EL PAÍS

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Fecha: 12/03/2014
Sección: SOCIEDAD
Páginas: 40
Futuro
40 vida & artes
EL PAÍS, miércoles 12 de marzo de 2014
El astrofísico Scott Tremaine en la Fundación BBVA, en Madrid. / carlos rosillo
SCOTT TREMAINE Astrofísico del Instituto de Estudios Avanzados
“Desde la estrella más cercana
la Tierra sería invisible”
ALICIA RIVERA
Madrid
Scott Tremaine habla de insólitos
experimentos en ordenador en
los que se introducen los datos de
los cuerpos del Sistema Solar y,
siguiendo básicamente las leyes
de la gravedad de Newton, se intenta averiguar el futuro a muy
largo plazo de la Tierra y los demás planetas del Sistema Solar.
“No podemos decir nada definitivo, pero la probabilidad de que
pase algo como que Mercurio se
desestabilice y choque contra
nuestro planeta es muy pequeña,
menos del 1%”, dice. Y eso mirando tan lejos en el tiempo como
5.000 millones de años, el plazo
que le queda al Sol de seguir funcionando como hasta ahora.
Canadiense, nacido en 1950,
Tremaine es científico del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, la institución estadounidense en la que trabajó Albert
Einstein desde 1933 hasta su
muerte, en 1955. Es un gran experto internacional en dinámica
celeste y sus investigaciones abarcan el Sistema Solar, los planetas
extrasolares y las galaxias y sus
agujeros negros. “Desde la estrella más cercana a nosotros, con
las técnicas actuales, la Tierra sería invisible”, afirma. Recientemente Tremaine ha impartido
una conferencia en Madrid, en la
Fundación BBVA, sobre La estabilidad a largo plazo de los sistemas
planetarios.
Pregunta. ¿Se conoce a fondo
el Sistema Solar?
Respuesta. Guarda muchos
misterios, pero como sistema dinámico lo conocemos muy bien.
Mandamos naves espaciales a
otros planetas con extremada precisión, predecimos los eclipses...
pero siempre a escalas de tiempo
relativamente cortas respecto a
la edad del Sistema Solar, es decir,
a decenas de miles de años. Sin
embargo, no conocemos bien su
comportamiento en el plazo de
tiempo que tardará el Sol en morir, unos 5.000 millones de años.
P. ¿Cuál es el problema a largo
plazo, si se conocen los parámetros básicos como las masas del
Sol y los planetas, las leyes físicas
que rigen sus movimientos...?
R. El problema es que las técni-
“Hay un 1% de
probabilidad
de que Mercurio
choque con Venus”
“Newton, con
ordenadores, habría
hecho nuestros
experimentos”
cas matemáticas que tenemos
funcionan para un planeta y el
Sol, y vas añadiendo otros planetas en tu estudio... Pero cuando te
vas a tiempos muy, muy largos,
ya no funcionan tan bien. La única forma de abordar esto es con
ordenadores y hasta hace poco
no eran suficientemente rápidos
ni los recursos matemáticos suficientemente precisos para calcular el comportamiento de todas
las órbitas a tiempos muy largos.
P. ¿Basta la vieja física de Newton para en estos estudios?
R. Sí, y seguro que si Newton
hubiera tenido buenos ordenadores, habría intentado estos experimentos que hacemos. Él reconoció que no podía decir, con las técnicas matemáticas, si el Sistema
Solar sobreviviría. Él creía que las
órbitas se harían gradualmente
menos regulares y, metiendo su
teología, creía que Dios tendría
que intervenir de vez en cuando
para corregir las cosas... a lo mejor es verdad [risas]. Ahora vemos, en nuestros experimentos,
que, a muy largo plazo, las órbitas de los planetas se hacen caóticas porque los efectos perturbadores pequeños tienden a crecer exponencialmente.
P. ¿Qué se sabe del pasado y
del futuro del sistema solar?
