Línea de investigación: Valores y ética profesionales. Título de la

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Línea de investigación: Valores y ética profesionales.
Título de la ponencia: Formación ética de estudiantes de una licenciatura
en educación respecto del plagio
Juan Carlos Mijangos Noh
Resumen
Se analizan, sobre la base de entrevistas de grupos focal con estudiantes de
primer y último año de una licenciatura en educación, las percepciones
respecto del plagio, las razones a las que los discentes atribuyen este
fenómeno que se da en la presentación de trabajos escolares y las relaciones
que esto guarda con la forma en que se enseñan los cánones disciplinarios
respecto de la evitación del plagio. El análisis se hace desde la perspectiva de
las alfabetizaciones académicas (Gourlay, 2006; Gourlay y Greig, 2007;
Magyar, 2012) y enfatiza en la experiencia de los y las estudiantes respecto de
los modelos, explícitos e implícitos, que perciben respecto del plagio en el
comportamiento de sus profesores y profesoras; las formas en las que se
enseña o da por supuesto el aprendizaje de los métodos y formas de evitar el
plagio y las relaciones y consecuencias que los dos primeros elementos
guardan con la evaluación de trabajos escritos.
Objetivos
Los objetivos que se persiguen mediante este trabajo son:
a)
Conocer
las percepciones estudiantes de dos grupos, de
primero y último grado de una licenciatura en educación, acerca
del plagio.
b)
Conocer las razones a las que los discentes atribuyen este
fenómeno que se da en la presentación de trabajos escolares.
c)
Analizar las relaciones que esto guarda con las formas,
implícitas y explícitas, en que se enseñan los cánones
disciplinarios respecto de la evitación del plagio.
Referente teórico: plagio y alfabetizaciones académicas
En los estudios relacionados con los valores y la ética profesional las
reflexiones e investigaciones sobre las características, causas y formas de
detección, sanción y prevención del plagio ocupan un lugar preponderante.
Pruebas de esto son los textos académicos a los que el tema ha dado lugar
en el decenio más reciente (Neville, 2010; Sutherland-Smith, 2008;
Roberts, 2008; Marsh, 2007; Francis 2005). Asimismo, el tema ha
concitado reuniones para la reflexión de profesores e investigadores, tal es
el caso de las cinco ediciones de la Plagiarism Conference en el Reino
Unido.
El plagio ha sido estudiado desde la perspectiva de las alfabetizaciones
académicas por autores como Gourlay, Greig y Magyar (Gourlay, 2006;
Gourlay y Greig, 2007;
Magyar, 2012). La característica común de la
aproximación que hacen estos estudiosos al tema del plagio es que
enfatizan más en los aspectos académicos y pedagógicos que conducen a
la prevención y al comportamiento éticamente apropiado de los
estudiantes, más que en el juicio inquisitorial y la punición de la práctica.
Parten del supuesto de que el aprendizaje de las formas canónicamente
apropiadas de referenciar y dar crédito al trabajo académico de otros hacen
parte de formas culturales que deben ser enseñadas, más que dadas por
supuestas. Los autores que se aproximan a la problemática del plagio
desde la perspectiva de las alfabetizaciones académicas, si bien reconocen
que existen comportamientos que sí pueden tipificarse como no éticos,
afirman que en el caso de los estudiantes a menudo tales comportamientos
son síntomas de procesos deficientes en la adquisicón de las convenciones
y prácticas reconocidas como aceptables y legítimas en el campo de la
escritura académica (Magyar, 2012, p. 7; Gourlay & Greig, 2007, p. 3).
Tal
perspectiva
respecto
del
plagio,
desde
la
teoría
de
las
alfabetizaciones académicas, coincide con mi propia comprensión teórica
acerca de la dialéctica del comportamiento ético en el ámbito de la
investigación científica. Es decir, asumo que el comportamiento ético
supone relaciones dialécticas entre los sujetos y los cánones que el
entorno provee en materia de qué sí es y qué no es aceptable y ético. Lo
anterior deriva de los arreglos culturales, explícitos o no, respecto de un
conjunto de prácticas académicas (aceptables o aceptadas), en el marco
de relaciones que se producen en un entorno específico pero no autárquico
(Mijangos, 2009, pp. 107-108).
Tal forma de aproximación al problema del plagio tiene un conjunto de
consecuencias al examinar el fenómeno. Supone que no toda conducta
inapropiada en el terreno de la escritura académica es considerada con el
mismo rasero ético. Se hace una diferencia importante entre el acto
cargado de mala fe (Sartre, 2006, pp. 95-125), respecto de aquel que
resulta de un pobre desempeño académico por carencias en la instrucción,
práctica y evaluación consistente asociadas con el aprendizaje de los
cánones de buena escritura académica en un campo disciplinario
específico. Si lo anterior es así, entonces la aproximación al plagio desde la
perspectiva de las alfabetizaciones académicas supone un ejercicio que va
mucho más allá de la detección de la conducta académicamente punible y
el castigo del responsable; de tal suerte, se enfoca en comprender las
percepciones del estudiante respecto del problema, las características del
proceso de enseñanza que lo afectan y el entorno cultural en el que se
produce.
