AÑO r - N U r 11. S NOVIEMBBE 1849. Ll HEDICIM ICLECTICi PERIÓDICO MENSUAL, ^ú^ una ¿/íc<e(/ac/c/e ^jSecáca- (¿?-('tu/a'nod. Ijjarte Sícórica. f^/^iVt/«.VS/VVWll|W% MEDICINA GRIEGA. (Articulo cuarto.) JN ADA mas dbvio que introducir en el estudio de los fenómenos complicados del organismo esplicaciones de hechos análogos de la materia muerta. No enteramente sustraído el ser viviente á las leyes generales que subyugan todo lo .terrestre, fáciles de comprender estas por su estenso y continuo dominio que constituye su sencillez, era natural se buscara para los cambios de la materia organizada una símil esplicacion de lo que acontece en el mundo inerte. La atenta contemplación de los misteriosos al par que admirables actos de la vida, fácilmente ha conocido su superioridad sobre lo demás creado, distinguiéndose su sello particular^ no tan evidente eu los insensibles tránsitos con ,qae la na3I { 242 ) turaleza abandona la vida para constituir seres simplemente materiales. La armonía con que un progresivo deséenso mantiene al ultimo ser viviente enlazado con el mas perfecto, obsérvase igualmente entre el tíltimo ser dotado de vida y lo mas elevado del mundo físico. Hállase unido lo animado y lo inerte con tal medida proporción, que son indisolubles los últimos eslabones de tan bien acabada cadena. Con un ejemplo tan significativo de la naturaleza, é irresistibles tendencias á las analogías, introdujéronse en el dominio de la fisiología y patología esplicaciones basadas en terreno de la física y química. Ventajas reales á tal traslimitacion hubieran resultado á las ciencias que estudian los actos de la vida, si no se olvidara alguna vez el diferente terreno en que se hallaban las prestadas esplicaciones: tal olvido indujo forzadas consecuencias, desmentidas muy pronto por la esperiencia. La historia de las teorías físicas y químicas podria buscar sus datos, tanto en sus aplicaciones al reino inorgánico, como también en absurdos remedamientos de aquellas, introducidos en la fisiología y patología. Cual en los tiempos modernos, al imparcial observador le ensena la historia de lo pasado, iguales entusiasmos por teorías presentadas como exactas en los séres vivientes, cuyos elementos fueron buscados en la física ó química, y caducaron las antiguas con su exageración; cual perderán también su fatuo brillo las modernas, duego que apagado el calor de su juventud les deje sentir su influencia el helado tiempo. En la filosofía griega la putrefacción ó fermentación, palabras desde entonces de un sentido lato, era el lenguaje que espresaba muchos fenómenos que comprenden multiplicadas combinaciones por las cuales pasa lo orgánico, perdida su virtud unitiva por la falta de vida, y sujeto á la acción disyuntiva que separa sus partes, hasta entrar en <il grande círculo que constituye la (245) perenne resolución, por la que pasa todo lo creado. Analoo^ía hallábase entre los hechos de la putrefacción en lo orgánico muerto y algunos de la economía viviente, y entrando en cálculo la inmensa distancia con que la vida los modifica, la putrefacción era. una bien hallada teoría, que por su multiplicada estension venia muy á mano para hacer comprender los fenómenos materiales de los seres vivientes. Tal teoría no entraba en la esplicacion de lo de un orden el mas elevado; aquellos, hechos precisamente en que un cuerpo inerte venia á combinarse con la economía, ó separada de esta alguna parte alterada, 6 perdida ya su vida, pasaba al dominio de la muerte; en tales circunstancias la fermentación ó putrefacción sacaban de apuros al genio, sobrado deseoso de quererlo todo esplicar. Informe remeda miento de una idea antigua, hemos visto en nuestros tiempos á la función del estómago sobre los alimentos, sujetarla á acciones y reacciones de tales ó cu.iles reactivos químicos, favorecidas aquellas por el calor de la hornilla del cuerpo humano. Groseros errores, que prqnto conocidos acabaron con una ridicula química,"reemplazándola la atenta observación. Con laudable prudencia los médicos griegos, en sustancias depurativas del organismo ó escrementicias del mismo, en acres superfluidades que una mala alimentación engendraba, malos humores por el uso de medicamentos irritantes, hicieron representar un papel importante á la putrefacción; é igualmente en líquidos ó tejidos orgánicos que por su estado enfermizo sustrayéndose del completo y normal dominio de la vida podian muy bien dar cabida á la putrefacción. Asi que, á la alteración que alguno de los cuatro humores causantes de las enfermedades esperimentaba, designábase muy á menudo con el nombre de putrefacción, siendo resultado de ella el aumento de caloricidad que tanto figuraba en la calentura. Siguiendo sus (244) diferentes faces la fermentación, cottiparada aquí á la combustión, la base material que por tal metamorfosis pasaba acarreaba la mayor agitación cuando el incremento de aquella, disminuyendo de intensidad con el residuo y terminación de los movimientos pútridos. La semejanza que con la combustión tenia la alteración de la base de la enfermedad durante los movimientos febriles era tanta, que á la parte mas tenue, resultado de la fermentación, Ilatnóse sustancia