Sección I

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OPS/CEPIS/PUB/01.65
CENTRO PANAMERICANO DE INGENIERÍA SANITARIA
Y CIENCIAS DEL AMBIENTE
(CEPIS)
MANUAL DE EVALUACIÓN Y MANEJO DE SUSTANCIAS TÓXICAS
EN AGUAS SUPERFICIALES
SECCIÓN 1
PERSPECTIVA
Diciembre 1998
Versión revisada, marzo 1990
Versión actualizada, enero 2001
Ing. Henry J. Salas
Asesor en Evaluación de Impacto Ambiental y Salud
CEPIS
Ing. José E. Lobos
Profesional Joven Residente, CEPIS
Jefe, División Monitoreo, INCYTH, Argentina
Ing. José Leomax Dos Santos
Profesional Joven Residente, CEPIS
Gerente de Hidrología, CETESB, Brasil
Dra. Nilda de Fernícola
Consultora en Toxicología
Centro Panamericano de Ecología
Humana y Salud (ECO)
Organización Panamericana de la Salud (OPS) - División de Salud y Ambiente
Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Se agradece la colaboración de:
Ing. Alberto Flórez Muñoz
Director, CEPIS
Ing. Enrique Ortíz
Profesional Joven, CEPIS
SEDUE, México
Dra. Paloma Martino
Oficial Profesional Asociado, CEPIS
España
así como el apoyo de:
Sra. Sonia Queija de Victorio
Secretaria, CEPIS
Sr. Luis Torres Alache
Dibujante
INDICE
Página
1.1 Introducción .................................................................................................................
1
1.2 Definición de sustancia tóxica .....................................................................................
1
1.3 Toxicidad y agentes químicos prioritarios ...................................................................
2
1.4 Riesgo y seguridad .......................................................................................................
3
1.5 Contaminantes prioritarios en agua .............................................................................
4
1.6 La naturaleza y extensión del problema de sustancias
tóxicas en America Latina y el Caribe .........................................................................
1.6.1 Consideraciones preliminares .................................................................................
1.6.2 Problemas de confiabilidad de datos .......................................................................
1.6.3 Algunos problemas relevantes en América Latina .....................................................
12
12
15
18
1.7 Sinopsis de las estrategias de control para descargas de desechos ............................
1.7.1 Asignación de descargas permisibles basada en el concepto
de capacidad asimilativa ........................................................................................
1.7.2 Estrategias de control mínimo de efluentes basadas
en tecnología ........................................................................................................
1.7.3 Concepto de cuotas de resarcimiento por contaminación ..........................................
20
Bibliografía .........................................................................................................................
23
21
21
22
Tablas
1.1 Listado de contaminantes tóxicos prioritarios enumerados
por EPA, OMS-OPS y la CIPR .......................................................................................
5
1.2 Cuestionario I - Identificación de los problemas más relevantes
de sustancias tóxicas en aguas superficiales ....................................................................
13
1.3 Resultados del análisis de metales ...................................................................................
15
1.4 Resultados del análisis de plaguicidas ..............................................................................
17
1.1
Introducción
La descarga de sustancias potencialmente tóxicas en cuerpos de aguas naturales y los efectos
resultantes sobre los usos deseables de agua son temas de permanente interés en ingeniería ambiental.
La presencia en los recursos hídricos de metales y sustancias orgánicas complejas, entre otras, han sido
responsables de innumerables situaciones de impacto sobre el ecosistema acuático y la salud pública en
general (Thomann, 1982).
Casos críticos como la contaminación por cadmio (Friberg et al, 1971) en el río Jintsu y por
metilmercurio en la bahía de Minamata (Berglund, 1971), en Japón, ambos con terribles daños a la salud de
las poblaciones afectadas, son ejemplos extremos de cómo la presencia de sustancias tóxicas en el medio
ambiente acuático puede afectar la salud pública.
Actualmente, el registro del "Chemical Abstract Service" de los Estados Unidos de América
excede 7 millones de sustancias químicas. De este total, aproximadamente 70 000 son de uso corriente
en países industrializados y 3000 de ellas representan el 95% de la utilización (ECO, 1986). Muchas de
estas sustancias son potencialmente tóxicas y pueden afectar los cuerpos de agua superficiales por
diferentes vías, puntuales o dispersas.
Una vez descargadas en el ambiente acuático estas sustancias están sujetas a procesos físicos,
químicos y biológicos que van a definir sus concentraciones y destino en el medio acuático. Esos
procesos incluyen el transporte debido a las características advectivas/dispersivas del cuerpo de agua,
adsorción, volatilización, difusión, hidrólisis, fotólisis, biodegradación, bioconcentración y bioacumulación.
En este manual se presentan modelos matemáticos del destino de sustancias tóxicas que simulan estos
procesos.
1.2
Definición de sustancia tóxica
Se definen como sustancias a los elementos químicos y sus compuestos, tal como se encuentran
en el estado natural o se producen por la industria, incluyendo aditivos requeridos para la finalidad para la
cual son colocados en el mercado (Josephson, 1983).
A través del tiempo, el ser humano ha aprendido a diferenciar las sustancias peligrosas de las
sustancias seguras. Con el nombre de "veneno" el individuo común designa aquellas sustancias que en
pequeña cantidad pueden producir enfermedad (intoxicación) o muerte (Djuric, 1979).
Según Repetto (1981) y de acuerdo con el concepto actual, una sustancia tóxica es una sustancia
que puede producir algún efecto nocivo sobre un organismo vivo. Debe recordarse que la vida, tanto animal
como vegetal, es una continua sucesión de equilibrios dinámicos. Los agentes tóxicos son los agentes
químicos, o físicos, capaces de alterar alguno de esos equilibrios.
Es común, aún entre los científicos, el uso del término compuesto químico tóxico. Esto implica
que hay compuestos químicos que no son tóxicos. Los compuestos químicos no deben ser agrupados de
una manera tan simple dado que, haciéndolo así, conduce a una falsa evaluación del riesgo, para lo cual se
debe tomar en cuenta la toxicidad de la sustancia y la exposición (Rodricks, 1983).
En toxicología, la ciencia que estudia el efecto nocivo producido por los agentes químicos sobre
los organismos vivos, se identifican tres elementos necesarios para que se produzca dicho efecto nocivo y
son:
2
a.
b.
c.
Un agente físico o químico, capaz de producir un efecto;
Un sistema biológico con el cual el agente puede interactuar para producir un efecto; y
Un medio que permita interactuar al agente con el organismo y producir un efecto nocivo.
