Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación ///Martín, de agosto de 2000. VISTOS Y CONSIDERANDO: Para dictar sentencia en los autos caratulados: “Mesuraco, Alberto y otros s/inf. art. 210, 248 y 174 del C.P.” del registro de la Secretaría Penal N? 4; El Dr. Horacio Enrique PRACK dijo: I.- Del trámite del recurso: a) Los autos han llegado a la consideración de este Tribunal, a fin de analizar exclusivamente la situación procesal de David Luque, a cuyo respecto la Sala I de esta Cámara anulara parcialmente su propia sentencia dictada a fs. 5339/5380 por las motivaciones volcadas en el decisorio adoptado a fs. 5389/5390vta. En consecuencia, el alcance de la presente estará limitado a la consideración de los recursos interpuestos por el Ministerio Público Fiscal y por la defensa, en orden al antes mentado David Luque en relación a los sucesos y en virtud de la significación jurídica que se ha de precisar en los apartados que siguen. b) Es necesario recordar, de todos modos, que -1- mediante la sentencia dictada a fs. 4966/5131vta., punto dispositivo II, el magistrado de grado condenó a David Luque a cumplir la pena de tres años y cuatro meses de prisión, inhabilitación perpetua para desempeñar cargos públicos e inhabilitación absoluta por el término de ocho años, accesorias legales y costas, como partícipe necesario del delito de defraudación por administración infiel en perjuicio de una administración pública (hecho N? 2), coautor del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, reiterado en seis oportunidades (hechos N? 1, 3, 5, 6, 7 y 13) y partícipe necesario en el delito de defraudación por administración infiel en perjuicio de una administración pública en concurso ideal con el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas -este último en carácter de coautor- reiterado en dos oportunidades (hechos N? 14 y 15); todos ellos a su vez en concurso real (arts. 29, ap. 3?, 45, 54, 55, 56, 173, inc. 7?, 174, inc. 5? y último párrafo, y 265, 1? párrafo del Código Penal). En la misma sentencia, merced a lo decidido en el -2- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación punto dispositivo VI del fallo el colega de la instancia anterior absolvió a Luque en orden al delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública, reiterado en seis oportunidades (hechos 4, 8, 9, 10, 11 y 12) y el de asociación ilícita (hecho 26), sin costas. Contra el decisorio de marras apelaron el encausado David Luque (fs. 5141), su letrado defensor (fs. 5142) y el representante del Ministerio Público (fs. 5132). En la oportunidad prevista por el artículo 519 del Código de Procedimientos en Materia Penal, el señor fiscal de cámara mantuvo el recurso de apelación interpuesto por su inferior jerárquico y expresó los agravios que se incorporan en la pieza corriente a fs. 5166/5245. Solicitó que se condenara a David Luque como coautor penalmente responsable del delito de asociación ilícita; administración infiel en perjuicio de una administración pública reiterada (2 hechos); administración infiel en perjuicio de una administración pública en concurso ideal con negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas reiterada (2 hechos) y -3- negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas reiterada (10 hechos). También consideró que Luque resultó partícipe necesario del delito de falsificación de documentos públicos reiterado (13 hechos) en concurso ideal con falsificación de documentos privados reiterado (6 hechos); todos los cuales concurren realmente entre sí, y en forma ideal con incumplimiento de los deberes de un funcionario público; propuso, en definitiva, que se impusiera la pena de cuatro años y ocho inhabilitación absoluta por el inhabilitación especial perpetua meses término para de de prisión, diez ejercer años, cargos o empleos públicos, accesorias legales y costas. c) Merced al ya mentado decisorio adoptado a fs. 5339/5380, la Sala I de este Tribunal declaró la nulidad parcial de la acusación de fs. 3227/57, en lo referente a la falsificación ideológica de documentos públicos y falsificación de documentos privados, cometidos en forma reiterada y, en consecuencia, absolvió a David Luque en orden a los delitos mencionados (-Art. 509 del C.P.M.P.-, punto dispositivo V). Asimismo, dispuso, revocar parcialmente los -4- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación puntos dispositivos II, VI, y IV de la sentencia de origen, imponiendo al nombrado la pena de tres años y ocho meses de prisión, inhabilitación perpetua para desempeñar cargos públicos e inhabilitación absoluta por el término de ocho años, accesorias legales y costas, por considerarlo coautor penalmente responsable de los delitos de asociación ilícita (hecho N? 26) y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, reiterado (hechos N? 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 12 y 13); y partícipe necesario en el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública (hecho N? 2) y de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública, en concurso ideal con negociaciones incompatibles -este último en carácter de coautor- reiterado en dos oportunidades (hechos N ?14 y 15); todos los cuales concurren realmente entre sí, y en forma ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Asimismo, absolvió al nombrado en relación al hecho N? 9 (arts. 12, 29 inc. 3?, 45, 54, 55, 56, -5- 174 inc. 5? en función del 173 inc. 7?, 174, último apartado, 210, primer apartado, 248 y 265, primer apartado del C.P.; punto dispositivo VII, apartado “d” de la aludida sentencia de fs. 5339/5380). Tras haber dictado la aludida resolución, conforme se indicara al inicio del presente, la Sala I advirtió que durante la tramitación del respectivo recurso se había omitido dar debida