recomendación: 03/09 - Comisión Estatal de los Derechos Humanos

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RECOMENDACIÓN: 03/2009.
FECHA: 20 de marzo de 2009.
LUGAR: Ensenada, Baja California.
LIC. CESAR SANTIESTEBAN GASTELUM.
SECRETARIO DE SEGURIDAD PÚBLICA MUNICIPAL
DE ENSENADA, BAJA CALIFORNIA.
La Procuraduría de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana de
Baja California, con fundamento en los artículos 102, Apartado B de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 7mo. de la Constitución
Política del Estado Libre y Soberano de Baja California; 1, 2, 3, 4, 12, 15, 24,
25, 26, 28, 32, 33, 35, 38, 39 y 40 de la Ley Sobre la Procuraduría de los
Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California, ha procedido al
examen de los elementos contenidos en el expediente de Queja Número
527/07, radicado en la Subprocuraduría de Derechos Humanos de Ensenada,
Baja California, oficinas Colonia Vicente Guerrero, a nombre de los ciudadanos
DOMINGO LORENZO RODRIGUEZ GONZALEZ y JESUS JIMENEZ
AGUILAR; por la posible violación a sus derechos humanos, radicados en las
calificativas de VIOLACION DE SU DERECHO A LA INTEGRIDAD,
SEGURIDAD Y VIDA DE LAS PERSONAS en la modalidad de Lesiones;
VIOLACION DE SU DERECHO A LA LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURIDICA
en la modalidad de Prestación Indebida del Servicio Público; VIOLACION
DE SU DERECHO A LA PROPIEDAD en la modalidad de Robo y VIOLACION
DE SU DERECHO A LA LIBERTAD en la modalidad de Detención Arbitraria;
violaciones todas atribuidas a los Agentes de Seguridad Pública, ALBERTO
GARCIA OVALLES y FERNANDO CALLEJA SANDOVAL, adscritos a la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Delegación San Quintín, Baja
California, en atención a las siguientes consideraciones:
ANTECEDENTES:
1.- El día 26 de noviembre de 2007, la Subprocuraduría de los Derechos
Humanos y Protección Ciudadana de Ensenada, Baja California, oficina
Vicente Guerrero, admitió a trámite la queja presentada por la Licenciada Elia
Elizabeth Méndez Hernández, Defensora Pública Federal, a nombre de sus
representados los ciudadanos Domingo Lorenzo Rodríguez González y Jesús
Jiménez Aguilar, en contra de los Agentes de Seguridad Pública Municipal,
Fernando Callejas Sandoval y Alberto García Ovalles, adscritos a la Delegación
de San Quintín, Baja California, por hechos que se resumen en los términos
siguientes:
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“El día 11 de noviembre de 2007, con motivo de un operativo
practicado por Agentes de la Dirección de Seguridad Pública en el
Ejido Díaz Ordaz, Jurisdicción de la Delegación de Punta Colonet,
los quejosos fueron detenidos, certificados médicamente y
trasladados a la Delegación de San Quintín, Baja California, en
calidad de presuntos responsables de los delitos de Portación de
Arma Prohibida y Posesión de Droga, posteriormente estando en
ese lugar los agentes responsables de la aprehensión les hacen
tomar en sus manos las armas y droga con las que supuestamente
se les encuentra y les toman fotografías, mismas que los días 12 y
13 de noviembre de 2007 son publicadas en los periódicos El Valle y
Volcanes de la localidad.
En la misma fecha, con motivo de los hechos antes expuestos, los
quejosos son turnados a la Agencia del Ministerio Público del Fuero
Federal en donde se inicia la Averiguación Previa No.
A.P/PGR/BC/SQ/139/2007, como probable responsable, el primero
de ellos, de la comisión de los delitos de Portación de Arma de
Fuego de Uso Exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea y
Contra la Salud, en la modalidad de Posesión de Metanfetamina; y el
segundo de los citados como probable responsable de la comisión
del delito de Portación de Arma de Fuego sin Licencia y Contra la
Salud en la modalidad de Posesión de Metanfetamina; una vez
agotada la etapa de investigación la representación social
determinó ejercer la acción penal en contra de los quejosos por
los delitos aludidos, consignando el expediente ante el C. Juez Mixto
de Primera Instancia de la localidad en donde se radicó el asunto
bajo el número de Causa Penal 492/2007.
Dentro del término Constitucional ampliado y como resultado del
desahogo de diversas probanzas ofrecidas, el C. Juez Mixto de
Primera Instancia de la Localidad determina el 17 de noviembre de
2007, Auto de Libertad a favor de Domingo Lorenzo Rodríguez
González por el delito en mención.”
2.Mediante
oficios
números
013/07/VSPJ/PDH/S.Q.
