Poder Judicial de la Nación ///Martín, Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? de diciembre de 1993.- VISTOS Y CONSIDERANDO: I.- INTRODUCCIÓN El Tribunal ha sido llamado a intervenir para resolver la presente causa N? 81/89 del registro de la Secretaría Penal N?2, a raíz de los recursos de apelación interpuestos por los encartados (fs. 2272/3) y los de apelación y nulidad deducidos por sus letrados de confianza (fs. 2037/8 y 2925/7) contra los interlocutorios de fs. 1979/1987 y 2259/2271, por los que se dispuso decretar el procesamiento y prisión preventiva de Juan Carlos Cavazza, Eduardo José Blanco Díaz, Lorenzo Montes García, Jessie Jude Mara, Joel Steven Martin, Daniel Martial Charrie, Jurgan Heinz Grotnaus, Kay Susanne Rambur, Daniel Armando Moreno, Mark Steven Jacobs, Robert Eldrich Robb, Roberto Martinetto, Rafael Martínez González, Susana Clara Borowik, Alejandro Emilio Trevisan, Nilson Alcides Gómez, Jackeline Reddic, John Kevin Roberts, Flor Bojorquez, Mario Roberto Torres y Alice Sophia Dow (art. 312, inc. 1? del Código Procesal Penal), en razón de considerárselos "prima facie" autores de los delitos de corrupción de menores, reducción a servidumbre, privación ilegal de la libertad, retención y ocultación de personas, asociación -1- ilícita e infracción a la ley contra la discriminación racial y religiosa, todos en concurso real (arts. 55, 125, 140, 142, inc. 1?; 142 bis, segundo párrafo, inc. 1? y 210 del Código Penal; y art. 3? de la ley 23.592); y de Robert Eldrich Robb y Kay Susanne Rambur, por considerárselos "prima facie" autores de los delitos de alteración del estado civil de un menor de 10 años y falsificación ideológica de documentos destinados a acreditar la identidad de las personas, en concurso real entre sí y con los delitos mencionados precedentemente (arts. 55, 139 inc. 2? y 293 en función del 292, segundo párrafo, del Código Penal). II.- DE LA DEFENSA 1.- La defensa técnica planteó como nulidad sustancial la arbitraria asunción por el sr. Juez de grado de una causa en la que es manifiestamente incompetente (art. 18 de la Constitución Nacional), lo cual ha sido resuelto por vía incidental en el día de la fecha mediante la oportuna remisión de los actuados al Juzgado en lo Penal provincial que por turno corresponda. 2.- Solución que ha convertido en una cuestión abstracta el agravio defensivo relativo al sistema procesal seleccionado por el "a quo" para el trámite de la causa, ya que el nuevo tribunal que debe intervenir también deberá resolver sobre la validez de cada tramo de la investigación practicada hasta el momento, a la luz de su compatibilidad -2- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación con el procedimiento vigente en la jurisdicción provincial. 3.- Diferentes son en cambio, el resto de los reparos de los defensores cuyo tratamiento es indispensable para resolver la situación procesal de los encartados, quienes se encuentran privados de su libertad desde hace más de dos meses. Ello así, porque hacen a la eventual nulidad de las declaraciones indagatorias por haber omitido el Juez de primera instancia dar a conocer a los imputados los hechos que les son concretamente atribuidos y además por no haberles mostrado la documentación secuestrada en autos; la cual adolecería también de su genérica mención en las actas de comiso, sin su detallada enumeración como para permitir asegurar hoy que su hallazgo se produjo en las fincas allanadas. 4.- Se deberán tratar, también, las objeciones que la defensa dedujo contra los autos de procesamiento, por entender que carecen del debido sustento en la totalidad de los elementos colectados y de una motivación adecuada que excluya el descarnado ejercicio de un mero acto de autoridad por parte del juzgador; así como en las objeciones opuestas a las prisiones actividades preventivas grupales, las decretadas cuales eluden por la presuntas obligada imputación de conductas individuales concretas y la debida descripción de las características y modalidad con la que fue ejecutado cada hecho típico ofensivo. -3- III.- DE LA FISCALÍA 1.- A su turno (fs. 2938/2943), el sr. Fiscal de Cámara puso de relieve los distintos motivos por los que solicitó el rechazo de las nulidades articuladas por la defensa. 2.- Tras lo cual (fs. 2944/2993), describió someramente el origen y evolución del movimiento religioso denominado "Los Niños de Dios", según fuera fundado en los Estados Unidos hacia el año 1968 por David Brand Berg -quien comienza a llamarse Moisés David (Mo)-, a partir de su prédica entre los grupos de jóvenes marginales que adherían a la llamada cultura "hippie" en el Estado de California. La organización totalitaria que derivó de conjugar tales criterios de vida atinentes a las relaciones familiares, afectivas, sociales, laborales, educativas, de esparcimiento, etc., con una particular interpretación de la Biblia que subordina su contenido a las opiniones de dicho líder, se estructuró en forma piramidal y verticalista a nivel nacional e internacional con una trilogía en la cúspide integrada por el mentado "Mo"; quien conduce hasta el detalle lo que deben hacer y el modo de comportarse sus adeptos en las colonias-hogares diseminadas por diversos países, mediante las "cartas" que escribe en base a las continuas visiones y mensajes que dice recibir. Las actividades que desarrolla la secta para obtener los recursos de los que se deduce el diezmo, se llaman "ministerios" y consisten en la venta de -4- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación videos e impresos, la actuación musical en la vía pública, la prédica domiciliaria entre personas de alto poder adquisitivo y la prostitución religiosa (FF); todo en un marco de funcionamiento rodeado de un cierto grado de clandestinidad a través del agrupamiento en pequeñas unidades, el ocultamiento de los verdaderos nombres de sus integrantes, sus domicilios y contactos, la creación de inexistentes colegios como fachada, la centralización de la representación comunitaria en voceros únicos por lugar, el mantenimiento de la documentación personal en regla para el caso de tener que utilizarla de urgencia, el conocimiento de sus derechos individuales en cada país y la preparación de todos los miembros para saber actuar y responder en caso de ser "víctimas" de la persecución de las autoridades locales. 3.- En esta línea de pensamiento, el sr. re- presentante del Ministerio Público engarza el cambio de nombre de la mencionada organización por el de "La Familia del Amor" o simplemente "La Familia" con posterioridad al 10/2/77, fecha en que le fuera cancelada su inscripción n? 1595 en el Fichero de Cultos no Católicos y Disidentes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, a la "Asociación Los Niños de Dios Internacional" porque "atentan al orden público, moral y buenas costumbres..., al difundir una doctrina contraria a las instituciones armadas ..." (fs. 76/77). O sea que en opinión del distinguido funcionario, más allá del vano intento de hacer aparecer que ha sido disuelta, -5- tal asociación sigue funcionando sin mayores modificaciones, con la misma estructura, métodos de captación, doctrina y fines. La clasificación de las misivas escritas por "El Profeta y Rey" (así designan al líder máximo sus acólitos), según sean para ser dadas a conocer a propios o extraños, es la misma (GP, público en general; DFO, sólo para discípulos y amigos; DO, discípulos solamente; LTO, sólo para iniciados en el liderazgo; LO, sólo para líderes; y RFO, sólo para la familia real); los textos siguen siendo editados por "Servicios Mundiales" ("World Service" o "WS") con sede en Suiza, y a los escritos anteriores sólo les fueron expurgados sus tramos más comprometedores; además de mantenerse la dependencia, pero ahora directa, del mismo líder absoluto; siendo que el ministerio más importante para la organización en el transcurso de su existencia, el denominado "Flearty Fishing" (pesca con coqueteo), o mas comúnmente "FF", se sigue practicando en la actualidad como medio para llegar a los líderes de la sociedad en que actúan. 4.- A continuación, el sr. Fiscal explica los aspectos organizativos y finalidad de una estructura permanente formada por gran cantidad de personas que, a su entender, caracteriza al grupo como una asociación ilícita, en la que la obediencia y sumisión de sus integrantes a los líderes que encarnan la ley absoluta impidiéndoles tomar decisiones independientes, aparece como necesario por la propia naturaleza de las acciones delictivas a emprender: la -6- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? práctica del "FF" para la captación de ricos e influyentes con la mira puesta en la toma del poder y la conquista del mundo. Por ello, los textos incautados en las viviendas instruyen sobre el adoctrinamiento paulatino de los menores mediante la aplicación de técnicas dirigidas a anular su voluntad, tales como: su agrupamiento por edad y sexo bajo la dirección de un adulto con el fin de despersonalizarlos y propiciar su robotización, la privación del sueño, la alimentación pobre a nivel proteico, los trabajos físicos agotadores, la disolución de todo vínculo familiar, los largos períodos escuchando las grabaciones de "Mo", leyendo y memorizando sus cartas o cantando las canciones del grupo; todo como parte de un proceso de reforma del pensamiento o lavado de cerebro, que es propio de las sectas denominadas "destructivas". Además de provocar su aislamiento y la pérdida de contacto con sus familiares y el mundo exterior, impidiéndoles salir solos de los hogares o privándolos del intercambio y la estimulación social por la vía de su relación con otros niños, al programar toda su enseñanza desde el nivel del jardín de infantes hasta el secundario sin ir a la escuela. La acción corruptora la inician con la excitación sexual de los niños desde que son bebés, provocando una sobrestimulación nociva para el psiquismo temprano de una criatura y para su sistema nervioso inmaduro. Continuando con una enseñanza dirigida claramente a torcer el desarrollo de una sana sexualidad, sea por lo prematuro de su evolución, -7- sea porque lleva al sujeto pasivo a su depravación (lesbianismo) en un ambiente en el que todo el mundo tiene relaciones con todo el mundo y en el que es una práctica usual el abuso sexual de menores. Todo ello, con el fin de prepararlos para que ejerzan con éxito la prostitución en su beneficio, tanto las mujeres como los hombres. 5.- Finalmente, el acusador público propició el encuadramiento legal de tales hechos en el delito de promoción de la corrupción de menores de edad previsto por el art. 125 del Código Penal, sosteniendo que fue llevado a cabo por medio naturaleza de acciones sexual de significación (enseñanzas, consejos, intelectual de exposiciones de imágenes, ejemplos, etc.), con aptitud para desviar sus conductas al producirles una profunda alteración psíquica con directa incidencia en su recto sentido de la moral sexual. Sin perjuicio de que este accionar de los procesados, estuvo encaminado a la concreción de indeterminados tipos delictivos de acuerdo a un plan previo, cuyo objetivo final era el acceso al poder en forma indirecta mediante la captación de quienes lo ejercen. De modo tal, que la acción mancomunada de todos ellos, perfectamente planificada y coordinada con objetivos delimitados de común acuerdo y con distribución de roles individuales necesarios para la concreción del plan común, los identifica como autores de los delitos de asociación ilícita y promoción de la corrupción agravada, en concurso real. Sintetizando su petitorio en la solicitud de que se confirmen los autos interlocutorios de fs. 1979/87 y -8- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación 2259/71, en cuanto disponen la prisión preventiva de los allí nombrados y en orden a los delitos que el "a quo" dejara calificados. IV.- DE LAS NULIDADES 1.- Puestos a analizar en primer lugar las nulidades planteadas por la defensa técnica, se advierte que, si bien no llegan a adquirir la gravedad de los actos ilegales que invalidan a pleno todo lo actuado, se suman a otras irregularidades que resulta menester poner de manifiesto, porque tendrán una incidencia fundamental a la hora de valorar la prueba de cargo. Es más, no se puede dejar de señalar que la eficacia de la investigación se ha visto seriamente dañada, por las irregularidades en que se ha incurrido, afectando fuerza convictiva la las posibilidades de averiguar con objetividad jurídica imputada y su efectiva comisión por los justiciables, o en su caso, la posibilidad de discriminar sus responsabilidades en los sucesos. Por lo demás, no es éste un caso aislado. El sr. Juez de primera instancia insiste en desoir las recomendaciones que unánimemente el Tribunal ya formulara en otros confusos marcada y desordenados desorientación investigaciones dirigidas en a procesos la previos, conducción establecer la por de autoría la las y a delimitar con precisión la materia del juicio; así como por el gravísimo riesgo de agraviar irreparablemente a personas -9- inocentes o que se soslaye la identificación de los verdaderos culpables (tales, las causas Nros. 3198 y 3491 resueltas en el pasado año por la Sala I y Nros. 5374 y 386 resueltas en el corriente año por esta Sala). 2.- En lo que respecta al planteo de nulidad de las declaraciones indagatorias, cierto es que el eficaz ejercicio de la defensa material del reo requiere un preciso conocimiento de su parte sobre los específicos segmentos de su conducta que serán objeto de un eventual reproche judicial y que en dichas declaraciones, las generalidades impregnan muchas de las preguntas con las que fueron indagados. Pero a su vez, las respuestas de los incusos revelan que pudieron contestar y defender sus respectivas posturas como ajenas a cualquier tipo de responsabilidad personal, jugando aquellas vaguedades a su favor en función de la inocencia que se les debe reconocer como garantía superior frente a los medios probatorios que no logren conmoverla. 3.- Solución cuyo acierto se aprecia con mayor claridad en la falta de exhibición para su reconocimiento por los reos de los documentos de figuración en autos, habida cuenta que una importante cantidad del material ideológico, gráfico y de videograbación, que conforma hoy la masa documental pretendidamente cargosa, fue agregado a la causa por terceras personas como perteneciente al grupo y de su uso corriente (fs. 904, 908, 911 y 919/984 del presente -declaraciones de Dupuy, Padilla, Berry y Priebe-, así como fs. 915/959, 1605/1619 y 1784/1785 del expte. de Mercedes -10- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación -declaraciones de Lauce y Priebe-); quedando por ende, sujeta al relativo valor indiciario que dimana de su propia condición originaria. 4.- Tampoco las serias observaciones con las que los defensores objetaron los autos de procesamiento y prisión preventiva, al descalifican entender como que adolecen resoluciones de vicios judiciales que válidas los -sin perjuicio del mérito que de ellos hará luego el Tribunal-, conducen sin más trámite a su nulificación. En efecto, muchas de las omisiones que instancia, mediante la exhiben quedarán salvadas en esta valoración de la prueba reunida como antecedente de su dictado, tornándose por ello inapropiado el aplicar a tales actos la máxima sanción procesal que sólo corresponde discernir como último recurso. 5.- Quizás donde mayor acierto tengan los agravios opuestos a la instrucción sumarial, sea en cuanto ponen en tela de juicio el decisivo alcance comprometedor que se le pretende dar a los elementos secuestrados. Pues, por un lado, las actas que recogen las circunstancias que rodearon los respectivos procedimientos, no en todos los casos individualizan correctamente el material, al hacer referencia genérica a la incautación de: "tres baúles conteniendo abundante bibliografía donde consta la historia e iniciación de la actividad seudorreligiosa, además se procede al secuestro de trescientos videocasetes del tema referido, además -11- varios casetes con temas del mismo tenor a lo anteriormente apuntado. Que también de las habitaciones y en forma separada distintos libros de temas similares a los descriptos" (fs. 1117 vta., Acceso a Panamericana, Km. 47,5-"La Herencia", Pdo. de Pilar); o al secuestro de "...dos baúles con material de interés a analizar" (fs. 1207 vta., Remedios de Escalada 1020, Hurlingham); así como a "otra carpeta color marrón conteniendo documentación varia; un baúl de madera varios y forrado con bibliografía cuerina, varia conteniendo referida a videocasetes la secta de mención..., un valijín conteniendo películas diapositivas varias, otra valija color negro de cuerina conteniendo casetes varios..." -sin dejar constancia de su ensobrado o franjado a fin de preservar su identidad- (fs. 1235 vta., Güemes 2262 y Zapiola 2127 de San Miguel). Por otro lado, la mención relativa al hallazgo de 300 videocasetes en la finca "La Herencia"(fs. 1117 vta.), no se corresponde con los 251 videocasetes exhibidos, entre otros intervinientes, al testigo José María Bagao (ver fs. 250 de las ratificaciones que corren por cuerda, según fueran recogidas en actuaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires); del mismo modo, que en el acta del secuestro realizado en Bernardo de Irigoyen 1180/82 de Vicente López, aparecen comisados 16 videos (fs. 1158 vta.), en tanto que al testigo René Mendoza le fueron exhibidos solamente 12 (fs. 195 de las referidas actuaciones acollaradas). Todo ello, sin desmedro de que también es baja la credibilidad -12- que se le puede asignar a esta serie de Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? ratificaciones sucesivas calcadas unas de otras, con la sola modificación de los tramos inherentes a los datos personales de cada testigo y cuyo preciso contenido individualizador de los documentos, cartas, libros, disquetes, afiches, etc., es de suponer que sería de imposible recordación por quienes los habrían visto por primera vez entre 13 y 28 días antes y, sin embargo, los describen con una precisión y unanimidad dignas de una programación computada antes que de una memoria humana. 6.- De todos modos y en tren de dar respuesta a la defensa, ya que por tales motivos descalificó la validez de las actas que recogen las referidas diligencias, corresponde señalar que las nulidades deben interpretarse con un criterio absolutamente restringido, porque, tratándose de la máxima sanción procesal con la que se priva de efectos jurídicos al acto que se tiene por viciado, su aplicación sólo corresponde como último recurso. Y en tanto la ausencia de una detallada descripción de los efectos de marras no afecta la validez extrínseca de las actas cuestionadas, no cabe anularlas; sin perjuicio del valor probatorio que se les otorgue a los elementos secuestrados al resolver en definitiva.7.- En cambio, es inexplicable y adquiere singular gravedad la investigación que llevó adelante el "a quo" respecto de la familia Robb-Rambur, porque, sin que pudiera mediar la comisión de un ilícito, utilizó medios compulsivos para determinar si los cinco hijos del matrimonio lo eran -13- realmente de su padre o por el contrario, eran el fruto de relaciones adulterinas intromisión en el mantenidas ámbito de por privacidad la mujer. de las Esta personas utilizando incluso la coacción estatal para investigar hechos que, a lo sumo, constituyen conductas moralmente criticables, roza el abuso de autoridad de no representar la ignorancia de claras disposiciones legales. En efecto, no obra en autos ninguna constancia que permitiera siquiera dudar de la legítima relación matrimonial que une a Robert Eldrich Robb con Kay Susanne Rambur de Robb (fs. 2387/2410). Ni de que, estando casados, ésta última dio a luz el 10/06/78, a quien su padre inscribió poco tiempo después como Kristy Angelique Robb (hoy cuenta con 15 años de edad); el 27/03/81, nace la segunda hija del matrimonio y es igualmente inscripta como Mercy Milagros Robb (hoy cuenta con 12 años de edad); el 12/02/83 nace la tercera hija, a la que anotan como Becky Faith Robb (hoy tiene 10 años de edad); el 13/05/85, da a luz su primer hijo varón y lo inscriben como Michael Hersey Robb (hoy alcanza la edad de 8 años); y el 31/12/86 nace la última hija del matrimonio que fuera inscripta como Ana María Robb (hoy está por cumplir los 7 años de edad). Sin embargo, ante una mención testimonial de quien dijo conocer que los padres convivían con un tercero y de resultas de lo cual "no todos los hijos del matrimonio Robb eran hijos de ellos" (fs. 1878), el sr. Juez de grado dispuso extraerle sangre a todo el grupo familiar, por entender que la prueba de histocompatibilidad que ordenara -14- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? constituye un "objeto procesal de la presente causa" (fs. 1886 vta.). De ello dio noticia al sr. Defensor Oficial en su carácter de Asesor de Menores, quien, sin dejar constancia de haber mantenido en ningún momento una entrevista con el fin de recabar la opinión de alguno de sus pupilos, se remitió a prestar conformidad con lo resuelto respecto de los cinco niños (fs. 1890). Huelga consignar que tan grave decisión del magistrado, se vincula con su posterior dictado del procesamiento de los padres por considerarlos "prima facie" autores de los delitos de alteración del estado civil de un menor de 10 años y falsificación ideológica de documentos destinados a acreditar la identidad de las personas (arts. 55, 139 inc. 2? y 293 en función del 292, segundo párrafo, del Código Penal). En principio, se actuó con apresuramiento al pasar por alto la circunstancia de que todos los nacimientos y sus registros se operaron en el exterior y en razón de ello, muy poco es lo que se puede decir sobre la pretendida alteración y falsedad, antes de recoger en autos la forma en que las correspondientes leyes extranjeras regulan los respectivos regímenes de filiación y de autenticidad documental. Pero lo primario y realmente grave, es que la conducta imputada no es para nuestro régimen jurídico otra cosa que el legítimo ejercicio de un derecho y el cumplimiento de una obligación -15- legal, y como tal, nunca pudo ser considerada un delito (arts. 243, 245 y 246 del Código Civil; arts. 1, 28 y 30 del decreto-ley 8204/63 y art. 37 inc. a) de la ley 17.671 modificado por ley 20.974; art. 4 de la 23.511 y art. 19 de la Constitución Nacional). Ello así, porque una de las presunciones más antiguas de que se tenga memoria es la de que el hijo dado a luz por una mujer casada tiene como padre a su marido. Lo cual se deriva del rol fundamental que en nuestra sociedad se le reconoce a la familia legítima y del respeto que se le otorga a las decisiones privadas, por el efecto estabilizador que ellas tienen en las esferas íntimas de responsabilidad (cf. Zannoni, Derecho de Familia, Ed. Astrea -Bs. As.