Poder Judicial de la Nación

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la Nación
///Martín,
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
de diciembre de 1993.-
VISTOS Y CONSIDERANDO:
I.- INTRODUCCIÓN
El Tribunal ha sido llamado a intervenir para
resolver la presente causa N?
81/89 del registro de la
Secretaría Penal N?2, a raíz de los recursos de apelación
interpuestos
por
los
encartados
(fs.
2272/3)
y
los
de
apelación y nulidad deducidos por sus letrados de confianza
(fs. 2037/8 y 2925/7) contra los interlocutorios de fs.
1979/1987 y 2259/2271, por los que se dispuso decretar el
procesamiento y prisión preventiva de Juan Carlos Cavazza,
Eduardo José Blanco Díaz, Lorenzo Montes García, Jessie Jude
Mara, Joel Steven Martin, Daniel Martial Charrie, Jurgan
Heinz Grotnaus, Kay Susanne Rambur, Daniel Armando Moreno,
Mark Steven Jacobs, Robert Eldrich Robb, Roberto Martinetto,
Rafael Martínez González, Susana Clara Borowik, Alejandro
Emilio Trevisan, Nilson Alcides Gómez, Jackeline Reddic, John
Kevin Roberts, Flor Bojorquez, Mario Roberto Torres y Alice
Sophia Dow (art. 312, inc. 1? del Código Procesal Penal), en
razón de considerárselos "prima facie" autores de los delitos
de corrupción de menores, reducción a servidumbre, privación
ilegal de la libertad, retención y ocultación de personas,
asociación
-1-
ilícita
e
infracción
a
la
ley
contra
la
discriminación racial y religiosa, todos en concurso real
(arts. 55, 125, 140, 142, inc. 1?; 142 bis, segundo párrafo,
inc. 1? y 210 del Código Penal; y art. 3? de la ley 23.592);
y
de
Robert
Eldrich
Robb
y
Kay
Susanne
Rambur,
por
considerárselos "prima facie" autores de los delitos de
alteración
del
estado
civil
de
un
menor
de
10
años
y
falsificación ideológica de documentos destinados a acreditar
la identidad de las personas, en concurso real entre sí y con
los delitos mencionados precedentemente (arts. 55, 139 inc.
2? y 293 en función del 292, segundo párrafo, del Código
Penal).
II.- DE LA DEFENSA
1.-
La
defensa
técnica
planteó
como
nulidad
sustancial la arbitraria asunción por el sr. Juez de grado de
una causa en la que es manifiestamente incompetente (art. 18
de la Constitución Nacional), lo cual ha sido resuelto por
vía incidental en el día de la fecha mediante la oportuna
remisión de los actuados al Juzgado en lo Penal provincial
que por turno corresponda.
2.- Solución que ha convertido en una cuestión
abstracta el agravio defensivo relativo al sistema procesal
seleccionado por el "a quo" para el trámite de la causa, ya
que el nuevo tribunal que debe intervenir también deberá
resolver sobre la validez de cada tramo de la investigación
practicada hasta el momento, a la luz de su compatibilidad
-2-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
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con el procedimiento vigente en la jurisdicción provincial.
3.- Diferentes son en cambio, el resto de los
reparos de los defensores cuyo tratamiento es indispensable
para
resolver
la
situación
procesal
de
los
encartados,
quienes se encuentran privados de su libertad desde hace más
de dos meses. Ello así, porque hacen a la eventual nulidad de
las declaraciones indagatorias por haber omitido el Juez de
primera instancia dar a conocer a los imputados los hechos
que les son concretamente atribuidos y además por no haberles
mostrado la documentación secuestrada en autos; la cual
adolecería también de su genérica mención en las actas de
comiso, sin su detallada enumeración como para permitir
asegurar hoy que su hallazgo se produjo en las fincas allanadas.
4.- Se deberán tratar, también, las objeciones que
la defensa dedujo contra los autos de procesamiento, por
entender que carecen del debido sustento en la totalidad de
los elementos colectados y de una motivación adecuada que
excluya el descarnado ejercicio de un mero acto de autoridad
por parte del juzgador; así como en las objeciones opuestas
a
las
prisiones
actividades
preventivas
grupales,
las
decretadas
cuales
eluden
por
la
presuntas
obligada
imputación de conductas individuales concretas y la debida
descripción de las características y modalidad con la que fue
ejecutado cada hecho típico ofensivo.
-3-
III.- DE LA FISCALÍA
1.- A su turno (fs. 2938/2943), el sr. Fiscal de
Cámara puso de relieve los distintos motivos por los que
solicitó el rechazo de las nulidades articuladas por la
defensa.
2.-
Tras
lo
cual
(fs.
2944/2993),
describió
someramente el origen y evolución del movimiento religioso
denominado "Los Niños de Dios", según fuera fundado en los
Estados Unidos hacia el año 1968 por David Brand Berg -quien
comienza a llamarse Moisés David (Mo)-, a partir de su
prédica entre los grupos de jóvenes marginales que adherían
a la llamada cultura "hippie" en el Estado de California. La
organización
totalitaria
que
derivó
de
conjugar
tales
criterios de vida atinentes a las relaciones familiares,
afectivas, sociales, laborales, educativas, de esparcimiento,
etc., con una particular interpretación de la Biblia que subordina su contenido a las opiniones de dicho líder, se
estructuró en forma piramidal y verticalista a nivel nacional
e internacional con una trilogía en la cúspide integrada por
el mentado "Mo"; quien conduce hasta el detalle lo que deben
hacer
y
el
modo
de
comportarse
sus
adeptos
en
las
colonias-hogares diseminadas por diversos países, mediante
las "cartas" que escribe en base a las continuas visiones y
mensajes que dice recibir. Las actividades que desarrolla la
secta para obtener los recursos de los que se deduce el
diezmo, se llaman "ministerios" y consisten en la venta de
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videos e impresos, la actuación musical en la vía pública, la
prédica domiciliaria entre personas de alto poder adquisitivo
y la prostitución religiosa (FF); todo en un marco de funcionamiento rodeado de un cierto grado de clandestinidad a
través del agrupamiento en pequeñas unidades, el ocultamiento
de los verdaderos nombres de sus integrantes, sus domicilios
y
contactos,
la
creación
de
inexistentes
colegios
como
fachada, la centralización de la representación comunitaria
en
voceros
únicos
por
lugar,
el
mantenimiento
de
la
documentación personal en regla para el caso de tener que
utilizarla de urgencia, el conocimiento de sus derechos
individuales en cada país y la preparación de todos los
miembros
para
saber
actuar
y
responder
en
caso
de
ser
"víctimas" de la persecución de las autoridades locales.
3.-
En
esta
línea
de
pensamiento,
el
sr.
re-
presentante del Ministerio Público engarza el cambio de
nombre de la mencionada organización por el de "La Familia
del Amor" o simplemente "La Familia" con posterioridad al
10/2/77, fecha en que le fuera cancelada su inscripción n?
1595 en el Fichero de Cultos no Católicos y Disidentes del
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, a la "Asociación
Los Niños de Dios Internacional" porque "atentan al orden
público,
moral
y
buenas
costumbres...,
al
difundir
una
doctrina contraria a las instituciones armadas ..." (fs.
76/77). O sea que en opinión del distinguido funcionario, más
allá del vano intento de hacer aparecer que ha sido disuelta,
-5-
tal asociación sigue funcionando sin mayores modificaciones,
con la misma estructura, métodos de captación, doctrina y
fines. La clasificación de las misivas escritas por "El
Profeta y Rey" (así designan al líder máximo sus acólitos),
según sean para ser dadas a conocer a propios o extraños, es
la misma (GP, público en general; DFO, sólo para discípulos
y amigos; DO, discípulos solamente; LTO, sólo para iniciados
en el liderazgo; LO, sólo para líderes; y RFO, sólo para la
familia
real);
los
textos
siguen
siendo
editados
por
"Servicios Mundiales" ("World Service" o "WS") con sede en
Suiza, y a los escritos anteriores sólo les fueron expurgados
sus tramos más comprometedores; además de
mantenerse la
dependencia, pero ahora directa, del mismo líder absoluto;
siendo que el ministerio más importante para la organización
en el transcurso de su existencia, el denominado "Flearty
Fishing" (pesca con coqueteo), o mas comúnmente "FF", se
sigue practicando en la actualidad como medio para llegar a
los líderes de la sociedad en que actúan.
4.- A continuación, el sr. Fiscal explica los
aspectos
organizativos
y
finalidad
de
una
estructura
permanente formada por gran cantidad de personas que, a su
entender, caracteriza al grupo como una asociación ilícita,
en la que la obediencia y sumisión de sus integrantes a los
líderes que encarnan la ley absoluta impidiéndoles tomar
decisiones independientes, aparece como necesario por la
propia naturaleza de las acciones delictivas a emprender: la
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práctica del "FF" para la captación de ricos e influyentes
con la mira puesta en la toma del poder y la conquista del
mundo. Por ello, los textos incautados en las viviendas
instruyen sobre el adoctrinamiento paulatino de los menores
mediante la aplicación de técnicas dirigidas a anular su
voluntad, tales como: su agrupamiento por edad y sexo bajo la
dirección de un adulto con el fin de despersonalizarlos y
propiciar
su
robotización,
la
privación
del
sueño,
la
alimentación pobre a nivel proteico, los trabajos físicos
agotadores, la disolución de todo vínculo familiar, los
largos períodos escuchando las grabaciones de "Mo", leyendo
y memorizando sus cartas o cantando las canciones del grupo;
todo como parte de un proceso de reforma del pensamiento o
lavado de cerebro, que es propio de las sectas denominadas
"destructivas".
Además
de
provocar
su
aislamiento
y
la
pérdida de contacto con sus familiares y el mundo exterior,
impidiéndoles salir solos de los hogares o privándolos del
intercambio
y
la
estimulación
social
por
la
vía
de
su
relación con otros niños, al programar toda su enseñanza
desde el nivel del jardín de infantes hasta el secundario sin
ir a la escuela. La acción corruptora la inician con la
excitación sexual de los niños desde que son bebés, provocando una sobrestimulación nociva para el psiquismo temprano de
una criatura y para su sistema nervioso inmaduro. Continuando
con una enseñanza dirigida claramente a torcer el desarrollo
de una sana sexualidad, sea por lo prematuro de su evolución,
-7-
sea
porque
lleva
al
sujeto
pasivo
a
su
depravación
(lesbianismo) en un ambiente en el que todo el mundo tiene
relaciones con todo el mundo y en el que es una práctica
usual el abuso sexual de menores. Todo ello, con el fin de
prepararlos para que ejerzan con éxito la prostitución en su
beneficio, tanto las mujeres como los hombres.
5.- Finalmente, el acusador público propició el
encuadramiento
legal
de
tales
hechos
en
el
delito
de
promoción de la corrupción de menores de edad previsto por el
art. 125 del Código Penal, sosteniendo que fue llevado a cabo
por
medio
naturaleza
de
acciones
sexual
de
significación
(enseñanzas,
consejos,
intelectual
de
exposiciones
de
imágenes, ejemplos, etc.), con aptitud para desviar sus
conductas al producirles una profunda alteración psíquica con
directa incidencia en su recto sentido de la moral sexual.
Sin perjuicio de que este accionar de los procesados, estuvo
encaminado a la concreción de indeterminados tipos delictivos
de acuerdo a un plan previo, cuyo objetivo final era el
acceso al poder en forma indirecta mediante la captación de
quienes lo ejercen. De modo tal, que la acción mancomunada de
todos
ellos,
perfectamente
planificada
y
coordinada
con
objetivos delimitados de común acuerdo y con distribución de
roles individuales necesarios para la concreción del plan
común,
los
identifica
como
autores
de
los
delitos
de
asociación ilícita y promoción de la corrupción agravada, en
concurso real. Sintetizando su petitorio en la solicitud de
que se confirmen los autos interlocutorios de fs. 1979/87 y
-8-
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2259/71, en cuanto disponen la prisión preventiva de los allí
nombrados y en orden a los delitos que el "a quo" dejara
calificados.
IV.- DE LAS NULIDADES
1.- Puestos a analizar en primer lugar las nulidades planteadas por la defensa técnica, se advierte que,
si bien no llegan a adquirir la gravedad de los actos
ilegales que invalidan a pleno todo lo actuado, se suman a
otras
irregularidades
que
resulta
menester
poner
de
manifiesto, porque tendrán una incidencia fundamental a la
hora de valorar la prueba de cargo. Es más, no se puede dejar
de señalar que la eficacia de la investigación se ha visto
seriamente dañada, por las irregularidades en que se ha
incurrido,
afectando
fuerza convictiva la
las
posibilidades
de
averiguar
con
objetividad jurídica imputada y su
efectiva comisión por los justiciables, o en su caso, la
posibilidad
de
discriminar
sus
responsabilidades
en
los
sucesos. Por lo demás, no es éste un caso aislado. El sr.
Juez
de
primera
instancia
insiste
en
desoir
las
recomendaciones que unánimemente el Tribunal ya formulara en
otros
confusos
marcada
y
desordenados
desorientación
investigaciones
dirigidas
en
a
procesos
la
previos,
conducción
establecer
la
por
de
autoría
la
las
y
a
delimitar con precisión la materia del juicio; así como por
el gravísimo riesgo de agraviar irreparablemente a personas
-9-
inocentes
o
que
se
soslaye
la
identificación
de
los
verdaderos culpables (tales, las causas Nros. 3198 y 3491
resueltas en el pasado año por la Sala I y Nros. 5374 y 386
resueltas en el corriente año por esta Sala).
2.- En lo que respecta al planteo de nulidad de las
declaraciones indagatorias, cierto es que el eficaz ejercicio
de
la
defensa
material
del
reo
requiere
un
preciso
conocimiento de su parte sobre los específicos segmentos de
su conducta que serán objeto de un eventual reproche judicial
y que en dichas declaraciones, las generalidades impregnan
muchas de las preguntas con las que fueron indagados. Pero a
su vez, las respuestas de los incusos revelan que pudieron
contestar y defender sus respectivas posturas como ajenas a
cualquier tipo de responsabilidad personal, jugando aquellas
vaguedades a su favor en función de la inocencia que se les
debe reconocer como garantía superior frente a los medios
probatorios que no logren conmoverla.
3.- Solución cuyo acierto se aprecia con mayor
claridad en la falta de exhibición para su reconocimiento por
los reos de los documentos de figuración en autos, habida
cuenta que una importante cantidad del material ideológico,
gráfico
y
de
videograbación,
que
conforma
hoy
la
masa
documental pretendidamente cargosa, fue agregado a la causa
por terceras personas como perteneciente al grupo y de su uso
corriente
(fs.
904,
908,
911
y
919/984
del
presente
-declaraciones de Dupuy, Padilla, Berry y Priebe-, así como
fs. 915/959, 1605/1619 y 1784/1785 del expte. de Mercedes
-10-
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-declaraciones de Lauce y Priebe-); quedando por ende, sujeta
al
relativo
valor
indiciario
que
dimana
de
su
propia
condición originaria.
4.- Tampoco las serias observaciones con las que
los defensores objetaron los autos de procesamiento y prisión
preventiva,
al
descalifican
entender
como
que
adolecen
resoluciones
de
vicios
judiciales
que
válidas
los
-sin
perjuicio del mérito que de ellos hará luego el Tribunal-,
conducen sin más trámite a su nulificación. En efecto, muchas
de
las
omisiones
que
instancia, mediante la
exhiben
quedarán
salvadas
en
esta
valoración de la prueba reunida como
antecedente de su dictado, tornándose por ello inapropiado el
aplicar a tales actos la máxima sanción procesal que sólo
corresponde discernir como último recurso.
5.- Quizás donde mayor acierto tengan los agravios
opuestos a la instrucción sumarial, sea en cuanto ponen en
tela de juicio el decisivo alcance comprometedor que se le
pretende dar a los elementos secuestrados. Pues, por un lado,
las actas que recogen las circunstancias que rodearon los
respectivos
procedimientos,
no
en
todos
los
casos
individualizan correctamente el material, al hacer referencia
genérica
a
la
incautación
de:
"tres
baúles
conteniendo
abundante bibliografía donde consta la historia e iniciación
de
la
actividad
seudorreligiosa,
además
se
procede
al
secuestro de trescientos videocasetes del tema referido,
además
-11-
varios
casetes
con
temas
del
mismo
tenor
a
lo
anteriormente apuntado. Que también de las habitaciones y en
forma separada distintos libros de temas similares a los
descriptos"
(fs.
1117
vta.,
Acceso
a
Panamericana,
Km.
47,5-"La Herencia", Pdo. de Pilar); o al secuestro de "...dos
baúles con material de interés a analizar" (fs. 1207 vta.,
Remedios de Escalada 1020, Hurlingham); así como a "otra
carpeta color marrón conteniendo documentación varia; un baúl
de
madera
varios
y
forrado
con
bibliografía
cuerina,
varia
conteniendo
referida
a
videocasetes
la
secta
de
mención..., un valijín conteniendo películas diapositivas
varias,
otra
valija
color
negro
de
cuerina
conteniendo
casetes varios..." -sin dejar constancia de su ensobrado o
franjado a fin de preservar su identidad- (fs. 1235 vta.,
Güemes 2262 y Zapiola 2127 de San Miguel).
Por otro lado, la mención relativa al hallazgo de
300 videocasetes en la finca "La Herencia"(fs. 1117 vta.), no
se corresponde con los 251 videocasetes exhibidos, entre
otros intervinientes, al testigo José María Bagao (ver fs.
250 de las ratificaciones que corren por cuerda, según fueran
recogidas en actuaciones de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires); del mismo modo, que en el acta del secuestro
realizado en Bernardo de Irigoyen 1180/82 de Vicente López,
aparecen comisados 16 videos (fs. 1158 vta.), en tanto que al
testigo René Mendoza le fueron exhibidos solamente 12 (fs.
195 de las referidas actuaciones acollaradas).
Todo ello, sin desmedro de que también es baja la
credibilidad
-12-
que
se
le
puede
asignar
a
esta
serie
de
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ratificaciones sucesivas calcadas unas de otras, con la sola
modificación de los tramos inherentes a los datos personales
de cada testigo y cuyo preciso contenido individualizador de
los documentos, cartas, libros, disquetes, afiches, etc., es
de suponer que sería de imposible recordación por quienes los
habrían visto por primera vez entre 13 y 28 días antes y, sin
embargo, los describen con una precisión y unanimidad dignas
de
una
programación
computada
antes
que
de
una
memoria
humana.
6.- De todos modos y en tren de dar respuesta a la
defensa, ya que por tales motivos descalificó la validez de
las actas que recogen las referidas diligencias, corresponde
señalar que las nulidades deben interpretarse con un criterio
absolutamente restringido, porque, tratándose de la máxima
sanción procesal con la que se priva de efectos jurídicos al
acto que se tiene por viciado, su aplicación sólo corresponde
como último recurso. Y en tanto la ausencia de una detallada
descripción de los efectos de marras no afecta la validez
extrínseca de las actas cuestionadas, no cabe anularlas; sin
perjuicio del valor probatorio que se les otorgue a los
elementos secuestrados al resolver en definitiva.7.- En cambio, es inexplicable y adquiere singular
gravedad la investigación que llevó adelante el "a quo"
respecto de la familia Robb-Rambur, porque, sin que pudiera
mediar la comisión de un ilícito, utilizó medios compulsivos
para determinar si los cinco hijos del matrimonio lo eran
-13-
realmente de su padre o por el contrario, eran el fruto de
relaciones
adulterinas
intromisión
en
el
mantenidas
ámbito
de
por
privacidad
la
mujer.
de
las
Esta
personas
utilizando incluso la coacción estatal para investigar hechos
que, a lo sumo, constituyen conductas moralmente criticables,
roza el abuso de autoridad de no representar la ignorancia de
claras disposiciones legales.
En efecto, no obra en autos ninguna constancia que
permitiera siquiera dudar de la legítima relación matrimonial
que une a Robert Eldrich Robb con Kay Susanne Rambur de Robb
(fs. 2387/2410). Ni de que, estando casados, ésta última dio
a luz el 10/06/78, a quien su padre inscribió poco tiempo
después como Kristy Angelique Robb (hoy cuenta con 15 años de
edad); el 27/03/81, nace la segunda hija del matrimonio y es
igualmente inscripta como Mercy Milagros Robb (hoy cuenta con
12 años de edad); el 12/02/83 nace la tercera hija, a la que
anotan como Becky Faith Robb (hoy tiene 10 años de edad); el
13/05/85, da a luz su primer hijo varón y lo inscriben como
Michael Hersey Robb (hoy alcanza la edad de 8 años); y el
31/12/86
nace
la
última
hija
del
matrimonio
que
fuera
inscripta como Ana María Robb (hoy está por cumplir los 7
años de edad). Sin embargo, ante una mención testimonial de
quien dijo conocer que los padres convivían con un tercero y
de resultas de lo cual "no todos los hijos del matrimonio
Robb eran hijos de ellos" (fs. 1878), el sr. Juez de grado
dispuso
extraerle
sangre
a
todo
el
grupo
familiar,
por
entender que la prueba de histocompatibilidad que ordenara
-14-
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constituye un "objeto procesal de la presente causa" (fs.
1886 vta.). De ello dio noticia al sr. Defensor Oficial en su
carácter de Asesor de Menores, quien, sin dejar constancia de
haber mantenido en ningún momento una entrevista con el fin
de recabar la opinión de alguno de sus pupilos, se remitió a
prestar conformidad con lo resuelto respecto de los cinco
niños (fs. 1890).
Huelga
consignar
que
tan
grave
decisión
del
magistrado, se vincula con su posterior dictado del procesamiento de los padres por considerarlos "prima facie"
autores de los delitos de alteración del estado civil de un
menor de 10 años y falsificación ideológica de documentos
destinados a acreditar la identidad de las personas (arts.
55, 139 inc. 2? y 293 en función del 292, segundo párrafo, del
Código Penal).
En principio, se actuó con apresuramiento al pasar
por alto la circunstancia de que todos los nacimientos y sus
registros se operaron en el exterior y en razón de ello, muy
poco es lo que se puede decir sobre la pretendida alteración
y falsedad, antes de recoger en autos la forma en que las
correspondientes leyes extranjeras regulan los respectivos
regímenes de filiación y de autenticidad documental. Pero lo
primario y realmente grave, es que la conducta imputada no es
para nuestro régimen jurídico otra cosa que el legítimo ejercicio de un derecho y el cumplimiento de una obligación
-15-
legal, y como tal, nunca pudo ser considerada un delito
(arts. 243, 245 y 246 del Código Civil; arts. 1, 28 y 30 del
decreto-ley 8204/63 y art. 37 inc. a) de la ley 17.671
modificado por ley 20.974; art. 4 de la 23.511 y art. 19 de
la
Constitución
Nacional).
Ello
así,
porque
una
de
las
presunciones más antiguas de que se tenga memoria es la de
que el hijo dado a luz por una mujer casada tiene como padre
a su marido. Lo cual se deriva del rol fundamental que en
nuestra sociedad se le reconoce a la familia legítima y del
respeto que se le otorga a las decisiones privadas, por el
efecto estabilizador que ellas tienen en las esferas íntimas
de responsabilidad (cf. Zannoni, Derecho de Familia, Ed.
Astrea -Bs. As.-, 1981, T? II-323/324). Por manera que, ni siquiera es menester vincular el "sub judice" al clásico caso
de la peinadora que tantos afanes de maternidad tenía y se
hizo cargo de una niña recién nacida para darle su nombre y
sus ahorros a la hora del fallecimiento; aquél en el que la
infante también fue inscripta "sin el propósito de causar
perjuicio", pero que, el haber sido concebida fuera del
matrimonio,
determinó
la
condena
del
Tribunal;
con
la
vehemente disconformidad del maestro Jiménez de Asúa, por
entender que era inocente en virtud de la teoría de la
justificación supralegal, argumentando que "en todas aquellas
ocasiones en que una perfecta probanza acredite que el acto
típico es conforme con las normas de cultura (que haya
internalizado
-16-
el
autor,
agregaríamos
nosotros),
debe
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
Poder Judicial de
la Nación
reconocerse
la
juridicidad
del
mismo"
(ver
"Tratado
de
Derecho Penal", T? IV-683).
