El desarrollo de Asia Pacífico al inicio del siglo XXI

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al inicio del siglo
E
1XXI será el siglo del Pacífico. Esta afirmación común y
corriente desde hace ya varios años posee nuevos ángulos que es necesario analizar. El pronóstico del siglo del Pacífico está hecho sobre la base de la continuidad del crecimiento de esa región, sobre todo en el último tercio del siglo XX,
cuando prácticamente todas las economías tanto del este
como del sudeste de Asia tuvieron una evolución vertiginosa
por oleadas sub regionales y con tremendos cambios industriales y tecnológicos. En los últimos años el crecimiento
sostenido de China y su inserción en los mercados mundiales de mercancías han reforzado la idea del siglo XXI como la
centuria del Pacífico. Para sopesar esta afirmación es necesario determinar los factores internos, regionales y mundiales que hicieron posible este gran desarrollo y cuáles siguen
en pie, qué cambios han favorecido la continuación del crecimiento y si hay también factores o gérmenes de inestabilidad
económica y social que pudieran afectar este pronóstico.
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XXI
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VÍCTOR LÓPEZ
VILLAFAÑE*
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CRECIMIENTO PORCENTUAL DEL PIB REAL, 1981-2010
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Resto
del mundo
1981-1990
Estados
Unidos
Este
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y Pa cff ico
• 1991-2000
Ch in a 1
• 2001
América
Latina
y el Caribe
Pron ósti co
2001- 201 o
l . El pronóstico de Chi na es sólo pa ra los años de l 2001 -2 003 con información del
Asian Development Bank.
EL PAPEL DE JAPÓN Y SU LARGO CICLO DE DESARROLLO
Fuente: elaboración del autor con datos del Banco Mundial, Global Economic Prospects
and the Developing Countries 2002 .
D
e los grandes proyectos de modernización en Asia en la
segunda mitad del siglo XIX, sólo el de Japón tuvo éxito.
Cuando se estudia el gran desarrollo de dicho continente en
los decenios pasados desde la perspectiva de occidente, la discusión se centra casi de manera invariable en los factores
económicos, o bien se lleva el debate al extremo de sobre
ponderar los valores culturales de los países asiáticos. El siglo XX en Asia debe analizarse como un compendio de transformaciones institucionales (cambios en las estructuras gu-
800
COMERCIO EXTERIOR, VOL. 52, NÚM. 9, SEPTIEMBRE DE 2002
*
Director del Centro de Estudios sobre Norteamérica y profesor
titular del Departamento de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus
Monterrey <[email protected]>. El autor agradece a
Mariana Rangella ayuda otorgada para la realización de este artículo.
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bernamentales y empresariales, adopción de políticas económicas) que hicieron posible el marco para que el crecimiento económico germinara. Japón es el país que se debe señalar en primer lugar pues su éxito de modernización en el siglo
XIX consistió en una serie de reformas políticas, sociales y económicas (Meiji) en las que descansó un largo ciclo de crecimiento hasta el fin de la segunda guerra mundial y que se
volvió a renovar desde el decenio de los cincuenta hasta los
noventa, cuando su economía entró en un período de lento
crecimiento. 1 Japón había recibido la influencia de la gran civilización china sin su dominio. De igual manera, una vez que
se abrió al influjo occidental pudo absorber las técnicas de la
manufactura y de la organización empresarial adaptándolas
a sus condiciones culturales y sociales. Así, Japón construyó
poco a poco su propio modelo de desarrollo que en lo fundamental siguió en pie hasta el fin del siglo XX. El dilema tradición frente a modernización que se presentó en todo el este
de Asia adquirió sólo en Japón carta de naturalización. 2 Más
adelante Japón desempeñaría un papel similar al que tuvo
China en el continente asiático, en especial en lo relativo a la
influencia de sus instituciones económicas y su organización
manufacturera. De este modo se quiere destacar que occidente
no fue el único factor importante en la curva de desarrollo de
Asia, sino que las mutuas influencias de las grandes civilizaciones asiáticas han sido también un elemento clave y muy significativo. El siglo XXI será testigo de los nuevos acomodos
que surjan de la dicotomía tradición y modernización, en especial para el caso de China, que sin lugar a dudas es uno de
los factores de gravitación más poderosos para el futuro de toda
Asia. Pero también Japón y otros países del área tendrán que
revaluar sus proyectos nacionales a la luz de los retos que se
han originado de sus propias transiciones a la modernización
económica y tecnológica.
