Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sala de lo

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12/06/2016
Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sala de lo Contenciosoadministrativo, Sección 5ª, Sentencia 289/2016 de 14 Mar. 2016,
Rec. 1431/2013
Ponente: Alvarez Theurer, Carmen.
LA LEY 38964/2016
Tribunal Superior de Justicia de Madrid
Sala de lo Contencioso-Administrativo
Sección Quinta
C/ General Castaños, 1 , Planta 1 - 28004
33009730
NIG: 28.079.00.3-2013/0027083
Procedimiento Ordinario 1431/2013
Demandante: AGC 69
PROCURADOR D./Dña. JOSE MANUEL FERNANDEZ CASTRO
Demandado: Tribunal Económico-Administrativo Regional de Madrid. Ministerio de Economía y
Hacienda
Sr. ABOGADO DEL ESTADO
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MADRID
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN QUINTA
(Sección desdoblada por Acuerdo de la Sala de Gobierno
de 26 de octubre de 2015).
SENTENCIA 289
RECURSO NÚM.: 1431/2013
PROCURADOR Sr. Fernández Castro
Ilmos. Sres.:
ILTMO. SR. PRESIDENTE:
D. Gustavo R. Lescure Ceñal
ILTMOS. SRES. MAGISTRADOS:
Dña. Carmen Álvarez Theurer
Dª. María Jesús Vegas Torres
----------------------------------------------En la Villa de Madrid a 14 de marzo de 2016
VISTO por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el
recurso contencioso administrativo núm. 1431/2013, interpuesto por AGC 69 S.L., representada por
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la Procurador Sr. Fernández Castro, contra la Resolución del Tribunal Económico Administrativo
Regional de fecha 25 de septiembre de 2013 desestimatoria de la reclamación 28/25564/10 y
25527/10 formulada contra la desestimación del recurso de reposición interpuesto frente al acuerdo
de liquidación relativo al Impuesto Especial sobre determinados Medios de transporte, ejercicio 2005,
y el acuerdo de imposición de sanción derivado.
Habiendo sido parte la Administración General del Estado representada por el Abogado del Estado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO. - Por el Procurador Sr. Fernández Castro actuando en nombre y representación de la parte
actora, se interpuso recurso contencioso administrativo contra la resolución citada.
SEGUNDO. - Acordada la incoación de los presentes autos, se les dio el cauce procesal previsto por
la Ley de esta Jurisdicción, habiendo despachado las partes, llegado su momento y por su orden, los
trámites conferidos de demanda y contestación, en cuyos escritos respectivos en virtud de los hechos
y fundamentos de derecho que constan en ellos, suplicaron respectivamente la anulación de los actos
objeto del recurso y la desestimación de éste, en los términos que aparecen en los mismos.
TERCERO. - Continuando el proceso su curso por los trámites que aparecen en autos, se señaló el
día 25 de febrero de 2016 para la votación y fallo, diligencia que tuvo lugar en la fecha fijada.
CUARTO. - En la sustanciación del presente procedimiento se han observado y cumplido las
prescripciones legales.
Ha sido Ponente la Ilma. Sra. Magistrada Dª Carmen Álvarez Theurer , quien expresa el parecer de
la Sala.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Se recurre por la parte actora la Resolución desestimatoria del Tribunal Económico
Administrativo Regional de Madrid, de fecha 25 de septiembre de 2013 desestimatoria de la
reclamación 28/25564/10 y 25527/10 formulada contra la desestimación del recurso de reposición
interpuesto frente al acuerdo de liquidación relativo al Impuesto Especial sobre Determinados Medios
de Transporte, ejercicio 2005, por importe de 126.067,45 euros y el acuerdo de imposición de
sanción derivado, por importe de 56.520,68 euros.
La parte actora interesa la estimación íntegra de la demanda y la anulación de la resolución
impugnada; en su fundamento plantea como motivos impugnatorios, entre otros, la caducidad del
procedimiento inspector y con ello la prescripción.
