204 12 ap Auto de incidente de nulidad de actuaciones

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NOTIFICADO: 30/07/13
JAUME GUILLEM I RODRIGUEZ
FINE:
Procurador dels Tribunals
TEL.: 93 487 70 82 - FAX: 93 488 37 38
BALMES 62 PRAL.1ª 08007 BARCELONA
[email protected]
N/REF: 2120806 S/REF.: 6 BAR-F.P 2610
LETRADO: MONTSERRAT ESCODA MILA
VIA LAIETANA 16 6
JDO: TSJC Nº 4 DE BARCELONA
AUTO: 204/12
COMISSIO OBRERA NACIONAL DE CATALUN Contra
AJUNTAMENT DE BARCELONA
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUÑA
SALA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCIÓN CUARTA
Via Laietana, 56, 3a. planta
93-344 00 40
Recurso de apelación 204/2012 Sección: APELACIÓN
Parte apelante: COMISSIÓ OBRERA NACIONAL DE CATALUNYA.
Representante de la parte apelante: JAUME GUILLEM RODRIGUEZ
Parte apelada: AJUNTAMENT DE BARCELONA
Representante de la parte apelada: JESÚS SANZ LÓPEZ
AUTO
ILMOS/A. SRES/A.:
Presidente:
D. Eduardo Barrachina Juan
Magistrados/a:
D. Joaquin Borrell Mestre
D. Luis Fernando Gómez Vizcarra
En Barcelona, a 29 de julio de 2013.
Dada cuenta; y
ANTECEDENTES DE HECHO
ÚNICO.- Por la representación de la parte apelada se formula incidente de nulidad
de actuaciones, del que se dió el oportuno traslado a la parte contraria con el
resultado que es de ver en autos.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Con fecha 28 mayo 2013 se dictó por esta Sala la Sentencia número
632/2013, de 28 mayo, por la que se estimó el recurso de apelación interpuesto por
la representación procesal de la CONC-CCOO contra la sentencia número 63/2012,
de 1 de marzo, dictada por el Juzgado Contencioso Administrativo número 14 de
Barcelona y se anuló la comunicación del Gerente de Recursos Humanos y
Organización del Ayuntamiento de Barcelona, en respuesta a la reclamación
formulada al Alcalde del Ayuntamiento por la parte actora, sobre el incremento del
1% adicional en los ejercicios 2007- 2008 de la masa salarial bruta de la plantilla del
personal funcionario debiendo en consecuencia la Administración demandada
efectuar dicho incremento para los ejercicios 2007 -2008.
Por don Jesús Sanz López, Procurador de los Tribunales y del Ayuntamiento de
Barcelona de conformidad con lo establecido en el artículo 241 de la LOPJ,
relacionado en lo menester con lo que dispone el artículo 44.1.a de la LOTC, se
formula demanda de incidente de nulidad de actuaciones contra la sentencia número
632/2010 a la que se hecho referencia dictada en el Rollo de apelación número
204/2012. Entiende el demandante que dicha sentencia lesiona directamente el
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva del artículo 24 CE, especialmente en
el aspecto del derecho a una sentencia cuya motivación sea coherente con la
decisión. Destaca que la sentencia de apelación contiene una decisión cuyo sentido
resulta totalmente contradictorio con la motivación previamente expresada por la
propia Sala y no aporta crítica argumental hacia los postulados de la motivación de
la sentencia de primera instancia que revoca. Asimismo considera que la
mencionada sentencia impugnada conculca de forma grave el principio de igualdad
a que se refiere el artículo 14 CE por la vía de dar lugar a una interpretación de la
normativa de la que se deriva el tratamiento igualitario de situaciones intrínsicamente
desiguales, privilegiando en forma arbitraria e injustificada los derechos retributivos
de determinados funcionarios por razón exclusivamente del ente público del que
dependen y a cargo de los presupuestos de este ente, que en el caso concreto es el
Ayuntamiento de Barcelona.
