Taller Cuerpo, Naturaleza y Emociones - JS

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TALLER
CUERPO, NATURALEZA Y EMOCIONES.
Nuestra vida emocional
A través del
Agua Tierra Aire Fuego
Por
K aikyo Sara Roby
2009
TALLER:
CUERPO, NATURALEZA Y EMOCIONES.
Nuestra vida emocional a través del Agua, la Tierra, el Aire y el
Fuego
Por K aikyo Sara Roby
El cuerpo humano, nuestra vida psíquica-emocional y los
elementos fundamentales de la naturaleza (agua, aire, tierra y fuego)
están íntimamente interrelacionados e integradas. Esta trama urdida
que es la vida (la nuestra, la de los otros y la del planeta en general)
nos hace, seamos o no conscientes de ello, Ser lo que somos. Acciones y
reacciones, influenciados e influenciando, dando y recibiendo, en una
ecología cósmica, planetaria y dinámica, que abarca todos los planos
existentes e imaginados, el hombre va tejiéndose, con realidad, fantasía
e imaginación, entre pasado, presente y futuro.
¿Cómo se ínter-penetran estos diversos componentes de la
existencia en la vida del ser humano? ¿Cómo funcionan y con qué
consecuencias o resultados? ¿Podemos, de alguna manera, servirnos de
este conocimiento ya presente en nuestro cuerpo? La serie de Talleres
integrados bajo el título CUERPO, NATURALEZA Y EMOCIONES.
Nuestra vida emocional a través del Agua, la Tierra, el Aire y el Fuego
ofrece vías para que cada participante pueda responder por sí mismo a
estas y otras interrogantes.
Objetivo esencial:
Acercar a los participantes a través del Cuerpo y del Movimiento
a la vivencia de Ser y Estar, Aquí y Ahora.
Cuerpo y Movimiento: Ser y Estar, Aquí y Ahora.
Lo que somos, está expresado hoy y aquí en nuestro cuerpo y a
través de él, naturalmente, automáticamente, inconscientemente.
Cuando caminamos, cuando hablamos, cuando nos sentamos, cuando
gesticulamos, y cuando danzamos, comunicamos a través de nuestros
gestos y movimientos, independientemente de nuestra intención
consciente o no. Estar vivos, cualquiera que sea la forma que elijamos
para expresar la vida, es actualizar con el cuerpo en un siempre
presente aquí y ahora, quienes somos.
Este individuo manifestado en su cuerpo, en ultima instancia, no
sólo expresa al uno, sino también lo múltiple en cada uno: en y a través
del cuerpo, actualizamos nuestra asimilación e interpretación personal
de la cultura familiar y social, y aun más allá, nuestra manera de ser y
pertenecer al género humano.
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¿Qué trabajamos?
Nuestro ser y emociones a través del Agua, la Tierra, el Aire y el
Fuego.
Partimos del principio que la vida emocional o psíquica gobierna
la vida del ser humano. El trabajo propuesto por el taller, nos invita a
aproximarnos a nuestra vida emocional desde y a partir del cuerpo.
Cuanto más presentes estamos en nuestra vida emocional, más aguda
es nuestra percepción de la vida, así como nuestras vivencias. Sabemos
que hay muchas maneras de vivir nuestra vida psíquica y diversas las
maneras de acercarnos a ella. El mundo psíquico se expresa en tantas
gradaciones, intensidades y combinaciones posibles como personas
existen. El taller ofrece al participante la oportunidad de revivir con el
cuerpo emociones no expresadas, emociones dormidas, reprimidas, no
compartidas, no conocidas o no asumidas por la palabra,
independientemente de su origen o causa.
¿Cómo trabajamos?
El taller es eminentemente práctico. A lo largo de todo el proceso,
el cuerpo está invitado a participar activa e integralmente, lo cual
quiere decir: cuerpo, mente y espíritu como una unidad. La serie de
actividades corporales (ejercicios de calentamiento, ritmo danzado,
improvisaciones, etc.) dirigidas por el instructor o facilitador, están
orientadas a estimular y apoyar la integración del participante consigo
mismo y con el grupo. Cada participante, a través del trabajo
propuesto, va experimentando esa integración personal y colectiva:
resistiéndose, enfrentándose, observándose, cediendo, entregándose,
retirándose, y en última instancia descubriéndose a sí mismo,
emocionalmente, con los otros, y en los otros.
