Los valores en Uruguay: entre la persistencia y el cambio Estudio Mundial de Valores Los valores en Uruguay: entre la persistencia y el cambio Estudio Mundial de Valores Estudio Mundial de Valores · 4 · INDICE Índice 5 Prólogo OPP 7 Prólogo ducsa 8 Prólogo equipos consultores 9 1. Metodología y equipo de trabajo 10 2. Introducción 11 3. Síntesis de resultados 14 4. Felicidad 17 5. Orgullo Nacional 25 6. Confianza 30 7. Tolerancia 35 8. Valores de género 42 9. El trabajo 53 10. Actitudes hacia la pobreza 61 11. Valores de autoridad 66 12. Democracia y política 71 13. Los valores uruguayos: entre la persistencia y el cambio 81 14. Referencias Bibliográficas 82 · 5 · Estudio Mundial de Valores P ró l o g o O P P La Oficina de Planeamiento y Presupuesto en cumplimiento con sus cometidos constitucionales y legales procura perfeccionar y profundizar la responsabilidad en la planificación a mediano y largo plazo. En tal sentido, resulta sustantivo conocer la realidad del país desde los aspectos estructurales de la economía y las posibles tendencias, los desafíos fundamentales en políticas sociales y las variables internacionales que nos afectan. Pero conocer el valor que los uruguayos y uruguayas le dan a distintos aspectos de la vida en común también constituye una herramienta de enorme ayuda para el conocimiento de nuestra propia sociedad. Y como consecuencia, resulta fundamental para poder asignar mejores recorridos para lograr los objetivos planteados. El estudio refleja características de hondo anclaje y señala también fuertes movimientos de cambios en los valores de los uruguayos. Conocer es fundamental para transformar. Por esto creemos que este trabajo será de mucha utilidad. Pablo Álvarez Coordinador General Oficina de Planeamiento y Presupuesto · 6 · P ró l o g o D U C SA En un mundo globalizado que cambia día a día, Uruguay asume paulatinamente nuevos valores, nuevas tendencias y nuevos desafíos. Somos actores de esta nueva historia del país, que se escribe con el esfuerzo y trabajo de todos los uruguayos. DUCSA nació en el año 2001 en Uruguay y, desde entonces, ha forjado un negocio sustentable a largo plazo que aporta a la estrategia de desarrollo productivo del país. Nuestra empresa es responsable de una red de más de 300 puntos de venta, entre estaciones de servicio, distribuidores de lubricantes y de Supergas en todo el país y cuenta con un ecosistema de negocios que emplea a más de 5.000 personas y agrupa a más de 500 unidades productivas, desde emprendimientos familiares a grandes empresas, tanto en importantes ciudades como el Uruguay profundo. Forjamos un negocio basado en valores de honestidad y ética, construyendo la confianza en nuestro trabajo en base al respeto y con un equipo de colaboradores con ánimo emprendedor, que nos mueve a seguir creando valor. Contamos con una red de socios de negocio responsable, comprometida y con actitud emprendedora a operar siempre con seguridad y respeto por el medio ambiente, tal como espera de nosotros la ciudadanía. Junto a esta red y junto a todos los uruguayos que, desde el comienzo han elegido nuestros servicios, es que con orgullo, afirmamos que el nuestro es un modelo de negocios que se rige por las mejores prácticas, especialmente en el manejo del crédito; la productividad de los activos; la mejora continua de costos unitarios; el ambiente de control adecuado; la rentabilidad creciente y sustentable en el largo plazo. Conocemos a los uruguayos y sus valores y por ello, decidimos aportar a este trabajo, que analiza valores y comportamientos. Consideramos que los resultados que se desprenden del estudio son de gran relevancia y contribuirán a seguir creciendo. Daniel Porrini Director Ejecutivo DUCSA · 7 · Estudio Mundial de Valores P ró l o g o E QU I P OS C O N SULTOR E S Las sociedades cambian. Y Uruguay no es la excepción. Incluso al ritmo lento y parsimonioso que caracteriza a los uruguayos, hay cosas en nuestra sociedad que ya no son como antes. Algunas cosas se modifican en sentidos que pueden considerarse positivos, otras cambian en dirección contraria. Muchos de estos cambios son visibles en la cotidianeidad, en la calle, en los medios de comunicación, en los debates políticos, en las familias, en los lugares de trabajo. Están ahí, en la superficie de lo que vemos y experimentamos. Y sin embargo, el hecho de que sean tan visibles no significa que se los entienda bien. Muchos de estos cambios generan a veces sorpresa y desconcierto. Con frecuencia los ciudadanos (o incluso analistas, o líderes de opinión) no logran aprehender la verdadera magnitud de los cambios, ni entender sus causas, ni sus posibles consecuencias. Esto puede parecer extraño en un mundo en el que la información abunda. En Uruguay el Estado proporciona información confiable en tiempos adecuados; también existe una prensa mayoritariamente independiente que puede difundir y discutir esta información sin mayores restricciones. Por tanto, el público tiene acceso a una cantidad razonablemente buena de información sobre cómo están las cosas en términos “objetivos”. El punto es que, para entender estos cambios en su totalidad (su magnitud, sus causas, sus implicancias) no es suficiente la información “objetiva”: también es necesario entender cómo los individuos viven estos cambios, lo que se puede denominar la dimensión “subjetiva”. Esta está compuesta por los sentimientos y pensamientos de la población, por sus valores y sus creencias. No es posible comprender cómo y por qué la realidad se transforma, y qué implicancias tienen estos cambios, sin conocer lo que la gente piensa y siente respecto a las cosas que ocurren. Sobre estos temas, sin embargo, la información es mucho menos abundante. Y quizás por esto, hay cosas que cuesta entender en su totalidad. Falta entender la perspectiva humana. En este documento se presenta un acercamiento a la comprensión de la dimensión subjetiva de los cambios en el Uruguay, a partir de los datos del Estudio Mundial de Valores (EMV). Este es el principal estudio de opinión pública de escala comparada, que aspira a analizar el cambio de valores de las sociedades a lo largo de la historia. Fue ideado y llevado adelante desde la década del ’70 por el politólogo norteamericano Ronald Inglehart de la Universidad de Michigan. Se realiza mundialmente en lapsos de aproximadamente 5 años. Este estudio, que Equipos Consultores realiza en Uruguay desde 1996, pudo concretarse en 2011 gracias al apoyo de la OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), y de la empresa DUCSA. Los resultados ven la luz pública algo más tarde de lo deseado, pero igualmente constituyen un aporte valioso para entender las cosas que están pasando. Es destacable que los datos que se presentan corresponden a la última medición en Uruguay (2011) que forma parte de la “ola 6” del EMV. Esta ola cubre del año 2010 al 2014 y contiene la medición de 57 países de todo el mundo. Los cambios identificados y analizados en este informe responden a grandes tendencias de largo plazo de la sociedad uruguaya, a verdaderas transformaciones de fondo, más que a factores estrictamente coyunturales. La aspiración es que esta información y análisis, elaborados con el espíritu de que sea accesible para cualquier público, puedan ser fuente de debate, de crítica, de intercambio; que en definitiva contribuya a entender mejor la sociedad en que vivimos. Ignacio Zuasnabar Director de Opinión Pública Equipos Consultores · 8 · 1. Metodología y equipo de trabajo Metodología El Estudio Mundial de Valores se desarrolló a partir de una encuesta de opinión pública realizada por Equipos Consultores en noviembre de 2011. La encuesta fue realizada en forma presencial, en los domicilios de los entrevistados. El universo de estudio fue la totalidad de la población mayor de 18 años residente en hogares particulares de todo el territorio nacional, tanto de zonas urbanas como rurales. Se utilizó una muestra de 1.000 entrevistados, seleccionados a partir de una muestra probabilística de hogares, y utilizando cuotas de sexo y edad para la selección final del entrevistado. La muestra fue polietápica, estratificada por tamaño de localidad, con asignación proporcional de casos en función del tamaño poblacional. Se realizaron encuestas en 32 localidades y en 6 zonas rurales de todo el territorio nacional. El margen de error máximo esperado para una muestra probabilística de este tamaño es de 3,09%, para una distribución de p y q = 0,5 (para los resultados totales de la muestra; para las aperturas por sub-categorías, el margen de error es más amplio). Todos los datos presentados son elaboración propia de Equipos Consultores a partir del Estudio Mundial de Valores, salvo en los que se indica una fuente específica. Equipo de trabajo La dirección general del proyecto, y la coordinación del informe, estuvo a cargo del Lic. Ignacio Zuasnabar, Director del área de Opinión Pública de Equipos Consultores. Además, a lo largo del proceso de investigación, participó un amplio grupo de personas del staff de Equipos Consultores o externos que, con diferentes intensidades, contribuyeron a este resultado final. Del área de Opinión Pública de Equipos tuvieron un rol muy relevante Inés Fynn, Eva Pernin y Fernanda Souza. Además de ellas, participaron de distintas formas y en distintas etapas María Julia Acosta, Luciana Bonilla, Patricia Catz, Federico Irazábal, Soledad Magnone, Ariel Nion, Ernesto Pampin, Santiago Peyrou y Claudia Rafaniello. A todos ellos, el agradecimiento por sus aportes y compromiso. También a los encuestadores, coordinadores, supervisores y dirección del trabajo de campo, en general olvidados en este tipo de informes. Sin su aporte anónimo en el terreno, en el contacto directo con el ciudadano, nada de esto sería posible. · 9 · Estudio Mundial de Valores 2 . I n t ro d u c c i ó n El Estudio Mundial de Valores parte de una teoría que trata de explicar cómo se produce el cambio social a nivel mundial a lo largo de la historia. Su principal hipótesis es que los cambios en los sistemas de creencias de masas (valores) tienen consecuencias sociales, políticas y económicas importantes (Inglehart et al., 2004 y 2010). No se presupone un determinismo cultural o económico, mas constata que en el devenir de las sociedades los procesos de cambio en estos tres niveles (económico, político y cultural) están asociados. La investigación empírica de la Encuesta Mundial de Valores se lleva adelante desde la década de los ’70, liderada por Ronald Inglehart de la Universidad de Michigan, quien nuclea un equipo de investigadores de más de 80 países del mundo. Inglehart sostiene que como consecuencia de la industrialización, las sociedades pasarían de estructuras y valores tradicionales característicos de la era preindustrial a otros modernos y luego (más recientemente) a otros posmodernos, aunque no se supone que este proceso sea lineal y represente un camino inevitable para las distintas sociedades (Inglehart et al., 2004 y 2010). El pasaje de valores modernos a posmodernos, implica la pérdida de relevancia de valores materialistas y de supervivencia. En la modernidad, el crecimiento económico es el principal objetivo social, seguido por la búsqueda del logro económico individual. Pero dado un punto de desarrollo determinado, mayores niveles económicos dejan de reportar satisfacción a los individuos, que se vuelcan hacia valores de otra índole, que Inglehart denomina posmaterialistas (ej.: mayor valoración del medio ambiente, del bienestar individual, de la calidad de vida y la autorrealización). Específicamente, este proceso de cambio de valores se refleja en dos dimensiones básicas: un desprendimiento de valores tradicionales y pasaje a valores seculares / racionales, y un movimiento desde valores materialistas a valores de auto-expresión. A partir del posicionamiento de los países en estas dos dimensiones básicas, Inglehart construye el Mapa Cultural. Este Mapa muestra cómo las respuestas de los individuos en todo el planeta a preguntas referentes a sus valores, tienen estructuras comunes vinculadas con sus orígenes culturales y su historia. Así, las respuestas de los latinoamericanos, de los anglo-sajones, de la Europa católica, o de los Ortodoxos - por ejemplo -, tienden a parecerse entre sí. El análisis que se realiza en este trabajo para el caso uruguayo parte de este enfoque general y se apoya fundamentalmente en las dos dimensiones señaladas. · 10 · M a pa C u lt u r a l d e Va l o r e s WVS6, 2015 -2,5 Fuente: www.worldvaluessurvey.org Traditional vs. Secular-Rational Values -2,0 Protestant Europe Japan -1,5 Baltic Lithuania -1,0 -0,5 -0,0 -0,5 -1,0 -1,5 Russia Serbia Moldova Taiwan S. Korea Latvia Bulgaria Ukraine Estonia China Belarus Confucian Albania Hungary Catholic Europe Montengro Bosnia Netherlands Germany Denmark Andorra France Austria Luxembourg Spain Slovakia Croatia Norway Finland Hong Kong Czech Rep. Slovenia Sweden South Asia Greece Belgium Switzerland Iceland Australia New Zealand Great Britain Lebanon Bahrain Portugal India Macedonia United States Kazakhstan Uruguay Vietnam Romania Indonesia Thailand Chile South Cyprus English Speaking Canada Africa Kyrgyzstan Georgia Azerbaijan Argentina N. Ireland Ethiopia Ireland Poland Zambia Armenia Tunisia Iraq Algeria Brazil Malaysia Kosovo Peru Palestine Rwanda Turkey Pakistan Morocco Malta Burkina Faso Latin Mali Yemen Phillipines America Zimbabwe Nigeria Guatemala Jordan Mexico Orthodox African - Islamic -2,0 Ecuador Colombia Trinidad Ghana Qatar Países con mayoría musulmana en itálica -2,5 -2,0 -1,5 -1,0 -0,0 -0,5 -0,5 -1,5 -1,5 -2,0 -2,5 Survival vs. Self-Expression Values Uruguay se ubica aproximadamente en el centro del Mapa Cultural: dentro de una zona compartida con el resto de los países latinoamericanos, pero en un extremo de la misma. Por ejemplo, es el país latinoamericano más cercano a los países de la Europa Católica (elemento constante en todas las ediciones del EMV), y a algunos países anglo-sajones como Irlanda del Norte. Curiosamente, en esta medición 2011 aparece India en una posición también cercana. Dentro del continente, Argentina y Chile son los países culturalmente más similares al Uruguay en las dimensiones que define el mapa. ¿Qué significa que Uruguay esté en esa posición? En primer lugar, refleja persistencia de la estructura de valores de fondo. En las tres olas en que se ha realizado el estudio en el país, Uruguay se ha ubicado en “coordenadas” relativamente parecidas. Esto no es extraño. Por el contrario, los valores de una sociedad tienden a ser relativamente estables (o, mejor dicho, a moverse muy gradualmente), salvo excepciones. En estos 15 años, aunque Uruguay atravesó coyunturas políticas y económicas muy diferentes, la matriz de fondo de nuestra posición cultural se mantiene. ¿Cuál es esa matriz de fondo? En el eje de valores de supervivencia / autoexpresión (eje horizontal), Uruguay se encuentra algo más orientado hacia la auto-expresión que el promedio mundial. Este es un rasgo característico de toda la cultura latinoamericana. Se trata de sociedades relativamente abiertas, orientadas a la calidad de vida y la realización personal. En general, son sociedades con mayor tolerancia social que los países más orientados a la supervivencia. En cambio en el otro eje, que divide a las sociedades tradicionales de las seculares-racionales, Uruguay es diferente al resto de las del continente. Persistentemente, en las tres ediciones del estudio, Uruguay se ha diferenciado del resto de los países latinoamericanos por ser una sociedad menos tradicional, y más secular. Una de las · 11 · Estudio Mundial de Valores claves para este posicionamiento tiene que ver con la esfera religiosa: nuestro país se caracteriza por tener bajos niveles de religiosidad desde principios del siglo pasado, elemento al que contribuyó la temprana separación del Estado de la Iglesia. Por tanto, hay algunos elementos que dotan a Uruguay de una cultura con ciertos rasgos típicos bien definidos, que son relativamente persistentes y que explican que, en los 15 años que transcurrieron entre la primera medición y la última, la posición general del país en el Mapa tenga una importante estabilidad. Sin embargo, esto no significa que todos los valores de la sociedad uruguaya están estáticos. Por el contrario, como se verá a lo largo del informe, esta estabilidad del posicionamiento global también se explica, a veces, por fuertes cambios en algunas áreas valóricas (que se mueven en sentidos opuestos y a veces hasta contradictorios). La persistencia y el cambio, entonces, son los grandes conceptos que definen la matriz de valores de los uruguayos en estos 15 años. Aquellas áreas en las que nuestros valores permanecieron estables, así como aquellas en que cambiaron (y el sentido en que lo hicieron), definen nuestra trayectoria cultural en este período histórico. · 12 · 3 . S í n t e s i s d e re s u l t a d o s Felicidad •La mayoría de los uruguayos manifiesta que es feliz. Un tercio de la población (34%) se declara directamente “muy feliz”, y 52% adicional “bastante feliz”. La proporción de población con mayor felicidad ha aumentado en los últimos años de manera notoria: de 21% en 1996 a 34% en 2011. •La mejora de la felicidad de los uruguayos en estos 15 años ha estado relativamente “bien distribuida”: se registra en todos los segmentos de la sociedad. De cualquier forma los jóvenes y las personas de clases medias, son los que han tenido aumentos más importantes. •La felicidad subjetiva se vincula con la condición económica del hogar, pero no la explica totalmente. En los hogares que están muy satisfechos con su situación económica la felicidad es casi absoluta (94%). Entre los hogares menos satisfechos la felicidad es menor (65%), pero igualmente la proporción es alta: dos de cada tres de estos individuos se declaran felices más allá de su condición económica. •Aumenta la proporción de uruguayos que manifiesta sentirse muy libre de elegir y controlar su vida de 29% en 1996 a 41% en 2011 factor que, según la teoría, está fuertemente asociado con la sensación de felicidad. •Vivir en pareja, y tener un buen estado de salud, son otras de las condiciones que se relacionan con la felicidad subjetiva. Entre los casados y quienes viven en concubinato la felicidad es un poco mayor que entre los solteros, y bastante mayor que entre viudos, divorciados o separados. La relación con la salud es todavía más fuerte: la mayoría (52%) de los que sienten que su salud es muy buena declara ser “muy feliz”, más del doble de lo que se encuentra entre quienes sienten que su salud es mala o muy mala (23%). Orgullo Nacional •La mayoría de los uruguayos (92%) se siente orgullosa de serlo, y este es un rasgo relativamente estable. Pero la intensidad de este orgullo ha caído en los últimos años: quienes se manifiestan “muy orgullosos” disminuyeron de 73% a 50% entre 2006 y 2011. •El orgullo nacional es menor entre los jóvenes que entre las personas de más edad. Esto no parece ser un