La capacidad de arrastre de la economía japonesa
Si se estudia más de cerca el famoso modelo del vuelo de los
gansos se observa que en realidad este proceso se vincula con
dos fenómenos históricos muy relevantes para la región asiática: por un lado, la colonización japonesa en Asia que viene
desde fines del siglo XIX (en especial en Taiwan, Corea y el
noreste de China) y que después de la segunda guerra m un-
1. Japón en realidad tuvo un ciclo largo de expansión basado en continuas
inyecciones de inversión e incorporación tecnológica. El factor administrativo fue otro elemento central en toda su época de gran crecimiento.
Véase al respecto Kazushi Ohkawa y Henry Rosovsky, Japanese Economic
Growth. TrendAcceleration in the Twentieth Century, Stanford University
Press, 1973.
2. Véase Lothar Knauth, La modernidad del Japón, UNAM, 1980.
801
dial se manifestó sobre todo por la extensión de sus redes productivas y comerciales en el continente; por otro, la forma
de enclave exportador que vastas sub regiones de Asia ocuparon en el sistema económico internacional y que fue reforzada cuando Estados Unidos abrió su mercado para suplantar el dominio europeo después de la segunda conflagración
mundial. Es importante subrayar que el famoso vuelo de los
gansos, muchas veces tratado como una cuestión coyuntural, tiene una dimensión histórica y de lucha de poder, remplazos de hegemonías, etcétera, sin lo cual no es posible entender los avances, retrocesos, crisis y desafíos de la región en
su conjunto y también en algunas de sus partes.
El AMBIENTE INTERNACIONAL Y El CRECIMIENTO DE ASIA
A
sia fue, como casi todas las regiones del mundo, espacio de luchas hegemónicas. China y la ambición de las
potencias occidentales por controlar su mercado dieron lu
gar a un siglo de luchas: desde la primera guerra del opio que
culminó con el Tratado de Nanking de 1842 cuando Hong
Kong pasó a ser colonia británica, hasta el triunfo comunista en 1949, cuando se desvaneció el intento de dominar a toda
Asia con la política de Roosevelt de tener como eje una China unida y democrática. Éste fue un período muy intenso en
el que China es el gran objetivo de los intereses occidentales
en el este de Asia. Japón comienza a desempeñar un papel muy
importante en las luchas de contención entre todos los rivales, en especial los británicos, estadounidenses y rusos. En realidad el mercado japonés nunca fue una gran obsesión para
los occidentales. El retiro temprano de la Compañía de las
Indias Orientales de Gran Bretaña de los negocios japoneses sería un signo que perduraría hasta épocas recientes (se
podría decir que hasta después de 1980 el mercado japonés
se convierte en un objetivo central de las empresas occidentales). Japón fungió más bien como una pieza estratégica en
las rivalidades de las potencias occidentales y su éxito reside
en que pudo sacar amplio provecho, sobre todo en el terreno económico. Un ejemplo de lo anterior es la llamada doctrina Yoshida establecida por el primer ministro japonés de
la posguerra, quien aceptó la hegemonía total de Estados Unidos y la subordinación de su país a los designios estratégicos
de éste en Asia. Pudo así sentar las bases de la recuperación
económica y el camino hacia su transformación en una superpotencia industrial y tecnológica. 3
También es conveniente señalar que los tratados desiguales
impuestos a China por las potencias occidentales crearon el
llamado sistema de puertos libres que hizo posible el desarrollo de las primeras empresas manufactureras de China y
una red de negocios en sus zonas costeras. Por su parte, el
colonialismo japonés establecería una primera red de producción en el este de Asia que se rehabilitaría después de la segunda guerra mundial con base en cuantiosas aportaciones
de inversión y tecnología. El ambiente internacional favorable
a Asia continuó en la posguerra, expresado en las políticas
anticomunistas que favorecieron no sólo el desarrollo militar sino también económico de prácticamente todo el continente, como se explica más adelante. Por último, el ambiente
internacional que se modificó como producto de los procesos de globalización contemporánea ha tendido a favorecer
el enorme desarrollo económico de China en los dos últimos
decenios.