fuliginosa, que cuando no espeiida, podia ir á depositarse en algunos órganos, 6 i combinarse con toda la economía. Es preciso no perder de vista á esta parte tenue 6 á veces grosera, resultado de la combustión piítrida, viajando por la economía enferma, ó á la misma fermentación multiplicada en muchos puntos del organismo, para que tales conceptos, demasiado exagerados si se atiende á su materialidad, nos hagan concebir la teoría de las crisis según la escuela de los griegos. Realmente una base material después de haber sido preparada y alterada por toda la economía, á la que había antes atrozmente atormentado, tenia que ser por fin espeiida mediante los movimientos críticos. El significativo nombre de digestión molecular, con que las últimas elaboraciones de los tejidos eran espresadas, revelan las concepciones con que aquellas se concebían. Admitióse una digestión estomacal, que preparaba lo asimilable y rechazaba lo escrementicio, otra hepática, entonces el hígado, tínico aparato de la hemasto^is de la sangre, con la cual el ya vivificado alimento sufria su debida sanguificaoion; y en fin, ana tercera digestión ó cocción molecular que hemos ya apuntado. Una esplicacion en la que con dos únicas ideas, putrefacción y digestión, se comprenden los mas complexos fenómenos del organismo enfermo, y se hacen inteligibles las admirables terminaciones críticas de las dolencias, tal esplicacion merece la mas digna admiración, por mas (245) que al apreciarse sus elementos, estos aparezcan entrar en el campo de lo hipotético. Solo negándose el encadenamiento con que los fenómenos morbosos sucesivamente se suceden hasta llegar á una crítica terminación, podrían tildarse de delirios los conceptos griegos. Pero admitiéndose la realidad de ciertos cambios en las enfermedades que presagian según qué época su terminación, y conviniendo en que instantáneamente no cesan los desórdenes de la economía enferma, y en fin , que los movimientos críticos muchas veces son generales; á tales aserciones no puede comprender mejor teoría que la de los griegos. ¿Que habrá ganado la ciencia , sino capitulando con la fermentación y digestión, porque nadie vio desprenderse hidrógeno sulfurado, ni ácido carbónico, amoníaco ó carbonato del mismo, si apela á la cómoda idea de las simpatías, con sus predilecciones entre algunos órganos y continuidad de tcr gidos? ¿Se opone por ventura la teoría de que hablamos, á que con particularidad los movimientos críticos sean tales ó cuáles, según el órgano ó aparato especialmente enfermo? De ningún modo, y estas simpatías críticas fielmente fueron estudiadas por los griegos, y si la índole de estos trabajos lo consintiera, en ellas sin dificultad pos fijáramos. Pero la simpatía es muy pobre teoría sin la admisión de una base material en los fenómenos críticos. Y ¿qué satisfacción mereciera la fisiología que en la mayor nutrición de algunos órganos simpáticamente relacionados, olvidara para su esplicacion la-previa digestión con que el líquido nutritivo se prepara? Y si admitiéndose una alteración general por una sustancia mórbida, y luego uiJa actividad orgánica molecular 'que incesantemente la hace pasar por una digestión reparadora y salutífera, hasta conseguir que el residuo de tal complicado trabajo sea eliminado por la naturaleza; si con tales concepciones todo consigue una completa esplicaciou en las crisis, ¿qué nos im- ( 246) portan los nombres con que se espresan hechos confirmados por la naturaleza? Pero podrá decírsenos que hemos falseado nnestros raciocinios, admitiendo las crisis sin previo examen de ellas, siendo en el concepto de algunos meramente suposiciones. Admitimos este cargo, y si pospusimos su resolución al relato de la teoría griega en las crisis, fué porque creímos que con la putrefacción y digestión abordábamos de frente la cuestión que mas podia resentirse en un no prevenido combate. ¿Habrá quién dude con formalidad de los fenómenos que por su mucha repetición en unas mismas épocas de las enfermedades, pueden considerarse como seguros precursores de su terminación f En afecciones de órganos ó aparatos aislados, ciertos cambios en los productos morbíficos son una prueba innegable de que se acerca la salud. La espectoration abundante y cosida en la neumonía, la secreción copiosa y compacta en las flecmasias de muchas mucosas, la reaparición del líquido que en algún aparato glandular antecede á la cesación de la enfermedad del mismo; todos estos hechos entran en el dominio de la práctica de todos los dias. En tales circunscritas afecciones hay un cierto período de necesidad, y hasta que las cualidades debidas en los productos mórbidos no aparezcan, es dudosa é incompleta la curación. Aunque imperceptibles los maravillosos resortes con que todo se halla enlazado en el hombre , admitida la existencia de las dolencias generales, son indispensables ciertos cambios que se efecttíen en la totalidad de la economía para el restablecimiento de la salud. Los productos modificados que hemos dicho aparecen en algún órgano ó aparato enfermo en su tránsito inmediato á la salud, no son una escepcion que su aislamiento constituye; por el contrario, de igual beneficio gozan las mas