El término agente es neutral; no indica características benéficas o nocivas. Muchos agentes
poseen la potencialidad de producir uno u otro efecto, o ambos (WHO, Environmental Health Criteria 27,
1983).
Se puede definir una sustancia tóxica, o agente tóxico, como cualquier agente capaz de producir
un efecto nocivo en un sistema biológico, daño a sus funciones o la muerte. Es así que, virtualmente, todo
agente químico cuando está presente en cantidades suficientes, puede producir un efecto nocivo o la
muerte. Paracelso (1493-1541), expresó bien esto cuando advirtió "todas las sustancias son tóxicas, no
hay nada que no sea tóxico. La dosis adecuada diferencia un tóxico de un medicamento" (Doull et al,
1980).
El término agente tóxico debe ser usado en un sentido relativo para que tenga algún significado.
2+
Mencionaremos algunos ejemplos: las sales solubles de cobre (Cu ) son tóxicas para el ser humano
cuando se ingieren en dosis altas, pero en cantidades pequeñas son esenciales para el funcionamiento de
enzimas encontradas en el organismo humano o animal; la aspirina es uno de los medicamentos más
difundido en el mundo pero se conocen muchos casos de muerte debido a dosis excesivas de este
medicamento; el ión fluoruro es reconocido como agente tóxico y como inhibidor enzimático activo aunque
en concentraciones bajas es beneficioso para la prevención de caries.
Estos ejemplos podrían ser suficientes para evidenciar que la cantidad absorbida de una sustancia
es uno de los factores importantes en la intensidad del efecto tóxico producido (Marlella, 1982).
Por último, una definición bastante completa de tóxico, agente tóxico o sustancia tóxica, es la que
se encuentra en el Registro de Efectos Tóxicos de Sustancias Químicas del "U.S. National Institute for
Occupational Safety and Health (U.S. NIOSH, 1976)" y que define una "sustancia tóxica como la que
demuestra el potencial de inducir cáncer, tumor o efectos neoplásicos en el humano o animales de
experimentación; de inducir un cambio trasmisible permanente en las características de la descendencia
de aquellos padres en experimentación, humanos o animales; de causar la producción de defectos físicos
en el embrión en desarrollo, de humanos o de animales de experimentación; de producir la muerte en
animales de experimentación o animales domésticos expuestos por vía respiratoria, piel, ojos, boca u otras
vías; de producir irritación o sensibilización de la piel, ojos o vías respiratorias; de disminuir la actividad
mental, reducir la motivación o alterar el comportamiento humano; de efecto adverso a la salud de una
persona normal o incapacitada de cualquier edad o sexo, debido a peligro de vida o por muerte debida a
exposición por vía respiratoria, piel, ojos, boca, o cualquier otra vía en cualquier cantidad, concentración o
dosis relatada, para cualquier período de tiempo".
Existe un interés especial en lo referente a la preservación de la calidad del agua superficial para
diferentes usos y así se han establecido normas que contemplan su uso, como agua para consumo
humano, consumo animal, uso agrícola y otros. Se puede decir que la presencia en el medio ambiente
acuático (columna líquida, sedimentos u organismos acuáticos) de una sustancia química o de varias, en
concentraciones que exceden los límites fijados para un uso determinado, pueden hacer que la misma no
sea aceptable. Esto, debido a los efectos nocivos que podrán producir en el organismo humano, animal o
vegetal, sustancias como metales pesados, plaguicidas y gran cantidad de otras sustancias orgánicas de
origen industrial.
3
Para los propósitos de este manual, este último acercamiento se puede considerar como el más
funcional para sustancias tóxicas, debido a que este documento se orienta al mejoramiento y utilización de
los recursos hídricos.
1.3
Toxicidad y agentes químicos prioritarios
La toxicidad de una sustancia química, es decir su capacidad de producir un efecto nocivo, está
relacionada con la cantidad administrada o adsorbida (dosis). La vía de administración de esa cantidad (por
ejemplo, vía respiratoria, digestiva, dérmica), el tipo de efecto y la gravedad del mismo, y el tiempo
necesario para producirlo.
Todas las sustancias químicas nuevas deben someterse a una evaluación de toxicidad antes de su
fabricación y uso. Es así que, debido al número y también a la limitación de recursos, es necesario dar
prioridad para el estudio de su toxicidad, a las que son consumidas directamente por el hombre, como
fármacos y aditivos alimentarios y aquellas que se usan como plaguicidas o productos de consumo en el
hogar. La máxima prioridad debe corresponder a las sustancias de presunta toxicidad elevada, aguda, o a
largo plazo (efecto carcinogénico), a aquellas persistentes en el ambiente o las que poseen grupos
químicos asociados con estas propiedades. Esto se aplica también a aquellas sustancias que inhiben la
biotransformación de otras, pues esto puede ser una forma más insidiosa de toxicidad.
Las propiedades fisicoquímicas pueden ser importantes para establecer prioridades para las
pruebas de toxicidad, en especial en aquellas sustancias consideradas como posibles contaminantes
ambientales. Algunas sustancias estables y liposolubles pueden contaminar alimentos de consumo
humano y producir efectos nocivos cuando éstos son ingeridos. Propiedades como presión de vapor y la
dimensión y densidad de las partículas, son variables importantes para predecir el transporte atmosférico
de las sustancias químicas. La adsorción de una sustancia química a las partículas del suelo puede
aumentar la probabilidad de que la sustancia sea transpoartada por el aire o por cursos de agua y así se
deposita en lugares remotos de su sitio de aplicación; o bien, puede retardar el movimiento de una
sustancia química a través de las aguas subterráneas, reduciendo así la probabilidad de contaminación de
las fuentes de agua subterránea cerca del lugar de aplicación.
En conclusión, los criterios esenciales para determinar la prioridad en la selección de las
sustancias químicas que se pondrán a prueba, para determinar su toxicidad, son los siguientes: a)
indicación o sospecha de peligro para la salud humana; b) grado probable de producción y empleo; c)
potencial de persistencia en el medio ambiente; d) potencial de acumulación en la biota y en el medio
ambiente; y e) tipo y magnitud de las poblaciones que probablemente estarán expuestas. Las sustancias
químicas de primera prioridad para las pruebas serán aquellas que se clasifiquen en lugar destacado en
virtud de todos estos criterios o de su mayoría (OPS/OMS, 1980).
1.4
Riesgo y seguridad
El factor crítico no es la toxicidad intrínseca de una sustancia, sino el riesgo asociado con su uso.
