La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 30 mayo 2013 Autores Sara Baliña Vieites José Antonio Herce María Romero Paniagua c/ Españoleto, 19 28010 Madrid Tlf.: 34-91-520 01 00 Fax: 34-91-520 01 43 e-mail: [email protected] www.afi.es Índice 1. Introducción...................................................................................................... 3 2. Antecedentes ................................................................................................... 4 2.1. Determinantes y características de los hogares creados antes de la crisis ......................................................................................................... 4 2.2. El impacto de la crisis sobre los condicionantes de la formación de hogares 8 3. Los hogares ante la crisis: retorno al país de origen y reagrupamiento familiar ........................................................................................................... 13 3.1. El perfil general de los hogares disueltos ............................................... 13 3.2. El perfil de los hogares españoles disueltos en el cuarto trimestre de 2012 y el primero de 2013 cuya persona de referencia es activa ................... 15 3.3. El perfil de los hogares extranjeros disueltos en el cuarto trimestre de 2012 y el primero de 2013 cuya persona de referencia es activa ................... 16 3.4. El comportamiento de los hogares por regiones de residencia .............. 17 4. Conclusiones.................................................................................................. 19 5. Bibliografía ..................................................................................................... 21 La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 2 1. Introducción Desde mediados de la década de los noventa y hasta 2009, la formación de hogares en España registró una dinámica de intenso crecimiento. Sin embargo, frente al máximo de casi 600.000 hogares que se crearon, en términos netos, en el año transcurrido hasta el tercer trimestre de 2006, en 2011 el aumento de viviendas familiares fue de tan solo 141.000 y en 2012 apenas alcanzó las 12.000, registrándose en el último trimestre de ese año un fuerte y nunca visto descenso de casi 66.000 hogares. Un comportamiento que ha tenido continuidad en el inicio de 2013, aunque con un descenso de menor magnitud pero igualmente significativo, que sienta un precedente y plantea el posible inicio de una tendencia que bien podría mantenerse durante los próximos años. La persistencia y dimensión de la crisis actual está generando cambios radicales en diversas dinámicas que, finalmente, desembocan en el número de hogares observado, como son la de la edad de emancipación, el tamaño del hogar y la composición por nacionalidad, u otras características de la persona principal del hogar como su situación laboral, nivel de renta o posición financiera (endeudamiento y riqueza). La reducción de hogares experimentada entre finales de 2012 y principios de 2013 es, si se exceptúa la modesta caída del primer trimestre de 2010, la primera manifestación jamás vista en la serie de un ajuste en número y características de los hogares españoles que, de continuar, tendría relevantes consecuencias para el mercado laboral y, en general, para el conjunto de la economía, determinadas por la respuesta del consumo y el ahorro privado. Las previsiones de población a corto plazo del INE sugieren, en efecto, que la población en edad de trabajar, fundamentalmente nutrida por las personas de referencia de los hogares que han registrado la dinámica más aguda en el periodo de expansión económica, va a disminuir de manera muy relevante en los próximos diez años. Los ajustes que la crisis ha impuesto también en la demografía española van a trascender, seguramente, la naturaleza coyuntural que con la información disponible se puede atribuir a los mismos, estableciendo un cambio duradero en la población con evidentes implicaciones laborales y económicas. En el presente artículo, y a partir de la información proporcionada por los microdatos de la Encuesta de Población Activa (EPA), se aborda la caracterización de la dinámica de reducción del número de hogares presente en los últimos trimestres, influida por los movimientos de la población extranjera pero también por las iniciativas de reagrupamiento familiar entre el colectivo de nacionales, para anticipar, con la información disponible, las principales implicaciones que de ella se derivan. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 3 2. Antecedentes 2.1. Determinantes y características de los hogares creados antes de la crisis Antes de analizar el reciente comportamiento de los hogares españoles, es preciso conocer su evolución en la etapa expansiva del pasado ciclo económico, tratando de abordar los principales factores explicativos de la misma así como el perfil de los hogares creados entonces. Las tendencias demográficas han sido determinantes en la evolución del número de hogares. Y es que, en la última década, la población española ha crecido considerablemente, pasando de 40 millones en el año 2000 a superar los 47 millones de habitantes en 2007, año en el que se inició la crisis. Pero es que, además, la cohorte de edad que más se incrementó fue la de aquellos que tenían entre 25 y 45 años. Esto se debió, por un lado, al impacto de las generaciones pertenecientes al baby boom del período 1965-1975 y, por otro, al fenómeno de la inmigración. En tan solo 10 años, España absorbió la llegada de más de cinco millones de extranjeros, con una pirámide demográfica para la constitución