T E M P O R A D A 2 0 1 4 - 2 0 1 5 + EXPOSICIONES MANUEL CAEIRO + BRIEFING ROOM FRANCOISE VANNERAUD + INSIGHTS OF PASSAGE LESLIE SMITH III + LIVING IN THE FLAT LAND JUGADA A3BANDAS + NICELY OFFENSIVE IRENE GRAU + LO QUE IMPORTABA ESTABA EN LA LÍNEA, NO EN EL EXTREMO. MANUEL CAEIRO BRIEFING ROOM 11 Septiembre 2014 - 25 Octubre 2014 BRIEFING ROOM – MANUEL CAEIRO En esta exposición el artista portugués Manuel Caeiro, un preeminente creador de la escena pictórica contemporánea, cuestiona y extiende las fronteras y orígenes de la pintura: sus temas y soportes más tradicionales, sus limitaciones formales y estructurales y su pragmatismo y su envolvente objetividad que tan a menudo son contenidas por el lienzo en sí mismo. En Briefing Room es la pintura la que es al mismo tiempo sujeto y objeto, forma y contenido, lienzo y estructura, el objetivo principal y último de una acción creadora siendo ésta al mismo tiempo su propio agente y argumento. En palabras de Manuel Caeiro: “El contenido no yace bajo las obras, está en las obras. Aquí el contenido es la obra” . Tomando una fragmentación circular la cual es representativa del proceso del artista, y transversal para los diferentes soportes y disciplinas, esta exposición contiene siete trabajos que componen y revelan varios pasos de un modo creativo, único y particular. Nos encontramos un boceto pintado directamente en la pared de la galería, un dibujo de tiza sobre pizarra que sirve como borrador para esbozar toda la exposición, una escultura que proporciona la materialización de los elementos que aparecen así mismo en otra de las obras expuestas, pero ahora en tres dimensiones, así como varias pinturas que se deconstruyen y desmenuzan entre si, en un mar de referencias y múltiples significados que se refuerzan y enriquecen continuamente. Esta multiplicidad revela una urgencia intencionada que es programada, ambiciosa y liberadora y que aquí está objetivada en una clara ampliación del propio proceso creativo y pictórico. Caeiro nos guía hacia el descubrimiento de los orígenes y las motivaciones, los efectos más profundos y los resultados, coincidencias y desvelos de una metodología que es sui generis aunque representativa, compartiendo con nosotros y debatiendo su propio origen, sus impulsos y su naturaleza más íntima. Y de este modo todo es transformado y revelado: la forma en su más elevado contenido, lo plástico en su mayor sentido, desde la naturaleza bidimensional a una escultura más profunda—y en el fondo esta es la realización más seria posible. Caeiro hace todo esto con nosotros, en nuestra presencia en un proceso en vivo. Con seriedad y ambición, comparte una extensión de fronteras que previamente eran cercanas, pero que finalmente aquí y ahora desaparecen y se fusionan en una armonía multifacética y prolífica. El paisaje resultante de este acercamiento multiplicador y retador es formado en un campo expandido por excelencia: ahora libre de elementos condicionantes y de limitaciones formales, coherencias necesarias o restricciones de orden o disciplina. Y si por un lado la introspección y la correlación habitual de su trabajo son fuertemente explorados y desarrollados – emergiendo ampliados y reforzados – el artista también declara ahora una nueva fluidez y calidad orgánica, elementos que son claramente enriquecedores en su camino y su trabajo. Por Jorge Emanuel Espinho. SOBRE EL ARTISTA Manuel Caeiro (Évora - Portugal, 1975). Entre sus exposiciones individuales caben destacar aquellas realizadas en el Palácio Vila Flor, Guimarães, Portugal, en la Lurixs Gallery, Río de Janeiro, Brasil (DownTown, 2009), en la Carlos Carvalho Arte Contemporânea Gallery, Lisboa, Portugal (12 000 m2 dentro de um T0, 2011, Welcome to my Loft, 2007) y en el Museo Nacional Portugués de Historia Natural de Lisboa (Casas da Caparica, 2005). En cuanto a sus exposiciones colectivas caben mencionar: MACUF – Museo de Arte Cotemporáneo, La Coruña, Spain, comisariada por Paulo Reis (Fiat Lux - Iluminación y Creación, 2010), en la Fundación Barrié de la Maza, La Coruña, España (La Colección, 2011), el Museo de Arte Moderno, Río de Janeiro, Brasil, comisariada por Luiz Camillo Osorio y Marta Mestre (Terceira metade, 2011), y en el Centro de Arte Manuel de Brito (À Volta do Papel, 2008) y la Carlos Carvalho Arte Contemporânea Gallery (Surrounding MattaClark, 2006). Su obra se encuentra en las colecciones de Culturgest, Lisboa; la Fundación PLMJ, Lisboa; la del Banco Sabadell, en Barcelona entre otras. FRANCOISE VANNERAUD INSIGHTS OF PASSAGE 15 Noviembre 2014 - 16 Enero 2015 INSIGHTS OF PASSAGE – FRANCOISE VANNERAUD Dos asuntos han sido, por encima de otros, a los que Françoise Vanneraud ha consagrado su trabajo. Uno, de orden temático, adquiere la condición de leit motiv: el paisaje y su experimentación, el cual ha sido y sigue siendo tratado desde distintas perspectivas que evidencian una constelación de nuevas sensibilidades y usos respecto a este género y, ante todo, respecto a esa realidad o magnitud. Así, el paisaje se ha aproximado, en según qué ocasión, a nociones análogas como el territorio, la Naturaleza o al paisaje histórico (la Historia