Nº114 NOVIEMBRE 2012 documento de trabajo La implementación de la Estrategia de la UE para el Sahel: entre arenas movedizas Oladiran Bello Acerca de FRIDE FRIDE es un think tank europeo para la acción global, que proporciona ideas innovadoras y análisis rigurosos sobre las principales cuestiones de las relaciones internacionales. Nuestra misión es influir en las políticas y prácticas públicas con el fin de asegurar un papel más eficaz de la Unión Europea en su apoyo al multilateralismo, los valores democráticos, la seguridad y el desarrollo sostenible. Documentos de trabajo Los documentos de trabajo de FRIDE tratan de fomentar un debate más amplio sobre estas cuestiones y ofrecer consideraciones pertinentes para las políticas públicas. La implementación de la Estrategia de la UE para el Sahel: entre arenas movedizas Oladiran Bello Investigador en Fride FRIDE agradece el generoso apoyo a este proyecto por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gran Ducado de Luxemburgo. © Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) 2012. Felipe IV, 9, 1º Dcha. 28014 Madrid (Spain) Tel.: +34 91 244 47 40 Email: [email protected] Todas las publicaciones de FRIDE están disponibles en el sitio web: www.fride.org Este documento pertenece a FRIDE. Queda prohibido todo tipo de reproducción o redistribución, total o parcial, sin el permiso previo de FRIDE. Las ideas expresadas por el autor no reflejan necesariamente las opiniones de FRIDE. Si tiene algún comentario sobre este documento o alguna sugerencia, puede ponerse en contacto con nosotros en [email protected] ISSN: 2172-5845 (Impreso) ISSN: 2172-5853 (Internet) Depósito Legal: M-45716-2010 Contenido Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ 1 I. El enfoque de la UE: integrar el desarrollo y la seguridad ---------------------------------------- 2 II. Los “países centrales” del Sahel --------------------------------------------------------------------------------------------------------- 5 III. Argelia y Nigeria: la ausencia de los países “periféricos” clave --------------------- 12 IV. Reajustar el compromiso de la UE ----------------------------------------------------------------------------------------------------- 16 Conclusión ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 19 LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 1 La implementación de la Estrategia para la Seguridad y el Desarrollo en el Sahel1 ha coincidido con drásticos cambios en la región. Las transformaciones en la configuración geopolítica del Sahel –especialmente tras el conflicto de Libia– han llevado a la Unión Europea (UE) a recalibrar sus planes de implementación con el fin de adaptarlos mejor al nuevo contexto. Sin embargo, los cambios en la orientación geográfica de la estrategia y el enfoque político no han sido lo suficientemente consistentes ni flexibles. El diseño de una estrategia de la UE para la región se debió, sobre todo, a amenazas como Al-Qaeda en el Magreb islámico (AQMI) y las actividades criminales transnacionales en los espacios sin gobierno de la región. A principios de 2012, el establecimiento de una teocracia de facto en Mali por parte de una coalición de grupos radicales islamistas vinculados a AQMI ha exacerbado en gran medida esas preocupaciones iniciales. Lejos de ser un lugar remoto colindante con la vecindad exterior de la UE, el nuevo Sahel es ahora una parte funcional del remodelado norte de África tras la primavera árabe. Ante la creciente inseguridad en muchos de los Estados del Sahel y el declive de la capacidad regional para abordar los potenciales efectos negativos colaterales, la UE debe renovar su compromiso hacia la región. Los intereses europeos en el Sahel incluyen la seguridad de los principales proveedores de energía,2 los gasoductos del Sahara3 y los intereses comerciales asociados,4 así como frenar la inmigración clandestina y combatir las amenazas ocultas en los territorios contiguos a la Unión5 y en el propio continente europeo. No obstante, al centrar la Estrategia para el Sahel inicialmente en los Estados regionales más débiles como Mali, Níger y Mauritania –en detrimento de Nigeria y Argelia, los dos actores centrales de la región– la UE cometió un serio error geoestratégico. Los recientes acontecimientos han puesto de manifiesto los límites de la acción europea sin un compromiso coherente por parte de las potencias regionales. 1. En lo sucesivo, la “Estrategia para el Sahel”. La Estrategia para la Seguridad y el Desarrollo en la región del Sahel de la UE se publicó en septiembre de 2011. Disponible en: http://eeas.europa.eu/africa/docs/sahel_strategy_en.pdf 2. Argelia, la patria de los principales líderes de AQMI, es un proveedor estratégico de energía para la UE. 3. Por ejemplo, se prevé que el Gas Licuado Natural (GLN) de Nigeria, que se abastece a través de gasoductos transsaharianos, crezca en importancia, en la medida que la UE pretende diversificar sus fuentes de energía. 4. Estos incluyen DESERTEC, el proyecto de energía solar de €400 mil millones localizado en el desierto del Sáhara con una capacidad estimada para proveer el 17 por ciento de la energía de Europa para 2050. Ver The Africa Report, septiembre de 2012, p.18. 5. Los enclaves españoles (Ceuta y Melilla, ambos limítrofes con Marruecos), las islas Canarias españolas, y varias islas mediterráneas que pertenecen a Estados miembros de la UE están todos muy cerca de territorios directamente afectados por el conflicto y la inestabilidad en el Sahel. >>> 2 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 Este documento analiza cuatro tipos de retos interconectados para la puesta en marcha de la Estrategia para el Sahel. La primera parte examina el cambio de enfoque de la UE hacia la región, dirigido a conciliar las políticas y corregir los desequilibrios geográficos. La segunda sección analiza la crisis en Mali tras la intervención occidental en Libia y sus efectos desalentadores sobre la cooperación entre los Estados del Sahel. Tercero, se explora cómo el papel secundario originalmente atribuido a Nigeria y Argelia limitó el impacto de la estrategia. Por último, se ofrecen algunas ideas sobre cómo la UE puede recalibrar su compromiso para reflejar mejor las nuevas realidades geopolíticas de la región. I. El enfoque de la UE: integrar el desarrollo y la seguridad Según la Estrategia para el Sahel, los grupos terroristas y criminales aliados en el Sahel representan riesgos inmediatos y de largo plazo para los intereses europeos, debido a su creciente habilidad para aprovechar la débil presencia estatal y otras condiciones imperantes en la región, incluyendo “la extrema pobreza… las frecuentes crisis de alimentos, el rápido crecimiento de la población, la frágil gobernanza, la corrupción [y] las tensiones internas sin resolver”.6 Para hacer frente a estos retos, aboga por intervenciones políticas que integren mejor las dimensiones de desarrollo y de seguridad de las políticas de la UE. En marzo de 2011, el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea adoptó la Estrategia para el Sahel y sentó la identificación de tres países “centrales” –Mali, Mauritania y Níger– como su objetivo principal.7 Tras la reciente consolidación de AQMI en el norte de Mali, la UE ha empezado a prestar más atención a la evolución de esta amenaza junto a los desafíos de gobernanza y el desarrollo en el Sahel, y a actuar a través de su Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD). Un año tras la puesta en marcha de la Estrategia para el Sahel y en medio del deterioro del panorama de seguridad y humanitario en la región, el Consejo de Asuntos Exteriores en su reunión del 23 de marzo de 2012 reafirmó su compromiso para ayudar a abordar los desafíos de la zona. Desde el principio, la Estrategia estuvo mal concebida geográficamente, apenas reflejando las complejas relaciones entre los distintos conflictos a lo largo del Sahel. En palabras de un observador, “la UE tiende a seguir una orientación vertical de Norte a Sur en el Sahel. De hecho, uno podría estirar la región desde el norte de Níger hasta Nigeria [a través del] Chad”.8 Además, la UE ha sobre enfatizado los instrumentos de desarrollo de forma desproporcionada en detrimento de respuestas más basadas en la seguridad y adaptadas a la creciente inseguridad en la región. 6. Estrategia para el Sahel, op. cit., p.2. 7. Conclusiones del Consejo sobre la Estrategia de Seguridad y desarrollo en el Sahel, 21 de marzo de 2011, para. 3. 8. Bérangère Rouppert, “The European Strategy for Development and Security in the Sahel: Rupture or Continuity?”, Suiza: GRIP, 16 de enero de 2012, p.12. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 3 Los recientes cambios en el Sahel se deben a múltiples factores. El papel regional de Libia se ha transformado en la era pos-Gadafi; el grupo Boko Haram en Nigeria es ahora un actor principal en la inseguridad del Sahel, mientras que Argelia se opone rotundamente a la participación de la Unión en la seguridad del área. El compromiso regional de Europa también ha sido selectivo: organismos regionales tales como la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana (UA) han sido sólo gradualmente incorporados en los esfuerzos de implementación. Al mismo tiempo, la desestabilización de Mali y el establecimiento de un régimen islamista en sus territorios del norte socavan la esperanza de la UE de que la estabilidad democrática afiance la asociación con los Estados frágiles del Sahel. El entorno regional cada vez más incierto, en el cual tanto la autoridad estatal y la cooperación regional se han debilitado, pone en tela de juicio los supuestos clave de la Estrategia para el Sahel. Mientras la UE analiza junto con otros socios regionales y demás stakeholders los pasos a seguir para intentar restablecer el Estado de derecho y reconstruir los cimientos de la estatalidad de facto en los Estados más débiles del Sahel, es necesario aprender las lecciones de los últimos acontecimientos. Recientemente, como parte de los esfuerzos de la UE para adaptarse a las nuevas realidades del terreno, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) estableció un Grupo de Trabajo para el Sahel, encargado de evaluar la evolución de la estrategia europea. El grupo hace recomendaciones sobre cómo mejorar la estrategia para producir resultados concretos en el terreno. Entre sus miembros se encuentra el coordinador europeo para la lucha contra el terrorismo, algunas importantes divisiones geográficas, el equipo de planificación militar y representantes del Instrumento para la Estabilidad (IpE). El grupo se reúne informalmente dos o tres veces al mes. La recién creada función de Coordinador Regional para el Sahel también desempeña un papel clave en este proceso. Durante las presidencias sueca (2009) y española (2010) de la UE, se desplegó una serie de misiones de investigación a Mali, Mauritania, Níger y Argelia. Se organizó una segunda ronda de visitas a Nigeria, la UA y la CEDEAO. Pero ni la CEDEAO ni otras organizaciones regionales pudieron participar en el diseño de la estrategia.9 Mientras que la propia UE hace hincapié en la “apropiación” regional, las misiones de investigación no han podido compensar la falta de un verdadero diálogo entre la UE y los Estados regionales con el fin de incorporar sus preocupaciones. Los recientes esfuerzos de la UE para incluir más a las organizaciones regionales reflejan el mayor entendimiento por parte de la UE de las dinámicas regionales, el coste de la falta de coordinación y los efectos negativos que éstos están teniendo sobre los modestos logros de la cooperación al desarrollo de la Unión. Poco a poco y de manera más bien reactiva, la UE también está expandiendo el enfoque geográfico de la estrategia para reflejar la nueva situación de inestabilidad en el Sahel tras el conflicto de Libia. En septiembre de 2011, la UE comenzó a priorizar el compromiso de los gobiernos de la región hacia los esfuerzos antiterroristas como condición para la asignación de fondos. De esta manera, Mauritania y Níger han sido muy cortejados. Asimismo, la 9. Estrategia para el Sahel, op. cit., p. 4. >>> 4 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 UE ha incrementado su ayuda financiera, incluso a través del Fondo Europeo para el Desarrollo (FED), que hasta finales de 2013 aportará €150 millones adicionales.10 Este incremento está en parte dirigido a promover la implicación operativa de los stakeholders locales. La Cruz Roja, por ejemplo, lleva a cabo acciones en nombre de la UE en el norte de Níger. En 2011, la UE estimó que aproximadamente €650 millones del total de la ayuda europea, ya asignada o proyectada, estaba contribuyendo directamente a los objetivos de la Estrategia para el Sahel.11 Con todo, hace muy poco que se decidió invertir directamente en la reforma del sector de la seguridad (RSS) en la región. En algunas partes de la estrategia, se han unido los desafíos policiales y en materia de Estado de derecho con los retos de la RSS.12 La poca claridad en la perspectiva de la UE sobre la seguridad ha limitado las actividades europeas en el terreno. Ha sido particularmente difícil reclutar personal experimentado para cubrir puestos de peligro sin una adecuada seguridad.13 No obstante, la progresiva adaptación de la estrategia está ayudando a abordar estas limitaciones de manera paulatina. En este sentido, los esfuerzos en materia de RSS se han convertido en una prioridad política para cubrir los déficits de seguridad en el enfoque inicial de la estrategia. En el verano de 2012 se desplegó una misión civil de la PCSD en Níger. La EUCAP SAHEL Níger tiene un mandato de dos años y un presupuesto estimado de cerca de €8,7 millones en su primer año. La misión tiene como objetivo fortalecer la capacidad de las fuerzas de seguridad del país para enfrentar las amenazas del terrorismo y el crimen organizado mediante la formación y el asesoramiento. Los repetidos ataques de AQMI sobre ciudadanos e intereses europeos en Níger han demostrado la débil capacidad del Gobierno frente a la amenaza islamista.14 Tras el despliegue en Níger, el Consejo de Asuntos Exteriores del 15 de octubre solicitó la planificación de una operación militar de la PCSD, con vistas a desplegar 150 militares de alto rango para ayudar a reorganizar el ejército de Mali. Estos despliegues militares están inspirados en el experimentado formato de la RSS, más que en una misión armada antiterrorista o de estabilización.15 Sin embargo, las misiones podrían ser demasiado pequeñas como para ser eficaces. La misión EUCAP SAHEL Níger estará compuesta en pleno funcionamiento por una plantilla internacional de 50 miembros, la mayor parte de ellos expertos civiles en materia judicial y policial integrados en la delegación de la UE. Debido a su pequeña escala y su enfoque poco sistemático, tampoco está claro cómo la misión de Níger y la operación prevista en Mali se vincularán con las acciones que contemplan actualmente otros actores subregionales en el marco de la CEDEAO. 10.Ibíd., p.8. 11.Ibíd., p.8. 12. Ibíd., sección 2 sobre “Desafíos”, p.3. 13.Entrevista en la Delegación de la UE en Níger, 11 de noviembre de 2011. 14.“EUCAP SAHEL Níger”, Política Común de Defensa y Seguridad (PCSD), 16 de julio de 2012. Disponible en: http://www.consilium.europa.eu/ eeas/security-defence/eu-operations/eucap-sahel-niger?lang=en 15.El despliegue de EUNAVFOR para combatir la piratería en la costa de Somalia y el océano Índico se diferencia porque es una operación coercitiva en el mar que complementa a otras fuerzas multinacionales que están presentes en el Índico. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 5 A pesar de los esfuerzos del Grupo de Trabajo del Sahel, sigue habiendo muchas carencias que limitan el impacto de la estrategia. Uno de los principales retos ha sido la dificultad del SEAE para cumplir con su papel de coordinación de toda la presencia y acción europea en la región. Francia en particular y en menor medida otros Estados miembros con importantes intereses en la región a menudo operan en paralelo a la Unión. París ha estado intentando europeizar sus esfuerzos impulsando las misiones de la PCSD en Níger y Mali. Con todo, el papel de Francia en el Sahel ha sido uno de los mayores obstáculos a la hora de asegurar el apoyo regional para la Estrategia de la UE. Por ejemplo, Argelia desconfía de Francia y frecuentemente equipara las posiciones de la UE con las de este país. Más allá de Argelia, la hiperactividad diplomática de Francia en el Sahel, sus lazos ubicuos y a menudo complejos con varios actores regionales, así como su papel de portavoz virtual de la UE en la alta política de la diplomacia de crisis en Mali en el Consejo de Seguridad de la ONU contribuye a reforzar esta impresión. Asimismo, no se sabe si las acciones específicas de los Estados miembros han ayudado a la UE a alcanzar sus objetivos de debilitar a las fuerzas extremistas y ayudar a reconstruir las capacidades de los Estados regionales. Un ejemplo de ello es la controvertida decisión hispano-italiana de pagar un rescate a los grupos insurgentes islamistas en Mali en julio de 2012 para asegurar la liberación de cooperantes secuestrados por grupos afiliados a Al-Qaeda. Tanto el SEAE como la Comisión guardaron silencio ante las críticas al pago del rescate. Pareciera que a pesar de los esfuerzos colectivos para avanzar en la implementación de la estrategia, se sigue buscando un enfoque coherente hacia el Sahel.16 Las consecuencias del conflicto en Libia también constituyen un reto clave para la coherencia funcional de la estrategia de la UE en el terreno. La Unión Africana tenía razón al advertir sobre las implicaciones de seguridad de la campaña libia sobre el Sahel. Un efecto colateral y no anticipado ha sido la disminución de la cooperación regional debido a la creciente inestabilidad. Ésta se encuentra en sus niveles más bajos desde el impasse de Mali y la consecuente división regional. II. Los “países centrales” del Sahel La Estrategia para el Sahel enfrenta grandes retos debido a la complejidad de la región, los diferentes enfoques de los actores clave respecto de la crisis