efecto exclusivamente del ciclo de vida: los jóvenes de hoy muestran menos orgullo que los jóvenes de algunos años atrás. Esto podría estar asociado a que los mayores aún sienten orgullo por una sociedad pasada que vivieron aunque fuera parcialmente (la “Suiza de América”), referencia más distante para los jóvenes. Aunque, por otra parte, el fenómeno es relativamente global: en buena parte del mundo desarrollado se observan tendencias similares de menor orgullo nacional entre la juventud. C o nf i a n z a In t e r p e r s o n a l •También ha disminuido en Uruguay la confianza interpersonal. En 2011 solo uno de cada siete uruguayos (14%) afirma que “se puede confiar en la mayoría de las personas”: la amplia mayoría (77%), por el contrario, afirma que “no se puede ser tan confiado”. La desconfianza parece ser una característica de la cultura latinoamericana, pero en Uruguay se ha acentuado en los últimos años. •De cualquier forma, se mantienen niveles muy altos de confianza en “la familia” (95%), y bastante altos en “los vecinos” (69%) y en “gente que conoce” (67%). En estos planos puede afirmarse que existe una matriz importante de capital social, y condiciones razonablemente buenas para el asociacionismo. La desconfianza está depositada mayormente en personas desconocidas. · 13 · Estudio Mundial de Valores •El aumento de la desconfianza está vinculado a la percepción de inseguridad. Entre los que se sienten “muy seguros” en su barrio, la confianza en el tercero desconocido es tres veces mayor que entre los que no se sienten “nada seguros”. T o l e r a nc i a •La mayoría de los uruguayos (82%) afirma que la tolerancia y el respeto por los demás es una de las cualidades más importantes a enseñar a los niños, lo que coloca al Uruguay como uno de los países del mundo con mayor importancia atribuida a este valor. •En indicadores de tolerancia más concretos, por ejemplo en la aceptación o rechazo de grupos con ciertas características como vecinos (indicador clásico de tolerancia), Uruguay muestra resultados ambiguos: un avance hacia mayor tolerancia hacia ciertos grupos (homosexuales, personas con SIDA, inmigrantes, personas de otra raza y de otra religión), y movimiento hacia menor tolerancia hacia otros (drogadictos y alcohólicos). •En materia de tolerancia se destaca, por su magnitud y sus implicancias, el fuerte cambio de la sociedad uruguaya hacia la aceptación de la homosexualidad. En 1996 casi la mitad de la población (45%) consideraba que la homosexualidad no se justificaba “nunca”. Hoy esta proporción se ha reducido al 18%. Uruguay es el cuarto país en el mundo con mayor aceptación de la homosexualidad. Va l o r e s d e G é n e r o •En cuanto al rol de la mujer en el mundo laboral, en Uruguay existen consensos amplios en dos temas: dos de cada tres (66%) están de acuerdo con la idea de que “tener trabajo es la mejor manera para que una mujer sea una persona independiente”, y una proporción similar (67%) rechaza la idea de que “si hay escasez de trabajos los hombres deben tener más derecho al trabajo que las mujeres”. Sin embargo, en este último punto, llama la atención la persistencia (incluso creciente entre 2006 y 2011), de una cuarta parte que continúa afirmando que el hombre debe tener más derecho al acceso al trabajo que la mujer en contextos de escasez laboral. •La sociedad uruguaya se orienta de forma contundente a la igualdad de género en el acceso a la educación superior: el 86% discrepa con la idea de que “la educación universitaria es más importante para un hombre que para una mujer”. El grupo que afirma lo contrario (visión más tradicional) es muy minoritario (10%). •La visión sobre los roles de la mujer vinculados a la maternidad es otro aspecto en el que la sociedad uruguaya está cambiando fuertemente. La idea de que “una mujer necesita tener niños para realizarse” era mayoritariamente aceptada en 1996 (55% la compartía), y hoy esta postura es minoritaria (38%), más allá de que en el último quinquenio no ha habido cambios significativos. En la misma línea, hay un aumento significativo (de 65% a 82%) de la aprobación de la decisión de una mujer que desea ser madre soltera. •En términos de violencia de género, la amplia mayoría de los entrevistados (89%) afirma que “nunca se justifica” que un hombre le pegue a una mujer. Esto coloca a Uruguay como uno de los países del mundo con menor legitimación social de esta conducta. Estos datos son contrastantes con los elevados índices de mortalidad por violencia doméstica que se registran en los últimos años en nuestro país. Pero muestran que, aunque la violencia ocurre, no es un comportamiento legitimado socialmente. •La idea de que “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres” es apoyada por apenas 8% de los uruguayos, y resistida por la mayoría (83%). Sin embargo, en el plano de los hechos la representación de género ha tenido modestos avances en el último proceso electoral, e incluso con retrocesos en el plano sub-nacional, lo que muestra que aún hay mucho camino por recorrer. Trabajo •Dos de cada tres uruguayos (64%) afirman que el trabajo es “muy importante” en su vida. La importancia asignada al trabajo no es tan alta como la que se asigna a la familia (89%). Se encuentra en un nivel intermedio, similar a la importancia de los amigos o el tiempo libre, y muy por encima de ámbitos como la religión y la política. En la comparación internacional Uruguay no se destaca por su excesiva valoración hacia el trabajo, pero tampoco por lo contrario: se ubica cercano al promedio global. · 14 · •La idea de que “el trabajo duro por lo general trae consigo una vida mejor” es compartida por el 36%, pero un grupo similar (34%) opina por el contrario que “el éxito depende más de la suerte y de los contactos”. •El tipo de trabajo que realizan los uruguayos es bastante heterogéneo, pero con cierto predominio de tareas más bien manuales (55%) y más bien rutinarias (56%). A pesar de esto, la mayoría (59%) afirma que desempeña sus tareas con autonomía. •Un “buen ingreso” y un “trabajo seguro” son los aspectos más importantes para buscar trabajo en el Uruguay, en forma constante en las últimas décadas. En 1996 y en 2011 el énfasis en el ingreso es algo mayor que en el salario, pero en 2006 (medición post-crisis económica) estos resultados aparecían invertidos. Ac t i t u d e s h a c i a l a p o b r e z a •Las visiones sobre la pobreza se han transformado fuertemente en Uruguay en las últimas décadas. En 1996 la amplia mayoría de la población (77%) compartía la idea de que las personas en situación de pobreza “son pobres porque la sociedad los trata injustamente”. Esta visión se redujo parcialmente en 2006, y en 2011 ya se transforma en una postura minoritaria (compartida por apenas el 34%). La mayoría relativa opina, por el contrario, que los pobres “son pobres por flojos y falta de voluntad” (43%). •El cambio en las creencias sobre las causas de la pobreza se vincula al cambio en otras percepciones sobre el contexto. A diferencia de algunas décadas atrás, se visualiza que el gobierno está tomando las acciones adecuadas para combatir la pobreza (43%), y que escapar de la pobreza efectivamente “es posible” (60%). En este contexto, parte de la responsabilidad por la permanencia en situaciones de pobreza se traslada hacia los propios pobres y su actitud. Esta creencia, llevada a un extremo, puede ser conducente a la estigmatización y la intolerancia social hacia la pobreza. Va l o r e s d e a u t o r i d a d •Los uruguayos se inclinan más hacia la autoridad que en el pasado. Dos de cada tres (66%) opinan que sería bueno que en el futuro hubiera un “mayor respeto a la autoridad”, y 52% considera que la “obediencia” es una de las cinco cualidades principales para enseñarle a un niño. En ambas dimensiones ha habido aumentos notorios entre 1996 y 2006, y nuevamente entre 2006 y 2011. •Este aumento es particularmente llamativo cuando se constata que se produce también (y en algunos casos con particular intensidad) entre los jóvenes. En 1996 una proporción importante de los jóvenes (41%) no manifestaba orientación alguna hacia la autoridad o la obediencia. Entre los jóvenes de 2011 la proporción sin orientación a la autoridad se redujo al 18%. Por el contrario, los jóvenes orientados completamente a la autoridad y la obediencia se duplicaron: crecieron de 15% a 32% en el mismo período. Democracia y política •Los uruguayos valoran fuertemente la democracia: 90% considera que es “importante” o “absolutamente importante” vivir en un país democrático. Además, la amplia mayoría (72%) percibe que efectivamente vive en una democracia plena. En ambos indicadores Uruguay se destaca en el mundo: se encuentra en la 4ª y 2ª posición respectivamente en el ranking global. •Tanto el apego a la democracia como la convicción de que nuestro país es democrático, tienen un vínculo directo con el nivel socio-económico de las personas. A medida que se desciende en la escala social la democracia se valora menos (y también se cree menos que nuestro país es gobernado bajo parámetros democráticos). Los resultados no son para escándalo, ya que incluso entre los sectores bajos las percepciones democráticas podrían considerarse altas en comparación con otros países. Sin embargo sí muestran alguna grieta en datos que globalmente lucen extraordinariamente sólidos. •Uruguay también destaca a nivel internacional por la integridad de sus procesos electorales. El público percibe, en términos generales, que las elecciones son de buena calidad: 80% cree que los votos se cuentan de manera justa, 69% confía en las autoridades electorales, la mayoría (75%) sostiene que los votantes no son amenazados, y 66% que no son sobornados. En todos estos indicadores los resultados para Uruguay son de los mejores del mundo. · 15 · Estudio Mundial de Valores 4. Felicidad La felicidad es una idea presente desde el comienzo de los tiempos. Hay quienes consideran que es el estado necesario a alcanzar- un ideal-, mientras otros sostienen su carácter excepcional y efímero. De todos modos la felicidad se asocia a un sentimiento positivo y, más allá del alcance del concepto o su duración, podría decirse que los seres humanos prefieren sentirse felices que infelices. El Estudio Mundial de Valores muestra que los uruguayos manifiestan sentirse más felices que quince años atrás. Las sumatorias indican niveles positivos de felicidad similares para las tres mediciones del EMV: 80% para 1996; y 86% en 2006 y 2011. Sin embargo, al descomponer los términos positivos y negativos, se encuentran algunas diferencias significativas. En 1996, ese 80% se compuso por 21% que afirmaron sentirse “muy felices”, y un 59% que dijo estar “bastante feliz”, mientras que los “muy felices” fueron un 30% en 2006, y aumentaron a 34% en 2011. G r á f i c o 1 . F e l i c i d a d d e l o s u r u g u ay o s : 1 9 9 6 , 2 0 0 6 y 2 0 1 1 En general, Ud. diría que es… 2% 18% 1% 2% 2% 12% 11% 52% 56% 59% 34% 30% 21% 1996 2006 No sabe Nada feliz No muy feliz Bastante feliz Muy feliz 2011 Además de que la proporción de personas muy felices y bastante felices constituya la mayor parte de la población, desde una perspectiva comparada se observa que Uruguay se encuentra por encima del promedio en el ranking mundial. No obstante, considerando únicamente la región (en los países que se realizó el EMV), se ubica entre los tres últimos países – por encima de Perú y Chile, pero por debajo de México, Ecuador, Brasil y Argentina. · 16 · Gráfico 2. Felicidad (2010-2014) En general, Ud. diría que es… Qatar Uzbekistan Malaysia Kyrgyzstan Sweden Mexico Ecuador Thailand Singapore Poland Australia New Zealand Netherlands Brazil Kuwait Colombia Rwanda South Korea Taiwan United States Philippines Hong Kong Kazakhstan Trinidad and Tobago Libya Japan Argentina Spain Uruguay Jordan Nigeria Pakistan Chile China Germany Turkey Promedio Slovenia Armenia Cyprus India Ghana Azerbaijan Tunisia Zimbabwe Morocco Lebanon Estonia South Africa Peru Algeria Palestine Russia Bahrain Yemen Romania Ukraine Iraq Belarus Egypt Muy feliz Bastante feliz 0 25 50 75 100 En definitiva, el incremento en quince años de la proporción de uruguayos que manifiestan sentirse muy felices resulta significativo y permite plantear dos principales interrogantes. Por un lado, si estos niveles de felicidad han aumentado por igual para todos los uruguayos, y por otro lado, cuáles son los principales factores que podrían vincularse a la felicidad en Uruguay. · 17 · Estudio Mundial de Valores Para estudiar la homogeneidad o heterogeneidad del incremento se analiza el indicador de felicidad extrema (quienes manifiestan sentirse “muy felices”) a través de cuatro principales variables socio-demográficas: edad, sexo, región y nivel socio-económico. Tal como muestran los gráficos 3, en todos los segmentos sociales se observa un incremento en la proporción de “muy felices” en los últimos años. Es decir, si se considera la totalidad del período, desde la primera ola del estudio en 1996 hasta la última en 2011, todos los segmentos de nuestra sociedad han aumentado sus niveles de felicidad. El crecimiento de la “felicidad colectiva” ha estado, entonces, bastante bien repartido. G r á f i c o s 3 . F e l i c i d a d ( M u y f e l i z ) d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n s e g m e n t o s de la población En general, Ud. diría que es… Sexo Edad 35% 34% 32% 43% 29% 32% 30% 29% 21% 21% 17% 20% 1996 24% 32% 31% Hasta 29 años De 30 a 49 años 50 años y más 2006 2011 Región Hombre Mujer 1996 2006 2011 Nivel socio-económico 33% 35% 34% 37% 36% 36% 29% 28% 28% 28% 26% 23% 19% 16% 19% Bajo Medio Alto Montevideo Interior 1996 2006 2011 1996 2006 2011 Es relevante apreciar cómo el incremento de la felicidad se produce en todos los estratos socio-económicos si se consideran los quince años que abarca el EMV en Uruguay. Pero donde ha habido un mayor aumento del nivel de felicidad en la sociedad uruguaya es en los estratos medios. El otro elemento a destacar de la distribución de la felicidad tiene que ver con la edad. Los jóvenes de hoy son más felices que los adultos. Pero no se trata solo de un efecto de “ciclo de vida”: los jóvenes de hoy son más felices que los jóvenes de 1996. Estos jóvenes, que han sido socializados casi enteramente bajo contextos de una prosperidad económica inédita (aunque quizá no solo por esto), son hoy el segmento que reporta mayores niveles de felicidad absoluta. · 18 · ¿Cuáles son los factores que se vinculan con la felicidad en Uruguay? Sin entrar en campos discutibles, y evitando cualquier análisis que pudiera parecerse a una “receta de la felicidad”, sí es posible recurrir a la teoría y a la información empírica para establecer algunas asociaciones. Inglehart et. al. (2008) plantean un modelo de desarrollo humano donde la determinante principal del bienestar subjetivo1 es el grado en que las personas se sientan libres en una sociedad (es decir, que sientan y tengan condiciones para desarrollar con libertad sus preferencias en diferentes ámbitos de la vida). Esta sensación de libertad se vincula con tres grandes dimensiones: el desarrollo económico de la sociedad, la democratización y el incremento en los niveles de tolerancia a la diversidad. El modelo de desarrollo humano conducente al bienestar subjetivo, de acuerdo al trabajo de Inglehart, se resume de esta manera: Modelo de desarrollo humano: Desarrollo Económico Democratización Aumento en sensación de libertad Aumento en bienestar subjetivo Sociedad Tolerante Fuente: Inglehart et. al. (2008) A partir del análisis de datos de muchos países del mundo relevados durante décadas, Inglehart llega a establecer relaciones potentes entre estas dimensiones y reglas bastante generalizables. Por ejemplo: en países subdesarrollados, el desarrollo económico de una sociedad conduce a mayores niveles de felicidad. Eso puede estar ocurriendo en Uruguay. Pero esto no funciona para siempre: una vez que el desarrollo económico llega a un punto en que son satisfechas las necesidades básicas de la amplia mayoría de la población, los individuos comienzan a orientarse hacia otro tipo de necesidades. Así, surge la orientación hacia valores post-materialistas y de autoexpresión: la calidad de vida, la libertad de expresión, la participación. De esta manera, los autores muestran la existencia de una relación curvilínea entre el desarrollo económico y la felicidad: a medida que las sociedades avanzan en su grado de desarrollo los niveles de felicidad aumentan; pero llega un punto donde mayor desarrollo económico ya no reporta mayores niveles de felicidad, y esta empieza a depender de otros factores2. En Uruguay, durante el ciclo de crecimiento económico, se ha insistido con la idea del nacimiento de un “nuevo uruguayo”, que tiene una fuerte base en la satisfacción de necesidades de tipo material, asociadas al alcance de ciertos bienes de consumo. ¿Este tipo de “logros” vinculados a la prosperidad económica podrían asociarse con la manifestación de un sentimiento mayor de felicidad entre los uruguayos? La información del Estudio Mundial de Valores para Uruguay, muestra que efectivamente estos aspectos están relacionados: cuanto mayor es la satisfacción de una persona con la situación económica de su hogar, mayores son los niveles de felicidad auto-reportada. 1 Bienestar subjetivo no es exactamente lo mismo que felicidad, pero son elementos fuertemente relacionados. La felicidad entra, así, en un proceso de “rendimientos marginales decrecientes” respecto a la situación económica. Como lo escuché decir a César Aguiar más de una vez: en un contexto de pobreza, el primer pantalón vaquero que alguien se compra le reporta niveles elevadísimos de felicidad, y un impacto notorio en su calidad de vida; el segundo continúa reportando una diferencia (“si no, ¿qué hace cuando pone a lavar el primero?”, decía César), el tercero probablemente bastante menos que los otros, y a partir de un número x de pantalones vaqueros, tener uno más ya no representa mejora alguna en el bienestar subjetivo. 