intervención a la defensa del procesado David Luque a los fines del artículo 519 del C.P.M.P., como consecuencia de lo cual, declaró la nulidad parcial de su propio pronunciamiento, en relación a los hechos por los cuales Luque resultara condenado en esa instancia, disponiendo el consecuente envío de las actuaciones a esta Sala para que se dictase un nuevo pronunciamiento (resolución adoptada a fs. 5389/5390vta.). d) Corrido que fue el traslado pertinente en la ocasión prevista por el Art. 519 del C.P.M.P., el Defensor Oficial de la Cámara, Dr. Aníbal J. L. Gilardenghi expresó los agravios expuestos en el memorial de fs. 5417/5431vta. Sostuvo, en esencia, que el acotado margen de -6- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación manejo y decisión que desarrollaba su asistido Luque dentro de una división que se hallaba a cargo del coencausado Eduardo Oscar Ferrín, sumado a la presencia esporádica de su ahijado procesal en la Colonia Montes de Oca en razón de haber sido designado para cumplir funciones en la Comisión Normalizadora de la Asociación Mutual del Personal de la Salud Pública, habilitaba a sostener el descargo sobre la falta de conocimiento de la finalidad ilícita que pudieron haber tenido los restantes imputados respecto de las maniobras investigadas. Aceptó que, a lo sumo, su asistido podría haber merecido una imputación en los términos del art. 262 del Código Penal en virtud de una conducta negligente de Luque. Por otra parte, el representante de la Defensa Oficial argumentó que durante el trámite de la causa no se habían evaluado en debida forma las concretas razones que llevaron a Luque a confeccionar el manuscrito incautado en su domicilio en la diligencia de fs. 550/1, que sirviera de base para la resolución condenatoria dispuesta por el sentenciante -7- de la instancia anterior. Consecuentemente, solicitó el rechazo de la pretensión fiscal de fs. 5166/5245, en relación a delitos de falsificación de documentos e incumplimiento de los deberes de funcionario público atendiendo a las genéricas e indeterminadas atribuciones de reproche penal que señala en su presentación. Por otra lado, en relación al ilícito tipificado en el art. 210 del Código Penal argumentó que las concordantes conformaban declaraciones un cuadro efectuadas probatorio que por no los imputados se encuentra desvirtuado por las declaraciones testimoniales que citó el agente fiscal, lo cual impedía arribar a la certeza demandada por todo fallo condenatorio para reprocharle la comisión del ilícito en cuestión a su pupilo. Asimismo, señaló que el magistrado de grado había omitido valorar las rectificaciones prestadas por su asistido a fs. 4566/4573vta., 4574/4577vta. y 4185/vta. (careo mantenido con Ferrín), respectivamente, que justificaban prevalencia de las las razones mencionadas de en su discordancia último término. y la A lo apuntado, agregó que el hecho singular de haber mantenido en -8- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación su domicilio particular los manuscritos secuestrados a pesar de tener conocimiento de la detención del ex Director de la Colonia -Dr. Sánchez- demostraba la total inocencia de su ahijado procesal respecto de los hechos materia de investigación; a lo que se adunaba la circunstancia de que los proveedores del mencionado establecimiento asistencial negaron que se les hubiere requerido comisión alguna, tanto por parte de los funcionarios del mismo como por la intervención de interpósita persona. Por último, peticionó que se declarase la inconstitucionalidad de las inhabilitaciones impuestas a su pupilo, con fundamento en las articulaciones volcadas en el capítulo III del memorial (fs. 5427vta.). Agregada que fue la mentada defensa, una vez revocado el auto de fs. 5464, la causa quedó en condiciones de recibir pronunciamiento definitivo en la instancia. II.- De los hechos objeto de juzgamiento y su significación jurídica a) Ha sido reiteradamente dicho a lo largo de las -9- actuaciones que la investigación de autos comenzó el 28 de enero de 1992, con la denuncia formulada por el entonces interventor de la Colonia Montes de Oca, Alejandro Roque L. Lanfranchi, al poner en conocimiento del titular del Juzgado Federal de Mercedes de presuntas irregularidades detectadas en el trámite de diversos expedientes administrativos referidos a contrataciones directas y licitaciones públicas llevadas a cabo para el aprovisionamiento de distintos insumos del organismo, durante los últimos tres meses del año 1991. Puede indicarse, en rasgos generales, que merced al acuerdo previo entre funcionarios de la Colonia y representantes de determinadas empresas, se alteraban las contrataciones directas y las licitaciones mediante la simulación de invitaciones para concursar precios, de suerte de favorecer a la firma adjudicataria que en todos los casos registraba la cotización más baja. Así pues, mediante la ejecución de un trámite aparentemente legal impreso a las distintas contrataciones directas, se encubría la realización de la maniobra antes descripta, favoreciéndose irregularmente -10- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación los intereses propios de los funcionarios que participaban en los diversos segmentos de la tramitación, así como también los de los titulares de las empresas que resultarían adjudicadas, siendo que, en algunos casos, se asumía una obligación abusiva a cargo del establecimiento adquirente. b) Tal como se señalara, la Sala I del Tribunal dictó sentencia condenatoria respeto de los coencausados Alberto Héctor Mesuraco, Emilio Adolfo Bellido, Eduardo Oscar Ferrín y Jorge Luis Bellagamba. La decisión en ese aspecto quedó firme por consentimiento de las partes y abarcó los sucesos vinculados con el delito de asociación ilícita (hecho N? 26) y