Trabajo Fin de Master Capítulo 2 _____________________________________________________________________________________ CAPITULO 2.EVOLUCIÓN Y APLICACIONES DE LAS DESCARGAS ELÉCTRICAS EN GASES “Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura” (Bernardo de Chartres) 2.1. Evolución de las descargas eléctricas en gases Nuestro actual conocimiento de los fenómenos de descarga eléctrica descansa sobre las primeras investigaciones y estudios asociados a los fenómenos electromagnéticos. Como muy bien predijo en 1973, el gran científico escocés James Clark Maxwell (1831 - 1879), nuestro conocimiento de la electricidad y del universo en general, ha ido parejo y en algunos casos se ha debido, a los avances producidos en el campo de las descargas eléctricas. En este apartado se presentan los principales hitos en la evolución de la teoría de las descargas eléctricas, dedicándole especial atención a las descargas eléctricas en gases. Dejando a un lado los primeros experimentos con rayos, que en 1752 realizó el americano Benjamín Franklin (1706 - 1790), más mortales que esclarecedores, los primeros estudios de descargas eléctricas en gases, datan del siglo XVIII, en los que se investigaba la perdida de carga por parte de los cuerpos rodeados por aire. Uno de los más curiosos, fueron los realizados por el francés Charles-Augustin de Coulomb (1736 - 1806), uno de los padres de la actual teoría electrostática, que en 1785, llegó a la conclusión de que el aire podía conducir la electricidad. Figura 1.- Benjamin Franklin (1706 - 1790) y Charles-Augustin de Coulomb (1736 - 1806) Unos años más tardes, el físico italiano Carlo Matteuci (1811 - 1868), consiguió medir la perdida de carga por unidad de tiempo. Pero en las “chispas” y “rupturas” que se producían con estas primeras máquinas electrostáticas, no era posible mantener los estados estacionarios, ya que no se podían conseguir las elevadas corrientes necesarias. Cabe decir, que si se hubiesen conseguido, mediante la tecnología de la época, no hubiese sido posible registrar dichos transitorios. Universidad de Sevilla 7 Trabajo Fin de Master Capítulo 2 _____________________________________________________________________________________ Figura 2.- Primeros dispositivos para el estudio de las descargas eléctricas A continuación de este periodo, durante la primera mitad del siglo XIX, se realizaron los primeros estudios serios sobre descargas gaseosas, que se llevaron a cabo alrededor del laboratorio londinense Cavendish, donde estudiaron y trabajaron muchos de los científicos que a la postre, más aportarían a las teorías disruptivas en gases. Figura 3.- Instrumental eléctrico del Laboratorio Cavendish en Cambridge En la mayoría de los textos y documentos que tratan sobre el origen de las descargas eléctricas disruptivas en gases (denominadas de forma genérica, arcos eléctricos), éste se atribuye a Humphry Davy (1778 - 1829) en 1808, que trabajó con descargas eléctricas a bajo voltaje, que mantenía gracias a baterías o botellas de Leyden. Sin embargo, aunque estos estudios de Davy, fueron el caldo de cultivo de los desarrollos posteriores, durante este periodo no se avanzó mucho en el conocimiento de los mecanismos fundamentales de las descargas disruptivas. Un ayudante de Davy y uno de los científicos ingleses más extraordinarios de la historia de la ciencia, Michael Faraday (1791 - 1867), en 1833 descubrió, un fenómeno, que posteriormente aportaría gran luz sobre las descargas eléctricas: la electrólisis. Las leyes de la electrolisis fueron rápidamente aplicadas a todos los ámbitos de investigación de la época. De hecho, fue tal la rapidez y la importancia en la aplicación de esta teoría, que en aquellos tiempos aún se diferenciaba entre la conducción electrolítica y la conducción metálica. En 1893, el físico inglés, Joseph John Thomson (1856 - 1940), relacionó los fenómenos de electrolisis con las descargas eléctricas, y debido al apoyo en esta teoría electrolítica, aún hoy se sigue heredando su nomenclatura, al hablar de cátodo y ánodo. Universidad de Sevilla 8 Trabajo Fin de Master Capítulo 2 _____________________________________________________________________________________ Figura 4.- Humphry Davy (1778 - 1829) y Michael Faraday (1791 - 1867) En este periodo, cobra especial importancia un investigador alemán, Friederich Paschen (1865 - 1947), que formuló en 1889, la ley que lleva su nombre y que aunque, se ha descubierto alguna incongruencia en sus predicciones para pequeñas dimensiones, relaciona de forma extraordinaria la tensión disruptiva de un gas, con la presión de éste y la distancia entre los electrodos a diferente potencial. De la mano de los descubrimientos de los rayos X, J.J. Thomson y uno de sus estudiantes en Cavendish, el físico y químico neocelandés Ernest Rutherford (1871 - 1937), midieron la conductividad de un gas sometido a una radiación X, y por sorpresa, observaron que el gas no seguía la ley de Ohm, sino que la corriente alcanzaba un valor de saturación. Concluyeron que la energía de la radiación X, generaba partículas cargadas positivamente y negativamente, que tendían a recombinarse y que el fenómeno, una vez más, era análogo al que tenía lugar en una disolución electrolítica. También comenzaron a relacionar las características tensión – corriente, con la velocidad de las partículas cargadas. Pero los resultados clave en este importante aspecto de la teoría de las descargas eléctricas, vinieron de la mano de otro estudiante de Thomson en Cavendish, John Sealey Townsend (1868 - 1957), que en 1900, encontró relaciones cruciales entre la corriente eléctrica que se producen en las descargas y las partículas fundamentales presentes en las mismas. Figura 5.