y las microhistorias en él incluidas). El otro asunto es de orden formal. Vanneraud tiene en el dibujo su disciplina medular. Sin embargo, la artista francesa continúa inmersa en un infatigable proceso de expansión del dibujo. De este modo, ha expuesto este medio al diálogo con otros (vídeo, por ejemplo) y lo ha hecho desembocar en la instalación, el environment o la objetualización (carácter tridimensional propio de la escultura). De hecho, debemos señalar cómo ha ejercido sistemáticamente el dibujo expandido; esto es, ha usado todo recurso y material que le permitiera dibujar (describir gráficamente algo), como, por ejemplo, el corte que simula el perfil de las montañas o de una gráfica o diagrama sobre madera, libros o vidrios. Prueba de lo anterior es esta nueva exposición, Insights of passage, en la que Vanneraud profundiza en algunos aspectos como el tránsito, la travesía, la ruta, el itinerario y la construcción del paisaje según la experimentación y relación con él, introduciendo, por tanto, un importante matiz fenomenológico-perceptivo. Asuntos acaso antes prefigurados y tangenciales al viaje o los movimientos migratorios, caros a sus anteriores trabajos. Tal vez por ello, algunas de las obras ahora mostradas posean una cierta tensión, quizás un conflicto en toda regla, entre la representación bidimensional y abstracta del paisaje y la concepción de éste como territorio, como espacio. Eso ocurre en obras como The World Is a Sculpture, en la que un dibujo montañoso, por la acción de un tornillo y la necesaria fuerza empleada para fijarlo al centro del soporte, como si tratase de un metafórico movimiento de las placas tectónicas, hace que el papel, que la representación bidimensional e ilusionista del paisaje montañoso, adquiera volumen pasando a ser tridimensional. Gracias a esa presión ―pareciera que la creadora al atornillar se arroga el papel de las fuerzas internas de La Tierra― el dibujo pasa a convertirse en escultura; tanto como que la imagen, que no era otra cosa que una sucesión de montañas que generaba ilusión de profundidad, gane esa fisicidad y esa sensación real de profundidad merced a que a lo bidimensional (alto y ancho) se le añade la tercera dimensión, la del fondo: aquella que permite que nuestra vista viaje o transite por esa sucesión de accidentes montañosos. Precisamente, Trilogie insta a introducir la vista por una oquedad que nos conduce a un paisaje o que nos lleva directamente a otra oquedad o sumidero. Hay siempre un desplazamiento, una invitación a discurrir, a deambular, a recorrer, a transportarnos, a llevarnos a otro lugar. En definitiva, a descubrir. Algunos de los dibujos de Trilogie nos sitúan literalmente al borde del abismo y transmiten cierta sensación de precipitarse. Algo parecido ocurre con los dibujos de precipicios ocultos en parte por una lámina de aluminio. La vista se ve obligada a colarse por el lugar, casi que una rendija, en el que la lámina se halla parcialmente despegada, haciéndonos asomar al vacío. El descubrimiento del paisaje y cierto sentido escópico (la alusión directa a la participación de la vista, el señalamiento del blanco a mirar y el encauzamiento de la mirada a través de rendijas y espacios como aperturas u oquedades) caracterizan estos dibujos y, en parte, un buen número de obras de Insights of passage. Esa mirada se cuela igualmente por los paisajes creados con cristales. El material, que adquiere forma montañosa en numerosas láminas, merced a su naturaleza translúcida, es permeable a nuestra visión, convirtiendo el paisaje en transparente a nuestros ojos. El suelo de azulejos de Travesía, intervenido dibujísticamente con curvas de nivel que indican la topografía, recuperando un antiguo recurso empleado por la artista francesa, permite introducirnos literalmente en el paisaje, o para ser más exacto, en el territorio, en la representación gráfica y abstracta del mismo. Representación que es bidimensional y que tras habitar, tras transitar, deviene paisaje distinto pues nuestra experimentación conlleva que el piso acabe por romperse creando una nueva topografía muy distinta a la previa. Aunque el trabajo de Vanneraud no ha estado volcado precisamente a la ecología y sí más a la vivencia del ser humano en el paisaje, a cómo éste puede quedar connotado por nuestra presencia como un escenario histórico y que condensa episodios o acontecimientos, resulta probable que aflore la noción del ser humano como principal agente de cambio. Cuando los pintores necesitaban que la representación del paisaje originara en el espectador sensaciones puramente físicas o fenomenológicas, como los pintores románticos que ansiaban transmitir lo sublime, era, en muchas ocasiones, necesaria la inclusión de la figura humana en el escenario natural. Ese recurso actuaba como suerte de proyección del que mira, que pasaba a insertarse en el espacio representado, y, por tanto, es una especie de paralaje que ayuda a advertir la justa dimensión y escala de lo representado. Dicho de otro modo, permite trasladarse al que mira. Vanneraud, aunque en una serie como Geography of Hope introdujera la figura del exiliado en entornos