Iniciacion a la morfologia humana

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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 26-007-A10
26-007-A-10
Iniciación a la morfología humana
D. Bastian
C. Gratian
La morfología, o estudio de la forma externa del cuerpo humano, es para el kinesiólogo un estudio visual y palpatorio en el que la mano confirma o enriquece la información
visual. Se trata de las dos primeras etapas del examen clínico. Estudia al individuo
inmóvil pero también en movimiento. Los conocimientos anatómicos permiten comprender y designar el movimiento de los diferentes tejidos.
La lectura del cuerpo tiene en cuenta los elementos variados que lo componen desde
la profundidad hasta la superficie y que participan en el modelado del cuerpo, establece una diferencia entre las formas fijas y las formas variables, señala las diferencias
morfológicas con el lado opuesto en un mismo individuo y distingue la forma según la
edad, el sexo, el grado de adiposidad.
Analiza cada detalle, plano, perfil y, a continuación, lleva a cabo la síntesis de la forma.
Introducción
La morfología, término que proviene del griego (morphê:
forma, logos: ciencia), consiste en el estudio de la forma externa del cuerpo. Al estar el revestimiento cutáneo modelado por las estructuras subyacentes, este estudio requiere el
conocimiento de la anatomía, pudiendo también hablarse
de anatomía de superficie. Este conocimiento resulta
indispensable para el kinesiólogo.
La palabra morfología aparece por primera vez en 1822
escrita por Henri Ducrotay de Blainville (1777-1850), naturalista alumno de Cuvier.
Jean-Martin Charcot (1825-1893), neurólogo en el hospital
de la Salpêtrière (París), insistió acerca del conocimiento
de la forma externa del cuerpo, parte del examen clínico
en neurología.
Paul Richer (1849-1933), médico y escultor, dibujaba las actitudes patológicas de los pacientes presentados por Charcot. Fue más tarde profesor de anatomía en la Escuela de
Bellas Artes. Sin embargo, basta con observar las obras
maestras del arte antiguo, las obras de Fidias y de Praxíteles,
realizadas con una admirable exactitud anatómica, para
darse cuenta de que el estudio de la forma era ya bien conocido en la antigüedad clásica.
El conocimiento de la forma se adquiere gracias a la observación visual (inspección) y a la palpación manual, que
constituyen las dos primeras etapas del examen clínico:
— la vista aprecia las formas externas, pone nombre a cada
volumen, hueco, surco aparente, etc.;
— el tacto confirma un relieve poco visible, evalúa la textura
o descifra la forma cuando se trata de un terapeuta ciego.
Modalidades de estudio de la forma
El estudio de la forma se lleva a cabo sobre el individuo
inmóvil pero también en movimiento, durante la marcha
por ejemplo, con el fin de ampliar la interpretación y
comprender las sutilezas de la forma.
Con la acción, todos los tejidos se ponen en movimiento: el
músculo se mueve, la orientación de los ejes y los relieves
óseos varían, el modelado se transforma, los perfiles se modifican.
La lectura de la forma deberá tener en cuenta los numerosos
elementos que la componen y descifrar lo profundo a través
de lo superficial, gracias al conocimiento de la anatomía y, en
particular, de la disección de cadáveres, etapa indispensable
entre el dibujo y el enfermo. Será necesario realizar un estudio comparativo respecto al lado opuesto, discernir lo normal de lo patológico, el examen de las deformidades y de las
desviaciones respecto a los ejes, las alteraciones del movimiento, de la marcha, etc. Será necesario observar primeramente la arquitectura del cuerpo, el esqueleto, el marco
óseo, el soporte morfológico esencial y, a continuación, ver
pero también palpar: las prominencias óseas, la forma de las
articulaciones según las angulaciones, los músculos, tendones y aponeurosis, el tejido graso y sus localizaciones, la piel
y sus pliegues variados significativos, las venas subcutáneas,
los pulsos arteriales, el grado de pilosidad, etc.
© Elsevier, París
Formas fijas
Dominique BASTIAN: Maître de conférences des Universités en anatomie, praticien hospitalier, Institut d’anatomie, 45, rue des Saint-Pères, 75006-Paris.