de nuevos hogares mucho más favorable que la de la población nacional. En 2012, el 55,4% de la población extranjera residente en España tenía entre 25 y 49 años, frente a una proporción en el segmento de nacionales del 37,4%. Población de España por nacionalidad (millones de personas). Pirámide demográfica de la población extranjera en España (enero 2012). Fuente: Afi, INE Fuente: Afi, INE La formación de hogares también respondió a la revolución social que se ha venido manifestando en la última década en los principales países europeos, y que se materializó en: la emergencia de hogares unipersonales o de un solo miembro, debido a la modernización de las estructuras familiares pero, sobre todo, al proceso de La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 4 envejecimiento poblacional y a la mayor capacidad económica de las personas mayores para vivir autónomamente. el incremento de las rupturas matrimoniales o familiares. el aumento notable del número de hogares monoparentales, fruto del incremento de las madres solteras y las rupturas matrimoniales con hijos. el descenso de las familias extensas (núcleo y persona ajena al núcleo) y múltiples (dos o más núcleos). La reducción del tamaño medio del hogar en la sociedad española está relacionada, además, con la disminución progresiva de la tasa de natalidad entre la población nacional. Número de viviendas familiares de España y tamaño medio de las mismas. Edad media de emancipación de España (años) Fuente: Afi, INE (EPA), MFOM Fuente: Afi, INE (EPA)1 Viv. habituales (millones) 19 Tamaño medio hogar (nº personas, eje dcha.) 2,95 18 17,4 17,9 17,6 17,8 16,9 17 2,75 16,0 15,4 2,70 15,0 15 2,85 2,80 16,5 16 2,90 2,65 14,6 14,2 2,60 14 2,55 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2,50 2001 13 Pero, sin duda, el principal factor que afectó al crecimiento de los hogares tiene que ver con la bonanza económica que experimentó España a lo largo de la década del 2000. Los elevados ritmos de generación de empleo y el crecimiento nominal de la renta disponible familiar, con avances medios anuales del orden del 4% y 6,5%, respectivamente, constituyeron el principal incentivo a la formación de nuevos hogares, ya que no solo alentaron la emancipación de la población nacional más joven sino que también incentivaron la entrada de población extranjera en edad de trabajar. 1 A partir de la metodología de Olmo y Herce (2011). La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 5 Estructura de los hogares españoles por número de personas (% sobre el total) Fuente: Afi, INE (EPA) Hogares propietarios de su vivienda habitual por edad del cabeza de familia: % sobre el total de hogares en cada segmento de edad (años). Fuente: Afi, BCE Cinco personas o más Cuatro personas Tres personas Dos personas Una persona 23,2 80 20,0 70 70% 40% 30,3 27,8 20% 10% Alemania 40 Francia 30 Italia 20 Portugal 10 15,5 19,7 1T2005 1T2013 0% 0 75+ 30% 50 65-74 50% 22,8 23,9 España 55-64 60% 60 45-54 80% 9,7 35-44 90% 90 7,3 16-34 100% 100 Un estudio del IVIE (Colom et al, 2000), cuyo objetivo es identificar los factores determinantes de la decisión de formación de nuevos hogares, concluye que “un incremento de cualquiera de las dos rentas [salarial o no salarial] repercute en un aumento de la probabilidad de formar hogar (...) siendo más relevante la renta salarial (más del doble)”. En el caso particular de España, además del buen comportamiento del empleo y el crecimiento de los salarios (similar o superior a la inflación), cabe destacar el impacto que la revalorización de la vivienda tuvo en las expectativas de renta permanente de los hogares. Desde el primer trimestre del año 1996 hasta el mismo periodo de 2008 (máximo alcanzado), el precio de la vivienda se multiplicó por tres; una revalorización muy superior a la ofrecida por un activo financiero. Por ejemplo, el IBEX-35 ofreció una rentabilidad media anual del orden del 2,6% en ese mismo periodo de tiempo, aunque con importantes oscilaciones (crisis puntocom a principios del 2000), mientras que la renta fija, medida a través del índice Afi de deuda pública española, permitía obtener una rentabilidad del orden del 1,7% anual. La vivienda, por lo tanto, suponía la obtención de una rentabilidad estable y relativamente alta, de tal forma que este activo atrajo a multitud de compradores y provocó que la riqueza inmobiliaria llegase a representar casi seis veces la renta disponible de las familias españolas. Esta mayor rentabilidad de la vivienda también estuvo potenciada por un acceso a la financiación bancaria en condiciones laxas, en caso de que la opción de compra se impusiese a la del alquiler. Un comportamiento extendido en España si se considera que, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, el 82,2% de los hogares residía en 2011 (último dato disponible) en una vivienda de su propiedad. En España, la flexibilización de los criterios de concesión de préstamos hipotecarios se produjo en un escenario de fuerte descenso de los tipos de interés. La convergencia que tuvo lugar con motivo de la incorporación a la Unión Económica y Monetaria (UEM) y la adopción del euro fue quizás más intensa en España que en cualquier otro La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 6 país europeo. El tipo de interés a un año (Euribor 12 meses), que sirve como referencia del grueso de los préstamos hipotecarios de nueva concesión (según el Colegio de Registradores, más del 90% de los préstamos tienen como referencia este tipo de interés), pasó de superar el 10% a principios de los años noventa a situarse por debajo del 3% entre 2003-2005. Además, por