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IX jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene
y Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
La vigilancia
de la incapacidad
temporal y el
actual marco
legislativo
en salud laboral
LIBRO DE PONENCIAS
Colaboran
Organiza
Sociedad de Medicina, Higiene y Seguridad
del Trabajo de Aragón y La Rioja
www.smhstar.org
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1ª MESA. Vigilancia de la incapacidad temporal por
contingencias comunes.
•
•
Moderador:
Fernando Estrada Dominguez. Especialista en Medicina del
Trabajo. Smhstar
Ponentes:
Dr. Enrique Diaz Asensio. Inspector sanitario de la Seguridad
Social. Médico Evaluador EVI. Zaragoza
•
Dra. Isabel Monreal, Presidenta de la Sociedad Aragonesa de
Medicina Familiar y Comunitaria.
•
Dr. Miguel Angel Daniel Calvo. Director del Servicio Médico de
Transportes Urbanos de Zaragoza SA, TUZSA.
•
Dr. Manuel Albalá Ortiz, Departamento de contingencias
comunes. Mutua Fremap.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
VIGILANCIA DE LA INCAPACIDAD TEMPORAL POR
CONTINGENCIAS COMUNES
Enrique Díaz Asensio.
Inspector Sanitario de la Seguridad Social.
Médico evaluador EVI. Zaragoza
En la presente exposición intentaré seguir las modificaciones normativas
introducidas recientemente, y su análisis, para situar el actual marco de la
gestión y control de esta prestación de la Seguridad Social.
NORMATIVA
En la LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA
2006 en su DISPOSICIÓN ADICIONAL CUADRAGÉSIMA OCTAVA se
introducen una serie de modificaciones del Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social (RDL 1/1994 de 20 de junio) en sus
Artículos 128 y 131 bis.
Así en el ARTÍCULO 128 apartado 1 letra a) la redacción queda redactado
como sigue:
Tendrán la consideración de situaciones determinantes de incapacidad
temporal:
“Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente sea o
no del trabajo, mientras el trabajador reciba asistencia sanitaria de la
Seguridad Social y este impedido para el trabajo, con una duración máxima
de doce meses, prorrogables por otros seis cuando se presuma que durante
ellos puede el trabajador ser dado de alta médica por curación.
Agotado el plazo de duración de doce meses previsto en el párrafo anterior,
el Instituto Nacional de la Seguridad Social, a través de los órganos
competentes para evaluar, calificar y revisar la incapacidad permanente del
trabajador, será el único competente para reconocer la situación de prorroga
expresa con un limite de seis meses más, o bien, para determinar la
iniciación de un expediente de incapacidad permanente, o bien, para emitir
el alta médica a los exclusivos efectos de la prestación económica por
incapacidad temporal.
2
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
El Instituto Nacional de la Seguridad Social será el único competente para
determinar si una nueva baja médica tiene o no efectos económicos cuando
para emitir cualquier baja medica que se produzca en un plazo de seis meses
posterior a la antes citada alta medica por la misma o similar patología.”
La entrada en vigor será a partir del 1 de enero de 2006 de forma
progresiva.
Así en el apartado dos de la mencionada Disposición Adicional se dice:
“La Secretaría de Estado de la Seguridad Social, a propuesta del
Instituto Nacional de la Seguridad Social y mediante Resolución publicada
en el Boletín Oficial del Estado, determinara la fecha en que los órganos
competentes para evaluar, calificar y revisar la incapacidad permanente del
trabajador, asumirán las competencias establecidas en el segundo párrafo
del articulo 128.1.a) del texto refundido de la Ley General de la Seguridad
Social.
En la Resolución de 16 de enero de 2006 asumen las competencias las
Direcciones Provinciales de Ávila, Palencia, Segovia, Soria, Teruel Zamora,
Ceuta y Melilla.
En la Resolución de 28 de noviembre de 2006 las de Álava, Alicante,
Castellón, La Coruña, Guipúzcoa, Lugo, Murcia, Orense, Asturias, Las
Palmas, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Valencia y Vizcaya.
En la Resolución de 29 de noviembre de 2006 las de Barcelona, Gerona,
Lérida y Tarragona.
En el punto tres de la Disposición Adicional referida se añade un nuevo
párrafo segundo, pasando el actual a ser el tercero, al apartado 1 del articulo
131 con la siguiente redacción
Artículo 131.bis. Extinción del derecho al subsidio.
1. El derecho al subsidio se extinguirá por el transcurso del plazo
máximo establecido para la situación de incapacidad temporal de que se
trate; por ser dado de alta médica el trabajador, con o sin declaración de
incapacidad permanente, por haber sido reconocido al beneficiario el
derecho al percibo de la pensión de jubilación; por la incomparecencia
injustificada a cualquiera de las convocatorias para los exámenes y
reconocimientos establecidos por los médicos adscritos al Instituto Nacional
de la Seguridad Social o a la Mutua de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social; o por fallecimiento.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
En el supuesto de que el derecho al subsidio se extinga por el transcurso del
plazo máximo establecido en el apartado a) del número 1 del artículo 128 y
el trabajador hubiese sido dado de alta médica sin declaración de
incapacidad permanente, sólo podrá generarse un nuevo proceso de
incapacidad temporal por la misma o similar patología si media un período
de actividad laboral superior a seis meses o si el Instituto Nacional de la
Seguridad Social, a través de los órganos competentes para evaluar, calificar
y revisar las situaciones de incapacidad permanente del trabajador, emite la
baja a los exclusivos efectos de la prestación económica incapacidad
temporal.
En el punto cuatro se modifica el apartado 2 del articulo 131 bis
que queda como sigue:
“2. Cuando la situación de incapacidad temporal se extinga por el
transcurso del plazo máximo fijado en el apartado a) del número 1 del
artículo 128, plazo de doce meses, o, en su caso, hasta de dieciocho meses,
se examinará necesariamente, en el plazo máximo de tres meses, el estado
del incapacitado a efectos de su calificación, en el grado que corresponda,
como inválido permanente.
No obstante lo previsto en el párrafo anterior, en aquellos casos en que
continúe la necesidad de tratamiento médico, por no ser definitivas las
reducciones anatómicas o funcionales que presente el trabajador, se valorará
y calificará la situación de incapacidad permanente en el grado que
corresponda, declarando la situación revisable en el plazo de seis meses.
Sólo en este supuesto no se exigirá para el reconocimiento de la pensión de
incapacidad permanente durante seis meses, un período de cotización
distinto al establecido para la incapacidad temporal.
Durante el plazo de tres meses previsto para la calificación de la
incapacidad una vez agotado el plazo de duración máximo de dieciocho
meses de la incapacidad temporal, no subsistirá la obligación de cotizar.”
OBJETIVOS
Los objetivos institucionales manifestados de estos cambios
normativos son:
- Racionalizar la protección económica de la IT.
- Racionalizar tránsito de la IT a la IP.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
- Revisar competencias de los diferentes actores.
- Reforzar papel del INSS.
- Realizar un control exclusivo a partir de los 12 meses en IT.
- Establecer un desarrollo normativo posterior.
- Desarrollar las adaptaciones informáticas necesarias.
- Proveer los recursos personales y materiales para su puesta en
práctica.
COMPETENCIAS
Las competencias en materia de gestión y control de las situaciones
de IT por contingencias comunes, desde su inicio hasta los 12 meses, se
mantiene:
SPS: Partes baja, confirmación y alta.
INSS: Propuestas de alta.
Intenciones de alta.
Inicio de oficio de expedientes de IP.
Mutuas: Propuestas de alta
Intenciones de alta
A partir de los 12 meses en IT la competencia en la gestión y
control son exclusivas del INSS.
GESTIÓN Y CONTROL POR EL INSS
El EVI efectuará propuesta al Director Provincial del INSS:
- De alta médica ( A los efectos económicos).
- Prórroga expresa (Plazo máximo de 6 meses, si se
presume alta por curación.
- Propuesta inicio expediente de IP.
Por otra parte, si se resuelve como alta médica, el INSS será el único
competente para determinar si una nueva baja médica por la misma o
similar patología, producida sin que haya transcurrido un periodo de 6
meses de actividad laboral, tiene o no eficacia económica.
ALTA MEDICA
A LOS EXCLUSIVOS EFECTOS DE LA
PRESTACION ECONOMICA.
El trabajador puede continuar recibiendo tratamiento médico.
El SPS puede seguir emitiendo partes de confirmación, a efectos de
justificar la ausencia al trabajo.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Tras el alta no se podrá iniciar un nuevo proceso de IT con protección
económica por la misma o similar patología si no media un periodo de 6
meses de actividad laboral.
El facultativo del INSS determinará si se trata de la misma o similar
patología. En caso afirmativo se considerará como una recaída, y el EVI
propondrá:
- Prórroga de IT.
- Inicio de expediente de IP.
- Que no se encuentra incapacitado para trabajar, por lo
que será una baja sin efectividad económica.
PRORROGA DE IT HASTA UN MAXIMO DE 6 MESES.
Su reconocimiento será competencia exclusiva del INSS.
La prestación económica será en régimen de pago directo.
La duración de la prórroga se reconocerá por el tiempo que estime el EVI.
Si el plazo fuera mayor de 6 meses no procederá la misma y se iniciará un
expediente de IP, aún cuando las secuelas invalidantes no fueran definitivas.
ALTA POR AGOTAMIENTO CON PROPUESTA DE INICIACION
DE EXPEDIENTE DE IP.
En los supuestos de que al agotamiento del plazo máximo de 12 meses se
acuerde iniciar un expediente de IP:
- Con lesiones invalidantes definitivas y objetivadas:
- Si tiene carencia: Se reconocerá grado de IP.
- No tiene carencia: Denegación sin calificar
grado.
- Con lesiones invalidantes no definitivas
- Si tiene carencia: Se reconocerá IP y se
declarará revisable en el plazo que se determine ( Más de 6 meses).
- Si no tiene carencia: Se calificará grado y se
reconocerá pensión de IP desde fecha de agotamiento de los 12 meses y
durante solo 6 meses.
Se suprimen las demoras.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
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PROCEDIMIENTOS CON
APARTADO 1 LETRA a)
RELACION
AL
ARTICULO
128
ACTUACIONES PARA ASUMIR LAS COMPETENCIAS:
- Reconocimientos médicos previos:
Para disponer de una historia clínico-laboral suficiente que permita
al EVI efectuar una propuesta se citará a los trabajadores en las UMEVIS
las veces necesarias, en todo caso al menos una vez en el noveno mes y otra
citación en el undécimo mes. En cualquier caso en los reconocimientos
previos al undécimo mes se podrá efectuar:
- Intenciones de alta.
- Propuestas de alta.
- Propuestas de IP.
- Elaboración del “Informe Médico de Evaluación de IT”:
Se efectuará en el undécimo mes que contendrá un juicio clínicolaboral. Las Mutuas remitirán al INSS los expedientes médicos de los
trabajadores que sobrepasen el mes undécimo para que las UMEVIS “si lo
consideran necesario” citen al paciente y elaboren el “IMEIT”.
- Propuesta del EVI ( Preceptiva y no vinculante):
- Prórroga de IT.
- Inicio expediente de IP.
- Alta médica por curación( Solo efectos económicos).
- Resolución del D.P.
- Notificaciones.
-Informatización:
Programa ATRIUM ( Aplicativo de Trabajo Informatizado de las
Unidades Médicas)
ACTUACIONES SI EL SPS VUELVE A EMITIR BAJA MEDICA O
SI EL INTERESADO LA SOLICITA ANTE EL INSS
-Reconocimiento médico previo:
Citación para decidir si es una recaída o la baja se debe a distinta
patología.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
-Elaboración del IMEIT.
-Propuesta de Resolución del EVI:
-Consideración de apto y declaración de no efectividad
económica- Prórroga por recaída (Con Efectividad económica)
- Determinar efectividad económica de una nueva baja e
iniciar un expediente de IP.
- Determinar que nueva baja se debe a patología diferente.
- Prórroga por recaída ( Si no existe nueva baja del SPS).
- Inicio expediente de IP ( Si no existe baja del SPS).
- Resolución del D.P.
- Notificaciones.
PROCEDIMIENTOS CON RELACION AL ARTICULO 131
APARTADO
1
PÁRRAFO
SEGUNDO
EN
AQUELLAS
PROVINCIAS QUE NO HAN ASUMIDO LAS COMPETENCIAS
ESTAVBLECIDAS EN EL ARTICULO 128
-Reconocimiento médico previo:
Si al alta médica sin declaración de IP, tras 18 meses en IT, el SPS
emite nueva IT, sin que hayan pasado 6 meses, se procederá a citar al
trabajador para determinar si se debe a la misma o a diferente patología.
Si resultase que se trata de la misma o similar patología y media un
periodo de actividad inferior a 6 meses se emitirá directamente resolución
denegando efectividad económica tras el procedimiento normal.
Si es por distinta patología: Gestión normal.
Se procederá de forma similar si solicita el trabajador nueva IT
directamente al INSS.
-Elaboración del IMEIT.
-Propuesta de Resolución del EVI: Declaración de efectividad o no
económica
- Resolución del D.P.
- Notificaciones.
- Adaptación informática: Aplicativo INCA
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
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PROCEDIMIENTO DE ACTUACION PARA LA VALORACION Y
CALIFICACION DE LA IP. ARTICULO 131 BIS APARTADOS 2 Y
3.
Si tras agotar 12 meses en IT se resuelve el inicio de un expediente de IP se
iniciara este por el mismo medico evaluador que elaboró el IMEIT para
elaborar el IMS sin necesidad de citar de nuevo al paciente.
Tras esta actuación se seguirán los mismos pasos ya comentados.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
VIGILANCIA DE LA INCAPACIDAD TEMPORAL POR
CONTINGENCIAS COMUNES
Isabel Monreal Aliaga.
Presidenta de la Sociedad de
Medicina Familiar y Comunitaria
¿QUE IMPLICA LA GESTIÓN DE LA IT PARA EL MÉDICO DE
FAMILIA? ¿QUÉ PRINCIPIOS LA RIGEN?
La Incapacidad Laboral Temporal implica la indicación de reposo de la
actividad laboral, como un apartado más del tratamiento médico ante un
problema de salud de uno de sus pacientes, que no le permite realizar su
trabajo habitual.
Es por tanto un acto médico más, y como tal, no debería estar sometido a
injerencias.
El objetivo del control de la IT es asegurar que su prescripción es adecuada,
tanto en el inicio como en su duración. Se trata pues de garantizar una
gestión responsable de este recurso. Se estima que hay abuso respecto a esta
prestación en un tercio de los casos, bien por ser innecesario el reposo, bien
por prolongarse en exceso
¿Y quién garantiza que esta prescripción es adecuada?. Fundamentalmente
el juicio clínico:
Ya que, por asombroso que parezca, en multitud de situaciones
desconocemos el grado del valor terapéutico del reposo así como la eficacia
de la baja laboral3, de su impacto en la salud del trabajador. No podemos
decidir en conjunto, pues, si es conveniente dejar de trabajar, ya que tiene
ventajas e inconvenientes.
Lamentablemente, la investigación es una asignatura pendiente en este
asunto clave (por su repercusión clínica y económica), de forma que mucho
de lo que se hace es pura rutina, o “de sentido común”, pero sin gran
fundamento científico.
Así pues, el juicio clínico debe sustentarse en los principios de no
maleficencia, justicia, autonomía y beneficiencia:
• No maleficencia: primum non nocere, es decir, equilibrar los daños de no
reposar y de reposar. Aunque se suele considerar que la incapacidad laboral
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
tiene un beneficio indudable, es de esperar que tenga beneficios y
perjuicios, como toda actividad sanitaria.
Este principio está muy arraigado entre los médicos, y sobre el ha basado y
defendido la denominada “libertad clínica”.
• Justicia: adecuar reposo a necesidad, con independencia de clase social y
educación,
teniendo en cuenta el bien común. Resulta injusto el abuso de la prestación,
pero también resultaría injusta su negación cuando se precisa.
• Autonomía: englobar el reposo en una actividad médica de decisión
compartida, en la
que se tengan en cuenta los deseos y preferencias del paciente, que debe
estar bien informado sobre las ventajas y los inconvenientes de la
incapacidad laboral en su caso.
En muchos casos los pacientes sólo ven ventajas a la situación de baja
laboral, y en
otros la ven como remedio a situaciones que no son problemas de salud, por
lo que la
autonomía puede entrar en conflicto con la justicia.
• Beneficencia: ajustar la decisión al paciente concreto, a su situación
personal, familiar,
social y económica, poniendo como referente las decisiones que sugiere la
investigación
y la buena práctica clínica.
Sorprendentemente, parece que quien tiene mejor capacidad pronóstica
sobre la duración de una baja es el propio paciente, muy por encima de
guías, profesionales y expertos. Este hecho es coherente con que, en toda
Europa, la baja laboral “se toma”, no “se da”. Por ello, los pacientes suelen
calibrar perfectamente su duración.
¿CUALES SON LAS CARACTERÍSTICAS QUE DEFINEN Y/O
DIFERENCIAN A LA ATENCIÓN PRIMARIA DE OTROS
MARCOS IMPLICADOS EN LA GESTIÓN DE LA IT?
•
En primer lugar, la atención primaria supone el primer escalón sanitario
del sistema: supone que habitualmente existe o ha existido ya una
11
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
relación previa con el paciente, conocimiento del núcleo familiar y
entorno, posibles interacciones, etc. Si bien es verdad que los médicos
de empresa están igualmente familiarizados con los trabajadores a su
cargo.
•
En segundo lugar lo variado y heterogéneo de las tareas del médico de
familia que hace que la gestión de la IT sea, una más, de estas
actividades pero con una gran carga de burocracia que se añade a la que
ya invade nuestras consultas.
•
Otro aspecto importante es la pérdida, como colectivo, de la
exclusividad en la potestad de otorgar bajas laborales, a partir de 1998.
El médico de familia ha vivido la creación de las MATEPSS primero
con ignorancia y después con una gran sensación de conflicto de
competencia, injerencia y descoordinación.
•
También hay que destacar que suele ser el médico de AP quien inicia la
IT o quien continúa manteniendo la situación de IT iniciada por otros
profesionales, no correspondiéndose con un adecuado nivel de
información sobre la situación de paciente, sobre todo, cuando la IT se
prolonga:
o
o
o
El especialista no emite informes escritos, y si lo hace, no suele
manifestarse con respecto a la necesidad de continuidad o no del
reposo y consiguiente IT.
El manejo depende de lo que el paciente manifiesta de forma
verbal: con información sesgada (unas veces de forma
intencionada pero otras ni siquiera por esta razón...)
No tenemos acceso a los resultados de las pruebas
complementarias: sea quien sea el que las solicita (Sanidad pública
o mutua)
•
Sigue existiendo, tras la reforma, un tremendo desfase entre la
competencia clínica (técnica) del médico de familia para otorgar bajas
laborales, que nadie discute y la asunción de responsabilidades y
competencia en los aspectos organizativos de la misma en los que
parece que no tiene nada que decir (no se le pide opinión, no tiene
capacidad de adelantar pruebas, no se le informa…)
•
Desde hace varios años los médicos de Atención Primaria estamos
exigiendo una nueva reforma que disminuya la gran carga asistencial y
burocrática en nuestros centros de salud, fundamentalmente urbanos y
12
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
semiurbanos, ya que esto también afecta, como no, al control de las
bajas laborales desde AP. Entre otras cosas, pedimos que se ponga
manos del médico de familia la capacidad de coordinar los servicios
para asegurar la continuidad de cuidados.