2 · 19 · Estudio Mundial de Valores Ta b l a 1 . F e l i c i d a d , s e g ú n s at i s fa cc i ó n e c o n ó m i c a d e l h o g a r ( 2 0 1 1 ) En general, Ud. diría que es… Satisfacción económica del hogar Muy felíz Bastante felíz No muy felíz Nada felíz Total Totalmente insatisfecho 21 44 24 11 100 Insatisfecho 23 49 23 6 100 Neutro 30 55 14 2 100 Satisfecho 34 57 9 1 100 Totalmente satisfecho 49 45 5 5 100 Esta relación se visualiza con claridad en las categorías extremas: entre los que tienen una “muy alta” satisfacción con la situación económica, el 49% se declara feliz o muy feliz, mientras que entre los que tienen una satisfacción económica “muy baja” la felicidad disminuye al 21%. Entonces, a medida que se desciende en la escala de satisfacción, también desciende el porcentaje de individuos con mayores niveles de felicidad. En definitiva, la situación económica de los hogares guarda una relación importante con la manifestación de felicidad de los uruguayos. Sin embargo, también puede decirse que la felicidad no depende solo de la situación económica. De hecho, como también se aprecia en la tabla, muchos de los individuos que tienen “muy baja” satisfacción económica reportan igualmente niveles elevados de felicidad (de hecho, la mayoría de ese grupo se declara feliz). Por tanto, la vieja idea de que “el dinero no hace la felicidad” (al menos no por sí solo) también parece tener sustento: hay grandes contingentes de uruguayos que aún estando muy insatisfechos con su bienestar económico, encuentran formas de transcurrir su vida con felicidad. En lo que respecta a la democratización, Inglehart et al (2008) explican que los ciudadanos pertenecientes a sociedades democráticas tienden a ser más felices que aquellos que viven bajo regímenes autoritarios. Cuando se analiza la información a nivel individual, no se encuentra una relación fuerte entre la percepción de si el país es democrático o no, y los niveles de felicidad declarada. · 20 · Ta b l a 2 . F ELI C IDAD SEGÚ N QUÉ TA N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ SIE N DO GO BER N ADO EL PAÍS ( 2 0 1 1 ) En general, Ud. diría que es… Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay Muy felíz Bastante felíz No muy felíz Nada felíz Total Nada democrático 27 43 27 3 100 Poco democrático 37 44 16 2 100 Algo democrático 38 51 9 2 100 Democrático 32 51 15 2 100 Completamente democrático 34 56 8 2 100 Esto, sin embargo, no quiere decir que la democratización no se vincule con la felicidad en Uruguay a nivel agregado. Como se verá más adelante (Capítulo 12), Uruguay cuenta con niveles de democracia muy elevados y se ubica entre los países más democráticos no solo de América Latina, sino también del mundo. El hecho de vivir en un contexto altamente democrático, explica Inglehart, implica un mayor sentimiento de libertad en los ciudadanos y como consecuencia altos niveles de felicidad; y esto puede suceder en un nivel inconsciente de los individuos. Aunque un uruguayo sienta que su país no está siendo gobernado democráticamente, igualmente recibe los beneficios de vivir en una sociedad democrática. Y esto, de acuerdo a Inglehart, incide en su felicidad subjetiva. El tercer factor que Inglehart destaca en su modelo de desarrollo humano es una sociedad tolerante. Esto no se produce necesariamente porque las personas tolerantes sean más felices, sino porque sociedades con normas y sanciones sociales intolerantes pueden restringir la libertad de sus ciudadanos. Por el contrario, un ambiente más tolerante ofrece a las personas mayor libertad y ello influye en la felicidad. Pero ¿Uruguay es una sociedad más tolerante que hace 15 años? Este es un elemento polémico. Claramente la idea de una sociedad más tolerante que en el pasado no es la predominante en algunos análisis. Pero, como se verá en el capítulo 7, en algunas dimensiones de la vida social Uruguay sí es una sociedad mucho más tolerante que en el pasado. En otras, claramente no. Pero las cosas en las que la sociedad es más tolerante, pueden tener incidencia en el aumento de la felicidad colectiva. Por ejemplo, y como adelanto de lo que se trabajará más adelante, la sociedad uruguaya es mucho más tolerante que en el pasado con la homosexualidad. Y esta dimensión, de acuerdo a los trabajos de Inglehart, es una de las que mejor correlaciona con la felicidad subjetiva. Entonces, considerando el modelo de desarrollo de Inglehart (2008) es esperable un incremento en la sensación de libertad de los uruguayos, dado por el desarrollo económico, el contexto democrático y un aumento en la tolerancia social. · 21 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 4 . S e n s a c i ó n d e l i b e r ta d d e e l e cc i ó n y c o n t r o l s o b r e s u v i d a , U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) Algunas personas sienten que tienen libertad de elegir y control total sobre sus vidas y otras personas sienten que lo que hacen no tiene ningún efecto sobre lo que les sucede. Por favor indíquenos en la escala ¿Cuánta libertad de elegir y de control siente usted que tiene sobre la forma en que le resulta su vida? 3% 3% 10% 3% 2% 3% 4% 3% 5% 16% 17% 26% 39% 30% 29% 29% 1996 41% 37% 2006 NSNC Nada (1 - 2) Poca (3 - 4) Neutro (5 - 6) Bastante (7 - 8) Mucha (9 -10) 2011 Efectivamente, tal como el gráfico 4 refleja, en los quince años que van desde la primera medición del EMV a la última, la proporción de uruguayos que manifiesta sentirse muy libre de elegir y controlar su vida ha aumentado 12 puntos. Por lo tanto, esta tendencia ofrece sustento para el modelo de desarrollo planteado por Inglehart para comprender el aumento en los niveles de felicidad entre los uruguayos. Además de estos factores estructurales que inciden en los niveles de felicidad de la sociedad en su conjunto, Marita Carballo (2015) plantea otras variables que conciernen a la individualidad de los ciudadanos, que guardan relación con la felicidad. La autora pone sobre la mesa de análisis la conocida frase que intenta dar la clave del éxito: “Salud, Dinero y Amor”. Como se ha descripto anteriormente, la satisfacción económica del hogar tiene un vínculo directo con la felicidad de los uruguayos. Sin embargo, no se han observado las otras dos variables de la famosa frase: amor y salud. Si bien en los últimos años se han experimentado variados cambios en lo que respecta a la estructura familiar y de pareja, Carballo demuestra que, a nivel mundial, “vivir en pareja es una de las principales fuentes de felicidad” (Carballo, 2015: 123). Y Uruguay no escapa a la situación mundial. · 22 · Ta b l a 3 . F e l i c i d a d s e g ú n e s ta d o c i v i l ( 2 0 1 1 ) En general, Ud. diría que es… Estado civil Muy feliz Bastante feliz No muy feliz Nada feliz NsNc Total Casado/a 39 52 8 1 1 100 Concubino/a 35 52 11 2 0 100 Divorciado/a 26 56 14 3 1 100 Separado/a 31 39 27 4 0 100 Viudo/a 24 51 17 8 0 100 Soltero/a 33 54 10 2 1 100 Como es posible observar en la Tabla 3, Los mayores niveles de felicidad se encuentran entre los casados y concubinos, mientras que los más bajos entre los divorciados y viudos. En definitiva, quienes comparten su vida con otra persona resultan ser más felices que quienes alguna vez tuvieron pareja y luego, sea cual sea el motivo, dejaron de tenerla. En lo que respecta a la salud, Carballo explica que “la salud física y psicológica es otra de las variables clave en el cóctel de la felicidad…” (Carballo, 2015:120). Ta b l a 4 . F e l i c i d a d s e g ú n a u t o - p e r c e p c i ó n d e l e s ta d o d e s a l u d ( 2 0 1 1 ) En general, Ud. diría que es… Estado de salud Muy feliz Bastante feliz No muy feliz Nada feliz NsNc Total Muy buena 52 44 4 0 0 100 Buena 30 58 10 1 0 100 Mala 23 44 27 6 1 100 Muy mala 23 52 13 13 0 100 Una vez más, en Uruguay se observa la misma tendencia que a nivel mundial: quienes manifiestan gozar de una buena salud resultan ser más felices que quienes cuentan con mala salud. A modo de síntesis podría afirmarse que efectivamente los uruguayos manifiestan sentirse más felices en 2011 que quince años atrás. Y este incremento se ha producido, más allá de matices, en todos los segmentos de nuestra sociedad. El modelo de desarrollo humano (Inglehart, 2008) ofrece sustento para argumentar que durante los últimos años en Uruguay los elementos estructurales han propiciado un contexto de mayor sensación de libertad, que favorece al incremento de la felicidad: hubo un aumento notorio del Desarrollo Económico, se mantuvieron estables (en niveles muy altos) los indicadores de Democratización, y hubo evolución en algunos indicadores importantes de Tolerancia Social (aunque también involución en otros). Otros factores, de índole individual también guardan relación con la felicidad: aquellos uruguayos que comparten su vida con una pareja y aquellos que gozan de buena salud manifiestan niveles de felicidad mayores que el resto de la población. · 23 · Estudio Mundial de Valores 5. Orgullo Nacional ¿Estamos los uruguayos orgullosos de nuestro país y de nuestra nacionalidad? Cuando se pregunta a los uruguayos directamente sobre el tema, una enorme mayoría (92%) afirma que está orgullosa de serlo aunque, paralelamente, la intensidad de este orgullo parece haber disminuido en la última medición del EMV. La proporción total de orgullosos ha permanecido constante en los 15 años que abarca el EMV: si se suman los “muy” y “algo” orgullosos de ser uruguayos el registro es de 92% en las tres mediciones del estudio. Sin embargo, si se pone el foco específicamente en los “muy” orgullosos, la evolución es muy diferente: en el último quinquenio ha disminuido en 23% la expresión de orgullo extremo, y aumentado en la misma proporción un orgullo algo más moderado. Por eso, se puede decir que aunque no se modificó el orgullo agregado, sí cambió su intensidad. Gráfico 5. Orgullo nacional (1996-2011) ¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo? 3% 2% 3% 20% 3% 1% 3% 1%1% 5% 19% 42% 72% 74% 51% No sabe Nada orgulloso No muy orgulloso Algo orgulloso Muy orgulloso 1996 2006 2011 Además, cuando se compara a nuestro país con el mundo, Uruguay no se ubica en este asunto en un lugar destacado sino, por el contrario, algo debajo del promedio global. En nuestro país siempre se señala a los argentinos como ciudadanos muy orgullosos de sí mismos, pero sin embargo en el EMV el orgullo nacional de los argentinos es similar al nuestro (y de hecho está algo por debajo). Otros países que son referentes culturales fuertes para nuestro país (como España, o Estados Unidos), también se ubican en registros promedio. Dentro de los países latinoamericanos son Ecuador (3ero en el ranking global), México y Colombia los de mayor orgullo nacional, mientras que Brasil ocupa el último lugar de la región. · 24 · Gráfico 6. Orgullo nacional (2010-2014) ¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser…? Qatar Ghana Ecuador Uzbekistan Trinidad and Tobago Philippines Jordan Mexico Yemen Thailand Rwanda Colombia Pakistan Libya Zimbabwe Kuwait Turkey Azerbaijan Armenia Australia India Nigeria Morocco Palestine Malaysia Egypt New Zealand Peru Kazakhstan South Africa Poland Algeria Promedio Tunisia United States Spain Kyrgyzstan Uruguay Iraq Chile Slovenia Argentina Singapore Cyprus Romania Sweden Lebanon Brazil Belarus Russia Ukraine Japan Germany South Korea China Hong Kong Bahrain Estonia Netherlands Taiwan 0% 25% 50% Muy orgulloso Algo orgulloso No muy orgulloso Nada orgulloso NS/NC/NA · 25 · 75% 100% Estudio Mundial de Valores Dado este cambio en el indicador de orgullo nacional del EMV en Uruguay cabe preguntarse: ¿cuáles son los factores que están por detrás del orgullo nacional, y qué elementos pueden haber producido este cierto desencanto? El orgullo nacional puede definirse como “el afecto positivo que los individuos sienten respecto a su país” (Smith y Kim, 2006:1). Los elementos que explican el orgullo nacional son muy diferentes en distintos países. Por lo general está vinculado a atributos o destrezas positivas, es decir, características de los individuos o sociedades que generan un sentimiento de satisfacción o que permiten un destaque con respecto al resto. En Uruguay se carece de estudios sistemáticos que expliquen las fuentes del orgullo nacional. Pero innegablemente, uno de los puntos presentes en materia de logros o aptitudes positivos tiene que ver con el deporte, y en particular con el fútbol. Los uruguayos, en general, siempre han asociado el orgullo nacional con los eventos deportivos. “Maracaná” representa un hito importante de la historia del país: es la imagen del país ante el mundo. Es la recreación de la historia del pequeño que vence al gigante, el triunfo ante una adversidad, basado en el convencimiento, y contra todos los pronósticos. Pero desde ese entonces, al igual que en los aspectos económicos, Uruguay vivió un proceso de retroceso y declive, que lo radió de los principales eventos relacionados con el fútbol, tanto a nivel continental como mundial. Luego de sucesivos fracasos, la Copa Mundial de fútbol del año 2010 cambió el curso de los acontecimientos, ya que Uruguay logró alcanzar el cuarto puesto, en una actuación que no estuvo exenta del carácter épico que tanto hace exaltar los sentimientos de orgullo. Las calles se llenaron de gente y de banderas uruguayas como nunca en décadas, y los festejos convocaban multitudes conforme la selección avanzaba en cada etapa. El cuarto lugar, incluso, no fue vivido como un fracaso, sino que significó un extenso y multitudinario recibimiento a los jugadores: marcó una etapa de revalorización de la selección celeste, que se acentuó con el logro de la Copa América en 2011. Sin embargo, el Estudio Mundial de Valores muestra que no se produjo en este período un aumento, sino una estabilidad del orgullo nacional agregado e incluso una disminución de su intensidad. ¿Cómo es posible, entonces, que a medida que el país progresa en el campo futbolístico, siendo que el fútbol es motivo de orgullo y pasión en Uruguay, las personas disminuyan la intensidad de expresión de ese sentimiento? He aquí dos respuestas posibles: la primera indicaría que la asociación entre éxitos futbolísticos y orgullo nacional no está vinculada, o al menos no tan fuertemente como suponemos. Esto cuestiona algunas de nuestras creencias sobre el tema, pero es una hipótesis plausible. Un estudio comparado de Smith y Jarkko (1998) sobre orgullo nacional mostraba que la dimensión deportiva no era de las que correlacionaba mejor con el orgullo total, salvo en los países soviéticos. Por otro lado, puede ser que el plano deportivo sí influya, pero que paralelamente estén emergiendo otros factores que operan en sentido contrario. Esto llevaría la búsqueda a características de nuestra sociedad que no representen motivos de orgullo para los uruguayos y que hayan aumentado su incidencia en el último tiempo. Durante buena parte de la historia, la creencia de que Uruguay es un país pequeño pero tranquilo, educado y con buena calidad de vida en términos comparados hizo carne en el imaginario popular. La auto-calificación de Uruguay como la “Suiza de América”, vigente durante buena parte del Siglo XX alimentó también esa sensación de diferencia, que a su vez generaba un sentimiento de orgullo nacional. Sin embargo, desde hace ya tiempo, esa estructura e idiosincrasia cuasi europea, que distinguió a Uruguay del resto de la región, viene mostrando algunas fisuras. Los acontecimientos derivados a partir de la crisis que afectara a Uruguay a principios de los 2000 amplificaron esa visión del deterioro y lo ubicaron en una perspectiva similar a otros países de la región. Otros fenómenos, como el incremento de la inseguridad y la delincuencia, o el deterioro de la calidad educativa, también pueden hacer mella en la sensación de orgullo. Esa memoria hacia un pasado mejor debiera entonces mostrar alguna diferencia entre el sentimiento de orgullo experimentado por los mayores con respecto a los más jóvenes, ya que unos pudieron vivir las épocas en las que Uruguay era una referencia en diversos indicadores sociales, y por lo tanto, motivo de orgullo para sus ciudadanos. · 26 · Ta b l a 5 . S e n t i m i e n t o d e o r g u l l o n a c i o n a l p o r t r a m o s d e e d a d ( 2 0 1 1 ) ¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo? Muy orgulloso Algo orgulloso No muy orgulloso Nada orgullos NsNc Total 18-29 49 49 5 3 0 100 30-39 48 44 6 2 0 100 40-49 49 42 6 3 1 100 50-59 49 46 4 1 0 100 60-69 59 35 6 0 1 100 70 y más 55 41 4 0 1 100 Tramos de edad El EMV aporta evidencia que sustenta la hipótesis planteada: los sentimientos de orgullo más intenso (“Muy orgulloso”) son diferentes entre la población más adulta con respecto al resto de la población: alcanzan su máximo entre aquellos que tienen 60 años y más; es decir, entre quienes han vivido las “épocas de oro” en Uruguay. Por otra parte, esta relación positiva entre orgullo nacional y edad no es patrimonio exclusivo del Uruguay sino, por el contrario, una tendencia global. De acuerdo a Smith y Jarkko (1998), los jóvenes a escala global presentan menores niveles de orgullo nacional. Esto no parece ser meramente un efecto de “ciclo de vida” (es decir, que las personas aumentan el orgullo nacional a medida que envejecen) sino una característica permanente de estas nuevas generaciones. Esto puede deberse, según los autores, al hecho de ser generaciones socializadas en un contexto de globalización, en el que las identidades nacionales se encuentran más diluidas que en el pasado. Otra característica global que presenta el orgullo nacional es que, por lo general, se presenta con mayor intensidad en las personas de menor educación que en las más educadas. Los datos del EMV para Uruguay efectivamente confirman esta asociación. Un 44% de los uruguayos más educados (educación terciaria) se sienten “muy orgullosos” de su país, mientras que entre los menos educados (educación primaria) la proporción es mayor (51%), al igual que entre los de educación secundaria. Ta b l a 6 . S e n t i m i e n t o d e o r g u l l o n a c i o n a l p o r n i v e l e d u c at i v o ( 2 0 1 1 ) ¿Qué tan orgulloso está Ud. de ser uruguayo? Muy orgulloso Algo orgulloso No muy orgulloso Nada orgulloso NsNc Total Primaria 51 42 5 1 1 100 Secundaria 52 41 5 1 1 100 Terciaria 44 46 6 3 1 100 Nivel educativo Como reflexión final, parece existir en el sentir social una cierta paradoja. Por un lado, la sociedad ha avanzado en distintas dimensiones de forma conducente a niveles mayores de felicidad para sus ciudadanos, como se vio en el capítulo anterior. Pero, al mismo tiempo, algunos de estos ciudadanos disminuyen su orgullo de vivir en esta sociedad. Esta paradoja probablemente no es mayoritaria: de hecho, los datos muestran que la mayoría de los uruguayos · 27 · Estudio Mundial de Valores son felices, y la mayoría están también orgullosos de ser uruguayos. Pero para algunos segmentos sí existe la paradoja. Hay grupos con sentimientos y sensibilidades que se han movido en sentido contrario en estos 15 años. Sin embargo, la paradoja es quizá solo aparente. La manifestación de felicidad depende de cómo nos sentimos individualmente, y el orgullo nacional de cómo vemos a los demás, al colectivo. Los uruguayos parecemos sentirnos mejor que antes (más felices) pero, cuando nos vemos al espejo como sociedad, hay cosas que nos gustan menos que hace algunos años. Este es, quizá, un buen resumen del sentir nacional en este momento histórico. · 28 · 6. Confianza En las formas de vida sociales, la confianza entre los individuos es un factor clave para alcanzar la estabilidad que permite un nivel de convivencia deseable. A diario las personas basan la mayor parte de sus relaciones en la confianza respecto a los demás. La vida cotidiana está plagada de intercambios entre las personas, está llena de transacciones y acuerdos de todo tipo, desde los más sencillos en el seno familiar, hasta complejos intercambios económicos y políticos. En sociedades donde la confianza está extendida estos intercambios son fáciles de realizar, porque la premisa básica es que el otro cumplirá lo prometido, o lo que se espera de él. Por el contrario, una sociedad en la que predomina la desconfianza es una sociedad que funciona con problemas, una sociedad en la que el vínculo entre los individuos está obstruido por este obstáculo cultural invisible. Cuando la desconfianza está extendida, los acuerdos e intercambios, aun los más sencillos, se vuelven complejos. Los individuos tienen que destinar una gran cantidad de tiempo (y dinero) a buscar formas de garantizar o controlar que el otro cumpla lo acordado. La vida social se llena de ineficiencias. No es de extrañar, por tanto, que exista un fuerte vínculo entre la confianza interpersonal y el crecimiento económico. Es decir: los niveles de confianza en una sociedad tienen valor no solo por sí mismos, sino que impactan sobre otras esferas de la vida social, como por ejemplo la económica. En tal sentido, desde los trabajos de Putnam (1993) en adelante, se ha demostrado un fuerte vínculo entre capital social (concepto fuertemente vinculado a la confianza interpersonal) y desarrollo económico, que es especialmente intenso en los países subdesarrollados. Entonces, dado el crecimiento económico que Uruguay ha experimentado en los últimos años, cabe preguntarse ¿Somos los uruguayos más confiados que antes? A pesar de vivir en una sociedad estable y bastante homogénea, los uruguayos no expresan en primera instancia grandes dosis de confianza en el prójimo. Ante la pregunta: “En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que no se puede ser tan confiado al tratar con la gente?”, las últimas mediciones del EMV muestran guarismos relativamente bajos, y además decrecientes, en el nivel de confianza de los respondientes. · 29 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 7 . C o nf i a n z a i n t e r p e r s o n a l e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser muy cuidadoso al tratar con la gente? 