naturales susceptibles de ser considerados sublimes, parece ansiar ahora que el espectador experimente el paisaje sumando decididamente el factor temporal ―la idea de passage que esgrime en el título― y acentuando lo perceptivo por medio de lo sensorial. Quizás el mismo sentir o espíritu de fragilidad y de cambio que subyacen en Travesía impregnen Paysage brisé, un paisaje fragmentado en multitud de unidades que es recompuesto sobre la pared. La articulación de la imagen, que nace de la suma de los fragmentos, parece aludir dramáticamente a un cataclismo o a una metáfora apocalíptica. En Terre de départ una línea blanca, cual itinerario, recorre las numerosas imágenes de paisajes que se suceden en multitud de soportes y que construyen una suerte de columna que acaba por estrecharse y perder nitidez según se aleja de nosotros. Ese camino, que es seguido ―como no puede ser de otra manera― por nuestra vista, va atravesando numerosos paisajes, todos ellos, como acostumbra Vanneraud, marcados por la soledad, lo desabrido o lo yermo. Cada imagen que sucede a la anterior ayuda a construir el camino, que se hace al andar y al ser recorrido por la vista. De nuevo, Vanneraud, intenta transmitir la sensación espacial, aunque en esta ocasión se apoya en lo temporal: el tiempo en recorrer con la vista esa línea que conduce a algún desconocido destino es el tiempo en el que transitamos por el paisaje. Terre de départ, además de escenificar cierta proximidad a algunos fundamentos del land art como el itinerario ―cercanía que también intuimos en los bloques de roca sobre ruedas―, enlaza con la temática de la emigración, que tan fundamental ha sido en su trabajo reciente. El título, de hecho, remite a esa idea del viaje o de la migración por un escenario que se convierte en sumamente hostil. Vanneraud desea connotar el paisaje con cuestiones de orden geopolítico, tanto como escenario vivido y experimentado por el ser humano según sus circunstancias. El paisaje se convierte en muchas ocasiones en lugar, en paisaje singularizado por mor de su carácter de escenario histórico. En la suma de dibujos que conforman Spiaggia dei conigli, (Lampedusa) y que representan la playa de Lampedusa, azotados por el aire insuflado por un ventilador, el paisaje queda detonado en múltiples posibilidades de significación. Per se, como espacio fronterizo debido a su geopolítica, Lampedusa, como también la costa andaluza, es el Sur del Norte o ―nunca mejor dicho― el Norte del Sur. Es, en definitiva, un espacio fronterizo, condición que otras veces ha sido investigada por la artista. Anhelada tierra para arribar, las de por sí paradisiacas playas de la isla italiana se convierten en metafórico Paraíso para el que sortea las aguas del Mediterráneo, que es tanto como decir sortear la muerte. Escenarios como éste suponen un destino, un final para el camino, el tránsito, la errancia, el nomadismo o el desplazamiento, circunstancias que condicionan la vida del ser humano. SOBRE EL ARTISTA Françoise Vanneraud nació en Nantes, Francia 1984. Vive y trabaja entre Nantes y Madrid. Françoise Vanneraud es licenciada con honores en la Escuela Superior de Bellas Artes de Nantes en 2007, asi como del Master de Arte, Creación e Investigación de la Universidad Complutense de Madrid (2011). Su obra ha sido expuesta nacional e internacionalmente, tanto en exposiciones individuales y colectivas. Sus exposiciones individuales más recientes incluyen « Habitar la frontera » (2013) en el Museo Nacional Patio Herreriano, « Forever inmigrant » (2013) en el Museo de Bellas Artes de la Roche sur Yon, “No me cuentes historias” (2011) en la Galería Raquel Ponce, Madrid, “Les insaisissables” (2010) en el Musée Estève Bourges, “Mundo en perdición” (2010) en la Noche Blanca de Madrid, “Golondrina” (2010) en la Fundación de la Caixa Galicia, A Coruña, y en Vigo. Se destaca también su participación con la Galería Raquel Ponce, en la feria international Arco (2012/2013) así como en Maco, México DF (2012). Participo en varias exposiciones colectivas de las cuales destacan, “Iceberg” (2012) en el Matadero de Madrid, “Sobre escrituras” (2012) en el espacio OTR de Madrid, Bienal de Arte joven (2011), Paris, “La fabula mística” (2011) en la galería MasArt de Barcelona, Festival Explum (2011) en Murcia, festival BAC (2010) en el MACBA de Barcelona, “Ici c’est ailleurs” (2010) au BBB de Toulouse. Cuenta con obras en las Fundaciones Explum y Caixa Galicia, asi como en las Artothèques de Marseille, y de Nantes y en el CNAP (centre national d’art plastique). LESLIE SMITH III LIVING IN THE FLAT LAND 24 Enero 2015 - 13 Marzo 2015 VIVIR EN LA TIERRA PLANA (LIVING IN THE FLAT LAND) Las nuevas pinturas de Smith exploran los confines del espacio , renunciando a los conceptos convencionales de planitud y profundidad. En respuesta a sus ideas temáticas más amplias, lienzos con forma de Smith duplican y teselado de un cuadro a otro. Ellos infieren narrativa mediante la representación de los matices que se encuentran en las experiencias humanas cotidianas - que empujar, tirar y retorcer el espacio con el fin de impugnar la forma en que se experimenta el espacio