PHYSICES PARS I DE NATURA, ATQUE PRINCIPIIS CORPORUM DISSERTATIO I De Corpore physico generatim sumpto CAPUTI De Natura Corporis. Philosophorum opiniones exponuntur, & refutantur 1 J d primum in hac dissertatione quaerendum occurreret, ¿utrum corpora existant? ut constaret prius existere id, cujus naturam inquirendam suscipimus. Verum cum conscientia nostra illorum existentiam nobis suadeat, hoc veluti postulatum ab adversariis concedendum proponimus, pro certo habentes, supervacanea inquisitione rem certissimam obscuriorem effici. Corpora igitur existunt. Verum circa eorum essentiam, non una, eademque est Philosophorum opinio. 34 CIENCIAS FISICAS PARTE 1 ACERCA DE LA NATURALEZA Y ACERCA DE LOS PRINCIPIOS DE LOS CUERPOS DISERTACION PRIMERA Acerca del cuerpo físico tomado en general CAPITULO I Acerca de la naturaleza del cuerpo. Se exponen opiniones de filósofos y se refutan 1 L o primero que debe uno cuestionarse en esta disertación sería: ¿acaso existen los cuerpos?, a fin de que fuera evidente que existe antes aquello cuya naturaleza se debe examinar. Sin embargo, dado que nuestra consciencia nos convence de su existencia, del mismo modo proponemos que este postulado debe ser concedido por los adversarios, estando seguros de que el asunto se volvería realmente muy obscuro con un cuestionamiento que está de más. Por consiguiente, los cuerpos existen. Sin embargo, acerca de la esencia de éstos, no todos los filósofos tienen la misma opinión. 35 2 Egregius Philosophus, atque in Mathematicis disciplinis mirifíce versatus Renatus Des-Cartes corporeae substantiae naturam in extensione collocavit: ait enim:1 percipiemus naturam materiae sive corporis in universum spectati non consistere in eo, quod sit res dura, vel ponderosa, vel colorala, vel alio aliquo modo sensus afficiens, sed tantum in eo quod sit res extensa in longum, latum, & profundum: quod etiam adfirmavit Aristoteles, nam Lib. 3. Phys. text. 43: corpus est, inquit, quod omniquaque habet dimensionem. Sed statum quaestionis proponamus. Quaestio ergo inquirit, ¿quaenam sit ratio formalis corporis physici? hoc est: ¿quodnam ex iis omnibus adtributis, quae corpori insunt, (ut impenetrabilitas, extensio, divisibilitas, &c.) sit ita primum in ipso corpore, ut ex illo veluti ex radice, cetera omnia proveniant? Illud enim adtributum est ratio formalis rei, per quod res ipsa est id quod est, atque a ceteris omnibus primo distinguitur. His positis. 3 Dico primo contra Cartesium, & Aristotelem: essentia corporis in actuali extensione, vel triplici dimensione nequaquam posita est. Probatur, ¿Quis negabit Deum Opt. Max. destruere posse totam aeris molem, quae a terris ad Lunam usque intercipitur;? sed tunc eadem prorsus extensio remaneret, neque tamen substantia ulla corporea relinqueretur:: ergo. Sed negat id fieri posse Cartesius: existimat enim, quod 1 Part. 12, Princip. n. 4. 36 2 El distinguido filósofo, y magníficamente versado en las disciplinas matemáticas, René Descartes, definió la naturaleza de la sustancia corpórea por la extensión, pues afirma12 "percibimos que la naturaleza de la materia o del cuerpo, considerado en general, no descansa en esto: que sea algo duro o de mucho peso o que tenga color, o si de algún otro modo afecta a los sentidos; sino solamente en que es algo extendido en longitud, latitud y profundidad". Lo cual también señaló Aristóteles, pues en el Libro 3 de la Física, dice: "cuerpo es lo que tiene dimensión en toda dirección". Pero expongamos el estado de la cuestión: así pues, la pregunta que se hace es: ¿cuál es la razón formal del cuerpo físico?, esto es, ¿cuál de todos estos atributos que son del cuerpo (como la impenetrabilidad, la extensión, la divisibilidad, y otras cosas) es el que de tal manera se da primero en el cuerpo mismo, que a partir de él como de una raíz, provienen las demás cosas? Sin duda ese atributo es la razón formal de la cuestión, por lo que la cosa es lo que es, y se distingue en primer lugar de todas las otras cosas. Expuesto está. 3 Primeramente digo en contra de Descartes y de Aristóteles: la esencia del cuerpo de ningún modo está puesta en la extensión activa o en una dimensión triple. Se demuestra: ¿quién negará que el óptimo y máximo Dios podría destruir toda la masa del aire, que se encuentra continuadamente desde la Tierra hasta la Luna? Pero entonces la misma extensión permanecería por completo, y, sin embargo, ninguna sustancia corpórea quedaría; por tanto... Pero Descartes niega que esto pueda ocurrir, pues considera que 12 Part. 2, Princip. n. 4. 37 si ex. gr. aer nujus cubiculi destruatur, parietes ipsi sese mutuo contingent, cum illa se conjungere dicantur, quae nullo interjecto corpore disjunguntur, aut in hac hypothesi manifestissimam repugnantiam contineri putat, cum spatium illud vacuum quidem foret, ut supponitur, & simul non vacuum, quia semper haberetur in illo trina dimensio, adeoque corpus ipsum: 4 Verum ¿quis non videat Cartesium hac in parte nobis imponere, cum probat idem per idem, atque principil loco id adsumit, quod in controversia positum fuerat? Non alia siquidem ratione vacuum a Deo fieri non posse contendit, quam quia semper in illo spatio corpus remaneret, remanente nimirum extensione, quae juxta ipsum est essentia corporis, quod idem illud est, de quo disseritur. Deinde: licet sit certum quod duo corpora se tangunt, cum nullum alium corpus interjacet, sed non est necesse ea se contingere, quae nullo corpore disjunguntur. Carleslus igitur corpus physicum cum mathematico confundit. Verum ¿quis non videat aliud esse oportere corporis physici, aliud corporis mathematici constitutivum, sive aliam esse naturam corporis, quod in sola imaginatione nostra continetur, aliam illius, quod in ipsa quoque rerum natura reperitur? Sic lineae Geometricae constitutivum est, ut longitudinem habeat sine latitudine, neque tamen essentia lineae, quae realiter, & physice in rerum natura reperitur in sola longitudine sine latitudine consistere debet. 38 si, por ejemplo, el aire de este cuarto fuera eliminado, los muros mismos se tocarían mutuamente; puesto que se dice que esas cosas se juntarían, éstas no estarían separadas por un cuerpo interpuesto; o piensa que en esta suposición se encuentra una evidentísima discordancia, porque aquel espacio en verdad estaría vacío, como se supone, y al mismo tiempo no vacío porque siempre se tendría en él una triple dimensión, y por lo tanto, el cuerpo mismo. 4 Sin embargo, ¿quién no ve que Descartes nos impone en esta parte, al demostrar lo mismo por lo mismo, y asume en el lugar del principio aquello que se había puesto en controversia? y con ninguna otra razón sostiene que el vacío no puede ser hecho por Dios; porque ciertamente el cuerpo siempre permanecería en ese espacio, sin duda en la subsistente extensión, la cual es, junto con el mismo, la esencia del cuerpo, que es aquello acerca de lo cual se diserta. Luego, aunque sea cierto que dos cuerpos se tocan cuando no se interpone algún otro cuerpo; sin embargo, no es necesario que ellos se toquen cuando no están separados por ningún otro cuerpo. Por consiguiente, Descartes confunde el cuerpo físico con el matemático. En verdad, ¿quién no ve que conviene que una cosa sea lo constitutivo del cuerpo físico, que otra sea la constitutiva del cuerpo matemático, o que una sea la naturaleza del cuerpo que se encuentra en nuestra sola imaginación, y otra sea la naturaleza de aquel cuerpo que se encuentra también en la naturaleza misma de las cosas? La condición de la línea geométrica es que tiene longitud sin latitud, y sin embargo la esencia de la línea, que real y físicamente se encuentra en la naturaleza de las cosas, no debe consistir en la sola longitud sin latitud. 39 5 Reponere quidem possent Cartesiani, corpus mathematicum plurimum a corpore physico differri, sed non ratione extensionis, quae utrique essentialiter communis est. Sed illud etiam animadvertere debent, quod tunc non poterit extensio amplius haberi tamquam essentia perfecta corporis physici, ut ipsi contendunt: quemadmodum quia figura circulo & triangulo communis est, non potest haec sola alterutrius essentia haberi; essentialiter igitur corpus physicum aliquid aliud habere debet, per quod a simplici extentione, & a corpore mathematico distinguatur. 6 Petrus Gassendus vultm corporis essentiam positam esse in actuali impenetrabilitate contra quem Dico secundo: impenetrabilitas actualis non est formalis ratio corporis physici. Prob. in eo posita non est formalis ratio corporis, quo corpus ipsum privan potest, quin desinat esse corpus; sed potest corpus actuali impenetrabilitate destituí, quin desinat esse corpus: ergo. Prob. min. Certum est duo corpora compenetrari divinitus posse, quin illorum essentia mutetur: ergo &c. m Sect. I. Phys. Lib. 3. c. 6. 40 5 Es cierto que los cartesianos podrían refutar que el cuerpo matemático se diferencia muchísimo del cuerpo físico, pero no por razón de la extensión, la cual es fundamentalmente común a cada uno de ellos. Pero también deben considerar esto: que entonces la extensión no podrá ser tenida por más tiempo como la esencia perfecta del cuerpo físico, como ellos sostienen, porque así como la figura de algún modo es común al círculo y al triángulo, no puede ella sola ser considerada la esencia para ambos; por lo tanto, el cuerpo físico esencialmente debe tener alguna otra cosa por la que se distinga de la simple extensión y del cuerpo matemático. 6 Pedro Gasendi pretende13 que la esencia del cuerpo está puesta en la impenetrabilidad activa; contra él digo en segundo lugar: la impenetrabilidad activa no es la razón formal del cuerpo físico. Se prueba: no está puesta la razón formal del cuerpo en aquello de lo pero el cuerpo, puede ser privado de la impenetrabilidad real, sin que deje de ser cuerpo, por tanto... Se prueba brevemente: es cierto que dos cuerpos pueden compenetrarse por voluntad divina, sin que su esencia sea modificada, luego, etc. I3 Sect. I. Phys.Lib. 3. c. 6. 41 Satis sit Objectionibus 7 O PP. I. pro opinione Cartesii: intellecta trina dimensione ceteris omnibus praecissis, quae corpori insunt, intelligitur corpus, non enim intelligitur Spiritus, ut est perspicuum; at inter corpus & spiritum non datur medium: ergo formalis ratio corporis est trina dimensio. Argumentum in adversarios retorqueri optime posset, & contra ipsos probare formalem corporis rationem in impenetrabilitate consistere. Resp. dist. antec. Intelligitur corpus secundum magis obviam illius proprietatem, conc. secundum illius essentiam nego, & conseq. Sane intelligitur corpus hoc ipso quod concipiatur substantia in partes integrales divisibilis, neque tamen dicent Cartesiani, divisibilitatem in partes ita pertinere ad corpus, ut a formali illius ratione minime discernatur. 8 Opp. 2. quicumque ad ideam corporis adtendere volunt, fateri coguntur, non aliter se concipere corpus, quam ut substantiam quoquoversus extensam: ergo formalis corporis ratio a trina dimensione diversa non est. Argumentum nimis probat: etenim in idea corporis non trina tantum extensio, sed etiam actualis impenetrabilitas sese offert. Resp. neg. conseq. etenim cum major idearum pars sensu adquiratur [§. 14. Log.] certoque constet ministerio sensuum intima rerum adtributa immediate nobis minime 42 Sea suficiente con estas objeciones 7 O posición 1. Según la opinión de Descartes: la triple dimensión que se concibe para todas las demás cosas individuales, que están en el cuerpo, se entiende como cuerpo, y no como espíritu, lo cual es evidente; por el contrario, entre el cuerpo y el espíritu, no se da algo intermedio: por lo tanto, la razón formal del cuerpo es la triple dimensión. El argumento puede ser revertido perfectamente contra los adversarios y se puede demostrar a éstos que la razón formal del cuerpo consiste en la impenetrabilidad. Se responde distinguiendo el antecedente: el cuerpo es entendido según su más obvia propiedad, lo concedo, según su esencia, lo niego, y también la consecuencia. Se entiende razonablemente el cuerpo por esto mismo, por ser concebido como una sustancia divisible en partes integrales, y sin embargo los cartesianos no dicen que la divisibilidad en partes pertenece al cuerpo de tal manera que casi no se diferencia de la razón formal de él. 8 Oposición 2. Todo el que quiere acercarse a la idea de cuerpo, se inclina a reconocer que el cuerpo no se concibe de otra forma que como sustancia extendida en todas direcciones; por lo tanto, la razón formal del cuerpo no es distinta de la triple dimensión. El argumento demuestra mucho: porque en la idea de cuerpo no tan sólo está la triple extensión, sino también se representa la impenetrabilidad actual. Respondo negando la consecuencia: puesto que la mayor parte de las formas se adquiere por los sentidos (Log., 14), y por la segura función de los sentidos se sabe a ciencia cierta que los íntimos atributos de las cosas muy poco 43 innotescere [§. 29. Log.], relinquitur, rationem formalem corporis non esse illud ejusdem adtributum, quod in idea ipsius corporis, quam infantiae tempore hausimus, nobis occurrit, sed tantum magis obviam corporis proprietatem dici adtributum illud rectissüne posse. 9 Opp. 3. S. Augustinus Evodium adloquens inquit n: Abs te quaero: utrum corpus ullum esse putes, quod non pro modo suo habeat longitudinem, latitudinem, & profunditatem? ........ si hoc demas corporibus quantum mea opinio est, neque sentiri possunt, neque corpora recte existiman: ergo. Resp. haec verba intelligi debere de corporibus quoad existentiam, cum certe sine extensione aliqua nullum corpus possit esse sensibile, non vero quoad essentiam, sicuti existere quidem non potest corpus sine figura, & tamen illius essentia in figura positam esse nemo dixerit. Non inficiamur autem, extensionem esse ex proprietatibus corporis unam, sed contendimus tantum, non esse adtributum primum in corpore. 10 Opp. 4. nullum corpus sine triplici dimensione existere, videri, vel concipi potest: ergo extensio est ratio formalis corporis. Conseq. non infertur, quia nec etiam corpus aliquod finitum sine figura, nec homo sine capacitate scientiae concipi potest, & tamen haec ad illorum essentiam pertinere minime debent. Dices: si essentia corporis in trina dimensione constituitur, clarissime probatur spiritualitas animae rationalis, ut ostensum est in n Lib. de quant. animae. n. 6. 44 nos son conocidos de manera inmediata (Log., 29), se permite que la razón formal del cuerpo no sea aquel atributo suyo que nos llega en la idea del cuerpo mismo, lo cual comprendimos en la infancia, sino que justísimamente ese atributo pueda llamarse la más obvia propiedad del cuerpo. 9 Oposición 3. S. Agustín, dirigiéndose a Evodio, dice14: "Te pregunto: ¿acaso piensas que existe algún cuerpo que, como límites suyos, no tenga longitud, anchura y profundidad?... Si quitas esto a los cuerpos, cuanto es mi opinión, ni pueden sentirse los cuerpos ni pueden ser examinados rectamente", por tanto. Respondo que estas palabras acerca de los cuerpos, y en cuanto a su existencia, deben ser comprendidas, puesto que, sin extensión alguna, ningún cuerpo puede ser sensible, pero no se comprende en cuanto a la esencia; así como sin duda, el cuerpo no puede existir sin figura, y, sin embargo, nadie ha dicho que su esencia esté puesta en la figura. No negamos, sin embargo, que la extensión es una de las propiedades del cuerpo, sino tan sólo afirmamos que no es la principal característica de un cuerpo. 10 Oposición 4. Ningún cuerpo puede existir, ser visto o ser concebido sin sus tres dimensiones, por lo tanto, la extensión es la razón formal del cuerpo. La consecuencia no se infiere, pues ningún cuerpo finito puede ser concebido sin una figura, ni el hombre puede [ser concebido] sin la capacidad de saber, y sin embargo, estas cosas deben concernir muy poco a la esencia de ellos. Dices: "Si la esencia del cuerpo se coloca en la triple dimensión, se prueba muy claramentela espiritualidad del alma racional, como está expuesto en la Psicología; por lo tanto. Respondo que, en nuestro juicio acerca de 14 Lib. de quant. animae. n. 6. 45 Psychologia: ergo. Resp. in nostra de essentia corporis sententia eamdem habere vim argumentum pro animi spiritualitate; quemadmodum enim ex eo quod anima rationalis extensionem actualem habere non possit, recte infert Cartesius esse incorpoream, ita nos ex eo quod anima rationalis extensionem habere non exigat, optime inferimus, quod illa sit diversae naturae ac corpus. 11 Opp. 5 cum ipsum nihil, quod ante mundi creationem fuit, mente concipere volumus, extensionem quamdam fingimus: ergo extensio ipsa non ut proprietas, sed ut ratio formalis corporis a nobis concipitur. Disting. antec. & ex imaginationis nostrae phantasmate bene colligitur essentia, sive ratio formalis corporis, nego, & perperam colligitur, conc. & nego conseq. Argumentum probat ante mundi creationem dari jam materiam existentem: nam concipimus extensionem: ergo juxta Cartesianos concipimus corpus: ergo corpus illud erat existens ab aeterno, quod absurdum est. 12 Sed instant Cartesiani: nihili milla est extensio, nulla proprietas, nulla qualitas, sed quando concipimus ipsum nihil quod ante mundi creationem fuit, illud concipimus, ut extensum: ergo concipimus aliquid, non vero ipsum nihil, ac proinde aliquod corpus concipimus. Sed in hoc argumento, (ut optime notat Illustriss. Petrus Daniel Huef0 hallucinatur Cartesius: animadvertere enimdebebat, proprietates, sive qualitates duplicis esse generis, ° Censura Philosoph. Caries, cap. 5. n. 3. 46 la esencia del cuerpo, tiene la misma fuerza el argumento en favor de la espiritualidad del alma, que el alma racional no pueda tener una extensión real. A partir de esto Descartes correctamente deduce que es incorpórea; de la misma forma nosotros muy bien deducimos a partir de esto que el alma racional no necesita poseer una extensión, que aquélla es de distinta naturaleza al cuerpo. 11 Oposición 5. Cuando la nada misma, que había antes de la creación del mundo, queremos comprenderla con la mente, suponemos una cierta extensión: por lo tanto, la extensión misma es concebida por nosotros, no como una propiedad, sino como la razón formal del cuerpo. Distingo el antecedente, bien se deduce, a partir del fantasma de nuestra imaginación, la esencia, o por mejor decir, la razón formal del cuerpo, lo niego, y erróneamente se deduce la conclusión, y niego el consecuente. El argumento demuestra que, antes de la creación del mundo, la materia ya se daba como existente, puesto que concebimos la extensión, por lo tanto concebimos, según los Cartesianos, el cuerpo; por lo tanto, el cuerpo aquél era ya existente desde siempre, lo cual es absurdo. 12 Pero insisten los Cartesianos: ninguna extensión hay en la nada, ninguna propiedad, ninguna cualidad; pero cuando concebimos la nada misma, que había antes de la creación del mundo, la concebimos como algo sin extensión; por lo tanto, concebimos algo, en definitiva no la nada misma, y, por consiguiente, concebimos a un cierto tipo de cuerpo. Pero en este argumento (como muy bien hace notar el ilustrísimo Pedro Daniel Huet15), Descartes alucina; pues debió considerar que las propiedades o las cualidades son de una naturaleza doble: algunas 15 Censura Philosoph. Cartes. cap. 5. n.3. 47 positivas alias, alias negativas, nihili proprietates positivas millas esse, negativas multas. Dicimus enim, nihilum esse incorruptum, nihilum nihilo simile esse, nihilum esse contrarium enti, ex nihilo mundum a Deo esse creatum, &c. Sed hae proprietates sunt merae negationes, corruptionis nempe, discrepantiae a nihilo, &c. Similiter, cum fíngimus in nihilum a Deo redigi vinum, quod vase aliquo continetur, nullo alio admisso corpore in vini locum, dicendum est, vacuum manere spatium, quod a vino occupabatur, ejusdemque id fore amplitudinis, & extensionis, ac prius erat vinum, meritoque vacuo huic spatio extensionem tribuemus, at negativam; nam cum dicam spatium illud inane, quod intra vas est, esse pedis unius quadrati, perinde erit ac si dicerem, in spatio illo pedali nullum esse corpus; & pedalis haec extensio vacui, sive nihili, erit negatio corporis in spatio pedali. 13 Opp. 6. modus non potest concipi sine re, cujus est modus, sed extensio optime percipi potest sine lapide ex. gr. ergo extensio non est proprietas, aut modus corporis, sed ipsius essentia. Dist. min. extensio lapidis potest concipi sine illa, nego, extensio generatim sumpta subdist: potest concipi praecise sine lapide, conc. sine ullo corpore cujus sit extensio, nego, & conseq. Dices pro opinione Gassendi: statim ac concipitur substantia aliqua actu impenetrabilis, concipitur 48 son positivas, otras negativas; que no hay ninguna propiedad positiva en la nada y sí muchas negativas. En efecto afirmamos que la nada es incorrupta, que la nada es igual a la nada, que la nada es contraria al ente, que el mundo fue creado por Dios a partir de la nada, etcétera. Pero estas propiedades son meras negaciones, es decir, [negaciones] de la corrupción, discrepancias a partir de la nada, etcétera. Del mismo modo, cuando suponemos que Dios reduce el vino, que se encuentra en algún vaso, a la nada, no admitiéndose ningún otro cuerpo en el lugar del vino, debe decirse que permanece vacío el espacio que era ocupado por el vino, y eso deberá ser lo propio de la misma amplitud y extensión; pero antes era vino, y con razón atribuimos a este espacio vacío una extensión, pero negativa, pues cuando digo que aquel espacio vacío, que está en el vaso, es de un pie cuadrado, será como si dijera, que en aquel espacio de un pie no hay ningún cuerpo; y esta extensión de "un pie cuadrado de vacío o de nada", será la negación del cuerpo en el espacio de un pie cuadrado. 13 Oposición 6. La dimensión no puede ser concebida sin algo material de lo cual es dimensión; pero la extensión, por ejemplo, puede muy bien ser percibida sin una piedra; por lo tanto, la extensión no es una propiedad o un modo del cuerpo, sino la esencia del mismo. Distingo la menor: la extensión de una piedra puede ser concebida sin ella, lo niego; pero, separo la extensión tomada en general, subdistingo: concebida sin una piedra, lo concedo, sin cuerpo alguno cuya extensión exista, lo niego y también el consecuente. Dices según la opinión de Gasendo: al momento de concebirse una sustancia impenetrable en acto, se concibe entonces un 49 corpus: ergo. Conseq. non infertur; etenim statim ac concipitur ignis, concipitur substantia aliqua, quae calorem actualem habeat, & tamen nemo dixerit essentiam ignis in actuali calore positam esse, nam ignis Babilonicus adplicatus extitit sine combustione. CAPUT II Sententia nostra exponitur, & probatur 14 D ico cum plurimis Recentioribus: ratio formalis corporis physici optime constituitur in naturali impenetrabilitate, sive (quod idem est) in exigentia naturali occupandi locum impenetrabiliter. Prob. concl: in eo ratio formalis corporis physici recte constituitur, ex quo adtributa cetera tamquam ex radice ducuntur, ut omnes consentiunt; sed adtributum ejuscemodi est naturalis impenetrabilitas, sive quod idem est, impenetrabilitas radicalis: ergo. Prob. min: ex ea profluit extensio corporis entitativa, illud namque dicitur entitative extensum, quod complectitur plures partes interse unitas, ita ut, unius entitas extra entitatem alterius tota existat; sed hac ratione conjungi interse plura non possunt, nisi sint naturaliter impenetrabilia: ergo. 15 Sequitur soliditas, vi cujus, aut comprimi non possunt corpora, aut ad certum duntaxat gradum viribus nostris coarctari. Mobilitas deinde; quia si corpora non 50 cuerpo, luego... El consecuente no se infiere; pues al momento de concebirse el fuego, se concibe una sustancia que tiene calor actual, y sin embargo nadie diría que la esencia del fuego está puesta en el calor actual, pues el fuego Babilónico consagrado existe sin combustión. CAPITULO II Se expone nuestra sentencia y se demuestra 14 L o digo con muchos de los más recientes hechos: la razón formal del cuerpo físico se sitúa muy bien en la natural impenetrabilidad, o (lo que es lo mismo) en la natural exigencia de ocupar un lugar de manera impenetrable. Demuestro la conclusión: correctamente se establece la razón formal del cuerpo físico en aquello a partir de lo cual los demás atributos se deducen como de una raíz, como todos concuerdan; pero el atributo de este tipo es la natural impenetrabilidad, o lo que es lo mismo, la impenetrabilidad fundamental, por lo tanto... Demuestro la menor: gracias a ella brota la extensión entitativa del cuerpo, ya que a él se le llama lo extenso entitativo, lo cual comprende muchas partes unidas entre sí; de manera que toda la existencia de uno, sólo existe fuera de la existencia del otro; pero, por esta razón muchísimas cosas no pueden ser unidas entre sí, a no ser que sean impenetrables por naturaleza, por lo tanto... 