Escritos recientes de Mariología: el santo Rosario, advocaciones

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ESCRITOS RECIENTES DE MARIOLOGÍA:
EL SANTO ROSARIO, ADVOCACIONES
MARIANAS Y HERMANDADES
JOSÉ ANTONIO RIESTRA
El 10 de octubre de 2002, el Santo Padre Juan Pablo II publicó la Carta
Apostólica Rosarium Virginis Mariae1. Desde el año 2003 se están publicando en España numerosos artículos de revistas y libros2. En estas líneas presentaremos algunos Congresos que se han realizado con ocasión de esta
Carta Apostólica. No siempre son fáciles de descubrir o de encontrar.
Trataremos también de otra serie de Congresos que han tenido como objeto las Hermandades marianas o alguna de las advocaciones más conocidas
de la Santísima Virgen, y que en ocasiones no resulta sencillo individuarlos.
1. Congresos en torno al Santo Rosario
1.1. Cabe señalar en primer lugar, la publicación de las Actas del Congreso
Internacional del Rosario celebrado en Sevilla en octubre de 2004 y
recién publicadas en un volumen de 590 páginas en folio3. La ocasión
del Congreso se deduce del mismo título del libro: la coronación
1. JUAN PABLO II, Ep. Apostolica Rosarium Virginis Mariae, AAS, 95 (2003), pp. 5-36.
2. De ellos damos cuenta en Bibliografía mariológica española 2003, “Estudios Marianos”, 71
(2005), en prensa.
3. HERMINIO DE PAZ CASTAÑO, CARLOS JOSÉ ROMERO MENSAQUE (eds.), Congreso Internacional del
Rosario. Con motivo de la Coronación Canónica de María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos
(Monte Sión). Actas. Sevilla, 28, 29 y 30 de octubre de 2004, Provincia Bética de la Orden de
Predicadores - Hermandad de Nuestra Señora del Rosario (Monte Sión), Sevilla 2004, 590 pp.
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canónica de la imagen de María Santísima del Rosario en sus Misterios
Dolorosos, titular de la Hermandad que lleva su nombre, conocida
también como la Hermandad de Monte-Sión. Se trata de una
Hermandad sevillana de honda raigambre, nacida en el siglo XVI en el
Convento dominico de Monte Sión. Con ese motivo se organizaron
diversos actos y cultos que culminaron en este Congreso, en el que se
trata del Santo Rosario en sus múltiples facetas: la historia, el arte, la
teología, etc. Recogemos el contenido del volumen para que se pueda
apreciar la riqueza de su contenido:
– C. AMIGO VALLEJO, El Rosario, sentido cristológico y práctica devocional,
pp. 11-17.
– J. L. DEL ESTAD, Saludo del Hermano Mayor de Monte Sión, pp. 19-20.
– H. DE PAZ CASTAÑO, Presentación del Congreso, pp. 23-33.
– L. GALMÉS, El Rosario en la historia, pp. 37-49.
– R. DE LA CAMPA CARMONA, Otras prácticas devocionales paralelas o
derivadas del Rosario: la corona seráfica y la corona dolorosa, pp. 51-57.
– V. T. GÓMEZ GARCÍA, El Beato Francisco Coll, O. P., (1812-1875), “apóstol
del evangelio y del rosario”, pp. 59-75.
– A. LARIOS, Pedro de Santa María Ulloa, apóstol del rosario, pp. 77-92.
– H. DE PAZ CASTAÑO, El rosario de Fray Luis de Granada, pp. 95-119.
– F. GARCÍA DE LA CONCHA DELGADO, El Hospital del Rosario o los comienzos
de la Cofradía del Rosario del Convento de San Pablo de Sevilla, pp. 121-129.
– J. SÁNCHEZ HERRERO, La devoción al Rosario en España según dos obras del
siglo XVI, pp. 133-150.
– A. M. CALERO
pp. 153-162.
DE LOS
RÍOS, Religiosidad popular: antropología y teología,
– M. NÚÑEZ BELTRÁN, El Rosario en el sermonario clásico español (siglo XVII),
pp. 165-173.
– J. DOMÍNGUEZ LEÓN, La devoción mariana en la Sevilla contemporánea,
pp. 175-188.
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– F. LABARGA GARCÍA, El Rosario en La Rioja, pp. 191-208.
– M. DE BURGOS NÚÑEZ, Raíces bíblicas de los misterios del Rosario,
pp. 213-243.
– J. GARCÍA TRAPIELLO, Trasfondo bíblico del optimismo del Rosario,
pp. 245-253.
– G. SÁNCHEZ MIELGO, Dios entre los hombres. Reflexiones sobre los misterios
gozosos, pp. 255-269.
– H. DE PAZ CASTAÑO, Dimensión teológica de la oración del Rosario,
pp. 271-296.
– J. C. PACHECO CEBALLOS, La devoción al Rosario y la Orden de Predicadores,
pp. 301-311.
– M. RIVERO, El Rosario en Francia, pp. 313-314.
– J. CUENCA FUENTES, Informe sobre el Rosario y su práctica en Andalucía,
pp. 317-322.
– J. VAZ LUCAS, Experiencias eclesiales del Rosario en Lourdes y Fátima,
pp. 325-329.
– B. HENDRIKS, Informe sobre el Rosario en Holanda, pp. 333-335.
– J. M. RAYA RUBIO, Práctica actual del Rosario en México. Movimientos y
Cofradía, pp. 337-342.
– C. J. ROMERO MENSAQUE, Los Rosarios públicos y sus Hermandades en
Sevilla. Un proceso histórico, pp. 347-361.
– J. ARANDA DONCEL, Las Hermandades y los Rosarios públicos en la diócesis
de Córdoba durante la Edad Moderna, pp. 363-376.
