articulación combinan con otros de deslizamiento, rodamiento y rotación alrededor de... Las superficies articulares se caracterizan ...

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Articulación de la rodilla
La articulación de la rodilla es la mayor y más superficial del cuerpo. Se trata en gran medida de una articulación
sinovial tipo gínglimo que permite movimientos de flexión y extensión; no obstante, estos movimientos se
combinan con otros de deslizamiento, rodamiento y rotación alrededor de un eje vertical.
Las superficies articulares se caracterizan por su gran tamaño y sus formas complejas e incongruentes. Es
relativamente débil mecánicamente debido a la incongruencia de sus superficies articulares. La rodilla consta de 3
articulaciones:
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2 articulaciones femorotibiales (lateral y medial), entre los cóndilos femorales y tibiales laterales y mediales.
1 articulación femororrotuliana (femoropatelar) intermedia, entre la rótula y el fémur.
El peroné no participa en la articulación de la rodilla.
La estabilidad de la articulación depende de:
1) la potencia y las acciones de los músculos circundantes y sus tendones
2) los ligamentos que conectan el fémur con la tibia.
De todo esto, el componente más importante en la estabilización de la rodilla, es el componente muscular; y de este
componente, el músculo cuádriceps femoral, en especial las fibras inferiores de los vastos medial y lateral.
La capsula articular de la articulación de la rodilla es típica, ya que consta de una membrana fibrosa externa y una
membrana sinovial interna que reviste todas las superficies internas de la cavidad articular que no están recubiertas
de cartílago articular.
Los meniscos son discos fibrocartilaginosos situados entre las superficies articulares tibial y femoral.
Ligamentos extracapsulares
La articulación está reforzada por 5 ligamentos extracapsulares o externos:
1) Ligamento rotuliano: es la parte distal del tendón del musc. cuádriceps femoral. Es una gruesa y resistente
banda fibrosa que va desde el vértice y los bordes adyacentes de la rótula hasta la tuberosidad de la tibia.
2) Lig. colateral peroneo: es resistente, extracapsular y similar a un cordón. Se extiende inferiormente desde el
epicóndilo lat del fémur hasta la cara lat de la cabeza del peroné. El tendón del poplíteo pasa profundo al lig.
Col. Peroneo y lo separa del menisco lateral. El tendón del bíceps femoral queda dividido en dos partes por
este ligamento.
3) Lig. Colateral tibial: es una banda intrínseca (capsular), resistente y aplanada, que se extiende desde el
epicóndilo medial del fémur hasta el cóndilo medial y la parte superior de la cara medial de la tibia. En la
mitad de su recorrido, sus fibras profundas se insertan firmemente en el menisco medial. El lig. Col. Tibial no
es tan resistente como el peroneo, y por ello se lesiona con mayor frecuencia.
4) Lig. Poplíteo oblicuo: es una expansión refleja del tendón semimembranoso que refuerza la capsula articular
posteriormente cuando se extiende por la fosa intercondílea. Se origina posterior al cóndilo medial de la
tibia y discurre superolateralmente hacia el cóndilo lat del fémur para fusionarse con la porción central de la
cara posterior de la capsula articular.
5) Lig. Poplíteo arqueado: refuerza la capsula posterolateralmente. Se origina en la cara posterior de la cabeza
del peroné, pasa superomedialmente sobre el tendón del poplíteo y se expande por encima de la cara
posterior de la articulación de la rodilla.
Ligamentos intraarticulares
Ligamentos cruzados. Se entrecruzan dentro de la cápsula articular. Se localizan en el centro de la articulación y se
entrecruzan oblicuamente en forma de X. durante la rotación medial de la tibia sobre el femur, los ligamentos
cruzados se enrollan uno sobre otro, y por ello el grado de rotación medial posible está limitado a unos 10º. Por el
contrario, durante la rotación lateral se vuelven a desenrollar y permite que este movimiento alcance una amplitud
Josse Loo X
de casi 60º, cuando la rodilla esta flexionada aproximadamente a 90º, siendo el lig colateral tibial la estructura que lo
limita en última instancia.