¿Porqué los elementos de la naturaleza?
La trama psíquica del ser humano es compleja, intrincada e
infinita. Es como un mapa estelar y cósmico, con constelaciones,
planetas, huecos negros, galaxias, estrellas muertas y estrellas en
formación. Acercarse al universo humano, al propio o al de otros,
requiere como mínimo, que nos dotemos de algún instrumento de
navegación.
Años de experiencia y observación en el trabajo del cuerpo y del
movimiento, en el arte y la terapia, me han permitido afinar un
instrumento de navegación que ayude a otros a transitar a través de sus
constelaciones. Independientemente del punto de salida o de llegada,
el instrumento nos guía en el inicio del viaje y nos proporciona una
manera, - entre otras – para interpretar y darle sentido, a lo que
descubrimos.
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El cuerpo es ante todo un elemento natural, vale decir, hecho de
naturaleza: Agua (sangre y fluidos diversos), Tierra (músculos, huesos y
materias sólidas), Aire (oxígeno) y Fuego (procesos de combustión).
Estos elementos nos conforman y determinan física y psíquicamente.
Para llegar a nuestra condición de hombres, hemos pasado a lo largo de
millones de años, por un proceso de evolución que nos llevó del Agua
hacia la Tierra, tanto en lo exterior como en lo interior. Al incorporar
más tierra a nuestra naturaleza, incorporamos también más aire y más
fuego, en procesos de vida cada vez más complejos. Esta historia está
grabada en nuestra memoria genética, desde el momento mismo de la
concepción.
Nuestra vida está determinada por la vida misma, y querámoslo o
no, lo sepamos o no, la manera como interpretamos el mundo tiene que
ver con nuestra naturaleza misma. Parece una evidencia pero no es así.
En nuestro trabajo, con el cuerpo, nuestras emociones y la
referencia a los elementos de la naturaleza, experimentamos, para
luego intentar comprender, lo que hay de Tierra, Agua, Aire o Fuego en
nuestra vida. Esta comprensión nos permite abordar una posible
interpretación a la eterna pregunta del ¿Quién soy? Y ¿Cómo
interpretar ese quién soy surgido del cuerpo mismo a través de gestos y
movimientos, sonidos y silencios? Sensaciones, fantasías, imaginación,
símbolos, arquetipos, intuición, sueños, resistencias y cesaciones. Todo
es materia para la observación personal. Y cualquiera sea la respuesta,
siempre parcial, no buscamos juzgar o definir, si no abrir una vía de
auto-conocimiento que nos brinde la posibilidad de enriquecer nuestra
existencia de cada día.
LOS DIVERSOS TALLERES:
A) Cuerpo, Tierra y Emociones
La ley de la Tierra es modificar lo lleno y afluir hacia lo modesto:
las altas montañas son derruidas por las aguas y los valles se
rellenan.
I Chin
Libro de las Mutaciones
La Tierra es, para el ser humano, la referencia por naturaleza.
Somos terrícolas, caminamos sobre la tierra, la tierra es nuestra madre
y a ella volveremos. Ante este elemento todos somos iguales e
igualados. De ella venimos y a ella volveremos. Para el ser humano
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adulto, Tierra es el primer elemento a trabajar. Una vez anclada
nuestra relación a la Tierra, exploraremos con mayor seguridad los
otros elementos.
Todas las culturas del mundo, sin excepción, desde las más
antiguas hasta nuestras sociedades contemporáneas, han sentido la
necesidad de definir de una manera real o simbólica su relación a la
tierra. Esa necesidad es primeramente humana, antes que social,
porque está anclada en la evolución misma de la especie y de cada ser
humano en particular.
El taller Cuerpo, Tierra y Emociones, busca ofrecernos una vía
para descubrir nuestra relación e historia personal con el elemento real
y simbólico Tierra. ¿Cómo me muevo sobre la tierra? He aquí algunas
palabras, entre muchas, emocionalmente evocadoras, relacionadas con
Tierra:
raíces
(arraigado-desarraigado),
madre
(desmadrado),
pertenencia, equilibrio (desequilibrio), muerte (vida), renacer, nutrir,
fertilidad, crearse, deshacerse.
