Plan Canje de Heladeras Impactos de la BASURA ELECTRÓNICA En el mes de diciembre de 2008, el Gobierno nacional lanzó el programa de recambio de electrodomésticos caracterizados como “línea blanca” con el objetivo de generar un estímulo al consumo y la producción. El plan canje línea blanca para electrodomésticos comenzó con el recambio de heladeras de más de 8 años de antigüedad por heladeras nuevas, más eficientes. El plan canje se halla insertado, además, en el programa de ahorro energético llevado adelante por el Poder Ejecutivo nacional, lo que constituye en sí, una buena medida en el contexto de crisis en el suministro energético. EL recambio de tecnologías antiguas por tecnologías nuevas de mayor eficiencia es una buena medida concreta de reducción del consumo energético y uso racional de la energía, si tenemos en cuenta que la refrigeración representa el 30% del consumo total de energía del sector residencial. Las heladeras nuevas que hoy están en el mercado, están clasificadas obligatoriamente con un etiquetado1 de eficiencia energética estandarizado internacionalmente (bajo normas IRAM), que define un rango entre la A y la G, siendo todos aquellos artefactos ubicados en el rango A los más eficientes. Las heladeras promocionadas a través del plan canje entran en el la clasificación A, B ó C, es decir en los tres rangos más elevados de eficiencia. El plan canje de heladeras apunta, según lo establecido, al recambio, en una primera instancia, de 700.000 heladeras de las 9.000.000 que hoy hay en el país, durante un lapso de 9 meses. La medida se ha extendido, en una segunda instancia, al programa para recambio de cocinas; calefones y termotanques, anunciado en el mes de enero pasado, y se calcula que se extenderá a otros electrodomésticos, de mayor consumo como aires acondicionados y lavarropas. BASURA ELECTRÓNICA Si bien el recambio de heladeras establecido a partir del plan canje, favorece al impulso de un consumo eficiente y racional de la energía, contribuyendo de esta manera a la disminución de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera; se debe tener en cuenta que estos artefactos una vez desechados 1 Desde el año 2005, el Programa de Calidad de Artefactos Energéticos (PROCAE), tiene por objeto la reducción de consumo energético mediante la utilización de artefactos eléctricamente más eficientes. El uso de la etiqueta de eficiencia energética permite que el consumidor tenga la posibilidad de comparar a la hora de la compra considerando la variable de eficiencia energética del equipo. A través de la Resolución de la Secretaria de Energía (Ex SICyM) N° 319/99, modificada en el año 2005 por la Resolución N° 35 de la SCT, se hace efectivo el etiquetado energético obligatorio para Refrigeradores y Congeladores. generan graves impactos en el ambiente si su tratamiento no es el adecuado, por lo que todos los efectos beneficiosos en materia de reducción de GEI que puede traer aparejado el recambio, se neutralizan inmediatamente. Las heladeras una vez desechadas entran en la categoría de Basura Electrónica, porción creciente de la basura, que en la actualidad es un tema de preocupación por los riesgos que implica su falta de tratamiento. Los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos contienen contaminantes peligrosos que impactan negativamente en el ambiente en donde son desechados, y un gran porcentaje de recursos que con una debida gestión pueden ser recuperados. Algunos aparatos además contienen recursos valiosos como oro, plata y cobre, entre otros que también pueden ser reaprovechados. Existe hoy una creciente porción de basura electrónica que es enterrada rellenos sanitarios comunes y de seguridad (incluso es depositada basurales a cielo abierto) sin tratamiento alguno y sin recuperación materiales; generando gravísimos impactos ambientales y el derroche recursos. en en de de El incremento de la basura electrónica, su tratamiento y disposición final, se ha vuelto otro problema ambiental a resolver de manera inmediata, despertando la preocupación en diferentes sectores de la sociedad civil y política, y se encuentra inserto en la cuestión, todavía mal resuelta, de la disposición final de los residuos en general. Dentro de la Comisión de Ambiente del Senado de la Nación y alrededor de un proyecto de ley de gestión de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos (RAEE) presentado por el Senador Nacional, Daniel