2% 14% 76% 10% 61% 77% 22% 25% 14% 1996 2006 No sabe No se puede ser tan con ado Se puede con ar en la mayoría de las personas 2011 Como se puede observar en el gráfico 7, en 1996 y 2006 aproximadamente uno de cada cuatro encuestados respondía que se puede confiar en la mayoría de las personas, mientras que en 2011 solo uno de cada siete (14%) se manifestó en igual sentido. La mayoría sostiene en cambio que “no se puede ser tan confiado”. Con este registro Uruguay se ubica por debajo del promedio global de confianza que es 24%. · 30 · G r á f i c o 8 . C o nf i a n z a i n t e r p e r s o n a l ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 ) En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser muy cuidadoso al tratar con la gente? Netherlands China Sweden New Zealand Australia Hong Kong Germany Estonia Yemen Kazakhstan Singapore Kyrgyzstan Japan United States Bahrain Belarus Thailand India Taiwan Iraq Kuwait Russia South Korea Promedio South Africa Ukraine Poland Pakistan Egypt Qatar Slovenia Argentina Spain Algeria Rwanda Palestine Tunisia Nigeria Azerbaijan Uzbekistan Uruguay Jordan Mexico Chile Morocco Turkey Armenia Libya Lebanon Malaysia Peru Zimbabwe Romania Cyprus Ecuador Brazil Ghana Colombia Trinidad and Tobago Philippines 0% 25% 50% Se puede confiar en la mayoría de las personas No se puede ser tan confiado NS/NC/NA · 31 · 75% 100% Estudio Mundial de Valores De cualquier forma, si se consideran únicamente los países de la región, Uruguay es de los países con mayor confianza interpersonal entre sus habitantes; el primero es Argentina con 19%. Es destacable que todos los países de América Latina y el Caribe que participaron del EMV en la última ola tienen niveles de confianza interpersonal muy bajos, menores que el promedio mundial. Nuestro continente es predominantemente poco confiado; quizá nuestra cultura latinoamericana incluye dosis relativamente estructurales de desconfianza, mayor que en otras regiones culturales del planeta. Ahora bien, el indicador utilizado es genérico, y refiere a una categoría abstracta: “la mayoría de las personas”. Considerando que las relaciones humanas son vividas con diferente intensidad dependiendo de la proximidad que se tenga con la contraparte, resulta relevante considerar diferentes tipos de relaciones para evaluar la confianza interpersonal. Para ello, se analiza el comportamiento en términos de confianza de los uruguayos en relación a diferentes niveles de cercanía con las personas. Se consideran cuatro niveles: a) miembros de su familia; b) vecinos; c) personas que conoce; y d) personas que conoce por primera vez. Se esperaría que las personas tuvieran mayores dosis de confianza cuanto mayor es su proximidad. Ta b l a 7 . C o nf i a n z a d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n n i v e l e s d e p r o x i m i d a d d e relación Ahora me gustaría preguntarle cuánto confía en varios grupos de gente. ¿Me podría decir, para cada uno, si usted confía completamente en la gente de ese grupo, confía algo, confía poco o no confía nada? Confía completamente Confía algo Confía poco No confía Total Familia 85 10 3 2 100 Vecinos 23 46 17 14 100 Personas que conoce 23 44 19 14 100 Personas que conoce por primera vez 5 23 31 41 100 Proximidad de relación La tabla confirma la hipótesis: cuanto mayor es la cercanía con la persona de referencia, los valores en la categoría “confía completamente” aumentan, y sucede lo inverso cuando se analiza la categoría “no confía nada”. La familia encabeza la lista, con un 85% de personas que dice confiar completamente en sus parientes, y solamente un 2% que dice no confiar en absoluto en integrantes de su familia. En el otro extremo, casi la mitad de los encuestados afirma que no confía “nada” en personas que conoce por primera vez, superando el 70% si se le suma la otra categoría con connotación negativa (“confía poco”). Por tanto, la confianza de los uruguayos en los demás no es homogénea. En el plano de los vínculos familiares la confianza es extraordinariamente alta. La casi totalidad de los individuos confía en su familia, y la amplia mayoría de ellos lo hace depositando una confianza extrema (“completamente”). Los uruguayos, en promedio, también tienen dosis importantes de confianza en otros grupos: dos tercios confía en sus vecinos, o en personas que conocen de otros ámbitos. Esta confianza es menos absoluta que la depositada en el plano familiar: en estos otros individuos no se confía “completamente” sino que se confía “algo”, pero es confianza al fin. Y, finalmente, la situación de desconfianza instalada parece abarcar fundamentalmente a las personas que no se conoce en absoluto. Respecto a este tipo de personas, efectivamente la amplia mayoría de los uruguayos reconoce no confiar. De esta forma, el bajo indicador de confianza interpersonal de la sociedad uruguaya adquiere otra dimensión. En nuestra cultura latinoamericana los vínculos primarios, y fundamentalmente la familia, ocupa un rol muy relevante, y diferente al que se establece en otras culturas. En ese plano, la confianza de los uruguayos continúa siendo muy fuerte. Y también existe confianza, aunque de menor intensidad, en el plano vecinal y de otras personas que conoce. Estos elementos son muy importantes para la construcción de capital social y asociacionismo, y la · 32 · sociedad uruguaya parece mantener estos elementos vigentes. De cualquier forma, los muy bajos niveles de confianza en el “tercero desconocido” llaman la atención. Una posible hipótesis para explicar estos altos niveles de desconfianza en personas desconocidas podría ser el crecimiento de la inseguridad y la delincuencia en Uruguay. Es decir, que una mayor sensación de inseguridad se vincule con menores niveles de confianza. Ta b l a 8 . C o nf i a n z a d e l o s u r u g u ay o s s e g ú n s e n t i m i e n t o d e s e g u r i dad (2011) En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas o que es necesario ser muy cuidadoso al tratar con la gente? Se puede confiar en la mayoría de las personas No se puede ser tan confiado Total Muy seguro 21 79 100 Bastante seguro 16 84 100 Poco seguro 11 89 100 Nada Seguro 7 93 100 Qué tan seguro se siente en su barrio Los datos del EMV ofrecen evidencia que permite establecer una asociación entre el sentimiento de seguridad y la confianza interpersonal: cuanto más seguros se sienten los uruguayos en su barrio, mayor es la proporción que manifiesta que “Se puede confiar en la mayoría de las personas”. En sentido inverso, a menor sentimiento de seguridad, mayor es la proporción de desconfiados (93%). De todos modos, es destacable que aún entre aquellos que manifiestan sentirse “Muy seguros” el nivel de confianza es muy bajo (21%). Entonces, frente a la interrogante inicial de si los uruguayos somos más confiados que antes, la respuesta es que no. Sin embargo, la confianza interpersonal en Uruguay no es homogénea: depende del tipo de vínculo, y del sentimiento de inseguridad. · 33 · Estudio Mundial de Valores 7 . To l e r a n c i a Desde su génesis, Uruguay ha sido un ejemplo de convivencia en la región, y uno de sus principales pilares para ello ha sido el elevado nivel de tolerancia, visible a través de la ausencia de clivajes en materia religiosa, étnica, regional, e incluso económica. La fuerte impronta de las clases medias, fortalecidas a partir de la extensión y universalización de derechos por parte de un Estado siempre presente, permeó la vida social y política del Uruguay. El acceso a servicios de salud, educación y protección social favoreció una elevada movilidad ascendente. Otro de los aspectos que favoreció esa convivencia está basado en el carácter laico del Estado uruguayo, pero con la garantía de la libertad de cultos. De esta manera, Uruguay rápidamente se transformó en un importante receptor de inmigrantes de diferentes regiones, mayormente europeas. Así, encontraron refugio en el país, desde anarquistas españoles e italianos, hasta valdenses y rusos perseguidos por el Zar y luego por la Revolución Rusa. Estos migrantes se afincaron en diferentes regiones, y se amoldaron rápidamente a la población autóctona, que era relativamente escasa y abierta a la inmigración. Paulatinamente, producto de la elevada migración de las zonas rurales a los centros urbanos y desde éstos a Montevideo, esa integración se fue haciendo cada vez más intensa y comenzaron a gestarse las primeras familias multiculturales. Ese crisol de naciones, sumado a un ambiente carente de fricciones religiosas y étnicas, un clima de estabilidad política, y un Estado garante de derechos y servicios básicos, propició un ambiente de convivencia armónica y fuerte integración social. Sin embargo, dado que en el último tiempo se ha hecho común oír hablar de un deterioro en los niveles de convivencia cabe preguntarse: ¿Es la sociedad uruguaya más, o menos tolerante que antes? La agenda mediática de los últimos tiempos pone un énfasis importante en los conflictos entre personas, en ámbitos tan diferentes como el interior de las familias, los estadios de fútbol, o las instituciones educativas. Pero, aunque ciertos niveles de intolerancia son evidentes en determinados ámbitos, algunos datos del Estudio Mundial de Valores permiten relativizar esta situación, o al menos aportar otros ángulos de análisis. En primer lugar, ¿la tolerancia y el respeto a los demás son elementos valorados por los uruguayos? El Estudio Mundial de Valores pregunta a los uruguayos cuáles son los cinco valores más importantes a enseñar a los niños. El Uruguay siempre ha tenido niveles muy altos de respuestas positivas respecto a “tolerancia y respeto” pero, además, esa proporción ha aumentado en los ha aumentado en los 15 años que abarca el EMV. (sobre todo entre 1996 y 2006). En la última medición nada menos que el 82% de los uruguayos elige “tolerancia y respeto” como una de las cinco cualidades más importantes para enseñar a los niños. · 34 · G r á f i c o 9 . C u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o : T o l e r a nc i a y R e s p e t o a o t r a s p e r s o n a s , e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño? 18% 18% 82% 82% 30% 70% No mencionó Importante 1996 2006 2011 Aún más: en comparación internacional, Uruguay se encuentra entre los diez primeros del mundo en cuanto a la proporción de la población que considera que la tolerancia y el respeto a otras personas son cualidades importantes a alentar en un niño, y es el latinoamericano donde se registra con mayor intensidad esta opción de valores. Por el contrario, Argentina se encuentra en el otro extremo (tercero, comenzando de abajo, en el ranking global). En sociedades que comparten un origen cultural y que en muchas cosas son similares, esta es una de las mayores diferencias de valores entre ellas: la valoración de la tolerancia y el respeto es casi el doble en Uruguay que en Argentina. · 35 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 1 0 . C u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o : T o l e r a nc i a y R e s p e t o a otras personas (2010-2014) Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño? Sweden Colombia Australia Netherlands Estonia Trinidad and Tobago New Zealand Poland Uruguay Chile Slovenia Uzbekistan Yemen Libya Mexico Taiwan Qatar Jordan Malaysia Iraq Spain United States Azerbaijan Palestine Cyprus Hong Kong Kuwait Ecuador Peru Promedio Germany Ghana Romania Thailand Japan Brazil Zimbabwe Russia India Egypt Philippines Turkey Algeria Belarus Kazakhstan Nigeria Ukraine Kyrgyzstan Morocco Rwanda Armenia Tunisia Singapore Pakistan South Africa China Lebanon Argentina South Korea Bahrain 0% 25% 50% Importante No menciona · 36 · 75% 100% Es evidente entonces que la tolerancia es vista por los uruguayos como un comportamiento positivo, como un atributo deseable. ¿Cómo se explica, entonces, que la sensación predominante en nuestro país sea la contraria? ¿Cómo se compatibiliza esta opción tan marcada por la tolerancia y el respeto, con lo que se observa en las últimas décadas en el vínculo entre los hinchas de fútbol, en el vínculo entre los docentes y alumnos, y recientemente docentes y padres de alumnos por ejemplo? Es posible que los uruguayos, en estos aspectos “salven el teórico, pero pierdan el práctico”. Existe clara conciencia social de que la tolerancia y respeto son importantes, pero al mismo tiempo es innegable que en algunos segmentos hay grandes dificultades para transformar este valor en prácticas concretas. Si esto fuera así ¿de qué sirve un valor que no se aplica? En primer lugar, se podría decir que el valor sí se aplica para una parte importante de los uruguayos: aún con problemas, la sociedad uruguaya sigue siendo más tolerante y respetuosa que otras. Pero más allá de esto, la propia existencia del valor (aunque esté en un plano “latente”) tiene un valor intrínseco. Cuando un valor existe en la sociedad, es más sencillo modificar las prácticas. Cuando el valor no existe, o existe en dosis mucho más bajas (como en Argentina, por ejemplo), modificar las dinámicas de convivencia es mucho más complicado. Desde este punto de vista, los resultados del EMV en Uruguay son relativamente optimistas: con trabajo coordinado desde la política pública, el ámbito privado y de la sociedad civil, no sería imposible lograr mejoras sustantivas en el plano de la tolerancia y respeto a los demás, incluso en plazos cortos. La materia prima, la estructura de valores de fondo, son propicios a la idea de vínculos basados en la tolerancia y el respeto. Este hallazgo es consistente con los de otros estudios sobre cultura ciudadana en Uruguay3. Por otra parte, la tolerancia social se basa también en la capacidad de aceptar la cercanía con otros grupos de personas. El Estudio Mundial de Valores utiliza una medición de tolerancia a partir de un indicador clásico que es presentar a los participantes un conjunto de poblaciones con determinadas características diferenciales en términos de raza, religión, hábitos y costumbres, pidiéndoles que señalen a cuáles no les gustaría tener como vecinos. Ta b l a 9 . R e c h a z o a v e c i n o s c o n d e t e r m i n a d a s c a r a c t e r í s t i c a s ( 1 9 9 6 2011) En la lista se enumeran varios grupos de personas. ¿Podría usted indicar aquellos que no le gustaría tener de vecinos? Vecinos con determinadas características 2006 1996 2011 Menciona No menciona Menciona No menciona Menciona No menciona Drogadictos 44 56 50 50 60 40 Personas de otra raza 7 93 4 96 2 98 Personas con SIDA 19 81 11 89 6 94 Inmigrantes 7 93 5 95 2 98 Homosexuales 32 68 17 83 10 90 Personas de otra religión - - 6 94 3 97 Bebedores empedernidos 41 59 50 50 51 49 Un estudio realizado en 2012 en varias ciudades de América Latina por la Corporación Corpovisionarios de Colombia (liderada por el ex Alcalde de Bogotá Antanas Mockus) y el Ministerio del Interior, señalaba que los montevideanos se destacaban en el continente “por su capacidad de respetar las ideas, creencias y prácticas de los demás, cuando son contrarias a las propias” (Estudio sobre Cultura Ciudadana Uruguay, 2012). 