Los valores en Uruguay - Oficina de Planeamiento y Presupuesto

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Los valores en Uruguay:
entre la persistencia y el cambio
Estudio Mundial de Valores
Los valores en Uruguay:
entre la persistencia y el cambio
Estudio Mundial de Valores
Estudio Mundial de Valores
· 4 ·
INDICE
Índice
5
Prólogo OPP
7
Prólogo ducsa
8
Prólogo equipos consultores
9
1. Metodología y equipo de trabajo
10
2. Introducción
11
3. Síntesis de resultados
14
4. Felicidad
17
5. Orgullo Nacional
25
6. Confianza
30
7. Tolerancia
35
8. Valores de género
42
9. El trabajo
53
10. Actitudes hacia la pobreza
61
11. Valores de autoridad
66
12. Democracia y política
71
13. Los valores uruguayos: entre la persistencia y el cambio
81
14. Referencias Bibliográficas
82
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Estudio Mundial de Valores
P ró l o g o O P P
La Oficina de Planeamiento y Presupuesto en cumplimiento con sus cometidos constitucionales y legales procura perfeccionar y profundizar la responsabilidad en la planificación a mediano y largo plazo.
En tal sentido, resulta sustantivo conocer la realidad del país desde los aspectos estructurales de la economía y las posibles
tendencias, los desafíos fundamentales en políticas sociales y las variables internacionales que nos afectan.
Pero conocer el valor que los uruguayos y uruguayas le dan a distintos aspectos de la vida en común también constituye una
herramienta de enorme ayuda para el conocimiento de nuestra propia sociedad. Y como consecuencia, resulta fundamental
para poder asignar mejores recorridos para lograr los objetivos planteados.
El estudio refleja características de hondo anclaje y señala también fuertes movimientos de cambios en los valores de los
uruguayos. Conocer es fundamental para transformar.
Por esto creemos que este trabajo será de mucha utilidad.
Pablo Álvarez
Coordinador General
Oficina de Planeamiento y Presupuesto
· 6 ·
P ró l o g o D U C SA
En un mundo globalizado que cambia día a día, Uruguay asume paulatinamente nuevos valores, nuevas tendencias y nuevos
desafíos.
Somos actores de esta nueva historia del país, que se escribe con el esfuerzo y trabajo de todos los uruguayos.
DUCSA nació en el año 2001 en Uruguay y, desde entonces, ha forjado un negocio sustentable a largo plazo que aporta a la
estrategia de desarrollo productivo del país.
Nuestra empresa es responsable de una red de más de 300 puntos de venta, entre estaciones de servicio, distribuidores de
lubricantes y de Supergas en todo el país y cuenta con un ecosistema de negocios que emplea a más de 5.000 personas y
agrupa a más de 500 unidades productivas, desde emprendimientos familiares a grandes empresas, tanto en importantes
ciudades como el Uruguay profundo.
Forjamos un negocio basado en valores de honestidad y ética, construyendo la confianza en nuestro trabajo en base al respeto y con un equipo de colaboradores con ánimo emprendedor, que nos mueve a seguir creando valor.
Contamos con una red de socios de negocio responsable, comprometida y con actitud emprendedora a operar siempre con
seguridad y respeto por el medio ambiente, tal como espera de nosotros la ciudadanía.
Junto a esta red y junto a todos los uruguayos que, desde el comienzo han elegido nuestros servicios, es que con orgullo,
afirmamos que el nuestro es un modelo de negocios que se rige por las mejores prácticas, especialmente en el manejo del
crédito; la productividad de los activos; la mejora continua de costos unitarios; el ambiente de control adecuado; la rentabilidad creciente y sustentable en el largo plazo.
Conocemos a los uruguayos y sus valores y por ello, decidimos aportar a este trabajo, que analiza valores y comportamientos.
Consideramos que los resultados que se desprenden del estudio son de gran relevancia y contribuirán a seguir creciendo.
Daniel Porrini
Director Ejecutivo
DUCSA
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Estudio Mundial de Valores
P ró l o g o E QU I P OS C O N SULTOR E S
Las sociedades cambian. Y Uruguay no es la excepción. Incluso al ritmo lento y parsimonioso que caracteriza a los uruguayos,
hay cosas en nuestra sociedad que ya no son como antes. Algunas cosas se modifican en sentidos que pueden considerarse
positivos, otras cambian en dirección contraria.
Muchos de estos cambios son visibles en la cotidianeidad, en la calle, en los medios de comunicación, en los debates políticos, en las familias, en los lugares de trabajo. Están ahí, en la superficie de lo que vemos y experimentamos. Y sin embargo,
el hecho de que sean tan visibles no significa que se los entienda bien. Muchos de estos cambios generan a veces sorpresa
y desconcierto. Con frecuencia los ciudadanos (o incluso analistas, o líderes de opinión) no logran aprehender la verdadera
magnitud de los cambios, ni entender sus causas, ni sus posibles consecuencias.
Esto puede parecer extraño en un mundo en el que la información abunda. En Uruguay el Estado proporciona información
confiable en tiempos adecuados; también existe una prensa mayoritariamente independiente que puede difundir y discutir
esta información sin mayores restricciones. Por tanto, el público tiene acceso a una cantidad razonablemente buena de información sobre cómo están las cosas en términos “objetivos”.
El punto es que, para entender estos cambios en su totalidad (su magnitud, sus causas, sus implicancias) no es suficiente la
información “objetiva”: también es necesario entender cómo los individuos viven estos cambios, lo que se puede denominar
la dimensión “subjetiva”.
Esta está compuesta por los sentimientos y pensamientos de la población, por sus valores y sus creencias. No es posible
comprender cómo y por qué la realidad se transforma, y qué implicancias tienen estos cambios, sin conocer lo que la gente
piensa y siente respecto a las cosas que ocurren.
Sobre estos temas, sin embargo, la información es mucho menos abundante. Y quizás por esto, hay cosas que cuesta entender en su totalidad. Falta entender la perspectiva humana.
En este documento se presenta un acercamiento a la comprensión de la dimensión subjetiva de los cambios en el Uruguay, a
partir de los datos del Estudio Mundial de Valores (EMV). Este es el principal estudio de opinión pública de escala comparada,
que aspira a analizar el cambio de valores de las sociedades a lo largo de la historia. Fue ideado y llevado adelante desde la
década del ’70 por el politólogo norteamericano Ronald Inglehart de la Universidad de Michigan. Se realiza mundialmente en
lapsos de aproximadamente 5 años.
Este estudio, que Equipos Consultores realiza en Uruguay desde 1996, pudo concretarse en 2011 gracias al apoyo de la OPP
(Oficina de Planeamiento y Presupuesto), y de la empresa DUCSA.
Los resultados ven la luz pública algo más tarde de lo deseado, pero igualmente constituyen un aporte valioso para entender
las cosas que están pasando. Es destacable que los datos que se presentan corresponden a la última medición en Uruguay
(2011) que forma parte de la “ola 6” del EMV. Esta ola cubre del año 2010 al 2014 y contiene la medición de 57 países de
todo el mundo. Los cambios identificados y analizados en este informe responden a grandes tendencias de largo plazo de la
sociedad uruguaya, a verdaderas transformaciones de fondo, más que a factores estrictamente coyunturales.
La aspiración es que esta información y análisis, elaborados con el espíritu de que sea accesible para cualquier público, puedan ser fuente de debate, de crítica, de intercambio; que en definitiva contribuya a entender mejor la sociedad en que vivimos.
Ignacio Zuasnabar
Director de Opinión Pública
Equipos Consultores
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1. Metodología y equipo de trabajo
Metodología
El Estudio Mundial de Valores se desarrolló a partir de una encuesta de opinión pública realizada por Equipos
Consultores en noviembre de 2011. La encuesta fue realizada en forma presencial, en los domicilios de los entrevistados.
El universo de estudio fue la totalidad de la población mayor de 18 años residente en hogares particulares de todo
el territorio nacional, tanto de zonas urbanas como rurales.
Se utilizó una muestra de 1.000 entrevistados, seleccionados a partir de una muestra probabilística de hogares,
y utilizando cuotas de sexo y edad para la selección final del entrevistado.
La muestra fue polietápica, estratificada por tamaño de localidad, con asignación proporcional de casos en función del tamaño poblacional. Se realizaron encuestas en 32 localidades y en 6 zonas rurales de todo el territorio
nacional.
El margen de error máximo esperado para una muestra probabilística de este tamaño es de 3,09%, para una
distribución de p y q = 0,5 (para los resultados totales de la muestra; para las aperturas por sub-categorías, el
margen de error es más amplio).
Todos los datos presentados son elaboración propia de Equipos Consultores a partir del Estudio Mundial de Valores, salvo en los que se indica una fuente específica.
Equipo de trabajo
La dirección general del proyecto, y la coordinación del informe, estuvo a cargo del Lic. Ignacio Zuasnabar, Director del área de Opinión Pública de Equipos Consultores.
Además, a lo largo del proceso de investigación, participó un amplio grupo de personas del staff de Equipos
Consultores o externos que, con diferentes intensidades, contribuyeron a este resultado final. Del área de Opinión
Pública de Equipos tuvieron un rol muy relevante Inés Fynn, Eva Pernin y Fernanda Souza. Además de ellas,
participaron de distintas formas y en distintas etapas María Julia Acosta, Luciana Bonilla, Patricia Catz, Federico
Irazábal, Soledad Magnone, Ariel Nion, Ernesto Pampin, Santiago Peyrou y Claudia Rafaniello. A todos ellos, el
agradecimiento por sus aportes y compromiso. También a los encuestadores, coordinadores, supervisores y dirección del trabajo de campo, en general olvidados en este tipo de informes. Sin su aporte anónimo en el terreno,
en el contacto directo con el ciudadano, nada de esto sería posible.
· 9 ·
Estudio Mundial de Valores
2 . I n t ro d u c c i ó n
El Estudio Mundial de Valores parte de una teoría que trata de explicar cómo se produce el cambio social a nivel
mundial a lo largo de la historia. Su principal hipótesis es que los cambios en los sistemas de creencias de masas
(valores) tienen consecuencias sociales, políticas y económicas importantes (Inglehart et al., 2004 y 2010).
No se presupone un determinismo cultural o económico, mas constata que en el devenir de las sociedades los
procesos de cambio en estos tres niveles (económico, político y cultural) están asociados.
La investigación empírica de la Encuesta Mundial de Valores se lleva adelante desde la década de los ’70, liderada por Ronald Inglehart de la Universidad de Michigan, quien nuclea un equipo de investigadores de más de 80
países del mundo.
Inglehart sostiene que como consecuencia de la industrialización, las sociedades pasarían de estructuras y valores tradicionales característicos de la era preindustrial a otros modernos y luego (más recientemente) a otros posmodernos, aunque no se supone que este proceso sea lineal y represente un camino inevitable para las distintas
sociedades (Inglehart et al., 2004 y 2010).
El pasaje de valores modernos a posmodernos, implica la pérdida de relevancia de valores materialistas y de supervivencia. En la modernidad, el crecimiento económico es el principal objetivo social, seguido por la búsqueda
del logro económico individual.
Pero dado un punto de desarrollo determinado, mayores niveles económicos dejan de reportar satisfacción a
los individuos, que se vuelcan hacia valores de otra índole, que Inglehart denomina posmaterialistas (ej.: mayor
valoración del medio ambiente, del bienestar individual, de la calidad de vida y la autorrealización).
Específicamente, este proceso de cambio de valores se refleja en dos dimensiones básicas: un desprendimiento
de valores tradicionales y pasaje a valores seculares / racionales, y un movimiento desde valores materialistas a
valores de auto-expresión.
A partir del posicionamiento de los países en estas dos dimensiones básicas, Inglehart construye el Mapa Cultural. Este Mapa muestra cómo las respuestas de los individuos en todo el planeta a preguntas referentes a sus
valores, tienen estructuras comunes vinculadas con sus orígenes culturales y su historia. Así, las respuestas de
los latinoamericanos, de los anglo-sajones, de la Europa católica, o de los Ortodoxos - por ejemplo -, tienden a
parecerse entre sí.
El análisis que se realiza en este trabajo para el caso uruguayo parte de este enfoque general y se apoya fundamentalmente en las dos dimensiones señaladas.
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M a pa C u lt u r a l d e Va l o r e s
WVS6, 2015
-2,5
Fuente: www.worldvaluessurvey.org
Traditional vs. Secular-Rational Values
-2,0
Protestant
Europe
Japan
-1,5
Baltic
Lithuania
-1,0
-0,5
-0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Russia
Serbia
Moldova
Taiwan
S. Korea
Latvia
Bulgaria
Ukraine
Estonia
China
Belarus
Confucian
Albania
Hungary
Catholic
Europe
Montengro
Bosnia
Netherlands
Germany
Denmark
Andorra
France
Austria
Luxembourg
Spain
Slovakia
Croatia
Norway
Finland
Hong Kong
Czech Rep.
Slovenia
Sweden
South
Asia
Greece
Belgium
Switzerland
Iceland
Australia
New Zealand
Great Britain
Lebanon Bahrain
Portugal
India
Macedonia
United States
Kazakhstan
Uruguay
Vietnam
Romania
Indonesia
Thailand
Chile
South
Cyprus
English Speaking Canada
Africa
Kyrgyzstan
Georgia
Azerbaijan
Argentina
N. Ireland
Ethiopia
Ireland
Poland
Zambia
Armenia
Tunisia
Iraq
Algeria
Brazil
Malaysia Kosovo Peru
Palestine
Rwanda
Turkey Pakistan
Morocco
Malta
Burkina Faso
Latin
Mali
Yemen
Phillipines
America
Zimbabwe Nigeria
Guatemala
Jordan
Mexico
Orthodox
African - Islamic
-2,0
Ecuador
Colombia
Trinidad
Ghana
Qatar
Países con mayoría musulmana en itálica
-2,5
-2,0
-1,5
-1,0
-0,0
-0,5
-0,5
-1,5
-1,5
-2,0
-2,5
Survival vs. Self-Expression Values
Uruguay se ubica aproximadamente en el centro del Mapa Cultural: dentro de una zona compartida con el resto
de los países latinoamericanos, pero en un extremo de la misma.
Por ejemplo, es el país latinoamericano más cercano a los países de la Europa Católica (elemento constante en
todas las ediciones del EMV), y a algunos países anglo-sajones como Irlanda del Norte. Curiosamente, en esta
medición 2011 aparece India en una posición también cercana. Dentro del continente, Argentina y Chile son los
países culturalmente más similares al Uruguay en las dimensiones que define el mapa.
¿Qué significa que Uruguay esté en esa posición?
En primer lugar, refleja persistencia de la estructura de valores de fondo. En las tres olas en que se ha realizado el
estudio en el país, Uruguay se ha ubicado en “coordenadas” relativamente parecidas. Esto no es extraño. Por el
contrario, los valores de una sociedad tienden a ser relativamente estables (o, mejor dicho, a moverse muy gradualmente), salvo excepciones. En estos 15 años, aunque Uruguay atravesó coyunturas políticas y económicas
muy diferentes, la matriz de fondo de nuestra posición cultural se mantiene.
¿Cuál es esa matriz de fondo?
En el eje de valores de supervivencia / autoexpresión (eje horizontal), Uruguay se encuentra algo más orientado
hacia la auto-expresión que el promedio mundial. Este es un rasgo característico de toda la cultura latinoamericana. Se trata de sociedades relativamente abiertas, orientadas a la calidad de vida y la realización personal. En
general, son sociedades con mayor tolerancia social que los países más orientados a la supervivencia.
En cambio en el otro eje, que divide a las sociedades tradicionales de las seculares-racionales, Uruguay es diferente al resto de las del continente. Persistentemente, en las tres ediciones del estudio, Uruguay se ha diferenciado del resto de los países latinoamericanos por ser una sociedad menos tradicional, y más secular. Una de las
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Estudio Mundial de Valores
claves para este posicionamiento tiene que ver con la esfera religiosa: nuestro país se caracteriza por tener bajos
niveles de religiosidad desde principios del siglo pasado, elemento al que contribuyó la temprana separación del
Estado de la Iglesia.
Por tanto, hay algunos elementos que dotan a Uruguay de una cultura con ciertos rasgos típicos bien definidos,
que son relativamente persistentes y que explican que, en los 15 años que transcurrieron entre la primera medición y la última, la posición general del país en el Mapa tenga una importante estabilidad.
Sin embargo, esto no significa que todos los valores de la sociedad uruguaya están estáticos. Por el contrario,
como se verá a lo largo del informe, esta estabilidad del posicionamiento global también se explica, a veces, por
fuertes cambios en algunas áreas valóricas (que se mueven en sentidos opuestos y a veces hasta contradictorios).
La persistencia y el cambio, entonces, son los grandes conceptos que definen la matriz de valores de los uruguayos en estos 15 años. Aquellas áreas en las que nuestros valores permanecieron estables, así como aquellas
en que cambiaron (y el sentido en que lo hicieron), definen nuestra trayectoria cultural en este período histórico.
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3 . S í n t e s i s d e re s u l t a d o s
Felicidad
•La mayoría de los uruguayos manifiesta que es feliz. Un tercio de la población (34%) se declara directamente
“muy feliz”, y 52% adicional “bastante feliz”. La proporción de población con mayor felicidad ha aumentado en
los últimos años de manera notoria: de 21% en 1996 a 34% en 2011.
•La mejora de la felicidad de los uruguayos en estos 15 años ha estado relativamente “bien distribuida”: se registra en todos los segmentos de la sociedad. De cualquier forma los jóvenes y las personas de clases medias,
son los que han tenido aumentos más importantes.
•La felicidad subjetiva se vincula con la condición económica del hogar, pero no la explica totalmente. En los
hogares que están muy satisfechos con su situación económica la felicidad es casi absoluta (94%). Entre los
hogares menos satisfechos la felicidad es menor (65%), pero igualmente la proporción es alta: dos de cada
tres de estos individuos se declaran felices más allá de su condición económica.
•Aumenta la proporción de uruguayos que manifiesta sentirse muy libre de elegir y controlar su vida de 29%
en 1996 a 41% en 2011 factor que, según la teoría, está fuertemente asociado con la sensación de felicidad.
•Vivir en pareja, y tener un buen estado de salud, son otras de las condiciones que se relacionan con la felicidad subjetiva. Entre los casados y quienes viven en concubinato la felicidad es un poco mayor que entre los
solteros, y bastante mayor que entre viudos, divorciados o separados. La relación con la salud es todavía más
fuerte: la mayoría (52%) de los que sienten que su salud es muy buena declara ser “muy feliz”, más del doble
de lo que se encuentra entre quienes sienten que su salud es mala o muy mala (23%).
Orgullo Nacional
•La mayoría de los uruguayos (92%) se siente orgullosa de serlo, y este es un rasgo relativamente estable. Pero
la intensidad de este orgullo ha caído en los últimos años: quienes se manifiestan “muy orgullosos” disminuyeron de 73% a 50% entre 2006 y 2011.
