; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a Ley,
y los devolvieron.- Vocal ponente: Vásquez Cortez.
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
ACEVEDO MENA
VINATEA MEDINA
DECISION:
Por tales consideraciones: REVOCARON la sentencia apelada
de fojas ciento cincuenta y nueve, su fecha once de marzo del
dos mil once, que resuelve declarando improcedente la demanda,
REFORMANDOLA la declararon FUNDADA, en consecuencia
NULA la resolución N° 109, de fojas mil seiscientos veinte, su fecha
MORALES GONZALEZ
CHAVES ZAPATER
W-1076637-7
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 02007-2011-PA/TC
LA LIBERTAD
SEGUNDO RUFINO TIRADO ÁLVAREZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de octubre de 2013, el Pleno
del Tribunal Constitucional, integrado por los magistrados Urviola
Hani, Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Calle Hayen, Eto Cruz y
Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia, con los votos
singulares de los magistrados Vergara Gotelli y Mesía Ramírez,
que se agregan.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Segundo
Rufino Tirado Álvarez contra la resolución expedida por la Segunda
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, de fojas 51, su fecha 9 de marzo de 2011, que declaró
improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 20 de agosto de 2010, el recurrente interpone
proceso de amparo contra el Presidente del Consejo de Ministros,
don Javier Velasquez Quesquén; el Presidente del Congreso de la
República, don César Zumaeta Flores; y otros; a efectos de que
cese la amenaza de violación de su derecho de libertad religiosa
reconocido en el artículo 2º de la Constitución, y, en consecuencia,
se ordene a la Presidencia del Consejo de Ministros que retire
el Proyecto de Ley Nº 4022/2009-PE, presentado por el Poder
Ejecutivo, con el cual se pretende declarar al Señor de los Milagros
como Patrono del Perú, símbolo que el recurrente considera
perteneciente a la Iglesia católica. Asimismo, solicita que se ordene
al Congreso de la República que se abstenga de realizar todo acto
orientado a la aprobación de dicho Proyecto, debiendo archivarlo.
Señala el recurrente que profesa la fe cristiana evangélica y,
a su juicio, el Proyecto de Ley presentado por el Poder Ejecutivo
contraviene el texto constitucional conforme al cual el Estado
peruano no es un Estado confesional y existe una separación entre
las confesiones religiosas y el Estado. El recurrente compara este
Proyecto de Ley con un intento en 1923, durante el gobierno del
Presidente Augusto B. Leguía, de consagrar el Perú al Sagrado
Corazón de Jesús por iniciativa del arzobispo de Lima Emilio
Lisson.
Con fecha 26 de agosto de 2010, el Primer Juzgado
Especializado Civil de Trujillo de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, declaró de plano improcedente la demanda, por no
estar referida en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado (artículo 5º, inciso 1, del Código
Procesal Constitucional). A su turno, la Segunda Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad confirma
la apelada, por considerar que el cuestionado Proyecto de Ley Nº
4022/2010-PE no configura amaneza de violación de derechos
constitucionales.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. La demanda tiene por pretensión que se ordene a la
Presidencia del Consejo de Ministros que retire el Proyecto de
Ley Nº 4022/2009-PE por el cual se pretende declarar al Señor
de los Milagros como Patrono del Perú, y, asimismo, se ordene
al Congreso de la República que se abstenga de realizar todo
acto orientado a la aprobación de dicho Proyecto, que señala lo
siguiente:
Proyecto de Ley Nº 4022/2010-PE
Ley que declara al “Señor de los Milagros” como Patrono
del Perú
Artículo 1º.- Declárese al “Señor de los Milagros” como Patrono
del Perú.
Artículo 2º.- Deróguese toda norma que se oponga a lo dispuesto
por la presente Ley.
2. A juicio del recurrente, el referido Proyecto, al pretender que
por ley se declare como patrono del Perú a un símbolo religioso
católico, representaría una amenaza a su derecho de libertad
religiosa.
Sobre los argumentos de la recurrida y la necesidad de un
pronunciamiento de fondo
3. La recurrida fundamenta la improcedencia de la demanda
en que el Proyecto de Ley Nº 4022/2009-PE, cuestionado en el
amparo de autos, no constituye una amenaza cierta e inminente de
violación del derecho constitucional invocado por el recurrente. Sin
embargo, la resolución recurrida no tiene en cuenta que, a la fecha
de su suscripción (9 de marzo de 2011), el referido proyecto de
ley se había convertido en la Ley Nº 29602, publicada en el diario
oficial “El Peruano” el 19 de octubre de 2010 y vigente.
4. De esta perspectiva, a juicio de este Tribunal, eventualmente
una demanda de amparo contra un proyecto de ley que en su
origen es improcedente por no existir amenaza cierta e inminente
a derechos constitucionales (según reiterada jurisprudencia de
este Tribunal: SSTC 4057-2004-AA/TC, fundamento 8; 3403-2005PA/TC, fundamento 4; 3462-2006-PHC/TC, fundamento 3; 34862006-PHC/TC, fundamento 3; 7778-2006-PA/TC, fundamento 3;
10478-2006-PA/TC, fundamento 3), podría, una vez transformado
dicho proyecto en ley, merecer un pronunciamiento jurisdiccional
de fondo, si es que las objeciones constitucionales formuladas
por el demandante contra el proyecto de ley pueden sostenerse
igualmente contra la ley finalmente aprobada, que podría constituir
una vulneración a un derecho constitucional. Así lo ha entendido
este Tribunal en la STC 165-95-AA/TC (fundamento 3).
5. Sin embargo, el análisis de si los cuestionamientos de
constitucionalidad formulados por el recurrente contra el Proyecto
de Ley Nº 4022/2009-PE se mantienen o no en la Ley Nº 29602,
está ausente en la resolución recurrida, por lo que este Tribunal
debe realizar esa comparación, pues así lo exige una tutela de los
derechos constitucionales que se pretenda eficaz.
6. A juicio de este Tribunal, comparado el Proyecto de Ley
Nº 4022/2010-PE, materia del amparo de autos, con la Ley Nº
29602, puede afirmarse que la imputación de inconstitucionalidad
formulada por el recurrente se mantiene. En efecto, a pesar de que
dicha Ley no declara al Señor de los Milagros Patrono del Perú,
sino declara, en su artículo 1º, al “Señor de los Milagros Patrono de
la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú”, este mismo artículo
seguidamente y sin hacer ya referencia a una confesión religiosa
específica, lo declara también, de modo general, “símbolo de
religiosidad y sentimiento popular” (subrayado nuestro), se entiende
El Peruano
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
que del pueblo del Perú, por tratarse de una ley del Congreso de la
República, que no especifica un ámbito de aplicación concreto.
7. En opinión de este Tribunal, de la demanda se desprende
que lo que el recurrente considera lesivo es que por ley se declare
como signo de identidad de toda la Nación (sea como Patrono en el
Proyecto de Ley, o como símbolo en la Ley) a un símbolo religioso
católico, a pesar de la laicidad del Estado y de quienes, como él, no
profesan la religión católica.
8. Por ello, este Tribunal considera que el cuestionamiento de
constitucionalidad realizado por el recurrente puede mantenerse
y su dilucidación resulta de la mayor importancia de cara a la
protección de los derechos humanos, por su compromiso con un
derecho fundamental como el de libertad religiosa.
9. Aun cuando frente al rechazo liminar del que ha sido objeto
la demanda de autos podría optarse por la recomposición total del
proceso, este Tribunal estima que ello se hace innecesario, ya que
a la luz de lo que aparece objetivamente en el expediente resulta
perfectamente posible dilucidar la controversia planteada.
10. Por otra parte, la decisión de pronunciarse de inmediato
sobre la materia controvertida, no supone colocar en estado de
indefensión a quienes aparecen como demandados en la presente
causa, habida cuenta que, conforme se aprecia de fojas 38 a 42,
los demandados fueron notificados con el recurso de apelación
interpuesto contra la resolución que declaró la improcedencia de la
demanda, lo que significa que conocieron de ésta y bien pudieron
en su momento argumentar lo que consideraran pertinente a su
defensa.
Declaración estatal de símbolos o patronos religiosos,
libertad religiosa y laicidad del Estado
11. El derecho fundamental de libertad religiosa se encuentra
reconocido en nuestra Constitución, en primer término, en su
artículo 2º, inciso 2, donde se consagra el derecho-principio
de no discriminación o de igualdad religiosa (“Nadie puede ser
discriminado por motivo de […] religión”). Pero es especialmente
en su artículo 2º, inciso 3, donde se reconoce la libertad religiosa
“en forma individual o asociada” y en su dimensión subjetiva, que,
a su vez, tiene una doble dimensión: interna y externa.
En su dimensión subjetiva interna, según hemos dicho, la
libertad religiosa “supone la capacidad de toda persona para
autodeterminarse de acuerdo con sus convicciones y creencias en
el plano de la fe religiosa” (STC 6111-2009-PA/TC, fundamento 10).
En su dimensión subjetiva externa, la libertad religiosa involucra la
libertad para “la práctica de la religión en todas sus manifestaciones,
individuales o colectivas, tanto públicas como privadas, con libertad
para su enseñanza, culto, observancia y cambio de religión” (STC
6111-2009-PA/TC, fundamento 10), siempre que no se “ofenda
la moral ni altere el orden público” (artículo 2º, inciso 3, de la
Constitución); lo que genera el principio de inmunidad de coacción
según el cual “ninguna persona puede ser obligada a actuar contra
sus creencias religiosas; es decir, que no podrá ser obligada
o compelida jurídicamente a obrar de manera opuesta a dichas
convicciones” (STC 3283-2003-AA/TC, fundamento 19).
12. La Constitución también reconoce una dimensión negativa
de la libertad religiosa en cuanto derecho subjetivo, contenida en
el artículo 2º, inciso 19, de la Constitución, conforme al cual toda
persona tiene derecho “a mantener reserva sobre sus convicciones
(…) religiosas”.
13. De otro lado, el derecho de libertad religiosa tiene una
dimensión objetiva, contenida en el artículo 50º de la Constitución,
que determina, por un lado, el principio de laicidad del Estado y, de
otro, el principio de colaboración entre el Estado y las confesiones
religiosas. Ya ha dicho este Tribunal que “la Constitución, junto
con el principio de laicidad del Estado, considera importante
el componente religioso perceptible en la sociedad peruana
y dispone que el Estado preste su colaboración a la Iglesia
Católica y que pueda establecer formas de colaboración con las
demás confesiones, introduciendo de este modo el principio de
colaboración entre el Estado y las confesiones religiosas” (STC
6111-2009-PA/TC, fundamento 29). Y también ha destacado este
Tribunal: “el término “colaboración” que emplea la Constitución
indica que nuestro modelo constitucional no responde ni a los
sistemas de unión, ni a los sistemas de separación absoluta entre
el Estado y las confesiones. La colaboración entre el Estado y las
confesiones religiosas es un lugar de encuentro equidistante de
la unión y la incomunicación entre ellos” (STC 06111-2009-PA/TC,
fundamento 31).
14. Luego de recordar, resumidamente, la doctrina de este
Supremo Intérprete de la Constitución sobre el derecho fundamental
de libertad religiosa, corresponde, a partir de ello, analizar si una ley
que declara al Señor de los Milagros (de origen religioso católico)
como “símbolo de religiosidad y sentimiento popular” afecta o no el
derecho de libertad religiosa en su dimensión subjetiva y objetiva.
15. En lo que respecta a la dimensión objetiva, indudablemente
por el principio de laicidad el “Estado se autodefine como laico o
ente radicalmente incompetente ante la fe y la práctica religiosa,
no correspondiéndole ni coaccionar ni siquiera concurrir, como un
sujeto más, con la fe religiosa de los ciudadanos” (STC 6111-2009PA/TC, fundamento 25).
16. Al mismo tiempo, este Tribunal no puede desconocer
que las entidades o instituciones adoptan signos de identidad con
un carácter integrador entre sus miembros y por la necesidad de
su reconocimiento o individualización por parte de terceros. Así,
además de la denominación (elemento distintivo por excelencia),
hay casos en que se dota a dichos colectivos de escudos,
banderas, lemas, himnos, conmemoraciones y otros signos de
48829
identidad entre los que en ocasiones pueden encontrarse símbolos
que en su origen son de carácter religioso cristiano.
17. La adopción de tales signos de identidad puede responder a
diversos factores. Cuando se trata de un Estado donde se presenta
una religión mayoritaria, que puede haber influido en su historia y
cultura, pueden encontrarse que no pocos de sus elementos de
identidad tienen un origen religioso. En el caso del Estado peruano,
esta influencia viene reconocida constitucionalmente, cuando el
artículo 50º de la Constitución reconoce a la Iglesia católica “como
elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del
Perú”. Así se explica que diversos signos de identidad del Estado,
como escudos o nombres de municipios o instituciones públicas,
así como conmemoraciones o actuaciones institucionales (por
ejemplo, la tradicional Misa y Te Deum por el aniversario de la
independencia nacional) se encuentren vinculados a la religión
católica o resulte reconocible su origen religioso cristiano, como
lo que acontece también con nuestro himno nacional (“[…]antes
niegue sus luces el sol, que faltemos al voto solemne que la patria
al Eterno elevó” [coro]; “[…] renovemos el gran juramento que
rendimos al Dios de Jacob” [estrofa VI]) (cfr. también la relación
hecha en la STC 6111-2009-PA/TC, fundamentos 39 a 42).
18. Y es que, como ya ha destacado este Tribunal, “no puede
soslayarse que la religión católica ha sido y es la fe tradicional del
pueblo peruano -la cual por varias razones se articula a nuestro
concepto mismo de nación- y ha determinado que el artículo 50.° de
la Constitución establezca, como un reconocimiento a su raigambre
institucional, que “Dentro de un régimen de independencia y
autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento
importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú y
le presta su colaboración” (STC 3283-2003-AA/TC, fundamento
23). Ha resaltado también este Tribunal que “la influencia de la
Iglesia católica en la formación histórica, cultural y moral del Perú
se manifiesta en elementos presentes históricamente en diversos
ámbitos públicos, pudiendo afirmarse que, más allá del carácter
religioso de su origen, dichos elementos revisten actualmente un
carácter histórico y cultural” (STC 06111-2009-PA/TC, fundamento
37).
19. Coherente con ello, este Tribunal ha afirmado que “ni
la libertad religiosa ni la laicidad del Estado pueden entenderse
afectadas cuando se respetan expresiones que, aunque en su
origen religiosas, forman parte ya de las tradiciones sociales de
un país” (STC 06111-2009-PA/TC, fundamento 48). Y es que este
Supremo Intérprete de la Constitución tiene claro que “la laicidad es
incompatible con un Estado que se considere defensor o protector
de una determinada confesión, pero también lo es con un Estado
que promueva el ateísmo o el agnosticismo o el destierro del ámbito
público de toda expresión de origen religioso. La incompetencia del
Estado ante la fe y la práctica religiosa no significa la promoción del
ateísmo o agnosticismo con la eliminación de símbolos religiosos
de la esfera pública o la imposición de una ideología antirreligiosa,
ignorando las tradiciones que responden a la formación histórica,
cultural y moral del Perú” (STC 06111-2009-PA/TC, fundamento
49).
20. Coincidimos por ello con el Tribunal Constitucional español
cuando afirma: “es obvio que no basta con constatar el origen
religioso de un signo identitario para que deba atribuírsele un
significado actual que afecte a la neutralidad religiosa que a los
poderes públicos impone el art. 16.3 CE. La cuestión se centra en
dilucidar, en cada caso, si ante el posible carácter polisémico de
un signo de identidad, domina en él su significación religiosa en un
grado que permita inferir razonablemente una adhesión del ente
o institución a los postulados religiosos que el signo representa”
(STC 34/2011, de 28 de marzo, FJ 4). Y hay que tener presente
también que, como ha señalado el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (cfr. sentencia Lautsi contra Italia del 18 de marzo de
2011, fundamento 66) en criterio que este Tribunal Constitucional
comparte (cfr. STC 06111-2009-PA/TC, fundamento 50), la sola
percepción subjetiva de violación de un derecho no es suficiente
para configurar tal vulneración.
21. Desde esta perspectiva, ya que el reclamo de autos
versa sobre la declaración por ley del Señor de los Milagros
como símbolo de religiosidad y sentimiento popular del Perú,
corresponde analizar si éste, al ser de origen religioso, reviste
actualmente un significado incompatible con el deber del Estado
de respetar el principio laicidad que impone a los poderes públicos
el artículo 50º de la Constitución, por dominar en él su significación
religiosa en un grado que permita inferir una adhesión estatal a tal
contenido religioso, o si su significado actual hace que presente
más bien un carácter cultural, que responde a una tradición
social que en modo alguno compromete la laicidad del Estado;
como lo entendió la Corte Suprema de los Estados Unidos de
América en el caso Marsh vs. Chambers (463 U.S. 783 [1983]),
al considerar conforme con la Constitución norteamericana
(Primera Enmienda, sobre libertad religiosa) que en la apertura
de las sesiones parlamentarias se diga una oración pública por un
capellán remunerado con fondos estatales, por ser una práctica
de más de 200 años sin interrupciones, que se ha convertido en
parte del tejido social (cfr. STC 6111-2009-PA/TC, fundamento
48).
22. Conviene tener presente en este análisis que el Estado
ha declarado anteriormente un patrono religioso. Es el caso del
Decreto Supremo Nº 0027-89-IN, que declaró a Santa Rosa de
Lima "Patrona de la Policía Nacional del Perú".
23. En la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley Nº
4022/2009-PE, reclamado en el presente proceso de amparo y
luego convertido en la Ley Nº 29602, se lee lo siguiente (de fojas 5
a 6):
48830
PROCESOS CONSTITUCIONALES
“La procesión del Señor de los Milagros es una festividad
religiosa profundamente arraigada en el perfil de la identidad de los
peruanos, siendo considerada una de las más multitudinarias de
todo el orbe, tanto por el inmenso mar humano que alberga como
por la sublimidad y grandiosidad espiritual que trae consigo esta
mística expresión de fe católica del pueblo limeño.
(…)
En 1671, más de un centenar de personas se reunían para
alabar con sus cantos y fiestas al muro donde yacía la imagen del
Señor de los Milagros (…).
En el mes de octubre de 1687 un maremoto arrasó con el
Callao y parte de Lima derribando la capilla edificada en honor del
Santo Cristo, sólo quedando en pie la pared de la imagen. Ante
aquel acontecimiento decidieron confeccionar una copia al óleo de
la imagen y que, por primera vez, saliera en procesión en andas
por las calles (…).
En 1746, la imagen recorrió las calles limeñas, por segunda
vez. Poco después un grupo de personas se fue sumando y desde
entonces aumentó la fe del pueblo en la milagrosa imagen del
Cristo de Pachacamilla, que ha ido creciendo hasta convertirla en
una de las manifestaciones de religiosidad popular más grandes
de Latinoamérica.
(…)
“ (…) el Instituto Nacional de Cultura – INC, mediante Resolución
Directoral Nacional Nº 1454/INC, de fecha 27 de octubre de 2005,
declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la “Festividad del
Señor de los Milagros” que se celebra en la ciudad de Lima en
el mes de octubre de cada año, dada la trascendencia de dicha
festividad, su importancia a nivel nacional e internacional, pues
además de ser una expresión pura de fervencia religiosa, es una
de las muestras más grandes de fe religiosa y atracción turística”.
24. Precisamente, la mencionada Resolución Directoral
Nacional Nº 1454/INC del Instituto Nacional de Cultura, sustentó
la declaración de la “Festividad del Señor de los Milagros” como
Patrimonio Cultural de la Nación, en los siguientes argumentos:
“A lo largo de más de trescientos años se ha venido desarrollando
un culto que reúne distintos elementos que son expresiones de una
fe y religiosidad popular y que a partir de este culto, al “Señor de los
Milagros”, se ha ido creando una festividad que tiene como centro la
procesión, acto religioso que es actualmente casi un peregrinaje y
una de las manifestaciones religiosas más importantes en América
Latina y, en su género, una de las expresiones de multitudes más
importante del mundo.
Alrededor de la fiesta religiosa católica, la fiesta popular se
expresa en la música de claras raíces negras y mestizo-criollas,
en el consumo de productos gastronómicos característicos y
otras especialidades, como la cerería y la imaginería, que se
agregan a la manifestación de misticismo religioso. Igualmente,
como en otras ferias y festividades que ligan lo religioso y lo
festivo popular, las corridas de toros de la “Feria del Señor de
los Milagros” o la “Feria de Octubre” se han venido haciendo
parte de la tradición.
Por estas características la Festividad del Señor de los
Milagros, a través de un muy largo proceso, expresa la integración
de diversas tradiciones culturales (afro-peruana, andina e hispanocriolla), en torno a la veneración de la imagen del “Cristo morado”
y en torno a una fiesta popular que se ha convertido en parte de la
tradicionalidad en el país. Se trata de una manifestación cultural de
religiosidad y fiesta que tiene significados muy importantes en el
imaginario y la vida de grandes sectores de la población dentro del
espacio urbano, popular y criollo principalmente limeño; por lo que
constituye parte de nuestro Patrimonio Cultural y como tal debe
ser declarado”.
25. Refiere al respecto el historiador José Antonio del Busto
que a partir del siglo XVII “el culto al Señor de los Milagros se
difundió entre todos los grupos sociales del virreinato peruano.
Durante el gobierno del virrey Manuel Amat y Juniet se reconstruyó
el santuario y monasterio de las Nazarenas, en Lima, destruido por
el terremoto de 1746. Allí descansa hoy la imagen del Cristo Morado
-llamado también así a raíz del color de los hábitos que usan sus
fieles-, que cada octubre congrega a millones de seguidores en
las procesiones que recorren diversos distritos y barrios de Lima y
Callao” (Breve historia de los negros en el Perú, Lima, El Comercio,
2011, p. 115).
26. Este Tribunal ha tenido también oportunidad de referirse
a la devoción al Señor de los Milagros, destacando que “congrega
anualmente multitudinarias procesiones por las calles de distintas
ciudades del Perú, e incluso en otros países por iniciativa de
peruanos presentes en ellos” (STC 06111-2009-PA/TC, fundamento
40).
27. Por todo ello, a juicio de este Tribunal, la secular tradición
del Señor de los Milagros constituye actualmente una expresión
cultural, que se encuentra enraizada en la sociedad peruana. Una
prueba de esto es que su festividad haya sido declarada por el
Instituto Nacional de Cultura como Patrimonio Cultural de la Nación,
mediante Resolución Directoral Nacional Nº 1454/INC, del 27 de
octubre de 2005, que venimos de citar. Por tanto, que se declare
por ley al Señor de los Milagros como “símbolo de religiosidad y
sentimiento popular” del Perú no representa una transgresión al
El Peruano
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principio de laicidad del Estado contenido en el artículo 50º de la
Constitución.
28. Similar razonamiento ha llevado al Tribunal Constitucional
español, en Sentencia 34/2011, del 28 de marzo de 2011, a
considerar que no contraviene la laicidad del Estado el hecho de que
en los estatutos del Colegio de Abogados de Sevilla se disponga
que éste “por secular tradición tiene por Patrona a la Santísima
Virgen María, en el Misterio de su Concepción Inmaculada”. Luego
de concluir que los colegios profesionales (corporaciones de
derecho público) han de ser, como todas las instituciones públicas,
ideológicamente neutrales (cfr. STC 34/2011, de 28 de marzo,
FJ 4), el mencionado Tribunal afirma que “cuando una tradición
religiosa se encuentra integrada en el conjunto del tejido social de
un determinado colectivo, no cabe sostener que a través de ella los
poderes públicos pretendan transmitir un respaldo o adherencia a
postulados religiosos; concluyéndose así que, en el presente caso,
el patronazgo de la Santísima Virgen en la advocación o misterio
de su Concepción Inmaculada, tradición secular del Colegio de
Abogados de Sevilla, no menoscaba su aconfesionalidad” (STC
34/2011, de 28 de marzo, FJ 4).
29. Por supuesto, y en forma semejante a como ya dijo
este Tribunal en un caso donde se invocaba el mismo derecho
fundamental que en autos (cfr. STC 6111-2009-PA/TC, fundamento
55), así como concluimos que resulta compatible con el principio
de laicidad del Estado que una ley -que es “producto del ejercicio
de una función representativa, (…) (que) se fundan en la voluntad
política de las mayorías y su legitimidad descansa en su relación
con la representación del cuerpo electoral” (STC 00005-2011-PI/
TC, fundamento 9)- declare al Señor de los Milagros como símbolo
de religiosidad y sentimiento popular del Perú, será igualmente
compatible con la Constitución una ley que derogue tal declaración.
Es decir, no resulta inconstitucional la ley que declara símbolo de
religiosidad y sentimiento popular al Señor del los Milagros, pero ello
no impide que el legislador, con la misma legitimidad democrática
con la que aprobó dicha ley, pueda derogarla.
30. Por último, la declaración del Señor de los Milagros como
“símbolo de religiosidad y sentimiento popular” del Perú que hace
la ley bajo análisis tampoco puede compararse con el intento
de consagrar el Perú al Sagrado Corazón de Jesús en 1923.
Conforme a la definición del Diccionario de la Real Academia
Española, consagrar, en su acepción pertinente, es “dedicar,
ofrecer a Dios por culto o voto una persona o cosa”, con lo cual
es claro el contenido o significado religioso de la consagración,
que, aunque podría encontrar alguna explicación en el carácter
confesional del Estado conforme a la Constitución de 1920 (cfr.
artículo 5º), no puede tener cabida en el contexto de un Estado
laico o aconfesional como el diseñado en la vigente Constitución
de 1993 (cfr. artículo 50º). Por el contrario, la Ley N° 29602 no
“consagra” al Perú -no lo dedicaba u ofrecía a Dios-, lo cual estaría
reñido con el principio de laicidad, sino que declara al Señor de
los Milagros como “símbolo de religiosidad y sentimiento popular”,
con un significado que, a partir de lo expuesto en los fundamentos
precedentes, puede considerarse que responde a una tradición
secular que, aunque en su origen religiosa, tiene hoy en día una
evidente importancia cultural, sociológica e histórica, por lo que es
compatible con el principio de laicidad del Estado del artículo 50º
de la Constitución.
31. Por lo anteriormente expuesto, este Tribunal concluye
que no hay amenaza ni mucho menos violación de la libertad
religiosa del recurrente en su dimensión objetiva (artículo 50º de la
Constitución).
32. En lo que respecta a la dimensión subjetiva de la libertad
religiosa (artículo 2º, incisos 3, de la Constitución), el recurrente
indica que profesa la fe cristiana evangélica. Sin embargo, este
Tribunal Constitucional considera que la declaración del Señor
de los Milagros como “símbolo de religiosidad y sentimiento
popular” del Perú que hace la Ley Nº 29602, en nada perturba la
capacidad del recurrente de autodeterminarse de acuerdo con sus
convicciones y creencias en el plano de la fe religiosa, ni le obliga
a actuar contra sus creencias religiosas, ni le impide la práctica de
su religión en todas sus manifestaciones, individuales o colectivas,
tanto públicas como privadas, con libertad para su enseñanza,
culto, observancia y cambio de religión. Es decir, siguiendo lo que
la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha entendido como
el contenido del derecho fundamental de libertad religiosa, este
Tribunal no considera que la Ley Nº 29602 impida al recurrente
conservar, cambiar, profesar y divulgar su religión o sus creencias
(cfr. Sentencia del caso La última tentación de Cristo [Olmedo
Bustos y otros] vs. Chile, del 5 de febrero de 2001, Nº 79).
Debe tenerse en cuenta, además, que el amparo procede
contra la violación o amenaza de derechos constitucionales (en
este último caso, siempre que sea de cierta e inminente realización;
cfr. artículo 2º del Código Procesal Constitucional), no contra
“perjuicios imaginarios o aquellos que escapan a una captación
objetiva”, conforme a reiterada jurisprudencia de este Tribunal (cfr.
STC 0091-2004-AA/TC, fundamento 8; STC 2593-2003-AA/TC,
fundamento 3).
33. Un escenario distinto se presentaría si de la declaración
del Señor de los Milagros como símbolo de religiosidad y
sentimiento popular por la Ley Nº 29602 (o como Patrono del
Perú, según la demanda de autos, que se basa en el Proyecto de
Ley Nº 4022/2009-PE) se seguiría la obligación del recurrente de,
por ejemplo, participar en actos de culto al Señor de los Milagros
en contra de su voluntad y de sus convicciones. Tal supuesto de
coacción -que ni tan siquiera ha sido mencionado por el recurrente, evidentemente objetivo, sí tendría suficiente fundamento como
para ser calificado de inconstitucional por lesivo de la libertad
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
religiosa y representaría un incumplimiento del deber de laicidad
del Estado, lo que sin embargo no sucede ni se configura por la
sola declaratoria que hace la Ley Nº 29602 (cfr. STC 6111-2009-PA/
TC, fundamento 45). A propósito de esto, conviene aquí recordar
que este Tribunal ya se ha pronunciado en el sentido de que si
bien puede ser legítima la organización en una entidad o institución
estatal de determinadas celebraciones religiosas (la Navidad, por
ejemplo), ello no significa que pueda obligarse a las personas a
participar en esas celebraciones o no se garantice su libertad para
decidir si desean o no tomar parte en tales actos (cfr. 5680-2009PA/TC, fundamento 28).
34. En consecuencia, al no haberse acreditado ni la amenaza
ni menos aún la violación de las dimensiones objetiva y subjetiva
del derecho fundamental de libertad religiosa del recurrente, la
demanda debe ser desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO DEL VERGARA
GOTELLI
Emito el presente voto singular por las consideraciones
siguientes:
1. El recurrente interpone demanda de amparo contra la
Presidencia del Consejo de Ministros, don Javier Velasquez
Quesquén, el Presidente del Congreso de la Republica, don
Cesar Zumaeta Flores, y otros, con la finalidad de que se
retire el Proyecto de Ley Nº 4022/2009-PE, presentado por el
Poder Ejecutivo, con lo cual se pretende declarar al Señor de
los Milagros como Patrono del Perú, símbolo que considera
perteneciente a la Iglesia Católica, solicitando a la vez que se
ordene al Congreso de la Republica que se abstenga de realizar
todo acto orientado a la aprobación de dicho proyecto, debiendo
por ende archivarlo.
Refiere el actor profesar la fe cristiana evangélica y que el
proyecto presentado por el Poder Ejecutivo contraviene el texto
constitucional conforme al cual, el peruano no es un Estado
confesional y existe una separación entre las confesiones religiosas
y el Estado.
2. El Primer Juzgado Especializado Civil de Trujillo de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad declara la improcedencia
liminar de la demanda por considerar que para la dilucidación
de la pretensión es necesario un proceso que cuente con etapa
probatoria, etapa de la que carecen los procesos constitucionales.
La Sala Superior revisora confirma la apelada por considerar que
la negativa de modificar un registro no constituye lesión alguna al
derecho a la libertad religiosa en tanto no representa restricción
no coacción alguna que afecte la libre autodeterminación de las
creencias.
3. Entonces tenemos que el tema de la alzada trata de un
rechazo liminar de la demanda (ab initio), en las dos instancias
(grados) precedentes, lo que significa que no hay proceso y por lo
tanto no existe demandado (emplazado). Por ello cabe mencionar
que si el Superior no está conforme con el auto venido en grado
debe revocarlo para vincular a quien todavía no es demandado
puesto que no ha sido emplazado por notificación expresa y
formal requerida por la ley. Lo que se pone en conocimiento es “el
recurso interpuesto” y no la demanda. Por esto es que el Tribunal
Constitucional debe limitarse al auto de rechazo liminar, desde
luego.
4. Al concedérsele al actor el recurso extraordinario de agravio
constitucional, el principio de limitación aplicable a toda la
actividad recursiva le impone al Tribunal Constitucional la limitación
de sólo referirse al tema de la alzada, en este caso nada más y
nada menos que el auto de rechazo liminar.
5. El artículo 47º Código Procesal Constitucional en su
último parágrafo precisa ciertamente que “si la resolución que
declara la improcedencia (auto de rechazo liminar evacuado por
el Juez al calificar la demanda) fuese apelada, el juez pondrá en
conocimiento del demandado el recurso interpuesto”. Este mandato
tiene sustento en la más elemental lógica: el recurso de apelación
concedido y notificado al que debería ser considerado demandado
si la sala superior revoca el auto cuestionado, produce efectos para
ambas partes.
6. Por cierto si el Superior revoca el auto venido en grado,
para vincular a quien todavía no es demandado puesto que no
ha sido emplazado por notificación expresa y formal por no existir
proceso y no ser él, por tanto, demandado, tiene que ponérsele
48831
en su conocimiento “el recurso interpuesto” y no la demanda,
obviamente.
7. No está demás recordar que la parte en análisis del recurrido
artículo 47º del Código Procesal Constitucional es copia de lo que
al respecto prescribe el artículo 427º del Código Procesal Civil en
su último parágrafo al decir: “La resolución superior que resuelve
en definitiva la improcedencia, produce efectos para ambas
partes”. Y la resolución del superior que, en definitiva, decide sobre
la improcedencia, no puede ser o no es sino la confirmatoria o la
revocatoria del auto objeto de la alzada, desde luego.
8. Que en atención a lo señalado es materia de la alzada el
pronunciamiento de este tribunal respecto del rechazo liminar,
estando en facultad sólo para pronunciarse por la confirmatoria
del auto recurrido o por la revocatoria de éste, y excepcionalmente
cuando se trate de casos que ameriten en proceso constitucional
un pronunciamiento de emergencia por tutela urgente del derecho,
se podría ingresar al fondo del asunto.
9. En el presente caso encuentro que llega a esta sede una
demanda de amparo que denuncia, entre otros, la afectación al
derecho a la libertad religiosa con la emisión de un Proyecto de Ley
(Nº 4022/2009-PE). En tal sentido considero que dicha proyecto
de ley está supeditado a una posterior evaluación y aprobación
por parte del ente legislativo, constituyendo por ello una norma
heteroaplicativa, puesto que necesita de actos posteriores para
que sus efectos se desplieguen, razón por la que la demanda debe
ser desestimada por improcedente.
10. Asimismo cabe expresar que el proyecto puesto a
mi vista expresa que los cuestionamientos realizados en la
demanda al Proyecto de Ley Nº 4022/2009-PE, fueron plasmados
posteriormente en la Ley Nº 29602, siendo ello inexacto puesto que
inicialmente el cuestionamiento al Proyecto de Ley Nº 4022/2009PE estaba referido a que en dicho proyecto se declaraba al “Señor
de los Milagros como Patrono del Perú”, sin embargo con la
emisión de la Ley Nº 29602, se declaró al “Señor de los Milagros
Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica del Perú”, es decir el
contenido de la ley difiere del contenido expresado en el proyecto
de ley inicialmente cuestionado, razón por la que considero que
correspondía que el recurrente interponga una nueva demanda
de amparo, argumentando debidamente los cuestionamientos
respectivos contra el contenido de la Ley referida.
Por lo expuesto la demanda de amparo debe ser declarada
IMPROCEDENTE.
S.
VERGARA GOTELLI
W-1060408-9
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 01428-2012-AA/TC
PUNO
VÍCTOR CHOQUE ROJAS
RAZÓN DE RELATORÍA
La resolución recaída en el Expediente Nº 01428-2012-AA/TC
es aquella conformada por los votos de los magistrados Eto Cruz,
Beaumont Callirgos y Álvarez Miranda, que declara INFUNDADA
la demanda interpuesta. El voto del magistrado Beaumont Callirgos
aparece firmado en hoja membretada aparte, pues no puede
aparecer junto con las firmas de los demás magistrados debido
a que, mediante Resolución Administrativa Nº 66-2013-P/TC, de
fecha 3 de mayo de 2013, publicada en el diario oficial “El Peruano”
el 6 de mayo de 2013, se ha declarado la vacancia de dicho
magistrado; asimismo, se deja constancia que la emisión de su voto
–formulado con fecha anterior a la declaratoria de su vacancia– se
puso en conocimiento de las partes en su oportunidad.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 28 días del mes de agosto de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Vergara Gotelli, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados
Beaumont Callirgos y Eto Cruz, el voto en discordia del magistrado
Vergara Gotelli y el voto dirimente del magistrado Álvarez Miranda,
que se agregan.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Víctor
Choque Rojas contra la resolución expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 484, su fecha 31 de
enero de 2012, que declaró improcedente la demanda de amparo
de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 29 de septiembre de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra Electro Puno S.A.A. solicitando que se
declare la nulidad de la Carta de Despido Nº 180-2011-ELPU/GA,
de fecha 25 de julio de 2011, y que, en consecuencia, se ordene su
reposición en el cargo de Analista de la Oficina de Asesoría Legal
48832
PROCESOS CONSTITUCIONALES
que venía desempeñando, con el abono de los costos del proceso.
Manifiesta que ingresó a prestar servicios a la entidad demandada
el 4 de junio de 2007 y que fue despedido de forma incausada
con fecha 28 de febrero de 2008, por lo que interpuso demanda
de amparo, siendo reincorporado con fecha 14 de abril de 2011,
luego de haberse negado en reiteradas oportunidades la entidad
emplazada a reincorporarlo, incluso falsificando documentos, por
lo que se vio obligado a interponer la denuncia penal por fraude
procesal, falsedad genérica y otros. Agrega que nuevamente fue
objeto de un despido arbitrario por una causal que no se ajusta a
derecho, por cuanto se ha hecho efectiva en clara contravención al
debido proceso administrativo y en evidente y clara discriminación y
represalia laboral, vulnerándose sus derechos al trabajo y al debido
proceso, así como los principios constitucionales de razonabilidad
y proporcionabilidad al imponersele la sanción de despido.
El Primer Juzgado Mixto de Puno, con fecha 6 de octubre de
2011, declara improcedente la demanda, por considerar que la vía
idónea, adecuada e igualmente satisfactoria es la vía ordinaria
laboral, siendo de aplicación la causal de improcedencia establecida
en el inciso 2) del artículo 5º del Código Procesal Constitucional.
La Sala Superior competente confirma la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
§. Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. La pretensión tiene por objeto que se deje sin efecto el
despido fraudulento del que habría sido objeto el recurrente, y que,
por consiguiente, se lo reponga en su puesto de trabajo.
2. Antes de ingresar a evaluar el fondo de la controversia,
conviene examinar el rechazo in límine dictado por las instancias
judiciales precedentes, pues tanto en primera como en segunda
instancia la demanda fue rechazada liminarmente, argumentándose
que existiendo vías procedimentales específicas, igualmente
satisfactorias, debe recurrirse a la vía ordinaria laboral.
3. Sobre el particular, debe recordarse que en la STC 02062005-PA/TC, el Tribunal Constitucional precisó, con carácter
vinculante, que el proceso de amparo constituye la vía idónea,
eficaz y satisfactoria para examinar, entre otros supuestos, los
casos de despidos fraudulentos, lo cual ha sido alegado por el
demandante. Asimismo, en el precedente vinculante mencionado
se precisó que el amparo es procedente para evaluar los despidos
incausados y nulos.
4. Siendo así, las instancias inferiores han incurrido en un error
al momento de calificar la demanda, por lo que debería revocarse
el auto de rechazo liminar y ordenarse que se admita a trámite
la demanda. No obstante ello, y en atención a los principios de
celeridad y economía procesal, resulta pertinente no hacer uso de
la mencionada facultad, toda vez que en autos aparecen elementos
de prueba suficientes que posibilitan un pronunciamiento de fondo,
más aún si la entidad emplazada ha sido notificada del concesorio
del recurso de apelación y se han apersonado al proceso (f. 477),
lo que implica que su derecho de defensa está garantizado.
§. Análisis del caso concreto
5. Según el inciso f) del artículo 25º del Decreto Supremo Nº
003-97-TR, se considera que constituye una falta grave los “actos
de violencia, grave indisciplina, injuria y faltamiento de palabra
verbal o escrita en agravio del empleador, de sus representantes,
del personal jerárquico o de otros trabajadores, sea que se cometan
dentro del centro de trabajo o fuera de él cuando los hechos se
deriven directamente de la relación laboral”.
Sobre la falta grave transcrita, es pertinente señalar que la
buena fe laboral impone al trabajador que en ejercicio de su derecho
a la libertad de expresión no formule denuncias calumniosas
e injuriosas, ni faltamiento de palabra verbal o escrita en contra
del empleador y/o de los trabajadores, pues en estos supuestos
estamos ante un ejercicio abusivo e irregular del derecho a la
libertad de expresión que merece ser sancionado en el ámbito
laboral y que la propia ley regula.
6. El demandante manifiesta que habría sido objeto de un
despido fraudulento, que se ha afectado su derecho al debido
proceso y que se ha limitado su derecho de defensa, porque las
cartas de pre aviso y de despido fueron expedidas por órgano
incompetente.
Al respecto, se advierte que a fojas 10 obra la carta de preaviso de fecha 7 de julio de 2011, a través de la cual se le imputa
al demandante la falta grave prevista en el literal f) del artículo
25º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, precisándose que:
“(…) mediante su escrito de fecha 16 de mayo del 2011, esto
es en el caso 165-2011 tramitado ante la 2º Fiscalía Provincial
Penal Corporativa del Ministerio Público de Puno. Interpuso
Queja de Derecho, con lo que a persistido en su denuncia Penal
contra Tito Guido Gallegos Gallegos por el Delito Contra la
Administración de Justicia, en su modalidad de FRAUDE
PROCESAL, tipificado en el artículo 216º del Código Penal y por
el Delito Contra la Fe Pública, en su modalidad de FALSEDAD
GENERICA (…) CARLOS ARTURO FALCONI SALAZAR, LUIS
ENRIQUE SANTILLÁN CERVANTES, JULIO CÉSAR MARTÍN
FERNANDEZ MEDRANO y FÉLIX RAMOS MAMANI, por el
Delito Contra la Fe Pública, en su modalidad de FALSEDAD
GENERICA (…) Carlos Arturo Falconi Salazar, por el Delito
Contra la Libertad, en su modalidad de COACCIÓN LABORAL
(…). A pesar de que su denuncia (…) del 26 de enero del 2011
mediante disposición Nº 02-2011-MPP-2FPPCP-2DFI-PUNO, se
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
había dispuesto no formalizar ni continuar con la investigación
preparatoria, como es de notar usted persistió en su escrito de
queja (…) usted presento la queja pese haber sido repuesto con
fecha 14 de abril del 2011, por tanto dicho acto constituye injuria en
los términos antes mencionados en agravio de los representantes
del empleador, del personal jerárquico de la Empresa y otro
trabajador de la empresa, fuera del centro de trabajo, siendo que
estos hechos derivan directamente de la relación laboral puesto
que sin su relación no se habría dado (se agrega a los hechos
sustento: “queja presentado por usted que mediante disposición
Nº 98-2011-MPP-PFSP-PUNO se dispone declarar INFUNDADA
EL REQUERIMIENTO DE ELEVACIÓN DE LA CARPETA
FISCAL formulado por el denunciante VICTOR CHOQUE ROJAS,
mediante el escrito de fecha 16 de mayo de 2011… en contra de
la disposición Nº 02-2011-MPP-2FPPCP-2DFI- PUNO su fecha
29 de abril de 2011…SEGUNDO CONFIRMAR LA DISPOSICIÓN
Nº 02-2011-MPP-2FPPCP-2DFI-PUNO (…).”
Siendo así, se advierte que no se ha afectado el derecho de
defensa del demandante, pues en la carta de preaviso se le atribuye
los mismos hechos que son considerados como falta que cometió
y que ocasionó su posterior despido luego de haberse seguido el
procedimiento previsto por el artículo 31º del Decreto Supremo Nº
00397-TR, y en el cual el demandante pudo hacer sus respectivos
descargos, conforme obra a fojas 28 en la carta de descargo de
fecha 14 de julio de 2011.
7. Asimismo, respecto al alegato del actor de que su despido
habría sido efectuado por una autoridad incompetente, por
cuanto correspondía que el proceso administrativo disciplinario
se implemente por un Comité de Disciplina, de acuerdo con el
Reglamento Interno de Trabajo, en autos obra el Reglamento
Interno de Trabajo de Electro Puno S.A.A., en cuyo artículo 36º
se consigna que la Gerencia de Administración y Valores es la
autoridad competente en el caso del demandante para efectuar el
procedimiento previsto en el artículo 31º del Decreto Supremo Nº
003-97-TR.
8. Los hechos descritos en el fundamento 6, supra, motivaron
que al demandante se lo sancione con el despido. Al respecto, este
Tribunal considera que las denuncias penales y diversos hechos
efectuados por el demandante contra las autoridades antes citadas
contravienen el artículo 25 f) del Decreto Supremo 003-97-TR,
pues a pesar de que en la vía penal dichas denuncias fueron
desestimadas (f. 309 a 408), éste insiste en sus imputaciones de la
comisión de los delitos que denunció, conforme se desprende de la
queja de derecho (f. 409) y de la carta de descargo (f. 35 y 36).
Por dicha razón, no puede considerarse que el demandante
haya sido objeto de un despido fraudulento, pues la falta que se le
imputó y que justificó su sanción de despido es grave y existente.
1. Finalmente debe subrayarse que el demandante, en su
escrito de descargo obrante de fojas 35 y 36, reconoce la veracidad
de los hechos imputados; sin embargo, con la finalidad de justificar
la pretensión de su demanda señala que se vio en la obligación de
interponer la denuncia penal y recurrir en queja de derecho porque
se le pretendía reponer en una plaza absolutamente incompatible
con su profesión de abogado, por lo que alega que la sanción
impuesta es irrazonable y desproporcionada. Dicho alegato resulta
ilógico, pues el órgano constitucional encargado de investigar si
determinados hechos constituyen un ilícito penal y denunciarlos
ante el Poder Judicial es el Ministerio Público, supuesto que se
presentó en el caso de autos, pues las denuncias del demandante
merecieron dos pronunciamientos fiscales desestimatorios,
conforme obra de fojas 399 a 408 y de 416 a 425.
Este alegato del demandante demuestra que el comportamiento
que justificó su despido se mantiene vigente, pues, a su juicio,
las denuncias planteadas en contra de las autoridades antes
mencionadas no son injuriosas, a pesar de que el Ministerio
Público determinó no formalizar ni continuar con la investigación
preparatoria.
2. En consecuencia, este Tribunal concluye que en el presente
caso no se han vulnerado los derechos al trabajo y al debido
proceso, ni los principios de razonabilidad y proporcionalidad al
momento de imponer la sanción de despido al demandante, por lo
que la demanda debe desestimarse.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración de los derechos alegados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
VOTO DE LOS MAGISTRADOS
BEAUMONT CALLIRGOS Y ETO CRUZ
Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Víctor Choque Rojas contra la resolución expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 484, su fecha
31 de enero de 2012, que declaró improcedente la demanda de
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
amparo de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente
voto:
ANTECEDENTES
Con fecha 29 de septiembre de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra Electro Puno S.A.A. solicitando que se
declare la nulidad de la Carta de Despido Nº 180-2011-ELPU/GA,
de fecha 25 de julio de 2011, y que, en consecuencia, se ordene su
reposición en el cargo de Analista de la Oficina de Asesoría Legal
que venía desempeñando, con el abono de los costos del proceso.
Manifiesta que ingreso a prestar servicios a la entidad demandada
el 4 de junio de 2007 y que fue despedido de forma incausada
con fecha 28 de febrero de 2008, por lo que interpuso demanda
de amparo, siendo reincorporado con fecha 14 de abril de 2011,
luego de haberse negado en reiteradas oportunidades la entidad
emplazada a reincorporarlo, incluso falsificando documentos, por
lo que se vio obligado a interponer la denuncia penal por fraude
procesal, falsedad genérica y otros. Agrega que nuevamente fue
objeto de un despido arbitrario por una causal que no se ajusta a
derecho, por cuanto se ha hecho efectiva en clara contravención al
debido proceso administrativo y en evidente y clara discriminación y
represalia laboral, vulnerándose sus derechos al trabajo y al debido
proceso, así como los principios constitucionales de razonabilidad
y proporcionabilidad al imponersele la sanción de despido.
El Primer Juzgado Mixto de Puno, con fecha 6 de octubre de
2011, declara improcedente la demanda por considerar que la vía
idónea, adecuada e igualmente satisfactoria es la vía ordinaria
laboral, siendo de aplicación la causal de improcedencia establecida
en el inciso 2) del artículo 5º del Código Procesal Constitucional.
La Sala Superior competente confirma la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
§. Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. La pretensión tiene por objeto que se deje sin efecto el
despido fraudulento del que habría sido objeto el recurrente, y que,
por consiguiente, se lo reponga en su puesto de trabajo.
2. Antes de ingresar a evaluar el fondo de la controversia,
conviene examinar el rechazo in límine dictado por las instancias
judiciales precedentes, pues tanto en primera como en segunda
instancia la demanda fue rechazada liminarmente, argumentándose
que existiendo vías procedimentales específicas, igualmente
satisfactorias, debe recurrirse a la vía ordinaria laboral.
3. Sobre el particular, debe recordarse que en la STC 02062005-PA/TC, el Tribunal Constitucional precisó, con carácter
vinculante, que el proceso de amparo constituye la vía idónea,
eficaz y satisfactoria para examinar, entre otros supuestos, los
casos de despidos fraudulentos, lo cual ha sido alegado por el
demandante. Asimismo, en el precedente vinculante mencionado
se precisó que el amparo es procedente para evaluar los despidos
incausados y nulos.
4. En tal sentido, estimamos que las instancias inferiores han
incurrido en un error al momento de calificar la demanda, por lo
que debería revocarse el auto de rechazo liminar y ordenarse que
se admita a trámite la demanda. No obstante ello, y en atención a
los principios de celeridad y economía procesal, resulta pertinente
no hacer uso de la mencionada facultad, toda vez que en autos
aparecen elementos de prueba suficientes que posibilitan un
pronunciamiento de fondo, más aún si la entidad emplazada ha
sido notificada del concesorio del recurso de apelación y se han
apersonado al proceso (f. 477), lo que implica que su derecho de
defensa está garantizado.
§. Análisis del caso concreto
5. Según el inciso f) del artículo 25º del Decreto Supremo Nº
003-97-TR se considera que constituye una falta grave los “actos
de violencia, grave indisciplina, injuria y faltamiento de palabra
verbal o escrita en agravio del empleador, de sus representantes,
del personal jerárquico o de otros trabajadores, sea que se cometan
dentro del centro de trabajo o fuera de él cuando los hechos se
deriven directamente de la relación laboral”.
Sobre la falta grave transcrita, consideramos pertinente señalar
que la buena fe laboral impone al trabajador que en ejercicio de
su derecho a la libertad de expresión no formule denuncias
calumniosas e injuriosas, ni faltamiento de palabra verbal o escrita
en contra del empleador y/o de los trabajadores, pues en estos
supuestos estamos ante un ejercicio abusivo e irregular del derecho
a la libertad de expresión que merece ser sancionado en el ámbito
laboral y que la propia ley regula.
6. El demandante manifiesta que habría sido objeto de un
despido fraudulento, que se ha afectado su derecho al debido
proceso y que se ha limitado su derecho de defensa, porque las
cartas de pre aviso y de despido fueron expedidas por órgano
incompetente.
Al respecto, se advierte que a fojas 10 obra la carta de preaviso de fecha 7 de julio de 2011, a través de la cual se le imputa al
demandante la falta grave prevista en el literal f) del artículo 25º del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, precisándose que: “(…) mediante
su escrito de fecha 16 de mayo del 2011, esto es en el caso 1652011 tramitado ante la 2º Fiscalía Provincial Penal Corporativa del
Ministerio Público de Puno. Interpuso Queja de Derecho, con lo
que a persistido en su denuncia Penal contra Tito Guido Gallegos
Gallegos por el Delito Contra la Administración de Justicia, en
48833
su modalidad de FRAUDE PROCESAL, tipificado en el artículo
216º del Código Penal y por el Delito Contra la Fe Pública, en
su modalidad de FALSEDAD GENERICA (…) CARLOS ARTURO
FALCONI SALAZAR, LUIS ENRIQUE SANTILLÁN CERVANTES,
JULIO CÉSAR MARTÍN FERNANDEZ MEDRANO y FÉLIX
RAMOS MAMANI, por el Delito Contra la Fe Pública, en su
modalidad de FALSEDAD GENERICA (…) Carlos Arturo Falconi
Salazar, por el Delito Contra la Libertad, en su modalidad de
COACCIÓN LABORAL (…). A pesar de que su denuncia (…)
del 26 de enero del 2011 mediante disposición Nº 02-2011-MPP2FPPCP-2DFI-PUNO, se había dispuesto no formalizar ni continuar
con la investigación preparatoria, como es de notar usted persistió
en su escrito de queja (…) usted presento la queja pese haber
sido repuesto con fecha 14 de abril del 2011, por tanto dicho acto
constituye injuria en los términos antes mencionados en agravio
de los representantes del empleador, del personal jerárquico
de la Empresa y otro trabajador de la empresa, fuera del centro
de trabajo, siendo que estos hechos derivan directamente de la
relación laboral puesto que sin su relación no se habría dado (se
agrega a los hechos sustento: “queja presentado por usted que
mediante disposición Nº 98-2011-MPP-PFSP-PUNO se dispone
declarar INFUNDADA EL REQUERIMIENTO DE ELEVACIÓN
DE LA CARPETA FISCAL formulado por el denunciante VICTOR
CHOQUE ROJAS, mediante el escrito de fecha 16 de mayo de
2011… en contra de la disposición Nº 02-2011-MPP-2FPPCP-2DFIPUNO su fecha 29 de abril de 2011…SEGUNDO CONFIRMAR LA
DISPOSICIÓN Nº 02-2011-MPP-2FPPCP-2DFI-PUNO (…).”
Siendo así, se advierte que no se ha afectado el derecho de
defensa del demandante, pues en la carta de preaviso se le atribuye
los mismos hechos que son considerados como falta que cometió
y que ocasionó su posterior despido luego de haberse seguido el
procedimiento previsto por el artículo 31º del Decreto Supremo Nº
00397-TR, y en el cual el demandante pudo hacer sus respectivos
descargos, conforme obra a fojas 28 en la carta de descargo de
fecha 14 de julio de 2011.
7. Asimismo respecto al alegato del actor de que su despido
habría sido efectuado por una autoridad incompetente, por
cuanto correspondía que el proceso administrativo disciplinario
se implemente por un Comité de Disciplina, de acuerdo con el
Reglamento Interno de Trabajo, en autos obra el Reglamento
Interno de Trabajo de Electro Puno S.A.A., en cuyo artículo 36º
se consigna que la Gerencia de Administración y Valores es la
autoridad competente en el caso del demandante para efectuar el
procedimiento previsto en el artículo 31º del Decreto Supremo Nº
003-97-TR.
8. Los hechos descritos en el considerando 6 supra motivaron
que al demandante se lo sancione con el despido. Al respecto,
consideramos que las denuncias penales y diversos hechos
efectuados por el demandante contra las autoridades antes citadas
contravienen el artículo 25 f) del Decreto Supremo 003-97-TR,
pues a pesar de que en la vía penal dichas denuncias fueron
desestimadas (f. 309 a 408), éste insiste en sus imputaciones de la
comisión de los delitos que denunció, conforme se desprende de la
queja de derecho (f. 409) y de la carta de descargo (f. 35 y 36).
Por dicha razón, no puede considerarse que el demandante
haya sido objeto de un despido fraudulento, pues la falta que se le
imputó y que justificó su sanción de despido es grave y existente.
9. Finalmente debe subrayarse que el demandante, en su
escrito de descargo obrante de fojas 35 y 36, reconoce la veracidad
de los hechos imputados; sin embargo, con la finalidad de justificar
la pretensión de su demanda señala que se vio en la obligación de
interponer la denuncia penal y recurrir en queja de derecho porque
se le pretendía reponer en una plaza absolutamente incompatible
con su profesión de abogado, por lo que alega que la sanción
impuesta es irrazonable y desproporcionada. Dicho alegato resulta
ilógico, pues el órgano constitucional encargado de investigar si
determinados hechos constituyen un ilícito penal y denunciarlos
ante el Poder Judicial es el Ministerio Público, supuesto que se
presentó en el caso de autos, pues las denuncias del demandante
merecieron dos pronunciamientos fiscales desestimatorios,
conforme obra de fojas 399 a 408 y de 416 a 425.
Este alegato del demandante demuestra que el comportamiento
que justificó su despido se mantiene vigente, pues, a su juicio,
las denuncias planteadas en contra de las autoridades antes
mencionadas no son injuriosas, a pesar de que el Ministerio
Público determinó no formalizar ni continuar con la investigación
preparatoria.
10. En consecuencia, concluimos que en el presente caso
no se han vulnerado los derechos al trabajo y al debido proceso,
ni los principios de razonabilidad y proporcionalidad al momento
de imponer la sanción de despido al demandante, por lo que la
demanda debe desestimarse.
Por estos fundamentos, nuestro voto es por declarar
INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado la
vulneración de los derechos alegados.
Sres.
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO
ÁLVAREZ MIRANDA
Llamado por ley a dirimir la discordia surgida en autos, me
adhiero al voto de los magistrados Beaumont Callirgos y Eto Cruz,
48834
PROCESOS CONSTITUCIONALES
pues, conforme lo justifican, también considero que la demanda de
amparo debe ser declarada INFUNDADA.
Sr.
ÁLVAREZ MIRANDA
VOTO EN DISCORDIA DEL MAGISTRADO
VERGARA GOTELLI
Emito el presente voto bajo las siguientes consideraciones:
1. En el presente caso el recurrente interpone demanda de
amparo contra Electro Puno S.A.A., con la finalidad que se deje
sin efecto la Carta de Despido Nº 180-2011-ELPU/GA y que, en
consecuencia, se disponga su reposición en el cargo de Analista de
la Oficina de Asesoría Legal que venía desempeñando, así como el
pago de los costos del proceso.
2. El Primer Juzgado Mixto en Puno declara improcedente la
demanda en concordancia con el artículo 5.2 del CPConst. La Sala
Superior confirma la apelada.
3. Entonces tenemos que el tema de la alzada trata de un
rechazo liminar de la demanda (ab initio), en las dos instancias
(grados) precedentes, lo que significa que no hay proceso y por lo
tanto no existe demandado (emplazado). Por ello cabe mencionar
que si el Superior no está conforme con el auto venido en grado
debe revocarlo para vincular a quien todavía no es demandado
puesto que no ha sido emplazado por notificación expresa y
formal requerida por la ley. Lo que se pone en conocimiento es “el
recurso interpuesto” y no la demanda. Por esto es que el Tribunal
Constitucional al intervenir como tribunal de alzada debe limitarse
al auto de rechazo liminar.
4. Debo manifestar que al concedérsele al actor el recurso
extraordinario de agravio constitucional, el principio de limitación
aplicable a toda la actividad recursiva le impone al Tribunal
Constitucional (Tribunal de alzada) la limitación de sólo referirse
al tema de la alzada, en este caso nada más y nada menos que el
auto de rechazo liminar.
5. Cabe señalar que el artículo 47º del Código Procesal
Constitucional en su último parágrafo precisa ciertamente que “si la
resolución que declara la improcedencia (auto de rechazo liminar
evacuado por el Juez al calificar la demanda) fuese apelada, el juez
pondrá en conocimiento del demandado el recurso interpuesto”.
Este mandato tiene un sustento en la más elemental lógica:
el recurso de apelación concedido y notificado al que debería
ser considerado demandado si la sala superior revoca el auto
cuestionado, produce efectos para ambas partes.
6. Por cierto si el Superior revoca el auto venido en grado,
para vincular a quien todavía no es demandado puesto que no
ha sido emplazado por notificación expresa y formal por no existir
proceso y no ser él, por tanto, demandado, tiene que ponérsele
en su conocimiento “el recurso interpuesto” y no la demanda,
obviamente.
7. No está demás recordar que la parte en análisis del recurrido
artículo 47º del Código Procesal Constitucional es copia de lo que
al respecto prescribe el artículo 427º del Código Procesal Civil en
su último parágrafo al decir: “La resolución superior que resuelve
en definitiva la improcedencia, produce efectos para ambas
partes”. Y la resolución del superior que, en definitiva, decide sobre
la improcedencia, no puede ser o no es sino la confirmatoria o la
revocatoria del auto objeto de la alzada, desde luego.
8. En atención a lo señalado es materia de la alzada el
pronunciamiento del Tribunal respecto del rechazo liminar, estando
en facultad sólo para pronunciarse por la confirmatoria del auto
recurrido o por la revocatoria de éste, y excepcionalmente cuando
se trate de casos que amerite un pronunciamiento de emergencia
por tutela urgente del derecho se podría ingresar al fondo del
asunto.
9. Considero pertinente la ocasión para manifestar mi opinión
respecto a expresiones emitidas por mis colegas en otros casos,
puesto que he observado que el sustento para justificar el
ingreso al fondo de la controversia –pese al rechazo liminar de la
demanda– es el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional. ¿Qué nos dice el citado artículo? Este artículo nos
refiere que:
“Los procesos constitucionales se desarrollan con arreglo
a los principios de dirección judicial del proceso, gratuidad en la
actuación del demandante, economía, inmediación y socialización
procesales.
El Juez y el Tribunal Constitucional tienen el deber de impulsar
de oficio los procesos, salvo en los casos expresamente señalados
en el presente Código.
Asimismo, el Juez y el Tribunal Constitucional deben adecuar la
exigencia de las formalidades previstas en este Código al logro de
los fines de los procesos constitucionales.” (Subrayado agregado).
10. Respecto a ello es pertinente señalar que la expresión
del artículado que refiere que se deben adecuar las exigencias
de las formalidades previstas en este Código al logro de los fines
de los procesos constitucionales no justifica de ninguna manera
el ingreso al fondo, puesto que la defensa del demandado no
puede asumirse de modo alguno como una formalidad. ¿Digo
esto por qué? El proceso ha sido concebido como aquella vía a
el cual pueden recurrir las partes a efectos de que se resuelva
una controversia suscitada en la sociedad. Tal participación de
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
ambas partes requiere de la admisión de la pretensión por parte
del juzgador a efectos de que admitida la demanda se notifique
al presunto agresor a efectos de vincularlo no solo al proceso
sino a la decisión. Ya con la participación de ambas partes, éstas
se someten al proceso, pero no solo se someten a las reglas del
proceso sino que se someten a la determinación final del juzgador.
Es decir la presencia de ambas partes no solo implica que el juez
tenga la obligación de resolver conforme a la Constitución y las
leyes la controversia sino que las partes respeten su decisión. He
ahí donde encuentra legitimidad la decisión del juzgador, puesto
que no puede concebirse una decisión emitida en un proceso
judicial, cuando no será respeta ni cumplida por alguna de las
partes. Por ello considero que la exigencia de la participación de
ambas partes en un proceso se encuentra vinculada al derecho a
la tutela judicial efectiva, ya que no puede exigirse el cumplimiento
de una decisión arribada en un proceso judicial a una persona
que no ha tenido participación en el citado proceso, lo que implica
que tal decisión es ineficaz, ya que no generara consecuencias
respecto de quien no participó.
11. Los procesos constitucionales tienen una especial
importancia, puesto que su finalidad es la vigencia efectiva de
los derechos fundamentales y el respeto por la Constitución del
Estado, teniendo por ello que determinarse al presunto agresor
de un derecho fundamental. Por ende, por tal relevancia, es que
afirmo que con mayor razón no puede soslayarse la intervención
de la persona a la que se le acusa de la violación de un derecho
fundamental, puesto que la determinación a la que arribe este
Colegiado necesariamente va exigir determinada acción de dicho
emplazado. Pero ¿cómo puede exigirse la realización de un acto
o el cese del mismo si no ha participado en el proceso? es decir
¿cómo puede exigirse el cumplimiento de una decisión que no
es legítima para ambas partes? La respuesta es obvia, no puede
exigirse el cumplimiento de una decisión en la que una de las
partes desconoce totalmente la pretensión, no teniendo legitimidad
ni vinculación alguna para la persona que no participó. Claro está
existen casos en los que es evidente que el presunto demandado
–si bien no ha sido emplazado con la demanda– conoce del
conflicto, como por ejemplo casos en los que la discusión se ha
visto administrativamente, en los que, considero, que el Tribunal
puede ingresar al fondo, pero solo si se verifica una situación
especial en la que se advierta que la dilación del proceso convierta
la afectación en irreparable.