EL DÍA A DIA DE LA GESTIÓN DE LA IT EN LACONSULTA DEL
MÉDICO DE AP
•
El paciente NO TIENE NI IDEA DE QUÉ LE HABLAS cuando le
preguntas quién controla la IT por contingencias comunes en su
empresa, si el INSS o una mutua...
•
Si la gestión de la IT es por parte de una mutua y si la empresa no tiene
un médico contratado (con el que los pacientes suelen tener buena
relación), el paciente acude a la consulta asustado para preguntar por
qué le ha llamado un médico de una mutua para ver qué le pasa: ¿le
controlan sus jefes?
o En la MATEPSS se le hacen una serie de pruebas complementarias
y tratamientos de los que el MF no tiene nada que decir y de los
que raramente recibe información por escrito.
o Algunos médicos de mutua provocan sentimientos de culpabilidad
a pacientes con bajas justificadas por un exceso de celo.
o En los lugares pequeños la mejor coordinación con los médicos de
empresa (si los hay) suele mejorar el cruce de información con el
MF.
•
Si la gestión es por parte del INSS y el MF tiene que derivar al paciente
a un especialista: las listas de espera de atención en consulta y de las
consiguientes pruebas complementarias alargan de forma irremediable
la duración de la IT
o La información de lo que le pasa al paciente te llega de forma
verbal a través del propio paciente casi siempre.
o No hay un apartado en el volante de derivación que especifique si
el paciente está o no de baja, a nadie le importa...
•
La figura del Inspector médico
o
En los sitios pequeños puede ser muy útil porque puede valorar al
paciente de forma temprana ante distintos problemas que pueden
surgir:
ƒ IT de posible origen laboral que la MATEPSS no admite
13
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
ƒ
o
Pacientes con sospecha de rentistas: se habla con
inspección para que sea un tercero externo quien
proponga el alta y así no romper la relación médicopaciente
En las grandes ciudades como Zaragoza la carga de trabajo y la
coordinación con el MF es más complicada.
ALGUNOS DATOS INTERESANTES SOBRE
LABORALES Y LA ATENCIÓN PRIMARIA.
LAS
BAJAS
Tomando como ejemplo un centro de salud medio (18000 habitantes) el
gasto en IT supone el 33% del gasto total de un equipo de atención
primaria, lo que supone un gasto tan importante como el de farmacia.
Sin embargo, frente a la preocupación sanitaria y social (gerentes,
profesionales, políticos y pacientes) ante el gasto farmacéutico, nada pasa
respecto al gasto en bajas laborales. Ello nos demuestra el absurdo del
desinterés sanitario al respecto, que persistirá mientras tal presupuesto no
esté en sus manos, al igual que el de los medicamentos.
Así, la gestión de la baja laboral ha pasado a ser “de nadie”, desde las
medidas de separación de la gestión económica y clínica. Esta separación es
fuente de grave ineficiencia provocada por la “inconsciencia” del gasto que
genera la decisión del médico clínico, que depende orgánicamente del
Sistema de Salud, pero genera el gasto en el Instituto de la Seguridad Social
o en una MATEPSS (desde 1996), ambos organismos “ajenos”.
Consecuentemente, falta el interés de los médicos de primaria (no
presionados ni incentivados por el sistema sanitario), que tienen, además, un
sentimiento de imposiciónexterna (de las mutuas). No es extraño, así, el
deseo de abandono de cualquier control de las bajas laborales por parte de
muchos médicos de cabecera.
La separación de ambas gestiones obligó a crear un segundo cuerpo clínico,
en las mutuas y aseguradoras, que, aunque sin negar una mejora en los
tiempos de espera de pruebas complementarias y tratamientos para algunos
pacientes, ha complicado más aún la difícil utilización racional de la
incapacidad temporal, pues se ha añadido un mayor nivel de incertidumbre
en la confidencialidad de la información (y una “doble opinión” muchas
veces discrepante de la del médico de cabecera). Ambas cuestiones,
confidencialidad y discrepancia clínica, han complicado en multitud de
ocasiones el control de la baja laboral. De hecho, se ha judicializado en
repetidas ocasiones el proceso asistencial por altas prematuras, mal
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
entendidas por el paciente y, en muchas ocasiones, por el propio médico de
cabecera, pues se ven dichas altas forzadas por la presión laboral a los
médicos de las mutuas, con incentivos no clínicos para ello.
•
Pero la IT, aunque el problema económico es tan importante en
cantidad como la farmacia, afortunadamente no es tan amplio en
“calidad, ya que afecta a un porcentaje pequeño de población (11%)
total (Ley de los Tercios).
•
Además, el perfil de las bajas laborales sigue la Ley de Pareto (20% de
los sucesos generan el 80 % del consumo) por lo que si identificamos
ese 20% de las IT (las de mayor duración, definida como igual o
superior a 30 días), y las controlamos, influiremos en el 80% del gasto
(en un cupo de 1.800 supone alrededor de 40 procesos de IT
médico/año). Si rebajáramos el corte en el primer 50% de costo,
veríamos que correspondería al escaso 7% del total de incapacidades
temporales, es decir, 14 bajas/cupo/año.
Así, podemos inferir que el 80% de las bajas tiene una duración
que podríamos considerar idónea o, al menos, no comprometedora para la
liquidez del sistema público, y sólo es importante por su posible repercusión
en las empresas y en los hábitos de su utilización: El médico de primaria y
el sistema sanitario deberían concentrarse fundamentalmente en esas pocas
bajas cuya duración supera los 30 días.
Las medidas legislativas tuvieron una repercusión inmediata y generaron un
ahorro y unas tendencias positivas que duraron un lustro. El éxito dependió,
fundamentalmente, de la reducción de la duración máxima de la baja (de 6 a
2,5 años), pero posteriormente comenzó de nuevo un lento crecimiento
hasta situarse en los mismos parámetros de incremento previos a la reforma.
Sin duda, parte de este incremento se ha debido al crecimiento de la
población activa, pero ello no lo explica del todo, y sugiere el final de una
etapa de éxito en la contención
El alejamiento del control por el médico de primaria, consecuencia de la
separación artificiosa del presupuesto y del seguimiento clínico de las bajas
laborales (en beneficio de las mutuas), ha complicado su control y no ha
mostrado los beneficios pretendidos.
•
Hay otro dato interesante: un 20% de las IT duran por encima de lo que
el médico que la prescribe opina que debiera de haber durado (días de
IT superfluos, que suponen un incremento global del 30% sobre el total
de días de baja).
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Esta demora se debe a tres factores:
1.
Demoras atribuibles al sistema.
El gasto en farmacia (mejor, el gasto superfluo o innecesario en
medicamentos) es consecuencia, primordialmente, de la mala praxis;
mientras que el problema de la incapacidad temporal (el gasto superfluo o
innecesario en bajas laborales) se deriva, mayoritariamente, de la mala
organización, del alargamiento de los episodios de atención y de la
aparición de tiempos muertos
Ni el médico de primaria ni el gerente sanitario suelen ser conscientes de
que cada día de baja que pasa gastamos entre 30 y 35 euros. Para
combatirlo, el sistema sanitario debiera esforzarse en adecuar la duración de
las bajas a la necesidad clínica, y la organización debería subordinarse a
dicha necesidad.
El problema de la incapacidad laboral hay que centrarlo en el acortamiento
del proceso de atención clínica, y apenas se precisa insistir en la presión
sobre el paciente (con la excepción del paciente simulador y/o rentista,
puesto que en los demás la buena relación con el médico de primaria
asegura que no haya abusos, o que éstos sean anecdóticos).
La solución del problema de la baja laboral es fundamentalmente de
organización, y está centrado en 1-3 pacientes/cupo médico/mes. Todo esto
depende de la autoridad del médico de cabecera para agilizar el proceso de
atención clínica, y por ello debería darse al médico de primaria la potestad
necesaria para que mueva el sistema, para que “administre” el tiempo
clínico.
La asignatura pendiente en el actual Sistema Sanitario tras la reforma es una
buena coordinación entre primaria y especializada para acortar los
“tiempos”.
Los médicos generales no tienen el “poder” (autoridad y responsabilidad)
para organizar el conjunto de servicios que requiere el paciente de baja
laboral, siendo el papel de los especialista el de consultores.
Tras la reforma de 1998 el problema de los tiempos muertos se ha mejorado
con la colaboración de los médicos de las MATEPS que pueden realizar
pruebas complementarias y tratamientos de forma más rápida (cirugía,
rehabilitación...) aunque esta solución no está exenta de otros problemas.
2.
Demoras atribuibles al paciente.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
(tarda en pedir cita, confusiones, rentismo: el paciente que intenta
aprovechar los vacios legales para obtener una pensión, conectar con una
jubilación, coger la baja para hacer otros trabajos,…….)
3.
Causas de difícil abordaje:
En absoluto el estereotipo de “neurosis de renta” sirve para explicar la
riqueza de situaciones a las que nos enfrentamos en el día a día:
•
•
•
•
•
•
Pacientes que experimentan una mala adaptación a su
puesto de trabajo, con falta de ergonomía, estrés o
expectativas frustradas.
Pacientes con trastorno de personalidad conducentes a mala
adaptación laboral o a una falta de autodisciplina mínima
para proseguir en su puesto de trabajo.
Situaciones de desamparo y/o falta de recursos sociales en
los que la baja es la válvula de escape para situaciones en
los que la sociedad y los recursos sociosanitarios no están
disponibles ( ¿dónde estaría en este caso el principio de
justicia?)
Patología del paro: personas que han sido catalogadas de
inválidas y posteriormente recalificadas como aptas para el
trabajo.
Situaciones mixtas en las que además se complica la cosa
porque el paciente se acoge a una patología menor somática
que amplifica: ¿quién demuestra que el paciente no tiene el
dolor que manifiesta?.
Pacientes con enfermedad incorrectamente valorada, con o
sin resolución a s u padecimiento, pero que ameritan la baja
que exigen, y a los que confundimos muchas veces de
rentistas. Es un grupo que acumula muchos y graves errores,
a pesar de saltar de médico en médico, pues todos están más
preocupados por desembarazarse de un rentista que
proceder a su diagnóstico definitivo.
•
El 50% de los problemas que generan IT por contingencia común
se concentra en el aparato locomotor y mental, por tanto su resolución
dependerá, en gran medida, de capacidades técnicas (diagnósticas y
terapéuticas) y de las habilidades de comunicación y abordaje psicológico
por parte del médico de AP.
17
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
¿CÓMO SEGUIMOS VIVIENDO LOS MÉDICOS DE FAMILIA LA
GESTIÓN DE LA IT?
1.
Pérdida de control en le manejo de la IT: se introducen agentes
externos en el acto médico. ¿Injerencia en libertad de prescripción?
2. Discontinuidad en el control clínico de la enfermedad (pruebas
complementarias no accesibles, solicitadas por la mutua, visitas
por dos especialistas, cruce de informes cuando los hay etc,…
3. Posibilidad de separar la baja laboral de la prestación económica:
se pueden dar casos de desamparo e inseguridad.
4. Solapamiento de funciones: control de la baja por hasta cuatro
médicos: MATEPSS, INSSS, inspectores, médico de cabecera
5. Consiguiente sensación de multicontrol/o de descontrol para el
paciente
6. Incremento de la judicalización de la IT por posibles conflictos de
diversidad de criterios médicos e intereses económicos.
7. Incremento de la burocratización de los circuitos de gestión.
8. Inseguridad en el manejo de la información clínica confidencial de
los pacientes.
9. Asombro/confusión por parte de los médicos de AP que
contemplan con frecuencia como un importante y accesible
recurso, como es el conocimiento que éste tiene de la situación
personal/social/laboral del paciente se desaprovecha, se ignora.
10. Como dato positivo: la reducción de los tiempos muertos en
algunos casos de control por parte de una MATEPSS.
ALGUNAS REFLEXIONES PARA EL DEBATE
•
Los médicos de cabecera no hemos entendido, con frecuencia, que la baja
laboral no es sino un acto médico de certificación que ha de incorporar
además de las variables puramente clínicas, la valoración de las
condiciones psico-físicas del trabajador y las características y condiciones
del puesto de trabajo. Además, esta certificación supone para el trabajador
incapacitado, el acceso a una prestación económica por la que la sociedad
ha apostado y, no siempre los médicos se han concienciado
suficientemente, de la responsabilidad que supone gestionar los
recursos, siempre limitados, que la sociedad nos asigna para su
distribución.
18
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
•
En la consulta diaria del médico de atención primaria, la gestión de las
bajas laborales se sigue viviendo como una carga burocrática
difícilmente soportable, generadora de conflictos que afectan
frecuentemente, y a veces de forma irreversible, a la relación clínica con el
paciente y que produce altas dosis de angustia entre los profesionales,
cuando se enfrentan con situaciones sociolaborales críticas de sus
pacientes. Poniendo con frecuencia en situación de riesgo, la necesaria y
terapéutica, relación médico/paciente.
En la actualidad, el trámite burocrático para dar una baja supone, en los centros
no informatizados, rellenar manualmente el “Parte Médico de Baja/Alta de IT
por Contingencias Comunes” de hasta 30 ítems. Al cuarto día de la IT, habrá
que rellenar el primer “Parte Médico de Confirmación de IT por Contingencias
Comunes” con 20 ítems, y repetir la operación semanalmente, hasta que se le
de el alta (otra vez el modelo P.9 con sus 30 ítems). Este “trámite” se realiza en
muchas ocasiones, en medio de consultas masificadas, con tiempos de consulta
menguantes, contribuyendo el modelo a masificar más las consultas y a
menguar más los tiempos, etc… No es difícil concluir, por tanto, que o se
atienden los pacientes o se rellenan papeles..
En este sentido, es cierto que la informatización de la IT en los C.S. que la
tienen, ha permitido poder imprimir los partes de confirmación de forma
rápida y sin necesidad de reescribir todos los ítems, y en otros más
privilegiados han conseguido reducir el absurdo proceso de partes de
confirmación y liberar de burocracia al médico que ha podido contar con el
apoyo administrativo o de enfermería para la entrega de los partes que no
precisan seguimiento clínico. Situación esta, que, aunque es la ideal dadas las
circunstancias, no deja de ser absurda... Tienen que buscarse alternativas a la
burocracia, la atención directa al paciente no tiene alternativa
•
Si le sumamos la frecuente sensación de “soledad ante la gestión” por
no sentirse apoyados por la inspección cuando hay que tomar
decisiones, ni por los médicos de atención especializada - raramente
conscientes del problema - cuando se les pide su opinión, mas los
obstáculos que hay que salvar (listas de espera incluidas) para conseguir
determinadas pruebas diagnósticas, no es de extrañar, aunque no se
justifique, que algunos profesionales hayan arrojado la toalla. Las
relaciones fluidas con la Inspección o la Atención Especializada siguen
siendo una asignatura pendiente. En ocasiones el desencanto viene
cuando, tras mantener una postura firme ante un paciente, el médico es
desautorizado por la Inspección, envuelta ésta a su vez en un
19
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
maremagnum burocrático y carente de medios, y en otras, por el contrario,
es el médico quien se encuentra mucho "más cómodo", cuando la
inspección es quien ha indicado el alta.
Por otra parte, el médico de familia se encuentra en la obligación de aceptar
muchos casos de certificación por delegación del médico especialista, sin que
en ocasiones medien informes aceptables o incluso, a veces, sin estar
completamente de acuerdo con la opinión del mismo, desentendiéndose, en
muchas ocasiones, el médico especialista de la indicación de un alta que le
correspondería.
•
La gestión de la IT es un acto médico que implica, al margen de una
compleja valoración clínica, evidentes connotaciones sociales,
laborales y, por supuesto, económicas, exigiéndole al médico no sólo
un seguimiento clínico continuo, sino también dar respuestas a los
conflictos éticos que con frecuencia se le presentarán en el manejo de
las bajas laborales.
Cualquier médico de atención primaria, con un mínimo de experiencia, ha
asistido al deterioro, y a veces ruptura, de una relación clínica previamente
buena y cordial, al verse obligado a forzar un alta o negar una baja. Es difícil
hacer comprender a un paciente, al que conocemos desde hace años, la
“objetividad” que debe primar en el acto médico a la hora de decidir en estas
cuestiones. Frases como “diga lo que diga, yo no estoy para trabajar”, “mi jefe
dice que me dé usted la baja”, “déme el alta para el lunes”, o “llevo cotizando
20 años y para una vez que…”, muchas veces escuchadas, ponen a prueba
todas las habilidades del médico en comunicación para poder reconducir y
mantener la relación con el paciente, sin caer en la permisividad para evitar
problemas.
•
Persisten un gran número de enfermedades relacionadas con el
trabajo, que no son notificadas y que están siendo atendidas como
contingencia común en cada Servicio Público de Salud. Es prioritario
que los facultativos del SNS, INSS, MATPSS, Administraciones
Públicas y Agentes Sociales (empresarios y sindicatos) afronten de
forma sinérgica el problema de la subdeclaración de la patología laboral
y lo anterior a pesar de los aparentes intereses contrapuestos.
•
Algunas bajas laborales se hacen eternas mientras se espera la
realización de pruebas diagnósticas que aclaren si el trabajador puede
o no reincorporarse a su trabajo.
20
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
•
La incapacidad transitoria seguirá siendo ajena a la agenda política de
los consejeros de sanidad, por no disponer ni ser responsables de su
presupuesto, por lo que en nada centran su atención en el problema,
pese a la concreta circunscripción y acotación del mismo (el 2% de la
población, grupo A).
•
El control de la incapacidad laboral en manos de las mutuas ha
fracasado en lo importante: el grupo A de Pareto. Y que, tras la
reducción de costos secundarios a las modificaciones legales,
fundamentalmente la reducción de la duración máxima de la baja de 6 a
2,5 años, no se han producido avances, sino todo lo contrario, con
incrementos anuales superiores al 14%, similares a la década previa a la
reforma. El manejo del paciente complejo, el grupo A de Pareto, es
ajeno a la mutua, alejada del abordaje generalista e integrado del
médico de primaria.
•
El quid de la cuestión de la baja laboral se ciñe en gran medida a
aquellos problemas en los que se requiere la coordinación de los dos
niveles sanitarios, por la complejidado gravedad de los mismos.
•
La clave de la solución está en la mejora de la gestión de la prestación
económica de la incapacidad laboral, como compensación de la
terapia de reposo indicada
•
El uso apropiado de la incapacidad laboral conlleva la disminución de
costes varios, tanto monetarios como en salud. Lamentablemente ha
existido más interés por los aspectos económicos que por los aspectos
clínicos
ALGUNOS OTROS PROBLEMAS QUE NOS DEJAMOS EN EL
TINTERO.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
Influencia de los aspectos sociales en la IT.
Posibilidad del cambio de contingencia originaria de la IT.
Conflicto de lealtades.
IT y pluriempleo.
Duración máxima de la IT y su relación con la IP.
Coexistencia de IT y desempleo.
Manipulación de la IT por parte del paciente.