Christiane GRATIAN: Cadre de santé, masseur-kinésithérapeute, service du Pr
Pierrot-Deseilligny, hôpital Salpêtrière, 75013-Paris enseignante en morphologie, Institut de formation de masso-kinésithérapie, hôpital Lariboisière, 3,
rue Ambroise-Paré, 75010 Paris.
Las formas óseas constituyen excelentes puntos de referencia
para tomar medidas: espina ilíaca anterosuperior (EIAS),
trocánter mayor, tuberosidad tibial, maléolos, etc.
Los pliegues cutáneos son los pliegues de flexión de la rodilla,
del codo, del muslo, etc.
página 1
Espinosa
de C7
M trapecio
medio
M trapecio
superior
M Deltoides
acromial
Vaso externo
del tríceps
Acromion
M redondo
menor
M abductor largo
del pulgar y
M extensor corto
del pulgar
Tabaquera
anatómica
M braquiorradial
M braquial
anterior
M Deltoides
posterior
M radial
externo
primero
M bíceps
M radial
externo
segundo
M cubital
anterior
M vasto
interno
del tríceps
M extensor
largo
del pulgar
M aductor
del pulgar
M radiales
externos
M cubital
posterior
M redondo
mayor
M
extensor
propio
del
meñique
Estiloides
del radio
M 1er interóseo dorsal
M infraspinoso
M romboides
Porción larga
del tríceps
Olécranon
M trapecio
inferior
Borde posterior
del cúbito
M extensor
común
de los dedos
Estiloides
del cúbito
M extensor
común
de los dedos
M dorsal ancho
Acromion
M deltoides
clavicular
M deltoides
acromial
M bíceps
braquial
M braquiorradial
y M radial externo
primero
M radial
externo
segundo
M abductor largo
del pulgar y
M extensor corto
del pulgar
Estiloides
radial
Tabaquera anatómica
M extensor largo
del pulgar
M trapecio
superior
M aductor
del pulgar
Apófisis
espinosa de C7
M 1er interóseo
dorsal
Plano tendinoso
del trapecio medio
M supraspinoso
bajo el trapecio
medio
Ángulo superior
de la escápula
Plano tendinoso
del trapecio
inferior
Borde medial
de la escápula
Plano tendinoso
del trapecio
inferior
página 2
M tríceps y
Olécranon
cuerpo adiposo
retrodeltoideo
Borde
posterior
del cúbito
M cubital
anterior
M cubital
posterior
M
extensor
común
de los dedos
Cabeza del Retinaculum
cúbito
dorsal
de la muñeca
Tendones del
extensor
común
de los dedos
Kinesiterapia
INICIACIÓN A LA MORFOLOGÍA HUMANA
26-007-A-10
M esternocleidomastoideo
M deltoides acromial
M trapecio
superior
Acromion
M trapecio medio
M deltoides
posterior
M vasto externo
del tríceps
Porción larga
del tríceps
Tendón del M
trapecio inferior
M serrato mayor
M redondo menor
M redondo mayor
Axila
Borde inferior del
músculo pectoral
mayor
M infraspinoso
M pectoral mayor
M dorsal ancho
M redondo mayor
M serrato mayor
Aréola
M dorsal ancho
Pezón
M oblicuo mayor
del abdomen
Mama
Surco submamario
Cartílagos costales
Fascia dorsolumbar
Reborde condral
Reborde condrocostal
Trígono lumbar
M oblicuo mayor
Aponeurosis del
M oblicuo mayor
M recto mayor
del abdomen
Tejido graso
periumbilical
M esplenio de la cabeza
M angular del omóplato
M escaleno
M trapecio superior
M deltoides
clavicular
M deltoides
Porción
larga
del bíceps
Porción
corta
del bíceps
M braquial
anterior
Porción
larga del bíceps
l
uia
raq y o r
cobo ma
a
r
co d
r
M redon
ayo
M
om
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M
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do
M rrato
M
Pectoral
mayor
e
s
M
porción esternocostal
M Serrato mayor
M oblicuo externo
Ángulo condrocostal
Línea blanca lateral
Línea blanca media
Espina ilíaca anterosuperior
M recto mayor del abdomen
bajo el tendón del M oblicuo mayor
Porción larga del bíceps
M cleidomastoideooccipital
Epicóndilo medial
Porción corta del bíceps
M esternomastoideo
M coracobraquial y
Trígono escapuloclavicular
eje vasculonervioso
Fosa yugular