– M. L. LÓPEZ MUÑOZ, Expansión de las Cofradías del Rosario en la diócesis
de Granada en la época moderna, pp. 379-389.
– R. RETANA ROJANO, Fray Alonso de Santo Tomás y su influencia en los
orígenes de los rosarios callejeros en Málaga, pp. 391-397.
– M. PELÁEZ DEL ROSAL, Algunos aspectos formales de los Rosarios públicos
en Andalucía: el caso de Priego de Córdoba en el siglo XVIII,
pp. 399-406.
– V. DÍAZ, La Galeona, Stella Maris, pp. 409-417.
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– F. ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Historia de los Rosarios públicos
en Cádiz, pp. 419-424.
– A. HERRERA GARCÍA, Documentación sobre Hermandades del Rosario de
Andalucía en el Archivo Histórico Nacional, pp. 427-431.
– S. HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Devoción y culto al Santo Rosario en los orígenes
de la Hermandad sevillana de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo
en el Huerto de los Olivos y Nuestra Señora del Rosario en sus misterios dolorosos
(Monte - Sión), pp. 433-439.
– A. CANTERO MUÑOZ, Estatutos de la Cofradía de Nuestra Señora del
Rosario de la Aurora de Baena (Córdoba) a comienzos del siglo XVIII,
pp. 441-445.
– F. APORTA GARCÍA, Dominicos andaluces difusores del Santo Rosario,
pp. 447-449.
– L. F. ÁLVAREZ GONZÁLEZ, El Rosario y la liturgia, pp. 453-460.
– J. GONZÁLEZ PADRÓS, El Rosario según el Directorio sobre la Piedad popular
y la Liturgia, pp. 463-467.
– A. GARCÍA MACÍAS, El Rosario y la liturgia: consideraciones en torno a la
“liturgia” del “Rosario”, pp. 469-481.
– M. IRIBERTEGUI ERASO, El Rosario en el arte, pp. 485-501.
– J. C. MARTÍNEZ AMORES, Iconografía popular del Rosario en la estampa
sevillana, pp. 503-517.
– J. M. LARIOS LARIOS, La Virgen del Rosario y el grabado granadino,
pp. 519-532.
– M. CRUZ GIRÁLDEZ, El Rosario en la literatura, pp. 535-541.
– J. RODA PEÑA, La Virgen del Rosario en la escultura sevillana del siglo XVI,
pp. 545-556.
– J. FERNÁNDEZ LÓPEZ, La representación de la Virgen del Rosario en el Siglo
de Oro de la pintura española, pp. 559-567.
– F. J. HERRERA GARCÍA, Retablos Rosario: ¿tipología retablística o modalidad
iconográfica?, pp. 569-590.
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1.2. Promovido por la Orden de Predicadores, tuvo lugar otro congreso en
torno al Rosario en León: El Rosario de María: IV Congreso del Rosario4. La
intención doctrinal de este IV Congreso de la Península Ibérica sobre el
Rosario, que se desarrolló en el Santuario de la Virgen del Camino, del
11 al 13 de septiembre de 2003, fue la del estudio de los nuevos
Misterios de Luz del Santo Rosario. Las actas constan de cuatro apartados: Lecturas desde la Biblia, Lecturas desde la teología, Momentos de la
historia del Rosario y Experiencias ecuménicas, testimoniales, culturales.
Señalamos a continuación los trabajos recogidos en las actas:
– G. SÁNCHEZ MIELGO, Los misterios luminosos del Rosario de María, pp. 15-48.
– C. PARDO, Humillación y gloria en los Misterios de la Luz, pp. 49-53.
– L. MENÉNDEZ ANTUÑA, El Reino de Dios, pp. 55-62.
– E. ROMERO UREÑA, La Transfiguración, pp. 63-75.
– J. A. MARCÉN, Mística, antropología, cultura en la Eucaristía, pp. 77-83.
– P. GRANDA - C. ORDÓÑEZ, Objetividad del misterio versus juego de
intenciones, pp. 85-95.
– A. LAPIEDRA, El Rosario: misterios luminosos, pp. 99-121.
– M. A. MARTÍNEZ, Del Bautismo a la Eucaristía, visión cristológica, pp. 123-136.
– H. DE PAZ CASTAÑO, Y le escucharon, pp. 137-145.
– A. ESCALLADA TIJERO, Irrupción del Reino y aparición de la Iglesia, pp. 147-157.
– V. BOTELLA CUBELLS, Nueva alianza y revelación simbólica de Jesús en Caná.
Lectura simbólica de Juan 2, 1-12, pp. 153-164.
– M. A. DEL RÍO GONZÁLEZ, Misterios de luz en una arquitectura de luz: el
santuario de la Virgen del Camino (León), pp. 165-183.
– L. GALMÉS, Lección del Rosario a través de su historia, pp. 187-209.
– V. T. GÓMEZ GARCÍA, El Rosario y San Pío V, pp. 211-224.
4. M. IRIBERTEGUI ERASO (coord.), El Rosario de María: IV Congreso del Rosario, [Glosas, 38],
San Esteban, Salamanca 2003, 363 pp.
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– J. BARRADO BARQUILLA, León XIII y el Rosario, pp. 225-237.
– C. ANIZ IRIARTE, El Rosario en la voz de los últimos papas y maestros de la
Orden. Experiencias y directrices de Pío XII a Juan Pablo II, pp. 239-272.
– R. CALLEJO DE PAZ, El Rosario, piedades, coplas, dislates, pp. 273-277.
– J. C. BAZ LUCAS, Lourdes - Fátima, pp. 281-290.
– J. J. GALLEGO SALVADORES, ¿Un nuevo Rosario de María? ¿Es actual
todavía hoy el Rezo del Rosario?, pp. 291-305.
– R. F. ALBERT REYNA, Rosas y rosario del Islam. Un acercamiento a la subha,
o “rosario islámico”, pp. 307-314.
