Revista cis 6

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EN CAMPAMENTOS
“Infocap, la Universidad del Trabajador
y Un techo para Chile son dos
instituciones que trabajan junto a
las personas que viven en situación
de pobreza extrema. Un techo para
Chile responde a la urgencia de las
familias de tener un techo digno y
contribuye a la habilitación social de
los campamentos. Infocap, desde hace
más de 20 años, entrega formación
humana y técnico - profesional de
excelencia a adultos, con la convicción
de que ellos serán capaces de salir
adelante por sus propios medios.
Con el objetivo de lograr una
erradicación de excelencia, Infocap
y Un techo para Chile crearon el
programa Infocap en Campamentos,
el cual permite a los pobladores
acceder a la capacitación y formación
en el mismo lugar donde viven.
Durante el trimestre otoño 2005, se
graduaron 243 personas en la región
metropolitana. Estas son algunas
de las fotografías de la ceremonia
de graduación efectuada en Infocap
Universidad.”
“FACTORES QUE DETERMINAN LA DESERCIÓN
ESCOLAR: EL CASO DE LOS CAMPAMENTOS DEL
GRAN SANTIAGO” Diciembre 2004
El objetivo de esta investigación es identificar los factores
que determinan la deserción escolar de jóvenes entre 13
y 17 años que viven en campamentos del Gran Santiago.
Para estos efectos se utiliza la metodología probit. Las
principales variables que determinan la probabilidad de
desertar son la falta de esperanza de salir de la pobreza, la
ausencia simultánea de padre y madre y el requerir estudiar
en un establecimiento educacional especial. Las variables
participación en el mercado laboral, ayuda en el hogar, costo
de viaje e ingreso per cápita no son significativas.
Francisca Henríquez Prieto
Estudiante de Ingeniería Comercial, mención Economía U. de Chile
Soledad Hormazábal Delgado *
Estudiante de Ingeniería Comercial, mención Economía U. de Chile
INVESTIGACIÓN
NUEVOS GRADUADOS DE INFOCAP
1. La Deserción Escolar
Una sociedad moderna y democrática debe proporcionar
un sistema educacional universal y equitativo garantizando
cobertura, retención y una distribución no desigual de los
resultados. Las situaciones de pobreza y exclusión social
sólo pueden ser exitosamente solucionadas mediante la
expansión de las oportunidades educativas; sólo a través
del fortalecimiento del sistema educacional se puede
garantizar una sociedad con igualdad de oportunidades.
La justicia educativa es particularmente importante en
una sociedad de mercado, donde se asignan los recursos
de acuerdo a la productividad de los individuos, lo que
guarda directa relación con su capital humano. Serán
estos recursos los que, en definitiva, determinarán la
calidad de vida de las personas.
Se plantea que una sociedad que persigue la igualdad
entre los miembros que la componen debe ampliar e
igualar las capacidades que permiten el ser, hacer o
estar, luego será una elección individual de las personas
el vector de funcionamiento que maneje de acuerdo a
sus capacidades. Para avanzar en la igualación de las
capacidades de los individuos, se requiere garantizar el
acceso a bienes privados básicos y a bienes sociales tales
como la educación y la salud, otorgando a los individuos
las herramientas necesarias que les permitan elegir
funcionamientos.
La deserción escolar ocurre cuando un estudiante
interrumpe indefinidamente sus estudios sin haber
completado el ciclo educacional. En Chile el abandono
de los estudios sucede principalmente en la enseñanza
media afectando al 7.2% de los jóvenes de entre 13 y 17
años de edad, mientras que en la enseñanza básica la
tasa de deserción escolar es sólo de un 1% (CASEN, 2003).
El siguiente gráfico muestra un avance importante en la
retención escolar en Chile durante los últimos años.
* Agracemos a: Ernesto Castillo, Osvaldo Larrañaga, Nicolás Grau y a Un Techo Para Chile por permitirnos realizar esta
investigación.