Filmus, se han aglutinado diferentes organizaciones ambientales y sociales para contribuir en la elaboración de una ley nacional que establezca el circuito de tratamiento, recuperación y reciclado de los RAEE, a fin de lograr cuanto antes evitar el desvío de artefactos a basurales y rellenos, e impedir los graves impactos ambientales y sanitarios que generan. Heladeras como basura electrónica. Componentes e impactos En la fabricación de refrigeradores, o heladeras, se emplean materiales agotadores de la capa de ozono que afectan negativamente el clima, como fluidos de refrigeración o como agentes expansores del poliuretano (PU) del aislamiento: - Clorofluorcarburos (CFC) Hidrocarburos parcial o totalmente fluorados (HCFC, CFC) Otras sustancias con fines refrigerantes Compuestos orgánicos volátiles (HC) hidrocarbonos como el propano, isobutano y propano/butano en el circuito de refrigeración, y ciclopentano en la espuma de PU. Los equipos también pueden contener, como medio de refrigeración amoníaco (NH3) u otras sustancias de refrigeración. En el aislamiento de los refrigeradores, además de espuma de PU, se utiliza lana de vidrio, lana de roca, poliestireno expandido y otros materiales. Las heladeras más antiguas contienen altas concentraciones de CFC2 y demás gases refrigerantes. La emisión de estos gases es dañina a la Capa de Ozono, incrementando casos de cáncer de piel y otros daños para la salud. Además aportan al calentamiento global ya que forman parte de los GEI. Los gases HFC son hasta 11.000 veces más dañinos para el clima que el dióxido de carbono (CO2). El Poliuretano Expandido que se usa como aislante, es una resina expandida con gases clorofluorcarbonados o CFC, también dañino a la capa de Ozono y que aporta al calentamiento global. Los aceites y líquidos refrigerantes del compresor de la “bocha del motor” son aceites contaminados que han funcionado en promedio 15 años y son definidos como residuos peligrosos de la categoría Y9 por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos (Ley N° 24.051)3 Las plaquetas electrónicas y “displays” de cristal líquidos contenidos en las heladeras más modernas son considerados residuos peligrosos Y48 por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos Las heladeras más viejas tienen el sensor de temperatura conformado de bimetal enrollado con un bulbo con mercurio en su interior. El mercurio, es un metal altamente tóxico, y definido por residuo peligroso Y29 por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos. Tomando los datos de la empresa alemana RAL4, en caso de no capturarse los gases refrigerantes o del poliuretano de las heladeras, se producirá una emisión a la atmósfera equivalente a la emisión de. 2.800 Kg. CO2 por heladera. Considerando un canje de 100.000 heladeras sin la captura de los gases refrigerantes, se liberarían al ambiente 280 millones de kilos de dióxido de carbono, equiparables al ahorro logrado con el recambio de 2,1 millones de lamparitas incandescentes por las de bajo consumo, además de significativos daños a la capa de ozono. En el mundo existen diversas alternativas de plantas de tratamiento y reciclado de heladeras que garantizan la captura de gran parte de los gases invernadero, de los CFC que destruyen la capa de ozono y los desechos peligrosos. Además, permiten generar importantes recursos al recuperar metales ferrosos, metales no ferrosos y plásticos. La alternativa es el reciclado con tratamiento de los desechos especiales, cumpliendo estándares internacionales de calidad y protección ambiental, junto con la valorización de los componentes de la heladera como materia prima para nuevos procesos industriales. 2 La fabricación y empleo de CFC fueron prohibidos por el Protocolo de Montreal, debido a que destruyen la capa de ozono. La antigua producción y liberación de CFC repercutirá con efectos negativos sobre el ambiente por las próximas décadas. 