– A. SANJUAN MIRÓ, El Rosario y régimen de contemplación, pp. 315-323.
– M. GARCÍA GÓMEZ, Rosario y Vida Conventual, pp. 325-329.
– A. GARCÍA BARBIETO, Misterios luminosos. Poética original sobre los misterios
de la Luz, pp. 332-336.
– F. HERNÁNDEZ, Pintura original de los Nuevos Misterios, pp. 337-342.
– M. DEL CARMEN VILLAR, Misterios del Rosario. Una invocación y veinte
antífonas originales para los Misterios del Rosario, pp. 343-351.
– R. GARCÍA, Cinco antífonas para los Misterios Luminosos, p. 352.
– ISABEL Y MATEO, Guión del Rosario del día 13, pp. 353-354.
1.3. Quisiéramos terminar este apartado dedicado al Santo Rosario,
señalando un libro publicado en octubre de 2004 sobre el Rosario:
CARLOS JOSÉ ROMERO MENSAQUE, El Rosario en Sevilla. Devoción,
rosarios públicos y hermandades (siglos XV-XXI)5. Se trata de un vasto
estudio de 589 páginas sobre un tema histórico: los Rosarios públicos.
Romero Mensaque es profesor de Historia Moderna en la UNED
(Centro asociado de Sevilla) y desde hace años se dedica a la
investigación de la religiosidad popular andaluza en los siglos XVII y
XVIII, particularmente en Sevilla y su provincia, tema al que ha
dedicado diversos libros y no pocos artículos.
5. C. J. ROMERO MENSAQUE, El Rosario en Sevilla. Devoción, rosarios públicos y hermandades (siglos
XV-XXI)5, Ayuntamiento de Sevilla, Sevilla 2004, 589 pp.
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El libro está dividido en tres partes. La primera (pp. 21-159) trata
sobre “El Rosario en Sevilla. Orígenes y desarrollo de la devoción. El
fenómeno de los Rosarios públicos”. Se aborda aquí uno de los paradigmas de la religiosidad popular sevillana del Barroco, y en concreto de una
de sus expresiones más típicas como lo fueron los llamados Rosarios
públicos. Se exponen los orígenes de esta devoción en Sevilla, vinculada a
los conventos dominicos donde ya desde 1479 comienzan a instituirse las
llamadas Cofradías del Rosario. En el posterior desarrollo de esta devoción tuvieron especial influencia diversos acontecimientos: la batalla de
Lepanto, que dio lugar entre otras cosas a que Gregorio XIII estableciera
la festividad de la Virgen del Rosario el primer domingo de octubre, a
celebrarse en todos aquellos lugares donde hubiera un altar o una capilla
dedicada a esta advocación; la peste de 1649 y las misiones populares promovidas por el arzobispo Spinola y predicadas por el jesuita Tirso
González de Santalla, entre 1669 y 1679; el impulso dado a esta devoción
desde su convento de san Pablo por el dominico Pedro de Santa María de
Ulloa entre los años 1687 y 1690.
Tras recordar estos antecedentes se pasa a estudiar el fenómeno de los
Rosarios públicos, que el autor considera como la expresión más genuina de la devoción mariana en Sevilla desde fines del siglos XVII hasta la
segunda mitad del XIX. En el humus de aquella religiosidad, y tras la
muerte de fray Pedro de Ulloa, surge de modo espontáneo entre el pueblo de Sevilla la costumbre de rezar el Rosario, a veces en las iglesias, a
veces en la calle, ante la imagen de la Virgen, en muchas ocasiones costeada por los mismos vecinos. Estos primeros rosarios se caracterizaban
por la espontaneidad del pueblo con la coordinación de sus sacerdotes,
por un dinamismo vital que lo lleva de la iglesia a la calle, y por la cotidianidad. El Rosario se planteaba como un ejercicio de oración y de penitencia, con un indudable carácter testimonial, y con una masiva afluencia
masculina, sobre todo de jóvenes y adultos. El elemento que señala la
institucionalización de estos Rosarios públicos es la aparición de los
Simpecados, estandartes que reproducían la imagen titular de las diversas congregaciones y que, en su significación inmaculista, son típicos de
Sevilla. Tienen también un papel importante en estas comitivas los faroles y las coplas.
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Se estudia también el influjo importante que tuvieron en la conformación de estos Rosarios los capuchinos fray Pablo de Cádiz, fray Isidoro de
Sevilla, fray Antonio Iribarre y fray Feliciano de Sevilla. Notable fue también la labor, a partir de 1736, del dominico fray Pedro Vázquez Tinoco,
promotor entre otras cosas de Rosarios exclusivos para mujeres y para
niños. Tras explicar también los diversos tipos de Rosarios, el modo de
desarrollarse y el ceremonial, las relaciones entre ellos, etc., se estudia el
proceso de decadencia de este tipo de devoción popular, los abusos que
comenzaban a darse y que fueron objeto de fuerte crítica en algunos casos,
y que manifestaban ya en la segunda mitad del siglo XVIII un cierto estado de decaimiento, que a finales de ese siglo era ya evidente. Todo ello
llevó a una disminución de las procesiones diarias de estos Rosarios públicos que en la práctica quedaron reducidos a los de Madrugada, conocidos
desde entonces con el nombre de la Aurora, y que son los que han perdurado hasta la actualidad. La devoción del Rosario hoy en día ha vuelto a ser
una devoción que básicamente se practica en los templos e iglesias, aunque en determinadas ocasiones, como puede ser la festividad de la imagen
titular, suele tener lugar un Rosario público en las primeras horas de la
mañana.