Riesgo es la probabilidad de que una sustancia produzca un daño en condiciones específicas de
uso. El riesgo se establece con diferentes grados de confianza, de acuerdo a la importancia de la decisión
involucrada. El riesgo asociado con un agente químico es una función de dos factores, sus propiedades
tóxicas y las condiciones de exposición del hombre a esa sustancia (Rodricks y Taylor, 1983).
4
Seguridad, lo contrario de riesgo, es la probabilidad de que no se produzca un daño en el uso de un
agente químico en condiciones específicas. Dependiendo de las condiciones de uso, una sustancia muy
tóxica puede representar un riesgo menor que una sustancia prácticamente no tóxica.
Ningún agente químico es totalmente seguro o peligroso por sí mismo; las variables que
determinan el grado de seguridad o riesgo son: la cantidad utilizada, condiciones de uso y la
susceptibilidad del organismo involucrado. La perspectiva es de que no hay posibilidad de evitar en forma
absoluta el riesgo, sólo existe la posibilidad de elección entre riesgo y beneficio en el uso de determinada
sustancia.
1.5
Contaminantes prioritarios en agua
El concepto de contaminante prioritario fue introducido por el "Clean Water Act", de los Estados
Unidos de América, en 1977 (BNA, 1976). En este documento se consignó una lista de 129 sustancias
químicas consideradas como contaminantes prioritarios en aguas, de las cuales posteriormente fueron
eliminadas tres. Esta lista se hizo basada en criterios tales como: conocimiento de la presencia de esas
sustancias en efluentes de fuentes puntuales, en el medio ambiente acuático, en peces y en agua de
abastecimiento, y por medio de la evaluación siguiente:
-
Carcinogenicidad,
Mutagenicidad,
Teratogenicidad,
Bioacumulación, y
Persistencia.
Los contaminantes prioritarios, tanto los llamados convencionales (demanda bioquímica de
oxígeno, sólidos suspendidos totales, pH, coliformes fecales y grasa y aceite) como los no convencionales
(todos los contaminantes a excepción de los incluidos entre los convencionales), constituyen la
clasificación de contaminantes adoptada por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos
(EPA), la cual indica también el proceso de tratamiento requerido para los efluentes antes de ser vertidos
en los cuerpos hídricos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud viene desarrollando un Programa Internacional de
Seguridad de las Sustancias Químicas. Para la Región de las Américas, este programa es ejecutado por
la OPS a través de su Programa de Salud Ambiental (HPE) y se denomina "Programa Regional de
Seguridad de las Sustancias Químicas (PRSSQ)". Por medio de este programa, la OPS está efectuando
un estudio evaluativo en la Región, empleando un listado de 88 sustancias químicas que la OMS considera
prioritarias, a fin de dar los primeros pasos para determinar la naturaleza de los problemas relacionados con
compuestos químicos.
Asimismo, la Comisión Internacional para la Protección del Río Rin contra la Polución (CIPR), ha
desarrollado un listado de sustancias prioritarias a controlar en dicho río. Esta Comisión está conformada
por los representantes de los estados ribereños del Rin y para la preparación del listado se tomó como
referencia un trabajo realizado por la Comisión de la Comunidad Económica Europea sobre 1500 sustancias
potencialmente tóxicas. Resultó entonces una lista de 89 sustancias de importancia (Internationale
Kommission Zum Schutze Des Rheins Gegen Verunreinigung, 1980).
En vista de lo anterior, se decidió comparar los tres listados mencionados a fin de comprobar la
correspondencia entre ellos. Como herramienta de evaluación se empleó la clasificación establecida por la
EPA para los agentes contaminantes prioritarios. En la Tabla l.l se aprecian los resultados, encontrándose
similitud en algunos componentes de los grupos con una concordancia de aproximadamente un 30%.
5
Tabla 1.1 Listado de contaminantes tóxicos prioritarios enumerados por
S
S
EPA, OMS-OPS y la CIPR
PLAGUICIDAS:
1
2
EPA (agua)
OMS (ambiente)
- 4,4' - DDD
- 4,4' - DDE
- 4,4' - DDT
-
Aldrín
Alfa-BHC
Alfa-endosulfano
Beta-BHC
Beta-endosulfano
- Clordano
- 4,4' - DDD
- AC.2,4 - diclorofenoxiacético
- Aldrín
-
Canfeno clorado
Clordano
Clordecona
Clorotalonil
- Delta-BHC
- Endosulfano sulfato
- Endrín
- Endrín aldehído
- Aldrín
- Alfa-BHC
- Beta-BHC
- DDT y derivados
- Dieldrín
3
CIPR (agua)
- Diclorvos
- Dieldrín
- Clordano
- Cumafos
- DDT y derivados
- Delta-BHC
- Dieldrín
- Disulfotón
- Ditiocarbamatos
- Endosulfano
- Endosulfano
- Endrín
- Endrín
- Etilazinfos
- Fenitrotión
- Gama-BHC
- Heptacloro
- Heptacloro
- Heptacloro
S
La división por grupos se basa en la fijada por la EPA, con excepción del grupo Otros compuestos, el
que fue adicionado con la finalidad de agrupar a las sustancias que funcionalmente no corresponden a
los grupos propuestos por la EPA.