con los expedientes administrativos 1-2020- 4107000971/91-3 (hecho N? 1); 1-2020-4107000429/91-4 (hecho N? 2); 1-2020-4107000974/91-2 (hecho N? 3); 1-2020- 4107000979/91-4 (hecho N? 4); 1-2020-4107-000988/91-3 (hecho N? 5); 1-2020-4107000968/91-2 (hecho N? 6); 1-2020- 4107000973/91-6 (hecho N? 7); 1-2020-4107000952/91-9 (hecho N? 8); 1-2020-4107000701/91-6 (hecho N? 11); 1-2020-4107- -11- 001044/91-9 (hecho 12); 1-2020-4107000930/91-5 (hecho N? 13); 1-2020-4107000867/91-1 (hecho N? 14); 1-2020-4107000993/91-7 (hecho N? 15) relativos a las contrataciones directas 67/91, 56/91, 68/91, 73/91, 79/91, 65/91, 69/91, 61/91, lic. pública 21/91, 80/91, 60/91, 57/91 y 77/91, respectivamente. La circunstancia de que los hechos antes señalados hayan sido materia de juzgamiento firme por los colegas de la Sala I del Tribunal, impide en este estadio procesal que se pueda revisar la materialidad de los hechos que allí se tuvieron por acreditados. sentido, que el instituto Es de del caso señalar, la cosa juzgada en ha tal sido invariablemente reconocido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta nuestro régimen constitucional y, por ello, “...no es susceptible de alteración ni aún por vía de la invocación de leyes de orden estabilidad de las constituyen un presupuesto público, sentencias, en la ineludible toda vez medida de la que en la que seguridad pública, es también exigencia del orden público superior...” -12- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación (JA 1997-II-557, del 27/12/96; JA 1997-1997-IV-356, del 6/5/97, fallos 322:1405). Es que, la estabilidad de las decisiones jurisdiccionales, en la medida en que constituye un presupuesto ineludible de la seguridad jurídica, es exigencia de orden público y tiene jerarquía constitucional (C.S.J.N., sept. 18-1990 “Caballero, Ismael y otros”- L.L. 1991 A, pág. 600). En el mismo sentido de asegurar la inmutabilidad de las decisiones judiciales, tuvo oportunidad de pronunciarse la Cámara del Crimen de la Capital Federal (C.N.Crim. y Correc., Sala 16/1/1991), I, septiembre señalando que el 13-1990, E.D. sobreseimiento diario del definitivo dictado en relación a los hechos investigados produce efectos de cosa juzgada material “erga omnnes” (art. 436, parte 1? del Código de Procedimientos en Materia Penal) por lo que no es admisible que por idéntico suceso se trate de perseguir a otras personas. De igual manera, el citado Tribunal capitalino había decidido que la persona que es juzgada por hechos -13- cometidos junto con otros sobre quienes recayó sentencia con anterioridad, no puede discutir al tiempo de su propio juzgamiento la existencia material de los hechos, ni su calificación legal, en tanto no existan circunstancias que permitan modificar tales conclusiones, teniéndose al respecto como configurado el instituto de la cosa juzgada (conf. C.N.Crim. y Correc., Sala IV, octubre 9-1979, “Córdoba, Manuel H.”, pub. L.L. diario del 5/11/1980). Es éste, por otra parte el criterio adoptado por esta Sala II en ocasión de resolver la causa 1619 (916/97) “Testimonios de la causa: Barrera, Héctor Ricardo y otros s/inf. ley 23737", del registro de la Secretaría Penal N? 4 en fecha 13 de junio del corriente. Un caso interesante, que auxilia a traer a luz para la correcta solución del tema “sub examen”, es aquél que fuera resuelto por la misma Cámara de Buenos Aires (C.N.Crim. y Correc., Sala IV, agosto 6-1987, in re “Corvalán, Jorge”, pub. L.L. diario del 29/11/1988, con nota de Miguel Ángel Madariaga “La ‘reformatio in pejus’ y los alcances de la cosa -14- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación juzgada”) respecto del caso relativo al juzgamiento de un procesado luego de que hubiera sido resuelta la situación de quienes habían actuado como coautores o partícipes. Cuando se da esta hipótesis -señala el Dr. Madariaga en la nota citadala doctrina es virtualmente unánime en excluir al obstáculo de la cosa juzgada en cuanto a los copartícipes no incluidos en la primera sentencia, por la inexistencia de “litis consorcio” necesario en el proceso penal. Claro que tal exclusión no es absoluta porque también hace una importante distinción en lo atinente al hecho constitutivo de la causa de la pretensión punitiva: a) si con posterioridad a la primera sentencia se incorporan nuevas pruebas que permitan considerarlo de diferente manera respecto de la calificación, del grado, o de las circunstancias atenuantes o agravantes, desaparece el impedimento para arribar a distinto encuadre penal en la nueva decisión, en base a la valoración de los nuevos elementos de juicio, inclusive complementándolos con los primigenios; b) si la apuntada circunstancia no se produce y la segunda sentencia debe fundarse en los mismos -15- elementos de comprobación ya valorados en la primera, si el tribunal originario tenía legitimación para seleccionar una calificación más grave, aunque se lo hubiese impedido la reformatio in pejus, adquiere primacía la concepción unitaria de la sentencia primitiva, cuyas motivaciones y fallo integran un solo contexto integral a los fines de la “cosa juzgada”. De articulista-, no es aceptarse decir la este criterio hipótesis -concluye desarrollada en el el apartado b) del párrafo anterior, no solamente se produciría un verdadero escándalo jurídico, derivado de distintas decisiones del mismo Tribunal con sustento en los mismos presupuestos fácticos, sino que se conculcaría simultáneamente la equidad que debe presidir todo pronunciamiento definitivo cuando son varias las personas juzgadas. Y como el caso “sub examen” no ha registrado la incorporación de nuevos elementos de juicio capaces de alterar la materialidad de los sucesos ni la significación jurídica que a ellos le ha sido atribuida en la sentencia dictada por la Sala I de este