3 Ver texto completo de la ley en: http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=450 4 RAL Deutsches Institut für Gütesicherung und Kennzeichnung E.V. http://www.ral-online.org Heladeras desechadas a partir del plan canje El plan canje anunciado por el Gobierno nacional no ha sido acompañado por un programa de gestión de los residuos generados a partir del recambio de heladeras; a pesar de que en Argentina existe la tecnología apropiada para el adecuado tratamiento de este tipo de basura electrónica. Sin un tratamiento adecuado de estos RAEE, todo lo que se haya beneficiado el ambiente en materia de reducción de GEI logrado gracias a un ahorro en el consumo de la energía, se verá neutralizado, y es más, superado de forma negativa por la contaminación del ambiente y el aporte de gases que afectan la capa de ozono y que aportan el calentamiento global Alarmados ante la falta de un programa para el tratamiento de los RAEE generados por el plan canje Greenpeace exige que: • Todo plan de recambio de tecnología debe contar con un plan de gestión de los aparatos en desuso, para evitar la emisiones de gases perjudiciales a la capa de ozono, que incrementan el calentamiento global, como así también la liberación al ambiente de contaminantes y el riesgo de exposición de los trabajadores del reciclaje a los mismos. Todo ello en coherencia con el trabajo que actualmente se está desarrollando en el Senado de la Nación por una Ley nacional de RAEE. • Como primer paso para una correcta gestión de los aparatos en desuso generados por el Plan Canje debe priorizarse la reutilización de los mismos, ya que de esta manera se cumple un objetivo social y se maximiza la vida útil de los equipos. Si bien el beneficio de ahorro energético se ve desfavorecido por no eliminar completamente la utilización de los equipos viejos, el beneficio social lo justifica, al hacer accesible heladeras a las familias de menores recursos. Por otro lado, la industria y los proveedores reciben por medio del Plan Canje una demanda de equipos eficientes generando una buena señal de mercado para alentar el diseño de equipos con mejores índices de eficiencia energética. En definitiva, es la tendencia hacia mejores diseños de equipos el resultado a buscar en el mediano y largo plazo • Los productores deban ser los responsables de la gestión de los residuos generados por los productos que colocaron en el mercado y por los que obtuvieron ganancias. La Responsabilidad Extendida del Productor es el concepto político que Greenpeace propone se aplique también en Argentina, como en otras partes del mundo. En el caso de tratarse de residuos de aparatos históricos, el sector que representa la línea blanca debería hacerse cargo financiera y legalmente de la correcta gestión de los residuos generados. • Se elabore y sanciones una ley nacional de gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos basada en: o La responsabilidad extendida del productor, incorporando específicamente la responsabilidad individual del productor (RIP) para los productos que sean colocados en el mercado en el futuro inmediato y la responsabilidad colectiva del productor (RCP) para los productos históricos. o Que defina las restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos como el plomo, mercurio, cadmio, cromo hexavalente, todos los retardantes de llama bromados y el PVC. o Que establezca objetivos mínimos claros de recolección y reutilización/reciclado • Que las empresas que apoyan el principio de responsabilidad Individual del productor como política corporativa, implementen sus programas de recupero de equipos en desuso en Argentina. Febrero de 2009 Campaña de Basura Electrónica Greenpeace Argentina Anexo: Gestión de los Residuos de Refrigeradores5 Los edificios destinados para el acopio de los refrigeradores en desuso deben contar con las mínimas medidas de precaución para impedir daños a los aparatos, y evitar la liberación de sustancias contaminantes. Se debe prestar especial atención para evitar daños al circuito de refrigeración. Debe contar con los dispositivos adecuados para recoger los líquidos derramados, y con materiales para absorber y aglutinar dichos líquidos. Durante el transporte se deben tomar medidas especiales para evitar el derrame no controlado de fluidos que pueden contaminar el agua. Para evitar daños que originen una fuga de CFC, HC u otros fluidos de refrigeración o medios de expansión o sustancias contaminantes del medio ambiente, así como daños a los componentes de espuma, los refrigeradores deben ser transportados firmemente sujetos a los vehículos. Jamás pueden ser transportados de cabeza para abajo ni apoyados sobre el circuito de refrigeración. El tratamiento adecuado cuenta de dos etapas: -Vaciar el circuito de refrigeración retirando el fluido de refrigeración y el aceite del compresor. -Retirar la espuma de PU y otros materiales, los dispositivos y los conjuntos que componen los refrigeradores. El objetivo de éste tratamiento es recuperar el CFC, el HC y otros fluidos de refrigeración y de expansión, las sustancias contaminantes, seleccionar y clasificar los materiales reciclables de las dos etapas, y prepararlos mediante la trituración, selección y clasificación para el reciclaje o la disposición. Descripción del proceso de tratamiento: 1- Retirar el CFC, HC y otros medios de refrigeración y de expansión para encaminarlos a la disposición o el reciclaje. 