La segunda parte del libro (pp. 161-468) está dedicada a estudiar las distintas Asociaciones rosarianas bajo la advocación, normalmente gloriosa, de
Nuestra Señora del Rosario. De todas ellas se ofrece, cuando es posible, la
historia sobre la base de la documentación disponible, y una breve ficha
patrimonial. Se abordan así las Cofradías del Rosario, instituciones dependientes de la Orden de Predicadores y erigidas en sus conventos o en otras
iglesias con licencia del Maestro General de la Orden. Se estudian en sus
estatutos y en su historia las siguientes: la Primitiva Cofradía de san Pablo,
erigida en 1481; la Cofradía de Regina Angelorum, fundada en 1589; la
Cofradía de santo Domingo, del siglo XVII; la del Colegio de santo Tomás,
de la que hay noticia en un manuscrito de 1734; la Cofradía de san Jacinto,
erigida en 1755; la de La Cartuja de las Cuevas, de 1570 y la Cofradía del
Santísimo Rosario de la Parroquia de san Andrés, erigida en 1893.
Se reseñan a continuación las Hermandades de Nuestra Señora del
Rosario con ejercicio público callejero, que son corporaciones que dependen del Ordinario diocesano, dedicadas al ejercicio del Rosario público y
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al culto anual a la imagen titular: la Hermandad, Primitiva Orden
Tercera del Santísimo Rosario de la Virgen María y del Patriarca santo
Domingo de Guzmán, de la Parroquia de san Marcos (hoy en san Julián),
refundada en 1694, pero de cuyos orígenes hay algunos datos que se
remontan a mediados del siglo XVI; la Hermandad de Nuestra Señora del
Rosario de la Parroquia de san Miguel, del siglo XVII; la Hermandad de
Cristo Señor Nuestro Crucificado y María Santísima del Rosario, de la
Parroquia del Divino Salvador, fundada en el último tercio del siglo
XVII; la Hermandad de Jesús Sacramentado y Nuestra Señora del
Rosario, de la Iglesia de san Hermenegildo, también de la misma época
que la anterior, al igual que la Congregación de Cristo Crucificado y
Nuestra Señora de la Consolación o Rosario, de la Parroquia de san Pedro;
la Hermandad de Cristo Crucificado y Nuestra Señora del Rosario, de la
Parroquia de san Vicente, siempre del siglo XVII; la Archicofradía y
Hermandad de la Madre de Dios del Rosario, de la Parroquia de santa
Ana (Triana), también del XVII; la Hermandad de María Santísima del
Rosario, de la Parroquia de santa Catalina, del XVII; la Hermandad de
Nuestra Señora del Rosario, de la Parroquia de san Gil, de finales del
XVII; la Hermandad de la santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario, de la
capilla del barrio de Resolana, de finales del siglo XVII; la Congregación
de Cristo Crucificado y Nuestra Señora del Rosario de la Parroquia de san
Andrés, cuya primera noticia se remonta a 1727; la Hermandad de
Nuestra Señora del Rosario y santo Cristo de la Paz, de la Capilla del
barrio de los Humeros, aprobada en 1730; la Hermandad de Nuestra
Señora del Rosario, de la Parroquia de san Juan de Acre, de la que hay primera noticia en 1826.
Se presentan después 46 Hermandades y Congregaciones rosarianas
con otra advocación, dedicadas al ejercicio público callejero. Se trata de
hermandades cuyo titular no es la Virgen del Rosario pero su instituto
principal consiste en la salida del Rosario público, aunque el culto se
centra en su imagen titular y tienen una Función en su festividad. Se
estudian asímismo 24 Congregaciones rosarianas o de la Virgen del
Rosario dedicadas al ejercico público callejero. Se trata de asociaciones
espontáneas de vecinos y fieles que tenían como finalidad la
organización y fomento del Rosario público, en parroquias, conventos o
capillas, o en retablos callejeros, pero que no estaban formalmente
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constituidas en Hermandades. Después se estudian 6 Hermandades de
la Virgen del Rosario sin ejercicio público, es decir aquéllas que tenían
como titular a la Virgen del Rosario, con sus cultos y procesión con la
imagen titular, pero que no tenían establecido un Rosario público.
También son objeto de estudio 2 Hermandades dedicadas al ejercicio
rosariano no procesional. Fin principal de las mismas era el fomento del
rezo del Santo Rosario entre los cofrades. Se estudian por último 5
Hermandades penitenciales de Nuestra Señora del Rosario. Son aquéllas
que celebran en su iglesia cultos internos a su Titular en sus Misterios
Dolorosos y que en Semana Santa procesionan su imagen en estación de
penitencia.
Esta segunda parte termina con unas “Consideraciones generales
sobre las Hermandades del Santo Rosario”, de las que se excluyen a causa
de su régimen diferente, las Cofradías dominicas, las no procesionales y
las penitenciales. Del estudio de los otros tipos se concluye que el objeto principal de estas hermandades consiste en el ejercicio rosariero, en el
culto litúrgico a la imagen de la Virgen y en la práctica caritativa y de
asistencia. Se describen también las características comunes que poseen
en cuanto al gobierno, la administración y las Reglas. Destaca también
la importancia que ha tenido el vecindario, pues el Rosario público se
convertía en signo de identidad de cada barrio o collación, y en muchos
casos las primeras manifestaciones de esta devoción se originaban en
torno a un retablo callejero dedicado a la Virgen. Hay que destacar también la labor asistencial que las Congregaciones o Hermandades desarrollaron entre los cofrades y vecinos, centrada sobre todo en el sufragio por
los difuntos.
La tercera parte (pp. 469-568) de esta obra estudia “El Rosario en la
Provincia, Andalucía y España. Una breve aproximación”. La devoción del
Rosario ha tenido una enorme difusión en los pueblos y ciudades de la
provincia de Sevilla, y son incontables los testimonios artísticos que dan fe
de ello. El fenómeno de los Rosarios públicos de la ciudad de Sevilla se
difundió también por toda la provincia. En la primera sección de esta parte
se ofrece, sobre la base de los archivos parroquiales y de las diversas
hermandades, una aproximación a las hermandades y cofradías que
existieron y existen en las diversas localidades sevillanas. La segunda estudia
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brevemente el Rosario en Andalucía y España, centrándose en la devoción
del Rosario de la Aurora y en las Hermandades y Cofradías existentes en
Andalucía y en otras regiones de España.