15 Sigue la solidez, por cuya fuerza, los cuerpos no pueden ser comprimidos, o solamente son reducidos hasta cierto grado por nuestras fuerzas. Después, la movilidad: porque si los cuerpos no 51 resisterent corporibus, motum vix cogitare possemus, quem in rebus experimur. Deinde divisibilitas, mensurabilitas, & capacitas recipiendi quamvis flguram ex naturali impenetrabilitate consequuntur. Secundo: videtur perspicuum, istiusmodi exigentiam non posse a priori de corpore demonstrari: nihil est enim in corpore, ex quo tamquam ex principio, sive radice, naturalis illius impenetrabilitas, queat deduci, nam non ideo corpus est impenetrabile, quia extensum, sed e contrario, ideo est entitative extensum, quia impenetrabile. Satis sit Objectionibus 16 O pp. I. Impenetrabilitas convenit etiam Angelis. Potest enim Angelus ita esse in loco, ut corpus quodcumque ab illo excludat: ergo impenetrabilitas nequit esse formalis ratio corporis. Dist. antec. Si impenetrabilitas sumatur pro naturali exigentia oceupandi locum cum exclusione 52 resistieran a los cuerpos, difícilmente podríamos entender el movimiento, el cual experimentamos en las cosas materiales. Después la divisibilidad, la mensurabilidad y la capacidad de adoptar cualquier figura, que son consecuencia de la natural impenetrabilidad. En segundo lugar, parece muy claro que de este modo la exigencia [de impenetrabilidad] en cuanto al cuerpo no puede ser demostrada de antemano. Pues nada hay en el cuerpo por lo cual, como de un principio, o de raíz, la natural impenetrabilidad de aquél, pueda deducirse; ya que no por eso el cuerpo es impenetrable, porque esté extendido, sino por lo contrario, es una extensión existente, porque es impenetrable. Sea suficiente con estas objeciones 16 O posición 1. La impenetrabilidad se ajusta también a los ángeles. En efecto, un ángel puede estar de tal suerte en un lugar, que excluya a cualquier cuerpo de él. Por lo tanto, la impenetrabilidad no puede ser la razón formal del cuerpo. Distingo el antecedente: si la impenetrabilidad se toma según la natural exigencia de ocupar un lugar con la exclusión de otro, según se toma en la cuestión, lo niego. Si se toma en razón de la potencia libre de la no penetración, lo concedo. La impenetrabilidad del cuerpo es tal, que por su causa el cuerpo está impedido por las fuerzas de la naturaleza para existir al mismo tiempo con otro en el mismo lugar; desde siempre su misma esencia busca ocupar un lugar, en donde exista con la exclusión 53 alterius, prout sumitur in quaestione, nego; si sumatur pro potentia libera non penetrationis, conc. Corporis impenetrabilitas istiusmodi est, ut illius causa, nequeat corpus naturae viribus, simul cum alio in eodem loco consistere, utque semper suapte essentia requirat locum, in quo existit, cum exclusione alterius cujusque corporis occupare. At vero Angelus ejus est naturae; ut locum non repleat, tametsi corpus quodcumque a loco, in quo est, vi sua repeliere libere possit. 17 Opp. 2. corpus non est impenetrabile ab Angelo: ergo per impenetrabilitatem non distinguitur corpus ab spiritu, ac proptera non bene collocatur ratio formalis corporis in impenetrabilitate naturali. Dist. antec, corpus non est impenetrabile ab Angelo defectu sui, nego; ratione Angeli, conc. & nego conseq. Corpus petit natura sua id omne a suo loco excludere, quod locum replet. Hinc, cum substantia spiritualis non sit loci repletiva, hujusmodi quoque ipsa non est, ut eam a suo loco expeliere corpus possit. Ceterum cum perspicuum sit ex traditis superiori loco, impenetrabilitatem, quae inest corpori non competere Angelis, dubium esse nequit, quin corpus a spiritu per impenetrabilitatem radicalem satis discernatur. 18 Opp. 3. Unum corpus potest divina virtute esse simul cum alio in eodem loco: ergo potest corpus impenetrabilitate privan, adeoque &c. Nego conseq. nam etsi corpus aliquod per miraculum impenetrabilitate actuali spolietur, semper tamen illam exigit habere, nec hujusmodi exigentia auferri ab illo unquam potest: eo prorsus modo, quo etsi calor actualis ab igne, motus deorsum a lapide auferri, vel impedid possit a Deo, potentia tamen, 54 de cualquier cuerpo. Pero un ángel es de tal naturaleza, que no llena un lugar, aunque pueda arrojar libremente, por su fuerza, a todo cuerpo del lugar en donde esté. 17 Oposición 2. Un cuerpo no es impenetrable por un ángel; por lo tanto, un cuerpo no se distingue del espíritu por la impenetrabilidad, y por ello, la razón formal del cuerpo no está bien colocada en la impenetrabilidad natural. Distingo el antecedente: el cuerpo no es impenetrable por un ángel a causa de un defecto suyo, lo niego; por la razón del ángel, lo concedo, y niego el consecuente. El cuerpo, por su naturaleza misma, busca excluir de su lugar todo aquello que llena ese lugar. De aquí que, como la sustancia inmaterial no llena un lugar, tampoco existe de tal modo ella, que el cuerpo puede sacarla de su lugar. Por otra parte, como es claro que, por lo dicho antes, la impenetrabilidad no compete a los ángeles, no debe haber duda, de que el cuerpo está bien diferenciado del espíritu por la impenetrabilidad fundamental. 18 Oposición 3. Un cuerpo puede, por virtud divina, estar al mismo tiempo con otro cuerpo en el mismo lugar; por lo tanto, el cuerpo puede ser privado de impenetrabilidad, y además, también las otras cosas. Niego el consecuente: pues aunque un cuerpo puede ser despojado de su impenetrabilidad real por un milagro, siempre, sin embargo, exige el tenerla, y de esta forma la exigencia no puede nunca quitársele. Es sencillamente por esta razón, por la que, aunque el calor actual del fuego, o el movimiento hacia abajo de una piedra, puedan ser impedidos por Dios; sin embargo, la potencia (o, por mejor decirlo, la exigencia) permanecen, debido a ésta, aquellos cuerpos producen 55 imo & exigentia relinquitur, qua remoto obice proprium effectum actualiter illa corpora producant. 19 Opp. 4. extensum non nisi ex extensis potest consurgere: ergo extensio est adtributum corporis prius impenetrabilitate. Dist. antec. & haec extensa sunt apta ad componendum corpus ratione impenetrabilitatis ipsarum, conc. & non ita sunt, nego. Enim vero sicut hoc non tollit quominus extensum ex suo genere sit aliquid compositum, ita non impedit quominus aptitudo partium ad illud componendum, nempe naturalis earum impenetrabilitas sit adtributum ipsius compositi prius quam entitativa ejusdem extensio: impenetrabilitas enim naturalis nihil est aiiud, quam naturalis exigentia oceupandi locum cum exclusione alterius, partes vero corporis per hanc ipsarum impenetrabilitatem aptae redduntur ad extensum constituendum. 20 Dices: principia, ex quorum unione consurgit totum entitative extensum, non sunt corpus si divisim sumantur, sed principia corporis: ergo formalis ratio substantiae corporeae non est diversa ab extensione, sed est ipsamet extensio. Nego ant. quia partes constituentes extensum divisim sumptae, sunt substantia materialis, si ve corporea; (non enim sunt spiritus): ergo formalis ratio substantiae corporeae ab entitativa extensione diversa est: ergo si ratio substantiae materialis, diversa est ab extensione, ratio quoque corporis ab eadem erit plane diversa. 56 efectivamente un efecto propio, una vez que ha sido removido el obstáculo. 19 Oposición 4. Lo extenso no puede establecerse a no ser a partir de cosas extendidas; por lo tanto, la extensión es un atributo del cuerpo antes que la impenetrabilidad. Distingo el antecedente: también estas cosas extendidas son adecuadas para confeccionar un cuerpo debido a la impenetrabilidad de las mismas, lo concedo, y no siendo así, lo niego. Efectivamente, así como esto no quita que lo extenso sea, por su género, algo compuesto, de la misma forma no impide la unión de las partes para confeccionar a aquél; es decir, la natural impenetrabilidad de ellas [las partes] es un atributo del mismo compuesto, más que la extensión existente de éste; la impenetrabilidad natural, por lo tanto, no es ninguna otra cosa, más que la natural exigencia de ocupar un lugar con la exclusión de otro. En verdad las partes del cuerpo por medio de esta impenetrabilidad de ellas mismas se vuelven aptas para constituir lo extendido. 20 Dirás: los principios, a partir de cuya unión se erige todo lo extenso existente, no son el cuerpo si son tomados en forma separada, sino que son los principios del cuerpo; por lo tanto, la razón formal de la sustancia corpórea no es distinta de la extensión, sino es la extensión misma. Niego el antecedente: porque las partes constituyentes de lo extenso tomadas por separado, son la sustancia material o corpórea (pues no son espíritus); por lo tanto, la razón formal de la sustancia corpórea es distinta de la extensión existente; si la razón de la sustancia material es distinta de la extensión, también la razón del cuerpo será claramente distinta de la misma. 57 21 Opp. 5. melius, quam per naturalem impenetrabilitatem explicatur essentia corporis per collectionem omnium adtributorum, ita ut corpus dicatur substantia natura sua impenetrabilis, extensa, divisibilis, mobilis, atque apta ad figuram quamvis recipiendam: ergo. Dist. ant.; & hic est status quaestionis, nego, & non est, conc. Explico solutionem: quantumvis memoratae proprietates sint adfectiones propriae corporum, atque ita collectae corpori duntaxat conveniant, hoc non impedit, quominus adferatur: ex ipsis iis relatis unum aliquod esse adtributum, quod principe loco in corporibus occurit, & ex quo rchquae proprietates in ipsis repertae fluunt. Certe in controversiam venire nequit, proprietates generales corpori ita inesse, ut rei ab eo distinctae haudquaquam competant, cum id, ne in dubium quidem vocari queat, haecque notio, uti obvia cuivis, ita pluribus a Philosopho non est discutienda. 58 21 Oposición 5. Mejor que por la natural impenetrabilidad, la esencia del cuerpo se explica por la agrupación de todos sus atributos; de manera que se llame cuerpo a la sustancia, por su naturaleza, impenetrable, extensa, divisible, movible y apropiada para adoptar cualquier figura, por lo tanto... Distingo el antecedente: y aquí está el estado de la cuestión, lo niego, y no está, lo concedo. Explico la solución: aunque las propiedades recordadas son afecciones propias de los cuerpos, y así reunidas conforman exactamente al cuerpo; esto no impide que se diga que, a partir de estas mismas cosas referidas, una sola cosa es el atributo que se presenta en primer lugar en los cuerpos, y del cual las propiedades restantes en ellos mismos descubiertas fluyen. Ciertamente no puede venir a la controversia, el que las propiedades generales de tal manera estén en el cuerpo, que correspondieran por completo a una cosa distinta de él, ya que ciertamente esto no puede ser puesto en duda, y esta noción, que es obvia para cualquiera, no se debe poner a discusión por el filósofo por muchas razones. 59 De Principiis corporis naturalis CAPUT I Notiones generales principiorum 22 P rincipia intrinseca compositi naturalis ea omnia dicuntur, ex quibus compositum ipsum essentialiter constituitur. Sic anima rationalis, & corpus sunt principia hominis intrinseca. Haec, vel primaria sunt, vel secundaria. Primaria sunt illa ex quibus ipsum compositum ita constituitur, ut ea simul ex aliis, in quae resolvi possint; minime componantur, seu ut loquuntur Scholastici: quae neque ex se invicem, neque ex aliis, sed omnia ex ipsis flunt. Principia secundaria ea vocantur, quae constituunt quidem compositum naturale, verum & ipsa ex aliis essentialiter cualescunt. Sic corpus organicum est principium hominis secundarium, cum ita hominem constituat, ut ipsum quoque, simul ex aliis essentialiter componatur. Insuper principia rerum intrinseca, vel metaphysica sunt, vel artificiosa, vel sensibilia. 60 DISERTACION SEGUNDA Acerca de los principios del cuerpo natural CAPITULO I Nociones generales de los principios 22 S e les llama principios intrínsecos del compuesto natural a todas esas cosas, con las que está constituido esencialmente el compuesto mismo. Así, el espíritu racional y el cuerpo son los principios intrínsecos del hombre. Estos o son primarios o secundarios. Los primarios son aquéllos con los cuales se compone de tal forma el compuesto mismo, que al mismo tiempo, pueden provenir de otros hacia éstos; de ningún modo son formados, o, como los escolásticos dicen: los que ni alternadamente a partir de sí, ni a partir de otros, sino todos a partir de si mismos se originan. Se llama principios secundarios a los que constituyen realmente al compuesto natural, pero que también se forman esencialmente a partir de otros. Así, el cuerpo orgánico es el principio secundario del hombre, puesto que de tal modo constituye al hombre, que este mismo cuerpo también, a su vez, está compuesto esencialmente de otros elementos. Por todo ello, los principios intrínsecos de las cosas o son metafisicos, o artificiosos, o sensibles. 61 23 Metaphysica sunt ea, quae metaphysicarum rerum instar, sensu non adtingi possunt, sed tantum intellectu comprehendi. Artificiosa sunt, quae miro quodam naturae artificio disposita, & conjuncta, corpus naturale componunt ea ratione, ut omnes illius sensibiles adfectiones, operationesque, ex partium magnitudine, figura, motu, &c. proveniant, atque ex bis adcommodate explican queant. Sensibilia demum, seu Physica vocantur ea quae a se mutuo reapse per veram corporum resolutionem, possunt separan, sensuumque adminiculo discerní. Incomperto est apud omnes Philosophos tam Veteres, quam Recentiores, quodvis compositum naturale, quod viribus naturae produci, ac destruí potest, duplici constare principio essentiali; quorum alterum determinabile est, & materia dicitur, alterum determinans, & forma compellatur. Certum quippe est fieri mutationes naturales compositi unius in aliud quoad substantiam; ¿quis enim neget cibum ex. gr. mutari in chilum, hunc in sanguinem, sanguinem in alias corporis organici partes, quorum profecto unum in aliud ea lege convertitur, ut nihil sensibile remaneat, ex quo utrumque essentialiter coalescit. 24 Jam vero certum est, compositum, quod naturae viribus mutatur, neque creatione fieri, neque in nihilum redigi. Certum igitur est dari quidpiam ex quo existente fíunt omnia, adeoque cunctis commune, 62 23 Los metafísicos son aquéllos que, a semejanza de las cosas metafísicas, no pueden ser percibidos por el sentido, sino tan sólo ser comprendidos por el intelecto. Los artificiosos son los que, dispuestos y unidos en cierta manera por un maravilloso artilugio de la naturaleza, conforman al cuerpo natural por la razón de que todos las afecciones sensibles de éste, así como sus operaciones, se dan por el tamaño de las partes, así como su forma, su movimiento, etcétera: y pueden ser explicados [los artificiosos] convenientemente por ambos. Por último, los sensibles, o los llamados físicos, son aquellos que, en reciprocidad, efectivamente gracias a la real libertad de los cuerpos, pueden ser separados de si mismos y distinguidos con la ayuda de los sentidos. Es obscuro, entre todos los filósofos, tanto los antiguos, como los más recientes, cómo todo compuesto natural que puede ser producido y destruido por las fuerzas de la naturaleza, consta de un doble principio esencial; de los cuales, uno es determinable y se le llama materia, otro determinante y se le denomina forma. Pues es cierto que los cambios naturales se hacen de un compuesto a otro en cuanto a la substancia. ¿Quién puede negar, en efecto, que, por ejemplo, la comida puede cambiarse a zumo, éste en sangre, la sangre en otras partes del cuerpo orgánico, de los cuales uno ciertamente se convierte en otro por esa ley, a fin de que nada sensible permanezca, y por lo cual ambos se mezclan esencialmente? 24 Luego, es muy cierto que un compuesto, que es transformado por las fuerzas de la naturaleza, ni se hace por creación ni se reduce a la nada. Por lo tanto, es cierto que si al darse algo existente, a partir de lo cual todas las cosas se originan a partir de lo existente, y de tal suerte es común a todas las cosas, con justeza 63 quod principium determinabile, seu materia recte indigitatur. Haud absimili ratione, quoniam, ut liquet composita naturalia ínter se differunt quoad substantiam; per eam vero partem, quae omnibus ex aequo communis est, haudquaquam discriminentur; manifestum redditur, aliud quiddam esse in corporibus, quod principium determinans, id est forma vocatur. Quare si materia sumatur pro subjecto, ex quo praevie existente naturalia composita producuntur: forma vero praecise pro eo, quo unumquodque compositum, est id ipsum, quod est, atque a ceteris quoad essentiam distinguitur, patet sane de existentia horum principiorum. Peripateticos inter, & Recentiores quaestionem moveri haud posse. Verum ficut eadem illa sic accepta notionibus abstractis continentur, & Physicae considerationis neutiquam sunt; ita ad rerum physicarum naturam, adfectiones, operationesque explicandas minime faciunt. 25 Totum igitur quod hac in re negotium facessit, positum in eo est, ut palam, fíat, quae sit horum principiorum physica natura, nimirum ¿quid physice sit illud, ex quo praeexistente tamquam ex subjecto determinabiii composita naturalia a causis creatis producuntur, quidque illud, per quod unumquodque compositum est id quod est, & a quovis alio essentialiter distinguitur? Peripatetici nihil dedere hac super re, materiam, atque formam metaphysice considerasse contenti. Recentiores vero scholasticis subtilitatibus rejectis in eo sunt toti, ut physicam horum principiorum naturam in aperto ponant, unde adparet, quam falso dicant vulgares Peripatetici, ñeque materiam, neque formam a Recentioribus admitti. 64 se le debería llamar principio determinable, o materia. De ninguna manera, por razón de la diferencia, puesto que, como es evidente, los compuestos naturales difieren entre sí, incluso en sustancia; sin embargo, debido a esa parte, que es común a todas las cosas por igual, de ningún modo se distinguen; se traduce que lo manifiesto es alguna otra cosa que está en los cuerpos, lo cual es el principio determinante al que se la llama forma. Por lo que, si la materia se toma en virtud de la entidad existente previamente, los compuestos naturales se producen a partir de ella, en pocas palabras, la forma en virtud de ello, por lo que cada compuesto, es lo mismo que es, y se distingue de los demás en cuanto a la esencia, con justa razón hace evidente la existencia de estos principios. Entre los peripatéticos y entre los más recientes la cuestión de ninguna manera puede ser cambiada. Sin embargo, como en ésta, aquellos principios así aceptados, están comprendidos en nociones abstractas y ninguna de ellas de ningún modo es propia de consideración física; así pues, de ningún modo se pueden explicar las afecciones, las otras operaciones y la naturaleza de las cosas físicas. 25 Por lo tanto, todo lo que produce dificultad en este asunto, está puesto en esto, que se aclare cuál es la naturaleza física de estos principios, sin duda, ¿qué es físicamente aquello, a partir de lo cual los compuestos naturales son producidos por causas ya creadas, a partir de lo ya existente, como a partir de un sujeto determinable; aquello por lo que todo compuesto es lo que es, y que se distingue esencialmente de cualquier otro? Los Peripatéticos nada han aportado acerca de este asunto, y se contentan con haber considerado la materia y la forma metafisicamente. Los más recientes, por otra parte, están todos 65 Hitaque constitutis sistema metaphysicum Peripateticorum videamus. CAPUT II Exponitur sistema Metaphysicum Peripateticorum 26 S upponendum est, corpus quodlibet naturale dupliciter consideran posse, & quatenus generatur, sive ut Peripatetici loquuntur in fieri. & quatenus jam genitum est, sive, ut ipsi dicunt in facto esse. Principia corporis naturalis, quatenus generatur, sunt tria juxta Aristotelemp materia forma, & privatio: generatio enim est. transitus quidam a non esse substantiali ad illud esse suhstantiale, in quo transitu tria necessario concurrunt. nempe terminas a quo, seu privatio illius esse. illud esse quod adquiritur. quod est forma, & illud ex quo res constituía per illud esse sit. quod est materia. Principia corporis naturalis jam facti. seu in facto esse, tantum sunt duo, nempe materia, & forma. ut supra dictum est. Adhaec, ajunt unionem esse formam quandam, seu p Lib. I. Phys. cap. 6. & 7. 66 de acuerdo en rechazar las sutilezas escolásticas en esto, a fin de poner en claro la naturaleza física de estos principios, de donde resulta evidente que los peripatéticos vulgares hablan sin razón, y que ni la materia, ni la forma son admitidas por los más recientes. Así pues, con estos fundamentos veamos el sistema metafísico de los Peripatéticos. CAPITULO II Se expone el sistema metafísico de los peripatéticos 26 S debe suponer que cualquier cuerpo natural puede ser considerado de dos maneras, hasta qué punto se produce, o como los peripatéticos dicen, en el ser hecho, y hasta qué punto ya está engendrado, o como dicen ellos, en el hecho de ser. Los principios del cuerpo natural, hasta qué punto se genera éste son tres, según Aristóteles16: la materia, la forma y la privación; la generación, en efecto, es el tránsito precisamente del no ser sustancial al ser sustancial: en dicho tránsito necesario concurren tres aspectos, esto es, el término por el cual se produce la privación de ese ser; aquel ser que se adquiere, que es la forma, y aquél a partir del cual una cosa constituida es hecha por ese ser, que es la materia. Los principios del cuerpo natural ya hecho, o en el hecho de ser, tan sólo son dos, esto es, la materia y la forma, como ya se dijo antes. En relación con esto, afirman que la unión es una cierta forma, o 16 L. I, Física, c. 6 y 7. 67 modum substantialem, partem ut quo, cujus est facere, ut ex materia, & forma totum quoddam completum substantiale constituatur. Thomistae fere negant, hanc unionem esse a materia, & forma distinctam, ceteri contra statuunt, & pro vera entitate modali ipsam agnoscunt. Imo vero sunt quibus unio alia ejus ipsius unionis, quam unitionem vocant, adferenda videatur. Haec autem sicuti alia pleraque, tanti non sunt, ut fusius a me exponi debeant. 27 Docent praeterea Peripatetici materiam primam esse substantiam simplicem, incompletam, primum rerum corporearum fiíndamentum, primumque subjectum naturalium transmutationum. Eam ita definit Aristotelesq materia secundum se neque est quid, nec quantum, nec quale, nec aliquid eorum quibus ens determinatur, neque utique negationes. Ipsum nihil meliori definitione explicare non posset Aristoteles, lepide inquit Hispanus noster D. Martinus Martínez r. Non est quid, id est, secundum se non est homo nec lapis, nec lignum, &c. Non est quantum, id est nullam habet determinatam magnitudinem, nec quale, quia nec calida est, nec frigida, neque aliquid eorum, &c. quia non est ulla forma, cujus est ens determinare ad hanc, aut illam speciem physicam. Denique non est negationes, sive entium carentiae, quia est entilas positiva. q Haec est celebris materiae definitio ab Aristotele tradita lib. r. Metaphys. cap. 3. qua in re Aristotelem derisit S. Justinus Martyr, & S. Basilius. r Filosofia Sceptica en Dialogos. 68 bien un modo sustancial, la parte por la que [la unión], de la cual es propio el hacer, a fin de que todo el complejo sustancial esté constituido de materia y de forma. Los Tomistas, por lo general niegan que esta unión se dé gracias a la materia, y que sea una forma distinta; los demás piensan lo contrario, y reconocen que esta unión existe en virtud de una real entidad modal. Efectivamente, éstos creen que es una unión distinta de la misma unión, a lo que llaman unidad, la que debe producirse. Empero, así como éstas y muchas otras cosas, no son de tan gran valor que deban ser expuestas más ampliamente por mí. 27 Además, los peripatéticos creen que la primera materia es la sustancia sencilla, incompleta, el primer fundamento de las cosas corpóreas, y el primer sujeto de los cambios naturales. Aristóteles la define así17: la materia, según él, ni es el qué, ni el cuánto, ni el cómo; ni ninguna de estas cosas por las que el ente es determinado, ni siquiera las negaciones. Aristóteles no podía haber dado una mejor definición de la nada misma. Ingeniosamente dice nuestro hispano Don Martín Martínez 18: no es el qué, esto es, según él, no es el hombre, ni la piedra, ni la madera, etc.; no es el cuánto, esto es, "no tiene una magnitud determinada"; ni es el cómo, porque ni es calurosa, ni fría, ni ninguna otra cosa de éstas, porque no es forma alguna de la cual el ente pueda determinar a ésta o aquella especie física. Finalmente, no es las negaciones, o la carencia de entes, porque es una entidad positiva. 17 Esta es la célebre definición de materia transmitida por Aristóteles, L. I Metafísica c. 3, del cual se burlaron S. Justino Mártir y S. Basilio. 18 Filosofía Escéptica en Diálogos. 69 28 Ex dictis inferunt: materiam primam esse subjectum ad multiplices formas indifferentem, & quidem non modalem, sed absolutam, nam si accidens, esset, in alio subjecto reciperetur, ac proinde non esset primum subjectum: esse simplicem, id est, non compositam ex subjecto & forma: nam tunc non esset primum principium, hoc tamen non impedit, esse compositam integraliter ex partibus extensis. Inferunt etiam esse incompletam, hoc est, esse ordinatam ad constituendum totum cum alia parte substantiali: esse ingenerabilem & incorruptibilem, nam cum generatio sit productio reí ex praesupposito subjecto, corruptio vero desitio rei permanente subjecto, materiaque, quae est primum subjectum, nec praesupponi a se possit, nec possit destructa manere, inde nec generari, nec corrumpi potest. Esse naturaliter indestructibilem, quia Deus nullam destruit substantiam nisi ad inimici fortioris exigentiam, & nihil est in rebus inimicum materiae. 29 Quod ad formam spectat eam esse dicunt substantiam incompletam, quae tanquam actus primus materiam complet, informat, ut corpus naturale in determinata specie constituat. Dicitur incompleta, quia cum materia determinatur ad constituendum compositum, actus dicitur, quia determinat potentiam materiae ad certum coplementum, & certam compositi speciem: vocatur autem primus actus, ut ab accidentibus discernatur, qui actus sunt materiae, sed secundarii. Ex materia & forma ita explicatis omnia composita constare adfirmant Peripatetici. 