Subraya que la sentencia de apelación afecta desigualmente a diferentes grupos de
funcionarios que se encuentran sometidos al régimen retributivo general, en el
sentido que supone, dentro de este único régimen retributivo general, privilegiar a
unos determinados grupos de funcionarios otorgándoles el derecho diferencial a
percibir mejoras retributivas adicionales al 100% del Complemento Específico
mensual en las dos pagas extraordinarias, derecho que en cambio resulta negado al
resto de funcionarios del régimen retributivo general, los cuales y por el hecho de
que no cobraban el 100% del Complemento Específico mensual, en las dos pagas
extraordinarias, se ven injustificadamente discriminados con la privación de mejora
retributiva alguna adicional a la percepción de este 100% del Complemento
Específico mensual. Las razones de esta desigualdad de trato entre funcionarios
sometidos al mismo régimen general de retribuciones no se apoyan en criterios
objetivos suficientemente razonables de acuerdo con los criterios juicios de valor
generalmente aceptados y mucho menos cuando suponen para estos funcionarios
privilegiados incrementar el Complemento Específico de sus dos pagas
extraordinarias hasta alcanzar valores superiores al 100% de la que les corresponde
en función del puesto de trabajo, con el consecuente aumento del gasto público no
justificable por razones de equidad y eficiencia en la asignación de recursos. Solicita
a la Sala que se declare la nulidad de la sentencia número 632/2003, de 28 mayo
2013 dictada por esta Sección en el rollo de apelación número 204/2012; que se
ordene reponer las actuaciones del referido recurso al momento inmediatamente
previo al dictado de la sentencia declarando la nueva; y que se ordene dictar una
nueva sentencia de apelación en la que se cumplan los requisitos de motivación
exigidos desde el punto de vista del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva
y seguidamente se pronuncie una nueva decisión que resulte coherente con la
motivación previa y también con los postulados exigidos por el derecho fundamental
a la igualdad ante la ley.
Don Jaume Guillen Rodriguez, Procurador de los Tribunales y de la COMISSIÓ
OBRERA NACIONAL DE CATALUNYA (CONC -CCO) se opone a las pretensiones
del Ayuntamiento de Barcelona. Destaca que según el artículo 241.1 de la LOPJ no
se admitirán con carácter general incidentes de nulidad de actuaciones. Indica que la
Administración en este incidente insiste en los mismos argumentos que expuso en la
contestación de la demanda y en su escrito de oposición al recurso de apelación,
intentándolo sin ningún tipo de causa. Lo anterior se acredita porque toda la primera
parte de su escrito la dedica a desvirtuar la sentencia de la Sala que estima el
recurso de apelación interpuesto por la actora. Y recuerda que ambas partes ya
tuvieron ocasión de defender sus intereses y sus argumentaciones tanto fácticas
como jurídicas en el momento de formular sus escritos de demanda y de
contestación y posteriormente en los de interposición del recurso de apelación y
oposición al mismo.
Añade que la Administración, aunque alegue la falta de coherencia y de motivación
adecuada y suficiente de la sentencia cuya anulación pretende, lo que en realidad
efectúa es una crítica de la sentencia propia de un recurso y no del incidente de
nulidad interpone. Así ante una sentencia que no es conforme a sus intereses y
dado que no tiene otra posibilidad de recurso intenta la nulidad de actuaciones.
Mantiene que la sentencia cuya nulidad se pretende es coherente y motivada y que
no vulnera el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva. No existe incoherencia
por cuanto acepta los argumentos de la parte apelante que habían sido
desarrollados en la demanda y que no fueron acogidos por la sentencia de instancia,
de ahí la censura jurídica de la sentencia de instancia. En definitiva la Administración
no ofrece ningún motivo que acredite que se ha producido una nulidad de
actuaciones, sino que pretende obtener un pronunciamiento nuevo e idéntico de la
sentencia de instancia, sentencia que por otra parte se apartó del criterio mantenido
por la Sala del Tribunal Superior de Justicia que constató en Apelación que dicha
sentencia de instancia no había aplicado correctamente el Ordenamiento jurídico en
base a los hechos y fundamentos jurídicos expuestos en la demanda. Recuerda que
según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional la tutela judicial efectiva se otorga
y garantiza por los Tribunales, tanto si se dicta un pronunciamiento a favor como en
contra de la pretensión deducida por las partes litigantes.