La amplitud y variedad de procesos de investigación que la perspectiva
de las alfabetizaciones académicas implica respecto del plagio, me obliga a
centrarme, en este trabajo, en el análisis de las percepciones y
experiencias declaradas por los estudiantes. El análisis lo efectúo a la luz
de mi propia práctica, observaciones y reflexión como docente en una
licenciatura en educación.
Metodología
Se hicieron dos sesiones de focus group (Krueger y Casey, 2000), cuyos
resultados analicé a la luz de la teoría de las alfabetizaciones académicas y
de mi propia experiencia como docente en una licenciatura en educación.
Los grupos que participaron fueron elegidos de la siguiente forma:
Se seleccionó a un grupo de ocho estudiantes de primer semestre de
una licenciatura en educación en una universidad pública mexicana; siete
de los estudiantes fueron seleccionados por haber obtenido los puntajes
más altos en el examen de selección para el ingreso; una estudiante fue
elegida por estar en proceso de repetir el curso, con lo cual asumí que sus
opiniones podrían contener diferencias o matices importantes en relación
con el tema. El otro grupo estuvo formado por seis individuos, pero en este
caso se elegió a estudiantes del último semestre de la misma licenciatura;
tres de los sujetos están en el proceso de elaboración de la tesis y los otros
tres han participado en proyectos de investigación.
Los temas alrededor de las cuáles se reflexionó en el focus group
fueron: las percepciones de los sujetos respecto del plagio; las relaciones
entre el plagio y los procesos de enseñanza; la influencia del entorno
cultural en la comisión o no del plagio.
Ambas sesiones de focus group fueron grabadas en audio y video, y
después se analizaron mediante la técnica in vivo (Dicks, Mason, Coffey &
Atkinson, 2005, p. 181). A continuación presento los resultados.
Resultados
Los estudiantes de los dos grupos participantes en la investigación
coincidieron en percibir y definir el plagio como una forma inapropiada de
comportamiento. Algunos de ellos incluso emplearon conceptos como robo o
fraude para describir sus percepciones acerca del plagio. Un estudiante de
primer semestre de la licenciatura en educación lo expresó así:
El plagio para mí es robo, es robar ideas, es tomar argumentos y
también ideas de otros autores o personas y hacerlas pasar como si
fueran tuyas. Es robarle ciertos créditos a la persona que se tomó el
tiempo necesario, que investigó y se tomó el tiempo para llevar a cabo
una investigación.
Por su parte, un estudiante del grupo de último semestre de la misma
licenciatura lo expresa de la siguiente forma: “Es adueñarse de ideas,
pensamientos, palabras de otros. A lo mejor uno escribe algo y no revisa si
alguien lo ha escrito. Puedes cometerlo sin darte cuenta”. Coincide con esta
idea otra estudiante de último semestre que afirma:
A veces no conoces las reglas específicas de cómo dar crédito
correctamente a cierto autor y caes en el plagio, pero no siempre es con
la intención de adueñarse de las ideas y tomarlas como propias, sino
que a veces desconoces cómo dar crédito correctamente.
Como es notable en las viñetas incorporadas a este trabajo, y como
puede percibirse en las opiniones de todas las personas participantes en las
sesiones de focus group, existe unanimidad en la opinión de que el plagio es
un comportamiento académica e intelectualmente inaceptable. Me llama la
atención que los estudiantes de primer semestre hagan énfasis mucho más
acentuados y severos que los estudiantes de último semestre. Desde mi
perspectiva, este matiz puede ser producto de un cierto “enfriamiento” de la
perspectiva de los estudiantes más avanzados, mismo que deviene de un
conocimiento técnico que hace que su percepción devenga menos emocional.
A favor de esta interpretación propongo como ejemplo la siguiente viñeta que
muestra, por parte de uno de los estudiantes de último semestre, un
reconocimiento de que al principio de la licenciatura sus conocimientos técnicos
acerca del plagio y de cómo evitarlo eran más bien escasos, si no es que
nulos, dadas las formas aprendidas en los niveles previos:
En la prepa y en la secundaria y cuando comienzas a hacer trabajos,
(en los) que tienes que investigar información, los maestros nunca te
dicen que deben ser ideas propias y que busques información para
hacer tus propias ideas. ¿Qué hace la mayoría? Busca información en
Internet, la corta, la pega y el maestro, ¿qué hace?, no te dice nada.
Dice: “Ah está bueno, lo cumplió como tarea”.
Las razones a las que los discentes atribuyen que el plagio se produzca
en la presentación de trabajos escolares son diversas. Algunas de ellas están
relacionadas con las formas, implícitas y explícitas, en que los diferentes
docentes enseñan, o no, los cánones disciplinarios respecto de la evitación del
plagio.
Los estudiantes de primer semestre plantearon que, con muy pocas
excepciones, en la educación media superior nunca recibieron instrucción
técnica respecto de cómo reconocer y evitar el plagio. La única excepción en
este grupo fue, por supuesto, la estudiante repetidora quien manifestó ante sus
compañeros que: “Puedes estar cometiendo plagio sin darte cuenta de que lo
estás haciendo”. La misma estudiante enfatizó en la importancia de conocer las
formas apropiadas de citar, formas que en el caso de la licenciatura en
educación que estudian los sujetos entrevistados están normadas por el
Manual de publicaciones de la American Psychological Association (2010).