Manifiesta al respecto que el procedimiento fue iniciado el 25 de noviembre de 2008, fecha en que se
notifica la comunicación de inicio y terminó el 30 de julio de 2010, en que se notifica al interesado el
acuerdo de liquidación, lo que supone una duración de 12 meses y 248 días, si bien, deduciendo la
única dilación que le resulta a ella imputable y que alcanza 35 días -desde 17 de diciembre de 2008
al 21 de enero de 2009-, se ha superado el plazo legalmente establecido.
La defensa de la Administración General del Estado reproduce, al contestar a la demanda, la
resolución del TEAR, solicitando su confirmación.
SEGUNDO.- Pues bien, el artículo 150 de la Ley 58/2003 (LA LEY 1914/2003) , que regula el plazo
de las actuaciones inspectoras, en sus números 1 y 2, establece:
1. Las actuaciones del procedimiento de inspección deberán concluir en el plazo de 12 meses contado
desde la fecha de notificación al obligado tributario del inicio del mismo. Se entenderá que las
actuaciones finalizan en la fecha en que se notifique o se entienda notificado el acto administrativo
resultante de las mismas. A efectos de entender cumplida la obligación de notificar y de computar el
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plazo de resolución serán aplicables las reglas contenidas en el apartado 2 del artículo 104 de esta
ley .
No obstante, podrá ampliarse dicho plazo, con el alcance y requisitos que reglamentariamente se
determinen, por otro período que no podrá exceder de 12 meses, cuando en las actuaciones concurra
alguna de las siguientes circunstancias:
a) Cuando revistan especial complejidad. Se entenderá que concurre esta circunstancia atendiendo al
volumen de operaciones de la persona o entidad, la dispersión geográfica de sus actividades, su
tributación en régimen de consolidación fiscal o en régimen de transparencia fiscal internacional y en
aquellos otros supuestos establecidos reglamentariamente.
b) Cuando en el transcurso de las mismas se descubra que el obligado tributario ha ocultado a la
Administración tributaria alguna de las actividades empresariales o profesionales que realice.
Los acuerdos de ampliación del plazo legalmente previsto serán, en todo caso, motivados, con
referencia a los hechos y fundamentos de derecho.
2. La interrupción injustificada del procedimiento inspector por no realizar actuación alguna durante
más de seis meses por causas no imputables al obligado tributario o el incumplimiento del plazo de
duración del procedimiento al que se refiere el apartado 1 de este artículo no determinará la
caducidad del procedimiento, que continuará hasta su terminación, pero producirá los siguientes
efectos respecto a las obligaciones tributarias pendientes de liquidar:
a) No se considerará interrumpida la prescripción como consecuencia de las actuaciones inspectoras
desarrolladas hasta la interrupción injustificada o durante el plazo señalado en el apartado 1 de este
artículo. En estos supuestos, se entenderá interrumpida la prescripción por la reanudación de
actuaciones con conocimiento formal del interesado tras la interrupción injustificada o la realización
de actuaciones con posterioridad a la finalización del plazo al que se refiere el apartado 1 de este
artículo. En ambos supuestos, el obligado tributario tendrá derecho a ser informado sobre los
conceptos y períodos a que alcanzan las actuaciones que vayan a realizarse.
b) Los ingresos realizados desde el inicio del procedimiento hasta la reanudación de las actuaciones
que hayan sido imputados por el obligado tributario al tributo y período objeto de las actuaciones
inspectoras tendrán el carácter de espontáneos a los efectos del artículo 27 de esta ley.
Por lo que se refiere a las dilaciones imputables al contribuyente el articulo 104.2 in fine de la Ley
58/2003 (LA LEY 1914/2003) , establece que los periodos de interrupción justificada que se
especifiquen reglamentariamente y las dilaciones en el procedimiento por causa no imputable a la
Administración no se incluirán en el cómputo del plazo de resolución.