aquel entonces, los diferenciales hipotecarios aplicados eran reducidos (del orden de 50-75 puntos básicos). El aumento de los plazos de amortización, que contribuye a reducir el esfuerzo de acceso a la financiación hipotecaria, también fue muy significativo, pues pasó de los 10 años a casi 30 años. Otra de las condiciones que se relajó fue el porcentaje que representa el crédito sobre el valor de la vivienda financiada, lo que se conoce como Loan To Value (LTV). En el momento álgido del pasado ciclo inmobiliario (2004-06), el LTV medio de los préstamos concedidos se mantuvo en torno al 64%. Pero es más relevante, quizás, que en ese mismo periodo de tiempo, casi el 18% de los nuevos préstamos hipotecarios firmados se concediesen con un LTV superior al 80%. Todo ello, propició que el esfuerzo de acceso a la vivienda o, lo que es lo mismo, el porcentaje que representa la cuota hipotecaria sobre la renta del hogar, se situase en el orden del 30% a principios de los años 2000, el valor medio de referencia en la literatura (Taltavull y Juárez, 2012). Fuente: Afi, Banco de España Contribución al cambio en la accesibilidad bruta a la vivienda. Fuente: Afi, Banco de España, Colegio de Registradores 60% 10 50% 5 40% 0 30% Mejora Deterioro Ratio de accesibilidad bruta a la vivienda (cuota hipotecaria / renta). -5 20% -10 10% -15 Tipo Plazo Precio -20 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 0% Renta La existencia de condicionantes culturales, como la mayor propensión a la compra de una vivienda en España frente a otros países europeos de referencia (según la Encuesta Financiera de las Familias del BCE2, entre el 70 y 80% de los hogares cuyo cabeza de familia tiene menos de 44 años es propietario de su vivienda individual, cuando en países como Francia o Alemania este porcentaje no supera el 50%), o educativos (España es el país de la UE-27 con la tasa de abandono escolar prematuro más elevada3, entre otras causas, por la incorporación temprana de población joven al mercado laboral durante la fase expansiva), aunque de más difícil cuantificación, también han jugado un papel clave en la formación de hogares. 2 3 http://www.ecb.int/press/pr/date/2013/html/pr130409_1.en.html http://ec.europa.eu/europe2020/pdf/themes/29_early_school_leaving.pdf La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 7 El resultado de todo ello fue la creación de más de dos millones de hogares netos entre 2005 y 2009, pasando su número de 15 millones a algo más de 17. A continuación, detallamos las principales características de los hogares formados durante los años anteriores a la crisis actual y de sus personas de referencia: el 40% del total tenía una edad comprendida entre 45-54 años, pero en un porcentaje similar de hogares creados en los años previos a 2007, el cabeza de familia era más joven (25-44 años); en la mitad de los hogares creados, el cabeza de familia poseía un nivel educativo medio, en concreto, había superado satisfactoriamente la educación secundaria. Los que contaban con educación superior también se incrementaron y llegaron a representar el 27% del total de los hogares creados antes de la crisis; por nacionalidad, el número de hogares españoles y de extranjeros se incrementaron por igual; en el 56% de los hogares creados, el cabeza de familia era una persona soltera, mientras que casi el 20% lo constituía una persona separada o divorciada, un comportamiento que pone de manifiesto la revolución demográfica a la que se aludía con anterioridad; en más de la mitad de los hogares el cabeza de familia estaba ocupado, lo que favorecía la independencia y autonomía económica del hogar; las ramas de actividad que empleaban al cabeza de familia de estos hogares eran, mayoritariamente, el comercio, la hostelería, la intermediación financiera y las actividades inmobiliarias, unas de las más dinámicas, en cuanto a empleo se refiere, del pasado ciclo expansivo de la economía española. 2.2. El impacto de la crisis sobre los condicionantes de la formación de hogares La crisis económica actual ha tenido uno de sus máximos exponentes en el mercado laboral y, en concreto, en niveles de destrucción de empleo no observados en ninguno de los períodos recesivos por los que atravesó España desde finales de la década de los setenta. Entre mediados de 2007 y el primer trimestre de 2013, la ocupación se redujo un 18%, devolviendo el número total de ocupados a cotas de 2002. Después de cinco años de crisis, la magnitud de la pérdida de ocupados en 2012, próxima a los 850.000 efectivos según la Encuesta de Población Activa (EPA), revela que todavía no se puede establecer un suelo en el deterioro laboral español y, lo que es más importante, constituye una restricción para la recuperación de las expectativas de renta de los hogares a corto y medio plazo. Esta restricción cobra especial relevancia cuando convive con un incremento significativo del riesgo de exclusión laboral de algunos colectivos de población, La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 8 entendido éste como el peso adquirido por los desempleados de larga duración, la incidencia del paro entre la población joven en edad de trabajar y el aumento de las transiciones a la inactividad ante las dificultades de reinserción al mercado laboral. La importancia relativa adquirida por el componente estructural del desempleo en la tasa de paro (entre 2007 y 2011, aumentó en algo más de cinco puntos, frente al avance de apenas un punto en la media de países de la UE-274) es el reflejo de este patrón diferencial de la crisis española. Los fenómenos anteriores se han agudizado, especialmente, desde 