de Mali y el lento ritmo de la UE para ajustarse a las nuevas realidades del terreno. Si bien la Estrategia para el Sahel depende de una mayor cooperación regional para marcar una real diferencia, ha conseguido esconder las crecientes divisiones regionales, sobre 16.Thomas Renard, Terrorism and other Transnational Threats in the Sahel: What Role for the EU?, Bruselas: Centre on Global Terrorism Cooperation, 2010, p.5. >>> 6 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 todo desde el conflicto de Libia. Está claro que ahora una cooperación significativa entre los actores locales e internacionales en el Sahel es muy improbable. La situación se complica debido al fracaso de la UE para vincular su estrategia con las iniciativas regionales existentes o complementarlas de manera explícita. Así, la fragmentación de las respuestas regionales a los retos del Sahel se ve exacerbada por las acciones europeas y las de otros actores regionales. De hecho, las divisiones en el Sahel se deben a las realidades regionales. En primer lugar, el análisis de las amenazas a la seguridad en la región ha estado muy centrado en la preocupación sobre AQMI. No obstante, la percepción sobre la amenaza a menudo no ha correspondido con la respuesta necesaria.17 Segundo, la reticencia argelina sin duda representa un problema para la UE, pero la determinación de Argel en la gestión de la crisis de Mali es sólo uno de los muchos retos. La desconfianza general entre los actores regionales se ve agravada por la falta de capacidad y visión de los Estados más débiles. 2.1. La crisis de Mali: nuevo hervidero de inestabilidad A raíz del conflicto de Libia, Mali está en el epicentro del nuevo Sahel. Se están redefiniendo los cálculos estratégicos y las configuraciones de actores. Los flujos de armas y combatientes han exacerbado las inseguridades existentes en Estados como Níger y Mauritania, pero los efectos más devastadores se han visto en Mali.18 La significativa inversión de la UE en el país no se ha visto recompensada. Mali ha recibido importantes cantidades de ayuda a través del FED y el IpE, con un total de €244 millones a finales de 2011, de lejos la mayor suma de los tres países “centrales” de la Estrategia para el Sahel. En 2011, la UE se quejó de la laxa actitud de Bamako respecto del terrorismo en el Sahel, pero siguió expresando al mismo tiempo su disposición para ayudar a restablecer el Estado de derecho y extender la autoridad central a las zonas en contienda del norte. En lugar de la esperada mejora, una rebelión en enero de 2012 dejó el norte de Mali en manos de una coalición similar a la de los Talibán integrada por yihadistas y nacionalistas. Estos acontecimientos tienen serias implicaciones para el país, la región y la Unión Europea. Primero, la escala y la capacidad de la ofensiva rebelde liderada por el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA)19 no tienen precedentes. Reforzada con armamentos sofisticados desde Libia, la rebelión abrumó rápidamente al mal equipado y desmoralizado ejército maliense. La escala de la crisis también empequeñece la limitada capacidad de respuesta militar regional. Además, el Gobierno de Mali no ha sabido manejar ni los viejos ni los nuevos retos del país. Mientras que los tuareg moderados se han acercado al Gobierno central en Bamako, el ejército maliense ha mantenido una postura inflexible a pesar de ser incapaz de imponer una solución 17.Algunos analistas argumentan que además de suponer una amenaza extrarregional poco significativa, la fuerza de AQMI se sobreestima por parte de las agencias de inteligencia occidentales. Varios expertos calcularon que el batallón sur de AQMI contaba con alrededor de 300 hombres antes de la rebelión al norte de Mali. Ver http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2012/07/20127119230807934.html 18.La reunión del Consejo de la UE del 22-23 de marzo de 2012 subrayó su determinación de apoyar a los países del Sahel en la gestión de los efectos secundarios de la crisis de Libia. 19.El nombre del grupo en francés es Mouvement National pour la Libération de l’Azawad (MNLA). LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS 7 OLADIRAN BELLO militar en el norte. Esto sigue un patrón bien establecido: en 2010, el Gobierno había rechazado las ofertas de los líderes rebeldes tuareg para luchar y expulsar a AQIM del norte del país. Esa respuesta de Bamako ha estado influida, sin duda, por la desconfianza mutua entre ambas partes. En segundo lugar, los grupos terroristas y los movimientos separatistas han resurgido más reforzados en el Sahel, y la inseguridad generalizada está minando la cooperación necesaria entre los Estados de la región. En particular, los grupos aliados de AQMI han expulsado de manera oportunista a los separatistas tuareg para consolidar el control islamista en el norte de Mali.20 AQMI también es cada vez más capaz de proyectar su influencia en toda la región, desde el inestable sur de Libia, a través de Mauritania y Níger, hasta el volátil norte de Nigeria. Debido a ello, grupos marginales o poco conocidos como Ansar Deen o Boko Haram de Nigeria han cobrado fuerza a raíz de la convulsión de Mali. Estos acontecimientos han complicado todavía más la capacidad de la UE para dominar el terreno. Tercero, las respuestas regionales e internacionales a la desintegración territorial de Mali han sido incompletas y, potencialmente, podrían empeorar los niveles de inseguridad. La evolución de AQMI de un grupo local a un gobierno de facto, dominando un enclave del tamaño de Francia en el norte de Mali, tiene enormes implicaciones para la implementación de la Estrategia para el Sahel. Las instituciones estatales malienses se han visto muy afectadas por la crisis política y militar en varios niveles, perjudicando el trabajo de la estrategia para fortalecer los actores estatales en la región. La UE ha suspendido su ayuda humanitaria al país tras el golpe militar del 21 de marzo en la capital, pero la reanudación gradual de la cooperación al desarrollo es esencial para reforzar la prestación de servicios sociales y ayudar a la nueva y frágil administración de transición. Mauritania Malí Níger S Senegal Guinea Bissau A Burkina Faso H Togo Benín Ghana Nigeria Chad E Sudán L República Centroafricana Camerún Aunque el archipiélago de Cabo Verde no esté incluido en el mapa, también se define como Sahel. 20.El aliado de Al-Qaeda, MUJAO, y Ansar Deen pretenden extender la sharia a lo largo de Mali en su conjunto. Por el contrario, el MNLA tiene el objetivo secular de fundar un Estado Azawad en el norte de Mali. >>> 8 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 Mientras tanto, los esfuerzos diplomáticos regionales no han conseguido avanzar de manera significativa. Grupos afiliados a AQMI tales como el Movimiento por la Unidad de la Yihad en el África Occidental (MUJAO, por sus siglas en inglés) y Ansar Deen han conseguido utilizar el control de facto del territorio en el norte de Mali en las negociaciones diplomáticas con los insurgentes lideradas por la CEDEAO. La fragmentación entre los grupos insurgentes en el norte también está disminuyendo las perspectivas para una solución política negociada, tal como demuestra el violento desplazamiento de los nacionalistas del MNLA por parte de sus antiguos aliados islamistas. Las circunstancias no parecen muy propicias para avanzar con la vía diplomática. Por consiguiente, la CEDEAO ha reforzado sus esfuerzos diplomáticos con preparativos militares paralelos. La base central de los esfuerzos de la CEDEAO es el despliegue de una fuerza de intervención regional de 3.300 efectivos para proteger al tambaleante Gobierno de transición maliense y garantizar la estabilidad durante el período transicional. Esto podría antagonizar a Argelia y su fuerte oposición a un despliegue militar extranjero en Mali. Por ello, promover la RSS en el país con vistas a restablecer una fuerza militar y profesional capaz de liderar un asalto contra los rebeldes islamistas en el norte se ha convertido en otro elemento de la gestión de crisis de la CEDEAO. El 12 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 2071, solicitando a la CEDEAO una clara descripción de los medios y modalidades de su intervención en Mali. 2.2. El cambio de enfoque de la UE hacia la crisis de Mali El estallido de la crisis en el norte de Mali ha puesto en evidencia la debilidad de los esfuerzos de la UE para integrar sus políticas de desarrollo y seguridad en el Sahel. El limitado enfoque de la UE hacia la crisis en Mali a menudo contradice la reiterada determinación de la Unión de desempeñar un papel más importante en la región. La crisis maliense ha retrasado de forma significativa los planes de recuperación económica y la reintegración política del norte de Mali. La Estrategia para el Sahel preveía un aumento de fondos para responder a crisis en el corto plazo a través del IpE, junto con intervenciones orientadas a objetivos de más largo plazo. El Programa Especial para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo en el Norte21 (al cual la UE contribuye a través de IpE) fue lanzado en 2010 con vistas a fortalecer las funciones estatales malienses, pero las iniciativas, incluyendo la construcción de carreteras, han sido suspendidas.22 El objetivo europeo de proveer alternativas a la juventud del norte más propensa a ser reclutada por AQMI continúa siendo más válido que nunca. Los futuros esfuerzos para relanzar el programa deben aprender de las ideas emergentes en las diversas posiciones de los diferentes actores en el norte. Más allá de las intervenciones dirigidas por el Estado, se necesitan iniciativas más específicas para fortalecer a grupos y jóvenes líderes que han criticado el extremismo violento de los islamistas. Como se ha visto en las diferentes reacciones tras la declaración de la República de Azawad liderada por los tuareg en abril de 2012, también existen 21.Oficialmente conocido como el Programme spécial pour la paix, la sécurité et le développement dans le nord du Mali (PSPSDN), cuenta con 32 mil millones de francos CFA (US$ 69 millones) y tiene componentes que incluyen la gobernanza, la seguridad, el desarrollo, la comunicación y la gestión. 