mismo Tribunal, se debe atender -16- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación a lo ya decidido en el aspecto que ha sido expuesto en los párrafos antecedentes. Sin perjuicio de lo hasta aquí expuesto, es del caso señalar que se comparten en un todo, los elementos calificación de legal juicio valorados discernida por los para adoptar colegas de la este Tribunal respecto de los hechos materia de tratamiento y a cuyos conceptos me remito para no repetir expresiones que ya han sido correcta y largamente desarrolladas a lo largo de la sentencia recaída a fs. 5339/80. Incluso aquélla relativa al delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, observada por el Defensor de Cámara a fs. 5417, atento el modo concursal ideal que lo une al resto de las figuras penales aplicables al caso. En cuanto atañe al suceso identificado como hecho N? 9 (expediente administrativo N? 1-2020-4107000622/91-9), cabe puntualizar que no corresponde pronunciamiento alguno en virtud del alcance que toca otorgar a la nulidad dispuesta por la Sala I del Tribunal (fs. 5389/90vta.) y la falta de agravio -17- anunciada a este respecto en el decisorio en cuestión. Sentado cuanto precede, corresponde analizar ahora la eventual intervención que le pudo haber cabido al encausado de autos en la perpetración de los hechos cuya materialidad debe tenerse por debidamente comprobada conforme se detallara precedentemente. Rigen la prueba los arts. 207, 305, 306, 316, 317, 319, a contrario, 321, 346, 357, 358 y concordantes del Código de Procedimientos en Materia Penal. III.- Participación y responsabilidad penal a) Hecho N? 1 (expediente administrativo 1-20204107000971/91-3, contratación directa 67/91), hecho N? 3 (expediente administrativo 1-2020-4107000974/91-2, contratación directa 68/91), hecho N? 5 (expediente administrativo 12020-4107-000988/91-3, contratación directa 79/91), hecho N? 6 (1-2020-4107000968/91-2, contratación directa 65/91), hecho N? 7 (1-2020-4107000973/91-6, contratación directa 69/91), hecho N? 13 (expediente administrativo 1-2020-4107000930/91-5, contratación -18- directa 60/91), hecho N? 14 (expediente Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación administrativo 1-2020-4107000867/91-1, contratación directa 57/91) y hecho N? 15 (expediente administrativo 1-2020- 4107000993/91-7, contratación directa 77/91). A fin de evaluar la situación procesal de David Luque respecto de los hechos identificados en el epígrafe cuyo contenido fáctico fuera descripto en los capítulos anteriores, corresponde evocar someramente la función que cumplía el nombrado dentro de la administración contable de la Colonia Montes de Oca. Es así que David Luque se desempeñaba junto con Eduardo Oscar Ferrín dentro de la División de Compras, ostentando el cargo de Analista Principal, y rubricando en ausencia del titular del sector (el mismo Ferrín) las actuaciones que lo así lo requerían. La sección en trato -según los dichos del propio Luque, conf. fs. 634/40- se encargaba de confeccionar el pliego de condiciones, cursar las invitaciones a las empresas del rubro, anoticiar Proveedores de apertura ofertas -19- de del Estado y procedimiento (U.A.P.E.), diseñar un de Unión de acta de comparativo de elaborar cuadro la el precios. Y en tales condiciones, corresponde tener por debida y suficientemente acreditado que el ya juzgado Ferrín en colaboración con Luque y por medio de nóminas fraguadas de empresas oferentes, simularon haber invitado a participar en las licitaciones a varias firmas; así como también que falsearon la constancia de comunicación a la Unión Argentina de Proveedores de Estado (U.A.P.E.) para que pretendidamente difundiera entre sus asociados la instrumentación de tales contrataciones. Si bien en su descargo material, David Luque refirió que el cargo de analista principal que ocupaba no lo habilitaba para estar en condiciones de participar en los hechos endilgados, lo cierto es que en numerosas ocasiones actuó como reemplazante natural del director de compras Ferrín y que, en función de su cargo, mantenía un fluido y permanente contacto con las empresas que se presentaban tanto a las licitaciones públicas, como a las contrataciones directas (cf. fs. 634/40). Por -20- otro lado, cabe destacar que durante el Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación registro judicial perfeccionado a fs. 550/51, se incautó en poder de Luque una nómina de dos hojas manuscritas donde figura el listado de las empresas que a la postre resultaron adjudicatarias de las contrataciones que, de seguido, habrán de analizarse. Es importante destacar que en esa lista se consignaban las órdenes de compra emitidas a favor de cada una de las empresas y, debajo de las respectivas denominaciones sociales, se estamparon números o anotaciones referidos a porcentajes o cifras indudablemente vinculadas con los beneficios que se obtendrían de las conductas ilícitas motivo de juzgamiento. En lo que respecta al contenido de los referidos papeles Luque manifestó, en un primer momento, que en ellos se habían anotado los porcentajes que se pensaba cobrar a las empresas adjudicatarias a modo de comisión; circunstancia que era conocida por Mesuraco, Ferrín y Bustamante (fs. 634/40). Aclaró luego Luque, en una declaración posterior, que creía que esas comisiones no se habían llegado a cobrar y que no le constaba que se hubiesen pedido (fs. 2843/46). Posteriormen- -21- te, al ser documental, preguntado el una enjuiciado vez adujo más sobre que el dicha prueba manuscrito lo confeccionó a pedido del director Sánchez, porque el nombrado pretendía que las empresas adjudicadas hicieran una deducción en las facturas que la Colonia debía pagarles por las contrataciones donde resultaron favorecidas (conf. careo con Ferrín mantenido a