Necesitamos místicas y místicos muy humanos.

Anuncio
1
NECESITAMOS MÍSTICAS Y MÍSTICOS MUY HUMANOS
Miguel Ángel Mesa
Podríamos considerar que una persona mística es la que potencia al
máximo, en todas sus capacidades, la más profunda dimensión de
humanidad que está llamada a alcanzar.
Dios empeñado en ser humano y nosotros empeñados en ser místicos
(Federico Carrasquilla).
Sí, porque humanizarnos es divinizarnos, dar a luz la esencia más
auténtica que llevamos dentro, compartir con gozo el ADN que nos une
a los demás seres humanos, a los animales, las montañas, los ríos y
mares, la atmósfera, el universo que nos rodea y acoge en su seno.
Sintiéndonos uno con Todo, cercanos, familiarizados junto al otro.
No podemos entender hoy la mística como se vivía en el siglo XVI.
Aunque haya que beber en las fuentes cristalinas de los místicos y
místicas de ese siglo (Teresa de Jesús, Juan de la Cruz...) y de todos
los tiempos, culturas, religiones, filosofías y creencias.
Porque los tiempos han cambiado. Ahora vivimos en un mundo
globalizado, en la era digital de las redes sociales a escala mundial. No
podemos creer, vivir o comprometernos, de la misma forma que antes,
después de internet, la física cuántica y la teoría de la relatividad. Han
cambiado las formas de conducta, las personas y grupos de referencia,
los modelos de familia, los paradigmas en tantos órdenes de la vida.
Y aunque nuestro mundo de las prisas no nos invite a ello, tenemos
que buscar nuestros espacios de serenidad y silencio, detener un
momento nuestra celeridad, para aclararnos sobre todo lo que nos
llega y mandar a la papelera tanta basura y spam, siendo capaces de
reflexionar sobre lo importante y trascendente, tomando una postura
comprometida para poder respirar, sentir y vivir de otra manera. Junto
a otros muchos que, de distintas maneras, buscan lo mismo.
2
Aquí dejo unos cuantos rasgos que, bajo mi punto de vista, definirían a
una persona mística de nuestros días. Evidentemente hay muchos
más, desde otras sensibilidades, culturas, creencias. Ofrezco con
humildad algunas, las mías.
* Una persona mística no se cree que lo sea, sino que vive con mucha
naturalidad todo lo que sucede a su alrededor, lo que experimenta en
el día a día, lo que da sabor, valor y aliento a su cotidianidad, lo que le
ofrece luz para seguir mirando, a través de su ventana, el horizonte
que siempre hay más allá.
* Una persona mística favorece un buen clima a su alrededor, sonríe al
compañero de estudio o trabajo, intenta crear armonía, disculpar los
errores de los demás, alentar los ánimos, enjugar una lágrima, llevar
alegría para contrarrestar tanta tristeza y mantener siempre el buen
humor.
* Una persona mística busca espacios propios para profundizar sobre
todo lo que vive, lo que acontece en el mundo, lo que siente en su
hondón personal. Serán cinco minutos o una hora, en su habitación o
paseando, charlando o callando, pero no dejará de intentarlo cada día.
* Una persona mística se deja afectar por las injusticias, la exclusión,
el odio, la enfermedad, la muerte. Intenta que no le ahogue el mar de
la indiferencia y se mueve como pez en el agua por senderos
solidarios, junto a otras muchas personas que se esfuerzan por
cambiar y mejorar su mundo.
* Una persona mística hace todo lo posible para no dejarse abatir por
las dificultades, las derrotas personales o las de los empobrecidos y
desheredados. Eso no significa que no derrame lágrimas amargas, que
no grite ni se enfurezca ante la prepotencia y el abuso de los
poderosos.
* Una persona mística sabe que "no se remienda con una tela nueva
en un vestido viejo, ni se echa vino nuevo en barricas viejas". Por eso,
3
cuando ve que algo ya no sirve, ni tiene sentido seguirlo o creerlo, lo
abandona con gozo, agradeciendo lo positivo que le ha aportado.
* Una persona mística está siempre abierta a lo nuevo, a lo inédito y
sorprendente. A lo que puede descubrir por sí misma o junto a los
demás, manteniéndose siempre en búsqueda, en todos los órdenes de
la vida.
* Una persona mística se desprende de viejas creencias, de dogmas
rancios, de ideologías desfasadas, de oxidadas formas de entender la
vida (cuando ya se han superado). Y, después de valorarlo bien, se
apunta y contribuye a crear a nuevas realidades sociales, políticas,
culturales o eclesiales, que aportan nueva savia a las instituciones, los
partidos, estamentos y asociaciones...
* Una persona mística procura ser coherente entre lo que piensa,
habla y vive, en medio de un mundo de engaños, ocultamientos y
mentiras, de tantas medias verdades. Porque solo así será aceptado
por los demás. Solo así se podrá aceptar a sí mismo.
* Una persona mística se deja afectar por el dolor, el sufrimiento, la
discriminación, las leyes injustas, el odio, la guerra, el hambre de tanta
gente, en tantas partes del mundo... Sentirá ante estas realidades
cómo se le conmueve el corazón, e intentará remediarlo de alguna
manera, en la medida de sus posibilidades.
* Una persona mística cree que otro mundo más justo, fraterno,
pacífico y solidario es posible y se compromete para conseguirlo. En
primer lugar en su entorno cercano, junto a otras personas solidarias,
llenas de humanidad. Pero no olvidará ni dejará de trabajar nunca por
cualquier persona, de cualquier parte del mundo, que sufra o esté
oprimida.
* Una persona mística se sentirá unida a todos los seres humanos, en
sus alegrías y tristezas. Y también a todos los seres vivos, a toda la
naturaleza, a la Madre Tierra, al sistema solar, al universo entero.
4
Porque sabe que todos estamos unidos e interrelacionados con Todo y
que formamos parte de una única familia. Nuestro ADN proviene del
polvo sideral inicial.
* Una persona mística reconoce que hay un eco de fondo, una
presencia inefable, que le invita a realizarse, a humanizarse, a
entrañarse en la realidad. Siente un aliento vital que le da la vida; que
forma parte de un proyecto común, junto a toda la humanidad y el
planeta Tierra del que forma parte.
* Una persona mística no cree a pie juntillas o se deja influenciar solo
por lo que ve y escucha en los medios de comunicación, sino que
atiende a otros medios alternativos y mira con otros ojos, con otra
mirada, más allá de lo que los hechos concretos le muestran. Sin
despegarse de la realidad, sabe encontrar otros sentidos y mensajes
ocultos, sabe esperar a que otros brotes vayan surgiendo a su
alrededor, y dentro de ella misma.
* Una persona mística reconoce que su comportamiento y consumo
afectan al medio ambiente en el que vive y a la humanidad más
empobrecida y excluida. Por eso se esfuerza en vivir de una forma
sencilla, austera, responsable, solidaria. Y que esta forma de vida, a
pesar de los mensajes publicitarios, le hace feliz y que goce de tantos
pequeños placeres que se nos ofrecen cada día y que están ahí, a
mano, gratuitos, para ser degustados...
* Una persona mística "cuida sobre todo de su corazón, porque de él
brotan los manantiales de la vida", e intenta satisfacer en lo posible en
su cotidianidad el anhelo de interioridad, de espiritualidad, de
realización personal y humana que lleva dentro. Y desde ahí sale
renovado, más humano y dichoso, para seguir caminando
humildemente, en el día a día, con sus compañeros y compañeras de
camino, compartiendo amor, ternura, afecto, ilusión para vivir en
plenitud, desviviéndose por los demás.
Descargar