Entiende que la sentencia de apelación tampoco vulnera el derecho fundamental a la
igualdad ante la ley del artículo 14 de la CE. Afirma que la Administración considera
que la resolución judicial supone dar un trato diferenciado al personal funcionario y
privilegiar a un determinado grupo de funcionarios que no identifica, cuestión ésta
que es claramente propia del fondo del asunto y no susceptible de la solicitada
nulidad de actuaciones.
Manifiesta que la vulneración del principio de igualdad se podría predicar si, en la
tramitación procesal se hubiera producido esta, de manera que se hubiese
beneficiado a una parte en detrimento de la otra, produciéndose una desigualdad en
los medios de defensa. Ahora bien, invoca la desigualdad por el hecho que la
decisión judicial, a exclusivo criterio de la Administración, supone una distinción
entre los colectivos de funcionarios y tal argumento no ampara tampoco este
incidente de nulidad de actuaciones. Solicita que se inadmita el presente incidente
de nulidad actuaciones promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, con imposición
de costas.
SEGUNDO.- El artículo 241.1 de la LOPJ dispone que "1. No se admitirán con
carácter general incidentes de nulidad de actuaciones. Sin embargo,
excepcionalmente, quienes sean parte legítima o hubieran debido serlo podrán pedir
por escrito que se declare la nulidad de actuaciones fundada en cualquier
vulneración del derecho fundamental de los referidos en el artículo 53.2 de la
Constitución, siempre que no haya podido denunciarse antes de recaer resolución
que ponga fin al proceso y siempre que dicha resolución no sea susceptible de
recurso ordinario ni extraordinario...."
Del tenor literal del artículo citado se desprende que se trata de un incidente
excepcional y subsidiario que constituye un remedio para aquellos casos en que la
nulidad radical, por el momento en que se produjo el vicio que la causó, no haya
podido ser declarada de oficio ni denunciada por vía de recurso, tratándose sin
embargo de defectos graves generadores de innegable indefensión. Se trata pues
de un procedimiento extraordinario pensado para prestar tutela frente a cualquier
vulneración de los derechos fundamentales mencionados en el artículo 53.2 CE, y
que no se puede concebir como una tercera instancia contra la sentencia definitiva
recaída en autos. Así pues en este incidente no se puede discutir la posible
incorrección de la sentencia impugnada más que por la causa y con los requisitos
establecidos en el artículo 241.1 LOPJ invocado por la recurrente.
Nos hallamos ante un proceso que constituye un amparo judicial general de los
derechos fundamentales es decir: del principio de igualdad reconocido en el artículo
14 de la CE y de los derechos reconocidos en la Sección primera del Capítulo II del
Título I (artículos 15 a 29), más el derecho de objeción de conciencia al servicio
militar, previsto en el artículo 30.2 CE.
Como requisitos se exigen que la posible vulneración de tales derechos no haya
podido denunciarse antes de recaer la resolución que ponga fin al proceso, así
como que la resolución del proceso no sea susceptible de recurso ordinario ni
extraordinario, resultando además improcedente un incidente de nulidad de
actuaciones en el que se pretendan plantear nuevamente las vulneraciones de
derechos fundamentales que hayan sido objeto de debate en el proceso previo. Y
como hemos señalado antes en este proceso no se pueden sustentar cuestiones
distintas de la lesión de alguno de aquellos derechos fundamentales pues su
finalidad no consiste en una nueva revisión completa de lo aportado en el proceso
sino en los aspectos determinados que son objeto de denuncia por el recurrente
porque en definitiva este incidente excepcional no puede servir de medio de
expresión de argumentos que fueron tenidos en cuenta en la sentencia cuya nulidad
se pretende. Por ello no entraremos aquí a examinar las críticas que sobre el fondo
del asunto efectúa la recurrente, más que en aquéllos aspectos que son necesarios
para resolver el incidente.
TERCERO.- A) La novedad de la Ley Orgánica 6/2007 consiste en que extiende el
ámbito del incidente de nulidad actuaciones a la tutela no sólo de derechos y
garantías procesales derivados de la Constitución, sino también de todos los
derechos fundamentales sustantivos indicados por el artículo 53.2 CE.