Llama la atención que la idea de la estudiante repetidora ya se aproxima a las
de los estudiantes de último semestre.
Los estudiantes de último semestre apuntaron que, si bien en la carrera
algunos de sus profesores solían hacer énfasis en la importancia de hacer las
citas, referencias y paráfrasis en forma apropiada para evitar el plagio, a
menudo la instrucción recibida adolecía de inconsistencia. Estudiantes de
último semestre incluso manifestaron que pudieron detectar que a algunos de
sus profesores no les importaban los aspectos técnicos del proceso de citación
y referenciación y otros elementos relativos al plagio. Al respecto uno de ellos
afirmó: “Nos les importaba si plagiabas o no, no les importaba si citabas bien,
no les importaba que tu trabajo esté (sic) bien escrito. Con que tenga lo que
ellos consideraban correcto, con la manera que ellos te pedían, pasabas”.
Lo anterior permite reconocer inconsistencias entre las formas
explícitamente aceptadas y las implícitamente o abiertamente enseñadas para
usar las formas de citación y referenciación apropiadas. Se dan casos
extremos de docentes que, según los estudiantes de último semestre,
requerirían aprender ellos mismos los cánones apropiados de citación y
referenciación.
En opinión de los estudiantes de último semestre de la licenciatura en
educación, tanto la enseñanza explícita como la implícita de los cánones
disciplinarios para evitar el plagio guardan relación con la evaluación y
corrección de trabajos escritos y el comportamiento de los estudiantes al
respecto. Como resulta lógico suponer, los estudiantes de último semestre
fueron los únicos con opiniones ya desarrolladas alrededor de estos puntos,
pues los de primer semestre aún no pasaban por ningún proceso de evaluación
que les permitiera contar con experiencia al respecto. Los estudiantes de último
semestre reconocen que existen notables desniveles en la exigencia y cuidado
que diferentes docentes ponen en los procesos de evaluación y
retroalimentación de trabajos escritos. Una de ellas lo plantea así:
Tú estás acostumbrada a una cosa y a un ritmo de trabajo y el maestro
no exige ese ritmo y los otros (estudiantes) felices de la vida, y te
encuentras con un semestre terrible. El ritmo de exigencia para nosotros
es un poco más elevado y a los otros no les parece. Muchas veces eso
entra en conflicto con la licenciatura en que estás.
Al reflexionar sobre las condiciones que propician que este tipo de
comportamientos de docentes y estudiantes respecto de la escritura de
trabajos escolares se dé en la forma descrita por la estudiante, los sujetos
entrevistados apuntaron las siguientes:
a) Los trabajos escritos suelen solicitarse muy tarde en el transcurso del
semestre. A menudo se piden sin indicaciones claras en cuanto a la
forma y el contenido y respecto de los elementos que se han de
evaluar en esos aspectos.
b) Cada docente suele pedir un trabajo escrito como evaluación final de
su asignatura, con lo cual un estudiante que curse cinco o seis
materias deberá escribir al final del semestre alrededor de cincuenta
páginas, cuando no más. Esto hace que el cuidado puesto en la
buena escritura académica y en la evitación del plagio disminuya o se
produzca en condiciones menos favorables.
c) Acaso un elemento que, en opinión de los entrevistados de último
semestre, genera el relajamiento de estos cuidados sea la
percepción de que algunos docentes ni siquiera leen los escritos de
los estudiantes.
Conclusiones y recomendaciones
El estudio confirma los hallazgos de estudios previos sobre el plagio
efectuados desde la perspectiva de las alfabetizaciones académicas (Gourlay,
2006; Gourlay y Greig, 2007; Magyar, 2012).
Para el caso concreto que se presenta en este trabajo se recomienda,
sobre la base de los hallazgos hechos:
a) Mejorar la organización de los procesos de intrucción y evaluación en
las diferentes asignaturas del programa de licenciatura en educación.
Esto supone una serie de tareas concretas como la toma de
acuerdos entre docentes de un mismo semestre para solicitar menos
trabajos escritos pero enfatizar mucho más en la calidad de los
mismos, con lo cual se tendrá un proceso de revisión, evaluación y
retroalimentación más estricto y eficaz, lo que presumiblemente
disminuiría la comisión de plagios.
b) Desde la perspectiva de los estudiantes de último semestre, algunos
profesores deben someterse a procesos de actualización para
conocer las formas técnicas de evitación, evaluación y corrección
respecto del plagio. Esto permitirá desterrar algunas prácticas poco
recomendables e incluso nocivas para la formación del estudiantado.
c) Resultado de la ejecución de las recomendaciones previas, la cultura
respecto del plagio en el caso estudiado podría pasar de una en la
que éste se evalúa y atiende desde la admonición pero con poca
eficacia pedagógica a una donde, dada la mejoría en la calidad de la
escritura académica, se puedan detectar los plagios que se cometen
de mala fe.
Referencias
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