OPS/CEPIS/PUB/01.65 CENTRO PANAMERICANO DE INGENIERÍA SANITARIA Y CIENCIAS DEL AMBIENTE (CEPIS) MANUAL DE EVALUACIÓN Y MANEJO DE SUSTANCIAS TÓXICAS EN AGUAS SUPERFICIALES SECCIÓN 1 PERSPECTIVA Diciembre 1998 Versión revisada, marzo 1990 Versión actualizada, enero 2001 Ing. Henry J. Salas Asesor en Evaluación de Impacto Ambiental y Salud CEPIS Ing. José E. Lobos Profesional Joven Residente, CEPIS Jefe, División Monitoreo, INCYTH, Argentina Ing. José Leomax Dos Santos Profesional Joven Residente, CEPIS Gerente de Hidrología, CETESB, Brasil Dra. Nilda de Fernícola Consultora en Toxicología Centro Panamericano de Ecología Humana y Salud (ECO) Organización Panamericana de la Salud (OPS) - División de Salud y Ambiente Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Se agradece la colaboración de: Ing. Alberto Flórez Muñoz Director, CEPIS Ing. Enrique Ortíz Profesional Joven, CEPIS SEDUE, México Dra. Paloma Martino Oficial Profesional Asociado, CEPIS España así como el apoyo de: Sra. Sonia Queija de Victorio Secretaria, CEPIS Sr. Luis Torres Alache Dibujante INDICE Página 1.1 Introducción ................................................................................................................. 1 1.2 Definición de sustancia tóxica ..................................................................................... 1 1.3 Toxicidad y agentes químicos prioritarios ................................................................... 2 1.4 Riesgo y seguridad ....................................................................................................... 3 1.5 Contaminantes prioritarios en agua ............................................................................. 4 1.6 La naturaleza y extensión del problema de sustancias tóxicas en America Latina y el Caribe ......................................................................... 1.6.1 Consideraciones preliminares ................................................................................. 1.6.2 Problemas de confiabilidad de datos ....................................................................... 1.6.3 Algunos problemas relevantes en América Latina ..................................................... 12 12 15 18 1.7 Sinopsis de las estrategias de control para descargas de desechos ............................ 1.7.1 Asignación de descargas permisibles basada en el concepto de capacidad asimilativa ........................................................................................ 1.7.2 Estrategias de control mínimo de efluentes basadas en tecnología ........................................................................................................ 1.7.3 Concepto de cuotas de resarcimiento por contaminación .......................................... 20 Bibliografía ......................................................................................................................... 23 21 21 22 Tablas 1.1 Listado de contaminantes tóxicos prioritarios enumerados por EPA, OMS-OPS y la CIPR ....................................................................................... 5 1.2 Cuestionario I - Identificación de los problemas más relevantes de sustancias tóxicas en aguas superficiales .................................................................... 13 1.3 Resultados del análisis de metales ................................................................................... 15 1.4 Resultados del análisis de plaguicidas .............................................................................. 17 1.1 Introducción La descarga de sustancias potencialmente tóxicas en cuerpos de aguas naturales y los efectos resultantes sobre los usos deseables de agua son temas de permanente interés en ingeniería ambiental. La presencia en los recursos hídricos de metales y sustancias orgánicas complejas, entre otras, han sido responsables de innumerables situaciones de impacto sobre el ecosistema acuático y la salud pública en general (Thomann, 1982). Casos críticos como la contaminación por cadmio (Friberg et al, 1971) en el río Jintsu y por metilmercurio en la bahía de Minamata (Berglund, 1971), en Japón, ambos con terribles daños a la salud de las poblaciones afectadas, son ejemplos extremos de cómo la presencia de sustancias tóxicas en el medio ambiente acuático puede afectar la salud pública. Actualmente, el registro del "Chemical Abstract Service" de los Estados Unidos de América excede 7 millones de sustancias químicas. De este total, aproximadamente 70 000 son de uso corriente en países industrializados y 3000 de ellas representan el 95% de la utilización (ECO, 1986). Muchas de estas sustancias son potencialmente tóxicas y pueden afectar los cuerpos de agua superficiales por diferentes vías, puntuales o dispersas. Una vez descargadas en el ambiente acuático estas sustancias están sujetas a procesos físicos, químicos y biológicos que van a definir sus concentraciones y destino en el medio acuático. Esos procesos incluyen el transporte debido a las características advectivas/dispersivas del cuerpo de agua, adsorción, volatilización, difusión, hidrólisis, fotólisis, biodegradación, bioconcentración y bioacumulación. En este manual se presentan modelos matemáticos del destino de sustancias tóxicas que simulan estos procesos. 1.2 Definición de sustancia tóxica Se definen como sustancias a los elementos químicos y sus compuestos, tal como se encuentran en el estado natural o se producen por la industria, incluyendo aditivos requeridos para la finalidad para la cual son colocados en el mercado (Josephson, 1983). A través del tiempo, el ser humano ha aprendido a diferenciar las sustancias peligrosas de las sustancias seguras. Con el nombre de "veneno" el individuo común designa aquellas sustancias que en pequeña cantidad pueden producir enfermedad (intoxicación) o muerte (Djuric, 1979). Según Repetto (1981) y de acuerdo con el concepto actual, una sustancia tóxica es una sustancia que puede producir algún efecto nocivo sobre un organismo vivo. Debe recordarse que la vida, tanto animal como vegetal, es una continua sucesión de equilibrios dinámicos. Los agentes tóxicos son los agentes químicos, o físicos, capaces de alterar alguno de esos equilibrios. Es común, aún entre los