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Anticomunismo y desarrollo económico
Los movimientos comunistas en Asia fueron muy diversos
e incluso tuvieron expresiones muy fuertes en países como
Japón después de 1945. Las políticas de contención delcomunismo instrumentadas por Estados Unidos también alcanzaron a Asia y se expresaron en políticas tanto de seguridad militar y estratégica (tratados de seguridad con Japón,
Taiwan, Corea y otros países del área) como de ayuda económica. Es bien sabido que Taiwan y Corea del Sur recibieron un gran apoyo económico de Estados Unidos que sirvió
como capital para el despegue de varias industrias. Asimismo, las guerras de Corea y de Vietnam crearon vastos
mercados para las exportaciones de la región. En Asia no
hubo un Plan Marshall como en Europa, pero el ciclo de las
guerras y el anticomunismo pragmático de Estados Unidos
sirvieron para alentar el desarrollo económico del cinturón
exportador asiático.
Muchas de las conexiones industriales y financieras entre
Estados Unidos, Japón y el sudeste de Asia tuvieron como
fondo la creación de la muralla económica como defensa
contra el avance del comunismo. Quizá esto constituyó la
integración política y económica de Asia bajo el liderazgo político de Estados Unidos y la conducción económica deJapón como aliado subalterno en los propósitos que la contención del comunismo deparó al continente asiático.
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3. Sobre el ambiente internacional en general y las alianzas de Japón véase
Bruce Cumings, Parallax Visions. Making Senseof American-EastAsian Relations atthe End ofthe Century, Duke University Press, 1999, pp. 22-33.
802
AS IA PACIFICO EN EL SIGLO XXI
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Occidente no fue el único factor importante en la curva de desarrollo de Asia,
sino que las mutuas influencias de las grandes civilizaciones asidticas han sido
también un elemento clave y muy significativo
El estado desarrollista. Autonomía y las políticas
de pleno empleo con alto ahorro
Todos estos efectos políticos desembocaron en una institución clave en especial en Japón y Corea, el llamado Estado
desarrollista, que en realidad reincorporó las viejas formas de
intervención económica (por ejemplo, la economía militarizada japonesa) a la nueva realidad que imponía la recuperación rápida y sostenida que se deseaba impulsar. 4 Peter
Evans ha destacado la gran autonomía que tuvieron estos
estados para imponer sus políticas económicas, ya que estuvieron prácticamente libres de las presiones de grupos oligárquicos que vieron reducir su influencia debido a las reformas
agrarias y a la ausencia de los intereses de las grandes transnacionales en el momento de planear el despegue industrial
y exportador. 5 Según tal visión, éstos fueron elementos determinantes si se compara lo que pasó en Asia y en América
Latina. Este Estado tuvo como principal objetivo acelerar
el crecimiento, casi sin obstáculos políticos al frente . Los
movimientos de oposición, cuando existieron, fueron reprimidos o marginados. La historia política de Corea o incluso de Japón en la posguerra no se dio en completa estabilidad; por el contrario, grandes luchas sociales enmarcaron
la imposición de políticas económicas de crecimiento acelerado y sostenido. El Estado desarrollista pudo mantener el control y la sujeción del movimiento obrero y ello facilitó el establecimiento de políticas industriales basadas en el trabajo
barato y disciplinado con un entorno mínimo de políticas
sociales que sirvieron como fundamento para las políticas de
industrialización e incorporación masiva de trabajadores a
dichos modelos y de esta forma se apuntalaron los modelos exportadores.
4. Véase el clásico trabajo de Chalmers Johnson , MITI and the Japanese
Mirae/e. The Growth of Industrial Policy, Charles E. Tutti eCo. Publishers,
Tokio, 1982 .
5. Peter Evans, "Clase, Estado y dependencia en el este de Asia : lecciones
para los latinoamericanistas ". en Víctor López Vi llafañe (comp .), México
en la cuenca del Pacífico, UNAM , 1996.
La apertura de China
El triunfo comunista en China modificó la correlación de
fuerzas en Asia y en el mundo de manera que hoy no se pueden mirar los acontecimientos de los últimos 50 años en la
historia de China sino como parte de un todo. La llamada
carta china que jugó el presidente Nixon a principios del
decenio de los setenta no sólo era una estrategia para buscar
una salida honrosa a la guerra de Vietnam o en contra de sus
enemigos soviéticos; en el fondo era un reconocimiento del
nuevo papel que China estaba destinada a desempeñar en el
sistema mundial. La revolución había creado las condiciones políticas para generar un gigantesco cambio en el destino de China y de su lugar en el mundo de las crisis y la competencia. Lo que logró China con su revolución y pese a las
tragedias que se suscitaron como parte de los reacomodos
ideológicos en su interior, en especial por la revolución cultural, fue la generación de cambios importantes, como el de
reintegrarse al sistema de poder mundial con una gran fuerza. En China en realidad hubo dos modernizaciones que se
emplazan de manera mutua y en eso radica su potencial, pero
también los grandes riesgos que tiene ahora. La revolución
socialista modificó gran parte de los valores ideológicos de
la antigua China y la modernización actual está erosionando
gran parte del legado ideológico de esa etapa socialista, o sea,
se trata de dos grandes convulsiones en el tramo de 50 años.