Aquí, en cambio, tratamos un supuesto en el que, la
legitimación activa para interponer el desconocimiento de la
paternidad
les
fue
reservada
por
el
legislador
en
exclusividad al marido y al hijo, (art. 259 del C.C.) y no se
entiende cómo se podría mantener tal clausura e impedir su
indagación por cualquier otra persona, si se vializa la misma
acción pero con carácter público en sede penal. Además,
tratándose de un derecho directamente supeditado al principio
de autonomía personal y estrechamente vinculado al concepto
de dignidad humana, es uno de los llamados "personalísimos"
que impiden cualquier ingerencia ajena a fin de preservar la
intimidad, la honra y la reputación de las personas (cf. art.
11 del Pacto de San José de Costa Rica y art. 9 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires). Y como tal, no
es dable entender que el
impúber
esté
representante legal del menor
autorizado
a
ejercerlo
en
cualquier
circunstancia. Por el contrario, es tal la trascendencia que
tiene
para
el
hijo
el
decidir
la
determinación
de
su
verdadera filiación, que es menester reservarle -a partir de
reconocer su condición de sujeto de derecho, en consonancia
con lo preceptuado por la Convención sobre los Derechos del
Niño-, la posibilidad de promover la acción recién cuando
tenga
capacidad
de
discernimiento
(art.
921
del
Código
Civil); por analogía con la normativa del art. 285 del código
-17-
citado, en cuanto
faculta a los menores adultos a demandar
a sus padres "por sus propios intereses" (porque recién
entonces tendrán la aptitud suficiente para distinguir lo
bueno de lo malo, lo justo de lo injusto y lo conveniente de
lo inconveniente, en el decir de Llambías, Código Civil
Anotado, T?I-944 y 948; Bossert-Zannoni, "Regulación Legal de
la Filiación y la Patria Potestad", pags. 303/304). De no ser
así y por el efecto de la cosa juzgada, quien aparece como
beneficiario de la norma, podría llegar a verse vulnerado
definitivamente en sus más íntimos intereses.
También es del caso señalar, que la situación
planteada
es
absolutamente
diferente
a
la
de
los
niños
nacidos en cautiverio durante el gobierno militar, ya que sin
estar anotados en el Registro Civil, fueron objeto de un
secuestro ilegal y entregados a terceros para ser inscriptos
como propios. En relación con lo cual, cabe avalar que se
otorgue favorable acogida a la presentación hecha por la
presidenta de "Abuelas de Plaza de Mayo" (fs. 2314/15), en la
medida
que
explicita
la
pretensión
de
verificar
la
compatibilidad sanguínea entre los niños que se encuentran
dispuestos y los familiares de quienes sufrieron aquellas
lamentables consecuencias. No es ello lo que acontece en el
"sub judice", ya que el estudio ordenado se dirigió a establecer sin ningún interés legítimo que lo respaldase, el
eventual nacimiento de los cinco menores fuera del matrimonio
Robb-Rambur como si en verdad los hubieran sustraído. Razón
-18-
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Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
por la cual, en lugar de estar siendo ayudados a conocer su
origen biológico con el fin de brindarles "...la asistencia
y
la
protección
apropiadas
con
miras
a
restablecer
rápidamente su identidad" (art. 8, punto 2, de la Convención
citada), "inaudita parte" se los ha colocado en el camino de
privarlos del estado civil que ya están gozando.
Desde otro ángulo de mira, sería "insanablemente
absurdo por contradicción, que una acción legítima (conforme
al Derecho a través de cualquiera de sus ramas) ejecutada por
quien
tiene
'derecho
a
obrar'
como
obró,
resultara
contemporáneamente antijurídica (contraria al Derecho), e
incluso sometida a una sanción penal" (cfr. Frías Caballero
en "Teoría del Delito", pág. 266).
De modo que, comprobado como está que no se cuenta
con ningún indicio en autos de que se haya alterado un estado
civil preexistente y que, por el contrario, sólo se sabe que
los
emplazamientos
de
hijos
legítimos
en
cuestión
se
obtuvieron "ministerio legis", se verifica en este caso una
evidente ausencia de antijuricidad -o de tipo si se lo
entiende integrado por aquélla-. Lo cual pone de manifiesto
el inicio de una investigación ilegal en violación de claras
disposiciones
de
orden
público,
que
por
sí
misma
ha
comprometido la estructura jurídica familiar sin potestad
jurisdiccional. Por ende, tratándose de un gravísimo vicio de
procedimiento lesionante del principio de legalidad (art. 18
de la Carta Magna), la invalidez de todo lo actuado al
-19-
respecto
será
declarada
de
oficio.
Debiendo
revocarse,
consecuentemente, la parte respectiva del auto asegurativo
dictado a fs. 2259 en relación a los esposos Robb-Rambur y en
orden a los delitos de alteración del estado civil de un
menor de diez años y falsedad ideológica de documento público
destinado
a
acreditar
la
identidad
de
las
personas,
en
concurso real.
V.- DE LOS ANTECEDENTES.
1.- Cuando se ingresa al examen puntual de las
imputaciones genéricas dirigidas contra quienes integran el
grupo religioso que desarrolla su actividad en nuestro país
bajo la denominación de Hermandad Cristiana de Comunidades
Misioneras Independientes "La Familia" y que se ubican a sí
mismos
como
una
derivación
parcial
de
la
asociación
denominada hasta hace unos quince años "Los Niños de Dios
Internacional", se advierte de inmediato que básicamente
recalan -más allá de que carezcan de precisión en cuanto a la
verificación fáctica de sus requisitos dogmáticos-, en el
mismo encuadre jurídico al que se recurrió para iniciar el
27/10/89 la causa N? 81 del mismo Juzgado Federal N? 1 de San
Isidro, por una denuncia de corrupción de menores adosada a
la presunción de que en sus domicilios se infringían diversas
normas contenidas en la ley de estupefacientes. También en
aquella
-20-
ocasión
se
procedió
como
primera
medida
al
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
Poder Judicial de
la Nación
allanamiento
de
organización,
los
al
domicilios
secuestro
conocidos
del
de
abundante
la
mentada
material
bibliográfico, audiovisual y fílmico que fuera hallado en las
viviendas y a la detención de once personas adultas que
fueron
sometidas
al
proceso
(fs.
1/52).
Pero
con
dos
significativas diferencias: a) se mantuvo a los niños en sus
casas sin alterar su cotidianeidad -partiendo del prudente
criterio de que podían estar siendo víctimas de un delito,
pero no por ello debían serlo de su investigación- y se los
colocó de inmediato bajo la protección judicial mediante la
custodia directa de la Delegación Norte del Ministerio de
Acción Social de la Provincia de Buenos Aires, al dársele
intervención al Tribunal de Menores N? 1 para que ejerciera
su función tuitiva, en tanto se practicaban los informes
médico-psicológicos y su titular podía tomar contacto con los
pequeños en su habitat natural (Causa N? 17142 en la que se
arribó a la conclusión de que se encontraban "en un medio
apto para el desarrollo físico y moral"); y b) oportunamente
-el
11/01/90-,
el
entonces
Juez
Federal
dictó
el
sobreseimiento por los delitos relacionados con la ley de
drogas y decretó su incompetencia, derivando la investigación
relacionada con el artículo 125 del Código Penal al Juzgado
en lo Criminal N? 1 (Causa N? 34269, en la que también se asumió un temperamento expectante -el 23/05/90- hasta que esta
resolución
debió
adquirir
un
carácter
definitivo
por
aplicación del art. 384 del Código Procesal Penal de la
-21-
Provincia de Buenos Aires).
2.- A escasos meses de estos sucesos -el 19/12/90-,
se dedujo la denuncia ante el Juzgado de Menores de Mercedes
(Causa N? 32202), en representación de la madre de cuatro
niños que habían desaparecido y que ella dejara a cargo de su
concubino antes de tener que partir hacia su país de origen
para tratarse una enfermedad terminal. El sr. Juez de la
causa,
tras
propiciar
la
intervención
del
Servicio
de
Inteligencia de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires con el
fin de buscar a los cuatro menores Frouman, obtuvo como
resultado parcial la presentación de dos de ellos (ver las
fs. 1454/1458 del citado expediente) y mantuvo la averiguación del paradero de los otros dos, presumiendo su retención
en alguna de las residencias del referido grupo "La Familia"
que pensaba ubicadas en Mar del Plata (idem fs. 17/8, 211,
521 y 980), San Isidro, (fs. 347/51), Salta, Tucumán y Jujuy
(fs. 385 vta.), Florida, Vicente López, Pilar y Capilla del
Señor (fs. 395, 398, 405, 419 vta. y 460), Hurlingham, (fs.
431), Bahía Blanca (fs. 490/504 y 839/842), Rosario (fs.
507/518 y 523/552) y Capital Federal (fs. 592).
Motivo por el cual, recabó información sobre el
estado de las diversas causas judiciales abiertas en los
últimos años para investigar las denuncias sobre presuntos
delitos que se habrían perpetrado contra la honestidad y la
libertad de los niños que residían en las viviendas de la
comunidad -salvo de los mencionados Juzgados provinciales en
-22-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
lo Criminal y de Menores del Departamento Judicial de San
Isidro y del también aludido Juzgado Federal N? 1 de San
Isidro (esta causa N? 81/89)-, recibiendo por respuesta las
respectivas constancias legajales, de donde se desprende que:
en la causa tramitada en el Juzgado Federal N? 1 de Bahía
Blanca con el expediente N? 386/89, se dictó el sobreseimiento
total
y
provisorio
respecto
de
los
cuatro
procesados,
ordenándose el archivo de las actuaciones el 23/5/90 (fs.
3185 del ppal.); la causa N? 2531/89 del Tribunal de Menores
N? 2 de Bahía Blanca, se halla paralizada desde el 18/12/90
por una averiguación de paradero (fs. 613/692); en la causa
N? 23.147 del Juzgado de Instrucción N? 31 de la Capital
Federal, se dictó el sobreseimiento provisional el 14/08/92
(fs. 693/800); la causa abierta por el Juzgado de Menores de
Córdoba fue archivada al "no constatarse que los menores que
habitaban
el
inmueble
(donde
se
llevó
a
cabo
el
procedimiento) estuvieran en una situación de peligro físico
o moral" (fs. 2000 del expte. ppal.); la causa N? 3512 del
Juzgado de Menores de Mar del Plata, tiene un último proveído
fechado
el
3/05/89
por
averiguación
1008/1121); en la causa N?
de
paradero
(fs.
1959 del Juzgado Federal de
Comodoro Rivadavia, se dictó el sobreseimiento el 18/12/90
sin
haberse
procesado
a
persona
alguna
(fs.
144
del
respectivo expte. que corre por cuerda fotocopiado); la causa
-23-
N? 35401 del Juzgado en lo Penal N? 2 de Mar del Plata se
encuentra en trámite (fs. 1209); y en la causa que tramitara
por ante el Juzgado en lo Penal de Faltas de la ciudad de
Rosario (fs. 1193/1207), se impuso a los dieciséis procesados
una pena de 30 días de arresto y el pago de multa de 6 JUS
por incumplimiento de los mandatos legales, negocios no
autorizados y explotación de la credibilidad pública, en
concurso real (Expte. N? 2858/92 que corre por cuerda en 600
fojas fotocopiadas).
De allí en más, la investigación mercedina tomó un
sesgo inicialmente imprevisto y se propició su ampliación,
siempre en el ámbito del mismo juzgado tutelar, con la
incorporación del muy extenso aporte testimonial de cinco
ex-integrantes de "La Familia" (fs. 915/44, 957, 1604/08,
1617/19,
1642/51,
1741/71,
1772/82,
1784/85,
1831/64
y
1926/27) y documental (fs. 26/93, 99/131, 153/86, 231/80,
364/74, 915/44 y 975/77; se trata de Oscar E. Lauce, Richard
A. Dupuy, Miriam F. Padilla, Edward Priebe y Abigail J.
Berry), que ilustraron sobre las actividades ilícitas que
vendrían realizando desde hace 20 años en el país y en el
exterior los miembros de ese grupo religioso, configurando
una inusual asociación ilícita que en tan dilatado lapso
viene cometiendo los delitos de violación, estupro, abuso
deshonesto, corrupción y ocultación de menores, promoción y
facilitación de la prostitución, defraudación, reducción a
-24-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
servidumbre, privación ilegal de la libertad y falsificación
documental. Lo cual, puso de manifiesto el manejo por dicho
magistrado de una materialidad cuya jurisdicción le era
ajena, determinándolo a declinar su competencia al respecto
en favor del juzgado de mayores que pudiera corresponder. Sin
embargo, y a pesar de que fueron incorporadas por Secretaría
las fotocopias de las causas respectivas (fs. 1445 vta.), en
lugar de diferir sus propias actuaciones al citado Juzgado en
lo Criminal N? 1 de San Isidro que resolviera la denuncia por
los
hechos
semejantes
desgajados
definitivamente
de
la
presente causa, o al que por turno correspondía en caso de
entenderse que se trataba de hechos nuevos, inexplicablemente
aludió a "insistir con la intervención del señor Juez Federal
con asiento en la ciudad de San Isidro, Dr. Roberto José
Marquevich y sin perjuicio de la competencia definitiva" (fs.
901 del presente), le remitió los diez cuerpos al que alcanzó
engrosar su propio expediente, con otros dos acollarados (fs.
1246 vta.).
VI. DE LAS PRUEBAS.
1.- Así las cosas, el "a quo" convocó a testimoniar
a los mentados ex-miembros de "Los Niños de Dios" o de "La
Familia" -según fuera la designación del movimiento en la
época o el lugar del orbe en el que militaron cuando lo
integraban-, brindando en cada caso una repetición abreviada
de sus dichos anteriores; referidos algunos, al accionar del
-25-
que habrían tomado parte ellos mismos en el exterior o en
nuestro país.
2.- El primero en declarar fue Richard Alan Dupuy
(fs. 904/907), quien relató que su ingreso se produjo durante
su juventud "hippie" cuando fue fundado un grupo con el
nombre "La Revolución de Jesús", asumiendo poco después la
labor de "pionero" para fundar nuevos centros en varios
países
de
Latinoamérica
hasta
el
año
1978
-vino
como
encargado a la Argentina en 1974/75-, ya que en aquel año fue
desplazado debido a la profunda reestructuración que hubo en
el
movimiento
y
pasó
a
desempeñarse
en
el
trabajo
de
hotelería durante tres años; volviendo a reingresar a la
secta
en
1981.
Actualmente
se
encuentra
fuera
de
la
organización junto con uno de sus hijos, no así su hija de 22
años de edad y la tercera de 18 años que estaría con su madre
en México. Explicó que él tenía una noción muy idealizada del
grupo y no veía mal que se abusara de los niños y se los
violara, así como que se practicara la técnica de captación
denominada "Flearty Fishing". En su opinión, "La gente que
milita en la secta lo hace libremente. Sin embargo, una vez
dentro,
están
ordenados
por
sus
superiores
a
realizar
determinadas tareas que no les era libre dejar de cumplir".
Luego de referir su trabajo en distintos países del mundo y
la forma en que son controlados los adeptos por su máximo
líder -a quien tuvo oportunidad de conocer hace muchos años-,
aclaró que personalmente no tiene conocimiento de la comisión
de
-26-
delitos
en
nuestro
país.
Y
finalmente,
aludió
al
Poder Judicial de
la Nación
sectarismo
que
campea
entre
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
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Sala II-Reg. n?
sus
integrantes
contra
los
judíos, los negros y los indígenas australianos, aunque "le
resulta
curioso
el
hecho
de
que
habrá
en
la
secta
aproximadamente unos 10 o 12 negros"; reiterando que no le
consta ningún caso concreto de abuso sexual en la Argentina.
3.- Miriam Faith Padilla "es la primera vez que se
encuentra
en
el
país"
(fs.
908/910),
por
ello
su
pormenorizado relato del infernal paso por la secta que le
tocó vivir desde que nació en Costa Rica en el año 1973 hasta
que sus padres salieron de ella en el año 1991, se refiere a
períodos en los que estuvo en España, Grecia, India, México,
Inglaterra y Hungría.
4.- En cambio, Abigaíl Julia Berry viajó desde los
E.E.U.U. donde reside actualmente (fs. 911/913, 1041/1044 y
1299/1300),
pero
desde
pequeña
estuvo
afincada
en
la
Argentina junto a su madre Patricia Margaret Adams y a su
hermano
Isaac
Rubén.
Su
relato
abarca
un
extenso
lapso
transcurrido dentro de la organización hasta el año 1991 y
las circunstancias en las que se fugó porque nunca se le dio
la oportunidad de hacer otra vida que no fuera la que se le
impuso.
Desde
que
eran
muy
chicos
los
adoctrinaron
sexualmente de una forma muy lujuriosa y pervertida, ya que
siempre tuvo acceso al material sexual explícito y aberrante;
-27-
ella con los otros chicos podían observar cómo las mujeres
salían a la calle a practicar el "FF" -así denominan a la
prostitución dirigida a captar gente con poder para que les
debieran favores- y cuando regresaban a fin de entregarle "al
pastor"
todo
lo
obtenido.
La
organización
tiene
como
fundamento que no existe la propiedad privada y se reparten
en colonias de 100 a 150 personas, las mujeres siempre deben
estar
dispuestas
a
tener
relaciones
con
quien
el
líder
ordene, rompiendo todo lazo afectivo con sus parientes dado
que entre ellos mismos forman una gran familia. Los menores
generalmente eran separados de sus padres a los 12 años y los
castigos físicos y tormentos eran normales, siendo que a los
adolescentes
que
presentaban
problemas
de
conducta
los
amenazaban con enviarlos a un campo de reformatorio. La
seguridad para que los miembros del grupo no se escaparan,
consistía en controlarlos con "perros, alarmas, reflectores
de luz y guardias con bastones y balas de goma. Ante un
eventual allanamiento se encuentran entrenados para huir al
escuchar la clave, salvo un reducido grupo de personas que
saben lo que tienen que decir". "La discriminación racial era
con
los
judíos
y
negros",
siendo
la
intención
de
la
organización "llegar a ser los amos del mundo". A instancias
de Susana Clara Borowik fue violada cuando tenía 13 años por
el líder Manuel José Sabatasso (extremo sobre el cual, nada
le fue preguntado a la nombrada Borowik en su indagatoria);
también fue violada por el hermano mayor de este último y en
otra ocasión, la obligaron a dormir toda una noche con un
-28-
Poder Judicial de
la Nación
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Sala II-Reg. n?
líder llamado Juan Fonta. Una cosa similar también le ocurrió
a Sara Bechard. Después de la prohibición de 1987 que limitó
los juegos sexuales de adultos con menores, igual continuaron
los
bailes
eróticos
entre
adolescentes
con
poca
ropa
interior. También se filmaban y exhibían videos con actos
sexuales
explícitos
que
luego
se
destruían
para
no
comprometer al grupo. Por la educación que recibían no tenían
posibilidad
de
elegir
ni
de
negarse
a
tener
relaciones
sexuales. En una oportunidad tuvo una infección muy grave por
la falta de prevención de parte de los miembros de la secta
que confundían su enfermedad con un maleficio del diablo y a
raíz de ello le tuvieron que extirpar las trompas de falopio,
destacando que Clara Borowik tenía un poder sobre la declarante y la sacó del Hospital Cetrángolo de Vicente López
prematuramente y se le infectaron los puntos de la herida,
debiendo ser reintegrada nuevamente de urgencia. Refiere esto
porque en la secta siempre que uno está enfermo se le ordena
que rece, porque si recurre al médico hay una falta de fe;
por lo tanto, para la declarante es sabido que ha muerto
mucha gente por falta de atención. Luego de la operación fue
al Hogar de Pilar y su tarea en la cocina consistió en la
atención de entre 100 y 150 chicos, para lo cual la ayudaban
otros jóvenes de 13 y 14 años. La situación de presión que
venía sufriendo "ya que debía cambiar de una vez por todas y
confesar sus pecados", hizo que se comunicara telefónicamente
con un "pez" de su madre llamado Asad, que en una oportunidad
-29-
le había ofrecido ayuda para salir de la secta, conseguir su
documentación personal y viajar hacia los Estados Unidos para
residir con sus parientes. Sin embargo, el nombrado la obligó
a convivir con él en un departamento durante más de un año
para tener relaciones sexuales. Hacia fines de diciembre de
1991 fueron juntos de vacaciones a San Martín de los Andes y
al retornar a Buenos Aires apeló a su misericordia. La llevó
a entrevistar a José Baamonde, quien presidía la Fundación
SPES (Servicio para el Esclarecimiento en Sectas), a fin de
realizar un tratamiento. De ahí que, en un viaje que hizo
hacia
Buenos
Aires
con
este
propósito,
aprovechó
para
conectarse con la embajada de Estados Unidos e hizo la
denuncia penal en su contra, formándose la causa judicial que
tramitó ante el Juzgado en lo Criminal de Instrucción N? 31
de la Capital Federal, en la que fue sobreseído.
5.- Edward Priebe es otro ciudadano extranjero que
declaró merced a encontrarse transitoriamente en el país (fs.
914/918), siendo que su relato se extiende desde su ingreso
a "Los Niños de Dios" en el año 1971 (quiso encontrar un modo
de servir a Dios y se unió a los "hippies" que se volvieron
cristianos), habiendo llegado a conocer su organización y el
ilícito accionar de la misma en diversos países del mundo,
incluso la participación de David Berg -con quien convivió
durante 8 meses- en un alzamiento militar de extrema derecha
contra
el
gobierno
democrático
filipino.
Mas
no
aportó
ninguna referencia concreta de alguna actividad realizada en
-30-
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
la Argentina.
6.- Oscar Eduardo Lauce declaró en dos ocasiones
(fs. 1002/3 y 1325/1326), recordando que "entró a la secta
por amor a Dios y por una vida de servicio" a los 13 años de
edad y que salió a los 23 años al darse "cuenta a lo largo
del tiempo que se convertía en una pesadilla debido a que se
le
marcaban
horarios,
se
controlaban
las
salidas
y
se
obligaba a memorizar versículos de la Biblia y las cartas de
"Mo" o "Moisés David". Mientras estuvo en la secta fue
viviendo los cambios de las distintas doctrinas, primero fue
una de amor libre a la que se incorporó la prostitución sacra
(FF o pesca con coqueteo) y por último se introdujo el tema
de los niños, incentivando a los padres para que aquellos tuvieran relaciones sexuales; precisamente, muchas personas se
escaparon por no estar de acuerdo con las reformas que se
iban realizando a la doctrina. Otra de las reformas fue la
aplicación de castigos corporales, ya que "si el niño no se
somete por amor se lo debe someter por el temor". Es muy raro
que dentro de la secta se mantenga una familia biológica
unida a lo largo de los años, "sino que siempre se separa a
los chicos de los padres para garantizar que en caso de que
alguno de los progenitores abandone la secta, no se pueda
llevar consigo a sus hijos". El dicente se casó cinco veces
y cumplió funciones de líder como pastor en el Hogar de
Rosario; conociendo que se utilizan miembros que ocupan
cargos importantes para conseguir nuevos adeptos y posiciones
-31-
de poder. De Mario Torres sabe que abusó sexualmente y violó
a mujeres menores -además de haberlo humillado públicamente
mediante "abuso de autoridad"- (el nombrado Torres tampoco
fue interrogado por estos atentados sexuales).
7.- Tras los primeros testimonios de estas cinco
personas
y
lo
declarado
por
el
oficial
de
inteligencia
policial provincial Com. Insp. Elpidio Hugo Gabutti (fs.
995), quien facilitó las direcciones de los hogares de "La
Familia" en la zona noroeste del Gran Buenos Aires para
ubicar allí a los Frouman (fs. 996)-, el sr. Juez de grado
entendió procedente librar sendas órdenes de allanamiento
respecto
de
diez
inmuebles
con
el
genérico
objeto
de
"proceder al secuestro de todo elemento de interés y a la
detención de quienes resulten responsables por el delito de
asociación
ilícita".
procedimientos
Sin
realizados
embargo,
durante
la
ninguno
noche
de
del
los
1?
de
septiembre de 1993 sirvió para encontrar a los dos menores
buscados y en cuatro de ellos -los llevados a cabo en Valle
Grande N? 1444 de Florida (fs. 1177), en Ombú N? 859 de Don
Torcuato
(fs.
