SEGURIDAD VIAL

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SEGURIDAD VIAL
Desde la maniobra más sencilla hasta la que entraña más riesgo, es preciso seguir unas reglas básicas para garantizar una
circulación más segura, a saber observar, advertir y ejecutar.
Observar nuestro entorno: nuestro vehículo está equipado de una serie de elementos que nos permiten observar la
situación antes de realizar cualquier maniobra y que tenemos que utilizar. Estos elementos son los espejos retrovisores, los
laterales y el interior, por lo que antes de realizar cualquier maniobra debemos observar a través de los mismos la situación
de la circulación, con el objeto de proceder a realizar la maniobra con total seguridad y sin obstaculizar al resto de los
demás usuarios de la vía.
Advertir la maniobra. La maniobra que pretendemos realizar debemos de indicarla con suficiente antelación y utilizando los
indicadores de dirección, si vamos a proceder a efectuar un cambio de dirección, u un aparcamiento, o en su caso
señalizándolo con el brazo.
Ejecutar la maniobra. La maniobra debe de ser precisa, sin vacilaciones y siempre sin obstaculizar, ni poner en peligro al
resto de los usuarios, obligándoles a cambios de dirección o frenazos bruscos.
Son muchos los factores que pueden incidir en el conductor y que pueden ser causantes de un accidente. Entre ellos cabe
destacar el sueño, o la fatiga.
El sueño
Según numerosos estudios llevados a cabo, el sueño se encuentra entre las cinco primeras causas de los accidentes con
víctimas. La necesidad de dormir es una de las necesidades primarias de las más importantes que tiene el ser humano. Si
no se duerme nada o no se duerme lo suficiente, el organismo reacciona con toda una serie de desajustes, muchos de los
cuales son altamente peligrosos para el conductor.
La acumulación de horas de vigilia afecta negativamente a la capacidad de reacción y dificulta el mantenerse atento a la
conducción. Los efectos inmediatos son una disminución de los reflejos, los músculos se relajan, llegando incluso a veces a
producirse leves temblores en las manos y en las piernas. Otro de los efectos de la falta de sueño es la disminución de la
agudeza visual, provocando una visión borrosa y potencia una mayor fatiga y cansancio ocular.
Uno de los efectos más negativos de la falta de sueño al volante es la aparición de los llamados "microsueños". Son Una
defensa del organismo por no dormir y que hacen que durante un brevísimo lapso de tiempo se pierda la consciencia,
respecto de la carretera, señales u otros vehículos. Suelen aparecer en aquellos conductores que conducen durante
muchas horas y duermen poco. Son los causantes en muchos casos de accidentes que no tienen una explicación clara y
que se producen en tramos rectos, con salida de la vía.
Algunos factores inciden negativamente en el sueño, como es la apnea del sueño, que consiste en múltiples despertares
nocturnos, que tienen como resultado un sueño entrecortado y la somnolencia durante el día, debido fundamentalmente a
trastornos respiratorios durante el sueño.
Por eso le recomendamos que antes de iniciar un viaje, descanse adecuadamente, y durante el viaje realice paradas
frecuentes como máximo cada dos horas, y realice ejercicios de estiramiento de piernas y brazos. Mantenga el habitáculo
ventilado, no realice comidas copiosos y mucho menos beba alcohol en las mismas. Recuerde que el café es un estimulante
pero que tiene un efecto temporal pero luego el cansancio acumulado será mayor. Si viaja acompañado mantenga una
conversación con los restantes ocupantes del vehículo y evite oír música relajante. En cualquier caso, al primer síntoma de
somnolencia, deténgase inmediatamente, de preferencia en un lugar donde no resulte molestado y si puede ser habitado, y
procure dormir unos minutos, a veces unos pocos minutos permiten una recuperación rápida.
La fatiga
La fatiga tiene una estrecha relación con el sueño. Algunos investigadores consideran que más del 40% de los accidentes
están estrechamente relacionados con la fatiga. La fatiga puede estar motivada por una intensa actividad física, o una
mezcla de actividad física e intelectual. Pero también puede ser una fatiga mental, como consecuencia de una fuerte tensión
emocional o de trabajo intelectual intenso.
Algunos síntomas de la fatiga pueden vislumbrase con antelación, como pueden ser cambios corporales, que se traducen
en continuos movimientos y cambios de postura, así como parpadeo constante, sensación de pesadez de cabeza, cefaleas,
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CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTíFICAS
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restregarse la cara, estirarse, etc... Se puede observar torpeza, cierta dificultad para mantener y concentrar la atención,
menor número de correcciones de dirección, aumento en el tiempo de reacción de las respuestas, etc... Pero también la
fatiga produce síntomas como el aburrimiento, la ansiedad, la inestabilidad, una mayor aceptación del riesgo, y sentimientos
de agresividad. Todos estos síntomas aumentan progresivamente, en frecuencia e intensidad conforme el conductor se
aproxima a su destino.