-, 1981, T? II-323/324). Por manera que, ni siquiera es menester vincular el "sub judice" al clásico caso de la peinadora que tantos afanes de maternidad tenía y se hizo cargo de una niña recién nacida para darle su nombre y sus ahorros a la hora del fallecimiento; aquél en el que la infante también fue inscripta "sin el propósito de causar perjuicio", pero que, el haber sido concebida fuera del matrimonio, determinó la condena del Tribunal; con la vehemente disconformidad del maestro Jiménez de Asúa, por entender que era inocente en virtud de la teoría de la justificación supralegal, argumentando que "en todas aquellas ocasiones en que una perfecta probanza acredite que el acto típico es conforme con las normas de cultura (que haya internalizado -16- el autor, agregaríamos nosotros), debe Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación reconocerse la juridicidad del mismo" (ver "Tratado de Derecho Penal", T? IV-683). Aquí, en cambio, tratamos un supuesto en el que, la legitimación activa para interponer el desconocimiento de la paternidad les fue reservada por el legislador en exclusividad al marido y al hijo, (art. 259 del C.C.) y no se entiende cómo se podría mantener tal clausura e impedir su indagación por cualquier otra persona, si se vializa la misma acción pero con carácter público en sede penal. Además, tratándose de un derecho directamente supeditado al principio de autonomía personal y estrechamente vinculado al concepto de dignidad humana, es uno de los llamados "personalísimos" que impiden cualquier ingerencia ajena a fin de preservar la intimidad, la honra y la reputación de las personas (cf. art. 11 del Pacto de San José de Costa Rica y art. 9 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires). Y como tal, no es dable entender que el impúber esté representante legal del menor autorizado a ejercerlo en cualquier circunstancia. Por el contrario, es tal la trascendencia que tiene para el hijo el decidir la determinación de su verdadera filiación, que es menester reservarle -a partir de reconocer su condición de sujeto de derecho, en consonancia con lo preceptuado por la Convención sobre los Derechos del Niño-, la posibilidad de promover la acción recién cuando tenga capacidad de discernimiento (art. 921 del Código Civil); por analogía con la normativa del art. 285 del código -17- citado, en cuanto faculta a los menores adultos a demandar a sus padres "por sus propios intereses" (porque recién entonces tendrán la aptitud suficiente para distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto y lo conveniente de lo inconveniente, en el decir de Llambías, Código Civil Anotado, T?I-944 y 948; Bossert-Zannoni, "Regulación Legal de la Filiación y la Patria Potestad", pags. 303/304). De no ser así y por el efecto de la cosa juzgada, quien aparece como beneficiario de la norma, podría llegar a verse vulnerado definitivamente en sus más íntimos intereses. También es del caso señalar, que la situación planteada es absolutamente diferente a la de los niños nacidos en cautiverio durante el gobierno militar, ya que sin estar anotados en el Registro Civil, fueron objeto de un secuestro ilegal y entregados a terceros para ser inscriptos como propios. En relación con lo cual, cabe avalar que se otorgue favorable acogida a la presentación hecha por la presidenta de "Abuelas de Plaza de Mayo" (fs. 2314/15), en la medida que explicita la pretensión de verificar la compatibilidad sanguínea entre los niños que se encuentran dispuestos y los familiares de quienes sufrieron aquellas lamentables consecuencias. No es ello lo que acontece en el "sub judice", ya que el estudio ordenado se dirigió a establecer sin ningún interés legítimo que lo respaldase, el eventual nacimiento de los cinco menores fuera del matrimonio Robb-Rambur como si en verdad los hubieran sustraído. Razón -18- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? por la cual, en lugar de estar siendo ayudados a conocer su origen biológico con el fin de brindarles "...la asistencia y la protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad" (art. 8, punto 2, de la Convención citada), "inaudita parte" se los ha colocado en el camino de privarlos del estado civil que ya están gozando. Desde otro ángulo de mira, sería "insanablemente absurdo por contradicción, que una acción legítima (conforme al Derecho a través de cualquiera de sus ramas) ejecutada por quien tiene 'derecho a obrar' como obró, resultara contemporáneamente antijurídica (contraria al Derecho), e incluso sometida a una sanción penal" (cfr. Frías Caballero en "Teoría del Delito", pág. 266). De modo que, comprobado como está que no se cuenta con ningún indicio en autos de que se haya alterado un estado civil preexistente y que, por el contrario, sólo se sabe que los emplazamientos de hijos legítimos en cuestión se obtuvieron "ministerio legis", se verifica en este caso una evidente ausencia de antijuricidad -o de tipo si se lo entiende integrado por aquélla-. Lo cual pone de manifiesto el inicio de una investigación ilegal en violación de claras disposiciones de orden público, que por sí misma ha comprometido la estructura jurídica familiar sin potestad jurisdiccional. Por ende, tratándose de un gravísimo vicio de procedimiento lesionante del principio de legalidad (art. 18 de la Carta Magna), la invalidez de todo lo actuado al -19- respecto será declarada de oficio. Debiendo revocarse, consecuentemente, la parte respectiva del auto asegurativo dictado a fs. 2259 en relación a los esposos Robb-Rambur y en orden a los delitos de alteración del estado civil de un menor de diez años y falsedad ideológica de documento público destinado a acreditar la identidad de las personas, en concurso real. V.- DE LOS ANTECEDENTES. 1.- Cuando se ingresa al examen puntual de las imputaciones genéricas dirigidas contra quienes integran el grupo religioso que desarrolla su actividad en nuestro país bajo la denominación de Hermandad Cristiana de Comunidades Misioneras Independientes "La Familia" y que se ubican a sí mismos como una derivación parcial de la asociación denominada hasta hace unos quince años "Los Niños de Dios Internacional", se advierte de inmediato que básicamente recalan -más allá de que carezcan de precisión en cuanto a la verificación fáctica de sus requisitos dogmáticos-, en el mismo encuadre jurídico al que se recurrió para iniciar el 27/10/89 la causa N? 81 del mismo Juzgado Federal N? 1 de San Isidro, por una denuncia de corrupción de menores adosada a la presunción de que en sus domicilios se infringían diversas normas contenidas en la ley de estupefacientes. También en aquella -20- ocasión se procedió como primera medida al Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación allanamiento de organización, los al domicilios secuestro conocidos del de abundante la mentada material bibliográfico, audiovisual y fílmico que fuera hallado en las viviendas y a la detención de once personas adultas que fueron sometidas al proceso (fs. 1/52). Pero con dos significativas diferencias: a) se mantuvo a los niños en sus casas sin alterar su cotidianeidad -partiendo del prudente criterio de que podían estar siendo víctimas de un delito, pero no por ello debían serlo de su investigación- y se los colocó de inmediato bajo la protección judicial mediante la custodia directa de la Delegación Norte del Ministerio de Acción Social de la Provincia de Buenos Aires, al dársele intervención al Tribunal de Menores N? 1 para que ejerciera su función tuitiva, en tanto se practicaban los informes médico-psicológicos y su titular podía tomar contacto con los pequeños en su habitat natural (Causa N? 17142 en la que se arribó a la conclusión de que se encontraban "en un medio apto para el desarrollo físico y moral"); y b) oportunamente -el 11/01/90-, el entonces Juez Federal dictó el sobreseimiento por los delitos relacionados con la ley de drogas y decretó su incompetencia, derivando la investigación relacionada con el artículo 125 del Código Penal al Juzgado en lo Criminal N? 1 (Causa N? 34269, en la que también se asumió un temperamento expectante -el 23/05/90- hasta que esta resolución debió adquirir un carácter definitivo por aplicación del art. 384 del Código Procesal Penal de la -21- Provincia de Buenos Aires). 2.- A escasos meses de estos sucesos -el 19/12/90-, se dedujo la denuncia ante el Juzgado de Menores de Mercedes (Causa N? 32202), en representación de la madre de cuatro niños que habían desaparecido y que ella dejara a cargo de su concubino antes de tener que partir hacia su país de origen para tratarse una enfermedad terminal. El sr. Juez de la causa, tras propiciar la intervención del Servicio de Inteligencia de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires con el fin de buscar a los cuatro menores Frouman, obtuvo como resultado parcial la presentación de dos de ellos (ver las fs. 1454/1458 del citado expediente) y mantuvo la averiguación del paradero de los otros dos, presumiendo su retención en alguna de las residencias del referido grupo "La Familia" que pensaba ubicadas en Mar del Plata (idem fs. 17/8, 211, 521 y 980), San Isidro, (fs. 347/51), Salta, Tucumán y Jujuy (fs. 385 vta.), Florida, Vicente López, Pilar y Capilla del Señor (fs. 395, 398, 405, 419 vta. y 460), Hurlingham, (fs. 431), Bahía Blanca (fs. 490/504 y 839/842), Rosario (fs. 507/518 y 523/552) y Capital Federal (fs. 592). Motivo por el cual, recabó información sobre el estado de las diversas causas judiciales abiertas en los últimos años para investigar las denuncias sobre presuntos delitos que se habrían perpetrado contra la honestidad y la libertad de los niños que residían en las viviendas de la comunidad -salvo de los mencionados Juzgados provinciales en -22- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? lo Criminal y de Menores del Departamento Judicial de San Isidro y del también aludido Juzgado Federal N? 1 de San Isidro (esta causa N? 81/89)-, recibiendo por respuesta las respectivas constancias legajales, de donde se desprende que: en la causa tramitada en el Juzgado Federal N? 1 de Bahía Blanca con el expediente N? 386/89, se dictó el sobreseimiento total y provisorio respecto de los cuatro procesados, ordenándose el archivo de las actuaciones el 23/5/90 (fs. 3185 del ppal.); la causa N? 2531/89 del Tribunal de Menores N? 2 de Bahía Blanca, se halla paralizada desde el 18/12/90 por una averiguación de paradero (fs. 613/692); en la causa N? 23.147 del Juzgado de Instrucción N? 31 de la Capital Federal, se dictó el sobreseimiento provisional el 14/08/92 (fs. 693/800); la causa abierta por el Juzgado de Menores de Córdoba fue archivada al "no constatarse que los menores que habitaban el inmueble (donde se llevó a cabo el procedimiento) estuvieran en una situación de peligro físico o moral" (fs. 2000 del expte. ppal.); la causa N? 3512 del Juzgado de Menores de Mar del Plata, tiene un último proveído fechado el 3/05/89 por averiguación 1008/1121); en la causa N? de paradero (fs. 1959 del Juzgado Federal de Comodoro Rivadavia, se dictó el sobreseimiento el 18/12/90 sin haberse procesado a persona alguna (fs. 144 del respectivo expte. que corre por cuerda fotocopiado); la causa -23- N? 35401 del Juzgado en lo Penal N? 2 de Mar del Plata se encuentra en trámite (fs. 1209); y en la causa que tramitara por ante el Juzgado en lo Penal de Faltas de la ciudad de Rosario (fs. 1193/1207), se impuso a los dieciséis procesados una pena de 30 días de arresto y el pago de multa de 6 JUS por incumplimiento de los mandatos legales, negocios no autorizados y explotación de la credibilidad pública, en concurso real (Expte. N? 2858/92 que corre por cuerda en 600 fojas fotocopiadas). De allí en más, la investigación mercedina tomó un sesgo inicialmente imprevisto y se propició su ampliación, siempre en el ámbito del mismo juzgado tutelar, con la incorporación del muy extenso aporte testimonial de cinco ex-integrantes de "La Familia" (fs. 915/44, 957, 1604/08, 1617/19, 1642/51, 1741/71, 1772/82, 1784/85, 1831/64 y 1926/27) y documental (fs. 26/93, 99/131, 153/86, 231/80, 364/74, 915/44 y 975/77; se trata de Oscar E. Lauce, Richard A. Dupuy, Miriam F. Padilla, Edward Priebe y Abigail J. Berry), que ilustraron sobre las actividades ilícitas que vendrían realizando desde hace 20 años en el país y en el exterior los miembros de ese grupo religioso, configurando una inusual asociación ilícita que en tan dilatado lapso viene cometiendo los delitos de violación, estupro, abuso deshonesto, corrupción y ocultación de menores, promoción y facilitación de la prostitución, defraudación, reducción a -24- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? servidumbre, privación ilegal de la libertad y falsificación documental. Lo cual, puso de manifiesto el manejo por dicho magistrado de una materialidad cuya jurisdicción le era ajena, determinándolo a declinar su competencia al respecto en favor del juzgado de mayores que pudiera corresponder. Sin embargo, y a pesar de que fueron incorporadas por Secretaría las fotocopias de las causas respectivas (fs. 1445 vta.), en lugar de diferir sus propias actuaciones al citado Juzgado en lo Criminal N? 1 de San Isidro que resolviera la denuncia por los hechos semejantes desgajados definitivamente de la presente causa, o al que por turno correspondía en caso de entenderse que se trataba de hechos nuevos, inexplicablemente aludió a "insistir con la intervención del señor Juez Federal con asiento en la ciudad de San Isidro, Dr. Roberto José Marquevich y sin perjuicio de la competencia definitiva" (fs. 901 del presente), le remitió los diez cuerpos al que alcanzó engrosar su propio expediente, con otros dos acollarados (fs. 1246 vta.). VI. DE LAS PRUEBAS. 1.- Así las cosas, el "a quo" convocó a testimoniar a los mentados ex-miembros de "Los Niños de Dios" o de "La Familia" -según fuera la designación del movimiento en la época o el lugar del orbe en el que militaron cuando lo integraban-, brindando en cada caso una repetición abreviada de sus dichos anteriores; referidos algunos, al accionar del -25- que habrían tomado parte ellos mismos en el exterior o en nuestro país. 2.- El primero en declarar fue Richard Alan Dupuy (fs. 904/907), quien relató que su ingreso se produjo durante su juventud "hippie" cuando fue fundado un grupo con el nombre "La Revolución de Jesús", asumiendo poco después la labor de "pionero" para fundar nuevos centros en varios países de Latinoamérica hasta el año 1978 -vino como encargado a la Argentina en 1974/75-, ya que en aquel año fue desplazado debido a la profunda reestructuración que hubo en el movimiento y pasó a desempeñarse en el trabajo de hotelería durante tres años; volviendo a reingresar a la secta en 1981. Actualmente se encuentra fuera de la organización junto con uno de sus hijos, no así su hija de 22 años de edad y la tercera de 18 años que estaría con su madre en México. Explicó que él tenía una noción muy idealizada del grupo y no veía mal que se abusara de los niños y se los violara, así como que se practicara la técnica de captación denominada "Flearty Fishing". En su opinión, "La gente que milita en la secta lo hace libremente. Sin embargo, una vez dentro, están ordenados por sus superiores a realizar determinadas tareas que no les era libre dejar de cumplir". Luego de referir su trabajo en distintos países del mundo y la forma en que son controlados los adeptos por su máximo líder -a quien tuvo oportunidad de conocer hace muchos años-, aclaró que personalmente no tiene conocimiento de la comisión de -26- delitos en nuestro país. Y finalmente, aludió al Poder Judicial de la Nación sectarismo que campea entre Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? sus integrantes contra los judíos, los negros y los indígenas australianos, aunque "le resulta curioso el hecho de que habrá en la secta aproximadamente unos 10 o 12 negros"; reiterando que no le consta ningún caso concreto de abuso sexual en la Argentina. 3.- Miriam Faith Padilla "es la primera vez que se encuentra en el país" (fs. 908/910), por ello su pormenorizado relato del infernal paso por la secta que le tocó vivir desde que nació en Costa Rica en el año 1973 hasta que sus padres salieron de ella en el año 1991, se refiere a períodos en los que estuvo en España, Grecia, India, México, Inglaterra y Hungría. 4.- En cambio, Abigaíl Julia Berry viajó desde los E.E.U.U. donde reside actualmente (fs. 911/913, 1041/1044 y 1299/1300), pero desde pequeña estuvo afincada en la Argentina junto a su madre Patricia Margaret Adams y a su hermano Isaac Rubén. Su relato abarca un extenso lapso transcurrido dentro de la organización hasta el año 1991 y las circunstancias en las que se fugó porque nunca se le dio la oportunidad de hacer otra vida que no fuera la que se le impuso. Desde que eran muy chicos los adoctrinaron sexualmente de una forma muy lujuriosa y pervertida, ya que siempre tuvo acceso al material sexual explícito y aberrante; -27- ella con los otros chicos podían observar cómo las mujeres salían a la calle a practicar el "FF" -así denominan a la prostitución dirigida a captar gente con poder para que les debieran favores- y cuando regresaban a fin de entregarle "al pastor" todo lo obtenido. La organización tiene como fundamento que no existe la propiedad privada y se reparten en colonias de 100 a 150 personas, las mujeres siempre deben estar dispuestas a tener relaciones con quien el líder ordene, rompiendo todo lazo afectivo con sus parientes dado que entre ellos mismos forman una gran familia. Los menores generalmente eran separados de sus padres a los 12 años y los castigos físicos y tormentos eran normales, siendo que a los adolescentes que presentaban problemas de conducta los amenazaban con enviarlos a un campo de reformatorio. La seguridad para que los miembros del grupo no se escaparan, consistía en controlarlos con "perros, alarmas, reflectores de luz y guardias con bastones y balas de goma. Ante un eventual allanamiento se encuentran entrenados para huir al escuchar la clave, salvo un reducido grupo de personas que saben lo que tienen que decir". "La discriminación racial era con los judíos y negros", siendo la intención de la organización "llegar a ser los amos del mundo". A instancias de Susana Clara Borowik fue violada cuando tenía 13 años por el líder Manuel José Sabatasso (extremo sobre el cual, nada le fue preguntado a la nombrada Borowik en su indagatoria); también fue violada por el hermano mayor de este último y en otra ocasión, la obligaron a dormir toda una noche con un -28- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? líder llamado Juan Fonta. Una cosa similar también le ocurrió a Sara Bechard. Después de la prohibición de 1987 que limitó los juegos sexuales de adultos con menores, igual continuaron los bailes eróticos entre adolescentes con poca ropa interior. También se filmaban y exhibían videos con actos sexuales explícitos que luego se destruían para no comprometer al grupo. Por la educación que recibían no tenían posibilidad de elegir ni de negarse a tener relaciones sexuales. En una oportunidad tuvo una infección muy grave por la falta de prevención de parte de los miembros de la secta que confundían su enfermedad con un maleficio del diablo y a raíz de ello le tuvieron que extirpar las trompas de falopio, destacando que Clara Borowik tenía un poder sobre la declarante y la sacó del Hospital Cetrángolo de Vicente López prematuramente y se le infectaron los puntos de la herida, debiendo ser reintegrada nuevamente de urgencia. Refiere esto porque en la secta siempre que uno está enfermo se le ordena que rece, porque si recurre al médico hay una falta de fe; por lo tanto, para la declarante es sabido que ha muerto mucha gente por falta de atención. Luego de la operación fue al Hogar de Pilar y su tarea en la cocina consistió en la atención de entre 100 y 150 chicos, para lo cual la ayudaban otros jóvenes de 13 y 14 años. La situación de presión que venía sufriendo "ya que debía cambiar de una vez por todas y confesar sus pecados", hizo que se comunicara telefónicamente con un "pez" de su madre llamado Asad, que en una oportunidad -29- le había ofrecido ayuda para salir de la secta, conseguir su documentación personal y viajar hacia los Estados Unidos para residir con sus parientes. Sin embargo, el nombrado la obligó a convivir con él en un departamento durante más de un año para tener relaciones sexuales. Hacia fines de diciembre de 1991 fueron juntos de vacaciones a San Martín de los Andes y al retornar a Buenos Aires apeló a su misericordia. La llevó a entrevistar a José Baamonde, quien presidía la Fundación SPES (Servicio para el Esclarecimiento en Sectas), a fin de realizar un tratamiento. De ahí que, en un viaje que hizo hacia Buenos Aires con este propósito, aprovechó para conectarse con la embajada de Estados Unidos e hizo la denuncia penal en su contra, formándose la causa judicial que tramitó ante el Juzgado en lo Criminal de Instrucción N? 31 de la Capital Federal, en la que fue sobreseído. 5.- Edward Priebe es otro ciudadano extranjero que declaró merced a encontrarse transitoriamente en el país (fs. 914/918), siendo que su relato se extiende desde su ingreso a "Los Niños de Dios" en el año 1971 (quiso encontrar un modo de servir a Dios y se unió a los "hippies" que se volvieron cristianos), habiendo llegado a conocer su organización y el ilícito accionar de la misma en diversos países del mundo, incluso la participación de David Berg -con quien convivió durante 8 meses- en un alzamiento militar de extrema derecha contra el gobierno democrático filipino. Mas no aportó ninguna referencia concreta de alguna actividad realizada en -30- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? la Argentina. 6.- Oscar Eduardo Lauce declaró en dos ocasiones (fs. 1002/3 y 1325/1326), recordando que "entró a la secta por amor a Dios y por una vida de servicio" a los 13 años de edad y que salió a los 23 años al darse "cuenta a lo largo del tiempo que se convertía en una pesadilla debido a que se le marcaban horarios, se controlaban las salidas y se obligaba a memorizar versículos de la Biblia y las cartas de "Mo" o "Moisés David". Mientras estuvo en la secta fue viviendo los cambios de las distintas doctrinas, primero fue una de amor libre a la que se incorporó la prostitución sacra (FF o pesca con coqueteo) y por último se introdujo el tema de los niños, incentivando a los padres para que aquellos tuvieran relaciones sexuales; precisamente, muchas personas se escaparon por no estar de acuerdo con las reformas que se iban realizando a la doctrina. Otra de las reformas fue la aplicación de castigos corporales, ya que "si el niño no se somete por amor se lo debe someter por el temor". Es muy raro que dentro de la secta se mantenga una familia biológica unida a lo largo de los años, "sino que siempre se separa a los chicos de los padres para garantizar que en caso de que alguno de los progenitores abandone la secta, no se pueda llevar consigo a sus hijos". El dicente se casó cinco veces y cumplió funciones de líder como pastor en el Hogar de Rosario; conociendo que se utilizan miembros que ocupan cargos importantes para conseguir nuevos adeptos y posiciones -31- de poder. De Mario Torres sabe que abusó sexualmente y violó a mujeres menores -además de haberlo humillado públicamente mediante "abuso de autoridad"- (el nombrado Torres tampoco fue interrogado por estos atentados sexuales). 7.- Tras los primeros testimonios de estas cinco personas y lo declarado por el oficial de inteligencia policial provincial Com. Insp. Elpidio Hugo Gabutti (fs. 995), quien facilitó las direcciones de los hogares de "La Familia" en la zona noroeste del Gran Buenos Aires para ubicar allí a los Frouman (fs. 996)-, el sr. Juez de grado entendió procedente librar sendas órdenes de allanamiento respecto de diez inmuebles con el genérico objeto de "proceder al secuestro de todo elemento de interés y a la detención de quienes resulten responsables por el delito de asociación ilícita". procedimientos Sin realizados embargo, durante la ninguno noche de del los 1? de septiembre de 1993 sirvió para encontrar a los dos menores buscados y en cuatro de ellos -los llevados a cabo en Valle Grande N? 1444 de Florida (fs. 1177), en Ombú N? 859 de Don Torcuato (fs. 1181), en las cercanías de la fábrica "Suavegóm" sita en Capilla del Señor (fs. 1195) y en la calle Paraná N? 662, piso 4? de Capital Federal (fs. 1218)-, sus resultados fueron negativos por la ausencia de ocupantes, por estar alquilados a terceras personas ajenas al grupo religioso en cuestión o porque, a la postre se estableció que la titular del inmueble era ajena a los delitos por los que -32- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? resultó procesada (fs. 2268 vta.). 