3 · 37 · Estudio Mundial de Valores Los resultados muestran una situación ambivalente: se aprecia un aumento de la tolerancia frente a cierto grupo de personas (homosexuales, personas con SIDA, inmigrantes, y personas de raza y religión diferente a la del respondiente), y al mismo tiempo un aumento del rechazo a otros grupos (drogadictos, y alcohólicos). Destaca por su magnitud la reducción del nivel de rechazo a homosexuales, a personas con SIDA, y a personas de otra raza, que se reduce en más de tres veces en la medición de 2011 respecto de la de 1996. En el caso de la homosexualidad, hay evidencia de esa disminución al rechazo medida en otras variables, como la justificación de la misma, que presenta la siguiente trayectoria en las tres mediciones realizadas. Este es, por su magnitud, uno de los principales cambios de valores de la sociedad uruguaya de los 15 años que abarca el EMV. En 1996 casi la mitad de la población uruguaya afirmaba que la homosexualidad no se justificaba “nunca”, mientras que esa proporción disminuyó a 18% en un lapso de 10 años. G r á f i c o 1 1 . J u s t i f i c a c i ó n d e l a h o m o s e x u a l i d a d e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2011) Por cada una de las siguientes afirmaciones (Homosexualidad) si usted cree que siempre pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio. 3% 3% 8% 18% 45% 18% 8% 7% 21% 36% 10% 18% 19% 17% 9% 28% 14% 1996 18% 2006 No sabe Nunca se justi ca 2a4 5y6 7a9 Siempre se justi ca 2011 Al igual que sucede con la importancia al respeto y la tolerancia a otras personas como cualidad importante, Uruguay se ubica entre los países que presentan mayor niveles de tolerancia hacia la homosexualidad en el mundo. Aún más: considerando los países de la región, Uruguay lidera el ranking ampliamente. · 38 · Gráfico 12. Justificación de la homosexualidad (2010-2014) Por cada una de las siguientes afirmaciones (Homosexualidad) si usted cree que siempre pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algun punto intermedio. Sweden Netherlands Australia Spain Uruguay Germany New Zealand Slovenia United States Chile Brazil Argentina Philippines Japan Mexico Promedio Poland Cyprus Taiwan Colombia Hong Kong Peru South Africa Estonia India Libya Romania Thailand South Korea Algeria Singapore Ecuador China Trinidad and Tobago Kyrgyzstan Russia Belarus Uzbekistan Kazakhstan Yemen Turkey Lebanon Tunisia Malaysia Zimbabwe Ghana Ukraine Qatar Nigeria Morocco Palestine Armenia Rwanda Jordan Azerbaijan Pakistan Iraq Bahrain 0% 25% 50% 75% 100% Siempre se justi ca 7a9 5y6 2a4 Nunca se justi ca NS/NC/NA En este contexto cultural, no es extraño el amplio apoyo popular que tuvo la legislación sobre matrimonio igualitario recientemente aprobada en el Uruguay. · 39 · Estudio Mundial de Valores El aumento en el nivel de aceptación de minorías raciales o sexuales permite ubicar a Uruguay dentro de los países más alineados con lo que Inglehart y Welzel (2003) denominaron el “síndrome posmoderno”. Ese tránsito a la posmodernidad supone el incremento en los niveles de tolerancia y el fortalecimiento de valores democráticos, que generan un ámbito favorable para otros cambios sociales y políticos. Un trabajo de Catterberg y Zuasnabar (2010) mostraba que entre 1990 y 2005 en todos los países de la Tercera Ola de democratización se había registrado un aumento en la tolerancia hacia personas de diferente raza, inmigrantes y homosexuales, que era particularmente fuerte entre las nuevas generaciones (socializadas en el nuevo contexto democrático). Por cierto, las mejoras que ha habido en estos indicadores no significan que la situación en términos de aceptación social de las minorías sea óptima. Claramente no lo es en términos raciales, donde persisten en nuestra sociedad notorias diferencias de acceso a la educación, a posiciones laborales de jerarquía e ingresos, y donde la población afro-descendiente está sobre-representada dentro de la población en situación de pobreza (Somma, 2008). En el sentido contrario, resulta interesante el aumento en el nivel de rechazo hacia los bebedores empedernidos y los drogadictos. En ambos casos, entre 1996 y 2011 se revirtió el saldo de rechazo, siendo en la última medición mayoritaria la proporción de uruguayos que manifiesta su disgusto por compartir la vecindad con individuos con dichos hábitos. La explicación a este mayor nivel de rechazo podría vincularse con dos factores. En primer lugar, una mayor conciencia sobre los daños que ambas conductas acarrean para la salud de los individuos, y para la salud o la integridad de los demás (como, por ejemplo, en la seguridad en el tránsito). En segundo orden, la relación entre estos comportamientos con la promoción de desórdenes y la vinculación con el mundo del delito, tanto de los delitos comunes como de la violencia doméstica. En definitiva, podría decirse que existen diferencias en los niveles de rechazo de la sociedad uruguaya, según se trate de problemas que tengan que ver con características propias de los individuos (raza; orientación sexual; religión o procedencia) o cuestiones adquiridas, sobre las que los individuos tienen cierto nivel de “responsabilidad”, como son la adicción a las drogas o el alcohol, y que puedan ser vistos como conducentes a comportamientos que atenten contra la integridad del otro. ¿Es entonces la sociedad uruguaya más tolerante que antes, o menos tolerante que antes? Probablemente ambas cosas. En algunas dimensiones es indiscutible que la sociedad es mucho más tolerante que algunas décadas atrás (el de la homosexualidad es el ejemplo más claro). En otras dimensiones, sin embargo, la sociedad es menos tolerante. No solo en términos de su visión de los alcohólicos y drogadictos, sino también, como se verá en el capítulo 10, con relación a sus visiones sobre la pobreza. · 40 · 8 . Va l o re s d e g é n e ro En Uruguay son varias las investigaciones que evidencian el papel desempeñado por la mujer en la construcción social, política y económica del país. Pero también son muchos los trabajos que ponen en evidencia las dificultades que han tenido y tienen las mujeres en distintas áreas de la vida social. Por ejemplo para acceder plenamente al mercado de trabajo, y aún accediendo al mercado de trabajo, persiste la desigualdad en cuanto a las inequidades salariales; y todo esto sumado a que la responsabilidad de las mujeres sobre los cuidados de niños y adultos mayores de la familia son más importantes en casi todos los casos. (Arriagada, 2007; Batthyany 2015). Inglehart et. al. (2002) señalan el crecimiento en Occidente de una corriente de apoyo a valores vinculados a la mayor participación de la mujer en la vida activa, y su vinculación con elevados niveles de desarrollo. De todas formas, de acuerdo a su trabajo, la existencia de niveles elevados de PBI o buenas cifras en indicadores relacionados con el Índice de Desarrollo Humano no garantizan buenas condiciones para las mujeres en aspectos como el acceso y la calidad de fuentes de trabajo; el ejercicio de derechos fundamentales como el voto, la propiedad de bienes y la educación. Abundan en este sentido los ejemplos de países con elevados registros en el plano económico (como Qatar, Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos) donde si bien las cifras de PBI per cápita se acercan considerablemente a las de países como EEUU, Francia o Alemania, la situación vivida por las mujeres es similar, o incluso peor que las que sus congéneres debieron padecer en el mundo occidental previo a la Revolución Industrial. En términos de agenda de género, es fundamental la posición de la cultura dominante en materia de normas, creencias, valores y aspectos religiosos. En aquellas sociedades estructuradas de manera más rígida en relación a los roles esperados de acuerdo al sexo, las funciones a cumplir por cada uno están determinadas, aún y particularmente en el ámbito del hogar. En sociedades con un mayor grado de desarrollo, los roles terminan siendo más flexibles, adaptándose a las distintas situaciones. La situación en Uruguay respecto a temas de género, si bien dista del ideal, ha sido en muchos sentidos pionera y se encamina a la realidad vigente en sociedades con un mayor grado de avance. Desde comienzos del Siglo XX se aprobaron diversas iniciativas para equiparar las condiciones de los ciudadanos, independientemente del sexo de éstos. Así, la aprobación del divorcio por la sola voluntad de la mujer en 1913, la extensión del sufragio a las mujeres en 1932, las leyes que facilitaron la inserción laboral de la mujer, o el acceso a condiciones más favorables para la jubilación, son muestras de esa creciente integración. De todas maneras, y como se señaló al referir a la cultura dominante, la existencia de leyes tendientes a la equidad de género no asegura que la sociedad acompañe las posiciones en la misma medida. El proceso que debiera llevar hacia la equidad de género desde la teoría tiene, para Inglehart et al (2002), dos fases bien marcadas. Una primera, casi siempre acompañada de un avance en el nivel de industrialización, donde las mujeres acceden al mundo del trabajo. Ese acceso a fuentes laborales, generalmente viene acompañado de una baja en la tasa de fertilidad, y un aumento en el nivel educativo de las mujeres. Como consecuencia de ello, la participación en la vida social y pública del país se ve incrementada. Sin embargo, estos procesos no permiten alcanzar las posiciones en los que se encuentran los hombres. En términos generales, los empleos a los que acceden las mujeres son de menor remuneración, y el acceso a niveles superiores de enseñanza se hace más dificultoso. La segunda etapa está asociada a un modelo posindustrial, y supone la superación de la primera por medio del acceso de las mujeres a espacios de decisión tanto en el mundo profesional como en los ámbitos de toma de decisiones a nivel político. El tránsito de una fase a la otra se propicia a partir de la prevalencia de valores seculares sobre los tradicionales, que están relacionados con la composición de un determinado tipo de familia, · 41 · Estudio Mundial de Valores la aceptación del divorcio, del aborto, de la homosexualidad y de la independencia económica de las mujeres. Desde una visión más emparentada con aspectos materiales, el nuevo rol de la mujer, y también del hombre, supone el quiebre de la lógica donde los segundos eran los generadores de ingresos del hogar, mientras que las mujeres se dedicaban al cuidado de la familia. ¿Cómo es entonces la situación de Uruguay respecto a la los valores y creencias en términos de equidad de género? ¿Cuál ha sido su evolución? ¿Existe orientación hacia la equidad en ámbitos como el mundo del trabajo, la educación, la política, o en la imagen general del rol que debe cumplir la mujer en la sociedad? Se empezará a responder estas preguntas brindando un estado de situación de diversas variables relacionadas con la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, y se separarán en tres dimensiones: laboral y educativa, familiar, y política. La dimensión laboral comprende aspectos vinculados a la igualdad de oportunidades en el mundo del trabajo en relación a los ingresos y a las oportunidades de formación. A nivel familiar se buscarán aspectos vinculados a la relación y posición de la mujer en la pareja y los hijos. Por último, a nivel sociopolítico, se pretende ilustrar sobre la realidad cultural en cuanto a espacios de participación y derechos de las mujeres. El mundo del trabajo y la educación Hay dos temáticas en las que la sociedad uruguaya tiene hoy claros consensos. En primer lugar (gráfico 13), dos de cada tres están de acuerdo con la idea de que tener trabajo es la mejor manera para que una mujer sea una persona independiente, mientras que un grupo pequeño (16%) está en desacuerdo. G r á f i c o 1 3 . T e n e r t r a b a j o e s l a m e j o r m a n e r a pa r a q u e u n a m u j e r s e a u n a p e r s o n a i n d e p e n d i e n t e , e n U r u g u ay ( 2 0 1 1 ) ¿Está usted de acuerdo, en desacuerdo, o ni de acuerdo ni en desacuerdo con las siguientes afirmaciones? 6% 16% 11% De acuerdo Ni de acuerdo, ni en desacuerdo En desacuerdo No sabe 67% En segundo lugar, en un indicador clásico de igualdad de género laboral, una mayoría igualmente amplia (67%) rechaza la idea de que en caso de escasez de trabajos, los hombres tengan más derecho al trabajo que las mujeres. · 42 · G r á f i c o 1 4 . En e s c a s e z d e t r a b a j o : l o s h o m b r e s t i e n e n m á s d e r e c h o a l t r a b a j o q u e l a s m u j e r e s e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) ¿Está usted de acuerdo, en desacuerdo, o ni de acuerdo ni en desacuerdo con las siguientes afirmaciones? 2% 1% 2% 6% 3% 9% 69% 67% 28% 1996 66% 21% 26% 2006 2011 No sabe Ninguno En desacuerdo De acuerdo Llama la atención la persistencia (incluso creciente entre 2006 y 2011) de una cuarta parte de los uruguayos que continúa afirmando que el hombre debe tener más derecho al acceso al trabajo si hay escasez laboral. Pero, de cualquier forma, las gráficas precedentes muestran en términos generales, una situación mayoritariamente favorable a la igualdad de género y al desarrollo de la mujer en el ámbito laboral. Otros indicadores también permiten apreciar cambios importantes en la forma en que la sociedad entiende los roles de la mujer. Hasta 2006 el 70% de los uruguayos afirmaba que ser ama de casa era tan satisfactorio como tener trabajo remunerado, mientras que cinco años después esta proporción ha disminuido a 53%. Una variación de 17 puntos en un quinquenio se trata de un cambio de gran magnitud. La disminución de ese porcentaje está vinculada a la idea que manejan Inglehart et al (2002) de que el rol de la mujer como ama de casa, o encargada del cuidado de los miembros de la familia, se fortalece4 en sociedades que atraviesan etapas de incertidumbre o fragilidad económica, y viceversa. Considerando el ingreso de la economía uruguaya en una fase de prosperidad en la última década, la idea del aumento del acuerdo con el establecimiento de un rol más tradicional para la mujer debería ir perdiendo terreno, como efectivamente ocurre en la medición. O se visibiliza, pues la familiarización de los cuidados (el tiempo que las mujeres destinan a realizar tareas del hogar además de su trabajo formal) continúa operando aún en contextos de prosperidad -excepto en hogares con capacidad para emplear a otras mujeres-. 4 · 43 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 1 5 . Af i r m a c i o n e s s o b r e e l t r a b a j o : S e r a m a d e c a s a e s ta n s at i s fa c t o r i o c o m o e l t r a b a j o r e m u n e r a d o e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 ) Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo? 8% 2% 21% 12% 9% 26% 55% 37% 15% 16% 2006 2011 No sabe Muy en desacuerdo En desacuerdo De acuerdo Muy de acuerdo Por otro lado, a medida que las mujeres van mejorando sus calificaciones también aparece el registro social del acceso de las mujeres al sistema educativo terciario. Como señalan Papadopoulos y Radacovich (2003:5), a propósito de datos de 1999 para la Universidad de la República: “Mientras que en 1968 había 4 mujeres cada 10 hombres hoy la proporción es exactamente la inversa”. Este hecho está asociado a un cambio cultural fuerte: la enorme mayoría de los uruguayos considera que los estudios universitarios son tan importantes para una mujer como para un hombre. · 44 · G r á f i c o 1 6 . L a e d u c a c i ó n u n i v e r s i ta r i a e s m á s i m p o r ta n t e pa r a u n h o m b r e q u e pa r a u n a m u j e r , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 ) Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo? 5% 5% 24% 33% 65% 5% 1% 2006 53% 8% 2% No sabe Muy en desacuerdo En desacuerdo De acuerdo Muy de acuerdo 2011 L a d i m e n s i ó n fa m i l i a r La situación respecto de la equidad de género en la dimensión familiar no muestra diferencias cuantitativas con la posición en la dimensión laboral y educativa. Mayoritariamente, se observa un estado general de la opinión tendiente a la equiparación de derechos y roles de la mujer con respecto al hombre en algunas cuestiones vinculadas a la composición familiar y la gestión del hogar. · 45 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 1 7 . Un a m u j e r n e c e s i ta t e n e r n i ñ o s pa r a r e a l i z a r s e , e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) ¿Cree usted que una mujer necesita tener niños para estar realizado/a o que esto no es necesario? 7% 15% 13% 48% 49% 37% 38% 38% 55% No sabe No es necesario Necesita niños 1996 2006 2011 Así, el rol señalado anteriormente de la mujer como madre y cuidadora del resto de los integrantes de un hogar no posee en Uruguay la misma fuerza que pareciera tener en otras sociedades que aun no han alcanzado niveles crecientes de modernización. En tal sentido, decrece significativamente el número de uruguayos que consideran que la mujer debe tener niños para sentirse realizada, revirtiendo en el período 1996 -2006 una tendencia de opinión mayoritaria en ese sentido, y estabilizándose en el último quinquenio. · 46 · G r á f i c o 1 8 . A p r o b a c i ó n d e m a d r e s s o lt e r a s , e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) Si una mujer quiere tener un niño siendo madre soltera, pero no quiere tener una relación estable con un hombre ¿Usted lo aprueba o lo desaprueba? 2% 15% 2% 5% 12% 18% 5% 17% 12% 82% 66% 65% No sabe Desapruebo Depende Apruebo 1996 2006 2011 En sintonía con la equiparación de género aparece también un mayor nivel de reconocimiento de nuevos roles de la mujer. En ese sentido, la creciente aprobación hacia las madres solteras (aumenta casi veinte puntos porcentuales entre 2006 y 2011) muestra un tránsito hacia la tolerancia de nuevas composiciones de familia, no centradas ya en la pareja, sino en un modelo mono-parental (en este caso femenino). En el plano más concreto de las relaciones entre hombres y mujeres, se encuentra un altísimo porcentaje de encuestados que no justifican el hecho de que un hombre le pegue a una mujer. · 47 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 1 9 . J u s t i f i c a q u e u n h o m b r e l e p e g u e a u n a m u j e r , e n U r u g u ay (2006-2011) Por cada una de las siguientes afirmaciones (Que un hombre le pegue a una mujer) si usted cree que siempre pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio. 1% 2% 5% 6% 86% 1% 2% 2% 6% 89% No sabe Siempre se justi ca 7a9 5y6 2a4 Nunca se justi ca 2006 2011 De hecho, a nivel mundial, Uruguay se encuentra entre los países con mayor proporción de población que manifiestan que nunca se justifica que un hombre le pegue a una mujer. · 48 · Gráfico 20. Justifica que un hombre le pegue a una mujer (2010-2014) Por cada una de las siguientes afirmaciones (Que un hombre le pegue a una mujer) si usted cree que siempre pueden justificarse o nunca pueden justificarse o si su opinión está en algún punto intermedio. Australia New Zealand Brazil Uruguay Spain Poland Sweden Cyprus Chile Romania Colombia Netherlands Trinidad and Tobago United States Argentina Armenia Mexico Turkey Japan Slovenia Estonia Qatar South Korea Jordan Ecuador Germany Ukraine Belarus Pakistan Azerbaijan Taiwan Libya Tunisia Thailand Promedio Russia Hong Kong Peru Ghana Kazakhstan Kyrgyzstan Yemen Morocco Malaysia Singapore Uzbekistan Palestine Kuwait Lebanon Philippines Zimbabwe Nigeria China Bahrain Egypt Algeria South Africa Iraq India Rwanda 0% 25% 50% Nunca se justi ca 2a4 5y6 7a9 Siempre se justi ca NS/NC/NA · 49 · 75% 100% Estudio Mundial de Valores La contracara que muestra la realidad, y la distancia con ese “deber ser” que señalan los encuestados, lo constituye el elevado índice de muertes de mujeres por episodios vinculados a la violencia doméstica. Según el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad se produjo una muerte cada quince días en el pasado año 2014. El plano político En lo estrictamente político, Uruguay, a pesar de haber avanzado en algunas dimensiones de representación femenina en la actividad política, ha retrocedido en otras. En el período electoral pasado (2014) ha aumentado el porcentaje de mujeres en el gobierno nacional con respecto al período electoral 2009: tanto en cargos electos (senadoras y diputadas) como en cargos designados (ministras). Sin embargo, en lo que respecta al nivel subnacional, la representación femenina ha disminuido de un período a otro. De todos modos, en ninguno de los casos se ha logrado alcanzar la paridad de género. Ta b l a 1 0 . P o r c e n ta j e d e m u j e r e s e n e l g o b i e r n o ( P e r í o d o E l e c t o r a l : 2009-2010, 2014-2015) Período Electoral 2009-2010 2014-2015 Ministras 15% 39% Senadoras 13% 29% Diputadas 14% 19% Total Parlamentarias 14% 21% Intendentas 16% 5% Alcaldesas 25% 17% ¿Esta sub-representación