•El orgullo nacional es menor entre los jóvenes que entre las personas de más edad. Esto no parece ser un
efecto exclusivamente del ciclo de vida: los jóvenes de hoy muestran menos orgullo que los jóvenes de algunos años atrás. Esto podría estar asociado a que los mayores aún sienten orgullo por una sociedad pasada
que vivieron aunque fuera parcialmente (la “Suiza de América”), referencia más distante para los jóvenes. Aunque, por otra parte, el fenómeno es relativamente global: en buena parte del mundo desarrollado se observan
tendencias similares de menor orgullo nacional entre la juventud.
C o nf i a n z a In t e r p e r s o n a l
•También ha disminuido en Uruguay la confianza interpersonal. En 2011 solo uno de cada siete uruguayos
(14%) afirma que “se puede confiar en la mayoría de las personas”: la amplia mayoría (77%), por el contrario,
afirma que “no se puede ser tan confiado”. La desconfianza parece ser una característica de la cultura latinoamericana, pero en Uruguay se ha acentuado en los últimos años.
•De cualquier forma, se mantienen niveles muy altos de confianza en “la familia” (95%), y bastante altos en
“los vecinos” (69%) y en “gente que conoce” (67%). En estos planos puede afirmarse que existe una matriz
importante de capital social, y condiciones razonablemente buenas para el asociacionismo. La desconfianza
está depositada mayormente en personas desconocidas.
· 13 ·
Estudio Mundial de Valores
•El aumento de la desconfianza está vinculado a la percepción de inseguridad. Entre los que se sienten “muy
seguros” en su barrio, la confianza en el tercero desconocido es tres veces mayor que entre los que no se
sienten “nada seguros”.
T o l e r a nc i a
•La mayoría de los uruguayos (82%) afirma que la tolerancia y el respeto por los demás es una de las cualidades más importantes a enseñar a los niños, lo que coloca al Uruguay como uno de los países del mundo con
mayor importancia atribuida a este valor.
•En indicadores de tolerancia más concretos, por ejemplo en la aceptación o rechazo de grupos con ciertas características como vecinos (indicador clásico de tolerancia), Uruguay muestra resultados ambiguos: un avance
hacia mayor tolerancia hacia ciertos grupos (homosexuales, personas con SIDA, inmigrantes, personas de
otra raza y de otra religión), y movimiento hacia menor tolerancia hacia otros (drogadictos y alcohólicos).
•En materia de tolerancia se destaca, por su magnitud y sus implicancias, el fuerte cambio de la sociedad
uruguaya hacia la aceptación de la homosexualidad. En 1996 casi la mitad de la población (45%) consideraba
que la homosexualidad no se justificaba “nunca”. Hoy esta proporción se ha reducido al 18%. Uruguay es el
cuarto país en el mundo con mayor aceptación de la homosexualidad.
Va l o r e s d e G é n e r o
•En cuanto al rol de la mujer en el mundo laboral, en Uruguay existen consensos amplios en dos temas: dos de
cada tres (66%) están de acuerdo con la idea de que “tener trabajo es la mejor manera para que una mujer sea
una persona independiente”, y una proporción similar (67%) rechaza la idea de que “si hay escasez de trabajos
los hombres deben tener más derecho al trabajo que las mujeres”. Sin embargo, en este último punto, llama
la atención la persistencia (incluso creciente entre 2006 y 2011), de una cuarta parte que continúa afirmando
que el hombre debe tener más derecho al acceso al trabajo que la mujer en contextos de escasez laboral.
•La sociedad uruguaya se orienta de forma contundente a la igualdad de género en el acceso a la educación
superior: el 86% discrepa con la idea de que “la educación universitaria es más importante para un hombre
que para una mujer”. El grupo que afirma lo contrario (visión más tradicional) es muy minoritario (10%).
•La visión sobre los roles de la mujer vinculados a la maternidad es otro aspecto en el que la sociedad uruguaya
está cambiando fuertemente. La idea de que “una mujer necesita tener niños para realizarse” era mayoritariamente aceptada en 1996 (55% la compartía), y hoy esta postura es minoritaria (38%), más allá de que en
el último quinquenio no ha habido cambios significativos. En la misma línea, hay un aumento significativo (de
65% a 82%) de la aprobación de la decisión de una mujer que desea ser madre soltera.
•En términos de violencia de género, la amplia mayoría de los entrevistados (89%) afirma que “nunca se justifica” que un hombre le pegue a una mujer. Esto coloca a Uruguay como uno de los países del mundo con
menor legitimación social de esta conducta. Estos datos son contrastantes con los elevados índices de mortalidad por violencia doméstica que se registran en los últimos años en nuestro país. Pero muestran que, aunque
la violencia ocurre, no es un comportamiento legitimado socialmente.
•La idea de que “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres” es apoyada por apenas 8% de
los uruguayos, y resistida por la mayoría (83%). Sin embargo, en el plano de los hechos la representación
de género ha tenido modestos avances en el último proceso electoral, e incluso con retrocesos en el plano
sub-nacional, lo que muestra que aún hay mucho camino por recorrer.
Trabajo
•Dos de cada tres uruguayos (64%) afirman que el trabajo es “muy importante” en su vida. La importancia
asignada al trabajo no es tan alta como la que se asigna a la familia (89%). Se encuentra en un nivel intermedio, similar a la importancia de los amigos o el tiempo libre, y muy por encima de ámbitos como la religión y la
política. En la comparación internacional Uruguay no se destaca por su excesiva valoración hacia el trabajo,
pero tampoco por lo contrario: se ubica cercano al promedio global.
· 14 ·
•La idea de que “el trabajo duro por lo general trae consigo una vida mejor” es compartida por el 36%, pero un
grupo similar (34%) opina por el contrario que “el éxito depende más de la suerte y de los contactos”.
•El tipo de trabajo que realizan los uruguayos es bastante heterogéneo, pero con cierto predominio de tareas
más bien manuales (55%) y más bien rutinarias (56%). A pesar de esto, la mayoría (59%) afirma que desempeña sus tareas con autonomía.
•Un “buen ingreso” y un “trabajo seguro” son los aspectos más importantes para buscar trabajo en el Uruguay,
en forma constante en las últimas décadas. En 1996 y en 2011 el énfasis en el ingreso es algo mayor que en
el salario, pero en 2006 (medición post-crisis económica) estos resultados aparecían invertidos.
Ac t i t u d e s h a c i a l a p o b r e z a
•Las visiones sobre la pobreza se han transformado fuertemente en Uruguay en las últimas décadas. En 1996
la amplia mayoría de la población (77%) compartía la idea de que las personas en situación de pobreza “son
pobres porque la sociedad los trata injustamente”. Esta visión se redujo parcialmente en 2006, y en 2011 ya
se transforma en una postura minoritaria (compartida por apenas el 34%). La mayoría relativa opina, por el
contrario, que los pobres “son pobres por flojos y falta de voluntad” (43%).
•El cambio en las creencias sobre las causas de la pobreza se vincula al cambio en otras percepciones sobre
el contexto. A diferencia de algunas décadas atrás, se visualiza que el gobierno está tomando las acciones
adecuadas para combatir la pobreza (43%), y que escapar de la pobreza efectivamente “es posible” (60%). En
este contexto, parte de la responsabilidad por la permanencia en situaciones de pobreza se traslada hacia los
propios pobres y su actitud. Esta creencia, llevada a un extremo, puede ser conducente a la estigmatización
y la intolerancia social hacia la pobreza.
Va l o r e s d e a u t o r i d a d
•Los uruguayos se inclinan más hacia la autoridad que en el pasado. Dos de cada tres (66%) opinan que sería
bueno que en el futuro hubiera un “mayor respeto a la autoridad”, y 52% considera que la “obediencia” es
una de las cinco cualidades principales para enseñarle a un niño. En ambas dimensiones ha habido aumentos
notorios entre 1996 y 2006, y nuevamente entre 2006 y 2011.
•Este aumento es particularmente llamativo cuando se constata que se produce también (y en algunos casos
con particular intensidad) entre los jóvenes. En 1996 una proporción importante de los jóvenes (41%) no
manifestaba orientación alguna hacia la autoridad o la obediencia. Entre los jóvenes de 2011 la proporción
sin orientación a la autoridad se redujo al 18%. Por el contrario, los jóvenes orientados completamente a la
autoridad y la obediencia se duplicaron: crecieron de 15% a 32% en el mismo período.
Democracia y política
•Los uruguayos valoran fuertemente la democracia: 90% considera que es “importante” o “absolutamente
importante” vivir en un país democrático. Además, la amplia mayoría (72%) percibe que efectivamente vive
en una democracia plena. En ambos indicadores Uruguay se destaca en el mundo: se encuentra en la 4ª y 2ª
posición respectivamente en el ranking global.
•Tanto el apego a la democracia como la convicción de que nuestro país es democrático, tienen un vínculo
directo con el nivel socio-económico de las personas. A medida que se desciende en la escala social la
democracia se valora menos (y también se cree menos que nuestro país es gobernado bajo parámetros democráticos). Los resultados no son para escándalo, ya que incluso entre los sectores bajos las percepciones
democráticas podrían considerarse altas en comparación con otros países. Sin embargo sí muestran alguna
grieta en datos que globalmente lucen extraordinariamente sólidos.
•Uruguay también destaca a nivel internacional por la integridad de sus procesos electorales. El público percibe, en términos generales, que las elecciones son de buena calidad: 80% cree que los votos se cuentan de
manera justa, 69% confía en las autoridades electorales, la mayoría (75%) sostiene que los votantes no son
amenazados, y 66% que no son sobornados. En todos estos indicadores los resultados para Uruguay son de
los mejores del mundo.
· 15 ·
Estudio Mundial de Valores
4. Felicidad
La felicidad es una idea presente desde el comienzo de los tiempos. Hay quienes consideran que es el estado
necesario a alcanzar- un ideal-, mientras otros sostienen su carácter excepcional y efímero. De todos modos la
felicidad se asocia a un sentimiento positivo y, más allá del alcance del concepto o su duración, podría decirse
que los seres humanos prefieren sentirse felices que infelices.
El Estudio Mundial de Valores muestra que los uruguayos manifiestan sentirse más felices que quince años atrás.
Las sumatorias indican niveles positivos de felicidad similares para las tres mediciones del EMV: 80% para 1996;
y 86% en 2006 y 2011. Sin embargo, al descomponer los términos positivos y negativos, se encuentran algunas
diferencias significativas.
En 1996, ese 80% se compuso por 21% que afirmaron sentirse “muy felices”, y un 59% que dijo estar “bastante
feliz”, mientras que los “muy felices” fueron un 30% en 2006, y aumentaron a 34% en 2011.
G r á f i c o 1 . F e l i c i d a d d e l o s u r u g u ay o s : 1 9 9 6 , 2 0 0 6 y 2 0 1 1
En general, Ud. diría que es…
2%
18%
1%
2%
2%
12%
11%
52%
56%
59%
34%
30%
21%
1996
2006
No sabe
Nada feliz
No muy feliz
Bastante feliz
Muy feliz
2011
Además de que la proporción de personas muy felices y bastante felices constituya la mayor parte de la población, desde una perspectiva comparada se observa que Uruguay se encuentra por encima del promedio en el
ranking mundial. No obstante, considerando únicamente la región (en los países que se realizó el EMV), se ubica
entre los tres últimos países – por encima de Perú y Chile, pero por debajo de México, Ecuador, Brasil y Argentina.
· 16 ·
Gráfico 2. Felicidad (2010-2014)
En general, Ud. diría que es…
Qatar
Uzbekistan
Malaysia
Kyrgyzstan
Sweden
Mexico
Ecuador
Thailand
Singapore
Poland
Australia
New Zealand
Netherlands
Brazil
Kuwait
Colombia
Rwanda
South Korea
Taiwan
United States
Philippines
Hong Kong
Kazakhstan
Trinidad and Tobago
Libya
Japan
Argentina
Spain
Uruguay
Jordan
Nigeria
Pakistan
Chile
China
Germany
Turkey
Promedio
Slovenia
Armenia
Cyprus
India
Ghana
Azerbaijan
Tunisia
Zimbabwe
Morocco
Lebanon
Estonia
South Africa
Peru
Algeria
Palestine
Russia
Bahrain
Yemen
Romania
Ukraine
Iraq
Belarus
Egypt
Muy feliz
Bastante feliz
0
25
50
75
100
En definitiva, el incremento en quince años de la proporción de uruguayos que manifiestan sentirse muy felices
resulta significativo y permite plantear dos principales interrogantes. Por un lado, si estos niveles de felicidad han
aumentado por igual para todos los uruguayos, y por otro lado, cuáles son los principales factores que podrían
vincularse a la felicidad en Uruguay.
· 17 ·
Estudio Mundial de Valores
Para estudiar la homogeneidad o heterogeneidad del incremento se analiza el indicador de felicidad extrema
(quienes manifiestan sentirse “muy felices”) a través de cuatro principales variables socio-demográficas: edad,
sexo, región y nivel socio-económico.
Tal como muestran los gráficos 3, en todos los segmentos sociales se observa un incremento en la proporción
de “muy felices” en los últimos años. Es decir, si se considera la totalidad del período, desde la primera ola del
estudio en 1996 hasta la última en 2011, todos los segmentos de nuestra sociedad han aumentado sus niveles
de felicidad. El crecimiento de la “felicidad colectiva” ha estado, entonces, bastante bien repartido.
G r á f i c o s 3 . F e l i c i d a d ( M u y f e l i z ) d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n s e g m e n t o s
de la población
En general, Ud. diría que es…
Sexo
Edad
35%
34%
32%
43%
29%
32%
30%
29%
21%
21%
17%
20%
1996
24%
32%
31%
Hasta 29 años
De 30 a 49 años
50 años y más
2006
2011
Región
Hombre
Mujer
1996
2006
2011
Nivel socio-económico
33%
35%
34%
37%
36%
36%
29%
28%
28%
28%
26%
23%
19%
16%
19%
Bajo
Medio
Alto
Montevideo
Interior
1996
2006
2011
1996
2006
2011
Es relevante apreciar cómo el incremento de la felicidad se produce en todos los estratos socio-económicos si se
consideran los quince años que abarca el EMV en Uruguay. Pero donde ha habido un mayor aumento del nivel
de felicidad en la sociedad uruguaya es en los estratos medios.
El otro elemento a destacar de la distribución de la felicidad tiene que ver con la edad. Los jóvenes de hoy son
más felices que los adultos. Pero no se trata solo de un efecto de “ciclo de vida”: los jóvenes de hoy son más
felices que los jóvenes de 1996.
Estos jóvenes, que han sido socializados casi enteramente bajo contextos de una prosperidad económica inédita
(aunque quizá no solo por esto), son hoy el segmento que reporta mayores niveles de felicidad absoluta.
· 18 ·
¿Cuáles son los factores que se vinculan con la felicidad en Uruguay? Sin entrar en campos discutibles, y evitando cualquier análisis que pudiera parecerse a una “receta de la felicidad”, sí es posible recurrir a la teoría y a la
información empírica para establecer algunas asociaciones.
Inglehart et. al. (2008) plantean un modelo de desarrollo humano donde la determinante principal del bienestar
subjetivo1 es el grado en que las personas se sientan libres en una sociedad (es decir, que sientan y tengan
condiciones para desarrollar con libertad sus preferencias en diferentes ámbitos de la vida). Esta sensación de
libertad se vincula con tres grandes dimensiones: el desarrollo económico de la sociedad, la democratización y el
incremento en los niveles de tolerancia a la diversidad. El modelo de desarrollo humano conducente al bienestar
subjetivo, de acuerdo al trabajo de Inglehart, se resume de esta manera:
Modelo de desarrollo humano:
Desarrollo
Económico
Democratización
Aumento en
sensación de libertad
Aumento en
bienestar subjetivo
Sociedad
Tolerante
Fuente: Inglehart et. al. (2008)
A partir del análisis de datos de muchos países del mundo relevados durante décadas, Inglehart llega a establecer
relaciones potentes entre estas dimensiones y reglas bastante generalizables.
Por ejemplo: en países subdesarrollados, el desarrollo económico de una sociedad conduce a mayores niveles
de felicidad. Eso puede estar ocurriendo en Uruguay. Pero esto no funciona para siempre: una vez que el desarrollo económico llega a un punto en que son satisfechas las necesidades básicas de la amplia mayoría de la
población, los individuos comienzan a orientarse hacia otro tipo de necesidades. Así, surge la orientación hacia
valores post-materialistas y de autoexpresión: la calidad de vida, la libertad de expresión, la participación. De esta
manera, los autores muestran la existencia de una relación curvilínea entre el desarrollo económico y la felicidad:
a medida que las sociedades avanzan en su grado de desarrollo los niveles de felicidad aumentan; pero llega un
punto donde mayor desarrollo económico ya no reporta mayores niveles de felicidad, y esta empieza a depender
de otros factores2.
En Uruguay, durante el ciclo de crecimiento económico, se ha insistido con la idea del nacimiento de un “nuevo
uruguayo”, que tiene una fuerte base en la satisfacción de necesidades de tipo material, asociadas al alcance de
ciertos bienes de consumo. ¿Este tipo de “logros” vinculados a la prosperidad económica podrían asociarse con
la manifestación de un sentimiento mayor de felicidad entre los uruguayos?
La información del Estudio Mundial de Valores para Uruguay, muestra que efectivamente estos aspectos están
relacionados: cuanto mayor es la satisfacción de una persona con la situación económica de su hogar, mayores
son los niveles de felicidad auto-reportada.
1
Bienestar subjetivo no es exactamente lo mismo que felicidad, pero son elementos fuertemente relacionados.
La felicidad entra, así, en un proceso de “rendimientos marginales decrecientes” respecto a la situación económica. Como lo escuché decir a César Aguiar más de una vez: en un contexto de pobreza, el primer pantalón
vaquero que alguien se compra le reporta niveles elevadísimos de felicidad, y un impacto notorio en su calidad de vida; el segundo continúa reportando una diferencia (“si no, ¿qué hace cuando pone a lavar el primero?”,
decía César), el tercero probablemente bastante menos que los otros, y a partir de un número x de pantalones vaqueros, tener uno más ya no representa mejora alguna en el bienestar subjetivo.
2
· 19 ·
Estudio Mundial de Valores
Ta b l a 1 . F e l i c i d a d , s e g ú n s at i s fa cc i ó n e c o n ó m i c a d e l h o g a r ( 2 0 1 1 )
En general, Ud. diría que es…
Satisfacción económica del hogar
Muy felíz
Bastante felíz
No muy felíz
Nada felíz
Total
Totalmente insatisfecho
21
44
24
11
100
Insatisfecho
23
49
23
6
100
Neutro
30
55
14
2
100
Satisfecho
34
57
9
1
100
Totalmente satisfecho
49
45
5
5
100
Esta relación se visualiza con claridad en las categorías extremas: entre los que tienen una “muy alta” satisfacción
con la situación económica, el 49% se declara feliz o muy feliz, mientras que entre los que tienen una satisfacción
económica “muy baja” la felicidad disminuye al 21%. Entonces, a medida que se desciende en la escala de satisfacción, también desciende el porcentaje de individuos con mayores niveles de felicidad.
En definitiva, la situación económica de los hogares guarda una relación importante con la manifestación de felicidad de los uruguayos.