En desarrollo del precepto anterior, el art. 104 del Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio (LA LEY
9196/2007) , que aprobó el Reglamento General de las actuaciones y los procedimientos de gestión e
inspección tributaria, precepto referido a las dilaciones por causa no imputable a la Administración,
establece:
"A efectos de lo dispuesto en el artículo 104.2 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General
Tributaria (LA LEY 1914/2003) , se considerarán dilaciones en el procedimiento por causa no
imputable a la Administración tributaria, entre otras, las siguientes:
a) Los retrasos por parte del obligado tributario al que se refiera el procedimiento en el cumplimiento
de comparecencias o requerimientos de aportación de documentos, antecedentes o información con
trascendencia tributaria formulados por la Administración tributaria. La dilación se computará desde
el día siguiente al de la fecha fijada para la comparecencia o desde el día siguiente al del fin del
plazo concedido para la atención del requerimiento hasta el íntegro cumplimiento de lo solicitado.
Los requerimientos de documentos, antecedentes o información con trascendencia tributaria que no
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figuren íntegramente cumplimentados no se tendrán por atendidos a efectos de este cómputo hasta
que se cumplimenten debidamente, lo que se advertirá al obligado tributario, salvo que la normativa
específica establezca otra cosa."
La sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo de 24 de enero de 2011 (recurso número
485/2007 (LA LEY 3729/2011) ) recoge los criterios interpretativos que se deben utilizar para
determinar la existencia o no de dilaciones imputables al obligado tributario. Estos criterios son los
siguientes:
- En el concepto de dilación se incluyen tanto las demoras expresamente solicitadas como las
pérdidas materiales de tiempo provocadas por la tardanza en aportar datos y elementos de juicio
imprescindibles.
- Dilación es una idea objetiva desvinculada de todo juicio o reproche sobre la conducta del
inspeccionado.
- Al mero transcurso del tiempo debe añadirse un elemento teleológico al ser necesario que impida a
la inspección continuar con normalidad el desarrollo de su tarea.
- Hay que huir de criterios automáticos pues no todo retraso constituye una dilación imputable al
sujeto inspeccionado.
Estos mismos criterios son asumidos por la sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo de 28
de enero de 2011 , que declara:
"... A juicio de la Sala, no cabe identificar falta de cumplimiento en su totalidad de la documentación
exigida con dilación imputable al contribuyente para atribuirle sin más a éste las consecuencias del
retraso, en el suministro de la documentación, ya que solo puede tener relevancia en el cómputo del
plazo cuando impida continuar con normalidad el desarrollo de la actuación inspectora. Por tanto, si
esta situación no se da, no se puede apreciar la existencia de dilación por el mero incumplimiento del
plazo otorgado, siendo lógico exigir, cuando la Administración entienda que no ha podido actuar por
el retraso por parte del obligado tributario en la cumplimentación de documentación válidamente
solicitada, que razone que la dilación ha afectado al desarrollo normal del procedimiento".
Por otra parte, el artículo 107 de la Ley 58/2003 (LA LEY 1914/2003) regula la naturaleza y los
efectos de las diligencias extendidas en los procedimientos tributarios y establece que 1. Las
diligencias extendidas en el curso de las actuaciones y los procedimientos tributarios tienen
naturaleza de documentos públicos y hacen prueba de los hechos que motiven su formalización,
salvo que se acredite lo contrario. 2. Los hechos contenidos en las diligencias y aceptados por el
obligado tributario objeto del procedimiento, así como sus manifestaciones, se presumen ciertos y
sólo podrán rectificarse por éstos mediante prueba de que incurrieron en error de hecho. Y además el
artículo 143, de la misma Ley , en el procedimiento de inspección, establece que las diligencias
documentan las actuaciones.
La Sección Segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo mantiene que las diligencias con valor
jurídico y eficacia interruptiva de la prescripción son aquellas que dan lugar al normal
desenvolvimiento de las actuaciones inspectoras y no tienen por finalidad evitar la prescripción y en
las sentencias de 23/07/2012, recurso 1835/2010 ; de 13/11/2011 , recurso 164/2007, de
6/04/2009 , recurso 5678/2003 y de 19/07/2010, casación 3433/2006 , ha establecido que tiene
eficacia interruptiva de la prescripción, la actividad administrativa:1º que su finalidad sea liquidar o
recaudar la deuda tributaria, 2º que tenga validez jurídica, 3º que se notifique y 4º que sea precisa
en relación al concepto y periodo impositivo de que se trate.
