Situación del Medio Ambiente en Argentina 1.- Informe de Legislación en Argentina de Medio Ambiente Conforme el Artículo 41 de la Constitución Nacional: Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales. Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos. Asimismo, en el capítulo dedicado a los gobiernos de provincia, el constituyente ha establecido que "corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio"(Art. 124). Pero la Constitución ha producido una delegación a favor de la Nación en lo que hace a la determinación de "presupuestos mínimos" para la protección ambiental, los que deberán aplicarse necesariamente en relación con el uso de los recursos naturales. La combinación de ambas disposiciones -Art. 41 y 124- permite pensar que la delegación se efectúo bajo la condición de que su ejercicio no importara un vaciamiento del dominio que tienen las provincias sobre esos mismos recursos. De otro modo no se entiende cuál habría sido la intención del constituyente al establecer la cláusula de resguardo de la competencia provincial que importa el Art. 124, in fine. De lo expuesto se desprenden las dificultades que se presentan al momento de legislar desde el ámbito nacional para dar cumplimiento al mandato constitucional derivado del mencionado párrafo del Art. 41. La mayoría de la doctrina sostiene que la reglamentación legislativa del Art. 41 no puede concretarse en una única norma, no se trata de una nueva materia a codificar. Si bien la idea del constituyente es la de definir leyes de presupuestos mínimos divididas por materias, la mayoría de la doctrina considera que al menos debería funcionar una ley general dedicada a las siguientes cuestiones: ? Grandes lineamientos y principios Política ambiental ? ? ? ? ? Instrumentos de la Política Nacional del Ambiente. Autoridad de Aplicación Determinación de Competencias. Procedimientos para la resolución de conflictos ínter jurisdiccionales. Daño ambiental, responsabilidad y seguros especiales. Es igualmente de la competencia del Congreso Nacional la sanción de los delitos ambientales, los que a nuestro criterio deberían formar parte de un capítulo especial del Código Penal. Es esperable que el Congreso Nacional dicte leyes de presupuestos mínimos de protección que permitan regular estándares de calidad para los recursos naturales uniformes en todo el país y normas mínimas de manejo ambiental. Constitución de la Provincia de Buenos Aires Conforme su artículo 28, los habitantes de la Provincia tienen el derecho a gozar de un ambiente sano y el deber de conservarlo y protegerlo en su provecho y en el de las generaciones futuras. La Provincia ejerce el dominio eminente sobre el ambiente y los recursos naturales de su territorio incluyendo el subsuelo y el espacio aéreo correspondiente, el mar territorial y su lecho, la plataforma continental y los recursos naturales de la zona económica exclusiva, con el fin de asegurar una gestión ambientalmente adecuada. En materia ecológica deberá preservar, recuperar y conservar los recursos naturales, renovables y no renovables del territorio de la Provincia; planificar el aprovechamiento racional de los mismos; controlar el impacto ambiental de todas las actividades que perjudiquen el ecosistema; promover acciones que eviten la contaminación del aire, agua y suelo; prohibir el ingreso en el territorio de residuos tóxicos o radiactivos; y garantizar el derecho a solicitar y recibir la adecuada información y a participar en la defensa del ambiente; de los recursos naturales y culturales. Asimismo, asegurará políticas de conservación y recuperación de la calidad del agua, aire y suelo compatible con la exigencia de mantener su integridad física y su capacidad productiva, y el resguardo de áreas de importancia ecológica, de la flora y la fauna. Toda persona física o jurídica cuya acción u omisión pueda degradar el ambiente está obligada a tomar todas las precauciones para evitarlo. .