Potestad de la Inspección en la IT.
Asistencia privada e IT.
Conflicto en el dictamen médico
21
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
11. Confusión del paciente entre competencias/ mutua y SS.
12. Acoso de algunas mutuas con repercusión en su salud: presentismo, t
depresivos, acoso al médico,…
Conclusiones y recomendaciones que realizan Juan Gérvas, Ángel Ruiz
Téllez y Mercedes Pérez Fernández en su documento “La incapacidad
laboral en su contexto médico: problemas clínicos y de gestión”
Dada la complejidad del uso de la baja laboral, en que confluyen todo tipo
de problemas y circunstancias, corresponde al médico de familia su control,
que debería ejercerse en sus dos componentes, de gestión clínica y de
gestión económica.
Hay que devolver protagonismo y responsabilidad al médico de atención
primaria, que idealmente certifica la necesidad del reposo, solicita
directamente pruebas diagnósticas, y para el cual trabajan los especialistas
como consultores y/o como expertos con habilidades especiales que
complementan con otras terapéuticas el reposo, para lograr la pronta
convalecencia y rehabilitación del trabajador enfermo.
Gervas propone en esta línea una serie de medidas que giran en torno a:
a) la adecuación entre el reposo recomendado y la necesidad del mismo,
según el mejor fundamento científico y la mejor práctica clínica;
b) la correcta gestión global de la incapacidad laboral, para disminuir el uso
incorrecto y el gasto innecesario.
En tanto que la política de separación de la gestión económica y del manejo
clínico de las bajas laborales no ha resuelto sus problemas en la contención
del gasto, lo siguiente:
• Desaparición de la dicotomía entre gestión económica y clínica.
• Potestad sobre todas las fases del proceso o episodio de la incapacidad
temporal, tales como el acceso a pruebas diagnósticas, el acceso
preferencial a servicios especializados, el establecimiento de prioridad en
las listas de espera y la ordenación de investigación de sospechas de fraude
a los servicios de inspección. siendo los especialistas y los médicos de las
mutuas consultores. Y contar con un presupuesto anual cerrado para el gasto
en bajas laborales de su cupo.
• La aceptación de este cometido y responsabilidad tendría una
remuneración compuesta
22
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
de un fijo mensual y un incentivo variable anual, según cumplimientos de
objetivos. El ahorro repercutiría en la mejor dotación material y personal del
Centro de Salud.
• Introducir flexibilidad lógica en la incapacidad laboral, buscando la
“dosis” de reposo necesaria, sin abusos (por exceso o por defecto) que sean
perjudiciales para la salud del trabajador enfermo, con independencia de la
repercusión económica de dicho abuso.
El médico que da una IT toma tres decisiones consecutivas: recomendar la
baja (primera decisión) y su duración (segunda decisión) e intensidad
(tercera decisión): La intensidad se refiere a si la baja lo será a tiempo
completo o a tiempo parcial. Por ello, debería dejar de ser una opción de
“todo o nada”, y pasar a ser una respuesta terapéutica graduada y flexible,
que ofreciera el reposo adecuado en duración (días) y en intensidad
(actividades a evitar, y posibilidad de adaptación temporal a otro tipo de
trabajo); debería ceñirse al mínimo imprescindible e intentar mantener al
paciente en su lugar de trabajo, en condiciones apropiadas a su incapacidad.
La baja laboral está asociada a “no trabajar”, pero debiera modificarse para
poderse balancear, socialmente, entre el “no ir a trabajar” y “no ir al
trabajo”.
PROPUESTAS PARA LA MEJORA DE LA GESTIÓN DESDE LOS
CENTROS DE SALUD
1.
A nivel organizativo, mejorar sistemas de información: sistema de
información único/compartido que identifique con claridad a los
pacientes en IT, causas, demoras en listas de espera.
2.
Simplificación del proceso burocrático: Desaparición de la
burocracia inútil, de modo que la certificación de baja laboral y los
partes de confirmación fueran estrictamente clínicos, puesto que la
certificación depende únicamente de la valoración médica.
3.
Es también imprescindible recuperar el crédito del diagnóstico,
mediante el uso de la Clasificación Internacional de la Atención
Primaria, adaptada a la cultura y forma de trabajo extrahospitalaria, y
mediante los mecanismos apropiados que aseguren la confidencialidad
de la información.
4.
Agilizar las listas de espera para estos pacientes: establecimiento de
cuotas de derivación con la atención especializada, capacidad de solicitar
pruebas complementarias desde AP o la mejora de la relación entre los
23
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
médicos de atención primaria y las MATEPSS, con lo que se acortarían
los procesos y ganaríamos todos.
5.
Reflejar los resultados económicos de esta prestación en la
información suministrada al médico: conocimiento de la gestión de IT
propia y del sector, mecanismos de incentivación, etc.
6.
Formación específica y apoyo al médico sobre aspectos
organizativos, evaluación técnica, manejo y comunicación con el
paciente difícil y reflexión ética sobre casos complicados. Se echa en
falta un plan estructurado de investigación y de formación que estudie
la adecuación de la baja al problema de salud, elabore guías en favor de
la eficacia y de la valoración de los efectos adversos de la situación de
baja, y que ayude a establecer un plan de formación continuada y a la
renovación de conocimientos y prácticas de probada eficacia
7.
Mejoras en la coordinación de las distintas partes implicadas: los
médicos de atención primaria debieran contar con autoridad y poder
para solicitar pruebas diagnósticas y terapéuticas, de forma que los
especialistas y los médicos de las mutuas actuaran como consultores.
Además, el inspector de referencia debería apoyar a los médicos
asesorando en la organización y evaluación de la IT, valoración directa
de determinados pacientes conflictivos, peritaje en casos de desacuerdo
con un alta forzada, etc.
8.
Garantizar la confidencialidad de los datos. El mantenimiento de la
confidencialidad es una obligación tanto ética como legal. Las
modificaciones legislativas realizadas en los últimos años, están
haciendo peligrar la confidencialidad de los datos recogidos en los
partes de baja. Los circuitos de declaración de las bajas laborales son
manifiestamente mejorables, en su burocracia y en el uso del sistema de
información que generan.
9.
A nivel legislativo, se debería hacer un esfuerzo responsable para
clarificar puntos oscuros por donde se cuela el fraude, repasar las
desiguales prestaciones entre colectivos de trabajadores, los orígenes de
la mala utilización de la baja y las situaciones que requieren un mayor
apoyo social. (evitando el principio de “desplazamiento de culpa” que
nos ha hecho responsables a los médicos de familia, inmerecidamente,
de todas las desgracias que han asolado el manejo de las IT.)
10. Debería mantenerse integradas su gestión clínica y económica en el
ámbito de la atención primaria. La política seguida durante la última
24
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
década, de separación de la gestión económica y del manejo clínico de
las bajas laborales, produjo éxitos temporales, durante un lustro, en la
contención del gasto en este capítulo, sin que se hayan mantenido en la
actualidad.
BIBLIOGRAFÍA
Buitrago F. La responsabilidad médica en las incapacidades laborales
transitorias. Atención Primaria 1994; 13:1-2.
Manual de gestión de la Incapacidad Temporal. Subdirección General de
Coordinación administrativa. Madrid: INSALUD, 1998. p. 42.
Altisent R, Huelin JV, Ariño M. Ética en la prescripción de la “baja laboral”
por el médico de familia. Cuadernos de gestión 1997; 3:4-6.
Caldas R, Violán C, García JJ, Domínguez FP, Ruiz Téllez A, Quijano F y
Borrel I. Incapacidad temporal: mejoras en la gestión. Aten Primaria
2000;25:116-125.
Zarco, J., Moya, A., Júdez, J., Pérez, F., Magallón, R. (2001), Gestión de las
bajas laborales. Mecidina Clínica (Barcelona) 117:500-9.
Gérvas J, Ruiz Téllez A, Pérez Fernández M, La incapacidad laboral en su
contexto médico: problemas clínicos y de gestión. Fundación alternativas.
Documento de trabajo 85/2006
25
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Miguel Angel Daniel Calvo
Director del Servicio Médico
Transportes Urbanos de Zaragoza SA TUZSA
La “vigilancia de las contingencias comunes”, de cómo lo vive el médico
de empresa o el papel de los Médicos del Trabajo
en los Servicios de Prevención Propios.
Cuando la Junta me ofreció la ponencia del punto de vista del médico de
empresa sobre la incapacidad temporal me entró el picor vanidoso: creer
que hay alguien que te considera tan listo como para “dar la charla”... ¿gusta
no creen?. Lástima que luego me diese cuenta que eso no es así, sino que
soy tan tonto que me ha tocado bailar con la más fea. Porque ¿de todos los
presentes a quién le gusta la Gestión de la Incapacidad Temporal dentro de
la empresa?.
Una vez comprobado que tenía los pagos de la Sociedad al día, y que la
oferta no era una venganza taimada de la Junta, comencé a darle vueltas
para ver qué contaba que no fuese repetitivo… recordaba que esta
conferencia ya la habían dado en otras ocasiones gente más inteligente y
con más experiencia que yo, como el Dr. Víctor Alcalde en una sala de la
Diputación Provincial de Zaragoza allá por el año 2002. Tema viejo este
que llevo arrastrando en sus distintas versiones desde los viejos libros del
Anexo E. según la derogada Ordenanza de los Servicios Médicos de
Empresa que entró en vigor en 1959, hasta la firma del acuerdo de
colaboración entre la Comunidad Autónoma de Aragón (representada por
nuestra Consejera de Sanidad) y el Ministerio de Trabajo y asuntos sociales
a través del INSS del pasado 17 de julio de 2006 (publicado en el BOE nº
246 de 14 de octubre de 2006). Ya lo tenía decidido: ya que es un tema
viejo pondré el título en “castellano antiguo”… 47 años echándole la culpa
de la Incapacidad Temporal al Médico de Empresa así lo valen.
Una vez ya tenía centrado el comienzo, (soy así de raro el título es lo último
que se debería poner pero… ya saben los que me conocen), decidí que debía
dejar claro qué es el absentismo laboral.
Como estoy ante una palabra me fui al Diccionario de la Real Academia
Española y allí me ilustraron, el término procede del inglés absenteeism, y
este “palabro” a su vez deriva del latín. Este término hacía referencia a los
latifundistas irlandeses que abandonaban sus tierras y se marchan a la City
londinense abandonando sus obligaciones en manos de administradores.
26
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Además del origen el Diccionario de la RAE indica dos acepciones: 1. m.
Abstención deliberada de acudir al trabajo. 2. m. Costumbre de abandonar
el desempeño de funciones y deberes anejos a un cargo.
Además de esta definición lingüística indagué en definiciones técnicas y
encontré más de una decena con diferencias más o menos importantes entre
sí. La que consideré mas aceptada, e insisto que no la única, es: toda
ausencia al trabajo, sea justificada o no, computable con la diferencia
cronológica existente entre los tiempos de trabajo contratados y los
efectivamente realizados.
Si nos basamos en dicha definición nos encontraremos que las causas de
absentismo legal en España pueden ser: incapacidad temporal (bien por
contingencias comunes o profesionales), horas sindicales y permisos
retribuidos varios (por asistencia a un juicio, presencia en una mesa
electoral, por ingreso de familiar, etc.). Entonces me hice la siguiente
pregunta: ¿por qué si los motivos de absentismo son múltiples siempre
pensamos en la “baja médica” como única causa?. La respuesta es
sencilla…solo en mi empresa, TUZSA, el 98,36 % del absentismo tiene su
origen en “problemas de salud”, y si solo tenemos en cuenta la Incapacidad
Temporal por Contingencias Comunes (enfermedad común y accidente no
laboral) estas son responsables del 97,5% del absentismo total de TUZSA
(ver gráfico I). Resultado: se considera el absentismo como un problema
médico de la empresa y por tanto son los “médicos de empresa” los que
tienen que decir algo al respecto.
Si empezamos a estudiar el absentismo como un problema médico
empezaremos por ver la etiología y la patocronia, es decir, la evolución de
las enfermedades, analizando las características y situaciones dentro de una
población, que para el caso es la Empresa.
Absentismo histórico TUZSA
9,00
8,00
7,00
6,00
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
1995
1996
1997
1998
1999
2000
% INDICE ABSENTISMO
Acc. Trabajo
2001
2002
2003
Enf. Común
H. Sindicales
2004
2005
2006
Para ello utilizamos la curva de
absentismo, observando que el
mismo no es constante en la empresa,
como sería lógico a lo largo de los
años al encontrarnos ante una
población más o menos constante,
sino que sufre variaciones (ver
gráfico II). Estas variaciones
dependen de distintos factores:
Permisos
27
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Época del año, en la misma no afectan especialmente las epidemias
estacionales
y
sí
COMPARADO HISTÓRICO
factores ajenos a la
8,00
medicina como son las 7,00
fiestas
patronales, 6,00
5,00
Enf. Común
Acc. Trabajo
mundiales de fútbol, 4,00
3,00
2,00
cultivo predominante 1,00
en la zona (ver gráfico 0,00
III), etc.
2.
Sector productivo de la Empresa.
3.
Tamaño de la misma.
4.
Edad media y sexo predominante.
5.
Existencia de conflicto laboral (huelgas, negociación de convenio
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
1.
colectivo, etc.)
6.
Etc.
AÑO 2002
5,00
4,00
3,00
INDICE
ENFERMEDAD
2,00
INDICE ACCIDENTE
Bueno, ya tenía clara para la
exposición algunas ideas como eran
ponernos de acuerdo todos sobre lo
que estábamos hablando y dejar
también claro que tras la incapacidad temporal hay poco de medicina y
mucho de “ambiente laboral”, pero seguía sin tener claro ¿por qué le
importaba el absentismo a la Empresa de forma que esta incordiaba tanto
con ese dato? (que suele ser uno de los indicadores utilizados por todos los
Dptos. de Recursos Humanos), así que seguí dándole vueltas al asunto
intentando ponerme en la mente de todos los que jugamos en el mismo
equipo:
1,00
0,00
1
2
3
4
5
6
7
8
9 10 11 12
1.
A Dirección le preocupa porque es una variable que incide en los costes
finales y por tanto en el beneficio. Todos los de la Empresa estamos
para ganar dinero, empezando por los dueños, y es importante conocer
que el absentismo genera un importante coste directo (el complemento
a cargo de empresa) pero un más importante todavía coste indirecto.
Además en la mayoría de las empresas el índice de absentismo se
utiliza como dato indirecto para medir el clima o ambiente laboral.
2.
Para el Responsable Operativo (bien sea un Director de Producción o
Director de Explotación) es importante porque debe cubrir el puesto
vacante y para ello contratar a alguien en bajas de larga duración. Esto
28
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
supone que la persona que desempeñe este trabajo no tendrá tanta
experiencia y, o bien necesitará formación, o bien influirá sobre el
producto final (y vuelta a lo del dinero) al aparecer más productos no
conformes por la falta de experiencia, peor calidad en la prestación del
servicio por el mismo motivo, etc.
3.
Para el resto de los compañeros, especialmente en las empresas
pequeñas, supone una carga de trabajo a repartir entre todos sin,
generalmente, una contraprestación económica (nuevamente el vil
metal).
4.
Para el empleado absentista, generalmente el 80-85% de las ausencias
se reparten entre un 15-20% de la plantilla, puede ser una estrategia
para reducir el estrés, manifestación de un sentimiento de hostilidad
hacia la empresa o simplemente la falta de un compromiso con sus
obligaciones.
5.
Y de lo que estamos hablando en esta ponencia… ¿por qué me importa
a mí, el Médico de Empresa, el absentismo por problemas de salud?,
ahí lo tuve sencillo, porque me lo dice el B.O.E en:
a. La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos
Laborales. El famoso artículo 22.
b. El Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se
aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención en los
artículos 37 y 38, así como en el Capítulo VII (artículo 39).
c. Además de esta legislación específica de la Prevención en
Riesgos Laborales aquellos servicios médicos que
mantenemos el artículo 53 de la derogada Ordenanza de los
Servicios Médicos de Empresa, o que simplemente hacemos
“asistencial”, nos podemos acoger al artículo 61 de la Ley
General de Sanidad, donde se garantiza a los facultativos
implicados en el diagnóstico y tratamiento de un paciente el
acceso a la historia clínico-sanitaria.
Una vez tenía claras mis obligaciones legales, así como el pensamiento de
la mayoría de los actores en esta película de vaqueros, pasé a divagar sobre
todo lo que me ha ocurrido, relacionado con la Incapacidad Temporal, en
los últimos en los 11 años que llevo dedicados a la Salud Laboral: el papel
de los Médicos de Empresa ante la Incapacidad Temporal, decidiendo
clasificar la mayoría de los casos en cuatro grandes supuestos que por orden
de frecuencia son:
29
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1.
2.
3.
4.
Empleado que causa IT y coge el alta en un plazo adecuado a la
patología que la motivó. A su vez esta puede ser:
a. Baja de corta duración.
b. Baja de larga duración.
Empleado que alarga una baja.
Empleado al cual le detecto, en un reconocimiento, un problema de
salud incompatible para el trabajo. Aquí es el Médico de Empresa
el que motiva la baja.
Empleado que simula una enfermedad para conseguir la baja y/o la
incapacidad.
Baja de corta duración.
Es importante que tengamos claros unos criterios de Duración Media en
aquellas patologías más incidentes y más prevalentes. Existen dos manuales
editados por el Sistema Público de Salud:
1. El correspondiente al INSALUD.
2. Otro publicado por el Instituto Navarro de Salud Laboral y que se
puede
descargar
en:
http://www.cfnavarra.es/insl/doc/Diagnosticos.pdf
Es importante que comprobemos la no existencia de IT reiteradas que nos
podría estar hablando de otro problema como un puesto de trabajo
inadecuado o baja motivación profesional (los famosos riesgos
psicosociales) entre otros.
Baja de larga duración.
Hay que realizar una evaluación médica previa al ingreso y específica según
patología que originó la Incapacidad Temporal y puesto de trabajo con
tareas específicas. Tras dicha evaluación debemos emitir un certificado de
aptitudo:
1. Apto sin limitaciones.
2. Apto con limitaciones: las daremos por escrito al empleado y a la
Empresa, dejando registro documental en la Historia ClínicoLaboral, pues dicho trabajador pasará a ser especialmente sensible
a los efectos legales. Deberemos definir claramente las
limitaciones y no dar a la empresa información sanitaria.
3. No apto. En este supuesto intentaremos contactar con el Médico de
Atención Primaria, con conocimiento de Inspección Médica, para
intentar convencerle de la necesidad de anular el alta con el visto
30
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
bueno del trabajador, o en su defecto emitir una nueva baja por
recaída. En caso de negarse el Médico del Sistema Nacional de
Salud la Empresa no tiene otros mecanismos que:
a. Pactar con el empleado una suspensión de contrato hasta
que se solucione el problema de salud que lo incapacita
temporalmente.
b. Despido objetivo por ineptitud sobrevenida en algunos
supuestos (retirada del permiso de conducción, etc.).
El principal problema que nos encontramos los Médicos del Trabajo es
definir ¿qué es larga duración?. Para intentar aclarar un poco he revisado
jurisprudencia y no he encontrado nada. Lo único que existe normalizado al
respecto es lo que pone en determinados Convenios Colectivos.