1
2
3
BNA, 1986
OPS/OMS, 1986
Internationale Kommission zum Schutze des Rehins Gegen Verunreiningung (Comisión Internacional
para la Protección del Río Rhin Contra la Polución - CIPR), 1980
Otras referencias: - Pereira et al., 1986
- Sec. de Agricultura, Ganadería y Pesca, Argentina, 1985
6
PLAGUICIDAS (cont.):
EPA (agua)
OMS (ambiente)
- Heptacloro hepóxido
CIPR (agua)
- Heptacloro hepóxido
- Herbicidas derivados
de la anilina y acetanilida
- Hexaclorocicloexano
- Insecticidas carbámicos
- Insecticidas organofosforados
- Izobenzán
- Kelevan
- Hexaclorociclohexano
-
Linurón
Metamidofos
Metilazinfos
Metilparatión
- Mirex
- Monolinurón
- Paraquat y diquat
- Paratión
-
Piclorán
Piretroides
Quintoceno
Tecnazen
Tetradifón
- Toxafeno
- Triclorfón
BIFENILOS Y TERFENILOS POLICLORADOS
EPA (agua)
OMS (ambiente)
- Bifenilos y terfenilos
policlorados
-
PCB-1016
PCB-1221
PCB-1232
PCB-1242
PCB-1248
PCB-l254
PCB-l260
CIPR (agua)
- Bifenilos y terfenilos
policlorados
7
METALES Y OTROS COMPUESTOS INORGÁNICOS:
EPA (agua)
-
Antimonio
Arsénico
Asbesto
Berilio
Cadmio
Cianuro
- Cobre
- Cromo
- Mercurio
- Níquel
-
Plata
Plomo
Selenio
Talio
OMS (ambiente)
-
Ac. cianhídrico
Ac. clorhídrico
Ac. fosfórico
Ac. nítrico
Ac. sulhídrico
Ac. sulfúrico
Amoniaco (gas)
-
Arsénico
Asbesto
Berilio
Cadmio
Cianuro
Cloro (gas)
Cobalto
-
Cromo
Estaño
Flúor y Fluoruros
Manganeso
Mercurio
Monóxido de carbono (gas)
Níquel
Oxidos de azufre (gas)
Oxidos de nitrógeno (gas)
CIPR (agua)
- Arsénico
- Cadmio
- Mercurio
- Plomo
- Selenio
- Titanio
- Zinc
COMPUESTOS ALIFÁTICOS O COMPUESTOS ALIFÁTICOS HALOGENADOS:
EPA (agua)
-
1,1,2,2-tetracloroetano
1,1,1-tricloroetano
1,1,2-tricloroetano
1,1-dicloroetano
1,1-dicloroetileno
- 1,2-dicloroetano
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
-
1,1,2,2-tetracloroetano
1,1,1-tricloroetano
1,1,2-tricloroetano
1,1-dicloroetano
1,1-dicloroetileno
1,2-dibromometano
1,2-dicloroetano
8
COMPUESTOS ALIFÁTICOS O COMPUESTOS ALIFÁTICOS HALOGENADOS (cont.):
EPA (agua)
OMS (ambiente)
- 1,2-dicloroetileno
- 1,2-dicloropropano
- 1,2-dicloropropileno
- 1,2-trans-dicloroetileno
CIPR (agua)
- 1,2-dicloroetileno
- 1,2-dicloropropano
- 1,3-dicloropropeno
- 2,3-dicloropropeno
- 3-cloro-1-propeno
-
Bromoformo
Bromuro de metilo
Clorodibromometano
Cloroetano
- Cloroformo
-
Cloruro de metileno
Cloruro de metilo
Cloruro de vinilo
Diclorobromometano
Hexaclorobutadieno
Hexaclorociclopentadieno
Hexacloroetano
Tetracloroetileno
Tetracloruro de carbono
Tricloroetileno
- Clorofluorocarbonos
- Cloroformo
- Cloruro de metileno
- Cloroformo
- Cloropropeno
- Cloruro de metileno
- Cloruro de vinilo
- Hexaclorobutadieno
- Tetracloroetileno
- Tetracloruro de carbono
- Tricloroetileno
-
Hexacloroetano
Tetracloroetileno
Tetracloruro de carbono
Tricloroetileno
ETERES:
EPA (agua)
-
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
2,3,7,8-tetraclorodibenzeno-p-dioxina
2-cloroetil vinil eter
4-bromofenil fenil eter
4-clorofenil fenil eter
Bis(2-cloroetil) eter
Bis(2-cloroetoxi) metano
Bis(2-cloroisopropil) eter
- Dioxinas
- Epiclorhidrina
- Eter etílico
- Epiclorhidrina
- Oxido de diclorodiisopropileno
- Oxido de etileno
- Oxido de propileno
9
ESTERES DEL ÁCIDO FTÁLICO:
EPA (agua)
-
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
Bis (2-etilhexil) ftalato
Butilbencilftalato
Di-N-butilftalato
Di-N-octilftalato
Dietilftalato
Dimetilftalato
- Esteres del ácido ftálico
COMPUESTOS AROMÁTICOS MONOCÍCLICOS:
EPA (agua)
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
- 1,2,4,5-tetraclorobenceno
- 1,2,4-triclorobenceno
- 2,4,6-tricloro-1,3,5triazina
- 1,2-diclorobenceno
- 1,3-diclorobenceno
- 1,4-diclorobenceno
- 2,3-dicloronitrobenceno
- 1,2,4-triclorobenceno
- 1,2-diclorobenceno
- 1,3-diclorobenceno
- 1,4-diclorobenceno
- 2,4-diaminotolueno
- 2,4-dinitrotolueno
- 2,6-dinitrotolueno
- 4-cloro-2-nitroanilina
- 4-cloro-2-nitrotolueno
- Benceno
- Clorobenceno
- Anilina y derivados
- Benceno
- Benceno
- Clorobenceno
- Detergentes derivados
del bencen-sulfonato
- Dicloroanilinas
- Estireno
- Etilbenceno
- Hexaclorobenceno
- Hexaclorobenceno
-
Hexaclorobenceno
m-cloroanilina
m-cloronitrobenceno
m-clorotolueno
-
o-cloroanilina
o-cloronitrobenceno
o-clorotolueno
p-cloroanilina
- Nitrobenceno
10
COMPUESTOS AROMÁTICOS MONOCÍCLICOS: (cont.)
EPA (agua)
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
- p-cloronitrobenceno
- p-clorotolueno
- Tolueno
- Tolueno
FENOLES
EPA (agua)
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
- 2,4,5-triclorofenol
-
2,4,6-triclorofenol
2,4-diclorofenol
2,4-dimetilfenol
2,4-dinitrofenol
2-clorofenol
2-nitrofenol
4,6-dinitro-o-cresol
- 2,4-diclorofenol
- 4-cloro-3-metilfenol
- 4-nitrofenol
- Fenol
- Fenol
- m-clorofenol
- o-clorofenol
- p-clorofenol
- p-cloro-m-cresol
- Pentaclorofenol
- Pentaclorofenol
- Pentaclorofenol
COMPUESTOS AROMÁTICOS POLICÍCLICOS:
EPA (agua)
-
1,2-difenilhidrazina
2-cloronaftaleno
3,3'-diclorobencidina
3,4-benzofluoranteno
Acenafteno
Acenaftileno
Antraceno
Bencidina
Benzo(a)antraceno
Benzo(a)pireno
Benzo(b)fluoranteno
Benzo(ghi)perileno
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
- 3,4-benzofluoranteno
- Bencidina
- Benzo(a)pireno
- Cloruro de trinefil
estaño
- Criseno
11
COMPUESTOS AROMÁTICOS POLICÍCLICOS (cont.):
EPA (agua)
-
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
Dibenzo(a,h)antraceno
Fenantreno
Fluoranteno
Fluoreno
- Hidrocarburos aromáticos
policíclicos
- Hidróxido de trifenil
estaño
- Indeno(1,2,3-cd)pireno
- Naftaleno
- Pireno
- Naftaleno
NITROSAMINAS:
EPA (agua)
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
OMS (ambiente)
CIPR (agua)
- N-nitroso-di-N-propilamina
- N-nitrosodifenilamina
- N-nitrosodimetilamina
OTROS COMPUESTOS:
EPA (agua)
- 1,3-dicloro-2-propanol
- 2-cloroetanol
- Acetato de trifenil
estaño
- Acrilonitrilo
- Acroleína
- Acrilamida
- Acrilonitrilo
- Biotoxinas acuáticas
- Cloruro de cianógeno
- Detergentes no iónicos
y aniónicos
- Dimetilformamida
- Dimetil sulfato
- Hidrazina
- Isoforona
- Metilcetona
- Micotoxinas
- Oxidantes fotoquímicos
- Óxido de tributil estaño
12
En términos generales, la OMS enfoca el problema con un mayor grado de detalle en plaguicidas,
herbicidas, sustancias metálicas, compuestos alifáticos o compuestos alifáticos halogenados. En el caso
de la EPA, la atención se centra su atención casi exclusivamente en compuestos clorados para
plaguicidas. En los listados de la EPA y del CIPR existe un criterio predominante para compuestos
orgánicos empleados normalmente en industrias, el que no es expresado por la OMS.
