Ansiedad en la consulta de guardia

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
DEPARTAMENTO DE POSTGRADO
“ANSIEDAD EN LA CONSULTA DE GUARDIA”
CARRERA DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA INTERNA
Directores:
Prof. Dr. Eduardo L. Rodríguez
Prof. Dr. Jorge G. Martínez
Prof. Dra. María E. Rodríguez
Autor:
JUAN MANUEL VIA ALVARADO
Año de publicación: 2011
“ANSIEDAD EN LA CONSULTA DE GUARDIA”
RESUMEN
Debido a la alta frecuencia de los trastornos de ansiedad y a la falta de información en
nuestro medio, se condujo un estudio observacional, descriptivo y diagnóstico,
utilizando un instrumento rápido que no necesita preparación previa para su
administración e interpretación, de bajo costo, con sensibilidad y especificidad mayores
al 80%, como lo es la Escala de ansiedad y depresión de Goldberg modificada por el
autor, para detectar casos probables de la trastornos ansiosos. Sirvieron de muestra
individuos que se presentaron de forma espontánea en el Servicio de Emergencias,
realizándose 120 cuestionarios en pacientes entre 18-65 años de los cuales incluímos
100. Los participantes fueron divididos en dos grupos iguales según su género, el resto
se excluyó por presentar patologías cardíacas, endócrinas, pulmonares o relación con
fármacos cuya ingesta o supresión podrían simular algún desorden de ansiedad.
Encontramos que la hipertensión arterial fue la comorbilidad más frecuente,
apendicectomía el antecedente más referido, el dolor abdominal el motivo de consulta
más importante y que los empleados fueron el grupo mayoritario en la consulta.
Obtuvimos 11 escalas positivas para caso probable (11%), cifra que no difiere de las
publicaciones consultadas, con la particularidad de que 6 de ellas (54.54%)
correspondían al grupo de los hombres y 5 (45.45%) al de las mujeres, valores que
fueron hallados en un rango etáreo entre 27-44 años.
Estos datos no se corresponden con la bibliografía que describe una mayor frecuencia
en el sexo femenino. A su vez, debemos destacar que la gran mayoría de las encuestas
reflejaban criterios de severidad en ambos grupos, siendo los trastornos del sueño y la
preocupación por la salud los disturbios preponderantes. Sin embargo, ninguno de los
individuos diagnosticados había consultado alguna vez con un especialista.
Concluímos que los Servicios de Urgencias constituyen sitios en donde los desórdenes
de ansiedad representan consultas frecuentes y repetidas, por lo que debemos poner en
práctica métodos diagnósticos útiles y rápidos, detectando casos probables con el fin de
lograr una derivación oportuna y un tratamiento definitivo.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad los diferentes establecimientos de salud públicos y privados
constituyen sitios de consulta de patologías orgánicas graves que requieren un
diagnóstico y tratamiento rápido por la jerarquía con la cual comprometen la vida, y de
otras, de naturaleza no orgánica que no revisten severidad en el corto plazo, pero
libradas a su evolución natural sin tratamiento oportuno, provocan sintomatología capaz
de alterar las actividades cotidianas de un individuo, interferir con la vida social y
laboral, ocasionando distintos grados de incapacidad, siendo en algunos casos
invalidantes.
Un claro ejemplo de estas últimas son los trastornos mentales, los cuales constituyen
uno de los problemas de salud más frecuentes que los profesionales de atención
primaria atienden en la consulta. Se estima que el 15% de las personas presentará algún
trastorno psicopatológico a lo largo de la vida (excluído el abuso de sustancias), y que la
mayor parte serán procesos de larga duración 1.
Los trastornos de ansiedad son las enfermedades psiquiátricas de mayor prevalencia en
la población y se encuentran en 15-20% de los pacientes que acuden a la consulta 2,3,
más de la cuarta parte de los pacientes que asisten a la consulta externa experimentan
alguna forma de ansiedad 4. Numerosos trabajos en los últimos 30 años han hecho
énfasis en la alta frecuencia de estos desórdenes y en sus consecuencias en la calidad de
vida de los afectados 5.