Anta la ausencia de mención al respecto en el convenio de turno yo
aconsejo pactar con los representantes de los trabajadores qué es baja
duración, presentando para ello como criterio válido el de la Sociedad de
Medicina y Seguridad en el Trabajo de Cataluña que habla de larga
duración en todo proceso de más de 15 días de origen médico y de más de
30 días si la causa ha sido quirúrgica o traumatológica.
Empleado que alarga una baja.
El servicio médico de empresa no tiene ningún mecanismo ante estos
empleados salvo poner en conocimiento nuestro criterio a los Médicos de
Control de la IT de las Mutuas y a Inspección Médica.
Las Mutuas no son la solución del absentismo, ya que tienen competencias
muy limitadas en la gestión. A esto hay que sumar un nula implicación por
parte de los Servicios de Inspección Médica del Salud… Lo único que nos
queda es convencer al paciente haciéndole ver su actitud, lo que raramente
funciona. Por lo general, un empleado en baja más de seis meses pasa a
tener un comportamiento de “enfermo”… llevar a los niños al colegio, ir a
comprar el pan, cafelito a media mañana, hacer la comida, recoger a los
niños…esta rutina, mantenida en el tiempo es difícil de romper y suele ser
necesario pactar el alta con el trabajador, que raramente funciona.
Empleado al que se le detecta patología incompatible con el trabajo.
En este caso es el propio médico de empresa el que motiva la baja. El origen
de la evaluación es variado: reconocimiento médico periódico, a petición
del empresario o de los trabajadores en situaciones en las que se evidencia
un peligro para sí mismo o para terceros, asistencia médica en el trabajo,
etc.
31
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
El médico de empresa emitirá un informe de aptitud para el empleado, el
cual a su vez lo entregará a su Médico de AP.
Debemos recordar que la duración máxima de la baja es de 12 meses
prorrogables por seis más si se prevé curación o mejoría que le permita
reincorporación al trabajo. En el momento en el cual se presuma que las
lesiones son definitivas, aunque sea al segundo día de la baja, se debe hacer
una propuesta de incapacidad permanente.
Además, con el nuevo cambio legislativo en algunas Direcciones
Provinciales del INSS, una vez agotado el plazo de duración de 12 meses, el
INSS debe reconocer expresamente la prórroga de IT durante 6 meses más.
Empleado que simula una enfermedad para conseguir una baja o
incapacidad.
No nos queda más que incordiar a la Mutua de turno y a emitir algún oficio
a Inspección Médica con muy poca, o nula, utilidad.
Generalmente se simulan dorsopatías, siendo el rey del sarao el lumbago,
pero cada vez están teniendo mayor incidencia, sobretodo en bajas
relacionadas con conflicto laboral (discusión con mandos intermedios, etc.)
las bajas por patología psiquiátrica con diagnósticos poco claros.
Conclusiones
−
−
−
−
La IT conflictiva tiene un origen multifactorial y pocas veces
médico.
El dueño de la IT es el Médico de AP, que está más concienciado
en el gasto farmacéutico que en el de la IT (paga la Mutua o el
INSS).
El fraude médico más frecuente es alargar la baja. Una IT de más
de 6 meses es difícilmente recuperable desde el punto de vista
laboral, ya que el empleado suele organizar su vida alrededor de la
enfermedad y sin tener en cuenta la posibilidad de volver a
trabajar.
Los problemas de gestión en los Servicios Públicos de Salud
influyen claramente en la IT:
o Listas de espera.
o Inactividad de Inspección Médica.
32
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
o
o
−
−
−
La transferencia de la sanidad a las Comunidades
Autónomas generó, solo en Aragón, un incremento en
torno al 13%.
Etc.
La Gestión de la IT por las Mutuas ha conseguido poco pues tienen
competencias limitadas. Las novedades legislativas al respecto
dotando al INSS de más competencias se están implantando
lentamente comenzando por algunas provincias como Ávila,
Segovia, Teruel, etc. por los limitados recursos, materiales y
humanos, de que el INSS dispone.
Las actuaciones de los Sº Médicos de Empresa sobre la IT son mal
vistas por los trabajadores. Incluso aquellas a las que estamos
obligados legalmente. No debemos olvidar que nuestras
actuaciones ante la IT no dejan de ser las que marcan la legislación
al respecto: artículo 22 de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales y el artículo 37 del Reglamento de los Servicios de
Prevención, así como el capítulo VII del mismo RD. Las
atribuciones del artículo 20.2) del Estatuto de los Trabajadores en
cuanto a que el empresario podrá verificar el estado de enfermedad
o accidente del trabajador que sea alegado por éste para justificar
sus faltas de asistencia al trabajador, mediante reconocimiento a
cargo de personal médico NO pueden ser realizadas por el Médico
del Trabajo que realiza Vigilancia de la Salud en un Servicio de
Prevención Propio según las incompatibilidades que se marcan en
el Acuerdo de criterios básicos sobre la organización de recursos
para la actividad sanitaria de los servicios de prevención.
Las actuaciones sanitarias para reducir el absentismo
(vacunaciones, RHB precoz, etc.) tienen un efecto muy limitado al
tener poco peso la parte médica sobre la IT.
Es IMPRESCINDIBLE superar la idea de que el absentismo laboral es
fundamentalmente un problema médico, va mucho más allá, pues en
realidad es un aspecto social vinculado a la actitud individual y colectiva
ante el trabajo y por tanto tienen cosas que decir Dirección, Recursos
Humanos, Representantes de los trabajadores, etc.
33
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Bibliografía.
1.
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8.
9.
Absentismo laboral: causas, control y análisis, nuevas formas, técnicas
para su reducción. Autor J.F. Molinera Mateos, Ed. FC Editorial.
Manual de Gestión de la IT 2ª ed. INSALUD.
Guía para la Gestión de la Duración y la Codificación de Dtcos. de la
IT. INSL.
Colaboración Institucional el la IT: Guía para el Médico publicado por
el INMST, INSALUD, INSS y AMAT.
IT, encrucijada ética, clínica y de gestión publicado por la SMFyC.
Principios directivos técnicos y éticos relativos a la vigilancia de la
salud de los trabajadores. (OIT)
Las bajas laborales, de M.A. Ferrer López, Ed. Deusto.
Voices of Canadians: Seeking Work –Life Balance en:
http://www.hrsdc.gc.ca/en/lp/spila/wlb/pdf/Voices.pdf
El papel de los profesionales sanitarios de Medicina en el Trabajo de
los Servicios de Prevención ante la Incapacidad Temporal en
http://www.scsmt.cat
34
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
35
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Manuel Albalá Ortiz
Médico del Trabajo
Departamento de Contingencias Comunes. Mutua Fremap
VIGILANCIA DE LA INCAPACIDAD TEMPORAL POR
CONTINGENCIAS COMUNES POR LAS MUTUAS DE
ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES
PROFESIONALES DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de
la Seguridad Social nacieron a principio del siglo XX como
consecuencia de la promulgación el 30-01-1900 de la Ley sobre
Accidentes de Trabajo, conocida como Ley Dato, y en la que se
estableció por primera vez la responsabilidad objetiva del empresario,
obligando al patrono a indemnizar a los trabajadores que se lesionasen
como consecuencia de un accidente de trabajo.
No fueron consideradas como entidades privadas, colaboradoras de la
Seguridad Social hasta mediados de la década de los sesenta, siendo en
el Texto Articulado de la Ley de Bases de la Seguridad Social,
aprobado por Decreto 907/1966, de 21 de abril, donde se las reconoce
como tales. En ese mismo año se publicó el primer Reglamento de
Colaboración de las Mutuas en la gestión de la Seguridad Social,
aprobado por Decreto 2959/1966, de 24 de noviembre.
La colaboración de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales de la Seguridad Social (MATEPSS) ha ido aumentando
progresivamente sus competencias, siendo una de las más importantes el
reconocimiento de la posibilidad de colaborar en la gestión de la prestación
económica de incapacidad temporal derivada de contingencias comunes,
materializado en la Ley 42/1994 que establece: “Cuando el empresario
opte por formalizar la protección respecto de las contingencias de
accidente de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social
con una Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades profesionales de
la Seguridad Social, podrá así mismo, optar por que la cobertura de la
prestación económica por incapacidad temporal derivada de contingencias
comunes de ese mismo personal se lleve a efecto por la misma Mutua, en
los términos que reglamentariamente se establezcan”
36
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
El objetivo fundamental era reducir el déficit de esta prestación económica
en el Sistema de Seguridad Social. El propio Real Decreto 575/1997 que
regula determinados aspectos de la gestión y control de la prestación
económica de la Seguridad Social por incapacidad temporal explica que
pretende evitar “los riesgos de abusos y fraudes”
Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales
de la Seguridad Social son asociaciones de empresarios constituidas
con el principal objeto de colaborar sin ánimo de lucro y según el
principio de responsabilidad mancomunada en la Gestión de la
Seguridad Social, bajo la dirección, tutela y vigilancia del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales
Según datos de 2005 de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo
y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social, los trabajadores
protegidos en accidente de trabajo ascendían a 13,28 millones, el 89,16% y
respecto de las contingencias comunes daban cobertura a 9,3 millones.
Los principales recursos para la gestión del riesgo profesional los reciben
las Mutuas de las cuotas de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales a cargo exclusivo de las empresas por cotizaciones a la
Seguridad Social, en tanto que los destinados a la gestión de las
contingencias comunes provienen de un porcentaje, el 5,9%, de la cuota por
contingencias comunes que recauda la Tesorería General de la Seguridad
Social, como contraprestación por la gestión del subsidio económico por
ésta contingencia.
COLABORACIÓN EN A.T Y E.P
ACTIVIDADES
Gestión de las contingencias de accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales.
RECURSOS
Cuotas de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales a cargo exclusivo de las empresas por
cotizaciones la la Seguridad Social
APLICACIONES
Prestaciones económicas y sanitarias , prestaciones
especiales, actividades de prevención genéricas y
sostenimiento de los servicios comunes y sociales de
la Seguridad Social
37
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
COLABORACION EN CC. COMUNES
ACTIVIDADES
Gestión de la prestación económica de la incapacidad
temporal derivada de contingencias comunes.
RECURSOS
Porcentaje de la cuota por contingencias comunes
(5,9 %)
APLICACIONES
Prestaciones económicas por incapacidad temporal y
actuaciones sanitarias autorizadas por los servicios
públicos de salud.
HERRAMIENTAS DE GESTIÓN DE LAS MUTUAS DE
ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES
PROFESIONALES DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN MATERIA DE
INCAPACIDAD TEMPORAL POR CONTINGENCIA COMÚN
El contenido básico en cuanto a las herramientas de gestión atribuidas a las
MATEPSS en materia de Contingencia Común se encuentra
fundamentalmente en el artículo 80 y siguientes del Real Decreto
1993/1995 por el que se aprueba el Reglamento de Colaboración de las
Mutuas de Accidentes de Trabajo y en el Real Decreto 575/1997, siendo las
competencias más importantes la siguientes:
1.
Declaración del derecho al subsidio, así como denegación,
suspensión, anulación y extinción del mismo.
2.
Gestión administrativa: Las MATEPSS deben tener conocimiento de
los procesos de ITCC iniciados por el Servicio Público de Salud con la
mayor celeridad posible. Los médicos de las MATEPSS pueden
acceder a los diagnósticos que motivan la situación de incapacidad
temporal.
3.
Actuaciones de control y seguimiento de la prestación y de las
situaciones de ITCC a partir del reconocimiento de la situación de
ITCC y una vez transcurridos 15 días.
a.
Citación para reconocimiento médico: con objeto de
comprobar el motivo de la baja y la situación actual. La
incomparecencia injustificada a cualquiera de las convocatorias
para los exámenes y reconocimientos establecidos por los
médicos de las MATEPSS supone la extinción del subsidio de
incapacidad temporal.
38
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
b. Realización de actuaciones sanitarias cuando la situación de
incapacidad temporal se prolongase a consecuencia de la
demora en la práctica de pruebas diagnósticas o en la
aplicación de tratamientos médicos o quirúrgicos prescritos
por el Servicio Público de Salud correspondiente: Los
Servicios Médicos de las Mutuas podrán llevar a cabo dichas
pruebas o tratamientos, previo consentimiento del trabajador y
con la conformidad de la Autoridad Sanitaria del Servicio
Público de Salud
c.
Formulación de propuestas de alta. Una vez realizadas las
correspondientes actuaciones por los Servicios Médicos de las
MATEPSS y cuando se considere que el paciente no está
impedido para su trabajo, se puede formular “propuesta motivada
de alta” que se remite a las Unidades Médicas de Inspección de
los Servicios Públicos de Salud, que deben pronunciarse en un
plazo de 15 días, bien confirmando la baja médica o admitiendo
la propuesta de alta expidiendo el correspondiente parte de alta.
d. Formulación de Iniciativa de alta a efectos económicos. Si la
propuesta motivada de alta no fuese resuelta en el plazo de 15
días, la Mutua podrá optar entre reiterar dicha propuesta ante la
Inspección Médica del Servicio Público de Salud o plantear
iniciativa de alta médica ante los Servicios médicos del INSS,
para que por parte de estos Servicios se expida, si lo estiman
oportuno, el parte de alta a los exclusivos efectos económicos,
comunicando a la Inspección Médica del Servicio Público de
Salud su intención de expedir ese alta, a fin de que la citada
inspección pueda, en el plazo de 3 días, manifestar su
disconformidad. De no recibirse informe en contra en el citado
plazo, se expedirá parte de alta en el que debe constar el resultado
del reconocimiento y la causa del alta. Este alta emitida por el
INSS extingue la prestación económica de incapacidad temporal
debiendo el trabajador reincorporarse al trabajo aunque pueda
continuar recibiendo asistencia sanitaria
GESTIÓN MÉDICA EN ITCC
El objetivo de la gestión médica en los procesos de incapacidad temporal
derivada de contingencia común es colaborar en la recuperación del
paciente, facilitando su reincorporación al trabajo en adecuadas condiciones
39
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
de salud que le permitan realizar el trabajo con normalidad, y en caso de
que no sea posible, proceder a que el Sistema de Seguridad Social le
reconozca la prestación correspondiente.
GESTIÓN ITCC
HERRAMIENTAS DE CONTROL
CITACIÓN A
PROPUESTAS MOTIVADAS
DE ALTA
RECONOCIMIENTO
INICIATIVAS DE ALTA A
EFECTOS ECONÓMICOS
ACCESO AL
ACTUACIONES SANITARIAS
DIAGNÓSTICO
MÉDICO
Pruebas diagnósticas
Tratamientos
Los Servicios Médicos de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad están incluidos en el Sistema
Nacional de Salud y pueden colaborar con el Servicio Público de Salud en
la reducción de las listas de espera mediante el adelanto de pruebas
diagnósticas o quirúrgicas, según lo establecido en el R.D. 575/1997. Es
preciso, por tanto, establecer mecanismos de colaboración ágiles y
efectivos entre las MATEPSS, el INSS y el Servicio Público de Salud.
GESTIÓN ITCC
POSIBILIDADES DE COLABORACIÓN
PRUEBAS
COMPLEMENTARIAS
INTERVENCIONES
QUIRÚRGICAS
TRATAMIENTOS
REHABILITADORES
CONSULTAS
ESPECIALIZADAS
Por otro lado, los facultativos del las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social, pueden aportar a la
gestión de la incapacidad temporal su conocimiento del medio laboral, de
los puestos de trabajo y sus requerimientos, además de experiencia en
patología laboral junto a una estrecha colaboración con los médicos del
trabajo.
40
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
DIFICULTADES DE LOS FACULTATIVOS DE LAS MATEPSS EN
LA GESTIÓN DE LA ITCC DERIVADA DE CONTINGENCIA
COMUN
Desde el año 1996 en que las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales del la Seguridad Social comenzaron a
colaborar en la gestión de la prestación económica de ITCC, estas entidades
y los facultativos de sus Servicios Médicos han venido estableciendo
procedimientos, acuerdos y mecanismos de colaboración cada vez más
eficaces pero todavía insuficientes, quedando por resolver aspectos
importantes entre los que destacan:
1.
Lentitud e insuficiente contestación a las propuestas de alta e inicio
del procedimiento de calificación de Incapacidad Permanente.
2.
Falta de motivación en las contestaciones a las Propuestas de Alta.
3.
Mantenimiento de bajas por motivos extramédicos
4.
Concesión automática de la prórroga de Incapacidad Temporal
5.
Retraso en la iniciación de los expedientes de Incapacidad
Permanente.
6.
Concatenación de procesos de Incapacidad Temporal
7.
Emisión de partes de baja tras resoluciones denegatorias del INSS
8.
Emisión de partes de baja por contingencia común inmediatos al
alta por un proceso de incapacidad temporal derivado de
contingencia profesional.
9.
Escasa eficacia del adelanto de pruebas y tratamientos realizados
por las MATEPSS.
10. Desconocimiento del Médico de Atención Primaria de las
funciones y competencias del los facultativos de las MATEPSS en
ITCC
EVOLUCIÓN DE LA PRESTACIÓN DE INCAPACIDAD
TEMPORAL POR CONTINGENCIA COMÚN
La prestación de incapacidad temporal por contingencia común ha sufrido a
lo largo de los últimos años una serie de modificaciones legislativas
encaminadas a contener el gasto. Entre ellas figuran:
41
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1.
Reducción de la cuantía diaria de la prestación económica entre el
cuarto y el vigésimo día pasando del 75% al 60% de la base
reguladora (R.D. 53/1980).
2.
Traslado al empresario de la responsabilidad del abono de la
prestación económica de I.T. del cuarto al decimoquinto día de la
baja. (Ley 28/1992).
3.
Reducción a dos años y medio del periodo máximo de baja previo
a la incapacidad permanente (Ley 42/1994). Hasta entonces la
antigua ILT y la extinta Invalidez Provisional sumaban un máximo
de 6 años.
4.
Reducción de la cuantía de la prestación tras la extinción de la
relación laboral que pasa a ser la misma que en el caso del
desempleo (Ley 24/2001).
5.
El tiempo de I.T tras la extinción de la relación laboral reduce el
periodo de prestación contributiva de desempleo (Ley 24/2001).
42
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
43
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
2ª MESA. Actual marco legislativo en salud laboral
•
Moderador:
Silvia Morales Martínez. Especialista del trabajo.
Mutua Universal.
Ponentes:
• Andrés Alcázar Crevillén.
Unidad de Valoración Mtua MAZ
• Francisco Sánchez Sánchez
Gerente de la Subcentral Fremap Aragón y la Rioja
•
Rafael Timermans del Olmo. Presidente de la Sociedad
Castellana de Medicina y Seguridad del Trabajo
44
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
45
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
NUEVO DECRETO DE ENFERMEDADES
PROFESIONALES
Andrés Alcázar Crevillén.
Unidad de valoración. Mutua MAZ
ATE-1. ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES.
CARACTERÍSTICAS GENERALES.
