physices pars i

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PHYSICES PARS I
DE NATURA,
ATQUE PRINCIPIIS CORPORUM
DISSERTATIO I
De Corpore physico generatim sumpto
CAPUTI
De Natura Corporis. Philosophorum opiniones
exponuntur, & refutantur
1
J
d primum in hac dissertatione quaerendum
occurreret, ¿utrum corpora existant? ut constaret
prius existere id, cujus naturam inquirendam
suscipimus. Verum cum conscientia nostra illorum existentiam
nobis suadeat, hoc veluti postulatum ab adversariis concedendum
proponimus, pro certo habentes, supervacanea inquisitione rem
certissimam obscuriorem effici. Corpora igitur existunt. Verum
circa eorum essentiam, non una, eademque est Philosophorum
opinio.
34
CIENCIAS FISICAS
PARTE 1
ACERCA DE LA NATURALEZA Y
ACERCA DE LOS PRINCIPIOS DE
LOS CUERPOS
DISERTACION PRIMERA
Acerca del cuerpo físico tomado en
general
CAPITULO I
Acerca de la naturaleza del cuerpo. Se exponen
opiniones de filósofos y se refutan
1
L
o primero que debe uno cuestionarse en esta
disertación sería: ¿acaso existen los cuerpos?, a
fin de que fuera evidente que existe antes aquello
cuya naturaleza se debe examinar. Sin embargo, dado que nuestra
consciencia nos convence de su existencia, del mismo modo
proponemos que este postulado debe ser concedido por los
adversarios, estando seguros de que el asunto se volvería realmente
muy obscuro con un cuestionamiento que está de más. Por
consiguiente, los cuerpos existen. Sin embargo, acerca de la esencia
de éstos, no todos los filósofos tienen la misma opinión.
35
2 Egregius Philosophus, atque in Mathematicis disciplinis
mirifíce versatus Renatus Des-Cartes corporeae substantiae
naturam in extensione collocavit: ait enim:1 percipiemus naturam
materiae sive corporis in universum spectati non consistere in eo,
quod sit res dura, vel ponderosa, vel colorala, vel alio aliquo
modo sensus afficiens, sed tantum in eo quod sit res extensa in
longum, latum, & profundum: quod etiam adfirmavit Aristoteles,
nam Lib. 3. Phys. text. 43: corpus est, inquit, quod omniquaque
habet dimensionem. Sed statum quaestionis proponamus. Quaestio
ergo inquirit, ¿quaenam sit ratio formalis corporis physici? hoc est:
¿quodnam ex iis omnibus adtributis, quae corpori insunt, (ut
impenetrabilitas, extensio, divisibilitas, &c.) sit ita primum in ipso
corpore, ut ex illo veluti ex radice, cetera omnia proveniant? Illud
enim adtributum est ratio formalis rei, per quod res ipsa est id quod
est, atque a ceteris omnibus primo distinguitur. His positis.
3 Dico primo contra Cartesium, & Aristotelem: essentia
corporis in actuali extensione, vel triplici dimensione nequaquam
posita est. Probatur, ¿Quis negabit Deum Opt. Max. destruere
posse totam aeris molem, quae a terris ad Lunam usque
intercipitur;? sed tunc eadem prorsus extensio remaneret, neque
tamen substantia ulla corporea relinqueretur:: ergo. Sed negat id
fieri posse Cartesius: existimat enim, quod
1
Part. 12, Princip. n. 4.
36
2 El distinguido filósofo, y magníficamente versado en las
disciplinas matemáticas, René Descartes, definió la naturaleza de
la sustancia corpórea por la extensión, pues afirma12 "percibimos
que la naturaleza de la materia o del cuerpo, considerado en
general, no descansa en esto: que sea algo duro o de mucho peso
o que tenga color, o si de algún otro modo afecta a los sentidos;
sino solamente en que es algo extendido en longitud, latitud y
profundidad". Lo cual también señaló Aristóteles, pues en el Libro
3 de la Física, dice: "cuerpo es lo que tiene dimensión en toda
dirección". Pero expongamos el estado de la cuestión: así pues, la
pregunta que se hace es: ¿cuál es la razón formal del cuerpo
físico?, esto es, ¿cuál de todos estos atributos que son del cuerpo
(como la impenetrabilidad, la extensión, la divisibilidad, y otras
cosas) es el que de tal manera se da primero en el cuerpo mismo,
que a partir de él como de una raíz, provienen las demás cosas? Sin
duda ese atributo es la razón formal de la cuestión, por lo que la
cosa es lo que es, y se distingue en primer lugar de todas las otras
cosas. Expuesto está.
3 Primeramente digo en contra de Descartes y de Aristóteles: la
esencia del cuerpo de ningún modo está puesta en la extensión
activa o en una dimensión triple. Se demuestra: ¿quién negará que
el óptimo y máximo Dios podría destruir toda la masa del aire, que
se encuentra continuadamente desde la Tierra hasta la Luna? Pero
entonces la misma extensión permanecería por completo, y, sin
embargo, ninguna sustancia corpórea quedaría; por tanto... Pero
Descartes niega que esto pueda ocurrir, pues considera que
12
Part. 2, Princip. n. 4.
37
si ex. gr. aer nujus cubiculi destruatur, parietes ipsi sese mutuo
contingent, cum illa se conjungere dicantur, quae nullo interjecto
corpore disjunguntur, aut in hac hypothesi manifestissimam
repugnantiam contineri putat, cum spatium illud vacuum quidem
foret, ut supponitur, & simul non vacuum, quia semper haberetur
in illo trina dimensio, adeoque corpus ipsum:
4 Verum ¿quis non videat Cartesium hac in parte nobis
imponere, cum probat idem per idem, atque principil loco id
adsumit, quod in controversia positum fuerat? Non alia siquidem
ratione vacuum a Deo fieri non posse contendit, quam quia semper
in illo spatio corpus remaneret, remanente nimirum extensione,
quae juxta ipsum est essentia corporis, quod idem illud est, de quo
disseritur. Deinde: licet sit certum quod duo corpora se tangunt,
cum nullum alium corpus interjacet, sed non est necesse ea se
contingere, quae nullo corpore disjunguntur. Carleslus igitur
corpus physicum cum mathematico confundit. Verum ¿quis non
videat aliud esse oportere corporis physici, aliud corporis
mathematici constitutivum, sive aliam esse naturam corporis, quod
in sola imaginatione nostra continetur, aliam illius, quod in ipsa
quoque rerum natura reperitur? Sic lineae Geometricae
constitutivum est, ut longitudinem habeat sine latitudine, neque
tamen essentia lineae, quae realiter, & physice in rerum natura
reperitur in sola longitudine sine latitudine consistere debet.
38
si, por ejemplo, el aire de este cuarto fuera eliminado, los muros
mismos se tocarían mutuamente; puesto que se dice que esas cosas
se juntarían, éstas no estarían separadas por un cuerpo interpuesto;
o piensa que en esta suposición se encuentra una evidentísima
discordancia, porque aquel espacio en verdad estaría vacío, como
se supone, y al mismo tiempo no vacío porque siempre se tendría en
él una triple dimensión, y por lo tanto, el cuerpo mismo.
4 Sin embargo, ¿quién no ve que Descartes nos impone en esta
parte, al demostrar lo mismo por lo mismo, y asume en el lugar del
principio aquello que se había puesto en controversia? y con
ninguna otra razón sostiene que el vacío no puede ser hecho por
Dios; porque ciertamente el cuerpo siempre permanecería en ese
espacio, sin duda en la subsistente extensión, la cual es, junto con
el mismo, la esencia del cuerpo, que es aquello acerca de lo cual se
diserta. Luego, aunque sea cierto que dos cuerpos se tocan cuando
no se interpone algún otro cuerpo; sin embargo, no es necesario que
ellos se toquen cuando no están separados por ningún otro cuerpo.
Por consiguiente, Descartes confunde el cuerpo físico con el
matemático. En verdad, ¿quién no ve que conviene que una cosa
sea lo constitutivo del cuerpo físico, que otra sea la constitutiva del
cuerpo matemático, o que una sea la naturaleza del cuerpo que se
encuentra en nuestra sola imaginación, y otra sea la naturaleza de
aquel cuerpo que se encuentra también en la naturaleza misma de
las cosas? La condición de la línea geométrica es que tiene longitud
sin latitud, y sin embargo la esencia de la línea, que real y
físicamente se encuentra en la naturaleza de las cosas, no debe
consistir en la sola longitud sin latitud.
39
5 Reponere quidem possent Cartesiani, corpus mathematicum
plurimum a corpore physico differri, sed non ratione extensionis,
quae utrique essentialiter communis est. Sed illud etiam
animadvertere debent, quod tunc non poterit extensio amplius
haberi tamquam essentia perfecta corporis physici, ut ipsi
contendunt: quemadmodum quia figura circulo & triangulo
communis est, non potest haec sola alterutrius essentia haberi;
essentialiter igitur corpus physicum aliquid aliud habere debet, per
quod a simplici extentione, & a corpore mathematico distinguatur.
6 Petrus Gassendus vultm corporis essentiam positam esse in
actuali impenetrabilitate contra quem Dico secundo:
impenetrabilitas actualis non est formalis ratio corporis physici.
Prob. in eo posita non est formalis ratio corporis, quo corpus
ipsum privan potest, quin desinat esse corpus; sed potest corpus
actuali impenetrabilitate destituí, quin desinat esse corpus: ergo.
Prob. min. Certum est duo corpora compenetrari divinitus posse,
quin illorum essentia mutetur: ergo &c.
m
Sect. I. Phys. Lib. 3. c. 6.
40
5 Es cierto que los cartesianos podrían refutar que el cuerpo
matemático se diferencia muchísimo del cuerpo físico, pero no por
razón de la extensión, la cual es fundamentalmente común a cada
uno de ellos. Pero también deben considerar esto: que entonces la
extensión no podrá ser tenida por más tiempo como la esencia
perfecta del cuerpo físico, como ellos sostienen, porque así como la
figura de algún modo es común al círculo y al triángulo, no puede
ella sola ser considerada la esencia para ambos; por lo tanto, el
cuerpo físico esencialmente debe tener alguna otra cosa por la que
se distinga de la simple extensión y del cuerpo matemático.
6 Pedro Gasendi pretende13 que la esencia del cuerpo está puesta
en la impenetrabilidad activa; contra él digo en segundo lugar: la
impenetrabilidad activa no es la razón formal del cuerpo físico. Se
prueba: no está puesta la razón formal del cuerpo en aquello de lo
pero el cuerpo, puede ser privado de la impenetrabilidad real, sin
que deje de ser cuerpo, por tanto... Se prueba brevemente: es cierto
que dos cuerpos pueden compenetrarse por voluntad divina, sin que
su esencia sea modificada, luego, etc.
I3
Sect. I. Phys.Lib. 3. c. 6.
41
Satis sit Objectionibus
7
O
PP. I. pro opinione Cartesii: intellecta trina
dimensione ceteris omnibus praecissis, quae
corpori insunt, intelligitur corpus, non enim
intelligitur Spiritus, ut est perspicuum; at inter corpus & spiritum
non datur medium: ergo formalis ratio corporis est trina dimensio.
Argumentum in adversarios retorqueri optime posset, & contra
ipsos probare formalem corporis rationem in impenetrabilitate
consistere. Resp. dist. antec. Intelligitur corpus secundum magis
obviam illius proprietatem, conc. secundum illius essentiam nego,
& conseq. Sane intelligitur corpus hoc ipso quod concipiatur
substantia in partes integrales divisibilis, neque tamen dicent
Cartesiani, divisibilitatem in partes ita pertinere ad corpus, ut a
formali illius ratione minime discernatur.
8 Opp. 2. quicumque ad ideam corporis adtendere volunt, fateri
coguntur, non aliter se concipere corpus, quam ut substantiam
quoquoversus extensam: ergo formalis corporis ratio a trina
dimensione diversa non est. Argumentum nimis probat: etenim in
idea corporis non trina tantum extensio, sed etiam actualis
impenetrabilitas sese offert. Resp. neg. conseq. etenim cum major
idearum pars sensu adquiratur [§. 14. Log.] certoque constet
ministerio sensuum intima rerum adtributa immediate nobis minime
42
Sea suficiente con estas objeciones
7
O
posición 1. Según la opinión de Descartes: la
triple dimensión que se concibe para todas las
demás cosas individuales, que están en el cuerpo,
se entiende como cuerpo, y no como espíritu, lo cual es evidente;
por el contrario, entre el cuerpo y el espíritu, no se da algo
intermedio: por lo tanto, la razón formal del cuerpo es la triple
dimensión. El argumento puede ser revertido perfectamente contra
los adversarios y se puede demostrar a éstos que la razón formal
del cuerpo consiste en la impenetrabilidad. Se responde
distinguiendo el antecedente: el cuerpo es entendido según su más
obvia propiedad, lo concedo, según su esencia, lo niego, y también
la consecuencia. Se entiende razonablemente el cuerpo por esto
mismo, por ser concebido como una sustancia divisible en partes
integrales, y sin embargo los cartesianos no dicen que la
divisibilidad en partes pertenece al cuerpo de tal manera que casi
no se diferencia de la razón formal de él.
8 Oposición 2. Todo el que quiere acercarse a la idea de cuerpo,
se inclina a reconocer que el cuerpo no se concibe de otra forma
que como sustancia extendida en todas direcciones; por lo tanto, la
razón formal del cuerpo no es distinta de la triple dimensión. El
argumento demuestra mucho: porque en la idea de cuerpo no tan
sólo está la triple extensión, sino también se representa la
impenetrabilidad actual. Respondo negando la consecuencia:
puesto que la mayor parte de las formas se adquiere por los
sentidos (Log., 14), y por la segura función de los sentidos se sabe
a ciencia cierta que los íntimos atributos de las cosas muy poco
43
innotescere [§. 29. Log.], relinquitur, rationem formalem corporis
non esse illud ejusdem adtributum, quod in idea ipsius corporis,
quam infantiae tempore hausimus, nobis occurrit, sed tantum magis
obviam corporis proprietatem dici adtributum illud rectissüne
posse.
9 Opp. 3. S. Augustinus Evodium adloquens inquit n: Abs te
quaero: utrum corpus ullum esse putes, quod non pro modo suo
habeat longitudinem, latitudinem, & profunditatem? ........ si hoc
demas corporibus quantum mea opinio est, neque sentiri possunt,
neque corpora recte existiman: ergo. Resp. haec verba intelligi
debere de corporibus quoad existentiam, cum certe sine extensione
aliqua nullum corpus possit esse sensibile, non vero quoad
essentiam, sicuti existere quidem non potest corpus sine figura, &
tamen illius essentia in figura positam esse nemo dixerit. Non
inficiamur autem, extensionem esse ex proprietatibus corporis
unam, sed contendimus tantum, non esse adtributum primum in
corpore.
10 Opp. 4. nullum corpus sine triplici dimensione existere,
videri, vel concipi potest: ergo extensio est ratio formalis
corporis. Conseq. non infertur, quia nec etiam corpus aliquod
finitum sine figura, nec homo sine capacitate scientiae concipi potest,
& tamen haec ad illorum essentiam pertinere minime debent. Dices:
si essentia corporis in trina dimensione constituitur, clarissime
probatur spiritualitas animae rationalis, ut ostensum est in
n
Lib. de quant. animae. n. 6.
44
nos son conocidos de manera inmediata (Log., 29), se permite que
la razón formal del cuerpo no sea aquel atributo suyo que nos llega
en la idea del cuerpo mismo, lo cual comprendimos en la infancia,
sino que justísimamente ese atributo pueda llamarse la más obvia
propiedad del cuerpo.
9 Oposición 3. S. Agustín, dirigiéndose a Evodio, dice14: "Te
pregunto: ¿acaso piensas que existe algún cuerpo que, como
límites suyos, no tenga longitud, anchura y profundidad?... Si
quitas esto a los cuerpos, cuanto es mi opinión, ni pueden sentirse
los cuerpos ni pueden ser examinados rectamente", por tanto.
Respondo que estas palabras acerca de los cuerpos, y en cuanto a
su existencia, deben ser comprendidas, puesto que, sin extensión
alguna, ningún cuerpo puede ser sensible, pero no se comprende en
cuanto a la esencia; así como sin duda, el cuerpo no puede existir
sin figura, y, sin embargo, nadie ha dicho que su esencia esté
puesta en la figura. No negamos, sin embargo, que la extensión es
una de las propiedades del cuerpo, sino tan sólo afirmamos que no
es la principal característica de un cuerpo.
10 Oposición 4. Ningún cuerpo puede existir, ser visto o
ser concebido sin sus tres dimensiones, por lo tanto, la
extensión es la razón formal del cuerpo. La consecuencia no
se infiere, pues ningún cuerpo finito puede ser concebido sin
una figura, ni el hombre puede [ser concebido] sin la capacidad
de saber, y sin embargo, estas cosas deben concernir muy poco
a la esencia de ellos. Dices: "Si la esencia del cuerpo se
coloca en la triple dimensión, se prueba muy claramentela
espiritualidad del alma racional, como está expuesto en la
Psicología; por lo tanto. Respondo que, en nuestro juicio acerca de
14
Lib. de quant. animae. n. 6.
45
Psychologia: ergo. Resp. in nostra de essentia corporis sententia
eamdem habere vim argumentum pro animi spiritualitate;
quemadmodum enim ex eo quod anima rationalis extensionem
actualem habere non possit, recte infert Cartesius esse
incorpoream, ita nos ex eo quod anima rationalis extensionem
habere non exigat, optime inferimus, quod illa sit diversae naturae
ac corpus.
11 Opp. 5 cum ipsum nihil, quod ante mundi creationem fuit,
mente concipere volumus, extensionem quamdam fingimus: ergo
extensio ipsa non ut proprietas, sed ut ratio formalis corporis a
nobis concipitur. Disting. antec. & ex imaginationis nostrae
phantasmate bene colligitur essentia, sive ratio formalis corporis,
nego, & perperam colligitur, conc. & nego conseq. Argumentum
probat ante mundi creationem dari jam materiam existentem: nam
concipimus extensionem: ergo juxta Cartesianos concipimus
corpus: ergo corpus illud erat existens ab aeterno, quod absurdum
est.
12 Sed instant Cartesiani: nihili milla est extensio, nulla
proprietas, nulla qualitas, sed quando concipimus ipsum nihil quod
ante mundi creationem fuit, illud concipimus, ut extensum: ergo
concipimus aliquid, non vero ipsum nihil, ac proinde aliquod
corpus concipimus. Sed in hoc argumento, (ut optime notat
Illustriss. Petrus Daniel Huef0 hallucinatur Cartesius: animadvertere
enimdebebat, proprietates, sive qualitates duplicis esse generis,
° Censura Philosoph. Caries, cap. 5. n. 3.
46
la esencia del cuerpo, tiene la misma fuerza el argumento en favor
de la espiritualidad del alma, que el alma racional no pueda tener
una extensión real. A partir de esto Descartes correctamente
deduce que es incorpórea; de la misma forma nosotros muy bien
deducimos a partir de esto que el alma racional no necesita poseer
una extensión, que aquélla es de distinta naturaleza al cuerpo.
11 Oposición 5. Cuando la nada misma, que había antes de la
creación del mundo, queremos comprenderla con la mente,
suponemos una cierta extensión: por lo tanto, la extensión misma es
concebida por nosotros, no como una propiedad, sino como la
razón formal del cuerpo. Distingo el antecedente, bien se deduce, a
partir del fantasma de nuestra imaginación, la esencia, o por mejor
decir, la razón formal del cuerpo, lo niego, y erróneamente se
deduce la conclusión, y niego el consecuente. El argumento
demuestra que, antes de la creación del mundo, la materia ya se
daba como existente, puesto que concebimos la extensión, por lo
tanto concebimos, según los Cartesianos, el cuerpo; por lo tanto,
el cuerpo aquél era ya existente desde siempre, lo cual es absurdo.
12 Pero insisten los Cartesianos: ninguna extensión hay en la
nada, ninguna propiedad, ninguna cualidad; pero cuando
concebimos la nada misma, que había antes de la creación del
mundo, la concebimos como algo sin extensión; por lo tanto,
concebimos algo, en definitiva no la nada misma, y, por
consiguiente, concebimos a un cierto tipo de cuerpo. Pero en este
argumento (como muy bien hace notar el ilustrísimo Pedro Daniel
Huet15), Descartes alucina; pues debió considerar que las
propiedades o las cualidades son de una naturaleza doble: algunas
15
Censura Philosoph. Cartes. cap. 5. n.3.
47
positivas alias, alias negativas, nihili proprietates positivas millas
esse, negativas multas. Dicimus enim, nihilum esse incorruptum,
nihilum nihilo simile esse, nihilum esse contrarium enti, ex nihilo
mundum a Deo esse creatum, &c. Sed hae proprietates sunt merae
negationes, corruptionis nempe, discrepantiae a nihilo, &c.
Similiter, cum fíngimus in nihilum a Deo redigi vinum, quod vase
aliquo continetur, nullo alio admisso corpore in vini locum,
dicendum est, vacuum manere spatium, quod a vino occupabatur,
ejusdemque id fore amplitudinis, & extensionis, ac prius erat
vinum, meritoque vacuo huic spatio extensionem tribuemus, at
negativam; nam cum dicam spatium illud inane, quod intra vas est,
esse pedis unius quadrati, perinde erit ac si dicerem, in spatio illo
pedali nullum esse corpus; & pedalis haec extensio vacui, sive
nihili, erit negatio corporis in spatio pedali.
13 Opp. 6. modus non potest concipi sine re, cujus est modus,
sed extensio optime percipi potest sine lapide ex. gr. ergo extensio
non est proprietas, aut modus corporis, sed ipsius essentia. Dist.
min. extensio lapidis potest concipi sine illa, nego, extensio
generatim sumpta subdist: potest concipi praecise sine lapide,
conc. sine ullo corpore cujus sit extensio, nego, & conseq. Dices
pro opinione Gassendi: statim ac concipitur substantia aliqua
actu impenetrabilis, concipitur
48
son positivas, otras negativas; que no hay ninguna propiedad
positiva en la nada y sí muchas negativas. En efecto afirmamos
que la nada es incorrupta, que la nada es igual a la nada, que la
nada es contraria al ente, que el mundo fue creado por Dios a
partir de la nada, etcétera. Pero estas propiedades son meras
negaciones, es decir, [negaciones] de la corrupción, discrepancias a
partir de la nada, etcétera. Del mismo modo, cuando suponemos
que Dios reduce el vino, que se encuentra en algún vaso, a la nada,
no admitiéndose ningún otro cuerpo en el lugar del vino, debe
decirse que permanece vacío el espacio que era ocupado por el
vino, y eso deberá ser lo propio de la misma amplitud y extensión;
pero antes era vino, y con razón atribuimos a este espacio vacío
una extensión, pero negativa, pues cuando digo que aquel espacio
vacío, que está en el vaso, es de un pie cuadrado, será como si
dijera, que en aquel espacio de un pie no hay ningún cuerpo; y esta
extensión de "un pie cuadrado de vacío o de nada", será la
negación del cuerpo en el espacio de un pie cuadrado.
13 Oposición 6. La dimensión no puede ser concebida sin algo
material de lo cual es dimensión; pero la extensión, por ejemplo,
puede muy bien ser percibida sin una piedra; por lo tanto, la
extensión no es una propiedad o un modo del cuerpo, sino la
esencia del mismo. Distingo la menor: la extensión de una piedra
puede ser concebida sin ella, lo niego; pero, separo la extensión
tomada en general, subdistingo: concebida sin una piedra, lo
concedo, sin cuerpo alguno cuya extensión exista, lo niego y
también el consecuente. Dices según la opinión de Gasendo: al
momento de concebirse una sustancia impenetrable en acto, se
concibe entonces un
49
corpus: ergo. Conseq. non infertur; etenim statim ac concipitur
ignis, concipitur substantia aliqua, quae calorem actualem habeat,
& tamen nemo dixerit essentiam ignis in actuali calore positam
esse, nam ignis Babilonicus adplicatus extitit sine combustione.
CAPUT II
Sententia nostra exponitur, & probatur
14
D
ico cum plurimis Recentioribus: ratio formalis
corporis physici optime constituitur in naturali
impenetrabilitate, sive (quod idem est) in
exigentia naturali occupandi locum impenetrabiliter. Prob. concl:
in eo ratio formalis corporis physici recte constituitur, ex quo
adtributa cetera tamquam ex radice ducuntur, ut omnes
consentiunt; sed adtributum ejuscemodi est naturalis
impenetrabilitas, sive quod idem est, impenetrabilitas radicalis:
ergo. Prob. min: ex ea profluit extensio corporis entitativa, illud
namque dicitur entitative extensum, quod complectitur plures
partes interse unitas, ita ut, unius entitas extra entitatem alterius
tota existat; sed hac ratione conjungi interse plura non possunt, nisi
sint naturaliter impenetrabilia: ergo.
15 Sequitur soliditas, vi cujus, aut comprimi non possunt
corpora, aut ad certum duntaxat gradum viribus nostris coarctari.
Mobilitas deinde; quia si corpora non
50
cuerpo, luego... El consecuente no se infiere; pues al momento de
concebirse el fuego, se concibe una sustancia que tiene calor actual,
y sin embargo nadie diría que la esencia del fuego está puesta en el
calor actual, pues el fuego Babilónico consagrado existe sin
combustión.
CAPITULO II
Se expone nuestra sentencia y se demuestra
14
L
o digo con muchos de los más recientes hechos: la
razón formal del cuerpo físico se sitúa muy bien en
la natural impenetrabilidad, o (lo que es lo mismo)
en la natural exigencia de ocupar un lugar de manera
impenetrable. Demuestro la conclusión: correctamente se establece
la razón formal del cuerpo físico en aquello a partir de lo cual los
demás atributos se deducen como de una raíz, como todos
concuerdan; pero el atributo de este tipo es la natural
impenetrabilidad, o lo que es lo mismo, la impenetrabilidad
fundamental, por lo tanto... Demuestro la menor: gracias a ella
brota la extensión entitativa del cuerpo, ya que a él se le llama lo
extenso entitativo, lo cual comprende muchas partes unidas entre
sí; de manera que toda la existencia de uno, sólo existe fuera de la
existencia del otro; pero, por esta razón muchísimas cosas no
pueden ser unidas entre sí, a no ser que sean impenetrables por
naturaleza, por lo tanto...