Sin embargo, también puede decirse que la felicidad no depende solo de la situación económica. De hecho,
como también se aprecia en la tabla, muchos de los individuos que tienen “muy baja” satisfacción económica
reportan igualmente niveles elevados de felicidad (de hecho, la mayoría de ese grupo se declara feliz). Por tanto,
la vieja idea de que “el dinero no hace la felicidad” (al menos no por sí solo) también parece tener sustento: hay
grandes contingentes de uruguayos que aún estando muy insatisfechos con su bienestar económico, encuentran
formas de transcurrir su vida con felicidad.
En lo que respecta a la democratización, Inglehart et al (2008) explican que los ciudadanos pertenecientes a
sociedades democráticas tienden a ser más felices que aquellos que viven bajo regímenes autoritarios.
Cuando se analiza la información a nivel individual, no se encuentra una relación fuerte entre la percepción de si
el país es democrático o no, y los niveles de felicidad declarada.
· 20 ·
Ta b l a 2 . F ELI C IDAD SEGÚ N QUÉ TA N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ SIE N DO GO BER N ADO EL PAÍS ( 2 0 1 1 )
En general, Ud. diría que es…
Qué tan democrático es el gobierno en
Uruguay
Muy felíz
Bastante felíz
No muy felíz
Nada felíz
Total
Nada democrático
27
43
27
3
100
Poco democrático
37
44
16
2
100
Algo democrático
38
51
9
2
100
Democrático
32
51
15
2
100
Completamente democrático
34
56
8
2
100
Esto, sin embargo, no quiere decir que la democratización no se vincule con la felicidad en Uruguay a nivel agregado. Como se verá más adelante (Capítulo 12), Uruguay cuenta con niveles de democracia muy elevados y se
ubica entre los países más democráticos no solo de América Latina, sino también del mundo. El hecho de vivir en
un contexto altamente democrático, explica Inglehart, implica un mayor sentimiento de libertad en los ciudadanos
y como consecuencia altos niveles de felicidad; y esto puede suceder en un nivel inconsciente de los individuos.
Aunque un uruguayo sienta que su país no está siendo gobernado democráticamente, igualmente recibe los
beneficios de vivir en una sociedad democrática. Y esto, de acuerdo a Inglehart, incide en su felicidad subjetiva.
El tercer factor que Inglehart destaca en su modelo de desarrollo humano es una sociedad tolerante. Esto no se
produce necesariamente porque las personas tolerantes sean más felices, sino porque sociedades con normas y
sanciones sociales intolerantes pueden restringir la libertad de sus ciudadanos. Por el contrario, un ambiente más
tolerante ofrece a las personas mayor libertad y ello influye en la felicidad.
Pero ¿Uruguay es una sociedad más tolerante que hace 15 años? Este es un elemento polémico. Claramente la
idea de una sociedad más tolerante que en el pasado no es la predominante en algunos análisis. Pero, como se
verá en el capítulo 7, en algunas dimensiones de la vida social Uruguay sí es una sociedad mucho más tolerante
que en el pasado. En otras, claramente no. Pero las cosas en las que la sociedad es más tolerante, pueden tener
incidencia en el aumento de la felicidad colectiva. Por ejemplo, y como adelanto de lo que se trabajará más adelante, la sociedad uruguaya es mucho más tolerante que en el pasado con la homosexualidad. Y esta dimensión,
de acuerdo a los trabajos de Inglehart, es una de las que mejor correlaciona con la felicidad subjetiva.
Entonces, considerando el modelo de desarrollo de Inglehart (2008) es esperable un incremento en la sensación
de libertad de los uruguayos, dado por el desarrollo económico, el contexto democrático y un aumento en la
tolerancia social.
· 21 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 4 . S e n s a c i ó n d e l i b e r ta d d e e l e cc i ó n y c o n t r o l s o b r e s u
v i d a , U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
Algunas personas sienten que tienen libertad de elegir y control total sobre sus vidas y otras personas sienten
que lo que hacen no tiene ningún efecto sobre lo que les sucede. Por favor indíquenos en la escala ¿Cuánta
libertad de elegir y de control siente usted que tiene sobre la forma en que le resulta su vida?
3%
3%
10%
3%
2%
3%
4%
3%
5%
16%
17%
26%
39%
30%
29%
29%
1996
41%
37%
2006
NSNC
Nada (1 - 2)
Poca (3 - 4)
Neutro (5 - 6)
Bastante (7 - 8)
Mucha (9 -10)
2011
Efectivamente, tal como el gráfico 4 refleja, en los quince años que van desde la primera medición del EMV a la
última, la proporción de uruguayos que manifiesta sentirse muy libre de elegir y controlar su vida ha aumentado
12 puntos. Por lo tanto, esta tendencia ofrece sustento para el modelo de desarrollo planteado por Inglehart para
comprender el aumento en los niveles de felicidad entre los uruguayos.
Además de estos factores estructurales que inciden en los niveles de felicidad de la sociedad en su conjunto,
Marita Carballo (2015) plantea otras variables que conciernen a la individualidad de los ciudadanos, que guardan
relación con la felicidad. La autora pone sobre la mesa de análisis la conocida frase que intenta dar la clave del
éxito: “Salud, Dinero y Amor”.
Como se ha descripto anteriormente, la satisfacción económica del hogar tiene un vínculo directo con la felicidad
de los uruguayos. Sin embargo, no se han observado las otras dos variables de la famosa frase: amor y salud.
Si bien en los últimos años se han experimentado variados cambios en lo que respecta a la estructura familiar y
de pareja, Carballo demuestra que, a nivel mundial, “vivir en pareja es una de las principales fuentes de felicidad”
(Carballo, 2015: 123). Y Uruguay no escapa a la situación mundial.
· 22 ·
Ta b l a 3 . F e l i c i d a d s e g ú n e s ta d o c i v i l ( 2 0 1 1 )
En general, Ud. diría que es…
Estado civil
Muy feliz
Bastante feliz
No muy feliz
Nada feliz
NsNc
Total
Casado/a
39
52
8
1
1
100
Concubino/a
35
52
11
2
0
100
Divorciado/a
26
56
14
3
1
100
Separado/a
31
39
27
4
0
100
Viudo/a
24
51
17
8
0
100
Soltero/a
33
54
10
2
1
100
Como es posible observar en la Tabla 3, Los mayores niveles de felicidad se encuentran entre los casados y
concubinos, mientras que los más bajos entre los divorciados y viudos. En definitiva, quienes comparten su vida
con otra persona resultan ser más felices que quienes alguna vez tuvieron pareja y luego, sea cual sea el motivo,
dejaron de tenerla.
En lo que respecta a la salud, Carballo explica que “la salud física y psicológica es otra de las variables clave en
el cóctel de la felicidad…” (Carballo, 2015:120).
Ta b l a 4 . F e l i c i d a d s e g ú n a u t o - p e r c e p c i ó n d e l e s ta d o d e s a l u d ( 2 0 1 1 )
En general, Ud. diría que es…
Estado de salud
Muy feliz
Bastante feliz
No muy feliz
Nada feliz
NsNc
Total
Muy buena
52
44
4
0
0
100
Buena
30
58
10
1
0
100
Mala
23
44
27
6
1
100
Muy mala
23
52
13
13
0
100
Una vez más, en Uruguay se observa la misma tendencia que a nivel mundial: quienes manifiestan gozar de una
buena salud resultan ser más felices que quienes cuentan con mala salud.
A modo de síntesis podría afirmarse que efectivamente los uruguayos manifiestan sentirse más felices en 2011
que quince años atrás. Y este incremento se ha producido, más allá de matices, en todos los segmentos de nuestra sociedad. El modelo de desarrollo humano (Inglehart, 2008) ofrece sustento para argumentar que durante los
últimos años en Uruguay los elementos estructurales han propiciado un contexto de mayor sensación de libertad,
que favorece al incremento de la felicidad: hubo un aumento notorio del Desarrollo Económico, se mantuvieron
estables (en niveles muy altos) los indicadores de Democratización, y hubo evolución en algunos indicadores
importantes de Tolerancia Social (aunque también involución en otros).
Otros factores, de índole individual también guardan relación con la felicidad: aquellos uruguayos que comparten
su vida con una pareja y aquellos que gozan de buena salud manifiestan niveles de felicidad mayores que el resto
de la población.
· 23 ·
Estudio Mundial de Valores
5. Orgullo Nacional
¿Estamos los uruguayos orgullosos de nuestro país y de nuestra nacionalidad?
Cuando se pregunta a los uruguayos directamente sobre el tema, una enorme mayoría (92%) afirma que está
orgullosa de serlo aunque, paralelamente, la intensidad de este orgullo parece haber disminuido en la última medición del EMV.
La proporción total de orgullosos ha permanecido constante en los 15 años que abarca el EMV: si se suman los
“muy” y “algo” orgullosos de ser uruguayos el registro es de 92% en las tres mediciones del estudio. Sin embargo,
si se pone el foco específicamente en los “muy” orgullosos, la evolución es muy diferente: en el último quinquenio
ha disminuido en 23% la expresión de orgullo extremo, y aumentado en la misma proporción un orgullo algo más
moderado. Por eso, se puede decir que aunque no se modificó el orgullo agregado, sí cambió su intensidad.
Gráfico 5. Orgullo nacional (1996-2011)
¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo?
3%
2%
3%
20%
3%
1%
3%
1%1%
5%
19%
42%
72%
74%
51%
No sabe
Nada orgulloso
No muy orgulloso
Algo orgulloso
Muy orgulloso
1996
2006
2011
Además, cuando se compara a nuestro país con el mundo, Uruguay no se ubica en este asunto en un lugar destacado sino, por el contrario, algo debajo del promedio global. En nuestro país siempre se señala a los argentinos
como ciudadanos muy orgullosos de sí mismos, pero sin embargo en el EMV el orgullo nacional de los argentinos
es similar al nuestro (y de hecho está algo por debajo). Otros países que son referentes culturales fuertes para
nuestro país (como España, o Estados Unidos), también se ubican en registros promedio. Dentro de los países
latinoamericanos son Ecuador (3ero en el ranking global), México y Colombia los de mayor orgullo nacional, mientras que Brasil ocupa el último lugar de la región.
· 24 ·
Gráfico 6. Orgullo nacional (2010-2014)
¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser…?
Qatar
Ghana
Ecuador
Uzbekistan
Trinidad and Tobago
Philippines
Jordan
Mexico
Yemen
Thailand
Rwanda
Colombia
Pakistan
Libya
Zimbabwe
Kuwait
Turkey
Azerbaijan
Armenia
Australia
India
Nigeria
Morocco
Palestine
Malaysia
Egypt
New Zealand
Peru
Kazakhstan
South Africa
Poland
Algeria
Promedio
Tunisia
United States
Spain
Kyrgyzstan
Uruguay
Iraq
Chile
Slovenia
Argentina
Singapore
Cyprus
Romania
Sweden
Lebanon
Brazil
Belarus
Russia
Ukraine
Japan
Germany
South Korea
China
Hong Kong
Bahrain
Estonia
Netherlands
Taiwan
0%
25%
50%
Muy orgulloso
Algo orgulloso
No muy orgulloso
Nada orgulloso
NS/NC/NA
· 25 ·
75%
100%
Estudio Mundial de Valores
Dado este cambio en el indicador de orgullo nacional del EMV en Uruguay cabe preguntarse: ¿cuáles son los
factores que están por detrás del orgullo nacional, y qué elementos pueden haber producido este cierto desencanto?
El orgullo nacional puede definirse como “el afecto positivo que los individuos sienten respecto a su país” (Smith
y Kim, 2006:1). Los elementos que explican el orgullo nacional son muy diferentes en distintos países. Por lo general está vinculado a atributos o destrezas positivas, es decir, características de los individuos o sociedades que
generan un sentimiento de satisfacción o que permiten un destaque con respecto al resto.
En Uruguay se carece de estudios sistemáticos que expliquen las fuentes del orgullo nacional. Pero innegablemente, uno de los puntos presentes en materia de logros o aptitudes positivos tiene que ver con el deporte, y
en particular con el fútbol. Los uruguayos, en general, siempre han asociado el orgullo nacional con los eventos
deportivos. “Maracaná” representa un hito importante de la historia del país: es la imagen del país ante el mundo.
Es la recreación de la historia del pequeño que vence al gigante, el triunfo ante una adversidad, basado en el convencimiento, y contra todos los pronósticos. Pero desde ese entonces, al igual que en los aspectos económicos,
Uruguay vivió un proceso de retroceso y declive, que lo radió de los principales eventos relacionados con el fútbol,
tanto a nivel continental como mundial.
Luego de sucesivos fracasos, la Copa Mundial de fútbol del año 2010 cambió el curso de los acontecimientos, ya
que Uruguay logró alcanzar el cuarto puesto, en una actuación que no estuvo exenta del carácter épico que tanto
hace exaltar los sentimientos de orgullo. Las calles se llenaron de gente y de banderas uruguayas como nunca
en décadas, y los festejos convocaban multitudes conforme la selección avanzaba en cada etapa. El cuarto lugar,
incluso, no fue vivido como un fracaso, sino que significó un extenso y multitudinario recibimiento a los jugadores:
marcó una etapa de revalorización de la selección celeste, que se acentuó con el logro de la Copa América en
2011.
Sin embargo, el Estudio Mundial de Valores muestra que no se produjo en este período un aumento, sino una
estabilidad del orgullo nacional agregado e incluso una disminución de su intensidad.
¿Cómo es posible, entonces, que a medida que el país progresa en el campo futbolístico, siendo que el fútbol es
motivo de orgullo y pasión en Uruguay, las personas disminuyan la intensidad de expresión de ese sentimiento?
He aquí dos respuestas posibles: la primera indicaría que la asociación entre éxitos futbolísticos y orgullo nacional
no está vinculada, o al menos no tan fuertemente como suponemos. Esto cuestiona algunas de nuestras creencias sobre el tema, pero es una hipótesis plausible. Un estudio comparado de Smith y Jarkko (1998) sobre orgullo
nacional mostraba que la dimensión deportiva no era de las que correlacionaba mejor con el orgullo total, salvo
en los países soviéticos.
Por otro lado, puede ser que el plano deportivo sí influya, pero que paralelamente estén emergiendo otros factores que operan en sentido contrario. Esto llevaría la búsqueda a características de nuestra sociedad que no
representen motivos de orgullo para los uruguayos y que hayan aumentado su incidencia en el último tiempo.
Durante buena parte de la historia, la creencia de que Uruguay es un país pequeño pero tranquilo, educado y
con buena calidad de vida en términos comparados hizo carne en el imaginario popular. La auto-calificación de
Uruguay como la “Suiza de América”, vigente durante buena parte del Siglo XX alimentó también esa sensación
de diferencia, que a su vez generaba un sentimiento de orgullo nacional.
Sin embargo, desde hace ya tiempo, esa estructura e idiosincrasia cuasi europea, que distinguió a Uruguay
del resto de la región, viene mostrando algunas fisuras. Los acontecimientos derivados a partir de la crisis que
afectara a Uruguay a principios de los 2000 amplificaron esa visión del deterioro y lo ubicaron en una perspectiva
similar a otros países de la región. Otros fenómenos, como el incremento de la inseguridad y la delincuencia, o el
deterioro de la calidad educativa, también pueden hacer mella en la sensación de orgullo.
Esa memoria hacia un pasado mejor debiera entonces mostrar alguna diferencia entre el sentimiento de orgullo
experimentado por los mayores con respecto a los más jóvenes, ya que unos pudieron vivir las épocas en las
que Uruguay era una referencia en diversos indicadores sociales, y por lo tanto, motivo de orgullo para sus ciudadanos.
· 26 ·
Ta b l a 5 . S e n t i m i e n t o d e o r g u l l o n a c i o n a l p o r t r a m o s d e e d a d ( 2 0 1 1 )
¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo?
Muy
orgulloso
Algo
orgulloso
No muy
orgulloso
Nada
orgullos
NsNc
Total
18-29
49
49
5
3
0
100
30-39
48
44
6
2
0
100
40-49
49
42
6
3
1
100
50-59
49
46
4
1
0
100
60-69
59
35
6
0
1
100
70 y más
55
41
4
0
1
100
Tramos de edad
El EMV aporta evidencia que sustenta la hipótesis planteada: los sentimientos de orgullo más intenso (“Muy orgulloso”) son diferentes entre la población más adulta con respecto al resto de la población: alcanzan su máximo
entre aquellos que tienen 60 años y más; es decir, entre quienes han vivido las “épocas de oro” en Uruguay.
Por otra parte, esta relación positiva entre orgullo nacional y edad no es patrimonio exclusivo del Uruguay sino,
por el contrario, una tendencia global. De acuerdo a Smith y Jarkko (1998), los jóvenes a escala global presentan
menores niveles de orgullo nacional. Esto no parece ser meramente un efecto de “ciclo de vida” (es decir, que
las personas aumentan el orgullo nacional a medida que envejecen) sino una característica permanente de estas
nuevas generaciones. Esto puede deberse, según los autores, al hecho de ser generaciones socializadas en un
contexto de globalización, en el que las identidades nacionales se encuentran más diluidas que en el pasado.
Otra característica global que presenta el orgullo nacional es que, por lo general, se presenta con mayor intensidad en las personas de menor educación que en las más educadas. Los datos del EMV para Uruguay efectivamente confirman esta asociación. Un 44% de los uruguayos más educados (educación terciaria) se sienten
“muy orgullosos” de su país, mientras que entre los menos educados (educación primaria) la proporción es mayor
(51%), al igual que entre los de educación secundaria.
Ta b l a 6 . S e n t i m i e n t o d e o r g u l l o n a c i o n a l p o r n i v e l e d u c at i v o ( 2 0 1 1 )
¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo?
Muy
orgulloso
Algo
orgulloso
No muy
orgulloso
Nada
orgulloso
NsNc
Total
Primaria
51
42
5
1
1
100
Secundaria
52
41
5
1
1
100
Terciaria
44
46
6
3
1
100
Nivel educativo
Como reflexión final, parece existir en el sentir social una cierta paradoja. Por un lado, la sociedad ha avanzado
en distintas dimensiones de forma conducente a niveles mayores de felicidad para sus ciudadanos, como se vio
en el capítulo anterior. Pero, al mismo tiempo, algunos de estos ciudadanos disminuyen su orgullo de vivir en esta
sociedad.
Esta paradoja probablemente no es mayoritaria: de hecho, los datos muestran que la mayoría de los uruguayos
· 27 ·
Estudio Mundial de Valores
son felices, y la mayoría están también orgullosos de ser uruguayos. Pero para algunos segmentos sí existe la paradoja. Hay grupos con sentimientos y sensibilidades que se han movido en sentido contrario en estos 15 años.
Sin embargo, la paradoja es quizá solo aparente. La manifestación de felicidad depende de cómo nos sentimos
individualmente, y el orgullo nacional de cómo vemos a los demás, al colectivo.
Los uruguayos parecemos sentirnos mejor que antes (más felices) pero, cuando nos vemos al espejo como
sociedad, hay cosas que nos gustan menos que hace algunos años. Este es, quizá, un buen resumen del sentir
nacional en este momento histórico.