y
014/07/VSPJ/PDH/S.Q., ambos de fecha 10 de diciembre de 2007, este
Organismo solicitó a los Agentes Fernando Calleja Sandoval y Alberto García
Ovalles, adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Delegación
San Quintín, Baja California, en su carácter de servidores públicos señalados
como responsables, sus Informes Justificados en relación a su intervención en
los hechos que motivaron la queja que nos ocupa, solicitudes que fueron
atendidas el 17 de diciembre de 2007, en donde en lugar de hacer referencia a
cada uno de los hechos que se les imputan, se limitan a responder, idéntica y
muy brevemente a las diez preguntas formuladas en la parte final del informe
solicitado, anexando al mismo copia certificada del Parte Informativo de fecha
11 de noviembre de 2007, el cual se transcribe íntegramente a continuación:
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“Siendo las 03:40 horas Aproximadamente, al encontrarnos los
suscritos a bordo de las unidades 0733 en un operativo de vigilancia
en compañía de 15 unidades más, sobre el Ejido Díaz Ordaz
jurisdicción de la Delegación de Punta Colonet, al transitar por una
de las calles sin nombre hacia el poniente del poblado, visualizamos
a dos sujetos transitar por la calle mencionada y al notar la presencia
de las unidades ambas personas trataron de darse a la fuga por lo
que de inmediato fueron intervenidas por los suscritos, haciendo
mención que una de ellas traía sobre su espalda un arma tipo rifle,
siendo estos asegurados de inmediato y al pasarles el cacheo de
rutina, a la otra persona de entre sus bolsillos del pantalón de lado
derecho, se le encontró un arma de fuego tipo pistola con capacidad
de un cartucho, abastecida con un cartucho útil calibre 22, y en el
otro recipiente 11 envoltorios de plástico de color blanco conteniendo
en su interior un polvo de color blanco al parecer de la droga
conocida como cristal o (ice), siendo estos asegurados y trasladados
a la clínica ISESALUD de la Colonia Vicente Guerrero para su
certificación, posteriormente fueron trasladados a los separos de esa
H. Delegación.
Al estar ante el oficial de barandilla, este dijo llamarse Domingo
Lorenzo Rodríguez González de 30 años de edad, originario de San
Quintín B. C., con domicilio actual en el Ejido Díaz Ordaz Delegación
de Punta Colonet, y quien a su vez portaba un arma tipo rifle
quedando internado en celdas preventivas bajo boleta No. 1985, se
anexa certificado médico de integridad física. También quedó
internado el de nombre Jesús Jiménez Aguilar de 29 años, originario
del Estado de Oaxaca, y con domicilio actual en calle Ópalo sin
número en la Colonia La Providencia, quien también portaba un
arma de fuego tipo pistola con capacidad de un cartucho, calibre 22
y 11 pequeños envoltorios de color blanco con polvo del mismo color
de los cuales se presume son de la droga mejor conocida como
cristal; internado también bajo boleta No. 1984. Quedando estos a
disposición de la superioridad.
Así mismo quedan a su disposición, depositados en el recinto de
barandilla, un arma de fuego tipo fusíl, marca Winchester, calibre
7mm., modelo 70-375, con número de serie: 723084, con caja de
madera color café y dos cartuchos útiles del mismo calibre, un arma
de fuego tipo pistola con capacidad de un cartucho, calibre 22, de
marca K-62-3, con serie: 00-0004, con cachas de plástico de color
negro y 16 cartuchos útiles del mismo calibre, 11 pequeños
envoltorios de plástico de color blanco, conteniendo en su interior un
polvo blanco al parecer de la droga conocida como cristal”.
3.- Mediante oficio No. 006/08/VSPJ/PDH/S.Q., de fecha 10 de
enero de 2008, este Organismo solicitó al C. Felipe de Jesús Castillo
Padilla, Comandante de Policía y Tránsito Municipal de la
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Delegación de San Quintín, copias de las fotografías tomadas el día
de los hechos a los quejosos y a las armas cuya posesión se les
imputaba; solicitud que fue atendida mediante oficio No. 008/2008,
de fecha 14 de enero de 2008, en donde el servidor público referido,
informa que en los archivos de esa Comandancia de Policía no
existen fotos de los quejosos.
4.- El día 14 de enero de 2008, el C. Domingo Lorenzo Rodríguez
González comparece ante este órgano a ratificar la queja interpuesta por la
Defensora Pública, dándole vista del informe rendido por la autoridad
responsable, manifestando lo siguiente:
“Que son mentiras lo que los Agentes de Seguridad Pública de la
Delegación de San Quintín declaran en su informe justificado, ya
que es mentira que el portaba un arma o rifle, además reitera que
fue detenido en el Ejido Díaz Ordaz en la Granja de Gallos, más
nunca en la calle como lo dicen dichos policía; también agrega que
cuando fue trasladado a la Delegación de San Quintín junto con su
compañero de nombre JESUS JIMENEZ AGUILAR, les tomaron
varias fotografías en dicha Delegación, las cuales fueron en la
barandilla por un policía el cual recuerda ser de una estatura baja,
complexión media, moreno, de bigote y quien le obligó a tomar el
arma de la cual desconoce su procedencia, ya que como lo ha
estado mencionando en diversas ocasiones, nunca la había visto,
así mismo desconoce la procedencia de los envoltorios que decían
contenían droga. Agrega que nunca se percató que los medios de
comunicación tomaran fotografías, ya que los únicos que se
encontraban presentes en el momento de que se les tomaron
dichas fotos, fueron los policías que realizaron su aprehensión, así
como una mujer que se encontraba en barandilla de la cual
desconoce el nombre. Agrega también que es totalmente falso que
las fotos en donde se ven con las armas, hayan sido tomadas en la
Agencia Federal de Investigación como lo dice el policía. Que sí los
llevaron a esa Agencia, pero después de tomarles las fotografías en
la Delegación de San Quintín. Además, recuerda que en la Agencia
Federal de Investigación les tomaron una sola foto, en la cual
aparecen sin armas y de la cual tiene el recorte y presenta como
medio de prueba para que se agregue a la presente Queja”.
