Proyecto Comunitario de Misión Propuesta de “Justicia, Paz y Salvaguarda de la Creación” Hermanos Menores Conventuales Provincia “Nuestra Señora de Montserrat” ® Franciscanos Conventuales (OFM Conv) c/ El Greco, 16 - 28011 Madrid Tel: 915267161 E-mail: [email protected] www.pazybien.org Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Presentación Fruto del Proyecto Comunitario de Misión y complemento del mismo es la Propuesta de Justicia, Paz y Salvaguarda de la Creación que ha elaborado la Subcomisión del mismo nombre. El documento tiene una introducción con tres apartados en los que se comenta cada uno de los títulos de la Propuesta: la Justicia, la Paz y la Salvaguarda de la Creación, y se cierra con una conclusión. El presente documento ha sido elaborado por religiosos y laicos de las diferentes Fraternidades de la Provincia. El contenido de cada apartado tiene una lectura de los signos de los tiempos del mundo actual, una exposición del tema en clave franciscana y unas acciones concretas. La Propuesta puede ser un instrumento válido para religiosos y laicos de nuestras Fraternidades. Gracias a todos los que han hecho posible este documento, fruto de la acción y misión compartida en la Provincia entre religiosos y laicos. La redacción actual del documento se elaboró en la reunión celebrada en el convento de San José de Cupertino, Zaragoza, el 14 de febrero de 2004. El Definitorio, en su reunión del 5 de noviembre de 2004, lo aprueba y lo envía a todos los religiosos para que lo estudien en sus Fraternidades, se entregue a los laicos que colaboran con nosotros, y se lleve a la práctica. fr. Valentín Redondo Ministro provincial pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación Introducción El mundo en el que vivimos, ve en Francisco de Asís un testigo particularmente eficaz y convincente de paz: eficaz porque precisamente va revestido de debilidad, convincente porque siendo rico y poderoso optó por la justicia y la humildad. También descubre en su estilo de vida la lucha por la justicia. Por otra parte, es especialmente significativa su relación con la Creación, de uso y no de apropiación, de respeto y no de explotación1. Además, el sentido de pertenencia a la Iglesia y la apertura a todo hombre como a hermano, hacen de Francisco un hombre ecuménico por excelencia. Los franciscanos conventuales, queriendo ser fieles a Francisco y fieles a nuestra tradición histórica y al Espíritu de Asís, queremos trabajar por la Justicia, la Paz y la Salvaguarda de la Creación, sabedores de que nuestro compromiso al respecto es expresión irrenunciable de nuestra propia identidad. Siguiendo el ejemplo de Francisco, conocido y venerado por tanta gente en el mundo como signo y símbolo de paz, reconciliación y fraternidad2, queremos ser en el mundo verdaderos constructores de paz (Mt 5,9) y queremos caminar al lado de los “perseguidos a causa de la justicia” (Mt 5,10), propiciando “acciones que ayuden a las personas a descubrir valores fundamentales en su vida, valores que remitan a lo trascendente: verdad, belleza, justicia…”3. El Francisco que abraza al leproso (cfr. 2C 9), que se hace pobre (cfr. 1C 76) y menor (cfr. LM 6, 5), que envía a sus frailes a anunciar al mundo la paz (cfr. 2R 3,13), que se encuentra con el Sultán de Egipto (cfr. 1C 57), que canta las maravillas de la creación (cfr. 2C 213), nos estimula y nos mantiene en este empeño. 1 Como ya se nos recuerda en P.C.M., pág. 29: “Acciones que marquen un estilo de ser Iglesia, que fomenten el voluntariado, la acción social, la promoción humana, las iniciativas a favor de la paz y la salvaguardia de la creación”. 2 P.C.M., pág. 23: “comprometido con la causa de la verdad, de la justicia, los pobres y los excluidos”. 3 P.C.M., pág. 26. Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Justicia, Paz y Salvaguarda de la Creación Justicia La justicia es el reparto equitativo de los recursos respecto a la persona y su cultura para que todos podamos vivir en base a nuestra dignidad. Todos somos iguales porque somos hijos del mismo Dios. Desde la justicia se nos invita a analizar, de manera crítica y responsable, la realidad de este mundo que nos ha tocado vivir haciéndonos partícipes de los derechos fundamentales del hombre4 e implicándonos –personal y comunitariamente– en el llanto de los pobres y en el grito silencioso de los excluidos. En el mundo actual Si echamos una mirada a la realidad que nos rodea, no podemos dejar de descubrir, al lado de tantas realidades positivas, fruto del trabajo de los hombres y mujeres de buena voluntad (los enormes progresos de la ciencia y la tecnología, los avances en todas las ramas del saber que facilitan y posibilitan la vida, etc...), situaciones que revelan la presencia de graves y extendidas ofensas a la justicia (como por ejemplo, el hecho de que todos los avances mencionados sólo sean accesibles a una pequeña parte de la humanidad). Pese a los sofisticados avances de la ciencia y de la técnica, no ha disminuido el abismo entre los grupos sociales y jamás ha habido tal multitud de excluidos. En muchos países, el hambre y la miseria están provocando cada vez más víctimas humanas. El comercio de la droga, la prostitución, la 4 Cfr. El Preámbulo de la “Declaración de los Derechos Humanos”. pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación trata de seres humanos y la violación de los derechos más fundamentales, como la vida, la salud, la educación y al trabajo alcanzan en la actualidad cotas jamás impensables. Todo esto sin olvidar los campos de refugiados y la emigración de los países del sur al norte. Mientras que el proceso de globalización económica es imparable, no ocurre lo mismo con la globalización de la justicia y los derechos humanos. Claves franciscanas Nuestra misión es ser hermanos y construir la fraternidad universal, desde la minoridad, que comporta vivir en esta sociedad de consumo, una ética de la austeridad, la renuncia y el servicio, como apuesta por la comunión, la solidaridad con quien sufre la pobreza, la injusticia y la explotación; trabajando por recuperar la dignidad del prójimo necesitado y oprimido5. Desde los años iniciales de su camino evangélico Francisco echó su suerte del lado de los perdedores, los leprosos como más dramáticos exponentes6. El momento crucial de la conversión de Francisco es cuando comprendió de un modo diferente el sufrimiento humano, la aceptación de su propia inserción en la marginalidad, la entrada en el mundo de los excluidos. Francisco vivió un modelo de humanidad en el que contaba el reconocimiento del otro, el respeto y la acogida, envuelto todo ello en la pluralidad, la comunicación y el diálogo. La desapropiación (2R 1,1; 6,1) fue algo irrenunciable para Francisco. La mirada de Francisco a la realidad de la persona lleva en sí una profunda carga de respeto y acogida, opuesta a toda exclusión y a todo racismo. 5 6 cfr. P.C.M., pág.19. Cfr. Test 1-3. Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Para Francisco, el pobre cuestiona la justicia de nuestra sociedad de la que está excluido, por eso no vale la simple ayuda caritativa sino la entrega de nuestra persona en esta tarea de liberación. Francisco amaba a los pobres como privilegiados de Dios (cfr. Lc 6,20), de ahí su ser solidario con ellos y promocionar la solidaridad de unos con otros (cfr. 1R 7,14; 8,10; 9,2). La liberación fundamental de Francisco radica en que él, habiendo sido joven y rico, se hizo pobre en profunda solidaridad con ellos. Acciones concretas7 7 Educarnos y educar para la justicia social: Desde la infancia, sensibilizar respecto a las necesidades de los otros, haciéndonos conscientes de lo que unos tenemos y a otros les falta. Cuidar el lenguaje (por ejemplo, no es lo mismo emigrante que extranjero). Optar por la justicia desde lo más cercano: En el reparto de las tareas domésticas, en la atención a nuestros mayores y enfermos, en el trato respetuoso y comprensivo del que vive a nuestro lado. Manifestar nuestras opiniones respetando la de los demás, de forma que nos ayude a formar una conciencia ética y una opinión crítica y justa respecto a las corrientes de opinión dominantes. Participar en campañas de sensibilización: Campaña del 0’7, Comercio justo, Deuda externa, Escolarización