- Régimen de responsabilidad civil, penal y ambiental. En la Argentina, las personas y las empresas pueden ser sujetos pasivos de acciones judiciales por responsabilidad civil, penal y administrativa por daños al medio ambiente. Según la naturaleza de la acción (civil, penal o administrativa) corresponde tramitar el caso ante los tribunales ordinarios (la justicia local o federal) o ante los tribunales administrativos (autoridad provincial o municipal). En materia de responsabilidad por daños, en el ámbito nacional, resultan de aplicación las normas contenidas en la Constitución Nacional, en el Código Civil y en la Ley 24.051 y ahora también en la ley de presupuestos mínimos Ley General del Ambiente ley Numero 25675, es la ley que los jueces han adoptado para dirimir las cuestiones ambientales, sobre todo aplicando el principio de precaución en materia cautelar ambiental ( Municipalidad de Quilmes c/CEAMSE s/Amparo).( 22 de Mayo del 2003) tramita ante el Juzgado Federal de Primera Instancia Numero 2 de La Plata. La ley General del Ambiente en sus artículos pertinentes establece: ARTICULO 27. - El presente capítulo establece las normas que regirán los hechos o actos jurídicos, lícitos o ilícitos que, por acción u omisión, causen daño ambiental de incidencia colectiva. Se define el daño ambiental como toda alteración relevante que modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores colectivos.ARTICULO 28. - El que cause el daño ambiental será objetivamente responsable de su restablecimiento al estado anterior a su producción. En caso de que no sea técnicamente factible, la indemnización sustitutiva que determine la justicia ordinaria interviniente, deberá depositarse en el Fondo de Compensación Ambiental que se crea por la presente, el cual será administrado por la autoridad de aplicación, sin perjuicio de otras acciones judiciales que pudieran corresponder.ARTICULO 29. - La exención de responsabilidad sólo se producirá acreditando que, a pesar de haberse adoptado todas las medidas destinadas a evitarlo y sin mediar culpa concurrente del responsable, los daños se produjeron por culpa exclusiva de la víctima o de un tercero por quien no debe responder.La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es independiente de la administrativa. (Texto según Dec. 2413/2002 Publicación en el B.O.: 28/11/2002) ARTICULO 30. - Producido el daño ambiental colectivo, tendrán legitimación para obtener la recomposición del ambiente dañado, el afectado, el Defensor del Pueblo y las asociaciones no gubernamentales de defensa ambiental, conforme lo prevé el artículo 43 de la Constitución Nacional, y el Estado nacional, provincial o municipal; asimismo, quedará legitimado para la acción de recomposición o de indemnización pertinente, la persona directamente damnificada por el hecho dañoso acaecido en su jurisdicción.Deducida demanda de daño ambiental colectivo por alguno de los titulares señalados, no podrán interponerla los restantes, lo que no obsta a su derecho a intervenir como terceros.Sin perjuicio de lo indicado precedentemente toda persona podrá solicitar, mediante acción de amparo, la cesación de actividades generadoras de daño ambiental colectivo.ARTICULO 31. - Si en la comisión del daño ambiental colectivo, hubieren participado dos o más personas, o no fuere posible la determinación precisa de la medida del daño aportado por cada responsable, todos serán responsables solidariamente de la reparación frente a la sociedad, sin perjuicio, en su caso, del derecho de repetición entre sí para lo que el juez interviniente podrá determinar el grado de responsabilidad de cada persona responsable.En el caso de que el daño sea producido por personas jurídicas la responsabilidad se haga extensiva a sus autoridades y profesionales, en la medida de su particip ación.ARTICULO 32. - La competencia judicial ambiental será la que corresponda a las reglas ordinarias de la competencia. El acceso a la jurisdicción por cuestiones ambientales no admitirá restricciones de ningún tipo o especie. El juez interviniente podrá disponer todas las medidas necesarias para ordenar, conducir o probar los hechos dañosos en el proceso, a fin de proteger efectivamente el interés general.En cualquier estado del proceso, aun con carácter de medida precautoria, podrán solicitarse medidas de urgencia, aun sin audiencia de la parte contraria, prestando debida caución por los daños y perjuicios que pudieran producirse. El juez podrá, asimismo, disponerlas, sin petición de parte.