2- Recolectar y retirar de forma apropiada todas las sustancias y componentes que contienen elementos contaminantes y encaminarlos de forma adecuada a la disposición o el reciclaje. 3- Retirar los componentes sin desgaste o de larga vida y los componentes en buenas condiciones para ser reutilizados. 4- Separar los materiales reciclables para encaminarlos a un reciclador autorizado. Requerimientos especiales en le tratamiento - Clasificar por el fluido de refrigeración y el tipo de material de aislamiento. 5 Fuentes: Fabricación inversa de refrigeradores, Garantía de Calidad RAL-GZ 728. Instituto Alemán de Garantía de Calidad y Certificación, Septiembre de 2007. Environmental and economic evaluation of the accelerated replacement of domestic appliances, cases study refrigerators and freezers. Ina Rüdenauer, Carl-Otto Genesch, Oko Institute e.V, Alemania, 30 de junio de 2005. - - - - - - Detectar daños relevantes. Para vaciar el circuito de refrigeración (fluido de refrigeración y aceite) se deben utilizar equipos adecuados capaces de mover con cuidado a los aparatos para colocarlos en la posición ideal de modo que la aspiración se haga por el punto mas bajo del circuito de refrigeración. El fluido de refrigeración debe ser extraído simultáneamente al aceite del compresor. El aceite del compresor, contaminado con el fluido de refrigeración, debe ser procesado en un equipo desgasificador de aceite, el fluido de refrigeración debe ser retirado casi por completo del aceite. Todo el CFC recuperado debe ser procesado para ser destruido por completo. En los refrigeradores de absorción, la solución de amoníaco que contiene cromo VI, debe ser aislada en una instalación hermética. Si en el circuito de refrigeración no se hubiera eliminado completamente el cromato, las piezas de hierro deben ser despachadas de forma directa y sin tratamiento a una fundición, en virtud del contenido de cromato. La disposición de cualquier otra fracción resultante del tratamiento de refrigeradores de absorción (agua, NH3) debe tener en cuenta su contenido de cromato. En los refrigeradores que contienen propano, isobutano, mezclas de propano/butano, o cualquier otro compuesto orgánico volátil (HC) en el circuito de refrigeración, la aspiración del medio refrigerante debe ser efectuada en plantas que dispongan de instalaciones a prueba de explosión. El aceite siempre debe ser retirado y separado del fluido de refrigeración. Los HC deben ser recuperados para ser reciclados o eliminados. Se deben retirar todos los componentes que contengan sustancias contaminantes. La cantidad retirada debe ser registrada. La espuma de PU de los refrigeradores debe ser separada de la estructura mediante un proceso de trituración realizado en vacío, en una instalación hermética. El CFC y el HC (ciclopentano) que escapan durante el rasgado de la espuma de PU debe ser capturado y recuperado mediante dispositivos tecnológicos adecuados. Los desechos generados por el tratamiento de refrigeradores destinados al reciclaje incluyen: - Espuma de aislamiento de PU desgasificada. - Metales ferrosos y partes de metales ferrosos. - Metales no ferrosos. - Poliestireno molido. - Vidrio, por ejemplo, de los estantes. - Componentes que contienen mercurio. - Aceite del compresor. - Compresores. - Cables. - Otros plásticos. - CFC y otros medios de refrigeración y espumación, dependiendo del proceso empleado en la trituración. Los materiales destinados a la disposición incluyen: - Condensadores. - Solución de amoníaco con cromo VI. - CFC y otros medios de refrigeración y espumación. El proceso de preparación debe garantizar que los materiales contengan el mínimo posible de contaminación cruzada o adherencias de los otros materiales procesados Después de retirar los componentes contaminantes, debe darse preferencia a la comercialización para reutilización, y no al reciclaje de los componentes y materiales de los refrigeradores.