Incluso los desprendimientos geopolíticos como el de Hong
Kong y el de Taiwan en el siglo XIX, además del de Macao,
que fueron reforzados por la salida de las comunidades de
negocios chinos, son hoy parte indisoluble de lo que se conoce como el proyecto de la gran China dada su reintegración en un todo y su empuje hacia la modernización económica. Con Taiwan queda pendiente la integración política,
asunto vital en los próximos decenios para el destino de la
China contemporánea.
COMERCIO EXTERIOR, SEPTIE MBRE DE 2002
803
El proyecto de modernización de China comenzó desde
1978 y es sin lugar a dudas uno de los grandes factores del cambio en Asia, y seguirá siéndolo en los próximos decenios. El
momento de la apertura de China fue estratégico: se iniciaba en muchas partes del mundo la aplicación de políticas
neoliberales y una mayor competencia entre las grandes
transnacionales de Europa, Estados Unidos y Japón. El gobierno chino jugó dos cartas importantes. Por un lado la enorme reserva de mano de obra con salarios extraordinariamente
bajos y por otro el anzuelo de su propio mercado como gran
atractivo para las empresas transnacionales.
Sin embargo, después de más de 20 años de modernización económica en China las condiciones han cambiado y se
observan dos etapas diferenciadas en la aplicación de este
proyecto. Las tasas de crecimiento continúan siendo muy altas
en el promedio mundial, aunque la tendencia de los últimos
años es hacia niveles menores que en el pasado. El cambio
industrial, tecnológico y en las exportaciones ha sido muy
grande. Sin embargo, en China -es algo que no se aprecia
todavía con plenitud en occidente-los problemas sociales
y los desequilibrios económicos han empezado a florecer
como efecto de la modernización a diferentes velocidades
regionales (se privilegian las costas y se marginan las provincias
pobres y atrasadas) y los cambios del modelo económico afectan toda la estructura social china, en especial los sectores perjudicados por las reformas. Algunos datos ilustran lo anterior, como el aumento del desempleo, en particular en las
empresas estatales, pero también en el nuevo sector de mercado que para hacerse eficiente tiene que reducir la planta laboral. Se dice en datos oficiales que el desempleo puede afectar
ya a más de 25 millones de personas. Olas de huelgas recientes en el noreste de China aparecen como un fenómeno totalmente nuevo y representativo de los cambios y los problemas que hoy existen en este país. Se calcula una inmigración
flotante de las poblaciones rurales a las zonas desarrolladas
de 100 millones de personas y existe el peligro de que las profundas reformas del campo puedan dejar sin trabajo a 200
millones de trabajadores en el área rural. A todo ello se suman los problemas financieros internos de China, como la
caída de la recaudación fiscal y los problemas de créditos incobrables que rebasan los 500 000 millones de dólares. Además el ingreso a la Organización Mundial de Comercio
(OMC) presupone una mayor presión para una serie de sectores, sobre todo el agrícola, que sufriría por las importaciones de otros países con mayores ventajas. Por todas estas razones, la amenaza de China al sistema mundial, que ha sido
una invención de occidente, se está convirtiendo en un riesgo para China. Restablecer los equilibrios y atemperar los
problemas sociales son los ingredientes principales para la
•
•
continuidad del proyecto de modernización hacia su siguiente
etapa y de ello dependerá el desenvolvimiento de Asia. 6
LAS CRISIS EN ASIA
E
La crisis de 1997
La crisis de 1997 en Asia en realidad fue un nuevo tipo de crisis.
Implicó prácticamente una caída del crecimiento en toda la
región, con algunas excepciones. ¿Cómo se puede caracterizar la crisis financiera de Asia de 1997 en la explicación histórica del desarrollo de ese continente, por lo menos en el último tercio del siglo XX? En primer lugar cabe señalar que se
trata de la primera gran crisis de este tipo en toda la región.