Una de las razones que podría explicar las diferencias encontradas, sería que, mientras las
clasificaciones de EPA y CIPR están dedicadas al agua, la de la OMS fue preparada para el medio
ambiente. De la misma forma, mientras que las de la EPA y del CIPR corresponden a las realidades de
Estados Unidos y Europa, respectivamente, la de la OMS está asociada a diversos países del mundo con
diferentes grados de desarrollo.
Se sigue sosteniendo que el concepto de contaminante prioritario es válido en América Latina y,
por lo tanto, se debería trabajar en él. En el Segundo Encuentro del Núcleo Técnico, celebrado en Sao
Paulo, Brasil, en mayo de 1986, y luego de intercambiar opiniones sobre el particular, se concluyó que
solamente a través de un pronunciamiento de los países de la Región se logrará un listado adaptado a la
realidad de la región de las Américas. En su forma más estricta, cada país debería desarrollar el listado de
sustancias contaminantes prioritarias acorde a su realidad.
Se estima que la gran mayoría de los compuestos a considerar por los países se encuentra
incluida en el listado de la Tabla 1.1, si bien no todos podrían estar presentes en el medio. Se pone de
manifiesto que esta tabla no se considera definitiva sino que será modificada por el personal técnico del
CEPIS a medida que los nuevos avances de la ciencia así lo determinen. Con referencia a este último
aspecto, deberán tenerse en cuenta las limitaciones analíticas existentes en América Latina y sus escasos
recursos económicos y humanos dedicados a esta área. Por ello, se estima importante también
puntualizar aquellos compuestos que se deberán tener en cuenta por su riesgo, y establecer como meta el
desarrollo de capacidad analítica para medirlos con confiabilidad.
1.6
La naturaleza y extensión del problema de sustancias tóxicas en America Latina y el
Caribe
1.6.1
Consideraciones preliminares
Un aspecto importante del Proyecto Regional sobre Sustancias Tóxicas del OPS/HPE/CEPIS, es
el conocimiento de la extensión y profundidad del problema en América Latina y el Caribe.
Para poder tener un panorama de esta situación, es imprescindible la colaboración de entidades
involucradas con el problema en los países de la Región. Por esta razón y como una estrategia para
obtener la información necesaria, el CEPIS solicitó la colaboración de las Representaciones de la OPS en
los países, a fin de que se obtengan datos específicos en las entidades nacionales relacionadas con el
tema. Un cuestionario (véase la Tabla 1.2) se elaboró como resultado del IV Encuentro del Núcleo Técnico,
el que fue enviado a todos los miembros de este Núcleo.
Aún cuando esos contactos ya han sido realizados, los datos disponibles actualmente en el CEPIS
no permiten formular un diagnóstico conciso del problema en América Latina.
Esta dificultad no es sorprendente pues ya se conocía que en varios países no existen equipos de
laboratorio para análisis rutinarios (cromatografía y espectrometría de masa) de plaguicidas u otras
sustancias orgánicas complejas y que el esfuerzo para controlar la contaminación en esos países se
concentra básicamente en los contaminantes convencionales (pH, DBO, coliformes fecales, sólidos en
suspensión, aceites y grasas) y metales pesados. Además, los planes para control de contaminación
existentes en los países de la Región generalmente no están orientados para obtener un diagnóstico de la
contaminación a nivel nacional, faltando la integración de los esfuerzos efectuados por diferentes entidades.
13
14
15
Solamente a través de programas nacionales, orientados específicamente hacia este fín, será
posible obtener datos confiables sobre la extensión del problema en América Latina. Por esto se considera
de suma importancia que los países desarrollen esas actividades, pues solamente así será posible definir
el problema en forma satisfactoria, permitiendo que sean tomadas las medidas de control viables y más
adecuadas a la realidad latinoamericana.
1.6.2
Problemas de confiabilidad de datos
Cualquier diagnóstico de la situación actual o, de un modo general, cualquier evaluación de calidad
de agua, como evaluación de riesgo relacionado con la presencia de productos químicos, desarrollo y
aplicación de modelos matemáticos, programas de muestreo para determinar el grado de cumplimiento de
la legislación, control y vigilancia, entre otros, depende de la confiabilidad y comparabilidad de los datos
proporcionados por los laboratorios. Concerniente a la confiabilidad de la calidad analítica, se han
encontrado problemas y limitaciones severas en América Latina y el Caribe como resultado de una
combinación de factores, algunos de los cuales se presentan a continuación:
-
-
Falta de profesionales con capacitación y experiencia adecuados, suscitada principalmente por un
flujo continuo de profesionales de las entidades del gobierno al sector privado, que provee mayores
salarios,
Falta de equipo apropiado,
Falta de mantenimiento de los equipos, y
Falta de reactivos analíticos de calidad adecuada.
El "Global Environmental Monitoring Program" (GEMS/AGUA) es un programa que propone evaluar
las tendencias de la calidad del agua a nivel global de cuerpos superficiales y subterráneos, con énfasis en
fuentes de abastecimiento de agua. El CEPIS coordina la participación de 47 laboratorios de GEMS/AGUA
en la Región. Más detalles sobre el programa se presenta en la publicación de WHO (1983, Report on the
Inter-Regional ....). Un componente integral del GEMS/AGUA es el programa de control de calidad analítica
de los laboratorios. Una evaluación de desempeño se efectúa períodicamente a través de la distribución,
entre los laboratorios participantes, de muestras sintéticas proporcionadas por la EPA de los Estados
Unidos. Asimismo dentro de esta distribución del GEMS/AGUA se incluye a aquellos 59 laboratorios que
participaban en un programa análogo del CEPIS llamado PRELAB (CEPIS, 1979).