1181),
en
las
cercanías
de
la
fábrica
"Suavegóm" sita en Capilla del Señor (fs. 1195) y en la calle
Paraná N? 662, piso 4? de Capital Federal (fs. 1218)-, sus
resultados fueron negativos por la ausencia de ocupantes, por
estar
alquilados
a
terceras
personas
ajenas
al
grupo
religioso en cuestión o porque, a la postre se estableció que
la titular del inmueble era ajena a los delitos por los que
-32-
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
resultó procesada (fs. 2268 vta.).
8.- En el practicado en la finca "La Herencia" de
el Km. 47,5 del Acceso Panamericana en el Partido de Pilar
con la presencia del Secretario del Juzgado Dr. Jorge Sica
(fs. 1116/18), "...se encuentran afiches, libros y videos de
contenido religioso"; luego se identificaron a todos los
moradores y 74 menores con algunas madres fueron alojados en
dependencias del Consejo Nacional del Menor y la Familia.
Posteriormente (fs. 1128), el Comisario Inspector Juan Carlos
Rebollo que estuvo a cargo de la diligencia, mantuvo por
orden del Juez la detención de Nelson Alcides Gómez, Eduardo
José Blanco Díaz y Juan Carlos Cavazza, en tanto recibía la
declaración testimonial de los demás prevenidos. Es así que
Bernie Adam Edson (fs. 1134), Enrique A. Lacuesta (fs. 1136),
Eduardo D. Medvedovsky (fs. 1138), Jorge César Filipi (fs.
1140), Gustavo J. Alcoba (fs. 1142), Alejandro A. González
(fs. 1144), Fernando González (fs. 1146), Alejandro Cruz
Cedillo (fs. 1148), Gustavo A. Fabiani (fs. 1150), Bruse M.
Gudworthz (fs. 1152) y Garballo Daluz Nelson (fs. 1154), a su
turno, explicaron los motivos altruístas por los cuales
identificaron su vocación religiosa y decidieron canalizarla
en "La Familia" por compartir las bondades del tipo de vida
que llevan desde hace varios años; refirieron las tareas de
cocina,
jardinería,
mantenimiento,
etc.
que
cada
uno
desempeñaba en la finca allanada, donde casi todos vivían con
-33-
sus respectivas esposas e hijos; aludieron a la secuencia
diaria que comienza en la mañana temprano con el desayuno y
las oraciones, el cumplimiento de sus tareas y la escolaridad
de los niños hasta el mediodía que los convoca para el
almuerzo, sigue con el descanso, el deporte, las labores o la
salida de quienes dan testimonio de la Palabra de Dios, y el
reencuentro al final de la tarde para cenar y retirarse cada
grupo familiar a fin de compartir cuentos, ver videos o
transmitir historias de la Biblia antes de dormir. Coincidieron en que cada uno de los hogares es independiente con
autonomía en su organización; en que por la actividad que
realizan son responsables todos los mayores de cada lugar,
porque adoptan las distintas decisiones en forma general o a
través de un consejo que eligen periódicamente; en que la
educación que imparten es completa y formal con todos los
grados existentes en una escuela normal, incluyéndose la
orientación religiosa y la lectura de la Biblia; y en que las
fiestas que realizan habitualmente las comparten con los
niños, específicamente son de cumpleaños o comuniones. En la
secta no existe ninguna organización jerárquica porque se
manejan por medio de un consejo de hogar.
9.- El allanamiento del inmueble sito en Bernardo
de
Irigoyen
N?
1180
de
la
localidad
de
Florida
con
la
intervención del prosecretario del Juzgado Dr. Pedro Rebollo
(fs. 1158/61), derivó en la detención de su encargado Jesse
Jude Mara previa clausura de la finca, en la disposición de
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Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
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22 menores en dependencias del citado organismo de protección
y en la remisión a la sede policial de otros seis ocupantes
mayores a fin de recibirles testimonio (Esperanza Sosa Castro
a fs. 1165, Salomón Weiler a fs. 1167, Teresa Flaniguen
Olivera a fs. 1169, Héctor Musante a fs. 1171, Shake Natan
Pigus a fs. 1173 y Darius Hopper a fs. 1175), quienes aclararon la tarea misional, así como la específica de carácter
laboral que realizaban en el lugar -salvo la tercera, quien
se
encontraba
pernoctando
por
algunos
días
debido
al
casamiento de su hija y se remitió a responder que en ningún
momento vió alguna actitud extraña de los adeptos a la
religión cuestionada- y en general, todos ellos se expidieron
en términos semejantes a los anteriores testigos en cuanto al
régimen
de
festejaban,
vida
la
que
llevaban,
distribución
de
los
acontecimientos
funciones
y
la
que
forma
de
conducción rotativa y electiva con la que se organizaban.
10.- De resultas del allanamiento llevado a cabo en
la calle J. Buschiazzo N? 1630 de la localidad de Don Torcuato
(fs. 1184/90), se dispuso de seis menores y fueron detenidos
Susana
Clara
Borowik,
Rafael
Martínez
González,
Roberto
Martinetto, Robert Eldrich Robb, Alejandro Emilio Trevisán,
Mark Steven Jacobs, Mario Roberto Torres, Alice Sophia Dow y
Douglas Andrew Mickle; aunque posteriormente este último fue
puesto en libertad a fin de recibirle declaración testimonial
(fs. 1192 vta./1193), ocasión en la que explicó su labor de
profesor de varias materias y que también aporta su concurso
-35-
en el jardín y en la granja de la comunidad, a la cual
ingresó porque le atrajeron sus principios bíblicos, así como
también la forma de vida en cooperación y ayuda que se
brindan unos a los otros.
11.- De las ocho personas mayores ocupantes del
inmueble sito en la calle Remedios de Escalada N? 1020 de la
localidad de Hurlingham (fs. 1206), fueron procesados Lorenzo
Montes García y Flor Bojorquez, -esta última posteriormente
al advertirse su don de liderazgo-, se dispuso de dieciséis
menores y solamente a dos de los liberados se les tomó
declaración testimonial (Diego E. F. González a fs. 1212 y
Fernando J. Albornoz a fs. 1214), los que también refirieron
su respectivo estado civil, la cantidad de hijos, sus ocupaciones cotidianas, su identificación con la obra misional
cristiana por la que ingresaron a la hermandad, la modalidad
de la enseñanza, el tipo de vida y la organización autónoma
con la que se manejaban.
12.- Finalmente, a raíz de los allanamientos de las
viviendas ubicadas en las calles Güemes N? 2262 y Zapiola N?
2127 de la Ciudad de San Miguel, cuyos desarrollos fueron
volcados al acta agregada a fs. 1234/36, se detuvo a Daniel
Martial Charrie, Kay Susanne Rambur, Daniel Armando Moreno,
Jurgan Heinz Grothaus y Joel Steven Martin, disponiéndose la
remisión de los menores a algún instituto dependiente del
Consejo Nacional del Menor, tras clausurar el lugar sin
adoptar ningún temperamento respecto de las otras personas
-36-
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Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
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mayores que allí se encontraban.
13.- Todos estos antecedentes son los que propiciaron la decisión judicial de proseguir "con la instrucción
del
sumario
con
noticia
fiscal",
así
como
la
imposición de su secreto y el consiguiente llamado a prestar
declaración
indagatoria
a
los
diecisiete
procesados
que
habían sido detenidos hasta ese momento (fs. 1245). Después
de
darles
a
conocer
que
se
les
imputaba
los
"delitos
previstos y reprimidos por los arts. 119, 125, 140, 142, inc.
1?, 142 bis, segundo párrafo, inc. 1? y 146 del Código Penal
y art. 3? de la ley 23.592", les fueron dirigidas a cada uno
de ellos una sucesión de preguntas relativas a la función del
deponente en la comunidad, la escala jerárquica que rige en
ella y en quién recae su liderazgo en nuestro país y en el
exterior, el origen de los recursos económicos de que disponen, si se castiga física o psicológicamente a los menores y
si conocían del ocultamiento de alguno, qué pasaba con ellos
cuando sus padres se retiraban de la comunidad y quiénes eran
sus tutores, o si sabían de la ocurrencia de violaciones en
su
ámbito,
cuál
era
el
horario
habitual
de
un
día
de
actividades y cómo se llevaba a cabo la educación de los
niños, si se podían recibir visitas, si existe identidad
entre "Los Niños de Dios" y "La Familia", cómo consideraban
y practicaban el sexo dentro y fuera de la comunidad, cómo
trataban las enfermedades y si aceptan el suministro de
medicamentos, si propician el matrimonio entre menores y si
-37-
tienen una identificación especial para los integrantes del
grupo
religioso,
además
de
si
realizaban
algún
tipo
de
discriminación racial, religiosa o de otro tipo.
Con
sus
particularidades
y
aclaraciones
espe-
cíficas, todos los indagados coincidieron al explicar las
respectivas tareas inherentes al funcionamiento comunal y a
la labor misional que realizaban, en que, más allá del rol
pastoral que le reconocían a David Berg, se manejaban con un
consejo integrado por tres o cuatro miembros de elección
trimestral en cada hogar, a fin de decidir las cuestiones de
cierta importancia que fueran apareciendo; en que algunos de
ellos
recibían
familiares,
ayuda
periódica
afrontando
los
o
circunstancial
gastos
regulares
de
con
sus
las
donaciones y las ventas de posters, casetes y videos a las
personas
que
contactaban
con
motivo
de
su
continua
divulgación del Evangelio; al tiempo que rechazaron todo tipo
de maltrato a sus niños, a quienes los educaban en los
propios hogares por las mayores facilidades de estudio que
tenían para ello, con los integrantes mayores capacitados en
cada materia que los preparaban para dar los exámenes libres
y, fundamentalmente, apelando al amor y a la conversación o
a
lo
sumo
recurriendo
a
pequeñas
reprimendas;
negaron
enfáticamente que se hubiera cometido la violación de alguien
u ocultado a algún menor reclamado por sus padres, siendo
que, generalmente, viven con ellos salvo los contados casos
-38-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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en que transitoriamente no ocurre y los progenitores designan
ante escribano público un tutor de su confianza; recrearon un
día habitual de los niños con su comienzo a las 7.00 hs. de
cada mañana, a fin de desayunar y dedicar la siguiente hora
a la lectura de un texto bíblico, para luego cumplir con su
asistencia a la actividad escolar con intervalos de recreo
hasta el mediodía, antes de pasar a almorzar y dedicarle una
hora al descanso, a los juegos o al deporte, tomar una
pequeña merienda aproximadamente a las 15.30 hs. y retornar
a las tareas educativas que se interrumpen hacia el fin de la
tarde, momento en el que se reúnen con sus padres con el fin
de compartir aproximadamente otra hora y prepararse para la
cena a eso de las 19.00 hs., con un final del día en tertulia
o viendo videos hasta que se retiran a dormir entre las 20.30
hs. y las 22.00 hs. según el caso; coincidieron también en
que los temas sexuales tienen una connotación normal, incluso
últimamente han tomado un sesgo algo conservador, ya que
generalmente
los
jóvenes
tienen
su
primera
experiencia
después del matrimonio o a lo sumo, entre los 18 y los 21
años, edad a partir de la cual se casan salvo situaciones
excepcionales,
estando
totalmente
prohibido
mantener
relaciones entre adultos y menores bajo pena de excomunión,
así como con personas ajenas a la comunidad porque están
decididos a que no ingrese el S.I.D.A. en ella; todos ellos
retrotrayeron al pasado la práctica por los mayores de la
llamada "pesca con coqueteo", la cual cayó completamente en
-39-
desuso a partir del año 1987; ubicaron la vigencia de la
vieja estructura de "Los Niños de Dios" en el decenio que finalizó en 1978, año en que se produjo una profunda reestructuración del movimiento por las prácticas anómalas que
afectaron el funcionamiento de la organización y debido a los
abusos en que incurrieron algunos líderes, siendo unívocos al
remarcar
la
bondad
de
la
independencia
comunitaria
que
mantienen desde entonces en cada hogar de "La Familia", en la
que permanecieron apenas una cuarta parte de los antiguos
miembros;
en
cuanto
al
tratamiento
de
las
enfermedades
señalaron su recurrencia al médico y la utilización de los
remedios que les indique el facultativo, sin perjuicio de
manifestar algunos de ellos su preferencia por la moderación
en
el
consumo
de
específicos
debido
a
sus
componentes
químicos; en general reciben la visita de amigos y familiares
y no tienen inconveniente alguno en salir hacia el exterior
de cada una de sus viviendas cuando lo necesitan; rechazaron
que
se
practicara
en
la
comunidad
algún
tipo
de
dis-
criminación racial, religiosa o de otra índole, afirmando que
les preocupa la atención de los minusválidos; y finalizaron
con la generalizada convicción de la injustificada crueldad
de que dieron muestra las autoridades en el allanamiento de
sus pacíficas viviendas a altas horas de la madrugada y con
gran despliegue de personal policial y armamento, lo cual es
considerado como una muestra de la persecución religiosa de
la que se sienten víctimas.
La detención de Flor de María Esperanza Bojorquez
-40-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
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Carranza, a raíz de un llamado telefónico del sr. Presidente
del Consejo Nacional del Menor y la Familia dando a conocer
que esta mujer exhibía innegables dotes de liderazgo entre el
grupo alojado en el Instituto Alvear (fs. 1880), determinó
que se le tomara declaración indagatoria a fs. 2049/50, sin
que sus términos variasen la tónica y el alcance de las
respuestas que brindaron el resto de los co-procesados.
Situación que se repitió con el tardío procesamiento recaído
con las mismas imputaciones sobre Mario Roberto Torres (fs.
2051/52) y Alice Sophia Dow (fs. 2053/54). Asimismo, al ser
requeridos
nuevamente
para
ampliar
sus
respectivas
declaraciones, todos los encausados se negaron a ello por
advertir en la conducta del juzgador una enemistad manifiesta
y
sentir
que
eran
objeto
de
persecución
religiosa
(fs.
2064/2081).
14.-
Al
ser
convocadas
para
declarar
testimo-
nialmente Enda Hernández de Weiler, Érica Reyna Cedillio
Maclendon, Amor Emily Archibald, Sara Salem Bechard, Raquel
Roberts,
Flor
Moraes
Drumond
e
India
Rose
Hopper
(fs.
2122/2132), así como las menores Dulcinea Jacobs, Jeanne
D'arc Moraes Drumond, Thomás Michael Roberts y Linda A. Edson
al solo efecto de la información sumaria (fs. 2133/2136),
también se manifestaron en términos semejantes en cuanto a
que no deseaban imponer sus ideas a nadie, por el contrario,
les gusta ayudar a quienes los necesitan, especialmente a los
jóvenes
-41-
con
problemas
de
drogadicción
y
alcoholismo,
desconocen que en alguno de los hogares de la comunidad
alguien hubiere sufrido algún tipo de agresión psíquica o
física, negando que hubieran sido personalmente víctimas de
algún abuso sexual o haber escuchado que alguien lo haya
sufrido, entendiendo que quien cometa un abuso de cualquier
tipo sería separado del grupo, siendo que en la comunidad no
se hacen orgías, desconocen que se practique el "FF", más
allá que consideren que el sexo es bueno y ha sido creado por
Dios, que los matrimonios entre menores solamente se realizan
con
el
consentimiento
de
sus
padres
y
normalmente
las
relaciones íntimas se mantienen con la pareja de cada uno,
que reciben las visitas de sus amigos y parientes y que cada
miembro
de
la
comunidad
se
identifica
por
su
documento
nacional de identidad según la forma en que se lo extiende el
país de donde proviene; negando que haya entre ellos algún
tipo de discriminación racial o religiosa.
15.ex-integrantes
Otros
del
testimonios
grupo
de
religioso
cargo
"La
vertidos
Familia",
por
fueron
recogidos al deponer Guillermo Armando Barberis (fs. 1825),
Pablo Luis Romonone (fs. 1828) y Alicia Siglia Díaz (fs.
2141), sin cambiar el panorama incriminante diseñado por los
primeros.
Los cuales se completaron con el listado de las
empresas y la descripción de los productos que éstas habrían
donado a título de colaboración, según aparece glosado a fs.
2200/2211, para conformar el plexo probatorio colectado en
sustento
-42-
del
auto
de
prisión
preventiva
que
viene
en
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apelación.
VII. DE LA VALORACIÓN PROBATORIA
1.- Lo que primero convoca la atención del Tribunal
tras el puntual repaso de las constancias legajales que se
desgranan a partir del inusual operativo nocturno desplegado
el 1? de septiembre próximo pasado, es la innecesariedad de
su aparatosa factura si es que se realizó con el propósito de
ubicar a los dos menores cuya búsqueda fuera requerida por el
Juez tutelar de Mercedes, quien presumía su ocultamiento en
alguno de los diez inmuebles allanados. Conmueve también la
total falta de discreción del procedimiento policial al ser
manejado sin la obligada reserva que imponía la incursión en
ámbitos familiares con gran cantidad de niños (ley 20.056),
habida cuenta que su amplia cobertura periodística desde el
ingreso
mismo
a
los
hogares,
irrogó
la
irremediable
afectación de ámbitos privados amparados por la protección
legal
y
el
desmadre
de
informaciones
que
llegaron
a
atribuirles al Juez y al Fiscal de la causa comentarios de
inocultable contenido ideológico o adelantamiento de juicios
sobre la suerte procesal de los prevenidos.
Paradójicamente y aunque es evidente que desde un
comienzo se procedió en línea con la idea de reactualizar la
investigación
competencia
provincial
procedimientos
-43-
resignada
se
tres
años
(también
iniciaron
a
antes
en
raíz
a
favor
aquella
de
las
de
ocasión
tareas
la
los
de
inteligencia efectuadas por la respectiva División General de
la Policía de la Provincia de Buenos Aires y se incautaron
decenas de videos, libros religiosos, volúmenes con las
cartas de "Moisés David", etc.), igual se colocó a la defensa
ante
la
valla
infranqueable
de
un
innecesario
secreto
sumarial y no se facilitó la participación de los peritos de
parte, al tiempo de examinar a los menores dispuestos en los
institutos oficiales (art. 336 C.P.M.P.). Asimismo, se le
otorgó
carácter
excluyente
de
cualquier
otra
evaluación
psicodiagnóstica, a la que habría de efectuar una profesional
y su equipo dependiente del Consejo del Menor y la Familia
-cuando la imputación central en ciernes sobre los procesados
radicaba en corromper a los niños que tenían a cargo-, al
tiempo que se circunscribió al personal policial provincial
y a otra funcionaria nacional, la autorización para acceder
a la documentación secuestrada (fs. 1245/vta.). Tan fue ello
así, que ni los detenidos pudieron tomar conocimiento de ese
material
para
ser
debidamente
indagados
en
cuanto
al
contenido de los textos, gráficos o audiovisuales; lo que fue
sindicado
posteriormente
provenientes
de
adoctrinamiento
sede
y
por
las
referidas
administrativa,
evidencia
de
la
especialistas
como
actividad
fuente
de
corruptora
desarrollada con los menores.
Tal modo de actuar ha configurado un uso arbitrario
del
poder
penal,
racionalidad
defensa
-44-
en
al
desplazar
inherente
juicio
que
a
la
es,
el
proceso
fundamental
precisamente,
del
marco
garantía
la
que
de
de
la
torna
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operativa a todas las demás (conf. Julio Maier en "Derecho
Procesal Penal Argentino", T? 1b, págs. 304 y 312; idem en
"Sobre la Libertad del Imputado", pág. 164). Repárese en que
la limitación temporal de tal derecho, además de improcedente
en las apuntadas circunstancias de reactivación de un trámite
previamente paralizado, resultó desde un principio totalmente
inoperante frente a un cuadro de situación en el que todos
los sospechosos ya habían sido detenidos, y puestas bajo el
amparo judicial el centenar y medio de presuntas víctimas,
con una gran masa documental colocada a buen recaudo en sede
policial y hasta con las viviendas que les servían de cobijo
a los terceros ajenos a las imputaciones, clausuradas con
consigna policial como si también integraran el cuerpo del
delito.
Este panorama, como se verá, no sólo debilitó sin
beneficio alguno para la investigación el mismo "corpus
probatorium"
colectado,
sino
que
se
visualiza
cual
una
anacrónica pervivencia del más severo sistema inquisitivo,
aquél en el que se consideraba "brujas" o "herejes" a quienes
sólo se convocaba para que confesasen sus pecados; se ha
afectado así el derecho de los imputados a ser oídos con
conocimiento de causa, quienes por ello no pudieron ejercer
debidamente su defensa material y oponer en tiempo útil las
pruebas que hicieran a su descargo, para que también exista
la opción de definir a su favor la situación procesal en la
que fueron involucrados (Cfr. Clariá Olmedo en "Derecho
-45-
Procesal Penal", T? II-ptos. 575/577; idem, arts. 73, 197 y
297
del
CPPN,
en
cuanto
garantizan
la
posibilidad
del
imputado a ser oido desde la prevencion policial). Se trata
de una omisión por demás importante, porque en un adecuado
procedimiento de colección de pruebas se hubiera permitido a
los
encausados
intervenir
con
idóneos
de
parte
en
las
peritaciones médicas y psicológicas a realizarse, evitando
futuras nulidades y asegurando la mayor cantidad de opiniones
cientificas; ademas de personalizar las conductas ilícitas
que en concreto correspondía dirigirle a cada uno. Asimismo
ellos, individualmente, hubieran podido indicar su adhesión
o rechazo a uno u otro material escrito, ya que su exégesis
pasó
a
constituirse
fundamentación
a
la
en
un
que
altísimo
recurrieron
porcentaje
los
de
la
especialistas
convocados con fines de asesoramiento; o explicar, en su
caso, la interpretación que le acuerdan en la actualidad a su
polémico contenido, después de haber sido escritos entre diez
y veinte años antes en la mayoría de los casos. También se
les
habría
posibilitado
explicar
la
aplicación
práctica
actual que hacen de los atrabilarios textos que ha venido
emitiendo el mentor espiritual del movimiento -disolución y
recreación organizativa mediante-, con una muy sugestiva
adaptación
a
los
tiempos
que
van
signando
los
cambios
políticos, culturales y sociales del planeta en tan dilatado
lapso.
Sin que alcance a mellar la importancia procesal
-46-
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de este requisito liminar para el cabal ejercicio de la
defensa material, la incrédula mención fiscal que exhibe como
prueba de la continuidad doctrinaria y ejecutiva de "Los
Niños de Dios Internacional" en su sucesora "La Familia" y de
la adhesión de sus actuales fieles a los postulados iniciales
de aquella asociación, la sobrevivencia del mismo líder en el
pináculo del trípode que la conduce. Puesto que se trata de
un argumento totalmente insubstancial en un mundo que nos
está mostrando mutaciones mucho más espectaculares, sin que
se conozca la menor autocrítica respecto de lo que se estuvo
predicando y haciendo durante las décadas anteriores, incluso
por quienes otrora encabezaron movimientos que hicieron de la
metodología cruenta de sus acólitos la razón de existencia y
hoy aparecen como la esperanza de sus pueblos en pos de la
solución pacífica de sus dramáticos problemas vinculados
desde hace más de 40 años a la obtención de un territorio
para consolidar su identidad nacional. De todos modos, no se
trata de uno o más argumentos incompartidos, ni de que el
Ministerio Público mengüe su formal vocación por atender el
interés de la sociedad, sino de que asuma este papel en toda
su extensión; porque no deja de ser preocupante que hayan
pasado inadvertidas al control de legalidad un rosario de
falencias instructorias, a la luz de que el funcionamiento
del sistema penal "en Argentina está teñido de brutalidad,
plagado de sanciones y situaciones aflictivas desmedidas, con
desbordes autoritarios en todo su desarrollo, sobre todo los
-47-
instantes iniciales de la investigación, donde funcionan
restringidamente
actitudes
las
inhumanas
garantías
(cfr.
y
es
frecuente
Carlos
A.
Chiara
verificar
Diaz
en
"La
Operatividad del Sistema Penal vigente y nuestra tarea", rev.
E.D. del 6/7/93).