22.Entrevista con un alto funcionario de la UE, 8 de marzo de 2012. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 9 oportunidades para identificar a seculares, moderados y nacionalistas malienses más proclives a la visión de progreso y desarrollo de la Unión. Una de las acciones en curso de la UE es el apoyo a la recién creada Red del Norte de Mali para la Paz y la Seguridad. Esta iniciativa reúne a individuos de distintas comunidades, facciones y profesiones. Actualmente, la red sirve como el principal punto de contacto para las autoridades malienses y los socios internacionales, entre los que se encuentran la Embajada suiza en Bamako, la UE y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La UE no fue capaz de prever la catástrofe humanitaria a raíz de la intervención en Libia. En enero de 2012, más de 200.000 tuaregs malienses que huyeron del caos en Libia llegaron a áreas vulnerables del Sahel afectadas por la escasez de alimentos. Ello exacerbó las condiciones humanitarias y avivó las tensiones existentes entre las distintas comunidades en el norte de Mali. La UE se ha unido a los esfuerzos internacionales para abordar la seria crisis alimentaria en el Sahel, a través de la mejora de la capacidad de recuperación de largo plazo del área. Esto presenta una gran oportunidad para que la UE vincule mejor las dimensiones de desarrollo y seguridad. En este sentido, el 18 de julio la UE aumentó su ayuda a través de la Alianza Mundial para la Iniciativa de Resiliencia en el Sahel.23 Senegal, Gambia, Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger, Chad y Nigeria se encuentran entre los socios internacionales y locales involucrados.24 También se incrementaron los fondos europeos en €40 millones, llegando a elevar la respuesta total a la crisis alimentaria en el Sahel a €337 millones. A pesar de aún necesitar impulso, una Estrategia para el Sahel rejuvenecida podría tener un gran valor añadido en el campo humanitario, dados los recursos y la experiencia inigualable de la UE. Ante la crisis maliense, la UE debe ser más que una “potencia blanda” en la región. Esto podría requerir la integración de una dimensión militar más fuerte en el conjunto de políticas de la Unión, no sólo en apoyo de un posible despliegue de la CEDEAO. Por el momento, como se ha mencionado antes, se está planificando una operación militar que tendrá a cargo la reorganización y la formación de las fuerzas de seguridad malienses. 2.3. Níger y Mauritania: el frágil “centro” En Níger, finalmente se implementó en octubre de 2011 una estrategia nacional antiterrorista para abordar la inseguridad interna y responder a la crisis en el Sahel. La estrategia se centra en el desarrollo social y económico en seis de las ocho regiones del norte del país.25 Sus cinco áreas principales de intervención son el fortalecimiento de la seguridad de los bienes y personas, la creación de oportunidades económicas para la población, la mejora del acceso a los servicios básicos (agua, educación y salud), 23.Esto se conoce en francés como Alliance Globale pour l’Initiative Résilience (AGIR). 24.“La crisis alimentaria del Sahel– la Comisión aumenta la ayuda y lanza la Asociación para la resiliencia en el Sahel”, ver http://europa.eu/rapid/ pressReleasesAction.do?reference=IP/12/613&type=HTML 25.Rouppert, op. cit, p.8. >>> 10 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 la aplicación de la gobernanza local y la integración de los retornados desde Libia, Nigeria y Costa de Marfil.26 El presidente nigerino Mahamadou Issoufou ha estado al frente de los esfuerzos para recabar el apoyo occidental a la acción militar de la CEDEAO en Mali, llegando a afirmar durante su gira por las capitales europeas en junio que Mali podría convertirse en el próximo Afganistán.27 Mientras que su país acogió con beneplácito el despliegue de la misión civil EUCAP SAHEL Níger, el presidente también argumentó que se debía hacer más, tanto por parte de la UE como por otros actores para ayudar a contener la amenaza yihadista maliense. La inquietud de Níger es comprensible por varias razones. Debido a la proximidad de áreas afectadas por el conflicto, Níger ha recibido un gran flujo de refugiados. El descontento entre su propia población tuareg no es distinto al que desencadenó el conflicto en Mali. Históricamente, los levantamientos de los tuareg en ambos países han tendido a seguir patrones similares. Además, Níger se siente acorralado por los grupos islamistas violentos que operan en Nigeria y Mali y se opone al rechazo argelino de los planes de intervención de la CEDEAO.28 Desde la llegada a la presidencia de Mauritania de Mohamed Ould Abdel Aziz en julio de 2009, y pese a las subsecuentes mejoras en las relaciones con Marruecos, Argelia ha expresado su preocupación por ser superado o incluso rodeado por Marruecos, su tradicional rival. Por ejemplo, la campaña antiterrorista de Mauritania desplegada entre julio de 2010 y febrero de 2011 fue recibida con ambivalencia por parte de Argelia. De igual modo, Argel se mostró hostil ante la operación conjunta franconigerina contra el secuestro de dos jóvenes ciudadanos franceses en 2011. Para evitar el riesgo de desestabilización debido al conflicto de Libia, Mauritania ha destinado recursos a un Programa para la Prevención de Conflictos y la Consolidación de la Cohesión Social (liderado por mauritanos negros retornados de Libia). Ello brinda una oportunidad esencial para el trabajo de la UE con el Gobierno en varias áreas de política interna clave para garantizar una mayor estabilidad en el país y una seguridad más amplia en el Sahel. Aun así, la posición regional de Mauritania ha sido variable, a menudo yendo desde la cooperación con Níger, al aumento de tensiones con Mali al apoyo a la obstrucción argelina de la CEDEAO. 2.4. Burkina Faso La visión de la UE sobre el papel de Burkina Faso en la implementación de la Estrategia para el Sahel no está clara. Sin ser uno de los países “centrales” originalmente incluidos en la estrategia, Burkina Faso fue uno de los cuatro países del Sahel cuyos ministros de Asuntos Exteriores participaron en las conversaciones con el SEAE en diciembre de 2011. El creciente papel de Burkina Faso en la diplomacia de crisis en Mali ha llevado al país a la primera línea de las iniciativas diplomáticas de la CEDEAO. El presidente burkinés, Blaise Campaore, fue nombrado por la CEDEAO como mediador jefe desde 26.Ibíd, p.8. 27.“Mali: Dangers of dealing with ‘Afghanistan of West Africa”, BBC website, publicado el 13 de junio de 2012. Disponible en: http://www.bbc. co.uk/news/world-africa-18427541 28.“Mali an international terrorist base”, North Africa United. Disponible en: http://www.northafricaunited.com/Northern-Mail-an-internationalterrorist-base_a1691.html [Consultado el 27 de agosto de 2012]. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 11 el inicio de la crisis de Mali. El ministro de Asuntos Exteriores del país, Jibril Bassole, también ha desempeñado un papel clave en las negociaciones con los insurgentes. La cooperación bilateral de Burkina Faso con la UE y sus Estados miembros ha girado, sobre todo, en torno a cuestiones de desarrollo como la energía y la generación de electricidad. A diferencia de los Estados “centrales”, la UE solo ha reconocido que la estrategia “afecta” a Burkina Faso y Chad. Al mismo tiempo, la Estrategia para el Sahel reconoce el papel protagónico de Burkina Faso en el combate al terrorismo en la región. Una franja del norte del territorio del país se encuentra geográficamente en la zona del Sahel, en la que habita una considerable población de etnia tuareg. Dada la reciente reorientación de la UE que recompensa a Níger y Mauritania por “buenas prácticas” en materia de seguridad, Burkina Faso ha bajado unos cuantos escalones en la lista de prioridades de ayuda de la Unión. No obstante, algunas estimaciones cifran ahora el número de refugiados malienses en Burkina Faso en alrededor de 62.000. Adicionalmente, la ayuda europea a los campos de refugiados en Burkina Faso ha generado tensiones entre los refugiados y la población local, la cual también sufre la escasez de alimentos pero no recibe asistencia ya que nos se les considera como víctimas de una crisis. Mientras tanto, algunos observadores han expresado su preocupación respecto de la interpretación cada vez más amplia de Ouagadougou sobre su mandato de negociación. Algunos ven con recelo el hecho de que el diálogo del ministro Bassole con los insurgentes en Mali haya excluido a algunos grupos, entre ellos el MUJAO. En cambio, Bassole ha mantenido extensas discusiones con Iyad Ag Ghali, líder del grupo Ansar Deen. También los suministros de armas al MUJAO han pasado presuntamente a través de Burkina Faso.29 Mientras tanto, el embajador francés ha expresado su inquietud sobre el papel del país en la negociación de los pagos de rescates. Estos pagos han aumentado en importancia desde la ocupación islamista del norte de Mali. Los Gobiernos español e italiano supuestamente pagaron €15 millones a militantes en Mali para la liberación de tres rehenes europeos el 18 de julio de 2012.30 Voces críticas dudan de si el ministro de Asuntos Exteriores burkinés priorizó la opinión de la CEDEAO o la de su país en estas negociaciones.31 Recientemente, Francia ha reiterado su papel de “facilitador” del rol de liderazgo de Burkina Faso en la diplomacia de crisis regional, reafirmando así los fuertes lazos históricos existentes entre ambos países. El 9 de agosto, el enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas para África Occidental, Said Djinnit, también reafirmó el papel de Burkina Faso pero a su vez advirtió que el país y sus vecinos de la CEDEAO deberían embarcarse en una intervención militar sólo si el Gobierno de Mali lo solicita. Para estimular la cooperación regional y actuar con eficacia junto a la ONU y las organizaciones regionales que trabajan para estabilizar Mali, la UE debe aumentar sus relaciones con Ouagadougou. 29.«Qui livre des armes au MUJAO? », Jeune Afrique 2695, 2-8 septiembre 2012, p.7. Otras fuentes señalan a Qatar como origen de esas armas. Ver Africa Confidential 53/18, 7 de septiembre de 2012. 30.“Tres rehenes europeos liberados en Mali, por $15 millones”. Ver http://au.news.yahoo.com/world/a/-/world/14276733/three-european-hos tages-freed-in-mali-islamists-say-ransom-paid/ 31.Justificando tales sospechas, Burkina Faso solicitó un mayor papel diplomático de Qatar en la crisis de Mali, una proposición rápidamente rechazada por Francia. Ver Africa Confidential 53/18, op.cit. >>> 12 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 III. Argelia y Nigeria: la ausencia de los países “periféricos” clave Las limitaciones de un enfoque basado solo en el “Sahel central” se han hecho evidentes en la medida que Mali se ha sumergido en el caos y la estrategia de la UE no ha sido capaz de impulsar a los actores regionales hacia una cooperación más coherente y eficaz. El éxito de la implementación de la Estrategia para el Sahel requiere que las relaciones con los Estados, las organizaciones regionales y los diversos stakeholders locales sean complementarias y no exclusivas. Las dinámicas en el “Sahel central” no pueden ser fácilmente separadas de aquéllas de sus Estados vecinos considerados periféricos. Durante demasiado tiempo, la distinción que hizo la UE ha dificultado la puesta en práctica de algunos aspectos de la estrategia, particularmente aquellos que requieren de una cooperación económica, humanitaria y en materia de seguridad y de gobernanza dentro de marcos regionales coherentes. Si la UE no incluye de manera significativa a los países periféricos clave como actores centrales en la Estrategia para el Sahel, es probable que la cooperación europea con los actores regionales, incluyendo con la CEDEAO, continúe siendo diluida y de poca utilidad. 3.1. Argelia: el actor clave del norte Argelia es un interlocutor renuente que continúa siendo uno de los eslabones más débiles en los planes de la UE en materia de coordinación y colaboración regional en el Sahel. Pese a la reciente mejora de las relaciones, el diálogo UE-Argelia sobre el Sahel aún tiene que producir resultados tangibles. Incluso tras haber participado en una presentación sobre la Unidad argelina de Enlace y Fusión, que coordina la seguridad con los países vecinos, los diplomáticos de la UE admiten que siguen sin entender con claridad el funcionamiento de la unidad.32 Debido al papel central de AQMI en la promoción del terrorismo y la radicalización en el Sahel, la UE necesita mucho más que una mínima cooperación por parte de Argelia para hacer avances significativos. Además, AQMI tiene sus raíces en Argelia, que es también el país de origen de los líderes de la organización. El grupo ha sido una herramienta útil para la geopolítica argelina. Por ejemplo, Argelia instrumentaliza las actividades yihadistas para obtener ayuda y apoyo militar de Estados Unidos, especialmente desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Argelia también usa a AQMI para aumentar su prestigio regional promoviéndose como baluarte contra el terrorismo en el Sahel. En realidad, el país sufre muy pocos efectos directos de la violencia y la criminalidad de AQMI. La zona de Kabylie en la costa mediterránea es la única parte de Argelia en la cual el grupo mantiene una presencia operacional latente. La insistencia de Argelia en que el diálogo y la coordinación regional excluyan a potencias extranjeras como la UE probablemente sirva para crear un espacio para las proyecciones 32.Ver Rouppert, op.cit, p. 9. Argelia dirige aparentemente la Unidad de Enlace y Fusión en nombre de otros Estados del Sahel. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 13 hegemónicas argelinas y la consolidación de una esfera de influencia sobre los Estados más débiles en el Sahel.33 El compromiso del país con la lucha antiterrorista ha sido cuestionado repetidamente. En el norte de Mali, por ejemplo, se considera que Argelia ha seguido un doble juego al tolerar un nivel bajo de inestabilidad. Supuestamente, eso ha sido para evitar la exploración de petróleo que unas condiciones adecuadas de seguridad hubieran permitido. A Argel le preocupa que el descubrimiento de petróleo en los pozos malienses pueda agotar las reservas de petróleo en sus propias fronteras meridionales.34 Las sospechas europeas sobre Argelia han aumentado también debido a la política inconsistente del país hacia los insurgentes islamistas que controlan el norte de Mali desde comienzos de 2012. Se sabe que Iyad Ag Ghali, jefe del grupo Ansar Deen afiliado a AQMI, se comunica con los servicios de inteligencia argelinos. Argelia sólo apoyó de manera ambigua los esfuerzos regionales e internacionales iniciales para organizar una respuesta militar regional que permitiera restaurar el control del Gobierno en el norte de Mali. Por ejemplo, mientras que Argelia condena oficialmente el control islamista sobre algunas ciudades malienses tales como Gao, donde siete diplomáticos argelinos fueron secuestrados en abril, el país ha mantenido su vehemente oposición al despliegue de una fuerza de estabilización de la CEDEAO en ese lugar. Los orígenes de la no cooperación de Argelia con la UE son variados y están muy arraigados. En abril de 2010, Argelia estableció un Comando Militar Conjunto (CMC) con Mali, Níger y Mauritania. Esta iniciativa, aparentemente con vistas a tener un enfoque común a través de la organización de fuerzas de vigilancia conjuntas, integradas por alrededor de 75.000 efectivos, fue parte de un intento de Argel de reducir la participación europea en las cuestiones de seguridad. Cuando estalló la crisis maliense en 2012, los Estados participantes todavía no habían enviado las tropas necesarias. El 2 de junio de 2011, Argelia lideró los preparativos regionales para enfrentarse a las consecuencias del conflicto de Libia con un ejercicio militar trifronterizo con Mauritania y Mali, seguido una semana más tarde por un ataque conjunto mauritano-maliense contra un campamento de suministros de AQMI en un bosque cerca de Segou, Mali. En diciembre de 2011, Argelia envió instructores al norte de Mali a pesar de haber expresado repetidamente su fuerte oposición al papel de ese país como facilitador del pago de rescates a terroristas. Mientras tanto, Mali y otros Estados de la región señalan algunas políticas argelinas controvertidas. Primero, el servicio de inteligencia del país fue el que condujo a los yihadistas argelinos al norte de Mali. El mismo servicio presuntamente había apoyado varias rebeliones de los tuareg para contrarrestar la influencia de Gadafi. En diciembre de 2010, el presidente de Mali, Toure, temiendo un golpe, apartó a algunos oficiales malienses cercanos a los servicios de inteligencia argelinos. Como ya se ha mencionado con anterioridad, Argelia parece querer mantener la percepción de que existe una continua amenaza terrorista con el fin de promover sus propios intereses. La actitud de Argelia respecto de las unidades de AQMI que 33.Laurence Aida Ammour, “The Sahara and Sahel after Gaddhafi”, CIDOB Briefing 44, enero de 2012. 