8.- En el practicado en la finca "La Herencia" de el Km. 47,5 del Acceso Panamericana en el Partido de Pilar con la presencia del Secretario del Juzgado Dr. Jorge Sica (fs. 1116/18), "...se encuentran afiches, libros y videos de contenido religioso"; luego se identificaron a todos los moradores y 74 menores con algunas madres fueron alojados en dependencias del Consejo Nacional del Menor y la Familia. Posteriormente (fs. 1128), el Comisario Inspector Juan Carlos Rebollo que estuvo a cargo de la diligencia, mantuvo por orden del Juez la detención de Nelson Alcides Gómez, Eduardo José Blanco Díaz y Juan Carlos Cavazza, en tanto recibía la declaración testimonial de los demás prevenidos. Es así que Bernie Adam Edson (fs. 1134), Enrique A. Lacuesta (fs. 1136), Eduardo D. Medvedovsky (fs. 1138), Jorge César Filipi (fs. 1140), Gustavo J. Alcoba (fs. 1142), Alejandro A. González (fs. 1144), Fernando González (fs. 1146), Alejandro Cruz Cedillo (fs. 1148), Gustavo A. Fabiani (fs. 1150), Bruse M. Gudworthz (fs. 1152) y Garballo Daluz Nelson (fs. 1154), a su turno, explicaron los motivos altruístas por los cuales identificaron su vocación religiosa y decidieron canalizarla en "La Familia" por compartir las bondades del tipo de vida que llevan desde hace varios años; refirieron las tareas de cocina, jardinería, mantenimiento, etc. que cada uno desempeñaba en la finca allanada, donde casi todos vivían con -33- sus respectivas esposas e hijos; aludieron a la secuencia diaria que comienza en la mañana temprano con el desayuno y las oraciones, el cumplimiento de sus tareas y la escolaridad de los niños hasta el mediodía que los convoca para el almuerzo, sigue con el descanso, el deporte, las labores o la salida de quienes dan testimonio de la Palabra de Dios, y el reencuentro al final de la tarde para cenar y retirarse cada grupo familiar a fin de compartir cuentos, ver videos o transmitir historias de la Biblia antes de dormir. Coincidieron en que cada uno de los hogares es independiente con autonomía en su organización; en que por la actividad que realizan son responsables todos los mayores de cada lugar, porque adoptan las distintas decisiones en forma general o a través de un consejo que eligen periódicamente; en que la educación que imparten es completa y formal con todos los grados existentes en una escuela normal, incluyéndose la orientación religiosa y la lectura de la Biblia; y en que las fiestas que realizan habitualmente las comparten con los niños, específicamente son de cumpleaños o comuniones. En la secta no existe ninguna organización jerárquica porque se manejan por medio de un consejo de hogar. 9.- El allanamiento del inmueble sito en Bernardo de Irigoyen N? 1180 de la localidad de Florida con la intervención del prosecretario del Juzgado Dr. Pedro Rebollo (fs. 1158/61), derivó en la detención de su encargado Jesse Jude Mara previa clausura de la finca, en la disposición de -34- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación 22 menores en dependencias del citado organismo de protección y en la remisión a la sede policial de otros seis ocupantes mayores a fin de recibirles testimonio (Esperanza Sosa Castro a fs. 1165, Salomón Weiler a fs. 1167, Teresa Flaniguen Olivera a fs. 1169, Héctor Musante a fs. 1171, Shake Natan Pigus a fs. 1173 y Darius Hopper a fs. 1175), quienes aclararon la tarea misional, así como la específica de carácter laboral que realizaban en el lugar -salvo la tercera, quien se encontraba pernoctando por algunos días debido al casamiento de su hija y se remitió a responder que en ningún momento vió alguna actitud extraña de los adeptos a la religión cuestionada- y en general, todos ellos se expidieron en términos semejantes a los anteriores testigos en cuanto al régimen de festejaban, vida la que llevaban, distribución de los acontecimientos funciones y la que forma de conducción rotativa y electiva con la que se organizaban. 10.- De resultas del allanamiento llevado a cabo en la calle J. Buschiazzo N? 1630 de la localidad de Don Torcuato (fs. 1184/90), se dispuso de seis menores y fueron detenidos Susana Clara Borowik, Rafael Martínez González, Roberto Martinetto, Robert Eldrich Robb, Alejandro Emilio Trevisán, Mark Steven Jacobs, Mario Roberto Torres, Alice Sophia Dow y Douglas Andrew Mickle; aunque posteriormente este último fue puesto en libertad a fin de recibirle declaración testimonial (fs. 1192 vta./1193), ocasión en la que explicó su labor de profesor de varias materias y que también aporta su concurso -35- en el jardín y en la granja de la comunidad, a la cual ingresó porque le atrajeron sus principios bíblicos, así como también la forma de vida en cooperación y ayuda que se brindan unos a los otros. 11.- De las ocho personas mayores ocupantes del inmueble sito en la calle Remedios de Escalada N? 1020 de la localidad de Hurlingham (fs. 1206), fueron procesados Lorenzo Montes García y Flor Bojorquez, -esta última posteriormente al advertirse su don de liderazgo-, se dispuso de dieciséis menores y solamente a dos de los liberados se les tomó declaración testimonial (Diego E. F. González a fs. 1212 y Fernando J. Albornoz a fs. 1214), los que también refirieron su respectivo estado civil, la cantidad de hijos, sus ocupaciones cotidianas, su identificación con la obra misional cristiana por la que ingresaron a la hermandad, la modalidad de la enseñanza, el tipo de vida y la organización autónoma con la que se manejaban. 12.- Finalmente, a raíz de los allanamientos de las viviendas ubicadas en las calles Güemes N? 2262 y Zapiola N? 2127 de la Ciudad de San Miguel, cuyos desarrollos fueron volcados al acta agregada a fs. 1234/36, se detuvo a Daniel Martial Charrie, Kay Susanne Rambur, Daniel Armando Moreno, Jurgan Heinz Grothaus y Joel Steven Martin, disponiéndose la remisión de los menores a algún instituto dependiente del Consejo Nacional del Menor, tras clausurar el lugar sin adoptar ningún temperamento respecto de las otras personas -36- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? mayores que allí se encontraban. 13.- Todos estos antecedentes son los que propiciaron la decisión judicial de proseguir "con la instrucción del sumario con noticia fiscal", así como la imposición de su secreto y el consiguiente llamado a prestar declaración indagatoria a los diecisiete procesados que habían sido detenidos hasta ese momento (fs. 1245). Después de darles a conocer que se les imputaba los "delitos previstos y reprimidos por los arts. 119, 125, 140, 142, inc. 1?, 142 bis, segundo párrafo, inc. 1? y 146 del Código Penal y art. 3? de la ley 23.592", les fueron dirigidas a cada uno de ellos una sucesión de preguntas relativas a la función del deponente en la comunidad, la escala jerárquica que rige en ella y en quién recae su liderazgo en nuestro país y en el exterior, el origen de los recursos económicos de que disponen, si se castiga física o psicológicamente a los menores y si conocían del ocultamiento de alguno, qué pasaba con ellos cuando sus padres se retiraban de la comunidad y quiénes eran sus tutores, o si sabían de la ocurrencia de violaciones en su ámbito, cuál era el horario habitual de un día de actividades y cómo se llevaba a cabo la educación de los niños, si se podían recibir visitas, si existe identidad entre "Los Niños de Dios" y "La Familia", cómo consideraban y practicaban el sexo dentro y fuera de la comunidad, cómo trataban las enfermedades y si aceptan el suministro de medicamentos, si propician el matrimonio entre menores y si -37- tienen una identificación especial para los integrantes del grupo religioso, además de si realizaban algún tipo de discriminación racial, religiosa o de otro tipo. Con sus particularidades y aclaraciones espe- cíficas, todos los indagados coincidieron al explicar las respectivas tareas inherentes al funcionamiento comunal y a la labor misional que realizaban, en que, más allá del rol pastoral que le reconocían a David Berg, se manejaban con un consejo integrado por tres o cuatro miembros de elección trimestral en cada hogar, a fin de decidir las cuestiones de cierta importancia que fueran apareciendo; en que algunos de ellos recibían familiares, ayuda periódica afrontando los o circunstancial gastos regulares de con sus las donaciones y las ventas de posters, casetes y videos a las personas que contactaban con motivo de su continua divulgación del Evangelio; al tiempo que rechazaron todo tipo de maltrato a sus niños, a quienes los educaban en los propios hogares por las mayores facilidades de estudio que tenían para ello, con los integrantes mayores capacitados en cada materia que los preparaban para dar los exámenes libres y, fundamentalmente, apelando al amor y a la conversación o a lo sumo recurriendo a pequeñas reprimendas; negaron enfáticamente que se hubiera cometido la violación de alguien u ocultado a algún menor reclamado por sus padres, siendo que, generalmente, viven con ellos salvo los contados casos -38- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? en que transitoriamente no ocurre y los progenitores designan ante escribano público un tutor de su confianza; recrearon un día habitual de los niños con su comienzo a las 7.00 hs. de cada mañana, a fin de desayunar y dedicar la siguiente hora a la lectura de un texto bíblico, para luego cumplir con su asistencia a la actividad escolar con intervalos de recreo hasta el mediodía, antes de pasar a almorzar y dedicarle una hora al descanso, a los juegos o al deporte, tomar una pequeña merienda aproximadamente a las 15.30 hs. y retornar a las tareas educativas que se interrumpen hacia el fin de la tarde, momento en el que se reúnen con sus padres con el fin de compartir aproximadamente otra hora y prepararse para la cena a eso de las 19.00 hs., con un final del día en tertulia o viendo videos hasta que se retiran a dormir entre las 20.30 hs. y las 22.00 hs. según el caso; coincidieron también en que los temas sexuales tienen una connotación normal, incluso últimamente han tomado un sesgo algo conservador, ya que generalmente los jóvenes tienen su primera experiencia después del matrimonio o a lo sumo, entre los 18 y los 21 años, edad a partir de la cual se casan salvo situaciones excepcionales, estando totalmente prohibido mantener relaciones entre adultos y menores bajo pena de excomunión, así como con personas ajenas a la comunidad porque están decididos a que no ingrese el S.I.D.A. en ella; todos ellos retrotrayeron al pasado la práctica por los mayores de la llamada "pesca con coqueteo", la cual cayó completamente en -39- desuso a partir del año 1987; ubicaron la vigencia de la vieja estructura de "Los Niños de Dios" en el decenio que finalizó en 1978, año en que se produjo una profunda reestructuración del movimiento por las prácticas anómalas que afectaron el funcionamiento de la organización y debido a los abusos en que incurrieron algunos líderes, siendo unívocos al remarcar la bondad de la independencia comunitaria que mantienen desde entonces en cada hogar de "La Familia", en la que permanecieron apenas una cuarta parte de los antiguos miembros; en cuanto al tratamiento de las enfermedades señalaron su recurrencia al médico y la utilización de los remedios que les indique el facultativo, sin perjuicio de manifestar algunos de ellos su preferencia por la moderación en el consumo de específicos debido a sus componentes químicos; en general reciben la visita de amigos y familiares y no tienen inconveniente alguno en salir hacia el exterior de cada una de sus viviendas cuando lo necesitan; rechazaron que se practicara en la comunidad algún tipo de dis- criminación racial, religiosa o de otra índole, afirmando que les preocupa la atención de los minusválidos; y finalizaron con la generalizada convicción de la injustificada crueldad de que dieron muestra las autoridades en el allanamiento de sus pacíficas viviendas a altas horas de la madrugada y con gran despliegue de personal policial y armamento, lo cual es considerado como una muestra de la persecución religiosa de la que se sienten víctimas. La detención de Flor de María Esperanza Bojorquez -40- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación Carranza, a raíz de un llamado telefónico del sr. Presidente del Consejo Nacional del Menor y la Familia dando a conocer que esta mujer exhibía innegables dotes de liderazgo entre el grupo alojado en el Instituto Alvear (fs. 1880), determinó que se le tomara declaración indagatoria a fs. 2049/50, sin que sus términos variasen la tónica y el alcance de las respuestas que brindaron el resto de los co-procesados. Situación que se repitió con el tardío procesamiento recaído con las mismas imputaciones sobre Mario Roberto Torres (fs. 2051/52) y Alice Sophia Dow (fs. 2053/54). Asimismo, al ser requeridos nuevamente para ampliar sus respectivas declaraciones, todos los encausados se negaron a ello por advertir en la conducta del juzgador una enemistad manifiesta y sentir que eran objeto de persecución religiosa (fs. 2064/2081). 14.- Al ser convocadas para declarar testimo- nialmente Enda Hernández de Weiler, Érica Reyna Cedillio Maclendon, Amor Emily Archibald, Sara Salem Bechard, Raquel Roberts, Flor Moraes Drumond e India Rose Hopper (fs. 2122/2132), así como las menores Dulcinea Jacobs, Jeanne D'arc Moraes Drumond, Thomás Michael Roberts y Linda A. Edson al solo efecto de la información sumaria (fs. 2133/2136), también se manifestaron en términos semejantes en cuanto a que no deseaban imponer sus ideas a nadie, por el contrario, les gusta ayudar a quienes los necesitan, especialmente a los jóvenes -41- con problemas de drogadicción y alcoholismo, desconocen que en alguno de los hogares de la comunidad alguien hubiere sufrido algún tipo de agresión psíquica o física, negando que hubieran sido personalmente víctimas de algún abuso sexual o haber escuchado que alguien lo haya sufrido, entendiendo que quien cometa un abuso de cualquier tipo sería separado del grupo, siendo que en la comunidad no se hacen orgías, desconocen que se practique el "FF", más allá que consideren que el sexo es bueno y ha sido creado por Dios, que los matrimonios entre menores solamente se realizan con el consentimiento de sus padres y normalmente las relaciones íntimas se mantienen con la pareja de cada uno, que reciben las visitas de sus amigos y parientes y que cada miembro de la comunidad se identifica por su documento nacional de identidad según la forma en que se lo extiende el país de donde proviene; negando que haya entre ellos algún tipo de discriminación racial o religiosa. 15.ex-integrantes Otros del testimonios grupo de religioso cargo "La vertidos Familia", por fueron recogidos al deponer Guillermo Armando Barberis (fs. 1825), Pablo Luis Romonone (fs. 1828) y Alicia Siglia Díaz (fs. 2141), sin cambiar el panorama incriminante diseñado por los primeros. Los cuales se completaron con el listado de las empresas y la descripción de los productos que éstas habrían donado a título de colaboración, según aparece glosado a fs. 2200/2211, para conformar el plexo probatorio colectado en sustento -42- del auto de prisión preventiva que viene en Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? apelación. VII. DE LA VALORACIÓN PROBATORIA 1.- Lo que primero convoca la atención del Tribunal tras el puntual repaso de las constancias legajales que se desgranan a partir del inusual operativo nocturno desplegado el 1? de septiembre próximo pasado, es la innecesariedad de su aparatosa factura si es que se realizó con el propósito de ubicar a los dos menores cuya búsqueda fuera requerida por el Juez tutelar de Mercedes, quien presumía su ocultamiento en alguno de los diez inmuebles allanados. Conmueve también la total falta de discreción del procedimiento policial al ser manejado sin la obligada reserva que imponía la incursión en ámbitos familiares con gran cantidad de niños (ley 20.056), habida cuenta que su amplia cobertura periodística desde el ingreso mismo a los hogares, irrogó la irremediable afectación de ámbitos privados amparados por la protección legal y el desmadre de informaciones que llegaron a atribuirles al Juez y al Fiscal de la causa comentarios de inocultable contenido ideológico o adelantamiento de juicios sobre la suerte procesal de los prevenidos. Paradójicamente y aunque es evidente que desde un comienzo se procedió en línea con la idea de reactualizar la investigación competencia provincial procedimientos -43- resignada se tres años (también iniciaron a antes en raíz a favor aquella de las de ocasión tareas la los de inteligencia efectuadas por la respectiva División General de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y se incautaron decenas de videos, libros religiosos, volúmenes con las cartas de "Moisés David", etc.), igual se colocó a la defensa ante la valla infranqueable de un innecesario secreto sumarial y no se facilitó la participación de los peritos de parte, al tiempo de examinar a los menores dispuestos en los institutos oficiales (art. 336 C.P.M.P.). Asimismo, se le otorgó carácter excluyente de cualquier otra evaluación psicodiagnóstica, a la que habría de efectuar una profesional y su equipo dependiente del Consejo del Menor y la Familia -cuando la imputación central en ciernes sobre los procesados radicaba en corromper a los niños que tenían a cargo-, al tiempo que se circunscribió al personal policial provincial y a otra funcionaria nacional, la autorización para acceder a la documentación secuestrada (fs. 1245/vta.). Tan fue ello así, que ni los detenidos pudieron tomar conocimiento de ese material para ser debidamente indagados en cuanto al contenido de los textos, gráficos o audiovisuales; lo que fue sindicado posteriormente provenientes de adoctrinamiento sede y por las referidas administrativa, evidencia de la especialistas como actividad fuente de corruptora desarrollada con los menores. Tal modo de actuar ha configurado un uso arbitrario del poder penal, racionalidad defensa -44- en al desplazar inherente juicio que a la es, el proceso fundamental precisamente, del marco garantía la que de de la torna Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? operativa a todas las demás (conf. Julio Maier en "Derecho Procesal Penal Argentino", T? 1b, págs. 304 y 312; idem en "Sobre la Libertad del Imputado", pág. 164). Repárese en que la limitación temporal de tal derecho, además de improcedente en las apuntadas circunstancias de reactivación de un trámite previamente paralizado, resultó desde un principio totalmente inoperante frente a un cuadro de situación en el que todos los sospechosos ya habían sido detenidos, y puestas bajo el amparo judicial el centenar y medio de presuntas víctimas, con una gran masa documental colocada a buen recaudo en sede policial y hasta con las viviendas que les servían de cobijo a los terceros ajenos a las imputaciones, clausuradas con consigna policial como si también integraran el cuerpo del delito. Este panorama, como se verá, no sólo debilitó sin beneficio alguno para la investigación el mismo "corpus probatorium" colectado, sino que se visualiza cual una anacrónica pervivencia del más severo sistema inquisitivo, aquél en el que se consideraba "brujas" o "herejes" a quienes sólo se convocaba para que confesasen sus pecados; se ha afectado así el derecho de los imputados a ser oídos con conocimiento de causa, quienes por ello no pudieron ejercer debidamente su defensa material y oponer en tiempo útil las pruebas que hicieran a su descargo, para que también exista la opción de definir a su favor la situación procesal en la que fueron involucrados (Cfr. Clariá Olmedo en "Derecho -45- Procesal Penal", T? II-ptos. 575/577; idem, arts. 73, 197 y 297 del CPPN, en cuanto garantizan la posibilidad del imputado a ser oido desde la prevencion policial). Se trata de una omisión por demás importante, porque en un adecuado procedimiento de colección de pruebas se hubiera permitido a los encausados intervenir con idóneos de parte en las peritaciones médicas y psicológicas a realizarse, evitando futuras nulidades y asegurando la mayor cantidad de opiniones cientificas; ademas de personalizar las conductas ilícitas que en concreto correspondía dirigirle a cada uno. Asimismo ellos, individualmente, hubieran podido indicar su adhesión o rechazo a uno u otro material escrito, ya que su exégesis pasó a constituirse fundamentación a la en un que altísimo recurrieron porcentaje los de la especialistas convocados con fines de asesoramiento; o explicar, en su caso, la interpretación que le acuerdan en la actualidad a su polémico contenido, después de haber sido escritos entre diez y veinte años antes en la mayoría de los casos. También se les habría posibilitado explicar la aplicación práctica actual que hacen de los atrabilarios textos que ha venido emitiendo el mentor espiritual del movimiento -disolución y recreación organizativa mediante-, con una muy sugestiva adaptación a los tiempos que van signando los cambios políticos, culturales y sociales del planeta en tan dilatado lapso. Sin que alcance a mellar la importancia procesal -46- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? de este requisito liminar para el cabal ejercicio de la defensa material, la incrédula mención fiscal que exhibe como prueba de la continuidad doctrinaria y ejecutiva de "Los Niños de Dios Internacional" en su sucesora "La Familia" y de la adhesión de sus actuales fieles a los postulados iniciales de aquella asociación, la sobrevivencia del mismo líder en el pináculo del trípode que la conduce. Puesto que se trata de un argumento totalmente insubstancial en un mundo que nos está mostrando mutaciones mucho más espectaculares, sin que se conozca la menor autocrítica respecto de lo que se estuvo predicando y haciendo durante las décadas anteriores, incluso por quienes otrora encabezaron movimientos que hicieron de la metodología cruenta de sus acólitos la razón de existencia y hoy aparecen como la esperanza de sus pueblos en pos de la solución pacífica de sus dramáticos problemas vinculados desde hace más de 40 años a la obtención de un territorio para consolidar su identidad nacional. De todos modos, no se trata de uno o más argumentos incompartidos, ni de que el Ministerio Público mengüe su formal vocación por atender el interés de la sociedad, sino de que asuma este papel en toda su extensión; porque no deja de ser preocupante que hayan pasado inadvertidas al control de legalidad un rosario de falencias instructorias, a la luz de que el funcionamiento del sistema penal "en Argentina está teñido de brutalidad, plagado de sanciones y situaciones aflictivas desmedidas, con desbordes autoritarios en todo su desarrollo, sobre todo los -47- instantes iniciales de la investigación, donde funcionan restringidamente actitudes las inhumanas garantías (cfr. y es frecuente Carlos A. Chiara verificar Diaz en "La Operatividad del Sistema Penal vigente y nuestra tarea", rev. E.D. del 6/7/93). 2.