En el pasado Asia era una zona pobre desde el punto de vista
financiero; la banca internacional no le prestaba mucha atención pues estaba más interesada en regiones como América
Latina y los recursos ahorrados tuvieron como destino inversiones productivas para apuntalar los modelos de expor-
n el pasado Asia atravesó por períodos que más que caracterizar una crisis, significaron ajustes estacionales con
caídas coyunturales del producto. La demanda mundial se
mantenía en crecimiento, en especial en los mercados tradicionales de manufacturas, y el cambio tecnológico no era tan
grande. La competencia se incrementaba entre las propias economías asiáticas y el proteccionismo se dejaba sentir en forma de conflictos comerciales, en particular entre Japón y Estados Unidos.
Las economías asiáticas pudieron salir
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bien libradas por la aplicación de políVARIACIÓN ANUAL DEL PIB EN ASIA Y EL MUNDO, 1975-2003 (PORCENTAJES)
ticas de cambio industrial y tecnológico y aun las más atrasadas en el sudeste
pudieron escapar de las fluctuaciones de
9
los precios en las materias primas, al agregar valor a su producción y entrar en un
6
campo más amplio de industrialización.
Además todos los países tenían reservas
3
acumuladas y mejor relación en el manejo de sus deudas que los países latinoamericanos. En los años ochenta las crisis
que se presentaron en algunas subre-3
giones o países en realidad fueron supe1975
1980
1985
1990
1995
2000
radas sin dejar grandes huellas. Japón
Asia (incluye Corea, China, Filipinas, Japón,
--+-- Mundial
había sido también un caso sobresalienIndonesia, Malasia, Tailandia y Singapur).
te, con una larga historia de ciclos de
auge con recesiones temporales, que serFuente: elaboración del autor con datos del Fondo Monetario Internacional, World Economic Outlook, abril de
2002. Los datos para 2002 y 2003 son proyecciones del FMI.
vían, más que para eliminar a los agentes ineficientes, para concentrar el poder
industrial y financiero. El sistema keiretsu fue una institución social y económica de primera magración de toda una serie de industrias estratégicas para sus
nitud para enfrentar los ciclos recesivos de la posguerra hasta
planes de desarrollo. Corea, por ejemplo, tuvo varios ciclos
los años noventa. Esto es lo que explica que la crisis del pede endeudamiento externo antes del decenio de los años notróleo de los años setenta, el reto más serio que enfrentó en
venta y utilizó estos recursos para apuntalar las industrias de
el pasado la economía japonesa, pudiera ser superada con
exportación y su capacidad tecnológica. Ésta fue una diferencia
bastante éxito. Fue la época del reforzamiento de todas las
importante con el tipo de endeudamiento que existió en
técnicas que harían famoso el sistema empresarial japonés
América Latina. Otra diferencia muy importante consistió
y que impulsaría a mayores cambios tecnológicos de su ecoen el papel de Japón como poder económico dominante en
no mía.
la región al establecer relaciones más equilibradas entre comercio, inversión, préstamos y ayuda oficial para el desarrollo.
6. Desde otra perspectiva, Gerald Segal señaló hace tiempo una sobresTodo esto sucedió mientras las ecuaciones fundamentales
timación de su desempeño económico. Véase G. Segal, "Does China
del
crecimiento no se alteraron. Éstas cambiaron en los años
Matter?", Foreign Affairs, vol. 78, núm. 5, septiembre-octubre de 1999,
noventa. Las variantes más significativas detrás de la crisis son
pp. 24-36.
COMERCIO EXTERIOR, SEPTIEMBRE DE 2002
805
resultado en realidad del gran éxito alcanzado por la región en
su conjunto y por la situación de algunos países clave como
Japón. A este país, que se convirtió a fines de los ochenta en la
primera potencia financiera mundial, se le presentó un dilema crucial: ¿qué hacer con la riqueza financiera generada a lo
largo de decenios de crecimiento constante? A cualquier nación que alcanza este lugar le corresponde hacer valer sumoneda en el ámbito internacional, pero esto llevaba a la fricción
con el dólar, imperante desde la posguerra. Si se miran de cerca
las negociaciones financieras entre Estados Unidos y Japón,
tanto las de carácter bilateral como aquellas que tenían que ver
con las entidades financieras internacionales, durante los últimos 20 años se encuentra que Japón fue integrado financieramente en las estrategias para apuntalar el dólar y con ello
a la propia economía de Estados Unidos. Las crisis pueden
servir también para destruir riqueza financiera excesiva, es
decir, la que ya no se puede valorizar por límites impuestos al
crecimiento económico. Este fenómeno estructural se esparció también por toda Asia, en donde los límites se presentaron en las industrias exportadoras. Ya no se podía exportar con
tanta facilidad como en el pasado por la baja del crecimiento
mundial, el cambio tecnológico en Estados Unidos y el desarrollo de las industrias del conocimiento, uno de los principales mercados nuevos, y porque el regionalismo comercial de
nuevo cuño como el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) y la competencia de China ponían a estas
economías en una situación del todo diferente?