La evaluación de desempeño llevada a cabo en 1983, en la cual participaron 44 laboratorios
nacionales de los programas GEMS/AGUA y PRELAB en la Región, demostró que existen graves
problemas en los valores obtenidos en los análisis. Por ejemplo, la Tabla 1.3 muestra que, de los l848
análisis de metales solicitadas (dos muestras por laboratorio), sólo se reportaron 363 utilizables y de ellos
222, ó sea, el 61% estaban fuera de los límites aceptables de confiabilidad. Sólo tres laboratorios pudieron
analizar algunos plaguicidas, tal como se aprecia en la Tabla 1.4, y ningún laboratorio reportó datos sobre
difenilos policlorados (PCB) y sustancias orgánicas volátiles y eluibles (por ejemplo, benceno, tolueno,
etc.). Esto es causa de mucha preocupación debido a que, como ya se ha mencionado, la confiabilidad de
los datos es fundamental en cualquier programa de control de contaminación ambiental. Asimismo, estos
resultados ponen en duda la validez de datos existentes y requiren que los mismos sean cuidadosamente
revisados antes de llegar a conclusiones importantes.
La industrialización rápida en la Región, conjuntamente con la contaminación resultante de los
cuerpos de agua por la descarga no controlada de las aguas servidas, es una realidad. La capacidad
analítica y la confiabilidad de los datos a nivel Regional son insuficientes, aún para definir adecuadamente
el problema. Como un primer paso, se requiere de un esfuerzo concertado para desarrollar esta capacidad
analítica y control de calidad a nivel nacional. De no hacerse así, cualquier diagnóstico Regional sería
limitado a unas pocas áreas de actividades concentradas.
16
Tabla 1.3 Resultados de análisis de metales
(WHO, Report of the Inter-Regional Review Meeting on
Water Quality Monitoring Programmes, 1983)
Sustancias
Aluminio
Arsénico
Berilio
Cadmio
Cobalto
Cromo
Cobre
Hierro
Mercurio
Manganeso
Níquel
Plomo
Selenio
Vanadio
1
Zinc
Antimonio
Plata
Talio
Molibdeno
Estroncio
Titanio
Subtotal
T
TT
Muestra 1
Datos reportados
Datos no
T
TT
Total
Usados
aceptados
Muestra 2
Datos reportados
Datos no
Total
Usados
aceptados
10
11
2
17
7
19
21
23
9
19
15
18
4
9
11
2
16
7
18
21
23
9
19
15
18
4
3
5
9
1
9
3
11
12
12
6
10
8
13
3
3
10
10
2
15
7
18
21
23
9
18
13
18
3
1
9
8
1
13
7
16
19
20
9
17
11
16
3
3
8
7
0
8
6
12
12
12
4
9
5
12
3
3
18
0
0
0
0
0
0
18
0
0
0
0
0
0
11
0
0
0
0
0
0
18
0
0
0
0
0
0
18
0
0
0
0
0
0
9
0
0
0
0
0
0
196
193
114
188
170
108
Se han excluido los datos "menor que".
Datos fuera de los límites de confianza aceptables.
17
Tabla 1.4 Resultados de análisis de plaguicidas
(WHO, Report of the Inter-Regional Review Meeting on
Water Quality Monitoring Programmes, 1983)
Sustancias
Aldrín
Dieldrín
DDD
DDE
DDT
Heptacloro
Heptacloro epóxido
Clordano
Alfa-BHC
Beta-BHC
Delta-BHC
Gama-BHC
Endosulfán I
Endosulfán II
Endosulfán sulfato
Endrín
Endrín aldehido
Subtotal
Muestra 1
Datos reportados
Datos no
T
TT
Total
Usados
aceptados
Muestra 2
Datos reportados
Datos no
Total
Usados
aceptados
3
3
3
3
3
3
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
3
3
3
3
3
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
0
0
2
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
3
3
3
3
3
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
3
3
3
3
3
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
3
0
1
1
0
1
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
21
21
7
21
21
9
Nota: En el caso de PCBs, sustancias orgánicas volátiles y eluibles, ningún laboratorio reportó datos.
T
TT
Se han excluido los datos "menor que".
Datos fuera de los límites de confianza aceptables.
18
1.6.3
Algunos problemas relevantes en América Latina
Por las razones antes expuestas, se citan a continuación algunos problemas inherentes a la
presencia de sustancias químicas en cuerpos de agua superficiales obtenidos, en su mayoría, de la
encuesta efectuada por el CEPIS a través de las Representaciones de la OPS. La descripción es
preliminar, cualitativa y limitada a algunos casos, y será aumentada en la medida en que se obtenga mayor
información de los países. En ningún momento se considera que esta información está completa para
algún país, y ni siquiera se pretende que los casos señalados sean los más importantes.
Argentina
El río Negro, que atraviesa las provincias de Neuquén y Río Negro, presenta problemas potenciales
de contaminación de plaguicidas como consecuencia del retorno de aguas de irrigación de extensas áreas
de cultivo de árboles frutales. Los ríos Reconquista y Matanza-Riachuelo, que atraviesan el área
metropolitana de Buenos Aires, presentan, en parte de su curso, cantidades elevadas de metales pesados
y compuestos orgánicos debidos a las descargas de residuos industriales en ellos.
Bolivia
El río Choqueyapu-Reni recibe efluentes no tratados de la industria minera (estaño) y de
fertilizantes. Asimismo, sus afluentes, como los ríos Carramina y Tamangaya, también reciben descargas
de la industria minera. El Río Choqueyapu-Reni es utilizado como fuente de abastecimiento de agua de la
ciudad de La Paz y para irrigación.
Brasil
El río Tieté, en la región del Gran Sao Paulo, recibe grandes descargas de origen industrial y
urbano. El río Paraíba recibe efluentes industriales y agrícolas que contienen plaguicidas y, por ser la
principal fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Río de Janeiro, requiere atención especial.
Colombia
El río Bogotá y sus afluentes (Salitre, Fucha y Tunjuelo) reciben efluentes no tratados de las
industrias químicas, petroquímicas, curtiembres, textiles, entre otras. Concentraciones de metales
pesados por encima de los estándares han sido observadas. El agua del río Bogotá, aguas abajo de la
ciudad de Bogotá, es usada para abastecimiento público.