2012, coincidiendo con el recrudecimiento de la crisis económica y la extensión de la pérdida de empleo a segmentos de ocupados que habían mostrado una mayor resistencia a la primera fase recesiva de los años 2008-09. Es el caso de los ocupados con educación secundaria o superior, empleada en sectores como los servicios profesionales o públicos, con contratación indefinida y una antigüedad relativamente elevada en la empresa. Los últimos datos disponibles, correspondientes al primer trimestre de 2013, ponen de manifiesto que un 46,8% del total de parados dejaron su último empleo hace más de un año, la tasa de paro de la población entre 20 y 24 años supera el 50% y ronda el 36% entre aquellos con 25-29 años y el número de inactivos por la emergencia del “efecto desánimo” se incrementó en 225.000 personas desde finales de 2008. Ello, unido al aumento de la probabilidad de transitar al desempleo estando ocupado (en el primer trimestre de 2013 se situó en el 4,3%, cuando antes del inicio de la crisis era inferior al 2%) y a la disminución de la probabilidad de transitar del desempleo al empleo (10,3% en el primer trimestre de 2013, la más baja probabilidad de tránsito hacia el empleo observada en lo que llevamos de crisis), está condicionando de forma sustancial las decisiones de los hogares en todas sus dimensiones pero, en particular, las relativas a la constitución de un nuevo hogar o incluso al mantenimiento del núcleo familiar actual. 4 http://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/InformesBoletinesRevistas/BoletinEconomi co/13/Feb/Fich/be1302-art4.pdf La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 9 Estructura de la población parada de España por segmento de edad y por tiempo de búsqueda de empleo. Fuente: Afi, INE (EPA) Más años 40 45-59 a 35-44 a 25-34 a 16-24a 1,6 35 30 11,3 % del total 25 0,6 20 5,8 0,3 15 0,1 10 2,0 2,6 5 3,0 1,8 0 0,3 3,6 2,4 4,0 2,9 4,0 2,1 8,9 5,7 6,6 8,3 3,8 3,7 4,5 3,0 Ya Menos de Entre 1 mes Entre 3 y 6 Entre 6 Entre 1 y 2 Más de dos encontraron un mes y 3 meses meses meses y 1 años años un puesto año de trabajo Probabilidad de transitar del empleo al desempleo y viceversa en España5. Fuente: Afi, INE (EPA) 35% Probabilidad encontrar trabajo estando parado 30% Probabilidad perder trabajo 25% 20% 15% 10% 5% jun.-07 sep.-07 dic.-07 mar.-08 jun.-08 sep.-08 dic.-08 mar.-09 jun.-09 sep.-09 dic.-09 mar.-10 jun.-10 sep.-10 dic.-10 mar.-11 jun.-11 sep.-11 dic.-11 mar.-12 jun.-12 sep.-12 dic.-12 mar.-13 0% 5 La probabilidad se ha calculado como el cociente entre el flujo de personas que transitaron de una situación laboral a otra en el trimestre t y el volumen total de personas que se encontraba en la situación de origen en el trimestre t-1. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 10 La radiografía laboral comentada debe particularizarse, además, por segmento de hogar, ya que la incidencia del desempleo es superior en aquellos hogares endeudados y con menor nivel de renta y riqueza (tanto financiera como inmobiliaria). Aunque la proporción de hogares endeudados en España es similar a la que presentan países como Alemania o Francia (en torno al 50%), es sustancialmente superior en aquellos con menor renta y riqueza. El 78% de los hogares españoles con la renta más baja posee una vivienda en propiedad (en su mayoría, financiada con una hipoteca), cuando este porcentaje apenas alcanza el 16% en Alemania o el 30% en Francia. Este mismo comportamiento se replica en la segmentación de los hogares por edad de su cabeza de familia. En España, el predominio de la compra de una vivienda frente al alquiler no se materializa a medida que el cabeza de familia tiene mayor edad, como ocurre en los países del norte, sino que está presente en todos los estratos. Es por este motivo por el que la situación laboral de España constituye un elemento más de fragilidad financiera para sus hogares: ante una misma merma de la renta salarial, la repercusión en sus decisiones de gasto o ahorro es sustancialmente superior. La cobertura ofrecida por el sistema público de prestaciones por desempleo ha contribuido a amortiguar el impacto de la caída de las rentas salariales sobre la renta disponible familiar. Durante 2009 y 2010, las prestaciones sociales y transferencias corrientes recibidas por los hogares (cabe destacar el soporte de renta generado por las pensiones de jubilación) lograron compensar, en media, la contracción de las rentas salariales. Su contribución a la evolución de la renta disponible se fue reduciendo en 2011 y 2012, y en 2013 es probable que continúe cayendo, debido a las medidas adoptadas para racionalizar el acceso y la cuantía de las prestaciones por desempleo6, la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones y el deterioro de la calidad de la cobertura del sistema de prestaciones. Este último es un aspecto diferencial respecto a los primeros años de crisis. A marzo de 2013, el número de parados recibiendo una prestación ascendía a 2,94 millones de personas, un 58% del total de parados registrados en el SEPE, cinco puntos por debajo del nivel de marzo de 2012. Del total de beneficiarios, solo un 45% estaba cobrando una prestación contributiva. En el último año, la cifra de parados registrados se incrementó en 285.000 personas, la mayoría de ellos, por la tipología del nuevo parado, con derecho a cobrar prestación. Sin embargo, el número de perceptores de prestaciones se redujo en 28.000. Esto significa que del orden de 310.000 personas podrían haber perdido el derecho a prestación desde marzo de 2012. De ellas, 28.000 serían parados extranjeros. Es