34.Annette Lohmann, “Who Owns the Sahara? Old Conflicts, New Menaces: Mali and the Central Sahara between the Tuareg, Al Qaida and organised crime”, Peace and Security Series 5, Friedrich Ebert Stiftung, 2011. >>> 14 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 están operando en el Sahel profundo, lejos de su capital, podría verse como un medio término entre la táctica evasiva de Mali y la confrontación directa de Mauritania. Pese a que el Sahel se enfrenta a una mayor desestabilización, se ha pospuesto una reunión de la Unión del Maghreb Árabe (UMA) prevista para octubre de 2012 en Túnez.35 Las persistentes diferencias entre Marruecos y Argelia han retrasado los planes de una cumbre del Maghreb desde que se celebrara la última reunión en 1994. Las sospechas argelinas sobre las intenciones de la UE también se deben a las históricas animosidades con Francia, como un Estado líder en Europa. Como observara un analista: “Argelia cuenta con reservas estimadas en $230 mil millones. Si Francia quiere desempeñar un papel en el mundo árabe … sabe muy bien que la reconciliación con Argelia es un requisito previo esencial. Una Argelia más abierta al exterior y con confianza podría tener un impacto muy positivo en el futuro de la región noroccidental de África y la mediterránea-occidental. Argelia es una pieza clave en el tablero de la región y, a sus 50 años, puede dirigir su futuro. Pero, ¿se atreverá?”36 De hecho, las posiciones incoherentes de Argel sobre el conflicto de Mali han confundido a muchos observadores, especialmente debido a que los intereses más amplios del país se podrían alcanzar mejor en un Sahel estable. Mientras que la CEDEAO estaba trabajando para asegurar la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el uso de la fuerza contra los grupos islamistas en el norte de Mali, la Comisión Conjunta de Personal Militar de la región del Sahel se reunió en Mauritania los días 11 y 12 de julio bajo el liderazgo argelino. En la reunión estaban presentes jefes militares de Argelia, Mali, Mauritania y Níger, con el objetivo de encontrar una solución común a los problemas de seguridad compartidos en Mali y más allá. No obstante, la CEDEAO y otros importantes actores diplomáticos como Senegal, Burkina Faso y Nigeria no fueron invitados. Asimismo, Argelia insiste en la inclusión de todas las partes en las negociaciones diplomáticas, incluyendo a los radicales de Ansar Deen liderados por Iyad Ag Ghali.37 Sin embargo, ante la presión de Estados Unidos, Argelia parece estar suavizando su postura en la medida que avanzan los preparativos para una acción militar internacional en Mali. 3.2. Nigeria: el eje central del sur La expansión de Boko Haram y la creciente sofisticación de sus ataques ponen de relieve la amenaza que representa no sólo para Nigeria sino también para la estabilidad regional en su conjunto. Inicialmente, se consideró como un fenómeno interno nigeriano con pocas conexiones externas, pero la participación del grupo en operaciones de combate en Mali ha llevado a Nigeria a implicarse en los esfuerzos para estabilizar Mali y el resto del Sahel.38 Hasta comienzos de 2012, los diplomáticos de la UE insistían en que 35.“Maghreb summit risks another delay”, Al Magharebia, 13 de agosto 2012. Disponible en: http://www.magharebia.com/cocoon/awi/xhtml1/ en_GB/features/awi/features/2012/08/13/feature-01 36.Francis Ghilès, « Algeria 1962-2012: more questions than answers », Opinión CIDOB 154, 3 de julio de 2012. Disponible en: http://www.cidob. org/es/publicaciones/opinion/mediterraneo_y_oriente_medio/algeria_1962_2012_more_questions_than_answers 37.Al Magharebia, 16 de julio de 2012. 38.Antes que Mali, la única señal de las posibles ambiciones internacionales de Boko Haram había sido el devastador ataque con un coche bomba en la sede de la ONU en la capital de Nigeria, Abuja, en 2011. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 15 Abuja no era una potencia del Sahel.39 Pero la creciente participación de BH en Mali y la exposición directa de Nigeria a los efectos negativos de la crisis maliense están cambiando gradualmente ese panorama. Para Nigeria, la participación de BH en la conquista de Gao en el norte de Mali por parte de grupos islamistas representó una seria escalada en las acciones del grupo. A diferencia de Argelia, que ha conseguido limitar la presencia de AQMI a sus franjas meridionales y el Mali septentrional, la recién descubierta profundidad estratégica de BH en Mali y la alianza con grupos afiliados a Al-Qaeda allí expone gran parte del norte de Nigeria a una amenaza terrorista existencial. La aparente falta de experiencia antiterrorista del país se hizo evidente en el desacuerdo con Estados Unidos sobre las propuestas para clasificar a BH como un grupo terrorista.40 En la medida de lo posible, Nigeria prefiere mantener a nivel local las respuestas a BH, lo que explica en parte su lentitud para movilizar a la CEDEAO con vistas a una acción militar en Mali. Nigeria es un Estado ancla clave en las franjas meridionales del Sahel y la UE debe establecer un compromiso más proactivo con el país en su estrategia para la región. Dado que los múltiples conflictos de Nigeria se ven gradualmente cubiertos por la insurgencia islamista en el norte, sería prudente que Abuja tuviera un papel central en los esfuerzos de la UE para contener las inestabilidades transfronterizas y el contagio desde Mali. La insurgencia de BH tiene sus orígenes en la disfunción política local y los problemas económicos. No obstante, existen signos de posibles vinculaciones logísticas, ideológicas y operativas entre BH y grupos yihadistas internacionales. Recientemente, algunos análisis de los servicios de inteligencia occidentales han reforzado las preocupaciones nigerianas. En junio de 2012, el comandante del Comando de África de Estados Unidos subrayó la existencia de pruebas de una cooperación operativa entre militantes de BH y Al Shabab en Somalia.41 En respuesta, hace poco la UE ha intensificado su compromiso en materia de seguridad con Nigeria. La UE ha estado llevando a cabo diálogos de alto nivel con Abuja. A principios de marzo de 2012, se celebró una reunión entre el coordinador de la lucha antiterrorista de la UE y el asesor para la Seguridad Nacional de Nigeria. Adicionalmente, en febrero se celebró un diálogo entre Nigeria y la UE en Abuja. Sin embargo, podría ser necesario ampliar el enfoque limitado de la Unión de utilizar la ayuda al desarrollo para mejorar la gobernanza en Nigeria con el fin de abordar la desigualdad y los problemas económicos en el norte, donde BH ha atraído simpatizantes. También hace mucho que se espera la puesta en marcha de los planes para una asociación estratégica entre Nigeria y la UE. Reactivar los planes para un compromiso estratégico estructurado y global es vital para ambos socios y para la seguridad del Sahel. A pesar de ello, hasta ahora no se ha actuado con la urgencia necesaria. El documento UE-Nigeria Joint Way Forward de 2009 simplemente reafirma los compromisos conjuntos tales como la Estrategia Conjunta UE-África. Se necesita un enfoque más centrado que priorice los asuntos nigerianos como base para lanzar diálogos más amplios sobre la contribución de Nigeria a los objetivos regionales compartidos, entre ellos la seguridad. 39.Entrevista con un alto cargo de la UE, 24 de febrero de 2012. 40.“Boko Haram: Jonathan under fresh US pressure”, The Guardian (Nigeria) [Consultado el 29 de julio de 2012]. 41.“Africa militant groups training fighters together and sharing funds, explosives”, Reuters [Consultado el 26 de junio de 2012]. >>> 16 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 Además, aún no se han aprovechado por completo las significativas oportunidades que existen para ampliar los compromisos de desarrollo actuales. Teniendo en cuenta el tamaño de Nigeria y las necesidades del país, hacen falta mayores intercambios económicos con la UE con el fin de reducir sustancialmente la pobreza. Nigeria alberga casi un sexto de los africanos y abordar desafíos tales como la creación de empleo, el bienestar social y la gobernanza pública en Nigeria puede contribuir mucho al éxito de la cooperación al desarrollo de la UE en todo el continente africano. La reacción nigeriana a la crisis de Mali y las respuestas regionales a la amenaza de BH en Nigeria están todavía en evolución. En noviembre de 2011, Nigeria se unió a la Unidad de Enlace y Fusión liderada por Argelia. Una cooperación más estrecha entre la UE, Abuja y Argel, acompañada por un mayor apoyo de la CEDEAO, daría un gran impulso a la Estrategia para el Sahel y mejoraría de manera significativa la cooperación regional. Por ejemplo, los militantes de BH fueron presuntamente reclutados por un argelino, Khaled Bernaoui, para ser entrenados en el sur de Argelia ya en 2006. Además, la sospecha de la presencia de BH en Lagdo (Camerún) llevó al cierre de las fronteras de Camerún, Chad y Níger con Nigeria en enero de 2012. El