2.- Siguiendo este orden de ideas, no nos parece
atinado sumarnos a la utilización peyorativa -impropia, por
otra parte, en los escritos judiciales-, de los términos
"secta" o "grupo seudo-religioso" que impregnan las opiniones
de
los
testigos
de
cargo,
los
múltiples
informes
de
inteligencia policial y los de las fundaciones y de los
peritos contratados para brindar asesoramiento en razón de
sus conocimientos adquiridos con relación a este tipo de
asociaciones. De modo que, la utilización de la primera
expresión en la presente resolución tendrá sólo el alcance
semántico que designa al "conjunto de personas que siguen una
doctrina diferente de la aceptada por la Iglesia fundadora de
una religión" (Quillet, año 1964, T? 8 - pág. 9).
Del mismo modo, no tenemos reparo en manifestar que
no compartimos muchos de los criterios básicos que inspiran
a los encartados para asumir como beneficioso para sus hijos
la decisión de excluirlos de la integración escolar con otros
niños de distinta extracción social, económica o cultural en
los
colegios
públicos
o
privados,
ni
su
formación
caracterológica sujeta a técnicas de dependencia y control
propias de las que rigen en instituciones con régimen de
-48-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
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internado o del tipo educativo con el que se impartía la
instrucción militar clásica; así como tampoco la información
sexológica indiscriminada y la liberalidad sexual con la que
se aconseja actuar ante los infantes en los escritos mencionados, ni la indiferencia con la que administran las
relaciones que hacen a la identidad parental, puesto que ésta
aparece peligrosamente difuminada en la fantasía infantil por
la
agobiante
presencia
de
la
familia
comunitaria.
Mas
entendemos que no es función de los magistrados engrosar con
juicios ideológicos el fundamento jurídico de sus decisiones,
sino la de superar el conflicto que se les somete a examen
con estricta sumisión a lo que la ley señala como conducta
prohibida, a fin de eludir el riesgo de convertirnos en
autócratas con pretensión de imponer a los conciudadanos
nuestra propia visión de lo que es correcto, ético o benéfico
como estilo de vida.
En
tal
sentido,
es
menester
consignar
que
la
solución del conflicto planteado no implica en modo alguno el
análisis de las creencias de los justiciables, toda vez que
ellas pertenecen a su fuero personal y por ende, "están sólo
reservadas
a
Dios
y
exentas
de
la
autoridad
de
los
materia
de
magistrados" (art. 19 de la C.N.).
Lo
único
que
será,
entonces,
juzgamiento, son los hechos que hayan protagonizado y sus
comportamientos en la medida que cumplan con el principio
objetivo de dañosidad social. Para ello hemos de partir, como
-49-
no podía ser de otro modo, de la premisa de que la acción con
relevancia a los fines punitivos, es la actuación y no las
ideas verbalizadas o escritas, ni los meros propósitos por
más perversos que éstos sean; tan es ello así en nuestro
sistema legal, que ni siquiera la prédica de las ideas o la
exteriorización de un pensamiento criminoso puede acarrear
una pena, si el Congreso de la Nación no la precipitó en una
norma con jerarquía típica.
De ahí que, aunque reconozcamos que las normas
jurídicas no son las únicas ni las más importantes de las que
regulan la conducta humana, sino que, por el contrario, hay
otras -éticas
o
religiosas-,
que
también
inciden
en
el
comportamiento recíproco de los hombres, ello no quita que
estemos convencidos de que no es el derecho penal el llamado
a
interferir
los
actos
humanos
que
sólo
exhiban
la
inmoralidad como pecado, así sea que podamos considerar
incurso en ello al lesbianismo, al suicidio tentado, o a la
brega por el adulterio y el incesto, etc. "Identificar el
derecho con la moral debe ser rechazado, tanto porque implica
presuponer una moral absoluta como porque conduce a una
legítimacion acrítica del orden coactivo estatal constitutivo
de una comunidad" (cfr. Hans Kelsen, "Teoría Pura del Derecho", Univ. Aut. de México, 1965).
Asimismo, pensamos que la conformidad de la gente
con las pautas morales que se estimen valiosas, se debe
conseguir a través de la persuasión y la educación, es decir,
-50-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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por
el
convencimiento
sincero
y
no
por
el
miedo
y
la
represión. En definitiva, la persuación es el único medio
para
propagar
sociedad
los
modelos
pluralista.
Amén
de
de
excelencia
que,
no
humana
en
necesariamente
una
la
opinión de la mayoría en materia de lo que es moralmente
correcto o incorrecto, es acertada; muchas veces es producto
de prejuicios o de ideas obscurantistas y, aún no siendo así,
la mayoría de la población no tiene derecho a estatuir como
deben vivir los demás (cfr. Carlos S. Nino, "Los Límites de
la Responsabilidad Penal, Astrea 1980- págs. 270 y ss). Adoptar actitudes intolerantes con exclusivo apoyo en posturas
éticas perfeccionistas, además de propender a la intrusión de
la punición penal en la esfera privada de los individuos,
abre el camino a un sigiloso autoritarismo; más aún si se
ponen cortapisas a la libertad de creer y a la posibilidad de
expresar libremente esa creencia. En modo alguno los jueces
pueden incursionar en la valoración de lo que se entiende
correcto
respecto
de
creencias
morales,
políticas
y/o
religiosas, ni interferir en su propagación a través de la
palabra. A fin de cuentas, aún desde un ángulo meramente
utilitario es deseable una amplia confrontación de las ideas
más diversas, pues no puede pasar desapercibido que en un
momento de la historia de la humanidad se pensó que era un
gran pecado, por ejemplo, la disección de cadáveres con fines
didácticos o de investigación y
luego se transformó en algo
normal e indispensable para el progreso científico; o que,
-51-
manifestarse en favor de la teoría heliocéntrica entonces
vigente era desoir las enseñanzas del "Divino Aristóteles",
motivo por el cual Galileo Galilei fue condenado a prisión en
1633.
Por otra parte, si queremos construir una sociedad
libre, aún las ideas aberrantes han de gozar de la protección
que reciben los valores sociales aceptables; es más, la
actitud que tomemos frente a ellas, puede muy bien ser un
"test" relevante para marcar nuestro nivel de tolerancia
social. Lo cual no es baladí, porque, como bien decía el Juez
Jackson al colocar la cuestión de la libertad religiosa en el
terreno de la libertad de expresión, nada menos que cuando su
país afrontaba la dramática contingencia de la Segunda Guerra
Mundial:
"...aquéllos
que
comienzan
por
eliminar
coercitivamente la disidencia, se encontrarán en poco tiempo
eliminando a los disidentes" (319, U.S., 624-1943).
Nuestra guía ha de ser, por ello, la más estricta
sumisión al requisito de la tipicidad, sin el cual desaparece
la libertad, entendido aquél como consagración dogmática del
superior principio de legalidad o de reserva, recogido con
magnífica síntesis en el Art. 19 de nuestra Carta Magna:
"Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni
privado de lo que ella no prohíbe". Tal principio, como es
sabido, ha sido diseñado operativamente cual "un sistema
discontinuo
de
ilicitudes",
en
cuyos
amplios
tramos
intersticiales reina la impunidad por tratarse de la zona
reservada a la libre actuación de las personas.
-52-
Poder Judicial de
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Y dentro de este marco, el ceñirnos con rigor a los
hechos probados, sin ceder a la tentación de sortear la
dificultad
de
su
acreditación
por
el
atajo
de
querer
sancionar la peligrosidad de quienes tengan ideas que puedan
llevarlos a cometer delitos. Estamos aquí para sancionar con
pena
sólo
la
observable,
infracción
no
aquélla
jurídica
que
realmente
fuere
producida
esperada
porque
y
la
"peligrosidad de su eventual autor genera la expectativa de
su inminente producción"; lo cual es muy semejante a la
"culpabilidad por conducta de vida" de la época nazi.
Hemos
de
guiarnos,
por
último,
siguiendo
el
principio de subsidiariedad que impone reservar la protección
penal
exclusivamente
para
aquellos
casos
en
los
que
su
necesidad se impone por el fracaso de otros medios menos
radicales de protección del bien jurídico. Es así que "...De
la amplia gama de comportamientos antijurídicos que se dan en
la realidad, el legislador selecciona conforme al principio
de intervención mínima, aquellos más intolerables y más
lesivos para los bienes jurídicos más importantes y los
amenaza
con
"Introducción
una
al
pena
(conf.
Derecho
Francisco
Penal",
pág.
Muñoz
59).
Conde
Porque,
en
"el
derecho penal deja de ser necesario para proteger a la
sociedad cuando puede conseguirse por otros medios que sean
preferibles, en cuanto son menos lesivos para los derechos
individuales" (Santiago Mir Puig, "Derecho Penal-Parte General", Barcelona, 1985, pág. 98).
-53-
3.- Limitado entonces como está el Tribunal, por la
propia naturaleza de su competencia excepcional y por la
extrema gravedad de las consecuencias personales que irrogan
los autos en recurso, nos hemos de avocar a resolver los
aspectos impostergables de los mismos, para así atender los
reclamos deducidos por la privación de la libertad que sufren
los procesados y la internación aun de más de cien niños en
los institutos de minoridad que continúan separados de sus
familiares. En tal cometido hemos de atenernos a la prueba
colectada al tiempo de dictarse los decretos cautelares y al
grado de certeza que requieren las decisiones cuestionadas,
teniendo presente la trascendente importancia y significación
de las mismas en el orden personal y familiar.
Sin perjuicio de consignar desde ya, la manifiesta
desigualdad
de
trato
procesal
impuesto
a
las
veintiuna
personas detenidas, con relación al dispensado a los otros
veinticinco adultos liberados de inmediato por la única
diferencia del aparente liderazgo atribuído a las primeras.
Tal distinción, que debería haber servido únicamente para
evaluar la gravedad del injusto, en uno y otro caso, resulta
inexplicable frente a la comprobación de que todos ellos se
encontraban pernoctando en el mismo lugar donde se habrían
cometido
los
presuntos
ilícitos
y
al
hecho
de
haberse
manifestado identificados con el mismo pensamiento religioso,
con el tratamiento educativo que les daban a los niños, con
el régimen de convivencia comunitaria defendido sin fisuras
por
-54-
considerarlo
más
satisfactorio
para
sus
respectivas
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existencias individuales y familiares, y con la eventual
asunción de funciones rotativas en los "consejos de hogar" o
en las específicas sustancialmente iguales a las de los
anteriores en orden a la atribución de responsabilidad penal,
más allá del mayor o menor aporte al proyecto común, por ser
profesores, maestros, cocineros, jardineros, talabarteros u
odontólogos.
Todas estas personas -prisioneros y liberados-,
respecto de quienes ningún médico ha puesto en duda su
capacidad
de
comprensión
de
la
realidad
y
el
gobierno
autónomo de su conducta como para dirigir sus acciones a
voluntad,
conforman
un
grupo
religioso,
vinculado
sin
evidencia jurídica de alguna amalgama coercitiva, con una
concepción de subordinación vertical y disciplina operativa
en su funcionamiento. Adhieren a una doctrina dogmática,
cuyas líneas generales se pueden establecer en función de la
lectura
de
las
"Cartas
de
Mo"
y
otras
publicaciones
semejantes que les sirven de pautas para estructurar el
estilo de vida que han adoptado; resultando oportuno destacar
que ninguno de sus integrantes registra antecedentes penales,
más allá que hubieran sido ocasionalmente vinculados junto a
otros feligreses por imputaciones idénticas a las actuales,
en juicios en los que en ningún caso se encontró mérito para
su condena. Comulgan con un credo muy particular que abreva
de una interpretación libre de los textos bíblicos, en la que
-55-
se destaca la inserción de la sexualidad sin exigencias
absolutas de fidelidad en las relaciones de pareja y como un
modo de captación de adeptos, que tiempo atrás fue proclive
a ser utilizado de
medio auxiliar para la testificación
religiosa, la obtención de aportes económicos y el apoyo
institucional. Adscriben a una escolaridad de intramuros con
marcada incidencia de sus postulados doctrinarios, a fin de
influir en sus hijos para que se dediquen a la actividad
misionera y a lo que ellos entienden como una vida dedicada
al Servicio de Dios, cumpliendo con las metas educativas
impuestas por los programas oficiales sólo con miras a rendir
los exámenes libres de las materias del ciclo primario. Por
último, actualmente financian su sostén y el pago del diezmo
a los creadores y difusores de la doctrina, con un fondo
común
formado
remesan
los
por
periódicas
familiares
de
ayudas
algunos
dinerarias
de
ellos,
que
les
por
las
eventuales actuaciones musicales a las que se prestan los
circunstanciales conjuntos que integran, la venta de posters,
casetes
y
videos
de
entretenimiento
y
propaganda
que
comercializan como parte de su actividad misional, así como
por las donaciones -principalmente en especie- de empresas de
los más diversos rubros y personas, a quienes se supone que
llegan con un mensaje de amor y servicio a la sociedad; sin
haberse recogido en autos, ninguna constancia fehaciente de
algún aporte ingresado en virtud del ejercicio de la llamada
prostitución sacra.
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VIII. DEL DELITO DE PROMOCIÓN Y FACILITACIÓN
DE LA PROSTITUCIÓN DE MENORES.
1.- En efecto, la comisión del delito de promoción
y facilitación de la prostitución de menores de edad, es una
de las imputaciones que recibe el mayor énfasis en los autos
de procesamiento y prisión preventiva. Se recurre para ello
a la literatura del movimiento distribuída por su editorial
central con sede en Suiza, por cuanto en ella se habla de la
seducción
y
del
acople
sexual
como
un
método
no
sólo
teológicamente aceptable, sino también útil para facilitar la
tarea
misional.
Agregando
el
Juez
que,
"si
bien
los
integrantes del grupo sostienen haber abandonado el 'FF' en
el año 1987, cabe destacar por la gran cantidad de material
secuestrado en los distintos allanamientos efectuados, que
dicha práctica aún sigue siendo promovida a nivel masivo por
el líder del grupo y empleada por sus miembros". En ese punto
no innova el dictamen fiscal, ya que también hace hincapié en
que "la cantidad de volúmenes incautados en cada una de las
casas-hogar... indica su uso actual y, en consecuencia, su
plena vigencia"; resultando de ello "que el ministerio más
importante
para
existencia,
el
la
organización
denominado
en
'flearty
el
transcurso
fishing'
de
(pesca
su
con
coqueteo) o comúnmente 'FF', medio por el cual llegaban a los
líderes del sistema, se practica en la actualidad ... (por)
las mujeres y también los hombres".
2.- En principio, carece de explicación lógica que
-57-
no se haya integrado el listado de preguntas dirigidas a los
reos y a la veintena de testigos cuya comparecencia se
registró
tras
finiquitar
los
allanamientos,
con
algún
interrogante que planteara directamente las modalidades y
circunstancias en las que fuera practicada la prostitución
sacra, según aparece fomentada como acto de abnegación en las
publicaciones que se difundieron dentro del movimiento en sus
diez primeros años de existencia. Y mucho más extraño resulta
que no se los haya enfrentado siquiera con los escritos y
libelos más sugestivos, aquéllos que pasaron a conformar
justamente la vertiente principal en la que abrevan tanto el
decreto cautelar como el memorial fiscal y los informes de
inteligencia y de integración psicosocial. Al menos, para que
los procesados y testigos explicaran el sentido y significado
de su guarda en los hogares del grupo, siendo como era, la
imputación fundamental que les fuera dirigida en atrayente
engarce con la previa corrupción de los menores. La incógnita
se
acrecienta
al
advertirse
que
al
momento
de
los
interrogatorios ya había transcurrido un lapso suficiente
para proceder a la clasificación del material, pues pasaron
cinco días desde su secuestro y dos meses de haberse recibido
los voluminosos antecedentes que remitió el Sr. Juez de Mercedes (fs. 337 vta.), en los que también se habían acumulado
los documentos que ilustraban el pensamiento monitor de tan
polémico ministerio, aportados por los mismos testigos de
cargo y los expertos "anti-sectas", Dres. Baamonde y Navarro,
quienes cumplen funciones de asesoramiento (ver ut supra,
-58-
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punto IV.3.- y fs. 26/93, 153/83, 231/68 y 1302/99 del expte.
N? 32.202).
3.- Por otra parte, no pasa de ser un ejercicio
dialéctico inconducente desde la óptica jurídico-penal, la
pulcra
confrontación
de
todas
las
citas
bibliográficas
atingentes al tema y que fueran reunidas con esmero por el
personal policial que cumplió el prioritario objetivo que les
fuera ordenado de proceder al indiscriminado análisis del
material colectado, aún cuando sin haber evaluado, según
correspondía,
que
la
inmensa
mayoría
de
esas
interpretaciones, comentarios y consejos datan de hace más de
quince años. Este último aspecto de la cuestión tiene pleno
sentido,
a
partir
de
las
modificaciones
doctrinarias
y
programáticas que se pudieron haber operado en tan dilatado
lapso debido a los impresionantes cambios ideológicos y
culturales acaecidos especialmente en los países centrales,
con la aparición del S.I.D.A., la llamada "Nueva Derecha", la
desintegración del así denominado "campo socialista" y la
caída del Muro del Berlín.
4.- En este sentido también, no deja de llamar
la
atención
que
después
de
tres
meses
de
permanecer
intervenidos los teléfonos de sus múltiples residencias (fs.
1133/35, 1271/73, 1601 y 1928 del expte. N? 32.202), no se
haya
logrado
conversaciones
asociar
seriamente
grabadas,
con
el
algún
tramo
ejercicio
de
de
las
dicha
prostitución, ni aparezca una posible cita, encuentro o
-59-
invitación para su práctica concreta. Es más, el control al
que fueron sometidas durante un año la entrada y salida de
personas de sus viviendas, tampoco dió pábulo a algún indicio
de su facilitación para ser utilizadas a los fines del procaz
enlace (idem, fs. 349, 351/56, 379/84, 395/400, 406/07,
421/25, 431/40, 460, 470/72, 869/75, 974, 981/997, 1536/37 y
1638/40); extremo significativo si se desea apreciar la
verosimilitud de los cargos, teniendo en cuenta que el perito
contratado para asesorar al sr. Juez de Mercedes -se trata
del sr. Héctor Walter Navarro, quien viajó a los Estados
Unidos en cumplimiento de tal cometido-, asegura que luego de
"la fecha en que supuestamente la secta derogara el 'FF', en
ella se promueve claramente la sustitución de la prostitución
callejera por el ejercicio de la misma en el propio hogar"
(fs. 3909 vta.).
5.- Además, si recurrimos al dato estadístico que
nos proporciona la comparación entre las 30 jóvenes mujeres
con
edades
que
van
desde
los
12
a
los
21
años
y
la
significativa cantidad de que 25 de ellas conserven aún el
himen intacto (no nos referimos a los veintidós varones
adultos en los que se encontró un solo indicio inespecífico,
ya que ha dejado a la tesis acusatoria huérfana de toda
lógica), se debe coincidir en que se trata de un 'ministerio'
en franca decadencia y definitivamente abandonado por los
líderes, o lo que sería mucho mejor, en que los adultos -sean
líderes o feligreses llanos-, perdieron toda influencia y son
impotentes
-60-
para
siquiera
inducir
tal
conducta
en
los
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adolescentes que conviven con ellos en los hogares allanados.
6.- De manera que la sola tenencia de aquellos
afiches,
cartas,
casetes,
videos
y
libros,
así
como
su
lectura, exhibición, debate, estudio o difusión, no lleva a
la práctica un ápice de las circunstancias fácticas del tipo
objetivo de la promoción y facilitación de la prostitución,
para cuya verificación se hubiere requerido -también teniendo
en cuenta el paso de un tiempo tan prolongado desde que la
organización existe-, cuando menos, comprobar alguno de los
elementos que hacen al funcionamiento del comercio carnal
(obtención
de
clientes,
aporte
de
locales,
adelantos
dinerarios, etc.), que es, precisamente, lo que está ausente
de
todo
el
caudal
probatorio
acopiado
en
los
presentes
actuados. De tal suerte, se revocará en el decisorio el auto
asegurativo de fs. 1979/1987 en relación al delito aquí
tratado.
IX.- DEL DELITO DE PROMOCIÓN Y FACILITACIÓN
DE LA CORRUPCIÓN DE MENORES
1.- En cuanto a la planteada corrupción de los
ciento cincuenta y siete menores que fueron derivados a los
institutos dependientes del P.E.N. y que aparece descripta
como un antecedente necesario del "flearty fishing", se
vuelve a recurrir al enfoque meramente subjetivo de que la
tenencia de un libro, carta o video es evidencia de la
adhesión de su portador a su contenido y de la puesta en
-61-
práctica de todo lo que allí se dice.
Así es como, nuevamente, la lectura de la documentación incautada es para el Sr. Juez
(fs. 2264),
"claramente demostrativa de la acción efectuada por los
encartados, esto es deformar el sentido naturalmente sano de
la sexualidad, sea por lo prematuro de su evolución ...sea
porque el sujeto pasivo llega a aceptar como normal la
depravación de la actividad sexual...".
De
este
enfoque
también
se
hizo
eco
el
señor
representante del Ministerio Público, al rematar su acápite
III) Corrupción con el siguiente párrafo: "En síntesis, se
pretendió corromper a los menores con el fin de preparlos
para que ejerzan con éxito la prostitución en su beneficio"
(fs. 2985vta.); al tiempo que transcribe abundantes citas y
referencias de las revistas, cartas y bibliografía originadas
en
"Moises
David"
y
publicadas
por
la
editorial
del
movimiento desde sus inicios a principios del decenio del
'70. Aduna además, a la genérica adhesión de sus actuales
seguidores a tales antecedentes literarios, lo afirmado por
los ex-adeptos que comparecieron a testimoniar en autos y las
afecciones
psicopáticas
informadas
como
diagnósticos
presuntivos respecto de dieciséis menores de ambos sexos por
los profesionales designados de oficio dependientes de los
institutos nacionales de internación de menores.
2.- Hemos visto ya que el uso de tales publicaciones para prostituir a los menores, habría implicado en
-62-
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los hechos el fracaso de tan perversa finalidad, habida
cuenta la apuntada estadística que revela una proporción
menor de mujeres desfloradas de la que es dable encontrar en
cualquier otro grupo social de edades semejantes. Por ello no
resulta ocioso recordar que del total de 156 menores habidos
en los hogares del grupo (71 varones y 85 mujeres), sólo se
hallaron 9 respecto de quienes se dijo inicialmente que
habían presentado rastros compatibles con presuntos abusos de
naturaleza sexual. Sin embargo, los exámenes médicos no
convalidaron siquiera esta presunción; tal como se desprende
de los estudios con resultado absolutamente negativo en lo
que aquí interesa respecto de la casi totalidad de los
menores
(ver
prescindible
fs.
1378/1574).
puntualizar,
que
De
la
todos
modos,
presencia
desgarrado en los casos de las menores Jeanne
del
es
imhimen
D'arc Moraes
Drumond -de 17 años-, Dulcinea Jacobs y Rachel Alexandra
Roberts -ambas de 16-, Sara Salem Bechard -de 20- y Emily
Archibald -de 18- (ver los informes de los forenses glosados
a fs. 1387, 1389, 1396, 1525 y 1527), no alcanza para
sustentar la concreta ocurrencia de los abusos denunciados;
más aún cuando aquellas mismas jovencitas se ocuparon de
afirmar que no habían sido abusadas de manera alguna por
otros miembros de la comunidad (ver sus testimonios a fs.
2129, 2130, 2131, 2133 y 2134). Es oportuno señalar, de todos
modos, que la relación sexual normal mantenida con una mujer
mayor de 15 años que consienta el acto, no es una conducta
-63-
que por sí sola constituya delito para la ley argentina (cfr.
S. Soler, Derecho Penal Argentino, Ed. TEA, 1967, tomo III,
pág. 322). Amén de que: "Las conductas habituales en las
niñas son: -frotamiento del clítoris por actividad manual"
(respuesta profesional sobre actividad autoerótica, glosada
a fs. 2335); y que, "...las lesiones y desgarros himenales
pueden obedecer a causas distintas de la cópula". Porque
además
de
los
realizados
accidentes,
con
los
"...los
dedos...
tocamientos
introducidos
impúdicos
con
cierta
violencia, son capaces de producir desgarros del himen" (cf.
"Medicina
Legal
y
Toxicología"
del
Dr.