52
53
INVESTIGACIÓN
GRÁFICO 1
Deserción Escolar 1996-2003
15
13,6%
13%
12
9
8%
7,2%
6
3
0
1,9%
1,1%
1998
1%
2000
TABLA 2
Deserción Escolar por Zona de Residencia,
año 2000
2003
De 6 a 13 años
Edad/ Quintil
6 a 13 años
De 14 a 17 años
14 a 17 años
En el marco de esta mejora y con el objetivo de continuar
la reducción de esta cifra, el Estado recientemente ha
decretado doce años de escolaridad obligatoria: “La
educación básica y la educación media son obligatorias,
debiendo el Estado financiar un sistema gratuito con
tal objeto, destinado a asegurar el acceso a ellas de
toda la población. En el caso de la educación media
este sistema, en conformidad a la ley, se extenderá
hasta cumplir los 21 años de edad.” (Constitución de la
República de Chile).
La deserción escolar es un fenómeno que no se distribuye
de una forma igualitaria en la población, es decir, existen
grupos más afectados y otros menos, las diferencias se
manifiestan fundamentalmente al subdividir la población
de desertores según nivel de ingresos y zona de
residencia. La tasa de deserción escolar es mayor en los
segmentos de menores ingresos de la población (CASEN
2000).
TABLA 1
Deserción Escolar por Quintil de Ingreso
Autónomo, año 2000
Edad/ Quintil
6 a 13 años
14 a 17 años
54
generando un ambiente de inestabilidad lo cual tiene
importantes costos sobre el crecimiento económico. (d)
A los desertores se les asocia una mayor probabilidad de
cometer actos delictuales lo que disminuiría la seguridad
ciudadana. (e) La desigualdad educativa de la población
se traduce en un país estructuralmente heterogéneo
donde existen sectores adecuadamente insertados
en la economía, capaces de crecer económicamente,
adaptar e integrar los cambios propiciando el desarrollo;
mientras otros sectores se mantienen al margen o muy
en desventaja. Sin embargo, un país necesita de todos
los integrantes de la sociedad para tener un proceso de
desarrollo económico exitoso.
1.1.2. Costos Privados
1,7%
1996
En concordancia a lo anterior, cuando se divide a la
población en indigentes, pobres no indigentes y no
pobres, la tendencia se mantiene siendo los indigentes
los más afectados por este fenómeno y los no pobres
los menos. De acuerdo a la encuesta CASEN 2000 la
proporción de los jóvenes y adolescentes, de entre 15 y
19 años, que no asisten a un establecimiento educacional
y tienen educación media incompleta es mayor en
indigentes (36,4%), disminuyendo en los pobres no
indigentes (29,9%) y es mucho menor en los no pobres
(20,5%).
Realizando el mismo análisis según zona de residencia
se constata que, las zonas rurales presentan una tasa de
deserción superior a las zonas urbanas.
I
II
III
IV
V
2,5
1,3
1
0,6
0,2
15,4
11,8
8,1
4
1,5
Rural
Urbano
2,5
1,3
15,4
11,8
Por lo tanto serán las personas de más bajos ingresos que
viven en zonas rurales los más afectados por el problema
de la deserción escolar.
1.1. Los Costos Económicos de la Deserción Escolar
1.1.1. Costos Sociales
En el ámbito social los costos son de difícil estimación.
(a) El bajo capital humano de los trabajadores tiene
efectos negativos sobre el crecimiento y el desarrollo
de los países, además los trabajadores tendrán una
menor capacidad de aprovechar los programas de
capacitación ofrecidos por las empresas o el Estado. (b)
Un país cuya población tiene un bajo nivel educacional
incurre en un mayor gasto social estatal (gasto en
programas sociales y transferencias a estos sectores),
debido a la incapacidad de los individuos de generar
los recursos necesarios para vivir dignamente. (c) la
reproducción intergeneracional de las desigualdades
y de la pobreza entorpece la adecuada y necesaria
integración de todos los individuos que conforman una
sociedad, este fenómeno tiene un impacto negativo
en la profundización y desarrollo de la democracia,
Los costos privados de la deserción escolar se traducen
en los menores ingresos laborales que perciben
durante su vida activa los jóvenes que abandonan
anticipadamente los estudios, la diferencia salarial
se debe a su menor capital humano y, por lo tanto,
la menor productividad laboral a lo que se asocia
menores remuneraciones. La mayor acumulación de
capital humano permite acceder a mejores trabajos, no
sólo mejor remunerados, sino también más estables.