· 28 ·
6. Confianza
En las formas de vida sociales, la confianza entre los individuos es un factor clave para alcanzar la estabilidad
que permite un nivel de convivencia deseable. A diario las personas basan la mayor parte de sus relaciones en la
confianza respecto a los demás. La vida cotidiana está plagada de intercambios entre las personas, está llena de
transacciones y acuerdos de todo tipo, desde los más sencillos en el seno familiar, hasta complejos intercambios
económicos y políticos. En sociedades donde la confianza está extendida estos intercambios son fáciles de realizar, porque la premisa básica es que el otro cumplirá lo prometido, o lo que se espera de él.
Por el contrario, una sociedad en la que predomina la desconfianza es una sociedad que funciona con problemas,
una sociedad en la que el vínculo entre los individuos está obstruido por este obstáculo cultural invisible. Cuando
la desconfianza está extendida, los acuerdos e intercambios, aun los más sencillos, se vuelven complejos. Los
individuos tienen que destinar una gran cantidad de tiempo (y dinero) a buscar formas de garantizar o controlar
que el otro cumpla lo acordado. La vida social se llena de ineficiencias.
No es de extrañar, por tanto, que exista un fuerte vínculo entre la confianza interpersonal y el crecimiento económico. Es decir: los niveles de confianza en una sociedad tienen valor no solo por sí mismos, sino que impactan sobre otras esferas de la vida social, como por ejemplo la económica. En tal sentido, desde los trabajos de Putnam
(1993) en adelante, se ha demostrado un fuerte vínculo entre capital social (concepto fuertemente vinculado a la
confianza interpersonal) y desarrollo económico, que es especialmente intenso en los países subdesarrollados.
Entonces, dado el crecimiento económico que Uruguay ha experimentado en los últimos años, cabe preguntarse
¿Somos los uruguayos más confiados que antes?
A pesar de vivir en una sociedad estable y bastante homogénea, los uruguayos no expresan en primera instancia
grandes dosis de confianza en el prójimo. Ante la pregunta: “En términos generales, ¿diría usted que se puede
confiar en la mayoría de las personas o que no se puede ser tan confiado al tratar con la gente?”, las últimas
mediciones del EMV muestran guarismos relativamente bajos, y además decrecientes, en el nivel de confianza
de los respondientes.
· 29 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 7 . C o nf i a n z a i n t e r p e r s o n a l e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser
muy cuidadoso al tratar con la gente?
2%
14%
76%
10%
61%
77%
22%
25%
14%
1996
2006
No sabe
No se puede ser tan con ado
Se puede con ar en la mayoría de las personas
2011
Como se puede observar en el gráfico 7, en 1996 y 2006 aproximadamente uno de cada cuatro encuestados respondía que se puede confiar en la mayoría de las personas, mientras que en 2011 solo uno de cada siete (14%)
se manifestó en igual sentido. La mayoría sostiene en cambio que “no se puede ser tan confiado”.
Con este registro Uruguay se ubica por debajo del promedio global de confianza que es 24%.
· 30 ·
G r á f i c o 8 . C o nf i a n z a i n t e r p e r s o n a l ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 )
En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser
muy cuidadoso al tratar con la gente?
Netherlands
China
Sweden
New Zealand
Australia
Hong Kong
Germany
Estonia
Yemen
Kazakhstan
Singapore
Kyrgyzstan
Japan
United States
Bahrain
Belarus
Thailand
India
Taiwan
Iraq
Kuwait
Russia
South Korea
Promedio
South Africa
Ukraine
Poland
Pakistan
Egypt
Qatar
Slovenia
Argentina
Spain
Algeria
Rwanda
Palestine
Tunisia
Nigeria
Azerbaijan
Uzbekistan
Uruguay
Jordan
Mexico
Chile
Morocco
Turkey
Armenia
Libya
Lebanon
Malaysia
Peru
Zimbabwe
Romania
Cyprus
Ecuador
Brazil
Ghana
Colombia
Trinidad and Tobago
Philippines
0%
25%
50%
Se puede confiar en la mayoría de las personas
No se puede ser tan confiado
NS/NC/NA
· 31 ·
75%
100%
Estudio Mundial de Valores
De cualquier forma, si se consideran únicamente los países de la región, Uruguay es de los países con mayor confianza interpersonal entre sus habitantes; el primero es Argentina con 19%. Es destacable que todos los países
de América Latina y el Caribe que participaron del EMV en la última ola tienen niveles de confianza interpersonal
muy bajos, menores que el promedio mundial. Nuestro continente es predominantemente poco confiado; quizá
nuestra cultura latinoamericana incluye dosis relativamente estructurales de desconfianza, mayor que en otras
regiones culturales del planeta.
Ahora bien, el indicador utilizado es genérico, y refiere a una categoría abstracta: “la mayoría de las personas”.
Considerando que las relaciones humanas son vividas con diferente intensidad dependiendo de la proximidad
que se tenga con la contraparte, resulta relevante considerar diferentes tipos de relaciones para evaluar la confianza interpersonal.
Para ello, se analiza el comportamiento en términos de confianza de los uruguayos en relación a diferentes niveles
de cercanía con las personas. Se consideran cuatro niveles: a) miembros de su familia; b) vecinos; c) personas
que conoce; y d) personas que conoce por primera vez. Se esperaría que las personas tuvieran mayores dosis
de confianza cuanto mayor es su proximidad.
Ta b l a 7 . C o nf i a n z a d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n n i v e l e s d e p r o x i m i d a d d e
relación
Ahora me gustaría preguntarle cuánto confía en varios grupos de gente. ¿Me podría decir, para cada uno, si usted
confía completamente en la gente de ese grupo, confía algo, confía poco o no confía nada?
Confía
completamente
Confía
algo
Confía
poco
No
confía
Total
Familia
85
10
3
2
100
Vecinos
23
46
17
14
100
Personas que conoce
23
44
19
14
100
Personas que conoce por primera vez
5
23
31
41
100
Proximidad de relación
La tabla confirma la hipótesis: cuanto mayor es la cercanía con la persona de referencia, los valores en la categoría “confía completamente” aumentan, y sucede lo inverso cuando se analiza la categoría “no confía nada”. La
familia encabeza la lista, con un 85% de personas que dice confiar completamente en sus parientes, y solamente
un 2% que dice no confiar en absoluto en integrantes de su familia. En el otro extremo, casi la mitad de los encuestados afirma que no confía “nada” en personas que conoce por primera vez, superando el 70% si se le suma
la otra categoría con connotación negativa (“confía poco”).
Por tanto, la confianza de los uruguayos en los demás no es homogénea. En el plano de los vínculos familiares la
confianza es extraordinariamente alta. La casi totalidad de los individuos confía en su familia, y la amplia mayoría
de ellos lo hace depositando una confianza extrema (“completamente”). Los uruguayos, en promedio, también
tienen dosis importantes de confianza en otros grupos: dos tercios confía en sus vecinos, o en personas que
conocen de otros ámbitos. Esta confianza es menos absoluta que la depositada en el plano familiar: en estos
otros individuos no se confía “completamente” sino que se confía “algo”, pero es confianza al fin. Y, finalmente, la
situación de desconfianza instalada parece abarcar fundamentalmente a las personas que no se conoce en absoluto. Respecto a este tipo de personas, efectivamente la amplia mayoría de los uruguayos reconoce no confiar.
De esta forma, el bajo indicador de confianza interpersonal de la sociedad uruguaya adquiere otra dimensión. En
nuestra cultura latinoamericana los vínculos primarios, y fundamentalmente la familia, ocupa un rol muy relevante,
y diferente al que se establece en otras culturas. En ese plano, la confianza de los uruguayos continúa siendo
muy fuerte. Y también existe confianza, aunque de menor intensidad, en el plano vecinal y de otras personas
que conoce. Estos elementos son muy importantes para la construcción de capital social y asociacionismo, y la
· 32 ·
sociedad uruguaya parece mantener estos elementos vigentes.
De cualquier forma, los muy bajos niveles de confianza en el “tercero desconocido” llaman la atención. Una posible hipótesis para explicar estos altos niveles de desconfianza en personas desconocidas podría ser el crecimiento de la inseguridad y la delincuencia en Uruguay. Es decir, que una mayor sensación de inseguridad se vincule
con menores niveles de confianza.
Ta b l a 8 . C o nf i a n z a d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n s e n t i m i e n t o d e s e g u r i dad (2011)
En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser
muy cuidadoso al tratar con la gente?
Se puede confiar en la
mayoría de las personas
No se puede ser tan
confiado
Total
Muy seguro
21
79
100
Bastante seguro
16
84
100
Poco seguro
11
89
100
Nada Seguro
7
93
100
Qué tan seguro se siente en su
barrio
Los datos del EMV ofrecen evidencia que permite establecer una asociación entre el sentimiento de seguridad
y la confianza interpersonal: cuanto más seguros se sienten los uruguayos en su barrio, mayor es la proporción
que manifiesta que “Se puede confiar en la mayoría de las personas”. En sentido inverso, a menor sentimiento de
seguridad, mayor es la proporción de desconfiados (93%).
De todos modos, es destacable que aún entre aquellos que manifiestan sentirse “Muy seguros” el nivel de confianza es muy bajo (21%).
Entonces, frente a la interrogante inicial de si los uruguayos somos más confiados que antes, la respuesta es que
no. Sin embargo, la confianza interpersonal en Uruguay no es homogénea: depende del tipo de vínculo, y del
sentimiento de inseguridad.
· 33 ·
Estudio Mundial de Valores
7 . To l e r a n c i a
Desde su génesis, Uruguay ha sido un ejemplo de convivencia en la región, y uno de sus principales pilares para
ello ha sido el elevado nivel de tolerancia, visible a través de la ausencia de clivajes en materia religiosa, étnica,
regional, e incluso económica. La fuerte impronta de las clases medias, fortalecidas a partir de la extensión y universalización de derechos por parte de un Estado siempre presente, permeó la vida social y política del Uruguay.
El acceso a servicios de salud, educación y protección social favoreció una elevada movilidad ascendente.
Otro de los aspectos que favoreció esa convivencia está basado en el carácter laico del Estado uruguayo, pero
con la garantía de la libertad de cultos. De esta manera, Uruguay rápidamente se transformó en un importante
receptor de inmigrantes de diferentes regiones, mayormente europeas. Así, encontraron refugio en el país, desde
anarquistas españoles e italianos, hasta valdenses y rusos perseguidos por el Zar y luego por la Revolución Rusa.
Estos migrantes se afincaron en diferentes regiones, y se amoldaron rápidamente a la población autóctona, que
era relativamente escasa y abierta a la inmigración. Paulatinamente, producto de la elevada migración de las
zonas rurales a los centros urbanos y desde éstos a Montevideo, esa integración se fue haciendo cada vez más
intensa y comenzaron a gestarse las primeras familias multiculturales.
Ese crisol de naciones, sumado a un ambiente carente de fricciones religiosas y étnicas, un clima de estabilidad
política, y un Estado garante de derechos y servicios básicos, propició un ambiente de convivencia armónica y
fuerte integración social.
Sin embargo, dado que en el último tiempo se ha hecho común oír hablar de un deterioro en los niveles de convivencia cabe preguntarse: ¿Es la sociedad uruguaya más, o menos tolerante que antes?
La agenda mediática de los últimos tiempos pone un énfasis importante en los conflictos entre personas, en
ámbitos tan diferentes como el interior de las familias, los estadios de fútbol, o las instituciones educativas. Pero,
aunque ciertos niveles de intolerancia son evidentes en determinados ámbitos, algunos datos del Estudio Mundial
de Valores permiten relativizar esta situación, o al menos aportar otros ángulos de análisis.
En primer lugar, ¿la tolerancia y el respeto a los demás son elementos valorados por los uruguayos? El Estudio
Mundial de Valores pregunta a los uruguayos cuáles son los cinco valores más importantes a enseñar a los niños.
El Uruguay siempre ha tenido niveles muy altos de respuestas positivas respecto a “tolerancia y respeto” pero,
además, esa proporción ha aumentado en los ha aumentado en los 15 años que abarca el EMV. (sobre todo entre
1996 y 2006). En la última medición nada menos que el 82% de los uruguayos elige “tolerancia y respeto” como
una de las cinco cualidades más importantes para enseñar a los niños.
· 34 ·
G r á f i c o 9 . C u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o : T o l e r a nc i a y R e s p e t o a
o t r a s p e r s o n a s , e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera
que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño?
18%
18%
82%
82%
30%
70%
No mencionó
Importante
1996
2006
2011
Aún más: en comparación internacional, Uruguay se encuentra entre los diez primeros del mundo en cuanto a
la proporción de la población que considera que la tolerancia y el respeto a otras personas son cualidades importantes a alentar en un niño, y es el latinoamericano donde se registra con mayor intensidad esta opción de
valores. Por el contrario, Argentina se encuentra en el otro extremo (tercero, comenzando de abajo, en el ranking
global). En sociedades que comparten un origen cultural y que en muchas cosas son similares, esta es una de las
mayores diferencias de valores entre ellas: la valoración de la tolerancia y el respeto es casi el doble en Uruguay
que en Argentina.
· 35 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 1 0 . C u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o : T o l e r a nc i a y R e s p e t o a
otras personas (2010-2014)
Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera
que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño?
Sweden
Colombia
Australia
Netherlands
Estonia
Trinidad and Tobago
New Zealand
Poland
Uruguay
Chile
Slovenia
Uzbekistan
Yemen
Libya
Mexico
Taiwan
Qatar
Jordan
Malaysia
Iraq
Spain
United States
Azerbaijan
Palestine
Cyprus
Hong Kong
Kuwait
Ecuador
Peru
Promedio
Germany
Ghana
Romania
Thailand
Japan
Brazil
Zimbabwe
Russia
India
Egypt
Philippines
Turkey
Algeria
Belarus
Kazakhstan
Nigeria
Ukraine
Kyrgyzstan
Morocco
Rwanda
Armenia
Tunisia
Singapore
Pakistan
South Africa
China
Lebanon
Argentina
South Korea
Bahrain
0%
25%
50%
Importante
No menciona
· 36 ·
75%
100%
Es evidente entonces que la tolerancia es vista por los uruguayos como un comportamiento positivo, como un
atributo deseable.
¿Cómo se explica, entonces, que la sensación predominante en nuestro país sea la contraria? ¿Cómo se compatibiliza esta opción tan marcada por la tolerancia y el respeto, con lo que se observa en las últimas décadas
en el vínculo entre los hinchas de fútbol, en el vínculo entre los docentes y alumnos, y recientemente docentes y
padres de alumnos por ejemplo?
Es posible que los uruguayos, en estos aspectos “salven el teórico, pero pierdan el práctico”. Existe clara conciencia social de que la tolerancia y respeto son importantes, pero al mismo tiempo es innegable que en algunos
segmentos hay grandes dificultades para transformar este valor en prácticas concretas.
Si esto fuera así ¿de qué sirve un valor que no se aplica? En primer lugar, se podría decir que el valor sí se aplica
para una parte importante de los uruguayos: aún con problemas, la sociedad uruguaya sigue siendo más tolerante y respetuosa que otras. Pero más allá de esto, la propia existencia del valor (aunque esté en un plano “latente”)
tiene un valor intrínseco. Cuando un valor existe en la sociedad, es más sencillo modificar las prácticas. Cuando
el valor no existe, o existe en dosis mucho más bajas (como en Argentina, por ejemplo), modificar las dinámicas
de convivencia es mucho más complicado. Desde este punto de vista, los resultados del EMV en Uruguay son
relativamente optimistas: con trabajo coordinado desde la política pública, el ámbito privado y de la sociedad
civil, no sería imposible lograr mejoras sustantivas en el plano de la tolerancia y respeto a los demás, incluso en
plazos cortos.
La materia prima, la estructura de valores de fondo, son propicios a la idea de vínculos basados en la tolerancia y
el respeto. Este hallazgo es consistente con los de otros estudios sobre cultura ciudadana en Uruguay3.
Por otra parte, la tolerancia social se basa también en la capacidad de aceptar la cercanía con otros grupos de
personas. El Estudio Mundial de Valores utiliza una medición de tolerancia a partir de un indicador clásico que es
presentar a los participantes un conjunto de poblaciones con determinadas características diferenciales en términos de raza, religión, hábitos y costumbres, pidiéndoles que señalen a cuáles no les gustaría tener como vecinos.
Ta b l a 9 . R e c h a z o a v e c i n o s c o n d e t e r m i n a d a s c a r a c t e r í s t i c a s ( 1 9 9 6 2011)
En la lista se enumeran varios grupos de personas. ¿Podría usted indicar aquellos que no le gustaría tener de
vecinos?
Vecinos con determinadas
características
2006
1996
2011
Menciona
No menciona
Menciona
No menciona
Menciona
No menciona
Drogadictos
44
56
50
50
60
40
Personas de otra raza
7
93
4
96
2
98
Personas con SIDA
19
81
11
89
6
94
Inmigrantes
7
93
5
95
2
98
Homosexuales
32
68
17
83
10
90
Personas de otra religión
-
-
6
94
3
97
Bebedores empedernidos
41
59
50
50
51
49
Un estudio realizado en 2012 en varias ciudades de América Latina por la Corporación Corpovisionarios de Colombia (liderada por el ex Alcalde de Bogotá Antanas Mockus) y el Ministerio del Interior, señalaba que los
montevideanos se destacaban en el continente “por su capacidad de respetar las ideas, creencias y prácticas de los demás, cuando son contrarias a las propias” (Estudio sobre Cultura Ciudadana Uruguay, 2012).
3
· 37 ·
Estudio Mundial de Valores
Los resultados muestran una situación ambivalente: se aprecia un aumento de la tolerancia frente a cierto grupo
de personas (homosexuales, personas con SIDA, inmigrantes, y personas de raza y religión diferente a la del respondiente), y al mismo tiempo un aumento del rechazo a otros grupos (drogadictos, y alcohólicos).
Destaca por su magnitud la reducción del nivel de rechazo a homosexuales, a personas con SIDA, y a personas
de otra raza, que se reduce en más de tres veces en la medición de 2011 respecto de la de 1996. En el caso de
la homosexualidad, hay evidencia de esa disminución al rechazo medida en otras variables, como la justificación
de la misma, que presenta la siguiente trayectoria en las tres mediciones realizadas. Este es, por su magnitud,
uno de los principales cambios de valores de la sociedad uruguaya de los 15 años que abarca el EMV. En 1996
casi la mitad de la población uruguaya afirmaba que la homosexualidad no se justificaba “nunca”, mientras que
esa proporción disminuyó a 18% en un lapso de 10 años.
G r á f i c o 1 1 . J u s t i f i c a c i ó n d e l a h o m o s e x u a l i d a d e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 –
2011)
Por cada una de las siguientes afirmaciones (Homosexualidad) si usted cree que siempre pueden justificarse o
nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio.
3%
3%
8%
18%
45%
18%
8%
7%
21%
36%
10%
18%
19%
17%
9%
28%
14%
1996
18%
2006
No sabe
Nunca se justi ca
2a4
5y6
7a9
Siempre se justi ca
2011
Al igual que sucede con la importancia al respeto y la tolerancia a otras personas como cualidad importante, Uruguay se ubica entre los países que presentan mayor niveles de tolerancia hacia la homosexualidad en el mundo.
Aún más: considerando los países de la región, Uruguay lidera el ranking ampliamente.