TOTAL NACIONAL
ACCIDENTES DE TRABAJO Y
VALORES
ABSOLUTOS
ENFERMEDADES PROFESIONALES
2004
TOTAL ACCIDENTES
2005
1.706.830 1.659.487
ENERO DICIEMBRE
VARIACIONES SOBRE EL MISMO
PERÍODO DEL AÑO ANTERIOR
VALORES
PORCENTAJES
ABSOLUTOS
2003 2004 2005 2003
2004 2005
93.866
47.389
49.159
48.762
-326
-71
1.770
109.006 47.343
-15.773 35.706
-4,9
-6,0 -2,8
-4,6
-1,6
3,7
-23.141 28.312
-5,2
-2,6
3,2
-22.142 29.134
-5,2
-2,5
3,4
-921 -833
-78
11
7.368 7.394
-2,8
-6,4
2,3
-8,1 -8,0
-7,6 1,2
9,5 8,7
7.226 7.780
961.240
996.946
876.596
904.908
LEVES....................................................
865.167
894.301
GRAVES.................................................
MORTALES............................................
IN ITINERE (1)
10.474
955
84.644
9.641
966
92.038
LEVES....................................................
81.616
89.396 1.913
2,6
9,7
GRAVES.................................................
2.540
2.281
-142
106
-259
-5,5
4,4
MORTALES............................................
488
361
-1
36
-127
-0,2
745.590
662.541
-5,2
27.543
- -93.233
46.477
83.049
28.904 1.902 1.842 1.361
CON BAJA
22.964
24.912 1.511
SIN BAJA
4.579
ACCIDENTES CON BAJA
EN JORNADA DE TRABAJO
ACCIDENTES SIN BAJA
ENFERMEDADES PROFESIONALES
3.992
(1) Se incluyen los accidentes consecuencia del 11-M de 2004
391
-839 1.948
2.681
-587
8,0
9,5
10,2
8,0
26,0
-11,1
11,1
7,2 4,9
6,8
-3,5
8,5
25,9
141,3
12,8
46
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1.
INTRODUCCIÓN.
1.1. ESTADÍSTICAS DE ENFERMEDAD PROFESIONAL.
Dentro de la cobertura de la prestación por incapacidad permanente en
España en nuestro Sistema de Seguridad Social, la Enfermedad
Profesional ocupa el último lugar en número en cuanto a las
prestaciones en esta contingencia.
Si bien los índices de siniestralidad laboral en nuestro país son muy altos, en
el cómputo global de los mismos la Enfermedad Profesional ocupa una
mínima parcela respecto al Accidente de Trabajo.
Atendiendo al año 2.005, estas son las estadísticas que publica el ministerio
de Trabajo y asuntos sociales, en las que podemos ver las características
generales de los mismos, con su evolución en los últimos años, así como
gráficos comparativos entre Accidente de Trabajo y Enfermedad
profesional:
47
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1.2 HISTORIA DE LA COBERTURA DE LA ENFERMEDAD
PROFESIONAL.
Cualquier planteamiento que se quiera hacer en orden a analizar y explicar
las circunstancias que acontecen alrededor del Sistema español de
Seguridad Social ha de pasar forzosamente por considerar que la Seguridad
Social no "nace" en "el aire", sino que tiene una historia determinada que
explica perfectamente gran parte de los entresijos de la actual S. Social.
En lo concerniente a la S. Social española hay que comenzar diciendo que la
misma se constituye en la actualidad como la resultante de una serie de
factores en tensión constante que hacen que la S. Social vaya en un camino
determinado. Desde su nacimiento (institucionalmente lo consideramos
desde 1.908 como fundación del Instituto Nacional de Previsión - INP) la S.
Social española ha seguido las mismas pautas que otros países
industrializados. Así la S. Social española nace con un fuerte carácter
profesional y ligada a las prestaciones desarrolladas de los Accidentes de
Trabajo para ir poco a poco configurándose como un sistema más completo
mediante la incorporación al sistema de la protección por jubilación,
invalidez, maternidad, enfermedad y asistencia sanitaria.
Hasta la Guerra Civil Española (1936-1939) la Seguridad social era un
conglomerado de seguros sociales que cubría cada uno de ellos un aspecto
concreto de protección (accidente de trabajo, jubilación, etc.).
En su actividad laboral los trabajadores se ven expuestos a condiciones
de trabajo y factores de riesgo capaces de producir daños para la salud
a corto o largo plazo, de carácter físico o mental. Los daños derivados
del trabajo se dividen en dos grandes grupos: enfermedades y lesiones.
Los estados tienden a garantizar que los trabajadores estén protegidos
frente a las lesiones y enfermedades que son producidas por el trabajo y
según este principio general cuando estos se ocasionan, ha de
proporcionarse una indemnización. Esta protección generalmente se
desarrolla paralelamente a los sistemas de Seguridad Social y
constituye un coste que ha de ser asumido por el empresario. El
empleador tiene la responsabilidad de proporcionar tratamiento
médico y salario al trabajador hasta que se recupera, dado que este
coste puede llegar a ser muy elevado, en muchos países tal como ocurre
en España, se señala la obligatoriedad de que esté asegurado.
Para llegar a la conclusión de que una enfermedad está producida por el
trabajo se requiere que estén presentes dos circunstancias: que la
enfermedad tenga entre la población trabajadora en estudio una incidencia
48
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
superior al resto de la población y que se identifique una relación causa–
efecto entre determinadas condiciones de trabajo y la enfermedad.
Aunque en muchos casos existe vinculación entre la enfermedad y la
actividad laboral, no siempre resulta fácil demostrar esta relación. En un
extremo están las enfermedades profesionales clásicas, en las que está
probada la existencia de una relación causal entre un determinado riesgo
profesional y una enfermedad específica, por lo general asociadas a la
exposición a un único agente causal y relativamente fáciles de identificar
(ej. asma por exposición a polvo de cereal en un trabajador de una fábrica
de pan); pero también existen múltiples trastornos en los que resulta más
difícil establecer una relación directa o específica con una profesión, que
pueden deberse a múltiples agentes causales o a la interacción de diferentes
agentes y aquellos en cuya evolución pueden ser coadyuvantes las
condiciones del medio ambiente de trabajo combinadas con otros factores
de riesgo; a estas enfermedades se les denomina enfermedades relacionadas
con el trabajo (ej. Lesión de menisco en un trabajador deportista y cuyo
trabajo se desarrolla en cuclillas).
A los efectos legales e indemnizatorios, no todas las enfermedades causadas
por el trabajo tienen la consideración de enfermedades profesionales. La
calificación de una enfermedad como profesional se asocia al
reconocimiento de un estatus legal, a efectos compensatorios para el
trabajador, a responsabilidades para el empresario y a la inclusión del caso
en los registros oficiales de los países; en el caso de las enfermedades no
reconocidas como profesionales o calificadas como relacionadas con el
trabajo, no se asocian a estos efectos. Según la legislación española, se
entiende como enfermedad profesional la contraída a consecuencia del
trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifican en
el cuadro que se aprueba por las disposiciones y aplicación y desarrollo de
esta ley y que esté provocada por la acción de los elementos y sustancias
que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional (artículo
116 del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social. RDL 1/94
de 20 de Junio).
La enfermedad profesional ha carecido de regulación normativa propia, en
España, hasta épocas recientes. Por lo que, este vacío normativo tuvo que
ser integrado por la Jurisprudencia, equiparando la protección a
determinados casos de enfermedad profesional que tenía que resolver, a la
otorgada por el Ordenamiento Jurídico a los Accidentes de Trabajo.
49
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Así, en 1903, el Tribunal Supremo, en sentencia de 17 de junio, aplicó la
legislación de accidentes de trabajo a un supuesto de pérdida de visión por
saturnismo. En 1912, en el mismo sentido, se aplicó la normativa del
accidente laboral al caso de un capitán de barco al que se le congeló la
pierna, y en 1920, a un supuesto de fallecimiento de un trabajador como
consecuencia de la peste contraída en un almacén.
El primer intento de regulación normativa de la enfermedad profesional se
produce en 1936 con una Ley de bases de 13 de julio, que debía haber
entrado en vigor el 1 de enero de 1937, una vez promulgados los textos
articulados, pero otros acontecimientos lo imposibilitaron.
La primera regulación efectiva se produjo en 1941, por Decreto de 03-09
que reguló el "seguro de silicosis". Con posterioridad y tras haberse
regulado el Seguro Obligatorio de Enfermedad, aplicable sólo a la común,
se creó el Seguro de Enfermedades Profesionales, por Decreto de 10-01-47
cuyo Reglamento de aplicación de 19-07-49 establecía 16 grupos de
enfermedades profesionales, que en la práctica, quedaron reducidos tan sólo
a dos: silicosis y nistagmo de los mineros, que fueron las únicas a las que se
aplicó.
Fue en 1961 cuando se abordó la protección de la enfermedad profesional
con un sentido amplio, y así, por Decreto de 13-04-61 se aprobó el primer
cuadro de ellas, con creación del fondo compensador de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales, encontramos la primera cobertura
legal que llegó a entrar en vigor en nuestro país para las prestaciones
derivadas de Enfermedad Profesional.
2. SITUACIÓN ACTUAL.
Por la Orden de 9 de Mayo de 1.962 se establecen las Normas
Reglamentarias respecto a la Enfermedad profesional, creándose por
Resolución de 6 de marzo de 1.973 el modelo de Parte de Enfermedad
Profesional.
Hasta la recomendación 66/462 de la Comunidad Económica Europea a los
Estados miembros, relativa a las condiciones de indemnización de las
víctimas de enfermedades profesionales, imperaban en los distintos países
europeos una serie de "condiciones limitativas" con respecto a la
consideración de una determinada patología como enfermedad profesional.
Tanto en aquellos países que seguían un sistema de lista o un sistema mixto
(lista más la posibilidad de demostrar la relación causal específica trabajo50
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
enfermedad), las indicaciones que se realizaban para cada agente nocivo
obligaban a realizar:
1.
2.
3.
4.
Descripción más o menos completa del cuadro clínico que debe
presentar una afección para ser considerada como enfermedad
profesional.
Enumeración de las actividades o puestos de trabajo en los que el
trabajador se expone al riesgo considerado.
Mención de una duración mínima en la exposición al riesgo para que
éste pueda ser considerado legalmente como causa de la enfermedad.
Mención de un plazo máximo llamado período de responsabilidad que
se cuenta a partir del cese de la exposición al riesgo, y antes de la
expiración del cual debe haber sido advertida la enfermedad para que
pueda aún ser imputada a dicho riesgo.
La citada recomendación 66/462 pretendía esencialmente, en la medida de
lo posible, la supresión del carácter limitativo de las condiciones antes
citadas, y dar así plena validez a la apreciación por los médicos competentes
sobre la existencia de la relación causal entre trabajo y enfermedad.
Por todo ello, la comisión de la CEE, después de haber consultado al
parlamento europeo y al comité económico y social, recomendó a sus
estados miembros suprimir en sus leyes y reglamentos sobre enfermedades
profesionales las condiciones limitativas establecidas, si bien se publicó
anexa a dicha recomendación, una lista de excepciones.
Integrada España en la CEE, el B.O.E. de 25-8-78 publicó el texto íntegro
del Real Decreto 1995/78, de 12 de Mayo, por el que se aprobó el Cuadro
de Enfermedades Profesionales, en vigor hasta el 31/12/2006.
En la mayoría de países de Europa la forma de reconocerse las
Enfermedades Profesionales es la misma que en España, mediante el
sistema de lista.
Otros sistemas de reconocimiento de enfermedades profesionales descritos
por la OIT son el de definición genérica o de cobertura total (los países que
optan por él cuentan en su legislación con una definición general de
enfermedad profesional, debiendo demostrar el trabajador afectado el origen
profesional de su enfermedad) y el sistema mixto o de listas abiertas, en el
que se establece una lista de enfermedades, añadiendo una definición
general o unas disposiciones que permitan establecer el origen profesional
de las enfermedades que no figuran en la lista o que se manifiestan bajo
condiciones diferentes a las predefinidas.
51
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Desde la aparición del R.D. 1995/78, la única modificación fue la inclusión
provisional como enfermedad profesional, por Resolución del 30 de
Diciembre de 1993 de la Dirección General del INSS, del denominado
Síndrome de Ardystil.
La lista de enfermedades profesionales recogida en el R.D. 1995/78, era la
siguiente (solamente se enuncian las patologías, pero debe tenerse en cuenta
que el citado Real Decreto refería también las profesiones con riesgo de
adquirir las mismas):
A. ENFERMEDADES
PROFESIONALES
POR
AGENTES
QUÍMICOS.
1.
Plomo y sus compuestos.
2.
Mercurio y sus compuestos.
3.
Cadmio y sus compuestos.
4.
Manganeso y sus compuestos.
5.
Cromo y sus compuestos.
6.
Níquel y sus compuestos.
7.
Berilio y sus compuestos.
8.
Talio y sus compuestos.
9.
Vanadio y sus compuestos.
10. Fósforo y sus compuestos.
11. Arsénico y sus compuestos.
12. Cloro y sus compuestos inorgánicos.
13. Cromo y sus compuestos inorgánicos.
14. Yodo y sus compuestos inorgánicos.
15. Flúor y sus compuestos.
16. Ácido Nítrico.
17. Óxidos de Azufre.
18. Amoniaco.
52
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
19. Anhídrido sulfuroso.
20. Ácido sulfúrico.
21. Ácido sulfhídrico.
22. Sulfuro de carbono.
23. Óxido de carbono.
24. Oxicloruro de carbono.
25. Ácido cianhídrico, cianuro y compuestos de cianógeno.
26. Hidrocarburos alifáticos saturados o no; cíclicos o no, constituyentes
del éter, del petróleo y de la gasolina.
27. Derivados halogenados de los hidrocarburos alifáticos, saturados o no;
cíclicos o no.
28. Alcoholes.
29. Glicoles.
30. Éteres y sus derivados.
31. Cetonas.
32. Ésteres orgánicos y sus derivados halogenados.
33. Ácidos orgánicos.
34. Aldehídos.
35. Nitroderivados alifáticos.
36. Ésteres del ácido nítrico.
37. Benceno, Tolueno, Xileno y otros homólogos del benceno.
38. Naftaleno y sus homólogos.
39. Derivados halogenados de los hidrocarburos aromáticos.
40. Fenoles, homólogos y sus derivados halogenados.
41. Aminas (primarias, secundarias, terciarias esterocíclicas) e hidracinas
aromáticas y sus derivados halogenados, fenólicos, nitrosados, nitrados
y aminados.
42. Poliuretanos (isocianatos).
53
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
43. Nitroderivados de los hidrocarburos aromáticos y de los fenoles.
B. ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA PIEL:
1.
Cáncer cutáneo y lesiones cutáneas precancerosas debidas al hollín,
alquitrán, betún brea, antraceno, aceites minerales, parafina bruta y a
los compuestos, productos y residuos de estas sustancias y otros
factores cancerígenos.
2.
Afecciones cutáneas provocadas en el medio profesional por sustancias
no consideradas en otros apartados. En este epígrafe se acomoda el gran
grupo de las dermatopatías profesionales. En la mayoría de las
patologías el legislador exige la realización de determinados trabajos
para que el daño se califique como enfermedad profesional. En este
apartado cualquier trabajo y cualquier sustancia puede ser responsable
de una enfermedad profesional, lo que hace que sea el grupo más
numeroso en las estadísticas. A pesar de no ser patologías graves (su
mortalidad es bajísima) a su frecuencia debe añadirse su larga duración
y el gran número de incapacidades permanentes que generan, lo que
hace que este grupo de patologías conlleve unos altos costes en
prestaciones.
C. ENFERMEDADES PROFESIONALES POR INHALACIÓN:
1.
Neumoconiosis.
2.
Afecciones broncopulmonares debidas a los polvos o humos de
aluminio o de sus compuestos.
3.
Afecciones broncopulmonares debidas a los polvos de los metales
duros, talco, etc.
4.
Afecciones broncopulmonares causadas por los polvos de escorias
Thomas.
5.
Asma provocado en el medio profesional por las sustancias no
incluidas en otros apartados.
6.
Enfermedades causadas por irritación de las vías aéreas superiores por
inhalación o ingestión de polvos, líquidos, gases o vapores.
D. ENFERMEDADES PROFESIONALES INFECCIOSAS Y
PARASITARIAS.
1.
Helmintiasis, anquilostomiasis duodenal, anguillulosis.
54
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
2.
Paludismo, amebiasis, tripanosomiasis, dengue, fiebre papatazzi, fiebre
recurrente, fiebre amarilla, peste, leishmaniosis, pian, tifus
exantemático y otras ricketsiosis. Obedece la presencia de este curioso
apartado al hecho de que el legislador español se basó en el listado
europeo de enfermedades profesionales al confeccionar el suyo, lo que
hizo que enfermedades que solamente se veían en las colonias de países
como Francia, Bélgica, Holanda…fueran trasladadas al listado español
de enfermedades profesionales.
3.
Enfermedades infecciosas o parasitarias transmitidas al hombre por los
animales o por sus productos y cadáveres (para el tétanos se incluirán
también los trabajos con excretas humanas o animales). En España en
general y en Aragón, en particular, tiene especial importancia dentro de
este apartado la Brucelosis, enfermedad endémica
de difícil
erradicación.
4.
Enfermedades infecciosas y parasitarias del personal que se ocupa de la
prevención, asistencia y cuidado de enfermos y en la investigación. En
este apartado debemos incidir en la transmisión del VIH. Aunque por
definición se considera un "accidente biológico" el contacto con el
mismo en el medio sanitario e investigador, podría tener la
consideración de Enfermedad Profesional en aquel personal dedicado a
la atención de este tipo de enfermos.
E. ENFERMEDADES
PROFESIONALES
POR
AGENTES
FÍSICOS:
1.
Enfermedades producidas por radiaciones ionizantes.
2.
Catarata producida por la energía radiante.
3.
Hipoacusia o sordera profesional por el ruido.
4.
Enfermedades provocadas por trabajos con aire comprimido.
5.
Enfermedades osteoarticulares o angioneuróticas provocadas por las
vibraciones mecánicas.
6.
Enfermedades
a)
De las bolsas serosas debidas a la presión, celulitis subcutáneas.
b) Enfermedades por fatiga de las vainas tendinosas, de los tejidos
peritendinosos, de las inserciones musculares y tendinosas.
55
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
c)
Lesiones del menisco en las minas y trabajos subterráneos.
d) Arrancamiento por fatiga de las apófisis espinosas.
e)
Parálisis de los nervios debidas a la presión.
F. ENFERMEDADES SISTEMÁTICAS.
1.
Distrofia incluyendo la ulceración de la córnea por gases, vapores,
polvos y líquidos. Este cuadro patológico suele calificarse como
accidente de trabajo, ya que el diagnóstico de urgencia es el de "cuerpo
extraño".
2.
Carcinoma primitivo de bronquio o pulmón por asbesto. Mesotelioma
pleural o mesotelioma peritoneal debidos a la misma causa.
3.
Carcinoma de membrana mucosa de la nariz, senos nasales, bronquio o
pulmón adquirido en industrias donde se fabrica o manipula níquel.
4.
Angiosarcoma hepático causado por el cloruro de vinilo.
5.
Cáncer del sistema hematopoyético causado por el benceno.
6.
Carcinoma de piel, bronquio, pulmón o hígado causado por el arsénico.
7.
Neoplasia del tejido epitelial de la vejiga urinaria, pelvis renal o uréter.
8.