El Alto Tribunal califica de diligencia argucia o irrelevante la meramente dilatoria para constatar
hechos obvios o evidentes o para reiterar documentación o aquellas en las que la documentación
solicitada no es necesaria o es superflua, ( sentencias de 19/07/2010, casación 3433/2006 ; de
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24/11/2011, casación 578/2009 ; de 22/03/2012, recurso 159/2009 y de 18/06/2012, casación
4397/2009 ).
Pues bien, de conformidad con lo dispuesto en el acta de disconformidad obrante en el expediente
administrativo, resulta lo siguiente:
"La fecha de inicio de las actuaciones fue el dia 25-11-2008 y el cómputo del plazo de duración debe
antenderse a las siguientes circunstancias:
-Las actuaciones inspectoras se han realizado dentro del plazo de doce meses previsto en el artículo
150 de la Ley 58/003 , de 17 de diciembre (LA LEY 1914/2003), General Tributaria, teniendoen
cuenta que no se incluyen en el cómputo del plazo de resolución las dilaciones en el procedimiento
por causa no iputable a la Administración ( artículo 104.3 de la Ley General Tributaria (LA LEY
1914/2003) ).Durante el procedimiento se han producido "Dilaciones por causa no imputable a la
Administración", recogidas en el artículo 104 del real Decreto 165/2007, de 27 de julio , por el que
se aprueba el reglamento General de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección
triubgaria y de desarrollo de las normas counes de los procedimientos de aplicación de los tributos.
Estas dilaciones por causa no imputable a la Administración acontecidas en el transcurso del presente
procedimiento han totalizado un total de 222 dias. Concretamente se han producido las siguientes
dilaciones:
-Del 17 de diciembre de 2008 al 21 de enero de 2009, comprendiendo un total de 35 días, por la
concesión de un aplazamiento concedido a la entidad obligada tributaria, a su solicitud, relativo a la
primera comparecencia ante esta Unidad de Inspección en el presente procedimiento.
-Del 09 de octubre de 2009 al 14 de abril de 2010, comprendiendo un total de 187 días, por el
incumplimiento, por parte de la entidad obligada tributaria, del requerimiento de aportar sus Libros
Diarios de los años 2005, 2006, 2007 y 2008.
En el curso de las actuaciones se han extendido diligencias en las siguientes fechas:
22 de enero de 2009; 19 de febrero de 2009; 17 de marzo de 2009: 7 de mayo de 2009, 8 de
octubre de 2009; 10 de marzo de 2010.
De las actuaciones practicadas y demás antecedentes resulta que:
-Mediante el presente procedimiento se ha procedido a la comprobación del impuesto Especial sobre
Determinados Medios de Transporte (en adelante I.E.D.M.T.) en relación con todos los vehículos
matriculados en el año 2005 por la entidad AGC 69, S.L..
-En fecha 18 de septiembre de 2009 se comunicó a la entidad obligada tributaria (AGC 69, SI,), en
virtud del artículo 93 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria (LA LEY 1914/2003) ,
el requerimiento de la siguiente documentación: Libros Diarios de AGC 69, S.L. de los años; 2005,
2006, 2007 y 2008. Habiendo balizado el plazo concedido para cumplir ese requerimiento sin que el
mismo se cumpliera, se reiteró en diversas ocasiones vía correo electrónico el requerimiento asi
como en la diligencia de lecha 8 de octubre de 2009. A día de hoy aún no se han aportado dichos
Libros Diarios de AGC 69, S,L. de los años 2005, 2006, 2007 y 2008.