B) De entrada conviene destacar que en general el derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva exige la congruencia de las sentencias. Cuando se da una respuesta
judicial de fondo el artículo 24.1 CE garantiza una respuesta a las pretensiones
ejercitadas y asimismo garantiza que el órgano judicial no se pronuncie en la
sentencia sobre una cuestión que no haya sido objeto de un debate contradictorio
entre las partes.
Desde el punto de vista constitucional la necesaria congruencia se justifica por la
falta de respuesta, la falta de tutela que pueda conllevar la incongruencia omisiva y
por la indefensión que, en su caso, determine la incongruencia extra petita.
La doctrina del Tribunal Constitucional admite una respuesta genérica a las
pretensiones de las partes aunque la sentencia en cuestión no se pronuncie sobre
todas las alegaciones concretas e incluso admite una falta de respuesta siempre
que el silencio judicial pueda razonablemente ser entendido como una
desestimación tácita. En este caso para ser admisible se requerirá que del conjunto
de los razonamientos de la resolución judicial se deduzca razonablemente que el
órgano judicial ha valorado la pretensión que se afirma sin respuesta, así como los
motivos que sustentan y fundamentan una tácita respuesta de la misma.
Por su parte el artículo 120.3 CE exige la motivación de las sentencias, con
fundamento en el Estado de Derecho, donde los órganos judiciales han de la razón
del Derecho interpretado y aplicado. Se precisa pues una resolución fundada en
derecho. El Tribunal Constitucional ha afirmando que resulta indiferente la extensión
de la motivación y admite la suficiencia de ésta por remisión a otras sentencias.
Al igual que la exigencia de congruencia de la sentencia, la cuestión relativa a la
suficiencia de motivación ha de resolverse en cada caso. Concretamente, se ha
llegado a admitir una respuesta de plantilla, válida para resolver cualquier tipo de
pretensión (sobre todo útiles para resolver recursos) sin ningún tipo de concreción o
individualización relativa al supuesto hecho que resuelven, y sin que en la
fundamentación jurídica existan referencias concretas que permitan singularizar su
razonamiento como referido específicamente al caso enjuiciado.
Por otra parte tutela judicial sólo puede satisfacer las exigencias constitucionales si
aparece revestida de caracteres mínimamente razonables. Ello permite comprobar si
la respuesta contenida la sentencia cumple con las exigencias mínimas de ausencia
de irrazonabilidad (STC 164/dos, 17 septiembre) y de arbitrariedad, inherentes a la
tutela judicial efectiva sin indefensión. Respecto a la indefensión la doctrina
constitucional exige que además de ser cierta e imputable al órgano judicial, para ser
constitucionalmente relevante, ha de determinar un perjuicio para el que la afirma y
no ser imputable al mismo. La indefensión, en términos constitucionales exige que la
misma haya tenido incidencia en el fallo.
C) la cuestión que se ha suscitado en el pleito finalizado por la sentencia de
apelación 204/2013, de 28 de mayo, es estrictamente jurídica pues trata de dilucidar
si como sostenía la parte apelada, el incremento de la masa salarial del 1% (en cada
uno de los ejercicios referidos) para aumentar el Complemento Específico en las
pagas extraordinarias ha de interpretarse en el sentido de que sólo es aplicable en
aquellos casos en que no se haya incluido ya el 100% citado complemento o si, por
el contrario, como sostiene CCOO y acepta la sentencia de apelación, ha de
aplicarse también a aquellos casos en que las Administraciones públicas ya hayan
incluido en la citada paga el 100% del citado Complemento Específico.
Sobre esta cuestión jurídica ya se había pronunciado en otros casos
sustancialmente iguales y referidos a otros Ayuntamientos esta propia Sala y
Sección. Así en las sentencias números 1074/2011, de 11 octubre 2011; 745/2012
de 20 junio 2012; 1323/2012, de 30 noviembre 2012; 424/2013, de 11 abril 2003, y
133/2012, de 7 mayo de 2013. En estas sentencias así como en la sentencia
632/2013, de 28 mayo 2013, con la única excepción de la número 745/2012 (citada
en su escrito por la recurrente), esta Sección ha mantenido idéntica interpretación.