Japón siguió en la inercia histórica de conceder créditos a
sus grandes grupos empresariales, confiado en que la recuperación llegaría tarde o temprano. Siguió más o menos con la
aplicación del viejo patrón de otorgar créditos a su sector privado como palanca de la inversión y el crecimiento. Así, durante los años noventa se creó una montaña de deudas incobrables en la estructura financiera de Japón. Obviamente, un
ciclo de esta naturaleza arrastró consigo la confianza y lacredibilidad. En Japón hoy en día los problemas de corrupción
se han vuelto prácticamente noticias cotidianas, reflejo de esta
gigantesca crisis de un país en condiciones de subordinación
financiera que ha tenido que sobreinvertir y por lo tanto generar una capacidad industrial ociosa que equivaldría a la de
cualquier economía emergente. El problema de Japón se agrava también por los cambios demográficos ya que transita por
una verdadera revolución poblacional. En muy poco tiempo
su fuerza laboral envejecerá y la presión sobre las finanzas se
hará más aguda.
7. Véase Víctor LópezVillafañe, Asia en transición. Auge, crisis y desafíos,
Siglo XXI Editores, México, 1999, en el que se hace un extenso análisis
sobre las causas de la crisis de 1997 y sus principales efectos en la región .
806
ASI A PACIFICO EN EL SIGLO XXI
LA EVOLUCIÓN DEL REGIONALISMO ECONÓMICO
E
1 foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC)
creado en 1989 significó un punto de cambio importante
en Asia: entre lo que habían sido los viejos modelos de acción
en favor del libre comercio en la región, presentes desde mediados de los sesenta, y las nuevas necesidades de aglutinar
en un mecanismo de esta naturaleza a las economías de Asia
Pacífico en el entorno del regionalismo declarado en Europa y en América del Norte en los ochenta y principios de los
noventa. Este nuevo tipo de regionalismo tuvo la idea en su
primera fase, hasta la crisis asiática de 1997, de mantener una
política gradualista, consensual y voluntaria como antídoto
de las políticas de apertura de golpe del libre comercio, impulsado sobre todo por Estados Unidos en todo el mundo.
La declaración de Bogor en 1994 sobre la apertura de largo
plazo y en diferentes velocidades, con respeto a las idiosincrasias políticas y económicas de los países miembro, fue
un fiel reflejo de esta época. Sin embargo, la crisis de 1997
modificó este entorno, cuando los programas del Fondo
Monetario Internacional (FMI) aplicados en varios de los países asiáticos representaron deJacto desregulaciones en una serie de sectores importantes en dichas economías.
Más tarde el aumento de la competencia en los mercados
mundiales, el ingreso de China a la OMC y la recesión de
Estados Unidos, entre otros factores, han modificado las
políticas tradicionales que impulsaba el APEC, debido sobre
todo al surgimiento de tratados bilaterales de libre comercio,
como el firmado entre Japón y Singapur en enero de 2002, y
los proyectos que ahora existen entre varios países miembro
de esa agrupación como el de los países del sudeste asiático y
China, Japón y Corea, Japón y México, etcétera. La multiplicación de estos tratados en el seno del APEC modificaría
su razón inicial de existir y tendría que ajustarse a los cambios generados por la selección de estas vías alternas al libre
comercio de la región. También el regionalismo asiático se
deberá enfrentar a los cambios que se han manifestado en
tiempos recientes en la política comercial de Estados Unidos,
que hace resurgir el proteccionismo según su conveniencia
política, como se muestra en las restricciones impuestas a las
importaciones de acero, el aumento a los subsidios agrícolas, etcétera. No menor será el efecto que tendrá sobre el regionalismo económico de Asia el regreso de las políticas de
seguridad y reforzamiento militar en el área por Estados Unidos en el combate contra el terrorismo declarado a partir de
los hechos delll de septiembre de 200 l.