En vista a estos antecedentes, esta Unidad de Inspección informa al representante de la entidad
obligada tributada de que conforme al artículo 104 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre (LA LEY
1914/2003) y al artículo 104 del Real Decreto 1065/2007, de 27 de julio (LA LEY 9196/2007) , por el
que se aprueba el Reglamento general de las actuaciones y procedimientos de gestión e inspección
tributada y de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los tributos,
se ha incurrido en dilaciones por causa no imputable a la Administración, con las consecuencias que
ello conlleva".
En el caso de autos, las actuaciones inspectoras se prolongaron desde la notificación de la
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comunicación de inicio el 25 de noviembre de 2008 hasta el 30 de julio de 2010, lo que supone un
total de 12 meses y 247 días, dentro de los cuales 35 días reconoce la parte que sí le son imputables,
si bien manifiesta la actora que la Inspección le atribuye dilaciones por 222 días, que no acepta pues
considera que la contabilidad requerida no es un elemento imprescindible para la realización de las
actuaciones dirigidas a comprobar la concurrencia de los requisitos exigidos para la aplicación de la
exención.
Se manifiesta en el acuerdo de liquidación lo siguiente:
"Mediante comunicación de 18/09/2009, notificada a la empresa el mismo día (comunicación y acuse
de recibo incorporado al expediente con Código Seguro de Verificación 339E50A83C60130A) se
requirió al obligado tributario para que aportase el día 8 de Octubre de 2009, entre otros aspectos,
copia del libro diario de contabilidad correspondiente a los años 2005, 2006, 2007 y 2008.
Pues bien, dicha documentación no fue aportada en dicha fecha ni tampoco en fechas posteriores
pese a los reiterados requerimientos realizados al efecto (por ejemplo en diligencia de 8 de octubre
de 2009, documento electrónico con Código Seguro de Verificación DA038 AC4BE977C8E). El retraso
en la aportación de la documentación requerida desde la fecha en que tuvo que ser inicialmente
aportada y se advierte al interesado de su falta de aportación (08/10/2010) hasta la fecha en que
finalmente se aporte (actualmente sigue sin aportarse) tiene la consideración de dilación por causa
no imputable a la Administración de acuerdo con lo establecido en el artículo 104.a) del Real Decreto
1065/2007, de 27 de julio (LA LEY 9196/2007) , por el que se aprueba el Reglamento General de las
actuaciones y procedimientos de gestión e inspección tributaria y de desarrollo de las normas
comunes de los procedimientos de aplicación de los tributos. En concreto hasta la fecha del acta y
según se hace constar en la misma se habrían producido 187 días de dilación no imputable a la
Administración por este motivo".
No obstante, en aplicación de la doctrina jurisprudencial expuesta, las diligencias que afectan al
periodo de dilaciones cuestionado no sólo deben haber sido incumplidas, sino que deben revelarse
como necesarias a los fines de continuar la actuación inspectora, circunstancia que no se da en el
presente caso.
Efectivamente, el examen de las actuaciones practicadas por la inspección revela que falta de
presentación del libro diario no impidió el desarrollo de las actuaciones de comprobación y que dicha
documentación por tanto, no resultó a los efectos que nos ocupan necesaria o indispensable,
ténganse en cuenta que nos hallamos en el curso del procedimiento inspector que posee un alcance
general, si bien tenía por objeto comprobar exclusivamente los medios de transporte matriculados
por el sujeto pasivo durante los años 2005 a 2007. Del curso de las actuaciones inspectoras hemos
de destacar, a los efectos que nos ocupan, los siguientes datos:
Tras efectuar un requerimiento de las Cuentas Anuales e Informe de Auditoría con el sello y la marca
en el lomo del Registro Mercantil correspondiente a los años 2005, 2006 y 2007, a través de la
diligencia de 19 de febrero de 2009, aparece una diligencia fechada el día 17 de marzo de 2009 en la
que se hace constar que la obligada, en lugar de aportar los balances y la cuenta de pérdidas y
ganancias, presenta copia del Impuesto sobre Sociedades al entender que proporciona más
información que la que se le requiere, sin que figure en dicha diligencia nuevo requerimiento ni la
estimación de la insuficiencia de la documentación presentada por la entidad recurrente.