12. Es precisamente por ello que el artículo III del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional ha permitido la
omisión de algunas “formalidades” para lograr el objeto del proceso
constitucional, pero no puede considerarse que la defensa del
presunto emplazado es una formalidad sino una exigencia que
legitima el propio proceso. Por ello considero que tal afirmación no
solo es impropia sino también quebranta el proceso en el cual se
pretende la defensa de los derechos constitucionales, lo que puede
interpretarse que por la defensa de un derecho fundamental puede
afectarse otro, lo que es incorrecto.
13. Asimismo si se observa con atención el artículo III del
Título Preliminar del referido código, se puede apreciar que cuando
expresa que “(…) el Juez y el Tribunal Constitucional deben adecuar
la exigencia de las formalidades previstas en este Código al logro
de los fines de los procesos constitucionales”, parte de la premisa
de que existe un proceso abierto, en el que se puede ser flexibles
con algunos actos procesales, denominados así precisamente
porque ha existido admisión a trámite de la pretensión y por ende
emplazamiento, razón por la que dicho argumento no puede ser
utilizado erróneamente para justificar la emisión de una sentencia
cuando el objeto del recurso es el cuestionamiento de un auto de
rechazo liminar. De asumir dicha posición implicaría aceptar que
al Tribunal Constitucional le es indiferente si la pretensión ha sido
admitida a trámite o no, puesto que con proceso o sin él, siempre
se encontrará en la facultad de emitir un pronunciamiento de fondo,
rompiendo toda racionalidad del proceso, convirtiendo al proceso
constitucional en aquel proceso sin garantías, en el que se afectan
los derechos del que debiera ser emplazado. Con esto advierto que
bajo esa lógica el Tribunal podría incluso resolver una demanda
de amparo en instancia única, puesto que al serle indiferente la
existencia del proceso, no sería exigible la admisión a trámite la
demanda y por ende la participación del demandado, por lo que
podría resolver directamente la pretensión planteada.
14. En el presente caso tenemos que el recurrente acude
vía proceso constitucional de amparo con la finalidad de que se
disponga su reposición en el cargo de Analista de la Oficina de
Asesoría Legal, argumentando que ha sido objeto de un despido
nulo mediante la Carta Nº 180-2011-ELPU/GA. En tal sentido
encuentro de autos que la pretensión tiene relevancia constitucional,
existiendo medios probatorios que permiten un pronunciamiento
de fondo, por ende considero que las instancias precedentes han
incurrido en un error al juzgar, debiendo por ello revocarse el auto
de rechazo liminar, correspondiendo la admisión a trámite de la
demanda a efectos de que se verifique si el demandante ha sido
objeto de despido nulo.
Por las razones expuestas, mi voto es porque se REVOQUE el
auto de rechazo liminar y en consecuencia se admita a trámite la
demanda a efectos de que se dilucide la controversia.
Sr.
VERGARA GOTELLI
W-1061040-15
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 04957-2012-PA/TC
PASCO
ELISA ESPÍRITU HUAMÁN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, al primer día del mes de julio de 2013 la Sala Segunda
del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Mesía
Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Elisa
Espíritu Huamán contra la sentencia de la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Pasco, de fojas 116, su fecha 15 de junio de
2012, que declara infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare
inaplicable la resolución denegatoria ficta de su solicitud pensionaria
del 8 de marzo de 2010; y que, en consecuencia, se le otorgue
pensión de viudez, sosteniendo que a su causante le correspondía
pensión de jubilación minera conforme a la Ley 25009.
La emplazada contesta la demanda alegando que a la actora no
le corresponde pensión de viudez porque su causante no reunía la
edad y aportes para acceder a una pensión de jubilación minera.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Pasco, con
fecha 25 de noviembre de 2011, declara infundada la demanda, por
estimar que a la actora no le corresponde la pensión que solicita
porque percibe pensión de viudez bajo el régimen del Decreto Ley
18846.
La Sala Superior competente confirma la apelada por considerar
que el causante de la demandante no acredita los años de aportes
para acceder a la pensión por lo que no le corresponde la pensión
de viudez.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
La demandante solicita pensión de viudez, aduciendo que
su causante tenía derecho a una pensión de jubilación minera
conforme a la Ley 25009.
En la STC 01417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial
El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que
aun cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y
ascendientes no forman parte del contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión, en la medida en que el acceso a las
prestaciones pensionarias sí forma parte de él, son susceptibles de
protección a través del amparo los supuestos en que se deniegue
una pensión de sobrevivencia, a pesar de cumplirse los requisitos
legales.
Por tal motivo, al encontrarse dicho supuesto en el fundamento
37.d) de la referida sentencia, este Colegiado ingresa a resolver el
fondo de la cuestión controvertida.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos de la demandante
Señala que percibe una pensión de supervivencia del Decreto
Ley 18846 como cónyuge supérstite de quien en vida fuera don
Dignación Rosas Gómez, por lo que le corresponde percibir una
pensión de viudez derivada de la pensión de jubilación minera de la
Ley 25009 que le hubiese correspondido a su causante.
2.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que a la actora no le corresponde percibir pensión de
viudez porque su cónyuge causante no reunió los requisitos para
acceder a una pensión de jubilación minera.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Conforme el artículo 51 del Decreto Ley 19990, se
otorgará pensión de sobrevivientes, entre otros supuestos, (i) al
fallecimiento de un asegurado con derecho a pensión de jubilación
o que de haberse invalidado hubiere tenido derecho a pensión de
invalidez, y (ii) al fallecimiento de un pensionista de invalidez o
jubilación. Por su parte, de forma concordante, el artículo 53 del
mismo cuerpo legal establece que tiene derecho a pensión de
viudez el cónyuge del asegurado o pensionista fallecido.
Pensión de jubilación minera
2.3.2. Este Tribunal ha interpretado el artículo 6 de la Ley
25009 (STC 02599-2005-PA/TC), en el sentido de que los
trabajadores de la actividad minera que adolezcan el primer
grado de silicosis (neumoconiosis) igualmente se acogerán a
la pensión completa de jubilación minera sin cumplir con los
48835
requisitos legalmente previstos. Por consiguiente, y teniendo en
cuenta además lo previsto en el artículo 20 del Decreto Supremo
029-89-TR, corresponderá efectuar el cálculo de la pensión
como si los requisitos se hubieran reunido, aplicando el sistema
de cálculo vigente a la fecha de determinación de la enfermedad
profesional de neumoconiosis.
2.3.3. De la liquidación de tiempo de servicios y del certificado
de servicios (f. 13 y 12) emitido por Cía. Minera La Virreyna S.A.,
se verifica que el actor laboró en dicha compañía minera desde el
17 de noviembre de 1975 hasta el 30 de setiembre de 1984 como
lampero, acreditándose labores por 8 años, 10 meses y 13 días.
2.3.4. Obra en autos, a fojas 17, la Resolución 101-GDP-DPIPSS-87, a través de la cual se le otorga a la viuda pensión de
supervivencia del régimen del Decreto Ley 18846 desde la fecha
de cese; y da cuenta del fallecimiento del causante el 25 de octubre
de 1986 especificando que el “informe de fojas 22, la comisión
calificadora de accidentes de trabajo, ha calificado como accidente
de trabajo ocurrido al extinto”.
2.3.5. En consecuencia no se ha acreditado que el causante
haya padecido neumoconiosis, por lo que no acredita enfermedad
profesional. En ese sentido, se concluye que no reúne los requisitos
para gozar de la pensión de jubilación minera completa, conforme
al artículo 6 de la Ley 25009.
Pensión de invalidez
2.3.6. Este Tribunal en el fundamento 18 de la STC 2513-2007PA/TC, que unifica y ordena los criterios vinculantes establecidos
por el Tribunal Constitucional respecto del Seguro por Accidentes
de Trabajo y Enfermedades Profesionales (SATEP) y del Seguro
Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR), ha declarado
que “ningún asegurado que perciba pensión vitalicia conforme al
Decreto Ley 18846 puede percibir por el mismo accidente de trabajo
o enfermedad profesional o por el incremento de su incapacidad
laboral una pensión de invalidez conforme al Decreto Ley 19990 o
a la Ley 26790. Asimismo, ningún asegurado que perciba pensión
de invalidez conforme a la Ley 26790 puede percibir por el mismo
accidente de trabajo o enfermedad profesional una pensión de
invalidez conforme al Sistema Privado de Pensiones, ya que
el artículo 115º del Decreto Supremo 004-98-EF establece que
la pensión de invalidez del SPP no comprende la invalidez total
o parcial originada por accidentes de trabajo o enfermedades
profesionales”.
2.3.7. Sobre el particular debe precisarse que la actora percibe
pensión de supervivencia del Decreto Ley 18846, razón por la cual
resulta incompatible percibir una pensión de viudez derivada de
una pensión de invalidez conforme al Decreto Ley 19990, ya que
dicha incapacidad se encuentra cubierta y protegida por la pensión
de invalidez vitalicia.
2.3.8. Por consiguiente, no se ha acreditado que la resolución
cuestionada lesione derecho fundamental alguno de la actora, por
lo que la demanda debe desestimarse.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1071089-40
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00024-2013-PA/TC
LIMA
ENRIQUE LAYZA VILLANUEVA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 8 días del mes de agosto de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Enrique
Laiza Villanuva contra la sentencia de la Cuarta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 81, su fecha 3 de
octubre de 2012, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se le otorgue
pensión de jubilación minera completa conforme al artículo 6 de la
48836
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Ley 25009, al habérsele otorgado en forma errada la pensión de
jubilación adelantada regulada por el Decreto Ley 19990.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima,
con fecha 4 de abril de 2012 declara improcedente in límine la
demanda, por considerar que de conformidad con el artículo 5
incisos 1 y 2 del Código Procesal Constitucional, la pretensión del
actor no se encuentra comprendida en el contenido esencial del
derecho constitucionalmente protegido a la pensión y existe una
vía igualmente satisfactoria.
A fojas 63 obra la notificación mediante la cual el juzgado
cumplió con notificar a la emplazada conforme lo dispone el artículo
47 del Código Procesal Constitucional.
La Sala Superior competente confirma la apelada, por estimar
que la pretensión no se encuentra comprendida dentro del
contenido constitucionalmente protegido del derecho fundamental
a la pensión, en tanto no se advierte de la documentación obrante
en autos afectación al mínimo vital.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
En el presente caso el demandante percibe pensión adelantada
del Decreto Ley 19990 y solicita que se le otorgue pensión de
jubilación minera completa por enfermedad profesional dentro de
los alcances del artículo 6 de la Ley 25009.
2. Consideraciones previas
2.1. Previamente este Colegiado considera pertinente
pronunciarse sobre el rechazo liminar del cual ha sido objeto la
demanda, tanto por el a quo como por la Sala, sosteniéndose que
la pretensión del demandante corresponde ser dilucidada por los
juzgados contencioso - administrativos, dado que la pretensión
del actor no se encuentra comprendida en el contenido esencial
del derecho constitucionalmente protegido a la pensión, que
existe una vía igualmente satisfactoria y que no se advierte de la
documentación obrante en autos la afectación al mínimo vital.
2.2. No obstante, debe precisarse que tal criterio ha sido
aplicado de forma incorrecta, pues este Tribunal ha señalado en el
fundamento 37 de la citada STC 1417-2005-PA/TC, que constituye
precedente vinculante, que aun cuando la pretensión se encuentra
dirigida a cuestionar la suma específica de la pensión que percibe
la parte demandante, resulta procedente efectuar su verificación
por las objetivas circunstancias del caso (afirma un grave estado
de salud), a fin de evitar consecuencias irreparables.
2.3. En tal sentido y atendiendo a los principios de economía
y celeridad procesal, a lo dispuesto por el artículo 47, in fine, del
Código Procesal Constitucional a fojas 63, y a que se puso en
conocimiento de la emplazada el recurso de apelación interpuesto
contra la resolución que rechazó liminarmente la demanda y el auto
que lo concede, este Tribunal considera que corresponde analizar
al fondo de la cuestión controvertida.
3. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
El actor afirma que padece de un tumor benigno del tejido
conjuntivo “carcinoma epidermoide bien diferenciado de células
grandes in situ originando una lesión hiperplasica epitelial,
bordes quirúrgicos laterales comprometidos por la neoplasia” (sic)
adquirida a consecuencia del trabajo, y ha presentado una copia
simple de un certificado de trabajo expedido por la empresa Mepsa,
Metalurgia Peruana S.A., en el que se afirma que laboró del 2 de
junio de 1964 al 31 de marzo de 2000 desempeñando el cargo de
operador de equipo móvil en el área de bolas.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. De la resolución impugnada (f. 5), se evidencia que se le
otorgó pensión de jubilación minera completa al demandante por la
suma de S/. 807.36, a partir del 2 de abril de 2000, conforme a los
artículos 1 y 2 de la Ley 25009 y el Decreto Ley 19990.
2.3.2. Sobre el particular, resulta pertinente precisar que el
derecho de pensión de jubilación minera completa, establecido en
el artículo 2 de la Ley 25009, no puede interpretarse aisladamente,
sino en concordancia con el Decreto Ley 19990, la propia Ley
25009 y su Reglamento; el Decreto Supremo 029-89-TR. En
consecuencia, la referencia a una pensión de jubilación completa
no significa de manera alguna que ella sea ilimitada, sin topes, ni
con prescindencia de las condiciones mínimas y máximas comunes
a todos los asegurados, por lo que debe ser calculada teniendo
en cuenta la remuneración máxima asegurable, delimitada por
los artículos 8, 9 y 10 del Decreto Ley 19990, y el monto máximo
de la pensión regulado por el artículo 78 del Decreto Ley 19990,
modificado por el Decreto Ley 22847 –que estableció un máximo
referido a porcentajes–, y actualmente por el artículo 3 del Decreto
Ley 25967, razón por la cual su modificación no alteraría el monto
del ingreso prestacional que en la actualidad viene percibiendo.
2.3.3. En tal sentido, al haberse comprobado que el actor
percibe la pensión máxima mensual, no existe vulneración de
su derecho a la pensión, por lo que corresponde desestimar la
demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho de acceso a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1071089-41
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 02383-2012-AA/TC
SAN MARTÍN
JUAN YOEL SALGADO GUEVARA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional pronuncia la siguiente sentencia con el
voto en mayoría de los magistrados Urviola Hani y Calle Hayen, y
el voto dirimente del magistrado Eto Cruz, llamado a componer la
discordia suscitada por el voto del magistrado Vergara Gotelli
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Juan
Yoel Salgado Guevara contra la sentencia de fojas 171, su fecha
11 de abril del 2012, expedida por la Sala Mixta Descentralizada
de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín, que
declaró infundada la demanda de amparo de autos
ANTECEDENTES
Con fecha 6 de diciembre de 2010 el recurrente interpone
demanda de amparo contra el presidente de la Corte Superior de
Justicia del Distrito Judicial de San Martín y el procurador público
encargado de los asuntos judiciales del Poder Judicial, solicitando
que se declare la nulidad de la Carta Nº 023-2010-A-CSJSM/PJ,
de fecha 25 de noviembre de 2010, mediante la cual fue despedido
de manera arbitraria; y que, por consiguiente, se lo reponga en
el puesto de especialista legal que venía ocupando, con el pago
de los costos procesales y la remisión de lo actuado al Órgano
de Control Interno del Ministerio Público de conformidad con el
artículo 8 del Código Procesal Constitucional. Manifiesta que ha
laborado por más de tres meses, desde el 17 de agosto de 2010,
y que se prescindió de sus servicios no obstante que su segundo
contrato de trabajo específico, además de no haber vencido, se
había desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a
plazo indeterminado, debido a que no se especificó la dependencia
u órgano jurisdiccional en el que trabajaría, agregando que el cargo
que desempeñó era exclusivo, bajo supervisión y permanente.
Alega la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, a
la protección frente al despido arbitrario y al debido proceso.
El procurador público adjunto ad hoc en procesos
constitucionales a cargo de la Procuraduría Pública del Poder
Judicial contesta la demanda solicitando que se la declare
improcedente, expresando que el demandante no fue despedido,
sino que la relación laboral se extinguió conforme a lo convenido
en el contrato de naturaleza temporal celebrado con el actor, en el
cual se estableció que el empleador podía resolver el contrato sin
expresión de causa, previo aviso escrito con tres días calendario
de anticipación. Asimismo, precisa que el proceso constitucional
de amparo tiene una naturaleza restitutiva de derechos y no
declarativa, por lo que el recurrente debe acudir a la vía del proceso
laboral para ventilar su pretensión.
El Juzgado Especializado en lo Civil de la Provincia de San
Martín, con fecha 22 de noviembre de 2011, declaró fundada en
parte la demanda, por considerar que el contrato del demandante
se desnaturalizó, en razón de que la labor que realizaba era de
naturaleza permanente, propia del Poder Judicial, por lo que el
contrato se convirtió en un contrato de duración indeterminada, y
que no obstante haber superado el período de prueba, el actor fue
despedido sin expresión de causa, y declara infundada la demanda
en el extremo que solicita la remisión de los actuados al Ministerio
Público.
La recurrida, revocando la apelada, declaró infundada la
demanda, estimando que en el contrato modal celebrado por las
partes se ha cumplido con indicar la causa objetiva que justifica
la contratación temporal del recurrente; precisando que, conforme
a la legislación sobre la materia, el ingreso a la Administración
Pública se efectúa necesariamente por concurso público de mérito,
requisito que no cumple el actor.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
por haber sido objeto de un despido incausado. Alega que los
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
contratos de trabajo para servicio específico celebrados con el
emplazado se han desnaturalizado y convertido en un contrato de
trabajo a plazo indeterminado, de modo que habiéndose dado por
extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa,
se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de sus derechos
constitucionales al trabajo, a la protección contra el despido
arbitrario y al debido proceso.
2) Consideraciones previas
En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas
de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente
caso, corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un
despido incausado.
3) Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la
protección adecuada contra el despido arbitrario
3.1 Argumentos del demandante
El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin
expresión de causa, violatorio de sus derechos constitucionales
al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario, debido a
que los contratos modales suscritos con el demandado se han
desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo
indeterminado, por no especificar en qué dependencia u órgano
prestaría su servicio, y porque las labores que realizaba no eran de
naturaleza temporal sino permanente, propias del Poder Judicial.
3.2 Argumentos del demandado
El procurador público adjunto ad hoc en procesos
constitucionales a cargo de la Procuraduría Pública del Poder
Judicial argumenta que el demandante no fue despedido, pues
conforme a lo establecido en su contrato de trabajo temporal el
empleador podía resolver el contrato sin expresión de causa,
previo aviso escrito con tres días calendario de anticipación;
precisando que el demandante debe acudir a la vía del proceso
laboral para ventilar su pretensión, pues el proceso constitucional
de amparo tiene una naturaleza restitutiva de derechos y no
declarativa.
3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1.El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 22º
de la Constitución. Al respecto, el Tribunal Constitucional estima
que el contenido esencial de este derecho constitucional implica
dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte
y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En
el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte
del Estado de una política orientada a que la población acceda a
un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de
este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo
progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo
aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la
causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
Respecto del derecho constitucional a la protección adecuada
contra el despido arbitrario reconocido en el artículo 27º de la
Constitución, este Tribunal, en la STC Nº 00976-2001-AA/TC,
delimitó su contenido e interpretó qué debe entenderse por
protección adecuada contra el despido arbitrario, señalando dos
perspectivas en que se puede abordar el contenido del derecho
en referencia: i) un régimen de carácter sustantivo, que puede ser
de carácter preventivo o de carácter reparador; y ii) un régimen
de carácter procesal, que puede ser de eficacia resarcitoria o de
eficacia restitutoria. Asimismo, precisó que el establecimiento de
un régimen sustantivo no es incompatible con la opción de que
el mismo legislador establezca, simultáneamente, un régimen
procesal; es decir, que ambos regímenes de protección son
compatibles con el artículo 27° de la Constitución. En ese sentido,
el Tribunal ha reconocido en reiterada jurisprudencia (por todas, la
STC Nº 05650-2009-PA/TC) dos tipos de protección en casos de
despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección del trabajador:
a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el trabajador opta por
recurrir a la vía ordinaria solicitando el pago de la indemnización por
despido arbitrario; y b) protección de eficacia restitutoria, cuando
el trabajador opta por recurrir a la vía constitucional a través del
proceso de amparo constitucional, siempre y cuando el despido se
haya producido de manera nula (aquellos casos que tienen como
origen la discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión,
idioma, estado civil o de cualquier otra índole, o los producidos con
motivo del embarazo, o por la condición de afiliado o representante
de un sindicato), incausada (despido producido de manera verbal
o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa alguna
relacionada con la conducta o el desempeño laboral del trabajador
que la justifique) o fraudulenta (se imputa al trabajador hechos
notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios, o se le atribuye
una falta no prevista legalmente).
3.3.2.Según el artículo 4º del Decreto Supremo Nº 003-97TR: “En toda prestación personal de servicios remunerados
y subordinados, se presume la existencia de un contrato de
trabajo a plazo indeterminado. El contrato individual de trabajo
puede celebrarse libremente por tiempo indeterminado o sujeto a
modalidad. El primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita
48837
y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente Ley
establece”.
Del artículo transcrito puede señalarse que en el régimen
laboral peruano el principio de continuidad opera como un límite
a la contratación laboral por tiempo determinado. Por ello este
Tribunal, en la STC Nº 01874-2002-AA/TC, precisó que hay una
preferencia de la contratación laboral por tiempo indefinido sobre
la contratación de duración determinada, la que tiene carácter
excepcional y procede únicamente cuando las labores que se
van a realizar (objeto del contrato) son de naturaleza temporal o
accidental.
Como resultado de dicho carácter excepcional la ley establece
formalidades, requisitos, condiciones y plazos especiales para
este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando, a través de
estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la
contratación laboral por tiempo indeterminado.
En este sentido, el artículo 4º de la referida norma legal
opera como un límite a la contratación temporal, ya que sólo los
empleadores podrán contratar trabajadores con contratos de
trabajo sujetos a modalidad “en los casos y con los requisitos que
la presente Ley establece”.
3.3.3.La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si
los contratos de trabajo del recurrente han sido desnaturalizados
por la causal prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a
modalidad se desnaturalizan y convierten en indeterminados
cuando el trabajador demuestra que hubo simulación o fraude a las
normas legales establecidas en el mencionado decreto supremo.
3.3.4.Como se aprecia de los contratos de trabajo de fojas 3
y 4, el demandante prestó servicios para el emplazado en virtud
de contratos en la modalidad de servicio específico. Al respecto,
de los referidos contratos se aprecia que no se ha cumplido con la
exigencia legal de precisar en qué consiste, justamente, el servicio
para el cual fue contratado el demandante. En efecto, en la cláusula
primera de los citados contratos se consigna: “EL EMPLEADOR,
debido al Proceso de Reforma que viene implementando requiere
cubrir necesidades de recursos humanos a fin de mantener
debidamente operativos los servicios que presta”. Asimismo,
en la cláusula segunda se señala: “Para el logro, materia de la
cláusula anterior, EL EMPLEADOR contrata a EL TRABAJADOR
(…) para que realice labores de ESPECIALISTA LEGAL, el mismo
que deberá someterse al cumplimiento estricto de las funciones.”.
De las cláusulas transcritas puede concluirse que en los contratos
mencionados se ha omitido consignar la causa objetiva específica
que autorizó la contratación temporal del demandante, pues se
señala de manera genérica que su labor era la de “Especialista
Legal” sin precisar cuáles eran específicamente las labores a
realizar en dicho cargo. Por otro lado, sin perjuicio de que por
mandato legal se debe señalar la causa objetiva de la contratación,
ha de tenerse en consideración, en el presente caso, que un
especialista legal realiza labores propias u ordinarias del Poder
Judicial, por lo que no se justifica la contratación temporal.
3.3.5.En consecuencia, habiendo superado el periodo de
prueba, el contrato modal del demandante se desnaturalizó al
no establecerse la causa objetiva de contratación y haberse
simulado una relación laboral de carácter temporal que en
realidad era de naturaleza permanente, vulnerando un elemento
esencial de la contratación temporal, configurándose la causal de
desnaturalización prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, por lo que el contrato se ha convertido en
un contrato de duración indeterminada.
3.3.6.Siendo que la relación laboral era de duración
indeterminada, el demandante solamente podía ser despedido
por una causa justa relacionada con su conducta o capacidad, lo
que no ha sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido
objeto de un despido arbitrario.
3.3.7.Por lo expuesto, que en el presente caso este Colegiado
estima que se ha configurado un despido incausado, vulneratorio
del derecho al trabajo del actor, reconocido en el artículo 22º de la
Constitución.
4) Sobre la afectación del derecho al debido proceso
4.1 Argumentos del demandante
El demandante también afirma que su despido sin expresión
de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido
proceso, pues en su despido no se ha seguido el procedimiento
administrativo establecido en los artículos 31º y 32º del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR.
4.2 Argumentos del demandado
Al respecto, el procurador público adjunto ad hoc en procesos
constitucionales a cargo de la Procuraduría Pública del Poder
Judicial sostiene que conforme a lo establecido en su contrato
de trabajo el empleador podía resolver el contrato sin expresión
de causa, previo aviso escrito con tres días calendario de
anticipación.
4.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
4.3.1.Como este Tribunal tiene señalado, el derecho fundamental
al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de
la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y
materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo
garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
48838
PROCESOS CONSTITUCIONALES
inmersa una persona pueda considerarse justo (STC Nº 104902006-AA, Fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado
que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca
exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también
al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006AA/TC, Fundamento 6).
También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia
(STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y
los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan
aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier
persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer
una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el
emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron
comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados,
acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle
un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de
los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su
legítimo derecho de defensa”.
Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido
expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra
Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido
proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal, el
contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando,
en el seno de un proceso judicial, a cualquiera de las partes se le
impide, por concretos actos de los órganos judiciales, el ejercicio
de los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus
derechos e intereses legítimos [STC 1231-2002-HC/TC]. Es así
que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye
en fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo
presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello,
en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de
interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de
contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en
la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o
procedimiento, o en el caso de un tercero con interés.
4.3.2.En el caso de autos, la controversia constitucional radica
en determinar si el demandado, al dar por culminado el vínculo
laboral con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por
el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, se debe comenzar
por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma
parte del derecho al debido proceso.
4.3.3.De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un
trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin
antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis
días naturales para que pueda defenderse por escrito de los
cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una
carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer
su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que
considere conveniente a su derecho.
4.3.4.En el presente caso, ya ha quedado determinado que
el recurrente mantenía con el demandado una relación laboral
a plazo indeterminado, por lo que este Colegiado considera que
la Carta Nº 023-2010-A-CSJSM/PJ, de fecha 25 de noviembre
de 2010 –que si bien no obra en autos, su existencia ha sido
corroborada por ambas partes y consta como hecho verificado por
la Autoridad Administrativa de Trabajo (Anexo de Requerimiento
de fojas 8)–, no puede ser calificada de una carta de imputación
de faltas graves según lo prescrito por el artículo 31° del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, pues en ella el empleador se limita a
comunicar al demandante su decisión de dar por terminado el
vínculo contractual sin expresar causal alguna, por lo que cabe
concluir que el recurrente fue despedido sin que le haya remitido
previamente una carta de imputación de faltas graves.
4.3.5.Por lo expuesto, en el presente caso este Tribunal estima
que el demandado también ha vulnerado el derecho al debido
proceso del recurrente, específicamente, su derecho de defensa.
5) Efectos de la presente Sentencia
5.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que el
demandado ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo,
a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido
proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante
como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía
desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga
las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del
Código Procesal Constitucional.
5.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, el emplazado debe asumir los costos
procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de
ejecución de la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la
afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada
contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia,
NULO el despido de que ha sido objeto el demandante.
2. ORDENAR que el presidente de la Corte Superior de
Justicia del Distrito Judicial de San Martín reponga a don Juan Yoel
Salgado Guevara como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
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Jueves 1 de mayo de 2014
plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución
aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22º y 59º
del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos
procesales.
SS.
URVIOLA HANI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
VOTO DE LOS MAGISTRADOS URVIOLA HANI
Y CALLE HAYEN
Sustentamos el presente voto en las consideraciones
siguientes:
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
por haber sido objeto de un despido incausado. Alega que los
contratos de trabajo para servicio específico celebrados con el
emplazado se han desnaturalizado y convertido en un contrato de
trabajo a plazo indeterminado, de modo que habiéndose dado por
extinguida su relación laboral sin expresión de una causa justa,
se ha configurado un despido arbitrario, lesivo de sus derechos
constitucionales al trabajo, a la protección contra el despido
arbitrario y al debido proceso.
2. En atención a los criterios de procedibilidad de las
demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente
caso, corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un
despido incausado.
Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la
protección adecuada contra el despido arbitrario
3. El demandante afirma que ha sido víctima de un despido
sin expresión de causa, violatorio de sus derechos constitucionales
al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario, debido a
que los contratos modales suscritos con el demandado se han
desnaturalizado y convertido en un contrato de trabajo a plazo
indeterminado, por no especificar en qué dependencia u órgano
prestaría su servicio, y porque las labores que realizaba no eran de
naturaleza temporal sino permanente, propias del Poder Judicial.
4. El procurador público adjunto ad hoc en procesos
constitucionales a cargo de la Procuraduría Pública del Poder
Judicial argumenta que el demandante no fue despedido, pues
conforme a lo establecido en su contrato de trabajo temporal el
empleador podía resolver el contrato sin expresión de causa, previo
aviso escrito con tres días calendario de anticipación; precisando
que el demandante debe acudir a la vía del proceso laboral para
ventilar su pretensión, pues el proceso constitucional de amparo
tiene una naturaleza restitutiva de derechos y no declarativa.
5. El derecho al trabajo está reconocido por el artículo 22º de
la Constitución. Al respecto, el Tribunal Constitucional estima que
el contenido esencial de este derecho constitucional implica dos
aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y,
por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el
primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte del
Estado de una política orientada a que la población acceda a un
puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de
este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo
progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo
aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la
causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
Respecto del derecho constitucional a la protección adecuada
contra el despido arbitrario reconocido en el artículo 27º de la
Constitución, este Tribunal, en la STC Nº 00976-2001-AA/TC,
delimitó su contenido e interpretó qué debe entenderse por
protección adecuada contra el despido arbitrario, señalando dos
perspectivas en que se puede abordar el contenido del derecho
en referencia: i) un régimen de carácter sustantivo, que puede ser
de carácter preventivo o de carácter reparador; y ii) un régimen
de carácter procesal, que puede ser de eficacia resarcitoria o de
eficacia restitutoria. Asimismo, precisó que el establecimiento de
un régimen sustantivo no es incompatible con la opción de que
el mismo legislador establezca, simultáneamente, un régimen
procesal; es decir, que ambos regímenes de protección son
compatibles con el artículo 27° de la Constitución. En ese sentido,
el Tribunal ha reconocido en reiterada jurisprudencia (por todas, la
STC Nº 05650-2009-PA/TC) dos tipos de protección en casos de
despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección del trabajador:
a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el trabajador opta por
recurrir a la vía ordinaria solicitando el pago de la indemnización por
despido arbitrario; y b) protección de eficacia restitutoria, cuando
el trabajador opta por recurrir a la vía constitucional a través del
proceso de amparo constitucional, siempre y cuando el despido se
haya producido de manera nula (aquellos casos que tienen como
origen la discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión,
idioma, estado civil o de cualquier otra índole, o los producidos con
motivo del embarazo, o por la condición de afiliado o representante
de un sindicato), incausada (despido producido de manera verbal
o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa alguna
relacionada con la conducta o el desempeño laboral del trabajador
que la justifique) o fraudulenta (se imputa al trabajador hechos
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios, o se le atribuye
una falta no prevista legalmente).
6. Según el artículo 4º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR: “En
toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados,
se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo
indeterminado. El contrato individual de trabajo puede celebrarse
libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El
primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita y el segundo en
los casos y con los requisitos que la presente Ley establece”.
Del artículo transcrito puede señalarse que en el régimen
laboral peruano el principio de continuidad opera como un límite
a la contratación laboral por tiempo determinado. Por ello este
Tribunal, en la STC Nº 01874-2002-AA/TC, precisó que hay una
preferencia de la contratación laboral por tiempo indefinido sobre
la contratación de duración determinada, la que tiene carácter
excepcional y procede únicamente cuando las labores que se
van a realizar (objeto del contrato) son de naturaleza temporal o
accidental.
Como resultado de dicho carácter excepcional la ley establece
formalidades, requisitos, condiciones y plazos especiales para
este tipo de contratos, e incluso sanciones cuando, a través de
estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la
contratación laboral por tiempo indeterminado.
En este sentido, el artículo 4º de la referida norma legal
opera como un límite a la contratación temporal, ya que sólo los
empleadores podrán contratar trabajadores con contratos de
trabajo sujetos a modalidad “en los casos y con los requisitos que
la presente Ley establece”.
7. La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si los
contratos de trabajo del recurrente han sido desnaturalizados por la
causal prevista en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a modalidad se
desnaturalizan y convierten en indeterminados cuando el trabajador
demuestra que hubo simulación o fraude a las normas legales
establecidas en el mencionado decreto supremo.
8. Como se aprecia de los contratos de trabajo de fojas 3 y
4, el demandante prestó servicios para el emplazado en virtud
de contratos en la modalidad de servicio específico. Al respecto,
de los referidos contratos se aprecia que no se ha cumplido con
la exigencia legal de precisar en qué consiste, justamente, el
servicio para el cual fue contratado el demandante. En efecto,
en la cláusula primera de los citados contratos se consigna:
“EL EMPLEADOR, debido al Proceso de Reforma que viene
implementando requiere cubrir necesidades de recursos
humanos a fin de mantener debidamente operativos los servicios
que presta”. Asimismo, en la cláusula segunda se señala: “Para
el logro, materia de la cláusula anterior, EL EMPLEADOR
contrata a EL TRABAJADOR (…) para que realice labores
de ESPECIALISTA LEGAL, el mismo que deberá someterse
al cumplimiento estricto de las funciones.”. De las cláusulas
transcritas puede concluirse que en los contratos mencionados
se ha omitido consignar la causa objetiva específica que autorizó
la contratación temporal del demandante, pues se señala de
manera genérica que su labor era la de “Especialista Legal”
sin precisar cuáles eran específicamente las labores a realizar
en dicho cargo. Por otro lado, sin perjuicio de que por mandato
legal se debe señalar la causa objetiva de la contratación,
ha de tenerse en consideración, en el presente caso, que un
especialista legal realiza labores propias u ordinarias del Poder
Judicial, por lo que no se justifica la contratación temporal.
9. En consecuencia, habiendo superado el periodo de prueba, el
contrato modal del demandante se desnaturalizó al no establecerse
la causa objetiva de contratación y haberse simulado una relación
laboral de carácter temporal que en realidad era de naturaleza
permanente, vulnerando un elemento esencial de la contratación
temporal, configurándose la causal de desnaturalización prevista
en el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
por lo que el contrato se ha convertido en un contrato de duración
indeterminada.
10. Siendo que la relación laboral era de duración indeterminada,
el demandante solamente podía ser despedido por una causa justa
relacionada con su conducta o capacidad, lo que no ha sucedido
en el presente caso, razón por la cual ha sido objeto de un despido
arbitrario.
11. Por lo expuesto, que en el presente caso estimamos que se
ha configurado un despido incausado, vulneratorio del derecho al
trabajo del actor, reconocido en el artículo 22º de la Constitución.
12. El demandante también afirma que su despido sin expresión
de causa resulta violatorio de su derecho constitucional al debido
proceso, pues en su despido no se ha seguido el procedimiento
administrativo establecido en los artículos 31º y 32º del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR.
13. Al respecto, el procurador público adjunto ad hoc en
procesos constitucionales a cargo de la Procuraduría Pública
del Poder Judicial sostiene que conforme a lo establecido en su
contrato de trabajo el empleador podía resolver el contrato sin
expresión de causa, previo aviso escrito con tres días calendario
de anticipación.
14. Como este Tribunal tiene señalado, el derecho fundamental
al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de
la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y
materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo
garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
inmersa una persona pueda considerarse justo (STC Nº 104902006-AA, Fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado
que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca
exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también
48839
al ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006AA/TC, Fundamento 6).
También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia
(STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y
los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– resultan
aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier
persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad de imponer
una sanción tan grave como la expulsión. En tal sentido, si el
emplazado consideraba que el actor cometió alguna falta, debieron
comunicarle, previamente y por escrito, los cargos imputados,
acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle
un plazo prudencial a efectos de que –mediante la expresión de
los descargos correspondientes– pueda ejercer cabalmente su
legítimo derecho de defensa”.
Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido
expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra
Constitución, y constituye un elemento del derecho al debido
proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal,
el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado
cuando, en el seno de un proceso judicial, a cualquiera de las
partes se le impide, por concretos actos de los órganos judiciales,
el ejercicio de los medios necesarios, suficientes y eficaces para
defender sus derechos e intereses legítimos [STC 1231-2002-HC/
TC]. Es así que el derecho de defensa (de naturaleza procesal)
se constituye en fundamental y conforma el ámbito del debido
proceso, siendo presupuesto para reconocer la garantía de
este último. Por ello, en tanto derecho fundamental, se proyecta
como principio de interdicción para afrontar cualquier indefensión
y como principio de contradicción de los actos procesales que
pudieran repercutir en la situación jurídica de algunas de las
partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un
tercero con interés.
15. En el caso de autos, la controversia constitucional radica en
determinar si el demandado, al dar por culminado el vínculo laboral
con el actor, lo hizo observando el debido proceso, o si, por el
contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, se debe comenzar
por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez que forma
parte del derecho al debido proceso.
16. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir a un
trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin
antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis
días naturales para que pueda defenderse por escrito de los
cargos que se le formulen; es decir el despido se inicia con una
carta de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer
su derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que
considere conveniente a su derecho.
17. En el presente caso, ya ha quedado determinado que el
recurrente mantenía con el demandado una relación laboral a plazo
indeterminado, por lo que consideramos que la Carta Nº 023-2010A-CSJSM/PJ, de fecha 25 de noviembre de 2010 –que si bien no
obra en autos, su existencia ha sido corroborada por ambas partes
y consta como hecho verificado por la Autoridad Administrativa
de Trabajo (Anexo de Requerimiento de fojas 8)–, no puede ser
calificada de una carta de imputación de faltas graves según lo
prescrito por el artículo 31° del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
pues en ella el empleador se limita a comunicar al demandante su
decisión de dar por terminado el vínculo contractual sin expresar
causal alguna, por lo que cabe concluir que el recurrente fue
despedido sin que le haya remitido previamente una carta de
imputación de faltas graves.
18. Por lo expuesto, en el presente caso estimamos que el
demandado también ha vulnerado el derecho al debido proceso
del recurrente, específicamente, su derecho de defensa.
19. En la medida en que en este caso se ha acreditado que el
demandado ha vulnerado los derechos constitucionales al trabajo,
a la protección adecuada contra el despido arbitrario y al debido
proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante
como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía
desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga
las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del
Código Procesal Constitucional.
20. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, el emplazado debe asumir los costos
procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de
ejecución de la presente sentencia.
Por estas consideraciones, a nuestro juicio corresponde:
1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la
afectación de los derechos al trabajo, a la protección adecuada
contra el despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia,
NULO el despido de que ha sido objeto el demandante.
2. ORDENAR que el presidente de la Corte Superior de
Justicia del Distrito Judicial de San Martín reponga a don Juan Yoel
Salgado Guevara como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución
aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22º y 59º
del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos
procesales.
SS.
URVIOLA HANI
CALLE HAYEN
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48840
VOTO DEL MAGISTRADO ETO CRUZ
Concuerdo con los fundamentos y el fallo contenidos en el
voto de los magistrados Urviola Hani y Calle Hayen, por lo que
mi voto es porque se declare FUNDADA la demanda, porque se
ha acreditado la vulneración del derecho del trabajo; y, por tanto,
NULO el despido arbitrario del demandante. Ordenar que la Corte
Superior de Justicia de San Martín cumpla con reponer a don Juan
Yoel Salgado Guevara como trabajador a plazo indeterminado
en el cargo que venía desempeñando o en otro de similar nivel o
categoría, en el término de dos días hábiles, bajo apercibimiento de
aplicar las medidas coercitivas establecidas en los artículos 22 y 59
del C.P.Const.; con el abono de los costos del proceso.
SS.
ETO CRUZ
VOTO EN DISCORDIA DEL MAGISTRADO
VERGARA GOTELLI
Emito el presente voto en discordia por las siguientes
consideraciones:
1. En el presente caso el recurrente interpone demanda de
amparo contra el presidente de la Corte Superior de Justicia del
Distrito Judicial de San Martín y el Procurador Público encargado
de los asuntos judiciales del Poder Judicial, con la finalidad de que
se disponga su reposición en el cargo de especialista legal que
venía ocupando. Considera que mediante la Carta Nº 023-2010A-CJSM ha sido objeto de un despido incausado, puesto que los
contratos se desnaturalizaron, habiéndose convertido en contratos
a plazo indeterminado, vulnerándose así sus derechos al trabajo, a
la protección frente al despido arbitrario y al debido proceso.
Refiere que ingresó a laborar a partir del 17 de agosto hasta el
30 de diciembre de 2010, suscribiendo contratos de trabajo para
servicio especifico. Señala que no se especificó la dependencia
y órgano jurisdiccional en el que trabajaría, produciéndose la
desnaturalización del contrato, configurándose una relación laboral
a plazo indeterminado.
2. Cabe expresar que en reiteradas oportunidades he venido
admitiendo demandas que tienen como emplazado a un ente del
Estado, disponiendo en cientos de oportunidades la reposición del
trabajador en el puesto de trabajado que venia desempeñando,
asumiendo la contratación a plazo indeterminado. ¿Qué ha traído
esto como consecuencia? Las masivas demandas de amparo
de personas que habiendo sido contratados bajo determinada
modalidad, pretenden la reincorporación a determinado puesto
pero como trabajadores a plazo indeterminados, encontrando
finalmente el mecanismo perfecto para burlar la normatividad
que especifica la forma de ingreso a las entidades públicas como
trabajadores a plazo indeterminado. Por ello actualmente observo
que las personas prefieren buscar de cualquier manera ingresar
a realizar una labor determinada en cualquier entidad del Estado
para posteriormente –evitando el concurso público– ingresar como
trabajador a plazo indeterminado a través de una demanda de
amparo –claro está habiendo previamente buscado un error en la
administración a efectos de poder demandar–.
3. Debemos señalar que el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley
Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza
mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en
base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de
igualdad de oportunidades.
4. Es así que el objetivo que persogue el Estado es dotar a la
Administración Pública de los mejores cuadros, razón por la que
concordamos con la posición asumida por el Dr. Álvarez Miranda
en otros casos, que expresa que “a diferencia de lo que ocurre
con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada
día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado,
procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones
personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia
en el sector público, pues carece de tal incentivo.”
5. Por ello también considero que en el empleo público
no se puede aplicar la misma mecánica del concepto de
“desnaturalización”, puesto que una empresa particular vela solo
por sus intereses patrimoniales, mientras que el Estado debe estar
dotado de personal idóneo capaz de resolver los problemas que
día a día aquejan a cualquier entidad del Estado, teniendo por ello
importancia especial la labor de los trabajadores vinculados al ente
estatal, ya que su desempeño directa o indirectamente incidirá en
los intereses de los peruanos
6. En tal sentido en atención a dicha realidad estimo necesario
realizar un cambio que exprese mi rechazo ante una situación
grave que está trayendo como consecuencia la saturación de la
administración pública, con trabajadores que no han sido evaluados
debidamente –puesto que no han pasado por un concurso público–
, lo que pone en tela de juicio la capacidad e idoneidad de dicho
personal.
7. Por lo expuesto considero que cuando una entidad estatal sea
la demandada, deberá desestimar la demanda por improcedente
puesto que deberá exigirse la respectiva participación en un
concurso público a efectos de verificar una serie de características
que debe ostentar el trabajador para determinado puesto de
trabajo. Claro está de advertirse negligencia o arbitrariedad por
parte de la entidad estatal en la contratación, la persona afectada
podrá acudir a la vía ordinaria a efectos de que se le indemnice
por tal arbitrariedad. No obstante ello debo enfatizar que cuando
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
la propia entidad estatal de tratamiento de trabajador estable
a una persona, brindándole un cargo que solo es considerado
como estable, emitiendo boletas, otorgándole todos los beneficios
correspondientes, entre otros, no cabrá el análisis de una presunta
denuncia de desnaturalización de contrato sino solo el análisis de
la existencia de una causa justificada para el despido.
8. Cabe expresar que este cambio no tiene como finalidad
perjudicar a los trabajadores ni mucho menos limitar sus derechos
fundamentales, sino que busca que el aparato estatal tenga
trabajadores calificados y especializados, razón por la que por ley
se ha dispuesto el ingreso como trabajador a la entidades estatales
solo por concurso público.
9. Es así que en el presente caso tenemos que el demandante
interpone demanda de amparo contra la Corte Superior de Justicia
de San Martin a efectos de que se le reincorpore en el cargo que
venía desempeñando u otro similar, puesto que considera que
los contratos suscritos a los que se ha venido sujetando han sido
desnaturalizados.
10. En consecuencia tenemos que no podemos disponer la
reincorporación del recurrente en la entidad emplazada, por lo que
debe sujetarse al concurso respectivo a efectos de que se evalúe
las características e idoneidad del recurrente para el puesto al
que pretenda acceder como trabajador a plazo indeterminado. No
obstante ello el recurrente puede recurrir a la vía correspondiente
a efectos de que busque el resarcimiento del daño causado por la
entidad demandada, de existir éste.
Por las razones expuestas mi voto es porque se declare
IMPROCEDENTE la demanda de amparo propuesta.
S.
VERGARA GOTELLI
W-1076221-1
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 01500-2013-PA/TC
ICA
RAFAEL ALFONSO HUAMÁN RONDÓN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala
Primera del Tribunal Constitucional, integrada por los señores
magistrados Vergara Gotelli, Calle Hayen, Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Rafael
Alfonso Huamán Rondón contra la resolución de fojas 73, su
fecha 15 de febrero de 2013, expedida por la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justica de Ica, que declaró infundada la
demanda de autos
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que la
emplazada le otorgue indemnización por enfermedad profesional,
de conformidad con la Ley Nº 26790, en concordancia con el
Decreto Supremo 003-98-SA. Asimismo, solicita el pago de los
intereses legales, así como las costas y costos del proceso.
La ONP contesta la demanda solicitando que se la declare
infundada, manifestando que al haber laborado el actor en calidad
de empleado desde el 6 de setiembre de 1982 hasta el 30 de
setiembre de 1992, no se encuentra incluido en la cobertura del
Decreto Ley Nº 18846, aplicable a su caso.
El Tercer Juzgado Civil de Ica, con fecha 6 de agosto de 2012,
declaró infundada la demanda, por considerar que el actor no
laboró en calidad de obrero durante la vigencia del Decreto Ley
Nº 18846.
La Sala Superior competente confirmó la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El objeto de la demanda es que se le otorgue al actor
indemnización por enfermedad profesional, de conformidad con la
Ley Nº 26790, en concordancia con el Decreto Supremo 003-98SA.
En el fundamento 37.b) de la STC 01417-2005-PA/TC,
publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005,
este Tribunal ha señalado que forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho y que la titularidad del derecho invocado
debe estar suficientemente acreditada para que sea posible emitir
pronunciamiento. En consecuencia, la pretensión del recurrente
se encuentra comprendida en el supuesto previsto en el citado
fundamento, motivo por el cual corresponde analizar el fondo de la
cuestión controvertida.
El Peruano
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Alega que tiene derecho a percibir una indemnización por
enfermedad profesional de conformidad con el Decreto Supremo
003-98-SA, por cuanto, como consecuencia de la actividad laboral
realizada, padece de hipoacusia neurosensorial con un menoscabo
en su salud de 42% −debidamente acreditada con el certificado
médico expedido por la Comisión Evaluadora de EsSalud−;
asimismo, sostiene que durante todo el transcurso de su actividad
laboral su exempleadora, Empresa Minera Hierro Perú S.A.A.,
efectuó las aportaciones respectivas, conforme a lo dispuesto en
el Decreto Ley Nº 18846.
Manifiesta que la Resolución 3219-2007-ONP/DC 18846,
de fecha 16 de junio de 2007, que le deniega la pensión vitalicia
por enfermedad profesional según lo establece el Decreto Ley Nº
18840, y la Resolución 5228-2011-ONP/DPR/DL 18846, de fecha
5 de abril de 2011, que declara infundado su recurso de apelación,
vulneran su derecho constitucional a la pensión, toda vez que
tiene acreditado su derecho a percibir una indemnización vitalicia
conforme a la Ley Nº 26790 y su reglamento.
2.2. Argumentos de la demandada
Manifiesta que el actor no se encuentra incluido en la cobertura
del Decreto Ley Nº 18846, por cuanto durante el periodo de labores
–desde el 6 de setiembre de 1982 hasta el 30 de setiembre de
1992−, prestó servicios en calidad de empleado y no de obrero.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Este Colegiado, en el precedente vinculante recaído
en la STC 02513-2007-PA/TC, publicada el 5 de febrero de
2009, ha unificado los criterios para la aplicación del Régimen de
Protección de Riesgos Profesionales (accidentes y enfermedades
profesionales).
2.3.2. El Decreto Ley Nº 18846, de Seguro por Accidentes
de Trabajo y Enfermedades Profesionales, vigente hasta el 17
de mayo de 1997, otorgaba prestaciones económicas con la sola
comprobación de trabajador obrero, que consistían en subsidios
temporales o pensiones vitalicias luego de la verificación de la
incapacidad temporal, permanente o muerte del trabajador, es
decir, dependían de los efectos que los accidentes de trabajo o
enfermedades profesionales hubieran producido en la persona.
2.3.3. El Decreto Ley Nº 18846 fue derogado por la Ley Nº 26790,
publicada el 17 de mayo de 1997, que estableció en su Tercera
Disposición Complementaria que las reservas y obligaciones por
prestaciones económicas del Seguro de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales (SATEP), regulado por el Decreto
Ley Nº 18846, serían transferidas al Seguro Complementario de
Trabajo de Riesgo (SCTR) administrado por la ONP.
2.3.4. A la fecha, el SCTR creado por la Ley Nº 26790, que
derogó el Decreto Ley Nº 18846, se encuentra reglamentado por
el Decreto Supremo 009-97-SA y por el Decreto Supremo 003-98SA. Este último dispositivo legal que aprueba las normas técnicas
del SCTR, en su artículo 3 define como enfermedad profesional
todo estado patológico permanente o temporal que sobreviene al
trabajador como consecuencia directa de la clase de trabajo que
desempeña o del medio en que se ha visto obligado a trabajar.
2.3.5. Cabe precisar que el artículo 18.2.4 del Decreto
Supremo 003-98-SA ciertamente establece respecto a la Invalidez
Parcial Permanente Inferior al 50% que “ En caso que las lesiones
sufridas por EL ASEGURADO dieran lugar a una invalidez parcial
permanente inferior al 50%, pero igual o superior al 20%; LA
ASEGURADORA pagará por una única vez al ASEGURADO
inválido el equivalente a 24 mensualidades de pensión calculadas
en forma proporcional a la que correspondería a una Invalidez
Permanente Total (...)”, mientras que el Reglamento del Decreto
Ley Nº 18846, aprobado por el Decreto Supremo 002-72-TR,
señalaba que se le otorga pensión al asegurado declarado con
incapacidad parcial permanente superior a 40%.
2.3.6. No obstante, para que proceda el otorgamiento de dicho
beneficio, según sea el caso, este Tribunal, mediante el precedente
vinculante recaído en el fundamento 14 de la STC 02513-2007PA/TC, ha ratificado el precedente relativo a la acreditación de
la enfermedad profesional, reiterando que únicamente podrá
efectuarse mediante un examen o dictamen médico emitido por
una Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades del Ministerio
de Salud, de EsSalud o de una EPS, conforme lo señala el artículo
26 del Decreto Ley Nº 19990.
2.3.7. Asimismo, en el fundamento 11 de la sentencia precitada
se estableció que no se pierde el derecho a una pensión vitalicia por
laborar como empleado, siempre y cuando se haya laborado antes
como obrero en el mismo centro de trabajo y durante la vigencia del
Decreto Ley Nº 18846, toda vez que el trabajo desempeñado como
empleado no menoscaba el riesgo al que estuvo expuesta la salud
durante el desempeño del trabajo como obrero”.
2.3.8. Con el Informe de Evaluación Médica de Incapacidad
D.L. 18846, de fecha 20 de octubre de 2008, expedido por la
Comisión Médica de Evaluación de Incapacidades del Hospital
Félix Torrealva Gutiérrez de Ica - EsSalud (f. 3), ha quedado
acreditado que el actor padece de “hipoacusia neurosensorial y
trauma acústico crónico” con un menoscabo de 42% en su salud.
2.3.9. De las impugnadas Resoluciones 3219-2007-ONP/DC 18846
y 5228-2011-ONP/DPR/DL 18846 (f. 4 y 5), se advierte que la entidad
48841
previsional le denegó al actor la pensión vitalicia por enfermedad
profesional, por haber laborado para su exempleadora Minera de Hierro
del Perú S.A., en calidad de empleado, desde el 6 de setiembre de
1982 hasta el 30 de setiembre de 1992; esto es, que al no haberse
desempeñado como obrero durante la vigencia del Decreto Ley
Nº 18846, no se encontraba protegido por dicha norma legal.
2.3.10. A su vez, del certificado de trabajo expedido por la
empresa SHOUGANG HIERRO PERÚ S.A.A. (f. 6), se advierte
que el actor laboró bajo la administración de la Empresa Minera
de Hierro del Perú S.A., desempeñando los siguientes cargos:
Técnico III, desde el 6 de setiembre de 1982; Técnico II, desde el 1
de abril de 1985; Técnico I, desde el 1 de enero de 1987, y Analista,
desde el 16 de mayo hasta el 30 de setiembre de 1992.
2.3.11. En consecuencia, atendiendo a que las labores que
realizó el demandante así como su cese se dieron durante la
vigencia del Decreto Ley Nº 18846; que siempre se desempeñó
como empleado y nunca tuvo la calidad de obrero −por lo que nunca
estuvo protegido por los beneficios del referido decreto ley, debido
a que su empleador no se encontraba facultado para efectuar
aportaciones a su favor por tratarse de un Seguro Obligatorio de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales del Personal
Obrero−, no le corresponde gozar de la prestación estipulada por
su norma sustitutoria, la Ley Nº 26790, y percibir la indemnización
por enfermedad profesional prevista en el artículo 18.2.4. del
Decreto Supremo 003-98-SA, solicitada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda al no haberse acreditado la
afectación del derecho constitucional.
Publíquese y notifíquese
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
W-1076221-2
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 03725-2012-PA/TC
MOQUEGUA
EDGAR DANIEL VELÁSQUEZ JUCULACA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 7 días del mes de agosto de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional pronuncia la siguiente sentencia con el
voto en mayoría de los magistrados Urviola Hani y Calle Hayen, y
el voto dirimente del magistrado Eto Cruz, llamado a componer la
discordia suscitada por el voto del magistrado Vergara Gotelli
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edgar
Daniel Velásquez Juculaca contra la sentencia de fojas 539, su
fecha 20 de julio de 2012, expedida por la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Moquegua, que declaró nula la sentencia,
improcedente la demanda de autos, y nulo todo lo actuado.
ANTECEDENTES
Con fecha 2 de noviembre de 2010, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria (Sunat), solicitando que se deje sin efecto
el despido arbitrario del que fue objeto; y que, en consecuencia, se
lo reponga en el cargo de chofer de control móvil de la División de
Auditoría de la Intendencia Regional de Tacna que venía ocupando.
Refiere que laboró para la demandada desde el 4 de setiembre de
2007 hasta el 31 de julio de 2010, en virtud de contratos de trabajo
para servicio específico, los mismos que se desnaturalizaron
porque en realidad fue contratado para realizar una actividad de
carácter permanente que se presta en todas las intendencias de la
Sunat, tanto es así que se encuentra contemplada en el Manual de
Organización y Funciones (MOF), el Reglamento de Organización y
Funciones (ROF) y el Manual de Procedimientos para la Aplicación
del Operativo Control Móvil. Sostiene que al haberse configurado en
los hechos una relación laboral de naturaleza indeterminada, solo
podía ser despedido por una causa justa prevista en la ley. Afirma
que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a la
protección contra el despido arbitrario, y los principios de igualdad de
oportunidades e irrenunciabilidad de los derechos laborales.
El procurador público de la Sunat se apersona al proceso y
el abogado de la Procuraduría Pública de la Sunat propone las
excepciones de caducidad e incompetencia por razón de la
materia; y contesta la demanda argumentando que es falso que
el demandante haya efectuado una labor de carácter permanente,
por cuanto solo realizaba una función complementaria y accesoria
de su representada, y que el cargo que ocupaba únicamente
obedecía a una necesidad coyuntural y excepcional. Manifiesta
48842
PROCESOS CONSTITUCIONALES
que se cumplió con consignar el objeto y el plazo en el contrato de
trabajo para servicio específico que suscribieron, por lo que no se
produjo la desnaturalización del mismo. Refiere que no se despidió
arbitrariamente al demandante toda vez que su vínculo laboral se
extinguió cuando venció el plazo establecido en la última prórroga
de su contrato de trabajo para servicio específico.
El Segundo Juzgado Mixto de Ilo, con fecha 15 de marzo de
2012, declaró infundadas las excepciones propuestas, y con fecha
30 de marzo de 2012, declaró fundada la demanda por estimar
que el actor cumplió con acreditar que la labor que desempeñaba
era de carácter permanente y porque en los contratos de trabajo
para servicio específico no se justificó adecuadamente la causa
objetiva determinante de la contratación del actor; agregando que,
habiéndose configurado entre las partes una relación laboral a
plazo indeterminado, el demandante solo podía ser despedido por
una causa justa prevista en la ley.
La Sala revisora, revocando la apelada, declaró nula la
sentencia e improcedente la demanda, por considerar que el
juzgado competente para resolver la presente controversia es
el de la ciudad de Tacna, por cuanto en el documento nacional
de identidad del demandante y en la dirección que figura en sus
contratos de trabajo es dicha ciudad la que se consigna como
su domicilio, y porque en esta también se habrían vulnerado los
derechos constitucionales que invoca en su demanda. El ad quem
sostiene que se deben privilegiar los datos que aparecen en el
documento nacional de identidad para determinar el domicilio de
una persona, y que en la constatación efectuada por el Juzgado de
Paz se ha incurrido en graves omisiones.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
El demandante solicita ser repuesto en el cargo de chofer de control
móvil de la División de Auditoría de la Intendencia Regional de Tacna,
sosteniendo que ha sido despedido arbitrariamente. Manifiesta que
sus contratos de trabajo para servicio específico se desnaturalizaron
porque efectuó una labor de carácter permanente que no justificaba
una contratación temporal, y que por lo tanto, se configuró una relación
laboral de naturaleza indeterminada. Alega que se han vulnerado sus
derechos constitucionales al trabajo y a la protección adecuada contra
el despido arbitrario y los principios de igualdad de oportunidades e
irrenunciabilidad de los derechos laborales.
2) Consideraciones previas
2.1 En vista de que la Sala revisora declaró la nulidad de todo
lo actuado por considerar que no era competente para resolver el
caso de autos, corresponde pronunciarse previamente sobre si la
demanda fue interpuesta ante un juzgado competente por razón
del territorio.
2.2 De conformidad con el artículo 51° del Código Procesal
Constitucional es competente el Juez civil o mixto del lugar donde
se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio principal el
afectado, a elección del demandante.
2.3 Y si bien a fojas 2 obra el documento nacional de
identidad del demandante emitido el 7 de enero de 2009, en el
que consigna como domicilio el Pueblo Joven Leoncio Prado 26
de Mayo 1575, Distrito de Tacna, Provincia de Tacna, a fojas 130
obra la Constatación Judicial de Domicilio, de fecha 29 octubre
de 2010, expedida por el Juzgado de Paz Alto Ilo de la Corte
Superior de Justicia de Moquegua, en la que se hace constar que
el demandante domicilia en “Alto Ilo Santa Cruz M D Lote 06”,
precisándose que vive en un inmueble alquilado y que en el interior
se encontraron objetos y artículos personales.
Al respecto, cabe señalar que el artículo 2° de las Leyes N.os
27839 y 28862 dispone que los Juzgados de Paz podrán expedir
certificados domiciliarios, lo cual posteriormente es ratificado en el
segundo párrafo del artículo 1° de la Ley Nº 28882, que establece
“(…) para fines electorales o judiciales, el requisito de certificado
domiciliario se cumplirá dentro de lo establecido por las Leyes
núms. 27839, que establece la atribución de expedir certificaciones
domiciliarias a los Notarios Públicos, Jueces de Paz y municipios,
(…)”. Por lo que, en todo caso, tal como se pronunció este Tribunal
en la STC 03536-2011-PA/TC, existiendo una duda razonable
en torno al domicilio del recurrente, es de aplicación el principio
procesal pro actione, conforme al cual debe continuarse con el
proceso constitucional, teniendo en cuenta el domicilio indicado en
el documento más reciente, esto es, en la Constatación Judicial de
Domicilio que es de fecha anterior a la presentación de la demanda.
Por estas razones, debe concluirse que el Juzgado Mixto de Ilo sí
era competente para conocer la presente demanda.
2.4 En consecuencia en atención a los criterios de procedibilidad
de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual
privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC
0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este
Colegiado considera que, en el presente caso, corresponde evaluar
si el recurrente ha sido objeto de un despido arbitrario conforme
argumenta en su demanda.
3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la
protección adecuada contra el despido arbitrario
3.1 Argumentos del demandante
El actor sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo y
a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario,
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
toda vez que al haberse desnaturalizado los contratos de trabajo a
plazo fijo que suscribió con la parte demandada, se configuró una
relación laboral a plazo indeterminado, motivo por el cual no debió
ser despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley.
3.2. Argumentos de la demandada
La parte demandada argumenta que el recurrente no realizó
labores de carácter permanente y que sus actividades solo eran
accesorias y complementarias a las que brinda la Sunat, y que,
por tanto, la relación laboral que mantuvo con el actor concluyó
válidamente cuando finalizó el último contrato de trabajo para
servicio específico que suscribieron.
3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1 El artículo 22º de la Constitución Política del Perú
establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del
bienestar social y medio de realización de una persona”. Mientras
que el artículo 27º de la carta magna señala que: “La ley otorga al
trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”.
Cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo
implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por
una parte y, por la otra, el derecho a no ser despedido sino por
causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la
adopción por parte del Estado de una política orientada a que la
población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar
que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo
y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo
aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
3.3.2 El artículo 63º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR
establece expresamente que “los contratos para obra determinada
o servicio específico, son aquellos celebrados entre un empleador
y un trabajador, con objeto previamente establecido y de duración
determinada”. Asimismo, el artículo 72º del referido Decreto
Supremo establece que “los contratos de trabajo a que se refiere
este Título necesariamente deberán constar por escrito y por
triplicado, debiendo consignarse en forma expresa su duración y
las causas objetivas determinantes de la contratación, así como las
demás condiciones de la relación laboral”.
Mientras que el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR prescribe que los contratos de trabajo sujetos a
modalidad se desnaturalizan cuando, entre otros supuestos, el
trabajador demuestra la existencia de simulación o fraude a las
normas establecidas en ese cuerpo legal.