pequefías moléculas, y si aquellos no son sensibles en los últimos elementos orgánicos, (247.) . bastante se hacen evidentes, cuando aglomerados en mayor cantidad se agolpan á la periferie del hombre enfermo. ¿Qué nos enseña la esperiencia en una calentura intermitente? La causa de tal enfermedad es una intoxicación general por emanaciones pantanosas que en conjunto atacan la economía, recorre la-afecciou sus períodos de invasión, incremento y cocción, con toda regularidad , sin que una activa terapéutica venga á perturbar sus correlacionados fenómenos, ningún órgano ó aparato es el esclusivamente atacado, ni goza del privilegio de quedarse ileso, cuasi todos los grupos de síntomas pueden estudiarse en tales dolencias; son en fin por sí solas afecciones generales que absorben una completa patología : la elección de tal ejemplo no podrá tildarse de parcial. Pues bien, ¿hay alguna calentura intermitente sin su terminación crítica ? ¿ No será crítico un sudor cuyo olor es característico para el práctico, cuya blandura de pulso rara vez engaña, cuyas orinas sedimentosas son tan conocidas, y que sin estos cambios, á que llamamos crisis, sobreviene la muerte muchas veces ? Renunciar á la ¡dea de la crisis en las mas de las enfermedades, es olvidar uno do los mayores beneficios que nos dispensa la naturaleza en las graves afecciones. Que estas crisis, en el dia no son tun frecuentes, no lo negamos; pero también se nos debe conceder que los trataiñicntos empleados son perturbadores déla economía: que byy algo de exagerado en la cuenta de los dias y juicio que se aplicaba á cada uno de ellos, también lo confesamos; pero no se nos niegue que el dia sesto, según y cómo llamado tirano, y el séptimo rey benéfico,, tienen consecuencias que sobradamente justifican la exactitud de sus-significados. Llamn'mos mas arriba beneficios á los movimientos críticos: como tales siempre los hemos.apetecido y secundado. Desventura- ( 248 ) da enfermedad, en qa». después de sus regulares estadios, viene una salud efímera sin fenómenos que hayan juzgado la dolencia: tras de una alegría inconáiderada, de una seguridad imprudente, una cohorte de síntomas graves no tarda en acercarse. Abatido el organismo, y lo que es peor con algún esceso dietético, apenas puede salir el enfermo de su terrible estado. Asi se ven enfermos, en los que se apela á recaídas, siendo las mismas enfermedades creídas equivocadamente' acabadas. Sin una cocción de la causa morbífica, y estado de blandura y solución de todo el organismo, no es segura la aparente salud. Admirable coincidencia ! La teoría griega ha materializado demasiado sus esplicaciones sobre ky crisis á los ojos de una escuela que solo ha admitido lo groseramente palpable en Medicina; y aquellos para quienes nada es atendible sino los órganos, han olvidado unos hechos tan conformes con la práctica. Por nuestra parte agradecemos á la Medicina antigua su justa atención á la solución de las enfermedades, y aceptamos su esplicacion, que materializando una base en ciertas dolencias con una eliminación precisa de ella, contribuye no poco á la espectacion de los fenómenas en que algo de real tiene que desprenderse de toda la economía, saliendo fuera de ella, ó fijándose en la periferie del organismo. El práctico que tenga fe en tal espectacion, no será con tanta frecaencia sorprendido, y llamará fin del mal donde realmente este acabe. 23 de noviembre. ( 249 ) ••••••^•¡¡••^•••••••••••^•••••laa Ijjartc IjJráctica, /B/UV'W%'«WWI W ) DISENTERIA AGUDA. Curación á beneficio de la jalapa, mercurio y al opio. asociada al ANTECEDENTES. Juorenzo Gruz Navarro, de 33 anos de eda4, natural de Tornavacas^ y vecino de la ciudad de Plasencia, de estado casado,'y de oficio traginéro; no habia padecido ,otras enferrtiedades, ademas de las infantiles, que algunas intermitentes; afección que es endémica en este pais durante el estío. El 3 de agosto salió al Almendral, que dista poco mas de legua y n)edia, ocupándose en la mañana de este dia en trabajos correspondientes á su oficio. Regresó á la ciudad en la siesta, sufriendo los rigores de un sol abrasador, y esperimentando tal calor, que apesar de su propósito de no beber agua en el camino, tuvo que quebrantarle al llegar ál santuario denominado de la Virgen del Puerto, por cuya ladera va la cañería de donde se surten estos vecinos. Por de pronto solo esperimentó el paciente malestar general, quebrantamiento de huesos, é inapetencia, haciéndole todo presagiar que se iba á desenvolver una enfermedad mas ó menos grave. El dia I I , á cosa de medio dia, tuvo que meterse en cama, y á mi visita primera, que fué á las nueve y media de aquella noche, obtuve del interrogatorio los datos espuestos, siendo su estado el siguiente: Posición decúbito dorsal, postración estrema, suma ansiedad, dolores fijos sobre la S. ilíaca del colon y en dirección del recto, cara pálida y como coulraida, co32 ( 250 ) natos frecuentes para defecar. Cuarenta deposiciones en' toda la tarde, líquidas y como mucosas al principio, mezcladas con sangre después^ y al fin puramente sanguinolentas; sensación de escozor en el ano; náuseas y vómitos biliosos; lengua ancha, blanquecina, sucia y