fs. 4181/86). En el contexto de las probanzas de la causa, es claro que el reclamo de inocencia ensayado por Luque, en cuanto a que era ajeno a las maniobras en estudio, carece del más mínimo asidero. Ello así pues los elementos arrimados al proceso han participación permitido tanto comprobar en los su activa trámites y eficiente licitatorios ya mencionados, como en el manuscrito incautado a fs. 550/551, siendo del caso insistir en el hecho de que su inicial versión confesoria se condice acabadamente con el resto de los elementos de juicio arrimados al proceso. Tan es ello así que la explicación ulterior de Luque cuando pretendió destacar que el valor de descuento para sustentar un supuesto abaratamiento de los costos (fs. -22- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación 4566 y 4574), no resiste el menor análisis ya que la simple comparación entre el monto total de emisión de la orden de compra consignado en el listado de referencia y las numerosas órdenes glosadas demuestra que en en los los expedientes valores finales administrativos, adjudicados no se efectuó ningún descuento, quita o modificación alguna de los montos establecidos originariamente. Amén de que, por otra parte, Luque incumplió la carga probatoria impuesta por el Art. 319, segundo párrafo del Código de Procedimientos en Materia Penal aplicable al caso, a fin de considerar viable y atendible la retractación que pretendió hacer valer su letrado defensor en esta instancia de alzada. El acotado margen de poder de decisión que ejercía Luque dentro de la División de Compras ha sido también alegado por la defensa como fundamento remisorio a favor de su pupilo. El planteo debe ser descartado por su propia inconsistencia ya que Luque cumplió un papel trascendente en la etapa precontractual de los expedientes, tanto licitatorios como de contratación directa, al haber asumido -23- la tarea de dar a publicidad los procedimientos de la contratación y en tal cometido, según sus propios dichos, era el reemplazante natural de Ferrín. Es claro también, conforme se acreditó en el legajo, que Luque cursó numerosas invitaciones junto a Ferrín a empresas seleccionadas a su propio arbitrio o bien que eran discrecionalmente elegidas, perjudicando de tal suerte al patrimonio del Estado Nacional, al atentar contra la transparencia que debía regir la convocatoria dirigida a los proveedores del organismo que representaba. A mayor abundancia de argumentos, no es ocioso precisar que la participación del encausado en las maniobras objeto de análisis, se desprende también de las declaraciones de los propios titulares de las empresas que figuran en la nómina de invitadas, quienes refirieron no haber sido participados a intervenir en la contratación de que se trató en cada caso, tal como se aprecia sin mayor esfuerzo del oportuno cotejo al tenor de los testimonios glosados a fs. 2695/6, 2955/6, 1005/7vta., 1046/52, 1083/7vta., 2746/7vta., 2750/vta., 2841/2vta., 2955/6vta., entre otros de similar -24- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación entidad. Es necesario hacer mérito, igualmente, del informe obrante a fs. 4145/4149 confeccionado por la Unión de Proveedores de Estado, cuyo representante legal hizo saber que dicha corporación no había recibido comunicación alguna para la difusión de las contrataciones directas aquí tratadas, a pesar de haberse hecho constar tal extremo en los expedientes administrativos (fs. 976/7, 982, 1330 y 2331). Por otro lado, de la lectura de los expedientes administrativos reservados en Secretaría se desprende que en varias de las contrataciones efectuadas se daba intervención a empresas respecto de las cuales el hoy condenado Jorge Luis Bellagamba poseía en su domicilio formularios y/o sellos utilizados para falsear las ofertas y contrataciones de distintos expedientes licitatorios (fs. 957/8, contrataciones directas N? 67/91, 56/91 y 65/91). Dicho elemento de cargo cobra mayor fuerza probatoria en la medida en que se condice plenamente con el resultado del estudio pericial incorporado a fs. 1425/9, -25- realizado sobre la máquina de escribir, formularios y sellos incautados en poder de Bellagamba, en cuanto concluye que varios de los presupuestos incorporados a las contrataciones directas 14/91, 60/91, 67/91, 69/91, 57/91, 77/91, 65/91, 79/91 fueron confeccionados por una misma y única máquina de escribir. Además, el estudio concluyó en que algunas de las ofertas pretendidamente presentadas por las empresas eran una mera reproducción fotostática, amén de que los elementos selladores secuestrados fueron usados para los estampados aclaratorios que rezan: “Distribuidora Ariel”, “Cirbel Insumos S.R.L. (Gerente)”, “Distribuidora Ariel S.R.L. (Socio Gerente)”, “Cirugía S y F (Federico Paparella Remedios 3360 T.E. 611-1217)”, “Emed (Alejandro D. Felli)” y “Cirugía Almafuerte S.R.L. (Gerente)”, los que figuran en los formularios agregados en las distintas contrataciones (ver allanamiento documentado a fs. 957/8). Por último, no debe perderse de vista que en todas las contrataciones donde presentaron ofertas las empresas de Bellagamba (“Cirugía Bellagamba” y “Proim S.A.”) o la de su -26- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación hijo (“Cirbel Insumos”), invariablemente resultaron adjudicadas en forma documentos total según pertinentes se que aprecia se al comparar adjuntaron los en las contrataciones directas 67/91, 56/91, 79/91, 65/91, 69/91, 57/91, 60/91 y 77/91. Tal extremo evidencia que para perpetrar las aludidas maniobras, Bellagamba debió recurrir indefectiblemente al acuerdo previo con los acusados Ferrín y Luque, lo que se colige a partir de constatar la sugestiva circunstancia de que en los legajos administrativos para la adjudicación de elementos de la más variada índole, se