3.3.3 En el contrato de trabajo para servicio específico,
obrante a fojas 3, se consigna que el demandante fue contratado
por la emplazada para que trabaje como “MANUAL CHOFER
DE CONTROL MOVIL en la DIVISION DE AUDITORIA
– INTENDENCIA REGIONAL TACNA de la SUNAT, siendo
causa objetiva determinante de su contratación la necesidad de
apoyar en los operativos de verificación del cumplimiento de las
disposiciones tributarias durante el periodo a que se contrae el
presente contrato”. Sin embargo, en las renovaciones efectuadas
al referido contrato, obrantes de fojas 4 y 11, se advierte que en su
respectiva cláusula primera, se consigna “(…) el presente tiene por
objeto renovar el contrato celebrado (…) en razón que continúan
las causas objetivas que determinaron su celebración, es decir, el
aumento temporal de las labores de apoyo a las funciones de
la SUNAT (…)”. (énfasis agregado).
Al respecto, se debe señalar que el aumento temporal de
las actividades no puede ser la causa objetiva de un contrato
de trabajo para servicio específico, toda vez que para afrontar
dicha situación el Decreto Supremo Nº 003-97-TR ha previsto
que existen otras modalidades contractuales. Por dicha razón,
debe considerarse que la causa objetiva se consignó de manera
defectuosa desnaturalizándose así los contratos de trabajo para
servicio específico que suscribieron las partes.
3.3.4. De otro lado, debe resaltarse que del documento
denominado Procedimiento para la aplicación del Operativo Control
Móvil del año 2004, obrante de fojas 111 a 129, se desprende que
la labor de chofer de control móvil que realizaba el demandante
forma parte del Operativo Control Móvil perteneciente a la Sunat,
dentro del cual se efectúa una de las funciones permanentes de la
emplazada, como lo es –entre otras– el control y la fiscalización de
pago de las obligaciones tributarias y del tráfico de mercancías, tal
como está previsto en el artículo 5, literal c), del Decreto Legislativo
Nº 501, que establece que es función de la SUNAT “c. Fiscalizar
el cumplimiento a las obligaciones tributarias, a efecto de combatir
la evasión fiscal”; y en el inciso j) del artículo 14º del Reglamento
de Organización y Funciones de la Sunat, aprobado por el Decreto
Supremo Nº 115-2002-PCM, que señala que dicha entidad tiene
como finalidad: “j) Controlar y fiscalizar el tráfico de mercancías,
cualquiera sea su origen y naturaleza a nivel nacional”.
Asimismo, en reiterada jurisprudencia (SSTC 0087-2010PA/TC, 2101-2010-PA/TC, 1229-2009-PA/TC, 2177-2011-PA/
TC, 3695-2011-PA/TC, entre otras) el Tribunal Constitucional ha
manifestado que las funciones asignadas al demandante (Manual
Chofer de Control Móvil) para las cuales fue contratado no están
relacionadas con una actividad específica de la entidad, sino más
bien con una necesidad permanente o indeterminada de la entidad
demandada.
3.3.5 Siendo así, resulta manifiesto que la emplazada utilizó
la referida modalidad contractual como una fórmula vacía, con el
propósito de simular una relación laboral de naturaleza temporal
que en realidad era permanente; en consecuencia, se ha incurrido
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
en la causal de desnaturalización del contrato prevista en el inciso
d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Por tanto,
habiendo quedado acreditado que las partes mantuvieron una
relación laboral a plazo indeterminado, se concluye que el actor
solamente podía ser despedido por una causa justa relacionada
con su conducta o capacidad laboral, hecho que no ha sucedido
en el presente caso, razón por la cual se ha producido un despido
arbitrario vulneratorio del derecho al trabajo, frente a lo cual
procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de
todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales.
3.3.6 Teniendo presente que existen reiterados casos en los
que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado
un despido arbitrario, resulta pertinente señalar que cuando se
interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del
Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello
debe registrarse como una posible contingencia económica que ha
de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que
ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder
actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimatoria.
En estos casos, la Administración Pública, para justificar el
mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que
el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El
Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer
grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la
entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se
afecta el derecho constitucional invocado”.
Con la opinión del procurador público, puede evitarse y preverse
gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse
a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los
precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir
con el proceso.
4) Efectos de la presente sentencia
4.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que la
parte demandada ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo,
corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador
a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o
en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo
apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas
coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal
Constitucional.
4.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, la emplazada debe asumir los costos
procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de
ejecución de la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado
la vulneración del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el
despido arbitrario de que ha sido víctima el demandante.
2. ORDENAR a la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (Sunat) que cumpla con reincorporar a don Edgar Daniel
Velásquez Juculaca como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
plazo máximo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de
ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos
22º y 59º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los
costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO ETO CRUZ
Con el debido respeto por la opinión del magistrado Vergara
Gotelli, quien opta por declarar improcedente la demanda, me
adhiero a lo resuelto por los magistrados Urviola Hani y Calle
Hayen, y en ese sentido, mi voto es porque se declare FUNDADA
la demanda por haberse acreditado la vulneración del derecho al
trabajo; en consecuencia, NULO el despido arbitrario de que ha
sido víctima el demandante; y en consecuencia, ORDENAR a la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) que
cumpla con reincorporar a don Edgar Daniel Velásquez Juculaca
como trabajador a plazo indeterminado en su mismo puesto de
trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo máximo de dos
días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique las
medidas coercitivas prescritas en los artículos 22º y 59º del Código
Procesal Constitucional, con el abono de los costos procesales.
Sr.
ETO CRUZ
VOTO DE LOS MAGISTRADOS URVIOLA HANI
Y CALLE HAYEN
Sustentamos el presente voto en las consideraciones
siguientes:
48843
1) Delimitación del petitorio
El demandante solicita ser repuesto en el cargo de chofer de
control móvil de la División de Auditoría de la Intendencia Regional
de Tacna, sosteniendo que ha sido despedido arbitrariamente.
Manifiesta que sus contratos de trabajo para servicio específico se
desnaturalizaron porque efectuó una labor de carácter permanente
que no justificaba una contratación temporal, y que por lo tanto, se
configuró una relación laboral de naturaleza indeterminada. Alega
que se han vulnerado sus derechos constitucionales al trabajo y a
la protección adecuada contra el despido arbitrario y los principios
de igualdad de oportunidades e irrenunciabilidad de los derechos
laborales.
2) Consideraciones previas
2.1 En vista de que la Sala revisora declaró la nulidad de todo
lo actuado por considerar que no era competente para resolver el
caso de autos, corresponde pronunciarse previamente sobre si la
demanda fue interpuesta ante un juzgado competente por razón
del territorio.
2.2 De conformidad con el artículo 51° del Código Procesal
Constitucional es competente el Juez civil o mixto del lugar donde
se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio principal el
afectado, a elección del demandante.
2.3 Y si bien a fojas 2 obra el documento nacional de
identidad del demandante emitido el 7 de enero de 2009, en el
que consigna como domicilio el Pueblo Joven Leoncio Prado 26
de Mayo 1575, Distrito de Tacna, Provincia de Tacna, a fojas 130
obra la Constatación Judicial de Domicilio, de fecha 29 octubre
de 2010, expedida por el Juzgado de Paz Alto Ilo de la Corte
Superior de Justicia de Moquegua, en la que se hace constar que
el demandante domicilia en “Alto Ilo Santa Cruz M D Lote 06”,
precisándose que vive en un inmueble alquilado y que en el interior
se encontraron objetos y artículos personales.
Al respecto, cabe señalar que el artículo 2° de las Leyes N.os
27839 y 28862 dispone que los Juzgados de Paz podrán expedir
certificados domiciliarios, lo cual posteriormente es ratificado en el
segundo párrafo del artículo 1° de la Ley Nº 28882, que establece
“(…) para fines electorales o judiciales, el requisito de certificado
domiciliario se cumplirá dentro de lo establecido por las Leyes
núms. 27839, que establece la atribución de expedir certificaciones
domiciliarias a los Notarios Públicos, Jueces de Paz y municipios,
(…)”. Por lo que, en todo caso, tal como se pronunció este Tribunal
en la STC 03536-2011-PA/TC, existiendo una duda razonable
en torno al domicilio del recurrente, es de aplicación el principio
procesal pro actione, conforme al cual debe continuarse con el
proceso constitucional, teniendo en cuenta el domicilio indicado en
el documento más reciente, esto es, en la Constatación Judicial de
Domicilio que es de fecha anterior a la presentación de la demanda.
Por estas razones, debe concluirse que el Juzgado Mixto de Ilo sí
era competente para conocer la presente demanda.
2.4 En consecuencia en atención a los criterios de procedibilidad
de las demandas de amparo relativas a la materia laboral individual
privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 02062005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, consideramos
que, en el presente caso, corresponde evaluar si el recurrente ha
sido objeto de un despido arbitrario conforme argumenta en su
demanda.
3) Sobre la afectación del derecho al trabajo y a la
protección adecuada contra el despido arbitrario
3.1 El actor sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo
y a gozar de una protección adecuada contra el despido arbitrario,
toda vez que al haberse desnaturalizado los contratos de trabajo a
plazo fijo que suscribió con la parte demandada, se configuró una
relación laboral a plazo indeterminado, motivo por el cual no debió
ser despedido sin expresión de una causa justa prevista en la ley.
3.2. La parte demandada argumenta que el recurrente no
realizó labores de carácter permanente y que sus actividades solo
eran accesorias y complementarias a las que brinda la Sunat,
y que, por tanto, la relación laboral que mantuvo con el actor
concluyó válidamente cuando finalizó el último contrato de trabajo
para servicio específico que suscribieron.
3.3. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú
establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del
bienestar social y medio de realización de una persona”. Mientras
que el artículo 27º de la carta magna señala que: “La ley otorga al
trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”.
Cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo
implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por
una parte y, por la otra, el derecho a no ser despedido sino por
causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la
adopción por parte del Estado de una política orientada a que la
población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar
que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo
y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo
aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
3.4. El artículo 63º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR
establece expresamente que “los contratos para obra determinada
o servicio específico, son aquellos celebrados entre un empleador
y un trabajador, con objeto previamente establecido y de duración
determinada”. Asimismo, el artículo 72º del referido Decreto
Supremo establece que “los contratos de trabajo a que se refiere
este Título necesariamente deberán constar por escrito y por
48844
PROCESOS CONSTITUCIONALES
triplicado, debiendo consignarse en forma expresa su duración y
las causas objetivas determinantes de la contratación, así como las
demás condiciones de la relación laboral”.
Mientras que el inciso d) del artículo 77º del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR prescribe que los contratos de trabajo sujetos a
modalidad se desnaturalizan cuando, entre otros supuestos, el
trabajador demuestra la existencia de simulación o fraude a las
normas establecidas en ese cuerpo legal.
3.5. En el contrato de trabajo para servicio específico,
obrante a fojas 3, se consigna que el demandante fue contratado
por la emplazada para que trabaje como “MANUAL CHOFER
DE CONTROL MOVIL en la DIVISION DE AUDITORIA
– INTENDENCIA REGIONAL TACNA de la SUNAT, siendo
causa objetiva determinante de su contratación la necesidad de
apoyar en los operativos de verificación del cumplimiento de las
disposiciones tributarias durante el periodo a que se contrae el
presente contrato”. Sin embargo, en las renovaciones efectuadas
al referido contrato, obrantes de fojas 4 y 11, se advierte que en su
respectiva cláusula primera, se consigna “(…) el presente tiene por
objeto renovar el contrato celebrado (…) en razón que continúan
las causas objetivas que determinaron su celebración, es decir, el
aumento temporal de las labores de apoyo a las funciones de
la SUNAT (…)”. (énfasis agregado).
Al respecto, se debe señalar que el aumento temporal de
las actividades no puede ser la causa objetiva de un contrato
de trabajo para servicio específico, toda vez que para afrontar
dicha situación el Decreto Supremo Nº 003-97-TR ha previsto
que existen otras modalidades contractuales. Por dicha razón,
debe considerarse que la causa objetiva se consignó de manera
defectuosa desnaturalizándose así los contratos de trabajo para
servicio específico que suscribieron las partes.
3.6. De otro lado, debe resaltarse que del documento
denominado Procedimiento para la aplicación del Operativo Control
Móvil del año 2004, obrante de fojas 111 a 129, se desprende que
la labor de chofer de control móvil que realizaba el demandante
forma parte del Operativo Control Móvil perteneciente a la Sunat,
dentro del cual se efectúa una de las funciones permanentes de la
emplazada, como lo es –entre otras– el control y la fiscalización de
pago de las obligaciones tributarias y del tráfico de mercancías, tal
como está previsto en el artículo 5, literal c), del Decreto Legislativo
Nº 501, que establece que es función de la SUNAT “c. Fiscalizar
el cumplimiento a las obligaciones tributarias, a efecto de combatir
la evasión fiscal”; y en el inciso j) del artículo 14º del Reglamento
de Organización y Funciones de la Sunat, aprobado por el Decreto
Supremo Nº 115-2002-PCM, que señala que dicha entidad tiene
como finalidad: “j) Controlar y fiscalizar el tráfico de mercancías,
cualquiera sea su origen y naturaleza a nivel nacional”.
Asimismo, en reiterada jurisprudencia (SSTC 0087-2010-PA/TC,
2101-2010-PA/TC, 1229-2009-PA/TC, 2177-2011-PA/TC, 36952011-PA/TC, entre otras) el Tribunal Constitucional ha manifestado
que las funciones asignadas al demandante (Manual Chofer de
Control Móvil) para las cuales fue contratado no están relacionadas
con una actividad específica de la entidad, sino más bien con una
necesidad permanente o indeterminada de la entidad demandada.
3.7. Siendo así, resulta manifiesto que la emplazada utilizó
la referida modalidad contractual como una fórmula vacía, con el
propósito de simular una relación laboral de naturaleza temporal
que en realidad era permanente; en consecuencia, se ha incurrido
en la causal de desnaturalización del contrato prevista en el inciso
d) del artículo 77º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Por tanto,
habiendo quedado acreditado que las partes mantuvieron una
relación laboral a plazo indeterminado, se concluye que el actor
solamente podía ser despedido por una causa justa relacionada
con su conducta o capacidad laboral, hecho que no ha sucedido
en el presente caso, razón por la cual se ha producido un despido
arbitrario vulneratorio del derecho al trabajo, frente a lo cual
procede la reposición como finalidad eminentemente restitutoria de
todo proceso constitucional de tutela de derechos fundamentales.
3.8. Teniendo presente que existen reiterados casos en los
que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado
un despido arbitrario, resulta pertinente señalar que cuando se
interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad del
Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello
debe registrarse como una posible contingencia económica que ha
de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la plaza que
ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso, poder
actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimatoria.
En estos casos, la Administración Pública, para justificar el
mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que
el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El
Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer
grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la
entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se
afecta el derecho constitucional invocado”.
Con la opinión del procurador público, puede evitarse y preverse
gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse
a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los
precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir
con el proceso.
3.9. En la medida en que en este caso se ha acreditado que la
parte demandada ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo,
corresponde ordenar la reposición del demandante como trabajador
a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o
en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo
apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas
coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del Código Procesal
Constitucional.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
3.10. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, la emplazada debe asumir los costos
procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa de
ejecución de la presente sentencia.
Por las consideraciones precedentes, a nuestro juicio, corresponde:
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado
la vulneración del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el
despido arbitrario de que ha sido víctima el demandante.
2. ORDENAR a la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (Sunat) que cumpla con reincorporar a don Edgar Daniel
Velásquez Juculaca como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
plazo máximo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de
ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos
22º y 59º del Código Procesal Constitucional, con el abono de los
costos procesales.
SS.
URVIOLA HANI
CALLE HAYEN
VOTO EN DISCORDIA DEL MAGISTRADO
VERGARA GOTELLI
Emito el presente voto en discordia por las siguientes
consideraciones:
1. En el presente caso el recurrente interpone demanda de
amparo contra la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (SUNAT), con la finalidad de que se deje sin efecto el
despido arbitrario, y que en consecuencia se disponga su reposición
en el cargo de chofer de control móvil, puesto que considera que
el contrato para servicio especifico ha sido desnaturalizado, por lo
que paso a ser trabajador a plazo indeterminado, razón por la que
solo podía ser despedido por causa justa.
2. Cabe expresar previamente que en reiteradas oportunidades
he venido admitiendo demandas que tienen como emplazado
a un ente del Estado, disponiendo en cientos de oportunidades
la reposición del trabajador en el puesto de trabajado que venia
desempeñando, asumiendo la contratación a plazo indeterminado.
Qué ha traído esto como consecuencia? Las masivas demandas
de amparo de personas que habiendo sido contratados bajo
determinada modalidad, pretenden la reincorporación a determinado
puesto pero como trabajadores a plazo indeterminados, encontrando
finalmente el mecanismo perfecto para burlar la normatividad que
especifica la forma de ingreso a las entidades públicas como
trabajadores a plazo indeterminado. Por ello actualmente observo
que las personas prefieren buscar de cualquier manera ingresar
a realizar una labor determinada en cualquier entidad del Estado
para posteriormente –evitando el concurso público– ingresar como
trabajador a plazo indeterminado a través de una demanda de
amparo –claro está habiendo previamente buscado un error en la
administración a efectos de poder demandar–.
3. Cabe expresar que el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley
Marco del Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza
mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en
base a los méritos y capacidad de las personas, en un régimen de
igualdad de oportunidades.
4. Es así que el objetivo que persogue el Estado es dotar a la
Administración Pública de los mejores cuadros, razón por la que
concordamos con la posición asumida por el Dr. Álvarez Miranda
en otros casos, que expresa que “a diferencia de lo que ocurre
con los particulares, quienes guiados por el incentivo de ser cada
día más eficientes bajo pena de ser expectorados del mercado,
procuran captar al mejor personal en base a sus cualificaciones
personales y trayectoria; ello no suele presentarse con frecuencia
en el sector público, pues carece de tal incentivo.”
5. Por ello también considero que en el empleo público
no se puede aplicar la misma mecánica del concepto de
“desnaturalización”, puesto que una empresa particular vela solo
por sus intereses patrimoniales, mientras que el Estado debe estar
dotado de personal idóneo capaz de resolver los problemas que
día a día aquejan a cualquier entidad del Estado, teniendo por ello
importancia especial la labor de los trabajadores vinculados al ente
estatal, ya que su desempeño directa o indirectamente incidirá en
los intereses de los peruanos.
6. En tal sentido en atención a dicha realidad considero
necesario realizar un cambio que exprese mi rechazo ante
una situación grave que está trayendo como consecuencia la
saturación de la administración pública, con trabajadores que no
han sido evaluados debidamente –puesto que no han pasado por
un concurso público–, lo que pone en tela de juicio la capacidad e
idoneidad de dicho personal.
7. Por ello observo cuando una entidad estatal sea la
demandada, deberá desestimar la demanda por improcedente
puesto que deberá exigirse la respectiva participación en un
concurso público a efectos de verificar una serie de características
que debe ostentar el trabajador para determinado puesto de
trabajo. Claro está de advertirse negligencia o arbitrariedad por
parte de la entidad estatal en la contratación, la persona afectada
podrá acudir a la vía ordinaria a efectos de que se le indemnice por
tal arbitrariedad.
8. Cabe expresar que este cambio no tiene como finalidad
perjudicar a los trabajadores ni mucho menos limitar sus derechos
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
fundamentales, sino que busca que el aparato estatal tenga
trabajadores calificados y especializados, razón por la que por ley
se ha dispuesto el ingreso como trabajador a la entidades estatales
solo por concurso público.
9. Es así que en el presente caso tenemos que el recurrente
interpone demanda de amparo contra la SUNAT a efectos de que
se le reincorpore en el cargo que venía desempeñando. Revisados
los autos tenemos que el recurrente fue contratado mediante
contrato por servicio específico, es decir una labor determinada.
10. En tal sentido tenemos que no podemos disponer la
reincorporación del recurrente en la entidad estatal emplazada,
ya que debe sujetarse al concurso respectivo a efectos de que se
evalúe las características e idoneidad del recurrente para el puesto
al que pretenda acceder como trabajador a plazo indeterminado. No
obstante ello el recurrente puede recurrir a la vía correspondiente a
efectos de que –de considerarlo– busque el resarcimiento del daño
causado por la entidad edil.
Por las razones expuestas mi voto es porque se declare
IMPROCEDENTE la demanda de amparo propuesta.
Sr.
VERGARA GOTELLI
W-1076221-3
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 04712-2012-PA/TC
LIMA
CARLOS ARMANDO CASANOVA MAGUIÑA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 11 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Urviola Hani, Vergara Gotelli y Calle Hayen, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Etelvina
Ruíz Cabrejos de Casanova contra la resolución de fojas 337, su
fecha 7 de setiembre de 2012, expedida por la Quinta Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se reajuste su
pensión en un monto equivalente a tres sueldos mínimos vitales de
conformidad con la Ley Nº 23908. Asimismo solicita el pago de los
devengados y costos del proceso.
La emplazada contesta la demanda expresando que la
contingencia del demandante se produce cuando la Ley Nº 23908
se encontraba derogada, por lo que al haber solicitado la pensión
de jubilación cuando dicha ley ya no estaba vigente, esta no le es
aplicable.
El Sexto Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima,
con fecha 28 de marzo de 2012, declaró infundada la demanda,
por considerar que la contingencia del demandante fue dada con
posterioridad al 18 de diciembre de 1992, por lo que no resulta
aplicable la Ley Nº 23908.
La Sala Superior competente, confirmando la apelada, declaró
infundada la demanda, por el mismo fundamento.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
En el presente caso, el demandante percibe la pensión de
jubilación que establece el régimen del Decreto Ley Nº 19990 y
pretende que se incremente el monto en aplicación de la Ley Nº
23908.
En atención a los criterios de procedencia establecidos en el
fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, que constituye precedente
vinculante, y en concordancia con lo dispuesto en el artículo VII del
Título Preliminar y los artículos 5, inciso 1, y 38 del Código Procesal
Constitucional, este Tribunal estima que, en el presente caso, aun
cuando la demanda cuestiona la suma específica de la pensión que
percibe el demandante, procede efectuar su verificación, toda vez que
se encuentra comprometido el derecho al mínimo vital.
En consecuencia la pretensión del recurrente está comprendida
en el supuesto previsto en el fundamento 37 de la citada
sentencia, motivo por el cual corresponde analizar el fondo de la
controversia.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que la ONP no ha cumplido con nivelar su pensión
de jubilación en un monto equivalente a tres remuneraciones
48845
mínimas vitales, de conformidad con la Ley Nº 23908, aun cuando
le correspondía dicha ley por haber cesado en sus labores el 4 de
agosto de 1992.
Por otro lado, mediante escrito de fecha 13 de agosto de 2012
obrante a fojas 303, doña Etelvina Ruiz Cabrejos Vda. de Casanova
pone en conocimiento de la Sala Superior que su cónyuge (el
demandante) ha fallecido el día 9 de julio de 2012, para lo cual
adjunta el certificado y el acta de defunción (f. 300 y 301), y solicita
la continuación del proceso.
2.2. Argumentos de la demandada
Alega que al demandante se le ha otorgado una pensión según
el régimen general y conforme a los dispositivos legales vigentes.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. En cuanto a la aplicación de la Ley Nº 23908, este
Colegiado en la STC 5189-2005-PA/TC, del 13 de setiembre
de 2006, este Tribunal, atendiendo a su función ordenadora y
pacificadora, y en mérito de lo dispuesto en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, acordó precisar los
criterios adoptados en la STC 198-2003-AC/TC para la aplicación
de la Ley Nº 23908 durante su periodo de vigencia, y dispuso la
observancia obligatoria de los fundamentos jurídicos 5 y 7-21.
2.3.2. En el presente caso de la Resolución 18277-97-ONP/DC,
de fecha 12 de junio de 1997 (f. 2), se aprecia que al demandante
se le otorgó pensión de jubilación por haber reunido 22 años
de aportaciones, por la cantidad de S/. 55.66, a partir del 14 de
octubre de 1993, es decir, con posterioridad a la derogación de
la Ley Nº 23908, por lo que dicha norma no resulta aplicable al
demandante.
2.3.3. Cabe mencionar también que el actor alcanzó el punto
de contingencia el 14 de octubre de 1993 (fecha en que cumplió
de la edad requerida por ley), con posterioridad a la derogación
de la Ley Nº 23908, por lo que dicha norma no resulta aplicable
a su caso.
2.3.4. Asimismo importa precisar que conforme a lo dispuesto
por las Leyes 27617 y 27655, la pensión mínima establecida para
el Sistema Nacional de Pensiones está determinada por el número
de años de aportaciones acreditadas por el pensionista. En ese
sentido y en concordancia con las disposiciones legales, mediante
la Resolución Jefatural 001-2002-JEFATURA-ONP (publicada el 3
de enero de 2002), se dispuso incrementar los montos mínimos
mensuales de las pensiones comprendidas en el Sistema
Nacional de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990,
estableciéndose en S/. 415.00 el monto mínimo de las pensiones
con más de 20 años de aportaciones.
2.3.5. Por consiguiente, al constatarse de la boleta de pago
de fojas 4 que el demandante percibió una pensión de jubilación
acorde a los años aportados cabe concluir que no se vulneró su
derecho al mínimo vital.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
W-1076221-5
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 01250-2013-PA/TC
HUAURA
LIBERATA BENITA TORRES DE ESPINOZA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 12 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña
Liberata Benita Torres de Espinoza contra la resolución de fojas
102, su fecha 23 de enero de 2013, expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Huaura, que declaró infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
48846
PROCESOS CONSTITUCIONALES
inaplicable la Resolución 1197-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990, del
18 de noviembre de de 2008; y que, en consecuencia, se restituya
el pago de la pensión de jubilación que venía percibiendo en virtud
de la Resolución 995-2008-ONP/GO/DL 19990, del 5 de febrero
de 2008. Asimismo, solicita el pago de las pensiones generadas,
intereses legales, costas y costos procesales.
La ONP contesta la demanda y solicita que se la declare
infundada, argumentando que de la labor de control posterior
se determinó que los documentos con los que la actora había
obtenido la prestación adolecían de irregularidades. Asimismo,
aduce que se ha configurado la nulidad administrativa de acuerdo
con lo previsto en los numerales 1 y 4 del artículo 10 por haber
determinado el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de
Huaura la existencia de hechos constitutivos de infracción penal
que agravian el interés público.
El Primer Juzgado Civil de Huaura, con fecha 28 de agosto
del 2012, declara fundada en parte la demanda e improcedente
respecto al pago de costas, por estimar que si bien la demandada
está facultada para realizar el control posterior, esta decisión se
torna arbitraria al comprobarse en autos que no ha presentado
ningún documento que demuestre la decisión de suspender el
pago de la pensión de la actora.
La Sala Superior competente revoca la apelada y, reformándola,
declara infundada la demanda, por considerar que la actora debe
probar que sus aportaciones son válidas para revertir lo alegado
por la ONP, actividad que no ha realizado en el proceso.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP) solicitando la restitución de
la pensión de jubilación que se le otorgó de conformidad con el
Decreto ley 19990, cuyo pago fue suspendido de manera arbitraria
por la demandada.
Evaluada la pretensión planteada según lo dispuesto por el
fundamento 107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados,
es menester señalar que el derecho a no ser privado arbitrariamente
de la pensión constituye un elemento del contenido esencial
del derecho a la pensión, el cual encuentra protección a través
del proceso de amparo, de conformidad con los supuestos de
procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC 14172005-PA/TC, por lo que corresponde verificar si se ha respetado
el derecho al debido procedimiento administrativo, en el que se
encuentra comprendido el derecho a una debida motivación.
Por otro lado considerando que la pensión como derecho
fundamental, por su naturaleza requiere de regulación legal
para establecer las condiciones necesarias para su goce, debe
concluirse que aquellas limitaciones o restricciones temporales o
permanentes a su ejercicio han de estar debidamente sustentadas,
a efectos de evitar arbitrariedades en la intervención de este
derecho.
2. Sobre la afectación del derecho al debido proceso
(artículo 139.3 de la Constitución)
2.1. Argumentos de la demandante
Manifiesta que al suspender la ONP el pago de la pensión
jubilación de la cual venía gozando sin haber realizado una
investigación particular de su situación, basándose nuevamente en
indicios generales, ha vulnerado sus derechos constitucionales al
debido proceso y a una debida motivación.
2.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que suspendió el pago de la pensión de jubilación
de la demandante por haberse descubierto que la documentación
aportada para el otorgamiento de dicha pensión con la finalidad
de acreditar el cumplimiento de los requisitos mínimos, presenta
indicios de falsedad, los que se encuentran demostrados con los
resultados de la fiscalización posterior dispuesta por la entidad.
2.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Al resolver la STC 0023-2005-AI/TC, este Tribunal
ha expresado en los fundamentos 43 y 48, respectivamente,
que “(…) los derechos fundamentales que componen el debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva son exigibles a todo
órgano que tenga naturaleza jurisdiccional (jurisdicción ordinaria,
constitucional, electoral y militar) y que pueden ser extendidos,
en lo que fuere aplicable, a todo acto de otros órganos estatales
o de particulares (procedimiento administrativo, procedimiento
legislativo, arbitraje y relaciones entre particulares, entre otros), y
que, (…) el contenido constitucional del derecho al debido proceso
(…) presenta dos expresiones: la formal y la sustantiva. En la de
carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que
ver con las formalidades estatuidas, tales como las que establecen
el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de
defensa y la motivación; y en su expresión sustantiva, están
relacionados los estándares de razonabilidad y proporcionalidad
que toda decisión judicial debe suponer” (énfasis agregado).
Y con anterioridad ya se había pronunciado para precisar que
“El derecho al debido proceso, y los derechos que contiene son
invocables, y, por tanto, están garantizados, no solo en el seno de
un proceso judicial, sino también en el ámbito del procedimiento
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Jueves 1 de mayo de 2014
administrativo. Así, el debido proceso administrativo supone,
en toda circunstancia, el respeto –por parte de la administración
pública o privada – de todos los principios y derechos normalmente
invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada, a
los cuales se refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural,
juez imparcial e independiente, derecho de defensa, etc.)” (Cfr. Nº
4289-2004-AA/TC fundamento 2).
2.3.2. Respecto a la motivación de los actos administrativos, ha
tenido oportunidad de abundar su posición, considerando que:
[…][E]l derecho a la motivación de las resoluciones
administrativas es de especial relevancia. Consiste en el derecho
a la certeza, el cual supone la garantía de todo administrado a
que las sentencias estén motivadas, es decir, que exista un
razonamiento jurídico explícito entre los hechos y las leyes que
se aplican. […]
La motivación de la actuación administrativa, es decir, la
fundamentación con los razonamientos en que se apoya, es
una exigencia ineludible para todo tipo de actos administrativos,
imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto respecto de
actos emanados de una potestad reglada como discrecional.
El tema de la motivación del acto administrativo es una
cuestión clave en el ordenamiento jurídico-administrativo, y es
objeto central de control integral por el juez constitucional de la
actividad administrativa y la consiguiente supresión de los ámbitos
de inmunidad jurisdiccional.
Constituye una exigencia o condición impuesta para la vigencia
efectiva del principio de legalidad, presupuesto ineludible de todo
Estado de derecho. A ello, se debe añadir la estrecha vinculación
que existe entre la actividad administrativa y los derechos de las
personas. Es indiscutible que la exigencia de motivación suficiente
de sus actos es una garantía de razonabilidad y no arbitrariedad de
la decisión administrativa.
En esa medida, este Tribunal debe enfatizar que la falta
de motivación o su insuficiencia constituye una arbitrariedad e
ilegalidad, en la medida en que es una condición impuesta por la
Ley Nº 27444. Así, la falta de fundamento racional suficiente de
una actuación administrativa es por sí sola contraria a las garantías
del debido procedimiento administrativo. (STC 00091-2005-PA/TC,
F.J. 9, párrafos 3, 5 a 8, criterio reiterado en las SSTC 294-2005PA/TC, 5514-2005-PA/TC, entre otras.).
Adicionalmente se ha determinado en la STC 8495-2006-PA/
TC que:
un acto administrativo dictado al amparo de una potestad
discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo
expresa la apreciación individual de quien ejerce la competencia
administrativa, o cuando el órgano administrativo, al adoptar la
decisión, no motiva o expresa las razones que lo han conducido
a adoptar tal decisión. De modo que, motivar una decisión no sólo
significa expresar únicamente bajo qué norma legal se expide el
acto administrativo, sino, fundamentalmente, exponer en forma
sucinta –pero suficiente– las razones de hecho y el sustento
jurídico que justifican la decisión tomada.
2.3.3. Por tanto la motivación constituye una garantía
constitucional del administrado que busca evitar la arbitrariedad
de la Administración al emitir actos administrativos. En ese
sentido, la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo
General, en el artículo IV del Título Preliminar establece que el
debido procedimiento es uno de los principios del procedimiento
administrativo, el cual reconoce que “Los administrados gozan de
todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento
administrativo, que comprende el derecho a exponer sus
argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión
motivada y fundada en derecho (…)”.
A su turno los artículos 3.4, 6.1, 6.2 y 6.3 señalan respectivamente
que, para su validez “El acto administrativo debe estar debidamente
motivado en proporción al contenido y conforme al ordenamiento
jurídico; La motivación deberá ser expresa, mediante una
relación concreta y directa de los hechos probados relevantes
del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas y
normativas que con referencia directa a los anteriores justifican
el acto adoptado; Puede motivarse mediante la declaración de
conformidad con los fundamentos y conclusiones de anteriores
dictámenes, decisiones o informes obrantes en el expediente, a
condición de que se les identifique de modo certero, y que por esta
situación constituyan parte integrante del respectivo acto”; y que,
“No son admisibles como motivación, la exposición de fórmulas
generales o vacías de fundamentación para el caso concreto o
aquellas fórmulas que por su oscuridad, vaguedad, contradicción
o insuficiencia no resulten específicamente esclarecedoras para la
motivación del acto” (énfasis agregado).
Abundando en la obligación de motivar, incluso cuando se
hubiera efectuado una motivación por remisión, el artículo 24.1.1
exige a la Administración que la notificación contenga “el texto
íntegro del acto administrativo, incluyendo su motivación”.
Por último se debe recordar que el artículo 239.4, desarrollado
en el Capítulo II del Título IV, sobre “Responsabilidad de las
autoridades y personal al servicio de la Administración Pública”,
señala: “[...]de su régimen laboral o contractual, incurren en falta
administrativa en el trámite de los procedimientos administrativos
a su cargo y, por ende, son susceptibles de ser sancionados
administrativamente con amonestación, suspensión, cese o
destitución atendiendo a la gravedad de la falta, la reincidencia,
el daño causado y la intencionalidad con que hayan actuado, en
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
caso de: (…) Resolver sin motivación algún asunto sometido a su
competencia”.
2.3.4. En el presente caso, se observa de autos que primero
la ONP suspende la pensión de jubilación de la actora y sin
dilación, declara su nulidad tras considerar que la verificación
de los servicios prestados para su exempleador Ángel Mendoza
Espinoza fue efectuada por los denunciados Víctor Raúl Collantes
Anselmo y Mirko Vásquez Torres. Conforme puede observarse del
expediente administrativo que corre adjunto (a cuya numeración se
aludirá en el presente fundamento), después de que la emplazada
denegara la pensión de jubilación a la actora (f. 43) esta impugnó
tal decisión (f. 51) que fue declarada infundada (f. 62), decisión que
al ser también impugnada (f. 70) fue declarada fundada mediante
Resolución 995-2008-ONP/GO/DL 19990 (f. 128), otorgando a
la demandante pensión de jubilación adelantada, para lo cual se
efectúan diversas verificaciones (en las que no intervienen los
sentenciados). Ahora bien, mediante Resolución de la Dirección de
Servicios Operativos de fecha 5 de noviembre de 2008 (f. 157), se
dispone dar inicio al procedimiento de fiscalización posterior a la
documentación de los pensionistas que aparecen en el documento
denominado Anexo I, en el que aparece el nombre de la actora (f.
152). Sin más trámite la ONP expide la Resolución 1197-2008-ONP/
DSO.SI/DL 19990 (f. 162) suspendiendo el pago de la pensión de
jubilación, y prontamente sin más documentos que los presentados
por la actora, desestima sus impugnaciones (ff. 173, 186, 191 y
214), expidiendo rápidamente sin realizar ninguna actuación la
Resolución 136-2011-GG/ONP que declara nulas las resoluciones
expedidas durante el trámite de la solicitud de la pensión de la
actora y dispone que la Administración resuelva la solicitud de
otorgamiento de pensión (f. 233), petición que es denegada por
Resolución 5845-2012-ONP/SC/DL 19990 (f. 265).
2.3.5. Fluye de lo expuesto que la ONP sustenta la declaración
de suspensión y posterior nulidad de la pensión de la demandante
en la intervención de los denunciados en la primera verificación
que se efectúa al solicitar la actora el acceso a una pensión de
jubilación del Decreto Ley Nº 19990, sin aportar documentación
que acredite dolo en tal intervención, evidenciándose de esta forma
una actuación arbitraria por parte de la ONP.
2.3.6. En consecuencia, se ha acreditado la vulneración del
derecho a la motivación, integrante del derecho al debido proceso.
3. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
3.1. Argumentos de la demandante
Alega que al haber sido privada injustificadamente de percibir
el ingreso necesario para su subsistir, se ha vulnerado su derecho
a la pensión.
3.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que no se ha vulnerado el derecho a la pensión de
la recurrente por haberse verificado que no reúne los requisitos
legalmente previstos para percibir la prestación reclamada.
3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1 En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal y de lo expuesto respecto del
contenido esencial y la estructura de los derechos fundamentales,
este Colegiado estableció los lineamientos jurídicos que permitirán
determinar las pretensiones que, por pertenecer al contenido
esencial dicho derecho fundamental o estar directamente
relacionadas con él, merecen protección a través del proceso de
amparo.
Así en el literal b) del mismo fundamento se precisó que
“forman parte del contenido esencial directamente protegido por
el derecho fundamental a la pensión, las disposiciones legales
que establecen los requisitos para la obtención de un derecho a
la pensión. Así, serán objeto de protección en la vía de amparo
los supuestos en los que, presentada la contingencia, se deniegue
a una persona el reconocimiento de una pensión de jubilación o
cesantía, a pesar de haber cumplido los requisitos legales para
obtenerla (edad requerida y determinados años de aportación), o
de una pensión de invalidez, presentados los supuestos previstos
en la ley que determinan su procedencia”.
3.3.2 En consecuencia y conforme a lo anotado en los
fundamentos precedentes, habiéndose producido la vulneración del
derecho a la debida motivación –integrante del derecho fundamental
al debido proceso– al declarar la emplazada la suspensión y la
posterior nulidad de las resoluciones administrativas que otorguen
la pensión de jubilación de la demandante, ha afectado su
derecho a la pensión toda vez que la ha privado del goce de dicha
prestación.
4. Efectos de la presente sentencia
Acreditándose en autos la vulneración del derecho a la
debida motivación –integrante del derecho fundamental al debido
proceso– y del derecho a la pensión, se debe ordenar el pago de
las pensiones devengadas desde abril de 2011 y los intereses
legales de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código
Civil;, conforme al artículo 56 del Código Procesal Constitucional
disponer el abono de los costos procesales y declarar improcedente
el pago de costas.
48847
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado
la vulneración de los derechos a la pensión y a la motivación de
las resoluciones administrativas; en consecuencia, NULAS las
Resoluciones 5845-2012-ONP/DPR.SC/DL 19990; 136-2011-GG/
ONP y 1197-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990.
2. Reponiendo las cosas al estado anterior a la vulneración
ordena que la ONP cumpla con restituir el pago de la pensión de
jubilación de la demandante, conforme a los fundamentos de la
presente sentencia, con el abono de las pensiones generadas, los
intereses legales y los costos procesales.
3. Declarar IMPROCEDENTE el pago de costas.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-6
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00593-2013-PA/TC
HUAURA
VÍCTOR HUANES VISURRAGA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Víctor
Huanes Visurraga contra la resolución de fojas 215, su fecha 22 de
octubre de 2012, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huaura, que declara infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP) solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 5767-2008-ONP/DPR/DL 19990, de
fecha 5 de noviembre de 2008, en virtud de la cual se dispuso la
nulidad de la resolución por la que se le otorgó pensión de jubilación
reducida conforme al artículo 42 del Decreto Ley Nº 19990; y que,
en consecuencia, se restituya el pago de la referida pensión, más
el abono de devengados, intereses legales, costos y costas del
proceso.
La emplazada contesta la demanda manifestando que se
declaró la nulidad de la resolución mediante la cual se le otorgó
pensión de jubilación del actor toda vez que los documentos que
presentó para obtener su derecho resultaban irregulares.
El Tercer Juzgado Civil de Huaura, con fecha 16 de julio de
2012, declara fundada la demanda por estimar que la ONP no ha
cumplido con motivar la resolución que declara la nulidad de la
resolución a través de la cual se le otorgó pensión al recurrente.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara
infundada la demanda, considerando que el informe de verificación
fue suscrito por los sentenciados Víctor Collantes Anselmo y Mirko
Vásquez Torres, quienes se encargaron de verificar los documentos
que presentó el demandante para sustentar sus aportaciones.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución
5767-2008-ONP/DPR/DL 19990, de fecha 5 de noviembre de 2008,
en virtud de la cual se declaró la nulidad de la resolución por la que
se le otorgó pensión de jubilación reducida conforme al artículo 42
del Decreto Ley Nº 19990; y que, en consecuencia, se restituya
el pago de la referida pensión, más el abono de devengados,
intereses legales, costos y costas del proceso.
Considera que se ha vulnerado su derecho constitucional a
una debida motivación, integrante del derecho al debido proceso,
porque la emplazada ha declarado la nulidad de la resolución
que le otorgaba la pensión de jubilación sin haber realizado una
investigación particular de su situación, basándose en indicios
generales.
Evaluada la pretensión planteada en atención a lo dispuesto
por el fundamento 107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros
acumulados cabe mencionar que el derecho a no ser privado
arbitrariamente de la pensión constituye un elemento del contenido
esencial del derecho a la pensión, el cual encuentra protección a
través del proceso de amparo, de conformidad con los supuestos de
procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC 01417-
48848
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2005-PA/TC, por lo que corresponde verificar si se ha respetado
el derecho al debido procedimiento administrativo, en el que se
encuentra comprendido el derecho a una debida motivación.
Vale precisar que este Tribunal se pronunciará únicamente
sobre el derecho a la motivación, integrante del derecho al debido
proceso, puesto que el análisis del derecho a la pensión está
subsumido en el primero, por la estrecha vinculación que existe
entre ambos.
2. Sobre la afectación del derecho al debido proceso
(artículo 139.3 de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que mediante la Resolución 1697-2006-ONP/DC/DL
19990, de fecha 3 de enero de 2006 (f. 3), se le otorgó pensión de
jubilación reducida conforme al Decreto Ley Nº 19990, al haber
acreditado 6 años y 9 meses de aportaciones, que sin embargo,
mediante la Resolución 5767-2008-ONP/DPR/DL 19990 (f. 5), la
ONP decidió declarar la nulidad de la resolución que le otorgó la
pensión de jubilación, en razón de que el informe de verificación
de fecha 6 de diciembre de 2005 fue realizado por los verificadores
Víctor Collantes Anselmo y Mirko Brandon Vásquez Torres, quienes
de acuerdo a la sentencia de terminación anticipada expedida por
el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Huaura de
la Corte Superior de Justicia de Huaura, del 24 de junio de 2008, y
adicionada por la Resolución 8, del 14 de agosto de 2008, fueron
condenados por los delitos de estafa y asociación ilícita previstos
en los artículos 196 y 317 del Código Penal en agravio de la ONP.
Considera que los argumentos esgrimidos por la emplazada
son generales pues no se ha efectuado una investigación particular
de su caso.
2.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que ha declarado nulo el goce de la pensión de
jubilación reducida del demandante por haberse descubierto que
la documentación presentada para acreditar el cumplimiento de los
requisitos mínimos para obtenerla tiene indicios de falsedad.
En ese sentido, considera que su actuación se funda en su
facultad de fiscalización posterior, advirtiendo que el informe de
verificación de fecha 6 de diciembre de 2005 fue realizado por los
verificadores Víctor Collantes Anselmo y Mirko Brandon Vásquez
Torres, quienes de acuerdo a la sentencia de terminación anticipada
expedida por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria
de Huaura de la Corte Superior de Justicia de Huaura, del 24 de
junio de 2008, y adicionada por la Resolución 8, del 14 de agosto
de 2008, fueron condenados por los delitos de estafa y asociación
ilícita previstos en los artículos 196 y 317 del Código Penal en
agravio de la ONP.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Al resolver la STC 0023-2005-AI/TC, este Tribunal
ha expresado en los fundamentos 43 y 48, respectivamente,
que (…) los derechos fundamentales que componen el debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva son exigibles a todo
órgano que tenga naturaleza jurisdiccional (jurisdicción ordinaria,
constitucional, electoral y militar) y que pueden ser extendidos,
en lo que fuere aplicable, a todo acto de otros órganos estatales
o de particulares (procedimiento administrativo, procedimiento
legislativo, arbitraje y relaciones entre particulares, entre otros), y
que, (…) el contenido constitucional del derecho al debido proceso
(…) presenta dos expresiones: la formal y la sustantiva. En la de
carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que
ver con las formalidades estatuidas, tales como las que establecen
el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de
defensa y la motivación; y en su expresión sustantiva, están
relacionados los estándares de razonabilidad y proporcionalidad
que toda decisión judicial debe suponer (destacado agregado).
Y con anterioridad ya se había pronunciado para precisar que
El derecho al debido proceso, y los derechos que contiene son
invocables, y, por tanto, están garantizados, no solo en el seno de
un proceso judicial, sino también en el ámbito del procedimiento
administrativo. Así, el debido proceso administrativo supone,
en toda circunstancia, el respeto –por parte de la administración
pública o privada – de todos los principios y derechos normalmente
invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada, a
los cuales se refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural,
juez imparcial e independiente, derecho de defensa, etc.) (Cfr. Nº
4289-2004-PA/TC fundamento 2).
2.3.2. Respecto a la motivación de los actos administrativos, ha
tenido oportunidad de abundar en su posición, aclarando que:
[…][E]l derecho a la motivación de las resoluciones
administrativas es de especial relevancia. Consiste en el derecho a
la certeza, el cual supone la garantía de todo administrado a que las
sentencias estén motivadas, es decir, que exista un razonamiento
jurídico explícito entre los hechos y las leyes que se aplican. […]
La motivación de la actuación administrativa, es decir, la
fundamentación con los razonamientos en que se apoya, es
una exigencia ineludible para todo tipo de actos administrativos,
imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto respecto de
actos emanados de una potestad reglada como discrecional.
El tema de la motivación del acto administrativo es una
cuestión clave en el ordenamiento jurídico-administrativo, y es
objeto central de control integral por el juez constitucional de la
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actividad administrativa y la consiguiente supresión de los ámbitos
de inmunidad jurisdiccional.
Constituye una exigencia o condición impuesta para la vigencia
efectiva del principio de legalidad, presupuesto ineludible de todo
Estado de derecho. A ello, se debe añadir la estrecha vinculación
que existe entre la actividad administrativa y los derechos de las
personas. Es indiscutible que la exigencia de motivación suficiente
de sus actos es una garantía de razonabilidad y no arbitrariedad de
la decisión administrativa.
En esa medida, este Tribunal debe enfatizar que la falta
de motivación o su insuficiencia constituye una arbitrariedad e
ilegalidad, en la medida en que es una condición impuesta por la
Ley Nº 27444. Así, la falta de fundamento racional suficiente de
una actuación administrativa es por sí sola contraria a las garantías
del debido procedimiento administrativo. (STC 00091-2005-PA/TC,
F.J. 9, párrafos 3, 5 a 8, criterio reiterado en las SSTC 294-2005PA/TC, 5514-2005-PA/TC, entre otras.).
Adicionalmente se ha determinado en la STC 8495-2006-PA/
TC que:
un acto administrativo dictado al amparo de una potestad
discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando sólo
expresa la apreciación individual de quien ejerce la competencia
administrativa, o cuando el órgano administrativo, al adoptar la
decisión, no motiva o expresa las razones que lo han conducido
a adoptar tal decisión. De modo que, motivar una decisión no sólo
significa expresar únicamente bajo qué norma legal se expide el
acto administrativo, sino, fundamentalmente, exponer en forma
sucinta –pero suficiente– las razones de hecho y el sustento
jurídico que justifican la decisión tomada.
2.3.3. Por tanto, la motivación constituye una garantía
constitucional del administrado que busca evitar la arbitrariedad
de la Administración al emitir actos administrativos. En ese
sentido, la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo
General, en el artículo IV del Título Preliminar establece que el
debido procedimiento es uno de los principios del procedimiento
administrativo, el cual reconoce que “Los administrados gozan de
todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento
administrativo, que comprende el derecho a exponer sus
argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión
motivada y fundada en derecho (…)”.
A su turno, los artículos 3.4, 6.1, 6.2 y 6.3, señalan
respectivamente que, para su validez “El acto administrativo debe
estar debidamente motivado en proporción al contenido y conforme
al ordenamiento jurídico; La motivación deberá ser expresa,
mediante una relación concreta y directa de los hechos probados
relevantes del caso específico, y la exposición de las razones
jurídicas y normativas que con referencia directa a los anteriores
justifican el acto adoptado; Puede motivarse mediante la declaración
de conformidad con los fundamentos y conclusiones de anteriores
dictámenes, decisiones o informes obrantes en el expediente, a
condición de que se les identifique de modo certero, y que por esta
situación constituyan parte integrante del respectivo acto”; y que,
“No son admisibles como motivación, la exposición de fórmulas
generales o vacías de fundamentación para el caso concreto o
aquellas fórmulas que por su oscuridad, vaguedad, contradicción
o insuficiencia no resulten específicamente esclarecedoras para la
motivación del acto” (destacado agregado).
Abundando en la obligación de motivar incluso cuando se
hubiera efectuado una motivación por remisión, el artículo 24.1.1
exige a la Administración que la notificación contenga “el texto
íntegro del acto administrativo, incluyendo su motivación”.
Por último se debe recordar que el artículo 239.4, ubicado
en el Capítulo II del Título IV sobre Responsabilidad de las
autoridades y personal al servicio de la administración pública,
señala que “las autoridades y personal al servicio de las entidades,
independientemente de su régimen laboral o contractual, incurren
en falta administrativa en el trámite de los procedimientos
administrativos a su cargo y, por ende, son susceptibles de ser
sancionados administrativamente con amonestación, suspensión,
cese o destitución atendiendo a la gravedad de la falta, la
reincidencia, el daño causado y la intencionalidad con que hayan
actuado, en caso de: (…) Resolver sin motivación algún asunto
sometido a su competencia”.
2.3.4. En el presente caso, se advierte que la emplazada
considera que la resolución que le otorga la pensión de jubilación
al demandante es nula por cuanto se ha tomado como elemento de
prueba para el reconocimiento de aportes el informe de verificación
emitido por los verificadores Víctor Collantes Anselmo y Mirko
Brandon Vásquez Torres. En efecto, en el quinto considerando de
la resolución impugnada la demandada sostiene que “de la revisión
efectuada al expediente administrativo se aprecia el Informe de
Verificación de fecha 4 de febrero de 2005, realizados por los
verificadores Víctor Collantes Anselmo y Mirko Brandon Vásquez
Torres, quienes supuestamente revisaron los Libros de Planillas de
Salarios para extractar aportes al Sistema Nacional de Pensiones”
(resaltado agregado).
2.3.5. De la revisión de los actuados se observa que la entidad
previsional ha presentado, además de la resolución cuestionada,
las copias simples de la sentencia de terminación anticipada
expedida por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de
Huaura de la Corte Superior de Justicia de Huaura del 24 de junio
de 2008 (f. 163), mas no aporta otra documentación que acredite
que se produjo el hecho en el cual se sustenta la nulidad; esto es,
una que acredite que en el caso concreto del actor los mencionados
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
verificadores emitieron su informe de manera fraudulenta, es decir,
validando documentos adulterados o falsificados con el propósito
de acreditar aportaciones inexistentes.
2.3.6. Cabe precisar que si bien es cierto el Informe de
Verificación de fecha 6 de diciembre de 2005 (f. 183) fue suscrito
por los verificadores Víctor Collantes Anselmo y Mirko Vásquez
Torres, quienes fueron condenados por el Segundo Juzgado de
Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, ello no implica, necesariamente, que en el caso específico
del demandante hayan actuado fraudulentamente.
2.3.7. No obstante, se observa de la revisión del expediente
administrativo 12100158005 (f. 79 a 195), que con posterioridad a
la emisión de la resolución cuestionada, la emplazada procede a
realizar una nueva verificación de las planillas del empleador Vía
Condor Francisco, por el período 1983-89, de cuyo resultado se
obtuvo el informe de Verificación suscrito por el verificador John
Oviedo Ávila, de fecha 7 de noviembre de 2007 (f. 143 y sgtes.), en
los que indica que no existe mayor información documental y que el
entrevistado no proporcionó datos porque la dirección corresponde
a su vivienda y a terrenos de cultivo.
2.3.8. En consecuencia, si bien es cierto que la declaración de
nulidad de la pensión de jubilación del actor se podría sustentar en
los nuevos informes de verificación, también lo es que los referidos
informes fueron expedidos con posterioridad. Por ello este nuevo
informe de verificación no enerva el hecho de que la referida
resolución que declaró la nulidad de la pensión de jubilación del
recurrente se haya expedido sin la correcta motivación, vulnerando
el debido proceso.
2.3.9. Por consiguiente, se evidencia que la resolución
cuestionada resulta manifiestamente arbitraria, dado que declara
la nulidad de un acto administrativo aduciendo la configuración de
las causales previstas en los numerales 1 y 4 del artículo 10 de
la Ley Nº 27444, sin sustento alguno, puesto que omite precisar
cuáles son y en qué consisten las irregularidades o actos delictivos
que se habrían cometido en el procedimiento administrativo del
demandante y cuáles los medios probatorios que los acreditan.
2.3.10.Así las cosas, este Tribunal considera que aun cuando
se ha vulnerado el derecho a la motivación (debido proceso) con la
expedición de la Resolución cuestionada, los efectos del presente
fallo únicamente deben circunscribirse a decretar la nulidad de
la misma, a fin de que la ONP motive debidamente su decisión
y precise por qué dicha pensión fue declarada nula, pero sin que
ello conlleve su restitución, en mérito a lo indicado en los Informes
señalados en el fundamento 2.3.2.
2.3.11.En consecuencia, al haberse acreditado la vulneración
de los derechos a la motivación, integrante del derecho al debido
proceso, la demanda debe ser estimada.
3. Efectos de la presente Sentencia
De los fundamentos precedentes se advierte que ha quedado
acreditada la vulneración del derecho a la motivación, integrante
del derecho al debido proceso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar FUNDADA la demanda, al haberse acreditado la
vulneración del derecho al debido proceso; en consecuencia,
NULA la Resolución 6839-2008-ONP/DPR/DL 19990, y ordena que
la entidad demandada emita una nueva resolución debidamente
motivada pero sin que ello conlleve la restitución de la citada
pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-7
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 03221-2012-PA/TC
LIMA
EGÚSQUIZA OLIVEROS ABOGADOS S. CIVIL DE R.L.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 20 días del mes de junio de 2013, la Sala
Primera del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Urviola Hani, Vergara Gotelli y Calle Hayen, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por el Estudio
Egúsquiza Oliveros Abogados, S. Civil de R.L, contra la sentencia
de folios 189, su fecha 27 de mayo de 2011,expedida por la Sexta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
improcedente la demanda de autos.
48849
ANTECEDENTES
Con fecha 14 de noviembre de 2008, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria (Sunat) y el Tribunal Fiscal, alegando
la afectación de sus derechos fundamentales a la tutela procesal
efectiva, a la propiedad y a la igualdad y solicita que reponiendo
las cosas al estado anterior a la violación constitucional se deje sin
efecto la Resolución del Tribunal Fiscal Nº 02114-2008, de fecha 19
de febrero de 2008, que confirma la Resolución de la Intendencia
Regional de Lima N.026-014-0010876, de fecha 29 de setiembre
de 2005 (desestima la reclamación administrativa formulada
contra la Orden de Pago Nº 0230010833469, ambas expedidas
en el expediente Nº 0260340034523. Asimismo, solicita que la
Superintendencia emplazada admita a trámite la reclamación
formulada contra la Orden de Pago N. º 023-001-0833469.
Aduce que la exigencia del pago previo de la deuda tributaria
lesiona su derecho al debido proceso, porque exige al contribuyente
condiciones para la tramitación de la reclamación que no están
previstas en la ley y que contravienen la jurisprudencia del TC.
Asimismo, vulnera su derecho a la igualdad porque tal condición
(pago previo) no se exige en otros casos; y finalmente, afecta su
derecho de propiedad porque su cobro incide en la economía y el
patrimonio de la empresa.
El procurador público adhoc de la Superintendencia Nacional
de Administración Tributaria se apersona al proceso y deduce
la excepción de incompetencia argumentando que el juez
constitucional carece de competencia para conocer del petitorio
planteado en el presente amparo. Contestando la demanda
alega que las resoluciones cuestionadas no lesionan derecho
fundamental alguno, ya que las reclamaciones formuladas por la
demandante de amparo no cumplen con los requisitos exigidos por
el Código Tributario, en el extremo referido al pago previo.
El Quinto Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 27 de
mayo de 2011, desestimó la excepción deducida y declaró fundada
la demanda, por estimar que las resoluciones administrativas
cuestionadas vulneraron los derechos fundamentales invocados
toda vez que las reclamaciones a las órdenes de pago formuladas
por la demandante de amparo se encuentran previstas como
excepciones al pago previo, conforme al inciso 3) del artículo 119.
º del Código Tributario.
A su turno, la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima revocó la resolución apelada y reformándola declaró fundada
la excepción de incompetencia deducida por la emplazada, nulo
todo lo actuado y concluido el proceso, por estimar que el juez
constitucional carece de competencia para conocer la reclamación
que contiene la demanda.
FUNDAMENTOS
1. La demanda tiene por objeto que se deje sin efecto la
Resolución del Tribunal Fiscal Nº 02114-2008, que confirma
la Resolución de Intendencia Nº 024-01418- 01400/SUNAT y
desestima la reclamación contra la Orden de Pago Nº 022-00 al no
cumplir la exigencia del pago previo.
2. Cabe precisar que teniendo en consideración que ya existen
reglas jurisprudenciales en cuanto a la aplicación del denominado
principio solve et repet (pagar y después reclamar) y que la
demanda ha sido admitida a trámite, esto es, el demandado ha
contestado la demanda y participado activamente del proceso,
habiéndose garantizado su derecho de defensa, es pertinente
emitir pronunciamiento de fondo.
3. Ahora bien, en cuanto a la aplicación del principio solve et
repet, en los alcances de la Regla Sustancial B de la STC 37412004-AA/TC, en el caso de órdenes de pago, se ha establecido:
“(…) Regla sustancial B: “Todo cobro que se haya establecido
al interior de un procedimiento administrativo, como condición
o requisito previo a la impugnación de un acto de la propia
administración pública, es contrario a los derechos constitucionales
al debido proceso, de petición y de acceso a la tutela jurisdiccional
y, por tanto, las normas que lo autorizan son nulas y no pueden
exigirse a partir de la publicación de la presente sentencia”.
4. De una primera lectura de dicha regla podría suponerse
que el caso de impugnación de órdenes de pago se encuentra
dentro de sus alcances –en tanto acto de la Administración
Tributaria emitido para exigir la cancelación de deuda, sujeta al
pago previo en caso de impugnación–; y que en ese sentido, ante
una reclamación o apelación en el procedimiento contenciosotributario, la Administración Tributaria o, de suyo, el Tribunal Fiscal
estarían impedidos de requerir el pago previo de la deuda en estos
supuestos, conforme lo dispone el segundo párrafo del artículo 136
del Código Tributario”.
5. El Tribunal Constitucional descarta de plano dicha
postura, puesto que entender la referida regla precedente desde
una perspectiva meramente literal-formal, es decir ajena a las
circunstancias del caso del cual derivó su creación, llevaría a
desnaturalizarla con el riesgo inminente de extenderla a supuestos
que este Colegiado no quiso prever dentro de sus alcances.
6. En efecto, este riesgo fue vislumbrado por este Tribunal
en la STC 3741-2004-AA/TC, de ahí que, en sus funds. 2 y 3,
fuera cauteloso en precisar el contexto y las circunstancias que
motivaron su decisión, afirmando que lo cuestionado en el referido
caso judicial es el cobro por “derecho a impugnar” al contravenir
los derechos de petición y defensa de los ciudadanos. Ello, porque
lo cuestionable es la existencia de un cobro por el solo hecho de
impugnar un acto administrativo. Justamente este tipo de trabas
irracionales o condicionantes al ejercicio del derecho de petición
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48850
y defensa de los ciudadanos en sede administrativa motivó que el
Tribunal Constitucional estableciera el precedente que corresponde
aplicarse a todos los casos que presenten circunstancias
idénticas.
7. De ahí que este Colegiado señalara, en el fund. 24 de la
sentencia en comento, lo siguiente: “(...) no cualquier imposibilidad
de ejercer tales medios legales para la defensa produce indefensión
reprochable constitucionalmente. Esta sólo adquiere tal relevancia
cuando la indefensión se genera en una indebida actuación del
órgano que investiga o juzga al individuo o cuando, como ocurre
en autos, se establecen condicionamientos al ejercicio mismo del
derecho de defensa (...)”·
8. Entonces, se advierte que el supuesto previsto en la regla
sustancial B de la STC 3741-2004-AA/TC es, a todas luces, distinto
al de la impugnación de una orden de pago, donde la exigencia del
pago previo no se origina debido a una tasa condicional para poder
solicitar la revisión del caso, sino más bien debido a la existencia de
una deuda tributaria que el contribuyente tiene el deber de cancelar,
conforme a los supuestos del artículo 78 del Código Tributario.
9. Más aún, este requisito previo a la impugnación tampoco
se origina necesariamente en un acto de la propia Administración
pública, sino, antes bien, en la constatación de una obligación
sobre cuya cuantía se tiene certeza, la cual puede originarse, por
ejemplo, cuando media lo declarado por el propio contribuyente
(autoliquidación), supuesto que se constata con mayor claridad en
los tres primeros incisos del artículo 78 del Código Tributario. Es
así que puede diferenciarse la naturaleza de una orden de pago
de la resolución de determinación, en cuyo caso sí media un acto
de fiscalización o verificación de deuda previo, siendo finalmente la
Administración la que termina determinándola. De ahí que se exima
al contribuyente del requisito del pago previo para su impugnación
al no constituir aún una deuda exigible.
10. En el contexto descrito resulta evidente que las resoluciones
administrativas cuestionadas y la exigencia del pago previo de la
deuda tributaria que conllevan no lesiona derecho fundamental
alguno. Por consiguiente, debe desestimarse la demanda, toda
vez que no se acredita en autos la vulneración de los derechos
invocados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de
las atribuciones que le confieren la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo.
Publíquese y notifíquese.
SS.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
de servicios, y que posteriormente, en los meses de marzo, abril,
junio, julio, agosto, octubre, noviembre y diciembre del 2010,
se le requirió sus servicios de limpieza en diferentes proyectos
temporales, en la modalidad de servicios de terceros, sin relación
de dependencia y para un trabajo específico.
El Juzgado Mixto de Alto de la Alianza, con fecha 5 de agosto
de 2011, declara infundada la excepción propuesta y, con fecha
4 de enero de 2012, declara fundada la demanda, argumentando
que ha quedado acreditada la existencia de una relación laboral
a plazo indeterminado, por lo que al haber superado la actora el
período de prueba legal, sólo podía ser despedida por una causa
justa establecida en la ley.
La Sala revisora revocando la apelada declara improcedente
la demanda por considerar que la recurrente, en ninguno de los
períodos en que prestó servicios para la entidad emplazada,
superó el período de prueba, pues no laboró por más de tres
meses consecutivos, por lo que no alcanzó la protección contra el
despido arbitrario.