La obra termina con un Índice de las Fuentes documentales y
Manuscritos utilizados (pp. 569-570) y con una amplia bibliografía especializada (pp. 571-583). Se trata de un trabajo elaborado sobre una amplia
y sólida base documental, que ciertamente será en adelante punto de referencia para tantos aspectos de ese fenómeno típico de la religiosidad popular sevillana.
2. Congresos sobre Hermandades y Advocaciones marianas
Se han celebrado últimamente algunos congresos en torno a estos dos
temas que son de gran interés y riqueza de contenido.
2.1. Cabe mencionar en primer lugar el I Congreso Nacional sobre las
Advocaciones marianas de gloria6, celebrado en Córdoba los días 23 y 24
de noviembre de 2002, con ocasión de la coronación canónica de la
Virgen del Socorro. Las actas de este Congreso, coordinado por el conocido especialista en la materia Juan Aranda Doncel, han sido publicadas en dos tomos, uno relativo a temas históricos y el otro a temas
artísticos, y ocupan más de mil páginas. La riqueza de los diversos trabajos y la abundancia de los datos bibliográficos, ponen de manifiesto
la honda raigambre histórica, que en muchos casos se remonta a la
Edad Media, que tienen en España ese fenómeno de la religiosidad
popular que son las cofradías y hermandades. Este congreso, con toda
la amplitud e importancia que tiene, no es más que una muestra. Sería
de agradecer el que se pudiera dar continuidad a esta iniciativa y que
poco a poco se pudieran ir abarcando con mayor extensión las distintas
regiones de nuestro país. Señalamos a continuación el contenido de los
dos tomos:
6. J. ARANDA DONCEL (coord.), Las advocaciones marianas de gloria: actas del I congreso nacional:
(Córdoba, 2002), 2 vols. (Colección Mayor), Publicaciones Obra Social y Cultural Cajasur,
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Tomo 1: Historia
– M. CASTILLEJO GORRAIZ, Prólogo, pp. 5-7.
– J. ARANDA DONCEL, Introducción, pp. 9-10.
– J. SÁNCHEZ HERRERO, Advocaciones marianas de la ciudad de Sevilla,
pp. 11-40.
– F. GARCÍA DE LA CONCHA DELGADO, Devociones y advocaciones marianas en
los hospitales sevillanos (siglos XV-XVI), pp. 41-51.
– J. M. ESCOBAR CAMACHO, Advocaciones marianas en el reino de Córdoba
durante la Baja Edad Media, pp. 53-61.
– M. A. NÚÑEZ BELTRÁN, Asociaciones de devoción y asistencia en el siglo XVI:
hermandades de la advocación de la Inmaculada en tierras de Sevilla,
pp. 63-74.
– J. ARANDA DONCEL, Los dominicos y la difusión de las cofradías del Rosario
en la diócesis de Córdoba durante los siglos XVI y XVII, pp. 75-102.
– J. A. CASQUERO FERNÁNDEZ, Devociones marianas de la ciudad de Zamora,
siglos XII-XIX, pp. 103-119.
– M. F. GÓMEZ VOZMEDIANO, El fervor popular a la Virgen de la Cabeza en
La Mancha de los Austrias, pp. 121-134.
– F. J. CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Fiestas barrocas celebradas en Potosí
en honor de la Virgen de Guadalupe de Extremadura, en 1600 y 1601,
pp. 135-149.
– M. L. LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Cofradías marianas en la Granada
moderna. Aproximación a una tipología confraternal, pp. 151-170.
– V. SÁNCHEZ RAMOS, Repobladores y devoción mariana: manifestaciones en el
reino de Granada (Siglos XVI-XVII), pp. 171-188.
– F. LABARGA GARCÍA, Las cofradías marianas en La Rioja durante los siglos
XVI al XVIII, pp. 201-218.
– R. VÁZQUEZ LESMES, Linares, Fuensanta y Villaviciosa, advocaciones y
cofradías en auge en el XVIII cordobés, pp. 219-231.
– M. REDER GADOW, La Divina Pastora y la presencia de los capuchinos en
Málaga, pp. 233-244.
– J. L. GÓMEZ BARCELÓ, Nuestra Señora del Socorro, titular del recogimiento de
doncellas de Ceuta, mantenida por su Santa y Real Casa de la Misericordia,
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ESCRITOS RECIENTES DE MARIOLOGÍA
pp. 245-258.
– C. J. ROMERO MENSAQUE, El Rosario público en la Sevilla del siglo XVIII.
Datos para un repertorio de cofradías, hermandades y congregaciones del Santo
Rosario, pp. 259-283.
– A. CANTERO MUÑOZ, Advocaciones marianas de gloria en la iglesia
dominicana de Doña Mencía (siglos XV al XVIII), pp. 285-298.
– F. CERRATO MATEOS, Devoción, cofradía y poder señorial: la devoción a la
Virgen de la Caridad y la casa de Guadalcázar, pp. 299-304.
– M. C. GÓMEZ GARCÍA - J. M. MARTÍN VERGARA, Un legado de los Reyes
Católicos para Málaga: la Virgen de los Reyes, pp. 305-315.
– R. FRÍAS MARÍN, Las cofradías de Nuestra Señora del Socorro de Murcia:
fuentes documentales, pp. 317-332.
– F. LÓPEZ SALAMANCA, El patronazgo de la Virgen de Araceli sobre Lucena,
pp. 333-347.