¿Cuál puede ser el beneficio de explorar esta relación? Ante todo
enriquecer nuestra vivencia interior con una experiencia que ofrece una
manera de navegar en nuestras emociones. Y luego, ampliar nuestras
posibilidades de observación personal y profesional, en el caso de
terapeutas y profesionales en el área de formación (escolar, artística,
etc.).
Empleamos música de origen Africano (básicamente persuasión
africana, árabe y caribeña) para trabajar este taller que es de conexión
al elemento tierra.
\B) Cuerpo, Agua y Emociones
El agua nos enseña como hay que conducirse: fluye y no se acumula en
ninguna parte, y tampoco en los sitios peligrosos pierde su índole digna
de
confianza.
De
esta
manera
se
vence
el
peligro.
I Chin
Libro de las Mutaciones
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El Agua es para el ser humano adulto, su segunda naturaleza,
luego de haber sido la primera. La Tierra, nuestro planeta, esta
constituida en un 70 por ciento de agua. Nuestro cuerpo, planeta
corporal, reflejando al planeta Tierra, también esta formado en un
altísimo grado de liquido. Nuestros primeros estadios de vida
transcurren dentro del medio acuático. De modo que re-experimentar
esa vivencia, es en cierta forma un regreso a la casa materna corporal.
Al igual que con el elemento Tierra, a lo largo de toda la historia,
el agua ha sido fundamental para el hombre y sus sociedades. La
formación de colectividades humanas, así como el establecimiento de
alianzas entre pueblos se hizo siempre alrededor de los espacios que
garantizaban el agua y a través del agua (ríos, canales, lagos y mares)
El agua esta relacionado con la comunicación, hacia dentro y
hacia fuera. El objetivo esencial en nuestro trabajo con este elemento
es explorar nuestra relación real y simbólica con el Agua: ¿Cómo me
muevo en el agua? ¿Como pez en el agua? ¿Como hipopótamo?, ¿como
guijarro?, ¿como tronco?, ¿como una hoja muerta? ¿Qué forma de agua
soy? ¿Agua estancada?, ¿riachuelo? ¿en eterno fluir?, ¿agua
subterránea?, ¿agua de lluvia? ¿Qué tipo de relación he establecido con
mis niveles internos, emocionales y/o espirituales? ¿Cómo me comunico
conmigo mismo (a)? ¿Logro dar salida, expresar, mis contenidos,
cualesquiera ellos sean? O ¿Esta mi vida emocional estancada? ¿Fluye o
no la comunicación con mi entorno personal y profesional?
¿Simbólicamente, cuánta agua hay en mi vida? ¿Cuánta podría agregar
o evaporar o mezclar con tierra?
Estas son, a titulo indicativo, algunas de las palabras e imágenes
que evocan la dirección de la experiencia. En ningún caso se trata de
formular preguntas cerradas ni obtener respuestas precisas. La
experiencia es ante todo corporal y emocional, por lo que en muchos
casos, aun después de procesar verbalmente la(s) vivencia(s), personal
y del colectivo, algo del orden de lo-verbal permanece intransferible. La
riqueza, la experiencia lo demuestra, no es por ello menos intensa y
determinante, tanto a corto como a largo plazo.
Hacemos uso de música tradicional de origen Hindú (tablas y
citara), melódica y sensual, para conectar con el elemento Agua.
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C) Cuerpo, Aire y Emociones
En la naturaleza lo que dispersa las nubes acumuladas y da lugar
a una serena claridad del cielo, es el viento.
El viento que planea sobre la superficie de las aguas las dispersa
y disuelve en espuma y bruma.
I Chin. Libro de las Mutaciones
El Aire es el elemento que más directamente nos conecta a la
Vida. Nacemos a la vida de los hombres a partir de la primera bocanada
de aire, y dejamos el mundo de lo humano cuando exhalamos por
última vez.
Desde muy niños, a través de vivencias traumáticas o de juegos
infantiles, experimentamos la sensación de ‘morir’ por asfixia. Sea que
retengamos la respiración, o que nos ahoguemos con objetos o bajo
agua o por asma, guardamos en nuestra memoria consciente y/o
inconsciente el recuerdo de una muerte momentánea o el miedo
paralizante de no poder inhalar. El aire es pues ese elemento vital,
inasible e invisible, compañero inseparable de nuestra vida, que al
abandonarnos nos deja sin vida.