relevante destacar que las nuevas entradas al paro están proviniendo, casi íntegramente, del colectivo de españoles, de ahí que aun cuando la reducción del número de hogares observada en los últimos meses esté viniendo determinada por la 6 http://www.lamoncloa.gob.es/nr/rdonlyres/eff72c06-60cf-4c23-bd677bc820da88e7/210757/planpresupuestario201320146.pdf La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 11 desaparición de núcleos familiares configurados por población extranjera, que abandona España para regresar a su país de origen, sea también significativa la alteración de la dinámica familiar entre la población española. Parados registrados en el SEPE y número de beneficiarios de prestaciones por desempleo (millones). Parados registrados en el SEPE por nacionalidad (variación acumulada en el último año, miles). Fuente: Afi, Ministerio de Empleo y Seguridad Social Parados sin prestación Prestaciones asistenciales Prestaciones contributivas 6,0 Fuente: Afi, Ministerio de Empleo y Seguridad Social Españoles 1.400 Extranjeros 1.200 1.000 5,0 800 4,0 2.090 600 400 3,0 1.590 2,0 200 0 Contribución a la evolución de la renta bruta disponible de los hogares (variación interanual). s12 e13 m12 s11 e12 m11 s10 e11 m10 s09 e10 m09 s08 e09 -200 e08 1.354 e07 a07 j07 o07 e08 a08 j08 o08 e09 a09 j09 o09 e10 a10 j10 o10 e11 a11 j11 o11 e12 a12 j12 o12 e13 0,0 m08 1,0 Saldo migratorio exterior (miles). 2012: datos hasta septiembre Fuente: Afi, INE Fuente: Afi, INE (Cuentas no financieras de la economía) Impuestos sobre la renta y el patrimonio Prestaciones y transferencias corrientes Rentas propiedad Excedente bruto de explotación Remuneración asalariados RENTA BRUTA DISPONIBLE 12% 10% 8% 6% 4% 2% 0% -2% -4% -6% -8% 50 30 10 -10 -30 44 46 -5 -4 -13 -23 -26 -50 -70 -112 Extranjeros -90 Españoles -110 -130 -150 2010 2011 2012 m08 j08 s08 d08 m09 j09 s09 d09 m10 j10 s10 d10 m11 j11 s11 d11 m12 j12 s12 d12 2009 La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 12 3. Los hogares ante la crisis: retorno al país de origen y reagrupamiento familiar Entre los muchos aspectos relevantes para los hogares españoles que ha manifestado la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2013, cabe destacar la fuerte reducción del número de hogares (viviendas familiares, en la terminología de la EPA) por primera vez desde que se dispone de información al respecto. El retraso en la edad de emancipación, el retorno al hogar paterno por parte de población joven que se había independizado en los años previos a la crisis o el regreso de población extranjera a sus países de origen son, a priori, las causas que podrían estar explicando esta caída de las viviendas familiares. La detección del perfil de los hogares que se han disuelto es clave para anticipar si esta tendencia puede intensificarse a lo largo de 2013 e intuir el impacto que ello puede tener en aquellos hogares que ven incrementado su tamaño debido al reagrupamiento familiar. El análisis se realizará a partir de los microdatos de la EPA y teniendo en cuenta que el perfil de edad, educación, estado civil o nacionalidad del hogar será aquel que presente la persona de referencia del mismo, es decir, el cabeza de familia. 3.1. El perfil general de los hogares disueltos En el último trimestre de 2012, el número de hogares españoles se redujo en 65.000 y en el primer trimestre de 2013 lo hizo en 14.500. Solo en el primer trimestre de 2010 se había producido una caída del número de hogares, pero apenas había alcanzado las 6.000 unidades. En el conjunto de 2012, se crearon 11.600 hogares, lejos de los casi 500.000 anuales del período previo a la crisis. El total de hogares en España asciende a 17,39 millones en el inicio de 2013. Atendiendo a su persona de referencia, de los 80.230 hogares disueltos en los dos trimestres mencionados: la mayoría tiene entre 25 y 45 años. De hecho, en esta franja de edad, la caída de hogares asciende a 142.000, compensada, parcialmente, por el aumento moderado del número de hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 45 y 64 años; su nivel de estudios es bajo: en 150.538 hogares destruidos la persona de referencia es analfabeta o tiene tan solo estudios primarios. Es relevante señalar el aumento de hogares en aquellos casos en los que el cabeza de familia tiene estudios de formación profesional superior (+67.170); La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 13 en 83.000 hogares destruidos el cabeza de familia es extranjero y en casi 11.000 tiene doble nacionalidad. El aumento de hogares con nacionalidad española en el primer trimestre de 2013 compensa la corrección observada en este colectivo a finales de 2012. En todo caso, las diferencias atendiendo a la situación laboral del cabeza de familia son significativas, como se comentará a continuación; en 97.180 hogares el cabeza familia está casado y en 6.081 está soltero. Al igual que en el caso del comportamiento de los hogares por nacionalidad, la reducción de hogares en los que su persona de referencia está casada no es exclusiva de estos trimestres, ya que ha venido ocurriendo desde, prácticamente, el inicio de la crisis. La diferencia está en la dinámica de aquellos en que dicha persona es soltera y, probablemente, también de nacionalidad española; el cabeza de familia de los hogares disueltos ha estado o está vinculado profesionalmente a los sectores de comercio y hostelería (-110.940), construcción (-34.418) y a la administración pública (-47.877); la corrección se centra en los hogares cuya persona de referencia es activo (ocupado o parado): mientras en que estos casos se reducen en 