J.
A.
Gisbert
Calabiug, 4ta. Ed. Salvat, Barcelona, pág. 448/9).
3.- En cuanto atañe a las niñas Linda Edson -9
años- y Pascuala Jacobs -11 años-, toca poner de resalto que
si bien la información suministrada a fs. 1394 y 1395, llevó
a sostener que la primera presentaba "himen anular" y la
segunda
el
"himen
desgarrado",
posteriormente
fue
convenientemente esclarecida por los médicos forenses quienes
señalaron: a fs. 2322, que la primera niña poseía un himen
anular, adelgazado en su espesor, sin desgarros en toda su
superficie circular, lo que fue luego confirmado mediante el
examen colposcópico; y a fs. 2324, respecto de la menor
Jacobs,
que
a
la
observación
directa
se
visualizaba
un
repliegue de la mucosa himenal que pudo ser interpreta do como
un
desgarro,
ello
no
obstante,
practicado
un
"examen
colposcópico y previo despliegue de dicha zona, se observa
-64-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
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Sala II-Reg. n?
integridad de la membrana himenal en todo su contorno ".
4.- En orden a Thomas Michael Roberts de 14 años,
se aportó a la causa el informe de fs. 1384, mediante el cual
se habría detectado una alteración ano perineal caracterizada
por el borramiento de pliegues, así como también la presencia
de un condiloma en hora 11/12. Al producirse el estudio
ampliatorio, hoy glosado a fs. 2323, los médicos forenses
consignaron que al separar ambos gluteos del menor se produce
una apertura espontánea del orificio anal, pese a lo cual se
constata una respuesta continente al formalizarse la manio bra
de contracción voluntaria del esfínter . Si nos guiamos por
esta respuesta relacionada con el "signo de la dilatación
anal refleja" al que los especialistas consideran de gran
valor en los casos de abuso sexual de niños en los que ha
habido una dilatación forzada del ano, se debería concluir en
que el examinado no fue víctima de tal agresión; ello así,
porque "un niño en el que el esfínter interno ha sido
lesionado podrá conseguir un cierre del ano mediante el
esfínter externo, pero será totalmente incapaz de mantener el
cierre" (Cfr. Gisbert Calabuig, op. cit., pág. 451). A su
vez, en la certificación producida a fs. 3675, incluida luego
en el informe practicado a fs. 3725 por la Dra. Mirta
Graciela Gryngarten de la "Fundación Becher Goldberg", se
hizo saber que los hallazgos físicos detectados en el menor
Roberts
resultaban
inespecíficos
para
determinar
que
se
hubieran originado en abuso sexual, pues tales consecuencias
-65-
también
se
suelen
enfermedades
hallar
en
dermatológicas
infecciones
anales,
o
del
intestino,
trastornos
de
la
evacuación intestinal como diarrea o constipación. En este
mismo orden de ideas es oportuno recordar la firme postura
asumida
por
el
menor
(fs.
2135)
en
cuanto
negó
categóricamente haber sido objeto de alguna agresión sexual
que
se
entendiera
compatible
con
las
secuelas
físicas
informadas por los mismos.
5.- Finalmente, entonces, la única niña que aparece
con un desgarro de himen que pudiera tener la significación
cargosa que se le atribuye, es María Amor Lidfield de 10
años, según así se ocuparon de indicar los forenses a fs.
1393; pero igualmente es dable señalar, que los médicos
reclamaron la realización de un estudio de colposcopía de
cuyos resultados eventuales no se recibió noticia en la
causa, no pudiendo descartarse que ese dictamen faltante
hubiera podido hacer variar la conclusión inicial, tal como
ocurriera en el caso de la niña Pascuala Jacobs.
6.- Por otra parte, en los legajos tutelares se han
incorporado
los
pertinentes
estudios
psicológicos
oportunamente practicados sobre los menores pertenecientes al
grupo religioso de marras. También en este aspecto, vuelve a
cobrar actualidad la misma consecuencia estadística arriba
mentada, en el sentido de que solamente una muy reducida
cantidad de niños del total ya consignado de 156, aparecerían
con
síntomas
psicopatológicos
destacables
que
podrían
señalarse con seriedad como indicativos de conflictos o
-66-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
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dificultades de naturaleza sexual. Más de la mitad de los 16
casos detallados por nuestro fiscal (fs. 2984vta./2985vta.),
se refieren a una "...conflictiva emocional a nivel corporal,
sexual o de identidad" y a "conflictos o dificultades sexuales que podrían relacionarse con la etapa evolutiva", cuya
significación
específica
no
puede
ser
la
potencialmente
deformante que el funcionario le atribuye -es decir, no se
trata de componentes de tipo obsesivo o que exterioricen un
erotismo exacerbado o una experiencia traumática-, antes
bien, pertenecen a lo esperable en individuos que atraviesan
una
etapa
etaria
con
su
organización
psico-afectiva
en
tránsito de consolidación.
7.- Pero esta consideración numérica, si se quiere
formulada a trazo grueso y como una derivación obligada de
aplicar la lógica más elemental a la correlativa imputación
genérica (en la que, a falta de otro elemento convictivo se
intenta deducir el riesgo de corromper a todos los menores,
de la problemática psíquica de algunos), no es más que un
avance en el camino de plantear la temática y su solución en
el terreno estrictamente jurídico. Porque lo que vuelve a
tomar vigencia cuando se analizan los resultados obtenidos de
urgencia como psicodiagnósticos de la población observada, es
aquella innecesaria limitación al derecho de defensa que
marginó ostensiblemente a los peritos de parte, después de
ignorar al equipo especializado de psiquiatras y psicólógos
del Cuerpo Médico Forense que normalmente utiliza la Justicia
-67-
Nacional, y privó al Tribunal de un inapreciable material de
análisis
que
le
habría
otorgado
una
mayor
capacidad
valorativa para decidir lo que en derecho hubiera podido
corresponder, en vez de tomar a pie juntillas sólo las
apreciaciones
realizadas
por
los
técnicos
que
fueran
convocados.
8.- Si pudiéramos sintetizar nuestra impresión en
pocas líneas respecto de aquellos resultados, diríamos que se
procesó la evaluación de cada estado introduciendo un "índice
de peligrosidad" extraído de las publicaciones incautadas y
de la personalidad criminosa atribuida a padres y tutores de
los
infantes
(fs.
2509/2515
y
2520/2530),
que
llevó
a
incurrir en las resaltantes falencias de los estudios que
evidencian una disposición tendenciosa en la interpretación
de los datos observables, en inconsecuencias que denotan la
falta de rigor científico de algunos diagnósticos presuntivos
que toman como hechos recogidos de la asociación entre el
examinado y su entorno, los conceptos sacados de textos
atinentes a la disciplina; y fundamentalmente, en no tener en
cuenta los efectos que naturalmente se debieron derivar de la
situación de reclusión, del alejamiento compulsivo de su
hábitat natural, de la convivencia intempestiva con extraños,
del sentimiento de sufrir una injusticia por tener a muchos
de sus padres detenidos o impotentes de poder reencontrarlos
en breve tiempo y, en fin, del cierre de los hogares que
ocupaban hasta el inicio de estas actuaciones. De no ser por
ese enfoque peligrosista, sería inexplicable el hecho de no
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haber apreciado que muchas de las reacciones examinadas
pueden
estar
reflejando
algo
distinto
de
un
síntoma
patológico grave, aunque no impliquen necesariamente una
actitud deliberada. Es conocido que aquellas ideas o modos de
ser que cuestionan nuestro sistema de creencias, entre las
que ocupan un lugar prominente las concernientes a la niñez
y la sexualidad, evocan fuertes resistencias y que éstas
llevan a quienes las sufren, a sentirse amenazados por dichas
ideas.
10.- De lo que se trata, entonces, es de poner en
sus justos límites la existencia de este grupo religioso,
porque difícilmente se pueda negar que un agrupamiento de
personas con características psicopatológicas en las que
prevalece
un
tipo
de
pensamiento
místico
con
elementos
bastante irracionales, tiene pautas de convivencia y de
crianza que producen efectos inconvenientes sobre la salud
mental
de
los
niños;
pero
esto
no
debiera
resultar
sorprendente, es justamente lo que sucede en un gran número
de hogares de nuestro país, a juzgar por las estimaciones
generalmente aceptadas que colocan en alrededor del 30 % a la
población
con
problemas
psicopatológicos
manifiestos.
Desprovistos entonces de prejuicios, comencemos por admitir
que si la observación de este agrupamiento humano arroja una
incidencia de perturbación psíquica en sus miembros, esto no
tiene porqué ser atribuido necesariamente a una convivencia
-69-
regida
por
relaciones
delictivas.
En
este
sentido,
al
analizar la psicodinámica de la práctica religiosa y remontándose a los primeros estudios de Freud sobre la materia,
los Dres. Alfred M. Freedman, Harold I. Kaplan y Benjamín J.
Sadock ("Tratado de Psiquiatría", Salvat Editores, Barcelona,
Tomo II-págs. 2798 y ss.), señalan el paralelismo de ciertas
maniobras psíquicas reguladoras que se hacen visibles en una
enfermedad mental, con las que aparecen en los individuos que
asumen
una
ferviente
religiosidad:
la
neurosis
obsesiva-compulsiva, las fobias, la depresión, la histeria,
la esquizofrenia y la paranoia, son relacionadas con la
sumisión exagerada a prohibiciones religiosas, con estados de
trance, de espiritualidad o de trascendentalismo, con una
actitud filial y dependiente dentro de una comunidad misionera o, en general, con la adopción de un modo de vida
místico. Desde este ángulo de mira, se puede decir que la
mayoría de las psicopatologías informadas por los expertos,
en principio no constituyen un patrimonio único o exclusivo
de la organización religiosa en estudio, sino que, por el
contrario podría aceptarse, al menos con un importante nivel
indiciario, que esas deficiencias se pueden detectar en otros
grupos religiosos de similar envergadura y factura; incluso
en aquéllos que preconizan la continencia en materia sexual.
11.psicológicas
Bajando
al
referenciadas
examen
por
el
de
las
memorial
evaluaciones
fiscal,
in-
sistimos, en ningún momento se tomó en cuenta cómo pudieron
haber
-70-
influido
en
los
resultados
las
adelantadas
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circunstancias
en
que
se
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efectuaron
esos
estudios:
la
reclusión forzada, la separación impuesta de miembros de la
familia y el
cuestionamiento o amenaza a su sistema de
creencias. Es evidente entonces, que la elevada incidencia
aparecida en los diagnósticos de ansiedades esquizoparanoides
(que son ansiedades de persecución), pudieron muy bien estar
originadas o bien influidas por estas reacciones de coyuntura
que no son atribuibles totalmente a la personalidad de base
de los examinados. Dado que el testeo administrado bajo
tensión
severa
y
convivencia
forzada
con
otros
grupos
humanos, provoca la producción de muchos "falsos positivos",
vale decir, la detección de presuntas anormalidades de orden
psicopatológico que no aparecerían en condiciones normales.
Por lo tanto, esto sólo obliga mínimamente a la repetición de
los estudios luego de un tiempo prudencial de restitución de
los menores a su hábitat conviviente normal.
Además, no es un detalle menor el que se haya
recurrido a formularios pre-impresos, a fin de cumplimentar
la tarea encomendada marcando con una cruz las afirmaciones
que allí se hacen mediante un listado para facilitar la
selección, pero sin efectuar ninguna acotación sobre su
historia o con escasa referencia a ella. Resultando llamativo
que no se indique el número de entrevistas realizadas y que
sólo se adjunten escasos protocolos de tests gráficos -en
algunos casos nos parece impensable que sólo de los mismos se
pueda
-71-
inferir
netamente
las
categóricas
conclusiones
diagnósticas a las que arriban los idóneos-, ya que no se
menciona si se realizó la "hora de juego" indispensable en
todo abordaje de infantes, ni si fueron utilizados los tests
de Bender para descartar organicidad de base, de HTP, de
Phillipson, de familia kinética con relato y, esencialmente,
el psicodiagnóstico de Roscharch con su tabulación para
justificar el origen de la repetición llamativa de casos con
"defensas esquizoides, disociación y megalomanía".
12.- Por otra parte, sobre la base de estudios
grupales
se
hacen
inferencias
acerca
de
estados
psicopatológicos de un nivel, que de ningún modo aparece
sustentado por lo registrado como observación. Unido a que
ciertos hechos son descriptos de manera por demás peculiar,
tal como acontece con la "insaciable necesidad de demandar"
desde
pequeñas
profesional",
cosas
conductas
materiales
que
hasta
aparecen
"información
interpretadas
como
exteriorización de una psicopatología y no como ansiedades e
inquietudes resultantes o intensificadas por la situación de
reclusión
y
desinformación
que
estaban
viviendo
los
pacientes.
Esto se puede observar en el informe psiquiátrico
que resume la secuencia observada a partir de la actitud
individual y grupal de los menores durante el allanamiento
practicado el 1/9/93 en la casa-quinta de Pilar, donde ya se
detectó
"Ideación
de
tipo
mística
y
megalomanía...
sin
conciencia de enfermedad"; continuó al día siguiente con un
grupo
-72-
de
mujeres
adolescentes
remitidas
al
Instituto
Poder Judicial de
la Nación
Inchausti,
en
el
cual,
las
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identificaciones
histéricas
descriptas por Freud, entre otros autores, como fenómenos
típicos presumiblemente normales en colegios internos de
señoritas,
siendo
interpretados
como
evidencias
de
transtornos graves. Propiciando, por fin, la incredulidad
respecto del contenido de todo el informe, las conclusiones
generales
a
las
que
se
arriba
tres
días
después,
tras
entrevistar a las niñas alojadas en el Instituto Otamendi,
quienes tuvieron una actitud inicial reticente manifestando
preocupación por sus familiares y cuestionando la persecución
religiosa de que eran objeto, para mostrarse más confiables
a medida que el clima se fue distendiendo, hasta que una de
las
menores
se
pudo
comunicar
telefónicamente
con
sus
hermanos y se pusieron eufóricas al atribuirlo a una "gracia
divina" manteniendo "las demandas permanentes y absolutas,
requiriendo respuestas rápidas, concretas y concisas": esta
vez ya se infiere "cierta potencialidad autoagresiva, con
juicio y raciocinio desviados, con pensamiento mágico, y con
ideación mística y presumiblemente deliroide". Pensamos que
un informe psiquiátrico debiera definir si la ideación es o
no es delirante por más que esto no sea siempre fácil; pero
hablar
de
un
cuerpo
de
ideas
como
semejante
a
una
sintomatología psicótica, es una afirmación que nos parece
carente de seriedad científica. Máxime cuando no tiene porqué
hablarse de elementos delirantes en lo místico, más allá de
que pueda tratarse de conductas obsesivas en personalidades
-73-
fácilmente influenciables.
Lo mismo que cuando en muchos diagnósticos (J. D.
Moraes Drumond, Teresa María Weiler, Cristina C. Mc Lendon,
Edna Hernández, Clara Bechard, Andrés Edson, B. G. Montes
Valdivia
y
Benjamín
D.
Passini
Samane),
se
habla
de
"sensación de fin de mundo", que no necesariamente es la
manifestación de un síntoma psicopatológico si los menores la
exteriorizan como asunción acrítica de ese mismo vaticinio
apocalíptico vertido en las "Cartas de MO". Con respecto a
estas falencias, una de las mayores autoridades mundiales en
el
tema
nos
pone
interpretativas
y
en
alerta
al
señalar:
la
transposición
"Las
directa
de
analogías
conceptos
psicoanalíticos, son los mayores peligros que el principiante
debiera evitar. Una fácil racionalización puede conducir a la
formulación de interpretaciones con el fin de 'demostrar'
impresiones preconcebidas " (E. Hammer, "Tests Proyectivos
Gráficos", Paidós, pág. 388).
13.-
Un
capítulo
aparte
merecen
las
"conside-
raciones sobre el 'estado peligroso', que completa el informe
referido a características de personalidad comunes en adultos
de ambos sexos pertenecientes a la comunidad "La Familia"
(fs. 2509/15). Dejando de lado ciertas perspectivas a partir
de las cuales se incurre en aseveraciones tendenciosas que no
se compadecen con la función imparcial para la cual es
designada una perito con carácter oficial y que dimanan de
sus infundadas observaciones del hábitat, las condiciones de
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vida
y
la
recreación
a
través
de
videos,
entre
otros
aspectos, se advierte un modo muy peculiar de correlacionar
"los indicadores de personalidad que aparecían con frecuencia
en
todos
los
infrecuente,
sujetos
ya
que
evaluados",
los
grupos
lo
cual
es
poblacionales
bastante
no
suelen
demostrar tan marcada uniformidad en sus conductas.
Es así que se toman siete características que se
corresponden
con
las
que
un
autor
importante
sindica
a
quienes llamó fanáticos, a saber: inteligencia, aparente
"buena
intención",
desarrollo
personas
sobrevalorado
"activas"
de
las
y/o
"pasivas",
cuestiones
propias,
tendencias expansivas e invasivas, movidas por tendencias
reivindicatorias y cambios frecuentes de residencia. Y a
renglón seguido se señala que estas personas "podrían" (sic)
llevar adelante una lucha activa por imponer sus ideas o que,
por el contrario, con la actitud de sectarios pacíficos
bregaron por la difusión de sus ideales y doctrinas". Pues
bien, como existe un gran número de agrupamientos que podrían
protagonizar
órdenes
la
misma
religiosas
dicotomía
tradicionales,
(militares,
activistas
miembros
de
de
partidos
políticos, entre otros), se nos ocurre que la disyuntiva
entre la lucha activa y el pacífico bregar debió haber
merecido un mayor o mejor esfuerzo para diferenciar a unos de
otros.
A
continuación
el
informe
une
una
aseveración
teórica de Bonnet con la observación de los rasgos per-
-75-
secutorios detectados y sin tomar en cuenta -reiteramos- las
circunstancias
de
reclusión,
separación
forzada
de
sus
parientes, sometimiento de sus niños a exámenes psicológicos
y físicos (incluidos los ginecológicos que contienen una gran
carga agresiva), concluye en que los sujetos estudiados
alcanzan la categoría de "fanáticos paranoicos". Así, de lo
que
dice
un
texto
científico
en
general,
se
deducen
conclusiones referidas a la calidad del grupo y de sus
integrantes,
a
los
que
se
considera
ahora
fanáticos
paranoicos, definición no exenta de sumo interés, pues es
sabido
que
diagnóstico
la
calidad
clínico
de
de
"paranoico"
alienación
y
se
equipara
contrasta
con
al
la
preclusión adoptada, también del eminente médico-legista,
para predicar de los casos estudiados, que se tratan de
"personalidades anormales no patológicas", es decir que no
presentaban enfermedad psiquiátrica alguna.
Se apela luego a otra definición de Bonnet en torno
de la "mitomanía" y continuando con la línea de integración
que se viene siguiendo, la perito considera a todos los
sujetos examinados -independientemente de los diagnósticos
derivables de cada uno de los peritajes individuales-, en
"fanáticos paranoicos mitomanía cos".
Y por último, como se han notado ciertas actitudes
agresivas contenidas en el grupo, tales como mirada fija y
desafiante, demanda de cosas, tensión corporal, comentarios
sobre estados de malestar emocional acompañados del "gesto de
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golpear una palma abierta con un puño cerrado", etc., la
informante recurre una vez más a la operación integradora y
determina
que
son
"fanáticos
paranoicos
mitómanos
con
agresividad conteni da".
El paso siguiente parece un salto al vacío, pues,
haciendo puente nuevamente en una frase entrecomillada de
Bonnet que denota la firme voluntad de una persona para el
logro de una meta -que fuera utilizada para describir un
aspecto
de
la
semiología
paranoica-,
la
licenciada
se
manifiesta obligada a pensar que el pase de estos individuos
con características de personalidad compatible con un cuadro
considerado anormal no patológico, a otro de pensamiento
francamente delirante y de acción agresiva propio de la
alienación
mental,
"es
sólo
una
cuestión
de
cambio
cuantitativo" (sic).
14.- Como se ve, este poco feliz diagnóstico abre
paso, en realidad, a la doctrina del estado peligroso que
pretende juzgar la aptitud de un individuo para infringir las
reglas de convivencia y lo logra por la vía de plantear un
diagnóstico de peligrosidad fundamentado en el cumplimiento
presuntivo de algunos índices extraídos tras resumir en forma
coherente las conclusiones aisladas de un libro de medicina
legal, para pasar a trasvasar en integraciones sucesivas lo
que estaba planteado como hipótesis o pregunta, hacia su conclusión peligrosista. Casi no le caben dudas a la perito de
que
-77-
todos
los
integrantes
adultos
del
grupo
están
en
condiciones personales de delinquir y se anima a vaticinar
que, de ocurrir, el accionar agresivo será de índole grupal
y
volcado
hacia
los
mismos
miembros
de
la
secta.
Son
apreciaciones que nos colocan frente a criterios que remedan
el
más
acendrado
reafirmar
siempre
con
positivismo
énfasis
culpabilidad
que
la
concreta
jurídico
y
nos
obligan
auténtica
culpabilidad
-típica-
referida
a
a
es
los
elementos propios de la figura delictiva de que se trata,
permitiéndonos la satisfacción de recordar a un ilustre
jurista que hace ya casi treinta años afirmaba: "Jamás se es
culpable gracias a un vago e impreciso propósito de perpetrar
acciones ilícitas..." (C.N.Crim. y Correc., Plenario Segura;
voto
del
Dr.
Frías
Caballero).
El
principio
de
responsabilidad por el hecho, se opone a la posibilidad de
castigar
el
carácter
o
el
modo
de
ser
y
se
encuentra
indisolublemente enlazado con el principio de legalidad y la
consiguiente exigencia de tipicidad de los delitos.
15.-
Este
cuestionamiento
a
los
procedimientos
evaluativos que acabamos de criticar, no implica que estemos
desmintiendo absolutamente las conclusiones a las que se
arribaran en cada uno de los psicodiagnósticos que integran
la nómina de los niños "con problemas" pero, innegablemente,
sustentan la razonabilidad de albergar severas dudas en
cuanto a la validez que
probatorio
decisivo
pueda serle asignada como elemento
para
decidir
el
encarcelamiento
irredimible de los encausados (art. 346 del CPMP). Máxime
cuando obra agregado un informe totalmente distinto de la
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Dra. Diana
Goldberg (fs. 3728), a cuyo respecto cabe recordar que actuó
como
panelista
en
las
Sextas
Jornadas
Nacionales
Interdisciplinarias sobre "Niño-Familia-Sociedad" realizadas
en la sede de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de
la Justicia Nacional (23, 24 y 25/11/93), con el Presidente
del Consejo del Menor y la Familia en su Comité de Honor.
Tras entrevistar a ocho de aquellas niñas internadas en el
Instituto
Garrigós,
la
nombrada
profesional
explicitó
conclusiones diametralmente opuestas a la del equipo oficial
respecto de las mismas menores ("en general los niños fueron
espontáneos,
cálidos,
inteligentes,
desenvueltos,
agradables..., signos contrarios a los que muestran los niños
abusados..."). Esa misma contradicción se repitió con los
hermanos Roberts y se extendió a sus apreciaciones de la
entrevista protagonizada por el sr. Ricardo Ciaffoni con tres
de sus hijos.
16.-
Nos
queda
por
valorar
el
testimonio
que
prestaron en la causa los ex-integrantes de la secta que, a
decir verdad, poco es lo que se puede recoger de ellos en
respaldo del criterio cargoso sostenido en el auto cautelar
respecto del delito de corrupción. Tanto sea porque su aporte
proviene de personas que nunca han estado en contacto directo
con
las
comunidades
en
las
que
convivían
los
infantes
titulares del bien jurídico presuntamente atacado, como es el
caso de los extranjeros Richard Alan Dupuy, Miriam Faith
-79-
Padilla y Edward Priebe. O bien porque la misma generalidad
en la que incurren, al no individualizar a las presuntas
víctimas ni a sus específicos victimarios, cuando recrean el
pretendido trato sexual promíscuo entre adultos y jóvenes a
lo largo de un decenio, es incompatible con el resultado de
los exámenes
médicos que detectaron una insignificante
proporción de menores con rastros atribuibles a una acción
corruptora. O finalmente, porque sus propios dichos denotan
un indisimulado afán por exagerar imprecisos recuerdos, al
punto de haber recurrido para ello a falsedades, que al
quedar indudablemente comprobadas han venido a debilitar
significativamente la credibilidad que se podría asingar a
sus declaraciones.