algún tanto hiimeda; anorexia; pulso apenas febril, pero pequeño, algo frecuente y contraido durante los dolores;lenesrno vesical. A la mas rápida ojeada sobre el conjunto de síntomas fspresado, imposible habria sido no diagnosticar una disenteria de forma aguda, catarral, esporádica y producida por la constipación, que determinara el agua que bebió durante las horas de calor, que bien puede asegurarse no bajaria en tal dia de 35° del termómetro de R. Formado este diagnóstico, las indicaciones que de él surgeneran claras, y me apresuré á llenarlas disponiendo: Dieta absoluta: de agua de limón^ cuatro libras para bebida usual: de horchata de las cuatro semillas menores^ dos libras para alternar. Estas bebidas se enfriaron con nieve. Fomentos al abdomen de agua de idem,: cuartas partes de enema de leche de salvados., almidón y vinagre., amenudo: sangría del brazo de seis onzas. Dia 12. Las deposiciones se habian moderado, pero no contenido del todo; eran otra vez mucosas; los dolores menos intensos; el pulso algo mas desarrollado; el enfermo deseaba dormir y no podia. PRESCRIPCIÓN. Aplicación al abdomen con una vejiga con nieve., renovándola cuando se derritiese:, de asta de ciervo calcinada y goma arábiga pulverizada aa. media onza'., mézclese', para tomar una cucharada de estos polvos en cada vaso de horchata. Dia 13. El enfermo sin poder conciliar el sueño, ha pasado sin embargo, mejor la noche, porque el inímero de deposiciones va progresivamente disminuyendo; pero como no acabaran de ceder al uso de los me- ( 251 ) dios empleados, y habiendo leido tiempo hace en un periódico estrangero los buenos usos de la jalapa^ asociada al proto-cloruro de mercurio y al estrgcto de opio para el tratamiento de tas disenterias de los países cálidos^ creí conveniente, animado del espíritu de observación y del deseo de comprobar los ponderados resultados, ensayar esta preparación bajo la foKna pilular. Dispuse en su consecuencia, lo siguiente: De polvos de raiz de jalapa^ medio escrúpulo'^ de protocloruro de mercurio^ grano y medio:, de est° de opio, dos granos; m. y s. a. háganse seis pildoras para tomar una de tres en tres horas, con observación. Desde la primera tuve el gusto de ver coníinnados los buenos efectos de esta preparación, recomendada por Bondin: el enfermo concilló el sueño: un sudor regular y continuado cubrió luego la piel, y las deposiciones no volvieron á presentarse, por lo que me vi en el caso de suspender las pildoras luego que tomó cuatro; la noche fué tan buena que en la visita de la mañana del i4 el enfermo me decia que ya no tenia cosa alguna. Dia 14. Lengua cubierta de una capa amarillenta, hiímeda; mal gusto de boca; inapetencia; abdomen insensible á la presión, orinas abundantes; pulso normal. PRESCRIPCIÓN. Dieta de caldo: tisana atemperante., para bebida usual. Dia 15. El mismo estado. PRESCRIPCIÓN. De aceite recte, de reicino y jarabe de altea aa. media onza', mézclese: para una dosis', una taza de infusión de flor de malva tibia encima ; edema emoliente triple. Sigue la dieta de caldo. Abundantes deposiciones fueron el resultado de este purgante minorativo; el paciente tenia apetito el 16; la capa de la lengua desapareció, quedando esta de un hermoso color, y desde el 17 se levantó mejorado completamente, por lo que el 19 le di el alta. ( 252 ) No satisfecho con ésta observación, y dudando dé si al último remedio, ó al mismo asociado de tos demas, deberia atribuir los buenos i-esultados en el caso presente, me propuse ensayar la misma medicación sola en las primeras disenterias que tuviese que tratar: asi lo he hecho, y siempre con un éxito tan completo, que'no dudo aconsejar á mis comprofesores, que cuando de disenterias agudas y en países cálidos se trate, ensayen la jalapa asociada al mercurio y al opio, seguros de que no tendrán que arrepentirse. Natalio Medrana. Obsíeíricia, DESCENSO Y SAL1D\ DE UNA PORCIÓN DEL ÚTERO. APLICAClOiN DEL FORCEPS.=FELIZ TERMINACIÓN, Observación recogida por el Dr, G. ' En mayo de 1845, un comprofesor distinguido que tiene á su cuidado un pueblo importante de esta isla, mando á Palma en busca de un compañero para consultar un, caso grave y oscuro que se le ofrecia.=:Uiia madre ya de cuatro'hijos, habidos con toda felicidad, iba de parto hacia unas cuarenta horas. La edad de la parturienta era de 36 anos, su salud buena y una constitución medianamente robusta; ningún accidente ni circunstancia particular se habia notado durante el embarazo. La duración del presente parto tenia afligida á la infeliz, muy lista en los otros anteriores. Lo que inmediatamente llamó la atención fué un tumor del volumen de un huevo de pava, redondeado y oval, de un color ceniciento, con dos ó tres pequeñas escoriaciones, duro pero no elástico, que asomaba al esterior en- (853) tre los grandes lábjois. Este cuerpo particular no tenia ninguna adherencia, y se continuaba por dentro la vagina, disminuyendo de grosor, pero sin que formara lo que se llama pedículo. Seguido el tumor, terminaba sobre una superficie, cuya duricie y forma redondeada revelaban ser la cabeza de un feto; pero el dedo que hacia tal reconocimiento percibía muy bien, no la estremidad cefálica de