- Siguiendo este orden de ideas, no nos parece atinado sumarnos a la utilización peyorativa -impropia, por otra parte, en los escritos judiciales-, de los términos "secta" o "grupo seudo-religioso" que impregnan las opiniones de los testigos de cargo, los múltiples informes de inteligencia policial y los de las fundaciones y de los peritos contratados para brindar asesoramiento en razón de sus conocimientos adquiridos con relación a este tipo de asociaciones. De modo que, la utilización de la primera expresión en la presente resolución tendrá sólo el alcance semántico que designa al "conjunto de personas que siguen una doctrina diferente de la aceptada por la Iglesia fundadora de una religión" (Quillet, año 1964, T? 8 - pág. 9). Del mismo modo, no tenemos reparo en manifestar que no compartimos muchos de los criterios básicos que inspiran a los encartados para asumir como beneficioso para sus hijos la decisión de excluirlos de la integración escolar con otros niños de distinta extracción social, económica o cultural en los colegios públicos o privados, ni su formación caracterológica sujeta a técnicas de dependencia y control propias de las que rigen en instituciones con régimen de -48- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación internado o del tipo educativo con el que se impartía la instrucción militar clásica; así como tampoco la información sexológica indiscriminada y la liberalidad sexual con la que se aconseja actuar ante los infantes en los escritos mencionados, ni la indiferencia con la que administran las relaciones que hacen a la identidad parental, puesto que ésta aparece peligrosamente difuminada en la fantasía infantil por la agobiante presencia de la familia comunitaria. Mas entendemos que no es función de los magistrados engrosar con juicios ideológicos el fundamento jurídico de sus decisiones, sino la de superar el conflicto que se les somete a examen con estricta sumisión a lo que la ley señala como conducta prohibida, a fin de eludir el riesgo de convertirnos en autócratas con pretensión de imponer a los conciudadanos nuestra propia visión de lo que es correcto, ético o benéfico como estilo de vida. En tal sentido, es menester consignar que la solución del conflicto planteado no implica en modo alguno el análisis de las creencias de los justiciables, toda vez que ellas pertenecen a su fuero personal y por ende, "están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los materia de magistrados" (art. 19 de la C.N.). Lo único que será, entonces, juzgamiento, son los hechos que hayan protagonizado y sus comportamientos en la medida que cumplan con el principio objetivo de dañosidad social. Para ello hemos de partir, como -49- no podía ser de otro modo, de la premisa de que la acción con relevancia a los fines punitivos, es la actuación y no las ideas verbalizadas o escritas, ni los meros propósitos por más perversos que éstos sean; tan es ello así en nuestro sistema legal, que ni siquiera la prédica de las ideas o la exteriorización de un pensamiento criminoso puede acarrear una pena, si el Congreso de la Nación no la precipitó en una norma con jerarquía típica. De ahí que, aunque reconozcamos que las normas jurídicas no son las únicas ni las más importantes de las que regulan la conducta humana, sino que, por el contrario, hay otras -éticas o religiosas-, que también inciden en el comportamiento recíproco de los hombres, ello no quita que estemos convencidos de que no es el derecho penal el llamado a interferir los actos humanos que sólo exhiban la inmoralidad como pecado, así sea que podamos considerar incurso en ello al lesbianismo, al suicidio tentado, o a la brega por el adulterio y el incesto, etc. "Identificar el derecho con la moral debe ser rechazado, tanto porque implica presuponer una moral absoluta como porque conduce a una legítimacion acrítica del orden coactivo estatal constitutivo de una comunidad" (cfr. Hans Kelsen, "Teoría Pura del Derecho", Univ. Aut. de México, 1965). Asimismo, pensamos que la conformidad de la gente con las pautas morales que se estimen valiosas, se debe conseguir a través de la persuasión y la educación, es decir, -50- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación por el convencimiento sincero y no por el miedo y la represión. En definitiva, la persuación es el único medio para propagar sociedad los modelos pluralista. Amén de de excelencia que, no humana en necesariamente una la opinión de la mayoría en materia de lo que es moralmente correcto o incorrecto, es acertada; muchas veces es producto de prejuicios o de ideas obscurantistas y, aún no siendo así, la mayoría de la población no tiene derecho a estatuir como deben vivir los demás (cfr. Carlos S. Nino, "Los Límites de la Responsabilidad Penal, Astrea 1980- págs. 270 y ss). Adoptar actitudes intolerantes con exclusivo apoyo en posturas éticas perfeccionistas, además de propender a la intrusión de la punición penal en la esfera privada de los individuos, abre el camino a un sigiloso autoritarismo; más aún si se ponen cortapisas a la libertad de creer y a la posibilidad de expresar libremente esa creencia. En modo alguno los jueces pueden incursionar en la valoración de lo que se entiende correcto respecto de creencias morales, políticas y/o religiosas, ni interferir en su propagación a través de la palabra. A fin de cuentas, aún desde un ángulo meramente utilitario es deseable una amplia confrontación de las ideas más diversas, pues no puede pasar desapercibido que en un momento de la historia de la humanidad se pensó que era un gran pecado, por ejemplo, la disección de cadáveres con fines didácticos o de investigación y luego se transformó en algo normal e indispensable para el progreso científico; o que, -51- manifestarse en favor de la teoría heliocéntrica entonces vigente era desoir las enseñanzas del "Divino Aristóteles", motivo por el cual Galileo Galilei fue condenado a prisión en 1633. Por otra parte, si queremos construir una sociedad libre, aún las ideas aberrantes han de gozar de la protección que reciben los valores sociales aceptables; es más, la actitud que tomemos frente a ellas, puede muy bien ser un "test" relevante para marcar nuestro nivel de tolerancia social. Lo cual no es baladí, porque, como bien decía el Juez Jackson al colocar la cuestión de la libertad religiosa en el terreno de la libertad de expresión, nada menos que cuando su país afrontaba la dramática contingencia de la Segunda Guerra Mundial: "...aquéllos que comienzan por eliminar coercitivamente la disidencia, se encontrarán en poco tiempo eliminando a los disidentes" (319, U.S., 624-1943). Nuestra guía ha de ser, por ello, la más estricta sumisión al requisito de la tipicidad, sin el cual desaparece la libertad, entendido aquél como consagración dogmática del superior principio de legalidad o de reserva, recogido con magnífica síntesis en el Art. 19 de nuestra Carta Magna: "Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no prohíbe". Tal principio, como es sabido, ha sido diseñado operativamente cual "un sistema discontinuo de ilicitudes", en cuyos amplios tramos intersticiales reina la impunidad por tratarse de la zona reservada a la libre actuación de las personas. -52- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Y dentro de este marco, el ceñirnos con rigor a los hechos probados, sin ceder a la tentación de sortear la dificultad de su acreditación por el atajo de querer sancionar la peligrosidad de quienes tengan ideas que puedan llevarlos a cometer delitos. Estamos aquí para sancionar con pena sólo la observable, infracción no aquélla jurídica que realmente fuere producida esperada porque y la "peligrosidad de su eventual autor genera la expectativa de su inminente producción"; lo cual es muy semejante a la "culpabilidad por conducta de vida" de la época nazi. Hemos de guiarnos, por último, siguiendo el principio de subsidiariedad que impone reservar la protección penal exclusivamente para aquellos casos en los que su necesidad se impone por el fracaso de otros medios menos radicales de protección del bien jurídico. Es así que "...De la amplia gama de comportamientos antijurídicos que se dan en la realidad, el legislador selecciona conforme al principio de intervención mínima, aquellos más intolerables y más lesivos para los bienes jurídicos más importantes y los amenaza con "Introducción una al pena (conf. Derecho Francisco Penal", pág. Muñoz 59). Conde Porque, en "el derecho penal deja de ser necesario para proteger a la sociedad cuando puede conseguirse por otros medios que sean preferibles, en cuanto son menos lesivos para los derechos individuales" (Santiago Mir Puig, "Derecho Penal-Parte General", Barcelona, 1985, pág. 98). -53- 3.- Limitado entonces como está el Tribunal, por la propia naturaleza de su competencia excepcional y por la extrema gravedad de las consecuencias personales que irrogan los autos en recurso, nos hemos de avocar a resolver los aspectos impostergables de los mismos, para así atender los reclamos deducidos por la privación de la libertad que sufren los procesados y la internación aun de más de cien niños en los institutos de minoridad que continúan separados de sus familiares. En tal cometido hemos de atenernos a la prueba colectada al tiempo de dictarse los decretos cautelares y al grado de certeza que requieren las decisiones cuestionadas, teniendo presente la trascendente importancia y significación de las mismas en el orden personal y familiar. Sin perjuicio de consignar desde ya, la manifiesta desigualdad de trato procesal impuesto a las veintiuna personas detenidas, con relación al dispensado a los otros veinticinco adultos liberados de inmediato por la única diferencia del aparente liderazgo atribuído a las primeras. Tal distinción, que debería haber servido únicamente para evaluar la gravedad del injusto, en uno y otro caso, resulta inexplicable frente a la comprobación de que todos ellos se encontraban pernoctando en el mismo lugar donde se habrían cometido los presuntos ilícitos y al hecho de haberse manifestado identificados con el mismo pensamiento religioso, con el tratamiento educativo que les daban a los niños, con el régimen de convivencia comunitaria defendido sin fisuras por -54- considerarlo más satisfactorio para sus respectivas Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? existencias individuales y familiares, y con la eventual asunción de funciones rotativas en los "consejos de hogar" o en las específicas sustancialmente iguales a las de los anteriores en orden a la atribución de responsabilidad penal, más allá del mayor o menor aporte al proyecto común, por ser profesores, maestros, cocineros, jardineros, talabarteros u odontólogos. Todas estas personas -prisioneros y liberados-, respecto de quienes ningún médico ha puesto en duda su capacidad de comprensión de la realidad y el gobierno autónomo de su conducta como para dirigir sus acciones a voluntad, conforman un grupo religioso, vinculado sin evidencia jurídica de alguna amalgama coercitiva, con una concepción de subordinación vertical y disciplina operativa en su funcionamiento. Adhieren a una doctrina dogmática, cuyas líneas generales se pueden establecer en función de la lectura de las "Cartas de Mo" y otras publicaciones semejantes que les sirven de pautas para estructurar el estilo de vida que han adoptado; resultando oportuno destacar que ninguno de sus integrantes registra antecedentes penales, más allá que hubieran sido ocasionalmente vinculados junto a otros feligreses por imputaciones idénticas a las actuales, en juicios en los que en ningún caso se encontró mérito para su condena. Comulgan con un credo muy particular que abreva de una interpretación libre de los textos bíblicos, en la que -55- se destaca la inserción de la sexualidad sin exigencias absolutas de fidelidad en las relaciones de pareja y como un modo de captación de adeptos, que tiempo atrás fue proclive a ser utilizado de medio auxiliar para la testificación religiosa, la obtención de aportes económicos y el apoyo institucional. Adscriben a una escolaridad de intramuros con marcada incidencia de sus postulados doctrinarios, a fin de influir en sus hijos para que se dediquen a la actividad misionera y a lo que ellos entienden como una vida dedicada al Servicio de Dios, cumpliendo con las metas educativas impuestas por los programas oficiales sólo con miras a rendir los exámenes libres de las materias del ciclo primario. Por último, actualmente financian su sostén y el pago del diezmo a los creadores y difusores de la doctrina, con un fondo común formado remesan los por periódicas familiares de ayudas algunos dinerarias de ellos, que les por las eventuales actuaciones musicales a las que se prestan los circunstanciales conjuntos que integran, la venta de posters, casetes y videos de entretenimiento y propaganda que comercializan como parte de su actividad misional, así como por las donaciones -principalmente en especie- de empresas de los más diversos rubros y personas, a quienes se supone que llegan con un mensaje de amor y servicio a la sociedad; sin haberse recogido en autos, ninguna constancia fehaciente de algún aporte ingresado en virtud del ejercicio de la llamada prostitución sacra. -56- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? VIII. DEL DELITO DE PROMOCIÓN Y FACILITACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN DE MENORES. 1.- En efecto, la comisión del delito de promoción y facilitación de la prostitución de menores de edad, es una de las imputaciones que recibe el mayor énfasis en los autos de procesamiento y prisión preventiva. Se recurre para ello a la literatura del movimiento distribuída por su editorial central con sede en Suiza, por cuanto en ella se habla de la seducción y del acople sexual como un método no sólo teológicamente aceptable, sino también útil para facilitar la tarea misional. Agregando el Juez que, "si bien los integrantes del grupo sostienen haber abandonado el 'FF' en el año 1987, cabe destacar por la gran cantidad de material secuestrado en los distintos allanamientos efectuados, que dicha práctica aún sigue siendo promovida a nivel masivo por el líder del grupo y empleada por sus miembros". En ese punto no innova el dictamen fiscal, ya que también hace hincapié en que "la cantidad de volúmenes incautados en cada una de las casas-hogar... indica su uso actual y, en consecuencia, su plena vigencia"; resultando de ello "que el ministerio más importante para existencia, el la organización denominado en 'flearty el transcurso fishing' de (pesca su con coqueteo) o comúnmente 'FF', medio por el cual llegaban a los líderes del sistema, se practica en la actualidad ... (por) las mujeres y también los hombres". 2.- En principio, carece de explicación lógica que -57- no se haya integrado el listado de preguntas dirigidas a los reos y a la veintena de testigos cuya comparecencia se registró tras finiquitar los allanamientos, con algún interrogante que planteara directamente las modalidades y circunstancias en las que fuera practicada la prostitución sacra, según aparece fomentada como acto de abnegación en las publicaciones que se difundieron dentro del movimiento en sus diez primeros años de existencia. Y mucho más extraño resulta que no se los haya enfrentado siquiera con los escritos y libelos más sugestivos, aquéllos que pasaron a conformar justamente la vertiente principal en la que abrevan tanto el decreto cautelar como el memorial fiscal y los informes de inteligencia y de integración psicosocial. Al menos, para que los procesados y testigos explicaran el sentido y significado de su guarda en los hogares del grupo, siendo como era, la imputación fundamental que les fuera dirigida en atrayente engarce con la previa corrupción de los menores. La incógnita se acrecienta al advertirse que al momento de los interrogatorios ya había transcurrido un lapso suficiente para proceder a la clasificación del material, pues pasaron cinco días desde su secuestro y dos meses de haberse recibido los voluminosos antecedentes que remitió el Sr. Juez de Mercedes (fs. 337 vta.), en los que también se habían acumulado los documentos que ilustraban el pensamiento monitor de tan polémico ministerio, aportados por los mismos testigos de cargo y los expertos "anti-sectas", Dres. Baamonde y Navarro, quienes cumplen funciones de asesoramiento (ver ut supra, -58- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? punto IV.3.- y fs. 26/93, 153/83, 231/68 y 1302/99 del expte. N? 32.202). 3.- Por otra parte, no pasa de ser un ejercicio dialéctico inconducente desde la óptica jurídico-penal, la pulcra confrontación de todas las citas bibliográficas atingentes al tema y que fueran reunidas con esmero por el personal policial que cumplió el prioritario objetivo que les fuera ordenado de proceder al indiscriminado análisis del material colectado, aún cuando sin haber evaluado, según correspondía, que la inmensa mayoría de esas interpretaciones, comentarios y consejos datan de hace más de quince años. Este último aspecto de la cuestión tiene pleno sentido, a partir de las modificaciones doctrinarias y programáticas que se pudieron haber operado en tan dilatado lapso debido a los impresionantes cambios ideológicos y culturales acaecidos especialmente en los países centrales, con la aparición del S.I.D.A., la llamada "Nueva Derecha", la desintegración del así denominado "campo socialista" y la caída del Muro del Berlín. 4.- En este sentido también, no deja de llamar la atención que después de tres meses de permanecer intervenidos los teléfonos de sus múltiples residencias (fs. 1133/35, 1271/73, 1601 y 1928 del expte. N? 32.202), no se haya logrado conversaciones asociar seriamente grabadas, con el algún tramo ejercicio de de las dicha prostitución, ni aparezca una posible cita, encuentro o -59- invitación para su práctica concreta. Es más, el control al que fueron sometidas durante un año la entrada y salida de personas de sus viviendas, tampoco dió pábulo a algún indicio de su facilitación para ser utilizadas a los fines del procaz enlace (idem, fs. 349, 351/56, 379/84, 395/400, 406/07, 421/25, 431/40, 460, 470/72, 869/75, 974, 981/997, 1536/37 y 1638/40); extremo significativo si se desea apreciar la verosimilitud de los cargos, teniendo en cuenta que el perito contratado para asesorar al sr. Juez de Mercedes -se trata del sr. Héctor Walter Navarro, quien viajó a los Estados Unidos en cumplimiento de tal cometido-, asegura que luego de "la fecha en que supuestamente la secta derogara el 'FF', en ella se promueve claramente la sustitución de la prostitución callejera por el ejercicio de la misma en el propio hogar" (fs. 3909 vta.). 5.- Además, si recurrimos al dato estadístico que nos proporciona la comparación entre las 30 jóvenes mujeres con edades que van desde los 12 a los 21 años y la significativa cantidad de que 25 de ellas conserven aún el himen intacto (no nos referimos a los veintidós varones adultos en los que se encontró un solo indicio inespecífico, ya que ha dejado a la tesis acusatoria huérfana de toda lógica), se debe coincidir en que se trata de un 'ministerio' en franca decadencia y definitivamente abandonado por los líderes, o lo que sería mucho mejor, en que los adultos -sean líderes o feligreses llanos-, perdieron toda influencia y son impotentes -60- para siquiera inducir tal conducta en los Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? adolescentes que conviven con ellos en los hogares allanados. 6.- De manera que la sola tenencia de aquellos afiches, cartas, casetes, videos y libros, así como su lectura, exhibición, debate, estudio o difusión, no lleva a la práctica un ápice de las circunstancias fácticas del tipo objetivo de la promoción y facilitación de la prostitución, para cuya verificación se hubiere requerido -también teniendo en cuenta el paso de un tiempo tan prolongado desde que la organización existe-, cuando menos, comprobar alguno de los elementos que hacen al funcionamiento del comercio carnal (obtención de clientes, aporte de locales, adelantos dinerarios, etc.), que es, precisamente, lo que está ausente de todo el caudal probatorio acopiado en los presentes actuados. De tal suerte, se revocará en el decisorio el auto asegurativo de fs. 1979/1987 en relación al delito aquí tratado. IX.- DEL DELITO DE PROMOCIÓN Y FACILITACIÓN DE LA CORRUPCIÓN DE MENORES 1.- En cuanto a la planteada corrupción de los ciento cincuenta y siete menores que fueron derivados a los institutos dependientes del P.E.N. y que aparece descripta como un antecedente necesario del "flearty fishing", se vuelve a recurrir al enfoque meramente subjetivo de que la tenencia de un libro, carta o video es evidencia de la adhesión de su portador a su contenido y de la puesta en -61- práctica de todo lo que allí se dice. Así es como, nuevamente, la lectura de la documentación incautada es para el Sr. Juez (fs. 2264), "claramente demostrativa de la acción efectuada por los encartados, esto es deformar el sentido naturalmente sano de la sexualidad, sea por lo prematuro de su evolución ...sea porque el sujeto pasivo llega a aceptar como normal la depravación de la actividad sexual...". De este enfoque también se hizo eco el señor representante del Ministerio Público, al rematar su acápite III) Corrupción con el siguiente párrafo: "En síntesis, se pretendió corromper a los menores con el fin de preparlos para que ejerzan con éxito la prostitución en su beneficio" (fs. 2985vta.); al tiempo que transcribe abundantes citas y referencias de las revistas, cartas y bibliografía originadas en "Moises David" y publicadas por la editorial del movimiento desde sus inicios a principios del decenio del '70. Aduna además, a la genérica adhesión de sus actuales seguidores a tales antecedentes literarios, lo afirmado por los ex-adeptos que comparecieron a testimoniar en autos y las afecciones psicopáticas informadas como diagnósticos presuntivos respecto de dieciséis menores de ambos sexos por los profesionales designados de oficio dependientes de los institutos nacionales de internación de menores. 2.- Hemos visto ya que el uso de tales publicaciones para prostituir a los menores, habría implicado en -62- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? los hechos el fracaso de tan perversa finalidad, habida cuenta la apuntada estadística que revela una proporción menor de mujeres desfloradas de la que es dable encontrar en cualquier otro grupo social de edades semejantes. Por ello no resulta ocioso recordar que del total de 156 menores habidos en los hogares del grupo (71 varones y 85 mujeres), sólo se hallaron 9 respecto de quienes se dijo inicialmente que habían presentado rastros compatibles con presuntos abusos de naturaleza sexual. Sin embargo, los exámenes médicos no convalidaron siquiera esta presunción; tal como se desprende de los estudios con resultado absolutamente negativo en lo que aquí interesa respecto de la casi totalidad de los menores (ver prescindible fs. 1378/1574). puntualizar, que De la todos modos, presencia desgarrado en los casos de las menores Jeanne del es imhimen D'arc Moraes Drumond -de 17 años-, Dulcinea Jacobs y Rachel Alexandra Roberts -ambas de 16-, Sara Salem Bechard -de 20- y Emily Archibald -de 18- (ver los informes de los forenses glosados a fs. 1387, 1389, 1396, 1525 y 1527), no alcanza para sustentar la concreta ocurrencia de los abusos denunciados; más aún cuando aquellas mismas jovencitas se ocuparon de afirmar que no habían sido abusadas de manera alguna por otros miembros de la comunidad (ver sus testimonios a fs. 2129, 2130, 2131, 2133 y 2134). Es oportuno señalar, de todos modos, que la relación sexual normal mantenida con una mujer mayor de 15 años que consienta el acto, no es una conducta -63- que por sí sola constituya delito para la ley argentina (cfr. S. Soler, Derecho Penal Argentino, Ed. TEA, 1967, tomo III, pág. 322). Amén de que: "Las conductas habituales en las niñas son: -frotamiento del clítoris por actividad manual" (respuesta profesional sobre actividad autoerótica, glosada a fs. 2335); y que, "...las lesiones y desgarros himenales pueden obedecer a causas distintas de la cópula". Porque además de los realizados accidentes, con los "...los dedos... tocamientos introducidos impúdicos con cierta violencia, son capaces de producir desgarros del himen" (cf. "Medicina Legal y Toxicología" del Dr. J. A. Gisbert Calabiug, 4ta. Ed. Salvat, Barcelona, pág. 448/9). 