pictórico. Vivir en la Tierra Plana (Living In The Flat Land) presenta una selección de las abstracciones que cuestionan el papel del espectador. Contrariamente a la minimalista y post pictórica vernácula apropiada por Smith, estas pinturas investigar las preferencias relativas de si se debe ver o vislumbrar en sus espacios pintados. Sus nuevos cuadros proporcionan experiencias que son fluidos en su observación, mientras que al mismo tiempo que evoca el espacio pictórico y la presencia física. Smith descubre la profundidad dentro de la tierra plana. Pinturas en conflicto: Abstracciones contemporáneas de Leslie Smith III Leah Kolb, Comisaria asociada, Madison Museum of Contemporary Art El anuncio de la muerte de la pintura dado por Douglas Crimp en 1981 no fue tanto el aviso de la desaparición de un medio como de la crisis de un discurso. Crimp acusó a la pintura de mirar hacia el interior lo cual, según él, la había hecho incapaz de desarrollar la capacidad crítica requerida. Tres años más tarde, Arthur Danto hizo una afirmación aún más radical anunciando el fin del arte, con lo cual se refería al final de la progresión lineal de la narrativa del arte occidental. Percibiendo un nuevo contexto en el mundo del arte, Danto y Crimp, entre otros teóricos, señalaron la urgente necesidad de una nueva era de pensamiento y trabajo material en el arte contemporáneo. Este cambio inició una cultura de crítica que sigue siendo un importante desafío para muchos artistas contemporáneos, especialmente para los pintores, que sienten la obligación de guardar un respeto los medios de los cuales han recibido un legado, aunque tengan que reconocer lo disminuido de su status. Mientras que algunos han preferido dejar de lado el formidable bagaje dejado por la pintura y por la abstracción, Leslie Smith III se enfrenta a esta situación y a los dogmas que supone. Con una licenciatura superior de la prestigiosa Yale University School of Art, Smith admite que el arraigado discurso que envuelve su trabajo está profundamente ligado a su manera de pensar y que “siempre va a aparecer”. El asimila libremente estas discusiones pero a la vez crea trabajos que echan por tierra las barreras tradicionales entre las diversas técnicas. Al hacerlo así, parece sugerir que la pintura abstracta contemporánea puede estar comprometida de una manera crítica con su rico pasado pero trascendiendo además de sus limitaciones ideológicas; que la así llamada muerte del arte no era nada mas que una manera de establecer nuevas condiciones para su inevitable supervivencia. Esta práctica se traduce en un trabajo que no es un simple eco del pasado, sino que está fuertemente enraizado en el discurso contemporáneo. Todas las pinturas de Smith desde el año 2013 están realizadas en lienzos de formas similares, cada una con un borde que aumenta hacia afuera como intentando romper la estructura fundamental del marco. La forma irregular de los lienzos es un complemento apropiado para un mundo artístico donde las prácticas pictóricas están desestructuradas, ya no limitadas por tradiciones históricas o categorías predeterminadas. Las dualidades visuales de las pinturas de Smith refuerzan el contenido narrativo de la discordancia humana. Es decir, sus pinturas tratan sobre el conflicto y están en conflicto a la vez. Las ideas a la hora de pintarlas reflejan ideas sobre la pintura, dando como resultado obras unidas intrínsecamente al hecho de ser cuadros. En el caso de Leslie Smith III, las pinturas reflejan una cierta sensibilidad sobre el presente, extraen las incómodas dinámicas de las relaciones entre seres humanos, y funcionan como un punto de salida para un discurso más amplio sobre la incertidumbre envolvente en la práctica de la pintura abstracta contemporánea. STATEMENT “Mi trabajo se centra en el empleo de la abstracción para comunicar los matices y la poética de la experiencia humana. Estoy interesado en representar las verdades contradictorias y yuxtapuestas que se encuentran en la forma en que nos relacionamos con los y que están influenciadas por aspectos tanto positivos como negativos de la sociedad; historias que cuentan las realidades conflictivas presentes en el día a día de las relaciones interpersonales. Me refugio en las ambigüedades de una práctica más expresionista, usando para mis lienzos formas que oscilan entre lo amorfo y lo representativo y buscando significados que se mueven entre la sugerente y lo indescifrable. Maderas de construcción, estructuras de cubos, velos, y escondidas formas arquitectónicas se van repitiendo como personajes en mis abstracciones. Partiendo de unas formas simples y familiares, las doblo, las retuerzo y las aplano en el espacio. Alegóricamente, mis personajes representan el gesto humano que es el que le da forma a la emoción humana. Y mis personajes que rivalizan entre sí dentro de un mundo articulado a través del color y las tensiones espaciales, un mundo cuyas condiciones no son tan diferentes de las nuestras.” JUGADA A3BANDAS N IC E LY O F F E N S I V E (Curadora Cristina Anglada) 11 Abril 2015 - 23 Mayo 2015 NICELY OFFENSIVE Desde lo teórico a las formalizaciones más