universal, Patentes ¿a qué precio?, Jornadas Justicia, Paz y Salvaguarda de la Creación,... Utilizar formas alternativas de inversión y ahorro como la banca ética, microcréditos,… revisando siempre los criterios con los que invertimos. Se puede completar con las sugerencias del folleto de CONFRES: “Justicia, Paz y Salva que…”, pág. 9. pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación Comprar, utilizar, promover… preferentemente productos de comercio justo y solidario. Pagar salarios justos y acoger con justicia a los inmigrantes. “Participar en los movimientos ciudadanos”8. Integrar en nuestra oración la preocupación y el compromiso a favor de los que sufren las injusticias. Celebrar de modo significativo el Espíritu de Asís. Paz La paz constituye una aspiración constante del corazón humano. Entendemos por paz un concepto dinámico que nos lleva a hacer aflorar, afrontar y resolver los conflictos de una forma no-violenta9 y cuyo fin es el logro de una armonía de la persona consigo misma, con la naturaleza y con los demás. Debe ser, como nos indica el Vaticano II, “con toda exactitud y propiedad, obra de la justicia” (GS 78). En el mundo actual Como bien sabemos, la situación internacional no varía demasiado en lo que se refiere a la paz: contemplamos atónitos como a la unificación monetaria de algunos y a la riqueza desproporcionada de otros, se corresponden batallas y guerras en todos los frentes por muy diversos motivos: religiosos, políticos y económicos, etc… Por una parte, se vive bajo los recuerdos trágicos de las vivencias experimentadas durante el siglo XX: holocaustos, bombas atómicas, guerras mundiales, migraciones, desplazamientos… y más cercana las decenas de guerras e inestabilidad vividas en América del Sur, África y Oriente Próximo, con la última realidad de Irak, y las formas de terrorismo tanto nacional como internacional. 8 9 P.C.M., pág. 33. No-violencia activa. Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Por otra parte, la Declaración de los Derechos Humanos, la creación de las Naciones Unidas y la sensibilidad creciente a nivel mundial, mostrada en los millones de personas manifestándose de una manera u otra en contra de la guerra, nos animan a seguir trabajando por la paz verdadera y duradera. Frente a las situaciones de conflicto, armado o no, que contemplamos con nuestros ojos en la realidad en la que vivimos, es urgente el trabajo incansable por el fin de los conflictos y por la paz. Claves franciscanas “...Queremos servir al hombre, haciendo de mediadores de paz en los conflictos y participando en la evangelización de la cultura; estando en el mundo de manera activa y no indiferente o “neutral”, como signos e instrumentos de paz y reconciliación…”10. Francisco fue un alternativo sin pretenderlo expresamente11. En su Forma de vida se dibuja un estilo propio en el que se hacen innecesarias las armas: la paz dentro y fuera de la persona como elemento irrenunciable, la tenacidad para no huir de la dificultad que conlleva una vida creyente y humanizante, y la ausencia absoluta de todo espíritu de litigio (cfr. 2R 3,10). Francisco propone a sus hermanos un programa de acción pacificadora12: “Sean apacibles, pacíficos y mesurados, mansos y humildes” (2R 3,11). Francisco conocía bien la diferencia entre hablar y actuar, de ahí que exhortase a los hermanos a que la paz que anunciasen de palabra, la tuvieran, y en mayor medida, en su corazón, y Cfr. P.C.M., pág. 16. “Francisco fue un hombre que supo dialogar con las realidades de su época (…). Fue dialogante con el Islan, en una época de agresividad y enfrentamiento violento. Fue también hombre de paz, mediador de los conflictos entre personas y ciudades”. P.C.M., pág. 32. 12 Francisco nos invita “a ser hermanos con la sola fuerza del Evangelio de la paz y la reconciliación, anunciado con gestos y palabras”. 