3.- En cuanto atañe a las niñas Linda Edson -9 años- y Pascuala Jacobs -11 años-, toca poner de resalto que si bien la información suministrada a fs. 1394 y 1395, llevó a sostener que la primera presentaba "himen anular" y la segunda el "himen desgarrado", posteriormente fue convenientemente esclarecida por los médicos forenses quienes señalaron: a fs. 2322, que la primera niña poseía un himen anular, adelgazado en su espesor, sin desgarros en toda su superficie circular, lo que fue luego confirmado mediante el examen colposcópico; y a fs. 2324, respecto de la menor Jacobs, que a la observación directa se visualizaba un repliegue de la mucosa himenal que pudo ser interpreta do como un desgarro, ello no obstante, practicado un "examen colposcópico y previo despliegue de dicha zona, se observa -64- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? integridad de la membrana himenal en todo su contorno ". 4.- En orden a Thomas Michael Roberts de 14 años, se aportó a la causa el informe de fs. 1384, mediante el cual se habría detectado una alteración ano perineal caracterizada por el borramiento de pliegues, así como también la presencia de un condiloma en hora 11/12. Al producirse el estudio ampliatorio, hoy glosado a fs. 2323, los médicos forenses consignaron que al separar ambos gluteos del menor se produce una apertura espontánea del orificio anal, pese a lo cual se constata una respuesta continente al formalizarse la manio bra de contracción voluntaria del esfínter . Si nos guiamos por esta respuesta relacionada con el "signo de la dilatación anal refleja" al que los especialistas consideran de gran valor en los casos de abuso sexual de niños en los que ha habido una dilatación forzada del ano, se debería concluir en que el examinado no fue víctima de tal agresión; ello así, porque "un niño en el que el esfínter interno ha sido lesionado podrá conseguir un cierre del ano mediante el esfínter externo, pero será totalmente incapaz de mantener el cierre" (Cfr. Gisbert Calabuig, op. cit., pág. 451). A su vez, en la certificación producida a fs. 3675, incluida luego en el informe practicado a fs. 3725 por la Dra. Mirta Graciela Gryngarten de la "Fundación Becher Goldberg", se hizo saber que los hallazgos físicos detectados en el menor Roberts resultaban inespecíficos para determinar que se hubieran originado en abuso sexual, pues tales consecuencias -65- también se suelen enfermedades hallar en dermatológicas infecciones anales, o del intestino, trastornos de la evacuación intestinal como diarrea o constipación. En este mismo orden de ideas es oportuno recordar la firme postura asumida por el menor (fs. 2135) en cuanto negó categóricamente haber sido objeto de alguna agresión sexual que se entendiera compatible con las secuelas físicas informadas por los mismos. 5.- Finalmente, entonces, la única niña que aparece con un desgarro de himen que pudiera tener la significación cargosa que se le atribuye, es María Amor Lidfield de 10 años, según así se ocuparon de indicar los forenses a fs. 1393; pero igualmente es dable señalar, que los médicos reclamaron la realización de un estudio de colposcopía de cuyos resultados eventuales no se recibió noticia en la causa, no pudiendo descartarse que ese dictamen faltante hubiera podido hacer variar la conclusión inicial, tal como ocurriera en el caso de la niña Pascuala Jacobs. 6.- Por otra parte, en los legajos tutelares se han incorporado los pertinentes estudios psicológicos oportunamente practicados sobre los menores pertenecientes al grupo religioso de marras. También en este aspecto, vuelve a cobrar actualidad la misma consecuencia estadística arriba mentada, en el sentido de que solamente una muy reducida cantidad de niños del total ya consignado de 156, aparecerían con síntomas psicopatológicos destacables que podrían señalarse con seriedad como indicativos de conflictos o -66- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? dificultades de naturaleza sexual. Más de la mitad de los 16 casos detallados por nuestro fiscal (fs. 2984vta./2985vta.), se refieren a una "...conflictiva emocional a nivel corporal, sexual o de identidad" y a "conflictos o dificultades sexuales que podrían relacionarse con la etapa evolutiva", cuya significación específica no puede ser la potencialmente deformante que el funcionario le atribuye -es decir, no se trata de componentes de tipo obsesivo o que exterioricen un erotismo exacerbado o una experiencia traumática-, antes bien, pertenecen a lo esperable en individuos que atraviesan una etapa etaria con su organización psico-afectiva en tránsito de consolidación. 7.- Pero esta consideración numérica, si se quiere formulada a trazo grueso y como una derivación obligada de aplicar la lógica más elemental a la correlativa imputación genérica (en la que, a falta de otro elemento convictivo se intenta deducir el riesgo de corromper a todos los menores, de la problemática psíquica de algunos), no es más que un avance en el camino de plantear la temática y su solución en el terreno estrictamente jurídico. Porque lo que vuelve a tomar vigencia cuando se analizan los resultados obtenidos de urgencia como psicodiagnósticos de la población observada, es aquella innecesaria limitación al derecho de defensa que marginó ostensiblemente a los peritos de parte, después de ignorar al equipo especializado de psiquiatras y psicólógos del Cuerpo Médico Forense que normalmente utiliza la Justicia -67- Nacional, y privó al Tribunal de un inapreciable material de análisis que le habría otorgado una mayor capacidad valorativa para decidir lo que en derecho hubiera podido corresponder, en vez de tomar a pie juntillas sólo las apreciaciones realizadas por los técnicos que fueran convocados. 8.- Si pudiéramos sintetizar nuestra impresión en pocas líneas respecto de aquellos resultados, diríamos que se procesó la evaluación de cada estado introduciendo un "índice de peligrosidad" extraído de las publicaciones incautadas y de la personalidad criminosa atribuida a padres y tutores de los infantes (fs. 2509/2515 y 2520/2530), que llevó a incurrir en las resaltantes falencias de los estudios que evidencian una disposición tendenciosa en la interpretación de los datos observables, en inconsecuencias que denotan la falta de rigor científico de algunos diagnósticos presuntivos que toman como hechos recogidos de la asociación entre el examinado y su entorno, los conceptos sacados de textos atinentes a la disciplina; y fundamentalmente, en no tener en cuenta los efectos que naturalmente se debieron derivar de la situación de reclusión, del alejamiento compulsivo de su hábitat natural, de la convivencia intempestiva con extraños, del sentimiento de sufrir una injusticia por tener a muchos de sus padres detenidos o impotentes de poder reencontrarlos en breve tiempo y, en fin, del cierre de los hogares que ocupaban hasta el inicio de estas actuaciones. De no ser por ese enfoque peligrosista, sería inexplicable el hecho de no -68- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? haber apreciado que muchas de las reacciones examinadas pueden estar reflejando algo distinto de un síntoma patológico grave, aunque no impliquen necesariamente una actitud deliberada. Es conocido que aquellas ideas o modos de ser que cuestionan nuestro sistema de creencias, entre las que ocupan un lugar prominente las concernientes a la niñez y la sexualidad, evocan fuertes resistencias y que éstas llevan a quienes las sufren, a sentirse amenazados por dichas ideas. 10.- De lo que se trata, entonces, es de poner en sus justos límites la existencia de este grupo religioso, porque difícilmente se pueda negar que un agrupamiento de personas con características psicopatológicas en las que prevalece un tipo de pensamiento místico con elementos bastante irracionales, tiene pautas de convivencia y de crianza que producen efectos inconvenientes sobre la salud mental de los niños; pero esto no debiera resultar sorprendente, es justamente lo que sucede en un gran número de hogares de nuestro país, a juzgar por las estimaciones generalmente aceptadas que colocan en alrededor del 30 % a la población con problemas psicopatológicos manifiestos. Desprovistos entonces de prejuicios, comencemos por admitir que si la observación de este agrupamiento humano arroja una incidencia de perturbación psíquica en sus miembros, esto no tiene porqué ser atribuido necesariamente a una convivencia -69- regida por relaciones delictivas. En este sentido, al analizar la psicodinámica de la práctica religiosa y remontándose a los primeros estudios de Freud sobre la materia, los Dres. Alfred M. Freedman, Harold I. Kaplan y Benjamín J. Sadock ("Tratado de Psiquiatría", Salvat Editores, Barcelona, Tomo II-págs. 2798 y ss.), señalan el paralelismo de ciertas maniobras psíquicas reguladoras que se hacen visibles en una enfermedad mental, con las que aparecen en los individuos que asumen una ferviente religiosidad: la neurosis obsesiva-compulsiva, las fobias, la depresión, la histeria, la esquizofrenia y la paranoia, son relacionadas con la sumisión exagerada a prohibiciones religiosas, con estados de trance, de espiritualidad o de trascendentalismo, con una actitud filial y dependiente dentro de una comunidad misionera o, en general, con la adopción de un modo de vida místico. Desde este ángulo de mira, se puede decir que la mayoría de las psicopatologías informadas por los expertos, en principio no constituyen un patrimonio único o exclusivo de la organización religiosa en estudio, sino que, por el contrario podría aceptarse, al menos con un importante nivel indiciario, que esas deficiencias se pueden detectar en otros grupos religiosos de similar envergadura y factura; incluso en aquéllos que preconizan la continencia en materia sexual. 11.psicológicas Bajando al referenciadas examen por el de las memorial evaluaciones fiscal, in- sistimos, en ningún momento se tomó en cuenta cómo pudieron haber -70- influido en los resultados las adelantadas Poder Judicial de la Nación circunstancias en que se Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? efectuaron esos estudios: la reclusión forzada, la separación impuesta de miembros de la familia y el cuestionamiento o amenaza a su sistema de creencias. Es evidente entonces, que la elevada incidencia aparecida en los diagnósticos de ansiedades esquizoparanoides (que son ansiedades de persecución), pudieron muy bien estar originadas o bien influidas por estas reacciones de coyuntura que no son atribuibles totalmente a la personalidad de base de los examinados. Dado que el testeo administrado bajo tensión severa y convivencia forzada con otros grupos humanos, provoca la producción de muchos "falsos positivos", vale decir, la detección de presuntas anormalidades de orden psicopatológico que no aparecerían en condiciones normales. Por lo tanto, esto sólo obliga mínimamente a la repetición de los estudios luego de un tiempo prudencial de restitución de los menores a su hábitat conviviente normal. Además, no es un detalle menor el que se haya recurrido a formularios pre-impresos, a fin de cumplimentar la tarea encomendada marcando con una cruz las afirmaciones que allí se hacen mediante un listado para facilitar la selección, pero sin efectuar ninguna acotación sobre su historia o con escasa referencia a ella. Resultando llamativo que no se indique el número de entrevistas realizadas y que sólo se adjunten escasos protocolos de tests gráficos -en algunos casos nos parece impensable que sólo de los mismos se pueda -71- inferir netamente las categóricas conclusiones diagnósticas a las que arriban los idóneos-, ya que no se menciona si se realizó la "hora de juego" indispensable en todo abordaje de infantes, ni si fueron utilizados los tests de Bender para descartar organicidad de base, de HTP, de Phillipson, de familia kinética con relato y, esencialmente, el psicodiagnóstico de Roscharch con su tabulación para justificar el origen de la repetición llamativa de casos con "defensas esquizoides, disociación y megalomanía". 12.- Por otra parte, sobre la base de estudios grupales se hacen inferencias acerca de estados psicopatológicos de un nivel, que de ningún modo aparece sustentado por lo registrado como observación. Unido a que ciertos hechos son descriptos de manera por demás peculiar, tal como acontece con la "insaciable necesidad de demandar" desde pequeñas profesional", cosas conductas materiales que hasta aparecen "información interpretadas como exteriorización de una psicopatología y no como ansiedades e inquietudes resultantes o intensificadas por la situación de reclusión y desinformación que estaban viviendo los pacientes. Esto se puede observar en el informe psiquiátrico que resume la secuencia observada a partir de la actitud individual y grupal de los menores durante el allanamiento practicado el 1/9/93 en la casa-quinta de Pilar, donde ya se detectó "Ideación de tipo mística y megalomanía... sin conciencia de enfermedad"; continuó al día siguiente con un grupo -72- de mujeres adolescentes remitidas al Instituto Poder Judicial de la Nación Inchausti, en el cual, las Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? identificaciones histéricas descriptas por Freud, entre otros autores, como fenómenos típicos presumiblemente normales en colegios internos de señoritas, siendo interpretados como evidencias de transtornos graves. Propiciando, por fin, la incredulidad respecto del contenido de todo el informe, las conclusiones generales a las que se arriba tres días después, tras entrevistar a las niñas alojadas en el Instituto Otamendi, quienes tuvieron una actitud inicial reticente manifestando preocupación por sus familiares y cuestionando la persecución religiosa de que eran objeto, para mostrarse más confiables a medida que el clima se fue distendiendo, hasta que una de las menores se pudo comunicar telefónicamente con sus hermanos y se pusieron eufóricas al atribuirlo a una "gracia divina" manteniendo "las demandas permanentes y absolutas, requiriendo respuestas rápidas, concretas y concisas": esta vez ya se infiere "cierta potencialidad autoagresiva, con juicio y raciocinio desviados, con pensamiento mágico, y con ideación mística y presumiblemente deliroide". Pensamos que un informe psiquiátrico debiera definir si la ideación es o no es delirante por más que esto no sea siempre fácil; pero hablar de un cuerpo de ideas como semejante a una sintomatología psicótica, es una afirmación que nos parece carente de seriedad científica. Máxime cuando no tiene porqué hablarse de elementos delirantes en lo místico, más allá de que pueda tratarse de conductas obsesivas en personalidades -73- fácilmente influenciables. Lo mismo que cuando en muchos diagnósticos (J. D. Moraes Drumond, Teresa María Weiler, Cristina C. Mc Lendon, Edna Hernández, Clara Bechard, Andrés Edson, B. G. Montes Valdivia y Benjamín D. Passini Samane), se habla de "sensación de fin de mundo", que no necesariamente es la manifestación de un síntoma psicopatológico si los menores la exteriorizan como asunción acrítica de ese mismo vaticinio apocalíptico vertido en las "Cartas de MO". Con respecto a estas falencias, una de las mayores autoridades mundiales en el tema nos pone interpretativas y en alerta al señalar: la transposición "Las directa de analogías conceptos psicoanalíticos, son los mayores peligros que el principiante debiera evitar. Una fácil racionalización puede conducir a la formulación de interpretaciones con el fin de 'demostrar' impresiones preconcebidas " (E. Hammer, "Tests Proyectivos Gráficos", Paidós, pág. 388). 13.- Un capítulo aparte merecen las "conside- raciones sobre el 'estado peligroso', que completa el informe referido a características de personalidad comunes en adultos de ambos sexos pertenecientes a la comunidad "La Familia" (fs. 2509/15). Dejando de lado ciertas perspectivas a partir de las cuales se incurre en aseveraciones tendenciosas que no se compadecen con la función imparcial para la cual es designada una perito con carácter oficial y que dimanan de sus infundadas observaciones del hábitat, las condiciones de -74- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación vida y la recreación a través de videos, entre otros aspectos, se advierte un modo muy peculiar de correlacionar "los indicadores de personalidad que aparecían con frecuencia en todos los infrecuente, sujetos ya que evaluados", los grupos lo cual es poblacionales bastante no suelen demostrar tan marcada uniformidad en sus conductas. Es así que se toman siete características que se corresponden con las que un autor importante sindica a quienes llamó fanáticos, a saber: inteligencia, aparente "buena intención", desarrollo personas sobrevalorado "activas" de las y/o "pasivas", cuestiones propias, tendencias expansivas e invasivas, movidas por tendencias reivindicatorias y cambios frecuentes de residencia. Y a renglón seguido se señala que estas personas "podrían" (sic) llevar adelante una lucha activa por imponer sus ideas o que, por el contrario, con la actitud de sectarios pacíficos bregaron por la difusión de sus ideales y doctrinas". Pues bien, como existe un gran número de agrupamientos que podrían protagonizar órdenes la misma religiosas dicotomía tradicionales, (militares, activistas miembros de de partidos políticos, entre otros), se nos ocurre que la disyuntiva entre la lucha activa y el pacífico bregar debió haber merecido un mayor o mejor esfuerzo para diferenciar a unos de otros. A continuación el informe une una aseveración teórica de Bonnet con la observación de los rasgos per- -75- secutorios detectados y sin tomar en cuenta -reiteramos- las circunstancias de reclusión, separación forzada de sus parientes, sometimiento de sus niños a exámenes psicológicos y físicos (incluidos los ginecológicos que contienen una gran carga agresiva), concluye en que los sujetos estudiados alcanzan la categoría de "fanáticos paranoicos". Así, de lo que dice un texto científico en general, se deducen conclusiones referidas a la calidad del grupo y de sus integrantes, a los que se considera ahora fanáticos paranoicos, definición no exenta de sumo interés, pues es sabido que diagnóstico la calidad clínico de de "paranoico" alienación y se equipara contrasta con al la preclusión adoptada, también del eminente médico-legista, para predicar de los casos estudiados, que se tratan de "personalidades anormales no patológicas", es decir que no presentaban enfermedad psiquiátrica alguna. Se apela luego a otra definición de Bonnet en torno de la "mitomanía" y continuando con la línea de integración que se viene siguiendo, la perito considera a todos los sujetos examinados -independientemente de los diagnósticos derivables de cada uno de los peritajes individuales-, en "fanáticos paranoicos mitomanía cos". Y por último, como se han notado ciertas actitudes agresivas contenidas en el grupo, tales como mirada fija y desafiante, demanda de cosas, tensión corporal, comentarios sobre estados de malestar emocional acompañados del "gesto de -76- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? golpear una palma abierta con un puño cerrado", etc., la informante recurre una vez más a la operación integradora y determina que son "fanáticos paranoicos mitómanos con agresividad conteni da". El paso siguiente parece un salto al vacío, pues, haciendo puente nuevamente en una frase entrecomillada de Bonnet que denota la firme voluntad de una persona para el logro de una meta -que fuera utilizada para describir un aspecto de la semiología paranoica-, la licenciada se manifiesta obligada a pensar que el pase de estos individuos con características de personalidad compatible con un cuadro considerado anormal no patológico, a otro de pensamiento francamente delirante y de acción agresiva propio de la alienación mental, "es sólo una cuestión de cambio cuantitativo" (sic). 14.- Como se ve, este poco feliz diagnóstico abre paso, en realidad, a la doctrina del estado peligroso que pretende juzgar la aptitud de un individuo para infringir las reglas de convivencia y lo logra por la vía de plantear un diagnóstico de peligrosidad fundamentado en el cumplimiento presuntivo de algunos índices extraídos tras resumir en forma coherente las conclusiones aisladas de un libro de medicina legal, para pasar a trasvasar en integraciones sucesivas lo que estaba planteado como hipótesis o pregunta, hacia su conclusión peligrosista. Casi no le caben dudas a la perito de que -77- todos los integrantes adultos del grupo están en condiciones personales de delinquir y se anima a vaticinar que, de ocurrir, el accionar agresivo será de índole grupal y volcado hacia los mismos miembros de la secta. Son apreciaciones que nos colocan frente a criterios que remedan el más acendrado reafirmar siempre con positivismo énfasis culpabilidad que la concreta jurídico y nos obligan auténtica culpabilidad -típica- referida a a es los elementos propios de la figura delictiva de que se trata, permitiéndonos la satisfacción de recordar a un ilustre jurista que hace ya casi treinta años afirmaba: "Jamás se es culpable gracias a un vago e impreciso propósito de perpetrar acciones ilícitas..." (C.N.Crim. y Correc., Plenario Segura; voto del Dr. Frías Caballero). El principio de responsabilidad por el hecho, se opone a la posibilidad de castigar el carácter o el modo de ser y se encuentra indisolublemente enlazado con el principio de legalidad y la consiguiente exigencia de tipicidad de los delitos. 15.- Este cuestionamiento a los procedimientos evaluativos que acabamos de criticar, no implica que estemos desmintiendo absolutamente las conclusiones a las que se arribaran en cada uno de los psicodiagnósticos que integran la nómina de los niños "con problemas" pero, innegablemente, sustentan la razonabilidad de albergar severas dudas en cuanto a la validez que probatorio decisivo pueda serle asignada como elemento para decidir el encarcelamiento irredimible de los encausados (art. 346 del CPMP). Máxime cuando obra agregado un informe totalmente distinto de la -78- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación Dra. Diana Goldberg (fs. 3728), a cuyo respecto cabe recordar que actuó como panelista en las Sextas Jornadas Nacionales Interdisciplinarias sobre "Niño-Familia-Sociedad" realizadas en la sede de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (23, 24 y 25/11/93), con el Presidente del Consejo del Menor y la Familia en su Comité de Honor. Tras entrevistar a ocho de aquellas niñas internadas en el Instituto Garrigós, la nombrada profesional explicitó conclusiones diametralmente opuestas a la del equipo oficial respecto de las mismas menores ("en general los niños fueron espontáneos, cálidos, inteligentes, desenvueltos, agradables..., signos contrarios a los que muestran los niños abusados..."). Esa misma contradicción se repitió con los hermanos Roberts y se extendió a sus apreciaciones de la entrevista protagonizada por el sr. Ricardo Ciaffoni con tres de sus hijos. 16.- Nos queda por valorar el testimonio que prestaron en la causa los ex-integrantes de la secta que, a decir verdad, poco es lo que se puede recoger de ellos en respaldo del criterio cargoso sostenido en el auto cautelar respecto del delito de corrupción. Tanto sea porque su aporte proviene de personas que nunca han estado en contacto directo con las comunidades en las que convivían los infantes titulares del bien jurídico presuntamente atacado, como es el caso de los extranjeros Richard Alan Dupuy, Miriam Faith -79- Padilla y Edward Priebe. O bien porque la misma generalidad en la que incurren, al no individualizar a las presuntas víctimas ni a sus específicos victimarios, cuando recrean el pretendido trato sexual promíscuo entre adultos y jóvenes a lo largo de un decenio, es incompatible con el resultado de los exámenes médicos que detectaron una insignificante proporción de menores con rastros atribuibles a una acción corruptora. O finalmente, porque sus propios dichos denotan un indisimulado afán por exagerar imprecisos recuerdos, al punto de haber recurrido para ello a falsedades, que al quedar indudablemente comprobadas han venido a debilitar significativamente la credibilidad que se podría asingar a sus declaraciones. 