diversas, todos los trabajos reunidos en Nicely Offensive suponen un descriptivo reflejo de lo que durante la última década se ha venido llamando “Post-Internet”. Una etiqueta tan escurridiza como polémica y tan exitosa como frustrante que ha visibilizado muchas de las prácticas artísticas en las que ha ido mutando el net-art hacia una mercantilización en el contexto actual. Como tendencia o movimiento de vanguardia ha sufrido recientemente una revisión histórica a los pocos años de haber nacido y vivido un desarrollo en burbuja exponencial. Los autores cuyas prácticas han sido bautizadas con el término “Post-Internet” protagonizan el proceso hacia una posible convivencia feliz entre la ecuación arte, vida e Internet. Las consecuencias de este desarrollo no sólo afectan a la propia naturaleza de este tipo de creación (reificación), sino que plantean interesantes retos al propio sistema del arte. Nos encontramos en un momento definido por el capitalismo electrónico, en el que Internet ha dejado de ser una novedad, para asentarse como banalidad totalmente aceptada e interiorizada, modificando sin embargo nuestros modos de vida en un plano no únicamente cotidiano, sino en los terrenos de producción, reflexión, percepción y relación. Los trabajos escogidos se desarrollan prestando atención a su particular materialidad, además de por la enorme variedad de métodos y formas de representación y diseminación que les caracteriza. La recepción y presencia social son parte esencial en la configuración de estas obras. El término “Post-Internet” fue acuñado por Marisa Olson y desarrollado posteriormente por el escritor Gene McHugh en el blog de crítica “Post Internet” del 2009 al 2010 y analizado posteriormente por numerosos teóricos y artistas (Artie Vierkant). Se intenta definir como resultado del momento contemporáneo caracterizado por la autoría omnipresente, la atención como moneda de cambio, el colapso del espacio físico en la cultura de la red, y el carácter reproductible y mutable ad infinitum de los materiales digitales. Este tipo de trabajos supone una novedosa indagación de la colectividad que ha alterado nuestra noción de espacio público, sobre todo en cuanto a los cambios que Internet ha generado en nuestra percepción y transmisión de la información. El término sirve a la vez para diferenciarse de dos tendencias artísticas de la historia reciente con los que a la vez suele ser asociado: el conceptual y el new media. El arte “Post-Internet” va más allá de preocuparse únicamente por el uso específico de las nuevas tecnologías (new media), y realiza una sincera exploración de los cambios culturales actuales, en los que por supuesto la tecnología juega un rol, pero pequeño. Del conceptualismo hereda la tendencia a la desmaterialización en pro de la idea, el concepto y la palabra. Derivan de lo que se ha venido llamado “arte digital”, término que a la vez encuadrada subcategorías como el new media, el computer art o el net.art, practicadas artísticamente por pioneros como Lillian F. Schwartz o John y James Whitney. IRENE GRAU LO QUE IMPORTABA ESTABA EN LA LÍNEA, NO EN EL EXTREMO 2 8 M a y o 2 0 1 5 – 1 7 J u l i o 2 0 1 5 LO QUE IMPORTABA ESTABA EN LA LÍNEA NO EN EL EXTREMO A partir de la señalética de caminos y senderos, y de la coincidencia de tres tipos de rutas, clasificadas en rojo/amarillo/verde en función de la distancia, Irene Grau (Valencia,1986) propone un proyecto en el que se transforma en propio espacio de la galería, convertida en un territorio sobre el que se suceden y yuxtaponen diferentes recorridos. Cada uno de los tres periodos en los que se articula la exhibición está asociado a un color: rojo (29-05/13-06), amarillo (16-06/27-06) y verde (30-06/17-06). Los elementos se repiten, varían de color y distribución y se entremezclan a medida que los tramos se suceden. Cada una de las partes está asociada a un recorrido que se desarrolla fuera de la galería, en el entorno natural. Los recorridos son independientes geográficamente y su coincidencia existe únicamente a nivel espacial en la sala de la galería. La coincidencia ,y cómo ésta se representa gráficamente a través de la suma o acumulación de colores sirve de premisa inicial. La primera parte, rojo, es la única monocromática. A partir de la segunda, asociada al color amarillo, los anteriores elementos desaparecen, sólo en parte, dejando rastros y mezclándose con los nuevos. La tercera, verde, dejará entrever todo aquello que ha ido sucediendo en el espacio. El proyecto es algo así como un proceso expositivo del que, a priori, sólo es posible determinar la fase inicial. “ (…) Tiene mucho que ver con la idea de línea, en el sentido en que de alguna manera propone una mirada o un acercamiento mucho más descentralizado. La multiplicación de los focos de interés amplía el campo de percepción y lo extiende especialmente a lo que está ausente, a aquello que sucede entre unos elementos y otros, algo que finalmente es una construcción posterior del espectador, pero que parte de una propuesta planteada por el artista. En la mayoría de los casos, y en relación a mi propio trabajo, no me interesa la imagen suelta, sino