10 11 pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación que por su mansedumbre todos fuesen inducidos a la paz, a la benignidad y a la concordia (Cfr. TC 58). Francisco confiaba el valor de la paz a la fraternidad franciscana como testimonio para todo hombre, e invitaba a los suyos a “Anunciar la paz y perdonar” (cfr. 1C 29), y él mismo en toda predicación suya comenzaba con un saludo de Paz y Bien (cfr. TC. 26), pidiendo a todos los suyos: “anunciad la paz” (cfr. AP 38), y “anunciad la paz y perdonad” (1C 29). Acciones concretas13 10 13 La opción por la no-violencia y la cultura de la paz tiene una dimensión personal muy importante que debe comenzar en los pequeños detalles, además de la dimensión social y política. Hemos de observar nuestros hábitos y los de las personas que nos rodean y analizar los mecanismos que empleamos para resolver nuestros conflictos. Más allá de la violencia física, examinar con sensibilidad otras formas de violencia más sutiles, como las verbales, las emocionales (chantaje) o económicas (explotación laboral, extorsión,…). Educarnos y educar a nuestros niños y jóvenes en la resolución de conflictos, aprendiendo a pactar y a saber ceder a favor del acuerdo y el bien común. Participar en campañas de sensibilización: Eliminemos las minas, Objeción de conciencia, “Guerras no”, Control de armas… Hacer de la oración parte de nuestros propios esfuerzos por la paz. Especial celebración por la paz en el Espíritu de Asís (27 de octubre). Se puede completar con las sugerencias del folleto de CONFRES: “Justicia, Paz y salva que…”, pág. 13 Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Salvaguarda de la Creación Dios creador sostiene y estima todas las criaturas y ésta es la causa por la cual todas tienen derecho a la vida. Por ello la humanidad tiene el deber de conservar y promover la integridad de la creación en obediencia a Dios y por el bien de las generaciones futuras. En el mundo actual Por una parte, nos dejamos llevar por el deseo del tener y gozar consumiendo de manera excesiva y desbordante los recursos de la tierra. Todo ello en detrimento de esta misma tierra que es patrimonio de todos. Asistimos al expolio de la tierra y de sus riquezas y a una infinitud de nuevas formas de contaminación del aire, de la tierra y del agua. La explotación irracional a la que estamos sometiendo al planeta es insostenible, desigual, incontrolada e injusta. Muchos de los actuales fenómenos naturales devastadores, de los cambios climáticos y de la degradación progresiva de amplias extensiones de terreno, tienen su origen en esa irresponsable explotación. Se piensa poco o nada en su futuro, ya que los resultados económicos inmediatos ciegan todo proyecto de desarrollo más ecológico y equilibrado. Por otra parte14, hoy más que nunca es vital y urgente que los recursos de la tierra sean compartidos por todos y conservados para poder disfrutar de esta riqueza en el mañana15. 11 14 “Existe una mayor sensibilidad y preocupación por todo lo creado y su conservación”. P.C.M., pág. 28. 15 Procurando evitar lo excesivo como indica el P.C.M.: “Algunas desviaciones de las inquietudes ecológicas, que parecen otorgar la prioridad no a los seres humanos, sino a otras criaturas”, pág. 28. pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación Claves franciscanas “Francisco ve a Dios en todos los seres y acontecimientos; atiende a los hombres con sencillez, sinceridad y cordialidad; ama a la fraternidad; respeta a todos los seres, a los que llama hermanos; ve en todos los acontecimientos algo más que puro azar o acontecer”16 .Somos hermanos de todo lo creado porque todos somos criaturas y todos somos amados por Dios El Cántico de la Criaturas17 fue escrito por Francisco al final de su vida: en él recopila, en unas cuantas estrofas, toda una experiencia personal (Cfr. Cánt). Francisco fue un hombre que no quiso dañar su entorno, sino que era solícito, acogedor y dotado de una profunda empatía con todo lo que le rodeaba18. Existe en Francisco una sabiduría de la creación, que eleva todo a Dios, fin último y recapitulador en sus manos de cuanto existe. Para Francisco; la naturaleza es algo mucho más profundo que el paisaje, es una anticipación, una huella del amor de Dios. 12 Francisco no sólo quiere unir a todos los hombres en la paz, sino que quiere extender esa paz a toda la Creación, reconciliando al hombre con la naturaleza. Él ha conferido al hombre un lugar especial y él debe ser administrador del mundo de Dios. Francisco descubre en las criaturas la trascendencia, la fuerza de Dios y por eso su sentido de bendecidlo y alabarlo (Cfr. 1C 80-81; 2C 165), de sentir a través de ellas el gran amor que Dios nos tiene. 