70 28 De lo dicho se infiere que la materia principal es un sujeto indiferente para muchísimas formas, y ciertamente no modal, sino absoluta, pues si fuera accidente, se acogería en otro sujeto, y por consiguiente no sería el primer sujeto; [se infiere] que es sencilla, esto es, que no está compuesta por ningún sujeto ni forma alguna, pues entonces no sería el principal principio; sin embargo, esto no impide que esté compuesta integralmente por partes extensas. Se infiere también que es incompleta, esto es, que está ordenada a fin de constituir un todo con otra parte sustancial, que es ingenerable e incorruptible, pues, como es generación, es la prolongación de una cosa a partir de un sujeto presupuesto. Por otra parte, la corrupción es la conclusión de una cosa permaneciendo el sujeto, y la materia, que es sujeto principal, y no podría presuponerse por sí misma, ni podría permanecer destruida, de allí que ni puede ser generada ni ser corrompida. [Se infiere] que naturalmente es indestructible, porque Dios no destruye sustancia alguna a menos que lo haga por una exigencia de un enemigo más fuerte, y nada hay en las cosas contrario a la materia. 29 Por lo que se refiere a la forma, dicen que ella es una sustancia incompleta, que así como el acto principal determina a la materia y le da forma, del mismo modo el cuerpo natural la determina en una especie determinada. Se le dice incompleta porque está determinada con la materia a fin de constituir un compuesto; se le dice acto porque determina la potencia de la materia hacia cierto complemento, y hacia cierta especie de un compuesto. Por otra parte, se le llama acto principal a fin de que se le distinga de los accidentes que son los actos de la materia, pero secundarios. Los peripatéticos afirman 71 Ex dictis inferunt I. quod differentia specifica corporum non a materia, ut quae in omnibus eadem est specie, sed a forma desumatur. 2. quod forma substantialis in omni generatione, de novo producatur, & in corruptione (excepta anima rationali) destruatur, remanente materia prima, quae est incorruptibilis. 3. quod omnes formae (anima rationali excepta) educantur ex potentia materiae, vel a causa creata, si adsit proportionata, vel a solo Deo, ut auctore naturae. Hactenus Peripateticorum systema. CAPUT III Quambrevissime exponitur & refuta tur Systema Leibnitzii 30 L eibnitzius admittit in natura vim aliquam insensibilem, & entia abstracta: atque hac de causa in classe eorum est, qui metaphysica, sive insensibilia corporum principia statuerunt. Elementa omnium rerum juxta ipsum sunt monades, sive substantiae simplices, ingenerabiles, & incorruptibiles a Deo creatae. Quaevis monas repraesentat totum universum, adeoque est quodammodo omnia, sed sicut remota non satis oculis discernimus, ita 72 que todos los compuestos están hechos de materia y de forma tal como hemos explicado. De lo dicho se infiere: 1. Que la diferencia específica de los cuerpos no se toma por la materia, como la que está en todas las cosas por su misma especie, sino por la forma. 2. Que la forma sustancial, en toda generación, se produce a partir de algo distinto y que se destruye en la corrupción (excepto el espíritu racional), quedando la materia principal que es incorruptible. 3. Que todas las formas (excepto el espíritu racional) se sacan de la potencia de la materia, bien por una causa creada, si se presenta proporcionada, o bien por Dios únicamente, como el autor de la naturaleza. Hasta aquí el sistema de los peripatéticos. CAPITULO III Muy brevemente se expone y se refuta el sistema de Leibnitz 30 L eibnitz admite que hay una cierta fuerza imperceptible en la naturaleza, así como entes abstractos; y por esta causa está en la categoría de aquéllos que establecieron los principios metafisicos o imperceptibles de los cuerpos. Los elementos de todas las cosas, según él, son las mónadas o sustancias simples, ingenerables e incorruptibles, creadas por Dios. Cualquier mónada representa a todo el universo, así están en cierta manera todas las cosas; pero, por lo mismo que no distinguimos bien las cosas lejanas con la vista, del mismo modo 73 sit, ut non omnia, quae quavis in monade insunt, distincte repraesententur. Ejus integrum systema in Actis Eruditerum LipsiensibusS publicatum fuit. Sed ¿quis mente adsequatur, quod monas quaevis, ens videlicet partium expers rerum universitatem repraesentet? Nec animus est Leibnitzio objecture usum in explicanda sua opinione vocabulorum, quibus nulla subsit idea distincta, quod Hartsoeker explevit1 :neque monadologiam ab idealismi errore haud alienam commonstrare, quod ex institituto factum a Jac. Frider. Mullero. Haec pauca delibasse satis fuerit. CAPUT IV Praemittuntur axiomata ad confutanda, vel stabilienda systemata prorsus necessaría 31 A ntequam refutationem systematis Peripateticorum adgrediamur, axiomata quaedam universalia Physicae propria, atque ex generalibus requisitis ad cujusvis Scientiae systema stabilicndum necessariis deducta, premittenda putamus, quae cum in dijudicandis aliorum systematibus, tum in nostro constituendo, facem veluti praeferant, s t Supplem. tom. 7. Sed II. ann. 1721. Cours de Physique Lib. I. cap. I. art. 3. 74 sucede que todas las cosas, que están (indistintamente) en cualquier mónada, son representadas distintamente. El sistema íntegro de él fue publicado en Actas Lipsiae de Eruditos19. Pero, ¿quién comprende con la mente, que cualquier mónada, un ente ciertamente desprovisto de las partes, representa la totalidad de las cosas? No es la intención de Leibnitz exponer, con una explicación obligada de su opinión, el uso de las palabras que no tengan ninguna idea diferente lo cual completó Hartsoeker20: que la monadología no demuestra de ninguna manera una idea diferente de un error idealista, lo cual fue expuesto a partir de un principio por Frider Müller. Que sean suficientes estas pocas cosas como prueba. CAPITULO IV Se presentan axiomas para refutar, o para consolidar enteramente los sistemas necesarios 31 A ntes de que abordemos la refutación del sistema de los peripatéticos con otros sistemas, por decirlo así, pensamos que deben presentarse algunos axiomas universales propios de la física y deducidos de requisitos generales, los necesarios para establecer un sistema de cualquier ciencia, los que, de una parte están en otros sistemas que deben enjuiciarse, de la otra, están en el nuestro que se debe construir, así como se lleva una antorcha en 19 20 Suplemento, t. 7, sec. 11, año 1725. Curso de Física, L. I, c. 1. a. 3. 75 & quibus tanquam fundamentis tota Physica deinceps nitatur. Ea autem sunt hujusmodi. 32 Axioma I. In Physicis illud systema, aut opinio, ceufsalsa rejici debet, quae contra Theologiam Sacram, vel sanam metaphysicam, aut certam experientiam quidpiam docet vel adsumit. Axioma II. lllud systema praeferendum est aliis, quod simplicius est; & ex paucioribus principas corporis naturalis prophetates, ejfectus & phaenomena explicat. Entia prefecto non sunt multiplicanda citra necessitatem, non debet item per plura fieri, quod fieri potest per pauciora, ut omnes Philosophi consentiunt. Qua propter nec principia rerum, nec effectuum causae multiplicandae sunt, nisi ratio haud dubia id poscat, ut supra dictum est [§. 20] Axioma III. Illud systema melius censendum est, quod plura, quae apud Physicos in considerationem duci debent, evolvit. Physica enim tota in eo versatur, ut rerum naturalium adfectiones, effectus &c. quam plurimi, & quam optime explicentur. 33 In adlata hujus axiomatis ratione fundatur Axioma IV. Systema illud praeferendum est ceteris, quod non modo generalibus notionibus utitur ad explicanda rerum phaenomena, sed speciatim etiam naturam corporum, adfectiones, & causas effectuum quoad ejus fieri potest 76 las procesiones, así también en tales fundamentos se apoya toda la Física. De esta manera son, pues, estas cosas. 32 Axioma I: En las cuestiones físicas, debe ser rechazado ese sistema u opinión, lo mismo que la falsa, que está en contra de la Sacra Teología o de la sana metafísica, o bien que muestra o asume algo contrario a la experiencia cierta. Axioma II: Se debe preferir, por sobre los demás, aquel sistema que sea más sencillo, y que explique, a partir de los menos principios posibles, las propiedades del cuerpo natural, sus efectos y fenómenos. Los entes en verdad no deben multiplicarse más de lo necesario; no debe, igualmente, ser hecho por un gran número de cosas, lo que puede ser hecho por muy pocas, como todos los filósofos concuerdan. Por lo que, ni los principios de las cosas, ni las causas de los efectos deben ser multiplicados, a no ser que la razón ninguna duda tenga sobre esto, como ya se dijo antes [§ 20]. Axioma III: Aquel sistema que sea mejor debe ser tomado en cuenta, porque explica la mayor parte de las cosas que deben ser puestas a consideración de los físicos. En efecto, toda la Física consiste en esto: que las afecciones, los efectos y muchísimas otras cosas de las cosas naturales, se expliquen lo mejor posible. 33 En el razonamiento expuesto de este axioma, se basa el Axioma IV: Por sobre los demás, se debe preferir aquel sistema que no sólo utilice nociones generales para explicar los fenómenos de las cosas, sino especialmente que también exponga con claridad la naturaleza de los cuerpos, las afecciones, y las causas de los efectos en la medida que pueda hacerlo 77 perspicue, ac dilucide proponit. Ideae enim generales pariunt duntaxat notitiam obscuram rerum particularium, resque naturales optime non explicant, quod munus est Physicae. Hinc, si quaerenti ex. gr. ¿cur calor rarefaciat corpora, frigus adstringat? respondeatur: hanc esse caloris, hanc frigoris naturam, haud dignum Philosopho responsum datur. Similiter, interrogantem de variis naturae effectibus, generali qualitatis termino expedire, parvi est, atque humilis ingenii, ut Clariss. Rohault u loquitur. Hinc consequitur Axioma V. Illa doctrina reliquis praestat, quae nihil adferit, vel ponit, quod cogitatione comprehendi, aut explican satis nequeat. Physica enim quantum fieri potest exhibere nobis debet naturam ad vires intelligentiae nostrae adcommodatam, & sublatis involucris naturam rerum explicare. 34 Axioma VI. Systema illud in Physica obtineat necesse est, quod rerum naturalium doctrinam adcommodate ad naturam ac rationem disciplinae hujus persequitur. Huc quoque ceu regulae quaedam aliae perquam utiles revocan possunt sequentes. I. Non est recurrendum ad causam primam seu Deum, quando haberi potest causa secunda. II. Dum nobis ignotae sunt causae sensibiles effectuum, insensibilis quaedam et perinde ignota haud quaquam adstruatur. III. In his quaestionibus, aut immorandum non est, aut ab iis tractandis omnino abstinendum. u In Phys. Praesat. 78 brillantemente. Así pues, las ideas generales producen únicamente una obscura noción acerca de las cosas particulares, y no explican muy bien las cosas naturales, lo cual es labor de la Física. De aquí, si al que preguntara, por ejemplo, "¿por qué el calor dilata los cuerpos, y el frío los contrae?" se le respondiera: que ésta es la naturaleza del calor y del frío, de ninguna manera se da una respuesta digna de un filósofo. Igualmente, al que preguntara acerca de los diferentes efectos de la naturaleza si se le respondiera que éstos se explican con términos muy generales de la cualidad de las cosas, sería de poco valor, y pobre de ingenio, como dice el ilustrísimo Rohault21. De aquí se desprende el Axioma V: Aventaja a las demás aquella doctrina, que nada presenta o expone, que no pueda ser comprendido con la reflexión, o no pueda ser explicado satisfactoriamente. En efecto, la Física, en tanto pueda hacerlo, debe mostrarnos la naturaleza acomodada a la fuerza de nuestra inteligencia y explicar la naturaleza de las cosas, suprimiendo los conceptos. 34 Axioma VI: Aquel sistema que se apoya en la Física, es necesario, porque persigue una doctrina de las cosas naturales acomodada a la naturaleza y a los principios de esta disciplina. Aquí también, lo mismo que ciertas leyes, otras, completamente útiles, que pueden ser retomadas, son las siguientes: I. No se debe recurrir a la causa primera o a Dios, cuando se puede obtener una segunda causa. II. Mientras las causas sensibles de los efectos sean ignoradas por nosotros, alguna no sensible, y por lo mismo, enteramente ignorada, de ninguna manera es formulada. III. En ambas cuestiones, o no debe uno detenerse, o debe uno abstenerse totalmente de las 21 En el prefacio de su Física. 79 quorum solutio vel nunquam reperietur, vel si forte reperiatur nihilo nos doctiores reddit. IV. Idem dicendum de iis controversiis, quae ab imperscrutabili Dei consilio pendent, & illi solí cognitae sunt, qui fecit omnia, quae proinde recte ait Tertullianus, aut a Deo discenda esse, aut a nullo. His constitutis. CAPUT V Refutatur Systema metaphysicum Peripateticorum 35 D ico primo: principia corporis naturalis, prout ab Aristotele exponuntur, nihil fere ad Phijosophiam naturalem adipiscendam deserviunt. Veritas hujus adsertionis satis patebit, si consideremus corporis naturalis principia, materiam scilicet, & formam nonnisi metaphysice & in abstracto füisse ab Aristotele adsignata, & cuncta, quae de eisdem adferit, & determinat, solummodo esse metaphisicas quasdam praecissiones, quíbus physicae res nunquam satis exponuntur, itaque ad cognitionem particularium corporum, diversorumque phaenomenorum explicationem nihil conferunt, proindeque nihil fere ad Physicam adipiscendam deserviunt, nec in Physicae systemate locum habere possunt ex Axiom. VI. 80 cosas que se están tratando, cuya solución, o nunca se encontrará, o, si por ventura se encontrara, en nada nos reportará ser más sabios. IV. Lo mismo debe decirse acerca de aquellas controversias, que dependen del inescudriñable juicio de Dios, y sólo son conocidas por quien hizo todas las cosas, acerca de las cuales, muy bien dice Tertuliano: o deben ser dichas por Dios, o por nadie. Establecidas estas cosas, termino. CAPITULO V Se refuta el sistema meta físico de los peripatéticos 35 D igo en primer lugar: los principios del cuerpo natural, según son expuestos por Aristóteles, de casi nada sirven para aproximarse a una filosofía natural. La verdad de esta afirmación será suficientemente clara, si consideramos que los principios del cuerpo natural, entiéndase la materia y la forma, solamente fueron asignados y unidos por Aristóteles metafísicamente y en abstracto. Éste afirma y determina acerca de ellos cosas que únicamente son algunas precisiones metafísicas, con las cuales los asuntos físicos nunca son expuestos satisfactoriamente, y de tal suerte nada aportan para la comprensión de los cuerpos particulares y para la explicación de los diversos fenómenos y, por consiguiente, de casi nada sirven para comprender la Física, ni pueden tener lugar en un sistema de la Física por el Axioma VI. 81 36 Quod ut clarius fíat hunc casum supponite. Quaerat aliquis ex. gr. ¿ex quibus, ceu intrinsecis principiis domus coalescat? Respondeam autem ego coalescere ex materia & forma domus: materiam autem esse id ex quo domus sit, formam vero esse actum, quo materia determinata est, ut domum componat. Hac certe responsione verum dixi, sed interrogantem doctiorem non feci, ideoque merito rursum inquiret ¿quid nempe sit materia illa ex qua facta sit domus, quidve similiter sit actus ille, qui forma domus adpelatur. Non ergo ex Aristotelis Schola doctiores evadimus in iis, quae ad rerum naturalium primordia spectant, proindeque metaphysicum Peripateticorum systema nihil fere ad Philosophiam naturalem adipiscendam deservit, non ex eo quod falsum sit, sed e contrario quod nimis verum, nihilque doceat praeter ea quae ignorari non possunt. ¿Quis enim unquam dubitare potest ex materia, & forma omnia composita esse?: at postquam haec didicimus nullius phaenomeni causam reddere possumus: nihil ergo deservit ad Physicam perdiscendam. 37 Dico secundo: Systema Peripateticum de principiis corporis naturalis negligendum omnino est in Physica. Prob: nam sí in Philosophia naturali systema illud recte negligitur, in quo res naturales, aut non explicantur, vel ignotum per aeque ignotum proponitur, Peripateticum certe systema locum in Physica habere non potest ex Axiom. III. & IV. Ac proinde negligendum omnino est. Prima hujus propositionis pars, 82 36 En cuanto a esto, para que sea más claro, suponed este caso: Alguien pregunta, por ejemplo, ¿a partir de cuáles principios intrínsecos se forma una casa? Yo respondería que la casa se forma a partir de la materia y la forma; que la materia es aquello de lo cual la casa es, que la forma ciertamente es el acto, hecho por el cual la materia está determinada, a fin de confeccionar una casa. Con esta respuesta ciertamente dije la verdad, pero no hice más sabio al que preguntó, y por esa razón con justeza, de nuevo éste inquiriría: "¿qué es, entonces, esa materia con la cual una casa se hace, o, asimismo, qué es ese acto que se llama "forma de la casa"?" Por lo tanto, no por la escuela de Aristóteles nos volvemos más sabios en estas cuestiones que atañen a los principios de las cosas naturales y, por consiguiente, el sistema metafísico de los peripatéticos de casi nada sirve para explicar la filosofía natural, no por eso es falso, sino que, por el contrario, es muy cierto y que nada enseña, excepto esas cosas que no pueden ser ignoradas. ¿Quién entonces podría dudar que todas las cosas están compuestas por la materia y por la forma? Empero, después de haber conocido estas nociones, no podemos dar la causa de fenómeno alguno; por lo tanto, de nada sirve para comprender perfectamente la Física. 37 Digo en segundo lugar: el sistema peripatético acerca de los principios del cuerpo natural enteramente debe ser hecho a un lado en la Física. Se prueba: ya que si en la Filosofía natural, ciertamente se descuida ese sistema, en el que las cosas naturales o no se explican, o se expone lo desconocido por medio de lo igualmente desconocido, en verdad el sistema peripatético no puede tener cabida en la Física por los Axiomas III y IV, y, por consiguiente, debe desdeñarse por completo. La primera parte de 83 licet a nobis probata jam superius fit, plenius & ad evidentiam usque probatur. Pone etenim in quaestionem venire ¿cur ignis ex. gr. certis, quas experimur qualitatibus donetur, aqua ex adverso alias adfectiones sortiatur? Non alium responsum a Peripatetico excipies, quam hoc: videlicet eo ex capite, ista consequi, quod ignis aliam formam substantiaiem habeat, aqua aliam; quod si quis instet quaerendo ¿quid formae illae sint, qua lege diversos effectus producant, diversa exposcant accidentia? Reponunt hi philosophi continuo: naturam hanc esse formae ignis, ut tales exigat adfectiones, aliam contra esse naturam formae ipsius aquae, quod quidem est contra Axiom. IV. 38 Secunda pars propositionis constat, nam dum a Peripatetico quaeritur ¿cur calor & frigus ex. gr. diversam sensationem producant? non aliam indigitant causam, quam qualitates has diversas, omnino esse diversae naturae. ¿Quis vero negabit his loquendi modulis rerum phaenomena neutiquam explican, & ignonotam controversiae materiam responso perinde ignoto expediri? ergo in Peripatetico systemate ignotum per aeque ignotum proponitur, generalibusque utitur notionibus ad explicanda rerum phaenomena contra Axiom. IV. ac proinde in Physica negligendum omnino est. 84 esta proposición, aunque ya esté enteramente examinada por nosotros, se examinará más ampliamente hasta que se haga evidente. Supón también que se recurra a esta pregunta: ¿Por qué, por ejemplo, el fuego se da en ciertas cualidades que experimentamos, y el agua, a partir de lo contrario, ofrece efectos distintos? Ninguna otra respuesta obtienes del sistema peripatético, más que ésta: es evidente a partir de este párrafo que estas cosas se derivan: que el fuego tiene una forma sustancial, y el agua otra; a lo que si alguien insiste preguntando "¿qué son esas formas, que por ley producen diversos efectos, que exigen diversos sucesos fortuitos?" Estos filósofos responden de inmediato: que esta naturaleza es propia de la forma del fuego, de tal forma que exige tales afecciones, que, por el contrario, otra es la naturaleza propia de la forma del agua misma; lo cual sin duda está en contra del Axioma IV. 38 La segunda parte de la exposición es evidente, pues mientras pregunta un peripatético ¿por qué el calor y el frío, por ejemplo, producen sensaciones distintas? No invocan otra causa más que estas cualidades son totalmente distintas por ser de una naturaleza distinta. ¿Quién, entonces, negará con estas formas de hablar que los fenómenos de las cosas de ningún modo se explican, y que la materia desconocida de la controversia de ningún modo se explica con una respuesta desconocida? Por lo tanto, en el sistema peripatético se expone lo desconocido a través de lo igualmente desconocido, y se utilizan nociones generales para explicar los fenómenos de las cosas contrariamente al Axioma IV, y, por consiguiente, en Física tal sistema debe ser totalmente desdeñado. 85 39 Adhaec dum Peripatetici in eo sunt unice ut formas substantiales interire, atque generari propugnent ¿qua ratione novam formam substantialem ignis ex. gr. exoriri commonstrabunt, iisdem omnibus manentibus, quibus constitutis eadem forma destruí solet. Eadem est candela, (verbis utor Calriss. Casatix cum eodem ardente ellychnio flammam edens: insufflas, flamma perit: iterum insufflas, flamma reviviscit: ortus & interitus eadem est causa, scilicet idem flatus, eaedem dispositiones, idem subjectum, quod flamma privatur, & flammam recipit. Praetereo quam plurima argumenta adversus systema Peripateticum, speciatim, ea, quibus Henricus Wiber materiam, & formam valide exagitat.y Systema hoc haudquaquam veluti ab Aristotele excogitatum spectamus, sed Peripateticum vulgare dicimus quod fortasse aptius Arabicum ab Arabibus Stagyritae interpretibus nuncupari posset. Aristotelis quippe mentem longe aliam fuisse multis ostendunt Gassendus,z Sturmius,a Stephanus Pace,b alliique. x De igne Dissert 9. Princip. Philos. AntiPeripat. Z Phys. Lib. 7. Sect. I. cap. 3. a Phys. Elect. tom. I. lib. I. b La Fisica de Peripatetici al paragone della vera Física d'Aristot. y 86 39 En relación con esto, mientras los peripatéticos coinciden en ello de tal modo que propugnan que las formas sustanciales desaparecen y que son generadas ¿con qué razonamiento demostrarán que la nueva forma sustancial del fuego, por ejemplo, nace: si permanecen todas las mismas cosas constituyentes con las que la forma misma suele ser destruida? La antorcha misma (utilizo las palabras del ilustrísimo Casati22) consume la flama con la misma mecha ardiente. Soplas, la flama se apaga; de nuevo soplas, la flama se reaviva; nacimiento y muerte son la misma cosa, en este caso el soplo mismo. Son las mismas disposiciones, es el mismo sujeto que es librado de la flama y repone la flama. Omito muchísimos argumentos contrarios al sistema peripatético, especialmente aquéllos con los que Enrique Wiber examina en detalle la materia y la forma23. De ningún modo consideramos que este sistema haya sido inventado así por Aristóteles, sino afirmamos que es un sistema peripatético vulgar, el cual, probablemente de manera más adecuada podría ser llamado arábigo a causa de los intérpretes árabes del Estagirita. Sin duda, Gassendi24, Sturmio25, Esteban Paz26 y otros, muestran con amplitud que otra muy diferente es la idea de Aristóteles. 22 Disertación acerca del fuego, 9. Principios filosóficos antiperipatéticos 24 Física, Libro 7, sec. I, cap 3. 25 Selecciones físicas, tomo 1, libro 1. 26 La física de los peripatéticos en comparación de la verdadera física de Aristóteles. 23 87 CAPUT VI System ata Artificiosa. Exponitur, & refutatur Atomistarum systema 40 L etrus Gassendus Vir celebris, & Philosophiae studiis mirifice commendatus, & cum eo tota Atomistarum Schola, censet unicum rerum principium esse atomos. Atomus autem juxta hos Philosophos est corpusculum infectile, sive indivisibiie, figuratum tamen, trineque mensurabile, extensum, solidum, & impenetrabile. Hae atomi sunt materia prima juxta ipsos. Figura in his, eaque, diversissima est, ut aliquae habeant figuram cubi, sphaerae, cylindri, piramidis, phsmatis, &c. Phaenomena, & mutationes corporum naturalium per explicatas atomos exponunt. Hoc est antiquissimum Epicitri systema a Clariss. Gassendo renovatum. Sed plurima quae in Deum, Providentiam, Religionemque Epicurus impie congesserat expunxit, ceteraque uberrime exornavit. Etenim Epicurus posuit atomos aeternas, increatas, infinitas. 41 Verum Gassendus, & cum eo Atomistae Recentiores, Epicurum errasse fatentur, dum atomos ipsas increatas, per se mobiles, admisit, atque illud etiam perditae insaniae in Epicuro fuisse demonstrat, quod mundum ex fortuito atomorum concursu genitum fore, nulloque Divinae mentís consilio, vel Providentia regi crediderit; 88 CAPITULO VI Sistemas artificiosos. Se expone y se refuta el sistema de los atomistas 40 P edro Gassendi, hombre célebre y magníficamente recomendado por sus estudios de Filosofía, y junto con él toda la escuela de atomistas, estima que el único principio de las cosas son los átomos. Pero el átomo, según estos filósofos, es un corpúsculo no dividido o indivisible; aunque, con forma y tres aspectos mensurables: extensión, solidez e impenetrabilidad. Según ellos, estos átomos son la materia primera. Su forma es tan variadísima que algunos tienen figura de cubo, esfera, cilindro, pirámide, prisma, etc. Exponen los fenómenos y cambios de los cuerpos naturales a través de los átomos descritos. Este es el antiquísimo sistema de Epicuro renovado por el ilustrísimo Gassendi. Pero desaprobó la mayor parte de las cosas que Epicuro había imputado impíamente a Dios, a la Providencia y a la Religión, y el resto las honró grandemente. Y en efecto, Epicuro propuso que los átomos eran eternos, increados, infinitos. 