122.490, en los inactivos se incrementan en 42.260. A continuación, profundizamos en este patrón. Variación trimestral del número de hogares Variación del número de hogares de de España por nacionalidad del cabeza de España entre el tercer trimestre de 2012 familia (miles) y el primer trimestre de 2013 (miles) Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) Ocupados -219,8 Extranjera Española y doble nacionalidad Activos Española Nacionales -75,2 250 -122,5 200 150 Ocupados -79,0 Extranjeros -34,8 Total 100 -80,2 50 0 Inactivos -50 Parados 144,6 Parados 44,2 Nacionales 88,9 42,3 -100 j12 d12 d11 j11 j10 d10 d09 j09 j08 d08 d07 j07 j06 d06 d05 -150 Extranjeros -48,2 El 61,3% de los hogares disueltos cuya persona de referencia es activa tiene nacionalidad española frente al 28,3% que presenta nacionalidad extranjera (el resto, son hogares con doble nacionalidad). Sin duda, éste es el aspecto atípico respecto a La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 14 lo observado en trimestres anteriores de crisis y el que aconseja un análisis más pormenorizado. También es preciso destacar que la reducción de hogares en los que el cabeza de familia está ocupado en el trimestre anterior alcanza casi los 319.300 frente a un aumento de 196.837 de hogares en los que está parado. En el primer caso, la mayoría se produce por caída de hogares españoles y algo similar ocurre en el caso de los parados. Variación trimestral del número de hogares de España según edad del cabeza de familia (miles) Variación trimestral del número de hogares de España según nivel de formación del cabeza de familia (miles) Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) 16-24 25-34 35-44 45-54 55-64 >65 100 Analfabetos Primaria FP medio Secundaria FP superior Superior 100 80 80 60 60 40 40 20 20 0 0 -20 -20 -40 -40 -60 -60 Total Total -80 -80 m13 d12 s12 j12 m12 m13 d12 s12 j12 m12 d11 d11 -100 -100 3.2. El perfil de los hogares españoles disueltos en el cuarto trimestre de 2012 y el primero de 2013 cuya persona de referencia es activa En el caso de que la persona de referencia se encuentre ocupada (-219.795 hogares), se aprecia una caída generalizada de hogares en todos los segmentos de edad pero más intensa en los tramos entre 35-44 años (-94.300) y 55-64 años (-60.400). Destaca la disolución de hogares en los que la persona de referencia está casada (150.800), cuenta con un nivel de formación medio-bajo (casi un 90% no tiene educación superior) y trabaja en el comercio y la hostelería y, en menor medida, en la construcción o la industria manufacturera. Detrás de los hogares disueltos en el segmento de 55-64 años, puede haber dos factores explicativos: el aumento de las prejubilaciones, resultado de la racionalización de plantillas en las empresas en las que trabajaba el cabeza de familia, y el incremento de los desanimados. En los dos trimestres mencionados, los hogares españoles inactivos han subido en casi 90.000 unidades, explicando el “efecto desánimo” un 80% del incremento. Un patrón preocupante, máxime cuando, además, ha afectado a hogares de mediana edad, con un nivel de formación media, solteros y viudos (por lo La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 15 tanto, con imposibilidad de suplir la caída de renta de los mismos con otro miembro activo del hogar) y que han trabajado previamente en el sector de la construcción. Si, por el contrario, el cabeza de familia está parado, el número de hogares españoles aumenta (+144.626), sobre todo, entre aquellos de 35 y 44 años, con educación secundaria pero también superior (incluida universitaria), tanto solteros como casados y, especialmente, entre aquellos que no declaran sector de actividad en el que trabajaron con anterioridad (probablemente, porque no lo hayan hecho todavía). Variación trimestral del número de hogares Variación trimestral del número de inactivos por nacionalidad (miles) hogares ocupados extranjeros por edad Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) del cabeza de familia (miles) Española Española y doble nacionalidad Fuente: Afi, INE (microdatos de la EPA) Extranjera 100 16-24 25-34 35-44 45-54 55-64 >65 100 75 80 Total 60 50 Total 40 25 20 0 0 -20 -40 -25 -60 -80 -50 m-11 j-11 s-11 d-11 m-12 j-12 s-12 d-12 m-13 -100 m-11 j-11 s-11 d-11 m-12 j-12 s-12 d-12 m-13 3.3. El perfil de los hogares extranjeros disueltos en el cuarto trimestre de 2012 y el primero de 2013 cuya persona de referencia es activa Si el cabeza de familia está ocupado (-78.900 hogares), la disminución afecta, especialmente, a los de edad comprendida entre 25 y 34 años, con formación secundaria, a partes casi iguales entre solteros y casados, y que se dedican, en su mayoría, al comercio, la hostelería y el transporte. En el caso de que se encuentre parado (+44.200), el aumento se centra en el colectivo de entre 25-34 años, aunque con menor intensidad que la caída de ocupados en este mismo colectivo, y también en el de 45-54 años. Por tanto, el cabeza de familia de los hogares restantes o pasa a la inactividad o disuelve el hogar y abandona el país. El hecho de que aumenten los hogares entre aquellos que tienen educación primaria y provienen de la construcción, mientras que la caída entre los que están ocupados se centre en el colectivo con formación secundaria, sugiere que, probablemente, sean estos últimos los que antes estén retornando a sus países de origen por tener mayores probabilidades de éxito laboral. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 16 3.4. El comportamiento de los hogares por regiones de residencia El comportamiento de los hogares por región de residencia muestra un patrón, cuanto menos, peculiar, aunque no sea más que un claro reflejo de la realidad económica y social que acontece en las mismas. En términos absolutos, de la reducción de 80.200 hogares que se ha producido en el conjunto del país entre el tercer trimestre de 2012 y el primero de 2013, más de dos terceras partes se han producido en Cataluña y Madrid. Ahora bien, si se relativiza sobre el total de hogares del tercer trimestre del año anterior, completarían la lista anterior regiones como Navarra, Murcia y las dos Castillas, con caídas acumuladas en estos dos últimos trimestres superiores al 1%. Si se atiende a la nacionalidad del cabeza de familia se observa que, tal y como se decía con anterioridad, el número de hogares españoles en el conjunto del país ha permanecido prácticamente invariable en términos relativos (concretamente, un +0,1% respecto del tercer trimestre de 2012), no así en el caso de aquellos de nacionalidad extranjera, entre los que se ha producido un significativo descenso (4,4% si se compara con el volumen total existente en el tercer trimestre de 2012). Por regiones, la mayor reducción del número de hogares extranjeros se sitúa en el norte peninsular, con País Vasco a la cabeza (-24,0% respecto del tercer trimestre de 2012). La particular crisis que está sufriendo la industria en los últimos trimestres, con un mayor predominio en estas áreas geográficas, y que se refleja también a través del aumento del número de desempleados (en el País Vasco, por ejemplo, se ha multiplicado por dos desde finales de 2011), puede estar provocando el retorno de estos trabajadores a sus países de origen o bien a otros en los que se ofrezcan mejores oportunidades laborales. Este comportamiento ya se viene observando en los dos últimos años, pues en las regiones donde más se ha deteriorado la actividad económica y el empleo, es también donde los flujos migratorios han sido más intensos, sobre todo, de carácter interregional. En el caso de la emigración hacia el exterior, llama la atención igualmente el País Vasco. Es más, aquellas regiones que han registrado un saldo migratorio negativo frente al exterior desde 2010 hasta el tercer trimestre de 2012 (último dato disponible) son también aquellas en las que la destrucción de hogares extranjeros entre el tercer trimestre de 2012 y el primer trimestre de 2013 está siendo más intensa. Por lo tanto, es muy probable que los saldos migratorios hayan ido ganando dimensión en estos dos últimos trimestres. Por el contrario, regiones como las Islas Canarias y Aragón registran crecimientos del número de hogares, tanto en lo que respecta a los de nacionalidad española (1,2% y 1,8%, respectivamente), como a los extranjeros (1,1% y 0,4%, respectivamente). En el caso del archipiélago, la explicación del aumento demográfico puede deberse a la inmigración, atraída por la especialización productiva de su economía y, en concreto, por la buena dinámica del turismo internacional. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 17 Variación del número de hogares según nacionalidad del cabeza de familia y región, 1T13-3T12 (% total). Fuente: Afi, INE (EPA) Variación del número de hogares españoles, 1T13-3T12 (% total) 2,0% ARA 1,5% CAN CVA 1,0% BAL GAL AND 0,5% AST PVA 0,0% CNT MAD CAT -0,5% ESP RIO -1,0% EXT MUR CYL CLM -1,5% -2,0% -2,5% NAV -3,0% -30% -25% -20% -15% -10% -5% 0% 5% 10% 15% Variación del número de hogares extranjeros, 1T13-3T12 (% total) Variación del número de hogares extranjeros (% total hogares extranjeros, 1T133T12) y saldo migratorio hacia el exterior por región (% total población, 20103T12). Fuente: Afi, INE (EPA) Variación del número de hogares extranjeros, 1T13-3T12 (% total) 15% EXT 10% CLM 5% NAV ARA MUR 0% CYL RIO -5% CAT -10% ESP CAN BAL AND CVA GAL MAD AST -15% -20% -25% PVA -30% -2,0% -1,5% CNT -1,0% -0,5% 0,0% 0,5% 1,0% Saldo migratorio exterior 2010-3T12 (% población total) La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 18 4. Conclusiones La dinámica del número de hogares que revela la Encuesta de población Activa ha venido registrando el impacto de la crisis desde el inicio de la misma, como no puede ser de otra manera. Pero, si bien en los primeros años de la crisis, dicha dinámica se expresaba fundamentalmente en la recomposición de las proporciones de los hogares en función de la incidencia del desempleo, dándose a lo sumo una cierta desaceleración del crecimiento del número de hogares, en los años más recientes, la creación neta de hogares se ha venido reduciendo notablemente. Hasta el punto de que, por primera vez en toda la serie de la EPA, se han observado variaciones negativas y significativas en el número de hogares existentes en España en los dos últimos trimestres (IV trimestre de 2012 y I de 2013). La aparición de estos saldos negativos en una dinámica que antes de la crisis se manifestaba creciente y de manera acelerada, se ha dado también en estrecha asociación con agudas transiciones desde la ocupación hacia el desempleo y/o la inactividad de las personas de referencia de los mismos, propia de la crisis. Solo la persistencia de ésta puede explicar la combinación de estos fenómenos que ahora sí aparecen como estrechamente relacionados. Es decir, el incesante tránsito de los hogares desde la ocupación hacia el paro de sus personas principales, o hacia el desánimo y la inactividad acaba produciendo los dos tipos de fenómenos que explican en primera instancia la disminución tan significativa del número de hogares: la disolución del hogar para reintegrarse sus miembros en sus hogares paternos y la salida del país de los miembros cuyo