A fojas 274 de autos obra el recurso de agravio constitucional
interpuesto por la demandante, en el cual sostiene que no se está
procediendo a hacer la suma de los periodos laborados, como
señala la ley, pues la suma de dichos períodos supera ampliamente
los 3 meses, conforme lo establece el artículo 16º. del Decreto
Supremo Nº 001-96-TR, por lo que corresponde disponer su
reposición laboral.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición de la demandante en el cargo que venía desempeñando,
por haber sido objeto de un despido incausado. La demandante
alega la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, a
la protección contra el despido arbitrario y al debido proceso.
2) Consideraciones previas
En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas
de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 00206-2005PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente
caso, corresponde evaluar si la demandante ha sido objeto de un
despido incausado.
3) Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la
protección adecuada contra el despido arbitrario
3.1 Argumentos de la parte demandante
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
W-1076221-8
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 03872-2012-PA/TC
TACNA
MARTINA RAMOS LUNA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima (Arequipa), a los 17 días del mes de julio de 2013,
la Sala Primera del Tribunal Constitucional, integrada por los
magistrados Urviola Hani, Vergara Gotelli y, Calle Hayen, pronuncia
la siguiente sentencia, con el fundamento de voto del magistrado
Vergara Gotelli, que se agrega
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Martina
Ramos Luna contra la resolución de fojas 245, su fecha 13 de julio
de 2012, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Tacna, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente presenta demanda de amparo con fecha 25 de
marzo de 2011, y escrito de subsanación con fecha 11 de abril de
2011, contra la Municipalidad Distrital Alto de la Alianza, solicitando
que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue víctima; y
que, consecuentemente, se ordene su reposición en el puesto de
trabajo que venía ocupando, con el pago de los costos procesales.
Refiere que prestó servicios como trabajadora de limpieza pública
en los meses de marzo, abril; de junio a agosto y de octubre a
diciembre de 2010, configurándose en los hechos un contrato de
trabajo a plazo indeterminado, pues realizaba labores de naturaleza
permanente, bajo subordinación y dependencia. Alega la violación
de sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y a
la protección contra el despido arbitrario.
El procurador público de la Municipalidad emplazada propone
la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa, y
contesta la demanda expresando que la actora, durante enero y
febrero de 2010, laboró bajo el régimen del contrato administrativo
La demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin
expresión de causa, violatorio de sus derechos constitucionales
al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario,
debido a que en los hechos se ha configurado un contrato de
trabajo a plazo indeterminado.
3.2 Argumentos de la parte demandada
La parte demandada manifiesta que la accionante prestó
servicios de limpieza en diferentes proyectos temporales, en la
modalidad de servicios de terceros, sin relación de dependencia
y para un trabajo específico, por lo que nunca tuvo la condición
de obrera.
3.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1 El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el
artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima
que el contenido esencial del referido derecho constitucional
implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por
una parte y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa
justa.
Respecto del derecho constitucional a la protección adecuada
contra el despido arbitrario reconocido en el artículo 27º de la
Constitución, se debe señalar que este Tribunal, en la STC Nº
00976-2001-AA/TC, delimitó su contenido e interpretó qué debe
entenderse por protección adecuada contra el despido arbitrario.
Asimismo, el Tribunal ha reconocido en reiterada jurisprudencia
(por todas, la STC Nº 05650-2009-PA/TC), dos tipos de protección
en casos de despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección
del trabajador: a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el
trabajador opta por recurrir a la vía ordinaria solicitando el pago
de la indemnización por despido arbitrario; y, b) protección de
eficacia restitutoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la
vía constitucional a través del proceso de amparo constitucional,
siempre y cuando el despido se haya producido, entre otros
supuestos, de manera incausada, es decir, ejecutado de manera
verbal o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa
alguna relacionada con la conducta o el desempeño laboral del
trabajador que la justifique.
3.3.2 De autos se advierte que la demandante ha prestado
servicios en diversos períodos, por lo que es necesario determinar
la continuidad de la prestación de sus servicios. Al respecto,
conforme ambas partes han reconocido, la recurrente laboró en
el año 2010 en cuatro diferentes períodos, comprendidos entre los
meses de enero y febrero, marzo y abril, junio y agosto, y octubre
y diciembre; lo que se corrobora con los contratos administrativos
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
de servicios de fojas 57 a 64, y con el Informe Nº 0138-2011-SGA/
GA/MDAA, de fecha 14 de abril de 2011, emitido por el Subgerente
de Abastecimientos de la Municipalidad emplazada, obrante a
fojas 65. Consecuentemente, este Colegiado se pronunciará sólo
respecto del último período, esto es, el comprendido entre los
meses de octubre y diciembre de 2010, en los que se acredita
continuidad en la prestación de servicios y sobre el que existen
suficientes elementos de prueba para emitir un pronunciamiento
sobre el fondo de la controversia.
3.3.3 En el caso de autos corresponde determinar si la
prestación de servicios de la recurrente, en aplicación del principio
de primacía de la realidad, puede ser considerada un contrato
de trabajo de duración indeterminada, porque de ser así, la
demandante sólo podía ser despedida por una causa justa prevista
en la ley. En tal sentido, a fin de determinar la naturaleza de los
servicios que prestó la demandante para la entidad emplazada, es
preciso aplicar el principio de primacía de la realidad, el que, como
lo ha señalado este Colegiado, es un elemento implícito en nuestro
ordenamiento jurídico y, concretamente, impuesto por la propia
naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, acotándose, en la STC
Nº 01944-2002-AA/TC, que mediante este principio “(...) en caso
de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de
los documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo
que sucede en el terreno de los hechos” (fundamento 3).
3.3.4 Pues bien para verificar si existió una relación de trabajo
entre las partes, este Tribunal debe evaluar si en los hechos se
presentó, en forma alternativa y no concurrente, alguno de los
siguientes rasgos de laboralidad: a) control sobre la prestación o
la forma en que ésta se ejecuta; b) integración de la demandante
en la estructura organizacional de la emplazada; c) prestación
ejecutada dentro de un horario determinado; d) prestación de
cierta duración y continuidad; e) suministro de herramientas y
materiales al demandante para la prestación del servicio; f) pago de
remuneración a la demandante; y, g) reconocimiento de derechos
laborales, tales como las vacaciones anuales, las gratificaciones y
los descuentos para los sistemas de pensiones y de salud.
3.3.5 En el presente caso la recurrente sostiene que ha
mantenido una relación laboral con la entidad emplazada, como
obrera y realizando labores de limpieza pública, sustentando su
afirmación, entre otros documentos, con los informes de los trabajos
realizados en los meses de octubre, noviembre y diciembre de
2010, obrantes de fojas 11 a 13. Al respecto, la entidad emplazada
reconoce que la recurrente se desempeñó como obrera de limpieza
pública, efectuando dicha labor bajo la modalidad de servicios de
terceros, corroborando su dicho con las órdenes de servicio y/o
trabajo de fojas 72 a 74.
Asimismo es preciso indicar que este Tribunal en uniforme
jurisprudencia (SSTC N.os 04983-2009-PA, 00466-2009-PA, 059582008-PA, 04481-2008-PA, entre otras) ha señalado que las labores
de un operario de limpieza pública no pueden ser consideradas
como eventuales, debido a que son de naturaleza permanente
porque una de las funciones principales de las municipalidades es
encargarse de la limpieza pública, y por lo que están sujetas a un
horario de trabajo y a un superior jerárquico.
Por lo tanto habiéndose determinado que la demandante ha
realizado labores en forma subordinada y permanente, debe aplicarse
el principio de primacía de la realidad, en virtud del cual queda
establecido que entre las partes ha existido una relación laboral de
naturaleza indeterminada y no civil; quedando, asimismo, acreditado
que la entidad emplazada ha despedido arbitrariamente a la actora,
pues no le expresó la existencia de una causa justa relacionada con
su capacidad o conducta laboral que justifique dicha decisión.
3.3.6 Por otro lado el artículo 16º del Decreto Supremo Nº 00196-TR, Reglamento de Ley de Fomento al Empleo, establece que
“[e]n caso de suspensión del contrato de trabajo o reingreso del
trabajador, se suman los periodos laborados en cada oportunidad
hasta completar el periodo de prueba establecido por la Ley.
No corresponde dicha acumulación en caso que el reingreso se
haya producido a un puesto notoria y cualitativamente distinto al
ocupado previamente, o que se produzca transcurridos tres (3)
años de producido el cese”. En el caso de autos, se advierte que
la accionante, laboró en los meses de marzo, abril, junio, julio y
agosto de 2010, cumplió labores de limpieza pública y desmalezado
de hierbas, entre otras funciones, conforme se desprende de las
órdenes de servicio y/o trabajo obrantes de fojas 3 a 7, por lo que
acumulando dicho período al laborado por la accionante durante
los meses de octubre a diciembre de 2010, se deduce que ha
superado el período de prueba legal.
3.3.7 En consecuencia al haberse acreditado que la relación
laboral existente entre las partes era a plazo indeterminado,
la demandante solo podía ser despedida por una causa justa
relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo que no ha
sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido objeto de
un despido arbitrario.
3.3.8 Por lo expuesto este Tribunal declara que en el presente
caso se ha configurado un despido incausado, violatorio de los
derechos constitucionales al trabajo y a la protección contra el
despido arbitrario de la demandante, reconocidos en los artículos
22º. y 27º. de la Constitución.
4) Sobre la afectación del derecho al debido proceso
4.1 Argumentos de la parte demandante
La recurrente afirma que en el despido arbitrario del que ha sido
víctima, la entidad emplazada también ha vulnerando su derecho
al debido proceso.
48851
4.2 Argumentos de la parte demandada
La parte demandada sostiene que la actora no fue despedida,
sino que la relación contractual entre las partes terminó al culminar
el proyecto temporal en el que prestaba servicios la recurrente.
4.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
4.3.1 Como este Tribunal tiene señalado, el derecho fundamental
al debido proceso, consagrado en el artículo 139º, numeral 3), de
la Constitución, comprende una serie de garantías, formales y
materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo
garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
inmersa una persona, pueda considerarse justo (STC Nº 104902006-AA, Fundamento 2). De ahí que este Tribunal haya destacado
que el ámbito de irradiación de este derecho continente no abarca
exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al
ámbito de los procesos administrativos (STC Nº 07569-2006-AA/
TC, Fundamento 6).
También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia
(STC Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso
–y los derechos que lo conforman, p. ej., el derecho de defensa–
resultan aplicables al interior de la actividad institucional de
cualquier persona jurídica, máxime si ha previsto la posibilidad
de imponer una sanción tan grave como la expulsión. En tal
sentido, si el emplazado consideraba que el actor cometió alguna
falta, debieron comunicarle, previamente y por escrito, los cargos
imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio,
y otorgarle un plazo prudencial a efectos de que –mediante la
expresión de los descargos correspondientes– pueda ejercer
cabalmente su legítimo derecho de defensa”.
Por su parte, el derecho de defensa se encuentra reconocido
expresamente por el artículo 139º, numeral 14, de nuestra
Constitución y constituye un elemento del derecho al debido
proceso. Según lo ha señalado la jurisprudencia de este Tribunal,
el contenido esencial del derecho de defensa queda afectado
cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes
resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de
ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender
sus derechos e intereses legítimos [STC 1231-2002-HC/TC]. Es así
que el derecho de defensa (de naturaleza procesal) se constituye
en fundamental y conforma el ámbito del debido proceso, siendo
presupuesto para reconocer la garantía de este último. Por ello,
en tanto derecho fundamental, se proyecta como principio de
interdicción para afrontar cualquier indefensión y como principio de
contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en
la situación jurídica de algunas de las partes, sea en un proceso o
procedimiento, o en el caso de un tercero con interés.
4.3.2 En el caso de autos la controversia constitucional radica
en determinar si la entidad demandada, al dar por culminado el
vínculo laboral con la actora, lo hizo observando el debido proceso,
o si, por el contrario, lo lesionó. Efectuada esta precisión, debe
comenzarse por evaluar la lesión del derecho de defensa, toda vez
que forma parte del derecho al debido proceso.
4.3.3. De acuerdo con lo previsto por el artículo 31° del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, el empleador no podrá despedir
a un trabajador por causa relacionada con su conducta laboral, sin
antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis
días naturales para que pueda defenderse por escrito de los cargos
que se le formulen; es decir, que el despido se inicia con una carta
de imputación de cargos para que el trabajador pueda ejercer su
derecho de defensa, efectuando su descargo en la forma que
considere conveniente a su derecho.
4.3.4 En el presente caso ya ha quedado determinado que
la recurrente mantenía con la entidad demandada una relación
laboral a plazo indeterminado, la cual se dio por terminada sin
expresarse causal alguna; es decir, que la actora fue despedida
por su empleador sin que éste le haya remitido previamente una
carta de imputación de faltas graves.
4.3.5 Por lo expuesto este Tribunal declara que en el caso de
autos la entidad demandada también ha vulnerado el derecho al
debido proceso de la recurrente, específicamente, su derecho de
defensa.
5) Efectos de la presente Sentencia
5.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que
la entidad demandada ha vulnerado los derechos constitucionales
al trabajo, a la protección contra el despido arbitrario y al debido
proceso, corresponde ordenar la reposición de la demandante
como trabajadora a plazo indeterminado en el cargo que venía
desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga
las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º. y 59º. del
Código Procesal Constitucional.
5.2 Asimismo de conformidad con el artículo 56º. del Código
Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los
costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa
de ejecución de la presente sentencia.
5.3 Finalmente teniendo presente que existen reiterados
casos en los que se estima la demanda de amparo por haberse
comprobado la existencia de un despido arbitrario, este Tribunal
considera pertinente señalar que cuando se interponga y admita
una demanda de amparo contra la Administración Pública que
tenga por finalidad la reposición de la parte demandante, ello
debe registrarse como una posible contingencia económica que
tiene que preverse en el presupuesto, con la finalidad de que la
48852
PROCESOS CONSTITUCIONALES
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
plaza que se ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser
el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia
estimatoria.
En estos casos la Administración Pública para justificar el
mantenimiento de la plaza presupuestada, deberá tener presente
que el artículo 7º. del C.P.Const. dispone que “El Procurador
Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer grado,
está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad
su opinión profesional motivada cuando considere que se afecta el
derecho constitucional invocado”.
Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse
gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse
a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los
precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir
con el proceso.
trabajadora a plazo indeterminado en el mismo cargo u otro de
similar nivel en el plazo de 2 días, con el abono de los costos del
proceso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a la
afectación de los derechos al trabajo, a la protección contra el
despido arbitrario y al debido proceso; en consecuencia, NULO el
despido de que ha sido objeto la demandante.
2. ORDENAR que la Municipalidad Distrital Alto de la Alianza
reponga a doña Martina Ramos Luna como trabajadora a plazo
indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o
similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que
el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en
los artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional, con el
abono de los costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
VERGARA GOTELLI
Emito el presente fundamento de voto por las siguientes
consideraciones:
1. En el presente caso la recurrente interpone demanda de
amparo contra la Municipalidad Distrital Alto de la Alianza, con la
finalidad de que se deje sin efecto el despido arbitrario del que fue
objeto, debiéndose disponer su reposición en el cargo de trabajador
de limpieza pública del municipio emplazado, por considerar que
ha sido objeto de un despido incausado, habiéndose vulnerado su
derecho al trabajo.
Refiere que laboró para la entidad emplazada en los meses de
marzo, abril, junio, julio, agosto, octubre, noviembre y diciembre del
2010, y que el 3 de enero de 2011 cuando se disponía a ingresar
a su centro de labor, esta fue impedida sin que se le indique una
causa justificada. Sostiene que en los hechos ha realizado labores
de naturaleza permanente, por lo que su vinculo temporal se habría
desnaturalizado, convirtiéndose en una relación laboral a plazo
indeterminado.
2. En el presente caso encontramos de autos que la recurrente
se encontraba laborando para la emplazada como trabajadora
de limpieza pública. Respecto a ello debo expresar que este
Colegiado en reiterada jurisprudencia ha expresado que los
obreros municipales se encuentran regidos por el régimen laboral
de la actividad privada, habiéndose precisado por jurisprudencia
qué labores corresponden a un obrero. Es así que de los propios
actuados encontramos de autos que la propia entidad demandada
ha dado un tratamiento al demandante de trabajador estable,
otorgándole todos los beneficios que le corresponden a un
trabajador sujeto a plazo indeterminado.
3. En tal sentido partiendo de dicho punto no puede exigirse a un
obrero municipal el sometimiento a un concurso público, razón por
la que la entidad emplazada solo podía despedir al actor por causa
justificada al haberse desnaturalizado los contratos suscritos a los
que fue sometido la demandante. Por tanto al haberse contratado a
la demandante para realizar una labor que se encuentra dentro de
las actividades directas del ente edil, solo podía ser despedida por
causa justificada, lo cual no ha sucedido en el caso de autos.
4. Por lo expuesto en el caso de autos se advierte que se
despidió a la recurrente sin que mediara una causa justa, razón
por la que este Colegiado considera que su accionar ha sido
arbitrario, debiéndose disponer que la demandante sea repuesta
como trabajadora a plazo indeterminado en el mismo cargo u otro
de similar nivel en el plazo de 2 días, con el abono de los costos
del proceso.
Por las razones expuestas mi voto es porque se declare
FUNDADA la demanda de amparo propuesta, y en consecuencia
NULO el despido arbitrario del que ha sido victima la demandante.
Asimismo corresponde disponer que la actora sea repuesta como
S.
VERGARA GOTELLI
W-1076221-9
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00496-2013-PA/TC
LIMA
HUMBERTO ROCA SALAS
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Humberto Roca Salas, contra la resolución de fojas 286, su fecha
15 de agosto de 2012, expedida por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 14 de octubre de 2010 el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional
(ONP) solicitando que se declare inaplicables las Resoluciones
7460-2007-ONP/GO/DL 19990, 22421-2007-ONP/DC/DL 1990 y
70691-2005-ONP/DC/DL19990, de 4 de diciembre de 2007, 12 de
marzo de 2007 y 12 de agosto de 2005, respectivamente, que le
deniegan el acceso a una pensión de jubilación según el régimen
general del Decreto Ley Nº 19990, y que en consecuencia se
dicte una nueva resolución reconociendo el total de aportaciones
y otorgando la pensión de jubilación reclamada. Solicita también
el pago de las pensiones devengadas y los intereses legales
correspondientes.
La emplazada contesta la demanda alegando que el demandante
no presenta la documentación idónea para el reconocimiento de
las aportaciones que reclama.
El Octavo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 27 de
octubre de 2011, declara fundada en parte la demanda reconociendo
un total 16 años y 11 meses de aportaciones, e improcedente en el
extremo concerniente al pago de una pensión de jubilación, por no
acreditar el total de aportaciones que se requieren para tal fin.
La Sala Superior competente revocando la apelada declara
improcedente la demanda considerando que los documentos
presentados para acreditar la relación laboral con sus
exempleadores no generan convicción por lo que para dilucidar la
pretensión se necesita de un procedimiento que cuente con etapa
probatoria.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente interpone demanda de amparo contra la ONP
solicitando que se le reconozcan 19 años y 2 meses de aportaciones
al Sistema Nacional de Aportaciones, los que adicionados a los 2
años 4 meses que le reconoce la emplazada, permiten que se le
otorgue una pensión de jubilación del régimen general establecido
por el Decreto Ley Nº 19990.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho”.
En consecuencia corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1 Argumentos del demandante
Aduce que con los documentos que adjunta a su demanda
acredita las aportaciones necesarias para que se le reconozca la
pensión de jubilación solicitada.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2.2 Argumentos de la demandada
Alega que la documentación presentada por el actor no es
idónea para sustentar las aportaciones cuyo reconocimiento
reclama.
2.3 Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1 El demandante denuncia que no se ha reconocido la
totalidad de las aportaciones que ha efectuado durante su actividad
laboral; al respecto debe tener presente que para acreditar los
periodos de aportaciones en el fundamento 26 de la STC 47622007-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 25 de
octubre de 2008, así como en su resolución de aclaración, este
Colegiado ha establecido como precedente vinculante las reglas
para acreditarlos en el amparo, detallando los documentos idóneos
para tal fin.
2.3.2 De conformidad con el artículo 38 del Decreto Ley Nº
19990, modificado por el artículo 9 de la Ley Nº 26504, y el artículo
1 del Decreto Ley Nº 25967, para obtener la pensión del régimen
general de jubilación se requiere tener 65 años de edad y acreditar
por lo menos 20 años de aportaciones.
2.3.3 De la copia del documento denominado Cuadro
Resumen de Aportaciones, emitido por la ONP, obrante a fojas
5, se desprende que el recurrente nació el 21 de noviembre de
1935, por lo que cumplió la edad requerida el 21 de noviembre
de 2000.
2.3.4 De las Resoluciones 7460-2007-ONP/GO/DL 19990,
70691-2005-ONP/DC/DL19990, 22421-2007-ONP/DC/DL 19990 y
del Cuadro Resumen de Aportaciones, corrientes de fojas 2 a 6, se
advierte que la demandada le denegó al actor la pensión solicitada
por considerar que únicamente había acreditado 2 años y 4 meses
de aportaciones.
2.3.5 A efectos de sustentar su pretensión, el demandante ha
presentado la siguiente documentación:
a) el certificado de trabajo de fecha 6 de junio de 1958
(legalizado notarialmente), suscrito por el director gerente de
Talleres Mecánicos Luy, en el que se indica que laboró como
almacenero, mecánico de banco, y soldador “por cuatro años i
medio” (sic) (f. 7).
b) Corrobora esta afirmación con la liquidación de tiempo de
servicios otorgada por el mismo exempleador con fecha 27 de junio
de 1958 (copia legalizada notarialmente), documento en el que se
da cuenta de que se liquida el tiempo de servicios que comprende
del 6 de diciembre de 1953 al 6 de junio de 1958, y ha sido suscrito
por el mismo director gerente (f. 8). En consecuencia, acredita 4
años y 6 meses de aportaciones.
c) Copia legalizada notarialmente del certificado de trabajo
suscrito por el gerente de Aluflex Peruana S.A., en el que se indica
que el actor laboró desde el 15 de octubre de 1959 hasta el 16 de
octubre de 1964 (f. 9).
d) Corrobora esta afirmación con el comprobante de caja
Nº 0054, suscrito por el mismo exempleador (f. 10), del que se
observa que el demandante recibe su indemnización por los
servicios prestados del 15 de octubre de 1959 al 16 de octubre
de 1964, y dos fotocopias certificadas de dos boletas de pago
correspondientes a una semana del mes de febrero y otra del mes
de noviembre de 1963, en las que se indica como fecha de ingreso
el 15 de octubre de 1959 (f. 11 y 12). En consecuencia, acredita
cinco años de aportaciones.
e) Copia certificada notarialmente del certificado de trabajo
expedido por Indalum S.A., de fecha 20 de octubre de 1969, en el
que se da cuenta de que el actor laboró desde el 20 de octubre de
1964 hasta el 20 de octubre de 1969. El documento está suscrito
por el gerente de la empresa (f. 13).
f) El documento anterior es corroborado por la copia legalizada
de la liquidación por tiempo de servicios (f. 14), otorgada por la
misma empresa y suscrita por el gerente el 20 de octubre de 1969,
en el que se ratifica el tiempo de servicios antes mencionado; se
adjunta, además, también en copia legalizada los comprobantes de
pago de los meses de abril y junio de 1968, en los que aparece como
fecha de ingreso el 20 de enero de 1964 (f. 15). En consecuencia,
se acreditan cinco años más de aportaciones.
g) La constancia de trabajo legalizada notarialmente, expedida
por don Magno Roca Salas, en la que refiere que laboró como
repartidor del 10 de setiembre de 1979 al 31 de agosto de 1986
(f. 16).
h) El documento contenido en el literal anterior es corroborado
con cuatro copias legalizadas de boletas de pago, los cuales
corresponden una al mes de octubre de 1985, y tres a los meses
de enero, abril y junio de 1986, que si bien carecen de fecha de
ingreso, sirven para establecer un periodo laboral cuando menos
hasta el mes de junio de 1986, dado que el certificado de trabajo
establece como fecha de inicio el 10 de setiembre de 1979 (fj. 18
a 21). En consecuencia, quedan acreditados 6 años, 9 meses y 20
días de aportaciones.
i) Una copia legalizada de la Tarjeta de Afiliación al Seguro
Social del Perú, más una declaración jurada del empleador en
formulario del IPSS, documentos que no han sido expedidos por
dicha entidad y no contienen elementos que puedan acreditar
aportaciones (fj. 17 y 22).
2.3.6 En tal sentido con la documentación mencionada en los
literales a), b), c) ,d), e), f), g) y h) del fundamento precedente, el
demandante ha acreditado 21 años, 3 meses y 21 días de aportes,
incluidos los reconocidos por la ONP, cumpliendo de este modo el
48853
requisito establecido en el artículo 1 del Decreto Ley Nº 25967 para
acceder a una pensión de jubilación, motivo por el cual corresponde
estimar la demanda.
2.3.7 En consecuencia se ha comprobado que la ONP vulneró
el derecho a la pensión del demandante consagrado en el artículo
11 de la Constitución Política.
2.3.8 En cuanto al pago de las pensiones devengadas, estas
deben ser abonadas conforme lo establece el artículo 81 del
Decreto Ley Nº 19990.
2.3.9 Respecto a los intereses legales este Colegiado en la
STC 05430-2006-PA/TC, ha establecido que deben ser pagados
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil.
2.3.10 Por lo que se refiere a los costos del proceso,
corresponde que estos sean pagados conforme al artículo 56 del
Código Procesal Constitucional.
3. Efectos de la presente Sentencia
Conforme al artículo 55 del Código Procesal Constitucional,
corresponde ordenar que la ONP cumpla con otorgar al actor una
pensión de jubilación dentro del régimen general del Decreto Ley
Nº 19990, más el pago de los reintegros de pensiones conforme
al artículo 81 del decreto ley mencionado, los intereses legales
de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 1246 del Código Civil, y
los costos procesales a tenor del artículo 56 del Código Procesal
Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado la
vulneración del derecho a la pensión; en consecuencia NULAS las
Resoluciones 7460-2007-ONP/GO/DL 19990; 22421-2007-ONP/
DC/DL 1990 y 70691-2005-ONP/DC/DL19990.
2. Reponiendo las cosas al estado anterior a la vulneración,
ordena que la ONP emita resolución administrativa reconociendo
más años de aportes conforme a lo dispuesto en los fundamentos
de la presente sentencia, más el abono de los reintegros, intereses
legales y los costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-10
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00445-2013-PA/TC
LAMBAYEQUE
VÍCTOR HUGO GALLARDO PALACIOS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 8 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Víctor
Hugo Gallardo Palacios contra la resolución de fojas 199, su fecha
21 de setiembre de 2012, expedida por la Sala Especializada
de Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, que declara improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP) solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 1412-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990,
y que, en consecuencia, se le otorgue la pensión de jubilación
adelantada dispuesta en el Decreto Ley Nº 19990, con el abono de
devengados, intereses legales y costos.
La emplazada contesta la demanda alegando que de
conformidad con el artículo 5, incisos 1 y 2, del Código Procesal
Constitucional, la pretensión del actor no se encuentra comprendida
en el contenido esencial del derecho constitucionalmente protegido
a la pensión, agregando que existe una vía igualmente satisfactoria
para dilucidar la controversia. Asimismo, respecto al fondo de la
demanda, aduce que el actor no ha adjuntado documentos idóneos
que acrediten la totalidad de aportaciones para acceder a la
pensión que solicita.
El Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con
fecha 27 de marzo de 2012, declara infundada la demanda por
considerar que el actor no reúne la cantidad de aportes necesaria
para acceder a la pensión solicitada.
La Sala Superior competente revoca la apelada y la declara
improcedente por el mismo fundamento.
48854
PROCESOS CONSTITUCIONALES
FUNDAMENTOS
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
1. Delimitación del petitorio
El demandante solicita que se le otorgue pensión de jubilación
adelantada con arreglo al Decreto Ley Nº 19990, con el abono
de devengados, intereses legales y costos; en consecuencia, su
pretensión se encuentra comprendida en el supuesto previsto
en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual
corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para
disfrutar de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Afirma que reúne los requisitos para acceder a una pensión de
jubilación adelantada según el régimen del Decreto Ley Nº 19990 y
que arbitrariamente se le ha negado dicho derecho.
2.2. Argumentos de la demandada
Señala que el actor no ha adjuntado documentos idóneos
que acrediten que reúne los requisitos para gozar de pensión de
jubilación que solicita.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. El artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990 establece que
“los trabajadores que tengan cuando menos 55 o 50 años de edad,
y 30 o 25 años de aportaciones, según sean hombres y mujeres,
respectivamente, tienen derecho a pensión de jubilación [...]”.
2.3.2. De la copia del documento nacional de identidad (f. 1) se
acredita que el actor nació el 16 de enero de 1951 y que cumplió la
edad requerida para obtener la pensión de jubilación adelantada el
16 de enero de 2006.
2.3.3. De la resolución cuestionada y del cuadro resumen de
aportaciones (fj. 7 a 9) se advierte que la ONP le denegó la pensión
al actor por acreditar 29 años y 2 meses de aportes.
2.3.4. Este Colegiado en la STC 4762-2007-PA/TC (Caso
Tarazona Valverde), y en su resolución de aclaración, ha establecido
criterios para el reconocimiento de periodos de aportaciones que
no han sido considerados por la ONP.
2.3.5. Para acreditar aportaciones no reconocidas por
la demanda, este colegiado ha evaluado la documentación
presentada por el accionante, así como la contenida en el
expediente administrativo 00300029108; a saber, el certificado de
trabajo emitido por Rabanal S.A. (f. 208), de fecha 3 de agosto
de 1984, que señala que el actor trabajó desde el 1 de abril de
1984 hasta la fecha de emisión del certificado; sin embargo, a fojas
73 obra la boleta de pago de octubre, mes que no corresponde
al período indicado en el certificado, y a fojas 74 obra la boleta
correspondiente al mes de junio de 1984, no obstante, esta no tiene
la fecha de ingreso del trabajador. Siendo así, dichos documentos
no acreditan aportes al no haberse presentado documentación
adicional que corrobore la información que contienen los mismos,
conforme al precedente señalado.
2.3.6. Así, se advierte que aun cuando se validara los periodos
laborales que invoca el demandante, no acreditaría el mínimo de
años de aportes requeridos por ley para acceder a una pensión
de jubilación adelantada. Por lo tanto, resulta de aplicación el
precedente del fundamento 26.f de la STC 4762-2007-PA/TC, que
establece:
f. No resulta exigible que los jueces soliciten el expediente
administrativo de otorgamiento de pensión o copia fedateada
de éste, cuando se está ante una demanda manifiestamente
infundada. Para estos efectos, se considera como una demanda
manifiestamente infundada, aquella en la que se advierta que el
demandante solicita el reconocimiento de años de aportaciones
y no ha cumplido con presentar prueba alguna que sustente su
pretensión; cuando de la valoración conjunta de los medios
probatorios aportados se llega a la convicción de que no acreditan
el mínimo de años de aportaciones para acceder a una pensión
de jubilación; o cuando se presentan certificados de trabajo que
no han sido expedidos por los exempleadores sino por terceras
personas.
2.3.7. En consecuencia, no se ha vulnerado el derecho a la
pensión del demandante, por lo que corresponde desestimar la
demanda.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-11
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00970-2013-PA/TC
LIMA
RAÚL ÓSCAR QUINTO HINOSTROZA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 8 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Raúl
Óscar Quinto Hinostroza contra la resolución de fojas 219, su fecha
20 de noviembre de 2012, expedida por la Séptima Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declara improcedente la
demanda de amparo de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 6420-2007-ONP/DC/DL 18846, de
fecha 14 de noviembre de 2007, y que, en consecuencia, se
le otorgue una pensión de invalidez vitalicia por padecer de
enfermedad profesional, con el abono de los devengados
correspondientes.
La emplazada contesta la demanda alegando que del
certificado de trabajo se evidencia que el actor no ha realizado una
actividad riesgosa que desencadene en el padecimiento de las
enfermedades profesionales que alega padecer.
El Tercer Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 4 de
mayo de 2012, declara fundada la demanda, manifestando que ha
quedado acreditado que el demandante padece las enfermedades
profesionales a las cuales se hace referencia en el certificado
médico anexado.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara
improcedente la demanda estimando que no se ha acreditado el
nexo de causalidad entre las actividades desempeñadas por el
demandante y las enfermedades profesionales alegadas.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente interpone demanda de amparo solicitando que se
declare inaplicable la Resolución 6420-2007-ONP/DC/DL 18846,
de fecha 14 de noviembre de 2007, y que, en consecuencia,
se le otorgue una pensión de invalidez vitalicia por padecer
de enfermedad profesional. Asimismo, solicita el pago de los
devengados correspondientes.
Considera que se ha vulnerado su derecho a la pensión pues
no obstante haber acreditado que padece de neumoconiosis con
50% de incapacidad y de hipoacusia conductiva y neurosensorial,
coxartrosis y anormalidades de la marcha y de la movilidad con
68% de incapacidad, la ONP no ha cumplido con otorgarle la
pensión de invalidez vitalicia solicitada.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección
a través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del
mismo fundamento, se precisó que “forman parte del contenido
esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la
pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos
para disfrutar de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que laboró en la Empresa Minera del Centro del Perú
S.A. en liquidación, desde el 13 de enero de 1962 hasta el 21 de
junio de 1990 y desde el 17 de enero de 1991 hasta el 14 de abril
de 1992, desempeñando los cargos de vigilante 5ta, 4ta, 3ra, 2da y
agente de 2da, expuesto a riesgos y que, por ello, en la actualidad
padece de neumoconiosis con 50% de incapacidad y de hipoacusia
conductiva y neurosensorial, coxartrosis y anormalidades de la
marcha y de la movilidad con 68% de incapacidad, motivo por
el cual le corresponde acceder a la pensión de invalidez vitalicia
solicitada.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que no le corresponde al demandante la pensión de
invalidez vitalicia que reclama pues no existe relación de causalidad
entre las enfermedades que alega padecer y las labores que
desempeñó en la Empresa Minera del Centro del Perú S.A.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Mediante el precedente vinculante recaído en el
fundamento 14 de la STC 02513-2007-PA/TC, este Tribunal ha
ratificado el precedente relativo a la acreditación de la enfermedad
profesional, reiterando que únicamente podrá efectuarse mediante
un examen o dictamen médico emitido por una Comisión Médica
Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de Salud, de EsSalud
o de una EPS, conforme lo señala el artículo 26 del Decreto Ley
Nº 19990.
2.3.2. En el presente caso, deben tenerse por acreditadas
las enfermedades de hipoacusia conductiva y neurosensorial,
coxartrosis y anormalidades de la marcha y de la movilidad con
68% de incapacidad, a partir de la fecha del diagnóstico emitido
mediante el certificado médico de fojas 84, esto es, a partir del 17
de enero de 2011.
2.3.3. Resulta pertinente precisar que a efectos de determinar
si una enfermedad es producto de la actividad laboral se requiere
de la existencia de una relación causa-efecto entre las condiciones
de trabajo y la enfermedad.
2.3.4. Por ello, en cuanto a la enfermedad de hipoacusia,
este Tribunal ha señalado en la sentencia mencionada en el
fundamento 2.3.1, supra, que para establecer si la hipoacusia
es de origen ocupacional, es necesario acreditar la relación de
causalidad entre las condiciones de trabajo y la enfermedad. Para
ello se deberá tener en cuenta las funciones que desempeñaba
el demandante, el tiempo transcurrido entre la fecha de cese
y la fecha de determinación de la enfermedad, además de las
condiciones inherentes al propio lugar de trabajo; ello quiere decir
que la relación de causalidad en esta enfermedad no se presume,
sino que se tiene que probar, dado que la hipoacusia se produce
por la exposición repetida y prolongada al ruido.
2.3.5. De la misma forma, toda enfermedad distinta a la
neumoconiosis diagnosticada a los trabajadores de minas
subterráneas o tajo abierto deberá relacionarse con las actividades
laborales desarrolladas para establecer si existe relación de
causalidad entre estas y la enfermedad padecida.
2.3.6. De la constancia de trabajo de la Empresa Minera del
Centro del Perú S.A. en liquidación, (f. 12), se advierte que el
actor ha laborado en dicha empresa, desde el 13 de enero de
1962 hasta el 21 de junio de 1990 y desde el 17 de enero de
1991 hasta el 14 de abril de 1992, desempeñando los cargos
de vigilante 5ta, 4ta, 3ra, 2da y agente de 2da. No obstante, del
mencionado documento no es posible concluir si el demandante
durante la relación laboral estuvo expuesto a riesgos para su
salud que le pudieran haber ocasionado el padecimiento de las
enfermedades que presenta.
2.3.7. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que el recurrente
cesó en sus actividades laborales en abril de 1992 y que las
enfermedades le fueron diagnosticadas el 17 de enero de 2011,
es decir, después de 18 años de haber cesado, por lo que, no es
posible determinar objetivamente la relación de causalidad antes
referida.
2.3.8. Por lo tanto, aun cuando la hipoacusia conductiva y
neurosensorial que padece el demandante era calificada como
enfermedad profesional por el Decreto Supremo 002-72-TR,
Reglamento del Decreto Ley Nº 18846, no se ha acreditado que
dicha enfermedad sea consecuencia de la exposición a factores de
riesgo inherentes a su actividad laboral.
2.3.9. Respecto a las enfermedades de coxartrosis y
anormalidades de la marcha y de la movilidad, actualmente, la
Ley Nº 26790 y el Decreto Supremo 003-98-SA, ha ampliado el
listado de enfermedades profesionales cubiertas por el Seguro,
incluyendo la cobertura a las actividades de riesgo comprendidas
en el Anexo 5 del referido decreto supremo; sin embargo, el
demandante tampoco ha demostrado el nexo causal, es decir, que
las enfermedades que padece sean de origen ocupacional o que
deriven de la actividad laboral de riesgo realizada.
2.3.10. Finalmente, cabe mencionar que el recurrente sostiene
que padece de neumoconiosis y para acreditar dicha enfermedad
presenta el certificado médico de fojas 8, en el que se indica que
padece de silicosis con 50% de menoscabo; sin embargo, dicho
documento no es idóneo para acreditar la referida enfermedad
profesional puesto que no ha sido expedido por una Comisión
48855
Médica Evaluadora, requisito que es necesario cumplir conforme a
lo expresado en el fundamento 2.3.1., supra.
2.3.11. En consecuencia, no se ha acreditado la vulneración del
derecho a la pensión del recurrente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la
vulneración del derecho a la pensión del recurrente.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-12
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00458-2013-AA/TC
LORETO
HUGO WONG LUJÁN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara
Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hugo
Wong Luján contra la sentencia de fojas 299, su fecha 1 de octubre
de 2012, expedida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior
de Justicia de Loreto, que declaró improcedente la demanda de
autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 24 de febrero de 2012 el recurrente interpone
demanda de amparo contra Petróleos del Perú Operaciones Selva
(Petroperú S.A.) solicitando que se deje sin efecto el despido
incausado del que fue objeto, y que en consecuencia se lo reponga
en el cargo de supervisor de planta que venía desempeñando.
Manifiesta haber comenzado la prestación de servicios el 2
de septiembre de 2010, en virtud de contratos de suplencia,
reemplazando primero a don Luis Alberto Alvarado Rojas,
posteriormente a don Luis Héctor Monroe Salazar, y finalmente
a don Félix Ethel Figueroa Soto. Sostiene que fue despedido de
forma arbitraria con fecha 6 de diciembre de 2011; no obstante
que su contrato se habría desnaturalizado, por cuanto las labores
que realizó son de carácter permanente, el plazo de vigencia de
los contratos transcurrió en exceso, el titular de la plaza no fue
reincorporado y desempeñó puestos de trabajo que no estaban
estipulados en su contrato.
El apoderado de la entidad demandada propone las
excepciones de incompetencia y de falta de agotamiento de la
vía administrativa, y contesta la demanda argumentando que
los contratos de naturaleza accidental de suplencia se han
desarrollado de acuerdo a la normativa laboral vigente, habiendo
concluido la relación laboral de acuerdo a los plazos establecidos
en el contrato y debido a la reincorporación de los titulares de los
puestos suplidos.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas
con fecha 7 de mayo de 2012, declaró infundadas las
excepciones propuestas y fundada la demanda por considerar
que al haberse acreditado que se ha configurado el supuesto
de desnaturalización previsto en el inciso c) del artículo 77º
del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, debido a que el titular del
puesto sustituido por el demandante no se reincorporó a su cargo
una vez culminada la última adenda del contrato de suplencia,
esto es el 30 de septiembre de 2011, no acreditándose en autos
lo contrario, se ha producido la desnaturalización del contrato
del demandante por lo cual resultaría ser uno de duración
indeterminada.
La Sala revisora, revocando la apelada, declaró improcedente
la demanda por considerar que no se aprecia continuidad en el
último contrato de trabajo de naturaleza accidental de suplencia,
pues no ha transcurrido en exceso el plazo máximo de 5 años
previsto en la ley; asimismo, observa que no obra en autos
documentación alguna que acredite que los trabajadores a los
cuales el demandante reemplazó, regresaron o no a su puesto de
trabajo, por lo que la desnaturalización alegada por el demandante
no puede ser probada en un proceso de amparo, requiriéndose la
actuación de medios probatorios sobre los hechos controvertidos a
fin de que la judicatura adquiera la certeza necesaria para lo cual
existe una vía procedimental específica e igualmente satisfactoria
para la protección del derecho constitucional supuestamente
vulnerado.
48856
PROCESOS CONSTITUCIONALES
El demandante interpone recurso de agravio constitucional
contra la sentencia de vista sosteniendo que en el presente
proceso ha aportado pruebas de actuación inmediata, instantáneas
y autosuficientes que acreditan plenamente la simulación en
su contratación laboral, pudiéndose verificar que en realidad
reemplazaba a trabajadores que seguían laborando normalmente.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
El demandante solicita ser repuesto en el cargo de supervisor
de planta, sosteniendo que ha sido despedido incausadamente
debido a que su vínculo laboral a plazo fijo se desnaturalizó en
virtud de lo dispuesto en el literal d) del artículo 77º del Decreto
Supremo 003-97-TR; por lo que a través del presente proceso
debe ordenarse su reincorporación a la entidad demandada como
trabajador a plazo indeterminado. Alega que se han vulnerado
sus derechos constitucionales al trabajo, al debido proceso y de
defensa.
2) Consideraciones previas
En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas
de amparo relativas a la materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/
TC, que constituyen precedente vinculante, este Tribunal considera
que, en el presente caso, corresponde evaluar si el recurrente
ha sido objeto de un despido incausado conforme señala en su
demanda.
3) Sobre la afectación del derecho al trabajo
3.1 Argumentos del demandante
El actor sostiene que se ha vulnerado su derecho al trabajo
toda vez que al haberse desnaturalizado los contratos de trabajo
a plazo fijo que suscribió con la sociedad emplazada por haber
sido celebrados con fraude a la ley, en los hechos se configuró una
relación laboral a plazo indeterminado, motivo por el cual no podía
ser despedido con el argumento del vencimiento del plazo fijado en
su contrato de suplencia, sino solamente podía por una causa justa
prevista en la ley.
3.2 Argumentos de la entidad demandada
La parte demandada argumenta que los contratos de
naturaleza accidental de suplencia responden a la normativa
laboral vigente, habiendo concluido la relación laboral de
acuerdo a los plazos establecidos en el contrato y por haberse
producido la reincorporación de los titulares de los puestos
suplidos.
3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú
establece que: “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del
bienestar social y medio de realización de una persona”. Mientras
que el artículo 27º de la carta magna señala que: “La ley otorga
al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”.
Sobre la protección adecuada contra el despido arbitrario regulada
por el artículo 27º de la Constitución, este Tribunal en la sentencia
recaída en el Exp. Nº 00976-2001-AA/TC determinó que es
compatible con los principios y valores constitucionales que el
legislador puede optar para desarrollar el contenido del derecho
regulado por el artículo 27º de la Constitución, de modo tal que,
ante el supuesto de despido arbitrario contra un trabajador, la ley
prevé una compensación económica o una indemnización por el
accionar arbitrario del empleador.
Cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al trabajo
implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por
una parte y, por la otra, el derecho a no ser despedido sino por
causa justa. En el primer caso, el derecho al trabajo supone la
adopción por parte del Estado de una política orientada a que la
población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar
que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo
y según las posibilidades económicas del Estado. El segundo
aspecto trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
3.3.2 En el presente caso la controversia radica en determinar
si los contratos de trabajo por suplencia suscritos entre el actor y la
emplazada se desnaturalizaron y se convirtieron en un contrato de
trabajo a plazo indeterminado, en cuyo caso el demandante sólo
podía ser despedido por una causa relacionada con su conducta o
capacidad laboral.
3.3.3 De los contratos de trabajo por suplencia obrante de fojas
3 a 16 y 79 a 83, se advierte que el recurrente desempeñó primero
el cargo de supervisor de planta de la Unidad Comercial, desde
el 2 de septiembre de 2010 hasta el 30 de septiembre de 2011,
sustituyendo temporalmente a don Luis Alberto Alvarado Rojas,
posteriormente desde el 1 de octubre hasta el 30 de octubre de
2011, sustituyendo temporalmente a don Luis Héctor Monroe
Salazar, en el cargo de supervisor de planta del Aeropuerto Iquitos
de la Unidad Comercial, y finalmente, desde 7 de noviembre
hasta el 6 de diciembre de 2011, sustituyendo a don Félix Ethel
Figueroa Soto, en el cargo de supervisor de planta Pucallpa; por
consiguiente, solo será objeto de análisis el contrato suscrito en
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
el último periodo esto es, desde el 7 de noviembre hasta el 6 de
diciembre de 2011 (f. 82 y 83).
3.3.4 El artículo 72º del Decreto Supremo 003-97-TR establece
los requisitos formales de validez de los contratos modales,
disponiendo que: “Los contratos de trabajo (modales) deberán
constar por escrito y por triplicado, debiendo consignarse en
forma expresa su duración, y las causas objetivas determinantes
de la contratación, así como las demás condiciones de la relación
laboral”.
3.3.5 El artículo 61º del citado decreto establece que el contrato
de suplencia “es aquel celebrado entre un empleador y un trabajador
con el objeto de que éste sustituya a un trabajador estable de la
empresa, cuyo vínculo laboral se encuentre suspendido por alguna
causa justificada prevista en la legislación vigente, o por efecto de
disposiciones convencionales aplicables en el centro de trabajo. Su
duración será la que resulte necesaria según las circunstancias.
En tal caso el empleador deberá reservar el puesto a su
titular, quien conserva su derecho de readmisión en la empresa,
operando con su reincorporación oportuna la extinción del contrato
de suplencia.
En esta modalidad de contrato se encuentran comprendidas
las coberturas de puestos de trabajo estable, cuyo titular por
razones de orden administrativo debe desarrollar temporalmente
otras labores en el mismo centro de trabajo”.
3.3.6 En el contrato de suplencia de fojas 82 y 83 se ha
consignado que la causa objetiva determinante de la contratación
es que el actor sustituya temporalmente en el cargo de Supervisor
de Planta Pucallpa de la Unidad Comercial de la emplazada al señor
Félix Ethel Figueroa Soto, hecho que se corrobora con la boleta
de pago (f. 98), el certificado de trabajo (f. 99) y la liquidación de
beneficios sociales (f. 102), no existiendo medio probatorio alguno
que desvirtúe los hechos consignados en el citado contrato.
3.3.7 Si bien es cierto que a fojas 122 el demandante alega que
desempeñó “(…) puestos de auditoría como ex miembro suplente
del Ad Hoc emitiendo informes sobre asuntos de contratación a
la Comisión de Auditoría de PETROPERÚ S.A. OPERACIONES
SELVA (…)”, de autos se desprende que el demandante se refiere
a la Carta Nº GAUI-CA-STF-017-2011, de fecha 25 de julio de
2011, expedida por la Comisión encargada de la Acción de Control
Programada Nº 2-0084-2011-004 “Examen Especial a los Procesos
de Contratación del Servicio de Transporte Fluvial de Petróleo
Crudo, Combustibles e Insumos Químicos en Operaciones Selva”
(f. 18), a través de la cual se le solicitó al demandante que presente
las aclaraciones o comentarios sobre su actividad funcional en
relación con su participación en la revisión de las bases del Proceso
por Competencia Mayor Nº CMA-0013-2010-OPS/PETROPERÚ,
misiva que el demandante contesta con fecha 1 de agosto de 2011,
conforme consta de fojas 77 y 78, lo cual no puede ser considerado
como una labor distinta para la cual fue contratado el demandante,
pues ésta se elaboró en virtud de su participación como miembro
suplente en el Proceso por Competencia Mayor Nº CMA-00132010-OPS/PETROPERÚ.
3.3.8 Consecuentemente, dado que en los contratos de
suplencia suscritos entre el actor y la emplazada se ha justificado
la causa objetiva determinante de la contratación modal y que no
se ha acreditado la existencia de fraude o simulación en dicha
contratación, la relación laboral se extinguió como consecuencia
del vencimiento del plazo estipulado en el contrato legalmente
celebrado bajo modalidad, de conformidad con el literal c) del
artículo 16 del Decreto Supremo 003-97-TR. Por consiguiente,
la demanda debe ser desestimada, pues no se ha acreditado la
vulneración de derecho constitucional alguno.
3.3.9 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente
caso no se han vulnerado los derechos al trabajo, al debido
proceso y de defensa previstos en los artículos 22º y 139º de la
Constitución Política del Perú, por lo que no procede estimar la
presente demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda al no haberse acreditado la
vulneración de derecho constitucional alguno del recurrente.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-13
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00357-2013-PA/TC
LIMA
PATRICIA EDITH TULLUME CHÉVEZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 22 días del mes de mayo de 2013 la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por Patricia
Edith Tullume Chévez contra la resolución de fojas 270, su fecha
14 de setiembre de 2012, expedida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 16 de noviembre de 2010, la demandante interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de San Borja
solicitando su reposición laboral como obrera de limpieza pública.
Refiere haber laborado desde el 1 de marzo de 2001 hasta el
31 de octubre de 2010, desempeñando labores de naturaleza
permanente, por lo que su relación laboral se habría convertido
en una relación a plazo indeterminado. Señala que fue despedida
de forma arbitraria sin que exista una causa justa prevista en la
ley, lo cual vulnera sus derechos al trabajo, al debido proceso y a
la defensa.
El procurador público de la Municipalidad Distrital de San
Borja deduce las excepciones de incompetencia y de falta de
agotamiento de la vía administrativa, y sin perjuicio de ello,
contesta la demanda señalando que la actora mantuvo una
relación contractual a plazo determinado, por lo que la extinción
de la relación se produjo por vencimiento del plazo del contrato
conforme al Decreto Legislativo 1057, razón por la que no se ha
producido un despido arbitrario.
El Quinto Juzgado Constitucional de la Corte Superior de
Justicia de Lima, con fecha 9 de mayo de 2011 declaró infundadas
las excepciones deducidas por el emplazado. Por otro lado, con
fecha 12 de marzo de 2012, declaró infundada la demanda de
amparo, por considerar que el cese laboral de la recurrente se llevó
a cabo por vencimiento de su último contrato administrativo de
servicios, conforme al Decreto Legislativo 1057, por lo que resulta
de aplicación lo señalado por el Tribunal Constitucional en el Exp.
3818-2009-PA/TC.
La Sala Superior revisora, revocando la apelada, declaró
improcedente la demanda por estimar que el proceso de amparo
no es la vía idónea para dilucidar la pretensión de la recurrente, por
lo que deberá recurrir a la vía ordinaria.
FUNDAMENTOS
Procedencia de la demanda
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición de la demandante en el cargo que venía desempeñando.
Alega que prestó servicios a la emplazada por más de 10 años
desempeñando labores de naturaleza permanente, motivo por el
cual debe reconocérsele como una trabajadora sujeta a un contrato
laboral a plazo indeterminado.
2. Por su parte, la parte emplazada manifiesta que la accionante
no fue despedida arbitrariamente, sino que al vencer el plazo
de su último contrato administrativo de servicios se extinguió su
respectiva relación contractual.
3. Considerando los argumentos expuestos por las partes y los
criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante
de la STC 00206-2005-PA/TC, en el presente caso corresponde
evaluar si el demandante ha sufrido un despido incausado.
Análisis de la controversia
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las STC 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así como
en la RTC 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha establecido que el
régimen de protección sustantivo – reparador contra el despido
arbitrario previsto en el régimen laboral especial del contrato
administrativo de servicios guarda conformidad con el artículo 27º
de la Constitución.
Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato
administrativo de servicios, los contratos civiles que suscribió el
demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso de que ello
hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período
independiente del inicio del contrato administrativo de servicios, lo
que es constitucional.
5. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que de fojas
45 a 56, obran copias de los contratos administrativos de servicios
suscritos por la recurrente y la entidad demandada, y la denuncia
policial efectuada en la Comisaría PNP de San Borja, de fecha 8 de
noviembre de 2010 (f. 4), de las cuales se desprende que estaba
establecida una relación laboral sujeta a un contrato administrativo
de servicios entre la demandante y la emplazada, el cual culminó
el 31 de octubre de 2010, con lo que queda demostrado que la
accionante ha mantenido una relación a plazo determinado sujeta
a un contrato administrativo de servicios que culminó al vencer el
plazo del contrato; por lo tanto, la extinción de la relación se produjo
en forma automática conforme al artículo 13.1.H) del Decreto
Supremo 075-2008-PCM, por lo que corresponde desestimar la
demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú,
48857
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, por no haberse acreditado
la vulneración de los derechos constitucionales alegados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-14
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00429-2013-PA/TC
LIMA
FILIBERTO ENRIQUE COSSÍO PÓMEZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 11 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Filiberto
Enrique Cossío Pómez contra la resolución de foja 262, su fecha
14 de noviembre de 2012, expedida por la Cuarta Sala Civil de
Corte Superior de Justicia de Lima, que declara improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declaren
inaplicables las Resoluciones 24188-2011-ONP/DPR.SC/DL
19990 y 108769-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990, del 4 de marzo
de 2011 y 30 de noviembre de 2010 respectivamente; y que, en
consecuencia, se le otorgue una pensión de jubilación con arreglo
al régimen del Decreto Ley Nº 19990. Asimismo solicita el abono de
devengados, intereses legales, costas y costos procesales.
La emplazada contesta la demanda alegando que el actor no
ha adjuntado documentos idóneos que acrediten la totalidad de
aportaciones para acceder a la pensión que solicita.
El Tercer Juzgado Constitucional de Lima con fecha 23 de
mayo de 2012, declaró improcedente la demanda por considerar
que para resolver el presente proceso es necesaria una etapa
probatoria.
La Sala Superior competente confirmó la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
En el presente caso, el actor pretende que se le otorgue una
pensión de jubilación conforme al Decreto Ley Nº 19990, más
devengados, intereses legales, costas y costos procesales. En
consecuencia, la pretensión está comprendida en el supuesto
previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por
el cual corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Afirma que los documentos presentados acreditan que reúne
los requisitos para acceder a la pensión que solicita.
2.2. Argumentos de la demandada
Alega que los documentos presentados no son idóneos para
acreditar que se hayan realizado las respectivas aportaciones al
Sistema Nacional de Pensiones.
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48858
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Conforme al artículo 38 del Decreto Ley Nº 19990,
modificado por el artículo 9 de la Ley Nº 26504, y al artículo 1 del
Decreto Ley Nº 25967 establece que para gozar de una pensión
general de jubilación se requiere tener 65 años de edad y acreditar,
por lo menos, 20 años de aportaciones.
2.3.2. Del documento nacional de identidad de fojas 2, se
advierte que el actor nació el 20 de agosto de 1942, por lo que
cumplió los 65 años el 20 de agosto de 2007.
2.3.3. Se desprende de las resoluciones cuestionadas y del Cuadro
Resumen de Aportaciones (ff. 4, 7 y 8) que al actor se le reconoce 13
años y 10 meses de aportaciones en los periodos 1965-67 (2 años, 7
meses y 15 días) y 1968-79 (13 años, 2 meses y 16 días).
2.3.4. En la STC 04762-2007-PA/TC (Caso Tarazona Valverde)
publicada en El Peruano el 25 de octubre de 2009, este Tribunal
ha establecido los criterios para el reconocimiento de periodos de
aportaciones, que no han sido considerados por la ONP.
2.3.5. Para verificar si el demandante acredita las aportaciones
necesarias, este colegiado ha evaluado la siguiente documentación
presentada por el accionante, así como la contenida en el expediente
administrativo 12300259509, respecto de la empleadora Calzado
Emily SAC:
a. Copia fedateada de la constancia de trabajo, donde se
advierte que el actor laboró en dicha empresa del 1 de marzo de
1957 al 29 de mayo de 1967(f. 117).
b. Copias legalizadas de las planillas donde figura el nombre
del actor de abril y mayo de 1967 (f. 16 a 24).
c. Un recibo de entrega de la libreta del seguro social del actor
(f. 10).
En consecuencia, el actor ha acreditado en total 10 años, 2 meses
y 29 días de aportaciones en el periodo 1957-67, los que sumados
a los 13 años, 2 meses y 16 días de aportaciones correspondientes
al periodo 1968-79, hacen un total de 23 años, 5 meses y 14 días de
aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones.
2.3.6. Por tanto, ha quedado acreditado que el demandante
reunió los requisitos para acceder el derecho a una pensión del
régimen general de jubilación conforme lo establece el Decreto Ley
Nº 19990 por lo que la demanda debe ser estimada.
3. Efectos de la presente sentencia
3.1. Habiéndose acreditado la vulneración del derecho
pensionario del demandante, corresponde ordenar que se le
otorgue pensión de jubilación conforme a los fundamentos de la
presente sentencia más el pago de los devengados, intereses
legales y costos del proceso de conformidad con lo expuesto
precedentemente, el artículo 1246 del Código Civil y el artículo 56
del Código Procesal Constitucional, respectivamente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda porque se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión del demandante; en
consecuencia, NULAS las Resoluciones 24188-2011-ONP/DPR.
SC/DL 19990 y 108769-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990, del 4 de
marzo de 2011 y 30 de noviembre de 2010 respectivamente.
2. Ordena que la emplazada expida la resolución administrativa
que reconozca el derecho del demandante a una pensión de
jubilación con arreglo al régimen general del Decreto Ley Nº 19990
conforme a los fundamentos de la presente sentencia, en el plazo
de dos días hábiles, con el abono de los devengados, intereses
legales y costos.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-15
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00614-2013-PA/TC
CALLAO
HERNÁN HIPÓLITO FLORES BOCANEGRA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 22 días del mes de mayo de 2013 la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hernán
Hipólito Flores Bocanegra contra la sentencia de fojas 458, su
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
fecha 3 de octubre de 2012, expedida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia del Callao, que declaró infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 24 de enero de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra el Gobierno Regional del Callao,
solicitando que se deje sin efecto el despido incausado del que
ha sido objeto; y que, consecuentemente, se ordene su reposición
en el puesto de trabajo que venía desempeñando. Señala que ha
prestado servicios como chofer - operador de maquinaria pesada
desde el año 1998 hasta el 3 de enero de 2011, fecha en que fue
despedido sin expresión de causa, sin tomar en consideración
que, si bien fue contratado bajo diversas modalidades, en los
hechos sus contratos se desnaturalizaron pues realizó labores de
naturaleza permanente y propias de la entidad demandada, en
forma personal, subordinada y remunerada; motivo por el cual,
cuando suscribió en el año 2009 los contratos administrativos de
servicios, bajo el régimen del Decreto Legislativo Nº 1057, ya había
adquirido el derecho de protección contra el despido arbitrario.
Alega la violación de sus derechos constitucionales al trabajo, a
la protección contra el despido arbitrario, de defensa y al debido
proceso.
El procurador público regional de la entidad emplazada propone
las excepciones de convenio arbitral y de prescripción extintiva,
y contesta la demanda manifestando que el actor fue contratado
inicialmente de manera discontinua bajo el régimen de contratos de
naturaleza civil, y que a partir del 1 de enero de 2009 hasta el 31 de
diciembre de 2010 fue contratado bajo el régimen de contratación
administrativa de servicios, regulado por el Decreto Legislativo Nº
1057, que es una modalidad especial de contratación aplicable a
la entidades públicas, propia del derecho administrativo y privativo
del Estado, y de duración determinada, no siéndole aplicable las
disposiciones del régimen laboral de la actividad privada. Señala
que el vínculo contractual con el recurrente culminó al vencimiento
del plazo de su contrato, conforme lo dispone el artículo 13º, inciso
h), del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM.
El Segundo Juzgado Civil del Callao, con fecha 4 de octubre de
2011, declaró infundadas las excepciones propuestas y, con fecha
28 de marzo de 2012, declaró infundada la demanda, por estimar
que conforme a la jurisprudencia constitucional no corresponde
analizar en el proceso de amparo si con anterioridad a la suscripción
de los contratos administrativos de servicios (CAS), los contratos de
servicios personales suscritos por el actor fueron desnaturalizados,
pues dicha situación correspondería a un período independiente del
inicio del régimen CAS, por lo que la finalización del vínculo laboral
del demandante se produjo de forma automática al vencer el plazo
contenido en su contrato administrativo de servicios, conforme lo
señala el literal h) del numeral 13.1 del Decreto Supremo Nº 0752008-PCM.
La Sala revisora confirmó la apelada por similar argumento,
precisando que conforme a lo establecido por el Tribunal
Constitucional en la STC Nº 00002-2010-PI/TC, el régimen de
contratación administrativa de servicios no tiene un mecanismo
de protección adecuada contra el despido arbitrario de eficacia
restitutoria sino restitutiva (indemnización), por ser un régimen
especial y transitorio.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene
la reincorporación del demandante en el cargo que venía
desempeñando, porque habría sido objeto de un despido arbitrario.
Alega el recurrente que en los hechos prestó servicios bajo una
relación laboral a plazo indeterminado.
2. Conforme a los criterios de procedencia establecidos en
el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, este
Tribunal considera que en el presente caso procede evaluar si el
actor ha sido objeto de un despido arbitrario.
Análisis de la controversia
3. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC N.os 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC,
así como en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha
establecido que el régimen de protección sustantivo-reparador
contra el despido arbitrario previsto en el régimen laboral especial
del contrato administrativo de servicios guarda conformidad con el
artículo 27º de la Constitución.
Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la suscripción de los contratos
administrativos de servicios, los diversos contratos que habría
suscrito el demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso
de que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría
un período independiente del inicio del contrato administrativo de
servicios, que es constitucional.
4. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que con el
contrato administrativo de servicios de fojas 40 queda demostrado
que el recurrente ha mantenido una relación laboral a plazo
determinado, que culminó al vencer el plazo establecido en la
adenda de dicho contrato, esto es, el 31 de diciembre de 2010
(fojas 43). Por lo tanto, habiéndose cumplido el plazo de duración
del mencionado contrato, la extinción de la relación laboral del
demandante se produjo en forma automática, conforme lo señala
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
el literal h) del numeral 13.1 del Decreto Supremo Nº 075-2008PCM.
Siendo ello así, se concluye que la extinción de la relación
laboral del demandante no afecta derecho constitucional alguno,
por lo que no cabe estimar la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
48859
En consecuencia, corresponde analizar si la entidad
demandada actuó de manera arbitraria, evaluando si se mantienen
los presupuestos legales que permitieron el acceso a la pensión de
orfandad cuya restitución reclama.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos de la demandante
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración de los derechos alegados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-16
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 04960-2012-PA/TC
LIMA
MARÍA EUGENIA GUTIÉRREZ CHUNGA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña María
Eugenia Gutiérrez Chunga contra la resolución de fojas 202, su
fecha 13 de setiembre de 2012, expedida por la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declara infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Dirección
General de la Policía Nacional del Perú y la Dirección de Pensiones
de la Policía Nacional del Perú, solicitando que se deje sin efecto
la Resolución Directoral 5813-2010-DIRPEN-PNP, de fecha 7 de
setiembre de 2010; y que, por consiguiente, se le restituya su
pensión de orfandad como hija soltera mayor de edad, conforme
a las normas del Decreto Ley Nº 19846. Asimismo, solicita el pago
de los costos procesales.
