A. y S. t. 247, p. 366-368 - Poder Judicial de la Provincia de

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Reg.: A y S t 247 p 366-368.
Santa Fe, 18 de diciembre del año 2012.
VISTA: La queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la
demandada “VECAL S.A.” contra la resolución nro. 14 del 9.2.2012 dictada por la Cámara de
Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de Rafaela en autos “ AMBRA GALLO, Graciela
María de L. contra VECAL S.A. y otros -Laboral- (Expte. 106/10)” (Expte. C.S.J. nro. 269, año
2012); y,
CONSIDERANDO:
1. La Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de la Quinta Circunscripción Judicial
por resolución del 9.2.2012, en lo que aquí nos ocupa, resolvió “Acoger el recurso de apelación,
revocar la sentencia, acoger parcialmente la demanda y condenar a los demandados
solidariamente al pago de las indemnizaciones reclamadas en la demanda en el plazo de diez días
de quedar firme la liquidación pertinente..., con la salvedad de que la responsabilidad laboral de
Gelre Servicios Empresarios S.A. se circunscribe al período indicado... y de la improcedencia de la
indemnización del art. 16 de la ley 25.561 en virtud del informe producido por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censo (INDEC)...”.
Contra dicho pronunciamiento interpone la demandada principal “VECAL S.A.” el recurso de
inconstitucionalidad que regula en el ámbito provincial la ley 7055 aduciendo que lo fallado vulnera
preceptos constitucionales (artículos 7, 8, 14 y 20; 14, 17 y 18 de la Carta Magna provincial y
nacional respectivamente), fundamentalmente, la garantía que consagra el debido proceso legal.
En la pieza de interposición del recurso señala que la accionante obtuvo en anterior instancia
una decisión favorable a su pretensión y pone especial énfasis en remarcar que “el grosero error
del apoderado de la parte actora -corregido ilegítimamente por la Alzada- agudiza el carácter
arbitrario del decisorio impugnado, ampliando la base recursiva”.
Destaca el carácter excepcional que reviste la apertura de la causa a prueba en segunda
instancia y señala que en el sub lite se han producido las oportunamente ordenadas -incluso,
después del llamamiento de autos- en abierta contradicción con lo dispuesto por el artículo 57 del
C.P.L..
En este orden, puntualiza, que Ambra Gallo no reiteró en tiempo y forma las testimoniales de
los representantes de las cooperativas “Casalim Coop. de Trabajo Ltda.” e “Intercoop Ltda.”; de los
señores De Negri; Gomez; Villarruel y Pérez, las que no se llevaron a cabo por las razones que
reseña (de conformidad al artículo 63, C.P.L.). Insiste en que no puede peticionarse ante la Alzada
la producción de probanzas no instadas en la instancia de grado.
Afirma que la inactividad de la actora durante los tres días hábiles posteriores a la fecha en que
debían tomarse las audiencias importa el desestimiento de la prueba y que la reserva efectuada
carece de efectos jurídicos (del artículo 63 citado).
La reiteración posterior al plazo que fija el digesto laboral, por aplicación del principio de
preclusión de etapas procesales, dice, no purga la negligencia invocada, por lo que la apertura a
prueba resulta improcedente y afecta el orden constitucional. Más aún, en la causa, las pruebas
posteriormente producidas fueron desestimadas.
Sostiene, en suma, la descalificación de la sentencia como acto judicial válido por fundarse en
pruebas producidas en abierto apartamiento de la normativa procesal aplicable y por vulnerar los
derechos constitucionales de debido proceso legal e igualdad procesal.
La Cámara, por auto 159 del 28.6.2012, denegó la concesión del remedio excepcional
motivando la presentación directa de la compareciente ante esta sede.
2. Sabido es, que para que proceda el recurso de naturaleza extraordinario, la ley provincial
7055 contempla ciertos recaudos formales, los que hacen a la admisibilidad del mismo. Y en
sentido, es de señalar, que en el sub examine el escrito recursivo no es autosuficiente, pues
presenta falencias entre las que se destacan, la carencia de una clara, relacionada y precisa
exposición de la base fáctica y una deficiencia de fundamentación que permitan dar por satisfecho
lo regulado por por el artículo 3 (ley. cit.).
Vale recordar, en este orden, que se ha sostenido que “No es con vehemencia ritual ni con rigor
sistemático que esta Corte rechaza las quejas por denegación del recurso de inconstitucionalidad
local por deficiencias formales. Más bien, en una preocupación constante por la justicia del caso,
este Cuerpo … ha tratado de sortear valladares formales, en la convicción de que el restringido
ámbito de una impugnación extraordinaria no se ve distorsionado si, magüer sus cerrojos, algunas
puertas se abren para luz de los justiciables...” (A. y S. T. 87, pág. 389).
Pero, en casos como el presente, donde nada valedero se aporta a un tribunal constitucional
para descalificar el pronunciamiento inferior, cobran vigor las exigencias formales. Ello así, pues
no puede considerarse que la postulación de la quejosa importe un planteo serio que persuada
acerca de la existencia de un caso constitucional que permita habilitar esta instancia de excepción.
Al contrario, lo único que puede inferirse del desarrollo del memorial -desde la escueta visión que
los defectos de fundamentación autorizan observar- es la mera discrepancia de la parte
recurrente para con lo resuelto por la Alzada -más allá del acierto o error en la decisión- en
relación a la apertura de la causa a prueba en segunda instancia; máxime, lo sostenido por el
Tribunal a quo en oportunidad de denegar el recurso acerca de que “...el decreto de la
Presidencia de la Cámara que así lo ordenó...no fue motivo de impugnación alguna por el
interesado (artículo 33, inciso 3, ley 10.160), consentimiento que obsta para su tardío
cuestionamiento en este estadio procesal, dicho esto sin perjuicio de las amplísimas facultades
conferidas al juez o tribunal por el artículo 61 del C.P.L....”, motivación respecto de la cual la
quejosa directamente no asume el cometido que le impone el artículo 8 de la ley 7055.
Sólo a mayor abundamiento, es de precisar, que los planteos a los que pretende otorgarles
entidad constitucional son de naturaleza procesal y como tal, excluido -en principio- del recurso de
inconstitucionalidad. Y si bien este enunciado encuentra excepción cuando media manifiesta
arbitrariedad, la impugnante no demuestra que la misma se configure en el sub lite.
Por ello, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Rechazar la queja
interpuesta y declarar perdido para la compareciente el depósito efectuado.
Regístrese, hágase saber y oportunamente remítanse copias al Tribunal de origen.
Fdo.: GASTALDI-ERBETTA-GUTIÉRREZ-SPULER- Fernández Riestra (Secretaria)
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