476-CAS-2009. SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas del día uno de junio de dos mil once. Se conoce del recurso de casación interpuesto por la agente fiscal licenciada Norma Griselda Duarte Sandoval, mediante el cual impugna la sentencia condenatoria pronunciada por el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Ana, a las doce horas con veinticinco minutos del día treinta de julio de dos mil nueve, contra el imputado ODILIO ADALBERTO JIMÉNEZ o GIMÉNEZ; por el delito de AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL, previsto en los arts.154 y 155 n°1 CP, en perjuicio de la autonomía personal de Zoila Esperanza Escobar Bernal nominada en la sentencia también como Zoila Esperanza Escobar. La parte resolutiva de la sentencia recurrida en lo medular expresa: "DECLÁRASE RESPONSABLE PENALMENTE A ODILIO ADALBERTO JIMÉNEZ RELACIONADO PROCESALMENTE COMO ODILIO ADALBERTO GIMÉNEZ (...) COMO AUTOR DIRECTO DEL DELITO CALIFICADO DEFINITIVAMENTE COMO AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL PREVISTO Y SANCIONADO EN LOS ARTÍCULOS 154 Y 155 N°1 AMBOS DEL CÓDIGO PENAL RELACIONADA EN PERJUICIO PROCESALMENTE DE ZOILA COMO ESPERANZA ZOILA ESCOBAR ESPERANZA BERNAL ESCOBAR; EN CONSECUENCIA CONDÉNASE A DICHO IMPUTADO A LA PENA DE TRES AÑOS DE PRISIÓN, ASIMISMO CONDÉNASELE A LA PENA ACCESORIA DE INHABILITACIÓN ABSOLUTA DE PÉRDIDA DE LOS DERECHOS DE CIUDADANO POR IGUAL PERIODO DE LA PENA PRINCIPAL IMPUESTA, REEMPLAZASE DICHA PENA POR SU EQUIVALENTE A CIENTO CUARENTA Y CUATRO JORNADAS SEMANALES DE TRABAJO DE UTILIDAD PÚBLICA, DE OCHO HORAS CADA JORNADA, EN LOS LUGARES Y HORARIOS QUE DETERMINE EL JUEZ PRIMERO DE VIGILANCIA PENITENCIARIA Y EJECUCIÓN DE LA PENA DE ESTA CIUDAD. POR LO QUE CONTINÚE EN LA LIBERTAD EN LA QUE SE ENCUENTRA. ABSUÉLVESE AL PROCESADO DE RESPONSABILIDAD CIVIL EN ESTA CAUSA. NO HAY CONDENACIÓN POR COSTAS PROCESALES". El recurso cumple la condiciones previstas en los arts.406, 407, 421, 422 y 423 CPP, por lo que procede admitirlo. Fue contestado por la defensora particular licenciada Marta América Castro Orellana, quien dijo. "la recurrente solicita concretamente la modificación del quantum de la pena impuesta por estar en desacuerdo con la subsunción del delito de portación dentro de las amenazas agravadas por considerar que estamos ante un concurso ideal de delitos; el tribunal tomando en cuenta las circunstancias que rodearon al hecho consideró que la intención del imputado al amenazar a la víctima con un arma de fuego, se dirige propiamente a lograr atemorizar a su víctima con la amenaza proferida y no al fin mismo de tener un arma de fuego con o sin el permiso correspondiente, volviendo improcedente la aplicación del concurso ideal con la sanción del delito de amenaza a un nivel agravado, con lo cual la defensa también considera que se logra penalizar el hecho de proferir una amenaza y el de hacerlo con un arma de fuego, que si bien ilegal, no trasciende a la lesión de la Paz Pública como bien jurídico protegido por haberse dado el hecho dentro de la vivienda de la víctima. Es por ello, que la defensa considera que la sentencia dictada por el Tribunal está apegada a derecho, y en todo caso, considero que la recurrente hace un análisis subjetivo de lo que para ella debió resolverse conforme a la sana crítica, y no realmente a una errónea aplicación de la ley, debiéndose en consecuencia declarar inadmisible el recurso de casación." CONSIDERANDO 1-El motivo formulado es la errónea aplicación de los arts.346 -B letra a) CP en relación con los arts. 154 y 155 CP, y la inobservancia de los arts.40, 63 y 70 CP. Para fundamentarlo ha expuesto: "La suscrita fiscal no está de acuerdo referente al Romano V de la sentencia, respecto a la calificación jurídica y sanción aplicable (...) los ilícitos por los cuales se le atribuye son totalmente