invitaban o incorporaban presupuestos de las mismas empresas. Los elementos de cargo antes citados, oportunamente arrimados al proceso, convocan la indudable responsabilidad criminal del enjuiciado David Luque, más aún cuando su personal intervención en los expedientes administrativos de marras ha quedado demostrada mediante la imposición de su propia rúbrica en la nómina de invitados (hecho 5), en el encabezamiento del pliego de condiciones (hechos 1 y 6), en el acta de apertura de ofertas (hechos 1, 2, 6, 7, 8 y 13) y -27- en el cuadro comparativo de precios (hecho 2). A ello debe agregarse el contenido del ya mentado manuscrito incautado en su domicilio, donde constan las empresas adjudicadas con los porcentajes que se pretendía requerirles, lo cual refuerza el serio plexo cargoso reunido en su contra y lleva a confirmar sin hesitación alguna que Luque conoció a ciencia cierta la naturaleza de las maniobras en estudio y la ilicitud que ello traía aparejado, poniendo asimismo de manifiesto su voluntad de actuar conforme a tal conocimiento. Dentro de dicho plexo probatorio, toca señalar que si bien de los expedientes relativos a los hechos identificados con los N? 3 y 14 no se registró la existencia de rúbrica ninguna atribuible al procesado Luque en los respectivos legajos administrativos, ello no es óbice para suponer y, en definitiva, afirmar, su directa y personal intervención en ellos. Tal conclusión se funda, por una parte, en su probada participación en otros hechos de idéntica factura y con los mismos protagonistas; y, por otra, porque debe recurrirse nuevamente al manuscrito secuestrado en poder de Luque, de innegable -28- contenido incriminatorio, donde figuran las Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación enunciadas empresas que resultaron adjudicadas, en sendas contrataciones y con sus respectivos porcentajes. En tal entendimiento, atendiendo a las modalidades de cada caso en concreto, considero que el encartado deberá responder por los hechos N? 1, 3, 5, 6, 7, 13, 14 y 15 a título de coautor y por los restantes acontecimientos en calidad de partícipe necesario, conforme la intervención que le cupo en cada uno de ellos. b) Hecho N? 4 (expediente administrativo N ? 1-20204107000979/91-4, contratación directa N ? 73/91), hecho N? 8 (expediente administrativo N ? 1-2020-4107000952/91-9, contratación directa N? 61/91), hecho N? 11 (expediente administrativo N? 1-2020-4107000701/91-6, licitación pública N ? 23/91) y hecho N? 12 (expediente administrativo 1-2020-4107- 001044/91-9, contratación directa N ? 80/21). En relación a los sucesos “supra” mencionados, entiendo que también corresponde reprochar a Luque la responsabilidad en los sucesos antes mentados, teniendo en -29- consideración que mediante la sentencia de fs. 5339/80 quedó acreditado que merced a las contrataciones directas N? 73/91, 61/91, 80/91 y la licitación pública 23/91, se quiso favorecer a las empresas adjudicatarias (“Orel S.A.” -en las dos primeras- y “Balaguer y Cía. S.R.L.” y “Juan Carlos Salvi” en las dos restantes, respectivamente). Lo sostenido encuentra respaldo probatorio en el hecho de que la Unión de Proveedores de Estado no fue debidamente anoticiada de las licitaciones convocadas -a excepción de la N? 23/91- (fs. 4145/49) y en la ineficacia o bien en la inexistencia de invitaciones a ofertar para las distintas contrataciones, denominados hechos N? tal 11 como (fs. aconteciera 14/22 del en los expediente administrativo), hecho N? 4 (informe policial de fs. 2321), hecho N? 8 (fs. 1330/vta.) y hecho N? 12 (fs. 2695/6, 2955/6, 2698/9, 982 y 1005). A diferencia de lo que pudo ser comprobado en las restantes contrataciones, en los sucesos que ahora se analizan no surge que Luque hubiera tomado intervención en -30- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación los expedientes administrativos, salvo el caso referido al hecho N? 8 donde se aprecia su firma impuesta en el acta de apertura de ofertas. De todas formas, la ausencia de marras no impide endilgarle responsabilidad por tales eventos, en la medida en que el aporte esencial que Luque prestó en las aludidas contrataciones, cobra virtual comprobación a partir de la lectura del listado incautado en su domicilio y donde figuran enunciadas las distintas empresas fementidamente favorecidas. En cuanto atañe a la explicación que otorgara Luque al momento de exponer en declaración indagatoria, corresponde hacer un puntual reenvío a lo que ya se señalara en el apartado respectivo (vid. cap. III, ap. A). En definitiva, estimo que los elementos de cargo reseñados precedentemente han permitido acreditar, por un lado, la existencia de una maniobra encubierta tendiente a favorecer a determinadas empresas conforme la resolución de la Sala I del Tribunal en el antecedente citado y, por otro, el profundo y acabado conocimiento que tuvo el encausado Luque del mecanismo llevado a cabo en el seno de la División -31- de Contrataciones de la Colonia Montes de Oca, al igual que su voluntad dirigida a ese fin, de donde se desprende sin hesitación alguna el juicio de reproche que toca formular a su respecto, en orden a los sucesos identificados con los N? 4, 8, 11 y 12 por los que deberá responder en carácter de coautor. c) Hecho N? 26 (Asociación ilícita) También cabe reprochar a David Luque su personal y directa intervención en el delito de asociación ilícita por el que resultaran ya condenados sus consortes de causa Emilio Adolfo Bellido, Héctor Alberto Mesuraco, Eduardo Oscar Ferrín y Jorge Luis Bellagamba en función de la descripción típica del Art. 210 del Código Penal, adoptada por los colegas de la Sala I en la recordada sentencia de fs. 5339/5380. En el caso de Luque, ya se ha dicho que su calidad de analista principal de la División Contrataciones, lo