Durante todo ese tiempo se van sucediendo las actuaciones de comprobación que la inspección ha
considerado pertinentes sin referencia alguna a la contabilidad, hasta que en fecha 18 de septiembre
de 2009 se requiere a la actora para que aporte el libro diario. La diligencia de 8 de octubre de 2009
refleja que no aporta la entidad obligada el libro diario requerido, haciéndose constar que se
producirá la reanudación cuando se fije así por vía telefónica.
Figura en el expediente que mediante fax enviado el 21 de octubre de 2009 se realiza un nuevo
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requerimiento de facturas de gastos de conservación y reparación de los vehículos que se relacionan,
así como los siguientes libros legalizados de contabilidad: Libros Diarios de AGC 69 de los años
2005, 2006, 2007 y 2008.
Por último, aparece en el expediente y en lo que aquí importa, una diligencia fechada el 10 de marzo
de 2010 que recoge que no se han presentado algunas facturas de venta emitidas al transmitir los
vehículos en los años indicados, considerando ultimadas las actuaciones de comprobación que se
ponen de manifiesto a la parte interesada para alegaciones.
Como viene reconociendo la jurisprudencia, cuya obviedad excusa su cita, al alcance meramente
objetivo (transcurso del tiempo) se ha de añadir un elemento teleológico. No basta su mero discurrir,
resultando también menester que la tardanza, en la medida en que hurta elementos de juicio
relevantes, impida a la Inspección continuar con normalidad el desarrollo de su tarea. En tal tesitura,
habida cuenta de la finalidad que la norma contenida en el artículo 29.1 de la Ley 1/1998 persigue, el
tiempo perdido no puede imputarse a la Administración a los efectos de computar el plazo máximo de
duración de las actuaciones, según prevén el apartado 2 de dicho precepto legal y el párrafo segundo
del artículo 31 del Reglamento General de la Inspección de los Tributos . Parece evidente, pues, que
en el análisis de las dilaciones hay que huir de criterios automáticos, ya que no todo retraso
constituye per se una "dilación" imputable al sujeto inspeccionado.
En todo caso, de un análisis detenido de las actuaciones de comprobación practicadas podemos
colegir que la documentación reclamada relativa a la contabilidad de la entidad actora, no se reveló
como indispensable, necesaria, a los efectos de determinar si concurrían los requisitos que permiten
la aplicación de la exención regulada en el artículo 66.1c) de la Ley 38/92, de 28 de diciembre (LA
LEY 3626/1992), del Impuesto sobre Determinados Medios de Transporte . De hecho, toda la prueba
que sustenta el acuerdo de liquidación practicada por la Administración se fundamenta en datos que
no se obtienen de los libros de contabilidad
Es más, desde la aportación de la copia de la declaración correspondiente al Impuesto sobre
Sociedades que presenta la actora en marzo de 2009, atendiendo al requerimiento de febrero
próximo anterior, hasta el posterior de 18 de septiembre de ese mismo año, la Administración no
interesa la presentación de documento contable alguno. A partir de esta última fecha y hasta el 10 de
marzo de 2010, tampoco se reitera dicho requerimiento, ni la Inspección practica diligencia alguna
recordatoria de la aportación de dicha documentación, ni ninguna otra diligencia.`
Es por ello que no puede imputarse en modo alguno la dilación existente entre el 9 de octubre de
2009 y el 14 de marzo de 2010 a la parte recurrente, habida cuenta de que ni en la diligencia de 8 de
octubre de 2009 se le otorgó un plazo para aportar la documentación contable de referencia bajo los
apercibimientos que la ley prevé, ni en la posterior de 10 de marzo de 2010 se menciona la falta de
presentación de aquélla, expresando exclusivamente que las actuaciones de comprobación se hallan
conclusas. Ni el acta de disconformidad, ni el acuerdo de liquidación, ni el informe de 14 de abril de
2010 hacen alusión alguna a la documentación contable, a la necesidad de su presentación, o las
consecuencias de su falta de aportación.