5.- El día 21 de enero de 2008, el C. Jesús Jiménez Aguilar comparece
también ante este órgano a ratificar la queja interpuesta por la Defensora
Pública, manifestando lo siguiente:
”Que él se encontraba cuidando el rancho de un señor como a las
11:00 de la noche y fue cuando llegaron unos policías, él y su amigo
Domingo se encontraban tomando unas cervezas porque celebraban
su cumpleaños, cuando de repente entraron unos policías tumbando
la puerta, aclarando que Domingo se encontraba en el gallinero y lo
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empezaron a golpear y él se encontraba en una silla de ruedas
sentado, fue cuando llegaron también y lo pararon y le quitaron su
cartera y celular diciéndole que si era suyo un frasco en donde había
unos tiros de arma, el simplemente les dijo que no, que desconocía
su procedencia, motivo por el cual lo esposaron y lo subieron a una
patrulla; acto seguido los trasladaron al Centro de Salud y
posteriormente a la Delegación de San Quintín. Estando ahí los
policías que los llevaron a la Delegación de San Quintín los obligaron
a tomar las armas regañándolos y gritando para obligarlos a que lo
hicieran, tomándoles las fotos, estando presentes los dos policías
que los llevaron y una persona de sexo femenino de la cual
desconoce el nombre, pero recuerda que fue ella quien recogió sus
objetos personales y elaboró la boleta, agregando que nunca estuvo
presente algún medio de comunicación y mucho menos les tomo
fotos. Al día siguiente los llevaron a la Agencia Federal de
Investigación, lugar en donde los tuvieron y tomaron una fotografía
en donde aparecen los dos refiriéndose a DOMINGO LORENZO
RODRIGUEZ GONZALEZ y a él, pero sin las armas. Agregando
también que cuando lo detuvieron uno de los policías le quitó su
celular, mismo que nunca le devolvieron, siendo este marca LG color
azul.”
E V I D E N C I A S:
Conforme lo dispuesto por los artículos 25, 32, 33 y 34 de la Ley Sobre
la Procuraduría de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana, las
pruebas ofrecidas por las partes y recabadas por esta Institución, por estar
relacionadas con los hechos y ajustadas a derecho, fueron admitidas y
desahogadas por este Organismo Público, mismas que a continuación se
describen:
1.- Escrito de queja presentado el día 26 de noviembre de 2007 por la
Defensora Pública Federal, Licenciada Elia Elizabeth Méndez Hernández, a
nombre de sus representados, los ciudadanos Domingo Lorenzo Rodríguez
González y Jesús Jiménez Aguilar.
2.- Copias fotostáticas de las notas periodísticas publicadas los días 12 y
13 de noviembre de 2007 en los periódicos VOLCANES, Sección Punta
Colonet y EL VALLE.
3.- Acta de Comparecencia de fecha 14 de enero de 2008, mediante la
cual el C. Domingo Lorenzo Rodríguez González, ratifica y amplía la Queja
interpuesta en su nombre por la Defensora Pública Federal.
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4.- Acta de Comparecencia de fecha 21 de enero de 2008, mediante la
cual el C. Jesús Jiménez Aguilar, ratifica y amplía la Queja interpuesta a su
nombre por la Defensora Pública Federal.
5.- Oficios sin número de fechas 17 de diciembre de 2007, mediante los
cuales los Agentes Fernando Calleja Sandoval y Alberto García Ovalle rinden
sus Informes Justificados.
6.- Parte Informativo de fecha 11 de noviembre de 2007, mediante el
cual los CC. Alberto García Ovalle y Fernando Calleja Sandoval, Agentes de la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal, informan a su Superior su
intervención en los hechos, y ponen a su disposición a los quejosos y diversos
objetos.
7.- Oficio No. 188/07 de fecha 11 de noviembre de 2007, mediante el
cual el Comandante de Policía y Tránsito de la Delegación Municipal de San
Quintín, Segundo Oficial Felipe de Jesús Castillo Padilla, pone a disposición del
Agente del Ministerio Público de la Federación de esa localidad, a los quejosos,
remitiendo así mismo, dos armas de fuego, 11 envoltorios conteniendo un
polvo blanco, al parecer droga conocida como cristal y diversos cartuchos.
8.- Copia fotostática simple de la Audiencia de Ampliación Testimonial
de fecha 15 de noviembre de 2007, la cual obra en autos de la Causa Penal
número 492/07, del Juzgado Mixto de Primera Instancia de San Quintín, Baja
California.
9.- Copia fotostática simple de la Diligencia de Careos Constitucionales
de fecha 15 de noviembre de 2007, la cual obra en autos de la Causa Penal
número 492/07, del Juzgado Mixto de Primera Instancia de San Quintín, Baja
California.
10.- Oficio No. 008/2008 de fecha 14 de enero de 2008, mediante el cual
el Segundo Oficial Felipe de Jesús Castillo, Comandante de Policía y Tránsito
de la Delegación Municipal de San Quintín, informa a este órgano que en los
archivos de esa Comandancia de policía, no existen fotos de los quejosos
S I T U A C I O N J U R I D I C A:
En un operativo policiaco verificado el dia 11 de noviembre de 2007, los
Agentes Municipales Fernando Calleja Sandoval y Alberto García Ovalle,
detuvieron, hicieron certificar y trasladaron a la Delegación de San Quintín a los
CC. Domingo Lorenzo Rodríguez González y Jesús Jiménez Aguilar.
Una vez en la Delegación de Policia, se obligó a los quejosos a tomar en
sus manos las armas y la droga con las que supuestamente fueron detenidos y
se les toman fotografias las cuales son publicadas los dias siguientes en dos de
los medios impresos de mayor circulación de la localidad.
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Posteriormente los quejosos fueron turnados a la Agencia del Ministerio
Público Federal en donde se les inició la Averiguación Previa No.
A.P./PGR/BC/SQ/139/2007, como presuntos responsables de los delitos de:
Portación de Arma de Fuego de Uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza
Aérea y Contra la Salud en la modalidad de Posesión de Metanfetamina, en el
caso del primero de ellos y Portación de Arma de Fuego Sin Licencia y Contra
la Salud en la modalidad de Posesión de Metanfetamina el segundo.
Agotada la etapa de investigación, la Representación Social de la
Federación determinó ejercer acción penal en contra de los quejosos la cual se
radicó bajo el número de Causa Penal No. 492/07 en el Juzgado Mixto de
Primera Instancia de San Quintín, Baja California.