científicos, el uso del término compuesto químico tóxico. Esto implica que hay compuestos químicos que no son tóxicos. Los compuestos químicos no deben ser agrupados de una manera tan simple dado que, haciéndolo así, conduce a una falsa evaluación del riesgo, para lo cual se debe tomar en cuenta la toxicidad de la sustancia y la exposición (Rodricks, 1983). En toxicología, la ciencia que estudia el efecto nocivo producido por los agentes químicos sobre los organismos vivos, se identifican tres elementos necesarios para que se produzca dicho efecto nocivo y son: 2 a. b. c. Un agente físico o químico, capaz de producir un efecto; Un sistema biológico con el cual el agente puede interactuar para producir un efecto; y Un medio que permita interactuar al agente con el organismo y producir un efecto nocivo. El término agente es neutral; no indica características benéficas o nocivas. Muchos agentes poseen la potencialidad de producir uno u otro efecto, o ambos (WHO, Environmental Health Criteria 27, 1983). Se puede definir una sustancia tóxica, o agente tóxico, como cualquier agente capaz de producir un efecto nocivo en un sistema biológico, daño a sus funciones o la muerte. Es así que, virtualmente, todo agente químico cuando está presente en cantidades suficientes, puede producir un efecto nocivo o la muerte. Paracelso (1493-1541), expresó bien esto cuando advirtió "todas las sustancias son tóxicas, no hay nada que no sea tóxico. La dosis adecuada diferencia un tóxico de un medicamento" (Doull et al, 1980). El término agente tóxico debe ser usado en un sentido relativo para que tenga algún significado. 2+ Mencionaremos algunos ejemplos: las sales solubles de cobre (Cu ) son tóxicas para el ser humano cuando se ingieren en dosis altas, pero en cantidades pequeñas son esenciales para el funcionamiento de enzimas encontradas en el organismo humano o animal; la aspirina es uno de los medicamentos más difundido en el mundo pero se conocen muchos casos de muerte debido a dosis excesivas de este medicamento; el ión fluoruro es reconocido como agente tóxico y como inhibidor enzimático activo aunque en concentraciones bajas es beneficioso para la prevención de caries. Estos ejemplos podrían ser suficientes para evidenciar que la cantidad absorbida de una sustancia es uno de los factores importantes en la intensidad del efecto tóxico producido (Marlella, 1982). Por último, una definición bastante completa de tóxico, agente tóxico o sustancia tóxica, es la que se encuentra en el Registro de Efectos Tóxicos de Sustancias Químicas del "U.S. National Institute for Occupational Safety and Health (U.S. NIOSH, 1976)" y que define una "sustancia tóxica como la que demuestra el potencial de inducir cáncer, tumor o efectos neoplásicos en el humano o animales de experimentación; de inducir un cambio trasmisible permanente en las características de la descendencia de aquellos padres en experimentación, humanos o animales; de causar la producción de defectos físicos en el embrión en desarrollo, de humanos o de animales de experimentación; de producir la muerte en animales de experimentación o animales domésticos expuestos por vía respiratoria, piel, ojos, boca u otras vías; de producir irritación o sensibilización de la piel, ojos o vías respiratorias; de disminuir la actividad mental, reducir la motivación o alterar el comportamiento humano; de efecto adverso a la salud de una persona normal o incapacitada de cualquier edad o sexo, debido a peligro de vida o por muerte debida a exposición por vía respiratoria, piel, ojos, boca, o cualquier otra vía en cualquier cantidad, concentración o dosis relatada, para cualquier período de tiempo". Existe un interés especial en lo referente a la preservación de la calidad del agua superficial para diferentes usos y así se han establecido normas que contemplan su uso, como agua para consumo humano, consumo animal, uso agrícola y otros. Se puede decir que la presencia en el medio ambiente acuático (columna líquida, sedimentos u organismos acuáticos) de una sustancia química o de varias, en concentraciones que exceden los límites fijados para un uso determinado, pueden hacer que la misma no sea aceptable. Esto, debido a los efectos nocivos que podrán producir en el organismo humano, animal o vegetal, sustancias como metales pesados, plaguicidas y gran cantidad de otras sustancias orgánicas de origen industrial. 3 Para los propósitos de este manual, este último acercamiento se puede considerar como el más funcional para sustancias tóxicas, debido a que este documento se orienta al mejoramiento y utilización de los recursos hídricos. 1.3 Toxicidad y agentes químicos prioritarios La toxicidad de una sustancia química, es decir su capacidad de producir un efecto nocivo, está relacionada con la cantidad administrada o adsorbida (dosis). La vía de administración de esa cantidad (por ejemplo, vía respiratoria, digestiva, dérmica), el tipo de efecto y la gravedad del mismo, y el tiempo necesario para producirlo. Todas las sustancias químicas nuevas deben someterse a una evaluación de toxicidad antes de su fabricación y uso. Es así que, debido al número y también a la limitación de recursos, es necesario dar prioridad para el estudio de su toxicidad, a las que son consumidas directamente por el hombre, como fármacos y aditivos alimentarios y aquellas que se usan como plaguicidas o productos de consumo en el hogar. La máxima prioridad debe corresponder a las sustancias de presunta toxicidad elevada, aguda, o a largo plazo (efecto carcinogénico), a aquellas persistentes en el ambiente o las que poseen grupos químicos asociados con estas propiedades. Esto se aplica también a aquellas sustancias que inhiben la biotransformación de otras, pues esto puede ser una forma más insidiosa de toxicidad. Las propiedades fisicoquímicas pueden ser importantes para establecer prioridades para las pruebas de toxicidad, en especial en aquellas sustancias consideradas como posibles contaminantes ambientales. Algunas sustancias estables y liposolubles pueden contaminar alimentos de consumo humano y producir efectos nocivos cuando éstos son ingeridos. Propiedades como presión de vapor y la dimensión y densidad de las partículas, son variables importantes para predecir el transporte