la criatura, sino un cuerpo intermedio de poco grosor, interpuesto entre el dedo espío-' rador y los huecos del cráneo. No cabia duda que el tumor terminaba en el lítero, y este era el cuerpo intermedio percibido por el dedo, y al que se hallaba pegado aquel. Difícilmente pudo hallarse hacia atrás la abertura del cuello de la matriz, percibiéndose solo una porción de su circunferencia, y en el centro de ella las membranas del ámnios. ¿Cuál era la naturaleza de este tumor que imposibilitaba el parto, á pesar de los dolores vivos que tenia la pacienta ? El aspecto, volumen y origen de aquel cuerpo, que situado en la vulva se continuaba hasta la matriz, hacia pensar en algún pólypo de esta viscera: si tal era, no tenia pedículo, y esto era de mucha trascendencia. Con la idea de apartar un poco el cuerpo, obstáculo al .parto, y acercar mas el cuello del útero, se introdujo una rama del fórceps, consiguiendo con esto que se dilatara mas el orificio y asomara la bolsa de las aguas, que inmediatamente fué rota. Mas fácil un libre reconocimiento, se pudo ver que el sitio del tumor era la parre anterior y lateral derecha del cuello de la matriz. Arreciaron los dolores, y manteniendo el cuerpo estrailo hacia adentro., se notó,que disminuía de volumen á medida que adelantaba la cabeza, y que de consiguiente el cui;llo se dilataba. La rama del fórceps mantenia hacia un lado y arriba el tumor, miáiitras adelantaba el parlo. Llegado este al punto de abaiidouar elcuelly d(jl útero el cráneo, este arrastraba hacia (254) abajo la porción anterior y lateral derecHá del cuello de la matriz, que era la que formaba el descrito tumor. La indicación entonces fué evidente: para evitar un descenso completo del útero era indispensable terminar el parto mediante una aplicación del fórceps. Cuando la aplicación de éste, un ayudante apartaba la porción del cuello de lítero que hemos visto había venido al estérior, manteniéndola hacia arriba durante todas las tracciones, que consiguieron una estraccion pronta y feliz de una niña viva y robusta. Después del alumbramiento el labio que hipertrofiado formaba aquel cuerpo estrafio, quedó bastante voluminoso, sin percibirse al esterior, pero reconociéndose perfectamente durante el tacto. Los loquios y demás fenómenos propios del puerperio siguieron un curso regular, desapareciendo en pocos dias todos íos restos del tumor. Este caso es muy raro^ y no recordamos otro igual en la pra'ctica de otros acreditados profesores. ¿Qué esplicacion podría darse del desarrollo tan voluminoso de una porción del cuello de la naatríz? Esto nada nos importa: después de palpar lo mas incomprensible no tienen gracia las esplicaciones. Lo que importa sí, es no olvidar este hecho para no caer en graves errores, y nuestra conducta algo indecisa por la oscuridad en un principio, no lo será en casos ana'logos, recordando este importante hecho. ANEURISMA. NUEVOS MODOS DE COMPRESIÓN PARA DETERMINAR LA OBLITERACIÓN DE LAS ARTERIAS DE LOS MIEMBROS EN EL ANEURISMA. La compresión de las arterias para determinar la obliteración de estos vasos^ y obtener la curación de ( 255 ) , los tumores aneurismdticos ^ seria ciertamente preferible á la ligadura^ si pudiese tener la misma eficacia , porque no causa ni dolor ni efusión de sangre. Mr. de Leroy Í¿' Etiollé examina la razón por qué la compresión no ha tenido hasta ahora el buen éxito que se esperaba de ella, y después dá á conocer el procedimiento que ha imaginado y los esperimentos que ha hecho en los animales para comprobar'su eficacia. Este procedimiento consiste en establecer la compresión mediata en dos puntos de la arteria., distantes uno de otro cerca de dos pulgadas: la porción de sangre aislada de este modo se coagula mas fácilmente que en el procedimiento de compresión ordinaria que solo se ejerce en un punto. Para acelerar la formación del coágulo., Mr. Leroy se sirve del hielo aplicado á hiparte., y ademas favorece la coagulación de la albúmina de la pequeña porción estancada., por medio de la acupuntura y del galvanismo. ICTERICIA. Se ha. descubierto un remedio seguro para curar la ictericia, que consiste en la infusión de un puñado de ojas de noguera en tres cuartillos de vino tinto., administrada 'á cortadillos varias veces al dia. Siendo este un hecho ya observado.¡por lo que puede interesar á la humanidad no hemos tenido reparo en anunciarlo:, sin embargo., dejamos á la discreción y prudencia de los prácticos la elección de los casos y circunstancias en que pueda ser útil un remedio que á primera vista no deja de ser susceptible de algunas objeciones. tWi-v%n-w^^iw%nn (256) ESCARLATINA. DEL USO DEL CARBONATO DE AMONÍACO COMO ESPECIFICO EN ESTA AFECCIÓN. * En un opúsculo publicado en Bérlin propone el Dr. Strahl el uso del subcarhonato de amoníaco como específico de la escarlatina. He aquí la fiírmula: Carbonato de amoníaco 2 dracmas. Agua destilada 6 onzas. Jarabe de malvavisco..... i onza. Mézclese exactamente. La dosis es de media á una cucharada de dos en dos horas. Aunque los ensayos hechos por MM. Strahl f Roesch no permiten todavía que se pronuncie un fallo definitivo sobre la acción específica del carbonato de amoníaco contra la escarlatina .