la suma de imágenes y elementos coordinados. Esta misma idea de conjunción, como el recurso de la secuencia que comentabas, compromete necesariamente al espacio. Esa capacidad para transformar y activar determinadas zonas de un espacio a partir de la relación entre diferentes puntos, es decir, las líneas que se generan (por retomar esta idea de línea), me interesa especialmente. Quizás estas líneas de tensión entre las partes son en cierto sentido composición, pero usando el espacio como soporte. Si trazamos la línea no ya desde aquello tangible, la obra en sí, sino desde un estado anterior, y tomamos por extremo algún lugar inicial del proceso, quizás podamos ver también la obra como un punto que se sitúa en el transcurso de esa línea, como un elemento al que se llega (el artista) y desde el que se parte (el espectador). Algo así como un testigo. Creo que se puede entender la obra como un estímulo, como un cuestionamiento a partir del cual el espectador reconstruye o proyecta otras realidades..” Irene Grau (conversación con Álvaro Negro) + FERIAS ARCO MADRID 2015 + IRENE GRAU, MANUEL CAEIRO ART LIMA 2015 + FRANCOISE VANNERAUD, MANUEL CAEIRO VOLTA 11 + L. SMITH III, R. DÍAZ REYES, F. VANNERAUD, I. GRAU, M. CAEIRO ARCO 2015 MANUEL CAEIRO IRENE GRAU 25 Febrero 2015 – 1 Marzo 2015 ART LIMA 2015 MANUEL CAEIRO FRANCOISE VANNERAUD 23 Abril 2015 - 26 Abril 2015 VOLTA 11 MANUEL CAEIRO RAÚL DÍAZ REYES IRENE GRAU + LESLIE SMITH III + FRANÇOISE VANNERAUD 15 Junio 2015 – 20 Junio 2015 + PROYECTOS MANUEL CAEIRO + PANTISSON RICARDO CALERO + ESPACIO DE PENSAMIENTO + TIEMPO DE SUEÑOS + ¿ES? + FIFTH FREE INTERNATIONAL FORUM RAUL DÍAZ REYES + SPMAD/014 MAILLO + RAW APROACH ESTHER PIZARRO + JARDÍN JAPONES MANUEL CAEIRO PANTISSON 25 Febrero 2015 – 1 Marzo 2015 “ Todas las formas que yo creo tienen siempre un motivo de ser y de existir, un por qué; uno de ellos es precisamente la posibilidad de envolver a aquellos que las observan, que las viven dentro de su propio campo de imaginación, que la piensan con la particularidad de que la base del pensamiento ya está creada por mi, pero cabe aun la posibilidad que el espectador tenga la opción de entrar y salir de ellas, de conseguir ese efecto visual y sensorial, de dejar que cada espectador entre en la propia estructura, conviva con ella dentro de su propio espacio y que pueda ser examinada por su propio sentimiento. Conseguir ese efecto y que la propia pintura pueda invadir la percepción del espectador, y que tengan entre ambos una conexión, una comunicación entre las partes. En este caso la pintura deja de ser para volverse un medio de construcción. ” Manuel Caeiro RICARDO CALERO ESPACIO DE PENSAMIENTOS Trienal no Alentejo Julio 2014 - Octubre 2014 ¿ES? 30 Marzo 2015 - 16 Abril 2015 TEMPS DE SOMNIS 28 Abril 2015 - 28 Julio 2015 FIFTH FREE INTERNATIONAL FORUM Curadora Lucrezia De Domizio Durini 26 Junio 2015 - 30 Junio 2015 Espacio de Pensamientos es una instalación/escultura “ambulante” inspirada en las chimeneas de Alentejo. La obra se convierte en un espacio para el debate y el diálogo, una “plataforma de encuentro”, una obra concebida para su desplazamiento y ubicación de manera itinerante en distintos lugares del Alentejo, donde a través de un gran espejo ubicado sobre un caballete se recogerá la belleza del paisaje y la arquitectura de la región, y por otra parte, será utilizada para la realización de acciones, encuentros y debates de cara al público con y entre historiadores, artistas, críticos y vecinos del lugar. Éste es el punto de partida para un proyecto que tendrá reuniones semanales durante 3 meses. Hay caladas unas letras-frases relacionadas con el lugar y las temáticas de la Trienal, (huecos en forma de palabras por donde salen las ideas debatidas de la plataforma-chimenea). En el interior de la plataforma se instalan una mesa y dos sillas del lugar. + ¿es? Con motivo del 269 aniversario del nacimiento de Goya, el día 30 de Mayo de 2015, Ricardo Calero habitó con una intervención la casa natal de Goya, en Fuendetodos, Zaragoza. La intervención consistió en colocar sobre las cuatro paredes de la última planta, en el espacio vacío donde se sitúa el granero, una frase de diez palabras encerradas entre dos interrogantes. ¿Es necesaria la presencia para invadir un espacio de deseos? Se invitó a todo el mundo que quisiese, a subir a éste espacio, “dónde mucha gente no sube porque no hay nada”, en palabras del artista, “se trataba de llenar ese vacío”. Conforme las personas iban entrando a este espacio durante el primer día de su intervención, Ricardo se mantuvo escondido en la estancia fotografiando a todas aquellas personas que visitaban éste espacio. Al día siguiente se inauguró en la estancia un gran mural que rodeaba todas las paredes y recogían a las 152 personas que habían visitado la casa de Goya el día anterior. La frase escogida por Calero nos remite a las sensaciones que tenemos cuando conocemos algo nuevo. Choca la expectativa, la ilusión y el deseo, con lo que verdaderamente nos encontramos. ¿Es, entonces, verdaderamente necesaria esa presencia? + Temps de Somnis reflexiona “sobre la historia de la humanidad, que