· 38 ·
Gráfico 12. Justificación de la homosexualidad (2010-2014)
Por cada una de las siguientes afirmaciones (Homosexualidad) si usted cree que siempre pueden justificarse o
nunca pueden justificarse o si su opinión está en algun punto intermedio.
Sweden
Netherlands
Australia
Spain
Uruguay
Germany
New Zealand
Slovenia
United States
Chile
Brazil
Argentina
Philippines
Japan
Mexico
Promedio
Poland
Cyprus
Taiwan
Colombia
Hong Kong
Peru
South Africa
Estonia
India
Libya
Romania
Thailand
South Korea
Algeria
Singapore
Ecuador
China
Trinidad and Tobago
Kyrgyzstan
Russia
Belarus
Uzbekistan
Kazakhstan
Yemen
Turkey
Lebanon
Tunisia
Malaysia
Zimbabwe
Ghana
Ukraine
Qatar
Nigeria
Morocco
Palestine
Armenia
Rwanda
Jordan
Azerbaijan
Pakistan
Iraq
Bahrain
0%
25%
50%
75%
100%
Siempre se justi ca
7a9
5y6
2a4
Nunca se justi ca
NS/NC/NA
En este contexto cultural, no es extraño el amplio apoyo popular que tuvo la legislación sobre matrimonio igualitario recientemente aprobada en el Uruguay.
· 39 ·
Estudio Mundial de Valores
El aumento en el nivel de aceptación de minorías raciales o sexuales permite ubicar a Uruguay dentro de los países más alineados con lo que Inglehart y Welzel (2003) denominaron el “síndrome posmoderno”. Ese tránsito a
la posmodernidad supone el incremento en los niveles de tolerancia y el fortalecimiento de valores democráticos,
que generan un ámbito favorable para otros cambios sociales y políticos. Un trabajo de Catterberg y Zuasnabar (2010) mostraba que entre 1990 y 2005 en todos los países de la Tercera Ola de democratización se había
registrado un aumento en la tolerancia hacia personas de diferente raza, inmigrantes y homosexuales, que era
particularmente fuerte entre las nuevas generaciones (socializadas en el nuevo contexto democrático).
Por cierto, las mejoras que ha habido en estos indicadores no significan que la situación en términos de aceptación social de las minorías sea óptima. Claramente no lo es en términos raciales, donde persisten en nuestra
sociedad notorias diferencias de acceso a la educación, a posiciones laborales de jerarquía e ingresos, y donde
la población afro-descendiente está sobre-representada dentro de la población en situación de pobreza (Somma,
2008).
En el sentido contrario, resulta interesante el aumento en el nivel de rechazo hacia los bebedores empedernidos y
los drogadictos. En ambos casos, entre 1996 y 2011 se revirtió el saldo de rechazo, siendo en la última medición
mayoritaria la proporción de uruguayos que manifiesta su disgusto por compartir la vecindad con individuos con
dichos hábitos.
La explicación a este mayor nivel de rechazo podría vincularse con dos factores. En primer lugar, una mayor
conciencia sobre los daños que ambas conductas acarrean para la salud de los individuos, y para la salud o la
integridad de los demás (como, por ejemplo, en la seguridad en el tránsito). En segundo orden, la relación entre
estos comportamientos con la promoción de desórdenes y la vinculación con el mundo del delito, tanto de los
delitos comunes como de la violencia doméstica.
En definitiva, podría decirse que existen diferencias en los niveles de rechazo de la sociedad uruguaya, según se
trate de problemas que tengan que ver con características propias de los individuos (raza; orientación sexual; religión o procedencia) o cuestiones adquiridas, sobre las que los individuos tienen cierto nivel de “responsabilidad”,
como son la adicción a las drogas o el alcohol, y que puedan ser vistos como conducentes a comportamientos
que atenten contra la integridad del otro.
¿Es entonces la sociedad uruguaya más tolerante que antes, o menos tolerante que antes? Probablemente ambas cosas. En algunas dimensiones es indiscutible que la sociedad es mucho más tolerante que algunas décadas atrás (el de la homosexualidad es el ejemplo más claro). En otras dimensiones, sin embargo, la sociedad es
menos tolerante. No solo en términos de su visión de los alcohólicos y drogadictos, sino también, como se verá
en el capítulo 10, con relación a sus visiones sobre la pobreza.
· 40 ·
8 . Va l o re s d e g é n e ro
En Uruguay son varias las investigaciones que evidencian el papel desempeñado por la mujer en la construcción
social, política y económica del país. Pero también son muchos los trabajos que ponen en evidencia las dificultades
que han tenido y tienen las mujeres en distintas áreas de la vida social. Por ejemplo para acceder plenamente al
mercado de trabajo, y aún accediendo al mercado de trabajo, persiste la desigualdad en cuanto a las inequidades
salariales; y todo esto sumado a que la responsabilidad de las mujeres sobre los cuidados de niños y adultos
mayores de la familia son más importantes en casi todos los casos. (Arriagada, 2007; Batthyany 2015).
Inglehart et. al. (2002) señalan el crecimiento en Occidente de una corriente de apoyo a valores vinculados a la
mayor participación de la mujer en la vida activa, y su vinculación con elevados niveles de desarrollo.
De todas formas, de acuerdo a su trabajo, la existencia de niveles elevados de PBI o buenas cifras en indicadores
relacionados con el Índice de Desarrollo Humano no garantizan buenas condiciones para las mujeres en aspectos
como el acceso y la calidad de fuentes de trabajo; el ejercicio de derechos fundamentales como el voto, la
propiedad de bienes y la educación. Abundan en este sentido los ejemplos de países con elevados registros en
el plano económico (como Qatar, Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos) donde si bien las cifras de PBI per
cápita se acercan considerablemente a las de países como EEUU, Francia o Alemania, la situación vivida por las
mujeres es similar, o incluso peor que las que sus congéneres debieron padecer en el mundo occidental previo a
la Revolución Industrial.
En términos de agenda de género, es fundamental la posición de la cultura dominante en materia de normas,
creencias, valores y aspectos religiosos. En aquellas sociedades estructuradas de manera más rígida en relación
a los roles esperados de acuerdo al sexo, las funciones a cumplir por cada uno están determinadas, aún y
particularmente en el ámbito del hogar. En sociedades con un mayor grado de desarrollo, los roles terminan
siendo más flexibles, adaptándose a las distintas situaciones.
La situación en Uruguay respecto a temas de género, si bien dista del ideal, ha sido en muchos sentidos pionera
y se encamina a la realidad vigente en sociedades con un mayor grado de avance.
Desde comienzos del Siglo XX se aprobaron diversas iniciativas para equiparar las condiciones de los ciudadanos,
independientemente del sexo de éstos. Así, la aprobación del divorcio por la sola voluntad de la mujer en 1913, la
extensión del sufragio a las mujeres en 1932, las leyes que facilitaron la inserción laboral de la mujer, o el acceso
a condiciones más favorables para la jubilación, son muestras de esa creciente integración.
De todas maneras, y como se señaló al referir a la cultura dominante, la existencia de leyes tendientes a la
equidad de género no asegura que la sociedad acompañe las posiciones en la misma medida.
El proceso que debiera llevar hacia la equidad de género desde la teoría tiene, para Inglehart et al (2002), dos
fases bien marcadas. Una primera, casi siempre acompañada de un avance en el nivel de industrialización, donde
las mujeres acceden al mundo del trabajo. Ese acceso a fuentes laborales, generalmente viene acompañado de
una baja en la tasa de fertilidad, y un aumento en el nivel educativo de las mujeres. Como consecuencia de ello,
la participación en la vida social y pública del país se ve incrementada. Sin embargo, estos procesos no permiten
alcanzar las posiciones en los que se encuentran los hombres. En términos generales, los empleos a los que
acceden las mujeres son de menor remuneración, y el acceso a niveles superiores de enseñanza se hace más
dificultoso.
La segunda etapa está asociada a un modelo posindustrial, y supone la superación de la primera por medio
del acceso de las mujeres a espacios de decisión tanto en el mundo profesional como en los ámbitos de toma
de decisiones a nivel político. El tránsito de una fase a la otra se propicia a partir de la prevalencia de valores
seculares sobre los tradicionales, que están relacionados con la composición de un determinado tipo de familia,
· 41 ·
Estudio Mundial de Valores
la aceptación del divorcio, del aborto, de la homosexualidad y de la independencia económica de las mujeres.
Desde una visión más emparentada con aspectos materiales, el nuevo rol de la mujer, y también del hombre,
supone el quiebre de la lógica donde los segundos eran los generadores de ingresos del hogar, mientras que las
mujeres se dedicaban al cuidado de la familia.
¿Cómo es entonces la situación de Uruguay respecto a la los valores y creencias en términos de equidad de
género? ¿Cuál ha sido su evolución? ¿Existe orientación hacia la equidad en ámbitos como el mundo del trabajo,
la educación, la política, o en la imagen general del rol que debe cumplir la mujer en la sociedad?
Se empezará a responder estas preguntas brindando un estado de situación de diversas variables relacionadas
con la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, y se separarán en tres dimensiones: laboral y educativa,
familiar, y política.
La dimensión laboral comprende aspectos vinculados a la igualdad de oportunidades en el mundo del trabajo en
relación a los ingresos y a las oportunidades de formación. A nivel familiar se buscarán aspectos vinculados a la
relación y posición de la mujer en la pareja y los hijos. Por último, a nivel sociopolítico, se pretende ilustrar sobre
la realidad cultural en cuanto a espacios de participación y derechos de las mujeres.
El mundo del trabajo y la educación
Hay dos temáticas en las que la sociedad uruguaya tiene hoy claros consensos. En primer lugar (gráfico 13), dos
de cada tres están de acuerdo con la idea de que tener trabajo es la mejor manera para que una mujer sea una
persona independiente, mientras que un grupo pequeño (16%) está en desacuerdo.
G r á f i c o 1 3 . T e n e r t r a b a j o e s l a m e j o r m a n e r a pa r a q u e u n a m u j e r
s e a u n a p e r s o n a i n d e p e n d i e n t e , e n U r u g u ay ( 2 0 1 1 )
¿Está usted de acuerdo, en desacuerdo, o ni de acuerdo ni en desacuerdo con las siguientes afirmaciones?
6%
16%
11%
De acuerdo
Ni de acuerdo, ni en desacuerdo
En desacuerdo
No sabe
67%
En segundo lugar, en un indicador clásico de igualdad de género laboral, una mayoría igualmente amplia (67%)
rechaza la idea de que en caso de escasez de trabajos, los hombres tengan más derecho al trabajo que las
mujeres.
· 42 ·
G r á f i c o 1 4 . En e s c a s e z d e t r a b a j o : l o s h o m b r e s t i e n e n m á s d e r e c h o
a l t r a b a j o q u e l a s m u j e r e s e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
¿Está usted de acuerdo, en desacuerdo, o ni de acuerdo ni en desacuerdo con las siguientes afirmaciones?
2%
1%
2%
6%
3%
9%
69%
67%
28%
1996
66%
21%
26%
2006
2011
No sabe
Ninguno
En desacuerdo
De acuerdo
Llama la atención la persistencia (incluso creciente entre 2006 y 2011) de una cuarta parte de los uruguayos que
continúa afirmando que el hombre debe tener más derecho al acceso al trabajo si hay escasez laboral. Pero,
de cualquier forma, las gráficas precedentes muestran en términos generales, una situación mayoritariamente
favorable a la igualdad de género y al desarrollo de la mujer en el ámbito laboral.
Otros indicadores también permiten apreciar cambios importantes en la forma en que la sociedad entiende los
roles de la mujer. Hasta 2006 el 70% de los uruguayos afirmaba que ser ama de casa era tan satisfactorio como
tener trabajo remunerado, mientras que cinco años después esta proporción ha disminuido a 53%. Una variación
de 17 puntos en un quinquenio se trata de un cambio de gran magnitud.
La disminución de ese porcentaje está vinculada a la idea que manejan Inglehart et al (2002) de que el rol de la
mujer como ama de casa, o encargada del cuidado de los miembros de la familia, se fortalece4 en sociedades que
atraviesan etapas de incertidumbre o fragilidad económica, y viceversa. Considerando el ingreso de la economía
uruguaya en una fase de prosperidad en la última década, la idea del aumento del acuerdo con el establecimiento
de un rol más tradicional para la mujer debería ir perdiendo terreno, como efectivamente ocurre en la medición.
O se visibiliza, pues la familiarización de los cuidados (el tiempo que las mujeres destinan a realizar tareas del hogar además de su trabajo formal) continúa operando aún en contextos de prosperidad -excepto en hogares
con capacidad para emplear a otras mujeres-.
4
· 43 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 1 5 . Af i r m a c i o n e s s o b r e e l t r a b a j o : S e r a m a d e c a s a e s ta n
s at i s fa c t o r i o c o m o e l t r a b a j o r e m u n e r a d o e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 )
Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada
una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo?
8%
2%
21%
12%
9%
26%
55%
37%
15%
16%
2006
2011
No sabe
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
De acuerdo
Muy de acuerdo
Por otro lado, a medida que las mujeres van mejorando sus calificaciones también aparece el registro social del
acceso de las mujeres al sistema educativo terciario. Como señalan Papadopoulos y Radacovich (2003:5), a
propósito de datos de 1999 para la Universidad de la República: “Mientras que en 1968 había 4 mujeres cada 10
hombres hoy la proporción es exactamente la inversa”.
Este hecho está asociado a un cambio cultural fuerte: la enorme mayoría de los uruguayos considera que los
estudios universitarios son tan importantes para una mujer como para un hombre.
· 44 ·
G r á f i c o 1 6 . L a e d u c a c i ó n u n i v e r s i ta r i a e s m á s i m p o r ta n t e pa r a u n
h o m b r e q u e pa r a u n a m u j e r , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 )
Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada
una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo?
5%
5%
24%
33%
65%
5%
1%
2006
53%
8%
2%
No sabe
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
De acuerdo
Muy de acuerdo
2011
L a d i m e n s i ó n fa m i l i a r
La situación respecto de la equidad de género en la dimensión familiar no muestra diferencias cuantitativas con
la posición en la dimensión laboral y educativa. Mayoritariamente, se observa un estado general de la opinión
tendiente a la equiparación de derechos y roles de la mujer con respecto al hombre en algunas cuestiones
vinculadas a la composición familiar y la gestión del hogar.
· 45 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 1 7 . Un a m u j e r n e c e s i ta t e n e r n i ñ o s pa r a r e a l i z a r s e , e n
U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
¿Cree usted que una mujer necesita tener niños para estar realizado/a o que esto no es necesario?
7%
15%
13%
48%
49%
37%
38%
38%
55%
No sabe
No es necesario
Necesita niños
1996
2006
2011
Así, el rol señalado anteriormente de la mujer como madre y cuidadora del resto de los integrantes de un hogar
no posee en Uruguay la misma fuerza que pareciera tener en otras sociedades que aun no han alcanzado niveles
crecientes de modernización. En tal sentido, decrece significativamente el número de uruguayos que consideran
que la mujer debe tener niños para sentirse realizada, revirtiendo en el período 1996 -2006 una tendencia de
opinión mayoritaria en ese sentido, y estabilizándose en el último quinquenio.
· 46 ·
G r á f i c o 1 8 . A p r o b a c i ó n d e m a d r e s s o lt e r a s , e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
Si una mujer quiere tener un niño siendo madre soltera, pero no quiere tener una relación estable con un hombre
¿Usted lo aprueba o lo desaprueba?
2%
15%
2%
5%
12%
18%
5%
17%
12%
82%
66%
65%
No sabe
Desapruebo
Depende
Apruebo
1996
2006
2011
En sintonía con la equiparación de género aparece también un mayor nivel de reconocimiento de nuevos roles
de la mujer. En ese sentido, la creciente aprobación hacia las madres solteras (aumenta casi veinte puntos
porcentuales entre 2006 y 2011) muestra un tránsito hacia la tolerancia de nuevas composiciones de familia, no
centradas ya en la pareja, sino en un modelo mono-parental (en este caso femenino).
En el plano más concreto de las relaciones entre hombres y mujeres, se encuentra un altísimo porcentaje de
encuestados que no justifican el hecho de que un hombre le pegue a una mujer.
· 47 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 1 9 . J u s t i f i c a q u e u n h o m b r e l e p e g u e a u n a m u j e r , e n U r u g u ay
(2006-2011)
Por cada una de las siguientes afirmaciones (Que un hombre le pegue a una mujer) si usted cree que siempre
pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio.
1%
2%
5%
6%
86%
1%
2%
2%
6%
89%
No sabe
Siempre se justi ca
7a9
5y6
2a4
Nunca se justi ca
2006
2011
De hecho, a nivel mundial, Uruguay se encuentra entre los países con mayor proporción de población que
manifiestan que nunca se justifica que un hombre le pegue a una mujer.
· 48 ·
Gráfico 20. Justifica que un hombre le pegue a una mujer (2010-2014)
Por cada una de las siguientes afirmaciones (Que un hombre le pegue a una mujer) si usted cree que siempre
pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio.
Australia
New Zealand
Brazil
Uruguay
Spain
Poland
Sweden
Cyprus
Chile
Romania
Colombia
Netherlands
Trinidad and Tobago
United States
Argentina
Armenia
Mexico
Turkey
Japan
Slovenia
Estonia
Qatar
South Korea
Jordan
Ecuador
Germany
Ukraine
Belarus
Pakistan
Azerbaijan
Taiwan
Libya
Tunisia
Thailand
Promedio
Russia
Hong Kong
Peru
Ghana
Kazakhstan
Kyrgyzstan
Yemen
Morocco
Malaysia
Singapore
Uzbekistan
Palestine
Kuwait
Lebanon
Philippines
Zimbabwe
Nigeria
China
Bahrain
Egypt
Algeria
South Africa
Iraq
India
Rwanda
0%
25%
50%
Nunca se justi ca
2a4
5y6
7a9
Siempre se justi ca
NS/NC/NA
· 49 ·
75%
100%
Estudio Mundial de Valores
La contracara que muestra la realidad, y la distancia con ese “deber ser” que señalan los encuestados, lo
constituye el elevado índice de muertes de mujeres por episodios vinculados a la violencia doméstica. Según el
Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad se produjo una muerte cada quince días en el pasado año
2014.
El plano político
En lo estrictamente político, Uruguay, a pesar de haber avanzado en algunas dimensiones de representación
femenina en la actividad política, ha retrocedido en otras. En el período electoral pasado (2014) ha aumentado el
porcentaje de mujeres en el gobierno nacional con respecto al período electoral 2009: tanto en cargos electos
(senadoras y diputadas) como en cargos designados (ministras). Sin embargo, en lo que respecta al nivel subnacional, la representación femenina ha disminuido de un período a otro. De todos modos, en ninguno de los
casos se ha logrado alcanzar la paridad de género.
Ta b l a 1 0 . P o r c e n ta j e d e m u j e r e s e n e l g o b i e r n o ( P e r í o d o E l e c t o r a l :
2009-2010, 2014-2015)
Período Electoral
2009-2010
2014-2015
Ministras
15%
39%
Senadoras
13%
29%
Diputadas
14%
19%
Total Parlamentarias
14%
21%
Intendentas
16%
5%
Alcaldesas
25%
17%
¿Esta sub-representación femenina es un problema de oferta, o un problema de demanda? ¿Se trata de que los
ciudadanos no eligen candidatas mujeres, o de que no hay suficientes candidatas mujeres?