Si la deserción se traduce en la incorporación a la
fuerza de trabajo existen beneficios asociados a
las remuneraciones recibidas y a la acumulación de
experiencia laboral, sin embargo los importantes costos
de mediano y largo plazo sugieren que estos individuos
tienen una tasa de descuento superior a la de la
población no desertora. Se debe considerar que pueden
existir diferencias de habilidad entre los individuos
que desertan y los que no lo hacen, es decir quienes
abandonan la educación anticipadamente pueden tener
desventajas comparativas en la acumulación de capital
humano vía la educación formal y ventajas comparativas
en adquirir experiencia laboral (Sapelli y Torche 2004),
por lo que no necesariamente la tasa de descuento de
los jóvenes desertores es superior a la del resto de los
individuos.
Es importante considerar que la educación está sujeta a
devaluación, es decir cada vez se requiere de más años de
estudio para acceder a un determinado nivel de bienestar
asociado a una misma inserción laboral e ingresos. Esto
se debe al aumento de la cobertura educativa por lo que
cada vez es más excluyente la situación de no alcanzar
los niveles que se van volviendo universales. La cobertura
en la educación básica en Chile alcanza un 99% y en la
educación media un 90% (CASEN 2000) por lo que la
educación básica es de carácter universal, y a raíz de
esto hasta los 8 años de escolaridad no hay diferencias
importantes en los salarios recibidos, siendo el retorno
a la educación básica de sólo un 3.6%. Se producen más
diferencias en los tramos superiores de enseñanza, donde
el retorno a la educación media es de 9.3% y el retorno
a la educación superior corresponde a 21% (MIDEPLAN
2002).
2. Metodología
Para realizar esta investigación se aplicó una encuesta en
campamentos de distintas comunas del Gran Santiago.
Esta encuesta se divide en dos subencuestas, la primera
dirigida al jefe de hogar o a un adulto que viva con el
menor y la segunda a un joven de entre 13 y 17 años del
mismo hogar. La particularidad de la data se debe a que
fue posible recoger información adicional con la que se
pudo dar cuenta, en alguna medida, de características
personales de los menores que afectan la decisión de
desertar tales como la motivación, la percepción de la
calidad de la educación, cantidad de trabajo que realiza
el menor en el hogar, entre otras. Estas variables rara
vez son ocupadas en estudios que buscan explicar el
fenómeno de la deserción escolar, debido a que no están
disponibles.
La encuesta se aplicó a una muestra representativa de
la población de hogares. Para calcular adecuadamente
el universo, extrapolamos el porcentaje de los hogares
pertenecientes a estratos socioeconómicos bajos de la
región Metropolitana, que tienen al menos un integrante
entre las edades de 13 y 17 años, el cual corresponde a la
cifra de 40.1% (CASEN 2000).
Dado que la variable “deserción” es discreta y binaria,
se utilizó la metodología Probit para el análisis
econométrico.
3. Análisis de Resultados
3.1. Estadísticas Descriptivas
La situación de pobreza entrega resultados menores
a los datos entregados por el Centro de Investigación
Social (No Pobres 21.1%, Pobres no Indigentes 36.8% e
Indigentes 42.1%). Lo cual puede ser explicado debido
a que el universo objeto de este estudio corresponde
sólo a los hogares que tienen integrantes de entre 13 y
17 años de edad en la ciudad de Santiago. Por lo tanto,
hemos excluido hogares pertenecientes a zonas rurales
y en los que sólo viven ancianos, los cuales típicamente
evidencian mayor pobreza.
55
INVESTIGACIÓN
GRÁFICO 2
Población según situación de pobreza
41%
Pobres
no Indigentes
Esto se debe básicamente a que en esta comuna se
encuentra el campamento más grande de Chile, La Toma
de Peñalolén.