presidente de Chad Déby también visitó Camerún el 29 de diciembre de 2011 para debatir sobre la cooperación contra la amenaza islamista. Poco después, ambos países implementaron un programa de defensa común dirigido por comisiones de seguridad fronteriza conjuntas.42 Tras destacar la falta de una clara división del trabajo entre la UA y las organizaciones subregionales, el gobierno de Chad propuso enviar sus mal equipadas tropas a Mali, lo que desató la protesta de la oposición en el país.43 La muy debatida idea de las brigadas regionales africanas continúa siendo un tigre de papel44 y, por tanto, es muy probable que una fuerza ad hoc de la CEDEAO con efectivos principalmente nigerianos lidere la intervención en Mali. Si la Estrategia para el Sahel ha de tener efectos transformadores, deberá invertir más directa y sistemáticamente en cuestiones internas vitales para la estabilidad de Nigeria con vistas a fortalecer al gigante de África Occidental para que pueda cumplir un papel estabilizador regional. IV. Reajustar el compromiso de la UE La inadecuada atención de la UE a los Estados “centrales” y la necesidad de abordar los retos en el Sahel dentro de un marco más amplio que incluya tanto al África Occidental como al Maghreb se han hecho evidentes. La incertidumbre sobre cómo incluir completamente a Argelia y Nigeria continúa siendo una de las principales debilidades a 42.Ammour, op. cit. 43.Radio France International (RFI) informe, 20 de agosto de 2012. 44.“Standing by to Standby: the African peacekeeping force with more problems than solutions”, The Daily Maverick (South Africa), 14 de agosto de 2012. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 17 la hora de implementar la Estrategia de la UE para el Sahel. Aunque ahora se reconoce esa necesidad, durante mucho tiempo se desestimaron las sugerencias en este sentido por considerar que desviaban la atención lejos de los países “centrales”. A pesar de los debates a nivel europeo sobre cómo establecer una relación más estrecha con Nigeria y Argelia,45 eso aún no es una prioridad. Algunos estudios han subrayado la necesidad de superar la desconfianza mutua existente entre la UE y Argelia como parte de los esfuerzos para desarrollar un compromiso significativo con los “socios imprescindibles” de la región. Tanto Argelia como Nigeria son “potencias hegemónicas” en sus respectivos subsistemas del Maghreb y de África Occidental que limitan con el Sahel. Ambos tienen cada vez más un interés directo en abordar los retos de seguridad en la región. Argelia siente que tiene la suficiente influencia como para dar forma unilateralmente a la arquitectura de cooperación en el Sahel.46 Además, la priorización de los Estados “centrales” por parte de la UE ha cerrado el camino para que Nigeria actúe como movilizador regional y lidere la CEDEAO en la gestión de crisis ante la creciente inestabilidad en el patio trasero del Sahel. Los profundos vínculos institucionales de la CEDEAO con los Estados afectados –el núcleo original de Mali, Mauritania y Níger, más Burkina Faso, Senegal y Nigeria– habrían justificado la participación del organismo subregional en el diseño de la Estrategia para el Sahel desde el principio. Sin embargo, a pesar del objetivo de la UE de “apoyar a los países del Sahel y sus iniciativas y no sustituirlas”,47 la participación sustantiva de la CEDEAO no comenzó hasta mucho después de la elaboración de la estrategia. La CEDEAO está considerada como uno de los socios regionales privilegiados de la UE en África. Se beneficia cada vez más de la ayuda antiterrorista de la UE, incluyendo en términos de la recopilación de inteligencia y la capacitación a nivel general. Los proyectos concedidos a la CEDEAO hasta ahora han incluido el Proyecto de Paz y Seguridad y el Plan de Acción contra las Drogas y el Crimen, los cuales conjuntamente recibirán €60 millones de la UE desde 2012 a 2017. Asimismo, la UE ha estado apoyando iniciativas multilaterales entre los actores regionales, entre ellos el Colegio de Seguridad del Sahel y el sistema de información de la Policía del África Occidental. Pero a pesar de estos programas la amenaza terrorista en la región ha crecido, lo que exige una mayor presencia de la Unión. Propuestas específicas en este sentido incluyen una contribución de la UE a los activos de vigilancia y aire móviles para fortalecer las capacidades regionales.48 Tras la decisión de la UE de comenzar a planificar una misión de la PCSD en Mali, la CEDEAO ha incrementado sus solicitudes de apoyo militar europeo adicional. Después de celebrar algunas reuniones de alto nivel en el marco de la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2012, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó una intervención de la CEDEAO, supuestamente aumentando así la presión para un mayor compromiso de la UE, tanto directo o indirecto a través del apoyo a las fuerzas de la CEDEAO. Al inicio de la crisis, la UE había declarado, en un 45.EEAS presentation, Transatlantic Symposium on Dismantling Transnational Illicit Networks, Lisboa, 18 de mayo de 2011, p.6. 46.Tales ambiciones de organización regional son evidentes en los marcos liderados por Argelia, como el Comando Militar Conjunto basado en Tamanrasset y establecidos en 2009 para coordinar la cooperación antiterrorista entre Argelia, Mauritania, Mali and Níger. 47.Presentación del SEAE, op. cit., p.13. 48.Ver por ejemplo, Simon, Mattelaer y Hadfield, op.cit, p. 29. >>> 18 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 comunicado de la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad del 23 de julio, su apoyo, en principio, a una acción militar de la CEDEAO.49 El Consejo de Asuntos Exteriores celebrado en octubre invitó a la Alta Representante y a la Comisión a explorar opciones para un apoyo adicional, incluso en el ámbito de la planificación, y el Consejo Europeo aprobó el 19 de octubre el apoyo de la UE a una fuerza militar internacional en la región. La UE debe apoyar, de manera urgente, los planes de la CEDEAO para un compromiso conjunto más coordinado y orientado al futuro para contener la crisis de Mali. Esto podría resultar decisivo, dado que la propia CEDEAO posee considerable experiencia en la consolidación de la paz regional. Para la CEDEAO, la insurgencia en el norte de Mali ha alcanzado un umbral crítico sin precedentes para la intervención militar. Sus condiciones para una intervención incluyen la existencia de un conflicto entre sus Estados miembros, así como otros factores desencadenantes como un conflicto interno que ocasiona un desastre humanitario, una amenaza para la paz o incluso atrocidades masivas tales como la violación de los derechos humanos a gran escala. El conflicto maliense es una situación sin precedentes para la CEDEAO y, por tanto, a diferencia de sus intervenciones previas, la organización busca un amplio apoyo internacional, incluyendo la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para iniciar acciones militares.50 La eventual aprobación podría también crear un mayor margen para la colaboración de la CEDEAO con Estados no miembros como Argelia, Marruecos, Libia y Chad.51 También será una oportunidad para testar la interpretación matizada y amplia de la CEDEAO del principio de responsabilidad de proteger (R2P). El organismo regional ha tratado de segmentar medidas relacionadas con la R2P en tres diferentes elementos, entre ellos la responsabilidad de prevenir, reaccionar y reconstruir. La crisis de Mali y sus potenciales ramificaciones regionales refuerzan la necesidad de una intervención liderada por la CEDEAO con respaldo de la UE. Por ejemplo, una de las mayores amenazas para la seguridad regional y los intereses europeos es una alianza a gran escala entre las redes de narcotráfico que cuentan con respaldo estatal. Esto ya se ha hecho evidente en la presunta colaboración entre las organizaciones criminales que operan en países del África Occidental, como Guinea Bissau, y en el caso de los grupos yihadistas en Mali.52 Por otra parte, unos buenos incentivos a la vez que presiones por parte de la UE podrían alentar a Argelia a participar más en la región, lo que potencialmente podría poner en marcha el apenas existente diálogo entre la CEDEAO y Argelia sobre seguridad regional.53 Con el tiempo, recalibrar el compromiso de la UE con la CEDEAO podría complementar la influencia de Argelia en el Sahel. Ello es vital ya que el dominio de Argelia de las disposiciones de seguridad ha resultado problemático con los “países centrales” 49.