atmosférico de las sustancias químicas. La adsorción de una sustancia química a las partículas del suelo puede aumentar la probabilidad de que la sustancia sea transpoartada por el aire o por cursos de agua y así se deposita en lugares remotos de su sitio de aplicación; o bien, puede retardar el movimiento de una sustancia química a través de las aguas subterráneas, reduciendo así la probabilidad de contaminación de las fuentes de agua subterránea cerca del lugar de aplicación. En conclusión, los criterios esenciales para determinar la prioridad en la selección de las sustancias químicas que se pondrán a prueba, para determinar su toxicidad, son los siguientes: a) indicación o sospecha de peligro para la salud humana; b) grado probable de producción y empleo; c) potencial de persistencia en el medio ambiente; d) potencial de acumulación en la biota y en el medio ambiente; y e) tipo y magnitud de las poblaciones que probablemente estarán expuestas. Las sustancias químicas de primera prioridad para las pruebas serán aquellas que se clasifiquen en lugar destacado en virtud de todos estos criterios o de su mayoría (OPS/OMS, 1980). 1.4 Riesgo y seguridad El factor crítico no es la toxicidad intrínseca de una sustancia, sino el riesgo asociado con su uso. Riesgo es la probabilidad de que una sustancia produzca un daño en condiciones específicas de uso. El riesgo se establece con diferentes grados de confianza, de acuerdo a la importancia de la decisión involucrada. El riesgo asociado con un agente químico es una función de dos factores, sus propiedades tóxicas y las condiciones de exposición del hombre a esa sustancia (Rodricks y Taylor, 1983). 4 Seguridad, lo contrario de riesgo, es la probabilidad de que no se produzca un daño en el uso de un agente químico en condiciones específicas. Dependiendo de las condiciones de uso, una sustancia muy tóxica puede representar un riesgo menor que una sustancia prácticamente no tóxica. Ningún agente químico es totalmente seguro o peligroso por sí mismo; las variables que determinan el grado de seguridad o riesgo son: la cantidad utilizada, condiciones de uso y la susceptibilidad del organismo involucrado. La perspectiva es de que no hay posibilidad de evitar en forma absoluta el riesgo, sólo existe la posibilidad de elección entre riesgo y beneficio en el uso de determinada sustancia. 1.5 Contaminantes prioritarios en agua El concepto de contaminante prioritario fue introducido por el "Clean Water Act", de los Estados Unidos de América, en 1977 (BNA, 1976). En este documento se consignó una lista de 129 sustancias químicas consideradas como contaminantes prioritarios en aguas, de las cuales posteriormente fueron eliminadas tres. Esta lista se hizo basada en criterios tales como: conocimiento de la presencia de esas sustancias en efluentes de fuentes puntuales, en el medio ambiente acuático, en peces y en agua de abastecimiento, y por medio de la evaluación siguiente: - Carcinogenicidad, Mutagenicidad, Teratogenicidad, Bioacumulación, y Persistencia. Los contaminantes prioritarios, tanto los llamados convencionales (demanda bioquímica de oxígeno, sólidos suspendidos totales, pH, coliformes fecales y grasa y aceite) como los no convencionales (todos los contaminantes a excepción de los incluidos entre los convencionales), constituyen la clasificación de contaminantes adoptada por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), la cual indica también el proceso de tratamiento requerido para los efluentes antes de ser vertidos en los cuerpos hídricos. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud viene desarrollando un Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas. Para la Región de las Américas, este programa es ejecutado por la OPS a través de su Programa de Salud Ambiental (HPE) y se denomina "Programa Regional de Seguridad de las Sustancias Químicas (PRSSQ)". Por medio de este programa, la OPS está efectuando un estudio evaluativo en la Región, empleando un listado de 88 sustancias químicas que la OMS considera prioritarias, a fin de dar los primeros pasos para determinar la naturaleza de los problemas relacionados con compuestos químicos. Asimismo, la Comisión Internacional para la Protección del Río Rin contra la Polución (CIPR), ha desarrollado un listado de sustancias prioritarias a controlar en dicho río. Esta Comisión está conformada por los representantes de los estados ribereños del Rin y para la preparación del listado se tomó como referencia un trabajo realizado por la Comisión de la Comunidad Económica Europea sobre 1500 sustancias potencialmente tóxicas. Resultó entonces una lista de 89 sustancias de importancia (Internationale Kommission Zum Schutze Des Rheins Gegen Verunreinigung, 1980). En vista de lo anterior, se decidió comparar los tres listados mencionados a fin de comprobar la correspondencia entre ellos. Como herramienta de evaluación se empleó la clasificación establecida por la EPA para los agentes contaminantes prioritarios. En la Tabla l.l se aprecian los resultados, encontrándose similitud en algunos componentes de los grupos con una concordancia de aproximadamente un 30%. 5 Tabla 1.1 Listado de contaminantes tóxicos prioritarios enumerados por S S EPA, OMS-OPS y la CIPR PLAGUICIDAS: 1 2 EPA (agua) OMS (ambiente) - 4,4' - DDD - 4,4' - DDE - 4,4' - DDT - Aldrín Alfa-BHC Alfa-endosulfano Beta-BHC Beta-endosulfano - Clordano - 4,4' - DDD - AC.2,4 - diclorofenoxiacético - Aldrín - Canfeno clorado Clordano Clordecona Clorotalonil - Delta-BHC - Endosulfano sulfato - Endrín - Endrín aldehído - Aldrín - Alfa-BHC - Beta-BHC - DDT y derivados - Dieldrín 3 CIPR (agua) - Diclorvos - Dieldrín - Clordano - Cumafos - DDT y derivados - Delta-BHC - Dieldrín - Disulfotón - Ditiocarbamatos - Endosulfano - Endosulfano - Endrín - Endrín - Etilazinfos - Fenitrotión - Gama-BHC - Heptacloro - Heptacloro - Heptacloro S La división por grupos se basa en la fijada por la EPA, con excepción del grupo Otros compuestos, el que fue adicionado con la finalidad de agrupar a las sustancias que funcionalmente no corresponden a los grupos propuestos por la EPA. 1 2 3 BNA, 1986 OPS/OMS, 1986 Internationale Kommission zum Schutze des Rehins Gegen Verunreiningung (Comisión Internacional para la Protección