Bajo esta denominación se incluyeron en las clasificaciones del Manual Diagnóstico y
Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM) IV de 1994, actualizado en
el 2001, un conjunto de patologías de gran importancia epidemiológica que afectan a
una de cada cuatro personas a lo largo de la vida 6, con graves implicancias debido a la
alta morbilidad que provocan en términos de incidencia y prevalencia 7.
Desde su descripción original en el año 1871 8, el trastorno de ansiedad generalizado
(TAG) ha presentado una prevalencia aproximada de por vida del 5-7% 3, comenzando
usualmente antes de los 25 años, siendo la incidencia en hombres la mitad respecto de la
mujeres 2. En numerosas oportunidades se encuentra asociado a otros trastornos de
ansiedad y depresión 2,5, siendo esta última la enfermedad psiquiátrica más
frecuentemente hallada, ocurriendo en casi dos tercios de los pacientes 2.
Los trastornos de angustia han sobrepasado a los depresivos como los más frecuentes, el
TAG es tres a cinco veces más frecuente que el trastorno de pánico y afectan de forma
similar poblaciones con obvias diferencias socioculturales y económicas 4. Existen
factores de riesgo donde se incluyen historia familiar de esta condición, incremento en
los niveles de stress y antecedentes de trauma físico o emocional 2,7.
Las manifestaciones más características del TAG son la presencia de múltiples e
intensas preocupaciones difíciles de controlar, tensión muscular, intranquilidad difusa,
dificultad para concentrarse, insomnio, irritabilidad y fatiga 2,4,5,7,9,10,11,12,13, siendo
característica la “espera angustiosa” que corresponde a expectativas catastróficas
respecto de los seres queridos o del mismo paciente, el cual se siente todo el tiempo
inexplicablemente tenso e inquieto 2,4.
Se considera que la tensión muscular y la hipervigilancia son los síntomas que
diferencian mejor al TAG de otros trastornos de ansiedad, aún más que la actividad
autonómica encargada de producir las manifestaciones somáticas y viscerales 4,5.
Para arribar al diagnóstico correcto, la ansiedad y la preocupación deben prolongarse
por más de seis meses y asociarse a por lo menos tres de los síntomas mencionados
anteriormente 2,7,12.
Se estima que el compromiso del funcionamiento social u ocupacional del individuo
afectado es leve o moderado, sólo excepcionalmente severo 4 y de no mediar
tratamiento, el curso es típicamente crónico con baja tasa de remisión 2,4.
Está demostrado que las personas con enfermedades físicas crónicas o graves suelen
tener un problema de salud mental coexistente 14. Sabemos que la Diabetes, las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias representan
patologías crónicas con incidencia de ansiedad y depresión mayor que la población
general 14. Un 20 % de los pacientes con asma y EPOC padecen depresión grave y/o
ansiedad, las cuales se relacionan con el empeoramiento de los síntomas respiratorios y
con la reducción de la función pulmonar 7,15.
El TAG se asocia a un aumento del riesgo de accidentes cardiovasculares del 74%,
siendo un factor de riesgo modificable importante en pacientes con enfermedad
coronaria, por lo cual la evaluación y el tratamiento de la ansiedad podrían ser
considerados como parte del tratamiento integrado de estos individuos16.
Otra manifestación sobresaliente de las neurosis de angustia es la presencia de “ataques
de pánico”, el cual constituye un motivo frecuente en la consulta médica 4,9, dado que
hasta un 3-8% de los pacientes son vistos por los médicos de atención primaria 17
habitualmente en un consultorio de urgencias 7. Se define como un período corto de
miedo, vivencia de muerte inminente o malestar intenso que alcanza su acmé
aproximadamente a los diez minutos, sumado a por lo menos tres de catorce síntomas
físicos descriptos como palpitaciones, temblor, sensación de asfixia, mareos, náuseas,
parestesias, opresión precordial, entre otros 4,1.