El Procurador Público Especializado en los asuntos de la Policía
Nacional del Perú deduce las excepciones de incompetencia y de
prescripción, y contesta la demanda manifestando que la actora
se encontraba registrada como contribuyente en la Sunat, siendo
la fecha de baja o cierre del RUC el 28 de febrero de 1998, lo
que significa que tenía actividad lucrativa y contaba con rentas,
hecho que contraviene el inciso b) del artículo 25 del Decreto Ley
Nº 19846.
El Sexto Juzgado Especializado en lo Constitucional de
Lima, mediante resolución del 22 de diciembre de 2012, declara
infundadas las excepciones deducidas y con fecha 15 de
marzo de 2012, declara infundada la demanda, por considerar
que ha quedado demostrado en autos que la demandante se
desempeñó como persona natural con negocio, habiéndose
dedicado como actividad principal a la venta de productos
textiles y calzado, lo cual demuestra que tuvo actividad
lucrativa, por lo que vulnera lo dispuesto por el artículo 25 del
Decreto Ley Nº 19846.
La Sala Superior competente confirma la apelada, por el mismo
fundamento.
Manifiesta que mediante Resolución Directoral 4950-90DGPNP/DIPER, de fecha 24 de octubre de 1990, la demandada le
otorgó la pensión de orfandad, derivada de la pensión de su padre
causante, al haber fallecido su madre con fecha 18 de febrero de
1990, quien venía percibiendo pensión de viudez. Sin embargo, en
la actualidad se ha cancelado su pensión vulnerándose su derecho
constitucional, pues ya tenía un derecho adquirido.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que al declarar la extinción de la pensión de orfandad de
la actora se ha procedido conforme a lo estipulado en el artículo 25,
inciso b), del Decreto Ley Nº 19846, pues ha quedado acreditado
que la demandante percibió ingresos por haber laborado de 1992 a
1998, con lo que se comprobó que no existe estado de necesidad,
requisito indispensable para gozar de la pensión de orfandad como
hija soltera mayor de edad.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Fluye de la Resolución Directoral 4950-90-DGPNP/
DIPER, de fecha 24 de octubre de 1990 (f. 3), que se le otorgó a
la demandante pensión de orfandad derivada de la pensión de su
padre causante, a partir de marzo de 1990. La resolución indica
que la pensión de su padre causante primero se transmitió a la
madre de la actora, doña Carmen Rebeca Chunga Sullón Vda. de
Gutiérrez, en calidad de pensión de viudez, y que al fallecimiento
de esta, dicha pensión fue cancelada a efectos de otorgarse la
pensión de orfandad a la recurrente.
2.3.2. El artículo 25, inciso b), del Decreto Ley Nº 19846
establece que se otorgará pensión de orfandad “A las hijas solteras,
mayores de edad, si no tienen actividad lucrativa, carezcan de renta
o no están amparadas por algún sistema de Seguridad Social. La
pensión de viudez excluye este derecho”.
2.3.3. Se observa de la resolución cuestionada que se declaró la
cancelación de la pensión de orfandad renovable de la demandante,
como hija soltera mayor de edad, por haberse comprobado, con
la información de la Sunat, que realizó actividades como persona
natural con negocio (productos textiles, calzado), del 12 de
agosto de 1992 al 28 de diciembre de 1998, con posterioridad al
otorgamiento de la pensión, hecho que ha sido reconocido por la
demandante (f. 5 y 11); en consecuencia, la actora contraviene
lo establecido en el inciso b) del artículo 25 del Decreto Ley Nº
19846.
2.3.4. A mayor abundamiento, cabe mencionar que la
Resolución Directoral 4950-90-DGPNP/DIPER indica que, cuando
falleció el titular de la pensión se generó el derecho a la pensión
de viudez en favor de la cónyuge supérstite, doña Carmen
Rebeca Chunga Sullón Vda. de Gutiérrez. En consecuencia, dado
que el derecho a la pensión del padre de la actora se transmitió
a su cónyuge supérstite a través de una pensión de viudez, la
demandante ya no tiene derecho a una pensión de orfandad en
la modalidad solicitada, pues la pensión de viudez excluye este
derecho.
2.3.5. Siendo ello así, al no haberse acreditado la vulneración
del derecho a la pensión, corresponde desestimar la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda por no haberse acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
FUNDAMENTOS
SS.
1. Delimitación del petitorio
VERGARA GOTELLI
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
La recurrente solicita que se deje sin efecto la Resolución
Directoral 5813-2010-DIRPEN-PNP, de fecha 7 de setiembre
de 2010; y que, por consiguiente, se le restituya su pensión de
orfandad como hija soltera mayor de edad, conforme a las normas
del Decreto Ley Nº 19846. Asimismo, solicita el pago de los costos
procesales.
Alega que se ha vulnerado su derecho a la pensión pues se le
está privando de percibir la pensión de orfandad que se le otorgó
conforme a ley.
Cabe recoger que de acuerdo con lo dispuesto por el fundamento
107 de la STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados, el derecho
a no ser privado arbitrariamente de la pensión constituye un
elemento del contenido esencial de este derecho, el cual encuentra
protección a través del proceso de amparo de conformidad con los
supuestos de procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de
la STC 01417-2005-PA/TC.
W-1076221-17
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00834-2013-PA/TC
LAMBAYEQUE
JUNIOR JONATHAN FARRO CAPUÑAY
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 22 días del mes de mayo de 2013, la Sala
Primera del Tribunal Constitucional, integrada por los señores
48860
PROCESOS CONSTITUCIONALES
magistrados Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda,
pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Junior
Jonathan Farro Capuñay contra la resolución de fojas 280, su
fecha 10 de diciembre de 2012, expedida por la Sala Especializada
en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 6 de marzo de 2012, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo,
solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario de que ha
sido víctima; y que, por consiguiente, se lo reponga como Policía
Municipal y que se disponga la aplicación del artículo 8 de la Ley
Nº 28237. Refiere haber prestado servicios en la municipalidad
desde el 14 de junio del 2005 hasta el 31 de diciembre del 2011,
fecha en que fue despedido sin expresión de causa. Sostiene que
inicialmente fue contratado por locación de servicios y desde el 1
de octubre del 2008 bajo el régimen de contratos administrativos
de servicios.
El procurador público municipal contesta la demanda
expresando que el demandante ha venido laborando en virtud
de contratos administrativos de servicios y que su relación
laboral se extinguió por vencimiento de contrato. Agrega que al
régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios
no le es aplicable el régimen procesal de eficacia restitutoria sino
únicamente el régimen procesal de eficacia restitutiva, por lo que la
demanda debe declararse infundada.
El Quinto Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha 1
de junio del 2012, declaró improcedente la demanda, por considerar
que se ha demostrado que el actor mantuvo una relación laboral a
plazo determinado que se extinguió por vencimiento del plazo del
contrato.
La Sala Superior competente confirmó la apelada por similares
fundamentos.
FUNDAMENTOS
Procedencia de la demanda y Delimitación de Petitorio
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
porque habría sido objeto de despido arbitrario. Se alega que el
demandante, a pesar de haber suscrito contratos de locación
de servicios, en los hechos prestó servicios bajo una relación
laboral.
2. Por su parte, la emplazada manifiesta que el demandante no
fue despedido arbitrariamente, sino que al vencimiento del plazo
de su último contrato administrativo de servicios se extinguió la
relación contractual.
3. Considerando los argumentos expuestos por las partes y los
criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante
de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, en el presente caso corresponde
evaluar si la demandante ha sido objeto de un despido arbitrario.
Análisis de la controversia
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así como
en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha establecido que
el régimen de protección sustantivo – reparador contra el despido
arbitrario previsto en el régimen laboral especial del contrato
administrativo de servicios guarda conformidad con el artículo 27º
de la Constitución.
Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato
administrativo de servicios, los contratos civiles que suscribió la
demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso que ello
hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un periodo
independiente del inicio del contrato administrativo de servicios, lo
que es constitucional.
5. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que en el
presente caso existen hechos ciertos aceptados por las partes
y que, además, se encuentran contrastados con los medios
probatorios que obran en autos, tales como los contratos
administrativos de servicios de fojas 38, 41, 46 y 52 y su prórroga
de fojas 57 y las boletas de pago de fojas 58 a 63, entre otros. Si
bien desde el 1 de octubre del 2008 hasta el 31 de diciembre del
2011, se suscribieron contratos administrativos de servicios; y la
última prórroga que obra en autos venció el 27 de julio del 2011(f.
57), las partes concuerdan en que el contrato administrativo de
servicios se prorrogó hasta el 31 de diciembre del 2011. Por lo
tanto, habiéndose cumplido el plazo de duración del contrato
administrativo de servicios suscrito por el actor, la extinción de
su relación laboral se produjo en forma automática, conforme lo
señala el literal h) del numeral 13.1 del Decreto Supremo Nº 0752008-PCM.
Siendo ello así, la extinción de la relación laboral del
demandante no afecta derecho constitucional alguno, por lo que no
cabe estimar la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho alegado.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-18
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00334-2013-PA/TC
JUNÍN
LEÓN MARCELO CRISTÓBAL
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 4 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don León
Marcelo Cristóbal contra la resolución de fojas 100, su fecha 27 de
agosto de 2012, expedida por la Segunda Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que declaró infundada la demanda
de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 16485-97-ONP/DC, de fecha 9 de junio
de 1997; y que en consecuencia se le otorgue pensión de jubilación
minera completa conforme al artículo 6 de la Ley Nº 25009, sin
la aplicación del Decreto Ley Nº 25967. Asimismo, solicita que se
disponga el pago de los devengados, los intereses legales, los
costos y las costas procesales.
La emplazada contesta la demanda expresando que no
existe una indebida aplicación del Decreto Ley Nº 25967, toda
vez que el demandante no cumplió los requisitos necesarios
para el otorgamiento de la pensión con anterioridad a la entrada
en vigor de dicha norma, por lo que la misma fue correctamente
aplicada.
El Sexto Juzgado Civil de Huancayo, con fecha 27 de abril
de 2012, declara infundada la demanda considerando que no se
ha vulnerado el derecho fundamental alegado, dado que el actor
percibe pensión de jubilación minera completa de conformidad con
los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009. Agrega que la aplicación del
Decreto Ley Nº 25967 es correcta, toda vez que la enfermedad
del actor fue diagnosticada cuando ya había entrado en vigor la
referida norma.
La Sala Superior competente confirma la apelada por similar
fundamento. Asimismo señala que aun cuando se estime la
demanda, el monto de la pensión que percibe el actor no cambiaría
toda vez que se le ha otorgado el tope máximo legal.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución
16485-97-ONP/DC, de fecha 9 de junio de 1997, mediante la cual
se le otorgó pensión de jubilación minera conforme a los artículos
1 y 2 de la Ley Nº 25009, en concordancia con el Decreto Ley Nº
25967; y que en consecuencia, se le otorgue pensión de jubilación
minera completa conforme al artículo 6 de la Ley Nº 25009, sin
la aplicación del Decreto Ley Nº 25967. Asimismo, solicita que se
disponga el pago de los devengados, los intereses legales, los
costos y las costas procesales.
Considera que aun cuando ha cumplido con acreditar que
padece de neumoconiois, la emplazada no ha efectuado un nuevo
cálculo de su pensión minera conforme al artículo 6 de la Ley Nº
25009 y sin la aplicación del Decreto Ley Nº 25967, motivo por el
cual se ha vulnerado su derecho a la pensión.
En atención a los criterios de procedencia establecidos en
el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, que constituyen
precedente vinculante, y en concordancia con lo dispuesto en
el artículo VII del Título Preliminar y los artículos 5, inciso 1), y
38 del Código Procesal Constitucional, este Tribunal estima que,
en el presente caso, aun cuando en la demanda se cuestione la
suma específica de la pensión que percibe la parte demandante,
resulta procedente efectuar su verificación por las especiales
circunstancias del caso (grave estado de salud), a fin de evitar
consecuencias irreparables.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que mediante Resolución 16485-97-ONP/DC se le
otorgó pensión de jubilación minera conforme a los artículos 1 y 2
de la Ley Nº 25009, en concordancia con el Decreto Ley Nº 25967,
pero que al haber acreditado con el certificado médico de fecha
5 de octubre de 2006 que padece de neumoconiosis con 75% de
incapacidad, se le debe otorgar una pensión de jubilación minera
conforme al artículo 6 de la la Ley Nº 25009 y sin la aplicación del
Decreto Ley Nº 25967.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que el actor percibe pensión de jubilación minera
completa de conformidad con los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009,
la cual no se va a ver modificada si se calcula conforme al artículo
6 de la referida ley. Aduce también que lo que el actor persigue es
el otorgamiento de una pensión sin los topes del Decreto Ley Nº
25967, lo cual no es posible por cuanto todas las pensiones están
sujetas a topes establecidos por ley.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009 preceptúan que la
edad de jubilación de los trabajadores mineros será a los 45 años de
edad, cuando laboren en minas subterráneas, siempre que hayan
acreditado 20 años de aportaciones, de los cuales 10 años deberán
corresponder a trabajo efectivo prestado en dicha modalidad.
2.3.2. A fojas 3 obra la cuestionada resolución en la que consta
que el recurrente percibe pensión completa de jubilación minera como
trabajador de mina subterránea desde el 1 de enero de 1996, de
conformidad con los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009, en concordancia
con los Decretos Leyes 19990 y 25967. Asimismo, del documento
nacional de identidad del actor (f. 1), se evidencia que cuando empezó
a regir el Decreto Ley Nº 25967, el demandante contaba 43 años de
edad, motivo por el cual, al 19 de diciembre de 1992, antes de la
entrada en vigor de la norma referida, el demandante no tenía la edad
para que su pensión de jubilación fuera calculada según el sistema
establecido por el Decreto Ley Nº 19990; verificándose la contingencia
en la fecha de su cese, el 31 de diciembre de 1995, por lo que el
Decreto Ley Nº 25967 le fue correctamente aplicado.
2.3.3. Debe precisarse que al demandante se le otorgó la pensión
máxima –según se observa en la resolución impugnada–, y que el goce
de una “pensión completa” por labores en mina subterránea (artículos
1 y 2 de la Ley Nº 25009) es equivalente al goce de una “pensión
completa” por enfermedad profesional (artículo 6 de la Ley Nº 25009),
pues ambas se otorgan al 100% de la remuneración de referencia del
asegurado, razón por la cual la modificación de su pensión no alteraría
el monto prestacional que en la actualidad percibe.
2.3.4. En tal sentido, tanto la prestación regulada en el artículo
6 de la Ley Nº 25009 como aquellas reguladas en los artículos
1 y 2 de la misma ley se encuentran limitadas al monto máximo
establecido por el Decreto Ley Nº 19990, conforme a lo dispuesto
por los artículos 5 de la Ley Nº 25009 y 9 de su Reglamento.
Consecuentemente, referirse a una “pensión de jubilación
completa” no significa de manera alguna que ella sea ilimitada,
sin topes y que se otorgue con prescindencia de las condiciones
mínimas y máximas comunes a todos los asegurados, por lo que
debe ser calculada teniendo en cuenta la remuneración máxima
asegurable, delimitada por los artículos 8, 9 y 10 del Decreto Ley Nº
19990, y el monto máximo de la pensión regulado por el artículo 78
del Decreto Ley Nº 19990, modificado por el Decreto Ley Nº 22847,
y actualmente por el artículo del Decreto Ley Nº 25967.
2.3.5. En consecuencia, no se ha acreditado que la resolución
impugnada lesione derecho fundamental alguno del demandante,
motivo por el cual corresponde desestimar la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declara INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión del demandante.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-19
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 01150-2013-PA/TC
HUAURA
DEMETRIO ZENÓN CABELLO GAMARRA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
48861
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Demetrio
Zenón Cabello Gamarra contra la sentencia de fojas 483, su fecha
18 de diciembre de 2012, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que declaró infundada la demanda
de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 13 de setiembre de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Provincial de Huaura,
solicitando que se declare la nulidad del despido arbitrario del que ha
sido objeto; y que, en consecuencia, se ordene su reincorporación
en su puesto de trabajo, como obrero de limpieza pública; debiendo
ser reconocido como servidor público sujeto al régimen laboral de
la actividad privada, con todos los beneficios correspondientes, y
que se le reconozca como efectivamente laborado el período de
tiempo en el que permanezca despedido.
Manifiesta que ha realizado labores de naturaleza permanente
para la emplazada desde el 3 de agosto de 2003 hasta el 3 de
setiembre de 2011, en virtud de contratos de servicios no personales
y contratos administrativos de servicios, y que fue despedido
no obstante que los contratos de servicios no personales que
suscribió se habían desnaturalizado debido a que realizó labores
de naturaleza permanente, de manera personal, subordinada
y sujetas al pago de una remuneración, por lo que no podía ser
despedido sino por alguna causa justa. Alega la violación de sus
derechos constitucionales al trabajo, a la adecuada protección
contra el despido arbitrario y al debido proceso.
El Procurador Público de la Municipalidad emplazada propone
la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa y
contesta la demanda expresando que inicialmente el demandante
y la emplazada celebraron contratos de servicios no personales
y que, posteriormente, el demandante, laboró bajo el régimen
especial regulado por el Decreto Legislativo Nº 1057, por lo
que el derecho a ser considerado como personal contratado a
plazo indeterminado por la desnaturalización de sus contratos
de naturaleza civil ha quedado novado con la suscripción de los
contratos administrativos de servicios, conforme a lo establecido
por el Tribunal Constitucional en la STC Nº 03818-2009-PA/TC;
y que el cese del actor obedeció al vencimiento de su contrato
administrativo de servicios.
El Primer Juzgado Civil de Huaura, con fecha 11 de junio de
2012 declara infundada la excepción propuesta y, con fecha 6 de
agosto de 2012, declara infundada la demanda, por considerar que
de conformidad con el Decreto Legislativo Nº 1057 y su reglamento,
aprobado por el Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM, el contrato
administrativo de servicios es un régimen especial de contratación
laboral para el sector público, de naturaleza temporal, por lo que
el vencimiento del plazo del contrato es uno de los supuestos de
extinción de la relación contractual; y que, conforme a la sentencia
emitida por el Tribunal Constitucional en el expediente Nº 038182009-PA/TC, en el proceso de amparo resulta innecesario dilucidar
si con anterioridad a la suscripción del contrato administrativo de
servicios el recurrente ha prestado servicios de contenido laboral,
encubiertos mediante contratos de naturaleza civil, pues de ser así,
tal escenario de fraude constituiría un período independiente del
inicio del contrato administrativo de servicios, que es constitucional,
motivo por el cual dicha situación habría quedado consentida y
novada con la sola suscripción de este último contrato.
La Sala revisora confirmó la apelada, por estimar que el
contrato administrativo de servicios es de naturaleza temporal,
por lo que no cabe la reposición del actor por la desnaturalización
de sus contratos civiles; y que cualquier incumplimiento de la
Administración corresponde ser ventilado en la vía ordinaria.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
por haber sido objeto de un despido arbitrario. Se alega que el
demandante, en los hechos, habría prestado servicios bajo una
relación laboral.
2. Conforme a los criterios de procedencia establecidos en
el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, este
Tribunal considera que en el presente caso procede evaluar si el
actor ha sido objeto de un despido arbitrario.
Consideración previa
3. Teniendo en cuenta que en autos no obra el pronunciamiento
de la Sala Superior revisora respecto de la apelación de la resolución
que declara infundada la excepción de falta de agotamiento de la
vía administrativa propuesta, este Colegiado, antes de analizar
el fondo de la controversia, debe pronunciarse sobre ella. Así, la
referida excepción debe ser desestimada debido a que el inciso 3)
del artículo 46º del Código Procesal Constitucional ha establecido
que no será exigible el agotamiento de la vía previa si ésta “no se
encuentra regulada”, supuesto que se presenta en el caso de autos,
por cuanto el demandante alega que comenzó a prestar servicios
para la Municipalidad emplazada el 3 de agosto de 2003, es decir,
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48862
cuando ya se encontraba vigente el artículo 37º de la Ley Nº 27972,
que establece que los obreros municipales están sujetos al régimen
laboral de la actividad privada, el cual no prevé vía previa alguna
para impugnar un despido arbitrario en la vía judicial.
Análisis de la controversia
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC N.os 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC,
así como en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha
establecido que el régimen de protección sustantivo-reparador
contra el despido arbitrario previsto en el régimen laboral especial
del contrato administrativo de servicios guarda conformidad con el
artículo 27º de la Constitución.
Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la celebración del contrato
administrativo de servicios, los contratos civiles que suscribió el
demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso que ello
hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período
independiente del inicio del contrato administrativo de servicios,
que es constitucional.
5. Hecha la precisión que antecede, se debe señalar que con
los contratos administrativos de servicios, obrantes de fojas 23
a 50, queda demostrado que el demandante ha mantenido una
relación laboral a plazo determinado, que debió culminar al vencer
el plazo consignado en el último contrato celebrado por las partes,
esto es, el 31 de agosto de 2011, conforme lo sostienen ambas
partes (f. 156, 184, 240 y 303) y se corrobora con el Memorando
Nº 418-2011-ORH/MPH, de fecha 23 de agosto de 2011 (fojas 135)
y con el Informe Proveído Nº 076-2012-OE-JPM-MPH-H (f. 272).
Sin embargo, de autos se advierte que ello no habría sucedido, por
cuanto, conforme a lo manifestado en la demanda y en el recurso
de agravio constitucional, el recurrente habría seguido laborando
después de la referida fecha, sin suscribir contrato alguno. Este
hecho se encuentra probado con la certificación de la denuncia
obrante a fojas 137, en la que se deja constancia de que, según el
libro de control de asistencia de personal, el recurrente registró su
ingreso a su centro de labores el día 3 de setiembre de 2011; lo que
no ha sido contradicho por la demandada.
6. Destacada esta precisión, este Tribunal considera que
el contrato administrativo de servicios se prorroga en forma
automática si el trabajador continúa laborando después de la
fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato
administrativo de servicios. Este hecho no genera que el contrato
administrativo de servicios se convierta en un contrato de duración
indeterminada, debido a que el artículo 5º del Decreto Supremo Nº
075-2008-PCM prescribe que la “duración del contrato no puede
ser mayor al período que corresponde al año fiscal respectivo
dentro del cual se efectúa la contratación”. Este parecer se
encuentra reconocido en el artículo 5.2 del Decreto Supremo Nº
075-2008-PCM, que fue incorporado por el Decreto Supremo Nº
065-2011-PCM.
Por lo tanto, cuando se termina la relación laboral sin que
se presente alguna de las causas de extinción del contrato
administrativo de servicios, se genera el derecho a percibir la
indemnización prevista en el artículo 13.3 del Decreto Supremo
Nº 075-2008-PCM, modificado por el artículo 1º del D.S. Nº 0652011-PCM.
7. Finalmente, este Tribunal estima pertinente destacar que
el hecho de que un trabajador continúe laborando después de la
fecha de vencimiento del plazo estipulado en su último contrato
administrativo de servicios constituye una falta administrativa que
debe ser objeto de un procedimiento disciplinario, a fin de que se
determine las responsabilidades previstas en el artículo 7º del
Decreto Legislativo Nº 1057, pues dicho hecho contraviene el
procedimiento de contratación previsto en el artículo 3º del Decreto
Supremo Nº 075-2008-PCM.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo al no haberse
acreditado la vulneración de los derechos invocados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Nicolás
Julio Camacho Borseyu contra la sentencia de fojas 65, su fecha 11
de julio de 2012, expedida por la Segunda Sala Especializada en
lo Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, que declaró
infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 26 de diciembre de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Empresa Agroindustrial Laredo S.A.A.
solicitando que se deje sin efecto el despido arbitrario (incausado)
del cual fue objeto el 31 de octubre de 2011, y que, en consecuencia,
se ordene su reposición laboral en el cargo de obrero. Manifiesta que
mediante carta de fecha 28 de octubre de 2011, se le comunicó que
al haber cumplido 70 años de edad, su jubilación era obligatoria y
automática, y que de conformidad con los artículos 16, inciso f), y 21
del Decreto Supremo 003-97-TR y el artículo 30 de su reglamento, su
cese laboral era efectivo. Alega que se han vulnerado sus derechos
al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario.
La empresa demandada contesta la demanda señalando que
la extinción del contrato de trabajo del actor se produjo por una
causal expresamente contemplada en la ley, por lo que al haberse
presentado los elementos de configuración establecidos en la
norma pertinente, no se ha afectado su derecho al trabajo.
El Primer Juzgado Civil de Trujillo con fecha 22 de mayo de
2012, declaró infundada la demanda por considerar que de lo
actuado se ha acreditado que la extinción del contrato de trabajo
del actor se produjo por la causal de jubilación obligatoria, y no por
despido, las cuales son totalmente distintas e independientes.
La Sala Superior revisora confirmó la apelada por similar
fundamento.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. El objeto de la demanda es que se deje sin efecto la carta
de fecha 28 de octubre de 2011, a través de la cual se dispuso la
extinción del vínculo laboral del recurrente por la causal de límite
de edad, y se disponga su reposición laboral en el cargo que venía
desempeñando.
2. En atención a los criterios de procedibilidad de las
demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/
TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso
corresponde evaluar si el demandante ha sido despedido o no
conforme a ley.
Análisis de la controversia
3. De conformidad con lo dispuesto por el literal f del artículo 16
del Decreto Supremo 003-97-TR, la jubilación constituye una de las
causas de extinción del contrato de trabajo, siendo ella obligatoria y
automática en caso de que el trabajador cumpla 70 años de edad,
salvo pacto en contrario, conforme se desprende del último párrafo
del artículo 21 de la citada norma.
4. A la fecha de la presentación de la demanda, es decir, al 26
de diciembre de 2011, el actor tenía 70 años de edad cumplidos,
conforme consta en su documento nacional de identidad, obrante
a fojas 2, motivo por el cual le sería aplicable la causal de extinción
de la relación laboral prevista en la norma legal antes citada, salvo
que medie pacto en contrario entre las partes, lo que no ocurrió en
el caso de autos.
5. En consecuencia, habiéndose verificado la causal de extinción
objetiva del contrato de trabajo, toda vez que el demandante tiene
más de 70 años de edad, debe desestimarse la demanda en el
presente caso, por cuanto no se ha acreditado la vulneración de
los derechos alegados.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
W-1076221-20
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00441-2013-PA/TC
LA LIBERTAD
NICOLÁS JULIO CAMACHO BORSEYU
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho al trabajo del demandante.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-21
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00080-2013-PA/TC
HUAURA
AMÉRICO NARBASTA CLAROS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 24 días del mes de mayo de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Américo
Narbasta Claros contra la resolución de fojas 113, su fecha 17 de
setiembre de 2012, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Huaura, que declaró improcedente la demanda de
autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se
declare inaplicable la Resolución 74013-2007-ONP/DC/DL19990,
del 6 de setiembre de 2007, que declaró caduca su pensión y que,
en consecuencia, se restituya la pensión de invalidez que se le
otorgó mediante Resolución 84510-2004-ONP/DC/DL 19990, de
conformidad con el Decreto Ley Nº 19990, más los devengados,
intereses legales, costos y costas procesales.
La emplazada contesta la demanda señalando que habiendo
sido informada de la existencia de indicios razonables de
irregularidad, procedió a efectuar la reevaluación médica del
recurrente, en concordancia con lo establecido en el artículo 33
del Decreto Ley Nº 19990, luego de la cual se ha determinado
que a la fecha presenta una enfermedad distinta de la que generó
el derecho a la pensión y, además, con un grado de incapacidad
que no le impide ganar un monto equivalente al que percibe como
pensión.
El Primer Juzgado Civil de Huaura, con fecha 24 de junio de
2011, declara improcedente la demanda manifestando que el
proceso de amparo no es la vía para dilucidar la pretensión del
recurrente.
La Sala Superior competente confirma la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución
74013-2007-ONP/DC/DL19990, del 6 de setiembre de 2007, que
declaró caduca su pensión y que, en consecuencia, se restituya la
pensión de invalidez que se le otorgó mediante Resolución 845102004-ONP/DC/DL 19990, de conformidad con el Decreto Ley Nº
19990, más los devengados, intereses legales, costos y costas
procesales.
De acuerdo con lo dispuesto por el fundamento 107 de la
STC 00050-2004-AI/TC y otros acumulados, el derecho a no ser
privado arbitrariamente de la pensión constituye un elemento del
contenido esencial de este derecho, el cual encuentra protección
a través del proceso de amparo de conformidad con los supuestos
de procedencia establecidos en el fundamento 37.b) de la STC
01417-2005-PA/TC.
Asimismo, considerando que la pensión como derecho
fundamental, por su naturaleza, requiere de regulación legal
para establecer las condiciones necesarias para su goce; debe
concluirse que aquellas limitaciones o restricciones temporales o
permanentes a su ejercicio deben ser debidamente sustentadas
a efectos de evitar arbitrariedades en la intervención de este
derecho.
Cabe precisar que el demandante desistió del proceso mediante
escrito de fojas 48; no obstante, la ONP manifestó su oposición
al desistimiento del proceso argumentando que la finalidad del
recurrente era la de iniciar un proceso con la misma pretensión en
otra sede. Al respecto, mediante Resolución ocho (f. 59) el a quo
declaró sin eficacia el desistimiento formulado por el actor al existir
oposición por parte de la demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Alega que mediante la Resolución 84510-2004-ONP/DC/DL
19990, de fecha 12 de noviembre de 2004 (f. 3), se le otorgó pensión
de invalidez conforme al Decreto Ley Nº 19990, al haber acreditado
encontrarse incapacitado para trabajar en forma permanente.
Sin embargo, a través de la Resolución 74013-2007-ONP/DC/
DL 19990, de fecha 6 de setiembre de 2007 (f. 4), la ONP decidió
declarar la suspensión de su pensión de invalidez aduciendo
que presentaba una enfermedad diferente de la que motivó el
otorgamiento de la pensión de invalidez y un grado de incapacidad
que no justificaba médica y legalmente la percepción de la pensión
de invalidez.
48863
Considera que se ha vulnerado su derecho constitucional a la
pensión por habérsele privado del medio que le permite solventar
su subsistencia.
2.2. Argumentos de la demandada
Manifiesta que luego de la reevaluación médica a que fue
sometido el recurrente, la comisión médica concluyó que a la fecha
presenta una enfermedad distinta de la que generó el derecho a
la pensión otorgada y, además, con un grado de incapacidad que
no le impide ganar un monto equivalente al que percibe como
pensión.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Según el artículo 33.a) del Decreto Ley Nº 19990, la
pensión de invalidez caduca “Por haber recuperado el pensionista
la capacidad física o mental o por haber alcanzado una capacidad,
en ambos casos, en grado tal que le permita percibir una suma
cuando menos equivalente al monto de la pensión que recibe”.
2.3.2. Asimismo, el inciso a) del artículo 24 del Decreto Ley Nº
19990 establece que se considera inválido: “Al asegurado que se
encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida
permanente, que le impide ganar más de la tercera parte de la
remuneración o ingreso asegurable que percibiría otro trabajador
de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma
región”.
2.3.3. En el presente caso, de la Resolución 84510-2004ONP/DC/DL 19990 (f. 3), se evidencia que al demandante se le
otorgó pensión de invalidez definitiva en virtud del Certificado de
discapacidad, de fecha 17 de junio de 2004, emitido por la Comisión
Médica de Evaluación y Calificación de Invalidez, en el que se
estableció que su incapacidad era de naturaleza permanente.
En dicho certificado se consigna que el recurrente padece de
cifoescoliosis de columna moderada y diabetes mellitus (f. 52).
2.3.4. De otro lado, es de verse de la Resolución 740132007-ONP/DC/DL 19990 (f. 33) que la ONP declaró caduca la
pensión de invalidez del recurrente debido a que mediante el
certificado médico 6990, de fecha 26 de julio de 2007 (f. 53), se
ha comprobado que el demandante presenta las enfermedades
de lumbalgia y poliartrosis, las cuales son distintas de las que
generaron el derecho a la pensión otorgada y, además, con un
grado de incapacidad del 22%, el cual no le impide ganar un monto
equivalente al que percibe como pensión.
2.3.5. Importa recordar que el segundo párrafo del artículo 26
del Decreto Ley Nº 19990 establece que, en caso de enfermedad
terminal o irreversible, no se exigirá la comprobación periódica
del estado de invalidez. Así, sólo está excluida la comprobación
periódica –que en esencia está regulada para la incapacidad
de carácter temporal– mas no la comprobación o fiscalización
posterior que la ONP realice en cumplimiento de sus obligaciones,
establecidas en el artículo 3.14 de la Ley Nº 28532, y en mérito a
la facultad de fiscalización posterior otorgada por el artículo 32.1
de la Ley Nº 27444.
A este respecto, el tercer párrafo del artículo 26 del Decreto
Ley Nº 19990 estatuye que si, efectuada la verificación posterior,
se comprobara que el Certificado médico de invalidez es falso
o contiene datos inexactos, serán responsables de ello, penal y
administrativamente, los médicos e incluso el propio solicitante.
2.3.6. En consecuencia, la facultad de revisión y supervisión
posterior de la prestación previsional en las pensiones de invalidez
definitivas realizadas por ONP es legítima, por lo que debe
rechazarse esta pretensión.
2.3.7. Finalmente, resulta necesario precisar que para sustentar
su pretensión, el recurrente no ha presentado documentación
alguna, motivo por el cual no se ha acreditado la vulneración del
derecho a la pensión, debiendo desestimarse la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda por no haberse acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-22
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00315-2013-PA/TC
LIMA
MARCELINO CUEVA IGUARDO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 24 días del mes de mayo de 2013 la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
48864
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Marcelino Cueva Iguardo contra la resolución de fojas 209, su
fecha 4 de setiembre de 2012, expedida por la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declara improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 1425-2006-ONP/DC/DL 19990, de fecha
3 de enero de 2006; y que, en consecuencia, se le otorgue una
pensión de jubilación bajo los alcances del artículo 44 del Decreto
Ley Nº 19990.
La emplazada contesta la demanda expresando que el actor
no ha cumplido con presentar ningún medio probatorio con
el que acredite el vínculo laboral o la totalidad de los aportes
supuestamente efectuados.
El Quinto Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 27 de
enero de 2012, declara improcedente la demanda, por considerar
que el actor no ha presentado documentación idónea que cause
certeza de los períodos laborados y los consecuentes aportes.
La Sala Superior competente confirma la apelada, por similar
fundamento.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El objeto de la demanda es el acceso a una pensión de jubilación
bajo los alcances del artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990.
En el fundamento 37.b) de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada
en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal
ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente
protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones
legales que establecen los requisitos para el goce de tal derecho.
En consecuencia, se advierte que la pretensión del actor
está comprendida en el supuesto previsto en el mencionado
fundamento, motivo por el cual corresponde analizar el fondo de la
cuestión controvertida.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Alega que la ONP no reconoce su derecho a una pensión aun
cuando ha reunido 31 años, 4 meses y 5 días de aportaciones, tal
como lo ha acreditado en el procedimiento administrativo.
2.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que el accionante no ha presentado los medios
probatorios idóneos para acreditar el período de aportes que alega
haber efectuado.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. El artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990 establece que los
trabajadores que tengan cuando menos cincuentaicinco o cincuenta
años de edad, y treinta o veinticinco años de aportaciones, según
sean hombres y mujeres, respectivamente, tienen derecho a una
pensión de jubilación.
2.3.2. De la resolución impugnada (f. 15) se desprende que la
ONP deniega la pensión de jubilación del régimen de construcción
civil aduciendo que el actor solo acredita 4 años y 9 meses de
aportaciones.
2.3.3. El fundamento 26 de la STC 04762-2007-PA/TC,
publicada en el diario oficial El Peruano el 25 de octubre de 2008,
así como en su resolución de aclaración, este Colegiado ha
establecido como precedente vinculante las reglas para acreditar
periodos de aportaciones en el proceso de amparo, detallando los
documentos idóneos para tal fin.
2.3.4. A efectos de acreditar aportaciones no reconocidas por la
ONP, se revisó la documentación presentada por el actor, así como
el expediente administrativo 12300083504, presentado en copia
fedateada por la entidad previsional (f. 149 a 174), verificándose
lo siguiente: i) copia simple del certificado de trabajo expedido por
su exempleador Eliffio S.A. Contratistas Generales (f. 9), por el
periodo del 17 de agosto de 1998 al 29 de setiembre de 1999; y,
ii) originales de las boletas de control de remuneraciones de los
meses de agosto de 1996, setiembre de 1998, agosto de 1998,
octubre de 1998 a diciembre de 1998, enero a agosto de 1999 (f.
14, 52, 53, 121 a 134), que no cuentan con fecha de ingreso.
2.3.5. Siendo así, el actor no acredita aportaciones adicionales
a las reconocidas en la vía administrativa; por lo tanto, no cumple el
requisito establecido en el artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990.
2.3.6. Por otro lado, este Colegiado considera pertinente
mencionar que por escrito de fecha 23 de noviembre de 2009 (f. 38),
así como mediante el recurso de agravio constitucional (f. 223), el
demandante señala que la pensión de jubilación debe otorgársele
bajo el régimen de construcción civil, sin adjuntar documentación
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
alguna, por lo que se procederá a evaluar los requisitos legales
para acceder a la mencionada modalidad pensionaria.
2.3.7. Con relación a la pensión de jubilación para trabajadores
de construcción civil, el Decreto Supremo 018-82-TR estableció
que tienen derecho a tal pensión los trabajadores que cuenten 55
años de edad y acrediten haber aportado, cuando menos, 15 años
en dicha actividad, o un mínimo de 5 años en los últimos 10 años
anteriores a la contingencia.
Ello significa que a partir de esta disposición, atendiendo
a su actividad de riesgo para la vida y la salud, los trabajadores
de construcción civil podrán jubilarse a los 55 años de edad
acreditando como mínimo 15 años de aportaciones, aportaciones
que corresponderán a 15 años de labor exclusiva en dicha
actividad, o a por lo menos 5 años de labores en los últimos 10
años anteriores a la contingencia, siempre y cuando la contingencia
se hubiera producido antes del 19 de diciembre de 1992, fecha a
partir de la cual, por disposición del Decreto Ley Nº 25967, ningún
asegurado podrá gozar de una pensión de jubilación si no acredita
haber efectuado aportaciones por un período no menor de 20 años
completos, sin perjuicio de los otros requisitos establecidos en la
Ley.
2.3.8. Conforme a lo anotado en el fundamento 2.3.7., supra, se
reitera que el demandante no cuenta con aportaciones adicionales
a las ya reconocidas por la ONP.
2.3.9. Este Tribunal Constitucional en el fundamento 26.f) de la
STC 04762-2007-PA/TC, ha señalado los supuestos en los que se
está frente a una demanda manifiestamente infundada precisando
que se presentará tal situación cuando el demandante solicita el
reconocimiento de años de aportaciones y no ha cumplido con
presentar prueba alguna que sustente su pretensión, o cuando
de la valoración conjunta de los medios probatorios aportados se
llega a la convicción de que no se acredita el mínimo de años de
aportaciones para acceder a una pensión de jubilación.
2.3.10. En consecuencia, al verificarse que no se acreditan las
aportaciones mínimas, este Colegiado desestima la demanda por
ser manifiestamente infundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión del actor.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-23
PROCESO DE HÁBEAS DATA
EXP. Nº 01682-2013-PHD/TC
LIMA
FAUSTINO HOLGUINO CHUCTAYA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Urviola Hani, Vergara Gotelli y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Faustino
Holguino Chuctaya contra la sentencia de fojas 65, su fecha 9
de enero de 2013, expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la demanda de
hábeas data de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 18 de mayo de 2012, el recurrente interpone
demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo, con la finalidad de que se le entregue copia
certificada del acta de calificación del 6 de agosto del año 2002.
Su solicitud de incorporación al Registro de Trabajadores Cesados
Irregularmente, previsto en la Ley Nº 27803, solicitud que hizo
ingresar al Ministerio. Señala que ha solicitado dicha información a
la emplazada; que sin embargo, ésta no ha sido proporcionada, por
lo que desconoce las razones por las cuales no ha sido incorporado
a ninguno de los listados del citado registro.
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a través de
su Procurador Público, contesta la demanda manifestando que la
pretensión del demandante resulta inatendible, ya que no existe la
documentación solicitada de la manera requerida, deviniendo tal
pretensión en un imposible físico y jurídico.
El Octavo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 31 de
julio de 2012, declaró fundada la demanda por considerar que la
calificación de dicha solicitud tuvo que haberse realizado mediante
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
algún tipo de soporte, siendo posible, entonces, que la emplazada
pueda entregar los documentos que sirvieron de sustento para no
incorporarlo a la lista indicada.
La Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
revocó la apelada y declaró infundada la demanda por considerar
que lo solicitado significaría producir información inexistente por
cuanto nunca fue producida, ni se podrá realizar, toda vez que la
Comisión indicada ya culminó sus funciones.
FUNDAMENTOS
Precisión del petitorio de la demanda
1. Mediante la presente demanda, el recurrente solicita copia
del Acta de Calificación de su solicitud de incorporación al Registro
de Trabajadores Cesados Irregularmente, previsto en la Ley Nº
27803, la cual ingresó al Ministerio demandado el 6 de agosto del
año 2002.
Cuestiones procesales previas
2. De acuerdo con el artículo 62º del Código Procesal
Constitucional, para la procedencia del hábeas data se requerirá
que el demandante previamente haya reclamado, por documento
de fecha cierta, el respeto de su derecho, y que el demandado
se haya ratificado en su incumplimiento o no le haya contestado
dentro del plazo establecido. Tal requisito, conforme se aprecia de
autos, ha sido cumplido por el accionante conforme se aprecia de
fojas 5.
Análisis de la controversia
3. Aunque en la STC Nº 09476-2006-PHD/TC, este Tribunal
declaró infundada la pretensión de un demandante que solicitaba
información sobre las razones por las cuales no fue incluido en
dicho registro; ello difiere de lo solicitado en el presente caso
pues lo requerido se circunscribe a solicitar copias del Acta de
Calificación de la solicitud que ingresó con fecha 6 de agosto del
año 2002.
4. Para este Colegiado, el demandante tiene el derecho de
conocer el contenido del expediente administrativo o del acervo
documentario formado como consecuencia de su solicitud, en el
estado en el que se encuentre. Y es que el objetivo del proceso
de hábeas data es, por lo que respecta a supuestos como el aquí
analizado, el de proporcionar la información solicitada, sin otras
exigencias que la de ser actual, completa, clara y cierta.
5. Es necesario señalar que el artículo 18º, inciso 3, del Decreto
Supremo Nº 006-2009-TR señala que “La Comisión Ejecutiva
notifica su decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI,
mediante comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio
consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez
(10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en
el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de
la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex
trabajadores que corresponda”. En dicho contexto, se aprecia que
una vez que ingresa la solicitud, la Comisión Ejecutiva adquiere
competencia para todo el trámite administrativo de evaluación
y calificación de las solicitudes, realizando una labor que
necesariamente ha de estar plasmada en documentos o soportes
que acrediten la atención debida a los documentos y las solicitudes
presentadas.
6. En el caso de autos, respecto a la pretensión de que se
otorgue copia certificada del acta de calificación de su solicitud
de inscripción en el Registro Nacional de Trabajadores Cesados
Irregularmente, conviene precisar que el recurrente tiene todo el
derecho de conocer lo contenido en el acta de calificación en razón
del pedido presentado (Registro Nº 1437) o, en todo caso, del
expediente administrativo o acervo documentario existente.
7. No es la primera oportunidad que este Tribunal ha conocido
un requerimiento similar. En la STC Nº 00297-2011-PHD/TC este
Colegiado estimó un pedido sustancialmente idéntico.
8. Por ende, el ministerio emplazado debe limitarse a entregar
la información requerida en los propios términos en los que aparece
en el expediente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos.
2. Ordena al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
entregar al demandante, bajo el costo que suponga tal pedido,
copia de todo el acervo documentario obrante en mérito de la
solicitud presentada, en el estado en el que se encuentre.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-24
48865
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00332-2013-PA/TC
SANTA
SALOMÓN ARBOLEDA SIPIÓN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara
Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Salomón
Arboleda Sipión contra la resolución de fojas 285, su fecha 5 de
setiembre de 2012, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Santa, que confirmando la apelada, declaró
improcedente la demanda.
ANTECEDENTES
Con fecha 2 de marzo de 2012 el recurrente interpone demanda
de amparo contra el juez del Primer Juzgado Laboral Transitorio
de Chimbote y la Sala laboral de la Corte Superior de Justicia del
Santa solicitando que se declaren nulas:
- La Resolución Nº 11, expedida con fecha 19 de agosto de
2011, mediante la cual el Primer Juzgado Laboral Transitorio
de Chimbote declara infundada la excepción de cosa juzgada
y fundada la excepción de prescripción extintiva de la acción
deducidas por Pesca Perú S.A. en Liquidación.
- La Resolución Nº 15, expedida con fecha 10 de enero del
2102, que, revocando la apelada, declaró fundada la excepción
de cosa juzgada y confirma la apelada en el extremo que declara
fundada la excepción de prescripción extintiva de la acción.
Según el actor, las resoluciones judiciales no han sido
motivadas adecuadamente por las siguientes razones:
- En cuanto a la excepción de cosa juzgada, aduce que no se
cumple el requisito de la triple identidad pues no es cierto que tales
procesos versen sobre lo mismo.
- En relación con la excepción de prescripción, el actor afirma
que todavía no había transcurrido el plazo de cuatro años que
prevé la Ley Nº 27321 y que, al reconocerse la obligación principal,
dicho plazo se interrumpió.
Finalmente, refiere que las resoluciones judiciales cuestionadas
obedecen al capricho de los jueces demandados.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chimbote, con
fecha 7 de marzo de 2012, declaró improcedente la demanda, por
considerar que la resolución cuestionada se ajusta a las normas
legales vigentes.
A su turno, la Sala revisora confirmó la apelada, por similar
fundamento.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitum
1. A través del presente proceso, el actor persigue que se
declaren nulas la Resolución Nº 11, emitida con fecha 19 de agosto
de 2011 (fojas 26 - 28), y la Resolución Nº 15, expedida con fecha
10 de enero del 2102 (fojas 15 - 25).
Consideraciones previas
2. Conforme ha sido advertido de manera uniforme y reiterada
por este Colegiado, el proceso de amparo contra resoluciones
judiciales está circunscrito a cuestionar decisiones judiciales que
vulneren de forma directa derechos fundamentales toda vez que,
a juicio de este Tribunal, la irregularidad de una resolución judicial
con relevancia constitucional se produce cada vez que esta se
expida con violación de cualquier derecho fundamental y no solo
en relación con los supuestos contemplados en el artículo 4º del
Código Procesal Constitucional.
3. También se ha establecido que el amparo contra resoluciones
judiciales requiere como presupuesto procesal indispensable
la constatación de un agravio manifiesto que comprometa
seriamente el contenido protegido de algún derecho de naturaleza
constitucional, presupuesto básico sin el cual la demanda resultará
improcedente.
4. Si bien a través del amparo el juez constitucional puede
examinar la presunta inconstitucionalidad de una resolución judicial,
no es labor de la justicia constitucional subrogar al juez ordinario
en la interpretación y aplicación de los dispositivos legales, como
tampoco lo es el analizar la comprensión que la judicatura realice
de estos. Por el contrario, solo cabe revisar las decisiones emitidas
por la justicia ordinaria cuando estas y sus efectos contravengan
los principios que informan la función jurisdiccional encomendada,
o los pronunciamientos adoptados vulneren los principios de
razonabilidad y proporcionalidad afectando –con ello– de modo
manifiesto y grave cualquier derecho fundamental. Y es que,
como resulta obvio, el amparo contra resoluciones judiciales no
puede servir para replantear una controversia resuelta por los
48866
PROCESOS CONSTITUCIONALES
órganos jurisdiccionales ordinarios, pues no constituye un medio
impugnatorio que continúe revisando una decisión que sea de
exclusiva competencia de la jurisdicción ordinaria.
5. Este Tribunal estima necesario emitir un pronunciamiento
de fondo sobre la alegada afectación del derecho a la motivación
de las resoluciones judiciales, pues conforme lo expone el
accionante, no se ha justificado por qué la demanda laboral sobre
incumplimiento de disposiciones laborales y normas legales resulta
extemporánea.
El Peruano
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fundada la excepción de cosa juzgada, la suerte de la excepción
de prescripción resultaba irrelevante pues aunque tal excepción
hubiera sido estimada, ello, bajo ningún concepto, puede revertir
la conclusión de dicho proceso. Por tanto, la presente demanda
resulta infundada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Análisis del fondo de la demanda
Derechos fundamentales comprometidos: el derecho al debido
proceso (inciso 4 del artículo 139º de la Constitución Política del
Perú) y el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales
(inciso 5 del artículo 139º de la Constitución Política del Perú)
Argumentos del demandante
6. Contrariamente a lo señalado en las resoluciones judiciales
cuestionadas, no se ha motivado por qué las excepciones deducidas
por Pesca Perú S.A. en Liquidación han sido estimadas.
7. Respecto a la excepción de cosa juzgada, aduce que no se
cumple el requisito de la triple identidad pues no es cierto que tales
procesos versen sobre lo mismo. En relación con la excepción
de prescripción, el actor afirma que todavía no había transcurrido
el plazo de cuatro años que prevé la Ley Nº 27321 y que, al
reconocerse la obligación principal, dicho plazo se interrumpió.
Consideraciones del Tribunal
8. En primer lugar, cabe mencionar que la Constitución, en el
inciso 4 del artículo 139º, reconoce expresamente a la observancia
del debido proceso y la tutela jurisdiccional (efectiva) como uno de
los principios y derechos que informan la impartición de justicia.
9. El debido proceso, por su parte, constituye uno de los
elementos básicos del modelo constitucional de proceso previsto
por nuestra norma fundamental. Este atributo continente alberga
múltiples garantías y derechos fundamentales que condicionan
y regulan la función jurisdiccional, consecuentemente, la
afectación de cualquiera de estos derechos lesiona su contenido
constitucionalmente protegido.
10. En su variable de respeto a la motivación de las resoluciones,
salvaguarda al justiciable frente a la arbitrariedad judicial, toda vez
que garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren
justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso.
11. La jurisprudencia de este Tribunal ha sido constante al
establecer que la exigencia de que las decisiones judiciales sean
motivadas garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia
a la que pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha
llevado a resolver una controversia, asegurando que el ejercicio
de la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la
Constitución y a la ley; pero también con la finalidad de facilitar un
adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (Cfr.
STC Nº 01230-2002-HC/TC).
12. De este modo, la motivación de las resoluciones judiciales
se revela tanto como un principio que informa el ejercicio de la
función jurisdiccional cuanto como un derecho constitucional que
asiste a todos los justiciables (Cfr. STC Nº 08125-2005-HC/TC).
13. Por consiguiente, toda decisión que carezca de una
motivación adecuada, suficiente y congruente, constituirá una
decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional.
14. Ahora bien, tal como se desprende del tenor de la
Resolución Nº 15, la Sala Laboral demandada revocó la recurrida
en el extremo relacionado con la excepción de cosa juzgada, la cual
terminó declarándose fundada debido a que, en realidad, el actor
solicita un reintegro indemnizatorio sobre beneficios sociales; sin
embargo, a criterio de dicha Sala, tal situación ya ha sido dilucidada
previamente en otros procesos (Cfr. Fundamentos Décimo, Décimo
Primero, Décimo Segundo y Décimo Tercero).
15. Aunque el accionante no comparta la argumentación vertida
por dicha Sala en ese extremo, ello no significa que la misma
no exista y que, a su vez, resulte insuficiente para respaldar lo
finalmente decidido en este aspecto. Obviamente, este Colegiado
no puede subrogar a la justicia laboral ordinaria a fin de analizar
lo argüido por el actor respecto a que no se puede estimar tal
excepción, máxime cuando el demandante no ha puntualizado,
de manera concreta, en qué se basa para justificar tal pretensión
pues el actor se ha limitado a denunciar, genéricamente, una serie
de irregularidades así como a denunciar, sin mayor sustento,
un comportamiento arbitrario de la Sala demandada tendiente a
denegarle sus derechos laborales.
16. En efecto, la determinación de si dicha excepción resulta
estimable o no es un asunto que, a todas luces, corresponde
exclusivamente a la jurisdicción ordinaria y no a la constitucional. La
tutela del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no
debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen
las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios.
17. Ahora bien, si al estimar la mencionada excepción, la Sala
Laboral demandada no se pronunció sobre el extremo referido
a la excepción de prescripción, es incongruente que en la parte
resolutiva se consigne que también se confirma la recurrida en el
extremo relacionado con la excepción de prescripción.
18. Empero, tal incorrección no justifica en modo alguno que
se estime la presente demanda toda vez que al haberse declarado
Declarar INFUNDADA la demanda de autos por no haberse
acreditado la afectación del derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-25
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 04890-2012-PA/TC
LIMA
RINA DIONISIA ZEVALLOS TURPO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Rina
Dionisia Zevallos Turpo contra la resolución de fojas 236, su fecha
19 de setiembre de 2012, expedida por la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra el Ministro
del Interior y el director general de la Policía Nacional del Perú,
solicitando que se le reconozca el derecho de percibir el Fondo de
Seguro de Vida en su totalidad, de acuerdo con el Decreto Supremo
015-87-IN; y que, en consecuencia, se le pague por concepto de
seguro de vida el monto equivalente a 600 sueldos mínimos vitales,
el cual se le deberá restituir de conformidad con el artículo 1236
del Código Civil.
Los procuradores públicos encargados de los asuntos
judiciales del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional del Perú
deducen las excepciones de litispendencia, incompetencia, falta
de agotamiento de la vía administrativa, falta de legitimidad para
obrar y prescripción extintiva. Asimismo solicitan que la demanda
sea declarada infundada o improcedente, aduciendo que se ha
cumplido con abonar la suma de S/. 20,250.00, por concepto de
Seguro de Vida.
El Sétimo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 28 de
agosto de 2009, declara infundadas las excepciones interpuestas
por las demandadas, y con fecha 19 de agosto de 2011, declara
fundada la demanda por considerar que el hecho dañoso ocurrió
el 22 de junio de 1993, y que por tanto, corresponde otorgarle al
actor por Seguro de Vida el equivalente a 600 sueldos mínimos
vitales conforme al D.S. 015-87-IN, en concordancia con el D.S.
003-92-TR, que establece el sueldo mínimo vital en S/ 72.00, los
que multiplicados por 600 sueldos mínimos vitales, dan un total de
S/ 43, 200.
La Sala Superior competente revoca la apelada y, reformándola,
declara infundada la demanda argumentando que lo que la
recurrente pretende es que se le pague el beneficio denominado
Seguro de Vida, conforme al Decreto Supremo 015-87-IN, que
establece el pago de 600 sueldos mínimos vitales (SMV) por
tal concepto, cuando lo que corresponde es pagar dicho seguro
sobre la base del Decreto Ley Nº 25755, vigente a fecha de la
contingencia, esto es al 22 de junio de 1993, que dispuso que el
cálculo de del beneficio sea de 15 UIT, cuyo resultado fue la suma
cobrada por la actora.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
La actora pretende que se le pague el beneficio de Seguro
de Vida, de conformidad con el Decreto Supremo 015-87-IN,
para lo cual solicita que se tenga en cuenta la remuneración
mínima vital de noviembre de 1994, que era ascendente a
S/. 132.00.
Este Tribunal ha señalado en las STC 04977-2007-PA/TC y STC
00540-2007-PA/TC que el beneficio económico del seguro de vida
El Peruano
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
está comprendido dentro del sistema de seguridad social previsto
para el personal de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Por
tal motivo, la procedencia de la demanda se sustenta en la defensa
del derecho a la seguridad social, conforme a lo previsto en el
inciso 19) del artículo 37 del Código Procesal Constitucional.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos de la demandante
Sostiene que se le ha pagado una suma diminuta por concepto
de seguro de vida, pues la que se le ha abonado no concuerda con
lo dispuesto en el Decreto Supremo 015-87-IN, vigente a la fecha
de la contingencia, esto es, el 22 de junio de 1993.
2.2. Argumentos de los demandados
Manifiestan que la entrega al demandante del beneficio de
Seguro de Vida de la Policía Nacional se ha efectuado en su debida
oportunidad y conforme a ley.
2.3. Consideraciones del Tribunal
2.3.1. El seguro de vida para el personal de las Fuerzas
Policiales se estableció mediante Decreto Supremo 002-81IN, de fecha 23 de enero de 1981, en el monto de 60 sueldos
mínimos vitales. El monto se incrementó por Decreto Supremo
051-82-IN a 300 sueldos mínimos vitales, y mediante Decreto
Supremo 015-87-IN, vigente desde el 17 de junio de 1987, fue
nuevamente incrementado en 600 sueldos mínimos vitales.
2.3.2. Mediante el Decreto Ley Nº 25755, vigente desde
el 1 de octubre de 1992, se unificó el seguro de vida del
personal de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, a cargo
del Estado, quedando tácitamente derogadas, a partir de esa
fecha, las normas que regulaban hasta ese momento el seguro
de vida de los miembros de la Policía Nacional, decisión que fue
ratificada expresamente por el artículo 4 de su Reglamento, el
Decreto Supremo 009-93-IN, vigente desde el 23 de diciembre
de 1993.
2.3.3. En consecuencia, debe considerarse, como ya lo ha
hecho este Tribunal en reiterada jurisprudencia (SSTC 6148-2005PA/TC, 3592-2006-PA/TC y 3594-2006-PA/TC), que la fecha de la
contingencia para la determinación de la norma sobre seguro de
vida correspondiente es la fecha del acaecimiento del hecho lesivo
que produjo la invalidez.
2.3.4. En el presente caso, de la Resolución Directoral 068394-DGPNP/DIPER, de fecha 19 de abril de 1994 (f. 22), se
advierte que el causante de la demandante fallece el 22 de junio
de 1993. Por lo tanto, al causante de la recurrente le corresponde
el beneficio de seguridad social concedido por el Decreto Ley
Nº 25755 y su Reglamento, el Decreto Supremo 009-93-IN, los
cuales establecen un seguro de vida equivalente a 15 Unidades
Impositivas Tributarias (UIT).
2.3.5. Por lo tanto, de acuerdo a lo afirmado por la demandante a
fojas 33, se le “(…) abonó la suma de S/. 20,250.00”, manifestación
que este Colegiado considera una declaración asimilada de
conformidad con el artículo 221 del Código Procesal Civil, siendo
que la UIT vigente a la fecha de la contingencia fue la fijada por
la Resolución Ministerial 370-92-EF/15, ascendente a S/. 1,350.00
que al ser multiplicada por 15, da como resultado S/. 20,250.00,
suma que recibió la demandante por concepto de Seguro de Vida
de su causante; en consecuencia, al apreciarse que no se ha
vulnerado derecho alguno, corresponde desestimar la demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la
vulneración del derecho a la seguridad social de la demandante.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-26
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00267-2013-PA/TC
MOQUEGUA
FREDY CONDO TAPARA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 25 días del mes de enero de 2013 la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
48867
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Fredy
Condo Tapara contra la sentencia expedida por la Sala Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Moquegua, de fojas 141, su fecha 15
de octubre de 2012, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 28 de marzo de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo, la cual subsana con escrito de fecha 27 de
abril de 2011, contra la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto,
solicitando que se declare inconstitucional el despido incausado
del que ha sido objeto; y que, consecuentemente, se ordene su
reposición laboral como obrero de limpieza pública, chofer de
compactadora, con el pago de los costos procesales. Manifiesta
que ha prestado servicios como obrero de limpieza y chofer de
compactadora, realizando labores de limpieza pública desde el 9
de julio de 2007, con algunos periodos de interrupción, hasta el 31
de diciembre de 2010, fecha en que fue despedido sin expresión de
causa, sin tomar en consideración que, en los hechos, las labores
que se le encomendó, además de ser de naturaleza permanente
y propias de la entidad demandada, las realizaba de manera
personal, subordinada y bajo dependencia, elementos típicos de
un contrato de trabajo.
El procurador público de la municipalidad emplazada
propone la excepción de ambigüedad en el modo de proponer
la demanda, formula tacha por nulidad formal de los recibos
por honorarios profesionales y de los informes presentados
por el actor como medios probatorios, y contesta la demanda
señalando que el recurrente laboró temporalmente y en diversas
obras de mantenimiento de infraestructura, desempeñándose
como chofer y auxiliar de campo, y no como obrero de limpieza
pública.
El Primer Juzgado Mixto de Mariscal Nieto, con fecha 27 de
enero de 2012, declara improcedentes la excepción y la tacha
propuestas, y con fecha 4 de julio de 2012, declara infundada la
demanda, por estimar que el primer período de labores del actor,
comprendido entre el 9 de julio de 2007 y el 31 de octubre de 2010,
ha quedado consentido y novado con la suscripción del contrato
administrativo de servicios, en virtud del cual ha mantenido una
relación laboral a plazo determinado regulada por el Decreto
Legislativo Nº 1057, por lo que la relación contractual entre las
partes se extinguió válidamente cuando venció el plazo establecido
en último contrato que suscribieron, conforme a lo estatuido por
el literal h) del numeral 13.1 del Decreto Supremo Nº 075-2008PCM.
La Sala revisora confirma la apelada por similares
argumentos.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene
la reincorporación del demandante en el cargo que venía
desempeñando, porque habría sido objeto de un despido arbitrario.
Alega el recurrente que en los hechos prestó servicios bajo una
relación laboral a plazo indeterminado.
2. Conforme a los criterios de procedencia establecidos en
el precedente vinculante de la STC Nº 00206-2005-PA/TC, este
Tribunal considera que en el presente caso procede evaluar si el
actor ha sido objeto de un despido arbitrario.
Análisis de la controversia
3. De acuerdo a lo afirmado expresamente en la demanda,
el actor laboró en forma interrumpida siendo el último periodo
laborado, en forma continua, desde el 1 de setiembre hasta el
31 de diciembre de 2010, razón por la cual se analizará sólo este
último periodo laborado.
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC N.os 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC,
así como en la RTC Nº 00002-2010-PI/TC, este Tribunal ha
establecido que el régimen de protección sustantivo-reparador
contra el despido arbitrario previsto en el régimen laboral especial
del contrato administrativo de servicios guarda conformidad con el
artículo 27º. de la Constitución.
Consecuentemente, en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la suscripción de los contratos
administrativos de servicios, los servicios civiles que prestó el
demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso de que ello
hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período
independiente del inicio del contrato administrativo de servicios,
que es constitucional.
5. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que con el
contrato administrativo de servicios de fojas 90 queda demostrado
que el recurrente ha mantenido una relación laboral a plazo
determinado, que culminó al vencer el plazo establecido en
dicho contrato, esto es, el 31 de diciembre de 2010. Por lo tanto,
habiéndose cumplido el plazo de duración del mencionado contrato,
la extinción de la relación laboral del demandante se produjo en
forma automática, conforme lo señala el literal h) del numeral 13.1
del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM.
Siendo ello así, la extinción de la relación laboral del
demandante no afecta derecho constitucional alguno, por lo que no
es posible estimar la demanda.
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48868
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración de los derechos alegados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-27
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00758-2013-PA/TC
LAMBAYEQUE
AMBROSIO ARROYO CORNEJO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Ambrosio
Arroyo Cornejo contra la resolución de fojas 167, su fecha 30 de
octubre de 2012, expedida por la Sala Constitucional de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, que declara improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
nula la Resolución 103521-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990, de
fecha 16 de noviembre de 2010; y que, en consecuencia, se le
otorgue pensión de jubilación de conformidad con el Decreto Ley
Nº 19990, en virtud de la totalidad de sus aportaciones. Asimismo
solicita el pago de los devengados, los intereses legales y los
costos procesales.
La emplazada contesta la demanda expresando que el
demandante no ha acreditado fehacientemente las aportaciones
alegadas con los documentos contemplados en el artículo 54 del
Reglamento del Decreto Ley Nº 19990.