15 Sigue la solidez, por cuya fuerza, los cuerpos no pueden ser
comprimidos, o solamente son reducidos hasta cierto grado por
nuestras fuerzas. Después, la movilidad: porque si los cuerpos no
51
resisterent corporibus, motum vix cogitare possemus, quem in
rebus experimur. Deinde divisibilitas, mensurabilitas, & capacitas
recipiendi quamvis flguram ex naturali impenetrabilitate
consequuntur. Secundo: videtur perspicuum, istiusmodi exigentiam
non posse a priori de corpore demonstrari: nihil est enim in
corpore, ex quo tamquam ex principio, sive radice, naturalis illius
impenetrabilitas, queat deduci, nam non ideo corpus est
impenetrabile, quia extensum, sed e contrario, ideo est entitative
extensum, quia impenetrabile.
Satis sit Objectionibus
16
O
pp. I. Impenetrabilitas convenit etiam Angelis.
Potest enim Angelus ita esse in loco, ut corpus
quodcumque ab illo excludat: ergo impenetrabilitas
nequit esse formalis ratio corporis. Dist. antec. Si impenetrabilitas
sumatur pro naturali exigentia oceupandi locum cum exclusione
52
resistieran a los cuerpos, difícilmente podríamos entender el
movimiento, el cual experimentamos en las cosas materiales.
Después la divisibilidad, la mensurabilidad y la capacidad de
adoptar cualquier figura, que son consecuencia de la natural
impenetrabilidad. En segundo lugar, parece muy claro que de este
modo la exigencia [de impenetrabilidad] en cuanto al cuerpo no
puede ser demostrada de antemano. Pues nada hay en el cuerpo
por lo cual, como de un principio, o de raíz, la natural
impenetrabilidad de aquél, pueda deducirse; ya que no por eso el
cuerpo es impenetrable, porque esté extendido, sino por lo
contrario, es una extensión existente, porque es impenetrable.
Sea suficiente con estas objeciones
16
O
posición 1. La impenetrabilidad se ajusta también
a los ángeles. En efecto, un ángel puede estar de
tal suerte en un lugar, que excluya a cualquier
cuerpo de él. Por lo tanto, la impenetrabilidad no puede ser la
razón formal del cuerpo. Distingo el antecedente: si la
impenetrabilidad se toma según la natural exigencia de ocupar un
lugar con la exclusión de otro, según se toma en la cuestión, lo
niego. Si se toma en razón de la potencia libre de la no
penetración, lo concedo. La impenetrabilidad del cuerpo es tal, que
por su causa el cuerpo está impedido por las fuerzas de la
naturaleza para existir al mismo tiempo con otro en el mismo
lugar; desde siempre su misma esencia busca ocupar un lugar, en
donde exista con la exclusión
53
alterius, prout sumitur in quaestione, nego; si sumatur pro potentia
libera non penetrationis, conc. Corporis impenetrabilitas istiusmodi
est, ut illius causa, nequeat corpus naturae viribus, simul cum alio
in eodem loco consistere, utque semper suapte essentia requirat
locum, in quo existit, cum exclusione alterius cujusque corporis
occupare. At vero Angelus ejus est naturae; ut locum non repleat,
tametsi corpus quodcumque a loco, in quo est, vi sua repeliere
libere possit.
17 Opp. 2. corpus non est impenetrabile ab Angelo: ergo per
impenetrabilitatem non distinguitur corpus ab spiritu, ac proptera
non bene collocatur ratio formalis corporis in impenetrabilitate
naturali. Dist. antec, corpus non est impenetrabile ab Angelo
defectu sui, nego; ratione Angeli, conc. & nego conseq. Corpus
petit natura sua id omne a suo loco excludere, quod locum replet.
Hinc, cum substantia spiritualis non sit loci repletiva, hujusmodi
quoque ipsa non est, ut eam a suo loco expeliere corpus possit.
Ceterum cum perspicuum sit ex traditis superiori loco,
impenetrabilitatem, quae inest corpori non competere Angelis,
dubium esse nequit, quin corpus a spiritu per impenetrabilitatem
radicalem satis discernatur.
18 Opp. 3. Unum corpus potest divina virtute esse simul cum
alio in eodem loco: ergo potest corpus impenetrabilitate privan,
adeoque &c. Nego conseq. nam etsi corpus aliquod per miraculum
impenetrabilitate actuali spolietur, semper tamen illam exigit
habere, nec hujusmodi exigentia auferri ab illo unquam potest:
eo prorsus modo, quo etsi calor actualis ab igne, motus deorsum
a lapide auferri, vel impedid possit a Deo, potentia tamen,
54
de cualquier cuerpo. Pero un ángel es de tal naturaleza, que no
llena un lugar, aunque pueda arrojar libremente, por su fuerza, a
todo cuerpo del lugar en donde esté.
17 Oposición 2. Un cuerpo no es impenetrable por un ángel; por
lo tanto, un cuerpo no se distingue del espíritu por la
impenetrabilidad, y por ello, la razón formal del cuerpo no está
bien colocada en la impenetrabilidad natural. Distingo el
antecedente: el cuerpo no es impenetrable por un ángel a causa de
un defecto suyo, lo niego; por la razón del ángel, lo concedo, y niego
el consecuente. El cuerpo, por su naturaleza misma, busca excluir
de su lugar todo aquello que llena ese lugar. De aquí que, como la
sustancia inmaterial no llena un lugar, tampoco existe de tal modo
ella, que el cuerpo puede sacarla de su lugar. Por otra parte, como
es claro que, por lo dicho antes, la impenetrabilidad no compete a
los ángeles, no debe haber duda, de que el cuerpo está bien
diferenciado del espíritu por la impenetrabilidad fundamental.
18 Oposición 3. Un cuerpo puede, por virtud divina, estar al
mismo tiempo con otro cuerpo en el mismo lugar; por lo tanto, el
cuerpo puede ser privado de impenetrabilidad, y además, también
las otras cosas. Niego el consecuente: pues aunque un cuerpo puede
ser despojado de su impenetrabilidad real por un milagro, siempre,
sin embargo, exige el tenerla, y de esta forma la exigencia no
puede nunca quitársele. Es sencillamente por esta razón, por la
que, aunque el calor actual del fuego, o el movimiento hacia abajo
de una piedra, puedan ser impedidos por Dios; sin embargo, la
potencia (o, por mejor decirlo, la exigencia) permanecen, debido a
ésta, aquellos cuerpos producen
55
imo & exigentia relinquitur, qua remoto obice proprium effectum
actualiter illa corpora producant.
19 Opp. 4. extensum non nisi ex extensis potest consurgere: ergo
extensio est adtributum corporis prius impenetrabilitate. Dist.
antec. & haec extensa sunt apta ad componendum corpus ratione
impenetrabilitatis ipsarum, conc. & non ita sunt, nego. Enim vero
sicut hoc non tollit quominus extensum ex suo genere sit aliquid
compositum, ita non impedit quominus aptitudo partium ad illud
componendum, nempe naturalis earum impenetrabilitas sit
adtributum ipsius compositi prius quam entitativa ejusdem
extensio: impenetrabilitas enim naturalis nihil est aiiud, quam
naturalis exigentia oceupandi locum cum exclusione alterius, partes
vero corporis per hanc ipsarum impenetrabilitatem aptae redduntur
ad extensum constituendum.
20 Dices: principia, ex quorum unione consurgit totum entitative
extensum, non sunt corpus si divisim sumantur, sed principia
corporis: ergo formalis ratio substantiae corporeae non est diversa
ab extensione, sed est ipsamet extensio. Nego ant. quia partes
constituentes extensum divisim sumptae, sunt substantia materialis,
si ve corporea; (non enim sunt spiritus): ergo formalis ratio
substantiae corporeae ab entitativa extensione diversa est: ergo si
ratio substantiae materialis, diversa est ab extensione, ratio quoque
corporis ab eadem erit plane diversa.
56
efectivamente un efecto propio, una vez que ha sido removido el
obstáculo.
19 Oposición 4. Lo extenso no puede establecerse a no ser a
partir de cosas extendidas; por lo tanto, la extensión es un atributo
del cuerpo antes que la impenetrabilidad. Distingo el antecedente:
también estas cosas extendidas son adecuadas para confeccionar un
cuerpo debido a la impenetrabilidad de las mismas, lo concedo, y
no siendo así, lo niego. Efectivamente, así como esto no quita que
lo extenso sea, por su género, algo compuesto, de la misma forma
no impide la unión de las partes para confeccionar a aquél; es decir,
la natural impenetrabilidad de ellas [las partes] es un atributo del
mismo compuesto, más que la extensión existente de éste; la
impenetrabilidad natural, por lo tanto, no es ninguna otra cosa, más
que la natural exigencia de ocupar un lugar con la exclusión de
otro. En verdad las partes del cuerpo por medio de esta
impenetrabilidad de ellas mismas se vuelven aptas para constituir
lo extendido.
20 Dirás: los principios, a partir de cuya unión se erige todo lo
extenso existente, no son el cuerpo si son tomados en forma
separada, sino que son los principios del cuerpo; por lo tanto, la
razón formal de la sustancia corpórea no es distinta de la extensión,
sino es la extensión misma. Niego el antecedente: porque las partes
constituyentes de lo extenso tomadas por separado, son la sustancia
material o corpórea (pues no son espíritus); por lo tanto, la razón
formal de la sustancia corpórea es distinta de la extensión existente;
si la razón de la sustancia material es distinta de la extensión,
también la razón del cuerpo será claramente distinta de la misma.
57
21 Opp. 5. melius, quam per naturalem impenetrabilitatem
explicatur essentia corporis per collectionem omnium adtributorum,
ita ut corpus dicatur substantia natura sua impenetrabilis, extensa,
divisibilis, mobilis, atque apta ad figuram quamvis recipiendam:
ergo. Dist. ant.; & hic est status quaestionis, nego, & non est, conc.
Explico solutionem: quantumvis memoratae proprietates sint
adfectiones propriae corporum, atque ita collectae corpori duntaxat
conveniant, hoc non impedit, quominus adferatur: ex ipsis iis relatis
unum aliquod esse adtributum, quod principe loco in corporibus
occurit, & ex quo rchquae proprietates in ipsis repertae fluunt.
Certe in controversiam venire nequit, proprietates generales corpori
ita inesse, ut rei ab eo distinctae haudquaquam competant, cum id,
ne in dubium quidem vocari queat, haecque notio, uti obvia cuivis,
ita pluribus a Philosopho non est discutienda.
58
21 Oposición 5. Mejor que por la natural impenetrabilidad, la esencia
del cuerpo se explica por la agrupación de todos sus atributos; de
manera que se llame cuerpo a la sustancia, por su naturaleza,
impenetrable, extensa, divisible, movible y apropiada para adoptar
cualquier figura, por lo tanto... Distingo el antecedente: y aquí está el
estado de la cuestión, lo niego, y no está, lo concedo. Explico la solución:
aunque las propiedades recordadas son afecciones propias de los cuerpos, y
así reunidas conforman exactamente al cuerpo; esto no impide que se diga
que, a partir de estas mismas cosas referidas, una sola cosa es el atributo
que se presenta en primer lugar en los cuerpos, y del cual las propiedades
restantes en ellos mismos descubiertas fluyen. Ciertamente no puede
venir a la controversia, el que las propiedades generales de tal manera
estén en el cuerpo, que correspondieran por completo a una cosa distinta
de él, ya que ciertamente esto no puede ser puesto en duda, y esta noción,
que es obvia para cualquiera, no se debe poner a discusión por el filósofo
por muchas razones.
59
De Principiis corporis naturalis
CAPUT I
Notiones generales principiorum
22
P
rincipia intrinseca compositi naturalis ea omnia
dicuntur,
ex
quibus
compositum
ipsum
essentialiter constituitur. Sic anima rationalis, &
corpus sunt principia hominis intrinseca. Haec, vel primaria sunt,
vel secundaria. Primaria sunt illa ex quibus ipsum compositum ita
constituitur, ut ea simul ex aliis, in quae resolvi possint; minime
componantur, seu ut loquuntur Scholastici: quae neque ex se
invicem, neque ex aliis, sed omnia ex ipsis flunt. Principia
secundaria ea vocantur, quae constituunt quidem compositum
naturale, verum & ipsa ex aliis essentialiter cualescunt. Sic corpus
organicum est principium hominis secundarium, cum ita hominem
constituat, ut ipsum quoque, simul ex aliis essentialiter componatur.
Insuper principia rerum intrinseca, vel metaphysica sunt, vel
artificiosa, vel sensibilia.
60
DISERTACION SEGUNDA
Acerca de los principios del
cuerpo natural
CAPITULO I
Nociones generales de los principios
22
S
e les llama principios intrínsecos del compuesto
natural a todas esas cosas, con las que está
constituido esencialmente el compuesto mismo.
Así, el espíritu racional y el cuerpo son los principios intrínsecos
del hombre. Estos o son primarios o secundarios. Los primarios
son aquéllos con los cuales se compone de tal forma el compuesto
mismo, que al mismo tiempo, pueden provenir de otros hacia
éstos; de ningún modo son formados, o, como los escolásticos
dicen: los que ni alternadamente a partir de sí, ni a partir de
otros, sino todos a partir de si mismos se originan. Se llama
principios secundarios a los que constituyen realmente al
compuesto natural, pero que también se forman esencialmente a
partir de otros. Así, el cuerpo orgánico es el principio secundario
del hombre, puesto que de tal modo constituye al hombre, que este
mismo cuerpo también, a su vez, está compuesto esencialmente de
otros elementos. Por todo ello, los principios intrínsecos de las
cosas o son metafisicos, o artificiosos, o sensibles.
61
23 Metaphysica sunt ea, quae metaphysicarum rerum instar, sensu
non adtingi possunt, sed tantum intellectu comprehendi. Artificiosa
sunt, quae miro quodam naturae artificio disposita, & conjuncta,
corpus naturale componunt ea ratione, ut omnes illius sensibiles
adfectiones, operationesque, ex partium magnitudine, figura, motu,
&c. proveniant, atque ex bis adcommodate explican queant.
Sensibilia demum, seu Physica vocantur ea quae a se mutuo reapse
per veram corporum resolutionem, possunt separan, sensuumque
adminiculo discerní. Incomperto est apud omnes Philosophos tam
Veteres, quam Recentiores, quodvis compositum naturale, quod
viribus naturae produci, ac destruí potest, duplici constare principio
essentiali; quorum alterum determinabile est, & materia dicitur,
alterum determinans, & forma compellatur. Certum quippe est fieri
mutationes naturales compositi unius in aliud quoad substantiam;
¿quis enim neget cibum ex. gr. mutari in chilum, hunc in
sanguinem, sanguinem in alias corporis organici partes, quorum
profecto unum in aliud ea lege convertitur, ut nihil sensibile
remaneat, ex quo utrumque essentialiter coalescit.
24 Jam vero certum est, compositum, quod naturae viribus
mutatur, neque creatione fieri, neque in nihilum redigi. Certum
igitur est dari quidpiam ex quo existente fíunt omnia, adeoque
cunctis commune,
62
23 Los metafísicos son aquéllos que, a semejanza de las cosas
metafísicas, no pueden ser percibidos por el sentido, sino tan sólo
ser comprendidos por el intelecto. Los artificiosos son los que,
dispuestos y unidos en cierta manera por un maravilloso artilugio
de la naturaleza, conforman al cuerpo natural por la razón de que
todos las afecciones sensibles de éste, así como sus operaciones, se
dan por el tamaño de las partes, así como su forma, su
movimiento, etcétera: y pueden ser explicados [los artificiosos]
convenientemente por ambos. Por último, los sensibles, o los
llamados físicos, son aquellos que, en reciprocidad, efectivamente
gracias a la real libertad de los cuerpos, pueden ser separados de
si mismos y distinguidos con la ayuda de los sentidos. Es obscuro,
entre todos los filósofos, tanto los antiguos, como los más
recientes, cómo todo compuesto natural que puede ser producido y
destruido por las fuerzas de la naturaleza, consta de un doble
principio esencial; de los cuales, uno es determinable y se le llama
materia, otro determinante y se le denomina forma. Pues es cierto
que los cambios naturales se hacen de un compuesto a otro en
cuanto a la substancia. ¿Quién puede negar, en efecto, que, por
ejemplo, la comida puede cambiarse a zumo, éste en sangre, la
sangre en otras partes del cuerpo orgánico, de los cuales uno
ciertamente se convierte en otro por esa ley, a fin de que nada
sensible permanezca, y por lo cual ambos se mezclan
esencialmente?
24 Luego, es muy cierto que un compuesto, que es transformado
por las fuerzas de la naturaleza, ni se hace por creación ni se
reduce a la nada. Por lo tanto, es cierto que si al darse algo
existente, a partir de lo cual todas las cosas se originan a partir de
lo existente, y de tal suerte es común a todas las cosas, con justeza
63
quod principium determinabile, seu materia recte indigitatur. Haud
absimili ratione, quoniam, ut liquet composita naturalia ínter se
differunt quoad substantiam; per eam vero partem, quae omnibus
ex aequo communis est, haudquaquam discriminentur; manifestum
redditur, aliud quiddam esse in corporibus, quod principium
determinans, id est forma vocatur. Quare si materia sumatur pro
subjecto, ex quo praevie existente naturalia composita producuntur:
forma vero praecise pro eo, quo unumquodque compositum, est id
ipsum, quod est, atque a ceteris quoad essentiam distinguitur, patet
sane de existentia horum principiorum. Peripateticos inter, &
Recentiores quaestionem moveri haud posse. Verum ficut eadem
illa sic accepta notionibus abstractis continentur, & Physicae
considerationis neutiquam sunt; ita ad rerum physicarum naturam,
adfectiones, operationesque explicandas minime faciunt.
25 Totum igitur quod hac in re negotium facessit, positum in eo
est, ut palam, fíat, quae sit horum principiorum physica natura,
nimirum ¿quid physice sit illud, ex quo praeexistente tamquam ex
subjecto determinabiii composita naturalia a causis creatis
producuntur, quidque illud, per quod unumquodque compositum
est id quod est, & a quovis alio essentialiter distinguitur?
Peripatetici nihil dedere hac super re, materiam, atque formam
metaphysice considerasse contenti. Recentiores vero scholasticis
subtilitatibus rejectis in eo sunt toti, ut physicam horum
principiorum naturam in aperto ponant, unde adparet, quam falso
dicant vulgares Peripatetici, ñeque materiam, neque formam a
Recentioribus admitti.
64
se le debería llamar principio determinable, o materia. De ninguna
manera, por razón de la diferencia, puesto que, como es evidente,
los compuestos naturales difieren entre sí, incluso en sustancia; sin
embargo, debido a esa parte, que es común a todas las cosas por
igual, de ningún modo se distinguen; se traduce que lo manifiesto es
alguna otra cosa que está en los cuerpos, lo cual es el principio
determinante al que se la llama forma. Por lo que, si la materia se
toma en virtud de la entidad existente previamente, los compuestos
naturales se producen a partir de ella, en pocas palabras, la forma
en virtud de ello, por lo que cada compuesto, es lo mismo que es, y
se distingue de los demás en cuanto a la esencia, con justa razón
hace evidente la existencia de estos principios. Entre los
peripatéticos y entre los más recientes la cuestión de ninguna
manera puede ser cambiada. Sin embargo, como en ésta, aquellos
principios así aceptados, están comprendidos en nociones
abstractas y ninguna de ellas de ningún modo es propia de
consideración física; así pues, de ningún modo se pueden explicar
las afecciones, las otras operaciones y la naturaleza de las cosas
físicas.
25 Por lo tanto, todo lo que produce dificultad en este asunto,
está puesto en esto, que se aclare cuál es la naturaleza física de
estos principios, sin duda, ¿qué es físicamente aquello, a partir de
lo cual los compuestos naturales son producidos por causas ya
creadas, a partir de lo ya existente, como a partir de un sujeto
determinable; aquello por lo que todo compuesto es lo que es, y
que se distingue esencialmente de cualquier otro? Los
Peripatéticos nada han aportado acerca de este asunto, y se
contentan con haber considerado la materia y la forma
metafisicamente. Los más recientes, por otra parte, están todos
65
Hitaque constitutis sistema metaphysicum Peripateticorum
videamus.
CAPUT II
Exponitur sistema Metaphysicum
Peripateticorum
26
S
upponendum est, corpus quodlibet naturale
dupliciter consideran posse, & quatenus
generatur, sive ut Peripatetici loquuntur in fieri.
& quatenus jam genitum est, sive, ut ipsi dicunt in facto esse.
Principia corporis naturalis, quatenus generatur, sunt tria juxta
Aristotelemp materia forma, & privatio: generatio enim est.
transitus quidam a non esse substantiali ad illud esse suhstantiale,
in quo transitu tria necessario concurrunt. nempe terminas a quo,
seu privatio illius esse. illud esse quod adquiritur. quod est forma,
& illud ex quo res constituía per illud esse sit. quod est materia.
Principia corporis naturalis jam facti. seu in facto esse, tantum sunt
duo, nempe materia, & forma. ut supra dictum est. Adhaec, ajunt
unionem esse formam quandam, seu
p
Lib. I. Phys. cap. 6. & 7.
66
de acuerdo en rechazar las sutilezas escolásticas en esto, a fin de
poner en claro la naturaleza física de estos principios, de donde
resulta evidente que los peripatéticos vulgares hablan sin razón, y
que ni la materia, ni la forma son admitidas por los más recientes.
Así pues, con estos fundamentos veamos el sistema metafísico de
los Peripatéticos.
CAPITULO II
Se expone el sistema metafísico de los
peripatéticos
26
S
debe suponer que cualquier cuerpo natural
puede ser considerado de dos maneras, hasta qué
punto se produce, o como los peripatéticos dicen,
en el ser hecho, y hasta qué punto ya está engendrado, o como
dicen ellos, en el hecho de ser. Los principios del cuerpo natural,
hasta qué punto se genera éste son tres, según Aristóteles16: la
materia, la forma y la privación; la generación, en efecto, es el
tránsito precisamente del no ser sustancial al ser sustancial: en
dicho tránsito necesario concurren tres aspectos, esto es, el
término por el cual se produce la privación de ese ser; aquel ser
que se adquiere, que es la forma, y aquél a partir del cual una
cosa constituida es hecha por ese ser, que es la materia. Los
principios del cuerpo natural ya hecho, o en el hecho de ser, tan
sólo son dos, esto es, la materia y la forma, como ya se dijo antes.
En relación con esto, afirman que la unión es una cierta forma, o
16
L. I, Física, c. 6 y 7.
67
modum substantialem, partem ut quo, cujus est facere, ut ex
materia, & forma totum quoddam completum substantiale
constituatur. Thomistae fere negant, hanc unionem esse a materia,
& forma distinctam, ceteri contra statuunt, & pro vera entitate
modali ipsam agnoscunt. Imo vero sunt quibus unio alia ejus ipsius
unionis, quam unitionem vocant, adferenda videatur. Haec autem
sicuti alia pleraque, tanti non sunt, ut fusius a me exponi debeant.
27 Docent praeterea Peripatetici materiam primam esse
substantiam simplicem, incompletam, primum rerum corporearum
fiíndamentum, primumque subjectum naturalium transmutationum.
Eam ita definit Aristotelesq materia secundum se neque est quid,
nec quantum, nec quale, nec aliquid eorum quibus ens
determinatur, neque utique negationes. Ipsum nihil meliori
definitione explicare non posset Aristoteles, lepide inquit Hispanus
noster D. Martinus Martínez r. Non est quid, id est, secundum se
non est homo nec lapis, nec lignum, &c. Non est quantum, id est
nullam habet determinatam magnitudinem, nec quale, quia nec
calida est, nec frigida, neque aliquid eorum, &c. quia non est ulla
forma, cujus est ens determinare ad hanc, aut illam speciem
physicam. Denique non est negationes, sive entium carentiae, quia
est entilas positiva.
q
Haec est celebris materiae definitio ab Aristotele tradita lib. r.
Metaphys. cap. 3. qua in re Aristotelem derisit S. Justinus Martyr, & S.
Basilius.
r
Filosofia Sceptica en Dialogos.
68
bien un modo sustancial, la parte por la que [la unión], de la cual
es propio el hacer, a fin de que todo el complejo sustancial esté
constituido de materia y de forma. Los Tomistas, por lo general
niegan que esta unión se dé gracias a la materia, y que sea una
forma distinta; los demás piensan lo contrario, y reconocen que esta
unión existe en virtud de una real entidad modal. Efectivamente,
éstos creen que es una unión distinta de la misma unión, a lo que
llaman unidad, la que debe producirse. Empero, así como éstas y
muchas otras cosas, no son de tan gran valor que deban ser
expuestas más ampliamente por mí.
27 Además, los peripatéticos creen que la primera materia es la
sustancia sencilla, incompleta, el primer fundamento de las cosas
corpóreas, y el primer sujeto de los cambios naturales. Aristóteles
la define así17: la materia, según él, ni es el qué, ni el cuánto, ni el
cómo; ni ninguna de estas cosas por las que el ente es
determinado, ni siquiera las negaciones. Aristóteles no podía
haber dado una mejor definición de la nada misma.
Ingeniosamente dice nuestro hispano Don Martín Martínez 18: no
es el qué, esto es, según él, no es el hombre, ni la piedra, ni la
madera, etc.; no es el cuánto, esto es, "no tiene una magnitud
determinada"; ni es el cómo, porque ni es calurosa, ni fría, ni
ninguna otra cosa de éstas, porque no es forma alguna de la cual
el ente pueda determinar a ésta o aquella especie física.
Finalmente, no es las negaciones, o la carencia de entes, porque es
una entidad positiva.
17
Esta es la célebre definición de materia transmitida por Aristóteles, L. I
Metafísica c. 3, del cual se burlaron S. Justino Mártir y S. Basilio.
18
Filosofía Escéptica en Diálogos.
69
28 Ex dictis inferunt: materiam primam esse subjectum ad
multiplices formas indifferentem, & quidem non modalem, sed
absolutam, nam si accidens, esset, in alio subjecto reciperetur, ac
proinde non esset primum subjectum: esse simplicem, id est, non
compositam ex subjecto & forma: nam tunc non esset primum
principium, hoc tamen non impedit, esse compositam integraliter ex
partibus extensis. Inferunt etiam esse incompletam, hoc est, esse
ordinatam ad constituendum totum cum alia parte substantiali: esse
ingenerabilem & incorruptibilem, nam cum generatio sit productio
reí ex praesupposito subjecto, corruptio vero desitio rei permanente
subjecto, materiaque, quae est primum subjectum, nec praesupponi
a se possit, nec possit destructa manere, inde nec generari, nec
corrumpi potest. Esse naturaliter indestructibilem, quia Deus
nullam destruit substantiam nisi ad inimici fortioris exigentiam, &
nihil est in rebus inimicum materiae.
29 Quod ad formam spectat eam esse dicunt substantiam
incompletam, quae tanquam actus primus materiam complet,
informat, ut corpus naturale in determinata specie constituat.