– J. PRIETO PÉREZ - E. ESCALERA PÉREZ, La advocación de la Virgen del
Socorro en el marquesado de Estepa. Noticias sobre la fundación de la iglesia
parroquial de Badolatosa (Sevilla), pp. 349-361.
– J. COBOS RUIZ DE ADANA - F. LUQUE-ROMERO ALBORNOZ, Una práctica
de religiosidad tradicional: exvotos a las advocaciones marianas de gloria en la
provincia de Córdoba, pp. 363-381.
– J. JIMÉNEZ GUERRERO, Una coronación canónica en la postguerra: la de Santa
María de la Victoria, patrona de Málaga, pp. 383-400.
– F. J. RESA MONCAYO, Apuntes históricos y socio-económicos sobre la Cofradía
de Nuestra Señora de la Salud de Antequera, pp. 401-410.
– R. RETANA ROJANO, La devoción a la Virgen de la Cabeza en Málaga y su
provincia, pp. 411-414.
– A. CAMINO ROMERO, Ayer y hoy de la Virgen del Carmen del barrio del
Perchel de Málaga, pp. 415-436.
– M. E. CABELLO DÍAZ, La Virgen de Consolación y Correa de la iglesia de San
Agustín de Málaga, pp. 437-458.
– M. J. LARA GARCÍA, Advocaciones marianas en el callejero malagueño,
pp. 459-468.
– E. MENDOZA GARCÍA, Nuestra Señora de Gracia, Patrona de Archidona,
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523
JOSÉ ANTONIO RIESTRA
pp. 469-478.
– T. CONEJO POSTIGO, La Virgen de Flores, vínculo entre dos localidades: Álora
y Encinasola, pp. 479-488.
– M. J. DOMÍNGUEZ PALMERO, La Virgen de Nuestra Señora del Socorro de
Ronda, pp. 489-502.
– F. GAONA LERÍA, La devoción a la Virgen de Villaverde en Ardales (Málaga),
pp. 503-506.
– A. M. JIMÉNEZ BARTOLOMÉ, La devoción a la Virgen de la Alegría en
Málaga, pp. 507-514.
– P. P. HERRERA MESA, Apuntes históricos de la Hermandad de Nuestra Señora
del Rocío de Córdoba, pp. 515-527.
– A. FLORES MUÑOZ, Advocaciones marianas de gloria en la bibliografía
cordobesa, pp. 529-543.
– F. CARMONA MORENO, Devoción a Nuestra Señora del Socorro en Mallorca
(s. XV-XX), pp. 545-562.
– D. A. LÓPEZ FERNÁNDEZ, La Virgen de la Cabeza. Cinco siglos de devoción
mariana en Motril (1500-2002), pp. 563-580.
– M. J. CARRASCO TERRIZA, La Virgen del Socorro, Patrona de Rociana.
“Porque es Señora mía y todo mi bien”, pp. 581-595.
Tomo 2: Arte
– Y. V. OLMEDO SÁNCHEZ, Hermandades y advocaciones de gloria en la
configuración del espacio urbano: algunos ejemplos en Andalucía, pp. 5-18.
– M. A. RAYA RAYA, Espacio y marco de las advocaciones gloriosas de la Virgen
en la Córdoba del siglo XVIII, pp. 19-32.
– J. AGUILAR DÍAZ, La capilla de la Virgen del Rosario en el convento de San
Pablo y Santo Domingo de Écija, pp. 33-42.
– J. RODA PEÑA, Advocaciones marianas de gloria en la Colegiata sevillana del
Salvador, pp. 43-54.
– J. L. ROMERO TORRES, Las versiones escultóricas de una devoción regia: la
Virgen de Monteagudo, pp. 55-72.
– J. M. GONZÁLEZ GÓMEZ, Esculturas de la Virgen de Montemayor, Patrona de
Moguer, pp. 73-84.
524
ScrdeM
ESCRITOS RECIENTES DE MARIOLOGÍA
– J. M. PALENCIA CEREZO, Advocaciones marianas cordobesas de los siglos XVI
y XVII en sus manifestaciones plásticas, pp. 85-105.
– M. M. FERNÁNDEZ MARTÍN - J. C. HERNÁNDEZ NÚÑEZ, Revalorización
del patrimonio mueble de las ermitas de advocación mariana en la provincia de
Sevilla, pp. 107-114.
– J. DOBADO FERNÁNDEZ, Iconografía andaluza de la Virgen del Carmen: su
plasmación en el Carmelo descalzo, pp. 115-126.
– F. PÉREZ MARTÍNEZ, Iconografía cordobesa de la Virgen del Socorro, pp. 127-140.
– F. M. DELGADO ABOZA, La imagen de Nuestra Señora de la Paz de Sevilla:
más de cuatro siglos de historia y devoción de los Hermanos de San Juan de Dios,
pp. 141-154.
– A. RODRÍGUEZ BABÍO, La Dolorosa sevillana del Socorro, pp. 155-164.
– R. ESCALERA PÉREZ, Jeroglíficos de la Inmaculada Concepción. Flores de
Miraflores de Fray Nicolás de la Iglesia, pp. 165-178.
– J. C. MARTÍNEZ AMORES, Los simpecados de las hermandades de gloria de
Sevilla y el grabado. Relaciones iconográficas, pp. 179-203.
– F. COSANO MOYANO, Advocaciones marianas cordobesas en el grabado, pp. 205-216.
– F. J. MORALES SALCEDO - J. M. PALENCIA CEREZO, Advocaciones marianas.
Dibujos y grabados del Museo de Bellas Artes de Córdoba, pp. 217-236.
– M. RUIZ CALVENTE, La arquitectura del santuario giennense de la Virgen de
Zocueca (siglos XVII-XVIII), pp. 237-254.