El río Magdalena recibe las aguas del río Bogotá y de efluentes de un parque industrial diversificado
que comprende: industrias petroquímicas, de equipos eléctricos, curtiembres, metalúrgicas y otras.
Además de esto, este río presenta los problemas resultantes de la aplicación excesiva de plaguicidas y
fertilizantes. El mismo es utilizado para el abastecimiento de agua de un gran número de ciudades.
Costa Rica
De acuerdo a los estudios realizados a la fecha, todo parece indicar que el principal problema de
sustancias químicas en aguas superficiales de Costa Rica son los metales pesados; y aún cuando no se
tiene evidencia de contaminación por sustancias químicas tales como fenoles, cianuros, etc., ésta es una
posibilidad que se debe estudiar, ya que hay industrias químicas, tales como curtiembres, de fertilizantes,
de plaguicidas y otras. Otro posible problema aún difícil de cuantificar, pero de gran peligrosidad para la
salud del hombre y para la vida acuática en general, es el de la contaminación del agua y del suelo por los
agroquímicos usados extensivamente en los cultivos de café, arroz, caña de azúcar, plátanos y maíz.
19
A estos problemas se puede añadir también el arrastre de materiales provenientes de la erosión de
los suelos, debido a las malas prácticas agrícolas.
El análisis de los tipos de industrias por rama de actividad indica que la principal causa de
contaminación de origen industrial de las aguas se debe a materia orgánica. Así, las industrias de
productos alimenticios son responsables de 53,4 toneladas de DBO/día, equivalentes al 73,3% de la carga
orgánica total. Los beneficios del café causan la mayor contaminación de los recursos hídricos en Costa
Rica.
Los metales pesados juegan un papel importante en la contaminación de los cuerpos de agua,
ocasionando gran impacto por su toxicidad y bio-acumulación. De los resultados obtenidos en un estudio
realizado sobre el contenido de metales pesados (cadmio, cromo, cobre, manganeso, plomo y zinc) en los
rios del área metropolitana de San José, Costa Rica, durante el período de 1981-1984 se concluyó lo
siguiente:
§
§
§
§
Existe alta concentración, en forma intermitente, de cromo, cobre y plomo;
En todo el estudio no se encontraron concentraciones de cadmio superiores a 0,01 mg/l;
De acuerdo con los valores obtenidos, algunos de los ríos más estudiados no deben ser utilizados para
irrigación en suelos agrícolas de uso contínuo;
De incrementarse las descargas de estos metales en los ríos se corre el riesgo de que puedan llegar a
repercutir sobre otras fuentes de agua, perjudicando aún más la vida silvestre, acuática y teniendo
consecuencias para la vida humana ya que el agua puede ser destinada a diferentes usos.
Asimismo, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados llevó a cabo un estudio,
desde noviembre de 1980 hasta marzo de 1982, con el objeto de comprobar la presencia de metales
pesados en ríos y puntos de descarga del alcantarillado. Este estudio comprendió la determinación de
seis metales (manganeso, cromo, cobre, cadmio, zinc y plomo) en cinco puntos de los ríos metropolitanos
más contaminados y en tres puntos de descarga al alcantarillado. En todos los casos las concentraciones
encontradas rebasaron los límites máximos permisibles mostrando que en los ríos existe una
contaminación importante por manganeso, cobre y zinc, mientras que en las descargas del alcantarillado el
problema se reduce a dos metales, manganeso y zinc.
La contaminación de aguas por plaguicidas y agroquímicos es una posibilidad real, debido a la
cantidad de productos que se utilizan en los principales cultivos de Costa Rica. Las principales cuencas
hidrológicas que podrían estar afectadas por este tipo de contaminación serían las cuencas de Tárcoles,
Reventazón, Tempisque y Grande de Térraba. Las otras tienen menor posibilidad. Los plaguicidas pueden
contaminar aguas superficiles y subterráneas por aplicación directa, infiltración y escorrentía de áreas
agrícolas.
Las principales medidas a ser tomadas son reglamentar su uso y hacer conciencia en los usuarios
sobre los posibles efectos del uso de plaguicidas. Además, es importante iniciar un programa de análisis
de laboratorio sobre plaguicidas, incluyendo principalmente organoclorados en sedimentos, peces y agua.
Chile
El río Bio-Bio recibe descarga orgánica alta, efluentes de refinería de petróleo, metales pesados y
plaguicidas. Los ríos Elqui, Malo y Ligua presentan problemas debido a residuos de la industria minera. El
río Aconcagua recibe descargas de plaguicidas y fertilizantes.
20
El río Maipo y algunos de sus afluentes, como los ríos Mapocho, San Francisco y Angostura,
presentan problemas debido a contaminantes industriales, metales pesados provenientes de la actividad
minera de cobre y hierro y plaguicidas.
Ecuador
El río Guayas atraviesa la ciudad de Guayaquil, que es el centro más populoso del país, y recibe
efluentes industriales sin tratamiento. Existen problemas debido a plaguicidas y metales pesados.
El Salvador
Las industrias instaladas en el país descargan sus efluentes sin tratamiento a las cuencas
hídricas. Entre ellas, 14 curtiembres, por lo que existen problemas potenciales debido a cromo.
México
Existen problemas potenciales con metales y plaguicidas en las cuencas de los ríos Nazas,
Lerma, Conchos, Colorado, Coatzocoalcos, Pánuco y San Juan.
En forma particular, el sistema Lerma-Chapala-Santiago recibe un importante aporte de sustancias
de origen industrial-urbano. Las aguas de este sistema son empleadas para la provisión de agua potable a
la ciudad de Guadalajara, entre otras.
Panamá
Se han detectado graves problemas de contaminación por desechos industriales y domésticos en
los ríos Curundú, Juan Diaz, Matías Hernández, Tapia, Río Abajo, Chilibre y Chilibrillo.
Perú
Los ríos Rímac y Mantaro reciben grandes descargas de zinc, cobre, plata y plomo debido a la
intensa actividad minera en sus cuencas hidrográficas. El río Rímac es la principal fuente de
abastecimiento de agua de la ciudad de Lima. Hay propuestas para complementar la provisión de esta
fuente con agua del río Mantaro.
Venezuela
El río Tuy, ubicado en la región de mayor desarrollo del país, es la fuente de abastecimiento de
agua de Caracas y recibe efluentes de industrias metalúrgicas, industrias de productos farmacéuticos,
industrias químicas, curtiembres y otras. Asimismo, la actividad agrícola es una fuente de contaminación
potencial debido a sus descargas de aguas con plaguicidas y fertilizantes.