(Texto según Dec. 2413/2002 Publicación en el B.O.: 28/11/2002) ARTICULO 33. - Los dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño ambiental, agregados al proceso, tendrán la fuerza probatoria de los informes periciales, sin perjuicio del derecho de las partes a su impugnación.La sentencia hará cosa juzgada y tendrá efecto erga omnes, a excepción de que la acción sea rechazada, aunque sea parcialmente, por cuestiones probatorias .La responsabilidad civil El Art.41 de la Constitución Nacional en su parte pertinente establece: Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. La responsabilidad civil por el daño ambiental está regulada por el artículo 41 de la Constitución Nacional, que establece que el daño ambiental genera la obligación de reparar. Ello se interpreta en el sentido que no es admisible la indemnización económica de los daños ambientales, siendo obligación de las empresas y de las personas reponer el medio ambiente al estado que éste tenía antes del daño. Solo si esa reparación "en especie" no fuera posible, la empresa o el particular deben pagar indemnización. Asimismo, se interpreta que la obligación civil de reparación del medio ambiente es "integral", es decir, que deben repararse todos los daños, mediatos o inmediatos. El Código Civil establece el sistema de responsabilidad civil objetiva por daños ambientales, cuando dichos daños hayan sido ocasionados con cosas o actividades peligrosas. Se consideran tales, por ejemplo, a aquellas que emplean sustancias peligrosas, o producen residuos peligrosos, o se desarrollan o emplean en lugares ambientalmente frágiles. Solo puede eximirse de responsabilidad aquel que acredita culpa de terceros por quien no debe responder. La ley 24051 agrava la responsabilidad civil de las empresas por daños ambientales causados con residuos peligrosos. Según la norma, se presume, salvo prueba en contrario, que todo residuo peligroso es cosa riesgosa en los términos del segundo párrafo del Art. 1113 del Código Civil, y que en el ámbito de la responsabilidad extracontractual, no es oponible a terceros la transmisión o abandono voluntario del dominio de los residuos peligrosos. A su vez, el dueño o guardián de un residuo peligroso no se exime de responsabilidad por demostrar la culpa de un tercero de quie n no debe responder, cuya acción pudo ser evitada con el empleo del debido cuidado y atendiendo a las circunstancias del caso. Según la ley 24.051, la responsabilidad del generador por los daños ocasionados por los residuos peligrosos no desaparece por la transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento de éstos, a excepción de aquellos daños causados por la mayor peligrosidad que un determinado residuo adquiere como consecuencia de un tratamiento o disposición final. La responsabilidad penal Por daños ambientales causados con residuos peligrosos, la ley 24.051 establece un estricto régimen penal. Será reprimido con penas de prisión al que, utilizando los residuos peligrosos, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. Si el hecho fuere seguido de la muerte de alguna persona, la pena será de diez (10) a veinticinco (25) años de reclusión o prisión. Cuando el delito fuere cometido por imprudencia o negligencia en el propio arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, se impondrá prisión de un (1) mes a dos (2) años. Si resultare enfermedad o muerte de alguna persona, la pena será de seis (6) meses a tres (3) años. Cuando el delito se hubiese producido por decisión de una empresa, la pena se aplicará a los directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios o representantes de la misma que hubiesen intervenido en el hecho punible, sin perjuicio de las demás responsabilidades penales que pudiesen existir. La responsabilidad administrativa Los daños ambientales causados por residuos peligrosos, generan una responsabilidad administrativa que está regulada por la ley 24.051. Las sanciones previstas en la ley pueden ser acumulativas, e incluyen: a) Apercibimiento; b) Multa; c) Suspensión de la inscripción en el Registro de Operadores de Residuos Peligrosos de treinta (30) días hasta un (1) año; d) Cancelación de la inscripción en el Registro. Estas sanciones se aplicarán con prescindencias de la responsabilidad civil o penal que pudiere imputarse al infractor. La suspensión o cancelación de la inscripción en el Registro implicará el cese de las actividades y la clausura del establecimiento o local. Las sanciones se aplicarán, previo sumario administrativo que asegure el derecho de defensa, y se graduarán de acuerdo con la naturaleza de la infracción y el daño