diferentes y aislados, entre sí no como lo relacionan los jueces que la tenencia, portación o conducción ilegal o irresponsable de armas de fuego, es subsumida por las amenazas con agravación especial, porque dicha arma es utilizada para ese fin, es decir para amenazar a la víctima, siendo irrelevante que dicha portación de arma de fuego sea legal o no. Se ha establecido en juicio a través de la prueba testimonial, que efectivamente el incoado (...) profirió amenazas a la víctima (...) y que dichas amenazas fueron realizadas por medio de un arma de fuego (...) que el incoado no tiene inscritas (sic) arma a su nombre ni está autorizado para el uso de armas de fuego, es decir no tiene la respectiva licencia, así como tampoco el arma encontrada se encuentra con registro alguno, se ha establecido que dicha arma se encuentra en buen estado de funcionamiento, y que al incoado le fue encontrada después que le profirió la amenaza a la víctima (...) por lo tanto, en este caso ambos delitos se consumaron (.,.) son conductas distintas que una no debe subsumir a la otra (...) la conducta se agrava cuando dice: «que el hecho fuere cometido con arma...» en este caso el artículo antes citado no refiere que el arma sea legal o ilegal, si la persona que realiza esta conducta de amenazar a otra con un arma de fuego y no tiene la documentación pertinente de la misma se enfrentará a otro ilícito penal (...) el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego, del art.346-B literal a) (...) existiendo en este caso (...) una acción en el cual comete dos ilícitos penales (...) que no debe de subsumirse el uno del otro". 2-En lo pertinente al motivo invocado, en la sentencia se lee: "Los hechos probados en juicio se enmarcan definitivamente en el delito de Amenazas con Agravación Especial, de conformidad con los artículos 154 y 155 n°1 del Código Penal, en perjuicio de Zoila Esperanza Escobar Bernal; y respecto a los hechos que el ente fiscal acusa por el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego, 346-B literal a) del Código Penal en perjuicio de la Paz Pública, tales hechos se subsumen en el primer tipo penal atribuido (…) La acción del incoado Odilio Adalberto Jiménez, fue la de llegar a la casa de la víctima Zoila Esperanza Escobar Bernal, ex compañera de vida, bajo los efectos de haber ingerido bebida alcohólica (...) anunciando el imputado causarle un mal a su ex compañera de vida, que constituye delito, pues le expresó que la iba a matar, teniéndose por consumada aquella amenaza en razón que la víctima escuchó de viva voz al imputado, aquel anuncio de aquel mal a causar; y como el incoado anunció aquel mal apuntándole con un arma de fuego a dicha víctima, se vuelve agravada la figura, siendo irrelevante que dicha arma de fuego sea legal o no; por tanto el tipo penal del artículo 346-B lita) Pn., se vuelve subsumido en la figura de las amenazas con Agravación Especial (...) arma de fuego que el incoado portaba sin los permisos pertinentes, entonces la conducta de aquella amenaza que exige que se corneta con un arma de fuego, subsume a aquella circunstancia de ilegalidad, que el sujeto activo pueda portar dicha arma de fuego, por tales razones el acusado solamente consumó el tipo penal de Amenazas con Agravación Especial'. 