41 Gassendi, y junto con él atomistas más recientes, manifestaron que Epicuro se había equivocado cuando admitió que los átomos mismos eran increados, movibles por sí mismos; y además demuestra que aquello era propio de una insania irremediable en Epicuro aquello de que el mundo habría de producirse por el encuentro fortuito de los átomos creados; creyó que el mundo no está regido por ningún designio de la mente 89 nam ut est a Cicerone observatum: nihil tam arcanum, admirabile, divinumque est, quod non apud istos atomorum turba conficiat.c Etsi itaque negari non possit plurima in Atomistarum sententia feliciter, atque utiliter esse excogitata, Atomistarum sententia feliciter, atque utiliter esse excogitata, Atomistarum tamen systema, sive hypothesis universe recipienda non videtur, cum incertum prorsus sit, an ejusmodi corpuscula dari possint, quae extensa sint, simulque indivisibilia, proindeque est contra Axiom. V. CAPUT VII Exponitur Cartesii Systema, & refutatur 42 P rimo ponit Cartesiusd creatam a Deo materiam simplicem, homogeneam, trine mensurabilem, & undique extensam. Hanc materiam divisit Deus in particulas inter se quamproxime aequales, cubicas, ita ut contactu immediato, ac omnem vacuum excludente se omni ex parte contingerent. Partibus sic divisis Conditor Deus impressit vehementissimum motum duplicem, unum quo singuiae portiones circa proprium centrum, alterum quo plures simul circa commune centrum moverentur. Portionibus materiae ita in girum actis, Cartesius a vertendo nomen vorticum adtribuit, atque hinc, secundo docet ex agitatione illa, motuque duplici c d Tusc. I. c. 2. Princip. pait. 3. n. 45. 90 divina o por la Providencia; pues, como ha sido señalado por Cicerón: nada es tan misterioso, admirable y divino, que no realice una acumulación de átomos con éstos27. Aunque, de la misma manera, no puede negarse que la mayor parte de esto, en el parecer de los atomistas, es feliz y provechosamente imaginado. Sin embargo, el sistema o hipótesis de los atomistas no parece que deba admitirse en general. Aún porque por completo es incierto si los corpúsculos pueden darse de esta manera, los cuales son extendidos y a la vez indivisibles y, por consiguiente, este sistema está en contra del Axioma V. CAPITULO VII Se expone el sistema de Descartes, y se refuta 42 E n primer lugar, expone Descartes 28 que la materia fue creada por Dios simple, homogénea, mensurable en tres aspectos y por doquier extensa. Dios dividió esta materia en partículas lo más iguales entre sí, cúbicas de tal forma que por contacto inmediato, y excluyendo todo vacío, se tocaran por todas partes. Habiendo dividido estas partes así, Dios Creador marcó fortisimamente un doble movimiento: uno, en el cual cada una de las partes se moviera en tomo al centro propio; el otro, en el que la mayor parte se moviera en torno a un centro común. A las partes de la materia actuando de tal forma en giro, Descartes da el nombre de vórtices, y de aquí, muestra en segundo lugar con aquella agitación, y con el doble movimiento 27 28 Disputas tusculanas, I, c. 2. Principios particulares, 3, no. 450. 91 materiae adtritis particularum angulis, tria diversi generis provenisse elementa, quorum primum minutissimas continet partes, secundum globulos, in quos quadratae particulae ablatis angulis sunt conformatae: tertium sunt partes crassiores, & variis angulis irregulares. 43 Quod ut ad vivum exhibeant Cartesii Interpretes in Tornatoris Officinam annimum advertunt, ubi ex cubo rapidissime circumacto globus effingitur: ut enim ex ligni cubici adtntu trium specierum partes adparent, aliae nimirum minutissimae, rursus quaedam majores, sed irregulares, nec figura, nec mole similes, ac tandem ipse globus efformatur; ita primum elementum minimis illis partibus, tertium majoribus, secundum globo ipsi comparant. 44 Tertio statuit tria haec elementa materiam esse, ex qua corpora omnia reliqua componuntur, ex primo quidem Sol, & Stellae fixae: ex secundo corpora diaphana, fluidaque omnia, ex tertio corpora opaca, ut sunt terra, aer, reliquaque corpora mixta. Tertium elementum vocant etiam materiam striatam, id est, crassiorem. Sed jam Cartesianos vortices, utpote ad phaenomenorum explicationem impares, ineptosque paucis rejiciamus. 45 Dico igitur: Cosmogonia Cartesii (hoc est mundi efformatio a Cartesio excogitata) sive 92 de la materia en los ángulos desgastados de las partículas, que brotan tres elementos de diverso género, de los cuales, el primero contiene partes diminutísimas, el segundo, glóbulos, en los cuales las partículas cuadradas están conformadas con ángulos desgastados; el tercero son las partes más anchas e irregulares por sus diversos ángulos. 43 Lo que muestran vividamente los intérpretes de Descartes es que dirigen la atención al taller del tornero, donde a partir de un cubo con un molde que da vueltas, en un acto rapidísimo, se produce un "globo": a fin de que, sin duda, por el desgaste de la madera cúbica, aparezcan partes de tres especies, unas en extremo diminutísimas, otras, por el contrario, mayores, pero irregulares, no similares por la figura, ni por la masa, y, por último, el globo mismo es formado. Así, comparan el primer elemento a aquellas partes pequeñísimas, el tercero a las mayores, el segundo al globo mismo. 44 En tercer lugar, establece que estos tres elementos son la materia, de la cual todos los cuerpos restantes se componen; a partir del primero [se forma] sin duda el sol y las estrellas fijas; a partir del segundo, los cuerpos diáfanos y todos los fluidos; a partir del tercero los cuerpos opacos, como son la tierra, el aire y los restantes cuerpos mixtos. Al tercer elemento lo llaman también materia estriada, es decir, más gruesa. Pero ahora rechazamos los vórtices cartesianos, con pocos argumentos porque son impertinentes y desproporcionados para explicar los fenómenos. 45 Por tanto, digo: La cosmogonía de Descartes (esto es, la formación del mundo discurrida por Descartes), o por mejor decir, 93 systema vorticum locum in Physica habere nequit. Prob. etenim in hac hypothesi multa inter se parum cohaerent, atque adeo naturae phaenomena connexo ordine explicari in eo non possunt: ergo. Antec. constat. In Primis namque systema hoc in primo illo elementorum trium exortu deficit. Si enim vacuum nullum, ut vult Cartesius vel Divinitus est possibile, cum materia in partes cubicas divisa fuit, earumque partium singulae, circa proprium axem, & universi centrum movebantur, concipi certe non potest, quomodo spatium aliquod vacuum inter eiusmodi partes, tunc non interciperetur, quod nulla scilicet subtili materia tunc repleretur, cum non dum haec ex angulorum adtritione prodiisset. 46 Praeterea vero: omnino necessarium videtur, ut rapidissimo, jugique motu, & adtritu elementa haec a Cartesio excogitata suam naturam amitterent saltim post aliquot secula: ex. gr. globuli in materiam subtilem, & partes ramosae heterogenae tertii etementi in globulos tandem abirent. Ergo vel compensationem quandam fieri oportebat explicatu difficillimam, & nusquam (quod viderim) a Cartesio aptis naturae legibus explicatam; vel mundi machina corruisse post annos plus jam sex mille debuit. ¿Quid ad haec Cartesiani? 94 el sistema de los vórtices, no puede tener lugar en la Física. Lo demuestro: verdaderamente en esta hipótesis muchas cosas son poco coherentes entre sí, y por ello los fenómenos de la naturaleza no pueden ser explicados en él [sistema] por un orden conexo. Por lo tanto, consta el antecedente. En efecto, para empezar, este sistema decae en ese primer surgimiento de tres elementos. Pues si ningún vacío existe, como desea Descartes, o sólo es posible otro divino, aún cuando la materia estuviese dividida en partes cúbicas, y cada una de estas partes, se moviera en torno a un eje propio, y al centro del universo, no puede ser concebido, ciertamente, de qué modo un cierto espacio vacío entre las partes o no fuera interceptado o no fuera, sin duda, rellenado con alguna materia sutil, aún cuando todavía se hubiese presentado ésta por el desgaste de los ángulos. 46 Además de esto, parece que es totalmente necesario, que en un movimiento y desgaste rapidísimo y perenne, estos elementos, discurridos por Descartes, perdieran su naturaleza, por lo menos después de algunos siglos; por ejemplo, los glóbulos cambian a materia sutil y las partes heterogéneas derivadas del tercer elemento, finalmente, cambian a glóbulos. Por lo tanto, o era preciso que se hiciera una compensación dificilísima de ser explicada y que en ninguna parte (de lo que he visto) ha sido explicada por Descartes con las normas propias de la naturaleza; o bien, después de ya más de 6000 años, la máquina del mundo debió haberse arruinado ¿qué cosa dirán al respecto los cartesianos? 95 ADPENDICULUS Systema Newtonianum leviter adtingitur 47 D e Clariss. Newtoni systemate aliqua licet brevissime exponere necessum est. A Cartesii elementis praeter alia in primigeniis corporum particulis differt, utpote quas Cartesius sciabiles, Newtonus; duras ac solidas, ita ut nullis naturae viribus frangi possint adstruit.e Systematis Newtoniani praecipuum caput est vis adtractix: per hanc intelligunt virtutem, seu principium actionis illius, quae per vires corporum ordinarias, pressionem nempe, & percussionem explicad nequeat; actio autem illa propterquam corpora accedunt, adtractio iis dicitur. Hanc universalem esse, mutuamque tum magnorum corporum, tum minimarum materiae particularum volunt. 48 Nonnulli Philosophi, Galli praesertim dicunt, quod quamvis Newtoni systema vagas, incertasque hypotheses ex Philosophia exturbatas velit [§. 20]: Newtonianorum tamen aliqui nihil minus praestant, vim adtractricem recipiendo. Neque enim sciunt vim hujusmodi esse causam effectum, nec ope illius phaenomenorum rationem reddere possunt. Et ad primum quod adtinet Clariss. ipse Newtonu f: quam ego, inquit, e f Optic. q. 31. Optic. p. 322. 96 APENDICULO El sistema newtoniano se toca levemente 47 E s necesario exponer algunas cosas aunque de manera muy breve acerca del sistema del clarísimo Newton. [Este sistema] se diferencia de los elementos de Descartes, además de otras cosas, en las partículas primigenias de los cuerpos a las que Descartes considera como desmenuzables, Newton, duras y sólidos, tanto que no pueden ser trituradas por ninguna fuerza de la naturaleza29. La idea principal del sistema newtoniano es la fuerza de atracción. Por esta virtud o por el principio de aquella acción que no puede ser explicada por las fuerzas ordinarias de los cuerpos, seguramente entienden presión y percusión. Ahora bien, aquella acción, a causa de la cual se aproximan los cuerpos, es llamada, por ellos, atracción. Quieren que ésta sea universal y mutua, tanto de los cuerpos grandes como de las partículas más pequeñas de materia. 48 Algunos filósofos, principalmente franceses, dicen que, aunque el sistema de Newton sostenga vagas e inciertas hipótesis extraídas de la filosofía, sin embargo, algunos de los newtonianos se mantienen firmes, aceptando la fuerza de atracción. Pues no conocen la fuerza que de este modo es la causa de los efectos, ni pueden explicar la razón de los fenómenos con su poder. Y, en cuanto a lo primero, el mismo clarísimo Newton dice30: yo llamo 29 30 Optic. q. 31. Optic. p. 322. 97 attractionem appello, fieri sane potest ut ea efficiatur impulsu, vel alio aliquo modo nobis ignoto. Hanc vocem attractionis ita hic accipi velim, ut in universum solummodo vim aliquam significare intelligatur, qua corpora ad se mutuo tendant, cuicunque demum causae attribuenda sit illa vis. 49 Et alibig ita loquitur: voces autem attractionis, impulsus. vel propensionis cujuscunque in centrum indifferenter, & pro se mutuo promiscue usurpo: has vires non physice, sed mathematice tantum considerando. Unde caveat Lector, ne per hujusmodi vires cogitet, me speciem, vel modum actionis, causamve, aut rationem physicam alicubi definire, vel centris quae sunt puncta mathematica, vires vere, & physice tribuere, si forte aut centra trahere, aut vires centrorum esse dixero. Ut ea propter dixerit Nolletus h : adtractionem, ubi e Newtoni manibus ad Sectatores transmissa est, simplicitate sua magnopere fuisse expoliatam. 50 Et ad secundum quod spectat, videlicet adtractionis ope phaenomenorum rationem reddi haud posse plurimis nititur ostendere D. Plucbe i. Explicent, inquit; adtractionis ope; ¿eccur ingens moles aedificcii cujusdam, quae comparate ad plumam vi adtractrice pene infinita pollet, g Princip. Phil. Nat. Mathem. Def 8. Lecons de Physique. Tom. 2. Append. art. 2. i Histoire du Ciel. Tom. 2. Cosmogon. §. 9. h 98 atracción a la fuerza que puede verdaderamente ser producida para que ésta se realice por impulso o por alguna otra forma desconocida para nosotros. Quisiera entonces, que esta palabra de atracción sea recibida de tal modo que se entienda que solamente significa una cierta fuerza en general, en el universo por la cual los cuerpos tienden reciprocamente hacia sí mismos. Finalmente esa fuerza ha de atribuirse a cualquier causa. 49 En otra parte habla así31: Pero utilizo indiferentemente intercambiables, las palabras de atracción, impulso o propensión de cualquier tipo hacia un centro, considerando estas fuerzas no física, sino sólo matemáticamente. De donde el lector se cuide de no pensar que, a través de fuerzas de ese tipo, yo defino la especie o el modo de acción o la causa o la razón física en algún sitio; o bien que atribuyo fuerzas verdadera y físicamente a los centros que son puntos matemáticos, si por casualidad hubiera dicho que los centros atraen o que son las fuerzas de los centros. Como dijera Nolletus32 por estas cosas que la palabra atracción, cuando fue transmitida de las manos de Newton a los sectarios, había sido despojada en gran medida de su simplicidad. 50 Y, para lo segundo que se observa, ciertamente, D. Plouke33 se esfuerza en demostrar con muchísimos argumentos que la razón de los fenómenos de ninguna manera puede ser explicada por el po der de la atracción. Dijo: expliquen por el poder de la atracción ¿por qué la enorme masa de cualquier edificio que, en comparación con una pluma, tiene poder por la fuerza de atracción casi infinita, 31 Principios metemáticos de la filosofía natural y su sistema del mundo. Def. 8. Lecciones de física. Tom. 2. Apéndice. Artículo 2. Historia del (cielo). 33 Tomo 2. Cosmogonía No. 9. 32 99 volitantem in aere plumulam ad sese non adducit? aut ¿cur lapis pone turrim decidens potius a tellure adtrahatur, quam a turri, quae vicinior est? Licet enim, (ut inquiunt Newtoniani) adtractionem quamvis aliam immensum quantum excedat vis adtractrix telluris, ¿quis tamen abnuat, si virtuti hujus argumentum adjiciatur, ipsam majori nisu acturam? Addatur ergo viribus adtrahentibus telluris vis adtractrix montis praerupti tanquam partis globo terraqueo adnexae. ¿Ecquid causae fuerit, quod summa haec virium adtrahentium non acceleret motum lapidis juxta montem decidui, eumque non promoveat velocius, quam si eadem ex altitudine in plano aliquo nullis montibus aspero delabatur? 51 Nec refert vim adtractricem montis, comparate ad alteram telluris haud esse sensibüem, ut enim demus insensibilem illam haberi, si cum hac conferatur, ¿an tamen talis censenda, si relate ad corpus in aere pendulum, a cacumine, atque adeo a parte globi terraquei haud remotum, si junctim cum tellure in eumdem motum deorsum conspirans spectetur? Deinde: si tellus impedit adtractionem aliam omnem, ¿qui fieri potest ut in harum virium praesentia aestuans mare a Luna adtrahatur? quum tamen, & aquae telluri sint viciniores, quam etiam ceu pars terraquei componunt, & moles globi hujus, lunarem exsuperet? Sed dicta sufficiant, ut systema adtractionis Newtonianum summis, ut ajunt, labris degusteris. Neque enim mens fuit, (quod impossibile esset) 100 no lleva hacia ella misma la plumita que vuela en el aire?; o ¿por qué la piedra que cae detrás de la torre es atraída antes por la tierra que por la torre que está más cercana? Pues, aunque, como dicen los newtonianos, la fuerza de atracción de la tierra supera prodigiosamente, cuanto se quiera, otra atracción; ¿quién, sin embargo, niega que esta misma actuará con mayor esfuerzo, si un aumento se añade a su virtud? Por lo tanto, la fuerza de atracción de un monte escarpado, como la de una parte apegada al globo terráqueo se suma a las fuerzas de atracción de la tierra. ¿cuál será la causa de que esta suma de las fuerzas de atracción no acelere el movimiento de la piedra caída junto al monte y no lo empuje más velozmente que si la misma cayera desde la altura en algún plano áspero, sin montes algunos? 51 Y no se dice que la fuerza de atracción del monte, en comparación con la otra de la tierra, no es perceptible, ya que, en efecto, finalmente se considera imperceptible aquella, si se compara con ésta. ¿Acaso, sin embargo, tal ha de ser estimada aún, en relación a un cuerpo suspendido en el aire desde la cima y no alejado de la parte del globo terráqueo, si se observa conspirando juntamente con la tierra en un mismo movimiento hacia abajo? De ahí, si la tierra impide cualquier otra atracción, ¿cómo puede suceder que el mar, agitándose en presencia de estas fuerzas, sea atraído por la luna? Sin embargo, ¿sobrepasa la lunar estando las aguas más cercanas a la tierra, y la masa de este globo y también la parte terráquea que la componen? Pero las cosas dichas bastan, para que degustes el sistema newtoniano de atracción, como dicen, con sumos labios. Pues la intención no fue, porque sería 101 paucis pagellis illud in universum expendere: mysterium nempe est impervium iis, qui sublimiori mathesi initiati haud sunt. Newtonii systema jure, meritoque defendunt plurimi Clariss. gravissimique Philosophi, quos consulere debetis, si bonae Philosophiae amatores estis. CAPUT VIII Systemata Physica elementaria, seu sensibilia, & Chymicum systema 52 E lementarii, Veteres quidam fuere, qui unum duntaxat elementum, dixerunt esse primum rerum naturalium principium. Ex his Thales Milesius aquam, sive humidum rerum principium esse censuitj. Xenophanes terramk. Anaximenes, aérem1, Heraclitus, ignemm. Alii duo statuerunt elementa. Inter Recentiores Ellerus Academiae Berolinensis Sodalis, aquam pro principio passivo ex quo aer, & terra fiant, ignem pro activo habetn. Praecipuum systema Elementariorum condidit Empedocles. Is pro materia prima quatuor elementa vulgaria adsumpsit. terram, nimirum, aquam j Apud, Plutarch. de placit. Philosophor. Lib. I. c. 3. Sext. Empyr. advers Phys. Lib. I, Sect. 360. 1 Plutarch. Lib.c.3. m Plutarch. loc. cit. n Disert. de Elem. k 102 imposible, el considerar aquello en todo su conjunto en pocas paginitas, de modo que el misterio es inaccesible para quienes no están iniciados en el conocimiento más elevado. Muchos clarísimos e importantes filósofos defienden justa y merecidamente el sistema de Newton, a quienes debéis consultar, si sois amantes de la buena filosofía. CAPITULO VIII Sistemas físicos elementarlos o sensibles y sistema químico 52 D e lo elementarlo. Ciertamente los antiguos fueron quienes dijeron que sólo un elemento era el primer principio de las cosas naturales. De éstos, Tales de Mileto pensó que el agua o lo húmedo fue el principio de las cosas34; Jenófanes que la tierra35. Anaxímenes 36 que el aire; Heráclito37 que el fuego. Otros determinaron dos elementos: entre los más recientes Ellerus, miembro de la Academia Berolinense, tiene al agua por principio pasivo, del cual el aire y la tierra se producen, al juego por activo38. Empédocles fundó el principal sistema de los principios fundamentales. Este sin duda adoptó por primera materia cuatro elementos comunes: la tierra, el agua, 34 En Plutarco. De Placit De los Filósofos. Lib. I. c. 3. Sext. Empyr. advers. Phys. Lib. I. Sect. 360. 36 Plutarco Lib. loc. cit. 3. 37 Plutarco loc. cit. 38 Disert. de Elem. 35 103 aerem, & ignem, pro forma vero eorum combinationem0. Alii aliter opinabantur: nihil enim, (ut ait Cicero) tam absurdwn excogitan potest, quod non sit dictum ab aliquo Philosophorum. 53 Chymia, quae a Recentioribus etiam Chemia vocatur, id est ars resolvendi corpora, ab Hermete dicitur inventa, ac propterea Hermética quoque dicitur. Eam non solum in ordine ad parandas medicinas, sed etiam ad explicanda rerum naturalium principia Theophrastus Paracelsus Pater Chymicorum dictus plurimum inlustravit, Chymici itaque Spargyhci, aut Empirici sunt, qui in corporum analysi occupantur, nec aliud arte sua, & operationibus inquirunt, nisi ut conjuncta, & colligata in corporibus mixtis principia evolvant, evoluta sensibus ipsis subjiciant. Objectum artis hujus est corpus omne sensibile, dividiturque in tres classes, seu regna, vel familias, ut ipsi loquuntur, nempe anímale, vegetabile, & minerale. Quae autem ex his ope potissimum ignis, & per menstrua, seu dissolventia eliciunt, ea illis corporum principia sunt juxta axioma ipsorum: quod ex iis partibus quodlibet constituatur, in quas resolvitur. Principia eorum quinqué numerantur videlicet, Mercurius, Sulphur, Sal, Aqua, & Terra. Priora tria, activa dicuntur, dúo postrema, passiva. 54 Mercurius, sive spiritus est liquor subtilis, penetrans, & volatilis, qui primus e corporibus adplicato igne exire solet, a quo etiam pro majore, vel minore dosi incrementum corporum, & corruptio pendet; & a quo mixtorum omnium motus immediate proveniunt. ° Laert. Lib. 8, Sect. 76. 104 el aire y el juego; pero por forma, la combinación de éstos39. Otros opinaban de otro modo: pues, nada, como dice Cicerón, puede ser pensado tan absurdo que no haya sido dicho por alguno de los filósofos. 53 La química, que también se llama Chemia por los más recientes,esto es, el arte de disolver los cuerpos, se dice que fue inventada por Hermes, y por lo tanto también se llama Hermética. Teofrasto Paracelso, llamado padre de los químicos, la explicó mucho no sólo en cuanto a preparar medicinas, sino también para explicar los principios de las cosas naturales. También hay químicos spargyricios o empíricos quienes se ocupan del análisis de los cuerpos y no investigan otra cosa en su arte y operaciones, salvo cómo extraer los principios unidos y coligados en los cuerpos mixtos; presentan los precipitados por las propias sensaciones. El objeto de este arte es todo cuerpo sensible y se divide en tres clases o reinos o familias, como ellos mismos dicen, es decir, en animal, vegetal y mineral. Los cuales, no obstante, se extraen a partir de éstos, principalmente por la fuerza del fuego y por flujos o disolventes; para ellos, estas cosas son los principios de los cuerpos, según su propio axioma: que cualquier cosa se constituye a partir de las partes, en las cuales se resuelve. Los principios de éstos se enumeran en cinco, sin duda el mercurio, el sulfuro, la sal el agua y la tierra. Los tres primeros se llaman activos, los dos últimos pasivos. 54 Mercurio o espíritu es un líquido sutil, penetrante y volátil, que es el primero que suele salir de los cuerpos, aplicado el fuego, del cual penden el incremento de los cuerpos y la corrupción en mayor o menor dosis, y del cual provienen inmediatamente los 39 Laert. Lib. 8. Sect 76. 105 Unde patet, mercurium Chymicorum longe aliam esse substantiam; quam sit argentum vivum, quod alias etiam mercurius, dicitur. Sulphur vocant substantiam quamdam pinguem, oleaginosam, per quam habent mixta, quae ea abundant, ut flammam concipiant. Sal est substantia sápida, [quia est saporum origo], quae per aquam dilui, & igne liquefieri potest. Dividitur mfixum, & volatilem, acidum, & alkali; prior igne non avolat, licet dissoivatur, & fundatur, alter calore avolat, & dissipatur. Dicitur acidum, quod linguae impositum eam certo quodam acrimoniae sensu ómnibus noto adficit, ac vellicat. Alkali, quod rarioris texturae est, saporisque veluti urentis, multisque meatibus interruptum, unde si cum acido misceatur magnam ebullitionem efficit. Alkalicum idcirco vocatur illud omne corpus, quod misceri cum acido haud potest, quin magnam effervescentiam excitet. 55 Aqua, quae etiam phlegma a Chymicis vocatur, est substantia fluida, máxime húmida, inodora insípida. Terra demum damnata, quae, & caput mortuum dicitur, non admodum curae est Chymicis, qui eam fere negligunt, estque substantia árida, fixa, insípida, solida, ac pulverea, quae post extractos liquores dictos, & falsa fixa remanet. Haec sunt quinqué Chymicorum elementa, quae ab ipsis tanquam principia corporum admittuntur. Hic obiter animadverto, negligendas 106 movimientos de todas las cosas mezcladas. De ahí, es evidente que el mercurio de los químicos es, en mucho, una sustancia diferente a la que se encuentra como plata viva, que también en otras partes se llama mercurio. Llaman sulfuro a cierta sustancia grasosa, oleaginosa por la que tienen cosas mezcladas que abundan en ella, de tal modo que se inflaman. La sal es una sustancia sápida (porque es el origen del sabor) que puede ser diluida por el agua y ser fundida por el fuego. Se divide en fija y volátil, acida y alcalina. La primera no se desvanece con el fuego, aunque se disuelve y se funde; la segunda se desvanece con el calor y se disipa. Se dice acida a la que puesta en la lengua la afecta y zahiere en cierto sentido, por todos conocidos, de la acidez. Alcalina, la que es de textura más rara y, del mismo modo, de sabor más quemante e interrumpido por muchos movimientos, de ahí, que si se mezcla con ácido, produce una gran ebullición. Por eso, se llama alcalino a todo aquel cuerpo que no puede ser mezclado con ácido, de manera tal que no provoque una gran efervescencia. 