Dicitur incompleta, quia cum materia determinatur ad
constituendum compositum, actus dicitur, quia determinat
potentiam materiae ad certum coplementum, & certam compositi
speciem: vocatur autem primus actus, ut ab accidentibus
discernatur, qui actus sunt materiae, sed secundarii. Ex materia &
forma ita explicatis omnia composita constare adfirmant
Peripatetici.
70
28 De lo dicho se infiere que la materia principal es un sujeto
indiferente para muchísimas formas, y ciertamente no modal, sino
absoluta, pues si fuera accidente, se acogería en otro sujeto, y por
consiguiente no sería el primer sujeto; [se infiere] que es sencilla,
esto es, que no está compuesta por ningún sujeto ni forma alguna,
pues entonces no sería el principal principio; sin embargo, esto no
impide que esté compuesta integralmente por partes extensas. Se
infiere también que es incompleta, esto es, que está ordenada a fin
de constituir un todo con otra parte sustancial, que es ingenerable e
incorruptible, pues, como es generación, es la prolongación de una
cosa a partir de un sujeto presupuesto. Por otra parte, la corrupción
es la conclusión de una cosa permaneciendo el sujeto, y la materia,
que es sujeto principal, y no podría presuponerse por sí misma, ni
podría permanecer destruida, de allí que ni puede ser generada ni ser
corrompida. [Se infiere] que naturalmente es indestructible, porque
Dios no destruye sustancia alguna a menos que lo haga por una
exigencia de un enemigo más fuerte, y nada hay en las cosas
contrario a la materia.
29 Por lo que se refiere a la forma, dicen que ella es una
sustancia incompleta, que así como el acto principal determina a
la materia y le da forma, del mismo modo el cuerpo natural la
determina en una especie determinada. Se le dice incompleta
porque está determinada con la materia a fin de constituir un
compuesto; se le dice acto porque determina la potencia de la
materia hacia cierto complemento, y hacia cierta especie de un
compuesto. Por otra parte, se le llama acto principal a fin de que
se le distinga de los accidentes que son los actos de la materia,
pero secundarios. Los peripatéticos afirman
71
Ex dictis inferunt I. quod differentia specifica corporum non a
materia, ut quae in omnibus eadem est specie, sed a forma
desumatur. 2. quod forma substantialis in omni generatione, de
novo producatur, & in corruptione (excepta anima rationali)
destruatur, remanente materia prima, quae est incorruptibilis. 3.
quod omnes formae (anima rationali excepta) educantur ex potentia
materiae, vel a causa creata, si adsit proportionata, vel a solo Deo,
ut auctore naturae. Hactenus Peripateticorum systema.
CAPUT III
Quambrevissime exponitur & refuta tur
Systema Leibnitzii
30
L
eibnitzius admittit in natura vim aliquam
insensibilem, & entia abstracta: atque hac de
causa in classe eorum est, qui metaphysica,
sive insensibilia corporum principia statuerunt. Elementa omnium
rerum juxta ipsum sunt monades, sive substantiae simplices,
ingenerabiles, & incorruptibiles a Deo creatae. Quaevis monas
repraesentat totum universum, adeoque est quodammodo omnia,
sed sicut remota non satis oculis discernimus, ita
72
que todos los compuestos están hechos de materia y de forma tal
como hemos explicado. De lo dicho se infiere: 1. Que la diferencia
específica de los cuerpos no se toma por la materia, como la que
está en todas las cosas por su misma especie, sino por la forma. 2.
Que la forma sustancial, en toda generación, se produce a partir de
algo distinto y que se destruye en la corrupción (excepto el espíritu
racional), quedando la materia principal que es incorruptible. 3.
Que todas las formas (excepto el espíritu racional) se sacan de la
potencia de la materia, bien por una causa creada, si se presenta
proporcionada, o bien por Dios únicamente, como el autor de la
naturaleza. Hasta aquí el sistema de los peripatéticos.
CAPITULO III
Muy brevemente se expone y se refuta
el sistema de Leibnitz
30
L
eibnitz admite que hay una cierta fuerza
imperceptible en la naturaleza, así como entes
abstractos; y por esta causa está en la
categoría de aquéllos que establecieron los principios metafisicos o
imperceptibles de los cuerpos. Los elementos de todas las cosas,
según él, son las mónadas o sustancias simples, ingenerables e
incorruptibles, creadas por Dios. Cualquier mónada representa a
todo el universo, así están en cierta manera todas las cosas; pero,
por lo mismo que no distinguimos bien las cosas lejanas con la
vista, del mismo modo
73
sit, ut non omnia, quae quavis in monade insunt, distincte
repraesententur. Ejus integrum systema in Actis Eruditerum
LipsiensibusS publicatum fuit. Sed ¿quis mente adsequatur, quod
monas quaevis, ens videlicet partium expers rerum universitatem
repraesentet? Nec animus est Leibnitzio objecture usum in
explicanda sua opinione vocabulorum, quibus nulla subsit idea
distincta, quod Hartsoeker explevit1 :neque monadologiam ab
idealismi errore haud alienam commonstrare, quod ex institituto
factum a Jac. Frider. Mullero. Haec pauca delibasse satis fuerit.
CAPUT IV
Praemittuntur axiomata ad confutanda, vel
stabilienda systemata prorsus necessaría
31
A
ntequam refutationem systematis Peripateticorum
adgrediamur, axiomata quaedam universalia
Physicae propria, atque ex generalibus
requisitis ad cujusvis Scientiae systema stabilicndum necessariis
deducta, premittenda putamus, quae cum in dijudicandis aliorum
systematibus, tum in nostro constituendo, facem veluti praeferant,
s
t
Supplem. tom. 7. Sed II. ann. 1721.
Cours de Physique Lib. I. cap. I. art. 3.
74
sucede que todas las cosas, que están (indistintamente) en cualquier
mónada, son representadas distintamente. El sistema íntegro de él
fue publicado en Actas Lipsiae de Eruditos19. Pero, ¿quién
comprende con la mente, que cualquier mónada, un ente
ciertamente desprovisto de las partes, representa la totalidad de las
cosas? No es la intención de Leibnitz exponer, con una explicación
obligada de su opinión, el uso de las palabras que no tengan
ninguna idea diferente lo cual completó Hartsoeker20: que la
monadología no demuestra de ninguna manera una idea diferente
de un error idealista, lo cual fue expuesto a partir de un principio
por Frider Müller. Que sean suficientes estas pocas cosas como
prueba.
CAPITULO IV
Se presentan axiomas para refutar, o para
consolidar enteramente los sistemas necesarios
31
A
ntes de que abordemos la refutación del
sistema de los peripatéticos con otros
sistemas, por decirlo así, pensamos que
deben presentarse algunos axiomas universales propios de la física
y deducidos de requisitos generales, los necesarios para establecer
un sistema de cualquier ciencia, los que, de una parte están en
otros sistemas que deben enjuiciarse, de la otra, están en el nuestro
que se debe construir, así como se lleva una antorcha en
19
20
Suplemento, t. 7, sec. 11, año 1725.
Curso de Física, L. I, c. 1. a. 3.
75
& quibus tanquam fundamentis tota Physica deinceps nitatur. Ea
autem sunt hujusmodi.
32 Axioma I. In Physicis illud systema, aut opinio, ceufsalsa
rejici debet, quae contra Theologiam Sacram, vel sanam
metaphysicam, aut certam experientiam quidpiam docet vel
adsumit. Axioma II. lllud systema praeferendum est aliis, quod
simplicius est; & ex paucioribus principas corporis naturalis
prophetates, ejfectus & phaenomena explicat. Entia prefecto non
sunt multiplicanda citra necessitatem, non debet item per plura
fieri, quod fieri potest per pauciora, ut omnes Philosophi
consentiunt. Qua propter nec principia rerum, nec effectuum
causae multiplicandae sunt, nisi ratio haud dubia id poscat, ut
supra dictum est [§. 20] Axioma III. Illud systema melius
censendum est, quod plura, quae apud Physicos in
considerationem duci debent, evolvit. Physica enim tota in eo
versatur, ut rerum naturalium adfectiones, effectus &c. quam
plurimi, & quam optime explicentur.
33 In adlata hujus axiomatis ratione fundatur Axioma IV.
Systema illud praeferendum est ceteris, quod non modo
generalibus notionibus utitur ad explicanda rerum
phaenomena, sed speciatim etiam naturam corporum,
adfectiones, & causas effectuum quoad ejus fieri potest
76
las procesiones, así también en tales fundamentos se apoya toda la
Física. De esta manera son, pues, estas cosas.
32 Axioma I: En las cuestiones físicas, debe ser rechazado ese
sistema u opinión, lo mismo que la falsa, que está en contra de la
Sacra Teología o de la sana metafísica, o bien que muestra o
asume algo contrario a la experiencia cierta. Axioma II: Se debe
preferir, por sobre los demás, aquel sistema que sea más sencillo,
y que explique, a partir de los menos principios posibles, las
propiedades del cuerpo natural, sus efectos y fenómenos. Los
entes en verdad no deben multiplicarse más de lo necesario; no
debe, igualmente, ser hecho por un gran número de cosas, lo que
puede ser hecho por muy pocas, como todos los filósofos
concuerdan. Por lo que, ni los principios de las cosas, ni las causas
de los efectos deben ser multiplicados, a no ser que la razón
ninguna duda tenga sobre esto, como ya se dijo antes [§ 20].
Axioma III: Aquel sistema que sea mejor debe ser tomado en
cuenta, porque explica la mayor parte de las cosas que deben ser
puestas a consideración de los físicos. En efecto, toda la Física
consiste en esto: que las afecciones, los efectos y muchísimas otras
cosas de las cosas naturales, se expliquen lo mejor posible.
33 En el razonamiento expuesto de este axioma, se basa el Axioma
IV: Por sobre los demás, se debe preferir aquel sistema que no
sólo utilice nociones generales para explicar los fenómenos de las
cosas, sino especialmente que también exponga con claridad la
naturaleza de los cuerpos, las afecciones, y las causas de los
efectos en la medida que pueda hacerlo
77
perspicue, ac dilucide proponit. Ideae enim generales pariunt
duntaxat notitiam obscuram rerum particularium, resque naturales
optime non explicant, quod munus est Physicae. Hinc, si quaerenti
ex. gr. ¿cur calor rarefaciat corpora, frigus adstringat?
respondeatur: hanc esse caloris, hanc frigoris naturam, haud
dignum Philosopho responsum datur. Similiter, interrogantem de
variis naturae effectibus, generali qualitatis termino expedire, parvi
est, atque humilis ingenii, ut Clariss. Rohault u loquitur. Hinc
consequitur Axioma V. Illa doctrina reliquis praestat, quae nihil
adferit, vel ponit, quod cogitatione comprehendi, aut explican satis
nequeat. Physica enim quantum fieri potest exhibere nobis debet
naturam ad vires intelligentiae nostrae adcommodatam, & sublatis
involucris naturam rerum explicare.
34 Axioma VI. Systema illud in Physica obtineat necesse est,
quod rerum naturalium doctrinam adcommodate ad naturam ac
rationem disciplinae hujus persequitur. Huc quoque ceu regulae
quaedam aliae perquam utiles revocan possunt sequentes. I. Non
est recurrendum ad causam primam seu Deum, quando haberi
potest causa secunda. II. Dum nobis ignotae sunt causae sensibiles
effectuum, insensibilis quaedam et perinde ignota haud quaquam
adstruatur. III. In his quaestionibus, aut immorandum non est, aut
ab iis tractandis omnino abstinendum.
u
In Phys. Praesat.
78
brillantemente. Así pues, las ideas generales producen únicamente
una obscura noción acerca de las cosas particulares, y no explican
muy bien las cosas naturales, lo cual es labor de la Física. De aquí,
si al que preguntara, por ejemplo, "¿por qué el calor dilata los
cuerpos, y el frío los contrae?" se le respondiera: que ésta es la
naturaleza del calor y del frío, de ninguna manera se da una
respuesta digna de un filósofo. Igualmente, al que preguntara
acerca de los diferentes efectos de la naturaleza si se le respondiera
que éstos se explican con términos muy generales de la cualidad de
las cosas, sería de poco valor, y pobre de ingenio, como dice el
ilustrísimo Rohault21. De aquí se desprende el Axioma V: Aventaja
a las demás aquella doctrina, que nada presenta o expone, que no
pueda ser comprendido con la reflexión, o no pueda ser explicado
satisfactoriamente. En efecto, la Física, en tanto pueda hacerlo,
debe mostrarnos la naturaleza acomodada a la fuerza de nuestra
inteligencia y explicar la naturaleza de las cosas, suprimiendo los
conceptos.
34 Axioma VI: Aquel sistema que se apoya en la Física, es
necesario, porque persigue una doctrina de las cosas naturales
acomodada a la naturaleza y a los principios de esta disciplina.
Aquí también, lo mismo que ciertas leyes, otras, completamente
útiles, que pueden ser retomadas, son las siguientes: I. No se debe
recurrir a la causa primera o a Dios, cuando se puede obtener
una segunda causa. II. Mientras las causas sensibles de los
efectos sean ignoradas por nosotros, alguna no sensible, y por lo
mismo, enteramente ignorada, de ninguna manera es formulada.
III. En ambas cuestiones, o no debe uno detenerse, o debe uno
abstenerse totalmente de las
21
En el prefacio de su Física.
79
quorum solutio vel nunquam reperietur, vel si forte reperiatur
nihilo nos doctiores reddit. IV. Idem dicendum de iis controversiis,
quae ab imperscrutabili Dei consilio pendent, & illi solí cognitae
sunt, qui fecit omnia, quae proinde recte ait Tertullianus, aut a Deo
discenda esse, aut a nullo. His constitutis.
CAPUT V
Refutatur Systema metaphysicum
Peripateticorum
35
D
ico primo: principia corporis naturalis, prout ab
Aristotele exponuntur, nihil fere ad Phijosophiam
naturalem adipiscendam deserviunt. Veritas hujus
adsertionis satis patebit, si consideremus corporis naturalis
principia, materiam scilicet, & formam nonnisi metaphysice & in
abstracto füisse ab Aristotele adsignata, & cuncta, quae de eisdem
adferit, & determinat, solummodo esse metaphisicas quasdam
praecissiones, quíbus physicae res nunquam satis exponuntur,
itaque ad cognitionem particularium corporum, diversorumque
phaenomenorum explicationem nihil conferunt, proindeque nihil
fere ad Physicam adipiscendam deserviunt, nec in Physicae
systemate locum habere possunt ex Axiom. VI.
80
cosas que se están tratando, cuya solución, o nunca se
encontrará, o, si por ventura se encontrara, en nada nos
reportará ser más sabios. IV. Lo mismo debe decirse acerca de
aquellas controversias, que dependen del inescudriñable juicio de
Dios, y sólo son conocidas por quien hizo todas las cosas, acerca
de las cuales, muy bien dice Tertuliano: o deben ser dichas por
Dios, o por nadie. Establecidas estas cosas, termino.
CAPITULO V
Se refuta el sistema meta físico de los
peripatéticos
35
D
igo en primer lugar: los principios del cuerpo
natural, según son expuestos por Aristóteles, de
casi nada sirven para aproximarse a una filosofía
natural. La verdad de esta afirmación será suficientemente clara, si
consideramos que los principios del cuerpo natural, entiéndase la
materia y la forma, solamente fueron asignados y unidos por
Aristóteles metafísicamente y en abstracto. Éste afirma y determina
acerca de ellos cosas que únicamente son algunas precisiones
metafísicas, con las cuales los asuntos físicos nunca son expuestos
satisfactoriamente, y de tal suerte nada aportan para la
comprensión de los cuerpos particulares y para la explicación de
los diversos fenómenos y, por consiguiente, de casi nada sirven
para comprender la Física, ni pueden tener lugar en un sistema de
la Física por el Axioma VI.
81
36 Quod ut clarius fíat hunc casum supponite. Quaerat aliquis
ex. gr. ¿ex quibus, ceu intrinsecis principiis domus coalescat?
Respondeam autem ego coalescere ex materia & forma domus:
materiam autem esse id ex quo domus sit, formam vero esse actum,
quo materia determinata est, ut domum componat. Hac certe
responsione verum dixi, sed interrogantem doctiorem non feci,
ideoque merito rursum inquiret ¿quid nempe sit materia illa ex qua
facta sit domus, quidve similiter sit actus ille, qui forma domus
adpelatur. Non ergo ex Aristotelis Schola doctiores evadimus in iis,
quae ad rerum naturalium primordia spectant, proindeque
metaphysicum Peripateticorum systema nihil fere ad Philosophiam
naturalem adipiscendam deservit, non ex eo quod falsum sit, sed e
contrario quod nimis verum, nihilque doceat praeter ea quae
ignorari non possunt. ¿Quis enim unquam dubitare potest ex
materia, & forma omnia composita esse?: at postquam haec
didicimus nullius phaenomeni causam reddere possumus: nihil ergo
deservit ad Physicam perdiscendam.
37 Dico secundo: Systema Peripateticum de principiis
corporis naturalis negligendum omnino est in Physica. Prob:
nam sí in Philosophia naturali systema illud recte negligitur,
in quo res naturales, aut non explicantur, vel ignotum per
aeque ignotum proponitur, Peripateticum certe systema locum
in Physica habere non potest ex Axiom. III. & IV. Ac
proinde negligendum omnino est. Prima hujus propositionis pars,
82
36 En cuanto a esto, para que sea más claro, suponed este caso:
Alguien pregunta, por ejemplo, ¿a partir de cuáles principios
intrínsecos se forma una casa? Yo respondería que la casa se forma
a partir de la materia y la forma; que la materia es aquello de lo
cual la casa es, que la forma ciertamente es el acto, hecho por el
cual la materia está determinada, a fin de confeccionar una casa.
Con esta respuesta ciertamente dije la verdad, pero no hice más
sabio al que preguntó, y por esa razón con justeza, de nuevo éste
inquiriría: "¿qué es, entonces, esa materia con la cual una casa se
hace, o, asimismo, qué es ese acto que se llama "forma de la
casa"?" Por lo tanto, no por la escuela de Aristóteles nos volvemos
más sabios en estas cuestiones que atañen a los principios de las
cosas naturales y, por consiguiente, el sistema metafísico de los
peripatéticos de casi nada sirve para explicar la filosofía natural,
no por eso es falso, sino que, por el contrario, es muy cierto y que
nada enseña, excepto esas cosas que no pueden ser ignoradas.
¿Quién entonces podría dudar que todas las cosas están compuestas
por la materia y por la forma? Empero, después de haber conocido
estas nociones, no podemos dar la causa de fenómeno alguno; por
lo tanto, de nada sirve para comprender perfectamente la Física.
37 Digo en segundo lugar: el sistema peripatético acerca de
los principios del cuerpo natural enteramente debe ser hecho a
un lado en la Física. Se prueba: ya que si en la Filosofía natural,
ciertamente se descuida ese sistema, en el que las cosas naturales
o no se explican, o se expone lo desconocido por medio de
lo igualmente desconocido, en verdad el sistema peripatético no
puede tener cabida en la Física por los Axiomas III y IV, y, por
consiguiente, debe desdeñarse por completo. La primera parte de
83
licet a nobis probata jam superius fit, plenius & ad evidentiam
usque probatur. Pone etenim in quaestionem venire ¿cur ignis ex.
gr. certis, quas experimur qualitatibus donetur, aqua ex adverso
alias adfectiones sortiatur? Non alium responsum a Peripatetico
excipies, quam hoc: videlicet eo ex capite, ista consequi, quod ignis
aliam formam substantiaiem habeat, aqua aliam; quod si quis instet
quaerendo ¿quid formae illae sint, qua lege diversos effectus
producant, diversa exposcant accidentia? Reponunt hi philosophi
continuo: naturam hanc esse formae ignis, ut tales exigat
adfectiones, aliam contra esse naturam formae ipsius aquae, quod
quidem est contra Axiom. IV.
38 Secunda pars propositionis constat, nam dum a Peripatetico
quaeritur ¿cur calor & frigus ex. gr. diversam sensationem
producant? non aliam indigitant causam, quam qualitates has
diversas, omnino esse diversae naturae. ¿Quis vero negabit his
loquendi modulis rerum phaenomena neutiquam explican, &
ignonotam controversiae materiam responso perinde ignoto
expediri? ergo in Peripatetico systemate ignotum per aeque ignotum
proponitur, generalibusque utitur notionibus ad explicanda rerum
phaenomena contra Axiom. IV. ac proinde in Physica negligendum
omnino est.
84
esta proposición, aunque ya esté enteramente examinada por
nosotros, se examinará más ampliamente hasta que se haga
evidente. Supón también que se recurra a esta pregunta: ¿Por qué,
por ejemplo, el fuego se da en ciertas cualidades que
experimentamos, y el agua, a partir de lo contrario, ofrece efectos
distintos? Ninguna otra respuesta obtienes del sistema peripatético,
más que ésta: es evidente a partir de este párrafo que estas cosas se
derivan: que el fuego tiene una forma sustancial, y el agua otra; a
lo que si alguien insiste preguntando "¿qué son esas formas, que
por ley producen diversos efectos, que exigen diversos sucesos
fortuitos?" Estos filósofos responden de inmediato: que esta
naturaleza es propia de la forma del fuego, de tal forma que exige
tales afecciones, que, por el contrario, otra es la naturaleza propia
de la forma del agua misma; lo cual sin duda está en contra del
Axioma IV.
38 La segunda parte de la exposición es evidente, pues mientras
pregunta un peripatético ¿por qué el calor y el frío, por ejemplo,
producen sensaciones distintas? No invocan otra causa más que
estas cualidades son totalmente distintas por ser de una naturaleza
distinta. ¿Quién, entonces, negará con estas formas de hablar que
los fenómenos de las cosas de ningún modo se explican, y que la
materia desconocida de la controversia de ningún modo se explica
con una respuesta desconocida? Por lo tanto, en el sistema
peripatético se expone lo desconocido a través de lo igualmente
desconocido, y se utilizan nociones generales para explicar los
fenómenos de las cosas contrariamente al Axioma IV, y, por
consiguiente, en Física tal sistema debe ser totalmente desdeñado.
85
39 Adhaec dum Peripatetici in eo sunt unice ut formas
substantiales interire, atque generari propugnent ¿qua ratione
novam formam substantialem ignis ex. gr. exoriri commonstrabunt,
iisdem omnibus manentibus, quibus constitutis eadem forma destruí
solet. Eadem est candela, (verbis utor Calriss. Casatix cum eodem
ardente ellychnio flammam edens: insufflas, flamma perit: iterum
insufflas, flamma reviviscit: ortus & interitus eadem est causa,
scilicet idem flatus, eaedem dispositiones, idem subjectum, quod
flamma privatur, & flammam recipit. Praetereo quam plurima
argumenta adversus systema Peripateticum, speciatim, ea, quibus
Henricus Wiber materiam, & formam valide exagitat.y Systema
hoc haudquaquam veluti ab Aristotele excogitatum spectamus, sed
Peripateticum vulgare dicimus quod fortasse aptius Arabicum ab
Arabibus Stagyritae interpretibus nuncupari posset. Aristotelis
quippe mentem longe aliam fuisse multis ostendunt Gassendus,z
Sturmius,a Stephanus Pace,b alliique.
x
De igne Dissert 9.
Princip. Philos. AntiPeripat.
Z
Phys. Lib. 7. Sect. I. cap. 3.
a
Phys. Elect. tom. I. lib. I.
b
La Fisica de Peripatetici al paragone della vera Física d'Aristot.
y
86
39 En relación con esto, mientras los peripatéticos coinciden en
ello de tal modo que propugnan que las formas sustanciales
desaparecen y que son generadas ¿con qué razonamiento
demostrarán que la nueva forma sustancial del fuego, por ejemplo,
nace: si permanecen todas las mismas cosas constituyentes con las
que la forma misma suele ser destruida? La antorcha misma
(utilizo las palabras del ilustrísimo Casati22) consume la flama
con la misma mecha ardiente. Soplas, la flama se apaga; de nuevo
soplas, la flama se reaviva; nacimiento y muerte son la misma
cosa, en este caso el soplo mismo. Son las mismas disposiciones,
es el mismo sujeto que es librado de la flama y repone la flama.
Omito muchísimos argumentos contrarios al sistema peripatético,
especialmente aquéllos con los que Enrique Wiber examina en
detalle la materia y la forma23. De ningún modo consideramos que
este sistema haya sido inventado así por Aristóteles, sino
afirmamos que es un sistema peripatético vulgar, el cual,
probablemente de manera más adecuada podría ser llamado arábigo
a causa de los intérpretes árabes del Estagirita. Sin duda,
Gassendi24, Sturmio25, Esteban Paz26 y otros, muestran con amplitud
que otra muy diferente es la idea de Aristóteles.
22
Disertación acerca del fuego, 9.
Principios filosóficos antiperipatéticos
24
Física, Libro 7, sec. I, cap 3.
25
Selecciones físicas, tomo 1, libro 1.
26
La física de los peripatéticos en comparación de la verdadera física de
Aristóteles.
23
87
CAPUT VI
System ata Artificiosa. Exponitur, & refutatur
Atomistarum systema
40
L
etrus Gassendus Vir celebris, & Philosophiae
studiis mirifice commendatus, & cum eo tota
Atomistarum Schola, censet unicum rerum
principium esse atomos. Atomus autem juxta hos Philosophos est
corpusculum infectile, sive indivisibiie, figuratum tamen, trineque
mensurabile, extensum, solidum, & impenetrabile. Hae atomi sunt
materia prima juxta ipsos. Figura in his, eaque, diversissima est, ut
aliquae habeant figuram cubi, sphaerae, cylindri, piramidis,
phsmatis, &c. Phaenomena, & mutationes corporum naturalium
per explicatas atomos exponunt. Hoc est antiquissimum Epicitri
systema a Clariss. Gassendo renovatum. Sed plurima quae in
Deum, Providentiam, Religionemque Epicurus impie congesserat
expunxit, ceteraque uberrime exornavit. Etenim Epicurus posuit
atomos aeternas, increatas, infinitas.