El inicio presenta distribución bimodal con máxima incidencia en la adolescencia tardía
y alrededor de los 35 años 3,17. Muchos individuos con síndromes médicos inexplicados
como intestino irritable, dolor precordial con resultados negativos de pruebas
cardiológicas, palpitaciones y síndrome de la fatiga crónica, han mostrado altas tasas de
trastorno de pánico coexistente 17, además el 75% de los pacientes satisfacen los
criterios de depresión mayor en algún momento de su enfermedad 3 y una aumentada
frecuencia de ansiedad en la adultez temprana 17. El screening para trastorno de pánico
no se encuentra recomendado de rutina, pero puede ser útil en aquellos individuos que
consultan asiduamente por síntomas inexplicados 17, de hecho el 70 % de los pacientes
con crisis de angustia fueron vistos por diez o más generalistas antes de un diagnóstico
correcto 7.
Dado que estas enfermedades se consideran diagnósticos de exclusión 4, existe una
tendencia a descartar patologías orgánicas específicas antes de concluir que los signos y
síntomas que presentan los consultantes tienen origen psíquico 2 lo que demanda una
gran utilización de recursos humanos, tecnológicos y económicos que no resultan en
soluciones de raíz 7, con grave repercusión en la vida cotidiana 3.
Teniendo en cuenta que el médico de atención primaria dispone de tiempo limitado en
la consulta 18 y la importancia del diagnóstico en la primera puerta de entrada como
suele ser la del generalista 7, planteamos la utilización de la Escala de ansiedad y
depresión de Goldberg (EADG) cuya versión original data del año 1988, basada en
evaluaciones psiquiátricas complejas 19, diseñada para ayudar a reconocer mejor los dos
trastornos psicopatológicos más frecuentes, resultando un elemento útil para la
detección 20 ya que a menudo no son diagnosticados en las consultas clínicas
habituales 13.
Este instrumento sencillo, breve, de muy bajo costo, de fácil aplicación y manejo, que
no exige entrenamiento especial para su aplicación e interpretación, bien aceptada por
los pacientes, puede ser usada por profesionales de la salud no psiquiatras o estudiantes
de medicina 13, 19, 21, permitiendo integrar fácilmente la salud mental en la atención
primaria 14.
Si bien ningún test, escala o cuestionario debería considerarse determinante del
diagnóstico por sí mismo o sustituir una correcta evaluación clínica 1, 21, la EADG, que
indaga sistemáticamente la presencia de signos y síntomas vinculados con las entidades
psiquiátricas más prevalentes orienta al médico hacia una evaluación más selectiva 3,
resultando útil como guía de la entrevista en la detección de enfermedades mentales,
como indicador de prevalencia, gravedad y evolución de las mismas 13, logrando así una
pronta derivación al especialista correspondiente mejorando la demora en el
diagnóstico, el retraso en el inicio del tratamiento, la utilización racional de métodos
complementarios y por sobre todo la calidad de vida de los pacientes optimizando el
pronóstico clínico 3 dado que sólo el 15-20% de estos individuos son vistos por el
psiquiatra 7.
La repercusión de los desórdenes de ansiedad en la salud y la calidad de vida, además
del costo económico y social, hacen necesaria una actuación integrada y coordinada que
aborde el problema desde la prevención, la detección precoz, la reinserción y el apoyo
social al enfermo y sus familias 1 con el fin de reducir los niveles de ansiedad y los
costos totales de los cuidados en salud 17.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño del estudio y muestra
Se condujo un estudio observacional, descriptivo y diagnóstico, realizado en el Servicio
de Guardia del Instituto Médico Platense SRL sito en calle 51 número 315 de la Ciudad
de La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde Noviembre del año 2009 a
Marzo del 2010 se evaluaron 120 pacientes que se presentaron de forma espontánea en
el Servicio de Emergencias, de los cuales 100 fueron incluídos.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la institución participante, todos los
pacientes recibieron información detallada acerca de la naturaleza del mismo y
consintieron de forma verbal la realización del cuestionario. El autor se encargó de los
costos y del diseño del estudio, el análisis de los datos, la realización del manuscrito y
de su publicación. Las instalaciones se utilizaron con el consentimiento de su
propietario, el cual no tuvo ningún rol en el análisis de los datos y la presentación del
trabajo.
Diseño de la encuesta
Se utilizó la EADG (Versión adaptada al castellano por A. Lobo y cols.), obtenida de
una publicación periódica del año 2005. La versión original fue modificada por el autor,
agregándose: nombre y apellido del participante, edad, documento nacional de
identidad, dirección, ocupación actual, obra social, antecedentes patológicos,
medicación habitual y motivo de consulta. Todos los pacientes fueron evaluados
consecutivamente con la misma escala modificada durante cinco meses, realizándose
ambas subescalas a todos ellos, teniéndose en cuenta solamente la de ansiedad en la
interpretación de los datos.