55 El agua que también es llamada flema por los químicos, es una sustancia fluida, muy húmeda, inodora, insípida. La tierra, finalmente, condenada que también se dice cabeza de los muertos, no es de mucho cuidado para los químicos, quienes casi la omiten, y es sustancia árida, fija, insípida, sólida y polvosa, que también permanece salada, fija, después de extraídos los mencionados líquidos. Estos son los cinco elementos de los químicos que, son admitidos por ellos mismos como los principios de los cuerpos. Aquí de paso, advertiré las que de ningún modo han de ser 107 minime esse, ñeque vero floccifaciendas Chymicorum operationes. Fatendum namque est, ut ait Hameliusp Physicam ex Chymicorum laboribus, & experimentis magna incrementa cepisse. Hinc multae artes ad usum vitae perutiles manarunt. Quid vero de Elementariorum, & Chymicorum systemate statuendum sit, postea videbimus. CAPUT IX Exponitur nostra de principiis corporum internis doctrina 56 D ico primo Physica materiae natura in eo sita videtur, quod sit substantia impenetrabiliter extensa, constans partibus primigeniis exilissimis, iisdemque quoad substantiam homogeneis, quoad molem, fíguram, motum, similesque adfectiones ínaequalíbus, ac diversis. Prob. per partes. In eo posita est physica natura materiae corporum naturalium, per quod habet, ut possit tanquam primum subjectum accedente forma compositum naturale constituere, & quod cognoscitur habere, tum ratione, tum quod liceat sensuum experientia; sed hoc ipso quod materia sit substantia impenetrabiliter extensa habet, habere intelligitur, quidquid requiritur, ut possit tanquam primum subjectum accedente forma p Tract. i. Phys. Gen. Diss. 3. c. 5. 108 descuidadas, ni en verdad han de ser estimadas en poco las operaciones de los químicos. Pues se ha de declarar, como dice Hamelio40, que la física adquirió grandes incrementos de los trabajos y experimentos de los químicos. De aquí, muchas artes muy útiles fluyeron para el servicio de la vida. Pero lo que ha de establecerse acerca del sistema de los elementales y químicos, después veremos. CAPITULO IX Se expone nuestra doctrina acerca de los principios internos de los cuerpos 56 D igo en primer lugar: la naturaleza física de la I materia parece que está colocada en aquello que es S la sustancia impenetrablemente extensa, que consta de partes primigenias finísimas y, en tanto sustancia, estas mismas son homogéneas; en tanto masa, figura, movimiento, y afectaciones similares; estas partes son desiguales y diversas. Lo demuestro por partes: La naturaleza física de la materia de los cuerpos naturales está puesta en aquello por lo cual se sostiene, para que, como el primer sujeto, pueda construir de forma semejante al compuesto natural, y pueda sostener lo que es reconocido, ya por la razón, ya, hasta donde se permita, por la experiencia de los sentidos; pero por esto mismo porque la materia es sustancia impenetrablemente extensa, tiene, y se reconoce que tiene, cualquier cosa que se requiera, para que como primer sujeto pueda construir, de forma semejante, un 40 Tratado I. Física General, disertación 3. cap. 5. 109 compositum naturale constitueret ergo. Minor patet: hoc etenim constituto capax est motus, & quietis, variae dispositionis, compositionis, texturae & aliarum ejusmodi adfectionum, ex quo resultat, ut deinceps patebit, forma substantialis cum qua compositum naturale constituit. 57 Secunda pars propositionis constat: nam quoniam materia in compositione corporum esse intelligitur quiddam primum, uti est de ratione principü primi, idcirco primigeniis constare particulis recte adfirmatur. Has partículas exilissimas esse stupenda corporum divisibilitas posthac perpendenda ad evidentiam commostrat: nunc vero in hujus rei confirmationem dúo tantummodo experimenta adhibeamus. 58 Observat Clariss, Boyleq, unum granum* cupri in spiritu satis ammoniaci dissolutum, tantam aquae copiam caeruleo colore, & quidem conspicuo saturoque imbuisse, ut partes 256806 illi granulo aequales comprehenderet. Doctiss. P. Franciscus de Janis testaturr gumma lacea quae juglandis cortici implendo sufficiat, eam aquae copiam intenso colore tingi, quae satis est ad mille folia papyracea ex utraque parte eodem colore imbuenda. Cum ergo in quolibet folio mille milliones punctorum coloratorum commode designan possint, erunt in illis ómnibus foliis q De mira subíilitat. efíluvior. cap. 3. * Uncia continet. 480 grana. r Magist. Nat. & Art. Tom. tract. I. cap. i. Obs. 3. 110 compuesto natural; por consiguiente... La menor es patente: en efecto, por esta conformación es capaz de movimiento y de reposo y de una disposición, composición y textura variadas, y, de tal suerte, de otras afecciones, de lo cual resulta, como en seguida se expondrá, la forma sustancial con la cual se construye un compuesto natural. 57 La segunda parte de la proposición consiste en: puesto que, efectivamente, se comprende que la materia está de manera primordial en la composición de los cuerpos, tal como es en cuanto a la razón del principio primero, por tal motivo se afirma justamente que consta de partículas primigenias. La sorprendente divisibilidad de los cuerpos muestra que estas partículas son pequeñísimas y que en adelante debe examinarse la evidencia. En relación con esto, para la consolidación de este hecho, ofrecemos tan sólo dos experimentos. 58 El ilustrísimo Boyle41 observa que un grano* de cobre bien disuelto en vapor de sal de amoniaco, tiñe tanta cantidad de agua con un color azulado, ciertamente visible y saturado que incluye 256806 partes iguales a ese granulo. El sapientísimo P. Francisco de Janis42 atestigua con la "goma laca" que basta para la saturación de una envoltura de nuez, que esa cantidad de agua es impregnada con un color intenso, la cual es suficiente para teñir mil hojas de papiro por ambas partes con el mismo color. Puesto que en cualquier hoja pueden ser indicados cabalmente mil millones de puntos colorados, habrá en todas aquellas hojas 41 Acerca de la maravillosa sutilidad de los efluvios, cap. 3. Una onza contiene 480 granos. 42 Magist. Nat. & Art., tomo 1, tratado l,cap. I, obs. 3. * 111 1,000,000,000,000 puncta visibilia colorata, ac ínter se distincta. Haec certe probant exlissimas esse partes materiae. Deinde partes has minimas magnitudine sua inaequales, figura, motu, diversas esse ex eo manifestum sit, quod inaequalitas haec ac diversitas exilissimarum partium adstrui debeat, ut sensibiles cujusvis naturalis corporis qualitates, & operationes recte, & commode explicentur. 59 Hae demum exilissimae corporum partes homogeneae utique esse possunt, nec quoad substantiam diversae, quum minime requiratur, quod sint substantialiter diversae, ut ex illarum unione emergant corpora, quorum sensibiles qualitates diversae sint inter se, & operationes plañe dissimiles. Possunt autem ex primigeniis illis partibus materiae fieri composita, quorum sensibiles qualitates, atque operationes plañe diversae sint inter se, quamvis ipsae partes quod substantiam minime inter se differant: nam cum sint inaequalis magnitudinis, & diversae figurae, possunt diversa ratione artificióse disponi inter se, possunt denique earum aliquae secundum diversas directiones moved in toto, quod constituunt, & aliae in illo quiescere, quod plañe sufficit, ut ex illis componi queant corpora, quae dissimilibus qualitatibus praedita sint: ergo partes illae, homogeneae esse utique possunt. 60 Dico secundo: Forma essentialis, seu substantialis corporum naturalium vitae expertium, si physice spectetur nihil diversum est a dispositione illa, convenientia & 112 1,000,000,000,000 de puntos colorados visibles, y distintos entre sí. Esto prueba ciertamente que las partes de la materia son diminutísimas. Luego entonces, es evidente que estas partes diminutas son desiguales por su tamaño, distintas en su figura y movimiento por aquello, por lo que esta desigualdad y esta diversidad de las partes diminutísimas deben ser aglomeradas a fin de que las cualidades sensibles de todo cuerpo natural y sus operaciones sean explicadas recta y cabalmente. 59 Finalmente, en verdad, estas partes diminutísimas de los cuerpos pueden ser enteramente homogéneas y no son distintas en tanto sustancia, cuando de ningún modo se requiera que sean substancialmente diversas, a fin de que los cuerpos surjan a partir de la unión de aquéllas, cuyas cualidades sensibles son diversas entre sí y sus operaciones claramente disímiles. Sin embargo, los compuestos pueden estar hechos por aquellas partes primigenias de la materia, cuyas cualidades sensibles y operaciones son claramente diversas entre sí, y sus operaciones claramente disímiles, aunque las mismas partes, en relación a la sustancia, no difieran entre sí; pues, aunque sean de desigual magnitud y de figura distinta, pueden ser dispuestas, por distinta razón, artificiosamente entre sí y entonces algunas de ellas pueden ser movidas según diversas direcciones en el todo que constituyen, y otras permanecen quietas en él, porque claramente basta eso para que a partir de ellas puedan componerse los cuerpos que están provistos de cualidades disímiles; por lo tanto, esas partes pueden ser enteramente homogéneas. 60 Digo en segundo lugar: la forma esencial o sustancial de los cuerpos naturales, si se observa físicamente, en nada es distinta de aquella disposición, de aquella conformidad y 113 proportione illarum particularum ex quibus ipsa corpora intrinsecus, & quoad essentiam componuntur. Prob: posita certa dispositione, proportione, &c. partium materiae, & omni alio sublato, quamoptime intelligitur ens corporeum, seu compositum substantiale ab alus specifice distinctum; sed per formam substantialem nihil aliud: intelligitur, quam ratio illa, qua hoc compositum est actu tale ab alus specifice diversum, & ratione cujus hos habet speciales effectus, & proprietates: ergo. Prob. maj exemplo planicie: praecisse posita in materiae particulis certa dispositione, organisatione, &c. optime habetur ratio; qua succus aiimentitius exugatur, distribuatur, &c. & cur tale corpus vegetans sit planta, non vero lapis &c. quin opus unquam sit ad aliquid aliud recurrere, ut explicentur haec phaenomena; haec adtributa plantae: ergo. 6i Eadem ratio obtinet in reliquis corporibus. Si enim, (ut recte ait Hameliuss formam & speciem auri designare velimus, proprietates ejus adferemus, quod sit omnium máxime ductile, quod in aqua forti non dissolvatur, ut argentum, &c. Ac peritus faber aurarius cum eas qualitates in corpus aliquod convenire viderit, non dubitabit quin verum sit aurum, nec soílicitus erit, an sit in eo forma quaedam auri absoluta. Nam ea forma detracta dum eae dotes permaneant, aurum purum futurum est: eademque est ratio omnium corporum: ergo forma essentialis, seu substantialis s Phys. Gen. tract. I. Diss. I. c.2. Concl. 2. 114 proporción de las partículas, por las cuales los cuerpos mismos son compuestos interiormente en tanto esencia. Lo pruebo: habiéndose puesto una cierta disposición y proporción y otras cosas de las partes de la materia, y quitando todo hecho distinto, más que óptimamente se comprende el ente corpóreo o compuesto sustancial específicamente distinto de los demás; pero ninguna otra cosa se comprende por forma sustancial, más que aquella razón por la cual este compuesto es, por tal acto, específicamente distinto de los demás, y, por lo tanto, por tal razón tiene estos resultados y propiedades especiales. Pruebo la mayor con el ejemplo de la planta: en pocas palabras, colocada en las partículas de la materia una cierta disposición, organización, etc., se tiene óptimamente la razón de cómo se absorbe el jugo alimenticio y se distribuye, etc., y de por qué tal cuerpo vegetativo es una planta y no una piedra y nunca es necesario recurrir a alguna otra cosa para que estos fenómenos y estos atributos de la planta sean explicados; por lo tanto... 61 La misma razón se obtiene en los cuerpos restantes. Si, en efecto, (como bien dice Hamelio43), queremos designar la forma y especie del oro, producimos las propiedades de él, como el ser más dúctil de todos, que no se disuelve en agua regia del mismo modo que la plata, etc. Y un experto fabricante de oro, cuando vea que esas cualidades confluyen en algún cuerpo, no dudará que realmente es oro, ni estará preocupado de si en él está una cierta forma absoluta del oro. Pues esta forma obtenida, mientras esas cualidades permanezcan, será oro puro, y la misma razón es para todos los cuerpos; por lo tanto la forma esencial o sustancial de 43 Tratado de física general, I, Diss. 1, c. 2, concl. 2. 115 corporum vitae expertium nihil diversum est a certa congerie qualitatum sensibilium, quae ex certa partium materiae dispositione, motu, atque alus adfectionibus consurgit. His accedit, posse ex substantia extensa, impenetrabili, mobili, divisibili, sibi tamen ubique si milis. & uniformi, si varié configuretur, determinetur, modificetur res longe dissimilimas enasci. 62 Prout enim ex vario ductu lineolarum nonnisi situ, positura, figura dissimilium omnes literae alphabeti, prodeunt, quae varié collocatae innumerabilia verba conficiunt, atque ita semper permutari possunt, ut calculo facto adfirmare non dubitet excellens Geómetra Tacquett mille milliones Scriptorum mille annorum millionibus non posse scribere omnes 24 Hterarum alphabeti permutationes, licet singuli quotidie absolverent 40. paginas: ita etiam partes materiae homogeneae, diverso modo, figura, situ dispositae, atque diverso ordine connexae, ac combinatae incomprehensibilem rerum varietatem, quam Y nfinitus Creator re ipsa exhibuit, & quam tot homines acutissimi, qui ab orbe condito vixerunt; nec cogitando adsequi potuerunt, producunt. 63 His argumentis majus robur accedit ex analogía, quae inter modum operandi naturae, & artis intercedit; opera enim utriusque quantumvis magno discrimine sejungantur, in eo tamen mire consentiunt, quod utrinque ratio vi t Apud. Verdries. Phys. Gen. Tract. I. §. 3. 116 los cuerpos desprovistos de vida, en nada es distinta de cierto cúmulo de cualidades sensibles, el cual se rige por cierta disposición de las partes de la materia, por el movimiento y otras afectaciones. Por estas razones [la forma esencial] permite que cosas tan disímiles puedan nacer a partir de la sustancia extensa, impenetrable, móvil, divisible, y no obstante similar en todo lugar a sí misma y uniforme, si es conformada, determinada o modificada distintamente. 62 En efecto, según el distinto trazo de las líneas disímiles, solamente por la disposición, colocación y figura todas las letras del alfabeto se presentan, las cuales, distintamente colocadas, construyen innumerables vocablos y de tal forma siempre pueden ser cambiadas, de tal forma que el excelente geómetra Tacquet44, haciendo un cálculo, no duda en afirmar que mil millones de escritores en mil millones de años no podrían escribir todas las 24 combinaciones de las letras del alfabeto, aunque cada uno de ellos acabara 40 páginas diariamente. Además, de esta forma las partes homogéneas de la materia, dispuestas en distinto modo, figura y lugar, unidas y combinadas en distinto orden, producen una incomprensible variedad de cosas, más que las que el Infinito Creador muestra en el hecho mismo, y más que las que tantos hombres ingeniosísimos, que han vivido desde la creación del mundo, ni meditando han podido conseguir. 63 Con estos argumentos, una mayor robustez se adquiere por analogía, la cual distingue entre el modo de obrar de la naturaleza y del arte también; y en verdad, aunque las obras de ambas se distinguen por una gran diferencia, sin embargo concuerdan sorprendentemente en esto: que, para ambas, la razón de su fuerza 44 En Verdies, Física General, tratado I, 83. 117 cujus in certa rerum corporearum classe composita, & sint, & fiant, ad certas partium materiae modificationes, coordinationes, motus, texturas recidat, & in complexu ejusmodi qualitatum, adfectionumque consistat. Jam vero ex axiomatibus supra constitutis systema nostrum de physica materiae, & formae natura confirmari oportet. 64 Systema illud praeferendum est, quod simplicius est, & ex paucioribus principiis proprietates corporis naturalis explicat (Axiom. II.) ítem quod plura, quae ad Physicam pertinent, evolvit; phaenomenorumque rationes, non generalibus duntaxat notionibus exprimit, verum speciatim naturam corporum, adfectionesque ad captum proponit (Axiom. III. & IV.). In quo demum, nihil adferitur, vel adsumitur, quod cogitatione comprehendi, vel explicari nunquam satis possit (Axiom. V.). Hujusmodi autem est systema nostrum, utpote quod multiplicitatem tot (semisubstantiamm excludit, & homogeneam, spectata natura, materiam statuit: in quo (ut in decursu Physices patebit) natura, & adfectiones corporum, causae effectuum, adcommodare ad intelligentiam nostram, distinctisque notionibus redduntur, quod ad extremum abstrusa, & nunquam explicanda mysteria repudiat, uti ex discussione systematum, quisque intelliget: ergo systema nostrum in Physica obtineat necesse . 118 está situada en cierta clase de cosas corpóreas, que son y que son producidas, recae en ciertas modificaciones, coordinaciones, movimientos y texturas de las partes de la materia, y consiste de este modo en un complejo de cualidades y de afecciones. Por otra parte, ahora conviene que, a partir de los axiomas antes mencionados, sea considerado nuestro sistema acerca de la física de la materia y de la naturaleza de la forma. 64 Se debe preferir aquel sistema que sea más sencillo y más simple, y que, a partir de los menos principios posibles, explique las propiedades del cuerpo natural (Axioma II). Asimismo, [se debe] preferir el que exponga la mayor cantidad de cosas que atañen a la Física; y que saque a la luz las razones de los fenómenos, y no sólo con nociones generales, sino que especialmente presente la naturaleza de los cuerpos, y las afectaciones a la capacidad del intelecto (Axioma II y IV). En el cual ciertamente no se afirma ni asume nada que nunca pueda ser comprendido o ser explicado satisfactoriamente por la reflexión. (Axioma V). De esta forma, pues, es nuestro sistema, visto que éste excluye tanta multiplicidad de semi sustancias y erige, con la observación natural, la materia homogénea: en éste (como en el decurso de las cosas físicas es patente) la naturaleza y las afecciones de los cuerpos, las causas de los efectos, son dadas convenientemente a nuestra inteligencia con nociones distintas, porque nunca rehusa los misterios ocultos en extremo deban explicarse, para que cada quien entienda el sistema a partir de la discusión: por lo tanto, nuestro sistema es menester que se ocupe de la Física. 119 65 Ex dictis: Inferes I. In sententia nostra formam non esse entitatem absolutam, sed quid modale, & respectivum: etenim illa partium materiae textura, proportio, combinatio, &c. in qua consistit forma, sunt meri modi. Inferes II; quod si hoc nomen substantia sumatur pro ente per se existente, forma essentialis compositorum naturalium vitae expertium (de his enim tantum loquimur) non est entitative substantia, ut per se patet. Inferes III, quod praedicta forma proprie loquendo nec producitur, nec fit, nec generatur ut optime ait Angelicus Doctor pluribus in locis, nam omne quod sit ait S. Thomasu semper compositum est, forma autem non est compositum. Nutlatenus loquimur de anima rationali, quae veré & proprie est forma hominis, & a solo Deo creatur. 66 Forma itaque materiaüs, sive essentialis non producitur, nec fit, nec generatur, sed compositum: cum enim praedicta forma nihil aliud sit, quam dispositio illa, proportio, textura, &c, & hae nihil aliud sint, quam quid modale, forma fieri non potest, nisi improprie, quatenus nempe sic denominatur a productione compositi, cum enim partes materiae junguntur, varié disponuntur, &c, quod est componi seu generari compositum necessario eis insunt, praesentiae illae, dispositiones, &c, quas adpelamus formam, non ergo aliter forma fit, nisi quatenus fit, aut generatur compositum, quod u Lib. 7. Metaph. Lect. 7. & 8. r.p.q. 65. artic. 4. in corp. & alus in locis. 120 65 Por lo dicho infieres en primer lugar que, a nuestro juicio, la forma no es una entidad absoluta, sino algo modal y examinable. En efecto, ese encadenamiento, proporción, combinación, etc., de las partes de la materia, en la cual descansa la forma, son propias de la mera dimensión. Infieres en segundo lugar que si este nombre de sustancia se toma en razón del ente que por sí mismo existe, la forma esencial de los compuestos naturales desprovistos de vida (acerca de estos únicamente hablamos) no es la sustancia entitativamente, como es patente por sí mismo. Infieres en tercer lugar que la forma antes dicha, hablando propiamente, ni es producida, ni es hecha, ni generada como muy bien dice el Doctor Angélico en muchísimos lugares, pues todo lo que se hace, dice S. Tomás45, siempre es un compuesto; la forma, empero, no es un compuesto. De ninguna manera hablamos acerca del alma racional, la cual es cierta y propiamente la forma de un ser humano, y que es creada por Dios únicamente. 66 Así pues, la forma material o esencial, no es producida, ni hecha ni generada, sino el compuesto; en efecto, porque la forma antes dicha no es ninguna otra cosa, más que aquella disposición, proporción, concatenación, etc., y éstas no son ninguna otra cosa, más que algo modal; la forma no puede ser hecha, a no ser que sea impropiamente, es decir, puesto que de esta manera es designada por la producción de un compuesto, cuando tas partes de la materia se unen y se disponen de manera distinta, lo que es necesario para que un compuesto se produzca o genere está en ellas [en las partes], aquellas presencias, disposiciones, etc., a las que llamamos "forma"; por lo tanto la forma no se hace de otra manera, salvo hasta que se hace o se genera un compuesto que 45 Metafísica, lect 7 y 8.1, p. 65, artic. 4, en corp. y en otros pasajes. 121 optime exponi potest in artefacto. Inferes IV. formam confinen in potentia materiae nihil aliud esse, quam partes materiae varié disponi, conformarique posse. Analogiam habes in statuta quae antequam ex ligno fíat, in illo ligno potentia contínetur, quatenus nempe lignum in statuam forman potest. 67 Inferes V. Materiam & formam realiter distinguí, non quidem entitative, cum forma non sit entitas, sed quid modale, ut diximus, nec distinctione reali majori, sed dictione reali minori, seu moda/i. Cum idea unius rei positive. & complete ideam alterius rei excludit, tune dicimus eas distinguí distinctione reali majori, ita distinguuntur corpus, & anima. Distinctio realis minor, sive modalis est illa quae datur ínter rem, & modum ipsius rei, ut distinctio corporis a figura, quod & in Ontologia dictum est jam. Omne autem quod per se non subsistit, id proprie non est ens, sed entis modus, nam per se subsistere, nonminus substantiae, aut rei, sive enti competit, quam inhaerere accidenti, aut entis modo. 122 puede muy bien ser expuesto en artefacto. Infieres en cuarto lugar que la forma que está contenida en la potencia de la materia no es ninguna otra cosa, más que las partes de la materia que pueden estar dispuestas y conformadas variadamente. Tienes una analogía en la estatua construida que, antes de ser hecha a partir de un leño, está contenida en potencia en aquel leño, es decir, en tanto leño puede ser transfigurado en estatua. 67 Infieres en quinto lugar que la materia y la forma realmente se distinguen, no en verdad entitativamente, ya que la forma no es una entidad, sino algo modal, como dijimos, no por una mayor distinción real, sino por una menor distinción real o modal. Cuando el concepto de una cosa excluye al concepto de otra cosa positiva y completamente, entonces decimos que éstas [cosas] son diferenciadas por una mayor distinción real, así es como el cuerpo y el espíritu son distinguidos. La distinción real menor o modal, es aquella que se da entre la cosa y la configuración de la cosa misma, como es la distinción entre un cuerpo y una figura, lo cual ha sido dicho también en la Ontología. Por otra parte, todo lo que por sí mismo no subsiste, propiamente no es un ente, sino el modo del ente, pues compete el subsistir por sí mismo, no en menor grado a la sustancia o cosa o al ente más que al accidente de ser inherente, o al modo del ente. 123 CAPUT X Ineluctabilibus argumentís ex Toscax desumptis excluduntur e Philosophiae albo formae substantiales, quae sint entitates absolutae, prout a Peripatetícis communiter propugnantur 68 D ico primo: formae substantiales corporum vitae expertium, quae sint entitates absolutae, entitative a materia distinctae, substantiaeque incompletae in sensu Peripatético nullius usus in Physica sunt, nihilque prodesse possunt ad rerum naturalium causas explicandas, proindeque a Philosophia longe exulare debent. Prob. ¿Quodnam enim adsignabitur experimentum, quod ope illarum unquam explanatum sit? ¿Quid illae ad aeris impressiones, quid ad terrae, maris, aut ignis actiones agnoscendas contulere? ¿Quod naturae phaenomenon, ope earumdem formarum fuit unquam expositum? Evolve, per me licet, Auctores, qui in abditis naturae arcanis detegendis insudarunt, nullumque reperies, qui ad id exequendum praedictarum formarum auxilium advocaverit: ergo. 69 Dico secundo: praedictae formae substantialescum Philosophiae naturalis principiis praecipue Aristotelicis, minime congruunt. Prob. I. x Philos. t. 3. Lib. i. Tract. 