POR QUÉ GRECIA AHORA LEARNING FROM GREECE ¿Se puede proponer a los alumnos de arquitectura un Curso de Proyectos en Grecia, hoy y ahora, para enseñar a hacer la arquitectura más contemporánea, más de vanguardia, más de nuestro tiempo? Claro que antes, o en paralelo, yo me preguntaría: ¿Se puede proponer el leer a Homero, su Odisea o su Ilíada, para enseñar a hacer la literatura más contemporánea, más de vanguardia, más de nuestro tiempo? Mi respuesta, en ambos casos, es claramente positiva. Sobre mi mesa tengo la Odisea de Homero en una preciosa edición de Alianza editorial, con diseño gráfico de Manuel Estrada y Roberto Turégano. La versión es de Carlos García Gual que ya había revisado y hecho la Introducción en la edición de Gredos de 1982 traducida por J.M. Pabón, y que ahora nos ofrece la suya, impecable. Y aunque él habla de Odiseo en vez de Ulises, debo reconocer que estoy aprendiendo, y disfrutando mucho con esta mi enésima lectura del texto de Homero. Los rosados dedos de la aurora, las fuertes grebas de los guerreros o las lágrimas de Odiseo ante los feacios, han vuelto a conmoverme una vez más. Y para este Curso Académico de 2015- 2016 he decidido con mis profesores trabajar con nuestros alumnos en Grecia. Un pequeño templo en Meteora, un Museo arqueológico en Delfos, una escenografía para el teatro de Epidauro y un hotel balneario con piscinas y termas en Ikara, serán los temas sobre los que vamos a trabajar. Vamos a insistir en los mecanismos con los que traducir las ideas arquitectónicas. Hablaremos de la escala y de las proporciones y de la precisión de las dimensiones. Y de la Gravedad y de la Luz y de la Estructura y de los Materiales. Y de tantos otros temas. Temas que pertenecen a la arquitectura de ayer de hoy y de mañana. Porque el hombre ha sido, es y será siempre el centro del hecho arquitectónico. Mies van der Rohe y Le Corbusier se hicieron fotografiar delante del Partenón para dar fe de esta necesidad de las raíces para avanzar, para poner en pie la arquitectura más avanzada. Y también hay una imagen fantástica de Oiza en el Partenón. ¡Bienvenidos a Grecia! Argos, el fiel perro de Odiseo nos está esperando a la puerta.