“EU ready to back African stabilisation force in Mali”, EUbusiness, 23 de julio de 2012. Disponible en: http://www.eubusiness.com/news-eu/ mali-politics.hu8/ 50.Reflejando este esfuerzo, la UA proporcionó un apoyo temprano a todas las decisiones de la CEDEAO sobre Mali. Ver http://news.CEDEAO.int/ presseshow.php?nb=198&lang=en&annee=2012 51.La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2056 del 5 de julio de 2012 expresó su deseo de revisar el pedido de mandato de la CEDEAO, pero enfatizó la necesidad de sanciones para restaurar la paz. 52.Ver Ammour, op.cit. 53.Melanie Cathelin, “EU’s Africa policy after Lisbon”, informe de conferencia, 18 de octubre de 2011, p.3. Disponible en: http://www.iss.europa. eu/uploads/media/Conference_Report_EU_Africa_Foreign_Policy_FINAL.pdf LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO 19 más pequeños. Las sospechas sobre las intenciones argelinas están muy extendidas entre sus vecinos contiguos. Si esta cuestión no se aborda, se corre el riesgo de acabar con la cooperación cuando la colaboración decisiva es más necesaria que nunca. Parte de la evidencia radica en la insistencia argelina en que la fuerza conjunta regional antiterrorista de alrededor de 75.000 efectivos excluya de manera explícita la posibilidad de la participación extra regional. Un compromiso más hábil por parte de la UE con las potencias regionales tales como Argelia y Nigeria y los organismos regionales como la CEDEAO darían voz y tranquilidad a los Estados más pequeños mientras que inhibiría los efectos adversos de las ventajas de poder asimétricas de Argelia, así como la crisis interna y las distracciones de Nigeria. Conclusion La Estrategia para el Sahel se ha ido adaptando lentamente a las cambiantes dinámicas de una región muy compleja. A pesar de sus deficiencias, se va convirtiendo en un proyecto que podría ayudar a movilizar a los actores regionales fragmentados en torno a objetivos compartidos. Aunque sigue siendo un reto importante para la UE cómo involucrar con éxito a todos los actores regionales importantes –incluidos la CEDEAO, Nigeria y Argelia–, que son imprescindibles para un enfoque regional viable. Las conexiones negativas entre los sistemas de conflicto en las áreas centrales y periféricas en el Sahel demuestran que es necesario un enfoque más holístico por parte de la UE que vaya más allá de los limitados compromisos bilaterales. Por consiguiente, la UE necesita aprovechar de manera proactiva el potencial regional de Estados clave como Nigeria y Argelia. El impacto de la estrategia se ha visto limitado por un ámbito geográfico inadecuado, una conexión operativa poco clara con los grandes marcos regionales y la reticencia inicial en considerar un compromiso más serio y directo en materia de seguridad. Entre los acontecimientos imprevistos se encuentran la onda expansiva de desestabilización provocada por el cambio de régimen en Libia y la implosión de Mali. Las acciones de la UE no han conseguido impedirlos y éstos han afectado la ejecución de la estrategia. La Estrategia para el Sahel requiere de una mayor flexibilidad operativa para poder responder a las perspectivas de evolución, pero la adaptación se complica por los problemas de coordinación en la región. En el frente humanitario, la región estará en mejores condiciones para hacer frente a la cada vez peor crisis humanitaria si la ayuda internacional se centra en promover una mayor capacidad de recuperación en la región. El conflicto de Libia ha provocado desplazamientos masivos a la vez que ha diseminado armas y combatientes a lo largo de la región. A principios de 2012, estos desplazamientos a su vez han exacerbado las vulnerabilidades ecológicas de larga data como la inseguridad alimentaria hasta crear una de las peores emergencias humanitarias que se han visto en la región en décadas. Los incipientes esfuerzos internacionales para fortalecer los mecanismos de recuperación regional y local, entre ellos la Asociación para la Resiliencia en el Sahel encabezada por la UE, deben estar >>> 20 DOCUMENTO DE TRABAJO 114 mejor dirigidos. Tales esfuerzos no han conseguido aprovechar las capacidades naturales de recuperación de la región. Un aumento de las inversiones en iniciativas tales como la Iniciativa Gran Muralla Verde para el Sáhara y el Sahel podría tener repercusiones positivas para respaldar la auto-sustentabilidad de las comunidades. Las acciones de la FAO, la ONU y otras organizaciones también podrían no pasar la prueba de sustentabilidad en el largo plazo a menos que se tenga en cuenta, de manera más sistemática, la experiencia y los conocimientos locales. Existe la necesidad de sintetizar más claramente los puntos de vista de las ONG, las comunidades, los activistas y los expertos para informar mejor a los actores externos en cuanto a la gestión del medio ambiente, la agricultura, la seguridad alimentaria y el cambio climático como impulsores clave del conflicto en el Sahel. Si la UE quiere tener finalmente un impacto sostenido en los retos interconectados de esta vasta región que limita con la vecindad sur de Europa, debe prestar un apoyo militar sin precedentes a la CEDEAO y a la región. Como mínimo, esto debería implicar un serio apoyo militar y logístico a una fuerza regional con un claro mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. De manera más inmediata, se debe restituir la ayuda financiera de la UE a Mali, suspendida tras el golpe. Sin ella, el país no tiene ninguna posibilidad de superar el profundo impasse político y no será capaz de detener el deterioro cada vez mayor a nivel político y de seguridad. El Consejo de Asuntos Exteriores de octubre ha condicionado la reanudación de la ayuda a una hoja de ruta política y a un progreso tangible de la transición en Mali. Sin embargo, la ayuda de la UE para expedir el despliegue de una fuerza internacional en Mali ofrece una de las mejores esperanzas para superar el estancamiento en el triunvirato gobernante en el país, integrado por el líder de la junta, Amadou Sanogo, el presidente de la transición, Dioncounda Traore y el primer ministro Cheik Modibo Diarra. Sin duda, la crisis de Mali es de naturaleza diferente –y potencialmente de una mayor dimensión– a las que ha experimentado el África Occidental hasta ahora. Por ello, contener el potencial contagio regional debe ser la mayor prioridad de la UE. La participación yihadista global anima a grupos insurgentes regionales como Boko Haram y, por tanto, algunas franjas de la región corren serios riesgos de desestabilización desde Senegal, pasando por Níger hasta llegar a Chad. Al mismo tiempo, las capacidades de respuesta nacional y regional parecen ser muy insuficientes. Por otra parte, el peligro potencial de una rivalidad geopolítica entre actores regionales como Argelia y la CEDEAO, precisamente cuando se necesita una mayor cooperación regional, debe alentar a la UE a vincular más estrechamente a ambos actores a los esfuerzos de ejecución de la Estrategia para el Sahel. Por consiguiente, la UE debería orientar mejor su diálogo político y su apoyo financiero para impulsar a los principales actores regionales a armonizar sus a menudo fragmentadas iniciativas políticas, diplomáticas y militares. LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LA UE PARA EL SAHEL: ENTRE ARENAS MOVEDIZAS OLADIRAN BELLO DOCUMENTOS DE TRABAJO RECIENTES 113 La ambivalencia de los Islamistas sobre los Derechos Humanos, Moataz El Fegiery, Octubre 2012 112 Cómo puede la UE adoptar un nuevo tipo de apoyo a la democracia, Milja Kurki, Marzo 2012 111 El impacto de la crisis del euro en la política exterior europea, Richard Youngs, Noviembre 2011 110 Francia y la primavera árabe: una política oportunista, Barah Mikail, Octubre 2011 109 ¿Profundizar el multilateralismo a través de las Asociaciones Estratégicas de la UE?, Susanne Gratius, Septiembre 2011 108El déficit de seguridad en el sur del Cáucaso, Jos Boonstra, Neil Melvin, Mayo 2011 107 La construcción de un estado inclusivo: el género en las situaciones de post-conflicto, Clare Castillejo, Marzo 2011 106 Los malentendidos de la promoción de la democracia, Richard Youngs, Enero 2011 105 Asociaciones estratégicas más eficaces para la UE, Giovanni Grevi, Diciembre 201o 104 Sucesiones orquestadas y estabilidad en el mundo árabe, Kristina Kausch, Noviembre 2010 103 Alcanzar la seguridad mediante la democracia: Entre la aspiración y la pretensión, Richard Youngs, Octubre 2010 102 El fin de la condicionalidad democrática, Richard Youngs, Septiembre 2010 101 El Golfo en el nuevo orden internacional: ¿una potencia emergente olvidada?, FRIDE, Septiembre 2010 100 Cómo revitalizar la ayuda a la democracia: la perspectiva de los receptores, Richard Youngs, Junio 2010 99 La Asociación Oriental de la Unión Europea: Un año de retrocesos, Jos Boonstra y Natalia Shapovalova, Mayo 2010 98 La UE y el círculo vicioso entre pobreza y seguridad en América Latina, Susanne Gratius, Mayo 2010 97 The Gulf takes charge in the MENA region, Edward Burke and Sara Bazoobandi, Abril 2010 96 Is there a new autocracy promotion?, Peter Burnell, Marzo 2010 95 ¿Cambio o Continuidad? La política estadounidense hacia Oriente Medio y sus implicaciones para la Unión Europea, Ana Echagüe, Marzo 2010 94 Las políticas europeas de resolución de conflictos: una construcción de la paz truncada, Fernanda Faria y Richard Youngs, Marzo 2010 93 Por qué la Unión Europea necesita una política más amplia hacia Oriente Medio, Edward Burke, Ana Echagüe y Richard Youngs, Febrero 2010 21 Felipe IV, 9, 1º Dcha. 28014 Madrid (Spain) • Tel.: +34 91 244 47 40 • [email protected] www.fride.org