En la última elección departamental se produjo una situación que puede ilustrar este punto. De un total de 155
candidatos a Intendente en todo el país, apenas 20 (menos de 13%) fueron mujeres. Esto implica que en los
partidos políticos uruguayos operan mecanismos de funcionamiento y selección que son adversos a las mujeres.
Mecanismos conscientes o inconscientes, explícitos o subyacentes, funcionales o culturales, que representan
obstáculos fuertes a la presencia femenina en determinados planos de la actividad política. Por decirlo con más
claridad: no se trata de que los ciudadanos no voten candidatas mujeres (en algunos casos lo hacen, en otras
no), sino de que las mujeres no llegan siquiera a ser candidatas.
Desde la perspectiva cultural y valórica, los datos confirman esta interpretación. La amplia mayoría de los
uruguayos (83%) discrepa con la idea de que “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”. Y el
rechazo más extremo a esta idea (“muy en desacuerdo”) se ha triplicado entre 2006 y 2011. Por tanto, no parece
existir una restricción cultural, de parte de los electores, a elegir mujeres para cargos de representación política.
La restricción parece operar del lado de la oferta, no del lado de la demanda.
Un punto más en esta línea. Países de la región con características culturales similares a la uruguaya (y algunos
de ellos menos avanzado en términos de valores de género), han elegido mujeres incluso como Presidenta. Los
casos de Chile, Argentina y Brasil son suficientemente ilustrativos al respecto.
· 50 ·
Gráfico 21. Los hombres son mejores líderes políticos que las
m u j e r e s , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 )
Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada
una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo?
10%
9%
16%
51%
86%
56%
89%
32%
16%
2%
2006
2%
6%
No sabe
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
De acuerdo
Muy de acuerdo
2011
En definitiva, podría decirse que los datos del EMV permiten afirmar que el panorama de la equidad de género
en Uruguay es relativamente positivo desde la perspectiva cultural y de valores. De hecho, mirado en perspectiva
temporal, este es uno de los cambios culturales más importantes de nuestra sociedad (como de muchas otras)
en las últimas décadas, y la tendencia es a que continúe profundizándose.
De cualquier forma, es igualmente notorio que estos cambios son insuficientes para lograr una equidad e igualdad
plena, y que aún queda mucho camino por recorrer.
· 51 ·
Estudio Mundial de Valores
9. El trabajo
El trabajo es una dimensión fuertemente estructurante de la vida de los individuos y está en directa relación con
otras esferas sociales (educativas, de cuidado, recreativas, políticas, sanitarias, reproductivas, entre otras). La
cantidad de horas que los individuos dedican al trabajo es muy importante (41,5 horas semanales promedio5).
Este tiempo vital que transcurre dentro de la esfera laboral es frecuentemente invisible o poco estudiado, a pesar de su amplio impacto sobre el bienestar individual. Pero además de lo que ocurre dentro del trabajo, por lo
general el resto de las actividades de la vida personal se ordenan y estructuran en función de la actividad laboral.
El ex Presidente uruguayo José Mujica dijo en 2013 en Madrid ante un grupo de empresarios españoles que los
uruguayos “no nos caracterizamos por matarnos en el laburo (…). Somos medio atorrantes, no nos gusta tanto
trabajar”.
¿Qué manifiestan los uruguayos respecto al trabajo en el EMV, y cómo se comparan con el resto de las sociedades?
En primer lugar, el trabajo es reconocido como importante por los uruguayos: más de la mitad de la población
(64%) considera que es “muy importante” en su vida, y 26% adicional manifiesta que es “algo” importante. Puede
afirmarse entonces que la amplia mayoría de los uruguayos le asigna importancia al trabajo, y el grueso además
lo hace en forma superlativa (“muy importante”).
Sin embargo, el plano laboral no es el aspecto de la vida más valorado. Con gran diferencia el aspecto más importante para los uruguayos es la familia (89% la menciona como “muy importante”). El trabajo ocupa un segundo
escalón, en posiciones similares al tiempo libre y los amigos, y superando por mucho a la política y la religión.
5
Datos del Monitor de Trabajo de Equipos MORI, 2015.
· 52 ·
G r á f i c o 2 2 . Im p o r ta nc i a d e d i s t i n t o s a s p e c t o s e n l a v i d a ( 2 0 1 1 )
Por favor indique cada uno de los siguientes aspectos, qué tan importante es en su vida.
10
26
38
31
64
49
89
51
18
17
20
11
La familia
Trabajo
Tiempo libre
Muy importante
Los amigos
Religión
Política
Bastante importante
La afirmación de Mujica podría tener sustento, al menos parcial, cuando se comparan los resultados de Uruguay
con el resto del mundo. Efectivamente los uruguayos no somos los “campeones del mundo” en este aspecto,
pero tampoco estamos al final de la tabla. La importancia asignada al trabajo se ubica cerca del promedio mundial. Incluso, dentro de la región, Uruguay se encuentra por encima de otros países vecinos como Argentina,
Brasil y Chile.
· 53 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 2 3 . Im p o r ta nc i a d e l t r a b a j o e n l a v i d a ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 )
Por favor indique cada uno de los siguientes aspectos, qué tan importante es en su vida.
Ghana
Philippines
Ecuador
Tunisia
Mexico
Zimbabwe
Qatar
Malaysia
Morocco
Libya
Nigeria
Trinidad and Tobago
Colombia
Algeria
Kuwait
Pakistan
Uzbekistan
Armenia
Rwanda
Yemen
Peru
Jordan
Azerbaijan
Thailand
Cyprus
Iraq
Palestine
Poland
Uruguay
Kyrgyzstan
Brazil
Spain
Lebanon
Promedio
Kazakhstan
Egypt
South Korea
Taiwan
South Africa
Argentina
Chile
Romania
Estonia
Ukraine
Japan
Sweden
Turkey
Belarus
Russia
India
Singapore
Slovenia
Germany
China
United States
New Zealand
Hong Kong
Australia
Netherlands
Bahrain
0%
25%
50%
Muy importante
Algo importante
No muy importante
Nada importante
NS/NC/NA
· 54 ·
75%
100%
Más allá de la importancia abstracta, ¿qué tipo de tareas desarrollan los uruguayos en el trabajo, y qué cosas
valoran a la hora de elegir un empleo?
Una discusión relevante en la literatura especializada sobre el trabajo es la que tiene que ver con la realización de
tareas manuales o intelectuales. Al respecto es importante señalar que todos los trabajos están compuestos por
ambos tipos de tareas dado que en algún caso se superponen. No obstante el espíritu de esta diferencia tiene
que ver con conocer las características de los trabajadores en términos de su dedicación a tareas más bien materiales o inmateriales. Donde predomina un uso intensivo del conocimiento, se trata más bien de trabajo simbólico
y las relaciones sociales que se entablan para el desarrollo de las tareas tienen un fuerte componente colaborativo
y cooperativo. En la medición del año 2011 se observa que tres de cada diez uruguayos realiza principalmente
tareas manuales en su trabajo, mientras que apenas un 6% dedica la mayor parte de su trabajo a tareas intelectuales. En línea con lo anterior se destaca que el trabajo de la mayoría de los uruguayos (56%) tiene que ver con
la realización de tareas rutinarias, frente a un menor porcentaje (21%) que realiza principalmente tareas creativas.
Estos atributos son relevantes porque iluminan sobre la cotidianeidad de los trabajadores.
G r á f i c o 2 4 . T i p o d e ta r e a s q u e r e a l i z a e n e l t r a b a j o , U r u g u ay ( 2 0 1 1 )
¿Las tareas que usted realiza en su trabajo son principalmente manuales o intelectuales? Si actualmente
no trabaja, caracterice su trabajo más importante del
pasado. “Utilice esta escala donde 1 significa “principalmente tareas manuales” y el 10 significa “principalmente intelectuales”.
¿Las tareas que usted realiza en su trabajo son principalmente rutinarias o son creativas? Si actualmente
no trabaja, caracterice su trabajo más importante del
pasado. “Utilice esta escala donde 1 significa “principalmente tareas rutinarias” y el 10 significa “principalmente creativas”.
7%
7%
6%
7%
15%
14%
16%
17%
22%
22%
33%
No sabe
Principalmente tareas intelectuales
7a9
5a6
2a4
Principalmente tareas manuales
34%
No sabe
Principalmente tareas creativas
7a9
5a6
2a4
Principalmente tareas rutinarias
2011
2011
Sin embargo, más allá de que una gran parte de los uruguayos manifiesta realizar tareas principalmente rutinarias
y manuales, la gran mayoría – tanto en la medición del 2006 (60%) como en la del 2011 (59%) - declara que
cuenta con gran independencia para desarrollar su trabajo.
· 55 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 2 5 . In d e p e n d e nc i a pa r a d e s a r r o l l a r e l t r a b a j o , U r u g u ay
(2011)
¿Qué tanta independencia tiene usted para desarrollar las tareas de su trabajo? Si actualmente no trabaja, caracterice su trabajo más importante del pasado. “Utilice esta escala para indicar su grado de independencia, en
donde 1 significa que no tiene “nada de independencia” y el 10 significa que tiene “completa independencia”.
2%
7%
27%
29%
33%
30%
20%
12
16%
11%
7%
6%
2006
2011
No sabe
Completa independencia
7a9
5a6
2a4
Nada de independencia
Este aspecto se relaciona con la idea de autonomía que tienen los trabajadores en el contexto laboral actual. Esta
idea de autonomía se vincula con ciertas competencias que son exigidas a los trabajadores, que hacen a la capacidad de los trabajadores para resolver problemas (de hecho autores como Zarifian (1999) se refieren al trabajo
como cierta capacidad para resolver problemas), tomar decisiones, alinearse a los objetivos institucionales, y en
algunos casos autogestionarse tanto la carrera laboral como los tiempos de trabajo.
Por otro lado, el EMV brinda algunos indicadores que permiten conocer el estado de opinión de la sociedad
uruguaya hacia el trabajo. Pero antes, es relevante recordar que desde el año 2011 la tasa de desempleo de
Uruguay se encuentra en una meseta en los valores más bajos desde la apertura democrática. Como es posible
observar en el siguiente gráfico, durante la crisis del 2002 alcanzó los niveles más altos y a partir de allí comenzó
una tendencia a la baja hasta el 2011. En lo que respecta a los años previos a la crisis, la tendencia de la tasa de
desempleo era en aumento desde 1993 (con un pequeño retroceso en el 98´, pero que fue rápidamente retomado). En definitiva, en las tres mediciones del Estudio Mundial de Valores se captaron tres momentos diferentes del
desempleo en Uruguay: en la primera (1996) un crecimiento, en 2006 un decrecimiento y en 2011 una estabilidad
en niveles históricamente bajos.
· 56 ·
G r á f i c o 2 6 . Ta s a d e d e s e m p l e o e n U r u g u ay ( 1 9 8 6 - 2 0 1 5 )
18,3
16,3
14,2
12,2
10,2
8,1
6,1
4,1
2015
2014
2013
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
2,0
0,0
Fuente: CEPAL. “Perfil Nacional Económico” en CEPALSTAT: Bases de Datos y Publicaciones Estadísticas.
Más allá de los diferentes momentos de medición, la opinión que tienen los uruguayos sobre las razones del
éxito laboral se encuentra dividida desde hace ya más de quince años (1996-2011). Entre un 35% y 40% de
la población considera que “el trabajo duro trae consigo una vida mejor”, mientras que entre un 30% y un 35%
opinan que “el trabajo duro no trae consigo el éxito y depende más de la suerte y los contactos”. Los distintos
momentos económicos y de ocupación por los que atravesó el país no parecen haber modificado las percepciones valorativas sobre el trabajo.
G r á f i c o 2 7 . O p i n i ó n s o b r e t r a b a j o d u r o y v í nc u l o c o n c a l i d a d d e
v i d a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 )
Ahora me gustaría que me indicara sus puntos de vista sobre distintos temas. ¿Cómo colocaría sus puntos de
vista en esta escala? 1 significa que usted está de acuerdo completamente con la frase a la izquierda.10 significa
que usted está completamente de acuerdo con la frase de la derecha; y si su manera de pensar está entre las
dos, puede usted escoger cualquier número en medio.
3%
13%
22%
21%
5%
5%
10%
10%
21%
28%
24%
25%
25%
23%
23%
16%
12%
13%
1996
2006
2011
· 57 ·
No Sabe
10- El trabajo duro por lo general no trae
consigo éxito y depende más de la suerte
y de los contactos
7a9
5a6
2a4
1- El trabajo duro por lo general trae consigo
una vida mejor
Estudio Mundial de Valores
Sucede algo similar al observar cuáles son los aspectos que los uruguayos priorizan cuando están buscando trabajo; los aspectos más importantes se mantienen desde 1996: “un trabajo seguro” y “un buen ingreso”. Tanto en
1996 como en 2011 una buena remuneración aparece como el primer aspecto que los encuestados consideran
como importante; en 2006 el orden se invierte y un trabajo seguro pasa al primer lugar. Podría considerarse que
este pequeño cambio se corresponde a un asunto coyuntural: la profunda crisis que el país sufrió en el año 2002,
donde muchos uruguayos perdieron sus trabajos y ahorros, por lo que resulta coherente pensar que prefirieran
un trabajo seguro pese a la remuneración.
G r á f i c o 2 8 . A s p e c t o s i m p o r ta n t e s e n c a s o d e e s ta r b u s c a n d o t r a b a j o e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 )
Ahora quisiera preguntarle algunos aspectos que a UD. en lo personal le serían los más importantes en caso de
que Ud. estuviera buscando un trabajo. No importa el que esté Ud. buscando un trabajo o no, solo dígame cuál
sería la más importante en caso de que Ud. estuviera buscando un trabajo.
2%
3%
3%
9%
10%
7%
9%
32%
8%
42%
48%
37%
12%
36%
42%
No sabe
Hacer un trabajo importante
Trabajar con personas agradables
Un trabajo seguro
Un buen ingreso
1996
2006
2011
Más allá de que los uruguayos prioricen la seguridad y un buen ingreso en sus búsquedas laborales, resulta interesante que más de la mitad de la población (70% en 2006 y 73% en 2011) considera como un objetivo de su
trabajo lograr obtener el orgullo de sus padres, rasgo típico de sociedades tradicionales. Si bien sólo se cuenta
con dos mediciones, podría decirse que se trata de una cuestión bastante estructural en Uruguay en lo que va
del siglo XXI (los porcentajes varían mínimamente).
· 58 ·
G r á f i c o 2 9 . Af i r m a c i o n e s s o b r e e l t r a b a j o : E l o b j e t i v o e s q u e m i s
pa d r e s e s t é n o r g u l l o s o s d e m í , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 – 2 0 1 1 )
Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada
una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo?
9%
4%
16%
17%
52%
57%
17%
16%
5%
7%
2006
2011
No sabe
Muy de acuerdo
De acuerdo
En desacuerdo
Muy en desacuerdo
En síntesis, el EMV permite dimensionar la importancia que tiene el trabajo para la vida de las personas así
como arribar a dos principales conclusiones sobre el trabajo en Uruguay. Por un lado, la gran mayoría de los
trabajadores uruguayos se dedica a tareas manuales y rutinarias, pero se destaca la autonomía que tienen para
ejercerlas lo cual lógicamente tiene consecuencias (en algunos casos podría decirse que esta autonomía puede
ser ciertamente pesada por la responsabilidad que supone su ejercicio para el trabajador). Y, por otro lado, podría
decirse que los principales indicadores sobre la valoración de los uruguayos sobre el trabajo se han mantenido
estables en estos 15 años, más allá de los cambios en la tasa de desempleo y situaciones económicas variadas
que atravesó el país.
· 59 ·
Estudio Mundial de Valores
1 0 . A c t i t u d e s h a c i a l a p o b re z a
La visión de los uruguayos sobre la pobreza es otra de las áreas donde se han producido grandes transformaciones en los últimos años. Podría decirse que algunas de las variaciones encontradas aquí son de las más relevantes (en magnitud e implicancias) de todo el estudio.
La tendencia observada en 2006 continúa y se profundiza: aumenta la cantidad de uruguayos que consideran
que las personas en condición de pobreza son responsables principales de su situación. La afirmación de que
“hay gente necesitada en Uruguay porque los pobres son flojos y carentes de voluntad” es sostenida por casi
la mitad de la población, y se ha ido incrementando de forma significativa: en 1996 era un 12%, en 2006 se había duplicado a un 26%, y en la medición del 2011 alcanza a 45% de los uruguayos. En el sentido opuesto, la
cantidad de personas que consideran que “son pobres porque la sociedad los trata injustamente” ha disminuido
notoriamente, de una mayoría absoluta y contundente en 1996 (77%), a 47% en 2006, y finalmente a alrededor
de un tercio (34%) en 2011.
G r á f i c o 3 0 . P o r q u é h ay g e n t e n e c e s i ta d a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 )
¿En su opinión por qué hay gente necesitada en Uruguay? De las 2 opiniones que voy a leerle ¿Cuál cree?
10%
27%
21%
34%
78%
47%
45%
No sabe
Son pobres porque la sociedad
los trata injustamente
Son pobres por ojos y falta de
voluntad
26%
12%
1996
2006
2011
Este cambio tan radical en tan solo 15 años se acompaña del cambio en la percepción que tienen los uruguayos
sobre la cantidad de personas pobres en su país. En la última medición, un 33% de los encuestados manifiesta
que el número de pobres ha disminuido en los últimos diez años y otro 26% sostiene que se mantiene igual.
Mientras que en 2006 un 51%, y en 1996 un 82% de los uruguayos, consideraba que el número de pobres había
aumentado respecto a diez años atrás.
· 60 ·
G r á f i c o 3 1 . E l n ú m e r o d e p e r s o n a s p o b r e s e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 )
Diría Ud. que el número de pobres en Uruguay ha aumentado, disminuido o sigue igual que hace 10 años.
2%
10%
8%
33%
51%
82%
26%
26%
13%
3%
1996
13%
2006
33%
No sabe
Es mayor
Igual que antes
Es menor
2011
Sin embargo, al observar el Gráfico 32, es posible encontrar algunas contradicciones entre la variación real de la
pobreza en Uruguay y la percepción de los encuestados. En 1996, la cantidad de población pobre se encontraba
prácticamente en una meseta desde 1994 (entre 20% y 25%); si bien experimentó un pico a comienzos de los
noventa, la tendencia era a la baja desde la apertura democrática (1986). Aún así, un 82% de los encuestados
manifestaron que había aumentado en los últimos diez años. En la medición del año 2006, donde la cantidad
de población pobre sí aumenta con respecto a 1996 (diez años atrás), la proporción de encuestados que expresa notar un aumento disminuye en comparación con la medición anterior; de todos modos continúa siendo
mayoritaria (51%). Finalmente en 2011, cuando la cantidad de personas pobres en Uruguay disminuye considerablemente, un 33% de los encuestados manifiestan percibir tal situación. No obstante, la misma proporción de
uruguayos percibe que la pobreza ha aumentado.
