Bogotá, D

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220-27452 del 6 de junio de 2002
Asunto: Los dividendos no decretados al momento en que se inscribe la escritura
pública, contentiva de una cesión de cuotas, pertenecen al cesionario, salvo
pacto expreso en contrario
Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 2002-01-061854, por medio
de la cual con relación a una sociedad de responsabilidad limitada, alude a una cesión de cuotas
al final del ejercicio anual, describe los pormenores de la misma, en donde en la escritura pública
de cesión se dejó constancia que la compañía le había pagado la totalidad de sus utilidades y el
enajenante declaraba a paz y salvo a la sociedad, no obstante que el citado instrumento se registro
a principios del ejercicio anual; por lo tanto, el enajenante reclama las utilidades del ejercicio
anterior, con lo que no esta de acuerdo ni el adquirente ni la sociedad, hace referencia a los
artículos 418 y 455 del Código de Comercio, a la Resolución 05608 del 5 de diciembre de 1972 y
con base en ello consulta:
"Cual de las dos partes tienen la razón, si las utilidades son para el adquirente o para el
enajenante".
Al respecto, de manera general y no frente al caso en particular, es pertinente realizar las
siguientes consideraciones:
En la legislación mercantil existe una regulación relacionada con la cesión de cuotas en las
sociedades de responsabilidad limitada, en lo atinente con los efectos de la misma, en cuanto que
"deberá efectuarse por escritura pública, so pena de ineficacia, pero no producirá
efectos respecto de terceros ni de la sociedad sino a partir de la fecha en que sea inscrita
en el registro mercantil" (artículo 366 ibídem).
Tenemos como entonces, la inscripción del instrumento notarial contentivo de la cesión de cuotas,
es lo que, se insiste, hace que dicha reforma produzca efectos respecto de terceros y la compañía
y es a partir de ese momento, cuando el cedente deja de ser propietario de las cuotas
involucradas en la cesión y el cesionario adquiere la plena titularidad de ellas.
Ahora bien, visto lo anterior, es preciso tener en cuenta lo relacionado con las utilidades que se
encuentran pendientes al momento de realizarse la cesión de las cuotas. En este caso, conforme
lo contemplado en los artículos 418 y 455 del Código de Comercio, que si bien corresponden a las
sociedades anónimas, son aplicables a las sociedades de responsabilidad limitada por expresa
remisión del artículo 371 del Código de Comercio, es claro que de existir utilidades que aún no se
han decretado al momento en que se inscribe en el registro mercantil la escritura pública
contentiva de la cesión de cuotas, estas pertenecen al cesionario, salvo pacto expreso en
contrario.
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