GRÁFICO 6
Escolaridad padre y madre
45%
GRÁFICO 4
Deserción escolar por comuna
32%
No Pobres
42,61%
40,88%
40%
Padre
5% Lo Espejo
4% La Florida
3% Huechuraba
35%
9% Lo Barnechea
2% Est. Central
Madre
30%
28,24%
2% Pudahuel
25,21%
25%
21,55%
20%
27%
Indigentes
12,16%
75%
Peñalolen
0% San Ramón
23%
Pobres
no Indigentes
10%
6,02%
Respecto a la deserción por situación de pobreza, cabe
destacar que los no pobres presentan un porcentaje de
deserción mayor que los pobres no indigentes.
GRÁFICO 3
Deserción por situación de pobreza
15,42%
15%
0% Renca
5%
0%
En promedio, el proceso de deserción escolar comienza
a partir de los 15 años de edad, ya que sólo un 2% de
los individuos que tienen 13 años desertan y un 0% de
los que tienen 14 años lo hacen. Esto invita a reevaluar
el intervalo de edad vulnerable considerado en este
estudio.
31%
No Pobres
GRÁFICO 5
Deserción por edad
30%
16 años
29%
17 años
3,97%
2,39%
Ninguno
E. B.
Incompleta
El porcentaje de deserción escolar para toda la muestra es
de 13.94%, al excluir las observaciones correspondientes
a la comuna de Lo Barnechea, este porcentaje aumenta
a 17.37% evidenciando una menor ocurrencia de este
problema en dicha comuna. Sin embargo, como se verá
más adelante, la variable “comuna Lo Barnechea” no
es significativa (no estadísticamente distinta de cero)
en la probabilidad de desertar, por lo que el modelo
especificado da cuenta de esta diferencia.
Llama la atención el caso de la deserción en Peñalolén.
56
E. M.
Incompleta
E. M.
Completa
Al consultar por el máximo nivel de estudios alcanzado
por algún integrante del hogar, los datos muestran una
mejora respecto a la educación de los padres ya que en un
31.67% de los casos se ha completado la enseñanza media
por al menos un integrante del hogar. Esto evidencia,
en alguna medida, un aumento en el nivel educacional
promedio en la población más joven.
0,32% 0,32%
Tec. Ins.
Incompleta
Tec. Ins.
Completa
32%
E. M. Completa
5%
E. B. Incompleta
20%
E. B. Completa
0%
0% 0,32%
0%
U.
Incompleta
U.
Completa
Contrario a lo que comúnmente se supone en la literatura,
la cobertura preescolar es amplia a nivel de estratos
socioeconómicos bajos existiendo sólo un 17.97% de
individuos que declara no haber asistido ni a kinder ni a
prekinder. Además, un 59.19% afirma haber ido al jardín
infantil.
GRÁFICO 8
Educación Preescolar
GRÁFICO 7
Escolaridad máxima en el hogar
1%
Tec. Ins. Incompleta
46%
Indigentes
E. B.
Completa
0,32% 0,32%
49,19%
Prekinder
y Kinder
17,98%
Ninguno
0,18%
Sólo Prekinder
2%
13 años
39%
15 años
0%
14 años
La escolaridad de los padres es baja, más del 40% de las
madres y los padres no completaron la enseñanza básica.
Es importante destacar que los padres evidencian en
promedio un mayor nivel educacional, ya que el 12.16%
finalizó la enseñanza media, mientras sólo el 6.02% de las
madres alcanzó este nivel educacional.
32,64%
Sólo Kinder
0% Tec. Ins. Completa
0% U. Incompleta
0% U. Completa
42%
E. M. Incompleta
El porcentaje de niños que han repetido al menos un curso
es alto, correspondiendo a un 33.29%, es destacable que
en esta cifra se esconde el hecho de que un 11% ha
repetido dos cursos.
57
INVESTIGACIÓN
GRÁFICO 9
Repitencia
11%
Dos
GRÁFICO 11
¿Cómo definir la relación con tu familia?
0%
Muy distante
1%
Más de dos
3%
Distante
GRÁFICO 14
¿Tus amigos están interesados en terminar
cuarto medio?
2%
Ninguno
23%
Regular
25%
Algunos
21%
Sólo uno
39%
Muy cercana
35%
Cercana
27%
Casi todos
67%
Ninguno
GRÁFICO 12
De tus compañeros de curso han desertado...