17.- Especialmente, se destaca con estos defectos el testimonio de Abigail Julia Berry, quien con anterioridad en esta misma causa, había expresado absolutamente lo contrario de lo que hoy afirma (fs. 147). Su aporte fue además descalificado por las referencias concretas a sus extravíos psicopáticos y la tendencia a la mendacidad expuesta por su hermano y su madre al deponer con el carácter de declaración jurada a fs. 2734/36 y 3552/57). También fue desmentida por Sara Bechard Salem, a quien Berry había sindicado como sujeto pasivo de una violación, pues al ser preguntada al respecto, aquélla respondió "que no fue nunca víctima de abusos sexuales (fs. 2130 vta.); por último, sus dichos en sí mismos exhiben tramos abiertamente contradictorios con lo que se induce de la realidad con un alto grado -80- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? de certeza. En este sentido, ya hemos adelantado la perversa conducta que le atribuyó a un abogado de apellido Asad, quien la habría ayudado a huir del grupo residente en Pilar con el infame propósito de someterla sexualmente, nada menos que durante un año, hasta que, paradójicamente, este mismo individuo la llevó al consultorio del Lic. Baamonde para que le brindara el tratamiento psicológico que propició luego su liberación definitiva (ver ut supra, parágrafo VI.4.-). También recogimos su versión del abandono del que fue objeto ante la grave infección que sufriera por la imputada resistencia sectaria a los tratamientos médicos y al suministro de remedios -cuyo pedido por los fieles era visto como una falta de fe en Dios-, habiéndose provocado por ello el deceso de muchos adeptos. Mas, sin desmedro de la utilidad que tendrá para clarificar totalmente este tópico, el oportuno requerimiento de su historia clínica al Hospital Cetrángolo donde fuera atendida, puso en evidencia que su tenebroso relato no se compadecía con la ausencia de enfermos que indica el total de los exámenes clínicos informados a fs. 1378/1575; ni la pluralidad de muertos que denunciara por desatención médica, tiene sentido frente a la específica recomendación que se hace al "Equipo de Pastores del Hogar" en la documentación reservada que acompañara al legajo la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Prov. de Buenos Aires: "Orar y buscar clínicas privadas y buenos doctores que -81- nos atiendan, sobre todo para las mamás embarazadas y los niños" (fs. 3285). Y presencia por de último, guardias nada semejante armados y perros a la aseverada custodiando las viviendas del grupo para que ninguno de sus integrantes pudiera fugar de ellas, fue hallado por los funcionarios que practicaron el allanamiento de esas moradas, como que tampoco fueron detectados los sótanos y pasadizos por donde deberían haber huído -en la versión de Berry- la mayoría de sus habitantes al advertir la llegada de la comisión policial, tal como así se extrae de las inspecciones oculares realizadas en los inmuebles de marras con el fin de realizar el relevamiento planimétrico consignado a fs. 2828/42. 18.- En cuanto a la dilatada experiencia de Oscar Eduardo Lauce dentro de la comunidad, que se extendió por espacio de 10 años alcanzando el importante rango de "Pastor" en el Hogar de Rosario, es de lamentar que no haya servido para que pueda indicar con un mínimo de precisión, alguna circunstancia inherente a los atentados sexuales que dijo haber presenciado y consentido. Lo máximo que se puede rescatar de su largo circunloquio, iniciado en la causa tramitada en Mercedes (fs. 915/944, 1604/1608 y 1617/1619) y continuado con la síntesis que aportara en la presente (ver ut supra punto VI.6.-), es su referencia al abuso sexual y violación de varias menores cometido por uno de los líderes nacionales. Pero como no brindó ningún dato -ni tampoco ello -82- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? le fue preguntado-, sobre el nombre de las víctimas, el tiempo, el lugar o el modo con el que habría actuado el autor de tales sucesos, sólo quedó de su discuso el magro dato de que acompañó las 306 fotocopias de otros tantos escritos atribuídos al "padre Mo" que aportó como "documentación". 19.- Generalidades todas que, a su turno, tampoco abandonaron Guillermo Armando Barberis (fs. 1825) y Pablo Ruis Romonone (fs. 1828) quienes, si bien reiteraron la mención de las denominadas "noches románticas" en las que participaban los mayores de 12 años, se cambiaban las parejas y se exhibían videos eróticos -cuyo tenor no fue ubicado en ninguno de los allanamientos de autos-, pecan de la misma indefinición que las tornan inhábiles para sostener mínimamente una imputación delictiva de tan grave naturaleza. En cuanto a este último, si bien también aludió a la única relación sexual que en el año 1987 observó mantener a Sophia Dow con su hijo, cuando este tenía 5 años de edad, el juzgado omitió luego indagar por este hecho a la nombrada (fs. 2053/2054 vta.). Sin embargo, al respecto es útil consignar según surge de su legajo tutelar, que el niño Martín Francisco Torres (de él se trata), en 1987 sólo contaba con 3 años de edad y que su examen psicológico preliminar no observa ninguna anormalidad a través de su producción gráfica (dibujo libre), dado que señala "la existencia de recursos internos para elaborar la conflictiva situación actual por la que atraviesa. Buena estructuración yoica. Al momento del -83- examen se percibe temporo-espacial conciencia normal, lúcida capacidad de y ubicación atención y concentración conservadas" (fs. 1). 20.- Según se deja ver, el aporte testimonial que antecede sólo alcanzaría para aceptar la existencia de indicios que giran desconectados de las otras constancias legajales consideradas de fundamental importancia para poder acreditar las conductas sexuales ilícitas que se dicen desarrolladas en la comunidad denominada "La Familia". A lo que se debe agregar, el demérito adicional que significa el cariz militante de la conversión de todos ellos a una postura diametralmente antitética a la que mentienen sus contradictores, cuyas protestas de inocencia no pueden ser desatendidas en los escasos dos renglones que se le dedican en los autos recurridos (punto f.), en tanto guardan un importante grado de correspondencia con el resultado de los informes médicos y recibieron el respaldo masivo de los adultos ajenos a la imputación en examen (ver ut supra, puntos VI-8, 9, 10 y 11), así como de todos los menores que negaron haber sido objeto de abusos sexuales y ejercido el "F.F.", ministerio al que la mayoría de ellos dijo desconocer (ver ut supra, punto VI-14). 21.- En consecuencia, dichos testimonios a lo sumo podrían verificar, por su pluralidad y vinculación con la documental que tiene su origen en la editorial matriz del grupo, la asunción de una liberalidad manifiesta en materia sexual como característica de las relaciones personales con -84- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? las que se rigen los adultos. Podría aceptarse incluso, que tal amplitud de criterio referida a las relaciones sexuales pre y postmatrimoniales, habría sido transmitida de alguna forma a los menores que integraban el grupo y en un lapso que no puede ser definido actualmente por la unánime mención de que, a más tardar en el año 1987, cambiaron el pensamiento sobre el tema y se volvieron mucho mas restrictivos, con el agregado de prohibir tales relaciones entre mayores y menores bajo pena de excomunión. Pero no más, porque no sólo ha sido imposible determinar concretamente, en qué tiempo y en qué sitio se desarrollaron las conductas ilícitas imputadas; menos aún ha resultado factible conocer a ciencia cierta quiénes fueron en cada caso las víctimas de esos presuntos abusos, ni tampoco quiénes habrían sido sus victimarios. Todo lo cual, debe atribuirse en buena parte a las notorias falencias del interrogatorio al que fueron sometidos los declarantes, pues resultaba sencillo inquirir en cada caso sobre aquellos datos que difícilmente se pueden olvidar y que imprescindiblemente, deben reunirse en una investigación con la que se pretende definir, ya sea por afirmación o por exclusión, la hipotética responsabilidad penal de los imputados. 22.- Desde otra perspectiva, es oportuno tener presente que en su sentido meramente gramatical, la acción de corromper se equipara a la de depravar y que el concepto jurídico de corrupción debe relacionarse con el bien jurídico -85- protegido, es decir, referencia directa que de la la idea acción se completa corruptora a la con la esfera sexual. Con este enfoque, cierto es que la corrupción podría tener sólo un alcance psicológico y moral, pero también ineludiblemente, si es corruptora, la acción ha de tener potencialidad para dejar una huella profunda en el psiquísmo de la víctima, torciendo el sentido natural y sano de la sexualidad. Núñez coincide con este criterio ("Tratado de Derecho Penal Argentino", Tomo IV, pág. 342), al señalar que la depravación puramente moral de los sentimientos y de las ideas sexuales, si bien constituye lo que gramaticalmente se entiende por corrupción, no ingresa en el ámbito represivo de los artículos 125 y 126 del Código material. Asimismo, para dar contenido a los conceptos que nos convocan en este pronunciamiento, no debe hacerse uso de ideas excesivamente elevadas de moralidad y ascetismo (Carrara, "Programma ... 2963), de manera que la acción corruptora no debe ser entendida en comparación con un tipo perfecto de relación sexual monogámica y casta, sino con el parámetro de la pura relación sexual en el sentido biológico natural. Se entiende de allí, que la acción se calificará como corruptora en la medida en que tienda a la alteración antinatural de las condiciones en que se realiza el acto sexual, tanto sea por inculcarse a las víctimas el hábito de prácticas puramente lujuriosas o depravadas, o por actuarse en forma acusadamente prematura sobre una sexualidad no desarrollada. Criterios a los que se asocia Soler (op. cit. pág. -86- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? 311), para quien no bastan las lecturas, la exhibición de estampas, ni las proposiciones deshonestas, ya que deben tratarse de actos sexuales ejecutados sobre el cuerpo del menor, o bien hechos ejecutar por éste sobre el cuerpo de otro, o bien de actos sexuales del autor o de terceros a cuya ejecución se hace asistir al menor. Resultando necesario destacar que esos actos constituyen un medio preparatorio para ulteriores efectivamente acciones cumplidas. sexuales Pues que bien, pueden ninguna ser o no de estas exigencias dogmáticas ha sido mínimamente comprobada como efectivamente ocurrida en relación con los menores dispuestos en autos, por lo que, en definitiva, el decisorio venido en apelación deberá ser igualmente revocado en el aspecto aquí tratado. X.- DEL DELITO DE REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE 1.- Nuevamente los informes evacuados por las dos licenciadas provistas por el Poder Administrador, son los que generan en el Sr. Juez de la causa su convicción de que "la pseudo finalidad religiosa en la constitución de la comunidad en cuestión... implica una total sumisión de los menores a la voluntad de los líderes (fs. 2265). Es decir, a partir de la labor integradora realizada por las expertas y sus equipos convocados al efecto -quienes enlazan para ello, el tipo de convivencia grupal indicada en los libelos remitidos por la -87- central doctrinaria del movimiento, con la educación no formal, los métodos y el contenido pedagógico que se les administra a los pequeños, así como con los psicodiagnósticos efectuados a los mismos, entre los que destacan como "paradigma" a una menor presentada con "desmantelamiento psíquico" implicado por su "obediencia extrema, ausencia de pensamiento autónomo, pasivización, robotización y automatismo"-, el magistrado obtiene el fundamento requerido por la muy compleja modalidad con la que los encausados habrían cometido el delito de sumisión a servidumbre (art. 140 del Código Penal), la cual carece de antecedentes en el digesto jurisprudencial argentino y el Tribunal no ha alcanzado a saber que exista precedente alguno en el ámbito internacional. Opinión incriminante que empalma con la propuesta del Sr. Fiscal, quien atribuye la obtención de tal sometimiento, a una novedosa técnica de "reforma del pensamiento o lavado de cerebro", que se valdría de la privación del sueño, una alimentación pobre a nivel proteico, trabajos físicos agotadores, largos períodos escuchando las grabaciones de "Mo", leyendo y memorizando sus cartas, entonando las canciones del grupo y participando de reuniones de adoctrinamiento; así como del aislamiento y la pérdida de contacto con el mundo exterior, a fin de privar a los menores del intercambio con otros niños y favorecer su excesiva dependencia a medida que llegan a la adolescencia para que ejerzan la prostitución. 2.- No creemos útil referirnos a los testimonios de -88- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? los ex-adeptos que afirman haber sufrido la condición servil con la obligación de cumplir actos concretos de otro tipo; porque lo hacen con ejemplos que le quitan toda seriedad a la magnitud de la ofensa que dicen haber sufrido. Responder que "...su tarea en la cocina se extendía a la atención de entre 100 y 150 chicos y para la cual la ayudaban otros jóvenes de trece y catorce años" (fs. 1042); o que el rebajamiento de la persona consistía en "...limpiar inodoros de casas rodantes, cargar los inodoros hasta un arroyo... donde tiraba el excremento..." para lavarlo posteriormente (fs. 1826 vta.), se parece más a una distribución de funciones entre personas que viven comunitariamente y carecen de servicio doméstico, o a una actividad formativa de los menores por el trabajo (art. 278 del C.C.), que a lo sumo semeja un "abuso laboral", antes que un cambio fáctico de la condición civil de hombre libre. Abuso que, por otra parte, es imposible inferir de la objetiva asignación de tareas extraída precisamente del hogar sito en Pilar (ver el legajo de actuaciones del Servicio Especial de Investigaciones Técnicas, fs. 7), en cuya pizarra figuran cuatro personas para ayudar al adulto encargado de la cocina (ver las declaraciones vertidas a fs. 1138, 1142 y 1254 vta.), así como la distribución entre distintos jóvenes, la limpieza del "living" y el "hall", la escalera y el comedor, etc.. 3.- Otro tanto habría que decir de la desnutrición y la privación del sueño que, si bien esta vez no fueron -89- aludidas por ninguno de los actores del drama, pero sí contradichas por muchos de ellos (ver ut supra, los puntos VI - 8/11 y 13/15 con las declaraciones de los 21 procesados y la de los 27 testigos que deponen a favor de éstos, así como en los puntos que van del 2.- al 6.-, los dichos de los 8 que declaran en su contra), son tópicos que introducen los infundados asertos de los asesores técnicos. Sobre el primero ("alimentación pobre a nivel proteico"), por la sola inferencia del menú que se conoció en uno de los hogares correspondiente al día 31/8/93 (fs. 2498) y por la admisión acrítica que se hiciera de una información relativa a la dieta que acostumbra regir la alimentación del grupo (fs. 2901). Sin considerar que allí se dice que los niños excluyen el consumo de "azúcar y los hidratos de carbono", siendo que luego se participó de una merienda con varios niños que "tomaron leche con galletas de agua, queso cremoso y utilizaron azúcar negra " (fs. 2902). Amén de que no parece muy adecuado evaluar el estado nutricional de un grupo poblacional, basándose en la observación de dos comidas, en lugar de auscultar ese estado directamente, para saber si están bien alimentados o guiarse por los informes de los diversos médicos que examinaron a los menores y constataron que presentan un buen estado clínico-físico y nutricional (fs. 1378/1575). 4.- La misma reflexión se debe aplicar a la aseveración sobre el escaso tiempo que les dejan para el -90- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? descanso, con el agregado de que la contradice también el material que ilustra sobre los "Requisitos Exigidos a los Hogares", el cual registra "9 hs. de sueño nocturno para los jett (menores impúberes) y 8 hs. para los adolescentes", además de "una hora de siesta o descanso en silencio" (fs. 3896). 5.- Además sorprende la severidad con la que la profesional describió las "condiciones del hábitat" halladas en la casa-quinta de la localidad de Pilar (casa de caseros, casa-escuela, casa principal de dos plantas, con 5.000 metros cuadrados piscina parquizados y y solarium), arbolados, respecto establo de lo y caballos, cual concluye: "...reproduciendo de modo total o parcial, formas de vida que, en comunidades consideradas de riesgo por haberse ubicado en la línea de pobreza o por debajo de la misma, llevan a calificarla 'NBI', con necesidades básicas insatisfechas" (fs. 2500). Cuando la sola mirada puesta en las fotos que ilustran los chalets y su entorno (fs. 353/355, 358 y 434/437 del expte. de Mercedes), parecería indicar que allí viven incomparablemente mejor que un vasto sector de la población del país. Tampoco su personal observación de que: "Los dormitorios estaban llenos de niños acostados en las triples cuchetas, a medio vestir con las ropas del día, cubiertos con frazadas, sin sábanas y apoyados en almohadas sin fundas, .... la cantidad de niños por dormitorio oscilaba entre dieciseis y veinte" (fs. 2497), coincide con -91- la imagen captada por el personal policial del referido Servicio de Investigaciones Técnicas (ver las actuaciones sumariales correspondientes a la finca de Pilar, que corren por cuerda), dado que las fotos glosadas a fs. 5 y 8/11, muestran los dormitorios con un máximo de 6 a 9 cuchetas y las camas con sus correspondientes sábanas y frazadas. 6.- Por último, cierto es que "los niños en edad escolar estudian dentro de la comunidad y rinden los grados primarios como alumnos libres..."; y que ello los "priva al menos de un intercambio y estimulación variados..." (fs. 2906); y que es muy probable que sus respuestas no sean "... habituales en los niños criados dentro de las pautas comunes y corrientes de cualquier sociedad occidental" (fs. 2907). Mas también es verdad que en estas sociedades es vivido como significativamente valiosa "la libre elección individual de planes de vida y la adopción de ideales de excelencia humana (en tanto que), el Estado no debe interferir en esa elección o adopción..." (cf. Carlos Santiago Nino en "Ética y Derechos Humanos", Paidós 1984, pág. 135); que en el caso que nos ocupa, la benemérita Ley 1420 de Educación Común dejó a los padres la decisión del mejor modo de brindar educación a los hijos; que tanto la Convención Interamericana de Derechos Humanos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, reconocen el derecho de los padres a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones (arts. 12.4 y 18.4, respectivamente); que, en fin, el art. 265 del Código Civil estipula -92- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? que los padres tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos, "conforme a su condición y fortuna, constituyendo uno de los puntos fundamentales de la patria potestad (cfr. Gowland, Alberto Jorge, "Notas a la Ley 23.264", L.L. 1986-D-1162). 7.- Como síntesis de nuestro pensamiento sobre este particular, quizá no resulte ocioso transcribir algunos párrafos del fallo de la Corte Suprema estadounidense dictado a favor del grupo religioso "Amish", en un conflicto similar, cuyos adeptos "...rechazaban a las iglesias establecidas y aspiraban retornar a la vida cristiana de las primeras épocas, simple, restándole importancia al éxito material, rechazando el espíritu competitivo y buscando aislarse a sí mismos del mundo moderno"... "Como resultado de una herencia común, las comunidades que pertenecen a la antigua orden de los Amish, se caracterizan por la creencia fundamental que la salvación requiere vivir en una comunidad eclesiástica, separada y ajena del mundo y sus influencias. Este concepto de vida alejado del mundo y sus valores es el centro de su fe...". "El rechazo a los teléfonos, automóviles, radio y televisión, su forma de vestirse, de hablar, sus hábitos de trabajos manuales, sin duda los colocan al margen de gran parte de la sociedad contemporánea...". "No puede decidirse este caso con base en el argumento de que el requisito de asistencia escolar hasta los 16 años se aplica de manera uniforme a todos los ciudadanos...". "Nadie puede cuestionar -93- el deber que le cabe al Estado de proteger a los niños de la ignorancia, pero este argumento no se ajusta a los hechos revelados en autos"... "No se puede asumir que la mayoría de hoy está 'bien' y los Amish y otros como ellos están 'mal'; una forma de vida que es original o aún errática, pero no interfiere con derechos o intereses de terceros, no debe ser condenada sólo porque es diferente". "Resulta claro que tal intromisión por parte del Estado en decisiones familiares en el área de la enseñanza religiosa, haría surgir cuestionamientos graves acerca de la libertad de culto..." ("Winconsin vs. Yoder", cit. por Jonathan Miller, María A. Gelli y Susana Cayuso en "Constitución y Derechos Humanos", págs. 755 y ss.). 8.- Lo que venimos diciendo nos conduce necesariamente a sostener que el cabal ejercicio de la libertad de conciencia -de la que dimana el derecho de los padres y tutores a que "sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones (art. 13.3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), no puede ser desligado del régimen civil que regula el reconocimiento de la patria potestad; en el entendido de que "el ejercicio regular de un derecho propio... no puede constituir como ilícito ningún acto" (art. 1071 del C.C.) y que, difícilmente los padres de los menores hayan optado por el régimen de vida, educativo, formativo y cultural en el que crecen sus hijos con un propósito perverso tendiente a perjudicarlos. -94- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? De todas formas, las razones de especialidad y prudencia que informan el principio de intervención mínima de la justicia represiva, indican que sea fuera del ámbito penal donde se debe comenzar por controlar el correcto ejercicio de la autoridad paterna y materna del niño, salvo que la frontal y evidente comisión de un delito indique una directiva en contrario; situación que de todos modos, el Tribunal no ha advertido en investigación. los Es límites de buena del avance práctica que que el lleva hábitat, la la alimentación, la corrección por el trabajo, la formación religiosa, la educación escolar, la obediencia y las reprimendas sean, en principio, observadas desde la óptica de su implicancia en la noción de abandono en el que incurran los padres, o en la de dar consejos inmorales a sus hijos, o en la de colocarlos dolosamente en peligro material o moral (art. 307 del C.C.). De modo que sean los Magistrados de Familia y Minoridad los que comiencen por intervenir a fin de cumplir la indelegable función de apercibir a los padres y tutores sobre el riesgo que corren de perder, e incluso revoquen el pleno ejercicio de la patria potestad, a aquéllos que hubieren ingresado a sus hijos o pupilos, o los mantengan en agrupamientos que, por su accionar específico y su negativa incidencia concreta y claramente comprobada, le impidan al niño el pleno desarrollo de sus potencialidades vitales. 