del Río Rhin Contra la Polución - CIPR), 1980 Otras referencias: - Pereira et al., 1986 - Sec. de Agricultura, Ganadería y Pesca, Argentina, 1985 6 PLAGUICIDAS (cont.): EPA (agua) OMS (ambiente) - Heptacloro hepóxido CIPR (agua) - Heptacloro hepóxido - Herbicidas derivados de la anilina y acetanilida - Hexaclorocicloexano - Insecticidas carbámicos - Insecticidas organofosforados - Izobenzán - Kelevan - Hexaclorociclohexano - Linurón Metamidofos Metilazinfos Metilparatión - Mirex - Monolinurón - Paraquat y diquat - Paratión - Piclorán Piretroides Quintoceno Tecnazen Tetradifón - Toxafeno - Triclorfón BIFENILOS Y TERFENILOS POLICLORADOS EPA (agua) OMS (ambiente) - Bifenilos y terfenilos policlorados - PCB-1016 PCB-1221 PCB-1232 PCB-1242 PCB-1248 PCB-l254 PCB-l260 CIPR (agua) - Bifenilos y terfenilos policlorados 7 METALES Y OTROS COMPUESTOS INORGÁNICOS: EPA (agua) - Antimonio Arsénico Asbesto Berilio Cadmio Cianuro - Cobre - Cromo - Mercurio - Níquel - Plata Plomo Selenio Talio OMS (ambiente) - Ac. cianhídrico Ac. clorhídrico Ac. fosfórico Ac. nítrico Ac. sulhídrico Ac. sulfúrico Amoniaco (gas) - Arsénico Asbesto Berilio Cadmio Cianuro Cloro (gas) Cobalto - Cromo Estaño Flúor y Fluoruros Manganeso Mercurio Monóxido de carbono (gas) Níquel Oxidos de azufre (gas) Oxidos de nitrógeno (gas) CIPR (agua) - Arsénico - Cadmio - Mercurio - Plomo - Selenio - Titanio - Zinc COMPUESTOS ALIFÁTICOS O COMPUESTOS ALIFÁTICOS HALOGENADOS: EPA (agua) - 1,1,2,2-tetracloroetano 1,1,1-tricloroetano 1,1,2-tricloroetano 1,1-dicloroetano 1,1-dicloroetileno - 1,2-dicloroetano OMS (ambiente) CIPR (agua) - 1,1,2,2-tetracloroetano 1,1,1-tricloroetano 1,1,2-tricloroetano 1,1-dicloroetano 1,1-dicloroetileno 1,2-dibromometano 1,2-dicloroetano 8 COMPUESTOS ALIFÁTICOS O COMPUESTOS ALIFÁTICOS HALOGENADOS (cont.): EPA (agua) OMS (ambiente) - 1,2-dicloroetileno - 1,2-dicloropropano - 1,2-dicloropropileno - 1,2-trans-dicloroetileno CIPR (agua) - 1,2-dicloroetileno - 1,2-dicloropropano - 1,3-dicloropropeno - 2,3-dicloropropeno - 3-cloro-1-propeno - Bromoformo Bromuro de metilo Clorodibromometano Cloroetano - Cloroformo - Cloruro de metileno Cloruro de metilo Cloruro de vinilo Diclorobromometano Hexaclorobutadieno Hexaclorociclopentadieno Hexacloroetano Tetracloroetileno Tetracloruro de carbono Tricloroetileno - Clorofluorocarbonos - Cloroformo - Cloruro de metileno - Cloroformo - Cloropropeno - Cloruro de metileno - Cloruro de vinilo - Hexaclorobutadieno - Tetracloroetileno - Tetracloruro de carbono - Tricloroetileno - Hexacloroetano Tetracloroetileno Tetracloruro de carbono Tricloroetileno ETERES: EPA (agua) - OMS (ambiente) CIPR (agua) 2,3,7,8-tetraclorodibenzeno-p-dioxina 2-cloroetil vinil eter 4-bromofenil fenil eter 4-clorofenil fenil eter Bis(2-cloroetil) eter Bis(2-cloroetoxi) metano Bis(2-cloroisopropil) eter - Dioxinas - Epiclorhidrina - Eter etílico - Epiclorhidrina - Oxido de diclorodiisopropileno - Oxido de etileno - Oxido de propileno 9 ESTERES DEL ÁCIDO FTÁLICO: EPA (agua) - OMS (ambiente) CIPR (agua) Bis (2-etilhexil) ftalato Butilbencilftalato Di-N-butilftalato Di-N-octilftalato Dietilftalato Dimetilftalato - Esteres del ácido ftálico COMPUESTOS AROMÁTICOS MONOCÍCLICOS: EPA (agua) OMS (ambiente) CIPR (agua) - 1,2,4,5-tetraclorobenceno - 1,2,4-triclorobenceno - 2,4,6-tricloro-1,3,5triazina - 1,2-diclorobenceno - 1,3-diclorobenceno - 1,4-diclorobenceno - 2,3-dicloronitrobenceno - 1,2,4-triclorobenceno - 1,2-diclorobenceno - 1,3-diclorobenceno - 1,4-diclorobenceno - 2,4-diaminotolueno - 2,4-dinitrotolueno - 2,6-dinitrotolueno - 4-cloro-2-nitroanilina - 4-cloro-2-nitrotolueno - Benceno - Clorobenceno - Anilina y derivados - Benceno - Benceno - Clorobenceno - Detergentes derivados del bencen-sulfonato - Dicloroanilinas - Estireno - Etilbenceno - Hexaclorobenceno - Hexaclorobenceno - Hexaclorobenceno m-cloroanilina m-cloronitrobenceno m-clorotolueno - o-cloroanilina o-cloronitrobenceno o-clorotolueno p-cloroanilina - Nitrobenceno 10 COMPUESTOS AROMÁTICOS MONOCÍCLICOS: (cont.) EPA (agua) OMS (ambiente) CIPR (agua) - p-cloronitrobenceno - p-clorotolueno - Tolueno - Tolueno FENOLES EPA (agua) OMS (ambiente) CIPR (agua) - 2,4,5-triclorofenol - 2,4,6-triclorofenol 2,4-diclorofenol 2,4-dimetilfenol 2,4-dinitrofenol 2-clorofenol 2-nitrofenol 4,6-dinitro-o-cresol - 2,4-diclorofenol - 4-cloro-3-metilfenol - 4-nitrofenol - Fenol - Fenol - m-clorofenol - o-clorofenol - p-clorofenol - p-cloro-m-cresol - Pentaclorofenol - Pentaclorofenol - Pentaclorofenol COMPUESTOS AROMÁTICOS POLICÍCLICOS: EPA (agua) - 1,2-difenilhidrazina 2-cloronaftaleno 3,3'-diclorobencidina 3,4-benzofluoranteno Acenafteno Acenaftileno Antraceno Bencidina Benzo(a)antraceno Benzo(a)pireno Benzo(b)fluoranteno Benzo(ghi)perileno OMS (ambiente) CIPR (agua) - 3,4-benzofluoranteno - Bencidina - Benzo(a)pireno - Cloruro de trinefil estaño - Criseno 11 COMPUESTOS AROMÁTICOS POLICÍCLICOS (cont.): EPA (agua) - OMS (ambiente) CIPR (agua) Dibenzo(a,h)antraceno Fenantreno Fluoranteno Fluoreno - Hidrocarburos aromáticos policíclicos - Hidróxido de trifenil estaño - Indeno(1,2,3-cd)pireno - Naftaleno - Pireno - Naftaleno NITROSAMINAS: EPA (agua) OMS (ambiente) CIPR (agua) OMS (ambiente) CIPR (agua) - N-nitroso-di-N-propilamina - N-nitrosodifenilamina - N-nitrosodimetilamina OTROS COMPUESTOS: EPA (agua) - 1,3-dicloro-2-propanol - 2-cloroetanol - Acetato de trifenil estaño - Acrilonitrilo - Acroleína - Acrilamida - Acrilonitrilo - Biotoxinas acuáticas - Cloruro de cianógeno - Detergentes no iónicos y aniónicos - Dimetilformamida - Dimetil sulfato - Hidrazina - Isoforona - Metilcetona - Micotoxinas - Oxidantes fotoquímicos - Óxido de tributil estaño 12 En términos generales, la OMS enfoca el problema con un mayor grado de detalle en plaguicidas, herbicidas, sustancias metálicas, compuestos alifáticos o compuestos alifáticos halogenados. En el caso de la EPA, la atención se centra su atención casi exclusivamente en compuestos clorados para plaguicidas. En los listados de la EPA y del CIPR existe un criterio predominante para compuestos orgánicos empleados normalmente en industrias, el que no es expresado por la OMS. Una de las razones que podría explicar las diferencias encontradas, sería que, mientras las clasificaciones de EPA y CIPR están