La electrónica y la informática compiten por el hogar digital Marta Comín Expansión 7/02/2003 Compañías de electrónica de consumo, como Panasonic y Sony, y de informática, como HP y Microsoft, compiten por implantar sus plataformas en el negocio de la casa inteligente. Regular las luces y la temperatura del hogar desde una pantalla táctil remota o utilizar este mismo dispositivo para controlar de forma integrada todos los aparatos de ocio de la casa es ya una realidad. Así se ha puesto de manifiesto en la edición 2003 de la Feria de Electrónica de Consumo (CES), celebrada en Las Vegas a principios de enero. Este foro se ha convertido en un escaparate de productos para el hogar inteligente, un mercado que moverá unos 1.700 millones de dólares en 2005, frente a los 180 millones de dólares registrados en 2000, según la firma de investigación Cahners In-Stat. Pantalla Uno de los productos estrella del CES 2003 ha sido la pantalla inteligente, un monitor táctil inalámbrico que, en opinión de Forrester, a medida que rebaje su precio cambiará el uso de los PC tanto como lo ha hecho la banda ancha. Si la Internet de alta velocidad permite la conexión en cualquier momento, las pantallas inteligentes añaden la posibilidad de una conexión en cualquier lugar, y, gracias a las redes inalámbricas, sin necesidad de cables. Así, estos dispositivos permitirán disfrutar de las capacidades de un ordenador en cualquier punto del hogar. El usuario podrá navegar por Internet desde el sofá, consultar el correo electrónico tumbado en la cama o ver fotografías digitales en la cocina. Además, la pantalla inteligente puede utilizarse para ajustar el volumen del equipo de música, cambiar el canal del televisor e incluso apagar las luces de la habitación contigua. Algunos de los dispositivos presentes en el hogar inteligente ya gozan de cierta popularidad. Es el caso del PVR (Personal Video Recorder), una especie de video inteligente que descarga de Internet la programación, graba los programas favoritos del usuario según sus preferencias y emite los programas televisivos con cierto retraso para evitar los anuncios. Este dispositivo estará presente en nueve millones de hogares norteamericanos a finales de 2003, según Forrester. Otros tendrán que esperar algún tiempo más para ser realidad. Es el caso de las neveras con capacidad para pedir a través de Internet los comestibles que se le hayan agotado. Sin embargo, para que el uso de estos dispositivos se popularice en los hogares digitales es indispensable que lo haga la banda ancha. La mayoría de las aplicaciones que conforman el hogar inteligente requieren conexiones de alta velocidad always on (permanente). Así, en los llamados hogares digitales, la Internet de banda ancha se convertirá en una utility, al igual que la electricidad. También es muy probable que las facturas sean similares, con un único recibo que englobe el consumo de todos los aparatos conectados. Consumidores Forrester asegura que más del veinte por ciento de los consumidores que tiene intención de contratar una conexión de banda ancha en 2003 está también interesado en conseguir un hogar conectado (en el que los PC y otros dispositivos están conectados a una red IP). En Europa, el seis por ciento de la población cuenta con este tipo de hogar y en Alemania el porcentaje se eleva hasta el diez por ciento. En los próximos doce meses, el ocho por ciento de los usuarios europeos cuentará con banda ancha, mientras que en Estados Unidos el número de hogares con Internet de alta velocidad alcanzó los 16 millones a finales de 2002, según The Yankee Group Para esta firma de investigación, el mercado no sólo se repartirá entre empresas informáticas, como Microsoft, Hewlett-Packard y Texas Instruments, sino también entre fabricantes de electrónica de consumo, como Panasonic y Sony. Esta competitividad esconde un debate en torno a qué plataforma se desarrollará el hogar digital: los productos de electrónica de consumo (en especial la televisión) o el ordenador personal. La discusión responde a la existencia de dos tipos de usuarios. Por un lado, los consumidores de ocio, como juegos, cine y televisión. Por otro, los usuarios de herramientas de productividad que hagan de su casa una extensión de la oficina, aunque con algunas concesiones al ocio. Por supuesto, fabricantes como Sony apuestan por la televisión como centro del hogar inteligente, como afirmó su presidente, Kutikane Ando, en el CES 2003. Por su parte, en el mismo evento Dell y Microsoft adjudicaban al PC ese rol. Sea como sea, este debate está aún pendiente de que se reduzcan los precios y de que se establezca un estándar que garantice la compatibilidad de todos los produc tos que formarán parte del hogar inteligente. Desde otro ángulo ¿Qué servicios impulsarán la adopción de productos que configuran el hogar digital? Los usuarios quieren ahorrar Brian Subirana, profesor del IESE Sería muy fácil decir que las posibilidades son infinitas y que la digitalización del hogar llegará hasta límites previamente insospechados, como en la detección de fracturas en los materiales o en el control remoto del estado de los mismos. Se podría decir también que el modelo social cambiará por la naturaleza de los edificios en los que viviremos o que la propiedad horizontal y vertical dejará paso a nuevas fórmulas de propiedad basadas en nuevos servicios digitales. No obstante, lo primordial es que los servicios ofrecidos sean razonablemente económicos, fáciles de utilizar, fiables y que estén integrados. La World Wide Web y el móvil ilustran la importancia de estos cuatro aspectos. El hogar digital cuenta con el problema añadido de que su valor reside en la instalación de los servicios dentro del hogar, lo que actualmente supone múltiples barreras de entrada: instalación, mantenimiento, mobiliario no adaptado y normativas obsoletas. Por eso, cualquier servicio que reduzca estas barreras redundará también en una adopción más temprana de los productos que configuren el hogar digital. Una cuestión de precios y nuevas aplicaciones Sebastián Muriel, Gerente de PwC El concepto de vivienda inteligente contempla la existencia, dentro del hogar, de múltiples puntos de acceso a dispositivos de muy diferente naturaleza. Hoy por hoy, la utilización de esta red comienza con la conexión de equipos de entretenimiento, comunicaciones avanzadas, el acceso a la información y contenidos relacionados con el ocio, así como incipientes sistemas que realizan ciertas tareas de control remoto. Otros servicios que seguramente dinamizarán la digitalización del hoga r estarán relacionados con el teletrabajo, educación, aplicaciones de seguridad, telepresencia y otros sistemas más complejos de vigilancia de la salud y telemedicina. Sin duda, se evolucionará hacia soluciones integrales en donde, a través de una pasarela residencial encargada de enlazar este hogar digital y el exterior, se puedan establecer redes comunitarias y aplicaciones para colectivos específicos. Por supuesto, es necesario admitir que el acceso a todas estas nuevas posibilidades y servicios no será gratuito.