17.- Especialmente, se destaca con estos defectos
el testimonio de Abigail Julia Berry, quien con anterioridad
en
esta
misma
causa,
había
expresado
absolutamente
lo
contrario de lo que hoy afirma (fs. 147). Su aporte fue
además
descalificado por las referencias concretas a sus
extravíos
psicopáticos
y
la
tendencia
a
la
mendacidad
expuesta por su hermano y su madre al deponer con el carácter
de declaración jurada a fs. 2734/36 y 3552/57). También fue
desmentida
por
Sara
Bechard
Salem,
a
quien
Berry
había
sindicado como sujeto pasivo de una violación, pues al ser
preguntada al respecto, aquélla respondió "que no fue nunca
víctima de abusos sexuales (fs. 2130 vta.); por último, sus
dichos en sí mismos exhiben tramos abiertamente contradictorios con lo que se induce de la realidad con un alto grado
-80-
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Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
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de certeza.
En este sentido, ya hemos adelantado la perversa
conducta que le atribuyó a un abogado de apellido Asad, quien
la habría ayudado a huir del grupo residente en Pilar con el
infame propósito de someterla sexualmente, nada menos que
durante
un
año,
hasta
que,
paradójicamente,
este
mismo
individuo la llevó al consultorio del Lic. Baamonde para que
le brindara el tratamiento psicológico que propició luego su
liberación definitiva (ver ut supra, parágrafo VI.4.-).
También recogimos su versión del abandono del que
fue objeto ante la grave infección que sufriera por la
imputada resistencia sectaria a los tratamientos médicos y al
suministro de remedios -cuyo pedido por los fieles era visto
como una falta de fe en Dios-, habiéndose provocado por ello
el deceso de muchos adeptos. Mas, sin desmedro de la utilidad
que
tendrá
para
clarificar
totalmente
este
tópico,
el
oportuno requerimiento de su historia clínica al Hospital
Cetrángolo donde fuera atendida, puso en evidencia que su
tenebroso relato no se compadecía con la ausencia de enfermos
que indica el total de los exámenes clínicos informados a fs.
1378/1575; ni la pluralidad de muertos que denunciara por
desatención médica, tiene sentido frente a la específica
recomendación que se hace al "Equipo de Pastores del Hogar"
en la documentación reservada que acompañara al legajo la
Dirección de Inteligencia de la Policía de la Prov. de Buenos
Aires: "Orar y buscar clínicas privadas y buenos doctores que
-81-
nos atiendan, sobre todo para las mamás embarazadas y los
niños" (fs. 3285).
Y
presencia
por
de
último,
guardias
nada
semejante
armados
y
perros
a
la
aseverada
custodiando
las
viviendas del grupo para que ninguno de sus integrantes
pudiera fugar de ellas, fue hallado por los funcionarios que
practicaron el allanamiento de esas moradas, como que tampoco
fueron detectados los sótanos y pasadizos por donde deberían
haber huído -en la versión de Berry- la mayoría de sus
habitantes al advertir la llegada de la comisión policial,
tal
como
así
se
extrae
de
las
inspecciones
oculares
realizadas en los inmuebles de marras con el fin de realizar
el relevamiento planimétrico consignado a fs. 2828/42.
18.- En cuanto a la dilatada experiencia de Oscar
Eduardo Lauce dentro de la comunidad, que se extendió por
espacio de 10 años alcanzando el importante rango de "Pastor"
en el Hogar de Rosario, es de lamentar que no haya servido
para que pueda indicar con un mínimo de precisión, alguna
circunstancia inherente a los atentados sexuales que dijo
haber
presenciado
y
consentido.
Lo
máximo
que
se
puede
rescatar de su largo circunloquio, iniciado en la causa
tramitada en Mercedes (fs. 915/944, 1604/1608 y 1617/1619) y
continuado con la síntesis que aportara en la presente (ver
ut supra punto VI.6.-), es su referencia al abuso sexual y
violación de varias menores cometido por uno de los líderes
nacionales. Pero como no brindó ningún dato -ni tampoco ello
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le fue preguntado-, sobre el nombre de las víctimas, el
tiempo, el lugar o el modo con el que habría actuado el autor
de tales sucesos, sólo quedó de su discuso el magro dato de
que acompañó las 306 fotocopias de otros tantos escritos
atribuídos al "padre Mo" que aportó como "documentación".
19.- Generalidades todas que, a su turno, tampoco
abandonaron Guillermo Armando Barberis (fs. 1825) y Pablo
Ruis Romonone (fs. 1828) quienes, si bien reiteraron la
mención de las denominadas "noches románticas" en las que
participaban los mayores de 12 años, se cambiaban las parejas
y se exhibían videos eróticos -cuyo tenor no fue ubicado en
ninguno de los allanamientos de autos-, pecan de la misma
indefinición
que
las
tornan
inhábiles
para
sostener
mínimamente una imputación delictiva de tan grave naturaleza.
En cuanto a este último, si bien también aludió a la única
relación sexual que en el año 1987 observó mantener a Sophia
Dow con su hijo, cuando este tenía 5 años de edad, el juzgado
omitió luego indagar por este hecho a la nombrada (fs.
2053/2054 vta.). Sin embargo, al respecto es útil consignar
según
surge
de
su
legajo
tutelar,
que
el
niño
Martín
Francisco Torres (de él se trata), en 1987 sólo contaba con
3 años de edad y que su examen psicológico preliminar no
observa ninguna anormalidad a través de su producción gráfica
(dibujo libre), dado que señala "la existencia de recursos
internos para elaborar la conflictiva situación actual por la
que atraviesa. Buena estructuración yoica. Al momento del
-83-
examen
se
percibe
temporo-espacial
conciencia
normal,
lúcida
capacidad
de
y
ubicación
atención
y
concentración conservadas" (fs. 1).
20.- Según se deja ver, el aporte testimonial que
antecede
sólo
alcanzaría
para
aceptar
la
existencia
de
indicios que giran desconectados de las otras constancias
legajales consideradas de fundamental importancia para poder
acreditar
las
conductas
sexuales
ilícitas
que
se
dicen
desarrolladas en la comunidad denominada "La Familia". A lo
que se debe agregar, el demérito adicional que significa el
cariz militante de la conversión de todos ellos a una postura
diametralmente
antitética
a
la
que
mentienen
sus
contradictores, cuyas protestas de inocencia no pueden ser
desatendidas en los escasos dos renglones que se le dedican
en los autos recurridos (punto f.), en tanto guardan un
importante grado de correspondencia con el resultado de los
informes médicos y recibieron el respaldo masivo de los
adultos ajenos a la imputación en examen (ver ut supra,
puntos VI-8, 9, 10 y 11), así como de todos los menores que
negaron haber sido objeto de abusos sexuales y ejercido el
"F.F.", ministerio al que la mayoría de ellos dijo desconocer
(ver ut supra, punto VI-14).
21.- En consecuencia, dichos testimonios a lo sumo
podrían verificar, por su pluralidad y vinculación con la
documental que tiene su origen en la editorial matriz del
grupo, la asunción de una liberalidad manifiesta en materia
sexual como característica de las relaciones personales con
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las que se rigen los adultos. Podría aceptarse incluso, que
tal amplitud de criterio referida a las relaciones sexuales
pre y postmatrimoniales, habría sido transmitida de alguna
forma a los menores que integraban el grupo y en un lapso que
no puede ser definido actualmente por la unánime mención de
que, a más tardar en el año 1987, cambiaron el pensamiento
sobre el tema y se volvieron mucho mas restrictivos, con el
agregado de prohibir tales relaciones entre mayores y menores
bajo pena de excomunión. Pero no más, porque no sólo ha sido
imposible determinar concretamente, en qué tiempo y en qué
sitio se desarrollaron las conductas ilícitas imputadas;
menos aún ha resultado factible conocer a ciencia cierta
quiénes fueron en cada caso las víctimas de esos presuntos
abusos, ni tampoco quiénes habrían sido sus victimarios. Todo
lo cual, debe atribuirse en buena parte a las notorias
falencias del interrogatorio al que fueron sometidos los
declarantes, pues resultaba sencillo inquirir en cada caso
sobre aquellos datos que difícilmente se pueden olvidar y que
imprescindiblemente, deben reunirse en una investigación con
la que se pretende definir, ya sea por afirmación o por
exclusión,
la
hipotética
responsabilidad
penal
de
los
imputados.
22.- Desde otra perspectiva, es oportuno tener
presente que en su sentido meramente gramatical, la acción de
corromper se equipara a la de depravar y que el concepto
jurídico de corrupción debe relacionarse con el bien jurídico
-85-
protegido,
es
decir,
referencia
directa
que
de
la
la
idea
acción
se
completa
corruptora
a
la
con
la
esfera
sexual. Con este enfoque, cierto es que la corrupción podría
tener sólo un alcance psicológico y moral, pero también
ineludiblemente, si es corruptora, la acción ha de tener
potencialidad para dejar una huella profunda en el psiquísmo
de la víctima, torciendo el sentido natural y sano de la
sexualidad. Núñez coincide con este criterio ("Tratado de
Derecho Penal Argentino", Tomo IV, pág. 342), al señalar que
la depravación puramente moral de los sentimientos y de las
ideas sexuales, si bien constituye lo que gramaticalmente se
entiende por corrupción, no ingresa en el ámbito represivo de
los artículos 125 y 126 del Código material.
Asimismo, para dar contenido a los conceptos que
nos convocan en este pronunciamiento, no debe hacerse uso de
ideas
excesivamente
elevadas
de
moralidad
y
ascetismo
(Carrara, "Programma ... 2963), de manera que la acción
corruptora no debe ser entendida en comparación con un tipo
perfecto de relación sexual monogámica y casta, sino con el
parámetro de la pura relación sexual en el sentido biológico
natural. Se entiende de allí, que la acción se calificará
como corruptora en la medida en que tienda a la alteración
antinatural de las condiciones en que se realiza el acto
sexual, tanto sea por inculcarse a las víctimas el hábito de
prácticas puramente lujuriosas o depravadas, o por actuarse
en forma acusadamente prematura sobre una sexualidad no desarrollada. Criterios a los que se asocia Soler (op. cit. pág.
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311), para quien no bastan las lecturas, la exhibición de
estampas, ni las proposiciones deshonestas, ya que deben
tratarse de actos sexuales ejecutados sobre el cuerpo del
menor, o bien hechos ejecutar por éste sobre el cuerpo de
otro, o bien de actos sexuales del autor o de terceros a cuya
ejecución se hace asistir al menor. Resultando necesario
destacar que esos actos constituyen un medio preparatorio
para
ulteriores
efectivamente
acciones
cumplidas.
sexuales
Pues
que
bien,
pueden
ninguna
ser
o
no
de
estas
exigencias dogmáticas ha sido mínimamente comprobada como
efectivamente ocurrida en relación con los menores dispuestos
en autos, por lo que, en definitiva, el decisorio venido en
apelación deberá ser igualmente revocado en el aspecto aquí
tratado.
X.- DEL DELITO DE REDUCCIÓN
A SERVIDUMBRE
1.- Nuevamente los informes evacuados por las dos
licenciadas provistas por el Poder Administrador, son los que
generan en el Sr. Juez de la causa su convicción de que "la
pseudo finalidad religiosa en la constitución de la comunidad
en cuestión... implica una total sumisión de los menores a la
voluntad de los líderes (fs. 2265). Es decir, a partir de la
labor integradora realizada por las expertas y sus equipos
convocados al efecto -quienes enlazan para ello, el tipo de
convivencia grupal indicada en los libelos remitidos por la
-87-
central doctrinaria del movimiento, con la educación no
formal, los métodos y el contenido pedagógico que se les
administra a los pequeños, así como con los psicodiagnósticos
efectuados
a
los
mismos,
entre
los
que
destacan
como
"paradigma" a una menor presentada con "desmantelamiento
psíquico" implicado por su "obediencia extrema, ausencia de
pensamiento
autónomo,
pasivización,
robotización
y
automatismo"-, el magistrado obtiene el fundamento requerido
por la muy compleja modalidad con la que los encausados
habrían cometido el delito de sumisión a servidumbre (art.
140 del Código Penal), la cual carece de antecedentes en el
digesto
jurisprudencial
argentino
y
el
Tribunal
no
ha
alcanzado a saber que exista precedente alguno en el ámbito
internacional. Opinión incriminante que empalma con la propuesta del Sr. Fiscal, quien atribuye la obtención de tal
sometimiento,
a
una
novedosa
técnica
de
"reforma
del
pensamiento o lavado de cerebro", que se valdría de la
privación del sueño, una alimentación pobre a nivel proteico,
trabajos físicos agotadores, largos períodos escuchando las
grabaciones
de
"Mo",
leyendo
y
memorizando
sus
cartas,
entonando las canciones del grupo y participando de reuniones
de adoctrinamiento; así como del aislamiento y la pérdida de
contacto con el mundo exterior, a fin de privar a los menores
del intercambio con otros niños y favorecer su excesiva
dependencia a medida que llegan a la adolescencia para que
ejerzan la prostitución.
2.- No creemos útil referirnos a los testimonios de
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los ex-adeptos que afirman haber sufrido la condición servil
con la obligación de cumplir actos concretos de otro tipo;
porque lo hacen con ejemplos que le quitan toda seriedad a la
magnitud de la ofensa que dicen haber sufrido. Responder que
"...su tarea en la cocina se extendía a la atención de entre
100 y 150 chicos y para la cual la ayudaban otros jóvenes de
trece y catorce años" (fs. 1042); o que el rebajamiento de la
persona consistía en "...limpiar inodoros de casas rodantes,
cargar
los
inodoros
hasta
un
arroyo...
donde
tiraba
el
excremento..." para lavarlo posteriormente (fs. 1826 vta.),
se parece más a una distribución de funciones entre personas
que viven comunitariamente y carecen de servicio doméstico,
o a una actividad formativa de los menores por el trabajo
(art. 278 del C.C.), que a lo sumo semeja un "abuso laboral",
antes que un cambio fáctico de la condición civil de hombre
libre. Abuso que, por otra parte, es imposible inferir de la
objetiva asignación de tareas extraída precisamente del hogar
sito en Pilar (ver el legajo de actuaciones del Servicio
Especial de Investigaciones Técnicas, fs. 7), en cuya pizarra
figuran cuatro personas para ayudar al adulto encargado de la
cocina (ver las declaraciones vertidas a fs. 1138, 1142 y
1254 vta.), así como la distribución entre distintos jóvenes,
la limpieza del "living" y el "hall", la escalera y el
comedor, etc..
3.- Otro tanto habría que decir de la desnutrición
y la privación del sueño que, si bien esta vez no fueron
-89-
aludidas por ninguno de los actores del drama, pero sí
contradichas por muchos de ellos (ver ut supra, los puntos VI
- 8/11 y 13/15 con las declaraciones de los 21 procesados y
la de los 27 testigos que deponen a favor de éstos, así como
en los puntos que van del 2.- al 6.-, los dichos de los 8 que
declaran
en
su
contra),
son
tópicos
que
introducen
los
infundados asertos de los asesores técnicos. Sobre el primero
("alimentación
pobre
a
nivel
proteico"),
por
la
sola
inferencia del menú que se conoció en uno de los hogares
correspondiente al día 31/8/93 (fs. 2498) y por la admisión
acrítica que se hiciera de una información relativa a la
dieta que acostumbra regir la alimentación del grupo (fs.
2901). Sin considerar que allí se dice que los niños excluyen
el consumo de "azúcar y los hidratos de carbono", siendo que
luego se participó de una merienda con varios niños que
"tomaron
leche
con
galletas
de
agua,
queso
cremoso
y
utilizaron azúcar negra " (fs. 2902). Amén de que no parece
muy
adecuado
evaluar
el
estado
nutricional
de
un
grupo
poblacional, basándose en la observación de dos comidas, en
lugar de auscultar ese estado directamente, para saber si
están bien alimentados o guiarse por los informes de los
diversos médicos que examinaron a los menores y constataron
que presentan un buen estado clínico-físico y nutricional
(fs. 1378/1575).
4.-
La
misma
reflexión
se
debe
aplicar
a
la
aseveración sobre el escaso tiempo que les dejan para el
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descanso, con el agregado de que la contradice también el
material que ilustra sobre los "Requisitos Exigidos a los
Hogares", el cual registra "9 hs. de sueño nocturno para los
jett (menores impúberes) y 8 hs. para los adolescentes",
además de "una hora de siesta o descanso en silencio" (fs.
3896).
5.- Además sorprende la severidad con la que la
profesional describió las "condiciones del hábitat" halladas
en la casa-quinta de la localidad de Pilar (casa de caseros,
casa-escuela, casa principal de dos plantas, con 5.000 metros
cuadrados
piscina
parquizados
y
y
solarium),
arbolados,
respecto
establo
de
lo
y
caballos,
cual
concluye:
"...reproduciendo de modo total o parcial, formas de vida
que,
en
comunidades
consideradas
de
riesgo
por
haberse
ubicado en la línea de pobreza o por debajo de la misma,
llevan
a
calificarla
'NBI',
con
necesidades
básicas
insatisfechas" (fs. 2500). Cuando la sola mirada puesta en
las fotos que ilustran los chalets y su entorno (fs. 353/355,
358 y 434/437 del expte. de Mercedes), parecería indicar que
allí viven incomparablemente mejor que un vasto sector de la
población del país. Tampoco su personal observación de que:
"Los dormitorios estaban llenos de niños acostados en las
triples cuchetas, a medio vestir con las ropas del día,
cubiertos con frazadas, sin sábanas y apoyados en almohadas
sin
fundas,
....
la
cantidad
de
niños
por
dormitorio
oscilaba entre dieciseis y veinte" (fs. 2497), coincide con
-91-
la imagen captada por el personal policial del referido
Servicio de Investigaciones Técnicas (ver las actuaciones
sumariales correspondientes a la finca de Pilar, que corren
por cuerda), dado que las fotos glosadas a fs. 5 y 8/11,
muestran los dormitorios con un máximo de 6 a 9 cuchetas y
las camas con sus correspondientes sábanas y frazadas.
6.- Por último, cierto es que "los niños en edad
escolar estudian dentro de la comunidad y rinden los grados
primarios como alumnos libres..."; y que ello los "priva al
menos de un intercambio y estimulación variados..." (fs.
2906); y que es muy probable que sus respuestas no sean "...
habituales en los niños criados dentro de las pautas comunes
y corrientes de cualquier sociedad occidental" (fs. 2907).
Mas también es verdad que en estas sociedades es vivido como
significativamente valiosa "la libre elección individual de
planes de vida y la adopción de ideales de excelencia humana
(en tanto que), el Estado no debe interferir en esa elección
o adopción..." (cf. Carlos Santiago Nino en "Ética y Derechos
Humanos", Paidós 1984, pág. 135); que en el caso que nos
ocupa, la benemérita Ley 1420 de Educación Común dejó a los
padres la decisión del mejor modo de brindar educación a los
hijos; que tanto la Convención Interamericana de Derechos
Humanos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, reconocen el derecho de los padres a que sus hijos
reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo
con sus propias convicciones (arts. 12.4 y 18.4, respectivamente); que, en fin, el art. 265 del Código Civil estipula
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que los padres tienen el derecho y el deber de educar a sus
hijos, "conforme a su condición y fortuna, constituyendo uno
de los puntos fundamentales de la patria potestad (cfr.
Gowland,
Alberto
Jorge,
"Notas
a
la
Ley
23.264",
L.L.
1986-D-1162).
7.- Como síntesis de nuestro pensamiento sobre este
particular,
quizá
no
resulte
ocioso
transcribir
algunos
párrafos del fallo de la Corte Suprema estadounidense dictado
a favor del grupo religioso "Amish", en un conflicto similar,
cuyos adeptos "...rechazaban a las iglesias establecidas y
aspiraban
retornar
a
la
vida
cristiana
de
las
primeras
épocas, simple, restándole importancia al éxito material,
rechazando el espíritu competitivo y buscando aislarse a sí
mismos del mundo moderno"... "Como resultado de una herencia
común, las comunidades que pertenecen a la antigua orden de
los Amish, se caracterizan por la creencia fundamental que la
salvación
requiere
vivir
en
una
comunidad
eclesiástica,
separada y ajena del mundo y sus influencias. Este concepto
de vida alejado del mundo y sus valores es el centro de su
fe...". "El rechazo a los teléfonos, automóviles, radio y
televisión, su forma de vestirse, de hablar, sus hábitos de
trabajos manuales, sin duda los colocan al margen de gran
parte de la sociedad contemporánea...". "No puede decidirse
este caso con base en el argumento de que el requisito de
asistencia escolar hasta los 16 años se aplica de manera
uniforme a todos los ciudadanos...". "Nadie puede cuestionar
-93-
el deber que le cabe al Estado de proteger a los niños de la
ignorancia, pero este argumento no se ajusta a los hechos
revelados en autos"... "No se puede asumir que la mayoría de
hoy está 'bien' y los Amish y otros como ellos están 'mal';
una forma de vida que es original o aún errática, pero no
interfiere con derechos o intereses de terceros, no debe ser
condenada sólo porque es diferente". "Resulta claro que tal
intromisión por parte del Estado en decisiones familiares en
el
área
de
la
enseñanza
religiosa,
haría
surgir
cuestionamientos graves acerca de la libertad de culto..."
("Winconsin vs. Yoder", cit. por Jonathan Miller, María A.
Gelli y Susana Cayuso en "Constitución y Derechos Humanos",
págs. 755 y ss.).
8.- Lo que venimos diciendo nos conduce necesariamente a sostener que el cabal ejercicio de la libertad
de conciencia -de la que dimana el derecho de los padres y
tutores a que "sus hijos o pupilos reciban la educación
religiosa
o
moral
que
esté
de
acuerdo
con
sus
propias
convicciones (art. 13.3 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales), no puede ser desligado
del régimen civil que regula el reconocimiento de la patria
potestad; en el entendido de que "el ejercicio regular de un
derecho propio... no puede constituir como ilícito ningún
acto" (art. 1071 del C.C.) y que, difícilmente los padres de
los menores hayan optado por el régimen de vida, educativo,
formativo y cultural en el que crecen sus hijos con un
propósito perverso tendiente a perjudicarlos.
-94-
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De todas formas, las razones de especialidad y
prudencia que informan el principio de intervención mínima de
la justicia represiva, indican que sea fuera del ámbito penal
donde se debe comenzar por controlar el correcto ejercicio de
la autoridad paterna y materna del niño, salvo que la frontal
y evidente comisión de un delito indique una directiva en
contrario; situación que de todos modos, el Tribunal no ha
advertido
en
investigación.
los
Es
límites
de
buena
del
avance
práctica
que
que
el
lleva
hábitat,
la
la
alimentación, la corrección por el trabajo, la formación
religiosa,
la
educación
escolar,
la
obediencia
y
las
reprimendas sean, en principio, observadas desde la óptica de
su implicancia en la noción de abandono en el que incurran
los padres, o en la de dar consejos inmorales a sus hijos, o
en la de colocarlos dolosamente en peligro material o moral
(art. 307 del C.C.). De modo que sean los Magistrados de
Familia y Minoridad los que comiencen por intervenir a fin de
cumplir la indelegable función de apercibir a los padres y
tutores sobre el riesgo que corren de perder, e incluso
revoquen el pleno ejercicio de la patria potestad, a aquéllos
que hubieren ingresado a sus hijos o pupilos, o los mantengan
en
agrupamientos
que,
por
su
accionar
específico
y
su
negativa incidencia concreta y claramente comprobada, le
impidan al niño el pleno desarrollo de sus potencialidades
vitales.