ocasionado. En caso de reincidencia, los mínimos y los máximos de las sancione s previstas en los inc. b) y c) se multiplicarán por una cifra igual a la cantidad de reincidencias aumentada en una unidad. Sin perjuicio de ello a partir de la tercera reincidencia en el lapso indicado más abajo, la autoridad de aplicación queda facultada para cancelar la inscripción en el Registro. Se considerará reincidente al que, dentro del término de tres (3) años anteriores a la fecha de comisión de la infracción, haya sido sancionado por otra infracción. Cuando el infractor fuere una empresa, los que tengan a su cargo la dirección, administración o gerencia, serán personal y solidariamente responsables de las sanciones establecidas en el Art. 49. La remediación en Argentina. El Régimen Especial de la Constitución Nacional La reforma constitucional otorgó jerarquía constitucional a la denominada cuestión ambiental introduciendo el derecho de todos los habitantes a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras y el deber de preservarlo, estableciendo expresamente un régimen especial de responsabilidad: la responsabilidad por el daño ambiental. La especificidad de dicho régimen está dada por: a). La obligación de reparar en especie: Conforme la Constitución Nacional el daño ambiental genera prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. En efecto, la naturaleza del bien jurídicamente protegido, el medio ambiente, los procesos eco sistémico, el equilibrio ecológico, determina que se busque y facilite la reposición de las cosas a su estado anterior al evento de contaminación o a la cadena de sucesos que determinaron el daño. Lo que la norma constitucional ha establecido es la obligación de solucionar el problema del daño al medio ambiente reparando éste último y no mediante soluciones resarcitorias, las que resultan no solo insuficientes sino fundamentalmente inadecuadas para resolver el conflicto ambiental. La aclaración constitucional es pertinente porque en nuestro Código Civil se da la oportunidad a la víctima del daño de elegir entre la reparación en especie o en dinero, decisión que en el caso de daños ambientales es improcedente, salvo el supuesto de imposibilidad fáctica. Si la situación medioambiental determina que no sea posible la reposición de las cosas a su estado anterior, por la irreversibilidad de los daños, o porque resulte ambientalmente dañoso intervenir puntualmente en un ecosistema dañado, en esos casos, se deberá recurrir a la vía resarcitoria, donde el quantum de la indemnización pecuniaria, - en muchos casos de difícil traducción al "valor" o "precio" - debe ser determinada técnicamente en función de los daños ambientales producidos. b. La obligación de reparar integralmente: En efecto, y dado que debe repararse el medio ambiente dañado a efectos de permitir el goce del derecho a un ambiente sano y equilibrado no sólo por parte de las actuales sino de las futuras generaciones, es claro que la limitación de la responsabilidad civil viola estas premisas constitucionales introduciendo una limitación de montos pecuniarios que imposibilitan de hecho en muchos casos dicha reparación integral. No se trata sólo de la violación del derecho de la víctima del daño sino de la sociedad en su conjunto y de las futuras generaciones que habrán de heredar un ambiente degradado. El concepto de reparación integral En teoría, la suma contenida en una condena por daño ambiental puede ser representativa de diferentes rubros indemnizatorios: - Si la alteración ambiental ocasionó un perjuicio directo sobre bienes de la persona, la disminución o pérdida de valor de los bienes afectados determinarán el monto resarcible, en concepto de daño emergente; - Asimismo, acreditado que como consecuencia del ilícito se ha dejado de percibir ganancias razonablemente esperables, podrá condenarse al pago del lucro cesante; - En relación al daño moral, el mismo podrá fijarse teniendo en cuenta el daño emergente y el lucro cesante, o bien dejarse su determinación librada al criterio del juez, quien atenderá al efectivo sufrimiento padecido por el acreedor, en relación a sus circunstancias de tiempo y lugar; - Si se considera que las personas tienen un derecho subjetivo y un interés legítimo en la preservación del medio ambiente, no se requerirá la ocurrencia de un daño específico sobre bienes del patrimonio o sobre