la coordinación de seguridad y salud en las obras de

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LA COORDINACIÓN DE SEGURIDAD Y SALUD EN LAS OBRAS DE
CONSTRUCCIÓN. EL CÓMO.
Autor: Maximino García Sánchez
Coordinador de S y S. Director de CIES ATLÁNTICO SLU
Introducción
En el turno de preguntas posterior a la exposición de las conclusiones del II Congreso
Europeo de Coordinación de Seguridad y Salud celebrado este año en Madrid, una de
los asistentes, preguntó que, estando en el año 2011, aún no sabía cómo se realizaba
la coordinación de seguridad y salud, y que cuándo se iba a empezar a debatir del
cómo y no del qué.
De pronto el recinto quedó en silencio. Aquello pregunta nos hizo reflexionar a todos.
Personalmente, creo que tenemos que empezar a debatir el cómo, y a lo mejor,
respondemos a muchas cuestiones sobre lo que significa ser un coordinador de S y S
en una obra. Seguramente nos equivocaremos en muchas de nuestras reflexiones
pero es importante abrir el debate de que es lo que estamos haciendo y si lo estamos
haciendo bien.
Sin Prevención no podemos hablar de Coordinación
Una de las hipótesis de partida de partida para esta reflexión en voz alta, es que las
empresas tienen que cumplir individualmente la norma de PRL. “Sin prevención no
podemos hablar de coordinación”. No es una frase mía, la ha comentado José
Antonio González Lago (Pucho) en las últimas jornadas de CAE celebradas en el
Centro del ISSGA en Rande – Redondela (Pontevedra).
La primera pregunta que tenemos que hacernos al hablar de Coordinación, es ¿Qué
pasaría si no hubiera coordinador?. ¿Quién lo solucionaría?. ¿Cómo lo haría?.
Si la respuesta a nuestra pregunta es una empresa o uno de sus agentes (jefe de
obra, técnico de prevención, encargado, recurso preventivo o un trabajador, ya sea
contratista, subcontratista o autónomo), entonces está claro que estamos derivando
obligaciones de las empresas hacia el coordinador.
Si la respuesta es la D.F., Servicio de Prevención, ISSGA o ITSS, Policía Científica,
Judicial, Fiscal o Juez, más de los mismo. Les estamos atribuyendo poderes y
facultades a los Coordinadores que no tienen y no deben poseer.
Y por último, si al hacernos la pregunta, ¿quién puede solucionar esto?, sale la figura
del promotor, entonces es cuando aparece la figura del Coordinador.
A continuación reproduzco las bien conocidas pero poco interiorizadas y reflexionadas
obligaciones del Coordinador según el RD 1627/97. A continuación se realizan los
comentarios que a modo particular interpreto yo personalemente.
Artículo 9. Obligaciones del coordinador en materia de seguridad y de salud
durante la ejecución de la obra
El coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra deberá
desarrollar las siguientes funciones:
a. Coordinar la aplicación de los principios generales de prevención y de
seguridad:
1. Al tomar las decisiones técnicas y de organización con el fin de planificar los
distintos trabajos o fases de trabajo que vayan a desarrollarse simultánea o
sucesivamente.
2. Al estimar la duración requerida para la ejecución de estos distintos trabajos
o fases de trabajo.
Como comenté anteriormente. Tenemos el siguiente caso, una empresa contratista
con sus subcontratas. Si tenemos una empresa con voluntad y medios (quiero decir
euros y ganas) de hacer las cosas bien en PRL, ¿qué problema tiene para no
hacerlo?. ¿Qué se le pide al coordinador en este caso?. El jefe de obra y su
encargado no tienen ningún problema para cumplir esta apartado. El puede organizar
la obra y las subcontratas a su antojo, ya que todos los trabajadores dependen de él
Otro caso bien distinto sería que hubiera varias empresas contratistas. Todas las
empresas tienen los mismos derechos y obligaciones. Son contratistas. Entonces
quien debe coordinar el cumplimiento de este artículo es el coordinador, a través de
una reunión, presentando a los responsables de los trabajos de las empresas y de la
prevención, intercambiando la información de los planes de seguridad y acordando
con las empresas procedimientos, plazos, medidas preventivas, etc.