Porción larga del tríceps
M redondo mayor
Axila
M pectoral mayor
M angular
del omóplato
M trapecio
superior
N escaleno
Prominencia
laríngea
M esternocleidomastoideo
M dorsal ancho
Aréola
Pezón
M serrato mayor
M oblicuo mayor
Fosa yugular
2º cartílago costal
Ángulo external
Clavícula
Trígono
escapuloclavicular
M recto mayor del abdomen
recubierto por el tendón
del oblicuo mayor
Hueco xifoides
Ombligo
Espina ilíaca anterosuperior
página 3
M trapecio superior
M trapecio
superior
Espinosa de C7
Acromion
M deltoides
posterior
M deltoides
medio
M supraspinoso bajo el
músculo trapecio medio
Tendón del músculo
trapecio inferior
Acromion
Tendón del músculo
deltoides posterior
Apófisis espinosa
de C7
Romboide tendinoso
del trapecio
M redondo menor
M redondo mayor
M tríceps y tejido
retrodeltoideo
M trapecio medio
Plano tendinoso del
trapecio inferior
M infraspinoso
Borde medio del omóplato
M redondo mayor
M trapecio inferior
M romboides
M serrato mayor bajo
el dorsal ancho
M infraspinoso
M dorsal ancho
Plano tendinoso del
trapecio inferior
Borde medio
del omóplato
Tendón del trapecio inferior
M dorsal ancho
M dorsal largo bajo
la fascia dorsolumbar
Tendones de los
trapecios superior
y medio
Espina del
omóplato
Borde externo del
músculo dorsal ancho
Surco medio
de la espalda
M iliocostal lumbar
bajo la fascia dorsolumbar
Apófisis espinosa
de C7
Ángulo inferior
del omóplato
M extensor del
raquis bajo la fascia
dorsolumbar
M oblicuo mayor
Tejido adiposo
supratrocantéreo
Cresta ilíaca
Romboide de Michaelis
Espina ilíaca posterosuperior
Fosa lumbar lateral
M trapecio
superior
Tendón del
músculo deltoides
superior
Acromion
M trapecio
medio
M deltoides acromial
Romboide
tendinoso
del trapecio
M trapecio
superior
Acromion
M trapecio
medio
Espina del
omóplato
M deltoides clavicular
M deltoides
acromial
M deltoides
posterior
Tuberosidad
de la espina
Tendón del
músculo trapecio
inferior
Borde espinal
del omóplato
M iliocostal
M infraspinoso bajo
el trapecio medio
M infraspinoso
M redondo mayor
M romboides
M trapecio inferior
Plano tendinoso
del deltoides
superior
M supraspinoso
bajo el trapecio medio
Plano tendinoso
del músculo
trapecio inferior
M infraspinoso
M dorsal largo
bajo la fascia
dorsolumbar
M iliocostal bajo
la fascia
dorsolumbar
Tendón del músculo
trapecio inferior
M dorsal ancho
Espina ilíaca
posterosuperior
M trapecio inferior
Borde lateral del músculo
trapecio inferior
Fascia dorsolumbar
Plano tendinoso del
trapecio inferior
M iliocostal bajo el
músculo dorsal ancho
M oblicuo mayor
Ángulo entrante
M serrato mayor
Cresta ilíaca
M dorsal largo bajo
el dorsal ancho
Surco medio lumbar
Fosas lumbares
superolaterales
Fosas lumbares
inferolaterales
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Kinesiterapia
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INICIACIÓN A LA MORFOLOGÍA HUMANA
Fascia glútea seccionada
M glúteo mayor
Espina ilíaca
anterosuperior
M glúteo mediano
recubierto por su fascia
Tejido adiposo
supratrocantéreo
M tensor de la fascia lata
Depresión
retrotrocantérea
M aductor mediano
M semitendinoso
M semimembranoso
M recto interno
del muslo
M sartorio
Trocánter mayor
M vasto externo
Tejido adiposo
de la nalga
Tracto iliotibial
Tejido adiposo
subtrocantéreo
Surco lateral
del muslo (tabique
intermuscular lateral)
Porción larga del bíceps
M semimembranoso
M vasto interno
Tendón del músculo
bíceps
Tejido adiposo
de la cara interna
de la rodilla
M semitendinoso
M semimembranoso
Porción corta del bíceps
Tejido graso entre
bíceps y fascia lata
Rótula
Tendón del músculo
bíceps
Cabeza del peroné
Rótula
M gastrocnemio