R. Sobre el futuro no podemos
decir nada definitivo debido a
esas incertidumbres; lo hacemos
estadísticamente. Si vamos al momento en que el Sol morirá, dentro de unos 5.000 millones de
años, cuando se expandirá y se
tragará a Mercurio, Venus y, tal
vez, la Tierra, podemos decir que
hasta entonces, con un 99% de
probabilidad, las órbitas de los
planetas seguirán siendo regulares. Después, con la expansión
del Sol, ya no importa. Hay un 1%
de probabilidad de que algo malo
suceda con Mercurio: que choque con Venus o que caiga en el
Sol. En cuanto al pasado, no sabemos si el Sistema Solar fue estable como ahora...
P. ¿Por qué Mercurio es tan
problemático?
R. Porque está tan cerca del
Sol y va tan rápido que cumple
muchas órbitas, y eso hace que
tenga más probabilidades de desestabilizarse. Además, su órbita
tiene una excentricidad del 20%,
lo que significa que se acerca a
Venus, que está menos aislado
que los demás... Hay alguna probabilidad de que en lugar de Venus, acabe chocando con la Tierra, pero es muy pequeña.
P. ¿Puede haber un noveno
planeta desconocido más allá de
Neptuno?
R. Se han descubierto ya algunos cuerpos más grandes que Plutón, pero si se refiere a planetas
grandes, no hay pruebas de su
“No hay pruebas
de que haya un
noveno planeta más
allá de Neptuno”
“Conocemos bien el
Sistema Solar, pero
no a escala de
tiempo muy larga”
existencia, aunque no hay ninguna razón para descartarlo. Pudo
haber más planetas al principio
del Sistema Solar y, si era inestable, un planeta grande podría haber sido expulsado al espacio interestelar, o podría estar girando
por fuera del grupo de planetas
estándar a una gran distancia. Si
tuviera un tamaño como Urano o
Saturno, a distancias entre 30 o
100 veces la del primero al Sol, no
lo veríamos. Sabemos que hay pla-
netas libres, no asociados a ninguna estrella, y me encantaría que
se encontrase uno asociado al Sistema solar.
P. Con el hallazgo de los planetas extrasolares parece que el Sistema Solar no es la norma.
R. Hasta que se descubrieron,
el único sistema planetario que
conocíamos era el nuestro y no
podíamos siquiera imaginar cómo sería otro. Ahora, hemos
aprendido que hay una gran variedad de arquitecturas posibles.
Por ejemplo, muchos tienen planetas grandes, como Júpiter,
muy cerca de su estrella y creemos que no se pueden formar
ahí, que se habrán formado más
lejos y que han migrado hacia la
estrella... Podemos explicar este
mecanismo de migración, pero
no cómo pararlo, como evitar que
acaben en la estrella. Una posibilidad es que se hayan formado en
esos sistemas muchos más planetas y que se hayan perdido. Pero,
¿por qué nuestro Sistema Solar es
tan diferente de los otros que vamos encontrando? Tal vez la mayoría sean como el nuestro, pero
es difícil encontrarlos. Tenga en
cuenta que si alguien observara
nuestro Sistema Solar desde otra
estrella, incluso la más cercana,
Próxima Centauri, a cuatro años
luz de distancia, con nuestra tecnología actual, con nuestros telescopios... vería Júpiter, tal vez Venus, pero no la Tierra.
P. ¿Entonces puede haber planetas en Próxima Centauri que
no vemos?
R. Sabemos que hay uno, pero
puede haber más.
P. Usted investiga también a
escala de galaxias. ¿En qué está
trabajando ahora?
R. Estamos estudiando la relación entre los agujeros negros y
la formación de las galaxias.
P. ¿Qué se forma antes?
R. Nadie lo sabe. El agujero negro es una parte pequeña de la
masa total de la galaxia, en torno
al 0,1%, pero es posible que desencadenara la formación de la galaxia.
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