b. Coordinar las actividades de la obra para garantizar que los contratistas y, en
su caso, los subcontratistas y los trabajadores autónomos apliquen de manera
coherente y responsable los principios de la acción preventiva que se recogen
en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales durante la
ejecución de la obra y, en particular, en las tareas o actividades a que se
refiere el artículo 10 de este Real Decreto.
Como comenté en el apartado anterior. Hay que distinguir dos casos. Hay una única
empresa contratista o hay varias (y son concurrentes).
En el caso de haya una única empresa contratista, ¿qué le impide cumplir el artículo?.
La respuesta es nada. Lo que pasa es que la hipótesis de partida es de altos vuelos.
Las empresas tienen que tener voluntad y destinar medios (euros) a esta cuestión. La
norma en este caso nos reduce a simple notarios, a dar fe de los incumplimientos pero
también de los cumplimientos, “que haberlos hailos”, y que frecuentemente los
coordinadores nos olvidamos de ellos.
Ahora bien, tenemos varias empresas contratistas concurrentes con voluntad y
medios. El coordinador pasa a tener de nuevo un papel de actor principal. A todas las
empresas las ha contratado el promotor de la obra y entre ellas no tienen relación
contractual. Parece lógico que el promotor, a través de la persona que ha designado,
resuelva las posibles interferencias e incompatibilidades preventivas de la empresas
que él ha contratado. Este es el núcleo básico de nuestro trabajo. El coordinador, no
debiera de olvidarse, en este caso, de invitar a sus compañeros, de Dirección
Facultativa, a esta Reunión, porque la mayoría de las cuestiones y conflictos,
provienen del orden de ejecución. El coordinador no ordena ni manda, sino modera y
pacta las soluciones y propuestas que aportan las empresas contratistas No somos
guardiaciviles o policías o inspectores sino relaciones públicas, notarios y
negociadores.
c. Aprobar el plan de seguridad y salud elaborado por el contratista y, en su caso,
las modificaciones introducidas en el mismo. Conforme a lo dispuesto en el
último párrafo del apartado 2 del artículo 7, la dirección facultativa asumirá esta
función cuando no fuera necesaria la designación de coordinador.
Artículo polémico donde los haya. Volvemos a nuestro planteamiento inicial.
Si nuestro cliente el promotor, contrata a una sola empresa, entiendo que la
aprobación, es relativa sencilla. Tendrá que cumplir las tres condiciones básicas:
igualar o aumentar las medidas preventivas establecidas en el Estudio, incorporar las
medidas de emergencia y evacuación, y finalmente analizar la presencia y funciones
del Recurso Preventivo en caso de que fuera necesario.
Ahora bien, con los planes cumpliendo esta premisas, ¿porqué los coordinadores los
suspendemos y no los aprobamos?. La aprobación debiera ser casi automática. Copia
y pega y poco más a partir del Estudio de Seguridad y Salud. Pues por dos cuestiones
básicas: la primera es que cuando se hacen los planes no se cumple el punto de
partida inicial, de contratistas con voluntad y medios. Y la segunda es que los Estudios
o Estudios Básicos que se realizan no cumplen con los requisitos preventivos básicos.
Dicho esto, un coordinador al que se le presenta un plan que cumple formalmente pero
no en contenido, ¿lo puede aprobar?. ¿Hay algún argumento legal para no hacerlo?