Finalmente en la causa penal de referencia, se resolvió el 17 de
noviembre de 2007, otorgar la Libertad a favor de Domingo Lorenzo Rodríguez
González por falta de elementos para procesar, así como la imposición de una
sanción administrativa para Jesús Jiménez Aguilar
O B S E R V A C I O N E S:
De los hechos expuestos, las evidencias recabadas y detalladas en los
apartados que anteceden una vez valoradas de conformidad con las normas
del procedimiento, la legislación aplicable al caso, los Instrumentos
Internacionales y Principios de Derechos Humanos que han sido ratificados por
el Estado Mexicano, se colige que la actuación de los Agentes de la Secretaría
de Seguridad Pública Municipal Fernando Calleja Sandoval y Alberto García
Ovalle, servidores públicos que intervinieron en los hechos motivo de la
presente queja, es violatoria de los Derechos Humanos fundamentales de los
ciudadanos Domingo Lorenzo Rodríguez González y Jesús Jiménez Aguilar, lo
anterior en base a las siguientes argumentaciones:
La participación e identidad de los servidores públicos señalados
como responsables en los hechos denunciados como violatorios de los
derechos humanos de los quejosos, quedó debidamente acreditada, por el
señalamiento directo que estos hicieron de aquellos, en sus comparecencias
de ratificación de Queja ante este organismo, los días 14 y 21 de enero de
2008; el señalamiento de Licenciada Elia Elizabeth Méndez Hernández,
Defensora Pública, así como también por el reconocimiento que los citados
agentes realizan al rendir ante este organismo Defensor de los Derechos
Humanos, sus Informes Justificados de fecha 17 de diciembre de 2007.
Ahora bien, una vez acreditada que fue, la participación de los
servidores públicos en los hechos expuestos por los quejosos, este organismo
procede a efectuar la calificación correspondiente respecto de los mismos en
los siguientes términos:
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Por cuanto hace a la DETENCION ARBITRARIA que argumentan los
quejosos fueron victimas y la cual puede ser definida como:
La acción que tiene como resultado la privación de la libertad
de una persona, realizada por una autoridad o servidor público,
sin que exista una orden de aprehensión girada por juez
competente u orden de detención expedida por el Ministerio
Público en caso de urgencia, o en caso de flagrancia.
Al ratificar la queja presentada ante este Organismo Defensor de
Derechos Humanos el día 14 de enero de 2008, Domingo Lorenzo Rodríguez
González refiere, “Que son mentiras lo que los Agentes de Seguridad Pública
de la Delegación de San Quintín declaran en su informe justificado, ya que es
mentira que el portaba un arma o rifle, ya que ni siquiera la había visto en su
vida, además reitera que fue detenido en Ejido Díaz Ordaz en la Granja de
Gallos, mas nunca en la calle como lo dicen dichos policías…” Por su parte
Jesús Jiménez Aguilar refirió que “…el se encontraba cuidando el rancho de
un señor como a las 11:00 de la noche y fue cuando llegaron unos policías, el
y su amigo se encontraban tomando unas cervezas porque celebraban su
cumpleaños, cuando de repente entraron unos policías tumbando la puerta,
aclarando que Domingo se encontraba en el gallinero y lo empezaron a
golpear y él se encontraba en una silla de ruedas sentado, fue cuando llegaron
también y lo pararon y le quitaron su cartera y su celular, diciéndole que si era
suyo un frasco en donde había unos tiros de arma, el simplemente les dijo que
no, que desconocía su procedencia, motivo por el cual lo esposaron y lo
subieron a la patrulla…”
Por su parte los servidores públicos señalados como responsables en la
Queja que nos ocupa, al rendir sus Informes Justificados omiten hacer
referencia alguna a las circunstancias en que se llevó a cabo la detención de
los quejosos, limitándose a señalar ambos, que se esté a lo indicado en el
Parte Informativo en referencia, el Parte Informativo de fecha 11 de
noviembre de 2007, que al efecto elaboraron, señala que “Siendo las 03:40
hrs. aproximadamente al encontrarse a bordo de las unidades –0733 en un
operativo de vigilancia en compañía de 15 unidades más sobre el Ejido Díaz
Ordaz jurisdicción de la Delegación de Punta Colonet, al transitar por una de
las calles sin nombre hacia el poniente del poblado, visualizaron a dos sujetos
transitar por la calle mencionada y al notar la presencia de las unidades,
ambas personas trataron de darse a la fuga, por lo que de inmediato fueron
intervenidas por los suscritos.
Hasta aquí, se observa que las versiones de las partes son opuestas y
además, ninguno de ellos cuenta con mayores elementos de prueba para
acreditar su dicho, ello en virtud de las circunstancias en que se llevó a cabo el
operativo.
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No obstante lo expuesto, en el acuerdo de fecha 17 de noviembre de
2007, dictado dentro de la Audiencia de Auto de Termino Constitucional, la
Licenciada Silvia López Cortés, Juez Mixto de Primera Instancia de San
Quintín, Baja California, resolvió que los Agentes aprehensores no acreditaron
haber efectuado la detención de los quejosos en la vía pública, sino que más
bien, dicha detención se llevó a cabo dentro de un domicilio particular,
conclusión a la que arribó después de considerar la declaración del ahora
quejoso Domingo Lorenzo Rodríguez González, así como de las declaraciones
en vía de ampliación de testimoniales de los agentes aprehensores, documento
que en copia fotostática obra en el expediente en que se actúa.