Pliegue de flexión
de la rodilla
M sóleo
Tendón calcáneo
M flexor largo
del dedo gordo
Maléolo tibial
M flexor largo
común de los dedos
M tibial posterior
M abductor del
dedo gordo
M sóleo
M peroneo lateral largo
M gastrocnemio
M tibial anterior
Surco del tabique
intermuscular
lateral
M peroneo lateral corto
M extensor largo del dedo gordo
Tendón del músculo
peroneo lateral largo
M extensor común de los dedos
M pedio
Maléolo
perineal
M peroneo lateral largo
Maléolo peroneal
M peroneo lateral corto
M extensor corto
de los dedos
Tendón calcáneo
Tendón del músculo
peroneo lateral
corto
Maléolo tibial
Ángulo entrante
M glúteo mediano
bajo su fascia glútea
Fascia glútea
seccionada
M glúteo mayor
Fascia glútea seccionada
M sartorio
M tensor de la fascia lata
Fosa femoral
M recto anterior
Tracto iliotibial
Fascia lata cortada
Fascia lata cortada
M aductor mayor
M glúteo
mediano
M tensor de
la fascia lata
M oblicuo mayor
M recto mayor
del abdomen
Trocánter mayor
Depresión retrotrocantérea
Porción larga del bíceps
M semitendinoso
M glúteo mayor
Tejido adiposo de la nalga
M semimembranoso
M sartorio
M recto interno
del muslo
M vasto interno
Tendón del
músculo semimembranoso
M vasto externo
M vasto externo
Porción corta del bíceps
Cabeza del peroné
Tuberosidad anterior
de la tibia
M gastrocnemio
M sóleo
Porción larga del bíceps
M recto anterior
Surco del tabique
intermuscular lateral
M vasto interno
Depresión de la porción
corta del bíceps
Tracto iliotibial
Rótula
M peroneo lateral largo
M tibial anterior
M peroneo lateral corto
M extensor común
de los dedos
Cresta tibial
Maléolo peroneal
Tendón del músculo
extensor largo
del dedo gordo
Tendón del bíceps
Tendón rotuliano
Tuberosidad tibial
Cabeza del peroné
M gastrocnemio lateral
M peroneo lateral largo
M sóleo
M tibial anterior
Tendón del músculo extensor
común de los dedos
Maléolo peroneal
Tendón del músculo
tibial anterior
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Formas variables
Se trata del tejido adiposo periférico y de los músculos. Un
mismo músculo puede presentar una forma diferente
según el deporte practicado:
— el velocista tendrá músculos más bien largos con tendones cortos;
— el que practica la halterofilia tendrá músculos cortos con
tendones largos.
Existen variaciones morfológicas según:
— el sexo: la mujer, debido a su talla, tiene una masa ósea
más reducida, relieves óseos menos acentuados y un volumen muscular más discreto que los del hombre, tanto más
cuanto que están redondeados por un tejido adiposo más
abundante;
— la edad: al envejecer, la pérdida del tejido adiposo permite que aparezcan fácilmente los relieves óseos; el individuo de edad avanzada presenta una morfología que se
parece a la del figurín anatómico desollado o, a la inversa,
puede envolverse con una gruesa capa adiposa que disipa
cualquier lectura a parte de la de la capa grasa;
— el estado fisiológico del músculo: la contracción muscular modifica la forma y permite situar con mayor seguridad
el músculo, el grado de adiposidad, el estado general muscular (deportista o no deportista).
La utilización de la luz resulta fundamental para optimizar
la lectura, que se torna más fácil en proyección oblicua y permitiendo que aparezcan detalles que resultarían invisibles.
Para adiestrarse en el desciframiento de las formas humanas, resulta preferible elegir un individuo musculoso, con
un tejido adiposo poco abundante, con el fin de observar
formas claras, óseas y musculares. Es más fácil identificar a
continuación estos relieves en un individuo poco musculoso y adiposo, cuya apreciación es más ardua.