dedicadas al agua, la de la OMS fue preparada para el medio ambiente. De la misma forma, mientras que las de la EPA y del CIPR corresponden a las realidades de Estados Unidos y Europa, respectivamente, la de la OMS está asociada a diversos países del mundo con diferentes grados de desarrollo. Se sigue sosteniendo que el concepto de contaminante prioritario es válido en América Latina y, por lo tanto, se debería trabajar en él. En el Segundo Encuentro del Núcleo Técnico, celebrado en Sao Paulo, Brasil, en mayo de 1986, y luego de intercambiar opiniones sobre el particular, se concluyó que solamente a través de un pronunciamiento de los países de la Región se logrará un listado adaptado a la realidad de la región de las Américas. En su forma más estricta, cada país debería desarrollar el listado de sustancias contaminantes prioritarias acorde a su realidad. Se estima que la gran mayoría de los compuestos a considerar por los países se encuentra incluida en el listado de la Tabla 1.1, si bien no todos podrían estar presentes en el medio. Se pone de manifiesto que esta tabla no se considera definitiva sino que será modificada por el personal técnico del CEPIS a medida que los nuevos avances de la ciencia así lo determinen. Con referencia a este último aspecto, deberán tenerse en cuenta las limitaciones analíticas existentes en América Latina y sus escasos recursos económicos y humanos dedicados a esta área. Por ello, se estima importante también puntualizar aquellos compuestos que se deberán tener en cuenta por su riesgo, y establecer como meta el desarrollo de capacidad analítica para medirlos con confiabilidad. 1.6 La naturaleza y extensión del problema de sustancias tóxicas en America Latina y el Caribe 1.6.1 Consideraciones preliminares Un aspecto importante del Proyecto Regional sobre Sustancias Tóxicas del OPS/HPE/CEPIS, es el conocimiento de la extensión y profundidad del problema en América Latina y el Caribe. Para poder tener un panorama de esta situación, es imprescindible la colaboración de entidades involucradas con el problema en los países de la Región. Por esta razón y como una estrategia para obtener la información necesaria, el CEPIS solicitó la colaboración de las Representaciones de la OPS en los países, a fin de que se obtengan datos específicos en las entidades nacionales relacionadas con el tema. Un cuestionario (véase la Tabla 1.2) se elaboró como resultado del IV Encuentro del Núcleo Técnico, el que fue enviado a todos los miembros de este Núcleo. Aún cuando esos contactos ya han sido realizados, los datos disponibles actualmente en el CEPIS no permiten formular un diagnóstico conciso del problema en América Latina. Esta dificultad no es sorprendente pues ya se conocía que en varios países no existen equipos de laboratorio para análisis rutinarios (cromatografía y espectrometría de masa) de plaguicidas u otras sustancias orgánicas complejas y que el esfuerzo para controlar la contaminación en esos países se concentra básicamente en los contaminantes convencionales (pH, DBO, coliformes fecales, sólidos en suspensión, aceites y grasas) y metales pesados. Además, los planes para control de contaminación existentes en los países de la Región generalmente no están orientados para obtener un diagnóstico de la contaminación a nivel nacional, faltando la integración de los esfuerzos efectuados por diferentes entidades. 13 14 15 Solamente a través de programas nacionales, orientados específicamente hacia este fín, será posible obtener datos confiables sobre la extensión del problema en América Latina. Por esto se considera de suma importancia que los países desarrollen esas actividades, pues solamente así será posible definir el problema en forma satisfactoria, permitiendo que sean tomadas las medidas de control viables y más adecuadas a la realidad latinoamericana. 1.6.2 Problemas de confiabilidad de datos Cualquier diagnóstico de la situación actual o, de un modo general, cualquier evaluación de calidad de agua, como evaluación de riesgo relacionado con la presencia de productos químicos, desarrollo y aplicación de modelos matemáticos, programas de muestreo para determinar el grado de cumplimiento de la legislación, control y vigilancia, entre otros, depende de la confiabilidad y comparabilidad de los datos proporcionados por los laboratorios. Concerniente a la confiabilidad de la calidad analítica, se han encontrado problemas y limitaciones severas en América Latina y el Caribe como resultado de una combinación de factores, algunos de los cuales se presentan a continuación: - - Falta de profesionales con capacitación y experiencia adecuados, suscitada principalmente por un flujo continuo de profesionales de las entidades del gobierno al sector privado, que provee mayores salarios, Falta de equipo apropiado, Falta de mantenimiento de los equipos, y Falta de reactivos analíticos de calidad adecuada. El "Global Environmental Monitoring Program" (GEMS/AGUA) es un programa que propone evaluar las tendencias de la calidad del agua a nivel global de cuerpos superficiales y subterráneos, con énfasis en fuentes de abastecimiento de agua. El CEPIS coordina la participación de 47 laboratorios de GEMS/AGUA en la Región. Más detalles sobre el programa se presenta en la publicación de WHO (1983, Report on the Inter-Regional ....). Un componente integral del GEMS/AGUA es el programa de control de calidad analítica de los laboratorios. Una evaluación de desempeño se efectúa períodicamente a través de la distribución, entre los laboratorios participantes, de muestras sintéticas proporcionadas por la EPA de los Estados Unidos. Asimismo dentro de esta distribución del GEMS/AGUA se incluye a aquellos 59 laboratorios que participaban en un programa análogo del CEPIS llamado PRELAB (CEPIS, 1979). La evaluación de desempeño llevada a cabo en 1983, en la cual participaron 44 laboratorios nacionales de los programas GEMS/AGUA y PRELAB en la Región, demostró que existen graves problemas en los valores obtenidos en los análisis. Por ejemplo, la Tabla 1.3 muestra que, de los l848 análisis de metales solicitadas (dos muestras por laboratorio), sólo se reportaron 363 utilizables y de ellos 222, ó sea, el 61% estaban fuera de los límites aceptables de confiabilidad. Sólo