41 Verum Gassendus, & cum eo Atomistae Recentiores, Epicurum
errasse fatentur, dum atomos ipsas increatas, per se mobiles, admisit,
atque illud etiam perditae insaniae in Epicuro fuisse demonstrat,
quod mundum ex fortuito atomorum concursu genitum fore,
nulloque Divinae mentís consilio, vel Providentia regi crediderit;
88
CAPITULO VI
Sistemas artificiosos. Se expone y se refuta el
sistema de los atomistas
40
P
edro
Gassendi,
hombre
célebre
y
magníficamente recomendado por sus estudios
de Filosofía, y junto con él toda la escuela de
atomistas, estima que el único principio de las cosas son los
átomos. Pero el átomo, según estos filósofos, es un corpúsculo no
dividido o indivisible; aunque, con forma y tres aspectos
mensurables: extensión, solidez e impenetrabilidad. Según ellos,
estos átomos son la materia primera. Su forma es tan variadísima
que algunos tienen figura de cubo, esfera, cilindro, pirámide,
prisma, etc. Exponen los fenómenos y cambios de los cuerpos
naturales a través de los átomos descritos. Este es el antiquísimo
sistema de Epicuro renovado por el ilustrísimo Gassendi. Pero
desaprobó la mayor parte de las cosas que Epicuro había imputado
impíamente a Dios, a la Providencia y a la Religión, y el resto las
honró grandemente. Y en efecto, Epicuro propuso que los átomos
eran eternos, increados, infinitos.
41 Gassendi, y junto con él atomistas más recientes,
manifestaron que Epicuro se había equivocado cuando admitió que
los átomos mismos eran increados, movibles por sí mismos; y
además demuestra que aquello era propio de una insania
irremediable en Epicuro aquello de que el mundo habría de
producirse por el encuentro fortuito de los átomos creados; creyó
que el mundo no está regido por ningún designio de la mente
89
nam ut est a Cicerone observatum: nihil tam arcanum, admirabile,
divinumque est, quod non apud istos atomorum turba conficiat.c
Etsi itaque negari non possit plurima in Atomistarum sententia
feliciter, atque utiliter esse excogitata, Atomistarum sententia
feliciter, atque utiliter esse excogitata, Atomistarum tamen systema,
sive hypothesis universe recipienda non videtur, cum incertum
prorsus sit, an ejusmodi corpuscula dari possint, quae extensa sint,
simulque indivisibilia, proindeque est contra Axiom. V.
CAPUT VII
Exponitur Cartesii Systema, & refutatur
42
P
rimo ponit Cartesiusd creatam a Deo materiam
simplicem, homogeneam, trine mensurabilem,
& undique extensam. Hanc materiam divisit
Deus in particulas inter se quamproxime aequales, cubicas, ita ut
contactu immediato, ac omnem vacuum excludente se omni ex
parte contingerent. Partibus sic divisis Conditor Deus impressit
vehementissimum motum duplicem, unum quo singuiae portiones
circa proprium centrum, alterum quo plures simul circa commune
centrum moverentur. Portionibus materiae ita in girum actis,
Cartesius a vertendo nomen vorticum adtribuit, atque hinc,
secundo docet ex agitatione illa, motuque duplici
c
d
Tusc. I. c. 2.
Princip. pait. 3. n. 45.
90
divina o por la Providencia; pues, como ha sido señalado por
Cicerón: nada es tan misterioso, admirable y divino, que no realice
una acumulación de átomos con éstos27. Aunque, de la misma
manera, no puede negarse que la mayor parte de esto, en el parecer
de los atomistas, es feliz y provechosamente imaginado. Sin
embargo, el sistema o hipótesis de los atomistas no parece que deba
admitirse en general. Aún porque por completo es incierto si los
corpúsculos pueden darse de esta manera, los cuales son extendidos
y a la vez indivisibles y, por consiguiente, este sistema está en
contra del Axioma V.
CAPITULO VII
Se expone el sistema de Descartes, y se refuta
42
E
n primer lugar, expone Descartes 28 que la materia
fue creada por Dios simple, homogénea,
mensurable en tres aspectos y por doquier extensa.
Dios dividió esta materia en partículas lo más iguales entre sí,
cúbicas de tal forma que por contacto inmediato, y excluyendo todo
vacío, se tocaran por todas partes. Habiendo dividido estas partes
así, Dios Creador marcó fortisimamente un doble movimiento: uno, en
el cual cada una de las partes se moviera en tomo al centro propio;
el otro, en el que la mayor parte se moviera en torno a un centro
común. A las partes de la materia actuando de tal forma en giro,
Descartes da el nombre de vórtices, y de aquí, muestra en segundo
lugar con aquella agitación, y con el doble movimiento
27
28
Disputas tusculanas, I, c. 2.
Principios particulares, 3, no. 450.
91
materiae adtritis particularum angulis, tria diversi generis
provenisse elementa, quorum primum minutissimas continet
partes, secundum globulos, in quos quadratae particulae ablatis
angulis sunt conformatae: tertium sunt partes crassiores, & variis
angulis irregulares.
43 Quod ut ad vivum exhibeant Cartesii Interpretes in
Tornatoris Officinam annimum advertunt, ubi ex cubo rapidissime
circumacto globus effingitur: ut enim ex ligni cubici adtntu trium
specierum partes adparent, aliae nimirum minutissimae, rursus
quaedam majores, sed irregulares, nec figura, nec mole similes, ac
tandem ipse globus efformatur; ita primum elementum minimis
illis partibus, tertium majoribus, secundum globo ipsi comparant.
44 Tertio statuit tria haec elementa materiam esse, ex qua
corpora omnia reliqua componuntur, ex primo quidem Sol, &
Stellae fixae: ex secundo corpora diaphana, fluidaque omnia, ex
tertio corpora opaca, ut sunt terra, aer, reliquaque corpora mixta.
Tertium elementum vocant etiam materiam striatam, id est,
crassiorem. Sed jam Cartesianos vortices, utpote ad
phaenomenorum explicationem impares, ineptosque paucis
rejiciamus.
45 Dico
igitur:
Cosmogonia
Cartesii
(hoc
est
mundi
efformatio
a
Cartesio
excogitata)
sive
92
de la materia en los ángulos desgastados de las partículas, que
brotan tres elementos de diverso género, de los cuales, el primero
contiene partes diminutísimas, el segundo, glóbulos, en los cuales
las partículas cuadradas están conformadas con ángulos
desgastados; el tercero son las partes más anchas e irregulares por
sus diversos ángulos.
43 Lo que muestran vividamente los intérpretes de Descartes es
que dirigen la atención al taller del tornero, donde a partir de un
cubo con un molde que da vueltas, en un acto rapidísimo, se
produce un "globo": a fin de que, sin duda, por el desgaste de la
madera cúbica, aparezcan partes de tres especies, unas en extremo
diminutísimas, otras, por el contrario, mayores, pero irregulares, no
similares por la figura, ni por la masa, y, por último, el globo
mismo es formado. Así, comparan el primer elemento a aquellas
partes pequeñísimas, el tercero a las mayores, el segundo al globo
mismo.
44 En tercer lugar, establece que estos tres elementos son la
materia, de la cual todos los cuerpos restantes se componen; a
partir del primero [se forma] sin duda el sol y las estrellas fijas; a
partir del segundo, los cuerpos diáfanos y todos los fluidos; a partir
del tercero los cuerpos opacos, como son la tierra, el aire y los
restantes cuerpos mixtos. Al tercer elemento lo llaman también
materia estriada, es decir, más gruesa. Pero ahora rechazamos los
vórtices cartesianos, con pocos argumentos porque son
impertinentes y desproporcionados para explicar los fenómenos.
45 Por tanto, digo: La cosmogonía de Descartes (esto es, la
formación del mundo discurrida por Descartes), o por mejor decir,
93
systema vorticum locum in Physica habere nequit. Prob. etenim in
hac hypothesi multa inter se parum cohaerent, atque adeo naturae
phaenomena connexo ordine explicari in eo non possunt: ergo.
Antec. constat. In Primis namque systema hoc in primo illo
elementorum trium exortu deficit. Si enim vacuum nullum, ut vult
Cartesius vel Divinitus est possibile, cum materia in partes cubicas
divisa fuit, earumque partium singulae, circa proprium axem, &
universi centrum movebantur, concipi certe non potest, quomodo
spatium aliquod vacuum inter eiusmodi partes, tunc non
interciperetur, quod nulla scilicet subtili materia tunc repleretur,
cum non dum haec ex angulorum adtritione prodiisset.
46 Praeterea vero: omnino necessarium videtur, ut rapidissimo,
jugique motu, & adtritu elementa haec a Cartesio excogitata suam
naturam amitterent saltim post aliquot secula: ex. gr. globuli in
materiam subtilem, & partes ramosae heterogenae tertii etementi in
globulos tandem abirent. Ergo vel compensationem quandam fieri
oportebat explicatu difficillimam, & nusquam (quod viderim) a
Cartesio aptis naturae legibus explicatam; vel mundi machina
corruisse post annos plus jam sex mille debuit. ¿Quid ad haec
Cartesiani?
94
el sistema de los vórtices, no puede tener lugar en la Física. Lo
demuestro: verdaderamente en esta hipótesis muchas cosas son
poco coherentes entre sí, y por ello los fenómenos de la naturaleza
no pueden ser explicados en él [sistema] por un orden conexo. Por
lo tanto, consta el antecedente. En efecto, para empezar, este
sistema decae en ese primer surgimiento de tres elementos. Pues si
ningún vacío existe, como desea Descartes, o sólo es posible otro
divino, aún cuando la materia estuviese dividida en partes cúbicas,
y cada una de estas partes, se moviera en torno a un eje propio, y al
centro del universo, no puede ser concebido, ciertamente, de qué
modo un cierto espacio vacío entre las partes o no fuera
interceptado o no fuera, sin duda, rellenado con alguna materia
sutil, aún cuando todavía se hubiese presentado ésta por el desgaste
de los ángulos.
46 Además de esto, parece que es totalmente necesario, que en
un movimiento y desgaste rapidísimo y perenne, estos elementos,
discurridos por Descartes, perdieran su naturaleza, por lo menos
después de algunos siglos; por ejemplo, los glóbulos cambian a
materia sutil y las partes heterogéneas derivadas del tercer
elemento, finalmente, cambian a glóbulos. Por lo tanto, o era
preciso que se hiciera una compensación dificilísima de ser
explicada y que en ninguna parte (de lo que he visto) ha sido
explicada por Descartes con las normas propias de la naturaleza; o
bien, después de ya más de 6000 años, la máquina del mundo debió
haberse arruinado ¿qué cosa dirán al respecto los cartesianos?
95
ADPENDICULUS
Systema Newtonianum leviter adtingitur
47
D
e Clariss. Newtoni systemate aliqua licet
brevissime exponere necessum est. A Cartesii
elementis praeter alia in primigeniis corporum
particulis differt, utpote quas Cartesius sciabiles, Newtonus; duras
ac solidas, ita ut nullis naturae viribus frangi possint adstruit.e
Systematis Newtoniani praecipuum caput est vis adtractix: per
hanc intelligunt virtutem, seu principium actionis illius, quae per
vires corporum ordinarias, pressionem nempe, & percussionem
explicad nequeat; actio autem illa propterquam corpora accedunt,
adtractio iis dicitur. Hanc universalem esse, mutuamque tum
magnorum corporum, tum minimarum materiae particularum
volunt.
48 Nonnulli Philosophi, Galli praesertim dicunt, quod quamvis
Newtoni systema vagas, incertasque hypotheses ex Philosophia
exturbatas velit [§. 20]: Newtonianorum tamen aliqui nihil minus
praestant, vim adtractricem recipiendo. Neque enim sciunt vim
hujusmodi esse causam effectum, nec ope illius phaenomenorum
rationem reddere possunt. Et ad primum quod adtinet Clariss. ipse
Newtonu f: quam ego, inquit,
e
f
Optic. q. 31.
Optic. p. 322.
96
APENDICULO
El sistema newtoniano se toca levemente
47
E
s necesario exponer algunas cosas aunque de manera
muy breve acerca del sistema del clarísimo Newton.
[Este sistema] se diferencia de los elementos de
Descartes, además de otras cosas, en las partículas primigenias de
los cuerpos a las que Descartes considera como desmenuzables,
Newton, duras y sólidos, tanto que no pueden ser trituradas por
ninguna fuerza de la naturaleza29. La idea principal del sistema
newtoniano es la fuerza de atracción. Por esta virtud o por el
principio de aquella acción que no puede ser explicada por las
fuerzas ordinarias de los cuerpos, seguramente entienden presión y
percusión. Ahora bien, aquella acción, a causa de la cual se
aproximan los cuerpos, es llamada, por ellos, atracción. Quieren
que ésta sea universal y mutua, tanto de los cuerpos grandes como
de las partículas más pequeñas de materia.
48 Algunos filósofos, principalmente franceses, dicen que,
aunque el sistema de Newton sostenga vagas e inciertas hipótesis
extraídas de la filosofía, sin embargo, algunos de los newtonianos
se mantienen firmes, aceptando la fuerza de atracción. Pues no
conocen la fuerza que de este modo es la causa de los efectos, ni
pueden explicar la razón de los fenómenos con su poder. Y, en
cuanto a lo primero, el mismo clarísimo Newton dice30: yo llamo
29
30
Optic. q. 31.
Optic. p. 322.
97
attractionem appello, fieri sane potest ut ea efficiatur impulsu, vel
alio aliquo modo nobis ignoto. Hanc vocem attractionis ita hic
accipi velim, ut in universum solummodo vim aliquam significare
intelligatur, qua corpora ad se mutuo tendant, cuicunque demum
causae attribuenda sit illa vis.
49 Et alibig ita loquitur: voces autem attractionis, impulsus.
vel propensionis cujuscunque in centrum indifferenter, & pro
se mutuo promiscue usurpo: has vires non physice, sed
mathematice tantum considerando. Unde caveat Lector, ne per
hujusmodi vires cogitet, me speciem, vel modum actionis,
causamve, aut rationem physicam alicubi definire, vel centris
quae sunt puncta mathematica, vires vere, & physice tribuere,
si forte aut centra trahere, aut vires centrorum esse dixero. Ut ea
propter dixerit Nolletus h : adtractionem, ubi e Newtoni manibus
ad Sectatores transmissa est, simplicitate sua magnopere fuisse
expoliatam.
50 Et ad secundum quod spectat, videlicet adtractionis
ope phaenomenorum rationem reddi haud posse plurimis
nititur ostendere D. Plucbe i. Explicent, inquit; adtractionis
ope; ¿eccur ingens moles aedificcii cujusdam, quae
comparate ad plumam vi adtractrice pene infinita pollet,
g
Princip. Phil. Nat. Mathem. Def 8.
Lecons de Physique. Tom. 2. Append. art. 2.
i
Histoire du Ciel. Tom. 2. Cosmogon. §. 9.
h
98
atracción a la fuerza que puede verdaderamente ser producida para
que ésta se realice por impulso o por alguna otra forma desconocida
para nosotros. Quisiera entonces, que esta palabra de atracción sea
recibida de tal modo que se entienda que solamente significa una
cierta fuerza en general, en el universo por la cual los cuerpos
tienden reciprocamente hacia sí mismos. Finalmente esa fuerza ha de
atribuirse a cualquier causa.
49 En otra parte habla así31: Pero utilizo indiferentemente
intercambiables, las palabras de atracción, impulso o propensión
de cualquier tipo hacia un centro, considerando estas fuerzas no
física, sino sólo matemáticamente. De donde el lector se cuide de no
pensar que, a través de fuerzas de ese tipo, yo defino la especie o el
modo de acción o la causa o la razón física en algún sitio; o bien
que atribuyo fuerzas verdadera y físicamente a los centros que
son puntos matemáticos, si por casualidad hubiera dicho que los
centros atraen o que son las fuerzas de los centros. Como dijera
Nolletus32 por estas cosas que la palabra atracción, cuando fue
transmitida de las manos de Newton a los sectarios, había sido
despojada en gran medida de su simplicidad.
50 Y, para lo segundo que se observa, ciertamente, D. Plouke33
se esfuerza en demostrar con muchísimos argumentos que la razón
de los fenómenos de ninguna manera puede ser explicada por el po
der de la atracción. Dijo: expliquen por el poder de la atracción
¿por qué la enorme masa de cualquier edificio que, en comparación
con una pluma, tiene poder por la fuerza de atracción casi infinita,
31
Principios metemáticos de la filosofía natural y su sistema del mundo. Def. 8.
Lecciones de física. Tom. 2. Apéndice. Artículo 2. Historia del (cielo).
33
Tomo 2. Cosmogonía No. 9.
32
99
volitantem in aere plumulam ad sese non adducit? aut ¿cur lapis
pone turrim decidens potius a tellure adtrahatur, quam a turri, quae
vicinior est? Licet enim, (ut inquiunt Newtoniani) adtractionem
quamvis aliam immensum quantum excedat vis adtractrix telluris,
¿quis tamen abnuat, si virtuti hujus argumentum adjiciatur, ipsam
majori nisu acturam? Addatur ergo viribus adtrahentibus telluris
vis adtractrix montis praerupti tanquam partis globo terraqueo
adnexae. ¿Ecquid causae fuerit, quod summa haec virium
adtrahentium non acceleret motum lapidis juxta montem decidui,
eumque non promoveat velocius, quam si eadem ex altitudine in
plano aliquo nullis montibus aspero delabatur?
51 Nec refert vim adtractricem montis, comparate ad alteram
telluris haud esse sensibüem, ut enim demus insensibilem illam
haberi, si cum hac conferatur, ¿an tamen talis censenda, si relate
ad corpus in aere pendulum, a cacumine, atque adeo a parte globi
terraquei haud remotum, si junctim cum tellure in eumdem motum
deorsum conspirans spectetur? Deinde: si tellus impedit
adtractionem aliam omnem, ¿qui fieri potest ut in harum virium
praesentia aestuans mare a Luna adtrahatur? quum tamen, & aquae
telluri sint viciniores, quam etiam ceu pars terraquei componunt, &
moles globi hujus, lunarem exsuperet? Sed dicta sufficiant, ut
systema adtractionis Newtonianum summis, ut ajunt, labris
degusteris. Neque enim mens fuit, (quod impossibile esset)
100
no lleva hacia ella misma la plumita que vuela en el aire?; o ¿por qué la
piedra que cae detrás de la torre es atraída antes por la tierra que por la
torre que está más cercana? Pues, aunque, como dicen los newtonianos,
la fuerza de atracción de la tierra supera prodigiosamente, cuanto se
quiera, otra atracción; ¿quién, sin embargo, niega que esta misma
actuará con mayor esfuerzo, si un aumento se añade a su virtud? Por lo
tanto, la fuerza de atracción de un monte escarpado, como la de una
parte apegada al globo terráqueo se suma a las fuerzas de atracción de
la tierra. ¿cuál será la causa de que esta suma de las fuerzas de
atracción no acelere el movimiento de la piedra caída junto al monte y
no lo empuje más velozmente que si la misma cayera desde la altura en
algún plano áspero, sin montes algunos?
51 Y no se dice que la fuerza de atracción del monte, en
comparación con la otra de la tierra, no es perceptible, ya que, en
efecto, finalmente se considera imperceptible aquella, si se
compara con ésta. ¿Acaso, sin embargo, tal ha de ser estimada aún,
en relación a un cuerpo suspendido en el aire desde la cima y no
alejado de la parte del globo terráqueo, si se observa conspirando
juntamente con la tierra en un mismo movimiento hacia abajo? De
ahí, si la tierra impide cualquier otra atracción, ¿cómo puede
suceder que el mar, agitándose en presencia de estas fuerzas, sea
atraído por la luna? Sin embargo, ¿sobrepasa la lunar estando las
aguas más cercanas a la tierra, y la masa de este globo y también la
parte terráquea que la componen? Pero las cosas dichas bastan, para
que degustes el sistema newtoniano de atracción, como dicen, con
sumos labios. Pues la intención no fue, porque sería
101
paucis pagellis illud in universum expendere: mysterium nempe est
impervium iis, qui sublimiori mathesi initiati haud sunt. Newtonii
systema jure, meritoque defendunt plurimi Clariss. gravissimique
Philosophi, quos consulere debetis, si bonae Philosophiae amatores
estis.
CAPUT VIII
Systemata Physica elementaria, seu sensibilia, &
Chymicum systema
52
E
lementarii, Veteres quidam fuere, qui unum
duntaxat elementum, dixerunt esse primum rerum
naturalium principium. Ex his Thales Milesius
aquam, sive humidum rerum principium esse censuitj. Xenophanes
terramk. Anaximenes, aérem1, Heraclitus, ignemm. Alii duo
statuerunt elementa. Inter Recentiores Ellerus Academiae
Berolinensis Sodalis, aquam pro principio passivo ex quo aer, &
terra fiant, ignem pro activo habetn. Praecipuum systema
Elementariorum condidit Empedocles. Is pro materia prima
quatuor elementa vulgaria adsumpsit. terram, nimirum, aquam
j
Apud, Plutarch. de placit. Philosophor. Lib. I. c. 3.
Sext. Empyr. advers Phys. Lib. I, Sect. 360.
1
Plutarch. Lib.c.3.
m
Plutarch. loc. cit.
n Disert. de Elem.
k
102
imposible, el considerar aquello en todo su conjunto en pocas paginitas,
de modo que el misterio es inaccesible para quienes no están iniciados
en el conocimiento más elevado. Muchos clarísimos e importantes
filósofos defienden justa y merecidamente el sistema de Newton, a
quienes debéis consultar, si sois amantes de la buena filosofía.
CAPITULO VIII
Sistemas físicos elementarlos o sensibles y
sistema químico
52
D
e lo elementarlo. Ciertamente los antiguos fueron
quienes dijeron que sólo un elemento era el primer
principio de las cosas naturales. De éstos, Tales
de Mileto pensó que el agua o lo húmedo fue el principio de las
cosas34; Jenófanes que la tierra35. Anaxímenes 36 que el aire; Heráclito37
que el fuego. Otros determinaron dos elementos: entre los más
recientes Ellerus, miembro de la Academia Berolinense, tiene al
agua por principio pasivo, del cual el aire y la tierra se producen, al
juego por activo38. Empédocles fundó el principal sistema de los
principios fundamentales. Este sin duda adoptó por primera
materia cuatro elementos comunes: la tierra, el agua,
34
En Plutarco. De Placit De los Filósofos. Lib. I. c. 3.
Sext. Empyr. advers. Phys. Lib. I. Sect. 360.
36
Plutarco Lib. loc. cit. 3.
37
Plutarco loc. cit.
38
Disert. de Elem.
35
103
aerem, & ignem, pro forma vero eorum combinationem0. Alii
aliter opinabantur: nihil enim, (ut ait Cicero) tam absurdwn
excogitan potest, quod non sit dictum ab aliquo Philosophorum.
53 Chymia, quae a Recentioribus etiam Chemia vocatur, id est
ars resolvendi corpora, ab Hermete dicitur inventa, ac propterea
Hermética quoque dicitur. Eam non solum in ordine ad parandas
medicinas, sed etiam ad explicanda rerum naturalium principia
Theophrastus Paracelsus Pater Chymicorum dictus plurimum
inlustravit, Chymici itaque Spargyhci, aut Empirici sunt, qui in
corporum analysi occupantur, nec aliud arte sua, & operationibus
inquirunt, nisi ut conjuncta, & colligata in corporibus mixtis
principia evolvant, evoluta sensibus ipsis subjiciant. Objectum
artis hujus est corpus omne sensibile, dividiturque in tres classes,
seu regna, vel familias, ut ipsi loquuntur, nempe anímale,
vegetabile, & minerale. Quae autem ex his ope potissimum ignis,
& per menstrua, seu dissolventia eliciunt, ea illis corporum
principia sunt juxta axioma ipsorum: quod ex iis partibus
quodlibet constituatur, in quas resolvitur. Principia eorum quinqué
numerantur videlicet, Mercurius, Sulphur, Sal, Aqua, & Terra.
Priora tria, activa dicuntur, dúo postrema, passiva.
54 Mercurius, sive spiritus est liquor subtilis, penetrans, &
volatilis, qui primus e corporibus adplicato igne exire solet, a quo
etiam pro majore, vel minore dosi incrementum corporum, &
corruptio pendet; & a quo mixtorum omnium motus immediate
proveniunt.
° Laert. Lib. 8, Sect. 76.
104
el aire y el juego; pero por forma, la combinación de éstos39. Otros
opinaban de otro modo: pues, nada, como dice Cicerón, puede ser
pensado tan absurdo que no haya sido dicho por alguno de los
filósofos.
53 La química, que también se llama Chemia por los más
recientes,esto es, el arte de disolver los cuerpos, se dice que fue
inventada por Hermes, y por lo tanto también se llama Hermética.
Teofrasto Paracelso, llamado padre de los químicos, la explicó
mucho no sólo en cuanto a preparar medicinas, sino también para
explicar los principios de las cosas naturales. También hay
químicos spargyricios o empíricos quienes se ocupan del análisis
de los cuerpos y no investigan otra cosa en su arte y operaciones,
salvo cómo extraer los principios unidos y coligados en los
cuerpos mixtos; presentan los precipitados por las propias
sensaciones. El objeto de este arte es todo cuerpo sensible y se
divide en tres clases o reinos o familias, como ellos mismos dicen,
es decir, en animal, vegetal y mineral. Los cuales, no obstante, se
extraen a partir de éstos, principalmente por la fuerza del fuego y
por flujos o disolventes; para ellos, estas cosas son los principios
de los cuerpos, según su propio axioma: que cualquier cosa
se constituye a partir de las partes, en las cuales se resuelve. Los
principios de éstos se enumeran en cinco, sin duda el mercurio, el
sulfuro, la sal el agua y la tierra. Los tres primeros se llaman
activos, los dos últimos pasivos.
54 Mercurio o espíritu es un líquido sutil, penetrante y volátil,
que es el primero que suele salir de los cuerpos, aplicado el fuego,
del cual penden el incremento de los cuerpos y la corrupción
en mayor o menor dosis, y del cual provienen inmediatamente los
39
Laert. Lib. 8. Sect 76.
105
Unde patet, mercurium Chymicorum longe aliam esse
substantiam; quam sit argentum vivum, quod alias etiam
mercurius, dicitur. Sulphur vocant substantiam quamdam
pinguem, oleaginosam, per quam habent mixta, quae ea abundant,
ut flammam concipiant. Sal est substantia sápida, [quia est
saporum origo], quae per aquam dilui, & igne liquefieri potest.
Dividitur mfixum, & volatilem, acidum, & alkali; prior igne non
avolat, licet dissoivatur, & fundatur, alter calore avolat, &
dissipatur. Dicitur acidum, quod linguae impositum eam certo
quodam acrimoniae sensu ómnibus noto adficit, ac vellicat. Alkali,
quod rarioris texturae est, saporisque veluti urentis, multisque
meatibus interruptum, unde si cum acido misceatur magnam
ebullitionem efficit. Alkalicum idcirco vocatur illud omne corpus,
quod misceri cum acido haud potest, quin magnam effervescentiam
excitet.