Músculos
Los músculos dan prácticamente la totalidad de las formas
externas, ocupando su lectura un lugar preponderante.
Forma y volumen
El estado fisiológico del músculo condiciona su forma y su
volumen:
— en contracción, el músculo sobresale, su forma es más
contrastada, su masa se individualiza en un relieve neto y
claramente separado de los demás (músculo trapecio, cuádriceps femoral);
— en reposo, se trata de un relieve más difuminado, uniforme, redondeado, la particularidad del músculo desaparece
en el carácter general de la región, es una masa homogénea.
Un músculo relajado puede estar sujetado por un pliegue
de flexión y presentar dos formas globulosas y blandas a
cada lado del pliegue de flexión (músculo tensor de la fascia lata, braquiorradial o supinador largo).
Los músculos profundos ocupan fosas, cavidades o espacios
interóseos, conforman el modelado profundo y, a través del
o de los músculos que los recubren, influyen sobre la forma
externa (músculo supraespinoso).
Otros músculos muy gruesos (músculo erector de la espina
dorsal), recubiertos por capas musculares anchas y poco
gruesas (dorsal ancho, trapecio) participan en el modelado
y se leen a través del músculo superficial, sobre todo si este
último está relajado.
Finalmente, algunos músculos profundos se hacen subcutáneos en una parte de su trayecto y, al descubierto, reafirman su relieve (serrato mayor).
Músculos superficiales
Esqueleto - Articulaciones
El esqueleto es la estructura principal, que proporciona la
forma general del individuo: las curvaturas de la columna
vertebral, la forma de la pelvis, de la caja torácica, el eje de
las extremidades, etc. Su observación hace decir corrientemente «tiene la espalda curvada, está combado, tiene las
piernas arqueadas o es perfecto» y revela la armonía en las
curvas y las proporciones (canon de belleza que varía según
las épocas).
Se impone una lectura más detallada: la mirada y la mano
se dirigen a los huesos subcutáneos que forman parte del
modelado. Los relieves óseos, según su grosor o su forma,
llevan el nombre de espina, proceso, cresta, tubérculo, cóndilo. Algunos de estos relieves óseos, bordeados de músculos, se transforman en surcos (cresta ulnar) ya que se adhiere la aponeurosis superficial.
Las articulaciones, orientando de forma diferente los segmentos óseos en el espacio, desempeñan a veces su papel
en el modelado de una región.
Por ejemplo: en supinación, la forma general del antebrazo
es aplanada de delante hacia atrás, mientras que en pronación, tiene la forma de un tronco de cono de base craneal.
Algunas articulaciones poco profundas están sujetas a metamorfosis según las angulaciones y ofrecen múltiples informaciones. El hueso es subcutáneo y desempeña un papel importante en la conformación externa, aunque se observa también el detalle de la prominencia tendinosa, de una depresión que subraya una interlínea articular, etc. (la rodilla).
La lectura ósea es a menudo más clara cuando la articulación está en flexión.
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Se reconocen por su forma.
• Los músculos anchos, que se localizan a nivel del tronco, son
de grosor desigual. En algunos puntos, cubren los músculos
profundos sin ocultarlos, en otros, manifiestan su propia
forma y se dibujan muy claramente bajo la piel (dorsal
ancho). Estos músculos planos presentan superficies
aponeuróticas de inserción que inducen en su localización
superficies planas romboidales o triangulares características
(músculos trapecio, dorsal ancho, deltoides posterior).
• Los músculos largos, músculos de las extremidades (excepto en sus extremos) presentan todos una forma particular,
una característica que permite reconocerlos cuando se
encuentran contraídos:
— el radial externo primero, pequeña masa ovoidal en el
nacimiento del antebrazo, o el supinador largo o braquirradial, larga forma triangular de base craneal;
— la columna muscular de los peroneos, cara lateral de la
pierna;
— la forma fusiforme de la cabeza esterno-occipito-mastoidea y la forma en cinta aplanada de la cabeza cleido-occipito-mastoidea a nivel del cuello se reconocen ambas por su
modelado y, por supuesto, por su situación.
Estos músculos, de cuerpo globalmente fusiforme, poseen
tendones redondos más o menos largos. Podrán formar verdaderas cuerdas (palmar menor) o surcos que comprimen
las masas musculares subyacentes (peroneo lateral largo,
semitendinoso).