· 61 ·
Estudio Mundial de Valores
45
0,480
40
0,470
0,460
35
0,450
30
0,440
25
0,430
20
0,420
Índice de Gini
Porcentaje de población
G r á f i c o 3 2 . Ev o l u c i ó n d e l a i n d i g e nc i a , l a p o b r e z a y l a d e s i g u a l d a d
e n U r u g u ay ( 1 9 9 0 - 2 0 1 1 )
0,410
15
0,400
10
0,390
2011
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
0,370
1992
0
1991
0,380
1900
5
Pobreza (línea 2006)
Indigencia (línea 2006)
Índice de Gini
Fuente: PNUD (2013). “El Futuro en foco. Cuadernos sobre Desarrollo Humano: Desigualdad multidimensional y dinámica de la pobreza en Uruguay en los años
recientes.”
Algunas hipótesis explicativas a las diferencias entre la percepción de los encuestados y el real porcentaje de
población pobre, tal como señalan Raffaniello y Dodel (2010), podrían encontrarse en la subjetividad que conlleva
el constructo de pobreza, el posible sesgo de las variaciones de corto plazo que implica preguntar por un período
de diez años, los momentos en los que la pobreza está instalada como problemática en la agenda pública y en
las acciones percibidas del gobierno para combatirla.
Con respecto a la última hipótesis, 43% de los encuestados manifestó que “las acciones del gobierno para ayudar a los más necesitados” son adecuadas, mientras que en 2006 había sido un 36% y en 1996 un 13%. La
misma tendencia creciente se observa en aquellos que sostienen que dichas acciones del gobierno son más de
las necesarias (de un 4% en 1996 a un 20% en 2011). En el mismo sentido, la proporción de uruguayos que cree
que las acciones del gobierno para combatir la pobreza son muy pocas ha tendido a la baja: de 81% en 1996 a
25% en 2011.
· 62 ·
G r á f i c o 3 3 . P e r c e p c i ó n s o b r e l a s a cc i o n e s d e l g o b i e r n o pa r a c o m b at i r l a p o b r e z a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
¿Cree Ud. que las acciones del gobierno para ayudar a los pobres son adecuadas, más de las necesarias o muy
pocas?
3%
11%
12%
25%
80%
40%
43%
36%
13%
4%
1996
20%
13%
2006
No sabe
Muy pocas
Adecuadas
Más de las necesarias
2011
Los uruguayos no sólo perciben que la ayuda del gobierno ha aumentado hacia la población pobre, sino que
además se han vuelto más optimistas sobre la salida de la pobreza. En 2011, un 60% manifiesta que “Es posible
que la mayoría de la gente pobre en Uruguay pueda escapar de la pobreza”, cuando en 2006 era un 35% que
sostenía esta percepción y en 1996 apenas un 22%.
· 63 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 3 4 . P o s i b i l i d a d d e e s c a pa r d e l a p o b r e z a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 2011)
¿En su opinión, cree Ud. que la mayoría de la gente pobre en Uruguay pueda escapar de la pobreza o que tiene
pocas posibilidades de hacerlo?
5%
11%
9%
31%
54%
73%
60%
35%
No sabe
Hay muy pocas posibilidades
Es posible
22%
1996
2006
2011
Luego de haber descripto las tendencias y cambios en los últimos años de los principales indicadores sobre las
actitudes hacia la pobreza, se plantean algunas reflexiones a modo de síntesis.
Parecería ser que la sociedad uruguaya está experimentando un cambio importante de paradigma sobre la concepción de la situación de pobreza: la existencia de población pobre ya no se explica más por la injusticia social,
sino que se le adjudica la responsabilidad a los propios pobres y su falta de voluntad. Esta nueva percepción se
vincula con el arraigo de una visión optimista sobre la situación de pobreza (“es posible escapar de la pobreza”),
y con la idea de que el gobierno está haciendo lo necesario (e incluso más de lo necesario) para combatirla.
Dicho de otra forma: los uruguayos creen que el gobierno ha generado las condiciones para salir de la pobreza, y
que salir de esa situación es efectivamente posible: de hecho, se visualiza que mucha gente lo ha logrado. Pero
entonces, quienes permanecen en condición de pobreza son vistos como más responsables de su situación.
Este cambio en la visión sobre la pobreza y sus causas tiene su lado positivo, y su lado negativo. Una responsabilización excesiva hacia los pobres sobre su propia situación, puede llevar a la estigmatización, a cierta condena
social, y a deteriorar la tolerancia y la convivencia.
En el capítulo de tolerancia de este mismo trabajo se mencionaba que la sociedad uruguaya se ha vuelto más tolerante en algunas dimensiones, y claramente menos tolerante en otras. El plano de las actitudes hacia la pobreza
podría estar más cerca de este último grupo.
· 64 ·
1 1 . Va l o re s d e a u t o r i d a d
Algunos trabajos basados en la “ola” anterior del EMV habían señalado un incremento fuerte de los valores de autoridad de los uruguayos entre 1996 y 2006 (Zuasnabar et.al.: 2010). En ese momento, una de las explicaciones
posibles a este incremento tenía que ver con la crisis económica de 2002. De acuerdo a los trabajos de Inglehart,
en contextos de fuertes crisis (económicas, políticas o sociales) se produce en los individuos una disminución de
su “seguridad existencial”, que deriva en la búsqueda de certezas a través de algún tipo de autoridad externa.
En otras palabras, la mayor orientación de los uruguayos a la autoridad podría ser un movimiento coyuntural,
explicado por la crisis de 2002.
Los datos de 2011, sin embargo, echan por tierra esta hipótesis. Las orientaciones hacia la autoridad han continuado creciendo en pleno período de crecimiento económico, y en momentos de notoria estabilidad social y
política.
¿En qué áreas se ve un mayor incremento de los valores de autoridad?
El Estudio Mundial de Valores tiene dos indicadores directos sobre autoridad, que constituyen el centro del análisis. El primer indicador es: “Ahora le voy a nombrar algunos cambios en nuestra forma de vida que se pueden
dar en un futuro cercano. Dígame para cada una de ellas si Ud. cree que es algo bueno, irrelevante o malo: ¿que
haya un mayor respeto por la autoridad?”. La pregunta no refiere a un tipo concreto o específico de “autoridad”,
por lo que los entrevistados responden en función de sus propios conceptos sobre el tema.
En este indicador dos de cada tres uruguayos (66%) se inclinan, en el estudio de 2011, por señalar que sería
“bueno” un mayor respeto de la autoridad. Esta proporción creció desde el estudio de 2006, continuando la tendencia avizorada por el estudio anterior.
Sin embargo, más allá de una tendencia creciente dentro del país, considerando una perspectiva comparada
Uruguay se ubica dentro del promedio global. Incluso, si se toman en cuenta únicamente los países de la región,
Uruguay se encuentra entre los países con menor proporción de población que considera “bueno” un mayor
respeto de la autoridad, solo por encima de Argentina y Chile.
· 65 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 3 5 . C a m b i o s e n l a v i d a : M ay o r r e s p e t o a l a a u t o r i d a d ( 2 0 1 0 2014)
Ahora le voy a leer diversos cambios en nuestra forma de vida que podrían ocurrir en el futuro cercano. Por favor
díganos para cada opción, en caso de ocurrir, si usted cree que es algo bueno, irrelevante o malo.
Qatar
Ghana
Uzbekistan
Trinidad and Tobago
Egypt
Jordan
Ecuador
Colombia
Mexico
Yemen
Libya
Philippines
Brazil
Netherlands
Tunisia
Peru
Zimbabwe
Nigeria
Iraq
Kuwait
Rwanda
Romania
Spain
Azerbaijan
Uruguay
Australia
Palestine
Cyprus
Promedio
Lebanon
Morocco
Germany
New Zealand
Russia
Chile
Argentina
United States
Malaysia
Kazakhstan
Kyrgyzstan
South Africa
India
Armenia
Ukraine
Bahrain
Belarus
Turkey
Algeria
China
Hong Kong
Poland
Slovenia
Singapore
Thailand
Estonia
Pakistan
South Korea
Taiwan
Sweden
Japan
0%
25%
50%
75%
100%
Bueno
Ni bueno ni malo
Malo
NS/NC/NA
Un capítulo interesante de la orientación a la autoridad en Uruguay es que involucra de manera importante a los
jóvenes. La visión predominante sobre la juventud es precisamente la contraria: poca valoración hacia la autoridad. Los datos del EMV 2011 (igual que el anterior) permite discutir esta noción.
· 66 ·
Por ejemplo, en la última medición la proporción de jóvenes que considera positivo un aumento del respeto a la
autoridad en el futuro es casi igual a la que se encuentra en el total de la población (64% contra 66%). Es decir,
dos de cada tres jóvenes uruguayos manifiestan esta orientación valórica hacia la autoridad. Además, entre los
jóvenes la intensidad con la que crece la pulsión por autoridad es mayor que en el total de la población. Como se
aprecia en la Tabla 9, en el punto de partida (1996) los jóvenes mostraban una orientación a la autoridad significativamente menor que la del promedio de la población (45% contra 54%). Pero, medición a medición, la brecha
se ha ido cerrando hasta llegar a la situación actual en la que la orientación hacia la autoridad de los jóvenes no
se diferencia significativamente de la del total de la población. La tendencia es suficientemente clara: en esta
década y media, los jóvenes han incrementado su orientación a la autoridad con una intensidad mayor que la del
conjunto de la población.
Ta b l a 9 . P r o p o r c i ó n q u e c o n s i d e r a “ b u e n o ” q u e h aya m ay o r r e s p e t o
a l a a u t o r i d a d e n e l f u t u r o e n U r u g u ay ( J ó v e n e s v s . T o ta l d e p o b l a ción)
Ahora le voy a leer diversos cambios en nuestra forma de vida que podrían ocurrir en el futuro cercano. Por favor
díganos para cada opción, en caso de ocurrir, si usted cree que es algo bueno, irrelevante o malo.
1996
2006
2011
Jóvenes
45
58
64
Total población
54
62
66
El segundo indicador que se toma en cuenta en esta dimensión apunta a un elemento diferente al anterior. Se
evalúa en qué medida la enseñanza de la obediencia (correlato del respeto a la autoridad) es un atributo valorado
en los hogares uruguayos. Específicamente se consultó a los entrevistados lo siguiente: “Ahora me gustaría que
pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera que escoger, ¿cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño? Por favor, escoja hasta cinco opciones”. El
entrevistado debía elegir 5 atributos de una lista de 15 posibles respuestas. Se considera aquí como indicador de
orientación a la autoridad la proporción de uruguayos que eligieron “obediencia” dentro de las cinco cualidades
más valoradas para enseñar a los niños.
¿Qué tendencias se encuentran entre los uruguayos?
En el total de la población, más de la mitad (52%) elige la obediencia como un aspecto central de la educación
infantil, y se confirma la tendencia registrada en 2006 de aumento de esta orientación. De hecho, desde 1996 a
2011 esta proporción prácticamente se ha duplicado, lo que representa un cambio muy significativo.
Y también aquí, entre los jóvenes se aprecia una tendencia similar. En 2011 la mitad de los jóvenes (50%) destaca
la obediencia como un elemento central para inculcar a los niños, proporción casi idéntica a la del conjunto de la
población. Pero además, en el largo plazo también ha habido una tendencia similar, con alguna medición incluso
(2006) donde los jóvenes demandaban significativamente más obediencia que el total de la población (Tabla 11).
· 67 ·
Estudio Mundial de Valores
Ta b l a 1 1 . P r o p o r c i ó n q u e e l i g e “ o b e d i e nc i a ” c o m o u n o d e l a s c i nc o
p r i nc i pa l e s c u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o e n U r u g u ay ( J ó v e n e s v s .
T o ta l d e p o b l a c i ó n )
Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera
que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño?
1996
2006
2011
Jóvenes
30
44
50
Total población
29
39
52
En definitiva, tanto las visiones positivas sobre un “mayor respeto a la autoridad” en un sentido genérico, como
las orientaciones hacia la autoridad en el plano familiar (medidas a través de la valoración de la obediencia), han
aumentado significativamente en estos últimos años. Y el estudio muestra que los jóvenes, contrariamente con
lo previsto por la teoría, se comportan igual que el conjunto de la población y han incrementado notoriamente su
inclinación hacia las posiciones de mayor autoridad.
A partir de estos datos, la estrategia siguiente de análisis fue la construcción de una tipología, a partir de un índice
sumatorio simple, que permitiera identificar tres segmentos de población: a) un segmento con orientaciones hacia
la autoridad en ambos indicadores; b) un segmento con respuestas positivas en uno (cualquiera) de ellos, y c) un
segmento que no tuviera orientaciones hacia la autoridad o la obediencia.
Esta caracterización de la sociedad uruguaya muestra con claridad un estado de situación, y además las tendencias mencionadas anteriormente. En la medición de 2011 más de un tercio de la población uruguaya (35%) muestra un valor alto en la tipología, producto de tener tanto orientación hacia la autoridad externa como valoración de
la obediencia infantil. La mayoría relativa (48%) se ubica en posiciones intermedias, mostrando al menos uno de
los rasgos de autoridad. Y los uruguayos no orientados a la autoridad en absoluto son uno de cada seis (17%).
Como se aprecia en la Tabla 12, esta situación ha cambiado fuertemente en los quince años que abarca el EMV.
Por un lado, los de alta valoración (Valor 2) se han duplicado en este período (17% a 35%), mientras que en el
otro extremo los uruguayos con Valor 0 han disminuido a la mitad (36% a 18%). De hecho, las distribuciones de
1996 y 2011 son prácticamente iguales pero inversas: mientras en 1996 la minoría, notoriamente, eran los que
mostraban más alta valoración de la autoridad, en 2011 la minoría es el extremo opuesto (sin orientación alguna
a la autoridad).
Y entre los jóvenes, la estructura es bastante similar. Un tercio de los jóvenes (32%) tiene actualmente una valoración simultánea de la autoridad y la obediencia, proporción que es algo más del doble que en 1996. Y el extremo opuesto, es decir, los jóvenes que no presentan pulsión alguna por autoridad u obediencia, han disminuido
drásticamente, más aún que en la población total. Este tipo de jóvenes sin orientación a la autoridad disminuyó
de 41% en 1996 a 18% en 2011.
· 68 ·
Ta b l a 1 2 . T i p o l o g í a d e a u t o r i d a d y o b e d i e nc i a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 )
TOTAL POBLACIÓN
1996
2006
2011
Valor 2 (orientados hacia autoridad y obediencia)
17
27
64
Valor 1 (orientados hacia uno de ellos)
47
45
66
Valor 0 (orientados hacia ninguno)
1
28
Total
100
100
100
JÓVENES
1996
2006
2011
Valor 2 (orientados hacia autoridad y obediencia)
15
29
32
Valor 1 (orientados hacia uno de ellos)
44
43
50
Valor 0 (orientados hacia ninguno)
41
28
18
Total
100
100
100
La mirada a partir de la Tipología permite apreciar con mayor claridad la intensidad del cambio de valores producido entre los jóvenes uruguayos y en la sociedad. Estos hallazgos pueden discutir los estereotipos predominantes
sobre la juventud (consistentes además con los saberes teóricos), que señalan más bien un apartamiento de los
más jóvenes de las nociones de autoridad. Las orientaciones básicas de los jóvenes uruguayos parecen estar
cambiando, y no de forma moderada sino más bien intensa.
Algunas reflexiones finales a partir de esto. En primer lugar, autoridad no significa autoritarismo. Una mayor orientación hacia la autoridad de los uruguayos no significa un mayor apoyo a un régimen de gobierno autoritario. Por
el contrario, como se verá en el capítulo siguiente, los valores democráticos de los uruguayos se mantienen en
niveles muy elevados.
Esta orientación hacia la autoridad de los uruguayos no implica, tampoco, una demanda de retorno al viejo estilo
de autoridad. La autoridad tradicional de corte vertical no es precisamente el tipo de vínculo que hoy se valora.
Por el contrario, esta gran tendencia de la sociedad uruguaya de orientación hacia la autoridad se produce en
simultáneo con otra gran tendencia: la demanda por mayores niveles de autonomía individual y sensación de libertad. Entonces, la autoridad demandada en este siglo XXI es un tipo de autoridad cualitativamente diferente. Se
trata de una autoridad compatible con la autonomía individual y la libertad, una autoridad mucho más horizontal
que vertical, mucho más dialogadora que impositiva.
Este cambio de valores tiene repercusiones que son visibles en múltiples planos de la vida social: laboral, familiar,
político. En el plano laboral, los liderazgos considerados exitosos en este período histórico son precisamente los
que se adaptan a estos rasgos culturales: liderazgo sí, pero con una dosis de horizontalidad mucho mayor que
el viejo liderazgo. La capacidad de generar motivación y empatía, por sobre la capacidad de dictar órdenes. En
el plano familiar la situación es análoga. La educación de los niños en este período histórico se aleja mucho de
los viejos paradigmas. En los hogares del Siglo XXI un padre o madre que quiera imponer su figura de autoridad
con los estilos y los modos con los que se hacía dos o tres generaciones atrás, probablemente tendría serios
problemas. Hoy la autoridad en el seno familiar también es más dialogada, más horizontal, menos impositiva e
imperativa que en el pasado. Y finalmente, en el plano político, esta demanda de mayor autoridad es compatible
con la persistencia de fuertes valores democráticos, como se verá en el capítulo siguiente.
· 69 ·
Estudio Mundial de Valores
12. Democracia y política
El sistema político uruguayo se caracteriza por ser muy estable, no sólo en comparación con la región, sino con el
resto de los países del mundo. Roberts y Wibbels (1999) explican que los sistemas de partidos más estables en
América Latina son los más antiguos; en Uruguay los partidos políticos surgieron con el nacimiento del país, en
el siglo XIX, por lo que desde sus orígenes la dinámica política del país se ha regido por el sistema democrático
organizado en base a partidos.
El EMV indaga varios aspectos de la actitud de la población hacia la democracia. En este capítulo se indagarán
dos principales dimensiones: por un lado la valoración que le dan los uruguayos a la democracia, y por otro lado
la integridad electoral del país.
Va l o r a c i ó n d e l a d e m o c r a c i a
En lo que respecta a la primera dimensión, Uruguay se encuentra entre los primeros tres países en el ranking
mundial de importancia de la democracia. Este indicador es obtenido a partir de la pregunta “¿Qué tan importante
es para Ud. vivir en un país que sea gobernado democráticamente?”. Un 90% de los uruguayos considera que
es importante o absolutamente importante vivir en un país democrático.
· 70 ·
G r á f i c o 3 6 . Im p o r ta nc i a d e v i v i r e n u n pa í s d e m o c r át i c o ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 )
¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático?