femenina es un problema de oferta, o un problema de demanda? ¿Se trata de que los ciudadanos no eligen candidatas mujeres, o de que no hay suficientes candidatas mujeres? En la última elección departamental se produjo una situación que puede ilustrar este punto. De un total de 155 candidatos a Intendente en todo el país, apenas 20 (menos de 13%) fueron mujeres. Esto implica que en los partidos políticos uruguayos operan mecanismos de funcionamiento y selección que son adversos a las mujeres. Mecanismos conscientes o inconscientes, explícitos o subyacentes, funcionales o culturales, que representan obstáculos fuertes a la presencia femenina en determinados planos de la actividad política. Por decirlo con más claridad: no se trata de que los ciudadanos no voten candidatas mujeres (en algunos casos lo hacen, en otras no), sino de que las mujeres no llegan siquiera a ser candidatas. Desde la perspectiva cultural y valórica, los datos confirman esta interpretación. La amplia mayoría de los uruguayos (83%) discrepa con la idea de que “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”. Y el rechazo más extremo a esta idea (“muy en desacuerdo”) se ha triplicado entre 2006 y 2011. Por tanto, no parece existir una restricción cultural, de parte de los electores, a elegir mujeres para cargos de representación política. La restricción parece operar del lado de la oferta, no del lado de la demanda. Un punto más en esta línea. Países de la región con características culturales similares a la uruguaya (y algunos de ellos menos avanzado en términos de valores de género), han elegido mujeres incluso como Presidenta. Los casos de Chile, Argentina y Brasil son suficientemente ilustrativos al respecto. · 50 · Gráfico 21. Los hombres son mejores líderes políticos que las m u j e r e s , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 ) Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo? 10% 9% 16% 51% 86% 56% 89% 32% 16% 2% 2006 2% 6% No sabe Muy en desacuerdo En desacuerdo De acuerdo Muy de acuerdo 2011 En definitiva, podría decirse que los datos del EMV permiten afirmar que el panorama de la equidad de género en Uruguay es relativamente positivo desde la perspectiva cultural y de valores. De hecho, mirado en perspectiva temporal, este es uno de los cambios culturales más importantes de nuestra sociedad (como de muchas otras) en las últimas décadas, y la tendencia es a que continúe profundizándose. De cualquier forma, es igualmente notorio que estos cambios son insuficientes para lograr una equidad e igualdad plena, y que aún queda mucho camino por recorrer. · 51 · Estudio Mundial de Valores 9. El trabajo El trabajo es una dimensión fuertemente estructurante de la vida de los individuos y está en directa relación con otras esferas sociales (educativas, de cuidado, recreativas, políticas, sanitarias, reproductivas, entre otras). La cantidad de horas que los individuos dedican al trabajo es muy importante (41,5 horas semanales promedio5). Este tiempo vital que transcurre dentro de la esfera laboral es frecuentemente invisible o poco estudiado, a pesar de su amplio impacto sobre el bienestar individual. Pero además de lo que ocurre dentro del trabajo, por lo general el resto de las actividades de la vida personal se ordenan y estructuran en función de la actividad laboral. El ex Presidente uruguayo José Mujica dijo en 2013 en Madrid ante un grupo de empresarios españoles que los uruguayos “no nos caracterizamos por matarnos en el laburo (…). Somos medio atorrantes, no nos gusta tanto trabajar”. ¿Qué manifiestan los uruguayos respecto al trabajo en el EMV, y cómo se comparan con el resto de las sociedades? En primer lugar, el trabajo es reconocido como importante por los uruguayos: más de la mitad de la población (64%) considera que es “muy importante” en su vida, y 26% adicional manifiesta que es “algo” importante. Puede afirmarse entonces que la amplia mayoría de los uruguayos le asigna importancia al trabajo, y el grueso además lo hace en forma superlativa (“muy importante”). Sin embargo, el plano laboral no es el aspecto de la vida más valorado. Con gran diferencia el aspecto más importante para los uruguayos es la familia (89% la menciona como “muy importante”). El trabajo ocupa un segundo escalón, en posiciones similares al tiempo libre y los amigos, y superando por mucho a la política y la religión. 5 Datos del Monitor de Trabajo de Equipos MORI, 2015. · 52 · G r á f i c o 2 2 . Im p o r ta nc i a d e d i s t i n t o s a s p e c t o s e n l a v i d a ( 2 0 1 1 ) Por favor indique cada uno de los siguientes aspectos, qué tan importante es en su vida. 10 26 38 31 64 49 89 51 18 17 20 11 La familia Trabajo Tiempo libre Muy importante Los amigos Religión Política Bastante importante La afirmación de Mujica podría tener sustento, al menos parcial, cuando se comparan los resultados de Uruguay con el resto del mundo. Efectivamente los uruguayos no somos los “campeones del mundo” en este aspecto, pero tampoco estamos al final de la tabla. La importancia asignada al trabajo se ubica cerca del promedio mundial. Incluso, dentro de la región, Uruguay se encuentra por encima de otros países vecinos como Argentina, Brasil y Chile. · 53 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 2 3 . Im p o r ta nc i a d e l t r a b a j o e n l a v i d a ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 ) Por favor indique cada uno de los siguientes aspectos, qué tan importante es en su vida. Ghana Philippines Ecuador Tunisia Mexico Zimbabwe Qatar Malaysia Morocco Libya Nigeria Trinidad and Tobago Colombia Algeria Kuwait Pakistan Uzbekistan Armenia Rwanda Yemen Peru Jordan Azerbaijan Thailand Cyprus Iraq Palestine Poland Uruguay Kyrgyzstan Brazil Spain Lebanon Promedio Kazakhstan Egypt South Korea Taiwan South Africa Argentina Chile Romania Estonia Ukraine Japan Sweden Turkey Belarus Russia India Singapore Slovenia Germany China United States New Zealand Hong Kong Australia Netherlands Bahrain 0% 25% 50% Muy importante Algo importante No muy importante Nada importante NS/NC/NA · 54 · 75% 100% Más allá de la importancia abstracta, ¿qué tipo de tareas desarrollan los uruguayos en el trabajo, y qué cosas valoran a la hora de elegir un empleo? Una discusión relevante en la literatura especializada sobre el trabajo es la que tiene que ver con la realización de tareas manuales o intelectuales. Al respecto es importante señalar que todos los trabajos están compuestos por ambos tipos de tareas dado que en algún caso se superponen. No obstante el espíritu de esta diferencia tiene que ver con conocer las características de los trabajadores en términos de su dedicación a tareas más bien materiales o inmateriales. Donde predomina un uso intensivo del conocimiento, se trata más bien de trabajo simbólico y las relaciones sociales que se entablan para el desarrollo de las tareas tienen un fuerte componente colaborativo y cooperativo. En la medición del año 2011 se observa que tres de cada diez uruguayos realiza principalmente tareas manuales en su trabajo, mientras que apenas un 6% dedica la mayor parte de su trabajo a tareas intelectuales. En línea con lo anterior se destaca que el trabajo de la mayoría de los uruguayos (56%) tiene que ver con la realización de tareas rutinarias, frente a un menor porcentaje (21%) que realiza principalmente tareas creativas. Estos atributos son relevantes porque iluminan sobre la cotidianeidad de los trabajadores. G r á f i c o 2 4 . T i p o d e ta r e a s q u e r e a l i z a e n e l t r a b a j o , U r u g u ay ( 2 0 1 1 ) ¿Las tareas que usted realiza en su trabajo son principalmente manuales o intelectuales? Si actualmente no trabaja, caracterice su trabajo más importante del pasado. “Utilice esta escala donde 1 significa “principalmente tareas manuales” y el 10 significa “principalmente intelectuales”. ¿Las tareas que usted realiza en su trabajo son principalmente rutinarias o son creativas? Si actualmente no trabaja, caracterice su trabajo más importante del pasado. “Utilice esta escala donde 1 significa “principalmente tareas rutinarias” y el 10 significa “principalmente creativas”. 7% 7% 6% 7% 15% 14% 16% 17% 22% 22% 33% No sabe Principalmente tareas intelectuales 7a9 5a6 2a4 Principalmente tareas manuales 34% No sabe Principalmente tareas creativas 7a9 5a6 2a4 Principalmente tareas rutinarias 2011 2011 Sin embargo, más allá de que una gran parte de los uruguayos manifiesta realizar tareas principalmente rutinarias y manuales, la gran mayoría – tanto en la medición del 2006 (60%) como en la del 2011 (59%) - declara que cuenta con gran independencia para desarrollar su trabajo. · 55 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 2 5 . In d e p e n d e nc i a pa r a d e s a r r o l l a r e l t r a b a j o , U r u g u ay (2011) ¿Qué tanta independencia tiene usted para desarrollar las tareas de su trabajo? Si actualmente no trabaja, caracterice su trabajo más importante del pasado. “Utilice esta escala para indicar su grado de independencia, en donde 1 significa que no tiene “nada de independencia” y el 10 significa que tiene “completa independencia”. 2% 7% 27% 29% 33% 30% 20% 12 16% 11% 7% 6% 2006 2011 No sabe Completa independencia 7a9 5a6 2a4 Nada de independencia Este aspecto se relaciona con la idea de autonomía que tienen los trabajadores en el contexto laboral actual. Esta idea de autonomía se vincula con ciertas competencias que son exigidas a los trabajadores, que hacen a la capacidad de los trabajadores para resolver problemas (de hecho autores como Zarifian (1999) se refieren al trabajo como cierta capacidad para resolver problemas), tomar decisiones, alinearse a los objetivos institucionales, y en algunos casos autogestionarse tanto la carrera laboral como los tiempos de trabajo. Por otro lado, el EMV brinda algunos indicadores que permiten conocer el estado de opinión de la sociedad uruguaya hacia el trabajo. Pero antes, es relevante recordar que desde el año 2011 la tasa de desempleo de Uruguay se encuentra en una meseta en los valores más bajos desde la apertura democrática. Como es posible observar en el siguiente gráfico, durante la crisis del 2002 alcanzó los niveles más altos y a partir de allí comenzó una tendencia a la baja hasta el 2011. En lo que respecta a los años previos a la crisis, la tendencia de la tasa de desempleo era en aumento desde 1993 (con un pequeño retroceso en el 98´, pero que fue rápidamente retomado). En definitiva, en las tres mediciones del Estudio Mundial de Valores se captaron tres momentos diferentes del desempleo en Uruguay: en la primera (1996) un crecimiento, en 2006 un decrecimiento y en 2011 una estabilidad en niveles históricamente bajos. · 56 · G r á f i c o 2 6 . Ta s a d e d e s e m p l e o e n U r u g u ay ( 1 9 8 6 - 2 0 1 5 ) 18,3 16,3 14,2 12,2 10,2 8,1 6,1 4,1 2015 2014 2013 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 2,0 0,0 Fuente: CEPAL. “Perfil Nacional Económico” en CEPALSTAT: Bases de Datos y Publicaciones Estadísticas. Más allá de los diferentes momentos de medición, la opinión que tienen los uruguayos sobre las razones del éxito laboral se encuentra dividida desde hace ya más de quince años (1996-2011). Entre un 35% y 40% de la población considera que “el trabajo duro trae consigo una vida mejor”, mientras que entre un 30% y un 35% opinan que “el trabajo duro no trae consigo el éxito y depende más de la suerte y los contactos”. Los distintos momentos económicos y de ocupación por los que atravesó el país no parecen haber modificado las percepciones valorativas sobre el trabajo. G r á f i c o 2 7 . O p i n i ó n s o b r e t r a b a j o d u r o y v í nc u l o c o n c a l i d a d d e v i d a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 ) Ahora me gustaría que me indicara sus puntos de vista sobre distintos temas. ¿Cómo colocaría sus puntos de vista en esta escala? 1 significa que usted está de acuerdo completamente con la frase a la izquierda.10 significa que usted está completamente de acuerdo con la frase de la derecha; y si su manera de pensar está entre las dos, puede usted escoger cualquier número en medio. 3% 13% 22% 21% 5% 5% 10% 10% 21% 28% 24% 25% 25% 23% 23% 16% 12% 13% 1996 2006 2011 · 57 · No Sabe 10- El trabajo duro por lo general no trae consigo éxito y depende más de la suerte y de los contactos 7a9 5a6 2a4 1- El trabajo duro por lo general trae consigo una vida mejor Estudio Mundial de Valores Sucede algo similar al observar cuáles son los aspectos que los uruguayos priorizan cuando están buscando trabajo; los aspectos más importantes se mantienen desde 1996: “un trabajo seguro” y “un buen ingreso”. Tanto en 1996 como en 2011 una buena remuneración aparece como el primer aspecto que los encuestados consideran como importante; en 2006 el orden se invierte y un trabajo seguro pasa al primer lugar. Podría considerarse que este pequeño cambio se corresponde a un asunto coyuntural: la profunda crisis que el país sufrió en el año 2002, donde muchos uruguayos perdieron sus trabajos y ahorros, por lo que resulta coherente pensar que prefirieran un trabajo seguro pese a la remuneración. G r á f i c o 2 8 . A s p e c t o s i m p o r ta n t e s e n c a s o d e e s ta r b u s c a n d o t r a b a j o e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 ) Ahora quisiera preguntarle algunos aspectos que a UD. en lo personal le serían los más importantes en caso de que Ud. estuviera buscando un trabajo. No importa el que esté Ud. buscando un trabajo o no, solo dígame cuál sería la más importante en caso de que Ud. estuviera buscando un trabajo. 2% 3% 3% 9% 10% 7% 9% 32% 8% 42% 48% 37% 12% 36% 42% No sabe Hacer un trabajo importante Trabajar con personas agradables Un trabajo seguro Un buen ingreso 1996 2006 2011 Más allá de que los uruguayos prioricen la seguridad y un buen ingreso en sus búsquedas laborales, resulta interesante que más de la mitad de la población (70% en 2006 y 73% en 2011) considera como un objetivo de su trabajo lograr obtener el orgullo de sus padres, rasgo típico de sociedades tradicionales. Si bien sólo se cuenta con dos mediciones, podría decirse que se trata de una cuestión bastante estructural en Uruguay en lo que va del siglo XXI (los porcentajes varían mínimamente). · 58 · G r á f i c o 2 9 . Af i r m a c i o n e s s o b r e e l t r a b a j o : E l o b j e t i v o e s q u e m i s pa d r e s e s t é n o r g u l l o s o s d e m í , e n U r u g u ay ( 2 0 0 6 – 2 0 1 1 ) Por cada una de las siguientes afirmaciones que lea, ¿Puede usted decirme qué tanto está de acuerdo con cada una: muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo? 9% 4% 16% 17% 52% 57% 17% 16% 5% 7% 2006 2011 No sabe Muy de acuerdo De acuerdo En desacuerdo Muy en desacuerdo En síntesis, el EMV permite dimensionar la importancia que tiene el trabajo para la vida de las personas así como arribar a dos principales conclusiones sobre el trabajo en Uruguay. Por un lado, la gran mayoría de los trabajadores uruguayos se dedica a tareas manuales y rutinarias, pero se destaca la autonomía que tienen para ejercerlas lo cual lógicamente tiene consecuencias (en algunos casos podría decirse que esta autonomía puede ser ciertamente pesada por la responsabilidad que supone su ejercicio para el trabajador). Y, por otro lado, podría decirse que los principales indicadores sobre la valoración de los uruguayos sobre el trabajo se han mantenido estables en estos 15 años, más allá de los cambios en la tasa de desempleo y situaciones económicas variadas que atravesó el país. · 59 · Estudio Mundial de Valores 1 0 . A c t i t u d e s h a c i a l a p o b re z a La visión de los uruguayos sobre la pobreza es otra de las áreas donde se han producido grandes transformaciones en los últimos años. Podría decirse que algunas de las variaciones encontradas aquí son de las más relevantes (en magnitud e implicancias) de todo el estudio. La tendencia observada en 2006 continúa y se profundiza: aumenta la cantidad de uruguayos que consideran que las personas en condición de pobreza son responsables principales de su situación. La afirmación de que “hay gente necesitada en Uruguay porque los pobres son flojos y carentes de voluntad” es sostenida por casi la mitad de la población, y se ha ido incrementando de forma significativa: en 1996 era un 12%, en 2006 se había duplicado a un 26%, y en la medición del 2011 alcanza a 45% de los uruguayos. En el sentido opuesto, la cantidad de personas que consideran que “son pobres porque la sociedad los trata injustamente” ha disminuido notoriamente, de una mayoría absoluta y contundente en 1996 (77%), a 47% en 2006, y finalmente a alrededor de un tercio (34%) en 2011. G r á f i c o 3 0 . P o r q u é h ay g e n t e n e c e s i ta d a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 ) ¿En su opinión por qué hay gente necesitada en Uruguay? De las 2 opiniones que voy a leerle ¿Cuál cree? 10% 27% 21% 34% 78% 47% 45% No sabe Son pobres porque la sociedad los trata injustamente Son pobres por ojos y falta de voluntad 26% 12% 1996 2006 2011 Este cambio tan radical en tan solo 15 años se acompaña del cambio en la percepción que tienen los uruguayos sobre la cantidad de personas pobres en su país. En la última medición, un 33% de los encuestados manifiesta que el número de pobres ha disminuido en los últimos diez años y otro 26% sostiene que se mantiene igual. Mientras que en 2006 un 51%, y en 1996 un 82% de los uruguayos, consideraba que el número de pobres había aumentado respecto a diez años atrás. · 60 · G r á f i c o 3 1 . E l n ú m e r o d e p e r s o n a s p o b r e s e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 – 2 0 1 1 ) Diría Ud. que el número de pobres en Uruguay ha aumentado, disminuido o sigue igual que hace 10 años. 2% 10% 8% 33% 51% 82% 26% 26% 13% 3% 1996 13% 2006 33% No sabe Es mayor Igual que antes Es menor 2011 Sin embargo, al observar el Gráfico 32, es posible encontrar algunas contradicciones entre la variación real de la pobreza en Uruguay y la percepción de los encuestados. En 1996, la cantidad de población pobre se encontraba prácticamente en una meseta desde 1994 (entre 20% y 25%); si bien experimentó un pico a comienzos de los noventa, la tendencia era a la baja desde la apertura democrática (1986). Aún así, un 82% de los encuestados manifestaron que había aumentado en los últimos diez años. En la medición del año 2006, donde la cantidad de población pobre sí aumenta con respecto a 1996 (diez años atrás), la proporción de encuestados que expresa notar un aumento disminuye en comparación con la medición anterior; de todos modos continúa siendo mayoritaria (51%). Finalmente en 2011, cuando la cantidad de personas pobres en Uruguay disminuye considerablemente, un 33% de los encuestados manifiestan percibir tal situación. No obstante, la misma proporción de uruguayos percibe que la pobreza ha aumentado. · 61 · Estudio Mundial de Valores 45 0,480 40 0,470 0,460 35 0,450 30 0,440 25 0,430 20 0,420 Índice de Gini Porcentaje de población G r á f i c o 3 2 . Ev o l u c i ó n d e l a i n d i g e nc i a , l a p o b r e z a y l a d e s i g u a l d a d e n U r u g u ay ( 1 9 9 0 - 2 0 1 1 ) 0,410 15 0,400 10 0,390 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 0,370 1992 0 1991 0,380 1900 5 Pobreza (línea 2006) Indigencia (línea 2006) Índice de Gini Fuente: PNUD (2013). “El Futuro en foco. Cuadernos sobre Desarrollo Humano: Desigualdad multidimensional y dinámica de la pobreza en Uruguay en los años recientes.” Algunas hipótesis explicativas a las diferencias entre la percepción de los encuestados y el real porcentaje de población pobre, tal como señalan Raffaniello y Dodel (2010), podrían encontrarse en la subjetividad que conlleva el constructo de pobreza, el posible sesgo de las variaciones de corto plazo que implica preguntar por un período de diez años, los momentos en los que la pobreza está instalada como problemática en la agenda pública y en las acciones percibidas del gobierno para combatirla. Con respecto a la última hipótesis, 43% de los encuestados manifestó que “las acciones del gobierno para ayudar a los más necesitados” son adecuadas, mientras que en 2006 había sido un 36% y en 1996 un 13%. La misma tendencia creciente se observa en aquellos que sostienen que dichas acciones del gobierno son más de las necesarias (de un 4% en 1996 a un 20% en 2011). En el mismo sentido, la proporción de uruguayos que cree que las acciones del gobierno para combatir la pobreza son muy pocas ha tendido a la baja: de 81% en 1996 a 25% en 2011. · 62 · G r á f i c o 3 3 . P e r c e p c i ó n s o b r e l a s a cc i o n e s d e l g o b i e r n o pa r a c o m b at i r l a p o b r e z a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) ¿Cree Ud. que las acciones del gobierno para ayudar a los pobres son adecuadas, más de las necesarias o muy pocas? 