• Los músculos cortos, difícilmente disociables, se aprecian en
bloques y forman planos más o menos elevados (eminencia
tenar, primer espacio interóseo).
Kinesiterapia
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INICIACIÓN A LA MORFOLOGÍA HUMANA
Aponeurosis
Recubriendo los músculos, la aponeurosis general de
envoltura aumenta de grosor en los puntos donde se ejercen tracciones fuertes, se organiza en una fascia ancha que
comprime la masa muscular subyacente y se traduce en el
modelado en una superficie plana (fascia lata).
Se puede observar igualmente la expansión aponeurótica
del bíceps braquial que, conteniendo los músculos epitrocleares, imprime un surco en la masa muscular.
Algunos músculos aislados en su aponeurosis muscular
resaltan bien con ocasión de su contracción (músculo sartorio, verdadera cinta muscular que cruza en diagonal la cara
anterior del muslo).
Tabiques aponeuróticos separan las celdas musculares y se
insertan en el hueso, provocando surcos entre las celdas
(surco que bordea el músculo vasto externo). Se puede
observar igualmente los rafes aponeuróticos transversales a
nivel del abdomen. Forman interrupciones en la continuidad
de las fibras musculares y provocan surcos horizontales apreciables en el modelado (músculo recto mayor del abdomen).
Tejido adiposo
El tejido graso periférico (hay que diferenciar las localizaciones grasas normales y la obesidad) está situado en la
cara profunda de la piel. Suaviza las prominencias óseas,
atenúa los contrastes esqueléticos, redondea las superficies,
provoca fositas, desempeña un papel considerable, según su
importancia, en el cambio de aspecto y de volumen del
cuerpo humano.
El panículo adiposo no está uniformemente repartido,
varía según las regiones del cuerpo, de un individuo a otro,
de un sexo al otro. Disminuye desde la raíz hasta el extremo
de las extremidades.
Las localizaciones comunes son: las nalgas, el flanco, la
región peritrocantérea, el abdomen, la nuca, la raíz del brazo por su cara posterior.
Las formas externas están más recubiertas en la mujer, al
ser su panículo adiposo a menudo más abundante, y son
más enjutas, más duras, más contrastadas en el hombre de
edad avanzada con panículo adiposo reducido.
El tejido adiposo de interposición ocupa los intersticios musculares y acompaña los paquetes vasculonerviosos. Desempeña a veces un papel sobre el modelado (cara posterior de
la rodilla extendida, ligamento adiposo de la rodilla).
Piel
La piel es flexible, móvil, extensible, cualidades que le permiten modelarse, seguir los relieves, deslizarse sobre los planos profundos. La piel no se adhiere a los planos subyacentes salvo en ciertos puntos (palma de la mano, planta del
pie), siendo entonces atravesada por pliegues y surcos.
Se puede observar:
— pliegues o fositas por adherencias, ocasionadas por la
presencia de tractos fibrosos que unen la cara profunda de
la piel al plano subyacente, hueso, arco (pliegue subglúteo,
pliegue de la ingle, fositas lumbares, fosita del mentón, fosita del codo);
— pliegues por movimiento articular (pliegue de flexión
del codo, pliegue de flexión de la rodilla);
— pliegues de expresión, por acción muscular (músculos
cutáneos), que a lo largo de los años dejarán marcada su
acción por pérdida de elasticidad de la piel (las arrugas de
la cara, los pliegues de extensión del codo).
Resulta necesario ejercer y desarrollar el sentido de la observación, detallar cada relieve, plano, surco, fosita y, a continuación, llevar a cabo una síntesis de la forma, tener una
visión global del contorno, los perfiles, las líneas de apariencia derecha e izquierda, con el fin de evaluar una curva
con relación a otra.
*
**
El terapeuta debe poseer un conocimiento exacto de las formas
externas normales para apreciar mejor las especificidades y la
evolución de las formas; debe poseer una referencia del desnudo
normal para poder apreciar mejor el desnudo patológico.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: BASTIAN D.
et GRATIAN C. – Initiation à la morphologie humaine. – Encycl. Méd.
Chir. (Elsevier, Paris-France), Kinésithérapie-Médecine physiqueRéadaptation, 26-007-A-10, 1997, 8 p.
Bibliografía
página 7
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