– A. MAÑES MANAUTE, Iconografía de la Virgen entronizada en Sevilla durante
el siglo XIII, pp. 255-266.
– L. SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ, Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen
María, desde la Edad Media hasta el Barroco. El caso de Zamora y su relación
con otros centros, pp. 267-284.
– A. BOLUFER VICIOSO, Hitos marianos en la obra de Ortega Brú y Cruz
Herrera en El Campo de Gibraltar, pp. 285-298.
– I. MARTÍNEZ CARRETERO, Origen de la advocación del Carmen y su expansión
popular en Andalucía, pp. 299-324.
– M. T. RUIZ BARRERA, La Merced. Una secular advocación mariana en las
hermandades de gloria de Sevilla, pp. 325-336.
– Á. PASTOR TORRES, Hermandades y advocaciones de gloria en la villa
sevillana de Paradas, pp. 337-352.
ScrdeM
525
JOSÉ ANTONIO RIESTRA
– R. SÁNCHEZ DOMÍNGUEZ, El programa devocional en torno a la Virgen del
Socorro en las tierras de León y Castilla, pp. 353-378.
– A. BONET SALAMANCA, El Oratorio de Caballero de Gracia, la escultura y la
imagen de la Virgen del Socorro en Madrid, pp. 379-390.
– A. BONET SALAMANCA, La Virgen del Socorro en la Comunidad Valenciana,
pp. 391-406.
– J. R. GONZÁLEZ ROMERO, La devoción a la Virgen del Socorro en
Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), pp. 407-423.
– J. J. BARRANQUERO CONTENTO, La expansión de la devoción a la
Inmaculada Concepción en los señoríos de la Orden de Santiago: el caso de
Montiel, pp. 425-430.
– M. T. LÓPEZ GARCÍA, Consideración sobre los inventarios de bienes de la Ilustre
Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Murcia, pp. 431-440.
2.2. Hay que mencionar también un Congreso Internacional centrado en
una advocación concreta de la Virgen y de gran raigambre en España:
la Virgen de la Cabeza. Del 6 al 8 de marzo de 2003 se celebró el
I Congreso Internacional “la Virgen de la Cabeza en España e
Iberoamérica”. Las actas de este Congreso se acaban de publicar7. Los
títulos de las diversas ponencias y comunicaciones son los siguientes:
– F. J. MARTÍNEZ ROJAS, María en la Iglesia de Jaén, pp. 27-55.
– A. YBARRA, El paradigma simbólico de la Virgen de la Cabeza, pp. 57-86.
– E. GÓMEZ MARTÍNEZ, La difusión del culto a la Virgen de la Cabeza en la
Edad Moderna: las Cofradías y expansión iberoamericana, pp. 87-124.
– S. RODRÍGUEZ BECERRA, Modelos histórico-antropológicos de apariciones
marianas, pp. 125-153.
– D. CONESA FUENTES, Los Trinitarios y la Virgen de la Cabeza, pp. 155-176.
– J. C. DE TORRES MARTÍNEZ, Fe y cultura en torno al culto de Nuestra Señora
7. La Virgen de la Cabeza en España e Iberoamérica: actas del I Congreso Internacional, Andújar, 6
al 8 de marzo de 2003, Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza - Real
526
ScrdeM
ESCRITOS RECIENTES DE MARIOLOGÍA
de la Cabeza de Sierra Morena, pp. 177-195.
– S. GARCÍA ARACIL, María, Madre de la Iglesia. Religiosidad popular y nuevo
milenio, pp. 197-212.
– J. RUBIO FERNÁNDEZ, La Virgen de la Cabeza, una devoción de frontera.
Protohistoria de una advocación secular, pp. 215-226.
– A. BORREGO TOLEDANO, Resurgir de la devoción a la Virgen de la Cabeza en
los primeros años del siglo XX, pp. 227-235.
– J. C. TORRES JIMÉNEZ, Génesis histórica del Santuario de Nuestra Señora de
la Cabeza (1185-1517), pp. 237-302.
– J. V. CASTELLÓ BALLESTER, La Virgen de la Cabeza en la Comunidad
Valenciana: historia y religiosidad, aspectos artísticos y festivos, pp. 303-329.
– E. SALCEDO SÁNCHEZ, Arjona y la Virgen de la Cabeza, pp. 331-335.
– L. PÉREZ MORAL, La reorganización de la Hermandad de la Cabeza de
Cabra, pp. 337-340.
– J. LÓPEZ VALDERRAMA, Torredonjimeno y la Virgen de la Cabeza: una
historia de “amor” narrada a través de mis vivencias, pp. 341-351.
– M. LÓPEZ PEGALAJAR, La Virgen de la Cabeza en las revistas “Don Lope de
Sosa” y “Paisaje”, pp. 353-364.
– F. MARTÍNEZ PAJARES, Reseñas históricas de la Cofradía de Granada,
pp. 365-368.
– G. CALDERÓN ALONSO, La Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza de
Colomera y su significación en su pueblo, pp. 369-391.
– M. D. CRESPO RODRÍGUEZ, Culto y devoción a la Virgen de la Cabeza en la
ciudad de los Reyes (Lima, Perú), pp. 393-399.
– C. ALFÉREZ MOLINA, La Virgen de la Cabeza en la espiritualidad y la cultura
barroca de Priego de Córdoba, pp. 401-412.
– J. SÁNCHEZ HERRERO - S. M. PÉREZ GONZÁLEZ, Las reglas de las cofradías
de Nuestra Señora de la Cabeza de la ciudad de Sevilla de 1564 y 1573,
pp. 413-429.
– R. RETANA ROJANO, La devoción a la Virgen de la Cabeza en Málaga,
pp. 431-437.
– SANTANA RODRÍGUEZ, L., Una cofradía de morenos y pardos bajo la
ScrdeM
527
JOSÉ ANTONIO RIESTRA
advocación de la Virgen de la Cabeza en La Orotava, Tenerife, Islas Canarias,
pp. 439-444.