55 Aqua, quae etiam phlegma a Chymicis vocatur, est substantia
fluida, máxime húmida, inodora insípida. Terra demum damnata,
quae, & caput mortuum dicitur, non admodum curae est Chymicis,
qui eam fere negligunt, estque substantia árida, fixa, insípida,
solida, ac pulverea, quae post extractos liquores dictos, & falsa
fixa remanet. Haec sunt quinqué Chymicorum elementa, quae ab
ipsis tanquam principia corporum admittuntur.
Hic obiter
animadverto, negligendas
106
movimientos de todas las cosas mezcladas. De ahí, es evidente que el
mercurio de los químicos es, en mucho, una sustancia diferente a la que
se encuentra como plata viva, que también en otras partes se llama
mercurio. Llaman sulfuro a cierta sustancia grasosa, oleaginosa por la
que tienen cosas mezcladas que abundan en ella, de tal modo que se
inflaman. La sal es una sustancia sápida (porque es el origen del sabor)
que puede ser diluida por el agua y ser fundida por el fuego. Se divide
en fija y volátil, acida y alcalina. La primera no se desvanece con el
fuego, aunque se disuelve y se funde; la segunda se desvanece con el
calor y se disipa. Se dice acida a la que puesta en la lengua la afecta y
zahiere en cierto sentido, por todos conocidos, de la acidez. Alcalina, la
que es de textura más rara y, del mismo modo, de sabor más quemante
e interrumpido por muchos movimientos, de ahí, que si se mezcla con
ácido, produce una gran ebullición. Por eso, se llama alcalino a todo
aquel cuerpo que no puede ser mezclado con ácido, de manera tal que
no provoque una gran efervescencia.
55 El agua que también es llamada flema por los químicos, es
una sustancia fluida, muy húmeda, inodora, insípida. La tierra,
finalmente, condenada que también se dice cabeza de los muertos, no
es de mucho cuidado para los químicos, quienes casi la omiten, y
es sustancia árida, fija, insípida, sólida y polvosa, que también
permanece salada, fija, después de extraídos los mencionados
líquidos. Estos son los cinco elementos de los químicos que, son
admitidos por ellos mismos como los principios de los cuerpos.
Aquí de paso, advertiré las que de ningún modo han de ser
107
minime esse, ñeque vero floccifaciendas Chymicorum operationes.
Fatendum namque est, ut ait Hameliusp Physicam ex Chymicorum
laboribus, & experimentis magna incrementa cepisse. Hinc multae
artes ad usum vitae perutiles manarunt. Quid vero de
Elementariorum, & Chymicorum systemate statuendum sit, postea
videbimus.
CAPUT IX
Exponitur nostra de principiis corporum
internis doctrina
56
D
ico primo Physica materiae natura in eo sita
videtur, quod sit substantia impenetrabiliter
extensa, constans partibus primigeniis exilissimis,
iisdemque quoad substantiam homogeneis, quoad molem, fíguram,
motum, similesque adfectiones ínaequalíbus, ac diversis. Prob. per
partes. In eo posita est physica natura materiae corporum
naturalium, per quod habet, ut possit tanquam primum subjectum
accedente forma compositum naturale constituere, & quod
cognoscitur habere, tum ratione, tum quod liceat sensuum
experientia; sed hoc ipso quod materia sit substantia
impenetrabiliter extensa habet, habere intelligitur, quidquid
requiritur, ut possit tanquam primum subjectum accedente forma
p
Tract. i. Phys. Gen. Diss. 3. c. 5.
108
descuidadas, ni en verdad han de ser estimadas en poco las operaciones
de los químicos. Pues se ha de declarar, como dice Hamelio40, que la
física adquirió grandes incrementos de los trabajos y experimentos de
los químicos. De aquí, muchas artes muy útiles fluyeron para el
servicio de la vida. Pero lo que ha de establecerse acerca del sistema de
los elementales y químicos, después veremos.
CAPITULO IX
Se expone nuestra doctrina acerca de los
principios internos de los cuerpos
56
D
igo en primer lugar: la naturaleza física de la I
materia parece que está colocada en aquello que es
S la sustancia impenetrablemente extensa, que
consta de partes primigenias finísimas y, en tanto sustancia, estas
mismas son homogéneas; en tanto masa, figura, movimiento, y
afectaciones similares; estas partes son desiguales y diversas. Lo
demuestro por partes: La naturaleza física de la materia de los
cuerpos naturales está puesta en aquello por lo cual se sostiene,
para que, como el primer sujeto, pueda construir de forma
semejante al compuesto natural, y pueda sostener lo que es
reconocido, ya por la razón, ya, hasta donde se permita, por la
experiencia de los sentidos; pero por esto mismo porque la materia
es sustancia impenetrablemente extensa, tiene, y se reconoce que
tiene, cualquier cosa que se requiera, para que como primer sujeto
pueda construir, de forma semejante, un
40
Tratado I. Física General, disertación 3. cap. 5.
109
compositum naturale constitueret ergo. Minor patet: hoc etenim
constituto capax est motus, & quietis, variae dispositionis,
compositionis, texturae & aliarum ejusmodi adfectionum, ex quo
resultat, ut deinceps patebit, forma substantialis cum qua
compositum naturale constituit.
57 Secunda pars propositionis constat: nam quoniam materia in
compositione corporum esse intelligitur quiddam primum, uti
est de ratione principü primi, idcirco primigeniis constare
particulis recte adfirmatur. Has partículas exilissimas esse
stupenda corporum divisibilitas posthac perpendenda ad
evidentiam commostrat: nunc vero in hujus rei confirmationem
dúo tantummodo experimenta adhibeamus.
58 Observat Clariss, Boyleq, unum granum* cupri in spiritu
satis ammoniaci dissolutum, tantam aquae copiam caeruleo colore,
& quidem conspicuo saturoque imbuisse, ut partes 256806 illi
granulo aequales comprehenderet. Doctiss. P. Franciscus de
Janis testaturr gumma lacea quae juglandis cortici implendo
sufficiat, eam aquae copiam intenso colore tingi, quae satis est
ad mille folia papyracea ex utraque parte eodem colore
imbuenda. Cum ergo in quolibet folio mille milliones punctorum
coloratorum commode designan possint, erunt in illis ómnibus foliis
q
De mira subíilitat. efíluvior. cap. 3.
* Uncia continet. 480 grana.
r
Magist. Nat. & Art. Tom. tract. I. cap. i. Obs. 3.
110
compuesto natural; por consiguiente... La menor es patente: en
efecto, por esta conformación es capaz de movimiento y de reposo
y de una disposición, composición y textura variadas, y, de tal
suerte, de otras afecciones, de lo cual resulta, como en seguida se
expondrá, la forma sustancial con la cual se construye un
compuesto natural.
57 La segunda parte de la proposición consiste en: puesto que,
efectivamente, se comprende que la materia está de manera
primordial en la composición de los cuerpos, tal como es en cuanto
a la razón del principio primero, por tal motivo se afirma
justamente que consta de partículas primigenias. La sorprendente
divisibilidad de los cuerpos muestra que estas partículas son
pequeñísimas y que en adelante debe examinarse la evidencia. En
relación con esto, para la consolidación de este hecho, ofrecemos
tan sólo dos experimentos.
58 El ilustrísimo Boyle41 observa que un grano* de cobre bien
disuelto en vapor de sal de amoniaco, tiñe tanta cantidad de agua
con un color azulado, ciertamente visible y saturado que incluye
256806 partes iguales a ese granulo. El sapientísimo P. Francisco
de Janis42 atestigua con la "goma laca" que basta para la saturación
de una envoltura de nuez, que esa cantidad de agua es impregnada
con un color intenso, la cual es suficiente para teñir mil hojas de
papiro por ambas partes con el mismo color. Puesto que en
cualquier hoja pueden ser indicados cabalmente mil millones de
puntos colorados, habrá en todas aquellas hojas
41
Acerca de la maravillosa sutilidad de los efluvios, cap. 3.
Una onza contiene 480 granos.
42
Magist. Nat. & Art., tomo 1, tratado l,cap. I, obs. 3.
*
111
1,000,000,000,000 puncta visibilia colorata, ac ínter se distincta.
Haec certe probant exlissimas esse partes materiae. Deinde partes
has minimas magnitudine sua inaequales, figura, motu, diversas
esse ex eo manifestum sit, quod inaequalitas haec ac diversitas
exilissimarum partium adstrui debeat, ut sensibiles cujusvis
naturalis corporis qualitates, & operationes recte, & commode
explicentur.
59 Hae demum exilissimae corporum partes homogeneae
utique esse possunt, nec quoad substantiam diversae, quum
minime requiratur, quod sint substantialiter diversae, ut ex
illarum unione emergant corpora, quorum sensibiles qualitates
diversae sint inter se, & operationes plañe dissimiles. Possunt
autem ex primigeniis illis partibus materiae fieri composita,
quorum sensibiles qualitates, atque operationes plañe diversae
sint inter se, quamvis ipsae partes quod substantiam minime
inter se differant: nam cum sint inaequalis magnitudinis, &
diversae figurae, possunt diversa ratione artificióse disponi inter
se, possunt denique earum aliquae secundum diversas
directiones moved in toto, quod constituunt, & aliae in illo
quiescere, quod plañe sufficit, ut ex illis componi queant
corpora, quae dissimilibus qualitatibus praedita sint: ergo partes
illae, homogeneae esse utique possunt.
60 Dico secundo: Forma essentialis, seu substantialis
corporum naturalium vitae expertium, si physice spectetur
nihil diversum est a dispositione illa, convenientia &
112
1,000,000,000,000 de puntos colorados visibles, y distintos entre
sí. Esto prueba ciertamente que las partes de la materia son
diminutísimas. Luego entonces, es evidente que estas partes
diminutas son desiguales por su tamaño, distintas en su figura y
movimiento por aquello, por lo que esta desigualdad y esta
diversidad de las partes diminutísimas deben ser aglomeradas a fin
de que las cualidades sensibles de todo cuerpo natural y sus
operaciones sean explicadas recta y cabalmente.
59 Finalmente, en verdad, estas partes diminutísimas de los
cuerpos pueden ser enteramente homogéneas y no son distintas en
tanto sustancia, cuando de ningún modo se requiera que sean
substancialmente diversas, a fin de que los cuerpos surjan a partir
de la unión de aquéllas, cuyas cualidades sensibles son diversas
entre sí y sus operaciones claramente disímiles. Sin embargo, los
compuestos pueden estar hechos por aquellas partes primigenias de
la materia, cuyas cualidades sensibles y operaciones son claramente
diversas entre sí, y sus operaciones claramente disímiles, aunque
las mismas partes, en relación a la sustancia, no difieran entre sí;
pues, aunque sean de desigual magnitud y de figura distinta,
pueden ser dispuestas, por distinta razón, artificiosamente entre sí y
entonces algunas de ellas pueden ser movidas según diversas
direcciones en el todo que constituyen, y otras permanecen quietas
en él, porque claramente basta eso para que a partir de ellas puedan
componerse los cuerpos que están provistos de cualidades
disímiles; por lo tanto, esas partes pueden ser enteramente
homogéneas.
60 Digo en segundo lugar: la forma esencial o sustancial de los
cuerpos naturales, si se observa físicamente, en nada es distinta de
aquella disposición, de aquella conformidad y
113
proportione illarum particularum ex quibus ipsa corpora
intrinsecus, & quoad essentiam componuntur. Prob: posita certa
dispositione, proportione, &c. partium materiae, & omni alio
sublato, quamoptime intelligitur ens corporeum, seu compositum
substantiale ab alus specifice distinctum; sed per formam
substantialem nihil aliud: intelligitur, quam ratio illa, qua hoc
compositum est actu tale ab alus specifice diversum, & ratione
cujus hos habet speciales effectus, & proprietates: ergo. Prob. maj
exemplo planicie: praecisse posita in materiae particulis certa
dispositione, organisatione, &c. optime habetur ratio; qua succus
aiimentitius exugatur, distribuatur, &c. & cur tale corpus vegetans
sit planta, non vero lapis &c. quin opus unquam sit ad aliquid aliud
recurrere, ut explicentur haec phaenomena; haec adtributa plantae:
ergo.
6i Eadem ratio obtinet in reliquis corporibus. Si enim, (ut recte
ait Hameliuss formam & speciem auri designare velimus,
proprietates ejus adferemus, quod sit omnium máxime ductile,
quod in aqua forti non dissolvatur, ut argentum, &c. Ac peritus
faber aurarius cum eas qualitates in corpus aliquod convenire
viderit, non dubitabit quin verum sit aurum, nec soílicitus erit, an
sit in eo forma quaedam auri absoluta. Nam ea forma detracta dum
eae dotes permaneant, aurum purum futurum est: eademque est
ratio omnium corporum: ergo forma essentialis, seu substantialis
s
Phys. Gen. tract. I. Diss. I. c.2. Concl. 2.
114
proporción de las partículas, por las cuales los cuerpos mismos son
compuestos interiormente en tanto esencia. Lo pruebo: habiéndose
puesto una cierta disposición y proporción y otras cosas de las
partes de la materia, y quitando todo hecho distinto, más que
óptimamente se comprende el ente corpóreo o compuesto sustancial
específicamente distinto de los demás; pero ninguna otra cosa se
comprende por forma sustancial, más que aquella razón por la cual
este compuesto es, por tal acto, específicamente distinto de los
demás, y, por lo tanto, por tal razón tiene estos resultados y
propiedades especiales. Pruebo la mayor con el ejemplo de la
planta: en pocas palabras, colocada en las partículas de la materia
una cierta disposición, organización, etc., se tiene óptimamente la
razón de cómo se absorbe el jugo alimenticio y se distribuye, etc., y
de por qué tal cuerpo vegetativo es una planta y no una piedra y
nunca es necesario recurrir a alguna otra cosa para que estos
fenómenos y estos atributos de la planta sean explicados; por lo
tanto...
61 La misma razón se obtiene en los cuerpos restantes. Si, en
efecto, (como bien dice Hamelio43), queremos designar la forma y
especie del oro, producimos las propiedades de él, como el ser más
dúctil de todos, que no se disuelve en agua regia del mismo modo
que la plata, etc. Y un experto fabricante de oro, cuando vea que
esas cualidades confluyen en algún cuerpo, no dudará que
realmente es oro, ni estará preocupado de si en él está una cierta
forma absoluta del oro. Pues esta forma obtenida, mientras esas
cualidades permanezcan, será oro puro, y la misma razón es para
todos los cuerpos; por lo tanto la forma esencial o sustancial de
43
Tratado de física general, I, Diss. 1, c. 2, concl. 2.
115
corporum vitae expertium nihil diversum est a certa congerie
qualitatum sensibilium, quae ex certa partium materiae
dispositione, motu, atque alus adfectionibus consurgit. His accedit,
posse ex substantia extensa, impenetrabili, mobili, divisibili, sibi
tamen ubique si milis. & uniformi, si varié configuretur,
determinetur, modificetur res longe dissimilimas enasci.
62 Prout enim ex vario ductu lineolarum nonnisi situ, positura,
figura dissimilium omnes literae alphabeti, prodeunt, quae varié
collocatae innumerabilia verba conficiunt, atque ita semper
permutari possunt, ut calculo facto adfirmare non dubitet
excellens Geómetra Tacquett mille milliones Scriptorum mille
annorum millionibus non posse scribere omnes 24 Hterarum
alphabeti permutationes, licet singuli quotidie absolverent 40.
paginas: ita etiam partes materiae homogeneae, diverso modo,
figura, situ dispositae, atque diverso ordine connexae, ac
combinatae incomprehensibilem rerum varietatem, quam Y
nfinitus Creator re ipsa exhibuit, & quam tot homines acutissimi,
qui ab orbe condito vixerunt; nec cogitando adsequi potuerunt,
producunt.
63 His argumentis majus robur accedit ex analogía, quae
inter modum operandi naturae, & artis intercedit; opera
enim utriusque quantumvis magno discrimine sejungantur,
in eo tamen mire consentiunt, quod utrinque ratio vi
t
Apud. Verdries. Phys. Gen. Tract. I. §. 3.
116
los cuerpos desprovistos de vida, en nada es distinta de cierto
cúmulo de cualidades sensibles, el cual se rige por cierta
disposición de las partes de la materia, por el movimiento y otras
afectaciones. Por estas razones [la forma esencial] permite que
cosas tan disímiles puedan nacer a partir de la sustancia extensa,
impenetrable, móvil, divisible, y no obstante similar en todo lugar a
sí misma y uniforme, si es conformada, determinada o modificada
distintamente.
62 En efecto, según el distinto trazo de las líneas disímiles,
solamente por la disposición, colocación y figura todas las letras
del alfabeto se presentan, las cuales, distintamente colocadas,
construyen innumerables vocablos y de tal forma siempre pueden
ser cambiadas, de tal forma que el excelente geómetra Tacquet44,
haciendo un cálculo, no duda en afirmar que mil millones de
escritores en mil millones de años no podrían escribir todas las 24
combinaciones de las letras del alfabeto, aunque cada uno de ellos
acabara 40 páginas diariamente. Además, de esta forma las partes
homogéneas de la materia, dispuestas en distinto modo, figura y
lugar, unidas y combinadas en distinto orden, producen una
incomprensible variedad de cosas, más que las que el Infinito
Creador muestra en el hecho mismo, y más que las que tantos
hombres ingeniosísimos, que han vivido desde la creación del
mundo, ni meditando han podido conseguir.
63 Con estos argumentos, una mayor robustez se adquiere por
analogía, la cual distingue entre el modo de obrar de la naturaleza y
del arte también; y en verdad, aunque las obras de ambas se
distinguen por una gran diferencia, sin embargo concuerdan
sorprendentemente en esto: que, para ambas, la razón de su fuerza
44
En Verdies, Física General, tratado I, 83.
117
cujus in certa rerum corporearum classe composita, & sint, &
fiant, ad certas partium materiae modificationes, coordinationes,
motus, texturas recidat, & in complexu ejusmodi qualitatum,
adfectionumque consistat. Jam vero ex axiomatibus supra
constitutis systema nostrum de physica materiae, & formae natura
confirmari oportet.
64 Systema illud praeferendum est, quod simplicius est, & ex
paucioribus principiis proprietates corporis naturalis explicat
(Axiom. II.) ítem quod plura, quae ad Physicam pertinent, evolvit;
phaenomenorumque rationes, non generalibus duntaxat notionibus
exprimit, verum speciatim naturam corporum, adfectionesque ad
captum proponit (Axiom. III. & IV.). In quo demum, nihil adferitur,
vel adsumitur, quod cogitatione comprehendi, vel explicari
nunquam satis possit (Axiom. V.). Hujusmodi autem est systema
nostrum, utpote quod multiplicitatem tot (semisubstantiamm
excludit, & homogeneam, spectata natura, materiam statuit: in quo
(ut in decursu Physices patebit) natura, & adfectiones corporum,
causae effectuum, adcommodare ad intelligentiam nostram,
distinctisque notionibus redduntur, quod ad extremum abstrusa, &
nunquam explicanda mysteria repudiat, uti ex discussione
systematum, quisque intelliget: ergo systema nostrum in Physica
obtineat necesse .
118
está situada en cierta clase de cosas corpóreas, que son y que son
producidas, recae en ciertas modificaciones, coordinaciones,
movimientos y texturas de las partes de la materia, y consiste de
este modo en un complejo de cualidades y de afecciones. Por otra
parte, ahora conviene que, a partir de los axiomas antes
mencionados, sea considerado nuestro sistema acerca de la física de
la materia y de la naturaleza de la forma.
64 Se debe preferir aquel sistema que sea más sencillo y más
simple, y que, a partir de los menos principios posibles, explique
las propiedades del cuerpo natural (Axioma II). Asimismo, [se
debe] preferir el que exponga la mayor cantidad de cosas que
atañen a la Física; y que saque a la luz las razones de los
fenómenos, y no sólo con nociones generales, sino que
especialmente presente la naturaleza de los cuerpos, y las
afectaciones a la capacidad del intelecto (Axioma II y IV). En el
cual ciertamente no se afirma ni asume nada que nunca pueda ser
comprendido o ser explicado satisfactoriamente por la reflexión.
(Axioma V). De esta forma, pues, es nuestro sistema, visto que éste
excluye tanta multiplicidad de semi sustancias y erige, con la
observación natural, la materia homogénea: en éste (como en el
decurso de las cosas físicas es patente) la naturaleza y las
afecciones de los cuerpos, las causas de los efectos, son dadas
convenientemente a nuestra inteligencia con nociones distintas,
porque nunca rehusa los misterios ocultos en extremo deban
explicarse, para que cada quien entienda el sistema a partir de la
discusión: por lo tanto, nuestro sistema es menester que se ocupe de
la Física.
119
65 Ex dictis: Inferes I. In sententia nostra formam non esse
entitatem absolutam, sed quid modale, & respectivum: etenim illa
partium materiae textura, proportio, combinatio, &c. in qua
consistit forma, sunt meri modi. Inferes II; quod si hoc nomen
substantia sumatur pro ente per se existente, forma essentialis
compositorum naturalium vitae expertium (de his enim tantum
loquimur) non est entitative substantia, ut per se patet. Inferes III,
quod praedicta forma proprie loquendo nec producitur, nec fit, nec
generatur ut optime ait Angelicus Doctor pluribus in locis, nam
omne quod sit ait S. Thomasu semper compositum est, forma autem
non est compositum. Nutlatenus loquimur de anima rationali, quae
veré & proprie est forma hominis, & a solo Deo creatur.
66 Forma itaque materiaüs, sive essentialis non producitur, nec
fit, nec generatur, sed compositum: cum enim praedicta forma
nihil aliud sit, quam dispositio illa, proportio, textura, &c, & hae
nihil aliud sint, quam quid modale, forma fieri non potest, nisi
improprie, quatenus nempe sic denominatur a productione compositi,
cum enim partes materiae junguntur, varié disponuntur, &c, quod est
componi seu generari compositum necessario eis insunt, praesentiae
illae, dispositiones, &c, quas adpelamus formam, non ergo aliter
forma fit, nisi quatenus fit, aut generatur compositum, quod
u
Lib. 7. Metaph. Lect. 7. & 8. r.p.q. 65. artic. 4. in corp. & alus in locis.
120
65 Por lo dicho infieres en primer lugar que, a nuestro juicio, la
forma no es una entidad absoluta, sino algo modal y examinable.
En efecto, ese encadenamiento, proporción, combinación, etc., de
las partes de la materia, en la cual descansa la forma, son propias
de la mera dimensión. Infieres en segundo lugar que si este nombre
de sustancia se toma en razón del ente que por sí mismo existe, la
forma esencial de los compuestos naturales desprovistos de vida
(acerca de estos únicamente hablamos) no es la sustancia
entitativamente, como es patente por sí mismo. Infieres en tercer
lugar que la forma antes dicha, hablando propiamente, ni es
producida, ni es hecha, ni generada como muy bien dice el Doctor
Angélico en muchísimos lugares, pues todo lo que se hace, dice S.
Tomás45, siempre es un compuesto; la forma, empero, no es un
compuesto. De ninguna manera hablamos acerca del alma racional,
la cual es cierta y propiamente la forma de un ser humano, y que es
creada por Dios únicamente.
66 Así pues, la forma material o esencial, no es producida, ni
hecha ni generada, sino el compuesto; en efecto, porque la forma
antes dicha no es ninguna otra cosa, más que aquella disposición,
proporción, concatenación, etc., y éstas no son ninguna otra cosa,
más que algo modal; la forma no puede ser hecha, a no ser que sea
impropiamente, es decir, puesto que de esta manera es designada
por la producción de un compuesto, cuando tas partes de la materia
se unen y se disponen de manera distinta, lo que es necesario para
que un compuesto se produzca o genere está en ellas [en las
partes], aquellas presencias, disposiciones, etc., a las que llamamos
"forma"; por lo tanto la forma no se hace de otra manera, salvo
hasta que se hace o se genera un compuesto que
45
Metafísica, lect 7 y 8.1, p. 65, artic. 4, en corp. y en otros pasajes.
121
optime exponi potest in artefacto. Inferes IV. formam confinen in
potentia materiae nihil aliud esse, quam partes materiae varié
disponi, conformarique posse. Analogiam habes in statuta quae
antequam ex ligno fíat, in illo ligno potentia contínetur, quatenus
nempe lignum in statuam forman potest.
67 Inferes V. Materiam & formam realiter distinguí, non quidem
entitative, cum forma non sit entitas, sed quid modale, ut diximus,
nec distinctione reali majori, sed dictione reali minori, seu moda/i.
Cum idea unius rei positive. & complete ideam alterius rei
excludit, tune dicimus eas distinguí distinctione reali majori, ita
distinguuntur corpus, & anima. Distinctio realis minor, sive
modalis est illa quae datur ínter rem, & modum ipsius rei, ut
distinctio corporis a figura, quod & in Ontologia dictum est jam.
Omne autem quod per se non subsistit, id proprie non est ens, sed
entis modus, nam per se subsistere, nonminus substantiae, aut rei,
sive enti competit, quam inhaerere accidenti, aut entis modo.
122
puede muy bien ser expuesto en artefacto. Infieres en cuarto lugar
que la forma que está contenida en la potencia de la materia no es
ninguna otra cosa, más que las partes de la materia que pueden
estar dispuestas y conformadas variadamente. Tienes una analogía
en la estatua construida que, antes de ser hecha a partir de un leño,
está contenida en potencia en aquel leño, es decir, en tanto leño
puede ser transfigurado en estatua.
67 Infieres en quinto lugar que la materia y la forma realmente se
distinguen, no en verdad entitativamente, ya que la forma no es una
entidad, sino algo modal, como dijimos, no por una mayor
distinción real, sino por una menor distinción real o modal. Cuando
el concepto de una cosa excluye al concepto de otra cosa positiva y
completamente, entonces decimos que éstas [cosas] son
diferenciadas por una mayor distinción real, así es como el cuerpo
y el espíritu son distinguidos. La distinción real menor o modal, es
aquella que se da entre la cosa y la configuración de la cosa misma,
como es la distinción entre un cuerpo y una figura, lo cual ha sido
dicho también en la Ontología. Por otra parte, todo lo que por sí
mismo no subsiste, propiamente no es un ente, sino el modo del
ente, pues compete el subsistir por sí mismo, no en menor grado a
la sustancia o cosa o al ente más que al accidente de ser inherente,
o al modo del ente.
123
CAPUT X
Ineluctabilibus argumentís ex Toscax desumptis
excluduntur e Philosophiae albo formae
substantiales, quae sint entitates absolutae,
prout a Peripatetícis communiter propugnantur
68
D
ico primo: formae substantiales corporum vitae
expertium, quae sint entitates absolutae, entitative a
materia distinctae, substantiaeque incompletae in
sensu Peripatético nullius usus in Physica sunt, nihilque prodesse
possunt ad rerum naturalium causas explicandas, proindeque a
Philosophia longe exulare debent. Prob. ¿Quodnam enim
adsignabitur experimentum, quod ope illarum unquam explanatum
sit? ¿Quid illae ad aeris impressiones, quid ad terrae, maris, aut
ignis actiones agnoscendas contulere? ¿Quod naturae
phaenomenon, ope earumdem formarum fuit unquam expositum?