El Segundo Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha 30 de
noviembre de 2011, declara fundada, en parte, la demanda
estimando que el actor ha cumplido con acreditar 20 años y
3 meses de aportaciones, por lo que le corresponde la pensión
solicitada.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara
improcedente la demanda manifestando que es necesario que
la controversia se dilucide en un proceso que cuente con etapa
probatoria.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente solicita que se declare nula la Resolución 1035212010-ONP/DPR.SC/DL 19990, de fecha 16 de noviembre de 2010;
y que, en consecuencia, se le otorgue pensión de jubilación de
conformidad con el Decreto Ley Nº 19990, en virtud de la totalidad
de sus aportaciones. Asimismo solicita el pago de los devengados,
los intereses legales y los costos procesales
Sostiene que se ha vulnerado su derecho a la pensión por no
otorgársele la pensión de jubilación solicitada a pesar de haber
acreditado más de 30 años de aportaciones.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
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Jueves 1 de mayo de 2014
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que laboró en el Proyecto Especial Olmos Tinajones,
desde el 1 de diciembre de 1964 hasta el 31 de mayo de 1978; para
el ingeniero Rudy Wong Yong, del 28 de setiembre de 1981 al 7 de
marzo de 1982; y como asegurado facultativo independiente, desde
junio de 1992 hasta noviembre de 2008; y que, por lo tanto, al haber
cumplido la edad necesaria y haber efectuado aportaciones por
más de 20 años, le corresponde percibir una pensión de jubilación
conforme al Decreto Ley Nº 19990.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que el demandante únicamente ha acreditado 19 años
y 8 meses de aportaciones, y que la documentación presentada
no es idónea para tal fin conforme al artículo 54 del Reglamento
del Decreto Ley Nº 19990, aprobado por Decreto Supremo 01174-TR.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. En el fundamento 26 de la STC 4762-2007-PA/TC, así
como en su resolución de aclaración, este Colegiado ha establecido
como precedente vinculante las reglas para acreditar periodos de
aportaciones en el proceso de amparo, detallando los documentos
idóneos para tal fin.
2.3.2. De conformidad con el artículo 38 del Decreto Ley Nº
19990, modificado por el artículo 9 de la Ley Nº 26504, y el artículo
1 del Decreto Ley Nº 25967, para obtener la pensión de jubilación
del régimen general se requiere tener 65 años de edad y acreditar,
por lo menos, 20 años de aportaciones.
2.3.3. De la copia del documento nacional de identidad que
obra a fojas 1 se desprende que el actor nació el 26 de diciembre
de 1943, y que, por lo tanto, cumplió la edad requerida para acceder
a la pensión reclamada el 26 de diciembre de 2008.
2.3.4. En la resolución cuestionada y en el Cuadro Resumen
de Aportaciones, consta que la ONP le denegó al demandante la
pensión solicitada por considerar que únicamente había acreditado
19 años y 8 meses de aportaciones (fj. 21 y 25).
2.3.5. De la documentación presentada por el actor y del
expediente administrativo 00300039409 (en cuerda separada) se
desprende lo siguiente:
a) Certificación de haberes y descuentos (f. 36) en la que se
indica que el demandante laboró en el Proyecto Especial OlmosTinajones, de manera eventual, durante en el periodo comprendido
entre los años 1964 y 1978. Cabe precisar que dichos aportes ya
fueron reconocidos por la demandada, como consta del Cuadro
Resumen de Aportaciones.
b) Certificado de trabajo emitido por Rudy Wong Yong-Ingeniero
Civil, en el que se señala que el actor ha laborado en “trabajos
de construcción civil” (sic) del 28 de setiembre de 1981 al 7 de
marzo de 1982 (f. 56). Al respecto, debe indicarse que el referido
certificado no está sustentado en documentación adicional, motivo
por el cual no genera convicción en la vía del amparo para el
reconocimiento de aportes.
c) Resolución ISNP-731-92, de fecha 22 de junio de 1992,
en la que consta que el recurrente se inscribió como asegurado
facultativo independiente a partir de junio de 1992 (f. 405 del
expediente administrativo). Cabe mencionar que en el Cuadro
Resumen de Aportaciones se consigna que el demandante ha
efectuado aportaciones como asegurado facultativo independiente
en los siguientes periodos: 7 meses en 1992, 1 año en 1993, 11
meses en 1994, 11 meses en 1995, 12 meses en 1996, 6 meses
en 1997, 12 meses en 1998, 11 meses en 1999 y 12 meses del
2000 al 2005. Sobre el particular, del expediente administrativo
0030039409 se advierte que el actor ha acreditado los siguientes
aportes adicionales: 1 mes en 1997 (f. 370), 7 meses en 2006 (fj.
252 y 255 a 260), 11 meses en 2007 (fj. 239 a 250) y 9 meses en
2008 (fj. 228 y 230 a 236 y 238).
2.3.6. En consecuencia, de acuerdo a lo mencionado en el
acápite c) del fundamento precedente, el demandante ha acreditado
2 años y 4 meses de aportaciones adicionales, que sumados a los
19 años y 8 meses reconocidos por la ONP hacen un total de 22
años de aportes al régimen del Decreto Ley Nº 19990, cumpliendo
de este modo con lo establecido en el artículo 1 del Decreto Ley Nº
25967 para acceder a una pensión de jubilación; motivo por el cual
corresponde estimar la demanda.
3. Efectos de la presente Sentencia
Al haberse acreditado la vulneración del derecho pensionario
del actor, conforme a lo dispuesto en el precedente vinculante
contenido en la STC 5430-2006-PA/TC, corresponde ordenar el
pago de las pensiones devengadas, los intereses legales y los
costos del proceso de acuerdo con el artículo 81 del Decreto Ley Nº
19990, el artículo 1246 del Código Civil y el artículo 56 del Código
Procesal Constitucional, respectivamente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
El Peruano
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado
la vulneración del derecho a la pensión del accionante; en
consecuencia, NULA la Resolución 103521-2010-ONP/DPR.SC/
DL 19990.
2. Reponiendo las cosas al estado anterior de la vulneración,
ordena que la ONP le otorgue al actor una pensión de jubilación
de acuerdo al Decreto Ley Nº 19990, conforme a los fundamentos
de la presente sentencia; con el abono de los devengados, los
intereses legales y los costos procesales correspondientes.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-28
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 02651-2012-PA/TC
LIMA
C&V INVERSIONES INMOBILIARIAS S.A.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 18 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Urviola Hani, Vergara Gotelli y Calle Hayen, pronuncia la siguiente
sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Vergara
Gotelli, que se agrega
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por la Empresa C
& V Inversiones Inmobiliarias S.A. contra la resolución de fojas 960,
su fecha 20 de marzo de 2012, expedida por la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 27 de mayo de 2011 la empresa recurrente interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Metropolitana de Lima
y la Municipalidad Distrital de Surquillo, solicitando que se declare
la nulidad de la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano Nº
49-2011, de fecha 5 de abril de 2011, expedida por la Municipalidad
Metropolitana de Lima, que declaró la nulidad de la Licencia de
Construcción Nº 209-10-GDU/MDS, emitida por la Gerencia de
Desarrollo Urbano de la Municipalidad Distrital de Surquillo, para
la construcción de un edificio multifamiliar de 15 pisos y azotea
en el inmueble ubicado en la Av. Principal, Mz. “B”, Lotes 7 y 8,
Urb. Jorge Chávez, distrito de Surquillo. Manifiesta que en ejercicio
de sus derechos de propiedad y libertad de empresa, adquirió la
propiedad del citado inmueble con la finalidad de edificar viviendas
multifamiliares de 15 pisos, razón por la cual tramitó y obtuvo la
Licencia de Construcción correspondiente ante la Municipalidad
Distrital de Surquillo; que sin embargo, con fecha 7 de abril
de 2011, la Municipalidad Metropolitana de Lima le notificó la
resolución cuestionada sin que previamente le haya puesto en
conocimiento la existencia del procedimiento administrativo que
dio origen a su emisión. Refiere que vecinos de la Urb. Jorge
Chávez del distrito de Surquillo presentaron una denuncia ante
la Municipalidad Metropolitana de Lima, entidad que luego del
procedimiento realizado de conformidad con lo dispuesto por la
Ordenanza Nº 1275-MML y su Reglamento, Decreto de Alcaldía Nº
001, decidió declarar la nulidad de su Licencia de Construcción, sin
que haya podido ejercer su defensa, vulnerándose de este modo
sus derechos constitucionales al debido proceso y a la defensa.
La Municipalidad Metropolitana de Lima, a través de su
procurador público, contesta la demanda argumentando que la
Licencia de Construcción Nº 209-10-GDU/MS, de fecha 26 de
diciembre de 2010, se obtuvo vulnerando las normas legales sobre
la materia, tratándose de un derecho adquirido de manera ilegal.
La Municipalidad Distrital de Surquillo, a través de su
procurador público, contesta la demanda argumentando que
no tiene legitimidad material ni procesal válida para contestar
la demanda, en vista de que ella no expidió la Resolución de
Gerencia de Desarrollo Urbano Nº 49-2011, que declaró la nulidad
de la Licencia de Construcción Nº 209-10-GDU/MDS, y que solo ha
actuado como consecuencia de lo dispuesto por la Municipalidad
Metropolitana de Lima.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima,
con resolución de fecha 31 de agosto de 2011, declara fundada
la demanda de amparo al considerar que la empresa recurrente
sí cumplió los requisitos formales así como los de fondo para el
otorgamiento de la Licencia de Construcción de un inmueble de
15 pisos, motivo por el cual la Municipalidad Distrital de Surquillo
concedió dicha Licencia, constituyendo ello cosa decidida, no
siendo razonable que la Municipalidad Metropolitana de Lima,
luego de seis meses de otorgada la Licencia y en plena ejecución
de la obra, ordenara la nulidad de la Licencia.
48869
La Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con resolución de fecha 20 de marzo de 2012, declara improcedente
la demanda al considerar que cuando se trata de una resolución
administrativa que viola algún derecho contra el administrado
existe el proceso contencioso administrativo para dilucidar su
validez, encontrándose la demanda incursa en lo establecido en el
inciso 2, artículo 5º, del Código Procesal Constitucional.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. La demanda tiene por objeto que se declare la nulidad de la
Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano Nº 49-2011 de fecha
5 de abril de 2011, expedida por la Municipalidad Metropolitana
de Lima, que declaró la nulidad de la Licencia de Construcción Nº
209-10-GDU/MDS, emitida por la Gerencia de Desarrollo Urbano
de la Municipalidad Distrital de Surquillo, para la construcción de un
edificio multifamiliar de 15 pisos y azotea en el inmueble ubicado
en la Av. Principal, Mz. “B”, Lotes 7 y 8 Urb. Jorge Chávez, distrito
de Surquillo, pues se sostiene que no se le dio la oportunidad a la
empresa recurrente de participar en el procedimiento administrativo
realizado de conformidad con lo dispuesto por la Ordenanza Nº
1275-MML y su reglamento, Decreto de Alcaldía Nº 001, en función
del cual se emitió dicho acto administrativo, por lo que se vulneraron
sus derechos al debido proceso y a la defensa.
Cuestión procesal previa. Inexistencia de vía idónea
satisfactoria como el proceso de amparo para la tramitación
de la demanda.
2. Según se aprecia de la sentencia de segunda instancia,
la demanda ha sido declarada improcedente tras considerarse
que la pretensión demandada puede ser ventilada en un proceso
ordinario en el que se discuta la tutela de los derechos invocados;
sin embargo, este Colegiado no comparte dicho criterio, toda vez
que el proceso de amparo resulta idóneo para tutelar los derechos
constitucionales al debido proceso y a la defensa al interior de
un procedimiento administrativo, más aún cuando la empresa
recurrente argumenta que dicha lesión se ha producido como
consecuencia de haberse declarado la nulidad de la Licencia de
Construcción que le concedió la Municipalidad Distrital de Surquillo
sin que se le haya permitido ejercer su derecho de defensa, ya
que solo conoció de la existencia de dicho procedimiento con la
notificación de la resolución cuestionada.
3. Adicionalmente conforme se desprende de la resolución cuya
nulidad se pretende, la empresa recurrente, antes de la emisión
de este último acto administrativo, ya contaba con una Licencia
de Construcción emitida a su favor por la Municipalidad Distrital
de Surquillo, situación que además de los derechos invocados
repercute también en los derechos a la propiedad y a la libertad de
empresa de la recurrente.
4. Hay por tanto razones suficientes para que la pretensión
demandada sea conocida a través del proceso constitucional de
amparo, máxime si existe un caso similar al descrito, en el que este
Colegiado ha emitido pronunciamiento sobre el fondo del asunto,
llegando incluso a estimar la demanda (Cfr. STC N° 02680-2011PA/TC).
Sobre la vulneración de los derechos al debido proceso y a
la defensa de la Empresa C & V Inversiones Inmobiliarias
Argumentos del demandante
5. La empresa recurrente alega que tramitó y obtuvo la Licencia
de Construcción Nº 209-10-GDU/MDS, emitida por la Gerencia de
Desarrollo Urbano de la Municipalidad Distrital de Surquillo, para
la construcción de un edificio multifamiliar de 15 pisos y azotea en
el inmueble ubicado en la Av. Principal Mz. “B”, Lotes 7 y 8, Urb.
Jorge Chávez, distrito de Surquillo; sin embargo, con fecha 7 de
abril de 2011, la Municipalidad Metropolitana de Lima le notificó
la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano Nº 49-2011,
que declaró la nulidad de su Licencia de Construcción sin que
previamente se le haya puesto en conocimiento de la existencia
del procedimiento administrativo que dio origen a su emisión.
Argumentos de los demandados
6. La demandada Municipalidad Metropolitana de Lima aduce
que la Licencia de Construcción Nº 209-10-GDU/MS de fecha 26
de diciembre de 2010, se obtuvo vulnerando las normas legales
sobre la materia, tratándose de un derecho adquirido de manera
ilegal.
7. Por su parte la demandada Municipalidad Distrital de
Surquillo sostiene que no tiene legitimidad material ni procesal
válida para contestar la demanda, en vista de que ella no expidió
la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano Nº 49-2011, que
declaró la nulidad de la Licencia de Construcción Nº 209-10-GDU/
MDS.
Consideraciones del Tribunal Constitucional
8. Conforme se aprecia de la demanda la presente controversia
se centra en dilucidar si la Municipalidad Metropolitana de Lima
emplazada emitió la resolución cuestionada sin que previamente
se haya puesto en conocimiento de la Empresa recurrente la
existencia del procedimiento administrativo que generó su emisión,
48870
PROCESOS CONSTITUCIONALES
pese a que la decisión a adoptarse podría incidir negativamente
en los intereses del titular de la Licencia de Construcción. El
citado procedimiento administrativo, según refiere la recurrente,
se efectuó de conformidad con lo dispuesto por la Ordenanza N°
1275-MML y su reglamento, Decreto de Alcaldía Nº 001.
9. En el presente caso pese a que lo que se cuestiona es la
validez de la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano de la
Municipalidad Metropolitana de Lima N° 49-2011, se advierte que
el asunto controvertido está en relación con el ejercicio de una
competencia que, según la Municipalidad emplazada, es aparejada
con la nulidad de oficio administrativa, competencia regulada por la
Ley del Procedimiento Administrativo General, y que le corresponde
asumir en virtud de lo dispuesto en la Ordenanza N° 1275-MML. La
referida ordenanza dispone en su artículo único lo siguiente:
Establecer que la Municipalidad Metropolitana de Lima, al
concluir los procesos de aprobación de Licencias de Habilitación
Urbana y de Edificación que se tramitan ante las Municipalidades
Distritales de la provincia, puede intervenir de oficio si se denuncia
la existencia de graves transgresiones a la normatividad oficial
vigente sobre el sistema vial, zonificación, seguridad pública,
edificación o medio ambiente en la ciudad de Lima.
La Municipalidad Metropolitana de Lima, ante la solicitud
debidamente fundamentada de revisión del Expediente que
presente una Junta Vecinal calificada, las personas jurídicas
o naturales inmediatamente vecinas, un órgano público o un
órgano de la propia Municipalidad Metropolitana, solicitará a la
Municipalidad Distrital que corresponda el Expediente que origina
la Licencia en cuestión.
Una vez recibido el expediente, la Gerencia de Desarrollo
Urbano de la Municipalidad Metropolitana de Lima, en un plazo no
mayor de quince (15) días útiles y previa evaluación técnica, legal
y administrativa del Área correspondiente, queda facultada para
ratificar o anular mediante Resolución de Gerencia, la Licencia
otorgada. En este último caso, identificará la norma vulnerada.
10. Como es de verse la citada Ordenanza regula un
procedimiento administrativo destinado a revisar la aprobación
de licencias de habilitación urbana y de edificaciones emitidas
por las Municipalidades distritales pertenecientes al departamento
de Lima, estableciendo la facultad de fiscalización de la comuna
emplazada para intervenir (o fiscalizar) dichos actos administrativos,
competencia de la que goza en materia de organización de espacio
físico y uso de suelo, de acuerdo con lo previsto por el numeral
1.4 del artículo 79º de la Ley Orgánica de Municipalidades (Ley Nº
27972), que dispone lo siguiente:
Funciones específicas exclusivas de las municipalidades
provinciales:
1.4. Aprobar la regulación provincial respecto del otorgamiento
de licencias y las labores de control y fiscalización de las
municipalidades distritales en las materias reguladas por los planes
antes mencionados, de acuerdo con las normas técnicas de la
materia, sobre:
1.4.1. Otorgamiento de licencias de construcción, remodelación
o demolición.
Asimismo el numeral 9 del artículo 4º de la Ley de Regulación
de Habilitaciones Urbanas y de Edificaciones (Ley Nº 29090)
señala que:
Las municipalidades distritales, en el ámbito de su jurisdicción,
las municipalidades provinciales y la Municipalidad Metropolitana
de Lima, en el ámbito del Cercado, tienen competencia para la
aprobación de proyectos de habilitación urbana y de edificación, de
conformidad con lo dispuesto en la Ley núm. 27972, Ley Orgánica
de Municipalidades.
Corresponde a las municipalidades, conforme su jurisdicción,
competencias y atribuciones, el seguimiento, supervisión y
fiscalización en la ejecución de los proyectos contemplados en las
diversas modalidades establecidas en la presente Ley (subrayado
agregado).
11. Expuesto lo anterior no cabe duda de que la Municipalidad
Metropolitana de Lima cuenta con la competencia necesaria para
regular el procedimiento respectivo para fiscalizar aquellos actos
administrativos que aprueben Licencias de Habilitación Urbana y
de Edificaciones que contravengan la normativa técnica vigente
aprobada para el departamento de Lima, facultad que supone
el inicio de un control posterior a través del órgano competente,
procedimiento en el cual, de verificarse la existencia de un vicio
por inobservancia de la normativa respectiva, y dependiendo del
plazo transcurrido entre la emisión del acto administrativo y la
emisión del informe respectivo, podrá promoverse su nulidad en
sede administrativa o judicial, conforme lo dispone el artículo 32°
de la Ley del Procedimiento Administrativo General.
12. Teniendo ello en cuenta la Municipalidad emplazada, a
través de la Ordenanza N° 1275-MML y su reglamento, aprobado
por el Decreto de Alcaldía Nº 001, habilitó a su Gerencia de
Desarrollo Urbano como instancia competente para ratificar o
anular las Licencias de Edificación que sean materia de denuncia,
previo informe técnico, legal y administrativo de la Subgerencia
de Autorizaciones Urbanas, procedimiento que implica una
revisión administrativa y que, según señala el artículo 8º del
citado Decreto de Alcaldía, ha sido calificado como de evaluación
previa sujeta al silencio administrativo negativo; sin embargo,
según el procedimiento que regula su artículo 9º, no se contempla
la participación de la Municipalidad Distrital emisora del acto
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administrativo cuestionado ni del administrado al cual le favorece
la vigencia del acto administrativo denunciado.
13. El artículo 9º del Decreto de Alcaldía Nº 001 regula el
procedimiento de intervención de la Municipalidad Metropolitana
de Lima. Así, el citado artículo dispone lo siguiente:
9.1 Los administrados legitimados a que se refiere la Ordenanza
Nº 1275-MML y el artículo 4 del presente Reglamento, presentarán
a la Subgerencia de Trámite Documentario la Solicitud-Formato
con los requisitos señalados en el artículo 6 del presente Decreto
de Alcaldía, correspondiendo a la Gerencia de Desarrollo Urbano, a
través de la Subgerencia de Planeamiento y Habilitaciones Urbanas
el inmediato avocamiento a las denuncias relativas a las Licencias
de Habilitación Urbana y a la Subgerencia de Autorizaciones
Urbanas respecto a las Licencias de Edificación.
9.2 Las Subgerencias en mención, correrán traslado de la
denuncia a la Municipalidad Distrital que expidió la Licencia
de Habilitación Urbana o Licencia de Edificación, según sea
el caso, para que en el plazo máximo de cinco (5) días hábiles
de notificadas, bajo responsabilidad administrativa, remita el
expediente del procedimiento o copia certificada del mismo, que
incluya el Dictamen de la Comisión Técnica, la Resolución de
Licencia y los Planos del Proyecto de Habilitación Urbana o los
Planos del Proyecto de Edificación, según corresponda; adjuntando
un informe técnico legal sobre el procedimiento.
9.3 Al vencimiento de dicho plazo, con o sin la documentación
remitida por la Municipalidad Distrital notificada, la Subgerencia a
cargo del procedimiento deberá emitir el correspondiente informe
técnico y legal en un plazo no mayor de cuatro (4) días y en base al
cual la Gerencia de Desarrollo Urbano emitirá la Resolución dentro
del plazo de cinco (5) días hábiles, declarando fundada o infundada
la denuncia. Si se declara fundada la denuncia se declarará la
nulidad de la Resolución de Licencia y si se declara infundada se
ratificará la Resolución de Licencia, dándose por agotada la vía
administrativa en ambos casos.
La resolución que emita la Gerencia de Desarrollo Urbano será
notificada al denunciante, a la Municipalidad Distrital, al propietario
del inmueble y a las entidades correspondientes de ser el caso. [El
numeral 9.3 del citado Decreto de Alcaldía, fue modificado por el
Artículo Primero del Decreto de Alcaldía N° 011, publicado el 24 de
septiembre de 2010, pero que no se cita en la presente sentencia,
toda vez que para el caso de autos, la normativa aplicada fue la
que recogemos en el párrafo anterior; pese a ello, corresponde
precisar que la actual regulación resulta similar a la expuesta líneas
arriba].
14. Conforme se puede apreciar, el citado procedimiento no
contempla la incorporación del administrado beneficiado por los
efectos del acto administrativo intervenido, ni del órgano emisor
del acto para efectuar la correspondiente defensa de su validez o
del ejercicio del derecho de defensa respecto de los intereses que
se vean afectados, situación que es contraria a lo dispuesto por el
acápite a) del inciso 24 del artículo 2° de la Constitución Política,
más aún cuando de por medio se pueda prever la afectación de
derechos e intereses de terceros, que en el presente caso, se ha
producido con la instauración del procedimiento administrativo
dirigido a revisar la Licencia de Construcción (edificación) de la
empresa y a obtener su correspondiente declaración de nulidad,
actos que han impedido el ejercicio de los derechos al debido
procedimiento y a la defensa de la empresa recurrente.
15. Sin perjuicio de lo expuesto y aun cuando en el presente
caso el procedimiento regulado en la Ordenanza 1275- MML no
hubiera sido aplicado para declarar la nulidad de la Licencia de
Construcción Nº 209-10-GDU/MDS, sino el procedimiento de
nulidad de oficio regulado por el artículo 202º de la Ley Nº 27444,
corresponde precisar que en un Estado constitucional y social de
derecho, a la Administración le está prohibido incorporar al trámite
de dicho procedimiento la participación del tercero que podría verse
afectado con la nulidad del acto administrativo o de aquel órgano
administrativo que lo expidió, con la finalidad de que se les permita
ejercer la defensa de la validez del acto administrativo, conforme
se ha expuesto en el fundamento precedente, pues corresponde
recordar que “dentro de estos sujetos obligados para con el respeto
y protección de los derechos fundamentales se encuentran todos los
poderes públicos, es decir, los entes que forman parte del Estado,
independientemente de su condición de órgano constitucional,
legal o administrativo, y los grados e intensidad de autonomía que
para con ellos el ordenamiento haya podido prever (…)” (Cfr. STC
03179-2004-PA/TC, Fundamento 17).
16. Por otro lado, cabe precisar que la notificación de la
resolución que declara la nulidad del acto administrativo, a lo que
se refiere el artículo 9.3 in fine del Decreto de Alcaldía Nº 001, no
puede interpretarse como una suerte de incorporación al trámite
de dicho procedimiento, pues la finalidad de la citada notificación
únicamente le permite al administrado perjudicado con la nulidad
del acto administrativo que tenía a su favor y a la municipalidad
emisora de dicho acto conocer la culminación del procedimiento,
sin permitírsele la posibilidad de impugnación alguna en sede
administrativa, pues conforme lo dispone el citado numeral dicho
pronunciamiento pone fin a la vía administrativa.
Efectos de la presente sentencia
17. Por lo tanto, corresponde inaplicar las normas en las cuales
se sustenta la decisión municipal y declarar fundada la demanda,
en la medida en que se ha evidenciado que con la emisión de la
resolución cuestionada la Municipalidad Metropolitana de Lima ha
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Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
vulnerado los derechos de defensa y al debido procedimiento de
la empresa recurrente, debiendo retrotraerse las cosas al estado
anterior a la violación de los citados derechos fundamentales, a
efectos de que el proceso administrativo sea saneado debidamente,
garantizándose la participación tanto del órgano administrativo
emisor de la Licencia de Construcción (edificación) como de la
empresa recurrente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado la
vulneración de los derechos a la defensa y al debido procedimiento
de la Empresa C & V Inversiones Inmobiliarias S.A.; en
consecuencia, NULA la Resolución de Gerencia de Desarrollo
Urbano Nº 49-2011, de fecha 5 de abril de 2011, expedida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
VERGARA GOTELLI
Emito el presente fundamento de voto por las siguientes
consideraciones:
1. En el presente caso tenemos que la recurrente es una
persona jurídica denominada C&V Inversiones Inmobiliaria S.A.,
que interpone demanda de amparo contra la Municipalidad
Metropolitana de Lima y la Municipalidad Distrital de Surquillo, con
el objeto de que se declare la nulidad de Resolución de Gerencia de
Desarrollo Urbano Nº 49-2011, de fecha 5 abril de 2011, expedida
por la Municipalidad Metropolitana de Lima, que declaró la nulidad
de la Licencia de Construcción Nº 209-10-GDU/MDS, emitida por
la Gerencia de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Distrital de
Surquillo, para la edificación de un edificio multifamiliar de 15 pisos
y azotea en el inmueble ubicado en la Av. Principal, Mz. “B”, lotes 7
y 8, Urb. Jorge Chávez, Distrito de Surquillo, puesto que considera
que con dicha resolución se le está afectando sus derechos de
propiedad y libertad de empresa.
Expresa que adquirió la propiedad del citado inmueble con la
finalidad de edificar viviendas multifamiliares de 15 pisos, razón
por la cual tramitó ante la Municipalidad Distrital de Surquillo la
licencia correspondiente, obteniéndola por haber cumplido con
los requisitos exigidos por ley. Señala que posteriormente la
Municipalidad Metropolitana de Lima le notificó la resolución
cuestionada sin que previamente le haya puesto en conocimiento
de la existencia del procedimiento administrativo que dio origen a
su emisión. Afirma que vecinos de la Urb. Jorge Chávez del Distrito
de Surquillo presentaron una denuncia ante la Municipalidad
Metropolitana de Lima, entidad que luego del procedimiento
realizado de conformidad con lo dispuesto por la Ordenanza Nº
1275-MML y su Reglamento, Decreto de Alcaldía Nº 001, decidió
declarar la nulidad de su licencia de Construcción, sin que haya
podido ejercer su derecho de defensa, vulnerándose de este modo
sus derechos constitucionales al debido proceso y de defensa.
2. En el presente caso considero necesario manifestar mi
posición conocida respecto a la falta de legitimidad para obrar activa
de las personas jurídicas (sociedades mercantiles) para demandar
en el proceso constitucional de amparo. Es así que en el presente
caso se advierte que existe una demanda de amparo propuesta
por una persona jurídica, habiendo en reiteradas oportunidades
expresado mi posición respecto a la falta de legitimidad de
éstas para interponer demanda de amparo en atención a que
su finalidad está dirigida incrementar sus ganancias. Es por ello
que uniformemente he señalado que cuando la Constitución
habla de los derechos fundamentales, lo hace pensando en la
persona humana, esto es en el ser humano física y moralmente
individualizado. Hacia él pues se encuentran canalizados los
diversos atributos, facultades y libertades, siendo solo él quien
puede invocar su respeto y protección a título subjetivo y en sede
constitucional. Es por ello que nuestra legislación expresamente
señala que la defensa de los derechos fundamentales es para la
“persona humana”, por lo que le brinda todas las facilidades para
que pueda reclamar la vulneración de sus derechos fundamentales
vía proceso constitucional de amparo, exonerándoseles de
cualquier pago que pudiera requerirse.
3. Este Colegiado en cambio ha venido aceptando demandas
de amparo presentadas por sociedades mercantiles, habiendo
tenido que expresar en todos esos casos mi posición singular la
que finalmente quedó descartada. Es por ello que ante tal posición
mayoritaria de este Colegiado he considerado ampliar los ámbitos
de competencia en este rubro, no obstante dicho proceder, amen
que mi posición cerrada debe estar centrada en la protección de los
derechos fundamentales de la persona humana, por esto considero
que a partir de este caso, he de pronunciarme respecto al fondo en
casos de personas jurídicas, pues no resulta valedero una renuncia
tacita a participar en casos que aun así han sido admitidos a trámite
por este Tribunal, y también porque como juez constitucional es
48871
necesario que asuma competencia en cuanto a un tema que a mi
consideración este Tribunal está abordando indebidamente, pero
que finalmente es la determinación mayoritaria.
Pronunciamiento de fondo partir del presente caso
4. Por lo expuesto considero necesario –pese a mi rechazo a
la admisión de demandas de amparo presentadas por sociedades
mercantiles–, considero necesario pronunciarme sobre tales
pretensiones a fin de asumir competencia de un tema que ya es
aceptado por este Colegiado. Por ende no puedo renunciar a mi
labor de juez constitucional, razón por la que me veo obligado a
emitir pronunciamiento a demandas de amparo presentadas por
personas jurídicas.
En el caso de autos
5. En el presente caso se observa del cuestionamiento
planteado por la empresa demandante que lo que en puridad
pretende es la nulidad de resoluciones administrativas que dejan sin
efecto la licencia de construcción que ya le había sido otorgada a la
demandante. En tal sentido concuerdo con el proyecto puesto a mi
vista, ya que se evidencia la afectación del derecho de defensa de
la recurrente en atención a que no se le comunicó de la existencia
de procedimiento administrativo alguno que da como consecuencia
la emisión de la resolución administrativa cuestionada, que
definitivamente afecta los intereses de la demandante. Por ende
considero que la demanda debe ser estimada correspondiendo
declarar la nulidad de la Resolución de Gerencia de Desarrollo
Urbano Nº 49-2011, de fecha 5 de abril de 2011, expedida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima.
6. Por las consideraciones expuestas, mi voto es porque
se declare FUNDADA la demanda de amparo propuesta, y en
consecuencia NULA la Resolución de Gerencia de Desarrollo
Urbano Nº 49-2011, de fecha 5 de abril de 2011, expedida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima.
S.
VERGARA GOTELLI
W-1076221-29
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00114-2013-PA/TC
LAMBAYEQUE
ESPERANZA GAMARRA DE LÓPEZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña
Esperanza Gamarra de López contra la resolución de fojas 140,
su fecha 1 de octubre de 2012, expedida por la Sala de Derecho
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando la inaplicación de
la Resolución 37164-2007-ONP/DC/DL 19990, de fecha 25 de abril
de 2007; y que, en consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez
de conformidad con el artículo 25 del Decreto Ley Nº 19990, con el
abono de las pensiones devengadas e intereses legales.
La emplazada contesta la demanda solicitando que se la
declare improcedente, alegando que existen vías procedimentales
específicas e igualmente satisfactorias y que además no se ha
afectado el contenido constitucionalmente protegido del derecho a
la pensión. Asimismo, solicita que se declare infundada la demanda
porque el menoscabo es del 22 %.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chiclayo, con
fecha 9 de marzo de 2012, declara infundada la demanda, por
considerar que la actora ha presentado un documento médico con
el cual no acredita el grado de menoscabo necesario para acceder
a la pensión de invalidez vitalicia.
La Sala Superior competente revoca la apelada y reformándola
declara improcedente la demanda, por estimar que el amparo no
es la vía idónea para dilucidar la pretensión por carecer de etapa
probatoria.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
La demandante solicita pensión de invalidez de conformidad
con el artículo 25 del Decreto Ley Nº 19990.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
48872
PROCESOS CONSTITUCIONALES
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si la accionante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el proceder de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos de la demandante
Afirma que reúne los requisitos para acceder a la pensión de
invalidez que solicita porque se le ha reconocido 8 años y 6 meses
de aportes durante el periodo de 1989 a 1998 y la fecha de inicio
de su discapacidad fue el 15 de octubre de 1998.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que el certificado médico determina que la incapacidad
es del 22 % y que dicho porcentaje de menoscabo no le impide
ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso
asegurable que percibiría otra trabajadora de la misma categoría.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. El artículo 24 del Decreto Ley Nº 19990 establece que se
considera inválido al asegurado que presenta incapacidad física o
mental prolongada o presumida permanente, que le impide ganar
más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable
que percibiría otro trabajador de la misma categoría, en un trabajo
igual o similar en la misma región; y que habiendo gozado de
subsidio de enfermedad durante el tiempo máximo establecido por
la ley continúa incapacitado para el trabajo.
2.3.2. Sobre el particular debe precisarse que conforme al
artículo 25 del Decreto Ley Nº 19990 tiene derecho a pensión de
invalidez el asegurado: a) cuya invalidez, cualquiera que fuere
su causa, se haya producido después de haber aportado cuando
menos 15 años, aunque a la fecha de sobrevenirle la invalidez no se
encuentre aportando; b) que teniendo más de 3 y menos de 15 años
completos de aportación, al momento de sobrevenirle la invalidez,
cualquiera que fuere su causa, contase por lo menos con 12 meses
de aportación en los 36 meses anteriores a aquél en que produjo la
invalidez, aunque a dicha fecha no se encuentre aportando; c) que
al momento de sobrevenirle la invalidez, cualquiera que fuere su
causa, tenga por lo menos 3 años de aportación, de los cuales por
lo menos la mitad corresponda a los últimos 36 meses anteriores
a aquél en que se produjo la invalidez, aunque a dicha fecha no
se encuentre aportando; y d) cuya invalidez se haya producido por
accidente común o de trabajo, o enfermedad profesional, siempre
que a la fecha de producirse el riesgo haya estado aportando.
2.3.3. Al efecto, el artículo 26 del Decreto Ley Nº 19990
concordante con el artículo 1 del Decreto Supremo 166-2005-EF
establece que los asegurados, para solicitar el otorgamiento de
una pensión de invalidez, deberán adjuntar un certificado médico
de invalidez emitido por una Comisión Médica de EsSalud, del
Ministerio de Salud o de las Entidades Prestadoras de Salud
(EPS), constituidas según la Ley Nº 26790.
2.3.4. De la revisión de los actuados, que incluye el expediente
administrativo 00800187405 (en cuerda separada), se observa la
siguiente documentación relativa al estado de incapacidad:
a) Certificado médico expedido por la Comisión Médica
Calificadora de Incapacidad de la Red Asistencial La Libertad, del
EsSalud, de fecha 18 de febrero de 2007 según el cual la actora
presenta lumbalgia mecánica y gonalgia bilateral con 22% de
menoscabo global (f. 35 del expediente administrativo).
b) Certificado médico expedido por la Comisión Médica
Calificadora de Incapacidad del Hospital Belén de Trujillo del
Ministerio de Salud, de fecha 12 de setiembre de 2006 según el
cual la actora presenta discapacidad de locomoción, discapacidad
de locomoción de cuerpo, osteoartrosis lumbar, osteoporosis con
45% de menoscabo global (f. 95 del expediente administrativo).
c) Certificado de discapacidad expedido por el Hospital Belén
de Trujillo del Ministerio de Salud, de fecha 27 de julio de 2005
según el cual la actora presenta discapacidad de movimiento de
cuerpo, discapacidad de locomoción de cuerpo, osteoporosis
posmenopáusica (f. 132 del expediente administrativo).
d) Informe de Evaluación Médica de Incapacidad expedido por
el Hospital Belén de Trujillo del Ministerio de Salud, de fecha 12 de
setiembre de 2006 según el cual la actora presenta osteoartrosis
lumbar y osteoporosis (f. 94 del expediente administrativo).
2.3.5. De otro lado, y sin perjuicio de lo indicado, de la
resolución cuestionada y del cuadro resumen de aportaciones (f. 2
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
a 4), se advierte que a la actora se le reconoce 8 años y 6 meses
de aportes en el periodo comprendido de 1989 a 1998.
2.3.6. Este Tribunal en el fundamento 26 de la STC 047622007-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 25 de
octubre de 2008, así como en su resolución de aclaración, ha
establecido como precedente vinculante las reglas para acreditar
periodos de aportaciones en el proceso de amparo, detallando los
documentos idóneos para tal fin.
2.3.7. Así, teniendo en cuenta el artículo 25 del Decreto Ley Nº
19990 y atendiendo a la documentación médica y a la emitida por
la entidad previsional, se concluye que:
a) La actora no cumple los 15 años de aportes requeridos por
el inciso a.
b) Considerando que la última aportación de la recurrente fue
en 1998 y que de los certificados médicos el más cercano a dicha
fecha es el emitido el año 2005, podemos señalar que la actora no
acredita aportaciones dentro de los 36 meses anteriores a aquel en
que se produjo la invalidez, por lo que no cumple los requisitos de
los incisos b y c.
c) La incapacidad no se ha producido cuando la actora se
encontraba laborando por lo que no cumple el inciso d.
2.3.8. Por consiguiente, no se ha acreditado la vulneración del
derecho constitucional invocado por la accionante, por lo que la
demanda debe ser desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-30
PROCESO DE HÁBEAS DATA
EXP. Nº 00706-2013-PHD/TC
LIMA
CARLOS HUMBERTO CHENOLL MEJÍA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 días del mes de junio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los señores magistrados
Vergara Gotelli, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la
siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Carlos
Humberto Chenoll Mejía contra la sentencia de fojas 69, su fecha
4 de diciembre de 2012, expedida por la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la
demanda de hábeas data de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 9 de marzo de 2012, el recurrente interpone
demanda de hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y
Promoción del Empleo, solicitando que se le entregue copia
certificada del Acta de Calificación de la solicitud presentada en
julio del año 2007 concerniente a su pedido de incorporación al
Registro de Trabajadores Cesados Irregularmente de acuerdo a la
Ley Nº 29059. Señala que ha solicitado dicha información; que sin
embargo, esta no le fue proporcionada, por lo que desconoce las
razones por las cuales no ha sido incorporado en ninguno de los
listados del citado registro.
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a través de
su Procurador Público, contesta la demanda manifestando que la
pretensión del demandante de que se le entregue copia del acta
de calificación que mereció su solicitud, ingresada con el Registro
Nº 11135, resulta inatendible, ya que no existe la documentación
solicitada de la manera requerida, deviniendo tal pretensión en un
imposible físico y jurídico.
El Octavo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 27 de
abril de 2012, declaró fundada la demanda por considerar que la
calificación de dicha solicitud tuvo que haberse realizado mediante
algún tipo de soporte, siendo posible entonces que la emplazada
pueda entregar los documentos que sirvieron de sustento para no
incorporarlo en la lista indicada.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
revocó la apelada declarándola improcedente debido a que lo
requerido no existe.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
FUNDAMENTOS
Precisión del petitorio de la demanda
1. Mediante la presente demanda, el recurrente solicita copia del
Acta de Calificación de su solicitud, presentada el 18 de julio del
año 2007, concerniente a su pedido de incorporación al Registro de
Trabajadores Cesados Irregularmente previsto en la Ley Nº 27803.
Cuestiones procesales previas
2. De acuerdo con el artículo 62º del Código Procesal
Constitucional, para la procedencia del hábeas data se requerirá
que el demandante previamente haya reclamado, por documento de
fecha cierta, el respeto de su derecho y que el demandado se haya
ratificado en su incumplimiento o no le haya contestado dentro del
plazo establecido. Tal requisito, conforme se aprecia de autos, ha
sido cumplido por el accionante conforme se aprecia de fojas 6.
Análisis del caso concreto
3. Aunque en la STC Nº 09476-2006-PHD/TC, este Tribunal
declaró infundada la pretensión de un demandante que solicitaba
que se le informen las razones por las cuales no fue incluido en
dicho registro, ello difiere de lo solicitado en el presente caso
pues lo requerido se circunscribe a solicitar copias del Acta de
Calificación de una solicitud ingresada el 18 julio del año 2007.
4. Para este Colegiado, el demandante tiene el derecho de
conocer el contenido del expediente administrativo, formado como
consecuencia de su solicitud, en el estado en el que se encuentre.
Y es que el objetivo del proceso de hábeas data es, por lo que
respecta a supuestos como el aquí analizado, el de proporcionar
la información solicitada, sin otras exigencias que la de ser actual,
completa, clara y cierta.
5. Para ello es necesario analizar que en cuanto a lo señalado por la
emplazada respecto a que no obra en el expediente administrativo
la información requerida (fojas 38), se observa que mediante carta
Nº 06082-2009-MTPE/ST, de fecha 3 de setiembre de 2009, emitida
por la Secretaría Técnica a nombre de la Comisión Ejecutiva, se
informó al recurrente las razones detalladas por las cuales no había
sido considerado dentro en relación de extrabajadores inscritos en el
Registro Nacional de Trabajadores Cesados Irregularmente. También
se aprecia del Oficio Nº 224-2012 MTPE/2-CCC, de fecha 1 de febrero
de 2012 (fojas 21), que se informó de la ausencia del Acta de Sesión
de la Comisión Ejecutiva de la Ley Nº 29059, referida a la calificación
de su solicitud, al no haberse acreditado el cumplimiento de los
requisitos solicitados, motivo por el cual dicha solicitud no fue puesta a
disposición de la comisión ejecutiva.
6. Al respecto, el artículo 18º, inciso 3, del Decreto Supremo
Nº 006-2009-TR señala que “La Comisión Ejecutiva notifica su
decisión de no incluir a un ex trabajador en el RNTCI, mediante
comunicación escrita, individual y motivada, en el domicilio
consignado por éste en su respectiva solicitud, dentro de los diez
(10) días hábiles siguientes de concluido el plazo establecido en
el numeral anterior. La Secretaría Técnica notifica, a nombre de
la Comisión Ejecutiva, la referida decisión de no inclusión a los ex
trabajadores que corresponda”. En dicho contexto se aprecia que
una vez que ingresa la solicitud, la Comisión Ejecutiva adquiere
competencia para todo el trámite administrativo de evaluación
y calificación de las solicitudes, realizando una labor que
necesariamente ha de estar plasmada en documentos o soportes
que acrediten la atención debida a los documentos y solicitudes
presentadas; tanto es así que no se ha negado en momento alguno
la existencia del referido expediente administrativo, sino solo el
hecho de que exista en él el acta de calificación solicitada, al no
haber pasado la revisión de los requisitos legales, situación que no
es óbice para que pueda ser entregado al recurrente todo el acervo
documentario y valorativo sustentatorio de la decisión a que llegó
la comisión ejecutiva, comunicada mediante la Secretaria Técnica,
en el estado en que se encuentre dicho expediente.
7. Cabe anotar que no es la primera oportunidad en que este
Tribunal ha conocido un requerimiento similar. En la STC Nº 002972011-PHD/TC este Colegiado estimó un pedido similar.
8. Por ende, el ministerio emplazado debe limitarse a entregar
la información requerida en los propios términos en los que aparece
en el expediente o soporte administrativo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos.
2. Ordena al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
entregar al demandante, bajo el costo que suponga tal pedido,
copia de todo el acervo documentario obrante en mérito de la
solicitud presentada, en el estado en que se encuentre.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076221-31
48873
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 04264-2012-PA/TC
PASCO
JORGE ALBERTO SÁNCHEZ
CHAMORRO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de julio de 2013, la Sala Primera
del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Urviola
Hani, Vergara Gotelli y Calle Hayen, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jorge
Alberto Sánchez Chamorro contra la resolución de fojas 130, su
fecha 15 de agosto de 2012, expedida por la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Pasco, que declara infundada la demanda
de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 20 de abril de 2011, el recurrente interpone demanda
de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP),
solicitando que se declare inaplicable la Resolución 3012-2010ONP/DPR.SC/DL 18846, de fecha 13 de agosto de 2010; y que,
en consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez vitalicia
por enfermedad profesional conforme al Decreto Ley Nº 18846.
Asimismo, solicita el pago de las pensiones devengadas desde la
fecha de la contingencia más los intereses legales.
La emplazada contesta la demanda alegando que no se ha
demostrado que exista una relación de causalidad entre las labores
que realizó el demandante y las enfermedades de las cuales alega
padecer.
El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Pasco, con fecha
27 de marzo de 2012, declara fundada la demanda, estimando
que el recurrente ha acreditado padecer de neumoconiosis e
hipoacusia, las cuales en conjunto le han generado más de 50%
de incapacidad, por lo que le corresponde acceder a la pensión de
invalidez vitalicia solicitada.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara
infundada la demanda, considerando que no se ha acreditado
el nexo de causalidad entre la enfermedad de hipoacusia y las
labores que realizó.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución
3012-2010-ONP/DPR.SC/DL 18846, de fecha 13 de agosto de
2010, y que, en consecuencia, se le otorgue pensión de invalidez
vitalicia por enfermedad profesional conforme a la Decreto Ley
Nº 18846. Asimismo, solicita el pago de los devengados desde la
fecha de la contingencia más intereses legales.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para el
disfrute de tal derecho”.
En consecuencia, corresponde analizar si el actor cumple
los presupuestos legales que permitirán determinar si tiene
derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así se
estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que labora en la empresa Administradora Cerro S.A.C.
(ex Compañía Minera Volcán S.A.C.), desde el 25 de setiembre de
1989 hasta la fecha, con el título ocupacional de oficial, y que en la
actualidad padece de neumoconiosis e hipoacusia neurosensorial
bilateral, motivo por el cual la entidad previsional está vulnerando
su derecho a la pensión al no concederle la pensión de invalidez
vitalicia solicitada.
2.2. Argumentos de la demandada
Sostiene que el demandante no tiene derecho a percibir una
pensión de invalidez vitalicia por cuanto no se ha acreditado el
nexo de causalidad entre las enfermedades que presenta y las
labores que realizó.
48874
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Este Colegiado, en el precedente vinculante recaído
en la STC 02513-2007-PA/TC, publicada el 5 de febrero de 2009,
unificó los criterios en la aplicación del Régimen de Protección
de Riesgos Profesionales (accidentes y enfermedades
profesionales).
2.3.2. En dicha sentencia ha quedado establecido que en los
procesos de amparo referidos al otorgamiento de una pensión
vitalicia conforme al Decreto Ley Nº 18846 o de una pensión de
invalidez conforme a la Ley Nº 26790, la enfermedad profesional
únicamente podrá ser acreditada con un examen o dictamen médico
emitido por una Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades del
Ministerio de Salud, de EsSalud o de una EPS, según lo señala el
artículo 26 del Decreto Ley Nº 19990.
2.3.3. Cabe precisar que el régimen de protección fue
inicialmente regulado por el Decreto Ley Nº 18846 y luego
sustituido por la Ley Nº 26790, del 17 de mayo de 1997, que
estableció en su Tercera Disposición Complementaria que las
reservas y obligaciones por prestaciones económicas del Seguro
de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (SATEP)
serían transferidas al Seguro Complementario de Trabajo de
Riesgo (SCTR) administrado por la ONP.
2.3.4. Posteriormente, mediante el Decreto Supremo 003-98SA se aprobaron las Normas Técnicas del SCTR, estableciéndose
las prestaciones asistenciales y pecuniarias que se otorgan al
titular o beneficiarios a consecuencia de un accidente de trabajo o
enfermedad profesional.
2.3.5. El artículo 18.2.1. del Decreto Supremo 003-98SA prescribe que se pagará una pensión vitalicia mensual
equivalente al 50% de la remuneración mensual al asegurado
que, como consecuencia de un accidente de trabajo o enfermedad
profesional, quedara disminuido en su capacidad de trabajo en
forma permanente en una proporción igual o superior al 50% pero
inferior a los dos tercios.
2.3.6. En el presente caso, a fojas 5 obra el Informe de
Evaluación Médica de Incapacidad - D.L. 18846, expedido con fecha
18 de noviembre de 2008 por la Comisión Médica de Evaluación de
Incapacidades del Hospital II Pasco de EsSalud, según el cual el
actor presenta neumoconiosis debida a otros polvos que contienen
(sic) e hipoacusia neurosensorial bilateral, con 56% de menoscabo
global. Asimismo, de fojas 62 a 65, obra la historia clínica del actor,
en la que se precisa que padece de neumoconiosis con 47% de
menoscabo y de hipoacusia neurosensorial bilateral con 14% de
incapacidad.
2.3.7. Cabe indicar que respecto a la enfermedad profesional de
neumoconiosis, este Colegiado ha manifestado que el nexo causal
existente entre las condiciones de trabajo y dicha enfermedad es
implícito para quienes realizan actividades mineras. No obstante,
en el presente caso se advierte que la neumoconiosis genera una
incapacidad inferior a aquella señalada en el fundamento 2.3.5,
supra, por lo que no es posible otorgar la pensión a partir del
padecimiento de dicha enfermedad.
2.3.8. Respecto a la enfermedad de hipoacusia
neurosensorial bilateral, cabe precisar que en el precedente
vinculante recaído en el fundamento 14 de la STC 02513-2007PA/TC, este Tribunal ha establecido que la acreditación de la
enfermedad profesional únicamente podrá efectuarse mediante
un examen o dictamen médico emitido por una Comisión
Médica Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de Salud,
de EsSalud o de una EPS, conforme lo señala el artículo 26 del
Decreto Ley Nº 19990. Así, en el presente caso, debe tenerse
por acreditada la enfermedad a partir de la fecha del diagnóstico
emitido mediante el certificado médico de fojas 5, esto es, a
partir del 18 de noviembre de 2008.
2.3.9. Sin embargo, pese a que en el caso de autos la
enfermedad de hipoacusia neurosensorial bilateral que padece el
demandante se encuentra debidamente acreditada de conformidad
con lo establecido en la STC 02513-2007-PA/TC, de la constancia
de trabajo de fojas 4, se advierte que el actor ha laborado como
oficial, situación por la cual no es posible establecer objetivamente
la existencia de la relación de causalidad entre el trabajo realizado
por el actor y el diagnóstico de dicha enfermedad. Asimismo,
tal como se precisó anteriormente, en la historia clínica del
demandante consta que el porcentaje de incapacidad producido
por la enfermedad de hipoacusia neurosensorial es de 14%, por
lo que tampoco cumple el requisito mencionado en el fundamento
2.3.5. supra.
2.3.10. Consecuentemente, aun cuando el accionante adolece
de hipoacusia neurosensorial bilateral, no se ha acreditado que
dicha enfermedad sea consecuencia de la exposición a factores
de riesgo inherentes a su actividad laboral, debiendo tenerse
en cuenta además que su porcentaje de menoscabo no es el
mínimo que se requiere para acceder a la pensión de invalidez
vitalicia.
2.3.11. Por consiguiente, al no haberse acreditado la vulneración
de los derechos constitucionales del actor, la demanda debe ser
desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la
vulneración del derecho a la pensión del actor.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
W-1076221-32
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00013-2013-PA/TC
PIURA
FRANCISCA CASTILLO DE IPANAQUÉ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 26 días del mes de setiembre de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los señores
magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia
la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña
Francisca Castillo de Ipanaque contra la sentencia expedida por
la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura, de fojas 83, su fecha 30 de octubre de 2012, que
declara infundada la demanda de amparo de autos.
ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 27155-2002-ONP/DC/DL19990; y que,
en consecuencia, se le otorgue pensión de viudez. Aduce que a su
causante le correspondía acceder a una pensión conforme al Decreto
Ley 19990, con el abono de devengados, intereses legales y costos.
La emplazada contesta la demanda alegando que de
conformidad con el artículo 5 inciso 2 del Código Procesal
Constitucional, debe declararse improcedente por existir una
vía igualmente satisfactoria o infundada, porque el causante no
cumplió con los requisitos para acceder a una pensión.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Piura, con fecha
23 de agosto de 2012, declara fundada la demanda, estimando que
la actora ha acreditado que a su causante le correspondía pensión
de jubilación, por lo que tiene derecho a una pensión de viudez.
La Sala Superior competente revoca la apelada y la declara
infundada, considerando que la actora no ha presentado prueba
idónea que acredite que el causante haya cotizado el mínimo de
aportes para acceder a una pensión.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
La demandante solicita pensión de viudez con el abono de
devengados, intereses legales y costos, considerando que su
causante tenía derecho a una pensión del Decreto Ley 19990.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada
en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal
ha señalado que aun cuando, prima facie, las pensiones de viudez,
orfandad y ascendientes no forman parte del contenido esencial
del derecho fundamental a la pensión, en la medida en que el
acceso a las prestaciones pensionarías sí forma parte de él, son
susceptibles de protección a través del amparo los supuestos
en que se deniegue una pensión de sobrevivencia, a pesar de
cumplirse los requisitos legales.
En consecuencia, al encontrarse dicho supuesto en el
fundamento 37.d) de la referida sentencia, corresponde analizar
si el demandante cumple los presupuestos legales que permitirán
determinar si tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues
de ser así se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de
la entidad demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Solicita que se le otorgue pensión de viudez conforme al
Decreto Ley 19990, con abono de los devengados, los intereses
legales y los costos procesales. Afirma que su causante laboró por
más de 30 años en la actual PETROPERÚ.
2.2. Argumentos de la demandada
Señala que los certificados de trabajo y demás instrumentos
de prueba presentados en copia simple no tienen mérito probatorio
para acreditar aportaciones.
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Conforme el artículo 51 del Decreto Ley 19990, se
otorgará pensión de sobrevivientes, entre otros supuestos, (i) al
fallecimiento de un asegurado con derecho a pensión de jubilación
o que de haberse invalidado hubiere tenido derecho a pensión de
invalidez, y (ii) al fallecimiento de un pensionista de invalidez o
jubilación. Por su parte, de forma concordante, el artículo 53 del
mismo cuerpo legal establece que tiene derecho a pensión de
viudez el cónyuge del asegurado o pensionista fallecido.
2.3.2. En ese sentido, en el caso concreto y al advertirse
que el cónyuge causante no tuvo la calidad pensionista, para que
la cónyuge supérstite acceda a una pensión de viudez se tiene
que determinar si a la fecha de su deceso reunía requisitos para
acceder a una pensión.
Pensión de jubilación del régimen general
2.3.3. Actualmente, conforme al artículo 38 del Decreto Ley
19990, modificado por el artículo 9 de la Ley 26504, y al artículo 1
del Decreto Ley 25967, para obtener una pensión de jubilación se
requiere tener 65 años de edad y acreditar por lo menos 20 años
de aportaciones. En la redacción original del Decreto Ley 19990 se
exigía 60 años de edad y 15 años de aportes.
2.3.4. Con los documentos presentados no es posible
determinar la edad del actor, por lo que no puede verificarse si el
causante cumplía o no el requisito de la edad para acceder a una
pensión de jubilación del Decreto Ley 19990.
Pensión de invalidez
2.3.5. El artículo 25 del Decreto Ley 19990 establece que
"(…) tiene derecho a pensión de invalidez el asegurado: a) Cuya
invalidez, cualquiera que fuere su causa, se haya producido
después de haber aportado cuando menos 15 años, aunque a
la fecha de sobrevenirle la invalidez no se encuentre aportando
(…)”.
2.3.6. En la STC 4762-2007-PA/TC y su resolución aclaratoria
(Caso Tarazona Valverde), se han establecido los criterios para
el reconocimiento de periodos de aportaciones que no han sido
considerados por la ONP.
2.3.7. Para acreditar las aportaciones la demandante ha
adjuntado en copia legalizada un certificado de trabajo (fs. 3 y 4), una
declaración jurada para la acreditación de años de aportaciones al
Sistema Nacional de Pensiones (f. 5) y una liquidación de beneficios
sociales (f. 6), emitidos por su ex empleadora PETROPERÚ con
los que acredita que el causante trabajó del 15 de abril de 1937 al
29 de abril de 1967, es decir por 30 años y 16 días. En este punto,
es importante destacar la jurisprudencia similar recaída en la STC
1122-2012-AA/TC, en la que este Tribunal reconoció la validez de
iguales medios probatorios.
2.3.8. En razón de lo expuesto, el causante reuniría los
requisitos para obtener el derecho a una pensión de invalidez
conforme el artículo 25, inciso a) del Decreto Ley 19990, toda vez
que la actora ha logrado acreditar que su causante aportó por más
de 15 años antes de su fallecimiento ocurrido el 9 de mayo de
1990.
Pensión de viudez
2.3.9. Con relación a la pensión de viudez solicitada, debe
señalarse que de acuerdo con el artículo 51, inciso a) del Decreto
Ley 19990, se establece que se otorgará pensión de sobrevivientes
al fallecimiento de un asegurado con derecho a pensión de
jubilación o que de haberse invalidado hubiere tenido derecho a
pensión de invalidez.
2.3.10. Asimismo, el artículo 46 del Decreto Supremo 011-74-TR
establece que a efectos de generar prestaciones de sobrevivientes,
de acuerdo con el artículo 51 del Decreto Ley 19990, se considera
que:
“…el asegurado fallecido tenía derecho a pensión de jubilación
si cumplía con los requisitos de edad y aportación establecidos
para el goce de esta prestación en el régimen general o en el
especial, así como en los casos previstos en los Artículos 38 y 44
del Decreto Ley Nº 19990.”
2.3.11. En atención a lo expresado en los fundamentos
precedentes, corresponde amparar la presente demanda,
ordenando que se reconozca el derecho al goce de pensión del
causante y que, en virtud de ello, se otorgue pensión de viudez a la
demandante, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 53
a 55 del Decreto Ley 19990, normas aplicables y vigentes para la
pensión de sobrevivientes.
2.3.12. En consecuencia, al haberse determinado la
vulneración del derecho pensionario de la demandante, conforme
a lo dispuesto en el precedente vinculante contenido en la STC
5430-2006-PA/TC, corresponde ordenar el pago de las pensiones
dejadas de percibir, los intereses legales y los costos del proceso
según lo dispuesto por el artículo 1246 del Código Civil, y el artículo
56 del Código Procesal Constitucional, respectivamente.
3. Efectos de la sentencia
En consecuencia, de acuerdo con el artículo 55 del Código
Procesal Constitucional, debe procederse al restablecimiento del
derecho fundamental a la pensión consagrado en el artículo 11 de
48875
la Constitución, ordenándose a la ONP que expida la resolución
administrativa que permita el acceso de la demandante a la pensión
de viudez del régimen del Decreto Ley 19990, que le corresponde
por reunir los requisitos previstos legalmente, más el pago de
pensiones, intereses legales y los costos procesales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión; en consecuencia, NULA la
Resolución 27155-2002-ONP/DC/DL19990.
2. Reponiéndose las cosas al estado anterior a la violación del
derecho de acceso a la pensión, se ordena a la ONP que cumpla
con expedir una nueva resolución otorgando la pensión de viudez a
la actora conforme con los fundamentos de la presente sentencia,
en el plazo de dos días hábiles, con abono de las pensiones
dejadas de percibir, los intereses legales y los costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
Sres.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076220-1
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00071-2013-PA/TC
HUAURA
DIONICIO ISAAC CASTILLO TREJO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 8 días del mes de agosto de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Mirana, pronuncia la siguiente
sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Dionicio
Isaac Castillo Trejo contra la resolución expedida por la Sala Civil
de Corte Superior de Justicia de Huaura, foja 251, su fecha 12
de octubre de 2012, que declara fundada en parte la demanda de
autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), a fin de que se declare
inaplicable la Resolución 108139-2010-ONP/DPR.SC/DL 19990,
del 29 de noviembre de 2010; y que, en consecuencia, se le
otorgue pensión de jubilación del régimen general del Decreto
Ley 19990. Asimismo, solicita el abono de devengados, intereses
legales y costos procesales.
La emplazada contesta la demanda alegando que de
conformidad con el artículo 5, inciso 2 del Código Procesal
Constitucional, debe declararse improcedente por existir una vía
igualmente satisfactoria. Agrega que el actor no ha adjuntado
documentos idóneos que acrediten la totalidad de aportaciones
para acceder a la pensión que solicita.
El Segundo Juzgado Civil de Huaura, con fecha 7 de agosto de
2012, declaró infundada la demanda, por considerar que el actor
no ha acreditado cumplir con los requisitos para acceder a una
pensión del régimen del Decreto Ley 19990.
La Sala Superior competente revoca la apelada y la declara
fundada respecto a reconocerle al actor 4 meses más de aportes
correspondientes al periodo del 23 de setiembre al 31 de diciembre
de 1968 y del 4 de junio al 7 de julio de 1969; e infundada en
el extremo referido al otorgamiento de pensión de jubilación,
estimando que el actor no ha acreditado que cumple con los
requisitos para acceder a ella.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
En el presente caso, el actor pretende se le otorgue pensión
de jubilación conforme al Decreto Ley 19990, más devengados
e intereses legales y costos procesales. En consecuencia, la
pretensión está comprendida en el supuesto previsto en el
fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual
corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, publicada
en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal
ha señalado que forma parte del contenido esencial directamente
protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones
legales que establecen los requisitos para su obtención, y que
la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente
acreditada para que sea posible emitir pronunciamiento.
48876
PROCESOS CONSTITUCIONALES
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Sostiene que los documentos presentados acreditan que reúne
los requisitos para acceder a la pensión que solicita.
2.2. Argumentos de la demandada
Alega que los documentos presentados no son idóneos para
acreditar el vínculo laboral del actor y que no reflejan verosimilitud
sobre la dependencia laboral y mucho menos que se hayan
realizado las respectivas aportaciones al SNP.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. El artículo 38 del Decreto Ley 19990, modificado por
el artículo 9 de la Ley 26504, así como el artículo 1 del Decreto
Ley 25967 establecen que para gozar de una pensión general de
jubilación se requiere tener 65 años de edad y acreditar, por lo
menos, 20 años de aportaciones.
2.3.2. Del documento nacional de identidad de fojas 2, se
advierte que el actor nació el 3 de junio de 1944, por lo que cumplió
65 años el 3 de junio de 2009.
2.3.3. De la resolución cuestionada, del Cuadro Resumen
de Aportaciones y del extremo de la sentencia que reconoce mas
años de aportaciones (f. 5 a 7, 251 a 255), se advierte que al actor
se le reconoce 15 años y 11 meses de aportaciones en el periodo
correspondiente a los años 1968 a 1984.
2.3.4. En la STC 04762-2007-PA/TC (Caso Tarazona Valverde),
este Tribunal ha establecido los criterios para el reconocimiento de
periodos de aportaciones, que no han sido considerados por la
ONP.
2.3.5. Para acreditar las aportaciones realizadas y, por ende,
el cumplimiento de los requisitos legales que configuran el derecho,
el demandante ha adjuntado:
Agencia de Policía Privada “Vigilancia y Servicios” S. C. R. L.
a. Original del certificado de trabajo (f. 13), en el que se
consigna que el actor laboró como agente de seguridad, desde el 1
de enero de 1986 hasta el 27 de marzo de 1991.
b. Copias legalizadas de las planillas donde figura el nombre
del actor de setiembre, octubre noviembre-diciembre de 1990,
enero, febrero y marzo de 1991 (f. 19 a 33).
c. Originales de los recibos de pagos al Banco de la Nación
de la citada empresa, correspondientes al régimen de salud,
pensiones y accidentes de trabajo (f. 14 a 16).
d. Fichas del Ministerio de Trabajo y Promoción Social adjuntas
a la planilla (f. 17 y 18).