9.- Reafirmamos entonces, que en el marco de esta
-95-
causa no se ha comprobado la comisión de la reducción a
servidumbre de persona alguna en ninguna de sus formas, ya
que
ni
el
estado
forzadamente
de
"deprivación"
introducido
por
vía
-que
de
una
además
fue
metodología
"integradora" utilizada sin rigor científico y con dudosa
colección
de
datos-,
tampoco
por
sí
sóla
cumpliría
los
requisitos de los tipos objetivo y subjetivo implicados por
el delito de mención. La sumisión, la obediencia extrema, la
robotización,
etc.
que
revelara
el
examen
psicológico
recogido por el "a quo" como "paradigma", no alcanza sin el
pretendido servicio laboral o carnal que en autos se ha
visualizado totalmente desprovisto de sustento; y si el niño
no es "servidor" no puede hablarse de servidumbre (cf. Carlos
Creus, Derecho Penal, T.I-286).
10.-
Asimismo,
aun
quedaría
en
pie
el
serio
problema que nos plantea el supuesto de una conciencia que
pudiéramos tener por errónea o, como se pregunta la experta
designada
con
exclusividad,
a
partir
de
deducir
que
la
comunidad "La Familia" se proyecta hacia el medio externo
enfrentando a lo que su ignoto mentor denomina "el Sistema":
"¿Aludiendo de este modo al sistema de vida occidental y/o
capitalista y/o cristiano tradicional?" (fs. 2910). Más allá
de
las
reminiscencias
no
del
todo
agradables
para
las
libertades públicas que nos traen este tipo de interrogantes,
propios
de
una
época
de
enfrentamientos
que
el
mundo
felizmente ha superado, pensamos que "la libertad de creer es
no sólo para creer aquello que se considera verdadero, sino
-96-
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la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
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293 del CP y art.3? Ley 23592"
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aquello que el sujeto cree que es verdadero. Y esto está
ínsito en la Constitución Nacional. Como bien dice Peters:
'un Estado que ha reconocido la libertad de cultos, que
tolera las distintas religiones, no puede funcionar como juez
de
lo
recto
religioso"
o
(cf.
no
recto
Edgardo
de
las
Donna
decisiones
en
"El
del
ámbito
Delincuente
por
Conciencia", Doctrina Penal, año 1989, pág. 385).
Como conclusión, corresponde dejar sin efecto la
medida cautelar en recurso dictada a fs. 1979/1987 respecto
del delito aquí tratado y en relación a los encausados.
XI.- DE LOS DELITOS DE PRIVACIÓN ILEGAL
DE LA LIBERTAD Y RETENCIÓN Y
OCULTACIÓN DE PERSONAS
1.- No ha sido particularmente claro el tratamiento
que le diera el Sr. Juez al delito de privación ilegítima de
la libertad agravada por su comisión con violencia o amenazas
o con fines religiosos o de venganza (art. 142 inc. 1? del
Código Penal), ya que nada dijo sobre la modalidad ni la
finalidad con la que adjudica genéricamente su ejecución a
los procesados. Y si bien por el contexto fáctico en el que
practicó su espectacular operativo en las viviendas del grupo
"La Familia", se debe suponer que también le atribuyó carácter
religioso
al
móvil
que
alentaba
la
interdicción
locomotiva de las presuntas víctimas, los medios utilizados
para alcanzar este objetivo se deben deducir de los dos
-97-
únicos testimonios que transcribe en apoyo de la verificación
del delito. De uno de ellos se extrae que para impedir las
fugas "...la seguridad de las viviendas era muy estricta,
caracterizándose
ésta
por
la
presencia
de
perros,
reflectores, alarmas y guardias con bastones y balas de goma
(fs. 2260 vta.). Del otro testimonio se deprende que los
menores, "...eran retirados del lado de sus padres en orden
a mantenerlos cerca en caso de que sus padres quisieran
abandonar la secta" (fs. 2261 vta.). En cuanto al primero, ya
hemos visto que se trata de una solitaria mención carente de
respaldo objetivo (ver ut supra, punto IX. 17.-); en tanto
que
el
segundo
refiere
una
dinámica
consentida
por
el
afectado que no por ello causa estado, ya que, llegado el
caso, dispone de todo un arsenal legal para resistir el
chantaje merced a su propia libertad de movimientos.
2.- Sin embargo, la cuestión se oscurece cuando el
señor Fiscal de Cámara dio por cierto que, en realidad, los
líderes utilizaban un medio inédito para someter la voluntad
de los adeptos, recordando "los relatos de Richard Alan Dupuy
(904/7) en cuanto a que una vez captada la persona se le
realiza a ella un lavado de cerebro total" (fs. 2976 vta.) y
que "Miryan Faith Padilla (fs. 908/10) manifestó que había
conocido los llamados 'campos de vencedores' en los cuales se
realiza el mayor lavado de cabeza..." (fs. 2977). Además, el
funcionario incorpora a su libelo, que el objetivo final de
los jefes del grupo "...parecería ser el acceso al poder en
forma indirecta mediante la captación de quienes lo ejercen"
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(fs. 2988), lo cual, obviamente, ni siquiera figura como tal
en la agravante seleccionada.
3.- Más confusa aún es la remisión a la figura del
Art. 142 bis, segundo apartado, inciso primero, del Código
Penal, que se formula en la parte resolutiva del decisorio
recurrido y que nuestro fiscal también acompaña sin ninguna
explicación, según aparece prevista a los fines de reprimir
la sustracción, retención y ocultación de persona, agravada
porque la víctima fuera mujer o menor de edad. Pensar que esa
referencia se relaciona con la desaparición de los hermanos
Frouman es imposible, en tanto fue un hecho que se reservó
expresamente el Sr. Juez de Menores de Mercedes; tampoco es
lícito vincularla con la mención transcripta del testigo
Lauce, porque éste aludió a una técnica de desintegración
familiar y no a la retención de alguien en concreto. Y si
sólo fuere tomada como integrando la comisión futura de
hechos indeterminados a ejecutar en caso de necesidad, tal
previsión se hallaría absorbida por el concurso real de la
asociación ilícita introducida con el alcance del Art. 210
del Código Penal al que se hará referencia mas adelante. De
todas formas, como tampoco existe absolutamente
ningún
elemento de la causa que acredite ocultación o sustracción de
persona
alguna,
se
trata
de
una
calificación
normativa
respecto de la cual se deberá revocar también el auto de
prisión preventiva que viene cuestionado.
4.- Sólo nos queda, entonces, la genérica mención
-99-
del
"a
quo"
relacionada
con
el
"...continuo
estado
de
privación de la libertad a la que son sometidas las víctimas
y la imposición por parte de los líderes del grupo a efectuar
acciones
contra
fundamento
en
su
voluntad";
"...las
así
como
testimoniales
su
consecuente
prestadas
por
los
ex-miembros del grupo, quienes relatan detalladamente el
estado en que vivían dentro de la comunidad y las peripecias
que debieron afrontar para abandonarla" (fs. 2265).
Nuevamente, no encontramos en estas declaraciones
ninguna referencia inequívoca a los impedimentos que sus
titulares
tuvieron
con
relación
a
su
libre
movimiento
corporal. En el caso de Dupuy -quien igualmente manifestó que
no "tiene conocimiento de la comisión de delitos en la
Argentina"-, porque él mismo afirmó que "la gente que milita
en la secta lo hace libremente", mas allá que diga a renglón
seguido que "...están ordenados por sus superiores a realizar
determinadas tareas, que no les era libre dejar de cumplir"
(fs. 905). Y en cuanto a la aislada versión de la señorita
Berry sobre defensas predispuestas inexistentes, sólo es
dable reiterar los motivos por los que la atribuímos a su
fantasiosa imaginación. Resultando de la explicación aportada
por
el
testigo
Lauce
sobre
las
consecuencias
de
las
modificaciones que se iban realizando a la doctrina, que
"...muchas personas de la secta se escaparon por no estar de
acuerdo con las reformas" (fs. 1200 vta.).
5.- Concretamente, no se conoce ninguna norma de
las que regulan el funcionamiento del grupo, que le hubiera
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impedido a ningún adulto abandonar por decisión propia las
viviendas y su pertenencia al movimiento; no pudiéndose tener
por tal, el registro individual de su eventual salida, del
objeto por el cual lo hace y del horario del retorno a casa.
Sería absurdo sostener que la coerción típica requerida para
la
comisión
de
este
delito
se
satisface
con
la
mera
obligación de escribir estos datos si, al mismo tiempo, no se
ha probado la existencia de algún medio físico que impidiese
el desplazamiento hacia el exterior de quienes habitan esos
hogares, ni la presencia de personal de vigilancia especialmente dispuesto para cometer actos violentos en caso de
que se pretendiese salir sin autorización o, en fin, la
emisión de expresiones racionales que signifiquen la seria
amenaza
de
producir
un
grave
mal
a
quien
intente
abandonarlos.
6.- Quizá lo que no se ha explicitado pero está
latente en la medida cautelar como medio comisivo del delito
en examen, sea esa especie de "condicionamiento psicológico"
del que se hizo eco el distinguido funcionario fiscal, al
recoger la expresa referencia de varios ex-adeptos al llamado
"lavado
de
modificarles
cerebro"
a
y
voluntad
tomar
su
por
cierto
pensamiento
que
para
pudieron
obtener
la
sumisión absoluta y la pérdida de decisión de la que se
dijeron víctimas. En realidad, no parece muy lógico sostener
que por medios no violentos -sin recurrir al encarcelamiento
-101-
ni
a
la
tortura-,
se
puedan
aplicar
diversas
técnicas
sumamente enojosas para el afectado cuando éste no presta su
aquiescencia; logrando así que la persona cambie su estructura
de
descripciones
pensar
de
y
de
ficción
sentir,
cuyo
cual
acontece
contenido
mágico
en
esas
nos
en-
tretienen a través de una historia tejida con autómatas
manejados a control remoto. De ahí que se haya traído como
único apoyo a esta tesis, la opinión del neurólogo Juan A.
Azcoaga confusamente recogida en un reportaje periodístico
(fs. 2516) donde igualmente admite la necesidad de "tener a
una persona en aislamiento"; es de suponer que se refiere a
quien debe ser compelido a mantenerse en tal situación,
porque de lo contrario, se daría el absurdo de tener que
actuar de oficio para impedir la condición voluntaria de
reclusión en la que se colocan quienes integran algunas
órdenes
religiosas
con
el
propósito
de
responder
a
su
vocación y aumentar su fe. De todos modos, tampoco hicieron
camino -según se dijo con recopilación de antecedentes- los
esfuerzos
realizados
en
plena
guerra
fría
por
países
comunistas en conflicto, para obtener la conversión de los
prisioneros que llegaron a tener bajo su dominio y con todo
el poder coercitivo a su disposición. De ahí que esta teoría
no haya sido asumida por la comunidad científica y es vista
hoy como una metáfora de descalificación de los movimientos
religiosos considerados desviantes (conf. Alejandro Frigerio,
"Perspectivas
Actuales
sobre
Conversión,
Deconversión
y
Lavado de Cerebro" en Nuevos Movimientos Religiosos, Centro
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Sala II-Reg. n?
Editor-1993).
7.- Pero lo realmente importante, es que su propio
planteo en el ámbito jurídico involucra un despropósito de
consecuencias inaceptables, porque su admisión llevaría a la
inconsistencia de tener que declarar la inimputabilidad de
quien se escude en una manipulación de tal tipo por la
comisión de un delito, a pesar de que al tiempo del hecho
tuvo capacidad de comprensión del injusto y actuó conforme a
ese conocimiento sin sufrir una verdadera compulsión externa
verificable. De hecho es lo que insinúan quienes pasaron por
la "deconversión" y denuncian las atrocidades que cometían
los grupos que integraban; en este mismo expediente leemos
que Rubén A. Dupuy, quien ingresó a "Los Niños de Dios" en
1969 y ascendió en los niveles jerárquicos hasta conocer a su
líder máximo, abandonó el movimiento nada menos que veinte
años después, pero por su idealismo inicial no "veía como
malo entonces lo que al día de hoy debe confesar que lo es"
(fs. 905).
Así como en cualquier orden social basado en la
libertad individual, es condición de la responsabilidad penal
que el imputado sea una persona adulta y mentalmente sana,
nadie que ejercite sin restricción su libertad por estar
gozando de estas condiciones personales, puede mediatizar en
otro la responsabilidad por la toma de sus decisiones y así
transferir
las
consecuencias
indeseables
de
sus
propios
actos, porque de aceptarse esta tesitura, se quebraría el
-103-
fundamento
mismo
de
una
sociedad
libre.
Como
bien
dice
Enrique Gimbernat Ordeig: "...desde el punto de vista de la
prevención general, la
impunidad del loco en nada relaja la
eficacia inhibidora de la pena frente a los imputables; éstos
no se identifican con aquél, se saben distintos y saben
también, por consiguiente, que a ellos sí les van a castigar
si hacen lo mismo que el enajenado delincuente." (Estudios de
Derecho Penal, Ed. Civitas 1981-pág. 148); pero es obvio que
esa
eficacia
desaparecería
por
completo,
si
después
de
cometido un delito su autor obtiene el tratamiento jurídico
de un enfermo mental sin serlo.
Un acercamiento racional al problema lo brinda el
informe
de
la
Licenciada
en
Psicología
Adela
Ana
Lavín
(glosado a fs. 1577/78), en cuanto relativiza el vínculo con
una secta o comunidad religiosa en función del impacto que
provoca "...la necesidad imperiosa de los individuos por
adquirir el confort que el tecnicismo ofrece, los cambios
drásticos en los roles familiares donde ambos padres están
ausentes, cumpliendo metas laborales para satisfacer los
requerimientos materiales de sus miembros y siendo este
objetivo, en la mayor parte de los casos, el único lazo de
unión
entre
los
primario...(que)...se
componentes
halla
de
desestructurado
este
y
en
grupo
crisis,
porque sus relaciones de afecto cara a cara ya no existen,
porque no hay tiempo para que sus integrantes compartan
vivencias,
sentimientos,
y
los
hijos
ya
no
encuentran
verdadera capacidad de contención de la angustia que supone
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crecer, introyectar normas sociales y realizar una adaptación
positiva de la interacción social...; este individuo puede
aislarse, enfermarse o encontrar un paliativo, por ejemplo,
en modos de vida comunitarios, con integrantes que comparten
parecidas estructuras de personalidad, historias de vida con
cargas
traumáticas,
parejas
parentales
ausentes
y
una
tendencia a la identificación masiva con el grupo y un líder
distante y omnipresente".
De allí que, pasado un tiempo de haber ingresado,
no sea fácil desligarse de la secta en la que pasaron a
quedar radicados sus vínculos afectivos y familiares después
que los previos fueran deshechos, porque cortar los actuales
le ocasionaría un penoso tránsito espiritual hasta poder
decidirse a dar el primer paso. Peor aún si, como lo explica
Lauce: "...al dicente particularmente le pasó que cuando
decidió desertar, ni siquiera le dieron la plata del pasaje
para volver a su provincia natal" (ver fs. 930 de la causa
tramitada en Mercedes). Obviamente, no se advierte ninguna
compulsión típica que precipite la presencia normativa del
delito en cuestión: lo cierto es que todo miembro de la
secta, aún luego de haber conformado su ideología a imagen y
semejanza de la doctrina dominante en el microclima donde se
sumergió como estilo de vida, tiene la total posibilidad de
tomar la decisión que más le convenga, de quedarse o de salir
cuando quiera, del mismo modo que al ingresar lo hizo a
mérito de sus propias creencias e ideales, o en virtud de
-105-
haber sido sorprendido inicialmente en su buena fe por la
conducta inmoral o engañosa de quienes lo alentaron a ello.
8.- De todos modos, decir que la acción delictiva
radica en este engaño inicial y en el tratamiento posterior
que se le da al adepto -nos referimos al desenvolvimiento
pautado
y
progresivo
de
los
presuntos
objetivos
de
utilización personal al servicio de los líderes-, también
sería
un
grave
error
jurídico
que
podría
introducir
un
concepto paternalista sumamente riesgoso para la vigencia de
una sociedad abierta y democrática. La solución no está en
introducir las relaciones ciudadanas en el ámbito de la
represión penal, sino en el de los demás actores sociales.
Desde ya, mediante la función tuitiva del Estado a través de
la
oportuna
supervisión
laboral
para
garantizar
las
condiciones legales de trabajo -periódicamente los diarios
informan de personas que se someten a condiciones inhumanas
de labor para soslayar la creciente desocupación que las
acosa y, sin embargo, la sujeción al principio de legalidad
inhibe la intervención de la justicia represiva con el pretexto de la "reducción a servidumbre" (salvo que se la
entienda como esporádicamente acontece, en su acepción vulgar
ajena
al
ámbito
jurídico)-.
O
a
través
del
estímulo
educativo, que asegure la base esencial de la igualdad de
oportunidades; y también desde los Juzgados de Familia y de
Menores, para garantizar el cumplimiento de los deberes
inherentes a la patria potestad, en íntima colaboración con
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los organismos públicos y privados de asistencia social. Pero
muy especialmente, la solución está en que se ejerza con
altura y responsabilidad la intransferible misión que les
cabe a los medios de comunicación social y a los centros de
difusión cultural, a fin de ampliar la información ciudadana
sobre las características sectarias negativas que puedan tener para los derechos personales y sociales el eventual
ejercicio espúreo de la libertad religiosa y de asociación.
Teniendo la seguridad de que con la verdad -no necesariamente
desprovista de amor y comprensión-, se puede enfrentar con
éxito el problema de los viejos y los nuevos movimientos o
grupos que surjan con un mensaje que se considere pernicioso
y una metodología de funcionamiento que pueda calificarse
"destructiva" o "de riesgo". Con la tranquilidad de que nunca
los "bárbaros" pudieron vencer al pensamiento de los hombres
libres, porque cuando transitoriamente lograron imponerse,
igualmente fueron ganados por la cultura de aquéllos y fue
sólo una cuestión de tiempo ver cómo se desintegraban sus
imperios.
Tal ha sido, por otra parte, el dictamen fiscal
emanado
de
la
más
alta
autoridad
representativa
del
Ministerio Público del Estado de Nueva York en los EE.UU. al
señalar,
entre
otros
conceptos,
que
la
garantía
constitucional de la libertad de cultos impedía adoptar
"ninguna acción directa", más allá de la mera publicación de
ese informe para despertar a la mayoría del público en
-107-
relación con la naturaleza del grupo de que se trata (conf.
"Dictamen Fiscal sobre las actividades de Los Niños de Dios",
Procurador General del Estado de Nueva York, 30 de setiembre
de 1974).
9.- Por el contrario, convertir al proselitismo
-aún cuando involucre la difusión de ideas inmorales-, en
subversión ideológica; a la persuación iniciática en un
estilo de vida exótico que dimana del ejercicio del culto, en
lavado de cerebro; a los misioneros en agentes subversivos;
a los retiros u hogares de aislamiento monacal en prisiones;
y, en fin, a la observancia mística de la devoción religiosa
en
conducta
psicopática,
nos
habrá
de
retrotraer,
indefectiblemente a una sociedad autoritaria y represora del
libre pensamiento, así como limitadora y castradora de la
asunción autónoma del plan de vida que cada uno elija,
simplemente, por ser en definitiva el que más le guste.
El problema de los nuevos movimientos religiosos no
puede abordarse desde la óptica de un modelo médico ni
criminológico,
algunos
nuevos
porque
cultos
si
bien
atraen
vivimos
a
una
personas
época
con
en
que
patologías
físicas y mentales, e incluso algunos de sus líderes suelen
desplegar su carisma por finalidades lucrativas, la base
misma de nuestro sistema legal es la autonomía personal y no
es posible poner cortapisas a la voluntad, aún a aquélla que
esté viciada por lo que otros consideran un error. Porque
nadie puede ser forzado a ser libre o, lo que es lo mismo,
quien es libre está autorizado a restringir su libertad; es
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más, según bien lo explica el mentado informe de la Lic.
Lavin,
habrá
quienes
quieran
someterse
a
un
sistema
autoritario que les prescriba al detalle cuáles han de ser
sus pensamientos y acciones, en la medida en que necesiten
eliminar o no puedan sobrellevar la ambigüedad moral que se
expande en la sociedad con las características de un mensaje
doble
que
invade
todos
los
órdenes
de
las
relaciones
intersubjetivas y los mantienen angustiados e inseguros.
10.-
Reiteramos,
es
innegable
que
hay
ciertos
procesos de indoctrinación manifiestamente perjudiciales para
la plenitud mental, cual si fueran nuevos tipos de adicción
que, igualmente, tienden a limitar la libertad interior de
quienes no reaccionan a tiempo. Pero contra ellos, el mejor
antídoto es una sociedad más humanizada y menos generadora de
angustias,
una
familia
más
alerta
y
continente
de
los
extravíos de sus miembros, una política comunicacional que le
garantice
al
consentimiento
futuro
adepto
informado
al
que
grupo
habrá
de
religioso
otorgar
un
que
le
más
satisfaga, un poder de policía laboral, educativo, impositivo
y sanitario más oportuno y eficaz. Todo ello, antes que recurrir como principio y fin a la prevención del Estado que pone
inmediatamente en juego la represión penal; porque así sí se
pondría en la picota a la autodeterminación de las personas
y se generaría un grave riesgo para el irrestricto ejercicio
de los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos.
El beneficio social evidente de este enfoque de la
-109-
cuestión,
radica,
por
un
lado,
en
que
la
libertad
de
conciencia cuya propia naturaleza hace que sea ilimitada e
irrestricta porque se manifiesta en lo que se cree, se quiere
o se piensa, tendría el más ancho canal de exteriorización
que es posible brindarle en una sociedad democrática, a
través de la libertad de expresión y del ejercicio del culto;
y
por
otro
lado,
en
que
estos
derechos,
cuyo
valor
estratégico para la vigencia plena de todos los demás y la
realización integral de la personalidad conforme el plan de
vida
que
cada
cual
seleccione,
son
de
una
importancia
superlativa, tendrán sólo los límites imprescindibles que
imponen su racional reglamentación legal. Con el agregado
adicional, nada desdeñable, de que la eventual intervención
del tribunal correspondiente en los casos concretos que
verifiquen acciones delictivas, se verá beneficiada por un
amplio y diversificado cúmulo de antecedentes, para garantía
del oportuno dictado de sus decisiones y el acierto de sus
fallos.
Los
familiares
de
los
adeptos
a
tales
ritos
heterodoxos, a su vez, estarán mejor pertrechados para hacer
algo frente a la transformación no compartida de la vida de
sus hijos y hermanos; las mismas personas que se sientan
atraídas por los nuevos movimientos religiosos y deseen
experimentar esta senda con el fin de dar cabida al llamado
de su fe por la vía de una conversión mística, se encontrarán
más a resguardo de ser objeto de manipulaciones espureas, sin
que ello involucre la conculcación de la libertad de nadie en
nombre de la libertad.
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En razón de todo lo expuesto, deberá revocarse el
auto de prisión preventiva en virtud del cual se mantiene
encarcelados
a
los
procesados
en
orden
a
las
distintas
variantes típicas extraídas del Capítulo "Delitos contra la
libertad individual" del Código Penal.
XII.- DEL DELITO DE DISCRIMINACIÓN RACIAL
Y RELIGIOSA
1.-
En
cuanto
a
"la
actividad
discriminatoria
racial y religiosa" que se enjareta a los encartados con el
sobrentendido de que los "líderes enseñan dentro del grupo el
desprecio por la raza negra y la religión judía", el sr. Juez
de grado fundamenta en una declaración testimonial, en una
frase atribuida a la menor Dulcinea Jacobs en su informe
psicológico y de la lectura del libro "Pensamientos de Mo";
al
tiempo
que
particular,
el
salvo
memorial
su
fiscal
adhesión
en
nada
el
dice
sobre
petitorio
a
este
dicha
imputación delictiva.
Concretamente, las varias veces nombrada Abigail J.
Berry: "Preguntada sobre si en la organización había algún
tipo de discriminación, dijo que sí, que los judíos y negros
están destruyendo el mundo y que hay una conspiración judía
internacional
que
quiere
destruir
al
grupo.
Esta
discriminación es la racial, pero se discrimina todo lo que
no sea parte del grupo" (fs. 912).
A su vez, en el mencionado informe obrante en el
-111-
legajo tutelar de dicha menor se consigna como su "Ideología
expresa: Afirma que todo lo que dice la prensa es mentira,
citando una frase de Hitler: Si vamos a mentir hay que
hacerlo en grande, para que la mentira sea creíble" (fs. 14
de dicho legajo).