tres laboratorios pudieron analizar algunos plaguicidas, tal como se aprecia en la Tabla 1.4, y ningún laboratorio reportó datos sobre difenilos policlorados (PCB) y sustancias orgánicas volátiles y eluibles (por ejemplo, benceno, tolueno, etc.). Esto es causa de mucha preocupación debido a que, como ya se ha mencionado, la confiabilidad de los datos es fundamental en cualquier programa de control de contaminación ambiental. Asimismo, estos resultados ponen en duda la validez de datos existentes y requiren que los mismos sean cuidadosamente revisados antes de llegar a conclusiones importantes. La industrialización rápida en la Región, conjuntamente con la contaminación resultante de los cuerpos de agua por la descarga no controlada de las aguas servidas, es una realidad. La capacidad analítica y la confiabilidad de los datos a nivel Regional son insuficientes, aún para definir adecuadamente el problema. Como un primer paso, se requiere de un esfuerzo concertado para desarrollar esta capacidad analítica y control de calidad a nivel nacional. De no hacerse así, cualquier diagnóstico Regional sería limitado a unas pocas áreas de actividades concentradas. 16 Tabla 1.3 Resultados de análisis de metales (WHO, Report of the Inter-Regional Review Meeting on Water Quality Monitoring Programmes, 1983) Sustancias Aluminio Arsénico Berilio Cadmio Cobalto Cromo Cobre Hierro Mercurio Manganeso Níquel Plomo Selenio Vanadio 1 Zinc Antimonio Plata Talio Molibdeno Estroncio Titanio Subtotal T TT Muestra 1 Datos reportados Datos no T TT Total Usados aceptados Muestra 2 Datos reportados Datos no Total Usados aceptados 10 11 2 17 7 19 21 23 9 19 15 18 4 9 11 2 16 7 18 21 23 9 19 15 18 4 3 5 9 1 9 3 11 12 12 6 10 8 13 3 3 10 10 2 15 7 18 21 23 9 18 13 18 3 1 9 8 1 13 7 16 19 20 9 17 11 16 3 3 8 7 0 8 6 12 12 12 4 9 5 12 3 3 18 0 0 0 0 0 0 18 0 0 0 0 0 0 11 0 0 0 0 0 0 18 0 0 0 0 0 0 18 0 0 0 0 0 0 9 0 0 0 0 0 0 196 193 114 188 170 108 Se han excluido los datos "menor que". Datos fuera de los límites de confianza aceptables. 17 Tabla 1.4 Resultados de análisis de plaguicidas (WHO, Report of the Inter-Regional Review Meeting on Water Quality Monitoring Programmes, 1983) Sustancias Aldrín Dieldrín DDD DDE DDT Heptacloro Heptacloro epóxido Clordano Alfa-BHC Beta-BHC Delta-BHC Gama-BHC Endosulfán I Endosulfán II Endosulfán sulfato Endrín Endrín aldehido Subtotal Muestra 1 Datos reportados Datos no T TT Total Usados aceptados Muestra 2 Datos reportados Datos no Total Usados aceptados 3 3 3 3 3 3 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 3 3 3 3 3 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 2 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 3 3 3 3 3 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 3 3 3 3 3 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 1 1 0 1 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 21 21 7 21 21 9 Nota: En el caso de PCBs, sustancias orgánicas volátiles y eluibles, ningún laboratorio reportó datos. T TT Se han excluido los datos "menor que". Datos fuera de los límites de confianza aceptables. 18 1.6.3 Algunos problemas relevantes en América Latina Por las razones antes expuestas, se citan a continuación algunos problemas inherentes a la presencia de sustancias químicas en cuerpos de agua superficiales obtenidos, en su mayoría, de la encuesta efectuada por el CEPIS a través de las Representaciones de la OPS. La descripción es preliminar, cualitativa y limitada a algunos casos, y será aumentada en la medida en que se obtenga mayor información de los países. En ningún momento se considera que esta información está completa para algún país, y ni siquiera se pretende que los casos señalados sean los más importantes. Argentina El río Negro, que atraviesa las provincias de Neuquén y Río Negro, presenta problemas potenciales de contaminación de plaguicidas como consecuencia del retorno de aguas de irrigación de extensas áreas de cultivo de árboles frutales. Los ríos Reconquista y Matanza-Riachuelo, que atraviesan el área metropolitana de Buenos Aires, presentan, en parte de su curso, cantidades elevadas de metales pesados y compuestos orgánicos debidos a las descargas de residuos industriales en ellos. Bolivia El río Choqueyapu-Reni recibe efluentes no tratados de la industria minera (estaño) y de fertilizantes. Asimismo, sus afluentes, como los ríos Carramina y Tamangaya, también reciben descargas de la industria minera. El Río Choqueyapu-Reni es utilizado como fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de La Paz y para irrigación. Brasil El río Tieté, en la región del Gran Sao Paulo, recibe grandes descargas de origen industrial y urbano. El río Paraíba recibe efluentes industriales y agrícolas que contienen plaguicidas y, por ser la principal fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Río de Janeiro, requiere atención especial. Colombia El río Bogotá y sus afluentes (Salitre, Fucha y Tunjuelo) reciben efluentes no tratados de las industrias químicas, petroquímicas, curtiembres, textiles, entre otras. Concentraciones de metales pesados por encima de los estándares han sido observadas. El agua del río Bogotá, aguas abajo de la ciudad de Bogotá, es usada para abastecimiento público. El río Magdalena recibe las aguas del río Bogotá y de efluentes de un parque industrial diversificado que comprende: industrias petroquímicas, de equipos eléctricos, curtiembres, metalúrgicas y otras. Además de esto, este río presenta los problemas resultantes de la aplicación excesiva de plaguicidas y fertilizantes. El mismo es utilizado para el abastecimiento de agua de un gran número de ciudades. Costa Rica De acuerdo a los estudios realizados a la fecha, todo parece indicar que el principal problema de sustancias químicas en aguas superficiales de Costa Rica son los metales pesados; y aún cuando no se tiene evidencia de contaminación por sustancias químicas tales como fenoles, cianuros, etc., ésta es una posibilidad que se debe estudiar, ya que hay industrias químicas, tales como curtiembres, de fertilizantes, de plaguicidas y otras. Otro posible problema aún difícil de cuantificar, pero de gran peligrosidad para la salud del hombre y para la vida acuática en general, es el de la contaminación del agua y del suelo