3- Inicialmente, el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego, está catalogado doctrinariamente como de peligro abstracto, conforme a lo cual la antijuridicidad material del mismo no está supeditada a la lesión o puesta en peligro concreto de bienes jurídicos individuales, en tanto que su peligrosidad intrínseca, ha justificado el adelantamiento de las barreras de protección, mediante la lesión del bien jurídico colectivo Paz Pública. Se trata pues, de un delito encaminado a la evitación de riesgos para bienes individuales. De los distintos supuestos típicos que regula el art.346-B CP, el acusado ha sido el previsto en la letra a) que dice: "El que tuviere, portare o condujere un arma de fuego sin licencia para su uso o matrícula correspondiente de la autoridad competente". La adecuación típica se da cuando el sujeto activo tiene, porta o conduce un arma de fuego, sin que ésta tenga la respectiva matrícula, o el agente no cuente con la licencia de uso correspondiente. En cualesquiera de ambos casos alternativos, se configurará un peligro abstracto para la Paz Pública, sin que sea necesaria la lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos individuales. Por otra parte, la tipicidad del delito de Amenazas exigida en el art.154 CP expresa: "El que amenazare a otro con producirle a él o a su familia, un daño que constituyere delito, en sus personas, libertad, libertad sexual, honor o en su patrimonio, será sancionado con...". Mientras que el art.155 CP, prevé como agravación especial: "...que el hecho fuere cometido con arma...". Como puede apreciarse, el ataque a la autonomía personal contemplado en el delito de Amenazas, prevé como núcleo de la acción típica, el anuncio de un mal constitutivo de delito contra alguno de los bienes jurídicos que se enumeran en la disposición en comento. El empleo de arma viene a incorporar una circunstancia agravante específica debido a la mayor intensidad que cobra la amenaza, con la consecuente afectación cualificada a la autonomía personal, no siendo relevante para este efecto si el uso de la concreta arma está autorizada legalmente o si el sujeto activo es titular de una licencia de uso expedida por autoridad competente. 4-El concurso aparente de leyes normado en el art.7 CP supone que uno o varios hechos se adecuan de manera efectiva a varios tipos penales, de los cuales sólo podrá aplicarse uno, en tanto que de ser valorados en concurso real o ideal, implicaría reprochar al agente doblemente un mismo desvalor; siendo esto así, porque uno de los tipos penales es comprensivo del desvalor total de los hechos. 5- Partiendo de la descripción típica de los delitos en comento, se puede identificar que los hechos acreditados en la sentencia conforman en estricto sentido dos sucesos distintos con sendos significados jurídico penal. Por consiguiente, la unidad típica de cada uno determina dos unidades fácticas perfectamente individualizadas; una precedente, la previa posesión y portación del arma de fuego y otra, la instrumentalización de ella para cometer el segundo delito. El tribunal de Instancia no ha sido explícito en su argumento jurídico para tomar la decisión de adecuar los hechos a un solo delito; sin embargo, el instituto aplicado no es otro más que el del concurso aparente de leyes. Siguiendo las premisas arriba fijadas, no se configura un concurso aparente de leyes entre el delito de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego y la posterior amenaza, sino más bien coexisten en concurso real, dado que figuran como acciones independientes entre sí que dan lugar a dos delitos, sin perjuicio de la sucesión espacio temporal de su realización. El primero se consumó con la mera tenencia del arma sin la licencia y matrícula respectivas, con independencia del uso que se hiciera de la misma. La instrumentalización de ésta apuntando a la víctima mientras se le anuncia un mal constitutivo de delito, permitió el descubrimiento de aquélla situación permanente y pre-existente de ilicitud penal, que por sí ofendía ya a la Paz Pública, y que continuó ese estado de ilicitud penal sin solución de continuidad, después de consumada la amenaza, hasta que fue incautada por agentes de policía. Asimismo, de acuerdo a las respectivas estructuras típicas, entre ambos delitos no existe relación de generalidad y especialidad; de subsidiaridad o de complejidad, como para que opere un concurso aparente