3. Prop. 35. 124 CAPITULO X Son excluidos de la transparencia de la filosofía, con irrebatibles argumentos tomados de Tosca46, las formas sustanciales que son entidades absolutas, según son defendidas comúnmente por los Peripatéticos 68 igo en primer lugar: las formas sustanciales de los cuerpos desprovistos de vida, las cuales son entidades absolutas entitativamente distintas de la materia, según el sentido peripatético, son sustancias incompletas de ningún uso en la física, y en nada pueden ser favorables para explicar las causas de las cosas naturales, y por ello deben ser eliminadas ciertamente de la filosofía. Lo pruebo: pues, ¿qué experimento será asignado, para que se aclare en algún momento el poder de ellas? ¿Qué han aportado ellas para conocer las impresiones del aire, qué para entender las acciones de la tierra, del mar o del fuego? ¿Qué fenómeno de la naturaleza, por el poder de estas mismas formas, fue alguna vez expuesto? Explica tú (te lo permito) a los autores, que se han esforzado en poner al descubierto los ocultos secretos de la naturaleza, y no encontrarás a ninguno que haya recurrido al auxilio de las formas antes mencionadas para exponerlo; por lo tanto... 69 Digo en segundo lugar: las formas sustanciales antes dichas con los principios de la filosofía natural, principalmente los aristotélicos, de ningún modo son congruentes. Prueba I: Toda 46 Filosofía, 3, Lib. 1, tratado 7, prop. 35. 125 Omnis entitas in rerum natura existens, & quae extra Deum est, producía est, sed tales formae substantiales si darentur, extra Deum in rerum natura existerent: ergo essent productae; sed non sunt productae: ergo non existunt. Min. subsumpta prob. I. quia haec est expressa Aristotelis, & Angelici Praeceptoris doctrina. Primus enim 7. Metaph. cap. 8. text. 26. & 27. satis extense probat formam nullomodo fieri, sed tantum compositum, cujus rei probationem ita concludit: manifestum igitur est, quod nec species sit, aut quodcumque nominare oportet formam, quod postea cap. 12. ejusdem libri text. 32. ad formas etiam accidentales extendit. Praeterea lib. I. Phys. text. 64. ait: Manifestum est ex dictis, quod omne quod sit, semper compositum est. Id ipsum tuetur Angelicus locis citatis [§. 65] Quidquod id ipsum loculentissime ostenditur testimonio etiam Ciceronis, qui cum Graecae ad miraculum sciret, Aristotelemque Platonem, ceterosque quos adtente legerat, multo melius quam vel omnes vulgares Peripatetici in unum coacti intelligeret, non uno tantum loco ait, Peripatéticos & Académicos nominibus differentes esse, re congruentes; cumque luce clarius sit Académicos nullomodo tales formas substantiales admisisse, dicere debemus, Aristotelem in exponendis rebus physicis nunquam ad tales formas confugere. 70 Prob. 2. quidquid extra Deum productum est, aut est productum per creationem, aut per generationem, sed formae 126 entidad existente en la naturaleza de las cosas que está fuera de Dios, ha sido producida, pero tales formas sustanciales, si se dieran, existirían fuera de Dios, en la naturaleza de las cosas; por lo tanto, serían producidas, pero no están producidas; por lo tanto, no existen. Asumida la menor, pruebo I, porque ésta es la doctrina expresada por Aristóteles y por el maestro Angélico. En efecto, el primero (en el libro de a Metafísica, cap. 8, text. 26 y 27) demuestra suficientemente bien que de ninguna manera la forma es hecha, sino tan sólo el compuesto, cuyo asunto concluye con esta prueba; por tanto, es evidente que ni la especie es hecha, ni conviene que se llame forma a cualquier cosa; lo cual después (cap. 12 del mismo libro, text. 32) extiende también a las formas accidentales. Además, en el Libro I, Física, text. 64 dice: "Es evidente, por lo expresado, que todo lo que es hecho, siempre es un compuesto". Esto mismo sostiene Angélico en los lugares citados [§ 65]. Todo esto mismo es presentado excelentemente también por el testimonio de Cicerón, quien, conociendo de Grecia maravillosamente a Platón y a Aristóteles, y a otros que leyera atentamente, comprende el asunto mucho mejor que todos los peripatéticos vulgares reunidos en uno solo. No dice sólo en un lugar que los peripatéticos y los académicos son diferentes en nombre, pero concuerdan en el asunto; y puesto que es más claro que la luz que los académicos de ningún modo admitieron tales formas sustanciales, debemos decir que Aristóteles nunca recurre a tales formas para explicar las cosas físicas. 70 Prueba 2: Todo lo que es producido fuera de Dios, o es producido por creación o por generación; pero las formas 127 substantiales, neque productae sunt per creationem, ñeque per generationem: ergo. Prob. min quoad secundam partem: si formae generarentur, fierent ex aliquo ipsis inexistente, hoc autem nihil aliud esse potest quam materia: ergo fierent ex materia inexistente ipsis formis; ergo formae ipsae ex materia & forma coalescerent. ídem argumentum eñormabo de forma formae, & sic in infinitum: ergo ut hujusmodi inconveniens vitetur, dicendum necessario est, formam non generari; nec fieri, & consequenter non esse entitatem absolutam, ut contendunt Peripatetici. 71 Respondent: formam veré non fieri, cum compositum, cujus est forma generatur, sed educi ex potentia materiae, ac propterea non crean. Sed contra: etenim educi ex potentia materiae non convenit formae quae sit entitative substantia: ergo vel illa forma non est entitative substantia, vel creatur cum compositum producitur. Prob. ant. quod forma educatur de potentia materiae nihil est aliud, quam eam ita fieri, ut necessarium saltem ordine naturali sit, subjectum existere in quo illa producatur, & conservetur: ergo forma quae de potentia subjecti educitur, necessario ab illo dependet in fieri, esse, & conservari, quod perinde est ac dicere formam inhaerere subjecto, sed inhaerere subjecto tantummodo convenit accidenti physico, quia accidens physicum inhaeret subjecto, ab eoque saltem naturae viribus dependet in fieri, esse, & conservari: ergo sumpta substantia prout 128 sustanciales, ni son producidas por creación, ni por generación; por lo tanto... Pruebo la menor en relación a la segunda parte: si las formas fueran generadas, se harían a partir de algo inexistente en ellas, esto no puede ser ninguna otra cosa más que la materia; por lo tanto, se harían a partir de materia inexistente en las formas mismas; luego, las formas mismas se desarrollarían a partir de la materia y la forma. El mismo argumento constituiré acerca de la forma de la forma, y así, hasta el infinito. Así pues, para que lo inconveniente se evite de este modo, es necesario que se diga que la forma no es generada ni hecha, y consecuentemente, no es una entidad absoluta, como sostienen los peripatéticos. 71 Respondo: la forma verdaderamente no es hecha cuando se genera el compuesto del cual es forma, sino que surge de la potencia de la materia y por tal razón no es creada. Por el contrario: porque el ser obtenida de la potencia de la materia no conviene a la forma, que es entitativamente sustancia; por lo tanto, o esa forma no es entitativamente sustancia, o es creada cuando un compuesto es producido. Pruebo el antecedente: puesto que la forma es obtenida de la potencia de la materia no hay ninguna otra cosa, más que ésta es hecha así, de tal manera que es necesario, por lo menos en el orden natural, que exista el sujeto en el cual ella se produce y se conserva; por tanto, la forma que es obtenida de la potencia del sujeto, necesariamente depende de éste, en el ser hecha, en el ser, en el ser conservada, lo cual es lo mismo que decir que la forma es inherente al sujeto; pero ser inherente al sujeto tan sólo conviene a un accidente físico, porque un accidente físico es inherente al sujeto, y, depende de él al menos en las fuerzas de la naturaleza para ser hecho, para ser, y para ser conservado; por tanto, la sustancia admitida, según es 129 sumitur a Peripateticis, nempe pro ente per se existente, forma quae hoc sensu sit substantia educi nequit de potentia materiae. Etenim existere per se, & inhaerere subjecto sunt modi existendi penitus oppositi, ut perspicuum cst. 72 Prob. 3. omnis entitas substantialis realiter ab alus distincta potest proprie fieri, & generari, sed forma ex Aristotele & S. Thoma non potest proprie fieri & generari, [§§. 65, & 69] ergo non est entitas substantialis, sed tantum modus modaliter a materia distinctus. Prob. 4. si darentur praedictae formae entitativae, anihilarentur in destructione compositi, sed non anihilantur: ergo. Prob. maj. entitas, quae definit esse secundum totum suum esse, anihilatur, sed formae praedictae in destructione compositi definunt esse secundum totum suum esse: ergo. 73 Respondent: formas pracdictas non anihilari licet destruatur compositum, quia remanet earum subjectum. Anihilatio enim est desitio rei nullo subjecto remanente; contra vero destructio, in qua semper subjectum remanet, ut ex definitionibus consta! Sed contra: nam hae ipsae definitiones arbitrariae sunt, & notionibus communibus minime consentaneae. ¿Quis enim nisi Peripateticis praejudiciis mordicus adhaerens, non capiat rem in nihilum abire, quando non amplius existit in rerum natura? ¿Quid vero adtinet, subjectum (nempe rem prorsus aliam) remanere, ut non anihilationis quidem, 130 asumida por los peripatéticos, es decir, la que existe como ente que por sí mismo existe, la forma, que es sustancia en este sentido, no puede ser obtenida de la potencia de la materia. En efecto, el existir por sí mismo y ser inherente al sujeto son modos de existir profundamente opuestos, como es evidente. 72 Prueba 3: Toda entidad sustancial realmente puede propiamente ser hecha y generada distinta de las demás, pero la forma no puede propiamente ser hecha y ser generada, según Aristóteles y S. Tomás, [§ 65 y § 69]. Por lo tanto, no es una entidad sustancial, sino tan sólo un modo modalmente distinto de la materia. Prueba 4: Si se dieran las susodichas formas entitativas, serían aniquiladas en la destrucción del compuesto, pero no se aniquilan; por lo tanto... Pruebo la mayor: la entidad, que deja de existir, según todo su ser, es aniquilada; pero las formas antes dichas, en la destrucción de un compuesto, dejan de ser según todo su ser; por lo tanto... 73 Respondo: las susodichas formas no son aniquiladas, aunque el compuesto sea destruido, porque permanece el sujeto de ellas. La aniquilación, entonces, es el término de una cosa no quedando ningún sujeto. Muy contraria es la destrucción, en la cual siempre permanece un sujeto, como consta en las definiciones; pero por el contrario ya que estas mismas definiciones son arbitrarias, y muy poco congruentes con las nociones comunes, ¿quién, entonces, excepto el que está adherido tercamente a los prejuicios peripatéticos, no comprende que el asunto no conduce a nada, porque no existe más ampliamente en la naturaleza de las cosas? ¿Qué cosa hace que el sujeto (es decir, propiamente otra cosa) permanezca, para que no utilicemos el vocablo "aniquilación" 131 sed destructionis vocabulo utamur? quasi vero re ipsa discrimen aliquod interesset, sive sic, seu aliter loquamur. Itaque mera verba dabimus, ñeque latum unguem per has ambages, & logomachias Philosophia promovebit. Peripateticorum argumenta solvuntur 74 O pp. I. cont. I. implicat partes materiae homogéneas esse sive ejusdem naturae, & quoad figuram, molem &c. inter se differre: ergo vel non differunt inter se, vel non sunt ejusdem naturae. N. ant. etenim iicet partes materiae non differant quoad substantiam cum omnes sint homogeneae, differunt tamen penes artificiosas dispositiones, ñeque in hoc ulla repugnantia reperitur: omnes enim fatentur, posse per artem moléculas, seu partes auri quam plurimas ejusdem utique naturae differre in adfectionibus ejuscemodi, dum alie ponuntur cubicae, aliae sphericae &c. 75 Opp. 2. Si partes materiae quoad molem, figuram, &c. inter se difFerunt: ergo materia non est indifferens ad recipiendum omnes formas: ergo non erit principium determinabile. Ant. constat: corpus quippe unum, aer ex. gr. eo ipso quod dissimiles proprietates habeat, diversas quoque quibus 132 precisamente, sino "destrucción"?, como si en el asunto mismo existiese alguna diferencia, ya sea que hablemos así o de otra forma. Por lo tanto, quedarán sólo palabras y, la filosofía por medio de estas ambigüedades y tortuosidades, no avanzará ni siquiera el espacio de una uña. Los argumentos de los peripatéticos se resuelven 74 O posición 1. Contra 1. Implica que las partes de la materia son homogéneas o de la misma naturaleza y difieren entre sí en cuanto a figura, masa etc.; por tanto o no difieren entre sí o no son de la misma naturaleza. Niego el antecedente. Pues aunque esté permitido que las partes de la materia no difieran en cuanto a sustancia, siendo todas homogéneas, sin embargo difieren en disposiciones artificiosas, y no se encuentra ninguna cosa contradictoria en esto; pues todos declaran que las moléculas o una gran cantidad de partes de oro, generalmente de la misma naturaleza, por arte pueden diferir en afecciones de este modo: mientras unas se proponen cúbicas, otras esféricas, etc. 75 Oposición 2. Si las partes de la materia, en cuanto a masa, figura, etc. difieren entre sí; por tanto la materia no es indiferente para recibir todas las formas; por tanto no será un principio determinable. El antecedente consta: un solo cuerpo, el aire por ejemplo, por lo mismo que tiene propiedades disímiles, también como el fuego, debe encerrar diversas partículas por las cuales es 133 constituatur partículas complecti debet, quam ignis. Resp. quod eo ipso quod exilissimae partes ad diversissimam combinationem inter se aptae sint nullamque prae altera exposcant, satis intelligitur materiam esse indifferentem. Quautor & viginti, quibus utimur literae, figura, & magnitudine differunt, ¿quis tamen neget has ex se indifferentes esse, ut in definita cogantur vocabula, vel nullis illigentur, in voces ad metri leges stnngantur, vel fluentem liberius orationem componant? Nullatenus contendimus esse de ratione materiae, ut quae in uno inest composito, eadem ipsa praecisse mutatione nulla accedente quodvis aliud constituat. 76 Opp. 3. materiae competit, ut sit subjectum primum omnium mutationum naturalium, & corporum incredibili varietate discrepantium; sed hoc non potest praestare materia, quae ejusdem ubique est generis, non diversae naturae: ergo. N. min. Varietas namque omnis a varia materiae dispositione, combinatione, &c. hoc est a forma duci debet. Sic e terrae succis sola partium per arbotis fibrillas transmissarum percolatione, cortex, flores, fructus nascuntur. Ex alimentis similiter chylus, sanguis, ossa, & caro, quae inter se magnopere discrepant per solam partium transpositionem, novum ordinem &c. conformantur. Itaque varietas corporum quamaptissime cohaeret cum materia quoad substantiam homogenea. 134 constituido. Respondo: porque por lo mismo que las partes más pequeñas son aptas entre sí para una combinación muy diversa y no piden ninguna antes que otra, se piensa suficientemente que la materia es indiferente. Y las veinticuatro letras que usamos, difieren en figura y magnitud. ¿Quién, sin embargo, niega que éstas sean indiferentes por sí para que se reúnan en palabras definidas o no se unan en ninguna, se compriman en las voces de acuerdo a las leyes del metro o compongan la oración que fluye más libremente? De ningún modo afirmamos que las mismas cosas sean acerca de la razón de la materia, porque la que se encuentra en un solo compuesto, establece a cualquier otro sin condición, no sucediéndose alguna mutación. 76 Oposición 3. Compete a la materia que sea el primer sujeto de todos los cambios naturales y de los cuerpos discordantes en variedad increíble, pero no puede superar esto la materia que es en todo lugar del mismo género, no de diversa naturaleza; por tanto. Niego la menor. Pues toda variedad debe ser conducida por diferente disposición de la materia, combinación, etc., esto es, por la forma. Así la corteza, las flores, los frutos nacen de los jugos de la tierra por las fibrillas de los árboles con la sola filtración de las partes transmitidas. De los alimentos se forman semejantemente el jugo de vegetales, la sangre, los huesos y la carne que discrepan con gran trabajo entre sí por la sola transposición de las partes, por un nuevo orden, etc. De tal manera, la variedad de los cuerpos se adhiere lo más adecuadamente con la materia homogénea en cuanto a sustancia. 135 77 Inst. si partes materiae ponuntur homogeneae ex earum additione, & conjuctione non resultaret nova aliqua essentia, sed totum quoddam intégrale homogoneum, quod non esset diversae rationis ab una ejusdem parte, quemadmodum cum addimus aquam aquae non aliam essentiam efficimus, sed eamdem essentiam aquae, quae in qualibet gutta reperitur, extensive augemus; sed hoc est contra experientiam: ergo. Confirmatur, si musicus duas voces inter se per omnia símiles conjungeret, nullatenus faceret diapasón, ad hoc enim opus est, ut diversae rationis sint, inferior scilicet, superioris dupla: ergo idem dicendum est in nostro casu. 7g Ad. I. neg. conseq. ad hoc enim ut producatur compositum specifíce ab alus diversum, sufficit partes materiae esse diversae rationis, non quidem substantialis, sed tantummodo modalis, hoc est, sufficit eas esse diversimode figuratas, diversimode extensas &c. quod longe diversum est in additione aquae ad aquam, quae enim additur, ejusdem omnino rationis est cum alia, ejusdem nempe fígurae, ejusdem status, nempe fluiditatis: nullaque ex additione sit nova combinatio, nova textura, & consequenter nova aliqua forma, & essentia, sed tantum eadem aqua sit extensior. 79 Confírmatio autem argumenti nostram sententiam potius confirmat, nam voces, quae diapasón componunt, non differunt essentialiter, sed tantum accidentaliter, penes scilicet quantitatem, & motum, inferior enim major est, & tardius movetur, superior vero brevior, & concitatior, in hoc enim tantum stat diapasón, seu octava, quod nempe vox inferior 136 77 Se instituye. Si se ponen las partes homogéneas de la materia a partir de la adición de éstas y alguna nueva esencia no resultase de la conjunción, sino un cierto todo integral homogéneo, que no fuera de diversa razón de una sola parte del mismo, de modo que, cuando agregamos agua al agua, no hacemos otra esencia del agua, sino la esencia misma del agua que se encuentra en cualquier gota, la aumentamos en extensión; pero esto es contra la experiencia por lo tanto... Se confirma: si un músico conjugara dos voces semejantes entre sí en todo, de ningún modo haría un diapasón, pues para esto es necesario que sean de diversa razón, sin duda la inferior doble de la superior, por tanto lo mismo ha de ser dicho en nuestro caso. 78 En cuanto al I, se niega el consecuente. Pues en relación con esto, para que se produzca específicamente un compuesto diverso a partir de otros, basta que las partes de la materia sean de diversa razón, no ciertamente sustancial, sino solamente modal, esto es, basta que éstas sean configuradas de diverso modo, de diverso modo extensas, etc. Lo que es muy diferente en la adición del agua al agua, que, en efecto, si se añade, es totalmente de la misma razón que la otra, es decir, de la misma figura, del mismo estado, de la misma fluidez; y de ninguna adición se hace una nueva combinación, una nueva textura y, en consecuencia, alguna nueva forma y esencia, sino tan sólo la misma agua se hace más extensa. 79 Pero la confirmación del argumento confirma más nuestra opinión, pues las voces que componen el diapasón no difieren de manera esencial, sino sólo de manera accidental, sin duda, en cantidad y movimiento, pues es mayor la inferior y se mueve más lentamente, pero la superior es más breve y rápida, pues sólo en esto está el diapasón o la octava, porque seguramente la voz inferior 137 duplo segnius moveatur, quam superior, ita ut haec duas perficiat vibrationes, interim dum inferior unam duntaxat conficit. Quemadmodum itaque species hujus consonantiae diapasón ex vocum combinatione coalescit, solo motu, & magnitudine diversis, ita ex materiae particulis magnitudine, figura, &c. diversis cunctae rerum species exurgere possunt. 80 Opp. 4. Si dicamus materiam esse substantiam, quae partibus mole, figura, &c. diversis constat, non explicatur a nobis cssentia materiae, sed corpus ipsum: ergo. Prob. ant, natura materiae est, ut non sit completa, sed particulae ex quibus materia constat sunt completae: ergo. Dist. min: sunt completae in ratione materiae, conc. in ratione compositi naturalis, seu corporis sensibilis, negó. A nobis duntaxat exponitur essentia materiae physice considerata: in ratione materiae est aliquid completum: in ratione vero corporis sensibilis non completur nisi per formam, quae ex certo complexu, ordine, proportione partium consurgit. Argumenta contra secundam Conclusionem 81 O pp. I. praecipuum Peripateticorum argumentum. In Sacramento Altaris remanent accidentia pañis, & vini, sed non manet forma substantialis pañis, & vini: ergo forma substantialis est quiddam praeter certam accidentium congeriem. Dist. 138 se mueve el doble más lentamente que la superior. De tal modo que ésta realice dos vibraciones, entre tanto la inferior solamente termina una. Y así como la especie de esta consonancia crece como un diapasón por la combinación de las voces, siendo diversas por un sólo movimiento y magnitud, así a partir de partículas de materia, diversas en magnitud, en figura, etc., todas las especies de las cosas pueden surgir. 80 Oposición 4. Si decimos que la materia es sustancia que consta de diversas partes: masa, figura, etc., la esencia de la materia no es explicada por nosotros, sino el cuerpo mismo; por lo tanto... Se Prueba el antecedente: la naturaleza de la materia es que no sea completa, sino que son completas las partículas de las que consta la materia, por lo tanto... Se distingue la menor: Son completas en razón de materia, lo conceda. Niego que en razón del compuesto natural o del cuerpo sensible (sean completas). La esencia de la materia sólo considerada físicamente es expuesta por nosotros: en razón de la materia, algo está completo; pero en razón del cuerpo sensible no se completa, excepto por la forma que surge de cierto conjunto, orden, proporción de las partes. Argumentos contra la segunda conclusión 81 O posición 1. Argumento principal de los peripatéticos. Los accidentes del pan y del vino permanecen en el Sacramento del Altar, pero la forma sustancial del pan y del vino no queda, por tanto, la forma sustancial es algo fuera de la certera acumulación de accidentes. Se distinguela 139 maj. remanent accidentia, sensu Peripatético sumpta, pro formis accidentalibus, seu qualitatibus absolutis, & inhaerentibus subjecto, negó maj.; sensu Theologico, & Dogmático, sumpta pro speciebus, quae modo ineffabili, & plañe miraculoso nos fallunt, conc. maj. Et rotunde concess. min. dist. conseq. forma substantialis est quiddam praeter certam accidentium Peripateticorum congeriem, permitió conseq.; praeter congeriem accidentium, quae talia Notericis dicuntur, hoc est, praeter texturam, & combinationem molecularum materiae corporeae: subdist.: ubi revera datur talis textura, & combinatio, negó; ubi non datur revera, sensibus tamen ita adparet quasi veré daretur, conc. 82 Res eo redit, ut intelligamus, accidentia pañis & vini in Sacrosancto Altaris Sacramento non veras qualitates corpóreas esse, a corpore pañis & vini abstractas & relictas sine subjecto sibi connaturaliter proprio; sed meras apparientias (ut ita loquar), seu species pañis & vini, sub quibus verissimum Corpus, & verissimus Sanguis Christi Domini latent. Nos itaque per fidem Ortodoxam docti, negamus ibi substantiam pañis & vini subesse post consecrationem, docti autem per Philosophiam negabimus vera accidentia esse illa quae adparent. 83 Est ergo Dogma Catholicae fidei, quod in Venerabili Eucharistiae Sacramento existunt veré, realiter & substantictliter corpus, & sanguis Christi Domini. Ita 140 mayor: los accidentes permanecen tomados en sentido peripatético como de formas accidentales o cualidades absolutas e inherentes al sujeto. Niego la mayor: en el sentido teológico y dogmático, tomados como especies que nos engañan de manera inefable y abiertamente milagrosa. Concedo la mayor. Y rotundamente, concediendo la menor, distingo la consecuencia: la forma sustancial es algo fuera de la certera acumulación de accidentes de los peripatéticos. Permito el consecuente: fuera de la acumulación de accidentes que son llamados tales por los neotéricos, esto es, fuera de la textura y combinación de moléculas de materia corpórea. Subdistingo: donde realmente tal textura y combinación se da. Niego: donde no se da verdaderamente, sin embargo, así se muestra a los sentidos, como si se diera verdaderamente, lo concedo. 