En relación a la situación familiar, en el 37.68% de los
hogares el jefe de hogar es mujer, y en el 37.26% de los
hogares hay al menos uno de los dos padres ausentes.
10%
Muchos
12%
Ninguno
GRÁFICO 15
¿Tus amigos/as consumen o han consumido con
regularidad alguna droga?
14%
A veces
GRÁFICO 10
Ausencia de madre y/o padre
44%
Si
41%
Pocos
37%
Muy pocos
30%
Padre ausente
3%
Madre ausente
63%
Ninguno
4%
Ambos ausentes
A continuación se presenta la percepción de los niños
sobre la relación con sus familias y algunas opiniones de
éstos con respecto a sus pares (compañeros de curso y
amigos).
58
46%
Todos
GRÁFICO 13
Tus amigos/as ¿Estudian actualmente en un
establecimiento educacional?
15%
Algunos
6%
Ninguno
42%
No
Con respecto al gráfico anterior, es importante destacar
que sólo un 16.71% de los menores declara haber probado
alguna vez drogas, lo cual contrasta fuertemente con la
información respecto de sus amigos. Se podría suponer
una subdeclaración (error de medición) del consumo de
drogas por parte de los menores encuestados.
23%
Casi todos
4. Estimaciones
56%
Todos
Una conclusión sorprendente es que la variable
participación en el mercado laboral, por parte del menor, no
resulta significativa en la mayoría de las especificaciones
estimadas.
Específicamente,
encontramos
que
participación laboral deja de ser significativa al controlar
por la variable educación preescolar. Particularmente,
al incluir esta variable en el modelo de mayor ajuste
encontrado, ésta resulta no ser significativa. Cuando se
hace una prueba de correlación simple entre participación
laboral del menor y deserción escolar, encontramos una
correlación de -0.001, la cual es muy baja y tiene el signo
contrario al esperado, por lo que aparentemente estas
variables no están relacionadas.
Una alternativa a incorporarse a la fuerza de trabajo es
emplearse en el hogar. A esta variable comúnmente se
le adjudica responsabilidad en la decisión de desertar,
sin embargo esta variable es no observable, por lo que
en la literatura se la modela mediante el uso de proxies.
Una particularidad de esta investigación es el contar
con información certera respecto al trabajo en el hogar,
por lo que la variable abandona su condición de no
observable. Así, al especificar el modelo, esta variable
resulta ser no significativa para todas las regresiones
estimadas, contradiciendo todas las conclusiones a las
que comúnmente se llega en la literatura.
La presencia de niños menores de seis años en el
hogar, aumenta la probabilidad de desertar, aunque
marginalmente. Sin embargo, esto no contradice el
resultado anterior, ya que al hacer una prueba de
correlación simple entre ayuda en el hogar y la existencia
de menores de seis años en el hogar, se encuentra
que estas no se relacionan. Por lo tanto, el sentido de
esta variable podría evidenciar falta de atención por
parte de los padres hacia los jóvenes, más que mayor
requerimiento de trabajo en el hogar.
Otra variable que resulta sorpresivamente no significativa
es el costo de viaje al establecimiento educacional, el cual
fue medido tanto en términos monetarios como en tiempo
(el costo en tiempo se transformó a pesos por minuto,
suponiendo que el costo de oportunidad del tiempo para
un menor de edad, es algo menor al salario mínimo).
El ingreso per cápita no resultó ser significativo. En la
literatura existe evidencia que apoya este resultado y
evidencia que lo contradice. En esta investigación éste
puede estar afectado debido a que el rango de variación
del ingreso per cápita es pequeño, es decir, el universo es
bastante homogéneo a este respecto.
Gracias a la aplicación de la encuesta, fue posible modelar
una variable típicamente no observable, como lo es la
falta de esperanza de salir de la pobreza. Esta variable
se obtuvo de una pregunta formulada a los menores de
la muestra, la cuál decía: ¿Crees que con tu esfuerzo,
tus condiciones de vida podrán mejorar en el futuro?, la
variable asumió el valor 1 si la respuesta era NO. Esta
variable resultó muy significativa y el hecho de no tener
esperanza de salir de la pobreza elevaría, según el mejor
ajuste encontrado, en un 37.22% la probabilidad de
59
probablemente no permitiría encontrar un buen ajuste ni
parámetros concluyentes.