Ha tenido en cuenta el Acuerdo de la Mesa de negociación de las Administraciones
Públicas de medidas retributivas que afirma que "los aumentos retributivos
aprobados relacionados con la percepción progresiva de las pagas extraordinarias
del complemento específico, no podrán ser compensados o absorbidos por mejoras
retributivas conseguidas en los pactos o acuerdos previos y, por tanto generarán un
derecho a percibir los incrementos en cuantía total". Y partiendo que de forma
expresa se menciona que no cabe la compensación o la absorción entiende que
esto se confirma en la Ley de Presupuestos cuando se dice que "estos aumentos
retributivos se aplicarán al margen de las mejoras retributivas conseguidas en los
pactos o acuerdos previamente firmados por las diferentes administraciones públicas
en el marco de sus competencias". A la vista de lo anterior esta Sección ha
considerado que la interpretación gramatical no ofrece dudas pues de forma expresa
el Acuerdo menciona que no pueden ser objeto de compensación o absorción (es
decir que no se admite neutralizar) los incrementos salariales que se produzcan.
Asimismo ha destacado que la referencia a la expresión "al margen" impide la
posibilidad de aplicar técnicas de compensación y absorción salarial. Finalmente y
aún reconociendo que el aumento del 1% tiene una función finalista en aras a
alcanzar un objetivo de equiparación de las 14 pagas al 100% de la masa salarial
(por masa salarial se entienden todas percepciones salariales, esto es, tanto la
retribución por salario base como la de complementos) destaca que el legislador
fruto de los Acuerdos alcanzados, era consciente de que en algunos Municipios esta
finalidad había sido asumida y aún así consideró que en estos casos no cabía la
técnica neutralizadora, por lo que admitía que el aumento del 1% anual se debe
llevar a cabo, incluso en aquellos municipios que ya abonaban las 14 pagas en un
100% de los complementos y que no entenderlo así implica una infracción de la Ley
de Presupuestos.
A la vista de lo que hemos expuesto consideramos que el criterio de esta Sección
sobre la cuestión controvertida es claro y reiterado y se encuentra explicitado
además de en la sentencia objeto de impugnación, en otras cuatro sentencias.
Únicamente y sin explicar las razones esta Sección se apartó del criterio expuesto
en la segunda Sentencia dictada sobre la cuestión que lleva el número 745/2012
(citada en su escrito por la recurrente). No consta por otra parte que ninguna de las
sentencias dictadas fufera objeto de recurso de casación pra unificación de doctrina.
D) Esta Sección al dictar en apelación la sentencia número 632/2013, de 28 mayo
de 2013, valoró los argumentos recogidos en la sentencia número 63/2012 de 1 de
marzo de 2012 dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 14
de Barcelona, que aún conociendo el criterio de esta Sección, efectuó una
interpretación de la normativa aplicable desestimando la pretensión de la actora y
acogió los argumentos esgrimidos por la parte demandada.
No se trataba en este caso en el recurso de apelación de discutir en concreto todos
los argumentos de la sentencia de instancia, que eran los mismos o similares a los
utilizados por la demandada y que ésta en su momento procesal ya había expuesto
durante el procedimiento, sino de aplicar unos criterios consolidados al menos en
cuatro sentencias, por esta Sección respecto a la cuestión debatida y que coinciden
con los expuestos por la parte actora. Ambos argumentos (los de la actora y los de
la parte demandada), eran bien conocidos por las dos partes y por este Tribunal, que
finalmente ha adoptado frente a la cuestión suscitada aquella interpretación de la
normativa aplicable que consideró ajustada a derecho y más acorde con la voluntad
del legislador, y que ha desestimado tácitamente la interpretación efectuada por la
juez a quo. Tampoco era procedente en la apelación que la sentencia discutiera los
argumentos contenidos en sentencias de otros Tribunales Superiores de Justicia.