de leyes. No es cierto que la ilicitud del delito contra la Paz Pública quede cubierta por la del de Amenazas con Agravación Especial, puesto que en este último supuesto la mayor penalidad derivada de la agravante se justifica a partir una más intensa lesión al bien jurídico autonomía personal, siendo irrelevante como ya se dijo, si el arma se encontraba o no legalmente controlada. Por lo que, deja subsistente el riesgo que por sí representa para la paz pública su sola tenencia, portación o conducción, en tanto que al margen del control organizado por el Estado, art.217 Cn. En resumen, las comprobadas por el a quo son dos acciones independientes, la portación del arma ilegalmente, por falta de matrícula y de licencia, por una parte; y por otra, su uso como instrumento en la comisión del delito de Amenazas; las cuales reúnen los elementos descriptivos y normativos de los respectivos tipos penales, referidos ambos a bienes jurídicos distintos y que entre un delito y otro no guardan ninguna relación de la clase expresada arriba, como para que dé pie a la aplicación del art.7 CP. 6- Procede estimar el motivo admitido, casando parcialmente la sentencia impugnad, sólo en cuanto califica en forma definitiva los hechos como delito de Amenazas con Agravación Especial, el monto de la pena de prisión impuesta y su reemplazo, aclarándose que los preceptos legales que inobservó el a quo son los arts.41 y 71 CP y no los arts.40 y 70 CP como erróneamente lo pretende la impetrante en el recurso. Queda válida la vista pública, así como la recepción de la prueba, su valoración y el relato de hechos probados, de igual forma las decisiones absolutorias expresadas en el fallo. 7-Debido a que la anulación que se ordenará da lugar a una reposición de estricto derecho y además, la parte fiscal acusó por ambos delitos, la violación de ley sustantiva en la que incurrió el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Ana será enmendada por medio de esta resolución, calificando jurídicamente los hechos según corresponda y determinando la pena relativa a cada delito, con arreglo a los arts.62, 63 y 64 CP. En cuanto a la extensión del daño y el peligro efectivo provocados, se aprecia, que los respectivos bienes jurídicos tutelados fueron efectivamente lesionados. En cuanto al primero, porque la autonomía de la voluntad de la víctima se vio gravemente menoscabada debido a la seriedad de la amenaza con la exhibición de un arma de fuego, lo cual manifestaba la existencia real de una fuente de peligro para la vida de ella. Asimismo, el imputado se encontraba en posesión de dicha arma, al margen de los controles oficiales respectivos, en un ámbito de trascendencia a terceros, afectando asía la paz pública. La amenaza proferida se originó en un contexto de discusión con la víctima, siendo el agente su "ex compañero de vida", quien además le manifestó que ella "era de la calle", de lo que es razonable colegir que el móvil de ese delito fue pasional, sin que se llegara a comprobar que la acción amenazante se haya ejecutado al "calor de la ira". La capacidad de comprensión del carácter ilícito del hecho por parte del procesado, sededuce de su edad, que supone, sin que haya prueba en contrario, el desarrollo síquiconecesario para discernir acerca de la ilicitud de las acciones ejecutadas. En la sentencia no se expresan datos sobre su escolaridad, oficio o profesión. Según lo hechos probados, se aprecialaagravante general de irrespeto del lugar, por haberse cometido el delito en la "morada del ofendido"; asimismo, figura la atenuante de inferioridad psíquica por intoxicación alcohólica, art.29 n°1 CP, en vista que se ejecutó "bajo los efectos de haber ingerido bebida alcohólica". La penalidad abstracta prevista para los delitos es de, tres a seis años de prisión para el de Amenazas con agravación especial; mientras