la salud de las personas, quedando sujeta la determinación del monto indemnizatorio, por analogía, a las mismas reglas que la determinación del daño moral; - Si los efectos de la sentencia pueden extenderse a favor de personas que acrediten ser parte de la colectividad, grupo o clase suficientemente representada por la persona del actor, al estilo de las acciones de clase del derecho estadounidense, la indemnización consistirá en el pago de sumas de dinero suficientes para reparar los daños probados en la causa respecto de todos los miembros que integren la colectividad o clase damnificada; - Si no se admitiere en derecho sustantivo el interés propio y legítimo de las personas al medio ambiente, y como consecuencia de la afectación del medio ambiente no se produjesen daños sobre la salud y el patrimonio de las personas, aún así podría, por la vía del reconocimiento de la legitimación procesal activa de quienes detentan intereses difusos o simples, admitirse la acción indemnizatoria civil, pudiendo constituir la condena en el depósito de una suma de dinero determinada en un patrimonio de afectación de carácter público (una especie de fondo de reparación ambiental) destinado a la recuperación y conservación del medio ambiente, o bien en el pago directo al Estado, responsable de ejecutar las políticas públicas ambientales, con especial imputación a ese destino. En cualquiera de ambos casos, el quantum de la indemnización podría determinarse en relación con el costo de las medidas públicas asociadas a mitigar los efectos sociales derivados del daño ambiental, o a prevenir degradaciones futuras de igual entidad a la ya ocasionada, entre otros criterios. LEYES Y RESOLUCIONES PROVINCIALES Agua Subterránea No existen criterios explícitos respecto de agua subterránea, tanto a nivel nacional como provincial. Los estándares aplicables de agua potable para la Provincia, enumeradas en el Decreto Nacional 831, se han derivado de estándares desarrollados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), Canadá, Mercado Común Europeo, y los EE.UU. Suelo Los estándares para la calidad del suelo se han publicado en el Decreto Nacional 831 y Decreto Provincial 1.601. La intención de estos estándares es el de establecer niveles permisibles de contaminantes en suelos de usos agrícola, residencial e industrial. Estándares de Remediación. Una revisión de las regulaciones y leyes medio ambientales existentes indica que los requerimientos de limpieza de sitios con contaminación industrial por parte de las autoridades de la SRNDS y de la SPA son débiles y están distribuidos en diversos estatutos. La Ley Nacional 13.660, que regula el transporte y el almacenaje de combustibles basados en petróleo, puede proveer alguna base legal para remediación de suelos y aguas subterráneas contaminadas con hidrocarburos. La Ley Nacional 24.051 (publicada 1992) y la Ley Provincial 11.720 (publicada en 1995) estipulan que los generadores de residuos peligrosos son los responsables de mitigar cualquier daño ocasionado por la gestión inadecuada de sus residuos. Los controles reguladores adicionales aplicables a la contaminación de suelos y aguas subterráneas incluyen la Resolución Provincial 287, que enumera estándares para descargas de efluentes líquidos al terreno. El decreto Nacional 831 y el Decreto Provincial 1.601 proveen los niveles guía para calidad de suelo bajo diversos escenarios de uso (agrícola, residencial e industrial). Estos pueden usarse como estándares para la remediación de contaminación existentes en suelo. El Decreto Nacional 831 también enumera los criterios de agua potable que pueden usarse como niveles guía para remediación de aguas subterráneas contaminadas. Ambos criterios para agua potable y suelo, según ya se discutió, son estándares basadas en la salud, que definen exposiciones aceptables del ser humano a una gama de contaminantes medio ambientales. I.6.