3% 11% 12% 25% 80% 40% 43% 36% 13% 4% 1996 20% 13% 2006 No sabe Muy pocas Adecuadas Más de las necesarias 2011 Los uruguayos no sólo perciben que la ayuda del gobierno ha aumentado hacia la población pobre, sino que además se han vuelto más optimistas sobre la salida de la pobreza. En 2011, un 60% manifiesta que “Es posible que la mayoría de la gente pobre en Uruguay pueda escapar de la pobreza”, cuando en 2006 era un 35% que sostenía esta percepción y en 1996 apenas un 22%. · 63 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 3 4 . P o s i b i l i d a d d e e s c a pa r d e l a p o b r e z a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 2011) ¿En su opinión, cree Ud. que la mayoría de la gente pobre en Uruguay pueda escapar de la pobreza o que tiene pocas posibilidades de hacerlo? 5% 11% 9% 31% 54% 73% 60% 35% No sabe Hay muy pocas posibilidades Es posible 22% 1996 2006 2011 Luego de haber descripto las tendencias y cambios en los últimos años de los principales indicadores sobre las actitudes hacia la pobreza, se plantean algunas reflexiones a modo de síntesis. Parecería ser que la sociedad uruguaya está experimentando un cambio importante de paradigma sobre la concepción de la situación de pobreza: la existencia de población pobre ya no se explica más por la injusticia social, sino que se le adjudica la responsabilidad a los propios pobres y su falta de voluntad. Esta nueva percepción se vincula con el arraigo de una visión optimista sobre la situación de pobreza (“es posible escapar de la pobreza”), y con la idea de que el gobierno está haciendo lo necesario (e incluso más de lo necesario) para combatirla. Dicho de otra forma: los uruguayos creen que el gobierno ha generado las condiciones para salir de la pobreza, y que salir de esa situación es efectivamente posible: de hecho, se visualiza que mucha gente lo ha logrado. Pero entonces, quienes permanecen en condición de pobreza son vistos como más responsables de su situación. Este cambio en la visión sobre la pobreza y sus causas tiene su lado positivo, y su lado negativo. Una responsabilización excesiva hacia los pobres sobre su propia situación, puede llevar a la estigmatización, a cierta condena social, y a deteriorar la tolerancia y la convivencia. En el capítulo de tolerancia de este mismo trabajo se mencionaba que la sociedad uruguaya se ha vuelto más tolerante en algunas dimensiones, y claramente menos tolerante en otras. El plano de las actitudes hacia la pobreza podría estar más cerca de este último grupo. · 64 · 1 1 . Va l o re s d e a u t o r i d a d Algunos trabajos basados en la “ola” anterior del EMV habían señalado un incremento fuerte de los valores de autoridad de los uruguayos entre 1996 y 2006 (Zuasnabar et.al.: 2010). En ese momento, una de las explicaciones posibles a este incremento tenía que ver con la crisis económica de 2002. De acuerdo a los trabajos de Inglehart, en contextos de fuertes crisis (económicas, políticas o sociales) se produce en los individuos una disminución de su “seguridad existencial”, que deriva en la búsqueda de certezas a través de algún tipo de autoridad externa. En otras palabras, la mayor orientación de los uruguayos a la autoridad podría ser un movimiento coyuntural, explicado por la crisis de 2002. Los datos de 2011, sin embargo, echan por tierra esta hipótesis. Las orientaciones hacia la autoridad han continuado creciendo en pleno período de crecimiento económico, y en momentos de notoria estabilidad social y política. ¿En qué áreas se ve un mayor incremento de los valores de autoridad? El Estudio Mundial de Valores tiene dos indicadores directos sobre autoridad, que constituyen el centro del análisis. El primer indicador es: “Ahora le voy a nombrar algunos cambios en nuestra forma de vida que se pueden dar en un futuro cercano. Dígame para cada una de ellas si Ud. cree que es algo bueno, irrelevante o malo: ¿que haya un mayor respeto por la autoridad?”. La pregunta no refiere a un tipo concreto o específico de “autoridad”, por lo que los entrevistados responden en función de sus propios conceptos sobre el tema. En este indicador dos de cada tres uruguayos (66%) se inclinan, en el estudio de 2011, por señalar que sería “bueno” un mayor respeto de la autoridad. Esta proporción creció desde el estudio de 2006, continuando la tendencia avizorada por el estudio anterior. Sin embargo, más allá de una tendencia creciente dentro del país, considerando una perspectiva comparada Uruguay se ubica dentro del promedio global. Incluso, si se toman en cuenta únicamente los países de la región, Uruguay se encuentra entre los países con menor proporción de población que considera “bueno” un mayor respeto de la autoridad, solo por encima de Argentina y Chile. · 65 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 3 5 . C a m b i o s e n l a v i d a : M ay o r r e s p e t o a l a a u t o r i d a d ( 2 0 1 0 2014) Ahora le voy a leer diversos cambios en nuestra forma de vida que podrían ocurrir en el futuro cercano. Por favor díganos para cada opción, en caso de ocurrir, si usted cree que es algo bueno, irrelevante o malo. Qatar Ghana Uzbekistan Trinidad and Tobago Egypt Jordan Ecuador Colombia Mexico Yemen Libya Philippines Brazil Netherlands Tunisia Peru Zimbabwe Nigeria Iraq Kuwait Rwanda Romania Spain Azerbaijan Uruguay Australia Palestine Cyprus Promedio Lebanon Morocco Germany New Zealand Russia Chile Argentina United States Malaysia Kazakhstan Kyrgyzstan South Africa India Armenia Ukraine Bahrain Belarus Turkey Algeria China Hong Kong Poland Slovenia Singapore Thailand Estonia Pakistan South Korea Taiwan Sweden Japan 0% 25% 50% 75% 100% Bueno Ni bueno ni malo Malo NS/NC/NA Un capítulo interesante de la orientación a la autoridad en Uruguay es que involucra de manera importante a los jóvenes. La visión predominante sobre la juventud es precisamente la contraria: poca valoración hacia la autoridad. Los datos del EMV 2011 (igual que el anterior) permite discutir esta noción. · 66 · Por ejemplo, en la última medición la proporción de jóvenes que considera positivo un aumento del respeto a la autoridad en el futuro es casi igual a la que se encuentra en el total de la población (64% contra 66%). Es decir, dos de cada tres jóvenes uruguayos manifiestan esta orientación valórica hacia la autoridad. Además, entre los jóvenes la intensidad con la que crece la pulsión por autoridad es mayor que en el total de la población. Como se aprecia en la Tabla 9, en el punto de partida (1996) los jóvenes mostraban una orientación a la autoridad significativamente menor que la del promedio de la población (45% contra 54%). Pero, medición a medición, la brecha se ha ido cerrando hasta llegar a la situación actual en la que la orientación hacia la autoridad de los jóvenes no se diferencia significativamente de la del total de la población. La tendencia es suficientemente clara: en esta década y media, los jóvenes han incrementado su orientación a la autoridad con una intensidad mayor que la del conjunto de la población. Ta b l a 9 . P r o p o r c i ó n q u e c o n s i d e r a “ b u e n o ” q u e h aya m ay o r r e s p e t o a l a a u t o r i d a d e n e l f u t u r o e n U r u g u ay ( J ó v e n e s v s . T o ta l d e p o b l a ción) Ahora le voy a leer diversos cambios en nuestra forma de vida que podrían ocurrir en el futuro cercano. Por favor díganos para cada opción, en caso de ocurrir, si usted cree que es algo bueno, irrelevante o malo. 1996 2006 2011 Jóvenes 45 58 64 Total población 54 62 66 El segundo indicador que se toma en cuenta en esta dimensión apunta a un elemento diferente al anterior. Se evalúa en qué medida la enseñanza de la obediencia (correlato del respeto a la autoridad) es un atributo valorado en los hogares uruguayos. Específicamente se consultó a los entrevistados lo siguiente: “Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera que escoger, ¿cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño? Por favor, escoja hasta cinco opciones”. El entrevistado debía elegir 5 atributos de una lista de 15 posibles respuestas. Se considera aquí como indicador de orientación a la autoridad la proporción de uruguayos que eligieron “obediencia” dentro de las cinco cualidades más valoradas para enseñar a los niños. ¿Qué tendencias se encuentran entre los uruguayos? En el total de la población, más de la mitad (52%) elige la obediencia como un aspecto central de la educación infantil, y se confirma la tendencia registrada en 2006 de aumento de esta orientación. De hecho, desde 1996 a 2011 esta proporción prácticamente se ha duplicado, lo que representa un cambio muy significativo. Y también aquí, entre los jóvenes se aprecia una tendencia similar. En 2011 la mitad de los jóvenes (50%) destaca la obediencia como un elemento central para inculcar a los niños, proporción casi idéntica a la del conjunto de la población. Pero además, en el largo plazo también ha habido una tendencia similar, con alguna medición incluso (2006) donde los jóvenes demandaban significativamente más obediencia que el total de la población (Tabla 11). · 67 · Estudio Mundial de Valores Ta b l a 1 1 . P r o p o r c i ó n q u e e l i g e “ o b e d i e nc i a ” c o m o u n o d e l a s c i nc o p r i nc i pa l e s c u a l i d a d e s a a l e n ta r e n u n n i ñ o e n U r u g u ay ( J ó v e n e s v s . T o ta l d e p o b l a c i ó n ) Ahora me gustaría que pensara sobre las cualidades que se pueden alentar en los niños en el hogar. Si tuviera que escoger, ¿Cuál considera usted que es especialmente importante de enseñar a un niño? 1996 2006 2011 Jóvenes 30 44 50 Total población 29 39 52 En definitiva, tanto las visiones positivas sobre un “mayor respeto a la autoridad” en un sentido genérico, como las orientaciones hacia la autoridad en el plano familiar (medidas a través de la valoración de la obediencia), han aumentado significativamente en estos últimos años. Y el estudio muestra que los jóvenes, contrariamente con lo previsto por la teoría, se comportan igual que el conjunto de la población y han incrementado notoriamente su inclinación hacia las posiciones de mayor autoridad. A partir de estos datos, la estrategia siguiente de análisis fue la construcción de una tipología, a partir de un índice sumatorio simple, que permitiera identificar tres segmentos de población: a) un segmento con orientaciones hacia la autoridad en ambos indicadores; b) un segmento con respuestas positivas en uno (cualquiera) de ellos, y c) un segmento que no tuviera orientaciones hacia la autoridad o la obediencia. Esta caracterización de la sociedad uruguaya muestra con claridad un estado de situación, y además las tendencias mencionadas anteriormente. En la medición de 2011 más de un tercio de la población uruguaya (35%) muestra un valor alto en la tipología, producto de tener tanto orientación hacia la autoridad externa como valoración de la obediencia infantil. La mayoría relativa (48%) se ubica en posiciones intermedias, mostrando al menos uno de los rasgos de autoridad. Y los uruguayos no orientados a la autoridad en absoluto son uno de cada seis (17%). Como se aprecia en la Tabla 12, esta situación ha cambiado fuertemente en los quince años que abarca el EMV. Por un lado, los de alta valoración (Valor 2) se han duplicado en este período (17% a 35%), mientras que en el otro extremo los uruguayos con Valor 0 han disminuido a la mitad (36% a 18%). De hecho, las distribuciones de 1996 y 2011 son prácticamente iguales pero inversas: mientras en 1996 la minoría, notoriamente, eran los que mostraban más alta valoración de la autoridad, en 2011 la minoría es el extremo opuesto (sin orientación alguna a la autoridad). Y entre los jóvenes, la estructura es bastante similar. Un tercio de los jóvenes (32%) tiene actualmente una valoración simultánea de la autoridad y la obediencia, proporción que es algo más del doble que en 1996. Y el extremo opuesto, es decir, los jóvenes que no presentan pulsión alguna por autoridad u obediencia, han disminuido drásticamente, más aún que en la población total. Este tipo de jóvenes sin orientación a la autoridad disminuyó de 41% en 1996 a 18% en 2011. · 68 · Ta b l a 1 2 . T i p o l o g í a d e a u t o r i d a d y o b e d i e nc i a e n U r u g u ay ( 1 9 9 6 - 2 0 1 1 ) TOTAL POBLACIÓN 1996 2006 2011 Valor 2 (orientados hacia autoridad y obediencia) 17 27 64 Valor 1 (orientados hacia uno de ellos) 47 45 66 Valor 0 (orientados hacia ninguno) 1 28 Total 100 100 100 JÓVENES 1996 2006 2011 Valor 2 (orientados hacia autoridad y obediencia) 15 29 32 Valor 1 (orientados hacia uno de ellos) 44 43 50 Valor 0 (orientados hacia ninguno) 41 28 18 Total 100 100 100 La mirada a partir de la Tipología permite apreciar con mayor claridad la intensidad del cambio de valores producido entre los jóvenes uruguayos y en la sociedad. Estos hallazgos pueden discutir los estereotipos predominantes sobre la juventud (consistentes además con los saberes teóricos), que señalan más bien un apartamiento de los más jóvenes de las nociones de autoridad. Las orientaciones básicas de los jóvenes uruguayos parecen estar cambiando, y no de forma moderada sino más bien intensa. Algunas reflexiones finales a partir de esto. En primer lugar, autoridad no significa autoritarismo. Una mayor orientación hacia la autoridad de los uruguayos no significa un mayor apoyo a un régimen de gobierno autoritario. Por el contrario, como se verá en el capítulo siguiente, los valores democráticos de los uruguayos se mantienen en niveles muy elevados. Esta orientación hacia la autoridad de los uruguayos no implica, tampoco, una demanda de retorno al viejo estilo de autoridad. La autoridad tradicional de corte vertical no es precisamente el tipo de vínculo que hoy se valora. Por el contrario, esta gran tendencia de la sociedad uruguaya de orientación hacia la autoridad se produce en simultáneo con otra gran tendencia: la demanda por mayores niveles de autonomía individual y sensación de libertad. Entonces, la autoridad demandada en este siglo XXI es un tipo de autoridad cualitativamente diferente. Se trata de una autoridad compatible con la autonomía individual y la libertad, una autoridad mucho más horizontal que vertical, mucho más dialogadora que impositiva. Este cambio de valores tiene repercusiones que son visibles en múltiples planos de la vida social: laboral, familiar, político. En el plano laboral, los liderazgos considerados exitosos en este período histórico son precisamente los que se adaptan a estos rasgos culturales: liderazgo sí, pero con una dosis de horizontalidad mucho mayor que el viejo liderazgo. La capacidad de generar motivación y empatía, por sobre la capacidad de dictar órdenes. En el plano familiar la situación es análoga. La educación de los niños en este período histórico se aleja mucho de los viejos paradigmas. En los hogares del Siglo XXI un padre o madre que quiera imponer su figura de autoridad con los estilos y los modos con los que se hacía dos o tres generaciones atrás, probablemente tendría serios problemas. Hoy la autoridad en el seno familiar también es más dialogada, más horizontal, menos impositiva e imperativa que en el pasado. Y finalmente, en el plano político, esta demanda de mayor autoridad es compatible con la persistencia de fuertes valores democráticos, como se verá en el capítulo siguiente. · 69 · Estudio Mundial de Valores 12. Democracia y política El sistema político uruguayo se caracteriza por ser muy estable, no sólo en comparación con la región, sino con el resto de los países del mundo. Roberts y Wibbels (1999) explican que los sistemas de partidos más estables en América Latina son los más antiguos; en Uruguay los partidos políticos surgieron con el nacimiento del país, en el siglo XIX, por lo que desde sus orígenes la dinámica política del país se ha regido por el sistema democrático organizado en base a partidos. El EMV indaga varios aspectos de la actitud de la población hacia la democracia. En este capítulo se indagarán dos principales dimensiones: por un lado la valoración que le dan los uruguayos a la democracia, y por otro lado la integridad electoral del país. Va l o r a c i ó n d e l a d e m o c r a c i a En lo que respecta a la primera dimensión, Uruguay se encuentra entre los primeros tres países en el ranking mundial de importancia de la democracia. Este indicador es obtenido a partir de la pregunta “¿Qué tan importante es para Ud. vivir en un país que sea gobernado democráticamente?”