En consecuencia, no podemos aceptar que la dilación referenciada haya de ser imputada a la parte
recurrente, toda vez que no existe constancia de que su falta de aportación hubiere impedido la
continuación de la labor inspectora, como lo pone de manifiesto el hecho de que la Administración no
ha practicado diligencias durante dicho lapso de tiempo. La diligencia de 10 de marzo de 2010
además de indicar que el obligado tributario no ha presentado la documentación requerida el 18 de
septiembre de 2009, "reiterada en diversas ocasiones por vía de correo electrónico así como en la
diligencia de fecha 8 de octubre de 2009" -circunstancias que no se han podido constatar a la vista
del expediente- manifiesta que la entidad obligada ha incurrido en dilaciones a ella imputables y,
considerando ultimadas las actuaciones de la Inspección, pone de manifiesto los resultados de las
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actuaciones practicadas. En consecuencia, dicha diligencia se retrasó indebidamente durante aquél
lapso de tiempo, achacable únicamente a la Administración, por lo que hemos de entender
necesariamente que las actuaciones inspectoras no se realizaron dentro del plazo establecido en el
art. 150 de la Ley General Tributaria (LA LEY 1914/2003) .
Sentado lo anterior, el art. 66.a) de la Ley 58/2003 (LA LEY 1914/2003) , General Tributaria,
establece que prescribe a los cuatro años el derecho de la Administración para determinar la deuda
tributaria mediante la oportuna liquidación, plazo que comienza a contarse desde el día siguiente a
aquel en que finaliza el plazo reglamentario para presentar la correspondiente autoliquidación -en
este caso, una vez solicitada la matriculación definitiva del medio de transporte y antes de que la
misma se haya producido-, de acuerdo con el art. 67.1 del mismo texto legal , interrumpiéndose el
reseñado plazo por cualquier acción de la Administración, realizada con conocimiento formal del
interesado, conducente a la liquidación de los elementos de la obligación tributaria, a tenor del art.
68.1.a) de la LGT .
Por tanto, la superación del plazo legal de doce meses comporta que no se considere interrumpida la
prescripción como consecuencia de dichas actuaciones, en cuyo caso el plazo de prescripción, que
debe contarse a partir de la fecha en que finaliza el plazo para presentar la correspondiente
autoliquidación y hasta la fecha en que se notificó la liquidación que puso fin a la inspección, hemos
de entender que ha trascurrido.
En atención a lo expuesto, es procedente declarar prescrito el derecho de la Administración para
determinar la deuda tributaria referida al Impuesto Especial sobre Determinados Medios de
Transporte, ejercicio 2005, lo que conlleva la estimación del recurso, la anulación de la liquidación
recurrida y de la sanción derivada, sin necesidad de analizar los restantes motivos de impugnación
invocados en la demanda.
TERCERO. - Según lo previsto en el artículo 139.1 LJ procede imponer a la Administración
demandada el abono las costas causadas en este proceso.
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación,
Por la potestad que nos confiere la Constitución de la Nación española,
FALLAMOS
Que debemos ESTIMAR Y ESTIMAMOS el recurso contencioso administrativo 1431/2013,
interpuesto por AGC 69 S.L., representada por la Procurador Sr. Fernández Castro, contra
la Resolución del Tribunal Económico Administrativo Regional de fecha 25 de septiembre
de 2013 desestimatoria de la reclamación 28/25564/10 y 25527/10, la cual anulamos
por no hallarse conformes a Derecho, imponiendo a la Administración demandada el pago
de las costas causadas.
Notifíquese esta resolución conforme dispone el artículo 248 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LA
LEY 1694/1985) , expresando que contra la misma cabe recurso de casación en unificación de
doctrina.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN: Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente de la
misma, hallándose celebrando audiencia pública el día en la Sección Quinta de la Sala de lo
Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, lo que certifico.
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