- Régimen de los residuos peligrosos El concepto de residuo peligroso La ley define genéricamente a un residuo peligroso y luego define taxativamente como residuos a los que participan de algunos de los listados de los Anexos I y II. El tratamiento legislativo de los residuos peligrosos en la República Argentina TABLA I JURISDICCIONES LEYES Ámbito nacional Ley Nacional 24.051, Decreto Nacional 831/93. Tránsito ínter Ley Nacional 25.612.No reglamentada. jurisdiccional Ley Nacional 25.675. Ley General del Ambiente Ley Nacional 25.612 ( no reglamentada) Provincia de Buenos Aires Ley Provincial 11.720, Decreto Provincial 806/97. Tiene ley de hospitalarios 11347 Ciudad de Buenos Aires Ley Nacional 24.051. Tiene ley de patológicos 154 TABLA II Diferencias entre la Ley 24.051 y la Ley 11.720 Aspecto regulado LEY 11.720 Ámbito de aplicación Se aplica a residuos ubicados o generados en la provincia, operadores y transportistas en la provincia. LEY 24.051 Se aplica a residuos generados o ubicados en lugares sometidos a jurisdicción nacional o por excepción a residuos generados en provincia pero que caigan en algunos de los supuestos de la ley. Denominación Los denomina residuos especiales Los denomina residuos peligrosos Concepto de residuo Sólo es residuo peligroso aquel Es residuo aquel desecho residuo que se nombre en el anexo I que participe del anexo I siempre que tenga alguna de las y/o del anexo II características del Anexo II. Tipo de residuos Se excluyen los patogénicos los Se considera peligroso al incluidos y excluidos cuales se rigen por su propia ley residuo patogénico y se rige aparte (Ley 11347. Decreto 450/94) por la misma. Registro tecnologías Estándares. de Establece el Registro de tecnologías No establece registro de en el cual deben inscribirse las tecnologías nuevas técnicas a ser utilizadas en la operación y manejo de residuos peligrosos. La norma provincial no establece estándares. Se rigen los vertidos a cuerpos receptores de agua por los parámetros de Agosba. La norma nacional establece parámetros y estándares para cuerpos receptores. Sumario de las normas . Decreto Nacional 674/89 Establece las normas sobre vertidos residuales o barros cloacales, pluviales o a un curso de agua, en la Capital Federal y los partidos de la Provincia de Buenos Aires donde presta servicios Aguas Argentinas. Fija los límites transitoriamente tolerados y los límites permisibles para vertidos. Establece un derecho especial para el control de la contaminación. Ordena la documentación técnica y la declaración jurada anual a ser presentada por los establecimientos. Prescribe las obligaciones y fija las infracciones a la norma. Decreto Nacional 776/92 Determina que la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable es la autoridad de aplicación del Decreto 674/89 Decreto Nacional 1403/96 Crea el Instituto Naciona l del Agua y del Ambiente. Establece su estructura organizativa, sus misiones y funciones. Entre ellas, la de realizar las funciones operativas derivadas del poder de policía en materia de control de la contaminación, en lo que hace a la calidad de las aguas naturales, superficiales y subterráneas y de todo tipo de vertidos de establecimientos industriales y especiales, incluidos los peligrosos, arrojados directa o indirectamente a un recurso hídrico, a través de la Dirección de Control de la Contaminación. La Dirección es responsable de aplicar toda norma legal cuyo objetivo específico sea el control de la contaminación así como también elaborar y proponer la modificación de las ya existentes cuando ello corresponda y controlar la calidad de las aguas naturales, superficiales y subterráneas y todo establecimiento industrial o especial que genere vertidos cualquiera sea su destino. Ley Provincial 11723 Ley del Medio Ambiente. Tiene por objeto la protección, conservación, mejoramiento y restauración de los recursos naturales y del ambiente, en general en el ámbito de la Provincia a fin de preservar la vida, asegurando a las generaciones presentes y futuras la conservación de la calidad ambiental y la diversidad biológica. Establece los derechos de los habitantes a gozar de un ambiente sano, tener acceso a la información vinculada al manejo de los recursos, participar de los procesos en que esté vinculado el manejo de los recursos naturales y la protección del ambiente y solicitar a las autoridades la adopción de medidas tendientes al logro del objeto de la ley, y los deberes de proteger el medio ambiente y abstenerse de realizar acciones u obras que pudieran degradarlo. El Poder Ejecutivo Provincial fijará la política ambiental a través del Instituto Provincial del Medio Ambiente. Establece disposiciones especiales referidas a las aguas, el suelo, la atmósfera, la energía, la flora, la fauna y los residuos. Crea el Sistema de Información