colocó en una situación esencial -junto con Ferrín- para integrar el círculo delictivo completado en los distintos hechos analizados en la causa. Ya desde el dictamen fiscal -32- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación incorporado en los folios 2803 y siguientes de esta causa, se describió con detalle y loable pulcritud los elementos constitutivos de la figura que nos ocupa, aspectos que fueron luego reiterados en el libelo del Ministerio Público corriente a fs. 5166, en especial, las fojas 5234/5239vta. y recibidos más antecedente tarde de fs. 5367vta./5370; de 5339, conformidad por específicamente fundamentos a los cuales la sentencia en los folios me remito por compartirlos en su totalidad y a fin de no incurrir en ociosas repeticiones. Cabe agregar, sin embargo, que las observaciones formuladas en este aspecto por el esforzado defensor de esta alzada respecto de los testimonios prestados por Arabolaza y Lattaro recibieron oportuna respuesta en el voto del vocal modificaciones preopinante de los (fs. respectivos 5369), siendo aportes que las testimoniales recibidos durante la etapa plenaria de las actuaciones no alteran en nada el contenido inicial de las imputaciones oportunamente formuladas, en la medida en que tales primigenios señalamientos han coincidido a la perfección con -33- el resto de las probanzas documentales y testimoniales glosadas en la causa. IV.- Síntesis En definitiva, considero que el enjuiciado David Luque deberá responder como coautor penalmente responsable de los delitos incompatibles de asociación con el ilícita ejercicio de y negociaciones funciones públicas, reiterado (hechos N? 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 12, 13 y 26); y partícipe necesario en el delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública (hecho N? 2) y de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública, en concurso ideal con negociaciones incompatibles -este último en carácter de coautor- reiterado en dos oportunidades (hechos N? 14 y 15); todos los cuales concurren realmente entre sí, y en forma ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público (Arts. 45, 54, 55, 174 inc. 5?, en función del 173, inc. 7?, 174, último apartado, 210, primer párrafo, 248 y 265, primer apartado, todos del Código Penal). -34- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación V.- Individualización de la pena e Inconstitucionalidad a) Con el objeto de graduar la pena que estimo debe ser impuesta al encausado Luque, valoro la naturaleza de los delitos y las circunstancias de tiempo y modo de su comisión, su condición de empleado estatal, la falta de antecedentes penales informados a su respecto, el buen concepto vecinal que registra y el tiempo transcurrido desde el inicio de estos obrados; que le fue otorgado el derecho de la excarcelación hace más de cuatro años (17 de agosto de 1994, fs. 36 de su incidente de excarcelación) y, en fin, las demás circunstancias de ponderación sugeridas por el Art. 41 del Código Penal. Por ello, en virtud del grado de responsabilidad funcional que ejercía David Luque dentro de la estructura administrativa de la Colonia Montes de Oca, propongo a mis apreciados colegas que se condene a David Luque a cumplir la pena de tres años y ocho meses de prisión, inhabilitación especial -35- perpetua para ejercer cargos públicos e inhabilitación absoluta por el término de ocho años, accesorias legales y costas (Arts. 12 y 29, inc. 3? del Código Penal). b) Es necesario dar respuesta al señor Defensor Oficial de esta alzada en torno del reclamo de inconstitucionalidad propiciado en su libelo de fs. 5417 (ap. III, fs. 5427vta.) en relación con la pena de inhabilitación absoluta e inhabilitación perpetua que pudiera ser dispuesta en autos. El funcionario del Ministerio Público de la Defensa señaló que las mentadas penas de inhabilitación resultarían contrarias a las previsiones del Derecho Internacional incorporadas en nuestra Constitución (Art. 75, inc. 22) a través del “Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, de la “Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” y la “Convención Americana de Derechos Humanos”. La puntual observación de las convenciones y el pacto citados precedentemente permite advertir que no existe mención alguna respecto de las penas de inhabilitación, sean -36- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación éstas absolutas o especiales, temporales o perpetuas. En efecto, el art. 5, inc. 2? de la Convención Americana garantiza la integridad personal de los beneficiarios al señalar que nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. A su vez, cuando la misma Convención legisla sobre la protección de la honra o la dignidad de las personas (Art. 11, inc. 2?) postula que nadie puede ser objeto de injerencia arbitraria o abusiva en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataque ilegal a su honra o reputación. Al tiempo que en el Art. 32 de la misma Convención se establece que los derechos de cada persona estarán limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática. La breve reseña así efectuada, permite apreciar que la pena de inhabilitación prevista en el Código Penal para sancionar a un funcionario público juzgado mediante el debido proceso legal, no puede tenerse por arbitraria, abusiva, -37- cruel, inhumana o degradante ni, por ello, contraria a las previsiones de los pactos incorporados en la Constitución Nacional en la reforma de 1994. El caso debe ser considerado dentro de los parámetros razonables de la retribución penal a cargo del Estado cuando, según acontece en el sub examen, se pretende impedir que quien ha sido hallado culpable de un delito al que se le atribuye cierta gravedad (pena privativa de libertad por más de tres años) sea