¡ son sin embargo su^ ficientes para justificar anticipadamente los nuevos esperimentos que puedan hacerse con este medicamento. fWVW»W%WWV( EMPLEO DEL CLOROFORME EN EL TRATAMIENTO DEL por el Dr. Langley ASMA KSENCIAL Beardsall. Un pastor ingles, de edad de 37 arios, padecía un asma esencial ó espasmddico, había mas de diez aííos, por el que no dejó de consultar á muchos ilustrados médicos y seguido con rígorosídad todas las prescripciones tanto terapéuticas como higiénicas, sin obtener de ellas resultado alguno favorable. El 2o de junio había grande dificultad de respirar: el mas leve ejercicio, las contrariedades ó pasiones de ánimo aumentaban considerablemente la dificultad. El pulso era regular y frecuente. Una dracraa de cloroforme se puso sobre uu ( 357 ) lienzo, y el enfermo respiró el vapor. El efecto se pronunció en menos de dos minutos; el enfermo hizo dos ó tres inspiraciones fuertes, quedó inmóvil durante cinco minutos, y dijo; i-cMi respiración es mucho mas libre.M El pulso habia bajado á ochenta y una vibración. Se creyó conveniente aíiadir media dracma mas de cloroforme al ya empleado. El efecto fuéadmirable, según maniíiesta el Dr. Langley. La respiración del enfermo se efectuó con toda libertad, y manifestó un bienestar inesplicable. La mañana del siguiente dia tuvo una espectoracion abundante. Desde éste momento hasta el dia 24 del mismo mes el paciente siguió sin novedad ; pero en este dia sobrevino un nuevo acceso de disnea, y el enfermo encontrándose lejos de Mr. Beardsall recurrió á los medios ordinarios empleados para su tratamiento anteriormente; estos no produjeron efecto alguno favorable, de modo que al siguiente dia el paciente ya no pado ocuparse en los deberes de que estaba encargado. El dia 26 por la mañana la disnea habia aumentado mucho; fué preciso ir á buscar al doctor Beardsall, que le sometió otra vez á la inalacion de una dracma del cloroforme. El efecto sobre el pulso no fué tan manifiesto como la primera vez; pero no así sobre la respiración, pues al cabo de muy breve tiempo el enfermo esclamó: ce Esto es una maravilla, un prodigio; yo respiro libremente, M NO habia perdido el sentimiento-de las cosas esteriores; pero le faltó poco para ello. Después de pasados diez minutos se le hizo inalar aun media dracma mas de cloroforme, que produjo una pérdida completa del conocimiento y ün sueño de mas de una hora. Una espectoracion tuvo lugar ál dia siguiente por la mañana, pero no tan copiosa como la primera. Habia trascurrido ya mas de un mes sin que el enfermo esperimentase el menor asomo de disnea. El citado Dr. J. Langley Beardsall refiere algunos 33 (258 ) otros casos de asma, que si no idénticos al anterior, eran bien declarados tales y con alguna similitud, en que usó del mismo método de la inalacion del cloroforme, y los resultados correspondieron completamente. Recomendamos á nuestros comprofesores el ensayo en su práctica de este método, pero con aquella prudencia y prevenciones con que debe proceder todo práctico al poner en uso cualquier medicamento que no esté ya esperiraentado. SEMEN-CONTRA. NUEFO MODO DE ADMimSTRARLO A LOS NIÑOS. . amargor que tiene el santónico hace difícil su administración en los niños á pesar de la virtud vermífuga que posee. Mr. Garfatd trata de evitar este incoaveniente, proponiendo al efecto unas pastillas preparadas por un método especial. Mr. Calloud habia ya tratado de evitar este inconveniente al recomendar el principio estractivo, la santonina; pero el .alto precio que tiene ésta, hace difícil su uso en la mayoría de los casos. Los tres principios activos que entran en la bomposicioíi del semen-contra, la santonina, la resina y el aceite volátil, son de naturaleza crasa, electro-negativos para ser suponificados por una base fuerte: Monsieur Garfatd ha sacado partido de esta propiedad para eliminarlos de los otros principios del semen-contra, y obtener un producto que sustituye á la santonina pura en su empleo terapéutico. A este producto da el nombre de Santonina parda ó impura. JLJL {259) Modo de obtener la santonina parda. Semen-contra de Alepo, tres onzas y media.rrSal de ta'rtaro, una onza.rrCal apagada y tamizada, media onza.=Agua, un azumbre.rrPóngase todo al fuego en una cofaina, agítese de cuando en cuando con una espátula de madera: elévese ala ebulición, y hágase hervir por espacio de una hora-, retírese del fuego; cuélese por un lienzo con espresion, déjese reposar, decántese*, fíltrense los posos que se dilucirán de antemano en una corta cantidad de agua; mézclense juntamente los productos déla decantación y filtración, descompónganse por suficiente cantidad de ácido cloríndrico ó nítrico, sin emplear gran esceso de ácido hasta que el líquido, enrojeciendo fuertemente el tornasol, no sea sensible ó muy poco á la lengua. Déjese reposar; cuélese á través de un filtro de papel mojado anteriormente, y mejor si se opera sobre alguna cantidad, al través de una tela ó'colador de tejido apretado y mojado de antemano. Hágase disecar al aire libre, y consérvese en botes para el uso. Este producto, mezcla de resina, santonina y aceite esencial, deberá considerarse como suficientemente seco cuando haya llegado, á la consistencia de la manteca moseda. Llevar la disecación mas adelante seria esponerse á .perder una parte del aceite esencial. Se reconocerá este defecto por el cambio de color de la superficie que blanquea, asi como por la formación de una capa superficial dura. Pastillas de santonina parda. Santonina parda, media onza.rrAzucar pulverizado, unalibra.rrGoma pulverizada, dos onzas.