Respecto del Derecho a la Libertad, establece el artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que nadie podrá ser
privado de la Libertad, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho;
en ese orden de ideas, el artículo 16 constitucional, establece que nadie puede
ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive
la causa legal del procedimiento, este artículo forma parte de las llamadas
Garantías Individuales consagradas en nuestra Carta Magna, y su finalidad es
evitar que se vulneren los derechos y se ponga en estado de
indefensión a los gobernados ante un acto de autoridad. Es así, que los hechos
violatorios en los que incurrieron los oficiales policiacos señalados como
responsables, no pueden ser pasados por alto ya que, no solo son
considerados como un riesgo a los derechos humanos de los ciudadanos, sino
que ponen en riesgo de legalizar la impunidad y abuso de poder, al pasar por
alto el contenido de nuestra carta magna y de las implicaciones legales que
esto puede generar.
A mayor abundamiento, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, agrega que no podrá librarse orden de aprehensión sino por la
autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un
hecho que la ley señale como delito, sancionado cuando menos
con pena privativa de libertad y existan datos que acrediten el
cuerpo del delito y que hagan probable la responsabilidad del
indiciado, lo cual no ocurrió en el caso que nos ocupa.
En el mismo sentido disponen de manera general los artículos 9.1 y 17.1 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 3º, 9º y 12 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, 1º. De la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre, 7º y 11 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, así como 1º., 2º., y 3º. Del Código de Conducta
para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la ley, que nadie puede ser
aprehendido sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente
que funde y motive la causa legal del procedimiento. De las anteriores
disposiciones legales se desprende que nadie puede ser privado de la libertad
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o molestado en su persona, si no existe mandamiento escrito de autoridad
competente que esté debidamente fundado y motivado.
En este orden de ideas, al no haber acreditado los Agentes
aprehensores que la detención de los reclamantes se efectuó en cumplimiento
de una orden emitida por una autoridad competente o en su defecto que la
misma obedeció a la flagrancia de un delito o de una falta administrativa,
incumplieron lo dispuesto por los articulo 14 y 16 de la Constitución Federal,
afectando con ello la libertad de los reclamantes. Además los citados
funcionarios con su conducta también incumplieron lo establecido en el artículo
19 de la Ley de Seguridad Pública y Bases de Coordinación para el Estado de
Baja California, que dispone que Las autoridades estatales y municipales,
encargadas de la seguridad pública, dentro del ámbito de sus respectivas
competencias, coordinarán operativa y administrativamente las materias y
actividades señaladas en el artículo anterior, mediante convenios generales o
específicos. Cuando las acciones conjuntas sean para perseguir delitos y faltas
administrativas, se cumplirán sin excepción los requisitos previstos en los
ordenamientos constitucionales y legales; es decir, dicho precepto es claro al
imponer la obligación de los elementos de las Corporaciones de Seguridad de
respetar invariablemente lo establecido en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para la detención de
las personas; los artículos 57 y 58 del citado ordenamiento, que establecen que
el servicio a la comunidad y la disciplina, la eficiencia y honradez así como el
respeto a los Derechos Humanos y a la Legalidad, son principios que los
cuerpos de seguridad deben observar invariablemente en su actuación. Los
elementos de Seguridad Pública, independientemente de las obligaciones que
les impone la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado
de Baja California y otras leyes, deberán: Actuar dentro del orden jurídico,
respetando en todo momento la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano de Baja California y las leyes que de ellas emanen, respetar y
proteger los Derechos Humanos, desempeñar con honradez, responsabilidad,
eficacia y veracidad el servicio encomendado, debiendo abstenerse de todo
acto de corrupción, así como hacer uso de sus atribuciones para lucrar;
además de lo estipulado por el articulo 46 fracciones I y II de la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Baja California, de
cumplir con la diligencia requerida el servicio que le sea encomendado y
abstenerse de cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia
de dicho servicio, o implique abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o
comisión.
Asimismo, los responsables violaron flagrantemente con dicha detención
lo previsto en el articulo 106 del Código de Procedimientos Penales del Estado
de Baja California el cual establece que En caso de flagrancia delictiva,
cualquier persona podrá detener al inculpado poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad mas cercana y ésta con la misma prontitud, a la del
Ministerio Público Competente. Se entiende que un delincuente es aprendido
en flagrante delito, no solo cuando es detenido en el momento de estarlo
cometiendo, sino también cuando después de ejecutado el hecho delictuoso,
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es perseguido y detenido materialmente, o cuando inmediatamente después de
realizado, alguien lo señala como autor o participe del mismo, y se encuentra
en su poder el objeto, el instrumento del delito o cualquier huella o indicio que
hagan presumir, fundadamente, su intervención en la comisión del mismo. Y en
el caso que nos ocupa, en la fecha de los hechos, no se acreditó que los
quejosos hubieren sido detenidos cometiendo delito, no hubo una persecución
previa a su detención, no se acredita la existencia del o los sujetos que los
señalaron y no se encontró en su poder el objeto o instrumento del delito, más
aún, no se dio la existencia del primer elemento necesario para el
perfeccionamiento de la flagrancia delictiva, es decir, la existencia de alguien
que señalara a los quejosos como autores o participes del delito.
Por cuanto hace a las LESIONES que señalan los agraviados le fueron
inferidas al de nombre Domingo Lorenzo Rodríguez González, estas se
definen como:
Cualquier acción que tenga como resultado una alteración de la
salud o deje huella material en el cuerpo, realizada
directamente por una autoridad o servidor público en el ejercicio
de sus funciones o indirectamente mediante su anuencia para
que la realice un particular, en perjuicio de cualquier persona.