La EADG es un instrumento de cribaje para detectar ansiedad y depresión 13,18,19,20,21,
derivada de cuestionarios más extensos utilizados por médicos psiquiatras 19, de
aplicación heteroadministrada 21, que proporciona preguntas claves para guiar la
entrevista clínica 13, en la que se interroga al paciente sobre si ha presentado en las
últimas dos semanas algunos de los síntomas a los que hacen referencia los ítems; no se
puntúan los síntomas que duren menos de dos semanas o sean de leve intensidad, con lo
cual se establece que la ansiedad no es producto de la consulta 13,18,19.
Cada una de las subescalas se estructura en cuatro ítems iniciales de despistaje para
determinar si es o no probable que exista o no un trastorno mental, y un segundo grupo
de cinco ítems que se formulan sólo si se obtienen respuestas positivas a las preguntas
de despistaje 13,18,19,20,21. Los puntos de corte son ≥ 4 para la subescala de ansiedad, y ≥
2 para la de depresión, el instrumento está diseñado para detectar “probables casos”, no
para diagnosticarlos 13,18, 21. La probabilidad de padecer un trastorno es tanto mayor
cuanto mayor es el número de respuestas positivas. Todos los ítems tienen la misma
puntuación, siguiendo un orden de gravedad creciente, apareciendo los últimos en los
pacientes con desórdenes más severos 18.
La escala global tiene una sensibilidad del 83.1%, una especificidad del 81.8% y un
valor predictivo positivo del 95%, demostrando así su fiabilidad y validez en el ámbito
de la atención primaria.
La subescala de depresión muestra una alta sensibilidad para captar los pacientes
diagnosticados de trastornos depresivos (87,5), con una capacidad discriminante para
los trastornos de ansiedad algo baja (captó el 66% de los pacientes con trastornos de
ansiedad). La subescala de ansiedad tiene una sensibilidad algo menor (72%), pero
mayor capacidad discriminante (sólo detecta un 42% de los trastornos depresivos).
En la población geriátrica se ha propuesto su uso como escala única con un punto de
corte ≥ 6 13.
Criterios de inclusión:
• Pacientes ≥18 años y ≤ 65 años de ambos sexos, que consultaron de forma espontánea
y consecutiva en el Servicio de Emergencias, que asintieron a participar.
Criterios de exclusión:
• Pacientes < 18 años y > 65 años de ambos sexos;
• Pacientes bajo tratamiento psiquiátrico;
• Individuos con diagnóstico de enfermedades psiquiátricas con o sin tratamiento
medicamentoso o psicoterapéutico;
• Pacientes tratados con drogas capaces de producir síntomas psíquicos o físicos
compatibles con ansiedad (incluídas hierbas medicinales, bebidas energizantes y café)
o con drogas capaces de reducir síntomas ansiosos;
• Pacientes que hayan abandonado recientemente drogas capaces de reproducir la
sintomatología ansiosa;
• Existencia de enfermedades tiroideas, cardíacas o pulmonares que simulen ansiedad;
• Individuos que concurrían con orden de internación o que resultaban internados
después de la evaluación inicial;
• Pacientes que se negaron a participar.
El examen físico se realizó teniendo en cuenta el orden de la historia clínica.
De los 20 pacientes excluídos, 4 padecían enfermedades tiroideas, 5 no cumplían con la
edad requerida, 9 se encontraban medicados y 2 padecían asma.
ESCALA DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN DE GOLDBERG (Versión adaptada al
castellano por A. Lobo y colaboradores incluídas las modificaciones realizadas por
el autor).
Apellido y nombre:
DNI:
Dirección:
Ciudad:
Motivo de consulta:
Antecedentes patológicos:
Obra social:
Tratamiento:
Edad:
Ocupación:
Fecha:
Subescala de ansiedad
1.
2.
3.
4.
¿Se ha sentido muy excitado, nervioso o en tensión?
¿Ha estado muy preocupado por algo?