que, de tres a cinco años de prisión para el de Tenencia, Portación o Conducción Ilegal o Irresponsable de Armas de Fuego; arts. 155 inc.2° y 346 "B" inc.1°, ambos del CP. En atención a los elementos objetivos arriba relacionados, se establece un desvalor de la acción medio u ordinario, que amerita un reproche punitivo proporcional a esa graduación, así como, se concluye una culpabilidad también media, por lo que se fijan las penas de,TRES AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN para el primer delito y TRES AÑOS Y TRES MESES para el segundo, que por constituir un concurso real de conformidad al art.71 CP, la pena totales de SEIS AÑOS Y NUEVE MESES DE PRISIÓN, las que deberá cumplir el imputado Jiménez o Gímenez en forma sucesiva comenzando con la pena mayor. 8-Por último, se aclara que la presente sentencia se pronuncia aplicando disposiciones del Código Procesal Penal creado mediante Decreto Legislativo número 904 del trece de diciembre de mil novecientos noventa y seis, publicado en el Diario Oficial número once, tomo trescientos treinta y cuatro, del veinte de enero de mil novecientos noventa y siete; no obstante, que el referido código fue derogado por el Decreto Legislativo número 733 de fecha 22 de octubre del 2008, publicado en Diario Oficial número 20, tomo 382 del 30 de enero de 2009, que contiene la normativa que lo sustituye, y que entró en vigencia a partir del uno de enero del corriente año, en vista que el art.505 inc.3° de este nuevo estatuto, regula que el derogado continuará rigiendo en los procesos iniciados conforme al mismo hasta su finalización. POR TANTO: Con fundamento en las consideraciones que anteceden, disposiciones legales citadas y arts.50 inc.2° n°1, 130, 357 y 427 CPP, en nombre de la República de El Salvador, esta Sala RESUELVE: I-ADMÍTESE el recurso de casación interpuesto por la agente fiscal licenciada Norma Griselda Duarte Sandoval. II-CÁSASE PARCIALMENTE la sentencia condenatoria impugnada en cuanto califica las acciones atribuidas al imputado ODILIO ADALBERTO JIMÉNEZ o GIMÉNEZ, únicamente como delito de AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL arts. 154 y 155 CP en perjuicio de la autonomía personal de Zoila Esperanza Escobar Bernal; asimismo en lo relativo al MONTO DE LA PENA DE PRISIÓN IMPUESTAY EL REEMPLAZO DE ÉSTA. III-CALIFICASE DEFINITIVAMENTE el hecho probado como concurso real de los delitos de AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL arts. 154 y 155 CP en perjuicio de la autonomía personal de Zoila Esperanza Escobar Bernal yTENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE DE ARMAS DE FUEGO, art.346-B CP en peligro de la Paz Pública. IV-DETERMÍNASEpara el imputado ODILIO ADALBERTO JIMÉNEZ o GIMÉNEZ, las penas de TRES AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN por el delito de AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIALen perjuicio de la autonomía personal de Zoila Esperanza Escobar Bernal; y TRES AÑOS Y TRES MESESDE PRISIÓN por el delito deTENENCIA, PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGALOIRRESPONSABLE DE ARMAS DE FUEGOen perjuicio de la Paz Pública. V-IMPÓNESE al imputado ODILIO ADALBERTO JIMÉNEZ o GIMÉNEZ la pena de inhabilitación absoluta que comprende: La pérdida de los derechos de ciudadano, la incapacidad para obtener toda clase de cargos o empleos públicos y la incapacidad para recibir distinciones honoríficas; pena accesoria que estará vigente el tiempo de las penas principales de prisión a las que ha sido condenado, art.46 n°1 e inciso 3° Cp. Vuelvan las actuaciones del proceso al tribunal de procedencia juntamente con esta sentencia para su cumplimiento. NOTIFÍQUESE.--------------RM FORTIN H----------M TREJO---------GUZMAN U.D.C.-----------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.-------ILEGIBLE-------RUBRICADAS.