por los agroquímicos usados extensivamente en los cultivos de café, arroz, caña de azúcar, plátanos y maíz. 19 A estos problemas se puede añadir también el arrastre de materiales provenientes de la erosión de los suelos, debido a las malas prácticas agrícolas. El análisis de los tipos de industrias por rama de actividad indica que la principal causa de contaminación de origen industrial de las aguas se debe a materia orgánica. Así, las industrias de productos alimenticios son responsables de 53,4 toneladas de DBO/día, equivalentes al 73,3% de la carga orgánica total. Los beneficios del café causan la mayor contaminación de los recursos hídricos en Costa Rica. Los metales pesados juegan un papel importante en la contaminación de los cuerpos de agua, ocasionando gran impacto por su toxicidad y bio-acumulación. De los resultados obtenidos en un estudio realizado sobre el contenido de metales pesados (cadmio, cromo, cobre, manganeso, plomo y zinc) en los rios del área metropolitana de San José, Costa Rica, durante el período de 1981-1984 se concluyó lo siguiente: § § § § Existe alta concentración, en forma intermitente, de cromo, cobre y plomo; En todo el estudio no se encontraron concentraciones de cadmio superiores a 0,01 mg/l; De acuerdo con los valores obtenidos, algunos de los ríos más estudiados no deben ser utilizados para irrigación en suelos agrícolas de uso contínuo; De incrementarse las descargas de estos metales en los ríos se corre el riesgo de que puedan llegar a repercutir sobre otras fuentes de agua, perjudicando aún más la vida silvestre, acuática y teniendo consecuencias para la vida humana ya que el agua puede ser destinada a diferentes usos. Asimismo, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados llevó a cabo un estudio, desde noviembre de 1980 hasta marzo de 1982, con el objeto de comprobar la presencia de metales pesados en ríos y puntos de descarga del alcantarillado. Este estudio comprendió la determinación de seis metales (manganeso, cromo, cobre, cadmio, zinc y plomo) en cinco puntos de los ríos metropolitanos más contaminados y en tres puntos de descarga al alcantarillado. En todos los casos las concentraciones encontradas rebasaron los límites máximos permisibles mostrando que en los ríos existe una contaminación importante por manganeso, cobre y zinc, mientras que en las descargas del alcantarillado el problema se reduce a dos metales, manganeso y zinc. La contaminación de aguas por plaguicidas y agroquímicos es una posibilidad real, debido a la cantidad de productos que se utilizan en los principales cultivos de Costa Rica. Las principales cuencas hidrológicas que podrían estar afectadas por este tipo de contaminación serían las cuencas de Tárcoles, Reventazón, Tempisque y Grande de Térraba. Las otras tienen menor posibilidad. Los plaguicidas pueden contaminar aguas superficiles y subterráneas por aplicación directa, infiltración y escorrentía de áreas agrícolas. Las principales medidas a ser tomadas son reglamentar su uso y hacer conciencia en los usuarios sobre los posibles efectos del uso de plaguicidas. Además, es importante iniciar un programa de análisis de laboratorio sobre plaguicidas, incluyendo principalmente organoclorados en sedimentos, peces y agua. Chile El río Bio-Bio recibe descarga orgánica alta, efluentes de refinería de petróleo, metales pesados y plaguicidas. Los ríos Elqui, Malo y Ligua presentan problemas debido a residuos de la industria minera. El río Aconcagua recibe descargas de plaguicidas y fertilizantes. 20 El río Maipo y algunos de sus afluentes, como los ríos Mapocho, San Francisco y Angostura, presentan problemas debido a contaminantes industriales, metales pesados provenientes de la actividad minera de cobre y hierro y plaguicidas. Ecuador El río Guayas atraviesa la ciudad de Guayaquil, que es el centro más populoso del país, y recibe efluentes industriales sin tratamiento. Existen problemas debido a plaguicidas y metales pesados. El Salvador Las industrias instaladas en el país descargan sus efluentes sin tratamiento a las cuencas hídricas. Entre ellas, 14 curtiembres, por lo que existen problemas potenciales debido a cromo. México Existen problemas potenciales con metales y plaguicidas en las cuencas de los ríos Nazas, Lerma, Conchos, Colorado, Coatzocoalcos, Pánuco y San Juan. En forma particular, el sistema Lerma-Chapala-Santiago recibe un importante aporte de sustancias de origen industrial-urbano. Las aguas de este sistema son empleadas para la provisión de agua potable a la ciudad de Guadalajara, entre otras. Panamá Se han detectado graves problemas de contaminación por desechos industriales y domésticos en los ríos Curundú, Juan Diaz, Matías Hernández, Tapia, Río Abajo, Chilibre y Chilibrillo. Perú Los ríos Rímac y Mantaro reciben grandes descargas de zinc, cobre, plata y plomo debido a la intensa actividad minera en sus cuencas hidrográficas. El río Rímac es la principal fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Lima. Hay propuestas para complementar la provisión de esta fuente con agua del río Mantaro. Venezuela El río Tuy, ubicado en la región de mayor desarrollo del país, es la fuente de abastecimiento de agua de Caracas y recibe efluentes de industrias metalúrgicas, industrias de productos farmacéuticos, industrias químicas, curtiembres y otras. Asimismo, la actividad agrícola es una fuente de contaminación potencial debido a sus descargas de aguas con plaguicidas y fertilizantes. 1.7 Sinopsis de las estrategias de control para descargas de desechos La sinopsis que se expresa a continuación, y cuya exposición detallada se hace en la Sección 7, constituye una propuesta de alternativas sometida a consideración. 21 El acelerado desarrollo industrial de América Latina y el Caribe ha contribuido y contribuirá al mejoramiento del nivel de vida de sus habitantes. No obstante, este desarrollo, que ha sido llevado a cabo en muchos casos sin una planificación previa, ha ocasionado graves problemas de contaminación del medio ambiente y, en especial, de los recursos hídricos. En los párrafos siguientes se resumirán las principales estrategias de control de descarga de desechos industriales. Debe considerarse que, en forma conjunta con la aplicación de algunas de estas metodologías, es necesario realizar una reducción de la magnitud de la descarga de sustancias contaminantes mediante controles dentro de los propios establecimientos fabriles. Esta metodología, que ha probado ser efectiva y económicamente favorable, incluye el reciclado y recuperación, optimización de procesos, etc. Un estudio realizado recientemente por la U.S. EPA (Chemecology, 1987) demostró la bondad de esta técnica. 