¿Se ha sentido muy irritable?
¿Ha tenido dificultad para relajarse?
(Si hay 4 respuestas afirmativas, continuar preguntando)
5. ¿Ha dormido mal, ha tenido dificultades para dormir?
6. ¿Ha tenido dolores de cabeza o de nuca?
7. ¿Ha tenido algunos de los siguientes síntomas: temblores, hormigueos, mareos,
sudores, diarrea? (Síntomas vegetativos).
8. ¿Ha estado preocupado por su salud?
9. ¿Ha tenido alguna dificultad para conciliar el sueño, para quedarse dormido?
TOTAL ANSIEDAD
Subescala de depresión
1. ¿Se ha sentido con poca energía?
2. ¿Ha perdido Usted el interés por las cosas?
3. ¿Ha perdido la confianza en sí mismo?
4. ¿Se ha sentido Usted desesperanzado, sin esperanzas?
(Si hay respuestas afirmativas a cualquiera de las preguntas anteriores continuar)
5.
6.
7.
8.
9.
¿Ha tenido dificultades para concentrarse?
¿Ha perdido peso? (A causa de su falta de apetito)
¿Se ha estado despertando demasiado temprano?
¿Se ha sentido Usted enlentecido?
¿Cree Usted que ha tenido tendencia a encontrarse peor por las mañanas?
TOTAL DEPRESIÓN
OBJETIVOS
● Conocer la prevalencia de los trastornos de ansiedad en la consulta de guardia.
● Advertir cuáles son los grupos más afectados.
● Sugerir la utilización de la EADG modificada como método diagnóstico de caso
probable de trastorno ansioso para ser utilizada en los Servicios de Emergencia.
RESULTADOS
Se estudiaron un total de 100 pacientes que consultaron en forma consecutiva en el
Servicio de Guardia, los cuales fueron distribuidos en dos grupos según su género, 50
pertenecían al sexo femenino y 50 al masculino. Tal como se muestra en la Tabla 1, las
edades se encontraban comprendidas entre los 18 y 65 años, siendo la media general de
33.45 años. En los varones el promedio de edad fue de 36.02 años y en el grupo de las
mujeres de 30.88 años.
Se observó que el mayor número de personas se encontraba en el rango de edad entre
27-34 años, de los cuales 21 (21%) pertenecían al grupo de las mujeres y 18 (18%) al de
los hombres.
Dentro de las características generales, la comorbilidad clínica más frecuente fue HTA
en el 10% de los casos, la resección del apéndice fue el antecedente quirúrgico más
frecuente con el mismo porcentaje de pacientes, el motivo de consulta más importante
fue el dolor abdominal con el 15% y el 37% de los encuestados eran empleados.
TABLA 1: Características generales de los pacientes
Características generales
Todos
Sexo femenino
Sexo masculino
● Promedio
● Rango
Comorbilidades:
33.45
18-65
30.88
18-65
36.2
18-63
● HTA
● DBT
● Dislipemia
● Embarazo
10 %
3%
2%
1%
6%
1%
4%
3%
2%
-
10%
6%
4%
3%
6%
1%
4%
2%
4%
5%
1%
Edad (años):
Antecedentes patológicos:
● Apendicectomía
● Hernias
● Quistes ováricos
● Neumotórax
● Colecistectomía
● Cesárea
● Gastritis
● Fimosis
3%
3%
2%
2%
3%
3%
-
2%
2%
15%
12%
9%
6%
6%
6%
5%
4%
9%
8%
5%
5%
3%
2%
1%
-
6%
4%
4%
1%
3%
4%
4%
4%
37%
17%
14%
4%
5%
3%
15%
9%
8%
3%
3%
3%
22%
8%
6%
1%
2%
Motivo de consulta:
● Dolor abdominal
● Lumbalgia
● Síndrome pseudogripal
● Cefalea
● Alergia cutánea
● Diarrea aguda
● Traumatismos
● Dispepsia
Ocupación:
● Empleado
● Profesional
● Estudiante
● Docente
● Fuerzas de seguridad
● Ama de casa
Del total de escalas realizadas en el lapso de cinco meses 11 resultaron positivas,
definiéndose como tal, aquella que cuenta con las 4 primeras preguntas de cribaje
respondidas de forma afirmativa y un número de ≥4 respuestas positivas en la subescala
de ansiedad, lo que conforma el 11% de los entrevistados (Gráfico 1).
