Cicerón, Marco Tulio - De la vejez _bilingüe_

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Marco Tulio Cicerón
De la vejez
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admirari satis non possum vel hominis ipsius
continentiam vel temporum disciplinam. Curio
ad focum sedenti magnum auri pondus Samnites
cum attulissent, repudiati sunt; non enim aurum
habere praeclarum sibi videri dixit, sed eis qui
haberent aurum imperare.
parte, no puedo dejar de admirar la continencia de
este hombre, y la disciplina moral de la época,
contemplando su villa, que no dista mucho de la
mía. Se cuenta que a Curio, mientras descansaba
sentado al fuego, los samnitas le ofrecieron una
gran cantidad de oro y la rechazó respondiendo
que a él no le importaba el oro, sino mandar sobre
quienes lo tenían.
56. Poteratne tantus animus efficere non
iucundam senectutem? Sed venio ad agricolas,
ne a me ipso recedam. In agris erant tum
senatores, id est senes, siquidem aranti L.
Quinctio Cincinnato nuntiatum est eum
dictatorem esse factum; cuius dictatoris iussu
magister equitum C. Servilius Ahala Sp.
Maelium regnum adpetentem occupatum
interemit. A villa in senatum arcessebatur et
Curius et ceteri senes, ex quo, qui eos
arcessebant viatores nominati sunt. Num igitur
horum senectus miserabilis fuit, qui se agri
cultione oblectabant? Mea quidem sententia
haud scio an nulla beatior possit esse, neque
solum officio, quod hominum generi universo
cultura agrorum est salutaris, sed et delectatione,
quam dixi, et saturitate copiaque rerum omnium,
quae ad victum hominum, ad cultum etiam
deorum pertinent, ut, quoniam haec quidem
desiderant, in gratiam iam cum voluptate
redeamus. Semper enim boni assiduique domini
referta cella vinaria, olearia, etiam penaria est,
villaque tota locuples est, abundat porco, haedo,
agno, gallina, lacte, caseo, melle. Iam hortum
ipsi agricolae succidiam alteram appellant.
Conditiora facit haec supervacaneis etiam operis
aucupium atque venatio.
¿Acaso un espíritu tan grande podía llevar una
vejez disoluta? Pero vuelvo a los agricultores para
no volver de nuevo sobre mí mismo. Entonces en
los campos había senadores, es decir, ancianos. A
Lucio Quintio Cincinato se le anunció que había
sido nombrado dictador mientras estaba arando su
campo, y Cayo Servilio Alhala, su maestro de
caballería, por la orden recibida de él, mató a
Espurio Melo, porque había sido sorprendido
cuando intentaba apoderarse del reino. Desde las
quintas se acercaban al senado Curio y los
restantes ancianos, de ahí que, desde entonces, a
quienes se dirigían al senado se les denominaran
viatores. Por lo tanto, ¿acaso se puede considerar
que la vejez de éstos que disfrutaban con el
cultivo del campo fue desgraciada? Ciertamente,
como ya he comentado, no sé si mi opinión es
más feliz que otra, para el hombre es muy
saludable la labor del campo, no sólo como un
deber sino también por el placer. Y por la propia
sociedad, por la abundancia de todos los frutos
que afecta a la manera de vivir de los hombres.
Incluso por el culto a los dioses, pues algunos
prefieren este tipo de vida para que, con
verdadero placer, podamos volver al estado de
bienestar. Es evidente que siempre la despensa del
señor cuidadoso y previsor está llena de vino,
aceite, de toda clase de provisiones, y toda su villa
es rica: abundan en ella los cerdos, los cabritos,
los corderos, las gallinas, la leche, el queso y la
miel. Los agricultores denominan al huerto su
segunda despensa. Incluso la caza mayor y menor
hace que la vejez sea más placentera pues llenan
los ratos de ocio.
57. Quid de pratorum viriditate aut arborum
ordinibus aut vinearum olivetorumve specie
plura dicam? Brevi praecidam: agro bene culto
nihil potest esse nec usu uberius nec specie
ornatius; ad quem fruendum non modo non
retardat, verum etiam invitat atque adlectat
senectus. Ubi enim potest illa aetas aut calescere
vel apricatione melius vel igni, aut vicissim
¿Pues qué más diré del verdor de los prados o los
órdenes de árboles, las especies de viñas y los
olivos? Para acabar en breve, nada puede haber ni
más abundante para gozarlo, ni más hermoso para
la vista que un campo bien cultivado. Y no
solamente no impide la vejez para gozar de él,
sino que llama y convida. ¿Pues en dónde pueden
los de esta edad, ni con más conveniencia, o
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