=rAceite esencial de limón ó bergamota, veinte gotas.zrEchese^ el aceite esencial sobre el azücar; póngase la santonina parda en un mortero de mármol, añádase poco á poco y triturando el azúcar y la goma, de modo que se forloe un polvo homogéneo, y hágase con cantidad'sufi- ( 260 ) cíente de agua una masa acomodada para formar tabletas desde un escrúpulo hasta media onza de peso. Si se tiene el cuidado de colorear en el mortero la mezcla de los polvos con cantidad suficiente de jazmin de los confiteros, y se sirve para espolvorear las tabletas del azúcar de antemano enrojecido con este mismo jazmin, se obtendrán las tabletas que sin haber contraído mal gusto por esta adición, serán de un color rosado, que agrada mucho á, los niños, y dá á estas pastillas un bello aspecto. Las pastillas pueden tomarse á la dosis y modo siguiente: Para los niños de menos de seis meses, una por mañana y tarde. Para los de seis meses á un ano, dos por mañana y tarde. De uno á dos años, tres mañana y tarde. De dos á cuatro, cuatro. De cinco años en adelante, tantas pastillas mañana y tarde como años tenga el niño. Esto se entiende si las pastillas son de peso de un escrúpulo; pero si son de mayor peso, deben arreglarse según la edad de los niños. twsnnifwvwwvs PILDORAS F E B R Í F U G A S . ' El Journal de Medecine de Toulouse trae la composición de unas pildoras, cuya eficacia ha sido comprobada contra las calenturas periódicas en el departamento delHaute-Garonne, en donde reinan de un modo permanente estas calenturas. La fórmula dice asi :rr: Tómese corteza de sauce, diez partes; cápsulas de lilas, genciana, centaura menor, achicoria silvestre; de cada una de estas sustancias dos partes. Se hace una decocción bien saturada de todas estas plantas, la que después se cola: del líquido que resulta por medio de la ebulición se forma un estracto claro; á éste se añade polvos de quinina la ( 261 ) mitad del peso de aquel disuelto en tres partes de su peso, de ácido láctico: todo esto se mezcla exactamente y se le dá consistencia con polvos muy finos de raiz de colombo: después de lo dicho se hacen pildoras de peso de tres granos cada una. El modo de administrarlas es de una á cuatro pildoras, en una, dos, tres ó mas dosis en el tiempo de la apirepcia, según la,gravedad de las calenturas periódicas y,demás circunstancias que acompañen, y después déla cesación completa de ellas, de una á tres pildoras por dia por algún tiempo. El reinar en algunos pueblos de estas islas endémicamente las calenturas intermitentes, principalmente en las estaciones de verano y otoño, nos ha movido á publicar en la Medicina ecléctica la anterior composición pilular, y recomendar al mismo tiempo á los profesores de la ciencia médica, en particular á los que residen en las comarcas que tan frecuentes son las calenturas periódicas, producidas por' emanaciones pútridas de pantanos, balsas, &c., que contienen materias en putrefacción, su uso. La mala calidad de la quina y la adulteración del sulfato de quinina que generalmente se ha observado en estos últimos anos, nos ha eslimulatla mas á ello; y de esperar fuera que los profesores citados hicieran algunos ensayos con este compuesto por ver si lectivamente corresponde á los encoirtios que de él hace el Diario de Medicina de Tolosa de su virtud febrífuga , porque en este caso no seria poca la utilidad que de el!p pudieran sacar los prácticos en dichas calenturas. La redacción espera merecer délos facultativos que pongan en práctica su uso, se servirán comunicarle su resultado para poderlo poner en conocimiento de los demás facultativos. { 262 ) Variedades. CASO DE UNA MENSTRUACIÓN PRECOZ. María Trobat^ hija de Miguel y de Catalina Mora^ natural de Porreras^ de edad de cuatro años y once meses, de temperamento sanguíneo-bilioso, bien configurada, robusta y algo obesa; de una fisonomía • modesta al mismo tiempo que espresiva, ojos negros, de un aspecto parecido mas bien de una muchacha de nueve á diez años que de cinco; el ly de mayo del corriente año se le observó que tenia un flujo sanguíneo por las partes de la generación, parecido al flujo periódico de las mujeres al tiempo de tener la menstruación, lo que no. dejó de causar alguna zozobra á sus parientes, por temor no padeciera alguna enfermedad. El 22 de junio volvió por segunda vez á rejjetirle el citade flujo; y lo mismo el 29 de agosto y 29 de setiembre; pero en esta última fué con mucha mas abundancia que las otras, causando á la niña algunos dias antes de su aparición y en el tiempo que le duró, incomodidad general, inapetencia y un poco de reacción febril, y después de su cesación un estado de debilidad y postración. Cada vez que la citada niña ha padecido esté flujo le ha durado unos cuatro dias, y esperimentaha antes de aparecer y en el tiempo de