Al contener el fallo de la sentencia un pronunciamiento favorable a las pretensiones
de la actora y al estar fundamentada en derecho dicha decisión judicial, en la
interpretación que se explicita en la propia sentencia, puede afirmarse que la ésta
es congruente y que está motivada. En consecuencia entendemos que no se ha
producido la violación del derecho fundamental del artículo 24 CE que ha alegado el
Ayuntamiento de Barcelona.
CUARTO.- A) El artículo 14 de la Constitución española consagra la igualdad como
principio y como derecho de la persona, sin perjuicio de que la igualdad también
aparezca recogida en otros artículos del texto constitucional (por ejemplo 1.1, 23.2,
31, 32, 39.2, 68.1, 69.2, 130.1, 149.1.1).
La igualdad ha de valorarse, en cada caso, teniendo en cuenta el régimen jurídico
sustantivo del ámbito de relaciones en que se proyecta (STC 209/1998, de 10
noviembre) y tal valoración no puede realizarse en abstracto sino referida a
situaciones fácticas o relaciones jurídicas concretas y supone no sólo la prohibición
de discriminación sino también un mandato de tutela antidiscriminatoria que la
jurisprudencia constitucional ha conectado con el artículo 9.2 CE.
El primer inciso del artículo 14 CE consagra la igualdad ante la ley en referencia no
sólo a la eficacia general de la ley, sino también a su contenido. No se trata
solamente de una exigencia a la forma externa del mandato legal sino también a su
contenido jurídico material como mandato legislador que va más allá de la
realización de la legalidad. La jurisprudencia constitucional, pese a que el texto
constitucional haya utilizado un término clásico "ante la ley", ha aceptado desde un
primer momento, la utilización del parámetro de la igualdad para examinar la
constitucionalidad del contenido de las leyes, o sea la igualdad en la ley y el
sometimiento de todos los poderes públicos incluido el legislador al principio de
igualdad. En este caso la igualdad es sólo violada si la desigualdad está desprovista
de una justificación objetiva razonable.
Asimismo la igualdad como concepto relativo y relacional requiere elementos de
comparación entre las situaciones, lo que depende también de la perspectiva desde
la que se establezca la comparación, cuáles sean las notas o características a tener
en cuenta para equiparar situaciones o establecer diferencias, o, lo que es lo mismo
determinar cuándo dos situaciones son equiparables, cuando sus similitudes deben
predominar sobre sus diferencias.
Pero el mandato de igualdad no sólo se dirige a los poderes públicos legisladores,
sino también a los poderes públicos en el momento de aplicación de las normas
jurídicas, lo que se ha venido en llamar igualdad en la aplicación de la Ley que
supone que los poderes públicos están obligados a aplicar de igual modo la misma
norma a supuestos equiparables, exigiéndose aquí también la razonabilidad de la
diversidad de trato frente a un mismo mandato jurídico que ha de ser aplicado por el
operador jurídico sea este la Administración, sea el Órgano Judicial, sin distinción de
personas. No puede haber diferencias de trato entre justiciables en situaciones
comparables.
Para que se dé la vulneración del principio de igualdad es preciso que las
resoluciones contradictorias provengan del mismo órgano judicial; que los supuestos
en ellas resueltos guarden entre sí una identidad sustancial; y que la resolución en
que se produce el cambio de criterio que se recurre, no ofrezca fundamentación
adecuada que justifique dicho cambio, a fin de excluir tanto la arbitrariedad como la
advertencia del mismo por los justiciables.