Aún cuando ambos quejosos manifestaron en la ratificación de la queja
presentada, que el día de los hechos los agentes aprehensores, infirieron
golpes en la persona de Domingo Lorenzo Rodríguez González y que los
Agentes aprehensores omitieron hacer referencia alguna a dicha imputación en
los Informes Justificados rendidos, a pesar de habérseles requerido en la
solicitud correspondiente, ese hecho no se encuentra debidamente acreditado
en el expediente en que se actúa. En tal virtud, este organismo concluye que
en el expediente que se resuelve, no obran las probanzas idóneas y suficientes
para acreditar de forma indubitable las mismas, ya que las declaraciones de los
quejosos a ese respecto aunque coincidentes, resultan demasiado escuetas y
limitadas; así mismo el certificado de esencia de fecha 11 de noviembre de
2007, elaborado en el Centro de Salud de la Localidad por parte del Doctor
Marcelo Viera Serving, relativo al quejoso de nombre Domingo Lorenzo
Rodríguez González, no aporta mayores elementos al respecto, en tal virtud
este organismo declina efectuar un pronunciamiento al respecto.
Por cuanto hace al ROBO de pertenencias de uno de los quejosos, el
mismo puede ser definido como:
El apoderamiento de bien mueble sin derecho, sin
consentimiento de la persona que puede disponer de él de
acuerdo con la ley, sin que exista causa justificada, realizado
directamente por una autoridad o servidor público, o
indirectamente mediante su autorización o anuencia
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La conducta descrita anteriormente, la cual se imputa a los servidores
públicos señalados como responsables en la queja que se resuelve, respecto al
robo de su teléfono celular LG de color azul, el cual indica le fue sustraído al
momento de su detención sin que posteriormente se lo hubieran devuelto; este
organismo considera que al igual que las anteriores imputaciones en contra de
los agentes, no se encuentra debidamente acreditada ya que el recibo de
pertenencias No. 1984 que para tal efecto se elaboró y el cual fue anexado por
los quejosos para acreditar su dicho, no fue llenado completamente, lo cual se
aprecia al tenerlo a la vista y en el cual, como se señaló anteriormente,
únicamente se llenaron los espacios correspondientes a la Fecha, Boleta y
Moneda Nacional, con lo cual resulta imposible acreditar el dicho del quejoso.
Finalmente por cuanto a la PRESTACION INDEBIDA DEL SERVICIO
PUBLICO, consistente en cualquier acto u omisión que cause la negativa,
suspensión, retraso o deficiencia de un servicio público, por parte de una
autoridad o servidor público, que implique el ejercicio indebido de un empleo,
cargo o comisión y; ABUSO DE AUTORIDAD, que puede ser definido como
acto o actos que exceden de la competencia de un funcionario público,
realizados intencionalmente en perjuicio de persona o personas determinadas,
por haberles obligado a ambos a tomar en sus manos las armas y la droga con
la que supuestamente se les detuvo, fotografiarlos y proporcionar dichas
impresiones a los medios de información para su correspondiente publicación.
Sirven como medios de prueba para acreditar estos hechos, el
reconocimiento expreso que hace el agente aprehensor de nombre Fernando
Calleja Sandoval en su Ampliación de Testimonial efectuada el 15 de
noviembre de 2007 ante la Autoridad Jurisdiccional dentro de la causa penal
492/07, al dar respuesta a la pregunta séptima formulada por la Defensora
Pública, la cual consistente en que dijera si es práctica común en la Delegación
en la cual presta sus servicios, tomar fotografías a los detenidos con los objetos
que se dice les aseguran, a la cual respondió que cuando son por esos motivos
sí, ya que quedan archivadas las fotografías, no hay alguien que se dedique a
eso, se las toma quien está en la barandilla, ya que en ocasiones está la
cámara ahí; Así como la respuesta a la pregunta octava en la cual se le
cuestionó si en el caso concreto les fueron tomadas fotografías a los ahora
detenidos, a lo que respondió que sí, que él se las tomó y únicamente se les
dijo que se las iba a poner en las manos, con lo que se les había asegurado, y
que los inculpados no hicieron ningún comentario, y que les tomó la fotografía,
una a los dos y otra a las armas y cartuchos, esto es para el archivo, ya que
hay un archivo para detenciones de ese tipo y quedan únicamente para el
archivo.
Así mismo crea convicción en este organismo para acreditar la violación
de referencia, las tres impresiones fotográficas aportadas en el escrito inicial de
queja presentado por la Defensora Pública ante este organismo el 26 de
noviembre de 2007, en las que se observa a los quejosos portando en sus
manos las armas y la droga, con las que supuestamente fueron detenidos,
impresiones cuya toma se realizó en la Delegación de Policía de San Quintín a
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la cual fueron inicialmente remitidos y no en las instalaciones de la Agencia
Federal de Investigaciones, lo que fue posible acreditar mediante inspección
ocular practicada por personal de esta Procuraduría, quien verificó que el fondo
de las fotografías corresponde al de la citada Delegación un cuya pared se
encuentra un pizarrón de corcho con bordes metálicos; dichas impresiones
fotográficas son las mismas que fueron publicadas en dos de los medios
impresos de mayor circulación en la localidad.
Se indica lo anterior, a pesar de que posteriormente, al rendir sus
informes justificados los Agentes aprehensores, negaron haber incurrido en
dicha violación, ya que aún cuando en ellos omitieron hacer referencia a los
hechos que se les atribuyen, si en cambio dieron respuesta a las diez
preguntas que se les formularon y en la sexta indican coincidentemente que los
únicos que tomaron fotografías de los hechos fueron los medios de
comunicación.
Así mismo el C. Felipe de Jesús Castillo Padilla, Comandante de Policía
y Tránsito Municipal, informó a este organismo mediante oficio No. 008/2008 de
fecha 14 de enero de 2008, que en los archivos de esa Comandancia de policía
no existen fotos de los quejosos.