hogar desaparece, por lo tanto, del registro. Estos dos movimientos han estado protagonizados, respectivamente, por residentes de nacionalidad española y de nacionalidad extranjera, sin que los nacionales o los extranjeros hayan dejado de protagonizar, aunque en menor magnitud, respectivamente, la emigración y la reagrupación de hogares previamente independientes. En efecto, los hogares cuyo cabeza de familia es extranjero explican el grueso de la caída reciente de hogares. La corrección afecta, sobre todo, a aquellos en los que la persona de referencia es inactiva (casi con total seguridad desanimado), con edades que sugieren núcleos familiares consolidados y con problemas de reinserción laboral dado su bajo perfil educativo. La divergencia entre las características de los hogares activos ocupados que caen y los parados que aumentan sugiere que la reducción de algunos de los primeros puede obedecer al retorno de sus miembros a sus países de origen. Resulta especialmente relevante y diferencial la corrección de los hogares nacionales cuya persona de referencia está ocupada y pertenece a segmentos de edad joven. El hecho de que no se aprecie un aumento de la misma magnitud de los que hogares en los que el cabeza de familia es parado sugiere que se ha producido un reagrupamiento familiar (de hecho, se observa que los hogares con un miembro se han reducido drásticamente y que, por el contrario, han aumentado aquellos que poseen entre 3-5 miembros) y/o algunos de ellos han buscado oportunidades laborales en otros países. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 19 Es destacable, también, el aumento de los hogares nacionales en los que el cabeza de familia es una persona inactiva. Las prejubilaciones y la generalización del efecto desánimo entre los parados de larga duración pueden estar detrás de este patrón. Atendiendo al sector económico en el que trabaja el cabeza de familia de los hogares, llama la atención que la mitad de los mismos lo haga en las AA.PP. (más frecuente entre los españoles que extranjeros) y en el comercio y la hostelería, precisamente aquellas ramas que peor comportamiento relativo tuvieron en la segunda mitad del año pasado y que peores perspectivas comparten para éste. La crisis, pues ha acabado por hacer una significativa mella en la dinámica de los hogares españoles que se manifestó primero en una fuerte desaceleración de su aumento, especialmente contrastado con el desproporcionado incremento de los últimos años del boom, y que ya acaba de manifestarse en una clara y significativa reducción del número de hogares que ha venido acompañada de una amplia variedad de fenómenos de recomposición de los hogares que se disuelven en los que subsisten, “deslocalización” de hogares fuera del territorio nacional y transiciones laborales forzadas de los miembros activos de los hogares que subsisten. De haberse tratado de analizar las consecuencias para la formación de hogares de la ocurrencia de un ciclo recesivo ordinario, resulta inmediato concluir que nunca se habrían observado dinámicas tan intensas como las descritas en este artículo. De igual manera, tampoco hubiera tenido sentido preguntarse acerca de la naturaleza coyuntural o estructural de cambios menores en la dinámica de los hogares que, en condiciones normales, hubiese seguido manifestándose en el tiempo largo y fruto de las complejas interacciones de los estilos de vida con las variables económicas subyacentes (tendencias de fondo de la renta, los cambios productivos, etc.). Pero los fenómenos que se han descrito en este trabajo, siendo fruto de una coyuntura muy adversa, y habiendo alcanzado la magnitud que han alcanzado, no pueden calificarse en nuestra opinión de meros cambios coyunturales y, por lo tanto, reversibles en la dinámica de los hogares. Habría que caracterizarlos, más bien, como cambios acumulativos que se van a ver incluso agudizados en el futuro más o menos inmediato y que determinarán por muchos años, incluso después de la salida de la crisis, la existencia de un censo de hogares disminuido y sensiblemente afectados aquéllos por una recomposición de edades (emancipación, tamaño del hogar), funcional (ocupación, paro, inactividad) y económica (renta y riqueza, consumo y ahorro) muy alterada como consecuencia de la crisis. Las implicaciones de estos movimientos en el seno de los hogares españoles pueden ser muy variadas en los planos del dinamismo económico y del dinamismo social y no deberían de desconsiderarse pensando que todo volverá a la situación previa a la crisis una vez ésta haya quedado suficientemente atrás. La dinámica observada en los hogares españoles, y su expresión económica, al menos en los últimos años del boom que precedió a la crisis, resulta, a la luz actual, en buena medida, injustificada por fundamentos económicos sólidos. No será aquélla la “foto” de los hogares españoles que nos encontraremos a la vuelta de crisis. La dinámica de los hogares en España ¿Crisis o cambio estructural? 20 5. Bibliografía Colom, M.C. y otros (2000): “Un Análisis de las decisiones de formación de hogar, tenencia y demanda de servicios de vivienda de los jóvenes españoles”. Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Taltavull, P. y Juárez, F. (2012): “La accesibilidad residencial. Una revisión de la literatura”. Revista Galega de Economía, vol. 21, núm. 2. Olmo, del F. y Herce, J.A. (2011): “Cambios en el ciclo vital: retraso de decisiones individuales y contingencias biográficas”, Panorama Social, Retos Actuales de la Sociedad Española, Núm. 13, FUNCAS. Romero, M. 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