Ambiental y el Comité de Cuencas Hídricas. El objeto de esta ley es la protección, conservación, mejoramiento y restauración de los recursos naturales y del ambiente en general en la provincia. Establece mecanismos y procedimientos a seguir ante danov y situaciones riesgosas. ? Residuos peligrosos. Ley Provincial 11.720 Regula la generación, manipulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos especiales generados en el ámbito territorial de la Provincia de Buenos Aires. Define los residuos especiales Crea el Registro de generadores, operadores y transportistas y establece la obligación de inscripción en el mismo, Decreto Provincial 4260/95 Promulga la ley 11.720, que establece el régimen legal aplicable a la generación, manipulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de residuos especiales. Considera que dicha norma propenderá a reducir la cantidad de residuos especiales generados, minimizando sus potenciales riesgos y promoviendo la utilización de las tecnologías más adecuadas desde el punto de vista ambiental. Observa el Art. 53 del proyecto en cuanto establece la obligación de comunicar al Juzgado de Faltas Provincial la comisión de infracciones con el fin de que el infractor sea sancionado. Eso no se condice con otros artículos del texto que prevén que las transgresiones a la normativa deben ser reprimidas por el Instituto Provincial del Medio Ambiente. Decreto Provincial 806/97 Reglamenta la ley 11.720 y regula la generación, manipulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos especiales generados en el ámbito territorial de la Provincia de Buenos Aires. La Autoridad de Aplicación del presente Decreto es la Secretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires. Deroga el DECRETO N° 95/95. CONCLUSIONES La responsabilidad “ad infinitum” del generador: de la cuna a la tumba. Cuando analizamos la cuestión atinente a la responsabilidad del generador nos referimos a la hiperobjetividad del régimen creado por la Ley 24.051. El Capítulo VII de dicha ley se encarga de estable cer tres cuestiones que hacen que la responsabilidad del generador sea de una elevada severidad: 1) En el ámbito de la responsabilidad extracontractual, no es oponible a terceros la transmisión o abandono voluntario del dominio de los residuos peligrosos; 2) El generador de un residuo peligroso no se exime de responsabilidad por demostrar la culpa de un tercero de quien no debe responder, cuya acción pudo ser evitada con el empleo del debido cuidado y atendiendo a las circunstancias del caso; y 3) La responsabilidad del generador por los daños ocasionados por los residuos peligrosos no desaparece por la transformación, especificación, desarrollo, evolución o tratamiento de éstos, a excepción de aquellos daños causados por la mayor peligrosidad que un determinado residuo adquiere como consecuencia de un tratamiento defectuoso realizado en la planta de tratamiento o disposición final El régimen de responsabilidad civil es complementario al establecido en el Código Civil. Es, a la vez, más exigente y severo. El factor de atribución es hiperobjetivo. La Ley 24.051 de Residuos Peligrosos entra en crisis con la Ley 25.612 de Gestión Integral de Residuos Industriales y de Actividades de Servicios, debido a que ésta califica a los residuos como “cosas riesgosas” con independencia que se trate de residuos industriales peligrosos o no, lo que genera una responsabilidad que abarca a muchos más sujetos de legitimación pasiva, esta les 25612 esta siendo reglamentada en el COFEMA y tiene muchos problemas con los niveles de riesgo y con los seguros ambientales, actualmente se sigue aplicando por ahora al ley 24.051. El generador es siempre responsable del daño que causado por un residuo peligroso: “de la cuna a la tumba”. Es una responsabilidad “ad infinitum” que, siguie ndo el principio “todo el que causa un daño ambiental está obligado a repararlo”, crea una obligación muy severa para el generador. No debemos olvidar el objetivo de la normativa ambiental: no sólo tiende a prevenir y a castigar a aquellos que no la cumpla n, sino que debe estar encuadrada en límites tales que permitan cumplir con lo establecido en nuestra Constitución en el Art.41. Como podemos apreciar tenemos nuevas leyes en Argentina, se están dictando las normas de presupuestos mínimos con respecto a muchos temas ambientales.