La actuación de los servidores públicos, es violatoria de los Derechos
Humanos Fundamentales de los quejosos, en específico violenta su Derecho a
la Legalidad y a la Seguridad Jurídica, la cual se puede entender como el
derecho que tiene el individuo a que todo acto de autoridad que afecte su
esfera jurídica debe encontrarse plasmado en un ordenamiento que además de
vigente debe describir exactamente, debe además estar, debidamente fundado
y motivado.
De conformidad con lo establecido por el artículo XXVI de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Norma Suprema de
acuerdo al numeral 133 de la Constitución General de la República, aprobada
en la Novena Conferencia Internacional Americana, mediante resolución XXX,
Bogota, Colombia, Fecha de Adopción: 2 de mayo de 1948), Se presume que
todo acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable. Toda
persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en forma imparcial y
pública, a ser juzgada por tribunales anteriormente establecidos de acuerdo
con leyes preexistentes y a que no se le impongan penas crueles, infamantes o
inusitadas.
A su vez el artículo 11.1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (Norma Suprema de acuerdo al numeral 133 de la Constitución
General de la República, adoptada por la Resolución de la Asamblea General
de la Organización de las Naciones Unidas, 217 A (III) Fecha Adopción: 10 de
diciembre de 1948.) establece que Toda persona acusada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
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asegurado todas las garantías necesarias para su defensa, toda persona tiene
derecho a que se presuma su inocencia.
Los ordenamientos jurídicos a los que se hizo referencia anteriormente,
establecen sin lugar a dudas el derecho que tienen todas las personas sobre
quienes recae algún tipo de acusación, de ser tratadas como inocentes o no
culpables, hasta que mediante un juicio una autoridad competente determine
respecto a su culpabilidad, sin que en el caso que nos ocupa se hubiese
ofrecido dicho beneficio a los quejosos dando cumplimiento al referido
lineamiento, toda vez que sobre los quejosos pesaba la acusación de portación
de armas de fuego y la posesión de sustancias prohibidas y en el proceso de
su detención se incurre en actos que por un lado entorpecen la investigación de
los hechos, al obligarles a tomar en sus manos los objetos cuya posesión se
les imputa, con la evidente consecuencia de que al hacerlo imprimen en ellos
sus huellas dactilares, hecho que llegado el momento, eventualmente
representaría una evidencia contundente en su contra y por el otro, generan
daños de difícil reparación a la moral y la reputación de los quejosos, toda vez
que se da publicidad a su situación jurídica que no había sido resuelta y por lo
tanto no era definitiva, con el consecuente resultado, es decir el menoscabo de
su fama pública; los actos a los que se ha hecho referencia contravienen
asimismo, lo previsto en el artículo 58 de la Ley de Seguridad Pública y Bases
de Coordinación para el Estado de Baja California, toda vez que en dicho
numeral se enlistan las obligaciones de los elementos de los Cuerpos de
Seguridad Pública entre los que se encuentran la de 1.- actuar dentro del orden
jurídico, respetando en todo momento la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja
California y las leyes que de ella emanen; 2.- respetar y proteger los derechos
humanos; 3.- desempeñar con honradez, responsabilidad, eficacia y veracidad
el servicio encomendado, debiendo abstenerse de todo acto de corrupción, así
como hacer uso de sus atribuciones para lucrar y 4.- observar un trato
respetuoso en sus relaciones con las personas, a quienes procuraran auxiliar y
proteger en todo momento, debiendo abstenerse de todo acto de prepotencia y
de limitar injustificadamente las acciones o manifestaciones que en ejercicio de
sus derechos constitucionales y con carácter pacifico, realice la ciudadanía.
Grave resulta el hecho de que el agente aprehensor responsable de
haber tomado las fotografías a los quejosos, Fernando Calleja Sandoval,
admitió ante la Autoridad Jurisdiccional que esa práctica, es decir el tomar
fotografías a los detenidos con los objetos con los que supuestamente fueron
aprehendidos, era una práctica común en la Delegación de Policía en la que
se desempeña; pero más grave es que en el caso que nos ocupa, las
impresiones fotográficas tomadas fueron proporcionadas a los medios de
comunicación y fueron publicadas, lo cual permite inferir validamente que esa
también es una práctica común, que genera un daño en la reputación de la
persona, de difícil reparación.
Con dicha práctica, los agentes aprehensores, en caso de que se haya
cometido algún delito, alteraron la escena del crimen, lo cual va en contra de la
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debida investigación y procuración de justicia, teniendo en cuenta que cuando
se registra un delito nadie puede entrar a la escena del crimen más que el
personal de Servicios Periciales y el Agente del Ministerio Público y en algunos
casos cuando hay personas lesionadas pueden acercarse algunos
paramédicos, pues lo importante es salvar la vida antes de cualquier
investigación.
En este caso, al poner los supuestos instrumentos de delito como son las
armas, los mismos policías no respetaron el resguardo de las evidencias, lo
cual evidencia su falta de conocimiento y capacitación sobre el tema.
Los agentes dejaron de cumplir con sus obligaciones, teniendo en cuanta que
el momento en que se reporta un delito, por lo regular los primeros que llegan
son los agentes de Seguridad Pública Municipal y ellos tienen la obligación y
responsabilidad de colocar un cordón de restricción o de cualquier forma evitar
que se acerque todo tipo de persona, incluyendo familiares, ello con la finalidad
de conservar las evidencias del caso.
Posteriormente, al arribar los peritos, son los encargados de recabar todas
esas evidencias que pudieran servirle al Agente del Ministerio Público para la
investigación y a su vez éste ya estaría en posición de ordenar a los policías
ministeriales las diligencias que sean necesarias.
Los demás agentes de seguridad o procuración de justicia sólo son
coadyuvantes en la indagatoria y no podrán ni siquiera acercarse a la escena
del crimen sin la autorización de los ya mencionados.