¿Por qué entonces suspendemos un plan que se basa en un estudio firmado por un
técnico competente y cumple con la formalidad? ¿Le comunicamos al promotor estas
deficiencias de los estudios? ¿Los coordinadores somos auditores de calidad del
contenido de los planes de sys? ¿Somos la enciclopedia de la prevención y sabemos
hacer planes fantásticos?. Este tema también es polémico y daría para mucho, así que
espero que algún compañero de APROSAL, tome el testigo y nos comente sus
opiniones y reflexiones.
Cuando volvemos al caso de varias empresas contratistas concurrentes, es cuando
tiene sentido la obligación del coordinador de aprobar los planes de sys y en eso se
basa este apartado de la norma. Quien la redactó, a mi entender, pensó que tendría
que haber una persona que dependiera del promotor, y que distribuyera y completara
las medidas preventivas del estudio de sys entre las empresas que contratara el
promotor, para evitar duplicidades y dotar de medios las medidas suplementarias
necesarias debido a la concurrencia entre empresas.
Buscar cuestiones más profundas y trascendentales en este apartado, a mi entender,
es erróneo. Pero bueno, esto daría no para un artículo, sino para un libro y se escapa
del objetivo de inicial del artículo que es comenzar un debate práctico sobre la figura
del coordinador.
d. Organizar la coordinación de actividades empresariales prevista en el artículo
24 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Objeto de ser nuestra profesión. Hay que cambiar la imagen que se tiene del
coordinador. Pero para ello se tiene que cumplir la hipótesis del principio de las
empresas y como dijo Pucho: “Sin prevención no hay coordinación”. Somos
relaciones públicas, notarios y negociadores. Ese es nuestro rol. Hay que dejar atrás el
rol de vigilante o policía.
¿Cómo lo hacemos?. Pues depende. Como siempre nos preguntaremos, si hay una
empresa o varias empresas contratistas concurrentes.
Si hay una empresa contratista, pues supervisar que cumpla con sus obligaciones de
coordinación con sus subcontratas, que las tienen que hacer ellos sólos. En este
apartado, en la mayoría de las ocasiones, las empresas descargan contra el
coordinador y no se organizan. Es el coordinador quien convoca las reuniones y las
dirige, y no debería ser así. Es una obligación de las empresas el coordinarse. Parece
lógico, reunirse una vez al mes (dependerá de la obra) para que la gente pueda
coordinarse. La reunión podrá variar de una hora a cinco minutos y de dos empresas a
doscientas. Las reuniones variarán, pueden hacerse en obra, o pueden hacerse en la
sala de reuniones de la obra de las oficinas de la obra. Lo importante es que se
realicen y que se documenten. A mi entender estas reuniones debieran realizarse más
cortas y dinámicas, y siempre que empiece en la obra una nueva unidad de obra o
subcontrata. Son cinco minutos, se comentan las cuestiones específicas de la obra.
Por poner un ejemplo, si yo invito a mi casa a gente que no se conoce y que es la
primera vez que vienen, pues se suele presentar a los invitados y enseñar la casa.
Pues esto es lo mismo. Ahora mismo lo que está sucediendo, es que el “jefe” firma los
papeles para entrar en la obra, y la cuadrilla de trabajadores que entran en la obra, se
van enterando, a lo largo de la obra, por comentarios entre trabajadores, de quién es
quién, que obra estamos haciendo, las medidas de emergencia, etc
Si hay varias empresas contratistas, ahí es cuando el que promueve la CAE es el
Coordinador. ¿Cómo lo hace?, pues sencillo, nos viene el RD 171/04. Hay vida
después del RD 1627/97. Un error común del mundo de la prevención de la
construcción, es que nos pensamos que somos un caso aparte, específico y que el
resto de la norma y de sectores no nos es de aplicación, y es un grave error. Si algún
día nos parásemos a pensar qué cuestiones son específicas nuestras, del Convenio
de la Construcción, nos sorprenderíamos.
e. Coordinar las acciones y funciones de control de la aplicación correcta de los
métodos de trabajo.