Y por último, aunque el magistrado no especificó el
parágrafo del texto donde se han vertido las expresiones
racistas y de odio religioso, es de suponer que se refiere al
contenido en
las fotocopias glosadas a fs. 1693 y 1695, dado
que ubican a quienes profesan el credo hebreo como habiendo
pactado con el Diablo, para poder así obtener las riquezas y
el poder que se les suele atribuir en las clásicas diatribas
antisemitas. Conceptos semejantes a los que se pueden leer en
las páginas 164/168 del libro aludido, aunque enfocados hacia
el respaldo político a los pueblos árabes en el conflicto del
Medio-Oriente.
En cambio, respecto de las personas de raza negra,
sólo hemos podido detectar frases en las "Cartas de Mo" que
parecerían apuntar a lo contrario, es decir, a la integración
entre los pueblos: "¡La era del Blanco y Negro está a punto
de acabar! ¡El mundo entero está a punto de ser... (de)
color!
...una
última
gran
potencia
negra
gobernará
el
mundo... si esta revolución por Jesús va a barrer el mundo,
va a tener que hacerlo a todo color, con liderazgo colorido,
en el color de la mayoría de los países del mundo..." (N? 105
- ¿Quiénes son los racistas? pág. 136).
-112-
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2.-
Por
supuesto,
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140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
en
el
panorama
probatorio
específicamente vinculado con la imputación que se les dirige
de pertencer a una organización basada en la superioridad
racial o en la de quienes profesan una religión con el fin de
promover la discriminación o de incitar el odio contra las
personas
en
razón
de
su
condición,
no
deviene
menos
importante el unánime rechazo de los procesados a la pregunta
de si existía entre ellos algún tipo de discriminación con
motivo de la religión y raza judía o de la raza negra, o
fundamentada
en
cualquier
otra
razón.
Incluso
algunos
aclararon que entre ellos no existía "...ningún tipo de
discriminación hacia nadie, ni hacia quienes se encuentren
dentro de "La Familia", ni hacia quienes estén fuera de ella"
(1269); "...que dentro de su comunidad en general hay muchos
judíos y negros" (1274 vta.); "...que todo lo contrario,
cuando hay un niño con problema de discapacitación se aúnan
fuerzas para ayudar a su recuperación o tratamiento" (fs.
1278 vta.); "...que es justamente la comunidad un clásico
ejemplo de convivencia multiracial, ya que habitan dentro de
la misma personas de diferentes latitudes y razas" (1280
vta.); "...que puede ingresar cualquier persona de cualquier
credo y color" (1283); "...que cada persona no importa su
nacionalidad o color es un ser humano digno de todo respeto"
(fs. 1288 vta.); "...que a manera de ejemplo y sin perjuicio
de que para integrar la comunidad hay que convertirse en
cristiano, manifiesta el dicente que es de origen judío y que
-113-
también existen miembros blancos, negros, etc., sin ninguna
diferenciación
entre
ellos"
(fs.
1290).
La
única
nota
parcialmente disonante se recoge en la respuesta dada por
Rubén
Alberto
contradicción
advertir
Martinetto,
al
sobre
decir:
el
quien
"...el
advenimiento
incurrió
grupo
de
está
un
en
cierta
tratando
gobierno
de
judío
anticristo que gobernará al mundo y que está próximo. Aclara
que no tiene nada contra los judíos si bien La Biblia
advierte sobre su poder, algo que se manifiesta actualmente,
pero que este gobierno no necesariamente tiene que ser de
judíos y que el grupo sólo advierte del gobierno anticristo.
(fs. 1298).
3.- La primera reflexión que es menester anotar, es
que el correspondiente tipo penal no se integra -como parece
sugerirlo la indagatoria practicada en primera instancia-,
con la posible discriminación dirigida a impedir el ingreso
a la agrupación religiosa de determinada calidad de personas.
Porque, más allá que al propio ex-dirigente Richard Alan
Dupuy le extrañó que hubiera "...en la secta aproximadamente
unos diez o doce negros" (fs. 907) y que se alegue por parte
de los justiciables la presencia entre ellos de personas de
otras razas y de otros orígenes teológicos, lo cierto es que
si no los hubiera por un impedimento expreso o tácito,
igualmente no habrían cometido ningún delito.
Puesto que, como dijo el Dr. De la Rua al exponer
los
alcances
del
proyecto
en
el
ámbito
privado,
cuando
intervino en el debate del Senado de la Nación: "Debe haber
-114-
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
un derecho de raíz constitucional que es oponible a terceros.
Por ejemplo, no hay un derecho constitucional a pertenecer a
un club determinado, porque el club es esencialmente una
asociación voluntaria. Sí hubiera un derecho constitucional
a integrar, por ejemplo, una cámara empresaria, un colegio
profesional, porque la persona a quien se excluyera no podría
ejercer de otro modo la defensa de sus intereses profesionales o laborales. No habría discriminación si una escuela
recibe solamente a niños de origen italiano o japonés o
pertenecientes a un determinado culto" (Diario de Sesiones,
6/7 de abril de 1988, pág. 2966).
4.- En cambio, es de lamentar que haya sido poco lo
que se dijo sobre los límites típicos que habrían de regir
las expresiones prohibidas que "...alentaren o incitaren a la
persecución o el odio contra una persona o grupos de personas
a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas"
(art. 3? de la ley n? 23.592, B.O. del 5/IX/88). En realidad,
fue recién en el ámbito de la cámara baja que el diputado
Garay propuso infructuosamente un texto legal alternativo, al
advertir
hacia
el
final
del
debate
sobre
la
riesgosa
ambigüedad que exhibía el proyecto del Senado, por no exigir
expresamente que la mera participación en una determinada
organización sólo generaría responsabilidad penal cuando la
misma
"...tenga
fines
discriminatorios
o
de
persecución
racial o religiosa" (Sesión del 3/8/88, Diario de Sesiones,
pág. 3177). Agregando en su intervención posterior que:
-115-
"Cuando
se
trata
de
un
tipo
penal,
no
es
cuestión
de
establecerlo en forma abierta, de modo que caiga en él
cualquier conducta, lícita o ilícita. Si esto ocurriera, se
estaría generando la imputación a ciudadanos que finalmente
ocupan
el
tiempo
de
la
jurisdicción,
producen
desgaste
jurisdiccional y además, retrasan los otros expedientes"
(pág. 3478).
Cabe entonces acotar, a fin de sortear el peligro
apuntado por el legislador y sin por ello pensar que la
interpretación parlamentaria es la auténtica, pero sí que
puede ser interesantísima para descubrir el telos de la ley
(cfr. Jiménez de Asúa en "La Ley y El Delito", Ed. Andrés
Bello-1945, pág. 122), que el objetivo de política criminal
que dimana de la norma en examen, no se integra con la
represión de todo individuo que participe de una organización
cuyos mentores -por más elevado que sea el rango que ellos
ocupen-,
postulen
ideas
proclives
a
alimentar
el
enfrentamiento racial o religioso en la gente, sino que
además, el grupo ha de tener tal finalidad específica porque
su misma existencia está basada "...en ideas o teorías de
superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto
la justificación o promoción de la discriminación racial o
religiosa en cualquier forma" (art. 3, primer párrafo). De
allí
que
el
diputado
Folloni
consideró
conveniente
la
incorporación de toda esta norma como art. 210 ter. del
-116-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
Poder Judicial de
la Nación
Código Penal, habida cuenta que la intención del proyecto era
sancionar
"la
conducta
organizaciones
de
aquéllos
destinadas
a
que
participaren
efectuar
en
propaganda
discriminatoria, como así también aquéllos que incitaren a la
persecución por este tipo de motivos de odio racial" (pág.
3478). Este
mismo alcance es el que también se ve precisado
en la "Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial", a la cual ha adherido
nuestro país y en donde se establece que los estados parte
"...se comprometen a declarar punible toda difusión de ideas
basadas
en
la
superioridad
o
en
el
odio
racial ,
toda
incitación a la discriminación o todo acto de violencia o
toda incitación a cometer tales actos" (art. 4? inc. 1?).
5.-
Tales
antecedentes,
que
entendemos
inescindiblemente ligados a la fundamental importancia que
tiene la libertad de expresión en una sociedad democrática,
nos obliga a reflexionar sobre cuáles son los límites de la
intervención
represiva
exteriorización
de
ideas
del
que
Estado
se
para
estimen
impedir
erróneas
o
la
aún
disvaliosas -quizás estos extremos sean útiles para funcionar
como termómetro de la tolerancia social- y en tal cometido,
nos hacemos eco de la regla establecida por la Corte Suprema
norteamericana en "Brandenburg vs. Ohio", que exige "una
cuidadosa consideración de las reales circunstancias en las
que se vierte una expresión, averiguando si la misma está
dirigida a incitar o producir una inminente acción ilegal y
-117-
si es probable que incite a dicha acción o la produzca" (395
U.S. 444-1969). Desde esta perspectiva, la mera expresión de
conceptos de inequívoco contenido antisemita (o de cualquier
otro tendente a desvalorizar a una persona o a su grupo de
pertenencia por su calidad o condición), no puede ser tomada
como realización del tipo penal, si no se vierten en un
contexto
en
el
que
razonablemente
se
pueda
suponer
que
configuran el aliento o la incitación a incubar el odio
racial o religioso que se quiere evitar. Del mismo modo, no
basta participar de una organización integrada también por
personas que tengan ideas de tal tipo, en tanto será menester
que éstas sean el
basamento de su doctrina como para
caracterizar, aunque más no sea en parte, su propio accionar.
6.- Sentado ello, no se advierte que los restringidos textos antisemitas ubicados en la profusa producción del pastor máximo de "La Familia" -los cuales no
aparecen reproducidos por ningún otro medio y que, por formar
parte de un libro cuya portada ostenta un sello que dice:
"Propiedad
Privada-Prohibido
sacar
de
la
casa-Prohibido
menores 18 años", traduce la idea de no pretender ser un
material de difusión fuera del grupo-, verifiquen aquel
requisito esencial de constituir un basamento doctrinario o
de
haberse
realizado
propaganda
con
ellos,
como
para
sancionar a quienes participen del grupo.
Conclusión que es dable extender a la unilateral y
confusa mención en que incurriera el procesado Martinetto,
contra las claras afirmaciones en contrario de sus consortes
-118-
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
de causa en el sentido de que nunca han alentado persecución
alguna contra nadie. Lo mismo que a la mención de Abigail J.
Berry, vertida aisladamente entre los demás testimonios de
quienes integraron el grupo en nuestro país, puesto que tales
expresiones, sólo reflejan su personal entendimiento de un
aspecto insubstancial del material con el que se conforma la
doctrina del movimiento.
7.- Por último, poco es lo que se puede decir de la
"ideología expresa" que puede trasuntar la exteriorizada
disconformidad de una adolescente con el tratamiento que el
periodismo le dedicó al tremendo drama que estaban viviendo
ella misma, sus padres y las demás personas que se sintieron
víctimas por profesar una determinada fe religiosa. Desde ya
que es un exceso la generalización en que incurrió la menor,
pero ello no autoriza a ingresar a su vez, en el dislate
interpretativo de atribuirle a su crítica, elípticamente
dirigida
hacia
una
manifestación
de
la
conducta
social
sufrida como poco ética, el inequívoco sentido de representar
la asunción por ella del pensamiento hitleriano y en una
materia absolutamente diferente a la que la niña se estaba
refiriendo
Por todo lo cual, no se advierte que alguno de los
incusados, a través de sus comportamientos personales o por
la
mera
pertenencia
a
una
organización
que
no
basa
su
accionar ni hace propaganda de concepciones racistas, haya
ejercitado ningún tramo típico de la ley antidiscriminatoria;
-119-
de manera que también en este aspecto, será revocado el auto
asegurativo dictado en autos.
XIII.- DE LA ASOCIACIÓN ILÍCITA
1.- Llegado a este punto del decisorio, corresponde
finalmente
entrar
al
análisis
del
delito
de
asociación
ilícita contemplado en el art. 210 del Código Penal, por el
cual, el magistrado de la instancia inferior también dispuso
la
medida
cautelar
de
fs.
2259
respecto
de
todos
los
encausados de autos.
En principio, toca recordar, que si bien el aludido
tipo legal se verifica a partir de la resolución asociativa
adoptada
por
estabilidad
tres
del
o
grupo
más
y
sujetos
permanencia
con
de
un
criterio
aquéllos
en
de
la
organización, lo fundamental es que coincidan en otorgarle el
especial destino de cometer delitos, es decir, que se trate
de un acuerdo de cooperación para ejecutar mancomunadamente
una serie determinada de tipos delictivos (conf. Sebastián
Soler, "Derecho Penal Argentino", Ed. Tea-1978, T? IV-710;
Abel Cornejo, "Asociación Ilícita", ed. Ad-Hoc, Buenos Aires,
1992, págs. 37 y ss.).
2.- La puntualización es particularmente importante
en el caso de autos, dado que, siendo un delito formal que no
produce resultado visible en el mundo exterior, su prueba
depende del propio reconocimiento de los delincuentes o bien
de presunciones graves que se deriven de la índole y del
-120-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
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Poder Judicial de
la Nación
número de delitos que, posteriormente y en cumplimiento de
ese acuerdo criminal, se lleven a cabo. Lo que casi siempre
ocurre es esto último y de no ser así, es muy difícil
acreditar
su
existencia;
bastará
revisar
los
anales
de
jurisprudencia, para ver que no existe ningún caso en que se
haya instruído causa criminal por el sólo delito de asociación
ilícita.
(CNEspecial,
12/3/57,
L.L.
87-62
y
J.A.
1957-III-182; CCrim. S.Fe, Sala I, 16/12/74, L.L. 1975-C-598,
sum. 1487 y J.A. 27-1975-574).
Aspecto
reconocido
también
por
la
doctrina
(Cornejo, op. cit. pág. 54), ya que a la eventual confesión
que pudieran prestar los asociados en orden a su pertenencia
a la organización, resulta fundamental añadir el análisis de
aquellos indicios que deje traslucir la sociedad en cada caso
y, en virtud de ello, observar el modus operandi, la manera
de actuar, la forma de comisión y los delitos cometidos en sí
mismos (extorsiones, robos, narcotráfico, etc.), todo lo cual
irá forjando una apreciación global de la existencia de dicha
asociación.
3.- En el "sub lite", ha quedado en evidencia la
insuficiencia de probanzas incorporadas al expediente para
tal cometido, ya que resultaron indudablemente aptas para
afirmar que el grupo religioso "La Familia" conforma una
organización
estable,
estructurada
con
determinados
y
precisos niveles de responsabilidad y mando, ejercitado por
miembros permanentes y que cuenta, además, con el concurso de
-121-
un
no
desdeñable
número
de
adeptos
que
siguen
los
lineamientos generales de la doctrina del ya mentado David
Berg o "Padre Mo". Pero sucede que, tal como se lleva
desarrollada la investigación hasta el presente, no existen
probanzas valederas para postular que los integrantes del
grupo
hubieran
perpetrado
algún
delito.
Y
sin
por
ello
olvidar que el tipo legal de que se trata resulta autónomo e
independiente de los delitos que pudieran ejecutarse como
consecuencia de un acuerdo criminal, lo cierto es, que sería
por demás sorprendente que una asociación de tal tipo subsista programando cometer acciones delictivas durante tres
lustros -o aún más, durante 20 años si se asume la tesis
fiscal de la continuidad orgánica y doctrinaria entre "Los
Niños de Dios" y "La Familia"- y pasado tan dilatado lapso,
no se haya podido comprobar ilícito alguno.
De tal suerte, en función del unánime silencio
mantenido sobre el punto por los procesados en autos (fs.
2064/2081) y, en fin, de las serias y concretas objeciones
que
se
alzan
constitutivo
en
orden
fundamental
a
la
del
concurrencia
tipo
de
que
del
se
elemento
trata
-la
concreta finalidad criminal presuntamente adoptada por los
encausados-,
también
en
habrá
de
revocarse
el
decisorio
cuanto
se
decretó
su
respecto
a
recurrido,
la
prisión
preventiva en orden al delito acuñado por el art. 210 del
Código Penal.
XIV.- CONCLUSIÓN
-122-
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
Poder Judicial de
la Nación
1.- En virtud del desarrollo precedente y conforme
fuera
explicitado
en
cada
uno
de
los
Considerandos
respectivos, se revocarán en todo cuanto fuera materia de
recurso,
las
decisiones
de
cautela
adoptadas
por
el
magistrado "a quo" en las piezas que se incorporaron a fs.
1979/1987 y 2259/2271 debiendo disponerse, además, la nulidad
parcial del último decisorio en orden a la cuestión analizada
en el capítulo IV, apartado 7; y sin perjuicio del rechazo de
las nulidades planteadas por la defensa.
2.- Por otra parte, en función de no existir mérito
actual para mantener vigentes las restricciones personales
allí impuestas, corresponderá disponer la libertad de todos
los encausados, sin perjuicio de la prosecución de la causa
(art. 6 del Código de Procedimientos en Materia Penal).
3.- Como natural consecuencia de lo anterior y
atendiendo a las peticiones de los asistentes letrados, se
ordenarán
las
restituciones
que
aún
no
hubieran
sido
dispuestas respecto de los inmuebles ubicados en Km. 47,5 del
Acceso
Panamericana,
1116/1118),
Bernardo
1158/1161),
J.
finca
de
"La
Herencia"
Irigoyen
Buschiazzo
1630
1180,
de
de
de
Don
Pilar
(fs.
Florida
(fs.
Torcuato
(fs.
1184/1190), Remedios de Escalada 1020 de Hurlingham (fs.
1206), Güemes 2262 y Zapiola 2147, ambos de San Miguel (fs.
1234/1236), a quienes los ocupaban al momento de llevarse a
cabo las diligencias ordenadas a fs. 1005, sin perjuicio del
derecho de terceros.
-123-
4.- Se dispondrá, asimismo, que los menores que aún
permanecen alojados en institutos oficiales o privados, con
motivo de esta causa, sean trasladados a su respectivas
viviendas aludidas en el punto anterior, de donde no podrán
ser retirados sin la autorización del Tribunal de Menores que
tome
intervención,
quedando
bajo
la
custodia
de
los
funcionarios de la Subsecretaría de Infancia, Familia y Medio
Ambiente, dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social
de la Provincia de Buenos Aires, conforme lo establecido en
los Arts. 107 y concordantes de la ley provincial 10.067.
Por todo ello, en función de los antecedentes
desarrollados precedentemente y en virtud de lo dispuesto en
los Arts. 6, 336, 509 del Código de Procedimientos en Materia
Penal y las demás normas legales citadas a lo largo de la
presente, el Tribunal
RESUELVE:
I.- RECHAZAR LOS PLANTEOS DE NULIDAD postulados por
la defensa de los encausados en el escrito presentado a fs.
2925/7 (Considerando IV, apartados 1 a 6).
II.-
DECLARAR
LA
NULIDAD
de
las
actuaciones
producidas con motivo de la investigación practicada respecto
de los descendientes de Robert Eldrich Robb y Kay Susanne
Rambur y de sus respectivas documentaciones de identidad, en
orden a la presunta comisión de los delitos de alteración del
estado
-124-
civil
de
un
menor
de
diez
años
y
falsificación
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
ideológica de documentos públicos, destinados a acreditar la
identidad de las personas, en concurso real entre sí (Arts.
55, 139, inc. 2, y 293, en función del Art. 292, segundo
párrafo, todos ellos del Código Penal), dejándose sin efecto,
consecuentemente, la porción respectiva de la decisión cautelar adoptada a fs. 2259 (Considerando IV, apartado 7.-).
III.- REVOCAR LOS AUTOS ASEGURATIVOS PERSONA LES
dictados a fs. 1979/1987 y 2259/2271 por los que se dispuso
decretar el procesamiento y la prisión preventiva de Juan
Carlos CAVAZZA, Eduardo José BLANCO DÍ AZ, Nilson Alcides
GÓMEZ,
Alejandro
Emilio
TREVISÁN,
Su sana
Clara
BOROWIK,
Rafael MARTÍNEZ GONZÁLEZ, Roberto MARTINETTO, Robert Eldrich
ROBB, Mark Steven JACOBS, Da niel Armando MORENO, Kay Susanne
RAMBUR, Jurgan Heinz GROTNAUS, Daniel Martial CHARRIE, Joel
Steven MARTIN, Jessie Jude MARA, Lorenzo MONTES GARCÍA,
Jackeline REDDIC, John Kevin ROBERTS, Flor BOJORQUEZ, Mario
Roberto TORRES y Alicia Sophía DOW
en orden a los delitos de
promoción y facilitación de la prostitución y la corrupción
de menores, reducción a servidumbre, privación ilegal de la
libertad, retención y ocultación de personas, asociación
ilícita
e
infracción
a
las
disposiciones
de
la
ley
de
discriminación racial y religiosa, en concurso real entre sí,
previstos en los Arts. 55, 125, 140, 142, inc. 1, 142 bis,
segundo párrafo, inc. 1 y 210 del Código Penal y Art. 3 de la
ley 23.592 (Considerandos VII, VIII, IX, X, XI, XII y XIII).
IV.- DISPONER LA INMEDIATA LIBERTAD de los antes
-125-
nombrados Juan Carlos CAVAZZA, Eduardo José BLAN CO DÍAZ,
Nilson Alcides GÓMEZ, Alejandro Emilio TREVISÁN, Susana Clara
BOROWIK, Rafael MARTÍNEZ GONZÁ LEZ, Roberto MARTINETTO, Robert
Eldrich ROBB, Mark Steven JACOBS, Daniel Armando MORENO, Kay
Susanne
RAMBUR,
Jurgan
Heinz
GROTNAUS,
Daniel
Martial
CHARRIE, Joel Steven MARTIN, Jessie Jude MARA, Lorenzo MONTES
GARCÍA, Jackeline REDDIC, John Kevin ROBERTS, Flor BOJORQUEZ,
Mario Roberto TORRES y Alicia Sophía DOW, en lo que a estas
actuaciones se refiere y sin perjuicio de la prosecución de
la causa (Art. 6 del Código de Procedimientos en Materia
Penal - Considerando XIV, apartado 2).
V.-
DISPONER
LA
RESTITUCIÓN
de
los
inmuebles
enunciados en el Considerando XIV, apartado 3, a quienes los
ocupaban
al
momento
de
concretarse
las
diligencias
de
allanamiento ordenadas a fs. 1005, sin perjuicio del derecho
de terceros.
VI.- ORDENAR QUE LOS MENORES que aún permanecen
alojados en institutos oficiales o privados con motivo de
estas
actuaciones,
viviendas
señaladas
sean
en
trasladados
el
punto
a
sus
dispositivo
respectivas
anterior
y
puestos bajo la custodia de los funcionarios pertinentes de
la
Subsecretaría
de
Infancia,
Familia
y
Medio
Ambiente
dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la
Provincia de Buenos Aires
(Arts. 107 y cc. de la ley 10067),
hasta la ulterior decisión definitiva que pudiera adoptar la
Justicia de Menores local que por turno corresponda, conforme
-126-
Poder Judicial de
la Nación
Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C.
y otros s/Inf. arts. 125, 139,
140, 142 inc.1?, 142 bis, 210,
293 del CP y art.3? Ley 23592"
Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2
Sala II-Reg. n?
lo dispuesto en la fecha en el incidente de incompetencia que
corre por cuerda (Considerando XIV, apartado 4).
REGÍSTRESE, NOTIFÍQUESE, LÍBRENSE las órde nes de
libertad y los oficios
que resulten necesarios para dar
cumplimiento a lo dispuesto en los puntos IV y VI de la
presente y, oportunamente, devuélvase a su origen con oficio
de estilo.-
EL SEÑOR JUEZ DOCTOR DANIEL MARIO RUDI DIJO:
Dejo planteada la siguiente disidencia.
Que coincido con los fundamentos dados por el Sr.
Fiscal de Cámara para desestimar las nulidades planteadas por
la defensa, de manera que, por razones de brevedad, me remito
a los mismos.
Luego, corresponde rechazar esta incidencia, con
costas. ASÍ VOTO.
Reg. n? 443
Firmantes: Dres. Mansur-Prack-(Rudi en disidencia)
Sec. actuante: Dr. Torres (Sec. 2)
Fecha: 13/12/93
-127-
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