•
•
•
LOS LOGROS DE ASIA PACÍFICO Y SUS RETOS
ÍNDICES DE COMPETITIVIDAD DE ALGUNOS PAÍSES
T
odas las principales economías crecieron a ritmos muy rápidos una vez que se engancharon al tren regional jalados
por Japón y Estados Unidos. Incluso las últimas en hacerlo,
como las del sudeste, aun careciendo de instituciones idóneas
pudieron incorporarse con tasas de crecimiento altas y convertirse también en plataformas exportadoras como Malasia
y Tailandia. Se trató de un verdadero ciclo virtuoso que se alargó
por varios decenios. Japón, Corea, Taiwan, Malasia, por sólo
mencionar algunos, sufrieron cambios extraordinarios en sus
estructuras económicas y en su posición no sólo en el ámbito
regional sino mundial. El balance es abrumador: ninguna región experimentó el tamaño del crecimiento industrial ni
sufrió tal cantidad de cambios en tan poco tiempo como la de
Asia Pacífico. Los elementos externos se combinaron con los
factores internos, sobre todo gobiernos con estrategias directas para iniciar y sostener el desarrollo por largos períodos.
G
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F
1
CA
3
EXPORTACIONES DE ALTA TECNOLOGÍA COMO PORCENTAJE
DE LAS EXPORTACIONES MANUFACTURERAS, 1998
Índices de crecimiento
de la competitividad '
(próximos cinco años)
Finlandia
Estados Unidos
Canadá
Singapur
Australia
Noruega
Taiwan
Paises Bajos
Suecia
Nueva Zelandia
Irlanda
Reino Unido
Hong Kong
Dinamarca
Suiza
Índices de competitividad
actua l'
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5
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6
1. Se trata de las condiciones de crecimiento para los próximos cinco anos. Están
compuestos de tres subíndices: el grado de tecnologla en una economla, la calidad
de sus instituciones públicas y las condiciones macroeconómicas relacionadas con el
crecimiento. Cabe notar que los paises miembro del APEC ocupan ocho de las primeras
15 posiciones en cuanto a las expectativas de competitividad en el futuro próximo.
2. Se refiere a las condiciones que determinan el nivel de productividad actual. Utiliza
indicadores microeconómicos para medir el conjunto de instituciones, estructuras de
mercado y polfticas económicas que contribuyen a niveles altos de prosperidad.
Fuente: Michael Porter, Jeffrey Sachs et al., Global Competitiveness Report 20012002, Foro Económico Mundial. Disponible en <http://www.weforum.og>.
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20
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10
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o
Europa América
del este Latina
Asia
Pacifico
Economías
avanzadas
Estados China
Unidos
Fuente: elaboración del autor con datos del Banco Mundial, World Developmen t
Report 2000/2001.
Las perspectivas de la región de Asia Pacífico dependerá de
cómo enfrente sus retos. Lo que ha logrado la mayoría de estos países, estructuras industriales y tecnológicas avanzadas,
permite ver un horizonte donde la afirmación de que el siglo
XXI será el del Pacífico se puede hacer realidad. 8
Quizá los principales retos serán de otra índole, sociales
y políticos. La gran modernización económica ha generado
nuevos problemas en China, Japón, Corea, etcétera, que
deberán resolver para mantener el ritmo de su transformación. También el entorno mundial se ha modificado de forma radical y se vive un período de extraordinaria incertidumbre. El fin de la regulación mundial que significó la guerra
fría ha dado lugar a una etapa de gran inestabilidad caracterizada por la reinserción del poderío estadounidense. De este
modo, Asia Pacífico deberá pasar todavía por tiempos de amenazas y grandes oportunidades. Podrá ser un momento crucial
para que su gran poderío económico y tecnológico contribuya
a la paz y el desarrollo mundiales. Por el contrario, los riesgos podrían incrementarse y el siglo del Pacífico convertirse
en una ilusión. ('j
8. En el cuadro de índices de competitividad se pueden observar las expectativas del World Economic Forum relativas a la competitividad mund ial.
Varias economías pertenecientes al APEC tienen muy buena posición e
incluso se espera que en los próximos cinco años se desplace a naciones
como los Países Bajos, Suiza, Suecia, el Reino Unido y Dinamarca.
COMER CIO EXTERIOR, SEPTIE MBR E DE 2002
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