EDUCACIÓN SUPERIOR
5. Consideraciones Finales
Queda para investigaciones futuras ampliar la muestra de
manera de poder modelar la probabilidad de desertar para
mujeres y hombres por separado, debido a la posibilidad
de existencia de cambio estructural.
Se recomienda reconsiderar el intervalo de edad vulnerable
a la deserción escolar para efectos de análisis para menores
que vivan en campamentos, reemplazándolo por jóvenes de
entre 15 y 20 años, esto explicado por la casi nula deserción
entre 13 y 14 años y por la elevada tasa de repitencia.
Ampliando la base de datos que se creó para esta
investigación, se pueden realizar una serie de estudios,
incluyendo el puntaje SIMCE, el porcentaje de asistencia
a clases y la dependencia de los establecimientos
educacionales.
6. Bibliografía
• Análisis de la VIII Encuesta de Caracterización
Socioeconómica Nacional (CASEN, 2000). Documento Nº
17, “Los niños y adolescentes fuera del sistema escolar
2000”, MIDEPLAN, Mayo 2002.
• CEPAL. “Panorama Social de América Latina”. Santiago,
1997.
• Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile.
• Constitución de la República de Chile.
• Espíndola, Ernesto y León, Arturo. “La deserción Escolar
en América Latina: un tema prioritario para la agenda
regional”. División de Desarrollo social de la CEPAL.
Diciembre, 2002.
• García-Huidobro, Juan. “Desigualdad Educativa en
Chile”, en Hevia, Renato “la Educación en Chile, Hoy” Ed.
Universidad Diego Portales. Santiago, 2003.
• Gujarati, Damodar. “Econometría” Segunda Edición.
McGRAW-HILL, 1996.
• Marshall, Teresa. “Educación Secundaria y Estrategias
de Mejoramiento de las Oportunidades: El Programa Liceo
Para Todos en Chile”. Santiago, Mayo 2003.
• Sapelli, Claudio y Torche, Arístides. “Deserción Escolar
y Trabajo Juvenil: ¿Dos Caras de Una Misma Moneda?,
Pontificia Universidad Católica de Chile. Cuadernos de
Economía, Volumen 41 Agosto 2004.
• Ariztía, Tomás; Espinoza, Vicente; Fernández, Liliana;
Ossandón, José; Raczynski, Dagmar; Ruiz, Catalina y
Valle, Manuela. “Procesos de Deserción en la Enseñanza
Media. Factores Expulsores y Protectores”, Mayo 2002.
• Goicovic, Igor. “Educación, Deserción Escolar e
Integración Laboral Juvenil”. Última Década Nº16, CIDPA
Viña del Mar. Marzo, 2002.
TERTULIA
INVESTIGACIÓN
60
desertar la educación. Así, la falta de esperanza de salir
de la pobreza es la variable que estaría determinando en
mayor medida la deserción escolar en los campamentos
del Gran Santiago, convirtiéndose en un desafío
importante para la preparación de políticas que combatan
la deserción escolar.
Es importante señalar que no fueron incluidas variables de
rendimiento académico de los menores, ya que presentan
una alta correlación con la variable Falta de esperanza
de salir de la pobreza (estas fueron consideradas en la
estimación). Se puede intuir que la falta de esperanza de
salir de la pobreza determinaría el rendimiento académico
y viceversa, generándose importantes problemas de
estimación. Así, preferimos sólo incluir la Falta de
esperanza de salir de la pobreza.
La composición familiar también resulta relevante.
Concluimos que presentar ausencia del padre y de
la madre al mismo tiempo, elevaría en 24.64% la
probabilidad de desertar.
El requerir, o pensar que se requiere, asistir a un
establecimiento educacional especial (por problemas
de aprendizaje), aumenta en 2.38% la probabilidad de
desertar.
La maternidad o paternidad de el/la joven en edad
de riesgo, es significativa y aumenta la probabilidad
de desertar, pero marginalmente. Este resultado no
era esperado, pero puede ser explicado por el bajo
porcentaje de personas que tienen hijos o van a tener
hijos en los próximos meses, sólo el 4.99%. Esto
derribaría ciertos mitos respecto de la fertilidad dentro
de los campamentos y da luz sobre un posible efecto de
las distintas políticas de control de natalidad que se han
llevado a cabo.