Cáncer de piel, pulmón, hueso y médula ósea por radiaciones
ionizantes.
9.
Carcinoma de la mucosa nasal, senos nasales, laringe, bronquio o
pulmón causado por el cromo.
3.
RECOMENDACIÓN
EUROPEA
Y
NUEVA
LISTA
DE
ENFERMEDADES PROFESIONALES.
La nueva “Lista de Enfermedades Profesionales” se ha confeccionado por la
necesidad de adaptar el cuadro de enfermedades profesionales a la
Recomendación de la Comisión Europea de 19 de septiembre de 2.003.
En dicha Recomendación, instrumento privilegiado para la prevención a
escala comunitaria, se recomienda a los Estados miembros:
1.- Que introduzcan cuanto antes la lista europea que figura en el
anexo I en sus disposiciones legislativas, reglamentarias o administrativas
relativas a las enfermedades cuyo origen profesional se ha reconocido
científicamente.
56
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
2.- Que procuren introducir en sus disposiciones legislativas,
reglamentarias o administrativas un derecho de indemnización por causa de
enfermedad profesional para el trabajador afectado por una enfermedad que
no figure en la lista del anexo I pero cuyo origen y carácter profesional
puedan establecerse, en particular si dicha enfermedad figura en el anexo II.
3.- Que elaboren y mejoren medidas de prevención eficaz de las
enfermedades profesionales recogidas en la lista europea del anexo I,
haciendo participar activamente a todos los agentes interesados…
4.- Que establezcan objetivos nacionales cuantificados para la
reducción de las tasas de enfermedades profesionales reconocidas y, de
forma prioritaria, de las que se mencionan en la lista europea del anexo I.
5.- Que garanticen la declaración de todos los casos de
enfermedades profesionales y que hagan que sus estadísticas vayan siendo
paulatinamente compatibles con la lista europea del anexo I… de forma
que, para cada caso de enfermedad profesional, se disponga de información
sobre el agente o factor causal, sobre el diagnóstico médico y sobre el sexo
del paciente.
6.- Que introduzcan un sistema de recogida de información sobre la
epidemiología de las enfermedades descritas en el anexo II o de otra
enfermedad de carácter profesional.
7.- Que promuevan la investigación en el ámbito de las
enfermedades relacionadas con una actividad profesional, en particular para
las enfermedades que se describen en el anexo II y para los trastornos de
carácter psicosocial relacionados con el trabajo.
8.- Que garanticen una amplia difusión de los documentos de
ayuda al diagnóstico de las enfermedades profesionales.
9.- Que transmitan a la Comisión los datos estadísticos y
epidemiológicos relativos a las enfermedades profesionales permitiendo el
acceso a los medios interesados.
10.- Que promuevan una contribución activa de los sistemas
nacionales de salud a la prevención de las enfermedades profesionales, en
particular mediante una mayor sensibilización del personal médico para
mejorar el conocimiento y el diagnóstico de estas enfermedades.
Cada país, indica la mencionada Recomendación, deberá fijar los criterios
para el reconocimiento de cada enfermedad profesional. En España es el
artículo 116 de la vigente Ley General de Seguridad Social el que define la
57
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
enfermedad profesional como la contraída a consecuencia del trabajo
realizado por cuenta ajena, en las actividades que se especifiquen en el
cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de
este Ley, y que esté provocada por la acción de elementos o sustancias que
en dicho cuadro se aprueben para cada enfermedad profesional.
Con la aparición del R.D. 1299/2006 de 16 de diciembre, se aprueba el
cuadro de enfermedades profesionales y se establecen criterios para su
notificación y registro. Ello hace que el 1 de enero de 2.007 haya entrado en
vigor la nueva lista de enfermedades profesionales. Además de actualizar la
anterior, siguiendo las recomendaciones de la CE antes apuntadas,
contempla en el Anexo II aquellas enfermedades cuyo origen y carácter
profesional pudiera establecerse en el futuro. Esto permitirá que la lista no
quede desfasada, no transcurriendo tanto tiempo entre un listado y el
siguiente reformado.
LISTA
DE
ENFERMEDADES
www.smhstar.org
PROFESIONALES.
Ver
ÍNDICE
ANEXO 1
Grupo 1: Enfermedades profesionales causadas por agentes químicos.
Grupo 2: Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos. .
Grupo 3: Enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos. .
Grupo 4: Enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias
y agentes no comprendidas en otros apartados. .
Grupo 5: Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y
agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados.
Grupo 6: Enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos.
Pág. 48.
ANEXO 2. Lista complementaria de enfermedades cuyo origen
profesional se sospecha y cuya inclusión en el anexo 1 podría
contemplarse en el futuro.
Grupo 1: enfermedades provocadas por los agentes físicos siguientes:
Ozono
Zinc
Hidrocarburos alifáticos distintos del Magnesio
58
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
anexo I
Decalina
Ácidos
aromáticos
–
anhídridos
aromáticos, o sus derivados halogenados
Óxido de bifenilo
Tiofeno
Metracrilonitrilo, Acetonitrilo
Tioalcoholes
Platino
Tantalio
Titanio
Terpenos
Boranos
Enfermedades provocadas por la
inhalación de polvo de nácar
Mercaptanos y tioéteres
Enfermedades provocadas por sustancias
hormonales
Caries dental debida al trabajo en
Alcoholes o sus derivados halogenados
industrias chocolateras, del azúcar y de
no comprendidos en el Anexo 1
la harina
Glicoles o sus derivados halogenados no
Óxido de silicio
comprendidos en el Anexo 1
Éteres o sus derivados halogenados no Hidrocarburos aromáticos policíclicos no
comprendidos en el Anexo 1
incluidos en otros epígrafes
Cetonas o sus derivados halogenados no
Dimetilformamida
comprendidos en el Anexo 1
Ésteres o sus derivados halogenados no
comprendidos en el Anexo 1
Tiofenoles, sus homólogos o sus
derivados halogenados
Plata
Selenio
Cobre
Grupo 2: Enfermedades provocadas por los agentes físicos siguientes:
Enfermedades provocadas por vibraciones verticales repetitivas:
-Discopatías de la columna dorsolumbar causadas por vibraciones verticales
repetidas de todo el cuerpo
Enfermedades provocadas por el frío
Grupo 4: Enfermedades provocadas por inhalación de sustancias no
comprendidas en otros apartados.
59
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Fibrosis pulmonares debidas a metales no incluidos en otros apartados
Afecciones broncopulmonares debidas a fibras minerales artificiales
Afecciones broncopulmonares debidas a fibras sintéticas
Afecciones respiratorias, en concreto asma, causadas por sustancias
irritativas no recogidas en el Anexo I
Grupo 5: Enfermedades de la piel causadas por sustancias y agentes no
comprendidos en alguno de los otros grupos.
Afecciones cutáneas alérgicas y ortoérgicas no reconocidas en el Anexo 1.
Grupo 6: Enfermedades provocadas por agentes carcinogénicos.
Cáncer de laringe producido por la inhalación de polvos de amianto
Entrando a valorar el nuevo listado, y comparando con la Recomendación
de la Comisión de 19/9/2003, vemos, en primer lugar, que la clasificación
por apartados de las enfermedades profesionales es diferente. La
Recomendación europea las clasifica en 5 grupos (por agentes químicos,
enfermedades de la piel, enfermedades por inhalación, enfermedades
infecciosas y parasitarias y enfermedades por agentes físicos). En el listado
del R.D. 1995/78 de 12 de mayo, la clasificación que seguíamos en España
era esa misma, añadiendo un sexto grupo al que se denominaba
enfermedades sistemáticas y en el que, aparte de las distrofias corneales por
gases, humos, vapores… se introducían los cánceres profesionales.
En el listado del R.D.1299/2006, se varía la clasificación anterior y, a la
vez, modificamos la de la Recomendación europea, ya que recogemos seis
apartados (uno más que en la Recomendación) y variamos todo el orden
(agentes químicos, agentes físicos, agentes biológicos, enfermedades por
inhalación de sustancias, enfermedades de la piel y enfermedades por
agentes carcinogénicos).
Entendemos que se pretende dar una categoría científica a esta clasificación
utilizando un método único, el etiológico. Sin embargo, si nos atenemos al
desarrollo del borrador, el criterio resulta falso, ya que vemos como varias
sustancias se repiten en el primer apartado y en el sexto, al tratarse de
sustancias químicas, capaces de producir una intoxicación profesional, y a
su vez ser sustancias carcinogénicas capaces de condicionar un cáncer
60
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
profesional. Es por ello que nos parece más acertada la clasificación de la
Recomendación que la que se ha confeccionado, ya que permite contemplar
de forma global todos los efectos de una determinada sustancia (generales,
dermatológicos, carcinógenos..) sobre un trabajador en un puesto de trabajo.
Por otra parte sí que vemos que en el listado actual se incluyen patologías
que no tenían la consideración de enfermedad profesional en España, bien
por haber permanecido cerrada la lista durante más de 27 años (era
imposible, por ejemplo, el que se contemplase la legionellosis como
enfermedad profesional, ya que en 1.978 era reciente el descubrimiento de
tal patógeno), o bien por la falta de certeza científica entre relación causa
efecto entre una actividad y una patología (maderas/cáncer de senos).
Asimismo nos parece muy adecuado incluir como enfermedad profesional
alguna de las enfermedades que en la Recomendación solamente aparecen
listadas en el anexo II, como los nódulos de cuerdas vocales a causa de los
esfuerzos sostenidos de voz por motivos profesionales.
También encontramos muy acertado el que se haya especificado en el
listado la patología concreta atribuible a un trabajo (epicondilitis,
epitrocleitis, tendinitis del manguito de los rotadores…), ya que esa falta de
especificación había llevado a que se incurriese en errores graves de
concepto en algunas Sentencias Judiciales (baste como ejemplo la del
tribunal Superior de Justicia de Cataluña en la que se indicaba que una
epicondilitis no podía considerarse como una enfermedad por fatiga de las
vainas tendinosas, tejidos peritendinosos, inserciones musculares y
tendinosas). Sin embargo entendemos que no se ha especificado lo
suficiente en otros apartados. Así, por ejemplo, al hablar de las
enfermedades osteoarticulares o angioneuróticas provocadas por las
vibraciones mecánicas, echamos en falta el que se especifique que una
necrosis del semilunar, una pseudoartrosis del escafoides o un fenómeno de
Raynaud, por ejemplo, puedan ser incluidos en este apartado.
Extrañamos la no presencia en el listado de sobrecargas musculares
posturales (por ejemplo en trabajadores ante pantallas de visualización de
datos), ya que el listado no recoge afectación alguna a nivel muscular en la
espalda. Nos parece también insuficiente el que las afectaciones discales de
columna dorsolumbar solamente aparezcan recogidas en el anexo 2 (lista
complementaria a incluir en un futuro), si bien es verdad que en la
Recomendación europea también se contemplan en las mismas condiciones.
Creemos que estas patologías deberían incluirse en el listado definitivo y no
solamente atribuidas a vibraciones verticales repetidas en conductores y
61
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
pilotos de vehículos, sino en aquellas otras profesiones con sobrecarga
evidente de este tramo del raquis.
No encontramos en el listado ninguna referencia a las patologías
psicosociales a las que hace referencia la Recomendación de la Comisión, a
pesar del interés que despiertan en la sociedad trabajadora estas
enfermedades derivadas del acoso sexual o moral en el trabajo, el estrés
laboral, el “burn out”…
Por último queremos indicar que en España la protección que solicita la
Recomendación de la Comisión a aquellas otras patologías ocasionadas por
el trabajo realizado y que no se encuentren contempladas en el listado, está
asegurada a través del artículo 115.2.e de la Ley General de Seguridad
Social.
4.LA INCAPACIDAD
PROFESIONAL.
PERMANENTE
DE
ENFERMEDAD
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a través del Boletín de
Estadísticas Laborales, publica la información estadística sobre enfermedad
profesional.
Enfermedades profesionales, según gravedad, por sector y rama de actividad
TOTAL NACIONAL
Enero - Diciembre 2005
TOTAL
CON BAJA
Total
SIN
BAJA
Leves Graves Mortales
TOTAL
28.904 24.912 24.805
104
3
3.992
SECTORES
Agrario
No Agrario
Industria
Construcción
Servicios
684
603
601
28.220 24.309 24.204
14.088 12.036 11.998
4.025 3.529 3.515
10.107 8.744 8.691
2
102
37
13
52
3
1
1
1
81
3.911
2.052
496
1.363
RAMAS
Agricultura, ganadería, caza y
silvicultura
Pesca y acuicultura
600
528
527
1
-
72
84
75
74
1
-
9
62
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Extracción y aglomeración de carbón
Extracción de petróleo, gas, uranio y
torio
Extracción de minerales no energéticos
Industria de alimentos, bebidas y
tabaco
Industria textil y de la confección
Industria del cuero y del calzado
Industria de la madera y corcho.
Cestería
Industria del papel. Artes gráficas.
Edición
Coquerías. Refinerías. Trat.
combustibles nucleares
Industria química
Fabric. productos de caucho y materias
plásticas
Fabric. de productos minerales no
metálicos
Metalurgia
Fabric. productos metálicos excep.
maquinaria
Construcción maquinaria y equipo
mecánico
Fabric. máq. oficina, mat. Informático
y electrónico
Fabric. de maquinaria y material
eléctrico
Fabric. instrumentos médicos,
precisión y similares
Fabricación de automóviles y
remolques
Fabricación de otro material de
transporte
Fabric. de muebles. Otras
manufacturas. Reciclaje
Produc. y distribución de electricidad,
gas y agua
Construcción
Venta y reparación vehículos. Venta
combustible
Comercio al por mayor. Intermediarios
de comercio
Comercio al por menor. Reparaciones
domésticas
Hostelería
Transporte terrestre y por tubería
Transporte marítimo y fluvial
709
7
706
6
706
5
1
-
3
1
381
2.738
263
2.448
259
2.440
4
8
-
118
290
554
242
426
488
186
367
487
186
367
1
-
-
66
56
59
442
383
381
2
-
59
3
2
2
-
-
1
414
906
358
807
356
805
2
2
-
56
99
479
408
403
5
-
71
692
1.819
527
1.513
526
1.510
3
1
-
165
306
857
693
692
1
-
164
136
127
127
-
-
9
463
413
412
1
-
50
56
46
46
-
-
10
1.768
1.560
1.560
-
-
208
385
205
201
4
-
180
554
483
481
2
-
71
57
47
46
1
-
10
4.025
516
3.529
442
3.515
438
13
4
1
-
496
74
979
857
853
4
-
122
1.530
1.330
1.327
3
-
200
1.063
336
9
925
286
9
923
285
9
2
1
-
-
138
50
-
63
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Transporte aéreo y espacial
Activ. anexas a transportes.
Comunicaciones
Instituciones financieras y seguros
Inmobiliarias. Alquiler de bienes
muebles
Activ. informáticas. Investigación y
desarrollo
Otras actividades empresariales
Admón. Pública. Defensa. Seg. Soc.
Org. extraterritor.
Educación
Activ. sanitarias y veterinarias. Serv.
sociales
Actividades de saneamiento público
Activ. asociativas, recreativas y
culturales
Activ. diversas de servicios personales
Hogares que emplean personal
doméstico
15
220
6
194
6
194
-
-
9
26
61
76
37
69
37
68
1
-
24
7
55
46
45
-
1
9
2.316
730
1.984
633
1.980
627
4
6
-
332
97
135
1.098
114
969
114
943
26
-
21
129
149
270
127
238
127
238
-
-
22
32
536
13
467
11
466
11
1
-
-
69
2
En cuanto a la incapacidad permanente, en la siguiente tabla vemos las
concedidas entre los años 1998 y 2004 en españa por cualquier causa.
NÚMERO DE PENSIONES POR INCAPACIDAD PERMANENTE EN EL
SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL EN MENORES DE 65 AÑOS POR
100.000 TRABAJADORES AFILIADOS AL SISTEMA. ESPAÑA, 1998-2004.
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Total
59,6
52,3
49,1
48,2
42,9
46,3
45,1
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
Comunidad
Valenciana
80,1
51,8
97,8
51,4
43,7
67,9
54,3
62,1
59,6
52,0
76,2
49,2
93,9
48,5
40,0
62,8
51,6
57,9
56,1
49,2
72,7
46,6
90,7
47,1
37,5
60,5
49,8
54,9
52,9
46,8
69,5
45,2
88,2
46,6
36,2
58,5
48,5
52,0
50,5
45,7
67,4
43,9
86,7
46,3
35,2
57,5
46,8
50,1
48,7
44,6
65,7
42,8
87,0
46,9
35,2
58,6
45,8
49,0
47,5
44,1
65,0
42,3
88,6
46,8
36,1
59,3
45,6
48,1
47,3
44,0
64
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
La Rioja
Ceuta y Melilla
62,9
72,7
32,2
86,0
48,7
57,5
65,4
63,0
58,1
68,6
29,7
77,2
46,3
54,7
60,1
59,2
54,9
65,9
27,6
71,0
43,5
51,2
56,4
56,3
52,8
63,8
25,9
65,7
42,3
48,7
53,4
51,6
52,1
62,6
24,9
60,8
41,4
47,0
50,9
48,5
52,1
62,3
24,3
57,1
41,0
46,4
48,8
50,0
52,9
62,9
23,8
55,6
40,3
46,3
46,5
49,0
Centrándonos en la incapacidad por enfermedad profesional, vemos en primer lugar
la evolución de esta situación a lo largo de los últimos años:
Las Enfermedades
Profesionales en España
26000
24000
22000
20000
18000
16000
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Año
Ciñéndonos a nuestra Mutua de Accidentes hemos realizado un estudio
respecto al pasado año 2.005, en el que conocemos que MAZ ha tenido
protegidos por esta causa a 185.610 trabajadores (solamente 3.169 de ellos
autónomos, ya que de los 24.921 cubiertos en este régimen por MAZ
ninguno más optó por esta cobertura). Supone alrededor del 60% de la
población laboral de esta Provincia.
Durante dicho año se declararon 1.234 enfermedades profesionales,
generándose por esta causa 1158 procesos de IT (2 de ellos en autónomos).
De estos procesos de baja, 174 lo fueron por recaída.
En cuanto a la incapacidad permanente, al ser el INSS el responsable de la
prestación económica durante el año 2.005 por dicha causa, por parte de
MAZ se proponía siempre que se evidenciaban secuelas: A valorar por el
EVI la capacidad laboral residual del trabajador.
Confeccionamos en MAZ 41 informes propuestas, de los cuales 6 se
resolvieron por parte de la Dirección provincial del INSS de Zaragoza con
Incapacidad Permanente Total para la Profesión Habitual, 17 con
indemnización mediante baremo por lesiones permanentes no invalidantes y
18 con “no incapacita”.
65
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
5.
MODIFICACIONES
EN
LA
INCAPACIDAD PERMANENTE.
PRESTACIÓN
POR
Se ha producido una modificación en la prestación de incapacidad
permanente por enfermedad profesional.