9.- Reafirmamos entonces, que en el marco de esta -95- causa no se ha comprobado la comisión de la reducción a servidumbre de persona alguna en ninguna de sus formas, ya que ni el estado forzadamente de "deprivación" introducido por vía -que de una además fue metodología "integradora" utilizada sin rigor científico y con dudosa colección de datos-, tampoco por sí sóla cumpliría los requisitos de los tipos objetivo y subjetivo implicados por el delito de mención. La sumisión, la obediencia extrema, la robotización, etc. que revelara el examen psicológico recogido por el "a quo" como "paradigma", no alcanza sin el pretendido servicio laboral o carnal que en autos se ha visualizado totalmente desprovisto de sustento; y si el niño no es "servidor" no puede hablarse de servidumbre (cf. Carlos Creus, Derecho Penal, T.I-286). 10.- Asimismo, aun quedaría en pie el serio problema que nos plantea el supuesto de una conciencia que pudiéramos tener por errónea o, como se pregunta la experta designada con exclusividad, a partir de deducir que la comunidad "La Familia" se proyecta hacia el medio externo enfrentando a lo que su ignoto mentor denomina "el Sistema": "¿Aludiendo de este modo al sistema de vida occidental y/o capitalista y/o cristiano tradicional?" (fs. 2910). Más allá de las reminiscencias no del todo agradables para las libertades públicas que nos traen este tipo de interrogantes, propios de una época de enfrentamientos que el mundo felizmente ha superado, pensamos que "la libertad de creer es no sólo para creer aquello que se considera verdadero, sino -96- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? aquello que el sujeto cree que es verdadero. Y esto está ínsito en la Constitución Nacional. Como bien dice Peters: 'un Estado que ha reconocido la libertad de cultos, que tolera las distintas religiones, no puede funcionar como juez de lo recto religioso" o (cf. no recto Edgardo de las Donna decisiones en "El del ámbito Delincuente por Conciencia", Doctrina Penal, año 1989, pág. 385). Como conclusión, corresponde dejar sin efecto la medida cautelar en recurso dictada a fs. 1979/1987 respecto del delito aquí tratado y en relación a los encausados. XI.- DE LOS DELITOS DE PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD Y RETENCIÓN Y OCULTACIÓN DE PERSONAS 1.- No ha sido particularmente claro el tratamiento que le diera el Sr. Juez al delito de privación ilegítima de la libertad agravada por su comisión con violencia o amenazas o con fines religiosos o de venganza (art. 142 inc. 1? del Código Penal), ya que nada dijo sobre la modalidad ni la finalidad con la que adjudica genéricamente su ejecución a los procesados. Y si bien por el contexto fáctico en el que practicó su espectacular operativo en las viviendas del grupo "La Familia", se debe suponer que también le atribuyó carácter religioso al móvil que alentaba la interdicción locomotiva de las presuntas víctimas, los medios utilizados para alcanzar este objetivo se deben deducir de los dos -97- únicos testimonios que transcribe en apoyo de la verificación del delito. De uno de ellos se extrae que para impedir las fugas "...la seguridad de las viviendas era muy estricta, caracterizándose ésta por la presencia de perros, reflectores, alarmas y guardias con bastones y balas de goma (fs. 2260 vta.). Del otro testimonio se deprende que los menores, "...eran retirados del lado de sus padres en orden a mantenerlos cerca en caso de que sus padres quisieran abandonar la secta" (fs. 2261 vta.). En cuanto al primero, ya hemos visto que se trata de una solitaria mención carente de respaldo objetivo (ver ut supra, punto IX. 17.-); en tanto que el segundo refiere una dinámica consentida por el afectado que no por ello causa estado, ya que, llegado el caso, dispone de todo un arsenal legal para resistir el chantaje merced a su propia libertad de movimientos. 2.- Sin embargo, la cuestión se oscurece cuando el señor Fiscal de Cámara dio por cierto que, en realidad, los líderes utilizaban un medio inédito para someter la voluntad de los adeptos, recordando "los relatos de Richard Alan Dupuy (904/7) en cuanto a que una vez captada la persona se le realiza a ella un lavado de cerebro total" (fs. 2976 vta.) y que "Miryan Faith Padilla (fs. 908/10) manifestó que había conocido los llamados 'campos de vencedores' en los cuales se realiza el mayor lavado de cabeza..." (fs. 2977). Además, el funcionario incorpora a su libelo, que el objetivo final de los jefes del grupo "...parecería ser el acceso al poder en forma indirecta mediante la captación de quienes lo ejercen" -98- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? (fs. 2988), lo cual, obviamente, ni siquiera figura como tal en la agravante seleccionada. 3.- Más confusa aún es la remisión a la figura del Art. 142 bis, segundo apartado, inciso primero, del Código Penal, que se formula en la parte resolutiva del decisorio recurrido y que nuestro fiscal también acompaña sin ninguna explicación, según aparece prevista a los fines de reprimir la sustracción, retención y ocultación de persona, agravada porque la víctima fuera mujer o menor de edad. Pensar que esa referencia se relaciona con la desaparición de los hermanos Frouman es imposible, en tanto fue un hecho que se reservó expresamente el Sr. Juez de Menores de Mercedes; tampoco es lícito vincularla con la mención transcripta del testigo Lauce, porque éste aludió a una técnica de desintegración familiar y no a la retención de alguien en concreto. Y si sólo fuere tomada como integrando la comisión futura de hechos indeterminados a ejecutar en caso de necesidad, tal previsión se hallaría absorbida por el concurso real de la asociación ilícita introducida con el alcance del Art. 210 del Código Penal al que se hará referencia mas adelante. De todas formas, como tampoco existe absolutamente ningún elemento de la causa que acredite ocultación o sustracción de persona alguna, se trata de una calificación normativa respecto de la cual se deberá revocar también el auto de prisión preventiva que viene cuestionado. 4.- Sólo nos queda, entonces, la genérica mención -99- del "a quo" relacionada con el "...continuo estado de privación de la libertad a la que son sometidas las víctimas y la imposición por parte de los líderes del grupo a efectuar acciones contra fundamento en su voluntad"; "...las así como testimoniales su consecuente prestadas por los ex-miembros del grupo, quienes relatan detalladamente el estado en que vivían dentro de la comunidad y las peripecias que debieron afrontar para abandonarla" (fs. 2265). Nuevamente, no encontramos en estas declaraciones ninguna referencia inequívoca a los impedimentos que sus titulares tuvieron con relación a su libre movimiento corporal. En el caso de Dupuy -quien igualmente manifestó que no "tiene conocimiento de la comisión de delitos en la Argentina"-, porque él mismo afirmó que "la gente que milita en la secta lo hace libremente", mas allá que diga a renglón seguido que "...están ordenados por sus superiores a realizar determinadas tareas, que no les era libre dejar de cumplir" (fs. 905). Y en cuanto a la aislada versión de la señorita Berry sobre defensas predispuestas inexistentes, sólo es dable reiterar los motivos por los que la atribuímos a su fantasiosa imaginación. Resultando de la explicación aportada por el testigo Lauce sobre las consecuencias de las modificaciones que se iban realizando a la doctrina, que "...muchas personas de la secta se escaparon por no estar de acuerdo con las reformas" (fs. 1200 vta.). 5.- Concretamente, no se conoce ninguna norma de las que regulan el funcionamiento del grupo, que le hubiera -100- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? impedido a ningún adulto abandonar por decisión propia las viviendas y su pertenencia al movimiento; no pudiéndose tener por tal, el registro individual de su eventual salida, del objeto por el cual lo hace y del horario del retorno a casa. Sería absurdo sostener que la coerción típica requerida para la comisión de este delito se satisface con la mera obligación de escribir estos datos si, al mismo tiempo, no se ha probado la existencia de algún medio físico que impidiese el desplazamiento hacia el exterior de quienes habitan esos hogares, ni la presencia de personal de vigilancia especialmente dispuesto para cometer actos violentos en caso de que se pretendiese salir sin autorización o, en fin, la emisión de expresiones racionales que signifiquen la seria amenaza de producir un grave mal a quien intente abandonarlos. 6.- Quizá lo que no se ha explicitado pero está latente en la medida cautelar como medio comisivo del delito en examen, sea esa especie de "condicionamiento psicológico" del que se hizo eco el distinguido funcionario fiscal, al recoger la expresa referencia de varios ex-adeptos al llamado "lavado de modificarles cerebro" a y voluntad tomar su por cierto pensamiento que para pudieron obtener la sumisión absoluta y la pérdida de decisión de la que se dijeron víctimas. En realidad, no parece muy lógico sostener que por medios no violentos -sin recurrir al encarcelamiento -101- ni a la tortura-, se puedan aplicar diversas técnicas sumamente enojosas para el afectado cuando éste no presta su aquiescencia; logrando así que la persona cambie su estructura de descripciones pensar de y de ficción sentir, cuyo cual acontece contenido mágico en esas nos en- tretienen a través de una historia tejida con autómatas manejados a control remoto. De ahí que se haya traído como único apoyo a esta tesis, la opinión del neurólogo Juan A. Azcoaga confusamente recogida en un reportaje periodístico (fs. 2516) donde igualmente admite la necesidad de "tener a una persona en aislamiento"; es de suponer que se refiere a quien debe ser compelido a mantenerse en tal situación, porque de lo contrario, se daría el absurdo de tener que actuar de oficio para impedir la condición voluntaria de reclusión en la que se colocan quienes integran algunas órdenes religiosas con el propósito de responder a su vocación y aumentar su fe. De todos modos, tampoco hicieron camino -según se dijo con recopilación de antecedentes- los esfuerzos realizados en plena guerra fría por países comunistas en conflicto, para obtener la conversión de los prisioneros que llegaron a tener bajo su dominio y con todo el poder coercitivo a su disposición. De ahí que esta teoría no haya sido asumida por la comunidad científica y es vista hoy como una metáfora de descalificación de los movimientos religiosos considerados desviantes (conf. Alejandro Frigerio, "Perspectivas Actuales sobre Conversión, Deconversión y Lavado de Cerebro" en Nuevos Movimientos Religiosos, Centro -102- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Editor-1993). 7.- Pero lo realmente importante, es que su propio planteo en el ámbito jurídico involucra un despropósito de consecuencias inaceptables, porque su admisión llevaría a la inconsistencia de tener que declarar la inimputabilidad de quien se escude en una manipulación de tal tipo por la comisión de un delito, a pesar de que al tiempo del hecho tuvo capacidad de comprensión del injusto y actuó conforme a ese conocimiento sin sufrir una verdadera compulsión externa verificable. De hecho es lo que insinúan quienes pasaron por la "deconversión" y denuncian las atrocidades que cometían los grupos que integraban; en este mismo expediente leemos que Rubén A. Dupuy, quien ingresó a "Los Niños de Dios" en 1969 y ascendió en los niveles jerárquicos hasta conocer a su líder máximo, abandonó el movimiento nada menos que veinte años después, pero por su idealismo inicial no "veía como malo entonces lo que al día de hoy debe confesar que lo es" (fs. 905). Así como en cualquier orden social basado en la libertad individual, es condición de la responsabilidad penal que el imputado sea una persona adulta y mentalmente sana, nadie que ejercite sin restricción su libertad por estar gozando de estas condiciones personales, puede mediatizar en otro la responsabilidad por la toma de sus decisiones y así transferir las consecuencias indeseables de sus propios actos, porque de aceptarse esta tesitura, se quebraría el -103- fundamento mismo de una sociedad libre. Como bien dice Enrique Gimbernat Ordeig: "...desde el punto de vista de la prevención general, la impunidad del loco en nada relaja la eficacia inhibidora de la pena frente a los imputables; éstos no se identifican con aquél, se saben distintos y saben también, por consiguiente, que a ellos sí les van a castigar si hacen lo mismo que el enajenado delincuente." (Estudios de Derecho Penal, Ed. Civitas 1981-pág. 148); pero es obvio que esa eficacia desaparecería por completo, si después de cometido un delito su autor obtiene el tratamiento jurídico de un enfermo mental sin serlo. Un acercamiento racional al problema lo brinda el informe de la Licenciada en Psicología Adela Ana Lavín (glosado a fs. 1577/78), en cuanto relativiza el vínculo con una secta o comunidad religiosa en función del impacto que provoca "...la necesidad imperiosa de los individuos por adquirir el confort que el tecnicismo ofrece, los cambios drásticos en los roles familiares donde ambos padres están ausentes, cumpliendo metas laborales para satisfacer los requerimientos materiales de sus miembros y siendo este objetivo, en la mayor parte de los casos, el único lazo de unión entre los primario...(que)...se componentes halla de desestructurado este y en grupo crisis, porque sus relaciones de afecto cara a cara ya no existen, porque no hay tiempo para que sus integrantes compartan vivencias, sentimientos, y los hijos ya no encuentran verdadera capacidad de contención de la angustia que supone -104- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? crecer, introyectar normas sociales y realizar una adaptación positiva de la interacción social...; este individuo puede aislarse, enfermarse o encontrar un paliativo, por ejemplo, en modos de vida comunitarios, con integrantes que comparten parecidas estructuras de personalidad, historias de vida con cargas traumáticas, parejas parentales ausentes y una tendencia a la identificación masiva con el grupo y un líder distante y omnipresente". De allí que, pasado un tiempo de haber ingresado, no sea fácil desligarse de la secta en la que pasaron a quedar radicados sus vínculos afectivos y familiares después que los previos fueran deshechos, porque cortar los actuales le ocasionaría un penoso tránsito espiritual hasta poder decidirse a dar el primer paso. Peor aún si, como lo explica Lauce: "...al dicente particularmente le pasó que cuando decidió desertar, ni siquiera le dieron la plata del pasaje para volver a su provincia natal" (ver fs. 930 de la causa tramitada en Mercedes). Obviamente, no se advierte ninguna compulsión típica que precipite la presencia normativa del delito en cuestión: lo cierto es que todo miembro de la secta, aún luego de haber conformado su ideología a imagen y semejanza de la doctrina dominante en el microclima donde se sumergió como estilo de vida, tiene la total posibilidad de tomar la decisión que más le convenga, de quedarse o de salir cuando quiera, del mismo modo que al ingresar lo hizo a mérito de sus propias creencias e ideales, o en virtud de -105- haber sido sorprendido inicialmente en su buena fe por la conducta inmoral o engañosa de quienes lo alentaron a ello. 8.- De todos modos, decir que la acción delictiva radica en este engaño inicial y en el tratamiento posterior que se le da al adepto -nos referimos al desenvolvimiento pautado y progresivo de los presuntos objetivos de utilización personal al servicio de los líderes-, también sería un grave error jurídico que podría introducir un concepto paternalista sumamente riesgoso para la vigencia de una sociedad abierta y democrática. La solución no está en introducir las relaciones ciudadanas en el ámbito de la represión penal, sino en el de los demás actores sociales. Desde ya, mediante la función tuitiva del Estado a través de la oportuna supervisión laboral para garantizar las condiciones legales de trabajo -periódicamente los diarios informan de personas que se someten a condiciones inhumanas de labor para soslayar la creciente desocupación que las acosa y, sin embargo, la sujeción al principio de legalidad inhibe la intervención de la justicia represiva con el pretexto de la "reducción a servidumbre" (salvo que se la entienda como esporádicamente acontece, en su acepción vulgar ajena al ámbito jurídico)-. O a través del estímulo educativo, que asegure la base esencial de la igualdad de oportunidades; y también desde los Juzgados de Familia y de Menores, para garantizar el cumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad, en íntima colaboración con -106- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? los organismos públicos y privados de asistencia social. Pero muy especialmente, la solución está en que se ejerza con altura y responsabilidad la intransferible misión que les cabe a los medios de comunicación social y a los centros de difusión cultural, a fin de ampliar la información ciudadana sobre las características sectarias negativas que puedan tener para los derechos personales y sociales el eventual ejercicio espúreo de la libertad religiosa y de asociación. Teniendo la seguridad de que con la verdad -no necesariamente desprovista de amor y comprensión-, se puede enfrentar con éxito el problema de los viejos y los nuevos movimientos o grupos que surjan con un mensaje que se considere pernicioso y una metodología de funcionamiento que pueda calificarse "destructiva" o "de riesgo". Con la tranquilidad de que nunca los "bárbaros" pudieron vencer al pensamiento de los hombres libres, porque cuando transitoriamente lograron imponerse, igualmente fueron ganados por la cultura de aquéllos y fue sólo una cuestión de tiempo ver cómo se desintegraban sus imperios. Tal ha sido, por otra parte, el dictamen fiscal emanado de la más alta autoridad representativa del Ministerio Público del Estado de Nueva York en los EE.UU. al señalar, entre otros conceptos, que la garantía constitucional de la libertad de cultos impedía adoptar "ninguna acción directa", más allá de la mera publicación de ese informe para despertar a la mayoría del público en -107- relación con la naturaleza del grupo de que se trata (conf. "Dictamen Fiscal sobre las actividades de Los Niños de Dios", Procurador General del Estado de Nueva York, 30 de setiembre de 1974). 9.- Por el contrario, convertir al proselitismo -aún cuando involucre la difusión de ideas inmorales-, en subversión ideológica; a la persuación iniciática en un estilo de vida exótico que dimana del ejercicio del culto, en lavado de cerebro; a los misioneros en agentes subversivos; a los retiros u hogares de aislamiento monacal en prisiones; y, en fin, a la observancia mística de la devoción religiosa en conducta psicopática, nos habrá de retrotraer, indefectiblemente a una sociedad autoritaria y represora del libre pensamiento, así como limitadora y castradora de la asunción autónoma del plan de vida que cada uno elija, simplemente, por ser en definitiva el que más le guste. El problema de los nuevos movimientos religiosos no puede abordarse desde la óptica de un modelo médico ni criminológico, algunos nuevos porque cultos si bien atraen vivimos a una personas época con en que patologías físicas y mentales, e incluso algunos de sus líderes suelen desplegar su carisma por finalidades lucrativas, la base misma de nuestro sistema legal es la autonomía personal y no es posible poner cortapisas a la voluntad, aún a aquélla que esté viciada por lo que otros consideran un error. Porque nadie puede ser forzado a ser libre o, lo que es lo mismo, quien es libre está autorizado a restringir su libertad; es -108- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación más, según bien lo explica el mentado informe de la Lic. Lavin, habrá quienes quieran someterse a un sistema autoritario que les prescriba al detalle cuáles han de ser sus pensamientos y acciones, en la medida en que necesiten eliminar o no puedan sobrellevar la ambigüedad moral que se expande en la sociedad con las características de un mensaje doble que invade todos los órdenes de las relaciones intersubjetivas y los mantienen angustiados e inseguros. 10.- Reiteramos, es innegable que hay ciertos procesos de indoctrinación manifiestamente perjudiciales para la plenitud mental, cual si fueran nuevos tipos de adicción que, igualmente, tienden a limitar la libertad interior de quienes no reaccionan a tiempo. Pero contra ellos, el mejor antídoto es una sociedad más humanizada y menos generadora de angustias, una familia más alerta y continente de los extravíos de sus miembros, una política comunicacional que le garantice al consentimiento futuro adepto informado al que grupo habrá de religioso otorgar un que le más satisfaga, un poder de policía laboral, educativo, impositivo y sanitario más oportuno y eficaz. Todo ello, antes que recurrir como principio y fin a la prevención del Estado que pone inmediatamente en juego la represión penal; porque así sí se pondría en la picota a la autodeterminación de las personas y se generaría un grave riesgo para el irrestricto ejercicio de los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos. El beneficio social evidente de este enfoque de la -109- cuestión, radica, por un lado, en que la libertad de conciencia cuya propia naturaleza hace que sea ilimitada e irrestricta porque se manifiesta en lo que se cree, se quiere o se piensa, tendría el más ancho canal de exteriorización que es posible brindarle en una sociedad democrática, a través de la libertad de expresión y del ejercicio del culto; y por otro lado, en que estos derechos, cuyo valor estratégico para la vigencia plena de todos los demás y la realización integral de la personalidad conforme el plan de vida que cada cual seleccione, son de una importancia superlativa, tendrán sólo los límites imprescindibles que imponen su racional reglamentación legal. Con el agregado adicional, nada desdeñable, de que la eventual intervención del tribunal correspondiente en los casos concretos que verifiquen acciones delictivas, se verá beneficiada por un amplio y diversificado cúmulo de antecedentes, para garantía del oportuno dictado de sus decisiones y el acierto de sus fallos. Los familiares de los adeptos a tales ritos heterodoxos, a su vez, estarán mejor pertrechados para hacer algo frente a la transformación no compartida de la vida de sus hijos y hermanos; las mismas personas que se sientan atraídas por los nuevos movimientos religiosos y deseen experimentar esta senda con el fin de dar cabida al llamado de su fe por la vía de una conversión mística, se encontrarán más a resguardo de ser objeto de manipulaciones espureas, sin que ello involucre la conculcación de la libertad de nadie en nombre de la libertad. -110- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? En razón de todo lo expuesto, deberá revocarse el auto de prisión preventiva en virtud del cual se mantiene encarcelados a los procesados en orden a las distintas variantes típicas extraídas del Capítulo "Delitos contra la libertad individual" del Código Penal. XII.- DEL DELITO DE DISCRIMINACIÓN RACIAL Y RELIGIOSA 1.