es la historia de la migración". Unos pasaportes son el hilo conductor del trabajo de Calero. Durante una década el artista tiró cada año en el mar Mediterráneo 365 pasaportes creados por el autor y a los que intentó seguir la pista. Sólo fue capaz de recuperar fragmentos de 78, que volvieron a la costa hechos añicos, desgarrados, descoloridos, destrozados por la fuerza del mar. Una metáfora de las personas que se juegan la vida para encontrar una vida mejor. “Pero hablo de cualquiera porque todos vivimos una migración interna, aunque no salimos del barrio”, puntualiza Calero. “En mi trabajo no me centro sólo en la estética, sino que me baso en sentimientos que me provocan ideas “. El pasaporte, como símbolo de la identidad humana ( “no somos nadie sin número ni nombre”) lo vemos en diferente disciplinas: en fotografías que muestran el proceso de lanzamiento de los pasaportes, en su regreso y no-retorno o en instalaciones que plasman la pequeñez del ser humano, reducido a una documentación que marca el límite entre la vida y la muerte. La exposición se complementa con un vídeo en el que Calero muestra su trabajo y en el que se ven manos de personas que consiguieron llegar sobreviviendo a la peligrosidad del mar. + SUEÑOS EN EL MAR es un proyecto que se ha realizado a lo largo de diez años, 2001-2012, en distintos lugares entre el mar y la costa del Sur de España. Mediante la metáfora del “viaje” de unos pasaportes, se “hace visible” una de las dramáticas realidades de la sociedad actual, la migración. Esta metáfora también hace referencia a la identidad de cada uno de nosotros, independientemente del lugar geográfico en el que nos encontremos, al “viaje” y el transcurrir de cada una de nuestras vidas. La acción se materializó “inundando el mar de pasaportes”: cada año 365 pasaportes eran lanzados al mar desde una barca, para hacer después un seguimiento del viaje de esas “identidades”, de su travesía a la deriva entre las aguas, para finalmente rescatar aquellos que llegaban milagrosamente y quedaban varados entre calas o rocas. Nuevamente hechos y lugares invisibles, imágenes que revelan paisajes emocionales, generados por el extrañamiento del que siente que ya no pertenece a ningún sitio. Invisible es todo aquello que no podemos percibir a través del sentido de la vista, pero también aquello que escapa a la acción de la mirada. Hay que aprender a mirar independientemente del meridiano geográfico en el que nos encontremos, hay que abrir caminos para saber mirar lo que no se ve hasta convertirnos en guías de los “paisajes” invisibles de nuestra sociedad. RAÚL DÍAZ REYES S P 1 4 N o v i e m b r e / 2 0 1 4 M A D 1 4 – 0 6 E n e r o 2 0 1 5 SPMAD/014, un proyecto que presenta como consecuencia de un trabajo iniciado el pasado año durante una residencia artística en Nueva York. Reflexiona sobre la relación del ser humano con la ciudad, adentrándose en el urbanismo contemporáneo y cuestionando nuestra relación con éste. Se ha formalizado en Matadero Madrid a través de una serie de piezas escultóricas sobre pedestal, realizadas en aluminio pintado y lacado, fotografías tomadas durante su estancia en Sao Paulo en 2014, y diversos materiales encontrados y usados en la elaboración de maquetas arquitectónicas. Durante éste período, realizó una única escultura que desplegada tenía una dimensión de 20 metros de largo, y que posteriormente al ser plegada y arrugada se expandía por el espacio expositivo intentando dialogar con este. Los dos colores de la pieza reflejaban al contraste entre hormigón y naturaleza que se produce en la ciudad de Sao Paulo donde la arquitectura está muy presente, sin la distracción de la publicidad que está prohibida en la calle, con grandes avenidas y multitud de puentes, por lo que es fácil contemplar edificios de gran altura y multitud de estilos en toda su amplitud. Para Matadero hizo una serie de obras que remitiesen a lo urbano o arquitectónico. Quería reflejar, de un modo sutil, la presencia de la arquitectura. El trabajo fue formalizado a través de 7 obras en aluminio sobre pedestales de una altura ligeramente desproporcionada, Los colores fueron completamente aleatorios, en algunos casos el artista incorporó trazos en spray que recordasen al pixaçao que cubre los edificios paulistas. M A I L L O RAW APROACH Curador Tiago de Abreu Pinto 17 Abril 2 0 1 5 – 2 3 M a y o 2 0 1 5 RAW APPROACH - MAÍLLO El título de la exposición, traducido como acercamiento en crudo, hace referencia a la multiplicidad de significados que reside en la palabra raw – crudo, en carne viva, bruto, puro, franco – y sus distintas interpretaciones al asociarla a la postura que tiene el artista al enfrentarse a la vida. Su título es también una de las claves para entender la pieza central de la exposición. Un análisis cercano podría poner en evidencia en el cuerpo-biológico, en el cuerpo-cosa, del mapa conceptual Evidence Board (2015) una estructura rizomática llena de territorios parcialmente volubles. Este es el espacio donde escuchamos al artista. Vemos agrupados los distintos puntos de referencia que él utiliza para desarrollar sus obras. Los distintos cuerpos imagéticos