16 “Francisco presente ante todos los animales y cosas, que tanto respetaba y a los que daba el dulce nombre de hermanos y hermanas”. P.C.M. pág. 10. “Somos hermanos de todo lo creado, pues la voluntad amorosa de Dios Padre es el origen de todos y de todo”. P.C.M. pág. 14. 17 “Francisco extiende esa experiencia de fraternidad a todo lo creado, y así lo expresa en su Cántico de las Criaturas…”. P.C.M., pág. 28. 18 Cfr. 2C 166-171. Justicia, paz y salvaguarda de la creación pcm Acciones concretas19 19 Fomentemos en nosotros actitudes de respeto a la creación, que no se traduzcan sólo en actos de vida sino que conformen nuestro espíritu de vida. Educar mis hábitos de consumo de manera que afecten positivamente a la creación. Usar las cosas de manera que sea posible un desarrollo sostenible; satisfacer mis necesidades sin comprometer a las generaciones futuras. Cuestionar nuestra forma de consumir, invitando a reconsiderar nuestras propias necesidades y analizar nuestros propios gastos. Asumir que el “comercio justo” y el “consumo responsable” pueden ser más caros. Apoyar, sostener y adherirse siempre que sea posible a movimientos ecologistas que, de modo no violento, eduquen a la opinión pública y presionen a las administraciones con medidas dirigidas a la protección de la naturaleza. Reducir, reutilizar y reciclar los residuos. Concienciarnos sobre la recogida selectiva de basuras. Usar racionalmente - la energía: apagar los aparatos cuando no lo necesites, utilizar bombillas de bajo consumo… - Agua: no llenar la bañera, no dejar el grifo abierto mientras se realizan otras tareas (enjabonarnos, limpiarnos los dientes o fregar los platos); evitar que los grifos goteen, regar con agua no potable… No ensuciar tu entorno: papeles, desechos de los animales, basuras… Calefacciones: no superar los 20º de temperatura, aislar la casa… No comprar muebles que no lleven la etiqueta de madera controlada. Se puede completar con las sugerencias del folleto de CONFRES: “Justicia, Paz y Salva que…”, pág. 17. 13 pcm Justicia, paz y salvaguarda de la creación Comprar productos biodegradables. Fomentar y participar en los Días Mundiales e Internacionales: del Agua, del Árbol, de la Tierra, de la Energía, etc... Usar los transportes públicos… Procurarnos información y divulgarla sobre el uso de energías alternativas. Concienciar desde nuestras plataformas (colegios, parroquias…), promoviendo jornadas y cursillos monográficos sobre consumo responsable. Conclusión 14 Al terminar estas reflexiones sobre algo tan actual como “La Justicia, la Paz y la Salvaguarda de la Creación” sabemos que no hemos hecho nada definitivo. Nuestra intención era enriquecer, con nuestra aportación específica, el “Proyecto Comunitario de Misión”20, instrumento ya habitual en las diversas presencias de nuestra Provincia. Pero no sólo eso, queremos también interpelar, es más, comprometer a todos los que, religiosos o seglares, encontramos en Francisco de Asís un sugerente estímulo para encarnar el evangelio en el tiempo que nos ha tocado vivir. Seducidos por el pobre de Asís queremos denunciar toda situación inhumana que por ello mismo es ofensiva para Dios. Queremos también proponer con nuestra vida y anunciar con nuestra palabra unas nuevas relaciones con todo lo que nos rodea. Estamos llamados para ello tanto al uso de los medios de comunicación social, mucho más asequibles de lo que solemos suponer, como a la difusión tú a tú de todas estas inquietudes. El ejemplo de Francisco nos anima, y la fuerza de su carisma nos empuja en esta dirección. 20 En él se nos da la orientación a tener en cuenta: la “promoción de gestos y campañas de solidaridad, y la colaboración con instituciones que asumen los valores de la justicia, la paz y la minoridad”. P.C.M., pág. 31. 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