El Aire es por lo demás el más paradójico de entre los cuatro
elementos: omnipresente, intangible, sutil, envolviéndonos por dentro y
por fuera y visible sólo a través de otros elementos (olas, ramaje,
cabello, arenas, etc.) a quienes pone en movimiento.
En nuestro cuerpo y para la cultura occidental, el aire esta
representado simbólicamente por nuestros pulmones, por la cabeza y
por los brazos, es decir las partes altas del cuerpo. A lo largo de su
historia social, económica y religiosa, la cultura Occidental a expresado
en miles de formas su aspiración a la ‘alturas’, a despegar de la Tierra.
Esta manifestación puede trazarse, con mayor o menor evidencia según
los tiempos, en la arquitectura, la música, la danza, la pintura, los
rituales religiosos, el vocabulario en boga, la literatura, etc. No es de
extrañar entonces, que el elemento Aire este incorporado
simbólicamente de manera profunda en nuestra vivencia personal y
social.
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A diferencia de la nuestra, la cultura Oriental, comenzando por la
milenaria India, ha concedido a este elemento -real y simbólicamenteun rol esencial y evidente en toda su cultura. Por la vía del Yoga, del
Zen, y otras artes orientales, llegaron a nosotros nociones que conectan
cuerpo, mente y el espíritu en interdependencia con la respiración.
Dentro de un contexto de expresiones emotivas, expresiones tales
como ‘me dejo sin aliento’, ‘me dio un espasmo’, ‘me siento ahogada’,
‘me siento oprimido’, ‘no me cabe la alegría en el pecho’ etc., son
sintomáticas y expresan nuestra relación con el elemento Aire. El taller
busca dar expresión corporal a estas y otras vivencias similares.
Usamos música tradicional de origen japonés (Biwa, flauta
Shakuhashi) para explorar la conexión con el elemento Aire.
D) Cuerpo, Fuego y Emociones
El fuego no tiene forma definida, sino que adhiere a las cosas que
arden y así brilla en su claridad. Como el agua desciende desde
cielo, así el fuego asciende llameante desde la tierra.
I Chin. Libro de las Mutaciones
Todo lo que vive, vive en combustión. Cualquier acto de nuestra
vida orgánica, es, de manera real, un acto que genera fuego.
Querámoslo o no somos, en mayor o menor medida, fuego, brasa
ardiente, hoguera, lumbre o suave luz. Variablemente encendidos,
unas mas otras menos, pero siempre hechos de la luz que desde abajo
brilla y aspira abrazar la noche.
El fuego, como el aire, esta dentro y fuera de nosotros, es
omnipresente para el organismo humano. Presente en la combustión
más primaria, a escala celular, y a nivel macro, en las estrellas y
constelaciones del universo.
El fuego se expresa real y simbólicamente a través de lo que
quema, de lo que consume o abraza. Encontramos en el lenguaje verbal
mil formas de expresar las imágenes y fantasías en las que cuerpo y
fuego están interrelacionados. El lenguaje pasional es especialmente
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exuberante en este sentido: ‘me consumo de amor’ ‘me devora la
pasión’, ‘me quema el deseo’.
En innumerables sociedades, la cualidad simbólica más positiva
del fuego, esta relacionada con la purificación, condición que comparte
en algunos casos con el agua (abluciones).
En nuestra cultura
Occidental, esa misma purificación asume un aspecto terrible y de
signo negativo: la purificación del pecador en el fuego eterno del
infierno. Como para los anteriores elementos, es importante
comprender que los valores positivos y negativos no son absolutos, y
vienen dados por el trasfondo cultural, la historia familiar, personal y
sus miles posibles combinaciones.
¿A que nivel vibra mi vida? ¿Estoy viva o muerta? ¿Arde el fuego
de la vida en mi cuerpo? ¿Qué es lo que me enciende? ¿Que es lo que en
mi se enciende? ¿Puedo sentir el fuego de otros? ¿Puedo dar y recibir
fuego de otros? Desde mi cuerpo ¿cómo vivo el elemento fuego? ¿Hay
en mi cuerpo partes calientes y partes frías? ¿Partes vivas y partes
muertas? Estas son algunas de las imágenes que evocan la dirección del
trabajo que el cuerpo intentara emprender.