82 El asunto vuelve por esto, para que pensemos que los accidentes del pan y del vino en el Sacrosanto Sacramento del Altar no son verdaderas cualidades corpóreas, abstraídas del cuerpo de pan y de vino y despojadas del propio sujeto connatural a ellas; sino meras apariencias (por así decirlo) o especies de pan y vino, bajo las que se ocultan el verdaderísimo cuerpo y la verdaderisima sangre de Cristo Señor. Y así nosotros, instruidos por la fe ortodoxa, negamos que allí la sustancia del pan y vino esté debajo después de la consagración; empero, instruidos por la filosofía, negaremos que los verdaderos accidentes sean aquellos que aparecen. Luego, es Dogma de la Fe Católica, que en el venerable Sacramento de Eucaristía existen verdadera, real y sustancialmente el cuerpo y la sangre de Cristo Señor. Así 141 expresse definitum est in Concilio Lateranensiy in Constantiensiz in Florentinoa & in Tridentinob contra Berengarium, Calvinum, aliosque impíos Novatores, non minus falso, quam inique dogmatizantes, tantum aut in signo, vel figura, aut virtute Christum Dominum in Eucharistia contineri. Est etiam Dogma Catholicum, quod vi Consecrationis sit realis conversio totius substantiae pañis in corpus, & totius substantiae vini in sanguinem Christi Domini, quam conversionem mirabilem prorsus ae singularem, Ecclesia Catholica transubstcmtiationem aptissime adpelat. Haec autem transubstantiatio, ut optime ait celeb. Theolog. Honoratus Tournellyc nullum habet in natura exemplum, quia singularis, nec ab humana ratione conpraehendi potest, quia mirabilis, hoc est tota in mysteriis recóndita. 84 Certissimum etiam omnino est Sacratissimum Christi Domini corpus, (quod etiam de ejusdem sanguine dicendum est) esse in Eucharistia Sacramentaliter, nempe tali ratione, quam etsi verbis, (ut sapienter monet Concil. Trident.) exprimere vix possimus, possibilem tamen esse Deo constantissime credere debemusd lile quidem existendi modus nullum in rebus creatis exemplum habet, & miraculis plenus est, ac proinde y Sub. Innoc. III. cap. i. Sess. 8. a In Decreto unionis. b Sess. 13. cap. i. & Can. i. c Praelect. Theolog. de S. Eucharist. q. 3. art. 2. d Sess. 13. cap. I. z 142 claramente se definió en el Concilio de Letrán47, en el de Constanza48, en el de Florencia49 y en el Tridentino50, contra Berengario, Calvino y otros impíos innovadores, que no menos falsa que inicuamente dogmatizantes, decían que Cristo Señor sólo está contenido en la Eucaristía o en signo o en figura o en virtud. Es también Dogma Católico, el que por la fuerza de la consagración se hace una conversión real de toda sustancia del pan en el cuerpo y de toda sustancia de vino en la sangre de Cristo Señor, a esta conversión, por completo maravillosa y única, la Iglesia Católica la llamó adecuadamente transubstanciación. En efecto. esta transubstanciación, como óptimamente dijo el célebre teólogo Honorato Toumelly51, no tiene ningún ejemplo en la naturaleza, porque es única y no puede ser comprendida por la razón humana, porque es maravillosa, esto es. está totalmente escondida en Iosmisterios. 84 También es del todo cierto que el muy sagrado cuerpo de Cnsto Señor (lo que también ha de decirse de la sangre del mismo) está de manera sacramental en la Eucaristía, es decir, por tal razón, que (como sabiamente advierte el Concilio Tridentino) aunque apenas podemos expresar con palabras, sin embargo debemos creer de manera muy constante que es posible para Dios52. Ciertamente aquel modo de existir no tiene ningún ejemplo en las cosas creadas y está lleno de milagros y, por consiguiente, se 47 Bajo Inocencio III. c. I. Sess. 8. 49 En el decreto de la unidad. 50 Sess 13. cap. I et Can. I. 51 Prelecciones de teología sobre la Santa Eucaristía q. 3. art. 2. 52 Scss. 13. Cap. I. 48 143 mérito vocatur Sacramentalis, seu modus qui soli Sacramento conveniat. Haec dicta sufficiant, ut videant Peripatetici sancta rectaque a nobis servari Sacratissima nostrae Religionis Dogmata. g5 Verum quia ipsi nullum non movent lapidem ut Recentiorum Philosophorum de non substantialibus formis opinionem tanquam haereticam traducant, imperitisque persuadeant, Dogma Catholicum Transubstantiationis everti, posita opinione Recentiorum, opere pretium est, aliqua subjungere, ut videant millo jure posse ipsos existimare, nos esse reos violatae fidei. In primis enim plurimi a me essent numerandi Philosophi Catholici, qui opinionem de formis, ipsis verbis, quibus a nobis expósita, & probata est, constantissime tuentur, quin eorumdem Opera ab Ecclesia unquam proscripta, sint, imo summa cum laude a magnis Theologis adprobata. Sufficiat aliquos nominare. Klaus, Macko, Regnault, Paidian, Schersser, Lanis, Corsini, Hamel, Purchot formas substantiales Peripatéticas explodunt omnino. Ex Minimorum familia Maignan, Saguens & Jacquier, ex inclyta Minorum familia Cl. Fortunatos a Brixia, qui pro mille sufficit, ex Congreg. Oratorii S. Philippi Nerii Vir Cl. Thomas Vincentius Tosca, aliique plurimi ex Oratorio Gallicano. 86 ¿Quidquod haec doctrina per totam Europam, & Romae praecipue in Universitatibus, Collegiisque, publice coram ipso Rom. Pontífice propugnatur? Audiamus nunc III. Melch. Canum. Puto, (ait Vir Cl.) Theologorum Scholasticorum etiam multorum testimonium, si alii contra pugnant Viri docti 144 llama con razón Sacramental o el modo que convenga al solo Sacramento. Estas cosas dichas basten para que los peripatéticos vean que los muy sagrados dogmas de nuestra religión son conservados en buen estado por nosotros. 85 Pero, porque ellos mismos no mueven ninguna piedra, para mostrar como herética la opinión de los más recientes filósofos sobre las formas no sustanciales y para persuadir a los inexpertos de que el dogma católico de la transubstanciación está abolido, habiendo sido expuesta la opinión de los más recientes, es trabajo útil agregar algunas cosas para que vean que ellos mismos, por ningún derecho, pueden creer que nosotros somos acusados de fe corrupta. Pues, entre los primeros, muchos filósofos católicos deberían de ser enumerados por mí, quienes contemplan de manera muy constante la opinión sobre las formas, con las mismas palabras con las que fue expuesta y aprobada por nosotros, cuyas obras, alguna vez proscritas por la Iglesia, han sido sin duda aprobadas por los grandes teólogos con suma alabanza. Baste nombrar a algunos: Klaus, Makro, Regnault, Paulian, Schersser. Lanis, Corsini Hamel, Purchot, desaprueban totalmente las formas sustanciales peripatéticas. De la familia de los Menores Maignan, Saguens y Jacquier, de la familia ilustre de los Menores, el claro Fortunato de Brixia; quien basta ante mil, de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, el claro varón Tomás Vicente Tosca y otros muchos del Oratorio Galicano. 86 ¿Por qué esta doctrina es combatida por toda Europa y, sobre todo, en las universidades y colegios de Roma públicamente ante el mismo Pontífice de Roma? Escuchemos ahora al ilustre Melchor Cano: Pienso (dijo el claro varón) que también el testimonio de muchos teólogos escolásticos, si otros varones doctos luchan en 145 non plus valere ad faciendam fidem, quam ratio ipsoram, videlicet: in Scholasüca disputatione pluriitm auctoritatem obruere Theologum non deberé; sed si paíteos Viros, modo graves secum habeat, posse sane adversas plurimos storee. Ex Theoiogis vero sunt non pauci, qui expresse docent Recentiorum opinionem de forma non substantiali optime componi cum iis quae Ecclesia tenet de Venerab. Euchar. Sacram. ac proinde posse salva Religione, tutaque Fide a Viro Catholico propugnan. Ita Cl. Robertus Holchotf ex inchta PP. Praedicatorum familia. Ita Eminentiss. S. R. E. Card. Petras de Alliaco.g Ita Doctiss. Praesul. Jac. Benign. Bossueth Ita Cl. Ludovicus Antón. Muratori.i Ita P. Vanrro.j Ita lumen clariss. Augustinianae Relig. Laarenüas Bertik Ita Cl. Natalis ab Alexandrol. 87 Sed praestat audire Theologum Doctiss. ex Inchta Praedicatorum familia Hiacyntham Serrym "¿Alia quid referam, (ait vir Cl.) Reccntis Scholae systemata inconsideratis quorundam Theologorum censuris impeti sólita? Essentiam corporis physici in extensione quantitatis e De Loe. Lib. 8. cap. 4. Sup. IV. Sent. q. 3. §.4. g Sup. IV. Sent. q. 6. art. 3. h Exposit. de la Doct. Cath. c. 13. i De Moder. Ingen. cap. 24. j Theolog. Moral. P. 4. cap. 5. q.r. k Tom. VI. de Theolog. Discip. Hb. 33. 1 Tom. VI. Hist. Eccles. Diss. 7. in híst. Sccul. X. & XU. art. 6. in Schol. m Tom. I. Praelect. Thelogic. Disp. de Opisic. mund. Praclect. I. f 146 contra, no sirve para convencer más que la razón de los mismos, es claro que en la disputa escolástica de muchos, el teólogo no debe esgrimir la autoridad, pero si tiene consigo pocos varones, al menos a los graves, pueden estar razonablemente contra muchos53. En verdad, de los teólogos hay no pocos que expresamente enseñan que la opinión de los mas recientes acerca de la forma no sustancial coincide con aquello que la Iglesia afirma acerca del venerable Sacramento de la Eucaristía y, por consiguiente, puede ser defendida por el varón católico con la pura religión y con segura fe. Así el claro Roberto Holchol54 de la ilustre familia de los PP. Predicadores. Así, el eminentísimo S.R.E. Cardenal Pedro de Alliaco55. Así, el muy docto Prelado Jacobo Benigno Bossuet56. Así, el claro Luis Antonio Muratori57. Así, P. Vanrroy58. Así, la luz del clarísimo agustino religioso Lorenzo Berti59. Así, el claro Natal de Alejandro60. 87 Pero es mejor escuchar al muy docto teólogo de la ilustre familia de los predicadores Jacinto Serry61: "¿Por qué referiré (dice el claro varón) que otros sistemas de la escuela reciente acostumbraron ser atacados por las censuras desconsideradas de ciertos teólogos? Los físicos en extensión de cantidad y ahora una 53 De loe. L. 8, c. 4. Sup.IV sent.q.3.No.4. 55 Sup. IV sent q. 6, a. 3. 56 Exposit. de la doctrina católica, c. 13. 57 De Moder Ingen, c. 24. 58 Teología moral, p. 4, c. 5, q. 1. 59 Tom. VI Sobre la disciplina teológica, L. 33. 54 60 Historia Eclesiástica, t VI, disertación 7, en la historia de los siglos X y XII, a. 6, in Schol. 61 Prelecciones teológicas, t.I, Disp. de apificio mundi, Prelección 1. 147 plerique nunc philosophi ponunt Cartesium secuti, ipsamque substantiam a quantitate minime distingui, & quod certo novi ita illos philosophari permittit Ecclesia. ¿Quid tu ergo censuris illos inuris? Et quos communis Mater fovet, ut filios, tanquam ethnicos, & publícanos exsecraris, quod tibi forte Sacrosanctae Eucharistiae fidem labefactare videantur? Studium, Zelumque pro Domo Dei laudo máxime, atque commendo; at secundum scientiam velim esse. Melior longe Theologus eris, si permissum ab Ecclesia systema cum Eucharistiae fidem conciliaveris. 88 Quod forte non incommode fiet, si dixeris, substantiae quidem pañis conversionem in Eucharistiae Sacramento fieri solitam, ab Ecclesia ruisse definitam, non ita tamen defmitum esse mutationis modum; perindeque stare Mysterium, si mutata simul cum quantitate substantia, solae maneant sensationes externae nostris in sensibus factae, (quod Cartesius existimat) ac si sola mutata substantia, vera cum ceteris accidentibus quantitas maneat, quod Peripatetici arbitrantur. Eaque de causa Tridentinos Patres, specierum, sublata substantia remanentium vocabulo fuisse usos, cum accidentia nominare potuissent: videlicet, ut ea voce specierum, sensationes illas simpliciter significarent, quas in sensibus nostris perinde fieri, & Cartesiani, & Peripatetici profitentur, seu cum substantia indistincta quantitas pereat, seu distincta non pereat. Id ni dicas, sed Cartesianos, doñee in eos sententiam Ecclesia tulerit, violatae fidei postules, 148 gran parte de los filósofos, siguiendo a Descartes, ponen la esencia del cuerpo físico en la extensión de la cantidad, y de ningún modo se distingue la sustancia misma de la cantidad, Y con certeza sé que la Iglesia les permite filosofar así. ¿Por qué tú, por lo tanto, los señalas con censuras y execras como étnicos y publícanos a quienes la madre común favorece como hijos?, ¿por qué te parecen que quizá quebrantan la fe de la Sacrosanta Eucaristía? Alabo y recomiendo sobre todo el estudio y el celo por la casa de Dios, pero quisiera que fueran según la ciencia. Serás mucho mejor teólogo si concilias el sistema permitido por la Iglesia con la fe de la Eucaristía. 88 Lo que quizá no sé hará de modo incómodo, si dijeras que la conversión de la sustancia del pan ciertamente suele producirse en el Sacramento de la Eucaristía, que fue definida por la Iglesia, no así, sin embargo fue definido el modo de la mutación; y de la misma manera está el misterio: ya sea como dice Descartes, si al mismo tiempo se muda la sustancia y la cantidad, sólo las sensaciones externas permanecen en nuestros sentidos; ya sean como dicen los Peripatéticos, habiéndose mudado sólo la sustancia, permanece como cantidad verdadera con los demás accidentes. Y por esta causa, los padres tridentinos usaron el vocablo de especies remanentes, quitada la sustancia, aún cuando hubiesen podido nombrar los accidentes. Es claro que con esta palabra de especies simplemente significaban aquellas sensaciones que tanto los cartesianos como los peripatéticos declaran que suceden igualmente en nuestros sentidos, ya sea que la cantidad no mezclada con la sustancia desaparezca, o que mezclada no desaparezca. Y no digas esto, sino que acusarás a los cartesianos de fe corrupta mientras la Iglesia haya llevado contra ellos su sentencia: 149 non Theologus es, sed audacissimus censor, non pro fide; sed pro anteceptis opinionibus pugnas, non pro Ecclesia, sed pro Aristotélica Schola decertas". Hactenus Eloquentissimus Theologus. ¿Quid ad haec Peripatetici. Ipsi viderint. 89 "Neque enim, (inquit Cl. Cano) satis est ad sententiam de haeresi ferendam, haeresim ipsam suspicione attigisse, sed comprehensione quadam opus est, ut sine errore de erroribus judicemus"n. "Definant ergo Peripatetici [verbis utor Cl. Muratori] nullum non moveré lapidem quo Recentiores Auctores novarum opinionum, licet nihi! cum Sancta Religione habentium infament, eorumque libros dilacerent, proscribant, & Supremis Ecclesiae Tribunalibus configendos exhibeant"o. 90 Praeterundum porro non est silentio, eam quoque opinionem a Peripateticis pluribus censeri haereticam, quae negat quantitatem a corpórea substantia realiter distinguí. Haec igitur censura, ¿aut vera est, aut falsa? Si vera: ergo Em. S. R. E. Card. Petrus de alliaco, Aureolus, Okamus. Bielus. Melchior Canus, qui reaiem illam quantitatis distinctionem inficianturp haeretici sunt, quod profecto de tantis Viris nemo cordatus dicet: ergo haeretici pariter sunt ii omnes Scholastici. praecipue ex Scotistarum Schola, qui corporum quantitatem non in entitativa illorum extensione, sed in ipsorum impenetrabilitate statuendam censent, ob id potissimum, quod extensio non sit n Lib. 12. de Locis Theolog. cap. 8. ° De Moderamine ingen. Lib. i. cap. 21. p Apud. Cl. a Brix. In Dissert. de qualit. corp. sensibilib. 150 no eres teólogo, sino un censor muy audaz, no luchas por la fe sino por las opiniones anticipadas, no combates por la Iglesia sino por la escuela aristotélica". Hasta aquí el muy elocuente teólogo. ¿Qué dicen los peripatéticos a estas cosas? Ellos mismos habrán visto. 89 "Pues no es suficiente (dijo el claro Cano) para sostener la sentencia sobre herejía que se haya tocado con la sospecha, sino que se necesita de cierta comprensión para juzgar sin error sobre los errores"62. "Por lo tanto, los peripatéticos terminan por no mover piedra alguna (utilizo las palabras del claro Muratoi) con la que los autores más recientes de las nuevas opiniones, aunque no difamen nada de las cosas que tienen en común con la Santa Religión, despedacen, proscriban y presenten horadados los libros de éstos ante ios Supremos Tribunales de la Iglesia"63. 90 Pues no se ha de pasar en silencio que también sea considerada como herética por muchos peripatéticos la opinión que niega que la cantidad se distingue realmente de la sustancia corpórea. Esta censura, por consiguiente, ¿o es verdadera o es falsa? Si es verdadera, entonces el eminentísimo S.R.E. Cardenal Pedro de Alliaco, Aureolo, Okam, Bielo, Melchor Cano64, quienes envenenan esta distinción real de la cantidad, son herejes, porque cómo de entre tan grandes varones ninguno sensato hablará razonablemente; por lo tanto, igualmente son herejes todos estos escolásticos, sobre todo los de la escuela de los escotistas, quienes consideran que la cantidad de los cuerpos no debe colocarse en la extensión entitativa de ellos, sino en la impenetrabilidad de los mismos; por esto es muy posible que la extensión no sea un 62 DeLocis Theolog., L. XH, c. 8. DeModemmine ingen., L. I. c. 21. 64 En la obra de Brixia, en la disertación sobre la cualidad de los cuerpos sensibles. 63 151 accidens absolutum a corpórea substantia realiter distinctum, sed substantia ipsa sit ex se, omni scilicet accidente secluso entitative extensa. 91 Ergo haereticus est Doctor ipse subtilis, quiq constanter tuetur (ut ait Cl. Fortunat. a Brixia)r quantitatem continuam permanentem in extensione consistere, hoc est in ordine partium in toto, ut ait P. Hiquaens Scoti Commentator. Si autem illa censura sit falsa, (ut tevera est): ergo ea quoque eodem jure penitus falsa censenda est, quam de sententia negante accidentia absoluta iidem ipsi pronunciant. Nam quid specierum nomine intellexerit Ecclesia, vel quae demum sit physica illarum natura, nullibi ab ea traditum est, quemadmodum nullibi quoque ab ea est definitum sub specierum nomine etiam quantitatem comprehendi. 92 Ñeque dicant Peripatetici Concilium Constantienses contra Wiclessum, & Johannem Mus finivisse formas accidentales esse in Eucharistia. Id namque falsum est: nam, ut ait Cl. Verneyt ex Historiéis constat, Wiclessum nunquam dixisse, non esse accidentia in Eucharistia: sed sub accidentibus esse substantiam pañis, non vero Christum. Hunc ergo errorem damnavit Concilium, non accidentium in sensu Peripatético existentiam Dogma esse dixit. q Dist. X. q. I. num XIV. In citat. Dissertat. s Celebrat ann. Christ. MCCCCXIV. Sess. VIII. & XV. t Synops. primi tentam. pro Literat. & Scient. instaur. r 152 accidente absoluto, realmente distinto de la sustancia corpórea, sino que la misma sustancia sea a partir de sí, sin duda extendida entitativamente, alejado todo accidente. 91 Por lo tanto, hereje es el mismo doctor sutif65, quien constantemente observa (como dice el claro Fortunato de Brixia66) que la cantidad continua subsiste permanentemente en la extensión, esto es, en orden de las partes al todo, como dice el comentador de Scoto, P. Hiquaens. Si en verdad aquella censura se considera (como es en realidad); luego, por el mismo derecho, también ha de ser evaluada totalmente falsa aquélla que ellos mismos pronuncian sobre la sentencia que niega los accidentes absolutos. Pues, qué entendió la Iglesia con el nombre de las especies o cuál es finalmente la naturaleza física de ellas, en ninguna parte fue referido por ella, así como tampoco en ninguna parte fue definido por ella que bajo el nombre de especies también sea comprendida la cantidad. 92 Y los peripatéticos no digan que el Concilio de Constanza67 determinó contra Wicleff y Juan Hus que las formas accidentales están en la Eucaristía. Y esto, pues, es falso, ya que, como dijo el claro Verney68, consta en los historiadores que Wicleff nunca dijo que los accidentes no están en la Eucaristía, sino que la sustancia del pan está bajo los accidentes, pero no Cristo. Por lo tanto, el Concilio condenó este error; no dijo que la existencia de los accidentes en el sentido peripatético era dogma. 65 Dist.X.q. l.num.XIV. En la Disertación citada. 67 Celebrado en el año de Cristo MCCCCXIV. Sess. VIH y XV. 68 Sinopsis primi tentam. pro Literal, et Scient instaur. 66 153 93 Fide ergo sanctum est, sub especibus pañis, & vini, quae in Eucharistia se offerunt, non pañis, & vini naturam, & substantiam, sed verum Christi D. Corpus contineri. Sed quod praedictae species, accidentia absoluta sint, ut contendunt Peripatetici, nusquam definivit Ecclesia: nec unquam istiusmodi quaestio in Ecclesia mota est, imo verou nusquam lego, de existentia specierum in Eucharistia dubitatum fuisse, quam nemo nisi caecus, aut demens negare potuisset. Atque hactenus de Ven. Eucharistiae Sacramento. Alia Peripateticorum momenta diluamus. 94 Opp. 2. si compositum naturale vita expers componeretur essentialiter ex particulis materiae penes mechanicas tantummodo adfectiones Ínter se diversis, non esset unum per se, sed unum per accidens, utpote minime constans ex per se actu, & ex per se potentia; sed hoc est falsum, quemadmodum manifesté etiam falsum est, ínter naturalia, & artiflcialia composita nullum penitus discrimen haberi: ergo. Dist. maj. non esset unum per se, si hoc nomine intelligatur totum, quod fíat ex duplici semisubstantia, conc, si intelligatur totum quod primo & per se sit ab operante natura intentum, negó maj, & eod. modo dist. min. negó conseq. In Recentiorum sententia, quae etiam nostra est, compositum naturale est unum per se, & ab artificial! satis superque distinguitur. u Ita supra laúd Verney. De Re Metaphysica. Romae Typis Generosi Salomoni. 154 93 Por lo tanto, se santificó con fe que bajo las especies del pan y del vino, que se ofrecen en la Eucaristía, no están contenidas la naturaleza y la sustancia del pan y del vino, sino el verdadero cuerpo de Cristo Señor. Pero el que las especies antes dichas sean accidentes absolutos, como los peripatéticos sostienen, en ninguna parte lo definió la Iglesia, ni alguna vez de esta manera la cuestión fue promovida en la Iglesia, más aún nunca he leído que hubiese duda69 sobre la existencia de las especies en la Eucaristía a la cual nadie, a no ser un ciego o un demente, hubiese podido negar. Y hasta aquí, acerca del venerable Sacramento de Eucaristía. Refutaremos otros aspectos de los peripatéticos. 94 Oposición 2. Si un compuesto natural libre de vida se compusiera esencialmente de partículas de materia, diversas entre sí, en afecciones solamente mecánicas, no sería único por sí mismo, sino único por accidente, porque mínimamente consta de acto por sí y de potencia por sí; pero esto es falso, así como manifiestamente también es miso que no hay en lo absoluto ninguna diferencia entre los compuestos naturales y artificiales; por lo tanto... Distingo la mayor: no sería algo único por sí mismo, si por este nombre se entiende todo lo que es hecho por una semisubstancia doble, lo concedo; si se entiende todo lo que en primer lugar y por sí sea proyectado por la naturaleza operante. Niego la mayor, y del mismo modo distingo la menor, niego la consecuencia. En la sentencia de los más recientes, que también es la nuestra, el compuesto natural es único por sí, y se distingue de manera más que suficiente del artificial. 69 Ita supra laúd. Veniey. De Re Metaphysica: En Roma. Tipo de Jerónimo Salomón. 155 95 Est enim unum, quia indivisum in se, & divisum a quolibet alio. Est unum per se; quia particulae, quae illud constituunt simul uniuntur ex diversa intentione operantis naturae; at in composito artifíciali ex directa intentione artificis simul copulantur partes, quae artificíale totum constituunt. Constat quoque ex per se octu, á ex per se potentia. Etenim mechanicae adfectiones sunt in materia ex directa intentione naturae, & ex eadem intentione materiam ipsam ad unum in specie compositum constituendum determinan! Nec enim aliud nomine potentiae & actus per se, sine manifesta petiíione principa, ut dicam infra, intelligi posse puto. 96 Inst: naturale quodcumque compositum est unum totum substantiale: ergo essentialis illius forma debet esse entitative substantia, nam secus a composito accidentali haud quaquam distingueretur. Dist. antee, est unum totum substantiale, hoc est per se intentum a natura, conc. alio sensu gratis a Peripateticis conficto, transeat, & negó conseq. Voco itaque totum substantiale, quod ab operante natura, qualiscumque demum sit componentium partium essentia, primo & per se, cum agit respicitur; totum vero accidéntale, quod vel non respicitur a natura, tanquam effectus a sua causa, sed tantum ab arte; vel ab illa respicitur, non primo, sed secundario duntaxat, ac veluti in gratiam alterius ab ipsa directe voliti. Sic domus ex. gr. cum non nisi per artem fiat, 156 95 Pues es único, porque es indiviso en sí y está dividido de cualquier otro. Es único por sí, porque las partículas que lo constituyen, al mismo tiempo se unen a partir de la diversa intención de la naturaleza operante; pero en el compuesto artificial, las partes que constituyen un todo artificial, al mismo tiempo se unen a partir de la directa intención del artífice. Consta también del acto por sí y de la potencia por sí. En efecto, las afecciones mecánicas están en la materia a partir de la directa intención de la naturaleza, y a partir de la misma intención determinan la materia misma para establecer un solo compuesto en especie. Y no pienso, pues, que pueda entenderse otra cosa con el nombre de potencia y de acto por sí, sin la manifiesta petición del principio, como diré abajo. 96 Se instituye. Cualquier compuesto natural es un solo todo sustancial, por lo tanto, su forma esencial debe ser enutativamente sustancia, pues no de otra manera se distingue de algún compuesto accidental. Distingo el antecedente: es un todo sustancial, esto es, por sí mismo proyectado por la naturaleza, la concedo; configurado en valde otro sentido por los peripatéticos, pase, y niego la consecuencia. Asimismo, llamo todo sustancial al que, a partir de la naturaleza operante, se mira, cualquiera que sea finalmente la esencia de las partes componentes, primero y por sí, cuando actúa. Pero llamo todo accidental al que no se mira a partir de la naturaleza, como efecto a partir de su causa, sino sólo a partir del arte; o se mira a partir de aquélla, no primero sino solamente secundario y, como gracias a otra cosa no permitida directamente por ella misma. Así una casa, por ejemplo, ya que no es hecha excepto por 157 est totum accidéntale. Ceterum hae, aliaeque id genus instantiae quae Scholasticorum scripta implent, principiis innituntur, quae ñeque ex ipsis terminis, nota sunt, ñeque ex alus demonstrantur, sed quae secundum voluntarias hypotheses, primo excogitata fuere, mox potius credita quam scita; tum ab aliorum auctoritate in axiomatum album relata. 