- Friederich Paschen (1865 - 1947) y John Sealy Townsend (1868 - 1957) Tras este periodo, los estudiantes de Thomson abandonaron el Laboratorio Cavendish. Rutherford, se centró en la radiactividad, mientras que Townsend fundó en Oxford, el laboratorio más importante de la “electricidad en gases”, y junto a sus estudiantes, reunió una impresionante cantidad de información, sobre coeficientes (muchos de los cuales hacen aún hoy referencia a Universidad de Sevilla 9 Trabajo Fin de Master Capítulo 2 _____________________________________________________________________________________ Townsend) y parámetros que caracterizan el paso de la electricidad a través de los gases. A partir de 1920, el progreso de los fenómenos de descarga se ralentizó, debido en gran medida, a las limitaciones tecnológicas (pureza de los gases y materiales de electrodos). Como último hito histórico clave, se debe citar el periodo alrededor de 1940, en el que Frans Michael Penning (1894 - 1953) y Mari Johan Druyvesteyn (1901 1995), en los Laboratorios Philips de Eindhoven, realizaron los primeros trabajos con gases de gran pureza, a partir de los cuales fue posible un auténtico acuerdo entre teoría y experimentos. Figura 6.- Frans Michael Penning (1894 - 1953) y Mari Johan Druyvesteyn (1901 - 1995) En cuanto a la terminología empleada en el ámbito de las descargas eléctricas en gases, el campo que estudia estos fenómenos, pasó de denominarse “descargas eléctricas en gases”, a “electrónica gaseosa” debido a la importancia que se le concedió a la electrónica después de la Segunda Guerra Mundial. Por último, pasó a denominarse “física del plasma”, término acuñado por el físico-químico estadounidense Irving Langmuir (1881 - 1957), a partir del término griego πλασµα, que significa “moldear”. En el ámbito de la seguridad laboral, en concreto, en el ámbito de los riesgos asociados a los fenómenos de arco eléctrico, la publicación en 1982 del estudio del ingeniero estadounidense Ralph H. Lee (1911 - 1987), se convirtió en un hito fundamental, ya que éste introdujo un modelo para poder estimar los riesgos térmicos asociados a los fenómenos de arco eléctrico (ver anexo III), que podían producirse durante los trabajos sobre o en las proximidades de instalaciones eléctricas. Actualmente, a nivel internacional en materia de seguridad laboral eléctrica, se puede hablar de dos enfoques: - Enfoque “americano”, que engloba EEUU, Canadá y México, basado en la norma técnica NFPA 70E (Seguridad eléctrica en los lugares de trabajo) y que recoge en su anexo D, recomendaciones para la realización de trabajos eléctricos seguros, frente a los riesgos térmicos asociados a un arco eléctrico. Universidad de Sevilla 10 Trabajo Fin de Master Capítulo 2 _____________________________________________________________________________________ - Enfoque “europeo”, basado en la norma técnica EN 50110-1 (Explotación de instalaciones eléctricas), en la que actualmente se trabaja para introducir un anexo B, que aborde los riesgos asociados al arco eléctrico. 2.2. Aplicaciones de las descargas eléctricas en gases Las descargas eléctricas crean y mantienen plasmas. En muchos casos, se ha aprendido a aprovechar las características y propiedades únicas de estos plasmas, aunque también junto a éstos, se producen fenómenos no deseados. De hecho, como se verá más adelante, al ser un fenómeno caótico complejo, cuya dinámica se formula bajo leyes magnetohidrodinámicas, muy influenciadas por los procesos y fenómenos microscópicos (procesos de ionización), es muy importante profundizar en su conocimiento físico a nivel microscópico, pero al mismo tiempo, es importante, seguir desarrollando modelos “macroscópicos” de los mismos. Dos características de los plasmas creados durante las descargas, son las que los hacen especialmente útiles y a la vez dañinos, en las aplicaciones industriales actuales: - Consiguen temperaturas y densidades de energía superiores a las que puedan conseguirse con cualquier otro medio químico o físico. - Produce y engloba especies energéticas de amplio espectro (fotones de diferente longitud de onda, partículas cargadas, estados atómicos excitados,…) Entre las actividades científicas y técnicas, en las que las descargas eléctricas juegan un papel importante, caben destacar la industria de las fuentes de iluminación (fluorescentes, neones, etc…), la biomedicina, la fabricación de chips o la navegación espacial. Aunque todas estas actividades, tienen que enfrentarse con los efectos negativos asociados a las descargas, su minimización es crucial en sectores como: - Sector Eléctrico. - Sector Petroquímico y sectores donde se forman o almacenan atmósferas explosivas. Figura 7.- Sectores de aplicación: fabricación de chips, eléctrico y aeroespacial Universidad de Sevilla 11