Cuando el grupo de trabajo que redactó la norma puso el verbo coordinar lo puso a
propósito y no puso vigilar. La obligación de vigilar, la establece para el empresario a
través de la organización preventiva. El empresario tiene que garantizar la salud de los
trabajadores. Acordaros de la premisa del principio. Empresas con voluntad y medios
(euros y ganas) y “sin prevención no hay coordinación”
Volvemos a nuestro esquema.
Una única empresa contratista. La empresa puede establecer las acciones y funciones
de control que ella estime necesarias, ya que tiene el poder de decisión y no hay nadie
ni nada que la impida cumplir la norma.
Ahora bien. Tenemos varias empresas concurrentes. Puede ser que en el afán de
cumplir todas las empresas sus obligaciones, estemos duplicando acciones y nos
olvidemos de otras. Entonces quien debe gestionar será el promotor, a través del
Coordinador, las acciones y funciones de control entre las distintas empresas
contratistas. La casuística es muy grande y cada obra es un mundo, pero con sentido
común, el menos común de los sentidos, y ganas de coordinarse, no debiera haber
grandes problemas.
f.
Adoptar las medidas necesarias para que sólo las personas autorizadas
puedan acceder a la obra. La dirección facultativa asumirá esta función cuando
no fuera necesaria la designación de coordinador.
A veces se interpreta que el coordinador tiene que estar en la puerta de la obra
comprobando quien entra, o peor, pidiendo un listado inmenso de papeles (copiado de
la ITSS) y quien no tenga hasta el último papel no entra en la obra porque lo dice el
Coordinador.
Vamos a ver, si en la obra hubiese una única empresa contratista, en una obra normal,
parece lógico pensar, que es obligación de la empresa el controlar el acceso pidiendo
la documentación que tenga que pedir o estime necesario. No tiene ningún
impedimento para realizar el control de acceso a las empresas y trabajadores que ella
estime.
En un principio el Coordinador no debiera meterse en estas cuestiones salvo
preguntarse cómo se gestiona preventivamente el acceso de las empresas que entran
en la obra y que no son subcontratistas (visitas, suministradores, mecánicos,
conductores, comerciales, etc.). ¿Cómo se realiza la información de estos trabajadores
y la información de las medidas de emergencia? ¿En qué condiciones preventivas se
realiza la visita?
En el caso de en la obra hubiera varias empresas contratistas concurrentes entonces
parece lógico que el Coordinador tenga un papel principal en la adopción de medidas
de control de acceso. Este tema da para otro artículo y casi para otro libro.
El otro gran grupo de situaciones, donde el Coordinador es un actor protagonista, es
cuando realizamos una obra donde la empresa contratista no es la titular del centro de
trabajo. Ejemplos fáciles de entender, son que no es lo mismo realizar un edificio en la
zona aire de un aeropuerto, en el interior de un refinería de petróleo, dentro de una
empresa tipo PSA o en la Gran Vía de Vigo. Las medidas de control para el acceso del
personal no son las mismas, o por lo menos, no lo debieran ser. Parece lógico que el
interlocutor principal entre las dos empresas sea el Coordinador, y que valide las
medidas para acceder al centro de trabajo. Como comentaba anteriormente, la
casuística es muy grande y debe tener un análisis específico.
Espero con estas reflexiones poner un punto de luz sobre la figura y obligaciones del
Coordinador. Que su origen básico es el de varias empresas contratistas concurrentes
y colateralmente el de una empresa contratista con sus subcontratas. Para reforzar
esta última reflexión pongámonos el siguiente ejemplo.
Imaginemos una obra en la que sólo tenemos una empresa contratista con sus
subcontratas y que no hay designado coordinador: ¿quien cumple con las obligaciones
del Coordinador?. Pues quedaría así:
Art 9.
a) Empresa contratista
b) Empresa contratista
c) Dirección Facultativa
d) Empresa contratista
e) Dirección Facultativa
Y ahora, tirando piedras contra mi propio tejado: “Se puede hacer coordinación sin el
coordinador”.
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