privado del ejercicio de ciertos derechos, tal como se contempla en las accesorias legales previstas en el art. 12 del Código Penal. Con más razón cuando el condenado a determinados delitos revistió al tiempo de su ocurrencia, una calidad o cargo especial (empleado público) o disponía de un permiso fundado en su capacitación previa (médico o conductor de automotor), supuesto en el que la norma pretende evitar, con idéntico contenido de razonabilidad, que vuelva a cumplir las funciones o a desempeñar las calidades habilitantes por un cierto período preestablecido al haberse demostrado su incapacidad funcional, ya por un desempeño doloso o culposo. Tan -38- no resulta arbitraria o irrazonable la Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación previsión legal que la propia normativa que impone la inhabilitación, tiene previsto un sistema de rehabilitación para que, superado cierto lapso, el condenado pueda recuperar el uso y goce de los derechos que le fueron retaceados por la condena de que se trate. Por lo demás, si bien la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido reiteradamente que es factible evaluar la arbitrariedad y la irrazonabilidad de las decisiones del Poder Legislativo, a efectos de impugnarlas como inconstitucionales (Fallos 112:63; 118:278; 150:89; 181:264; 257:127; 261:409; y 264:416) ha requerido siempre que la procedencia de un recurso de extrema gravedad y trascendencia institucional estuviera sustentado en la comprobación de una irrazonabilidad o iniquidad manifiestas (Fallos 150:89; 171:348; 199:483; 200:450; 247:121; 249:252; 250:418; 256:241; 263:460 y 302:456). La cuestión traída por el esforzado defensor no permite, en manera alguna, atribuir a las penas de inhabilitación previstas en las normas que se tienen por aplicables al caso, la condición de irrazonables, -39- arbitrarias o de una iniquidad manifiestas. Por el contrario, tanto las penas privativas de la libertad previstas para el caso, como las inhabilitaciones de que se trata, resultan sanciones proporcionales a la gravedad de los delitos que se tiene por cometidos y al bien jurídico objeto de tutela, en los términos en que se pronunciara la Corte Suprema de los Estados Unidos in re “Solem vs. Helm” 463 U.S. 277, 77 L ed. 2d. 637, y que fuera citado en C.S.J.N. “Martínez, José A.” del 6 de junio de 1989, publ. L.L. diario del 17/XII/1990, pág. 6). De expuestos, tal suerte propicio inconstitucionalidad y que por los se rechace articulado a fundamentos fs. el que dejo reclamo 5427vta. de por el Defensor Oficial de esta alzada y que, en definitiva, se condene a David Luque a cumplir la pena de tres años y ocho meses de prisión, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos e inhabilitación absoluta por el término de ocho años, por considerarlo coautor penalmente responsable de los delitos de asociación ilícita y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones -40- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación públicas, reiterado (hechos N? 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 12, 13 y 26); y partícipe necesario en el delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública (hecho N? 2) y de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública, en concurso ideal con negociaciones incompatibles -este último en carácter de coautor- reiterado en dos oportunidades (hechos N? 14 y 15); todos los cuales concurren realmente entre sí, y en forma ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, con accesorias legales y costas de ambas instancias (Arts. 12, 29 inc. 3?, 45, 54, 55, 174 inc. 5?, en función del 173 inc. 7?, 174, último apartado, 210, primer párrafo, 248 y 265, primer apartado, todos del Código Penal). El magistrado de la instancia anterior deberá practicar el respectivo cómputo del cumplimiento de la pena y realizar las comunicaciones pertinentes. Así voto. Los Dres. Daniel Mario RUDI y Alberto MANSUR por -41- análogas razones adhieren al voto precedente. Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: I. REVOCAR PARCIALMENTE el punto dispositivo II de la sentencia dictada a fs. 4966/5131 y, en consecuencia, CONDENAR a David LUQUE a la pena de TRES AÑOS Y OCHO MESES DE PRISIÓN, INHABILITACIÓN PERPETUA para desempeñar cargos públicos e INHABILITACIÓN ABSOLUTA por el término de OCHO AÑOS, accesorias legales y costas de ambas instancias, por considerarlo coautor penalmente responsable de los delitos de asociación ilícita y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, reiterado (hechos N? 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 12 y 13); y partícipe necesario en el delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública (hecho N? 2) y de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública, en concurso ideal con negociaciones incompatibles -este último en carácter de coautor- reiterado en 2 oportunidades (hechos N? 14 y 15), todos los cuales concurren realmente entre sí, y en forma ideal con el delito de incumplimiento de los -42- Causa n? 317/99-“MESURACO, Alberto y otros s/Inf. arts. 210, 248 y 174 del C.P.” Juzg. Fed. Mercedes - Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación deberes de funcionario público (Arts. 12, 29 inc. 3?, 45, 54, 55, 174 inc. 5?, en función del 173, inc. 7?, 174, último apartado, 210, 1? párrafo, 248 y 265, primer apartado, todos del Código Penal). II. RECHAZAR el reclamo de inconstitucionalidad propiciado por el señor defensor oficial a fs. 5427vta. en relación con la pena de inhabilitación dispuesta en autos. TÓMESE RAZÓN, NOTIFÍQUESE Y DEVUÉLVASE a su origen, con la recomendación anotada en el último párrafo del voto emitido en primer término.- Reg.n?:62/00 Firmantes: Dres. Mansur-Prack -Rudi Sec.Act.: Dr. de Guzmán (sec.pen.4) Fecha:10/8/00 -43-