Hay que tener en cuenta que los efectos de la fatiga son especialmente peligrosos en la última hora de conducción de la
jornada laboral. Si se conduce de noche es recomendable ir bien descansado, la franja horaria de 3 a 6 es especialmente
peligrosa, ya que suele aparecer la combinación fatiga-sueño.
Para evitar el cansancio es recomendable hacer paradas cada 150 o 200 km. O bien cada hora y media, y pasear durante
15 minutos a la vez que se realicen ejercicios de tipo moderado. Es conveniente beber frecuentemente con el fin de evitar la
deshidratación, pero no bebidas alcohólicas y gaseosas, tener el coche ventilado, evitar posturas incomodas al volante y
llevar ropas holgadas. Los últimos kilómetros del trayecto suelen dar lugar a la aparición de fatiga, por lo que conviene
extremar las precauciones en esos casos.
Consejos para llevar la época de frío su vehículo
perfectamente equipado.
Es fundamenta que durante la época invernal tenga su coche a punto y preparado ante cualquier imprevisto que pueda
suceder. Por ello, es casi imprescindible que durante esta época del año reviste su vehículo. Hay que fijarse
principalmente en el sistema de refrigeración, los niveles de líquido anticongelante, comprobar que se llevan los
neumáticos en perfecto estado para que agarren al pavimento (sino es así, hay que proceder al cambio) así como el
alumbrado y los frenos. Bien es sabido, que esta época las lluvias son más abundantes, por lo que, hay que
comprobar también el estado de las escobillas. Además, es recomendable añadir un poco de anticongelante al
líquido limpiaparabrisas. Es bueno que en la circulación se llene el depósito, nunca sabe cuando un gran volumen de
nieve puede detener su marcha. Otros aparatos que se recomienda llevar en el vehículo son las cadenas. Y es que la
nieve es el gran enemigo del automovilista. Además de que el vehículo puede hacer extraños por la falta de adherencia
al pavimento, al aparcar también hay que dejar los limpiaparabrisas levantados. Esta medida se hace para evitar que el
peso de la nieve rompa los limpiaparabrisas. También, llevar un rascador siempre es interesante ya que quita el hielo
de los cristales congelados, y si además se nos congela la cerradura, se debe calentar la llave con un mechero e
introducirla lentamente.
Lluvia : Es muy probable que es la época invernal las lluvias sean muy abundantes, por lo que una serie de consejos
de conducción con lluvia siempre vienen bien. Es recomendable que si circula con su vehículo por una zona anegada
por agua, circule lentamente y en primera para evitar que el motor se moje y se pare. Tenga especial cuidaqdo con los
frenos ya que no suelen funcionar correctamente cuando las ruedas están empapadas. Evite tramos inundados y si el
agua le llega más allá de las rodillas abandone el vehículo. Además, el coche puede producir el llamado efecto
aquaplaning, que es uno de los más peligrosos (deslizamiento y descontrol del coche). Si se ha producido, levante
suavemente el pie del acelerador y sujete con fuerza el volante, pero nunca frene.
En caso de la lluvia no sea tan fuerte, tenga en cuenta que las primeras gotas mezcladas con el polvo y la suciedad de
la calzada convierten el firme en deslizante, por lo que hay que conducir en vehículo con mucha precaución. Por lo
tanto, aumente la distancia de seguridad entre los vehículos y reduzca la velocidad.
Niebla : Al igual que con la lluvia, la niebla es un gran impedimento para una conducción segura. Lo primero que se
debe hacer al circular por una zona de bancos de niebla es aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad,
encender las luces antiniebla y circular fijándose, principalmente, en las líneas de la carretera.
Viento : Cuando el viento sopla excesivamente fuerte, debe aminorar la velocidad del vehículo y sujetar con firmeza el
volante, especialmente si se está adelantando a un vehículo de gran tamaño. En estas situaciones, mantenga un
elevado número de revoluciones en el coche para que la fuerza del motor ayude a mantener la trayectoria.
Todo Terreno: Si se conduce además un todo terreno en condiciones adversas hay que tener en cuenta otra serie de
puntos. Se debe evitar realizar vadeos (pasos por agua). Si no queda más remedio hay que tener en cuenta estos
consejos:
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Inspeccionar el punto de entrada. La profundidad de un río se sabe analizando los rizos del agua al chocar
con el fondo. Si no hay rizos, es una zona profunda.
Ponga siempre las marchas cortas.
Si la corriente es fuerte, ate el coche con una eslinga al vehículo de detrás.
Al salir del agua, hay que secar los frenos realizando frenadas cortas, rápidas e intermitentes.
Si está ante una zanja, lo mejor es pasarla en diagonal y muy lentamente. Si circula sobre barro recuerde que es
importante frenar con mucha suavidad y anticipación. El sistema antibloqueo de frenos (ABS) que de tantos problemas
nos puede sacar, cuando aparece el barro, puede convertirse en uno de nuestros peores enemigos. La suavidad en el
manejo del coche puede evitarlo.
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