Para poder comprobar la lesión es preciso: la acreditación de un tertium
comparationis, pues el juicio de igualdad sólo puede realizarse sobre la comparación
entre la sentencia impugnada y las precedentes resoluciones del mismo órgano
judicial dictadas en casos sustancialmente iguales en forma contradictoria. Los
supuestos de hecho enjuiciados deben ser, así pues, sustancialmente iguales en
todos los casos, siendo iguales entre sí se puede efectivamente pretender que la
solución dada por uno deba ser igual a la del otro; la identidad de órgano judicial, no
sólo de la Sala, sino también de la Sección, al considerarse cada una de estas como
órgano jurisdiccional con entidad diferenciada suficiente para desvirtuar una
supuesta desigualdad en la aplicación de la Ley; la existencia de alteridad en los
supuestos contrastados es exigible en todo alegato de desigualdad en la aplicación
de la ley "la referencia a otro”, no cabiendo la comparación del justiciable consigo
mismo; la inexistencia de motivación que justifique en términos generalizables el
cambio de criterio bien lo sea para separarse una línea doctrinal previa y
consolidada bien lo sea con quiebra de un antecedente inmediato en el tiempo y
exactamente igual. El tratamiento desigual ha de concretarse en la quiebra
injustificada del criterio aplicativo consolidado y mantenido hasta entonces por el
órgano jurisdiccional o de un antecedente inmediato en el tiempo y exactamente
igual desde la perspectiva jurídica con la que se enjuició (SSTC 54/2006 del 27
febrero Sala primera; 27 2006, de 30 enero Sala segunda).
El cambio de criterio es legítimo cuando es razonado, razonable y con vocación de
futuro esto es, destinado a ser mantenido con cierta continuidad con fundamento en
razones jurídicas objetivas que excluyan todo significado de resolución ad personam
(STC 117/2004, de 12 julio), sin que sea legítimo el cambio si constituye tan sólo una
ruptura ocasional en una línea que se viene manteniendo con normal uniformidad
antes de la decisión divergente o se continúa con posterioridad (STC 201/2001 de
15 octubre).
En colusión lo que prohíbe el principio de igualdad en la aplicación de la ley es el
cambio irreflexivo o arbitrario, una ruptura ocasional en la línea precedente, pero el
cambio será legítimo cuando sea razonado, razonable y con vocación de futuro; esto
es destinado a ser mantenido con cierta continuidad con fundamento en razones
jurídicas objetivas.
B) de lo actuado en estos autos no se desprende que se haya vulnerado el principio
de igualdad al que se refiere el artículo 14 CE.
En primer lugar como hemos indicado antes esta propia Sala y Sección ya se había
pronunciado sobre esta cuestión jurídica en otros casos sustancialmente iguales
aunque referidos a otros Ayuntamientos. Así en las sentencias números 1074/2011,
de 11 octubre 2011; 1323/2012, de 30 noviembre 2012; 424/2013, de 11 abril 2003,
y 133/2012, de 7 mayo de 2013. La sentencia que ahora se impugna adopta idéntica
solución fundada en la misma interpretación que figura en aquellas. Únicamente y
sin motivar las razones se apartó del criterio expuesto la segunda sentencia que se
dictó sobre la cuestión debatida 745/2012, de 20 junio 2012 lo que constituye una
ruptura ocasional en la línea adoptada por esta Sección. Por otra parte no consta
que ninguna de las anteriores sentencias dictadas por esta Sección hubieran sido
objeto de recurso. No puede pues afirmarse que haya existido una diferencia de
trato en la aplicación de la ley por parte de esta Sección.
Tampoco compartimos que desde el punto de vista constitucional la sentencia que
se impugna haya incidido en lesión del derecho fundamental a la igualdad ante la
ley. No ha quedado acreditado la circunstancia de que la sentencia de apelación
haya dado un trato diferenciado a un determinado grupo de funcionarios, que por
cierto no se identifica, distinguiendo entre los colectivos. La sentencia se ha limitado
a interpretar la normativa vigente y a exigir su cumplimiento en sus términos precisos
y tal como lo ha interpretado de acuerdo con la voluntad del legislador.
QUINTO. -Por todo lo expuesto procede desestimar íntegramente el presente
incidente de nulidad e imponer las costas a la parte que lo promovido.
VISTOS los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación,
PARTE DISPOSITIVA
LA SALA ACUERDA: DENEGAR el presente incidente de nulidad de actuaciones
e imponer las costas al Ayuntamiento de Barcelona que lo ha promovido.
Contra esta resolución no cabe interponer recurso alguno ante este Tribunal, en
virtud de lo establecido en el art. 241.2 de la LOPJ.
Así lo acuerdan y firman los Illmos/as. Sres./as Magistrados anotados al margen, de
todo lo cual yo el/la Secretario Judicial doy fe.
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