- En cuanto a "la actividad discriminatoria racial y religiosa" que se enjareta a los encartados con el sobrentendido de que los "líderes enseñan dentro del grupo el desprecio por la raza negra y la religión judía", el sr. Juez de grado fundamenta en una declaración testimonial, en una frase atribuida a la menor Dulcinea Jacobs en su informe psicológico y de la lectura del libro "Pensamientos de Mo"; al tiempo que particular, el salvo memorial su fiscal adhesión en nada el dice sobre petitorio a este dicha imputación delictiva. Concretamente, las varias veces nombrada Abigail J. Berry: "Preguntada sobre si en la organización había algún tipo de discriminación, dijo que sí, que los judíos y negros están destruyendo el mundo y que hay una conspiración judía internacional que quiere destruir al grupo. Esta discriminación es la racial, pero se discrimina todo lo que no sea parte del grupo" (fs. 912). A su vez, en el mencionado informe obrante en el -111- legajo tutelar de dicha menor se consigna como su "Ideología expresa: Afirma que todo lo que dice la prensa es mentira, citando una frase de Hitler: Si vamos a mentir hay que hacerlo en grande, para que la mentira sea creíble" (fs. 14 de dicho legajo). Y por último, aunque el magistrado no especificó el parágrafo del texto donde se han vertido las expresiones racistas y de odio religioso, es de suponer que se refiere al contenido en las fotocopias glosadas a fs. 1693 y 1695, dado que ubican a quienes profesan el credo hebreo como habiendo pactado con el Diablo, para poder así obtener las riquezas y el poder que se les suele atribuir en las clásicas diatribas antisemitas. Conceptos semejantes a los que se pueden leer en las páginas 164/168 del libro aludido, aunque enfocados hacia el respaldo político a los pueblos árabes en el conflicto del Medio-Oriente. En cambio, respecto de las personas de raza negra, sólo hemos podido detectar frases en las "Cartas de Mo" que parecerían apuntar a lo contrario, es decir, a la integración entre los pueblos: "¡La era del Blanco y Negro está a punto de acabar! ¡El mundo entero está a punto de ser... (de) color! ...una última gran potencia negra gobernará el mundo... si esta revolución por Jesús va a barrer el mundo, va a tener que hacerlo a todo color, con liderazgo colorido, en el color de la mayoría de los países del mundo..." (N? 105 - ¿Quiénes son los racistas? pág. 136). -112- Poder Judicial de la Nación 2.- Por supuesto, Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? en el panorama probatorio específicamente vinculado con la imputación que se les dirige de pertencer a una organización basada en la superioridad racial o en la de quienes profesan una religión con el fin de promover la discriminación o de incitar el odio contra las personas en razón de su condición, no deviene menos importante el unánime rechazo de los procesados a la pregunta de si existía entre ellos algún tipo de discriminación con motivo de la religión y raza judía o de la raza negra, o fundamentada en cualquier otra razón. Incluso algunos aclararon que entre ellos no existía "...ningún tipo de discriminación hacia nadie, ni hacia quienes se encuentren dentro de "La Familia", ni hacia quienes estén fuera de ella" (1269); "...que dentro de su comunidad en general hay muchos judíos y negros" (1274 vta.); "...que todo lo contrario, cuando hay un niño con problema de discapacitación se aúnan fuerzas para ayudar a su recuperación o tratamiento" (fs. 1278 vta.); "...que es justamente la comunidad un clásico ejemplo de convivencia multiracial, ya que habitan dentro de la misma personas de diferentes latitudes y razas" (1280 vta.); "...que puede ingresar cualquier persona de cualquier credo y color" (1283); "...que cada persona no importa su nacionalidad o color es un ser humano digno de todo respeto" (fs. 1288 vta.); "...que a manera de ejemplo y sin perjuicio de que para integrar la comunidad hay que convertirse en cristiano, manifiesta el dicente que es de origen judío y que -113- también existen miembros blancos, negros, etc., sin ninguna diferenciación entre ellos" (fs. 1290). La única nota parcialmente disonante se recoge en la respuesta dada por Rubén Alberto contradicción advertir Martinetto, al sobre decir: el quien "...el advenimiento incurrió grupo de está un en cierta tratando gobierno de judío anticristo que gobernará al mundo y que está próximo. Aclara que no tiene nada contra los judíos si bien La Biblia advierte sobre su poder, algo que se manifiesta actualmente, pero que este gobierno no necesariamente tiene que ser de judíos y que el grupo sólo advierte del gobierno anticristo. (fs. 1298). 3.- La primera reflexión que es menester anotar, es que el correspondiente tipo penal no se integra -como parece sugerirlo la indagatoria practicada en primera instancia-, con la posible discriminación dirigida a impedir el ingreso a la agrupación religiosa de determinada calidad de personas. Porque, más allá que al propio ex-dirigente Richard Alan Dupuy le extrañó que hubiera "...en la secta aproximadamente unos diez o doce negros" (fs. 907) y que se alegue por parte de los justiciables la presencia entre ellos de personas de otras razas y de otros orígenes teológicos, lo cierto es que si no los hubiera por un impedimento expreso o tácito, igualmente no habrían cometido ningún delito. Puesto que, como dijo el Dr. De la Rua al exponer los alcances del proyecto en el ámbito privado, cuando intervino en el debate del Senado de la Nación: "Debe haber -114- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? un derecho de raíz constitucional que es oponible a terceros. Por ejemplo, no hay un derecho constitucional a pertenecer a un club determinado, porque el club es esencialmente una asociación voluntaria. Sí hubiera un derecho constitucional a integrar, por ejemplo, una cámara empresaria, un colegio profesional, porque la persona a quien se excluyera no podría ejercer de otro modo la defensa de sus intereses profesionales o laborales. No habría discriminación si una escuela recibe solamente a niños de origen italiano o japonés o pertenecientes a un determinado culto" (Diario de Sesiones, 6/7 de abril de 1988, pág. 2966). 4.- En cambio, es de lamentar que haya sido poco lo que se dijo sobre los límites típicos que habrían de regir las expresiones prohibidas que "...alentaren o incitaren a la persecución o el odio contra una persona o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas" (art. 3? de la ley n? 23.592, B.O. del 5/IX/88). En realidad, fue recién en el ámbito de la cámara baja que el diputado Garay propuso infructuosamente un texto legal alternativo, al advertir hacia el final del debate sobre la riesgosa ambigüedad que exhibía el proyecto del Senado, por no exigir expresamente que la mera participación en una determinada organización sólo generaría responsabilidad penal cuando la misma "...tenga fines discriminatorios o de persecución racial o religiosa" (Sesión del 3/8/88, Diario de Sesiones, pág. 3177). Agregando en su intervención posterior que: -115- "Cuando se trata de un tipo penal, no es cuestión de establecerlo en forma abierta, de modo que caiga en él cualquier conducta, lícita o ilícita. Si esto ocurriera, se estaría generando la imputación a ciudadanos que finalmente ocupan el tiempo de la jurisdicción, producen desgaste jurisdiccional y además, retrasan los otros expedientes" (pág. 3478). Cabe entonces acotar, a fin de sortear el peligro apuntado por el legislador y sin por ello pensar que la interpretación parlamentaria es la auténtica, pero sí que puede ser interesantísima para descubrir el telos de la ley (cfr. Jiménez de Asúa en "La Ley y El Delito", Ed. Andrés Bello-1945, pág. 122), que el objetivo de política criminal que dimana de la norma en examen, no se integra con la represión de todo individuo que participe de una organización cuyos mentores -por más elevado que sea el rango que ellos ocupen-, postulen ideas proclives a alimentar el enfrentamiento racial o religioso en la gente, sino que además, el grupo ha de tener tal finalidad específica porque su misma existencia está basada "...en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas de determinada religión, origen étnico o color, que tengan por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier forma" (art. 3, primer párrafo). De allí que el diputado Folloni consideró conveniente la incorporación de toda esta norma como art. 210 ter. del -116- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación Código Penal, habida cuenta que la intención del proyecto era sancionar "la conducta organizaciones de aquéllos destinadas a que participaren efectuar en propaganda discriminatoria, como así también aquéllos que incitaren a la persecución por este tipo de motivos de odio racial" (pág. 3478). Este mismo alcance es el que también se ve precisado en la "Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial", a la cual ha adherido nuestro país y en donde se establece que los estados parte "...se comprometen a declarar punible toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio racial , toda incitación a la discriminación o todo acto de violencia o toda incitación a cometer tales actos" (art. 4? inc. 1?). 5.- Tales antecedentes, que entendemos inescindiblemente ligados a la fundamental importancia que tiene la libertad de expresión en una sociedad democrática, nos obliga a reflexionar sobre cuáles son los límites de la intervención represiva exteriorización de ideas del que Estado se para estimen impedir erróneas o la aún disvaliosas -quizás estos extremos sean útiles para funcionar como termómetro de la tolerancia social- y en tal cometido, nos hacemos eco de la regla establecida por la Corte Suprema norteamericana en "Brandenburg vs. Ohio", que exige "una cuidadosa consideración de las reales circunstancias en las que se vierte una expresión, averiguando si la misma está dirigida a incitar o producir una inminente acción ilegal y -117- si es probable que incite a dicha acción o la produzca" (395 U.S. 444-1969). Desde esta perspectiva, la mera expresión de conceptos de inequívoco contenido antisemita (o de cualquier otro tendente a desvalorizar a una persona o a su grupo de pertenencia por su calidad o condición), no puede ser tomada como realización del tipo penal, si no se vierten en un contexto en el que razonablemente se pueda suponer que configuran el aliento o la incitación a incubar el odio racial o religioso que se quiere evitar. Del mismo modo, no basta participar de una organización integrada también por personas que tengan ideas de tal tipo, en tanto será menester que éstas sean el basamento de su doctrina como para caracterizar, aunque más no sea en parte, su propio accionar. 6.- Sentado ello, no se advierte que los restringidos textos antisemitas ubicados en la profusa producción del pastor máximo de "La Familia" -los cuales no aparecen reproducidos por ningún otro medio y que, por formar parte de un libro cuya portada ostenta un sello que dice: "Propiedad Privada-Prohibido sacar de la casa-Prohibido menores 18 años", traduce la idea de no pretender ser un material de difusión fuera del grupo-, verifiquen aquel requisito esencial de constituir un basamento doctrinario o de haberse realizado propaganda con ellos, como para sancionar a quienes participen del grupo. Conclusión que es dable extender a la unilateral y confusa mención en que incurriera el procesado Martinetto, contra las claras afirmaciones en contrario de sus consortes -118- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? de causa en el sentido de que nunca han alentado persecución alguna contra nadie. Lo mismo que a la mención de Abigail J. Berry, vertida aisladamente entre los demás testimonios de quienes integraron el grupo en nuestro país, puesto que tales expresiones, sólo reflejan su personal entendimiento de un aspecto insubstancial del material con el que se conforma la doctrina del movimiento. 7.- Por último, poco es lo que se puede decir de la "ideología expresa" que puede trasuntar la exteriorizada disconformidad de una adolescente con el tratamiento que el periodismo le dedicó al tremendo drama que estaban viviendo ella misma, sus padres y las demás personas que se sintieron víctimas por profesar una determinada fe religiosa. Desde ya que es un exceso la generalización en que incurrió la menor, pero ello no autoriza a ingresar a su vez, en el dislate interpretativo de atribuirle a su crítica, elípticamente dirigida hacia una manifestación de la conducta social sufrida como poco ética, el inequívoco sentido de representar la asunción por ella del pensamiento hitleriano y en una materia absolutamente diferente a la que la niña se estaba refiriendo Por todo lo cual, no se advierte que alguno de los incusados, a través de sus comportamientos personales o por la mera pertenencia a una organización que no basa su accionar ni hace propaganda de concepciones racistas, haya ejercitado ningún tramo típico de la ley antidiscriminatoria; -119- de manera que también en este aspecto, será revocado el auto asegurativo dictado en autos. XIII.- DE LA ASOCIACIÓN ILÍCITA 1.- Llegado a este punto del decisorio, corresponde finalmente entrar al análisis del delito de asociación ilícita contemplado en el art. 210 del Código Penal, por el cual, el magistrado de la instancia inferior también dispuso la medida cautelar de fs. 2259 respecto de todos los encausados de autos. En principio, toca recordar, que si bien el aludido tipo legal se verifica a partir de la resolución asociativa adoptada por estabilidad tres del o grupo más y sujetos permanencia con de un criterio aquéllos en de la organización, lo fundamental es que coincidan en otorgarle el especial destino de cometer delitos, es decir, que se trate de un acuerdo de cooperación para ejecutar mancomunadamente una serie determinada de tipos delictivos (conf. Sebastián Soler, "Derecho Penal Argentino", Ed. Tea-1978, T? IV-710; Abel Cornejo, "Asociación Ilícita", ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 1992, págs. 37 y ss.). 2.- La puntualización es particularmente importante en el caso de autos, dado que, siendo un delito formal que no produce resultado visible en el mundo exterior, su prueba depende del propio reconocimiento de los delincuentes o bien de presunciones graves que se deriven de la índole y del -120- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación número de delitos que, posteriormente y en cumplimiento de ese acuerdo criminal, se lleven a cabo. Lo que casi siempre ocurre es esto último y de no ser así, es muy difícil acreditar su existencia; bastará revisar los anales de jurisprudencia, para ver que no existe ningún caso en que se haya instruído causa criminal por el sólo delito de asociación ilícita. (CNEspecial, 12/3/57, L.L. 87-62 y J.A. 1957-III-182; CCrim. S.Fe, Sala I, 16/12/74, L.L. 1975-C-598, sum. 1487 y J.A. 27-1975-574). Aspecto reconocido también por la doctrina (Cornejo, op. cit. pág. 54), ya que a la eventual confesión que pudieran prestar los asociados en orden a su pertenencia a la organización, resulta fundamental añadir el análisis de aquellos indicios que deje traslucir la sociedad en cada caso y, en virtud de ello, observar el modus operandi, la manera de actuar, la forma de comisión y los delitos cometidos en sí mismos (extorsiones, robos, narcotráfico, etc.), todo lo cual irá forjando una apreciación global de la existencia de dicha asociación. 3.- En el "sub lite", ha quedado en evidencia la insuficiencia de probanzas incorporadas al expediente para tal cometido, ya que resultaron indudablemente aptas para afirmar que el grupo religioso "La Familia" conforma una organización estable, estructurada con determinados y precisos niveles de responsabilidad y mando, ejercitado por miembros permanentes y que cuenta, además, con el concurso de -121- un no desdeñable número de adeptos que siguen los lineamientos generales de la doctrina del ya mentado David Berg o "Padre Mo". Pero sucede que, tal como se lleva desarrollada la investigación hasta el presente, no existen probanzas valederas para postular que los integrantes del grupo hubieran perpetrado algún delito. Y sin por ello olvidar que el tipo legal de que se trata resulta autónomo e independiente de los delitos que pudieran ejecutarse como consecuencia de un acuerdo criminal, lo cierto es, que sería por demás sorprendente que una asociación de tal tipo subsista programando cometer acciones delictivas durante tres lustros -o aún más, durante 20 años si se asume la tesis fiscal de la continuidad orgánica y doctrinaria entre "Los Niños de Dios" y "La Familia"- y pasado tan dilatado lapso, no se haya podido comprobar ilícito alguno. De tal suerte, en función del unánime silencio mantenido sobre el punto por los procesados en autos (fs. 2064/2081) y, en fin, de las serias y concretas objeciones que se alzan constitutivo en orden fundamental a la del concurrencia tipo de que del se elemento trata -la concreta finalidad criminal presuntamente adoptada por los encausados-, también en habrá de revocarse el decisorio cuanto se decretó su respecto a recurrido, la prisión preventiva en orden al delito acuñado por el art. 210 del Código Penal. XIV.- CONCLUSIÓN -122- Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? Poder Judicial de la Nación 1.- En virtud del desarrollo precedente y conforme fuera explicitado en cada uno de los Considerandos respectivos, se revocarán en todo cuanto fuera materia de recurso, las decisiones de cautela adoptadas por el magistrado "a quo" en las piezas que se incorporaron a fs. 1979/1987 y 2259/2271 debiendo disponerse, además, la nulidad parcial del último decisorio en orden a la cuestión analizada en el capítulo IV, apartado 7; y sin perjuicio del rechazo de las nulidades planteadas por la defensa. 2.- Por otra parte, en función de no existir mérito actual para mantener vigentes las restricciones personales allí impuestas, corresponderá disponer la libertad de todos los encausados, sin perjuicio de la prosecución de la causa (art. 6 del Código de Procedimientos en Materia Penal). 3.- Como natural consecuencia de lo anterior y atendiendo a las peticiones de los asistentes letrados, se ordenarán las restituciones que aún no hubieran sido dispuestas respecto de los inmuebles ubicados en Km. 47,5 del Acceso Panamericana, 1116/1118), Bernardo 1158/1161), J. finca de "La Herencia" Irigoyen Buschiazzo 1630 1180, de de de Don Pilar (fs. Florida (fs. Torcuato (fs. 1184/1190), Remedios de Escalada 1020 de Hurlingham (fs. 1206), Güemes 2262 y Zapiola 2147, ambos de San Miguel (fs. 1234/1236), a quienes los ocupaban al momento de llevarse a cabo las diligencias ordenadas a fs. 1005, sin perjuicio del derecho de terceros. -123- 4.- Se dispondrá, asimismo, que los menores que aún permanecen alojados en institutos oficiales o privados, con motivo de esta causa, sean trasladados a su respectivas viviendas aludidas en el punto anterior, de donde no podrán ser retirados sin la autorización del Tribunal de Menores que tome intervención, quedando bajo la custodia de los funcionarios de la Subsecretaría de Infancia, Familia y Medio Ambiente, dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la Provincia de Buenos Aires, conforme lo establecido en los Arts. 107 y concordantes de la ley provincial 10.067. Por todo ello, en función de los antecedentes desarrollados precedentemente y en virtud de lo dispuesto en los Arts. 6, 336, 509 del Código de Procedimientos en Materia Penal y las demás normas legales citadas a lo largo de la presente, el Tribunal RESUELVE: I.- RECHAZAR LOS PLANTEOS DE NULIDAD postulados por la defensa de los encausados en el escrito presentado a fs. 2925/7 (Considerando IV, apartados 1 a 6). II.- DECLARAR LA NULIDAD de las actuaciones producidas con motivo de la investigación practicada respecto de los descendientes de Robert Eldrich Robb y Kay Susanne Rambur y de sus respectivas documentaciones de identidad, en orden a la presunta comisión de los delitos de alteración del estado -124- civil de un menor de diez años y falsificación Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? ideológica de documentos públicos, destinados a acreditar la identidad de las personas, en concurso real entre sí (Arts. 55, 139, inc. 2, y 293, en función del Art. 292, segundo párrafo, todos ellos del Código Penal), dejándose sin efecto, consecuentemente, la porción respectiva de la decisión cautelar adoptada a fs. 2259 (Considerando IV, apartado 7.-). III.- REVOCAR LOS AUTOS ASEGURATIVOS PERSONA LES dictados a fs. 1979/1987 y 2259/2271 por los que se dispuso decretar el procesamiento y la prisión preventiva de Juan Carlos CAVAZZA, Eduardo José BLANCO DÍ AZ, Nilson Alcides GÓMEZ, Alejandro Emilio TREVISÁN, Su sana Clara BOROWIK, Rafael MARTÍNEZ GONZÁLEZ, Roberto MARTINETTO, Robert Eldrich ROBB, Mark Steven JACOBS, Da niel Armando MORENO, Kay Susanne RAMBUR, Jurgan Heinz GROTNAUS, Daniel Martial CHARRIE, Joel Steven MARTIN, Jessie Jude MARA, Lorenzo MONTES GARCÍA, Jackeline REDDIC, John Kevin ROBERTS, Flor BOJORQUEZ, Mario Roberto TORRES y Alicia Sophía DOW en orden a los delitos de promoción y facilitación de la prostitución y la corrupción de menores, reducción a servidumbre, privación ilegal de la libertad, retención y ocultación de personas, asociación ilícita e infracción a las disposiciones de la ley de discriminación racial y religiosa, en concurso real entre sí, previstos en los Arts. 55, 125, 140, 142, inc. 1, 142 bis, segundo párrafo, inc. 1 y 210 del Código Penal y Art. 3 de la ley 23.592 (Considerandos VII, VIII, IX, X, XI, XII y XIII). IV.- DISPONER LA INMEDIATA LIBERTAD de los antes -125- nombrados Juan Carlos CAVAZZA, Eduardo José BLAN CO DÍAZ, Nilson Alcides GÓMEZ, Alejandro Emilio TREVISÁN, Susana Clara BOROWIK, Rafael MARTÍNEZ GONZÁ LEZ, Roberto MARTINETTO, Robert Eldrich ROBB, Mark Steven JACOBS, Daniel Armando MORENO, Kay Susanne RAMBUR, Jurgan Heinz GROTNAUS, Daniel Martial CHARRIE, Joel Steven MARTIN, Jessie Jude MARA, Lorenzo MONTES GARCÍA, Jackeline REDDIC, John Kevin ROBERTS, Flor BOJORQUEZ, Mario Roberto TORRES y Alicia Sophía DOW, en lo que a estas actuaciones se refiere y sin perjuicio de la prosecución de la causa (Art. 6 del Código de Procedimientos en Materia Penal - Considerando XIV, apartado 2). V.- DISPONER LA RESTITUCIÓN de los inmuebles enunciados en el Considerando XIV, apartado 3, a quienes los ocupaban al momento de concretarse las diligencias de allanamiento ordenadas a fs. 1005, sin perjuicio del derecho de terceros. VI.- ORDENAR QUE LOS MENORES que aún permanecen alojados en institutos oficiales o privados con motivo de estas actuaciones, viviendas señaladas sean en trasladados el punto a sus dispositivo respectivas anterior y puestos bajo la custodia de los funcionarios pertinentes de la Subsecretaría de Infancia, Familia y Medio Ambiente dependiente del Ministerio de Salud y Acción Social de la Provincia de Buenos Aires (Arts. 107 y cc. de la ley 10067), hasta la ulterior decisión definitiva que pudiera adoptar la Justicia de Menores local que por turno corresponda, conforme -126- Poder Judicial de la Nación Causa n?81/89"CAVAZZA, Juan C. y otros s/Inf. arts. 125, 139, 140, 142 inc.1?, 142 bis, 210, 293 del CP y art.3? Ley 23592" Juzg. Fed. San Isidro 1-Sec. 2 Sala II-Reg. n? lo dispuesto en la fecha en el incidente de incompetencia que corre por cuerda (Considerando XIV, apartado 4). REGÍSTRESE, NOTIFÍQUESE, LÍBRENSE las órde nes de libertad y los oficios que resulten necesarios para dar cumplimiento a lo dispuesto en los puntos IV y VI de la presente y, oportunamente, devuélvase a su origen con oficio de estilo.- EL SEÑOR JUEZ DOCTOR DANIEL MARIO RUDI DIJO: Dejo planteada la siguiente disidencia. Que coincido con los fundamentos dados por el Sr. Fiscal de Cámara para desestimar las nulidades planteadas por la defensa, de manera que, por razones de brevedad, me remito a los mismos. Luego, corresponde rechazar esta incidencia, con costas. ASÍ VOTO. Reg. n? 443 Firmantes: Dres. Mansur-Prack-(Rudi en disidencia) Sec. actuante: Dr. Torres (Sec. 2) Fecha: 13/12/93 -127-