y textuales forman parte de una multitud concreta donde todos los elementos afectan por consiguiente a los otros y continuamente son afectados por ellos mismos en un delirio, una locución sin respuesta. Esas masas de conceptos e ideas se definen por su potencia de afectar y/o ser afectados. En las paredes que flanquean al Evidence Board, podemos ver pinturas finalizadas de pequeño y medio formato que presentan puños –símbolo principalmente utilizado por activistas y grupos como los movimientos feministas, el Partido Pantera Negra, Occupy Wall Street, el movimiento Nothern Soul, entre muchos otros– que hacen referencia a la unidad, a la fuerza y a la resistencia. Los puños forman parte de una serie de dibujos anatómicos que Maíllo realiza sin disponer de una referencia visual. Su desarrollo ocurre cuando el artista a través del aprieto de su mano se centra en la sensación de este estímulo. Por eso se le rebasa por todas las partes de la obra una carga emotiva traducida por el apretón de la carne de su mano, el balanceo de su ritmo respiratorio, el aumento de su tono muscular, su tensión y ritmo arterial, su energía desprendida al realizar este movimiento mecánico duradero y el incremento de los intercambios bioquímicos mezclados con una multitud de acontecimientos psíquicos. Estas obras son trasunto de los esquemas conceptuales –como el plasmado en el evidence board– y funcionan también como bosquejos de sensaciones y emociones – que van desde un dolor emocional o físico hasta una tristeza pasiva o un miedo activo. Estos dolores y emociones vuelven a cada instante al objeto emocionante y se alimentan de él en una síntesis eterna. No obstante las obras de Maíllo rompen esta unión poniendo sujeto emocionado y objeto en un estado abierto al espectador. Juntas, estas pinturas forman el complejo y cacofónico tejido psicogeográfico del artista en su búsqueda incansable de cartografiar al sujeto que se pierde y transfigura entre las fricciones urbanas del día a día. Por Tiago de Abreu Pinto Centro de Arte Alcobendas. Madrid. D I N G M U S A RESONANCIAS 20 Julio 2015 - 27 Septiembre 2015 Cuando nos fijamos en una imagen sabiendo que es una fotografía habitualmente nos lleva a tratar de entender qué realidad está representada, atendiendo a la necesidad de conocer su origen de procedencia. Con el intento de cuestionar la función y la utilidad de las imágenes existentes, y con la inquietud de buscar otras formas posibles de relacionarse con ellas, se propone una nueva construcción visual del mundo, de las posibilidades de representarlo y de relacionarse con él desde lo fotográfico. Expandir la concepción tradicional de la fotografía como soporte de representación, para reflexionar sobre sus propiedades intrínsecas. Fotografías, videos objetos e instalaciones que carecen de temática, narración o referente en un sentido tradicional, y proponen una experiencia contemplativa, un retorno a la unidad estructural de la imagen y la materia de la que se compone, enlazando con preocupaciones quizá más propias de otras disciplinas del arte contemporáneo. La tabacalera. Madrid ESTHER PIZARRO UN JARDÍN JAPONÉS: TOPOGRAFÍAS DEL VACÍO Curadora Menene Gras 2 Julio 2014 - 2 Noviembre 2014 Matadero. Madrid Casa Asia (pabellón de la Purísima del Recinto Modernista de Sant Pau). Barcelona San Telmo Museoa. San Sebastián “Constituye una representación del mundo, una especie de microcosmos donde se produce una ausencia de escala. Los diferentes elementos que lo componen se relacionan entre sí con un orden simbólico. Cada trazo, cada vegetación, cada color posee su significado. En nuestro proyecto, un mar de sal se extiende sobre el suelo de la sala desdibujando el límite de los volúmenes escultóricos que actúan como acantilados. Éstos generan una línea ondulada, como si se tratara de olas secas que rompen contra la costa. Este particular jardín se levanta topográficamente sobre el trazado del mapa del archipiélago nipón donde, tomando como base su mapa político que divide el país en ocho regiones, genera ocho contenedores escultóricos con una continuidad visual entre sí. En una cadencia de cinco minutos, pasando de los matices cálidos a los matices más fríos, se capturan los cambios de luz que se producen a lo largo del día. Esta representación del jardín japonés encierra a su vez el paso del tiempo, aspecto tan importante en la cultura nipona, imitando el desplazamiento de la luz natural. El espectador se ve constantemente expuesto a estos cambios de escala. Se trata de un jardín que agudiza todos los sentidos: la vista (a través de su intenso colorido), el tacto (mediante la singular textura de los materiales), el olfato (con el singular olor de las plantas), el gusto (gracias al inmenso mar de sal) y el oído (con la activación de registros sonoros procedentes del mar que evocan).” Esther Pizarro -CRÉDITOSNICHOLAS WINTER: Por la fotografía de Jose Robles en Volta11. LESLIE SMITH III: Por las fotografías del booth en Volta11. JESÚS ARENAS : Por las fotografías de “Raw Approach”, de Maíllo. MARKUS SCHROLL : Por las fotografías de “Un jardín japonés: Topografías del vacío.” de Esther Pizarro. +