GRÁFICO 1:
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Escalas
positivas
Escalas
negativas
El resultado se distribuyó de la siguiente forma, 6 escalas positivas en el sexo masculino
(54.54%) y 5 en el femenino (45.45%) (Gráfico 2).
GRÁFICO 2:
Sexo femenino
45.45%
Sexo masculino
54.54%
Las edades en las cuales se encontraron escalas positivas se describen en la Tabla 2,
objetivamos la mayor cantidad de ellas a los 27, 33 y 44 años.
TABLA 2: Número de escalas positivas según edad
Edades (años)
Mujeres
Hombres
27
29
30
31
33
37
43
44
1
1
1
1
1
2
1
1
2
Según la ocupación del individuo, hallamos que el grupo de los empleados tenía el
mayor número de cuestionarios positivos con 5 escalas, 2 en el subgrupo de las mujeres
y 3 en el de los hombres (Tabla 3).
TABLA 3: Número de escalas positivas según ocupación
Ocupación
Mujeres
Hombres
Empleados
Diseñador gráfico
Docente
Odontólogo
Biólogo
Ama de casa
2
1
1
3
1
1
1
1
Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, las últimas dos preguntas de la
subescala de ansiedad reflejan una mayor gravedad del trastorno. Del total de EADG
positivas, encontramos que en el grupo de los hombres todas las escalas tenían ambos
interrogantes respondidos afirmativamente, mientras que en el grupo de las mujeres eran
positivas en 4 cuestionarios (Tabla 4).
TABLA 4:
EADG
Mujeres
Hombres
Últimos 2 ítems afirmativos
4
6
Últimos 2 ítems negativos
1
Dentro de los 100 cuestionarios realizados, 22 de ellos se caracterizaron por tener test
de cribaje positivo sin cumplir con las 4 preguntas requeridas para el diagnóstico de
ansiedad. De estas muestras, 15 correspondían al grupo de las mujeres representando el
68.18% y 7 al grupo de los hombres con el 31.18%.
Si bien el mayor número de escalas positivas para trastornos de ansiedad fueron
registradas en el grupo de los hombres, es considerable señalar que el mayor número de
encuestas con test cribaje positivo se halló en el grupo de las mujeres (Gráfico 3).
GRÁFICO 3:
25
20
15
10
5
0
Ambos
sexos
Mujeres
Hombres
Es importante destacar que los interrogantes número 5: ¿Ha dormido mal, ha tenido
dificultades para dormir? Y número 8: ¿Ha estado preocupado por su salud? Han sido
respondidos de forma afirmativa por todos los pacientes con cuestionario positivo,
seguidas por las preguntas 9, 7, 6 en orden decreciente.
Los resultados se grafican en la Tabla 5.
TABLA 5:
Número de pregunta
Número de respuestas positivas
5
6
7
8
9
11
8
9
11
10
DISCUSIÓN
Estudiamos 120 pacientes que asistieron a la consulta de forma voluntaria y consecutiva
al Servicio de Emergencias durante un lapso de cinco meses, de los cuales incluimos
100, que fueron segregados en dos grupos de 50 individuos cada uno según su género.
La edad promedio en el grupo femenino fue de 30.88 años, siendo de 36.02 en el
masculino con una diferencia de 5.14 años a favor del segundo. La edad promedio de
los estudiados fue de 33.45 años, el rango de edad con mayor número de individuos se
constituyó entre los 27-34 años con 40 participantes.
Dentro de las características generales de los pacientes hallamos que la hipertensión
arterial fue la comorbilidad más frecuente con el 10% de los pacientes, 6% dentro del
grupo de las mujeres y 4% en el de los hombres. La cirugía apendicular fue el
antecedente patológico más frecuente con igual porcentaje de casos e idéntica
distribución.
El dolor abdominal fue el motivo de consulta más frecuente con el 15% de los casos,
seguido por el dolor lumbar con el 12%. El 37% de los pacientes entrevistados eran
empleados y el 17 profesionales. El tercer grupo en frecuencia fueron estudiantes.