Extrañamente, estar bajo la línea de la indigencia
disminuye la probabilidad de desertar, aunque el efecto
es marginal. Una explicación intuitiva al respecto es que
exista un efecto grupo positivo, es decir, que el deseo
de alcanzar la condición socioeconómica promedio de su
entorno los lleve a esforzarse más.
Otras variables, como escolaridad de la madre,
escolaridad del padre, sexo, edad, hacinamiento,
participación del menor en actividades culturales y/o
deportivas, tener menor edad en relación al promedio de
edad de los compañeros de curso (extra edad negativa),
el hecho de haber sido rechazado en un establecimiento
educacional por falta de cupo (lo cual evidencia
restricciones de oferta de educación), percepción del
menor respecto de la calidad de la educación que recibe
y el consumo de drogas en el grupo de amigos, si bien
resultan significativas y tienen el signo esperado, sus
efectos sobre la probabilidad de deserción escolar son
marginales.
A pesar de sospechar la presencia de cambio estructural
según sexo, decidimos no profundizar al respecto, ya que
la cantidad de datos de hombres y mujeres por separados
La nueva ley de financiamiento universitario ha generado conflictos entre estudiantes
y autoridades en el último tiempo. Para hablar de éste y otros temas relevantes de la
educación superior, se llevó a cabo una tertulia organizada por el Centro de Investigación
Social de Un Techo Para Chile, en la que expusieron sus opiniones Pilar Armanet, jefa
de la división de educación superior del Ministerio de Educación, y Osvaldo Larrañaga,
docente de la Universidad de Chile experto en economía de las políticas sociales.
En Chile, cada día más jóvenes se incorporan a la
educación superior, y esto, según la jefa de la división
de educación superior del Ministerio de Educación,
Pilar Armanet, plantea grandes desafíos. “El primero
tiene que ver con que la educación superior es pagada
y no es barata, en consecuencia, los requerimientos de
financiamiento son muy importantes. El segundo tiene
relación con la expansión de la oferta educativa y la
calidad de la educación que las instituciones entregan”.
De esta manera inició su exposición Pilar Armanet, y a la
vez comenzaron a delinearse los principales temas que
se abordaron en la tertulia organizada por el Centro de
Investigación Social de Un Techo Para Chile.
Nueva Ley de Financiamiento
La nueva ley de financiamiento universitario ha sido
motivo de conflicto permanente entre estudiantes y
autoridades, y por esto se transformó en el tema central
de la tertulia. Muchos de los problemas son a causa de
la falta de información, respecto a establecer en forma
clara en qué consiste la nueva ley, cómo funciona y su
importancia.
Armanet señala que “los instrumentos de financiamiento
son distintos y diversos porque la realidad de los jóvenes
son distintas y diversas también, y lo primero que estamos
tratando de hacer es que todos los jóvenes que están en
la misma condición reciban un tratamiento igual”.
Los principales instrumentos de financiamiento, hasta
antes de la nueva ley, eran las becas y el crédito solidario,
que atiende a los estudiantes del consejo de rectores.
“Pero nos faltaba un sistema que atendiera al 60% de los
jóvenes que hoy día van a una institución que no es del
consejo de rectores, por eso se creó un sistema nuevo que
es el crédito con garantía del Estado”, explica Armanet.
Osvaldo Larrañaga agrega que “para los jóvenes que
están en instituciones distintas del consejo de rectores, es
decir, en universidades privadas, institutos profesionales
y centros de formación técnica, hasta hoy día no existía
financiamiento fuera del que la familia podía conseguir, y
a eso responde esta nueva ley de financiamiento”.
Armanet señala que “esto que parece tan racional, ha
generado una desinformación impresionante, porque
se han dicho una cantidad de cosas respecto de lo que
este crédito es, y que realmente no es. De partida se ha
dicho que va a destrozar al sistema del crédito solidario,
aunque hemos dicho hasta el cansancio que no va a ser
así. Este nuevo crédito es complementario al sistema de
61
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