Evolve, per me licet, Auctores, qui in abditis naturae arcanis
detegendis insudarunt, nullumque reperies, qui ad id exequendum
praedictarum formarum auxilium advocaverit: ergo.
69 Dico secundo: praedictae formae substantialescum Philosophiae
naturalis principiis praecipue Aristotelicis, minime congruunt. Prob. I.
x
Philos. t. 3. Lib. i. Tract. 3. Prop. 35.
124
CAPITULO X
Son excluidos de la transparencia de la filosofía,
con irrebatibles argumentos tomados de Tosca46,
las formas sustanciales que son entidades
absolutas, según son defendidas comúnmente por
los Peripatéticos
68
igo en primer lugar: las formas sustanciales de
los cuerpos desprovistos de vida, las cuales
son entidades absolutas entitativamente
distintas de la materia, según el sentido peripatético, son
sustancias incompletas de ningún uso en la física, y en nada
pueden ser favorables para explicar las causas de las cosas
naturales, y por ello deben ser eliminadas ciertamente de la
filosofía. Lo pruebo: pues, ¿qué experimento será asignado, para
que se aclare en algún momento el poder de ellas? ¿Qué han
aportado ellas para conocer las impresiones del aire, qué para
entender las acciones de la tierra, del mar o del fuego? ¿Qué
fenómeno de la naturaleza, por el poder de estas mismas formas,
fue alguna vez expuesto? Explica tú (te lo permito) a los autores,
que se han esforzado en poner al descubierto los ocultos secretos
de la naturaleza, y no encontrarás a ninguno que haya recurrido
al auxilio de las formas antes mencionadas para exponerlo; por lo
tanto...
69 Digo en segundo lugar: las formas sustanciales antes
dichas con los principios de la filosofía natural, principalmente
los aristotélicos, de ningún modo son congruentes. Prueba I:
Toda
46
Filosofía, 3, Lib. 1, tratado 7, prop. 35.
125
Omnis entitas in rerum natura existens, & quae extra Deum est,
producía est, sed tales formae substantiales si darentur, extra Deum
in rerum natura existerent: ergo essent productae; sed non sunt
productae: ergo non existunt. Min. subsumpta prob. I. quia haec est
expressa Aristotelis, & Angelici Praeceptoris doctrina. Primus
enim 7. Metaph. cap. 8. text. 26. & 27. satis extense probat formam
nullomodo fieri, sed tantum compositum, cujus rei probationem ita
concludit: manifestum igitur est, quod nec species sit, aut
quodcumque nominare oportet formam, quod postea cap. 12.
ejusdem libri text. 32. ad formas etiam accidentales extendit.
Praeterea lib. I. Phys. text. 64. ait: Manifestum est ex dictis, quod
omne quod sit, semper compositum est. Id ipsum tuetur Angelicus
locis citatis [§. 65] Quidquod id ipsum loculentissime ostenditur
testimonio etiam Ciceronis, qui cum Graecae ad miraculum sciret,
Aristotelemque Platonem, ceterosque quos adtente legerat, multo
melius quam vel omnes vulgares Peripatetici in unum coacti
intelligeret, non uno tantum loco ait, Peripatéticos & Académicos
nominibus differentes esse, re congruentes; cumque luce clarius sit
Académicos nullomodo tales formas substantiales admisisse,
dicere debemus, Aristotelem in exponendis rebus physicis nunquam
ad tales formas confugere.
70 Prob. 2. quidquid extra Deum productum est, aut est
productum per creationem, aut per generationem, sed formae
126
entidad existente en la naturaleza de las cosas que está fuera de
Dios, ha sido producida, pero tales formas sustanciales, si se
dieran, existirían fuera de Dios, en la naturaleza de las cosas; por
lo tanto, serían producidas, pero no están producidas; por lo tanto,
no existen. Asumida la menor, pruebo I, porque ésta es la doctrina
expresada por Aristóteles y por el maestro Angélico. En efecto, el
primero (en el libro de a Metafísica, cap. 8, text. 26 y 27)
demuestra suficientemente bien que de ninguna manera la forma es
hecha, sino tan sólo el compuesto, cuyo asunto concluye con esta
prueba; por tanto, es evidente que ni la especie es hecha, ni
conviene que se llame forma a cualquier cosa; lo cual después
(cap. 12 del mismo libro, text. 32) extiende también a las formas
accidentales. Además, en el Libro I, Física, text. 64 dice: "Es
evidente, por lo expresado, que todo lo que es hecho, siempre es
un compuesto". Esto mismo sostiene Angélico en los lugares
citados [§ 65]. Todo esto mismo es presentado excelentemente
también por el testimonio de Cicerón, quien, conociendo de Grecia
maravillosamente a Platón y a Aristóteles, y a otros que leyera
atentamente, comprende el asunto mucho mejor que todos los
peripatéticos vulgares reunidos en uno solo. No dice sólo en un
lugar que los peripatéticos y los académicos son diferentes en
nombre, pero concuerdan en el asunto; y puesto que es más claro
que la luz que los académicos de ningún modo admitieron tales
formas sustanciales, debemos decir que Aristóteles nunca recurre a
tales formas para explicar las cosas físicas.
70 Prueba 2: Todo lo que es producido fuera de Dios, o es
producido por creación o por generación; pero las formas
127
substantiales, neque productae sunt per creationem, ñeque per
generationem: ergo. Prob. min quoad secundam partem: si formae
generarentur, fierent ex aliquo ipsis inexistente, hoc autem nihil
aliud esse potest quam materia: ergo fierent ex materia inexistente
ipsis formis; ergo formae ipsae ex materia & forma coalescerent.
ídem argumentum eñormabo de forma formae, & sic in infinitum:
ergo ut hujusmodi inconveniens vitetur, dicendum necessario est,
formam non generari; nec fieri, & consequenter non esse entitatem
absolutam, ut contendunt Peripatetici.
71 Respondent: formam veré non fieri, cum compositum, cujus
est forma generatur, sed educi ex potentia materiae, ac propterea
non crean. Sed contra: etenim educi ex potentia materiae non
convenit formae quae sit entitative substantia: ergo vel illa forma
non est entitative substantia, vel creatur cum compositum
producitur. Prob. ant. quod forma educatur de potentia materiae
nihil est aliud, quam eam ita fieri, ut necessarium saltem ordine
naturali sit, subjectum existere in quo illa producatur, &
conservetur: ergo forma quae de potentia subjecti educitur,
necessario ab illo dependet in fieri, esse, & conservari, quod
perinde est ac dicere formam inhaerere subjecto, sed inhaerere
subjecto tantummodo convenit accidenti physico, quia accidens
physicum inhaeret subjecto, ab eoque saltem naturae viribus
dependet in fieri, esse, & conservari: ergo sumpta substantia prout
128
sustanciales, ni son producidas por creación, ni por generación; por
lo tanto... Pruebo la menor en relación a la segunda parte: si las
formas fueran generadas, se harían a partir de algo inexistente en
ellas, esto no puede ser ninguna otra cosa más que la materia; por
lo tanto, se harían a partir de materia inexistente en las formas
mismas; luego, las formas mismas se desarrollarían a partir de la
materia y la forma. El mismo argumento constituiré acerca de la
forma de la forma, y así, hasta el infinito. Así pues, para que lo
inconveniente se evite de este modo, es necesario que se diga que la
forma no es generada ni hecha, y consecuentemente, no es una
entidad absoluta, como sostienen los peripatéticos.
71 Respondo: la forma verdaderamente no es hecha cuando se
genera el compuesto del cual es forma, sino que surge de la
potencia de la materia y por tal razón no es creada. Por el
contrario: porque el ser obtenida de la potencia de la materia no
conviene a la forma, que es entitativamente sustancia; por lo tanto,
o esa forma no es entitativamente sustancia, o es creada cuando un
compuesto es producido. Pruebo el antecedente: puesto que la
forma es obtenida de la potencia de la materia no hay ninguna otra
cosa, más que ésta es hecha así, de tal manera que es necesario, por
lo menos en el orden natural, que exista el sujeto en el cual ella se
produce y se conserva; por tanto, la forma que es obtenida de la
potencia del sujeto, necesariamente depende de éste, en el ser hecha,
en el ser, en el ser conservada, lo cual es lo mismo que decir que la
forma es inherente al sujeto; pero ser inherente al sujeto tan sólo
conviene a un accidente físico, porque un accidente físico es
inherente al sujeto, y, depende de él al menos en las fuerzas de la
naturaleza para ser hecho, para ser, y para ser conservado; por
tanto, la sustancia admitida, según es
129
sumitur a Peripateticis, nempe pro ente per se existente, forma quae
hoc sensu sit substantia educi nequit de potentia materiae. Etenim
existere per se, & inhaerere subjecto sunt modi existendi penitus
oppositi, ut perspicuum cst.
72 Prob. 3. omnis entitas substantialis realiter ab alus
distincta potest proprie fieri, & generari, sed forma ex Aristotele
& S. Thoma non potest proprie fieri & generari, [§§. 65, & 69]
ergo non est entitas substantialis, sed tantum modus modaliter a
materia distinctus. Prob. 4. si darentur praedictae formae
entitativae, anihilarentur in destructione compositi, sed non
anihilantur: ergo. Prob. maj. entitas, quae definit esse secundum
totum suum esse, anihilatur, sed formae praedictae in
destructione compositi definunt esse secundum totum suum
esse: ergo.
73
Respondent: formas pracdictas non anihilari licet
destruatur compositum, quia remanet earum subjectum.
Anihilatio enim est desitio rei nullo subjecto remanente; contra
vero destructio, in qua semper subjectum remanet, ut ex
definitionibus consta! Sed contra: nam hae ipsae definitiones
arbitrariae sunt, & notionibus communibus minime consentaneae.
¿Quis enim nisi Peripateticis praejudiciis mordicus adhaerens,
non capiat rem in nihilum abire, quando non amplius existit
in rerum natura? ¿Quid vero adtinet, subjectum (nempe
rem prorsus aliam) remanere, ut non anihilationis quidem,
130
asumida por los peripatéticos, es decir, la que existe como ente que
por sí mismo existe, la forma, que es sustancia en este sentido, no
puede ser obtenida de la potencia de la materia. En efecto, el existir
por sí mismo y ser inherente al sujeto son modos de existir
profundamente opuestos, como es evidente.
72 Prueba 3: Toda entidad sustancial realmente puede
propiamente ser hecha y generada distinta de las demás, pero la
forma no puede propiamente ser hecha y ser generada, según
Aristóteles y S. Tomás, [§ 65 y § 69]. Por lo tanto, no es una
entidad sustancial, sino tan sólo un modo modalmente distinto de la
materia. Prueba 4: Si se dieran las susodichas formas entitativas,
serían aniquiladas en la destrucción del compuesto, pero no se
aniquilan; por lo tanto... Pruebo la mayor: la entidad, que deja de
existir, según todo su ser, es aniquilada; pero las formas antes
dichas, en la destrucción de un compuesto, dejan de ser según todo
su ser; por lo tanto...
73 Respondo: las susodichas formas no son aniquiladas, aunque
el compuesto sea destruido, porque permanece el sujeto de ellas.
La aniquilación, entonces, es el término de una cosa no quedando
ningún sujeto. Muy contraria es la destrucción, en la cual siempre
permanece un sujeto, como consta en las definiciones; pero por
el contrario ya que estas mismas definiciones son arbitrarias, y muy
poco congruentes con las nociones comunes, ¿quién, entonces,
excepto el que está adherido tercamente a los prejuicios
peripatéticos, no comprende que el asunto no conduce a nada,
porque no existe más ampliamente en la naturaleza de las cosas?
¿Qué cosa hace que el sujeto (es decir, propiamente otra cosa)
permanezca, para que no utilicemos el vocablo "aniquilación"
131
sed destructionis vocabulo utamur? quasi vero re ipsa discrimen
aliquod interesset, sive sic, seu aliter loquamur. Itaque mera verba
dabimus, ñeque latum unguem per has ambages, & logomachias
Philosophia promovebit.
Peripateticorum argumenta solvuntur
74
O
pp. I. cont. I. implicat partes materiae homogéneas
esse sive ejusdem naturae, & quoad figuram,
molem &c. inter se differre: ergo vel non differunt
inter se, vel non sunt ejusdem naturae. N. ant. etenim iicet partes
materiae non differant quoad substantiam cum omnes sint
homogeneae, differunt tamen penes artificiosas dispositiones, ñeque
in hoc ulla repugnantia reperitur: omnes enim fatentur, posse per
artem moléculas, seu partes auri quam plurimas ejusdem utique
naturae differre in adfectionibus ejuscemodi, dum alie ponuntur
cubicae, aliae sphericae &c.
75 Opp. 2. Si partes materiae quoad molem, figuram, &c. inter
se difFerunt: ergo materia non est indifferens ad recipiendum
omnes formas: ergo non erit principium determinabile. Ant.
constat: corpus quippe unum, aer ex. gr. eo ipso quod dissimiles
proprietates habeat, diversas quoque quibus
132
precisamente, sino "destrucción"?, como si en el asunto mismo
existiese alguna diferencia, ya sea que hablemos así o de otra
forma. Por lo tanto, quedarán sólo palabras y, la filosofía por
medio de estas ambigüedades y tortuosidades, no avanzará ni
siquiera el espacio de una uña.
Los argumentos de los peripatéticos se
resuelven
74
O
posición 1. Contra 1. Implica que las partes de la
materia son homogéneas o de la misma naturaleza y
difieren entre sí en cuanto a figura, masa etc.; por
tanto o no difieren entre sí o no son de la misma naturaleza. Niego el
antecedente. Pues aunque esté permitido que las partes de la materia no
difieran en cuanto a sustancia, siendo todas homogéneas, sin embargo
difieren en disposiciones artificiosas, y no se encuentra ninguna cosa
contradictoria en esto; pues todos declaran que las moléculas o una
gran cantidad de partes de oro, generalmente de la misma naturaleza,
por arte pueden diferir en afecciones de este modo: mientras unas se
proponen cúbicas, otras esféricas, etc.
75 Oposición 2. Si las partes de la materia, en cuanto a masa,
figura, etc. difieren entre sí; por tanto la materia no es indiferente
para recibir todas las formas; por tanto no será un principio
determinable. El antecedente consta: un solo cuerpo, el aire por
ejemplo, por lo mismo que tiene propiedades disímiles, también
como el fuego, debe encerrar diversas partículas por las cuales es
133
constituatur partículas complecti debet, quam ignis. Resp. quod eo
ipso quod exilissimae partes ad diversissimam combinationem
inter se aptae sint nullamque prae altera exposcant, satis
intelligitur materiam esse indifferentem. Quautor & viginti, quibus
utimur literae, figura, & magnitudine differunt, ¿quis tamen neget
has ex se indifferentes esse, ut in definita cogantur vocabula, vel
nullis illigentur, in voces ad metri leges stnngantur, vel fluentem
liberius orationem componant? Nullatenus contendimus esse de
ratione materiae, ut quae in uno inest composito, eadem ipsa
praecisse mutatione nulla accedente quodvis aliud constituat.
76 Opp. 3. materiae competit, ut sit subjectum primum omnium
mutationum naturalium, & corporum incredibili varietate
discrepantium; sed hoc non potest praestare materia, quae ejusdem
ubique est generis, non diversae naturae: ergo. N. min. Varietas
namque omnis a varia materiae dispositione, combinatione, &c.
hoc est a forma duci debet. Sic e terrae succis sola partium per
arbotis fibrillas transmissarum percolatione, cortex, flores, fructus
nascuntur. Ex alimentis similiter chylus, sanguis, ossa, & caro,
quae inter se magnopere discrepant per solam partium
transpositionem, novum ordinem &c. conformantur. Itaque
varietas corporum quamaptissime cohaeret cum materia quoad
substantiam homogenea.
134
constituido. Respondo: porque por lo mismo que las partes más
pequeñas son aptas entre sí para una combinación muy diversa y no
piden ninguna antes que otra, se piensa suficientemente que la materia
es indiferente. Y las veinticuatro letras que usamos, difieren en figura y
magnitud. ¿Quién, sin embargo, niega que éstas sean indiferentes por sí
para que se reúnan en palabras definidas o no se unan en ninguna, se
compriman en las voces de acuerdo a las leyes del metro o compongan
la oración que fluye más libremente? De ningún modo afirmamos que
las mismas cosas sean acerca de la razón de la materia, porque la que
se encuentra en un solo compuesto, establece a cualquier otro sin
condición, no sucediéndose alguna mutación.
76 Oposición 3. Compete a la materia que sea el primer sujeto de
todos los cambios naturales y de los cuerpos discordantes en variedad
increíble, pero no puede superar esto la materia que es en todo lugar del
mismo género, no de diversa naturaleza; por tanto. Niego la menor.
Pues toda variedad debe ser conducida por diferente disposición de la
materia, combinación, etc., esto es, por la forma. Así la corteza, las
flores, los frutos nacen de los jugos de la tierra por las fibrillas de los
árboles con la sola filtración de las partes transmitidas. De los
alimentos se forman semejantemente el jugo de vegetales, la sangre, los
huesos y la carne que discrepan con gran trabajo entre sí por la sola
transposición de las partes, por un nuevo orden, etc. De tal manera, la
variedad de los cuerpos se adhiere lo más adecuadamente con la
materia homogénea en cuanto a sustancia.
135
77 Inst. si partes materiae ponuntur homogeneae ex earum
additione, & conjuctione non resultaret nova aliqua essentia, sed
totum quoddam intégrale homogoneum, quod non esset diversae
rationis ab una ejusdem parte, quemadmodum cum addimus
aquam aquae non aliam essentiam efficimus, sed eamdem
essentiam aquae, quae in qualibet gutta reperitur, extensive
augemus; sed hoc est contra experientiam: ergo. Confirmatur, si
musicus duas voces inter se per omnia símiles conjungeret,
nullatenus faceret diapasón, ad hoc enim opus est, ut diversae
rationis sint, inferior scilicet, superioris dupla: ergo idem
dicendum est in nostro casu.
7g Ad. I. neg. conseq. ad hoc enim ut producatur compositum
specifíce ab alus diversum, sufficit partes materiae esse diversae
rationis, non quidem substantialis, sed tantummodo modalis, hoc
est, sufficit eas esse diversimode figuratas, diversimode extensas
&c. quod longe diversum est in additione aquae ad aquam, quae
enim additur, ejusdem omnino rationis est cum alia, ejusdem
nempe fígurae, ejusdem status, nempe fluiditatis: nullaque ex
additione sit nova combinatio, nova textura, & consequenter nova
aliqua forma, & essentia, sed tantum eadem aqua sit extensior.
79 Confírmatio autem argumenti nostram sententiam potius
confirmat, nam voces, quae diapasón componunt, non differunt
essentialiter, sed tantum accidentaliter, penes scilicet quantitatem,
& motum, inferior enim major est, & tardius movetur, superior
vero brevior, & concitatior, in hoc enim tantum stat diapasón, seu
octava, quod nempe vox inferior
136
77 Se instituye. Si se ponen las partes homogéneas de la materia a
partir de la adición de éstas y alguna nueva esencia no resultase de la
conjunción, sino un cierto todo integral homogéneo, que no fuera de
diversa razón de una sola parte del mismo, de modo que, cuando
agregamos agua al agua, no hacemos otra esencia del agua, sino la
esencia misma del agua que se encuentra en cualquier gota, la
aumentamos en extensión; pero esto es contra la experiencia por lo
tanto... Se confirma: si un músico conjugara dos voces semejantes entre
sí en todo, de ningún modo haría un diapasón, pues para esto es
necesario que sean de diversa razón, sin duda la inferior doble de la
superior, por tanto lo mismo ha de ser dicho en nuestro caso.
78 En cuanto al I, se niega el consecuente. Pues en relación con esto,
para que se produzca específicamente un compuesto diverso a partir de
otros, basta que las partes de la materia sean de diversa razón, no
ciertamente sustancial, sino solamente modal, esto es, basta que éstas
sean configuradas de diverso modo, de diverso modo extensas, etc. Lo
que es muy diferente en la adición del agua al agua, que, en efecto, si se
añade, es totalmente de la misma razón que la otra, es decir, de la
misma figura, del mismo estado, de la misma fluidez; y de ninguna
adición se hace una nueva combinación, una nueva textura y, en
consecuencia, alguna nueva forma y esencia, sino tan sólo la misma
agua se hace más extensa.
79 Pero la confirmación del argumento confirma más nuestra
opinión, pues las voces que componen el diapasón no difieren de
manera esencial, sino sólo de manera accidental, sin duda, en
cantidad y movimiento, pues es mayor la inferior y se mueve más
lentamente, pero la superior es más breve y rápida, pues sólo en
esto está el diapasón o la octava, porque seguramente la voz inferior
137
duplo segnius moveatur, quam superior, ita ut haec duas perficiat
vibrationes, interim dum inferior unam duntaxat conficit.
Quemadmodum itaque species hujus consonantiae diapasón ex
vocum combinatione coalescit, solo motu, & magnitudine diversis,
ita ex materiae particulis magnitudine, figura, &c. diversis cunctae
rerum species exurgere possunt.
80 Opp. 4. Si dicamus materiam esse substantiam, quae partibus
mole, figura, &c. diversis constat, non explicatur a nobis cssentia
materiae, sed corpus ipsum: ergo. Prob. ant, natura materiae est, ut
non sit completa, sed particulae ex quibus materia constat sunt
completae: ergo. Dist. min: sunt completae in ratione materiae,
conc. in ratione compositi naturalis, seu corporis sensibilis, negó. A
nobis duntaxat exponitur essentia materiae physice considerata: in
ratione materiae est aliquid completum: in ratione vero corporis
sensibilis non completur nisi per formam, quae ex certo complexu,
ordine, proportione partium consurgit.
Argumenta contra secundam Conclusionem
81
O
pp. I. praecipuum Peripateticorum argumentum. In
Sacramento Altaris remanent accidentia pañis, & vini,
sed non manet forma substantialis pañis, & vini: ergo
forma substantialis est quiddam praeter certam accidentium
congeriem. Dist.
138
se mueve el doble más lentamente que la superior. De tal modo que ésta
realice dos vibraciones, entre tanto la inferior solamente termina una. Y
así como la especie de esta consonancia crece como un diapasón por la
combinación de las voces, siendo diversas por un sólo movimiento y
magnitud, así a partir de partículas de materia, diversas en magnitud,
en figura, etc., todas las especies de las cosas pueden surgir.
80 Oposición 4. Si decimos que la materia es sustancia que consta de
diversas partes: masa, figura, etc., la esencia de la materia no es
explicada por nosotros, sino el cuerpo mismo; por lo tanto... Se Prueba
el antecedente: la naturaleza de la materia es que no sea completa, sino
que son completas las partículas de las que consta la materia, por lo
tanto... Se distingue la menor: Son completas en razón de materia, lo
conceda. Niego que en razón del compuesto natural o del cuerpo
sensible (sean completas). La esencia de la materia sólo considerada
físicamente es expuesta por nosotros: en razón de la materia, algo está
completo; pero en razón del cuerpo sensible no se completa, excepto
por la forma que surge de cierto conjunto, orden, proporción de las
partes.
Argumentos contra la segunda conclusión
81
O
posición 1. Argumento principal de los peripatéticos.
Los accidentes del pan y del vino permanecen en el
Sacramento del Altar, pero la forma sustancial del
pan y del vino no queda, por tanto, la forma sustancial es algo
fuera de la certera acumulación de accidentes. Se distinguela
139
maj. remanent accidentia, sensu Peripatético sumpta, pro formis
accidentalibus, seu qualitatibus absolutis, & inhaerentibus
subjecto, negó maj.; sensu Theologico, & Dogmático, sumpta pro
speciebus, quae modo ineffabili, & plañe miraculoso nos fallunt,
conc. maj. Et rotunde concess. min. dist. conseq. forma
substantialis est quiddam praeter certam accidentium
Peripateticorum congeriem, permitió conseq.; praeter congeriem
accidentium, quae talia Notericis dicuntur, hoc est, praeter
texturam, & combinationem molecularum materiae corporeae:
subdist.: ubi revera datur talis textura, & combinatio, negó; ubi
non datur revera, sensibus tamen ita adparet quasi veré daretur,
conc.
82 Res eo redit, ut intelligamus, accidentia pañis & vini in
Sacrosancto Altaris Sacramento non veras qualitates corpóreas
esse, a corpore pañis & vini abstractas & relictas sine subjecto
sibi connaturaliter proprio; sed meras apparientias (ut ita
loquar), seu species pañis & vini, sub quibus verissimum
Corpus, & verissimus Sanguis Christi Domini latent. Nos itaque
per fidem Ortodoxam docti, negamus ibi substantiam pañis &
vini subesse post consecrationem, docti autem per Philosophiam
negabimus vera accidentia esse illa quae adparent.
83 Est ergo Dogma Catholicae fidei, quod in Venerabili
Eucharistiae
Sacramento
existunt
veré,
realiter
&
substantictliter corpus, & sanguis Christi Domini. Ita
140
mayor: los accidentes permanecen tomados en sentido peripatético
como de formas accidentales o cualidades absolutas e inherentes al
sujeto. Niego la mayor: en el sentido teológico y dogmático, tomados
como especies que nos engañan de manera inefable y abiertamente
milagrosa. Concedo la mayor. Y rotundamente, concediendo la menor,
distingo la consecuencia: la forma sustancial es algo fuera de la certera
acumulación de accidentes de los peripatéticos. Permito el consecuente:
fuera de la acumulación de accidentes que son llamados tales por los
neotéricos, esto es, fuera de la textura y combinación de moléculas de
materia corpórea. Subdistingo: donde realmente tal textura y
combinación se da. Niego: donde no se da verdaderamente, sin
embargo, así se muestra a los sentidos, como si se diera
verdaderamente, lo concedo.
82 El asunto vuelve por esto, para que pensemos que los accidentes
del pan y del vino en el Sacrosanto Sacramento del Altar no son
verdaderas cualidades corpóreas, abstraídas del cuerpo de pan y de
vino y despojadas del propio sujeto connatural a ellas; sino meras
apariencias (por así decirlo) o especies de pan y vino, bajo las que se
ocultan el verdaderísimo cuerpo y la verdaderisima sangre de Cristo
Señor. Y así nosotros, instruidos por la fe ortodoxa, negamos que allí la
sustancia del pan y vino esté debajo después de la consagración;
empero, instruidos por la filosofía, negaremos que los verdaderos
accidentes sean aquellos que aparecen.