97 Quaeso enim quid sibi velint illa verba: Unum per se, totum per se, totum substantiale? quid illa: actus per se & potentia per se, sive totum aliquod componi ex per se actu, & ex per se potentia? Si namque nomine unius per se &c. compositum intelligatur quod ex duplici semisubstantia consurgit, id veluti certum adsumitur, quod in quaestione est, sive idem per idem, ut ajunt, ostenditur. Dicere enim: compositum naturale est unum per se, perinde est ac dicere, compositum naturale ex duplici substantia intrinsecus oritur, sive naturalis cujusvis compositi forma est entitaüve substantia: Si autem nomine unius per se id veniat, quod primo & per se a natura operante respicitur, patet, nihil hinc inferri legitime posse, quod Scholasticorum formarum existentiae stabiliendae vel mínimum faveat. 98 Opp. 3: unum compositum naturale distinguitur substantialiter ab alio; sed distinguí substantialiter, idem est, ac distinguí per entitatem quae sit substantia: ergo essentialis illius forma est entitative substantia. Dist. maj. distinguitur substantialiter, hoc est, essentialiter, sive penes aliquod ad eorum essentiam intrinsecus spectans, conc. hoc est per entitatem, quae 158 medio del arte, es un todo accidental. Por lo demás éstas y otras instancias de este género, que llenan los escritos de los escolásticos, se apoyan en principios que ni fueron conocidos a partir de Jos mismos términos ni se demuestran a partir de otros, sino que, según las hipótesis voluntarias, primero fueron pensados, luego fueron más creídos que sabidos, después llevados hacia el registro de los axiomas por la autoridad de otros. 97 Pues pregunto ¿qué quieren decir con aquellas palabras: único por sí, todo por si, todo sustancial! ¿qué aquéllas otras: acto por sí y potencia por sí o algún todo que es compuesto a partir de un acto por sí y de una potencia por sí? Pues, si con el nombre de único por sí, etc.se entiende el compuesto que se origina a partir de la semisustancia doble, se asume como cierto eso que está en la cuestión, o lo mismo se demuestra por lo mismo, como dicen. Pues decir: un compuesto natural es único por sí, es lo mismo que decir: un compuesto natural se origina intrínsecamente de la sustancia doble, o, la forma natural de cualquier compuesto es entitivamente la sustancia. Pero si con el nombre de único por sí llega eso que primero y por sí se mira a partir de la naturaleza operante, es evidente que de aquí no puede inferirse legítimamente nada que favorezca ni en lo más mínimo la existencia de las formas de los escolásticos que debe consolidarse. 98 Oposición 3. Un solo compuesto natural se distingue sustancialmente de otro, pero ser distinguido sustancialmente es lo mismo que ser distinguido por medio de la entidad que es sustancia; por lo tanto, su forma esencial es entitativamente la sustancia. Distingo la mayor: se distingue sustancialmente, esto es, esencialmente o en algo que mira intrínsecamente hacia la esencia de éstos, lo concedo; esto es por medio de la entidad que es la 159 substantia, neg. & conseq. Dupliciter enim potest sumi substantia: primo pro rei essentia, secundo pro entitate, quae subjecto non indiget, ut exista! Sumpta primo modo, ea substantialiter distinguuntur, quae per aliquod ad illorum essentiam intrinsecus pertinens, inter se differunt Sumpta secundo modo, ea difíerunt substantialiter, quae per entitatem, quae sit substantia inter se discriminantur. Composita naturalia essentialiter difTerre, utique verum est; illorum discrimen a forma oriri, fatentur omnes, ea autem distingui substantialiter, scilicet per formam, quae sit entitative substantia, hoc probandum est a Peripateticis, non vero perinde atque certissimum, sine haesitatione adsumendum. In hoc enim sita quaestio est, ut est perspicuum. 99 Inst.: quae differunt per formam, quae entitative sit accidens, difíerunt accidentaliter. ergo ut composita naturalia differant substantialiter, differre debent per formam quae sit entitative substantia. Dist. antee, quae difíerunt per formam, &c. differunt accidentaliter, si illa non pertineat ad essentiam eorum, quae inter se comparantur, conc, si pertineat ad eorum essentiam negó, & conseq. Nemo enim nescit album, ex. gr. non minus essentialiter differre per albedinem ab omni eo, quod non est álbum, quam homo per rationalitatem ab eo, quod non est homo essentialiter distinguatur. Et ratio est, quia non minus albedo 160 sustancia, lo niego y continúo: pues la semisustancia puede ser tomada de dos maneras: primero, por esencia del objeto; segundo, por entidad que no carece de sujeto, puesto que se manifiesta. Asumida del primer modo, se distinguen sustancialmente las cosas que, por algo que pertenece intrínsecamente a la esencia de ellas, se diferencian entre sí. Tomada del segundo modo, se diferencian sustancialmente las cosas, que se disciernen entre sí por medio de la entidad que es sustancia. Todos declaran que los compuestos naturales difieren esencialmente; siempre es verdadero que la diferencia de ellos se origina a partir de la forma, que, en efecto, ellos se distinguen sustancialmente, sin duda por la forma que es entitativamente sustancia. Esto ha de ser probado por los peripatéticos, pero no ha de ser admitido de manera igual y muy certera sin la duda. Pues en esto está colocada la cuestión, como es claro. 99 Instituyo. Las cosas que se diferencian por la forma que entitativamente es accidente, se diferencian accidentalmente; por lo tanto, para que los compuestos naturales se diferencien sustancialmente, deben diferenciarse por la forma que es entitativamente sustancia. Distingo el antecedente: las cosas que se diferencian por forma, etc., se diferencian accidentalmente, si ella no pertenece a la esencia de éstos, que se comparan entre sí, lo concedo; si pertenece a la esencia de éstos, lo niego y continúo. Como todos saben, por ejemplo, que el blanco se diferencia por la blancura de todo lo que no es blanco de manera no menos esencial que el hombre se distingue por la racionalidad de todo lo que no es hombre esencialmente. Y hay razón, porque la blancura 161 ad essentiam albi, quam rationalitas ad hominis essentiam intrinsecus spectat. Dispositiones itaque artificiosae licet si in se spectentur, sint accidens; attamen quia naturale compositum essentialiter constituunt, efficiunt, ut compositum ipsum a quocumque alio essentialiter sive substantialiter, distinguatur. 100 Urgent compositum naturale est essentialiter substantia: ergo essentialis illius forma, nequit esse accidens fieri quippe haud potest, ut substantia ex accidente componatur. Dist. antee: est essentialiter substantia ratione materiae, conc. rationae formae, si vita careat, negó, & conseq. Compositum itaque naturale expers vita, non est substantia, nisi eo modo, quo homo substantia corpórea nuncupatur, nimirum, sicuti homo non est substantia corpórea, nisi ratione materiae, minime vero ratione formae, ita compositum naturale, quod vita caret, non ratione formae, sed tantum ratione materiae substantia est, & sicuti non repugnat, ut homo ex corpore, & spiritu intrinsecus constet, ita contradictionem non implicat, ut naturale compositum ex substantia, & accidente tanquam ex partibus, essentialiter componatur. 101 Opp. 4. Sublata forma, quae sit entitative substantia, nuíla amplius datur generatio substantialis: materia enim non geratur: ergo necessario admittenda est forma, quae sit entitative substantia Dist. antee: milla amplius datur generatio substantialis, si hoc nomine intelligatur productio compositi, cujus forma sit substantia, conc. si hoc nomine veniat compositum, quod operante natura, 162 corresponde intrínsecamente a la esencia de lo blanco, no menos que la racionalidad a la esencia del hombre. Igualmente las disposiciones artificiosas, aunque si se observan en sí, son accidente; sin embargo, puesto que constituyen esencialmente un compuesto natural, hacen que el mismo compuesto se distinga de cualquier otro, esencial o sustancialmente. loo Enfatizan. Un compuesto natural es esencialmente sustancia; por lo tanto, su forma esencial no puede ser accidente, ya que no puede suceder que la sustancia se componga a partir del accidente. Distingo el antecedente: es sustancia esencialmente en razón de la materia, lo concedo; en razón de la forma, si carece de vida, lo niego y continúo. Igualmente el compuesto natural libre de vida no es sustancia, al menos de aquel modo por el que el hombre es nombrado sustancia corpórea, sin duda, así como el hombre no es sustancia corpórea, a no ser en razón de la materia, pero de ningún modo en razón de la forma, así el compuesto natural que carece de vida sólo es sustancia en razón de la materia, y no en razón de la forma; y como no se opone que el hombre conste intrínsecamente de cuerpo y espíritu, así no implica contradicción que el compuesto natural esencialmente se componga de sustancia y de accidente, como sus partes. 10i Oposición 4. Presentada la forma que es entitativamente sustancia, ninguna generación sustancial se da más ampliamente, pues la materia no es generada. Por lo tanto, ha de ser admitida necesariamente la forma que es entitativamente sustancia. Distingo el antecedente: ninguna generación sustancial se da más ampliamente, si con este nombre se entiende producción del compuesto cuya forma sea sustancia, lo concedo; si con este nombre viene el compuesto que a partir de la naturaleza operante se 163 primo, & per se respicitur, nego antec. & conseq. Sicuti namque compositum naturale potest, primo, & per se respici a natura operante, adeoque esse unum per se, & totum substantiale, licet essentialis illius forma non sit entitative substantia: ita hoc ipsum non impedit, quominus illius productio, generatio substantialis recte dicatur. Quod si id Scholasticis non placeat, probent generationem substantialem eo sensu in natura contingere, quo ipsi eam accipiunt: secus enim, id pro certo habent, quod est in quaestione. 102 "Ut ostendamus, inquit Vir Clariss.x hac de re differens, hoc argumentum esse meram principii petitionem denudanda tantum est, quae in generationis vocabulo latet aequivocatio. Si enim per generationem intelligamus, naturalem novi totius in natura productionem, qualis est pulli ex ovo productio, jure mérito, hoc sensu dicendum est, dari generationem sed índe inferri non posset, formas etiam substantiales dari, quia partium a natura profecta dispositio, potis est, haec nova tota, & haec nova entia naturalia producere, sed si per generationis vocabulum, ut passim solet, novae substantiae, quae nusquam alias fiíerat formae scilicet substantialis productio intelligatur, ipsissimum supponetur de quo quaestio est, cum luce clarius sit, negantem formas substantiales, non posse concederé naturam tales producere. Imo tantum abest, ut x Auct. Artis P. 3. cap. 19. 164 observa primero y por sí, niego el antecedente y el consecuente: pues así como un compuesto natural puede primero y por sí ser observado por la naturaleza operante y de tal modo ser único por sí y un todo sustancial, aunque su forma sustancial no sea entitativamente sustancia; así también, esto mismo no impide que la producción de aquél se llame correctamente generación sustancial. Y si esto no les gusta a los escolásticos, prueben contener la generación sustancial en la naturaleza con el mismo sentido con el que ellos mismos la acepten; pues de otra manera tienen por cierto eso que está en cuestión. 102 "Para que demostremos", dijo el clarísimo varón,70 difiriendo acerca de este asunto, "que este argumento es una mera petición del principio, sólo ha de ser descubierta la equivocación que se esconde en el vocablo de generación. Pues si entendemos por generación la producción natural de un todo nuevo en la naturaleza, cual es la producción del pollo a partir del huevo, con merecido derecho se ha de decir en este sentido que la generación se da; pero de allí no puede inferirse que también las formas sustanciales se dan, porque la disposición de las partes, obtenida a partir de la naturaleza, hace posible que produzcan todas estas cosas nuevas y estos nuevos entes naturales; pero si por el vocablo de generación, como indistintamente se acostumbra, se entiende la producción de una nueva sustancia que nunca, en otra parte, había sido sin duda de forma sustancial; se supondrá lo mismísimo acerca de lo cual es la cuestión, siendo más claro que la luz, que quien niega las formas sustanciales no puede conceder que la naturaleza produzca tales. Por el contrario, sólo se aleja, para que 70 Auct. Artis cogitandi, p. 3, c. 19. 165 quis hoc argumento adigatur ad formas substantiales admittendas, ut etiam ab eodem, conclusionem debeat elicere omnino oppositam, hoc modo: si darentur formae substantiales, poterit natura de novo substantias producere, quae antea non erant; sed natura tales de novo non producit; talis enim productio, creationis quaedam species esset: ergo non dantur formae substantiales" Hactenus laudat. Auct. 103 Opp. 5. datur in quolibet composito naturali, ne iis quidem exceptis, quae vita carent, principium activum diversarum operationum, sed hoc principium non potest esse, nisi forma substantialis, prout a Scholasticis ipsa sumitur: ergo in quolibet composito formam hujuscemodi admittamus oportet. Resp. negando min., principium enim activum, si quod in compositis naturalibus, quae carent vita, existit, non cst nisi subtilior portio illorum corpusculorum, ex quibus ipsum compositum essentialiter coalescit: etenim nulla est operatio puré corpórea in natura, quae per motum subtilissimorum corpusculorum tota non perficiatur. 104 Dicunt: constare ad evidentiam, singulis compositis naturalibus inesse vim, qua congenitas qualitates recuperant. Patet enim, aquam calefactam, pristinum frigus, veluti sponte, acquirere: ergo aliquod substantiale principium in illis admittendum est ab artificiosis dispositionibus materiae plañe diversum. Resp. negando antee, manifestum quippe est, partes arboreae corticis, si admota face aliquantulum exustae fuerint, vim adtractricem humoris, 166 alguien se precipite con este argumento a admitir formas sustanciales, para que por lo mismo también deba sacar totalmente la conclusión opuesta, de este modo: si las formas sustanciales se dieran, la naturaleza podría, de lo nuevo, producir sustancias, las cuales antes no estaban; pero la naturaleza no produce tales de lo nuevo, pues tal producción sería cierta especie de creación. Por lo tanto, las formas sustanciales no se dan". Hasta aquí es alabado el autor. ¡03 Oposición 5. Se da en cualquier compuesto natural, ciertamente no habiendo sido exceptuados esos que carecen de vida, el principio activo de diversas operaciones, pero este principio no puede ser salvo la forma sustancial, según la misma es aceptada por los escolásticos. Por lo tanto, en cualquier compuesto es conveniente que admitamos de este modo la forma. Respondo negando la menor. Pues el principio activo, si existe algo en los compuestos naturales que carecen de vida, no es más que la porción más sutil de aquellos corpúsculos a partir de los cuales el mismo compuesto se une esencialmente; en efecto, ninguna operación es puramente corpórea en la naturaleza que no se realice toda a través del movimiento de los corpúsculos más sutiles. 104 Dicen que consta para la evidencia que en cada uno de los compuestos naturales existe una fuerza por la cual se recuperan las cualidades congénitas. Es evidente, pues, que el agua calentada adquiere como espontáneamente, su antigua frialdad. Por lo tanto, algún principio sustancial debe admitirse en ellos, completamente diverso de las disposiciones artificiosas de la materia. Respondo negando el antecedente: sin duda es manifiesto que las partes de la corteza arbórea, si fueran quemadas un poco con una tea movida, recuperan no más ampliamente la fuerza de atracción de la 167 non amplius recuperare, ovum vehementer agitatum, fieri incubationi omnino ineptum: pomum aliqua ex parte contusum sensim putrescere. Ñeque exemplum aquae calefactae quidquam evincit. Ut enim suo loco dicemus, recuperatio frigoris ab extrínseco oritur. Quod si interdum contingat, ut aliquod compositum amissas qualitates recuperet, ex vivida substantia, quae in illo habetur id unice derivandum esse arbitramur. 105 Opp. 6. materia prima non est actus physicus, & substantialis, quia est pura potentia, sed hic actus est forma: ergo materia prima entitative non est forma: ergo forma substantialis entitative distinguitur a materia. Concesso toto argumento; negó ultimam conseq; licet enim materia prima secundum se entitative non sit forma, hinc tamen minime infertur, formam entitative distinguí a materia, cum enim forma non sit entitas, sed modus, solum modaliter distinguitur a materia. 106 Opp- 7. Si forma nihil sit entitativum, sed tantum modale, creaturae nihil producerent de novo, nullumque esset agens creatum, sed hoc non est dicendum: ergo. Conseq. prob.: nam agens creatum, non producit de novo materiam, cum illam praesupponat, nec formam quae non generatur, nec producitur: ergo nihil producit. Respondeo agentia creata, nec materiam, nec formam producere, sed tantum compositum: creaturae enim, ut optime ait S. Bonaventuraz solum faciunt, ut quod erat uno modo, sit alio modo. z In. Dist. 18. art. 4. q. I. 168 humedad que un huevo agitado con vehemencia se hace totalmente inepto para la incubación, como la manzana golpeada en alguna parte se pudre lentamente. Ni siquiera el ejemplo del agua caliente demuestra algo. Pues, como diremos en su lugar, la recuperación del frío se origina a partir de lo extrínseco. Pero si a veces resulta que algún compuesto recupere las cualidades perdidas a partir de la sustancia viva que es tenida en él, consideramos que únicamente esto ha de ser derivado. 105 Oposición 6. La materia prima no es un acto físico y sustancial, porque es pura potencia, pero este acto es forma. Por lo tanto, la materia prima no es entitativamente forma; por lo tanto, la forma sustancial se distingue entitativamente de la materia. Concediéndose todo el argumento, niego la última consecuencia: pues, aunque la materia prima, según ella misma, no sea forma, de aquí, no obstante, se concluye mínimamente que la forma se distingue entitativamente de la materia, pues como la forma no es entidad, sino modo, sólo se distingue modalmente de la materia. 106 Oposición 7. Si la forma no es nada entitativo, sino solo algo modal, las criaturas no producirían nada a partir de lo nuevo y ningún agente sería creado, pero esto no debe decirse, por lo tanto... Pruebo el consecuente: Pues el agente creado no produce materia a partir de lo nuevo, aunque la presuponga, ni forma, la cual no se crea ni se produce. Por lo tanto no produce nada. Respondo que los agentes creados no producen ni la materia ni la forma, sino sólo el compuesto. Pues las criaturas, como óptimamente dijo San Buenaventura71, sólo hacen que lo que era de un modo sea de otro modo. 71 En la distinción 18, a. 4, q. 1. 169 107 Opp. 8. Singula entia naturalia vitae expertia habent suas peculiares operationes ex. gr. in igne reperitur particularis operatio calefaciendi, & sic de alus; sed hujusmodi operationes nequeunt oriri a materia, quae ex se iners est, nullamque habet vim operatricem, eademque est specie in ómnibus compositis naturaiibus: ergo proveniunt ab uniuscujusque speciali forma: ergo haec est aliquid entitative a materia distinctum. Dist. min. praedictae operationes nequeunt oriri a materia secundum se spectata, conc. a materia, ut modificata, negó, & conseq. 108 Opp. tándem: nostra opinione posita, nullum datur discrimen ínter alterationem, & generationem; sed datur, nam in alteratione, qualitates tantum producuntur, in generatione forma substantialis debet produci: ergo forma substantialis est semisubstantia a materia distincta, ut ex Arabum sententia contra doctrinam Aristotelis propugnan! Peripatetici. Resp. neg. maj.: in alteratione enim, idem manet Corpus sensibile, quod antea fuít, cum pauca tantum ex eo pereant accidentia, pauca recens adveniant, ut cum aqua ex calida sit frígida, vel cum cera ex flava, sit candida, aut ex moli dura. At vero in generatione, aut omnia pereunt accidentia, aut si nonnulla supersint. ea non sufficiunt, ut corpus sensibile, dici possit idem: ex. gr. cum cera in sumum soluta est, corpus idem adpelari nequit, tametsi quaedam fortasse accidentia, quae prius erant in cera, ex. gr. odor in fumo remaneat, quia pauca haec accidentia ad ceram constituendam non . 170 107 Oposición 8. Cada uno de los entes naturales libres de vida tienen sus peculiares operaciones, por ejemplo, en el fuego se encuentra la operación particular de calentar; y así sobre los otros; pero de este modo las operaciones no pueden originarse de la materia que es inerte de por sí y no tiene ninguna fuerza operadora y es de la misma especie en todos los compuestos naturales. Por lo tanto, provienen de la forma especial de cada uno. Por lo tanto, ésta es entitativamente algo distinto de la materia. Distingo la menor: las operaciones antes dichas no pueden ser originadas de la materia observada después de sí, lo concedo: de la materia, como modificada, lo niego y continúo. 108 Oposición final. Expuesta nuestra opinión, ninguna separación se da entre la alteración y la generación; pero se da, pues en la alteración sólo son producidas las cualidades, en la generación debe ser producida la forma sustancial. Por lo tanto, la forma sustancial es semisustancia distinta de la materia, como defienden los peripatéticos a partir de la sentencia de los árabes contra la doctrina de Aristóteles. Respondo negando la mayor: pues en la alteración permanece el mismo cuerpo sensible que antes estuvo; ya que pocos accidentes sólo desaparecen por ello, pocos llegan de manera reciente; como cuando el agua de caliente se hace fría o cuando la cera a partir de amarilla se hace blanca o a partir de blanda, dura. Pero, verdaderamente, en la generación o desaparecen todos los accidentes o. si sobreviven algunos, no bastan para que el cuerpo sensible pueda ser llamado el mismo; por ejemplo, cuando la cera se disolvió en humo, el cuerpo no puede ser llamado el mismo, aunque ciertos accidentes quizá que antes estaban en la cera, por ejemplo, el olor, permanecen en el humo, porque estos pocos accidentes no bastan para constituir la cera. 171 109 Inst. Si res ita se habet, generatio, & alteratio non distinguuntur nisi secundun magis, & minus; sed magis & minus non mutant speciem, ut vulgari Scholarum fertur axiomate: diversae autem formae, diversas species constituunt: ergo forma substantialis corporis vitae expertis non est artificiosa partium dispositio. Dist. min: magis, & minus non mutant speciem, ubi pauca duntaxat pereunt accidentia, conc, ubi omnia, aut fere omnia intereunt, negó. Cum autem nova datur forma, omnia fere quae priori subjecto inerant accidentia destruuntur, & nova succedunt, ut cum ex ligno sit ignis, ex cera, sumus, &c. Unde nova tune species resultat, nam sumus diversae speciei est a cera, & ignis a ligno, ea enim inter se specie censentur difFerre, in quibus adparet tanta diversitas, ut quod de uno essentialiter probatum est, id alteri convenire non debeat. Haec dicta sufficiant. 172 109 Instituyo. Si la cosa es así, la generación y la alteración no se distinguen, excepto según lo más y lo menos; pero lo más y lo menos no cambian la especie, como es referido en un axioma común de las escuelas; pero diversas formas constituyen diversas especies. Por lo tanto, la forma sustancial del cuerpo libre de vida no es la disposición artificiosa de las partes. Distingo la menor: lo más y lo menos no cambian la especie cuando solamente pocos accidentes desaparecen, lo concedo; cuando todos los accidentes o casi todos se pierden, lo niego. Pero, cuando una nueva forma se da, casi todos los accidentes que antes estaban en un sujeto, son destruidos y nuevos los sustituyen, como cuando se hace fuego a partir del leño, a partir de la cera, del humo, etc. De ahí una nueva especie resulta, pues el humo es de diversa especie que la cera, y el fuego de diversa especie que el leño, dado que se piensa que difieren entre sí por especie aquéllos en los que aparece tan gran diversidad de tal modo que lo que fiíe probado esencialmente acerca de uno, esto no debe ser conveniente para el otro. Basten estas cosas dichas. 173 PHYSICES PARS ALTERA DE MOTU DISSERTATIO I Agitur de Motu locali corporum CAPUTI De Motus natura, & obiter de Quiete D 260 e Tempore, Loco, & Vacuo jam satis: nunc motum localem adgredimur, de quo parum sollicita Scholastica Philosophia, ipsum vel cursim duntaxat spectavit, vel penitus etiam omisit, ut proinde nemini mirandum sit, si neglecta per toto aetates motus scientia, nullos pene Physica progressus fecerit. Certe si quid est in rerum natura, quod a Philosophis ómnibus máxime inquirí, & adcuratissime pertractari debuerit, id certe sapientum omnium judicio est motus, cum necessarium sit, ut Aristotelesr fatetur; ignórate motu, naturam ignoran. Qua propter mirandum omnino est, cum praedictus Philosophus tanti fecisset motus notitiam, r 3.Phys. text. I. 174