Estudios de balística, de huellas digitales, de radisonato de sodio y retratos
hablados, entre otras prácticas que realizan los agentes de la Dirección de
Servicios Periciales, son fundamentales para lograr un resultado positivo en el
esclarecimiento de un delito.
En la persecución de delitos, el estudio de las huellas digitales ha sido
fundamental, pues los rastros dactilares que deja el presunto responsable en
los objetos, productos o instrumento de delito, son comparados con las huellas
de los detenidos y este dato es incluido en un banco de huellas tomadas a
personas con antecedentes penales, lo cual permite identificar a los verdaderos
responsables y, en este caso, con su actuación los agentes al poner en manos
de los detenidos las referidas armas, pudieron haber provocado el
desvanecimiento de huellas anteriores o bien, pudo haber sido una acción de
mala fe para inculpar a los detenidos, lo cual, de cualquier forma es una
irregularidad.
Por lo anterior, con la facultad que me confiere el artículo 12 de la Ley
Sobre la Procuraduría de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana de
Baja California, se hacen las siguientes:
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RECOMENDACIONES:
A Usted Licenciado CESAR SANTIESTEBAN GASTELUM, Secretario de
Seguridad Pública Municipal de Ensenada, Baja California.
PRIMERA.- Instruir el inicio del Procedimiento de Responsabilidad
Administrativa para determinar la participación y el grado de responsabilidad en
que incurrieron los señores Fernando Calleja Sandoval y Alberto García Ovalle,
Agentes de Seguridad Pública Municipal, en los hechos materia de la presente
queja y en su caso, aplicar la sanción correspondiente en términos y conforme
a las facultades que establece la Ley de Responsabilidades de Servidores
Públicos del Estado.
SEGUNDA.- Ordene a todo el personal de la Dependencia, que se
abstengan de alterar las pruebas y la escena del crimen, asimismo, que se
abstengan de tomar fotografías a los detenidos con los objetos o instrumentos
del delito, toda vez que su responsabilidad no ha sido resuelta por autoridad
competente y; mucho menos dar vista con las mismas a los medios de
comunicación, ya que con ello se causa daño moral a los privados de su
libertad.
TERCERA.-Gire las instrucciones necesarias, a fin de que se brinde
capacitación a los Agentes de Seguridad Pública, sobre la conservación de la
escena del crimen, derecho humano a la libertad, vinculado a la privación ilegal
de la libertad, detención y retención arbitraria.
CUARTA.- Dar vista con la presente Recomendación al C. Agente del
Ministerio Público del Orden Común, a fin de que inicie averiguación previa, en
contra de los señores Fernando Calleja Sandoval y Alberto García Ovalle,
Agentes de Seguridad Pública Municipal, por la probable comisión de los
delitos de declaración falsa ante una autoridad, previsto en el artículo 320 del
código penal, abuso de autoridad, previsto en el artículo 293 del código penal,
coalición de servidores públicos, previsto en el numeral 294 de código penal y
los que resulten.
La presente RECOMENDACIÓN, de conformidad con lo dispuesto en el
Articulo 102, Apartado B, de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos,
tiene el carácter de publica y se emite con el propósito fundamental tanto de
hacer una declaración respecto de una conducta irregular por parte de
Servidores Públicos en el ejercicio de las facultades que expresamente les
confiere la ley; así como para que se de seguimiento a la averiguación previa
que corresponda y o la investigación que proceda por parte de las
dependencias administrativas o cualesquiera otras autoridades competentes, y
dentro de sus atribuciones, apliquen las sanciones conducentes, subsanándose
así, la irregularidad cometida.
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De conformidad con el artículo 15, segundo párrafo, de la Ley Sobre la
Procuraduría de los Derechos Humanos y Protección Ciudadana del Estado de
Baja California, solicito a Usted que la respuesta sobre la aceptación de esta
RECOMENDACIÓN, en su caso, nos sea informada dentro de los CINCO días
hábiles siguientes a esta notificación. De igual manera las pruebas
correspondientes a su cumplimiento.
ATENTAMENTE:
“Nuestro Compromiso: Procurar Justicia y Dignidad”
LIC. FRANCISCO JAVIER SÁNCHEZ CORONA
PROCURADOR
C. c. p.
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c. c. p.
Dip. Adriana Guadalupe Sánchez Martínez, Presidenta de la Mesa Directiva de
la XIX Legislatura Constitucional del Estado de Baja California y
Presidenta de la Comisión de Asistencia Social, Grupos Indígenas, Grupos
Vulnerables y Derechos Humanos. Para su conocimiento
Lic Pablo Alejo López Núñez, Presidente Municipal del XIX Ayuntamiento de
Ensenada, de Baja California.
Lic. Rafael Reyes Luviano, Director General de Quejas de la Procuraduría de
los Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California. Para su
notificación y seguimiento.
C. Alfredo Aviña Galván.- Delegado de la Policía Municipal en San Quintín.Para su conocimiento.
Lic. Elia Elizabeth Méndez Hernández, Defensora Pública Federal. Para su
conocimiento.
C. Fernando Calleja Sandoval, Agente de Seguridad Publica Municipal, adscrito
a la Delegación de San Quintín, Baja California, servidor publico señalado
como responsable.- Para su conocimiento y efectos correspondientes.
C. Alberto García Ovalle, Agente de Seguridad Publica Municipal, adscrito a la
Delegación de San Quintín, Baja California, servidor publico señalado como
responsable.- Para su conocimiento y efectos correspondientes.
Domingo Lorenzo Rodríguez González.- En su carácter de Quejoso. Para su
notificación.
Jesús Jiménez Aguilar.- En su carácter de Quejoso. Para su notificación.
Expediente/Minutario.
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