. Un 90% de los uruguayos considera que es importante o absolutamente importante vivir en un país democrático. · 70 · G r á f i c o 3 6 . Im p o r ta nc i a d e v i v i r e n u n pa í s d e m o c r át i c o ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 ) ¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático? Cyprus Egypt Sweden Uruguay Turkey Germany Uzbekistan Taiwan Netherlands Spain Kazakhstan Malaysia Zimbabwe South Korea Ghana Argentina Australia Ecuador N. Zealand Mexico Poland Chile Estonia Peru Armenia Jordan Romania China T.and Tobago Azerbaijan Promedio Colombia Qatar United States Singapore Pakistan Thailand Slovenia Hong Kong Iraq Yemen Nigeria Tunisia Kyrgyzstan Lebanon Rwanda Philippines Ukraine Libya Kuwait Algeria Japan Brazil Palestine Morocco Bahrain S. Africa Belarus Russia India 0% 25% 50% Absolutamente importante + Importante Algo importante · 71 · Poco importante Nada importante 75% 100% NS/NC Estudio Mundial de Valores Por otro lado, el EMV también mide la opinión de la población sobre qué tan democráticamente está siendo gobernado su país actualmente. En lo que respecta a este indicador, Uruguay también se encuentra en las primeras posiciones del ranking mundial: un 72% considera que el país está siendo gobernado democráticamente. G r á f i c o 3 7 . C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ SIE N DO g o b e r n a d o e l pa í s (2010-2014) ¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día? Sweden Uruguay Germany N.Zealand Ghana Malaysia Netherlands Ecuador Singapore Rwanda Philippines Kazakhstan Australia Pakistan Taiwan Thailand South Africa Jordan Turkey Argentina Spain Japan USA Mexico T.&Tobago Colombia Chile China Kyrgyzstan Promedio South Korea Cyprus Peru Poland Nigeria Lebanon Hong Kong Azerbaijan Algeria Zimbabwe Brazil Estonia Egypt Romania India Yemen Argentina Libya Iraq Slovenia Ukraine Belarus Palestine Russia Morocco Tunisia Armenia 0% 25% 50% Completamente Democrático + democrático Algo democrático · 72 · 75% Poco democrático Nada democrático 100% NS/NC Entonces, los indicadores del EMV presentan un escenario de conformidad de los uruguayos hacia su sistema político: tienen una alta valoración hacia la democracia, y creen que su país se gobierna democráticamente. De hecho, desde una perspectiva comparada, Uruguay ocupa los primeros lugares en ambos indicadores entre los países del mundo. Además, al considerar las dos variables en conjunto, Uruguay se ubica en una posición ampliamente despegada con respecto a los países de la región y del mundo. Junto con Suecia y Alemania, son los países que mejor se desempeñan en el cruce de las variables. En el otro extremo se ubican países como Rusia o India, países que le dan poca importancia (en términos relativos) al sistema político democrático, y además consideran que sus respectivos países no están siendo gobernados en democracia. El caso de Armenia es destacado por lo problemático de los juicios: la valoración de la democracia es relativamente alta (más del 80%), pero la percepción de estar siendo gobernado democráticamente es extremadamente baja. G r á f i c o 3 8 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a s e g ú n c u a n d e m o c r át i c o e s tá s i e n d o g o b e r n a d o e l pa í s ( 2 0 1 0 - 2 0 1 4 ) ¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático? ¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día? 80 Suecia Uruguay Gobierno democrático 61,25 Chile Cyprus 42,5 Brasil India Egipto 23,75 Armenia 5 50 62,5 75 87,5 100 Importancia de la democracia Los datos son consistentes con los que han mostrado en los últimos 20 años los principales estudios de cultura política comparada, como el Latinobarómetro. De acuerdo a este estudio, Uruguay se encuentra sistemáticamente a la cabeza de los indicadores de apoyo y confianza a la democracia en Uruguay. Recientemente algunos autores locales, tales como Adolfo Garcé (2014), han puesto sobre la mesa la posibilidad de que en Uruguay se esté instalando un debilitamiento de la democracia. Para Garcé, hay algunos elementos que podrían llevar a pensar que “en Uruguay la ciudadanía está empezando a experimentar frustración y/o desencanto con el sistema democrático” (Garcé, 2014:1). Los datos disponibles del EMV en principio no avalan esta idea. Tanto la valoración de la democracia como el · 73 · Estudio Mundial de Valores juicio sobre si el país es democrático o no, se han mantenido muy elevados entre 2006 y 2011. Los datos de Latinobarómetro más recientes permiten observar una estabilidad similar, inclusive hasta 2015. G r á f i c o s 3 9 y 4 0 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a e n U r u g u ay y C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE e s tá s i e n d o g o b e r n a d o e l pa í s , U r u g u ay ( 2 0 0 6 - 2 0 1 1 ) ¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático? 1% 1% 1% 11% 85% 2006 ¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día? 3% 1% 1% 5% 2% 3% 4% 4% 3% 4% 18% 18% 73% 71% 2006 2011 90% 2011 NS/NC Nada democrático Poco democrático Algo democrático Completamente democrático + democrático NS/NC Nada importante Poco importante Algo importante Absolutamente importante + Importante No obstante, al mirar otros planos de la información, es posible encontrar algunas heterogeneidades, algunas posibles fisuras a esta idea de una solidez democrática “a prueba de balas”. Por ejemplo, cuando se mira la información en función de los diferentes estratos sociales. Con respecto a la valoración de la democracia, si bien en el total de la población un 89% considera que es importante vivir en un país que es gobernado democráticamente, la distribución según nivel socio-económico refleja diferencias. Un 96% de los uruguayos de clase alta consideran que la democracia es absolutamente importante, mientras que en la clase media un 92% y en la baja un 79%. Se encuentra una relación directa entre la importancia a la democracia y la clase social; es decir, a medida que se avanza en los niveles socio-económicos, aumenta la proporción de población que considera que la democracia es absolutamente importante. En el mismo sentido, es entre los uruguayos de clase social alta donde se encuentra la mayor proporción de población que manifiesta que su país está siendo gobernado bajo un sistema político completamente democrático (80%). Sin embargo, entre las poblaciones pertenecientes a las clases sociales medias disminuye a 73%, y en la clase baja incluso a 63%. Esto significa que un tercio de la población de estratos bajos no considera que su país sea gobernado de una forma completamente democrática. · 74 · G r á f i c o 4 1 . Im p o r ta nc i a d e l a d e m o c r a c i a e n U r u g u ay y C UÁ N DE M O C RÁTI C A M E N TE ESTÁ g o b e r n a d o e l pa í s , s e g ú n n i v e l s o c i o - e c o n ó m i c o (2011) ¿Qué tan importante es para usted vivir en un país que tenga un gobierno democrático? ¿Qué tan democrático es el gobierno en Uruguay hoy en día? 92% 96% 79% 73% 80% 63% Bajo Medio Alto Importancia de la democracia País gobernado democráticamente Estas heterogeneidades internas son atendibles. Si bien Uruguay continúa liderando el ranking mundial y de la región en lo que respecta a los valores de sus ciudadanos hacia la democracia, a la interna la situación no es homogénea. Particularmente en los estratos socio-económicos bajos, se encuentran niveles de apego y de evaluación de condiciones democrática que son diferentes a los del promedio de la población. In t e g r i d a d e l e c t o r a l Un componente fundamental del sistema democrático se basa en la capacidad de los ciudadanos de poder elegir sus gobernantes. La realización periódica de elecciones, la transparencia en el proceso, la equidad en el acceso a los medios, la ausencia de presiones sobre partidos, candidatos y ciudadanos, entre otros, permiten determinar cuán democrática es una sociedad. El Electoral Integrity Project, basado en las Universidades de Sidney y Harvard, elabora el Índice de Percepción de Integridad Electoral (PEI) que se compone de un conjunto de indicadores, procurando evaluar el proceso electoral en un nivel más complejo, y no otorgando la categoría de democrático a un determinado país solamente por la realización de un acto eleccionario. Es decir, que no alcanza con que los ciudadanos puedan votar, sino que se evalúa la calidad de ese proceso en diferentes aspectos. El concepto de Integridad Electoral fue construido por Pippa Norris, y es definido como el conjunto de “principios internacionales, valores y estándares de elecciones aplicados universalmente a todos los países del mundo a través del ciclo electoral, que incluye el periodo pre-electoral, la campaña, el día de la votación, y su epílogo” (Norris, 2012:4). Para operacionalizar este concepto, el proyecto utiliza como uno de sus insumos principales al Estudio Mundial de Valores para evaluar la percepción que los habitantes de un país tienen del proceso electoral. En la edición 2011 del EMV se consultó a los respondientes acerca de cuán frecuentemente consideraban que ocurrían los siguientes sucesos en las elecciones en Uruguay (a cada una de estas interrogantes se podía responder si “muy frecuentemente”, “bastante frecuentemente”, “poco frecuentemente” y “para nada frecuentemente”). · 75 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 4 2 . In t e g r i d a d e l e c t o r a l e n U r u g u ay: F r e c u e nc i a d e o c u r r e nc i a d e e v e n t o s ( 2 0 1 1 ) 6 Según su punto de vista, ¿qué tan frecuentemente ocurren las siguientes cosas en las elecciones de este país? Los votos se cuentan justamente 47% Las autoridades electorales son justas 31% Los periodistas proveen cobertura justa de las elecciones 24% A los votantes se les ofrece una decisión genuina en las elecciones 23% Las noticias de TV favorecen al partido de gobierno La gente rica compra elecciones Los votantes son sobornados Los votantes son amenazados con violencia en las urnas Muy frecuentemente Para nada frecuentemente 9% 1% 15% 8% 30% 24% 6% 11% 3% 11% 38% 39% 9% 13% 24% 9% Bastante frecuentemente NS/NC 19% 22% 42% 18% 2% 6% 2%13% 33% 48% 66% 5% 15% 8% 15% 20% 21% 29% 23% 22% Poco frecuentemente Los uruguayos manifiestan un elevado nivel de confianza en los diferentes aspectos relevados sobre integridad electoral. La percepción sobre el proceso electoral es positiva en su conjunto, destacándose la elevada confianza en el conteo de los votos (80% cree que éstos se cuentan de manera justa), y la ausencia de presiones a los votantes, sea por la vía de sobornos (70% considera que eso pasa poco o para nada frecuentemente), o por medio de amenazas de violencia (75% considera que sucede poco o nada frecuentemente). En los indicadores de integridad electoral Uruguay también destaca a nivel global. Por ejemplo, tomando como referencia los primeros dos indicadores (percepción de justicia de la autoridad electoral y del proceso de conteo de votos), nuestro país aparece entre los de mayor confianza del mundo (junto a Chile son los únicos latinoamericanos en este nivel). La batería de preguntas incluía un indicador adicional: “How often in country´s elections: Opposition candidates are prevented from running” que, por un error en la traducción al castellano, arrojó resultados incorrectos que no se presentan en este informe. 6 · 76 · G r á f i c o 4 3 . “ L o s v o t o s s e c u e n ta n j u s ta m e n t e ” s e g ú n “ L a s a u t o r i d a d e s e l e c t o r a l e s s o n j u s ta s ” ( “ M u y f r e c u e n t e m e n t e ” + “ F r e c u e n t e mente”)(2010 - 2014) Según su punto de vista, ¿qué tan frecuentemente ocurren las siguientes cosas en las elecciones de este país? 90 Australia las autoridades electorales son justas Alemania Polonia Singapur 68 Argentina Uruguay Taiwan Chile Holanda Brasil Ecuador 45 Perú Colombia Tunisia 23 Ucrania 0 20 Ruanda 40 60 80 100 Los votos se cuentan justamente Estos indicadores resultan de crucial importancia para el proceso electoral, no sólo para validar su calidad sino también porque le da legitimidad a los resultados. Es decir, estos indicadores reflejan que existen altos niveles de confianza por parte de los uruguayos hacia el sistema electoral, y ello permite que confíen en los resultados de las elecciones. Pero además, quizá más importante, es que la percepción de integridad electoral se relaciona positivamente con el apego a la democracia, con la convicción de que el país está siendo gobernado democráticamente, y con la confianza en las instituciones elegidas por voto popular (Presidente y Parlamento). La integridad electoral es entonces fuente de legitimidad para el conjunto del sistema. Otro de los componentes del Electoral Integrity Project es una encuesta a expertos a escala global sobre cuán íntegro fue un proceso electoral concreto. Tomando en cuenta los países que realizaron elecciones en los últimos años, el proceso electoral uruguayo de 2014 fue visto por los expertos como uno de los diez mejor calificados del globo, e acuerdo al Índice de Integridad Electoral resultante (Norris, Martínez i Comma, Gromping, 2015). · 77 · Estudio Mundial de Valores G r á f i c o 4 4 . Ín d i c e d e P e r c e p c i ó n d e In t e g r i d a d E l e c t o r a l ( PEI ) ( 2 0 1 1 ) País 1 Día de Elección Indice PEI Noruega 9 - SET - 2013 Legislativa 86,6 2 Lituania 25 - MAY - 2014 Presidencial 85,9 3 República Checa 19 - SET - 2013 Legislativa 85,0 4 Costa Rica 6 - ABR - 2014 Presidencial 84,8 5 Suecia 14 - SET - 2014 Legislativa 84,3 6 Alemania 22 - SET -2013 Legislativa 84,2 7 Eslovenia 13 - JUL 2014 Legislativa 82,9 8 Islandia 27 - ABR - 2013 Legislativa 82,8 9 Holanda 12 - SET - 2012 Legislativa 82,6 10 Uruguay 30 - NOV - 2014 Presidencial 82,0 11 Austria 29 - SET -2013 Legislativa 81,5 12 República de Corea 19 - DIC - 2012 Presidencial 81,1 13 República Checa 12 - OCT - 2012 Legislativa 80,8 14 Nueva Zelanda 20 - SET - 2014 Legislativa 80,4 15 República Checa 25 - OCT - 2012 Presidencial 79,7 16 Eslovaquia 29 - MAR - 2014 Presidencial 79,7 17 Israel 22 - ENE - 2013 Legislativa 79,5 18 Eslovenia 2 - DIC - 2012 Presidencial 79,5 19 Cyprus 24 - FEB - 2013 Presidencial 78,4 20 Lituania 28 - OCT - 2012 Legislativa 77,9 21 Latvi 4 - OCT - 2014 Legislativa 77,4 22 Bélgica 25 - MAY - 2014 Legislativa 77,1 23 Japón 14 - DIC - 2014 Legislativa 76,5 24 Australia 7 - SET - 2014 Legislativa 75,9 25 Tunisia 7 - DEC - 2014 Presidencial 75,5 26 Tonga 27 - NOV - 2014 Legislativa 74,5 27 Brasil 26 - OCT - 2014 Presidencial 74,1 28 Georgia 27 - OCT - 2013 Presidencial 73,9 29 Chile 15 - DIC - 2013 Presidencial 73,9 30 Japón 16 - DIC - 2012 Legislativa 73,8 31 Japón 21 - JUL - 2013 Legislativa 73,2 32 Italia 24 - FEB - 2013 Legislativa 73,2 33 Grnada 19 - FEB - 2013 Legislativa 72,9 34 Tunisia 26 - OCT - 2014 Legislativa 72,4 Malta 9 - MAR - 2013 Legislativa 72,3 35 · 78 · Electoral Integrity (2012 - 2014) Very High High Moderate Low Very Low No national elections (jure) No national elections (de facto) Not yet covered Fuente: Pippa Norris, Ferran Martinez i Coma, and Max Grömping. February 2015. The expert survey of Perceptions of Electoral Integrity, Release 3 (PEI-3). Sydney, University of Sydney. www.electoralintegrityproject.com Recapitulando, se han analizado dos dimensiones centrales de las actitudes de la población uruguaya hacia la democracia: la valoración hacia la democracia y la integridad electoral. En ambos casos se destacan altos y estables niveles en comparación con el resto del mundo. Este fenómeno se vincula con la cultura política del Uruguay que ha nacido junto a los partidos políticos, fundándose en base a un sistema democrático desde sus orígenes. También tiene que ver con el comportamiento de las élites, y de los medios de comunicación, que en general tienen un apego a las reglas y a la institucionalidad que seguramente es perfectible, pero que se encuentran dentro de las “mejores prácticas” a nivel global. Sin embargo, se han planteado algunas heterogeneidades al interior de la sociedad uruguaya con respecto a la dimensión de valoración a la democracia, vinculadas fundamentalmente a la estratificación social. En los sectores socio-económicos más bajos, si bien existen mayoritariamente convicciones democráticas, estas son claramente menos frecuentes que en el resto de la población. · 79 · Estudio Mundial de Valores 1 3 . L o s v a l o re s u r u g u a y o s : e n t re l a p e r s i s t e n c i a y e l c a m b i o La sociedad uruguaya es persistente en sus valores culturales de fondo. Así lo muestra la estabilidad de su posicionamiento global en el Mapa Cultural de Valores, como se analizaba en la Introducción de este trabajo. Sin embargo, esta estabilidad está llena de movimientos. La trayectoria valórica de la sociedad uruguaya de estos últimos años ha estado signada por la persistencia tanto como por el cambio. El estudio muestra que los uruguayos se sienten más felices que hace algunos años. El desarrollo económico, la estabilidad democrática, y una mayor tolerancia en algunas áreas, han generado las condiciones para el desarrollo de un mayor bienestar individual. Ha crecido la sensación individual de tener libertad de elegir (en sentidos diversos), y capacidad de controlar su destino. Estos son cambios fuertes, relevantes, significativos para nuestra sociedad. Sin embargo, casi paradójicamente, los uruguayos se muestran menos orgullosos de su país. Ha aumentado la satisfacción individual pero, cuando se mira la sociedad en su conjunto, hay cosas que no gustan. La imagen que refleja el espejo no es plenamente satisfactoria. Algunas pérdidas se hacen notorias: ha disminuido la confianza entre las personas, y hay menor tolerancia en algunos aspectos de la convivencia social. En términos generales, hay una sociedad que aumenta de forma significativa su demanda de autoridad. No de una autoridad vertical a la vieja usanza sino de una más horizontal, compatible, en convivencia, con las libertades individuales. Otros elementos se mueven en sentidos deseados, aunque quizá más lentamente de lo esperado. La tendencia hacia la igualdad de género, que había tenido un fuerte impulso en entre 1996 y 2006, se moderó en el último período en algunos indicadores. Es un área en la que hay avances, pero donde todavía queda un buen tramo por recorrer. Por último, en algunos planos los valores y las creencias cambian, con derivaciones que no es posible anticipar totalmente. La satisfacción con las acciones que el Estado ha tenido en el combate a la pobreza en los últimos años parece traer consigo nuevas miradas hacia las personas en situación de pobreza. Por un lado, se genera un consenso mayor en torno a que la pobreza puede ser reversible. Por otro lado, se aprecia una tendencia creciente a asignar a los pobres la responsabilidad principal por permanecer en esa situación, visión que puede volverse estigmatizante. En definitiva, como se dijo, Uruguay persiste, pero también cambia. Algunas de estas persistencias y algunos de estos cambios pueden ser valorados como positivos, e incluso hasta pueden generar orgullo. Otros probablemente deban ser vistos con preocupación. En cualquier caso: desde la política pública, desde la actividad privada, desde la simple reflexión individual, esta información debería ayudarnos a entender mejor la sociedad en que vivimos. Esa es nuestra ambición. · 80 · 1 4 . R e f e re n c i a s B i b l i o g r á f i c a s C a p í t u l o 2 : In t r o d u cc i ó n INGLEHART, R. et al (2004). “Human Beliefs and Values. A cross-national sourcebook based on the 1999-2002 values surveys”. Siglo XXI Editores, Mexico. INGLEHART, R. et al (2010). “Changing Human Beliefs and Values. 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