Cyprus
Egypt
Sweden
Uruguay
Turkey
Germany
Uzbekistan
Taiwan
Netherlands
Spain
Kazakhstan
Malaysia
Zimbabwe
South Korea
Ghana
Argentina
Australia
Ecuador
N. Zealand
Mexico
Poland
Chile
Estonia
Peru
Armenia
Jordan
Romania
China
T.and Tobago
Azerbaijan
Promedio
Colombia
Qatar
United States
Singapore
Pakistan
Thailand
Slovenia
Hong Kong
Iraq
Yemen
Nigeria
Tunisia
Kyrgyzstan
Lebanon
Rwanda
Philippines
Ukraine
Libya
Kuwait
Algeria
Japan
Brazil
Palestine
Morocco
Bahrain
S. Africa
Belarus
Russia
India
0%
25%
50%
Absolutamente importante + Importante
Algo importante
· 71 ·
Poco importante
Nada importante
75%
100%
NS/NC
Estudio Mundial de Valores
Por otro lado, el EMV también mide la opinión de la población sobre qué tan democráticamente está siendo gobernado su país actualmente. En lo que respecta a este indicador, Uruguay también se encuentra en las primeras
posiciones del ranking mundial: un 72% considera que el país está siendo gobernado democráticamente.
G r á f i c o 3 7 . C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ SIE N DO g o b e r n a d o e l pa í s
(2010-2014)
¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día?
Sweden
Uruguay
Germany
N.Zealand
Ghana
Malaysia
Netherlands
Ecuador
Singapore
Rwanda
Philippines
Kazakhstan
Australia
Pakistan
Taiwan
Thailand
South Africa
Jordan
Turkey
Argentina
Spain
Japan
USA
Mexico
T.&Tobago
Colombia
Chile
China
Kyrgyzstan
Promedio
South Korea
Cyprus
Peru
Poland
Nigeria
Lebanon
Hong Kong
Azerbaijan
Algeria
Zimbabwe
Brazil
Estonia
Egypt
Romania
India
Yemen
Argentina
Libya
Iraq
Slovenia
Ukraine
Belarus
Palestine
Russia
Morocco
Tunisia
Armenia
0%
25%
50%
Completamente Democrático + democrático
Algo democrático
· 72 ·
75%
Poco democrático
Nada democrático
100%
NS/NC
Entonces, los indicadores del EMV presentan un escenario de conformidad de los uruguayos hacia su sistema
político: tienen una alta valoración hacia la democracia, y creen que su país se gobierna democráticamente. De
hecho, desde una perspectiva comparada, Uruguay ocupa los primeros lugares en ambos indicadores entre los
países del mundo.
Además, al considerar las dos variables en conjunto, Uruguay se ubica en una posición ampliamente despegada
con respecto a los países de la región y del mundo. Junto con Suecia y Alemania, son los países que mejor se
desempeñan en el cruce de las variables. En el otro extremo se ubican países como Rusia o India, países que
le dan poca importancia (en términos relativos) al sistema político democrático, y además consideran que sus
respectivos países no están siendo gobernados en democracia. El caso de Armenia es destacado por lo problemático de los juicios: la valoración de la democracia es relativamente alta (más del 80%), pero la percepción de
estar siendo gobernado democráticamente es extremadamente baja.
G r á f i c o 3 8 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a s e g ú n c u a n d e m o c r át i c o
e s tá s i e n d o g o b e r n a d o e l pa í s ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 )
¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático?
¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día?
80
Suecia
Uruguay
Gobierno democrático
61,25
Chile
Cyprus
42,5
Brasil
India
Egipto
23,75
Armenia
5
50
62,5
75
87,5
100
Importancia de la democracia
Los datos son consistentes con los que han mostrado en los últimos 20 años los principales estudios de cultura
política comparada, como el Latinobarómetro. De acuerdo a este estudio, Uruguay se encuentra sistemáticamente a la cabeza de los indicadores de apoyo y confianza a la democracia en Uruguay.
Recientemente algunos autores locales, tales como Adolfo Garcé (2014), han puesto sobre la mesa la posibilidad
de que en Uruguay se esté instalando un debilitamiento de la democracia. Para Garcé, hay algunos elementos
que podrían llevar a pensar que “en Uruguay la ciudadanía está empezando a experimentar frustración y/o desencanto con el sistema democrático” (Garcé, 2014:1).
Los datos disponibles del EMV en principio no avalan esta idea. Tanto la valoración de la democracia como el
· 73 ·
Estudio Mundial de Valores
juicio sobre si el país es democrático o no, se han mantenido muy elevados entre 2006 y 2011. Los datos de
Latinobarómetro más recientes permiten observar una estabilidad similar, inclusive hasta 2015.
G r á f i c o s 3 9 y 4 0 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a e n U r u g u ay y C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE e s tá s i e n d o g o b e r n a d o e l pa í s , U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 )
¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que
tenga un gobierno democrático?
1%
1%
1%
11%
85%
2006
¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy
en día?
3%
1% 1%
5%
2%
3%
4%
4%
3%
4%
18%
18%
73%
71%
2006
2011
90%
2011
NS/NC
Nada democrático
Poco democrático
Algo democrático
Completamente democrático + democrático
NS/NC
Nada importante
Poco importante
Algo importante
Absolutamente importante + Importante
No obstante, al mirar otros planos de la información, es posible encontrar algunas heterogeneidades, algunas
posibles fisuras a esta idea de una solidez democrática “a prueba de balas”. Por ejemplo, cuando se mira la información en función de los diferentes estratos sociales.
Con respecto a la valoración de la democracia, si bien en el total de la población un 89% considera que es importante vivir en un país que es gobernado democráticamente, la distribución según nivel socio-económico refleja
diferencias. Un 96% de los uruguayos de clase alta consideran que la democracia es absolutamente importante,
mientras que en la clase media un 92% y en la baja un 79%. Se encuentra una relación directa entre la importancia a la democracia y la clase social; es decir, a medida que se avanza en los niveles socio-económicos, aumenta
la proporción de población que considera que la democracia es absolutamente importante.
En el mismo sentido, es entre los uruguayos de clase social alta donde se encuentra la mayor proporción de población que manifiesta que su país está siendo gobernado bajo un sistema político completamente democrático
(80%). Sin embargo, entre las poblaciones pertenecientes a las clases sociales medias disminuye a 73%, y en la
clase baja incluso a 63%. Esto significa que un tercio de la población de estratos bajos no considera que su país
sea gobernado de una forma completamente democrática.
· 74 ·
G r á f i c o 4 1 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a e n U r u g u ay y C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ g o b e r n a d o e l pa í s , s e g ú n n i v e l s o c i o - e c o n ó m i c o
(2011)
¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático?
¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día?
92%
96%
79%
73%
80%
63%
Bajo
Medio
Alto
Importancia de la democracia
País gobernado democráticamente
Estas heterogeneidades internas son atendibles. Si bien Uruguay continúa liderando el ranking mundial y de la
región en lo que respecta a los valores de sus ciudadanos hacia la democracia, a la interna la situación no es
homogénea. Particularmente en los estratos socio-económicos bajos, se encuentran niveles de apego y de evaluación de condiciones democrática que son diferentes a los del promedio de la población.
In t e g r i d a d e l e c t o r a l
Un componente fundamental del sistema democrático se basa en la capacidad de los ciudadanos de poder elegir
sus gobernantes. La realización periódica de elecciones, la transparencia en el proceso, la equidad en el acceso
a los medios, la ausencia de presiones sobre partidos, candidatos y ciudadanos, entre otros, permiten determinar
cuán democrática es una sociedad.
El Electoral Integrity Project, basado en las Universidades de Sidney y Harvard, elabora el Índice de Percepción de
Integridad Electoral (PEI) que se compone de un conjunto de indicadores, procurando evaluar el proceso electoral
en un nivel más complejo, y no otorgando la categoría de democrático a un determinado país solamente por la
realización de un acto eleccionario. Es decir, que no alcanza con que los ciudadanos puedan votar, sino que se
evalúa la calidad de ese proceso en diferentes aspectos.
El concepto de Integridad Electoral fue construido por Pippa Norris, y es definido como el conjunto de “principios internacionales, valores y estándares de elecciones aplicados universalmente a todos los países del mundo
a través del ciclo electoral, que incluye el periodo pre-electoral, la campaña, el día de la votación, y su epílogo”
(Norris, 2012:4). Para operacionalizar este concepto, el proyecto utiliza como uno de sus insumos principales al
Estudio Mundial de Valores para evaluar la percepción que los habitantes de un país tienen del proceso electoral.
En la edición 2011 del EMV se consultó a los respondientes acerca de cuán frecuentemente consideraban que
ocurrían los siguientes sucesos en las elecciones en Uruguay (a cada una de estas interrogantes se podía responder si “muy frecuentemente”, “bastante frecuentemente”, “poco frecuentemente” y “para nada frecuentemente”).
· 75 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 4 2 . In t e g r i d a d e l e c t o r a l e n U r u g u ay: F r e c u e nc i a d e o c u r r e nc i a d e e v e n t o s ( 2 0 1 1 ) 6
Según su punto de vista, ¿qué tan frecuentemente ocurren las siguientes cosas en las elecciones de este país?
Los votos se cuentan justamente
47%
Las autoridades electorales son justas
31%
Los periodistas proveen cobertura justa de las elecciones
24%
A los votantes se les ofrece una decisión genuina en las elecciones
23%
Las noticias de TV favorecen al partido de gobierno
La gente rica compra elecciones
Los votantes son sobornados
Los votantes son amenazados con violencia en las urnas
Muy frecuentemente
Para nada frecuentemente
9%
1%
15%
8%
30%
24%
6% 11%
3%
11%
38%
39%
9%
13%
24%
9%
Bastante frecuentemente
NS/NC
19%
22%
42%
18%
2%
6% 2%13%
33%
48%
66%
5%
15%
8%
15%
20%
21%
29%
23%
22%
Poco frecuentemente
Los uruguayos manifiestan un elevado nivel de confianza en los diferentes aspectos relevados sobre integridad
electoral. La percepción sobre el proceso electoral es positiva en su conjunto, destacándose la elevada confianza
en el conteo de los votos (80% cree que éstos se cuentan de manera justa), y la ausencia de presiones a los votantes, sea por la vía de sobornos (70% considera que eso pasa poco o para nada frecuentemente), o por medio
de amenazas de violencia (75% considera que sucede poco o nada frecuentemente).
En los indicadores de integridad electoral Uruguay también destaca a nivel global. Por ejemplo, tomando como
referencia los primeros dos indicadores (percepción de justicia de la autoridad electoral y del proceso de conteo
de votos), nuestro país aparece entre los de mayor confianza del mundo (junto a Chile son los únicos latinoamericanos en este nivel).
La batería de preguntas incluía un indicador adicional: “How often in country´s elections: Opposition candidates are prevented from running” que, por un error en la traducción al castellano, arrojó resultados incorrectos que
no se presentan en este informe.
6
· 76 ·
G r á f i c o 4 3 . “ L o s v o t o s s e c u e n ta n j u s ta m e n t e ” s e g ú n “ L a s a u t o r i d a d e s e l e c t o r a l e s s o n j u s ta s ” ( “ M u y f r e c u e n t e m e n t e ” + “ F r e c u e n t e mente”)(2010 - 2014)
Según su punto de vista, ¿qué tan frecuentemente ocurren las siguientes cosas en las elecciones de este país?
90
Australia
las autoridades electorales son justas
Alemania
Polonia
Singapur
68
Argentina
Uruguay
Taiwan
Chile
Holanda
Brasil
Ecuador
45
Perú
Colombia
Tunisia
23
Ucrania
0
20
Ruanda
40
60
80
100
Los votos se cuentan justamente
Estos indicadores resultan de crucial importancia para el proceso electoral, no sólo para validar su calidad sino
también porque le da legitimidad a los resultados. Es decir, estos indicadores reflejan que existen altos niveles de
confianza por parte de los uruguayos hacia el sistema electoral, y ello permite que confíen en los resultados de
las elecciones.
Pero además, quizá más importante, es que la percepción de integridad electoral se relaciona positivamente con
el apego a la democracia, con la convicción de que el país está siendo gobernado democráticamente, y con la
confianza en las instituciones elegidas por voto popular (Presidente y Parlamento). La integridad electoral es entonces fuente de legitimidad para el conjunto del sistema.
Otro de los componentes del Electoral Integrity Project es una encuesta a expertos a escala global sobre cuán
íntegro fue un proceso electoral concreto. Tomando en cuenta los países que realizaron elecciones en los últimos
años, el proceso electoral uruguayo de 2014 fue visto por los expertos como uno de los diez mejor calificados del
globo, e acuerdo al Índice de Integridad Electoral resultante (Norris, Martínez i Comma, Gromping, 2015).
· 77 ·
Estudio Mundial de Valores
G r á f i c o 4 4 . Ín d i c e d e P e r c e p c i ó n d e In t e g r i d a d E l e c t o r a l ( PEI ) ( 2 0 1 1 )
País
1
Día de Elección
Indice PEI
Noruega
9 - SET - 2013
Legislativa
86,6
2
Lituania
25 - MAY - 2014
Presidencial
85,9
3
República Checa
19 - SET - 2013
Legislativa
85,0
4
Costa Rica
6 - ABR - 2014
Presidencial
84,8
5
Suecia
14 - SET - 2014
Legislativa
84,3
6
Alemania
22 - SET -2013
Legislativa
84,2
7
Eslovenia
13 - JUL 2014
Legislativa
82,9
8
Islandia
27 - ABR - 2013
Legislativa
82,8
9
Holanda
12 - SET - 2012
Legislativa
82,6
10
Uruguay
30 - NOV - 2014
Presidencial
82,0
11
Austria
29 - SET -2013
Legislativa
81,5
12
República de Corea
19 - DIC - 2012
Presidencial
81,1
13
República Checa
12 - OCT - 2012
Legislativa
80,8
14
Nueva Zelanda
20 - SET - 2014
Legislativa
80,4
15
República Checa
25 - OCT - 2012
Presidencial
79,7
16
Eslovaquia
29 - MAR - 2014
Presidencial
79,7
17
Israel
22 - ENE - 2013
Legislativa
79,5
18
Eslovenia
2 - DIC - 2012
Presidencial
79,5
19
Cyprus
24 - FEB - 2013
Presidencial
78,4
20
Lituania
28 - OCT - 2012
Legislativa
77,9
21
Latvi
4 - OCT - 2014
Legislativa
77,4
22
Bélgica
25 - MAY - 2014
Legislativa
77,1
23
Japón
14 - DIC - 2014
Legislativa
76,5
24
Australia
7 - SET - 2014
Legislativa
75,9
25
Tunisia
7 - DEC - 2014
Presidencial
75,5
26
Tonga
27 - NOV - 2014
Legislativa
74,5
27
Brasil
26 - OCT - 2014
Presidencial
74,1
28
Georgia
27 - OCT - 2013
Presidencial
73,9
29
Chile
15 - DIC - 2013
Presidencial
73,9
30
Japón
16 - DIC - 2012
Legislativa
73,8
31
Japón
21 - JUL - 2013
Legislativa
73,2
32
Italia
24 - FEB - 2013
Legislativa
73,2
33
Grnada
19 - FEB - 2013
Legislativa
72,9
34
Tunisia
26 - OCT - 2014
Legislativa
72,4
Malta
9 - MAR - 2013
Legislativa
72,3
35
· 78 ·
Electoral Integrity (2012 - 2014)
Very High
High
Moderate
Low
Very Low
No national elections (jure)
No national elections (de facto)
Not yet covered
Fuente: Pippa Norris, Ferran Martinez i Coma, and Max Grömping. February 2015. The expert survey of Perceptions of Electoral Integrity, Release 3 (PEI-3). Sydney, University of Sydney. www.electoralintegrityproject.com
Recapitulando, se han analizado dos dimensiones centrales de las actitudes de la población uruguaya hacia la
democracia: la valoración hacia la democracia y la integridad electoral.
En ambos casos se destacan altos y estables niveles en comparación con el resto del mundo. Este fenómeno se
vincula con la cultura política del Uruguay que ha nacido junto a los partidos políticos, fundándose en base a un
sistema democrático desde sus orígenes.
También tiene que ver con el comportamiento de las élites, y de los medios de comunicación, que en general tienen un apego a las reglas y a la institucionalidad que seguramente es perfectible, pero que se encuentran dentro
de las “mejores prácticas” a nivel global.
Sin embargo, se han planteado algunas heterogeneidades al interior de la sociedad uruguaya con respecto a la
dimensión de valoración a la democracia, vinculadas fundamentalmente a la estratificación social. En los sectores
socio-económicos más bajos, si bien existen mayoritariamente convicciones democráticas, estas son claramente
menos frecuentes que en el resto de la población.
· 79 ·
Estudio Mundial de Valores
1 3 . L o s v a l o re s u r u g u a y o s : e n t re l a p e r s i s t e n c i a y e l c a m b i o
La sociedad uruguaya es persistente en sus valores culturales de fondo. Así lo muestra la estabilidad de su posicionamiento global en el Mapa Cultural de Valores, como se analizaba en la Introducción de este trabajo.
Sin embargo, esta estabilidad está llena de movimientos. La trayectoria valórica de la sociedad uruguaya de estos
últimos años ha estado signada por la persistencia tanto como por el cambio.
El estudio muestra que los uruguayos se sienten más felices que hace algunos años. El desarrollo económico, la
estabilidad democrática, y una mayor tolerancia en algunas áreas, han generado las condiciones para el desarrollo de un mayor bienestar individual. Ha crecido la sensación individual de tener libertad de elegir (en sentidos
diversos), y capacidad de controlar su destino. Estos son cambios fuertes, relevantes, significativos para nuestra
sociedad.
Sin embargo, casi paradójicamente, los uruguayos se muestran menos orgullosos de su país. Ha aumentado la
satisfacción individual pero, cuando se mira la sociedad en su conjunto, hay cosas que no gustan. La imagen que
refleja el espejo no es plenamente satisfactoria. Algunas pérdidas se hacen notorias: ha disminuido la confianza
entre las personas, y hay menor tolerancia en algunos aspectos de la convivencia social.
En términos generales, hay una sociedad que aumenta de forma significativa su demanda de autoridad. No de
una autoridad vertical a la vieja usanza sino de una más horizontal, compatible, en convivencia, con las libertades
individuales.
Otros elementos se mueven en sentidos deseados, aunque quizá más lentamente de lo esperado. La tendencia
hacia la igualdad de género, que había tenido un fuerte impulso en entre 1996 y 2006, se moderó en el último
período en algunos indicadores. Es un área en la que hay avances, pero donde todavía queda un buen tramo por
recorrer.
Por último, en algunos planos los valores y las creencias cambian, con derivaciones que no es posible anticipar
totalmente. La satisfacción con las acciones que el Estado ha tenido en el combate a la pobreza en los últimos
años parece traer consigo nuevas miradas hacia las personas en situación de pobreza. Por un lado, se genera un
consenso mayor en torno a que la pobreza puede ser reversible. Por otro lado, se aprecia una tendencia creciente
a asignar a los pobres la responsabilidad principal por permanecer en esa situación, visión que puede volverse
estigmatizante.
En definitiva, como se dijo, Uruguay persiste, pero también cambia. Algunas de estas persistencias y algunos de
estos cambios pueden ser valorados como positivos, e incluso hasta pueden generar orgullo. Otros probablemente deban ser vistos con preocupación.
En cualquier caso: desde la política pública, desde la actividad privada, desde la simple reflexión individual, esta
información debería ayudarnos a entender mejor la sociedad en que vivimos. Esa es nuestra ambición.
· 80 ·
1 4 . R e f e re n c i a s B i b l i o g r á f i c a s
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· 81 ·
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· 83 ·
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