1.7.1 Asignación de descargas permisibles basada en el concepto de capacidad asimilativa El criterio de emplear la capacidad de asimilación de contaminantes por parte de un recurso hídrico es una práctica utilizada desde hace ya algún tiempo. En forma normal, y sin que el hombre hubiera producido un efecto adverso, la naturaleza ha desarrollado medios de balance ecológico. Estos permiten, frente a una situación de cambio brusco de las condiciones normales, el empleo de mecanismos de recuperación que vuelven la situación al punto inicial o muy próximo a él. Este sería el caso de vertimientos naturales a un recurso hídrico y la subsecuente asimilación que se produce. Se encuentra implícito aquí el criterio de capacidad asimilativa, que corresponde a la capacidad de un recurso hídrico de aceptar una descarga contaminante y disminuir su concentración al grado que los estándares de calidad de agua en el mismo no son violados y no se impiden sus usos establecidos. Este fenómeno fue representado en forma matemática por primera vez por Streeter-Phelps (1925) en la década del 20. Desde entonces, la capacidad autodepuradora ha sido empleada en numerosos estudios, principalmente relacionados con oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, carbonosa y nitrogenada, y bacterias. Para el caso de sustancias tóxicas, si bien el término "capacidad asimilativa" parecería ser contradictorio, la carencia de un término más preciso determina que se emplee en este manual. El concepto de asimilación por parte de un cuerpo de agua está íntimamente ligado a los modelos matemáticos de calidad de agua. Estos constituyen la herramienta predictiva por excelencia ya que permiten reproducir mediante una representación determinística el comportamiento de un contaminante en el medio acuoso. Luego, cuando las condiciones reales han sido reproducidas con un cierto grado de exactitud, se podrá inferir cuál será el comportamiento futuro del recurso hídrico para estimar las medidas de control necesarias frente a los usos que de él se pretenden. Se entiende que, dada la situación económica de los países de América Latina y el Caribe, el empleo de una filosofía de tratamiento uniforme, tal como mejor tecnología práctica o mejor tecnología disponible económicamente alcanzable, como se practica en los países más desarrollados, sería difícil de realizar. En tal sentido, cuando un país todavía tiene graves problemas, por ejemplo, de contaminación por bacterias, muy bien puede emplear sus limitados recursos luchando contra las que tienen mayor impacto nocivo sobre la salud, en lugar de aplicar tratamiento en lugares en que, tal vez, no sea necesario ya que la calidad del agua no excede las normas establecidas. En síntesis, la aplicación del concepto de la capacidad asimilativa de un curso de agua, conforme al uso establecido para el mismo, permite un desarrollo productivo organizado. La aplicación del modelo matemático es una consecuencia lógica para estimar el tratamiento requerido de las descargas para prevenir que los estándares de calidad del agua sean excedidos o para corregir tal situación. 22 1.7.2 Estrategias de control mínimo de efluentes basadas en tecnología En esta estrategia se establece límites máximos permisibles para la descarga de sustancias específicas de origen industrial y se fijan los mecanismos administrativos y judiciales a ser usados para su cumplimiento. Asimismo, se establece un tratamiento mínimo y uniforme de las descargas de acuerdo a su tipo e independientemente de las características del cuerpo receptor. Este procedimiento se emplea en Estados Unidos, donde se requiere aplicar tratamiento secundario a las descargas domésticas y, para aquellos ríos clasificados como "limitados por efluentes" deberá aplicarse, por parte de la industria, la mejor tecnología disponible y alcanzable económicamente. Claramente, los estándares de efluentes tendrían sentido únicamente en el contexto de los objetivos de calidad en el cuerpo de agua receptor. En los Estados Unidos esta situación se toma en cuenta para los ríos clasificados como "limitados por calidad de agua", en los cuales se requiere un tratamiento más avanzado cuyo nivel se determina a través de una evaluación, usualmente con un modelo determinístico. Sin modelos matemáticos se tendría que adoptar un trabajo de prueba y error en el cual se impondrían requerimientos mínimos de tratamiento y se determinaría la necesidad de tratamiento adicional a través del monitoreo subsecuente en el cuerpo de agua receptor. Sin embargo, esta estrategia podría complicar la planificación debido a la incertidumbre de los requerimientos de tratamiento eventuales. La ventaja principal de este método recae en su administración con requerimientos iguales de tratamiento mínimo basados en tecnología para todas las descargas. No obstante, este método podría imponer costos sin mayores beneficios, en algunos casos. 1.7.3 Concepto de cuotas de resarcimiento por contaminación Una metodología que se ha aplicado con cierto éxito en algunos países de Europa, es el concepto de cuotas de resarcimiento por contaminación. En síntesis, se cobra una tarifa creciente al ente contaminador por su descarga, hasta que llega al punto en el cual le es más conveniente tratar que contaminar. Este sistema, si bien puede ser filosóficamente discutido, puede tener cierto éxito cuando se toma en cuenta la inflación del país entre las funciones de costo. De lo contrario, las cuotas disminuyen y resulta más fácil y económico pagar la tarifa que construir una planta o sistema de tratamiento. Para estimar las cuotas es necesario determinar los niveles de tratamiento necesarios y, por lo tanto, este método es una mera extensión de los sistemas previamente descritos. 23 Bibliografía - BERGLUND, F. 1971. 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