De las 100 EADG realizadas, 11 (11%) fueron positivas para caso probable de
trastorno de ansiedad, resultado que es menor respecto con lo expuesto en las
publicaciones periódicas consultadas que mencionan una prevalencia del 15-20% en la
población general que acuden a la consulta médica.
Resaltamos como hallazgo que 6 de estas escalas que cumplían con criterios
diagnósticos, fueron encontradas en el grupo de los hombres, lo que representó el
54.54%. Las 5 restantes pertenecían al grupo de las mujeres conformando el 45.45%.
Estos datos no concuerdan con la bibliografía, donde se describe una mayor frecuencia
del trastorno en el sexo femenino, siendo la incidencia en hombres la mitad que en las
mujeres 2.
Los 11 casos probables de trastorno ansioso se agruparon en el rango entre 27-44 años,
con un promedio de edad de 34.36 años. Las edades con mayor número de cuestionarios
positivos fueron 27, 33 y 44 años, datos que están de acuerdo con publicaciones del año
2003 que establecen que el 70.3% de los casos se encuentran entre los 18-44 años 22.
Llama la atención la mayor edad en la población masculina con 2 escalas positivas a los
44 años.
Si bien el grupo de los empleados fue mayoritario en cuanto al número de consultas,
también fue el que presentó mayor cantidad de EADG positivas con 5 casos de ansiedad
probable, seguidos por los diseñadores gráficos con 2 casos. No registramos casos de
escalas positivas en el grupo de los estudiantes.
Todos los cuestionarios positivos para ansiedad, con excepción de uno, presentaron las
últimas dos preguntas respondidas de forma afirmativa, lo que implicaría una mayor
severidad del trastorno en los casos probables diagnosticados.
Según mencionamos en la introducción, los desórdenes ansiosos son más frecuentes en
la población femenina, lo que no comprobamos en nuestro estudio.
Sin embargo, encontramos que las mujeres lograron pasar el test de cribaje con mayor
frecuencia que los hombres sin llegar a cumplir los criterios diagnósticos de caso
probable.
Estos datos surgen de los siguientes hallazgos: 22 cuestionarios de los 100 realizados,
tenían respondidos de forma afirmativa los primeros 4 interrogantes sin llegar a cumplir
un número de ≥ 4 respuestas positivas en el resto de la escala para poder arribar al
diagnóstico. De ellos, 15 habían sido contestados por mujeres lo que representa el
68.18% y 7 por hombres lo que se traduce en un 31.81%.
Cabe destacar la alta frecuencia con la cual los pacientes estudiados refieren los
trastornos del sueño y la preocupación acerca de su salud, los cuales parecerían ser los
disturbios preponderantes en los individuos diagnosticados, dado que las preguntas
número 5 y 8 han sido afirmativas en todos los casos.
Por último debemos mencionar que ninguno de los pacientes con escala positiva había
consultado con anterioridad por alguno de los síntomas pese a la importancia de los
mismos, ni los había referido a su médico en el interrogatorio por otro motivo, lo que
habla a favor del subdiagnóstico de estos desórdenes.
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta estos resultados podemos concluir que los trastornos de ansiedad,
tal como ha sido expuesto en la bibliografía consultada, son desórdenes psiquiátricos
muy frecuentes en la consulta primaria que deben ser tenidos en cuenta por el médico
no psiquiatra, ya que los Servicios de Emergencias representan habitualmente el lugar
en donde estos individuos consultan generalmente por primera vez. Cerca del 10-15%
de los enfermos han acudido a alguna Sala de Urgencias o peregrinado por ellas donde
sólo recibió tratamiento paliativo que no resuelve el trastorno, favoreciendo la
recurrencia de los ataques de pánico y persistencia del estado de ansiedad 7.
Es por esta causa que se debería fomentar el uso de la EADG en la entrevista, por ser
breve y bien aceptada, logrando integrar de forma sencilla la salud mental con el
examen clínico habitual con el fin de detectar y derivar rápidamente casos probables al
especialista para arribar a un diagnóstico y tratamiento definitivo, esperando
racionalizar la utilización de métodos complementarios usados para excluir patologías
con igual sintomatología, así como también una mejoría en la calidad de vida de los
pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
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