Son los lig cruzados los que mantienen el contacto entre las superficies articulares femorales y tibiales durante la
flexión de la rodilla.
1) Ligamento cruzado anterior. Es el más débil de los 2 y se origina en la región intercondílea anterior de la
tibia, justo posterior a la inserción del menisco medial. Su irrigación es relativamente pobre. Sigue una trayectoria en
dirección superior, posterior y lateral para insertarse en la parte posterior del lado medial del cóndilo lateral del
fémur.
Función: limita el rodamiento posterior de los cóndilos femorales sobre la meseta tibial durante la flexión, y lo
convierte en un giro sin desplazamiento. Además evita el desplazamiento posterior del fémur sobre la tibia y la
hiperextensión de la rodilla.
2) Ligamento cruzado posterior. Es el más resistente de los 2 ligamentos. Se origina en la parte posterior de
la región intercondílea de la tibia; a continuación sigue un trayecto superior y anterior, sobre el lado medial del
ligamento cruzado anterior, y se inserta en la parte anterior de la cara lateral del cóndilo medial del fémur.
Función: limita el rodamiento anterior del fémur sobre la meseta tibial durante la extensión y lo convierte en un giro.
También evita el desplazamiento anterior del fémur sobre la tibia o el desplazamiento posterior de la tibia sobre el
fémur, y se opone a la hiperflexión de la articulación de la rodilla.
Meniscos. Son placas semilunares de fibrocartílago que se situan sobre la cara articular de la tibia para aumentar su
profundidad y absorber impactos. Los meniscos son gruesos en sus bordes externos y su grosor disminuye
progresivamente hasta llegar a sus delgados bordes internos libres. Los ligamentos coronarios son porciones de la
capsula articular que se extienden entre los márgenes de los meniscos. El ligamento transverso de la rodilla une los
bordes anteriores de los meniscos cruzando el área intercondílea anterior.
1) Menisco medial. Tiene forma de C y es más ancho posteriormente que anteriormente. Su extremo anterior se
inserta en el área intercondílea anterior de la tibia, anterior a la inserción del ligamento cruzado anterior. Su
extremo posterior se inserta en el área intercondílea posterior de la tibia, anterior a la inserción del ligamento
cruzado posterior. El menisco medial está firmemente unido a la superficie profunda del lig colateral tibial. Debido a
sus extensas inserciones laterales en el área intercondílea tibial y mediales en el lig colateral tibial, su movilidad
sobre la meseta tibial es menor que la del menisco lateral.
2) Menisco lateral. Es casi circular, más pequeño y más móvil que el medial. Proximalmente, el tendón del poplíteo
se divide en dos partes: una de ellas se inserta en el epicóndilo lateral del fémur y pasa entre el menisco lateral y la
parte inferior de la superficie epicondílea lateral del fémur (cara medial del tendón) y del ligamento colateral
peroneo (cara lateral); la otra parte, más medial, se inserta en el cuerno posterior del menisco latera. Una resistente
tira tendinosa denominada ligamento meniscofemoral posterior une el menisco lateral al ligamento cruzado
posterior y al cóndilo medial del fémur.
Irrigación de la articulación de la rodilla
Esta irrigada por 10 vasos que forman la red arterial articular de la rodilla, que se extienden alrededor de ésta: ramas
para la rodilla (geniculares) de las arterias femoral y poplítea, y ramas recurrentes anterior y posterior de las arterias
recurrente tibial anterior y circunfleja peronea. La rama media de la rodilla de la arteria poplítea perfora la
membrana fibrosa de la capsula articular e irriga los ligamentos cruzados la membrana sinovial y los bordes
periféricos de los meniscos.
Inervación de la articulación de la rodilla
La cara anterior, posterior y lateral están inervadas por ramos articulares de los nervios femoral (ramos de los
vastos), tibial y peroneo común, respectivamente. Además de los nervios (cutáneos) obturador y safeno aportan
ramos articulares para su cara medial.
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