Por la Orden TAS/4054/2005, de 27 de diciembre, por la que se desarrollan
los criterios técnicos para la liquidación de capitales coste de pensiones y
otras prestaciones periódicas de la Seguridad Social, se indica en la
disposición adicional primera (que hace referencia a la 0pción de la
aportación de las Mutuas) que la contribución asignada a las Mutuas de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social
para hacer frente, en régimen de compensación, a las prestaciones derivadas
de enfermedades profesionales distintas de las correspondientes a la
situación de incapacidad temporal, podrá ser sustituida por el ingreso del
capital coste correspondiente de la pensión u otra prestación económica
de carácter periódico.
La opción a favor de ingresar el capital coste, habrá de ser expresa e
irrevocable, deberá realizarse ante la Tesorería General de la Seguridad
Social antes del 31 de diciembre del correspondiente ejercicio y surtirá
efectos para todas las prestaciones de carácter periódico derivadas de
enfermedad profesional cuyos efectos económicos se produzcan a partir del
1 de enero del ejercicio siguiente.
No obstante, para los ejercicios 2006 y 2007 la opción podrá realizarse
antes del 31 de enero de cada uno de dichos años, para que surta efectos
desde el día 1 de enero del año correspondiente, pudiendo ser revocada para
ejercicios posteriores antes del 31 de diciembre del ejercicio en cuestión.
La opción de la Mutua a favor de ingresar el capital coste llevará aparejada
la correspondiente reducción en la aportación a los Servicios Comunes de la
Seguridad Social, en los términos que establezca la normativa sobre
cotización y liquidación de otros derechos de la Seguridad Social.
En la Orden TAS/29/2006 de 18 de enero se desarrollan las normas de
cotización a Seguridad Social, indicándose en el Capítulo I los coeficientes
aplicables para determinar las aportaciones a cargo de las Mutuas de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social
y Empresas Colaboradoras para el sostenimiento de los Servicios Comunes:
Artículo 24. Coeficientes aplicables.
66
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
1. Las aportaciones de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social al sostenimiento de los
Servicios Comunes de la Seguridad Social, a que se refiere el artículo 75 del
Reglamento General sobre Cotización y Liquidación de otros Derechos de
la Seguridad Social, aprobado por el Real Decreto 2064/1995, de 22 de
diciembre, se determinarán aplicando el coeficiente del 20,6 por 100. No
obstante, cuando la Mutua haya optado por ingresar el capital coste
correspondiente a las pensiones derivadas de enfermedades
profesionales, el coeficiente aplicable será del 14,9 por 100.
La Tesorería General de la Seguridad Social aplicará el coeficiente señalado
en el apartado anterior sobre las cuotas ingresadas que correspondan a cada
una de las Mutuas afectadas, una vez descontada la parte relativa al
reaseguro obligatorio.
2. Se fija en el 31,30 por 100 el coeficiente para determinar la cantidad que
deben ingresar las empresas autorizadas a colaborar en la gestión de la
asistencia sanitaria e incapacidad temporal derivadas de las contingencias
de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, en concepto de
aportación al sostenimiento de los Servicios Comunes de la Seguridad
Social y de contribución a los demás gastos generales y a las exigencias de
solidaridad nacional.
El citado coeficiente se aplicará a las cuotas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales recaudadas por incapacidad permanente y
muerte y supervivencia.
En esta misma orden en la disposición adicional segunda se fija la
Compensación a las Mutuas de AT. y E.P. de la Seguridad Social, como
consecuencia de los nuevos criterios técnicos para la liquidación de los
capitales coste de pensión por enfermedad profesional.
A fin de evitar que las posibles modificaciones en la configuración de la
acción protectora, en materia de enfermedades profesionales de la
Seguridad Social, produzcan efectos distorsionadores en la financiación de
las prestaciones entre las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales, cuando estas hayan suscrito la opción de aportar el capital
coste, les será de aplicación, durante el ejercicio 2006, una compensación
financiera equivalente a la diferencia positiva que pudiera existir entre los
capitales renta liquidados en dicho ejercicio y el importe de la reducción en
la aportación al sostenimiento de los Servicios Comunes de la Seguridad
Social derivada de dicha opción, de acuerdo con las tablas y porcentajes en
vigor durante 2005.
67
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Dicha compensación financiera se abonará con la liquidación del ejercicio
2006, sin perjuicio de que, durante el mismo y una vez apreciados en los
datos provisionales correspondientes a su primer semestre, la existencia de
la diferencia positiva que da origen a la compensación, se apliquen anticipos
de tesorería equivalentes al ochenta por ciento de la previsión de la
compensación a reconocer y que serán regularizados en el momento de la
liquidación definitiva.
Con respecto a estas modificaciones, desde la Subdirección General de
Gestión de Prestaciones del Instituto Nacional de la Seguridad Social se han
remitido a cada una de las Direcciones Provinciales de esa Entidad Gestora,
en relación al contenido de la Disposición Adicional Primera de la Orden
TAS/405/2005, de 27 de diciembre, por la que se desarrollan los criterios
técnicos para la liquidación de capitales coste de pensiones y otras
prestaciones periódicas de la Seguridad Social.
En la mencionada Disposición Adicional se establece que la contribución
asignada a las Mutuas para hacer frente, en régimen de compensación, a las
prestaciones de Incapacidad, Muerte y Supervivencia derivadas de
enfermedades profesionales, podrá ser sustituida por el ingreso del capital
coste correspondiente de la pensión y otra prestación económica de carácter
periódico.
César Gómez Garcillán, Subdirector General de Gestión de Prestaciones
del INSS, dio en Madrid el 12 de mayo de 2006 las siguientes
INSTRUCCIONES PROVISIONALES EN ORDEN A LA APLICACIÓN
DE LO PREVISTO EN LA ORDEN TAS/4054/2005, DE 27 DE
DICIEMBRE, POR LA QUE SE DESARROLLAN LOS CRITERIOS
TÉCNICOS PARA LA LIQUIDACIÓN DE CAPITALES COSTE DE
PENSIONES Y OTRAS PRESTACIONES PERIÓDICAS DE LA
SEGURIDAD SOCIAL.
La Orden TAS 4054/2005, de 27 de diciembre, por la que se desarrollan los
criterios técnicos para la liquidación de capitales coste de pensiones y otras
prestaciones periódicas de la Seguridad Social, establece en su Disposición
Adicional primera que las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales podrán optar, para cubrir esta última
contingencia, entre seguir contribuyendo a la financiación del Sistema con
la aportación que por ese concepto se les asigne, o ingresar el capital coste
de la pensión que se reconozca cuando se actualice ese concreto riesgo.
A la vista de su contenido, es necesario interpretar esta norma en
concordancia con el art. 87.3 de la Ley General de la Seguridad Social
68
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
(LGSS) que sólo contempla la atribución de responsabilidad a las Mutuas o
empresas en los casos de accidentes de trabajo, y sólo en estos casos
procederá la correspondiente capitalización.
Desde esta perspectiva, la Orden citada vendría a desarrollar el art. 68.3. b)
de la la LGSS en el sentido de que las Mutuas vienen obligadas a contribuir
al gasto por enfermedad profesional en situaciones distintas de las de
incapacidad temporal mediante un pago que puede adoptar la fórmula de
aportación existente en la actualidad (y que se mantendría para las
prestaciones de pago único) o la modalidad de pago del capital coste de las
pensiones que por esa causa se reconozcan.
A fin de poder gestionar correctamente los expedientes de incapacidad
permanente o de pensiones derivadas que deban ajustarse a la opción de
capitalización efectuada por las Mutuas, se hacen las siguientes
puntualizaciones:
1.- Sólo podrán capitalizarse bajo esta modalidad prestaciones económicas
de pago periódico. Quedan, por tanto, excluidas las prestaciones de
pago único: baremos por lesiones permanentes no invalidantes,
incapacidad permanente parcial, indemnización especial a tanto alzado
por fallecimiento y auxilio por defunción, cuyo trámite y abono por el
INSS seguirá efectuándose como hasta ahora.
2.- Sólo podrán ser objeto de capitalización las prestaciones de pago
periódico cuya fecha de efectos económicos sea igual o posterior a 1 de
enero de 2006, cualquiera que haya sido la fecha del hecho causante
(hijos póstumos, revisiones de grado...)
3.- Sólo podrán acceder a esta fórmula las Mutuas de Accidentes de Trabajo
y Enfermedades Profesionales que así lo hayan solicitado ante la
Tesorería General de la Seguridad Social en los plazos previstos por la
norma citada (antes del 31 de enero de 2006 en este ejercicio). Para este
año son las que se listan en el Anexo I que se acompaña con este escrito
a efectos meramente informativos.
4.- En ningún caso procederá la declaración de responsabilidad de una
Mutua.
5.- El procedimiento de trámite de estas pensiones continuará siendo
exactamente igual al que se venía realizando.
6.- La competencia en materia de tramitación y resolución de expedientes y
reconocimiento del derecho a las pensiones por enfermedad profesional
69
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
continuará residiendo en las Direcciones Provinciales de la Entidad
Gestora.
7.- El pago de las pensiones por enfermedad profesional no estará
supeditado a la previa constitución de capital-coste por parte de la
Mutua correspondiente.
A partir de mayo de 2006, el Centro Informático elaborará un fichero
mensual comprensivo de todas las pensiones de estas características que se
hayan resuelto en ese periodo por las direcciones provinciales, con los datos
necesarios para que su destinatario, la Tesorería General de la Seguridad
Social, proceda a efectuar el cálculo y liquidación del capital coste que
corresponda, en su caso, por cada una de las pensiones reconocidas, y lo
ponga en conocimiento de la/s Mutua/s afectada/s. Esta operación se llevará
a cabo de forma centralizada desde esta Subdirección General de Gestión de
Prestaciones.
Por consiguiente, las Direcciones Provinciales no deberán efectuar ninguna
actuación extraordinaria sobre las que se venían haciendo en relación con el
trámite de estas prestaciones.
Como única medida excepcional, el Centro Informático elaborará un fichero
con los datos de las pensiones pertenecientes al régimen 37 que hayan
tenido efectos económicos entre el 1 de enero y la fecha en que se implante
la remisión periódica de ficheros, para su envío a la Tesorería General para
que proceda a calcular el capital coste, en su caso, si no hubiera recibido ya
la petición mediante el formulario habitual cumplimentado por la Dirección
Provincial del INSS.
En el caso de que en alguna pensión ya se hubiera realizado el trámite de
declaración de responsabilidad de la Mutua y la solicitud de capitalización a
Tesorería antes de recibir estas instrucciones, se terminará el expediente
como si se tratara de uno de accidente de trabajo.
6. NUEVO MODELO DE PARTE DE ENFERMEDAD
PROFESIONAL
La necesidad de actualizar el cuadro de enfermedades profesionales y de
establecer nuevos criterios de notificación y registro, ha sido impuesta por
diferentes necesidades: unas de caracter practico al haberse producido
avances considerables en los procesos industriales desde la aprobación de la
anterior lista, con la consiguiente introducción de nuevos elementos y
sustancias y, al propio tiempo, al haber progresado las investigaciones y la
70
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
medicina, lo que permite un mejor conocimiento de los mecanismos de
aparición de algunas enfermedades profesionales y de su vinculación al
trabajo y otros de naturaleza legal, ya que existen una considerable
infradeclaración de las enfermedades profesionales, debidas en parte al
deficiente sistema de notificación , con el impedimento que esto supone a la
investigación de las causas que producen tales enfermedades profesionales
y el establecimiento de medidas preventivas que las eviten.
De dicha necesidad de actualización y tras un amplio proceso de dialogo,
entre las organizaciones sindicales, las organizaciones empresariales y el
Gobierno, suscribieron el día 13 de Julio del 2006 un Acuerdo sobre
medidas en materia de Seguridad Social, entre las cuales se incluía la
aprobación de una nueva lista de enfermedades profesionales para su
actualización y acomodación a la recomendación de la U.E. (recomendación
2003/670 CE), adoptando incluso en la estructura , el doble listado que
dicha recomendación incorpora, y que se refiere, respectivamente, a las
enfermedades profesionales propiamente dichas y a las enfermedades cuyo
origen profesional se sospecha y que podrían incorporase proximamente al
listado.
Igualmente y al propio tiempo, y con el fin de garantizar al máximo la
declaración de todos los casos de enfermedad profesional, así como de
facilitar su notificación y comunicación, se considera necesario modificar el
mecanismo de iniciación agilizando y simplificando los tramites,
encomendándose a la Entidad Gestora o Mutua de accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social que asuma la protección
de las contingencias profesionales el elaborar y tramitar el parte de
enfermedad profesional, sin perjuicio del deber de las empresas o de los
trabajadores por cuenta propia que dispongan la cobertura por contingencias
profesionales de facilitar a aquella la información que obre en su poder y les
sea requerida para la elaboración de dicho parte, con el fin de evitar y
combatir la infradeclaración existente, debida en gran parte a la falta de
vinculación suficiente entre el profesional competente para calificar la
enfermedad profesional o para emitir un diagnostico de sospecha.
El nuevo listado va suponer una mejora en el reconocimiento de las
enfermedades profesionales, dado el bajo porcentaje de declaración de tales
enfermedades profesionales, según la IV Encuesta Nacional de condiciones
de trabajo del Instituto Nacional de la Seguridad e Higiene en el trabajo,
solo se diagnostican el 2,5 % cuando hay sobre un 13 % de trabajadores que
han demandado atención medica por un problema de salud derivado del
71
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
trabajo. Igualmente según estudios recientes las cifras españolas son muy
inferiores a la mayoría de los paises de la Union Europea.
Esta infradeclaración se encuentra tanto en las deficiencias que presentaba
el anterior listado de enfermedades profesionales, tanto como a los propios
cambios en el mercado de trabajo en algunas profesiones, así como al
propio sistema de notificación y declaración que han estado vigentes hasta
la fecha.
De ahí que la propia exposición de motivos del nuevo Real
Decreto1299/2006 de 10 de noviembre, pone de manifiesto las deficiencias
del proceso de notificación, que se produce por un procedimiento
ineficiente, sin vinculación suficiente con el profesional médico que tiene la
competencia para calificar la contingencia o con aquel otro que puede
emitir un diagnostico de sospecha.
La enfermedad profesional se diagnosticaba, bien por la Mutua, bien por el
Servicio de Salud que se entregaba al trabajador para que lo remitiese a la
Empresa que debía cumplimentar los datos necesarios del modelo oficial del
parte de enfermedad profesional (Resolución de 6 de marzo de 1973) y lo
remitía a la entidad gestora o colaboradora que tenia la cobertura de las
contingencias profesionales, tanto se hubiera producido baja como no.
Para intentar solucionar las deficiencias de notificación y con el fin de
garantizar al máximo la declaración de todos los casos de enfermedad
profesional, se modifica el mecanismo de iniciación, debiendo ser la entidad
gestora o Mutua que diagnostica la enfermedad profesional la que notifique
a través del sistema CEPROSS dicha enfermedad profesional, con la
colaboración del empresario, con lo que se agiliza el procedimiento y se
simplifican los tramites, liberando al empresario de las dificultades de la
puesta en marcha del mecanismo de notificación y comunicación de las
enfermedades profesionales ajeno a su actividad empresarial.
En efecto es en el art. 4 del Real Decreto 1299/2006 de 10 de Noviembre,
así como en el art. 3 de la Orden TAS 1/2007 de 2 de Enero, donde
establece que la Entidad Gestora o Mutua de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social que asumen la
protección de las contingencias profesionales las que vendrán obligadas a
elaborar y tramitar el parte de enfermedad profesional, sin perjuicio del
deber de las empresas y de los trabajadores autónomos que dispongan de la
cobertura por contingencias profesionales, de facilitar a aquellas la
información que obre en su poder y le sea requerida para la elaboración de
dicho parte.
72
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Igualmente los Servicios Médicos de las Empresas colaboradoras en la
gestión de las contingencias profesionales deberán dar traslado, en el plazo
de 3 días hábiles, a la entidad gestora o a la mutua que corresponda del
diagnostico de las enfermedades profesionales de sus trabajadores.
De otra parte se establece tanto en el Real Decreto como en la Orden
mencionadas anteriormente que el nuevo modelo de parte de enfermedad
profesional deberá trasmitirse por medios electrónicos para asegurar la
fluidez de la información entre todos los diferentes agentes implicados (
Empresa, Mutua, Entidad Gestora, Inspección de Trabajo, Servicios de
Prevención…etc).
Esta vía electrónica se realizará por medio de la aplicación informática
CEPROSS (Comunicación de enfermedades profesionales de la seguridad
social) a la que se tendrá acceso a través de la oficina virtual de la
Seguridad Social, para el acceso a la aplicación, todos los agentes estarán
representados por persona física acreditada mediante usuario SILCON,
además de certificado digital SILCON o certificado Clase 2 emitido por la
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o por alguna de las Autoridades de
Certificación relacionadas en dicha oficina virtual de la Seguridad Social.
El objetivo del nuevo sistema de comunicación e información deberá servir
para aportar datos descriptivos sobre la magnitud real de las enfermedades
de origen profesional que sirvan para la elaboración y seguimiento de
políticas de prevención de riesgos laborales, además de la gestión de las
prestaciones, y permita también llevar a cabo actividades de vigilancia de
las enfermedades profesionales conocidas y de la identificación de las
nuevas o emergentes.
También se establece en el art. 5 del Real Decreto un mayor protagonismo
de los profesionales sanitarios del servicio Nacional de Salud, toda vez que
establece la obligación de que estos profesionales y de los Servicios de
Prevención de comunicar con ocasión de sus actividades profesionales la
existencia de una enfermedad profesional no solo de las incluidas en el
Anexo I.
73
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
NUEVOS RETOS EN LAS MATEPSS
Francisco Sanchez Sanchez
Gerente de la subcentral Fremap de Aragón y La Rioja
1.
Análisis del sector del Mutualismo de Accidentes de Trabajo.
En la actualidad el sector está integrado por 25 Mutuas, si bien la
tendencia es que, a medio plazo, el número se reduzca. A lo largo de
2006 se han producido dos fusiones de mutuas de marcado carácter local o
autonómico: Mutualia como resultado de la unión de Pakea y Mutua
Vizcaya Industrial y MC Mutual como resultado de la integración de
Mutual Cyclops y Midat Mutua. Asimismo, el Ministerio ha autorizado
otras operaciones que serán efectivas a partir de principios de 2007:
Reddis Unión Mutual y MATT (Mutua de Accidentes de Trabajo de
Tarragona), UMI (Unión Museba Ibesvico) y MUVALE (Mutua
Valenciana Levante), y Mutualia y La Previsora.
Como consecuencia de este proceso se están configurando entidades con
mayor capacidad de prestación de servicio, lo que contribuye al prestigio
del Mutualismo de Accidentes de Trabajo que, en 2005, ha recaudado
cuotas por importe de 9.066 millones de euros, con un incremento del
9,1% sobre el año anterior, y que equivalen al 10,4% de las percibidas por
el Sistema de la Seguridad Social.
En relación al año 2006, si bien no se tienen datos definitivos, la
estimación realizada por la Tesorería General de la Seguridad Social
apunta a una recaudación del sector de aproximadamente 10.024 millones
de euros, lo que equivale a un incremento del 10,57% respecto al año
anterior.
Respecto al volumen de trabajadores protegidos, al finalizar el año 2005,
el Mutualismo de Accidentes de Trabajo prestaba cobertura en la
contingencia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales a
13.146.737 trabajadores, el 95,4% de los afiliados del Régimen General y
Asimilados y, adicionalmente, cubría las contingencias profesionales a
299.975 trabajadores por cuenta propia o autónomos, el 9,3% de los
afiliados a este Régimen Especial.