tenerle, cierta displicencia que manifestaba bastante bien no encontrarse en un verdadero estado normal. Sus mamas son del volumen dé medio limón regular cada una. Las partes de la. generación, tanto internas como esternas, están bastante desarrolladas, y no conservan propor- ( 263 ) cion con su edad: pero en el pubis no existe pelo alguno. La aparición de este flujo en Marítt Trohaty'^puede considerarse como menstruación'^. Si se atiende á la edad de la sugeta está fuera del orden natural., y no debiera considerarse tal'., pero si se pone atención en los sitios y síntomas que se han presentado antes de aparecer., en el tiempo que le duró., y en particular en la última vez., no admite ya duda de ello. En vista de esto ¿ puede considerarse á esta niña en estado de tener coito., concebir y por lo mismo ser madrea Muchas reflexiones pudieran emitirse sobre este caso., pero nos abstenemos de ello por ahora. * COLERA. En Francia pirecc que esta enfeimedad está en su estado de declinación; lo misnno en Infilaterra, Hélgica, Alemania, Rusia, Estados-Unidos y otros puntos; pero no parece abjiKlunarlos del todo, guardando sus posiciones, probablemente para que cuando vengan los primeros calores de la primavera adquirir nuevo incremento, y propagarse á los países que aun le falta recorrer. En Italia se ha presenta.io ya ín bastantes puntos, y probablemente querrá rec,orrer toda aquella península. Gn la Argelia continúa aun haciendo bastantes estragos, no obstante de haber p»:nelrado ya ¡os fríos en aquella comarca. I,ai> ultimas notici^'S de eate terrible azote sobre Oran son tristes sobremanera. A una sesla p;irte <;e calculan las pérdidas de la población europea allá establecida. Kn un batallón de 40c plazas ha habido 200 bajas. Alguna familia ha visto acabaí todos sus individuos. Les dates iie la mortandad en los arabes no han podido obtenerse á caiua del interés de aquellos en ocultSr sus fallecidos. Las cuatro hermanas de caridad del hospital han sucumbido, é igualmente tres facuUativos del establecimiento. Continuamente se encendían hogueras y disparaban cañonazos para purificar la atmósfera. A la salida del correo de aquella provincia de África parecía iba en decadencia la enferme, dad. De todos moilos estas noticias exactas que tomamos de la Gacela Médica de Paria, hacen un deber de lodos y de los facultativos de Medicina en particular, para secundar por su parte todos los medios que se opongan i su intro» duccion en nuestra isla. Aflu^.vwvvt tn/t'VM ( 264 ) Mr. DnTay, ?nédico de epidemias en Blois, ha publicado una noticia sobre el modo de trasmisión de! cólera morbo asiático en 1849. ^-^ autor refiere diferentes hechos, de IQÍ cuales resulta que en varios pueblos del departamento de Blois, en qiieht tenido la ocasión di obsírvar esta enfermedad", que ella se trasmite por la aproximación de los individuos sanos á los enfermos; pero principalmente ú aquellos que permantcian largo tienpo cerca de los padecientes. Mr. Dufay sfiade, que á la declinación del cólera en el pueblo de Villsxanton observó algunos casos de la enfermedad, sudor anglkm, pero sin carácter de gravedad. Kn el pueblo de Oncgues casi la mitad de las personas de él han padecido estos sudores. Pero esta enfermedad terminaba en la salud á los tres, cuatro 6 cinco días de sudores abundantes, con cólicos ligero.'!, algunas veces calambres, cefalalgia, y rara vez calentura. Dice Mr. Dufay: ¿La piel no estará en ciertos casos encargada de reemplazar la membrana mucosa intestinal, y si esto seria realmente un cólera eslerno ? DEL CÓLERA Y DEL SUDOR JNGLlCUS; RELACIONES Y SÍMÜL'IANEIDAD DE ESTAS DOS ENFERMEDADES. Mr. Lachaise emite algunas reflexiones sobre la simultaneidad de estas dos enfermedades, y sobre la inlerprelañon de que le parece ser susceptible. De ello deduce lo que ha observado en el departamento de Yonne, en donde fué enviado por el ministro. Todas las veces que en una población exitte el cólera epidémico, y el sudor anglicas se desarrolla de un modo general, el cólera se mejora ó disminuye, Y bien pronto loca d su fin: cuando este sudor se presenta al principio de la epidemia, el cólera ha sido de pura intensidad y de corta duración. De un estado formado por Mr. Lachaise en donde señala la marcha de la epidemia, deduce dicho profesor: l°=^Que presentándose el sudor aiigiiciis epidémicamente con el cólera , puede'consíderarse aquel como un minorativo ó un estado abortivo de esta última enfermedad: 29=Q(íe desde el momento en que dicho sudor aparece en una epidemia de cólera, se puede pronosticar que este sera poco intenso, y generalmente de poca duración; 5.''=Que cuando el stidor aiiglicus y el colerina marchen simultáneamente, y se trasforman el uno en el otro, es prudente hacer los medios posibles para que el colerina se transforme en sudor; y es peligroso que este último pase al eitado de colerina, porque en. este caso frecuentemente degenera en cólera. = El estado sanitario de esta Isla es bastante satisfactorio; calenturas intermitentes, catarrales, afecciones reumáticas y algunas calenturas gástricas, son las enfermedades que se han observado reinar mas en este mes. PALMA DE MALLORCA. IMPRENTA DE D. FELIPE GUASP.