Luego, es Dogma de la Fe Católica, que en el venerable
Sacramento de Eucaristía existen verdadera, real y
sustancialmente el cuerpo y la sangre de Cristo Señor. Así
141
expresse definitum est in Concilio Lateranensiy in Constantiensiz in
Florentinoa & in Tridentinob contra Berengarium, Calvinum,
aliosque impíos Novatores, non minus falso, quam inique
dogmatizantes, tantum aut in signo, vel figura, aut virtute Christum
Dominum in Eucharistia contineri. Est etiam Dogma Catholicum,
quod vi Consecrationis sit realis conversio totius substantiae pañis
in corpus, & totius substantiae vini in sanguinem Christi Domini,
quam conversionem mirabilem prorsus ae singularem, Ecclesia
Catholica transubstcmtiationem aptissime adpelat. Haec autem
transubstantiatio, ut optime ait celeb. Theolog. Honoratus
Tournellyc nullum habet in natura exemplum, quia singularis, nec
ab humana ratione conpraehendi potest, quia mirabilis, hoc est
tota in mysteriis recóndita.
84 Certissimum etiam omnino est Sacratissimum Christi
Domini corpus, (quod etiam de ejusdem sanguine dicendum est)
esse in Eucharistia Sacramentaliter, nempe tali ratione, quam etsi
verbis, (ut sapienter monet Concil. Trident.) exprimere vix
possimus, possibilem tamen esse Deo constantissime credere
debemusd lile quidem existendi modus nullum in rebus creatis
exemplum habet, & miraculis plenus est, ac proinde
y
Sub. Innoc. III. cap. i.
Sess. 8.
a
In Decreto unionis.
b
Sess. 13. cap. i. & Can. i.
c
Praelect. Theolog. de S. Eucharist. q. 3. art. 2.
d
Sess. 13. cap. I.
z
142
claramente se definió en el Concilio de Letrán47, en el de Constanza48, en
el de Florencia49 y en el Tridentino50, contra Berengario, Calvino y otros
impíos innovadores, que no menos falsa que inicuamente
dogmatizantes, decían que Cristo Señor sólo está contenido en la
Eucaristía o en signo o en figura o en virtud. Es también Dogma
Católico, el que por la fuerza de la consagración se hace una
conversión real de toda sustancia del pan en el cuerpo y de toda
sustancia de vino en la sangre de Cristo Señor, a esta conversión, por
completo maravillosa y única, la Iglesia Católica la llamó
adecuadamente
transubstanciación.
En
efecto.
esta
transubstanciación, como óptimamente dijo el célebre teólogo
Honorato Toumelly51, no tiene ningún ejemplo en la naturaleza,
porque es única y no puede ser comprendida por la razón humana,
porque es maravillosa, esto es. está totalmente escondida en Iosmisterios.
84 También es del todo cierto que el muy sagrado cuerpo de
Cnsto Señor (lo que también ha de decirse de la sangre del mismo)
está de manera sacramental en la Eucaristía, es decir, por tal
razón, que (como sabiamente advierte el Concilio Tridentino)
aunque apenas podemos expresar con palabras, sin embargo
debemos creer de manera muy constante que es posible para
Dios52. Ciertamente aquel modo de existir no tiene ningún ejemplo
en las cosas creadas y está lleno de milagros y, por consiguiente, se
47
Bajo Inocencio III. c. I.
Sess. 8.
49
En el decreto de la unidad.
50
Sess 13. cap. I et Can. I.
51
Prelecciones de teología sobre la Santa Eucaristía q. 3. art. 2.
52
Scss. 13. Cap. I.
48
143
mérito vocatur Sacramentalis, seu modus qui soli Sacramento
conveniat. Haec dicta sufficiant, ut videant Peripatetici sancta
rectaque a nobis servari Sacratissima nostrae Religionis Dogmata.
g5 Verum quia ipsi nullum non movent lapidem ut Recentiorum
Philosophorum de non substantialibus formis opinionem tanquam
haereticam traducant, imperitisque persuadeant, Dogma
Catholicum Transubstantiationis everti, posita opinione
Recentiorum, opere pretium est, aliqua subjungere, ut videant
millo jure posse ipsos existimare, nos esse reos violatae fidei. In
primis enim plurimi a me essent numerandi Philosophi Catholici,
qui opinionem de formis, ipsis verbis, quibus a nobis expósita, &
probata est, constantissime tuentur, quin eorumdem Opera ab
Ecclesia unquam proscripta, sint, imo summa cum laude a magnis
Theologis adprobata. Sufficiat aliquos nominare. Klaus, Macko,
Regnault, Paidian, Schersser, Lanis, Corsini, Hamel, Purchot
formas substantiales Peripatéticas explodunt omnino. Ex
Minimorum familia Maignan, Saguens & Jacquier, ex inclyta
Minorum familia Cl. Fortunatos a Brixia, qui pro mille sufficit, ex
Congreg. Oratorii S. Philippi Nerii Vir Cl. Thomas Vincentius
Tosca, aliique plurimi ex Oratorio Gallicano.
86 ¿Quidquod haec doctrina per totam Europam, & Romae
praecipue in Universitatibus, Collegiisque, publice coram ipso
Rom. Pontífice propugnatur? Audiamus nunc III. Melch. Canum.
Puto, (ait Vir Cl.) Theologorum Scholasticorum etiam multorum
testimonium, si alii contra pugnant Viri docti
144
llama con razón Sacramental o el modo que convenga al solo
Sacramento. Estas cosas dichas basten para que los peripatéticos vean
que los muy sagrados dogmas de nuestra religión son conservados en
buen estado por nosotros.
85 Pero, porque ellos mismos no mueven ninguna piedra, para
mostrar como herética la opinión de los más recientes filósofos sobre
las formas no sustanciales y para persuadir a los inexpertos de que el
dogma católico de la transubstanciación está abolido, habiendo sido
expuesta la opinión de los más recientes, es trabajo útil agregar algunas
cosas para que vean que ellos mismos, por ningún derecho, pueden
creer que nosotros somos acusados de fe corrupta. Pues, entre los
primeros, muchos filósofos católicos deberían de ser enumerados por
mí, quienes contemplan de manera muy constante la opinión sobre las
formas, con las mismas palabras con las que fue expuesta y aprobada
por nosotros, cuyas obras, alguna vez proscritas por la Iglesia, han sido
sin duda aprobadas por los grandes teólogos con suma alabanza. Baste
nombrar a algunos: Klaus, Makro, Regnault, Paulian, Schersser.
Lanis, Corsini Hamel, Purchot, desaprueban totalmente las formas
sustanciales peripatéticas. De la familia de los Menores Maignan,
Saguens y Jacquier, de la familia ilustre de los Menores, el claro
Fortunato de Brixia; quien basta ante mil, de la Congregación del
Oratorio de San Felipe Neri, el claro varón Tomás Vicente Tosca y
otros muchos del Oratorio Galicano.
86 ¿Por qué esta doctrina es combatida por toda Europa y, sobre
todo, en las universidades y colegios de Roma públicamente ante el
mismo Pontífice de Roma? Escuchemos ahora al ilustre Melchor
Cano: Pienso (dijo el claro varón) que también el testimonio de
muchos teólogos escolásticos, si otros varones doctos luchan en
145
non plus valere ad faciendam fidem, quam ratio ipsoram,
videlicet: in Scholasüca disputatione pluriitm auctoritatem
obruere Theologum non deberé; sed si paíteos Viros, modo graves
secum habeat, posse sane adversas plurimos storee. Ex Theoiogis
vero sunt non pauci, qui expresse docent Recentiorum opinionem
de forma non substantiali optime componi cum iis quae Ecclesia
tenet de Venerab. Euchar. Sacram. ac proinde posse salva
Religione, tutaque Fide a Viro Catholico propugnan. Ita Cl.
Robertus Holchotf ex inchta PP. Praedicatorum familia. Ita
Eminentiss. S. R. E. Card. Petras de Alliaco.g Ita Doctiss. Praesul.
Jac. Benign. Bossueth Ita Cl. Ludovicus Antón. Muratori.i Ita P.
Vanrro.j Ita lumen clariss. Augustinianae Relig. Laarenüas Bertik
Ita Cl. Natalis ab Alexandrol.
87 Sed praestat audire Theologum Doctiss. ex Inchta
Praedicatorum familia Hiacyntham Serrym "¿Alia quid referam,
(ait vir Cl.) Reccntis Scholae systemata inconsideratis quorundam
Theologorum censuris impeti sólita? Essentiam corporis physici
in extensione quantitatis
e
De Loe. Lib. 8. cap. 4.
Sup. IV. Sent. q. 3. §.4.
g
Sup. IV. Sent. q. 6. art. 3.
h
Exposit. de la Doct. Cath. c. 13.
i
De Moder. Ingen. cap. 24.
j
Theolog. Moral. P. 4. cap. 5. q.r.
k
Tom. VI. de Theolog. Discip. Hb. 33.
1
Tom. VI. Hist. Eccles. Diss. 7. in híst. Sccul. X. & XU. art. 6. in
Schol.
m
Tom. I. Praelect. Thelogic. Disp. de Opisic. mund. Praclect. I.
f
146
contra, no sirve para convencer más que la razón de los mismos,
es claro que en la disputa escolástica de muchos, el teólogo no
debe esgrimir la autoridad, pero si tiene consigo pocos varones,
al menos a los graves, pueden estar razonablemente contra
muchos53. En verdad, de los teólogos hay no pocos que expresamente
enseñan que la opinión de los mas recientes acerca de la forma no
sustancial coincide con aquello que la Iglesia afirma acerca del
venerable Sacramento de la Eucaristía y, por consiguiente, puede ser
defendida por el varón católico con la pura religión y con segura fe. Así
el claro Roberto Holchol54 de la ilustre familia de los PP. Predicadores.
Así, el eminentísimo S.R.E. Cardenal Pedro de Alliaco55. Así, el muy
docto Prelado Jacobo Benigno Bossuet56. Así, el claro Luis Antonio
Muratori57. Así, P. Vanrroy58. Así, la luz del clarísimo agustino
religioso Lorenzo Berti59. Así, el claro Natal de Alejandro60.
87 Pero es mejor escuchar al muy docto teólogo de la ilustre
familia de los predicadores Jacinto Serry61: "¿Por qué referiré (dice
el claro varón) que otros sistemas de la escuela reciente
acostumbraron ser atacados por las censuras desconsideradas de
ciertos teólogos? Los físicos en extensión de cantidad y ahora una
53
De loe. L. 8, c. 4.
Sup.IV sent.q.3.No.4.
55
Sup. IV sent q. 6, a. 3.
56
Exposit. de la doctrina católica, c. 13.
57
De Moder Ingen, c. 24.
58
Teología moral, p. 4, c. 5, q. 1.
59
Tom. VI Sobre la disciplina teológica, L. 33.
54
60
Historia Eclesiástica, t VI, disertación 7, en la historia de los siglos X y XII, a. 6,
in Schol.
61
Prelecciones teológicas, t.I, Disp. de apificio mundi, Prelección 1.
147
plerique nunc philosophi ponunt Cartesium secuti, ipsamque
substantiam a quantitate minime distingui, & quod certo novi ita
illos philosophari permittit Ecclesia. ¿Quid tu ergo censuris illos
inuris? Et quos communis Mater fovet, ut filios, tanquam ethnicos,
& publícanos exsecraris, quod tibi forte Sacrosanctae Eucharistiae
fidem labefactare videantur? Studium, Zelumque pro Domo Dei
laudo máxime, atque commendo; at secundum scientiam velim
esse. Melior longe Theologus eris, si permissum ab Ecclesia
systema cum Eucharistiae fidem conciliaveris.
88 Quod forte non incommode fiet, si dixeris, substantiae
quidem pañis conversionem in Eucharistiae Sacramento fieri
solitam, ab Ecclesia ruisse definitam, non ita tamen defmitum esse
mutationis modum; perindeque stare Mysterium, si mutata simul
cum quantitate substantia, solae maneant sensationes externae
nostris in sensibus factae, (quod Cartesius existimat) ac si sola
mutata substantia, vera cum ceteris accidentibus quantitas maneat,
quod Peripatetici arbitrantur. Eaque de causa Tridentinos Patres,
specierum, sublata substantia remanentium vocabulo fuisse usos,
cum accidentia nominare potuissent: videlicet, ut ea voce
specierum, sensationes illas simpliciter significarent, quas in
sensibus nostris perinde fieri, & Cartesiani, & Peripatetici
profitentur, seu cum substantia indistincta quantitas pereat, seu
distincta non pereat. Id ni dicas, sed Cartesianos, doñee in eos
sententiam Ecclesia tulerit, violatae fidei postules,
148
gran parte de los filósofos, siguiendo a Descartes, ponen la esencia del
cuerpo físico en la extensión de la cantidad, y de ningún modo se
distingue la sustancia misma de la cantidad, Y con certeza sé que la
Iglesia les permite filosofar así. ¿Por qué tú, por lo tanto, los señalas
con censuras y execras como étnicos y publícanos a quienes la madre
común favorece como hijos?, ¿por qué te parecen que quizá quebrantan
la fe de la Sacrosanta Eucaristía? Alabo y recomiendo sobre todo el
estudio y el celo por la casa de Dios, pero quisiera que fueran según la
ciencia. Serás mucho mejor teólogo si concilias el sistema permitido
por la Iglesia con la fe de la Eucaristía.
88 Lo que quizá no sé hará de modo incómodo, si dijeras que la
conversión de la sustancia del pan ciertamente suele producirse en
el Sacramento de la Eucaristía, que fue definida por la Iglesia, no
así, sin embargo fue definido el modo de la mutación; y de la
misma manera está el misterio: ya sea como dice Descartes, si al
mismo tiempo se muda la sustancia y la cantidad, sólo las
sensaciones externas permanecen en nuestros sentidos; ya sean
como dicen los Peripatéticos, habiéndose mudado sólo la sustancia,
permanece como cantidad verdadera con los demás accidentes. Y
por esta causa, los padres tridentinos usaron el vocablo de especies
remanentes, quitada la sustancia, aún cuando hubiesen podido
nombrar los accidentes. Es claro que con esta palabra de especies
simplemente significaban aquellas sensaciones que tanto los
cartesianos como los peripatéticos declaran que suceden igualmente en nuestros sentidos, ya sea que la cantidad no mezclada con
la sustancia desaparezca, o que mezclada no desaparezca. Y no
digas esto, sino que acusarás a los cartesianos de fe corrupta
mientras la Iglesia haya llevado contra ellos su sentencia:
149
non Theologus es, sed audacissimus censor, non pro fide; sed pro
anteceptis opinionibus pugnas, non pro Ecclesia, sed pro
Aristotélica Schola decertas". Hactenus Eloquentissimus
Theologus. ¿Quid ad haec Peripatetici. Ipsi viderint.
89 "Neque enim, (inquit Cl. Cano) satis est ad sententiam de
haeresi ferendam, haeresim ipsam suspicione attigisse, sed
comprehensione quadam opus est, ut sine errore de erroribus
judicemus"n. "Definant ergo Peripatetici [verbis utor Cl.
Muratori] nullum non moveré lapidem quo Recentiores
Auctores novarum opinionum, licet nihi! cum Sancta Religione
habentium infament, eorumque libros dilacerent, proscribant,
& Supremis Ecclesiae Tribunalibus configendos exhibeant"o.
90 Praeterundum porro non est silentio, eam quoque
opinionem a Peripateticis pluribus censeri haereticam, quae
negat quantitatem a corpórea substantia realiter distinguí.
Haec igitur censura, ¿aut vera est, aut falsa? Si vera: ergo
Em. S. R. E. Card. Petrus de alliaco, Aureolus, Okamus. Bielus.
Melchior Canus, qui reaiem illam quantitatis distinctionem
inficianturp haeretici sunt, quod profecto de tantis Viris nemo
cordatus dicet: ergo haeretici pariter sunt ii omnes Scholastici.
praecipue ex Scotistarum Schola, qui corporum quantitatem non in
entitativa illorum extensione, sed in ipsorum impenetrabilitate
statuendam censent, ob id potissimum, quod extensio non sit
n
Lib. 12. de Locis Theolog. cap. 8.
° De Moderamine ingen. Lib. i. cap. 21.
p
Apud. Cl. a Brix. In Dissert. de qualit. corp. sensibilib.
150
no eres teólogo, sino un censor muy audaz, no luchas por la fe sino
por las opiniones anticipadas, no combates por la Iglesia sino por
la escuela aristotélica". Hasta aquí el muy elocuente teólogo. ¿Qué
dicen los peripatéticos a estas cosas? Ellos mismos habrán visto.
89 "Pues no es suficiente (dijo el claro Cano) para sostener la
sentencia sobre herejía que se haya tocado con la sospecha, sino
que se necesita de cierta comprensión para juzgar sin error sobre
los errores"62. "Por lo tanto, los peripatéticos terminan por no
mover piedra alguna (utilizo las palabras del claro Muratoi) con
la que los autores más recientes de las nuevas opiniones, aunque
no difamen nada de las cosas que tienen en común con la Santa
Religión, despedacen, proscriban y presenten horadados los libros
de éstos ante ios Supremos Tribunales de la Iglesia"63.
90 Pues no se ha de pasar en silencio que también sea
considerada como herética por muchos peripatéticos la opinión
que niega que la cantidad se distingue realmente de la sustancia
corpórea. Esta censura, por consiguiente, ¿o es verdadera o es
falsa? Si es verdadera, entonces el eminentísimo S.R.E. Cardenal
Pedro de Alliaco, Aureolo, Okam, Bielo, Melchor Cano64, quienes
envenenan esta distinción real de la cantidad, son herejes, porque
cómo de entre tan grandes varones ninguno sensato hablará
razonablemente; por lo tanto, igualmente son herejes todos estos
escolásticos, sobre todo los de la escuela de los escotistas, quienes
consideran que la cantidad de los cuerpos no debe colocarse en la
extensión entitativa de ellos, sino en la impenetrabilidad de los
mismos; por esto es muy posible que la extensión no sea un
62
DeLocis Theolog., L. XH, c. 8.
DeModemmine ingen., L. I. c. 21.
64
En la obra de Brixia, en la disertación sobre la cualidad de los cuerpos sensibles.
63
151
accidens absolutum a corpórea substantia realiter distinctum, sed
substantia ipsa sit ex se, omni scilicet accidente secluso entitative
extensa.
91 Ergo haereticus est Doctor ipse subtilis, quiq constanter
tuetur (ut ait Cl. Fortunat. a Brixia)r quantitatem continuam
permanentem in extensione consistere, hoc est in ordine partium in
toto, ut ait P. Hiquaens Scoti Commentator. Si autem illa censura
sit falsa, (ut tevera est): ergo ea quoque eodem jure penitus falsa
censenda est, quam de sententia negante accidentia absoluta iidem
ipsi pronunciant. Nam quid specierum nomine intellexerit Ecclesia,
vel quae demum sit physica illarum natura, nullibi ab ea traditum
est, quemadmodum nullibi quoque ab ea est definitum sub
specierum nomine etiam quantitatem comprehendi.
92 Ñeque dicant Peripatetici Concilium Constantienses contra
Wiclessum, & Johannem Mus finivisse formas accidentales esse in
Eucharistia. Id namque falsum est: nam, ut ait Cl. Verneyt ex
Historiéis constat, Wiclessum nunquam dixisse, non esse
accidentia in Eucharistia: sed sub accidentibus esse substantiam
pañis, non vero Christum. Hunc ergo errorem damnavit
Concilium, non accidentium in sensu Peripatético existentiam
Dogma esse dixit.
q
Dist. X. q. I. num XIV.
In citat. Dissertat.
s
Celebrat ann. Christ. MCCCCXIV. Sess. VIII. & XV.
t
Synops. primi tentam. pro Literat. & Scient. instaur.
r
152
accidente absoluto, realmente distinto de la sustancia corpórea, sino
que la misma sustancia sea a partir de sí, sin duda extendida
entitativamente, alejado todo accidente.
91 Por lo tanto, hereje es el mismo doctor sutif65, quien
constantemente observa (como dice el claro Fortunato de Brixia66) que
la cantidad continua subsiste permanentemente en la extensión, esto es,
en orden de las partes al todo, como dice el comentador de Scoto, P.
Hiquaens. Si en verdad aquella censura se considera (como es en
realidad); luego, por el mismo derecho, también ha de ser evaluada
totalmente falsa aquélla que ellos mismos pronuncian sobre la sentencia
que niega los accidentes absolutos. Pues, qué entendió la Iglesia con el
nombre de las especies o cuál es finalmente la naturaleza física de ellas,
en ninguna parte fue referido por ella, así como tampoco en ninguna
parte fue definido por ella que bajo el nombre de especies también sea
comprendida la cantidad.
92 Y los peripatéticos no digan que el Concilio de Constanza67
determinó contra Wicleff y Juan Hus que las formas accidentales
están en la Eucaristía. Y esto, pues, es falso, ya que, como dijo el
claro Verney68, consta en los historiadores que Wicleff nunca dijo que
los accidentes no están en la Eucaristía, sino que la sustancia del pan
está bajo los accidentes, pero no Cristo. Por lo tanto, el Concilio
condenó este error; no dijo que la existencia de los accidentes en el
sentido peripatético era dogma.
65
Dist.X.q. l.num.XIV.
En la Disertación citada.
67
Celebrado en el año de Cristo MCCCCXIV. Sess. VIH y XV.
68
Sinopsis primi tentam. pro Literal, et Scient instaur.
66
153
93 Fide ergo sanctum est, sub especibus pañis, & vini, quae in
Eucharistia se offerunt, non pañis, & vini naturam, &
substantiam, sed verum Christi D. Corpus contineri. Sed quod
praedictae species, accidentia absoluta sint, ut contendunt
Peripatetici, nusquam definivit Ecclesia: nec unquam istiusmodi
quaestio in Ecclesia mota est, imo verou nusquam lego, de
existentia specierum in Eucharistia dubitatum fuisse, quam
nemo nisi caecus, aut demens negare potuisset. Atque
hactenus de Ven. Eucharistiae Sacramento. Alia Peripateticorum
momenta diluamus.
94 Opp. 2. si compositum naturale vita expers componeretur
essentialiter ex particulis materiae penes mechanicas
tantummodo adfectiones Ínter se diversis, non esset unum per
se, sed unum per accidens, utpote minime constans ex per se
actu, & ex per se potentia; sed hoc est falsum, quemadmodum
manifesté etiam falsum est, ínter naturalia, & artiflcialia
composita nullum penitus discrimen haberi: ergo. Dist. maj. non
esset unum per se, si hoc nomine intelligatur totum, quod fíat ex
duplici semisubstantia, conc, si intelligatur totum quod primo
& per se sit ab operante natura intentum, negó maj, & eod.
modo dist. min. negó conseq. In Recentiorum sententia, quae etiam
nostra est, compositum naturale est unum per se, & ab
artificial! satis superque distinguitur.
u
Ita supra laúd Verney. De Re Metaphysica. Romae Typis Generosi
Salomoni.
154
93 Por lo tanto, se santificó con fe que bajo las especies del pan y del
vino, que se ofrecen en la Eucaristía, no están contenidas la naturaleza
y la sustancia del pan y del vino, sino el verdadero cuerpo de Cristo
Señor. Pero el que las especies antes dichas sean accidentes absolutos,
como los peripatéticos sostienen, en ninguna parte lo definió la Iglesia,
ni alguna vez de esta manera la cuestión fue promovida en la Iglesia,
más aún nunca he leído que hubiese duda69 sobre la existencia de las
especies en la Eucaristía a la cual nadie, a no ser un ciego o un
demente, hubiese podido negar. Y hasta aquí, acerca del venerable
Sacramento de Eucaristía. Refutaremos otros aspectos de los
peripatéticos.
94 Oposición 2. Si un compuesto natural libre de vida se compusiera
esencialmente de partículas de materia, diversas entre sí, en afecciones
solamente mecánicas, no sería único por sí mismo, sino único por
accidente, porque mínimamente consta de acto por sí y de potencia
por sí; pero esto es falso, así como manifiestamente también es miso
que no hay en lo absoluto ninguna diferencia entre los compuestos
naturales y artificiales; por lo tanto... Distingo la mayor: no sería algo
único por sí mismo, si por este nombre se entiende todo lo que es hecho
por una semisubstancia doble, lo concedo; si se entiende todo lo que en
primer lugar y por sí sea proyectado por la naturaleza operante. Niego
la mayor, y del mismo modo distingo la menor, niego la consecuencia.
En la sentencia de los más recientes, que también es la nuestra, el
compuesto natural es único por sí, y se distingue de manera más que
suficiente del artificial.
69
Ita supra laúd. Veniey. De Re Metaphysica: En Roma. Tipo de Jerónimo Salomón.
155
95 Est enim unum, quia indivisum in se, & divisum a quolibet
alio. Est unum per se; quia particulae, quae illud constituunt simul
uniuntur ex diversa intentione operantis naturae; at in composito
artifíciali ex directa intentione artificis simul copulantur partes,
quae artificíale totum constituunt. Constat quoque ex per se octu, á
ex per se potentia. Etenim mechanicae adfectiones sunt in materia
ex directa intentione naturae, & ex eadem intentione materiam
ipsam ad unum in specie compositum constituendum determinan!
Nec enim aliud nomine potentiae & actus per se, sine manifesta
petiíione principa, ut dicam infra, intelligi posse puto.
96 Inst: naturale quodcumque compositum est unum totum
substantiale: ergo essentialis illius forma debet esse entitative
substantia, nam secus a composito accidentali haud quaquam
distingueretur. Dist. antee, est unum totum substantiale, hoc est per
se intentum a natura, conc. alio sensu gratis a Peripateticis
conficto, transeat, & negó conseq. Voco itaque totum substantiale,
quod ab operante natura, qualiscumque demum sit componentium
partium essentia, primo & per se, cum agit respicitur; totum vero
accidéntale, quod vel non respicitur a natura, tanquam effectus a
sua causa, sed tantum ab arte; vel ab illa respicitur, non primo, sed
secundario duntaxat, ac veluti in gratiam alterius ab ipsa directe
voliti. Sic domus ex. gr. cum non nisi per artem fiat,
156
95 Pues es único, porque es indiviso en sí y está dividido de
cualquier otro. Es único por sí, porque las partículas que lo
constituyen, al mismo tiempo se unen a partir de la diversa
intención de la naturaleza operante; pero en el compuesto artificial,
las partes que constituyen un todo artificial, al mismo tiempo se
unen a partir de la directa intención del artífice. Consta también del
acto por sí y de la potencia por sí. En efecto, las afecciones
mecánicas están en la materia a partir de la directa intención de la
naturaleza, y a partir de la misma intención determinan la materia
misma para establecer un solo compuesto en especie. Y no pienso,
pues, que pueda entenderse otra cosa con el nombre de potencia y
de acto por sí, sin la manifiesta petición del principio, como diré
abajo.