La experiencia indica, que para mejor encontrar los caminos del
fuego en nuestro cuerpo, es a veces necesario sentir, literalmente, en
una primera instancia, el calor que en nuestro organismo genera el
fuego. Para ello recurrimos al ritmo. El Fuego emerge de la Tierra, se
apoya en ella, lo que crea una estrecha relación. Nos conectamos con
nuestro primer nivel de Fuego interno y externo a través del cuerpo y
del ritmo. A partir de allí, y siguiendo el curso de nuestro taller, cada
participante y el colectivo, ira explorando, descubriendo y expresando
los arquetipos del fuego.
Usamos música tradicional del medio oriente (la usada para la
danza del vientre) para la búsqueda de nuestra conexión con el
elemento Fuego.
A QUIEN VA DIRIGIDO EL TALLER
El Taller Cuerpo, Naturaleza y Emociones. está abierto a todo
público, profesional (terapeutas, docentes, pacientes, actores,
bailarines, mimos, cantantes, etc.) o no profesional, con conocimientos
previos o sin ellos, en el área de las técnicas de trabajo con el cuerpo
(formación, creación, terapias). Se recomienda que la edad de los
participantes sea no menor de 16 años. No hay edad máxima.
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INDUMENTARIA Y CONDICIONES DEL ESPACIO
• Vestimenta amplia y cómoda (tipo jogging, o danza). Toalla para
el piso
• Sin calzado (los calcetines son opcionales)
• Prever agua, jugos o frutas para el momento del descanso
• No se admiten observadores ni acompañantes
• Máximo participantes 15 a 20
• El espacio de trabajo debe ser aireado (de manera natural si es
posible)
• Pisos de madera (de ser posible). Limpio
• Con servicios de vestidores y baños
• Facilidades para merendar
• Aislado de ruidos continuos y de interrupciones de personas
ajenas al taller
COSTO DEL TALLER
([email protected])
KAIKYO SARA ROBY
Coreógrafa-bailarina y docente, monja budista en la tradición Zen.
Obtiene un Ph.D en la Sorbona (París, Francia) con una disertación
acerca del lugar y rol de la danza en Francia desde el siglo XVI hasta el
siglo
XX.
Norteamericana,
de
padre
americano
y
madre
latinoamericana, sigue estudios en Sur América (Venezuela) y Europa
(París, Francia), donde reside por once años, dedicados a la formación y
práctica profesional de la danza. En París es alumna y posteriormente
asistente por varios años de Christiane de Rougemont, asistente y
representante en Europa del legado dancístico de Katherine Dunham,
iniciadora de la danza afro-americana. Al mismo tiempo se forma en
danza africana con Elsa Wollinstong, y en danza contemporánea
japonesa con Hideyuki Yano. Durante esos años imparte clases
regulares en París, dicta talleres en Italia, Alemania y España y
presenta espectáculos. En 1994 crea el curso Danza Zen, con anuencia
de la Asociación Zen Internacional. Cuenta con una sólida formación de
danza clásica, contemporánea, danza afro-americana y africana y las
técnicas de Tai Chi y Qi-Qong. El Barata Nathyam, la danza ritual
japonesa, el Butoh y el teatro No japonés influencian profundamente su
búsqueda expresiva y estética. En Venezuela se desempeña como
docente universitaria en la Escuela de Comunicación Social de la
Universidad de Los Andes. Junto a sus estudiantes, tiene la oportunidad
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de enseñar, experimentar y crear intensamente y con libertad en cine,
video, radio, danza y teatro. En Caracas, dicta talleres especializados en
el área de Terapia Corporal dirigido a terapeutas profesionales y en
formación y trabaja para empresas privadas como Consultora en
Lenguaje Corporal. Kaikyo Sara Roby ha sido guionista y directora de
películas y videos (Francia, Alemania, Venezuela). En Nueva York se
estrena como directora de teatro. Sus últimos trabajos de escritura
están centrados en poesía y en artículos acerca del Zen (publicados
internacionalmente). Desde hace mas de 15 anos esta profundamente
vinculada a la escuela Psicoanalítica Lacaniana (francesa) ahora con
sede en Miami. Es traductora al español de textos Zen fundamentales.
Monja Zen y practicante comprometida desde 1987, Kaikyo Sara Roby
dedica su trabajo intelectual y creativo, en el más amplio y profundo
sentido del término, al despertar. Reside actualmente en Florida donde
trabaja como capellán en una unidad de enfermos terminales, en
traducciones, en talleres de danza zen y como responsable de una
comunidad (sangha) zen.
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