– J. D. A. GIJÓN GRANADOS, La expansión devocional de Nuestra Señora de la
Cabeza en La Mancha durante la Edad Moderna, pp. 445-459.
2.3. Del 10 al 14 de noviembre de 2003 se celebró en el Real Monasterio
de Guadalupe, en el contexto de las celebraciones del 75 aniversario de
la Coronación Canónica de la Patrona de Extremadura, un Congreso
mariano, el Congreso mariano guadalupense8. Junto a algunos argumentos
de carácter propiamente guadalupano, las ponencias abordaron sobre
todo temas relacionados con la Mariología:
– C. AMIGO VALLEJO, María de Guadalupe coronada, pp. 15-23.
– F. ELIZONDO ARAGÓN, La Mujer en la Historia de la Salvación, pp. 25-33.
– A. GARCÍA ARAYA, María de Nazaret en la Sagrada Escritura, pp. 35-75.
– A. ARÉVALO SÁNCHEZ, Guadalupe, lugar de presencia y encuentro con lo santo,
pp. 77-97.
– J. C. R. GARCÍA PAREDES, María, habitada por el Espíritu Santo, pp. 99-117.
– M. PONCE CUÉLLAR, María, Hija predilecta del Padre. Maternidad y
discipulado, pp. 119-135.
– C. BENAVENTE MATEOS, Guadalupe, santuario de María, pp. 137-147.
– A. MARTÍNEZ SIERRA, Nacido de María de Nazaret (Madre del Verbo),
pp. 149-163.
– A. M. CALERO, María, Madre de la Iglesia, pp. 165-179.
– F. TEJADA VIZUETE, Teología del icono y camarín de Santa María de
Guadalupe, pp. 181-203.
– F. J. CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Guadalupe en la fe de Extremadura
y en la evangelización del nuevo mundo, pp. 205-251.
– S. GARCÍA RODRÍGUEZ, La coronación de Santa María de Guadalupe en su
8. Congreso mariano guadalupense: actas y estudios: Guadalupe 2003, Comunidad franciscana de
Guadalupe, Ediciones Guadalupe, Guadalupe (Cáceres) 2004, 304 pp.
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ScrdeM
ESCRITOS RECIENTES DE MARIOLOGÍA
contexto histórico, teológico y litúrgico, pp. 253-285.
– A. CAÑIZARES LLOVERA, La Virgen María y la evangelización, pp. 287-297.
– A. RAMIRO CHICO, Crónica del Congreso Mariano Guadalupense, 10-14 de
noviembre 2003, pp. 299-304
3. Merece también la pena señalar un libro publicado recientemente en
Zaragoza, en 2003 y al que ciertamente había que hacer referencia en
esta revista: Mantos de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza9. Como se
señala en la Presentación, “nunca se habían publicado todos los mantos de la Virgen, excepto algunas decenas de ellos con motivo de acontecimientos pilaristas”10. El libro cataloga, siguiendo la ordenación del
catálogo histórico, y presenta su fotografía a color, los 410 mantos que
se conservan, hasta febrero de 2003. Es de suponer que esta obra tendrá sucesivas ediciones pues las donaciones de mantos a la Virgen del
Pilar cada año crece más. La costumbre de cubrir la imagen de la
Virgen del Pilar es antigua. Hay un protocolo notarial de 1504 que
transcribe un testamento en el que se manda la confección de un manto
para la Virgen. En 1577 otro notario de Zaragoza hace un inventario
en el que se enumeran 72 mantos. Antiguamente el manto se colocaba
de tal modo que sólo se veían las cabezas de la Virgen y del Niño, como
los atestiguan diversas pinturas. Hoy en día el manto cubre únicamente el Pilar y deja al descubierto la figura completa de la Virgen y del
Niño. Algunos días señalados del año aparece el Pilar sin manto alguno. En el libro aparecen también las dimensiones precisas del manto,
que se coloca sobre un portamantos, apoyado sobre la base superior de
la Columna.
Las fotografías dan una visión estupenda de estos mantos, muchos
de los cuales son auténticas obras de arte. Se indica el donante y el año,
cuando se conocen, y se dan las características del manto: color, tipo de
tela utilizada, ornamentación, etc. Al final del libro hay un índice ono-
9. J. ALADRÉN HERNÁNDEZ, J. M. BORDETAS ALONSO, “Mantos de Nuestra Señora del Pilar
de Zaragoza”, Revista El Pilar, Zaragoza 2003, 222 pp.
10. Ibidem, p. 5.
11. Marianum, 65 (2003), pp. 548-557.
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JOSÉ ANTONIO RIESTRA
mástico de los Mantos.
4. Quisiera finalmente hacer referencia a un artículo del P. Cándido Pozo,
publicado en la revista Marianum: “El acontecimiento salvífico de la
Concepción Inmaculada de María en Eadmero (+1141)”11. Se trata del
texto que leyó con ocasión del VIII premio “René Laurentin - Pro
Ancilla Domini” que le fue concedido el 10 de octubre de 2003.
Parecía obligado hacer referencia a esta efemérides al terminar estas
líneas. Son muchos los méritos del profesor Pozo en el campo de la
mariología: pueden leerse algunos en la “Deliberación para la concesión del premio”, y en el “Discurso de monseñor René Laurentin con
ocasión de la entrega al profesor Cándido Pozo del VIII Premio ‘Pro
Ancilla Domini’”, publicados también en ese mismo número de la
revista. Baste recordar aquí que durante mucho tiempo ha sido vicepresidente de la Sociedad Mariológica Española y Presidente de la
misma, así como su colaboración con Scripta de Maria a lo largo de los
años.
José Antonio RIESTRA
Facoltà di Teologia
Pontificia Università della Santa Croce
ROMA
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