En consecuencia, el actor ha acreditado en total 5 años, 2
meses y 26 días de aportaciones, los que sumados a los 15 años y
11 meses de aportaciones, hacen un total de 21 años, 1 mes y 26
días de aportaciones al régimen del Decreto Ley 19990.
2.3.6. Por tanto, ha quedado acreditado que el demandante
reunió los requisitos para acceder el derecho a una pensión del
régimen general de jubilación conforme lo establece el Decreto Ley
19990, por lo que la demanda debe ser estimada.
3. Efectos de la sentencia
3.1. Por otro lado, al haberse determinado la vulneración del
derecho pensionario del demandante, corresponde ordenar que se
le otorgue pensión de jubilación conforme a los fundamentos de
la presente sentencia, más el pago de los devengados, intereses
legales y costos del proceso de conformidad con lo expuesto
precedentemente, el artículo 1246 del Código Civil y el artículo 56
del Código Procesal Constitucional, respectivamente.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional
porque se ha acreditado la vulneración del derecho a la pensión
del demandante; en consecuencia, NULA la Resolución 1081392010-ONP/DPR.SC/DL 19990 del 29 de noviembre de 2010.
2. Ordena que la emplazada expida la resolución administrativa
que reconozca el derecho a la pensión de jubilación del régimen
general del Decreto Ley 19990 al demandante conforme con los
fundamentos de la presente sentencia, en el plazo de dos días
hábiles, con el abono de los devengados, intereses legales y
costos.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076220-2
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00212-2013-PA/TC
HUÁNUCO
AMBROCIO FALCÓN AYALA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 12 días del mes de agosto de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Ambrocio
Falcón Ayala contra la resolución expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huánuco, de fojas 147, su fecha 23
de octubre de 2012, que declara nulo todo lo actuado y concluido
el proceso.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de
Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare
inaplicable la Resolución 1404-SGO-PCPE-IPSS-98, de fecha 7 de
agosto de 1998, y que, en consecuencia se reajuste el monto de su
pensión de invalidez vitalicia por enfermedad profesional, en base
al 100% de su remuneración, conforme al Decreto Ley 18846 y a
su Reglamento, el Decreto Supremo 002-72-TR. Asimismo, solicita
que se le abone los reintegros a partir del 16 de mayo de 1997.
La emplazada deduce la excepción de falta de agotamiento de
la vía administrativa argumentando que el actor no ha solicitado
el reajuste de su pensión ante la ONP, sino que ha acudido
directamente a la vía del amparo. Asimismo, contesta la demanda
alegando que la pensión de invalidez vitalicia otorgada al recurrente
se ha calculado en función al 51% de incapacidad permanente
parcial que padece, y que no ha demostrado que su incapacidad se
haya incrementado, por lo que no le corresponde un monto mayor.
El Segundo Juzgado Mixto de Huánuco, con fecha 5 de
setiembre de 2012, declara improcedente la demanda, por estimar
que el demandante no ha acreditado que su enfermedad se haya
incrementado a un segundo estadio de evolución.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara
fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa
y nula la apelada así como todo lo actuado, y concluido el proceso,
argumentando que el recurrente ha debido presentar su solicitud
previamente ante la ONP.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
Previamente debe señalarse que en segunda instancia se ha
declarado nulo todo lo actuado, tras haberse estimado la excepción
de falta de agotamiento de la vía administrativa, sosteniéndose
que el recurrente no cumplió con solicitar a la emplazada el
cumplimiento de su pretensión.
Al respecto, este Tribunal considera que dicho criterio ha sido
aplicado de forma incorrecta en el presente caso, toda vez que
lo que el actor solicita es que se calcule nuevamente la pensión
otorgada.
Si bien correspondería declararse fundado el recurso de
agravio constitucional interpuesto por el recurrente y, revocando
la resolución recurrida, ordenar que la Sala competente proceda a
emitir sentencia en su debida oportunidad, también se debe tener
en consideración que: i) se cuenta con los suficientes elementos
de juicio que permiten dilucidar la controversia constitucional; ii)
la emplazada ha podido ejercer su derecho de defensa puesto
que ha contestado la demanda e incluso deducido excepciones;
iii) en reiterada jurisprudencia este Colegiado ha sostenido que
el amparo es la vía idónea para ventilar las pretensiones en las
que se cuestiona la suma específica de la pensión que percibe
la parte demandante cuando las circunstancias especiales del
caso (grave estado de salud del demandante) lo ameriten y que
la afectación del derecho a la pensión es continuada; y iv) en
atención a la edad del demandante; por lo que, en aplicación de
los principios de economía y celeridad procesal, este Colegiado
emitirá pronunciamiento de fondo
El recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolución
1404-SGO-PCPE-IPSS-98, de fecha 7 de agosto de 1998, y que,
en consecuencia, se reajuste el monto de su pensión de invalidez
vitalicia por enfermedad profesional, en base al 100% de su
remuneración, conforme al Decreto Ley 18846 y a su Reglamento,
el Decreto Supremo 002-72-TR. Asimismo, solicita que se le
abonen los devengados a partir del 16 de mayo de 1997.
Considera que se ha vulnerado su derecho a la pensión pues,
no obstante haber acreditado que padece de la enfermedad
profesional de neumoconiosis, la ONP no ha cumplido con otorgarle
la pensión de invalidez vitalicia solicitada en atención al 100% de
sus remuneraciones.
En atención a los criterios de procedencia establecidos en
el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, que constituye
precedente vinculante, y en concordancia con lo dispuesto en
el artículo VII del Título Preliminar y los artículos 5, inciso 1), y
38 del Código Procesal Constitucional, este Tribunal estima que,
en el presente caso, aun cuando la demanda cuestiona la suma
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
específica de la pensión que percibe el demandante, resulta
procedente efectuar su verificación a fin de evitar consecuencias
irreparables, dado que éste se encuentra en grave estado de salud
.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho al reajuste de su pensión de invalidez vitalicia en
aplicación del Reglamento del Decreto Ley 18846, pues de ser así,
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Manifiesta que mediante Resolución 1404-SGO-PCPE-IPSS98, de fecha 7 de agosto de 1998, se le otorgó pensión de invalidez
vitalicia a partir del 16 de mayo de 1997, por la suma de S/. 176.25
nuevos soles, debido a que según Dictamen de Evaluación 023SATEP, de fecha 22 de abril de 1998, se determinó que padecía de
silicosis con 51% de incapacidad permanente parcial. No obstante,
sostiene que el monto otorgado no es correcto, pues conforme
al Decreto Ley 18846 y su Reglamento, le corresponde percibir
una pensión basada en el 100% de su remuneración, es decir,
una pensión de invalidez vitalicia ascendente a S/.848.55 nuevos
soles.
2.2. Argumentos de la demandada
Aduce que al demandante se le ha otorgado la pensión de
invalidez vitalicia que le corresponde de acuerdo a su porcentaje
de incapacidad (51%), y que la única forma de que este monto
se incremente es a través del aumento del grado de incapacidad
producido por la enfermedad de silicosis, lo cual no ha sucedido.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Este Colegiado en la STC 02513-2007-PA/TC, publicada
el 5 de febrero de 2009, ha precisado los criterios respecto a
las situaciones relacionadas con la aplicación del Régimen de
Protección de Riesgos Profesionales (accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales).
2.3.2. De la Resolución 1404-SGO-PCPE-IPSS-98, de fecha
7 de agosto de 1998 (f. 3), se advierte que se le otorgó al actor
pensión de invalidez vitalicia a partir del 16 de mayo de 1997, por la
suma de S/. 176.25 nuevos soles, debido a que según Dictamen de
Evaluación 023-SATEP, de fecha 22 de abril de 1998, se determinó
que padecía de silicosis con 51% de incapacidad permanente
parcial.
2.3.3. Al respecto, el artículo 40 del Decreto Supremo 00272-TR, Reglamento del Decreto Ley 18846, establece que se está
ante una incapacidad permanente parcial cuando el grado de la
incapacidad es menor o igual al 65%. Asimismo, el artículo 44 del
precitado decreto supremo, señala que “El incapacitado permanente
parcial tendrá derecho a una pensión proporcional a la que le
hubiera correspondido en caso de incapacidad permanente total y
de acuerdo con el porcentaje de evaluación de la incapacidad.
2.3.4. En tal sentido, de lo expuesto por el actor en su demanda,
se evidencia que ha interpretado erróneamente el artículo 44 del
Decreto Supremo 002-72-TR, Reglamento del Decreto Ley 18846,
al considerar que éste debe ser aplicado conjuntamente con el
artículo 46 del mencionado reglamento, el cual hace referencia
a la pensión de renta vitalicia que le corresponde al incapacitado
permanente total (equivalente al 80% de su remuneración
mensual), dado que el citado artículo 44 señala expresamente que
la pensión del incapacitado permanente parcial es proporcional a
la del incapacitado permanente total y debe estar de acuerdo con
el porcentaje de evaluación de la incapacidad, en el presente caso,
de 51%.
2.3.5. De otro lado, se debe precisar que el Decreto Ley
18846 fue derogado por la Ley 26790, publicada el 17 de mayo de
1997, que estableció en su Tercera Disposición Complementaria
que las reservas y obligaciones por prestaciones económicas del
Seguro de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales,
regulado por el Decreto Ley 18846, serían transferidas al Seguro
Complementario de Trabajo de Riesgo administrado por la ONP.
2.3.6. Asimismo, mediante el Decreto Supremo 003-98-SA
se aprobaron las Normas Técnicas del Seguro Complementario
de Trabajo de Riesgo, y en su artículo 18.2.1. define la invalidez
parcial permanente como la disminución de la capacidad para el
trabajo en una proporción igual o superior al 50%, pero menor a
los 2/3 (66.66%), razón por la cual corresponde una pensión de
invalidez vitalicia mensual equivalente al 50% de la Remuneración
Mensual. Sobre el particular, resulta relevante recordar que
este Colegiado ha señalado que, a la luz del derecho universal
y progresivo a la seguridad social, reconocido en el artículo 10
de la Constitución Política vigente, el reajuste de las pensiones
previsto en el Decreto Supremo 003-98-SA debe interpretarse,
extensivamente, en beneficio de los asegurados, para proteger a
aquellos que acrediten el incremento de su incapacidad laboral, de
incapacidad permanente parcial a incapacidad permanente total, lo
cual no sucede en el caso de autos, por lo que la demanda debe
ser desestimada
2.3.7. Sin perjuicio de lo indicado, este Colegiado considera
conveniente agregar que si bien el actor sostiene que la demandada
ha calculado su pensión en un monto ínfimo, resultante de una
48877
determinación errónea de la remuneración computable para el
cálculo de dicha pensión, no presenta documentación que acredite
tales alegatos.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, al no haberse acreditado la
vulneración del derecho a la pensión del recurrente.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076220-3
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00276-2013-PA/TC
LAMBAYEQUE
ELMER ÁNGEL PARQUE PÉREZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 28 días del mes de enero de 2014, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, inicialmente integrada por
los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda,
pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los
magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, el voto en discordia del
magistrado Álvarez Miranda y el voto dirimente del magistrado
Calle Hayen, que adhiere a la posición mayoritaria, votos, todos,
que se agregan a los autos.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis
Ángel Sanjinés Vallejos, abogado de don Elmer Ángel Parque
Pérez, contra la resolución expedida por la Sala Especializada
en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas 163, su fecha 12 de noviembre del 2012,
que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 6 de enero de 2012 y escrito de subsanación de fecha
27 de enero del mismo año, el recurrente interpone demanda de
amparo contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo, solicitando
que se deje sin efecto el despido arbitrario de que ha sido víctima;
y que, por consiguiente, se lo reincorpore como obrero en la plaza
de pintor en la Sub Gerencia de Tránsito y Transportes. Manifiesta
que laboró en la entidad emplazada desde el 16 de julio del 2009
hasta que el 6 de diciembre del 2011 fue despedido; y que suscribió
contratos civiles, pero que en aplicación del principio de primacía
de la realidad tuvo vínculo laboral a plazo indeterminado con la
emplazada.
El Procurador Público Municipal de la municipalidad
emplazada propone las excepciones de incompetencia y de falta
de agotamiento de la vía administrativa, y contesta la demanda
solicitando que se la declare improcedente, expresando que el
demandante prestó servicios mediante contratos de naturaleza civil
y para obra determinada, razón por la cual no tuvo vínculo laboral.
El Segundo Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha
24 de mayo de 2012, declaró infundadas las excepciones; y con
fecha 2 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, disponiendo
reponer al demandante en su puesto de trabajo, por considerar que
se ha acreditado que el demandante mantuvo con la emplazada
una relación laboral permanente y continua, por lo que no se
justifica la extinción unilateral de su vínculo laboral.
La Sala Superior competente revocó la apelada y, reformándola,
declaró infundada la demanda, por estimar que el demandante no
ha acreditado que fue despedido arbitrariamente, y que más bien
habría hecho abandono de su puesto de trabajo dado que pese a
sostener que fue despedido el 6 de diciembre recién solicitó a la
policía que constate dicho hecho 14 días después.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
El demandante solicita su reposición en el cargo que venía
ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario.
2) Consideraciones previas
2.1. En atención a los criterios de procedibilidad de las
demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/
TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso
corresponde evaluar si la recurrente fue objeto de un despido
arbitrario.
48878
PROCESOS CONSTITUCIONALES
3) Sobre la afectación del derecho al trabajo
3.1. Argumentos de la parte demandante
El demandante afirma que ha sido víctima de un despido
sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional
al trabajo, debido a que no obstante mantener con la entidad
emplazada un vínculo de naturaleza laboral, por aplicación del
principio de primacía de la realidad, fue despedido sin expresión de
causa, aduciéndose vencimiento del contrato.
3.2. Argumentos de la parte demandada
La emplazada sostiene que el actor ha prestado servicios
mediante contratos de naturaleza civil, por lo que no tuvo vínculo
laboral. Agrega que el demandante laboró para obra determinada y
no a plazo indeterminado.
3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el
artículo 22º de la Constitución. Al respecto, este Tribunal estima
que el contenido esencial del referido derecho constitucional implica
dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte
y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa.
Aunque no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar
que, en el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción
por parte del Estado de una política orientada a que la población
acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la
satisfacción de este aspecto de este derecho constitucional implica
un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El
segundo aspecto del derecho es el que resulta relevante para
resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como
proscripción de ser despedido salvo por causa justa.
3.3.2. En el presente caso se debe determinar si en aplicación
del principio de la primacía de la realidad, la prestación de servicios
en virtud de contratos civiles puede ser considerada como un
contrato de trabajo de duración indeterminada, porque, de ser
así, el demandante sólo podía ser despedido por una causa justa
prevista en la ley. Es por ello que a fin de determinar la naturaleza
de los servicios que prestó el demandante para la Municipalidad
emplazada, es preciso aplicar el principio de primacía de la realidad,
el mismo que, como ha reiterado el Tribunal Constitucional,
es un elemento implícito en nuestro ordenamiento jurídico y,
concretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra
Constitución, acotando, en la STC Nº 1944-2002-AA/TC, que
mediante este principio “(...) en caso de discordancia entre lo que
ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse
preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de
los hechos” (fundamento 3).
3.3.3. De la instrumental que obra en autos se desprende
que el demandante prestó servicios para la emplazada desde el
16 de junio del 2009 hasta el 6 de diciembre del 2011, realizando
labores de pintor (obreros), por lo que en realidad no se lo estuvo
contratando para que realice una actividad temporal. De fojas 78
a 108 corren copias fedatadas de las planillas de personal, de las
que se desprende que el demandante estuvo sujeto a un horario
de trabajo, lo que se corrobora con la constancia de trabajo de
fojas 109; la subordinación y dependencia y la percepción de una
remuneración se acreditan con los informes que obran de fojas 38
a 42, mediante los cuales el Sub Gerente de Tránsito informa al
Gerente de Administración acerca del cumplimiento de las labores
del demandante y solicita el pago de sus remuneraciones.
Por lo tanto, en aplicación del principio de primacía de la
realidad, debe prevalecer la realidad de los hechos sobre las formas
y apariencias de los contratos civiles suscritos por el demandante,
con lo que se pretendería esconder una relación laboral.
3.3.4. En consecuencia, habiéndose acreditado la existencia
de un vínculo laboral con la Municipalidad emplazada, el
demandante solamente podía ser despedido por causa de su
conducta o su desempeño laboral, lo que no ha sucedido en el
presente caso, razón por la cual ha sido víctima de un despido
arbitrario, vulneratorio de su derecho al trabajo; por consiguiente,
debe estimarse la demanda.
3.3.5. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el
presente caso se ha configurado un despido incausado, violatorio
del derecho constitucional al trabajo, reconocido en el artículo 22º
de la Constitución.
4) Efectos de la sentencia
4.1. En la medida en que en este caso se ha acreditado que
la entidad demandada ha vulnerado el derecho constitucional
al trabajo, corresponde ordenar la reposición del demandante
como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía
desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga
las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del
Código Procesal Constitucional.
4.2. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, la entidad emplazada debe asumir los
costos del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa
de ejecución de la presente sentencia.
4.3. Teniendo presente que existen reiterados casos en los
que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado
un despido arbitrario, resulta pertinente señalar que cuando se
interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante,
ello debe registrarse como una posible contingencia económica
que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que
la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser
el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia
estimativa.
En estos casos, la Administración Pública, para justificar el
mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que
el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El
Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer
grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la
entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se
afecta el derecho constitucional invocado”.
Con la opinión del procurador público puede evitarse y preverse
gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse
a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los
precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir
con el proceso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a
la afectación del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el
despido arbitrario del demandante.
2. ORDENAR a la Municipalidad Provincial de Chiclayo que
reponga a don Elmer Ángel Parque Pérez como trabajador a plazo
indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o
similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que
el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en
los artículos 22.º y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el
abono de los costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO
CRUZ
Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Luis Ángel Sanjinés Vallejos, abogado de don Elmer Ángel Parque
Pérez, contra la resolución expedida por la Sala Especializada
en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas 163, su fecha 12 de noviembre del 2012,
que declaró infundada la demanda de autos, los magistrados
firmantes emiten el siguiente voto:
ANTECEDENTES
Con fecha 6 de enero de 2012 y escrito de subsanación de fecha
27 de enero del mismo año, el recurrente interpone demanda de
amparo contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo, solicitando que
se deje sin efecto el despido arbitrario de que ha sido víctima; y que,
por consiguiente, se lo reincorpore como obrero en la plaza de pintor
en la Sub Gerencia de Tránsito y Transportes. Manifiesta que laboró
en la entidad emplazada desde el 16 de julio del 2009 hasta que el 6
de diciembre del 2011 fue despedido; y que suscribió contratos civiles,
pero que en aplicación del principio de primacía de la realidad tuvo
vínculo laboral a plazo indeterminado con la emplazada.
El Procurador Público Municipal de la municipalidad
emplazada propone las excepciones de incompetencia y de falta
de agotamiento de la vía administrativa, y contesta la demanda
solicitando que se la declare improcedente, expresando que el
demandante prestó servicios mediante contratos de naturaleza civil
y para obra determinada, razón por la cual no tuvo vínculo laboral.
El Segundo Juzgado Especializado Civil de Chiclayo, con fecha
24 de mayo de 2012, declaró infundadas las excepciones; y con
fecha 2 de julio de 2012, declaró fundada la demanda, disponiendo
reponer al demandante en su puesto de trabajo, por considerar que
se ha acreditado que el demandante mantuvo con la emplazada
una relación laboral permanente y continua, por lo que no se
justifica la extinción unilateral de su vínculo laboral.
La Sala Superior competente revocó la apelada y, reformándola,
declaró infundada la demanda, por estimar que el demandante no
ha acreditado que fue despedido arbitrariamente, y que más bien
habría hecho abandono de su puesto de trabajo dado que pese a
sostener que fue despedido el 6 de diciembre recién solicitó a la
policía que constate dicho hecho 14 días después.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
El demandante solicita su reposición en el cargo que venía
ocupando, sosteniendo que ha sufrido un despido arbitrario.
2) Consideraciones previas
2.1. En atención a los criterios de procedibilidad de las
demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada,
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC 0206-2005-PA/
TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso
corresponde evaluar si la recurrente fue objeto de un despido
arbitrario.
3) Sobre la afectación del derecho al trabajo
3.1. Argumentos de la parte demandante
El demandante afirma que ha sido víctima de un despido
sin expresión de causa, violatorio de su derecho constitucional
al trabajo, debido a que no obstante mantener con la entidad
emplazada un vínculo de naturaleza laboral, por aplicación del
principio de primacía de la realidad, fue despedido sin expresión de
causa, aduciéndose vencimiento del contrato.
3.2. Argumentos de la parte demandada
La emplazada sostiene que el actor ha prestado servicios
mediante contratos de naturaleza civil, por lo que no tuvo vínculo
laboral. Agrega que el demandante laboró para obra determinada y
no a plazo indeterminado.
3.3. Consideraciones
3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el
artículo 22º de la Constitución. Al respecto, estimamos que el
contenido esencial del referido derecho constitucional implica dos
aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por
otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque
no resulta relevante para resolver la causa, cabe precisar que, en
el primer caso, el derecho al trabajo supone la adopción por parte
del Estado de una política orientada a que la población acceda a
un puesto de trabajo; si bien hay que precisar que la satisfacción de
este aspecto de este derecho constitucional implica un desarrollo
progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo
aspecto del derecho es el que resulta relevante para resolver la
causa. Se trata del derecho al trabajo entendido como proscripción
de ser despedido salvo por causa justa.
3.3.2. En el presente caso se debe determinar si en aplicación
del principio de la primacía de la realidad, la prestación de servicios
en virtud de contratos civiles puede ser considerada como un
contrato de trabajo de duración indeterminada, porque, de ser
así, el demandante sólo podía ser despedido por una causa justa
prevista en la ley. Es por ello que a fin de determinar la naturaleza
de los servicios que prestó el demandante para la Municipalidad
emplazada, es preciso aplicar el principio de primacía de la realidad,
el mismo que, como ha reiterado el Tribunal Constitucional,
es un elemento implícito en nuestro ordenamiento jurídico y,
concretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra
Constitución, acotando, en la STC Nº 1944-2002-AA/TC, que
mediante este principio “(...) en caso de discordancia entre lo que
ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse
preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de
los hechos” (fundamento 3).
3.3.3. De la instrumental que obra en autos se desprende
que el demandante prestó servicios para la emplazada desde el
16 de junio del 2009 hasta el 6 de diciembre del 2011, realizando
labores de pintor (obreros), por lo que en realidad no se lo estuvo
contratando para que realice una actividad temporal. De fojas 78
a 108 corren copias fedatadas de las planillas de personal, de las
que se desprende que el demandante estuvo sujeto a un horario
de trabajo, lo que se corrobora con la constancia de trabajo de
fojas 109; la subordinación y dependencia y la percepción de una
remuneración se acreditan con los informes que obran de fojas 38
a 42, mediante los cuales el Sub Gerente de Tránsito informa al
Gerente de Administración acerca del cumplimiento de las labores
del demandante y solicita el pago de sus remuneraciones.
Por lo tanto, en aplicación del principio de primacía de la
realidad, debe prevalecer la realidad de los hechos sobre las formas
y apariencias de los contratos civiles suscritos por el demandante,
con lo que se pretendería esconder una relación laboral.
3.3.4. En consecuencia, habiéndose acreditado la existencia
de un vínculo laboral con la Municipalidad emplazada, el
demandante solamente podía ser despedido por causa de su
conducta o su desempeño laboral, lo que no ha sucedido en el
presente caso, razón por la cual ha sido víctima de un despido
arbitrario, vulneratorio de su derecho al trabajo; por consiguiente,
debe estimarse la demanda.
3.3.5. Por lo expuesto, consideramos que en el presente caso
se ha configurado un despido incausado, violatorio del derecho
constitucional al trabajo, reconocido en el artículo 22º de la
Constitución.
3.3.6. En la medida en que en este caso se habría acreditado
que la entidad demandada ha vulnerado el derecho constitucional
al trabajo, correspondería ordenar la reposición del demandante
como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía
desempeñando o en otro de similar categoría o nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga
las medidas coercitivas previstas en los artículos 22º y 59º del
Código Procesal Constitucional.
3.3.7. Asimismo, de conformidad con el artículo 56º del Código
Procesal Constitucional, la entidad emplazada debería asumir los
costos del proceso, los cuales deberán ser liquidados en la etapa
de ejecución de la presente sentencia.
3.3.8. Teniendo presente que existen reiterados casos en los
que se estima la demanda de amparo por haberse comprobado
48879
un despido arbitrario, estimamos pertinente señalar que cuando se
interponga y admita una demanda de amparo contra una entidad
del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante,
ello debe registrarse como una posible contingencia económica
que ha de preverse en el presupuesto, con la finalidad de que
la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser
el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia
estimativa.
En estos casos, la Administración Pública para justificar el
mantenimiento de la plaza presupuestada, tendrá presente que
el artículo 7º del Código Procesal Constitucional dispone que “El
Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en primer
grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la
entidad su opinión profesional motivada cuando considere que se
afecta el derecho constitucional invocado”.
Con la opinión del Procurador Público, puede evitarse y preverse
gastos fiscales, ya que la Administración Pública puede allanarse
a la demanda (si es que la pretensión según la jurisprudencia y los
precedentes del Tribunal Constitucional es estimable) o proseguir
con el proceso.
Por estos fundamentos, nuestro voto es por:
1. Declarar FUNDADA la demanda en lo que respecta a
la afectación del derecho al trabajo; en consecuencia, NULO el
despido arbitrario del demandante.
2. ORDENAR a la Municipalidad Provincial de Chiclayo que
reponga a don Elmer Ángel Parque Pérez como trabajador a plazo
indeterminado, en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o
similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que
el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en
los artículos 22.º y 59.º del Código Procesal Constitucional, con el
abono de los costos procesales.
Sres.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN
Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida;
y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo
quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los
artículos 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir
el siguiente voto:
Hecho el análisis de autos, comparto los fundamentos expuestos
en el voto emitido por los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz,
así como la parte resolutiva, y me adhiero a ellos, por lo que mi voto
también es porque se declare FUNDADA la demanda, en lo que
respecta a la afectación del derecho al trabajo; NULO el despido
arbitrario del demandante; y que, consecuentemente, se ORDENE
que la Municipalidad Provincial de Chiclayo reponga a don Elmer
Ángel Parque Pérez como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución
aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22º y 59º
del Código Procesal Constitucional, con el abono de los costos del
proceso.
Sr.
CALLE HAYEN
VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA
Con el debido respeto por la opinión vertida por mis colegas
magistrados, emito el siguiente voto singular por las siguientes
consideraciones.
1. Según el artículo 5º de la Ley Nº 28175, Ley Marco del
Empleo Público, el acceso al empleo público se realiza mediante
concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los
méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de
oportunidades.
2. A través de dicho filtro, se persigue, en la medida de lo
posible, dotar a la Administración Pública de los mejores cuadros,
pues a diferencia de lo que ocurre con los particulares, quienes
guiados por el incentivo de ser cada día más eficientes bajo
pena de ser expectorados del mercado, procuran captar al mejor
personal en base a sus cualificaciones personales y trayectoria;
ello no suele presentarse con frecuencia en el sector público, pues
carece de tal incentivo.
3. De ahí que, a fin de corregir tal situación, resulta
constitucionalmente lógico que el ordenamiento jurídico supedite
el acceso al empleo público a la aprobación de un concurso en
el que se evalúen tanto los méritos como las habilidades de los
participantes en el marco de una evaluación transparente. Sólo de
esta manera se garantizaría que el gobierno de turno no utilice el
aparato estatal para cubrir tales plazas con personas cercanas al
mismo que carezcan de la idoneidad necesaria para ocuparlas.
4. Por ello, en el empleo público no cabe la aplicación
mecánica del concepto de “desnaturalización”, pues a diferencia
de una empresa particular en la que sus accionistas velan por
sus legítimos intereses, el Estado, que es la gran empresa de
PROCESOS CONSTITUCIONALES
48880
todos los peruanos, muchas veces termina siendo superado por
intereses subalternos, perjudicando abiertamente a la sociedad en
su conjunto y, en especial, a las personas que, a pesar de estar
debidamente cualificadas y tener vocación de servicio, no logran
ingresar al sector público.
5. No desconozco que, jurisprudencialmente, el Tribunal
Constitucional ha venido amparando pretensiones tendientes a
reincorporar a ex-trabajadores públicos que fueron contratados
bajo un contrato de locación de servicios y contratos modales,
so pretexto de una “desnaturalización” del mismo, sin tomar en
consideración el citado filtro, pese a que de manera uniforme y
reiterada se ha señalado que el proceso de amparo tiene una
finalidad restitutiva y no declarativa.
6. En tal escenario, se ha venido incorporando a personas al
régimen laboral de la actividad privada regulado en el Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728 a pesar de no haber pasado
por un proceso de evaluación de méritos en el que previamente
se haya determinado la existencia de una plaza disponible, y en
segundo término, si cumplen con los requisitos necesarios para
desempeñar dicha labor. Al respecto, de lo actuado no se aprecia
que exista dicha plaza ni que el recurrente cumpla con lo requerido
para eventualmente acceder a la plaza.
Por tales consideraciones, soy de la opinión que la presente
demanda debe ser declarada IMPROCEDENTE.
Sr.
ÁLVAREZ MIRANDA
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
La Sala revisora revoca la apelada y declara improcedente la
demanda, por estimar que la extinción de la relación laboral de
demandante se produjo por vencimiento del plazo de su contrato.
FUNDAMENTOS
Por los fundamentos que a continuación se exponen en
los votos que se acompañan, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO MESÍA RAMÍREZ
Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por
don Raúl Enrique Cossío Sánchez contra la resolución expedida
por la Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, de fojas 250, su fecha 28 de octubre de 2011, que
declaró improcedente la demanda de autos, el magistrado firmante
emite el siguiente voto:
W-1076220-4
ANTECEDENTES
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00284-2012-PA/TC
LAMBAYEQUE
RAÚL ENRIQUE COSSÍO SÁNCHEZ
RAZÓN DE RELATORÍA
La sentencia recaída en el expediente Nº 00284-2012-PA/
TC, es aquella conformada por los votos de los magistrados
Mesía Ramírez, Calle Hayen y Álvarez Miranda, que declaran
INFUNDADA la demanda. Se deja constancia que los votos de
los magistrados concuerdan en el sentido del fallo y alcanzan
el quórum para formar sentencia, como lo prevé el artículo 5º,
cuarto párrafo, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y el
artículo 11º, primer párrafo, del Reglamento Normativo del Tribunal
Constitucional.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 10 días del mes de setiembre de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, inicialmente integrada por
los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez y Eto Cruz,
pronuncia la siguiente sentencia, con los votos concurrentes de
los magistrados Beaumont Callirgos y Eto Cruz, que devinieron la
posición minoritaria; el voto singular del magistrado Mesía Ramírez,
a cuya posición adhiere el voto del magistrado Álvarez Miranda;
llamado a dirimir; y el voto finalmente dirimente del magistrado
Calle Hayen, que concurre con la posición de los magistrados
Mesía Ramírez y Álvarez Miranda; votos, todos, que se agregan
a los autos.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Raúl
Enrique Cossío Sánchez contra la resolución expedida por la Sala
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
de fojas 250, su fecha 28 de octubre de 2011, que declaró
improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 12 de octubre de 2009, el recurrente interpone
demanda de amparo contra el Programa de Capacitación Laboral
Juvenil - PROJOVEN del Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo, solicitando que se deje sin efecto el despido incausado
del que fue objeto; y que, por consiguiente, se lo reponga en el
cargo que venía desempeñando. Refiere que ha prestado servicios
para la emplazada desde el 16 de mayo de 2007 hasta el 30
de setiembre de 2009, fecha en la que se le impidió el ingreso
a su centro de trabajo, habiendo realizado labores de naturaleza
permanente, bajo subordinación y percibiendo una remuneración
fija mensual.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo contesta la demanda
aduciendo que el cese del actor ocurrió por vencimiento del plazo
del último contrato administrativo de servicios suscrito por ambas
partes, y que la no renovación del contrato no constituye vulneración
de los derechos constitucionales invocados en la demanda.
El Primer Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha 13 de mayo
de 2011, declaró fundada la demanda, por considerar que se ha
acreditado en autos que el demandante ha prestado servicios
en labores de naturaleza permanente, propias del objeto de la
entidad.
Con fecha 12 de octubre de 2009, el recurrente interpone
demanda de amparo contra el Programa de Capacitación Laboral
Juvenil - PROJOVEN del Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo, solicitando que se deje sin efecto el despido incausado
del que fue objeto; y que, por consiguiente, se lo reponga en el
cargo que venía desempeñando. Refiere que ha prestado servicios
para la emplazada desde el 16 de mayo de 2007 hasta el 30
de setiembre de 2009, fecha en la que se le impidió el ingreso
a su centro de trabajo, habiendo realizado labores de naturaleza
permanente, bajo subordinación y percibiendo una remuneración
fija mensual.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo contesta la demanda
aduciendo que el cese del actor ocurrió por vencimiento del plazo
del último contrato administrativo de servicios suscrito por ambas
partes, y que la no renovación del contrato no constituye vulneración
de los derechos constitucionales invocados en la demanda.
El Primer Juzgado Civil de Chiclayo, con fecha 13 de mayo
de 2011, declaró fundada la demanda, por considerar que se ha
acreditado en autos que el demandante ha prestado servicios
en labores de naturaleza permanente, propias del objeto de la
entidad.
La Sala revisora revoca la apelada y declara improcedente la
demanda, por estimar que la extinción de la relación laboral de
demandante se produjo por vencimiento del plazo de su contrato.
FUNDAMENTOS
§. Procedencia de la demanda
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
porque habría sido objeto de un despido arbitrario. Se alega
que el actor, a pesar de haber suscrito contratos de locación de
servicios, luego contratos administrativos de servicios y por último
nuevamente contratos de locación de servicios, en los hechos
prestó servicios bajo una relación laboral a plazo indeterminado.
2. Por su parte, la emplazada manifiesta que el demandante no
fue despedido arbitrariamente, sino que cuando venció el plazo de
su último contrato se extinguió su respectiva relación contractual.
3. De los argumentos expuestos por las partes y conforme a los
criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante
de la STC 00206-2005-PA/TC, considero que en el presente caso
procede evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido
arbitrario.
§. Análisis del caso concreto
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC 00002-2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así
como en la RTC 00002-2010-PI/TC, el Tribunal Constitucional ha
establecido que el régimen de protección sustantivo-reparador
contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial
del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el
artículo 27° de la Constitución.
Consecuentemente en el proceso de amparo no corresponde
analizar si con anterioridad a la suscripción del contrato
administrativo de servicios, los contratos civiles que suscribió el
demandante fueron desnaturalizados, pues en el caso que ello
hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituiría un período
independiente del inicio del contrato administrativo de servicios,
que es constitucional.
5. Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que en
el presente caso existen tres hechos ciertos que se encuentran
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
contrastados con los medios probatorios obrantes en autos y
que son aceptados por las partes, al no haber sido negados o
contradichos. El primero de ellos, es que el actor prestó servicios
bajo la modalidad de locación de servicios desde el 16 de mayo de
2007 hasta el 30 de octubre de 2008 (f. 2 a 16). El segundo, es que
el demandante laboró bajo el régimen laboral especial del Decreto
Legislativo Nº 1057 desde el 1 de noviembre de 2008 hasta el
31 de mayo de 2009 (f. 17 a 21). Y el tercero, es que desde el
1 de junio hasta el 30 de setiembre de 2009, el actor laboró bajo
la modalidad de locación de servicios, conforme se advierte del
contrato de locación de servicios de fojas 22 a 24 de autos.
6. Así las cosas, resulta relevante también destacar que el
demandante, durante los 2 últimos periodos referidos desempeñó
la mismas labores (especialista administrativo). Este hecho permite
concluir que los supuestos contratos de servicios prestados por
terceros, en la realidad de los hechos, encubrieron una relación de
naturaleza laboral, y no civil.
Por dicha razón, considero que durante el periodo comprendido
entre el 1 de junio y el 30 de setiembre de 2009 la entidad emplazada
ha incumplido sus obligaciones como empleadora, motivo por el
cual el demandante tiene expedita la vía ordinaria para demandar
el abono de sus beneficios sociales no percibidos, ya que ello no
puede dilucidarse mediante el presente proceso.
7. Dicho lo anterior, corresponde determinar las
consecuencias jurídicas del actuar arbitrario del Programa de
Capacitación Laboral Juvenil - PROJOVEN. Al respecto, debo
precisar que si bien los contratos civiles celebrados entre las
partes encubrieron una relación laboral, ello no genera que la
relación laboral encubierta se encuentre regulada por el régimen
laboral del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, pues antes de los
contratos civiles el demandante venía trabajando mediante
contratos administrativos de servicios.
Por ello, cabe concluir que los contratos civiles encubrieron
un contrato de trabajo sujeto al régimen laboral especial regulado
por el Decreto Legislativo Nº 1057, pues en el presente caso
existe continuidad en la prestación del trabajo desempeñado por
la demandante, que la entidad emplazada pretendió encubrir
mediante contratos civiles.
Siendo ello así, considero que en el presente caso el último
contrato administrativo de servicios suscrito por el demandante
se prorrogó en forma automática, razón por la cual, al haberse
terminado su relación laboral sin que se presente alguna de las
causas de extinción del contrato administrativo de servicios, el
demandante tiene derecho a percibir la indemnización prevista
en el artículo 13.3 del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM. En
el presente caso, como la extinción del contrato administrativo
de servicios se produjo antes de que se publicara la STC 38182009-PA/TC, no resulta aplicable la interpretación efectuada en el
segundo punto resolutivo de la sentencia citada.
8. Finalmente, cabe destacar que el hecho de que un
trabajador labore mediante contratos civiles que encubren una
relación laboral sujeta al régimen del contrato administrativo de
servicios, constituye una falta administrativa que debe ser objeto
de un procedimiento disciplinario, a fin de que se determine las
responsabilidades correspondientes.
9. En consecuencia, se concluye que la extinción de la relación
laboral del demandante no afecta derecho constitucional alguno,
por lo que no cabe estimar la demanda.
Por estos fundamentos, mi voto es por declarar INFUNDADA
la demanda de amparo, por no haberse acreditado la vulneración
de los derechos invocados.
Sr.
MESÍA RAMÍREZ
VOTO DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA
Con el debido respeto por la opinión de mis colegas Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, me adhiero a lo resuelto por mi colega Mesía
Ramírez, pues conforme lo justifica, también considero que la
demanda resulta infundada.
Sr.
ÁLVAREZ MIRANDA
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN
Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida;
y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo
quinto de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, así como
en los 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir
siguiente voto:
1. Conforme es de verse de autos, la pretensión del accionante
está dirigida a que se deje sin efecto el despido de la cual ha sido
objeto y su inmediata reposición en las labores que ha venido
desempeñando. Sostiene que se ha desempeñado como Asistente
Administrativo de la Coordinación Regional de la Sede Chiclayo
del Programa de Capacitación Laboral Juvenil – PROJOVEN- del
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, al cual ingresó el
16 de mayo de 2007 mediante contrato de locación de servicios;
sin embargo, refiere que a partir del 1 de noviembre de 2008 se
le obligó a suscribir Contrato Administrativo de Servicios, situación
en la que se ha mantenido hasta el 31 de mayo del 2009, para
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suscribir a partir del 1 de junio de manera arbitraria contrato de
locación de servicios.
2. En efecto, a fojas 2 corre el Contrato de Locación de
Servicios de fecha 27 de junio de 2007, suscrito por el accionante,
de donde aparece que el accionante es contratado de acuerdo
con el requerimiento para desempeñar el cargo de Asistente
Administrativo para la Coordinación Regional Sede Chiclayo
hasta el 15 de agosto de 2007, labores que no corresponden a un
contrato de naturaleza civil, sino a un contrato de trabajo. De fojas
8 al 16 corren los contratos mal llamados de locación de servicios
para desempeñar funciones de naturaleza permanente, esta vez
como especialista administrativo de la Coordinación Regional Sede
Chiclayo a partir del 16 de agosto de 2007 hasta el 31 de octubre
de 2008, el mismo que fue sustituido por el Contrato Administrativo
de Servicios a partir del 1 de noviembre de 2008 hasta el 31 de
mayo de 2009.
3. Si bien el actor con fecha 29 de mayo de 2009, suscribió un
nuevo contrato de locación de servicios, también es cierto que las
funciones para las cuales fue contratado son las mismas a que se
refiere la cláusula tercera del Contrato Administrativo de Servicios
Nº 170-2008/PROJOVEN/CAS, con lo cual la demandada ha
querido encubrir un contrato CAS con uno de naturaleza civil,
encontrándose en esta situación frente a una renovación del
Contrato Administrativo de Servicios, conforme lo señala el artículo
5.2 del Decreto Supremo 075-2008, que establece:“ En caso el
trabajador continúe laborando después de vencimiento del contrato
sin que previamente se haya formalizado su prórroga o renovación,
el plazo de dicho contrato se entiende automáticamente ampliado
por el mismo plazo del contrato o prórroga que esté por vencer, sin
perjuicio de la responsabilidad que corresponda a los funcionarios
o servidores que generaron tal ampliación automática. Para tal
efecto, la entidad contratante informa al trabajador sobre la no
prórroga o la no renovación con una anticipación no menor de
cinco días hábiles previos al vencimiento de contrato.”
Siendo que el actor ha continuado prestando servicios hasta el
30 de setiembre del 2009, encontrándonos frente a una prórroga
automática, el cese no resulta vulneratorio, por cuanto la prestación
concluyó por vencimiento de contrato.
Por estas consideraciones, mi voto es porque se declare
INFUNDADA la demanda.
Sr.
CALLE HAYEN
VOTO DEL MAGISTRADO ETO CRUZ
Con el debido respeto por la opinión de mis colegas
magistrados, formulo el presente voto, estimando que la demanda
debe ser declarada FUNDADA. Los argumentos que sustentan mi
voto son los siguientes:
1. Se observa de autos que el demandante prestó servicios
bajo la modalidad de locación de servicios desde el 16 de mayo de
2007 hasta el 30 de octubre de 2008 (f. 2 a 16). También laboró bajo
el régimen laboral especial del Decreto Legislativo Nº 1057 desde
el 1 de noviembre de 2008 hasta el 31 de mayo de 2009 (f. 17 a
21). Además, nuevamente volvió a trabajar bajo la modalidad de
locación de servicios desde el 1 de junio hasta el 30 de setiembre
de 2009 (f. 22 a 24). Entonces, corresponde examinar únicamente
este último periodo de prestación de servicios.
2. En el mencionado periodo el recurrente prestó servicios
mediante un contrato civil. Por tanto la controversia radica en
determinar si este contrato se desnaturalizó y se convirtió en un
contrato de trabajo de duración indeterminada, en aplicación del
principio de primacía de la realidad, en cuyo caso el demandante
sólo podía ser despedido por causa justa relacionada con su
conducta o capacidad laboral.
3. El Tribunal Constitucional ha entendido que tanto el principio
de primacía de la realidad como la presunción de laboralidad
recogida en el artículo 4.º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR
permiten concluir, como se ha establecido en la STC 03172-2011PA/TC (fundamento 4), “(…) que toda relación laboral o contrato
de trabajo se configura al concurrir y comprobarse la existencia de
tres elementos esenciales: (i) la prestación personal de servicios
por parte del trabajador; (ii) la remuneración y (iii) la subordinación
frente al empleador, siendo este último el elemento determinante,
característico y diferenciador del contrato de trabajo frente al
contrato de locación de servicios”.
4. En este sentido, se observa de la cláusula cuarta del
contrato de locación de servicios Nº 156-2009-PROJOVEN (f.
22 a 24) que la retribución pactada entre las partes era abonada
“a la presentación del Informe de Actividades firmada por el
Responsable de Área y/o Unidad con la Conformidad del Servicio
correspondiente. (…). El Responsable de la Sede Chiclayo de
PROJOVEN, actuará como `EL SUPERVISOR´, será responsable,
por cuenta de `PROJOVEN´, de la supervisión y coordinación de
las actividades que desarrolle EL LOCADOR dentro de la ejecución
del `CONTRATO´. EL LOCADOR está obligado a reportar a `EL
SUPERVISOR´ acerca del desarrollo de su servicio de Consultoria”.
De lo expuesto, se concluye que entre el actor y el demandado
existía una relación de subordinación propia de los contratos de
trabajo.
En consecuencia, por los fundamentos expuestos mi voto es
porque se declare FUNDADA la demanda; en consecuencia, NULO
el despido de la demandante, debiéndose ORDENAR al Programa
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
de Capacitación Laboral Juvenil – PROJOVEN del Ministerio de
Trabajo y Promoción del empleo que reponga de don Raúl Enrique
Cossío Sánchez como trabajador a plazo indeterminado, en el
puesto que ocupaba antes de su cese, o en otro de igual categoría
o nivel, en el plazo de dos días hábiles, bajo apercibimiento de que
el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en
el artículo 22° del Código Procesal Constitucional.
Sr.
ETO CRUZ
VOTO DEL MAGISTRADO BEAUMONT CALLIRGOS
Con el debido respeto por la opinión expresada por mis
colegas magistrados, considero que la demanda de autos debe ser
declarada FUNDADA. Los argumentos que respaldan mi posición
son los siguientes:
Sobre la regla de la “prórroga automática”
1. La ponencia sostiene que no corresponde la reposición
laboral, porque el encubrimiento de la relación de trabajo al
demandante mediante un contrato de naturaleza civil no supone
una afectación a sus derechos fundamentales, sino que constituye
en realidad una falta administrativa de la entidad empleadora que
es necesario determinar y sancionar. Estima que los contratos
civiles celebrados de ningún modo pueden desnaturalizarse en
una relación de trabajo a plazo indeterminado, puesto que se ha
comprobado que el demandante se desempeñó “antes” mediante
un contrato administrativo de servicios (en adelante, CAS). En todo
caso, expresa, se deberá presumir que dicho CAS se prorrogó
automáticamente por igual tiempo al estipulado en los contratos
civiles simulados y que su culminación se dio por decisión unilateral
de la emplazada.
2. Al respecto, sobre la aplicación de la regla de la “prórroga
automática” del CAS, debo reiterar mi plena disconformidad
por su clara incompatibilidad con el marco laboral de nuestra
Constitución (preferencia de la contratación laboral indefinida) y
con la jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional sobre
protección del derecho al trabajo, tal como lo he expresado en
pronunciamientos anteriores (por todas, cfr. mi voto singular en
la STC 02695-2011-PA), argumentos in extenso a los cuales me
remito. En el presente caso sólo señalaré que, en resumen, concluí
que la regla denominada “prórroga automática” del CAS presentaba
serios vicios de forma y de fondo que no ameritaba su aplicación en
ningún supuesto.
3. En cuanto a los vicios de forma, se dijo que, a pesar de que
la regla de la prórroga automática ha sido incorporada recientemente
en el Reglamento del Decreto Legislativo 1057, observé que, aún
así, adolece de nulidad jurídica. En principio, porque la citada regla
no desarrolla ningún extremo de la ley objeto de reglamentación
(Decreto Legislativo 1057); por el contrario, excede sus alcances
al establecer consecuencias jurídicas (prórroga automática) a un
estado de cosas no regulado por él (existencia de trabajadores con
CAS vencidos). Y, sobre todo, porque la referida regla restringe
mediante una norma de nivel reglamentario el ejercicio de un
derecho de nivel constitucional, como es el caso del derecho al
trabajo en su manifestación concreta de una protección adecuada
contra el despido arbitrario. Esto último, en ocasión de hacerse
“reingresar” al trabajador sin contrato al régimen del CAS que es
un régimen “especial” y de contratación “temporal”, cuando estos
hechos irregulares son subsumibles en el artículo 4 del Decreto
Supremo 003-97-TR, que regula la presunción legal de existencia
de un contrato de trabajo a plazo indeterminado.
Sobre los vicios de fondo, se indicó, entre otras cuestiones,
que al hacerse “reingresar” al trabajador al régimen del CAS, se
le aplicaba las restricciones laborales propias de este régimen,
cuando en estricto son trabajadores sin contrato a los que,
técnicamente, les es aplicable el artículo 4 del Decreto Supremo
003-97-TR (sin perjuicio, por supuesto, de observar la normativa
laboral de cada entidad estatal). Asimismo, como efecto de esto, se
observó que la aplicación de la prórroga automática fragmentaba
a los trabajadores sin contrato en dos grupos según el criterio
del pasado laboral. A unos les otorga una protección disminuida
contra el despido arbitrario (la indemnización por un máximo de
dos contraprestaciones dejadas de percibir) y a otros les otorga la
protección restitutoria (reposición en el puesto de trabajo con todos
sus derechos), dependiendo de si el trabajador tiene o no pasado
laboral de CAS, respectivamente.
4. Ahora, en la medida en que en el presente caso no se trata,
en stricto sensu, de una prórroga automática del CAS vencido para
trabajadores sin contrato, sino más bien una prórroga automática
creada jurisprudencialmente para trabajadores con contratos civiles
simulados; debo decir que los argumentos sobre los vicios de fondo,
supra esgrimidos, son en esencia trasladables. Así, primero, la
creación de una regla de prórroga automática para trabajadores
con contratos simulados es problemático, porque ya existe una
regulación al respecto. El artículo 4 del Decreto Supremo 00397-TR expresamente señala que “En toda prestación de trabajo
personal de servicios remunerados y subordinados, se presume
la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”
(subrayado agregado), artículo el cual es de aplicación reiterada
por el Tribunal Constitucional para resolver este tipo de casos
genéricos de encubrimiento de una relación de trabajo. Por ello,
no resulta comprensible que no obstante concurrir esta presunción
de orden pro operario, se opta por crear una regla nueva de
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“reingreso” al régimen del CAS y, peor aún, restrictiva de derechos.
Y segundo, se discrimina a los trabajadores con contratos civiles
simulados nuevamente según el criterio del pasado laboral, cuando
los trabajadores con contratos simulados, con o sin pasado de
un CAS, están en la misma situación jurídica de vulneración de
sus derechos al trabajo. Efectivamente, ambos no pertenecen al
régimen del CAS y ambos están sujetos a un ilícito de fraude a la
ley laboral.
5. Adicionalmente, es de resaltar que la regla de la “prórroga
automática” es contradictoria, incluso, con la propia jurisprudencia
del Tribunal Constitucional en materia de CAS. En efecto, si
este máximo órgano ha declarado en su STC 00002-2010-PI
(y su resolución de aclaración) que el régimen del CAS es un
régimen de trabajo y, además es “especial”, o sea, de aplicación
limitada y restringida sólo a un grupo de trabajadores del sector
público; resulta inconsistente aceptar que siendo “especial” se
aplique supletoriamente, como fórmula general, ante cualquier
contratación fraudulenta de todo el personal que en algún momento
suscribió un CAS; más aún si es que el propio legislador ha
declarado recientemente que el régimen del CAS es actualmente
“transitorio”, de conformidad con lo estipulado en la Ley 29849 (Ley
que establece la eliminación progresiva del régimen especial del
Decreto Legislativo Nº 1057 y otorga derechos laborales). Si esta
es la lógica, es decir la transitoriedad del régimen del CAS hasta
su completa eliminación, contradictoriamente entonces se estaría
convirtiendo a este régimen en uno nuevo de carácter “general” y
equiparable a los regímenes de los Decretos Legislativos 276 y
728.
Consecuentemente, por las razones expuestas, considero
que la legislación aplicable no es el Decreto Legislativo 1057 ni
su reglamento, sino la normatividad laboral general de la actividad
privada sobre los casos genéricos de una contratación simulada
que pretenda encubrir una relación de trabajo.
Análisis del caso concreto
6. En ese sentido, con los contratos de locación de servicios
de fechas 15 de mayo, 27 de junio, 27 de julio y 31 de octubre
del 2007, 27 de junio del 2008 y 29 de mayo del 2009 (fojas 2 a
16 y 22); con los CAS del 30 de octubre, 30 de noviembre y 30
de diciembre del 2008 (fojas 17 a 21), del 27 de febrero; y con
lo memorandos (fojas 24 y ss.); se verifica que al demandante
ha venido prestando servicios desde el 16 de mayo del 2007
hasta el 30 de setiembre de 2019 en el cargo de “Especialista
Administrativo – Sede Chiclayo”, siendo su último periodo de
contratación desde el 1 de junio del 2009 en la modalidad de
locación de servicios. Teniendo como premisa que el antiguo CAS
suscrito por el demandante culminó por vencimiento de su plazo
(31 de mayo del 2009) y que, por ende, ya no pertenece a él;
corresponde señalar que en vista de que en este último periodo
de contratación el demandante ha realizado labores en una
actividad principal de la entidad (Especialista Administrativo) en
forma subordinada y permanente, debe aplicarse el principio de
primacía de la realidad (artículo 4 del Decreto Supremo 003-97TR), en virtud del cual debe preferirse la existencia de una relación
de naturaleza laboral y no civil, en caso de discordancia entre
lo que fluye de los documentos y lo que sucede en la realidad;
por lo que, siendo éste el caso, la emplazada al haber despedido
a el demandante sin haberle expresado la existencia de una
causa justa relacionada con su capacidad o conducta laboral que
justifique su decisión, ha vulnerado su derecho constitucional al
trabajo, frente a lo cual corresponde estimar la demanda.
En ese sentido, por las consideraciones expuestas, mi
voto es porque se declare FUNDADA la demanda por haberse
acreditado la vulneración del derecho constitucional al trabajo; en
consecuencia, nulo el despido del actor debiendo ordenarse a la
entidad emplazada que cumpla con reponer a don Raúl Enrique
Cossío Sánchez como trabajador a plazo indeterminado en su
mismo puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el
plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución
aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22° y 59°
del Código Procesal Constitucional.
Sr.
BEAUMONT CALLIRGOS
W-1076220-5
PROCESO DE HÁBEAS CORPUS
EXP. Nº 00325-2012-PHC/TC
ICA
LUIS HERNÁN FLORES GARCÍA A FAVOR DE
L. A. F. R.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 29 días del mes de octubre de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez y Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los magistrados
Mesía Ramírez y Eto Cruz; el voto en discordia del magistrado
Beaumont Callirgos, posición a la que se suma el voto del
magistrado Álvarez Miranda, llamado a dirimir; y el voto finalmente
dirimente del magistrado Calle Hayen, que adhiere a la posición de
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
los magistrados Mesía Ramírez y Eto Cruz, votos, todos, que se
agregan a los autos.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis
Hernán Flores García, a favor del menor de edad de iniciales L. A. F.
R., contra la resolución de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Ica, de fojas 46, su fecha 14 de diciembre
de 2011, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 11 de noviembre de 2011, don Luis Hernán Flores
García interpone demanda de hábeas corpus a favor del menor de
edad de iniciales L. A. F. R. y la dirige contra la madre del citado
menor, doña Silvana Daniela Rojas Rojas y sus familiares don
Richard Rojas, doña Gloria Rojas y don Daniel Rojas, con el objeto
de que la madre demandada devuelva al referido menor al cuidado
del recurrente, conforme a lo señalado en el Acta de Conciliación
Nº 001-2011.
Al respecto afirma que a través de la mencionada acta de
conciliación la madre del menor accedió a otorgarle la tenencia
del favorecido, a quien viene criando desde el año 2010 debido
al abandono de su madre; que sin embargo, pese a que en la
citada acta se ha precisado que las visitas de la madre serán
sólo los días domingo, ella viene reteniéndolo ilegalmente en su
domicilio, negándose a devolverlo con la única finalidad de frustrar
la demanda civil sobre alimentos que ha sido interpuesta en su
contra. Señala que el beneficiario viene siendo maltratado física y
psicológicamente por los demandados, quienes ponen en riesgo su
salud al negarle continuar con su tratamiento y exámenes médicos.
Agrega que en el aludido domicilio no hay condiciones adecuadas
para que pueda vivir el menor favorecido, quien viene recibiendo
un trato humillante.
Las instancias judiciales del hábeas corpus declararon la
improcedencia liminar de la demanda, por considerar que los
hechos denunciados no están referidos en forma directa al
contenido constitucionalmente protegido por el derecho a la libertad
personal, y que la controversia debe ser solucionada en la vía y
forma que establece la ley de la materia.
FUNDAMENTOS
1. La demanda interpuesta contra Silvana Daniela Rojas Rojas
y sus familiares Richard, Gloria y Daniel Rojas, tiene por objeto
que la primera le devuelva a su hijo identificado con las iniciales
L.A.F.R., conforme fue pactado en el Acta de Conciliación N°
001-2011. Se alega que los derechos de L.A.F.R. a la integridad
personal —moral, psíquica y física— y a no ser objeto de tortura
o tratos inhumanos o humillantes vienen siendo vulnerados por
los demandados, ello por cuanto su madre lo vendría reteniendo
ilegalmente en su domicilio, en condiciones inadecuadas para
el desarrollo del menor, quien viene siendo maltratado física y
psicológicamente por los demandados.
§. El hábeas corpus como vía de protección de la esfera
subjetiva de la libertad e integridad personal
2. En la STC 01317-2008-PHC/TC, el Tribunal Constitucional
subrayó que “las restricciones al establecimiento armónico,
continuo y solidario de las relaciones familiares, que impide el
vínculo afectivo que todo estrecho nexo consanguíneo reclama,
(…) inciden sobre el contenido constitucionalmente protegido de
la integridad física, psíquica y moral de la persona, protegida por
el artículo 2°.1 de la Constitución [“Toda persona tiene derecho a
la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a
su libre desarrollo y bienestar (…)”] y el artículo 25°.1 del Código
Procesal Constitucional [“Procede el hábeas corpus ante la acción
u omisión que amenace o vulnere (…) [l]a integridad personal,
y el derecho a no ser sometido a tortura o tratos inhumanos o
humillantes, ni violentado para obtener declaraciones”] (…)”
(subrayado agregado).
En sentido similar, en la STC 1817-2009-PHC/TC el Tribunal
enfatizó que “el proceso de hábeas corpus resulta ser la vía idónea
para resolver la controversia planteada, toda vez que se encuentra
en riesgo la libertad personal e integridad personal de los menores;
así como su desarrollo armónico e integral”.
§. Principios relativos a la protección de los niños
3. A ello cabe agregarle que, por tratarse de una demanda
interpuesta a favor de un menor, debe considerarse el principio
de interés superior del niño, implícitamente reconocido en el
artículo 4° de la Constitución y sobre el cual se asienta la doctrina
de la protección integral, que, superando concepciones paternoautoritarias, parte de “[l]a consideración del niño y el adolescente
como sujetos de derechos y no como meros objetos de protección”
(STC 3247-2008-PHC/TC).
Es importante recordar que el interés superior del niño ha
sido definido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(en adelante, la Corte IDH), en su Opinión Consultiva OC-17/02,
como el “principio regulador de la normativa de los derechos
del niño [que] se funda en la dignidad misma del ser humano,
en las características propias de los niños, y en la necesidad de
propiciar el desarrollo de éstos, con pleno aprovechamiento de
sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances de la
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Convención sobre los Derechos del Niño”, que en su artículo 3.1
dispone: “En todas las medidas concernientes a los niños que
tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social,
los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos
legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño”.
4. De allí que en los asuntos que afecten la vida familiar de
un niño, en los cuales existan intereses distintos y difícilmente
conciliables como sucede en el presente caso, resulte importante
que, tal como lo ha sostenido el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (en adelante, el Tribunal Europeo), el interés superior
del niño tenga una consideración primordial en la búsqueda de
equilibrar dichos intereses (caso Moretti y Benedetti c. Italia).
La no consideración del interés superior del niño en la toma
de decisiones que incidan sobre su esfera jurídica, quebranta a su
vez otro principio que nuestra Constitución consagra: el principio
de protección especial del niño, cuyo fundamento constitucional
radica en la especial situación en que los menores de edad se
encuentran, esto es, en plena etapa de formación en tanto personas
(STC 3330-2004-AA/TC).
En efecto, al establecer la Constitución en su artículo 4° que
la “comunidad y el Estado protegen especialmente al niño”, “el
constituyente ha reconocido el principio de especial protección del
niño, que se fundamenta en la debilidad, inmadurez (física y mental)
o inexperiencia en que se encuentran los niños, y que impone tanto
al Estado como a la familia, a la comunidad y a la sociedad, entre
otras acciones y deberes, la obligación de brindarles atenciones y
cuidados especiales y el deber de adoptar las medidas adecuadas
de protección para garantizar su desarrollo libre, armónico e
integral” (STC 1817-2009-PHC/TC).
En ese sentido, según lo establecido en la STC 2079-2009PHC/TC, “constituye un deber el velar por la vigencia de los
derechos del niño y la preferencia de sus intereses, resultando que
ante cualquier situación en la que colisione o se vea en riesgo el
interés superior del niño, indudablemente, este debe ser preferido
antes que cualquier otro interés. (…) En consecuencia, en la
eventualidad de un conflicto frente al presunto interés del adulto
sobre el del niño, prevalece el de este último; y es que parte de su
esencia radica en la necesidad de defensa de los derechos de quien
no puede ejercerlos a plenitud por sí mismo y de quien, por la etapa
de desarrollo en que se encuentra, no puede oponer resistencia o
responder ante un agravio a sus derechos” (subrayado agregado).
La estrecha relación que existe entre ambos principios se
desprende también de la sentencia del caso Atala Riffa y niñas
vs. Chile, donde la Corte IDH reiteró que “para asegurar, en la
mayor medida posible, la prevalencia del interés superior del
niño, el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño
establece que éste requiere “cuidados especiales”, y el artículo
19 de la Convención Americana señala que debe recibir “medidas
especiales de protección”.
5. Es por los principios antes mencionados que, como ha
reconocido la Corte IDH en su sentencia del caso Familia Barrios
vs. Venezuela, la obligación de respetar los derechos a la libertad
y a la integridad personal presenta modalidades especiales en el
caso de los niños.
Ejemplos de dichas modalidades o exigencias especiales
han sido desarrollados ampliamente en la jurisprudencia de la
Corte IDH. Así, en relación a la detención de menores, se precisó
que “debe ser excepcional y por el período más breve posible”
(caso Bulacio vs. Argentina), ello conforme al artículo 37.b de
la Convención de los Derechos del Niño, que dispone que "[l]a
detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a
cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida
de último recurso y durante el período más breve que proceda”.
Asimismo, respecto a la duración de los procesos que involucren
a niños, la Corte IDH ha establecido que existe una mayor
exigencia de celeridad. En ese sentido, reiteró en su sentencia del
caso Fornerón e hija vs. Argentina que “en vista de la importancia
de los intereses en cuestión, los procedimientos administrativos y
judiciales que conciernen la protección de los derechos humanos
de personas menores de edad, particularmente aquellos procesos
judiciales relacionados con la adopción, la guarda y la custodia de
niños y niñas que se encuentra en su primera infancia deben ser
manejados con una diligencia y celeridad excepcionales por parte
de las autoridades” (subrayado agregado).
§. El derecho del niño a tener una familia
6. En la STC 1317-2008-PHC/TC se estableció que las
restricciones a las relaciones familiares “se oponen también a la
protección de la familia como garantía institucional de la sociedad,
a tenor del artículo 4° de la Constitución”.
Al respecto, debe señalarse que en el caso de las familias
con niños, las referidas restricciones vulneran además el principio
de protección especial del niño; ello conforme a lo indicado por
la Corte IDH en su Opinión Consultiva OC-17/02: “El derecho de
toda persona a recibir protección contra injerencias arbitrarias o
ilegales en su familia, forma parte, implícitamente, del derecho
a la protección de la familia y del niño”, esto debido a que “[e]l
niño tiene derecho a vivir con su familia, llamada a satisfacer sus
necesidades materiales, afectivas y psicológicas” (subrayado y
énfasis nuestro).