96 Se instituye. Cualquier compuesto natural es un solo todo
sustancial, por lo tanto, su forma esencial debe ser enutativamente
sustancia, pues no de otra manera se distingue de algún compuesto
accidental. Distingo el antecedente: es un todo sustancial, esto es,
por sí mismo proyectado por la naturaleza, la concedo; configurado
en valde otro sentido por los peripatéticos, pase, y niego la consecuencia. Asimismo, llamo todo sustancial al que, a partir de la
naturaleza operante, se mira, cualquiera que sea finalmente la
esencia de las partes componentes, primero y por sí, cuando actúa.
Pero llamo todo accidental al que no se mira a partir de la naturaleza, como efecto a partir de su causa, sino sólo a partir del arte; o
se mira a partir de aquélla, no primero sino solamente secundario
y, como gracias a otra cosa no permitida directamente por ella
misma. Así una casa, por ejemplo, ya que no es hecha excepto por
157
est totum accidéntale. Ceterum hae, aliaeque id genus instantiae
quae Scholasticorum scripta implent, principiis innituntur, quae
ñeque ex ipsis terminis, nota sunt, ñeque ex alus demonstrantur,
sed quae secundum voluntarias hypotheses, primo excogitata
fuere, mox potius credita quam scita; tum ab aliorum auctoritate
in axiomatum album relata.
97 Quaeso enim quid sibi velint illa verba: Unum per se, totum
per se, totum substantiale? quid illa: actus per se & potentia per
se, sive totum aliquod componi ex per se actu, & ex per se
potentia? Si namque nomine unius per se &c. compositum
intelligatur quod ex duplici semisubstantia consurgit, id veluti
certum adsumitur, quod in quaestione est, sive idem per idem, ut
ajunt, ostenditur. Dicere enim: compositum naturale est unum per
se, perinde est ac dicere, compositum naturale ex duplici
substantia intrinsecus oritur, sive naturalis cujusvis compositi
forma est entitaüve substantia: Si autem nomine unius per se id
veniat, quod primo & per se a natura operante respicitur, patet,
nihil hinc inferri legitime posse, quod Scholasticorum formarum
existentiae stabiliendae vel mínimum faveat.
98 Opp. 3: unum compositum naturale distinguitur substantialiter
ab alio; sed distinguí substantialiter, idem est, ac distinguí per
entitatem quae sit substantia: ergo essentialis illius forma est
entitative substantia. Dist. maj. distinguitur substantialiter, hoc est,
essentialiter, sive penes aliquod ad eorum essentiam intrinsecus
spectans, conc. hoc est per entitatem, quae
158
medio del arte, es un todo accidental. Por lo demás éstas y otras
instancias de este género, que llenan los escritos de los
escolásticos, se apoyan en principios que ni fueron conocidos a
partir de Jos mismos términos ni se demuestran a partir de otros,
sino que, según las hipótesis voluntarias, primero fueron pensados,
luego fueron más creídos que sabidos, después llevados hacia el
registro de los axiomas por la autoridad de otros.
97 Pues pregunto ¿qué quieren decir con aquellas palabras:
único por sí, todo por si, todo sustancial! ¿qué aquéllas otras: acto
por sí y potencia por sí o algún todo que es compuesto a partir de
un acto por sí y de una potencia por sí? Pues, si con el nombre de
único por sí, etc.se entiende el compuesto que se origina a partir de
la semisustancia doble, se asume como cierto eso que está en la
cuestión, o lo mismo se demuestra por lo mismo, como dicen. Pues
decir: un compuesto natural es único por sí, es lo mismo que decir:
un compuesto natural se origina intrínsecamente de la sustancia
doble, o, la forma natural de cualquier compuesto es entitivamente
la sustancia. Pero si con el nombre de único por sí llega eso que
primero y por sí se mira a partir de la naturaleza operante, es
evidente que de aquí no puede inferirse legítimamente nada que
favorezca ni en lo más mínimo la existencia de las formas de los
escolásticos que debe consolidarse.
98 Oposición 3. Un solo compuesto natural se distingue
sustancialmente de otro, pero ser distinguido sustancialmente
es lo mismo que ser distinguido por medio de la entidad que es
sustancia; por lo tanto, su forma esencial es entitativamente la
sustancia. Distingo la mayor: se distingue sustancialmente, esto es,
esencialmente o en algo que mira intrínsecamente hacia la esencia
de éstos, lo concedo; esto es por medio de la entidad que es la
159
substantia, neg. & conseq. Dupliciter enim potest sumi substantia:
primo pro rei essentia, secundo pro entitate, quae subjecto non
indiget, ut exista! Sumpta primo modo, ea substantialiter
distinguuntur, quae per aliquod ad illorum essentiam intrinsecus
pertinens, inter se differunt Sumpta secundo modo, ea difíerunt
substantialiter, quae per entitatem, quae sit substantia inter se
discriminantur. Composita naturalia essentialiter difTerre, utique
verum est; illorum discrimen a forma oriri, fatentur omnes, ea
autem distingui substantialiter, scilicet per formam, quae sit
entitative substantia, hoc probandum est a Peripateticis, non vero
perinde atque certissimum, sine haesitatione adsumendum. In hoc
enim sita quaestio est, ut est perspicuum.
99 Inst.: quae differunt per formam, quae entitative sit accidens,
difíerunt accidentaliter. ergo ut composita naturalia differant
substantialiter, differre debent per formam quae sit entitative
substantia. Dist. antee, quae difíerunt per formam, &c. differunt
accidentaliter, si illa non pertineat ad essentiam eorum, quae inter
se comparantur, conc, si pertineat ad eorum essentiam negó, &
conseq. Nemo enim nescit album, ex. gr. non minus essentialiter
differre per albedinem ab omni eo, quod non est álbum, quam
homo per rationalitatem ab eo, quod non est homo essentialiter
distinguatur. Et ratio est, quia non minus albedo
160
sustancia, lo niego y continúo: pues la semisustancia puede ser tomada
de dos maneras: primero, por esencia del objeto; segundo, por entidad
que no carece de sujeto, puesto que se manifiesta. Asumida del primer
modo, se distinguen sustancialmente las cosas que, por algo que
pertenece intrínsecamente a la esencia de ellas, se diferencian entre sí.
Tomada del segundo modo, se diferencian sustancialmente las cosas,
que se disciernen entre sí por medio de la entidad que es sustancia.
Todos declaran que los compuestos naturales difieren esencialmente;
siempre es verdadero que la diferencia de ellos se origina a partir de la
forma, que, en efecto, ellos se distinguen sustancialmente, sin duda por
la forma que es entitativamente sustancia. Esto ha de ser probado por
los peripatéticos, pero no ha de ser admitido de manera igual y muy
certera sin la duda. Pues en esto está colocada la cuestión, como es
claro.
99 Instituyo. Las cosas que se diferencian por la forma que
entitativamente es accidente, se diferencian accidentalmente; por
lo tanto, para que los compuestos naturales se diferencien
sustancialmente, deben diferenciarse por la forma que es
entitativamente sustancia. Distingo el antecedente: las cosas que se
diferencian por forma, etc., se diferencian accidentalmente, si ella
no pertenece a la esencia de éstos, que se comparan entre sí, lo
concedo; si pertenece a la esencia de éstos, lo niego y continúo.
Como todos saben, por ejemplo, que el blanco se diferencia por la
blancura de todo lo que no es blanco de manera no menos esencial
que el hombre se distingue por la racionalidad de todo lo que no es
hombre esencialmente. Y hay razón, porque la blancura
161
ad essentiam albi, quam rationalitas ad hominis essentiam
intrinsecus spectat. Dispositiones itaque artificiosae licet si in se
spectentur, sint accidens; attamen quia naturale compositum
essentialiter constituunt, efficiunt, ut compositum ipsum a
quocumque alio essentialiter sive substantialiter, distinguatur.
100 Urgent compositum naturale est essentialiter substantia:
ergo essentialis illius forma, nequit esse accidens fieri quippe haud
potest, ut substantia ex accidente componatur. Dist. antee: est
essentialiter substantia ratione materiae, conc. rationae formae, si
vita careat, negó, & conseq. Compositum itaque naturale expers
vita, non est substantia, nisi eo modo, quo homo substantia
corpórea nuncupatur, nimirum, sicuti homo non est substantia
corpórea, nisi ratione materiae, minime vero ratione formae, ita
compositum naturale, quod vita caret, non ratione formae, sed
tantum ratione materiae substantia est, & sicuti non repugnat, ut
homo ex corpore, & spiritu intrinsecus constet, ita contradictionem
non implicat, ut naturale compositum ex substantia, & accidente
tanquam ex partibus, essentialiter componatur.
101 Opp. 4. Sublata forma, quae sit entitative substantia, nuíla
amplius datur generatio substantialis: materia enim non geratur:
ergo necessario admittenda est forma, quae sit entitative substantia
Dist. antee: milla amplius datur generatio substantialis, si hoc
nomine intelligatur productio compositi, cujus forma sit substantia,
conc. si hoc nomine veniat compositum, quod operante natura,
162
corresponde intrínsecamente a la esencia de lo blanco, no menos que la
racionalidad a la esencia del hombre. Igualmente las disposiciones
artificiosas, aunque si se observan en sí, son accidente; sin embargo,
puesto que constituyen esencialmente un compuesto natural, hacen que
el mismo compuesto se distinga de cualquier otro, esencial o
sustancialmente.
loo Enfatizan. Un compuesto natural es esencialmente sustancia; por
lo tanto, su forma esencial no puede ser accidente, ya que no puede
suceder que la sustancia se componga a partir del accidente. Distingo el
antecedente: es sustancia esencialmente en razón de la materia, lo
concedo; en razón de la forma, si carece de vida, lo niego y continúo.
Igualmente el compuesto natural libre de vida no es sustancia, al menos
de aquel modo por el que el hombre es nombrado sustancia corpórea,
sin duda, así como el hombre no es sustancia corpórea, a no ser en
razón de la materia, pero de ningún modo en razón de la forma, así el
compuesto natural que carece de vida sólo es sustancia en razón de la
materia, y no en razón de la forma; y como no se opone que el hombre
conste intrínsecamente de cuerpo y espíritu, así no implica
contradicción que el compuesto natural esencialmente se componga de
sustancia y de accidente, como sus partes.
10i Oposición 4. Presentada la forma que es entitativamente
sustancia, ninguna generación sustancial se da más ampliamente,
pues la materia no es generada. Por lo tanto, ha de ser admitida
necesariamente la forma que es entitativamente sustancia.
Distingo el antecedente: ninguna generación sustancial se da más
ampliamente, si con este nombre se entiende producción del
compuesto cuya forma sea sustancia, lo concedo; si con este
nombre viene el compuesto que a partir de la naturaleza operante se
163
primo, & per se respicitur, nego antec. & conseq. Sicuti namque
compositum naturale potest, primo, & per se respici a natura
operante, adeoque esse unum per se, & totum substantiale, licet
essentialis illius forma non sit entitative substantia: ita hoc ipsum
non impedit, quominus illius productio, generatio substantialis
recte dicatur. Quod si id Scholasticis non placeat, probent
generationem substantialem eo sensu in natura contingere, quo
ipsi eam accipiunt: secus enim, id pro certo habent, quod est in
quaestione.
102 "Ut ostendamus, inquit Vir Clariss.x hac de re differens,
hoc argumentum esse meram principii petitionem denudanda
tantum est, quae in generationis vocabulo latet aequivocatio. Si
enim per generationem intelligamus, naturalem novi totius in natura
productionem, qualis est pulli ex ovo productio, jure mérito, hoc
sensu dicendum est, dari generationem sed índe inferri non posset,
formas etiam substantiales dari, quia partium a natura profecta
dispositio, potis est, haec nova tota, & haec nova entia naturalia
producere, sed si per generationis vocabulum, ut passim solet,
novae substantiae, quae nusquam alias fiíerat formae scilicet
substantialis productio intelligatur, ipsissimum supponetur de quo
quaestio est, cum luce clarius sit, negantem formas substantiales,
non posse concederé naturam tales producere. Imo tantum abest, ut
x
Auct. Artis P. 3. cap. 19.
164
observa primero y por sí, niego el antecedente y el consecuente: pues
así como un compuesto natural puede primero y por sí ser observado
por la naturaleza operante y de tal modo ser único por sí y un todo
sustancial, aunque su forma sustancial no sea entitativamente
sustancia; así también, esto mismo no impide que la producción de
aquél se llame correctamente generación sustancial. Y si esto no les
gusta a los escolásticos, prueben contener la generación sustancial en
la naturaleza con el mismo sentido con el que ellos mismos la acepten;
pues de otra manera tienen por cierto eso que está en cuestión.
102 "Para que demostremos", dijo el clarísimo varón,70 difiriendo
acerca de este asunto, "que este argumento es una mera petición del
principio, sólo ha de ser descubierta la equivocación que se esconde
en el vocablo de generación. Pues si entendemos por generación la
producción natural de un todo nuevo en la naturaleza, cual es la
producción del pollo a partir del huevo, con merecido derecho se
ha de decir en este sentido que la generación se da; pero de allí no
puede inferirse que también las formas sustanciales se dan, porque
la disposición de las partes, obtenida a partir de la naturaleza, hace
posible que produzcan todas estas cosas nuevas y estos nuevos
entes naturales; pero si por el vocablo de generación, como
indistintamente se acostumbra, se entiende la producción de una
nueva sustancia que nunca, en otra parte, había sido sin duda de
forma sustancial; se supondrá lo mismísimo acerca de lo cual es la
cuestión, siendo más claro que la luz, que quien niega las formas
sustanciales no puede conceder que la naturaleza produzca tales. Por
el contrario, sólo se aleja, para que
70
Auct. Artis cogitandi, p. 3, c. 19.
165
quis hoc argumento adigatur ad formas substantiales admittendas,
ut etiam ab eodem, conclusionem debeat elicere omnino
oppositam, hoc modo: si darentur formae substantiales, poterit
natura de novo substantias producere, quae antea non erant; sed
natura tales de novo non producit; talis enim productio, creationis
quaedam species esset: ergo non dantur formae substantiales"
Hactenus laudat. Auct.
103 Opp. 5. datur in quolibet composito naturali, ne iis
quidem exceptis, quae vita carent, principium activum
diversarum operationum, sed hoc principium non potest esse,
nisi forma substantialis, prout a Scholasticis ipsa sumitur: ergo
in quolibet composito formam hujuscemodi admittamus oportet.
Resp. negando min., principium enim activum, si quod in
compositis naturalibus, quae carent vita, existit, non cst nisi
subtilior portio illorum corpusculorum, ex quibus ipsum
compositum essentialiter coalescit: etenim nulla est operatio
puré corpórea in natura, quae per motum subtilissimorum
corpusculorum tota non perficiatur.
104 Dicunt: constare ad evidentiam, singulis compositis
naturalibus inesse vim, qua congenitas qualitates recuperant. Patet
enim, aquam calefactam, pristinum frigus, veluti sponte, acquirere:
ergo aliquod substantiale principium in illis admittendum est ab
artificiosis dispositionibus materiae plañe diversum. Resp.
negando
antee, manifestum quippe est, partes arboreae corticis, si admota
face aliquantulum exustae fuerint, vim adtractricem humoris,
166
alguien se precipite con este argumento a admitir formas sustanciales,
para que por lo mismo también deba sacar totalmente la conclusión
opuesta, de este modo: si las formas sustanciales se dieran, la
naturaleza podría, de lo nuevo, producir sustancias, las cuales antes no
estaban; pero la naturaleza no produce tales de lo nuevo, pues tal
producción sería cierta especie de creación. Por lo tanto, las formas
sustanciales no se dan". Hasta aquí es alabado el autor.
¡03 Oposición 5. Se da en cualquier compuesto natural, ciertamente
no habiendo sido exceptuados esos que carecen de vida, el principio
activo de diversas operaciones, pero este principio no puede ser salvo la
forma sustancial, según la misma es aceptada por los escolásticos. Por
lo tanto, en cualquier compuesto es conveniente que admitamos de este
modo la forma. Respondo negando la menor. Pues el principio activo,
si existe algo en los compuestos naturales que carecen de vida, no es
más que la porción más sutil de aquellos corpúsculos a partir de los
cuales el mismo compuesto se une esencialmente; en efecto, ninguna
operación es puramente corpórea en la naturaleza que no se realice toda
a través del movimiento de los corpúsculos más sutiles.
104 Dicen que consta para la evidencia que en cada uno de los
compuestos naturales existe una fuerza por la cual se recuperan las
cualidades congénitas. Es evidente, pues, que el agua calentada
adquiere como espontáneamente, su antigua frialdad. Por lo tanto,
algún principio sustancial debe admitirse en ellos, completamente
diverso de las disposiciones artificiosas de la materia. Respondo
negando el antecedente: sin duda es manifiesto que las partes de la
corteza arbórea, si fueran quemadas un poco con una tea movida,
recuperan no más ampliamente la fuerza de atracción de la
167
non amplius recuperare, ovum vehementer agitatum, fieri
incubationi omnino ineptum: pomum aliqua ex parte contusum
sensim putrescere. Ñeque exemplum aquae calefactae quidquam
evincit. Ut enim suo loco dicemus, recuperatio frigoris ab
extrínseco oritur. Quod si interdum contingat, ut aliquod
compositum amissas qualitates recuperet, ex vivida substantia,
quae in illo habetur id unice derivandum esse arbitramur.
105 Opp. 6. materia prima non est actus physicus, &
substantialis, quia est pura potentia, sed hic actus est forma:
ergo materia prima entitative non est forma: ergo forma
substantialis entitative distinguitur a materia. Concesso toto
argumento; negó ultimam conseq; licet enim materia prima
secundum se entitative non sit forma, hinc tamen minime
infertur, formam entitative distinguí a materia, cum enim forma
non sit entitas, sed modus, solum modaliter distinguitur a
materia.
106 Opp- 7. Si forma nihil sit entitativum, sed tantum modale,
creaturae nihil producerent de novo, nullumque esset agens
creatum, sed hoc non est dicendum: ergo. Conseq. prob.: nam
agens creatum, non producit de novo materiam, cum illam
praesupponat, nec formam quae non generatur, nec producitur:
ergo nihil producit. Respondeo agentia creata, nec materiam,
nec formam producere, sed tantum compositum: creaturae enim,
ut optime ait S. Bonaventuraz solum faciunt, ut quod erat uno
modo, sit alio modo.
z
In. Dist. 18. art. 4. q. I.
168
humedad que un huevo agitado con vehemencia se hace
totalmente inepto para la incubación, como la manzana golpeada
en alguna parte se pudre lentamente. Ni siquiera el ejemplo del
agua caliente demuestra algo. Pues, como diremos en su lugar, la
recuperación del frío se origina a partir de lo extrínseco. Pero si a
veces resulta que algún compuesto recupere las cualidades
perdidas a partir de la sustancia viva que es tenida en él,
consideramos que únicamente esto ha de ser derivado.
105 Oposición 6. La materia prima no es un acto físico y
sustancial, porque es pura potencia, pero este acto es forma. Por lo
tanto, la materia prima no es entitativamente forma; por lo tanto, la
forma sustancial se distingue entitativamente de la materia.
Concediéndose todo el argumento, niego la última consecuencia:
pues, aunque la materia prima, según ella misma, no sea forma, de
aquí, no obstante, se concluye mínimamente que la forma se
distingue entitativamente de la materia, pues como la forma no es
entidad, sino modo, sólo se distingue modalmente de la materia.
106 Oposición 7. Si la forma no es nada entitativo, sino solo algo
modal, las criaturas no producirían nada a partir de lo nuevo y
ningún agente sería creado, pero esto no debe decirse, por lo
tanto... Pruebo el consecuente: Pues el agente creado no produce
materia a partir de lo nuevo, aunque la presuponga, ni forma, la
cual no se crea ni se produce. Por lo tanto no produce nada.
Respondo que los agentes creados no producen ni la materia ni la
forma, sino sólo el compuesto. Pues las criaturas, como
óptimamente dijo San Buenaventura71, sólo hacen que lo que era
de un modo sea de otro modo.
71
En la distinción 18, a. 4, q. 1.
169
107 Opp. 8. Singula entia naturalia vitae expertia habent suas
peculiares operationes ex. gr. in igne reperitur particularis
operatio calefaciendi, & sic de alus; sed hujusmodi operationes
nequeunt oriri a materia, quae ex se iners est, nullamque habet
vim operatricem, eademque est specie in ómnibus compositis
naturaiibus: ergo proveniunt ab uniuscujusque speciali forma:
ergo haec est aliquid entitative a materia distinctum. Dist. min.
praedictae operationes nequeunt oriri a materia secundum se
spectata, conc. a materia, ut modificata, negó, & conseq.
108 Opp. tándem: nostra opinione posita, nullum datur
discrimen ínter alterationem, & generationem; sed datur, nam in
alteratione, qualitates tantum producuntur, in generatione forma
substantialis debet produci: ergo forma substantialis est
semisubstantia a materia distincta, ut ex Arabum sententia
contra doctrinam Aristotelis propugnan! Peripatetici. Resp. neg.
maj.: in alteratione enim, idem manet Corpus sensibile, quod
antea fuít, cum pauca tantum ex eo pereant accidentia, pauca
recens adveniant, ut cum aqua ex calida sit frígida, vel cum cera
ex flava, sit candida, aut ex moli dura. At vero in generatione,
aut omnia pereunt accidentia, aut si nonnulla supersint. ea non
sufficiunt, ut corpus sensibile, dici possit idem: ex. gr. cum cera
in sumum soluta est, corpus idem adpelari nequit, tametsi
quaedam fortasse accidentia, quae prius erant in cera, ex. gr.
odor in fumo remaneat, quia pauca haec accidentia ad ceram
constituendam non .
170
107 Oposición 8. Cada uno de los entes naturales libres de vida
tienen sus peculiares operaciones, por ejemplo, en el fuego se
encuentra la operación particular de calentar; y así sobre los otros;
pero de este modo las operaciones no pueden originarse de la
materia que es inerte de por sí y no tiene ninguna fuerza operadora
y es de la misma especie en todos los compuestos naturales. Por lo
tanto, provienen de la forma especial de cada uno. Por lo tanto,
ésta es entitativamente algo distinto de la materia. Distingo la
menor: las operaciones antes dichas no pueden ser originadas de la
materia observada después de sí, lo concedo: de la materia, como
modificada, lo niego y continúo.
108 Oposición final. Expuesta nuestra opinión, ninguna
separación se da entre la alteración y la generación; pero se da,
pues en la alteración sólo son producidas las cualidades, en la
generación debe ser producida la forma sustancial. Por lo tanto, la
forma sustancial es semisustancia distinta de la materia, como
defienden los peripatéticos a partir de la sentencia de los árabes
contra la doctrina de Aristóteles. Respondo negando la mayor:
pues en la alteración permanece el mismo cuerpo sensible que
antes estuvo; ya que pocos accidentes sólo desaparecen por ello,
pocos llegan de manera reciente; como cuando el agua de caliente
se hace fría o cuando la cera a partir de amarilla se hace blanca o a
partir de blanda, dura. Pero, verdaderamente, en la generación o
desaparecen todos los accidentes o. si sobreviven algunos, no
bastan para que el cuerpo sensible pueda ser llamado el mismo;
por ejemplo, cuando la cera se disolvió en humo, el cuerpo no
puede ser llamado el mismo, aunque ciertos accidentes quizá que
antes estaban en la cera, por ejemplo, el olor, permanecen en el
humo, porque estos pocos accidentes no bastan para constituir la
cera.
171
109 Inst. Si res ita se habet, generatio, & alteratio non
distinguuntur nisi secundun magis, & minus; sed magis & minus
non mutant speciem, ut vulgari Scholarum fertur axiomate:
diversae autem formae, diversas species constituunt: ergo forma
substantialis corporis vitae expertis non est artificiosa partium
dispositio. Dist. min: magis, & minus non mutant speciem, ubi
pauca duntaxat pereunt accidentia, conc, ubi omnia, aut fere
omnia intereunt, negó. Cum autem nova datur forma, omnia fere
quae priori subjecto inerant accidentia destruuntur, & nova
succedunt, ut cum ex ligno sit ignis, ex cera, sumus, &c. Unde
nova tune species resultat, nam sumus diversae speciei est a cera,
& ignis a ligno, ea enim inter se specie censentur difFerre, in
quibus adparet tanta diversitas, ut quod de uno essentialiter
probatum est, id alteri convenire non debeat. Haec dicta sufficiant.
172
109 Instituyo. Si la cosa es así, la generación y la alteración no se
distinguen, excepto según lo más y lo menos; pero lo más y lo menos
no cambian la especie, como es referido en un axioma común de las
escuelas; pero diversas formas constituyen diversas especies. Por lo
tanto, la forma sustancial del cuerpo libre de vida no es la disposición
artificiosa de las partes. Distingo la menor: lo más y lo menos no
cambian la especie cuando solamente pocos accidentes desaparecen, lo
concedo; cuando todos los accidentes o casi todos se pierden, lo niego.
Pero, cuando una nueva forma se da, casi todos los accidentes que
antes estaban en un sujeto, son destruidos y nuevos los sustituyen,
como cuando se hace fuego a partir del leño, a partir de la cera, del
humo, etc. De ahí una nueva especie resulta, pues el humo es de
diversa especie que la cera, y el fuego de diversa especie que el leño,
dado que se piensa que difieren entre sí por especie aquéllos en los que
aparece tan gran diversidad de tal modo que lo que fiíe probado
esencialmente acerca de uno, esto no debe ser conveniente para el otro.
Basten estas cosas dichas.
173
PHYSICES
PARS ALTERA
DE MOTU
DISSERTATIO I
Agitur de Motu locali corporum
CAPUTI
De Motus natura, & obiter de Quiete
D
260
e Tempore, Loco, & Vacuo jam satis: nunc motum
localem adgredimur, de quo parum sollicita
Scholastica Philosophia, ipsum vel cursim
duntaxat spectavit, vel penitus etiam omisit, ut proinde nemini
mirandum sit, si neglecta per toto aetates motus scientia, nullos
pene Physica progressus fecerit. Certe si quid est in rerum natura,
quod a Philosophis ómnibus máxime inquirí, & adcuratissime
pertractari debuerit, id certe sapientum omnium judicio est motus,
cum necessarium sit, ut Aristotelesr fatetur; ignórate motu,
naturam ignoran. Qua propter mirandum omnino est, cum
praedictus Philosophus tanti fecisset motus notitiam,
r
3.Phys. text. I.
174
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