1.7
Sinopsis de las estrategias de control para descargas de desechos
La sinopsis que se expresa a continuación, y cuya exposición detallada se hace en la Sección 7,
constituye una propuesta de alternativas sometida a consideración.
21
El acelerado desarrollo industrial de América Latina y el Caribe ha contribuido y contribuirá al
mejoramiento del nivel de vida de sus habitantes. No obstante, este desarrollo, que ha sido llevado a cabo
en muchos casos sin una planificación previa, ha ocasionado graves problemas de contaminación del medio
ambiente y, en especial, de los recursos hídricos.
En los párrafos siguientes se resumirán las principales estrategias de control de descarga de
desechos industriales. Debe considerarse que, en forma conjunta con la aplicación de algunas de estas
metodologías, es necesario realizar una reducción de la magnitud de la descarga de sustancias
contaminantes mediante controles dentro de los propios establecimientos fabriles. Esta metodología, que
ha probado ser efectiva y económicamente favorable, incluye el reciclado y recuperación, optimización de
procesos, etc. Un estudio realizado recientemente por la U.S. EPA (Chemecology, 1987) demostró la
bondad de esta técnica.
1.7.1
Asignación de descargas permisibles basada en el concepto de capacidad asimilativa
El criterio de emplear la capacidad de asimilación de contaminantes por parte de un recurso hídrico
es una práctica utilizada desde hace ya algún tiempo. En forma normal, y sin que el hombre hubiera
producido un efecto adverso, la naturaleza ha desarrollado medios de balance ecológico. Estos permiten,
frente a una situación de cambio brusco de las condiciones normales, el empleo de mecanismos de
recuperación que vuelven la situación al punto inicial o muy próximo a él. Este sería el caso de
vertimientos naturales a un recurso hídrico y la subsecuente asimilación que se produce. Se encuentra
implícito aquí el criterio de capacidad asimilativa, que corresponde a la capacidad de un recurso hídrico de
aceptar una descarga contaminante y disminuir su concentración al grado que los estándares de calidad de
agua en el mismo no son violados y no se impiden sus usos establecidos. Este fenómeno fue
representado en forma matemática por primera vez por Streeter-Phelps (1925) en la década del 20. Desde
entonces, la capacidad autodepuradora ha sido empleada en numerosos estudios, principalmente
relacionados con oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, carbonosa y nitrogenada, y bacterias.
Para el caso de sustancias tóxicas, si bien el término "capacidad asimilativa" parecería ser
contradictorio, la carencia de un término más preciso determina que se emplee en este manual.
El concepto de asimilación por parte de un cuerpo de agua está íntimamente ligado a los modelos
matemáticos de calidad de agua. Estos constituyen la herramienta predictiva por excelencia ya que
permiten reproducir mediante una representación determinística el comportamiento de un contaminante en
el medio acuoso. Luego, cuando las condiciones reales han sido reproducidas con un cierto grado de
exactitud, se podrá inferir cuál será el comportamiento futuro del recurso hídrico para estimar las medidas
de control necesarias frente a los usos que de él se pretenden.
Se entiende que, dada la situación económica de los países de América Latina y el Caribe, el
empleo de una filosofía de tratamiento uniforme, tal como mejor tecnología práctica o mejor tecnología
disponible económicamente alcanzable, como se practica en los países más desarrollados, sería difícil de
realizar. En tal sentido, cuando un país todavía tiene graves problemas, por ejemplo, de contaminación por
bacterias, muy bien puede emplear sus limitados recursos luchando contra las que tienen mayor impacto
nocivo sobre la salud, en lugar de aplicar tratamiento en lugares en que, tal vez, no sea necesario ya que la
calidad del agua no excede las normas establecidas.
En síntesis, la aplicación del concepto de la capacidad asimilativa de un curso de agua, conforme
al uso establecido para el mismo, permite un desarrollo productivo organizado. La aplicación del modelo
matemático es una consecuencia lógica para estimar el tratamiento requerido de las descargas para
prevenir que los estándares de calidad del agua sean excedidos o para corregir tal situación.
22
1.7.2
Estrategias de control mínimo de efluentes basadas en tecnología
En esta estrategia se establece límites máximos permisibles para la descarga de sustancias
específicas de origen industrial y se fijan los mecanismos administrativos y judiciales a ser usados para su
cumplimiento. Asimismo, se establece un tratamiento mínimo y uniforme de las descargas de acuerdo a
su tipo e independientemente de las características del cuerpo receptor. Este procedimiento se emplea en
Estados Unidos, donde se requiere aplicar tratamiento secundario a las descargas domésticas y, para
aquellos ríos clasificados como "limitados por efluentes" deberá aplicarse, por parte de la industria, la mejor
tecnología disponible y alcanzable económicamente.
Claramente, los estándares de efluentes tendrían sentido únicamente en el contexto de los
objetivos de calidad en el cuerpo de agua receptor. En los Estados Unidos esta situación se toma en
cuenta para los ríos clasificados como "limitados por calidad de agua", en los cuales se requiere un
tratamiento más avanzado cuyo nivel se determina a través de una evaluación, usualmente con un modelo
determinístico. Sin modelos matemáticos se tendría que adoptar un trabajo de prueba y error en el cual se
impondrían requerimientos mínimos de tratamiento y se determinaría la necesidad de tratamiento adicional
a través del monitoreo subsecuente en el cuerpo de agua receptor. Sin embargo, esta estrategia podría
complicar la planificación debido a la incertidumbre de los requerimientos de tratamiento eventuales.
La ventaja principal de este método recae en su administración con requerimientos iguales de
tratamiento mínimo basados en tecnología para todas las descargas. No obstante, este método podría
imponer costos sin mayores beneficios, en algunos casos.
1.7.3
Concepto de cuotas de resarcimiento por contaminación
Una metodología que se ha aplicado con cierto éxito en algunos países de Europa, es el concepto
de cuotas de resarcimiento por contaminación. En síntesis, se cobra una tarifa creciente al ente
contaminador por su descarga, hasta que llega al punto en el cual le es más conveniente tratar que
contaminar. Este sistema, si bien puede ser filosóficamente discutido, puede tener cierto éxito cuando se
toma en cuenta la inflación del país entre las funciones de costo. De lo contrario, las cuotas disminuyen y
resulta más fácil y económico pagar la tarifa que construir una planta o sistema de tratamiento.
Para estimar las cuotas es necesario determinar los niveles de tratamiento necesarios y, por lo
tanto, este método es una mera extensión de los sistemas previamente descritos.
23
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