Si se mantiene el ritmo de crecimiento, se estima que a finales de año se
habrá alcanzado la cifra de 14,1 millones de trabajadores afiliados, lo que
74
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
equivale a un incremento del 5,3% en términos relativos y de 710.000
trabajadores en términos absolutos.
Finalmente, en cuanto al volumen de trabajadores protegidos en la
incapacidad temporal derivada de contingencias comunes, al finalizar el
año 2005 el Mutualismo de Accidentes de Trabajo prestaba cobertura en
esta contingencia a 7.657.938 trabajadores del Régimen General y
Asimilados, el 58,2% de los protegidos en accidentes de trabajo. Los
trabajadores por cuenta propia o autónomos ascendieron a 1.796.505, el
55,6% de los afiliados.
2.
Mutuas de accidentes, nuevos retos.
El mutualismo de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales afronta
actualmente nuevos retos, desde el proceso de consolidación del sector
impulsado por la Administración, hasta la firma de un código de buen
gobierno, pasando por la exigencia legal de la segregación de la actividad
como Servicios de Prevención Ajenos.
Existe un proceso de concentración promovido por el Gobierno que persigue
fundamentalmente reducir la atomización del sector, pasando de 26 mutuas a
sólo una decena. El objetivo primordial no es otro que la creación de entidades
con mayor fortaleza financiera y más eficiencia en la gestión de recursos
económicos públicos para garantizar, entre otras cosas, la sostenibilidad del
modelo de la Seguridad Social a futuro. Es un hecho relevante que, en 2005,
11 entidades no logaran generar excedentes. Una situación que puede verse
influenciada por la intención del Gobierno de reducir las tarifas, lo que
impulsará la necesidad de fusión o esquemas de colaboración para conseguir
sinergias.
3.
Marco normativo.
Por su naturaleza, las Mutuas son entidades colaboradoras de la Seguridad
Social, y su actividad está regulada por ley. Por ello, la evolución del sector
está supeditada a los cambios legislativos. Así pues, es necesario resaltar que
se han producido una serie de novedades legislativas que impactarán en la
actividad de las Mutuas de A.T. durante los próximos años. Estas son:
1. RD688/2005 por el que se regula el régimen de funcionamiento
de las Mutuas de Accidente de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la
Seguridad Social como Servicios de Prevención Ajenos, que establece la
obligación de segregar esta actividad a una Sociedad distinta de la Mutua y
que habilita un periodo transitorio de tres años a partir del otorgamiento de
75
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
escritura pública de segregación en el que las nuevas Sociedades de
Prevención podrán seguir utilizando los medios de la Mutua.
La segregación del servicio de prevención ajeno va a suponer un
cambio radical en la forma de hacer las cosas, además de requerir un gran
esfuerzo de comunicación y formación para adaptar a los empleados a la
nueva situación. El principal cambio va a ser consecuencia de la evolución
hacia una gestión basada en la rentabilidad, en cuanto que la nueva entidad
estará orientada, como cualquier otra empresa privada, a maximizar el
rendimiento obtenido por los accionistas.
2. Anteproyecto de Ley de Contratación del Sector Público, que
supone la transposición al derecho nacional de los aspectos sociales de la
Directiva 2004/18/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de
marzo de 2004, sobre coordinación de los procedimientos de adjudicación
de los contratos públicos de obras, de suministros y de servicios. En dicho
anteproyecto se consideran a las Mutuas como parte del Sector Público, lo
que supondrá una mayor burocratización y duración de los procedimientos
de adjudicación de contratos o de firma de acuerdos marco.
3. La Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año
2007 ha aprobado una nueva tarifa de accidentes de trabajo y
enfermedad profesional. Las principales novedades que supone la
implantación de esta nueva tarifa son pasar de un sistema de aplicación de
131 epígrafes de cotización por la actividad desarrollada por el trabajador a
otro sistema de aplicación de 20 tipos por la actividad principal de la
empresa y establecer el tipo máximo de cotización en el 8,50% y el mínimo
en el 1%, posibilitando su revisión periódica a fin de adecuarlo a la
evolución de la siniestralidad. Esto significa una reducción media de la
recaudación de cuotas de la Seguridad Social en accidente de trabajo y
enfermedad profesional de entre un 4 y un 5%.
4. Es importante destacar el anuncio que ha hecho la Secretaría
de Estado de la Seguridad Social de que a partir de 2007 se va a incluir
a las Mutuas en el SICOSS (Sistema de Información Contable de la
Seguridad Social) a través de un programa informático específico
denominado SICOMAT. Este hecho someterá a las Mutuas a una gran
disciplina presupuestaria.
5. Declaración sectorial de adaptación de la actuación de las
Mutuas para no incurrir en prácticas no ajustadas al Reglamento, en la
cual, además de definirse los criterios que delimitan qué se considera
76
IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
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práctica excluida, se crea un órgano de resolución de conflictos al que
aceptan someterse todas las mutuas.
El día 5 de Septiembre de 2006, a iniciativa de la Junta Directiva
de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales de la Seguridad Social, y con total aprobación del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales, se firmó una Declaración Sectorial y un
Acuerdo. Todo ello con el fin de ajustar la actuación de las Mutuas a los
principios de integridad y transparencia, velando siempre por la calidad de
los servicios cuya gestión tienen atribuida y procurando la mejor asistencia
posible a los trabajadores protegidos y a las empresas asociadas, no
realizando prácticas que pudieran menoscabar el modelo de colaboración
con la Seguridad Social que tan útil se ha revelado a la sociedad en su
conjunto.
A la vez, recoge la puesta en funcionamiento, con carácter
inmediato, de un “Sistema Interno de Resolución de Conflictos en
Materia de Prácticas Excluidas”, que garantice que la actuación de las
Mutuas se ajuste a los criterios fijados por el mismo y a las normas
establecidas, y someterse de manera incondicional a las decisiones del
Órgano de Solución de Conflictos” que se establezca, el cual se regirá por
los principios de independencia, imparcialidad, transparencia,
contradicción, eficacia y equidad.
Respecto al Órgano de Solución de Conflictos entre Mutuas en
materia de Prácticas Excluidas, con fecha del 16 de Octubre pasado, la
Junta Directiva de AMAT aprobó el correspondiente Reglamento para
dicho órgano, con un contenido básicamente procedimental, y del que
pueden destacarse algunos aspectos:
-
Al Plenario (integrado por todas las Mutuas firmantes) le corresponde
designar a los miembros del Jurado, determinar las prácticas excluidas,
denunciar ante la Administración a las Mutuas incumplidoras y acordar
la expulsión del Órgano de las entidades que no tengan una conducta
acorde con la Declaración Sectorial.
-
El Jurado, que estará integrado por tres juristas de prestigio, examina
las denuncias y resuelve si la actuación es objeto de condena o
absolución. Es importante tener en cuenta que adopta sus decisiones
por “convicción”, sin que sea necesario disponer de pruebas en el
concepto estricto que aplican los Tribunales de Justicia.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
-
Se pueden denunciar, desde 1 de septiembre las actuaciones que
supongan alguna práctica excluida.
-
Se establece que antes de efectuar una denuncia, las mutuas afectadas
deben hacer un intento previo de conciliación.
El mismo día 5 de septiembre se firmó también por todos los
máximos responsables de las 26 mutuas otro documento denominado
“Criterios para delimitar las prácticas excluidas”, con el objeto de
determinar los criterios orientativos que permitan discernir la idoneidad ó
no de las prácticas seguidas por las mutuas en sus labores de incorporación
de nuevos asociados, adheridos ó fidelización de los que ya sean
mutualistas, en su condición de Entidades Colaboradoras de la Seguridad
Social, todo ello de conformidad con los criterios comúnmente aceptados
por el Sector.
Por ello, y con el objetivo de reforzar el cumplimiento de la
legalidad vigente, para determinar si una práctica debe quedar excluida, se
tendrán en cuenta los siguientes criterios:
PRIMERO: Menoscabo al patrimonio de la Seguridad Social.
Se considerará práctica excluida cualquier actuación que ocasione
un gasto indebido, directo o indirecto, o un riesgo innecesario al patrimonio
de la Seguridad Social.
No sólo se considerarán menoscabo los actos de disposición, sino
también la cesión no autorizada en el uso de bienes muebles, inmuebles o
derechos pertenecientes a dicho patrimonio.
SEGUNDO: El otorgamiento de beneficios extraordinarios.
Ninguna empresa mutualista, ni trabajador protegido podrá recibir
por sí o mediante terceros intermediarios, beneficios extraordinarios
financiados con cuotas de la Seguridad Social o con Patrimonio Privativo de
la Mutua.
Se considerará beneficio extraordinario cualquier acción de la
mutua tendente a singularizar los servicios a empresas mutualistas, que
amplíe su ámbito de protección respecto del resto del colectivo protegido o
produzca un ahorro indebido de gastos al empresario.
Debe hacerse excepción de los que se estén autorizados o se liberen
en el contexto de la regulación por la Administración del marco de
actuación en el Sector, o de los que se reconozcan a través de la Comisión
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
de Prestaciones Especiales en materia de acción social, así como las
entregas de material de difusión y publicaciones.
TERCERO: La superación del marco de contraprestación a los
servicios de gestión administrativa y de intermediación por parte de
terceros.
No se otorgará ningún incentivo adicional a la compensación
prevista en la disposición adicional cuarta del Reglamento de Colaboración
(R.D. 1993/1995 de 7 de diciembre) y en la adicional de la Orden TAS
1562/2005 de 25 de mayo, o las que en el futuro puedan sustituirlas.
No sólo deberá considerarse práctica excluida la compensación
adicional, en dinero o especie, sino cualquier forma de colaboración que
suponga un ahorro justificado de costes o un trato preferente respecto de
otro colaborador.
Igualmente, quedará excluida cualquier forma de compensación
por la intermediación o prescripción que pueda realizar cualquier otra
persona, empresa o institución que carezca de la condición formal de
colaborador, antes mencionada.
CUARTO: Las que resulten contradictorias con el escenario de nítida
separación entre los servicios que otorgan las mutuas y los atribuidos a
las sociedades de prevención.
Se considerará excluida cualquier actividad que resulte
contradictoria con la total y nítida separación de los recursos humanos y
materiales entre la mutua y la sociedad de prevención, en el marco de la
normativa vigente.
QUINTO: La prestación de servicios mediante personal de la mutua
desplazado en la empresa.
Las mutuas no podrán desplazar de manera estable personal de
ninguna categoría, bien sea de su plantilla o de empresas contratadas, para
la prestación de sus servicios profesionales en la sede de las empresas
mutualistas salvo que, en atención a la distancia del centro sanitario, la
singularidad de la actividad de la empresa, su alta siniestrabilidad o
cualquier circunstancia especial ocurrente, sea autorizado o regulado por la
Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social.
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
SEXTO: La financiación de actividades ajenas de carácter divulgativo
o docente.
No se financiarán cursos, jornadas, seminarios o eventos de
cualquier
naturaleza
organizados
por
empresas,
sindicatos,
administraciones, colegios profesionales o corporaciones de cualquier
índole, sin autorización de la Dirección General de Ordenación de la
Seguridad Social.
SÉPTIMO: Actualización de criterios.
Todos los criterios de delimitación de prácticas excluidas, serán
revisables periódicamente a la luz de la experiencia en la aplicación del
Acuerdo y, en todo caso, en la medida en que por la Administración se
establezca el escenario de “nuevas prácticas”.
4.
FUTURO: Mejorar la Gestión.
En un entorno marcado por la intención de la Administración de maximizar
la eficiencia de las mutuas, éstas han de actuar sobre los distintos resortes
que tienen a su alcance para satisfacer las expectativas del Ejecutivo para
garantizar la sostenibilidad del modelo de Seguridad Social. Estos resortes
pasan por la reducción estructural de los costes por medio del liderazgo
tecnológico, la adopción de la filosofía de reestructuración continua, la
búsqueda de economías de escala y la externalización de servicios de
soporte; todo ello combinado con la diferenciación en el sector por la
prestación de un servicio de calidad.
El reto las nuevas Sociedades de Prevención consistirá en ofrecer servicios
de calidad y ajustados en precio, con la limitación de tener como clientes
únicamente a clientes de la mutua. Serán servicios eficientes, con
mecanismos de cobro de cara a reducir la morosidad.
La firma del código de prácticas excluidas persigue la erradicación de
malas prácticas comerciales. De ahí, la creciente importancia de la
prestación de un servicio de calidad y de diferenciación ante un escenario de
tarifas y comisiones a colaboradores reguladas. Factores como la marca, la
presencia a nivel nacional/local, la calidad de personal, los medios técnicos,
tecnológicos e instalaciones, así como el trato recibido, se volverán a
conjugar nuevamente como elemento diferencial en las relaciones entre la
mutua, las empresas, los trabajadores y los proveedores.
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Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
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Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
FUTURO DE LA MEDICINA DEL TRABAJO Y LA
ENFERMERÍA DE EMPRESA.
UNA VISIÓN PARTICULAR (COMO TODAS)
Rafael Timermans del Olmo.
Presidente de la Sociedad Castellana
de Medicina y Seguridad del Trabajo
Desde la promulgación de la Ley de Prevención y toda su legislación y
normativa derivada, hace ya nada menos que 10 años, nuestra visión de las
posibilidades de desarrollo de la Medicina y la Enfermería del Trabajo ha
ido cambiando, al igual que la propia realidad en la que nos desenvolvemos.
Creímos tener atado y bien atado, como otros sobre otros temas, la
presencia de los médicos y enfermeros, de forma conjunta e incluso
simultánea en los Servicios de Prevención Propios y Ajenos. Es más,
mediante la disposición transitoria correspondiente creímos asegurarnos de
que los Servicios Médicos existentes no desaparecerían. Craso error. El
tiempo nos ha confirmado los peores augurios de los pesimistas que decían
que la Ley estaba hecha para eliminar la actividad sanitaria de los lugares de
trabajo y para minimizar nuestra actividad. Sentencias judiciales y la propia
realidad nos han enseñado cómo es posible despedir de forma procedente y
con escasa indemnización a los médicos y enfermeros de antiguos servicios
médicos mediante su presunta sustitución por conciertos en la
redenominada especialidad de “vigilancia de la Salud”. No nos engañemos:
no es una sustitución, sino otra cosa.
La novedosa creación de las Unidades Básicas Sanitarias tampoco aseguró
el antes mencionado trabajo conjunto. Todos conocemos solapamientos o
incluso la contratación únicamente de uno de los profesionales. ¿Dónde
queda el diseño inicial, la presunta intención del legislador, ese ente del que
se nos habla tantas veces?
En medio de una absurda discusión sobre galgos y podencos, sobre la
disponibilidad de profesionales o la escasa demanda o los bajos sueldos, que
provocó profundos enfrentamientos entre profesionales, que persisten en la
actualidad teñidos de personalismos y antiguos agravios, con al menos
cuatro sociedades de ámbito nacional, no se ha oído una voz de los
profesionales, ni de médicos ni de enfermeros, escuchándose únicamente a
asociaciones de empresarios, Ministerios, y asociaciones de empresas de
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IX Jornadas de la Sociedad de Medicina, Higiene y
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prevención privadas y mutuas de accidentes. Sorprendentemente los
sindicatos no dicen casi nada sobre esto. Todos se atreven a opinar, nos
indican cómo se hace nuestro trabajo diario, con qué material, cada cuánto
tiempo y están a punto de decirnos con qué ropa.
El hecho es que entre batallitas se produjo la homologación de profesionales
con las titulaciones oficiales disponibles en su momento o sin dicha
titulación y con mayor o menor, mejor o peor ejercicio de todo o parte de
nuestro trabajo. Los MESTOS. Podríamos resumir el resultado en
afortunados reconocimientos profesionales, flagrantes injusticias y
falsificaciones y simple continuidad del ejercicio de la profesión. No se ha
producido un paro masivo, como algunos vaticinaban. Los sueldos se han
incrementado, al menos un poco. Por fin aparecen anuncios en la prensa
buscando profesionales y no simples carteles en tablones de anuncios o
peticiones únicamente entre amigos. Y persiste la falta de disponibilidad
efectiva de profesionales en servicios de prevención propios y ajenos.
La única presión ejercida que ha tenido cierta efectividad, la de la mejora de
la formación desde un sistema colegial (o peor), pasando lista a los
presuntos alumnos y con asignaturas repetidas de la carrera o puramente
teóricas, funcionó, al menos en parte. Se ha pasado de tres a cuatro años,
con formación práctica y teórica, con un programa que puede ayudar a
formar mejor a las actuales y futuras generaciones que a nosotros mismos.
Está constituida, al menos formalmente la comisión de la especialidad de
enfermería del trabajo y comenzando los trabajos sobre el nuevo programa
de la especialidad. En lugares concretos la formación empieza a parecerse a
la que debería ser, pero persisten amenazas, distintas de las de hace diez
años, pero sobre las que hay que estar prevenidos, preparados y lo que es
más importante desde mi punto de vista, tomar partido público.
Hace cinco años se cuantificó la necesidad de formación de médicos del
trabajo en unos 300 al año, convocándose unos sesenta al año en la
actualidad, y cubriéndose solo la mitad de dichas plazas de hecho. Hay
escuelas con uno y con dos residentes. Parte de ellos, además, no terminarán
el ciclo. Al pasar de 3 a 4 años, habrá un año en el que no salga ninguno de
las escuelas. Las Comunidades Autónomas reunidas con el Ministerio de
Sanidad en el Consejo Interterritorial llevan años intentando ampliar los
ratios de trabajadores por UBS desde los mil presentes hasta incluso 45.000. Persiste la división, incluso el enfrentamiento entre las sociedades
profesionales. Hay rencores entre nosotros. Las Inspecciones de Trabajo
persiguen, como deben, la falta de especialistas en Servicios Ajenos y
Propios.
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Seguridad del Trabajo de Aragón y La Rioja
Como oportunidades hay que mencionar las voces jóvenes que se escuchan
cada vez más, aunque en voz baja por el momento, criticándonos a los
mayores, causantes de división y enfrentamiento. Los grupos de trabajo en
sectores específicos como la medicina del Trabajo en el ámbito hospitalario,
cada vez más potente en algunas Comunidades como la de Madrid. Incluso
un borrador que circula de Estrategia Española en Seguridad y Salud en el
Trabajo en el que se recomienza fomentar la existencia de Servicios
Médicos en empresas de más de 500 trabajadores, aunque se olviden de
actividades peligrosas como las recogidas en el anexo I del Reglamento de
los Servicios de Prevención. La reciente legislación que intenta clarificar las
actividades de las Sociedades de Prevención dependientes de las Mutuas de
Accidentes de Trabajo y separar claramente sus actividades y financiación.
Incluso el reciente acuerdo de buenas prácticas firmado entre todas las
Mutuas y el Ministerio de Trabajo puede ayudar a separar las dádivas
incontroladas de los contratos formales de Prevención en la Actividad de
Medicina del Trabajo.
El futuro de la Medicina y la Enfermería del Trabajo es apasionante,
peligroso, estimulante, amenazante. Como la misma realidad.
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