En efecto, tal como lo ha establecido el Tribunal Europeo en
el caso Buscemi c. Italia, la convivencia entre padres e hijos es un
elemento fundamental de la vida familiar. Y el disfrute mutuo de
dicha convivencia constituye “una manifestación del derecho del
niño a tener una familia y no ser separado de ella (…) derecho
48884
PROCESOS CONSTITUCIONALES
[que] se vulnera cuando por razones ajenas a la voluntad y al
interés superior del niño, este es separado de su familia, o se le
impide el contacto con alguno de sus miembros” (STC 1817-2009PHC/TC).
7. Por lo expuesto, y como se desprende de la STC 1817-2009PHC/TC, el niño que esté separado de uno o ambos padres tiene
derecho a mantener relaciones personales y contacto directo con
ellos de modo regular (salvo que sea contrario al interés superior
del niño). Es conveniente precisar que la obligación de respetar
dicho derecho, contenida en el artículo 9.3 de la Convención sobre
los Derechos del Niño, “no sólo debe ser cumplida por el Estado,
sino también por la familia, la sociedad y la comunidad”.
Asimismo, conviene destacar que la ruptura del contacto de
un niño pequeño con su padre puede conducir a una alteración
creciente en la relación entre ambos y el paso del tiempo puede
tener consecuencias irremediables sobre dicha relación, razón
por la que las medidas dirigidas a reunirlos deben ser adoptadas
rápidamente (Tribunal Europeo, caso Saleck Bardi c. España).
§. El derecho del niño a crecer en un ambiente de afecto y
de seguridad moral y material
8. Manteniendo esta orientación proteccionista de los
derechos de los niños, este Tribunal reconoció que el niño tiene
derecho a crecer en un ambiente de afecto y de seguridad moral y
material, conforme se encuentra establecido en el Principio 6 de la
Declaración de los Derechos del Niño, el cual dispone que el “niño,
para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad necesita
de amor y comprensión. Siempre que sea posible deberá crecer al
amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en
un ambiente de afecto y seguridad moral y material” (STC 18172009-PHC/TC).
Sobre la base de este derecho, se “ha entendido que el Estado,
la sociedad y la comunidad asumen la obligación de cuidar, asistir y
proteger al niño para procurar que tenga un nivel de vida adecuado
y digno para su desarrollo físico, psíquico, afectivo, intelectual,
ético, espiritual y social” (STC 02892-2010-PHC/TC).
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
Es en dicho contexto que, incumpliendo lo pactado, la
demandada separó a L.A.F.R. de su hogar y de su padre en octubre
de 2011, reteniéndolo desde entonces en su domicilio. Ello se
evidencia del Acta Fiscal, en la cual se dejó constancia expresa de
que en el acto llevado a cabo el 21 de octubre de 2011, cuando “se
exhorta a la madre del menor para que entregue a su menor hijo
a su padre que cuenta con un acto de conciliación que le otorga la
tenencia a su favor (…) ésta indica que no lo va a hacer por cuanto
prefiere afrontar el proceso penal”. De esta manera, se corrobora
el acto lesivo que denuncia el demandante.
11. Resulta evidente que al impedir la emplazada que su hijo
se relacione continua, armónica y solidariamente con su padre,
perturbando con ello la estabilidad emocional de aquél, ha
vulnerado su derecho a la integridad personal y, en consecuencia,
su derecho a la libertad personal.
Y es que, en efecto, la arbitraria interferencia de la demandada,
aun sin haberse acreditado los supuestos maltratos físicos que le
han sido imputados, configura un maltrato psicológico que, como
se ha visto, afecta la integridad psíquica y el libre desarrollo y
bienestar del niño.
Por ello, la pretensión del demandado resulta compatible con
la naturaleza del proceso de hábeas corpus; más aún cuando el
sujeto beneficiario es un niño pequeño, cuya condición exige, a
la luz de los principios de protección especial e interés superior
del niño, que las medidas dirigidas a protegerlo sean adoptadas
rápidamente.
Además, por los hechos alegados y en virtud del principio iura
novit curia, es Tribunal considera que frente a la imposibilidad
de L.A.F.R. de estar junto a su padre -llamado a “satisfacer sus
necesidades materiales, afectivas y psicológicas”-, también se
vulneraron sus derechos a tener una familia y a crecer en un
ambiente de afecto y de seguridad moral y material.
Respecto a los parientes de la demandada, Richard, Gloria
y Daniel Rojas, no existe en el expediente prueba suficiente que
demuestre su participación en el acto lesivo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
§. El derecho del niño a la integridad psíquica
9. Este Colegiado se ha pronunciado sobre el derecho
de toda persona a la integridad psíquica -el cual se expresa en
la preservación de las habilidades motrices, emocionales e
intelectuales-, recordando que el apartado h) del inciso 24) del
artículo 2° de la Constitución prohíbe toda forma de violencia
psíquica contra una persona. Ha advertido, asimismo, que en la
jurisprudencia los actos de afectación psíquica son recurrentes en
el ámbito familiar (STC 2333-2004-HC/TC).
Al respecto, es importante destacar que en su STC 020792009-PHC/TC, se ha establecido que “teniendo en cuenta el
aspecto emocional de la integridad psíquica de la persona (…)
aquel presenta una especial manifestación para con el niño,
pues (…) comprende la necesidad de que i) el sentimiento de
seguridad sea progresivo o por lo menos estable, y ii) la estabilidad
emocional de la cual goza no se vea perturbada ni reducida por
agentes o elementos exteriores. Es por ello que el afecto, el cariño,
la empatía, la aceptación y los estímulos que recibe un niño de
sus padres refuerzan su expresión emocional y el desarrollo de
su personalidad; razonamiento que guarda concordancia con los
establecido en el artículo 4° del Código de los Niños y Adolescentes,
en lo que concierne a la integridad psíquica, libre desarrollo y
bienestar” (subrayado agregado).
De lo señalado, se puede concluir que la separación arbitraria
entre un niño y su padre configura, de por sí, la vulneración del
derecho a la integridad psíquica del niño, vulneración que, como
ha destacado la Corte Interamericana, puede ser producto de
la interferencia de uno de los padres, pues “haciendo alusión a
los artículos 19 y 37 [que protege el derecho de los niños a no
ser objeto de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes]
de la Convención sobre los Derechos del Niño, ha reconocido el
derecho del niño a ser protegido contra interferencias de actores
no-estatales tales como el maltrato de uno de los padres” (Opinión
Consultiva OC-17/02).
§. Análisis del caso concreto
10. Del análisis del expediente de autos, se tiene que en el
Acta de Conciliación N° 001-2011, de fecha 6 de enero de 2011, se
acordó otorgar al recurrente la tenencia legal de su hijo identificado
con las iniciales L.A.F.R., y se estableció un régimen de visitas a
favor de la emplazada Silvana Daniela Rojas Rojas.
Asimismo, se advierte que la referida conciliación se realizó en
el marco de una relación conflictiva entre los padres, producto del
supuesto abandono de su hijo por parte de la demandada, quien
lo habría descuidado por mantener una relación amorosa con un
preso. Tal es así que en el Acta de Conciliación se acordó como
causal de suspensión del régimen de visitas que la emplazada
expusiera a su hijo “llevándolo a lugares de dudosa reputación
(penal)”.
En ese sentido, mientras el recurrente afirma en su demanda
que la emplazada le entregó voluntariamente la tenencia de su
hijo, a quien viene criando desde 2010 pues ella “lo abandonó por
preferir ir al Penal para ser la amante de un preso”; ella sostiene
haber firmado la conciliación amenazada por su ex conviviente, no
obstante que reconoce haber acudido hasta en dos oportunidades
con su hijo al penal, según consta en el Acta Fiscal de fecha 21 de
octubre de 2011.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda, por haberse acreditado la
vulneración de los derechos a la integridad y libertad personal, a
tener una familia y a crecer en un ambiente de afecto y de seguridad
moral y material, en consecuencia, reponiendo las cosas al estado
anterior a la vulneración, ordena a Silvana Daniela Rojas Rojas que
entregue, de forma inmediata, al niño identificado con las iniciales
L.A.F.R., bajo apercibimiento de aplicarse las medidas coercitivas
previstas en el artículo 22° del Código Procesal Constitucional y de
ser denunciada por el delito de resistencia a la autoridad.
2. Oficiar al Juez del Cuarto Juzgado de Investigación
Preparatoria de Ica para que ejecute de inmediato la presente
orden, conforme al artículo 22° del Código Procesal Constitucional
y con todas las garantías que le otorga la ley, así como los apremios
en caso de resistencia.
3. Ordenar al Director General de la Policía Nacional para
que, en forma inmediata, preste al Juez del Cuarto Juzgado
de Investigación Preparatoria de Ica el auxilio de ley, a fin de
ubicar al niño identificado con las iniciales L.A.F.R. para que
éste sea entregado a Luis Hernán Flores García, facultándosele
el allanamiento y descerraje de la emplazada o cualquier otro
domicilio en donde se pueda encontrar el niño, o cualquier otra
medida a fin de que la presente orden se ejecute de inmediato en
sus propios términos.
4. Remitir copia de los actuados al Fiscal Penal para los fines
pertinentes.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
VOTO DE LOS MAGISTRADOS MESÍA RAMÍREZ Y ETO
CRUZ
Haciendo uso de la facultad establecida por el artículo 5° de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, manifestamos, a través
de este voto, nuestro parecer discrepante con el criterio adoptado
por la ponencia, parecer que se sustenta en las consideraciones
siguientes:
1. La demanda interpuesta contra Silvana Daniela Rojas Rojas
y sus familiares Richard, Gloria y Daniel Rojas tiene por objeto
que la primera le devuelva a su hijo identificado con las iniciales
L.A.F.R., conforme fue pactado en el Acta de Conciliación N°
001-2011. Se alega que los derechos de L.A.F.R. a la integridad
personal —moral, psíquica y física— y a no ser objeto de tortura o
tratos inhumanos o humillantes vienen siendo vulnerados por los
demandados, ello por cuanto su madre lo retiene ilegalmente en
su domicilio, en condiciones inadecuadas para el desarrollo del
menor, quien viene siendo maltratado física y psicológicamente por
los demandados.
En la ponencia se concluye que la demanda es improcedente,
porque se considera que la pretensión mencionada no forma
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho a
la libertad personal.
§. El hábeas corpus como vía de protección de la esfera
subjetiva de la libertad e integridad personal
2. Disentimos de dicha conclusión, porque es contraria al
razonamiento expuesto en la STC 01317-2008-PHC/TC. En
efecto, en esta sentencia el Tribunal Constitucional subrayó que
“las restricciones al establecimiento armónico, continuo y solidario
de las relaciones familiares, que impide el vínculo afectivo que
todo estrecho nexo consanguíneo reclama, (…) inciden sobre el
contenido constitucionalmente protegido de la integridad física,
psíquica y moral de la persona, protegida por el artículo 2°.1
de la Constitución [“Toda persona tiene derecho a la vida, a su
identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre
desarrollo y bienestar (…)”] y el artículo 25°.1 del Código Procesal
Constitucional [“Procede el hábeas corpus ante la acción u omisión
que amenace o vulnere (…) [l]a integridad personal, y el derecho
a no ser sometido a tortura o tratos inhumanos o humillantes, ni
violentado para obtener declaraciones”] (…)” (subrayado nuestro).
En sentido similar, en la STC 1817-2009-PHC/TC el Tribunal
Constitucional enfatizó que “el proceso de hábeas corpus resulta
ser la vía idónea para resolver la controversia planteada, toda vez
que se encuentra en riesgo la libertad personal e integridad personal
de los menores; así como su desarrollo armónico e integral”.
48885
5. Es por los principios antes mencionados que, como ha
reconocido la Corte IDH en su sentencia del caso Familia Barrios
vs. Venezuela, la obligación de respetar los derechos a la libertad
y a la integridad personal presenta modalidades especiales en el
caso de los niños.
Ejemplos de dichas modalidades o exigencias especiales
han sido desarrollados ampliamente en la jurisprudencia de la
Corte IDH. Así, en relación a la detención de menores, se precisó
que “debe ser excepcional y por el período más breve posible”
(caso Bulacio vs. Argentina), ello conforme al artículo 37.b de
la Convención de los Derechos del Niño, que dispone que "[l]a
detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a
cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida
de último recurso y durante el período más breve que proceda”.
Asimismo, respecto a la duración de los procesos que involucren
a niños, la Corte IDH ha establecido que existe una mayor
exigencia de celeridad. En ese sentido, reiteró en su sentencia del
caso Fornerón e hija vs. Argentina que “en vista de la importancia
de los intereses en cuestión, los procedimientos administrativos y
judiciales que conciernen la protección de los derechos humanos
de personas menores de edad, particularmente aquellos procesos
judiciales relacionados con la adopción, la guarda y la custodia de
niños y niñas que se encuentra en su primera infancia deben ser
manejados con una diligencia y celeridad excepcionales por parte
de las autoridades” (subrayado nuestro).
§. El derecho del niño a tener una familia
§. Principios relativos a la protección de los niños
3. A ello cabe agregarle que, por tratarse de una demanda
interpuesta a favor de un menor, la argumentación de la ponencia
debió considerar el principio de interés superior del niño, principio
implícitamente reconocido en el artículo 4° de la Constitución
y sobre el cual se asienta la doctrina de la protección integral
que, superando concepciones paterno-autoritarias, parte de “[l]a
consideración del niño y el adolescente como sujetos de derechos
y no como meros objetos de protección” (STC 3247-2008-PHC/
TC).
Es importante recordar que el interés superior del niño ha
sido definido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(en adelante, la Corte IDH), en su Opinión Consultiva OC-17/02,
como el “principio regulador de la normativa de los derechos
del niño [que] se funda en la dignidad misma del ser humano,
en las características propias de los niños, y en la necesidad de
propiciar el desarrollo de éstos, con pleno aprovechamiento de
sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances de la
Convención sobre los Derechos del Niño”, que en su artículo 3.1
dispone: “En todas las medidas concernientes a los niños que
tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social,
los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos
legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño”.
4. De allí que en los asuntos que afecten la vida familiar de
un niño, en los cuales existan intereses distintos y difícilmente
conciliables como sucede en el presente caso, resulte importante
que, tal como lo ha sostenido el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (en adelante, el Tribunal Europeo), el interés superior
del niño tenga una consideración primordial en la búsqueda de
equilibrar dichos intereses (caso Moretti y Benedetti c. Italia).
La no consideración del interés superior del niño en la toma
de decisiones que incidan sobre su esfera jurídica, quebranta a su
vez otro principio que nuestra Constitución consagra: el principio
de protección especial del niño, cuyo fundamento constitucional
radica en la especial situación en que los menores de edad se
encuentran, esto es, en plena etapa de formación en tanto personas
(STC 3330-2004-AA/TC).
En efecto, al establecer la Constitución en su artículo 4° que
la “comunidad y el Estado protegen especialmente al niño”, “el
constituyente ha reconocido el principio de especial protección del
niño, que se fundamenta en la debilidad, inmadurez (física y mental)
o inexperiencia en que se encuentran los niños, y que impone tanto
al Estado como a la familia, a la comunidad y a la sociedad, entre
otras acciones y deberes, la obligación de brindarles atenciones y
cuidados especiales y el deber de adoptar las medidas adecuadas
de protección para garantizar su desarrollo libre, armónico e
integral” (STC 1817-2009-PHC/TC).
En ese sentido, según lo establecido en la STC 2079-2009PHC/TC, “constituye un deber el velar por la vigencia de los
derechos del niño y la preferencia de sus intereses, resultando
que ante cualquier situación en la que colisione o se vea en
riesgo el interés superior del niño, indudablemente, este debe ser
preferido antes que cualquier otro interés. (…) En consecuencia,
en la eventualidad de un conflicto frente al presunto interés del
adulto sobre el del niño, prevalece el de este último; y es que
parte de su esencia radica en la necesidad de defensa de los
derechos de quien no puede ejercerlos a plenitud por sí mismo
y de quien, por la etapa de desarrollo en que se encuentra, no
puede oponer resistencia o responder ante un agravio a sus
derechos” (subrayado agregado).
La estrecha relación que existe entre ambos principios se
desprende también de la sentencia del caso Atala Riffa y niñas
vs. Chile, donde la Corte IDH reiteró que “para asegurar, en la
mayor medida posible, la prevalencia del interés superior del
niño, el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño
establece que éste requiere “cuidados especiales”, y el artículo
19 de la Convención Americana señala que debe recibir “medidas
especiales de protección”.
6. En la STC 1317-2008-PHC/TC se estableció que las
restricciones a las relaciones familiares “se oponen también a la
protección de la familia como garantía institucional de la sociedad,
a tenor del artículo 4° de la Constitución”.
Al respecto, debe señalarse que en el caso de las familias
con niños, las referidas restricciones vulneran además el principio
de protección especial del niño; ello conforme a lo indicado por
la Corte IDH en su Opinión Consultiva OC-17/02: “El derecho de
toda persona a recibir protección contra injerencias arbitrarias o
ilegales en su familia, forma parte, implícitamente, del derecho
a la protección de la familia y del niño”, esto debido a que “[e]l
niño tiene derecho a vivir con su familia, llamada a satisfacer sus
necesidades materiales, afectivas y psicológicas” (subrayado y
énfasis nuestro).
En efecto, tal como lo ha establecido el Tribunal Europeo en
el caso Buscemi c. Italia, la convivencia entre padres e hijos es un
elemento fundamental de la vida familiar. Y el disfrute mutuo de
dicha convivencia constituye “una manifestación del derecho del
niño a tener una familia y no ser separado de ella (…) derecho
[que] se vulnera cuando por razones ajenas a la voluntad y al
interés superior del niño, este es separado de su familia, o se le
impide el contacto con alguno de sus miembros” (STC 1817-2009PHC/TC).
7. Por lo expuesto, y como se desprende de la STC 1817-2009PHC/TC, el niño que esté separado de uno o ambos padres tiene
derecho a mantener relaciones personales y contacto directo con
ellos de modo regular (salvo que sea contrario al interés superior
del niño). Es conveniente precisar que la obligación de respetar
dicho derecho, contenida en el artículo 9.3 de la Convención sobre
los Derechos del Niño, “no sólo debe ser cumplida por el Estado,
sino también por la familia, la sociedad y la comunidad”.
Asimismo, conviene destacar que la ruptura del contacto de
un niño pequeño con su padre puede conducir a una alteración
creciente en la relación entre ambos y el paso del tiempo puede
tener consecuencias irremediables sobre dicha relación, razón
por la que las medidas dirigidas a reunirlos deben ser adoptadas
rápidamente (Tribunal Europeo, caso Saleck Bardi c. España).
§. El derecho del niño a crecer en un ambiente de afecto y
de seguridad moral y material
8. Manteniendo esta orientación proteccionista de los derechos
de los niños, el Tribunal Constitucional reconoció que el niño tiene
derecho a crecer en un ambiente de afecto y de seguridad moral y
material, conforme se encuentra establecido en el Principio 6 de la
Declaración de los Derechos del Niño, el cual dispone que el “niño,
para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad necesita
de amor y comprensión. Siempre que sea posible deberá crecer al
amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en
un ambiente de afecto y seguridad moral y material” (STC 18172009-PHC/TC).
Sobre la base de este derecho, se “ha entendido que el Estado,
la sociedad y la comunidad asumen la obligación de cuidar, asistir y
proteger al niño para procurar que tenga un nivel de vida adecuado
y digno para su desarrollo físico, psíquico, afectivo, intelectual,
ético, espiritual y social” (STC 02892-2010-PHC/TC).
§. El derecho del niño a la integridad psíquica
9. El Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre el
derecho de toda persona a la integridad psíquica -el cual se expresa
en la preservación de las habilidades motrices, emocionales e
intelectuales-, recordando que el apartado h) del inciso 24) del
artículo 2° de la Constitución prohíbe toda forma de violencia
psíquica contra una persona. Ha advertido, asimismo, que en la
jurisprudencia los actos de afectación psíquica son recurrentes en
el ámbito familiar (STC 2333-2004-HC/TC).
Al respecto, es importante destacar que en su STC 020792009-PHC/TC, se ha establecido que “teniendo en cuenta el
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Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
aspecto emocional de la integridad psíquica de la persona (…)
aquel presenta una especial manifestación para con el niño,
pues (…) comprende la necesidad de que i) el sentimiento de
seguridad sea progresivo o por lo menos estable, y ii) la estabilidad
emocional de la cual goza no se vea perturbada ni reducida por
agentes o elementos exteriores. Es por ello que el afecto, el cariño,
la empatía, la aceptación y los estímulos que recibe un niño de
sus padres refuerzan su expresión emocional y el desarrollo de
su personalidad; razonamiento que guarda concordancia con los
establecido en el artículo 4° del Código de los Niños y Adolescentes,
en lo que concierne a la integridad psíquica, libre desarrollo y
bienestar” (subrayado agregado).
De lo señalado, se puede concluir que la separación arbitraria
entre un niño y su padre configura, de por sí, la vulneración del
derecho a la integridad psíquica del niño, vulneración que, como
ha destacado la Corte Interamericana, puede ser producto de
la interferencia de uno de los padres, pues “haciendo alusión a
los artículos 19 y 37 [que protege el derecho de los niños a no
ser objeto de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes]
de la Convención sobre los Derechos del Niño, ha reconocido el
derecho del niño a ser protegido contra interferencias de actores
no-estatales tales como el maltrato de uno de los padres” (Opinión
Consultiva OC-17/02).
§. Análisis del caso concreto
10. Del análisis del expediente de autos, se tiene que en el
Acta de Conciliación N° 001-2011, de fecha 6 de enero de 2011, se
acordó otorgar al recurrente la tenencia legal de su hijo identificado
con las iniciales L.A.F.R., y se estableció un régimen de visitas a
favor de la emplazada Silvana Daniela Rojas Rojas.
Asimismo, se advierte que la referida conciliación se realizó
en el marco de una relación conflictiva entre los padres, producto
del supuesto abandono su hijo por parte de la demandada, quien
lo habría descuidado por mantener una relación amorosa con un
preso. Tal es así que en el Acta de Conciliación se acordó como
causal de suspensión del régimen de visitas que la emplazada
expusiera a su hijo “llevándolo a lugares de dudosa reputación
(penal)”.
En ese sentido, mientras el recurrente afirma en su demanda
que la emplazada le entregó voluntariamente la tenencia de su
hijo, a quien viene criando desde 2010 pues ella “lo abandonó por
preferir ir al Penal para ser la amante de un preso”; ella sostiene
haber firmado la conciliación amenazada por su ex conviviente, no
obstante que reconoce haber acudido hasta en dos oportunidades
con su hijo al penal, según consta en el Acta Fiscal de fecha 21 de
octubre de 2011.
Es en dicho contexto que, incumpliendo lo pactado, la
demandada separó a L.A.F.R. de su hogar y de su padre en
octubre de 2011, reteniéndolo desde entonces en su domicilio.
Ello se evidencia del Acta Fiscal en la cual se dejó constancia
expresa de que en el acto llevado a cabo el 21 de octubre
de 2011, cuando “se exhorta a la madre del menor para que
entregue a su menor hijo a su padre que cuenta con un acto
de conciliación que le otorga la tenencia a su favor (…) ésta
indica que no lo va a hacer por cuanto prefiere afrontar el
proceso penal”. De esta manera, se corrobora el acto lesivo que
denuncia el demandante.
11. Resulta evidente que al impedir la emplazada que su hijo
se relacione continua, armónica y solidariamente con su padre,
perturbando con ello la estabilidad emocional de aquél, ha
vulnerado su derecho a la integridad personal y, en consecuencia,
su derecho a la libertad personal.
Y es que, en efecto, la arbitraria interferencia de la demandada,
aun sin haberse acreditado los supuestos maltratos físicos que le
han sido imputados, configura un maltrato psicológico que, como
se ha visto, afecta la integridad psíquica y el libre desarrollo y
bienestar del niño.
Por ello, la pretensión del demandado resulta compatible con
la naturaleza del proceso de hábeas corpus; más aún cuando el
sujeto beneficiario es un niño pequeño, cuya condición exige, a
la luz de los principios de protección especial e interés superior
del niño, que las medidas dirigidas a protegerlo sean adoptadas
rápidamente.
Además, por los hechos alegados y en virtud del principio iura
novit curia, consideramos que frente a la imposibilidad de L.A.F.R.
de estar junto a su padre -llamado a “satisfacer sus necesidades
materiales, afectivas y psicológicas”-, también se vulneraron sus
derechos a tener una familia y a crecer en un ambiente de afecto y
de seguridad moral y material.
Respecto a los parientes de la demandada, Richard, Gloria
y Daniel Rojas, no existe en el expediente prueba suficiente que
demuestre su participación en el acto lesivo.
Por estas razones, consideramos que la demanda debe ser
declarada FUNDADA, por haberse acreditado la vulneración de los
derechos a la integridad y libertad personal, a tener una familia y a
crecer en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material.
En ese sentido, reponiendo las cosas al estado anterior a la
vulneración, corresponde ordenar a Silvana Daniela Rojas Rojas
que entregue, de forma inmediata, al niño identificado con las
iniciales L.A.F.R., bajo apercibimiento de aplicarse las medidas
coercitivas previstas en el artículo 22° del Código Procesal
Constitucional y de ser denunciada por el delito de resistencia a
la autoridad.
Corresponde a su vez oficiar al Juez del Cuarto Juzgado de
Investigación Preparatoria de Ica para que ejecute de inmediato
la presente orden, conforme al artículo 22° del Código Procesal
Constitucional y con todas las garantías que le otorga la ley, así
como los apremios en caso de resistencia.
Asimismo, debe ordenarse al Director General de la Policía
Nacional que en forma inmediata preste al Juez del Cuarto
Juzgado de Investigación Preparatoria de Ica el auxilio de ley, a
fin de ubicar al niño identificado con las iniciales L.A.F.R. para que
éste sea entregado a Luis Hernán Flores García, facultándosele
el allanamiento y descerraje de la emplazada o cualquier otro
domicilio en donde se pueda encontrar el niño, o cualquier otra
medida a fin de que la presente orden se ejecute de inmediato en
sus propios términos.
Finalmente, se debe remitir copia de los actuados al Fiscal
Penal para los fines pertinentes.
Sres.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN
Puestos los autos a despacho para dirimir la discordia surgida,
y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º, parágrafo
quinto, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y en los
artículos 11º y 11º-A de su Reglamento Normativo, procedo a emitir
el siguiente voto:
Luego del análisis de autos, comparto plenamente los
fundamentos expuestos en el voto suscrito por los magistrados
Mesía Ramírez y Eto Cruz; en consecuencia, mi voto también es
porque se declare FUNDADA la demanda, por haberse acreditado
la vulneración de los derechos a la integridad y libertad personal,
a tener una familia y a crecer en un ambiente de afecto y de
seguridad moral y material.
En ese sentido, reponiendo las cosas al estado anterior a la
vulneración, corresponde ordenar a la demandada doña Silvana
Daniela Rojas Rojas que entregue de forma inmediata al niño
identificado con las iniciales L.A.F.R., bajo apercibimiento de
aplicarse las medidas coercitivas previstas en el artículo 22º del
Código Procesal Constitucional y de ser denunciada por el delito
de resistencia a la autoridad.
Debe oficiarse también al Juez del Cuarto Juzgado de
Investigación Preparatoria de Ica para que ejecute de inmediato
la presente orden, conforme al artículo 22º del Código Procesal
Constitucional y con todas las garantías que le otorga la ley, así
como los apremios en caso de resistencia.
Asimismo, debe ordenarse al Director General de la Policía
Nacional para que en forma inmediata preste al Juez del Cuarto
Juzgado de Investigación Preparatoria de Ica el auxilio de ley, a fin
de ubicar al niño identificado con las iniciales L.A.F.R. para que éste
sea entregado a Luis Hernán Flores García, debiendo disponer las
medidas correspondientes como el allanamiento y descerraje, de
ser necesario, a fin de que se ejecute la presente sentencia en sus
propios términos.
Finalmente, se debe remitir copia de los actuados al Fiscal
Penal para los fines pertinentes.
Sr.
CALLE HAYEN
VOTO SINGULAR
CALLIRGOS
DEL
MAGISTRADO
BEAUMONT
Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Luis Hernán Flores García, a favor del menor de edad de iniciales
L. A. F. R., contra la resolución de la Sala Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 46, su fecha 14
de diciembre de 2011, que declaró improcedente la demanda de
autos, el magistrado firmante emite el siguiente voto:
1. Con fecha 11 de noviembre de 2011, don Luis Hernán Flores
García interpone demanda de hábeas corpus a favor del menor de
edad de iniciales L. A. F. R. y la dirige contra la madre del citado
menor, doña Silvana Daniela Rojas Rojas y sus familiares don
Richard Rojas, doña Gloria Rojas y don Daniel Rojas, con el objeto
de que la madre demandada devuelva al referido menor al cuidado
del recurrente, conforme a lo señalado en el Acta de Conciliación
Nº 001-2011.
Al respecto afirma que a través de la mencionada acta de
conciliación la madre del menor accedió a otorgarle la tenencia
del favorecido, a quien viene criando desde el año 2010 debido al
abandono de su madre; que sin embargo, pese a que en la citada
acta se ha precisado que las visitas de la madre serán sólo los
días domingo, dicha señora viene reteniéndolo ilegalmente en su
domicilio, negándose a devolverlo con la única finalidad de frustrar
la demanda civil sobre alimentos que ha sido interpuesta en su
contra. Señala que el beneficiario viene siendo maltratado física y
psicológicamente por los demandados, quienes ponen en riesgo su
salud al negarle continuar con su tratamiento y exámenes médicos.
Agrega que en el aludido domicilio no hay condiciones adecuadas
para que pueda vivir el menor favorecido, quien viene recibiendo
un trato humillante.
2. Las instancias judiciales del hábeas corpus declararon
la improcedencia liminar de la demanda, por considerar que
los hechos denunciados no están referidos en forma directa al
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Jueves 1 de mayo de 2014
PROCESOS CONSTITUCIONALES
contenido constitucionalmente protegido por el derecho a la libertad
personal, y que la controversia debe ser solucionada en la vía y
forma que establece la ley de la materia.
3. Respecto a la figura jurídica del rechazo liminar, el
Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia recaída en
el caso Víctor Esteban Camarena [STC 06218-2007-PHC/TC,
fundamento12] que cabe el rechazo liminar de una demanda de
hábeas corpus cuando: i) los hechos y el petitorio de la demanda no
están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado (artículo 5.1 del C.P.Const.), y
ii) a la presentación de la demanda haya cesado la amenaza o
violación de un derecho constitucional o ésta se haya convertido
en irreparable (artículo 5.5 del C.P.Const.).
Cabe enfatizar que los aludidos supuestos se presentan
ante la configuración manifiesta de una causal de improcedencia
específicamente descrita en la norma que hace viable el rechazo
de una demanda de hábeas corpus que se encuentra condenada
al fracaso y, que a su vez, restringe la atención oportuna de
otras demandas que merecen un pronunciamiento urgente por el
fondo.
4. La Constitución establece expresamente en su artículo
200º, inciso 1, que el hábeas corpus procede cuando se vulnera
o amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales
conexos a ella. No obstante, no cualquier reclamo que alegue
la presunta afectación del derecho a la libertad individual o
sus derechos conexos puede dar lugar al análisis del fondo
de la materia cuestionada mediante el hábeas corpus, pues
para ello debe examinarse previamente si los hechos cuya
inconstitucionalidad se denuncia revisten relevancia constitucional
y, luego, si agravian el contenido constitucionalmente protegido
del derecho fundamental a la libertad personal. Es por ello que el
Código Procesal Constitucional prevé en su artículo 5°, inciso 1),
que “no proceden los procesos constitucionales cuando: 1) los
hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma
directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho
invocado”.
5. Del análisis de los argumentos expuestos en la demanda
se advierte que lo que en realidad pretende el recurrente es que a
través del presente hábeas corpus se ejecute lo resuelto en el acta
de conciliación referida a la tenencia y régimen de visitas de su
menor hijo de iniciales L. A. F. R., en tanto se encuentra en trámite
una demanda sobre alimentos interpuesta en contra de la madre
del menor, pretensión que resulta incompatible con la naturaleza
de este proceso constitucional, dado que, así como no es función
del juez constitucional determinar a quién le corresponde ejercer la
tenencia del menor, tampoco lo es garantizar la correcta ejecución
de un acta de conciliación, lo que debe ser solicitado ante la justicia
ordinaria.
6. En consecuencia corresponde el rechazo de la demanda en
aplicación de la causal de improcedencia contenida en el artículo 5º,
inciso 1 del Código Procesal Constitucional, toda vez que los hechos
y los fundamentos fácticos que la sustentan no están referidos en
forma directa y concreta al contenido constitucionalmente protegido
del derecho a la libertad personal.
Por estas consideraciones, mi voto es por declarar
IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus de autos.
formar sentencia como lo prevé el artículo 5º, cuarto párrafo, de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, y el artículo 11º, primer
párrafo del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 27 días del mes de noviembre de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, inicialmente integrada por
los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez y Eto Cruz,
pronuncia la siguiente sentencia, con el voto en mayoría de los
magistrados Beaumont Callirgos y Eto Cruz, el voto en discordia
del magistrado Mesía Ramírez, posición a la que se suma el
magistrado Álvarez Miranda, llamado a dirimir; y el voto finalmente
dirimente del magistrado Calle Hayen, que concurre con la posición
de los magistrados Beaumont Callirgos y Eto Cruz; votos, todos,
que se agregan a los autos.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Octavio
Catalino Mamani Condori contra la resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao,
de fojas 81, su fecha 8 de noviembre de 2011, que declaró
improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 21 de junio de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Bellavista,
manifestando que ha sido objeto de un despido incausado, por lo
que solicita su reincorporación en el puesto de obrero del Taller
de Maestranza. Sostiene haber laborado desde el 1 de setiembre
de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010, bajo la modalidad de
contratos administrativos de servicios, y luego bajo la modalidad
de prestación de servicios por terceros desde el 2 de enero al 9 de
mayo de 2011, y que el día 10 del último mes y año citados se le
impidió el ingreso a su centro de trabajo.
El Procurador Público de la entidad emplazada contesta la
demanda manifestando que el demandante tenía una relación
laboral a plazo determinado, que se extinguió al vencerse el plazo
del contrato suscrito entre las partes, razón por la que no existe
afectación de ningún derecho constitucional.
El Sexto Juzgado Civil del Callao, con fecha 26 de agosto
de 2010, declaró improcedente la demanda, por considerar que
existe una vía judicial ordinaria que cuenta con etapa probatoria,
donde se puede proteger en forma adecuada y eficaz el derecho
del demandante.
La Sala revisora confirmó la apelada, por similares criterios.
FUNDAMENTOS
Por los fundamentos que a continuación se exponen en
los votos que se acompañan, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Sr.
Declarar FUNDADA la demanda.
BEAUMONT CALLIRGOS
Publíquese y notifíquese.
VOTO DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA
SS.
Con el debido respeto por la opinión de mis colegas Mesía
Ramírez y Eto Cruz, me adhiero a lo resuelto por mi colega
Beaumont Callirgos, pues conforme lo justifica, también considero
que la demanda resulta improcedente.
Sr.
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076220-6
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00365-2012-PA/TC
CALLAO
OCTAVIO CATALINO MAMANI CONDORI
RAZÓN DE RELATORÍA
La resolución recaída en el Expediente Nº 00365-2012-PA/TC
es aquella conformada por los votos de los magistrados Beaumont
Callirgos, Calle Hayen y Eto Cruz, que declara FUNDADA la
demanda interpuesta. El voto del magistrado Beaumont Callirgos
aparece firmado en hoja membretada aparte, pues no puede
aparecer junto con las firmas de los demás magistrados debido a
que, mediante Resolución Administrativa Nº 66-2013-P/TC, de fecha
3 de mayo de 2013, publicada en el diario oficial “El Peruano” el 6
de mayo de 2013, se ha declarado la vacancia de dicho magistrado;
asimismo, se deja constancia que la emisión de su voto –formulado
con fecha anterior a la declaratoria de su vacancia– se puso en
conocimiento de las partes en su oportunidad. Se deja constancia
también que, pese a no ser similares, los votos de los magistrados
concuerdan en el sentido del fallo y alcanzan la mayoría para
48887
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
VOTO DE LOS MAGISTRADOS BEAUMONT CALLIRGOS Y
ETO CRUZ
Con el debido respeto por la opinión expresada por nuestro
colega magistrado, consideramos que la demanda de autos debe
ser declarada FUNDADA. Los argumentos que respaldan nuestra
posición son los siguientes:
Sobre la regla de la “prórroga automática”
1. La opinión de la minoría sostiene que no corresponde la
reposición laboral, porque el encubrimiento de la relación de
trabajo del demandante mediante un contrato de naturaleza civil
no supone una afectación a sus derechos fundamentales, sino
que constituye en realidad una falta administrativa de la entidad
empleadora que es necesario determinar y sancionar. Estima
que los contratos civiles celebrados de ningún modo pueden
desnaturalizarse en una relación de trabajo a plazo indeterminado,
puesto que se ha comprobado que el demandante se desempeñó
“antes” mediante un contrato administrativo de servicios (en
adelante, CAS). Y, en todo caso se deberá presumir que dicho
CAS se prorrogó automáticamente por igual tiempo al estipulado
en los contratos civiles simulados, y que su culminación se dio por
decisión unilateral de la emplazada.
2. Al respecto, sobre la aplicación de la regla de la “prórroga
automática” del CAS, debemos reiterar nuestra plena disconformidad
por su clara incompatibilidad con el marco laboral de nuestra
Constitución (preferencia de la contratación laboral indefinida) y
con la jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional sobre
protección del derecho al trabajo, tal como se ha expresado en
pronunciamientos anteriores (por todas, cfr. el voto singular en
48888
PROCESOS CONSTITUCIONALES
la STC 02695-2011-PA), argumentos in extenso a los cuales nos
remitimos. En el presente caso sólo señalaremos que, en resumen,
la regla denominada “prórroga automática” del CAS presentaba
serios vicios de forma y de fondo que no ameritaban su aplicación
en ningún supuesto.
3. En cuanto a los vicios de forma, se dijo que, a pesar
que la regla de la prórroga automática ha sido incorporada
recientemente en el Reglamento del Decreto Legislativo 1057, aun
así, adolece de nulidad jurídica. En principio, porque la citada regla
no desarrolla ningún extremo de la ley objeto de reglamentación
(Decreto Legislativo 1057); por el contrario, excede sus alcances
al establecer consecuencias jurídicas (prórroga automática) a un
estado de cosas no regulado por él (existencia de trabajadores con
CAS vencidos). Y, sobre todo, porque la referida regla restringe
mediante una norma de nivel reglamentario el ejercicio de un
derecho de nivel constitucional, como es el caso del derecho al
trabajo en su manifestación concreta de una protección adecuada
contra el despido arbitrario. Esto último, como consecuencia
de hacerse “reingresar” al trabajador sin contrato al régimen del
CAS que es un régimen “especial” y de contratación “temporal”,
cuando estos hechos irregulares son subsumibles en el artículo 4
del Decreto Supremo 003-97-TR, que regula la presunción legal de
existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado.
Sobre los vicios de fondo, se indicó, entre otras cuestiones,
que al hacerse “reingresar” al trabajador al régimen del CAS, se
le aplicaba las restricciones laborales propias de este régimen,
cuando en estricto son trabajadores sin contrato a los que,
técnicamente, les es aplicable el artículo 4 del Decreto Supremo
003-97-TR (sin perjuicio, por supuesto, de observar la normativa
laboral de cada entidad estatal). Asimismo, como efecto de esto, se
observó que la aplicación de la prórroga automática fragmentaba
a los trabajadores sin contrato en dos grupos según el criterio
del pasado laboral. A unos les otorga una protección disminuida
contra el despido arbitrario (la indemnización por un máximo de
dos contraprestaciones dejadas de percibir) y a otros les otorga
la protección restitutoria (reposición en el puesto de trabajo),
dependiendo de si el trabajador tiene o no pasado laboral de CAS,
respectivamente.
4. Ahora, en la medida en que en el presente caso no se trata,
en stricto sensu, de una prórroga automática del CAS vencido para
trabajadores sin contrato, sino más bien una prórroga automática
creada jurisprudencialmente para trabajadores con contratos civiles
simulados; debemos decir que los argumentos sobre los vicios de
fondo, supra esgrimidos, son en esencia trasladables. Así, primero,
la creación de una regla de prórroga automática para trabajadores
con contratos simulados es problemático, porque ya existe una
regulación al respecto. El artículo 4 del Decreto Supremo 00397-TR expresamente señala que “En toda prestación de trabajo
personal de servicios remunerados y subordinados, se presume
la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”
(subrayado agregado), artículo que es de aplicación reiterada
por el Tribunal Constitucional para resolver este tipo de casos
genéricos de encubrimiento de una relación de trabajo. Por ello,
no resulta comprensible que no obstante concurrir esta presunción
de orden pro operario, se opta por crear una regla nueva de
“reingreso” al régimen del CAS y, peor aún, restrictiva de derechos.
Y segundo, se discrimina a los trabajadores con contratos civiles
simulados nuevamente según el criterio del pasado laboral, cuando
los trabajadores con contratos simulados, con o sin pasado de
un CAS, están en la misma situación jurídica de vulneración de
sus derechos al trabajo. Efectivamente, ambos no pertenecen al
régimen del CAS y ambos están sujetos a un ilícito de fraude a la
ley laboral.
5. Adicionalmente, es de resaltar que la regla de la “prórroga
automática” es contradictoria, incluso, con la propia jurisprudencia
del Tribunal Constitucional en materia de CAS. En efecto, si
este máximo órgano ha declarado en su STC 00002-2010-PI
(y su resolución de aclaración) que el régimen del CAS es un
régimen de trabajo y, además es “especial”, o sea, de aplicación
limitada y restringida sólo a un grupo de trabajadores del sector
público; resulta inconsistente aceptar que siendo “especial” se
aplique supletoriamente, como fórmula general, ante cualquier
contratación fraudulenta de todo el personal que en algún momento
suscribieron un CAS; más aún si es que el propio legislador ha
declarado recientemente que el régimen del CAS es actualmente
“transitorio”, de conformidad con lo estipulado en la Ley 29849 (Ley
que establece la eliminación progresiva del régimen especial del
Decreto Legislativo Nº 1057 y otorga derechos laborales). Si esta
es la lógica, es decir la transitoriedad del régimen del CAS hasta
su completa eliminación, contradictoriamente entonces se estaría
convirtiendo a este régimen en uno nuevo de carácter “general” y
equiparable a los regímenes de los Decretos Legislativos 276 y
728.
Consecuentemente, por las razones expuestas, consideramos
que la legislación aplicable no es el Decreto Legislativo 1057 ni
su reglamento, sino la normatividad laboral general de la actividad
privada sobre los casos genéricos de una contratación simulada
que pretenda encubrir una relación de trabajo.
Análisis del caso concreto
6. En ese sentido, con el acta de verificación de despido
arbitrario del 24 de mayo del 2011 (fojas 5), con el Informe Nº
033-2011-MUDIBE-DAF-UP/VAL del 12 de julio del 2011 (fojas 22)
y con los CAS y sus adendas (fojas 23 a 30), se verifica que el
demandante ha venido prestando servicios desde el 1 de setiembre
del 2008 hasta el 9 de mayo del 2011, siendo su último periodo
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de contratación desde el 2 de enero del 2011 como mecánico del
área de limpieza pública de la emplazada en la modalidad servicios
prestados por terceros. Teniendo como premisa que el antiguo CAS
suscrito por el demandante culminó por vencimiento de su plazo (31
de diciembre de 2010, fojas 30) y que, por ende, ya no pertenece
a él; corresponde señalar que en vista de que en este último
periodo de contratación el demandante ha realizado labores en una
actividad principal de la entidad (mecánico del área de limpieza
pública) en forma subordinada y permanente, debe aplicarse el
principio de primacía de la realidad (artículo 4 del Decreto Supremo
003-97-TR), en virtud del cual debe preferirse la existencia de una
relación de naturaleza laboral y no civil, en caso de discordancia
entre lo que fluye de los documentos y lo que sucede en la realidad;
por lo que, siendo este el caso, la emplazada al haber despedido al
demandante sin haberle expresado la existencia de una causa justa
relacionada con su capacidad o conducta laboral que justifique su
decisión, ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo, frente
a lo cual corresponde estimar la demanda.
Enese sentido, por las consideraciones expuestas, nuestro
voto es porque se declare FUNDADA la demanda por haberse
acreditado la vulneración del derecho constitucional al trabajo; en
consecuencia, nulo el despido del actor, debiendo ordenarse a la
emplazada cumpla con reponer a don Octavio Catalino Mamani
Condori como trabajador a plazo indeterminado en su mismo
puesto de trabajo o en otro de igual o similar nivel, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución aplique
las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22° y 59° del
Código Procesal Constitucional.
Sres.
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
VOTO DIRIMENTE DEL MAGISTRADO CALLE HAYEN
Puesto los autos a mi despacho para dirimir la discordia
surgida; por lo que de conformidad con lo dispuesto en el artículo
5º, parágrafo 5º, de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional Nº
28301 y art. 11 y 11º-A de su Reglamento normativo, procedo a
emitir siguiente voto:
1.- Que es de verse de autos, que la pretensión está dirigida
a que se ordene la reincorporación del recurrente en el cargo
de Obrero que venía desempeñando en el taller de maestranza
de la Municipalidad demandada. Sostiene que ingresó a laborar
para la demandada como obrero el 09 de enero de 2008 como
trabajador de limpieza pública y que si bien suscribió contrato CAS,
este concluyó el 31 de diciembre de 2010. Precisa que a partir
del 2 de enero de 2011 fue contrato bajo contrato servicios por
terceros para desempeñar las funciones de Mecánico en el local de
maestranza municipal, el mismo que lo desempeñó hasta el 09 de
mayo de 2011 esto es 4 meses 7 días, fecha en la cual se le impidió
el ingreso a su centro de trabajo, sin que mediara causa alguna,
hecho que fue constatado por el Ministerio de Trabajo mediante
acta de verificación de fecha 24 de mayo de 2011.
2.- Que el artículo 22° de la Constitución Política del Perú
establece que: “ El trabajo es un deber y un derecho. Es base del
bienestar social y medio de realización de una persona”. Mientras
que el artículo 27° de la acotada señala que: “ La ley otorga al
trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”.
3.- En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial
del derecho al trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un
puesto de trabajo, por una parte, y por otra, el derecho a no ser
despedido sino por causa justa. En el primer caso, el derecho al
trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política
orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo;
si bien este derecho humano catalogado como progresivo de
acuerdo al Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales
y Culturales, cuya realización se encontraba condicionada a
factores tales como la disposición de recursos económicos; hoy
esta distinción entre categorías ha sido superado, reconociéndose
ampliamente la indivisibilidad, interdependencia e interrelación de
todos los derechos humanos, por lo tanto son igualmente exigibles
y justiciables. El segundo aspecto trata del derecho al trabajo
entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa
justa.
4.- La cuestión controvertida consiste en determinar si entre las
partes existió o no un contrato de trabajo a plaza indeterminado; por
lo que atendiendo a los medios probatorios ofrecidos; lo expuesto
por las partes en la demanda y contestación a la misma; bajo el
razonamiento del principio de primacía de la realidad podremos
determinar si en efecto nos encontramos frente a un contrato de
trabajo o conforme lo señala la empresa frente un contrato civil.
5.- Cabe señalar que con respecto al principio de primacía de
la realidad, elemento implícito de nuestro ordenamiento jurídico y
concretamente impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra
Constitución, se ha precisado en la STC Nº 1944-2002-AA/TC, que:
“(…) en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo
que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero;
es decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos” (Fund.3).
6.- Que del Contrato que corre a fojas 23, corroborado con
el informe Nº 033-2011-MUDIBE-DAF-UP/VAL de fecha 12 de
julio de 2011, en efecto se acredita que el actor ingresó a prestar
servicios para la demandada con fecha 01 de setiembre de 2008,
bajo la modalidad de Contrato Administrativo de Servicios para
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PROCESOS CONSTITUCIONALES
desempeñar labores de limpieza pública, el mismo que se ha
venido renovando conforme es de verse de las renovaciones y
prórrogas que en copia corre de fojas 24 al 30, pudiéndose advertir
de las piezas adjuntas que el último contrato CAS venció el 31 de
diciembre de 2010.
7.- Que a fojas 5 al 8 corre el Acta de Verificación de Despido
Arbitrario mediante la cual el Inspector de Trabajo verifica que el
actor ha venido prestando servicios para la demandada desde el
2 de enero de 2011 bajo modalidad de servicios prestados por
terceros, para desempeñar las labores de Mecánico en el local
de maestranza municipal, afirmación que no ha sido contradicha
por la demandada, sino por el contrario ha sido admitido por la
demandada conforme es de verse del fundamento 5º del escrito de
contestación a la demanda (parte pertinente fojas 33); que si bien la
demandada sostiene que en su calidad de servicios prestados por
terceros no tendría ningún vinculo laboral, sin embargo atendiendo
a las labores que ha venido desarrollando el trabajador “ Obrero
mecánico” en aplicación al principio de primacía de la realidad y
en conformidad con lo dispuesto en el artículo 4º del Texto Único
Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, el
contrato de trabajo celebrado entre las partes se ha convertido en
indeterminado.
8.- Siendo esto así, estando a que el cese del demandante se
ha producido sin expresión de causa, la demandada ha incurrido
en vulneración constitucional al derecho del trabajo, al debido
proceso y a la adecuada protección contra el despido arbitrario,
por lo que en mérito de la finalidad restitutoria del proceso de
amparo, procede la reposición del demandante en el cargo que
venía desempeñando al momento de producirse el despido o en
otro de similar nivel o jerarquía.
Por las consideraciones expuestas, mi voto es porque se
declare FUNDADA la demandada, al haberse acreditado la
vulneración al derecho fundamental al trabajo, consecuentemente
NULO el despido de la que fue objeto el actor, consecuentemente
ORDENO que la Municipalidad Distrital de Bellavista, reponga a
don Octavio Catalino Mamani Condori como trabajador a plazo
indeterminado en su mismo puesto de trabajo o en otro de igual o
similar nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el
juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los
artículos 22º y 59º del Código Procesal Constitucional.
Sr.
CALLE HAYEN
VOTO SINGULAR DEL MAGISTRADO MEMA RAMÍREZ
Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don
Octavio Catalino Mamani Condori contra la resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Callao, de fojas 81, su fecha 8 de noviembre de 2011, que declaró
improcedente la demanda de autos, el magistrado firmante emite
el siguiente voto:
ANTECEDENTES
Con fecha 21 de junio de 2011, el recurrente interpone
demanda de amparo contra la Municipalidad Distrital de Bellavista,
manifestando que ha sido objeto de un despido incausado, por lo
que solicita su reincorporación en el puesto de obrero del Taller
de Maestranza. Sostiene haber laborado desde el 1 de setiembre
de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010, bajo la modalidad de
contratos administrativos de servicios, y luego bajo la modalidad
de prestación de servicios por terceros desde el 2 de enero al 9 de
mayo de 2011, y que el día 10 del último mes y año citados se le
impidió el ingreso a su centro de trabajo.
El Procurador Público de la entidad emplazada contesta la
demanda manifestando que el demandante tenía una relación
laboral a plazo determinado, que se extinguió al vencerse el plazo
del contrato suscrito entre las partes, razón por la que no existe
afectación de ningún derecho constitucional.
El Sexto Juzgado Civil del Callao, con fecha 26 de agosto
de 2010, declaró improcedente la demanda, por considerar que
existe una vía judicial ordinaria que cuenta con etapa probatoria,
donde se puede proteger en forma adecuada y eficaz el derecho
del demandante.
La Sala revisora confirmó la apelada, por similares criterios.
§. Análisis del caso concreto
4. Para resolver la controversia planteada, conviene recordar
que en las SSTC 00002- 2010-PI/TC y 03818-2009-PA/TC, así
como en la RTC 00002-2010-PI/TC, el Tribunal Constitucional
ha establecido que el régimen de protección sustantivoreparador
contra el despido arbitrario, previsto en el régimen laboral especial
del contrato administrativo de servicios, guarda conformidad con el
artículo 27° de la Constitución.
Hecha la precisión que antecede, cabe señalar que en el presente
caso existen dos hechos ciertos que se encuentran contrastados con
los medios probatorios obrantes en autos y que son aceptados por
las partes, al no haber sido negados o contradichos. El primero de
ellos, es que el demandante laboró bajo el régimen laboral especial
del Decreto Legislativo N° 1057, desde el 1 de setiembre de 2008
hasta el 31 de diciembre de 2010 (f. 23 a 30). Y el segundo es que,
desde el 2 de enero hasta el 9 de mayo de 2011, el actor laboró
bajo la modalidad de "servicios por terceros", conforme se advierte
del contenido del Acta de verificación de despido arbitrario, obrante
de fojas 5 a 8 de autos, en la cual el empleador manifestó que el
demandante durante el periodo comprendido entre el 2 de enero y el
9 de mayo de 2011, prestó servicios bajo la modalidad de servicios
por terceros, no habiendo sido contradicho por la parte contraria.
5. Así las cosas, resulta relevante también destacar que el
demandante, durante los 2 últimos periodos referidos, desempeñó
la mismas labores (Mecánico del Área de Limpieza Pública). Este
hecho permite concluir que los supuestos contratos de servicios
prestados por terceros, en la realidad de los hechos encubrieron
una relación de naturaleza laboral y no civil.
Por dicha razón, considero que durante el periodo comprendido
entre el 2 de enero y el 9 mayo de 2011, la entidad emplazada
ha incumplido sus obligaciones como empleadora, motivo por el
cual el demandante tiene expedita la vía ordinaria para demandar
el abono de sus beneficios sociales no percibidos, ya que ello no
puede dilucidarse mediante el presente proceso.
6. Dicho lo anterior, corresponde determinar las consecuencias
jurídicas del actuar arbitrario de la Municipalidad Distrital de
Bellavista. Al respecto, debo precisar que si bien los contratos
civiles celebrados entre las partes encubrieron una relación laboral,
ello no genera que la relación laboral encubierta se encuentre
regulada por el régimen laboral del Decreto Supremo Nº 00397-1R, pues antes de los contratos civiles el demandante venía
trabajando mediante contratos administrativos de servicios.
Por ello, cabe concluir que los contratos civiles encubrieron
un contrato de trabajo sujeto al régimen laboral especial regulado
por el Decreto Legislativo Nº 1057, pues en el presente caso
existe continuidad en la prestación del trabajo desempeñado por
el demandante, que la entidad emplazada pretendió encubrir
mediante contratos civiles.
Siendo ello así, considero que en el presente caso el último
contrato administrativo de servicios suscrito por el demandante
se prorrogó en forrna automática, razón por la cual, al haberse
terminado su relación laboral sin que se presente alguna de las
causas de extinción del contrato administrativo de servicios, el
demandante tiene derecho a percibir la indemnización prevista en
el artículo 13 3 del Decreto Supremo Nº 075-2008-PCM
7. Finalmente, cabe destacar que el hecho de que un
trabajador labore mediante contratos civiles que encubren una
relación laboral sujeta al régimen del contrato administrativo de
servicios, constituye una falta administrativa que debe ser objeto
de un procedimiento disciplinario, a fin de que se determine las
responsabilidades correspondientes.
8. En consecuencia, se concluye que la extinción de la relación
laboral del demandante no afecta derecho constitucional alguno,
por lo que no cabe estimas la demanda.
Por estos fundamentos, mi voto es por declarar INFUNDADA
la demanda de amparo, al no haberse acreditado la vulneración de
los derechos invocados.
Sr.
MESÍA RAMÍREZ
VOTO DEL MAGISTRADO ÁLVAREZ MIRANDA
Con el debido respeto por la opinión de mis colegas Beaumont
Callirgos y Eto Cruz, me adhiero a lo resuelto por mi colega Mesía
Ramírez, pues conforme lo justifica, también considero que la
demanda resulta infundada.
FUNDAMENTOS
Sr.
§. Procedencia de la demanda
ÁLVAREZ MIRANDA
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la
reposición del demandante en el cargo que venía desempeñando,
alegándose que habría sido objeto de un despido incausado
2. Por su parte, la emplazada manifiesta que el demandante
no fue despedido arbitrariamente, sino que cuando venció el plazo
de su último contrato administrativo de servicios se extinguió su
respectiva relación contractual.
3. De los argumentos expuestos por las partes y conforme a los
criterios de procedencia establecidos en el precedente vinculante
de la STC 00206-2005- PA/TC, considero que en el presente caso
procede evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido
arbitrario.
48889
W-1076220-7
PROCESO DE AMPARO
EXP. Nº 00403-2013-PA/TC
LA LIBERTAD
SIMÓN MARQUINA POLO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 2 días del mes de octubre de 2013, la Sala
Segunda del Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados
48890
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Simón
Marquina Polo contra la resolución expedida por la Segunda Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, de fojas 201, su fecha 9 de mayo de 2012, que declara
infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina
de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare
inaplicable la Resolución 65694-2006-ONP/DC/DL 19990, que le
deniega la pensión de jubilación minera; y que, en consecuencia,
se le otorgue pensión de jubilación minera dispuesta por la Ley
25009 concordante con el Decreto Ley 19990, con el abono de los
devengados, intereses legales y costos procesales.
La emplazada contesta la demanda alegando que de
conformidad con el artículo 5, inciso 2 del Código Procesal
Constitucional, debe declararse improcedente por existir una vía
igualmente satisfactoria. Respecto al fondo agrega que el actor
no ha adjuntado documentos idóneos que acredite la totalidad de
aportaciones para acceder a la pensión que solicita.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil Transitorio de
Descarga de Trujillo, con fecha 3 de octubre de 2011, declara
infundada la demanda, en aplicación el precedente vinculante del
fundamento 26.f de la STC 4762-2007-PA/TC.
La Sala Superior competente confirma la apelada por el mismo
fundamento.
FUNDAMENTOS
El Peruano
Jueves 1 de mayo de 2014
los criterios para el reconocimiento de periodos de aportaciones
que no han sido considerados por la ONP.
2.3.6. Para acreditar aportaciones, este Colegiado evalúa la
siguiente documentación presentada por las partes:
Compañía Minera Sayapullo S.A.
a.
Certificado de trabajo y declaración jurada, de la que se
advierte que el causante laboró del 20 de octubre de 1953 al 31 de
marzo de 1955 como palanero de superficie; del 1 de abril de 1955
al 31 de diciembre de 1955 como palanero de mina; del 1 de enero
de 1956 al 31 de agosto de 1956 como ayudante perforista; del 1
de setiembre de 1956 al 28 de diciembre de 1959 como perforista;
del 6 de abril de 1961 al 15 de junio de 1961 como volteador; y del
16 de junio de 1961 al 1 de junio de 1965 como perforista (f. 5).
Minera Rosicler S.A.
b. 9 boletas de pago (7 semanas de 1978 y 2 ilegibles) (f. 9 a
17, 19).
Guiseppe Pace Ravinez
c. 5 boletas de pago (5 semanas de 1980) (f. 22 a 26).
d. Carta notarial de renuncia al trabajo del actor con la
respectiva constancia notarial de recepción (f. 21)
César Ponce Espinoza
e. 4 boletas de pago ilegibles (f. 28 a 31).
Aurífera Igor
f. 1 boleta de pago ilegible y recibo de adelanto de sueldo (f.
31 y 32).
1. Delimitación del petitorio
El demandante solicita en el petitorio que se le otorgue
pensión de jubilación minera conforme a lo establecido en la Ley
25009, concordante con el Decreto Ley 19990, con el abono de
devengados, intereses legales y costas; en consecuencia, su
pretensión se encuentra comprendida en el supuesto previsto
en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual
corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida.
En el fundamento 37 de la STC 1417-2005-PA/TC, sobre
la base de los alcances del derecho fundamental a la pensión
como derecho de configuración legal, este Colegiado delimitó
los lineamientos jurídicos que permiten ubicar las pretensiones
que, por pertenecer al contenido esencial de dicho derecho o
estar directamente relacionadas con él, merecen protección a
través del proceso de amparo. Por ello, en el literal b) del mismo
fundamento, se precisó que “forma parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión,
las disposiciones legales que establecen los requisitos para su
obtención”.
En consecuencia, corresponde analizar si el demandante
cumple los presupuestos legales que permitirán determinar si
tiene derecho a percibir la pensión que reclama, pues de ser así
se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar de la entidad
demandada.
Es importante señalar que a fojas 115 se integra a la relación
jurídico procesal a los sucesores procesales del demandado
fallecido don Simón Marquina Polo, quien fue el que inició la
demanda.
2. Sobre la afectación del derecho a la pensión (artículo 11
de la Constitución)
2.1. Argumentos del demandante
Afirma que reúne los requisitos para acceder a una pensión de
jubilación minera de la Ley 25009 y que arbitrariamente se le ha
negado dicho derecho.
2.2. Argumentos de la demandada
Señala que el actor no reúne los requisitos para gozar de
pensión de jubilación minera que solicita.
2.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
2.3.1. Los artículos 1 y 2 de la Ley 25009 preceptúan que
la edad de jubilación de los trabajadores mineros será a los 45
años de edad, cuando laboren en minas subterráneas, siempre
que hayan acreditado 20 años de aportaciones, de los cuales 10
años deberán corresponder a trabajo efectivo prestado en dicha
modalidad.
2.3.2. De la copia del documento nacional de identidad (f. 2)
se acredita que el causante nació el 25 de mayo de 1937, y que
cumplió con la edad requerida para la obtención de la pensión de
jubilación minera el 25 de mayo de 1982.
2.3.4. De la resolución cuestionada y del cuadro resumen
de aportaciones (fs. 3 y 4), se advierte que la ONP le denegó
pensión al causante por considerar que ha acreditado 10 meses
de aportes.
2.3.5. Este Colegiado en la STC 4762-2007-PA/TC (Caso
Tarazona Valverde), y en su resolución aclaratoria, ha establecido
José Ravines Ravines
g. Recibo por adelanto de trabajo del 16 de julio de 1979 (f.
18).
Documentos que no acreditan aportes:
h. Declaración Jurada del empleador al Instituto Peruano de
Seguridad Social (f. 20).
i. Tarjeta de asistencia del Seguro Social del Perú (f. 8)
j. Recibo de la entrega de un carnet del seguro social a la
empresa Unidad Minera Rosicler (f. 7).
k. Liquidación de beneficios sociales, que consigna que el
actor laboró del 22 de agosto de 1991 al 10 de abril de 1992, sin
indicarse la empleadora (f. 27).
Los documentos reseñados desde el literal a) hasta el literal
g), por sí solos no acreditan aportes, porque no se ha presentado
documentación adicional que los corrobore, conforme al precedente
señalado. Asimismo, los documentos consignados en los literales
h, i, j y k no son idóneos para la acreditación de aportes.
2.3.7. Así, se advierte que aun cuando se validara los periodos
laborales del causante, no acreditaría el mínimo de años de aportes
requeridos por ley para acceder a una pensión de jubilación. Por tal
razón, resulta de aplicación el precedente del fundamento 26.f de
la STC 4762-2007-PA/TC, que establece:
“f. No resulta exigible que los jueces soliciten el expediente
administrativo de otorgamiento de pensión o copia fedateada de éste,
cuando se está ante una demanda manifiestamente infundada. Para
estos efectos, se considera como una demanda manifiestamente
infundada, aquella en la que se advierta que el demandante solicita
el reconocimiento de años de aportaciones y no ha cumplido con
presentar prueba alguna que sustente su pretensión; cuando de la
valoración conjunta de los medios probatorios aportados se llega a
la convicción de que no acreditan el mínimo de años de aportaciones
para acceder a una pensión de jubilación; o cuando se presentan
certificados de trabajo que no han sido expedidos por los ex
empleadores sino por terceras personas”.
2.3.8. En consecuencia, se concluye que no se ha vulnerado
el derecho a la pensión, por lo que corresponde desestimar la
demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado
la vulneración del derecho a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
W-1076220-8
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